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    Pozo Munic io, Juan Ignacio

    APRENDICES Y MAESTROS

    1996. A l ianza.Madr id

    Este mater ia l se u t i l i za con f ines exc lus ivamente d idc t icos

    NDICE1. La nueva cul tura del aprendizaje

    2. Las teoras del aprendizaje. De laasociac in a la construcc in

    3. Los rasgos de un buen aprendizaje4. E l sis tema de aprendizaje5. La estructura del s is tema cogni t ivo6. La ps icologa cogni t iva del

    aprendizaje

    7. Otros procesos auxi l iares del

    aprendizaje8. Aprendizaje de sucesos y conductas9. Aprendizaje socia l10. Aprendizaje verbal y conceptual11. Aprendizaje de procedimientos12. La organizacin de la prct ica13. Los diez mandamientos del

    aprendizaje

    LAS MLTIPLES PROFESIONES DEL MAESTRO: CINCO PERSONAJES EN BUSCA DEAUTOR1

    La complej idad crec iente de los ambientes de aprendizaje y de las demandas cul turalesque los sost ienen ha hecho que no slo la tarea de aprender s ino sobre todo la deensear se haya ido compl icando generosamente de un t iempo a esta parte. Son muchoslos maest ros que perc iben, sobre todo en c ier tos contex tos ins t i tuc iona les en los queestas demandas se hacen ms expl c i tas, a raz por e jemplo de las Reformas Educat ivasen marcha, que su profes in les ex ige hacer cada vez ms cosas di ferentes y a la vez.Pasados entre nosotros, al menos en la educacin formal, los grises aos delp lur iempleo, en los que un maestro lo era de muchas cosas dis t intas en s i t ios d i ferentesy casi a la vez, pero haciendo s iempre lo mismo en todas el las, muchos maestros estndescubr iendo que la nueva cul tura del aprendizaje requiere otra forma ms sut i l , pero nomenos perversa, de p lur iempleo: ahora hay que hacer muchas cosas d i fe rentes , en e lmismo s i t io y rea lmente a la vez , pero de formas o con pape les d i fe rentes y a vecescontradic tor ios.

    S i e l lector considera la d ivers idad cal idoscpica del aprendizaje, sus muchas facetas ycolores, ta l vez estar ms d ispuesto a admit i r que esa mul t ip l icac in de funciones no setrata de una demanda desde arr iba , y menos an de una exigencia capr ichosa. Se t ratade una exigencia de una enseanza eficaz para conseguir mejores aprendizajes. Unbuen aprendizaje requiere un buen maestro, que, como el propio aprendizaje, debeasumir di ferentes funciones para lograr dist intas tareas, rompiendo la monotonadidct ica, que no slo corroe las ganas de aprender de quienes se ven somet ida a e l la,s ino tambin las ganas de ensear de quienes v iven su labor de modo rut inar io. Ensearen la nueva cu l tu ra de l aprend iza je requ iere desar ro l la r d iversos persona jes no comomscaras sucesivas, s ino integrados en un planteamiento estratgico de la enseanza.Sin entrar a desmenuzar las diversas formas y esti los de enseanza que se hanident i f icado o la inf luencia de las creencias y teoras impl c i tas de los maestros sobre sulabor profes ional se pueden ident i f icar c inco personajes que deambulan por las aulas y

    1Este texto integra el captulo 12. La organizacin de la prctica.

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    l os ambientes de aprend iza je en busca de un autor , un guionista , que los engarce enuna estrategia comn.

    Un primer personaje es el maestro proveedor, cuya funcin sera dar o suministrarconocimientos ya elaborados para su incorporacin o as imi lac in en la memoria de losaprend ices . Es s in duda e l pape l t rad ic iona l en la cu l tu ra t ransmis iva de l aprend iza jeque ha predominado, y todava predomina, entre nosotros. E l maestro expl ica, expone,

