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AGRADECIMIENTOS

A LA SANTISIMA TRINIDAD Y A LA VIRGEN MARIA Por ser mi luz y mi guía en este proyecto de mi vida.

A LA MEMORIA DE MI PADRE

Por que estoy seguro que estaría muy feliz de compartir este triunfo conmigo, gracias

por tus consejos, por tu paciencia y tu sabiduría.

A MI MADRE

Por todas sus oraciones, por sus sacrificios realizados, por sus noches de desvelo,

pensando en mi carrera, por la ilusión de verme culminar este proyecto.

Por estar siempre a mi lado, animándome y aconsejandome, por creer en mi a pesar de

las adversidades, porque ha sido ispiración y modelo de ser humano a seguir, sin ella

no estaría aquí.

Le agradezco a Dios el tenerte a mi lado.

A MIS HIJOS

Por ser la inspiración mas bella de mi vida, por ser mi devoción y el motor que hizo

posible que concluyera mi carrera.

Quiero ser un ejemplo de vida para ustedes, en el sentido de que todo se puede lograr

en la vida, creyendo en Dios, y con trabajo y esfuerzo, los amo.

A MIS HERMANAS Por su apoyo incondicional

A MI CUÑADO Fred, gracias por tus consejos, y por ser un ejemplo de valores, y principios.

2

A MI FAMILIA Y AMIGOS Son muchos los que merecen agradecimiento, doy infinitas gracias a Dios por poder

compartir con ustedes este logro.

A LA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES Gracias por la oportunidad que me dieron, por todas sus enseñanzas y todo el apoyo.

A todas las personas involucradas en este proyecto, a nuestro Decano, el Doctor

Rolando Escobar Menaldo, por su fe por su comprensión y su cariño, al Licenciado

Luis Ricardo González, por su cariño, su interes y su desinteresada guía durante todo el

trayecto gracias Capitan, a la Licenciada Paola Urquizu por su vocación, gracias a mi

amiga y asistente en el programa Pahola Quintanilla, gracias por esas palabras de

aliento y una sonrisa siempre, a mi asesora y a mi revisora por todo el conocimiento que

me brindaron en su momento, gracias por su comprensión y paciencia.

3

DEDICATORIA Le dedico este triunfo humildemente a mi Jesus de la Misericordia, a Dios Espíritu

Santo, a la Santísima Virgen del Rosario, a la memoria de mi mamita Adrianita, a la

memoria de mi abuelita Clarita, a la memoria de mi abuelo Román, a la amadísima

memoria de mi padre Francisco Guillermo, a mi maravillosa madre, Conchita, a mis

hijos, el tesoro más grande de mi vida, a mis hermanos, a mi familia, a mi comunidad

espiritual de los días lunes, a mis amigos, a la Universidad Rafael Landivar, Alma Mater

Orgulloso de pertenecer a ella, a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.

4

RESPONSABILIDAD

“ El autor es el único responsable del contenido, doctrinas y criterios sustentados en

esta tesis”.

5

LISTADO DE ABREVIATURAS Art. Artículo.

Arts. Artículos.

Etc. Etcétera.

Pág. Página.

CÓDIGO CIVIL DE ARGENTINA Senado y Cámara de Diputados de la Nación

Argentina, Código Civil, Ley 340, Argentina, 25 de septiembre de 1869.

CÓDIGO CIVIL ESPAÑOL Código Civil Español, ley 3/ 1973, España, 17 de marzo

de 1973.

CÓDIGO CIVIL MEXICANO Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la

Unión, Código Civil Federal, México, 26 de mayo, 14 de julio, 3 y 31 de agosto 1928.

CÓDIGO CIVIL DE GUATEMALA Peralta Azurdia, Enrique, Código Civil, Decreto ley

número 106, Guatemala, 14 de septiembre de 1963.

CÓDIGO CIVIL DEL SALVADOR Poder Ejecutivo, Código Civil, El Salvador, 23 de

agosto de 1859.

CÓDIGO CIVIL DE HONDURAS Congreso Nacional, Código Civil, Honduras, 14 de

septiembre de 1899.

6

CÓDIGO CIVIL DE NICARAGUA Asamblea Nacional de la República de Nicaragua,

Código Civil, Nicaragua, 1 de febrero de 1904.

CÓDIGO CIVIL DE COSTA RICA Palacio Presidencial, Código Civil Ley número 30,

Costa Rica, 19 de abril de 1885.

RESUMEN EJECUTIVO DE LA TESIS Cuando una persona fallece y deja sus bienes a varios herederos, estos conforman una comunidad de personas con intereses similares, en relación al conjunto de bienes que el causante dejo, conformada por una pluralidad de herederos y formando una comunidad hereditaria. La importancia de la misma es el tiempo que dura esta figura en el ordenamiento jurídico de cada país y la situación de quienes la conforman, llamados coherederos, la experiencia nos demuestra que aunque, si bien la naturaleza de esta figura es temporal, esto es relativo ya que la práctica nos muestra que así como puede durar meses, puede durar años. Existen comunidades que no pueden extinguirse por alguna situación y los comuneros o coherederos se mantienen en ella por muchos años y durante este tiempo, administran ese conjunto de bienes, llamada masa hereditaria, se relacionan entre si, y con o frente a terceros, esto desarrolla una cantidad de actos jurídicos, con dos fines, preservar la masa hereditaria de la mejor manera posible sin menoscabo del caudal hereditario y cumplir las obligaciones necesarias para que los intereses y los derechos de cada uno de los miembros de la comunidad no se vean afectados, como la operabilidad y funcionamiento de los bienes que conforman el caudal. Esta es una figura de mucha importancia y trascendencia, aunque no se aprecie de esa forma por su temporalidad en el ámbito sucesorio de cualquier país, ya que su naturaleza no es la permanencia, sino su disolución. Durante el presente trabajo de investigación se demostrara la importancia de la comunidad hereditaria, sus orígenes, su concepto, su naturaleza, su objeto y su relación con otras figuras con las que se relaciona, así como su extinción, a través de la investigación analizaremos nuestro ordenamiento jurídico vigente, y la comprensión y regulación de los países de Centroamérica, así como de México, Argentina y España en relación a la figura objeto de nuestro estudio e investigación. Siendo el objetivo entregarle al estudiante o profesional de la carrera de ciencias jurídicas y sociales, o cualquier persona en general, una guía de estudio para el conocimiento y la mejor comprensión de la figura de la comunidad hereditaria, así como un marco comparativo de la legislación de Guatemala con las legislaciones de Centroamérica, México, Argentina y España. Encontrando similitudes y diferencias entre ellos, así como avances en esta materia que puedan proponerse para mejorar su comprensión y su efectividad en la legislación guatemalteca.

ÍNDICE

COMUNIDAD HEREDITARIA INTRODUCCIÓN CAPÍTULOI PÁGS 1. Antecedentes Históricos 7 2. Concepto 14 3. Naturaleza Jurídica 17 4. Caracteristicas 28 5. Sujetos de la Comunidad Hereditaria 29 6. Objeto de la Comunidad Hereditaria 31 7. Masa Hereditaria 34 CAPÍTULO II 1. Las Relaciones Internas y Externas de la Comunidad Hereditaria 37 2. Pluralidad de Herederos 40 3. Contenido de la Comunidad Hereditaria 3.1 Derecho de los Partícipes 42 3.2 Posición y Derecho de los Acreedores 45 3.3 Acreedores de la Herencia 45 3.3.1 Acreedores Personales de un Coheredero 46 3.3.2 Coheredero que sea a la vez Acreedor del Causante 47

7

CAPÍTULO PRIMERO

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La comunidad hereditaria, se define de la siguiente manera: Como la figura que

nace en el momento en que varias personas son llamadas a la sucesión, la comunidad

hereditaria o el estado de indivisión, permanece hasta la partición, en ese momento se

determinan y concretan los bienes que a cada heredero le corresponden.

Dentro del presente trabajo de investigación es necesario remontarse a los

antecedentes históricos de la comunidad hereditaria. Para una mejor comprensión del

tema algunos autores mencionan el origen de la figura en dos grandes doctrinas, la

del Derecho Romano y las XII Tablas, y la del Derecho Alemán. Entre los

exponentes de la primera doctrina se encuentra a Juan Iglesias quien, al mencionar los

antecedentes de la Comunidad Hereditaria, señala: “que cuando las personas eran

llamadas a heredar en forma conjunta, era en ese momento que surgía entre ellos el

estado de la comunidad, donde la participación de cada cual estaba determinada por

su respectiva cuota, la comunidad de herederos por partes alícuotas se regía en

general por las normas del condominio.”1

1 Iglesias, Juan. Derecho romano, España, Editorial Ariel, 1993, 6a edición. Pág. 638.

8

La comunidad no se extendía a los créditos y deudas, que se dividían ipso iure, según

preceptos de las XII Tablas, entre los varios herederos: nomina hereditaria ipso iure

inter coheredes dividuntur. La comunidad se establecía en relación con la propiedad y

demás derechos reales, y podía cesar en todo momento mediante el ejercicio de la

actio familiae erciscundae, que competía a todo heredero. Esta actio, introducida por la

ley decenviral, según hablaba de la tradición, no tenía por finalidad única la división de

las cosas hereditarias, sino que servía también para regular toda clase de relaciones

de crédito surgidas durante el estado de la comunidad, en virtud de recíprocas

stipulationes que el juez imponía a los coherederos, cada uno de ellos tenía el

derecho a exigir de los demás que respondieran de la evicción de las cosas que les

habían sido otorgadas2.

Puig, explica con claridad las dos doctrinas, así como las ventajas y desventajas en

especial, desde el punto de vista de las obligaciones de los coherederos, y la posición

de los acreedores. De esta manera, el autor indica que: “cuando en virtud de

institución testamentaria o por llamamiento de la ley, adquirían la herencia varios

herederos, se formaba una comunidad por cuotas ideales sobre cada uno de los

objetos hereditarios, esta comunidad recaía sobre cada res hereditarie singular. Pero

de este régimen estaban exceptuados los créditos y las deudas, pues quedaban

distribuidos ipso iure entre los coherederos en virtud de la sucesión. Cada coheredero

podía disponer de la cuota que le correspondía sobre cada cosa singular, sin necesidad

de contar con la aprobación o consentimiento de los demás. De cada cosa por entero

sólo podían disponer todos ellos conjuntamente.”3

Además, cada coheredero podía pedir la división en cualquier instante, la tradición

romana persiste en el Derecho común europeo, concretamente en el Código Civil

Austríaco, que concibe la comunidad hereditaria como una simple comunidad jurídica

que surge de manera incidental en el Derecho sucesorio. El llamamiento o delación,

seguido de aceptación, producía una situación de comunidad sobre cada objeto 2 Ibid., Pág. 369. 3 Puig Brutau, José. Fundamento de derecho civil, tomo V, volumen III, España, Casa Editorial Bosch, 1977, 2a Edición. Pág.

369

9

hereditario, aplicándose al caso las normas sobre comunidad de bienes, derechos y

obligaciones.4

Afirma el autor que el Código Alemán siguió otro criterio, e indica que la segunda

comisión redactora de este cuerpo legal adoptó, en interés de los acreedores de la

herencia, la regulación del Derecho Prusiano, limitadora del derecho de disposición de

los coherederos.5

La comunidad de herederos del Derecho prusiano había sido configurada con base en

los preceptos del Derecho Territorial General (Allgemeiner Landesrecht) por la

jurisprudencia del Tribunal Supremo de Prusia. Un acuerdo plenario adoptado el 16 de

marzo de 1857 había establecido que los coherederos no tienen, aisladamente

considerados, ninguna cuota ideal en cada uno de los objetos singulares de la herencia

y que separadamente sólo pueden disponer de su participación ideal en la masa

hereditaria.6 Añade que la teoría de la comunidad en mano común del Derecho

Privado Alemán, que sólo más tarde fue claramente formulada, no desempeñó ningún

papel en la solución adoptada. La administración del caudal hereditario era de común

incumbencia de los herederos; de las deudas eran los mismos responsables con

carácter solidario. Con ello, concluye, la posición de los acreedores de la herencia era

mucho más favorable que en el Derecho Romano.7

A su vez Castán, menciona claramente las diferencias más importantes en relación al

tema de la comunidad hereditaria, así: “En el Derecho Romano, la comunidad lo

aplicaba únicamente a los bienes y derechos reales que formasen parte de la masa

hereditaria y no a los créditos y deudas, porque estos desde la apertura de la sucesión

quedaban establecidos, siendo divididos de pleno derecho entre los coherederos en

proporción a sus respectivas cuotas hereditarias y de esta manera, se da el principio

de la división ipso iure, de los créditos y deudas, a los Códigos Francés e Italiano,

4 Ibid., Pág. 370. 5 Loc.cit. 6 Loc cit. 7 Loc cit.

10

aunque con limitantes y excepciones que lo reducen a una formula legal casi teórica.8

Por el contrario, continua el autor, las legislaciones Germánicas, es decir los

Códigos Austriaco, Alemán y Suizo, establecieron la regla de la responsabilidad

solidaria entre los coherederos, que demuestren que no hay división de pleno derecho

de créditos y deudas y que estos elementos forman parte del objeto y contenido de la

comunidad hereditaria, tomando este sistema el Código Civil Español.9

A su vez Vladimir Aguilar, citado por Castán, al mencionar los orígenes de la

comunidad hereditaria se refiere a que: “Llamadas varias personas a una herencia

por partes alícuotas, comparten todas el título de heredero y son todas ellas a la vez

titulares de los bienes relictos, deudores de las deudas, etc.” 10 Asimismo menciona el

autor, que la estructura de esta titularidad plural ha sido y es distinta según las épocas y

ordenamientos jurídicos. El Derecho Romano clásico, viendo en ella un estado

indeseable y transitorio, concedía al coheredero la mayor autonomía posible. La

herencia no constituía una masa única, sino que en cuanto a las cosas y derechos

reales, habían tantas comunidades por cuotas como objetos singulares ya que tales

cuotas eran alienables. A su vez los créditos y las deudas se dividían entre los

coherederos al abrirse la sucesión, surgiendo tantos créditos o deudas indivisibles, en

cuyo caso pasaban en su totalidad a cada uno de los coherederos, quienes devenían

así, acreedores y deudores solidarios.11

Asimismo afirma que las fuentes no establecían un régimen específico para tales

situaciones, sino las acciones destinadas a hacerlas cesar. En el Derecho Germánico,

la comunidad hereditaria se extendía tanto al activo como al pasivo del causante,

tenía como objeto un patrimonio autónomo y confería a los coherederos derechos

indeterminados sobre la totalidad, pero ningún derecho concreto sobre las cosas

singulares. Se administraban bajo mano común, los coherederos administraban el

patrimonio, respondían por las deudas y cobraban los créditos conjuntamente. En

8 Castán Tobeñas, José. Derecho civil español, Tomo VI, España, Editorial Peus, 1960, Pág. 245. 9 Loc. cit. 10 Loc. cit. 11Ibid.,Pág. 246.

11

época más tardía el coheredero llega a tener una participación concreta sobre la

totalidad de la herencia, pero siempre inalienable e indeterminada en cuanto a los

derechos singulares, incluso en cuanto a cuota conjunta, sólo resulta inalienable a

partir de la recepción del Derecho Romano.12

También en los legislaciones españolas más antiguas los coherederos habían de

ejercer sus derechos en mano común, y ninguno podía disponer de su derecho al

caudal relicto antes de la partición. 13 Por su parte Eduardo Zannoni, trata de explicar

sus orígenes basándose en la naturaleza jurídica de la comunidad hereditaria y

menciona que la doctrina de la comunidad hereditaria por ejemplo, ha sido elaborada a

partir de la tradición romanista y aplicando a todas las hipótesis de indivisión, las reglas

sobre la partición de la herencia y la doctrina moderna se plantea la cuestión, cuando

se dice que esta se forma al darse la co-titularidad de una relación jurídica o de un

complejo de relaciones jurídicas, realizando un fenómeno de la multiplicación de los

sujetos del derecho único.14 .

Puig Peña, se refiere al tema de la siguiente manera: “En el Derecho Romano se

encuentra una especial situación de la comunidad hereditaria familiar a la que se llamó,

generalmente, consortium o técnicamente societas erecto non cito. Hay numerosos

testimonios de la existencia de tal institución entre los que destaca el fragmento de las

instituciones de Gayo que hace alusión a la misma, olim enim mort uo, pater familias

inter suos heredes qua Edam erat legítima simul et naturalis societas quae appellabatur

creto non cito, id est dominio non diciso.”15 Afirma el autor lo siguiente: “En aquella

época primitiva en que la economía se basaba de modo fundamental en la riqueza

agrícola, no es difícil imaginar las razones por las que los hijos continuaban la

situación de comunidad, después de la muerte del padre. El estado de comunidad

doméstica evitaba en efecto, la parcelación del dominio que perjudicaba al rendimiento

de las tierras sobre las que este incidiera. Por ello adquirió bastante prestigio en Roma 12 Loc. cit. 13 Aguilar Guerra, Vladimir Osman. Derecho de sucesiones, Guatemala, Litografía Orión, 2009, 4a Edición, Pág. 225. 14 Zannoni, Eduardo A. Derecho de las sucesiones, tomo II, Argentina, Editorial Astrea, 1976, 2a Edición, Pág. 507. 15 Puig Peña, Federico. Compendio de derecho civil español, Tomo IV, España, Ediciones pirámide, S.A .1979,3a Edición, Pág.

12

la societas ericto non cito, expresión que en aclaración de Gayo, venían a significar

aquella sociedad en la que no se solicita la división. En la misma Gayo desarrolla

que cada comunero podía, sin embargo, disponer con efecto para los demás de las

cosas pertenecientes a la comunidad, así se enajenaba, por mancipatio, una cosa

perteneciente a la comunidad, la venta era enteramente válida. Esta facultad a

primera vista extraña, ya que lo usual, hubiera sido que el poder de enajenación se

tuviera entre los comuneros por conjucta manu, parece no obstante más regular

teniendo en cuenta que como bien expresa Ferrandis: “la comunidad hereditaria, esa

individual facultad dispositiva no constituía peligro para la comunidad, ya que la vida

en común era intensa y permitía ejercer un control estrecho sobre los actos de cada uno

e impedir aquéllos que pudieran resultar perjudiciales. Muchas causas entre las que

se puede enumerar la disgregación familiar Romana, la transformación de la economía

agraria en mercantil, el predominio de la sucesión testamentaria y el reconocimiento

de derechos hereditarios a favor de extraños, determinaron que la comunidad

hereditaria familiar evolucionara hacia formas más liberales y amplias.”16

Por esa razón Puig Peña, al hablar del Derecho Germánico se refiere a que quizás

fuera la deficiente organización estatal productora de un régimen de inseguridad e

indefensión individual, la fundamental causa de la intensa importancia ya que la

cohesión de la comunidad familiar germana, constituye sin duda alguna el más

interesante fenómeno del Derecho Germánico, sobre ella se asienta en efecto todo

el régimen de la propiedad en este ordenamiento, los fundamentos de la Comunidad

Familiar Germana, son los vínculos de sangre y la vida en común.17 El autor al

desarrollar el tema expresa que: “El cabeza de familia no es un elemento

fundamental en la supervivencia de la comunidad, si muere la jefatura única se

sustituye por un principio de igualdad, pero no nace una nueva comunidad familiar

hereditaria, persiste la anterior en toda su intensidad, la íntima fusión de los

miembros del grupo basada en el parentesco y en la convivencia sobrevive al causante

porque no existe interés alguno en disolver el estado de comunidad, mientras que para

137. 16 Ibid., Pág. 138. 17Loc.cit.

