3c Dahrendorf_(1996)_Teoría_del_conflicto (fragmento)

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rivales. En el texto que d' a ~untamos pueden apreciarse tambien Ins mentos. para una teoria del conflicto que elabora Dahre d f . cle_ La f" n or. I f mves Ig~clOn sobre los aspectos antropol6gicos del conflicto c' t~ Ivame~dte reclente, ~unque existen innumerables amilisis sabre c()n~l~e- s recogl os en estudlOs etnognificos. le- Actual~~nte los temas mas estudiados en el conflicto social so p?,der j las elItes, las cau.sas, funciones e intensidad del conflicto, la r~v~:lel CIOn, a guerra, el confllcto entre sexos y el conflicto I'nt .' u- . ergenelaclonal. DAHRENDORF, Ralf (1996) "Elementos para una teoria del conflicto social". En J.J. Sanchez de Horcajo y O. Dfia (comp.) La sociologia. Textosfundamentales. Madrid: Libertarias/Prodhufi, pp. 331-354. Ralf Dahrendorf nace en Hamburgo en 1929. Cursa sus primeros estudios en Berlin Hamburgo, viendose interrumpidos estos en 1944 aI ser intemado en un campo de con- por formar parte de una asociaci6n ilega1 de estudiantes. De 1947 a 1952 es- wdia Filosoffa y Filologfa chisica en la Universidad de Hamburgo, obteniendo el grado Doctor en Filosoffa con su tesis "El concepto de 10justo en el pensamiento de Carlos Marx". Posteriormente pasa dos afios en Inglaterra, dedicandose al estudio de la sodo- logia en la London School of Economics y doctonindose en Filosoffa. En 1958 ocupa la Clitedra de Sociologfa en la Akademie filr Gemeinwirtschaft, en Hamburgo. Desde 1960 regenta la catedra de Sociologfa y es Director del Seminario Sociologico de la Dniver- sidad de Tubinga, junto con R. Aron y T. Bottomore. Director del Centre Europeen de Sociologie con sede en Paris, Tubinga y Londres, asf como consejero de las revistas Eu- ropiiische Archivus fUr Soziologie y American Journal of Sociology. Dahrendorf es considerado como uno de los principales representantes de la socio- logia del conflicto. Pretende elaborar un modelo teorico con doble finalidad: explicar la formacion de los grupos de conflicto y dar cuenta de la acdon con la que consiguen cambios de estructura en el sistema social. Para ello Dahrendorf analiza crfticamente el pensamiento de Marx. Busca las fuentes estructurales de los conflictos y las encuentra en la autoridad. La distribucion de esta es tal que algunos la detentan y otros se yen ab- solutamente privados de ella: la distribucion dicotomica de la autoridad. Los intereses divergentes de quienes mandan y de quienes obedecen son intereses contrarios. EI con- flicto esta presente en la vida social, ya que la autoridad forma parte del origen estruc- tural del mismo. Estudia este factor estructural por medio de dos escalas: una de inten- sidad de los conflictos y otra de violencia. Su aportacion mas importante es la conside- racion de la sociedad como sistema integrado y como sistema en conflicto. La autori- dad, por ser un factor de integracion, es un factor de conflicto. La teorfa del conflicto no puede prescindir de una teorfa de la integracion. Entre sus obras traducidas al castellano seiialamos: Las clases sociales y su con- flicto en la sociedad industrial, Rialp, Madrid, 1962; Sociedad y sociologfa, Tecnos, Madrid, 1966; Sociedad y libertad, Tecnos, Madrid, 1966; Homo sociologicus, Institu- to de Estudios Politicos. Madrid, 1973; En d~fensa de la Union Europea, Tecnos, Ma- drid, 1976; El nuevo liberalismo, Tecnos, Madrid, 1982; Oportunidades vitales. Notas para una teorfa social y polftica, Espasa Calpe, Madrid, 1983; El conflicto social mo- demo, Mondadori, Madrid, 1990; R~flexiones sobre la revolucion en Europa, Emece, Barcelona, 1991; "Anotaciones a la discusion de las ponencias de K.R. Popper y Th.

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rivales. En el texto que d'a ~untamos pueden apreciarse tambien Insmentos. para una teoria del conflicto que elabora Dahre d f . cle_

La f" n or.I f mves Ig~clOn sobre los aspectos antropol6gicos del conflicto c't~ Ivame~dte reclente, ~unque existen innumerables amilisis sabre c()n~l~e-

s recogl os en estudlOs etnognificos. le-

Actual~~nte los temas mas estudiados en el conflicto social sop?,derj las elItes, las cau.sas, funciones e intensidad del conflicto, la r~v~:lelCIOn, a guerra, el confllcto entre sexos y el conflicto I'nt .' u-. ergenelaclonal.

DAHRENDORF, Ralf (1996) "Elementos para una teoria delconflicto social". En J.J. Sanchez de Horcajo y O. Dfia(comp.) La sociologia. Textosfundamentales. Madrid:Libertarias/Prodhufi, pp. 331-354.

Ralf Dahrendorf nace en Hamburgo en 1929. Cursa sus primeros estudios en BerlinHamburgo, viendose interrumpidos estos en 1944 aI ser intemado en un campo de con-

por formar parte de una asociaci6n ilega1 de estudiantes. De 1947 a 1952 es-wdia Filosoffa y Filologfa chisica en la Universidad de Hamburgo, obteniendo el grado

Doctor en Filosoffa con su tesis "El concepto de 10justo en el pensamiento de CarlosMarx". Posteriormente pasa dos afios en Inglaterra, dedicandose al estudio de la sodo-logia en la London School of Economics y doctonindose en Filosoffa. En 1958 ocupa laClitedra de Sociologfa en la Akademie filr Gemeinwirtschaft, en Hamburgo. Desde 1960regenta la catedra de Sociologfa y es Director del Seminario Sociologico de la Dniver-sidad de Tubinga, junto con R. Aron y T. Bottomore. Director del Centre Europeen deSociologie con sede en Paris, Tubinga y Londres, asf como consejero de las revistas Eu-ropiiische Archivus fUr Soziologie y American Journal of Sociology.

Dahrendorf es considerado como uno de los principales representantes de la socio-logia del conflicto. Pretende elaborar un modelo teorico con doble finalidad: explicar laformacion de los grupos de conflicto y dar cuenta de la acdon con la que consiguencambios de estructura en el sistema social. Para ello Dahrendorf analiza crfticamente elpensamiento de Marx. Busca las fuentes estructurales de los conflictos y las encuentraen la autoridad. La distribucion de esta es tal que algunos la detentan y otros se yen ab-solutamente privados de ella: la distribucion dicotomica de la autoridad. Los interesesdivergentes de quienes mandan y de quienes obedecen son intereses contrarios. EI con-flicto esta presente en la vida social, ya que la autoridad forma parte del origen estruc-tural del mismo. Estudia este factor estructural por medio de dos escalas: una de inten-sidad de los conflictos y otra de violencia. Su aportacion mas importante es la conside-racion de la sociedad como sistema integrado y como sistema en conflicto. La autori-dad, por ser un factor de integracion, es un factor de conflicto. La teorfa del conflictono puede prescindir de una teorfa de la integracion.

Entre sus obras traducidas al castellano seiialamos: Las clases sociales y su con-flicto en la sociedad industrial, Rialp, Madrid, 1962; Sociedad y sociologfa, Tecnos,Madrid, 1966; Sociedad y libertad, Tecnos, Madrid, 1966; Homo sociologicus, Institu-to de Estudios Politicos. Madrid, 1973; En d~fensa de la Union Europea, Tecnos, Ma-drid, 1976; El nuevo liberalismo, Tecnos, Madrid, 1982; Oportunidades vitales. Notaspara una teorfa social y polftica, Espasa Calpe, Madrid, 1983; El conflicto social mo-demo, Mondadori, Madrid, 1990; R~flexiones sobre la revolucion en Europa, Emece,Barcelona, 1991; "Anotaciones a la discusion de las ponencias de K.R. Popper y Th.

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W. Adorno", en: ADORNO, Th. W. Y otros, La di.\puta del POSilivisl17o " lg{a alemana, Grijalbo, Barcelona, 1973. Ui a sociolo.

En 1'1 siguiente texto Dahrenc!OJI'del'll " III . ' ' , /io ala

I' ementos necesanos para una leorla 1'1' ,s, I ' {( ({)nfltctosocza . Consldera 1'1 eonfliclo como un I ' , '" { (Il/{Icler/I'

flea esenclal de la estruCfura de III I' "'l ' -. ' O( Ie, ad En

toda socledad hUnlana .1'1' dan los cull/liet ' p. ' ,os, ortanto 1'.1' necesarlO la fornwcidll de unll lec) , d

,fl' , na 1'1COl1:JdCtOsoczal, ya que es una cuesliI'n /imd ,t Id I 'I" '" ' al11el1.a I' ana ISIS soclOlogleo de las sociedades,

Parte Dahrendoif de una serie de rl'/h·",• ' , AlOl1es

teoncas, que mas tarde aplicarci a la sociedwl II" /,(oW

para verificar .I'U utilidad y seillir de illsllwllemo decontrol raclOnal de la realidad. De/ille cI ('{)/lfliclocomo ~!1£llquier relaci6n de elem.el1los Ijue Imedan ca.

