2015 Gólgota

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Anuario Ilustre y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura - Baeza (Jaén)

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SUMARIOANUARIO XI - AÑO 2015

Editorial....................................................3

Mensaje del Santo Padre Francisco.................4

Mensaje del Obispo de Jaén............................9

Mensaje del Consiliario.................................11

Mensaje del Capellán....................................14

Saluda del Hermano Mayor...........................17

Sen miento y Emoción.................................20

Creciendo......................................................22

Contemplando tu Dulce Mirada ....................24

Costalero de la Amargura.............................28

La Fe no Tiene Edad.......................................30

El Mejor Regalo para la Virgen de la Amargura.....................................................32

La Promesa de Jesús, Nuestra Promesa con Jesús...........................................................37

Algunas Refl exiones a Propósito del Cartel del XXV Aniversario de la Bendición de Ntra. Sra. de la Amargura...................................................40

Amargura en tu Calvario................................44

El Amor a Jesús en su Calvario........................46

El Coro de “El Calvario“.................................49

Estación de Penitencia...................................51

Edita: Ilustre y Venerable Cofradía del Stmo. Cristo del Calvario y Ntra. Sra. de la AmarguraPortada y Contraportada: Antonio J. García CruzDiseño y Maquetación: Vicente Javier Ruiz Nava An

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EDITORIAL

Queridos hermanos y hermanas de la Ilustre y Venerable Cofradía del San simo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura:

Con estupor he recibido esta mañana del 27 de febrero la no cia de que nuestra cofradía no iba a publicar su bole n cuaresmal anual, Gólgota. El mo vo, la falta de dinero –más necesario y urgente para costear, entre otros, el proyecto del nuevo dorado del paso del Cristo-. Este 2015 saldría a la luz el undécimo anuario. Quedarnos sin esta vía de comunicación, que hace a la vez de acta notarial de la vida de la cofradía, precisamente este año, tan relevante para nosotros, no cabía dentro de mi cabeza. Ha sido el año del XXV Aniversario de Nuestra Señora de la Amargura, el de su primera salida a costaleros y el de la arriba mencionada restauración del paso del Cristo, además de los demás actos y eventos que viene realizando la cofradía con excelente resultado cada año, como el pregón de Navidad, y de los cuales enen información más detallada a lo largo de este anuario.

Inmediatamente me he puesto en contacto con los hermanos Vicente Ruiz Nava y José García Checa para hablarles de la idea que pueden ver aquí materializada: un bole n digital. Ellos a su vez le han trasladado la sugerencia al Hermano Mayor y la Junta de Gobierno, quienes la han recibido con los brazos abiertos, y, entusiasmados, todos nos hemos puesto manos a la obra con él, que el empo, a cuatro semanas del Viernes de Dolores, más que nunca apremia. Muchas gracias a todos ellos.

Ahora, una perogrullada. En pleno siglo XXI, la era de la información, en la que esta está disponible instantáneamente a golpe de clic, gracias a las rápidas conexiones a Internet y la proliferación de aparatos electrónicos que pueden acceder a la red (ordenadores, portá les, tabletas, teléfonos inteligentes, etc.) y los cuales son desde hace años parte de nuestra vida diaria, el formato de bole n o libro sico se antoja obsoleto o cuando menos anacrónico. Además del ahorro de dinero nos benefi ciamos también de una mayor calidad en el aspecto gráfi co, con todas las páginas a todo color, y lo que es más importante, de la total y fácil difusión, a través de las redes sociales, como Facebook, en la que nuestra cofradía está presente.

Desde Alemania animo a la cofradía a seguir por esta senda que hoy casi de forma casual se inicia y perpetuar en adelante Gólgota en formato exclusivamente digital, así como, si lo es ma oportuno, buscar en Internet posibilidades para estrechar lazos con el resto de los hermanos y dar a conocer nuestra cofradía sin frontera alguna de por medio para mayor gloria de Dios, nuestro Señor del Calvario y su bendita Madre de la Amargura.

Un afectuoso saludo.

Antonio J. García CruzHermano y Cofrade

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MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO, CUARESMA 2015

Fortalezcan sus corazones (St 5,8)

Queridos hermanos y hermanas:

La Cuaresma es un empo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un « empo de gracia» (2 Co 6,2). Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes: «Nosotros amemos a Dios porque él nos amó primero» (1 Jn 4,19). Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sen mos a gusto, nos olvidamos de los demás (algo que Dios Padre no hace jamás), no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injus cias que padecen… Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia: yo estoy rela vamente bien y a gusto, y me olvido de quienes no están bien. Esta ac tud egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una globalización de la indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que afrontar como cris anos.

Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas que la historia le plantea con nuamente. Uno de los desa os más urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje es el de la globalización de la indiferencia.

La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cris anos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.

Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre defi ni vamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la erra. Y la Iglesia es como la mano que ene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración

de los sacramentos, el tes monio de la fe que actúa por la caridad (cf. Ga 5,6). Sin embargo, el mundo ende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida.

El pueblo de Dios, por tanto, ene necesidad de renovación, para no ser indiferente y para no cerrarse en sí mismo. Querría proponerles tres pasajes para meditar acerca de esta renovación.

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I. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26) – La Iglesia

La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en sí mismos de la indiferencia, nos la ofrece la Iglesia con sus enseñanzas y, sobre todo, con su tes monio. Sin embargo, sólo se puede tes moniar lo que antes se ha experimentado. El cris ano es aquel que permite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él, siervo de Dios y de los hombres. Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito del lavatorio de los pies. Pedro no quería que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros. Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo. Sólo éstos enen “parte” con Él (Jn 13,8) y así pueden servir al hombre.

La Cuaresma es un empo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en par cular la Eucaris a. En ella nos conver mos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente hacia los demás. «Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él» (1 Co 12,26).

La Iglesia es communio sanctorum porque en ella par cipan los santos, pero a su vez porque es comunión de cosas santas: el amor de Dios que se nos reveló en Cristo y todos sus dones. Entre éstos está también la respuesta de cuantos se dejan tocar por ese amor. En esta comunión de los santos y en esta par cipación en las cosas santas, nadie posee sólo para sí mismo, sino que lo que ene es para todos. Y puesto que estamos unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abramos a su obra de salvación.

II. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9) – Las parroquias y las comunidades

Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se ene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31).

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Para recibir y hacer fruc fi car plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confi nes de la Iglesia visible en dos direcciones.

En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. La Iglesia del cielo no es triunfante porque ha dado la espalda a los sufrimientos del mundo y goza en solitario. Los santos ya contemplan y gozan, gracias a que, con la muerte y la resurrección de Jesús, vencieron defi ni vamente la indiferencia, la dureza de corazón y el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos. Santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, escribía convencida de que la alegría en el cielo por la victoria del amor crucifi cado no es plena mientras haya un solo hombre en la erra que sufra y gima: «Cuento mucho con no permanecer inac va en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la Iglesia y para las almas» (Carta 254, 14 julio 1897).

También nosotros par cipamos de los méritos y de la alegría de los santos, así como ellos par cipan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliación. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para nosotros mo vo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón.

Por otra parte, toda comunidad cris ana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres.

Esta misión es el tes monio paciente de Aquel que quiere llevar toda la realidad y cada hombre al Padre. La misión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confi nes de la erra (cf. Hch 1,8). Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad.

Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que los lugares en los que se manifi esta la Iglesia, en par cular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en el mar de la indiferencia.

III. «Fortalezcan sus corazones» (St 5,8) – La persona creyente

También como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos saturados de no cias e imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo empo, sen mos toda nuestra incapacidad

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para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia?

En primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celes al. No olvidemos la fuerza de la oración de tantas personas. La inicia va 24 horas para el Señor, que deseo que se celebre en toda la Iglesia —también a nivel diocesano—, en los días 13 y 14 de marzo, es expresión de esta necesidad de la oración.

En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia. La Cuaresma es un empo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeño, de nuestra par cipación en la misma humanidad.

Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro cons tuye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos. Si pedimos humildemente la gracia de Dios y aceptamos los límites de nuestras posibilidades, confi aremos en las infi nitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios.

Para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia, quiero pedir a todos que este empo de Cuaresma se viva como un camino de formación del corazón, como dijo Benedicto XVI (Ct. enc. Deus caritas est, 31). Tener un corazón misericordioso no signifi ca tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, fi rme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas.

Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: “Haz nuestro corazón semejante al tuyo” (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vér go de la globalización de la indiferencia.

Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.

Franciscus

Papa de la Iglesia Católica

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MENSAJE DEL OBISPO DE JAÉN, CUARESMA 2015

Queridos fi eles diocesanos:

En el día del Miércoles de Ceniza, 18 de febrero, pongo en vuestras manos unas breves refl exiones sobre los grandes misterios de nuestra fe que anualmente preparamos y celebramos los cris anos.

I. Ha llegado el empo cuaresmal. La liturgia de la Iglesia nos presenta el recorrido de estos cuarenta días como un re ro ininterrumpido de toda la comunidad cris ana, junto con Jesucristo, en el desierto.

Es empo de conversión para unirnos y vivir de forma nueva el misterio pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo Jesús. Tiempo para sembrar en abundancia la Palabra de Dios en nuestros corazones, fi jar nuestros ojos en Nuestro Señor Jesucristo, orar con Él y socorrer a los hermanos necesitados con nuestras limosnas.

