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Hecha a volar tu
imaginación
Alejandro Emmanuel Féblez
Meza
Colección Lira Lirón
2010
Escuela de Creación Literaria del Centro
Estatal de Bellas Artes
Gobierno de Estado de Yucatán Ivonne Ortega Pacheco
Gobernadora Constitlucional
Secretaria de Educación Raúl Godoy Montañez
Secretario
Programas Estratégicos Lorena Cárdenas Carrillo
Directora
Centro Estatal de Bellas Artes Tomás Cortés Canto
Director General
Escuela de Creación Literaria Verónica García Rodríguez
Coordinadora
Echa a volar tu imaginación
Primera edición en la colección Lira Lirón, 2010
© Alejandro Emmanuel Féblez Meza
D. R. © de esta edición: Secretaría de Educación del Gobierno del
Estado de Yucatán
Coordinación Editorial: Verónica García Rodríguez
Corrección: Fernando de la Cruz Herrera
Proceso editorial: Ivi Dzib y Fernando de la Cruz Herrera
Diseño: Grisel Riverón Castro
Imagen de portada: Alejandro Emmanuel Féblez Meza
Selección libre de imágenes de Internet: Alejandro Emmanuel
Féblez Meza y Grisel Riverón Castro
Docentes: Ivi May Dzib, Fernando de la Cruz Herrera,
Feliciano Sánchez Chan y Francisco Lope Ávila
Comentarios:
www.bellasartescreacionliterariayucatan.blogspot.com
© Reservado todos los derechos. Se prohíbe la reproducción total
o parcial de esta obra por cualquier medio electrónico o mecánico
sin consentimiento de los legítimos titulares de los derechos.
Lo común en todas las culturas del mundo, es que
tomemos de la mano a los niños para conducirlos
por la vida, usando de pretexto el cúmulo de
experiencias que hemos ido recogiendo por los
caminos que los años nos han hecho transitar,
mismos que nos han enseñado como conducirnos
adecuadamente. En la vida real, solamente las
empresas circenses se atreven de pedirles a los niños
que “lleven a sus padres a ver la función”.
En esta ocasión, como integrante de la Escuela de
Creación Literaria del Centro Estatal de Bellas Artes,
Alex, como le llaman sus amigos, te propone dejarte
llevar de la mano por un trayecto fantástico, lleno
de lo que muchos adultos hemos ido perdiendo con
el paso del tiempo, como es la imaginación, ya que
la vida nos vuelve cada vez más rígidos y
esquemáticos al ir dejando que los días desgasten, o
adormezcan paso a paso, la sensibilidad del niño
con el que nacemos.
La imaginación, que no es otra cosa más que un
maravilloso don humano, y le ha permitido a Alex
crear estos quince textos con habilidad e inocencia,
pero también con mucha malicia e inventiva, para
plantearnos a los adultos este reto, y ver si somos
capaces de hacer despertar ese niño que traemos
dormido.
El título del libro lo dice todo Echa a volar tu
imaginación, y déjate llevar al mundo imaginario de
los niños.
Feliciano Sánchez Chan Poeta y dramaturgo maya.
Actualmente es docente de la
Escuela de Creación Literaria
en el CEBA
En el libro Echa a volar tu imaginación nos
toparemos con cuentos como Willy y Un día muy
raro que harán que pasemos un buen rato leyendo.
Darina Xoc Chimal. (11 años)
Los mundos de la ficción se construyen imaginando.
Nuestro trabajo docente es impulsar y no coartar
los límites de la imaginación de los niños. Este es el
resultado de imaginar “Lo que pasaría si…” Lo que
obedece a la necesidad de ofrecerle al niño una
pequeña estructura que pueda llenarla a partir de
su propio imaginario.
Después de un recorrido entre leyendas, metáforas,
narraciones fantásticas, juegos de lenguaje,
ejercicios para el desarrollo del pensamiento
creativo y lo teatral, en su cuarto semestre de
formación, último en el Taller de Sensibilización, se
adentraron a la aventura de construir su primer libro,
para conocer sus partes y aprender a organizarlas
en un proceso de edición lúdico y significativo.