R. G. Dahrendorf ra::tenzarse par una oposicidn de tipo ohjcli\'{) (111[(.

, .,/ • nifiesto) a subjetivo (latente). Y el coil/iiC/o socialC!1£lIu.lOeste procede de la estructura de /as unidades sociales. '

, Para clasificar 1001' distintos conjlictos sociales sigue dos cnterios: 1'1de m/lllllen 1'1umdad mClat, y la t • d I {I II

. : ca egorta I' as grupos a elementos que tOnlan parte I'll el ('oil/iiC/o Ecuanto a :a.~dlmensiones, pueden variar segun la intensidcul y la violencia. ' ,~II

I ,Por uI::mo, Dahren~oif ex~one la forma de resolver 1001' con/liuos (Ia disclIsi!!na medwcLOn, 1'1 arbaraje), aSl como la aplicaci6n de la ter;rla del coll/licio so " "

. ([0.

ELEMENTOS PARA UNA TEORiA DEL CONFLICTOSOCIAV*

Es explicable que la c1ase dominante de las sociedades totalitarias no hm~amucho caso de los confhctos sociales. Cualesquiera disturbios interiores am:',

I'" R. ~~HRENDORF, Sociedad y libertad, Tecnos, Madrid, 1966, pp, J SO 203. Red~ctado:n 1961, manuscnto no publicado hasta Ia fecha. AI prepar;lr!o para Sll

pubhcaclOn tome algunas ideas del articulo "Zu einer Theorie des Konfl'kt ," (('j" ,I ' I .., . IS., I Llm·;~e~~)a,ve,rslOnmglesa, ''Toward a Theory of Social Conflict", Crmjlici RI',\'olulioll', 1l/2,, 1'1 'I' aparecldo p~r pnmera vez en el Hamburger .lahresbuchjiir Wir,l'Iselwjis Ulld Ce.

,Ie C 1Ojl,IpolUik ano 3 (1958)' . I . I •. ''. .'.' pew e artlcu 0 aqUl pubhcado representa una formula.CIOIl mucho mas ampha y completamente renovada.

privilegiada situaci6n de poder y son por ello reprimidos. Pero tam-sociedades liberales actuales aman el conflicto. Esto se puede ver yaen cuenta la evoluci6n en el significado de la palabra "liberal". Si esta

designaba en la epoca del capitalismo primitivo el reconocimiento de lacia de intereses opuestos en la sociedad, actualmente delimitan mucho,n los "liberales", las fronteras de las diferencias de opini6n toleradas. En

.ietual sociedad dirigida "desde fuera", se considera poco elegante la lucha,. implantar los propios intereses. De ahf que muchos consideren preferente-

te en el conflicto no la realidad propia, sino la enfermedad de los demas,en esta actitud negativa ante los conflictos sociales hay un doble eITorde

yes consecuencias; quien considera el conflicto como una enfennedad no'ende en absoluto la idiosincracia de las sociedades hist6ricas; quien echa la

,culpa de los conflictos, en primer lugar, a "Ios otros", queriendo indicar con ello, que cree posibles las sociedades sin conflictos, entrega la realidad y su analisisen manos de suefios utopicos. Toda soci~dad "sana" autoconsciente y dinamicaconoce y reconoce conflictos en su estructura; pues su denegaci6n tiene conse-cuencias tan graves para la sociedad como el aninconamiento de conflictos anf-micos para el individuo, No quien habla del conflicto, sino quien trata de disi-mularlo, esta en peligro de perder por el toda seguridad,

Lo mismo que en otros asuntos, tambien en su actitud frente a loscontlictos ha seguido la sociologfa a la sociedad por ella estudiada. A di-ferencia de los comienzos historicos de la sociologfa, que se encontrabacompletamente dominada por los grandes temas de la pasada revolucionburguesa y de la futura revoluci6n proletaria, se ha quedado muy alfondo en la nueva sociologfa el problema de los conflictos sociales. Delas dos cuestiones basicas del analisis socioI6gico:"(,que cosa mantieneunidas alas sociedades?", y "(,que es 10 que las empuja hacia adelan-te?", predomin6 la primera en estos ultimos decenios. S610 en tiemposrecientfsimos, al aumentar la sospecha de que semejante unilateralidads610 nos descubre siempre una parte de la realidad, ha aumentado tam-bien el numero de estudios sobre este tema. Tanto en Europa como enAmerica, par antrop610gos y soci610gos, a rafz ce problemas concretoscomo en estudios de tipo general, han aparecido durante este ultimo de-cenio numerosos e importantes trabajos sobre cuestiones de conflictosocial. Bastara aquf citar los nombres de Aron, Coleman, Coser, Dubin,Gluckman, Kerr, Philip, Sheppard y Thurlings, para darse cuenta del re-novado interes par los conflictos sociales. EI volumen de la UNESCOsobre la naturaleza del conflicto, y la revista, publicada desde 1956,"Conflict Resolution"demuestran ademas que precisamente aquf hay uncampo muy prometedor de colaboraci6n interdisciplinar. Psicologfa yRelaciones Internacionales. Ciencias Jurfdicas y Econ6micas, Antropo-

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l~~ia y Sociologia comparten diversos temas ' . .cion de conflictos'. para el anahslS y regula_

. En esta situacion no hani falta razonar por extenso la sosslempre encontraremos conflictos alIi don de . t .' pecha de queTodas las sociedades conocen conflictos SOC~:II:Sa~:~cledades h,umanas.presenta como una teoria, ni tampoco como antici .and a Sf~PO~lclonno seconcretas. Solo se expresa en este p 0 a lrmaclOnes mas

momento porque p d f '1'formulacion del problema de una t 'd I . ue e aCI Itamos laf ' eona e confllcto Nad 'ructlfero en una discusion sociologica 1 . a parece menos

petida, si en la sociedad A se da 0 no seqdueal~re~unta, constantemente re-

. I a e lenomeno X"H Icia es en una sociedad industrial desarrolI d ? " ./., ~~ cases so-ciedad primitiva? J Habra una clas d . a a. (,ExlstIa la famIlIa en la so-

. " e ommante en la so . d d ' .del futuro? Por magnificas que sean las discusio cle a tecnologlcase durante dias y dfas sobre estas c t" I nes que pueden sostener_mismas, para mejor conocimient:e;el~~e:~a~~~~sultad~s iOsitivos de lasrazon no plantearemos aquf la cuestion . . ' son I~ Imos. Por estadeterminadas sociedades y en ' dde.s~eXlsten confhctos sociales en

. que con IClOnes Pre . deXlsten sociedades sin confl' " Supomen 0 que nocial deberfa responder alas SICI·gtous

l.'utna teona general sobre el conflicto so-

, en es preguntas:1. i.,Que hay que en tender por conflicto soc' I '

to~ podemos distinguir en las sociedades histo~~ y ;ue clases de conflic-eVldentemente de tipo definitorio clasific . cas. Estas pr~guntas sonmedida la arbitrariedad de la decision termi:~~~IO.' e~ I.asque rema en grande proceder en este campo previo decid Ogl~~, sm embargo, eJ modomisma teoria. e tamblen sobre el exito de la

2. i.,Dentro de que imagen social se ofrece I . .captacion racionalizadora de It' . ,.n os confllctos SOcIales a la

. a eona cIentIflca? Ta b"estnctamente considerada es tod 'I .' mien esta pregunta,, aVIa a go prevlo' mas .sociologfa resulta imprescindl'bl I d' . , " . precisamente cn la

e a ISCUSlonexphclta d ". .generales" que sirven de funda d I ' e onentaClones, mento e as teonas.

3. i.,Como se pueden determ' Imar os puntos de partida estructurales de

'Aquf nos referimos alas siguientes publicaciones' R . " , .lie et la guerre (Paris, 1959).1. COLEMAN'Co ." ARONLa sOctete II7dustrie-The Functions of Social Con!flict (GI L' mmumty Conflict (Glencoe). L. eOSER:fl· encoe- ondon 1956) R DUBIN "I dICt and Social Welfare" Con!fll't R I' ' '. : n ustrial COIl-. . ' c eso utton, II2 (1957) M GLU 'and Confllct In Africa (Manchester, 1956). C KE ... . '. CKMAN: (listOIiIdlatlOn", American Journal of Sociolog LXI) 19~:'Industnal ConflIct and Its Me-(Paris, 1957). H. L. SHEPPARD:"A ~~aches ( ). A. PHILIP: Le SocialismI' tmhiclology", British Journal of SOciOlo~: V14 (I9;~)C;nfllct In Amencan Industrial So-Conflict (Nimega, 1960). International So . 1 . . . M. G..THURLING: Her Socia!('(UNESCO, 1957). CIOoglcal ASSOCiatIOn:The Nature ofColif/iet

'nadas especies de conflictos sociales? Esta pregunta de causalidad.asl se quiere lIamar- constituye logicamente una de las cuestionesales, aunque objetivamente no la mas fructifera, de la teoria del con-. Con este problema apenas puede obtenerse algo mas que la cone-sistematica de determinadas categorfas fundamentales del analisis so-

16gico.4. i.,Deque modo se despliegan los conflictos sociales ante el fondo de

terminadas relaciones estructurales sociales? Es el problema de la for-aci6n de los grupos de conflicto y de sus leyes, 0, de un modo mas ge-ral, de la manifestacion de conflictos sociales.5. i.,Cuales son las dimensiones de variabilidad de determinadas especies

de conflictos sociales y en que condiciones varian las formas conflictivasdentro de estas dimensiones? Es esta la cuestion mas fructifera de una teorfa~ociol6gica del conflicto, tanto en el aspecto teorico como politico. Su con-testacion facilita la comprension de la creciente 0 menguante intensidad yviolencia de los conflictos sociales, y con ello permite sefialar los momentosen que parece posible, al menos en teorfa, una intervencion directora.

