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    Revista Encrucijada Americana. Ao 4. N 1 Otoo-Invierno 2010 19

    ORDEN MULTIPOLAR EN EL SIGLO XXI: EFECTOS GLOBALES YREGIONALES

    Multipolar Order in the 21st Century: Global and Regional Effects

    Alex Schnake [email protected]

    Recibido: 13 de diciembre de 2010 Aprobado: 24 de marzo de 2011

    Resumen: Este artculo analiza los cambios que durante las ltimas dos dcadas haexperimentado el orden internacional, en particular desde el punto de vista de ladistribucin del poder. Asimismo, se reflexiona sobre cmo estos fenmenos han afectadolas relaciones de Amrica Latina con los Estados Unidos y el resto del globo, poniendoespecial nfasis en el caso de Brasil. Para el anlisis se han utilizado especialmente losconceptos tericos de equilibrio de poder y orden internacional multipolar, por tanto, unarevisin de ellos forma parte de este trabajo.

    Palabras clave: Orden Internacional - Equilibrio de Poder - Multipolarismo - AmricaLatina - Brasil

    Abstract: This article analyzes changes developed in the international system during thelast two decades, particularly from the viewpoint of power distribution. It also reflects onhow these phenomena have influenced the relationship between Latin America, the UnitedStates and rest of the world. The analysis places a special emphasis on the Brazilian case.This work has specifically considered the theoretical concepts of power balance and themultipolar international system; a review of them, therefore, is part of this essay.

    Key words: International System - Balance of Power - Multipolar System - Latin America -Brazil

    1Abogado y Licenciado en Ciencias Jurdicas y Sociales, Universidad de Chile. Egresado del Diplomado enRelaciones Internacionales, Globalizacin e Integracin Regional, Universidad Alberto Hurtado.

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    I. INTRODUCCIN

    Durante los ltimos veinte aos una serie de factores han modificado el orden internacional,

    dando paso a lo que los tericos de las relaciones internacionales llaman multipolarismo. La

    hegemona que Estados Unidos ejerca sobre el sistema se ha visto deteriorada por el

    progresivo debilitamiento de su propia economa, pero tambin y principalmente por el

    fenmeno de las potencias emergentes.

    Este nuevo escenario ha dado lugar a un relativo equilibrio del poder global, donde

    pareciera que ninguno de los actores potencias mundiales- tiene la capacidad paraimponerse por s solo a los dems. Esto ha planteado la discusin sobre la mayor o menor

    estabilidad del sistema en relacin al antiguo unipolarismo norteamericano.

    Por su parte, Amrica Latina no ha estado al margen de estos procesos. A pesar de

    tener un reducido peso poltico y econmico a nivel global, pareciera que el nuevo orden

    multipolar ha beneficiado la posicin estratgica de la regin, en la medida que este

    escenario ha devuelto valor a los foros multilaterales globales, instancias claves en el diseo

    de poltica exterior de los pases del subcontinente. Este hecho ha sido especialmente claro

    en el caso de Brasil, el cual analizamos en detalle en este trabajo.

    Del mismo modo, el nuevo escenario tambin ha tenido consecuencias en la relacin

    entre Amrica Latina y los Estados Unidos. El debilitamiento econmico de este pas ha

    significado una disminucin en su capacidad de influir sobre las economas

    latinoamericanas. Este hecho, sumado a la concentracin de las prioridades de poltica

    exterior estadounidense en Medio Oriente y a las relaciones privilegiadas que Amrica

    Latina ha ido forjando con las principales potencias emergentes del globo, ha significado

    que actualmente la regin sea mucho menos dependiente poltica y econmicamente de

    Estados Unidos.

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    Estos temas, as como sus respectivos componentes tericos, son los abordados a lo

    largo de este artculo. Partiremos por estos ltimos para luego aplicarlos con propiedad en

    los anlisis posteriores.

    II.

    LA TEORA DEL EQUILIBRIO DEL PODER

    La nocin de equilibrio del poderha tenido un papel fundamental en el desarrollo

    cientfico de las relaciones internacionales, en particular dentro de la escuela o teora

    realista, cuyo autor ms destacado fue el abogado y politlogo alemn Hans J. Morgenthau,

    quien en 1960 escribi el clsico Politics Among Nationsdonde desarroll los principios

    del realismo poltico.

    No obstante, la temtica del equilibrio del poder posee orgenes mucho ms

    antiguos. Los autores sitan sus primeros desarrollos en la obra del griego Tucdides, quien

    lo habra abordado en su texto La historia de la Guerra del Peloponeso. Luego, el

    concepto habra sido tomado por el filsofo y economista escocs David Hume, en su

    ensayo Of The Balance of Power de 1752. Sin embargo, segn Esther Barb (1987), su

    aplicacin a la praxis poltica como mecanismo protector de una alianza de naciones y

    ligado al sistema de Estados, surgira en el llamado Renacimiento italiano en las relaciones

    de poder entre Venecia y la alianza formada por Florencia, Miln y Npoles. Luego, en

    conjunto con el desarrollo de la diplomacia moderna, la nocin entendida por Lord

    Bolingbroke y David Hume como una propuesta poltica de moderacin- habra sido

    aplicada en el siglo XVIII por el reino de Inglaterra al actuar como equilibrador del poder

    en Europa, mediante su rol de distribuidor del poder desde el exterior gracias a sus recursos

    y ubicacin geogrfica. Sin embargo, como indicara Henry Kissinger (citado en Barb,

    1987): hasta el siglo XIX no se puede hablar de una poltica internacional elaborada

    conscientemente en base a las reglas del equilibrio del poder. El Congreso de Viena que

    rene en 1814 a los Estados aliados contra Napolen (Austria, Gran Bretaa, Prusia y

    Rusia) tiene como objetivo explcito la creacin de un sistema de equilibrio del poder (p.