Los niños y adolescentes que forman parte de los
talleres de la Escuela de Creación Literaria del
Centro Estatal de Bellas Artes se encuentran
explorando su habilidad creativa. Lo que aquí está
escrito lo hicieron en clase, lo compartieron en
grupo y hoy lo presentan para que otros puedan
imaginar con ellos.
Ivi May Dzib
Docente
Dedicado a todos los que imaginan
e inventan.
Un lunes (el día que más odio) me levanté
como de costumbre para ir a la escuela. Al llegar
y entrar al salón un cavernícola estaba en el
escritorio del maestro, le di muy poca importancia
porque pensé que estaba soñando. El “profesor”
hablaba como un cavernícola y no se le entendía
nada. Como una compañera tenía su lápiz en
mano, el profesor-cavernícola lo agarró, lo mordió
e intentó comérselo. Después le expliqué que eso
servía para escribir. “Ring”, sonó la campana: La
jornada había acabado.
Extrañado por el día me regresé a casa. Al llegar
vi a un hombre en la cocina que me llamó “mono
de hierro”. Yo, pensando que era un insulto, se lo
devolví pero él me dijo que ese era mi horóscopo
chino.
Algo extrañado, me fui a mi cuarto y allí encontré
a mi hermano vestido de malabarista. Le
pregunté qué hacía con aquel traje y no me
contestó. Me di media vuelta para dejar mi
mochila, pero para mi sorpresa ya no era
malabarista sino pizzero. Le pregunté qué hizo con
el traje de malabarista pero me dijo que nunca
tuvo uno puesto. Con tono extrañado le pedí que
saliera del cuarto. Cuando se retiró me tiré en la
cama y me dormí.
A la mañana siguiente me levanté para ir a la
escuela, pero al llegar ya no había profesor-
cavernícola; sólo un profesor- profesor. Cuando
regresé a casa ya no estaba el hombre del
horóscopo chino, ni mi hermano multi-tareas, y fue
entonces cuando me di cuenta que un lunes como
aquel sólo pasa una vez en la vida.
Letras como burbujas,
espuma de palabras,
olas de ideas,
huracanes de versos,
maremotos de poemas,
océano de palabras.
Hace mucho tiempo existió un hombre
pobre quien tenía tres hijas que mantener. Él
regresaba de su último intento de ser rico, cuando
se encontró un castillo y se quedó ahí.
En esa mansión habitaba una bestia que le dijo
que si no le enviaba a una de sus hijas, lo mataría.
Al llegar a su casa les contó a sus hijas sobre la
mansión. Enseguida una de sus hijas, Bella, se
ofreció a ir, y al día siguiente partió. Su plan era
llegar al palacio, robar oro, joyas y regresar a casa
con su padre.
Cuando llegó, al ver a la bestia tomó lo que pudo
y salió corriendo. Un hechicero que pasaba por el
lugar, le dijo a Bella:
—Si tomaste eso del castillo de la Bestia, tú
ocuparas su lugar—, y con esas palabras Bella se
volvió una bestia y la bestia un príncipe.
Estoy cocinando una pizza, vestido como
un chef, pero al lanzar la masa al aire me cae a la
mano como cemento en una paleta de albañil;
me miro y ya soy uno, así que comienzo a trabajar
en una construcción.
Se me gastó el cemento y voy por más a la
mezcladora, pero ya no es cemento lo que hay
en ella, es jugo de naranja; y la mezcladora ahora
es una jarra: me volví un vendedor de jugos.
Atiendo a un cliente, se me cae un pañuelo, bajo
a recogerlo y cuando veo ya no soy juguero: soy
un camarero sirviendo langosta a un cliente.