6. i.,De que modo pueden regularse los conflictos sociales? En senti doestricto, este ultimo problema de una teoria del conflicto es solo un aspec-to del anterior. Sin embargo, puede justificarse su tratamiento por scpara-do en cuanto que la regulacion de los conflictos sociales hace surgir, poruna parte, un campo de factores propio y, por otra, lIeva de nuevo a la pro-blematica general del conflicto.

Solo en forma extraordinariamente comprimida, y prescindiendo casi porcompleto de presentar ejemplos, podra intentarse en 10que sigue el tratamientode este conjunto de problemas. Sin embargo, no quisiera renunciar a proyectaruna tesis sobre cada uno de los problemas indicados de una teorfa del conflictoy suministrar asi los elementos de una teorfa general de los conflictos sociales.

Que esta empresa, aun en el caso de pretenderse una exposicion mas com-pleta, tiene que ser extraordinariamente abstracta, es algo evidente, y puedeuno preguntarse por ello hasta que punto es este intento capaz de enriquecernuestros conocimientos sobre los muy concretos problemas conflictivos de lasociedad modema. Para el lector impaciente resultara efectivamente insatis-factorio este intento. Esto no cambia en nada, sin embargo, la necesidad de pre-sentarlo. Si queremos manifestar acerca de las leyes que regulan nuestra so-ciedad algo mas que intuiciones poco comprometedoras, e inspiraciones bri-lIantes, no nos queda mas remedio que dar un rodeo largo y dificultoso par for-mulaciones generales, te6ricas, abstractas y no siempre facilmente comprensi-bles. Pero si esta vuelta quiere ser algo mas que un paseo sin plan fijo habra delIevar al final a la fertilizacion del anaJisis de fenomenos concretos. Por ello, alfinal de las reflexiones teoricas volveremos a la sociedad actual y a sus pro-

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blemas tipicos, para indicar al menos hasta que punto la teona antes fonnula-da puede ilustrar los problemas del mundo de nuestra experiencia inmediata ysi puede servir quiza de instrumento de control racional de la realidad.

En ellenguaje corriente relacionamos la palabra "conflicto", por 10 ge-neral, con la idea de discusiones especialmente violentas. Si seguimos elmodo ordinario de hablar deberfamos designar como conflicto una huelga,pem no las discusiones para llegar a un acuerdo colectivo; las luchaspolfticas parecidas a una guerra civil, pem no los debates parlamenra-rios. La definicion de conflicto que aquf empleamos difiere de este sen-tido corriente tan estricto. EI concepto de conflicto ha de designar, enprimer lugar, cualquier relacion de elementos que puedan caracterizar-se por una oposicion de tipo objetivo ("Iatente") 0 subjetivo ("mani-fiesto"). Si, pues, dos solicitantes se esfuerzan en obtener un puestohabra conflicto, 10 mismo que en el caso de dos partidos polfticos enlucha por el poder, dos socios en la distribucion de las ganancias obte-nidas, dos bandas criminales que se disputan un determinado sector,dos naciones que se enfrenran en el campo de batalla, dos personas queno pueden soportarse mutuamente, y cosas parecidas. La oposicionentre los elementos concurrentes (que con frecuencia, aunque no siem-pre, puede ser consciente 0 meramente deducida, querida 0 impuestapor las circunstancias; tam poco el grado de consciencia es importantepara designar determinadas relaciones como constitutivas de conflic-tos. Pem todo conflicto puede reducirse a una relacion entre dos s610dos elementos. Siempre que participen en el mismo muchos "partidos";son las "coaliciones" las que crean el conflicto como tal entre dos ele-mentos, es decir, los elementos de conflcitos dados pueden ser en suseno multi formes.

Un conflicto se llamara social cuando pmcede de la estructura delas unidades sociales, es decir, es supra-individual. El conflicto delmedico internista entre las expectativas de sus pacientes y las del Se-guro de Enfermedad es un conflicto social; pues existe independiente-mente de la personalidad del medico concreto Dr. B.S. Lo mismopuede decirse, de ordinario, de los conflictos entre partidos polfticos,entre empresarios y sindicatos, entre la ciudad y el campo, entre con-fesiones religiosas, etc. En cambio, un conflicto entre dos individuosque solo se base en que ambos no pueden sufrirse mutuamente, no esun conflicto social. Tampoco es el intento de la casa "X" de desplazar

del mercado a la cas a "Y" un conflicto social, cuando descansa uni-camente en la aversion mutua de los dos empresarios. Esta limitaciones importante sobre todo en dos casos: por una parte hay en unidadessociales muy pequefias (roles, grupos), con mayor frecuencia, dife-rencias que no poseen relevancia estructural y a las que no se aplica,por tanto, la teoria del conflicto social; por otra parte, es facil suponerque incluso las discusiones entre unidades sociales muy exte~sa~ ~re-cisan, a veces, de una explicacion psicologica mas que socIOlogIca.Cierta arbitrariedad social no parece ser ajena a algunas guerras de lahistoria.

~

SUPERIORESTODO FRENTE Alos parti- IGUALES FRENTE

FRENTEAUnidad cipantes AIGUALESINFERIORES

PARTEsocial

Enfennos frente a Seguros Familia de origen frente a Personalidad social frenteA (En el rol de medico) propia familia (como roles) a rol familiar

Roles Rol familiar frente a rol Rol profesional frente Rol de soldado frente aprofesional a rol asociativo obligaci6n de obediencia

Secci6n f6tbol frente Direcci6n frente a Empleados antiguosB secci6n atletismo ligero Miembros frente a nuevos

(en el club deportivo) (en la asociaci6n) (en la empresa)Grupos Chicos frente a chicas Padres frente a hijos Familia frente a(en c1ase escolar) (en la familia) "hijo perdido"

EmpresaA Uniones de empresarios Iglesia Cat61ica frenteC frente a Empresa B frente a Sindicatos a "Cat6licos Viejos"

Sectores Aviaci6n frente a Monopolista frente a Baviera frente aEjercito no monopolista Emigrados

Protestantes frente a Partido del gobiemo frente Estado frente a bandasD Cat61icos a oposici6n criminales

Sociedades Flamencos frente a Libres frente a Estado frente a minoriaValones esclavos etnica

E Oeste frente a Este Uni6n Sovietica ONU frente a CongoAsociaciones frente a Hungria OEEC frente aIndia Alemania frente FranciaSupraestatales frente a Pakistan a Polonia

Esta claro que esta definicion del conflicto social incluye un gran nu~mem de fenomenos. Solo la teorfa fundada sobre ella podra probamos SIes recomendable una definicion tan amplia. Pem puede hacerse desdeahora la advertencia de que gran numero de fenomenos, que aquf se inter-

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pretan como fenomenos de conflicto, resulta probablemente mas utiles sise los entiende como una multiforme variedad de expresiones de un unicofenomeno basico que si se los divide en una serie de fenomenos distintos;por ejemplo, guerra, batalla, escaramuza, competencia, discusion, etc.Desde luego, quien parte de una base semejante se hall a en la obligacionde introducir cierto orden en la muchedumbre de manifestaciones del con-flicto social. Tanto para evitar generalidades sin contenido ("toda sociedadconoce conflicto sociales") como simplificaciones empiricamente insoste-nibles ("Ia historia de toda sociedad, hasta el presente, es la historia de lalucha de clases") es necesaria una clasificacion de las distintas especies deconflicto social. EI empleo de dos criterios clasificatorios distintos puededarnos, a continuacion, una idea de la multiformidad empirica de los con-flictos sociales.

