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l' POSICIÓN .. A.:rEGICA y FUERZA O.BRE.RA laaones sociales del vrabajo''. pero no a las relaciones entre los tra,- en el simplemente en la realización del trabajo" 5.1 Por lo tanto, sigue siendo un misterio cómo el trabajo industrial <:!u ha adoptado la conjugación dd género o la ha cambiado. Los editores, que proclaman una "historia obrera con verdadera perspectiva de género", se decepcionarán profundamen- te si siguen creyendo que "la fibrica" funciona como "er m.erea- do" .. Pueden -<e...'\.-plor'Ar la articulación [sic, en lugar de inHexiónJ' de género y clase" todo lo que quieran, pero nunca lograrán e...'\.-plicar el género o la clase (ni el discurso . tivídad) de los obreros si los si use sólo en 1,," . eriencia: $3 Dedicados como están a la síntesis, a la integración, a la re- solución. estos edit:Ores sospechan que son estratagemas en contra de la o Ror lo Pued;n escuchar cóm..o se dahoraba la salchicha; pero se resisten a saber cómo funcionaba la tibrica donde se hizo (o que alg'Jnos trabaja- dores estaban en mejor posición que otros para mantenerla.: en.ope'- ración o pararla) .. l\ihs historias abstractas, del trabajo industrial, en las que los obreros sólo aparecen como mano; de: obra y que.·escribo con la esperar...za de distinguir entre las rclaciones, de trabajo> y las de otro tipo, para enltiender las posiciones estratégicas en' el", trabajo y luego escnbir Ulldl; !historia obrera completa, esas, historias;senan denunciadas por ellos (consecuentes con sus; puincipios) comoruna grosera traición: al esfuerzo por lograr '·una v:isión,andrógjn;n,del futum [ ...... _] basada:, sobre todo, en lo ser humanQI tout court", una' :visión que consideran necesaria parai que' el trate "todas las fon:nasde ::.' ,:; .. ' 11. El concepto de posición estratégica en el trabajo: su origen y evolución A PRIMERA VISTA, como los de lugar .' industnal, los detalles de nus estuOlOS sobre el mOVlnuenco obrero en Veracruz pueden parecer abrumadores. Pero subyace en ellos un método que, espero. los hari inteligibles .. Deriva, en primer lugar, de mi propia investigación de correspondencia y nóminas de las compañías, archivos públicos sobre industria y trabajo, prensa comercial y profesional. y manuales de ingenieria, pero también, en -igual medida, de las lectur.as esporádicas y autodidactas que he hecho durante los wtlinos 35 años sobre temas ajenos a la historia obrera, ninguno de los cuales pretendo dominar, como sociología industrial, historia empresarial, economía deL crabajo, administra-,- ción científica, sociología, 61osoha, teología y antropología del crabajo, teoria de la interacción, arqueología industrial" geografia económica, teoria de las organizaciones, historia de la tecnolo- gía, teona empresarial, economía institucional (tanto "vieja" como «nueva"), el "nuevo ínstitucionalismo" y relaciones industriales, así como obras de ficción, poesía, memorias y periodismo acerca del trabajo (si es "periodismo" lo que escribieron Henry Mayhew, B. Traven y James Agee) .. El método se fue revelando a partir de esta revoltura acumulada cuando comencé a dar clases sobre histo- ria: industrial y obrera de Mé:x::ico y cuando releí los textos deJohn Dunlop sobre las relaciones industriales. Pronto concluí que l\Dp dio con el concepto clave desde la primera vez que ,escribió, su "teoria", hace ya 60 años, y que nunca falló después .. No se. trataba de la, "red de reglas", por mucho sentido que eso pareciera tener .. La clave de Dunlop para entender te el trabajo industrial fue el concepto de "gosición estratégicaL: (strategic position)} pues. estas posiciones siempre han. sido ]a, clave de las relaciones industriales y de la organización. (o no organiza- 49

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l'

~s POSICIÓN e.;T!~ .. A.:rEGICA y FUERZA O.BRE.RA

laaones sociales del vrabajo''. pero no a las relaciones entre los tra,­

b~adores en el trab~o. simplemente en la realización del trabajo" 5.1

Por lo tanto, sigue siendo un misterio cómo el trabajo industrial <:!u La.cinoam.~rica ha adoptado la conjugación dd género o la ha cambiado. Los editores, que proclaman una "historia obrera con verdadera perspectiva de género", se decepcionarán profundamen­te si siguen creyendo que "la fibrica" funciona como "er m.erea­do" .. Pueden -<e...'\.-plor'Ar la articulación [sic, en lugar de inHexiónJ' de género y clase" todo lo que quieran, pero nunca lograrán e...'\.-plicar el género o la clase (ni el discurso . tivídad) de los obreros si los si use sólo en 1,," . eriencia: $3

Dedicados como están a la síntesis, a la integración, a la re­solución. estos edit:Ores sospechan que l~bsi;l:a~s.-aliljlli,!i&as son estratagemas 4~rrninistas en contra de la huma..nida.~ o Ror lo rnenos.~ trarn...E..~~9Y~cionistas..tencgó.~,~Jg~~,h~~nist~ Pued;n escuchar cóm..o se dahoraba la salchicha; pero se resisten a saber cómo funcionaba la tibrica donde se hizo (o que alg'Jnos trabaja­dores estaban en mejor posición que otros para mantenerla.: en.ope'­ración o pararla) .. 5~ l\ihs historias abstractas, del trabajo industrial, en las que los obreros sólo aparecen como mano; de: obra y que.·escribo con la esperar...za de distinguir entre las rclaciones, de trabajo> y las de otro tipo, para enltiender las posiciones estratégicas en' el", trabajo y luego escnbir Ulldl; !historia obrera completa, esas, historias;senan denunciadas por ellos (consecuentes con sus; puincipios) comoruna grosera traición: al esfuerzo por lograr '·una v:isión,andrógjn;n,del futum [ ...... _] basada:, sobre todo, en lo que~signifi€a ser humanQI tout court", una' :visión que consideran necesaria parai que' el trabaj()~ trate "todas las fon:nasde hdesigualdady.lajerarquia..~'_55e

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11. El concepto de posición estratégica en el trabajo: su origen y evolución

A PRIMERA VISTA, como los det.~lcs de ,~ua1quier lugar d~ ~bajo .' industnal, los detalles de nus estuOlOS sobre el mOVlnuenco

obrero en Veracruz pueden parecer abrumadores. Pero subyace en ellos un método que, espero. los hari inteligibles .. Deriva, en primer lugar, de mi propia investigación de correspondencia y nóminas de las compañías, archivos públicos sobre industria y trabajo, prensa comercial y profesional. y manuales de ingenieria, pero también, en -igual medida, de las lectur.as esporádicas y autodidactas que he hecho durante los wtlinos 35 años sobre temas ajenos a la historia obrera, ninguno de los cuales pretendo dominar, como sociología industrial, historia empresarial, economía deL crabajo, administra-,­ción científica, sociología, 61osoha, teología y antropología del crabajo, teoria de la interacción, arqueología industrial" geografia económica, teoria de las organizaciones, historia de la tecnolo­gía, teona empresarial, economía institucional (tanto "vieja" como «nueva"), el "nuevo ínstitucionalismo" y relaciones industriales, así como obras de ficción, poesía, memorias y periodismo acerca del trabajo (si es "periodismo" lo que escribieron Henry Mayhew, B. Traven y James Agee) .. El método se fue revelando a partir de esta revoltura acumulada cuando comencé a dar clases sobre histo­ria: industrial y obrera de Mé:x::ico y cuando releí los textos deJohn Dunlop sobre las relaciones industriales. Pronto concluí que Dun~ l\Dp dio con el concepto clave desde la primera vez que ,escribió, su "teoria", hace ya 60 años, y que nunca falló después ..

No se. trataba de la, "red de reglas", por mucho sentido que eso pareciera tener .. La clave de Dunlop para entender históricam:en~ te el trabajo industrial fue el concepto de "gosición estratégicaL: (strategic position)} pues. estas posiciones siempre han. sido ]a, clave de las relaciones industriales y de la organización. (o no organiza-

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50 POSIC1ÓN ESTRATÉGICA Y fUERZA OBRERA ..

ción) de los obreros.$ La: teoI:Ía:: de Soffer. fuspiradl: en Duolop pero daborndaen su contr:l, mutiló~ la. arg:..:znemación original, plagió sus ténr.inos y estableció la fig..:¡:ra de los "obreros aucónomos", cuyas "habilidades estratégicas" en la producción los co.locan en

. •. '"posiciones estr:ltégicas" (es la teoría que acabó adoptando Mom:­~J;t.~ gomer'f y, a partir de él, muchos ITlás en casi todo el mundo). La ob argumenc<lción de Dunlop no era ni prescriptiva ni excluyente:

quizá por ciertas cali.fic;lóones --aunque explícitamente no aebi­do 3. ellas-, pero siempre dentro de UJl "marco tecnológico"" es decir, '~dentro del proceso productivo", sus "posiciones. estratégi­cas" eran cualesquiera que les perrnitieran a algunos obreros dete:­ner la producción de muchos otros, ya sea dentro de una compañía o en toda una economia, como los corneros o los estibadores en r94I-I945, algo que podría entender un economiStá. industrial o un inge1".iero, pero no un sociólogo, Alú Dunlop me ofreció· el concepto que tanto había ansiado; que había tenido· sobre: el' escri­torio tantos años sin darme cuenta, una idea que va más allá de' las "relaciones sociales en la: producción" o las "relaciones> sociales' cid trabajo"; simplemente la idea je las r~J;¡dQ¡;;¡k§ ib.du§triales o mate riales o' técrncasMe la: tff;pducción¡' que ahora vo pbdía'Qpt:arcoIDo "relaciones técnicas d~L~Erog-1,l$:.~J.Yono ponderaba, la base ViaS;:;:peres~~QueriaJ obviar ~pot" un· tiempo) las rélaciones sociales en favor de-una visión abstracta, parcial,:peroitambién, y por lo mísmo, especial, de otro, tipo deconexiories,' queria~pensar (en abstracto) sólo en las fuerzas de laproducc:i:ónsiNcronizadas en el espacio. Hay que.s;¡¡¡brayarde maIilera~muyaara qtle.estreniétodo de análisis rro proviene de la teoría dejtlegos~ sinotCie' la:histotiaini­litar, y que no se trata" de povimient0s o,ac:Olllodos: dentrod,i: UTIi matnz, SIno de ganar una guena,)' COFolario'::simconorirnierrtonie

\ \. las posiciones e$ffiil:egfcá,§~Q\1.hy esirateg]:~' ',> .' .~ ~am.bién ~h~y que=d"éja;fr~~y:~~-;~~,;;; es :una argumentación en contra de la historia cultural: o; rnoJral o 5ucial o 'comercial:: o· poli~ cica o legal o religiosa o ideológica,deI<trab9jo>.(aU'Jilque esto~HO tran-'­

quilice a los cultu.r;ili:stas) .. Tampoco:, es u.tJa,.a:rgmnentacióu<enrcontta de la idea (más bien, el hecho frecuem:e), de que: existen. posiciones

El. CONCEPTO nE POSICIÓN ESTRATÉGICA E."'i !EL TR.'\BAjO

esrrategtcas en senoao cultural, moral, social, comen:ial, politico, ieg;rl y demás. así como estrategias rrazadas en :función· de ellas,' La intención inrnediau es sólo abogar tlrrlbién por ias- historias indw­triales o técnicas del trabajo, para poder ;,'el" en cualquier estudio qué tipo (s) de posiciones estratégios ocupaban ios obceros (si es que ocupaban alguna), induidas (si las hubiera) las posiciones industrial­mente o [écmcamente estratégicas, para de ahí poder determinar si los obn:ros en cuestión percibían o no sus oportunidades y si hadan o no todo lo que podían con elbs, y poder explicar. finalmente; por qué hadan cuamo hacían, ni más ni menos. Historia real, vida real: en las largas luchas colectiv-:l$, uno usa, en el mejor de los casos, lo que uno logra percibir que puede servir de algo; generalmente, uno pierde de vista buenas oponl111idades o las echa a perder o incluso las aprovecha sin sabedo (y mucho menos cómo o por qué); es mejor aprender a reconocedas rodas y sacarles el mejor provecho.

Sin embargo, mi intención última es muy distinta y más, am­biciosa: es demostrar que agregar este punto de vista al: estudio de los conflictos industriales modernos no, es un simpleaditarnento; ya que c~ ot..-as perspectivas porque les' da un nuevo enfoque(d del. tr.lbajo, !i revela esa fuerza especial que es la mano de obra e~earéCtiva. Todas las demás fuerzas, :sin importar si su sentido es c-cltural. 'moral, social, comercial, político, legal, religioso o ideológico, son las que pueden tener (o no} todas las clases, cualquier clase. Por eso, entre estas fuerzas; que S0il tantas:·y provienen de tantas partes, siempre se ve: tanta, confusión, contrá:dic'­ción, conrroversia y discusión continua. Adiferer:n::ia de éstas, la, que se ve en el trabajo es la fuerza 'específica y exclusiVamente obrera; a final de cuentas la única fuerza obrera. Además; y a· diferencia i de las otras, la del. t:rabajo es fuerza no sólo en senrirlomositiyp; por lo que apona, por la producción, sino también, yen esto ra9ica: ·10 más especial, en sentido' negativo, por lo que quita o reSl:a aJ~ pro~

ducciÓIl . .c:uan<Í9 a's~Fo:Eili~?~s, muchiSuno en elcas~as P-~fisiQ~ti1~~ ,:r téc~c~~m;~te~cas:.'Noes· uñ¿:-f)ieiza q1.:íe se pueda agre<§.Jr o smtituir libremente. La otr'..s buscan: Cumplir varías objetivos, corren por todos lados, aborrecen el vacio:' si una

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52 posrcrÓN ESTp..ATÉGICA y R ... )'ERZA OBRER.A,

desaparece, otra llena el hueco y sigue h. discusión~ Si desaparece: la fuerza ob:re:ra, en, calnbio, se: abre un vado que: ninguna otta fuerza (sin ser obrera) puede llenar~ al hacer que disminuya la producción, se impone sobre las corrientes cultu..-ral,es. comerciales. pOllticas, y demás, activa unas, anula. otr...s. Únicamente' la negación obrera tie­ne tal fuerza definitoria. a la vez critica y decisiva.

Para ttaC'lr de evitar mayores confusiones o malentendidos. ofrez­co aquí un ejemplo real de la época, de Dunlop. que refleja el aúMisis industrial y técnico al que se refería. Proviene de la gnm huelga de la UAW (United Auto Workers),la unión de trabajadores automotrices y aeronáuticos de Estados Unidos, contra GeneraL MotoES. (CM) en Flint, Michigan, dd 30 de diciembre de 1936 al LI' de tebre..'"O de l:937.~ EstaoperaclOosóTctescomprenslble en tér~ de una cam­p~ masiva.; nacional (internacional, en realidad),. rápida. y cons­cientemente histórica en la que p~ciparon várias clases, mercados, círculos sociales, políticas, culturas, ideologías, religiones y persona­lidades, todos en una conmoción crítica, así como divisiones indus,... u:iales y técnicas, del trabajo, con complicaciones tremendas. Cada una de.las principales oartes. en el. conflicto, tenía'..<iT', es, trateO"'Ía que

..L • r::-/ b'" ,

podía ~~E.~a)-1.:~~~~_~s:!~~"~<;.~w~ti...'Sl.:.,,g:E~aIé]~~.i-simultán.ea.. y _~~~~.~bía :.:?l?-cho,en j~~~o.? .~?:~,~t?ltigia,~ra:'.mw.~Übiª,!~ llidia en Fünt se' dio en variQs;,el~r:p.entos a h vez, .. 5, Sin elllbarO"o ,son

,' ...... , ....... ,.-.•.•• '-. ~<' .... '(-'''''''''~.~ •. _-,>- ~¡'_""',~~ _~'-'-', '0'" <:::r ,

aSomóioi;h.;:;nente daEaS las· diferenóas emre;' los' distintos; "conteXtos'.' estratégicos, (en el sentido de Dunlop), En! 19'1S,. dentro, deLnue~ va <4 conte.."'rtO" politico creado' por ,la: N'atio.nakLabor, Relations:¡Act (NLRA:), una ley, que otorg6 a: los trabajadores, el derecho" a-sindieali­zarse Y' negociar colezrivamente~ el gnlpO' que finaJinente em:a:bezó la huelga contra: CM tomó una,grc1frdecisión¡·estratégica.:· presionar para que se for:rnaran 10 antes, posible sindic:aros:por: ramo industrial en las grandes corporaciones7 de: las industrias, autolllotriz 'Y' siderúr­gica estad:unidenses~ Entre' las prinópaJ.e~.razones,para comenzar con estas industrias; de, p:r1JJlducción'rllasiva; (~riE¡, U.óndustria ciga:rrera:~ por cjernplo~ o la text::il •. h:cery:ecera,; la jabonera. oda. petrolera) estaba

sili:dud& d. n~~~~$~::ria..q:2g.~qJm'~~nía:~(~.i'"t.~500000' en

4~!:.llg~Pi~ .. ~~t9~~?,tr~iZ::X',;9.~~?:,~~~~~:~~~2,~~rúFg:i.ca).".g~Z:!~!?j:~n " .. '""-..... '"""'-'<".~, . ..-~ ....... ,.-.:.,

EL CONCEPTO DE POSICIÓN ESTR}\TÉGlCA El'iEI.tRABAJO 53

la: taZón estratégica de que la producción: de automóvi!es:.reqlleria . ~ vez mas ~.cero. que a su vez, ~queria ClrlJ6n;., cl.emodb ~u;ros ñUev~Cltos por ramo industrial se coordinarían con·éI".ñññ~ guo s~~olndÜstt-.§· de'Tá~n~ria _qe_~~~ h'-Unit;'J~-;;g WoÍ:kers of America (UMW, a la que estaban ~de los 650000 mineros de carbón), para formar una(aQanza:indus~Jddi-

re~y'. ª~e~.!l.fº!!m! deL~"~Rir~t,l\.4~~ ~~. ,S~~-?~~"P?~e~, l.~, .. alianza tendría la posición lm:iustriahnente. más ~natégica del :eUÍ5, Po.!3L~~~kS~[9lm'~i:.hay~fii~S~lr n _. • •• - ,- .' • - ,. 0._' .

-" La UAW, organizada en abril de 1936 para COtnenzar la..campa-ña. en la industria automotriz, pronto decidió atacar directamente la corporación más grande de ese ramo. Propiedad de Du Pont! l\r10rgan y administrada por Alfred P. SloanJr.; la colosal y delicio­samente rentable General Motors estaba creciendo rápido~ con­tratando sin parar, produciendo automóviles y muchas otras cosas en 69 plantas ubicadas en 35 ciudades de 14 estados de Estados Unidos, pagando a I72000 trabajadores y vendiendo 37% de los autos y camiones del mundo, ¿Por qué no elegir una com.pañía'más pequeña, como Chrysler? Estratégicamente, el problema hubieran sido los mercados (costos y precios, no un problema. industrial o técnico). Una victoria de la UAW en Chrysler no hubiera: durado, porque la pequeña compañía sindicalizada no hubiera resistido a los gigantes prácticamente no sindicalizados, GM y Ford, mientras que una victoria en GM.Q...É2.E9. Eroba~kmelJt;e...obJ.ig;;u;.Í~t.odaslas_,

demá:., COlllE~ª~S a. a.s~,~,}"~, ~~g~sj~~i<2_~~<;.?~~~::ti~~..:..:~~_?E.~~~--:EQ dirigir la huelga al otro gigante, Ford, detener su gargantuesG.~-_~ .. razón llletal úrgic o en River Rougey tratar ,de ganarse a ~~.; trabajadores automotrICes concentrados ahl (la. mayor concentra;.. ción obrera del mundo en un solo punto)? Entre las' principales razones estratégicas en contra de esta alternativa, adernás, de que casi no había miembros o agentes de lauAw en dlugar, de'que~los existentes esuban políticamente divididos y de la "cuestión raóal" más acerba de la industria, fomentada por· 'la 'FoFd entre)'. ~~ obreros blancQ.~y' 10000 negros; es deciIi, además de las. des'ilentajas s~]2.QÍitih~~ .•• ,.,]ltmAjes. es.ta:b..a..l.~¡;iesvemaja de, que: Ri:ver

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54 POSIOÓN ESTRJ\TÉG1CA Y FUERZA OBRERA

1 Rouge era el complejo industrial con .mavor .int~~Qg. ~a

{ del mundo. Pn.camhio 1Jloqq~, GM.e:;a,en\co.n.LU:!.1tp más ende, ~u descent:ral:ización mate¡íal la o;ac!a l:~~~~me~ más V'..:Unerable.:..

. El grupo hu~<TU.ista. de la UAW (principalmente comunista'», había aprendido en movilizaciones _ anceriore: que roda la producción: de automóv'..les de CM' dependía técnica:mc:nte:de diez plantas •. Había dos en Detroic, para los Cadillac. Las otras e:ran Flsher Body 21 y Fisher Body 23, también en Detroit (la 21 para los dispositivos pa..ra ajúst:lI: el corte de las matrices y la 23 para la ma.yociade las matrices .de las carrocenas CM); CM Toledo, Saginaw y 1Vluncie paradas tr:ms:m.isio .... nes Chevrolet~ Clevdand Fisher Body para las carrocerías .. Chev:y; Che~TOlet núm. 4 en Flint para los motores CheV'j, y. Fisher. Body One e...."1. Amt para las piezas de carrocería de Buick.,. Pontiac Y91ds~ La UAW le provocarla un daño mayor yrnás rápido· aja, cow...pañia. si cerraba Cleveland Fisher y. Fisher. One_ Comparadas con": 4t:planta luis.grande de CM, la de Flint Buick,. con 16000" trabajadores. .... estas dos no eran grandes.: 7200 Y 75°0 trabajadores respecti~enté,Sin. e..:nbarg2~.(f2ruq,Jul?ieron.~~~?,.l~.;:~~sr:s de'.Detroit),:~tenían l~~~~,2~~.:...maEi~~rocena&'fero~~s r:nodelos m.á..,;,;.::e~~9.,".?~Si CM hubiera: tenido bastantes'partes.def,~~ ITocena en bodega, $~~ubiera requerido una,hue.lgamás latg;l,delb que: hubie-.-ra. podido sopox:tar el sindica~o,.Sin.ernbargo·,ipor:,EaZOnes financieras: y técmcas (el costo ,de alm.acenar,piezas,tan<apax:a~,?~;}S)i:" Einguna compañía" embodegaba::. partes, <de c~roceri:a'.;.DadQ" ek$:c0u,:-;-. texco".técnico de GM,en ese: morne~t0"si1QsJ!abajadoresAe~:Cleve~ Fisher y Fisher aue Ifarahap [email protected]:;:l.ig&-ciana'·.lo~e::: ¡;:;,ás obreros. de s~tas.adsiaFde tr;.;.bL~jD;o'9..1::!;.,~~~0;"ti~Q ~~ié,,~=?~~~~.~'!@;"C~~~~~~~-¡~~~~~~#h~ a dejar de trabajaE, de '. , . ctión..,de; ;;rreded~detr~'~as aártes:de 1(;)5, T2e' . 'QS' e,Gl-K.,..,~ . . :

~,-~"""',"",-..... ,~_~,!-<~,,,,,-,,,,,~~~_.,,.¡;,.v~"~~ '¡¡a;t:¡ ~r.~ 0ZW;"~~~~;'(~~~-;:.v .-: "

s~crpia R~~Pfig.. T écnic;mnente,Jas', 8?siÓcmes ' más .estra~gicas.~e ~ - .

Gl\¡t eraR las, que, 'conaolabaLJi' esas, matrÜ,es,,-de::1TIode\.O:il..e: la ,{JAW:;cen~ cró .sus;fuerz~ sobt;e .;::odo,~n~estas- p0si0(\)n~s .. N6tese~Jo .iInJ:?9~~: no· fue la ubicaci6n,.~gráfi.Ga,Jas:;9QO~~na~;~n~u~ si;>!~~',~J?<?s~", cronamiento· globalt sino 'la gosición en la: div:isi6n1t'éc:ni~del"~baj;'\

~~ '. . .'. - "." $o'U··. z tJ .3 l! . $Q¡jQ;'J

EL CONCEPTO DE POSiClÓN E..'ITRATÉCiCt\ El."'4 .EL ~AJO

En noviembre aparecieron OtrOs ··COllte.."ttos:'::' GM 'p~.J.t.un.

bono justo antes de Navidad. y el día de· Año-Nuevo un de:mócr:ata, defensor de [OS ttabajadores asumiría su cargo como· goberr:l.adorde Michigan., 10 cual incluia quedar acugo de la,Guardia. NadonaI.en el estado donde se ubic:1ban siete de las diez plantaS clave de GM •. Para mediados de diciembre de 1936, la UAW tenía suficientes miembros. --quizá 750 en Cleve.!a,;-:¡d Fisher y 1500 en Fisher One-y su:ficien~ temente concentrados par;¡ cerrar atnbas plantas. La' mayor.ía de los miembros y muchos otros tr:lbajadores confiaban. en suslirigentes locales (particularmente los cOffith"1isras). En ninguna: planea surgió la

,"cuestión racial", porque los blancos diÍÍ<-"ilmente huhie:r..n podido encontrar algún obrero negro para acosar. El lunes :28 de diciembre, en el prL'TIer ata.que posterior al bono, los trabajadores de un área de controles eléctricos en Cleveland Fisher "cortaron la corriente~' Y'se declararon en huelga de brazos caídos; algunos trabajadores de otras áreas hicieron lo mismo v al anochecer 2J~2 trabajadore$;,tenian la: planta tomada por dentro. Ya tarde el miércoles 30 de diciem-:: . bre,. en coordinación con Cleveland ya partir de la afirmacién. de que CM estaba por retirar las matrices de Fisher One para usarlas: en otta. parte, unos 500 trabajadores del departamento de soldadura de Fisher One (el área llamada body-in-white, que produce la carrocería desnuda o carrocería en esqueleto) tomaron la planta (incluidas las matrices). Algunos obreros de orras áreas se les sumaron y juntos pararon todo el trabajo desde dentro~. tomaron el control de h coci­na;, la· planta de energía y el sÍsterna de calefacción yr prepararon sus defensas. Para el 3.. de enero, los dirigentes locales habían adoptado púb¡jQlw~~~ii3illa1:í()··:-de~1a-·"'e:stt:Ú:~i1i'··~6"'~~"--~~"''':~··,:,'''' ~""'Dados todos los "contextos" del.momento;.c.omo la.:tolerancia de' la: huelga por parte del nuevo gobernador de Michigan, la, UAW

mantuvo tow..ada la planta Fisher One por 43 días con· sus.,no~hes7 A veces .había menos de. cien ·trabajadores en "el. plantón;' (the" sit'­dow .' . ocas veces hubo hasta mil, pero tenían mueho' apoyo organizado afuera, ant' . 1: eOIDO. en· otras.- partes. Al ti.ero o' :u.e· :ue. xten"üa a otr...s plantas de GM',' la, UAW' levantaba

<L.tras huelgas que pod..rían frenar la producción e Ford o' Chrv:sler:.

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56 posrcrÓN ESTIV\TEGl.Q\ 'C FtJERZA OBRERA

Finalmente quedaron: paradas -J:7 planeas de CM (nueve de ellas en huelga de br.u:os~ caidos)~ iocua! obligó el cierre de ottas~ 34 por 6lta de partes .. Para el 2 de febrero· habían dejado de trabajar más de 135 000 obreros de. CM yen enero· la compañia habia producido sólo una cuarta parte de 10- progr:nriado. El 11 de' febrero de 1937, CM

reconcx;ó a la tJAwcomo el agente de negociación colectiva de sus miembros en las ITPfunras paradas. Esta huelga, cuyo punto de par­tida fueron las matrices, concluyó con la celebración de la ",,-icioria" por parte del sindicato. Al cabo de un mes, la UAW tenía r66000

afiliados. !§L 2 ~~~. 4.t? .f23.7~~ evitar un~ huelga estratégica Qomo la de la induStrjo autommriz....la.:..com.pañía. sidenn"gicaUS Steel reconoció al Steel Workers C?r~~~~~ C?mmittee (SWQC;

Comité Organizado.r de los Trabajadores Siderúrgicos) como agente negociador de sus afiliados. Apenas el 12 de abril de 1937, después de las dos victorias industriales estratégicas del nuevo movimiento obrero, la Suprema Corte de Estados Unidos decidió (por Oncovo­tos contra cuatro) qu.e t~ra constitucionaL Para.el rO de mayo, la UAW y el swoc terua;;:-éa'"da. uno alrededor de 300000 afiliados y la UMW tema otroo!> 600000. En su primera conferencia nacional,

r en octubre de I937. el Congress of Industrial Organizations (ero: , Congreso de Org;u-nzaciones Industriales de Estados U nidos} repre"': j sentaba quizá a tres millones y medio de trabajadores;. '7 .- • Seria' incorrecto concluir este ejemplo de 1937 sin: obser:varquela

torneria y el ma1:l::i.zaliio siguen siendo actividades altaÍnente estratégi=: c~ en laspstrias de manufacturasmetilicas.,,'y lo siguen, siendo. en Flint. E(¿ 99ya hiritelga de la UAW en Elint: MetatCenteL',. planeada por otros asuntos, ~ó cuando, GM retiró las matrices. de: la:,.planta.: De los 3 400 huelguiiscas iniciales de la. planta. Flint" Metal Fab,. el;rno­vimiento aumentó 81 :5 800 con Flint East, una ffiaquiladora,de.pa:lites~ y finalmente obligO el cierre de 27 de: las. 29 plantas ensambiadoL'aS de la compañía en lNorteatnéric~, detuvo: la producción. de,otros 180000,trabajadorei> de CM y·en.los 54 díasque~duJ:"ó~redujo,en 2;200 millones: de dólares les ingresos de la< cornpañía',Lac htrdgac'concluyó cuando GM" devolvitÓbs: matrices y acordó,hace17inYersioties~inip~~ ta..'1.tes en las· prensas de Flint,. algunas de las:cua!e$ realm.ente hizo;'Z'

l' ,,0, I - J .'\ .a ~ ~ ~ LO V~1-1.. 't ~;,o~\ lJ¿Y; '-i ..

EL CONCEPTO DE POSICIÓN ESTR ... A.TÉGICA EN EL TRABAJO

La noción de usar una posición estratégica en un conffictO' lar-boral quizá se rem.onte a la misma Caída, cuandoAclán~. aún' en e! Edén, negoció con Dios. "Cuando Adán oyó las palabras 'Espmos y ca:rdos te produórá', en relación con la tierra, brotó el. sudor de su frente y dijo: '¿Qué, comeremos mi ganado y yo del mismo pe­sebre?' El Señor se apiadó de él y habló: 'Con el sudor de t"J rostto cOITleru el pan '" . s En cualquier caso, la idea ya estaba del todo presente cuando grandes cantidades de mano de obra y capital se enfrencaron en la negociación de' salarios en el mercado. de trabajo, donde había "cuerpos de reserva que los patrones podían cOTIlprar a bajo costO" Y La idea esruvo muy cerca de expresarse en la agitación continua que se dio en Gran Bretaña por la "aristOcracia obrera" (the ariswcracy of labor). Ya desde entonces, 3lgunos se dieron cuenta de que el asunto iba n"lás allá del mercado de trabajo, que llegaba hasta la producción. En relación con una huelga de hilanderos de algodón realizada en GlasgoVl en 1837, el comisario de Lanarkshire se quejó de que "cada uno de los hilanderos que se fue a huelga [se trataba de los operadores de las hiladoras mecánicas, obreros. calificados que hacían funcionar las máquinas TIlás complicadas de la fabrica) dejó sin trabajo de seis a ro personas (de la fabrica], anudadores, ovi­lladores y otros" _ ro Poco después de que los "obreros aristócratas" obtuvieran su notorio apodo, una comisión real británica, creada para estudiar la manera de gobernarlos, descubrió que su fuerza «no O úecesariam.ente"·provenía de que fueran "los más calificados.", sino i-­de'su "posición" en la producción, pues podían "detener a muchos otros obreros, aunque muchos de ellos sean más·calificados".n

. Además de la argumentación moral de Adán, con la que obli­gó· a Dios a ponerse a la altura de las circunstancias, aquí ya hay indicios de posiciones comercial, cultural, política e industrial o técnicamente estratégicas. Quien ocupe alguna de ellas tiene' una ventaja en la negociación, pero las diferencias· adverbiales entre unas y otras son evidentes e im.portantes: Desde una posición co­mercialmente estratégica, unos pocos compradores. o· vendedores (en: un mercado de trabajo, son unos pocos, empleadores 0.·traba,:... jadores) pueden afectar much0s intercambios:. Desde una: posición

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culturalmc!!ue: estratégica.,.losmás<resperados pueden. validar ciertas relaciones soóales y desacreditar otras~ Desde UIla: posición políti.­camente esn:a:tégica., algunos po!.í.cicos pueden hacer que muchos oaos aprueben leyes en favor de sus partidarios o. traicionados. al apoyar a oaos. Desde una posición i."1Gustrial (entrecompañias)' o récruca.'Tlente (dentro de una. com.pañía) estracégica:, algunos obre­ros puede.."1 provocar (o impedir) U11a concatenación de' interrup­ciones en la producción ..

El disc¡;¡r.;o socialista temprano estuvo a punto de llegar al con­cepto de posióón estratégica en el trab~o con su noción general de la contienda. entre el capital y-los trabajadores . .Engels explicó cómo en Inglaterra. "en la prevaleciente guerra de todos. contra todos!:, el capital desplegaba su «reserva de trabajadores desempleados". I'> Más belicoso en el lenguaje, el "pacifista" Considerant, atacó' el nuevo "feudalislll.O índusírial yfinancíero" de Francia, que gobernabajsobre "las masas privadas [. O"] de 'armas .industriales"', Describió< un."gran campo. de batalla" en el que "algunos. están educados, avezados, en la gU.erra~ equipados, armados hast:a. los dientes [ .. ,.], "'poseen un g.::-an tren de provisiones, materiales" mup.iciones, y: máqmnas de guerra [y] ocupan todas las, posiciones:',rr.Jentras que oeros teman que limosnearles·el tr.abaj.o"I3 Del mismo.IUodo;.en¡S:4:S'>Marx"y Engels, siempre pensando escratégicarnem:e, desGribieron <~ÚOSgliari,,­des campos hostiles;' en Europa,. "ejérótos;;inclustriales':completos~? y "la guerra civil ntis o menos. oculta; qu~, está, o'currienaor,en,}a sociedad". '4. Más, tarde'" Marx,dedararia~ que ~<induso,:el':v;¡lás',.eJDn'-, diciones politicás rná:s'.íavorables, cualqtiier;~xito seri€rdet Fmleta.c.., riado depende de un:a" organizacióu'que' amiñque: y; ,concentre.' sus fuerzas" y; escribiría a" menudo, acerca de;, "las"luchas: de:; g:uél':J:illa entre el capital y la: mano. de .obra'" ,sin ·disting¡::rir,entte" laS, ~auc:ha&'::: en el mercado y las ""luchas" en la producciÉH1;,:~5-.;.,.:-; -:-.:._~;,:" :.:':. ~,;

,Así fue' como cÍn::r..lló: la, noción en Gr-all' Bretaña;; entl"eJos,uue,:­vos' "cienth"i<:os.social1es~: y 10s,.',~economistas;po1ítiC0s~?, :Uno,'de,Jos, pri.mero:;, hablando. de~ios¡ sindicatos", británicos e..1:l:la, década,;de": L850-;<

dijo que "lasL htlelga:!s;,. Qcupan: .endas,~r.elaC¡;~Qrles' entre:pattón,YI.em,,;. p1:eados el misU1Q'l:ug::u;;:<'lue-la;' g:uerr~bei:l! las:.relacioBes' ~ntr:e~,Jos'

EL CONCEPTO DE POSiClÓN ESTRATÉGICA EN El,;'f1'LaBAjQ

países [ ... j. El miedo cO.osom:e a la huelga es lUla im:errupción tan

grande a los negocios y un obsciculo tan grande al. trabajo de una industria como lo es el miedo constante a la guerra para los nego­cios y empresas dd mundo",'" Otro, una autoridad en la cuestión laboral en Francia, declaró: "a como escin las cosas ahora [en Fran­cia]' los patrones y los trabajadores constituyen dos ejércitos en formación de guerra". '7 La noción apareció por prim.era vez (hasta donde sé), aunque fuera de pasad., cuando se le llamó "guerra ino­dustrial" a la serie de huelgas que tuvieron lugar en Gran Bretaña en r860. El econow..ista político que destruyó "el fondo salarial" observó que los obreros en huelga "han [ ... ) revelado una,apre­ciación juiciosa de la estrategia napoleónica. Su práctica favorita consiste en Inaruobras que han nombrado, con mucho tino. 'luchas sectoriales' (seaiorlal icruggies)". ,6 U na década después, los l\ilarshall razonaron en el Husrno senado, aunque con un objecivo distinto, que no era el de "estrategia", sino el de "política": "La función de un ejército no es hacer la gtlerra, sino conservar una paz satisfac­toria. (, .. ] y aunque en todo sindicato hay siempre una facción bélica, los miembros más fríos y hábiles saben que declarars'e. en huelga es confesar un fracaso".'9 Edgeworth tomó la "competencia económica" en general a la ·"rez como "guerra" y "paz" Y' explicó que los contratos que implicaban "combinaciones~', como'el '.'sin­dicalismo", eran "indeterrrunados" y se acordaban mediante "rega­teas evasivos [., ,J, planes. cont'u.Il1aces" o por la füerza, ~o jevons·, ql.le también entendía el "esi:ancamiento" del mercado, se sum.ergió· en las profundidades del "esuncamiento industrial", es decir, en. la producción, donde percibió la amenaza de la ."traición industrial". Advirtió que, peor aun, "una gran huelga [ ... ] podría asumir el carácter de una traición social [ ... J; una huelga realmente tOtal, de mineros de carbón colocarla al país en un estado de sitio 1;an com­pleto como el que sufrió Paris con los ejércitos alelllanes'·',ZI

Casi una década después. hablando en términos de intercambio": 'ft quizá en respuesta. a las ide'.lS. de la Socieclad Fabiana sobreJa. ':gl:leEm

de clases" y los "hechos", 1\Lu.~ Marshall mencionó por primera vez

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"

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(hasta donde sé) «la posición esttatégica. de los trabajadores".= En­marcó brevemente el concepto para. el mercado' laboral: "la, fuerza es­t:ratégica. relati,,-a dd empleador y el empleado puede determinar en cada momento las partes en que se divide el ingreso neto agregado de la i''1.dustria. {Al negociar, los sindicatos inslsricin en] CODSer'.t-:lr sus ventajas estratégicas". ZJ Dentro de la' postura de la Sociedad Fabiana sobre ia decerminación de ios sabrios. los Webb no tardaron en seña­lar lo mismo como ~'posición estratégica r ... ], fuerza esttatégici [c •• • ],

venoja esr:r.u:égica'''. "-4 Otro fubiano 10 planteó de forma más precisa: "el éxito, va sea de t;[email protected] los empleadores, depende'" de laposición esrr;tég:iCl de ambos patt~~ traba...;. _~T:Jn canadiense seguidor de Marshall, "el primer economista

del trabajo de Cao.adá", sostuvo que la '<proporción del producto" correspondiente a La mano de obra dependía. de su "poder para.llevar a cabo la amenaza .], para retirar [ ... ] la cooperación" del capital; "para imponer su ;:¡¡¡¡nenaza de 'declararse en huelga"', y sólo le faltó. decir "poder estratégico" para argumentar en las mismas lineas.2Ó M"'-' gunos años después. analizando el "combate industrial"; Edgeworili descubrió las "razo[1l;es estratégicas" del capital para demonrr un arre-' glo con la tr..ano de obra (estar "mejor equipados para un sitio [., .. ) en caso de una hue1g;;a").27 En la quinta edición de· sus Principles'(I907), Marshall volvió dciinitivas sus· ideas acerca de la~ «posición estratégic­ca" de los trabajado;res y su· consecuente- "estrategia" ,28, • .:'\1 igual! que él, Pigou, su mejo!r discípulo en el tema.obrero,-concluyó,'que'en algunos casos, ia negociación colectiva p0díacproporcionar: "una-dara ganancia estra1:égiCJt para los trabajadoresI'; pero: que'en otros €as0s·1e:i podía provocar t:ln =,daño estratégico".29 .-, '.'

