2, 13-17 Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y se los llevó aparte a un...
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2, 13-17 Jesús tomó consigo Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y a su hermano Juan, y se los llevó aparte y se los llevó aparte a un monte alto. a un monte alto. Se transfiguró Se transfiguró delante delante de ellos. de ellos. Y aparecieron Moisés Y aparecieron Moisés y Elías que y Elías que conversaban con él.
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2, 13-17
Jesús tomó consigo Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago a Pedro, a Santiago
y a su hermano Juan, y a su hermano Juan, y se los llevó aparte y se los llevó aparte
a un monte alto.a un monte alto.
Se transfiguró delante Se transfiguró delante de ellos.de ellos.
Y aparecieron Moisés y Elías Y aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él.que conversaban con él.
2, 13-17
Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús:“Señor, qué bien se está aquí.
Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.
2, 13-17
Jesús había anunciado ya que es preciso negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguir a su Maestro.
Como para darles ánimo en el duro camino del
seguimiento, toma consigo a Pedro, Santiago y Juan y se transfigura ante ellos.
La montaña está llena de simbolismo.Por la soledad y por la altura, el monte es un lugar apropiado para experimentar la presencia de Dios.
La transfiguración muestra la gloria de Jesús, como partícipe de la gloria del Padre.
También desvela su suerte futura. Y la revelación de la vocación a la que es llamada
cada día la comunidad cristiana.
2, 13-17
“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”.
Ante las satisfacciones que se nos ofrecen, descubrimos que la felicidad está en alguien.
En Alguien que es nuestra luz y paz.En Alguien que es nuestra luz y paz.
“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”.
Ante las mil palabras que nos confunden comprendemos que
el silencio es elocuente.
El silencio de Dios es la única palabra
que da vida.
“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”
Ante las tentaciones de poder y de prestigio que nos asaltan, hay que valorar la cercanía del Señor
y la participación en su destino.
““Maestro,Maestro, ¡qué bien se está aquí!”.¡qué bien se está aquí!”.
Señor Jesús Señor Jesús que, transfigurado en el monte, que, transfigurado en el monte,
nos muestras tu gloria de Hijo de Dios, enséñanos nos muestras tu gloria de Hijo de Dios, enséñanos
a descubrir el camino de la cruz que nos revela a descubrir el camino de la cruz que nos revela
la majestad de tu luz. la majestad de tu luz. Amén.Amén.
Texto: José Román Flecha Andrés HIJO DE DIOS – Salamanca Presentación: Antonia Castro PaneroMúsica: Signore, mostrami il tuo volto