Esta visión del nuevo Pueblo de Dios en marcha hacia la Pascua, no deja de ser un espectáculo desconcertante para personas de nuestro entorno. El Concilio Va cano II nos enseña y recuerda: “Por el Bau smo los hombres son injertados en el misterio pascual de Jesucristo; mueren con Él, son sepultados con Él y resucitan con Él” (SC, 6).

II. La alegría de la Pascua: Este término signifi ca e mológicamente “tránsito”. Es el “paso” de Cristo desde su vida mortal a la vida gloriosa, a través de su Muerte y Resurrección.

Refl exionemos desde el silencio, en este empo, que el Señor Jesús con su muerte destruyó nuestra muerte, al ofrecer su vida voluntariamente a Dios Padre para reparar la ofensa de la humanidad y sa sfacer por ella. En su Resurrección se convir ó en Autor de la nueva vida. Es el nuevo Adán que restauró del pecado del Paraíso (cf. Gn 3, 1-24).

Cristo, levantado sobre la erra en la Cruz, atrajo hacia sí a toda la humanidad por su Resurrección (cf. Jn 12, 32).

III. Es empo para Dios, para y para mí. Dios se nos presenta, en nuestro camino actual y concreto, como amigo que quiere compar r su vida con nosotros. Quiere abriros su corazón. Mira, nos dice a cada uno, subo a Jerusalén, mi úl mo viaje. Allí los enemigos me esperan para prenderme y arrebatarme la vida. Y, nos pregunta: ¿Quieres compar r conmigo estas jornadas?, ¿Cómo?. La respuesta es personal, pero de ella depende nuestra preparación y vivencia para la celebración pascual de este año.

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Es empo para y para mí. Con frecuencia detenemos nuestro pensamiento en no cias, en sucesos, en proyectos, viajes… y podemos incurrir en el error de olvidarnos de nosotros, no dedicar empo para pensar en el hijo que soy de Dios, que es mi Padre, que me mira con misericordia, me escucha y me espera. No me queda empo para oír en silencio la respuesta de Dios a mis plegarias que más de una vez son un monólogo siendo así que el Señor está cerca, junto a mí.

No me importa apenas la situación en que viven otros hermanos.

IV. Es precisamente sobre esta indiferencia hacia los demás, en donde se fi ja el Santo Padre, el Papa Francisco, en el Mensaje Cuaresmal para este año.

Comenta el Papa: “Ocurre que cuando estamos bien y nos sen mos a gusto, nos olvidamos de los demás… no nos interesan sus problemas y sufrimientos, ni las injus cias que padecen… Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia”.

Dios, sin embargo, no es indiferente al mundo, ni a nuestras vidas, escribe el Santo Padre, “sino que nos ama hasta el punto de dar a su Hijo por la situación de cada hombre”, “por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan”.

El Dios misericordioso que, durante estas semanas, se acerca a cada uno de nosotros y a la comunidad eclesial, que conoce nuestras enfermedades y nos proporciona la medicina espera rompamos nuestra indiferencia, porque “si un miembro sufre, todos sufren con él” (1 Cor 12, 26)

Este es el camino que nos señala el Papa para fortalecer nuestros corazones (cf. Sant 5, 8) durante la Cuaresma: Tiempo de misericordia, empo de salvación.

Con mi saludo y bendición.

Ramón del Hoyo López

Obispo de la Diócesis de Jaén

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MENSAJE DEL CONSILIARIO, CUARESMA 2015

Anunciar con alegría el evangelio al mundo actual

Queridos cris anos/as que vivís la fe en el Señor, en la Iglesia de Baeza, a través de vuestras Cofradías, comunidades parroquiales, familias y cris anos en general:

Como consiliario, gracias al nombramiento de nuestro Obispo Don Ramón, a propuesta de mis compañeros sacerdotes del Arciprestazgo, es la primera vez que escribo estas palabras como capellán de la Agrupación de Cofradías.

Gracias a todos por vuestras oraciones, apoyos y ofrecimientos, para que el Señor y su Madre me ayuden a desempeñar este encargo pastoral como un servicio en el ámbito de las Cofradías y desde ellas a las familias cris anas. Y gracias también, por leer esta refl exión que quiero compar r con vosotros desde la fraternidad.

Hasta hace poco empo, en los países de tradición cris ana como el nuestro, los niños y jóvenes asimilaban simultáneamente la cultura de cada lugar y la formación cris ana. Se aprendía al mismo empo a comer, a caminar, a respetar a los padres, a las personas mayores y a rezar. En las casas había signos religiosos, y se rezaba en familia. Muchos procedían de un ambiente cris ano y tanto la familia, la Parroquia como la escuela, transmi an su sen r religioso. Más aún, la propia sociedad se sen a y se sabía cris ana y colaboraba en esa transmisión de la fe con sus costumbres, su forma de vida, su cultura, su mentalidad que refl ejaba su encuentro con Dios.

Hoy a la familia en muchos casos le falta el apellido cris ana, ya que no han tenido o no han buscado la experiencia de la fe con Jesús de Nazaret, no saben cómo vivió, e ignoran su proyecto. Y en muchos casos se ha roto la correa de la transmisión de la fe. En los países europeos estamos viviendo unos empos decisivos para el futuro de la fe entre nosotros. En estos momentos

se está produciendo un cambio social-cultural sin precedentes, una sociedad más secularizada y plural, donde es fácil adver r una profunda crisis de fe, alejamiento de la prác ca dominical, envejecimiento de las comunidades parroquiales, escasez de sacerdotes, reducción de los sacramentos a actos sociales, etc. La Iglesia necesita una conversión sin precedentes, un “nuevo corazón” para conocer, vivir y comunicar la Buena No cia de Jesús con más verdad y más fi delidad a su persona, a su mensaje y a su proyecto de Reino de Dios.

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El Papa Francisco a los pocos meses de iniciar su nuevo servicio a la Iglesia nos escribió una exhortación “La Alegría del Evangelio”, invitándonos a todos los cris anos a impulsar “una nueva etapa evangelizadora” marcada por la alegría del Evangelio y la conversión a Jesucristo, más radical, volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio, y reencontrar a Jesucristo, que puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo.

En los momentos presentes el Papa Francisco, regalo de Dios a su Iglesia y al mundo, nos previene del peligro de “ser cris anos sin Jesús”, y añade un criterio prác co, “solo es válido lo que lleva Jesús y solamente es válido lo que viene de Jesús. Jesús es el centro, el Señor”. Por lo tanto la principal tarea de todos los que nos sen mos Iglesia sería “llevar a Jesús”: este es el centro de la Iglesia. Si alguna vez sucediera que la Iglesia no lleva a Jesús, sería una Iglesia muerta. Como aquellos cris anos que no enen como centro de su vida a Jesucristo.

Hemos de volver a Cristo: “Él siempre puede, con su verdad, renovar nuestra vida, nuestra Iglesia”, nuestras Cofradías, ya que la propuesta cris ana nunca envejece. Después de estas pequeñas pinceladas, os aliento a todos, especialmente a los cofrades, a volver a Jesús de Nazaret, es mucho lo que tenemos aún que conocer de Él, y desde esa experiencia movilizarnos en nuestras familias, cofradías, trabajos, etc. La Semana Santa, que para muchos cofrades gracias a Dios se viene prolongando durante todo el Año Litúrgico, es una buenísima experiencia del encuentro con Jesucristo, desde la alegría de la fe y compar rla con todos, empezando por los más cercanos de nuestra vida co diana. Ya sabéis que el verdadero misionero nunca deja de ser discípulo, sabe que Jesús camina con él, respira con él, trabaja con él. Y una persona que no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie, para ello necesitamos la lectura de la Biblia, de la oración personal, comunitaria, los Sacramentos y estar abiertos al Espíritu de Dios, ya que necesitamos una vida cris ana más inspirada por el Espíritu Santo y arraigada en Jesús.

Las próximas semanas nos ayudarán a intensifi car nuestro acercamiento a Dios, en muchos momentos a través de la Virgen María, a quien amamos en sus muchas advocaciones, estas experiencias nos servirán para salir de la monotonía a la búsqueda de nuevos caminos que nos llevarán a impulsar con esperanza a la evangelización de las Cofradías y familias, donde, desde la alegría, vivir en el encuentro con Dios y su Madre.

Las Cofradías deberían esforzarse aún más para ser lugar de encuentro con Jesucristo, para con su ayuda pasar a una renovación espiritual más atrac va para mayores, jóvenes y niños; y pasar de una fe sociológica a una fe más personalizada y fundamentada en la Sagrada Escritura, desde donde brotarán con la infl uencia del Espíritu nuevos y renovados caminos para ser fi eles al amor que Dios nos ene.

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Os animo a meditar sobre el hecho de que los cris anos hemos de dar tes monio de nuestra fe, que reforzaremos en los días Santos, para que el Reino de Dios con núe haciéndose realidad cada día y propiciar que los bau zados relajados y las personas alejadas se encuentren con Jesucristo, lo conozcan y lo amen. Y esto lo haremos en la medida que vayamos haciendo de la Palabra de Dios nuestra vida, alimentándonos de la Eucaris a, dando culto a Dios, celebrando el domingo memorial del Señor Resucitado mientras esperamos que el Señor venga y podamos contemplar su mirada y cantar por siempre su misericordia.

Que la vivencia cris ana de la Semana Santa nos ayude a seguir madurando en nuestro seguimiento a Jesús Resucitado y Él nos haga tes gos alegres de su Evangelio. Recemos los unos por los otros, que Dios nos bendiga a todos y nos aumente la fe.

Feliz Pascua de Resurrección.

