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1989-2013CUMPLE 25 AÑOS

LA FIESTA DE LOS LIBROS

DE ANTROPOLOGÍA

Por Elda Lastra y Guillerm

ina Escoto

Fotos: Héctor Montaño y Melitó

n Tapia

Con motivo del 50 aniversario de su fundación, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) invitó en 1989

a celebrar el acontecimiento con una fiesta de libros y por primera vez convocó a editoriales, centros de investigación,

universidades y casas de la cultura a participar en una Feria del Libro de Antropología e Historia.

Como sede se eligió al Museo Nacional de Antropología, el más visitado de México, con la intención de establecer un vínculo entre la producción editorial especializa-da en temas de antropología e historia y el gran público que llega a recorrer las salas

del recinto.La idea de los organizadores era incrementar

el interés de los visitantes en la antropología y participar en la batalla que se libra por hacer de la lectura de libros una práctica cotidiana de todos los mexicanos.

La primera FLAH buscó fomentar el interés en el patrimonio cultural del país, promover y

fortalecer los vínculos y las formas de intercam-bio entre editoriales e investigadores, y reunir la información necesaria para elaborar un catálogo del fondo editorial relativo a las disciplinas de an-tropología e historia.

Con la finalidad de que aquella primera feria del libro constituyera un evento cultural de gran trascendencia, se convocó a investigadores, técni-cos, estudiantes y trabajadores a participar en la organización de mesas redondas, presentaciones de libros, exposiciones, ciclos de cine, audiovisua-les y videos, para que el público tuviera la oportu-nidad de disfrutar y participar en un programa de actividades culturales.

REPORTAJE ESPECIAL

Entre los personajes que participaron con sus reflexiones y obra en las actividades de la enton-ces naciente fiesta librera estuvieron los antropó-logos Guillermo Bonfil Batalla y Arturo Warman; el cineasta Alfonso Muñoz; los arqueólogos Bea-triz Braniff, Ángel García Cook y Leonardo López Luján; el artista plástico Felipe Ehrenberg, y los historiadores César Moheno y Salvador Rueda.

El programa dio un amplio espacio al cine an-tropológico mexicano con cintas como Él es Dios (1965) y El día de la boda (1968) de Alfonso Muñoz; sin dejar fuera a importantes autores internacio-nales como S.M. Eisenstein, F.W. Murnau y Robert Flaherty.

El impulso de arranque lo dio el arqueólogo Roberto García Moll, quien entonces era director general del INAH, y contó con el apoyo del presi-dente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en aquella época, Víctor Flores Olea.

Este año la FLAH cumple 25 años, consolidada como un espacio único en América Latina.

Roberto García Moll recuerda que la idea de crear la FLAH surgió en 1988, pero fue hasta 1989

Cartel de la 1º

Feria Nacional

del Libro de

Antropología

e Historia

que se concretó la primera edición en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Nacional de Antropología, con el objetivo de promover la ex-hibición de los fondos bibliográficos de antropo-logía e historia que se producían en México y el mundo, con la participación de editoriales públi-cas y privadas, nacionales y extranjeras.

El arqueólogo comenta que luego de dos años, la feria tuvo mayor demanda y el espacio que se le destinó para su montaje fue insuficiente; por ello se mudó a unos metros de la Sala de Exposiciones Temporales, y desde entonces ha estado en el mismo lugar: el patio central del Museo Nacional de Antropología.

A partir de la segunda edición también se tuvo una sede en provincia, en 1990 fue en Baja Cali-fornia, y en 1991 en Veracruz. Además se ideó que la FLAH se desarrollara a finales de septiembre y principios de octubre porque de esta manera no se empalmaría con ninguna otra feria del libro o actividad académica importante.

García Moll detalla que en las primeras edicio-nes de la FLAH presentaban al público una máqui-na para mostrar cómo se imprimían los carteles y folletos. Una Schandler, que con el tiempo se con-virtió en emblema de la feria.

En la XXV Feria del Libro de Antropología e Historia, que se realiza hasta este domingo, aque-lla máquina emblemática vuelve a participar para que niños y jóvenes vean cómo era la impresión antes de la era de la digitalización.

REPORTAJE ESPECIAL

Los textos editados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia se dividen en colecciones y series, categorías que se han modificado y au-mentado año con año.

De 1958 a 1970, los títulos se catalogaban den-tro de las siguientes series: Investigaciones, Botá-nica y Tecnología, Informes y Acta Antropológica; sumándoseles las publicaciones de los departa-mentos de Prehistoria, Monumentos Prehispáni-cos y Prehistoria.

