2014 Lesiones Crónicas Del Aparato Locomotor en El Deportista

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E 14-920-B-10 Lesiones crónicas del aparato locomotor en el deportista P. Rochcongar El aumento de la cantidad de personas que practican deportes y la diversificación de las actividades deportivas conducen a la constatación de un número más elevado de traumatismos. Es esencial conocer las lesiones específicas de cada práctica, que en su mayoría se deben a sobrecarga física. Para esto hay que conocer bien los movimientos relativos al deporte del que se trate y las exigencias físicas que produce en función de la edad, del sexo y del nivel de práctica. Sólo una exploración física completa permite for- mular un diagnóstico, justificar posibles pruebas complementarias y, por último, adoptar una conducta práctica apropiada desde el punto de vista terapéutico y preventivo. © 2014 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados. Palabras clave: Deporte; Aparato locomotor; Lesión por sobrecarga; Traumatismos Plan Introducción 1 Generalidades 2 Frecuencia de las lesiones 2 Mecanismos lesionales 2 Factores predisponentes 2 Clasificación de las lesiones 4 Miembro superior 4 Columna vertebral 5 Pelvis 5 Miembro inferior 5 Conclusión 8 Introducción En los últimos nos, muchas publicaciones científi- cas han confirmado la influencia de la actividad física, y por tanto del deporte, como factor de prevención primaria y secundaria en numerosas afecciones [1] . Esto ata˜ ne a las enfermedades cardiovasculares y metabólicas, pero también a los cánceres, las neuropatías y al apa- rato locomotor [2] . De forma paralela, el entusiasmo por las actividades físicas en los últimos nos se ha expresado en el aumento constante del número de deportistas y la diversificación de las actividades deportivas. Aunque los beneficios del deporte son ampliamente reconocidos, no es menos cierto que también produce traumatismos del aparato locomotor. La incidencia y la prevalencia de las lesiones vincula- das al deporte no están completamente evaluadas, ya que la metodología de las encuestas debe tener en cuenta el país en el que han sido realizadas (costumbres sociales), la duración del estudio, el tipo de suelo y el material, sin olvidar el número de personas, el sexo, la edad, el nivel de práctica, el modo de recogida de datos (encuesta, estu- dio de documentos, etc.) y, por último, los antecedentes traumáticos [3] . La definición misma del traumatismo es compleja. En la mayoría de los estudios se considera una lesión que haya obligado a interrumpir la práctica varios días o a quedarse fuera de una competición. Más recientemente, se ha pro- puesto clasificar las lesiones en tres niveles [4] : lesión física que no conduce a la consulta médica ni a la interrup- ción de la práctica; lesión que necesita atención médica; lesión que exige una interrupción de las actividades físicas y deportivas. Hay que distinguir dos tipos de lesiones principales. Las lesiones agudas, a menudo sin especificidad, que condu- cen o no a la atención médica en servicios de urgencia y, llegado el caso, a la hospitalización [5, 6] , y las lesiones crónicas por sobrecarga, muy específicas del acto depor- tivo, que son auténticas tecnopatías y llevan en general a la interrupción, total o parcial, de las actividades físicas. En el contexto de este artículo se tratarán únicamente las lesiones crónicas analizadas en numerosas publicacio- nes. Por eso parece útil insistir en los aspectos relativos a la exploración física, la frecuencia y los mecanismos causales, para luego centrarse en la prevención según el esquema de exploración presentado por Bahr [7] (Fig. 1). A continuación se expondrán los distintos tipos de lesio- nes y se presentarán algunos ejemplos específicos de esta patología. EMC - Aparato locomotor 1 Volume 47 > n 2 > junio 2014 http://dx.doi.org/10.1016/S1286-935X(14)67557-2

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2014 Lesiones Crónicas Del Aparato Locomotor en El Deportista

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  • E 14-920-B-10

    Lesiones crnicas del aparatolocomotor en el deportista

    P. Rochcongar

    El aumento de la cantidad de personas que practican deportes y la diversificacin delas actividades deportivas conducen a la constatacin de un nmero ms elevado detraumatismos. Es esencial conocer las lesiones especficas de cada prctica, que en sumayora se deben a sobrecarga fsica. Para esto hay que conocer bien los movimientosrelativos al deporte del que se trate y las exigencias fsicas que produce en funcin de laedad, del sexo y del nivel de prctica. Slo una exploracin fsica completa permite for-mular un diagnstico, justificar posibles pruebas complementarias y, por ltimo, adoptaruna conducta prctica apropiada desde el punto de vista teraputico y preventivo. 2014 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

    Palabras clave: Deporte; Aparato locomotor; Lesin por sobrecarga; Traumatismos

    Plan

    Introduccin 1 Generalidades 2

    Frecuencia de las lesiones 2Mecanismos lesionales 2Factores predisponentes 2

    Clasificacin de las lesiones 4Miembro superior 4Columna vertebral 5Pelvis 5Miembro inferior 5

    Conclusin 8

    IntroduccinEn los ltimos anos, muchas publicaciones cientfi-

    cas han confirmado la influencia de la actividad fsica,y por tanto del deporte, como factor de prevencinprimaria y secundaria en numerosas afecciones [1]. Estoatane a las enfermedades cardiovasculares y metablicas,pero tambin a los cnceres, las neuropatas y al apa-rato locomotor [2]. De forma paralela, el entusiasmo porlas actividades fsicas en los ltimos anos se ha expresadoen el aumento constante del nmero de deportistas y ladiversificacin de las actividades deportivas. Aunque losbeneficios del deporte son ampliamente reconocidos, noes menos cierto que tambin produce traumatismos delaparato locomotor.

    La incidencia y la prevalencia de las lesiones vincula-das al deporte no estn completamente evaluadas, ya quela metodologa de las encuestas debe tener en cuenta elpas en el que han sido realizadas (costumbres sociales),la duracin del estudio, el tipo de suelo y el material, sinolvidar el nmero de personas, el sexo, la edad, el nivelde prctica, el modo de recogida de datos (encuesta, estu-dio de documentos, etc.) y, por ltimo, los antecedentestraumticos [3].

    La definicin misma del traumatismo es compleja. En lamayora de los estudios se considera una lesin que hayaobligado a interrumpir la prctica varios das o a quedarsefuera de una competicin. Ms recientemente, se ha pro-puesto clasificar las lesiones en tres niveles [4]: lesin fsicaque no conduce a la consulta mdica ni a la interrup-cin de la prctica; lesin que necesita atencin mdica;lesin que exige una interrupcin de las actividades fsicasy deportivas.

    Hay que distinguir dos tipos de lesiones principales. Laslesiones agudas, a menudo sin especificidad, que condu-cen o no a la atencin mdica en servicios de urgenciay, llegado el caso, a la hospitalizacin [5, 6], y las lesionescrnicas por sobrecarga, muy especficas del acto depor-tivo, que son autnticas tecnopatas y llevan en general ala interrupcin, total o parcial, de las actividades fsicas.

