CÓRDOBA

Córdoba dio un doble ‘sí’ a la Constitución y a la autonomía

DOCUMENTOSCÓRDOBA

28 DE FEBRERO DEL 2018

Director: Francisco Luis Córdoba

DOS REFERÉNDUMS HISTÓRICOS

40 añosAnDAluCíA y lA COnstituCiÓn

LOs nuEvOs aiREs DEL 6-D y EL 28-F

de Constitución

El 6 de diciembre de 1978, el pueblo es-pañol aprobó en re-feréndum la Cons-titución Española, confirmando la inci-

piente democracia que puso fin a 40 años de dictadura franquis-ta. Con tal motivo, Diario CÓR-DOBA ha preparado una serie

la Córdoba de hoy: 40 años des-pués.

Diario CÓRDOBA llevará a ca-bo una programación anual que culminará el 6 de diciembre, fecha en la que se cumple el 40 aniversario del referéndum que refrendó la Constitución Españo-la. Para ello, hemos confecciona-do un ciclo de actividades que se extenderá durante varios meses y en los que se pretende remarcar socialmente la importancia que ha tenido para el país y para Cór-doba el periodo más duradero de la democracia en su historia.

Diario CÓRDOBA conmemora todos los años el Día de Andalu-cía con una publicación especial. Las páginas que contiene el su-plemento que está en sus manos, en esta ocasión están dedicadas íntegramente a la celebración de este 40 aniversario de la Constu-tición.

En este Documentos CÓRDOBA por el Día de Andalucía se recoge la importancia de la Constitución Española para la convivencia en

estas cuatro décadas de historia en Andalucía y Córdoba, cuál fue el respaldo que le dieron los cor-dobeses, cómo era la sociedad de entonces y como ha cambiado, cómo se transformó la estructu-ra económica y que ha supuesto para Córdoba la Carta Magna.

Para ello se recurrirá a cordo-beses que participaron en este momento histórico, pero tam-bién a quienes han analizado su trascendencia. El primero de los objetivos es destacar la Constitu-ción como marco generador de la Andalucía de ahora. También, el suplemento quiere difundir el valor de la Constitución y re-marcar la influencia de la Carta Magna en la provincia de Córdo-ba para impulsar una sociedad moderna. A su vez, reconoce a los protagonistas que participaron en unos momentos históricos de la política española y analizar los principales cambios en los últi-mos 40 años. Por último, aborda la oportunidad o no de una refor-ma constitucional. H

LA CARTA MAGNA. La Constitución, que celebra su 40 aniversario, dio cobertura legal para el desarrollo de la autonomía para Andalucía, la reivindicación de un pueblo.

la carta magna fuE EL MARCO LEgAL DE AnDALuCíA En LA ESPAÑA DE LAS AuTOnOMíAS

REDACCIÓN

de actos para conmemorar esta importante efémerides durante 2018, con los que pretendemos remarcar la significación de aquella decisión y la confirma-ción del mayor periodo demo-crático en la historia de Espa-ña, sus consecuencias en la pro-vincia de Córdoba, su reflejo en la sociedad, quiénes fueron los que protagonizaron aquel mo-mento y cómo ha transforma-do el modo de vivir de los cor-dobeses.

Diario CÓRDOBA, como perió-dico de referencia en la provin-cia, quiere unirse a la celebración del cuadragésimo aniversario de la Carta Magna con la organiza-ción de un amplio programa de actos con los que se pretende ana-lizar y remarcar: la Constitución como marco legal de la nueva Andalucía en la España autonó-mica; el factor de cohesión social de la Constitución Española; los protagonistas cordobeses de esos momentos históricos; la Córdo-ba que esperaba la Carta Magna;

DIARIO CÓRDOBA HA PREPARADO unA SERIE DE ACTOS PARA COnMEMORAR ESTA IMPORTAnTE EfEMÉRIDES A LO LARgO DEL 2018

CÓRDOBA

40 años

2 MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

SÁNCHEZ MORENO

La gRaN NOvEdad dE La CONStituCióN dEL añO 1978 ES quE dECLaRa La COHESióN iNdiSOLubLE dEL paíS aL tiEMpO quE gaRaNtiZa LOS dERECHOS dE LaS REgiONES quE LO CONfORMaN

La unidad de España y el Estado de las autonomías

PARLAMENTO. El Parlamento asume la representación de la voz de todos los andaluces a través de los partidos políticos escogidos en las urnas.L

a transición española a la democracia tuvo como hito fundamen-tal la elaboración de un texto constitucio-nal, fruto del consen-

so entre los partidos democráti-cos. Esta Carta Magna o Ley de Leyes vino a sustituir las viejas leyes franquistas y sentó las ba-ses del nuevo Estado, un Estado descentralizado que a partir de ahora sería llamado de las au-tonomías. Ha sido y es la pie-dra angular de la transición y de la democracia española. En su título viii, la Constitución de 1978 trató de abordar uno de los problemas históricos del país: aunar la unidad del Estado con la diversidad de regiones y nacionalidades que lo compo-nen. para ello, se establecieron los cauces legales para que los territorios que lo desearan y que cumplieran una serie de requisi-tos pudieran constituirse en co-munidades autónomas. Las que así se conformaran tendrían un Estatuto de autonomía en el que se recogerían las compe-tencias que asumían, unos esta-tutos que debían ser aprobados por las Cortes generales. una vez vio la luz la Constitución, en el período 1979-1983 se consti-tuyeron las actuales Comunida-des autónomas y España quedó conformada por 17 de ellas, más dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla). Cada una de estas co-munidades posee un gobierno propio y está formada por una o varias provincias, hasta un total de 50 en todo el territorio nacio-nal. a su vez, cada provincia está dividida en un número variable de municipios que en toda Espa-ña suman más de 8.000. Los mu-nicipios son las entidades terri-toriales básicas en la organiza-ción territorial de España.

La Constitución española de 1978 se compone de 169 artícu-los y de entre todos ellos el que aporta mayor novedad es el artí-culo 2, que declara la unidad in-disoluble de la nación española, garantizando el derecho de au-tonomía de las nacionalidades y regiones que la integran. Se pro-dujo, así, una reorganización del Estado que implicaba una fuerte descentralización, es decir, que el poder no estuviese centrado solo en los órganos de gobier-no establecidos en Madrid, sino que las diferentes regiones, que

LAURA MÁRMOL

se organizarían en autonomías o comunidades autónomas, tu-vieran amplias cotas de autogo-bierno en aspectos claves como la educación, la sanidad, la cul-tura, etcétera.

Hay que resaltar que la Consti-tución dota de autonomía a las distintas Comunidades, pero el Estado es el único soberano. El gobierno Central se reserva la ex-clusividad de las competencias sobre relaciones internacionales, defensa, fuerzas armadas, siste-ma monetario y Hacienda. Las Co-munidades autónomas tendrán competencias de urbanismo, tu-rismo, carreteras, transportes,

pesca, enseñanza, policía o pro-tección del medio ambiente. «El problema regional fue uno de los más difíciles de solventar en el proceso constituyente y final-mente se optó por no establecer un modelo rígido y cerrado de distribución territorial del poder político. Se trataba, por tanto de una solución abierta. de hecho, el proceso de construcción del Estado de las autonomías es un proceso dinámico que ha ido evo-lucionando a lo largo de los últi-mos treinta años», indica Miguel agudo, catedrático de derecho Constitucional de la universidad de Córdoba.

El establecimiento de la auto-nomía política como forma de organización territorial del po-der del Estado supuso el recono-cimiento de las aspiraciones de autogobierno de los nacionalis-tas y el final del rígido centra-lismo anterior. Las ansías de au-togobierno eran muy evidentes en algunas regiones españolas, particularmente en las llamadas nacionalidades históricas, como Cataluña o el país vasco, y pron-to fueron contagiándose a las de-más regiones. El texto constitu-cional admite las desigualdades entre las comunidades al distin-guir entre nacionalidades o

el proceso de CONStRuCCióN dEL EStadO dE LaS autONOMíaS Ha idO tENiENdO uNa EvOLuCióN

3MIÉRCOLES, 28 dE fEbRERO dE 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

4 MIÉRCOLES, 28 dE fEbRERO dEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

comunidades históricas (Catalu-ña, País Vasco y Galicia) del resto. Como consecuencia, se estable-cieron dos vías para su creación. Se trata de la vía rápida, prevista en el artículo 151, que permitía el acceso directo mediante la aprobación en referéndum de un Estatuto de Autonomía, y la vía lenta, (recogida en el artícu-lo 143), que fijaba la asunción de competencias en el plazo cinco años sin precisar referéndum pa-ra constituirse en Comunidad.

«El Estado Federal es una posi-bilidad razonable de superación del actual modelo autonómico. Ello es así porque la necesidad de corregir ciertas disfunciones en el modelo de financiación, así como el reciente problema del encaje de Cataluña en Es-paña, ponen de manifiesto la conveniencia de pensar en una posibilidad que tiene una tradi-ción en nuestro pensamiento y en nuestra historia política. Una posibilidad que se enfrenta a una serie de límites, entre ellos que la Constitución Española limita lo que entendemos por autode-terminación y, por tanto, por de-recho a decidir. En este sentido, la reforma hacia un Estado Fe-deral tendría que ser una refor-ma constitucional con todos los requisitos establecidos», indica Agudo. Este experto en la mate-ria añade que los principios que deben inspirar una nueva Cons-titución territorial para España,

trataba de una vía prevista para las nacionalidades históricas y que permitía una mayor cesión de competencias. El 28 de febrero de 1980 se celebra el Referéndum Autonómico, que triunfa en siete de las ocho provincias andaluzas, no alcanzando el techo legal en Almería. Tras intensos debates, la modificación de la Ley Orgánica de modalidades de referéndum permite desbloquear la autono-mía andaluza, que se completa con la aprobación del Estatuto de Autonomía de nuevo en refe-réndum.

Las primeras elecciones al Par-lamento de Andalucía tienen lu-gar el 23 de mayo de 1982 y se saldan con la mayoría absoluta del PSOE-A, que se mantendrá desde entonces al frente de la Junta de Andalucía con distintos presidentes.

El 20 de diciembre de 2006 el Senado aprobó, con el apoyo más amplio recibido hasta ahora por un texto de esta índole, la Refor-ma del Estatuto de Autonomía para Andalucía. Se trata de un texto con el que, entre otros ob-jetivos, la Comunidad Autónoma pretende alcanzar el máximo te-cho competencial y ampliar los derechos sociales de sus ciuda-danos. En 2007, los andaluces ratificaron en referéndum un nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía, en cuyo preámbulo se reconoce la realidad nacional an-daluza como la describió el Mani-

fiesto andalucista de Córdoba de 1919. El texto final cuenta con un total de 250 artículos, 11 títulos, cinco disposiciones adicionales, dos transitorias, una derogatoria y tres disposiciones finales.