13

la tradición romanista, son correlativas las ideas de patrimonio y personalidad (no se

concibe un patrimonio sin una persona que sea su titular).”18

Señala el autor, que en el Derecho Germánico, la noción de patrimonio es

independiente del concepto de persona, en este sentido la tradición Germánica se

apoya en una concepción organicista del patrimonio, según la cual éste es un conjunto

de relaciones jurídicas unidas por la afección común a un mismo fin y es precisamente

el que hace que se considere que el patrimonio está gravado por un vínculo o carga

real, en virtud del cual ninguno de los comuneros puede pedir la división, por lo demás

el patrimonio en la comunidad del Derecho Germánico, no forma una masa económica

que coexista con bienes propios de sus miembros, sino que la comunidad universal se

extiende también a los bienes adquiridos por cada uno de los partícipes. De los

elementos históricos expuestos se puede extraer la consecuencia de que pudiera

existir, en línea de resultado, ciertas afinidades entre el consortium romano y la

comunidad familiar germana.19

Ahora bien, lo cierto es que dadas las características permanentes de la economía y

de la organización social germánica, se mantuvo en ese derecho la indivisión; en

cambio, el consortium romano, como se ha visto, evolucionó liberándose

progresivamente su estructura, situación que se manifiesta por una parte en la facultad

de ejercicio de la actio familiae ercicundae y por otra en la división ipso iure de los

créditos y deudas (nomina) que hubiera en la herencia, se advierte pues en el Derecho

Romano un predominio del individuo sobre el grupo, lo que permite comprender la

posterior evolución de las societas ercto non cito, mientras que en el Derecho

Germánico, con indudable tendencia organicista, existe en cambio desde el principio

una clara hegemonía del grupo sobre el individuo. Esta es pues, la principal

característica de esta escuela, en contraposición con la Romana, donde el individuo es

primero que el grupo.20 Puede establecerse dentro de la investigación que la figura de

la comunidad hereditaria tuvo sus orígenes en dos grandes corrientes, la del Derecho 18 Loc, cit. 19Ibid., Pág. 139.

14

Romano y las XII Tablas, y la del Derecho Alemán.

2.- CONCEPTO.

El autor guatemalteco Vladimir Aguilar afirma que se encuentra ante una comunidad

hereditaria cuando son más de uno los herederos llamados a una sucesión. Cada

uno de ellos mientras la partición no se efectúa, no tiene un derecho concreto sobre

ninguno de los bienes o derechos de la herencia pues no se sabe cuál de ellos le

corresponderá, sino simplemente en el patrimonio hereditario considerado como una

unidad (universitas iuris). 21 Por su parte los autores Córdoba, Levy,

Solari,Wegmaister al referirse al concepto de la comunidad hereditaria señalan que

esta nace en el momento mismo de la muerte del causante y se extiende hasta la

partición, siempre y cuando haya más de un heredero y existan bienes en el acervo

hereditario; ya que afirma que la muerte, la apertura y la transmisión de la herencia

se causan en el mismo instante, no hay entre ellas ningún intervalo de tiempo son

indivisibles.22

Por su parte Castán Tobeñas también señala que la comunidad hereditaria nace con

la apertura de la herencia cuando son llamados varios herederos y termina por la

división o partición.23 El autor Zannoni señala que si concurren dos o más sucesores

a adquirir una misma herencia o una parte de ella se configura la llamada comunidad

hereditaria, en virtud de esta comunidad y puesto que el llamamiento a la herencia tiene

carácter universal, el derecho sobre los bienes que la constituyen pertenecen al

conjunto de los coherederos, pero es importante destacar que esta comunidad no

significa que cada bien reproduzca singularmente una situación de copropiedad o co

titularidad en concreto, también se refiere a que el derecho hereditario en abstracto

recae sobre el complejo de titularidades transmisibles como una totalidad patrimonial.24

20 Ibid., Pág.140. 21 Aguilar Guerra Vladimir, Op.cit. Pág. 226. 22 Córdoba, y otros. Derecho sucesorio, Tomo II, Argentina, Editorial Universidad, 1998. Pág. 87. 23 Castán Tobeñas, José. Op. cit. Pág. 240 . 24 Zannoni, Eduardo Op.cit. Pág. 501

15

De nuevo Castán afirma que la comunidad hereditaria se sujeta a un régimen

especial de administración o gestión en cuanto al uso, disfrute y disposición de los

bienes particulares; y que el conjunto de titularidades se proyecta con autonomía

respecto del patrimonio de cada uno de los sucesores. Es decir, la comunidad recae

in abstracto en las cuotas o alícuotas de la universalidad hereditaria, pero la

coherencia del conjunto se mantiene a nivel de cada bien y de cada derecho, en

referencia a la herencia misma y no al patrimonio de cada sucesor, la situación de

herencia que se crea desde el momento mismo del fallecimiento del titular del

patrimonio, se impone a los sucesores y no depende de su voluntad o su exclusivo

interés sino en la medida que se satisfacen los requerimientos del tráfico

económico-jurídico que exigen la liquidación y la adjudicación de los bienes sin

desmedro de la unidad patrimonial.25

Borda al referirse al concepto, expresa que la comunidad hereditaria se forma cuando

fallece el causante y existen varios herederos, cuando eso ocurre los bienes no

pertenecen a ningún heredero en particular, sino a todos en común. ahí nace la

comunidad hereditaria, comunidad no querida por los participantes sino forzada por las

circunstancias y cuyo término natural es la partición.26

Agrega Puig en su concepto que la comunidad hereditaria se forma cuando

varias personas adquieren por sucesión universal mortis causa, el patrimonio de su

común causante. Por hallarse todas ellas instituidas como herederos, los sujetos

adquieren un conjunto de bienes, derechos y obligaciones en virtud de una causa

jurídica unitaria y menciona que, según el criterio de lo que afirma, en lugar de tener

que admitir una comunidad de tipo Romano, de tipo Germánico o mixto como si fuese

inevitable encontrarla así formada por el ordenamiento vigente, se reconoce que se

trata de saber lo que conviene, y una vez averiguado, con qué medios de técnica

jurídica se ha de regular. Por tanto, en lugar de especular con tipos de formación

25 Castán Tobeñas, José. Op.cit. Pág. 241. 26 Borda, Guillermo. Manual de sucesiones, Argentina, Editorial Perrot, 1994, 12a Edición, Pág. 193.

16

histórica, la doctrina ha de averiguar directamente si conviene que los coherederos

dispongan de cuotas negociables sobre cada objeto de la herencia en la medida de su

derecho hereditario, o si es preferible que se mantenga en un contenido abstracto en

cuanto dura la indivisión, evitando la aparición de nuevos titulares en la comunidad de

cosas determinadas.27

De esa forma, Diez Picazo y Gullón al referirse al concepto, sostienen, que: “La

comunidad hereditaria surge como consecuencia del llamamiento de varias personas,

como sucesores a título universal en la herencia de un mismo causante y de su

aceptación. Es indiferente que sean llamados por ley o por disposición negocial,

mortis causa o por ambos fundamentos de vocación a la vez, la comunidad requiere

pluralidad de personas beneficiarias de la herencia y situación de indivisión de la

misma. El consorcio hereditario se produce desde que han surgido las aceptaciones

de la delación y termina con las operaciones de partición del caudal hereditario. Aún

cuando prevista como una situación de carácter transitorio, puede presentar una

duración temporal de alguna extensión“.28

Por su parte Espín Cánovas al conceptuar la comunidad hereditaria, afirma que,

cuando el llamamiento a la herencia comprendido en la delación testamentaria o

intestada tiene lugar a favor de varias personas, surge entre éstas desde la apertura de

la herencia una co-titularidad sobre la herencia que plantea el problema de su propio

carácter y naturaleza. Dicha co-titularidad cesa por la partición, la cual atribuye a cada

coheredero la titularidad única sobre los bienes o derechos hereditarios que le hayan

sido adjudicados, o al menos partes indivisas sobre bienes concretos, incluso sobre

todos. Por tanto, la comunidad hereditaria se inicia con la apertura de la herencia a la

que están llamados varios herederos y termina por la partición.29

Por último, Puig Peña define el concepto de comunidad hereditaria de la siguiente 27 Puig Brutau, José. Op.cit. Pág. 363. 28 Diez Picazo, Luis y Antonio Gullón. Sistema de derecho civil, volumen IV, España, Editorial Técnos, S.A. 1986, 3a Edición,

Pág. 693. 29 Espín Cánovas, Diego. Manual de derecho civil español, Volumen V, España, Editorial Revista de derecho privado, 1957,

17

forma: supone la concurrencia de varias personas llamadas a suceder, en una misma

herencia o en la misma porción de ella. El hecho de que la comunidad hereditaria

recaiga sobre la herencia y no sobre objetos concretos de la misma, marca la

fundamental diferencia entre la misma y la comunidad que pueda existir entre varias

personas a quienes se ha legado en común una misma cosa, a estas personas se les

llama colegatarios e integran una comunidad entre sucesores a título particular, por el

contrario la comunidad hereditaria, está integrada por sucesores a título universal

coherederos, llamados conjuntamente a suceder a una misma persona. Se puede

definir a la comunidad hereditaria diciendo que es aquella situación jurídica que tiene

lugar entre los llamados por título universal a una misma herencia, desde que se

produce la aceptación de la misma. 30

A raíz de investigación se puede entender el concepto de la comunidad hereditaria

de la siguiente manera: la relación que se da entre los herederos al momento de la

aceptación de la herencia, nace la figura de la Comunidad Hereditaria, prevalece ésta

por el término que dure, hasta la partición de la masa hereditaria entre los coherederos,

quienes a su vez, adquieren, derechos y obligaciones, entre sí y frente a terceros. La

legislación Argentina, expone con mayor claridad el concepto de la comunidad

hereditaria, al indicar que cuando muchas personas son llamadas simultáneamente a la

sucesión, cada una tiene los derechos del autor de una manera indivisible en cuanto a

la propiedad y posesión. La legislación guatemalteca, no define la institución como tal,

pero si la contempla en forma intrínsica.

3.- NATURALEZA JURÍDICA.

En materia de investigación doctrinaria, existen definiciones como la de Manuel Osorio

quien al conceptuar la naturaleza expresamente señala que: “Es la esencia y propiedad

característica de cada ser.” 31 Así, cuando se habla de la naturaleza, los autores

Pág. 88.

30 Puig Peña, Federico. Op. cit. Pág. 133. 31 Naturaleza, Ossorio, Manuel. Diccionario de ciencias jurídicas ,políticas y sociales, Argentina, Editorial Heliasta S. R.

L. Pág. 480.

18

Córdoba y Solari, mencionan diferentes teorías en relación al tema y las definen como

la teoría de la persona jurídica, esta posición sostiene que la comunidad hereditaria

tiene personalidad jurídica.32 Machado y Molinario se adhieren a la idea que se

está frente a una persona jurídica independiente y distinta de los herederos.

Producida la muerte del causante en ese sentido, surge innegablemente una entidad

que no es posible desconocer, que se manifiesta fuera del causante y del heredero y

que asume todo el carácter de personalidad jurídica superior y más eficiente y capaz

que la del mismo heredero. Si bien es cierto que el elemento personal lo forman los

herederos de hecho y en la práctica, la suma de todos ellos no da ni produce en

la eficiencia de los actos jurídicos lo que da, hace y produce la sucesión. Luego se

debe admitir el hecho que pone de manifiesto a diario esta situación, la sucesión es

algo más que la simple suma de los herederos, de ahí que no se pueda dudar de su

personalidad jurídica superior y más eficaz en derecho que el simple conjunto o reunión

de los herederos, sin embargo, no se puede admitir dicha postura en virtud de que para

que exista personalidad jurídica deben de cumplirse ciertas condiciones.33

Borda sostiene que la comunidad hereditaria es una forma de condominio, ha

considerado que ésta es la solución que mejor se compagina con el sistema de la

sucesión en la persona y la transmisión instantánea de los bienes de los herederos,

por lo que el heredero como el condómino, es dueño de una parte ideal de los

bienes de la sucesión.34 El autor menciona que el condominio y la comunidad se

diferencian en los siguientes aspectos: a) El condominio sólo puede recaer sobre cosas,

la comunidad hereditaria lo hace además sobre bienes que no son cosas; b) En el

condominio prevalece la opinión de la mayoría en la administración de la cosa común,

mientras que en el estado de indivisión hereditaria la mayoría no tiene poder de

decisión si no existe unanimidad, y ante el desacuerdo de la minoría se somete la

determinación a lo que considere conveniente el juez; c) La comunidad hereditaria es

forzada, y en consecuencia, independiente de la voluntad de los comuneros, 32 Córdoba, y otros. Op. cit..Pág. 90. 33 Ibid.,Pág.91.

19

además es transitoria; en el condominio no se dan nunca unidos esos dos elementos,

pues o bien es voluntario y por ende esencialmente precario, o bien es forzoso, y

en tal caso no hay posibilidad de división; d) El condominio tiene por objeto servir los

intereses actuales de los titulares, mientras que la comunidad hereditaria tiene un objeto

de liquidación, es decir que el fin está puesto en la utilidad posterior a la partición; e)

La comunidad hereditaria se forma por la muerte del de cujus, en tanto que el

condominio se origina por contrato, por actos de última voluntad o bien en los casos

que la ley designa, esto es cuando existe condominio forzoso. En concreto el

condominio se forma por un acuerdo de voluntades de sus integrantes, lo que no ocurre

en la vinculación de los comuneros; f) El condominio por contrato tiene una duración

de años plazo que puede renovarse, en cambio la comunidad hereditaria no tiene un

período cierto de duración; g) En la administración del condominio la mayoría se

obtiene tomando en cuenta los valores que posee cada condómino, en la comunidad

hereditaria la mayoría se cuenta por personas y no por valores. Por tanto, existen

varias diferencias que llevan a rechazar la idea según la cual la comunidad

hereditaria no sería sino una forma de condominio.35

Se continua con la teoría de la personalidad restringida y en la que Cordóba y Solari,

señalan que esta posición reconoce que, ante ciertas circunstancias específicas existe

personalidad jurídica independiente de la comunidad hereditaria, así es posible

comprobar en la vida jurídica. La indivisión tiene una gran importancia por el creciente

desarrollo de la riqueza y ello coloca en la necesidad de hecho de otorgar una

personalidad restringida a la comunidad hereditaria.36 También expresa Castán que

la doctrina se ha planteado el problema de la naturaleza jurídica de la comunidad

hereditaria en torno a la alternativa entre su inclusión en el tipo romano o germánico.37

El autor menciona que es indudable que el configurar la comunidad hereditaria con

arreglo al tipo de la comunidad, ya sea Romana o Germánica, no resuelve los

34 Borda, Guillermo, Op.cit. Pág.196. 35Ibid.,Pág. 197. 36 Córdoba, y otros. Op. cit..Pág. 90 37 Castán Tobeñas,José. Op.cit. Pág. 242 .

20

problemas que la figura de la comunidad genera en el derecho moderno ya que siempre

tiene mucho de convencional.38 Castán cita a Ferrandis quien a su vez señala lo

siguiente de la comunidad hereditaria: tiene carácter Romano o Germánico, lleva

consigo casi siempre una interpretación forzada de determinados preceptos para

hacer ver que reproducen la ordenación dada según aquellos modelos clásicos. La

esterilidad de la discusión así mantenida, la demuestra el hecho de que han tenido

que formularse muchas teorías mixtas o intermedias e incluso son estas teorías las que

tienden a predominar, aproximándose más o menos la de cada autor a uno u otro de

los tipos históricos. Menciona el autor, que se tienen reseñadas las posiciones

radicales que comparan la comunidad hereditaria a una comunidad por cuotas o bien

en el sentido contrario a una comunidad en mano común y también las llamadas

eclécticas y conciliadoras que a veces adoptan criterios muy razonables.39

Zannoni al referirse a la naturaleza jurídica de la comunidad hereditaria, afirma que

esta figura o unidad patrimonial en el pasado indujo a que se le atribuyera

personalidad al patrimonio hereditario; es decir, a reputar que se estaría frente a

un sujeto de derechos, al que se denomina la sucesión, la cual los herederos solo

administran y representan. Esta idea habría sido tomada de la tradición romanista

que consideraría la herencia yacente como la continuadora de la persona del causante,

de modo que la herencia, la sucesión, mantendría algo así como la personalidad

incorporada del difunto. Se advierte incluso que en el lenguaje forense y hasta en

los propios términos legales se suele aludir a la sucesión con caracteres de un ente que

tiene créditos, deudas, cargas, que es administrado, que vende, que adquiere, etcétera,

en cierto modo esta idea es sugerida por autores modernos. La esfera del difunto

sobrevive transitoriamente a fines de cancelación, el heredero se subroga en el poder

jurídico que tenía el heredado sobre la misma, en cierto modo puede configurárselo

como a un sucesor en las funciones, actúa en nombre propio pero sobre una esfera

ajena. 40 38Loc. cit. 39 Loc. cit.

21

Vladimir Aguilar expresa que, respecto a la naturaleza jurídica de la comunidad

hereditaria, no ofrece verdadera especialidad, y a tal efecto ataca la misma existencia

y substantividad del derecho hereditario en abstracto. Descansa esta doctrina sobre

un supuesto arbitrario, cual es el de considerar la herencia como un objeto único y por

tanto sirviendo de soporte a un derecho hereditario también único, el derecho

hereditario in abstracto no existe, sólo hay derechos que se trasmiten inalterados del

causante al heredero, son los mismos derechos reales o de crédito que aquél ostentaba

y que desde el momento de su muerte pasaron al patrimonio del sucesor. La única

especialidad de estos derechos heredados es que la ley les somete a un régimen

especial y para un exclusivo fin de liquidación, régimen que sólo supone el que los

derechos heredados no entran automáticamente en la reglamentación general del

patrimonio del adquirente para evitar a éste una posible lesión en su propio patrimonio o

en el valor líquido de su cuota hereditaria. Esos derechos hereditarios que

transmitió el causante no pueden sufrir alteración esencial porque existan varios

herederos. En la herencia indivisa no hay comunidad sobre un objeto único, ni

siquiera universal, sino tantas comunidades de bienes como cosas y derechos reales

haya en aquélla, y tantos créditos y obligaciones mancomunadas como derechos y

obligaciones individuales existan; comunidades que no se apartan del tipo de la

comunidad Romana.41

El autor afirma que, en efecto, la única especialidad de las comunidades

hereditarias es la restricción que para el comunero implica la carencia de la facilidad de

disponer de su derecho en cada comunidad, que no podrá ser enajenado, cedido o

hipotecado antes de la partición, como sería posible en otros casos; y esta

especialidad puede ser explicada como una restricción del ejercicio del derecho indiviso

del coheredero, establecida para dejar a salvo el beneficio de indemnidad del

heredero.42

Dentro de los eclécticos, Aguilar afirma que no se trata de propiedad colectiva ni de 40 Zannoni, Eduardo A. Op.cit.. Pág. 502. 41 Aguilar Guerra, Vladimir Osman. Op.cit. Pág. 227.