    En el contexto de este artculo se tratarn nicamentelas lesiones crnicas analizadas en numerosas publicacio-nes. Por eso parece til insistir en los aspectos relativosa la exploracin fsica, la frecuencia y los mecanismoscausales, para luego centrarse en la prevencin segn elesquema de exploracin presentado por Bahr [7] (Fig. 1).A continuacin se expondrn los distintos tipos de lesio-nes y se presentarn algunos ejemplos especficos de estapatologa.

    EMC - Aparato locomotor 1Volume 47 > n2 > junio 2014http://dx.doi.org/10.1016/S1286-935X(14)67557-2

    dx.doi.org/10.1016/S1286-935X(14)67557-2
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    Atletasensible

    Lesin

    Exposicin a factores deriesgo extrnsecos

    Situacindesencadenante

    Edad

    Flexibilidad

    Lesinanterior

    Morfologa

    Factores de riesgo a distancia dela lesin

    Mecanismo de la lesin(inmediato anterior a la

    produccin de sta)

    Atletapredispuesto

    Figura 1. Conducta prctica ante una lesin vincu-lada al deporte segn Bahr [7].

    GeneralidadesFrecuencia de las lesiones

    Las cifras varan mucho en funcin de los protocolos. Laincidencia es muy elevada en numerosos deportes indivi-duales como el bdminton (hombro, columna vertebral ymsculos del muslo [8]), la escalada [9], el esqu de fondo [10]

    o el ciclismo (principalmente la rodilla [11]).La carrera a pie ha sido ampliamente estudiada y las

    cifras no han variado desde hace una dcada. La inciden-cia anual se extiende del 24% a ms del 50% del ndicede lesionados. Un tercio de los corredores de fondo tieneuna lesin microtraumtica al cabo de 1 ano de entrena-miento [12]. La lesin est bsicamente representada porlas tendinopatas y los sndromes femororrotulianos, perotambin por las fracturas de esfuerzo [13].

    Algunos deportes considerados poco traumatizantes,como la natacin, causan sin embargo tecnopatas delhombro en los competidores [14], pero tambin en los afi-cionados, que tienen un ndice elevado de lesiones poruso excesivo (el 21% en las mujeres y el 6,5% en los varo-nes), superior al de otros deportes como el baloncesto, elwaterpolo y el tenis [15].

    Mecanismos lesionalesHay que relacionarlos con el movimiento en s, por

    aumento de las tensiones (lo que explica, por ejemplo,las fracturas de esfuerzo), compresin excesiva (lesionescartilaginosas, sndromes de compresin nerviosa, enfer-medad vascular), traccin (tendinopata, osteocondrosis),fricciones de repeticin (tendinopata, lesin cartilagi-nosa, lesin nerviosa troncular) [16].

    Factores predisponentesHay que buscarlos de forma sistemtica en la explo-

    racin fsica, sin olvidar que las causas siempre sonmultifactoriales.

    Factores intrnsecosEdad

    En numerosos estudios se ha confirmado el aumento delas lesiones crnicas con la edad [17].

    Las lesiones en el adolescente se presentan sobre todoa modo de osteocondrosis [18]. Muy rara vez afectan a losmsculos, los tendones y los ligamentos. Esto indica laimportancia a esta edad de las radiografas o de la ecogra-fa como complemento de la exploracin fsica. Tambinexplica que los traumatismos descritos en los adolescen-tes se produzcan con ms frecuencia en el entrenamiento,sobre todo en el caso del ftbol [19], la gimnasia, el bisbol,el bdminton y el balonvolea [20].

    En las personas de mayor edad, el punto clave es lalesin del cartlago y el riesgo de descompensacin artr-sica. Parece que la prctica deportiva intensa, fuera deuna secuela de traumatismo agudo, sera responsable dela aparicin ms rpida de signos radiolgicos de lesincartilaginosa; sin embargo, esto no siempre provoca mani-festaciones clnicas ms serias, segn los niveles [21]. Elinconveniente principal, una vez producida la lesin, esla dificultad para respetar los perodos de cicatrizacin.En cambio, en los futbolistas, sobre todo de alto nivel, seha demostrado que el riesgo de recidiva para una lesinidntica se duplica o triplica en el ano siguiente [22, 23].

    SexoEn la mujer est bien establecido que el entrenamiento

    intensivo en algunas disciplinas (danza, gimnasia depor-tiva, carrera a pie) conduce a perturbaciones hormonalesfrecuentes, no observadas en otros deportes [24]. As se hademostrado que la amenorrea se asocia a un aumento delnmero de fracturas de estrs [13].

    Otras disciplinas, sobre todo los deportes colectivos,revelan en la mujer un nmero ms alto de lesionesligamentosas del tobillo y del ligamento cruzado ante-roexterno (LCAE) de la rodilla. Esto ha conducido aproponer programas especficos de prevencin que hanresultado eficaces [25].

    Anomalas del morfotipoSe las menciona a menudo y representan un fac-

    tor predisponente [12]. En algunas situaciones, la relacinlesin-morfotipo casi no se discute. Es el caso de la asocia-cin genu varum o torsin femoral interna y tendinopatadel tensor de la fascia lata, periostitis tibial y retropi enpronacin. Sin embargo, muy a menudo los datos de laspublicaciones son contradictorios [26]. En la medida de loposible, la exploracin esttica debe completarse con unaexploracin dinmica. As, se ha podido demostrar unabuena correlacin entre la hiperpronacin dinmica y laperiostitis tibial, el aumento de la dorsiflexin del tobilloy la fascitis plantar de los corredores a pie. Asimismo, la fil-macin de algunos movimientos puede ser de gran ayudapara la comprensin de los mecanismos responsables dela lesin [27].

    FlexibilidadLa flexibilidad, o ms precisamente la prdida de sta,

    ha sido incriminada con frecuencia. Durante el empujedel crecimiento, es desde luego uno de los factores queinducen la agravacin de las osteocondrosis por traccin.Asimismo, la rigidez del cudriceps o de los isquiosuralespuede explicar en parte una lesin del aparato extensor dela rodilla. Sin embargo, no puede ser el nico factor res-ponsable. Algunas disciplinas deportivas, como la danza,requieren una mayor flexibilidad musculotendinosa yarticular y, por tanto, producen lesiones musculares [28].

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    Desequilibrios muscularesSuponen el dficit de un grupo muscular en relacin

    con el lado opuesto o un desequilibrio entre los gruposagonistas y antagonistas. Este factor se ha vuelto rele-vante desde el advenimiento de la exploracin de la fuerzamuscular con la dinamometra isocintica, en modo con-cntrico, excntrico o mixto [29].

    Los dficits de fuerza con relacin al lado contralateralpueden ser el reflejo de una lesin subyacente o, al con-trario, la causa de esta lesin. Un trastorno del aparatoextensor de la rodilla puede producir una disminucin dela fuerza del cudriceps (es el caso de algunos sndromesfemororrotulianos) o deberse parcialmente a un dficit defuerza (por ejemplo, tendinopata rotuliana). Este dficitsiempre debe valorarse con una escala; una desviacin del10-20% debe considerarse sospechosa, y muy probable-mente sea anmala por encima del 20% [30]. Adems, losdficits pueden ser el reflejo de la secuela de un accidentemuscular, sobre todo de los isquiosurales. Esto justifica,con fines de prevencin, los programas de fortalecimientomuscular al comienzo de la temporada [31]. Sin embargo,no siempre hay una correlacin entre los resultados de lasmediciones de la fuerza y la recidiva [32].