    8).

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    En todo caso, lo cierto es que el desarrollo terico ms profundo del concepto y su

    posterior aplicacin en las relaciones diplomticas entre los Estados, se produce tras la

    Segunda Guerra Mundial y motivada por los estudiosos de la escuela realista. En efecto,

    terminada la guerra, Estados Unidos y la Unin de Repblicas Socialistas Soviticas dieron

    lugar a un nuevo equilibrio en el orden internacional, de carcter bipolar, el cual se extendi

    durante prcticamente toda la Guerra Fra. Los acadmicos realistas utilizaron la teora del

    equilibrio de poder para explicar el balance de fuerzas entre ambas potencias.

    Sin embargo, no se desarroll una sola nocin de equilibrio de poder, ni tampoco

    stas se redujeron al sentido natural y obvio de la expresin equilibrio que en principio

    apelara al concepto de balance o igualdad de poder entre las partes. Diversos autorescomenzaron a explorar mltiples visiones del concepto y explicaciones propias. Por

    ejemplo, Hans Morgenthau, uno de los principales autores de la escuela realista, lo abord

    en su obra Politics Among Nations. Morgenthau (citado en Barb, 1987) precis los

    diversos alcances que atribuye al concepto; estos son, 1. una determinada poltica, 2. una

    situacin existente, 3. una distribucin prcticamente igual del poder y 4. cualquier

    distribucin del poder (Morgenthau, en Barb, 1987: 10). De este modo, Morgenthau daba

    cuenta que la nocin de equilibrio de poder no solamente aplicaba a las situaciones de

    efectivo balance de poder entre las partes, sino tambin a cualquier distribucin de poder

    que pudiera existir en un contexto y poca determinados.

    Por el contrario, otros autores, como el acadmico de Harvard Stanley Hoffman,

    entenderan el concepto nicamente como aquella situacin en que la distribucin del poder

    puede calificarse como legtimamente equilibrada.

    Durante la segunda mitad del siglo XX, un enfoque destacado fue el utilizado por el

    prestigioso acadmico australiano Hedley Bull (1977) en su texto La Sociedad Anrquica.

    En dicha obra, Bull examina el equilibrio de poder en el orden internacional y para ello

    adopta la nocin de equilibrio que iniciara el filsofo, jurista y diplomtico suizo Emerich

    de Vattel, quien en su tratado The Law of Nations -traducido del original Le Droit des

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    Gens-entiende por ello un estado de las cosas tal que ningn poder est en una posicin

    preponderante de forma que pueda imponer la ley a los dems(citado en Bull, 1977).

    Por la relevancia que tendr para nuestro anlisis de la poltica Latinoamrica, a

    continuacin examinaremos cmo Bull aplica el concepto de equilibrio de poder en el orden

    internacional y las funciones que le atribuye al mismo.

    III.LAS FUNCIONES DEL EQUILIBRIO DE PODER: LA PROPUESTA DE

    HEDLEY BULL

    El concepto de equilibrio de Bull atiende a una situacin particular de equilibrio, aun equilibrio deseado, esto es, a aquella situacin en que ninguna potencia cuenta con un

    poder tal que le permita imponerse o ubicarse por sobre la otra.

    Para Bull (1977) esta particular nocin de equilibrio de poder y su mantenimiento ha

    cumplido tres funciones histricas en el sistema de estados moderno:

    1. Que haya un equilibrio de poder general en el conjunto del sistema internacional haservido para impedir que el sistema se transforme, por medio de conquistas, en un imperiouniversal.

    2. Que hayan existido equilibrios de poder locales ha servido para proteger la independenciade los Estados de determinadas zonas frente a la posibilidad de que fueran absorbidos odominados por una potencia preponderante en esa zona.

    3. Tanto el equilibrio de poder general como el equilibrio de poder local, cuando se handado, han creado las condiciones para que puedan operar otras instituciones de las quedepende el orden internacional (la diplomacia, la guerra, el derecho internacional, y la

    preeminencia decisoria de las grandes potencias) (Bull, 1977: 158).

    Bull analiza el equilibrio de poder en la poltica internacional de la poca en que

    escribe, esto es, mediados de los aos 70, y seala que el equilibrio existente cumple las

    mismas funciones en relacin al orden internacional que en otros tiempos.

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    Respecto a la primera funcin, Bull (1977) seala que en la dcada del 70 existe

    claramente un equilibrio de poder general en el sentido de que ningn Estado tiene un poder

    preponderante en el sistema internacional en su conjunto y que mientras esta situacin de

    equilibrio se mantenga ninguna de las grandes potencias tendr la posibilidad de imponer

    por la fuerza un gobierno mundial. Para Bull este equilibrio de poder general se caracteriza

    principalmente porque, mientras en los aos cincuenta adopt la forma de un equilibrio

    sencillo -constituido nicamente por dos grandes potencias, Estados Unidos y la Unin

    Sovitica- y en los sesenta se encontraba en una fase de transicin, en los setenta adopta la

    forma de un equilibrio complejo. La complejidad del equilibrio se encontrara en que ya en

    esos aos, la Repblica Popular China deba ser considerada una gran potencia que se

    sumaba a los grandes rivales de la Guerra Fra, e incluso Japn deba observarse como una

    inminente cuarta potencia mundial.