«Nadie puede negar que el avance económico, político, edu-cativo, social y cultural que ha experimentado Andalucía en es-tos 40 años ha sido espectacular. Así, su voz debe de ser escuchada con la máxima intensidad en el debate abierto en la actualidad sobre el modelo de configuración territorial en España. Por eso, ha de plantearse como opción via-ble que, entre la recentralización y la huida soberanista, haya que apostar por la tercera vía, la de un golpe de timón federal que cierre el modelo desde la clave de la cohesión social y territorial, haciendo real el principio de so-lidaridad que se encuentra en el artículo 2 de nuestra Constitu-ción», manifiesta Miguel Agudo.

El catedrático de Derecho Constitucional hace referencia también a la situación en Cata-luña y asegura que «la tensión territorial forma parte de la his-toria reciente de España», si bien, a su juicio, «cabe reseñar que la gestión del asunto catalán ha si-do una suma de despropósitos en los que todos los partidos políti-cos no han sabido estar a la altu-ra histórica que se precisaba pa-ra solucionar un problema de tal envergadura política». H

SENADO. Es la Cámara Alta de las Cortes Generales, órgano constitucional que representa al pueblo español. Es la cámara de representación territorial.

los pasos hacia LA AUTONOMíA ANDALUzA COMENzARON TRAS MORiR FRANCO

serían, entre otros, «el respeto a la diversidad y a las identidades diferenciadas dentro de España, así como el mantenimiento de la igualdad sustancial de estatus ju-rídico en derechos y deberes para toda la ciudadanía en el conjun-to del territorio del Estado».

LOS PRIMEROS ESTATUTOSLos primeros estatutos que se aprobaron fueron el vasco y el catalán, en octubre de 1979. En 1981 salieron adelante los esta-tutos de autonomía de Asturias, Cantabria y Andalucía. En el resto de las regiones, se estable-cieron las autonomías entre los años 1982 y 1983. En 1995, el sistema se completó con la con-versión de Ceuta y Melilla en ciu-dades autónomas. Con todo, la Constitución estableció un prin-cipio fundamental, el principio de la necesaria solidaridad terri-torial, es decir, que las regiones ricas contribuyeran al desarrollo de las menos ricas. El objetivo era y es evitar los desequilibrios del país con la nueva organiza-ción territorial autonómica. «La crisis económica ha atacado pro-fundamente las bases del Estado social en nuestro país y, de paso, ha puesto sobre la mesa el debate acerca del equilibrio y moderni-zación de nuestro modelo auto-nómico», indica Miguel Agudo, una modernización que, a su juicio, conllevaría reformas pa-ra la consecución de «un sistema

CÓRDOBA

de financiación acordado por to-dos, garantizando los principios de suficiencia, autonomía finan-ciera, corresponsabilidad y soli-daridad».

Los pasos políticos que desem-bocaron en la actual autonomía andaluza comienzan a darse tras la muerte de Francisco Franco y el inicio de la transición demo-crática. Así, el 4 de diciembre de 1977, alrededor de millón y me-dio de andaluces se manifesta-ron en las capitales de provincia convocados por la Asamblea de parlamentarios para demandar la autonomía. La consecuencia más inmediata es la concesión de la preautonomía a Andalucía en abril de 1978.

La Junta de Andalucía se cons-tituye en junio de 1979 y decide, con el apoyo de la mayoría de los ayuntamientos andaluces, acogerse a la vía rápida para la obtención de la autonomía. Se

JUAN PABLODURÁN

HEMOS DADO UN

PASO DE GIGANTE PORQUE

ANDALUCÍA PARTÍA DE

UNA POSICIÓN MUY

ATRASADA, PERO AÚN TENEMOS MUCHOS

RETOS EN EL HORIZONTE Y

ES NECESARIO EL ESPÍRITU

lA crEAcióN

DE UN MODELO DE

CONvIvENCIA ACORDADO POR TODOS

EN LA CONSTITUCIÓN

HA POSIbILITADO

EL MAYOR TIEMPO DE PAZ,

DEMOCRACIA Y PROGRESO ECONÓMICO

Y SOCIAL DE TODA

Unidos en lo esencialHace 40 años, Andalucía vivió uno de los momentos más importantes de su historia: la firma del Pacto de Antequera de 1978, rubricado por todos los partidos políticos anda-luces de aquel momento y que fue una palanca muy importante para alcanzar la autonomía plena para Andalucía.

Hoy, cuatro décadas después, de-bemos valorar el esfuerzo de los re-presentantes políticos de aquel mo-mento al comprobar el desarrollo y la evolución positiva de nuestra tie-rra en este tiempo. Hemos dado un salto de gigante porque Andalucía partía de una posición muy atrasa-da, pero aún tenemos muchos re-tos en el horizonte y sigue siendo necesario ese espíritu de consenso, además de valentía y altura de mi-ras para mantener una posición co-mún: la defensa de los valores que hicieron posible la autonomía para Andalucía.

La unidad mostrada por la inmen-sa mayoría del pueblo andaluz y sus instituciones (como Diputaciones y Ayuntamientos) no fue exclusiva de nuestra tierra. En España, hace 40 años el consenso pasó de ser una utopía a convertirse en realidad y la Constitución Española de 1978 es otro claro ejemplo. La creación de un modelo de convivencia acor-dado por todos ha posibilitado el mayor tiempo de paz, democracia y progreso económico y social de toda nuestra Historia.

Andalucía siempre ha concebido la autonomía como el derecho de nuestra tierra a disponer de las más altas cotas de autogobierno en pie de igualdad con los demás territo-rios de España. Andalucía siempre ha alzado y alzará la voz para garan-tizar la igualdad entre las distintas regiones de nuestro país: ese es el espíritu del 28 de febrero que tene-mos la obligación de reivindicar en la actualidad para no retroceder en lo ya conseguido frente a los que buscan imponer un modelo territo-rial de división y enfrentamiento.

2018 es un año clave para Anda-lucía en el que debemos resolver asuntos de enorme trascendencia y, por ello, debemos seguir «unidos en lo esencial», no solo para mante-ner nuestro modelo de convivencia frente a los que pretenden romper-lo, sino para conseguir un modelo de financiación justo y adecuado a las demandas de Andalucía para los próximos años; para trasladar de manera inequívoca a las institu-ciones europeas nuestra posición favorable al mantenimiento de los fondos para la PAC y las políticas de cohesión; para impulsar medidas sociales, de inversión y de creación de empleo, aprovechando las me-joras macroeconómicas porque el bienestar de las familias europeas debe ser nuestro principal objetivo; para afrontar desafíos importantes como las consecuencias del Brexit y abordar de manera decidida la política de migración o el auge de los populismos radicales y extremis-tas.

El 28 de febrero es un día festivo para el conjunto de los andaluces

PresidentedelParlamentode Andalucía

porque celebramos la valentía y el compromiso de nuestro pueblo para conseguir la autonomía, pero también es un buen momento pa-ra volver a reivindicar el valor de la unidad que es clave para renovar la esperanza de futuro de nuestra

tierra.El consenso es el éxito de nues-

tros 40 años de democracia y hoy, igual que ayer, ese consenso es el que garantiza la estabilidad. Por eso, quiero poner en valor lo que es-tá pasando en Andalucía, donde a

pesar de las dificultades, nos esfor-zamos en el acuerdo que nos apor-ta estabilidad política y económica. Nunca se resuelve un conflicto con la victoria del cien por cien de unos sobre otros. El éxito siempre viene cuando anteponemos los intereses generales a los particulares. Y la he-rramienta más efectiva para conse-guirlo es el diálogo.

Al igual que debemos esforzarnos en lograr esa unidad en beneficio de los andaluces, también tenemos que erradicar los viejos clichés y es-tereotipos que algunos pretenden rescatar para descalificar a los an-daluces, como es el caso de nuestro acento. Se trata, simple y llanamen-te, de una muestra inequívoca del desconocimiento y la ignorancia de estas personas sobre la diversidad y la pluralidad de nuestro territo-rio. No hay mejor día en el calen-dario para defender nuestras señas de identidad que el 28 de febrero y ante estos ataques, exigimos respe-to para nuestra manera de hablar y respeto para todos los acentos y las lenguas de nuestro país.

Los anhelos, las ilusiones y los sa-crificios de todos cuantos nos ante-cedieron en la defensa de Andalucía y de sus gentes, resuenan con más fuerza en este día y merecen que, ante cualquier ataque a nuestra tierra, alcemos la bandera blanca y verde para recordar cómo somos y lo que representamos.

Quienes nos dedicamos hoy a la política, los servidores públicos, de-bemos trasladar un mensaje firme a todos los andaluces y andaluzas: no vamos a relajarnos en la defensa de nuestra identidad, de nuestros derechos y de nuestras institucio-nes, no vamos a retroceder ni va-mos a perder lo que hemos conse-guido con el esfuerzo y sufrimiento de muchas generaciones. Estamos obligados a redoblar nuestros es-fuerzos para ofrecer soluciones y certidumbre a todos aquellos que tienen problemas e inquietudes; debemos redoblar la confianza en nuestro pueblo, en nuestra rique-za cultural, en nuestros jóvenes y mayores. Y eso se conseguirá con más fuerza y agilidad si colocamos el consenso y el acuerdo como pro-tagonistas de la acción de nuestras instituciones y representantes po-líticos.

Estoy convencido de que la Anda-lucía dinámica, vitalista, solidaria, moderna pero respetuosa de sus tradiciones, abierta al mundo, or-gullosa de su pasado reciente y am-biciosa de futuro, es la que consti-tuye la base sólida sobre la que con-tinuar avanzando. El 28 de febrero nos enseñó que los sueños de los andaluces se pueden convertir en realidad. Y en un día tan especial como hoy, apelo a los sentimientos de unidad, libertad, igualdad y fra-ternidad que están escritos en nues-tro Estatuto, en nuestra bandera y nuestro himno para llevarlo a cabo con éxito.