    Los desequilibrios entre agonistas y antagonistas sue-len considerarse entonces como factores potenciales detraumatismo. Los resultados son por lo menos contradic-torios. Los estudios se ven dificultados por el hecho deque existen diferencias entre personas de la misma edady del mismo nivel de prctica en relacin con la espe-cialidad deportiva. Adems se sabe que, para una mismadisciplina, los valores varan con el tiempo en funcin dela edad [33].

    Se plantea entonces la cuestin de saber si estos dese-quilibrios (expresados en relacin con grupos de controlsedentarios pareados por edad) pueden ser la causa de lalesin o si son el mero resultado del entrenamiento. Enel caso de los flexores y extensores de la rodilla, es muyprobable que pueda responderse a partir de la segundaproposicin; con relacin al hombro, el problema esms complejo, y el desarrollo preferente de los rotado-res mediales, en comparacin con los rotadores laterales,sigue siendo discutido como factor causal de algunas lesio-nes [34]. Sin embargo, por s solo no puede explicar algunaslesiones como, por ejemplo, las inestabilidades [35].

    Factores genticosEstudios recientes permiten inferir algunos patrones

    genticos [36] (gen COL1A1) como factores predisponentesde tendinopatas o de lesiones capsuloligamentosas delhombro y de la rodilla.

    Factores extrnsecosNivel de prctica

    Cuanto ms elevado es el nivel, ms se desarrolla la afec-cin especfica. As, en el golfista profesional representams del 80% de las lesiones, mientras que es menor al 30%en un grupo control de aficionados. En estos ltimos, seobservan duraciones excesivas de juego que generan can-sancio y errores tcnicos como causas principales de laslesiones [37].

    La edad tambin cuenta. Se ha demostrado que entre losfutbolistas menores de 18 anos, el riesgo de lesin era cla-ramente superior en los ms jvenes, varones o mujeres,en comparacin con adultos del mismo nivel de prc-tica [38].

    Aspectos fisiolgicos del ejercicio fsico [39]

    El precalentamiento omitido o mal realizado es un fac-tor aceptado como generador de lesiones. Por ejemplo,es la causa de casi el 10% de las lesiones en los golfistasaficionados [37]. El calentamiento previo debe consistir enejercicios fsicos globales y biolgicos en relacin con ladisciplina que se va a practicar, y tiene como objetivo prin-cipal el aumento de la temperatura del msculo estriado

    esqueltico. Los masajes y otras tcnicas de proteccin(ropa sinttica, guantes, etc.) pueden ser adyuvantes ti-les si las temperaturas son bajas, pero nunca bastan por ssolos.

    El precalentamiento debe acompanarse de estiramien-tos. De forma paradjica, los estudios bien conducidosque ponen de manifiesto el efecto preventivo de los esti-ramientos son escasos. Hay que insistir en la especificidadde los estiramientos en funcin de los msculos y arti-culaciones activados con preferencia durante el ejercicio.Deben incluirse en un programa ms vasto de prevencin,sobre todo en las fases de preparacin [40, 41]. Esto ha sidoconfirmado sobre todo en los jugadores de hockey sobrehielo de alto nivel [42].

    Modalidades de entrenamientoEl aumento de la cantidad de entrenamiento, sobre

    todo si es brusco, es un factor de riesgo. As, el riesgopara los corredores a pie aumenta por encima de los 35-40 km/semana [12]. La intensidad es otro factor que debetenerse en cuenta. Los ejercicios intermitentes, con recu-peracin incompleta, a menudo son la causa de accidentesmusculares o tendinosos.

    En cuanto a la competicin, es responsable de unnmero ms alto de traumatismos agudos que de micro-traumatismos. La repeticin de las competiciones de altonivel es un factor favorecedor de las lesiones [43].

    En este contexto es indispensable buscar un posible sn-drome de exceso de entrenamiento, que puede definirsecomo un descenso de los rendimientos fsicos a pesar dela prosecucin e incluso del aumento de las sesiones deentrenamiento. Este sndrome temible, difcil de demos-trar y por tanto de tratar, puede revelarse inicialmentemediante lesiones [44]. Las pruebas de esfuerzo ponen derelieve un descenso del rendimiento pero, sobre todo,una menor produccin de cido lctico y un aumento delconsumo de oxgeno en un mismo nivel de ejercicio. Amenudo se observan signos a favor de una recuperacinmenos satisfactoria. Al contrario, los parmetros biolgi-cos, como la elevacin de las creatinas cinasas (CK), raravez se usan. Hasta hoy, la mejor deteccin se obtiene conlos cuestionarios de exceso de entrenamiento [45].

    En el mismo sentido, hay que tratar de detectar posi-bles errores dietticos [46], como los aportes insuficientesde azcares lentos, necesarios para la recarga glucog-nica del msculo. Los aportes calricos deben modularseen funcin de la intensidad del entrenamiento y de lascompeticiones. Los aportes hdricos insuficientes tambinpueden ser una causa indirecta de lesiones musculares otendinosas (recurdese la necesidad de una rehidratacinregular durante el esfuerzo y despus de los ejercicios).Estos aportes deben aumentarse en condiciones especiales(por ejemplo, calor intenso, ejercicios en altura).

    Aspectos materialesCon frecuencia se menciona como causa el material que

    se usa. El ejemplo ms tpico es el de la raqueta de tenis, a laque se le atribuye el desarrollo de algunas epicondilalgiaslaterales en jugadores de nivel medio o bajo [47].

    El calzado, sea cual sea la especialidad deportiva, ha evo-lucionado mucho en su diseno. La aparicin de botas deesqu alpino de cana alta ha provocado una disminucinnotable de las lesiones del tobillo y del pie, pero de formaparalela han aumentado los traumatismos de la rodilla [48].El calzado del corredor a pie es cada vez ms sofisticado,lo que ha producido una variacin en la incidencia delos microtraumatismos. Adems, se sabe que el riesgo delesin se relaciona de forma directa con el desgaste del cal-zado. Sin embargo, lejos se est de poder solucionar todoslos problemas con un calzado ideal, adaptado a la mor-fologa y a la dinmica del pie, un factor eminentementevariable en funcin de cada persona [40]. En otras palabras,cualquier modificacin del calzado puede ser un factor deriesgo suplementario.

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    Aun cuando esto se refiere a los microtraumatismos, nodebe olvidarse la eficacia de las protecciones, un aspectoconfirmado en el caso del ciclismo (uso de casco) [49].El ndice de heridas producidas por la prctica de esqualpino se ha reducido de forma notable, gracias al per-feccionamiento de los equipos (esques y calzados). Seobservan los mismos resultados en el snowboard y el pati-naje de velocidad (sobre todo, proteccin de las rodillas,las munecas y los codos) [48]. Asimismo, en los jugadores derugby, usar protector dental y casco es eficaz para prevenirlos traumatismos faciales y craneales [50].

