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    LAS FIESTAS AZTECAS DE LOS DIOSES

    DE LA LLUVIA:

    Una reconstruccin segn las fuentes del siglo XVI Q Q

    por Johanna Broda de Casas

    ( 9 La investigacin para este trabajo se realiz como parte de unproyecto dirigido por el profesor Karl Anton Nowotny y patrocinadopor cl Fonds mr Frderung der Wissenschaftliehen Forschung, Viena,Autria. Quieto expresar aqu mi agradecimiento a esta institucin y alprofesor Nowotny. El trabajo fue presentado como Memoria de Licen-cintura, en junio de 1970, en la Facultad dc Filosofa y Letras dc la ini-

    versidad de Madrid. Agradezco al profesor don Manuel Ballesteros-Gai-b,-ois el haberme dirigido la Memoria. En el texto y notasde este artculose utilizan las siguientes abreviaturas:

    SA Sahagn, Bernardino de.HG 1 , 4, p. 45 = Sahagn, Historia General de las Cosas de Nueva Es-

    paa, Libro 1, cap. 4; cd. Garibay, 1956, t. 1, p. 45 . (Los Libros 1 y IIque hemos utilizado para este trabajo, estn incluidos en el primertomo de la edicin de 1956).

    CF 1 , 4 , p. 7 = Sahagn, Florentine Codex (Cdice Florentino), Libro 1,cap. 4, p. 7. Santa Fe, 1970 (segunda edicin).

    CF 1 1 , 20, p. 42 Sahagn. Florentine Codez (Cdice Florentino), Li-bro II, cap. 20 , p. 42 . Santa Fe, 1951.Durn 1/A, 9, p. 85 Durn, 1967, Historia de las Indias, t. 1, Libro

    de los Ritos>~, cap. 9, p. 8 5 (vase nota (2).Durn 1/E, 4, p. 2 3 9 = Durn, 1967, Historia de las Indias, t. 1. El

    Calendario Antiguo, cap. 4, p. 239.Seler, GA 1, p. 150 = Seler, Gesammelte Abhandlungen, t. 1, p. 150.

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    246 Johanna Eroda [RJZAA: 6]

    Las ceremonias propiciatorias de la lluvia y la fertilidadformaban ci ncleo del ritual azteca; representaban tambinla parte ms antigua de la estructura compleja de las fiestas

    del calendario. La preocupacin por la lluvia resultaba lgi-camente del carcter agrcola de la sociedad azteca; por unaparte, el culto de la fertilidad es uno de los fenmenos nasextendidos en las sociedades agrarias en todo el mundo, men-tras que por otra parte, recibi su nfasis particular de lascondiciones climticas de la altiplanicie de Mxico Central.

    La cultura azteca se compona de dos estratos superpues-

    tos: el dela poblacin agricola del Valle de Mxico, con tra-diciones antiguas que se remontaban a los tiempos clascosy preclsicos, y e de los inmigrantes chichimecas, tribus decazadores y recolectores con un nivel cultural simple, quevenan del Norte. Mientras que la religin de los primerosgiraba alrededor del culto de la fertilidad, la religin de lossegundos tena una orientacin astral con un nfasis en elculto solar y la adoracin dcl planetaVenus. Los chichimecas

    tenan sus dioses tribales que los guiaban en sus migraciones.El proceso deasimilacin delos chichimecas a laspoblacionessedentarias de Mxico Central se refleja tambin en la reli-gin, en la que puede observarse una superposicin de losdioses tribales como Huitzilopochtli, Tezcatlipoca o Mixcoat-Camaxtlisobre los antiguos dioses agrcolas. El smbolo exter-no de este proceso fuela presencia de Huitzilopocbtli al ladode Tlaloc en la pirmide principal del Templo Mayor de

    Tenochtitlan.

    Esta sntesis de diferentes componentes se observa tam-bin en el ritual. Tenemospor una parte el culto de losdiosestribales: las fiestas dirigidas a Huitzilopochtli y Tezcatli-poca o los antiguos ritosdecaza dela fiestade Camaxtli-Mix-coat; y por otra, las fiestas de los dioses de la lluvia, delagua, delmaz y dela vegetacin. Estas ltimas fiestasforma-

    ban un conjunto, mientras que las primeras no tenan entre suna cohesin interna. Las deidades de la lluvia y de la vege-tacin jugaban un papel predominante en el ritual, propor-eronalmente mayor queenia mitologa azteca.Esta observaciones interesante en cuanto al estudio de las interrelaciones entre

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    el mito y ei ritual, ya que parece que diferentes grupos dedioses tenan preponderancia en el ritual y enla mitologa.

    l>ara poder analizar mejor la materia del ritual azteca,es necesario empezar a un nivel descriptivo. El presente tra-bajo es una rcconstruccin de las fiestas que se hacan a losdioses de la lluvia y del agua; tambin hemos consideradolas interrelaciones que existan con otras ceremonias que sedesarrollaban de manera paralela enlas mismas fiestas. Ade-ms, e estudio del ritual azteca puede arrojar nueva luzsobre el carcter de los dioses, mostrando muchas veces unas

    caractersticas muydiferentes de las ideas preconcebidas quetenemos de dios.

    Se tiene la oportunidad nica de realizar este anlisisgracias a la existencia de una fuente verdaderamente etno-grfica: la Historia General, de fray Bernardino de Sa-hagn, sobre todo en su version original en nahuat. Ademsde los textos relevantes de Sahagn (1) hemos utilizado eneste trabajola descripcin de las fiestas contenidaen la His-toria dc las ndias, de Diego Durn (2), que constituye ecomplemento ms importante al material de Sahagn. Otrasfuentesque ti-atan de esta materia, aunque de manera muchomenos completa, son: los Memoriales, de Motolina (3),

    (1) Sahagn, 1950-57: Florentine Codez (CF), principalmente los li-bros 1 y 1 1 (traduccin inglesa del original nahuat, porAnderson y Dibble).

    Sahagn, 1956: Historia General (HG), los mismos libros (versincastellana de Sahagn).Sahagn, 1948 Relacin breve de las fiestas de los dioses (traduc-

    cin castellana dcl original nahuat del Cdice Matritense, por A. M.Garibay).

    Sahagn, 1958/1: Ritos, sacerdotes y atavios de los dioses (traduc-cin castellana ce! original nahuat del Cdice Matritense, por M. Len-Portilla).

    Sahagn, 1958/2 . Veinte himnos sacros de los nahuas (traduccincastellana del original. nahuat, por A. M. Garibay).

    Para las apreciacioncs que se utilizan al . citar las fuentes en el texto,vase las explicaciones al final del artculo.

    (2> Durn 1967. Tomo 1 de l a ~ I~i.storias de las Indias, de Durn,consiste A . Del Libro de los Ritos> y 3. Del Calendario Antiguo. Estasdos partes se citan corno 1/A y 1/3. En la antigua edicin de RarnirezChavero (Mxico, 1867-80), estos dos libros formaban el torno II.

    (3) Motolina, 1967. El gran valor de los datos de Motolina consiste

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    el Calendario de Tovar (Kubler y Gibson, 1951), la Rela-cin de Texcoco de Juan Bautista Pomar (1941) y las dosfuentes bsicas sobre la mitologa azteca: la Historia de

    los Reynos de Colhuacan y Mxico (Lehmann, 1938) y laHistoria de losMexicanospor sus pinturas (Garibay, 1965)(4).

    Hemos tratado de reconstruir una imagen ms completay objetivade las ceremonias a base deun anlisis crticodelmaterial relevante que hemos encontrado en las fuentes men-cionadas, comparando y complementando entre s los datosobtenidos (5). Este articulo no pretende ser exhaustivo. Exis-

    ten varias otras fuentes que contienen tambin infornacmnrelevante, pero su estudio est fuera de los lmites de estetrabajo: no hemos considerado aqu ni las representacionesen los cdices ni los indicios arqueolgicos para e culto deTlaloc. Este trabajo es cii primer lugar analtico y sistema-tizador, aunquetratamos tambin de establecer algunas mIer-relaciones entre el ritual y lamitologa, ascomo la estructurasocial. La finalidad es presentar un material abstradode las descripciones en las fuentes del siglo XVI quc seabastanteconsistente y completo, que puedaservir para futurosestudios antropolgicos ms compresivos de la antigua reli-gin mex-ic-ana.

    1.Los aiosps.

    Tlaloc.

    En todas las zonas de Mesoamrica el culto del dios de lalluvia se pierde eh la ms remota antigedad. los mayas deYucatn le adoraban con el nombre de Chac, los zapotecascon el nombre de Cocijo, los mixtecas como Tzahui y los teto-nacas como Tajn. En la primera civilizacin deMesoamrica,LaVenta, el culto giraba alrededor deun dios con rasgos del

    en la fecha temprana de su recopilacin (entre los aos 153642); veaseBroda, 197t.

    - (4) Para- un anlisis ms detenido de estas fuentes, vase Broda, 970:Appendx on the Sources.

    ( ~ ) Vdase tambinBroda, 1970. PP . 197-ZOt, y t971, Introduccin.

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    jaguar antropomorfo, que tambin era un dios de la lluvia;incluso se observa la continuidad entrela mscara del jaguar-serpiente del dios olmeca y a mscara tpica del Tlaloc az-

    teca. En Teotihuacan el antecesor de Tlaloc jugaba un papel

    a~st ~tt- rojO

    Hg. Tlaloc. Cdice Magliabecehiano3 2 (segn Covarrubias).

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    predominante, y sus representaciones son incluso ms nume-rosas que las de Quetzalcoatl, que como dios del viento y dela serpiente emplumada, estaba tambin ntimamente rela-

    cionado con losdioses de la lluviay de la fertilidad.En la poca de la Conquista, las poblaciones del Valle

    de Mxico eran conscientes de la antigedad que tena estedios. Juan Bautista Pomar afirma en la Relacin de Tex-coco que el dolo llamado Tlaloc es ms antiguo en estatierra, porque dicen que los mismos culhuaque le hallaronen esta tierra, y no haciendo caso del los chichimecas, ellosle comenzaron a adorar y reverenciar por dios de las aguas.El mismo autor dice en otro prrafo: . - no saben dar raznpor qu lo adoraban por dios de los temporales, ms de quepor algunas inteligencias hay sospechas que lo hicieron ungnero degentes que llamaron tolteca, que hubo antiguamenteen esta tierra, que se despoblaron de ella muchos aos antesque los chichinecas la tornasen a poblar. Dicen que Neza-hualcoyotzin por reverencia de este dolo - -. lo pusoen el cu

    y templo de esta ciudad en compaa de Huitzilopochtli.(1941, Pp. 14-15).Diego Durn confirma esto mismo diciendo que en toda

    la tierra tenan granveneracin y temor a Tlaloc y a su vene-racmn se ocupaba toda la tierra generalmente, as los seores,reyes y principales, como la gentecomn y popular. El asientoperpetuo del cual era en e mismo templo del gran lluitzilo-pochtli y a su lado... (1/A, 8, p. 81).