Con el deseo de que nuestra tie-rra sea más próspera y clave en la cohesión de nuestro país, les deseo un Feliz Día de Andalucía. H

5MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

AndAlucíA fue lA únicA comunidAd espAñolA que AlcAnzó su AutonomíA Al AmpAro del Artículo 151 de lA constitución, trAs un intenso debAte y pugnA pArA que se AplicArA el 143

En este año en el que la constitución es-pañola cumple 40 años y se conmemo-ra el 38 aniversario de la celebración del

referéndum de ratificación de la autonomía andaluza por la vía del artículo 151 de la cons-titución, que se celebró el 28 de febrero de 1980, nadie pone en duda que Andalucía es una «na-cionalidad histórica», que tiene similares cotas de autogobier-no que otras comunidades Au-tónomas españolas. de hecho, el estatuto de Autonomía para Andalucía incorporó desde el mismo momento el máximo ni-vel competencial permitido por la constitución.

sin embargo, el encaje cons-titucional del estatuto andaluz por la denominada «vía rápida» del artículo 151, que garantiza-ba un poder político propio y un horizonte competencial mayor

HiPólito fernándeZ

Única autonomía por la ‘vía rápida’ del 151«no queríamos ser menos que cAtAluñA, pAís vAsco y gAliciA», recuerdA AlcAide

más que una cuestión de competenciAs, erA unA cuestión de principios

desde el primer momento, no fue nada fácil, hasta el punto de que el definitivo estatuto que fue aprobado de nuevo por referén-dum popular el 20 de octubre de 1981 culminó un largo y tortuo-so proceso que hizo de Andalucía la única comunidad Autónoma que alcanzó su autogobierno al amparo del 151; en similares con-diciones a las llamadas entonces «comunidades históricas» -cata-luña, país vasco y galicia-, que se acogieron a lo dispuesto en la disposicion transitoria segunda de la constitución, por haber ple-biscitado «en el pasado proyectos de estatuto de Autonomía».

no en vano, entre 1977 y 1980 se produjo un intenso debate sobre cuál debía ser la vía para la autonomía andaluza, si el ar-tículo 143 ó el 151, debate tras el cual se encontraban distintas posiciones sobre lo que era y lo que debía ser Andalucía, y sobre la propia organización territorial de un estado descentralizado. en este sentido, Andalucía reclama-

ba su carácter de «comunidad histórica» que no quería ser me-nos que cataluña, país vasco y galicia, y se oponía a una espa-ña de comunidades de primer y de segundo grado (como parecían apuntar las dos vías del 143 y 151); mientras que el gobierno central defendía la plena autono-mía inicial tan sólo para las tres citadas regiones que habían apro-bado estatutos de Autonomía en tiempos de la ii república.

también desde un punto de vista más social y menos políti-co, historiadores y representan-tes políticos de entonces consul-tados apuntan que para Anda-lucía, más que una cuestión de competencias o de sentimiento nacionalista, era una cuestión de principios, porque los andaluces tenían una profunda percepción de abandono por parte del esta-do, de no querer ser menos que nadie y la conviccion de que só-lo la proximidad del poder a los problemas permitirían colocar a Andalucía en el camino de la mo-

dernizacion y el progreso. «An-dalucía no quería ser menos que otros, pero eso no quiere decir que existiera un sentimiento na-cionalista», afirma ahora, entre otros, carmelo casaño, diputado nacional de la ucd por córdoba en las primeras elecciones cons-tituyentes de 1977, e integrante, por tanto de la primera Asamblea de parlamentarios andaluces que puso en marcha el proceso auto-nómico. en semejante línea se ex-presa el también diputado cons-tituyente de la ucd por córdoba José Javier rodríguez Alcaide, que señala a este diario que An-dalucía optó por el artículo 151 «porque no queríamos ser menos que cataluna, país vasco y gali-cia, a los que, por otro lado, no se les exigió tanto como a nosotros para alcanzar la autonomía», re-cuerda, en referencia a que en Andalucía fueron necesarios dos referéndums: el de la ratificación de la iniciativa autonómica por la vía del 151, y el de aprobación del propio estatuto.

6 Miércoles, 28 de febrero del 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

Única autonomía por la ‘vía rápida’ del 151

RICARDO

CITA CON LAS URNAS. El 4 D de 1977 Córdoba pide en la calle la autonomía. A la izquierda, cabeza de la manifestación; al lado, el cartel de la convocatoria.

tRAs lA AplICACIón Del ARtíCulO 143 O Del 151 De lA COnstItuCIón se enCOntRAbAn DIstIntAs pOsICIOnes sObRe lO que eRA AnDAluCíA y sObRe lA ORgAnIzACIón teRRItORIAl Del estADO

Al concurso de toda la socie-dad, y no sólo de los partidos po-líticos, se refiere el que también fuera diputado nacional consti-tuyente del psOe por Córdoba Rafael Vallejo, que explica que la apuesta por el 151 fue posible porque no sólo estaban detrás ca-si todos los partidos, «sino toda Andalucía, todos sus órganos e instituciones sociales y económi-cas». no en vano, el lema de aque-llos días, como en otras zonas de españa, era «libertad, amnistía y estatuto de Autonomía».

Asimismo, en el debate entre el 143 y el 151 para Andalucía tampoco hay que obviar la lucha política, la pugna entre el psOe de Felipe gonzález y la ya extinta uCD de Adolfo suárez, por enton-ces presidente del gobierno.

en este sentido, el gobierno central quería que todas las fu-turas Comunidades Autónomas, excepto las tres «históricas», se recondujeran por el artículo 143. un artículo con un proce-dimiento más lento en su trami-

tación, que no preconfiguraba instituciones autonómicas y que limitaba las competencias que podrían asumirse. De igual ma-nera, con esta vía se defendía un distinto ritmo en la consecución del techo competencial, ya que en el mejor de los casos, habrían de transcurrir cinco años para que las comunidades constitui-das por esta vía alcanzaran una autonomía plena. según este ar-tículo, «la iniciativa del proceso autonómico corresponde a todas las Diputaciones interesadas o al órgano ínterinsular correspon-diente, y a las dos terceras partes de los municipios cuya población represente, al menos, la mayoría del censo electoral de cada pro-vincia o isla». Cumplidos tales re-quisitos se podían asumir, como máximo, las competencias pre-vistas en el artículo 148.

por contra, Andalucía defen-día el artículo 151, la «vía rápi-da», procedimentalmente más ágil, que garantizaba un poder político propio -con Asamblea

El dEbatE también Fue ReFlejO De lA pugnA entRe FelIpe gOnzález y ADOlFO suáRez

los rEsultados dEl ReFeRénDum en AlmeRíA DIFICultAROn el enCAje COnstItuCIOnAl

legislativa y Consejo de gobier-no- y un mayor nivel de autogo-bierno. este artículo permitía que se pudieran asumir mayores competencias, con el límite de las reconocidas en exclusiva al estado por el artículo 149, cuan-do la iniciativa autonómica fuera acordada «además de por las Di-putaciones o los órganos interin-sulares correspondientes, por las tres cuartas partes de los muni-cipios de cada una de las provin-cias afectadas que representen, al menos, la mayoría del censo electoral de cada una de ellas». sin embargo, el 151 exigía que la iniciativa autonómica fuera «rati-ficada mediante referéndum por el voto afirmativo de la mayoría absoluta de los electores (es decir, mayoría del censo, no de los que fueran a votar) de cada provin-cia». Algo que en el referéndum del 28 de febrero de 1980 no se cumplió en el caso de Almería, lo que supuso más dificultades para el encaje constitucional del estatuto.

RECoRRiDo históRiCo DEl EnCAjEno obstante, el encaje constitu-cional del estatuto andaluz no puede entenderse sin la fuerza y el impulso inicial que tuvo todo el proceso autonómico en Anda-lucía, cuya primera fecha emble-mática fue el 4 de diciembre de 1977, cuando miles y miles de andaluces se manifestaron en las capitales de provincia reivin-dicando la autonomía.

no en vano, y como recuerda josé miguel salinas, diputado na-cional del psOe por Córdoba en las legislativas de 1979, y, por en-de, miembro del pleno de la jun-ta preautonómica de Andalucía, «primero demostramos la fuerza en la calle y eso se usó para lograr luego, dentro de la legalidad, el máximo nivel de competencia autonómica».

un año después, el 4 de diciem-bre de 1978, los partidos con pre-sencia en Andalucía firmaron el denominado Pacto de Antequera, en el que se comprometían a au-nar esfuerzos para conseguir,

7Miércoles, 28 de febrero del 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

dentro del plazo más breve posi-ble, «la autonomía más eficaz en el marco de la Constitución».

Previamente, el 27 de abril de 1978 el Gobierno central aproba-ba el Real Decreto Ley 11/1978, por el que se concedía el régimen preautonómico a Andalucía, ins-tituyéndose la Junta de Andalu-cía como ente preautonómico, para cuya Presidencia fue elegi-do Plácido Fernández Viagas, del PSOE.

En este contexto, y tras las elecciones generales y locales de 1979, la nueva Junta Preautonó-mica de Andalucía que se consti-tuyó de acuerdo a los resultados de las generales, presidida ya por Rafael Escuredo, acuerda en Granada, el 23 de junio de 1979, seguir la vía del artículo 151 co-mo medio de asegurar la conse-cución de una autonomía con el mayor contenido competencial. A esta decisión se sumaron in-mediatamente las Diputaciones Provinciales y más del 90% de los municipios andaluces, cumplien-do con creces el citado requisito constitucional de «las tres cuar-tas partes de los municipios» esta-blecido en el 151. Paralelamente, una comisión de parlamentarios redacta en la ciudad de Carmona un primer borrador o antepro-yecto de Estatuto, que, tras algu-nas modificaciones en la misma ciudad sevillana dando paso al denominado Estatuto de Carmona, se aprobará en Córdoba el 28 de febrero de 1981.

Un año antes, el 28 de febrero de 1980, se celebró el referéndum de ratificación de la iniciativa au-tonómica por la vía del artículo 151, donde solo en Almería no se obtuvo la mayoría requerida.

Tras los resultados cosechados en el referéndum en Almería, se sucedieron varias propuestas pa-ra lograr el encaje constitucional del Estatuto, como repetir el refe-réndum en Almería, como llegó a plantear el PSOE; o reconducir el proceso por el artículo 143, como quería la UCD en el Gobierno.

Este escollo se salvó mediante una negociación política entre el PSOE y UCD, capitaneada por Felipe González y Adolfo Suárez en el marco de lo que sería la Es-paña de las autonomías, que dio pie a una fórmula jurídica.

Así, con los Acuerdos Autonó-micos suscritos entre los dos ci-tados partidos, se establecía un criterio básico para el desarrollo de la organización territorial del Estado, y frente a la existencia de dos clases de autonomías, se im-puso una reinterpretación ten-dente a homogeneizar a todas las comunidades, dotándolas de un Parlamento, un Consejo de Go-bierno y un Presidente; y, por lo que al ámbito de competencias se refiere, se acordaba igualmen-te su equiparación última.

Desde estos presupuestos se procedió a desbloquear el pro-ceso autonómico andaluz modi-ficando para ello la Ley de Mo-dalidades de Referéndum (Ley Orgánica 12/1980, de 16 de di-ciembre), de manera que se per-mitió suplir la carencia de ma-yoría cualificada en Almería por una Ley Orgánica promulgada a

solicitud de los diputados y sena-dores de esta provincia. A partir de ese momento, la tramitación del Estatuto de Autonomía de Andalucía siguió su cauce, some-tiéndose a referéndum popular el 20 de octubre de 1981, para ser finalmente sancionado por el Rey el 30 de diciembre, entrando en vigor el 11 de enero de 1982 con su publicación en el BOE.

Con la perspectiva de los años, y 38 años después del referén-

guez Alcaide se lamenta de que, a pesar del grado de autonomía alcanzado, desde Andalucía se suele escuchar en ocasiones «que todo es culpa del Gobierno (cen-tral), por lo que quizá no hemos llegado al mismo grado de res-ponsabilidad propia».