22

verdadero condominio, sino de una clase especial de comunidad de bienes y derechos

con tres características: Una comunidad forzosa, porque nace con independencia

absoluta de la voluntad de los interesados; universal, porque recae sobre un patrimonio,

y transitoria o incidental, y es así que se puede llegar a la segunda conclusión de

que la comunidad hereditaria no presenta notas extrañas o ajenas a las que

caracterizan a la zur gesamnten Hand Germánica. Reconoce que existen puntos

con la doctrina Romana de esta manera, que la comunidad hereditaria es una

institución híbrida o intermedia que presenta puntos de coincidencia tanto en la

comunidad Romana como en la Germánica. En el régimen interno y en cuanto al goce

de las cosas comunes se rige por las reglas de la proindivisión Romana, de la que

toma también el carácter transitorio y la existencia de cuotas. En el régimen externo,

a efectos de garantía de los acreedores de la herencia y de ejercicio de los poderes

dispositivos, actúan los principios rectores de la zur gesamnten Hand, de la que

asimismo recibe la indeterminación de los derechos eventuales de los coherederos. 43

Concluye el autor que la comunidad hereditaria es una co-titularidad sobre un

patrimonio, sobre una cosa incorporal, la cual la separa del condominio romano y la

aproxima a la comunidad germana y que asimismo existe entre los coherederos una

situación de responsabilidad solidaria, en cuanto al pago de las deudas de la

herencia; solidaridad que es inconcebible en una estricta copropiedad romana. Frente

a los acreedores de la herencia aparecen los coherederos como deudores del todo

concibiéndose la masa hereditaria como un objeto unitario de responsabilidad. En fin

mientras que la zur gesamnten Hand suele tener un cierto carácter de estabilidad de

permanencia, la comunidad hereditaria en cambio se asemeja en este punto a la

romana que es puramente accidental, transitoria e inestable, un mero estado provisorio

que desaparece en el momento en que se opera la partición y adjudicación de los

42Ibid., Pág. 228. 43 Ibid., Pág. 229.

23

bienes relictos.44

Diez Picazo y Gullón explican la naturaleza jurídica de la comunidad hereditaria de la

siguiente manera: “El Código civil, no regula de manera especial la comunidad

hereditaria y solo se preocupa de dictar normas relacionadas con la delación. Esta

incongruencia normativa ha planteado sobre todo en sede teórica, el problema de la

configuración de este tipo de comunidad para tratar de decidir lo puntos concretos

necesitados de regulación, la polémica versa fundamentalmente sobre si lo que está

en comunidad es una unidad global y en este caso, cómo se traduce esta comunidad

sobre la unidad global en relación con cada uno de los concretos bienes hereditarios o

si en cambio más que haber una única comunidad, el sistema se atomiza en una

pluralidad de comunidades, tantos bienes y derechos como compongan la

herencia.”45

Los autores afirman que la polémica ha versado también en torno a si el modelo de

comunidad al que hay que tratar de ajustar la hereditaria es la llamada comunidad

Romana, es decir la comunidad por cuotas partes o es en cambio la de la comunidad

Germánica o comunidad en mano común. La herencia se ha concebido

tradicionalmente como una universitas, unidad abstracta que comprende cosas,

derechos y obligaciones, pero esa unidad abstracta que no es sino un modelo lógico

de conceptuarla pese a su contenido dispar, no es objeto de ningún derecho especial

que tuviese por titular al heredero. La unificación conceptual se produce para aquel

contenido dispar a un mismo régimen jurídico específico, no para crear un objeto sobre

el que pudiera recaer el hipotético derecho del heredero. Sobre la herencia

concebida como unidad el heredero no tiene más que una titularidad y si existe una

pluralidad, esa misma titularidad pertenece a tales herederos en función de las cuotas

que tengan en la misma sucesión. Las cuotas por tanto se proyectan en la titularidad

de la masa hereditaria conceptuada como unidad y no sobre todos y cada uno de los

bienes o derechos que la componen. El coheredero no será titular por ejemplo, por

44 Ibid., Pág. 230. 45 Diez Picazo, Luis y Antonio Gullón. Op.cit. Pág. 693.

24

su cuota de un inmueble que haya en la herencia como un comunero en una

comunidad ordinaria. En cambio sí es titular de una cuota en la titularidad del patrimonio

hereditario y en este concepto la podrá gravar o enajenar y es susceptible de

embargo.46

En relación a este tema Espín desarrolla la naturaleza jurídica de la comunidad

hereditaria de la siguiente manera: El Código Civil, en efecto, se sitúa en torno a la

comunidad hereditaria en el momento de su terminación por la partición, descuidando

la regulación específica de la misma comunidad. La doctrina y jurisprudencia por su

parte, se han enfrentado con la cuestión de la caracterización de tal comunidad carente

de dicha regulación legal planteándose principalmente la alternativa de su inclusión en

la órbita de la comunidad Romana o por cuotas o en la comunidad Germánica o en

mano común destacándose una posición intermedia entre ambos tipos comunitarios con

predominio de elementos de uno o de otro.47 Puig, señala que son muchas y muy

complejas las posiciones doctrinales que han intentado explicar la naturaleza de la

comunidad hereditaria, unas veces las exigencias del sistema, otras el afán de

moverse dentro de un campo especulativo lo más puro posible olvidando el carácter

normativo y la necesidad de mantener una regulación práctica de la figura, otras por el

contrario por aferrarse en exceso al punto de vista meramente legal-positivo de tanto

peso en la dialéctica dan al traste en no pocas ocasiones con una explicación

satisfactoria de la naturaleza jurídica de la comunidad hereditaria.48

La cuestión ya de por sí, expresa el autor, se dificulta más aún cuando, como es

necesario en este caso, hay que traer al campo polémico cuestiones como las que se

centran en las ideas de patrimonio, universitas iuris y derecho hereditario in abstracto.

Analizando diferentes posturas doctrinales y jurisprudenciales respecto a este

interesante y debatido problema de la naturaleza jurídica de la comunidad hereditaria,

desarrollando la tesis de orientación Germanista muy de moda, los autores que

defienden esta posición se apoyan generalmente en la diferenciación técnica entre la 46 Ibid., Pág. 694. 47 Espín Cánovas, Diego. Op.cit. Pág. 88.

25

comunidad de herederos y la copropiedad, son teorizantes de esta orientación, los

que al trazar aquellas diferencias consideran que la comunidad hereditaria tiene por

objeto una universalidad de bienes; esto es el patrimonio del causante concebido en

forma abstracta como unidad, esto da lugar a que el derecho de cada sucesor no lo sea

a una parte determinada de los bienes sino a una parte específica del patrimonio

hereditario concebido como tal unidad. 49

Por su parte Puig, también desarrolla la tesis de la comunidad especial y dice lo

siguiente, han surgido dentro de esta dura polémica doctrinal, posiciones que sitúan

a la comunidad hereditaria en un plano intermedio entre la comunidad por cuotas partes

y la comunidad Germánica. En esta dirección se puede incluir en cierto sentido, la ya

citada posición de Roca Sastre y la tesis preferentemente Germanista de Hernández

Ros también citada. Pero la más floreciente e importante posición al respecto, señala

el autor, es la de García Granero, para quien las notas de la zur gesamntel Hand no

son extrañas a la comunidad hereditaria, la que en ciertos aspectos se parece más al

condominio Romano. 50

El autor afirma que la comunidad hereditaria es una institución híbrida o intermedia, que

presenta puntos de coincidencia, tanto en la comunidad Romana como con la

Germánica. En el régimen interno y en cuanto al goce de las cosas comunes se rige

por las reglas de la proindivisión Romana de la que toma también su carácter transitorio

y la existencia de cuotas. En el régimen externo a efectos de garantía de los

acreedores de la herencia y del ejercicio de los poderes dispositivos, actúan los

principios rectores de la zur gesamntel Hand de la que asimismo recibe la

indeterminación y la in-concreción de los derechos eventuales de los coherederos. Se

aparece por tanto la comunidad hereditaria como una de aquellas formas de que

hablaba Gierke, intermedias entre la zur gesamntel Hand (condominium iuris germanici)

y el Mitegentum (condominium iuris romani). En parecido sentido algunas sentencias

del Tribunal Supremo declaran que la comunidad hereditaria es un tipo especial de 48 Puig Peña, Federico. Op.cit. Pág. 140. 49 Ibid., Pág. 141.

26

comunidad, comprendido dentro del marco general de la comunidad de bienes que

regula el título III del libro II del Código Civil Español, pero que tiene características

propias y un principio de régimen orgánico que la distingue en una categoría jurídica

intermedia entre el condominio ordinario y la persona moral.51

Para concluir el tema de la naturaleza jurídica Puig, en sus consideraciones finales

menciona lo siguiente: “tanto las tesis Germanistas como las romanistas pecan de

una confirmación doctrinal que las hace poco flexibles y adecuables a una institución

tan compleja como la comunidad hereditaria.”52

Es indudable que abundan razones para sostener una u otra postura doctrinal y que

no pueden menospreciarse aquéllas que se pronuncian por la adscripción de la

institución al tipo de comunidad Germánica o en mancomún, pero también es

indudable como piensan otros autores, quienes señalan que la configuración de la

comunidad hereditaria con arreglo a uno u otro tipo no resuelve de un modo acabado

los problemas que la comunidad hereditaria presenta en el Derecho moderno y que

además dichos tipos configurados tienen mucho de convencionales.

El autor al mencionar a Ferrandis, quien señala que atribuir a la comunidad actual

carácter Romano o Germánico lleva consigo casi siempre una interpretación forzada de

determinados preceptos, para hacer ver que reproducen la ordenación dada según

aquellos modelos clásicos, esto no han podido evitarlo ni siquiera los autores que

atribuyen a la institución una naturaleza mixta o intermedia, postura por otra parte que

constituye en algunas ocasiones, fáciles expedientes de solución no muy arraigados ni

engarzados en las doctrinas fundamentales.53

Continua Puig señalando que, por otra parte, no parece seriamente fundada, no ya en

el Derecho positivo, sino tampoco en el puro campo especulativo la posición de los

50Ibid.,Pág. 144. 51 Ibid.,Pág. 145. 52 Loc. cit. 53 Ibid., Pág. 148.

27

que intentan ver en la comunidad hereditaria una persona jurídica. Las notas de

incidentalidad y transitoriedad de la comunidad hereditaria bastan aparte de las

declaraciones del Derecho positivo para tirar por tierra esta concepción. Irónicamente

Ferrara, en su Teoría de las personas jurídicas, traducción española de 1929, la

combate diciendo que un soplo de viento que uniese dos granos, dos graneros

vecinos o el acuerdo de dos amigos que por economía, se suscriben juntos a un

periódico, harían surgir otras tantas personas jurídicas, con ello se quiere aludir a la

ausencia de cohesión interna de affectio societatis, que normalmente se produce en la

comunidad hereditaria.54

Así continua el autor, más técnica parece la teoría de la indeterminación del sujeto,

defendida magistralmente por Federico de Castro, pero se le puede hacer una

objeción fundamental, la comunidad hereditaria no es en todas la dimensiones una

situación de pendencia ya que los coherederos pueden hacer valer desde el momento

de su entrada en la comunidad, sus respectivos derechos ejercitándolos y

defendiéndolos, en definitiva es preciso recurrir a muchas instituciones de distinta

naturaleza para resolver en la práctica la múltiple problemática que ofrece la comunidad

hereditaria, por el simple hecho de que es una comunidad especialísima que rompe el

marco general de la comunidad de bienes, todo ello sin perder de vista como último

horizonte orientador los principios del Romanismo de tanto arraigo en el sistema

comunitario Español. 55

De acuerdo a la investigación, cuando se habla de la naturaleza de la comunidad

hereditaria, existen muchas y variadas teorías, entre las que puede mencionarse

aquellas que sostienen que la comunidad hereditaria tiene personalidad jurídica,

independiente y distinta de los herederos, y otras que propugnan por estimar que la

comunidad hereditaria es una forma de condominio, señalando los puntos de contacto,

así como sus diferencias. Existen los autores que hablan de su inclusión en el tipo

Romano o Germánico, siendo estas radicalmente una comunidad por cuotas o de mano

54 Ibid., Pág. 149. 55Ibid.,Pág. 150.

28

común, se han formulado muchas teorías mixtas o intermedias, que predominan,

denominándose eclécticas o conciliadoras con criterios muy razonables, éstos afirman

que la comunidad hereditaria es una co-titularidad sobre un patrimonio, sobre cosas

incorpóreas, la que la separa del condominio romano y lo aproxima a la comunidad

germana, ya que entre los coherederos, existe una situación de responsabilidad

solidaria. En cuanto al pago de las deudas de la herencia esta solidaridad no es

aceptable en la estricta copropiedad romana. Frente a los acreedores de la herencia

aparecen los coherederos, como deudores del todo, y se concibe a la masa hereditaria,

como un objeto unitario de responsabilidad, mientras que la comunidad alemana

tiene un cierto carácter de estabilidad, de permanencia; en caso contrario la

comunidad hereditaria, se parece a la Romana, es decir, accidental, transitoria e

inestable, estado que desaparece en el momento de la partición y la adjudicación de los

bienes relictos. Es opinión del investigador que la figura de la comunidad hereditaria

es definitivamente de naturaleza intermedia, ecléctica o mixta ya que la comunidad

tiene características muy particulares y propias que acarrea tanto de la doctrina

Romana como la Alemana, y que la eficacia de la misma en el derecho positivo radica

fundamentalmente en la comprensión de los legisladores en entender el momento en

que nace, el tiempo que dura la misma y las relaciones que se dan con los comuneros

o coherederos, entre ellos y frente a terceros.

4.- CARACTERÍSTICAS.

Es importante para la comprensión de la figura de la comunidad hereditaria conocer

los elementos que, a raíz de la investigación, los diferentes autores desarrollan. En

ese orden de ideas, Castán menciona que son propias de la comunidad

hereditaria las siguientes: a) Universal, en cuanto recae sobre la unidad patrimonial,

constituída por la herencia, no sobre los singulares bienes y derechos. b) Forzosa,

por cuanto nace con independencia absoluta de la voluntad de los interesados, por el

simple hecho de la concurrencia de varios herederos en una misma sucesión; c)

Transitoria o incidental que no se constituye por la ley para durar, sino para disolverse

29

por la partición, que puede ser pedida por todo coheredero en cualquier momento.56

A su vez Puig menciona las mismas características que Castán, con la salvedad

que en relación a esta, afirma que ningún coheredero está obligado a permanecer

indefinidamente ni a largos plazos en la indivisión, y al referirse a la característica

incidental señala que la aceptación de la herencia no implica convenio de comunidad

entre los herederos, los cuales aceptan la delación a su favor de la única manera que

saben hacerlo.57

Puig también señala las siguientes características: 1a Que exista el llamamiento

sucesorio de dos o más personas; 2a Que esas personas sean llamadas a una

misma herencia o a una misma porción de ella; 3a Que dichas personas no se les

asigne parte especial en la sucesión o en la porción de la misma a que han sido

llamadas conjuntamente, pero este requisito es discutido por algunos autores; 4a Que

se haya producido la aceptación de la sucesoria antes de la aceptación, habrá una

comunidad in fieri pero no una comunidad hereditaria en sentido técnico. Además,

señala que la legislación Española, no contempla ningún concepto de la comunidad

hereditaria en sí y por ende tampoco ninguna característica de la figura de la

comunidad hereditaria.58

5.- SUJETOS DE LA COMUNIDAD HEREDITARIA:

Al profundizar en la elaboración de esta investigación, autores doctrinarios se

refieren a quienes conforman la comunidad hereditaria de la siguiente manera: Aguilar, se refiere a los sujetos de la comunidad hereditaria y dice que son partícipes

de la misma, todos los sucesores llamados a una parte alícuota de la herencia y ello

tanto si son herederos como legatarios pues también son comuneros los legatarios de

parte alícuota, salvo que su derecho sea pars valoris y pueda satisfacerse tanto en

bienes hereditarios como en dinero extra-herencial, sin embargo, no son partícipes 56 Castán Tobeñas, José. Op. cit. Pág. 242. 57 Puig Brutau, José. Op. cit. Pág. 372.

30

lo herederos ex re certa, ni aquellos a los que el causante adjudicó bienes concretos

en pago de su cuota, ya que su derecho recae sobre bienes determinados.59 De

acuerdo a este tema, Puig se refiere a los sujetos o partícipes en la comunidad, y

dice que son los herederos y sus cesionarios, es decir los que adquieren por cualquier

título de la cuota que a cada uno de ellos corresponde en la totalidad del derecho

hereditario.60

Mientras que, Diez Picazo y Gullón, expresan lo siguiente en relación al tema: a) La

comunidad hereditaria está formada por todos los herederos, cualquiera que sea su

título (testamentario o legal); b) Hay comunidad también cuando concurren herederos

cuyo llamamiento y condiciones de suceder son distintos, llamamiento sujeto a

condición suspensiva o resolutoria, a plazos etc; c) Además son co-partícipes de la

herencia los legatarios de parte alícuota, si bien ocupan dentro de la comunidad una

posición especial, pues no responden de las deudas hereditarias como los herederos, y

su derecho se hará efectivo sobre el activo líquido de la sucesión; d) Por último se tiene

al cónyuge viudo, cuya cualidad de partícipe es afirmada por la jurisprudencia, bien

porque el Código Civil le llama heredero forzoso, bien porque es un legatario de parte

alícuota, en usufructo recayente sobre la herencia.61 los autores al desarrollar el

tema clasifican a los sujetos de la comunidad hereditaria en elementos personales,

reales y formales y explican que los elementos personales de la comunidad hereditaria,

son los coherederos. Ahora bien, la condición de estos puede venir determinada por

testamento, por ley, y a un mismo tiempo por el testamento y por la ley.62

Así como antes se señaló, puede haber comunidad entre herederos testamentarios,

entre legítimos y entre testamentarios y legítimos. Y así cuestiones ampliamente

debatidas en la doctrina son las relativas a si pueden formar parte de la comunidad

hereditaria el cónyuge viudo, respecto a la herencia del premuerto, y el legatario de

58 Puig Peña, Federico. Op. cit. Págs. 136 y 137. 59 Aguilar Guerra, Vladimir Osman. Op.cit. Pág. 232. 60 Puig Brutau, José. Op.cit. Pág. 376. 61 Diez Picazo, Luis y Antonio Gullón. Op.cit. Pág. 695. 62 Loc. cit.