Además de los libros de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y la revista Tlatoani, que formaban parte de la serie del Departamento de Investigaciones Antropológicas.

COLECCIONES y SERIES DEL INAH

Dos años después de la fundación del antiguo Mu-seo Nacional, en 1827, inició la tradición editorial con miras a la difusión y divulgación del patrimo-nio cultural de nuestro país, con la publicación del libro Colección de antigüedades mexicanas que existen en el Museo Nacional, de la autoría de Isidro Ignacio de Icaza e Isidro Rafael Gondra.

Le siguieron una introducción a la paleontolo-gía y la recopilación, transcripción y reimpresión de ejemplares elaborados en los siglos XVI y XVII.

El 18 de noviembre de 1886 se inauguró un ta-ller de impresión en el Museo Nacional, pero fue hasta 1892 que se enfocó a la edición de libros, iniciando con la publicación de Historia y conquista espiritual de Yucatán, de fray Bernardo de Lizana.

La publicación de libros continuó y para el Cen-tenario de la Independencia de México, el museo, a cargo de Genaro García, publicó Documentos his-tóricos mexicanos.

Cabe resaltar que en los anales y boletines que también se publicaron, participaron especialistas como Manuel Gamio y Francisco del Paso y Tronco-so. Además de contar con ilustraciones de artistas como José María Velasco, Mateo Saldaña y Aure-liano Caso.

La imprenta del Museo Nacional se utilizó has-ta 1939, cuando se fundó el INAH, ese mismo año se publicaron el Atlas Arqueológico de la República Mexicana y el catálogo de edificaciones coloniales, artísticas e históricas de México que han sido de-claradas monumentos.

INICIOS DE LAS PUBLICACIONES ESPECIALIzADAS

Historia y

conquista espiritual

de Yucatán, de fray

Bernardo de Lizana.

REPORTAJE ESPECIAL

En 1971 se editan los textos de la Colección Científica, de la serie Cuadernos de Trabajo y de la coedición SEP/INAH.

Ya para 1983 se impulsa la creación de comités editoriales de área, y se nombró a los integrantes de la Comisión Dictaminadora Central del Instituto, que se encargó de ordenar los programas editoria-les y se redefinió el fondo editorial, con lo cual sur-gieron nuevas colecciones: Divulgación, Biblioteca del INAH, Textos Básicos y Manuales, Regiones de México y Catálogos.

Años después se da un impulso especial a las revistas Historias y Cuicuilco, y al boletín Antropo-logía, que para 1988 llegan a su edición 18; de igual manera, inicia la edición de Arqueología.

Asimismo, se desarrolló un amplio programa de coediciones, con el cual INAH consolidó conve-nios con editoriales e instituciones, como Planeta, Joaquín Mortiz, Salvat Mexicana de Ediciones, la Universidad Autónoma Metropolitana y con los go-biernos de Quintana Roo y Estado de México.

LA FLAH EN LA ACTUALIDADCon 25 años de trayectoria, la Feria del Libro de Antropología e Historia ha mantenido diversas actividades de carácter académico orientadas hacia simposios, mesas redondas y encuentros, con una continuidad de años; así como reuniones de historiadores, arqueólogos y especialistas.

Entre los simposios y coloquios implemen-tados de manera paulatina durante los últimos 20 años, que ya son una tradición dentro de la FLAH están el XVIII Simposio Román Piña Chan, el IX Foro de Música Tradicional y el VI Encuen-tro de Lenguas en Peligro.

Este año están presentes 67 editoriales, in-cluyendo los libros especializados del INAH que abordan temáticas como la antropología, antro-pología social, arqueología, historia, etnohisto-ria, entre otras.

Con sus 25 años de vida, la FLAH ha demos-trado que es un foro ideal para los amantes de la antropología e historia, ya sean investigado-res, estudiantes o público en general que en 2012 llegó a los 80 mil visitantes.

REPORTAJE ESPECIAL

REPORTAJE ESPECIAL

Con 25 años de trayectoria, la Feria del Libro de Antropología e Historia ha mantenido diversas

actividades de carácter académico orientadas hacia simposios, mesas redondas y encuentros, con

una continuidad de años; así como reuniones de historiadores, arqueólogos y especialistas.

Agradecemos a Eolisa Reina de la Coordinación Nacional de Difusión que nos proporcionó el primer programa de mano para la elaboración del reportaje

REPORTAJE ESPECIAL