    Se han dado diversas etimologas del nombre del dios:segn Seler, Tlaloc significa el que hace brotar (GA, Re-gister, 1923, p. 290;tambin Caso,1962, p. 57).Len-Portillaquiere derivar el nombre de tlal(li) y oc, que est enla tierra, que la fecunda (SA, 1958/1, p. 121). Por otraparte, Schultze-Jena hapropuesto derivarlode tlaloa (ref.),correr, precipitarsesobre (el viento), se enfurece, adjetivo:tempestuoso; de este modo, rFlaloc significara el que se

    eifurece, el tenpestuoso (1950, p. 373). ms etimologascitadas hacen referencia a los dos aspectos del carcter deldios, ya que por una parte era el dios de la lluvia benficaque hace crecer la vegetacin, y por otra era ei dios de lastormentas y tempestades.

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    Tlaloc se llamaba tlamacazqui, el proveedor divino(6). El texto nahuat del CF dice que a l se le atribuala lluvia; porquel creaba y mandaba a tierra la lluvia y el

    granizo. El haca brotar, crecer y florecer los rboles, lahierba y el maz~ (7). El dominio del dios era el Ta-locan (el ]ugar de T]a]oc), un ]ugar deabundancia, fres-cura, verano perpetuo y felicidad eterna: ..en el cual haymuchos regocijos y refrigerios, sin pena ninguna; nunca jamsfaltan las mazorcas de maz verdes, calabazas y rainitas debledos, aji y jitomates, frijolesverdes en vaina y flores (HG.III, Ap. 2, p. 297). Esta imagen del paraso del dios de la

    lluvia era muy antigua en Mxico Central, y data por lomenos del perodo Clsico; los famosos frescos de Teotihna-can dan un testimonio esplndido de ella.

    Segn las creencias aztecas, el Talocan era el inundoultraterreno para los hombres que moran ahogados en elagua, que eran muertos por los rayos, o los que morian deenfermedades contagiosas como lepra, bubas, sarna gota e

    hidropesia, cuyos patronos eran los Taloques (vase abajo)-

    Los cuerpos de estos difuntos no se quemaban como era lacostumbre general, sino que se enterraban, ponindoles se-mllas de bledos en las quijadas, sobre cl rostro; adems,les pintaban la frente de color azul y les ponan sobre ellay enla nuca papelespintados, losvestan tambi~n con papeles;en la mano les colocaban una vara (Caso, 1962, p. 57). Enlas costumbree aztecas de enterramiento se reflejan tambin

    los dos nivelcs culturales superpuestos: el rito de quemarlos difuntos era tpicode tribus cazadoras y nmadas, mien-tras queel entierro era una antigua costumbre agraria.

    (6) Tlamacazqni, hl. el que dar aigo. De don.de dos sentidos: a)El que dar lo necesario para la vida, o sea, el Proveedor divino. En estesenlido se aplica alos dioses, en especial a losde la lluvia- b)S que daralgo para el servicio de los dioses> y en este sentido se aplica a los minis-

    tros secundarios del culto (Garibay, 195354, vol II, p. 408).(7) cF i, ~; p. 7. Es interesante notar la diferencia entre el original

    nahuat (CF) y la versin en la HG. Se cambia notoriamente el nfasis:en el original: el dios se identifica ms ntimamente con los fenmenos,mientras que Sahagn da nfasis a la separacin entre el dios y los fen-menos regidos por ste (HG 1 , 4 ; p. 45).

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    Tambin se le llamaba Tialocan a la cadena de montaasque separa el Valle de Mxico del Valle de Huexotzinco; enella haba un santuario importante del dios. Durn admitique no saba .. cul tom ladenominacin de cul: si tomel dolo de aquella sierra, o la sierra del dolo. - - (1/A, 8,p. 82). Estas altas montaas al este del lago, con sus bosquesde pinos verdes, coronadas por lablancura de lanieve eterna,simbolizaban para los agricultores arcaicos la frescura y lafertilidad. Para los aztecas, las expresionesXiuhcalco, lacasa verde, o Acxoyacalco, la casa de pinos, seguan sien-do sinnimos para el Talocan (Soustelle, 1940, p. 49). Hoy

    da incluso, hay en las montaas altas de Mxico Centralpequeos santuarios donde los indios hacen ofrendas al diosde la lluvia, asimismo se encuentran innumerables indiciosarqueolgicos sobre el culto del dios en las cumbres de losmontes.

    La asociacin ntima entre la lluvia y las montaas re-salta lgicamente de las condiciones climticas. En las cumbresde las montaas que dominan la altiplanicie se acumulanen la poca hmeda las nubes que traen la lluvia. Por otraparte, la lluvia est muy a menudo asociada con la tormenta.Son los rayos y truenos los queanuncian la lluvia. As pues,los fenmenos naturales explican por qu en el pensamientoreligiosola lluvia se ha asociado con las montaas, las nubesy la tempestad, y se ha concebido un dios, que era el dueo,o la personificacin de estos fenmenos.

    Tlaloc era en priner lugar un dios benvolo. Al mismotiempo, tena en su poder fuerzas destructoras; se enojaba,mandaba la sequa, las inundaciones, los granizos, los hielosy los rayos. La Historia de los Mexicanos se refiere a estasdiversas funciones de Tlaloc: -.. del cual dios dicen quetieneun aposento de cuatro cuartos, y en medio de un granpatio, donde estn cuatro barreones grandes de agua: launa es muy buena, y de esta lluevecuando se cran los panes

    y semillas y enviene en buen tiempo. La otra es malacuandollueve, y con el agua se cran telaraas en los panes y seanublan. Otraes cuandollueve y se hielan; otracuandolluevey no granan y se secan. (Garibay, ed., 1965, p. 26). Segnla Leyenda de los Soles (Historia de los Reynos), Tlaloc

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    fue el dios quepresidila tercera edad delmundo, 4 quiauitl(Sol de Lluvia), que fue destruido por la lluvia de fuego(tlequiauitl). Esta ltima simboliza posiblemente los rayos,o quizslas erupciones volcnicas.

    A consecuencia del carcter ambivalente de Tlaloc, lagente le tema mucho y se senta culpable ante l. Tenan

    miedo de no satisfacerle y se sentan obligados a pagar sudeuda para con l. El canto sacro a Tlaloc expresa estossentimientos. Este himno se cantaba en el ritual, y empezabacon las siguientes palabras: Ay, en Mxico se est pidiendoprstamo al dios.... Algunas lineas ms abajo contina:

    Ay, eres mi caudillo, Prncipe Mago (nahualpilli),y aunqueen verdad,

    t eres el que produce nuestro sustento,aunqueeres elprimero,slo te causan vergenza, deshonor. - -

    Hg. 2 . Tlaloc. Cdice VaticanusA .

    (SA, 1958/2, p. 51).

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    Aunque el simbolismo detallado del canto permanecenis bien oscuro, estas lneas expresan la concepcin bsicaque tenan los aztecas sobre su relacin con Tlaloc. El dios

    dabala lluvia en prstamo, para recibir a cambio sacrifi-cios humanos. Es una deuda que se intenta contraer con eldios, para pagarla luego (Garibay: SA, 1958/2, p. 54).A lo largo de este estudio veremos cmo el ritual confirmabaprecisamenteesta concepcin mtica.

    Los Taloques.

    Segn la Historia de los Mexicanos (op. ch) . - - estedios del agua para llover cri muchos ministros pequeos decuerpo, los cuales estn en los cuartos de dicha casa, y tienenalcancas en que toman e aguade aquellos barreones yunospalos en la otra mano, y cuando el dios del aguales mandaque vayan a regar algunos trminos, toman sus alcancas ypalos y riegan del agua que se les manda, y cuando truenaes cuando quiebran las alcancas con los palos, y cuandoviene rayo es de lo que tenan dentroo partede la alcanca.

    Estos servidores o ministros pequeos de Tlaloc erantambin los cerros deificados. La relacin que existe entrelas montaas y las nubes, que traen la lluvia, condujo a laconcepcin de unos dioses-cerros, dueos de aqulla. Todoslos montes eminentes, especialmente donde se armannubladospara llover, imaginaban que eran dioses (HG, 1 , 21, p. 72).

    Estos montes se conceban corno dioses mismos, no solamentecomo la morada de ellos. Es muy importante notar la dife-rencia entreesta concepcin y la cristiana, segn la cual dioses omnipresente yno limitado a ningnlugar. Como ya hemosmencionado, Tlaloc mismo se identificaba con una montana.En cierto modo, Flaloc no era ms que el nombre genercodel grupo de los Taloques.

    En la religin azteca existan varios grupos de dioses cuyosmiembros tenan la misma funcin y eran como la mnultipli-cidad de un solo dios: as estabanlos 400 dioses del pulqueQ

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    denotaba innumerables en el pensamiento nahuat. LosMimixcoa eran las estrellaso seres mticos delcielo del Norte,y los (Jitznaua las estrel)as del Sur. Mixcoat, dios tribal de

    los chichimecas y dios de la caza con asociaciones estelares,era el jefe o prototipo de los Mimixcoa, mientras que Huitzilo-pochtli estaba relacionado con los Centzon Iiitznaua. LosT]aloques eran el nico grupo que no apareca en el numerode 400, pero tambineran innumerables e, igual que losdiosesdel pulque,sus miemnbros erandioses locales.

    Es interesante notar que el dios del viento, Eccat, tena

    tambin una multitud de pequeos servidores, los Eceatoton-tin, que tenan su morada en las montaas (Soustelle, 1940,p. 48). Eccat perteneca al grupo de los Tialoques (SA,1958/1, p. 155). Se deca que l barra los caminos para lalluvia. Mientras que 1laloc tena poder sobre cuatro dife-rentes tipos de lluvia, Eecatl enviaba al mundo cuatro tiposde vientos. Segn la Historia delos Mexicanos dos de elloseran benficos: el viento del este, Tlalocayol (la cosa de

    Tlaloc) y e del oeste, el Ciutampa eccat, mientras quelos otros dos eran malficos : el viento del norte, Mietampaeccat, y el del sur, Uitzlampa eecatl (Soustclle, 1940, p. 68).