En cualquier caso, tanto el ar-tículo 143 como el 151 están ya agotados hoy, dentro de un Capí-tulo III del Título VIII de la Cons-titución donde sí está de plena

LA REIVINDICACIÓN DE UN PUEBLO. El 4 de diciembre de 1977, Córdoba se echó a la calle para reivindicar la autonomía plena para Andalucía.

RICARDO

vigencia y debate el artículo 155, para frenar el proceso indepen-tista catalán. Por su parte, Anda-lucía, en la última Declaración Institucional del Consejo de Go-bierno de la Junta con motivo del Día de Andalucía, aprobada el pa-sado 22 de febrero, recuerda que «en 2018 Andalucía sigue repre-sentando una voz en defensa de la igualdad en derechos y obliga-ciones de todos los ciudadanos de este país vivan donde vivan». H

dum de 1980, buena parte de los protagonistas consideran que el Estatuto ha sido positivo y sirvió para modernizar Andalucía, do-tándola de instrumentos de au-togobierno. Aunque, como apun-ta Rafael Vallejo, sería necesario preguntarse si los procesos au-tonómicos de aquella época, no sólo el andaluz, han conseguido acercar al ciudadano el poder po-lítico, «cosa que yo creo que no se ha hecho». Por su parte, Rodrí-

CROnOLOGíA

Fechas clave del encaje

4-12-1977: Manifestaciones multitudinarias por la autonomía en las principales ciudades andaluzas.27-4-1978: El RDL 11/1978 concede la preautonomía a Andalucía.27-5-1978: Se constituye en Cádiz la Junta Preautonómica de Andalucía.4-12-1978: Se firma el Pacto de Antequera, por el que los partidos con implantación en Andalucía se comprometen a conseguir la autonomía.23-6-1979: El Pleno de la Junta Preautonómica se reúne en Granada y aprueba acogerse a la vía del artículo 151 para conseguir la autonomía. A finales de agosto de 1979 más del 90% de los ayuntamientos andaluces y todas las diputaciones se suman a esta iniciativa, mientras que una Comisión de parlamentarios andaluces aprueba en Carmona un primer anteproyecto de Estatuto.28-2-1980: Referéndum de ratificación de la iniciativa autonómica por la vía del artículo 151. Sólo en Almería no se obtiene la mayoría requerida en el citado artículo.16-12-1980: Se desbloquea el acceso de Andalucía a la autonomía por el art. 151 mediante una modificación de la Ley de Modalidades de Referéndum a través de la Ley Orgánica 12/1980, de tal forma que la no ratificación de Almería puede ser sustituida por las Cortes, previa solicitud de la mayoría de diputados y senadores de esta provincia.28-2-1981: La Asamblea de Parlamentarios Andaluces aprueba en Córdoba el proyecto de Estatuto, el Estatuto de Carmona.20-10-1981: El Estatuto es aprobado en referéndum.17-12-1981: El Estatuto es ratificado por el Congreso.23-12-1981: El Estatuto es ratificado por el Senado.30-12-1981: El Estatuto es sancionado por el Rey.11-1-1982: El Estatuto se publica en el BOE y entra en vigor.

8 Miércoles, 28 de febrero del 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

9MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F/ ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

CONSEJERA. La cordobesa Rosa Aguilar es la consejera de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía. Subraya lo que supuso el 28-F para la comunidad autónoma.

laura mármol

DEBEMOS REFORMAR LA CONSTITUCIÓN y ADAPTARLA A LOS NUEVOS TIEMPOS»

ES LógicO quE SE ALCE LA VOz CONTRA EL RETRASO DE LA REfORMA DE LA fINANCIACIÓN»

«La Constitución hay que preservarla y reformarla»-El 28 de febrero es un día que sirve para mantener viva la me-moria de esta tierra. ¿Somos conscientes de la importancia de aquel momento histórico?-Como miles de andaluces y an-daluzas, yo formé parte de aquel 28F. Éramos muy conscientes entonces de que estábamos ante una oportunidad histórica para Andalucía, la oportunidad de cambiar nuestra tierra, y no la podíamos desaprovechar. Llega-mos a aquel 28 de febrero unidos como pueblo, con mucha fuerza, con ilusión y sabiendo que de la mano de aquel día venía un futu-ro cierto, un futuro mejor para Andalucía. Fue un día en el que hicimos historia y tenemos que contarlo, transmitirlo a las gene-raciones futuras para que no se pierda la importancia de aquel momento, la importancia de esos valores que unen a las andaluzas y a los andaluces, que generan sentimientos compartidos por to-do un pueblo. Creo que sí somos conscientes de lo que hicimos y también lo somos de lo que he-

ROSA AGUILAR, CONSEJERA DE JUSTICIA E INTERIOR DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA

políticas y desde el respeto a la diferencia dar la mejor respuesta al conjunto de la ciudadanía. La Constitución hay que preservarla y a la par reformarla. Y en Espa-ña, como ocurre en otros países europeos, es necesario abordarlo desde la normalidad política.

-El Gobierno andaluz vuelve a al-zar la voz contra el retraso que acumula la reforma de la finan-ciación autonómica. ¿Cómo está la situación?-Es lógico que el Gobierno anda-luz alce la voz contra el retraso de la reforma de la financiación autonómica. Lo que no se enten-dería es que no lo hiciera si tene-mos en cuenta que, por una par-te, la actual fórmula de reparto que ha establecido el Gobierno del PP está perjudicando a Anda-lucía cada día y, por otra, que la reforma es imprescindible abor-darla ya para poder mejorar, para poder avanzar. Pero no solo An-dalucía es la que está reclaman-do una reforma de la financia-ción; también lo están exigiendo otras comunidades autónomas. En este sentido, en Andalucía es-

mos conseguido. Pero tenemos que seguir siéndolo y es por eso que es imprescindible que se co-nozca la historia con mayúsculas que escribió todo un pueblo, el pueblo andaluz

--Previamente, tenemos marcado en el calendario el 4 de diciem-bre de 1977. Entonces, cuando se daban los primeros empujes al texto constitucional, Andalucía era una región desfavorecida. Cómo ha cambiado el panora-ma...-El 4 de diciembre empezó todo. Aquel día el pueblo andaluz salió a la calle para reclamar la auto-nomía plena. Por eso, para Anda-lucía son dos fechas que, inexo-rablemente, van unidas. Desde aquel 4 de diciembre del 77 a es-te 28 de febrero del 2018 el pano-rama ha cambiado radicalmente. De aquella Andalucía en blanco y negro del 77 a la Andalucía de

tamos trabajando para alcanzar un gran acuerdo en materia de financiación. Se ha contando con todos los agentes económicos y sociales y se ha constituido en el Parlamento un grupo de tra-bajo para hacer una propuesta de la reforma de la financiación basada en el consenso. Porque Andalucía no quiere ser más que nadie pero tampoco menos que nadie. Ahora bien, hay que seña-lar que mientras en Andalucía estamos trabajando, hasta ahora el Gobierno del Partido Popular no ha dado ningún paso, cuando la reforma de la financiación es una de las asignaturas pendien-tes más importantes que debería estar abordando. Al Gobierno del PP le toca asumir la responsabi-lidad de dar los pasos necesarios para que el diálogo en torno a la reforma de la financiación se pueda iniciar ya con el objetivo de culminarla. H

SÁNCHEZ MORENO

la igualdad, referente en sanidad pública, en educación, en inves-tigación medica, en innovación. La Andalucía que crea empleo por encima de la media de Espa-ña, comprometida con la lucha contra la violencia de género, abierta, solidaria, que es tierra de acogida, la Andalucía que se re-conoce en su cultura. Una Anda-lucía que ha progresado mucho pero que sabe que hay que seguir avanzando para dar respuesta a los problemas y las necesidades de la ciudadanía. Hemos conse-guido avances importantísimos y hemos conseguido creer en noso-tros mismos. Si miramos al pasa-do nos sentiremos orgullosos de ver a dónde hemos llegado.

--Recientemente, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, defendía que la Constitución «goza de una salud envidiable y con una vigencia absoluta que no debe ponerse en cuestión». Por su parte, la presidenta de la

Junta, Susana Díaz, ha señalado que «una cosa es la necesidad de hacer reformas, para adaptar-nos a los nuevos tiempos, y otra distinta es tirar por la borda lo que tanto esfuerzo nos ha cos-tado levantar. ¿Comparte tales planteamientos?--Nuestra Constitución, y no de-bemos olvidarlo, fue producto de mucho esfuerzo de mucha generosidad, de mucho diálogo, en la búsqueda del consenso y del acuerdo. Las personas que lo hicieron posible pusieron en primer lugar garantizar la con-vivencia en democracia y liber-tad. Por eso debemos valorar la Constitución que tenemos, pero sabiendo que al igual que hacen otros países europeos, debemos reformarla para adaptarnos a los nuevos tiempos. Esto requiere de quienes tienen la responsabili-dad de abordarlo hacer política con mayúsculas, anteponer los intereses de la ciudadanía, de nuestro país ante cualquier otro,

y, al menos, el mismo esfuerzo, generosidad y diálogo que enton-ces para lograrlo. La realidad es distinta, pero aprendimos en el inicio de nuestra democracia que por difícil que sea la empresa es posible conseguirla. Y espero que al menos lo intenten pronto, por-que sin duda la reforma de la Constitución es necesaria y está dentro de la normalidad demo-crática.

-¿Cree que en la actualidad se dan las condiciones necesarias para abordar una reforma cons-titucional?-Las condiciones necesarias pa-ra abordar una reforma consti-tucional hay que crearlas. Soy consciente de la complejidad del momento que vivimos, pero esto no puede impedirlo. Es impres-cindible recuperar la política con mayúsculas, la del diálogo, la del consenso y la del acuerdo. Esto requiere de un gran esfuerzo por parte de cada una de las fuerzas

10 MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DE 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

ISABELAMBROSIO

ESTÁN VIGENTES

ValorES que impulsaron

la autonomía

andaluza y que

provocaron la mayor

participación política de la historia

y muchos de los de nuestra

carta magna

la coNSTITucIóN

dEbE adecuarse a

realidades que han

surgido en nuestro

país en las últimas cuatro

décadas y dar

respuesta a problemas

que no podían

imaginar quienes la

redactaron

Día de Andalucía 2018En este 28 de febrero conmemora-mos el trigésimo séptimo aniver-sario del Estatuto de Autonomía que consagró por primera vez en nuestra historia el autogobierno de Andalucía y el cuadrágesimo ani-versario de la Constitución Españo-la que abrió la puerta para ello. En los tiempos que corren están plena-mente vigentes, los valores que im-pulsaron la autonomía andaluza y que provocaron la mayor participa-ción política de la historia contem-poránea de nuestra tierra y muchos de lo de nuestra Carta Magna, que a la luz de los hechos que estamos viviendo parece necesitar una re-flexión sobre su reforma.