    d ic ta e l conoc imiento y los aprend ices lo cop ian ( ta l vez la pregunta ms f recuente delos aprendices en nuestras aulas s iga s iendo todava puede repet i r?) y reproducen lainformacin rec ib ida. Es un personaje anclado en la teora de la copia y, por tanto, esms eficaz en formas de aprendizaje asociativo que cuando se trata de que losaprendices comprendan o construyan sus propios aprendizajes. Este actor slo acta enun papel pr inc ipal cuando se t rata de aprender informacin verbal . En todos los demsaprendizajes, s i se quiere que sean ef icaces, su papel es secundar io, ya sea en la fasedeclarat iva o informativa del aprendizaje de tcnicas, que debe completarse conmodelado y entrenamiento, en el cambio conductual , que requiere tambin superv is in yent renamiento , o en e l aprend iza je de conceptos , donde lo esenc ia l ser gu iar , comotutor , la as imi lac in de los modelos sumin is t rados , o en e l cambio conceptua l , que aveces requer i r proporcionar modelos para su cont ras te , pero en e l que la funcin de lmaestro ser actuar como tutor o inc luso asesor del proyecto de aprendizaje establec ido

    por el propio aprendiz. El maestro proveedor, como person aje principal, no t iene encuenta los conocimientos ni caracter s t icas previas del aprendiz, que debe ser un espejode lo que l mismo dice.

    Un segundo personaje, complementario del anterior, que acta como maestro es elmodelo a emular ; la imagen, ms que la palabra, a copiar en un sent ido ms l i tera l es e lespejo en el que debe mirarse el aprendiz. Todo maestro, lo quiera o no, es modelo decompor tamiento para sus aprend ices , no s lo exp l c itamente de lo que qu iere ensear (e jecutando las tareas para que los aprendices vean cmo se hacen), s ino tambin, demodo ms impl c i to , modelo soc ia l que imi tar o , en su caso, rechazar . E l maest ro esmodelo sobre todo en el aprendizaje socia l (habi l idades, act i tudes), donde el modeladodesempea el papel pr inc ipal ; pero, tambin en la adquis ic in de procedimientos, dondesirve de complemento al suministro de informacin verbal. El modelado es requisito

    principal para ciertos resultados del aprendizaje asociat ivo; pero su papel en laconstrucc in de conocimientos es muy l imi tado. Dado que los maestros sern modelosque el aprendiz reproduzca con frecuencia, conscientemente o no, conviene que losmaestros tomemos conciencia de los modelos que proponemos o exponemos a losaprendices, ya que con f recuencia incurr imos en contradicc iones (e l maestro que predicatolerancia pero que luego considera un sabotaje y una insubordinacin cualquier act i tuddiscrepante o insumisa de sus aprendices). Dado que inevitablemente todos losmaest ros somos modelos , ms va le que sepamos en qu espe jo se es tn mi rando losaprendices, ya que slo as podremos cambiar lo o a l menos lustrar lo.

    Ot ro persona je que adoptan los maest ros con f recuenc ia es e l de entrenador de susaprendices, consis tente en establecer un programa de act iv idades que el aprendiz debeseguir y luego supervisar el cumplimiento fiel del mismo, corrigiendo todo error o

    desviac in. Es como el mdico que prescr ibe un t ratamiento a su paciente. Tr is temente,los aprend ices no sue len ser tan pac ientes y se desv an con f recuenc ia de l p rogramaestablecido, por lo que la labor esencial del maestro entrenador es precisamente lasuperv is in di recta del t rabajo encomendado. Es de hecho una f igura complementar ia ala de proveedor o a la de modelo, ya que requiere como condic in previa la prescr ipc ino el suminis t ro de un plan detal lado de entrenamiento. Por e l lo predomina en las zonasde aprendizaje asociat ivo, s iendo el personaje pr inc ipal del cambio conductual o delejercicio tcnico, que hacen del aprendiz un mero ejecutor, el brazo armado, delprograma establec ido por e l maestro. En cuanto las tareas de aprendizaje requieren unaimpl icac in mayor del aprendiz, comprender o contro lar lo que est haciendo, ref lex ionarsobre su propio conocimiento, el papel del entrenador se di fumina y exige unasuperv is in ms dis tante por parte del maestro, en forma de gua o tutor a.

    E l maest ro tutor se d i fe renc ia de l en t renador en que f i ja los ob je t i vos genera les de l2