Domingo Antonio Pérez Fernández Consiliario de la Agrupación de Cofradías de Baeza

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MENSAJE DEL CAPELLÁN, CUARESMA 2015

Paz a todos los hermanos y hermanas de nuestras Cofradías de Pasión de Baeza, cuando, atendiendo a vuestra pe ción, escribo por primera vez en los programas de nuestra Semana Santa animándoos a ser tes gos de Jesucristo y su Madre San sima, a quienes procesionaremos por las calles de nuestra ciudad.

La Agrupación Arciprestal de Cofradías, todas nuestras Cofradías de Pasión, están inmersas en la preparación de sus dis ntas celebraciones, con gozo, con alegría, con trabajo, ¡ojalá todo sirva para acercarnos más a Dios y a los hermanos! ¡Ojalá todo sirva para llevar la Alegría del Evangelio, que no es otra cosa que el Amor de Dios, a todo hombre o mujer que vea nuestra vida!

Pero, ¿qué comenzamos con el inicio de la cuaresma? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es la meta? ¿Qué buscamos? Hace unos años los cris anos del mundo entero recibíamos una carta (ya sé que ahora no se escriben cartas, a no ser las comerciales o de los bancos, ya sé que no se lee demasiado por la televisión y las imágenes, y ya sé que cuesta trabajo la lectura, que hasta los niños dicen que es muy pesada y aburrida), pero sí, hace unos años recibíamos una carta que muy pocos cris anos habrán leído. Aquella carta tenía un nombre: “Dios es Amor” y la escribía el Papa Benedicto XVI. Aquella carta, se puede leer todavía, indicaba caminos, marcaba señales, abría horizontes, irradiaba luz. De la misma forma que irradia luz la Exhortación Apostólica “La Alegría del Evangelio” del Papa Francisco, que algunos cris anos estamos refl exionando en nuestras comunidades. Cuando algo se pone en marcha, de cara a la Semana Santa, quisiera releer con el que lo desee algunos párrafos con perspec va de futuro.

Jueves Santo: Eucaris a y pobres.

La historia cuenta lo que ocurrió en una cruz alguna primavera del S. I, pero aquel acto de amor “lo ha perpetuado Jesús mediante la ins tución de la Eucaris a durante la Úl ma Cena”. “Es la unión del ser humano con Dios por la par cipación en la entrega de Jesús, en su cuerpo y su sangre”.

¿Adónde vamos? Sin Eucaristía no hay cristianos, porque la esencia del ser de Cristo está en la unión vital Dios-Hombre en la comida compartida. Todo lo demás puede ser útil, pero no marcará el camino porque le falta vida. “El que come mi carne ene la vida eterna”, San Juan.

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“La mís ca del Sacramento ene un carácter social, se queda unido al Señor con todos los demás que comulgan. La unión con Cristo es al mismo empo unión con los demás, con todos los que son suyos o lo serán”. “En la

comunión eucarís ca está incluido a la vez el ser amados y el amar a los otros. Una Eucaris a que no comporte un ejercicio prác co del amor es fragmentaria en sí misma”.

Aquí podríamos recordar con el Papa Benedicto XVI las parábolas del rico Epulón y el pobre Lázaro, la del hombre herido en el camino que es asis do por un habitante de Samaria o el juicio fi nal que relata el Evangelista Mateo: “en el que pasa hambre, en el que está en la cárcel, en el que va desnudo, en el que está enfermo… allí estoy yo”.

¿Adónde vamos? Prescindir del ser humano, sobre todo del más débil, hace inútil todo lo que proyectamos desde la Iglesia o desde esa parte de la Iglesia que son las Cofradías. Haremos parafernalia del Amor de Dios.

Viernes Santo: mirar la Cruz.

“La novedad del Nuevo Testamento no consiste en ideas, sino en la fi gura misma de Cristo, que da carne y sangre a los conceptos: un realismo inaudito”.

“No se trata de meras palabras. En su muerte en la Cruz se realiza un ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical”. “Es la Cruz donde puede contemplarse esta verdad: Dios es Amor”. “Desde esa mirada el cris ano encuentra la orientación de su vivir y de su amar”.

¿Hacia dónde vamos? El primer objetivo de los que hemos comenzado algo es mirar la Cruz, conocer al que muere en ella. Dios es el Amor.

Domingo de Resurrección: la Vida.

El amor nunca mata, porque el amor siempre es vida y produce vida. Toda muerte no es amor, si no lleva consigo la vida. Por eso la muerte que contemplábamos y celebrábamos el Viernes Santo, que vivíamos y hacíamos Eucaris a el Jueves Santo, no podía terminar en fracaso. Dios no podía dejar morir al Amor, de Dios, de la Resurrección.

¿Cuál es la meta? La Vida.

Así ene sen do empezar el 18 de Febrero con la imposición de cenizas para todos los que nos llamamos cris anos y para los que se sienten miembros de la Iglesia en una Cofradía, sea cual sea su nombre.

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La Alegría del Evangelio.

Quienes buscamos a Jesús y quienes queremos dejarnos encontrar por Él, por cualquier camino, en Cáritas, en la catequesis, en los enfermos, en los niños, en el dolor o en la Cruz, en los grupos matrimoniales, en la búsqueda del perdón, en las Cofradías; siempre en la comunidad, nunca en la individualidad, nace y renace la alegría.

El Amor es Dios y la Alegría del Evangelio nos hace nuevos a todos: a la Iglesia, a los seguidores de Jesús que caminamos en ella con cualquier carisma.

Nos hace comunicadores de la Buena No cia con la alegría de sen rnos amados de Dios. Comuniquémosla sin divisiones.

¡Que todos resucitemos con Cristo!

Juan Quiles ClajerPárroco de El Salvador

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CARTA DEL HERMANO MAYOR

Queridos hermanos y hermanas:

Cuando un nuevo empo de Cuaresma llega, es el preámbulo de la Semana Santa y para nosotros, los cris anos, la Cuaresma no es un empo triste, sino más bien medita vo y recogido, es, por excelencia, el empo de conversión y penitencia. La cuaresma dura 40 días, comienza el Miércoles de Ceniza y fi naliza el Domingo de Ramos.

La duración de cuarenta días simboliza entre otras cosas, el re ro de 40 días de Jesús en desierto previo a su ministerio y el re ro de 40 años de Moisés en el desierto. A lo largo de este empo, los cris anos en general y los cofrades en par cular estamos llamados a reforzar nuestra fe mediante diversos actos de penitencia y refl exión que nos sirvan para reencontrarnos con nuestra fe, para que se olviden las rencillas que pudieran exis r, para que se aleje de nuestro corazón cualquier rencor, envidia, o recelo hacia cualquier hermano y que juntos avancemos en el camino de ser ejemplo de Cristo.

En el año 2013 comencé la andadura como Hermano Mayor al frente de la Ilustre y Venerable Cofradía del San simo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura y ahora, prác camente en el ecuador de mi etapa como Hermano Mayor, los fi nes y obje vos de la Junta de Gobierno que presido siguen inalterados como siempre: culto a nuestros Titulares, sobriedad, y ayuda al prójimo. La acción carita va debe ser algo primordial en cualquier cofradía o hermandad. Este año ha sido un año duro que nos obliga a dejar en suspenso algunos proyectos que deberían haber visto la luz esta Semana Santa. La prudencia invita a caminar lento pero dando pasos fi rmes en la administración de nuestros recursos económicos. Este es el caso de la restauración parcial del trono de madera dorado de nuestro Titular, que este año será una realidad, así como la nueva corona de Nuestra Señora de la Amargura, que desde hace unos meses luce en su capilla de la Iglesia de la Santa Cruz, siguiendo con la senda iniciada hace unos años de incrementar y renovar poco a poco nuestros enseres.

Me gustaría hacer una mención especial a los premios Ovación de Gala que los socios de la Tertulia Cofrade “El Capirote” conceden a los hechos más signifi ca vos de cada Semana Santa. El pasado año el premio “como mejor detalle o acontecimiento” recayó en la primera salida procesional a hombros, de la manera tradicional baezana, de Nuestra Señora de la Amargura. Sintámonos todos orgullosos de haber hecho realidad el proyecto que unos cuantos jóvenes de la Cofradía llevaban madurando durante un empo.

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Desde este bole n que ahora en dis nto formato al habitual editamos, quiero reconocer y agradecer a la Junta de Gobierno y a todos/as los/as hermanos/as que durante este empo codo con codo están trabajando con este Hermano Mayor. Sin ellos el trabajo habría sido infructuoso. A todos en general y a cada uno en par cular, muchas gracias por vuestro trabajo y dedicación en pro de nuestra Hermandad.

Manuel Gámez CruzHermano Mayor de la Cofradía

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SENTIMIENTO Y EMOCIÓN Muchas son los sen mientos y emociones que un cofrade vive vis endo su hábito de estatutos el día de la estación de penitencia. Hay muchas y diversas maneras de vivir la Semana Santa, pero los cris anos solo debemos de vivirla mirando hacia Jesús, que murió por nuestra causa y resucitó para darnos vida.

El pasado Jueves Santo decidí vivir el momento de encuentro con el Cristo del Calvario y su Madre, Nuestra Madre, Mi Amargura de una forma diferente, nunca lo había hecho ni tan siquiera me lo había planteado, por primera vez cargue sobre mis hombros a María, a Mi Amargura. El camino hasta llegar a ese momento fue largo y complicado, pues desde hacía tres años nuestros jóvenes pedían a la Junta de Gobierno realizar el cambio para Nuestra Señora, y por fi n se hizo realidad.