Una primera manera de clasificacion se ofrece partiendo del volumende la unidad social, dentro de la cual existe un conflicto dado. Con una li-mitacion que teoricamente resulta arbitraria pueden distinguirse como mi-nimo cinco especies de conflictos sociales, partiendo de unidades menoresy otras mayores:A) Conflictos dentro y entre roles sociales individuales. Aesta clase pertenecen el ya mencionados conflicto de expectativa en el roldel medico ("conflicto entre roles") y tambien la disension tan tipica de lasociedad modern a entre la familia y la profesion, es decir, el rol familiar yel profesional, sobre todo en el hombre ("conflicto dentro de los roles"). B)Conflictos dentro de grupos sociales dados. Se cuenta en este grupo lalucha por formar parte de la directiva de un club, 10 mismo que las discu-siones acerca de la democracia interna en los sindicatos. C) Conflictosentre agrupaciones sociales organizadas ("grupos de intereses") 0 no orga-nizadas ("cuasigrupos") dentro de sectores regionales 0 intitucionales enlas sociedades, asi por ejemplo, entre los maestros y la administracion es-colar, entre los viticultores y las autoridades en un sector regional, 0 entrelaicos y dignatarios en una Iglesia. D) Conflictos entre agrupaciones orga-nizadas 0 sin organizar, que afectan a toda una sociedad (en el sentido deunidad estatal territorial). EI prototipo de estos conflictos es la discusionpolitica entre dos partidos; pero tambien pertenecen a este tipo las oposi-ciones entre confesiones religiosas 0 los antagonismos entre regiones.E)Conflictos dentro de unidades mayores de uniones entre dos paises, 0

dentro de federaciones mas amplias que pueden abarcar a todo el mundo,como, por ejemplo, dentro del Consejo de Europa 0 de las Naciones Uni-das, que incluso pueden ser solventados mediante una guerra.

Como atravesando esta clasificacion hay otra que se orienta segun lacategorfa de los grupos 0 elementos que toman parte en los conflictos.Dentro de cada una de las unidades sociales que acabamos de distinguir

(roles, grupos, sectores, sociedades, relaciones suprasociales) hay: 1. Con-flictos entre dos partes de la misma categoria. 2. Conflictos entre conten-dientes que, desde el punto de vista de su relevancia, son superiores 0 in-fenores. 3. Conflictos entre el total de la respectiva unidad y una parte dela misma. Entre los primeros se enumeran, por ejemplo, las diferenciasentre flamencos y val ones en Belgica; en el segundo grupo las diferenciasentre empresarios y sindicatos en los paises industriales y, en el tercergrupo, las que existen entre los tiroleses meridionales y el Estado italiano(para escoger ejemplos completamente al azar).

Combinando las caracteristicas de ambas clasificaciones se obtienen ya15 especies mas 0 menos diversas de conflictos sociales que van desde laresistencia del soldado a su obligacion de obediencia y las tensiones entrechicos y chicas en una clase escolar, hasta las luchas religiosas y las gue-rras entre naciones. Apenas sera necesario advertir que una teorfa que tratede explicar con el mismo detalle todas estas especies de conflictos socia-les sobrepasa al menos las posibilidades actuales de la sociologia, si es queno representa una tendencia excesivamente ambiciosa en general. Resulta-ria mas asequible agrupar las distintas clases de conflictos sociales demodo que un numero reducido de diversas teorias, que serfa posible en-tonces integrar, pudiera hacerse cargo de aquellos: teorias del "conflicto deroles" (A 1, A2, A3), "de la competencia" (B 1, C 1), de la "Iucha de clases"(B2, C2, D2), de "Ias minorfas" y la "conducta desviada"(B3, C3, D3), dela "Iucha proporcional"(DI) y de las "relaciones internacionales"(El, E2,E3). Pero estas agrupaciones resultan hechas tan al azar como las mismasclasificaciones que constituyen su base. Por ello procedere aquf de unmodo distinto.

Quiza no Ileve demasiado lejos pre gun tar si cada sociedad conoce cadauna de las cinco distintas especies de conflictos sociales.Pero sf que pare-ce seguir que entre esas especies hay algunas que caracterizan preferente-mente determinadas epocas y determinadas sociedades, mientras que otrashan tenido parecido significado en todos los tiempos y en todas las so-ciedades. Los conflictos de minorfas y las luchas de proporcionalidad notienen la misma importancia en todas partes; en cambio, las diferenciaspolfticas y economicas entre supra y subordinados han desempeftado unimportante papel en cualquier sociedad, y en cualquier epoca. Par estarazon -una razon de "arbitrariedad ilustrada", podrfamos decir- me li-mitare en adelante, en puntos decisivos, a los conflictos de la c1ase D2. Porconsiguiente, los elementos aquf expuestos de una teorfa del conflicto so-cial, tornados en sentido estricto, se refieren solo a los conflictos de grupodentro de sociedades enteras, en cuanto esos conflictos se originan entregrupos de distinta categorfa. En cada caso concreto habra que examinar si

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se pueden aplicar tambien a otras clases de conflictos sociales y hasta quepunto.

Sin limitar en 10 esencial esta formulacion estricta, puede afiadirse, sinembargo, otra idea. Esta limitacion a conflictos entre supra y subordinadosdentro de una sociedad de conjunto no tiene la misma gravedad en cadauno de los aspectos a discutir. Se aplica claramente en las investigacionessobre la causa de los conflictos sociales; sus resultados solo pueden servirpor analog fa problematic a para los restantes tipos conflictivos de la co-lumna 2. Pero las reflexiones sobre la variabilidad de las formas de losconflictos tienen probablemente una mas amplia validez; esto se aplica enmayor grade aun alas sugerencias sobre la formacion de grupos conflicti-vos y alas maneras de regular los conflictos y, muy especialmente, ala ex-posicion de la orientacion general de un analisis sociologico del conflicto.

Seguramente nos es lfcito seguir a Talcott Parsons en su conjetura deque el "problema hobbesiano del orden" sefiala el fondo de muchas otrasy quiza de todas las cuestiones sociales:i,Como se consigue -para hablarcon Parsons- la integracion de los motivos de muchos individuos en unsistema social estable? i,Como hemos de representarnos -para escogeruna formulacion todavfa mas general del problema-Ia consistencia de lassociedades? i,Como nos explicamos en realidad que muchos individuos secohesionaran gracias alas instituciones sociales en aquellas unidades ma-yores que llamamos sociedades? Tal vez no sea posible contestar de unmodo definitivo a todas estas preguntas. Quiza ni siquiera sea precise paracada problema en particular del analisis sociologico el contestar a ellas.pero en el caso de la teorfa del conflicto parece que la orientacion de tipogeneral, que se esconde en una postura determinada frente a estas cuestio-nes, puede llevar positivamente a la solucion del problema mismo.

En la historia del pensamiento social y polftico hay dos soluciones deprincipio al problema del orden en Hobbes. La primera es la solucion delpropio Hobbes (que Parsons rechaza con perspicacia insospechada comola "reduccion 'ad absurdum' del concepto de sistema social", es decir, desu propia imagen social)'. La cohesion de las sociedades se basa en la co-accion, en la soberanfa de uno solo 0 de pocos que ejercen el poder. Paraprotegerse de las consecuencias de la guerra originaria 0 "natural" de todoscontra todos, forman los hombres sociedades y traspasan determinadas li-

] efr. T. PARSONS:The Social System (Glencoe, 1953), pag. 36, pags. 42 y sigs.

bertades a un poder central, que garantiza por su parte la integridad delorden social. La integracion de las sociedades se puede describir por ellocomo la reduccion violenta de la tendencia humana alas disputas. La otrasolucion del problema (que Parsons y, con el, muchos otros teoricos re-cientes de la sociologfa prefieren) es la de Rousseau: la sociedad y la co-hesion social resultan de un acuerdo de todos, es decir, de un consenso a lavez libre y universal. EI contrato social representa el valor comun de todoslos hombres como seres sociales; los eleva a una unidad superior, sin dis-minuir su autonomfa y soberanfa.

Estas dos soluciones del problema del orden en Hobbes son casi comoarquetipos del pensamiento social. Se encuentran no solo en la filosofia po-lftica y en la teorla sociologica, sino tambien en las opiniones y actitudesde los individuos en las sociedades historicas4

• La imagen "dicotomica" dela sociedad, segun la cual las sociedades humanas son entidades explosi-vas por estar en discordia, y que han de mantenerse unidas solo par la co-accion, tiene alguna semejanza con la version de Hobbes del contrato so-cial, mientras que la imagen armonica y "jerarquica" de la sociedad re-cuerda aun muchos de sus rasgos a Rousseau. Quiza exista alguna relacionentre el avance de este ultimo en una sociedad caracterizada en gran partepor la clase media y la preferencia de la teorla sociologica por el contratosocial al modo rousseauniano; segura es que todo esto ha contribuido alabandono en que se hallaba en tiempos recientes el tema de los conflictossociales. Pues el sentido de la exposicion del problema del orden en Hob-bes y de sus soluciones estan en la tesis de que solo una de estas dos solu-ciones es capaz de constituir el fondo apropiado para una teorfa sociol6gi-ca del conflicto.