    Adems de serlos dueos de la lluvia y de los montes, losTaloques eranlos patronos de ciertas enfermedades de la pielcomo la lepra, las bubas y las sarnas; lanbin lo eran dc lahidropesa y mnandaban las enfermedades causadas por el

    fro como la gota, el tullimiento, e envaranliento del pes-cuezo, etc. rodos losque niorande estas enfermedades, tenane privilegio de ir al Talocan. Se reconoce fcilmente larelacin causal que se tabla establecido entre eslas enfer-medades y los Haloques: entre las enfermedades causadaspor ei fro y las montaas donde hace ms fro que en clValle; en el caso de la hidropesia, la inferencia tambin escomprensible; en cuanto a la lepra, las bubas y las sarnas,

    la gente crea que el agua cura estas enfermedades. Durnmenciona que en la fiesta de Tepejhuit la gente se baabaen los ros y las fuentes. Crea que si no se lavaban contrae-ran enfermedades contagiosas como eran bubas, lepra, ga-fedad,de loscuales males decan que sucedan por lospecados

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    y que estos dioses se los enviaban en venganza de ellos (1/A,16, p. 156) (8).

    Los mitos de los Tialoques y del maz.

    En la cumbre dcl cerro Talocan haba una estatua gran-de del dios. Pomar describe que era de piedra blanca, conaspecto de hombre. Estaba sentado sobre una losa cuadraday su cara mraba hacia e Oriente. En la cabeza llevaba unlebrillo talladodela misma piedra, lleno deulli (9) derretidoy enl haba detodas semillasdelasque usan y semantienen

    los naturales, como era maz blanco, negro, colorado y ama-rillo, u frijoles de muchos gneros y colores, cha, huauhtliy michihuauhtli, y aji detodas las suertes que podan haber

    Fig. 3 . TIaloc. Cdice Ma-tritense: Atavios de los

    Dioses.

    (8) Es interesante notar que Xipe Totee tambin se asociaba con lasenfermedades de la piel, como viruela> sarna, aposmernas y enfermedadesde los ojos (HG 1 , 18; p. 65). Esmo es otro indicio de que Xipe estaba rela-cionado con los dioses del agua y de la fertilidad. En el caso de Xipe,la cura mgica estaba relacionada con la piel de las vctimas desolladasen la fiesta dc Ttacaxipeualiztli (vase Beoda, 1970, Pp. 230, 242).

    (9) Ulli: Resmade un rbol, an no cocida. La planta es Hebea bras-silenss. Et. prob., lo que se mueve (lIC, 1 . 4, vocabulario, p. 368). liiderretido se utilizaba con frecuencia en el ritual para adornar los ataviosde papel. Los cronislas utilizabas, la palabra hule.

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    losque lo teian a cargo, renovndolo cada ao a cierto tiemn-po... lacatle sacrificios de nios inocentes (1941, p. 15>.

    Esto se hacia porque se consideraba a losTaloques coniolos dueos primeros del maz. E la Leyenda de los Solesse conservan dos mitos que cuentan cmo los hombres adqui-rieron el m m ta z de los taloques. Segn el primer mito, Nana-uatl (10) rob e maz blanco, morado, amarillo y rojo delosTaloques (losHaloques azules,blancos, amarillos y rojos),as como los frijoles, bledos, la cha y el mnichihauhtli, es de-cir, todos los atimetos importantes. Nanauatl parti por

    medio de un rayo e tonacatepet, el cerro de las mieses,dondeestaban encerrados todoslos alimentos, y losrob (11).Hasta hoy(la se ecuentrai creencias similares entrelos pipi-les, segn las cuales los tepeua, los mnucLiachos de la lluvia,robaron el maz dcl interior de un cerro; el ms pequeo deellos, Chijehin, parti el cerro (12).

    El segundo mito se refiere a la cada de los toltecas. Enesta poca se dieron un gran nmerode presagios que anun-

    ciaban desastre. El ltimo rey tolteca, Uemac jug una partidade pelota con los Ilaloques en la que corno prenda el reypuso sus joyas y los dioses pusieron mnazorcas de maz tierno(xilotl) y caas verdes.. Al ganar la partida, se burl de losdoes de los dioses, y estos, para castigar su soberbia, retia-

    (10) Nananat

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    ron su s piedras preciosas, sus plumas de quetzal (el maz)durante cuatro aos. Esto produjo ~magran hambre en Tula,en la que murieron muchos toltecas. Al cumplirso los cuatroaos, los Tlaloques aparecieron en la fuente de Chapultepece hicieron salir del fondo del agua e xilotl (maz tierno) ylos otros alimentos. Un sacerdote de Tlaloc sali del aguay d io un brazado de xilotes a un tolteca que se encontrabaall; e dijo: tomasto y dselo a Uemac. Los dioses pidenla hija de lo s mexitin (ichpochnicxitin) de Tozcuecuex (]3);porque de ahora en adelante los mexicanos comern el mazen este pas, mientras que la fortuna de los toltecas se aiea-bat.El tolteca llev el mensaje a Uemac; este sc afligimucho y dijo que haba llegado efin dc follan. J,uego man-d m ensajerosa los mexicanospara decirles que los Tialoquesles pedan ei sacrificio de la hija de Tozcuecuex, Quetzal-xochtzin

    Al recibir la noticia, los mexicanos ayunaron durantecuatro das, y terminados stos, llevaron a la u if la al lugar

    Chalchiuhcoliuyan en cirem olino de la laguna Pantitlan; allla sacrificaron segn lo haban pedido los dioses. Los Tlalo-ques surgieron dc nuevo del fondo del agua, y consolandoa Tozcuecuexpor la muerte de su hija, le mandaron abrir sucalabacilla de tabaco (iyeteeon). Dentro de ella le pusiel-onelcorazn de su hija juntocon todas las especies de alimentosy le dijeron: Deaquen adelante los mexicanos van a comerel maz, ya que los toltecas se extinguirn pronto> En aquel

    momento se nubl el cielo y empez a llover, No dej dcllover durantecuatro dasycuatro noches, y todas las hierbas,elmaz y los alimentos empezaron a brotar de nuevo y produ-

    jeron riws frutos-(Lehmann, 1938;p p > 375-81Y . - -Es muy interesante que en este mito se simboliza la tran-

    sicin del poder politfico de los toltecas a lo s aztecas por laadquisicin dcl maz: el pueblo qie recibe cl maz como ali-mento bsico, tiene e favor de los dioses, y dc esta maneradispone de los atributos necesarios para adquirir el poder

    (13> Segn Chimalpain, Tozcuccucx era el sptimo jefe tribal de losmeodeanos (Lcbmsnn, 193$, p. 37$). So menclova tambin en cl cantosacro a TIaloc; vase abajo

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    poltico. Aunque el relato es puramente ficticio (1.4), reflejade manera simblica el hecho de que los aztecas fueron lossucesores de los toltecas como pueblo dominante en el centro

    de Nxico. Como se sabe tanbin por muchas otras fuentes,los aztecas estalan muy preocupados por establecer la con-tituiidad con el pasado gloriosode los toltecas.

    Por otra parte, c mito demuestra que los dueos origi-narios del Inaiz y de las dems plantas ah mnenticias eran losdioses (le la lluvia, es (lecir, que eran los antiguos diienos dela agricultura. Para que los hombres adquirieran c maz,

    tuvieron que roiittrio o adquirirlo por medio de un contratocon aquellos; it,s sacrificios lu manos eran la contrapartida(HL (> 1 ) tti iii los hombres.

    1 n (1 primer mito mencionado, los alimentos se encon-trab tu d .io del cerio lonacatepeil, mientras que cr el se-g.tndo ~u3 liii riel fondo del agta. os cerros as como los

    y las fti1 ago~, los nos etcs pertenecan a losTaloques y eran&H U iii tid u solo dmaiajo. En e] E hin XJ, Sahagn d e s

    crbe dc in aiiera evocat vis la visin tIc1 niudo azteca segnlacual todo el espaco wr debaj o de la tierra estaba 1icno deagua ; sta pioceilia del 1 lalocan y sala por los manantialesa fo mar losros, los lagos y el mar. Los montes tenian la fur-(to ti (le teL ner las aguas como vasos gra.des o como casas

    enti s de a gua; y qnr en ando fitese men ester se ro mpertn - - -Y s u Id r el agua que derito est, y anegar la tie~a Y (leaq 1 1 1 1 cosu m o brs han a 1 ~ ~ a m ua . - a los pueblos donde vive la

    gen te aliepeil - qu te quiere decir ni mte de ttgua o in ont edeaa uitrio ti (LIC, N1,1.2, 1 .9 5 6 , 3 . . p. 344) - lt>~ t I oses (le

    la 1 rrvi a lenian las aguas cii s ti poder para enviarlas a latu erta. donde s ts efectos podan ser heno lucosos o uocvos -1 ~uts ciii t ubies de ti oride sc engendraban las u ti bc s 1 as cuevasen los montos, ifus montes. asi como las las riles ~ los ros,ittri los 1 u .g u ires stgrados de los Tlaloq tic

    Purn mnenciofia que los indios hacan

    mmli) s

    ceremoniasen las fuentes, sobre lot o en aquellas que sib in del volcn

    (14) El imperio tolteca se derrumb en el siclo xi mientras quelos aziecas se establecieron en Tenochtitl.an en el siglo xi~

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    (Popocatepet) o nacan a los pies de unos rboles llamadosahuehuet (atambor del agua: las sabinas) - Ofrecan allmuchos objetos de oro y piedras preciosas, as como canta-

    rillos, platillos y muecas de barro. Adems, la gente tenamuchas supersticiones en cuanlo a pasar por las fuentes ylos ros, baarse o mirarse en ellos, y echar sortilegios en elagua (1/A, 19,p. 174).

    Chalchiuhtlicue.

    Segn la Historia de los mexicanos por sus pinturas,

    al principio delmundo los cuatro hijos deTonacatecutli crea-ron a Tlaloc y Chalchiuhtlicue como pareja divina para man-dar sobre las aguas (Garibay, 1965, p. 26). En este sentido,corresponden a tantas otras parejas divinas que presiden di-versas regiones del cosmos, aunquesu unidad no es tan per-fecta como la de las otras parejas que llevan la variantemasculina y femenina del mismo nombre (Mictlantecutli,Mictecaciuatl, etc.) -

    Segn otra tradicin mtica, Chalchiuhtlicue no era lamujer de Tlaloc. El dios tuvo por primera esposa a Nochi-quetzal, la diosa de las flores y del amor. Cuando sta le fueraptada por Tezcatlipoca, el guerrero joven, Tlaloc tom porsegunda mujer a Matlalcueyc, la de la falda verde (Caso,1962, p. 59). Pero en realidad, Matlalcueye no era sinootravariante de la diosa Chalchiuhtlicue que adoraban los tilax-caltecas, identificndola cot la montaa deTlaxcala (llamadahoy da La Malinche), cuyas laderas estaban cubiertasde bosques verdosos. Esto demuestra que Cbalchiuhtlicre-Matlalcueye era tambin una deidad de los montes comoTlaloc (Souste]le, 1940, p. 50). Segn otra tradicin, Chal-chiuhtlicue era ms bien la hernana mayor de los Taloques(CF, 1 , 11, p. 21).

