2 TRIMESTRE, Año 1, “ESCUELA BIBLICA SIÓN”

2 TRIMESTRE, Año 1,

“ESCUELA BIBLICA

SIÓN”

EBISION ESCUELA BÍBLICA MINISTERIO NUEVA SION

VEREDA DE SOLIS, 14B-PUENTE TOCINOS MURCIA- 968105321

Primeros Principios Cáp. 6: Diezmos y Ofrendas

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Iglesia Nueva Sión-EBISION Fundamentos Sólidos 1

CAPÍTULO 6

DIEZMOS Y OFRENDAS



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CAPÍTULO 6

DIEZMOS Y OFRENDAS

El principio del diezmo podemos divisarlo a través de toda la Biblia. En realidad, estaba envuelto en el jardín de Edén, cuando el género humano tomó de algo que pertenecía a Dios. Génesis 2:16, 17; 3:6 “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo:

De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal

no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás… Y vio la mujer

que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable

para alcanzar la sabiduría, y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el

cual comió así como ella.”. Abraham inició la práctica del diezmo, dándolo a Melquisedec, sacerdote de Dios.

Jacob también consagró un diez por ciento a Dios. 1. ¿QUÉ ES EL DIEZMO?

El diezmo es el diez por ciento de todas las cosas que nos da el Señor. Con Jacob se comienza a consagrar a Dios: Génesis 28:22: “Y esta piedra que he

puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo

apartaré para ti” De este versículo aprendemos acerca de la “consagración” del diezmo y es dedicado para el uso sagrado. Nota: “Consagración”: Es la acción por la cual se destina al culto de Dios una cosa común o profana por medio de oraciones, ceremonias y bendiciones. Es lo contrario a la profanación y al sacrilegio, que consiste en emplear en usos profanos una cosa que estaba consagrada al culto de Dios. La Escritura declara que el Señor es dueño de todo. Esto incluye todas nuestras posesiones: Salmo 24.1: “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él

habitan.”. Dando el diezmo reconocemos que Dios es dueño de todo lo que tenemos, el Señor de nuestra vida.


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Así como uno paga el alquiler renta al dueño de la casa alquilada para reconocer su propiedad, nosotros pagamos el diezmo para reconocer a Dios y que somos de Su propiedad. Levítico 27:30: “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del

fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová”, nos dice que el diezmo es dedicado; quiere decir “apartado para Dios”. Debemos ser conscientes al apartar lo que le pertenece a Dios para Su uso.

2. ¿CUÁL ES LA HISTORIA DEL DIEZMO? A. El diezmo existió antes de la ley:

1. Abraham. (Génesis 14:18-20)

Génesis 14:18-20: “Entonces Melquisedec, rey de Salem y

sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo,

diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los

cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus

enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.”

2. Jacob. (Génesis 28:22) Génesis 28:22: “Y esta piedra que he puesto por señal, será casa

de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.”

B. El diezmo existió, también posteriormente, bajo la ley:

1. La nación de Israel. (Números 18:20-32)

Números 18:20-32: “Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos

no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y

tu heredad en medio de los hijos de Israel. Y he aquí yo he dado a

los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su

ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo

de reunión. Y no se acercarán más los hijos de Israel al

tabernáculo de reunión, para que no lleven pecado por el cual

mueran. Mas los levitas harán el servicio del tabernáculo de

reunión, y ellos llevarán su iniquidad; estatuto perpetuo para

vuestros descendientes; y no poseerán heredad entre los hijos de

Israel. Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los

hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les

he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad. Y habló


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Jehová a Moisés, diciendo: Así hablarás a los levitas, y les dirás:

Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de

ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda

mecida a Jehová el diezmo de los diezmos. Y se os contará vuestra

ofrenda como grano de la era, y como producto del lagar. Así

ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de todos vuestros

diezmos que recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la

ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón. De todos vuestros dones

ofreceréis toda ofrenda a Jehová; de todo lo mejor de ellos

ofreceréis la porción que ha de ser consagrada. Y les dirás:

Cuando ofreciereis lo mejor de ellos, será contado a los levitas

como producto de la era, y como producto del lagar.

Y lo comeréis en cualquier lugar, vosotros y vuestras familias; pues

es vuestra remuneración por vuestro ministerio en el tabernáculo

de reunión. Y no llevaréis pecado por ello, cuando hubiereis

ofrecido la mejor parte de él; y no contaminaréis las cosas santas

de los hijos de Israel, y no moriréis”

C. El diezmo existió después de la ley, con Jesús:

1. Jesús confirmó el diezmo. (Mateo 23:23; Lucas 11:42=

Mateo 23:23: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!

porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más

importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era

necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.” Lucas 11:42: “Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la

menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el

amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.”

2. El diezmo no fue ordenado bajo la ley. Sino antes de la ley. (Hebreos 7:1-12) Hebreos 7:1-12: “Porque este Melquisedec, rey de Salem,

sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que

volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien asimismo dio

Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente

Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; sin

padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni

fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece

sacerdote para siempre. Considerad, pues, cuán grande era éste, a


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quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín. Ciertamente

los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen

mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es

decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los

lomos de Abraham. Pero aquel cuya genealogía no es contada de

entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía

las promesas. Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el

mayor. Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales;

pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. Y por decirlo

así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los

diezmos; porque aún estaba en los lomos de su padre cuando

Melquisedec le salió al encuentro. Si, pues, la perfección fuera por

el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué

necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el

orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de

Aarón? Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya

también cambio de ley;…”

3. ¿ES NECESARIO QUE LOS CREYENTES DE HOY DIEZMEN?

A. Dios nos amonesta que diezmemos. (Levítico 27:30; Proverbios 3:9-10) Levíticos 27:30: “Y el diezmo de la simiente de la tierra como del fruto

de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.” Proverbios 3:9-10: “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias

de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus

lagares rebosarán de mosto.”

B. Si un persona no diezma ni presenta ofrendas a Dios, está robando a Dios. (Malaquías 3:8-10) Malaquías 3:8-10: “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me

habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros

diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la

nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya

alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los

ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre

vosotros bendición hasta que sobreabunde.”

El diezmo no es nuestro, es posesión de Dios. Si una persona sólo diezma y no presenta ofrendas, no le está dando a Dios nada en absoluto. “¿En qué te

hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.”


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4. ¿DÓNDE DEBE SER DADO EL DIEZMO?

Al Alfolí de Dios. (Malaquías 3:10) Malaquías 3:10: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa;

y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las

ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que

sobreabunde.” A. El alfolí es donde recibes alimento espiritual B. El alfolí para Israel era el Tabernáculo. C. El alfolí para el creyente del Nuevo Pacto es la iglesia local, donde recibe

el consejo, la Palabra, la oración y formación como discípulo del Señor.

5. ¿ES LA OFRENDA LO MISMO QUE EL DIEZMO?

A. No. La ofrenda es una dádiva a Dios aparte del diezmo que le

corresponde como norma. B. Es dada por encima y más allá de lo que se requiere (diezmo). C. Hay una distinción entre las dos en la Palabra de Dios. (Malaquías 3:8).

Malaquías 3:8: “… diezmos y ofrendas.”

6. ¿CUÁLES SON LAS DIFERENTES MANERAS DE DAR DE ACUERDO

A LAS ESCRITURAS? A. DIEZMOS.- La porción dada a Dios en el alfolí. (La iglesia local). Dios

la destinó a los levitas, en la ley. (Números 18:21, 24, 26) Números 18:21, 24, 26: “Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos

los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos

sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión… Porque a los levitas

he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a

Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no

poseerán heredad… Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis

de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra

heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el

diezmo de los diezmos.”

B. OFRENDAS.- Lo que se da para sostener otros ministerios.


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C. LIMOSNAS.- Lo que se da como regalo a un individuo.

7. ¿QUÉ ACTITUDES DEBEN ESTAR PRESENTES EN LOS CORAZONES DE LOS QUE DAN A DIOS? A. Dar “de buena voluntad”. (2 Corintios 8:3, 12)

2 Corintios 8:3, 12: “Pues doy testimonio de que con agrado han dado

conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas,… Porque si

primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no

según lo que no tiene.”

B. Dar “con alegría”. (2 Corintios 9:7) 2 Corintios 9:7: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con

tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”

C. Dar “con amor”. (2 Corintios 8:24) 2 Corintios 8:24: “Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias de la

prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros.”

D. Dar “con gratitud”. (2 Corintios 9:11) 2 Corintios 9:11: “… para que estéis enriquecidos en todo para toda

liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a

Dios.”

E. Dar “con motivos puros” (Mateo 6:24)

Mateo 6:24: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá

al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No

podéis servir a Dios y a las riquezas.”

8. ¿QUÉ PRINCIPIOS DEBEMOS SEGUIR CUANDO DAMOS? A. Primero, hemos de darnos nosotros mismos al Señor. (2 Corintios 8:5)

2 Corintios 8:5: “Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se

dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de

Dios;…”

B. De acuerdo a nuestra capacidad. (Hechos 11:29; 2 Corintios 8:12)


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Hechos 11:29: “Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que

tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en

Judea,…” 2 Corintios 8:12: “Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será

acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.”

C. Dar regularmente. (1 Corintios 16:1-2)

1 Corintios 16:1-2: “En cuanto a la ofrenda para los santos, haced

vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia.

2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo,

según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se

recojan entonces ofrendas.”

D. Dar de corazón. (2 Corintios 9:7)

2 Corintios 9:7: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con

tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al Dador alegre.”

E. Dar como un servicio al Señor y Sus santos. (2 Corintios 9:12) 2 Corintios 9:12: “Porque la ministración de este servicio no solamente

suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas

acciones de gracias a Dios;…”

Por principio, Dios desea que demos, a fin de que sea manifiesta Su bendición sobre nosotros. Nuestra actitud siempre afecta la situación en que estamos envueltos, así que, debemos siempre estar dispuestos a dar con un corazón gozoso y de buena voluntad. Dios desea que demos de una manera que le traiga gloria.

LA IMPORTANCIA DE DAR A DIOS LO PRIMERO Y PRIMERO:

2 Corintios 10:6: “…y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando

vuestra obediencia sea perfecta.”

Nacemos en el Señor, nacemos de nuevo, y lo siguiente es caminar hacia la

madurez, debemos crecer en todo, en estatura, sabiduría, y también en obediencia.

Obedecemos los mandamientos del Señor, lo hacemos con deleite, por el amor que le tenemos.


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La Palabra nos habla de las primicias, y nos enseña que ellas son para Dios, lo primero es para Dios.

Levíticos 27:28: “Pero no se venderá ni se rescatará ninguna cosa consagrada que

alguno hubiere dedicado a Jehová; de todo lo que tuviere, de hombres y animales, y de las

tierras de su posesión, todo lo consagrado será cosa santísima para Jehová.”

Lo que es de Dios es exclusivamente de Él, lo que se consagraba al Señor como primicia era irrevocablemente de Él, lo que entregas al Señor no puedes pedirlo de vuelta.

Tenemos que aprender este concepto para aprender obediencia, para madurar en ella tenemos que entender que lo que es de Dios, es de Dios; es irrevocable, no puedes rescatarlo, ni se venderá ni se rescatará ninguna cosa consagrada.

Lo que es de Dios no puedes usarlo en tu beneficio, es de Él. Esto era puesto delante del Señor, destruido por fuego, era santo, apartado, consagrado para Él.

Este es un principio fundamental para la obediencia.

Éxodo 13:1-3 “Jehová habló a Moisés diciendo: Conságrame todo primogénito.

Cualquiera que abre la matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los

animales, mío es. Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de éste día en el cual han salido

de la casa de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con

mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado.” Dios dice, trae las primicias, trae al primogénito, porque es mío.

Cuando traigas esto, recordarás que Dios te ha sacado de tierra de servidumbre y

que te ha redimido. Cuando traes las primicias a Dios, cuando lo primero es para Dios, se desata un poder redentivo.

En el Antiguo Testamento, sea animal, sea fruto, sea humano, lo primero siempre era para Dios, eran separados y apartados para Él. Lo primero en tu vida debe ser para Dios. Debes aprender a separar y dar a Dios la primicia.

Éxodo 13:11-12: “Y cuando Jehová te haya metido en la tierra del cananeo, como te

ha jurado a ti y a tus padres, y cuanto te hubiere dado, dedicarás a Jehová todo aquel que

abriere matriz, y así mismo todo primer nacido de los animales; los machos serán de

Jehová.”

Éxodo 13:13: “Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo

redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos.”


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El Señor dice: Traerás a mí los primogénitos, pero si traes un asno, lo redimirás y en vez del asno sacrificarás un cordero, pero si no lo redimes, si no traes un cordero a cambio del asno, quebrarás su cerviz, matarás al asno.

¿Dios tiene algo contra los asnos? No, Él los creó. Pero Él escogió y dijo, estos son animales limpios y animales inmundos, y entre los animales inmundos estaban los asnos, no servían para el sacrificio, no era un animal separado para el sacrificio. Así que dijo Dios, si tienes un asno primogénito, si quieres usarlo debes redimirlo, si no lo redimes, debes matarlo.

No uses algo que no ha sido redimido, no uses algo que pertenece al Señor, porque estás usando muerte. Estas trayendo una maldición a tu vida, estás caminando con algo que debería ser muerto. Estás usando algo que Dios lo ha destinado a la muerte porque era suyo, no podía usarse y tenía que matarlo. Mejor es matarlo que usarlo sin haber sido redimido.

Repasemos nuevamente, el asno era un animal inmundo en cuanto a sacrificio se refería, no podías ofrecer asnos ni cerditos como sacrificio. Entonces, tu primer burrito que nacía, no podías presentarlo porque era impuro, no era limpio, no podías presentarlo.

Así que, ¿Qué tenías que hacer? Tenías que ofrecer un cordero a cambio del animal impuro, tenías que ofrecer un cordero que era limpio, lo mataban y ahora si podías usar tu asno, porque el asno había sido redimido con el cordero, se había pagado el precio del burrito con el cordero.

Ahora bien, si algo es del Señor y tú lo usas, estás usando muerte, porque aquello le corresponde a Dios, es de Dios y Dios dice: Debe morir, es mío.

Tus hijos te preguntarán, ¿Por qué separas las primicias para Dios? ¿Por qué sacrificar a nuestro corderito que lo hemos cuidado tanto?

El cordero era separado por la familia desde pequeño para el sacrificio, lo criaba como su animalito favorito, lo limpiaba con mucho cuidado porque tenía que ser ofrecido a Dios, no podía sufrir ningún daño. Y un día lo llevaban al sacerdote. Y los hijos de la familia se preguntan, ¿Por qué? ¿Por qué te lo estás llevando? ¿Por qué lo están matando? Porque Dios nos ha sacado de Egipto. ¿Por qué ofreces tu vida al Señor? ¿Por qué das tus primicias?

Cuando tu hijo te pregunte ¿Por qué? Recordémosle, el Señor me ha librado, el Señor me ha sacado del mundo. Ahora, en cuanto a nosotros, solamente Cristo puede redimirnos.


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En el Antiguo Testamento, lo primero era del Señor, lo impuro debía ser redimido con lo puro. Nosotros éramos impuros y hemos sido redimidos con lo puro y ¿Qué es lo puro? Cristo.

Nosotros éramos como los animales impuros y vino el Cordero de Dios, animal puro, para redimir lo impuro.

Veamos tres principios acerca de las primicias. Dios puede reclamar las primicias nuestras para sí. ¿Por qué? Porque Él nos ha redimido. Cristo nos ha redimido: 1. Dios ve la primicia como la fuerza que gobierna todo lo demás.

Romanos 11:16: “Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la

raíz es santa, también lo son las ramas.”

Si tus motivos son santos, lo demás es santo. Si las raíces de tu vida están sanas, lo demás es sano. Si tus deseos son santos, lo demás es santo.

Primicia es importante, es lo primero, la primicia santa está separada, apartada para Dios, lo demás será santificado.

2. Lo primero representa el total o también se puede decir que la primicia representa el

total, porque lo que es usado primero determina que pasa con el resto, es decir, como uses lo primero, lo demás será afectado. ¿Cómo usas tu primicia? ¿Cómo das el primer paso? ¿Cómo comienzas tu día? ¿Dedicándolo al Señor? Lo demás será afectado. El uso de lo primero determinará lo que pasa con todo lo demás. Dependiendo cómo usas el 10%, será afectado el 90% restante.