Me dirijo a la cocina para ir por otro pedido pero,
paso la puerta y ya no tengo una charola, en las
manos tengo una escoba: soy barrendero. Miro al
cielo un momento y me cae una masa de pizza:
de vuelta a ser pizzero.
Nunca le pregunté a mi amigo Willy cómo
hacía para atravesar paredes y puertas.
Si se preguntan quién es Willy, les diré que es un
pequeño fantasma que vivía en mi cuarto. Él
siempre jugaba conmigo. Yo siempre ganaba en
cualquier juego que jugáramos.
Él me contaba historias extraordinarias de su
mundo de fantasmas, y esas mismas historias, yo
las contaba en la escuela. Cuando las contaba
todos me creían loco, lo que me ponía muy triste.
Lo bueno es que cada vez que regresaba a casa
con mi cara triste, Willy me animaba con otra
historia fantástica.
Me puse más triste el día que Willy tuvo que irse. Él
me dijo que había conflictos en su mundo de
fantasmas y por ello partió.
Willy se fue una semana después de que lo
conocí, atravesó la puerta de mi habitación y
hasta ahora no lo he vuelto a ver.
Marco Montebello nació el 3 de junio del
año 1400 en un reino de Italia. Hijo de Lord
Montebello y Lady Geni. Desde niño se preparó
para ser rey, por lo que iba cada día con su
padre al palacio. Cuando cumplió 15 años
comenzó a entrenarse para ser caballero. El
joven no era el más nato de todos, pero su
decisión lo diferenciaba de los demás. Cuando
cumplió 20 años finalizó su entrenamiento.
Cuando cumplió 30 años subió al trono pero un
año más tarde su padre falleció, lo que casi
logró el suicidio del nuevo rey. Al tener 45 años
logró vencer al dragón de las montañas de
Escocia. Murió a los 50 años de un ataque
cardiaco.
¿Por qué las hojas se arrojan al vacío cuando
están amarillas?
Un día estaba sentado bajo la sombra de
un árbol, cuando vi caer una hoja amarilla y en
eso me pregunté: ¿Por qué se caerán las hojas
cuando están amarillas?. Estuve pensando y
dije:— Seguro se caen porque tienen frio.
¿Por qué oigo el viento pero
no lo puedo ver?
Un día ventoso estaba yo en la escuela y
me pregunté: ¿Por qué oigo al viento pero no lo
puedo ver?. Me puse a pensar todo el día, hasta
que di con la respuesta y deduje: El viento es un
fantasma que puedes oír pero no puedes ver.
¿Por qué los adultos tienen prisa?
Una vez que fui con mi mamá a su trabajo,
vi que todos tenían prisa y me pregunté: ¿Por qué
los adultos tienen prisa?. Poco tiempo después
deduje: Los adultos tienen prisa porque su reloj de
la tranquilidad se ha vuelto loco.
Nombre: Dragón doble elemento
Hábitat: Bosques de coníferas
Alimento: Coníferas de pino
Características: Este tipo de dragones se
encuentran en los bosques de coníferas. Un
dragón doble elemento significa que está hecho
por dos elementos. Duermen sobre rocas frías en
las cuevas. Se pueden confundir con un oso, ya
que hacen sonidos similares.
Especies: Sólo hay dos especies existentes: fuego-
hielo y viento-agua.
Lo que haría, si yo tuviera uno, sería dejarlo libre.
Dicno: Can con cuerpo de diccionario, habita en
las bibliotecas, se alimenta de palabras mal
escritas. Tiene un sonido muy peculiar, ya que se
parece a un libro cerrándose.
Iguanampara: Pequeña lagartija que al asustarse
se ilumina como una lámpara. Se alimenta de
hojas secas y pequeños frutos. Hace un sonido
como el de una lámpara encendiéndose.
Nutrichila: Es una mezcla entre nutria y una
mochila. Come libros y habita en los mares.
Hace mucho tiempo nació un niño con un
don especial: cualquier cosa que decía se
cumpliría.