    Respecto a los suelos, en los traumatismos del corre-dor a pie se ha incriminado a menudo, quiz de formaerrnea, a los suelos duros de tipo macadn. El factorde riesgo principal sera ms bien el cambio de sue-los [12]. Este concepto se aplica a los deportes colectivos.La incidencia de las lesiones no es mayor si el entrena-miento se efecta en csped natural o artificial de ltimageneracin [51].

    Clasificacin de las lesionesMiembro superiorHombro

    Un enfoque ms fino de la exploracin fsica, asociadoal conocimiento de la tcnica deportiva, a la contribu-cin de las pruebas de imagen e incluso de la artroscopia,ha permitido identificar algunos sndromes, lo cual hamejorado el tratamiento y la prevencin.

    No se tratarn aqu las luxaciones o secuelas de luxa-cin [52] ni las lesiones del rodete glenoideo [53] o delmanguito de los rotadores.

    La afeccin microtraumtica del hombro es frecuenteen algunas disciplinas. Los deportes de lanzamiento (bis-bol, balonvolea, balonmano, jabalina, ftbol americano,tenis) ponen en juego una autntica cadena cinticaen el miembro superior. La velocidad del lanzamientodel objeto de que se trata depende de la calidad delmovimiento, pero tambin de la velocidad de la articu-lacin (por ejemplo, casi unos 7.000 por segundo enel lanzador de bisbol [54]). Esto genera, en el momentodel armado, tensiones mximas que provocan lesionesintraarticulares. Luego, al final del movimiento, se iniciauna accin explosiva de los msculos rotadores media-les, que debe acompanarse de un trabajo en contraccinexcntrica de los rotadores laterales, los cuales actanentonces como frenadores. Cualquier movimiento malprogramado puede causar, al menos en parte, una lesinpor uso excesivo a modo de conflicto o de lesin por trac-cin de los nervios supraescapulares o del nervio torcicolargo.

    En cuanto a la natacin, los mecanismos son distintos.Influye ms la repeticin del movimiento que la veloci-dad, con un trabajo principal de los msculos rotadoresmediales. Estos desequilibrios entre los diversos gruposmusculares son factores favorecedores de microtrauma-tismos [14].

    En otras especialidades se manifiesta el concepto demicrotraumatismos directos. Es el caso de la entrada alagua del saltador de trampoln. A este cuadro podranasemejarse las lesiones vinculadas a posibles golpes (porejemplo, disparos bloqueados en el balonmano).

    Esto pone de relieve la importancia de la exploracinfsica. La anamnesis detecta los mecanismos que despier-tan el dolor, y la valoracin biolgica [55] se dirige a buscaruna lesin muscular o tendinosa raramente aislada, unaamiotrofia a menudo discreta de las fosas supra e infraes-pinosas, reflejo de la lesin del nervio supraescapular, undespegamiento del omplato en relacin con una lesindel nervio torcico largo [3]. Esta exploracin se com-pleta con las maniobras dinmicas pasivas o activas que

    permiten identificar las diversas lesiones (pruebas de Neer,Jobe, Gerber, Hawkins, etc.). Es conocida, sin embargo, laescasa especificidad de estas pruebas [56].

    La indicacin de pruebas complementarias deriva direc-tamente de la exploracin fsica. El electromiograma seindica ante la sospecha de una lesin del nervio supraesca-pular. La ecografa permite analizar la estructura musculary tendinosa [57]. La artrotomografa computarizada (artro-TC), la resonancia magntica (RM) e incluso la artro-RMexploran los tejidos blandos y el rodete glenoideo. Msraramente, la gammagrafa sea permite diagnosticar unafractura de esfuerzo (clavcula en el halterfilo, coracoi-des, hmero en el tenis, el bisbol o el lanzamiento dejabalina, y la parrilla costal en los pilotos de karting).

    La decisin teraputica puede tomarse slo despus deesta exploracin. Se insiste en la prevencin, a saber, elmantenimiento de las amplitudes articulares y de la fle-xibilidad, as como de la fuerza de los grupos musculares,que se pueden evaluar provechosamente en modo isoci-ntico.

    CodoEsta articulacin participa muy activamente en la gim-

    nasia, la lucha, el bisbol, el lanzamiento de jabalina y,por supuesto, el tenis.

    Como en el hombro, las lesiones dependen directa-mente del gesto tcnico deportivo. As, la gimnasia causacon ms frecuencia una lesin intraarticular, el tenis unalesin mixta del compartimento lateral y los deportes delanzamiento una lesin del compartimento medial vincu-lado a los movimientos en valgo (a modo de traccin), quede forma secundaria pueden evolucionar hacia una lesindel compartimento lateral (lesin por compresin).

    En la exploracin fsica se buscan signos de lesinintraarticular (dficit angular), una lesin muscular o ten-dinosa y/o un sndrome de compresin nerviosa [58].

    Las pruebas complementarias se discuten en funcinde la clnica. De escaso inters para las lesiones tendino-sas aisladas del compartimento lateral, permiten buscarcalcificaciones en el compartimento medial (radiografa,ecografa) o lesiones osteocondrales intraarticulares (TC oRM).

    En la mayora de los casos, se prescribe un tratamientomdico: reposo y masajes transversos profundos de lostendones, asociados a estiramientos. Las ondas de choqueextracorpreas pueden tener alguna indicacin. Las infil-traciones deben discutirse, ya que slo han demostrado sereficaces a corto plazo en el tratamiento de las epicondilal-gias laterales de origen tendinoso. Sin embargo, hay queincluir sobre todo el concepto de prevencin (precalenta-miento, material adecuado y, si es necesario, correccindel aspecto tcnico). Slo si fracasa se considera en cadacaso un tratamiento quirrgico, que entonces se dirige atodas las lesiones (tendinosas, intraarticulares e inclusonerviosas).

    ManoSe insiste en la calidad de la exploracin fsica, que

    en algunos casos orienta hacia la indicacin de pruebascomplementarias. Fuera de las secuelas de traumatismosagudos (luxacin, fractura, esguince) [59], la afeccin de lamano es microtraumtica en la mayora de los casos ycompromete tanto a las estructuras ligamentosas como alos tendones, las arterias y los nervios.

    Entonces, el gesto tcnico deportivo puede ser la causade la lesin o la revelacin de una anomala subyacente.

    Las lesiones varan segn la disciplina de que se trata. Elbox es fuente de lesiones osteoligamentosas y de luxacio-nes de los huesos del carpo. Los deportes con baln y laesgrima causan esguinces y luxaciones de los dedos, frac-turas del escafoides del carpo y de los metacarpianos. Lasfracturas de esfuerzo de la apfisis unciforme del huesoganchoso afectan a golfistas y tenistas. El esquiador sufre

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    ante todo el esguince metacarpofalngico del pulgar. Losgimnastas pueden sufrir una impactacin radiocarpianaque suele conducir a lesiones del cartlago epifisario en eladolescente [60], pero tambin, con menos frecuencia, alsndrome del nervio interseo posterior distal. Los escala-dores presentan cuadros de tenosinovitis y lesiones de laspoleas digitales. Los especialistas de pelota vasca sufrenquistes e higromas que causan lesiones neurolgicas, cua-dros de microangiopata y frecuentes artrosis de los dedos.Estos microtraumatismos vasculares han sido descritoshace poco en jugadores de balonvolea, por lo que debenser objeto de una bsqueda sistemtica. Por ltimo, losciclistas sufren en primer lugar sndromes de compresinnerviosa (nervio mediano, nervio cubital).