En la Europa 'Ü,(}utinental, los- eeonoinistas:políticos":se:quedar'on atrás en la adopciólDl. de términos militareso- para:, k>s. conflictos" de' las clases, industriales;. i.éon Walras, aunque':estabteció d "punto- de vista esrratégi,co" del ~: francés en relación con los .. ferrocarriles (para; la "defensa nacio~"'~), manejó los conflictos relacionados con "coa­liciones" o "e:rnpn:s:u:ios" u obreros: simpiemente:colllo:'ÍÍ'ltimidatiOtl;

menaces o violences 4:.-mrues, es' decir, á, lafo!,or.t:des-i'v.lolly'lVla~ires, Señaló la puissance (potevriill) tanto' del: capital: como de:::la' manO'd.e;obrá,

EL CONCEPTO DE POSICIÓN ESTR.I\TÉGlCA EN El:. TR8.BAjO

pero no percibió su "estrategia" en ninguno de los dos casos.30 Lo más Que tomó Pareto de la jerga milicrr para hablar de contiendas ind~ trlales fue la spoliation (el despojo), y no considero "estratégico".nin­guno de los planes de acción industrial, que describió como· "obli-

. gar" o "3.IIl~.JI Los ¡¡le.wiIJo j¡afluidos menos por el rnaocismo que p~ssall~e,IJ re~~~§ íVJacht'Jeri#il.Inissc., las "relaciones de fue~recOñOcieron el l\1acht tU oder fuerza otenc..a" de.las

mas industriales . .i;l lVlientras SchmoUer se preocupaba por el Terro­rismus de los patrones y trabajadores, por "una lucha terrible", "'un estado de guerra" entre ellos, Adolph Wagner reflexionaba sobre los Atlachifaktoren ("factores de fuerza") dentro del mercado de trabajo,J3 Los colegas y alumnos de estOs profesores se interesaron igualmente por las IIlIachtverhaltnisse ("relaciones de fue~a"), aunque también por ÍaNlachtlage ("situación de fuerza"), la J\lJachtstellung y i1t1achíposition (ambas "posición de fuerza"), y aunque todas son estratégicas enlas Lohnkampje ("luchas por elevar los salarios"), ninguna fue definida e.."'<Plícitunente como" estratégica" . H En alemán, esta palabra se usó por primera vez para describir posiciones industriales en la traduc­ción del libro de los Webb, poco después de su aparición original en inglés.35 Schmoller leyó el libro de los Webb, pero como seguía prestando menos atención a la fuerza que a la acción obligatoria·~_ es decir, la Gewalt ("coerción") o la Zwang ("imposición"), no men-. cionó nada "estratégico" en su obra maesrra de teoría eeonóIDÍca.}ó No fue sino hasta el año de la quinta edición del libro de .. Marshall que un profesor de la Academia de Ciencias Sociales y Comercia­les. de Francfort, recordando a Clausewitz, escribió. expresamente acerca de "estrategia" dentro de las Arbeitskam'Qfe ("luchas laborales") del mOlllento.37 Cinco años después, un alumno· de Schmoller y Wagner publicó su tesis sobre cárteles y sindicatos" en la que men .. ciona abundanteITlente sus "posiciones de fuerza" y su '<estrategia-de mercado" .}8 Sin embargo,. el ténnino no se arraigó. Al escribir acerca de la "disrribución del ingreso", en alemán y para alemanes, al modo 1Vlacht, el principal economisn político ruso del momento· elogió.· el «ma.tecial empírico" de los Webb,.lam.entó sU' teoría "débil einsigni,.. ficante" y pasó por alto la idea de «estratégico" o "estrategia".39 En

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POSICIÓN ESl"RATÉGICA Y FUERZ,,> OBRERA

la revisión de su obra maestt::r.; Sdunoller captó la palabra; Stmtegie en el teXto de su profesor de' Franciort"'f :a aplicó por fin:· a: las re­laciones industriales modernas,., lli-:ta sola vez,-!'> Décadas antes. los austriacos podrian haber imagir.ado los -'bienes comple:memarios" como "bienes estratégicos" . .¡.t Sin e..TIlbargo~ inquietados tanto como los alemanes por el espanto de Lassalle, elim;inaron las j\ifaihtveTltiilt­rlÍsse de los análisis ··puros" sobre el capital y la- mano de obra.~ Entre los análisis impuros, Wieser se refirió directamente al espíritU-y a fa fuerza o poder, y al explicar las economías reales reconoció un l\1lacht endógeno, "engendrado" en el desarrollo económico .. u Finalmente; el mismo B6hrn-Bawerk concedió que los sindicatos tenían "poder' en '"la lucha por elev--ar los salarios~': en "la prueba última de fuerzaS [ ... ], la lucha mediante la huelga", podían llevar (temporalmente) los salarios de sus miembros por encuna de su "productividad mar­ginal". # Sin embargo, sólo al hablar de Moltke fue que un austriaco escribió strategische .. ~j

Al igual que en Inglaterra, en Estados Unidos circularon amplia­mente las m_etáforas marciales para referirse a las- disputas industriales: Un general de brigada (retirado) del ejérc:í.to'estadunidense, que-hie­go sería el primer presidente de la Am.erican-Economics Association~ sostuvo que' "l~el~.f--]-so¡:;¡:...~pqp'ral'e~q.~as

-~~U~.ss1.2J:l.~r~~,.~_º,dicam&.~Q§l~~isz!;es _9"ti~ .. f~!,..ilita~1t~­rrecc~~:¿i,..~~.s:!!!;"~,~\?,~"'~.J2QM:siSQ~crJ:~.~9§:::46':El combátlvo mñry George le escribió al papa' León,XIIli que ,"los m:étodos fde los sindicatos] son como los, de un ejé:i:cito{!,,";]; pues la' huelga [:. -J es una forma de-guerra pasiva. [.:.] Cuando,los:ejércitos:abandonen el- hierro y el ploIno' para llegar ai a€uerd(¡)s' lanzárr<d:ose: pétalos de rosa", entonces obtendrán. ganancias; los. si1iJ:dicatos :qu€' sólol1eel'1tren a argumentos mor.ates, "Pero no· antes,': [lf'or.'ahol'a] ;las;ásoóaúovles laborales sólo pueden elevar los salarios'éor:r el' uso de la,fu:erza"'.4":'El joven v extremaciarrrentecivilizado,::F:iássigcnara¡ explicar ra:·'''heo-o.l.

.J "1 ..l. b

elación" de "salarios -particUlares"'; seretlri6¡ a: "las-maniobrasr[' ... Td!e los obreros".4!> En h,década,de':E890', ulTantig',:lO camarada-de: Mari: y -Engels,Sorge, inforrn.&acerca,; ddJ;'gerrerall'aro?' de]!; m:ov.:tñriénto obrero estadunide::nse, de su;"conceFl,tra~:ión de fi..lei:zayrurecGión.eÍi

EL CONCEPTO DE POSiCIÓN ESTR .. t\TÉGlCA E.'N EL TRABAJO 6:;

un punto de atlque" y de su «<táctica", pero no habló de estr.ltegla.49

Desde el otro lado, E W_ Taylor lamentó ia "milicmoa'" de los obre­ros y la "guerra entre la gerencia y los crabajadores".s<> 1\1 comeoz::u­el siglo xx, antes de la U. S. Industrial Comw...ission, dirigentes de la' A..-nerican Federaban oE Labor [AFL~ Federación de Trabajadores de Estados Unidos] y de la agmpación de los Kn:ights of Labor~ de mentalidad estratégica, testinc:lron en términos semejance::;;Gorn­pers se enorguUecl:t del '·ején:..-ito de mano de obra" y especificó que "un fondo de derensa es como !as armas y n1.uniciones".5'

Uno de los econorr.tÍs¡;as de la cOITÚsión, John R. Common~ fue (según creo) el primero en observar que la "mano de obra ¡'

no calificada". en este caso los transportistas de Chicago, aocup~ una posición altamente estratégica en la industria". 52 Y John Bates Clarkfue el primero (también hasta donde sé) en incluir en un libro de texto de economía estadunidense la idea de que Los sindicatos buscan una "estrategia" en su negociación salarial. 53 Sin embargo, con todo y los tropos rr..ilitares acerca del conflictO industrial, no circuló ni la noción de Com.ITlons ni la de Clark. Ya mayor, Taussig consideró que la organización industrial a "gran escala" era "serru­militar", que las tasas salariales eran "un terreno siempre disputable", que ahí los sindicatos estaban en "posición de negociar" y teman ~"margen para maniobrar", y que la Iabrica cerrada era "un arma poderosa", especiahnente en "una industria de- importancia crucial para el público", en la que incluso sin "el movimiento táctico de la v;iolencia", una huelga o paro "equivaldría a aJ.'lorcar a la sociedad y obligada a levantarse en ar:::nas,", seria una premonición de "ia gran lucha"; sin embargo, 10 mencionó sin ninguna- '"estrategia" o referencia "estratégica", 54~elogiar la restricción legal: a las huelgas en las industrias estratégic:ls canadienses, Victor'Crark declaró en noviembre de I916 que ~'las huelgas son como guerras" muy duras para "la tropa", son agonías que se deben evitar y no materiailes para el estudio dé lecciones estrar.égicas.55~ siguiente mes. urr dirigeu1:e del sindicalisrnoecono.t:nicista estad~nidense'declaró que "la; guerra industriaL tiene, precisarnell1:e~ el rrlls:rn:o carácter que-la: guetra:- real.; [. __ ] C uando ápare~e" ~;gó, . "10 .• h~ tal_:rp.9qQ.....q,.~~J2.:-

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POSICIÓN ESTRATÉGIC\ y R..JERZA OBRERA

sa cualquier levantamiento induscrial previo. dd.m.ismo modo en que la guerra actual anula la e:>,,-1stencia· de prácticamente toc:fas, las guerns que la pre-.:edieron".Aunque conocía bien las posiciones técrucam.ente más estratégicas de las industrias más estratégicas en Estados Unidos en esa época. nunca mencionó la palabra. (y mucho menos tomó alguna medida estratégica, salvo la recirada). jÓ Durante décadas, Debs y Haywood, los dirigentes del sindicalismo· indus­trial estadunidense, pensaron, acruaron, escribieron y hablaron de atacar con sus fuerzas los puntos industriales, débiles. dd capital, pero nunca hablaron o escribieron (hasta donde sé) de la situación "estratégica" o la «estrategia" de ningún sindicato. 57 Al reflexionar acerca de su estudio sobre "relaciones industriales", financi~do por la Rockefeller Foundation (después de la masacre de Ludlow en I914), un ex ministro de trabajo c3.Uadiense~ formado en Harvard, concluyó en 1918 que

con las luchas industriales ocurre como con el conflicto interna­cional. (. _ .] Aquí está la explicación de cómo grandes. cantidades. de hombres [_. -1 son puestos en conflicto . entre' sí y llegan a.odíarse unos a otros [. __ } y aigunos hombres, obtienen las, posiciones de controL Por ellTIomenro, tienen poder inmediato: sobre; OtroS hombres~ [, __ :] Emprenden la :aCCiÓR decisiva, que. genera confucto_. (:. -1 Los países no pueden seg-..ai.r, viendo CÓITlQ, g¡-upos antagónicos enlai industr.ia adquieren las proporciones y actitudes de, grandes' ejércitbs, oposito,:­res, Slll presenciar en algún, ITlOITlento un;, conflicto comparable a' la fuerza de esas agrupaciones rivales·_. ( ... ] Em: mu<:hos, sentidbs\,los horrores, de k g,..le]:Ta. internacional palidecen ante las; 'posibilidades de los confucnu\'S civiles nacidos de los Eidios' de.' Glase~ ~¡Elmunda' está presenciando <:'$tloinduso anora!.., .' ~;,"

Sin embargo; [ú,descúbió, corn0,:~'estratégi€aS"'lasl posiciones de controL industrial. Ei escribió a.c er.Cai: de'':' estrategia?'. industniall~5~

Elprirnerobrelt1¡:kquehe:sabidogUle:hay.a:expresado:.l.a:i'dea.entoda su: profundidad yliAlEilizando' propiam:entdat p.~b.q/'es~tegia;,:,\~e un sindicalist:a·foi!::lrIludable que trabaj:ó, alr.ededócdeChicagp,en:19.I9i

EL CONCEPTO DE POSICIÓN ESTRATÉGICA El'! EL TRABAJO 65

No. sabemos sí la "gran guerra" le inspiró el término milim:r;;¡;)ero WiUiam Z_ Foster describió como "estrategia"su idea de emprendei una campaña par.¡ ded.u-ar en huelga la industria siderW:gica.estadu:,.. nidensé y reunir a sus trabajadores en un soio sindicaro indusci:laUIl

El "capitalismo del bienestar" (we!fore capitalism) annonizó el dis­curso esLadunidense oficial sobre las relaciones industriales'. El tér­mino "poder de negociación" (bargaining power) sonaba mejor pam las diferencias entre los aIP.igos en el póker. pero el discurso· sobre los conflictos industriales reales (terrocarrues en 1922, carbón en 1922 y 192 5, textiles en Passaic en 1926 y Gastoma en 1929) siguió, siendo militarista: "guerras", "ejércitos", "campos de batalla" y demás. Aun así, sólo sé de siete notables de la época que escribieron en términos <'estratégicos" sobre el poder estratégico de los obreros en el trabajo. Uno fue el "generalísimo" del sindicalismo estadunidense. Du..'d.llte sú último añ.o de vi~o;~cordó, en relación con una huelga de pureros de 1877, "ta~~ento concienzudo como le dedi­ca cualquier estratega militar a una campaña", un "factor estratégico" y un "movimiento estratégico", así como "nuestra estrategia:" en re­lación con otra huelga de pureros (1886) y la acostumbrada "venta­ja económica estratégica" de los capitalistas_M Fue más concreto un economista formado en Johns Hopkins, que impartió en Berkeley el primer curso académico jamás realizado sobre "econollÚa del traba­jo"- En su libro, el primero que llevó "econoITÚa del trabajo" en el

. título, Solomon BlUITl observó que "un grupo altamente calificado puesto en una posición estra[égica, como los maquinistas: terroca­rrileros, (tiene] un punto de ventaja incuestionable"_6' Desde una perspectiva muy distinta, el viejo sindicalista Foster, aherac dirigente de~la Workers (Cornrnunist) Party'sTrade UmonEducational Leagtle [Liga Educativa del Sindicato del Partido Obrero: (Comunista)], de­talló la actual "estrategia de huelga" de la izquierda estadunidense:<la <~preocupación más vital" de sus ,«estrategas:' debería ser "organizar a! 'los desorganizados", que "transferirán el centro de gravedad- del movimiento de las industrias calificadas y . las industriasJíg~, hacia Ci$G . . ---. ...

lo~p.o calificado o semi calificado en-JiJO) iJJdnstriw ~~.oos_"¡ "r.:¿as$?~~.'po;'i.cit:me~ .. ~q:a~~.llta:i~paF?; ~ b:taIf~ 1· ,]

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POSICIÓN ~-n~TÉG¡CA y fl.iERZ.t\ OBRERA

mayores ( .. ,1 que rAOS espe!'an".ó"'Un año después, un sociólogo de Sage Industrial Srudies formado ell Columbia, Benjamín Sdekman. informó de la "estrategia" de .los silldiL":lcoS canadienses,. con 10. que se :refern a sus objetivos, no muy nuevos, de reconocer y mejorar los salarios de sus trab.yadores, horarios de trabajo y condiciones labora­les.63 Un año después de eso. un sociólogo formado en Chicago (el primero de Roben: Park que estudió la mano de obra) trazó la. histo­rio. nacuraldel "'cielo de huelga". De sus abundantes comentarios '~es;-; cr::l.tégícos", ErnestHiller no dedicó ninguno a los obreros "obligados a permanecer ociosos o a unirse·a la huelga. a consecuencia del paro" de "obreros clave cuya interrupción provoca el cierre de las-opera,... ciones dependientes", aunque sus "esrrategas" sí planea..ron las fechas de las huelgas en función dd "momento estratégico para una disputa industrial",ó4 Ese rnisll10 año,. Selig Perlman retrató un "frente eco­n.ólllÍco" especialm.ente estadunidense (en lugar del "frente pdítíco~') y explicó que "el ejércico de mano de obra" había descubierto que pelear ahí resultaría "la estrategia correcta.:". 65 Al terminar esa década, en lo peor de la Gran depresión, Stanley lVlathewson ir..formó. que los jefes de cuad.-rill.a estaban ordenando frenar la producción para;~al~ var el trabajo: "a veces, el propiojefe [decúadrillaJestá en la posición eSTratégica de imponer directamente sus, órdenes de restricción'~7~6

Para entonces.,. la econoll1ía del trabaJo estadunídense,; m~ Solerte esuba en Harvard. Ahí·,. "poder de,negociación?'. siguió siendo el término usual. para la, consideración. típicam.ente .prag;,­m.ática de los· problemas entre las grandes ell1presas yJa mano der obra. En una nueva. teoría inglesa de los, salarios, los. profesores y alurnnos podían 2pcender un nuevo concepto. neoclásico; la "elas:­ticidad de la susrin~ción" (elasticityoj"substitution),.y los.'más .. sag;wes y criti,;::os podían iruerir las. ruerzas,estratégicasl que yaeía,n;de;:rás de la disposición o. resistencia' al ca:rnbiO.~7 Sin embargo." la verda.­dera auwádad de Harvard eIlicuantoa,conflictos,il'ldust~iales.e? Sumner Slichter, elpómero de su..Facultadde)?,Jegocios; '1: lueg0 de su departament~; deeconom:í:a.(~I9-35i:-;I9S;9): ..... '\1umn0.de,E::OIn'7 mons en. lYiadison.,.. .. :Slichte:¡;.nabía,:hec,ho.;su dG!=tQrado"en.~hic3:gp con Harry, Ntilli.s".' etFri'~cipai. e~~rt0, es[a:dllrlidens~ en, -~riri':,..

EL CONCEPTO DE POSiClÓN ESTRATEGICA E. .... a;:mA.SAJO

gración y mercados de trabajo, y se había convertido ~~quizá en . el economista más leído por el público en general de: su époc:a". Denrro de su. ejercicio profesional y en sus frecuentes. asesorías pan el gobierno de Estados Unidos, SStJl!~lÓ ".! ~.m.....d.d..:po­

del' de ne<:rQcj "Gién" de los sim:ti:c:Iro!> ~dbt'e los n!"IeTéS-ae precios ~ y a gran escaJa eD el pa.ís-.P::x.ra 1939, lo habia definido en ?&Il"..lnos negativos, como "el costo que nene panA imponer una

. pérdida a B".ó~ Poco después, dos de sus discípulos desarrollaron la prÍlllera explicación teórica positiva de esta definición, y uno de ellos -que dOrP.inaba la econorrlla de' Corrunons y conocía la referencia de Blum; que escribió dura.."1.te lo peor de la segunda Guerra l'vlundial conw direcror de investigación de la National War Labor Board (Consejo Nacional sobre Mano de Obra de Guerra) y que con las continuas crisis aprendió sobre las gr..ndes cuestiones industrial y técnicall1ente estl"'dtégicas. es decir, Dun­lop- la convirció poco después en el primer concepto explícito de la fuerza de la mano de obra expresado en términos industrial v té.cnicamente '~estra(égicos" .6~ , Sencillamente, corn~ lo expresó desde entonces Dunlop para los alumnos de 11.Ístoria obrera de Estados Unidos,

la sindicalización ( ... ! ha de explicarse en cér:rn:mos de' la posición de los trabajadores tanto en un sistema de mercado corno en relación con un proceso tecnológico. El poder estratégICO com.binado de los grupos ha variado ampliam.ente. Algunos trabajadores han podido cerrar una p!ama completa' o irrfligir grandes pérdidas. ya sea por poseer una habilidad poco común, por su ubicación en el flujo de las operaClones o por su control sobre materiales o prOductos perecede­ros. Así, los correíteros de' los teIares en la indw¡cria.·::exril,.los trans­porristas que entregan materiales· o bienes acabados. los. cortadores en la industria del vestido o los que remojan las ¡)tele'.> en la industria t:liabartera. ocupan todos posiciones extrer.D.adarrrente ventajosas' por la siInple virtud de' la tecnología .. Otros obrero:; tienen,'un h1erte' poder de negociación como consecuencia de; su: ubic,ción;en una estrucmra de mercado ( ... ] a expensas de omls'tacteres g .... J;QI [_ .. :]

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68 POSICIÓN e.'TRATÉGiCA y fUERZA OBRERA

en los mercados de productos. [ ... 1:a. poder de. negociación de los asalariados depende de su. posición estratégica para nt!!:,>'Ociar con la compañia, y la posición escrare.gi¿"t de iacompama depende a su ve.'Z de su.s [r.nos ccn el resto deL' mec.'1DisOlQ. del mercado. 7<>

Poco después. Duclap convi..-tióesta explicación en el priIner libro argumentado en términos neodásicos sobre los etectos de los sindicatos sobre los salarios.71

Facilitaron su elaboración de lo '~esttatégico" dos investigadores de Han<trd: Usher, en cuam:o a "tecnología!' e '\."1.ventos estratégi-­cos", y Schull1pecer, en cuanto a> '<función: de producción" e "in­novación".7> Si es que (como insistía: Perlm.an) para los trabajadores las industrias son principalrnente colecciones de empleos, y si es que la tecnología induscrial no es sólo "maquinaria" y "m.étodos de producción", sino también "tamaño y organización de las unidades de producción y distribución", lo cual significa que las operacio­nes industriales son esencialmente de' conjunto, entonces el trabajo industrial, es decir, la cooper::lción industrial, es un problemacru-" cia!. Tres años después de la guerra, y' gracias, a, Perlman,Usher y Schumpeter, Dumop hizo su mayor formalización del concepto: así corno "en la esirucwra de las mercados hay compañías y, en con­secuencia, empleados qne están en posición estratégica para afectar todo el flujo de producción y distribución", así tam.biéIT,

{--en cualquier proceso tecnológico de producción y distribuGÍórn de bie­

\ nes y servicios hay algunos. trabajadores>que' tienen' una posición más , estratégica que' otros; es decir, estos: trabajadores son capaces. de' ce-

I •

rrar, interrunlPir o desviar 'las' operaciones' más Bícilmeme' que; otros.

[ ... -] El término "estratégico:" [. ; .1' no.es lo, mismo" qu<i "calificado",

Se refiere al simple poder de negecÍarión en virtud ciela ub:i:caeión y

i posición dent:ro del proceso Droductiv0,73 ~ - 1..

El propio Dunlop. flo::defendió'ningmna. prioridad entre J'OS

mercados, y la prodw;;óóa (induida>, la. distribución), .. 'aunque ló­gic<ü:n.ente, los trabajadores sólo,tendcian' una posición estratégica

EL CONCEPTO DE POSIC!ON ESTRATÉGICA. EN EL TRi\llt\jO' 6<)

en los m<:!.rcados si ya ocupaban una poslClonestrntégica en las . operaciones productivas de una compañía estr:uégica.

Es decir, la "posición estratégica", con lo que Duniop se~refeóa a.una posición industrial o técnicamente estratégica (o ambas), es clave, porque al usar estaS posiciones los o:-..bajadores industriales se

_ organizan en contienda directa con el capital. ';"~ Planteada en térmi­

noS abstractos. la argumenta..ción es la siguiente: medi~te ~_~c1i0 de distintas industrias ~de la s..s.'2nonll~ü!ll?ruSl..P.OaemOs enten~r ~essoñ-~~ estratégicas a nivel nacional {e incluso interna-

cto!la1) , ~cuaI~o,rt ~ó!o y~~i~~t~~:.:fi§1esIOSOñ 'S01o]ocatmentev~~';:;ál';s '"no lo son. Mediante &.fSfudio de, l~ . .dis=. fin~'co'TIiparuas:ae"una-lndu~i;:podemQS p.nt~:;:;~frecen

1tis oporturudactes más estratégicas, es deci1:', cuáles tienen mayor ca,.. sicida4i~-pasar alos-coIn rad res dc:':J~¡;u:P.duCtosJ,pJ?aumentos en. el costo de su rr:opo".de obra. Mediante el estudio del trabajo en uI:i:i":"'comp~fri;industrial, de sus re aciones céc:nicas de producción, podemos entender cuáles áreas tienen las posiciones nlás estratégicas y cuáles obreros, calificados o no, tienen mayores posibilidades de interrumpir las operaciones o tratar de cambiar ras relaciones socia­les, de producción, ya sea para sí mismos', para sus. compañeros en la compañía"para crabajadores de otras compañías o induso·para. todos 16s obrer<~fA...~ora. el argmnenco abstracto opuesto sería el.siguiente: en cuanto comienzan las operaciones industriales de una com.pañía, se forman estructuras tecnológicas de dependencia entre los. obre~ ros, estructuras tanto verticales 'como horizontales, estructuras. en las que algunos obreros son menos. dependientes. que otros. "Antes de' la organización formal, las comunidades laborales [no, pueblos o barrios, sino grJpOS de gente que trabaja junta •. ya sea en ... un, sitio particular o desplazándose} no son simplem.ente agregados: azarosos de obreros individuales. [ ... ] Ya existen cOagWaclones informales E .... ], una organización informal".15 La. organización se. establece. a partir de posiciones definidas tecnológic:nnente" desde lascualc:!s al"­gunos obreros pueden <"detener a mUGhos otros:'_ Los. obreros más fuertes de la orga..rrizaóón, los que tienen ventajas estratégicas,. son qúienes deciden si. cuándo y cómo ellos y sus. compañel"Os con-

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70 POSiCIÓN E..">!:'RA:TEGIC:\ y FUERZA OBRER.'\

vierten la orgarux:¡ción en una pandilla o un sindicato., y cómo, la usan para negociar o contender con la compañía. Los sindicatos de las compa .. 'TIas dominantes de cada industria son los que deciden si, cuando 'f cómo dIos y otros sindicatos de la 11'1dustria se confederan, se arrtalgaman o se 'unen en una confedencÍón de tnbajadores del r:1l110 para contender con la J.soclación de compaii..:ías de esa' indus­tria. Y las confedC:.-~ciones, a..->na.1garnas o uniones de los trabajadores de las L.. .. dustrÍas rnis estratégicas deciden si, cuándo y cómóeilas y otras confedencianes, ar.;::',algamas o uniones se contedera.. .. o alian pan contender con los c;:¡pitilistls del país. Es decir, a menos que

, entendamos el trabajo industrial, siempre vamos a !Ilalinterprecrr las

'i __ ..... r·~-11uch::..~e c~~e m~rna$, f¡orq~::!.a:=?ullttUla deifuí.n.a..JQ iñd~al , .~ !~.~?!E-~C?r:~t!lzaC1on de la clase trabajadora industrial, orienta sus . ~movi!l?i..C::r:ttos y EI't?E.?!90f;!;a los ;ecmres materiales de su estrategia.

Con razón los -economistas han hecho caso omiso de' esta ar­gumentación. En el Londres de la posguerra,. el miembro de. la Sociedad Fabiana V de Poale Zion que pedía "lli"l Clausewitz. del trabajo, capaz de [_ .. J analizar [ ... ] las condiciones.; estratégicas y tácticas de las hudgas exitosas", no hubiera apreciado (de: haberla conocido) una teoria del p0Cencial ilimitado de taleshuelgas . .'ó Si uno de los pocos economistas que "Estudiaron. a .. DurJop -v1'Ío' que tenía sentido la '"coerción en los sindicatos. de trabajadores",.supuso (basado en la autoridad de John Stuart Mill~ que.·:'el instrt!mento u organización pa-..-:a hacer. obligatoria la participa€ión" era, aJ¡ me­nos originalmente. la "violencia",Ja' fuerzadísícaagresiv-a. 77· Incluso el sucesor de Du..lG!!op en economia~ del trabajo en Harvard· vio·el poder de los sínd..icatos sólo en el. mercado- de: rrabajot la polítiea electoral, el cabildeo y (con pandillas)ekcrimen.!8Eos economis1las que no derivaron hacia las "relaciones industriales;'; smo'que se: in­teresaron en el '~COatnportamienr.o estratégico" de la. mano' de' obra, no buscaron expttcaciones en, la producción (es,deaiE, en; el poder de parar la produíCC1Í.ón), sino en la. tecria de juegos:.39 Después de Dunlop, ningún economista del trabajo' (gue yo' sepa.) ha. wcado ·la carga industrial o recnica de la posíciónestratégica:}"r Las aproX1-ma-'­clones ruás cercam.'l'S est:án en lo que' se ha escrito; sobre "dife:renóas-

EL CONCEPTO DE POSlCIÓN ESTRATEGlCA EN Et TRABAjO 71

miembros {sindicales] empleados", :mnque estas diferencias Son sólo de antigüedad ° salariales. s.

. El mismo Dunlop insistió en la necesidad de que los esrudian­•. tes de los moviulienms obreros reales tomaran en cuenta oeros dos

im:errdacionados: r ... ] las u...snruciones de control co­munitarias [incluidos los partidos politicos y el Estadoj y lase ideas

. v: creencias" ,'~~ Pan realzar sus ideas sobre la estrategia industrial ~técnica, subrayó la protección que ofrece la legislación' laboral :r,los. trabajadores, de modo que para un sindicato., un contr:lto o una hudg;.¡, la "posición esrr.lt.égica" impona ~:tnuchQ.~2~:~"_Ci"l.1:e los~ votos. S3 Es decir, en abstracto, sin contar las relaciones soci-ales 'dé, producción, sin contar los lugares y tiempos fuera del trabajo . (,41ahabitlción del desarrollo humano"), sin contar otras relaciones sociales (por ejemplo, seguridad, reproducción), sin contar la cul­tuta.; la pOlítica, la corrupción, las ideologías y la coerción ilegal, la estrt1Ctlli.~ daría lugar a la estrategia. En realidad, COTIlO los: traba­jadores y sus familias taIllbién se mueven en fi.:mción de estaspre­ocupaciones, experiencias, convenciones, costumbres, influencias; condiciones, esperanzas, consuelos y temores, que nunca duran lo rnf,nlO ni cambian a larnisma velocid.1.d, el crabajo industrial por si sólo no org¡¡.¡¡jz:¡ :¡ la dase-ohre¡a industrial, ..Y~L~ovimie~~~ ~brero industrial no está definido ni es: oredecible: 84-

-.-- Sin' embargo, en las relaciones de -produ~~ión capitalistas, corno el trabajo tiene una importancia fundam.ental y urgente tan­tO para los capitalistas C01TIOpara los obreros, irnporta más "que las relaciones sociales (que pueden esperar), inc~usolmpol'ta más' que el Estado (ése que investigue~, en la incesante reconstituciórr de' la clase trabajadora y sus agentesltas posiciones i.ndustri.alv técnica­menn;¡ ~~o-ir,:J"~g&»@k~&~1m;Q,Qtt;ilJa""más,;.i;ustJ.mente d0nde

~. ._ ~- ....1.. .., o • .,., ... ,. -'-.~ _"'''-'~'''''''''''''/~''''''''-'':~

~. reIacÍ<mes. s~~_~R~j'C.j,9J1.~I).i-;:¡,J.º~ab·"j ·)dor:~~_]ioca.Q . .illUi guna protección y, dong.e et i,¡regglar el~jt:l:¡:iciM@-ola;[email protected]. ~Q.r:ai,......a...m~n!ldo corruptat, cperversa y sesgada' en c<?,.~de'los ~~.dº~~. 3;;n ~stQs· baSgs',. una: Eosición rnaterial:mente. estratéc:. gica euede ser la úp..Ú,:a;.,~@@i~©!; cont~3 ra;.;¡¡¡.ieJ¡~Ú:f pr~ ~bs:rn.ame~al-También puede volverse la pieza más codiciada

j ~

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72

por los provocadores' o" en u:na; crisis, el blanco de par.:unilitares, policías o el ejércil:o.

Dunlop hizo comparacionesim:ernacionales con casos de su época, pa..-a mcsa:a.r que . las mismas instalacionesindusttiales tienen los mismos efectas" en: los sistemas de relaciones industriales de países distintos. s; Del mismo. modo,. y deo acuerdo con su argm:nen~; al comparar países menes y débiles en. Cuanto a organización. política nacional y consenso cultural, queda claro que el poder indrismaI y técrúco de tos t:I:abajadoces tiene menor importancia en los primeros que en los segundos. Lo mismo podemos observ-ar en otro ejemplo, que no es de Dumop: comparemos Estados Unidos y MéxicO' entre I900 y 1950, por ejemplo. Incluso en su nivel más bajo, el gobierno estadunidense y la piedad cív'ica generalizada pesaban en !as disputas industriales de E~dos Unidos, más de lo que jamás hubierapodi­do pesar en las disputas L'"ldustriales de l\tlé..'<Íco el más. fuerte de los gobiernos mexicanos y una sociedad civil surcada: por profundas divisiones (religiosas). En México, el recuento abstracto de.la.im­portancia del trab~o industrial. no magnificaría demasiado su impor­tancia real. Las industrias mexicanas más estratégicas,eran.la.minena, la energía hidroeléctrica, los. ferrocarriles; 'los puertos: y el· petróleo (nótese: no las UJ.aiO:"...úacturas). Aunque hasta la segunda Guerra.I'Vlun­dial la política y cultura nacionales, más. violentamente contenciosas durante "la Revolución mexiC3...T1a" (que en el nivel.nacional fueron siete revoluciones. ,entre 1910 y I920; algunas, concurrentes,,;ningu­na ideológica, IDlUlCho menos socialista),. permitieron sólo concen~ trdciones breves y fragmentadas del poder nacioI'..al~..los.ttabajau0res industrial y téc:::lli:::a..-:nente, es.:ratégicos hiciemn movimientos obreros asombrosos. A partir de: sus luchas entre', 1906 y .I916,. no,en:ejérritos revolucionarios, SimO' lllediame huelgas" políticamente: jnuependieuc.. tes y amplianlenre inm.ovilizantes en . los' ferrocarriles y; de' ma..""leci más asombrosa e;nt 1916" en la; principal compañía. déctric:t;. LUZ¡.,y) Fuerza del Cer:mtj¡,;Jos' trabajadoresl rr~exi~:mos ase~n una:~~pli~ gama de derech.rJiS . .enJa nueva cOnStlruclOn.meXlC~ai de. ]j9ffi7~J:Jna confederaciÓtL de ~osl.'sindicatos, industriahnente;;.mál¡~ estratégid~s: :de México,. los de '"\:;·.Ql~unicaciones y cransportes"" es:. cl€rn;Jos¡,fe~c~-

EL CONCEPTO DE POSiCIÓN ESTRATÉCH.:'<\ EN EL TR..-\.BAjO

iriles; .. consiguió que en 1927 se creara la primera Secret::aía,dd:T.o~ ~ bajo a nivel rederaL Esta misma confederación logró, que s~aprobam

eIl':'1931 la primerd Ley Federal delTrabajo~ la aprovechó mejorque losdemás sindicatos y en 1933 se unificó para formar d Sindicato'.de

. Ttabajadores Ferrocarrileros de la República Me:.'Ócana. que inme­diatamente apoyó la org-..r.ización de otros dos .sindicatos nacionales

. indostri.cumeme rrmy estratégicos: el de los trabajadores de la:rninerlá (;incluidos molinos y fundiciones). en 1934 y el de: los petroleros:-:. en :f'9J5. Junto con el muy es~c'o sindicato de .trañaJaa'Ores. de Luz ~fuerza ae:r Ee!J:~ik}~~.~Raa.ónes formaron en 1936 la organ.i~ iia:~~~ podV en 1:-:hj;~t;de[.éaiS~:ii" Confederación

'<!.!~§~j~'.!~~~ d~!;::~~~~~4~~~i~,~~~~nde.iz9ui~rdt ~' pro-0t:.~~. g!;!'7~,S?E.~I}2.,~~,~~~~1",,,, . ~~ ~';J).4'it;;;:;t .Eo;:r ~co de los smdicu:os tede . Q§ md -

"para I940 más de 60% de ~a fue~ 1aborat !lo'agRcola del. É estaba smdican:zada. "Sin embargo, sólo desde posiciones, estratégicas, mediante acciones estratégicas, podían tos trabajadores sindicalizados . asegurar que el ejercicio de la ley del trabajo fuera favorable. En 1948, al: inicio de la Guerra fría, una facción política mexicana partid:u:ia de Estados Unidos y de las empresas organizó internamenteJacaptura del sindicato ferrocarrilero y decidió el predominio del capital ene1 desarrollo nacional de posguerra.86 En general,. ia. acción, industrial estratégica tiene mayor efecto siernpre, que' hay gobiernos débiles y una cultura dividida. endo~oIIÚca o desvergonzada; asimismo, la ac­ción industrial estratégica puede ser el, único recurso' de los obrems cuando el gobierno es fuerte y la culttlra es hostil a los trabajadores,.