31

parte alícuota. ¿Es heredero el cónyuge viudo? Algunos autores responden

afirmativamente como Sánchez, Román, y Bonet. Basándose en los términos en que

está redactado el artículo 807 del Código Civil Español, en esta misma dirección se han

declarado en ocasiones el Tribunal Supremo de Sentencias de fecha 16 noviembre

1929, y 26 marzo 1940, y la Dirección General de los Registros y del Notariado, con

Resoluciones del 30 abril 1906 y el 6 noviembre de 1912. Sin embargo, esto es

absolutamente inadmisible ya que el cónyuge viudo sólo tiene en la herencia derecho a

una cuota de usufructo. En definitiva el cónyuge viudo no puede formar parte de la

comunidad hereditaria ya que ésta sólo se produce entre sucesores a título universal y

aquel es sucesor a título singular.63 El autor Asprón Pelayo, aborda el tema afirmando

que las personas esenciales en todo procedimiento sucesorio, son el que transmite y

los que adquieren, siendo la persona que transmite el autor de la herencia, el de cujus,

el causante es el sujeto que falleció y las personas que adquieren a título universal,

reciben el nombre de herederos, son adquirentes a título universal y el conjunto de

bienes que eran del de cujus, forman una universalidad de derecho una unidad o sea la

masa hereditaria.64

La legislación guatemalteca en el Código Civil, artículos 919 y 920, se refiere a los

herederos y legatarios y define la calidad de ellos y su responsabilidad, pero no en

relación con la comunidad hereditaria, por el contrario la legislación de Nicaragua

muestra la comunidad de bienes, en sus artículos 1692 en adelante, en los que se

refieren a los integrantes de la comunidad hereditaria como comuneros y desarrolla la

figura mostrando un avance a ese respecto. Las legislaciones de Centro América,

México, Argentina y España, no mencionan en sus legislaciones nada en relación a los

sujetos de la comunidad hereditaria, menos un concepto en sí. Solamente mencionan

las figuras de coherederos o comuneros, herederos y legatarios, términos a los que se

refieren en sus respectivas regulaciones.

63 Ibid.,Pág. 697. 64 Asprón Pelayo, Juan Manuel. Sucesiones, México, Editorial Mc, Graw-hill, Interamericana, Editores, S.A de C. V., 3a

Edición, Pág. 6.

32

6.- OBJETO DE LA COMUNIDAD HEREDITARIA.

En la doctrina el autor guatemalteco Aguilar afirma: “Que forman parte del objeto

de la comunidad hereditaria todos los bienes y derechos hereditarios, excepto aquellos

en que el causante haya dispuesto a título particular incluidos los créditos, pues éstos

no se dividen automáticamente entre los partícipes, recayendo la comunidad hereditaria

sobre los incrementos que hayan sufrido tales bienes o derechos por accesión o

incorporación y sobre los frutos y rentas generadas.”65

Estas también se aplican, afirma el autor, a la comunidad hereditaria, el principio de la

subrogación real en el sentido que ingresarán en la masa común aquellos bienes que

sustituyan a los que la conformaban, por su parte las deudas generadas por la

administración y mejora de los bienes durante el período de indivisión constituyen el

pasivo de la comunidad. En definitiva la comunidad hereditaria recae sobre los bienes

y derechos hereditarios, consistiendo en un régimen especial de administración, uso,

disfrute y disposición de los mismos, estos bienes son el centro de imputación de la

responsabilidad por las deudas del causante, pero quienes responden son los

coherederos siendo su responsabilidad solidaria cuando se lleva a cabo la participación

sin haber realizado previamente el pago de las deudas. 66

También Castán, al referirse a la aplicación del objeto en la comunidad afirma que

esta se manifiesta, únicamente a los bienes y derechos reales que formasen parte de la

masa hereditaria, no a los créditos y deudas ya que estaba establecido que éstos,

desde la apertura de la sucesión quedaban divididos de pleno derecho entre los

coherederos en proporción a sus respectivas cuotas hereditarias. Pasó este principio

Francés e Italiano, aunque con límites y excepciones que lo reducen a una formulación

legal casi meramente teórica. Por el contrario, las legislaciones Germánicas, Códigos

Austríaco, Alemán y Suizo, han establecido la regla de responsabilidad solidaria entre

los coherederos, que demuestra que no hay división de pleno derecho de créditos y

65 Aguilar Guerra, Vladimir Osman. Op.cit. Pág. 245. 66 Loc.cit.

33

deudas y que estos elementos forman parte del objeto y contenidos de la comunidad

hereditaria. Y este mismo es el sistema del Código Civil Español, que en su artículo

659, comprende dentro de la herencia todos los bienes derechos y obligaciones de una

persona que no se extingan por su muerte y el 1084 está basado en el principio de

responsabilidad solidaria de los herederos.67

Por su parte Diez Picazo y Gullón, mencionan el objeto de la comunidad hereditaria

de la siguiente manera: “Es la herencia, compuesta por todos los bienes y derechos y

obligaciones que no se hayan extinguido por la muerte de la persona, en cuanto a los

bienes, hay que entender incluidos tanto los bienes materiales como los inmateriales, se

excluyen aquellos bienes de los cuales el causante haya dispuesto a título particular

legado, de una cosa específica y determinada propia del testador que pasan

directamente del causante al legatario, lo mismo si el legado es a favor de un

extraño, que si queda dispuesto a favor de alguno de los herederos.” Aunque no lo dice

el Código Civil, se deduce de la naturaleza misma de la disposición y lo señala el

artículo 219 de la Compilación de Cataluña.68

Afirman los autores que de la comunidad hereditaria forman parte, los incrementos,

accesiones, rentas y frutos de los bienes de la herencia producidos antes o después de

la apertura de ésta. A la masa común se añadirán los bienes o valores que aporten los

herederos obligados a colacionar, cuando la colación se realice in natura y las

cantidades o bienes que se obtengan por la reducción de donaciones inoficiosas de la

comunidad, forman parte los créditos. En la comunidad hereditaria se incluye también

el pasivo constituido por las deudas respecto de las cuales rige el mismo principio

señalado en el apartado anterior. 69

Se establece a raíz de la investigación, que el objeto de la comunidad hereditaria es

mantener todos los bienes, derechos y obligaciones del causante juntos, así como la

relación entre sus herederos a efecto de que en el menor tiempo posible se lleve a cabo 67 Castán Tobeñas, José. Op. cit. Pág. 245. 68 Diez Picazo, Luis y Antonio Gullón. Op. cit.. Pág. 695.

34

la extinción de esta figura por medio de la partición. Se pudo observar que la legislación

guatemalteca no regula el objeto de la comunidad hereditaria, tampoco ninguna

legislación de Centro América, ni las de Argentina, México y España, pero todas

regulan la partición y la contemplan como la única manera de extinguir la situación que

se da entre la pluralidad de herederos, y su relación con la masa hereditaria,

derechos y obligaciones del causante.

7.- LA MASA HEREDITARIA.

Córdoba acertadamente explica el concepto de masa hereditaria y distingue ciertos

términos para evitar confusiones y señala que es importante por ejemplo, no confundir

el vocablo patrimonio con el de herencia, continúa afirmando que los objetos materiales

susceptibles de valor pecuniario se llaman cosas y los objetos inmateriales que tienen

valor se llaman bienes, el conjunto de los bienes de una persona constituye su

patrimonio.70

Continua el autor, afirmando que la herencia en cambio tiene un contenido más

restringido que el patrimonio, pues no todo lo que constituye el patrimonio del

causante se transmite a sus herederos, en virtud de que hay ciertos derechos y

obligaciones que son intransmisibles, pues bien la herencia se compone por aquella

parte del patrimonio del causante transmisible por causa de muerte y ésta constituye la

masa hereditaria, que no es sino el conjunto de derechos activos y pasivos que el

causante transmite a sus herederos. 71

Este concepto de masa hereditaria no debe ser confundido con la masa indivisa

expresa el autor ya que afirma: “Que se forma restando a la masa hereditaria los

créditos y las deudas los cuales se dividen de pleno derecho a la muerte del causante

y por lo tanto no integran la masa indivisa”72 Asimismo Borda, al referirse al

69 Ibid.,Pág. 696. 70 Córdoba, y otros. Op. cit. Pág. 89 71 Loc. cit. 72 Loc. cit.

35

concepto de masa hereditaria señala que es el conjunto de los bienes que dejó el

causante al fallecer y que pasan a sus herederos y en ella están comprendidos todos

los derechos susceptibles de transmisión pero no todo el patrimonio del causante

pues hay muchos derechos patrimoniales que no pasan a los herederos y menciona

que en este concepto amplio de masa hereditaria deben de distinguirse los siguientes

aspectos: a) Masa hereditaria propiamente dicha, está formada por todos los bienes y

derechos transmitidos por el causante, con excepción de los créditos, que se dividen de

pleno derecho entre los coherederos al instante mismo del fallecimiento de modo que

no hay indivisión respecto de ellos, integran también esta masa, los frutos y productos

devengados con posterioridad al fallecimiento y hasta la partición, es la aplicación de la

máxima romana fructus auges haereditatem; b) Masa que se forma para determinar la

porción de cada heredero.73

También Córdoba se expresa de la siguiente manera: “Masa hereditaria es el

conjunto de los bienes que dejó el causante al fallecer que pasan a sus herederos,

están comprendidos en ella todos los derechos patrimoniales susceptibles de

transmisión mortis causa pero no todo el patrimonio del causante pues hay numerosos

derechos patrimoniales que no pasan a los herederos. Desde este concepto amplio de

masa hereditaria debe distinguirse las siguientes; a) Masa hereditaria propiamente

dicha, formada por los bienes y derechos transmitidos por el causante, con excepción

de los créditos que se dividen de pleno derecho en el instante mismo del fallecimiento,

de modo que no hay indivisión respecto de ellos. Integran también esta masa, los frutos

y productos devengados con posterioridad al fallecimiento y hasta la partición, es la

aplicación de la máxima Romana fructus auget haereditatem; b) Masa que se forma

para determinar la porción de cada heredero. Para formar la porción de cada heredero

debe tomarse en cuenta, no solo los bienes dejados por el causante a su muerte sino

también los que los herederos hayan recibido en vida de aquél, estos no forman parte

de la sucesión como que habían salido del patrimonio del de cujus antes de su

muerte, pero deben ser considerados al formar las hijuelas. El Código Civil, solamente

hace referencia de la masa hereditaria en su artículo 1105 al señalar que cuando una

73 Borda, Guillermo. Op. cit. Pág. 194.

36

persona fallece se pagarán sus deudas, el resto es masa hereditaria, distribuida entre

los que tienen derecho a ella.”74

El autor guatemalteco Matta menciona a Guillermo Cabanellas afirmando que la

masa hereditaria es la universalidad de los bienes sucesorios de la persona de quien se

trate y que se integra no sólo con los bienes que se encontraban en poder del causante

en el instante de su muerte, sino algunos que entonces habían dejado de pertenecerle

y otros que todavía no tenía en realidad, al menos en su esfera patrimonial. El autor

menciona el Código Civil Guatemalteco que señala que de los bienes que deja una

persona a su fallecimiento se pagarán sus deudas, el resto es masa hereditaria

distribuida entre los que tienen derecho a ella y el autor también señala que la masa

hereditaria debe formarla el partidor reuniendo las cosas existentes, los créditos, tanto

de extraños como de los mismos herederos a favor de la sucesión y lo que cada uno

de estos deba colacionar a tal herencia.75 La figura de la masa hereditaria en sí no

es tan sencilla ya que puede resultar complicada al momento de tratar de definir los

límites de la misma, así como las situaciones que pueden variar el conjunto de la masa

hereditaria, porque a veces no todo lo que está dentro de la misma se puede entregar

en su totalidad, ni en forma inmediata ya que hay actores que figuran dentro y fuera

de los intereses de la masa hereditaria, acreedores y deudores del causante o de

cada uno de los coherederos. En opinión del investigador la masa hereditaria es el

conjunto de bienes que el causante deja al momento de su fallecimiento y que se

conforma, con los bienes existentes, los créditos, de terceros y de los coherederos

frente a la masa hereditaria.

CAPÍTULO II

1.- LAS RELACIONES INTERNAS Y EXTERNAS DE LA COMUNIDAD

HEREDITARIA. 74 Córdoba, y otros. Op. cit. Pág. 90. 75 Matta Consuegra, Daniel. Derecho sucesorio y registral Guatemalteco, Guatemala, Ediciones Mayté 2001, 2a edición, Pág

73.

37

Existen un serie de relaciones generadas durante el tiempo que los herederos se

mantienen en comunidad las cuales se dan entre ellos y frente a terceros por eso es tan

importante comprender estas situaciones y relaciones, para poder preveer y

solucionarlas dentro del ordenamiento jurídico de cada país.

El autor Zannoni explica y da ejemplos de una serie de situaciones que se pueden

generar dentro de las relaciones de la comunidad hereditaria y fuera de ella y

menciona que el condominio se constituye en cuanto los copropietarios de la cosa

puedan oponer frente a terceros la co-titularidad indivisa del derecho real de dominio

sobre ella. Si se trata de inmuebles cuyo dominio se opone a tercero mediante el

registro de bienes cuyo dominio se constituye mediante ese registro, como es el caso

de los automotores, un ejemplo permitirá entender mejor esta situación. Si un

propietario único de un inmueble cede a un tercero una parte indivisa del dominio

mediante contrato, se da aquí una de las formas de constituir el condominio, que en el

caso, supondría el ejercicio real de propiedad, pues bien el condominio se constituye en

escritura pública, pero la transmisión y recíproca adquisición de la parte indivisa

respecto del tercero solo se entenderá perfeccionada mediante la inscripción de los

respectivos títulos en los registros inmobiliarios de la jurisdicción correspondiente, es

decir que mientras no exista la inscripción en el registro no se habrá perfeccionado ante

terceros, el derecho real de condominio, en otras palabras, la co-titularidad del dominio

de la parte indivisa que a cada condómino pudiera corresponder, sólo podría tener

efecto entre las partes, es decir entre los otorgantes del acto respecto de terceros el

primitivo único del dominio continua siendo tal y el adquirente de la parte indivisa por

contrato no podría oponer válidamente la adquisición de ella. El autor menciona los

artículos 2675, 2515 y el artículo 1184 inciso 1 del Código Civil de la legislación

Argentina, relacionados con el tema expuesto. 76

Continua el autor Zannoni y afirma de qué ocurriría si el titular registral del bien a

despecho de la cesión de una parte indivisa, transmitiese la totalidad del dominio sobre

76 Zannoni, Eduardo A. Op.cit. Pág. 508

38

la cosa a un tercero. Sin duda la transmisión es totalmente válida porque el condómino,

cuyo derecho no fue inscrito, no podría oponer su cuota indivisa y atacar la enajenación

de la totalidad de la cosa. A pesar de lo cual podría invocarse normas en la legislación

Argentina, artículos 2682 o 3270 del código civil, se opusiese entre las partes la

existencia de la comunidad emergente, del contrato en el que se constituyó el

condominio no inscrito.77

Al desarrollar el tema el autor, se refiere a Barbero y el ejemplo sirve para formular la

distinción que hace la doctrina entre relación en comunidad y relación de comunidad.

La primera es la relación que frente a terceros permite investir la co-titularidad de un

derecho frente a un objeto único; la segunda es la relación que media entre los

cotitulares del derecho sobre tal objeto; y afirma que si es verdad que la segunda

relación del ejemplo está determinada por la naturaleza jurídica de la primera, pero

podría ocurrir perfectamente como en el ejemplo recién propuesto que, existiendo

relación de comunidad, entre el titular del y el adquirente por contrato de una parte

indivisa, esa relación no trascendiera ante terceros como relación en comunidad

oponible erga omnes, porque la adquisición de esa parte, no se inscribió como lo

ordena el artículo 2502 del Código civil Argentino. Al hablar de la doctrina Germana,

Eduardo Zannoni menciona a Hedemann y éste principalmente distingue estos

dos modos de ser de las relaciones de comunidad, aludiendo a las relaciones externas

e internas, las primeras tienden sustancialmente a afianzar la unidad del derecho frente

a la pluralidad de titulares ante todo tercero, para quien la relación de comunidad se

presenta como relación única.78

Continua el autor, citando la doctrina Alemana y distingue claramente entre comunidad

de derechos por cuotas, de la titularidad de derecho parcial, titularidad en mano común

zur gesamnten hand y titularidad solidaria. La titularidad de derecho parcial se da

cuando existe pluralidad de sujetos de una relación divisible o de un derecho divisible o

sea en los casos en que las facultades que implica el derecho pueden ser ejercidas en

77Ibid., Pág. 509. 78 Ibid., Pág. 510.

39

una fracción, como en el caso de los créditos divisibles y menciona que no se trata

pues de un derecho único con pluralidad de sujetos sino de un derecho que se

descompone o puede descomponerse en varios derechos y obligaciones parciales. La

titularidad en mano común no atiende a la división de cuotas o alícuotas ya que los

cotitulares solo en común para ejercer y en particular para disponer del derecho. Esta

titularidad ha sido consagrada por el Código Civil Alemán, respecto de la comunidad

hereditaria. La titularidad solidaria finalmente supone la concepción del derecho u

obligación únicos, pero cuya satisfacción o prestación en su caso, solo puede

realizarse de una sola vez aunque el derecho o la relación fuesen divisibles.79 El autor

Biagio Brugi trata el tema de la siguiente manera: las diversas relaciones jurídicas

entre coherederos, a primera vista semejan relaciones dispares entre sí, no obstante las

une un vínculo íntimo y puede decirse que se explican por un principio único, el de la

sucesión universal. Cuando muchos herederos participan en la herencia, cada uno de

ellos, es jurídicamente como un solo heredero, pero la concurrencia hace necesarias las

partes, que deben guardar la proporción exigida por el testamento o por la ley.

Algunas de sus reglas parecen nacidas del Código, pues son en verdad consecuencias

de la lógica jurídica, por ejemplo que tenga lugar el derecho de acrecer, que cada

heredero colacione cuanto haya recibido del difunto. No obstante es la voluntad del

testador, al que se atribuye cierto carácter de soberanía que puede moderar esas

consecuencias lógicas, que la ley debe respetar, cuando falta una voluntad contraria al

testador.80 El autor De Cossío en relación al tema expresa lo siguiente: “ El heredero

con la herencia, no adquiere más derechos que los que el causante tenía, limitándose a

substituirle subjetivamente en todas las relaciones jurídicas de que era titular. Esto

que aparece claro en el caso del heredero único, no lo es menos en el de pluralidad de

herederos, lo que ocurre en este segundo supuesto, es que en tanto que la partición no

se lleve a cabo, se produce una comunidad en la titularidad donde la cualidad de

comunero se identifica con la condición de heredero.”81

2.- PLURALIDAD DE HEREDEROS. 79Ibid., Pág. 511. 80 Brugi, Biagio. Instituciones de derecho civil, México, Editorial Unión Tipográfica, Hispano Americana, 1946, Pág. 581.