La teorfa del consenso de la integracion social (como la llamaremos enadelante), que domina en gran parte en la teorfa sociologica de observan-cia funcional, descansa en su forma pura en las siguientes cuatro tesissobre la esencia de las sociedades humanas, tesis que en calidad de opticaselectiva son capaces de determinar incluso los analisis particulares apa-rentemente mas alejados:

I. Toda sociedad es un sistema ("relativamente") constante y estable deelementos (tesis de estabilidad).

2. Toda sociedad es un sistema equilibrado de elementos (tesis del equi-librio).

3. Cada elemento dentro de la sociedad contribuye al funcionamientode esta (tesis del funcionalismo).

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4. Cada sociedad se mantiene gracias al consenso de todos sus miem-bros acerca de determinados valores comunes (tesis del consenso).

EI hecho de que apenas haya un soci610go que defienda sin limitaci6nalguna de estas tesis, no debe hacemos olvidar que a pesar de todo formanefectivamente la base de muchos amilisis y describen por 10 demas la Ifneade orientaci6n tambien de aquellos autores que tratan de alejarse de ella enmayor 0 menor medida.

Frente a esta orientaci6n puede pensarse en la existencia de una teorfacoactiva de la integraci6n social, que parte de tesis total mente distintas yposiblemente opuestas acerca de las sociedades humanas. De un modotam bien exageradamente simplificado podnan caracterizarse estas tesis delmodo siguiente:

1. Toda sociedad y cada uno de sus elementos esta sometido en todotiempo al cambio (tesis de la historicidad).

2. Toda sociedad es un sistema de elementos contradictorios en si y ex-plosivos (tesis de la explosividad).

3. Cada elementos dentro de la sociedad contribuye a su cambio (tesisde la disfuncionalidad y productividad).

4. Toda sociedad se mantiene gracias a la coacci6n que algunos de susmiembros ejercen sobre los otros (tesis de la coacci6n).

No se trata aqui de examinar cual de estas dos categorias es "Ia verda-dera"(si es que semejante examen pudiera lIevar a alguna parte). Tampocoha de decidirse aqui la cuesti6n de si posiblemente una de las dos teorfases de tipo mas general que la otra, es decir, si una de ell as pudiera subsu-mirse en la otra, cuesti6n que resulta de alguna importancia porque Parsons(con Rousseau) pretende hacerlo asi con la primera teorfa, mientras queMills (con Hobbes) tratan de conseguirlo para la segunda. Presuponiendola posibilidad de que ambas teorfas puedan pretender, una junto ala la otra,ser validas 0 fecundas, habremos de examinar aquf cual de las dos image-nes sociales resulta mas apropiada como concepto de orientaci6n generalde una teorfa sociol6gica del conflicto. Bajo este aspecto tan limitado yconcreto afirmarfa yo que s610 puede darse una teorfa satisfactoria del con-flicto social si colocamos como base de ella la teorfa coactiva de la inte-graci6n social.

Quien se acerca alas sociedades humanas con las tesis de estabilidad,equilibrio, funcionalismo y consenso, tropieza desde el primer momentacon un fen6meno que deja en el aire todas estas tesis. A pesar de todo, ba-sandose en elias, son posibles determinadas manifestaciones acerca de los

conflictos sociales:manifestaciones sobre las perturbaciones del equilibrioy su origen, la contribuci6n de los conflictos al funcionamiento de las so-ciedades, la formaci6n de un consenso universal gracias al conflicto, 1age-nesis y consecuencias de una conducta desviada, etc. Desde luego, debeexistir como fundamento de todas estas manifestaciones la visi6n intelec-tual de que los conflictos representan un fen6meno extraordinario y porello pasajero y eliminable. EI te6rico del consenso puede ver en los con-flictos, en el mejor de los casos, un bacilo, cuyo antiveneno todavfa es des-conocido, pero jamas una fuerza creadora que no es posible eliminar de lassociedades hist6ricas. Pero esto supone que toda teona conflictiva basadaen la Ifnea de orientaci6n del consenso se ve obligada a menospreciar losconflictos sociales como fen6menos excepcionales 0 patologicos de unmodo tal que ha de lIevar a afirmaciones rebatibles empfricamente.

En cuanto que la teona del conflicto social aquf intentada parte de unpunto de vista total mente diferente. Presuponiendo la efectividad crea-dora constante de los conflictos sociales, habran de demostrar la fertili-dad de la orientacion los analisis y pron6sticos derivados de la misma. Engeneral, s610 puede afirmarse que es menos diffcil descubrir y compren-der los conflictos si se entienden las sociedades humanas admitiendo lastesis de la historicidad, explosividad, disfuncionabilidad y coactividad:sobre semejante base se presenta el conflicto como un factor necesario entodos los procesos de cambio. Ademas, esta orientaci6n excluye el pen-samiento ut6pico de un sistema social equilibrado, estable y en perfectofuncionamiento, de "la sociedad sin clases", del "parafso en la tierra", yesta con ello mas cerca, tanto de la realidad social como tambien (en elcampo de la teona polftica) de la idea de la libertad que la teorfa del con-senso. Por estas razones, aun antes de comprobarla experimentalmente,parece mas 16gico suponer en la teorfa coactiva de la sociedad el fondaapropiado para una teorfa del conflicto social.

No la existencia de conflictos, sino la aparente tranquilidad de sistemassociales nos da motivos para sorprendernos; pues toda sociedad hist6ricaconoce conflictos sociales. Pem, (,cual es el elemento en la estructura delas sociedades hist6ricas que proporciona siempre nuevo alimento a estosconflictos? "En este momenta se hace preciso abandonar el discurso gene-rico de los conflictos sociales y considerar mas de cerca una forma deter-minada -a saber, el "conflicto de clases" entre partes supra y subordina-das en las sociedades de conjunto-. S610 podra decirse mas tarde si es po-

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sible aplicar los resultados de semejante amilisis tambien a otras formas deconflictos sociales. A pesar de todo, como analisis paradigmMico conser-vara este examen su significado aun en el caso de que el resultado fuera ne-gativo.

Las diferencias de categorfa de "partidos" en conflictos que se desarro-llan en una sociedad en conjunto pueden tener muchos sentidos. Puede en-tenderse asf la diferencia de ingresos 0 de prestigio social, es decir, la si-tuacion relativamente diferente de cada uno en la escala de la estratifica-ci6n social: el conflicto entre los que ganan mas de 500 marcos y aquellosque ganan menos; el conflicto entre los bien considerados de las minas; elconflicto entre los funcionarios de categorfa media y los de categorfa su-perior. Puede designarse propiedad fungente ("propiedad privada de losbienes productivos"): el conflicto entre "capitalistas poseedores"y "prole-tarios sin propiedad". Junto a estos ejemplos hist6ricamente mas conoci-dos podrfa pensarse tam bien en desigualdades desde otros puntos de vista:en conflictos, por ejemplo, entre las elites "hierocraticas", "aristocraticas"y "meritocraticas" y los que estan excluidos de ellas. Sin negar la impor-tancia de la multiplicidad empfrica de las diferencias de categorfa entre loshombres, que son causa de conflictos, me atreverfa a afirmar que todasestas desigualdades de categorfa podrfan reducirse al desigual reparto delpoder en los grupos sociales, de modo que los conflictos aquf consicleradosson siempre conflictos en razon del poder y acerca del mismo. Todas lasdemas desigualdades de categorfa que pueden presentarse como punto departida estructural inmediato, es decir, como objeto de conflictos -diver-sas gradaciones de prestigio social e ingresos, desigual reparto de la pro-piedad, formaci6n intelectual, etc.- no son mas que efluvios y formas cs-peciales de la desigualdad mas universal del reparto del poder legftimo

Dondequiera que se juntan los hombres y fundan formas sociales or-ganizadas hay algunos que en raz6n de su posici6n social dentro de Ullcampo concreto y respecto a los demas poseen poderes de dominio yotros que en sus posiciones sociales se encuentran sometidos a estosmandatos. La distinci6n entre "arriba" y "abajo" es una de las cxperien-cias fundamentales de la mayorfa de los hombres en sociedad; y parcceser, ademas, que esta distinci6n se halla estrechamente relacionada conel reparto desigual del dominio. La principal tesis defendida ell este en-sayo se concreta en que hemos de buscar el origen estructural de Jos COll-flictos sociales (del tipo D2 del cuadro de la pag. 337) en las relaciol1csde dominio, que reinan dentro de ciertas unidades de la organizaci6n so-cial. Para estas unidades empleare el termino de Max Weber de Ia "aso-ciaci6n de dominio". La estructura de las sociedades se convierte, portanto, en punto de partida de conflictos sociales, en cuanto estas socie-

dades (y determinadas partes de las mismas) pueden ser c1escritas comoasociaciones de dominio.