El 28 de febrero demostró la ca-pacidad de integración del pueblo andaluz, que, desde aquel 1981, si-gue afanándose por construir una sociedad más inclusiva, mejor y más justa, porque el 28F tiene en la actualidad plena vigencia cultu-ral y política: Cultural, por la im-portancia que nuestro Estatuto de Autonomía concede al ejercicio y defensa de las costumbres, entendi-das como modos de pensar, sentir y actuar propios de Andalucía y polí-tica, porque esta fecha nos recuerda que ésta es la hora de la política y del protagonismo de la ciudadanía, que reclama participar en el diseño del presente y el futuro, opinando e interveniendo en las decisiones que afectan a la colectividad.

Aunque queda mucho por hacer, no se puede negar que son muchos los grandes objetivos conseguidos en los últimos 37 años, tanto des-de el punto de vista del desarrollo material, como de la convivencia y la estabilidad social, además de en la defensa la idiosincrasia de cada territorio frente al riesgo de unifor-midad.

Desde nuestra singularidad anda-luza quiero recalcar la importancia de un proyecto común para España, que garantice la igualdad y reconoz-ca las particularidades de cada terri-torio. Un proyecto que apueste por el diálogo y el entendimiento para no renunciar a lo que legítimamen-te nos corresponde ni pretender lo que corresponde a otros, porque el estado de las autonomías debe plantear un escenario que combine la unidad y la diversidad en todos los ámbitos, preservando la igual-dad y los derechos, individuales y colectivos, por los que tanto hemos luchado.

Es cierto que nuestro país está atravesando por momentos comple-jos y delicados, por eso confío plena-mente en la fuerza y la inteligencia del pueblo andaluz para proponer respuestas eficaces que nos permi-tan salir de esta situación, mante-niendo los principios básicos de so-lidaridad y la defensa de los menos favorecidos, consagrados en nuestro Estatuto de Autonomía.

Lo que en el 1978 era extraordi-nariamente avanzado, y nuestra Constitución lo era, cuarenta años después no lo es tanto. No quiero decir con ello que ya no nos sirva, pero sí que debe adecuarse a reali-dades que han surgido en nuestro

Alcaldesa de Córdoba

país en las últimas cuatro décadas y dar respuesta a problemas que ni tan siquiera podían imaginar quie-nes, con tanto acierto, redactaron nuestra Carta Magna.

Por primera vez hace casi un siglo, hay más de una generación de españoles que han nacido en un país donde la Constitución que hoy conocemos ya estaba vigente, algo absolutamente excepcional en nuestra convulsa historia.

Cataluña, fue --curiosamente-- una de las comunidades que más apoyó la Constitución, con un 90,5% de los votos, sólo superada por An-dalucía, Canarias y Murcia. En el la-do opuesto se situaba el País Vasco, que no obstante apoyó la Constitu-ción con el 69,1% de los votos

¿Qué ha pasado para que quienes entonces se sumaran tan estusiásti-camente a la Constitución quieran ahora abandonar el país que la Car-ta Magna ordenaba? Probablemen-te que no hemos adecuado la mis-ma a las nuevas realidades que se plantean en nuestro país.

Curiosamente, nuestra Carta Magna solo se ha modificado en dos ocasiones, primero el artículo 13.2, referido al voto de los extran-jeros, y más recientemente, y con

una enorme polémica social, el 135 para garantizar la estabilidad pre-supuestaria. En otros países la Car-ta Magna ha sido reformada en más ocasiones. En el caso italiano, una treintena de veces. Las constitucio-nes de Francia y Estados Unidos se han modificado más de veinte ve-ces.

Lo anterior pone de manifiesto que actualizar nuestra norma fun-damental no tiene por qué ser un tema tabú si queremos que siga te-niendo vigencia y que millones de ciudadanos se sigan reconociendo en ella, porque como sostenía el presidente estadounidense Tho-mas Jefferson, «para que las nuevas generaciones puedan sentir como suya la ley de leyes, cada 25 años se debería actualizar».

Creo que como mejor se defienden las constituciones es reformándo-las, y probablemente haya llegado el momento de acometer la refor-ma de la nuestra, no solo para dar respuesta al problema territorial, sino a otros muchos, empezando por hacer cumplir el articulado de la actual, que como estoy segura se habrán planteado muchas veces, se incumple flagrantemente en cuan-to al derecho a un trabajo digno, a

la vivienda, a la educación, etc.Si entre todos fuimos capaces de

redactar esta Constitución y apro-barla, entre todos debemos dar respuesta a los problemas actua-les, siempre desde la defensa de la igualdad de derechos de todos los ciudadanos, con independencia del lugar donde nazcan o residan.

CÓRDOBA AVANZAEs cierto que tenemos mucho ca-mino por recorrer, pero no lo es menos que Córdoba también ha avanzado de la mano de nuestra Constitución y Estatuto. Lo ha he-cho su ciudadanía, disfrutando de derechos y libertades que no tuvie-ron las generaciones anteriores y lo ha hecho la propia ciudad, donde a pesar de las muchas cosas que nos quedan por hacer, es innegable el progreso en todos los ámbitos.

No debemos olvidar que si la so-ciedad ha avanzado, se ha moderni-zado y ha mejorado notablemente, ha sido con la voluntad de la ciuda-danía refrendando la Constitución de 1978 y el Estatuto de Autonomía en 1981, normas ambas que permi-tieron adaptar España y Andalucía a la actual realidad basada en la li-bertad y la democracia. H

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lucía abad

los acontecimientos de cataluña vuelven a poner en la palestra el debate sobre posibles cambios en la carta magna que aborden la cuestión territorial

La reforma constitucional está en el aire

Desde hace algún tiempo, y más desde los últimos acontecimientos que han venido a englobarse bajo el

apelativo ‘cuestión catalana’, ra-ro es el día que no se oye hablar de la reforma de la constitución para abordar no solo un asunto que ya en su día provocó no po-cas tensiones: la organización territorial, sino otras cuestiones

como el sistema electoral, la in-corporación de derechos socia-les o la igualdad de género.

la constitución prevé un doble procedimiento de reforma, uno más rígido (art. 168) y otro me-nos (art. 167), diferenciándose en virtud de la materia que resulta afectada, explica el catedrático de derecho constitucional de la universidad de córdoba, miguel J. agudo quien apunta que, «en general, debería procurarse la re-forma por el procedimiento del art. 167 porque facilita el desa-

rrollo del proceso, pero, en algún caso, podría ser preciso utilizar el procedimiento del art. 168.

«el procedimiento del art. 167 no es complejo. la diferencia con el procedimiento legislativo estri-ba en que la aprobación del con-greso y del senado requiere la mayoría de tres quintos de cada cámara y la posibilidad de refe-réndum si lo solicita una décima parte del congreso o del senado. la mayoría requerida responde de forma razonable al doble ob-jetivo de la reforma constitucio-

nal: mantener la estabilidad y la supremacía sobre las leyes pero permitir la introducción de cam-bios cuando una mayoría amplia lo considera necesario», explica agudo.

TÍTULO PRELIMINARel procedimiento agravado del art. 168 se aplica únicamente cuando la reforma afecta a algu-na disposición del título prelimi-nar, de la sección 1 del capítulo 2ª del título i (derechos funda-mentales) o al título ii (corona). en este caso se requieren mayo-rías más cualificadas (dos tercios de ambas cámaras) pero, sobre todo, es un procedimiento más complejo pues debe aprobarse en dos legislaturas distintas. de esta forma, se tendría que aprobar el principio de reforma, disolver las cortes y constituir unas nuevas cortes que aprobarían la refor-ma, que tendría que ser ratifica-da en referéndum obligatorio. la constitución permite por esta vía su reforma total. «esto sirve para reforzar la idea de que cualquier contenido constitucional resulta reformable pero no puede consi-derarse un proceso constituyen-te pues continúan aplicándose los límites constitucionales a la reforma y el control constitucio-nal del procedimiento», comenta el catedrático de derecho cons-titucional que aclara que quien no puede iniciar el proceso de reforma constitucional es la ciu-dadanía.

que la carta magna es refor-mable es un hecho, otra cuestión

es que modificarla se considere necesario o no. ahí empiezan las discrepancias.

NECESIDADel diputado del pp en el con-greso rafael merino afirma que «para realizar una reforma de la constitución, en mi opinión, es necesario que los partidos que la están planteando tengan las ideas claras de hacia dónde quie-ren ir y qué reformas abordar, cosa que en estos momentos no observo», por lo que ve «muy di-fícil» que esta reforma se lleve a corto plazo en esta legislatura». podemos coincide en la dificul-tad de acometer cambios en el texto legislativo en la presente legislatura. ahora bien, el par-lamentario andaluz david mos-coso asegura que «es necesaria una modificación que, por otra parte, es normal dentro de la di-námica constitucional, que se re-vise, se actualice y se modifique, porque algunos de los problemas y las realidades de la españa del 2018 no son los mismos que los de 1978; de lo contrario, la cons-titución perdería valor, por no encontrarse en consonancia con

nuestra realidad y nuestras nece-sidades presentes».

para el psoe también es «con-veniente y necesario» abordar una modificación de la carta magna, dice el parlamentario nacional socialista antonio Hur-tado, que, sin embargo «lo veo prácticamente imposible. la di-visión de fuerzas y la disparidad de criterios sobre las modificacio-nes que necesita la constitución española imposibilita, en estos momentos, una mayoría parla-mentaria y social suficiente».

quien lo tiene claro es ciuda-danos, que quiere cambiar el tex-to constitucional «para adaptarlo a los nuevos tiempos y garanti-zar que siga siendo la base de la convivencia democrática, de la libertad e igualdad de todos los españoles. apostamos por una reforma sensata , que mantenga nuestros pilares básicos: un esta-do social y democrático de

Es difícil que la reForma de la constitución se inicie en la presente legislatura

lA cARTA MAGNA prevÉ un doble procedimiento de reForma, uno mÁs rÍgido que otro

LEGISLATURA. Todo parece indicar que la reforma de la Constitución tendrá que esperar a la próxima legislatura.

córdoba

12 MIÉRCOLES, 28 dE fEbRERO dEL 201828-F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

13MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

derecho, con forma de monar-quía parlamentaria, reconocien-do las autonomías desde la base de la unión y igualdad de todos los españoles».

Un paso más allá va IU, que apuesta por una nueva Consti-tución, «por iniciar un proceso constituyente», explica la par-lamentaria andaluza Elena Cor-tés, que señala que «los cambios introducidos a lo largo de estos diez años de crisis económica, como el artículo 135 de la pro-pia Constitución, y los cambios de leyes las reformas de las pen-siones, las reformas laborales, la ley mordaza, la ley de estabi-lidad presupuestaria y suficien-cia financiera, o la realidad de la desigualdad entre mujeres y hombres, los cientos de miles de desahucios, pobreza estructural, el rescate bancario… han mutado un Estado Social, Democrático y de Derecho en un Estado de De-rechas. Por lo tanto, es necesario un nuevo proyecto de país con una nueva Constitución».