40

En la doctrina Santiago C. Fassi afirma que la pluralidad de herederos se da, si se

instituye a más de una persona. También es decisiva la voluntad del causante para

que cada una de ellas envista la calidad de heredero, basta que los constituidos

además de compartir la herencia, pueden eventualmente extender su llamamiento a

toda la universalidad mediante el derecho de acrecer.82 Biagio Brugi explica que

cuando el difunto deja varios herederos, cada uno de ellos es propietario y poseedor de

su cuota pro indiviso y así nace una comunidad entre ellos y menciona que todas las

comunidades provocan tal pugna de intereses que no podrían durar sin graves litigios,

de ahí el principio general de que todo comunero puede pedir la disolución de la

comunidad.83

El autor y maestro Rojina Villegas desarrolla el tema de la siguiente forma: “ la

continuidad de las relaciones patrimoniales, activas y pasivas a través del heredero, no

se rompe porque se instituyan diversos herederos o legatarios, si el heredero es único

continúa el patrimonio en su totalidad; si se instituyen varios, como reciben partes

alícuotas del activo y pasivo, tampoco se rompe esta continuidad en las relaciones

patrimoniales, porque para los efectos jurídicos, existe el patrimonio común del cual los

herederos son copropietarios y aunque la sucesión no tenga personalidad jurídica, la

universalidad no se desintegra hasta que no se cubran las deudas de la herencia, de

manera que mantiene su unidad para este efecto el de la continuidad de las relaciones

patrimoniales.”84 Mario Armero al hablar de la pluralidad de herederos lo hace así:

“Cuando la herencia está atribuida a varios herederos, cada uno de ellos tiene un

derecho que recae sobre la totalidad del caudal hereditario, como patrimonio no

liquidado y dividido y para determinar sus derechos y las cargas y obligaciones que le

afecten, es necesario transformar su titularidad sobre la unidad indivisa de la herencia,

en titularidades concretas sobre elementos determinados, lo que se consigue mediante

la llamada operación de partición de la herencia, acto de gran complejidad en que

81 De Cossío y Corral, Alfonso. Instituciones de derecho hipotecario, España, Editorial Bosch, 1956, 2a Edición, Pág. 296. 82 Fassi, Santiago. Tratado de los testamentos, Argentina, Editorial Perrot, Pág. 411. 83 Brugi,Biagio. Op.cit. Pág. 584. 84 Rojina Villegas, Rafael. Derecho civil, México, Editorial El Nacional, 1942, Pág. 30.

41

tienen que ponerse a contribución y examen todas las normas reguladoras de la

sucesión mortis causa.”85 Biondo afirma que si varias personas son instituidas ex

certa re, la aplicación del principio según el cual la mención de la certa res se considera

pro non scripta, lleva la lógica conclusión de que todos los herederos se consideran

instituidos pura y simplemente y en su calidad de heres sine parte, se dividen la

herencia, como si en la disposición no se contuviera ninguna mención de la certa res.

De esta conclusión que propuso Sabino y que los juristas posteriores calificaron de

expeditissima, deriva que en la división la certa res, asignada por el testador a uno,

podía adjudicarse al otro.86

Pudo establecerse a raíz de la investigación que la legislación guatemalteca, sí regula

la pluralidad de herederos, en relación a los siguientes temas: A la distribución de

cuotas; a la igualdad de las mismas; a los derechos de los acreedores y sus

relaciones con ellos; así como el derecho de acrecer de los herederos. De esa

misma forma las legislaciones centroamericanas, manejan de la misma manera la

regulación de la pluralidad de herederos con excepción de Costa Rica que es la que

menos desarrolla el tema, solamente habla de herederos y legatarios y las situaciones

que se puedan dar en relación a la sucesión. La legislación de México, tanto en el

Distrito Federal, como en la Legislación Federativa, contemplan la regulación de la

pluralidad de herederos, así como legatarios y legados y todo lo referente a los

albaceas. A su vez la legislación Argentina y Española, regulan la pluralidad de los

herederos y la aceptación o repudiación de la herencia ya sea condicional o bajo

reserva, estas legislaciones también contemplan el derecho de acrecer de los

herederos y las circunstancias en la que se da esta situación, cabe mencionar que

estos dos países, profundizan bastante sobre la pluralidad de herederos, objeto de

esta investigación y estudio.

2.1.- DERECHO DE LOS PARTÍCIPES.

85 Armero Delgado, Mario. Testamentos y particiones, tomo I, España, Editorial Reuss, 1951, Pág. 59. 86 Biandi, Biondi. Sucesión testamentaria y donación, España, Editorial Bosch, 1960, 2a Edición, Pág. 238.

42

Para entender este tema durante la investigación fue necesario acudir a la doctrina y

autores como José Castán que al adoptar el mismo criterio del condominio o

copropiedad en el estudio de la comunidad, hacen referencia a otros autores, como el

caso de Ferrandis al señalar que se podían distinguir los derechos de los comuneros en

relación con la herencia indivisa, y los derechos de los mismos en relación a su porción

o cuota. De acuerdo con Ferrandis, afirma que los del primer grupo son coherederos

como miembros de una comunidad universal, presididos por el principio de la

subordinación, quedando sus facultades limitadas por el derecho de los demás

miembros y en el segundo caso les corresponde como herederos

independientemente y en este sentido precedidos por el principio de autonomía.87

Acá también se encuentra señala Castán, el derecho de los coherederos sobre la

herencia indivisa, se rigen estas facultades en principio y salvo que no se hayan

acordado por el testador o por contrato entre los partícipes normas especiales a las

normas generales de la comunidad de bienes.88

Prosigue este autor y sostiene que en cuanto al ejercicio de acciones, es

jurisprudencia del Tribunal Supremo que cualquiera de los coherederos puede ejercitar

en beneficio de la masa común hereditaria las acciones que corresponderían al

causante, quedando al hacerlo, sometido a las reglas de la comunidad hereditaria.

También se refiere a los derechos de los coherederos sobre la propia cuota, facultades

de aseguramiento de la futura efectividad del derecho. Anotación preventiva del

derecho hereditario, aparte de la garantía de naturaleza procesal que supone la

posibilidad de promover los juicios de testamentaría o abintestato, la medida precautoria

más importante que tiene a su favor el titular del derecho hereditario abstracto está

representada por su derecho a obtener la protección del Registro de la Propiedad.

Castán se refiere a la doctrina de la Dirección General de los Registros y el

reglamento hipotecario de 1905 en su artículo 71, admitieron el acceso del derecho

hereditario indiviso al Registro de la Propiedad en forma de inscripción, mas la

87 Castán Tobeñas, José. Op. cit. Pág. 246. 88 Ibid., Pág. 247.

43

reforma hipotecaria de 1944-46, ha modificado el régimen registral del derecho de los

coherederos, el cual ya sólo puede ser objeto de anotación preventiva.89

Al referirse, Castán a las facultades de disposición sobre la cuota, señala que si

bien el coheredero, no puede transmitir o ceder derecho alguno, sobre ningún bien

determinado de la herencia al respecto remite a la siguiente afirmación, se admite sin

embargo, que al igual que en el Derecho alemán, puede el coheredero, contraer

obligaciones que afecten su participación en un objeto singular del caudal relicto.90

El autor hace referencia a Roca y menciona que este afirma que el negocio es

distinto que la obligación y que la compraventa de cosas ajena es válida como tal en

su sistema. Cabe afirmar que un coheredero puede obligarse respecto a un bien

hereditario singular o a una cuota indivisa del mismo.91

Las obligaciones que en consecuencia contraigan todos los coherederos son también

propias de todos por más que en la duda no se estiman deudas solidarias pues la

solidaridad no se presume.92 Continúa afirmando Castán que dentro de las normas

que regulan la comunidad en general, consagra la facultad de disposición que tiene el

comunero y también la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha consagrado

reiteradamente estas facultades dispositivas, las sentencias tienen declarado que el

heredero puede disponer, antes de que se practique la división de la parte ideal o

indeterminada que le pertenezca en la herencia, no de la que pueda corresponderle

sobre bienes concretos y determinados de la misma ya que mientras no se practique la

división no puede saberse qué bienes corresponderán a cada heredero. Para la

enajenación de bienes determinados o de una parte cualquiera de ellos se requiere el

acuerdo unánime de todos los coherederos.93

89Ibid., Pág. 248. 90 Loc. cit. 91 Loc. cit. 92 Ibid.,Pág. 249. 93Ibid., Pág. 250.

44

Continúa Castán, hablando del retracto de los coherederos el cual se da para

facilitar la reunión de la herencia en un solo titular o por lo menos reducir el número de

los coherederos en los casos en que existe una enajenación a favor de un tercero de

su cuota o derecho hereditario abstracto. El Código Civil Español, establece la figura

retracto sucesorio o de coherederos, el artículo 1,067 señala que si alguno de los

herederos vendiere a un extraño su derecho hereditario antes de la partición, podrán

todos o cualquiera de los coherederos subrogarse en lugar del comprador,

reembolsándole el precio de la compra con tal que lo verifiquen en término de un mes

a contar desde que esto se les haga saber.94

Por lo que respecta a la naturaleza del retracto, la sentencia del 7 de febrero de 1944

conceptúa a este retracto como un caso particular del de comuneros regulado en el

artículo 1,522 del Código Civil Español. El artículo 1,607 al tocar la figura del retracto

se refiere únicamente al caso de la venta; el Tribunal Supremo lo ha declarado aplicable

en general, a los supuestos de enajenación de cuota hereditaria por título de carácter

análogo a la venta, sentencia del 30 de diciembre de 1927 que claramente señala que

ha de ser a título oneroso en cuanto al plazo para ejercitar la acción, un mes que fija el

artículo 1,067. Tiene establecido la jurisprudencia que para ejercitar el retracto, no es

necesario que se inscriba en el registro la escritura de venta, ni ha de contarse el mes

a partir de esa inscripción, sentencia del 26 de noviembre 1900 y que cuando está

probado que el retrayente tuvo conocimiento en cualquier forma de la venta desde ese

momento empieza a contarse el mes, no siendo necesario que se le haga saber la

venta, sentencias del 26 de noviembre de 1900 y del 3 de febrero de 1915.95

2.2.- POSICIÓN Y DERECHO DE LOS ACREEDORES.

Continuando con el desarrollo de la investigación y apegados a la doctrina se tiene a

Biagio quien afirma lo siguiente: “que la división de deudas entre los coherederos fue

doctrina Romana muy precisa, partiendo del principio de que la comunidad hereditaria

94 Loc. cit. 95 Ibid.,Pág. 251.

45

debe admitirse únicamente dentro de los límites de necesidad y los créditos y las

deudas de una herencia al menos por lo general, aparecen como divisibles de ahí que

en los textos Romanos, aún en los antiguos se admitiera la división de la nómina, entre

los créditos, si bien ya concedían al juez, la facultad de repartir créditos y deudas entre

los coherederos con el propósito de que las cuotas fuesen mas equitativas, el principio

de que el heredero como sucesor universal está obligado ilimitadamente al pago de las

deudas del difunto y al de las cargas de la herencia, legados, gravámenes, toman

carácter propio cuando los herederos son varios, pues las cuotas se forman por la

concurrencia de los mismos, de ahí la regla de que los coherederos, salvo que el

testador dispusiera otra forma, contribuyan al pago de las deudas y cargas hereditarias,

en proporción a sus cuotas y sin el límite del activo de la herencia, a no ser que se

acojan al beneficio del inventario“.96

Castán afirma que se han de distinguir los derechos de los acreedores del de cujus

y por su muerte acreedores de la herencia y los de los acreedores personales de un

coheredero y los de un coheredero que sea a la vez acreedor del de cujus. 97

2.3.- ACREEDORES DE LA HERENCIA.

Zannoni sostiene, que la comunidad hereditaria permite mientras subsiste la

unificación de las acciones, esto es resultado de la afectación de dicha comunidad, al

pago de las deudas y cargas de la herencia y no puede ser de otro modo, la

acumulación subjetiva se funda en la propia situación de la herencia y el vínculo que

une a los coherederos en razón de la comunidad, una vez verificada la partición, la

unidad se descompone y desde entonces el acreedor deberá accionar separadamente

contra cada uno de los coherederos deudores por su parte de la deuda.98 También

Castán señala que la pro- indivisión, no debe de obstaculizar de ninguna manera la

reclamación de los créditos exigibles, teniendo el derecho los acreedores a dirigirse

contra los herederos conjuntamente o contra cualquiera que haya aceptado puramente 96 Biagio, Brugi. Op. cit. Págs. 592 y 593. 97 Loc. cit.

46

la herencia, exigiéndole el pago por entero o contra el que la hubiese aceptado a

beneficio del inventario, hasta donde alcance su porción hereditaria.99

2.3.1.- ACREEDORES PERSONALES DE UN COHEREDERO.

El tema fundamental en este punto de investigación es determinar si las deudas o los

acreedores que los coherederos tienen a título personal, alcanzan la masa hereditaria

de la comunidad y si los coherederos tienen alguna responsabilidad solidaria entre sí y

frente a los deudores o acreedores particulares de cada uno. Al tocar este tema el

español Castán, al explicar la figura comenta que el acreedor particular del

coheredero carece de acción para perseguir la ejecución de su crédito sobre bienes de

la herencia, mientras ésta se halle indivisa, estos acreedores muestran un particular

interés en la partición, que sirve de fundamento al derecho que en ciertos casos se les

concede para pedir la división de la herencia o para intervenir en ella.”100

El autor Ortiz afirma: “Que los acreedores personales del heredero, quienes se toman

en cuenta para ejecutar o reclamar, solo satisfechos los acreedores del causante.” Es

decir que los derechos de estos se pueden ejercitar sobre el remanente del patrimonio,

una vez satisfechos aquellos y enseña un análisis subjetivo importante para tomar en

cuenta y entender la figura del juez en el sumario, el del inventario y el de la partición.101

Es opinión del investigador que en el caso de los acreedores personales de un

coheredero, éstos deben de esperar el proceso de la partición, para que una vez

definida la parte de la herencia que les pertenece, puedan accionar a título personal

sobre el deudor ya que, si bien es cierto la mayoría de las legislaciones tienen el

ánimo de la extinción de la comunidad hereditaria y que incluso los comuneros o

coherederos pueden invocar la misma en cualquier momento de la convivencia de la

comunidad bajo ciertas circunstancias, también las legislaciones contemplan la masa

98 Zannoni, Eduardo. Op. cit. Pág. 539. 99 Castán Tobeñas, José. Op. cit. Págs. 250 y 251. 100 Ibid.,Pág. 251. 101 Ortiz Urbina, Roberto. Derecho de sucesiones, Nicaragua, Editorial Bitecsa, Pág. 11.

47

hereditaria y hasta que no se lleve a cabo el procedimiento señalado por el

órdenamiento vigente de cada país en relación a la partición, esta masa hereditaria que

da origen a la comunidad hereditaria está protegida. Debe de recordarse que las

deudas del causante son primero en cuanto al pago de las mismas por lo que adquieren

vital importancia en cuanto a la liquidación de las deudas del causante.

2.3.2.- COHEREDEROS QUE SON A LA VEZ ACREEDORES DEL CAUSANTE.

Castán para explicar esta modalidad, afirma: “que el coheredero acreedor del difunto

puede reclamar de los otros el pago de su crédito, deducida su parte proporcional,

como heredero, sin perjuicio de lo establecido para el supuesto de aceptación a

beneficio de inventario.” 102

CAPÍTULO III

1.- CESIÓN DE DERECHOS HEREDITARIOS.

Zannoni conceptúa, la cesión de derechos hereditarios de la siguiente forma: “A

partir de la aceptación de la herencia y hasta la partición, cada heredero es titular de

una cuota o parte alícuota de la herencia aún cuando tenga llamamiento o vocación

potencial al todo.“103 Explica oportunamente el autor, que durante ese lapso el de la

herencia indivisa, los bienes y derechos que la componen no son atribuidos

singularmente en concreto al patrimonio de cada heredero. La cuota, por el contrario

102 Castán Tobeñas, José. Op. cit. Pág. 251. 103 Zannoni, Eduardo A. Op. cit. Pág. 548.

48

es la medida aritmética del derecho que recae sobre la universalidad sin consideración

a su contenido particular. Pero esta cuota tiene un contenido económico referido a la

cuantía de los bienes hereditarios y si bien no se ejerce sobre cada uno de ellos a título

singular atribuye expectativas para recibir por partición de la herencia, los valores que

satisfagan esa cuota. Pues bien ésta, como todo derecho de contenido patrimonial es

susceptible de cesión.104

Señala Zannoni que, el artículo 1444, del Código Civil Argentino, establece que

todo objeto incorporal, todo derecho y toda acción sobre una cosa que se encuentra en

el comercio, pueden ser cedidos, a menos que la causa no sea contraria a alguna

prohibición expresa o implícita de la ley o al título mismo del crédito. La cesión de

derechos hereditarios, es decir de la cuota hereditaria en todo o en parte, es una

especie dentro de la figura genérica de la cesión de derechos de la que la cesión de

créditos es también una especie. Constituyendo una especie de la cesión de

derechos, la cesión de derechos hereditarios, es un contrato por el cual el titular del

todo o una parte alícuota de la herencia, transfiere a otro el contenido patrimonial de

aquélla, sin consideración al contenido particular de los bienes que la integran.

El autor al desarrollar los caracteres de la cesión, afirma que la cesión es formal

porque exige siempre la escritura pública; puede ser gratuito u oneroso. Si la cesión

se hace por precio cierto en dinero se equipara a la compraventa y si se la hace a

cambio de otra cesión o de una cosa, se regirá por las normas de la permuta.

Finalmente si la cesión es a título gratuito, se le aplicarán las normas sobre la donación.