La idea de las posÍóones estraté.gicas en la producción no'r:e­suelv·e, ni facilita siquierd, el estudio de la historia obreraindus.tr:i'al deVeracruz. De hecho, com.plica mi análisis, perolcreüquei:a1:nhién hará más cierta, más convincente Y' más útil mi· explicación de; la hist:Oria. Esbozado de la manera más. breve, esquemática,. sup~rfici;li y: Bagrantemente general (hasta ahora só10; esto es. razonableh.:::!fli argumemo es el siguiem::e~eag~es..sil;t~almd'(!)s ~i'iiT~IiilQlJ? el estii!do poIíricamem:e más Uu11Qrtante de·IVléxi:c.o)eíl ~ tiempo, F'Qx;:o:nh,lP pane desjndÜ;at.Qs naci.oJ¡l~e~ gu~,!tiC~1Dal!l

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74 POSíCfÓN EST,RATÉGlCA Y FUERZA OBRER.4.

contra los terro~Jes. la industria más estratégica del paisy pro­pietaria de su mayorcorpor:ación. Los primeros que se organizaron a rúvel local estaban luchando en contra de compañias de las indus­trias textil y cigarre..'4, ninguna de ellas estratégica. (aunque algunas ~ -- d oe esas comparuas eran granes). Por su nÚIneroy concentración en algunas ciudades, estos trabajadores adquirieron poder político. local durante "la Revolución", y para 1920 lOS sindicatos textiles locales y la unión d.e estibadores. y otros man1obrist::ls del PUerto., de Veracruz eran grandes fuerzas· colectivas en la. política del estado v jumas do:tr.inaban ia recién creada Secreta.r:ía del Trabalo de Vera~ cruz. Por lo tanto, y sobre codo de acuerdo con ellos, s~ formaron sindicatos locales en otras industrias~ como la cervecera, la. del ves­tido, la harinera, la de la construcción, la azucarera, la cafetalera, la eléctrica, la petrolera.y en los demás puertos (aunque estos últimos tres sectores eran estratégicos, su sindicalización fue local) : .. La clave de todos estos sindicatos eran los miembros que ocupabanposicio­nes técnicamente estratégicas en el·trabajo, como los electricistas en plantas que operahan con electricidad, . los: correiteros' de.los:.telares en las plantas textiles, los ingenieros' de refrigeraci0Íl, plomeros. y

me~ánicos en las cervecerías, los cortadores Y técnicos de la maqui"­nana en las maquilado ras de ropa, los estibadores.y operadores: 'dI:! montacargas en los puertos. y otros por el estilo; quizá: no, esta:ban'en

eL ;,o~té eje:':.~;.~cl:~.,l:¡J~~Ü::t~;;l,t:o.;...~Ql..S.í..eI'l:-e~_rnpo ~~_99S~§~J:Jan .) quién..clegit:iª,nJQ~I+.@~;".t@Ea3 íonnar' dicho· s:oIn~~;"QuranteI:5 años, dos poderosos·. mo.virnientos. obreros: ve­racruzanos luchalUn .contra. las em.presas, y" entre si:,' uno, .. ' organizado

a nIvel nacional y por ramo· industrial".fQl:m§~~tl'.:·.r:9:::J. el '''im~to c:~~~~.~,~"->~~E?.$.~.~~qo>"~G.I1or~~r:.:~te' p.5'd~ro~;;;;simple~ente por ,~u acc:~n; m~!ls~ ~~g;~.~.Lotro, .c~~_t~;id.Q.:.p..QJiAJila'~­I'lclon dc:~~~}:~9.i~~.9nt,º.r.gau:iz<tdoS"'fJioE,...eml?~te~q.;;,J;.~p:o.de"'" ·;¡.::..rri:vel 1?~:l por su uy"lJ1.~mJ,;.~e.r:tibio;>_.7' ¡w¡;:¡jy,:e.lt:.-es[;¡taLmedia;nterede, Es:iones-y:-unida4..o1írica __ p.erQ-1J'J;{..,~. Iuásl;dJá.;· \I:;'''aJj';lnz~:formada ~~ I93X~.~-sillrlicatos' (errocar;rilero',: ~~'y¡p'@mwaJZj~ d~tri~~égi"c;;os,a' l:a...qJ,le, se' suma¡z:Qrll>rpurbm'sim'¡é'f®il;os" ;;;~~~~eros",,_I2oJítianneme estr;¡tégÚ:.os; .. ;~~afiliaá~~~-a :r9'3Q,

J,

EL CONCEPTO DE POSICIÓN ESTRATÉG1CA EN EL TR1V3AJO 75

ootninó en el esodo (con grandes efectos nacionales) hasta. :E945- e . incorporo a la mayoria de los sindicatos locales. a. la CT.M~ Aun asken clterreno politico, el otro movUniento sobrevivió e.."'l' las principales localidades te:ttJes. En la crisis nacional de posguerra:, cuandoe1 sindicato ferrocarrilero, debido sobre todo a sus antiguas. divisiones interna,>, se puso (mansarnem:e) en tJ.vor de las empresas, los sindi­CltOS veracTUzanos cetern.isms, en sus terrenos politicos, tomaron las riendas de la CTM en el estado e incluso la convirtieron en el princi­pal vehícu. o del sindicalismo político local en Veracruz. A partir de

. éntonces, la política nacional y los conflictos internos atrofiaron los sindicatos nacionales por ramo industrial en todo el país, mientras que los sindicatos locales afiliados a la CTM (tanto enVeracruz' como en otras partes) sim.plemente disputaban con los sindicatos locales de otras federaciones la franquicia polícica para negociar los conera­tos laborales locales. Aun así, corno sostenÍa Dudop~ el poder de los trabajadores sobre la producción figuraba en los contratos, de modo Que los obreros con posiciones técnica: e industrialmente estratégi­c~, (como los estibadores en el puerto de Veracruz) obtuvieron me~ jores condiciones que obreros equivalentes en otros sentidos~ pero que no ocupaban las mismas posiciones. En términos' estratégicos, ros mejores sindicatos se atrincheraron. fortificaron sus pueblos o ciudades y aprovecharon las oportunidades de' hacer ofensivaS tácti­cas, mientras que los peores se volvieron fraudulentos. , Ni Dunlop ni mnguno de sus compañeros o seguidores ha es­pecificado qué cipo (s) de estrategia practic3..t"1.10s trabajadores indus:-, triales. No pueden hacerlo porque d ob.ier,vo real de las posiciones m.aterialmenteesrratégicas no es un dSU:-,CO l_"'lLlL'.:;c::'lal ü. t¿Gucc.

sino económico, político o,cu1tural (o los tres). Para.los'0breoos"te.­voiucionarios, -h estrategia sen:;¡. una .. oíer.,,¿j,va a la ChuseWiti:--ao1i:ci; ~::iiliiJlª p~rbert;Sa¡J~:hi!i1li m~J-ª"f.Q~~~-:~jg,!,lS;f2Mi~ César o Napoleón, la batalla~decisiy~~~~aniquila al·eneI:lJ!~

conquista S1J.~~ÜQQ.",que,.",.~.J,a~..&1;~r;rf '~lg$.-Q.~§~.YQ!E.Cig,,;,; frarjm ~p..0J:l0-J:J;l,~0s:.:'..l,a>€6fiil{)¡fléi-wfl€i-a;;~de..la."e4Q:~_ 3,," Éstiera, kestrategia que mejor conocía Engels" y'alestudiarla aprendió: que "la guerra se parece más al comercio. La acción en la,'guerra:.eslo

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76 POSIlCIÓN ESTRATÉGICA y FUERL-\ OBRERA

que el pago en efectivo es al comercio" ,88 Y sin duda. era también la estrategia de Lenin. que después de L905 creyó que los trabajadores industriales podían dominar.39 Sin embargo, los obreros rev~lucio­n..1.rios son escasos. La estraLegla que ha..'1. seguido ripicamente los trabajadores ha sido más bien emprender lo que l\llazx llamaba "lu­chas de guerrilla", Clause'\,,;tz también reconoció esta estrategia, la '·defensa", no corno una "fornla de guerra" inferior, Si!10 "intrinse." camente más fuerte que la ofensiva", a la que permiria ilegar.90 Aun así, la mejor escuela para estudiar "defensa" es la de Hans Delbruc...lc, quien enseñaba la estrategia de Pericles, GuStlVO Adolfo y Federico el Grande, la de la guerra limitada, de agotamiento, la Ermattungs­strategíe, no tanto defensiva como conservadora, una estrategia de

maniobras continuas para evitar la. batalla, para negar: la. decisión, una estrategia de bloqueos, ocupación de fronteras;. devastación de territorios, desgaste, hasta que el enemigo ya no pueda soporrar los costos de la guerra.9l Esto le gustó al primer biógrafo de Marx;. el socialiSta alemán Franz Mehring. En una monstruosa distorsión;"se convirtió en la estrategia francesa, británica, alemana y rusa durante la gran guerra. Era también la historiografia~quesubyacía,alas ideas de Gramsci (el original) sobre la guerra, de, posición por la: hege~ rrtonía.92 También se pare ce mucho tanto··a la defmición negati:.va que dio. Slichter del poder de negociación corno ajos. conceptos· de Dunlop de '"divertir las operaciones" y "exigir un'precio~'.93:.

Si no v.rera. tan ingenuo lo más candente:rnente cultura:h-y, en particular, lo ~'progresista" de la historiogra:fia¿ obr:eraJatinoameri", callista, no seria necesario repetir aquí,:coUlO~ estoy, haciendo",l~ obvio: que ni la ''"estructura'' de Duruop m. mi extrapolacióm.de que las? esttuctll...ras :industriale~ y técnicas. han· enmarcado,;,orÍen,,",

tado y ~go<:i~stTrategia, si~:am.\; que: !~s'M:abajad0~e~~:~0 ~~ temao /t&enoa _,Usar, u!#J, ... p.Q.sl.Q~Qn; estrateglcae para·cuitlquier

~~J!1f'.'. ,-" ~. ~ ... _-!<.t:-::.~ ...... ,.-__ -"'~' - . - _ . ..............-... ......... _ . ___ ~--=-

': proposu:o :s(a~:-~a esrrucmra:Jil1~Yitabls?¿.1I~¿;2~~mtl1i~~~.sa L::-~~, está1i~~ de posi(;iones,~ menos' ~~eJ-:~o.o:_Q;:plaz0):; ~~ _<::::_~~, iI§~,:..:te ~ c~s los,s1;?-~os'-9:ue; son nr..mc;:J,flales;.an1iarrep: ~ii re~clO~ ~~.-S2~-o?=P~;;..~.d.~aC1UaT.,;,-sm-@s:tmt:egj.a,;:-p.~~~ .'lt eS'crat~, hay at;'1enma.· '.", ' ._ _ - ., . 0',;-""'" ...,,. .• _; .' :¡ -...~ . ~..-~ '"" ,.~ ," "·''¡;¡~~.,",.i_-

~:~1r~~rf<-~"

III. Poder y producción: sus distintas dimensiones en las ciencias sociales burguesas~ 1839-2001

o LOGRO ENCONTRAR BASES para esta arguIllentación estr:l-tégica en los clásicos de la socioiogia burguesa. A partir de

su- ~:<auténrico punto de vista social", Comte, el santo Tomás de :Aquino de las ciencias sociales modernas, sustuvo. que- la división

;!:!:,.~'::~·CteI trabajo e..-a "la condición más esencial de nuestra: vida social", la. razón de "la solidaridad social [ ... ] y la causa elemental de ia extensión y creciente complicación del organismo social", es decir,

'deJa: evolución humana y el progreso .. Aseguraba que journellement, ·.:todo~dos días, u esta convergencia regtl1ar y continua" (la división

\:fet trabajo) sufría "sacudidas e incongruencias", de modo que una .h~función"podía ser "más o menos indispensable" que otra, lo cual­

da:: lugar a la ventaja estratégica.! Y reconoció que "incluso hoy !ecidía [1.8393 [ ... ], los individuos excepcionales ( ... ] del antiguo tipo ,humano", los hombres de "espíritu militar", pueden resistirla

":disciplina industrial". Sin embargo~ no imaginó "funciones más indispensables'" controladas por estos hombres ni, por lo tanto, la

.'fuerza que podrían ejercer en contra de la «esclavitud moderna [: .. ], '-ra:éésdavitud organizada en el seno mismo de la industria, la del 'trabajador hacia el capitalista [ ... ], igualmente degradante para aill­

;.00'5"; Señaló que si ocurriera un conflicto así, sóloseria.tempore1- en 'eJksenrido católico rom.ano del término, temporal, seculax; transi-

. 'torio: L'\l no ser spirituel, no tema un lugar formal, fundamental. o

l:Gomte enseñó que '<la reconciliación invaL'Íable entre la separaci6n :.aeLtrabajo y la cooperación del esfuerzo [ ... J constituye, de hechos eLcaricter fund.aInenta! de las operaciones humanas".' ~',."·'Spencer a:fiEnó que."una; sociedad es un organism.o" y'que

. ~~l'a diferenciación progresiva; de las estrucruras. se'.acompaña ,de,J.a 'diferenciación progresiva de las funciones". Además, la conseC1:leu":' , te.' "división del trabajo [ ... ] en la sociedad, como; en el animal;

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POSiCIÓN E..'i·TRATÉ{;¡CA y FUERZA OBRERA

la coro.--ierte en un: conjunto vivo"." Y esta «transformación de lo homogéneo en heterogéneo r ... ] en todas partes es lo que ca-Td-ae­

riza la evolución >~. el progreso industrial y el progreso social. i Más estricto que COIllte, Spencer insistió en que si l:as "P:.lrtes. de una or~Z;lCÍón pueden re::ili.zar acciones muruamente dependientes, entonces cuanto más compleja es la organización, Inás dependiente es cada parte del resto, hasta llegar al punto en que la separación sea fatal"."' En relación con el "siste..."Ua de sustento" de una.. sociedad (h producción), observó cómo la induscr:i.a siderúrgica dependía de la minería, y 'en la distribución observó la dependencia critica dc::-los sistemas "de sustento" y "reguladores" respecto del transporte: y las comunicaciones, 7 Sin embargo, como todas estas funciones son or­gánicas -por ejemplo, la. disrribución es "enteramente como [ ... 1 el sistema vascular"-, formalmente (con precisión) seria una loc~ concebidas en térnúnos estratégicos. ¿Podría la sangre a:rnenazar. al estómago? Las contiendas, "confuctos", "antagonismos",. <.'campe'­tencias", "'guerr:as" y la ;'lucha por la existencia" sólo pueden 0cu~rir entre organismos, no dentro de ellos. 8 No· obstante, cambiénSpen-:­cer reconoció diferencias tem,porales.9 Ta.:tlw· en la, socÍedad ",mili.,.. tante" antigua" organizada principalmente' para la ofensa y defensa hacia el exterior, con una cooperación interna.obligatoria.y'coerci­aya, COTIlO en una sociedad "industrial" moderna (r876-'-,r896):,:or..,­ganizada principahnente para satisfacer los fines particulares. de, sus rr-..iembros individuales, con una cooperación interna voluntaria y: contractual, "surgirian ( .... ] diferencias, de;intereses" . lO .,A.Jgunas; ~'di..,. íerencias" generarian "pugnas constantes:',típlCa.tnente en la sociedad moderr...a entre "J:;:ompañías de responsabilidad.li.rnitadaJ;y .';sindica..,.,. ros". Porque "rnientras el trabajador. siga, siendo un asalariado [-.;c;;]; estará tem.poralmente en la posicióu,de;unesclavo.':, SU~Go0peración - ~' .c. ~:L 1, - d' . " .. " . , . se,;l cO¡:-Z<t.Ga y o~ SIn iCacos seran IuilitaLltes:,.,coerCltlVos .. De hecho (au.nque sin la m.enor alusión a.la estrategia);, los. sindicatos tlSaban t~ violencia para Ín.1poner "sus regulaciones:'. Los .. ro~os",transiC0:­nos de cada sindicato, representaban, una, carga, paradosCirr..:ienibn:is de los otros, y ,todos, eran, una: ~arg;l¡ para. ':los, patrones, ,y la¡'pó:­blación". ir Aunasi, en un estado. moderno,: aún ~"semimilitante:;

PODER Y PRODUCCIÓN

tSl:tuüiiad:us;tríial", los sindicatos gener...n beneficios que vucl'Ven"a'sus :J\luembros más aptos pan sobrevivir~ aSl como "formas superiores..dc!

organi.zación social". Fonnalmente, "parecen llatur.:ties para' la &se anterior de evoluáón social" -" En el futuro, en las cooperativas con i..--ontratos libres, ya sin guerras O socialismo, él "'hombre superi.or

" .;;;eafi.z:l.ci. su propia naturaleza al hacer codos los demás lo'mismo;",'] Durkheim se concentró en la diV--1sión del trabajo "para con­

,,-ertir la moralidad en ciencia", siendo la moralidad a su juicio "el :,pan de cada día, sin la cual las sociedades no pueden v'ivir".'4 Si-· guiendo a Comte, más funcÍonalista que Spencer, y considerando .las ruv--1siones del trabajo como "fenómenos de biología general'" sostuvO que sus "'servicios económicos" en las "sociedades ,supe-; riores" modernas (1893) eran de "escasa imporr:ancia" comparados

· con su "e[.;cto moral", es decir, la solidaridad. Sostenía (contradic­toriamente) que esto era "quizá la fuente misma de la moralidad" ,15

Declaraba que "el crecimiento y condensación de las. sociedades [modernas]" había "vuelto más intensa [.,.] la. lucha porJa exis- . tenóa", aunque también" necesitaba [ .. _] la di'visión progresiva del trabajo", que era el "dulce y suave desenlace" de la lucha,o.conJas "ocupaciones [ ... J separadas y especializadas hasta el infinito",; cada vez mayor individualismo, cada vez más solidaridad, no contractual (c0mo en Spencer), sino orgánica, incluso altruísta. \? i\seguraba que era imposible que "la vida social e:..xista s1..'1. conflictos" i que la sólidaridad no puede "suprirrllr", sólo ".moderar". Y l:as sociedades'

· modernas su:frían en particular. la "patología [antifuncional] delas divisiones. anormales, anómicas", la más "llarnaq,va" de. las· cuales ~a" "el antagonismo entre la mano de obra y d capital". Cadavez ~;más. vivo", había alcanzado un "estado de b.ostilidad permanent.e 1[ .. ,.,] en el mundo industrial", en cuya "grí..'1.. industriar{.:.,.].:',esta discordia desgarradora. está en una etapa aguda". E7El confuero.,.fa ;'gverra de clases" (son sus palabras), proveria. de "desi~aldades externas [_ .. l" ser ricos, o pobres de nacimieI!te2 , que; provoca­bar), "limitaciones:' (<<violencia indirecta", prácticamente. :~xtor':;' ~ión, "concratos usureros, o leoninos"), que provocaban"a¡. su, ;v;ez ;:Una di,,-isión forzada del trabajo" que, al no co.rresponder: GOlillla

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Se POSICiÓN 5'-RATÉC.CA y FUERZA OBRER.~

"distribución de los talentos naturales", impedía ia '"annorua entre las naruralezas individuales y las 6:mcionessociales fyl falsifica· las condiciones morales del intercambio". Sin embargo, Durkheim no tenia ni idea de 12s funciones que los obreros podían usar o dejar de usar para imponer sus objetivos.al capibL.ú.s únicas "desigualdades internas" que imaginaba em:re los trabajadores eran '<naturales", sus "capacidades" y "aptitudes", es decir, «su mérito desigual", que "siempre generará [ ... ] situaciones desiguales en la sociedad" ./s Su ciencia ITloral marcaba el objetivo de la moralidad moderna: "las tarea de las sociedades más,a'Í,-anzadas es ( ... } una obra de justicia". Esta tarea consistiría "en atenuar [ ... ] las desigualdades e.."'tternas", para dejar sólo las '<desigualdades naturales", de modo que "se rea­lice espontáneamente la armonía entre la constirución y condición de cada hombre'~."9

Simmel, anticomtiano y neokantiano, lirrútó la sociedad a la ·'f,'fkchseiwirkung (correlación continua, intercambio incesante, corres­pondencia, interacción, reciprocidad alternativa, vinculación' mu­tuaInente reflexiva y resonante] de sus partes, [ ... ], que no son sólo personas humanas { .. ,J, sino ta:mbién grupos. enteros [ .. ,]- en relacio­nes reciprocas y dinárnicas" . .1.O Sin embargo, sostenía que su precon­dición, la "diferenciación" que permicia estas relaciones; resultaba' de que la.. divisióndd trabajo aumentaba la "conservación de. la fuerza [-/=energía]" y generaba una "ventaja evolutiva" que' potenciaba la supervivencia_ Cuando. una sociedad, sobrevive.así;·.mediante la expansión de unos grupos; la' disolución de, otros, y, "el· CT:Uce' de circuios sociales" {par..:icipación en varios- círculos' a; la. vez)t,10s:indi=­viduos se desarrolian más libremente:21 En'la· épo<::a moderna; {siglos X"..rUI y XIX), la sociedad es cada vez más. una VergesellSchaftungj una asociaóón activada individualmente, que "continuam.ente anuda.:y

. desanuda, y vuelve .a anudar, en UU' fiujo.ypulsaci:ón sin,h..'l;';vincu-lando a los individuos incluso cuando· no' llega a una organizaciQn re.al", Sirrunel so:merua que la vérgesellschaftung era 3i la. vez "la forIna

- _] en las que los individuos, basados en}sus [distintos} intereses. t,.;] crecen juntos hacia la unidad, en la: cual, seTealizan estos; im:eresesc: y la forma contra la cual luchan ,los. individuos:para,prese:r,ifarsUlpropia

PODER, Y PROi)UCCIÓN lit

ióQic::ri:."'"l,ja;C1.~ Ahora (c. 1900) las asoóaciones ocurren: conrinua­;;'¡¡j;ieJ:ltt:: •. pero no de manera sencilla; siempre son complejas y tenS.'"lS, y:

,I'l.O sólo· incluyen la jerarquía y el antagonismo, sino que los requie­';:~":1:'1~.,y .muchas son, absrracr.arneme, una foona pu~ de dOl.nin.a~Ó~l

.. ~ disputa. No pueden COUlenzar sin una "gradaoón de supeoon­thtt\y'subordinación, aunque sóio sea en lo técnico". Sól<;: perdur:m :wse conservan a sírnismas. Y no pueden alc:mza.r una v'"erdadera oyganización" voluntariamente; debido a la "naruraleza hu~a'~!.-., teqmeren "fuerza, obligación, coerción". ~J Simmel señ<l!~.~~,,;:~­lármente en las "gigantescas empresas mocrernas l·· :J, la diferenaa de' posición estratégica " entre los tr:lbajadores y sus parrones. Encon­O:Ó:'especia.lmente interesante [ ... J la solidaridad de los asalariados" -v., analizó casos en que "el superior depende técnlcan1.ente de los "-. ~ú:bordinados", Sin embargo, en su sociología la coerción sólo cenia la:.fuerza de la voluntad personal o la ley~ la diferencia estratégica: en- . tre"'trabajadores y patrones sólo prevalecía en el mercado de trabajo j (mas pl'Uneros incondicionalmente a merced de los segundos"), la \ s0lidaridad de los trabajadores era sólo psicológica y la dependen- \ da técnica ocurría sólo en las burocracias, donde "daña la solidez de )

la' organización". Z4

Pareto, "el Karl Marx burgués", consid~raba que ~..J0cied.ad...s.ólQ.}7S compr?nsi~~~ sU.~r:iu.E!or;~ como u~, siste~a. de7~.s?~~EE2~ y Goñdiclones en eg,Ulilbno.lo cual perrruua est;:di:r _::.9.ª1.-§ las ecui!-

. cl@iles de equilibrio juntas" :2; En un sistema social, como en el siste­masoIarorn ¡'Un slstenu "mecánico" o en "una econortÚa política" o en.~'un 0I7ga:nismo vivo", el equilibrio significa que las partes est5nen ':depe..'1.dencia mutua", en "correspondencia necesaria" o en "inter­dependencia" ,"<> Aunque la "evolución social" ocurre, lentamente, ~ediante "un equilibrio dinámico'\ sigue siendo concebible (nue­vam.ente, c. 1900) sólo como "una serie de equilibrios estáticos:'. 07

Rareto no-le dio mucha importancia a la división del trabaj@, pero sí ~oincidió' con Spencer en que genera ~ "dependencia mutua".,,8 Com:o ingeniero, investigador de la fuerza, éjecutivo ferrocarrilero, l6gico de la agencia, la racionalización, la heterogeneidad y la des-

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POSICIÓN ESrRI\TÉCiCi\. y FlJERZ.t\ OBREjl,j\

igua.kbd, erudito en violencia, artimañas y Hites en conflicto y estu­dioso de los slndicar:os, las huelgas y el sindicalismo (;;u:vigo de Sorel); se acercó más al concepm de rruno de obra estratégicarnem:e ubica­cL"L ~9 Sus explicaáones sobre el interés, la coe::ción y la protección ('"cidos de imemependencia") tenÍ:m la lógica y actitud neces.mas. Jo

Sin enlbargo, aunque gr.lv"Ító justo encÍma dd punto estratégico, Parem nunca lo ~canzó. Iinag:inó que la dependencia mutua resul­taba SÓlO de "fuex'Zas internas automáticas" (mercados) o cte'"fuerzas externas coerciti~~" (el gobierno); pasó la categorh de dase de la producción al poder, atribuyj los monopolios y los sindicatos a la suerte, la ley y la política ("acción no lógica") ~ vio "una enorme im­portancia" en que los tr:lb~adores de las "gral"ldes induscrias" dejaran las habilidades y posiciones antiguas para convertirse en técnicos ge-

fnera1::, y concluyó que d. con...~cto social :s es~nci~ent: "lu~ha d~, f-l.>dases y compleo.:mente msnnnvo, y que 'CasI todas las dISCUSIones

'al respecto no son más que denvazioni, ilusiones. JI

Weber también tuvo la lógica necesaria. Después de concluir, a partir de la Gemeinschqftshandeln (luego soziales Handeln)., "acci6n social" o <'asunto social", que los individuos dependen unos de otros para obtener sentido y propósito, definió la sociedad como gente que actúa de manera subjeriva y expectante respecto de los demás, de modo que juntos forman Sinnzi.ctsamrnenhitnge" co.mple~ jos signiíIcantes. e inteligibles. Especifica que una sociedad ideal es una Ordnung cuando sus actores orientan sus asuntos sociales' de acuerdo con '''~xirnas: asignables", y el orde...'"1 es "válido" cuando los actores ven su orientación como obligatoriac S(')srema que, en realidad, un m'den es más estable cuando' tiene" el prestigio, f. ... :J de la legitimidad", en virtud de su tradición, fe o legalidadYAunque idealmente la "actirvidad econónllca" del orden social éubre. sus· de­mand:.lS de "producción útil" de manera pacífica en los' ITlercados libres y de maneJC;l.rentable en las cuentas del capital calculadas, en d.inero, los órden.es sociales reales presentan "¿orninación" en' sus rnereados, por ej~lo mediante, "la gran empr.esa capitqjista'\,los ~~monopolios capitcalistas" o el "capitalismo 'imperialista~:' .. ·DC" he­cho, "nuestra eo.."!;uoulÍa moderna, bajo nuestras' con:d.icierrre~ mo-

roDE..~ y PRODUCCiÓN

d~ {e. 19l4]. s~l'Uramente requiere [ ... } .la. coexción legaldd Estado", y por eso "las economías más imporc:ant'éS y nm n1oder­~,presenta.n una estructura de donúnación".·H Weber reconocía

que también los crabaja~ores ha~ o~u~ad~ posiciones ,eCOnÓnllClS

im.presíonances. Observo que en la maustna alemana de. 19r8- r9!9 ;e apropiaron de empleos y medios de producción y que con esta ::lucha" vigorosa limitaron la división del trabajo, e1ev-:lIon los sala­n'OS (que "hoy en día son el punto cencral" de la "lucha de clases"),

•. ' convi~tieron los ingresos en beneficios pa:ra.la t'iunilia y desafia...-on la , lev: incluso al Estado, por una nueva "racionalidad material" J4. Sin e~argo. no pudo e::-.:plicar la fuerza de su lucha. Encendía la dife­ren<...u entre poder y dominación. Conocía las divisiones técnica,

'social y dispositiva dd trabajo, así como una [eoria de que el poder '. del proletariado moderno provenía de su "necesidad en el proceso

oroductivo". Él mismo había diseñado investigaciones y escrito un ~tudio empírico sobre los obreros alew...anes.}S Sin eITIbargo, corno no veía el poder más que sociológicamente .ni:.veía la dominación fuera dd mercado o de la autoridad, y como no distinguía. en­ért!. medios de producción y los '"medios de abasrecinnento" más generales (BeschajJitrtgsmittel), ni ent:e relaciones de producción. y

. activos personales rentables en el mercado (Lebenschancen) , no porua imaginar que los trabajadores pudieran ejercer una. coerción, téCJ.-llca e~rre' sí o sobre ·la ad...'TIinistración o sobre el gobierno. EA.rplicó la ~>:posición de enorme poder" de la burocracia moderna a partir de stL,'"indispensabilidad económica", más precisamente (como Sim­mel):de su habiliciad "técnica",. "esencial" para d uansporte y co­municac:iones modernos. Sin embargo, lo':máximo que corice-dió a les trab:yadores fue que el mercado de trabajo> podría favorecer a: los

, que estuvieran orgalllZados en ue ·'e,c<:p'¿',:, ~s,?eciah:nente"v"'Ítal'" (y¡, a los amás fuertes en términos pur.rrn.en1:e .fuicos"); re<chazaba pOI' completo ta." indispensabilidad" del prnletariado.}6 S U. sociolo­gia. industrial no exploraba. las luchas de los trabajadores, sino· sus psicolu:gías; no sus estrategias., sino' sus ahnas- y espíritus. C.on los enornJ.esrn.o"inüentos proletarios revolacionariosde la época;.We-

. herse c::oncentr6 en la personalidad, el earis:ma y la conspiración.

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POSIC¡ÓN ESTRATÉGICA Y FUERZA OURERA

Sólo una vez reconoClo, en Rusia, un caso '''muy. dificil aunque l···] no compler.a.mente imposible [ ... ] de fraterrtidad y asociación generalizada r· . ·1. que de todos modos no tiene mayor imporr:m<..;a que aqudlo que los trabajadores pueden y quieren obtener median­te las huelgas (normales)", pero no lo e.'qJlicó.>7

T:unpoco los hijos intelectuales de los sociólogos fundadores atri­buyeron a los obreros poder material en el trabajo_ Los We5b, que en la década de 1890 fueron los primeros en teorizar acerca' dd "sindicalismo", consideraban que la for:mación de sindicatos no se debía a que los trabajadores decidieran usar su "posición estraté­gica" en el mercado de trabajo, sino a que cenían una "facultad" derivada de su raza y clase. Para ellos, el sindicalismo surgía de aun instinto" de autoconserv-aóón presente en el "trabajador anglo'­sajón" -cuya prim.era manifestación en Inglaterra, y en realidad universal, es elllarnado Device of the Common Rule ("articulo . de; la regla común")- sumado a un "efecto· psif:ológico" y un "impul­so irresistible". La Common Rule "promueve la acción de las dos fi.lerzas del progreso evolutivo [ ... ], la selección del más apto, [.:"] y la adaptación funcional", para conseguir; flnalmente <~e1-má.~mo desarrollo acumulado del intelecto y el carácter i..TJ.dividuales en la cmllunidad en su conjunto". Pese al National Uníon ofRailway­men [Sindicato Nacional de FerrocarrÍlerGs], hTripleAllianeey el Shop Stewarcls"Movemem [i\llovimiento de Vocales, Ob¡¡erosJ; en la reemción de su teoría .en 1920,. los Webbno' cambiaron . una: sola palabra acerca de la "posición estratégica" de l'a<man0! de ohra. que sÍg'-ü6 siendo totalmente económica. y para· nada indl:lstrial· o técnica. Para ellos, l.os trabajadores anglosajones. usab~]¡n.i sm~,:fuerza estratégica" en el mercado de trabajo debido; a,su' emo:ciom}}!'; ,~

Después de la primera Guerra Mundial, dpúsa:on.dehubie­ra sido más probable que apareciera, unasociolog~a, burguesa del poder en la producción hubiera sido Ale:mania". por: su:proretaria"," do industrial. su :t-.istollÍa .íntrelectual, sus' movimientos ;rev.ol'uóo"j­fiarios y conrrarrevolucionarios, y su::: moder.nismO' .. reaccionmo generalizado. Sin: embargo; con todo y-la fasciJ)'aciónaJ:em;ana del

PODER Y PRODUCCIÓN

!Jl.lDUlerlto por '"d hombre y la tecnología::"" todos loscque:estudia":: a los obreros industriales, ~nto liberales como conse~

y. fascistas (por ejemplo, Emil Lederer, Hans Freyer y Fritz. Giese,. respectivamente), se siguieron centnndo en cuestiones psicoI6-

,:gicas y culturales. 3'1

Los sociólogos esudunidenses, franceses y hritánicos dedica". dos, a los problemas industriales también voltearon en esa época hacia los temas de moral, sensibilidad, sentimientos, significado. Dado el poder de Ford y la influencia. de Tay1or, que prácticamente suplicaban que se prestara atención a los conflictoS técnicos, .• no ,hubiera resultado extr.L~o que cualquiera de ellos se interesara por los problemas estntégicos de una industria. Sin embargo. ninguno lodrizo- Sin importar sus diferencias politicas en relación con los romámientos ohreros de sus paises (en ni~aún lado tan encarniza;.­das,~ como en Alemania e Italia), codos percibían que la principal

" cualidad de la mano de obra era súespiritualidad_ Podían discutlr 'Sos. obreros eran propiamente o~s- o' sujetos" de, estúaio, SI' él §e~o (o SUi7.<~~",$~l?mEi~~~~i.ndivid:<o, ,o ~~po" etc.; ~~1l.;!;!U_Qg,h~J;9-.QQ,.~J1~~.mer'.J:: y l?s.,:,alores d~lob~e,,:" tO~~ Un miembro de la SOCledad Fablana, el prmcIpal segtndorder ~alismo británico de la preguerra e investigador de su poder " erijas fábricas de municiones durante la guerra" repitió, en el perio-

00, de posguerra que los sindicatos británicos· funcionaban. a base .tantO de "una enorme masa de tradición' conservadora [.: ... ] ,fuen.te 'a, la- vez de fuerza y debilidad", corno de "una crecienternasa de idealismo y teoria" .41 El teórico estadunidense Hoxíe' había:, decla­

. antes de la guerra que "el verdadero sindicalismo" f'roveniía !ae)a "psicología de grupo", incluida la ··revuelta ciega y espasm6;: dica;';. Los trabajadores síndicalizados "ge:..rxerahnente no. entienden .de:..rnanera independiente la teoriade sus. propias exigencias. ni de .su'programa. constructivo·. Ellos siertten", Después de la"., guerra, y. a 'Pesar de las huelgas generales en SeaC'"J.e yWinnipeg, la huelga' d€ H,policía en Boston y la gran hudg:r acerero., la representante·pós'--. .llamarle· Hoxie declaró que.s1.il "an.<Ílisis psicol<i>gico'7 seguía:sÜ:rrdo . ,'::ve.rdadero". Sólo sugirió "un nuevotipofunci~mar' de sindicatO,

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36 POSIcróN ES-mATÉGfCA Y FUERZA OBRE1V\

.. caracterizado· por el idealismo práctico".+::: Un sociólogo estadu~ ni dense símparizan:~e del anarquismo pensó en esa época que ·'13 máquina es la principal causa" de los movimientos obreros, pero sólo porque vuelve --inseguros" a los trabajadores, quienes- organi­zaban los sindicatos "para ponerle riendas 3 b máquina" y resta­blecer la "seguridad y estabilidad". Perlman, el más autorizado;, ñr­memem:e partidario de la AH, concluyó que la "conciencia" era lo que iniciaba e impulsaba los sindicatos "modernos", "la condencia de la escasez de empleos", que "básicamente dcterITÚnaba [ ... J sus actitudes económicas" o "mentalidad", y de ahí su «solidaridad" acnva_ Recomendaba que "el método más seguro" para tener:':cer­teza" en ia "teoría del movimiento obrero" era "ir alas organiza­ciones creadas por los obreros mismos. rormadas y ad.r:P..inistradas por dirigentes surg~dos de sus propias fIlas, y tntar de descubrir 'en qué piensan reabnem::e los obreros' usando con1.O materiallas'reglas vigentes'. las prácticas y cost:UIUbres de estas, organizaciones·;'. +3 En Harvard, Mayo se preocupó más por la "moral"de los trabajadores. Sus colegas en Havvworne nunca imaginaron que entre los "fac­tores humanos," que tanto buscaban pudiera estar la. competenciá por posiciones técnicamente estratégicas en el trabajo; investigaron grupos pequeños, ··significativamente' homogéneos:',; en: los; que no hubieran podido encontrar tales' posiciones, y conduyeronque "la organización técnica de la planta" sólo tenía que ver- con "la orga¡­p,ización humana" en la medida en que los' ca:mbios: técnicos afec­taban los "sentíII1.ient'Ús" de los' trabajadores. 44-

De todos los sociólogos burgueses de la entre guerra, s610: 12a1:'" sons usó' el cons~:::?-2~~osici2ll...t;~Q'" Despl1i~ de estudiar'" tJosoña"y biología en Amherst~ historia con Tavvneyy antropología: con M,alinowski en iaLoudon School ofEconorriics', en 1924-1925';' y econorma con S,~lin en Hejdelberg en 1925'-1926 (de aill.su tesis, doctoral.. de 1927:, ;titulada Der- Kapiialismus; bá'Sombart,und.1vJax. lfVébei), y después die enseñatdurante cuatro, años. en eLdepartamen...;; to de economía de Harvard Y' de: soportar el "selninarÍo'.\ de: L:' J.i Henderson sobre, P.1.ieto, c0menzó- a1 trazar su'grau_ plan~pa:ratutla¡ ciencia. social de La ,1icción. Su primer esbozo" inspirado: en: Pareto,

PODER: Y PRODUCCIÓN;

el "poder coercicivo'~, cuyos principales «instrumentos:" eI3n~'!a r..:¡erza, el fraude y la posición esttatégio". Sin. embargo;

'/

. és~ 5eb.,.,na estando en el mercado, donde' la encontraron los wébh­y/donde la de'ó ~~~a1!J "P~stl?E:P.~. monopolio", sin, una 'ti u .. ":.lción técnica .. ('·fi5i~_:'mat~:rlal'J:+j tlS'lgi,l1ente'é$oozo,-ae' ~]üsñhcó"'~pdand~';:l~ '~~'auconza6'¿;;' Íái··te¿;ridts ' econóL.;ucas clásicas, la del comercio internacional ---es decir, de "mrifas o protección-, distinguía tres "'factores no económicos

, J "") fu c-') 1..... d ) 1 "j - ual' 'de kv;rIG.a SOCIal : le 'erz:1 y lLdUde, 2 e s:.Sta o, J as ueslg - ca:'" dés .. en [ .. ,] la luch:l competitiva", ya sea entre compañías -por el

· monopolio, por ejemplo-, en cuyo caso use puede-aprovechar una posición estratégica en el proceso de negociación", o entre com­~as.y trabajadores, a causa de "la desventaja del trabajador t:n h ~egociación, inherente mientras esté aislado", posición que sigue estando en el mercado aunque es "no económica" . .;.6 Dirigido por p~ons, un colega imentó otrO esbozo: "tres. de los t, .. ] principales 'dementos no economicos de la vida social [ .. _]son r) la tecnología,

.. z):eLdern.ento de poder, es decir, la búsqueda y uso [., -1 del· poder · cOeri:.;itivo, y ]) las actitudes éticas vigentes. Aparecen la tecnologío. · ,por un lado ("en relación directa con las situaciones puramente' ob­jeci;,xas") Y el elemento ético por el otro ("las mocivaciones")', ambos a;:la,vez «afectados por todos los demás elementos" y "iet'e::;:;:r-":::::'2Ln­

tes'[-.. ,J de las relaciones" del poder con los elementos económicos. Sfu embargo, la tecnología servía concr.etamente' sólo, a la eficiencia ingenienl. Nada del proceso de producción aparecía: en las prin­'cipales formas de coerción de este esbozo: intimidación', engaño, '~'in:onopolio no económico" y politicaY La. version ·terrr...inadQ¡ de li':teocia de la acción soá:J" de Parsoos no llegó más lejos·. Vohia·a

,diSringuir tres- "elementos" de acción --el tecnológíco (para la efl­- ciencia)" el económico (para la riqueza) y el político (para el poder . coércimro)- y un "sistema" de "valores comunes " .. Una, torma: de}

elemento politico, el "poder de negociación", que Parsons;' iTISpi­

rido en Pareto (no en lVlarx), concebía como '"el punto central de .. ¡~,:'atenc:i.ón [de Marx]", pocicia de heeho producir sólo una de "las' fo:r:¡¡nas más suaves de la coerción f- .. 1, el ejercicio 'legar aeuna po,""

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POSICIÓN ES"TR..-\TÉG10, Y flJERZI\ OBRERA

sición estraté-gi~superior dentro del proceso de negociación". Una vez más, definiti.~-am.ente, el ejercióo. era político y la posición no estaba en ia producción, sino en el mercado.4s

r: .~ste argu~.::.nto.que pasó de la sociología a la econotr...ia,. con­~ firmo la p"ellUS,;¡¡, de Dunlop de que la esttategla en la economía I nonecesariamenre implicaba una guerra social (la lucha por con­I~ trolar los medios de producción social), sino que se aplicaba por ¡Vo general sólo a las batallas económicas (disputas por el precio .~ la mano de obra). Además, dio lugar a su formulación final de

"cuatro factores interrelacionados: la tecnología, las estructuras de mercado [ ... L las instituciones de control comunitarias y las .ideas y creencias". -1\1 Lo más si~~lificativo es que, ya incluidas las defini­ciones de Usher de tecnología y estrategia y la insistencia de Perl­n~an en "la tarea"', (pese a su expresión en términos parsonianos), la argumentación de Dunlop sobre la "posición estratégica" tanto en fa producción como en el mercado no regresó aja sociología. Una razón, corno sugirió el propio Dunlop, fue el fortalecimiento de las "instituciones de control comunitarias". La Ley: Wagner, la National Detense Mediatíon Board, la Ley Smith-Connaliy, la National 'War Lll.bor Board, la toma de las minas y ferrocarriles por parte de T.a .. mun después de la guerra y la Ley Taft-Hart­ley hjci.eron que su concepto de "obreros estratégicos" pare(';iera menos práctico <por lo menos en Estados Unidos). También se convinieron en pruebas de su argumento de que la producción: industrial erai... ... ub~renterneme peligrosa para el orden contraído. Sin embargo, la presencia de "la comunidad" era entonces' tan fuerte que los sociólogos la consideraron fundamem:al, un terreno común incluso p.ara sus desacuerdos.