    Mientras que Tlaloc era cl dios de las aguas pluviales,

    Chalchiuhtlicue, la de la falda de jade, era la diosa delagua de las fuentes, los ros y los lagos, y especialmente dela laguna de Mxico. Los hombres que se hundan en barcosy se ahogaban, caan bajo su dominio. El mar no jugaba unpapel importante enel pensamiento azteca, ya que lospu~hlos

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    de la altiplanicie central tenanmuy poca relacin conl. Losantiguos mexicanos entendan por agua principalmente elagua dulce las aguas de la lluvia, las fuentes y los ros

    que fertilizaban las tierras de cultivo , mientras que el fiarsimbolizaba para eos el agua divina, lmite de loconocidoy tlominio misterioso de los dioses (Soustelle, 1940, p. 50).

    Hg. 4 . Chalcliuhtlicue. CdiceBorbnico 5 (segn Covarrubias).

    Haba otra diosa que estaba ms ntimamente relacionada conel marque Chalchiuhtlicue: la diosa de la sal, Uixtociuatl.

    Chalctiullicue era una diosa muy antigua en el centro

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    otro nombre. Segn la mitologa azteca, Chalchiuhtlicue erala deidad que haba presidido la cuarta edad del mundo, 4At, Sol de agua, que fue destruido por las inundaciones(15). Desgraciadamente sabemos poco sobre el culto que re-ciba esta diosa entre los aztecas. Sahagn indica que erala patrona de la gente que tena su ocupacin en relacincon el agua (de la laguna); este grupo profesional proveala representante de la diosa en la fiesta de Etzalcualiztli.Chalchiuhtlicue formaba una especie dc triada con otras dosdiosas ntimamente relacionadas con ella: Chicomecoat, ladiosa del maz, y Uixtociuatl, la diosa de la sal, porquedecan que estas tres diosas mantenan a la gente popularpara que pudiese vivir y multiplicar (lIC, 1 , 21, p. 51). Re-presentantes de estas tres diosas eran sacrificadas en tres me-ses seguidos (Etzalcualiztli -Tecuilhuitontli -Uey tecuilhuitl)(vase ms adelante).

    Uixtociuatl.

    Uixtocinatl, la mujer diosa de la sal perteneca al gru-po de las deidades de la lluvia y del agua. Era la patronade los que hacen sal. Sahagn hace referencia a un mito,segn el cual Uixtociuatl era la hermana mayor de los Halo-ques; en una ocasion enoj a sus hermanos y a consecuenciade esto la desterraron y persiguieron hasta las aguas saladas,all ella invent la fabricacin de la sal (CF, II, 26, p. 86).

    Esta diosa debe haber tenido ms importancia de lo queadmiten los cronistas. Segn la concepcin cosmolgica delos trece cielos Uixtociuatl resida en el cuarto cielo, la re-gin superior a aqulla por la que camina el sol- En el ritualjugaba tambin un papel considerable, ya que VIJ-Tecuil-huitontli, la fiesta de los salineros, era nicamente dedicadaa ella. Aparte de esto, se sabe poco sobre esta diosa. Seler

    seal el parecido de los atavios de Uixtociuatl y Chalchiuh-diosa del agua salada y Chalchiuhlicue la del agua dulce

    (15) Historia dc los Mczicanos,

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    ! IREAA: 6] Los dioses de la lluvia 263

    tlicue, atribuydolo a que en realidad Uixtociuatl era la(CA, II, p. 480).

    Diosasdel maz y dioses del pulque.

    las diosas del maz Chicomnecoatl, Xilonen, Cinteot e la-matecutli, estaban ntimamente relacionadas con los Talo-ques. Todos estos dioses pertenecan al grupo grande de lasdeidades del agua y la vegetacin que constitua el ncleodel culto de la fertilidad. Este parentesco se refleja natural-menteen el ritual,as como enlosatavios que llevaban.

    Los dioses del pulque formaban el segundo grupo impor-tante de los dioses de la fertilidad. El maguey (que tenauna gran importancia para los aztecas, o slo por el pulque(octli) que se fabricaba de l , sino tambin por los muchosusos industriales para los que servan las hojas y espinas dela planta), fue deificado con el nombre de Mayauel. Se decaque esta diosa tena 400 pechos (el nmero 400 como la ex-presin absoluta de la fertilidad) para alimentar a sus 400

    hijos, los Centzon Totoehtin o innumerables dioses de laembriaguez. Toohtli, el conejo, era el smbolo de la embria-guez; era tambin ntimamente asociado con la luna.

    Patecat, el marido de Mayauel, era el jefe de los Cent-~on Totochtin, mientras el nombre genrico para ellos eraOme Tochtli (2 Conejo) (SA, 1958/1, p. 89). Los demsdioses del pulque eran deidades locales que provenan de lasdiferentes regionesdel Mxico Central. ensu papel bsico delafertilidad, los dioses del pulque estaban relacionados con losHaloques y en algunos casos es tlifcil distinguir si un diosera un Tlaloque o un dios del pulque. En sus atavios tam-bin tenan varios atributos en comun.

    ILLos ATAVIOS DE L O S DIOSES DE LA LLUVIA Y DE L A GUA .

    raboc.

    1 as representaciones de Tlaloc son muy numerosas en lasesculturas, en las vasijas de barro, en los cdices y en laspinturas. Es el dios ms fcil de reconocer por sus insigniascaractersticas, sobre todo por sumscara que consiste en una

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    especie de anteojos y una fila de dientes con colmillos. Elrasgo felino de las fauces recuerda al dios jaguar de los ol-mecas. Generalmente, la mscara est representada de una

    forma estilizada. No obstante, en algunas representacionesmas realistas se revela que los cercos alrededor de los ojosy las volutas de los labios estn realmente hechos del cuerpode dos serpientes entrelazadas (Sonstelle, 1940, p. 47). Lasserpientes eran un antiguo smbolo del agua, de la fertilidad,yen el caso de Tlaloc, tambin de los rayos.

    Esta mscara est pintada de azul, el color ms tpico de

    los dioses de la lluvia

    y del agua. El

    cuerpo y rostro del diosestn pintados de negro el color de los sacerdotes y lechi-ceros, mientras que el tocado de plumas de garza (aztat-zontli) es blanco y parece representar a las nubes (16). Otrosatributos caractersticos son una especie de abanico de papelplegado que lleva el dios en la nuca (tlaqueehpaniotl), elchalequillo de roco (iyauach ideol), y el collar de jade (lapiedra caracterstica de los dioses del agua); en la cabeza

    lleva adems del aztatzontli una joya que remata en dos plu-mas de quetzal, llamada quetzalniahuayo, la espiga pre-ciosa, que simboliza la espiga del maz. En las manos sujetaun bastn de junco florido (oztopilin) y un escudo con unaflor acutica(atlacuezonchimalli), y otrasveces en vez de ste,una talega de incienso (SA, 1958/1, p. 121; Caso, 1962, p.60) - Todos estos son atributos tpicos de los dioses relaciona-dos con la lluvia, el agua, los montes y la fertilidad (vasefigs. 1,2y 3).

    La descripcin que Durn da de la estatua de Tlaloc esalgo diferente: La estatua del cual era de piedra labrada,deunaefigiedeun espantablemonstruo,la cara. - - amanera desierpe, con unos colmillos muy grandes, muy encendida ycolorada, en locual denotaban el fuego de los rayos y relm-

    (i6) En la ilustracin del cdice Matritense (fig. 3), todos los asaviosestn pintados de blanco, excepto elquemzalniabuayo, que es verdey rojo;parece ms bien que el dibujante se olvid de pintar los colores. Durnes el nico autor que afirma que los atavios de la estatua de Tlaloc eranrojos (vase abajo).

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    pagos que delcielo echaba.~.; el cual, para denotarlomisnio,tena toda la vestidura colorada.

    En la cabeza, tenaun gran plumaje, hecho a manera de

    corona, todo de plumas verdes y relumbrantes..~ Al cuello,tena una sartade piedras verdes por collar (chalchiuitl), conun joyel en medio, de uua estneralda redonda engasada enoro. En las orejas tena unas piedras. - - de chaichinit, dc lascualescolgaban unos zarcillos de plata. Tena en las munceasunas ajorcas de piedras ricas, y otras en las gargantas de lospies. En la mano derecha (llevaba) un relmpago de palo,de color niorado y ondeado, a la manera que el relmpagose pone desde las nubes al suelo culebreando. Tena en lamano izquierda una bolsa de cuero llena de copal. - - jeniansentado a este dolo en un galn estradode una manta verde,pintadadc muy galanas pinturas (1 A, cap. VIII, p. 82).

    En las representaciones de los dioses hay que distinguirgeneralmente entre la representacin convencional del diosen los cdices y los atavios de los dioses (pinturas o des-

    cripciones) que realmente se refieren a los atavios que lle-vaban los sacerdotes o las vctimas cuando representaban vivosa este dios. Estos atavios son naturalmente tns simples quelas representaciones de los dioses en los cdices. El manus-crito de Sahagn sobre los Atavios de los dioses se refiererealmente a estas insignias que vestian los representantesvivos de los dioses (vase figs. 3 , 5 y 6). lay que decir lomismo de las descripciones deSahagn en el Libro 1 o de al-

    gunas descripciones e ilustraciones de Durn (vase figs. 17y 19). Es importante tener en cuenta esta diferencia. ~~demsdo las representaciones pictogrficas, haba los dolos o lasestatuas do los dioses; en el texto arriba citado, Drn se re-fiero a la estatua de Tlaloe.

    Chalchiuhtlicue.

    Chalchiuhtlicue estaba vestida con atavios de papel, pin-tados de azul y blanco y teidos con ulLi derretido haciendoun dibujo como olas (representacin del agua). La caracte-rstica constante en las representaciones de la diosa es unavenda azul y blanca, con dos grandes borlas que cuelgan a

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    ambos lados del rostro. Tambin llevaba la espiga preciosa(quetzalmiahuayo) y la pluma de quetzal en lo alto de su to-cado (SA, 1958/1, p. 133).