Es Jueves Santo, se abren las puertas de Santa Cruz, la respiración contenida casi ahoga, la cuadrilla de cargadores/as está prepara, Mi Amargura se asoma a la Plaza de Santa Cruz, a la voz del capataz y el son del llamador comienza su camino tras su Hijo, el Cristo del Calvario, en su rostro se refl eja el dolor y el sufrimiento.

La experiencia vivida junto a ellos la tarde del Jueves Santo no se puede contar, ha de ser vivida, muchos sen mientos y emociones afl oraron durante todo el camino: alegría por haberlo conseguido, tristeza al pensar en Mi Amargura acompañando a su Hijo hacia el monte Calvario, orgullo de ser cris ano, sa sfacción por llegar a nuestra Santa Cruz con el deber cumplido.

De nuevo se acerca el Jueves Santo y una vez más, si así lo quiere ella, Mi Amargura, volveré a cargarte sobre mis hombros que un año llevan esperando. Tu rostro, Mi Amargura, lo dice todo, dulce como la miel y amargo como tu nombre, lleno de pena y tristeza, lágrimas de cristal cubren tus mejillas. La Plaza de Santa Cruz te espera Mi Amargura, llena de amor y bondad a los que te esperan cuando camines esplendorosa por las calles de Baeza, pues yo junto al resto de cargadores te guiaremos serena, paso a paso, primero el izquierdo y luego el derecho a las órdenes de nuestro capataz.

¡AL CIELO CON ELLA! ¡A ESTE!

Sebas án Robledillo MarínVice Hermano Mayor

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CRECIENDO El año 2014 ha sido uno de los años más importantes para esta nuestra Cofradía, para la Junta de Gobierno y para los hermanos que formamos parte de esta Hermandad, pero sobre todo para la gente joven que hemos conseguido un sueño perseguido durante muchos años. La adaptación del trono de la Virgen de la Amargura a cargadores ha marcado un antes y un después entre todos, y en donde se ha conseguido una gran implicación entre los jóvenes.

Los meses antes de Semana Santa fueron de mucho trabajo, ensayos… en donde personalmente agradezco a todos los que ayudaron a la reforma y adaptación y, por supuesto, agradecer a nuestra camarera, Loles Nava, por la reforma del palio. Llegó el Jueves Santo, momento en que los nervios nos invadían, pero ahí estábamos, a punto de salir, una tarde radiante y perfecta. Estaba claro que nuestra San sima Virgen de la Amargura quería celebrar su XXV Aniversario paseando por las calles de Baeza. La Plaza de la Santa Cruz estaba más llena que nunca y a las órdenes de nuestro Capataz y nuestro Vocero comenzó la estación de penitencia. Fue un día muy emo vo para todos y la experiencia de ir debajo de Ella es imposible de explicar. Todo esfuerzo, cada minuto, cada lágrima, cada disputa que hubo semanas antes de salir… Todo merecía la pena porque por fi n nuestra pequeña Cofradía avanzaba un poquito más.

Este año no se ha querido dejar atrás el trono del Cristo del Calvario y se ha decidido apostar por él y dorarlo. Los más veteranos de nuestra Hermandad tenían esa gran ilusión desde hace empo debido al deterioro del trono. Este gran esfuerzo conlleva a seguir teniendo una gran implicación de todos los hermanos para seguir trabajando y creciendo.

Agradecer a todos los cargadores y hermanos por la par cipación en el Acto Principal del XXV Aniversario de la Virgen de la Amargura en nuestra Iglesia y a su colaboración en las Cruces de Mayo de 2014. Todos formamos una piña y es ahí donde demostramos que somos una Hermandad.

Por úl mo, dar las gracias por la colaboración y par cipación de todos en los actos que organizamos y programamos, como es la Misa de Estatutos, los viajes de convivencia organizados cada año por nuestra Tesorera Paqui Molina, vuestra asistencia al Pregón de Navidad, así como a todos los actos que realizamos año tras año y que esperamos seguir compar endo con todos vosotros.

Un cordial saludo.

Mª Ángeles Muñoz NágeraSecretaria de la Cofradía

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CONTEMPLANDO TU DULCE MIRADA

Desde la Cofradía del Calvario nos han solicitado la par cipación en este Anuario “Gólgota” 2015, contando nuestra par cular visión sobre nuestra pri-mera salida a costaleros del paso de Nuestra Señora de la Amargura.

Era para todos una apuesta arriesgada ya que los dos portamos pasos pero como capataces era una experiencia nueva, como para la mayoría de los cargadores del paso de Nuestra Señora. No salíamos de nuestro asombro cuando se nos planteó la oportunidad de ser los ojos de los costaleros de esta imagen. No sabíamos si íbamos a estar a la altura de este puesto pero confi amos en que la Virgen no nos iba a abandonar y aceptamos sin dudarlo, entre otras muchas cosas por la amistad y cercanía a la Cofradía, porque nuestras familias enen una larga trayectoria como capataces y contraguías, y porque la única

vez que el San simo Cristo del Calvario fue portado a costaleros, su capataz fue Luis Curiel, padre del actual capataz.

Llegado el momento, nos pusimos a trabajar, comenzando con la ayuda del Grupo Joven a hacer una captación de hermanos y hermanas costaleros y con su posterior medición. Se acome ó la adaptación del paso de palio y, una vez efectuado, comenzamos los ensayos. Fueron duras noches de trabajo puesto que, como hemos mencionado, era una experiencia prác camente nueva para todos los integrantes de este sueño. Gracias a la buena voluntad y el buen hacer de cada uno y una de ellos, los ensayos se iban sucediendo con mucha ilusión y predisposición, consiguiendo día tras día ir aprendiendo juntos, siempre amparados por el amor a nuestra madre.

Pero se planteó otro inconveniente: la salida de la Iglesia de la Santa Cruz y la posterior colocación del palio. La Junta de Gobierno se puso a trabajar para solucionar este problema, mientras nosotros seguíamos afi anzándonos como nueva cuadrilla, sin dejar de pensar en el gran problema que se había presentado.

Unas semanas después, este fue subsanado: se iban a colocar unos pequeños andamios que dieran la altura sufi ciente para colocarle el nuevo palio de cajón, que daría el toque sobrio a este paso de palio en la tarde noche del Jueves Santo, que ya se ha conver do en caracterís co de esta Cofradía.

Por fi n llegado el ansiado día de la salida procesional, cuando la tarde empieza a caer, miradas inquietas y nerviosas se agolpaban en el templo románico. Los costaleros empiezan a fajarse, mientras se abren las puertas. Una mul tud de baezanos y baezanas se agolpan en la plaza de Santa Cruz para ver con sus propios ojos la realización de este sueño. Suena el llamador y el paso

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encara el dintel. Suena la Marcha Real mientras los encargados esperan para colocarle el palio a María San sima. Ya no había vuelta atrás; llegó el momento.

No podíamos decepcionar a los que pusieron su confi anza en nosotros. Nos miramos y sabíamos que nos debíamos a nuestra Cofradía en par cular y a la Semana Santa de Baeza en general. Estábamos haciendo historia y todos lo sabíamos. Un nuevo paso abandonaba las ruedas para ser portado a costaleros. Un año más la Virgen de la Amargura subía la cuesta de San Felipe Neri, pero de una manera muy dis nta a como lo había hecho los 24 años anteriores. No solo porque celebrara su XXV Aniversario, sino porque era portada por 32 hijos a los sones de Amarguras de Font de Anta. Calles y plazas centenarias se iban sucediendo una tras otra, pero las fuerzas no les abandonaban. Esos 32 corazones estaban unidos por un mismo fi n, y nosotros éramos sus ojos y su voz.

En nuestra memoria quedarán momentos como el paso por la Puerta de Úbeda o por Carrera Ofi cial, entre otros muchos, siempre detrás de su hijo, el San simo Cristo del Calvario. El pueblo de Baeza no quiso perderse tal acontecimiento y nos arropó en todo momento.

Nos aproximábamos a Santa Cruz, encarando la calle Compañía. Sin prisas quisimos disfrutar de estas úl mas chicotas. Todos éramos uno y la Virgen estaba con nosotros, mirándonos fi jamente a través de los cirios encendidos de su preciosa candelería.

La estación de penitencia llegaba a su fi n. Ninguno queríamos que este momento terminase, pero tenía que hacerlo. Subimos nuevamente la rampa para colocar a Nuestra Madre en el interior del templo. Suena el llamador. Ahí quedó. ¡Enhorabuena! Miradas emocionadas abandonaban las trabajaderas para fundirse en un afectuoso abrazo en símbolo de total hermandad. Gracias a Dios y a su Santa Madre todo había salido bien. A pesar de nuestra nula experiencia como capataces, fuimos capaces de capitanear este gran paso de palio. Fue mucha la responsabilidad que había recaído en nosotros, pero lo habíamos conseguido.

Al igual que Nuestro Señor exclamó en la Cruz: “todo está cumplido”. Pero esto sólo era el principio de lo que esperemos que sea una larga confraternidad y hazaña. Este año nuevamente, si el empo no lo impide, Nuestra Señora de la Amargura será portada por sus hermanos y devotos, todos con algo más de experiencia pero con las mismas ganas e ilusión.

Andrés Curiel García y Rosa Mar nez CózarCapataz y Contraguía de Nuestra Señora de la Amargura

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COSTALERO DE LA AMARGURA

¿Cómo describir en unas líneas tantos sen mientos y emociones vividas? A pesar de todo intentaré hacerlo.