    La segunda funcin, relativa a los equilibrios de poder locales, requiere un examen

    del comportamiento de las respectivas potencias regionales. De este modo, Bull (1977)

    observa que la independencia de los Estados de Oriente Prximo, del subcontinente indio,

    de la pennsula de Corea y del Sudeste asitico est protegida por la existencia de

    equilibrios de poder locales en cada una de estas zonas (Bull, 1977: 168).

    Finalmente, como ya se seal, la tercera funcin del equilibrio de poder de Bull

    (1977) es permitir el funcionamiento de las instituciones que sustentan el orden

    internacional, ya que para ello se requiere un estado de cosas en que ninguna potencia tenga

    un poder preponderante. Para el autor, esto es as porque

    Todas ellas son instituciones que dependen en gran medida de la posibilidad de que, si unEstado viola las normas, el resto reaccionen de forma recproca. Pero un Estado que ocupala posicin de potencia preponderante, ya sea en el sistema en su conjunto o una regindeterminada, puede, debido a su posicin, ignorar el derecho internacional, transgredir lasnormas y procedimientos de intercambio diplomtico, privar a sus adversarios de laposibilidad de recurrir a la guerra para defender sus intereses y sus derechos, o ignorar losacuerdos del concierto de las grandes potencias, y todo bajo el manto de la impunidad.(Bull, 1977: 168)

    En efecto, el argumento de Bull es tan simple y cierto que ha quedado demostrado

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    sucesivamente a lo largo de la historia. Un ejemplo reciente lo constituye la invasin en

    Irak de las fuerzas armadas norteamericanas, en marzo de 2003. Dicha accin blica no

    cont con la aprobacin de la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU) ni con el apoyo

    mayoritario de la comunidad internacional, y para muchos expertos del derecho

    internacional fue un ataque absolutamente ilegal. Esto fue reconocido en 2004 por el mismo

    Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, al sealar:

    espero que no veamos otro tipo de operacin como la de Irak en mucho tiempo, sin laaprobacin de la ONU y sin mayor apoyo de la comunidad internacional desde nuestropunto de vista y del de la Carta de la ONU fue ilegal (BBC Mundo.com, 2010)

    En aquella ocasin la preponderancia de los Estados Unidos en el orden

    internacional qued demostrada, al ignorar totalmente los principios del derecho

    internacional y las decisiones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas -que en el

    lenguaje de Bull podra considerarse el acuerdo del concierto de las grandes potencias-. Y

    dicha preponderancia, sin duda, fue la razn que posibilit que se desconocieran las

    instituciones que regulan el orden internacional, sin mayor castigo que la simple sancin

    moral.

    IV.DEL UNIPOLARISMO AMERICANO AL NUEVO SISTEMA

    MULTIPOLAR

    El modelo terico de K. N. Waltz establece que el sistema internacional se estructura

    en forma bipolar o multipolar segn sea el modo en que se distribuya el poder en dicho

    sistema. Un orden bipolar estar compuesto por dos grandes polos de poder que dominan el

    sistema y se controlan mutuamente. Un orden multipolar es un esquema ms complejo, en

    cual existen ms de dos focos de concentracin del poder. Este ltimo, para muchos autores,

    dara lugar a un sistema de mayor inestabilidad.

    El carcter bipolar del sistema internacional durante el periodo de Guerra Fra es

    reconocido por la mayora de los analistas. A pesar del surgimiento de China como potencia

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    mundial durante los aos setenta, el gigante asitico no llegaba a desafiar una estructura que

    se sostena fundamentalmente en la constante tensin entre Estados Unidos y la Unin

    Sovitica.

    A principios de los aos 90, con la cada del muro de Berln y la desintegracin del

    polo sovitico, el sistema se modific radicalmente. Al comienzo, los autores debatieron si

    la post-guerra fra dara lugar a un sistema unipolar liderado por Estados Unidos, o a un

    esquema multipolar o multicntrico. Stanley Hoffmann (citado en Barb, 1995) en su obra

    A New World Order and Its Troubles hace referencia a un multicentrismo en el que las

    potencias ejercen como tales en reas diversas: Rusia en lo militar, Japn y Alemania en lo

    econmico-financiero, China y la India en lo demogrfico y Estados Unidos en lo

    econmico-militar (Hoffmann en Barb, 1995: 273).

    No obstante, al constatarse el podero econmico y militar norteamericano,

    rpidamente la opinin mayoritaria termin por reconocer la unipolaridad estadounidense.

    Como explica Leire Moure (2009), a principios de los noventa algunos tericos como K. N.

    Waltz sostuvieron que la bipolaridad an perduraba, ya que militarmente Rusia an poda

    cuidar de s misma y porque no haban emergido otras grandes potencias. Sin embargo, al

    constatar realmente la novedad histrica de la situacin estructural, el propio Waltz se

    rectificara al declarar que nunca antes se haba presenciado el dominio del sistema por

    parte de una gran potencia hasta los lmites alcanzados por Estados Unidos en la

    actualidad (Moure, 2009: 18).

    El indiscutible predominio norteamericano se mantendra sin mayor contrapeso

    durante los aos 90 y prcticamente toda la primera dcada del siglo XXI. La invasin de

    Estados Unidos a Irak en 2003, contra la voluntad mayoritaria de las dems potencias, as lo

    confirma.

