2 Moisés

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MOISÉS El inicio del ciclo de Moisés describe la transición desde la corte del faraón a la región de Madián (cf. Ex. 2,11- 22). En este éxodo personal, Moisés se enfrenta consigo mismo y los demás. Hasta ese momento, había sido educado según la sabiduría egipcia, ajeno a sus verdaderos orígenes. Ya joven mayor de edad, constata el sistema injusto y las humillaciones infligidas a los hebreos; no obstante haber sido adoptado por la hija del faraón, los latidos del corazón confirman su pertenencia al pueblo esclavizado. Sensible al valor de la justicia, mata al egipcio que maltrataba a un hebreo. No tolera la agresión injusta y procede con mayor violencia. Los comentarios circulan y la acción justiciera lo desacredita ante los mismos connacionales, lo percibe al intervenir en una pelea entre dos hebreos. Los sentimientos de justicia y solidaridad son desplazados por la violencia y la reacción precipitada. Moisés teme por su vida y escapa del plan eliminatorio del faraón. La cultura consumista produce individualismos de clase y apatía por el bien común. Corremos el riesgo de aceptar la corrupción como mal necesario del sistema o justificar episodios de violencia de cualquier signo; nos tienta adaptarnos a la realidad sin proponernos transformarla o, al menos, mejorarla un poco. Sin embargo, existen quienes 1

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El ciclo bblico de Moiss describe la transicin de la corte del faran a la regin de Madin (cf

Moiss

El inicio del ciclo de Moiss describe la transicin desde la corte del faran a la regin de Madin (cf. Ex. 2,11-22). En este xodo personal, Moiss se enfrenta consigo mismo y los dems. Hasta ese momento, haba sido educado segn la sabidura egipcia, ajeno a sus verdaderos orgenes. Ya joven mayor de edad, constata el sistema injusto y las humillaciones infligidas a los hebreos; no obstante haber sido adoptado por la hija del faran, los latidos del corazn confirman su pertenencia al pueblo esclavizado. Sensible al valor de la justicia, mata al egipcio que maltrataba a un hebreo. No tolera la agresin injusta y procede con mayor violencia. Los comentarios circulan y la accin justiciera lo desacredita ante los mismos connacionales, lo percibe al intervenir en una pelea entre dos hebreos. Los sentimientos de justicia y solidaridad son desplazados por la violencia y la reaccin precipitada. Moiss teme por su vida y escapa del plan eliminatorio del faran.

La cultura consumista produce individualismos de clase y apata por el bien comn. Corremos el riesgo de aceptar la corrupcin como mal necesario del sistema o justificar episodios de violencia de cualquier signo; nos tienta adaptarnos a la realidad sin proponernos transformarla o, al menos, mejorarla un poco. Sin embargo, existen quienes incorporan en su proyecto de vida los valores de la justicia y la solidaridad; en particular, algunos jvenes, motivados por el inters social y poltico, participan con mayor compromiso. El joven Moiss se rebel ante la situacin, la nobleza de su espritu lo llevaba a defender al ms dbil, pero equivoc el camino. Adems, se atribuy la misin de libertador antes de ser enviado. Le faltaba tiempo para su maduracin.

Madin y el desierto constituyen el nuevo habitat donde Moiss reconstruye su vida. En una ocasin, defiende a siete jvenes hermanas de algunos pastores que les impedan sacar agua del pozo. En tierras ridas los pozos de agua son lugares de encuentro, y por la tarde los pastores se acercan para abrevar al rebao. As haba conocido Isaac a Rebeca (Gn. 24,11ss) y Jacob a Raquel (Gn. 29,1).

Las jvenes piensan que su defensor es egipcio. Jetr, el padre, hospeda en agradecimiento a Moiss y le da por esposa a su hija Sfora. Por el momento, Moiss ha resuelto su vida matrimonial y laboral, nuevamente lejos de su pueblo, al servicio del suegro.

Cuando los entusiasmos de los ideales declinan, la persona se estabiliza en la normalidad, como si se redujeran las expectativas juveniles. Moiss se ubica en la soledad de Madin, vive tranquilo en la rutina propia del pastoreo hasta que recibe la inesperada llamada divina de liberar al pueblo de la esclavitud. Los sentimientos latentes de justicia y solidaridad emergen en medio de temores y limitaciones: resistencias, excusas -diramos-, con fundamento en la propia realidad. El relato describe la progresin de las dificultades esgrimidas por Moiss.

Quin soy yo para ir al faran y sacar de Egipto a los israelitas? (Ex. 3,11).Bien, yo me presentar a los israelitas y les dir: El Dios de sus antepasados me enva a ustedes. Y si ellos me preguntan cul es su nombre, qu les responder? (Ex. 3,13).No me creern, ni me escucharn; dirn que no se me ha aparecido el Seor (Ex. 4,1).Perdona, Seor, pero yo no tengo facilidad de palabra (Ex. 4,10).Te suplico, Seor, enva a cualquier otro (Ex. 4,13).

La llamada insistente, garantizada adems por la accin divina, convencen a Moiss de la misin.

Yo estar contigo, y sta ser la seal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, me darn culto en esta montaa (Ex. 3,12).As pues, vete; yo estar en tu boca y te ensear lo que debes decir (Ex. 4,12).Moiss necesit el tiempo y la soledad del desierto para encontrarse y, desde all, descubrir al Dios de su pueblo y comprometerse con el proyecto divino.

Algunos imaginan una fe ajena a la convivencia diaria y a las problemticas sociales, encapsulada en un devocionalismo irrelevante. El itinerario de Moiss demuestra que la adhesin al querer de Dios implica opciones incmodas y cuestionadoras. El servicio a los dems, la defensa del ms dbil, la bsqueda de la justicia, el ejercicio de la misericordia y del perdn, los gestos de bondad autentican la verdad de la fe, porque quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve (1Jn. 4,20).

Por supuesto, las situaciones sociales son complejas y con las buenas intenciones se mezclan las ideologizaciones y manipulaciones, pero esto no anula la voluntad de accin, luego de un oportuno discernimiento.

Los alcances de la fe estn claramente formulados en las promesas bautismales:

Renuncias al mal, como signo del pecado en el mundo;

al error, como negacin de la verdad;

a la violencia, como contraria a la caridad;

al egosmo, como falta de testimonio del amor?

Renuncias a la envidia y el odio;

a la pereza y la indiferencia:

al materialismo y la sensualidad;

a la injusticia y el favoritismo?

Crees en Dios Padre todopoderoso.

en Jesucristo,

en el Espritu Santo? (Ritual del Bautismo).

Moiss, recin nacido, fue salvado del genocidio perpretado por el Estado. Adoptado por la hija del Faran, qued al cuidado de su madre verdadera. Asimil la cultura dominante sin perder los vnculos con sus orgenes. La crisis de identidad produjo en su juventud episodios de violencia y de evasin. Al tomar distancia, incluso geogrfica, Moiss repens su historia y descubri la misin de su vida. Construir la propia identidad y elaborar un proyecto de vida son tareas realmente faranicas lo que implica, entre las tales, reconocer los miedos, detectar las propias capacidades, asumir el riesgo de la decisin, incorporar actitudes positivas.

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