Estando en el aire la idea de que Nuestra Señora de la Amargura saliera a costaleros en el Jueves Santo del 2014, un grupo de jóvenes nos reunimos para intentar hacer posible ese sueño. Todos nos pusimos manos a la obra y al fi nal formamos una buena cuadrilla. Fueron muchas horas las que pasamos arreglando cuñas, muchas horas de ensayos. Era muy gra fi cante ver como todos los costaleros subían con mucha ilusión a ensayar. Al igual que fue para mi una gran ilusión, ejercer por primera vez como Jefe de Trono.

Llegó el gran día tan esperado, Jueves Santo por la tarde. Nuestra Virgen de la Amargura realiza su primera salida procesional portada por una cuadrilla mixta de 32 costaleros al es lo tradicional baezano.

¡Ya estamos en la calle!. Desde mi si o en la trabajadera, podía sen r los nervios de todos mis compañeros, hermanos unidos por el mismo fi n. Para algunos era su primera salida debajo de un paso.

¡Suena el mar llo! ¡Nos vamos! Con paso fi rme y elegancia, nuestra Virgen de la Amargura se encamina hacia la plaza que lleva el nombre de su hijo, el Stmo. Cristo del Calvario, entra en la Plaza de Santa Clara.

Suena La Madrugá, ¡ya estamos en tribuna! Cada vez estamos más cerca de cumplir nuestro sueño.

De vuelta a nuestro Templo un sen miento afl ora en mi interior. A pesar del cansancio y el esfuerzo, no quiero que esto acabe.

Ya estamos en Santa Cruz, y con la úl ma “levantá” me despedí de Ella hasta el próximo año. Fueron momentos de una gran emo vidad los que se vivieron dentro del templo de la Santa Cruz. Todo había salido bien.

Desde aquí quiero agradecer a la Junta de Gobierno de la Cofradía del Calvario, la confi anza que depositaron en mí, y no me puedo olvidar de Vicente Javier Ruiz Nava y Mª Ángeles Muñoz Nágera, porque sin su ayuda nada de esto habría sido posible.

Victoriano Nájera MontoroJefe de Trono del Paso de Palio

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LA FE NO TIENE EDAD

El miércoles 25 de febrero, Miércoles de Ceniza, comenzó el empo litúrgico de Cuaresma, empo de penitencia y de conversión del corazón. El Papa Francisco ha señalado que “la conversión del corazón” es la principal labor que un cris ano debe afrontar durante la Cuaresma. Todos emprendemos un camino que durante cuarenta días nos llevará a salir de nosotros mismos para encontrarnos con los demás y fi nalmente con Cristo, Muerto y Resucitado por nuestra salvación. La Cuaresma termina justo antes de la “Misa de la Cena del Señor” en la tarde del Jueves Santo.

Jueves Santo, día importante y ansiado para la Cofradía del San simo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura y para el Grupo Joven del Calvario, ya que realiza su estación de penitencia por las calles de Baeza. El pasado año, Nuestra Señora de la Amargura conmemoró su XXV Aniversario desde la hechura del baezano Juan Antonio Sánchez Sáez. Qué mejor manera que celebrarlo siendo portada a hombros por primera vez, gracias al esfuerzo realizado por los jóvenes de este grupo, que tanto ahínco han dedicado. Sin duda alguna ha sido el mayor regalo para los hermanos del Calvario y para la Semana Santa baezana, hecho que llevó a la Cofradía a la concesión del premio al mejor acontecimiento de la celebración pasionista de 2014, por parte de la Tertulia Cofrade “El Capirote”.

Invito desde aquí a todos aquellos jóvenes que así lo deseen a formar parte de nuestro Grupo, que año tras año sigue creciendo, pues ya hemos demostrado con creces que con tesón y fuerza, diversión y hermandad se consiguen grandes retos. La calidad de una cofradía no solo se mide por la riqueza de su patrimonio ar s co, sino fundamentalmente por la riqueza de su patrimonio humano, es decir, por todos aquellos que formamos parte de ella, y en efecto una parte importan sima dentro de este somos los jóvenes, ya que en un futuro, quizás no muy lejano, seremos quienes tomemos las riendas de la Cofradía.

Una gran Hermandad necesita de un gran Grupo Joven, y nosotros tenemos ahora la oportunidad de demostrar que la Cofradía del San simo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura ene un grupo a la altura de su historia. Con fe, ilusión, compromiso y esfuerzo llegaremos sin duda a todas las metas que nos propongamos. Y es que nuestro Grupo Joven no ene historia, porque nosotros la estamos escribiendo.

Laura Cabrera Acero y Mónica Lorite Mar nezGrupo Joven del Calvario

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EL MEJOR REGALO PARA LA VIRGEN DE LA AMARGURA

Queridos amigos, hermanos de la Cofradía del San simo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura. En primer lugar quiero agradecer en nombre propio y en el de los miembros de la Tertulia Cofrade “El Capirote” la deferencia de vuestra Junta de Gobierno, al ofrecernos par cipar en este Bole n de 2015. Ha sido un año, el pasado 2014, lleno de esperanza y de trabajo en vuestra hermandad, celebrando el Aniversario de la hechura de la imagen de vuestra tular mariana, y a fe nuestra que el esfuerzo ha dado el mejor de los frutos.

El Calvario, debe llevar como bandera y hacer suya la an güedad que le es propia, desde su nacimiento como Cofradía de la Vera Cruz. Su segregación en 1916 no es sino un cambio de rumbo o de camino, que dividió una unidad histórica en dos ins tuciones, pero eso no implica que el camino recorrido en común no sea el mismo y con el mismo valor histórico y devocional. Sin embargo, la an güedad de la Cofradía del Calvario no es objeto de este ar culo, sí lo es el gran acontecimiento que supuso para la Semana Santa de Baeza y para la propia hermandad el procesionar su paso de palio el pasado Jueves Santo con costaleros a la manera tradicional.

La Semana Santa de Baeza, es público y notorio, está absolutamente sobredimensionada. Por poner un ejemplo, en Baeza tenemos una media de una cofradía de penitencia para cada 800 habitantes (contando 16.000 como número aproximado de habitantes y solamente las 20 hermandades de la Semana Santa, excluida la de la Virgen de la Cabeza). En Sevilla, sin ir más lejos, hay una cofradía para cada 12.300 habitantes, aproximadamente, con 57 cofradías. La comparación es sólo a tulo de curiosidad, pero ¿saben cuántas cofradías debería haber en Sevilla para acercarse a nuestra media? Pues unas 880, casi 15 veces más de las actuales. Insisto en que hablo tan sólo a tulo anecdó co, pero es curioso y tal vez nos deba hacer refl exionar a todos, sin falsa vanagloria que a nada conduce, sobre la gran Celebración Pasionista que hemos venido logrando en nuestra Ciudad y que no para de crecer, a su empo claro, y con pasos en falso, e incluso pasos atrás, pero también con

rec fi caciones y ajustes llenos de humildad y sabiduría que nos hacen avanzar en el buen camino. De nada sirve obcecarse en un error que el empo ha demostrado como tal, aunque como es lógico cuesta reconocerlo, pero de sabios es rec fi car. El caso es que cuando una hermandad baezana consigue llevar a cabo, y lo que es más di cil, y el Calvario sabe muy bien de ello, asentar ese logro en el empo, podemos hablar de un verdadero milagro de Dios.

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El año pasado, guiados de la mano siempre amorosa de una devoción mariana en el dolor de la Virgen contemplando a su Hijo crucifi cado entre dos ladrones, en ese original y extraordinario Misterio que nos regaló Vasallo. Guiados del amor a una Madre desconsolada y llena de Amargura, que ha pasado siempre como solitaria y triste, sin hacer ruido, como sin querer ocupar protagonismo a pesar de sus bellas platerías y su corona dorada. Callada y triste en la penumbra de las piedras viejas y desgastadas de una capilla en la Santa Cruz, observada y admirada a veces tan sólo por Santa Catalina y San Sebas án, que al fresco pintados la colman de oraciones y plegarias en las noches frías y eternas del templo románico. Guiados por la esperanza de que de su mano y de los hombros de sus hermanos y fi eles devotos, resurja y cobre fuerza, recupere an guos esplendores, la otrora hermandad de La Lanzada que tantas Gracias repar ó en tardes de Jueves Santos primaverales, hoy recuperados también. Guiados de un espíritu colec vo y fraterno, de una solidaridad que se acentúa y se hace grande bajo los respiraderos de plata labrada, perfumada del sudor que se hace amor, del dolor que se hace penitencia, del caminar que os lleva a la senda limpia e inmaculada que Ella, la Virgen os marca… El año pasado, decidisteis hacerle el mayor de los regalos por su Vigesimoquinto cumpleaños. Ves da la Amargura de madera y óleo y ataviada de damasco y terciopelo negro, le hicisteis el regalo de ser sus costaleros.

Sin más apreciaciones, esto ya vale el milagro que vivimos los cofrades y el pueblo de Baeza el pasado Jueves Santo, vale el milagro de ver a la Virgen caminar por la rampa de Santa Cruz, subiendo por San Felipe Neri, caminando solemne por la Carrera Ofi cial… Como milagro fue también verla entre las palmeras de San Pablo unos meses después, Pasión y Gloria de una misma Madre, pasión y veneración de sus hijos e hijas, costaleros y costaleras de la Virgen bendita, de la Amargura y del Carmen, dos regalos de Dios a los cofrades y a la historia de la Baeza cris ana y cofrade en este año de 2014.