    Sin embargo, durante los ltimos aos, la situacin cambi radicalmente. El

    debilitamiento econmico de Estados Unidos, la consolidacin de China e India como

    potencias mundiales a lo que se suma la aparicin de potencias emergentes como Irn,

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    Brasil, Turqua y Sudfrica- junto al resurgimiento de Rusia como actor global, han puesto

    en entredicho el predominio unipolar norteamericano.

    Como lo han hecho notar destacados especialistas, el deterioro de la posicin

    econmica de Estados Unidos en el mundo ha sido acompaado de un deterioro absoluto de

    su influencia e independencia. En efecto, aunque el PIB de Estados Unidos an representa

    ms del 25% del total mundial, su participacin en las importaciones globales ya ha bajado

    al 15% y este porcentaje seguramente bajar con el tiempo, dado el diferencial real y

    estimado entre la tasa de crecimiento de Estados Unidos, y la de los gigantes asiticos y de

    muchos otros pases, donde muchos de ellos tienen tasas de crecimiento que duplican o

    triplican la de Estados Unidos (Haass, 2008).

    La economa China pareciera ser el principal rival. En agosto de 2010, China super

    a Japn como la segunda economa mundial segn las cifras del segundo trimestre, donde

    el PIB Chino alcanza los 1,33 billones de dlares frente a los 1,28 billones de la economa

    nipona (El Pas.com, 2010) y segn estimaciones del Conference Board, organizacin

    internacional sin fines de lucro dedicada a analizar las tendencias de la economa mundial,

    el PIB Chino medido en paridad de poder adquisitivo podra superar al de Estados Unidos

    en tan slo dos aos (Pblico.es, 2010).

    Por otro lado, en materia geopoltica, el resurgimiento de Rusia tambin es

    indicativo de una nueva situacin global. Despus de un largo periodo de condescendencia

    con su antiguo rival norteamericano entre el fin de la Guerra Fra y los primeros aos del

    gobierno de Vladimir Putin- en 2003 Rusia volvi a liderar posiciones en el escenario

    mundial. Su despertar ocurri en el marco de la frrea oposicin rusa a la intervencin

    militar en Irak promovida por el ex presidente estadounidense George W. Bush. En efecto,

    segn los analistas, este evento volvi a recordar al mundo, en especial, a quienes vean en

    Vladimir Putin una expresin de continuidad de la poltica exterior con foco en occidente

    de Boris Yeltsin, que la poltica exterior rusa se sustentaba en la idea de la prevalencia de

    sus intereses estratgicos por encima de todo (Truscott, 2005).

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    A pesar que la posicin rusa no logr impedir la invasin, las intensas gestiones

    desplegadas por Putin para que inspectores de la ONU verificaran la inexistencia de armas

    de destruccin masiva en Irak, as como el lobby contra la intervencin que promovi junto

    al presidente francs Jacques Chirac y el canciller alemn Gerhard Schroeder, fueron claras

    expresiones de que Rusia retomaba posiciones en el liderazgo regional y que en el futuro no

    dudara en levantar la voz para defender sus posiciones e intereses.

    En el mbito acadmico, la tendencia hacia el multipolarismo ha sido destacada por

    diversos autores. Contradiciendo a Francis Fukuyama -quien en 1992 anunciara en su obra

    El fin de la historia y el ltimo hombre el fin de la conflictividad global, el triunfo

    definitivo de las democracias liberales y la emergencia de un mundo liderado sin contrapeso

    por los Estados Unidos-, autores como Robert Kagan han puesto de manifiesto quepotencias nacionalistas emergentes como Rusia, China, Japn, India e Irn podran

    conformar en el siglo XXI un bloque de potencias autcratas, que coloquen en entredicho el

    sistema. De un modo similar, Fareed Zakaria (2009), editor de las prestigiosas revistas

    Foreign Affairs y Newsweek International, reconoci en su libro The Post-American

    World la emergencia de un mundo de mayor complejidad, no tanto por la decadencia de

    Estados Unidos, sino por la ascendencia de potencias como Brasil, Rusia y principalmente

    China e India. Para Zakaria, en el plano poltico-militar Estados Unidos sigue siendo la

    nica superpotencia, pero en todas las dimensiones restantes industrial, financiera,

    educativa, social y cultural- la distribucin del poder est cambiando, mudndose fuera del

    dominio norteamericano (Zakaria, 2009: 6).

    Sin perjuicio de lo anterior y poniendo un matiz a nuestra argumentacin, se debe

    destacar, como seala Zakaria, que en materia militar el podero de Estados Unidos sigue

    siendo inalcanzable. En este aspecto, la distribucin del poder global, pareciera no ser tan

    distinta a la existente a fines del siglo pasado.

    La tendencia a catalogar el sistema internacional actual como una multipolaridad

    compleja ha ido incluso ms all. En un reciente artculo, publicado en Foreing Affairs

    Latinoamrica, el propio presidente delCouncil on Foreign Relations, el norteamericano

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    Richard N. Haass (2008), seal que: la caracterstica principal de las relaciones

    internacionales del siglo XXI est siendo la no polaridad: un mundo dominado no por uno o

    dos o incluso varios Estados, sino por docenas de actores que tienen y ejercen diversos tipos

    de poder (Haas, 2008: 66).