Los conceptos basicos sociol6gicos de poder y dominio son categorf-as de gran complejidad. Al que las emplea se Ie acusa con frecuencia deinexactitud Y falta de claridad en la medida misma en que trata de defi-nirlas "exhaustivamente". ~Son ejemplos del ejercicio del poder la in-fluencia del padre sobre sus hijos, de la asociacion industrial sobre el go-biemo 0 del demagogo sobre los que Ie escuchan? Para precisar de algunmodo un concepto tan diffcil y hacer po sible la identificacion de los fe-nomenos de dominio como a pesar de todas las objeciones: "EI dominiosignifica la oportunidad de hallar obediencia para un mandato de un con-tenido dado en personas susceptibles de recibir dicho mandato"'. Esta de-finicion contiene los siguientes elementos: I. EI dominio designa una re-lacion de supra y subordinaci6n entre dos individuos y grupos. 2. Se es-pera de la parte supraordinaria (individuo 0 grupo) que controle la con-ducta de la parte subordinada por medio de ordenes, indicaciones, adver-tencias 0 prohibiciones. 3. Esta expectativa va unida a una posicion socialque teoricamente es independiente del peculiar caracter de la persona quela ocupa. EI dominio comporta en este sentido una relacion instituciona-lizada entre individuos 0 grupos. 4. El dominio se limita siempre a "con-tenidos determinados" y a "personas susceptibles de mandato"; no esjamas (a diferencia del poder absoluto) un control absoluto sobre otros. 5.Se sanciona la desobediencia a prescripciones dadas en razon de dominio;un sistema de derecho (0 bien un sistema de normas quasi-jurfdicas) vigi-la la efectividad del dominio. Esta descripcion del dominio autoriza aidentificar al ministro, al empresario, al secretario del partido, como por-tadores de situaciones de dominio; excluye al mismo tiempo al sfndico dela asociacion industrial (con respecto a decisiones gubemamentales) y aldemagogo (con relacion a su publico), que no cumple con la tercera de lascondiciones mencionadas.

EI siguiente paso en nuestras reflexiones muestra ya desde luego que ladefinicion aquf propuesta no es capaz de resolver todos los problemas ana-lfticos y empfricos de la categorfa de dominio. Doy por supuesto: en todaasociacion de dominio pueden distinguirse los dos grupos de aquellos quesolo poseen los derechos fundamentales comunes ("de ciudadanfa") yaquellos otros que poseen facultades de dominio mas amplias. A diferen-cia, pues, de las categorfas de prestigio social e ingresos no podemos cons-

, M. WEBER: Wirtschaji Lind Gesellschafi (Tubinga, 1956); pag. 28. efr. para esteproblema tambien mi articulo "Macht und Herrschaft, Soziologisch" En: Die Religionin Geschichte und Gegenwart (Tubinga, 1960), tomo 4.

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truir un continuum sin soluci6n de limites para el reparto del dominio endeterminadas asociaciones; mas bien se encuentra aquf una clara biparti-ci6n. Incluso en las grandes organizaciones burocrc'iticas de las sociedadesmodemas puede indicarse para cada puesto en una asociaci6n de dominiosi esta dellado de los que dominan 0 de los dominados. Pero este dato essiempre, al mismo tiempo, un dato del punto de partido estructural de de-terminados conflictos sociales, es decir la identificaci6n del reparto domi-nical explica los conflictos actuales y permite a la vez pron6sticos sobre losfrentes de conflictos futuros. Dondequiera que existen relaciones de domi-nio, y sociedades sin dominio s610 nos son conocidas hasta ahora en la fan-tasfa de los utopistas y antrop610gos, hay tam bien conflictos que procedende e!las, cuyo micleo mas general puede verse en la transformaci6n de lasrelaciones dominicales vigentes.

Esta deducci6n caracteriza evidentemente pOI' ahora s610 el horizontegeneral de la teorfa del conflicto. No nos dice nadasobre las circunstanciasespeciales de conflictos dados (para cuya caracterizaci6n seran posible-mente decisivas las otras formas de desigualdad arriba mencionadas); nonos dice nada todavfa sobre la formaci6n de agrupaciones opuestas a basede caracterfsticas estructurales; y en cuanto tal no nos dice nada tam pocosobre las formas de los conflictos sociales y su variabilidad. Pero esta tesisconsigue de todos modos algo: enraizar el fen6menos fundamental delconflicto social en una de sus formas mas universales ("conflictos de cla-ses") no s610 en estructuras sociales firmes, sino sobre todo en elementos"normales" de la estructura social, es decir, en circunstancias que se en-cuentran en cada sociedad y en todos los tiempos. No se precisa, pOI'estaraz6n, en este proceso de la tesis, de las perturbaciones del equilibrio("strains and stresses"), para razonar los conflictos; mas bien demuestra yala deducci6n estructural de los conflictos:la normalidad, ubicuidad y per-manencia del fen6meno.

En este momenta se presenta la cuesti6n de si el razonamiento aqulpropuesto para conflictos de una especie se puede extender 0 aplicar tam-bien a conflictos de otras especies. Hemos partido aquf de conflictos quetienen lugar en el ambito de una sociedad en conjunto y entre diferentes ca-tegorfas (D2). Parece 16gico aplicar estos razonamientos a conflictos de lostipos B2 YC2, en cuanto puedan entenderse distintos grupos 0 sectores desociedades enteras como asociaciones de dominio. Puede presumirse natu-ralmente que en las "relaciones intemacionales" la dependencia de las na-ciones posee una cierta fuerza causal para producir diferencias; algo ana-logo parece tambien verosfmil, en parte, tratandose de los contlictos de"minorfas" y "roles"; pero en semejante dependencia -aun cuando pudie-ra interpretarse esta como una relaci6n de dominio- no se esconde de nin-

gun modo la unica raz6n explicativa de estos conflictos:lo que aun tienevigencia para la liberaci6n del sefiorfo colonialista 0 la lucha de las gene-raciones, no puede mantenerse en cambio al tratar de las rivalidades na-cionalistas 0 de la oposici6n en roles familiares 0 profesionales. Aquf ad-quieren importancia otras facto res estructurales: la institucionalizaci6n dela necesidad de mejorar la propia posici6n ("competencia", "Iucha propor-cional", "relaciones intemacionales"), la cristalizaci6n social de expectati-vas no susceptibles de acuerdo ("conflicto de roles"), la dinamica de losgrupos propios y ajenos ("conflicto de minorfas"), etc. Probablemente seincluyen los conflictos, a rafz de las condiciones de dominio, entre las es-pecies mas universales, efectivas y de mas graves consecuencias de todoslos antagonismos sociales; pero es evidente que existen tam bien conflictosmotivados en circunstancias completamente distintas.

Mientras que, pOI'consiguiente, no es posible una declaraci6n generaldel fondo estructural de todos los conflictos sociales, puede aplicarse pro-bablemente el proceso de desenvolvimiento de los conflictos, a partir dedeterminadas situaciones estructurales, a todas las distintas especies. EI ca-mino que !leva desde determinadas situaciones estructurales sociales hastalos conflictos sociales desarro!lados, es decir, la formaci6n, pOI'10 general,de grupos de conflicto, pasa analiticamente a traves de tres etapas (cuyadistinci6n, desde luego empfrica, es decir, observando, por ejemplo, la 01'-ganizaci6n de los partidos politicos, no siempre es po sible hacerla con ladebida claridad):

EI punto de partida estructural, es decir, el fondo casual manifestado deconflictos dados forma la primera etapa del descubrimiento de conflictos.A base de las caracterfsticas estructurales primarias en cada casu puedendistinguirse en la unidad social de referencia dos agregados de posicionessociales, que forman "Ios dos bandos" en el frente del contlicto de domi-nadores y dominados, flamencos y valones, los antiguos de la plantilla ylos novatos, los rusos y los hungaros, etc. Estos agregados de los que ocu-pan determinadas posiciones sociales no son, por ahora, grupos sociales ensentido concreto; forman cuasi-grupos, es decir, un conjunto manifiestoque ocupa posiciones sociales y a los que se atribuyen caracterfsticas co-munes, de cuya existencia no hace falta que se percaten los interesados.

Estas caracterfsticas comunes "atribuidas" tienen ya, sin embargo, unaextraordinaria importancia. Con relaci6n a los conflictos estruturales po-demos afirmar ya que la pertenencia a un aglomerado en forma de cuasi-

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grupo comporta la justificada esperanza de representar determinados inte-reses. Del que es trabajador, por tanto, se espera que trate de trascender cl"status quo" de las circunstancias de dominio en la industria; del flamencose espera que compita con el val6n por la influencia en el gobierno bel!!acentral; del miembro antiguo de la plantilla de una firma se espera que ~ealinee en un frente compacto frente al novato, etc. Estos intereses latentcsforman parte de ciertas posiciones sociales; no son necesariamente cons-cientes de estos intereses los que ocupan estas posiciones, ni es preciso quese acepten por ellos: el empresario puede desviarse de sus intereses Iaten-tes y hacer causa comun con los obreros; el aleman del ano 1914 podiamanifestar su simpatfa por Francia en contra de sus expectativas de 1'01.

Pero quien se comporta de un modo desviacionista es castigado por ello.En este sentido, es decir, en cuanto que se nos presentan como portadorcsde posiciones sociales posiblemente ajenas, pero unidas par la fuerza vin-culativa de sanciones sociales, son Ios conflictos hechos estructurales. Nopodemos sustraemos a los intereses latentes adheridos a nuestra posicionsocial, 10 mismo que tampoco podemos sustraernos a la expectativa deconformidad con relaci6n a otros modos de conducta.