3. La primicia o el primogénito es del Señor.

Éxodo 22:29-30: “No demorarás la primicia de tu cosecha ni de tu lagar. Me darás el

primogénito de tus hijos. Lo mismo harás con el de tu buey y de tu oveja; siete días

estará con su madre, y al octavo día me lo darás.”

Lo limpio, que era de Dios, no podía ser redimido, debía morir. Cristo no podía ser redimido, era limpio, tenía que ser sacrificado.

Primero debemos entender que todos hemos salido de Adán. Cuando Adán pecó todos pecamos, él era el representante legal de la raza humana y todo lo que él hacía, lo hacía por toda la raza. A él le fue dado el derecho legal de representar la raza humana.


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Si le das a alguien derecho legal de ser tu representante, de firmar, de vender o comprar… Todo lo que él haga lo hará por ti. Adán era representante legal de la raza humana, cuando Adán pecó todos nosotros pecamos, por eso nacemos en pecado.

Dios envió otro hombre, el postrer de Adán, un hombre puro, y lo puro debe ser redimido, si no es redimido, debe morir. Esa era la ley. Si lo impuro no era redimido, ¿Qué pasaba? Había que matarlo, debía morir. Si nosotros impuros no somos redimidos por lo puro, por Cristo, debemos morir, perdición eterna. El Cordero de Dios, el primogénito de Dios, la primicia de Dios, Cristo Jesús, Dios dio su primicia, la puso en el altar y fue consumida, fue muerta, Cristo su primicia, el Cordero de Dios sin pecado.

Cuando Dios envió las plagas, y había oscuridad en Egipto, en Gosén, donde estaban los hijos de Dios, había luz; cuando había piojos en Egipto, en Gosén, donde estaban los hijos de Dios, no los habían; cuando había ranas, donde estaban los hijos de Dios no las habían. Pero cuando llegó la hora de la muerte de los primogénitos, Dios dijo: Pasará el que mata a todos los primogénitos, míos son los primogénitos y morirán todos ellos. Y no importaba si eran judíos o no; si no tenían la fe expresada en un dintel manchado con la sangre de un cordero, tenían que morir.

Éxodo 12:13: “Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y

veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad

cuando hiera la tierra de Egipto.”

¿Imaginas la fe que tenían que tener para aquello? Habían visto las plagas, una tras otra, y dijo Dios: Ahora morirán los primogénitos. Israel para salvarse tenía que manchar su puerta con sangre. Toda su fe tenía que estar en aquella sangre.

Llegó aquella noche y empezaron a escuchar el grito y el lamento, y todo

primogénito estaba muriendo, el que mataba estaba pasando, el ángel de la muerte estaba pasando delante de las casa y solamente había una diferencia entre las casas de los israelitas y la de los egipcios: una mancha de sangre. Toda su fe tenía que estar en aquella sangre.

Toda nuestra fe tiene que estar en Su sangre. ¡Aleluya! No se trataba de raza, no es que a Dios le gustaban más los egipcios que los hebreos, no se trataba del color de la piel, era una cuestión de fe, era el poder de la sangre que los redimía. Se había pagado precio y habían sido redimidos.

Cuando Dios pidió a Abraham que sacrifique su hijo, él no argumentó con Dios, no

dijo nada, porque Abraham sabía que los primogénitos eran del Señor.


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Abraham no podía argumentar porque sabía que el primero era del Señor, era santo, él sabía que no podía retenerlo, porque sabía que iba a significar muerte para él. No podía retener la primicia, debía ofrecerla. Así que subió al monte para ofrecer aquella primicia.

Isaac es un tipo de Jesús, su nombre le fue dado antes del nacimiento, nació milagrosamente, fue llevado a un monte, cerca de Jerusalén, el monte Moriah. Si Dios entregó Su primicia por nosotros, ¿Como nosotros no entregar la nuestra por amor a El?

¿Y qué hizo Dios el momento que Abraham estaba extendiendo el cuchillo? Dijo: ¡Alto! Y le dio un carnero, ¿Para qué? Para que sea redimido Isaac. Entonces Dios supo que Abraham era un hombre de pacto, que él fue fiel con su primicia. Entonces ahora yo sé, dijo el Señor. Yo sé que Yo soy primero para Abraham, porque no me ha negado la primicia.

Y llamó Abraham el nombre de aquél lugar Jehová Jireh. No digas: Jehová Jireh, Jehová Jireh, esperando provisión del Señor, si no subiste al monte y obedeciste primero, dando tus primicias.

Deuteronomio 6:10-11: “Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra

que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y

buenas que tú no edificaste, y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas

cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te

sacies…”

Dios les da una promesa y les habla sobre el lugar al cual les llevaría, tierra con

casas, viñas, cisternas, olivares, etc. Pero antes tenían que llegar al Jordán, cruzarlo, y entrar a la PRIMERA CIUDAD.

Ahora, prestemos atención, ¿Cuánto tiempo habían estado en el desierto? 40

años, por 40 años habían estado llevando la misma ropa, los mismos calzados, ¡Por 40 años! Ya estaban cansados de lo mismo y seguramente dijeron: Vamos a entrar a la ciudad que Dios nos ha prometido, a las casas, las viñas, los olivares… y tendremos ¡ropa nueva! ¡Por fin, voy a cambiar de ropa!

Josué 6:17-19: “Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en

ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por

cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. Pero vosotros guardaos del anatema;

ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el

campamento de Israel, y lo turbéis. Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de

bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová.”


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¿Qué dice Dios? LA PRIMERA CIUDAD ES MÍA. No pueden tocar nada allá, la primera ciudad es mía. Todo tienen que pasarlo por fuego, es mía, no pueden tomar nada para ustedes. ¿Y qué sucedió? Acán entró y vio un lingote de oro, vio unas ropas babilónicas ¡Nueva ropa! Oro para su familia, pensó: Dios quiere que bendiga a mi familia, claro. ¿Tomó qué? La primicia que le pertenecía a Dios; enterró y escondió lo que le pertenecía a Dios.

Israel perdió una batalla y treinta y seis hombres murieron por causa de esto, porque Acán tomó las primicias de Dios, que no le pertenecían. Tuvieron que tratar con el asunto, sacarlo del campamento, y apedrearlo junto con su familia (Josué 7).

Dios quiere darnos, Dios quiere bendecirnos, pero debemos entender el

principio de las primeras cosas; Jericó debe ser destruida, pasada por fuego, es primicia.

Juan 1:29: “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el

Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”

He aquí la ofrenda de Dios, la primicia de Dios para redimir a los demás. He aquí la

primicia de Dios, los primeros frutos de Dios, el diezmo de Dios para redimir a los demás.

Mateo 6:34: “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana

traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”

Principio importante. ¿Cómo empiezas tu día? Así va a ser tu día. Jesús dice

cada día basta, preocúpate de un día a la vez. ¿Cómo comienzas el día? ¿Empiezas amargado? ¿Empiezas preocupado? Así será tu día. ¿Empiezas delante del Señor? ¿Buscas al Señor primero? Dios quiere bendecir tu día.

Lo que haces con lo primero, afecta lo demás. Si la raíz es buena lo demás es bueno. Si el inicio es santo lo demás es santo.

Proverbios 8:17: “Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me

buscan.”

Proverbios 15:11: “El Seol y el Abadón están delante de Jehová; ¡Cuánto más los

corazones de los hombres!”

Lo que está en primer lugar en tu corazón, afectará lo demás. ¿Qué es prioridad en tu corazón? ¿Las primicias, los primeros frutos?


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En la Escritura, primicias, primeros frutos o diezmos es lo mismo, es consagrado a Dios.

¿Es el diezmo el 10%? Sí y no. El diezmo debe ser primicia, el primer fruto, no es solamente un 10%; debe ser primicia. Si recibes tu sueldo y separas 20€ para el pan, 50€ para la leche, pagas tus gastos de luz, agua y teléfono, etc., etc. ¡Ah! Y te sobra para el diezmo. ESO NO ES DIEZMO, ESO ES 10%, PERO NO ES DIEZMO. DIEZMO ES PRIMICIA. Debes separar el 10% primero, santificar, apartar y separar, antes de gastar en lo demás. De esta manera bendices lo demás; si gastas primero en otras cosas, maldices el 90%, traes muerte sobre lo demás, aunque lo des después. Dios quiere nuestras PRIMICIAS.

Si tomas lo que es de Dios para ti, maldecirá el resto, si separas primero el 10%

para el Señor, bendecirá el resto, tiene un poder de redención, bendecirá lo demás.

Si primero gastas tu dinero en el mercado, después en los gastos de estudios, libros, clases particulares, seguridad social, gastos diversos de tus hijos, alimentos, ropa, después pagas tus adeudos y domiciliaciones bancarias, etc. ¿Qué significa esto? Que estás honrando a los alimentos, al colegio, al Banco, diciéndoles: Ustedes son mi dios, ustedes son mi redentor, etc.

Y ¿Qué dices a Dios? Tú eres Creador de cielos y tierra, el Alfa y Omega, el

Principio y el Fin, Hacedor de todas las cosas, mi Salvador, mi Redentor, lo siento, este mes no puedo honrarte. Es serio lo que estamos diciendo. Diez habla de redención, así que hay un poder de redención en el diezmo. Es primicia, pertenece al Señor, no sólo detendrá la maldición, sino que redimirá lo demás.

Si no das el diezmo como primicia, quiere decir que no tienes fe.

Si haciendo cálculos ves que tu presupuesto no alcanza, pero aún así confiando en el Señor, cumples con tu pacto, dando tu primicia, entonces estás obrando por fe y Dios bendice el 90% restante haciendo que te alcance, inclusive muchas veces para dar. Pero cuando no das primero al Señor, estás diciendo: mira, no creo mucho, primero voy a asegurarme y después te voy a dar. Dios no puede bendecir esto. Dios no puede bendecir lo que no es de la fe.

Las primicias son para el Señor, lo primero es para Él, lo primero de nuestro tiempo es para Él, lo primero de nuestra vida es para Él.

En el nuevo pacto la demanda es mayor, de Él, por Él y para Él son todas las cosas, Romanos 11:36: “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea

la gloria por los siglos. Amén.”


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En el calendario antiguo, el sábado era el último día de la semana y el domingo era el primero, por eso los cristianos se reunían el primer día de la semana para dar este día como primicia al Señor. Domingo no es fin de semana, lo llamamos ahora fin de semana porque la cultura ha cambiado y la cultura es más fuerte que la doctrina; pero en realidad, domingo era el primer día de la semana, era primicia para Dios. Domingo es el primer día, y estamos dando este primer día a Dios.

Por eso cuando se inicia un nuevo año nos reunimos y dedicamos el primer día

del año al Señor, porque queremos ofrecer lo primero a Dios, Lo primero de tu tiempo es para Dios, lo primero de tus días es para Dios.


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CAPÍTULO 6 CUESTIONARIO

DIEZMOS Y OFRENDAS

Nombre:..........................................................................................................................

1. ¿Qué es el diezmo?

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2. ¿A quién dio Abraham el diezmo?

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3. ¿Le dio Abraham el diezmo de todo?

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4. ¿Qué dice Jacob sobre el diezmo en Génesis 28:22?

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5. ¿A quiénes dio Dios los diezmos por heredad en Números 18:20-32?

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6. ¿Mencionó Jesús el diezmo?

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7. ¿Fue creado el diezmo antes de la Ley o bajo la Ley?

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8. ¿Dónde debe darse el diezmo”?

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9. ¿Es la ofrenda lo mismo que el diezmo?


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10. ¿Qué es la ofrenda?

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11. ¿Cuáles son las tres diferentes maneras de dar?

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12. ¿Qué pasa si algo es del Señor y tú lo usas?

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13. ¿Por qué Dios puede reclamar las primicias nuestras para sí?

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14. ¿Qué pasa cuando comienzas entregando a Dios todo?

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15. ¿Qué diferencia había entre la casa del pueblo de Dios y de la del egipcio?

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16. ¿Qué fue lo que Abraham no le negó a Dios en el Monte Moriáh?

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17. ¿Qué pasó cuando Acán tomó la primicia que le pertenecía a Dios?

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18. ¿Qué es diezmo? ¿Para quién son las primicias?

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Principios Fundamentales Cap.7 Espíritu, alma y cuerpo

Iglesia Nueva Sión – EBISIÓN Escuela Bíblica Sión

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CAPÍTULO 7

ESPIRITU, ALMA Y

CUERPO





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EL ESPÍRITU, EL ALMA Y EL CUERPO

1 Tesalonicenses 5:22-24 “Absteneos de toda especie de mal. Y el mismo Dios de paz os

santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.”

Es muy importante entender nuestro ser en su totalidad. Ello nos ayudará a poder ser más eficientes en nuestro llamado. Evitar las recaídas, errores y trampas que nuestra propia carne, alma y no solo el enemigo, puede poner delante de nosotros y así, evitándolas, poder ser más que vencedores en Cristo cumpliendo con Su Propósito.

En el texto arriba mencionado vemos que el ser humano es tripartito, tiene tres partes: Espíritu, alma y cuerpo, lo mismo que el templo de Dios. El cuerpo, que da conciencia del mundo, reside en este mundo y equivale al Atrio; el alma, que da conciencia de uno mismo y viene a equipararse al Lugar Santo; y el espíritu, que da conciencia de Dios y equivale al Lugar Santísimo.

La idea común, en el mundo secular no cristiano, acerca de la constitución del ser humano es dualista, es decir, reconoce la existencia de cuerpo y alma.

La prioridad de Dios es diferente a la nuestra. Por ejemplo cuando un bebé nace, lo primero que se quiere es que tenga un cuerpo saludable. Entonces se piensa en este orden de prioridades: cuerpo, alma (que sea emocionalmente e intelectualmente normal), y por último su espíritu. Dios ve las cosas de otra manera, para Él las prioridades son otras. Para Él primero es el espíritu, después el alma y por último el cuerpo.

El hombre, o mujer, es un ser espiritual, creado a imagen de Dios, tiene un alma, y habita en un cuerpo.

I. ¿Qué es el espíritu? (espíritu = del griego “pnuma”)

El espíritu es la parte más interna y más noble del hombre, es la parte más profunda de su ser; la Biblia también llama al espíritu como “hombre interior”. Es la parte que se comunica con Dios, es el lugar donde Dios mora. Es la parte del hombre que fue hecha a imagen de Dios, porque Dios es Espíritu. (Génesis 1:26 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”).

Mediante el espíritu el hombre se comunica con Dios, porque Dios es Espíritu; no se

puede entender a Dios, ni comunicarse con Él por medio del alma o del cuerpo. La comunión con Dios es experimentada en este lugar, que es el más profundo del ser.

Las tres funciones del espíritu son:



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1.- El discernimiento: Es la función que permite la percepción espiritual, con la que se

sabe y se siente los movimientos del Espíritu Santo.

2.- La comunión: Es la que permite relacionarse de una manera íntima con Dios, con la que se adora a Dios.

3.- La conciencia, cuya función es la de corregir y reprender, de modo que hace que estemos inquietos cuando nos quedamos cortos de la gloria de Dios; ésta reprueba el pecado y aprueba la justicia; es el punto donde Dios expresa Su Santidad; es el amonestador interno respecto a nuestras inclinaciones como acciones. Dios dijo que el día que el hombre comiera del árbol del conocimiento del bien y del mal moriría (Génesis 2:17). El espíritu del hombre murió el día que desobedeció a Dios, perdió el control (sobre el alma y el cuerpo), la comunión con Dios, y la adoración a Dios. Todo ser humano nace sin la vida de Dios en su espíritu; en realidad, nacemos muertos, espiritualmente hablando. Adán era el representante legal de la raza humana, y todo lo que él hacía lo hacía la humanidad, porque en el principio todos estábamos en él, en su vientre; entonces al transgredir el mandamiento de Dios, todos lo hicimos, por lo tanto todos morimos (Romanos 5.12: “Por

tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”).

El momento en que el hombre nace de nuevo, “de lo alto” (así expresa el original), por voluntad de Dios, su espíritu vive otra vez (¡¡Aleluyaaaaa!!), y se hace uno con el Espíritu de Dios (I Corintios 6:17: “Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él”), a fin de gobernar el alma (mente, voluntad y emociones) y, por lo tanto, el cuerpo (acciones externas y palabras).