    De este modo y sin perjuicio de nuestra prevencin sobre el an persistente

    predominio militar norteamericano, pareciera haber coincidencia en que a inicios de la

    segunda dcada del siglo XXI el sistema internacional se estructura sobre un esquema

    multipolar de poder, donde una serie de potencias globales rivalizan, impidiendo la

    hegemona absoluta de cualquiera de ellas. Por tanto, como veremos a continuacin,

    cualquier anlisis sobre el fortalecimiento de los procesos de integracin regional en

    Amrica Latina, deber tener en cuenta este nuevo escenario.

    V.

    UN MUNDO MULTIPOLAR: ESTABILIDAD E INTERDEPENDENCIA

    Asumido que nos encontramos en un mundo multipolar, cabe entonces preguntarnos

    por sus efectos, primero para el sistema internacional en su conjunto y luego para Amrica

    Latina en especfico.

    A nivel global, la principal interrogante es si la multipolaridad es un factor que

    contribuye o no a la estabilidad mundial. Es decir, si facilita la ausencia de conflictos, en

    especial armados, entre los Estados.

    Desde nuestra perspectiva, el multipolarismo incrementa la estabilidad mundial y

    permite acercarse al anhelo de paz. La existencia de una serie de polos de poder,

    relativamente equivalentes, impide que una sola potencia tenga la capacidad de imponerse a

    las otras. En trminos de Bull, la estabilidad estara dada por la constatacin de un

    equilibrio de poder complejo.

    Ahora bien, hay quienes como K. N. Waltz, que consideran que los sistemas

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    bipolares son ms estables porque reducen la complejidad al facilitar los acuerdos entre los

    polos de poder. Sin embargo, dichos anlisis, parecieran no tener en cuenta los efectos del

    fenmeno contemporneo de la globalizacin. En efecto, en la actualidad, debemos

    considerar que la globalizacin principalmente en su faceta econmica y comercial- ha

    llegado a generar tal nivel de interdependencia entre los Estados, que los costos de la guerra

    y el conflicto son cada vez mayores, generando una verdadera cadena de incentivos para el

    mantenimiento de la paz. Esta visin ha sido sustentada por los acadmicos Robert

    Keohane y Joseph J. Nye en su obra Power and Interdependence: World Politics in

    Transition, donde los tericos desarrollaron la nocin de interdependencia compleja. Con

    dicho trmino los autores se refirieron a la compleja red de conexiones transnacionales

    existentes entre los Estados y observaron que mientras ms consolidada esta la

    interdependencia econmica, mayores son las posibilidades de cooperacin entre losEstados, en un contexto de bajo umbral en el uso de la fuerza militar (Griffiths, 2009).

    Es esta interdependencia y la cadena de incentivos que genera la que permite

    explicar que en la ltima reunin de la Organizacin del Tratado del Atlntico Norte

    (OTAN), Rusia haya sido el invitado especial y que Europa Occidental -y tambin Estados

    Unidos- hayan expresado su disposicin a construir en forma colaborativa con los rusos el

    ansiado escudo antimisiles areo. El hecho no es menor. Dejando atrs los resquemores

    militares -resabios de la poca en que rivalizaba con el Pacto de Varsovia- hoy la OTAN no

    concibe llevar a cabo un proyecto de esta naturaleza sin el consentimiento y participacin

    de Rusia. Y esta estrecha cooperacin entre Occidente y Rusia no se explica simplemente

    por un avance en el pensamiento civilizatorio. Entre otras cosas, actualmente la Unin

    Europea es tremendamente dependiente de los envos de gas rusos que se estiman en un

    25% del total consumido por la comunidad de pases- de modo que considerar a Rusia

    como un aliado no es slo deseable, sino que un imperativo para varios pases de occidente.

    La interdependencia es an ms notoria en el campo de las finanzas internacionales.

    Segn la CEPAL (2005), el alto dficit y desequilibrios en las cuentas corrientes de algunas

    economas como la de Estados Unidos- se sostiene gracias al supervit de aquellas ms

    competitivas, en particular la de pases asiticos y exportadores de petrleo. Estos pases,

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    que en general gozan de altos precios en sus productos bsicos, mantienen grandes

    supervit en cuenta corriente principalmente China y Japn- lo que genera una gran

    liquidez mundial, que se destina mayoritariamente a activos en dlares que permiten

    financiar los desequilibrios de la cuenta corriente norteamericana. Este hecho es

    particularmente relevante cuando, por ejemplo, en 2005, el saldo negativo de la cuenta

    corriente de Estados Unidos arroj un resultado negativo de ms de 800.000 millones de

    dlares. (CEPAL, 2005; 31-32). Al da de hoy, China es el segundo tenedor de deuda

    pblica de Estados Unidos, slo superado recientemente por la propia Reserva Federal

    norteamericana (Europapress.es, 2011).

    El ejemplo anterior nos permite comprender lo estratgico que es para Estados

    Unidos mantener una relacin cordial y respetuosa con China, a pesar de encontrarse en lasantpodas del gigante asitico en materia cultural y de valores. Puestos en una hiptesis de

    conflicto, para Estados Unidos sera muy difcil enfrentarse a China, no tanto por una

    cuestin de peso militar materia en que es an ampliamente superior-, sino que

    simplemente porque la supervivencia de su propia economa se encuentra ntimamente

    ligada al bienestar de la economa asitica.

    En consecuencia y siguiendo este razonamiento, es dable pensar que mientras ms

    polos de poder existan sean estos gubernamentales, econmicos, financieros, culturales,

    etc.- y mayores sean los niveles de interdependencia, mayores son las posibilidades de que

    el sistema en su conjunto se mantenga estable.

