3 de JULIO 2020Año 9 - Nº 482

La Unión Europea sanciona,y cuando

la sancionana ella, se queja.

VIERNES 3 DE JULIO DE 2020 / Ciudad CCS • No 482 • AÑO 9

Convencidos de la fuerza de la imagen sobre cualquier expresión verbal, todos los miembros de mi familia cada vez que se dirigen a mí, lo hacen utilizando emoticones corporales.

Se trata de un novedoso sistema de signos y códigos visuales que hacen innecesario el uso de la palabra.

Ya no se valen de inútiles sustantivos ni se sirven de decadentes adjetivos para decirme algo.

De un tiempo a esta parte, mis hijos, mi esposa y hasta mi perro, han optado por reproducir anatómicamente las morisquetas, situaciones y objetos de los populares dibujitos.

En la mañana, por ejemplo, en lugar de darme los buenos días con obsoletas palabras, lo hacen con sus dos manos abiertas, una sobre la otra, simulando un sol resplandeciente; para pedirme la bendición las unen en gesto de oración, seguidamente trazan en el aire un corazón imaginario que yo debo interpretar como un cariñoso beso en la mejilla, en tanto que mi esposa, al mejor estilo de Marcel Marceau, finge la acción de obsequiarme una humeante taza de café, que yo procuro tomar antes de que se me enfríe.

Mi hija mayor ya no se conforma con los emoticones tradicionales. Ella es fanática de los llamados stickers, que son más grandes y tienen fotos.

El otro día tenía un examen on line y, para comunicarme lo nerviosa que estaba, puso una cara que podría jurarse era la misma del burrito de Shrek que todo el mundo baja de los stickers cuando quiere decir que está en aprietos.

Mi hijo también se ha vuelto un experto en esta modalidad y ha creado una suerte de meta-lenguaje para decírmelo todo: si necesita dinero, dibuja en el aire el símbolo del dólar; si quiere expresar que está saludable, flexiona el brazo y muestra la musculatura de sus bíceps; para decirme que está de acuerdo conmigo, aprieta la mano y levanta el pulgar; si no lo está, cierra el puño amenazante; y para decirme que me quiere, en lugar de palabras melosas, recurre al gratificante aplauso de los emoticones.

Yo, para no quedarme atrás, también me he empatado en el asunto y de vez en cuando utilizo el cremoso emoticón marroncito en forma de suspiro, con el cual, muy cariñosamente, los mando a todos a la mismísima mierda.

Un emoticón vale más que mil palabrasArmando Carías armandocarias@gmail.com

La oposición ganó la Asamblea Nacional pasada con el eslogan“esta será la última cola”.Ahora tiene uno nuevo.“Vamos en la cola de Trump”.

Ahora serán 267 diputados los que trabajarán duro por el país.

Fenomenología del Pepa Asomado

Cada vez más se vive sin un plan: existir se vuelve un efecto de presencia. Cuando niños, desde urinarios, pizarrones, cuadernos, desde cualquier superficie susceptible de ser rayada nos vigilaba el garabato del Asomado, ese muñeco que era puros ojos y que a veces sobre el cráneo calvo lucía un pelo único enroscado como una interrogante. El Asomado no tenía expresión, porque se la tapaba el borde desde el cual atisbaba: sus ojos desorbitados y a veces bizcos no pretendían recordarnos su existencia, sino la nuestra, que se desconcertaba al ser contemplada por la Nada. Doblemente se sobresaltaban las niñas acechadas en su pudor por un espía que no contaría nada a nadie. El efecto se intensificaba por algún maligno grafito que proliferaba en los baños públicos: Sonría, lo estamos televisando.

Menología del Pepa Asomado

Recordada a distancia ¡cuán tranquilizante resultaba la nula presencia de aquél Asomado pin-tado en la pared, que en su banalidad no pretendía más que enterarse de nuestros actos banales! Falta-ba mucho para la invasión del Pepa Asomado, el ob-servador banal que aspira a convertirse en objeto de atención por su mera presencia en un contexto al cual no pertenece. Mientras el Asomado solo quería mirar-nos, el Pepa Asomado ambiciona convertirse en alma de la fiesta que no le incumbe. Mientras el camaleón cambia de color para pasar desapercibido, el Pepa Asomado se infiltra donde nadie lo llama para llamar lo que no puede atraer por sí mismo: la atención. Todo muerto atrae zamuros y todo éxito oportunistas. El hombre de poder convoca pescueceadores gesti-culantes hasta que su poder se reduce al gesto.

Luis Britto García

ESPIN(A)ELABolton lo manifestóLo que ya se había indicadoQue es un ser debilitadoEl tal Juanito GuaidóPorque a este le faltóMucha fuerza y vitaminaY tambaleando en su esquinaCon esa nefasta rachaEs la simple cucarachaEn un baile de gallinas.

EMG

DECÍ MÁSCARABOBOCarabobo es libertadque motiva a la concienciaBatalla de Independenciaun llamado a la lealtad.En honor a la verdadacción revolucionariay ocasión extraordinariade subir otro peldañocelebrar doscientos añosde esta fecha libertaria.

G. R. M.

Partidotes,partiditos, p artidazosClodovaldo Hernández @clodoher

Dice el Estrangulador de Urapal que el rollo aparente en la oposición es que los partidotes tenían sometidos a los partiditos y, de pronto, los partiditos se les alzaron a los partidotes.

Pero, según él -que de partidos sabe un montón-, el verdadero rollo es que los partidotes no son tan grandes como ellos mismos se ven en sus espejos trucados y, además, internamente, esos partidotes se han partido en varios pedazos porque sus dirigentes -agallúos, dice- no han querido partir ni repartir la cochina.

Me pone de ejemplo al partidote histórico, AD, que se partió públicamente y después de viejo, lo que siempre es algo que aumenta la vergüenza.

También menciona a Primero Justicia, que siempre ha pretendido ser un partidote, pero hace años que sus “líderes” (es un decir) lo partieron en dos, para que Leopoldito tuviera su parte, y Henriquito y Julito, la de ellos. Luego, Henriquito y Julito se han estado peleando por esa parte, se pusieron a jugar a que eran generales, y no se dieron cuenta de que se les estaban sublevando los sargentos.

La parte de Leopoldito, según el analista, solo es un partidote en los medios de la “Prensa Libre” porque si de votos y estructura se trata, no pasa de micropartido, sobre todo ahora que varios roedores han abandonado el barco haciendo equilibrio por la cuerda.

El Estrangulador pronostica que si persisten en sus posturas abstencionistas luego de las elecciones, formalmente hablando, los partidotes pasarán a ser expartidos y quién sabe si alguno de los partiditos –tan despreciados por los superpartidos- pasa a ser el partidazo de la oposición para los próximos años.

“Yo votopor el candidatoque me prometa

que va a prolongarla cuarentena”

El Especulador Precoz

Cada vez que le nombrana Bernabé, Ramos Allup saca

su carnet del partido.

VIERNES 3 DE JULIO DE 2020 / Ciudad CCS • No 482 • AÑO 9