CUESTIÓN TERRITORIALUna de las cuestiones referidas a la modificación constitucio-nal que más debate ha de susci-tar es el que atañe a la llamada cuestión territorial, o, lo que es lo mismo, la estructura territo-rial del estado que ya en su día fue tema de discusión y que con-cluyó con el llamado Estado de las autonomías y las llamadas comunidades históricas -Catalu-ña, País Vasco, Galicia, Andalu-cía, Valencia, Aragón, Baleares y Canarias- que, ha que aclarar, no vienen mencionadas así en la Carta Magna.

Antonio Hurtado reconoce que «los nacionalismos han sido par-te importante de la Constitución Española de 1978 y han tenido un papel fundamental para dar estabilidad a los gobiernos de Es-paña», pero «ahora toca avanzar hacia una España federal, y estoy seguro que la mayoría de los na-cionalismos estarían dispuestos a contribuir en la definición y de-sarrollo de este nuevo modelo de Estado. Pero es necesario volun-tad, ilusión y esperanza para este difícil reto y el Gobierno carece de todo ello». También apuesta por un Estado Federal Elena Cor-tés, aunque matiza, «y republica-no». «Dar solución a la cuestión social es una prioridad y la supe-ración de la España de las auto-nomías por una España federal y republicana», remarca.

Marcial Gómez explica que su modelo territorial «se basa en una organización del estado leal, eficaz y centrada en el ciu-dadano. La fase de creación de las autonomías ya está agotada, y hay que dar paso a la fase de cooperación y lealtad. Creo que los nacionalismos no tienen cabi-da en una Europa unida. Son una ideología más caduca aún que el viejo eje izquierda-derecha».

En opinión de Merino, «la Cons-titución se ha mostrado como la mejor herramienta para abordar la cuestión territorial dando ca-bida a todas las sensibilidades políticas y garantizando el mar-co de convivencia próspera y pa-

MIGUEL AGUDO: «SE DEBEríA rEALIzAr UnA rEForMA qUE rESPETASE LA DIVErSIDAD»

LAS LLAMADAS cOMUnIDADES HISTórICAS no SE MEnCIonAn ASí En LA CArTA MAGnA

cífica que nuestro país ha vivido en estos casi 40 años».

David Moscoso elude la cues-tión y asegura que «ninguna re-forma de la Constitución puede estar sesgada por el interés par-tidista de ninguno de los grupos del Congreso y el Senado. Por ese motivo, abogamos por que la fu-tura Carta Constitucional tenga el visto bueno de la mayoría del pueblo español, es decir, que se someta a referéndum», aunque matiza: «ninguna constitución debería dar lugar a los naciona-lismos, porque los nacionalismos son justamente la negación del Estado como un proyecto co-mún. otra cosa es que hablemos de nacionalidades, que la Consti-tución ya contempla esta idea en el artículo 1.2.».

IGUALDADMiguel Agudo va un paso más allá. y hace hincapié en que «se debería realizar una reforma que profundizara en el respeto a la diversidad, a las identidades di-ferenciadas dentro de España, en el marco de la unidad y la solida-ridad. Asimismo, sería deseable que la Constitución recogiera el mapa autonómico y lo fijara de

acuerdo a como se defina cada territorio en su Estatuto de Au-tonomía» y, todo ello, «dentro de un escrupuloso mantenimiento de la igualdad sustancial de es-tatus jurídico en derechos y de-beres para toda la ciudadanía en el conjunto del territorio del Estado, y de la existencia de un sistema de financiación solidario y suficiente, acordado multilate-ralmente entre el Gobierno y las comunidades autónomas, y que tenga en cuenta, también, las necesidades financieras de los ayuntamientos».

COOPERACIÓN INSTITUCIONALIgualmente, el experto en Dere-cho Constitucional expresa que «se debería ahondar en la coope-ración multinivel, de manera que se creen mecanismos de co-operación institucional donde se posicionen los gobiernos estatal

y autonómico, y se contribuya a la formación de la voluntad esta-tal, delimitar de forma clara el reparto de las competencias es-tatales y autonómicas y proceder a realizar una adecuada regula-ción de la acción exterior de las comunidades autónomas, espe-cialmente en aquellos asuntos de su interés en el marco de la Unión Europea».

Si bien la cuestión territorial es, sin duda, una de las más espi-nosas, hay otros temas que tam-bién se enmarcan en una posible reforma de la Constitución.

OTRAS CUESTIONES«Una Constitución para los próxi-mos 40 años tiene que incluir nuevos derechos para una nue-va ciudadanía: derecho a la pro-tección de datos personales, a la transparencia y acceso a la infor-mación pública, derecho a la

EL ESCENARIO. El Palacio del Congreso de los Diputados, en la madrileña Carrera de San Jerónimo, es el epicentro de las leyes que se aprueban en España.

CórDoBA

TErrITorIoS y FInAnCIACIón

El reparto presupuestario, un debate también complicadoUn modelo justo, equitativo, eficaz, eficiente, que garantice la igualdad... son muchos los adjetivos que se le reclaman al modelo de financiación autonómica con el que nadie parece estar contento, ni siquiera el PSOE, que fue el que lo aprobó y que reconoce que «no es el idóneo». Aunque parece haber cierto consenso en algunos aspectos, como por ejemplo garantizar el acceso en igualdad de condiciones a los servicios públicos de todos los ciudadanos, residan donde residan, los partidos no han puesto aún sobre la mesa propuestas concretas. C’s e IU hablan de una reforma fiscal aparejada a la de la financiación; el PP se muestra dispuesto a negociar y dice que «es imprescindible un pacto de Estado con el Partido Socialista» que, por su parte, señala que hay que corregir las enormes diferencias en cuanto a la financiación de los servicios públicos, unos servicios públicos que Podemos reclama defender. Sea como sea, el debate sobre las reglas que han de presidir el reparto de la financiación de las comunidades se promete extenso y arduo.

14 MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F /ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

15MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

vida personal y familiar, así co-mo recoger la garantía presu-puestaria de los derechos sociales que se han consolidado en estos años», afirma el parlamentario de C’s Marcial Gómez quien aña-de que «hay que blindar la inde-pendencia judicial y un sistema electoral más justo y representa-tivo pero, sobre todo, acabar con los privilegios y desigualdades territoriales que tanto daño han hecho a nuestra convivencia».

Para la parlamentaria andalu-za de IU Elena Cortés otros de los puntos que se deben abordar son «las violencias que una sociedad patriarcal y capitalista ejerce so-bre las mujeres. La sociedad ca-pitalista y patriarcal necesita del trabajo invisible de las mujeres para el crecimiento económico».

El diputado del PP Rafael Me-rino se limita a puntualizar que «la Constitución, como norma fundamental, tiene sus propios mecanismos para ir adaptándose a los nuevos retos y dar respuesta estable y eficaz a las necesidades de los españoles».

Más claro lo tiene el parlame-nario andaluz de Podemos David Moscoso que habla de que habría que debatir «la existencia del Se-nado, que no tiene utilidad salvo para filtrar los acuerdos del Con-greso de los Diputados; igual, en su lugar debiera crearse una Cá-mara de representación territo-rial que sirva para desempeñar funciones distintas, como los grandes conflictos territoriales en España, y no una mera dupli-cidad del Congreso».

El diputado del PSOE Antonio Hurtado afirma que su partido «es el único que ha puesto so-bre la mesa las modificaciones que debiesen abordarse. Consi-deramos necesario incorporar en la Constitución los mecanis-mos que garanticen el Estado del Bienestar, fortalecer y ampliar los derechos y libertades, hacer realidad la igualdad entre hom-bres y mujeres en todos los ám-bitos de la sociedad, reconocer el derecho a una renta o ingreso mínimo vital, eliminar la prefe-rencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona, la laicidad del Estado o reforzar el compromiso con una UE más so-cial y más equilibrada, entre mu-chas otras cuestiones».

NEGOCIACIÓNParece que son cada vez más las voces que abogan por una refor-ma del texto constitucional, aun-que no sea a corto plazo.

«Ya se ha reformado, una no-che de verano entre PSOE y PP, para constitucionalizar el ajuste permanente de los servicios pú-blicos y que antes que nada cobre la banca. Algunos hablan de una reforma de la Constitución para que todo siga igual, a la manera de Lampedusa. Que todo cambie para que todo siga igual», critica Cortés.

Para el PP ni si quiera hay consenso sobre la necesidad de reformar la Carta Magna. «No podemos hablar de consenso si partimos de la base de que nin-gún partido de los que quieren

reformar la Constitución ha ma-nifestado con la suficiente clari-dad qué quiere hacer y cómo», comenta Merino. Y Podemos le da la razón. «No existe consen-so en la forma de reformarla, ni tampoco voluntad política», de-fiende Moscoso.

La falta de voluntad es un as-pecto en el sí parece haber con-senso. «Falta voluntad de diálogo y de acuerdo, falta generosidad e ilusión por parte de algunos y percibo escepticismo e incluso miedo en el Gobierno y en el par-tido mayoritario en el Parlamen-to español. El PSOE es el único partido que ha puesto la reforma constitucional en la agenda polí-tica y le ha sacado al Gobierno la creación de una Comisión en el Congreso de los Diputados para trabajar y avanzar en la conse-cución de este objetivo tan im-portante para nuestro futuro», asegura Hurtado.

Y Gómez está de acuerdo. «En realidad, (la negociación) ya se ha iniciado. En el Congreso es-tán en marcha la Comisión para la evaluación y la modernización del Estado autonómico, o la Co-misión para la reforma electoral. Las reformas que se hagan deben ser fruto del consenso, y en nin-gún caso ser la excusa para con-tentar a los quieren quebrar la convivencia o generar desigual-dades. La Constitución debe se-guir siendo nuestro marco de convivencia», concluye.

Voluntad, consenso, el 167 o el 168... la reforma constitucional ni siquiera ha echado a andar. H

EL TRIBUNAL. El Tribunal Constitucional, cuya sede se encuentra en Madrid, es el principal garante del cumplimiento a rajatabla de la Constitución.

CÓRDOBA

EN EL PASADO

Dos reformas en 40 años

La Constitución española de 1978 ha sido modificada en dos ocasiones hasta la fecha. La primera vez , en 1992, para añadir en artículo 13.2 la expresión «y pasivo» referida al ejercicio del derecho de sufragio de los extranjeros en elecciones municipales. Esta modificación vino motivada por el articulado del Tratado de Maastrich por el que España entró a formar parte de la Unión Europea. La segunda tuvo lugar en 2011 y consistió en la sustitución íntegramente del artículo 135 y en la introducción del principio de estabilidad financiera para limitar el déficit. En esta ocasión la modificación llegó de la mano de la crisis económica y del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la zona euro, que tiene como finalidad prevenir la aparición de déficits presupuestarios excesivos dando así confianza en la estabilidad económica de dicha zona. En ninguna de las dos ocasiones se consideró necesaria la celebración de un referéndum.

algunos hablan de FALtA DE VOLUNtAD PARA IMPULSAR CAMBIOS EN LA CONStItUCIÓN

haY QuIenes ConsIdeRan QUE LA REFORMA DE LA CARtA MAGNA YA SE HA INICIADO

16 MIÉRCOLES, 28 dE fEbRERO dEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

RESPONSABLE. José Luis Garrido, decano del Colegio de Abogados de Córdoba.