    VI.EFECTOS DEL ORDEN MULTIPOLAR DE PODER EN AMRICA

    LATINA: EL CASO DE BRASIL

    Visto lo anterior, Qu consecuencias tiene para Amrica Latina y en particular para

    su primera potencia regional el actual sistema de distribucin de poder? En el actual

    escenario ha mejorado la posicin global de Brasil?

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    En primer lugar, es necesario asumir, que hasta la fecha Amrica Latina no ha sido

    considerada un actor relevante del orden multipolar de poder. Si bien Brasil es catalogado

    como una potencia emergente, su poder en la esfera global es an incipiente. Los polos

    reconocidos de poder son los Estados Unidos, China, la Unin Europea, Rusia e India. Si

    hubiese que agregar otros pases sera aquellos que tienen potencial militar relevante, como

    es el caso de Irn, nacin que se piensa podra desarrollar a mediano plazo armas de

    destruccin masivas.

    Amrica Latina es un subcontinente que an se encuentra bajo el radio de influencia

    geopoltica y econmica de las grandes potencias. La mayora de sus economas son

    dependientes de las exportaciones a Estados Unidos, Asia y Europa. En materia militar no

    es un jugador de primer orden y en el campo tecnolgico existe escasa produccin propia.Por otro lado, la regin carece de instituciones supranacionales consolidadas. Experiencias

    como el MERCOSUR han tenido una funcin bsicamente econmica-comercial y

    organismos como UNASUR se encuentran an en etapa de desarrollo. Por su parte, la

    Organizacin de Estados Americanos (OEA) no podra considerarse como genuinamente

    regional dada la participacin crucial en dicho organismo de los Estados Unidos.

    Sin embargo, a pesar de ser esta la realidad an preponderante, durante los ltimos

    aos el creciente esquema multipolar de poder ha posibilitado un mejor desempeo en la

    arena internacional de las principales naciones latinoamericanas. En particular de Brasil,

    cuyo caso pasamos a analizar.

    El orden multipolar y de equilibrio de poder ha permitido que vuelvan a adquirir

    relevancia las instituciones que regulan el sistema internacional, asunto tremendamente

    clave para la regin (vale recordar aqu, que el funcionamiento de las instituciones y la

    diplomacia eran una de las funciones que Bull destacaba de los esquemas de equilibrio de

    poder). Para Amrica Latina las instituciones internacionales, en especial los foros

    multilaterales, son claves en su diseo de poltica exterior, ya que por esta va compensa su

    reducido peso econmico y militar.

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    Los pases del subcontinente, especialmente Brasil, han sabido captar este hecho con

    extraordinaria habilidad. Brasil, especialmente en el campo econmico, ha detectado que a

    travs de una participacin activa en los foros internacionales puede aumentar su peso

    especfico. Esta estrategia qued de manifiesto en 2003, en el marco de la Ronda de Doha

    de la Organizacin Mundial de Comercio. En dicha oportunidad, a propsito de la

    oposicin de las potencias emergentes a la ltima oferta del bloque de Estados desarrollados

    principalmente Estados Unidos y la Unin Europea que defendan el esquema de

    subvenciones agrarias- Brasil y China presionaron por la creacin del llamado G-20. Este

    foro rene actualmente a las grandes potencias y a las principales economas emergentes

    para debatir los destinos de la economa y finanzas mundiales.

    Pero la estrategia brasilea fue an ms all del G-20. El mismo ao 2003, junto aIndia y Sudfrica, Brasil articul la alianza trilateral IBSA con el expreso propsito de

    conseguir un reparto ms equitativo de los beneficios de la globalizacin. Al respecto, la

    clusula 13 de la Declaracin de Brasilia es clara al sealar que:

    While welcoming the expansion of economic growth, employment, and social development,and the accompanying rise in standards of living, in several developing countries as a resultof freer movements of trade, capital, and technology, the Foreign Ministers of Brazil, Indiaand South Africa expressed their concern that large parts of the world have not benefited

    from globalization. They agreed that globalization must become a positive force for changefor all peoples, and must benefit the largest number of countries. In this context, theyaffirmed their commitment to pursuing policies, programs and initiatives in differentinternational forums, to make the diverse processes of globalization inclusive, integrative,humane, and equitable(IBSA, 2003).

    La articulacin de iniciativas como el G-20 y el IBSA difcilmente tendran la

    misma fuerza en un sistema internacional dominado por un solo actor. Foros como el G-20

    es probable que nunca hubiesen visto la luz a principios de los 90's. En dicha poca, los

    reclamos de Brasil, China e India a la imposicin de los acuerdos de Doha, probablementehabran cado en saco roto.

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    VII. EFECTOS DEL ORDEN MULTIPOLAR EN LAS RELACIONES ENTRE

    ESTADOS UNIDOS Y AMRICA LATINA

    Ahora bien, hemos sealado que Estados Unidos ha perdido hegemona en el actual

    esquema multipolar de poder. Sin embargo, este hecho Ha tenido alguna consecuencia en

    su relacin con Amrica Latina? La respuesta a esta pregunta requiere tener en cuenta, en

    trminos muy generales, algunos datos clave de esta relacin durante el siglo XX.

    Desde mi punto de vista, para comprender la tradicional relacin entre Estados

    Unidos y la regin, es clave considerar la alta valoracin norteamericana del modelo de

    democracia liberal y economa de mercado. Los principios basales de ambos modelos, han

    marcado las relaciones entre ambas partes.