Es aleatorio, porque su contenido es variable e incierto y en concreto hasta el

momento de la partición.105

Asimismo el autor sostiene que las características de la cesión son las siguientes: A)

Carácter traslativo de la cesión: ya se ha anticipado que la cesión de derechos

hereditarios tiene carácter traslativo, esta caracterización es de gran importancia pues

104 Loc. cit. 105 Ibid., Pág. 550.

49

gravita decisivamente tanto en las relaciones entre cedente y cesionario, es decir, entre

las partes del contrato, como en las relaciones entre el cesionario y terceros

entendiéndose por tales los coherederos del cedente, si los hay los legatarios,

acreedores hereditarios e incluso, acreedores personales del cedente; B) Carácter

traslativo entre cedente y cesionario: cuando se sostiene que en virtud de la cesión se

trasmiten al cesionario los derechos que sobre la universalidad tiene el cedente, se está

afirmando que aquél entra en carácter de sucesor universal respecto del objeto, la

herencia o una parte alícuota de esta, ello se vincula como se advierte con la calidad

que asume el cesionario en carácter de sucesor del cedente, distinto sería si se diese al

contrato de cesión el carácter de un negocio sólo declarativo, por cuanto en ese caso

la relación contractual consistiría sólo en obligar al cedente a transmitir al cesionario el

contenido de su adquisición una vez sobrevenida la partición y adjudicación. Éste era

el alcance que con anterioridad a la codificación francesa se atribuía a la cesión. En

cambio si se aplican las normas compatibles con la cesión de derechos contenidas en

el Código Civil, es evidente el carácter traslativo pues la cesión comprende por sí la

fuerza ejecutiva del título y todos los derechos accesorios.106

Zannoni admite que, por efecto propio de la cesión, el cesionario es un adquirente

de la universalidad o de una parte alícuota de ella y como tal su adquisición no requiere

los modos de adquirir. La adjudicación y en su caso la partición de la herencia,

atribuirán al cesionario los bienes singulares contenidos en la universalidad en la cual

ha sucedido.107 Asimismo el autor, hace una distinción según que la cesión sea a un

extraño o a un coheredero, sosteniendo que la cesión de derechos hereditarios tiene

ese carácter traslativo sólo cuando el cesionario es un extraño pero no cuando lo es

un coheredero, que coparticipa en la comunidad con el cedente, en este último caso la

cesión sería un negocio puramente declarativo entre coherederos que no transmite en

rigor sino que determina la obligatoriedad de asignar por partición al coheredero

cesionario los bienes que cubran la parte del cedente o que en última instancia evita la

106 Ibid.,Pág. 551. 107 Ibid., Pág. 553.

50

partición si en virtud de la cesión el cesionario es el único adquirente.108

Rabinovich señala que, en relación a la cesión, el heredero en el principado, podía

ceder la herencia antes de aceptarla, transmitiendo el título de heredero al tercero, no

podían ceder ni el heredero testamentario, ni el suyo (que adquiría automáticamente la

herencia en el momento de la delación). Una vez aceptada la herencia, no podía

cederse. Como este instituto funcionaba sólo con la sucesión civil, se extinguió con

ésta. En cambio en el derecho justinianeo, la herencia se podía vender o donar

después de la adición, pero sin que el adquirente se transformase en heredero,

aunque tenía la petición de herencia contra terceros.109

2.- DE LA COLACIÓN DE BIENES HEREDITARIOS.

Se comprende de donde viene esta figura, ya que no todas las legislaciones la

contemplan, la doctrina por medio del autor Iglesias, expresa lo siguiente: “Que la

colación tiene su origen en el llamamiento pretorio del hijo emancipado a la bonorum

possessio ab intestado y contra tabulas, llamados los emancipati, en concurrencia con

los sui, dándose la injusticia de que estos últimos se exponen a perder una parte del

fruto de sus actividades y fatigas, mientras los emancípati convertidos en paterfamilias,

por el acto de la emancipación, pueden constituir un patrimonio propio, lo adquirido por

los sui, revierte el caudal paterno engrosando de esta manera la herencia futura, dicha

injusticia es corregida por el pretor imponiendo a los emancipados la collatío Bonorum,

es decir la obligación de dividir con los sui, todo lo adquirido desde el día de la

emancipación hasta el de la muerte del pater y que de no haber sido liberados de la

patria potestas hubiera correspondido a éste, con la collatío emancipati te salva el

desigual tratamiento dado a los hijos en lo que toca a la capacidad adquisitiva negada

a los sui y otorgada a los emancipados“.110

108 Loc. cit. 109 Rabinovich Berkman, Ricardo. Derecho romano, Argentina, Editorial Astrea, 2001, Pág. 718.

51

También habla de la colación Valverde y Valverde y señala: “Que la colación suele

considerarse como una de las operaciones comprendidas en la partición, pero el

código separa ambas instituciones, sin duda porque como dicen los autores, en el

orden de las ideas es primero la colación que la partición. Etimológicamente

estudiada la colación procede del verbo confero, fers, llevar, contribuir y tal

significación da idea de su naturaleza jurídica ya que su fin primordial es llevar parte de

los herederos a la herencia algo que tenían recibido. Suele definirse la colación

diciendo que es la agregación que deben hacer a la masa hereditaria los herederos

forzosos que concurran en una sucesión con otros de los bienes que hubieren recibido

del causante por dote, donación u otro título lucrativo para computarlo en la cuenta de

la partición.111

De este concepto deduce el autor, que incurren en error aquellos escritores que

afirman que la colación está unida a la institución de las legítimas de tal modo que

según ellos si existiera la libertad de disposición la colación sería innecesaria pues

olvidan que su fundamento es que haya igualdad entre los herederos forzosos y hacer

que los anticipos que hizo el causante en vida no sean definitivos mientras no se

agreguen a la masa hereditaria y buena prueba de ello es que la colación cabe lo

mismo en la sucesión testamentaria que en la intestada. 112

Con la colación, la masa hereditaria la forman no solo los bienes y valores que el

causante tenía en su posesión a su fallecimiento, sino aquellos otros bienes que

anticipó a algunos herederos los cuales se suman o agregan a los primeros, evitando

con esto desigualdades entre aquéllos, es pues la igualdad de los herederos el

fundamento principal de la colación de bienes hereditarios, basada en la intención

presunta del causante o en la ausencia de una voluntad contraria de éste.113

Valverde, afirma que la colación, conocida con el nombre de collatiobonorum en 110 Iglesias, Juan. Op. cit. Págs. 549 y 550. 111 Valverde y Valverde, Calixto. Tratado de derecho civil español, tomo V, España, Talleres tipográficos, 3a Edición 1926,

Pág.555. 112 Loc. cit.

52

derecho Romano, con el de Rapport en el derecho Francés y con el Kollation en el

derecho Alemán, no puede confundirse con la reducción de liberalidades ni con la

imputación. De la reducción se distingue, en que ésta tiene por fin hacer que las

liberalidades inter vivos o testamentarias queden dentro de los límites de la cuota

disponible, mientras que la colación es destinada a restablecer la igualdad

provisionalmente alterada por una donación entre vivos. 114

De la imputación se diferencia en que si bien la colación es una imputación en el

sentido general de la palabra, la colación es un caso especial de imputación y cabe

hablar de la imputación sin colación, puesto que la imputación no es más que tomar

en cuenta un valor para deducirlo de otro y por tanto no ofrece duda que la colación es

una imputación sin que ni siquiera haya otros géneros o clases de imputación distintas

de la colación.115

Continua el autor, afirmando que en el derecho Romano, la colación de bienes fue

introducida por el derecho pretorio. Según el derecho civil, los hijos emancipados

perdían el carácter de herederos suyos y necesarios por lo cual no tenían derecho a la

herencia intestada del padre y en la testamentaria eran considerados como extraños

de manera que bastaba la preterición para que no fuesen partícipes de ella. 116

Valverde, al continuar con el desarrollo del tema señala que el Pretor modificó el

rigorismo de la ley y les dio en la sucesión intestada la bonorum possessio unde liberi

y en la testada la bonorum possessio contra tabulas, por las cuales concurrían los

emancipados en la sucesión. Pero como en Roma todo lo que adquirían los hijos

que estaban en la potestad del padre lo adquiría éste a excepción de los peculios

castrences y cuasi castrences, resultaba que de aquellas adquisiciones participaban

los emancipados mientras que los no emancipados no participaban de las adquisiciones

de aquéllos porque eran bienes suyos, ni tampoco de las donaciones que el padre les

113 Ibid., Pág. 556. 114 Loc. cit. 115 Loc. cit. 116 Ibid., Pág. 557.

53

hubiera hecho y para evitar esta desigualdad, el Pretor introdujo la colación de bienes

por la que obligaba a los hijos emancipados a traer a la masa hereditaria todo lo que

hubiera correspondido al padre si hubiera permanecido en su poder el hijo que se

emancipó, más tarde esta institución fue reconocida por los emperadores donde la

colación a los descendientes por la dote y donaciones que hubieren recibido de los

padres o ascendientes a quienes sucedían, principios éstos que han sido los

informadores del derecho.117

Por lo que respecta a las legislaciones contemporáneas, hay algunas que no la

admiten, como ocurre con las legislaciones musulmanas y en las de Dinamarca,

Noruega y Rusia, pero la mayor parte la admiten, siquiera existan variantes en

cuanto a la materia de colación, pues si hacen objeto de ella las donaciones entre vivos,

existen entre ellas un criterio diverso para colacionarlas. En efecto las legislaciones

latinas en el caso de que la donación sea superior a la parte hereditaria, el heredero

debe colacionar todo lo que exceda de valor mientras que en los códigos austriacos y

alemán, el donatario tiene el derecho de conservar íntegra su liberalidad, no estando

obligado a devolver a la masa el exceso de valor que representa su donación en

relación a su parte hereditaria. El legislador del Código ha seguido las huellas del

derecho tradicional con pequeñas modificaciones, pero siguiendo al Código de

México, hace extensiva la colación a los herederos forzosos, pues en el anterior

derecho eran sólo obligados los hijos y descendientes legítimos, no aceptando el

criterio del derecho francés, que obliga a todos los herederos abintestato sean o no

legitimarios a colacionar cuanto hubiesen recibido del causante durante su vida, por

título gratuito. 118

Valverde continúa mencionando quienes tienen obligación de colacionar, el heredero

forzoso que concurra con otros que también lo sean a una sucesión deberá traer a la

masa hereditaria los bienes o valores que hubiese recibido del causante de la herencia

en vida de éste por dote, donación u otro título lucrativo para computarlo en la

117 Loc. cit. 118 Loc. cit.

54

regulación de las legítimas y en la cuenta de partición. Del artículo 1035 del Código

Civil Español, se infiere: 1o Que la colación es aplicable a las dos sucesiones, pues

tanto en la testamentaria como en la intestada hay herederos forzosos que pueden

concurrir con otros y es indispensable según manda el legislador, restablecer el

principio de igualdad entre ellos; 2o Que no tendrá que colacionar el viudo o viuda,

porque durante el matrimonio no pueden recibir los cónyuges donaciones y los regalos

módicos que se hicieran entre ellos están exceptuados por el artículo 1041; 3o Que no

hay obligación de colacionar si el donante hubiera dispuesto lo contrario, o si el

donatario repudiase la herencia, salvo el caso de que la donación se reduzca por

inoficiosa; 4o Cuando los nietos sucedan al abuelo por derecho de representación,

colacionarán lo que habría de colacionar su padre si viviera; 5o No tendrán obligación

de colacionar los herederos que no sean forzosos, ni tampoco los sucesores a título

singular de legado, donación o fideicomiso si bien unos y otros quedan sometidos a la

reducción de sus instituciones, si perjudican éstas la legítima de los herederos forzosos;

6o Que el heredero forzoso tendrá que colacionar lo que por el título lucrativo recibiera

en vida del causante, siempre que el testador no dispusiera lo contrario y no perjudicara

la legítima de los demás herederos legitimarios.119

Desarrolla el autor, los elementos reales de la colación, y afirma que los bienes que

son objeto de la colación y partición son los siguientes según el código: 1o Los recibidos

por el heredero forzoso que concurre con otros en la sucesión del causante en virtud de

dote, donación u otro título lucrativo, aunque el código habla de colacionar bienes y

valores, es cierto que se usan tales palabras como sinónimas y lo mismo los valores,

que los derechos de las acciones, se comprenden en el nombre común de bienes y

mejor todavía en el valor de éstos que es lo que en realidad se colaciona, ya que según

el código, no es la misma cosa que se anticipó sino el valor que tenían los bienes al

tiempo de la donación o dote, aunque no se hubiese hecho entonces su justiprecio.120

Entre éstas se halla la renuncia gratuita de una herencia hecha a favor de determinada

119 Ibid., Pág. 558 120 Loc. cit.

55

persona, que si es heredero forzoso y la herencia es útil, creen los autores que es una

verdadera donación. Son también donaciones indirectas, el perdón de una deuda del

heredero forzoso cuando es en el acreedor o causante un acto gratuito, ya se haga

dicho perdón de una manera expresa, o bien no exigiendo el cobro de la misma.121

Son igualmente consideradas como donaciones, las reparaciones, construcciones,

plantaciones y mejoras hechas en las fincas de los herederos forzosos, el autor se

refiere a Manresa, y la exposición de este al expresar que la compra de inmuebles a

nombre de los mismos, si bien en este caso la donación consiste no en la finca sino en

el dinero invertido para comprarla y en el de las reparaciones y mejoras si el gasto fuera

menor que la utilidad que reportó o en la utilidad en la época de las mejoras; cuando los

nietos sucedan al abuelo en representación del padre, concurriendo con sus tíos o

primos, colacionarán todo lo que debiera colacionar el padre si viviera, aunque no lo

hayan heredado.122 También colacionarán lo que hubiesen recibido del causante de la

herencia durante la vida de éste, a menos que el testador hubiese dispuesto lo

contrario, en cuyo caso deberá respetarse su voluntad si no perjudicare a la legítima de

los coherederos. Y son bienes no connacionales: 1o Los padres no estarán obligados

a colacionar en la herencia de sus ascendientes, lo donado por éstos a sus hijos. 2o Las

donaciones hechas al consorte del hijo, tampoco se traerán a colación las donaciones

hechas al consorte del hijo, pero si hubieren sido hechas por el padre conjuntamente a

los dos, el hijo estará obligado a colacionar la mitad de la cosa donada. 3o No estarán

sujetos a colación los gastos de alimentos, educación, curación de enfermedades,

aunque sean extraordinarias, aprendizaje, equipo ordinario, y los regalos de costumbre.

4o Los recibidos por un heredero forzoso por título lucrativo del causante, si este

hubiere dispuesto que no se colacionasen o si éste hubiere dispuesto que no se

colacionasen o si el donatario repudiara la herencia, salvo el caso en que tales

donaciones deban reducirse por inoficiosas. 5o No se entiende sujeto a colación lo

dejado en testamento, si el testador no dispusiere lo contrario, quedando en todo caso a

salvo las legítimas. 6o No se traerán a colación, sino cuando el padre lo disponga o

121 Loc. cit. 122Ibid., Pág. 559.

56

perjudiquen la legítima, los gastos que éste hubiera hecho para dar a sus hijos una

carrera profesional o artística, pero cuando proceda colacionarlos, se rebajará de ellos

lo que el hijo habría gastado viviendo en la casa y compañía de sus padres. 7o Los

regalos de boda, consistentes en joyas, vestidos y equipos, a no ser que haya que

reducirlos por inoficiosos, y cuando esto suceda sólo serán colacionados en la parte

que excedan en un décimo o más de la cantidad disponible por testamento.123

Asimismo Valverde desarrolla los efectos jurídicos de la colación, responden los

efectos de esta institución al fin principal de la misma, que no es otro, que el de producir

la igualdad entre los herederos forzosos, llevando los bienes y valores que se recibieron

por éstos a título lucrativo del causante, a la masa hereditaria para tomarles en cuenta

en la partición. Supone, pues la colación una serie de operaciones complejas que son

las siguientes: 1a Colacionar, que es agregar o incorporar a la masa hereditaria el valor

de los bienes colacionables. 2a Imputar, o aplicar la cifra colacionada a las legítimas

corta o larga según que haya o no mejora, y lo que reste a la parte de libre disposición.

3a Reducir el exceso si lo hubiere, después de estas imputaciones, de la cifra

colacionada a lo que permitan las imputaciones y aplicaciones legales, de modo que no

se menoscabe o perjudique la legítima de los demás herederos forzosos. 4a Traer a

partición materialmente y restituir el cuerpo general de bienes dicho exceso, o sea, lo

que supere al resultado de aquella reducción, para que con ese reintegro a la herencia,

se restablezca el principio de igualdad entre los herederos, por razón de su legítima124

Los autores, afirma Valverde suelen clasificar los efectos de colación en principales y

secundarios: 1o Principales, principio general dominante en la materia, que por su

claridad no merece explicarse y que dice así, no han de traerse a colación ni a partición

las mismas cosas donadas o dadas en dote, sino el valor que tenían al tiempo de la

donación o dote aunque no se hubiese hecho entonces su justiprecio, el aumento o

deterioro posterior y aún su pérdida total casual o culpable será a cargo y riesgo o a

beneficio del donatario; 2o Siempre fijo el legislador en el principio de igualdad,

123 Loc. cit. 124 Ibid., Pág. 560.

57

establece disposiciones para procurar que los herederos tomen de la herencia, a ser

posible bienes semejantes a los recibidos en donación o por los herederos donatarios y

por eso preceptúa el código que: “El donatario tomará de menos en la masa hereditaria

tanto como ya hubiese recibido, percibiendo sus coherederos el equivalente en cuanto

sea posible en bienes de la misma naturaleza especie y calidad.” 3o No pudiendo

verificarse lo prescrito en el artículo anterior, si los bienes donados fueren inmuebles,

los herederos tendrán derecho a ser igualados en metálico o valores mobiliarios al tipo

de cotización y no habiendo dinero ni valores cotizables en la herencia, se venderán

otros bienes en pública subasta en la cantidad necesaria. Cuando los bienes donados

fueren muebles, los coherederos sólo tendrán derecho a ser igualados en otros

muebles de la herencia por el justo precio a su libre elección; 4o La dote o donación

hecha por ambos cónyuges se colacionará por mitad en la herencia de cada uno de

ellos, la hecha por uno solo se colacionará en su herencia, claro es que en este

precepto no están comprendidas las dotes prometidas y no entregadas, ni las que se

constituyen en una renta anual, porque los frutos e intereses de bienes sujetos a

colación no se deben a la masa hereditaria, sino desde que se abra la sucesión. La

regla del artículo 1049, ordena que los frutos e intereses de los bienes sujetos a

colación no se deben a la masa hereditaria, sino desde el día en que se abra la

sucesión para regularlos se atenderá a las rentas e intereses de los bienes hereditarios

de la misma especie que los colacionados.125

En cuanto a lo frutos naturales e industriales pendientes, continúa el autor, hay que

distinguir los que están pendientes al tiempo de hacerse la donación, pertenecerán al

donatario y los pendientes a traerse a colación, pertenecerán a la masa hereditaria,

reintegrando al heredero que colaciona los gastos ordinarios de cultivo y simiente y

otros semejantes hechos para su producción y además percibirá la parte del producto

líquido proporcional al tiempo de la posesión pues si esto no lo dice el código al regular

la colación lo ordena al tratar la posesión y el usufructo en los artículos 452 y 472.126

125 Ibid., Pág. 561. 126 Loc. cit.

58

Los frutos civiles, de conformidad a lo establecido en el artículo 474, se entienden

percibidos por días y se prorratearán entre el heredero que colaciona la herencia. La

regla sobre mejoras y desperfectos no es absoluta en el artículo 1045 y no hay que

olvidar el principio dominante de dicho código en el referido precepto del artículo 1045,

de que la cosa perece para su dueño aunque la pérdida haya sido casual, ahora bien

como dice la doctrina, pueden presentarse situaciones excepcionales, como si el mismo

donante realiza mejoras en la finca donada que habrá? una nueva donación. Si el

mismo causante administrando los bienes donados a un menor o incapaz ocurriera por

culpa o negligencia propia su pérdida no es justo exigir la colación.127

Valverde, continua y menciona que como la ley no habla de gastos ni de mejoras, sino

de aumento experimentado en los bienes, es indudable que el donatario no puede

intentar que se deduzca el importe de los gastos necesarios, útiles, ni de lujo, pues sólo

ha de tenerse en cuenta el aumento o sea la verdadera diferencia de valor de la cosa

entre las dos épocas, la de la donación y la del momento de abrirse la sucesión y

claro es por último, que si el donatario enajenó los bienes, esto no es obstáculo para

que colacione el valor de los donados y que tuviera al tiempo de hacerse la donación.128

Ahora si entre los coherederos surgiere contienda sobre la obligación de colacionar o

sobre los objetos que han de traerse a colación, no por eso dejará de proseguirse la

partición, prestando la correspondiente fianza, no ha querido el código suspender la

partición cuando hay cuestiones respecto a la colación, según se deduce del precepto

citado.129

Se suspende la división respecto a estos objetos o cosas sobre las que han surgido las

dudas, y se prosigue la partición pero exigiendo los coherederos si así lo desean

fianza al donatario, que como el código no dice cómo ha de ser desde luego que

puede utilizarse cualquiera de las formas en que puede prestarse incluso la personal.