Durante la segunda Guerra Nlundial, el equipo que estudiaba relaciones hl1TIl~'?'"'·;tS en Harvard investigó las áreas estratégicas de in­dustrias estracégi .. c~::k Sin embargo, al terminar-la guerra, Mayo hizo caso omiso de e:'.!t:a investigación y declar.ó. que el crabajo industrial era simplementeC~ttabajo de equipo [ ... J ,. una coo.peraeión sosteni;­da", siempre en. "grupos",. donde la "habilidad récnica;" importaba mucho menos Sp!1le la "habilidad social, (es decir]:,. la mm~ni'caáón

PODER Y PRODUCCIÓN

,. .;Q Además, algunas instituciones poderosas de la época 3.,\1:'3-

precisamente eSQ visión del asunto y los' estudios :realizados desde> t::tles perspectivas recibieron apoyos asombrosos en el mer­

de la investigación. En Íos años illi"TIeruata1nence posteriores guerP.. las Universidades Penn, Princecon, Harvan:i, Chica­

:go ..... Yale, Columbia y MIT renovaron sus antiguos programas sobre ;:'n:l.'\cl.ones industriales" y los legisladores estatales crearon nuevas escudas, institutos o ceneres para el estudio de "relaciones indus­triales" en Cornell, Illinois, Minnesota, California (Berkeley y' Los .Ángeles), l'v1ichigan, Wisconsm y Rurgers. Los e::--.-pertos (incluido p.unlop) organizaron una nueva protesión mediante la. Industrial Relarions Research Association (Asociación para la Investigación de las Relaciones Industriales), que comenzó por publicar la re­:vista Industrial and Labor Relations Review, Los. principales profesio~ ,nales (entre ellos Dunlop) constituyeron la National Academy of 'A:mítrators (Academia Nacional de Arbitras).>' Sus viejos. amigos, :ahora en los institutos ILO e ICFTU, querían además una.. sociología

: óiidustrial de la cooperación y la comunica.ción, para tortalecer los '-'sindicatos libres" en la guerra fría conrra el comunismo_5"

... Dentro de esta tendencia al consenso, la "sociología industrial!' 'sé,puso de moda entre la intelectualidad burguesa. La .American :Sociological Society abrió una nueva sección con ese nombre, de~

. ,dicada a estudiar, según la deflnición de un experto, "la experien­=e:i:::.r..en asociación humana dentro de la comunidad industrial" .. La Ghicago School (la otra, no de economistas" sino de~ sociólogos)

.. hendijo "la sociología del. trabajo", fuera industrial o no·, el trabajo ·de, cualquier grupo, i~duso el trabajo empresarial (¿por qué no?) .. En Londres, Urwick recomendó la enseñanza formal de pSlcologia

.,industrial y psicología social, del '<fac'COr humano en. las relacio­:nesúndustriales", del experÍITlento de Hawthorne; de la "moral de rgrupo r···] del obrero anonnal", y Jacques promovió la inv:estiga.-o c1<bn de "las tensiones y resoluciones grupales" en la industria;.,En 'Fans; Friedmann urgió un "hu..TD..a.Irismo del trabajo" soóológico,

: ~eliliiel.que "psicotécnicos" asegur..rian a los trabajadores una "m.á.-ri,... . 1TIa.· comodidad psicofisiológica [, .. ], un magnU1.que. possible~' . . En

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<)0 POSiCIÓN ESTR..--\TEGiCA y FUERZA OBRERA

Hamburgo, Schebky defendió una "sociología industrial y empre­sarial" por Sl:tv:isión:ún.ica de la importancia: "'fi:mdamem:al" de las compañías industtiales p<l.r.lla sociedad moderna en su conjunro.53 Un sociólogo. de la Universidad de Califortl1a en Berkeiey y Rand, creyendo que hab.&:i descifrado el "código operativo" de! peBU para la '·societ:hd industrial moderna", ofreció un "manual de entrena­miento avanzado par.¡ fuerzas :mocomunist:as", especialn~en[e para el n"lovimiento obrero.J

• Aparecieron monrones de estudios "ma­yoÍstas", sobre una compañía te!efonica, ocupaciones. movilidad, el ¡neceado de trahajo, obreros automovilistas, otra vez Ha"'i"thorne, otra vez huelgas, profesiones, carreras, sindicaros, fabricas de zapa­ros y demás, siempre seguros que in soaerati venias. 55 Casi a la mis­ma velocidad y en la mlsn"la cantidad, los esmdios neomayoístas se concentraron en una u otra "organización industrial", en sus disturbios e:\.'1:ernos y heterogeneidad interna, fricciones, incon­gruencias, cambios, incluso en los sindicatos, aunque suponiendo siempre que la "orgapj,zación" ha de ser coherente y tender, según la nueva "teoría dt: sistemas", al "estado estable". Sólo uno captó. la idea de DUI"Jop de "posición tecnológica estratégica", literalmente, en su lenguaje, pero la perdió bajo capas y capas de análisis psicoló­gico de la "participación". 5Ó Los estudios antimayoístas' aceptaban el conflicto industrial continuo como inevirable, indusonatural en la democracia 1.1 loable si se instirucionaliza en negociaciones colectivas, pero, en todo caso, necesario para mejorar el "bienestar social".;7 AdeITlás, un libro de texto universitario, el primero. titu­lado Industrial Soáoiogy, introdl.:tjo a los: alumnos a. las "rela:cianes de trabajo". Ahí, el trabajo era "la totalidad de la conducta técnica: y social asociada con una tarea o empleo", y era importante en térffilnos psicosoó.oiógicos por el "efecto" de,sus.·"ruunas': sobre la '<atmósfera sociai de la [··.1 planta", sobre el "aiuste fLlera del tra,.. bajo" y sobre la ""acrirud:' hacia el trabajo, en [~to "afecta l .. e ]das perspectivas. de ·\;t:¡aa". El primero, de los "aspectos.princípale~/~ de un em.pleo erarchs: "'operaciones técnicas", pero esto era,"el interés central del ingenú::ro' y el aprendiz, no.del científico:soóaJ''': porque el com.portaanieu1I:o "puralllente técnico", no tenía "motiv.0s,~'. El

PODER Y PRODUCCIÓN·

fbitll+"ort.'U·nienro socio técnico" de un cortador en unaíSbcic::'/.: de por ejemplo, sóio implicaría '<contactos ( ... ] inrerperson..1.ks"

ó~:':'¡oteraccíones". pero nada de poder, salvo~ quizá~ eL de "ensei'i:ar mofido.a un obrero nuevo". Aparece un gesto de reconocimiento

la '<industria estrat¿gica" y otro para el "poder estratégico" en pero sin tomar en cuenta el poder técnico en 1;1. "or"­

~ción funcional" y en el "flujo y segmentación del trabajo". Aparece un capitulo completo sobre "la organización social dd

• . en "la planta local", pero se desaprovechan todas las OpOITLl-m.ctalOé!S de hacer algún análisis técnico, especialmente en un pasaje

,gi)D1cC. ·'estrategia y t3.cocas de negociación de agravios" (induicL'l. la '~-;intimidación"); se desperCici;:t~ rer:~rencias :l '~la tarea ~n sentido so.-ia1:' como "posición de trabajo f ... ], en la unidad estructural

·'b.:-ísi€.;l' de una r .. ·] planta", y los autores nunca indican que algún Í:mbajo pudiera tener Ílllportancia estratégicia. El poder que re­

cen a las organizaciones formales e informales de la pla..'1ta, !.'ekgusto desagradable de quienes se han criado en ideología. de­mocrática", pendía fuera de peligro, balanceándose entre "Admi~ rustración y Mano de Obra", en "una igualdad aproximada", sin l~d:i..+erencias significativas ( ... J. entre sí", de: modo que ocurría una t~:verdadera negoci.ación colect::v-a". El origen de la fuerz:l d.':! :x,~.

sindicato era un nusterio dernocráw':;-:J, y ~l g-raJ.o dé: ;:;:;,.;,1 ::;_':::2 ...

:s610 era mensurable post hoc, mediante salarios, horas y condiciones • 1.'iborales. 58

. Ea' mejor oportunidad para que la argumentación de Dunlop embonara con la sociología industrial se dio en 1958. Expuso sus teSis:. como creyó mejor, al estilo de Parsons, en Industrial, Relations

. $l'ste11'ls. El sociólogo que había captado su idea antes publicó un: es'-hiilio brillante ace:::::l de "C:"J:>S ':;00 ";rupos de trabaj O" en 3 o pla..""ltas industriales de lVlicnigan, en el que "osm.VQ que' "la [ec:loicgia' cié la, planta [ ... ] moldea los tipos de grupos de trabajo queevolucicman &ntro' de la planta" y defInió un: tipo· corno "estratégico"; Espesi~ ~. , .' . . ., .. -"> p,co:.que estOs grupo;,2~W1 __ f'Str:at-eglf:Jd§~.p~"~u posiClon.o.algaR

···.~~~""ii~~or su cOP~~"c~.:J::..:~,~~::~~=~~lu:e~~,i:jzó p,;a eXf.~Si.EJ~..s:S~R-~~ "ll~i,.~,~:!~<::':':,.,~,~~;1J-".<;i~J: de su ,

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I>OS,lC¡(jN B"TRATÉGIC.<\ y FUERZA OBRERA

función" o "grade de indispensabilidad [ ... j,tacJidad de rempiazo [ .. ·1. C~.d:l:er critico de su habilidad [ ... L c~"<Ícter esencial de su ubicación"; luego citó a un alumno de Dunlop que había habla­do de «posición técnic:u:nente <::stracégica". Ese :m:ism.o año, una investigadora bricinica publicó tu, primer informe de SU brillante estudio de 100 Eibricas en el sur de Essex:. en el que sostiene que no

i sólo hay efec:os tecnológi~~s sobre ·ja org<l.-:izació,: tormal e iní:or­S mal del trab~o. SIDO tamblen una racIonalidad "slcuacional" tanto f entre los tr:lbaj::tdores como entre los patrones. Sirvió de corrobo­l-roción otro est-cldio brillante de 13 "plant:lS llamadas automatizadas"

en la parte oriental y central de Estados Unidos, 'que demostró la "integración de la planta física" media11te la automati.zación, su inflexibilidad, la reducción final de bs habilidades requeridas,. la vulnerabilidad "fundamentaln1ente peligrosa" ante las fallas de abas­tecimiento y el rnantenÍIniento como un "terna vital".;!!

Sin embargo, la conexión falló, quizá porque para entonces la sociol.ogía en general estaba volando en pedazos_ Los herederos de Durkheim, Sinunel, Pareto y 'Weber que seguían investigando cuestiones indusr:riales pasaron por alto la idea de que los trabaja­dores usaran el poder técnico de manera estratégica.60 Dentro de la nue',l'" "teoría de la organización" (theoT'j of organizatian), resultó de interés el derivado "grupos esrratégicos~', del cual se derivó a su vez aan:iilisis estt'21a:égico".61 También a:..1-ú aparecieron, como úr.1ca organización in:>trum.ental, al§,-unas argumentaciones re:minis.::entes de Dunlop-'~2 Y de estos derivados y reÍIlVenciones sobrevivi.eron durante mucho tiempo vestigios del "análisis estratégico" (priInero en la "'rearia de 1a contingencia", luego en los "estudios críti€OS;' o "teoria radicar"., y últimamente en la "subjetividad descentra­da").'" Sin embargo, la idea de un sistema con circuiros indeDen~ dientes '-por lo tanto, no un sistema- no podía sobrevivir ~baj0 las prenrisas de conel'encia y consistencia.6

.. Los antiguos SOCIólogos industriales que estaban pasando a la "administració.n de perSQFl~?' les sÍg> .. üe:mn la pista ajos '.' grupos. estratégicos" durante u~ tiempo, pero finahnentelos dejaron,.ír. 6

; Nlienrras tanro, otros desarroIla.­ron una «soóologll económica" en la que casi: nunca aparecía. ni

PODER:. Y PRODUCCIÓN 93

un ram:asma de estos grupos. M Otros, que' eswdiabanlas jCcitudes, estaros, movilidad, rnov1w.ieor:os, salud. men:ml".c-uItura;c

. étC. de los rrabajadores industriales, aunque investig:u:on a: menudo f:'estr'uteglas" en el tempenmento, las tendencias o las cicti:cas, r.rr.a

. Vez; mostraron alguna noción de industri:ls estratégicas e, incluso , "entonces, sólo una idea muy IT'..Jnirna de las posiciones técnica­

. sente estratégicas. Ó'} Otros más se fueron hacia los estudios "uma­o '"étnicos", y describieron de vez en cuando a trab.qadores

industriales en empleos estratégicos, pero ninguno conceptuó' tal a}}sl:~nlajci<:)n.6'l El único que vio que los ejecutantes de ciertos em­pleoS' tenían poder técnico sobre quienes trabajaban a su alrededor,

'6:>nfundió este poder con el de los "entendunientos" en una "S1-titación".6'1 Para mediados de la década de I960, algunos. "teóricos rl'elaS' organizaciones" se estaban especializando en "organizaciones

::(:fe',:o'l:olvimient:os sociales", en particular en sus ."estrategias", pero entonces como después fueron p.ocos quienes' vieron algún

.. ~Jmi-:Jvin:üento" en las organizaciones obreras, y las descripciones hicieron de sus estrategias eran morales o legales.70 Las pro­

públicas masivas de la década de. I960 en Estados Unidos y generaron material para "una nueva teocia de los movÍ"­

::lfuúentos sociales" con abundantes reterencias a la "'estrategia". Sin "e;!:i:rlbarj2;O, estos teóricos sólo daba.'1. un uso histórico a los obreros y;

caso, concebían la' fuerza estratégica sólo com.o: números::y emoción: una huelga de fabricantes de espejos tenía'bmisma .

tp(-:Jr1:arlCl.a. que una de telegrafistas." A. pa...-tir del Autunnaca~ de 1969, alguFlOS sociólogos industriales, vieJOS y nuevos: •

trabajadores 'técnicamente estratégicos: en una. "nue~ \, colectiva" dentro de una nueVd organización industrial. <

.apuntaban justamente hacia la posibilidad de; replantear la J, :i¡':gtlll1:eIJ~taci~Sn de DunJop, pero no lo hicieron.!"' Después deresttl"­

r2'3 huelgas en Francia en I97I, dO$ sociólogos del trabajo, uno otro viejo, descubrieron varias stratégies ·de négotil1tion', un

dunlopiano de poder técnico y, la "tácticaJ' técnica~'más (0:(ieJco!,a, la greve-thrombose o greve-bouchol1.' (huelga tipo' "trombo~

0> opo "'corcho"), con su corolario, le cfWmage' technique (él

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94 ¡'OSIC1ÓN ESTR .. >\TÉGICA y PJERZA OBRERA

«desempleo técnico"), pero todo fiJe p-'<u--a argumentar otro asunto. la Te-oIeruiicaúon. .. 7,; IVleruante la <L."1rigua disciplina de la sociología po­lítica" alg' .. mos sociólogos jóvenes de la década de 1970 estudiaron las «opcionc:s estratt:gicas" y ,. esr:rategias" de los obreros, la tec­nología moderna, la importancia social dd trabajo y la diferenóa entre la acción colectiva del capital y la de la mano de obra en las "democracias liberales occidentales~'. Supusieron que las opciones y estrategias esuiban sólo en el mercado de trabajo, hicie·ron caso omiso de la tecnología, salvo ensu transroG:l:.lción (siempre para "ahorrar en nuno de obra"), alegaron que e: trabajo ya no era la "categoría social clave" y distinguieron eutre asociaciones empre­sariales y sindica:tos en función de la "disposición" e "intereses~' de sus miembros, no de su papel en la producción.7 -+ Otro sociólogo de las huelg:;.s industriales muy interesado en cuestiones estratégicas dedaró que podia predecir cuándo los obreros obtendrían bene­ficios (al menos "'residuales") de una huelga. Argumentaba desde la histOria de una industria alt:lmente estratégica en Francia, pero nunca vio ahí posiciones estratégicas, y aunque redescubrió la ló­gica de las posiciones estratégicas en otras industrias, no les dio imporuncia.75

La última buena oportunidad para hacer una clara conexión dunlopi.::ma con h sociología burguesa se dio en 1979 sin que nadie se diera cuenta. La perdió un sociólogo británico; en su crítica ex­plícitamente vveberiana de la "teoría de clases:' marxista, dentro de 'una argumentación sobre la "limitación social como usurpación". Para aeIllostrar cómo podía ocurrir la "usurpación" social, Frank Parkin pasó dire~""tamente a "la lucha eutre el capital y el crabajo" y citóconrundentemente a dos autoridades bri1:ánicas en conflictos industriales .. El prUnero era un sociólogo pol:ícico bascante al estilo de Pare::o que [!tD conocía a, Dunlop, pero. sí su argumento en, la v:ersión británica más importante (el Donovan Report\ v sabia me-

\. I' J

jor que cualquier otro académico de la época cómo. el cabildeo dirigía los enfrentamientos políticos británicos .. Su cita se refena a "pequeños, gDl1POS ,especializados" de "mano: de obra organiza-;­da" que tienen '\=1 potencial" de "suspender ciertos servicios [ ..... ,]

'1

PODER Y PRODUCCIÓN:

para la supervivencia de la sociedad". es. de(..-ir, que tienen poder soóoeconólnlco que puede paralizar a la sociedarl"~ La

.;:SC;~lnaa auroridad era el im.restigador británico más distinguidO' de Ha~~elloca en relaciones industriales, que habíaha.bg.ldo a menudo el IlntÍusmal. Re/an'ons Systetns de Dunlop ("el estudio más iropor-ante

el· terna desde la segunda Guerra Nlundial") y que,. en gene­. habia m.alentendido su planrearr.iento, aunque habia captado

~~,Y'sublil:rlirllll.m.erll:e la idea en su conocido terror. a las huelgas. estra~ tégicas. Declaró que las relaciones induscri:a1esconsÍstían en "la dls-

..•... ·.~ri!)U'C1()n de la afluencia y la i.TJ.terrupción [normal] que ocurre en !'~é:fr;.l)tl)CeS'o", aunque la "negociación colectiva desinhibida" podía ,.·::·t¡~)y~)c:rrle a la sociedad moderna de.ma~;¡ach aÜ:eración. Según él,

condiciones de tecnología avanzada que implican razones alt:lS

,da capital/m.ano de obra, niveles bajos de materias primas: inter­~pjedias y procesos de producción y distribución cada vez más es­'ttecham.ente integrados", las huelg:;.s dañan no sólo la "industria",

a la "comunidad" en su conjunto. Los sÍndicatos, "prepa...rados "para: explotar esta situación estrarégica critica"' podían prov:ocar "un desastre social'7. De al1l tomó Parkin el concepto muy proplO de

~. Dunlop, de '·potencial de interrupción" 0- "Ji?2t.e~cial dis~uptiYo:'

';tdisruptíve Dotent¡al1), que ,es ni&:[email protected] los "grUDo~: clave " ..l _ <,..J 1.

7qn::,_ forman el n~~J si,~~roductivoH, -un~oder que los ""':''"reros: ue"'1'en usar . . ,re. cH·" ')b,~~",."." '~$;;';"~"r-,~-"'-""~' ~JU . U, .. ~.;..1.r':'~ ,",,"~,,-.;: ... ",~~ .. J..-:.':-"..;;.::':::.:~~..,~~~~:,:

~ ·.Es COillO ~l. UL. J <::.~ capital se Illuestra vulnerable en ciertos puntos blandos. ' de obra en su conjunto se volviera, más confiada, de su usurpador" .. Sin; embargo, ahí dejó eL ten 'la,. y: illIlgBn J

'!",s,oCIO,lO~;¡;O burgués Lo ha retomado.76 'o,

,,;;¡:-',La conexión ocurrió por fin, pero a bastante distancia, bajo, oero ~nomb¡;e y apuntaRdohacia otro lado. A partir. de ia arguIllentación -de~Dunlop sobre otro asunto, la "estrucrura.salarial inrern:a~', dos, de

. 'ias aluIunos más influyentes en econollÚa del trabajo habían desarro­liadü una teoriadel "mercado de tmbajo interno" (luegO' "mercados

-;de: trabajo segmentados"). Con, esta teoría, pero sin leer sn,fuente ni\ mucho menos, su idea del "contexto técnico del lugar de trabajo.";

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POSICiÓN ~,ltATÉGIC/\ y FUERZA. OllRER.~,

algunos sociólogos económicos de .segunda generación dedicados a la "imrescigación de la estncif1Clcíón". adujeron una "desigualdad estrucnrrai" o "'estnlCtura de desígualdad posicionar y produjeron con ella la ceoria de un "nuevo estrucrur.Jismo", Aún sin conocer

.. ..... .~ . ~.. -l • el contexto teL"ll1CO' ae Dumop, en 1980-Y9lÜ algunos "nuevos esrrucrur.ilisJ:as" infirieron, a partir dd argUJnenco de sus alumnos sobre "especificidad del empleo o tarea" (job svecifUity) una idea muv cercana a la que ter1la Dunlop, acerca de "c~nt~nid~ dd empleo ~ tarea" y sugirieron que se atendiera con urgencia "la estructura la­boral interna de la compañía",77 Por casualidad, otro dI:! ellos recibió entonces un articulo al escilo de Parkin (pero marxista) acerca dd "potencial de interrupción", Después de un tiempo y sin conocer la "posición esrracégica" de Dunlop ni el "potencial de interrupción" de Parkin, él y ottos dos colegas presentaron este trabajo co~o una nueva teona sobre "las fuentes del poder de los trabajadores derivadas de su posiciótz". Sin embargo, pusieron la alteración de los merca­dos C'corriente :rrriba") en la misma cuenta que la alteración de la producción (" corriente abajo"), consideraron que importaba quizá más y cambiaron el sentido deJ potencial de imerrupción (explíóta­mente en contra de la intención del autor marxista) de estratégico a psicológico,. de modo que el "poder de posición" o "poder posicio­nal" significaba "militancia", En su misma línea, en un análisis bien fUndamentado, récnicamente detallado y bastante agudo del con­flicto industrial en las plantas automovilísticas renovadas de Estados Unidos durante las décadas de 1960 Y 1970, un joven weberiano es­tadunidense sosruvo que todo se trataba de "militancia no autorizada por e1sindicaro" (wildcat mílitancy). Incluso entendió bien los poderes industrial y técniicamente estratégiGos de los obreros, pero supuso

.'.(' q.~~ sus?ita~an ~a;.s lllismas pr:gun~ qu.e la soli~aridad, n~ pre~ntas a\..eLca ae c., .. lculo, negoClaClon, alianza, coaliclon y seceSlon, SillO de

l :'motivaóón" y "·'movilización".7~

V La considercll.óón más compleja-que se ha hecho recientemente sobre los "mundos del trabajo" moderno es la de los Tilly, padre e hijo. Contrarios: al "enfoque neoclásico", establecen fundamentos "institucionalisGc5. marxistas y organizacionales'~ para su "mirada

PODER Y PRODUCCIÓN 97

y profunda" hacia esta cllesOon cósmica,. y refieren mu~ investigaciones y .:málisis imeresa...'1.tes. incluido d de Dunlop;

de las estructuras salariales h1ternas. '" Sin embargo,nunCl título, el "trabajo", Como en realidad no

de - ven el trabajo C~:!l'!Q i

~-""~'...-..~ ....... ~

tratos, como una transacción" entre

~,~=~~~~~~Y:'p~~~!dj~-~-i~--~n-.!-,-:d""~-)::-{i·:Y;~~ffi~~~~~~~~~~u~~: nroc!ucclón" caprtaIf;;;-, ;:;Tganizadas en 'Jerarquías, mercados, in­.d1.1St:n:J1S y coaliciones", definen las "transacciones laborales" corno ;te::Ol1Ltt:ltC)S de trabajo" entre trabajadores y patrones, los primeros cóntratados para desempeñar «papeles particulares ( ... ] conocidos como empleos o tareas" y los segundos autorizados por jerarquía pará~ "optiw.izar [ .. , J la calidad, eficiencia· y poder". Bo Por lo tanto,

rrilly trabajan más sobre los mercados de trabajo, en los que que la demanda recibe una oferta socialmente (o CltlW-

ralmente) predasificada, de modo que la única división impor­del trabajo es racial, émica o de género; tienen muy poca

. idea; de la tecnología,sI Cuando sí llegan a entrar al tema en una

.:6011Q.p·aTIlía industrial capiralistamoderna,. dicen que ocurre· en "los >n;¡e:r:ca.c1os de trabajo". Consideran que la coerción sólo consiste en

de infligir daño" y sólo la ejercen los patrones sobre empleados para hacerlos trabajar. Explican las huelgas como

estratégicas" voluntarias y enmarcadas,en la cultu­Hacia el final sí repiten la idea de Dunlop sobre la posición

pero sólo de paso y luego la pierden; evidentemente, 'S~, dan cuenta de lo que significa. ~3

: Ji.¡:;¡úfo'rnlula<j'.ó n de Dunlop sobre los "factores interrelacionadbs" ~lnduida la "tecnología") sólo tuvo una influencia importante en

"interdisciplina...'io " de las --relaciones industriales?",84' Sin .~Ínt:largo, incluso ahí su concepto de las estrategias basadas en lo ln.dtlStn~ú y técnico quedó anulado.3s' En sus clases, escritos "1' nego~ tiaci0nes y arbitrajes laborales .reales, Duruop siguió insistiend<:> en; su

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POSiCIÓN ESTRATÉGiCA Y FUERZA 013RER,,\

idea SI eTnp re que le pareció pertinente:. '" Sin embargo, pocos de los, osi 50 tr:abajos de la colección "Wer-..beim Public:lcions in Industrial Reht:ions" que éi mismo hizo publiClr se reheren a su tipo de consi­denciones estr:lJI:égic3S, y est:lS referencias son casi todas a los merca­dos de trabajo; sólo UI10, de hace varías déc:ldas, aunque no habla de "estrategia" o de algo "estratégico", se reflere al poder técrucaITIente estratégico en la producción agrícola. 3

' Casi todos los sucesores de Dunlop en "politlcas públicas" en Harvard (su program:l para estu­diar relaciones industriales) insisten en que los obreros pueden apli­c;rr "presión tecnológica" (no especificach).:t8 1'vluchos otrOs inves­tigadores de las relaciones industriales que están trabajando con las "estracegias de organización" de los sindicatos, com.o los sociólogos que siguen con el "sindicalismo de los movimienros sociales" (social movernent :mionism), hacen oso omísode cualquier indicio del poder técnico de los obreros en el trabajo; el poder que estudian es el de la "comunidad" y la "solidaridad", que en esencia es el poder moral (obsoleto) de hun:úllar. 39 Conozco un solo documento de la AH-cro (el Congress oflndustrial Organizations; Congreso de Organizacio­nes Industriales de Estados Unidos) que sugiere el uso de posiciones materialmente a."tratégicas Cclave") para "presionar al paerón", pero sólo p<h'd ayudar al "equipo negociador regular" del sindicato me­diante '~negociaciiones fuera de la mesa", después de obcener asesoría legal y en busca de un mejor comrato.')O Especialnlente después de la "batalla de :Y.=attle", los principales investigadores del trabajo en Estados Unidos piden que se hable de "estrategias", ya sea desde la "economía política" (es decir, los mercados) o desde la "cultura", pero casi nunca" a pesar de Dunlop, desde las posiciones industriales o (éCnlcas.9I Freltlados por el liderazgo de la AFL-CIO, tan aITIable, novedoso y orie¡;u:ado hacia la cultura, buscan la umón en la ya es­tratégica "lndQ.~~ de la información" mediante una "estrategia sin­dical cibernécic~{' {e-unían strategy) que use su tecnología sólo para la comunicación, pLra crear una "comunidad de ernpleados" y comu­nicar sus preo(.~'f-'aciones al público en generaL no para interrumpir directamente la.,,> operaciones de la compañía, y provocar su ruina. 92

l'vlucnos obre:t'lJ'!ii :'iaben que durante los últimos IO años, los hackers

PODER. Y PRODUCCIÓN

¡a::iVlSt:lLS de la red" (!let activists) de todo el mundo han planeado ÍU1:lcnte y a vecc::s provocado interrupciones cibernécicas s,"",,-er.LS.

ahora, el "backtivismo" es políticall'lente utópico (F~ Bey, Mlar;¡;:o:s. Thoreau y, yo diria, también Fourier) y estracégic.nnen­

dos tipos (liberación/resistencia), pero táctica y téc:r-,ica.m.ente

interesante para muchas acciones que bien podrían emprender bajadoresYJ Sin embargo, el foro de la AFL-CIO sobre "ideas,

- v debates" sólo ha inspirado una nota breve y v--aliente según at' aunque los sindicat~s teman las consecue~cias, «las L;;e­

'itJapCl1o': nes cibernéticas coordil1.acias aú.'1 serán posibles".'.14 No hay ¡~~iSa::intelecrual para el desinterés que ma.-mlestan las principales ;c<)uie;'li:e:s académicas hacia el poder ¡;écnico de los trabajadores. En . 'c;:ut:tbl,C, y a pesar de Dunlop, pero como él aconsejó, los periodistas '31"tn.e11LuclO relacionan "factores" culrurales+ policicos, comerciales y ,~9:J[lCOS para e.-xplicar los conflictos indusm::Jes:); ~'-::'.;: ~:::::..:~ 00,.'

l~si::l¡:g.;:n.l:es favoritos del gc,bix;-;~';:-~;J ::::S:-.aCUlllc.Cl".lSe' p~~-a la. "SotU:";¡0rl

:Qlllcí:Jaca de los confuctos internacionales" (en otros países).96

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IV. Los socialistas alemanes debaten acerca de la "huelga de masas'"

« .." 8 o y su estrategIa, 1 95-1910

E NCON1RÉ ¡-"NA BASE para las argtrmentaciones industriales y téc­. meas en la primera generación de marxistas (posMaci). No es

muy grande. Casa todos los marxistas de entonces fueron igual de ciegos que los sociólogos y economistas burgueses ante las posicio­nes estratégicas de los obreros en su trabajo. EstO era de esperarse de quienes tenían intereses ekcrorales y, por lo tanto, numéricos, como WilhehnLiebknecht, Bebel, Lafargue, Guesde, los Adler, Sombart, Zetkin, Bauer, Labriola y Plejánov, pero sorprende en otros, conocido$ por interesarse en las cicticas revolucionarias, como lV1ehring, o en "la huelga general", como Pannekoek y So­rel, que no era..TI buenos para los detalles. 1 Sin embargo, los marxis­tas que si captaron el argumento técnico lo explicaron claramente y percibieron su importancia.

El primer contexto de sus reflexiones fue el "nuevo sindicalis­mo" británico y la discusión de la Segunda Internacional sobre las huelgas corno ''-n1edios extra-parlamem:arios de lucha política" a principios de la década de r890. Lo más importante fue la discusión del Partido Sociaftdemócrata Alemán (SPD). Por parte de Inglaterra, Eduard Bernste:Ur:l, avalado por Engels, especificó pública..l1ente las condiciones bajo las que apoyaria "la huelga políti'ca", que "qui­zá" podría ayud:air más de "lo que logró en alguna época la lucha

, desde las barr-ica.d.las" a forzar al gobierno a aprobar o promulgar leyes a favor de la clase trabajadora. Entre sus condiciones señaló la "buena orgarriz-ación de los trabajadores, suficientemente fuerte como para ejercer una influencia decisiva sobre los obreros no or­ganizados"; sin eRirllbargo, no mencionó el origen de esta fuerza ni la manera de consttulr una organización semejante. 2 i\l presentar la nueva edición de Las luchas de ciases en Francia de Marx, el propio "general" Engef,$ escribió un ensayo sobre la estrategia socialista.

lOO

nQ1tle . .suibr.:Jeyo' que "la manera de luchar: en 1848 (es.decir; desde :iru::ri,¡:;a¡::ia:.j resulta acruah:nence obsoleta. en todos los sentidos",

que "los luchadores ci~Jes" hubieran perdido por: completo

estratégico.

el futuro, una lucha [obreral en las calles podría triunfár (._.] si ia

posición [civil] de:.-veocajosa [en comparación con la rnilit:aIl queda ~compens.lda por oons impulsos. Por lo tantO, ocurrirá con ma"y"Or

al principio de una gr<L."'l revolución que en sus et:lpas

".,rVdlrl.zadas, y debe emprenderse con fuerzas mayores •. pero éscas pro­"babl.enlerlte preferirán, COIIlO en [. _ .] r870 en Paris~ el ataque abierto

la. ticoca pasiva de las barricadas.

-"} No señaló en ese momento cómo podrian los trabajadores ,

l "fuerzas m.a.yores", suficientes para desorganizar las, fuerzas í ni11iC:tres, pero la simple idea de que podrían hacerlo pareció tan "

a sus camaradas en Berlín. que ternieron que diera lugar a I anrirrevoluciona..ria y le insistieron que eliminara ese pasaj~

su texto, y así lo hizo.3

'I89ó, aún dentro del debate sobre la "lucha POÜtlca",un rarxi~¡ta atrajo por primera vez la atención: del público hacia. las

¡i~¡iC]lOrleS especiahnente' poderosas de algunos obreros dentro de la ~.:¡;¡¡)dlLrCci<)nnacionaL Era un ruso de, 28 de.edadde1: SPD,. Israel b7~~'reVlt:ch Gelfand:, alias • Ya; desde

r89I),. división· dd

técnica

su .propio· analisis; estratégico, y prepusO' que par:r. contia,~ "YL,U. .ld.represión en unacri...sis futura; la' clase traJ::,aja:do~ a1..~a

mediante una' propuesta apareci6. en una: l.arga' sene

revista teórica dd SPD;' Die' l'\ieue, Zeit; bajo um titulo muy

latna.tl"'\iro:. "Golpe de Estado y huel~J2011?~~~~!:~.f!..d~::

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era su idea de la huelga (política o no), no como un acontecimiento geneo.l o discreto>, sino como una acumulación organizada, disci­pli.'1am y guiada de aconcecirnientos; una ramificación deliberam­mente cargada de pérdidas infligidas al enemigo, como un ;lUlllemo exponencial de cifras en una sucesión de rablas de entrnda y salida. Explicó de maneo. senc..iJla y concreta que en CÍert:ls ramas de la producción las huelgas tep.ian consecuencias ext:r:aordinarlarnente extensF>TaS. "No es lo mismo que se pongan en huelga los mineros y los sastres, por ejemplo, porque una huelga de mineros implica a coda la industria siderúrgica y de maquinaria y, por. lo tanto, toda

~ .indus~ia r::,esada". Lo mis e~ectivo seria una hu~lga terrocarrilera: j SI queaan tuera de operaclOn los grandes memos de transporte,

i entonce~ se deti.e~e no SÓiO. el apar:~o :.o~ple~o de la producció~ \;?Clal, smo tambIen el aparam polítlCO . ~ Es deCIr, la huelga mas

estratégica en términos indusrriales im.plicaba, en sus propias pala­bra.,>, una «desorganización" de la burguesía alemana y la seguridad del Reich. Tras las enormes huelgas de Inglaterra en 1897, Francia

. en r898, Bélgica en 1902, HOlanda en I903, Rusia en 1902, 1903 Y I904, Italia en 1904 y la Revolución rusa de 1905, y a partir de sus propios esrudios sobre mercados mundiales, políticas coloniales y crisis comerciales, y de su análisis estratégico de la Revolución ru,sa, Parvus fi ... '1.alrnence llevó el argumento a una'conclusión general. Ex­plicó que la concentración moderna del capir:al; que implicaba: una integración industrial en condiciones de competencia internacio­nal, que irrlplicaba a su vez" guerras, revoluciones e insurrec:ciones", era ta.mbién un "desarrollo tecnológico" que' conllevaba "la organi­

'zaCl&U del. prolera:rriado ( ... , J y forzos~~El.~;J~~,~3) al ;.!:::ero haci; l~ ~~~:~~,~~~3F 1:: c~r;.~ili.~~~e.los s,~;:i.~~:!,oS(~:;,~~~ujlqui~.r "PdlS' moaerno. una "huelga' de masas" sena: casi retoIuci:onaria,. no tmoopor l;s·-~.,~~"cP.o;r:,:~l' c~~-"'de-'ros"-tranSñortes"2~' . seivi"ci,oí:e~~o~'i~i;): no hay Esod..Q 7~;tr~i~;d;:;;;:~:'y-~;;";~sensíbles" 'se h~b~··~;~lto~k,;~;;;~~:i:;;-;,-~:-ili;i;~~;~;'1:=~~;A~~.i~~ éapicir':q:tielltéITümpir "los servicios' de ferrocarriles' y de difUsión

;ie_no~~as Lden'u!1!;IiI~.mc:i~EUPld::!.~~~~:J2:::r~.L.J~ar la producción mundial".)' ,""

-,.;:: ... ."".~-~~ .. ~-,.,"""""""-----._-

LOS SOCiAliSTAS I\LEz.,;.~'U ..... ES 103

. Las hudg--...s belga y holandesa de 1902-1903, que buscaban dsu­democr::írico (masculino), agudizaron particu1annente el deba­

"la huelga política de masas". Las discusiones se convi:rci.eron l~:O:lellu<dO en encabezados de Die j'leue Zeit, en la que los socialisClS

todos marxistas) belgas, holandeses, austriacos y polacos, además alemanes, discucian la ÍDiport:mcia de estas huelgas para los t::!O.-

Oa'í;l.dlores, el prolecri.ado y el socialismo. Al cabo de un par de a..Tios "e lJta<.,,· ..... · apurecido una cantidad enorme de arciculos sobre el asunro.

teoría o descripción, algunos presentaban acercamientos a idea de Parvus sobre d poder indUstrial de los obreros. La mfu.

;~)n'C:rt:~C3. fue la descripción de la huelga holandes.T, que comenzó en ,'Arnsterdam entre los encargados de almacenes, cargadores, estibado­

. 'res, guardagujas, equipo de 1as estaciones de ferrocarril y mecánicos . 'los talleres de reparación. Sin embargo, ningún argum.ento cenía

análisis industrial explícito como el de Parvus. ti

, 'La controversia provocó que el editor de Die Neue Zeit, Karl KaLutslcy" que para em:onces era "el papa del marxismo"; entrara atdebate para tratar (como siempre) de centrarlo. Ya desde' r89I; Kautsky habia reconocido que la vulnerabilidad del capi.talismo

en la división moderna del trabajo y en los sistemas de cir­Cllla:CI<:)n expansivosJ: A partir de las luchas económicas. c~tu:r:tles,

,'p<:)l1t1c:as e ideológicas que había sosteni¿o :'.a$Cd :::,~~ ~~.-:-::: ::' "-~';~',:.