La segunda etapa en el desenvolvimiento de los conflictos consistinLpues, en la propia cristalizaci6n, es decir, en la evoluci6n consciente de losintereses latentes, en la organizaci6n de los cuasi-grupos en agrupacionesfacticas. Todo conflicto social tiende a manifestarse, a la concreci6n visi-ble. Donde hay intereses latentes no esta lejos su epifanfa; siempre que losaglomerados se pueden describir como cuasi-grupos se ha alcanzado eldintel de la organizaci6n en grupo de intereses. Claro esta que la "organi-zaci6n" significa algo muy distinto en el caso de "conflicto de clases" queen el del "conflicto de roles" 0 en el de "relaciones intemacionaIes". En elprimer caso se trata de organizaci6n que tiende al partido polftico, a la aso-ciaci6n; en el ultimo, en cambio, mas bien de la explicitaci6n, de Ia mani-festaci6n de conflictos. Solo en un senti do trasladado puede hablarse de 01'-

ganizaci6n de los elementos interesados en el caso de "conflicto de roles",Siempre, en cambio, es valido afirmar que los conflictos tienden a su cris-talizaci6n y articulacion.

Esta cristalizaci6n, naturalmente, solo se presenta cuando se cumplcndeterminadas condiciones. Al menos, en el caso de los conflictos de"clase", "de proporcion" y de "minorfas", son estas las "condiciones de 01'-

ganizacion". Para que los conflictos encuentren su manifestaci6n visible.han de cumplirse determinadas condiciones tecnicas (personales, ideologi-cas, materiales), sociales (reclutamiento sistematico, comunicaci6n) y po-lfticas (libertad de asociaci6n). Siempre que algunas 0 todas estas condi-ciones no se den, permaneceran los conflictos latentes, ocultos, sin perder

por ello nada de su efectividad. En. d~termina~~s circunstancia~ -.s?bretodo euando tan s610 faltan las condICIOnes pohtIcas de la orgamzaclOn-se convierte la misma organizacion en objeto inmediato de conflicto, quegana por ello en violencia. Las condiciones de cristalizacion de las rela-ciones internacionales, de competencia y de conflictos de roles deben exa-minarse por separado.

La tercera etapa consiste en los mismos conflictos ya desarrollados.Al menos por su tendencia los conflictos constituyen siempre diferen-ci~s entre bandos, 0 sea elementos con una identidad personal visible:entre naciones, organizaciones polfticas, etc. Cuando, por una parte,falta esa identidad (por ejemplo, en los conflictos entre Francia y Arge-lia 0 entre los gobiernos totalitarios y su oposicion interna) nos encon-tram os con conflictos en cierto senti do incompletos. Esto no implicaque tales diferencias pierdan en interes desde el punto de vista de unateorfa del conflicto; sucede todo 10 contrario. Pero, en general, se puedeafirmar que todo conflicto dado alcanza su configuracion final solo enel momento en que los elementos integrantes del mismo presentan unaidentidad organizada.

Los conflictos sociales nacen de la estructua de las sociedades en lamedida en que estas constan de asociaciones de dominio. Par su ten-dencia son siempre discusiones cristalizadas entre partidos organiza-dos. Pero es evidente que aun conflictos emparentados por su origen nosiempre se parecen en las distintas sociedades y en los diversos tiem-pos. Las disputas entre el gobierno y la oposici6n en Hungrfa, en el ano1956, eran distinas que en Inglaterra; las relaciones entre Alemania yFrancia eran distintas en 1860 que en 1940. Evolucionan, por tanto, lasformas de los conflictos sociales; y la tearfa del conflicto social ha deresponder alas preguntas de bajo que aspectos podemos observar estoscambios de forma, y de que condiciones dependen estas. Son estas Iascuestiones sobre las dimensiones y los factores de variabilidad de losconflictos sociales.

En cuanto se refiere, en primer lugar, alas dimensiones de los conflic-tos sociales, es decir, a la medida en que estos pueden variar, hay dos queparecen resaltar:las de la intensidad y la violencia. Los conflictos puedenser mas 0 menos intensos y mas 0 menos violentos. La distincion entreestas dos dimensiones implica que pueden variar independientemente unade la otra: no todo conflicto violento es necesariamente intenso y al reyes.

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La dimensi6n de la violencia se refiere alas formas de expresi6n delos conflictos sociales. Hay que pensar aqui en los medios que eligen losbandos en discordia para imponer sus intereses. Sefialemos s610 algunasmarcas en la escala de la violencia que podria construirse:la guerra, laguerra civil, una disputa general y armada con peligro de la vida de Iosparticipantes designan probablemente un extrema; el dialogo, la discu-si6n y las negociaciones con todas las formas de la cortesia y en un am-biente de sinceridad de los interesados, en el otro extremo. En medioqueda un numero abigarrado de formas mas 0 menos violentas de dispu-tas entre grupos: la huelga, la competencia, el debate acerado, el apalea-miento, el intento de mutua engafio, la amenaza, el ultimatum, etc. Lasrelaciones internacionales de la postguerra ofrecen abundantes ejemplosde la diferenciaci6n de la violencia de los conflictos, desde "el espiritude Ginebra", pasando por "Ia guerra fria" acerca de Berlin, hasta la "gue-rra caliente" en Corea.

Pero la violencia y la intensidad de los conflictos son dos cosas dis-tintas. La dimensi6n de la intensidad se refiere al grado de participan-tes de los afectados en los conflictos dados. La intensidad de un con-flicto es grande si este importa mucho a los afectados, es decir, si loscostes de la derrota son cuantiosos. Cuanto mayor sea la importanciaque los participantes atribuyan a una disputa mas intensa sera esta.Tambien aqui pueden aducirse ejemplos para explicar 10 que se quieredecir: la disputa por los puestos directivos en un club de futbol puedeser viva e incluso violenta; pero, por 10 general, no significa tanto paralos participantes como el conflicto entre empresarios y sindicatos (decuyo resultado depende el nivel de salarios) 0 incluso entre "Oriente"y "Occidente" (de cuyo resultado dependen las posibilidades de sobre-vivir). Una de las evoluciones mas lIamativas del conflicto industrial enel ultimo siglo consiste seguramente en que este ha perdido infensidad;ya no hay tantos interesen en juego en cada disputa concreta como haceuna generaci6n. La intensidad se refiere siempre, por tanto, a la ener-gia invertida por los participantes y, con ello, al peso social de deter-minados conflictos.

En este punto deberia quedar completamente claro el sentido del con-cepto amplio de conflicto aqui empleado. La forma de disputa que en eIlenguaje corriente se denomina "conflicto" (10 mismo, por otra parte, quela lIamada "Iucha de clases") se presenta ahora como una forma mas delfen6meno conflictivo mas amplio, a saber, como la forma de violencia (yposiblemente tambien de intensidad) mas externa 0 al menos mas acentua-da. Con ello se desplazan las preguntas te6ricas hacia un campo mas pro-metedor; pues ahora hemos de preguntarnos:(,en que condiciones asurnen

los conflictos sociales una forma mas 0 menos violenta 0 mas 0 menos in-tensa? (,Que factores son capaces de influir sobre la violencia e intensidadde los conflictos? (,En que se basa, por tanto, la variabilidad de los con-flictos sociales con relaci6n alas dimensiones aqui distinguidas? No pu-diendo ser nuestra intenci6n contestar aqui estas preguntas con toda exac-titud y minuciosidad, habran de indicarse, sin embargo, algunos factoresque tienen alguna importancia en este caso y cuyo ulterior estudio consti-tuye un problema a explorar por una sociologia del conflicto.

Un primer conjunto de factores se desprende de las condiciones de or-ganizaci6n de los grupos de conflicto, es decir, de la manifestaci6n de losconflictos. En contra de una sospecha frecuentemente proclamada, pareceser que la plena manifestaci6n de los conflictos es ya un paso para suavi-zar sus formas. Muchas disputas alcanzan su maximo grado de intensidady violencia cuando uno de los dos bandos en pugna es capaz de organizar,es decir, disponer de las condiciones sociales y tecnicas necesarias, pero seIe deniega al mismo tiempo esa organizaci6n, es decir, faltan las condicio-nes politicas. Para esta situaci6n pueden sacarse ejemplos hist6ricos, tantodel campo de las relaciones internacionales (guerra de partisanos y de gue-rrillas) como tambien del de los conflictos intrasociales (disputas indus-triales antes del reconocimiento legal de los sindicatos). El mas peligrosoes siempre el conflicto s610 medio visible, que no acaba de captarse y quese manifiesta en movimientos explosivos revolucionarios 0 cuasi-revolu-cionarios. Una vez que los conflictos se han reconocido como tales, no haytampoco con frecuencia tantos intereses en juego para el particular y sehace posible suavizar sus formas.