L. MÁRMOL

realmente hace falta que se cumpla lo dispuesto en la constitución»

la profesión de abogado ha cambiado muchísimo y lo sigue haciendo»

«No es precisa una reforma en materia de garantías»--Los abogados son pieza clave en el engranaje que garantiza el cumplimiento de los pilares del Estado de Derecho y de la Cons-titución. ¿Cree necesaria una re-forma del texto constitucional?--En mi opinión, no creo necesa-ria una reforma en materia de garantías, pues en este sentido el texto constitucional es bastante completo. Lo que realmente ha-ce falta es que se cumpla lo que hay dispuesto en él y dejen de descuidarse aspectos importan-tes de los derechos fundamenta-les de los ciudadanos. Distinta es la necesidad de reformular otros aspectos incluidos en la Consti-tución, como son los referidos a la Cámara Senado, a la distribu-ción territorial y representación de los territorios en el Estado. En este aspecto, sí creo que se debe-ría llevar a cabo un cambio im-portante para adecuarnos a la realidad existente.

--La Constitución consagra el de-recho de todos a la defensa y a la asistencia de un letrado, además

JOSÉ LUIS GARRIDO, DECANO DEL COLEGIO OFICIAL DE ABOGADOS DE CÓRDOBA

padres de la Constitución Espa-ñola pensaron en una serie de co-munidades que podían tener unsistema distinto a las demás y ahora prácticamente tienen to-das el mismo sistema, lo que no quiere decir que sea el mejor.

--Andalucía ha jugado un papel importante en los últimos 40 años dentro del contexto nacio-nal del estado autonómico. ¿Có-mo ha evolucionado la región en este tiempo, desde su punto de vista?--En mi opinión, la evolución pro-tagonizada por Andalucía en los últimos cuarenta años ha sido mucho mayor que en el resto de comunidades autónomas, por el mero hecho de que nuestra co-munidad estaba más atrasada que el resto de España. No hay duda de que el nivel de vida y debienestar social ha mejorado sus-tancialmente y es satisfactorio.

--Y la profesión, ¿cómo ha evolu-cionado de manera paralela en estas últimas cuatro décadas?-La profesión de abogado ha cam-biado muchísimo y lo sigue ha-

de establecer que la justicia será gratuita cuando así lo disponga la ley. ¿Habría que ahondar en más derechos en ese ámbito ju-rídico?--Creo que sí, sobre todo en lo que se refiere a los procesos de ins-trucción de causas penales, una pieza clave que ahora mismo co-jea. Creo que no se está respetan-do como es debido el derecho de defensa y de igualdad de partes, algo que hay que pulir y regular de forma conveniente. De hecho, creo que hace falta una regula-ción definitiva del proceso penal, una ley de garantías y una ley de defensa en el proceso penal. En este sentido, la Abogacía institu-cional, a través del Consejo Gene-ral de la Abogacía Española, ha planteado un gran Pacto de Es-tado para solucionar este y otros problemas de la Administración de Justicia.

ciendo. Pensemos en que hace cuarenta años, por lo general, lo que existía era una abogacía de batalla. Factores como la Ley de Acceso a la Abogacía, la glo-balización del sector legal, la incorporación de las nuevas tec-nologías, la necesaria especiali-zación, así como la adaptación a nuevos modelos de negocio han ido impulsando muchos cambios. Cada vez resulta más necesario que los abogados se adapten a los nuevos tiempos y actualicen su ejercicio profesio-nal. Es por ello que desde el pro-pio Colegio de Abogados de Cór-doba, en la línea de lo que viene realizando el Consejo General de la Abogacía Española, traba-jamos por promover la forma-ción continuada para proteger la excelencia de la profesión y asegurar a los ciudadanos que el abogado que les defiende lo hace con todas las garantías. H

XXXXXXXXXX

--El estado de las autonomías fue una de las principales no-vedades de la Constitución de 1978. ¿Considera que se gestó bien desde su origen?--En realidad creo que no, porque

el modelo recogido en la Consti-tución no es el que se ha estable-cido finalmente. El texto consti-tucional recogió un sistema al que podían acogerse determina-dos territorios para formar una

Comunidad Autónoma y gozar de autogobierno. Sin embargo, el sistema autonómico se ha ge-neralizado y se ha conformado el Estado de manera distinta a la que en un principio se ideó. Los

17MIÉRCOLES, 28 dE fEbRERO dEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

ANTONIOruIz Cruz

la aPROBaCIÓN

DE LA CONSTITUCIÓN

EN REFERÉNDUM,

EL 6 DE DICIEMBRE,

NOS MARCARÍA

PARA SIEMPRE GRACIAS A LA

CONSECUCIÓN DE DERECHOS Y LIBERTADES

PÚBLICAS

El 28 F DEBE SER PARA TODOS LA

CELEBRACIÓN DE UNA

INSIGNIA, DE UN HITO HISTÓRICO,

DE LOGRO DEL PRIMER

ESTATUTO DE AUTONOMÍA

PARA ANDALUCÍA,

QUE FUE RECONOCIDA

COMO COMUNIDAD AUTÓNOMA

El orgullo de nuestra Carta MagnaNos encontramos inmersos en la de-cimoprimera legislatura de España desde la instauración de la demo-cracia. Un año en el que celebramos el cuarenta aniversario de nuestra Carta Magna.

El año 1978 fue importante pa-ra todos, ya que la aprobación de la Constitución en referéndum, el 6 de diciembre, nos marcaría para siempre gracias a la aprobación de los derechos fundamentales y las libertades públicas, a la división de poderes y a la soberanía popular, pilares de la columna vertebral de nuestro país, de nuestras vidas y del desarrollo social, económico y polí-tico de nuestra tierra.

Los españoles hemos sabido lo-grar alcanzar la transición más pa-cífica hacia la democracia, superan-do todos los problemas históricos, económicos y sociales tras el final de la anterior etapa. Con nuestra Carta Magna en la mano podemos enorgullecernos de haber regulado la situación de la Corona y el Esta-tuto de Autonomía como piezas esenciales de un texto que nació de la mano de todos los poderes y fuer-zas políticas de un país ansioso de democracia.

La Constitución Española de 1978 ha sabido posicionar las auto-nomías, brindándoles las capacida-des y los derechos necesarios para el avance de los tiempos, por eso y a colación, nos debemos sentir or-gullosos de celebrar, un año más, el Día de Andalucía.

El 28 de febrero debe ser para todos la celebración de una in-signia, de un hito histórico, de la consecución del primer Estatuto de Autonomía para Andalucía y su reconocimiento como comunidad autónoma. Una pieza clave para el desarrollo de los territorios y para la evolución social y política de to-dos los municipios y provincias que la componen.

Es indudable la evolución que tanto Andalucía como sus provin-cias han tenido en los últimos años, hemos aprendido la importancia de la colaboración institucional traba-jando de manera consciente y plena de la mano de las administraciones, del sector empresarial y de la ciuda-danía en general.

Desde la Diputación de Córdoba trabajamos por el impulso de nues-tra provincia, y así lo reflejamos en los distintos planes estratégicos que nos hemos propuesto en este man-dato gracias a nuestro Plan Impulso. Apoyamos e impulsamos cada uno de los municipios de la provincia de Córdoba, ya que debemos de tener en cuenta que en la institución pro-vincial centramos nuestras compe-tencias en los municipios menores de 20.000 habitantes, pueblos no destacables en cuanto al tamaño pero base fundamental del desarro-llo de la economía provincial y au-tonómica.

Por ello, el avance y desarrollo de la provincia de Córdoba contribuye al desarrollo del complejo engrana-je que resulta de nuestra comuni-dad Autónoma, tan importante en su conjunto como en cada parte de

Presidentede laDiputaciónProvincialde Córdoba

la que se compone y así debemos de encaminar nuestros esfuerzos para que entre todos alcancemos el más satisfactorio resultado para Anda-lucía.

En los últimos cuarenta años he-mos evolucionado y crecido como

provincia, fomentando nuestros recursos y fortaleciendo los pilares socioeconómicos como la agricul-tura, el turismo, la ganadería o la cultura.

La provincia de Córdoba cuenta con una importante relación de re-

cursos patrimoniales que la hacen parte importante del conjunto de Andalucía como son los yacimien-tos arqueológicos de Fuente Álamo o Torreparedones; las innumera-bles iglesias y palacios que reflejan el devenir de la historia; el Parque Natural de Sierra de Cardeña-Mon-toro, el de la Sierra de Hornachue-los o de la Subbética; o las ferias y fiestas en torno a los productos de nuestra tierra como son la Feria del Olivo de Montoro, la del Jamón de Villanueva de Córdoba o la del Que-so de Zuheros, entre otras.

Son de sobra reconocidas las ri-quezas patrimoniales de Córdoba, fruto de la convivencia y el encuen-tro de las culturas romana, islámi-ca, judía y cristiana.

Tanto en Córdoba como en An-dalucía condensamos una lista in-numerables de atractivos, por ello somos una comunidad autónoma idílica para todos las personas que nos visitan, tal y como se refleja en los ranking turísticos y en las en-cuestas de Turismo Andaluz, entre otras.

Sol, playa, nieve, naturaleza, gas-tronomía, patrimonio, tradición o cultura, entre otros, son los lazos que hacen de Andalucía una de las comunidades más visitadas duran-te todo el año.

Hoy celebramos el cuarenta ani-versario de nuestra Constitución. Una fecha emblemática para el pueblo andaluz que, unidos por la ilusión del cambio y de la libertad, decidimos acudir a las urnas en el Referéndum Autonómico. Tiempos lejanos que cada año recordamos y celebramos tanto en los centros es-colares como en las instituciones públicas con la intención de fomen-tar el conocimiento y la reflexión, en un marco de convivencia, sobre Andalucía y la cultura andaluza.

El Estatuto de Andalucía está más vivo que nunca, es responsabilidad de todos trabajar por Andalucía, por garantizar los servicios públi-cos y el avance y el desarrollo de nuestra región.

Por eso, desde las administracio-nes, en general, y desde la Diputa-ción de Córdoba, en particular, de-bemos de trabajar por el diálogo, el consenso y la política con ma-yúsculas para ofrecer soluciones a la ciudadanía ya que entre todos debemos aunar los esfuerzos en lo que de verdad preocupa y entre lo que cabe destacar el empleo y los salarios dignos, trabajar codo con codo con nuestros empresarios y autónomos; con nuestros jóvenes y mayores; debemos luchar y tra-bajar por asegurar el derecho a la educación y a la vivienda, entre otros.