Pero como sabéis, en nuestro afán de ver la Semana Santa de Baeza en lo más alto, en admirar como sus Cofradías hacen cada vez más grandes y mejores sus cultos y sus estaciones de penitencia, los componentes de “El Capirote” pormenorizamos nuestras apreciaciones en los detalles, esos detalles en los que el historiador Honoré de Balzac dijo que se encontraba también el mismo Dios. De esta forma, nuestros socios es maron que de entre todos los bellos detalles y acontecimientos que tuvieron lugar en Baeza, durante los días de la Semana Santa, destacó y brilló con luz propia el de poder ver a un nuevo paso en Baeza portado por costaleros, costaleros a nuestra manera, con nuestra historia, con nuestra tradición; costaleros fi eles a las escuadras que vieron nuestros abuelos cargar los pasos desde an guo.

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Queridos hermanos del Calvario, la gesta lograda es doble, y es doble porque a la valen a de querer ser los pies de vuestra Virgen, habéis añadido la de recuperar algo tan de Baeza como la Fuente de Santa María o la Ceremonia de “El Paso”, algo tan de Baeza como de vuestra propia hermandad, los costaleros sobre dos hombros, los costaleros de Baeza.

De esta forma, quedó asentado en el acta de otorgamiento del Premio “Ovación de Gala 2014” al Mejor Acontecimiento de la Semana Santa de Baeza en 2014:

“Cuando en nuestro entorno histórico, geográfi co y cofrade, se está perdiendo una tradición tan importante como la forma de portar los pasos sobre dos hombros, no podemos dejar de sen rnos inmensamente orgullosos de que una nueva hermandad baezana los recupere.

Las Escuelas y la Humildad fueron las úl mas cofradías baezanas en cambiar sus tronos sobre andas malagueñas para incorporar costaleros bajo sus pasos y en 2014 lo han hecho el Calvario, en su paso de palio, y la Virgen del Carmen, suprimiendo las ruedas en sus tronos.

El pasado Jueves Santo por la tarde la Virgen de la Amargura, de la Ilustre y Venerable Cofradía del San simo Cristo del Calvario, nos regalaba uno de los momentos más emocionantes de la Semana Santa, saliendo de la an gua iglesia de la Santa Cruz llevada por sus costaleros. Era de ley que los socios de “El Capirote” es masen este acontecimiento como el más importante de la celebración pasionista de 2014 y, sin duda alguna, ha sido el mayor regalo que los hermanos del Calvario han podido hacer a su Virgen, justo en el año en el que se conmemoraba el XXV Aniversario desde que la tallase el baezano Juan Antonio Sánchez Sáez.

Los costaleros de la Amargura, han creado una ilusionada cuadrilla mixta para poder rezar con los pies a su Señora, y en su primer año de vida, ha sido también de las escuadras mejor valoradas entre las de costaleros, muestra de la aceptación de los cofrades y del magnífi co trabajo llevado a cabo bajo la parihuela de la Reina de la Amargura. A buen seguro, en años venideros, seguirán entre todos mejorando y haciendo grandes nuestras piadosas tradiciones, nuestras veneraciones más ín mas y nuestra fe verdadera.”

No obstante de esta valoración de nuestros socios en la que personalmente coincido totalmente, en nuestras tertulias de balance de la Semana Santa de 2014, la convocatoria pública que se realizó en nuestra sede y la que fue realizada en nuestro perfi l de Facebook, se hicieron menciones diversas por numerosos socios y cofrades comprome dos, sobre la Cofradía del Calvario, que quisiera compar r en estas líneas ya que es mo que son del todo construc vas.

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Así, se sugirió, por ejemplo, la posibilidad de liberar un poco más las bases de los varales para que el movimiento no fuese tan rígido y el contrapunto de ese movimiento colaborase en la mejora del esfuerzo de los costaleros. También, el escaso peso de las bambalinas ayuda en esta leve rigidez que se observa en el sobrio palio de cajón de vuestro paso.

En cuanto a la procesión de la Cofradía en general, se alabaron el exorno fl oral de monte de claveles en el paso del misterio, la original cabecera con tres cruces, los acólitos con dalmá ca y el orden y compostura del guion penitencial. Se apreció, como era lógico, en este primer año, una reducción en las fi las de nazarenos, a causa de la migración de parte de algunos hermanos a las trabajaderas, algo que a buen seguro mejorará en los próximos años.

Finalmente una observación casi unánime es la de que vuestro hábito de estatutos mejoraría enormemente, así como la impronta general de la estación de penitencia, si la hermandad recuperase sus an guos capirotes. Recordaré en este punto que las capuchas de Baeza fueron copiadas por todas las hermandades de la Cofradía de “El Paso”, la única que las llevó de origen. Ni siquiera la Vera Cruz, y por supuesto tampoco La Lanzada, actual Calvario, llevaron capuchas en la an güedad sino capirotes.

Queridos hermanos del Calvario, en “El Capirote” somos plenamente conscientes del enorme esfuerzo que habéis realizado y sabemos también que el camino por recorrer no es fácil. Pero también sabemos de lo que con unidad y solidaridad, haciendo piña y abandonando diferencias, mirando siempre el benefi cio de la Cofradía y de vuestras benditas imágenes, sois capaces de lograr. Con pasos bien medidos y con el apoyo de todos hay pocas cosas que no se puedan lograr y estáis, sobra decirlo, en el buen camino.

En nombre de todos los socios de la Tertulia Cofrade “El Capirote” aprovecho para agradecer todo el apoyo y colaboración que hemos recibido siempre por parte de vuestra hermandad y os felicitamos de todo corazón por vuestro generoso esfuerzo en benefi cio de vuestras devociones y la fe y la historia heredada generación tras generación y de la que sois dignos sucesores. Que el San simo Cristo del Calvario y la Virgen de la Amargura os lo premien.

Un abrazo en Cristo Nuestro Señor.

Damián Cruz Mar nezPresidente de la Tertulia Cofrade “El Capirote”

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LA PROMESA DE JESÚS,NUESTRA PROMESA CON JESÚS

Del Evangelio según san Lucas 23, 39-43

“Uno de los malhechores colgados en la cruz le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a y a nosotros!». Pero el otro le respondió diciendo: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino». Jesús le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso».”

REFLEXIÓN

Pasan los minutos de la agonía y la fuerza vital de Jesús en la cruz se está desvaneciendo muy despacio. Sin embargo, aún ene la energía para realizar un úl mo acto de amor en favor de uno de los dos condenados a la pena de muerte que se encuentran a su lado en esos instantes tan amargos, mientras el sol está aún en lo alto del cielo. Entre Cristo y aquel hombre ene lugar un diálogo tenue, compuesto por dos frases esenciales.

Por un lado, está la pe ción o súplica del malhechor, al que la tradición llama “el buen ladrón”, el conver do en la hora justa de su vida: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino”. En cierto sen do, es como si aquel hombre rezara una versión personal del “Padrenuestro”. Sin embargo, hace la pe ción directamente a Jesús, llamándolo por su nombre, un nombre con un signifi cado brillante en ese instante: “el Señor salva y purifi ca”. Luego viene el impera vo u obligación: “acuérdate de mí”. En el lenguaje de la Biblia este verbo ene una fuerza par cular, que no corresponde a nuestro “recuerdo”. Es una palabra de certeza y de confi anza, como para decir: “No me abandones, sé como el amigo que aconseja y que sos ene”.

* * *

Por otro lado, está la respuesta de Jesús, corta y concisa, casi como un suspiro: «Hoy estarás conmigo en el Paraíso». La palabra «Paraíso», tan rara en las Escrituras, que sólo aparece otras dos veces en el Nuevo Testamento, en su signifi cado originario evoca un jardín fér l y fl orido. Es una imagen de aquel Reino de luz y de paz que Jesús había anunciado en su predicación, que había inaugurado con sus milagros y acciones y que dentro de poco tendrá una epifanía gloriosa en la Pascua. Es el culmen de nuestro tortuoso camino en la historia, es la plenitud de la vida, es la in midad del abrazo con el Padre. Es el úl mo don que Cristo nos hace, precisamente a través del sacrifi cio de su muerte, que se abre a la resurrección tan esperada.

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Nada más se dijeron en aquel día de dolor los dos crucifi cados, pero esas pocas palabras pronunciadas con difi cultad resuenan aún hoy y cons tuyen siempre un signo de confi anza y de salvación para quienes han pecado y obrado mal, pero también han creído y esperado, aunque sea en la úl ma parte de la vida.

* * *

Jesús prome ó. Él siempre está ahí. Es el amigo que nunca falla. Hombro sobre el que descansar. Refugio de nuestras penas y aliciente para toda nuestra vida.

Hermanos de esta Cofradía a la que ya considero como también mía:

Ya desde la época de Adviento, nos estábamos preparando para la venida del Salvador, del Rey de Reyes que se entregará por nosotros para salvarnos. Y desde ese momento, empezó la promesa de Dios con nosotros. Envió a su Hijo, el Redentor, para ser un hombre terrenal, que llevara el evangelio de la vida por doquier y que nos hiciera ver el verdadero sen do de la historia de la Salvación, que no es otra que la marcada por el Creador por el bien de la Humanidad.