El espíritu se alimenta y se fortalece con la comunión con Dios (oración, adoración, alabanza, acción de gracias,), la lectura, la meditación y el estudio de Su Palabra, y otras prácticas espirituales, tales como el ayuno, la oración en lenguas (1 Corintios 14:2, 4), la comunión con la Iglesia, la sujeción a la misma, y el servicio al Señor (el hacer Su voluntad).

II. ¿Qué es el alma? (alma = del griego psuque)

El alma es la parte inmaterial del hombre que se compone de emociones, mente y voluntad.

1.- Las emociones, que abarcan los afectos (a lo que uno se consagra), deseos (se centran en el “yo”, para su deleite y exaltación) y sentimientos (dependen de estímulos externos, expresan gozo, felicidad, dolor y tristeza, etc., son frágiles e inestables).

2.- La mente es el instrumento de nuestros pensamientos, por medio de ella el hombre conoce, piensa, imagina, recuerda, entiende, etc., es decir, ahí se encuentran la razón, la memoria y la concentración. La mente del hombre es una gran fortaleza; es motivo de orgullo y es la causa del progreso de la civilización; pero espiritualmente es un gran peligro, pues es



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un terreno especialmente susceptible para la acción de Satanás; argumentos y pensamientos se levantan contra el conocimiento de Dios (2 Corintios 10.5).

Mediante la mente el hombre no puede conocer a Dios. En la regeneración la mente es traída a la obediencia a Cristo, y se produce el “arrepentimiento”, que significa “cambio de manera de pensar”, un giro de 180º en nuestra forma de vivir para ahora hacerlo para agradar a Dios.

3.- La voluntad es la capacidad que tiene el hombre para tomar decisiones. Es el verdadero “YO”. La voluntad del hombre tiene que unirse perfectamente a la voluntad de Dios para que la salvación sea completa. Dios quiere no sólo que el cristiano haga Su voluntad, sino que ella sea su deleite.

El alma expresa la individualidad del hombre. Está entre el espíritu y el cuerpo; el espíritu se comunica con el cuerpo a través del alma dándole a ésta las instrucciones. El alma las entiende y da las órdenes al cuerpo, y éste las ejecuta. Dios tiene un propósito con el alma, es el de exteriorizar lo que Dios le dice, le transmite o revela Dios al espíritu y éste revela al alma.

El alma es consciente de lo que le rodea, fácilmente se apega a las cosas externas y/o materiales.

Al comer del árbol prohibido, del árbol del conocimiento del bien y del mal, no sólo murió el espíritu, sino que el alma se engrandeció, haciéndose independiente de Dios en sus decisiones (se alimentó la voluntad humana). El hombre comenzó a vivir por el alma.

Ej.: Si una persona nace otra vez cuando tiene 20, 40 ó 50 años; durante todo ese tiempo su alma fue alimentada y creció desmedidamente, gobernando al hombre por medio de los pensamientos, emociones y decisiones humanas, de esta manera se han creado hábitos y costumbres que son contrarias a los preceptos de la Palabra de Dios, que se manifestarán (¡Ojo!) cada vez que el espíritu se debilite por falta de alimento. Debemos estar comiendo constantemente del árbol de la vida, que no es otra cosa que Cristo, para que el espíritu esté fortalecido y gobierne sobre el alma y el cuerpo.

El alma debe morir a su voluntad, escogiendo hacer la voluntad de Dios antes que la suya, con una vida rendida al Señorío (gobierno) de Cristo, de esa manera no hace lo que quiere o lo que estaba acostumbrado a hacer antes de nacer de lo alto.

El alma tiene que morir a sí misma, (dejar de vivir sólo para hacer su voluntad) porque es contraria a la vida del espíritu.

La renovación de la mente

Santiago 1:21 “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.”

La palabra “salvación”, en este versículo, significa “liberación total”.



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Esta carta está dirigida a cristianos, es decir a personas nacidas de nuevo. El espíritu es salvo, ha vuelto a vivir; sin embargo el alma se salvará gradualmente por el proceso de la revelación de la Palabra de Dios, renovando así el entendimiento, hasta el punto donde la obediencia sea total e incondicional.

Al principio se aprende a obedecer por disciplina, pero, en la medida en que se conoce más y más al Señor, el amor por Dios es la fuerza que impulsa a vivir para Su voluntad. El progreso en esta vida es por medio de la implantación de la Palabra; porque ella nos enseña a no pensar por uno mismo, sino a cambiar los pensamientos por los de Él (Isaías 55:8: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo

Jehová”).

Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

Esta es la parte que nos corresponde hacer. La Palabra dice: Lucas 21:19 “Con su paciencia ganarán sus alma.”. Es el área donde se debe trabajar. El alma no es mala, es un instrumento valioso y necesario para entender la voluntad de Dios, siempre que esté sujeta al Altísimo.

Acallando el alma:

David hablaba a su alma:

Salmo 42:5 “¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios;

porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío. “

Salmo 103:1-2 “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.”

Salmo 62.1:“En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación”

“Acallada” H1747 דומיה “dumiyá” de H1820; quietud; adverbio silenciosamente; abstractamente quieto, confianza:- acallar, callar, silencio.

Solo cuando tenemos una íntima y estrecha comunión con Dios nuestra alma estará quieta y sosegada, de lo contrario no cesará de querer tomar decisiones porque ese “YO” habrá crecido y querrá volver a los hábitos antiguos, actuaciones, pensamientos indebidos, etc.

¿Cómo lidias con tu alma? ¿Le mandas a callar, hablas con tu alma, como David? El alma dice: “Vive para ti”, “ten compasión de ti”, “pobrecito de mí…”. Por eso es que las oraciones de los nuevos creyentes son como las expresiones de un niño: Dame, dame, yo, yo, mi, mi. Igual es el niño espiritual, viene al Señor y ¿Qué quiere? Que vean su problema, su situación, que todo se centre y gire alrededor de él. Está bien para un niño, y por un tiempo, pero esa no es la vida en el Reino, tiene que madurar.



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El cristiano maduro en el espíritu vive para Su Señor, haciendo Su voluntad, dando su vida por los demás, como lo hizo Jesús.

Jesús sujetó su alma al Espíritu, vemos algunos pasajes:

Mateo 26:38 “Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos

aquí, y velad conmigo.”

¿Cuál es la respuesta cuando el alma está muy triste? Jesús oraba. Sigue Su ejemplo y, en comunión con Él, el alma se aplacará y hallará descanso.

Juan 12:27-28 “Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora?

Mas para esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del

cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.”

Su alma quería que pase la copa, pero Él dijo: Para esto he venido, Padre glorifica tu nombre. No pensó en Él, sino en la voluntad del Padre. Hasta que no naces de nuevo, vives, caminas, piensas, sientes, etc., en tu alma. Cuando naces de nuevo el espíritu es vivificado y tienes un espíritu nuevo, y lo que antes hacías en el alma, ahora lo haces en el espíritu (Adorar = Juan 4:24: “los que le adoran, en espíritu y

en verdad es necesario que adoren.”; Andar = Gálatas 5:16; Orar = Efesios 6:18: “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda

perseverancia y súplica por todos los santos”; Servir = Filipenses 3:3: “somos la circuncisión,

los que en espíritu servimos a Dios”). Este ha sido diseñado por Dios para que Gobierne nuestro ser. Dicen las Escrituras: ...Jesús gimió en el espíritu(Marcos 8.12),…se conmovió en el espíritu(Juan 11.33),….sabiendo en su espíritu(Marcos 2.8),….el espíritu de Pablo se enardeció viendo la ciudad entregada a la idolatría(Hechos 17.16), etc. 1 Corintios 6:17 “Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.” Dios Gobierna desde el espíritu. ¿Por qué? Porque Él es Espíritu y se hace uno con tu espíritu y, a partir de ahí, nace el gobierno de Dios para tu vida. Por esto decimos, el Reino de Dios se ha acercado, el Gobierno de Dios ha venido a tu vida. A partir de ese momento Dios quiere Gobernar tu vida desde el espíritu, pero tu alma está acostumbrada a mandar, a tomar decisiones, a ser llevada por las emociones y los pensamientos. Efesios 2:1-3 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y

pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme

al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre

los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,

haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo

mismo que los demás.”



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Cuando vienes al Señor estás acostumbrado a hacer tu voluntad, a ser llevado y gobernado por tus pensamientos, decisiones, sentimientos o emociones. Estos te han manejado según la corriente de este siglo, según el príncipe de este mundo. Ahora hay un nuevo Gobernador en tu vida. En tu espíritu está el Reino de los cielos, el Gobierno de Dios, y éste quiere tomar total control de todo tu ser. Y esa es la mayor lucha, es decir que estás acostumbrado a tomar decisiones, a pensar como crees, a ser llevado por los sentimientos, a conducirte conforme a tus deseos personales, a pensar según te han enseñado. Pero la guía de Dios, Su sentir, o Su voluntad está en tu espíritu, y se encuentran con tu alma que está acostumbrada a hacer lo que bien le parece. Necesitas aprender a poner tu alma bajo el Gobierno del espíritu, ¿Cómo se puede conseguir ese Gobierno del espíritu? Jesús dijo: Lucas 9:23 “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.”). ¿Qué quiere decir esto? Que cada día mueres a ti mismo para buscar el hacer la voluntad del Señor, no la tuya. Tú ya no eres el señor, Él es el Señor; que tu alma, tu pensamiento ya no te gobiernen, que Él lo haga. También Jesús dijo: Mateo 10:39 “El que halla su vida (G5590 psujé: psuque=alma), la

perderá; y el que pierde su vida (psuque=alma) por causa de mi, la hallará”. Como podemos apreciar la palabra “vida” en el original bíblico es alma, y lo que nos insta el Señor, este pasaje, es a perder el gobierno del alma para ganar el Gobierno de Dios, en el espíritu. Este es el camino hacia la madurez. ¿Qué es madurez en la vida cristiana? La Biblia habla de llegar a la perfección, esta palabra significa madurez. Efesios 4:11 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,

evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos.”

Ser perfectos es ser maduros. La madurez en la vida cristiana se traduce y manifiesta cuando Cristo gobierne totalmente en ti; que el Espíritu de Dios Gobierne desde tu espíritu (en unidad con tu espíritu) todo tu ser, que tus pensamientos sean los de Dios, tu sentir sea el de Dios, que tu voluntad sea una con la de Dios. Es un proceso largo, pero debes entender que en tu alma hay cosas que se oponen a la Voluntad de Dios, aun entendiendo que Su voluntad es buena, si a tu alma le gusta hacer cosas que a Dios no le agradan, aún tú, sabiendo que es pecado, que no lo debes hacer, que las consecuencias serán dolor y sufrimiento, harás todo lo posible por hacerlas ya que te agradan. ¿Por qué? Porque por 20, 30 ó 50 años has vivido acostumbrado a hacer lo que has querido, has nacido así. El niño, desde que nace, quiere hacer la voluntad de su alma por eso necesitas nacer de nuevo.

Tu alma está acostumbrada a hacer lo que quiere, por ejemplo, si está deprimida se niega a rendir adoración, quiere que se la mime; si está preocupada quiere que se le preste atención en lugar de confiar en Dios. Los días en los cuales la gente recibe su sueldo, su reconocimiento, felicitación, aprobación, honra, etc. es un día maravilloso, lleno de gozo, alegría, paz, se olvidan los problemas, en esos días especiales con mucha facilidad se alaba y adora a Dios, se le honra y se le agradece por todo. Cuando no les pagan el salario, sufren decepción, traición u



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olvido no hay alabanza, no fluye la gratitud, menos la adoración. Cuando una persona está desempleada, no tiene ingresos, está enferma no adora, ni alaba a Dios, todo el día es una lucha, porque su alma no está contenta, está preocupada con las cosas de este mundo. El alma adora y alaba cuando está contenta, no cuando hay un precio que pagar ya que depende de las circunstancias, no así el espíritu que confía y cree. El espíritu no depende de las circunstancias externas, sino que conoce a Dios, cree en Dios, depende de Dios. Por eso Jesús dice: Mateo. 26:41 “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”. La carne es la naturaleza independiente de Dios, manejada por el alma. Lo mismo pasa con el cuerpo, cuando le dices a tu cuerpo: Vamos a ayunar. Él no quiere y se niega y rebela, porque está acostumbrado a vivir para sí. Toda la lucha consiste en vivir para otro, ya no para ti. Juan 21:18: “De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras.” Dios viene a tu espíritu, para ser uno con él (1 Corintios 6.17), quiere y debe Gobernar. Tenemos este tiempo de vida para unirnos a Él, para tratar con este asunto. Nuestra alma está acostumbrada a manipular con las emociones, pensamientos, necesidades; ella es manipuladora. Hay hermanos que están pasando por un problema en un área que a su alma le desagrada, tienen entonces que pasar 500 veces por el mismo problema hasta que aprendan a contentarse en el Señor cualquiera que sea la situación. Y en ese estado deben aprender a adorar, alabar y bendecir al Señor. El alma es caprichosa, manipuladora, independiente porque ha nacido así y ha crecido en independencia, todo el tiempo que ha estado sin Dios. La “religión”, por ejemplo, está toda diseñada para satisfacer el alma, no para edificar el espíritu, porque tiene un ministro que le busca, le llama, le hace esto y aquello; toda la predicación del sistema religioso está dirigida a satisfacer el alma. Se ha escuchado de pastores aconsejando a sus líderes que prediquen sólo sobre prosperidad (temas que a la gente le agrada). ¿Qué más quiere el alma? Si a mi me predican sobre prosperidad todos los fines de semana, voy a estar feliz. Cuando la Iglesia se torna una Iglesia almática (gobernada por el alma = psuquica), en la que Dios está al servicio del hombre y no el hombre al servicio de Dios, entonces creemos que Dios tiene la obligación de prosperarme. Como dijo Jacob, si Dios me ayuda, si me prospera, si me viste, si me alimenta, si me lleva… etc., entonces será mi Dios. El alma quiere la bendición de Dios, pero no Su Gobierno. ¿Por qué oramos sólo para nuestros intereses? Señor ayúdame… dame esto… dame el otro… cuida esto… etc. La oración guiada por el Espíritu es según la voluntad y el propósito de Dios, es una cuestión de eternidad, del interés de la Iglesia, del interés del Reino. Muchas veces será contraria a tu interés. El alma está interesada en sí misma, se centra en uno mismo, NO EN DIOS. La gente viene a la Iglesia para tranquilizar su conciencia, para confortar su alma, no para dar Gloria y Alabanza a Dios. A la reunión de la Iglesia se viene para satisfacer a Dios,



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para hacer Su voluntad, para oír de Él, para ver hacia dónde está yendo el Reino de Dios e ir en esa dirección, aunque sea contrario a mi deseo. “Ya no importa el gozo y el dolor, lo único que interesa eres Tú…” (Watchman Nee) Se tiene que distinguir el alma del espíritu, todos somos anímicos es decir almáticos (gobernados por el alma). Pero tenemos que llegar de ser espirituales (gobernados, controlados por el espíritu = pnumáticos). Entonces, el nuevo cristiano nacido de nuevo tiene su alma crecida, más aún si es un intelectual, porque toda su vida ha educado su alma (mente). No se trata de promover la ignorancia, pero un hombre espiritual estudiará para el beneficio del Reino y del propósito de Dios, no para beneficio propio, porque sus prioridades son otras, por tanto la intención será diferente. La Biblia dice que el hombre natural (el que sólo vive en la dimensión del alma y el cuerpo) no entiende las cosas espirituales, le son locura. (1 Corintios 2:14), esto es al que no ha nacido de lo Alto. A los que no conocen a Dios la misión y el reto del E.S. es llevarlo a conocer a Dios, al arrepentimiento, a la confesión de sus pecados, a la entrega al Señor. No estamos tratando de formar buena gente, que el hombre sea más bueno, más educado, estamos tratando de denunciar que el hombre es pecador. Que solamente naciendo otra vez puede hacer el bien, no hay otra manera. El “buen hombre del mundo” te va decir, yo soy buena gente, no mato, no robo, no ofendo a nadie, doy limosnas, voy misa una vez por semana, etc. ¿Por qué habría de arrepentirme si no hago nada de malo? Sólo el Espíritu puede convencer de pecado (Juan 16.8: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”)

. La división del alma y el espíritu Hebreos 4:12 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

El alma y el espíritu están mezclados, tiene que entrar la espada de la Palabra y dividir (del griego merismos = partir, separar para aclarar y para poner en orden). Esta división es primero para separar el alma del espíritu, y después para ponerlos en el orden establecido por Dios. El espíritu es para Gobernar y el alma es para sujetarse. Este es el orden que la Palabra logrará. Ésta te ayudará a discernir. Es preciso conocer y experimentar la división del alma y el espíritu para PODER SERVIR A DIOS EN EL ESPÍRITU. El alma debe sujetarse al espíritu; ella se sujetará con más facilidad, cuanto más fuerte y más fortalecido esté el espíritu. Necesitas aprender a fortalecer tu espíritu, ¿Cómo?