Una vez resuelta la cuestión dudosa, se hará, si procede la colación, una partición 127 Loc. cit. 128 Ibid., Pág. 562.

59

adicional o complementaria.130 Luis Rodolfo Arguello, se refiere a la figura de la

colación de la siguiente manera: “Adelantarnos al estudiar la sucesión intestada del

derecho pretorio, que los hijos emancipados, que por la bonurum possessio under liberi

concurrían con los otros descendientes sometidos a potestad al tiempo de la muerte del

causante, heredes sui, debían aportar al solicitar dicha bonorum possesio unde

liberi, todos los bienes propios, deducidas las deudas, para igualar su situación con la

de los sui, que habían contribuido a la integración del acervo hereditario hasta el

deceso del de cujus. Nacio así por via del pretor, la colación de los emancipados,

collatío bonorum emancípate, con el fin de poner una nota de equidad en la

participación de los bienes de la herencia entre los emancipados y los sui heredes. 131

Afirma Arguello, que el emancipado debía prestar caución mediante stipulatio, de que

entregaría los bienes propios, pero la cautio podía sustituirse con una entrega efectiva

u otorgando una garantía real. Para lograr un equilibrio o compensación semejante al

anterior caso se creó también por inspiración del pretor, la colación de la dote

collatiodotis, se trataba de un deber impuesto a la hija que hubiera sido dotada por su

padre o por su abuelo de aportar a la masa hereditaria en el momento del fallecimiento

del constituyente de la dote, los bienes recibidos por tal concepto, para así participar

con los demás heredes sui en condiciones de igualdad, más adelante al configurarse la

dote como un bien propio de la mujer, ésta estuviera bajo potestad o emancipada,

debía colacionar su dote para integrar con tales bienes el caudal hereditario, se trataba

entonces no ya de evitar desigualdades entre heredes sui o emancipados sino entre los

hijos en relación con las liberalidades recibidas del padre, en vista de tal objetivo. 132

El emperador Antonino Pío, impuso la obligación de colacionar a la mujer que sucedía

como heredera, aunque no hubiera pedido la posesión hereditaria. Posteriormente el

emperador Gordiano, amplió el deber de aportación de la mujer obligando a colacionar

la parte profecticia a favor de los hermanos emancipados. En el derecho imperial, por 129 Loc. cit. 130 Loc. cit. 131 Arguello, Luis Rodolfo. Manual de derecho romano, Argentina, Editorial Astrea, de Alfredo y Ricardo, Depalma, 1992, 3a

Edición, Pág. 510.

60

influencia de costumbres orientales nació la colación de los descendientes collatío

descendentium, fue el emperador León, el que estableció el deber de colacionar de

todos los descendientes del causante que hubiesen recibido bienes en concepto de

liberalidad de cualquier naturaleza, dote, collatío Procternuptias, donación por el

ejercicio de un cargo, con relación a los coherederos en la sucesión testamentaria, ab

intestado del ascendiente común. Justiniano, por fin extendió la collatío

descendiente y también en la sucesión testamentaria en la que el testador podía

dispensarla a sus herederos.133

Continúa Arguello, y desarrolla el tema de la adquisión de la herencia por terceros en

la siguiente forma, era de la esencia del derecho de sucesiones el principio según el

cual la herencia nacida por voluntad del testador o por imperio de la ley debía ser

adquirida exclusivamente por aquellas personas que tuvieran la investidura de

herederos. No obstante, el derecho Romano admitió que en casos excepcionales la

adquisición de la herencia recayera en persona distinta del heres, como ocurría en la

capio pro herede, en la in iure cessio hereditatis, en la herencia hereditas vacans y en

los casos especiales que se conocieron con el nombre de transmissiones.134

Asimismo el autor desarrolla la figura de la usucapio pro herede, así el instituto de la

usucapión iure civile de adquirir el dominio tuvo importancia muy particular en materia

de sucesiones y dio lugar a lo que los romanos llamaron usucapio pro herede, era la

adquisición por usucapión de los bienes hereditarios por la persona que estuviera en

legal posesión de ellos de manera interrumpida durante un tiempo, para que tuviera

validez se exigía del poseedor la testamentario passiva, es decir la capacidad para

ser heredero, la usucapido pro herede podía darse aún cuando existiera un heredero

propio que no hubiera aceptado la herencia, situación que determinaba que el

adquirente ocupara una posición contra el heredero mismo, el que podía evitar las

consecuencias de usucapión con la sola aceptación; también la posesión ilegítima del

adquirente que al principio se tuvo por válida a fin de obligar al heredero a aceptar poco 132 Loc. cit. 133 Ibid., Pág. 511.

61

a poco, acabó por provocar una reacción que hizo que la usucapio pudiera ser

revocada por el heredero, cuando el poseedor fuera de mala fe.135

Continúa desarrollando el tema el autor, y expresa que Marco Aurelio otorgó también

contra el que a sabiendas poseía indebidamente la herencia, una acción basada en el

despojo sufrido; también menciona los casos especiales en los cuales la adquisión de la

hereditas recayera en persona distinta del heres y menciona los siguientes: a) Usucapio

pro herede, era la adquisión por usucapión de los bienes hereditarios, por la persona

que estuviera en legítima posesión de ellos; b) In iure cessio hereditatis, se da cuando

los asignados llamados a la sucesión ab intestado y los gentiles que se hacían

herederos haciendo adición de ella podían ceder sus derechos a la herencia que les

había sido diferida mediante la in iure cessio hereditatis. Los herederos testamentarios

no estaban autorizados a realizar esa cesión, porque su llamamiento provenía de la

voluntad del testador, los herederos ab intestado y aún los testamentarios pudieron

ceder también la herencia ya adquirida, valiéndose de la in iure cessio, en este

supuesto los efectos de tal cesión eran más atenuados producían solamente la

transmisión de las cosas corporales de la herencia, los créditos se extinguían por

implícita renuncia y las deudas se mantenían a cargo del heredero cedente, los

proculeyanos admitieron la posibilidad de hacer esta cesión de la herencia ya adquirida

a los herederos necesarios, los sabinianos siguiendo antiguos precedentes solo a los

voluntarios.136

La cesión de la herencia en sus dos formas, antes y después de la adición, desapareció

alrededor del siglo III de la edad imperial, con la caída en desuso de la in iure cessio

como modo de transmitir la propiedad; c) La hereditas vacans, se entendía o se

consideraba que la herencia estaba vacante, hereditas vacans o bona vacantía, cuando

no había heredero alguno llamado a adquirirla ya fuera porque el causante no hubiera

dejado herederos testamentarios o legítimos, ya debido a la incapacidad de los

herederos para suceder o bien en razón de que el heredero voluntario hubiera 134 Loc. cit. 135 Ibid., Pág. 512.

62

repudiado la herencia, en virtud de lo dispuesto por la lex Iulia de maritandis ordinibus,

la herencia en estado de vacancia era adquirida por el terrárium y después por el fiscus,

esta adquisición se operaba de pleno derecho pero a fin de evitar los perjuicios de una

hereditas dañosa, se llegó a admitir que los bienes vacantes, sólo pasaran al fisco

previa aceptación, en cuyo caso sólo quedaba obligado a pagar las deudas de la

sucesión hasta el monto de los bienes hereditarios; d) Transmissiones, si el heredero

fallecía antes de hacer la partición de la herencia, su llamamiento a la sucesión no se

transmitía a sus propios herederos, por aplicación de la máxima hereditas non ad

quisita non transmitir ad heredes, pero aquel principio sufrió importantes derogaciones

con Justiniano, que llegó a reconocer con el nombre de transmissiones, la transmisión

hereditaria del derecho derivado de la delación de la herencia, los precedentes clásicos

de transmissiones se encuentran en el pretor que otorgaba a los herederos del llamado

a heredar una in integrum restitutio, cuando ese te hallaba impedido de acudir a la

herencia transmissio ex capitein integrum restitutionis, también en el supuesto del

paterfamilias que tenía derecho a adquirir la herencia si el filiusfamilias in fans llamado

a ella antes de haber efectuado la adición transmissio ex capite.137

En el derecho imperial se conoció la transmissio theodosiana, creada por el Teodosio II,

por la cual si moría el descendiente instituido antes de la apertura del testamento su

derecho a la adquisición de la herencia se transmitía a sus hijos. Por fin Justiniano,

estableció el principio general de que el heredero testamentario o intestado que moría

sin haber aceptado o repudiado la herencia, transmitía a sus propios herederos el poder

de aceptarlo dentro del plazo de una año transmissio Iustiniana.138

Julien Bonnecase, define a la colación hereditaria como el hecho jurídico por virtud

del cual el heredero que junto con otros reciba una sucesión, debe comenzar

reconstituyendo la masa hereditaria, devolviendo a ésta en formas diversas según

los casos, los bienes que haya recibido del difunto por un título determinado, el autor

menciona también las diversas categorías de colación, existiendo colación de 136 Loc. cit. 137 Ibid., Pág. 513.

63

liberalidades y colación de legados, hay dos variantes de colación hereditaria la

colación de las donaciones inter vivos y de los legados o colación de las liberalidades y

colación de deudas.139

3.- EXTINCIÓN DE LA COMUNIDAD HEREDITARIA.

Así es como el argentino Manuel Osorio, al definir el término extinción, expresa que es

el acto por medio del cual cesa, cesación, término, conclusión, desaparición de una

persona, cosa, situación o relación y a veces de sus defectos y consecuencias

también.140

El autor, español Puig aborda el tema de la siguiente manera: “En un sentido

amplio el término partición expresa el acto por virtud del cual una cosa común se divide

entre varias personas co-propietarias de aquélla por cualquier título, también se designa

con este nombre el acto mismo de la división. En estos amplios términos, la partición

puede aplicarse a múltiples situaciones jurídicas, así en el Derecho Público se pueden

recordar las particiones de reinos basadas en el anacrónico principio de la soberanía

patrimonial de persona o de familia.”141

Por otra parte, se encontraba en las antiguas legislaciones con otro tipo de partición de

Derecho Público, la de las cosas ganadas en la guerra por ejemplo, pero es en el

derecho privado donde la partición adquiere una trascendental importancia. Dentro ya

de este campo, el término partición designa especialmente, tanto en su empleo técnico

como en el vulgar, a la división de los bienes correspondientes a una sucesión, aunque

también se aplique a la división de la comunidad familiar de bienes, especialmente a la

resultante del matrimonio. En este aspecto se utiliza la expresión partición de bienes

gananciales por disolución de la sociedad conyugal.142 138 Ibid., Pág. 514. 139 Bonnecase, Julien. Tratado elemental de derecho civil, Francia, traducido y compilado por Enrique Figueroa

Alfonso, México, Edición Porrua, 1984, Pág. 591. 140 Ossorio, Manuel. Op.cit. Pág. 306. 141 Puig Peña, Federico. Op. cit. Pág. 157. 142 Loc. cit.

64

Continua Puig al hablar de la partición de la herencia y que la misma aborda aspectos

polémicos que se derivan tanto de la naturaleza de la institución, como el hecho de ser

una consecuencia de esa tan problemática figura que es la comunidad hereditaria.

Según el autor, la partición puede considerarse como acto jurídico en general, en cuyo

caso tanto puede actuar en los negocios jurídicos unilaterales, partición hecha por el

testador, como en bilaterales, partición hecha por los herederos. Voluntariamente

pone fin a la comunidad como instrumento, en este aspecto será el conjunto de

operaciones necesarias para hacer cesar la indivisión atribuyendo partes concretas de

la herencia a los respectivos titulares; y finalmente como ejercicio de una facultad

divisoria en este aspecto al actuarse judicialmente la partición será un acto procesal. 143

Quizás una definición más completa, sea la dada por Castán quien señala que la

partición no es un contrato, sino un negocio jurídico complejo es decir, un acto integrado

por una o varias declaraciones de voluntad privada, dirigidos a la producción de un

determinado efecto jurídico, que el derecho objetivo reconoce, como base del mismo

cumplidos los requisitos y dentro de los límites que el propio ordenamiento establece.144 Puig, trabajando sobre la definición de la partición expresa lo siguiente, la principal

función de la partición es la de poner término a la comunidad hereditaria convirtiendo la

cuota de cada heredero sobre la herencia, en bienes determinados o cuotas sobre

bienes determinados, pues como señala este autor, la partición pone fin a la

indivisión de bienes en aquellos casos en que se adjudican partes pro indiviso en cosa

o cosas determinadas y así continúa desarrollando el tema y expresa que la partición

es un acto necesario ya que tiene que realizarse por el solo hecho de instar la división

cualquier heredero con capacidad suficiente o, si no la tiene, sus legítimos

representantes también. La partición excede del marco de los actos de la simple

administración, es un acto de administración extraordinaria, distinto de los meramente

conservativos.145

143 Ibid., Pág. 158. 144 Castán Tobeñas, José. Op. cit. Pág. 251.

65

Existen afirma Puig sin embargo, como se indicó en el estudio de la comunidad

hereditaria, causas que pueden impedir la práctica de la partición, estas pueden ser,

bien la prohibición del testador que no puede exceder de diez años pudiendo antes

del transcurso de los mismos disolverse la comunidad por las causas por las que se

extingue la sociedad, bien por consenso de los coherederos por tiempo que no

exceda de los diez años, prorrogables mediante nueva convención por otros diez años,

existen de otra parte prohibiciones especiales nacidas tanto de la naturaleza de las

cosas como de la ley.146

Al hablar Puig, de la historia de la extinción, desarrolla lo siguiente, como es bien sabido

en el derecho romano, la existencia de varios herederos en una misma sucesión

determinó que se constituyera entre los mismos una situación de comunidad de bienes,

en la que la participación estaba determinada por las respectivas cuotas hereditarias.

La herencia indivisa podía persistir y los herederos beneficiarse de ella y explotarla en

común, pero la comunidad hereditaria había de cesar en cuanto que así lo quisiera

uno de los herederos, procediéndose entonces a la partición, bien de mutuo acuerdo,

bien por vía judicial utilizándose entonces la actio familiae erciscundae.147

Ésta era abundantemente ejercitada ya que como Siesse, en su obra: “Contribución a

l,etude de la communauté d,heritiera en Droit comparé.” págína 15, el espíritu

individualista que impregnaba el funcionamiento de las instituciones Civiles en Roma,

exigía que cada heredero se viese lo más rápidamente posible dueño de su parte en el

activo sucesorio, a fin de adquirir una completa independencia con respecto a sus

coherederos.148

Finalizando la investigación Puig, hace sus conclusiones en el tema de la partición de

la siguiente manera: “En la doctrina Española parece que predomina la tesis

traslativista, ya que predomina en la doctrina y en la jurisprudencia del tribunal

145 Ibid.,Pág. 163. 146 Puig Peña, Federico. Op.cit. Pág. 158. 147 Loc. cit. 148 Loc. cit.

66

supremo español la teoría traslativa de la partición, que se apoya no sólo en el

sistema sucesorio, sino se ha dicho, en el verbo conferir que emplea el artículo 1068.149

Los autores españoles entienden que la partición en el derecho tiene carácter traslativo,

criterio que acepta el tribunal supremo declarando que la partición constituye un título

traslativo de dominio a favor de los herederos, hasta el punto de que solo mediante la

partición se transfieren los bienes a los herederos, constituyendo aquélla el verdadero

título de dominio del adjudicatario. La partición tiene el carácter de operación

complementaria de la trasmisión, es siempre necesaria para obtener el reconocimiento

de propiedad sobre bienes determinados; la partición completa la transmisión

individualizando y concretando el derecho de cada heredero sobre bienes determinados

de la herencia. Las operaciones de una partición de una herencia constituyen

normalmente un orden conjunto, en el cual después del inventario, avalúo, liquidación

y división del caudal relicto se transfieren los bienes a cada heredero, los derechos a la

sucesión de una persona se transmiten y adquieren desde el momento de su muerte.

No es posible prescindir de que en el período de indivisión que precede a la partición

hereditaria los herederos posean un patrimonio del causante colectivamente

permaneciendo indeterminados los respectivos derechos hasta que se transforman y

complementan mediante la partición. Que es la que según el artículo 1068 del mismo

Código Español, concede a cada heredero derechos individuales y específicos sobre

bienes de la masa hereditaria.150 Pero en realidad como dice Manuel Osorio concreta

y específicamente al conceptuarla: “interpretando la partición como una manera de

concretar la división ideal preexistente.”151 Bonnecase define: “ La partición es un

acto jurídico por virtud del cual los copropietarios de una sucesión sustituyen las partes

abstractas e indistintas que tenían sobre la masa indivisa, por partes materiales y

distintas a estas porciones se les llama partes divisas, en oposición a las partes

inmateriales e indistintas, llamadas indivisas o porciones alícuotas.”152 Barassi señala

que, cualquier coheredero puede pedir en todo momento incluso existiendo disfrute

149 Ibid., Pág. 159. 150 Ibid., Pág. 160. 151 Partición, Ossorio, Manuel. Op cit. Pág. 547. 152 Bonnecase, Julien. Op. cit. Pág. 598.

67

por separado de los bienes hereditarios, siempre que no se haya usucapido la

propiedad, la disolución de la comunidad, resulta por tanto evidente que no es un

derecho potestativo, ya que cada uno de los coherederos no puede hacer más que

iniciar o promover el procedimiento dirigido a realizar la partición, no indica por sí sola la

forma en que ésta debe realizarse, si los interesados no se ponen de acuerdo, se

realizará bajo la dirección de la autoridad. De aquí que el testador no pueda prohibir a

los coherederos el ejercicio de la acción imprescriptible para pedir la partición de la

herencia.153 Matta Consuegra define, la partición asi: “ Cuando son más de uno los

llamados a una sucesión, ninguno de los sucesores, mientras la partición se efectúa,

tiene un derecho concreto sobre los bienes específicos de la herencia ya que no se

sabe en realidad ni puede saberse a cual de ellos le corresponderá en la adjudicación

que se realice, tan solo ostenta un derecho genérico sobre el patrimonio hereditario,

considerado como una unidad más o menos circunstancial.”154

Pudo establecerse durante la investigación, al desarrollar el tema que el mismo

abarca aspectos conceptuales, doctrinarios y normativos, de cómo se extingue la figura

de la comunidad es decir que la figura que extingue la comunidad hereditaria es la

partición, es regulada y reconocida como tal por Guatemala y el resto de países,

objeto de la presente investigación dejando claro su objetivo y su regulación en todas

las legislaciones.