Mas importancia parece tener, con vistas a la intensidad de los conflic-tos, el elenco de factores de la movilidad social. En la medida en que esposible la movilidad -sobre todo entre las partes en disputa- pierden losconflictos en intensidad y al reyes. Las discusiones politicas entre los par-tidos socialistas y conservadores eran mucho mas intensas en una epoca enque a los trabajadores 0 a sus hijos les resultaba practicamente imposibleascender a puestos de responsabilidad que en la actualidad; los conflictosnacionales aumentan en intensidad en la medida en que se cierran las fron-teras entre las naciones (y al reves:los viajes aminoran la intensidad de losconflictos nacionales). Cuanto mas fuertemente se halla encadenado el in-dividuo a su posici6n social, tanto mas intensos son los conflictos nacidosde esta posici6n, porque son menores las posibilidades que tienen los afec-tados de sustraerse a ellos. A partir de tales premisas es posible defender latesis de que los conflictos nacidos de posiciones relacionadas con la edado el sexo seran siempre mas intensos que los originados por posicionesprofesionales, 0 que las disputas confesionales son por 10 general mas in-

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tensas que las de tipo regional. Una movilidad vertical u horizontal, el as-censo, el de seen so y el cambio, producen siempre una disminucion en laintensidad de los conflictos.

Uno de los grupos de factores mas importantes que es capaz de intluiren la intensidad de los conflictos se encuentra en la dimension de 10 queequivocadamente podrfa designarse como pluralismo social 0, con masexactitud, como la superposicion 0 separacion de sectores estructuralcssociales. Toda sociedad conoce una multitud de conflictos sociales. Estos-por ejemplo, entre confesiones religiosas, entre regiones, entre domi-nadores y dominados- pueden presentarse por separado, de modo que laspartes de cada conflicto individual aparecen como tales solo en este; peropueden presentarse tambien superpuestos, de modo que los mismos bandoshostiles vuelven a aparecer en distintos conflictos, y el partido confesional"A", el regional "Q" y el partido dominante, por ejemplo, se aglutinan enun unico gran "partido". Toda sociedad conoce un numero indeterminadode ordenes institucionales: Estado y Hacienda, Jurisdiccion y Ejercito, Edu-cacion e Iglesia. Estos ordenes pueden gozar tambien de cierta relativa in-dependencia, de manera que los grupos directivos politicos, economicos,jurfdicos, militares, pedagogicos y religiosos tienen cada uno su propiaidentidad; pero tambien aquf es posible una superposicion de modo que ununico grupo sea el que Ileva la voz cantante en todos los campos. A medidaque crecen en una sociedad estos y parecidos fenomenos de superposicion.aumenta la intensidad de los conflictos a medida que la estructura de la so-ciedad se toma pluralista, es decir, ofrece muchos y variados sectores auto-nomos. Al superponerse distintos sectores sociales implica cada conflictouna lucha por el todo; quien quiere imponer en este caso una decisi6n en clsector econ6mico ha de alterar al mismo tiempo las condiciones polfticas dcdominio. Si en cambio se separan los sectores, ya no hay tantos intereses cnjuego en cada conflicto en particular y los costes de la derrota (por tanto.tambien la intensidad) son menores.

A estos tres conjuntos de factores, aquf superficial mente indicados.hemos de afiadir sobre todo otro que se refiere a la violencia de los con-flictos sociales: el de la regulaci6n de conflictos. Pero su importancia jus-tifica un capitulo propio.

De las tres actitudes ante los conflictos sociales, que se encuentrantanto entre particulares como entre grupos y sociedades enteras, hay solouna que es racional, es decir, acomodada alas leyes sociales de los con-

flictos. Por tanto, s610 esta postura garantiza un control efectivo de la vio-lencia en conflictos sociales dentro y entre sociedades. Sin embargo, estaultima postura es mucho menos comun que las otras dos, cuya insuficien-cia puede probar la teorfa sociologica del conflicto.

Es seguramente algo muy conocido por los grupos dominantes quepuede reprimirse la oposici6n. Aun cuando -cosa comprensible- la re-presi6n del conflicto ha sido pocas veces recomendada en la historia de lafilosoffa polftica como algo proporcionado, han seguido muchos este con-sejo hasta nuestros dfas. A pesar de ello, la represi6n no es s610 un metodainmoral , sino tambien inefectivo para tratar conflictos sociales. En lamisma medida en que se intentan reprimir los contlictos sociales aumen-tan estos en potencia virulenta, con 10 cual provocan una represi6n todavfamas violenta, hasta que finalmente no hay ningun poder en la tierra que seacapaz de mantener a raya las energfas de conflicto privadas de su manifes-taci6n al exterior: a traves de toda la historia de la humanidad nos propor-cionan las revoluciones amargas pruebas de este aserto. Claro esta que notodos los sistemas totalitarios son efectivamente sistemas de represi6n, yuna represion perfecta se encuentra raramente en la historia. La mayorparte de las formas estatales no parlamentarias mezc1an la represi6n y laregulacion de conflictos de un modo sumamente sutil. Cuando esto no seda, cuando cualquier oposicion 0 antagonismo se ahogan efectivamentemediante la violencia, solo sera cuestion de tiempo la erupcion de conflic-tos de extrema violencia. "A largo plazo", es decir para un espacio de tiem-po de varios afios, el metoda de la represi6n no sera capaz de hacerse conlos conflictos sociales. Pero esto mismo puede predicarse de todas las for-mas de las Ilamadas "soluciones" de los conflictos. Una y otra vez se ha in-tentado en la historia, en el campo intemacional y en el pansocial, en lasrelaciones entre grupos como entre roles, hacer desaparecer de un mododefinitivo contradicciones y antagonismos interviniendo duramente en lasestructuras vigentes. Bajo el termino de "soluci6n" de los conflictos habraque entender aquf todo intento de hacer desaparecer de rafz cualquier opo-sici6n. Tambien este intento va siempre mal encaminado. Objetos actualesde determinados conflictos -Ia cuestion de Corea en conflicto Este-Oeste,una demanda concreta de salarios en las discusiones sobre un nuevo con-trato colectivo- pueden hacerse desaparecer, es decir, pueden regularse demodo que no vuelvan a surgir otra vez como tales objetos de conflicto.Pero ningun arreglo de este objeto elimina el conflicto mismo que tras else esconde. Los conflictos sociales, es decir, los antagonismos que siste-mliticamente van surgiendo en las estructuras sociales, no se dejan "resol-ver" teoricamente en el senti do de una supresi6n definitiva. Quien intentaresolver conflictos para siempre, caera pronto en la peligrosa tentacion de

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dar la impresi6n, mediante el empleo de la fuerza, de haber conseguidoaquella "soluci6n" que no podia lograr siguiendo el curso natural del asun-to en cuesti6n. La "comunidad del pueblo" y la "sociedad sin clases" sons610 dos ejemplos, entre otros muchos, de esta represi6n bajo el manto hi-p6crita de la "soluci6n definitiva" de los conflictos. .

Designare como regulacion de conflictos la postura ante los mlsmosque, a diferencia de la represion y la "solucion", promete tener exito For-que se acopla alas realidades sociales. Esta regulacion d.e los ~onfllcto~sociales constituye el medio decisivo para disminuir la vlOlencla de caSltodas las especies de conflictos. Estos no desaparecen por su regulacion; nisiquiera son luego, necesariamente, menos intensos; pero en la medida enque se consiga canalizarlos se haran mas controlables y se pondra su ener-gia creadora al servicio de un desarrollo progresivo de las estructuras so-ciales.

El control positivo de los conflictos exige, desde luego, una serie depresupuestos. Para ello falta que los conflictos en general y tambie~ los an-tagonismos dados en particular sean considerados por todos los mteresa-dos como inevitables, e incluso como justificados y con sentido. Quien nogusta de los conflictos, quien los tiene por desviaciones patologicas de u~estado normal sofiado no lograra dominarlos. Tampoco basta el reconOCl-miento resignado de la inevitabilidad de los conflictos. Pero esto significaque toda intervencion en un conflicto se limita a la regulacion de sus .fo~-mas y renuncia al vano intento de extirpar sus causas. No se pueden ehml-nar las causas de los conflictos -a diferencia de sus formas extemas par-ticulares-; de ahi que al regular los conflictos siempre se habla solo de or-denar esas formas manifestadas al exterior y aprovechar su variabilidad.Esto s610 se consigue canalizando las diferencias dadas de un modo quetenga garantias de exito. La manifestaci6n de los conflictos, por ejemplo,la organizacion visible de grupos de conflicto, es condicion previa de dichacanalizacion. En este sentido es importante que dicha manifestacion con-tenga alguna responsabilidad; sirven de poco aqui aquellas organizacionesque no representan efectivamente aquello que 0 aquel a quien pretender re-presentar. Una vez cumplidas todas estas condiciones previas, el siguientepaso consiste en que todos los interesados convengan en ciertas "reglas deprocedimiento", segun las cuales quieren dirimir sus diferencias. Este esseguramente el paso decisivo en el arreglo de cualquier conflicto social;mas ha de verse en conexi on con los demas presupuestos.

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