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Mediante la adoración, oración, ayuno, la lectura y meditación de la Palabra, la comunión con Dios, el servicio a los santos, la asistencia a los cultos, la generosidad en diezmos y ofrendas, las relaciones fraternales en la iglesia (Koinonía), las pruebas superadas, etc. (prácticas espirituales); todo ello fortalecerá tu espíritu. Cuando esto no acontece y no fortaleces tu espíritu, tu alma se ubicará en su lugar. Irás de tumbo en tumbo, cuando el alma se fortalece; un día en tu espíritu y dos en tu alma; dos en tu espíritu, cuatro en tu alma; tres en tu espíritu, subes y bajas, y cada vez los bajones son más vertiginosos, es una vida desequilibrada y dividida. La Palabra de Dios dice: Marcos 3:25 “Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer.”. Esto quiere decir que si el espíritu y el alma (en la misma persona = casa) están divididos, no andan en unidad y en orden (espíritu gobernando y alma obedeciendo), entonces esa persona no permanecerá, será destruida, no avanzará. El camino a la tierra prometida era muy interesante, eran subidas y bajadas, valles y montes; por el contrario, la tierra prometida era plana, equilibrada, la vida del espíritu es equilibrada; es alta, pero es estable, no está subiendo y bajando, no depende de las circunstancias, ni de las emociones. Cuando tres días pasas en tus emociones, en las circunstancias, dos en el espíritu, cuatro en la televisión, tres en la novela, entonces tu alma se hace más y más fuerte, y después te preguntas, ¿Por qué me deprimo? Te deprimes porque no has estado alimentando tu espíritu. Cuando el espíritu se hace fuerte, el alma se va acomodando naturalmente y se sujeta, pero cuando es más fuerte, entonces le cuesta sujetarse y entras en problemas, cuestionamientos, debilidades, luchas, porque tu alma está fortalecida. Un hombre espiritual es aquel que tiene su alma bajo control y está guiado por el Espíritu de Dios, todo lo que hace es la Voluntad del Señor, aunque haga las obras más pequeñas; no se trata de obra pequeña o grande, el Reino de Dios no se trata de grandezas, todo lo que tiene que ver el Reino es con la Voluntad de Dios. Viviendo por fe: Esta es la transición: De ser seres almáticos independientes a ser seres espirituales dependientes totalmente de Dios. El nacido de nuevo vendrá con un gozo en el espíritu, pero después de un tiempo se enfrentará a una etapa diferente, entonces uno de los primeros cuestionamientos del cristiano es: ¡No siento nada!. Claro, Dios acaba de apagar el interruptor, ya no vas a sentir nada. Vas a aprender a andar por fe, vas a empezar a creer, sin sentir. Es como quitar las ruedas pequeñas, los ruedines, a la bicicleta en la que la niña pequeña se está apoyando o el flotador en el que confía para nadar sin hundirse. Ambos andaban confiados y seguros, pero ahora les toca hacer un esfuerzo y necesitan, de algún modo, fe. Es una de las primeras quejas, ¡Ya no siento nada, ya no es lo mismo…!. Claro que ya no es lo mismo, ya Dios ha apagado el sentir, ya no es por sentimiento, es por ver a Dios con los ojos de la fe. Él apaga el botón del sentimiento y ahora se esconde para que lo busques, porque quiere que aprendas a buscarlo, eso te va hacer bien, te va a ayudar a madurar, no quiere que dependas de tus sentimientos, quiere que dependas de la fe, de Él. Los sentimientos están en tu alma, los sentimientos suben y bajan, la fe permanece. Dios está tratando de edificar fe.



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Ésta no es una emoción, los sentimientos es lo de menos. No debes dejar tu primer amor, debes seguir amándole en el espíritu. ¿Cómo explicas la fe? El hombre espiritual tiene capacidad de percibir (el discernimiento), entonces cuando Dios habla con este hombre espiritual acerca de las cosas que vendrán, éste cree y le manifiesta al alma y al cuerpo una certeza. El espíritu cree y lo manifiesta, entonces lo percibe como una certeza, con una seguridad de que algo que todavía no está ocurriendo se dará. Entonces sabemos por el espíritu, la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Hebreos. 11:1). Nada tiene que ver con el convencimiento mental o con entender o no entender el proceso que vayan a seguir las cosas, o si las vemos en el sentido que creemos que va a suceder, ocurrir o no, solamente la seguridad que el espíritu manifiesta. Las experiencias espirituales no son emociones, no se dan en el alma, aunque la afectan. Las experiencias de Dios, como el nuevo nacimiento, producen fe, y esta crece con la lectura de la Palabra y con la revelación: Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Si no escuchamos de Dios, la Palabra de Dios, no se producirá en nosotros la certeza, ni la convicción; necesitamos realmente escuchar de Dios para tener fe de una manera sobrenatural. Así ocurre también en la salvación. Las personas que han nacido de nuevo, a través de esas experiencias espirituales, ya tienen fe. Por ej. Para encender la luz necesitas ser una persona de fe. Porque sólo ves los interruptores, no ves los mecanismos ni los cables; sólo sabes que al presionar el interruptor se enciende la luz, ese es un acto de fe. No ves la luz; no ves el agua cuando vas a abrir el grifo, pero tienes fe que al accionarlo va a salir. Entonces “Fe” es aquello que creo que sucederá aunque no se ve, que proviene del mundo espiritual y se hace realidad en el mundo natural. 2 Corintios 5.7: “porque por fe andamos, no por vista” Efesios 2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios…” Romanos 12:3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre

vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” Sujetando el alma al espíritu: Alcanzando la madurez Volviendo al espíritu, alma y cuerpo. Cuando una persona no ha nacido de nuevo es como un buey con mucha fuerza y cuando nace de nuevo, sigue siendo buey, a veces



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pensamos que cuando nacemos de nuevo, nos crecen las alitas y la aureola aparece, pero seguimos siendo bueyes; la diferencia es que ahora ya no estamos solos y eso nos facilita el hecho de vivir una vida en el espíritu. Acontece que cuando naces de nuevo ves que Su yugo es fácil, ha venido a tu vida un nuevo yugo que te llevará a una vida de sujeción; tú vienes con fuerzas, tu alma tiene mucha actividad, quiere hacer todo, pero viene un yugo con un buey viejo y sabio al otro lado que ya sabe el camino, sabe a quien recurrir; eso es lo que le cuesta al buey joven. Entonces cuando naces de nuevo tienes mucha fuerza, tienes que aprender a sujetarte al Espíritu que tiene sabiduría, y eso realmente cuesta y ahora tienes que renunciar a tus fuerzas, a como tú quieres moverte; eso es morir a las cosas del alma. Lo interesante es que el yugo va a la cabeza, si observas a los caballos generalmente éste se usa en el lomo, pero no en la cabeza, pero con el buey se usa en la cabeza y es interesante que Jesús usa esta ilustración porque justamente una expresión de tu alma son tus pensamientos. Ahí va el yugo, algo que Dios quiere sujetar y enseñarte es la vida en el espíritu. Cuando estás en el mundo generalmente te alimentas del pensamiento del mundo pero cuando naces de nuevo tu comida es otra porque te alimentas de Su Palabra, de la comunión con Él y, ¿Qué alimentas? No solamente el cuerpo, sino primeramente el espíritu. Colosenses 3:4 “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación,

impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales

la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira,

enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros,

habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a

la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni

judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo,

y en todos.” Pablo les está diciendo a los colosenses que son espirituales, y que se despojen de lo pasado. Dios ya te dio una nueva naturaleza, pero sigues cargando la de antes, la vieja. Eres un ser espiritual TODO EL TIEMPO, y lo que corre por tus venas es ahora LA VIDA DE JESUCRISTO, sujeta a Su voluntad. No puedes razonar lo espiritual, no puedes entender con tu mente las cosas del espíritu. Una persona natural (no nacida de nuevo) no puede entender el lenguaje del espiritual. 1 Corintios 2.14: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para

él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” El nivel de entrega es muy importante, la humillación delante de Dios. La vida cristiana es una metamorfosis constante, primero se pasa de pecadores a creyentes, luego de creyentes carnales a creyentes espirituales (controlados por el Espíritu). Gálatas 5:16 “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.”



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Seguidamente da una lista de cuáles son las obras de la carne y cual el fruto del Espíritu. 1 Pedro 2:11 “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma…” Una de las áreas en la que más vas a luchar con el alma, es el tratar de hacer algo para justificarte, para agradar a Dios, es un área muy sutil. En Gálatas 3.3 Pablo dice: “Han

comenzado en el espíritu y están acabando en la carne”. Los hermanos allá no estaban haciendo nada inmoral, estaban haciendo cosas muy buenas y estaban tratando de justificarse delante de Dios por la fuerza de la carne. Esta tiene una fuerza que es la voluntad del hombre. Entonces estaban tratando de hacer cosas para justificarse delante de Dios. El nuevo discípulo no tiene claro qué es religión y qué es vida cristiana, porque él nace para vivir para Cristo y piensa que ha entrado a una religión, no sabe distinguir. Tiene que entender que la justificación viene solamente por la fe, por creer en Él, y que la meta no es hacer cosas buenas, sino la Voluntad del Señor. Los Gálatas estaban circuncidándose de nuevo, estaban volviendo a añadir cosas para ser salvos. Sólo se debe mirar a Cristo, sólo en Él hay justificación, lo que se quiere es hacer la voluntad de Dios, no cosas buenas. No se trata de ser bueno, se trata de hacer la Voluntad del Señor. Es importante saber que la carne es la fuerza de la voluntad del hombre, no es por esta que se hacen las cosas, sino es por oír del Señor, por hacer Su voluntad. Ahora bien, Dios tiene obras preparadas, hay que discernir cuales son las obras que Dios tiene preparadas para la Iglesia (Efesios 2.10: Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,

las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”) El alma es tan sutil que quiere hacer cosas buenas para mantener su participación y así tener parte de la gloria, entonces quiere darle a Dios 95%, pero el 5% lo quiere para ella, y comienza a tomar decisiones “buenas”, pero suyas, para así tener mérito y reconocimiento. Juan Bautista dijo Juan 3.30: “Es necesario que Él crezca pero que yo mengüe…”, pero para el N.T. no es suficiente menguar, porque menguar quiere decir que todavía tú vas a estar, aunque sea en una porción pequeña. ¿Qué pasó con Juan? Tuvo que ser degollado, porque la nueva economía no permitía menguar, tenía que morir. Entonces cuando empiezas a crecer en el Señor, tu alma quiere una porción, y por esto actúa de manera religiosa, quiere tener gloria: “Yo he hecho esto, está bien la voluntad del Señor, pero yo voy a tomar la decisión.” El alma siempre quiere una parte. Ahora, no es que no tienes que hacer nada, es que tienes que hacer las obras que El preparó de antemano para que las hagas (Efesios 2:10). Bajo la Voluntad de Dios seremos mucho más efectivos y el fruto permanecerá para siempre, Glorificando a Dios y cumpliendo con el Propósito de la elección:

Juan 15.8: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis

discípulos”



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Juan 15.16: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis

al Padre en mi nombre, él os lo dé.” El cristianismo moderno predica que habrá coronas, que yo voy a tener una corona, y premios…etc. Dios dará recompensas, sí, pero si lees Apocalipsis, la recompensa sirve para una sola cosa, para echarla a Sus Pies. Y aunque se nos enseña que nosotros merecemos algo, la verdad es que Él es el único merecedor. Sí, vas a tener una recompensa, que bien pero es para Él, es para la gloria de Él, no es para ti. En el bélico proceso de sujetar el alma al espíritu trae bastante descanso la revelación de una nueva naturaleza: No se tiene que educar la antigua, sino que se tiene una naturaleza totalmente nueva, y que el fruto nace por sí mismo si andamos en esa nueva naturaleza. Tu nueva naturaleza es como un árbol, pero si tú a este le pones una sombra, y no permites que le llegue la luz del sol, nunca dará fruto. Tus viejos hábitos son los que no permiten que la luz le llegue. La expresión de la naturaleza humana es tu voluntad, pecamos porque queremos (en esa antigua naturaleza). Cuando rindes verdaderamente tu voluntad a la del Señor, esta sombra es quitada y la nueva vida da fruto naturalmente; en reposo, como es con las plantas naturales; ellas no se afanan por fructificar, simplemente por su misma naturaleza opera el dar fruto, esto es un gran reposo. Lo que impide que descanses y tengas paz es que no quieres morir, por eso la Escritura relata que Jesús murió rápido, porque Él se abandonó a la cruz. Cuando te abandonas a la cruz, inmediatamente entras en el reposo, que es la muerte, o la negación de tu querer o deseo; cuando luchas para no morir, sufres en vano, agonizas. Un crucificado podía vivir tres días, si se resistía a morir. Cuando vas al Señor y le rindes tu voluntad, la nueva vida que está en ti empieza a surgir, empieza a tomar control, empiezas a ver las cosas como Dios las ve, por eso es que cada día necesitas rendir tu vida al Señor, Y MORIR. Mateo 16:21-28 “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era

necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los

escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a

reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él,

volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Entonces Jesús dijo a sus

discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida (G5590 ψυχή Psujé alma) por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el

mundo, y perdiere su alma (psujé)? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el

Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno

conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la

muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.”



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¿Qué es el cuerpo? El cuerpo es la parte material que podemos ver, palpar, la parte externa; es la parte que se comunica con el mundo natural. El cuerpo es el patio exterior, es visible; ocupa una posición externa. Es la parte más baja o relegada de la persona, la de menos importancia; y el espíritu es la parte más noble. El cuerpo es el templo de Dios (1 Corintio 6:19); uno de los mayores pecados, la fornicación, se asocia con el cuerpo, porque significa tomar un miembro de Cristo y hacerlo miembro de una ramera (1 Corintios 6:15). 1 Corintios 6:13, dice que el cuerpo es para el Señor….y el Señor para el cuerpo, significa que no es para la satisfacción y el deleite, es para el Señor. El cuerpo ha de servir como instrumento de justicia (Romanos 6:13). Pablo habla de su cuerpo: 1 Corintios 9:24-27 “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad

corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera

peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”

El cuerpo prefiere comer que ayunar; descansar en lugar de trabajar; entretenerse en lugar de orar; entregarse a los placeres de este mundo antes que buscar de Dios y andar en santidad, etc. pero la voluntad de Dios es otra así que se puede determinar, con la ayuda del Espíritu, obedecer al Señor. El cuerpo debe ser como el esclavo de una casa, el cual hace todo cuanto le ordenan, sin derecho a quejarse ni a descansar porque vive para servir a su Señor. Lucas 17:7-10 “¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él

del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? 8 ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú?

9 ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. 10 Así

también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos”. El hombre que vemos tirado en las calles, esclavo de cualquier vicio, es como un animal, manejado por los deseos del cuerpo, ya ni su alma lo gobierna, su cuerpo ha pasado a gobernar su alma y su espíritu, está bajo el capricho del cuerpo, ha llegado a una condición muy baja. El Señor es el amo y dueño de la casa, que es la vida del creyente; el espíritu es el mayordomo, es decir, el que administra todo lo que se hace, el alma es el siervo, que sujeto al



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mayordomo, transmitirá al ser exterior los deseos y órdenes del Señor para que el esclavo, el cuerpo, haga su parte. Si el cuerpo es complacido cada día sin sujeción al espíritu y al Señor, se volverá un amo con más y más exigencias y dejará de ser un siervo. El alma también se verá envuelta en sus apetitos y caerá en el hedonismo (búsqueda del placer). En el momento del nuevo nacimiento el espíritu es salvo, a partir de ese momento el alma entra al proceso de salvación en forma progresiva, osea está siendo salva, y el cuerpo será redimido (salvo) cuando el Señor se manifieste desde los cielos en su segunda venida: El espíritu ES SALVO El alma ESTA EN PROCESO DE SALVACIÓN El cuerpo SERÁ SALVADO, redimido



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CUESTIONARIO CAPITULO 7

EL ESPÍRITU, EL ALMA Y EL CUERPO Nombre: ............................................................................................................................................. 1. Nombra las tres partes del hombre

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2. ¿Qué es el espíritu?