• .u.,~,u.,<..." había refinado escrupulosamente sus ideas acerca del poder proletariado. (Pesaban en su mente el rechazo a "la huelga ge­

" por parte de la Internacional Socialista y la negativa: de la ';·"~OtnllSl,:)n General Alemana de- Sindicatos a discutir el asuntor"to­

Hacía poco había insistido en "esa arma· f ... ] de la que' el ¡¡l1foJe'etarla¡jo obtiene ante todo su fuerza, la organización:" ,y había llaLmacto la atención hacia "el medio. de presión 'fe lucha: que perte-' ¡rece' exdusivam.em:e al proletariado [ ... ], ~3. negativa, orgarizacta: a

nrabajar, la huelga". Cuanto: más se desarrolla el: capitalisnlo>"maym' .es:.la dimensión que adquieren las huelgas:', de modo. q:;¡e:.poma,:i '~"pr0ducir una calamidad naG.:ional, urr acontecímientopolírico:;;, , Sin: embargo.,afu'l: nO' había explicado cóm.o" crecen.las.JruelgasLd

; Ya em 1904, citando a Parvus por haber ofrecido la explicación '"por

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104 POSíClÓN ESTR.:\TEC¡C.", y RJERZA OBRERA

prünera vez y sin duda de manera ro:is br~'te ", retomó su tesis para construir su propÍ3. justiiic:lción de la huelga poHtica de masas. Describió con detalle d me!"C.:ldo necesario para que triunfe una "hudg:¡ econóauca" y señ",Jó también las "bases técnicas" dd éxi-

}O, cmno la de d.ejar pudrir las remolachas en un ingenio azucarero. {Sin embargo, ciado su propósito, subrayó la carga creciente que

significaba la huelga de masas pan -el proletariado: "todos los fac­tores económicos que favorecen el éxito de los tr:lbajadores [en una huelga econónlÍcaj v:llenmenos en una huelga de masas, y mucho

men::,s cuanto ~s gener~ es la huelga":yCu.and2.l~<1Éc.q9~e '1~:~~'. ~~ .~~C:~~~_ corrue?3~~a,_12~le~ Eo.r~~q~ .. rp.gdo..Q~a ..E~.:2r~~lO~ . .5!~ .. !:?g,~g? SLl.!.:ec!.~" ~h.~l2.4.º!g.los.1=~~os..de. la h.¡¿e!ga

~:?,~5:~~~~Y e~~.a_ : .. ~osde la i-?surr~~.~~ó:;~::~~.:.S?~.S)!2,!IJ~ei9.r. que pUGo) la estructura mdustruI d.e Parvus:. cuanto masse desarrolla Jap_~?d~c.~~ó~" &-~~r~~'~~i~~, "~á~- p~od~;;r.~ad~<-i~i~D no lo \11e usa,. sino.lo-·qü:e-·:tltT"u$·a~-?afa vendeflo,' de ~o ql1e aurnema la

'~~~~'?á:~. ct~"()oJéIo.~·9~'~~§~~Ei~:·~~~~~~b~~ser tr;lOspor'";)dos ~;-de llegar a las ll"2anOS de los consumidores. La división del traba­]D·entt.;liS'tabr]:éas·vi·'en--erñllsm;;-'~'éntido. Aumenta el número

de fabricas por bs que tiene que pasar el producto desde que es materia prima hasta que queda listo para usarse. Así, el cOlnercio y el transporte son las ocupaciones que más aumentan". Luego redescubrió los, ferrocarriles, el sector industrial y políticamente m.ás esrratégico~ "sin importar que el servicio ferroviario esté en manos públicas .o privadas, su progreso inalterado es cada vez más un asunto vital para el estado moderno, de modo que los trabaja­dores ferroviarios son sometidos a una disciplina cada vez más es­tricta, al tiempo que cada vez más fuerzas militares son entrenadas para atender el Sie["vicio ferroviario". La clave, como en PaTV'Js, era usar la orgaí'.ización prole::aria para desorganizar al enemigo. Aun­que. la lucha en las barricadas había terminado hacía tiempo,. por ~'razones .militaJ:::es '1 técnicas" tuertes, una huelga política si.pocL.-:ía desorg-.acizar no "Sólo la economía, sinoJa seguridad de la burguesía nacion.aL Dependena primero de los trabajadores ferroviarios, que están más inteI:e$ados que la mayo na de los otros seCtores obreros

LOS SOCIALlST.-\S AJ.:.E¡.'\IlANES lOS

se logre un régimen proletario. Sin. emtr.ügO,:por.esomis-:­los que más pit!rden en un paro de laboreseque fracasa_.~

rn;:l~voria de los paises, los trabajadores ferroviarios" tendrán que bien si deben unirse a una huelga politi~ en caso de que no­la posibilidad de conseguir un gobierno dominado por: el

irolel:at::ta.dO". Sin embargo, Kautsky perdía una y otra vez el ;nú­íSill¡.ú¡óus1i:n:ai por llegar a una decisión equilibrada (es decir~ "aún

,había llegado" el momento para la «aplicación exitosa" de la

ntletga de masas). 9

no pudo apaciguar la controversia. J\¡lás tarde· ese en Arnsterdam, la ínternacional Socialista. aún contraria a' la

general, hizo su primera concesión a la huelga de masas: podría ocurrir que una huelga que abarca.....-a un :ram.o in­

particular o una gran cantidad de fabricas resultara.en un extremo un medio para lograr un cambio social impox;tante o resistir ataques reaccionarios, a los derechos de" los trabajado~

" la r::.

'comparó los sindicatos· alemanes con: de que sólo· cuandoi se, declara. una. guerra acepta;' C01;nenzar a

, sus arIuas, ejercitaE a sus tropas e inculcar cictiaas·. y;, estrate~ . en las mentes de sus oficiales". tI El libro, resultó¡lllIJ:a:magnífica

al tema para esa época. Claro, tranquilo;;jusw,: una ~Vilsü~ill.completa, a la· vez. teórica y práctica; [email protected] \&1-vioo.5

r;teX¡::Ül:<:a:(:1C)n(~S direcras •.. el-tiabajo de.una:: poeta, tiro tIX(~Sc;:áe, grandes: la

enr particular: de, cómo se eX1:endían? las huelgas-;¡7y;a.::sea

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lOÓ POSiCIÓN E..'iTR.·\TÉC1CA y FUERZA OBRER:\

fñlediante "un sentimiento de sohdaricbd de clase" o en cada ~-Ile'" § , ~ ~

! o piant:l.~n sÍ: ~ao sí, o por b. s:gur~dad de los grandes números, o por preslon pubhca sobre el patron otensor o, mis aun (nuevamente como en P:ll-v'\lS, pero aqu.\ vía Kaurs1...--y), por el propio desarrollo del capitalismo, por la complejíd1d creciente de su org;.1 . .rl.Ízación e integración industriales, al grado que las "luchas económicas" en la siderurgia, la industria del crrbón, ios puenos y, sobre todo, los fe­rrocarriles tenían '"efectos politicos no intencionados" reoercusio-

l\ , •

¡ines económicas, sociales y militares tan a.m.pli:ls que desor§,>a:¡'_Lzaban {al Estado. De ahí habíJ. "sólo un paso [ ... ] hasta la hudga política de "iñ.asas". Roland-Horst expucó tan e:"''l:ensa y detalladamente la his-toria, economía y sociología de este tipo de huelga en toda Europa y, en techas rnás recientes, Rusia, halagando los "artÍculos exce­lentes" de Parvus y citando un largo pasaje suyo, que casi convirtió su arg .... lmentación en un ma..'"1ual para organizar huelgas industrial­mente estratégicas, yafuenn iD..:intencionadamente Dolíticas o revo­lucionarias. [2 Nunca escribió "estratégica" (ni nad; ~arecido) para describirlas, sino que contrastó la Zwang o coerción dd Estado con ia "disciplina voluntaria" del proletariado en huelga. r3 Sin embargo, la Comisión General de sindicatos siguió sin permitir la discusión entre sus afiliados. En su siguiente convención ~aena, septiembre de 190 5), el SPD acept:ó que para resistir los ataques a los derechos elec­torales y la libertad de asociación podría llamar a un "paro masivo ~e labores". La ComiSIón General, se negaba a tornarlo en cuenta. \~Ellibro de Roland-Holst tuvo una segunda edición, pero fue usado ~lSobre todo para discutir los programas del Partido So~ialista, no por \los organizadores industriales. 1'-~" .-

Mientras canto, en Inglaterra, Bernsrein había observado las hue4:,:ras de los obreros ingleses, leído a los Webb y llegado a la conclusión de que, mediante' su "poder económico", los obreros en general podían lograr más con "reformas" concinuas que con "revoluciones:: .. Hahía notado que el sindicato inglés de i.."~er...ieros actuaba "estratégicamente", pero sólo al replantear sus demanrlas.14 En 1:90 5., ya de .,-.'Uelta en Ale mama. y en su ataque al "anarco­socialisn:io", dese:aiificó la "casuística" de> Roland-Holst Di:Specto

LOS SOClAU!>TAS i'iLEl'l.tANES

huelgas di! masas. ~-\legaba (en la linea del panido) que ~'d sólo par.;¡ o~ietivos políticos' bascmre· particulares y' es­

:l!lllente ünúudos o para una defensa in e....-:ue·mis:¡. pero no para reva,luC!jDn. Sin embargo, en gr:L.'1. parte de sus ideas acerca de lUlel~~ en sí estaba tácitlmente de acuerdo con ellas. Las hud­

er:m (en la linea de Parvus) "resistencia pasiva": negarse a era "un acto muy claro, una acción rnuyenérgica. f ... ] El

sentido de la huelga política es la obstrucción". Incluso

huelgas ordinarias requeriar:- una ~lan~3ción ,estoté~ica~ ,"h~y -dí~, ia huelg:t requiere 13. mIsma c:enC1'J. <'lt,.l/:: t:.1. ~,:'--=:,c~:,,:,c~:{Jn ,-.:!c

guerra" ~=-<,,-:}:: :.,;-, ... :l.ueiga poucica se dedar.x en contra de un electo, requeriría no sólo que "cientos de miles"- de tra-

laiadlol,es en paro ~rcharJ.n en "manifestaciones no viOlentas" por calles de ia capical y de los principales centros industriales, sino

'mmbIen que '-afect:a..ra al público en general.'".lo·cual "actualm.ente puede lograr una huelga de los trabajadores relacionados. coü -el cra..'"1sporte; abastecirniemo, preparación y distribución de

productos alim.enticios cotidianos": p~sonal de. ferrocarriles, ortistas, "carniceros, panaderos". La, cuestióQ era: "no, derro­

cata! enemigo, sino fatigarlo hasta obligarlo a rendirse". '5 En 1906, .~ proi~~_-~·.':- ;;:: ::st'l!clio ';~::c)c7~o~sic()lógi.cc'" del cam,?o. r:i-

aLa hueig;.¡~ su naturaleza y 0pc:ra(.:~:::;::a .. ~~'....~ L~;jl.J..: ... ~ , .... , ..

en la "vida econÓrr..ica contemporánea" y haciendo· caso de' las anrm:nentaciones industriales de Pa...-vus; Kautsky' y

Rol:m,d.-Holst, ;:x:plicó con precIsÍón los elTIpleos técnicamente gicos. Si se declariran en huelga todos los obreros, de una

:d(dC'en.a~ de pequerias cerrajerías, ebaniscerías o encuadernadoras; trabajad.ores para-.:los no sumarían IOO; rr..ientras ~~e un~s, po­

G:cs:-hombres ci::- ,~.;:·e::. ~~rr:ltégiC:l de una: companla lnauStnal 'anportante, COIUO los mOldeadores ce ia úonc;..;. de ';'ocomororas Maffei en 1\Ilunich o los fundidores del Grusonwerke de Krupp en Magdeburgo-Budcau, obligarían directamem:e a muchos. cientos .. índire-ctarnente· a muchos miles de' trabajado¡::es a dejar taT11lDién

ffabaia.r: Sobre "la esr:rat:egia. y tácticas de k huelga.~:;eciment6 - hue1o-a es: UD<:L gueTO', v como"t6:da guerra

~ > t...;; ~ J "-"

"

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(

mil POSICIÓN ESTR1\TÉGIC:\ y FUERZA OURERA

t1ent! SUS reglas de prepa..r:l.ción y conducción". Sin c:!mbargo, t!ntre las reíerencias (nuevaInem:e) al sindicato inglés de .ingenieros y a los Webb, se detuvo solamente en las posiciones y maniobras dentro dd mer:cado laboraL A final de cuentas, al hablar de "lá huelga política" recitó su argumento pre'vio, pero pasó por alto tanto la a estrategia" industrial como la política. ¡{,

Rosa Luxemburgo, al ígual que Parvus, había estudiado las ar­ticulaciones industriales internacionales y d poder extraordinario de las huelgas 'en posiciones industriahneme estratégicas. Con su tesis sobre la industriahzación polaca (Zurich, r898)., adquirió un sentido agudo de las disyunciones en el desarrollo capitalista. y co­mo socialista revolucionaria, al igual que Parvus, podía distinguir pecrectarrlente bien por qué una huelga ferroviaria en Suiza en 1897 había resultado "espléndidaJ.TIeme eAritosa", mientras que una huelga general en apoyo de los trabajadores ferroviarios en Francia. en [898 había sido un "fracaso lamentable". La primera amenazaba (entre otros "disturbios en el transporte") con' detener los envíos de carbón de Alemania a Italia, mientras que la segunda p..l.eun lla­mado a nivel nacional para tomar una acción política colectiva en todas las industrias a favor de un asunto partí~ular. '7 Como veían en las huelgas la señal de la conciencia de clase de los trabajadores y su voluntad de asurrlÍr el poder político, Luxemburgo, al igual que Parvus y Bernstein, consideró esencial la expansión de la huelga. En 1906, esto tue 10 más atractivo de su tratado, instantánea y aTI1.-

" , d p.ua:rnente perturoa or, Huelga de masas, partido y sindicatos. El re-cuento que hace ahí de la gran serie de huelgas rusas. en 1902-[9°3 va desde la huelga' de los talleres ferroviarios de Rostov del Don en la ramal de Vladikavkás, que era la clave de la comunicación rusa con el Cáuca...,o, y sigue hacia el sureste' hasta Bakú, regresa a Tiflis y Baturn..i, va hacia el oeste hasta Yekaterinburg, Nik:oiáiev Y' Odessa, y hacia .el norte. hasta Kíev. Del mismo modo, describe la revolución de JL905, com.enzando por 'la huelga en la planta de Purilov en.San Petersburgo. Ambos. recuentos implicanclararn.ente ~~~rtja1,··~e;;;::;¿;;;~;&1l'Ji.~§Q4~Q;ij".., teren~,~~,p~~~·.g~egQ.~:;;.Ql;1O.GeJ;;lQ,.y.:.,aJe@"0",elill<-Ga,¡¡ne~0~