    Restringiendo nuestro anlisis al mbito econmico, cabe sealar, que la defensa

    norteamericana del modelo de libre mercado durante la mayor parte del siglo XX, tuvo

    evidentes repercusiones sobre Amrica Latina. Por ejemplo, cuando en la dcada del 50' la

    Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL) desarroll su pensamiento

    crtico basado en la relacin centro-periferia, Washington previ que una amenaza para el

    sistema econmico liberal -instalado desde los tiempos de Bretton Woods- podra incubarse

    en la regin. Esto llev a que el modelo proteccionista y de industrializacin por sustitucin

    de importaciones (ISI) adoptado soberanamente por los pases de la regin, fuera

    ampliamente criticado por los Estados Unidos, los pases europeos y por organismos como

    el Fondo Monetario Internacional. El argumento era que el nuevo modelo fomentaba la

    discriminacin en el comercio y obstaculizaba el librecambio. Sin embargo, esta

    argumentacin parece contradecirse con las polticas de proteccin a la industria nacional

    aplicadas por los pases centrales a lo largo de la dcada de 1930, las cuales se agudizaran

    en el perodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Durante esta poca, adems de

    desarrollar el sector industrial y de servicios, estos pases reforzaron la produccin de

    materias primas, deteriorando los trminos de intercambio y generando un evidente

    perjuicio a los pases subdesarrollados agroexportadores (Romano, 2005).

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    Pero ms all del intento en las dcadas del 50' y 60' de implantar el llamado

    modelo cepalino, lo cierto es que tradicionalmente las economas latinoamericanas han

    debido alinearse a los cnones econmicos vigentes en los pases desarrollados y en

    particular en Estados Unidos. En parte, la imperiosa necesidad de desarrollo y superacin

    de la pobreza, no han dejado ms alternativa. Esta alineacin ha significado, en lo medular,

    asumir el rol de economas exportadoras de productos bsicos y materias primas. As por

    ejemplo, Brasil -pas que representa un tercio del producto interno bruto del subcontinente-

    durante la primera mitad del siglo XX adopt una poltica de tal complementariedad

    econmica con Estados Unidos, que sus ventas llegaron a depender entre un 60% y 70%

    de las exportaciones de caf, y en igual proporcin, del mercado norteamericano (Moniz

    Bandeira, 2003).

    En algunos casos la necesidad de complementacin ha ido an ms all,

    significando la adaptacin completa de los modelos econmicos. Fue el caso de Chile en los

    70's y de Argentina a principios de la dcada del 90', poca en que Carlos Menem decidi

    transitar de una economa corporativista hacia una neoliberal. En el caso argentino, la

    entidad de las reformas significaron la privatizacin de buena parte de las empresas del

    Estado, la flexibilizacin del mercado laboral, la disminucin del tamao del aparato estatal

    y una rebaja de los aranceles de 115% a 35% entre 1989 y 1991. Todo lo anterior, en el

    marco de una poltica de relaciones con Estados Unidos calificadas como carnales por

    Guido Di Tella, el Ministro de Relaciones Exteriores argentino de aquella poca.

    No obstante, en la actualidad, la situacin se presenta algo diferente. A pesar de la

    influencia poltica y econmica que an mantiene Estados Unidos sobre la regin, una serie

    de elementos han disminuido su capacidad de influir sobre las economas latinoamericanas.

    En primer lugar, como vimos anteriormente, la posicin de Estados Unidos en la

    economa global se ha debilitado gradualmente y ya no es la misma de hace veinte aos.

    Las economas asiticas, en particular China, amenazan con desplazar a Estados Unidos del

    sitial de primera potencia econmica del mundo. Estos fenmenos han llevado a que

    Estados Unidos tenga menos autoridad para dirigir los destinos econmicos de la regin,

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    cuya mayor expresin fue el rechazo en 2005 de los pases sudamericanos al rea de Libre

    Comercio de las Amricas (ALCA).

    En segundo trmino, el distanciamiento de Estados Unidos de Amrica Latina se ha

    visto incrementado desde el momento que la primera potencia mundial vuelca sus intereses

    geopolticos en Medio Oriente. A partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001,

    Norteamrica reenfoc su poltica exterior hacia la batalla contra el terrorismo mundial,

    estrategia que le llev a intervenir militarmente Irak y Afganistn. El desgaste de dichas

    operaciones no slo desestabiliz las finanzas del pas ms poderoso del mundo, sino que

    adems impidi que durante la ltima dcada prestara atencin a zonas geopolticas que

    tradicionalmente han estado bajo su influencia. Este escenario ha permitido fortalecer el

    liderazgo de las potencias regionales, en particular, de Venezuela y Brasil.

    En tercer lugar, el fenmeno del distanciamiento de los Estados Unidos, se ha visto

    reforzado por las relaciones privilegiadas que Amrica Latina ha ido forjado con las

    principales potencias emergentes del orbe. La relacin ms importante es con China, pas

    que ha encontrado en Brasil, Argentina y tambin Chile, su principal fuente de

    abastecimiento de productos bsicos, en especial alimentos. En el caso de Brasil, el voraz

    dinamismo de la mayor economa asitica -que crece a un orden de 9 a 10% anual- ha

    llevado a que despus de 50 aos, ste pas haya reemplazado a Estados Unidos como su

    principal socio comercial. Brasil se ha logrado posicionar como la fuente clave de recursos

    minerales, petrleo y soya del mercado Chino, lo que ha llevado a que durante la ltima

    dcada el comercio entre China y Brasil se dispare desde apenas US$2.300 millones en

    2000 a US$36.100 millones en 2009 (The Wall Street Journal en Estrategia & Negocios,

    2010).