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3. ¿Explica cuáles son las tres funciones del espíritu?

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4. Según Génesis 2:17, ¿Qué clase de muerte tuvo el hombre en el huerto?

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5. ¿Qué es el alma?

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6. Explica las tres partes que se compone el alma

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7. ¿Por qué es necesaria la renovación de la mente?

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8. Explica cómo tratas con el alma

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9. ¿Cuál es la respuesta cuando el alma está muy triste?

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10. Explica cómo ponemos nuestra alma bajo el gobierno del espíritu

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11. Con tus palabras explica la madurez de la vida cristiana

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12. Según Hebreos 4:12, explica ¿qué es la división del alma y el espíritu?

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Primeros Principios Cáp. 8: La Oración

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Iglesia Nueva Sion- EBISION Fundamentos Sólidos 1

CAPÍTULO 8

LA ORACIÓN




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CAPÍTULO 8

LA ORACIÓN: Al creer que Dios entramos en una relación de comunión individual y personal, “uno-a-uno” y aprendemos que el fundamento de nuestra COMUNIÓN con Dios es la oración. La oración es nuestra línea directa de comunicación con Dios. Dios oye y conoce nuestras oraciones (Salmos 65:2 “Tu oyes la oración…”, Salmo 10:17 “El deseo de los humildes oíste…”). Podemos orar verbal o mentalmente. Lo importante es que vengamos a Dios con

la actitud correcta. Debemos acercarnos a Él, humilde, sincera y reverentemente. Podemos tener libertad de derramar nuestro corazón delante de Dios, porque Él sabe de nuestras necesidades (Salmo 62:8 “Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón;…”).

- OBSTÁCULOS Y SITUACIONES FAVORABLES PARA LA INTIMIDAD CON DIOS

Los mayores obstáculos en nuestra intimidad con Dios son:

1.- El orgullo: El orgullo es extremadamente corrosivo en nuestra vida como creyentes, ya que enaltece nuestro ego. Nos hace creer que el éxito y felicidad dependen solo de nosotros, y todo apunta a la gratificación personal.

• En esencia estamos declarando que sabemos más que Dios y nos rehusamos a honrar y respetar su nombre. Por esta razón en las Escrituras se indica que el orgullo es una de las cosas que Dios más aborrece (Proverbios 8:13; 11:2; 16:5; 26:12; 29:23).

• Nosotros demostramos públicamente que somos orgullosos cuando: 1) categóricamente rechazamos a Dios, 2) le desobedecemos deliberadamente, y 3) nos jactamos de Obedecerlo (Lucas 18.9: oración del fariseo. Pero también lo podemos hacer de manera muy sutil, 4) cuando nos negamos a dedicar un tiempo para esta a solas con Él, y así negamos nuestra dependencia de Él en ciertas áreas. También 5) cuando somos los únicos que hablamos al orar.

2.- La rebelión: Esto sucede cuando nos negamos a hacer lo que Dios nos ordena. La rebelión es la graduación de nuestro orgullo, donde una vez más declaramos que sabemos más y mejor que Dios. 3.- La impaciencia: la clave para una intimidad profunda con Dios es dedicar tiempo a solas con Él, por ello cuando nos apresuramos en nuestro diario vivir y dejamos de lado esa comunión con Dios, nos estamos perdiendo lo mejor de Él.


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• Debemos establecer prioridades en nuestra relación con Dios, y colocarle a Él sobre todo lo demás; incluso sobre las responsabilidades en todo orden: “SERVICIO SIN COMUNIÓN, TRAE TURBACIÓN, Y NOS PASARÁ COMO A SANSON, QUE PERDIÓ EL PROPOSITO POR SU PASIÓN, POR AVANDONAR LA COMUNIÓN.”

REQUISITOS PARA TENER UNA INTIMMIDAD CON DIOS:

1.- Ser hijo/a de Dios, la salvación: Éste será siempre el primer paso. 2.- Reverencia: Debemos respetar y tener en cuenta siempre que Dios conoce más y mejor que nosotros.

• Salmo 25:12 dice: “¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger”.

3.- Amor: Nuestra comunión con Dios debe partir del amor y no de la obligación. • Oseas 6:6 dice: “Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y

conocimiento de Dios más que holocaustos”. 4.- Transparencia: Presentémonos con nuestro corazón abierto de par en par, aun con aquellas cosas que nos causan mucho temor o vergüenza. Mostrémonos tal y como somos (lloremos, quejémonos, riamos) seamos lo más transparentes posible. 5.- Honestidad: Debemos ser totalmente honestos en todas las áreas, pues eso es lo que hace un verdadero amigo. Lo que incluye exponerle todo pecado o debilidad con los que estemos batallando, ya que Él nos quiere liberar de ellos. Usted no tiene que ser perfecto/a, simplemente genuino. 6.- Confianza: No podemos tener una intimidad con alguien en quien no confía. Debemos estar dispuestos a aceptar que los planes de Dios son mejores que los nuestros, que Él no tiene las limitaciones que nosotros tenemos, y que Él siempre obrará con amor hacia nosotros.

• Proverbios 3:5-6 dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal;”.

7.- Meditación: Es nuestro deber no tan solo leer la Palabra de Dios, sino meditar en ella en silencio, visualizándola, memorizándola, y aplicándola. Esto requiere tanto de tiempo como de esfuerzo. 8.- Escuchar: Deberíamos aprender a escuchar más a Dios que hablarle a Él. Es fundamental prestar atención a Sus Instrucciones e interpretaciones para nuestra vida. 9.- Aprender: No se logra una intimidad se no estamos dispuestos a recibir instrucción y dirección. Un espíritu ávido por aprender es fundamental para que Dios obre en nosotros (Salmo 25:4-5). 10.- Entrega: Deberíamos obrar en base de los principios bíblicos y no de las preferencias personales y siempre obedecer a la Palabra de Dios.

• Proverbios 3:32 dice: “…Mas su comunión íntima es con los justos”.


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11.- Perdón: Un espíritu rencoroso siempre creará un obstáculo entre Dios y nosotros (Estudiar Mateo 18 y el necesario perdón para ser perdonados). 12.- Valor: Siempre necesitaremos de valor y de fe para realizar lo que Dios nos ordena hacer. 13.- Paciencia: Dios tiene su propio reloj y debemos reconocer que Él nunca llega tarde. Su tiempo es perfecto, no es como nuestro tiempo (Juan 11.21:Tras la muerte de Lázaro).

• Isaías 64:4 dice: “Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera”.

14.- Diligencia: Nunca se desanime de Dios. No siempre veremos lo que Él está haciendo, pero siempre El está obrando en bien nuestro.

• Colosenses 1:22-23 dice: “[Cristo] en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentarnos santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio…”.

1. ¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE LA ORACIÓN? Varias palabras son traducidas “orar” y “oración” en los textos hebreo y griego del Antiguo y Nuevo Testamento. Algunas de las palabras de nuestro idioma asociadas con la oración son: “ruego”, “intercesión” y “petición”. A. La oración es un tiempo de comunión con Dios. Esto incluye:

1. Nuestro hablar con el Señor. 2. El Señor dirigiéndose a nosotros también, oírle a Él (Salmo 99:6-7:

“Moisés y Aarón entre sus sacerdotes, Y Samuel entre los que invocaron su nombre; Invocaban a Jehová, y él les respondía. 7 En columna de nube hablaba con ellos; Guardaban sus testimonios, y el estatuto que les había dado.” .

Salmo 99:6-7: “…invocaban a Jehová, y él les respondía. En columna de nube hablaba con ellos;…”

B. La oración debe ser continua (Efesios 6:18; 1 Tesalonicenses 5:17).

Efesios 6:18: “…orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;…” 1 Tesalonicenses 5:17: “Orad sin cesar.”

C. La oración no es una opción sino una necesidad vital espiritual.


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Lucas 18.1: “Y les enseñó una parábola acerca de la NECESIDAD de ORAR

SIEMPRE Y NO DESMAYAR..” Definimos “necesidad” como algo imprescindible para la vida, y no algo opcional. Cosas necesarias son el respirar, comer, beber o dormir. Todo lo demás es una opción, pero la oración es necesaria y por tanto imprescindible, para una vida normal y espiritual en el creyente. ¿Come usted todos los días? Entonces tan necesaria es esa comida, dormir, beber, o respirar como orar en el orden espiritual.

CONCEPTO DE LA ORACIÓN:

• La oración es un diálogo íntimo con Aquel que nos ama tanto. • Es la conversación más importante que pueda mantenerse jamás. Es la

oportunidad de hablar con nuestro Creador y acudir para recibir la necesaria ayuda en aquellas áreas en las que no encuentramos solución alguna; y al mismo tiempo tener el privilegio de conocerle mejor.

• La oración incluye: • Alabanza a Dios • Conocer “de Él” y “acerca de Él” • Buscar “Su guía y sabiduría” • Comprender “Su voluntad” • Y establecer una Comunión personal con Dios

• La oración es el fundamento y la fortaleza en nuestra intimidad con Dios. El propósito es profundizar y fortalecer esa comunión con Él. PRINCIPIOS CLAVES SOBRE LA ORACIÓN:

1 Es imposible conocer a alguien si no existe comunicación con esa persona.

(De esa relación nace el verdadero amor, de la comunicación sincera…) Por lo tanto, la clave de una buena comunicación radica no solo en hablar con Dios sino también en escucharle.

2 De rodillas somos más altos y más fuertes. Nuestro nivel de Madurez y altura de Sabiduría de Dios, y ser conocidos en el Reino de los Cielos, como la Fortaleza no se obtiene comiendo mucho, entrenando en un gimnasio, ni tomando una sustancia, ni buscando la fama, sino solamente EN LA PRESENCIA DE DIOS. Libremos nuestras batallas de rodillas y siempre obtendremos la victoria. - 2 Reyes 19 todo y 2 Crónicas 32.1-23: Victoria de Ezequías, contra el ataque de Senaquerib. Leer completo - 1 Samuel 30:1-6 “David derrota a los amalecitas” “1… 6 Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.”


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- La oración de David para entorpecer el consejo de Ahitofel, gran azaña (2 Samuel 16, 23"el consejo que daba Ahitofel en aquellos días era como si se consultara la palabra de Dios“): 2 Samuel 15:31 “Y dieron aviso a David, diciendo: Ahitofel está entre los que

conspiraron con Absalón. Entonces dijo David: Entorpece ahora, oh Jehová, el

consejo de Ahitofel.” 2 Samuel 17:14 “Entonces Absalón y todos los de Israel dijeron: El consejo de

Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel. Porque Jehová había ordenado

que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara, para que Jehová hiciese venir el mal sobre Absalón.” Ahitofel, al darse cuenta de que su consejo no ha sido seguido, abandona Jerusalén, regresa a su ciudad y, tras poner sus asuntos en orden, se ahorca. Todo parece indicar que Ahitofel se ha dado cuenta de que el golpe de estado de Absalón está destinado al fracaso por haber dado tiempo a su padre a salvar su vida. Tal vez el miedo de encontrarse de nuevo ante un David victorioso (a quien él ha traicionado) sea lo que le lleve al suicidio.

3 Tan importante es hablar con Dios como en escucharle. Ya que Él es quien nos dará dirección y guía.

4 NADA COMO LA ORACION PARA AHORRAR TIEMPO: Zacarías 4.6: «No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos». - La conquista de Jericó Josué 6.2-5. - Victoria de Gedeón, Jueces 7.9 “Aconteció que aquella noche Jehová le

dijo: Levántate, y desciende al campamento; porque yo lo he entregado en tus

manos.” - LOS COMPONENTES DE LA ORACIÓN

1. Hablar con Dios: • Con frecuencia, erróneamente, se enfoca en las necesidades propias

o de otros. • La oración es parte fundamental en nuestra intimidad con Dios.

Debemos ser transparentes y honestos con Dios en toda área de nuestra vida.

• Lamentablemente aquí es donde se bloquea toda conversación. 2. Escuchar a Dios:

• En la comunicación es tan importante hablar como escuchar, si busca conocer a la otra persona.

• Debemos crear una expectativa enfocada en Él y buscar oír lo que Él quiere decirnos.


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• Después de todo, ¡Él es DIOS! Gozamos del privilegio increíble de andar de la mano con el Dios de toda creación y no debemos desaprovecharlo.

ACTITUD CORRECTA CUANDO NOS COMUNICAMOS CON DIOS: Eclesiastés 5:1-6: “Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más

para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.

2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus

palabras….

4 Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.

5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.

Estos versículos resaltan el hecho importante de la actitud correcta cuando nos comunicamos con Dios:

1 Debemos buscar estar cerca de Dios, como buscamos estar cerca de las personas que son de alta estima, nos agradan o nos llevamos bien con ellas, en el orden natural, buscando aprender de ellos y les expresamos nuestra gratitud, cariño, amor, reconociendo que es un privilegio estar cerca de ellos. Lo mismo se aplica en nuestra relación personal con Dios.

• Si no valoramos lo que Él Es, y qué hace Dios en nuestra vida, o pensamos que no se interesa por nosotros, será difícil que busquemos interactuar con Él. Nadie busca establecer una comunicación con quien es indiferente con nosotros.

• Pero si le amamos y le respetamos, como al Dios Todopoderoso que Es, reconociendo el gran privilegio que es estar junto a Él, entonces nos acercaremos al trono de Su gracia en humildad y expectativa.

• Si tenemos dificultad en comunicarnos con Dios es necesario que examinemos lo que realmente creemos acerca de Dios, cual es nuestra fe y en qué está basada.

2 De la misma manera diremos que el criterio que tengamos del Señor afectará la naturaleza de nuestras oraciones.

• Aquello que expresemos en nuestro tiempo, a solas con Dios, mostrará en gran manera el concepto que tengamos de Él. Lo que también se traducirá en el entusiasmo o apatía con el que esté en Su Presencia.

• ¿Acudimos a la presencia del Señor para conocerle y adorarle? ¿O simplemente le traemos una lista de peticiones? ¿Buscamos conocer Su Voluntad porque reconocemos que sus caminos son mejores que los nuestros? ¿O venimos a presentarle nuestros propios planes para que Él los apruebe? Nuestra oración ¿Es egocéntrica o Cristo-céntrica?


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• =>>> Si durante el tiempo que pasamos a solas con Dios nos enfocamos solo en nosotros mismos, nuestra atención está en lugar equivocado. Estamos desperdiciando una de las bendiciones más grandes que tiene nuestra alma, estar frente a la increíble Presencia de Su Poder y Su Amor.

• Por esta razón es que de rodillas somos más altos y más fuertes. Ya que cuando nos arrodillamos ante Dios estamos demostrando que tenemos el concepto adecuado de quién es Él y que le respetamos por lo que Él Es.

3 Con esto claro veamos CÓMO HABLAR CON DIOS:

• Como vimos en Eclesiastés 5:1-2, es de vital importancia acercarnos a Dios con

una actitud reverente. • Por consiguiente, cada vez que hablamos con Dios debemos recordar que el foco

no está sobre nosotros, sino en el Amor, la Bondad, y la Sabiduría indescriptible de Dios.

• Sería bueno seguir un acróstico de 4 letras que nos ayudarán a recordar colocar a Dios primero en todo y hablar con Él con el respeto que merece: A. C. A. S.

• A-doración: Nuestra conversación con Él debe empezar con adoración, alabando Su Bondad y Sus increíbles atributos.

• C-onfesión: Preguntemos a Dios si hay algo que no le agrada de nuestra vida y, al mismo tiempo que se nos revela eso, debemos comprometernos a caminar en Sus Caminos.

• A-cción de Gracias: Seamos agradecidos porque Dios nos guía en santidad y sabiduría. Expresemos nuestra gratitud por Su presencia, provisión y protección.

• S-úplica: Finalmente, expresemos a Dios honestamente las necesidades que tengamos.

• Los Asuntos de Su Reino Mateo 6.33: Su iglesia, misioneros, la iglesia perseguida, desastres, etc.