    En el Libro 1 , en el capitulo sobre la diosa, Sahagn des-cribe sus atavios ms ampliamente: Los atavios con quepintaban a esta diosa son: ---la cara con color amarillo, y laponan un collar de piedras preciosas de que colgaba unamedalla de oro; enla cabeza tena una corona hecha depapelpintada de azul claro, con unos penachos de plumas verdesy con unas borlas que colgaban hacia el colodrillo, y otrashacia la frente de la misma corona, todo decolor azul claro.lena sus orejeras labradas de turquesas de obra mosica;estaba vestida de un huipil y unas naguas pintadas del mismocolor azul claro, con unas franjas de que colgaban caracoli-tos mariscos (lIC, 1 , 21, 1956, 1, p. 51).

    Fig. 5 . Chaichiulitllene. C-diceMatritense: Ataviosde

    los Dioses.

    En la mano izquierda llevaba igual que Tlaloc un escudocon una flor acutica (atacuezonan chimalli) y en la manoderecha un palode sonajas (chicauaztli) que era un atributotpico de los dioses relacionados con la vegetacin y la ferti-lidad. Ntese las difereituias en las representaciones de la

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    IIREAA: 6J Los dioses de la lluvia 2 6 7

    diosa en el Cdice Borbnico (fig. 4) y en el manuscrito delos Atavios de los dioses (fig. 5); esta ltima se refiereala representanteviva dela diosa.

    Uixtociuatl.

    En los atavios de la diosa de la sal predominaba el colorblanco. Su cara estaba pintada de amarillo, el color de lasflores del maz. Su gorro de papel, con dos grandes borlas,era muy parecido al de Chalchiuhlique, aunque sucolor erablanco en vezde azul. En lo alto del tocado llevabael pena-

    cho o la espiga de quetzal, igual que Ilaloc, Chalchiuhtlicuey las diosas del maiz. Sus orejeras eran de oro. Su camisay falda estaban bordadas con dibujos deolas (representacinde agua) y la borla del huipil estaba adornada con chal-chihuites que simbolizaban las nubes (vasefig. 6).

    Fig. 6 . Uixtociuatl. CdiceMatritense: Atavos de los

    Dioses

    Adems, Sahagn menciona en la descripcin de la fiestaTecuilhuitontli, que la representante de la diosa llevaba en

    los tobillos unos cascabeles dc oro o sonajas de caracolitosblancos, que estaban insertos en una tira de piel de ocelote;al andar, estos sonabanmucho. De suescudo pintado con unaflor acutica (atacuezona chimalli) colgaban unos rapacejosde plumas de diferentes colores y pjaros. Cuando bailaba,

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    hacia girar su escudo en un crculo. Tambin daba golpescontra el suelo, iba marcando e ritmo del baile consu bordnde junco florido (yyoztopil), que sujetaba en la otra mano.

    Este bordn estaba adornado en la parte alta con papelesgoteados deulli y tena insertadas floresdepapel con plumasde quetzal (HG, II, 26, p. 172; CF, 11, p. 86, 1958/1, p.13?). Dela indicacin deestos detalles se nota que los atarlosde los representantes de los dioses eran en realidad ms rucosque estn pintados en el Cdice Matritense.

    hLLAs cEREMONIAS.

    Para describir las fiestas de los dioses de la lluvia segui-remos el orden de los meses en los que estaban fijadas en elcalendario. Segn Bernardino de Sahagn, el ao aztecaempezaba con el mes 1 Atlcaualo (17). Tomamos este mescomo punto de partida ya que la mayor parte denuestro ma-terial proviene de Sahagn. El hecho de que sigamos estesistema no quiere decir que lo aceptemos necesariamente

    como el autntico comienzo del aoazteca, pues existen dudas(vase Broda, 1969, Pp. 36-44) sobre esta cuestin. Pareceque los pueblos mesoameujeanos empezaban el alio con dife-rentes meses, es decir, queexistanvariantes locales, y adems,que el principio del ao no constituauna escisin tan grandetal como la que han inferido los investigadores modernos abase del Ao Nuevo europeo. Veremos a lo largo de este

    estudio que e comienzo de perodos rituales no coincidacon e principio dcl aoen 1 Atcanalo. Precisamente el cielode los sacrificios denios a los Taloques empezaba en XVIAtemoztli y continuaba hasta IV Uey tozoztli.

    1.El ciclo de los sacrificios de nios.

    Segn Sahagn, los sacrificios de nios empezaban en el

    mes 1 Atlcaualo y se repetan, segn necesidad, hasta el mesIV Uey tozoztli, hasta que haba cado el agua necesaria

    (17) Los nmeros romanos se refieren a la posicin del mes dentrodcl ao que empieza con Atleauaio.

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    [REAA: 6] Los dioses de la lluvia 269

    para el crecimiento de las sementeras: segn relacin dealgunos, los nios que mataban juntbanlos ene primer mes,comprndolos a sus madres, e ibanlos matando en todas fies-

    tas siguientes hasta que las aguas comenzaban de veras; y asmatabanalgunos en el primer mes, llamado Quauitleua (At-caualo); y otros en el segundo, llamado Tlacaxipeualiztli;y otros en el tercero, llamadoTozoztontli; y otros en el cuarto,llamado lJey tozoztli, de manera que hasta que comenzabanlas aguas abundosamente, en todas las fiestas crucificabanfinos (CF, 11,4, p. 8; HG, 4, 1956, 1. p. 114).

    Esta cita deSahagn es la ms conocida; lo obstante, tam-bin encontramos referencias dispersas en otras fuentes, quedemuestran que los sacrificios de nios empezaban en losmeses anteriores; Motolina menciona que tenan lugar enXVI Atemoztli y Durn en XVIII Izcalli (vase estos meses).

    LAtlcaualo-Quauitleua (18).

    El levantamiento de los postes:las tiras de papel(amateteult).

    En todas las casas privadas, en los telpocheallis y los tem-pos de los barrios, se plantaban para esta fiesta unos paloslargos, de los cuales se colgaban unas bamtderas dc papelblanco, decoradas con gotas de ulli derrelido. Tambin lasdejaban en el lugar sagrado de la laguna, Pantitan. Estos

    palos tenan una fuerzamgica inherente: . por medio deestas tiras sagradas (teteuitl) y varas laigas

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    270 Johanna Broda [REAA: 6]

    comenzando a estar copados; - -- levantaban en seal de estouna bandera de colores y encima de la hasta, rica plumera,denotando e contento de las plantas,~ Esta bandera par-

    ticularmente rica, est representada en la ilustracin del Ca-lendario de Poyar; amateeuitl ms simples se ven en lailustracin del Cdice Matritense (vase fisrs. 7 y 8).

    .~4bufftkhuj.

    Fig. 7 . Quanitlcun. Calenda-rio de Tovar.

    La Relacin Breve se refiere principalmente a estasceremonias: Y en las casas por todas partes se ponan er-guidos palos largos delgados azules, de los cuales se colgabanpapeles (con) pintura dc u]ii: se llamaban tiras de papel

    (amateteuitl) - Y cuanto el st>i se tneti, se hace la plaritacionde las tiras sagradas en la arena (Sahagn, 1948, p. 292).Despus (de noche ?) llevaban los arnaeteuitl en procesiona los iiontes. Toda a gentel)artieipal)a en esta procesion, losdel pueblo bajo, los caballeros, los seores, cada uno lle-

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    [REAA: 6] Los dioses de la lluvia 271

    vando una tira sagrada en los hombros. Delante de la genteiban los sacerdotes de Tlaloc. En la ilustracin de la Bela-cion Breve se ve esta procesin (vase fig. 8). Las primeras

    dos figuras a la derecha son sacerdotes que~ l.levan un chi-cbauaztli o palo (le sonajas. Y tina bolsita de copal (insigniastpicas de los Tlalot1ues) - Iit?tlen um as alas de papel pegadasa los hombros: los uios qnt si s~ u i fi iban en los ni ontestambin 1levaban estas alas t ie papei (x a ( abajo) -

    Sc tesprende de las F i tiellas d 1o pes que la uocesionse diriga a un santuario m 1 u cumb e ce uu iiionto dom] e ~e

    sacrifica baii los nios : su b u qn (lis tivis sagradas) arribade los montes: con esto s it itt un sacrificios de lionibres al 1 L ien el patio del diablo (ridolo) (ibdem) - 1 ,a figura centraldo la i liisracin parece ser u to ile estos ni os. llevad o a .

    Fig. 8 . Quauitleua. Cdice Matritense-< Relacin Breve... a.

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    272 Jolianna Broda [REAA: 6]

    cuestas por un hombre; tiene puesto su gorro de papel conla espiga dequetzal. Eltemplo tena un patio cuadrado rodea-do por un muro; a]l se encuentran los dolos pequeos de los

    cerros, los tepictoton. La Relaci breve indica que en unasola procesin se llevaban los amatetenit y los nios a lossantuarios de los montes. Esta interpretacin la vernos i-efor-zada por el hecho de que los nios se llamaban las tirashumanas (tlacateteuitl) por analoga con las tiras de papel(amateteuitl) -

    Los sacrificios de finos:

    las tiras humanas,>(tlacateteuitl).

    la ofrenda preferida delos Taloques eran aquellos niosque tenan dos remolinos en la cabeza y que hubiesen nacidoen buensigno: decan que estos eranms agradable sacrificioa estos dioses, paraque diesen agua en su tiempo(19). Estosnnos se compraban de sus madres, segn dice Sahagn.Por otra parte, Pomar indica que eran nios esclavos de 7 u8 aos de edad, que daban los seores como ofrenda paraestos sacrificios (1941, p. 17), mientras que segn Motolinaeran los propios hijos de los nobles (1967, p. 63). Aunquelo ms probable es que hubieran sido nios esclavos, no hayque excluir las otras posibilidades. Adornaban a los nunoscon tocados de plumas de quetzal y collares y brazaletes dechalchiuitl. Les pintabanlas caras conlli lquido y con pasta

    debledos. Llevaban unas alas depapel pegadas a los hombros.Adenis de estas insignias comunes que eran todas tpicasde los dioses de la lluvia , cada nio iba vestido con ataviosde papel en colores y dibujos diferentes. Los nios eran lle-vados en unas andas cubiertas de plumas de quetzal. Losnrnos pasaba la noche antes del sacrificio en vela en elayaubcalli (20), mientras que los sacerdotes (tlamacazquiy quaquacuiltin) cantaban himnos a los dioses.

    (19) HG II. 20, p. t39; CF it, p. 42: With theta, the rains weresougbt; ra m was asked.

