3. Mensaje de Martín Lutero. Iniciador alemán de la Reforma. 1483 – 1546.

Desde el Seminario en el Mundo Espiritual. 16 de Septiembre, 2001.. “Si el Principio de Unificación hubiera sido conocido, la Reforma

no habría sido necesaria.” En primer lugar, quisiera expresar mi gratitud y respeto. Quisiera

escribir esta carta llena de gratitud hacia el Rev. Sun Myung Moon, quién descubrió este excelente pensamiento para nosotros. Yo, Lutero, he practicado una vida de fe sobre la base de innumerables experiencias del Amor de Dios.

Siendo participantes de este seminario, he tenido sentimientos complejos, ya que la Reforma ha podido surgir como un evento que trajo tristeza a Dios.

Es correcto llamar al Rev. Sun Myung Moon “el Verdadero Padre” de toda la humanidad y el Señor de la Segunda Llegada.

¿Qué puedo ofrecer a cambio de esta gran gracia?

Quisiera agradecerle por darnos los secretos celestiales puestos lógicamente en este seminario. Tengo confianza que el camino para la salvación de la humanidad está abierto.

El Principio de Unificación es la Verdad Absoluta que engloba y pule todas las filosofías y pensamientos religiosos.

Si el Principio de Unificación, sistemáticamente expresado como lo es, hubiera aparecido de la época de Lutero, la Reforma no hubiera sido necesaria y muchas vidas no hubiesen sido sacrificadas.

Es muy lamentable que muchas personas fuesen sacrificadas en el nombre de la religión. Si la gente religiosa solamente hubiese conocido el “Principio de Unificación”, las barreras entre religiones, razas y puntos de vista hubieran desaparecido.

¿Por qué la Verdad ha surgido en este tiempo histórico? No puedo hacer más nada que lamentarme cuando miro hacia atrás y veo nuestra historia llena de conflictos y enfrentamientos.

¿Con qué nombre debería expresar el más profundo respeto y gratitud hacia ti, Rev. Sun Myung Moon? Estoy profundamente motivado y lleno de gratitud.

Oro para que los desastres en la tierra puedan llegar a su fin a través de transmitir extensamente el Principio de Unificación, incluso hasta los confines de la tierra, y que el mundo del Amor de Dios pueda manifestarse en la tierra como una realidad, mientras todavía vosotros tenéis vida.

Rev. Sun Myung Moon, el Señor de la Segunda Venida. Todavía no tengo el derecho de llamaros “Padre”, ¿no es así?

El Señor ha venido como el Padre de toda la humanidad, pero los seres humanos debemos disciplinarnos a nosotros mismos y nacer de nuevo como verdaderos hijos. Creo que va a llevar mucho tiempo el llegar a ser un verdadero hijo.

¿Podrías aceptar a alguien como yo, como un hijo? Reverendo Moon, haré todos los mejores esfuerzos que pueda para llegar a ser un verdadero hijo.

Muchas gracias desde lo más profundo de mi corazón por descubrir para nosotros los Secretos Celestiales. Quisiera concluir esta carta expresando mi más profunda gratitud.

Muchísimas gracias. Verdaderamente muchísimas gracias, haré todo lo mejor para esta verdad.

Martín Lutero

Los Verdaderos Padres y Martín Lutero