• Otras necesidades. • Necesidades propias: podremos experimentar que después de

alabarle, confesar nuestros pecados, y darle gracias, nuestras necesidades ya no son tan agobiantes como antes ni tan difíciles o imposibles.

• Como vemos Escuchar a Dios es parte de este proceso. • Cada vez que acudamos a Dios preguntándole si hay algo de nuestra

vida que no le gusta, debemos prestar mucha atención para oír lo que tiene que decirnos, y de inmediato confesarlo y arrepentirnos apartándonos de aquello que no le agrade, pues somos sus siervos/as.


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• Pero hay mucho más para hacer en el proceso de escuchar, especialmente después de presentar nuestras peticiones.

• Si honestamente buscamos respuestas a todas nuestras preguntas, debemos

estar prestos a escucharle. • De igual manera, si buscamos establecer una relación personal profunda y

conocer Su voluntad, es imperativo prestar atención a lo que nos quiere decir. • Esto es lo que marcará la verdadera diferencia en nuestra vida. Cuando

dejamos de oír la voz Dios, nuestra vida se torna falta de inspiración y efectividad, ya que reposamos en nuestra propia sabiduría. Pero cuando escuchamos la Voz de Dios, y andamos en Su Voluntad, Él nos guía por sendas que nunca podríamos habernos imaginado. Cuando le creemos y obedecemos, Él nos lleva a lugares y hace cosas que desafían nuestra imaginación. Ejemplo: Josafat, el rey de Judá (2 Crónicas 20:1-30)

• El problema: Josafat se ve amenazado por los grandes ejércitos de los Moabitas, Amonitas y los del monte de Seir. 2 Crónicas 20:4-7, 10-12 dice: “Y se reunieron los de Judá para pedir

socorro a Jehová. . . Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; y dijo:

Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes

dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal

fuerza y poder, que no hay quien te resista? Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de estas tierras delante de tu pueblo Israel, y le diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre? . . . Ahora, pues, he

aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir . . . he aquí

ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste

en posesión. ¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros

no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no

sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos”. • Con gran frecuencia aquí es donde dejamos de oír a Dios y empezamos,

ERRONEAMENTE, a establecer nuestro propio plan de batalla. Pero eso no es lo que hicieron Josafat y el pueblo de Judá. ¿CUÁLES SON ALGUNOS EJEMPLOS BÍBLICOS DE LA ORACIÓN?

A. Antiguo Testamento

1. Gedeón (Jueces 6:39).


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Jueces 6:39: “Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra.”

2. Ana (1 Samuel 1:27).

1 Samuel 1:27: “Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí.”

3. Samuel (1 Samuel 7:9-10). 1 Samuel 7:9-10: “Y Samuel tomó un cordero de leche y lo sacrificó

entero en holocausto a Jehová; y clamó Samuel a Jehová por Israel; y Jehová le oyó. Y aconteció que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel.”

4. Salomón (1 Reyes 9:3).

1 Reyes 9:3: “Y dijo Jehová: Yo he oído tu corazón y tu ruego que has

hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.”

5. Elías (1 Reyes 18:37)

1 Reyes 18:37: “Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca

este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.”

B. Nuevo Testamento

1. Jesús (Marcos 1:35; 6:46; Lucas 5:15-16; Lucas 22:41-42).

Marcos 1:35: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro,

salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.” Lucas 5:15-16: “Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha

gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. Mas él se

apartaba a lugares desiertos, y oraba.”


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Lucas 22:41-42: “Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.”

2. Zacarías (Lucas 1:13).

Lucas 1:13: “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu

oración ha sido oída, y tu mujer Elizabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.”

3. Pablo (Efesios 3:14).

Efesios 3:14: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de

nuestro Señor Jesucristo,…”

4. La Iglesia Primitiva. (Hechos 4:31) Hechos 4:31: “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban

congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la Palabra de Dios.”

2. ¿CÓMO PODEMOS ORAR EFECTIVAMENTE?

Siguiendo el ejemplo que el Señor nos dio. En Mateo 6:9-13, el Señor nos da instrucciones para orar. Es importante que reconozcamos que la mera memorización de palabras y frases no es lo que el Señor acentúa aquí. Más bien, Él nos está enseñando la manera en que debemos orar. A. “PADRE NUESTRO”: Nos une a los demás en el Cuerpo de Cristo. Así

reconocemos nuestra posición como “hijos” (Juan 1:12). Solamente un hijo tiene derecho o privilegio de usar el término “Padre”.

B. “QUE ESTÁS EN LOS CIELOS”: Reconociendo la supremacía de Dios y su posición, somos llevados a la mansedumbre y humildad. Estas son actitudes necesarias para la oración.

C. “SANTIFICADO SEA TU NOMBRE”: Debemos acercarnos al Señor con

reverencia, ofreciendo alabanza y adorando su nombre.

D. “VENGA TU REINO”: Nuestro interés principal es promover el Reino de Dios, ¡No el reino propio!


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E. “HÁGASE TU VOLUNTAD, COMO EN EL CIELO, ASÍ TAMBIÉN EN LA TIERRA”: Aquí pedimos que la voluntad de Dios sea llevada a cabo perfectamente en la tierra como lo es en el cielo.

F. “EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA, DÁNOSLO HOY”: Aquí vemos

que Jesús hace provisión para que nosotros pidamos que nuestras necesidades diarias sean suplidas.

G. “Y PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS, COMO TAMBIÉN

NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES”:

Confesión (Salmos 32:5).

Salmos 32:5: “…mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad”.

1. Arrepentimiento (volverse del pecado) (Proverbios 28:13) Proverbios 28:13: “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.”

2. Perdón: Sólo podemos pedir perdón de Dios, en la misma medida que

perdonamos a otros. (Mateo 6:14-15).

Mateo 6:14-15: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”

H. “Y NO NOS METAS EN TENTACIÓN MAS LÍBRANOS DEL MAL”: Tenemos el derecho de pedir a Dios que nos libre, y Él tiene el poder para hacerlo. (Salmos 37:23, 91:3)

Salmos 37:23: “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino.” Salmo 91:3: “Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora.”

I. “PORQUE TUYO ES EL REINO, Y EL PODER, Y LA GLORIA, POR

TODOS LOS SIGLOS”: Debemos estar siempre conscientes de esta última frase, y reconocer que todo el poder y la gloria son de Dios.

3. ¿QUÉ OTROS PRINCIPIOS DEBEMOS SEGUIR CUANDO ORAMOS?


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A. Nuestra oración debe estar en acuerdo con la voluntad de Dios (1 Juan 5:14-15).

1 Juan 5:14-15: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos

alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones

que le hayamos hecho.”

B. La oración dirigida a Dios. Nunca debemos orar para ser vistos de los hombres. (Mateo 6:5-6).

Mateo 6:5-6: “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre

que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en

público.” El fariseo oraba consigo mismo (Ver Lucas 18:9-14).

C. La oración debe comenzar con acción de gracias. (Salmo 100:4).

Salmo 100:4: “Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre.”

D. La oración no debe ser repetitiva (Mateo 6:7)

Mateo 6:7: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.”

E. Debemos orar con fe, no dudando nada (Santiago 1:6-8).

Santiago: 1:6-8: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No pienses, pues, quien tal haga, que recibirán cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimos es inconstante en todos sus caminos.”

F. Toda oración debe hacerse en el nombre del Señor Jesús (Juan 14.13; 1 Timoteo 2.5)

Nosotros no tenemos el poder por nosotros mismos, sino que se nos ha dado EN JESÚS, que es nombre sobre todo nombre (Filipenses 2) un nombre poderoso que hace doblar rodillas de todo lo que hay en los cielos, tierra y debajo de la tierra (infierno y espíritus malignos).


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Juan 14.13: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”

1 Timoteo 2.5: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los

hombres, Jesucristo hombre”

4. ¿QUÉ TIPOS DE ORACIONES HAY?

1 Timoteo 2:1 dice: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones,

peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres…”

A. ROGATIVAS.- Significa “suplicar, rogar, abogar o apelar a Dios.”

1. Daniel rogó por la nación de Israel (Daniel 9:18, 20).

Daniel 9:18, 20: “Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias… Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo

Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios;…”

2. Nosotros debemos hacer rogativas por todos los santos. (Efesios

6:18). Efesios 6:18: “…orando en todo tiempo con toda oración y súplica en

el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por

todos los santos;…”

B. ORACIONES.- Cualquier tipo de comunicación entre Dios y el hombre, puede incluir el esperar silenciosamente ante Dios, haciéndole peticiones, buscando Su rostro, aun clamando Su nombre. 1. Tendremos nuevas fuerzas esperando en el Señor (Isaías 40:31).

Isaías 40:31: “…pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas

fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”

2. Jabes invocó a Dios y recibió lo pedido (1 Crónicas 4:10).


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1 Crónicas 4:10: “E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios

lo que pidió.”

3. Dios prospera a aquellos que le buscan (2 Crónicas 26:5).

2 Crónicas 26:5: “Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová,

él le prosperó.”

4. Los que invocan Su nombre serán salvos (Romanos 10:13).

Romanos 10:13: “…porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”

C. PETICIONES.- Cuando pedimos en favor de una persona o causa ante Dios,

INTERCESIÓN. 1. Moisés intercedió por la nación de Israel (Éxodo 32:10-14).

Éxodo 32:10-14: “Ahora, pues déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande. Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre. Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo”.

2. Abraham por Sodoma y Gomorra (Génesis 18:22-23). Génesis 18:22-23: “Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová. Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?”

3. Jesús pidió por aquellos que lo crucificaron (Lucas 23:34).


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Lucas 23:34: “Y Jesús decía: Padre, perdónales, porque no saben lo

que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes”

4. Jesús VIVE PARA INTERCEDER por nosotros (Hebreos 7:25).

Hebreos 7:25: “… por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por

ellos.” Romanos 8.33-34 “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la

diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”

D. ACCIONES DE GRACIAS.- Venir ante Dios con una “actitud de agradecimiento.” 1. Debemos entrar por sus puertas con acción de gracias en nuestros

corazones (Salmo 100:4). Salmo 100:4: “Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su hombre.”

2. Nuestras peticiones han de ser presentadas con acción de gracias

(Filipenses 4:6).

Filipenses 4:6: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras

peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de

gracias.”

E. ORANDO EN EL ESPÍRITU SANTO.- (1 Corintios 14:14-15; Efesios 6:18; Judas 20) 1 Corintios 14:14-15: “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento que sin fruto. ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.” Efesios 6:18: “… orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el

espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;…”


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Judas 20: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,…”

5. ¿QUÉ COSAS ESTORBAN NUESTRAS ORACIONES?

A. Pensamientos indisciplinados – debemos traerlos bajo sujeción y cautiverio.

(2 Corintios 10:4-5) 2 Corintios 10:4-5: “… porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,…”

B. Sintiéndose indigno. (Romanos 8:33; 1 Juan 1:9). Romanos 8:33: “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que

justifica.”

1 Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para

perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”

C. Autoengaño. (Isaías 58:4, 7)

Isaías 58; 4, 7 “He aquí que para contiendas y debates ayunáis, y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto… ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”

D. Pidiendo mal. (Santiago 4:1-3)

Santiago 4:1-3: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y

no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”

E. Motivos malos. (Mateo 6:5-8).

Mateo 6:5-8: “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos

aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser

visto de los hombres; de cierto o digo que ya tienen su recompensa. Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que


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está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.”

F. Espíritu sin misericordia ni perdón. (Mateo 5:7; Mateo 18:21-35)

Mateo 5:7: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán

misericordia.” Mateo 18:21-35: “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagará todo. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no

perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.”

G. Orgullo y Altivez. (Salmo 138:6).

Salmo 138:6: “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo

mira de lejos.”

H. Pecado e iniquidad. (Proverbios 28:13; Isaías 59:1-4) Proverbios 28:13: “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.”


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Isaías 59:1-4: “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho

división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír...”

I. Amargura. (Hebreos 12:15-17).

Hebreos 12:15-17: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la

gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella

muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicarios, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.”

J. Duda. (Santiago 1:5-7)

Santiago 1:5-7: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense,

pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.”

K. Relaciones impropias. (1 Pedro 3:7).

1 Pedro 3:7: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”

6. ¿QUIÉN PUEDE PARTICIPAR EN LAS ORACIONES?

A. Un individuo. (Mateo 6:5-6) Mateo 6:5-6: “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en la sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en Público.”

B. Dos o tres. (Mateo 18:18-20) Mateo 18:18-20: “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra


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acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está

en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí

estoy yo en medio de ellos.”

C. Una iglesia entera. (Hechos 2:42; Hechos 4:24)

Hechos 2:42: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” Hechos 4:24: “Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y

dijeron: Soberano Señor, tu eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;…”

LA VIDA DE ORACIÓN:

Salmo 25:14: “La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a

ellos hará conocer su pacto.”

Ningún hombre es más grande que su vida de oración. Leonard Ravenhill

La oración es comunicarse con Dios, es hablar con Dios y oír a Dios. Por medio de la oración podemos crecer en relación y conocimiento de Dios. La oración no se resume a hacer peticiones, es mucho más que eso, es entrar en comunión con Dios, estar con Él, disfrutar de la unión Padre e hijo. Oír la voz del Señor es lo más maravilloso que nos puede pasar. Estar en Su presencia es el privilegio más grande que podemos gozar. En Su presencia las tinieblas se disipan, los temores se van, se conoce Su propósito, las dudas se desvanecen, las fuerzas se renuevan, se obtiene el aceite fresco, se conoce Su voluntad, la visión se esclarece, la revelación se produce, y… ¡tantas cosas más! Con gran fundamento, el salmista se expresa así:

Salmo 16:11b “…en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu

diestra para siempre.”

Salmo 84:1, 2, 4, 5, 10, 12 “¡Cuán amables son tus moradas oh Jehová

de los ejércitos! Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi

corazón y mi carne cantan al Dios vivo. …Bienaventurados los que habitan en tu


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casa; perpetuamente te alabarán. Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus

fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos… Porque mejor es un día en tus atrios

que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que

habitar en las moradas de maldad… Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que

en ti confía.”

Este Salmo habla de estar en Sus moradas, de habitar en Su casa, de la

comunión con Dios, de ser uno con Él. Ese es el resultado de la intimidad que produce la oración. También menciona los atrios, pero el Nuevo Pacto nos da más que los atrios. Ahora somos la habitación de Dios, el lugar de Su morada. Cuando leemos en 1 Corintios 6:19 que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, la palabra “templo”, se refiere al Lugar Santísimo donde estaba la presencia de Dios antiguamente.

Colosenses 3:3, dice que hemos muerto, y nuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Ambas cosas se dan, estamos en Él y Él está en nosotros, es la unidad que Dios ha producido de Su Iglesia con Él.

Ahora bien, hay tiempos también de intercesión (oraciones de petición) en los que Dios nos hace sus colaboradores por medio de la oración. Este es un gran misterio, porque Dios podría hacer todas las cosas que están en Sus propósitos sin que le pidamos. Él no necesita de nuestras oraciones. Pero, este es el misterio, que a Él le agradó hacernos colaboradores suyos por medio de la oración. La oración hace cumplir los propósitos de Dios ya establecidos.

Por mucho tiempo, la Iglesia ha orado pidiendo por “sus necesidades” propias, según veía conveniente. Pero hoy, por el Espíritu, entendemos que Dios responde sólo a Su voluntad; esta es la correcta ORACIÓN DE DIOS. Y, con seguridad, suplir nuestras necesidades es también Su voluntad; pero toda oración debe ser guiada por el Espíritu Santo.

Basados en estas afirmaciones, podemos entender el siguiente proceso:

1) La Iglesia busca a Dios para hacer SU ORACIÓN. 2) La carga del corazón de Dios y/o Su voluntad desciende a la Iglesia por el Espíritu. 3) La Iglesia la recibe en su espíritu.


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4) La Iglesia la presenta delante del trono en súplica, oración, ruego, y acción de gracias, conforme a la guía del Espíritu. 5) Dios responde haciéndola una realidad en el ámbito natural del

hombre. Es comparable al ciclo del agua, el sol calienta el agua de la tierra, ésta sube

en forma de vapor, se condensa y vuelve a la tierra como lluvia.

1 Juan 5:14 “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos

alguna cosa conforme a su voluntad él nos oye.”

Juan 15:7 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en

vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.”

El que permanece en Él pedirá, con certeza, conforme a Su voluntad y le será hecho.

Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en

vuestros deleites.”