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Confi eso que haber tenido el privilegio de pregonar la Navidad en nuestra Ciudad de Baeza me ha hecho ver muchas mas cosas sobre Jesús de Nazaret, así como comprender un poco más su mensaje y verdadero calado. Nos debemos a Él y tenemos que devolverle las promesas que Él cada día nos hace y hace que se cumplan.

Las cofradías son una herramienta ú l y esencial para poder llevar a cabo este reto. Amparándonos en nuestras dis ntas advocaciones, podemos comprender que nada es en vano y que prac cando la caridad estamos devolviendo con alegría lo prome do.

Esta hermandad, que representa ese momento de la conversación entre los ladrones condenados y nuestro Señor Jesucristo, puede y debe ser promesa de ahora y promesa de futuro. A nosotros mismos nos debemos hacer ver que prac cando el evangelio, par cipando en la Eucaris a, que es presencia de Cristo Divina, y llevando sin tapujos y sin miedos su mensaje por todo el mundo, estamos cumpliendo con Cristo y con su legado.

El Papa Francisco, en su mensaje para esta Cuaresma, nos decía: “… Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre defi ni vamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la erra. … La Cuaresma es un empo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en par cular la Eucaris a. En ella nos conver mos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente hacia los demás. Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él. …”.

Seamos justos y reconozcamos nuestros pecados. No seamos orgullosos y antepongamos nuestros intereses a lo que realmente nos puede reportar alegría, ilusión y esperanza. Siendo humildes, y trabajando desde una base llana y con una disponibilidad plena en servicio a los demás, ese legado se hará realidad y siempre por donde vayamos, seremos reconocidos como verdaderos discípulos de Cristo.

Feliz Cuaresma y Feliz Pascua. Fortaleced vuestros corazones.

Rafael Montiel SánchezPregonero de la Navidad 2014 y Cofrade

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ALGUNAS REFLEXIONES A PROPÓSITO DEL CARTEL DEL XXV ANIVERSARIO DE LA BENDICIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE

LA AMARGURAMe solicitan que comparta con los hermanos algunos pensamientos so-

bre el cartel del XXV Aniversario de la Bendición de Nuestra Señora de la Amar-gura, Titular Mariana de nuestra corporación, el cual diseñé e ilustré con una fotogra a, un hecho que hoy, varios meses después, guardo en la memoria de manera entrañable por el cariño y afecto que le tengo a esta cofradía desde que tengo uso de razón.

La fotogra a en sí la realicé el Sábado Santo, el día en el que tradicio-nalmente se desmontan los tronos y se llevan los enseres de la Iglesia de Santa Cruz. Esa mañana había salido de paseo por la ciudad intramuros a capturar el ambiente de niebla que se había levantado. Llegó el mediodía y, al pasar por la plaza, vi el templo abierto. Por supuesto no dudé un segundo en entrar. Allí ha-bía amigos ayudando, entre ellos mi hermano Francisco José y una de sus hijas, mi sobrina Natalia. Me percaté rápido de que la Virgen estaba en el suelo en un lugar apartado, ya desprovista del manto, la saya y el ajuar que había ves do apenas 40 horas antes. Era la segunda vez en mi vida que la veía a ras de suelo, pero la primera que también tenía la cámara conmigo. Sin embargo no conta-ba con nada más, ni fl ash, ni focos, ni trípode. Pronto vi que las primeras fotos que decidí hacerle salían mal por la poca luz que había. Miré alrededor a ver lo que podía hacer y me di cuenta de que tenía el móvil conmigo. Sé que suena totalmente a chapuza, pero la sesión fue así, totalmente espontánea, y no tenía nada más preparado ni a mano. Llamé a mi sobrina para que me ayudara a ilu-minar el rostro de la Señora con la linterna del teléfono. Le tengo que agrade-cer su paciencia por no mandarme a freír espárragos y aguantar estoicamente las repe das tomas que hice, pero creo que el resultado mereció la pena. Ella debería sen r este cartel también como suyo. Allí in situ vio los resultados Toni Serrano, con quien me estuve comunicando durante varios días más hasta que se presentó la propuesta fi nal a la Junta de Gobierno, que fue de su agrado.

La edición de la foto se basó en una alteración del equilibrio de blancos para lograr unos tonos algo más cálidos que la fría luz del móvil. Por otra parte, el diseño del cartel se completó enmarcando la fotogra a para dejar los huecos necesarios para los demás elementos que iba a llevar, sobre todo textos: arriba, la leyenda “XXV Aniversario” y la medalla de la cofradía. Abajo, en dos líneas, “Ntra. Sra. De la Amargura” y “~Baeza~”, y a los lados, a la misma altura de los ojos de la Virgen, los años, 1989 a la izquierda y 2014 a la derecha.

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Intenté que la mirada del espectador al ver la foto hiciera de forma in-consciente una imaginaria señal de la cruz, empezando por arriba, siguiendo la línea ver cal de la nariz y acabando por el broche desenfocado hasta todo lo bajo, y con nuando después por la imaginaria línea del empo horizontal que conecta ambas fechas, pasando por los ojos, que son, a mi entender, el centro de la composición. Los colores que habría elegido para el marco y los textos ha-brían sido los de la Cofradía, fundamentalmente el negro y el blanco, pero por conservar una mayor armonía con la fotogra a en sí, me incliné fi nalmente por unos tonos algo más cálidos.

Para mí fue muy llama vo ver a la Virgen en el suelo, allí pequeñita, humilde, desprovista de su corona y, como vulgarmente se dice, “con cuatro trapos”, comparado con las imágenes que aún reverberaban en mi mente de aquella radiante y gloriosa tarde-noche de Jueves Santo, cuando la observé por primera vez, más elevada que nunca, izada por los pies y los hombros de los costaleros, y primorosamente mecida, subir por la Cuesta de San Felipe Neri arriba entre la blancura de su exorno fl oral y las luminarias de su candelería, y la elegancia y sobriedad de su nuevo palio de cajón. Sé que era el sueño de un grupo de jóvenes hermanos y que les costó lograrlo pero se estaba haciendo realidad este hecho histórico allí, en aquel preciso instante, delante de mi cara.

Al paso de la Virgen mi corazón me transportó a casi 20 años atrás, con-cretamente a 1996. Aquel año los jóvenes de mi generación y algunos un poco mayores también tuvimos ese mismo sueño, el de llevar sobre nuestros hom-bros a nuestro Titular, en este caso al Cristo del Calvario, y lo hicimos, pero el re-sultado de la experiencia fue por desgracia diametralmente opuesto al de 2014, muy doloroso, volviendo a par r de entonces, por muchos mo vos que ahora mismo no vienen al caso, al chasis, sobre el cual ha con nuado saliendo desde entonces. Hubo también en cambio algunas cosas en común, una de ellas, la colaboración de la cofradía de la Santa Cena. Desde estas humildes líneas lanzo la idea de promover un posible hermanamiento entre ambas cofradías que es-treche lazos entre ellas.

Han sido ya 25 años desde que nos acompaña la Virgen de la Amargura, 25, de evolución dentro de nuestra hermandad. Muchos son los cambios que hemos experimentado en este empo, y de seguro no sería una tarea di cil para cualquier hermano listar al menos diez diferencias entre la cofradía de entonces y la que disfrutamos hoy.

¿Acaso no será que Ella haya tenido gran parte de la culpa?

Antonio J. García CruzAutor del Cartel XXV Aniversario de la Amargura

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AMARGURA EN TU CALVARIO

Amigos y hermanos en el Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura: desde estas líneas os quiero dar las gracias por permi rme par cipar en este vuestro bole n y haceros par cipes de cómo surgió la idea de componer esta obra para vuestra Hermandad.

Amargura en tu Calvario está basada en una serie de relatos que me transmi an mis compañeros de la Banda de la Expiración, de esta Hermandad tan querida para ellos que es como su segunda casa.

Yo, al ser de fuera, no había tenido vinculación alguna con la Semana Santa de Baeza y fue gracias a compañeros de la Banda como Baltasar Fernández y Andrés Cózar desde su veteranía y Juan Antonio Cózar desde su juventud y futuro de la misma, que me iban transmi endo lo que signifi caba la Hermandad del Calvario para ellos, de tal forma que mi cabeza iba dando forma a notas, compases y fraseos que serían los ideales para componer esta obra.

Y así fue como comenzó todo, inves gando un poco sobre esta Hermandad y sobre el momento de la Pasión de Jesús que representaba.

Buscaba a mi manera ponerle música a las escenas en las que Jesús sufre por nosotros hasta el momento de la muerte en el Monte Calvario, mientras su Madre llena de Amargura visualiza el momento, y es así como comienza la Obra:

En los primeros compases se defi nen los lamentos de María observando el cruel cas go que imponen a su Hijo, se van incorporando voces de más instrumentos como si fuese una conversación donde la Centuria Romana se burlaba y le maltrataba, María rompe a llorar mientras la soldadesca grita: “¡levántate!”

Jesús solo podía escuchar su corazón y eso se defi ne en el tambor ronco destemplado. El miedo, el dolor y la tristeza le embargan los sen dos camino del Calvario. Una vez allí, los soldados con golpes certeros clavan a Jesús en el Divino Madero, dolor y sufrimiento quedan refl ejados en esos fraseos portentosos de la obra.

Una nueva conversación surge en el pentagrama, Dimas dirigiéndose a Jesús le dice que se acuerde de él al llegar al Reino de su Padre, Jesús le dice: “En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (momento que representa esta Hermandad). Jesús con voz fuerte exclama al cielo “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” esto queda plasmado en los compases fi nales de la obra e inclinando la cabeza expiró.