."""~_,,,..... . . ,."P"'....... . •

LOS SOCIALISTAS i\.l.EMANES 1°9

~~~~~~~r~C~O~la~p~S~'ar~l~O~in;;d~U;S:tr1!·al~e;n~ •. 1 ~lo~p~O~li~tI~·"C~o~,~.mali:~·~~n:t~e!r-~~ \ acción industrial esrr.u:égica de posible impon::ancia política }

.• .;.J¡.,.,.,..", ...... acción impulsiva, Íne";table y exclusivamente política. _ ( . ·En.I907, cuando se ag,.ldizó el conÍÜCtO del SPD entre sus re-~

~lacionariosy la Comisión Generai, Kamsky siguió tratando; de las facciones unidas ideológicamente. En I908-1909,

insistir en que el proletariado no debía evadir "ni siquiera los :'m,eaIOS exrraparlarnentarios" para obtener todo 10' posible del Par­Jaro.enlto, alegó que las luchas entre los sindicatos y las grandes in­

se estaban vol,,;endo tan "gigantescas" que podrían '.'con­¡Js.iOI:tar a toda la sociedad, todo el Estado e influir en gobiernos

.~iw~trlan1.entos". Las huelgas tenían "un carácter crecÍentemente Ü(~lil::icO:', en particular "en los ramos de la industria. dominados poc la,s~asociaciones empresariales y de i .. TTI.portancia:. central en toda ··.fari~lct:areconórnica". Además, "cada vez con mayo:r:frecuencia,[ ... ]

las; luchas puramente políticas, ( ... ] el arma de la. huelga de ttms,as. genera· buenos resultados". El hecho de· que los. sindicatos teman; ," cada vez. más tareas· políticas [ ... ] es el.. núcleo válido del

de los países latinos". '~ Sin embargo, ni siquiera, su;.­un análisis estratégico, ni para los. conflictos políticos ni para

~-~',

tuvieron enfp'9Io>' mejor oportur:lidad de todas el poder- indus~ de' los trabajadores en' términos

estratégicos. Al confrontar.' a Luxemburgo en una muy tensa sobre el- uso de "la huelga, oe'

cmTIseguir: el sufragio democrático en Prusia:, _J).a1Jltsj~y laLciencia política", la: distinción de'

del

que' Ennattung> "agotar" a1'enernigpo, desgas'-

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t 10 POSICIÓN ES"lTlATÉG1CA y FUERZr. OBRERA

tado, <:0 la esrraregia que Engds, en su '4tesumento político" (el prefacio de Las ÍJU:hllS de clases en Francia), había aconsejado hacia 15 años que adopUl'.7an los soci:tlistas alemanes en conera del "sistema gobernante". Aunque alguna vez (¡allá en la década de r860!) uel derrocaTIliento" h.abía sido la "escrategia" dd SPD, el '''agocarniento'' sieu1.pre habia funóonado mejor y estaba permitiendo al partido .lcercarst! a la "victoria". Sosterua que las "huelgas de masas" de Lux-emburgo er.:L.-:1 :una regresión peligrosa, pues al utilizar, como lo hadan, las m.anifestaciones c;:Ulejeras. quizá incluso una Zwang­screik, al provocar el cierre de compx<-nas y al amenazar a la aristo­cracia de los junkeiTs generarían batallas "decisivas" que el SPD bien podria perder. Insis,tia en que, enere las provocacio;'es anarquistas y la sumisión revi.sio~,. eT -a~o'ta:tr1i~~Dia.segulr SIendo

~€:l~~te~~~l}.f~~~~~~~~rJEi~~i~to éreciso ~ara e1 gOlE~~~:;::::.~L?::;~,.~~ª~\SlMSi~~J?,,~~~t:J\?-?~;a 1~ úlJi2W<1 "O"¡¡ln

~~.~ ,::~,"::;~/':~~2IP-~~gF,,?,)J~~c;},~~~J¡:.~~x;jªwrI.1.th lólJl abrumadora que qu~á.n~;siqui~ra sena nec.esaria. 20 Sin embargo, y "atiguál"que tuxeiñb~'rg;;, ch~b1~M~~1~Ps;':~ustrial completa-mente dentro de lo político. A. lo largo de toda su argumentación tan "estratégica", Kautsky habló de poder sólo en el gobierno, los partidos y las masa.'l>. Como respuesta, Luxemburgo volvió al· ataque criticando la "estrategia dd agocarniento ", recordando las victorias derivadas de "alternar incesantemente [ ... ] la acción económica y política", como la más recience en Rusia, y exhortando, en contra de las actuaciones escenificadas formalmente, a "la batalla tras bata­lla en este momento [ ... J, la lucha continua y completa". Escribió no sólo en términos polémicos, sino, como pez en d agua, en tér­minos espec:ifican:ténte "estrategicos", y al final invocó, en contra de la '~ciencia rniliítar" de Kamsky, en contra de la "postergación:' y

t.~avor de la o±e:ns;iw:.' a.t gran i\-lom~sen respecto d~ ~ri~gsfohrung ~ Como antes, espec;¡nco a menudo areas y tareas Industnales, peco ~ al centrarse más en. "'el movuniento masivo", en toda su "sensación \ de fuerza:' y "alegria en la lt.:.cha ", no hizo ninguna conexión entre ~ "~strategia" y d. uso de posiciones industriales (mucho menos eCnlCaS) para. aVdL8tZar en el mo\,irniento político. 21

.

. \ 1.0S SOGAIJSTAS :\L&'AAN.ES UI

Kautsky le devolvió una argumentación estratégicarnente:mñs L1.S "huel~s de masas" habiao: producido t::!:D.a- revolu­

.~"'''''_'-'~ Rusla en 1905 porque el gobierno ruSO)d se habia conver:'-,en "el g'.:;biemo más débil del mundo", incapaz de gobernar su

'exllO!:-m,e territorio por los «deficienc:es medios de comunic:lción" y ;~éx:ltr.unpa,d.o en una guerra perdida (contra Japón). Las huelgas en disputaS partes div1.rueron las fuerzas del gobierno y manruvieron eL,zadsDlO en agitación constante durante un año~ hasta que "el

movimiento creció y se convirtió ~n una tormenta que ~>iIJel0 todo el imperio al mismo tiempo". En contr'..ste describió

,j¡l;!J!:C1l!Sl3. corno «el gobierno más fuerte de la época"" con una bu­;tecr.lo.a y un ejército enormes e incomparablemente disciplinados, respaldados por una clase explotadora (los juttkers) "tan filerte y brutal. como es raro encontrar" y apoyados por "grandes masas de ~.:am.pesinos y pequeños burgueses". Las huelgas rusas podían ser (y-lo· t!rau, a su parecer) "amorfas, primitivas" y exitosas, pero las huelgas en fl..Jemania y Europa occidental en general tenían que sen "racionales". La cuestión no era si los obreros alemanes podían

. ' h la !.-.. ,.-;; . .., ~ .... -~~.~\ ~' .. ~-,-\ "1r "..: .::...,... ...... ::'p ..... '..-.,-ponerse en .l ueÁba como lV pe'-lia. '-''-_,,~.,,_ . __ -;._ ,'H~O )Á ,_", "_·,.,s~,.o

que;:: l-:;c:e':":om. Sena "mucho más difícil" en .A';em.lQlJ. ,,::,¿ :.

realizar una [' .. J huelga [ ... ] que c:unme todo el paisaje urbano y deje así una huella profunda tanto en el mundo burgués colectivo

como en los niveles más indit{::renres del proletariado .. [ ... ] Dada [;;.

disciplina férrea de los grandes monopolios nacionales "municipales y

privados y [ ... ] la conexión escricta cntre el gobierno y el capital [en

toda Europa oc.::idental], es· impensable que entre nosotros, en una

huelga para protestar en contra dd gobierno, se detuvieran: los. trenes,

los tranvías y las plantas de gas.

Como en .l\le:ma.,J.Ía la enorme cencrallzación del capital y. el . desaITCllo de. las comunicaciones ,ta.m.bién habían fortalecido tre­

. mendam.ente ia organización proletaria, las luchas entre las empre ... sas alelTanas y ios trabajadores estaban acumulando impulso, peTO

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112 POSICIÓN ESTR.-\TÉGICA y FUERZ.-\ 08RER:\

est:.lban ocu.rner.odo cacb vez con menor frecuencia: '<no se realizan escaramuzas de avanzada con a:rtilleria pesada". Imaginó que "la pnleoa última de fuerza, la más elevada y decisiva", entre el prole­tariado y el Estado sen;). la siguieme: ala huelg..l [politica] de .masas obliga a la autoridad ejecutiva nacional a hacer un despliegue ex­traordinario de poder. al tiempo que deshabilita 10 más posible sus medios de poder. Logra esto sünplemente con su masa". Las plantas de gas y eléctricas sólo cierran y los ferrocarriles metropolitanos sólo se detienen después de que la huelga (socialista declarada) se extiende de ias grandes ciudades a las "fabricas apartadas" y a los trabajadores agrarios de "las grandes haciendas". Sólo entonces «la fiebre de la huelga conc:lgia a l:ls oficinas de correos y los ferrocarri­les; luego paran los empleados de las tiendas, luego ios dependientes ulás jóvenes" y ,;ru;:1 sucesivamente. Era una operación t;ln dificil de g-a.."1ar corno mne::esaria. Kautsky aconsejó a Lu."Cemburgo que leye­ra a Delbrück: J?lUodamaba que su "estrategia de agota.n>..iento" era "la totalidad de b praxis proletaria socialdemócrata desde finales de la década de r800 a la fecha". ConsistÍa en usar "todo lo que des­organice a nuestro enemigo y socave su autoridad y su sent:inúento de fuerza, así como todo lo que organice al proletariado, levante sus perspectivas y sus sentimientos de fuerza y aumente la con­fianza de las rna..~s populares en sus organizaciones". Incluía "no sólo política parlamentaria", sino también "movimientos salariales y manifestaciones callejeras". No incluía la huelga de masas, "un acom:ecinriento demental que no provoca uno a voluntad, pues se trata de un hecho que uno puede esperar, pero no determinar" .~:.: Si se había dado en principio una oportunidad de plantear los puntos in.dustríahnente escratégicos de Parvus en los términos "estratégi­cos" de Delbruck, la había desperdiciado.

Lu:xeTI1burgo atacó su tesis, sobre todo la contradicción entre su "estrategia de agotamiento" y su "teoria" de la acción rr...asiva. PrecisaITlente por el "elevado desarrollo" del capitalismo en Rusia, sobre todo en loo "medios modernos de comunicación", fue que las huelgas de ma~ rusas "lograron su efecto profundamente con­movedor y decis..~o". En contra de la afirmación de Kautsky de que

Ul

huelgas de masas en Occidente estaban en decadencia, eolistó 24-~"71das en j{)$ 10 aftes m:ltx: ... iOie3~ I:4: dg eilas en los.sistemas·mi,pe":" ~ __ 1 b rl" il·· de

,lO, mecánico, ferrocarrilc;ro v pos~~~. o: ,o.e ~u ~12!:-:-._~e ¡os hm:;igllistas. ,!JO gg~n d~~ener Jt~ci.~~g, de,t:.~..2."a.:..~.~~emal: h'iuelga general de Génova en 1904 había dejado la ciudad"4"'i::iéS .~ completos f ... j sin luz, pan o carne". E:..-plicó su "<estrategia'" (.sic, irónicamente entre comillas): "no la quijotería infantil" que Kautsky suponía, "sino sacar el mayor provecho politico tanto de la derrota del enemigo como de nuestr.lS. propias victorias, que_ de todos modos no es el descubrirrnenro de :liguna 'nueva estrategia" sino el ABC de cualquier revolucionario o de cualquier táctica sería

de lucha". Estuvo de a<;J!J;r,9.S?...f~s?"P- éL~!}'.9.-ll~J::.ISJJ}!:s:l~"ª"~ Il1.aS~ no podían ocur~m:~~,.Q.".4.~pap-i¿¡.Q ... s~gÚJJJP+,.,~~~ar­~º .... ~.:cle.m.~e.s.:~~~_~.Q~tm..f,i!IR:i:?i8.~~""~

<an:na; aÍg;' ~ue el par¡¡iq,g,~iJ:Mpl~<mt®f<deb:ía,..~~~vH;;:· .Q~ ~~!;';.~~~~i~o . _""'u.~,_,-.~_ ... ,"""--'''·> . > • "L} c; 17 ~ kv: I " ~~y.ep:í.ap ~'de las masa~ ~r S~~~~~~~~~~~

había dado alguna oporq¡,rndad de. c~~~~~~~~!as huel~ industriales estratégicas, la había desoerdiciado.

~,. .'.... ,"~ ·J:'''''~,t._~",~"""".~.~·'''''''~'''::\.'nr-.. ",¡.~.,.,.~,'\.''·'':.~ ....... ,,,~''~~~~

--KautskY"~~;p~rÍdió 'co¿ evasiones retóricas y derivó hacia dis-tintas cuestiones, pero finalmente regresó. ao la metáfora! entronque industrial-militar. Estuvo cerca de estar de acuerdo con ella, pero

se siguió de largo:

La huelga política de masas es resultado de la falta de derechos

políticos del proletariado. Sin embargo, la huelga:politica de' masas

taITlbién presupone, como cualquier huelga de masas~ cierto grado de desarrollo eco nórnico~ de transporte y' de corrc~no;aci:ón· capi,-­

talista. Cuanto más se- desarrolla el capitalismo, rrás: masivas. son

las huelgas individuales y más multitudinarias las huelgas de masaS,

pero ta:rnbién menos [recuentes. y cuanto mayores sendas dimen­

siones de una huelga, más importante es pa:r;aJa soóedad::enc general

el cuerpo de trabajadores en huelga; Y' tamo más, tam.biénJa' huelga

pura:rnente económica: afecta al' Estado, en .. la; medida, en. que; ad~ quiere un carácter político y ejerce presión sobre' éi en. un; sentido

sociopolitico.

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POSiCIÓN E..'5"ntJ'\TÉGlCA y l'UERZA OURERA.

AqUl pudo haber integrado a Par'r.:lS y Delbriick (quiri incluso la revelación récr..ica de Bernscein) en una teoría marxista dI:! la ac­ción industrial eSlTatégica o delimitado una estrategia marxista para las operaciones induscri:tles. No 10 hizo. Concluyó que "la reona no puede ck:finlI' <l priori cuál es el momento adecuado para la huelga de masas. el mOl"nem:o e:1 que sólo es <..-uesrion de dejar de frenar y ponerse a la cabeza dd asalto, así corno la ciencia militar no puede decirle a priori al comandante de las openciones cuál es el momento adecuado para el ataque decisivo ". A final de cuentlS, no pudo dis­tinguir entre estraregia y cienca en ningún campo, y mucho menos describir las operaciones.'4

Luxemburgo rebació estas maniobras retóricas y corrigió las correcciones de Kauésky a las interpretaciones de ella acero. de las ideas de Engels sobre la cuesnón de una república en l\lemania, pero sin ningún, interés estrarégico ni la palabra "estrategia". Y él cerró el debate dd misTI10 modo, con más citas de Engels y ningu­na de Dd.bruck. intentó hacer una última distinción para aclarar su desacuerdo con ella:

Considero qUe, en cler:as condiciones, puede resultar útil, inclu­

so inevlGlble, combinar la acción sindical con la acción política, y

supongo que es;ras condiciones ocurren más fácilm.ente cuanto más

fuertes son el proletariaco y sus organizaciones. L ... 1 Sin embargo,

considero UIl error combinar la lucha por Los derechos políncos con

la lucha por tnejores condiciones de trabajo en una acción conjunta,

y n:L.-1s aun en la ITIedida eT'. que está más desarrollada la organización

política y sindical. La camarada L!Lxemburgo, en caITlbio, cree que

ambas [combü¡¡aciones] son Igualmente necesarias y únles.

r Peor a.un, <~SJ.lnpleTI1e;J.[e ~as identifica". En pocas palabras. él !sólo :manejaría u.p.,a ~ampaii.a a l.a vez, se. sujerari; a la táctica y 're­inundaría a la e:>tJ;:';rtegia. rruenrras que ella (como ella misma había

J acop....sejado) empDende~a c'~lalq:llier, confu~to de. clase, en cualquier t lugar, momenco'"l ¡¡::ondlClones poslOles. Ella no,obJeco esta formu­ilación de sus diferenC1ds. '5 '--

Dos años después se le presentó .a Kam:skyuna hermosa opor:­·tnlU'Cla.U para o.frecer algunas lecciones agudas de estra.tegiaindus­

El defensor mis fen'iente de la huelga de masas entre los so­:fzialiS~lS hoIandeses lanzó una polémica en contra del "radicalism.o Ólb-l:VO ' de Kautslcy y planteó un "espíritu. de organ:i2ación" en el 'bif01eclrlaClO, un "alma viviente" que lo liberaria de los partidos .Vlsill.diGlt{~)S y lo llevana nnal.-nente a "aniquilar" a la bUrg'uesía y

su poder". ~Ó Como correspondía, Pannekoek no mencionó

:ni~lsiqU1.era entre líneas el mundo en el que este espíritu tomaría del proletariado o los medios materiales que usana para

su voluntad. Kam:sky leyó en este evangelio "justo el curso ' .. pensamiento de los sindicalistas", aunque sin los "sindicatos",

haberle dado a Pannekoek una explicación materialista de teórica y convincente de cómo los sindicalistas (a veces) las posiciones industriales muy provechosamente, para ex-

entonces cóm.o no podían mantenerse juntos a medida que el espiricu. En cambio, pasó por alto los intereses prole­

en la estrategia industrial y dejó todo el asunro dentro de. la iele~):l()g~a. política. ~7

"En febrero de 191.4-, Kautsky hizo una larga reseña del prolon­debate del SPD sobre la huelga política de masas y recordó

original de Parvus corno algo que "aún vale. la leer". Lo citó baswnte, al igual que a muchos de los ocros

. construyeron la controversia. Sobre todo, se citó a sí mismo. !¡;e:plco,Ó su 3.J.'1.ngua y ominosa indicación de la nuportancia: estraté­

del ferrocarril, no sólo para la econorrúa nacional, sino parala egUlilo:3:ú nacior.al, los m.otivos pOI' los que los trabajadores estaban

tri,etidc)$ auna disciplina cada vez más severa" y la tesis de que las im.porta..Tl en la m.edida en que provocan<~desorga.."1.ización". su polérr.ica en contra de los sindicatos y de: los socialistas

se::opooian a las huelgas a causa de sus repercusionespoliticas. . asom.broso· es que citó su· plagio de Delbriick con "derro-.

ImleJlltl.')·" y "agotarr.iento", y siguió considerando, que la segunda trategi::;. que Engels había heredado al socialismo. (No, citó

cClÍl:seío que había dado a Luxemburgo de leer a Delbruck.) Por

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¡ lO POSICIÓN ESTRATÉGiCA Y fUER2..A. OBRER.A

último:,. reflexioné. acerca de la más reciente: discusión del SPD acer­ca de la huelga polltica de masas. En 11 conferencia del partido en 1913. el comité ejecutivo y .... 'arios disidentes propus:ieron resoluóo­nes sobre el :lSunto. Tod~ls las dílerenclas se refenan a las condiciones en las que una buelga' así tendria sentido: pa...--a el comité ejecutivo, las condiciones rendrlan que ser "periectaS", para Lu ... xemburgo de­bían ser "tan perlectas como sea posible" y para otros debían ser ,por,

.10 menos fav-onbles. Nadie habló de cómo nevar a cabo la huelg.1~ Luxernburgo y otros disidentes sólo establecieron que el "centro de gravedad [Schwerpunktj" de ia lucha debía estar "en la acción de las m.asas". Kaursky se inclinó en el sentido de Lu,'{emburgo, pero le pareció que prunero necesitarían "acontecimientos enormes y poderosos que, .más allá del alcance de nuestro partido, agiten allá afuera a la población entera y la coloquen en un mOvimiento sal­vaje".~"¡ Esto ya era la antÍtesis de Panrus, casi tan espiritual como Pannekoek.

En 1918, Kautsky condenó como destructiva la "exigencia anarcosindicalisca" de control obrero en la industria rusa: "la fabri­ca no puede operar ni un solo día sin los insumas de otras opera­ciones. [. ... ] Si wtan los productores de materias primas, las minas o los sistemas de transpone, falla la tabrica".29 Sin embargo, no realizó un análisis industrial del desarrollo ruso (ni de ningún orro) , ni entonces ni después. JO

El primero de los nuevos comunistas europeos que encontré que escribiera ar.-erca de "estrategia" comunista no fue Luxembur~ go ni Karl Liebh'1.echt ni ninguna otra figura inolvidable, sino un maestro: de esc~:!iida. alemán: y socialista que despreciaba los sindi­catos alemanes y al SPD. Después de haber sido diputado del SPD,

espar-..aquista y :miembro fundador del KPD (Partido Comunista f\.lemán), de. hab-er sido expulsado de ahí com.o muchos otros "so­cialistas auténric.;:¡¡s" por "anarcosinilicalismo" y de haber fundado junto con otros fides (inspirados en Pannekoek) el KAPD (Partido comunista~, ~", que era "federativo, l .... ] un com.unismo de consejos", lOttüJ RühI cr~fa oue el proletariado realmente actua-

'-- - ----- ~--------.... ---..._-~., -

~_~J22I.~Q~ es,Rontáneas, co~ciemes v absolutamente 1i12'res.

LOS SOC1AUST,\S AL5"t<\.i"''ES 1'17

'finales de 1919 escribió un panfleto p<h-:l. el "grupo loca! [de comunistas} de Francfort", en el que presentaba la linea dd

partido, incluidas "su estrategia y cicrica".ll Sin embargo. en el Kf.PD ni en su nuevo sindicato general de trabajadores

:.:.coclfo'rTInado al estilo de la asociación Industrial Worket::S of me cid (rww, Trabajadores Industriales del Mundo)-, ni Rühle ni

:m~~:lO de sus c::unaradas, en violación de sus principios, actuó •• es.tr.ltf:gilc~tn:le!lte ni escribió criticas o planes estratégicos, ya fuera

conflictos políticos o industriales.

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228 POSiCIÓN E.S:rn.ATÉG1CA y FUERZA OBR.ERA

war Sao Paulo, 1945-1948", en ¡bid., pp. 176-20í, yThomas M. n.l,u,,",n:

"Mor:illty and G.')OO Habits: The Construcrion of Gender and

me Chilean Copper Mines, 1904--I951", en ¡bid., pp. 232-263. En de 'la ouevaliberrad cutcur.Jista. aquí hay un aliciente pan negar (o

caso omiso de) la, org<t.'1iz:lción técnica e industrial: Barban \X¡l'eiJOS1:e

"Buddy, Can' You Spare a. Paradigm?: Renectior1s on Generacional

and Lacio Americ:n History", The Amen'cas, LV1I. 4. abril de 2001,

46 0-461-

;3 French y James, "Squaring me Circle", pp, 4-8, 24, notas 29-31.

5. No cuenta una "prueba de destrUcción": Levenson-Estrada, op.

p.2q.

55 French y James, "Oral History", p. 310.

11. El concepto de posición estratégica en el trabajo: su origen y evolución

! John T. Dunlop, "<Chapter 2Ó: The Changing Status ofLabor", en

old F. Williamson~ -ed., The Growth <.?f the American Economy: An

tion to the Economú.: Hístorj 01 the Uttited States, Prentice~Hall, Nueva

1944, pp. 608-6n, 6r4, 618~620 y 62L "The· Developmem ofLaoor ganization: A The.C:::>lI'etical' Framework?',. en Richard A .. Lester y J Shister, eds., Insigilt-I/;$:into Labor Issues, Macmillan York, Nueva York,

pp. 179-185· ~. ef· "Re.!acim:,¡!es materiales de producción" (material relations oI

duction) en G .. 1'\. Cohen, Karll'vIarx'sTheorY'ofHistory:jl Difence,

ton University, P6 . .racetoIT, 1978; pp: 28-31, 3,5, n: l, 88-II4 Y r66-

l Vivian Walsh. Rationality/ Allocation, ánd Reproductian,

O:xford, I996; pp, .4'0-80.; Arie1 Rubmstein, Economics. and Language:

Essays, CambridgeUniversity,.Cambridge, 2000, pp~ 71-8.0 Y 88. .. El recuento que sigu,e: está: basado, casi. completamente en .t.:.<J.WdLl

Levinson, "DetrrJ~ Digs',In"; The Nation,IÓ; de-enero de 1937, pp.

Benjamin Stolbes:::g., 7i'rte Sto1"¡: ofthe CIO,. Viking. Press; Nueva, York,

PP:;2í-2·8" 38-39 'Y #-45,;·Henry: Kraus" The l\!Iany and the Few: .. /1 ícíe' of th~ Dynamii.Auto r/f/órkers; Los:Ángeles" Plantin Press; 1'947;

cit., pp. 19-22, 48-49, I.21-3I2 Y 326-330; Wlf1ldamMorcime~

._-_.,~ .. / i\1y Lije llS a Unían "\;fan. Beacon, Basten, 197I. pp. 40, 50,65

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14.3-185, Y Babson, op. cit., pp. 34-, 4-6, IC6-ro7, lIS y 22I.

5 Ja..-n.d Michael Holm.es, "The Counterair Companion: A . Short

to Air Superiority tor ]oim: Force Commanders", tesis de la School 06A.iv.m,ce::jAirpower Scurues, .A..ir Ur..i""er~¡ity, Base de la fuerza Aérea en

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3 Louis Ginzburg, The Legends of the je>vl/S (1909],. trad. al inglés de

Szold, 5 vols., johns Hopkins University'Press~ Baltirnore~

, voL 1, pp. 79-80, 97-

9 "The Factory System", The f\,fortnern Star (Leeds)" 2 3 de jumode 8, p. 3; "The Corn Laws and Wnat W-ouid Be the Eifect' oITheÍr Re:­

Wimout universal Su&a.ge"; ibid_ .• 26 de'enero de 1839,· p. 4· ,ro." Minutes of Evidence"; FirSI Report· f!.f the Select Cammittee on· Combi­

ofvI/orkmen, Gran Breta.i'..a, Cámara de 10s,CoFIlUnes, ParHamentllry

, 1837-1838, VIII, p. II4-.

El acuñador de la expresión the aristocraf.:y. of labor fue un'· terrateniente n:1.1I1<:les· (¡ue bascaba una asociación entre "trabajadores ITO calificados" y .~~c:iPitahs¡·tas" para destruir a los "Sindicat:Os":, WilliameThonlpson" Labour

Londres, r827, ppo 31-32, 8L El descubrimiento' del €:ormté

. está en FiTst Report oI ¿he CiJmmissione-rs Appointed to lnquire as to· the

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23° POSICiÓN ESTR..t~TÉG!(".A Y RJEllZ¡\ OBRERA

Bes: i'vfeans 01 ESIabíishing an Efficíent COtlstabulary Force in lhe c.Jluzties

England arlO Wales, Londres, hmso. I839. p. 134. C;{ Charles uCoaliuons induscrielks", en i{!em y Urbain G. Guillaumin~ eds., jJ;ILíIQn-'

rulÍre de l'é!:onomie polirique, 2 vols .. Guillaumin & Cie., P;rris, 185 2 -1

vol. I, pp. 385 Y 387· " Friedrich Engds, "Die Lag<! de:: :u:beitenden lGasse 1.1'1 EngJ~m(:1!.

Nach eigner Aruchauung und authenrischen Quellen [1844-1", en

y Engels, VItérke, op. dt., voL Il, pp. 306, 314-315. El hecho de que .blg;elS.:.:

no se refiriera específic-..rnente (a pesar de sus traductores eslt:1<iu;rn,:1ens,es',

y británicos) a. un Ucj'¿rcito de reserv:l" (reserve army) vuelve aun más pro­

bable que haya tomado "reserva" de los editorialistaS de TIle NOTtherl1

l} Víctor Considerane, Príncipes du socialisme. NIaflifesle de la démocracie.

au xv~·'m< siecZe [r8471, Otto Zdler, Osnabrück. 1978, pp, 6-7. Le

la ubi.cación de este pasaje :l Jonailia..'1 F. Beecher. Cf Frédéric .LJ<l~"'d¡;;;

Selected Essays on Palirical EcorlOmy, trad. al inglés de Sey'ITlour Caín,

cewn, Van Nostrand, 1964, po. 135, donde el traductor, en un pasaje

cita Bastiat de Considerant, inserta por su cuenta "estracés'"1cas"

Consider..nt dice touUs les posicions ("todas las posiciones").

l4 Karl Marx y Friedócn Engels, "l'vlaniíest der Kommumstischen

rei" [r848]., en Werke. voL IV, pp. 46 3 Y 473· 1; Kar~ !\tlarx, «Tne Founh lvmual Repon of che Gene:-ai Council

che Internacional WOlCking Nlen's Assocíation", l° de septiembre de 136

en The Ceneral Caun;ig ofthe Pirst International, 1864-1872: i\lfinutes, 5

Editorial Progreso, Moscú, 1962-1968, vol. !l, p. 329. Sobre las "luchas

g'J.erriila" (guerrillafignts), véase idem, "Wages, Price~ and Pront", 20 y

de junio de r865, en Karl Marx y Friedrich EngelS, SeleC';ed Works, :2

Moscú, Foreign L~age Publisrung House, :958, vol. L pp. 446-44

;dem, "Ins¡:l:Ucuoru; 2;"01' [he Delegates of the PTOv1sionai General C

The Dirrerent QUe:!i:tions", agosto de r866, en ibid., voL 1, p. 348. Sobre

disunción del prop-li-o iVlarx entre la fuerza de crabajc en el mercado.

la mano de obra en La producción, véase idem~ "Das Kap1tal", up. cit.,

181-213. Cf Kenne!!:h Lapides, !VIarx's r"¡''áge Theory in Hiswrü;ai L-Jers¡;lec.tivec

.:

[ES Origins, Devel~nt,: and Interpretatían, \1\lestporr, Praeger.

escritos de Marx y Engels acerca de los conf:.ictos armados por la

=1Ía son asunto 3!lV~tt:e. Véase Sigrnund Neumann y Mark van

"Engels and Marx on Revolunon, War, and me Anny' in Snciecy", en

. peter Paree, ed .• Makers of iHodem Strategy, fmm .'vfachiavelli' ti> t1U!~ Nú:dear

D;ge, Princeron Uruversity, Princeton, 1986, pp. 2Ó2-z80_

,6 J. P. Kay Shuctleworrh., "ReportO>, en N~rion::tl Associarioo fo.(: fue

; Promonan of Social Science, Trades' Societies and Slrikes: R..pport '!I che' Corn­inittee on Trades' Societies, John W. Parker & Son, Londres, r860, p. xiii.

17 Lonis Blanc, HAn Accoum of me Legisiacicn Affecring Labour, a.l'Jd

Tne Condition cf che 'J7orking Classes in France", en ibid., pp. 539. ,<1 '\Xlilliam T. Thornton, On LabOUT: lis f,eVi'ongful Cll1ims únd Righyitl

Dues, lts Actual Presem ana Possible Fumre, Nláar.illan, Londres, 1869. pp.

238 Y 240. Estas "luchas secroriales" consistían en que dos sinmcatOs o m;Í$

hacen paros en torno de una empresa.

19 Alfred Marshall y Mary P. i"v1arshall, TI"e EcOt1omics of Ifldustry, i"viac­

millan, Londres, r879, p. 193. Sobre su fuenre para los procedimientos

sindicales para alcanzar decisiones estratégicas, aunque sin la palabn, vé­

ase George Howell. TIle ConJ1icts DI Capital ana Labour Historically and

Economically Considered: Being a Hisiory aná R~Jiew' 01 the Trade Unions oI Crear Britain, Londres, Chatto &Ví'indus, 1878, pp. 163-r66, 372-375 y

SlO-SII.

'. zo Francls Y. Edgeworth, lVlathematical Psychics: An' Essay on the'Applica­

tion of lVIathemarícs to the ¡Horal Sdern:es, Londres, C. Kegan Paul & Co.,

. :t888r, pp. I6-17; 29-30 y 43-52 (las cursivas son suyas). ef idem, "Hig­

gling", en Palgrave, op. cit., vol. n, pp. 304--305. i~·~LWillian1 S. Jevons, The State in Relatíon to Labour, Macmillan, Lon­

dres, 1882, pp. r3I-138 y.I53-155.

22 r.Jfred 1'vlarshall, Principies oj Econorr~ics, 2a. ed .. Mac..rnillan; Londres,

1:891, p. 746, n. 1. c..r G. Bernard Shaw; The Fabian e Societ y: Its Eariy His­

tory;' Fabian Society, Londres, r892; Sid..~ey Webb '! Harold Cox; Tne' Eight

BÓUTS Dtly, Walter Scott, Londres~ r89J:. pp, 66-92, 95, UI-u3' y'Ip.

,.:,.21·1'v[arshail y l'vlarshall, Elements, op. cit., PP_ 385 Y 390: Acerca, nueva'"

mente, de los "hechos", véase ¡bid_ .. pp. 405-406.

,:~4Sidney Webb y Beatrice \],,'ebb; "Primirive DerrlOcrac:y in Briush

Tiade-Unionism, ,:', Political Scieru:e Quarterly, XI, 3; septiembre de; 1896,

p~<: 424; idem; Industrial Democrac,/, Longmans', Creen &- Co" Londres,

ú!97, pp. 29, 181, 217, 219, 654-655, 661:·-662, 668'-669, 676, 692. 694,

Page 39: 3. WomackCap2-4-1

POSICIÓN ESTRA.TÉGtCA y FUERZA OBRERA

7 19. 80.2, 810, 81.:j., 8ró. 822, 84.2, 902, 920 Y 926. ej: las metáforas mili­tares (no .. est:r=-....tégicas") de un dirigente laboral británico acerca de evitar

U-"1 paro patronal en los astilleros en 1.897: "Hasta ahora, tcne!nos ventaja

n:ú1itar sobre ei coronel Dyer al haber prevenido una pelea por un asunto

impopular [ ... J Pero el ejérdco laboral debe cerrar tilas para ganar la ba­

talla [ ... ]": George N. Barnes, "The Engineering Dispute", Tile People's

Joumalfor Dtmdee, 7 de agosto de l~,p. 5: cuya transcripción agradezco a David Smith.

~j Hen.-y W. Ma(.::rosty, "The Recent Hiscory of che Liv-ing Wage

ivLovement", Policical Science Quarteriy, XIll, 3, septiembre de 1898, pp . .:j.I.:j.

Y 440. 26 John Davidson, Tite Bargaín Theory '!fl'Mlges: A Cririeal Developmentftom

che Historie Theories, Tagether ¡vith an Examination of Cerrain vvages Factors, the

lv[obilúy 01 L4bor .. Trade Uníonism, and rhe l\lIethods oj.lndusrrial Remuneration,

G. P. Putnarn's Soos, Nueva York, r898, pp. 124-I25,. 2Ó4-272 Y 280.

'7 F. Y. Edgewortb.,. "The Theory ofDisttibution", Quaneriy Joumal al Eeonomics, XVIII, 2, febrero de 1904, p. 217, n. 2.

2' Alfred iVlarshall, Principies of Economics, 9a ed., con nocas de C. W.

Guillebaud, 2 vols., i.\.iacmillan, Londres, 1961, vol. 1, pp. 693, 698 Y 700, '9 Arthur C. Pigou., "Equilibrium Under Bilaceral Monopoly", Economic

Joumal, XVII, 70, junio de 1908, pp. 214-215. Cf "bloqueo inóusrrial", "paz· industrial", "dipiom=ia industrial", '"el campo industrial?', "diplomacia

sindical" y el localsmdical como "una especie de trinchera",. aunque no se

m.enciona I"..ada de <'estrategia",.en ídem, Principies artd l\t[ethods of Industrial

Peace, l'vlacmillan, Londres, 1905, pp. [0-14 Y 16, Y en ¡dem, Vf/éalth and

vJ;é!fore, lVlacmillan, Londres, 191:2, pp. 305, 307, 325, 330, 33 2 Y 334.

3° el Jean-Pierre !i?otier, "L' Assemblée Constituance et ia question de.

la. liberté du travaiL un texte méconnu, la loi Le Chapelier", en Jean­

Michel Servet, ed., ifrlées éCOYLOmiques sous, la, Révoíutit.ín (1789-1794), Pres='-,

ses .. Universir:aires de Lyon, Lyon, I989, pp .. 235-254; .l~ .. -E. Cherbuliez,

«Coalitions", en Charles· Coquelin y Urbain-Gilbert Guillaurrrin, eds:;.

Díaionnaire de l'écofTllrPmie polítique, op. cit., voL 1, pp. 3S2-385;. Charles

Coquelin, "CoaliOO!'3S .industrielles", op~ cit., pp. 38.5 - 388; León Walr..s~·

"Com:s d' économie politique- appliquée" [1872,.. 1881), ee ..... '\uguste y Léoll}

Walras, CEuvres éamomiques completes,. 12 vols., Economica, París, [987~

NOTi\S ~j:J

1997, vol. xn, pp. 494, Y 579-580; wem, "Élémencs d?éco.nomiepolitique pUr-!, ou tbéorie de la richesse 50ciale" {1374], en ¡bid:, vol. VnI; pp. 6:)7-

6:58; ídem, "La loi redécie sur le rnv:ril da.'1S les fabriques" [.18751. en ¡bid.,

voL vn, p. 223.

JI Vilfredo Pa..-eco, Cours d'économie politique, 2 voIs." E Rouge,. Lau­sana. r8')6. vol. l, pp. 324-327, voL n, pp. 99-101, 136 Y :q8-qo; íaem, l\1wmel d'Économíe poCifique, V. Giard & E. Br:ie:re, París, I909, pp. 166-167;

471-472, 4-83-487, 490 Y 5 27. J. ferdinand Lassalie, '~Üb¿r Verfassungswesen" ['rS62L en idem, Ce­

.samt~!tér.~e, 5 vels. 'reunidos en dos, Karl F. Ptau, Leipzig, 1899-I901, pp.

.:j.5, 51, 55-60,62, 65-66 Y 68-69-;3 Gusrav Schmoller, "Arbeítseinscellungen und Gewerkvereine:· Refe­

rae auf der Eisenacher Versarnrnlung vorn 6 und 7 Oktober 1372 über die

sociale'frage",jahrbueher flr National Okonomie ómd Statíséik, XLX, 2, 1872,

pp. 295, 297-303, 309 Y 317, Y Adolph Wagner, "11lgemeine oaer theoretische

Volkswirthsehaftslehre: Grundlegung, 2a ed.,. revisada y aumentada, C. F.

Wincer, Leipzig, r879, pp. 200, 248 Y 632-635· 34 Por ejemplo, Lujo Brentano, ed., "i\rbeitseinstellungen und Fort­

bildung des Arbeirsvertrags", SchTiften des ¡/éreins for Svcialpolitik, 45, 1890,

pp. xi, xv, X),..,'"'CVÍ-xxxvií, mi y l~,ii; Rlldalf Stoltzm.ann, Die soziale Kate·

gorie in der f/olkswirthschaftslehre, Berlín; Putt.'<arro.m.er: & Mühlbrecht, 1896,

pp. 12, 21-22, 26, 40-.:j.1, 61, 125, 334, 355; idem, DerZweck·in deJó Vo­

ikswiTtschaji: als sozial-ethisehes Zweckgebilde; Berlín, Put'""Jcarnm.er & Mühl­

brecht, 1909, pp. L"C, 352-354, 381; 402, 40Ó; 45T-454, 46 3-465, 4730-475,

493, 653, 718, 758 Y 767-769; Robert LleE::na..TJ.n.Die Unternehmerverbande (Konventionen, Karreile): ihr Hésen una ihre Bedeutung, J.·C, B. Nl(')u:r: (paul

Siebeck), Leipzig, 1897, pp_ I49-150, T77; idem·, DieAllíanzen:.gemeinsame

mOYlopoiitisehe Vereinigungen deT Unternehnu:r und A'rbeiter in England, Gustav

Fischer, Jena, 1900, pp, 6,9, 33, 39; idem) Karte:le und-Trusts, Ernst" Hein­

richMoritz, Stuttgart, I905, pp. 45, 58, 69-74·

35 Sidney y BeatticeWebb,. Tneorie ,ma Praxis'der englischenGewe!kver~

eirte (Industrial Democracy), trad. al. alemán de C. Hugo, 2 vaIs.,}. EL\\C

Dietz Nachf., Stuttg:L."1:, 1898,. voL 1, ?p: 27; r61. 193" )'"195; vol-:.II', PP-'

:r:83'.-184,189-190, L95-19Ó, 202, 2I6, 2[8, 241, 31:5,322, 32 7.7'328, ·334·~

351. 336 Y 395·

Page 40: 3. WomackCap2-4-1

234 POSIClÓN ESTRATÉGICA Y FUERZA OBRERA

J" GUStav Schmoller. Gnmdriss der allgemeinen Yé;iks..vir'.sduiftsiehre,

vo1s., Dunck.er & Humbloc, Leipzig, 19°0-1904. voL n. pp. 319,394-3

398 Y 4CI-408. Véanse sus citas más decepclonana.."S en ibid., voL Il, p.

if. Ceorge j. Hoiyoake, TI/e Hiswry 4 Co-operation in Engiand: lts Lij'era:tu,l?!

and its AáVOCilCe5) 2 "-';"015., Trübner & Ca., Londres, 1875-1879, voL u,

255-256; Sidney y Beatrice Webb, The ,Histor¡ ofTrade Unionism, Lo

mans, Creen & Ca .. , Londres, 1894, pp. 280-2;31.

37 Philipp Scejn. Über Streiks urld .r1usspemmgen, Zahn & jaensch,

den, r907, pp. 3, ro" D.

38 Ernst Romscr..o.ild, KarteIle, Cewerkscluiften ut1l1 Genossen.schaftell

ihrem ¡n rieren Zusammenhang im vVirtschajislebL>n: Vérsuch einer tJ!t~or-etisdle~Ei

Grundlegung der Kaalicionsbewegung, julius Springer, Berlín. I912, pp.

19, 42-44, IOl, II9-120 y 131-136.

39 lViíchael 1. Tu.g-.an-Baranowskí, Soziale Theorie deT J/érieilung,

Springer, Berlín, [913, pp. 1-2, 27, 42-45, 47, 49, 51-)2, 55,78-79 Y 8

. ¡.o Gustav ScrunoUer, Grundriss der allgemeinen

(1912-1917), 2 vois., 33. ed., Duncker & Humblot, Leipzig, 1919-

vol. u, pp. 37! Y 4-159· ~, Cad Menger" Grundsdtze der vólkswirthschafislehre, Wilhelrn

müller, Viena, r87I, pp. II-r6, 40-43 y 133-142. Sobre sus conceptos veifügen (" disponer, ordenar, mandar"), y !vlacht en relación con los

nes complementarios", véase ibid., pp. II-q.

+2 Idem, Unte1"S1AfChungen über die lvlethode der Socialwissenschaften, und,

politischen Okonomie insbesondere, Duncker& Humblot, Leipzig, 1883,

14, 44-4-7,56-57, 77 Y 84; Friedrich von Wieser, Über den Ursprung

die Hau:p'rgesetze ,tes wirtschaftlichen Werthes, Alfred. Holder, Viena, 18

pp. 1-8; idem, ]JeT natürliche Werth, Alfred Holder, Viena, 1889, pp.

SS, 61; ídem, "Tne{)I"Íe der gesellschaftlichen Wirtschafi:" (19I4]' en Altrnann d c2L., G;{j[mdriss deT Sozialokorwrnik, 9 vols., J. C. B. Mohr

Siebeck:), Tubinga, 19I4-r927, vol. 1, pp. 133-I35; Eugen von

Bawerk, Kapitai wMl, Kapítalzins; 2, vols." Wagner'schen Universitats, Inns"

bruck:, 1884-13~'9J., vo}. n, pp. 202, 214; ídem, "Grundzüf;e der TbleCyne::,'

des '.;virthscha..'"Úi,:hen Güterwerts", Jahrbücner für NationalOkonornie

S¡;atísrik, XI.'/U, ry..ueva serie, xm, 6, r886, pp. 480-489; idem, KapitaI

Kapitaizins, 3 v,roih\;. en z, 3a ed., Wagnt:r'schen Universitits, Innsbruck;,

!909-19I4. voL IlT pp. 347-357· eJ un austriaco hono:rario, Knut-w:td­seU. Ü1Je;r PW?rt, Kapital "nd Rente nach den neueren 1UltionaloJwnmniu:1i:eit

71leonen, GUSt:lV Fischer, Jena, r893, pp. u8-Q3; ídem, f;'Órieitmgl!Tt~lber

Natiortaliikonomie auf Cnmdlage des iHargínaipTin:::ipes [I90I-f906J,.2',vQk,

GuSt:lV Fischer. lena, 19[J-1922. voL r, pp. !O2, 1JI Y 180.

.¡.:¡ Friedricn von Wieser, "(¡ber die gesellschafrlichen Gev .... alten'~

[1901], en ¡dem, Gesammelte Abhilndlungen, J. C. B. lYlom (P:ml Siebeck).,

Tubinga, 1929, pp. 349-360, 376-376; ídem, Recht und .Mache: SecÍls Va,,":"

mige, Buncker & Humblot, Leíp7ig, 1910, pp. T-38, 45. sr-53, 59-62,

79-82, 90, 102, ro6-I07 y n8-I28; ídem, "Theorie der gesellschafi:iichen

Wirtschaft", op. dt., pp. 234-245 Y 386-397.

44 Eugen von Bohm-Bawerk, "Mücht oder 6konomisches Geserz?",

ZeitschriftJi"ir Volkstvirtschc:ft, Sozialpolirik tmd Venvaltung, XXllI, 3 -4, diciem­

bre de 1914, pp. 207, 21S, 225, 23I-233, 249-257 Y 263-266. Cf John T.

Dunlop, "The Task of Contemporary Wage Theory", en idem, ed., TIte

Theory cifV'kge Determinatían, Sto Martin's, Nueva York, I957, p. 8 .

45 Ferdinand von Wieser, "l\rma Virumque Cano" [1907], AbhandlurI­

gen, p. 337.

46 Francis A. Walker, The ¡;l-~ges Question: A Treatise OH Wages and ,he

Wages elass, Henry Holt :md Company, Nueva York, 1876. p. 397·

-'-7 Henry George, The Condition of Labor: An Open Le~ter LO Pope Leo

XIII, United States Book Company, Nueva York:, 1891, pp' 66 Y 86.

Continuó: "quienes le hablen de sindicaros que insistan en elevar los sala­

'rios sólo por persuasión moral son corno quienes le hablan de tigres que

se alimentan de naranjas".