    Por otra parte, los lazos de confianza que Brasil ha desarrollado con potencias

    emergentes como Irn y Turqua le han permitido participar de los grandes debates

    mundiales. Un ejemplo de ello es la mediacin que entabl Brasil entre el programa nuclear

    iran y las potencias de occidente. Buscando una solucin negociada al conflicto, en mayo

    de 2010, Brasil alcanz un acuerdo nuclear que estableca que Irn entregara 1.200

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    kilogramos de su uranio dbilmente enriquecido al 3,5% a Turqua, donde quedaran

    depositados bajo vigilancia iran y turca. Luego, el acuerdo contemplaba que en el plazo de

    un ao Irn recibira 120 kilos de uranio enriquecido al 20% procedente de Rusia y Francia

    para emplear en su programa nuclear civil (El Mundo.es, 2010). La estrategia permita que

    Irn se insertara en los sistemas de intercambio que aprueba la Organizacin internacional

    de Energa Atmica (OIEA), principal objetivo de Occidente. A pesar que el acuerdo

    finalmente no dio resultado y que el programa nuclear iran ha sido sancionado por

    Naciones Unidas, el protagonismo que adquiri Brasil en un tema de primer orden para las

    potencias mundiales es algo indito en la historia de la regin.

    Otro pas de Amrica Latina que ha logrado integrarse con xito dentro del crculo

    de las potencias emergentes es Venezuela. Este pas, a travs de la llamada diplomaciapetrolera, ha fortalecido su liderazgo en Amrica Latina y asumido un rol global relevante

    en alianza con potencias como Irn, Rusia y China y la utilizacin de la Organizacin de

    Pases Exportadores de Petrleo (OPEP) como un foro de incidencia mundial (Serbin,

    2009). Y en el caso de Rusia, la cooperacin ha trascendido a los hidrocarburos. En julio de

    2009, ambas naciones firmaron acuerdos de cooperacin que abarcan desde aspectos

    financieros y de comercio, hasta cooperacin energtica incluida la atmica- y tcnico

    militar (Caracol Tv.com, 2009).

    Los casos comentados son probablemente los ms importantes, pero podramos

    agregar muchos ms. Por ejemplo, Argentina posee una serie de acuerdos de cooperacin

    con India cuarta potencia econmica mundial-, entre los que destaca uno de cooperacin

    nuclear civil. Por su parte, Ecuador posee acuerdos de cooperacin cientficos y agrcolas

    con China y ha potenciado sus acuerdos comerciales con Turqua. Y, como ya sealramos,

    Brasil lleva a cabo una intensa cooperacin comercial con India y Sudfrica en el marco del

    foro trilateral IBSA.

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    VIII. CONCLUSIONES

    Primero: Durante los ltimos aos, el progresivo debilitamiento econmico de

    Estados Unidos sumado al fenmeno de las potencias emergentes, ha devenido en una

    transicin desde un orden internacional unipolar a uno de tipo multipolar.

    Segundo: Desde nuestra perspectiva, el multipolarismosistema constituido por una

    serie de polos de poder, relativamente equivalentes, que impiden que una sola potencia

    tenga la capacidad de imponerse a las otras- ha significado un mayor equilibrio del poder,

    incrementando la estabilidad global.

    Tercero: La estabilidad mundial se ha visto fortalecida por los efectos de laglobalizacin. Las mltiples conexiones transnacionales entre los Estados, especialmente en

    el mbito econmico, han generado un nivel de interdependencia que ha elevado los costos

    de la guerra y el conflicto.

    Cuarto: Amrica Latina no ha estado al margen de este proceso. El nuevo esquema

    multipolar de poder ha posibilitado un mejor desempeo en la arena internacional de las

    principales naciones latinoamericanas, en particular de Brasil.

    Quinto: En efecto, el mayor equilibrio del poder ha permitido que vuelvan a adquirir

    relevancia las instituciones que regulan el sistema internacional, destacando los foros

    multilaterales. Mediante una activa participacin en estas instancias, Brasil ha logrado

    aumentar notablemente su peso especfico y encumbrarse como una potencia emergente

    global.

    Sexto: Por otra parte, el nuevo mundo multipolar ha llevado a que las tradicionales

    relaciones de dependencia de Amrica Latina hacia Estados Unidos hayan paulatinamente

    comenzado a cambiar. En este proceso han influido el progresivo debilitamiento econmico

    estadounidense, la concentracin de las prioridades de poltica exterior norteamericana en

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    Medio Oriente y las relaciones privilegiadas que diversas naciones latinoamericanas han ido

    forjando con las principales potencias emergentes del globo.

    Sptimo: A modo de conclusin final, pareciera ser un hecho, que el mayor grado de

    dispersin del poder global ha otorgado una mayor independencia poltica y econmica a

    los pases de la regin. Este factor podra ser clave, para que despus de siglos de continua

    dependencia, la regin pueda consensuar un proyecto de desarrollo poltico, econmico y

    social de caractersticas preeminentemente latinoamericanas.

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    Cienfuegos 46 A, 2 Piso, Santiago, Chile. Telfono (56-2) 889 7476.Email: [email protected]