Ya no vivimos para nosotros (2 Corintios 5.15), sino para los propósitos de Dios. Porque de Él, y por Él, y para Él son todas las cosas. Todo fue creado por medio de Él y para Él (Romanos 11:36; Colosenses 1:16). Los niños piden para sí, los hijos maduros viven para Él, para satisfacer Su corazón. Esto es adoración, el sacrificio de una vida en el altar de Dios, la rendición de nuestra voluntad a la suya.

La oración es un mandamiento. Y, algunas veces, puede empezar como sacrificio o disciplina, pero después se torna en un deleite.

Proverbios 15:8, 29 “El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová;

Mas la oración de los rectos es su gozo… Jehová está lejos de los impíos; Pero él

oye la oración de los justos.”

Jesus nos enseñó a orar: Mateo 6:9-13 (Esta oración sólo los hijos la pueden hacer. Jn. 1:12; Ro.

8:14).


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La oración debe ser perseverante y un hábito

1 Tesalonicenses 5:17 “Orad sin cesar.”

Efesios 6:18:“…orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el

Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos…”

Lucas 18:1-8: “También les refirió Jesús una parábola sobre la

necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un

juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad

una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso

por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni

tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré

justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd

lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que

claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les

hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”

Romanos 12:12b “…constantes en la oración.”

Colosenses 4:2: “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de

gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos habrá

puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual

también estoy preso…”

Colosenses 1:9-10 “Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos,

no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de

su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es

digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y

creciendo en el conocimiento de Dios...”

Apocalipsis 5:8: “…todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que

son las oraciones de los santos.”

Apocalipsis 8:1-5: “Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo

como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les

dieron siete trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un

incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de


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todos los santos, sobre el altar de otro que estaba delante del trono. Y de la mano

del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de

los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a

la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.”

Perseveremos en oración hasta que el Espíritu levante la carga que Dios puso en el corazón, entonces las copas estarán completas, listas para ser llenadas de fuego del altar y ser arrojadas a la tierra con la respuesta a la oración.

La oración es como el oxígeno, el aire que respiramos; si dejamos de respirar, morimos en el acto. De igual manera, en lo espiritual, si no hay oración morimos espiritualmente. Es un ejercicio espiritual, cuanto más se lo practica es más fácil perseverar en él. Aunque no veamos los resultados en el momento no desmayemos, Dios tiene Su tiempo, conoce todas las cosas, nos corresponde confiar y esperar en ÉL. Los que en Él confían no serán avergonzados (Salmo 25.3, Isaías 49.23). Como mencionamos arriba, en Lucas 18:7, Dios no tarda en responder a Sus escogidos que claman a Él día y noche. Él es perfecto y no se atrasa. Aunque a nuestros ojos la respuesta sea tardía, no es así, porque el tiempo de Dios es perfecto, en su tiempo no hay tardanza.

Mateo 7:7,8: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os

abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se

le abrirá.”

En el griego este verbo “pedir” es una acción continua, debería leerse: Pidan

y sigan pidiendo, llamen y sigan llamando, busquen y sigan buscando. Esto nos habla de perseverar en oración.

Salmo 55:17:”Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi

voz.”

Daniel 6:10: “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en

su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se

arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo

solía hacer antes.”


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Hebreos 5:7: “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y

súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a

causa de su temor reverente.”

Somos casa de oración Lucas 19:46:“…diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas

vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.”

Isaías 56:7:“…yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de

oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi

casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”

Recrear=contentamiento, iluminar, estar alegre, regocijar, gozar. La oración

es un deleite. Él nos recrea en su casa de oración, y cada vez lo deseamos más y más.

La importancia de la oración

1.- Para ser edificados y fortalecer nuestro espíritu:

Judas 20:“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe,

orando en el Espíritu Santo…”

Efesios 3:16,19:“…para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el

ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu… para que seáis

llenos de toda la plenitud de Dios.”

La oración es la manera de vigorizar y alimentar el espíritu.

2.- Para no entrar en tentación:

Marcos 14:38:“Velad y orad, para que no entréis en tentación, el espíritu

a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”

Lucas 22:46:“…y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no

entréis en tentación.”


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Si no oramos nos debilitamos y podemos caer en tentación. Ser tentado

no es pecado, caer en ella sí.

3.- Para alcanzar misericordia y hallar gracia:

Hebreos 4:16:“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,

para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

4.- Para dejar el afán y ser guardados en la paz del Señor.

Filipenses 4:6,7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

Debemos SUPLIR el afán, preocupación, angustia, etc. con la oración de

fe, y la paz de Dios inundará nuestros corazones y quitará todo sentimiento negativo.

5.- Para abrir los cielos

Lucas 3:21-22:“Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también

Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo

sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres

mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.”

Orando el cielo se abrió y descendió el Espíritu.

Isaías 64:1,2:“¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia

se escurriesen los montes, como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace

hervir las aguas para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones

temblasen a tu presencia!”

6.- Para abrir puertas al evangelio

Colosenses 4:2-4:“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de

gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra


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puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual

también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar.”

Hechos 4:29-31:“Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus

siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano

para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo

Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados

tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la

palabra de Dios.”

Efesios 6:18-20: “…orando en todo tiempo con toda oración y súplica en

el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los

santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a

conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en

cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.”

7.- Para ser llenos del conocimiento de Su voluntad…, para andar agradando al Señor y llevando fruto.

Colosenses 1:9:“Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no

cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su

voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es

digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y

creciendo en el conocimiento de Dios…”

Filipenses 1:9-11:“Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun

más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de

que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de

justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.”

8.- Para oír y ver Su Palabra

Jeremías 23:18, 22: “Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio y

oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? Pero si ellos hubieran

estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían

hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.”

9.- Para no ser presa del diablo


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1 Pedro 5:8:“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo,

como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar…”

10- Para que la fe no falte

Lucas 22:32:“…pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez

vuelto, confirma a tus hermanos.”

11.- Para ser librado de la aflicción y sanado

Santiago 5:13-15:“¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración.

¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros?

Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el

nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo

levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras

ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración

eficaz del justo puede mucho.”

12.- Para liberar a los oprimidos del diablo

Mateo 17:21:“Pero este género no sale sino con oración y ayuno.”

13.- Para que Dios envíe obreros a la mies

Mateo 9:37, 38:“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es

mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe

obreros a su mies.”

14.- Para tener revelación

Jeremías 33:3: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas

grandes y ocultas que tú no conoces.”

2 Reyes 6.17: “abréle los ojos a mi criado para que vea” que los sirios son

menos que las ayudas del cielo

Hechos 10.13-15: Pedro mata y come, leer…

La oración debe ser hecha:


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1.- Con humildad, con un espíritu quebrantado y un corazón contrito

Salmo 10:4 “El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios

en ninguno de sus pensamientos.”

Salmo 51:17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al

corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”

Isaías 57:15 “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y

cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado

y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar

el corazón de los quebrantados.”

Salmo 10:17 “El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su

corazón, y haces atento tu oído…”

2 Crónicas 7:14 “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es

invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos;

entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”

2.- Con fe y con un corazón libre de ofensas

Marcos 12:22-26 “Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque

de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el

mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga

le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo

recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra

alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros

vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está

en los cielos os perdonará vuestras ofensas.”

Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es

necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los

que le buscan.”


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Santiago 1:6 “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es

semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte

a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.”

3.- Con corazones sinceros, y de verdad

Hebreos 10:22 “…acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre

de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua

pura.”

Salmo 145:18 “Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los

que le invocan de veras.”

4.- Sin hipocresía

Mateo 6:6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta,

ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te

recompensará en público.”

5.- En este tiempo de la gracia de Dios

Isaías 55:6 “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en

tanto que está cercano.”

6.- Teniendo una buena relación con los demás

Mateo 5:23, 24 “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te

acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante

del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta

tu ofrenda.”

1 Pedro 3:7 “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente,

dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia

de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”

7.- Con corazones limpios (Su sangre nos limpia al confesar nuestros pecados. 1 Juan. 1:9; Ap. 1:5)


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Isaías 59:1-2 “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar,

ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división

entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de

vosotros su rostro para no oír.”

Salmo 66:18 “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor

no me habría escuchado.”

Jeremías 11:15 “¿Qué derecho tiene mi amada en mi casa, habiendo hecho

muchas abominaciones?”

8.- Sin ídolos en el corazón

Isaías 57:13 “Cuando clames, que te libren los ídolos; pero a todos ellos

llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra

por heredad, y poseerá mi santo monte.”

Jueces 10.14 vs Salmo 84.12

Las dos alas del águila: La Comunión y la Palabra: Para volar se requiere de dos alas, una es la oración y la otra la Palabra.

Esta última transforma nuestra mente carnal en la de Cristo y así conocemos la voluntad de Dios, entonces podemos orar como conviene. No podemos separar lo uno de lo otro, si nos falta una no podremos alzar vuelo, viviremos sólo en lo terrenal y no entenderemos la vida del Espíritu. La comunión con Dios (oración) y el conocimiento de Él (Palabra) producen la vida en el Espíritu.

Isaías 40:31“...pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;

levantarán alas (Oración + Palabra) como las águilas; correrán y no se cansarán;

caminarán y no se fatigarán.”

La vida de oración de Jesús

Marcos 1:35 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió

y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.”


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Lucas 5:15 “Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente

para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. Mas él se apartaba a

lugares desiertos, y oraba.”

Tenemos que entender que más importante es orar que hacer. Toda

obra eficaz para Dios la recibimos en oración. Ahí tendremos la revelación de Su voluntad, en la cámara secreta. Dios nos juzgará por lo que nos mandó a hacer, no por todo lo que hicimos nosotros, aunque sean buenas obras. Él nos pedirá cuentas de Su voluntad. Dios no tomó en cuenta a Ismael como descendiente de Abraham, pero si a Isaac. Ismael no era Su obra, Isaac sí.

Lucas 6:12 “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche

orando a Dios.”

Marcos 6:45, 46 “En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir

delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la

multitud. Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar…”

Mateo 14:23 “Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y

cuando llegó la noche, estaba allí solo.”

Mateo 26:36 “Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama

Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.”

Lucas 9:29 “Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo

otra, y su vestido blanco y resplandeciente.”

Hebreos 5:7 “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas

con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de

su temor reverente.”

Oír más que hablar:

Apocalipsis 2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22 “El que tiene oído, oiga lo que

el Espíritu dice a las iglesias.”

Siete veces se repite esta frase en el mensaje a las siete Iglesias.


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Santiago 1.19 “19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto

para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”

Proverbios 17:28 “ Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio;

El que cierra sus labios es entendido”.

Eclesiastés 5:1-7 “Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y

acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no

saben que hacen mal. No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a

proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la

tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Porque de la mucha ocupación viene el

sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio. Cuando a Dios haces

promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos.

Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no

cumplas. No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue

ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la

obra de tus manos? Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades

y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.”

El sacrificio de los necios es las muchas palabras.

Mateo 6:7 “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que

piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos;

porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le

pidáis.”

Las muchas palabras perturban el Reino, y aunque Dios nos ame incondicionalmente, Él espera que hablemos menos y oigamos más.

Primeramente se debe pasar tiempo en la Palabra, antes de orar; esto nos permitirá acallar nuestros pensamientos, apaciguar nuestra alma e implantar el pensamiento de Dios. Sólo cuando nuestra mente esté de acuerdo con el pensamiento de lo alto, podremos escuchar con claridad el pensamiento del Padre, y así levantar la voz de acuerdo con la voluntad de Dios.

La ayuda de Dios en la oración


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Filipenses 2:13 “…porque Dios es el que en vosotros produce así el querer

como el hacer, por su buena voluntad. “

Antes de nacer de nuevo la oración no era parte de nuestra vida, pero con el nuevo nacimiento viene un fuerte deseo por la oración y la Palabra. Esto es porque Dios nos da una nueva naturaleza. Con el tiempo, a veces nos acomodamos y descuidamos nuestra oración, pero Dios está dispuesto a volvernos a ayudar para que esta sea un hábito en nuestras vidas. Si mantenemos un corazón humillado delante del Señor, Dios mismo nos dará siempre el querer como el hacer.

Zacarías 12:20 “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores

de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron,

y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige

por el primogénito.”

La Biblia menciona el “espíritu de oración”, eso quiere decir que hay una impartición de parte de Dios; es algo que podemos recibir de Él, como recibimos la salvación, el Espíritu Santo, la Palabra, de igual manera podemos recibir el espíritu de oración.


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CAPÍTULO 8 CUESTIONARIO

LA ORACIÓN

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1. ¿Cuál es el fundamento de nuestra relación personal con Dios?

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2. ¿Tenemos libertad de derramar nuestro corazón delante de Él?

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3. ¿Qué elementos debe incluir la oración?

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4. ¿Según Efesios 6:18, cuándo debemos orar?

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5. ¿Qué le pidió Gedeón a Dios en Jueces 6:39?

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6. ¿Qué pidió Ana?

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7. De acuerdo con 1 Samuel 7:9-10, ¿por quiénes clamó Samuel a Jehová?

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7. Según Marcos 1:35, ¿en qué momento del día Jesús se fue a orar?

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8. ¿Qué dice que hacía Pablo delante del Padre?


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9. ¿Qué pasó cuando la iglesia primitiva oró en Hechos 4:31?

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10. Haz un resumen de los pasos en Mateo 6:9-13:

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11. ¿Qué relación hay entre nuestra oración y la voluntad de Dios?

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12. Según Mateo 6:5-6 ¿cómo debemos y cómo no debemos orar?


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13. ¿Qué dijo el Señor de la repeticiones? (Mateo 6:7)

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14. ¿Cómo debemos comenzar?

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15. ¿Semejante a qué es el que pide dudando?

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16. ¿Qué es una rogativa?

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17. ¿Por quiénes intercedió Moisés en Éxodo 32:10-14?

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18. ¿Por quiénes oró Jesús? (Lucas 23:34)

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19. ¿Qué quiere decir acción de gracias?

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20. ¿Cómo nos edificamos sobre nuestra santísima fe? (Judas 20)

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21. ¿Qué cosas estorban nuestras oraciones?

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22. ¿Quién puede participar en las oraciones?

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Primeros Principios Cáp. 9: El Fruto del Espíritu

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Iglesia La Roca de Santa Cruz Fundamentos Sólidos 1

CAPÍTULO 9

EL FRUTO DEL

ESPÍRITU




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CAPÍTULO 9

EL FRUTO DEL ESPÍRITU

CUESTIONES PRELIMINARES:

LOS CINCO PROCESOS PARA DAR FRUTO DEL ESPIRITU

UNO

Juan 15:16: Nosotros no elegimos a Jesús, nosotros lo elegimos a Él cuando ya Él nos ha elegido; nosotros, como cristianos, tenemos que atender necesidades personales y de otras personas, porque estamos para servirnos los unos a los otros en amor.

Si no conocemos la Palabra de Dios no tenemos los recursos para atender nuestras necesidades y las necesidades de los demás, porque estamos para servirnos los unos a los otros en amor; pero si nosotros no conocemos la Palabra del Señor, entonces no tenemos los recursos.

Si viene alguien y nos dice: me encuentro en angustia y en ansiedad; le podemos decir: La Palabra de Dios dice q no estés afanada por nada, que tu lo que debes hacer es vivir cada día, porque cada día tiene o trae su propio afán; también dice la Palabra que si Dios está contigo, nadie contra ti; también le podemos decir que si estás así es porque le falta humildad, porque la biblia dice que si te pones el yugo de Jesús (Mateo 11.30) y aprendes a ser manso y humilde de corazón, hallarás paz para tu alma.

Conocer de la Palabra es como la persona que va donde el mecánico de coches y este le da toda una gama de soluciones para el arreglo de su coche porque dispone de las herramientas necesarias para solucionar cualquier problema que pueda presentarse; así debemos ser nosotros, los cristianos, cuando personas necesitadas buscan de nosotros, debemos de poseer toda una gama de recursos, a través del conocimiento de la Palabra, para poderlos ayudar.

En la medida que vamos conociendo la Palabra, nosotros tenemos como un taller donde vamos a servir a los demás y vamos ayudarles eficazmente y vamos a tener muchas herramientas para poder arreglar lo q está roto o deficiente; pero si nos conformamos con venir a escuchar la Palabra y me voy así no mas, pues vamos a tener un taller escaso de recursos; tendremos un taller solo para sobrevivir por la misericordia de Dios, pero no vamos a poder servir a Dios y servir a los demás con un buen repertorio de recursos.