~8 Frank: W. Taussig, Wáges and CJpital: An Exarrúnation af the vVages

Fund Doarine, D. A~pple1:on arrd Company, Nueva York, 1896, pp. 82-94,

WI-I07, 255, 270-272 Y 322.

4" Philip S. Foner y Bre';vster Chamberlin, eds., Fn'edrich A. SQ1ge'S Labor

:vtovement in che United Stares [1891-1895]: A History of the Amencan :VVorking

elass jrom Colonial Tirnes to 1890, trad. al inglés de Brewster Chamberlin

y Angela Chamberlin, Greenwood Press, Westport, I977, pp. 190 Y 200

(cursivas en el original), y Friedrich A. Sorge's Labor iViovement in che United

States:.4 History oftheAmerú:an W0rking Classfrorn1890 to 1896. trad. al. inglés de K.ai Schoenhals, Greenwood Press. Wescpon, 1987, pp. 4-6, H4--I:?,O:

Page 41: 3. WomackCap2-4-1

2J6 POSiCIÓN ESTRATÉGiCA Y FUERZA 08RER ....

~o Fred W. Taylor. "A Piece-R..J.te System: Being a StepT~ward

Solucion ofd-le uoor Probiem", Ecorwmic SiUdies, 1, 2, junio de 1896,

9t Y roG-IO!.

$' V éanse los testimonios de George E. McN e.ill, Jacob G. ::;.:::h()nf::Ucbe

y Samuel Compen; en U. S. Industrial Commission, Report of ,he

mal Commission, 19 vals., gpo, Washington, I900-r902, vol. VI, pp. 124, 4 19-450 Y 596-657, resp«tis11m'!.enre:

P J. R. Corr.L1TlOnS, "Tyaes of Am.erican Labor Organizacion­

Te:lInSters of Chicago", Qu~rterly joumai 01 Economía. X~"'{, 3,

1905, p- 400; idem, "'The Teamsters of Chicago ", en ]oh.., R. C:onC1Ill0Il,S;

ed., Trade, UrlionislfIl 411d Labor Problems, Gínn and Co., Bostan, 1905,

36. donde, exrr-..r..a=ente, describió como "oficio" la conducción de

equipo de mulas, 37; ídem, "Is Chss Confuct in r.JTJ.erica Growing and

Ir Inevitable?", Atrn.man Journal of Sodology, XIII, 6, mayo de 1908, pp ..

y 759· Su testimonio anterior ante la Industrial Corn:rnission (que no

sobre estrategias) está en Report, op. cit, voL XIV, pp. 32-48.

53 John Bates Cl=k, Essenriais of Economic Theory, As Applied ro 1Vloa.~rn Problems of lndustry <!md Pubíic Polioj, i\lIacmilhn, Nueva York, 1907,

452 -453,456 , 4Ó7 Y 495· 54 Frank W. Taus'Slig, Principies of Economic.s, 2 vols., Macmillan,

York, 19[2, voL rr. ~p. 264-266, 269-271, 275, 280-282.

;) Víctor S. Clark., "The Canadian Industrial Disputes Act", Procl,eaiin,(1s

vf the Acaderny of P"liizical Sdence in the City of l'Je-,AI York, VU" núm. de 19I7, p. IS.

jÓ Se trataba de Ali.kmn B. GarretSQn, presidente (1906-1919) de .la Order

Ra.ilway ConductolCS arid Brak~men [Orden de Conductores v Glla!'dafre-, nos J en un discul3(!l ante el Economic Club de Nueva York;

Warns oí Revoluti.on if Military Law to Prevent Rail. Strikes is Passed

Congress", The i'levv York Evening l'vIail, 12 de diciembre de 1916; pp. 9,

57 Eugene V. Deihs. Writings and Speeches of Eugene V Debs, Herrrultage,

Press, Nueva York. 1[943; J. Roben: Consrantine, ed_, Lerters of Eugene Debs, 3 vols., Uni~ity ofIllinois, Urbana. 1990, voL ID, D. 211; \'.C/;I!;~~,'

D. Haywood, Bill Haywood's Book: The Autobiography ojvv711iam D.

wood [1929], Im::e-:::naD.onal Publishers, Nueva York, 1966, pp. 52-53, 185, I88 Y 241.

NOTAS .::l37

~'" W. L Ñiack.enzie Ki..-:::g. In¿ustr¡ ami Hum.ani.l': A Smdyin··the..Prin'­Underlying Industrial Reamstmc.iotf, Houghton Mifllin:.Boston,.;!9f3.

12, 15-16. 19-20, 378, 433-44-~1. La única "estrategia" que noriiaquí~ dei cipo "carente de principios", <::0 el "oporrunlsmo mañoso" que, po­

dóa usar un político irresponsable para impedir "la introducción de la ley y el oroen en la industria": ¡bid., pp. 517-518.

59 William Z. Fes ter, The Crea! Steel Strike and lts Lessons, B.W.

fluebsch, Nueva York, 1920, p. 20.

_ "" Samud Gompers, Se..?emy Yéal':S' of Lije 411d Labor: An Autobiography;

2 veis., E. P. Dutton & Ca., NUeva York, 1925, voL r. pp. 14-9, 152-lj],

241-242, voL II, p. r.

... Solomon Blum, Labor Economics, Henry Hole and Company, Nueva

York, 192 5, p. 379· . ..... William Z. Foster, Organize [he Unorganized, Trade Union Educa­

tional League, Chicago, 1926, pp . .:n, 24--29; idem, Strike Strategy, Trade

Union Educacional League, Chicago, 1926, pp. 6-7, 3L-34. 6 3 Ben!'vL Selekm.an, Postponing Strikes: A Study of the Industrial Disputes

Invescigation Act of Canada, Russell Sage .Foundation, Nueva York, 1927;

pp- 2 43-245. 6 4 E. T. Hiller, The Strike: A Study in Collective ,-1ction, Unive...rsi.ty of

Crucago, Chicago, 19'28, pp .. 4, 6), 96. 126 Y 128. ",65 Selig Perlman, Theory al the Labor ¡1;fovement, Macmillan, Nueva

York, 1928, p. 197. 6ó Stanley B. iVlathewson, Restriction of Output among Unorganizeti wórk­

'ers; Viking, Nueva York,. I931, pp. 30, 42· 67 John R. Hicks, "Edgeworth, MarsÍ' .. .:aH, and the Indeterminatenes$ of

", Economic journal, XL, núm. rs8, junio de I930, pp. 215-2.31; idem;

The Theory of~f¡ages, Macmillan, Londres, f932, pp. 62-66; 136-1055, 1.60-

; .1:66,. I90 Y 20I; P. N. Sweezy et al., "Nm:es onElasticity of Substimrion"~

e Review ~f Economic Scudies, í. núm. 1, oC1:ubre de 1933, pp. 67--78~ 611 Sumner Slichter, l'v1odern Economic Sod..et}', Henry Holt, Nueva York,

1931, pp. 72, 96-98, II9, I37, 146, . .278, 454-y658. Su memor, l\¡Iillis;,a su vez.alumno de Cornmons y de',¡ebien,. fue cl principal economista, de. la

Comisión de Inmigración de Estados· Umdos' en 'I907-19IO. y: clirigió¡ su

. intorm.e lmmigrants in Industries, .20 'mis .. , Governnlenc Printing Office,

Page 42: 3. WomackCap2-4-1

POSICiÓN EST;{..:,\TEGICA y R..;ER2.A OBRERA

Washington, f9iL Fue profesor de economía en Cmogo de 1916 a 1938

y luego enc:iliezó el Nacional Labor- Relacions Board [Consejo Nacio­

nal de Rdaciones Gboniesj de 1l)40 a 1945. Sobr-e él y Slichter, véase

Orme W'. Phdps, "J'Y'íiillis, Hauy l\lvin", en Diaionar¡ clj'-.4.merican Biog,.a::.

phy, Supplemem Fotlr ('94ó- H)50}, Scribner's, Nueva York, 1974, pp. 579-

580; joseph Dorfruan. TIle Economic .Wil1d i·n American Civilízation, 5 vols~

Viking, Nne''';}. York. 194Ó-1959, voL v, pp. 539-544, Y John T. DunIop,.

"Sl:icnter, Sumner Haber (1i:l92-I959)", enJohn Eatwell, Murny Milgate '

y Peter Newm.an, eds., TIle iVeUJ Pa{~rave: .4. Dicrionar¡ oJ Economi;;;, 4-

vols., l'vIac.rnillan, Londres, 1987, voL IV, p. 355.Como en I9I8-I919 fue

testigo en la Universidad de Ntüruch de la constirución y destrucción de: .

la Riiterepublik bávara. Slichter pudo haber aprenciido ahí algunas leccio­

nes estr:ltégic:lS vividas. Su definición del poder de négociación está en

StL.'1"h.""ler H. Slichrer, '-The Changing Character of Am.erican Industrial

Rdations", American. Ecorwmie Review, XXIX, núm. r, suplemento, Iuarzo

de 1939, p. 1JO; ídem, "[mpact ofSocial Securicy Legislation upon Mobil­

ity and Enterprise", /-fmerican Economic Review, xxx, núm. 1, suplemen­

tO, marzo de 1940, p .. :)7; ídem, Unlon Poiicies and Industrial AIanagement,

Brookings, Washington, 1941, pp. 248-249, 370-374 Y 566.

69 Dunlop, "Changi.ng Status of Labor", pp. 608-6n, 614, 6r8-620 y

621. el otros eres arg-clmentos ,=stracégicos de la ¿poca (época de guerra)·

que carecÍa"!.1. del cOIlt'cepm de posición esrrarégica: Clinton S. Golden y Harold J. Ructenbe¡:g, The Dynamics aI IndustriaL Democracy, Harper &

Brothers, Nueva Yorik, 1942, pp. 18I-r85, 301-3IO; Henr¡ C. Simons,

"Sorne Refiections on Syndícalísm" [I941], Journal oI Politícal Economy;

LXI, núm. r, rr."arzo de 194+, pp. 1-25; Hep..xi Dems, Le monopole bilatéral,

Presses U:¡üversitaires, París, 1943, pp. 42-80. Sobre la formación de Dun­

lop, véase John T Dun.lop, "Labor, Markets and Wage DeterminarÍon:

T"!:len and N·ow", ene iB;ruce E. Kautrnan, ed., How Labor JVfarkets l/Vork:

R.sr1ections on T11eory éil.1Jtd Practíce by}ohl1 Dunlop, Clark KeTT, Richard Lester

and Lioyd Reynolds, uo;xIDgton Books, Lexingwn, 1988, pp. 77-79· El 15

de mayo d.e 2003, Du.:i11op me contó que había estudiado economía del

trabajo en BerKeley con Charles A. Gulick, Jr. (1896-1984, licenciado· y maesrro ent:istoóa eu.1ropea moderna pOF la universidaci de Texas, doce.

torado en e r.:onor:·;Í:;.¡. por la Coluulbia Universíty en 1924, proÍesor de

economía en la Ulliversid...d de CalifoL.nÍa en Berkdcy de 1926 .:t .t9(3) 'f que: éste había usado el libro de Btum co.mo "te.'fCto complem.enca­rio ". Sobre las primeras teorías de Dunlop, véase john T. Dunlop, '"'The

.M.ovement of Real. and Money Wage Rat~", Economic Jounwlr XLVill,

núm. >91. septiembre de 1938, pp. 413-434; ídem y Benj-amin Higgios. mBarg:rirüng Power' ano Mar.ket Structures", Journal if PoüCÜ;a1 Ea:mcftt'{>

L, núm. 1, rebrero de 1942, pp. 1-2Ó;joh., T. DUIÚOp. "Wage Policies of

'L.-ade Unions'\ American Eamomic Revielll, suplemeuv.), pa..--re 2, XXXII,

núm. r, marzo de 1942, pp. 290-301- Necesariamente, la "búsqucda'J de

"posiciones estratégicas" por parte de los investigadores de Dunlop en la

n:wlb era más ripida Y verificable que la de los investigadores de la ssrc.

Hay algu...'1.0S detalles biogci6.cos de Dunlop en.Steven Greenhouse:, ''John

Dunlop, 89, Dies; Labor E:lI..'Pert Served U Presidents.", Netv York Times, 4

de octubre de 2003, p. AH.

,0 Duruop, "Cnanging Starus ofLabor", pp. 609-6ro y 6zI.

71 John T. Duruop, liVáge Determination under Trade Unions" i\tiacmillan,

Nueva York, 1944, especialrnente pp. 6, 1.2 Y 45.

70 i\bbm P. Usher, ..,1 History oI Zvlechanical Inventions, Harvard Unive:::-­

sity, Cambridge, 1929, pp. 1-7, 23, 24, 2I7,. 2I8, 308 Y 316; Y Joseph A.

Schumpeter, Business Cycles: A.TI'leoretical, Hiscorical and Statistical.Anaiysis

qf the Capicaiist Process, 2 vols., iVlcGraw:-Hill, Nueva York, I939, voL. r,

pp. 38-42, 84-109 Y 2.26-228.

73 Dunlop, "The Development oE Labor Organizatíon: A Tueoretical

Framework", pp. r63,. 174-175 y I79-r80, las cursivas son suyas. CJJohn

T Dunlop, Indusrrial Relations Sysrems, Holt, Nueva York,. 1958, pp .. 50-

52; .l\rrhur M. Ross, Trade Unían vVage' Poliey; University oE Calitorma,

Beckeley, I948, pp. 2, 13, 30, 38-39;.49-50,. 56,69-70 Y roo, y.Frederic.k

b. Harbison y John R. Coleman,. Goa/s. and Straiegy in Coíle:;rive. Bargain­

ing, Harper & Broth.ers, Nueva York, 195I, pp. 2,. 14, 26-3L Y nS-ES.

'4 Duruop, "The Developrnent of Labor O rganizatio n!', pp:. 180-~83

v: 185.

75 [bid., pp. 178-179; ídem, Industrial Relations, p.,9.

;6 N. Barou, British Trade Uníons, Victor Gollancz; Londres,. I947,; p.< laG'.

-:7 j\¡lancur Olson, The Logic of Colleetive Aaion:: Pu.blic; <Gooas ando che:-

T7"'!eory of Groups, P . ..arvard Unive::su:y, Cambridge, f9óS, pp_ .66-72:: el

Page 43: 3. WomackCap2-4-1

POSICIÓN ESTR.t\TEG1CA y FUERZA O!3REI~\

John Stuart Mili, Pruuiples o/ Political Economy, tvit): SONle qfTheir n.l'plu;a-.

OOUS to Social Philosoph:y, 2. vols., Boston, Charles C. Litde & james B

voL Il, pp. 540-5+2.

7" Richard B.rreenuu, .LAbor Eamomics, Prentice-Hall,

Cli.:ffi, 1972, pp. 5-6, 82-88, 101-I07 Y 123-125; ídem y James L Mie{io;ff.. What Do Unions Do?, Basic Books, Nueva York, 1984, pp. Ó-7,

184--217.

79 Richard B. Freeman, "Contractlon and E'Cpansion: Tne D:iv{~r§;ellCJe~

of Privare Sector ami Public' Sector, Unionism. in the Uníted Scates'1

joumal '!lfivnomic Perspectives, 1I, núm. 2, primavera de I988, p. 32;

Shapiro. '~The Theory ofBusiness Strategy", RA1'iD Journal ofEcol1ol11lia; ..

x..x, núm. !, primavera. de 1989, p. I2.5; Steve Dowrick y Barbara J. ->¡';'C:l:J,;é

cer, "Union Atritudes to Labor-Saving Innovarion: \Vhen are

Luddices",joumal oj Labor Ecorlomics, XI1, núm. 2, abril de I994, pp.

n. 3, 32 3, 335, n. 15, y 341-342.

do Cf la resonancia en Henry S. Farber, "The Analysis oE Union

havior", en Orley Ashenfelter er al., eds., Handbook of Labor Et:ol1!on~í{¡s~

3 vols. en 5, Elsevieir Science, fu-nsterdam., I986-.(999, voL II, pp.

f047, 105.5, 1060 Y [074-1079· Ninguno de los otros 52. artículos que

recen aquí {de los cuales sólo uno cita a Dunlop) asume esta tn~C¡~e]llc:la

T=poco lo hace p.inguno de los siguientes, aunque todos citan a

lOp: lVan Krueger y Law,ence H. Sum.mers, "Efficiency Wages and

Inter-Industry \.Vage Scructure" [1988], en Orley Ashenfelter y Kevin

Hallock. eds., Labor Economics, 4 vols., i\ldershoc, E. Elgar, I995,

pp. r60-193; Richani Freeman, "The Exit-Voice Tradeott in the

l\Ilarket: UnionisIn.,Job Tenure, Quits, and Separac:ions" [1980], en

voL IlI, pp. 255-385; Odey Ashenfelter y George E. johnson, "f\argairrm~

Theory, Trade UnioI'!:sand Industrial Scrike Acnviey" [1969J, en ibid.,

In, pp . .286-300; Henry S. Farber, "Individual Preferences and U

Wage De!:errnination: The Case of ehe United 1\1ine '\X1orkers" [1978],

ibid., voL m, pp. 33('l>-355; ídem, "The Determinatian of'¡:he Uníon

of"'iXlorkers" [[9831, en. ibid., voL IIl .. pp. 356-376. John M. Abowd, Effec1:. oC,;!lage Bargúns on the Stock Market Value of the. Fírm." [

en ibid., vol. m, pp. 4°3-427. Tampoco lo hacen Víctor R. Fuchs, Alan

l(ruege.l:", Jam.es lVL Pot-erba, "Economists'Views about Paramecers,

and Policies: Survey Resu1ts in Labonnd PublicEcon.omics~",jou.nml:qf

Ea;,wmic Uteracure, XXXVI; núm. 3. septiembre. de .1998; PP.;'· 138'7"";&:42:5;.

George J. BoIjas, Labor Ec:onomia, Irwin McGraw-HilL Nueva: Yorlc, 2eoo, 2:1 ed., pp. II4-H 9, 275-300, 400-402, 4IJ:-4I7 Y' 457-4ÓI~

SI John Pencave1 (el m.ejor después de Dunlop sobre el tema)" Labor: Afar­

kets uru1erTrade Uniomsm: Emplqyment,. íMIges and Hours, Blackwell, Oxford,.

1991; sobre la negociación homogénea '1 heterogénea, pp. S9'-3L

a~ Dunlop, "The Deve1opmen~ oE Labor O:rganizarion!', pp- 174-175~

184-185 Y r86-189_ Cf idem, Collective Bargaining: Priruiples and Cases, Chicago, .Richard D. Irwin. 1949, pp. 25-26; idem, Industrial Relarions,

pp. I-13 Y 94-128.

83 Idem, "The DevelopUlenr ofLabor Organization", p. 183 .. '

~4 La expresión "la nabítaCÍón del desarrollo humano" es de i\tlarx,

~'Wages, Price, and Profit", p. 439. Que las f.unilias son el medioeserrcial

para la formación y repl."Oducción de la clase está im.plicito e.."'l. Duruop,

"The Development of Labor Org-'a.nization~', p~ 184. Cf:Jerxy: Lembcke,

','Why 50 Years? Working Class Formarion and Long EconoIDÍc- C:ycles"·,

Science and Sodety, LV, 4, inviernO' de: 1992, pp __ 417-44-5:". Sobre las variacio­

nes entre los acomodos industriales, de: los que los m.ovimiem:os.obreros

constituyen una parte, véase DurJop; Industrial Relatíons, pp. 307-379.

Ss Dunlop, Industriai:·Relations. pp. 95:-97; I30-15a, 176-I82,201-228, y

383-384.· Hace comparaciones sobre todo! entre Estados Unidos. y: 'I.:arros países europeos. De los "países subdesarrollados:: que analiZa, .. el: único

latinoamericano es.BrasiL ., . . "

8ÓMarjorie R. C.lark, Organized' Labor. in iVIexico .. University onNorth

Carolina, Chapel Hill~ 1934; Kevin J Middlebrook, The, Pardilo:>fJof Revo­lution: Labor, the State andAuthoritarianism in,lV1exico; John.s;Hopkins;. Upi>:­

versi1:y, Balrimore, I995, pp. 135-147; Aurora GÓmez;-Galvarriato,.o"Mea,..

suring the Impacl:' of Institucional Change·.in Capital-Labor. Relations;in

the rvlexican Textile l:ndusc:y, I900-I930"; en Jemey L,.BorttyStephen

Haber, eds., The .i\4.exican.Economy, 1870-193'0:-Essayséonahe:Economic"His.c

to",,! of Instírutions, Revolutíon, and Growth, Stanford: Unive:a¡ity;. Stanford;.

2002, pp .. 289-323~ 'r~'~ :'" ".-=

;- 87 Cad von Clausew'Ítz, 01'1. vj,ár, trad. y ed .. de Michael. How:ard.\y.:Peter

Paret, edición revis:a&~ Princeton University, PT.ill.CetGn~ .1:984,. PP'.c.90'"

Page 44: 3. WomackCap2-4-1

POSICIÓN ESTRATÉGICA Y FUERZt\ OBRERA

99, 127-1P, t94- 197. 204-209. 258-262, 352-354, 595-600 Y 617-637

:resu=en., Peter Paret, ··Clausewitz", en P::rret, ap. dt., pp. 186-213.

118 Eng:e.ls :t .v~, 7 de enero de 1858, en lrVérke, vol. XXIX, p. 2p.

Clause""iez. ¡)tJ. cit., p. 49.

"9 Por ejemplo, Vladirnir L Lenín, "War and Revolurion", en ídem,

leaed Htórks, 45 vols., Editorial Progreso, Moscú, I960-1970, voL

pp. 399 J' 4-02., Y ¡\J.a.:n Shandro, '''ConSciOUSllI!SS frcm Wi.t:hout': Mar::cism

Leni.'"1 and me Prolecn:iat", Sciem:e and Society, UX, núm. }, acoño dé

pp. 268-297.

~o E1 p-rob1elna de I:QlTIar las acciones de jos 0(:; ceros como oper:acione

de guerrilla es que durante el siglo XIX estas acciones supuestaJ.nente

tenían eSl:r:l.regia, sólo cictica, y que en el siglo xx la estrategia es

cianura. el Clause>;N1'tz, op. di., pp. 373 Y 479-483; C. E. Callweil, JtVar.s: Tlteir Principies and Practice, Londres, hrr...so, I906, 3a ed., pp. 51

84-96 Y I25-I49, yVo Nguyen Ciap, People's l/Var, People's A.my, J..l..<U.LV1~

Foreígn Languages Pablishing House, I974, 2a ed. El texto de C[;l.llse:wib

sobre la detensa es el. "'ubro" más largo de su cratado: op. cit., pp.

9' Hans Delbrück" Geschichte del' Kriegskunst im Rahmen der poli

Geschichte [1920], 4 vots., Walter de Gruyter & Co.,BerJin, 1962-I966,

ea., voL 1, pp. 123-13)1, I63, 352--385 Y 6I2"'6(9,.voL Il, pp. 400-410,

m, pp. 339-346, vol.l'V, pp. I2Ó-I33, 333"-J6], 3.82-395, 42Ó-444,

487- 5 2I. En inglés, History of the Art afvVar, 4 vols., trad. al inglés de

J. Renfroe,]r" University ofNebraska, L.incoln, 1975.c..I980; o una .

abreviada, Delbnick's l"\tlodern iVlilítary History, ed. y trad: al inglés de ..A..rde.d.

Bud.l.oIz. Ulliversit:;r of Nebraska, Lincoln, 199'7; o en. resumen, Gordon

A_ Crng, "Delbrück.: The Military Hisr:orian", en Paret, op. cit., pp. 32

353 Y 535· Enrre 1936 y 19391a Comisión: de Defensa de la Unión Sc)viéttó •. ',

publicó en ruso una. edición en 7 volúmenes del Ceschichte der Kriegskunst:'

Otto Hainz, "'Iorrede zm; Neuausg-abe der' ersten mer Bfucie", en Del;..

bruck, op .. .:ir., voL IV; errun sobre denrrode la cubierta delantera, pp. 6-7t

La. eso:a.teg'.2. alternativa·y agresiva de Delbrück erala l\liedenveifUngsstracegie:'

que casi siemp,e se t:1ra.duce. como "estrategia de aniquilación", pero que

más prec:isarn.::ure conúste en "derribar al enemigo". \I'l Hainz, op .. cir:, voL LV, p.,8,; Franz i\t1enring, :'Eine Gescruchte der'

Kriegsku.ru;¡:", Die ~'\#i!."U!¡e· Zeit, 16 de ocmbre de 1908~ en su Gesammefté

'Sduiftert , 15 voIs., Dietz Ve:rl.ag, Berlín, 1960--t966. voL.vm", pp .. I.34-r4O. :EL primero que popularaó los términos lHitn:tJeUllres; positiotl$ y, le·moJi.;..

vernem fue Ferdinand Foch, Des principes de la gro/erre (19031, Imprirrierie

Nacionale, París, I996. pp. 1T7-q:¡, e ídem, De la amduite de laguerre: LA

f1fanoelllne pOllr la bataifle [1904-1, Nancy, Berger-L ... -vrault, Pans, 19,t5, 3::1

ea.., passim: Delbrück fue' el prUnero que, contempoci..'"leam.ente, en sus

arcicclos para Preussische jahrbacher, describió el efecto de las oiensÍv:u de

I9U.-I91~ como ScelllJngskampj o Stell:mgskrieg, guerra de posición: Hans Delbriick, Krieg und Poliak, 1914-1916, 3, vals., Georg Sti1k:e, BerlL."l, !9I8,

voL r, pp. 76 Y 80-84. voL n, pp' 29, 1ó4 y 24-0-242, voL III, p.: 86. Entre los que popularizaron este término están' Anton Fendrich;,per Stelhmgs­

,!¿n'eg bis zur Friihlíngsschlacht {1915} in Flandern, Franck-h, Sturtgart, 1916,

y Paul J. L. i\...zan, The liVár oi PositiorJs, Harvard University, Cambt:idge, !91 7. !'\cerca de términos, com.o mOIJimento, logoramento, assedio.· yottos

términos estratégicos comunes entonces que aparecen en publicaciones

posteriores a Delbrück sobre la guerra., que Gra.msci tenia enprisíén,

véase Enrico Cavig1i;a); La. Battaglia della: Bainsizza: Seguita da uno sLudia

suila diTezione política e il comando militare nelia grande guerra, A. l.Ylondadori,

t'v1ilán, 1930, pp. r6, 134, 160, I93, 21:I-2I2y:245-24-6~ idem; La tre battaglie

del: Piave, A. Mondadori, Milán.,1934, pp: 69-70'" II5-I Q;'p.: N.·Krass­

nof, DalI'aquila impeTiale aIla bandiera. rossa:, Salani, Rorencia.I92 9,. P?'

424-42 5, citado en Gram.sci, QuademÍ,.vol. rr,p, 859; Lean Trotski,. !\doia

Zhizn:': opyt avtobíografií, 2 vols.. lzdatel:stvo Gcanit, Berlín; 1930, vol. r,

p. 24:i; vol. U" pp. I90-192, que GranISci' leyó en italiano: La:.miavita:

Tentativo dí aurobiografia, trad. de E_. Pocar, l\I1.ondador:i:; Mil'án. 1930 ; ,y

Ernesto Brunetta, "Clausewitz" [reseña de' Emilio Canevar.i,; Claus'eJ;virz e

la fJUerra: odierna, F. Campitelli, Roma, 1933],·.u Italia lettera~ía, 4- de febr~;:o '" de 1934-, p_ 8. Los otros ,escritos' militares a: los que tuvo, acceso. Gnffisc1

entonces, corno Benedetto Croce, '"Azione, Successo e Giudizio:::Nore in ,nargine al 'Vom K.rieg' : del Clausewj.tz", Socierá ReaLe di.. ¿'-,fapo li.:. Atti

delIa Reale Acaldemia di: Scienze lV[oraii e Politiche, nÚlTI .. 56, 1:93'4, pp .. 15'2-

163, no tenían nada de delbruckiano.. La. mayoría: de las: nocas; de Dr<l!IlSci

sobre vuerra di movimenro, guerra' manovrata, guerra. d/ assedio o· di posiZione,. o .. .

hecha:; origmalmente entre unos 1":5 párratos de nueve cuadernos' ellcre

t92 9 y I935 están en inglés en "Notes on ltalian Histor;.¡" .. "'TnelVIodern

Page 45: 3. WomackCap2-4-1

z# POSICIÓN ESTR..·!i;;rÉGICA y RJERZ¡\ OBRERA ..

Prince" y "SUte ando Civil Socie1:'¡''' ej !as referencias en el. índice de

Qlladel'lIi, vol. IV, pp- 3.::203-3::204, Y Hoare y Srr..im-, 0]7': cit., p. 59 (la noci. Ir de ellos), 88. I05-I20, rSs, 229-239 y 243. Nue"v-amente, Gr.unsci fue sólo uno más de los mi,embros de la Comintern que cerle..'cionaron en época acerca. de la "hegemonía".

9) Dunlop, "The Developmenr of Labor Organizanon "',pp.

ID. Poder y producción: sus distintas d:Unensiones en las ciencias sociales burguesas" I839-200I

, Auguste Cornee, COUTS de Philosophie Positive, 6 vols., J. B. Bailliere et fils. Paris, r869, 3:1 ed.,. voL IV, pp. 417-418 Y 425-4-2Ó.

,2 !bid., voL IV, pp. 5.04, 506-5°9.

3 Ibid., voL IV, p. 4r8. CJ ibid., voL VI, pp' 265-.272, 361-365;

512 y 553-569· La preocupación de Comte de que. "~a separación de las funciones sociales [ ... )l, que por sí sola ha. perrrl.itido el desarrollo y ex.;;.

tensión de la socieda.aen general, amenace;. desde otro punto, de. vist:a~

con; descomponerla en una rnulitud de corporatíons. incoherentes, cuerpos', inconexos", como las oorporacíones,Jos "grupos .. de interés" y los sindi",. catos" erd distinta y b.:astante: formal. Él la mitigaba con el gouvernement;'

cuyo "propósitO socia!''' era "impedir esta. disposición fatal ala'dispersión~~~ servicio que revelaba:'<1a primera' base posiriva. y racional de la. teoria d<; gobierno. demental yabstracta:~, ibid., ¡vol. IV; pp., 428-4'30~ '.

4-Herbero. Spencer, TIte' Principies of Socíology~ 3« ed. autorizada, 3 vols<.{

D, Appieton'& Co., Nueva Yor:k, 189'7 .. voL 1',' pp. 4137, 438 Y 4=40-44Ü

Luego· aseguró que su :acgumento orgánicocera; analógico. Cf ibid". voL:t, pp. 576-588.

5 Ibid., vol. r. p. 465, voL IIl. pp, 327, HJ:Y'40 4-4II .

.• 6 lbid., vol. r,. p. 473 .. Sobre la "organizacióa. superior!' que. <'sirve- al bienestar individual", ·~éase~ibi:d:,; voL l,·.PF. 58;7'-588,

J Ibid., vol. l, .pp. '1I40~44I,476-477, 4S'k4.85,.497-498, 53ór y 581-583. ,.

... 3 lbid.,. voL í, p. 5(l'&l~. voL n, p. 615i.

NOTAS 245

? Ibid., vol. 1, pp: 93-96,.223 Y 552-575; vol.. u. pp".2r'-'2'43:~;56&.:-5Ó9~

590-592, 603. 605. 618. 632~ 64C'-Ó41,· Ó43 Y 1543;. voL m;~pp~ 33r.599'-ÓC7

y:;:609-'" Sobre las diferencias encre "militante" e "industrial", véase ¡bid;', :vol.

u~ pp. 244-253 Y 5ó8-<>.P, y vol. lIf, pp. 356-359.; 478-5:127 553'-574· So-

brelas "diferencias", véase ¡bid., voLm. P"·j35. . .

11 ¡bid., voL m, pp. 52)-525, 533-536, 539-55I , 572-573 Y 587.

u Ibid., voL ID, pp. 551-552.

]"1 Ibid .. ;, 1/01_ lll., pp .. 553-607 Y 611_ ' ," q-">

, .. Émile Durk.."eim, De la division du tTavail social: Étude sur l~organisation des socíétés supérieuTeS, Félix Alean, Paris;. 1893, p_ 1.

1., Ibid., pp. 3-4, la, 49-50, 52, 57 Y 62-<>4;

,óIbid .. , pp. ix, 1, 140-141, r60-r61, 187-188, 213-25I, 290, 294 Y 299.

.17 !bid., pp. 44,.397'-399, 409 Y 415-418. "-"

.\> [bid., pp. 422-423', 434-Y 459,-460.

= Georg Sirnmel,. "Über sociale Differenzierung: Sociologische und psychologische: Untersuchunggen" en' su.. Gesamtáusgabe;· 16, vols.,

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[1908], en ibid' r voL XI, pp: r.S-2I y 43-44;:"Grundfragen der SocÍolo.­gie: Indiv.idumn und Gesellschafi:~' [I9I7},. erribia .. , voL XVI, pp,;, 68:"'Tt y

I03'-104. Sobre la Wéchselwirkung;. común desde: Kant. en la· filosofía" pero que en la época deSirr.m.el. remitía a la mica y la fIsiología,. véase Jacob Grirnm. yWilhe1m. Grirnnl, DeutschesJivorrerouch;Ió vols .. enY3'2,.S, Hirzel:

Leipzig, I8S4-197I,_voL XIII,: pp.~ 2777'-z¡.¡8;;.Hermann. von Helm . ..l-íoltz; rfJber die' Wechselwirkung ·der: Naturkl'dfte: und: die' darauff:jézügliéhen::~euiis¡;eñ Ermittelungm. de: Physik':: Ein populii:r:-wissenscPmfi1ieher: Vonraggehalten., am" 7

jebrnaT1854s' Gcife; & Bnzer. Kónigsberg, I8'54;.iJobnT .. Merz; A\HiStory ofEuropean-Thought in the l"iinereenth Century~4 vok, .. Dover;: Nueva Yorlé,

I965 [I904~I912h voL III, pp. 399Y 564'- Soóre Sirrunely..HeL'lilioltz;.véa..l. se KIaus c. Kahnke, Der junge Símmel: in. Theoriebeziehimgen undhoziálen

Bewegungen,. Suhrkamp, Frandort del 1\;1eno,.. 1996;.: ppé 56-73 _ Sobre la fiVet:hseIwiYkung: como' sinlple-. "interaccióa',. véase. Hemnar.."L:, ,F;~:Helnh holtz, '"00 the·lnteraction of Na..'Ura1 Eorces", trad: al;inglés; de!.]ohn

Page 46: 3. WomackCap2-4-1

POSICIÓN ESTRATÉGIC/\ y FuERZA. 08RER.-\

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" Sim.."!ld, "Über sociale Differenzierung", pp. 154-155, J 69-17 1 , 19Q-,

191, .237, 259 Y 2.64-·i!6S, en general, capíruIo V1, "Die Differenzierung .

und chs Prinzip der. Kra:fi:ersparnis·'. pp. '253-29:5; "Zur Pilosophie der

j\...rbeÍt" [1899], v, pp. 430-431; "Socioiogie", pp. 63-64, 270-272, 4-89 Y 492 -495, en general d capítulo VI, "Die KreuZu.Tlg der soziaJer Kreise",

pp. 4:56-5H~ "Grundfr::tgen", pp. 128-131. 139-qo Y 144-f49. Sobre la "consen--ación de la fue=" de entonces, véase' tv1ichael Faraday, "The'

Conservacion oi Force" [r8571 en Youmans, op. cit., pp. 359-383; Ernst

l'vlach, Die Geschichte und die l/Vítrzel des Satzes von der Erhaltung der Arbeit, '

Praga, J. G. Calve, r872, y lvlerz, op. cit., vol. lll, pp. 397-402, 564-5 83.

Sobre "'Die Kreuzung" en una traducción casi inerte, véase Georg Sim­mel, Conflict: The Vfkb al Group-Affiliations, trad. por Kurt H. Wo1ff y Re­inhard Bendix, The Firee Press, Nueva York, 1955, pp. 125-19:5.

l2 Sirrund, "Differenzienmg:', p_ 130; "Die, Grossstidte und das Geis­

tesleben" [1903J, Ges.z.mtausgabe, voL VII, p. rI6 Y 129":13I; "Sociologiel:;

pp. 33,2.'3,¡.. 433; 464, '*'78-479, 485; "Grundfragen", p: I04. Sobre la relación

r-ec:íproca (no dialéctica) "entre el individuo Y' el grupo" en "asociaciones

especiales"" 'léase idem, "Ph.ilosoohie des. Ge1des;' [1900] . Gesamtausoabe .1. , o ,

vQL V1" pp. 462-472, en general capítulo IV, "Dieindividueile' Freiheit!',

pp. 375-481. Sobre la traducción de Vergeseilschaftung aprobada pox;:

Dur:k:hei:rn,. véase G. S:inunel, "Conunent.les', rorITlessociaJes se maintien--'

nent", UAnne sociolag¡.eque,. !, :r896-1897, pp: 7I-I09: Véase también Donald

N: Levine, ".The St:n:u:;rure ofSÍIru:nel's Social Thought" en Kurt H. Wolff,

ed., Georg- Simmel, I·fl:58~1918:.t't Collection of Essays.,with Translations and a

Bibliography,. Ohio St2liJ:e:University, Columbus, 19::>9;: P . .!7; idem, "Sorne

Key ProOierrl.'5 in Sim..--neFs Work.", en Lewis A. Coser. ed., Georg Simmel;

Prentice-Hall, Engiew@()d Cliffi, 1965, p. rol.. Cf eLneologisrrlO sociation de Wolif en Tne Sa(ro¡~;y.p" .. hiii, 'l Sim.mel, Conftid; P.d3.

'3 Idem, "Differel::.lZierung", pp: 283.-284; "Di'eSelbsterhaltung der so~ cialen Gruppe: Socloilogische. Studien" [r898], en Gesamtausgabe, voL v,

pp, 31Ó-3I8, 326, 330 -,];3I Y '333; "Soziologie", Fpe. sr~58, 160-162, 277':'

280, 476-47/, 558-559, 591:-:592 • 598-599 Y 603; '~Grondfragen", pp~ .122'­

'128 yr41. Sobre la superioridad, ia:-subordinacióny la desigua!dad., véase "'Grund.fragen". pp. 82-83 Y 129-IJL Sobre la idea de que "todas·hs.pcic .. .:.

, ricas complejas", es decir, las que implican puntos. de. vista he' -ugéueos:; peculiaridades de elememos individuales, cuestiones personales, loca1es,

objetivas, son "antipácic::;.s a la democracia", véase "Soziologie";p. 12:';,

n. 1'. Sobre la coerción, vease ibid., pp. !6r-I62 y 277-280.

Z4 Sirrunel, "Grund..fI-agen", pp. 248-249; "Soziologie", pp. r61, 268:...

::!70 y 277. Su referencia a la "posición e5tocégica" probablemente pro­viene de los Webb, ya sea de indusrrial Democracy o de Theorie und Praxís.

;~ G. H. Bousquet, Vi!fredo Parero: suvie et'son oeuvre, Payot, Pa....,.c;..s.:I928,

tl~ 23, nota (donde cita el hom.enajede Avanti-!a Pateto al morir en' 1923);

Vilfredo Pareto, "Cours d'éconornle politique" (1896-97] en Oeuvrescom­

pletes, 30 vols., Libraire Droz, Ginebra, I964-1989, vol. 1 (dos en uno),

parte l, pp. 13, 18, 70-71; ídem; "Les systeroessocialistes!' [J:9C2-'-I903J;

en ¡bid., voL V (dos en uno); parte 1, pp. 379-380, parte lI,. pp~90-9.r

v 287-292; ídem, "l\.1anuel d'économie politique" [19091, ibid.,.voL VII'. J

pp. 153-156, 182-207 Y 241-243.

26 "Cours",. parte li, pp. 5-28; "Lessystetnes", paréeI,. pp. 81-82;: "lVia­

nuel", pp. 146-150, 234~235,,404-4.o5, 687; e idem,Trattato disoaologiage­

nerale, 2 vols., G. Barbera, Florencia, 19.I6,. vol. I, pp.4T; 54-57; \Tol: li,

pp. 274-277, 479-503 Y 684-686. El principal editor ce Pareto' en Estados U nidos señala' que "'im:erdependencia' es un término técmco~. [:: .JEl mis.:.. roo' concepto se expresa con las p:al.abras.'correlaóón:, ·L."lterrelación:'~: ~,lil":'

rredo Pareto, The lvlind and Sociery, 4- vols., editado.porArthuFLivingston'y

traducido por Andrew BonglOl':no y t\..rthur Living;con,. cón James. Har7ey

Rogers,. Harcourt, Brace and Cmnpany; Nueva York,:. 1930',: voL e p~. S:In>,

"'7 "Cours", parte n, pp. 9-IO: "Ma..1.ue!", pp. 147-·T48·,192.-I99. 232-

233 Y 337-33 8 .

.... '"Cours", parte l, p. 42on, p=e n,pp, 51-53, t79-192;:; ·<Les. syste­

mes", parLe 1, 394-396; ":Nlanuel", paLte.·pp: 285-287. En eJi 1rattaw no

aparece nada sobre la división del crabajo. z9,En general, véase "1Vlanuel", capítul,o. li,. "Introduct1en, 3l·hJ¡:science

sociale", pp 40-144. Sobre' "fuerza" Y' otrosténninos tomadbs,:de:,la. me~

cá...."1Íca y usados de manera explícitam.ente sociológica, véase· Trartaw; vol. r.

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POSIGÓN ESTRitTÉGIO\ y F"0ERL .... OBRERA

pp. 54-57. Sobre las acciones "!ógicas" y "no lógios", vbseibid., voL 4

pp. 63-66 Y 74~79· Sobre las racionalizaciones "lógico-e.xpc:!rimemales" 'f "no lógicas, no t!.'Cperimentales", véase ¡bid., vol. 1, pp. 432-44°, vol. I1,

519-53:5. (Si consider:h---nos lo filndamental 'f reiteo.do que es en Parero

el recours <l l' expérierrce, que en francés da lugar a los deriv.ldos expérimen'­

iel', expérimenud, así como el it.afume fesperier.za da lugar a sperimer1tare;.

sperimentaJe (véase "Les sys(e.rTIeS)~parre L,. pp. 1:03-T07, parre ll. p. l I 9;

"Manuel", <p. cit., pp. 27-28; Trattaro, v"eL r, pp. 3-13 Y ss.], creo que en inglés experie1itiaL refleja mejor su sentide que la traducción estándar de

e:cperimental.) Sobre la heterogeneidad y desigualdad, véase ¡bid., vol. l,

pp. 142 -I43 'i 629-633, Y vol. n, pp. 467-478. Sobre' laforza, la violenza,

!'astuzia, lafrode, la corruzione y las élites de la "clase I" y la "clase !I" en

con..-'liCtO, véase ¡bid., vol. n, pp. 549-575. Sobre sindicatos y sindicalismo,

véase ibüi., vol II, p. 79, 248-256, 295n, 550-553, 563-564 Y 678-680:

Sobre Sorel, véase íbid., vol. I1, pp. 368 Y 569-570n.

)0 raid., veL 1, pp. 65-66 Y 247-243, Y voL II, pp. II-r4, 46-47, 59, 367;

460-462, 519-520, 575-596, 659-68r, 738-739 y 74I-744.

Jl "Cours", parte II, pp. 52-71, 79-81, 89-90, 97-I01,127-128, 132-161';

I82, r87-I 99, 245:-275 y 379-380; "Les systemes", parte'I,,34-62, JI7-UI,

y parte 11, pp. 328-329 Y 385-456; "Manuel", pp. 129-144 y r66-I67;

Trattato, vol. 1, p. 300n, 426-427, 99-520, 534-539 '1,639, Y capitulo XlII; "L'equilibrlo seciale nella storia " , pp. 730-S87 ..

J2!VI "<Y7:. L "Ube" .. K . d . ' 1 .. ax vvcuer, r elnlge ategonen, er: veFstehenden Soziologie':

[1913]' en idem, Gesammelte Aufsatze' ZU1" vVissenschajkiehre, lCE. Eoher: [Paul Siebeck], Tubinga, 1922, pp .. -P7-440; idern, Wirtschcift und Gesseil:

SCh(~ft: JII.1.bteilung, CJ'Mlndiss del" Sozialokonomi"e; j.C.B. Boher [paul Sie1-

beck], Tubinga, I92.2~ pp. 1-6 Y 1I-20. q:: idem, The Theory of $ociaí and

EconomúOrgartization, trad. al ingiés de A. Ni. Henderson y Talcott Par­

sons, Free Press, Nu= York, 1947, pp. 88-96, 124-132, e idem, Economv

and Sodety, editado por Guemner Roch y ClausWirricb.; trad. de Ephra~: Fischerr el aL, 2. vol;;~., University of Caliio:rn.ia, Berkeley, 1978,· voL I~ pp. 4-IZ, Tí-38.

J3 Weber, -W"iTt5du~lit und Gessellschajt, pp .. 31-3"4, 4-5, 86-88,.94-97, 181-193, 36 4,-}67; 379-3ík)), 38'3-385, 603-604 y 624:-625_

, .. [bid., ppc 24,·32,44-48; 52-53,58-6':.72,78-79,367 Y 634.

II Sobre la división dd n:abajo, véase ibid_, pp. 6.2-73.~Webei·no es tnuy claro en c ... .lantro a la diferencia entre el segundo y d tercer tipo: de di:v.i.sión;

en. este tercero, la división es entre intereses rentables y-presul?uesc:a.ies.

Sobre esto 'léase ibid.> pp, 45-48 Y )2-53. No bautizó esta.·d'v:is:ión; 5Óto la cla:¡ificó corno un asunto de v'érwendung, "uso", Aquí to.mo "división

dispositiva" de sus términos disponierend y Disposition;- ibid.,. pp:. 62 y 120.

Sobre la Notwendigkeit im ProJuktionsprozess de una clase'y su }.I1achtsteil14ng

~md Cnancen, véase Weber: a l'V1ichds, 7 de no,,-iembre de 1:907, .citada en

Wolfgang J l'vlommsen, l\¡fax vJtéber und die deutsche Politik,· 1890>-1920, J c. B. Mohr [paul Siebeck}, Tubinga, 1959, p. 97 n. 2_ Sobre la sociología

industrial de Weber, vé--...se iV1a.."'C Weber, "l'vlethodologlsch.e Einleitung fiir

die Erhebungen des VereÍns fiir Sozialpoütik über Auslese und Anpassung

(BerufSwahlen und Berufsschic.~al) del.' ArbeÍrerschafi: der geschlosse­

nen Grossindustrie," [1908], en su Gesammelte Aufsiitze zur Soziologie' und

Sozialpolitik, J. C_ B., Mohr [paul Siebeck), Tubinga" 1924-' pp_ I-60;

idem, "Zur Psychoph').'sik der industriellen Arbeit" ['I908-o9}" en: ibid:,

pp. 6r-255, e ídem, "Zur .!\Ilemodik sozial-psychologischer:Enqueten und ilirer Bearbeitung", Archiv jur Sozialwissenschaft und Sozialpoiítik, .. nÚIn. 29,

1909, pp .. 949-958. CJ Gert Schmidt; "Max.Weber and l'vlodern II?-dus­

trial Sociology: A Cornment. on Som.e Recent,Anglo-Sa..'mn lncerpreta_

rions", Sociological Analysis and TIleory, VI,. núm.~I, febrero, de' 1976; pp.

47-73, yWoligang Schluchcer, "Psychophysics,and Culture':' en¡Stephen

Turner, ed., The Cambridge Companion to Weber, Cam.bridge-University

Press, Cambridge, 2000, pp. 59-80.

JÓ Sobre el poder y la' do:minación, véase: Weber; Wimchaft' und Ce"

sellsch(~ft, pp. 28-29, 60, 122-124,.603,-64I; idem, Economy."and Society" 1,

p. 60, n. 23 (Roth). Sobre·su.disrinciónencre~"econórr..ico"·y "técnico",

WiTtsch¡:if't urtd Gesellschaft, pp. 32'"33c Sobre. ":means .of provision:",. véase ibid., p. 36; idem; Economy and Sone!:'¡, vol. I, p. 206,.n. 7 (Wittich). So­

bre la clase, véase Weber, vVirtschaftund Gesellschaji,pp .. 63.L,,-63S. Sobre la '"indispensabilidad~' proletaria.vs. bu..--ocritica', véase':ibid .. ,: PF .. IE3, 1'19,

r28- I30, 165, 671:-675 Y 677-678.. " i7 Weber,. Wirtschqfi und C-esellschtift, pp. 77, 140, 146~I4.8;.I61r;-r6,3" 172\

[75-176,669-670 y, 758'-759'; Weberal'V1ichels;. 9 de;febrero,de.L9081, citada

en lV1oIlllIlSen, op. cit., p. 1:.2::::; l'vla.,~Weber, "lnnere'.Lage· unci.AussenpOr

Page 48: 3. WomackCap2-4-1

Z:50 POSICiÓN ESTRi\TÉGiC:\ Y RJEP.2.i\ OBRER.l\

lirik" [19181, en idem, Gesilmmelte poliéische Schrifien, J. c. B. Mohr (PauI Siebeckj, Tubinga, 1958 (2a ed., revisad.:,}, pp. 230-.28r; ídem, "Parbmem:

und Regierung i..-n n=s:reorc:L"1eten Dem:schland" [19I8J, en ¡bid., pp. 354'.

392 -393; idem .. "Policik als BeruC' (19191. ibid., pp )4.0-54!; idem, "Der

Soz:i:ilismus" fr9l:3], en Soziologie una Sozialpolirik, pp. 512-518; Weber a­

Fric:drích Naumannus, s. f (¿W!8?), clccb en Theodor Heuss, Friedrich

jYaumann: Der i\lIanu. das Hhk, die Zeit, Rainer ~1underlich/Hermann Leins, Smttgart/Tub:ir...ga, 1949, 2a ed., revisada, p. 415. Sobre las "con­

diciones rnsas~', véase Weber, YV'irrschcifr una Cesellschcift, p. 155. Sobre la

estrategia en general, :l pesar de Ddbruck, Weber eSCOa casi en bianco: .

¡bid., p. 10, Y Jon Elster, "Rationality, Economy and Society", en Turner, ap. dt., pp" 38-40.

3M Sidney Webb y Beatrice \Vebo, Indusin"al Democracy: Editioyz of 1920,'

í-Virh lVer.v In.troductüm, Langrnans, Green and Ca., Londres, 1920, pp.

560-561, 693, 697-70 2, 7 I 5-718, 72 3, 833-834- Y 847-848. Nótese el agra':'

decírr.iento que hacen 'en r897, "por la cooperación, a lo largo de los· seis