153 Barassi, Lodovico. Instituciones de derecho civil, España, Editorial Bosch, 1955, Pág. 422. 154 Matta Consuegra, Daniel. Op.cit. Pág. 73.

CAPÍTULO III 1. Cesión de Derechos Hereditarios 47 2. De la Colación de Bienes Hereditarios 50 3. Extinción de la Comunidad Hereditaria 63 CAPÍTULO IV 4. Presentación, Discusión y Análisis de los Resultados 69 Conclusiones 75 Recomendaciones 76 Referencias 77 Anexos Cuadro Comparativo de la Figura de la Comunidad Hereditaria

68

CAPÍTULO IV.

4.2. PRESENTACIÓN, ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

En el momento de desarrollar el trabajo de investigación, que comprende esta tesis, se

realizó un cuadro comparativo de las regulaciones legales en torno a la comunidad

hereditaria en Centro América, México, Argentina y España.

Este cuadro está conformado por nueve columnas verticales, y seis horizontales. Las

verticales se dividen así: la primera representa la columna de los cinco indicadores o

preguntas, para ser comparadas y analizadas.

Las siguientes ocho columnas verticales representan, cada una de ellas, el país

objeto del análisis.

69

Las siguientes seis columnas horizontales están conformadas por los siguientes

indicadores:

1.- Ley específica que regula la comunidad hereditaria.

2.- Está regulada la masa hereditaria.

3.- Existencia de una regulación de la pluralidad de herederos.

4.- Existe la figura de la colación de bienes hereditarios.

5.- Forma de extinguir la comunidad hereditaria.

6.- Conclusiones.

Al analizar el primer indicador el cual cuestiona, si dentro de las legislaciones objeto del

estudio, existe la ley o la regulación que contempla la comunidad hereditaria como

figura, como resultado de la comparación se establece que Guatemala no define la

figura de la comunidad hereditaria como tal dentro del ordenamiento jurídico pero

intrínsicamense se da y sus efectos también y el conocimiento de la comunidad por los

legisladores guatemaltecos, siendo este el caso de las legislaciones objeto de la

investigación, con algunas variables. Argentina no contempla la figura pero en su

articulado menciona la conformación de la misma, al señalar que cuando muchas

personas son llamadas simultáneamente a la sucesión, cada uno tiene los derechos del

autor de una manera indivisible en cuanto a la propiedad y posesión, describiendo en sí

la existencia de la comunidad hereditaria.

Esta investigación, muestra que sin importar cuánto se ha desarrollado la figura de la

comunidad hereditaria desde el punto de vista doctrinario, en la práctica jurídica se

contempla, esto se debe a que la doctrina en relación a esta figura se desarrolló en dos

grandes corrientes: La del Derecho Romano y las XII Tablas, y la del Derecho

Alemán, las cuales se diferencian en cuanto a la importancia de la figura y extensión

de los derechos y obligaciones de los miembros que conforman la comunidad

hereditaria. Los países de la investigación influenciados por la doctrina del Derecho

Romano, la cual considera importante la comunidad, ya que según ésta, sí existe pero

70

es por naturaleza incidental y transitoria y se refleja en que los legisladores y

jurisconsultos la conocen, se da intrinsicamente desde la muerte del causante pero

el objetivo es que no se mantenga, y cuanto más rápido se llegue a la partición, mejor.

Argentina es la excepción, ya que esta acepta la influencia de las dos corrientes por lo

que al estudiar los artículos del Código se aprecia un mayor entendimiento de la

comunidad hereditaria. Las legislaciones estudiadas únicamente contemplan los

elementos que conforman la figura de la comunidad hereditaria al normar dentro de las

Sucesiones las figuras siguientes: El causante, los herederos y legatarios pero sin

tomar en cuenta la figura de la comunidad en su definición, que nace en el momento

de la sucesión al haber varios herederos.

El segundo indicador, se refiere a la regulación del concepto de masa hereditaria, la

legislación guatemalteca, sí lo contempla en varios artículos, por ejemplo en el artículo

siguiente: “Cuando una persona fallece se pagarán sus deudas y lo que queda es

masa hereditaria, distribuida entre los que tienen derecho a ella“. Se manifiesta que

los legisladores entienden este concepto, pero no profundizan en las personas que

heredan la masa hereditaria y qué pasa con ellos, también limita el derecho de los

coherederos al expresar que cada heredero puede disponer del derecho que tiene en la

masa hereditaria, pero no de las cosas que forman la sucesión.

.

La legislación salvadoreña contempla el término masa hereditaria y deduce de la

misma, incluso los créditos hereditarios. En cuanto la legislación hondureña,

entiende el concepto y lo regula en su articulado. Nicaragua, lo menciona

únicamente en los artículos referente a la partición; Costa Rica, Argentina, México y

España, no manejan el concepto de la definición, se puede comprobar que la masa

hereditaria es regulada, pero no abarca los diferentes escenarios que se desarrollan en

la figura.

La doctrina afirma que la masa hereditaria está formada por los bienes y derechos

transmitidos por el causante, pero esto es un concepto muy amplio, y se debe tomar

en cuenta que existe excepción de los créditos que se dividen de pleno derecho en el

71

instante de la muerte del causante, en este supuesto no hay indivisión, ya que integran

también la masa. Asimismo se debe de tomar en cuenta no solo los bienes dejados

por el causante a su muerte, sino los que hayan recibido en vida, porque estos no

forman parte de la sucesión al haber salido del patrimonio antes de su muerte, pero

deben de ser considerados a la hora de reconocer lo que él entrego en vida a sus

herederos, todas estas circunstancias hacen que sea necesario ampliar los artículos

que contemplan y regulan la masa hereditaria en todas las legislaciones investigadas.

Con el tercer indicador, se determina si existe una regulación de la pluralidad de

herederos: La legislación guatemalteca no contempla el término pluralidad de

herederos, pero se regulan en varios artículos la distribución y cuotas entre ellos y

regula el derecho de los acreedores con respecto a éstos, también estipula el derecho

de acrecer de los herederos; el Código Civil de El Salvador, contempla los términos

herederos de cuota, así como coherederos al mencionar el derecho de acrecer,

asimismo el término consignatario, en esta legislación se profundiza un poco más en la

regulación de la pluralidad de herederos; también la legislación hondureña designa a

los coherederos, como una figura de asignación a título universal, así mismo los

menciona cuando distribuye la masa hereditaria, en el derecho de acrecer, y en la

regulación y administración de los bienes hereditarios; la legislación nicaragüense, no

contempla para nada estos términos, solamente contempla los herederos y legatarios,

en toda su regulación no se refiere a este concepto, ni mucho menos su regulación;

Costa Rica, menciona el derecho de acrecer de los herederos, la renuncia del heredero

o indignidad para suceder; Argentina contempla la regulación de la pluralidad de

herederos en más de cien artículos desarrollando la figura y sus relaciones, las

situaciones que se pueden dar con perfecta claridad; por su parte México contempla

con un poco más de profundidad y seriedad en la manera de ver la pluralidad de

herederos, también regula todo lo referente a los legatarios y legados y lo referente a

los albaceas; España por su parte es la legislación que muestra la mayor cantidad de

supuestos que se pueden dar durante la comunidad hereditaria, dando una mayor

certeza jurídica entre los miembros de la comunidad, existiendo por ejemplo el derecho

de inventario, que le da derecho al heredero a contemplar el inventario de los bienes de

72

la herencia y poder determinar si al aceptar la herencia es un beneficio o un perjuicio

para él, debido a la diferencia entre los activos y pasivos de la masa hereditaria, el

derecho de deliberar, el derecho de acrecer, el derecho a mejoras, las legítimas, los

herederos forzosos y muchos más.

Este indicador como resultado de la investigación muestra claramente que sí se conoce

el concepto de pluralidad de herederos dentro de los ordenamientos jurídicos de los

países de la investigación, entendiendo la figura de acuerdo a la doctrina al regularla

pero siempre con una inclinación a la partición en el momento que cada coheredero así

lo considere, sucediendo lo mismo con la legislación guatemalteca.

En cuanto al cuarto indicador, muestra si existe o no la figura de la colación de bienes

hereditarios. Las legislaciones de México y Centro América no la contemplan:

Argentina y España si lo hacen en varios artículos, esta figura de la colación,

básicamente se refiere a que cuando una persona fallece y le ha dado a alguno de sus

hijos beneficios por adelantado éste debe de traerlo a la masa hereditaria para

descontarlo del total de los bienes, es una manera equitativa de distribución real de la

masa hereditaria cuya finalidad es no actuar en perjuicio de cualquiera que no hubiese

recibido lo mismo para no afectar a los demás herederos. Como resultado de la

comparación, España y Argentina, presentan en la práctica jurídica la colación, y la

cual se convierte en un importante instrumento para lograr una mayor equidad, sobre

la manera de distribución de los bienes de la comunidad hereditaria.

El quinto indicador establece lo relativo a la forma de extinguir la comunidad

hereditaria, durante la investigación del presente trabajo se demostró la importancia que

el legislador le da a la figura de la partición, como el instrumento por excelencia para

extinguir la comunidad hereditaria, los artículos de la legislación guatemalteca y la

del resto de los países de la investigación, los que mejor demuestran esta situación,

porque todas las legislaciones reconocen a la partición, la regulan, mencionan sus

efectos, los gastos en que se incurren, la figura del partidor etc. En cuanto a este

indicador, la diferencia existente dentro de las legislaciones es únicamente en el

73

tiempo que se puede pedir la partición por parte de los coherederos o el tiempo de la

proindivisión; el Salvador y Honduras contemplan cinco años, pudiendo renovarse

este pacto; la República de Nicaragua menciona la imprescriptibilidad de la partición,

y este espíritu prevalece en las legislaciones centroamericanas; en cuanto a México,

Argentina y España, además de desarrollar la partición en sus legislaciones, también

regulan la rescisión y la nulidad de la partición, mostrando nuevamente mayor

profundidad en el análisis de la figura.

Al análisis de la investigación y con base en los resultados obtenidos, se llega a la

conclusión que la figura de la comunidad hereditaria no existe en la legislación

guatemalteca, y que el legislador simplemente no ha profundizado en la figura, porque

existe suficiente doctrina en el medio, para comprender su importancia y de esa forma

poder incorporarla al ordenamiento jurídico. También se puede concluir que el resto de

legislaciones centroamericanas objeto del estudio, tampoco la incluyen en sus

artículos de la ley; la legislaciones mexicana y española, comprenden la figura en su

totalidad pero su influencia doctrinal Romana no les permite la libertad de legislar de

otra manera, prevaleciendo el principio de la temporalidad de la figura y la extinción en

el menor tiempo posible. La legislación argentina es la que muestra más evolución al

abarcar una mayor amplitud en entender a la comunidad hereditaria, debido a la

influencia italiana en su Código Civil ya que Italia es uno de los países influenciado

por la corriente alemana.

74

CONCLUSIONES

1. La legislación Guatemalteca y las restantes objeto de la investigación y comparación

del presente trabajo no definen la figura de la comunidad hereditaria, pero la conocen

así como sus elementos y sus efectos, siendo la misma intrínsica desde el momento

de la muerte del causante y sus herederos.

2. Todas las legislaciones conocen la figura de la masa hereditaria y la regulan en sus

ordenamientos jurídicos.

3. Guatemala y el resto de países parte de la investigación, regulan la figura de la

pluralidad de herederos.

4. La figura de la colación de bienes hereditarios no se tiene contemplada en

75

Guatemala, México y Centroamérica; Argentina y España si la contemplan y la

regulan.

5. Se concluye que todas las legislaciones del estudio conocen la figura de la

partición como la figura para extinguir la comunidad hereditaria.

RECOMENDACIONES

1. Incluir dentro del ordenamiento jurídico guatemalteco, la figura de la comunidad

hereditaria, su concepto y los elementos que la conforman.

2.Regular las diferentes situaciones que se pueden dar de la masa hereditaria en

relación con la figura de la comunidad hereditaria, enriqueciendo de esta manera el

concepto dentro del Código Civil Guatemalteco.

3. Incluir el concepto de la colación de bienes hereditarios en el Derecho Sucesorio

guatemalteco.

76

4. Agregar la figura del beneficio de inventario en el ordenamiento jurídico

guatemalteco.

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Decreto del 3 de enero de 1928. Reformado 28 enero del 2010.

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diciembre 1926. Decreto del 3 de enero de 1928. Reformado 28 enero del

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Código civil Español. Título redactado conforme a la ley 3-1973. Del 17 de marzo.

Decreto de 1836/ 1974. Del 31 de mayo.

4.1. CUADROCOMPARATIVO DE LA LEGISLACIÓN CENTROAMERICANA, MÉXICO, ARGENTINA Y ESPAÑA.

INDICAD

ORES

GUATEMALA CÓDIGO CIVIL

EL SALVADOR

CÓDIGO CIVIL

HONDURAS

CÓDIGO CIVIL

NICARAGUA CÓDIGO CIVIL

COSTA RICA CÓDIGO CIVIL

ARGENTINA CÓDIGO CIVIL

MÉXICO CÓDIGOS

CIVILES

ESPAÑA CÓDIGO CIVIL

¿Hay una ley específica que regula la comunidad hereditaria?

No contempla nada en relación a la definición o concepto de comunidad hereditaria.

Pero es intriínsica en la legislación tanto en sus elementos como en sus efectos.

No la define pero si existe sus efectos y sus elementos

Y su manera de terminarla

No la define tampoco pero si conocen sus existencia y sus efectos jurídicos, así como su extinción

No la definen pero si la conocen, efectos y elementos y terminación.

Definida no esta pero sus efectos se preveen en la legislación, así como la figura que la extingue.

No la menciona, pero la ley la contempla en su artículo 3416, al indicar que cuando muchas personas son llamadas simultáneamente a la sucesión, cada uno tiene los derechos del autor de una manera indivisible, en cuanto a la propiedad y posesión. Así como sus efectos y su extinción.

No contempla la figura de la comunidad hereditaria en cuanto a concepto o definición, pero si sus efectos sus elementos y su existencia así como su extinción.

Fuente Doctrinaria de la figura, pero la legislación no la contempla como definición o concepto pero si conocen sus efectos sus elementos y sus variables dentro de su legislación.

INDICADORES

GUATEMALA CÓDIGO CIVIL

EL SALVADOR

CÓDIGO CIVIL

HONDURAS

CÓDIGO CIVIL

NICARAGUA CÓDIGO CIVIL

COSTA RICA CÓDIGO CIVIL

ARGENTINA CÓDIGO CIVIL

MÉXICO CÓDIGOS

CIVILES

ESPAÑA CÓDIGO CIVIL

Existe una regulación de la pluralidad de herederos?

Si lo regula en sus artículos del 948 al 951, y dichos artículos se refieren a la distribución e igualdad de cuotas entre los herederos. por su parte el 1036 al 1039, regula el derecho de los acreedores; y, el artículo 1077 estipula el derecho de acrecer de los herederos.

Si está regulado en el artículo 1079 al expresar los herederos de cuota y en ese caso se forma la pluralidad de herederos y al formarse éstas se regulan en los siguientes artículos, contemplando el derecho de acrecer entre los coherederos o coasignatarios; regulando incluso este derecho en el artículo 1123 al 1132.

Si lo regula, en el artículo 1080 que estipula las asignaciones a título universal en relación a los legatarios o coherederos; y el artículo 1081 la manera de distribución de la masa hereditaria por los asignatarios o coherederos. Y de sus artículos 1129 al 1138 contempla el derecho de acrecer y su regulación. además el articulo 1187 habla de la administración de los bienes hereditarios por los coherederos.

No existe en este país.

Si lo establece, en el artículo 568 en adelante, y además menciona el derecho de acrecer, la figura de legatario en el 570 en adelante. El artículo 568 trata de la sucesión legítima, y en ésta la parte caduca del heredero indigna o que renuncia acrece a los herederos siempre que no sea el caso de representación. Por último el 569 en la sucesión testamentaria, salvo la voluntad expresa del testador, hay derecho de acrecer en favor de los herederos, respecto al legado y a la parte de la herencia de sus coherederos que caduque conforme a la ley.

Si lo establece en los artículos del 3311 al 3403, anteriormente descritos en el segundo enunciado del presente cuadro.

Las reglas que regulan la relación entre la pluralidad de herederos, se regulan en los artículos 1286 al 1294, y los artículos 1378 al 1390, contemplan la figura del heredero en sí y los artículos 1391 al 1471, todo lo referente a los legatarios y legados; y por último los artículos 1679 al 1749 todo lo referente a los albaceas.

Si existe, así como el derecho de acrecer en el artículo 981 al 987, además los 988 al 1009, en donde también se contempla la aceptación y repudiación de la herencia.

INDICADORES

GUATEMALA CÓDIGO CIVIL

EL SALVADOR

CÓDIGO CIVIL

HONDURAS

CÓDIGO CIVIL

NICARAGUA CÓDIGO CIVIL

COSTA RICA CÓDIGO CIVIL

ARGENTINA CÓDIGO CIVIL

MÉXICO CÓDIGO CIVIL

ESPAÑA CÓDIGO CIVIL

Existe la figura de la colación de bienes hereditarios?

La legislación guatemalteca no contempla la figura de la colación de bienes hereditarios.

No lo regula.

No lo regula.

No la contempla.

No la contempla.

Si la contempla, en sus artículos 3476 al 3484.

No lo regula.

Si lo existe y lo regula del artículo 1035 al 1050.

diferentes formas de la extinción de la comunidad hereditaria

Nuestra legislación contempla la figura de la partición, como la única forma de extinción de la comunidad hereditaria, regulandola en los siguientes artículos1085 al 1094; así mismo el artículo 1102 expresa la libertad de la partición de los coherederos; y, el artículo 1107 contempla los gastos de la partición; y, por último el artículo 1108 estipula los efectos de la partición.

Si lo contiene regulado en el artículo 1196 al 1234, al hablar de la partición. lo importante de este aspecto es que contempla la no proindivisión por más de cinco años, pero cumplido este término podrá renovarse este pacto.

Si se encuentra regulado en el artículo 1225 que habla claramente de la proindivisión a cinco años, la cual puede repactarse y regularse en los siguientes artículo hasta el 1264. Por su parte el artículo 1194 menciona el beneficio del inventario y su regulación hasta el 1209.

Si la contempla en los artículos referentes a la partición, 1346 al 1401 y el artículo 1356, en la acción de la imprescriptibilidad de la partición.

El artículo 561 menciona la partición hereditaria.

La partición si lo regula, en los artículos 3449 al 3461.

Si lo regula, artículos 1767 al 1778, y los efectos de la misma en el 1779 al 1787, y por último contempla la rescisión y la nulidad de la partición en los artículos 1788 al 1791.

Si se refiere a la partición de la herencia, del artículo 1051 al 1067 y sus efectos del 1068 al 1072. Además se menciona la rescisión de la partición en sus artículo 1073 al 1081.