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Cada versículo y cada promesa de la Palabra de Dios es una espada apropiada para defendernos de todo enemigo espiritual: Como dice la canción, inspirada en la Palabra, golpe de espada es la Palabra que sale de la boca de Dios; Jesus venció las tentaciones en el desierto diciendo: “escrito está”; y nosotros vamos a vencer en muchas circunstancias diciendo: “escrito está”; pero debemos conocer la Palabra de Dios.

La esencia nuestra de haber sido escogidos por Dios, es para que llevemos fruto(Juan 15.16); Dios nos ama y somos importantes para Él, pero en el corazón de Dios y para eso lo hizo, es para que seamos como un árbol que da fruto. Los árboles, por sí solo dan hojas, pero lo difícil es dar en estos tiempos de tanta adulteración de las semillas y el uso de químicos un buen fruto; y el fruto que debemos dar es amor, gozo, paz, mansedumbre, templanza, benignidad, dominio propio. Debemos ser como árboles plantados junto a corrientes de agua donde las hojas no caen y q dan el fruto a su tiempo (Salmo 1.3); el fruto que nosotros demos debe ser permanente para que todo lo que pidamos al Padre, en el nombre de Jesús, Él nos lo de.

Marcos 11:12; Vemos la importancia que tiene, para Dios, el que demos fruto: La maldición de la higuera estéril; el pueblo de Israel, pueblo de Dios, no estaba dando el fruto esperado; Jesús solo halló hojas en Israel, solo religión, solo apariencia. Supuestamente estaba todo bien, todo tapado, pero no se veían los frutos.

De qué sirve la religiosidad, conocimiento bíblico, apariencia de santidad si luego no nos hablamos con nuestros hermanos, nuestros hijos, abusamos de la confianza y paciencia de otros, hablamos mal de los demás?; delante de las personas hay muchas hojas, mucha apariencia, mucho conocimiento; pero detrás de esas hojas hay una desnudez donde no hay fruto muchas veces; así andaba el pueblo de Israel. Mateo 21:33 nos habla de los labradores malvados; Dios entregó una viña entera a cambio de que se le produjera fruto. ¿Cuál era ese fruto? Dar a conocer Su Nombre en toda la tierra, Sus atributos, que no hay otro Dios, y que es Dios de Amor; Dios bendijo un pueblo, a Israel, no por ser mejor que otros pueblos de la tierra sino por el puro afecto de Su Voluntad (Deuteronomio 7.6-9). Dios bendijo a ese pueblo, les daba victoria en sus batallas, los cuidaba de sus enemigos, en el desierto, los soportaba en sus rebeliones, no por ser mejores que otros pueblos sino porque fueron elegidos. Sin embargo el pueblo le daba la espalda a Dios. La responsabilidad de Israel era honrar a Dios y llevar el nombre de Dios, la Presencia divina, el conocimiento de Su Voluntad a toda la tierra, pero se olvidaron de Dios y de Su Voluntad o Propósito. Ahora nosotros hemos recibido la Vida Eterna y a Él debemos de darle fruto porque Él tiene derecho de tomar Su Parte, Su Fruto; pero Dios no quiere apropiarse de este fruto sino que quiere que se beneficien los demás, q los demás sean bendecidos con todo lo que Él nos ha dado: La luz verdadera, el conocimiento de la Verdad, la esperanza que hay en Él, habernos sacado del pecado, la condenación y la muerte, etc….Todo ello debemos de transmitir a este mundo frío, oscuro, duro y alejado de la presencia de Dios. Cosa que no hizo Israel en su día, pero hará en el futuro.


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Lucas 13:6; Jesús estuvo dando a conocer la Palabra de Dios durante tres años al

pueblo de Israel, esperando el fruto, que se volvieran nuevamente a Dios de sus costumbres religiosas; en esos tres años cavó y abonó la tierra, es decir removió la dureza de corazón y humilló y quebrantó Su Espíritu, Pero tampoco así dieron fruto; Dios cortó la higuera y dio la viña a nosotros, los gentiles, para q demos fruto. Ahora tenemos la responsabilidad de dar fruto; teniendo la semilla o el arbolito del espíritu de Dios, lo q nosotros necesitamos para poder dar el fruto de Dios es:

1 AGUA: Es la Palabra de Dios; nosotros los cristianos nacemos para dar fruto, pero al no alimentarnos nos deshidratamos y terminamos en un hospital, sin fuerza y sin fruto alguno; en este caso debemos volver a recibir la Palabra de Dios.

Juan 7.36: “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz,

diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38

El que cree en mí, como dice la

Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”

Isaías 55.1,11: “1 A todos los sedientos: Venid a las aguas …11 así será mi

palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y

será prosperada en aquello para que la envié.”

2 LUZ: Dios es la Luz de este mundo, debemos estar recibiendo a todas horas esa

Luz, de Cristo, Su Presencia y la recibimos leyendo su Palabra, obedeciendo, orando, adorando y alabando, compartiendo con los hermanos su Palabra, cuando estamos en Koinonía.

Juan 8.12: “12

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que

me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”

Malaquías 4.2: Jesús es el Sol de Justicia, 3 LABRAR LA TIERRA: Ablandar la tierra, las durezas de nuestro corazón, y el

principal ejemplo que nos da Dios para quebrantarnos es el desierto; el desierto y las pruebas en nosotros, los cristianos, produce que se quebrante nuestro endurecido corazón; el desierto tiene temperaturas extremas en ambos sentidos, tanto de calor (llegando hasta los 56,7ºC en California, 10-7-1913, el Valle de la Muerte y 58ºC en Libia en 13-9-1922) y frio (De 0 a 10ºC) para templar y quitar las impurezas de nuestros corazones como esas temperaturas quebrantan las rocas y piedras y las hacen arena con el paso del tiempo; con el trato, día a día, con las personas se labran nuestros corazones. Dios nos ama y, por eso, nos disciplina y azota y labra a todo el q recibe por hijo; si nos deja sin disciplinar entonces seremos bastardos y no hijos; Dios quebranta nuestras durezas; sin disciplina no hay fruto.


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Salmo 66, 1 Pedro 1, Santiago 1, etc 4 ABONO: El abono es el excremento de los animales que, lejos de producir un

daño, hacen que las plantaciones den su mejor fruto. Las producciones, que son abonadas, dan buenos frutos; el abono para el cristiano es la humillación ante los demás cuando tenemos que soportar situaciones difíciles o desagradables, cuando tenemos que poner la otra mejilla, cuando hablan mal de nosotros, cuando ven solamente lo malo o erróneo que hemos podido hacer, cuando nos menosprecian, nos pisotean. Etc. Lo q debemos hacer, ante esas difíciles situaciones, es humillarnos, soportar el mal como verdaderos cristianos, aprendiendo a asociarnos con los humildes (Romanos 12.16), reeducándonos para poder convivir con cualquiera, comer con lo que se presente y con las personas que Dios permita, sin acepción de personas, en fin que podamos soportar a cualquiera; soportarnos los unos a los otros (Colosenses 3.13, Efesios 4.2) en silencio y con amor.

Mateo 5.3-11: Las bienaventuranzas hablan de ese sano y cristiano carácter de los

pobres de espíritu. 5 LA PODA: Los árboles se podan para que no se llenen de ramas infructuosas

que le quitan la fuerza y vigor al fruto. Caso contrario, si no se podan, sus frutos son pocos y pequeños. Pero hay que saber podar y, si se podan, es para q den más fruto; Juan 15.2: “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva

fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto”.

“Limpiar” en el original es “PODAR”: G2508 καθαίρω “kadsaíro” de

G2513; limpiar, i.e. específicamente podar; figurativamente expiar:- limpiar, limpio. Jesús es la vid verdadera (Juan 15.1); nosotros tenemos que podarnos nosotros

mismos, o ser podados. Hace referencia a esas cosas que están en nosotros y no son conforme a la voluntad de Dios. Han estado ahí ilícitamente o simplemente nos entretienen del propósito de fructificar y se llevan la fuerza como puede ser un hobby, afición, preferencia sustitutiva de la vida del espíritu, cualquier cosa que reemplace la responsabilidad de buscar a Dios y dar el fruto del Espíritu (Gálatas 5). Pero un día nos damos cuenta de nuestros defectos e imperfecciones y problemas, o de cosas que hay en nosotros y desagradan al Señor, y ahí tenemos dos opciones: 1 La primera es hundirnos y condenarnos o culpabilizarnos, sentirnos mal y querer abandonar; eso es cosa del diablo; pero 2 la segunda opción es que nosotros mismos, como buenos agricultores, al detectar el problema pensemos que Dios, al mostrarnos esa situación que Él no tolera o le desagrada y no le honra, o esa área de nuestras vidas que nos afecta para no dar el fruto merecido de Dios, la podamos cortar. No importa el esfuerzo que tengamos que realizar, sea con lagrimas, con dolor, padeciendo hasta la sangre


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combatiendo contra el pecado (Hebreos 12.4), sometiéndonos a la amputación de cosas del corazón, o de nuestra mente o de nuestra alma, sueños o vida.

La poda se produce cuando el árbol está antes de la fase de fructificación, con el

paso del tiempo y crecimiento natural del árbol y, los cristianos, cuando vamos creciendo es cuando sentimos la necesidad de ir siendo podados. En la poda llora nuestra alma y nuestra carne, pero se regocijará nuestro espíritu; cortaremos cosas como el mal carácter, la ira, la incredulidad, la dureza de corazón e indiferencia, la falta de entrega, los sentimientos en contra de la voluntad de Dios, la comodidad, etc, todo lo que esté impidiendo que produzcamos fruto; todo lo que impida que demos fruto hay que cortarlo.

Obviamente la Poda se produce al OBEDECER A LA PALABRA, CONTRA

NUESTROS DESEOS. A veces puede doler, podemos enojarnos contra el que da la Palabra en la Iglesia, o contra quien nos profetiza, o simplemente dar de lado a lo que leemos o sabemos, pero al único ser que puede dañar la Palabra de Dios es al diablo, a nuestro orgullo o a nosotros mismos si abrimos una puerta al pecado y nos sentimos acusados en nuestra conciencia; no nos dejemos dañar porque si rechazamos Su Palabra, o si nos ofendemos por Su Palabra, vamos a impedir que nuestra raíz crezca y penetre hacia las profundidades para a la postre poder crecer y dar mucho fruto, es decir, nos debemos de humillar bajo Su Poderosa mano y menguar para que Él crezca.

ESTUDIEMOS ACERCA DEL FRUTO DEL ESPIRITU:

1. ¿QUÉ ES EL "FRUTO DEL ESPÍRITU?

La palabra "fruto" es usada metafóricamente significando "resultado". La vida del Espíritu en el creyente resulta en las nueve virtudes mencionadas en Gálatas 5:22.

Gálatas 5:22: "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,

benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza;..."

W.E. Vine dice que el fruto es la expresión visible del poder que obra interna e invisiblemente, siendo el carácter del fruto evidencia del carácter del poder que lo produce.

2. ¿CÓMO SE PRODUCEN ESTAS "VIRTUDES"?

A. Por la comprensión plena del evangelio (Colosenses 1:5-6).

Colosenses 1:5-6: "…a causa de la esperanza que os está guardada en los

cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,


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que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y

crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia

de Dios en verdad; ..."

B. Estando unidos a Cristo (Romanos 7:4)

Romanos 7:4: "Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la

ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó

de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios."

C. Permaneciendo en Cristo y siendo "limpiados". (Juan 15:1-4)

Juan 15:1-4: "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo

pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva

fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por

la palabra que os he hablado. Permaneced en mi, y yo en vosotros. Como el

pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así

tampoco vosotros, si no permanecéis en mí."

D. En la tribulación (Romanos 5: 3).

Romanos 5:3: "Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las

tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;..."

E. Deleitándose en la ley del Señor y evitando el consejo de malos y el camino de pecadores. (Salmo 1:1-3)

Salmo 1:1-3: "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de

malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se

ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley

medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes

de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que

hace, prosperará."

F. Andando como "hijos de luz" (Efesios 5:7-10).

Efesios 5:7-10: "7 No seáis, pues, partícipes con ellos. 8 Porque en otro

tiempo erais tinieblas mas ahora sois luz en el Señor; andad como de luz

9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), 10

comprobando lo que es agradable al Señor.”

G. Sembrando apropiadamente (haciendo el bien). (Gálatas 6:7-10)


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Gálatas 6:7-10: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo

que el hombre sembraré, eso también segará. Porque el que siembra para

su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el

Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer

bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según

tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la

familia de la fe."

H. Muriendo a uno mismo. (Juan 12:24)

Juan 12:24: "De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae

en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.”

I. Siendo ejercitados en la disciplina (Hebreos 12:11)

Hebreos 12:11: "Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser

causa de gozo, sino de tristeza, pero después da fruto apacible de justicia

a los que en ella han sido ejercitados."

3. ¿CUÁN IMPORTANTE ES EL QUE LLEVEMOS FRUTO?

A . Jesús dijo que era con ese propósito que nos escogió (Juan15:16-17).

Juan 15:16-17: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a

vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto

permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo

dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros."

B. Nuestra vida debe demostrar arrepentimiento. (Mateo 3:8)

Mateo 3:8: "Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,.."

C. La entrada al Reino Eterno de Dios será otorgada teniendo, practicando y creciendo en las virtudes Cristianas que están en nosotros. (2 Pedro 1:8-11)

2 Pedro 1:8-11: "Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no

os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro

Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta;

es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por


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lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y

elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta

manera otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro

Señor y Salvador Jesucristo.”

D. ¡Ay del árbol que no da buen fruto!

1. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego (Mateo 3:10).

Mateo 3:10: "Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por

tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego."

2. La parábola de los talentos nos enseña que el Señor espera un rédito de lo que nos ha confiado (Mateo 25:14-30).

Mateo 25:14-30: "Porque el reino de los cielos es como un hombre que

yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco

talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y

luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con

ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó

también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y

escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de

aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido

cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me

entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor

le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te

pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido

dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado

otros dos talentos sobre ellos, Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel;

sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te

conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges

donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la

tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y

negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.

Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera

recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al

que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al


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que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las

tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes."

3. Hebreos 6:8: "…pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está

próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada."

Dios desea que la tierra de fruto, la bendijo y le dio la orden para ello: Génesis 1.11-12. También al Ser humano (Adán) Génesis 1.28: “Y los

bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos”

4. Por sus frutos los conoceréis. (Lucas 6:43-45)

Lucas 6:43-45: "No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que

da buen fruto. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan

higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El hombre bueno, del

buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de

su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca."

E. Dios nos enseñó, a través del apóstol Pablo, que aunque habláremos en lenguas, profetizásemos, entendiésemos todos los misterios y toda ciencia, tuviésemos toda la fe, repartiésemos todos sus bienes para dar de comer a los pobres, y aun fuésemos un mártir, no seríamos nada si no tuviésemos amor (1 Corintios 13:1-3). Después, en su carta a los Colosenses, los exhortó que se vistiesen de amor, que es el vínculo perfecto (Colosenses 3:14).

4. ¿POSEEMOS LAS NUEVE VIRTUDES CUANDO RECIBIMOS EL

ESPÍRITU SANTO?

A. Cuando recibimos el Espíritu Santo, recibimos solamente el poder para producir estas virtudes en nuestras vidas.

B. La Biblia claramente enseña que el fruto solamente se puede producir a su

debido tiempo (Salmo 1:3).

Salmo 1:3: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da

su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.”


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CAPÍTULO N° 9 CUESTIONARIO

EL FRUTO DEL ESPÌRITU Nombre: ......................................................................................................................... 1. Mencione las virtudes del Espíritu.

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2. ¿Qué significa la palabra “fruto”?

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3. ¿Cómo define Vine el fruto?

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4. ¿De qué maneras son producidas estas virtudes en nuestras vidas?

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5. ¿Por qué es importante que llevemos fruto? Mencione tres razones

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6. ¿Cuál es el peligro de no llevar fruto?

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7. ¿Poseemos las nueve virtudes cuando recibimos el Espíritu Santo? Explique:

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2 TRIMESTRE, Año 1, “ESCUELA BIBLICA SIÓN”

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