arios [de este proyecto], de nuestro colega y amigo, el señor F. ~;;V. rSIr. Francis1 Galton", ¡bid., p. xxiJC Quizá fue por su influencia que conclu,..

yeron que "el negro africano" no tenía "un [nivel de vicbj mínimo de­

terminable, sino un rn;i.ximo muy bajo" y que" el judío [ ... ] es único en

que no tiene númma ni máximo", ¡bid., pp. 697'-698n. Sobre· la Common

Rule, véase iVí.a.rshall. Principies, vol. r, pp. 704-7°9. 9" edición.

]9 Peter. Henríchs, Um die Sede des Aroeiters:'Arbeitspsychologie, Industrie::

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42 Robert F. Hoxíe, Trade Unionism in the United States, D .. Applet:On :md

Company, Nueva Y~rk, 19I7, pp. 55-60, 279 (las cursivas,son suyas) - Cf su idea de "fuerZa negociadora", muy propia de los Webb, y-su com.entario su~

gerente, pero aislado. y confuso, acerca del "control", en ibid,} pp_ 260-26r.

),275. PóstuInarnente; ídem, Trade Unionism in the United States (suplemento

de MoJlie Ray Carroil), D.Appleton andCompany, Nueva "tcrk,. T923,2a

ed., pp. 412 Y 437· CarroE CllTIbién habló acerca de la: "posición estratégi­ca" de la A . .'uerican Federarion of Labor "en- el campo: dé la producción"

durante la guerra, pero evidentemente no se reíería al poder técnico de los

obreros en el trabajo~ SIDO a la guerra, ¡bid.,. p. 419. Véase tanlbién CanelT L. Goodrich, TIre Fronrier oI Control: A. Study in. British j,K'rkshop Polirics',

Harcourt Brace, ~ueva York, 1921, pp. 7-II, 18-50 Y r8o-r8:r..

43 F:-ank. Tannenbaum, The Labor i'vfovement: Its COn5enrative FunalOns

and Social Consequences, Putnam, Nueva York, 1921:, pp .. 23 -4-4.~ ?erl.nc.an,

op. cit., pp. x, 6-8 y 237-:::53'

+4 Elton iV1.ayo, The· Human. Problems oI an Industrial Civilization, .. ;\'íac­

millan, NueV'd. York, 1933, pp. 99. 114-143; Whitehead, op. cit., I, pp .. 4-5,

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'. POSIGÓN ESTRATÉGIC/\ y Ft..íE.Q.Z.. ... 08RERA

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Fra..."1c:ia, los paretiscas de Harvard la adoptaron para .ltacar el !n<l.rxlSma:.. Un buen comienzo sobre eSte tema es Barbara S. Heyl, "The HarVdId

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pp. 29-34· Todo esto hace C:lSO omiso de los centros organizados

dados en esa época en Canadá, como Queen's, Laval, Momreal, l.V J.C "".1l1'

y Toronto, por no mencionar los que se crearon en oeras panes y con lá, misma idea en años posteriores.

5' Adolf Sturmrhal, '"The Internatíonal Confederation of Free

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Pans, I9,,;.6, pp. 235-236; ídem, OU· va. le travail humain?, Gallimard, Pans, 1950, pp. 335-336, 356-361 (las cursivas son suyas); HelrnutSchelsky,,"In­

dusrrie-und Betriebssoziologie" en Arnold Ger..len y Helrnut. Sc.h.clsky ;

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egy and Tacties, Rana, Sama .JVlonica,1952, pp .. I3, 16, 79-91, IOI.-109,

154-163, 171-213,225-2 45, 318-319 Y. 32 4-3 2 5.

55 Entre tOS m.ás interesantes. e influyentes están, por ejemplo', Budeigh

B. Gardner. Human Reiacions in industr.y;JHo:m.e....,vood, R. D. Irvvin'"1945;

Benja:min 1'vL Selekman, Labor Relation.s and Human- Reiation.s;' Harvard

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Hiicte:-lindustrie, J. C. B. Mohr [Piul SiebeckL Tubinga, 1957; Everett Hughes, ,Hen a/'ld Theil' ¡'Vor.~, Free Press, Glencoe, 1958. DeclaIdcrunente

en esta linea, el más rec:iellte ha de ser Charles H. Savage, Jr. y George F. Lombalri, Sans eg' che l'v[achine: Case Swáies of Social Change in the

place, l\-1assachusetcs Insrimte ofTechnology. Cambridge, I986.

s'" Entre lOS 17'.;ls interesantes e inrluyences están, por ejemplo,

lia..'U F. 'Yhyte, Human Relarions in che Restaurar¡¡; Industry, lVl.ct...::I-aVI/-.tllll,

Nueva YorLC, 1948; idem, ¡\;[oney aná ivlotivatíon: An Anaiysis eg'lnce1ttíli!e.s

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Harper, Nueva York, 1953. pp. 207-209. Los autOres, que .fueron alum..nos de Ch;;rles iVlyers en la Industrial Relations Secrion de MlT y colaboraban

entonces en la investig;¡ción induscrial de ~Vhy1:e en la Sellooi of Indus­crial and L.:lbor Rdatlons de Cornell, no citan a Dunlop. Los "remplazos

estratégicos" que discute Gouldner en sus dos libros de esta época no iban en la línea de Dunlop. Las expresiones "mayoísmo" y "mayolsta"

(mayoisrn, mayoist) no son de mi cuño: Lupton, op. cir., pp. l88 Y 196.

57 Por ejemplo, \Vilbert E. IVloore, Industrial Relations and the Social Or­der, Macmillan. Nueva York, [946; tdem, IndusrrÍalizarion and LAbor: So­

cial Aspecrs of Economic Development, Cornell University, hhaca, 1951; C. Wright l'v1ills, "The Contribution of Socioiogy ta Stl.1dies of Industrial Rdations" en Proceedings ofthe FirstAnnual ivleeting, Industrial Re/acions Re­

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Ó4 Entre los princiV..lles estudios sobre "teoría de la orgaIDz:¡ción"

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Challengefor North American Uníons, University ofToranto, Toranto, 1990;

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Power of Industrial Work Groups, ColuITlbia University, Nueva York, 196I,

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net: The H~,marl Problems if i\rlanagement, Prenrice-Hall, Englewood Cliffs,

1960, pp. 61, 84, 92-95. I77, 346 Y 360-362; ídem, Human Behavior in

OrganizalÍons, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, 1966, pp. I04-I05, I21-

122: 221-222 y 230-;-2.]2; ídem, NIanaging Human Resources, Prentiee-Hall,

Englewood Cliffs, 1981, 2a ed., pp. 80-8r; Kathy M. Ripin y Leonard R.

Sayles, lnsider Strategies for Outsourdng Injorrnativn Systems: Building Produc­tive Partnerships, Avoiding Seductive Traps, Oxford University, Nueva York.

1999, pp. 4~-49. 66 Por ejemplo, NeilJ. Smelser, The Soáalogy afEconomic Lifo, Prenrice­

Hall, Englewood Cliffi, 1963, pp. 50, 52, 54 Y 71-72; Ivar E. Berg, Indus­

trial Sociology, Prentice-Hall, Engle-wood CliffS, 1979, pp. 168-169; Diet­

rich Rueschemeyer. Power and the Division of Labour, Stanford University,

Scanford·. I986, pp. 75-79, 96 Y roo; Ame L Killeberg e lvar Berg, Work

Page 54: 3. WomackCap2-4-1

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oI' California, Berke1ey, 1978. No sólo los sociólogos dej:L:-on pasar la idea

e5D::lcégica; véase HJlTY H. '\'C7ellington y R.;¡/ph K. Winter, Jr .. The Uuions

and the Cities, Brookings, \Xlashington, 1971. .

6<, Bruce Kapferer, Srroteg,/ {md Transaction iu an Afticall Factor!: Africml

Ii~brkers aná Indian .'\tíana,<gemen! in a Zambian 7i.nvn., Manchester ün.iversity,

Man..:hester, 1972, pp. J!-65, 145-161, 208-214 Y 325-331. Más que Peter

Blau, sus guias teóricos fiJeron Willi= Thomas y Erving Goffinan.

70 Por ejemplo, RJlph H. Turner, "Dererm.inants of Soci::tl i'vlovement

Scrategies", en TamotSu Shibucani, ed., Human i'larure and Cuileetive Be­

havior: Papers in Honor (!.{ Herbert Blumer, Prenrice-Hall, Englewood Cliffs, 1970, pp. 150-r52 y 15~L rnge P. Bell, eORE artd ,he Strate!5J' oI l"!vn- Vio­

lenee, Random House, Nueva York, 1968, pp. 66 Y 71-72; Harry Briil,

):,l/t¡y Organizers raíl: TIte SiO,.)' uf a Reni Strike, Universíty of Calitornia,

Berkeley, 1971, pp, 49-50; John I,Vilson, Introducríon to Social lvlovemerlts,

Basic Books, Nueva YOlrk, 1973, pp. 44-47, 194-'97, 213-21Ó, 222, 228-

229; Constantin.';l. Safilio:s-Rothschild, I/j>ómen and Socíaí Polie)', Prenoce­

Hall, Englewood Cliffs, 1974, pp. 154-I55.

7' Por ejemplo, Roben:a i\sh, Social ,Vlovements in ."imerica, Chicago,

Markharn, 1972, pp. H-l)-!27, ró3-I79 y 204-2II; i\nthony Oberschall.

Social Confiíct arui Social Ato.vements, Prentice-Hall. Englewood Clirrs, 1973,

pp. 307, 312-320; Mich:ae! Useem, Conseription, Pro test, p,nd Social Con­

fiiet: The Lijé ami. Deaih af {il Draft Resistanee ¡~lovement. Viiley, Nueva York,

1973, pp. lO-U; 81-91 y ijÓ-[37;William i\.. Gamson, The Strategy of 50-

Clai Protest, Homew-ood,. Dorsey, 1975, pp. I-4, I5-16, 64.-;56 y II8-I2I;

Harry C. Boyte, The 8<Y.t:kyard RevoLuc1on: Understanding che :Yef,{/ Citízen

. I¡[ovr::rnent, Temple Uni~¡fersity, Filadelfia, 198I, pp. 34-36 y:c4- [l8; JUfl

j\¡l,iller, "Democmcy is in: rihe Sueees": Prom Port Huron ro the Siege of Chicago,

SÍJnon and Schuster, N=v:a York, 1<;;87, pp. 23-32, 79-9r, n2-i40, 170-

[7'7 Y 343-344: Mayer N' .. Zald y John l'v1cCan: .. l],y, eds_, Social ,Hovements

in an Organíz(uw~i S.;ti.'Cit'lf'. Transa..:rion, Ne'VV Bruns'VVid:',-::967, pp, 7. 28-

29, 204 Y 250-':;:52: Do~ ~AcAdam, Freedom Summer, Oxford University,

NOTAS

Nue"""3 York, 1988, pp. 51 'f 120; Hansperer I<-riesi .eE al_. New S«Ml Mcve­menes in Ubtern Europe: A ComparatilJe flna:1ysÍ5, Unj,,"erSit:}' of l\tlinnesut;L,

M.inne:lpous, 1995, pp. 14-<:9, 75, IIg Y i.28-129~ Olivie. Fillieul,,\ Srraté­

gies de la me: Les manifestatioY'.s e11 France, Pans, rondanoo Narion:tle des.

Sciences Poliriques, I997, p. 60, n. }, pp. q,6, 159 Y 1ó8-171; Donat:elb.

¿ella Porta y ¡Viario Diani, Social A!ovemcnts: nn Intraduction, Bbck:weil, Oxford. r999, pp. ¡Sé, 203 -206 Y 214; par-l un análisis ¡¡npico de los '<nue­

vos movimientos" entre los trabajadores, Alam Tour..me ee aL, Solidarité:

Anal}'sc J'tUl mouvemenc sociale, Poiogne, 1980-1981, París, Fayard, 1982,

pp. 86- ro3 Y 269-272, Y Rick fancasia, Cultures oI Soliáariry: ConscilJusness;

Aaion 4tld Conrernporar¡.4merUail r..-Vorkers. Up...Ív-ersity oE California, Berke­

ley, ¡988, pp. 20-21, 45-49, Ib-U3, 133, 149-150, rúo, 227-231 y 244-245.

En esre campo, tos estudios :b.iscóricamente más eruditos e influyentes son

Charles Tilly, From ,'vlobilizarior! lO Re~'olution, Addison-Wesley, Reading,

1978; en cuamo a recursos, pp. 7-8,54,56, 58,69,75-76,78-81,84,86-83,

90-91, 122-124, L¡'2~ 162-[66 Y 229; idem, The Contencious French, Harv"ard

University, Cainbridge, 1986; en cuanto a huelgas, pp. 3I9, 322-331, 340-

341, 346-350, 353-362, 366-372, 376-379 v 394-395. La idea de estrategia

de Tílly deriva de una reoria de la acción en una constitl.lcÍón (nutriz) de

controles no competida. James S. ColeInan, The lvlathemarícs of Colleciíve

Aaion, Chic:lgo, Aldine, 1973, pp. 66, 69-70, 78, 95 Y 129-13°. CI Gerald

lVlarwell y Pamela Oliver, The Crüical tvlassin CJllecrive Aaion: A l'vJicro­

Soaainzeor¡, C=bridge University, Camb.!'ldge, 1993, que va hacía una

teoria de la posición estratégica, pero en térrninos de "recursos incercam­

biables", es decir, tiempo y dinero br'J.ws, nada de producción. Para mayor

claridad sobre los nuevos movim.ienws soci:iles en términos sociales y es­

tratégicos, véase DieterRur.ch, ¡V[odernisienmg lmd neue soziale Bewegungen:

Deutschland, Fmnkre¡'ch und USA im Verglelcn, Cam.pus, Frdnctort. 1994-

pp. 38, zoo-2or, 314-221,251-253, 269-275, q.¿3-~4, 434. 453 Y 5U-5I] .

72 Por ~jerr:::plo, i\less.andro Pizzot'no, ea., L:Jete operaie e nnaucaio in. Ita­

lia., 1968-1972, Ó vols., Mulino, Bolorua, 19'7+-19-:-8, veL 1, pp. =3-14. vol.

m, pp. IÓ1~,66, voL r'i, pp, 157-[58, 190, vol. v, iJp. 16-1:7,31-32,47. 6I,

II3, 141-é42., vol. VI, pp. u-u, '::.2-23, 76-77 Y 175, n.I9; Cohn Croucn

y i\le~sandrc Plzzorno, eds., The Resurgence vf Class Conflict in ¡;;r"éstern

Europe ,.in.ce 1968, 2. vols., ;,'viacmillan. LO::CL'::'r:::~, 1978, "roL l, pp. 78-('; [,

Page 55: 3. WomackCap2-4-1

", 268 POSICIÓN E..<;TR.;';.TÉG1C.\ y FUERZA OB.RER."-

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&; Bruce E. KauUnan,71u: Origins & Evo/ur¡an <Ji ¡JI!: Fidd oi ln'lÍl<tStJri4¡

Relations in lhe Uniu:a Stares, ¡thaca, n.R, !993, pp. 95-135. En Gr.m .u,~t::t,.., ña, por ejemplo, Allan. D. Flanders, Tite Fawley Productivity _-i¿~re:en1etlts; •• ~ .-1 C~e Study of .\t[anagement and Collecrive Bargaining, Londres, Faber

Faber, 1964, pp. 127, L:j.G-ql, 200-204, 209, 235-236; Hu&~ A.

TIteSystem 4Indusrriai Relati011S in GreatBritain, B.!.acbve.lL"Oxtord,

pp. 8-40 . En general, Micnad Poole, Ináusmal Reiarions: Origins and

te:ms of :Vational Diversity, Roucledge & Keg.m Paul, Londres, 1986;

J. Adams, ed., Comparative Industrial Relatiot!5: Cmeemporaí'j Research

Theory, Nueva York, Harper Collins, I99I; Ron Bean, Comparatit'e ~r:uu.s:~: tria! Relations: An Incmductio'l't to Cross-1Vational Perspectives, 2a ed., Rout­

ledge, Londres, 1994; lZicb.ard Hyrnan, "Industrial ReJations in Europe"

Theory and Pnctice", European JouTI1al of Industrial Reíations, 1, núm. .

marzo de 1995, pp. 1¡--46, Y Anthony Giles, "Industrial Relations at

l'vlillennium: Beyond Employment?", LabourlLe Travai!, núm. 46, orOIlla, de 2000, pp. 36-Ó7.

"5 Por ejemplo, un libro influyente con varias referencias a "estrateO'ia" ' o ,

pero carentes de análisAS industrial o técnico, es James O. NIorris, '--()nJm;.Ii'~ wühín [he ,1FL: A Stuay if Crqfi versus Industn'al Unionism, 19°1-1938, C nell UI1.iversity, Ithaca, 1958, pp. 55-56,74, 78 v 81-82.

86 Por ejemplo, John T. Dunlop, "The Function oÍ che Strike" en idem

y Neil W. Chambermn, eds., Frontiers oI Collective Bargaining, Harper

Row, Nueva York, .f967, pp. uI-u6; John T Dunlop. The iVIanagement

!if Labor Uniot!5: Decisions !vlakíng with Historical Constraints, Lexington

Books, Lexíngton, 1990, pp. 26-51; ídem, lrtdusirial RelatioflS System, ..

re'\lisada, Han'ard Business SChOOl, Boston, 1993, pp. 6-1I Y 19-2I.

37 Lloyd U1man, Tr.e Rise of the ,Vatiortal Trade Union: The iJev~~io'Vlll'le:l'lt. and SignificalUe uf [ts Structure, Governíng It!5titucions artd Economic Policies,

Harvard Universu:y, C.mlbriáge, 1955, pp. 442-459; Kenneth F Walker, .

industrial Relatiom in é'!wstralia, Harvard Universiry, Cambridge, I956, pp.

345-353; Jan Pen, TI~ Vaiáge Rate under Culleaive Bargaining, Harvard Uni­

versity, Cambridge, 1959, pp, 91-II2, 127-149 Y 154-156; Fred C, Mun­

son, Labor Reiatíom in ,he Lithographic Trtdustry, Harvard Universi1:y, Canl­

bridge. 196 3. pp. 2-4, J6-5I, 73-75, 154-156, I71-177, 192 Y 224-:n5; Cad

NOTAS

M. SCt!VeDS, Strateg"f and Colleaive Barg<lú:lÍltg Negotiation, .McGraw-Hill, Nueva York, 1963, pp. 1-6; Dav-:id Brody, TIte Bllu}¡er warkmen: A Studyof

UniOftuation, Harvard Universiry, Cambridge, 1964, pp. 4-6, 61, II4-, 146-

1..j:7, 183, 200, 205-206, .2IO, 219 Y 231; Gard:l L. Ñ1.angu.m, Tile Operoting

Engiueers: The Eamomic History of a Trade Union, Harvaro University, Canl­

bridge, 19ó4, pp. 1-16, 43-44 Y 247-28I; John L. Bladanan, Presidel1tiaI Seizure in Labor Disputes, Harva."¿ UniversÍly, Cal.'·lbridge, 1967, pp . .26-

33; FRay Marshall, Labor in che South, H~ Universiry, Cambridge,

1967, pp. 3II-318; George H. Hildebrand y Garth L lVlangum, Capital

aud Labor in American Copper, 1845-199°; Linkages benveen Product and Labor

lvIarnets, Harvard Universiry. Cam.brid",ae, 1992, pp. 23-26, 126-130, 145,

204-::43,255-263 y 283-29°. La excepción es Lloyd H. Fisher, TI/e Harvest

Labor JVfarke! in Calijomia, Harvard University, Cambridge, 1953, pp, 2-3,

25-31, 38-40 Y 87-90. Otro, evidentemente independiente de Dunlop, eS

~Willi=A. Brown, Piecework Bargaining, Heinemann, Londres, 1973.

8" De ma.."1era más impresionante, David Weil, Tt.¡rnin,g the Tide: StrateJIic

Planníng Ior Labor Urtiom, Lexingwn Books, Nueva York, 1994: e ídem,

"A Sc:-:uegic Choice Framework for Union Decision-l\Ilalcing", manus­

crito, noviembre de 2000.

;{9 Por ejemplo, Kate Broníenbrenner et al., eds., Organizirtg to J/Vin:

NelA! Re:search on Union Strategies, Ithaca, ilr, 1998, pp. 8-II, II4-UÓ, 193-

198, Z55-258, 269-275, 288-294 Y 303-308; Rick Fantasia y Kiffi Voss, Hard yvórk: Remaking the American Labor !\llovemertt, Universiry oÍ Califor­

nia, Berkeley, 2004, pp. 43-45, I06-159 Y 171-I72.

ya Industrial Union Deparunent (AFL-CIO), The Imide Carne: VVirmíng

wich vVorkplace Strategies, Industrial Uníon Deparnnent, Washington (AFL­

cm), 1986, pp. 6-8, n, 19, 31, 36,40 Y 77-33: cursivas en el onginal. )' Sobre economía política, véase por ejemplo Wallace Katz, "Don't

Mourn: Globalize!", lVew Labor Forum, núm. 6, primavera de 2000, pp.

7-20. Sobre cultaTa, mucho más común, véase Bill Fletcher,jr. y Richard

Hurd, "Is Orga.n:izing Enough? Race, Gender and Uníon Culture", ibid"

núm. 6, primavera de 2000, pp. 59-<)9; Paul Buhle, "From che i\rm and

Harnrner to 'The Simpsous': The Evolution ofWorking-Class Culture",

ibid., nÚIn. 9, owño de 2001, pp. 9-22; Joe Uehline, '~An Overture imo

che Future: The ¡:v1usic of Social Justice", ibid., nÚIll. 9, otoño de 2001,

Page 56: 3. WomackCap2-4-1

POSICIÓN ESTR...!\TÉGICA y FUERLi\ OBRER."',

senkampfe in rnnkreich rS48-18So"', Die Neue Zeir, xm/2, núm. 27.

de marzo de 1895, pp. S-lO; xmlz, núm. 28, 3 de abril de 1895, pp.

e idem, "Einleinmg", en :FGrl i.\tbrx, Die Klassenkiímpfe in FrankreicJI .•

bis 18jo: AbJnu:k ;ws Ja "l'Ieucl PJleiuischen Zeiwng", p',.ii·¡ isch-¿¡k'or;ta~rtiJ"ile

Reo.me, Hambllrg 1850, Vorwarts, Berlín, 1895, pp. 3-23. La tensión

Engels y los berlim.:sesestá en 'LEngds a KautSky, 25 de IP4-...-zo de r895",

Benedict IZaursky, ed., Friedrirh Engels' Briefi/lech:sel mil Kari Kautsky,

hdm Braumüller & Sohn, Viena, 1955, p. :p6; "Y...aursk:y a Engels, 25

marzo de r395", en ¡bid., p. 428; "Engels a Kautsky, rO de abril de r89.'5

en ¡bid., pp .. P9-430; "Engels a Laura LafJ.rgue, .::8 de rr.wrzo de 1895",

Émile Botrigelli, ed., Friedrich Engels, Paul et Lmra Lajargue: C;()rries¡;'Otildf~n¡;¡e;

3 vols., Éditions Sociales, París, 1956- I959, voL rn, p. 398; "Engels a

L;úargue, 3 de abril de 1895", ibid., vol. rn, p. +04·

• Aún no he enco!1'l:rado ia tesis de Alexander Helphand, Tedmische

ganisatiofl der Arbeir ("Cooperaciofl und Arbeitsteiiungn): Eine krítische

(Phii. Diss.). Su análisis estratégico completo está en Pa.rvus, aStaarss;tr¡eü:l:ri

und polirischer Massenstreik", Die Neue Zeit, XIVI:., núm. 33,6 de

de r896, pp. 199-206; XIV/Z, núm. 35,20 de mayo de r896, pp. 261-266;

xrv/2, núm. 36,27 de mayo de [896, pp. 304-311; XIV/2, r:úm.. 38, ro

junio de 1896, pp. 356-364: XIV/2, núm. 39, 17 de junio de 1896, pp. 38

395; los pasajes citados, en pp. 362-364, 390; sobre "de:sc)r§;.uu~~a(:lé)n";

véanse pp. 205, 264, 3IO-3II, 359-360, 362-364, 389-391 Y 394· Su observación "estrarégica" es militar. acerca de las barricadas; sus

." estrategas" son "generales retirados que [ ... ] actúan COtnO estrategas del:

C(mp d'état, lYlo1tkes caseros contra el enemigo interno": [bid .. pp. 307 Y

393. Sobre Helphand., véase Z. A. B. Zeman yW. B. SchJ.rlau, The lVIer­

dumt ofRevolullon: Tire Lijé cifAlexander Israel Heiphand (Parvus), (867- 1924F

Orlard Universicy, ¡:"'3ndres, 1965, y Pie [ro Zveteremicrt, flgmrtde PanlUs,.

Milán, Garzanti, 1988. Su mentor en Basilea habla sido Kari

c:uyo trabajo Dle Err.J5tehung der Volkswirtschaft: Sechs Vortrcige, H. Laupp,.

Tubinga, 1893, fue i:Ana base para Weber, Corrm:wns y LenÍn. I PaTV'.ls, Der K1Jtíi5enkampf des Proletariats [1908-1910], Vorwans, Ber-..

lin, 19II, pp. II-24~ ]6-38, 44, 57-61 Y 135-149·

., Hennarl Gortel:', "Del' Massenscreik del' Eisenbahner i...'1. Holland",

Di,e L"leue Zeir, CL'TI,'[, núm.. 21, r8 de tebrero de 1903, pp. 652-656. ej

NOT;i\S

Émile Vanderveide, "Nodunals das belgische E..xperlinenr", i¡Jid~.>xXJ2. núm. 6, 7 de mayo de 1902, pp, 166-!69; Fr.mz Mehring. :··W:1.S.ulln?'·,

¡bid., x...Xl/ 1, núm, 15,7 de enero de 1903. pp; 449-453; Henriett:e Rolaud

Holst. "Dcr Ka..-rnpf l.md die Niederiage del' Arbei!:er in Holland.", ibid" X'X!/2, núm. 30, 22 de abril de 1903, pp. roO-:,o5; ¡bid" XXI!Z, núm,

31, 29 de abril de 1903, pp. Lp-L·l9; RudolfHilfe.rding,'·ZurFrage des

Genecalstreiks", ¡bid., XXII/r. núm. ). s, f., ¿28 de octubre?, I903,.Pp.

134--142; \11. H. V1iegen. "Del' Gener.Jsrreik als polirisches Kampfinittd", ¡bid., x..xulI, núm. 7. s. f, ¿rr de noviembre?, 1903. pp, 192-I99; Gustav

Eckstein. '"'Was bedemer der Genera!streik?", ¡bid:, CLxnlI, núm. [2, 76

de diciembre de r903, pp. 357-363; Ü. F1üchrig. "Zur Frage des Geue­

ralstreiks", ibid., XXII/l, núm. Lj., JI de diciembre de 1903,'PP' 445-443;

l'v1.icnael Lusnia, "Unbewaffnece Revolurion2:', ibid., CL'X.u/r, núm, IS, $.

( ¿27 de ent':ro?, 1904. Fp· 559-567·

7 Karl Kaursky, "Der Entwurf des neuen Parteiprogr;urune~ n", ibid.,

IX/2, 3I de agosto de r89I, pp. 752, 757; ídem, Das E;ji.irrer Programmin

seinetrl grundsatz/ichen Theil, J. B. '\Y. Dietz~ Stuttgart, r892,·PP· 63-6),

98-99 Y 2IO-2fr. 1~.quí (en pp. 2 m-2II)señala algunas ramas' de la produc:'

ción, sobre codo en la industria metalúrgic:l, que "no pueden'funcionar:'

sin trabajadores "con determinada F.le= o habilidad o c0nocimiento:'~ superiores a "la competencia de trabajadores no-calificados 0( ... ]mujeres

o niños". En ninguna parte aparecen las palabras· "ventaja estratégica':.';

como en Karl Kautsky, Tae Cass Struggle (Eifurt Program);' trad. de' Wü­

üarn E. Bohn. Clark H. Kerr. Chicago, 19IO, p_ 181. Esta traducción

"comprimió" el original en una tercera· pacte. En esa época,·· Bohn era

w..ietnbro del Socialist Labor Pa.rty (ps'u; Partido Socialista Obrero) de

Estadcs Unidos, hermano. an:i.guo secretario' nacional del· psu'·ye.ditor

asociacdo del boletín Incernatíonal Socialisc Revtew en Chicago.\.Villiam E.

Bohn. 1 Remernber America; Macrrrillan:, Nueva' York, 1962, pp: .. i43-148~y

209-.?39;William. D. Hayv'1oc·d y Frank Boí:m. lndusrrl"a¿ Socialísm:;Ciark

H. Kerr, Chicago, 19II.

<1 Karl Kautsky, Die 30ziaLe Re"/olu;:ion, Berlín,. "Vorwarts"'[ClL Glockel',

1902, pp. 4 8'-50 .

9 Karl Kautsky, "Allerhand Revolucionares: m. Del' politi'sche Mas­

senstreik·', ibid., x...'GI/r, núm. :':'2, ::14 de lebrero de I904, PP'·68S'-69S-¡

Page 57: 3. WomackCap2-4-1

274 POSICJÓN ESTR .. i\YÉCIC.i\ y FUERZA OBlURA

ibíá .. , XX!l.II, núm .. 23,:2 de marzo de 1904, pp .. 73"::-740; citas en pp ..

689, 693, 734 Y 737; sobre Pa...<rVus, p .. 694, n .. L Esta cica ~ as()n-lbt'Os;a~

Los pies de pági.'1a texru.ales eran raros en Die Neue Zeit y más raros en

articulos de K.1utsky .. Aunqut! Kautsky usó muchas m.:táforas miliores, aparece" la palabra" es-traregia" ni alg' .. ma relacionada ..

10 lnternationaler Sozia.üs.en-Kongress ZH /lntsterdam: 14. Bis

1904, Vorw:irts, Berlín. [904, pp, .. _24-2.j Y ]0-.3 L

11 Her..úiecte Rohmd BoIsc [Va.'1.. der Schaik], Generalstreik und ':'<lZI/1L-:';

demokmrie, Dresden, Iúden & Ca .. , 1905, pp. 1 Y IV-V .. A KautSky le g;lS­

taban las metáforas m:i..lli:ares desde hacÍ:l tiempo: poe ejenlp10, '"Der Ent,. wurf" , pp .. 750 Y 755-7:56; "i\llerhand Revoiutionares", pp .. 736-737 ..

u Roland Holst, Ge.N-eralstreik, pp .. 9- tI, 13 -IS, 27-29, 33-52 Y 57-r84;;:_

citas en pp. 2I, .52; SOOlf>t! Parvus, pp. 154 n .. y 160-r62 ..

13 ¡bid., pp .. II4--u8 ..

14 Eduard Bernstein. "DeI: Rit:sen-Ausstand im e."1.ghschen Kohlenge- .. ,

werbe: Sein W€sen, seÍn Streitobjekt und seine Begleiterscheínungen'"

Die j'Veue Zeit, XliiI, nÚim. 7, 8 de noviembre de 1893, pp ... 204-2II; ibid .. ,

xnÍI, núm .. 8', 15 de noviembre de r893, pp. 229-235; ¡bid .. , xulI, núm .. '

9, 22 de noviembre de TB93, PP .. 267-276; idern, "DeI: Strike als po,litísc:h,,~& ... ~ Kamp6:nittel",. ibid .. , .xr-JI, núm .. 22, 21 de febrero de 1894; idem, "Eine

neue Gescbchte der Tnde Union-Beweg;lng in England". ibid .. , xn/2'¡

núm .. 35, 23 de mayo de. 1894, pp .. 268-275; ídem, "DeI: Kam.pf im. engli..,..

schen l\tlasd',inenbauge-werbe"', ¡bid., xvr/I,.núm .. 15,28 de diciembre de:

1897, pp .. 4.54-460; ¡bid .. , X'n/I, núm .. 2.1, 9 de tebrerode 1898, pp, 644-653

("haben r ... ] :;tracegischgeschlagen".en p .. 646, n .. 2, es su traducción libre de',

Barnes, op .. cit.); idem, D.ie l/oraussetzungen des So.zialismus und die Aujgaben:

deT Sozialdemokrarie, Stru..1garr, J- H .. \Jí1. Dietz Nachf, r899, p'. 102 ..

1; Idem, Der púlitische fl,¡Iassemtreik und die politische Lage. JeT Sozialdemo­

kraúe in Deutschland, BJ['c.slau, Volkswarch [O. SchurzL 1905, pp .. 6, 17,20\

22, 29-30 Y 39-40. !6 Idem, Der Streik: .5ein H'esen una sein f,Virleen,. Francton: del ¡Vleno~

Rüten & Loening,. I906~ pp ... I6-:17, 4D~65, 79, Y I09-U7·

17 Rosa LLxemburgü, "~Die industrielle Entwicklung Poiens [Leipzig',

Durrcker &. Humlor, r;898]"" en idem, Gesammelte Vvérke" 5 vals .. en 6;

Dietz, Berlín, I972-[o/.í'ji,. voL l/r, pp .. IIJ-2IÓ .. SU mencar en Zurich fue

275

Julius Woif, que para 1898 era editOr de Zeitscltrift flr Sozitllwisse..nschaft en.

Berlin .. Lemn 10 comparo con Düring. Pareto publicó frecuentes.reseñas

en esre boleón. Sobre ia distinción de Lm<emburgo encre las huclg;¡s ~;ui­Z4S y francesas, que sólo e:x--pl:icó de manera. implícita. véase Rosa Lu."Cem.­

burgo, '"Und zurn cirinen Male das belgische E..'Cperiment", Die iVe!IR..

Zeit, XX/2, núm. .. 7, !4 de mayo de 1902, pp. 2°3-210, ¡bid .. , x:x:/.z,_ núm ...

9. 28 de mayo de r90.2, pp .. 274-280; citas e."l p. 206 ..

16 En contra de! argumento de Bernstein, véase por eje.rnplo Rosa

Lu.."Cemburgo, "Di.: englische Brille [18991". Gesammelte v~r .. lee, voL rl!,

pp .. -1-71-482, Y su cita de los Webb sobre "posición estratégica" en p. 479;

ídem, "Ene taktische Frage [IS99]", ¡bid .. , vol.. r/r, pp. 483-486; ídem,

"Die 'wirtscnafiícne Mache (1899)"', ibid .. , voL 1/1, pp .. 493-496. Su única

oL-ra observación "estratégica" de la época tue geopolítica: Luxemburgo

a Jogiches, 9 de enero de 1899, en Rosa Lu.'Cemburgo, Cesammelte Bneje, 6 vok, Dietz, Berlín, 1982-1993, voL 1, p .. 249- Sobre Rusia. véase Rosa

Lu,:<emburgo, ¡'v1assenstreik, Partei und Gewerkschaften, Erdrn.ann Dubber, Hamburgo, I906, pp .. 12-I8, 22, 35, 38-44Y 46. "Estratégico" seguía sien­

do ra.ro en su vocabulario de e::ltOns:es y sólo lo usaba en sentido político

o .IT'..ilitar: ídem, "Eine Probe autS Exempel (1905]", Gesammelte ¡"Verke, vol.. [/2, p. 532; ídem, "In revolutionarer S tunde: '/Vas weÍ1:er? [1906]", en ¡bid.,

vol.. n, p_ 28.

19 Karl Kautsky, "N1aurenbrecner und das Budget", Die Neue-- Zeit,

xxvul1:, núm .. 2, 9 de octl..lbre de 1908, p, 45-; ídem, D'er Wég zur·j'vlachc:

Politische Berrachtungen über das Hineinwachsen in die. Revoiution,. 2a ed .. , Vor­wan:s, Berlín, 19ro, p .. 87 .. El comicé ejecutivo del SPD sólo permitió la distribución de los primeros ejemplares de la· prlinera edición de este pan­

fleto en diciem.bre de 1908, debido a su lenguaje "revolucionario", que_el

comité temió pudiera provoéar acciones judiciales en conera de Kautsky y de la cOInpama editOrial dd partido .. El panfletO reapareció, en marzo

de 1909, después de que Kautsky hizo -"caITlbios mínimos" en el"texto y aclaró que las opiniones ahí contenidas, eran s010 suyas .. Luxernburgo

festejó en privado su "victoria" contra "los padres", es· decir" el corr..ité

ejecutivo, aunqpe sin comentar la sustancia. del panfleto: Luxembu:¡:go a

Clara Zeclcin, "después del 2. 1 de m.arzo" de 1909, en Gesammette; Brie¡e;

vol.. L11, pp .. I2-I3 ..

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POSiCIÓN ESTlv'OTÉGIC.-\ y FUERZA 013RER.~

'" K:1rl Kautsky, "w..s nun?", Pie ¡'Vet/e Zi'it, xxvuih., núm,

abril de rglO, pp. 33-40, Y xxvm/2, núm. :29, fS de :!bril de i9W, pp.

68-80; ot¡;s en pp. 37-39, 69, 77 Y Ro. Quizá se le ocurrió justo emon

recurrir a De.lbriick por la referencia de paso que hizo Luxemburgo a "los

medios y estrategia de una lucha más :unplia" en su articulo dd Ar!Jeiter.;.'

Zt!iwn~f?, Don:mund, 14-f5 de marzo de 1910: Rosa Lu"xemburgo, "

weiter? r !9lOJ". en C-f;'St11nmelrp H'erke, !l, p: 292. Sus c::u-ras de esa época:

no sugieren de ningún modo por qué después de no usar la palabra por'

cuatro años, escribía ahora "estrategü"; por ejemplo, Luxemburgo a Cla­

ra Zetkin, 7 de marzo de '9ro, en Gesammeire Brirdé, voL m. pp. Il<)-I2L

Sobre los orígenes dd debate, véase también Luxemburgo a Haenl!;dl,j

"antes dd 14 de marzo" de r9IO; idem a Haenisch, "después del IS de,~ marzo" de I9IO; ídem él LuÍse IGmsky, 17 de marzo de 19!O; ídem a Jogi­

ches, "después del 17 de marzo" de 19lO: idem a Jogicbes, "después del 22

de marzo" de 1910; iaerrl a Jogiches, "después del 25 de marzo" de 19IO;

ídem a Clar.1 Zetkin, "probablemente el 9 de abril" de !I)IO, en ibid., voL m, pp. 123-136. Kaursky probablernente comenzó a leer el Geschichte de.,

Delbrück ya en I900. cuando apareció el primer volumen con la distin:'"

ción entre i\[ieder,A/eifi~n;g y Ermattung. Seguramente lo tenía presente pOL"

Franz l\Itehring, "Eine Geschichte der Kriegskunst", Ergéinzungsheft ZUI"

i\ieuen Zeit, núm. 4., I<l de octubre de 1908, pp. rr-r], 2], JI Y 46 .

"' Rosa Luxembup.s0' «Ermattung oder Kampf?", ¡bid., XXVIII!Z, núm,

]5~ 27 de mayo de I9W, pp. 257-266, Y XXVIUh., núm. ]6, J

19IO, pp. 29f-305; citdS en pp. 262-264,292-297 v 3°2-30 5.

22 Karl Kautsky, "Eme neue Str::uegie", ¡hid., X:X-VTII/2, núm.

junio de 19IO; pp. 3]2-341; XXVIII/2, núm. 38, 17 de junio de

364-374, y xxvIIII2., mim. 39, 24 de junio de I9IO, pp. 4I2-42I; citas en

pp. 366-370, 374, 4I2-413, 418-419 Y 42 L Luxemburgo todavía no había', leido el "Kriegsgesdúcnre" de Deibrück, que le pidió <u hijo de

Zék.in que le en'Tlara: Luxemburgo a Kostja [Kons¡:annn] Zetkin, 21

jumo de I9IO, en Ges<1<mmelte' Briefe; voL III~ p. [79.

"3 Rosa Lu.'Cenlbm:g.o, ·<Die Theorie und che Praxis ", f,ind .. X:Xv'lU/2, núm,

43,22 de julio de I')ltCl, pp. 564-578 Y 626-642; citas en P? 576-577, 626-

627, 632 Y 639-640. Sobre Génova, cita a Oda Olberg, "Der ü' :aiien:isc;ht:,.,

Generalstrei...~", ibid.,. :o,cx.IU/·I, núm. l, 28 de septiembre, 1904, pp. 18-24:.'

:..o Karl KJ.utsky, "Z,;\11schen Baden una Luxt:mburgo". ibid., .~~2.

núm. 45. 5 de agosto de 1910, pp. 652-<3ó7~ la cita en p. 666.

,~ Rosa Lu..'<:cmbur:,..;o, "Zur fuchrigsteliung", ¡bid., xxvm/z, nÚD:l. 47, 19

de .¡gesto de 19!O, pp. 756-760. K. Kamsky, ·"Scruuss-..vort", ibid., xxvn1l2,

núm. +7, 19 de 3!5'"..)stO de 1910, pp, 760-765; las c1t:lS, en pp. 764-765.

,<1 }\nooo Pannekoek. "rvlas.~enakrion und Re'V'Olucion", ibid .•. x:xxJz,

núm .. p, 12 de julio de 1912, pp. 541-55°; ídem, "Ñ1arxístischeTheone

und I"..::volutianareTaktik", ¡bid ... XXXI/!, núm. 8, :22 de noV'Íembre.de 1912,

pp. 27:3.-281; x...'X...'<:I/I, núm. ro, 6 de diciembre de 1912,. pp- 365:-373.

·7 Kad Kautsky, "Der jüngste Radi.kaliSUlUS", ibid., XXXIII, núm. !.2,

20 de diciembre de 1912, pp. 436-446; citaS, pp. #1 Y 444-

~8 ldem, Der policische lHassetlStreik: Eitl BeiLrag zur Geschichte der lvlassen­

streikdískussiorlerl innerhalb deT deutschen Sozialdemocratie, Bt:rlin, Vorwirts

P:ml Singer, 1914. pp, 32-37,67-103, 127-T28, 2II-213, 224-245, 255-2(\1

Y 288-302, citas, pp. 32, 9 2 -94-, 228-2]2, .234, 292-294 Y 299, Además de sus referencias veladas a Delbruck, Kautsky escribe aquí '.: estrategia~' sólo

una que arra vez, o rnás bien Ermatrungss;racegie, y lo hace (creo) sólo para

demostrar su autoridad: ibid., p . .Jo!' l\lientras tanto, Luxemburgo sigue

usando la palabra muy rara vez, y sólo de paso, e...'1. sentido político· o rr.i­

l.ít:rr, y no para análisis, sólo como analogía: Rosa Lu,,'<:elTIburgo, .. "Unsere

l\ktion gegen die Milicirvodage fI913r', en Cesammelte H'érke, voL .111, p.

397. Otros miembros jóvenes dd SPD no sólo· malinterpretaron a Parv'Us,

SIDO que no aprendieron nada del debate Kautsk.y-LuxelTIburgo, COlTIO el

polaco Karl Berngardovich Sobelsohn, alias Karl Radek, Der deutsche. 1m· periaiismus und dieArbeiterklasse, Bürger-Zeltung, Bre.rnen, 19I2, pp. 70-:76.

~9 Idem, Kautsky, Die Díktaíur des Proietariats, za ed., IgnazBrand &

Ca., Viena, 1918, pp. 52-53. .

JO ef ídem, Die proletarische Re!'olution urtd ihr;.Programm, zaed., Be-rlín,

J. ~iJl. F. Dietz NachE, I922. pp- 73-94. .

JI Otto Rühle, Die SpaiEJ,mg. deT K. P. D. (Sparrakusound), Bezirks-Sek.­

reraria! Ostsachsep.s, Grossenhain, 1919 .. Yo no he visto este panfiew,

Tampoco 10 ha encom:raoo. el Otto-Rüi:-Je-Archiv, en Dresden: hctp://

rcswww.urz.tu-dresden.de/-sJ:eck1irrH/ruehlelkulz.hrmi. Sobre, el autor, v:éase

Horst Groschopp, "Rühle~ .Kad ·Heinrich Otto", Lexikon: soziaii!{tischer

Literatur: lhre Geschichte in Dem_'<I.-hiand bis 1945, Stu17 •. gart, IVlemer,. 1:994,

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POSiCIÓN ESTRi>~TÉGrc."\ y FUERZ.". 08RER .... \

pp. 406-407; Paul Matrick, Arlli-Balshevlk Communism, Ñferlin, Londres, 1978, pp. S7-H5.

V. Los marxistas rusos y soviéticos: estrategia industrial, ~~estrategia politican ,

I90S-I932

I Por ejemplo, Georgii V Plejánov, "SOv'Temennve zadacm russkikh

raoochik:h {pis'mo k peterburgskim rabocPim kruzhk:un [r88:;)". Sochi.

tteniia, 26 vok (24 publicados), voL !, Izdanie Biblioceki Nauchnogo, Sotsializma, Ginebra. 1:905; vals. n-xxIv, Gosudarstvennoe rzdatel'sL'vo,

l\Iioscú. [923-1927, voL n, pp. 367, 369, 371; ídem, "Eshche raz o prin­

rsipak...J" i talctike russkikh sotsiaEstov [[890 r', íbid., voL nI, pp. Ir7":'

!I9; idem, "Anarkhi2:rri i sotsiaiizm [T8941", ¡bid" voL IV, pp. 2I2-313, 217-220 Y 2}6-2 37; idem, "Sila i nacilie (k: voprosu o revoliursionnoi

takrike) (r895]", ibid., voL IV, pp. 249-250 Y 252; idem, «Eshche raz sotsializm i politicheskaia bor'ba [I900?]", idem, ¡bid., vol. XII, pp. 92,

98 Y rOl; ídem, "Vroz'ini, "mes te bit' [I905]", ¡bid., vol. XIII~ pp, I92

Y I94; ídem, '"K voprosu o zakhvate vias!Í [1905]"', ¡bid., voL XIII, pp. 203-204 Y 208-2 n; idem, "Nashe poloznene¡e [I905]"; ioid" voL XIlT,

p. 355; ídem, "Esnche «) na-shem polozhenie (-::905)", ibid~, vol. xv, p .. ' 1]; ídem, "O vyborakh v DUITm [19061", :bld., 701. xv, pp. 55', 56,; tdem~

"Pis'ma o taktiki i bestaktnostl [19061", Ibid" vol. XV, pp. 94, 98-99';

TOr, II2-II3, 127-129 Y 138;' idem, "Zamecki publitsista: novye pis'má;

o raktike i bestaktno's:ta (1907]"; vol. xv, pp. !9T-I92, 2:::'0, 256, 25 8',

2. 6 7, 29<, 316' y 319, i'liícem, "Ot:krytoe pis'rno k sozria!:el'nyrn rabochirri r r 6 1 " '6 'd l. ' , "-",, 'd 1 ' '. -L~90 J ' L t " VOL XV!, pp. 3JI-332; tdem, ~~, fOf'" VO . XV~ pp. 404-

407; véase también el vol. XVI, "Anark±llzm", pp, 149-I96; ídem, "Opi.:

portiunizm, raskol ih hor'ba za vhianie v pan:ii? [1909J", íbid:, vol. XIX,

pp, TO, 13, 19; ídem, <·KoTIlemia'oshibok [19:0]", ibid" voL XlX, pp'

54-55, 58; ídem, "Poslednee plenarnoe sobranie' nasnego Tsentral'nogo

Komitera [1910]", ibid/.., voL XIX~ pp. 99-IOI, I0'7-I09 Y II!;idem, "Av~ gust' Hebd' [r9101", iilyidc, vol. XIX, pp. 1'.3":; ídem, "Vsem: sestram pÉl

ser'ga.'-71 [I9u]", ibirL, voL XIX, pp. 343, :356, 358; ídem, "Interv'iu 's

NOTAS

sotrudnikom gazecy 'lug' [19tJ J", ¡bid., vol. XIX, PP,555-.55Ó~ tilena. "Pis'ma k soznatel'nym rabocrum {r914r, ibid., vol: XIX,p. 537: ~'

" Idem, "O okrike voobshcne, o t:1k:rike nikolaevskogo generala Réacia v cnasmosti i o taktike B, Kr'ichevskogo-v osobennosci (190r)", ibid., vóL Xli, p. Iz6.

3 ldem, "Pis'ma o okrike [19061", ibid., vol. xv, pp. T27, 130,' donde los "arqui-estr:u:eg:;.s" son los bolcheviques, e ídem, "Dve lit1ll revoliutSü",

Prizyv, í7 de octubre 1915. p . .1., "un enorÍne error estratégico'" en la política del partido.

4 Nlijail L Tugan-Baral1owski, Pramyshlenl'lye krizisy:ocherk iz sotsiai'floi

i:;carii A1'lgHi, 2a ed., San Perersburgo, O. N, Popovoi, '1900; pp. I56-175;

idem, Russkaia fabriJw v proshlom i nastoiashchem: istoriko-ekonomiScheskoe íssliedovanie, San Perersburgo. L F. Pam:elieeva, r898', pp, 3H, 32r-322,

329-335· 5 ldem, Soziaie Theorie der Vérteilung, julius Springer, Berlín, 1913, pp'

2I, 27-34, 4!-4-7, 82~

6 Por ejemplo, L. Martov, "SotsialderrlOkIatiia, I905-1907'" en LMar­tov et al., Obshchestvenr!oe dvizhenie v Rossíi vnachalie xx-go vieka~ 5' vols: (4 publicados, en 6), Ob:,hchestvennaia porza, San Petersburgo,: r909~

1914, vol. UI, pp, :550-552, 564-565, 583, 588:, 594, 600'Y'606; idém,,:'''Die preussische Diskussion una die russischeErfa.lrrung1', Die Neue' Zéii;Vol:

XXVlll!Z. núm. 51, 16 de' septiembre de 1910, p. 913.. ,'>,

'7 ef Leon Trotski, 1905 [1907, 1909h trad. al inglés' de- &ya B'ostoek,

Vintage. Nueva York, 1971, pp. 4°,42-44; 51',73-74 Y 81'-82; idem, ':Nasha revoliutsia [1907]", Svchineniia, 2I vok' (12 publicados), Gosudarstvernroe

Izdatel'stvo, Moscú, I920-27, vol. JI, parte' 2; pp. ), 15.:.r6, 21-22;: ídem, Die mssísche Revoiution 1905 [1909], za ed., Verei.7JÍgung Internátionaler

Vedagsanstalten, Ber1:ín. 1923, pp. 39-42-;46-47,

3 L. Trotski, "Di.e Entwlcldungstendenzen:derrussischen SoZiaIdemo"':

kratie",Die ¡Veue Z¿:t, vol.. x:x:\!,n!2, nÚt"Il:. 50,9 dé septiembre' de 19'10)

pp, 860-871.

9 Sobre las "tácticas" de los trabajadores; lo único'équeencontré"ru.e

Grigorii Y. Zinóviev, "'Ekonomika' i 'politik:a? [19I2F'; S;Jcnme~íia~16 vols. en 17, Gosudarstvennoe {zdatel~st:vo, tvloscú,;'19232::r9Z6', VOl~:I:IT,:i?P.

280, 282; ídem, "Novyr:: ta..'k.:tid:Íeskie debaty v gennanoskoi sotsiaI-de'-

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