    (20) Ayauhcalli. la cas de niebla, era un adoratorio dedicado alos Tialoques que estaba en la parte occidental del lugar llamada Te.pet-

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    Sahagn menciona siete lugares sagrados a donde se lle-vabanlos itios para el sacrificio: seis cerros en las cercanasdeTenochtitlan, as comoel remolino dela laguna de Mxico,Pantitan. En las cunbres de estos cerros haba santuariosde los Taloques, como e] que est representado en la Rea-cion l3reve. Los nios reciban los mismos ombres de loscerros dorde moran, es decir, representaban vivos a estoscerros. < o s sacrificios de nios, seguan pues el mismo planque los dems sacrificios humanos: las vctimas eran la per-sonificacin viva de los dioses; en este caso, se tomaban nnospara representar a los dioses pequeos, los

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    274 Jo/zarina Broda [REAA: 6]

    llamado Poyauhtecal y vestido con unos papeles con rayasdeulli lquido.

    En el remolino de la laguna Pantitan, se sacrificaba unnio con el nombre de Epcoad (23); sus atavios esabaadornados conconchas.

    En la cumbre del Cocot, un cerro en trminos de ChalcoAtenco, se sacrificaba un nio del mismo nombre, vestido conunos papeles, la mitad rojos y la mitad leonados.

    En elYiauhqueme, un cerro eneltrmino de Atlacuihuaya,se sacrificaba un niodel mismo nombre, adornado con unos

    papeles leonados.Al llevar los nios a su sacrificio, la gente que los vea

    pasar, empezaba a llorar y a lamentarse. Los nios tambinlloraban mucho; estas lgrimas se tomaban como seal deque iba a llover pronto: ..(porque) sus lgrimas sinboli-zaban la lluvia. Por esto los hombres se alegraban; sus cora-zones descansaban. Aspues, decan: Verdaderamente, la llu-via vendr pronto... (CF, II, p. 44). Otros pronsticos delluvias o heladas se tomaban de la venida de algunas aves,sobre todo del cuilacochin y de su canto (HG. 11 , 20, 1956,1, Pp. 139-41; CF, I~, PP. 42-44).

    Motolinia habla de otra costumbre mgica con el fin deproducir lluvia: . .enesta fiestano se lavaba nadie en cuatrodas, porque lloviese e hiciese buenos temporales para elmaz. Este autor menciona el sacrificio de un nio y una

    nzna en elpeol del agua(parece tatarse de lossacrificiosen el Tepetzintli y en Poyauhtlan) (1967, p. 44).

    Adems, Motolina da unas explicaciones interesantes so-bre los sacrificios denios en general. Dice que una vez enel ao cuando ya estaban salidos de un palmo sus panes ensus labranzas, en lospueblos quehabaseores y principales. - -sacrificaban un nio y una nia de edadde tres o cuatroanos,

    (23) Epcoua, Epeoatl, serpiente de ncar, era un nombre del diosTlaloc. En el texto sobre los sacerdotes, Sahagn habla del Epcoua cua-cuiItzin (

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    qite estos eran hijos de priicipales, no esclavos, y esto hacanen el monte, a honra de rflaloc ,. a estos nimios inocentes noles sacaban el corazn, sino degollbanlos, y envueltos en

    mantas ponianlos en una caja de piedra (1967, p. 63). Estomismo es confirmado por Pomar: ~

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    276 Johanrma Broda [REAA: 6]

    hombres se sentan obligados a pagar su deuda para conel dios con los sacrificios (vase el captulo sobre Tlaloc) -Esta interpretacin del canto de Tlaloces probada por el he-

    cho deque los sacrificios de nios se llamaban efectivamentenextlaualli, la deuda pagada (24).

    El canto de Tlaloc hace tambin referencia al mito deQuetzalxoch al mencionar el nombre deTozcuecuex; dice as:

    En Poyauhtlan.Con sonajas de nieblas

    es llevado al Talocan.Ay, mi hermano Tozcuecuexi(25).

    Al mismo tiempo podenios establecer una correspondenciaentre estas lneas y los sacrificios denios en 1 Quauitleua.Sahagn menciona que la m iia llamada Quetzalxoch era sa-crificada en el Tepetzintli, un montecillo frente al lugar lla-

    mado Poyauhtlan. En Poyanhlan, haba un ayauhcalli dondese sacrificaba otro nio (vase arriba). As pues, el canto serefiere a la representacin dramtica del mito en el ritual, yconstituye de esta manera un nexo entreel mito y el sacrificio,haciendo referencia a ambos. Estos himnos se cantaban en elcurso de las fiestas. Tenemos aqu uno de los raros casos enlos que conocemos e mito que justificaba el sacrificio. Sepuede suponerque existan mitos para explicartodos los sacri-ficios humanos, aunque nuestras fuentes sean poco explcitassobreeste tema.

    (24) Nextlaualli, nextlauaioia, derivado dc ixtana, pagar su deuda(Seler, CA t. II, parte 4 ; Scfiumtze-Jena, 19 50 , p. 31 4 ; Lehniann, i938, p. 99).No obstante, esta interpretacin del trmino nextinualil, dada por pri-mera vez por Seler, no es completamente cierta. La misma expresin seutilizaba como trmino general para todos los sacrificios humanos. Ander-son y Dibble (CF II, p. 42) y Caribay (SA, 1948, p. 313) dan una traduc-cin ms neutra como sacrificio. Por otra parte, parece que todos lossacrificios en general se consideraban como una

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    ILTlacaxipeualizlli.

    En este mes se celebraba la gran fiesta de Xipe Jotec.

    Durn es el nico autor que indica que se hacan tamnhinceremonias a los Taloques: se llevaban papeles rayados deimiii (tcteuitl) a las cuevas y a los santti arios en los montes;se ofrecacopal y aiL i a los dolos pequeos (tepictoton) se lesvesta conatavios de papel (1 B, 5, p. 245).

    JII.Tozozloutli.

    Seg Motolina, esta fiesta tena lugar cuando ya lospanes estaban hasta la rodi] la tie alto; en e]a se sacrificabana Tlaloc cuatronios esclavos, de edadde cinco a siete aos,depositando los cadveres en una cueva (1967, p. 64). Saha-gn tismibin nenciona sacrificios de nios c m i este mnes (CE,II, p. 5). Porlo demns, se haca una fiesta a la diosa Coatli-cite y se ofrecan las plimicias de las flores en el temploNopico. Los labradoreshacan ceremonias en los campos.

    IVUey tozoztli.

    En este mes, cuando ya lospanes estaban a la cinta, pocomas o menos (Motolina, 1967, p. 65), se haca una granfiesta a la tliosa del maz Chicomecoat-Cinteot. Sc ofrecana la diosa caas de maz ymuchas otras plantas.Sahagn men-ciona que en Uey tozoztli se celebrabailos ltimos sacrificios

    de mus, sin describir ninguna otra ceremonia tt los diosesde la 1 Im via. ((3?, [, p. 8). Por otra parte, Durn describedettI 1adaniente una fiesta a rflm >lo c que debelial)er tenido tinagran importancia (1 A, 8, Pp. 82-93) -

    La fiesta del cerro Tlalocan.

    La fiestaconstaba de dos partes: a) ceremonias realizadas

    en el monte, yb) en a laguna. La finalidad de la fiesta erapedir buen ao, a causa de que ya e iraiz que haban sern-brado estaba todo nacido.

    En a cu m n bredel cerro rl~ll haba un patio cuatradocon tm ra cerca blanqueada, la cual se divisaba de muchas

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    leguas (26). En un lado del patio haba un templo, dentrodel cual se encontrabala estatuade Tlalocrodeadade muchosidolillos pequeos que representaban a los dems cerros, los

    cualestodostenan sus nombres, conforme al cerro que repre-sentaban; los cuales nombres hoy en da les duran, porqueno haycerro ningunoque no tenga sunombre.

    Para celebrar la fiestaacudan a este santuario el rey Mo-teeuhzoma con toda la nobleza de Tenocbtitlan as como elrey dc Texcoco, Nazaualpilli, y los reyes de Tacopan y Xo-ehimilco, acompaados de sus nobles; Durn seala que llega-ban incluso los nobles de las ciudades enemigas de Tlaxcala

    y Huexotzinco. Para bospedarlos a todos se hacan grandesy vistosas chozas y ramadas. - - para cada rey y parcialidad(calpulli ?) en distintos lugares.. - a la redonda de aquelgran patio. - - en lo alto del cerro.

    rl a a 1 1 1ni na ueta fiesta, al amanecer, sailan iosreyes y seores

    en procesin, llevando a un niode seis o siete aos en unalitera que estaba cubierta por todas partes para que nadie loviera. Lo llevaban hasta el patio deltemplo(tetzacualco) ; all,delante del dolo, los sacerdotes de Tlaloc lo mataban dentrode la litera, mientras que los otros sacerdotes tocaban suscaracolas y flautillas.

    Despus dcl sacrificio, el reyMotecuhzoma entraba con susnobles en la habitacin donde estaba la estatua de Tlaloc,llevando consigo unos atavios muy ricos con los que vestaal dolo. Tambin les pona unos atavios nuevos a todos los

    idolillos de los cerros. Igualmente, los reyes de Texcoco, Ta-copan y Xochimilco llevaban trajes nuevos a los dolos yhacan la misma ceremonia. A continuacin, cada rey serviaperse-nahuente-muchos tipos diferentes--de--comida - al dolo.Laestancia y el patio quedaban cubiertos de cestillos llenosde comida y vasos de cacao; este ltimo no podia faltar enlas ofrendas. Finalmente, los sacerdotes de Tlaloc rociabanal dolo y toda la ofrenda y comida con la sangre del nio

    sacrificado, y si no haba bastante sangre, sacrificabam unoo varios niosms.

    (26) Vase el santuario de Tialoc en la ilustracin de ia Relacinbreve (fig. 8).

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    Al terminar la fiesta dejaban una compaa de cien sol-dados en el santuario de Tlaloc para guardar todas aquellasricas ofrendas, dadoque los enemigos de los mexicanos los

    de [luexotzinco y Tlaxcala siempre trataban de robaras.Los soldados se quedaban all hasta que todas las comidasy plumnas se pudram co m la humnedad. Las dems ofremdasque no eran perecederas, las enterraban all, y el templo secerraba hasta el ao siguiente, pues no contaba con sacerdotesque viviesen all continuamente.

    Despus de las ceremonias, los nobles asistan a banque-

    tes en los pueblos cercanos. Acabados estos, descendan apre-suradamente a la laguna para participar e las ceremoniasque allempezaban.

    La fiesta en la laguna (Pantiflan).