    En la mayora de los casos, estas lesiones guardan rela-cin con la repeticin del movimiento, la modificacin dela tcnica, un material inapropiado o incluso un simplecambio de las condiciones de entrenamiento. Estos facto-res han de buscarse entonces de forma sistemtica con elfin de mejorar la prevencin.

    Columna vertebralLesiones de la columna vertebral

    Las lesiones de la columna cervical, microtraumticas,pueden adoptar la forma de cervicalgias menores y, msadelante, de una descompensacin artrsica. Se observanen los futbolistas, basquetbolistas y, sobre todo, jugadoresde rugby y de ftbol americano, pero tambin durante laprctica de trampoln, en la aviacin y en los deportesmecnicos.

    Aunque estos cuadros no se caracterizan por presentarsingularidades clnicas, hay que tener en cuenta el posi-ble riesgo de complicaciones neurolgicas serias por lesindel segmento mvil raqudeo en deportistas muy muscu-losos y demasiado acostumbrados a padecer cervicalgiasde repeticin. Esto explica la importancia de la explora-cin fsica general, completada con un buen estudio porimagen que, si es necesario, incluye placas dinmicas y,ante la menor duda, la derivacin del paciente para suatencin por equipos especializados.

    Al igual que en las otras articulaciones ya estudiadas,hay que poner nfasis en la prevencin de las lesionesa travs del perfeccionamiento del material, insistiendoen el fortalecimiento muscular e incluso modificando losreglamentos federales. El ejemplo ms tpico se refiere alrugby, con la supresin de los apinamientos de jugadoresy la modificacin de las reglas de entrada en mel y delplacaje [61, 62].

    Lesiones de la columna lumbarEn algunas disciplinas deportivas, la columna lumbar

    representa ms del 10% de los motivos de consulta a causade lumbalgias agudas o crnicas y, con menos frecuencia,de lumbociatalgias.

    Las causas deben buscarse de forma sistemtica: rara vezuna hernia discal pura, ms a menudo una lesin muscu-lar, un desarreglo intervertebral articular posterior, unalisis stmica y, en el adolescente, una distrofia epifisaria decrecimiento.

    El gesto tcnico deportivo puede inducir esta afeccinpor efecto de hiperextensin (gimnasia deportiva, gimna-sia rtmica y deportiva, danza), en rotacin (lanzadores,golpe a un baln) o en compresin (halterofilia). De formaindirecta, la rigidez del msculo iliopsoas en algunosdeportes (sobre todo colectivos) puede generar una hiper-lordosis secundaria, que es un factor que predispone a lalumbalgia.

    Se plantea el interrogante relativo a la frecuencia delas lumbalgias vinculadas a la prctica deportiva. En loque se refiere al adolescente, se sabe que no hay dife-rencias entre varn y mujer, sean o no deportistas. En

    cambio, la incidencia de la lisis stmica es ms elevadaen deportes como la gimnasia, el salto de trampoln y lahalterofilia.

    Este ltimo cuadro merece una atencin especial [63].Se insiste en la lumbalgia aguda o subaguda, desencade-nada por el ejercicio y, en el adolescente, expresin de unaprobable fractura stmica de esfuerzo. Al principio, el diag-nstico puede ser difcil, incluso con radiografas oblicuasde buena calidad. La tomogammagrafa sea o incluso laRM son los mtodos de eleccin, completados si es necesa-rio con una TC a efectos de iniciar el tratamiento mdicode inmediato (reposo, inmovilizacin con cors) y evitarel riesgo de complicaciones.

    PelvisEl cuadro clnico ms frecuente es, por lejos, el de

    la afeccin puboabdominal [64], que afecta de forma casiexclusiva a los varones. Adems de las caderas [65], hayque explorar de manera sistemtica las articulacionessacroilacas. stas, poco mviles, muy estrechamente vin-culadas a la biomecnica de la columna lumbar y de lasnfisis del pubis, estn sometidas a fuerzas intensas y repe-tidas que pueden causar manifestaciones agudas (fracturade esfuerzo) o crnicas. La mayora de las veces, las prue-bas complementarias son las que permiten confirmar eldiagnstico (gammagrafa sea y, sobre todo, RM).

    Miembro inferiorLas lesiones son igualmente variadas y ms frecuentes

    que en el miembro superior.

    CaderaLa prctica deportiva intensa es un factor de artrosis

    precoz si hay anomalas morfolgicas preexistentes [66].En los ltimos anos ha empezado a prestarse atencina la bsqueda de conflictos anteriores [67] y a los nexosfrecuentes entre las afecciones coxofemoral y puboab-dominal [68]. Ante una coxopata en una persona jovenhay que emprender una valoracin clnica y radiolgicacompleta, que se interpretar en funcin de la prcticadeportiva (danza, deportes colectivos, deportes de com-bate).

    Las actividades fsicas tambin son el modo de reve-lacin ms frecuente de las caderas con resalte [69]. Estalesin extraarticular, ms frecuente en la mujer, sobretodo en las bailarinas, debe tenerse en cuenta slo si seacompana de dolor. En este caso, hay que distinguirla delas otras causas posibles de resaltes intraarticulares (lesinosteocondral, lesin del rodete glenoideo, etc.), de losresaltes externos (tracto iliotibial, glteo mayor) o pos-teriores (tendn del bceps) [70].

    MusloLas lesiones afectan en primer lugar a los msculos

    estriados esquelticos. Hay dos situaciones principa-les: golpe directo o mecanismo intrnseco (ms fre-cuente), con asociacin de un elemento de contraccinexcntrica.

    El riesgo principal de los golpes directos (ftbol, rugby,cada de una motocicleta) es el desarrollo de un hematomadel msculo vasto intermedio, que puede evolucionarcon rapidez hacia la miositis osificante, lo que justifica lanecesidad de una valoracin ecogrfica y un tratamientoprecoz.

    Las lesiones intrnsecas varan en funcin de la disci-plina de la que se trate. Casi inexistentes en el jugadorde baloncesto, representan ms del 20% de los acci-dentes en el ftbol (con un aumento ostensible de laslesiones de los isquiosurales [22]). En lo que se refiere al atle-tismo, las disciplinas de salto y de velocidad son las ms

    EMC - Aparato locomotor 5

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    comprometidas, y muy especialmente se afectan losisquiosurales, lo que expone a riesgos de secuelas y, sobretodo, de fibrosis que pueden ser difciles de tratar.