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    aprendizaje pero deja que sea el propio aprendiz quien establezca las metas concretas ylos medios para a lcanzar las . E l tu tor cede par te de la responsabi l idad y e l cont ro l de laprendizaje a l propio aprendiz, mientras que el entrenador no. S in embargo, e l tutor s igue haciendo una labor esencia l de superv is in, de apoyo, pero en el contexto detareas abiertas, sugir iendo vas de acercamiento, antic ipando problemas, a vecessuminis t rando posib les respuestas al ternat ivas, pero s in cerrar las tareas hasta e l puntode que el aprendiz pueda dejarse l levar cmodamente. Es un papel ms difci l e

    incmodo que los anteriores, tanto para el maestro, como para el aprendiz, ya quesupone una c ier ta ambigedad y no s iempre est c laro cundo y cmo interveni r . Peropor deba jo de la le t ra , de las tcn icas concre tas de in tervenc in, es t la meloda de laprendizaje, y esa s es c lara y armnica. E l brumoso papel del tutor o gua del aprendi -zaje se s i ta en esa zona hmeda y nebl inosa que se l lama zona de desarrol lo prx imodel aprendiz; n i aqu , en el f i rme terreno de lo ya sabido, n i a l l , en el cont inente de loignorado. Este personaje protagoniza algunos de los aprendizajes estelares de la nuevacu l tu ra de l aprend iza je , ya que es cent ra l en la t rans ic in de l aprend iza je tcn ico a lestratgico o fomenta la comprensin y asimi lacin de nuevos conceptos a losconocimientos previos de los aprendices. De hecho, part i r de lo que ya sabe el aprendiz,as como v ia j ar en g rupo , sue len ser dos de l as obsesiones de l maes tro tu to r en suintento de guiar al aprendiz hacia esa zona de desarrollo prximo con el f in deco lon izar la y conver t i r la en ter r i to r io conoc ido, desde e l que se t razan nuevos mapas

    que abren al conocimiento nuevos terr i tor ios cubier tos por la bruma.Un l t imo personaje, no muy f recuente en las aulas, pero tambin necesar io, sobre todoen contextos de instrucc in que impl ican aprendices adul tos y maduros, es e l de asesorde aprendizajes, o si se pref iere, director de los proyectos de aprendizaje y/oinvestigacin de los aprendices. Se trata de una variante infrecuente del personajeanter ior , en la que la cesin del contro l de las tareas al aprendiz es an mayor, o s i sepref iere e l contro l es an ms remoto. Aqu e l maestro n i s iquiera f i ja los objet ivos delaprendizaje. Es el propio aprendiz quien establece sus metas y e l maestro superv isa sulogro, haciendo preguntas, ms que ofrec iendo respuestas. A veces el supuesto maestrono es s ino un co-aprendiz, a lguien que va descubr iendo ese terr i tor io ignoto a la vez quee l aprend iz, ta l vez un par de pasos por de lante , pero que no necesar iamente t iene unp lan prees tab lec ido de in tervencin con respec to a ese aprend iz concreto . En es to se

    d i fe renc ia tambin de la tu tor a , en la que e l maest ro , aunque no lo haga exp l c i to a lcomienzo, d ispone de un plan de act iv idades para i r in t roduciendo, de forma progresiva,en el camino de los aprendices. E l asesor o d i rector de aprendizajes ayudar en algunasformas complejas de aprendizaje construct ivo, como el cambio conceptual de formacomplementar ia a esa labor de tutor a.

    Es tos son c inco pos ib les persona jes en busca de un autor que los in tegre . Ta l vez e llec tor , s i es maest ro , haya es tado in tentando a medida que le a probarse cada uno deesos t ra jes (o, s i es aprendiz, probrselos a a lgunos de sus maestros) .

    Dependiendo de sus teoras impl c i tas sobre el aprendizaje, y su mbi to de intervencinprofes ional , a lgunos le quedarn mejor que otros. Pero posib lemente s ienta que ningunole encaja del todo. Cuando no le t i ra la manga, le est corta la pernera o no le quedan

    los hombros cados. No debe preocuparse, el problema es del sastre, no suyo. Enreal idad se t rata de eso, de darse cuenta de que la labor del maestro en la nueva cul turade l aprend iza je , como la de l aprend iz , es ml tip le y var iada, que no nos bas ta con unsolo traje, sino que debemos componer nuestro personaje a medida, nuestro propioguin, a part i r de los moldes ofrec idos por esos personajes fantasmales que deambulanno s lo po r l as pg inas de es te l i b ro , s i no po r nues t ras au las , y an ms den t ro denosotros mismos. Se t rata de elaborar un papel complejo que responda a las ex igenciasdel guin de esa nueva cul tura del aprendizaje, un papel que responda a las demandassoc ia les de aprend iza je , pero tambin a las neces idades de los aprend ices , de formaque la tarea de aprendices y maestros se ajuste y construya mutuamente. No hay ningnbuen papel s in una buena rpl ica.

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