    Algunos das antes de la fiesta, los sacerdotes y mucha-chos del calmecac buscaban el rbol ms alto y bello quepodan hallar en el cerro de Colbuacan, y lo llevaban a laciudad en una procesin con gran regocijo, cantos y bailes.Teitian niucho cuidado para no estropearle ninguma rama. Enel patio del Temnplo Mayor, enfrente a la pirmide deTlalochacan un bosque pequeo de matas y ramas, en medio delcual plantabanel rbol; le llamaban Tota (nuestro padre) -Alrededor del ponan cuatrorboles pequeos, quedandolconio padre de los dems. Entrc estos y el tota ataban

    cuatro sogas de paja que tenan niuclas borlas colgadas detrecho en trecho. Se deca que estas sogas se llamaban neza-bualmecat, (soga de penitencia) y que simbolizaban lapenitencia y aspereza de la vida que hacan aquellos que ser-van a los dioses. Este, ~irbolest represemtado en la ilustra-cito de l)urn (fig. 16).

    En este bosque, los sacerdotes y muchachos del templohacian mntchas ceremonias y juegos y bailes en diferentesdisfraces. Durn indica que sta era su fiesta principal, casia a manera que los estudiantes celebrai la fiesta tic SanNicols. Estas ceremonias teni an lugar en la m na am a de lafiesta o incitso cm i los das anteriores (en oslo punto Durn noexplica bien la seetiencia de las ceroilionas) -

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    280 Johanna Broda [REAA: 61

    El d a de lafiesta lossacerdotes sevestan con su s ataviosmsfestivos ysacaban unania de sieteu ocho aos, que eravestida de azul y que representaba la aguna, las fuentes y

    lo s ros (27); en la cabeza llevaba una guirnalda de cuerocolorado y, al final, una lazada con una borla azul de plumas.Metan a la nia en una especie de tienda tapada por todaspanes para que no la vieranadie, y la sentaban en elbosquedebajo del gran rbol, con lacara vuelta hacia donde el doloestaba. L .o s sacerdotes se sentaban alrededor de ella tocandolo s tambores y cantando himnos a lo s dioses. Permanecanall hasta que llegaba la noticia de que los seores hablan

    terminado las ceremonias en el monte y bajaban ya hacia lalaguna.

    En seguida los sacerdotes sallan con la nia y el rbolhacia la laguna. Embarcaban a la nia en una canoa, ponanel rbol en una balsa, y acompaados por mucha gente delpueblo, y con msica y cantos, los llevaban al lugar delremo-lino en medio de la laguna (Pantitlan). Al mismo tiempo que

    ellos llegaban a este lugar, llegaban es seores de la otraparte de la laguna a su vuelta del monte. Los sacerdotes co-gian el rbol Tota y lo hincaban en el cieno, junto al ojo deagua. Despus degollaban a la nia dentro de su tienda, arro-

    jabansucuerpo enel sumideroy rociaban la sangreen el agua.Despus del sacrificio,los reyesy nobles arrojaban ofren-

    dasd ejoyas y piedraspreciosasen eremolino. Alterminarlasofrendas, cesaba el taer y cantar y las canoas volvan ensilencio absoluto a la ciudad. Elrbol se dejaba all hincadohasta que se pudra. Durn recuerda haber visto personal-mente en este sitio los troncos dc muchos Arboles ya muy vie-jos, hincados en el agua. Tambin cuenta por experienciapersonal, queelrem olino poda se r muy peligroso; de repentese levantaban all tempestades y vientos, y es que muchasvecesseembravece y alborota en aquel lugar sin hacer viento,y hierbe all el agua y echa espumt.. Hoy en da, los quenavegan esta laguna, huyen de aquel lugar y no osan pasarpor 1 , acordndose de los muchos naufragios que antigua.

    (27> Segn parece, esta nUla representaba a Cbalcbb,htIicne

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    mente tenian los que por all pasaban y an por las muchasdesgraciasque de m ioch e suceden en aquel lugar, ahogndosealgunos (p. 90). Estas observaciones hacen comprender porqu el Pantitan eraun lugar de cultotan imporate.

    l)m m rn ha conservado la descripcin ms detallada quetenemos tic los sacrificios tic nios a los Tlalotues. Se basoc m i la informacin de testigos oculares: segn afirman losque dan esta relacin, cornohombresque lo vieron... (p. 84) -En esta descripcin tenemos un complemento realmente valiosoal material de Sahagn -

    Adems Durn menciona. que los labradores y serratioshacan ceremonias en las sementeras y en os ros y luemtes(p. 89), lo que parece ser una referencia a la fiesta de ladiosa del maz que se celebraba en e mismo mes. Mientrasque Durn slo menciona brevemente las ceremonias en lassementeras y e ofrecimiento de caas de maiz en e templo,Sahagn dedica todo el capitulo sobre e mes a estas ecemo-mas; parece que la fiesta principal de lJey tozozdi era dedi-cada a la diosa del maz, mientras que las ceremonias a losTialoques se desarrollaban de manera paralela en el mismoda.

    Se observa tilia cierta diferenciacin social en cuanto a laparticipacin enlas cerernoias deUey tozoztli : solamente losiobles asistan a la fiesta del cerro, mientras que los sacer-dotes lenan una relacin particular con la fiestade la laguna(las cem-emo ms con el rbol Tota, etc.) - Por otra parte, loslabradores yla gente comn parecen haber sidolos principalesparticipantes en las ceremonias con e maz.

    Sacrificiosdenios a Iztac Ciuatl.

    Durn menciona que se baca una fiesta particular a ladiosa de la Sierra Nevada, Iztac Ciuatl : delante de su estatuaen el lemplo Mayor deTenochtitlan se sacrificaba la repre-

    sentante de la tiiosi; sta se puede ver cii la ilustracin 26 dcDurn. Fu la misma fiesta se llevaban dos nios y dos nias.,netidos en unas tiendas, al santuario de Iztac Cinat, en elnsmo cerro donde se les sacrificaba. Los nobles y princi-pales asistan a esta fiesta que duraba dos das. Segm Durn,

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    las ceremonias eran las mismas que en la fiesta del cerroTalocan; desgraciadamente, no indica en qu mes se hacaeste sacrificio (1/A, 17,p. 160).

    2.Lafiesta de VI-Etzalcualiztli.

    En esta poca ya haban cado aguas abundantes y elmaz estaba a punto de granar (Motolinia, 1967, p. 45). Saha-gn da una descripcin extensa de Etzalcualiztli, la fiestadela comida de manjar de frijoles (CF, II. PP. 74-85; HG.II, 25, Pp. 161-71). Debido a que la descripcin de Sahagn

    confunde por su enorme diversidad dedetalles, hemos tratadode sistematizar el relato y encontrar un orden en la seduenciade las ceremonias. Las preparaciones rituales empezabandiez das antes de la fiesta principal (28).

    1Da 10 del mes: Se recogen juncos en Citlaltepec.

    El da 10 del mes, los sacerdotes (tlamacazque) iban auna fuete cerca del pueblo de Citaltepee (29), que se llama-ba Temilco o Tepexic Oztoc, donde crecan unos juncos muygrandes y hermosos (aztapillin o tolmimilli) - Los sacerdotesarrancaban estos juncos, los juntaban en haces, los envolvanen sus mantas y volvan cargados con ellos al templo, dondehacan con ellosesteras y asientos.

    Cuando lossacerdotes iban abuscar estos juncos y cuando

    volvan conellos, no se dejaba ver nadieporelcamino, porqueeste da los sacerdotes tenan el derecho de despojar a quienencontraban en su camino de cualquier cosa que llevase, in-cluso de los tributos para e rey; y Motecuhzoma no sc eno-

    j por esto. Porque ellos (que robaron) eranpenitentes; l lestena veneracin; les tema poque eran sacerdotes, porquehacan penitencia y llevaban ofrendas ante (los dioses) (CF,II, p. 75). Si las vctimas dcl robo se defendan, los sacer-

    (28) Las tiestas principales caan siempre en el ltimo da del mes(vase Broda, 1969, p. 33).

    (29) Este pueblo estaba situado a unos 37 kilmetros dc distaucia enlnea recta al norte de Tenochmimlaa, al borde del lagode Xaltoean.

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    dotes se cebaban en ellas cruelmente, maltratndoles congolpes y arrastrndoles por el suelo (30).

    ILDas 11-14 del mes:

    Ayuno de Tlaloc (netlalocazaualiztli) de 4 das.

    En la misma noche se reunan todos los sacerdotes en elcalmecac y empezaban un ayuno de cuatro das, llamnado ne-tlalocazaualiztli, ayuno de Tlaloc. Los que participabanen l eran los tlamacaztequihuaque, los tlamacazcayaque, lostlamacazque cuicanime, los tlamacazteicabuan y los tama-

    caztoton (Si). La gente comn tambin ayunaba en estos dasy esparca juncos en sus casas (CF, II, p. 165); asimismo eirey participaba ene1 ayunode Tlaloc (HG. 11, Ap. IV , p. 252).

    Ceremonia con cuatro bolillas ile maz.

    Los sacerdotes tendan alrededor de los fuegos las este-ras de junco anteriormente mencionadas (aztapilpetlatl). Elsacerdote del fuego (tlenamacac) sala vestido con una cha-queta sin mangas de tela pintada (xicolli) ; en el brazo iz-quierdo se pona un manpulo y una talega de copal, y conla mano derecha llevaba un incensario. Se diriga al centrodel patio e incensaba hacia las cuatro direcciones. Despusofreca delante del fuego cuatro bolillas de masa de maz(uentelolotl ), puestas sobre un petatedc juncos. Tena muchocuidado para que no rodaran ni se movieran, porque s esto

    (30) Este tipo de derecho de robar bajo ciertas condiciones ritualesexista en muchas culturas antiguas; tambin se encuentra en el folkloregermnico.

    (31 Tlamnacaztequiuaque: los sacerdotes-guerreros que haban hechoa tres o cuatro cautivos, estos, aunque no residan conminuamnente en clen, en algunos tiempos sealados acudan a sus oficios alen.

    Tlamacazcavaque: los que haban cautivado un hombre en la guerra,tampoco residan siempre en los cues, mas acudan en los tiempos

    sealados a sus oficios.Tla,nacazque cuicanime: los cantores y los que tocaban los tambores,

    estos siempre residan en los cues, porque an ninguna hazaa habanhecho en la guerra.

    Tlamacazteicahuan: los ministros menores y tamacaitoton, los minis-tros jvenes o novicios (HG II, 25 , p. 162).

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    suceda, los otros sacerdotes le apresaban y le castigaban. Alterminarsuofrenda, el tlenamacacse retiraba al calmecac.