    El ejercicio fsico puede ser revelador de enfermedadesneuromusculares a modo de calambres y cansancio. Estecuadro debe conocerse bien [71], ya que en ocasiones per-mite detectar dficits enzimticos que contraindican laactividad fsica intensa. Las pruebas de esfuerzo programa-das antes de exploraciones complejas (biopsia muscular)permiten aproximarse a estas enfermedades mediantela evaluacin de las capacidades aerbicas y el estudiode algunos parmetros biolgicos. Un aumento precozde la lactacidemia sugiere una posible lesin mitocon-drial. La ausencia o la baja produccin de cido lcticocon el esfuerzo mximo es indicio de la existencia deuna glucogenosis. A menudo se detecta una elevacinclara de las CK (hay que prestar atencin a que enlas 48 horas precedentes no se haya efectuado ningnejercicio intenso), fuera de cualquier antecedente de trau-matismo muscular. Estos cuadros deben distinguirse deldolor subsiguiente al esfuerzo, de escaso valor, desencade-nados sobre todo por los ejercicios excntricos en fase derecuperacin [72].

    Con excepcin de una afeccin muscular, hay que pen-sar en descartar de manera sistemtica un sndrome decompresin nerviosa (nervio cutneo lateral del muslo,nervio abdominogenital mayor, nervio obturador [58, 73]).El diagnstico es clnico [74] y las pruebas electrofisiolgi-cas suelen ser negativas.

    Por ltimo, una causa vascular frecuente de dolores delmuslo es la endofibrosis ilaca externa [75]. Descrita en elciclista de alto nivel, se ha observado tambin en los corre-dores de fondo y los triatletas. Este cuadro se limita a undolor del muslo desencadenado por el ejercicio intenso, ya veces adopta la forma de seudocalambres, con sensacinde hinchazn y debilidad de todo el miembro inferior.Estos signos desaparecen pronto con la disminucin de laintensidad del ejercicio. El diagnstico debe confirmarsecon un Doppler arterial, el cual, normal en reposo, sloes patolgico si se efecta inmediatamente despus dedesencadenar el dolor con una prueba en ergociclo. Lacuracin slo es posible con tratamiento quirrgico adap-tado a las lesiones y a la edad.

    Rodilla [76]

    Esta articulacin se afecta con frecuencia y comprometeel aparato extensor de las estructuras meniscoligamento-sas, cartilaginosas o de los tendones.

    Aparato extensorEl sndrome femororrotuliano representa el motivo de

    consulta ms frecuente antes de los 20 anos de edad. Eldeporte no es ms que uno de los elementos reveladoresde las manifestaciones clnicas en relacin con anoma-las morfotpicas (genu valgum, genu recurvatum, rtulaalta, rtula baja). La dificultad reside en adaptar la activi-dad deportiva a la discapacidad real o supuesta, teniendoen cuenta el contexto psicolgico (los sntomas referi-dos por el paciente no siempre correlacionan con laspruebas clnicas y complementarias). Al contrario, hayque detectar autnticas inestabilidades, por suerte infre-cuentes, infravaloradas por los deportistas jvenes muymotivados [77].

    Un sndrome femororrotuliano menor del adolescente,sin signo radiolgico, rara vez es un motivo de renuncia alas actividades fsicas. La mayora de las veces, estos snto-mas se atenan hacia el final del crecimiento. En cambio,se puede hablar de algunas prcticas deportivas de riesgo(deporte con pivote, impulsos) si existe una autnticainestabilidad.

    La tendinopata cuadricipital es infrecuente y de diag-nstico y tratamiento fciles. Forma parte del cuadro dela rodilla de saltador en el baloncesto, el balonvolea y elsalto en altura. Puede presentarse de forma aislada en el

    ciclista y no se debe confundir con la fractura de esfuerzode la rtula que se observa en los esquiadores de fondo olos corredores a pie.

    La tendinopata del ligamento rotuliano es patrimoniode los deportes de impulso y alcanza su pico de frecuenciaentre los 15-25 anos de edad. Los dolores deben evaluarseen relacin con el ejercicio fsico, segn la clasificacin deFeretti [78]. En los estadios I y II, el tratamiento mdico pro-duce la mayora de las veces excelentes resultados [79]. En elestadio III, los resultados son mucho ms decepcionantes,pues se trata de lesiones degenerativas observadas en eco-grafa y RM, que en su mayora afectan el tercio superiordel tendn. En los deportistas confirmados y motivadoshay que pensar en la indicacin quirrgica.

    Estructuras meniscoligamentosas [80, 81]

    Lesiones meniscales. Las lesiones meniscales aisladasno tienen ninguna especificidad en la prctica deportiva.Sin embargo, se insiste en los riesgos postoperatorios deexclusin del cudriceps, en relacin con el dolor y capazde inducir una prdida de fuerza en los primeros das. Estojustifica el inicio de un programa precoz de lucha contrael dolor y de rehabilitacin secundaria.

    Lesiones ligamentosas. Las lesiones ligamentosashan sido objeto de la mayor cantidad de publicaciones.Los adelantos en los conocimientos sobre la cicatrizacinligamentosa perifrica y el efecto perjudicial de la inmovi-lizacin prolongada son considerables [82]. Aqu se tratarnlos puntos ms especficos de la prctica deportiva relati-vos a la lesin ms frecuente, a saber, la del ligamentocruzado anteroexterno.

    Todas las actividades de pivote-contacto (ftbol, rugby,balonmano, baloncesto, ftbol americano, etc.) son lasms implicadas, pero el riesgo y el mecanismo de rup-tura dependen de la edad y del nivel de prctica [83]. Sinembargo, pueden estar implicadas todas las disciplinasque necesitan el uso de los miembros inferiores como, porejemplo, el yudo [84] y el esqu alpino (sea cual sea el nivelde prctica).

    En el adolescente, las lesiones son menos frecuentesantes del cierre de los cartlagos de crecimiento, pero sinembargo estn en aumento y comprometen sobre todo lasactividades de la vida corriente y deportes como el pati-nete, la gimnasia, la bicicleta de montana y el esqu [85].Esto plantea problemas en cuanto a la conducta prc-tica (tratamiento funcional o, ms raramente, tratamientoquirrgico desde el principio, pero con preservacin delos cartlagos de crecimiento) [86], ms todava porque laslesiones meniscales son ms frecuentes que en los adultosjvenes.

    El tratamiento sigue siendo motivo de discusin inclusoen el adulto, pues debe depender de la edad y del nivelde prctica. Las indicaciones y los lmites de la cirugahan sido revisados recientemente por la Haute Autoritde Sant (HAS) francesa [87].

    La inestabilidad es el sntoma principal y hay que distin-guirla de la laxitud. El adulto joven que practica deportesde pivote-contacto, con mayor razn si es profesional,debe ser tratado mediante ciruga una vez que la rodi-lla est seca y el dolor es mnimo. No es desde luego laconducta que hay que adoptar ante el deportista ocasio-nal, que primero debe recibir un tratamiento conservadorbien conducido, lo que en ningn caso significa optar porla abstencin teraputica.

    Un aspecto esencial es la lesin meniscal asociada.Aunque algunas tienen un potencial de cicatrizacinindiscutible, no parece lgico indicar la meniscectomasin reparar el pivote central. Es sabido que a medio y largoplazos los riesgos de evolucin hacia la artrosis son muchoms elevados.

    Frente al aumento de la frecuencia de estas lesiones, laindicacin de las ortesis es motivo de discusin. Desdeel principio se senala la dificultad para efectuar estu-dios cientficamente indiscutibles: no existen pruebas del

    6 EMC - Aparato locomotor

  • Lesiones crnicas del aparato locomotor en el deportista E 14-920-B-10

    efecto preventivo de estas ortesis con relacin al riesgode lesin. Su eficacia en el perodo postoperatorio no estdemostrada, sea cual sea el tipo de ortesis [88]. Sin embargo,pueden evitar la inestabilidad en los pacientes no opera-dos.