Un día que estaba con sus amigos contando
chistes, uno de sus amigos contó un chiste muy
gracioso y el niño con el don dijo:—me muero de
risa—, entonces el niño rió, rió y rió todo el día.
Se dice que el niño reirá, reirá y reirá hasta que
llegue el día de su muerte.
Familia Su:
Hola familia ¿Cómo están todos? Yo estoy
maravillado por las cosas que hay en Occidente,
pero más aún con esa cosa a la que llaman
“tenedor”. Al principio pensé que era un peine
pero mi primo Chong-Li me dijo que era para
comer, en fin me dijo que se divide en dos partes:
el mango y los dientes.
El mango es metálico y es donde se agarra.
Mientras que los dientes es donde se clava la
comida, y sí que se clava la comida. Li me dijo
que es más fácil usar el tenedor que los palillos, yo
le dije:—Qué tal si tú cenas con el tenedor y yo
con mis palillos—. Me agradó el tenedor pero
prefiero los palillos.
Bueno familia me despido, los veo en dos
semanas.
Atte: Lit-Su
P.D. Les llevaré tenedores para que los conozcan.
Cuando hay calor, las piedras se derriten
como lava en un volcán y en las casas, las
piscinas están llenas de agua y gente. Cuando el
hambre llama y salen, el agua se evapora y la
piscina se derrite, mientras que otras personas se
tiran en su hamaca con el ventilador al máximo
todo el día.
Algunas personas danzan para pedir lluvia, pero
pronto se dan cuenta de que no
funciona. Otras, prefieren comprarse un helado,
pero al salir de la nevería se derriten igual que su
postre.
Cuando salgo a la calle, no me atrevo a pisar la
banqueta, pues ya está derretida como una
piedra al fuego. Luego, veo a lo lejos un sendero
de piedra que en un parpadeo se vuelve un río
de lava. Veo también a mi hermana que acecha
por la puerta y me dice que este calor no la deja
descansar.
Todo esto sucede cuando llega el verano y
espero no terminar como una piedra en un
volcán.
Un día mi hermano decidió jugarme una
broma. Ató una de mis manos a mi espalda, lo
que me provocó mucha incomodidad.
Mi primer problema fue servir mi desayuno. Yo
quería un poco de cereal. Lo que hice fue tomar
un tazón y asentarlo en la mesa, después, vaciar
un poco de leche en el tazón, ponerle un poco
de cereal y listo.
Luego de desayunar, decidí lavarme los dientes.
Primero, tomé la pasta y la abrí. Saqué un poco, la
puse en mi cepillo y me lavé los dientes.
Mi hermano, al ver esto, me desató y yo feliz
continúe mi día.
Cuando las palabras vacacionan
las personas quedamos mudas,
Pero se toman un merecido descanso.
Las palabras jóvenes hacen fiesta
o se van a un antro,
las pequeñas se quedan en casa
jugando con gato.
Las más acaloradas se van a la playa sin pensarlo.
Algunas salen de paseo con su familia,
las viajeras se van a otros libros.
A las más ruidosas las encierran en un cuarto,
para que dejen al resto descansar un buen rato.
Al final, volverán a nuestros labios,
y diremos: ¡Ah, han regresado!
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Imagen Pág. 20: Mano atada. www.elbucaro.blogia.com
La impresión de esta plaquette se realizó con apoyo de los padres de
familia, de la Coordinación de Biblioteca Básica de Yucatán, de
Compañía Editorial de la Península y de la Coordinación Estatal de Salas
de Lectura, en Mérida, Yucatán, durante días lluviosos del mes de julio
de 2010. A todos ellos: ¡Gracias! (La edición consta de 100 ejemplares)
Alejandro Féblez Meza
Nació en Mérida, Yucatán en 1998, tiene 12 años, en
sus tiempos libres le gusta escuchar música, leer y
jugar. Le gustaría con el tiempo volverse un gran
escritor.
www.bellasartescreacionliterariayucatan.blogspot.com