    Los otros sacerdotes hacan entonces la misma ofrenda

    y se vigilaban entre s para ver cmocada uno pona sus boli-llas. Estaban tanbiii atentos a que nadie llevara sobre lacabeza oen su mantauna tela dearalia u otra cosa impropia, ya que ninguno cayera o resbalara. Los que infringan estasnormas eranapresados para sercastigados alfinal delafiesta.Esta ceremonia se haca durantelos cuatrodas del ayuno, alfinal de los cualeslos sacerdotes viejos (32) reciban las bo-lillasque sehaban ofrecido.

    Autosacrjicios de sangre a media noche.

    En todos los ayunos de cuatro das, los sacerdotes se le-vantaban una horaantes de la media noche. Despus dehabertocado sus tronpetas de concha, se desnudaban y se hacansangrar, dndosecortes en las orejas con puntas de maguey.Con la sangre untaban las puntas de maguey y supropio cuer-po: cada uno ensangrentaba tantas puntas de magey segntenala devocin, hasta cinco o ms.

    Bao ritual en la laguia.

    Despus, los sacerdotes iban a baarse. Salan en proce-sion, tocando sus trompetas de concha y llevando sus alegui-Has de tabaco sobre los hombros (yiequachtli). Entre ellosiba el tlenamacac con su incensario, su talega decopal y supunta de maguey. Delante de todos iba un sacerdote viejo(quacuilli) que llevaba a hombros el ayochicauazli, la tablade sonajas de niebla o el naualcuauitl, el bculo del hechi-cero, que era una tabla larga con sonajas intercaladas queresonaban al andar e que la llevaba a hombros. Segn lo in-dicaban los dos nombres, era un instrumento mgico para evo-

    (32) Quacuilli, rapado de la cabeza (SA, 1956, t. 4 , vocabulario,p . 329). Quaquacuiltin: los que traan las caras teidas de negro, tras-quilados, salvo en la corona de la cabeza que tena los cabellos largos(H O II, 25 , p. 163).

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    car la iluvia y la fertilidad; posiblemente simbolizaba lostruenos de Tlaloc(33).

    los sacerdotes se dirigan hacia la laguna, al lugar dondeestaban los cuatro ayauhcallis, edificados segn los cuatropuntos cardinales; cada uno de los cuatro das los sacerdotesentraban cii un ayauhcalh diferente. Se sentaban en el suelo,temblando de fro. Entonces, el chalchiuhquacuiili (el sa-cerdote viejo del chalchiuitl) les hablaba, diciemdo que esteera e lugar de las serpientes airadas, de los mosquitos, delos patos y de losjuncos blancos. Al or estas palabras, todos

    se arrojaban a la laguna, chapoteaban en el agua con lospies y las manos y formaban gran rmido, imitando los gritosde las aves acuticas. En el lugar donde se baaban habaunosvarales hincados en el agua (cuemmantli), es decir, queera u m lugar sagrado de los Haloques. Parece que a travsde este extrao comportamiento queran conseguir la abun-dancia delas aves acuticas en un acto demagiapor analoga.En este sentido, esta ceremnonia recuerda a los ritos de caza

    con la finalidad de preservar la abundancia de los animalesde caza, tal corno sehacan en la fiesta dcQuecholli.

    Despus de este bao, los sacerdotes volvan al templotocando sus tronpetas de concha. Llegados al calmecac, seacostaban sobre las esteras de junco y se cubrancon sus man-tas para dormir. Estaban muertos de fro, ya que haban idoal bano desnudos. Descansaban hasta el medio da, pero nopodan dormir bien debido al fro que tenan.

    Ejercicios rituales en el templo.

    A medio da e tlenamnacac se ataviaba e iba incensandotodos los templos e dolos; delante de l iban los quaqua-cumtlin- Despus todos il)aml a comer; sentados en corrillos

    (33) Adems del ayochicauaztli, se utilizaban palos dc sonajas (chi-cauaztli) en muchos otros ritos; eran atributo tpico dc los dioses de lalluvia, del agua, de latierra y del maz. Segn Seler, chicauaztli significaalgo que da o produce energa creadora e implica una inherente fuerzamgica (wodurch etwas krfming genmcht wird, GA II, p. i073; Schultze-Jena, 1 9 5 u , p. 261.Kraft-Gebcndes). Sonajas son instrumentos relacio-nados con ritos de fertilidad en todo el mundo.

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    2 86 Johanna Broda [REAA: 61

    en el suelo, coman varios tipos de salsas (molli). Tenanmucho cuidado de no derramar ni una gota de stas. Los queinfringan estas normas, eran apresados y castigados.

    Despus de comer, los sacerdotes iban a cortarunos ramosde laurel silvestre (acxoyatl) o caas verdes de maz (CF, II,p. 78). Los llevaban al templo y hacan pequeos haces conellos. Despus en hacindoles (la) seal que esperaban, arran-caban todos juntos con sus ramos y canas, con prisa muy dili-gente, y cada uno iba derecho al lugar donde haba de ponersusramos, y si alguno errabael puesto donde haba de poner

    las caas o quedaba atrs de sus compaeros y no llegabajuntamente con los otros al poner las caas, penbanle, habade pagaruna gallina, o un maxtli, o una manta, y los pobres,pagaban una bola de masa en una jcara puesta; estas penaseran ~ el. acusador, estas penas se. -pagaban - en-los- -cuatrodas, porque en elquinto da, ninguno se poda redimir, sinoque haba de ser castigado (HG, op. cit. p. 166).

    111.Da 15: Lafiesta del maz tierno (xilotl).

    Este da toda la gente preparaba en sus casas la comidallamada etzalli que sc haca de maz cocido con frijoles;algunos invitaban a sus amigos para comerlo en sus casas.Durn explica el nombre de la fiesta como el da en que sepermite comer etzalli>. En esta poca haban ya cado aguas

    abundantes y las mazorcas eran bastante grandes. Debido aque el aoofreca buenas perspectivas, se dabapermiso gene-ral paracomer etzalli: Y para que sepamos la causa, esdesaber--qme--corner-mnaz - y - frijol tcdw-juntw-hecho-im -manjar4para los indios es costoso (y porque en mi niez lo com mu-chasveces; . es una comida tan sabrosa y tan deseada paraellos. ), y no todos lo alcanzan para poderlo hacer, y mass tienen hambre: sacar un puo de frijol para coner es sa-careun puo de pestaas. Y as, si coman maz, no comanfrijol; si coman frijol, no conarm maz, contemporizando conel tiempo. Pero llegado este da, no habiendo esterilidad, sinoao frtil, daban licencia (con la fiesta) de comer de todo

    junto, denotando abundancia (1 B, 9, p. 259). Durn cree

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    recordar incluso que quien coma etzalliantes de esta fecha,era castigado con la muerte.

    Procesionesde limosneros pidiendo etzalli

    (etzalmaceoaliztli).

    Mientras que los guerreros se entretenan este da bailan-do, algunos hombres del pueblo tomaban espadaas con queel tempt estabaenramado y hacan de lashojas de ellas unoscercos redondos, como . anteojos, y ponianselos en losejos... (Durn, l/B, 9, p. 261). En una mano cogan unacaa verde de maz y en la otrauna olla de asa (xocuicolli).Ataviados de esta manera, andaban decasa en casa engruposde cinco, seis o siete hombres. Entraban en los patios y baila-ban y cantaban el siguiente refrn:

    Lo hago, lo hago (Dame) un poco de tu ~

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    la lluvia, pertenecan a los ritosde fertilidad. Otra procesinsimilar se hacia en la fiesta de Tlacaxipeualiztli, cuando re-presentantes del dios Xipe iban vestidos con las pieles deso-

    lladas de las vctimas, pidiendo limosnas (vase Broda, 1970,PP. 220-28). Este tipo de procesiones de limosneros es unfenmeno conocido de ritos en todo el mundo, entre ellos enlas regiones alpinas de Europa Central (35). Generalmenteestn relacionadas con el culto de la fertilidad: se suponeque los limosmeros traen prosperidad a la casa del que lesda limosna.

    El Calendario de Tovar corrobora esta interpretacin:- - en estos das, los labradores haban ya labrado la tierra

    y salan en el hbito que aqu est pintado (vase fig. 9) - -.

    Fig. 9. Etzalcualiztli. Calen-dario de Tovar.

    diciendo al pueblo que pues por los labradores gozaran detal semilla depan como el maz cuya insignia traan, que erarazon se lo gratificasen y as todos les echaban en las ollas

    muchas cosas de comida, especialmente deesta de frijoles ymaz, - - - y as todos sc holgaban estos das porque en ellos

    (35) En el estudio dcl folklore germnico, existo un trmino tcnico

    para estas procesiones de limosnerus: Heischegnge.

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    descansaban despus de haber labrado y cultivado la tierra(Kubler y Gibson, 1951, p. 25).

    Durn menciona otra ceremnonia que encaja muy bien eneste contexto. Los labradores tomaban sus utensilios de la-branza y en sus casas hacan con ellas ciertas cerenionias enpago de lo que en las sementeras y caminos es haban avu-dado. Les hacan ofrendas de etzalli, pulque e incienso;esta ceremonia se llamaba el descamiso de imstrumentos ser-viles (1/fi, 9, p. 260).

    Despus de comer el etzalli, toda la gente iba a lavarse

    en los ros y fuentes; tambin lavaban susutensilios de labran-za. Crean que si to lo hacan, serian victimas de Apiztcotl,el dios del larubie. Estos lavatorios rituales ciertamenteestaban relacionados con los Taloques. En otro lugar Durnsenalaque las abluciones eran ritosde purificacin (1/A, 19,p. 172) (36).

    Castigo dc los transgresores en la laguna.

    El da de la fiesta, al amnanecer, se castigaba a aquellossacerdotes que haban infringido las normas del ayuno deTlaloc. Para esto se ataviaba el tlenamacaccon las insigniasde Ilaloc: la chaqueta sin mangas y encima una manta finapintada, llamada ayauhquemitl, la manta de niebla; sobrelos hombros yen la nuca se pona el tlaquechpaiotl y el ama-cuexpalli, una especie de abanico de papel plegado, atributo

    tpico dc rI~laloc Su frente estaba pintada de azul. Llevabaim n; talega de imcienso (yiataztli) hecha de piel de ocelotey bordada con unos caracolitos blancos, que iban sonando alchocar los tirios con los otros; la talega estaba llenadehierbasolorosas (HG, II, 25, p. 166).

    Un sacerdote viejo (qudeuilli) llevaba sobre los hombrosel ayochicauaztl, la tabla de sonajas de niebla. Otros sa-cerdotes (tlamacazque) llevaban en brazos unas figuritas lla-madas ulteteo, d