    Tendinopatas [89]

    Afectan en primer lugar a los corredores a pie, los ciclis-tas y los triatletas.

    La tendinitis de la pata de ganso es casi inexistente en eldeportista fuera de un programa de rehabilitacin inten-siva. Un cuadro doloroso del compartimento medio hacesospechar, ante todo, una lesin meniscoligamentosa uosteocartilaginosa.

    Respecto a la tendinitis del bceps femoral, la ecografase recomienda para apreciar mejor el tipo exacto de lesiny las variaciones anatmicas, que distan de ser excepcio-nales.

    La tendinitis del tensor de la fascia lata es ms frecuentey afecta sobre todo a los corredores a pie [90]. Se trata deun dolor del compartimento lateral, despertado por losmovimientos repetidos de flexin-extensin (sndromedel limpiaparabrisas). Es una lesin tpica por friccin. Eldiagnstico es clnico y las pruebas complementarias (eco-grafa, RM) slo se usan como posible complemento enbusca de una bursitis. Adems de las anomalas del mor-fotipo (genu varum, torsin femoral interna, desigualdadde longitud de los miembros inferiores), se senala comofactor favorecedor el kilometraje excesivo, asociado a unamenor experiencia en la carrera a pie. El tratamiento esante todo mdico, con asociacin sistemtica de la correc-cin de los factores de riesgo, y muy rara vez quirrgico(reseccin parcial, posterior, de la cintilla iliotibial).

    La tendinitis del poplteo es menos comn, se incluyecon las lesiones posterolaterales y es de diagnstico dif-cil [91].

    PiernaLos dolores de la pierna revelados por la prctica

    deportiva son un motivo frecuente de consulta [92]. Se dis-tinguen varias causas.

    Tendn calcneo [79]

    Es el tendn ms frecuentemente afectado en los corre-dores a pie. Primero se elabora bien el cuadro clnico yse completa con el estudio por imagen (en primer lugarla ecografa). El tratamiento y la curacin dependen deforma directa de la magnitud de las lesiones [93]. La rupturadel tendn de Aquiles se observa principalmente despusde los 35 anos de edad, pero el riesgo sera mucho mayor apartir de los 20 anos en algunas disciplinas en las que pre-valecen los impulsos (salto en altura, gimnasia, deportesacrobticos).

    Accidentes muscularesLas ms frecuentes son las lesiones bajas del gastrocne-

    mio medial. Se observan con preferencia despus de los30 anos en los corredores a pie, pero tambin en depor-tes colectivos y en los jugadores de tenis. En ocasiones lacicatrizacin es difcil y se acompana de dolores residualescuando no se respetan los perodos de cicatrizacin.

    Sndromes compartimentales crnicosAunque tambin han sido descritos en otros segmentos

    de miembros (en especial el antebrazo en los que practicantabla a vela, motocross), afectan en primer lugar a la pierna(compartimento anterolateral y, ms raramente, compar-timento posterior profundo) [94]. Esta lesin se observasobre todo en los corredores de fondo, los caminantes y losespecialistas de patn sobre ruedas. El modo de aparicinsuele ser progresivo. El diagnstico se confirma midiendolas presiones intramusculares, en reposo y despus de unejercicio que desencadena los sntomas. El tratamiento esquirrgico.

    Msculos supernumerarios y fascculos muscularesaccesorios

    Conocidos desde hace tiempo por los anatomistas,durante la prctica deportiva pueden revelarse como unsndrome doloroso de esfuerzo a modo de pesadez en losmiembros o de seudocalambres y, ms raramente, comoun cuadro de claudicacin intermitente. En la piernase identifica el sleo accesorio, pero tambin puedenafectarse otros msculos (peroneos, tibial anterior, gas-trocnemio medial). En la fosa popltea hay que investigarla presencia de un msculo semimembranoso.

    El diagnstico clnico se confirma con la ecografa y,sobre todo, la RM, de forma comparativa. El nico trata-miento eficaz, sobre todo en caso de compresin nerviosao vascular, consiste como mnimo en una fasciotoma y,la mayora de las veces, en la escisin del fascculo respon-sable de los sntomas.

    Fracturas de esfuerzoPueden afectar a cualquier hueso, segn la disciplina,

    pero se observa una frecuencia ms elevada en la pierna,sobre todo en la tibia [13]. Los que ms se lesionan son losque practican deportes de resistencia. El diagnstico seconfirma precozmente con la RM o la gammagrafa contecnecio 99m, que ayudan a precisar la duracin de lainterrupcin de la marcha [95]. Sin embargo, se recuerdaque los focos de hipercaptacin, fuera de un contextopatolgico, son frecuentes en el deportista.

    Periostitis tibialSe manifiesta por un dolor central en el tercio medio-

    tercio inferior de la tibia que corresponde a una lesinde la insercin de los msculos flexores plantares. Desen-cadenada por el ejercicio fsico, aliviada con el reposo einducida por un retropi en pronacin, se limita a un cua-dro doloroso que se detecta por palpacin. El tratamiento,que asocia disminucin de las actividades fsicas, antiin-flamatorios no esteroideos y correccin de los trastornosmorfolgicos del retropi, suele producir excelentes resul-tados.

    Enfermedad vascular [75]

    Suele estar vinculada a un fascculo supernumerario oa un trayecto anmalo del vaso. De forma excepcional,se observa el cuadro tpico de sndrome del sleo conpesadez del miembro e incluso edema de la pantorrilla,desencadenado por el ejercicio y resultado de una com-presin venosa a la altura del arco poplteo. El sndromede la arteria popltea atrapada es patrimonio del deportistajoven y el cuadro es el de una claudicacin intermitentede esfuerzo. El Doppler arterial dinmico, completado deforma secundaria con una angio-RM, confirma los diag-nsticos. Tambin en este caso, el tratamiento slo puedeser quirrgico y consiste en la remocin del obstculoanatmico.

    TobilloJunto con la rodilla, es la articulacin ms frecuente-

    mente afectada.

    Esguince de tobillo [96]

    Se trata ante todo de los esguinces del compartimentolateral, pero de ningn modo se dejarn de buscar lesionesms infrecuentes (esguinces anteriores, mediales, subas-tragalinos). La exploracin fsica y la conducta prcticaestn perfectamente codificadas. Se observan sobre todoen los deportes colectivos: en primer lugar el balon-cesto [84] y el balonvolea, pero tambin el ftbol.

    Se insiste en la atencin mdica del primer accidente, yaque la recidiva conduce a la inestabilidad y a las lesionesasociadas.

    Respecto al vendaje de sujecin, e incluso a las ortesispara la prevencin de los esguinces, losestudios recientes

    EMC - Aparato locomotor 7

  • E 14-920-B-10 Lesiones crnicas del aparato locomotor en el deportista

    estn a favor de esta tcnica [97]. Adems, tendra un efectopositivo en relacin con las recidivas, por lo menos encuanto a su frecuencia.