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Esta es la descripción gráfi ca de la obra, que a través de la música os he querido ofrecer. Solo espero que os guste y que la disfrutéis en cualquier rincón de vuestra bella ciudad en la tarde noche del Jueves Santo tras vuestro San simo Cristo del Calvario e interpretada por vuestra Banda de La Expiración.

Gracias a todos.

Iván Poza MesaAutor de la Marcha Amargura en tu Calvario

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EL AMOR A JESÚS EN SU CALVARIO

Cuando casi nadie creía, nosotros creímos; cuando casi nadie apostaba, nosotros no nos rendimos y cuando casi nadie era capaz, nosotros sacamos fuerzas.

Recuerdo cuando siendo niño y, sobre todo, los primeros años de mi segunda década, mis amigos, conocidos y allegados en general siempre me decían que había Cofradías mejores, que el Calvario iba a ruedas, que no teníamos penitentes, que estaba a empo de formar parte de otra Hermandad con más ac vidad y nivel. Pues bien, yo siempre seguía en mi línea, tenía muy claro lo que mi madre me había hecho sen r por esta humilde, que no pequeña, Cofradía que divagaba entre las primeras horas del Viernes Santo y las úl mas del Jueves Santo. Sen a mucha envidia de ver otros amigos cofrades interactuar con otros niños de su mismo ámbito, yo no tenía la posibilidad pues cuando miraba en mi cofradía los niños y los jóvenes solían brillar por su ausencia. Pero tenía muy clara mi devoción, yo era del Calvario, no me rendía. Mi meta entonces se basó en luchar por cambiar la opinión que la gente tenía de esta humilde, que no pequeña, Cofradía.

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Prác camente todo comenzó cuando hace poco menos de 11 años la recién nombrada Hermana Mayor, Rosa Contreras, la del cambio, planteó la idea de poder hacer unas pequeñas andas para la Cofradía en representación de las Tres Cruces durante las Cruces de Mayo. Yo, encantado, asumí buscar más niños que estuvieran dispuestos a salir esos días y convivir en torno a la Cruz. Esa experiencia, insignifi cante a priori, fue la que dio lugar a una secuencia de decisiones que irían desembocando en muchísimas alegrías para los hermanos de esta humilde, que no pequeña, Cofradía.

Fueron pasando los años y, habiendo parado incluso con una intervención diocesana de nuestra Hermandad, llegaron nuevas metas que cumplir, con unas bases ideológicas más asentadas y con ganas de crecer y asentar ese modelo. Casi por sorpresa para todos, el Hermano Mayor encargado de esta increíble hazaña iba a ser Sebas án Robledillo Muñoz, el de la renovación, y qué gran acierto, pues la experiencia fue la más entusiasmante de las vividas hasta ahora. Cuando en la Navidad de 2010 se lleva a cabo la primera reunión para la creación del Grupo Joven del Calvario, base que sentaría, de una vez por todas, la dinámica de atraer y apostar por los jóvenes como opción de futuro. Este grupo fue capaz de realizar en solo un año el IV Encuentro Local de Jóvenes Cofrades de Baeza, siendo el principal nexo de unión de los jóvenes de la Hermandad hasta esa fecha, siendo este pastor de la renovación el que sentara y apostara igualmente por la gran gesta llevada a cabo el pasado año.

Nadie, y repito, nadie, era capaz de imaginar que el grupo de niños que empezó sus andazas bajo un paso con unas andas de Cruces de Mayo sería capaz de llevar a cabo el sueño de ver alguno de nuestros dos pasos portado a cargadores, un proyecto que llevaba fraguándose durante las legislaturas y la actual, la del Hermano Mayor de la consolidación, Manuel Gámez Cruz.

Si esta humilde, que no pequeña, Cofradía ha sido capaz de lograr esta importante transformación de Nuestra Señora, falta de devoción en una ciudad que nunca había aprendido a valorarla, es capaz de cualquier proyecto que se proponga si todos remamos en la misma dirección. Así, por ejemplo, se ha llevado a cabo la primera fase de restauración del paso del Stmo. Cristo del Calvario, tema de controversia evidente, pero que quizás sea la señal de que Nuestro Señor Jesucristo quiere guiarse por su madre, de la misma manera que su madre siguió cada uno de sus pasos hace casi 2000 años.

No es descabellado pensar que cerca de un siglo ha dado para mucha historia, casi 5 siglos si apuramos, que también son historia de esta Cofradía, dan pie a muchas más situaciones. Por esta historia nos lo debemos, como se lo debemos a esos valientes que en 1996 pasaron momentos de verdadera fa ga, que solventaron con la fe y la devoción a Jesús del Calvario. Esa vez por desgracia la historia no tuvo el mejor fi nal, no se comieron perdices, pero nadie sabe, como nadie imagina de lo que puede ser capaz esta humilde, que no

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pequeña, Cofradía.

Llegarán más jóvenes que logren llevar a cabo sus pretensiones, igual que vinimos jóvenes a relevar el buen hacer que en su día tuvieron los hoy no tan jóvenes. A ellos, GRACIAS, gracias por hacernos amar a esta Cofradía como la amáis vosotros desde vuestra veteranía.

Y es que no existen la Cofradías pequeñas, así como no existen las Cofradías grandes, solo existe un amor a Jesús y a su San sima Madre que no son materiales, independientemente de todo lo terrenal. Olvidar ese trasfondo es como ser un cris ano de postureo.

Vicente Javier Ruiz NavaVes dor de Nuestra Señora de la Amargura

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EL CORO DE “EL CALVARIO”

Al renovarse la Junta de Gobierno de la Cofradía del Stmo. Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura, el Hermano Mayor de la misma, Manuel Gámez Cruz, tuvo la feliz idea de crear un coro para enaltecer las celebraciones en honor de sus Titulares.

Como cualquier inicia va que surge de la nada, la colaboración de las personas, como en este caso ha ocurrido, es determinante para la consecución de los fi nes perseguidos. Desde el inicio, todos han manifestado una gran ilusión para que los cantos resultasen con la dignidad que la ocasión merece.

Los componentes son hermanos de la Cofradía, que par cipan con devoción en los actos programados durante el curso cofrade. Todos ellos han puesto gran interés en aprender las canciones, como ha quedado comprobado en los ensayos y puesto de manifi esto en las celebraciones.

Hasta el momento el coro ha cantado en varias eucaris as, celebradas en la Iglesia de La Santa Cruz y organizadas con notable solemnidad . Así mismo se han recibido sinceras felicitaciones por parte de los hermanos al fi nalizar la Santa Misa.

El coro de “El Calvario” también ha realizado otras actuaciones de carácter más fes vo, como es la interpretación de Villancicos con ocasión de la inauguración del Belén a principios del mes de diciembre. En esta úl ma edición, con un popurrí de villancicos tradicionales, hubo una notable par cipación por parte de los cofrades y público asistente.

Par cipantes: Manolo Gámez y Ana Montoro, , Luis Or z y Mari Tere, Manuel Poza y Magdalena Valverde, Paqui de la Rosa, Antonia y Loles Nava, Mari Poza, Angelita, Paqui Molina, Toni Mar nez y un servidor.

Agradecimientos: a María Ángeles, Julio, Moisés y Jairo Morillas Mar nez por su ines mable ayuda y colaboración con los arreglos e instrumentación de los cantos.

Francisco Morillas RusDirector del Coro

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ESTACIÓN DE PENITENCIA

JUEVES SANTO 2015

Para la correcta Estación de Penitencia de la Cofradía del Stmo. Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura será imprescindible el correcto seguimiento de las normas que se detallan a con nuación:

1. La hora de salida de la procesión es las 19:15 h. (D. m.) de la Iglesia de la Santa Cruz, por tanto es necesario que te presentes en la iglesia al menos 20 minutos antes de la hora prevista de salida, para conocer las pautas a seguir y recoger el enser que te será asignado.

2. Será necesario ves r con el Hábito de Estatutos en correcto estado, limpio y planchado, así como ves r zapato plano negro o esparteña negra y guante blanco en las manos. Colgando al pecho la medalla de la cofradía.

3. Es necesario seguir las indicaciones de los jefes de fi la en todo momento, así conseguire mos que la Estación de Penitencia luzca para todos como verdaderamente queremos. Si enes algún problema, debes recurrir igualmente a estos responsables.

4. No abandonar nunca la Estación de Penitencia para no descuidar tu puesto (aquí todos somos importantes) y estar siempre atento a tu pareja en la fi la contraria para desfi lar a la misma velocidad y siempre juntos.

5. La procesión es un momento de penitencia y regocijo interior. No está permitido hablar con nadie (ni dentro del desfi le ni ajeno a este) y entre las fi las solo se escuchará el silencio.

6. La Estación de Penitencia termina una vez están dentro de la Iglesia de la Santa Cruz ambos pasos, por tanto no se puede abandonar el desfi le hasta estar en el interior de la iglesia, entrando en el mismo orden de fi las y al mismo paso de procesión, donde podrás dejar tu cirio hasta el próximo año.

7. Señora, colóquese su man lla española y vista de negro para acompañar a Nuestra Madre el Jueves Santo, delante de su Paso de Palio.

Siguiendo estas pautas conseguiremos que el Stmo. Cristo del Calvario desfi le radiante, seguido de su madre, Nuestra Señora de la Amargura.

Junta de GobiernoJefatura de Filas

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En agradecimiento a todos los que demuestran con sus acciones

el amor a Jesucristo y su Santa Madre,bajo las advocaciones de Calvario y Amargura