    Falsos esguinces de tobilloCon esta denominacin se agrupan algunas lesiones

    que han de buscarse de manera sistemtica en el con-texto del diagnstico diferencial. Si se sospecha un quistemucoso, una necrosis parcial, una fractura osteocondralo una osteocondritis, es probable que la radiografa sim-ple no revele estas lesiones. La gammagrafa sea es unbuen mtodo de deteccin en busca de un foco de hiper-captacin localizada. El diagnstico se confirma medianteartro-TC o, mejor an, RM [98].

    Los sndromes de la encrucijada anterior o posterior (amenudo asociados) son otra causa posible, sobre todo enel ftbol y la danza. El sndrome de la encrucijada ante-rior se manifiesta por dolor agudo en hiperextensin. Elsndrome posterior se revela con la flexin plantar din-mica y corresponde a un traumatismo de la tuberosidadposterolateral del astrgalo. En la persona que practicadanza se asocia a menudo a una tendinitis del flexor largodel primer dedo. La radiografa confirma la lesin, perose interpreta en funcin del cuadro clnico. En todos loscasos, estos sndromes suelen regresar con reposo depor-tivo, tratamiento antiinflamatorio y kinesiterapia. Ante elfracaso, se indican infiltraciones y, con menos frecuencia,un tratamiento quirrgico.

    Lesiones tendinosasAfectan sobre todo a los tendones peroneos [99] y se

    observan en numerosas disciplinas deportivas. Las lesio-nes del tibial posterior, sobre todo las rupturas parciales,son ms infrecuentes, pero tambin hay que conocer-las perfectamente. El cuadro clnico puede revelarse deforma aguda o subaguda por un movimiento en flexindorsal y eversin, aunque en general lo hace de manerams insidiosa. El diagnstico clnico se confirma con RM.El tratamiento mdico es decepcionante en el deportista,incluso en caso de ruptura parcial, por lo que se considerarecomendable el tratamiento quirrgico.

    Pie [100]

    Lesiones de la aponeurosis plantarSe observan en todos los deportes, pero principalmente

    en la carrera a pie, y las induce el retropi en supinacin. Sedistingue la alteracin de insercin en el calcneo (mioa-poneurositis plantar) de la fascitis plantar propiamentedicha (dolor a nivel del arco interno) e incluso de la rup-tura de la aponeurosis. Aunque el diagnstico es ante todoclnico y el tratamiento es mdico, la RM puede ser muytil antes de una posible intervencin quirrgica, que encualquier caso no debe efectuarse hasta no cumplirse almenos 3 meses de un tratamiento mdico bien conducido.

    Lesiones osteoligamentosasAunque son frecuentes, no presentan caractersticas

    diagnsticas y teraputicas bien definidas.Esguinces de las articulaciones mediotarsianas

    (sobre todo la articulacin de Lisfranc). Se observanen los futbolistas (mecanismo de golpe directo en un dis-paro bloqueado). El riesgo de dolor secuelar es en principiomuy elevado. La valoracin radiogrfica es sistemtica y sedirige al espacio articular. Este tipo de lesin se trata comocualquier esguince, y no se la debe considerar como untraumatismo menor por el riesgo de inducir una evolucincrnica aleatoria.

    Fracturas de esfuerzo. Los sesamoideos y los meta-tarsianos pueden afectarse en la carrera a pie, la danza ylos saltos; los huesos del tarso en la carrera y sobre todo,en el caso del escafoides, en la aceleracin final de unacarrera de velocidad [13]. Respecto a este cuadro, los sig-nos radiogrficos aparecen de forma tarda. Las fracturasde esfuerzo son ms propensas en presenciade anomalas

    morfolgicas o de sinostosis, que se sospechan en la explo-racin fsica y se confirman en las radiografas o, mejoran, en la TC.

    Lesin del primer radio. La afeccin del primerradio, sobre todo de la primera articulacin metatarso-falngica, suele producirse en el futbolista al golpear elbaln o por traumatismo directo. Se observa tambin enlos bailarines, en quienes se manifiesta por hipermovili-dad o a modo de hallux rigidus.

    Como estas lesiones son muy invalidantes, antes detomar una decisin quirrgica hay que indicar todos lostratamientos mdicos posibles e incluso mtodos de pro-teccin locales.

    ConclusinLa atencin mdica a una persona que ha sufrido un

    traumatismo deportivo debe ser completa. El diagnsticoes esencialmente clnico y, si es necesario, se confirma conotras exploraciones (estudio por imagen en especial). Engeneral, primero se indica un tratamiento mdico, quedebe enfocarse en la especificidad del gesto tcnico depor-tivo con el propsito de corregir las posibles anomalas(defectos en la ejecucin del movimiento, material, entre-namiento), responsables de estas tecnopatas, y evitar larecidiva.

    Puntos esenciales La exploracin fsica es indisociable del cono-cimiento del gesto tcnico deportivo que haprovocado la lesin. Las pruebas complementarias siempre debenestar justificadas y en ningn caso se indican comoprimera eleccin. En el esquema teraputico hay que tener encuenta la edad, el sexo y el nivel de prctica. La prevencin es el aspecto fundamental, enespecial de las lesiones por microtraumatismo ypor sobrecarga.

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    P. Rochcongar ([email protected]).Service de mdecine du sport, CHU de Pontchaillou, rue Henri-Le-Guilloux, 35033 Rennes cedex 9, France.

    Cualquier referencia a este artculo debe incluir la mencin del artculo: Rochcongar P. Lesiones crnicas del aparato locomotor en eldeportista. EMC - Aparato locomotor 2014;47(2):1-10 [Artculo E 14-920-B-10].

    Disponibles en www.em-consulte.com/es

    Algoritmos Ilustracionescomplementarias

    Videos/Animaciones

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    Informacinal paciente

    Informacionescomplementarias

    Auto-evaluacin

    Casoclinico

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    Lesiones crnicas del aparato locomotor en el deportistaIntroduccinGeneralidadesFrecuencia de las lesionesMecanismos lesionalesFactores predisponentesFactores intrnsecosEdadSexoAnomalas del morfotipoFlexibilidadDesequilibrios muscularesFactores genticosFactores extrnsecosNivel de prcticaAspectos fisiolgicos del ejercicio fsicoModalidades de entrenamientoAspectos materialesClasificacin de las lesionesMiembro superiorHombroCodoManoColumna vertebralLesiones de la columna vertebralLesiones de la columna lumbarPelvisMiembro inferiorCaderaMusloRodillaAparato extensorEstructuras meniscoligamentosasLesiones meniscalesLesiones ligamentosasTendinopatasPiernaTendn calcneoAccidentes muscularesSndromes compartimentales crnicosMsculos supernumerarios y fascculos musculares accesoriosFracturas de esfuerzoPeriostitis tibialEnfermedad vascularTobilloEsguince de tobilloFalsos esguinces de tobilloLesiones tendinosasPieLesiones de la aponeurosis plantarLesiones osteoligamentosasEsguinces de las articulaciones mediotarsianas (sobre todo la articulacin de Lisfranc)Fracturas de esfuerzoLesin del primer radioConclusin