Hoy podemos decir que la histo-ria de España y de Andalucía nos vuelve a situar ante la responsabi-lidad de exigirnos el mayor de los esfuerzos, debemos de sumar todas nuestras energías para estar a la al-tura de lo que la ciudadanía nos es-tá demandando en cada momento, por lo que debemos de unir el es-fuerzo y la ilusión de que una vida mejor es posible. H

18 MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

LA MUERTE DEL DICTADOR. Ciudadanos consultan en un céntrico kiosko la edición de Diario CÓRDOBA que anuncia la muerte de Francisco Franco.

antonio barragán

Hacia mitad de los años setenta, cuando la dictadura franquis-ta se acerca a su final, se están dejando notar simultáneamen-te los efectos de una profunda recesión económica que se ha desatado como consecuencia de la crisis energética de 1973. En Andalucía, tales efectos se su-perponen al agotamiento de un modelo desarrollista que había alcanzado un cierto ritmo en la década precedente, tras la pues-ta en marcha del Plan de Estabili-zación y de los diferentes Planes de Desarrollo, que intentarían revitalizar algunas comarcas (Polo Químico de Huelva, zona industrial del Campo de Gibral-tar, áreas del entorno de Sevilla, etc.). De esta forma, se dejaba no-tar un cierto crecimiento econó-mico focalizado, muy desequili-brado y no exento de importan-tes desajustes, entre ellos, una fuerte corriente migratoria que afectó, fundamentalmente, a las zonas agrarias, dirigida tanto a determinados países europeos

(Francia, Alemania, Suiza, etc.), como a otras regiones españolas demandantes de mano de obra, inicialmente, poco cualificada y que obtiene empleo en sectores como la construcción, en algu-nos industriales y, desde luego, en el ámbito de la hostelería. En la década de los sesenta más de 650.000 andaluces habían aban-donado la región, produciéndo-se una desaceleración en la sali-da de emigrantes (unos 365.000 aproximadamente) en la siguien-te década, consecuencia evidente de la falta de drenaje del merca-do de trabajo ya bajo los efectos directos de la crisis generaliza-da.

Pese a que la salida de estos excedentes de mano de obra de procedencia agraria actuaron como amortiguador social, co-mo auténtica válvula de escape de potenciales desequilibrios, sin embargo, en la medida en que los impactos más negativos de la crisis energética (inflación, aumento del paro no sólo esta-cional sino estructural, estan-camiento salarial, etc.) se hacen

andalucía sale de la dictadura entre conflictos relevantes que afectan tanto a sectores industriales como al mundo rural

RICARDO

visibles, aparecen algunos de los conflictos más relevantes que acompañan estos años en la sa-lida de la dictadura en Andalu-cía. Por ejemplo, en Granada, el 21 de julio de 1970 se inicia una huelga en el sector de la cons-trucción que estará dirigida por sectores de CC.OO. y la HOAC que reivindicaban la firma de un nue-vo convenio que incluyese una serie de mejoras (reducción de la jornada de trabajo, aumentos salariales, eliminación de desta-jos y horas extras, reducción de la eventualidad, etc.); la huelga terminó con brutales cargas de las fuerzas de orden público a una concentración obrera que ocasionó 3 víctimas mortales en-tre los trabajadores; esta huelga, la primera importante habida en Granada después de la Guerra Civil, daría un notable impulso al conjunto de los movimientos sociales en la región andaluza, al tiempo que demostraba la inca-pacidad del régimen para solu-cionar asuntos relativos a las re-laciones laborales y convertirlos en problemas de orden público

con muy graves consecuencias, tal como también ocurriría, en aquella coyuntura, en Vitoria, Elda, Tarragona, Basauri, etc.

En Sevilla, la conflictividad afecta a sectores como el metalúr-gico, la automoción, la construc-ción, produciéndose numerosas movilizaciones en empresas em-blemáticas en la trayectoria del movimiento obrero sevillano, co-mo CASA, FASA, Hytasa, Astille-ros Españoles, Dragados, etc. En Málaga, también se producirán una serie de importantes conflic-tos en diversos sectores industria-les (textil, eléctrico, hostelería), con movilizaciones reiteradas a lo largo de los primeros setenta en empresas muy significativas en la economía malagueña, co-mo Intelhorce y la Compañía Internacional de Telecomunica-ciones y Electrónica (Citesa); en la provincia de Cádiz, resultan de una especial significación las movilizaciones sociales agrarias, que se han venido produciendo incluso durante la década de los sesenta, desarrolladas en el mar-co de Jerez (Jerez de la Frontera,

La Andalucía preconstitucional era una región en la que predominaban los desequilibrios entre territorios, con importantes desajustes, entre ellos una fuerte corriente migratoria dirigida a determinados países europeos y hacia otras zonas españolas que demandaban mano de obra poco cualificada

adiós a la dictadura

19MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

Sanlúcar de Barrameda, Trebu-jena, Lebrija, entre otros muni-cipios), relevantes por suponer la reactivación de la tradicional conflictividad campesina y, ade-más, por tener lugar en una co-marca de fuerte tradición anar-cosindicalista, en esta coyuntura, muy impactada por la organiza-ción agraria del PCE, así como por otros sindicatos vinculados a organizaciones de izquierda comunista y socialista. De igual forma, la zona industrial de la bahía gaditana (astilleros de Puerto Real, agroalimentarias y vitivinícolas de El Puerto de San-ta María, Jerez, Sanlúcar) vivirá, igualmente, importantes movi-lizaciones en la medida en que el aumento del paro, la negocia-ción de los convenios o la crisis empresarial, actuaron como estí-mulos de la misma, mientras en las provincias de Córdoba, Huel-va, Almería y Jaén siguen siendo los sectores de la construcción, agrario, químico y el metal los que protagonizan numerosos conflictos, tales como los que se producen en empresas emble-máticas, como Secem y Westing-house en Córdoba, Río Tinto Pati-ño y Fertiberia en Huelva, etc. En definitiva, cuando la dictadura franquista está cerca de su crisis final, las movilizaciones sociales que se producen en Andalucía no son, por una parte, sino una forma de visibilización más, pa-ra importantes sectores del mo-vimiento obrero y de las capas populares, del agotamiento del régimen que se ha mantenido por múltiples razones internas y externas en las que no entra-mos ahora, desde el final de la Guerra Civil y, por otra, que tales sectores sociales, recobrando una cierta memoria de su pasado, aunque se pueda hablar de una auténtica refundación de la cla-se trabajadora y del movimiento obrero en Andalucía, se disponen a tener un cierto protagonismo en los inminentes cambios políti-cos que, necesariamente, han de producirse y que deben conducir a la implantación de la democra-cia en España.

RESURGEN LOS PARTIDOSDesde el punto de vista político, la coyuntura de crisis final de la dictadura franquista, en Anda-lucía, también irá acompañada de una no menos importante cuestión, el resurgimiento de los partidos políticos de la oposición (PCE, PSOE, ASA, MC, PT y otras organizaciones más minoritarias) que, aun desde la clandestinidad, desarrollan una serie de acciones que comienzan a tener notorie-dad tanto en el plano de los apo-yos a sindicatos, asociaciones vecinales, colegios profesionales y otros movimientos sociales, co-mo en el de su propia presencia pública, intentando adquirir un mayor protagonismo político, no sólo en la conformación de la opinión pública, en los medios de comunicación, sino en que este protagonismo pueda ejercer una influencia real en la vida po-lítica del final del franquismo y en la articulación de una socie-dad civil democrática.

Sin duda en la Andalucía de la coyuntura del final de la dic-tadura son las CCOO, pese a que habían sido ilegalizadas en 1967, y en menor medida otras organi-zaciones sindicales (UGT, USO, CNT, SOC, ORT, entre otras), quienes logran un mayor nivel de apoyo, implantación organi-zativa y movilización social; la práctica sindical «entrista» que vienen practicando las CCOO, no es otra sino introducirse en el interior de la OSE (el ‘Verti-cal’) para desnaturalizarlo, fun-damentalmente a través de los diferentes procesos electorales y de los que los celebrados en 1966 y 1971 son una muestra eviden-te, frente a las posiciones de re-chazo a la participación de otros sindicatos de clase (UGT y CNT). Todo ello le llevan a importantes éxitos en cuanto al control de las estructuras sindicales, obtenien-do señalados triunfos en lo con-cerniente a representación en las UTT, enlaces y jurados de empre-sas en las elecciones sindicales de 1.975. Cuando en junio de 1972 son detenidos, junto a Marceli-no Camacho, Nicolás Sartorius, Francisco García Salve y otros sindicalistas, los miembros de la cúpula de las CCOO, tres de sus dirigentes (Fernando Soto, Eduar-

que eran las CCOO, como mani-festaban sus líderes más signifi-cados, no sólo intentaban poten-ciar la lucha sindical en un nue-vo marco de relaciones laborales democráticas, sino colaborar en la recuperación de la democracia en España. Las jornadas de lucha que, convocadas por partidos po-líticos y apoyadas por la mayoría de los sindicatos de clase, que tie-nen lugar el día 10-XII-1975 o la desarrollada el 12-XI-1976 que ha-bía sido convocada por la propia Coordinadora de Organizaciones Sindicales (COS), plantean tanto la recuperación de las libertades como la conquista de la amnis-tía política y tendrán un impor-tante seguimiento en ciudades como Sevilla, Málaga, Granada y Córdoba; las convocatorias del 1º de mayo de los años finales de la dictadura, aun sin autorización gubernativa, son expresión en todas las capitales andaluzas de que los contenidos de la lucha sindical irán siempre unidos con la reivindicación de libertades y de democracia.

Sin embargo, la propia inca-pacidad de las fuerzas políticas para abatir, definitivamente, a la dictadura franquista, para im-poner lo que en aquella coyun-tura, se denominaba la ruptura

democrática, pese a la amplitud de las movilizaciones y al impor-tante apoyo social que algunas de ellas manifiestan, están en la base de la creación de una serie de plataformas políticas unita-rias de oposición que, también en Andalucía, tendrán un refle-jo importante. En junio de 1974 aparece la Junta Democrática de España impulsada por el PCE, y en la que igualmente intervie-nen otras instancias partidistas, sindicales y sociales (PSI, P. Car-lista, ASA, CC.OO.,), así como al-gunas importantes personalida-des independientes (Calvo Serer, García Trevijano, Vidal Beneyto), actuando como portavoz de la misma en Andalucía el catedrá-tico de Derecho Civil de la Uni-versidad de Sevilla Alfonso de Cossio; también colaborarán en estos primeros pasos de la Junta Democrática de España en nues-tra región el prestigioso jurista sevillano Adolfo Cuéllar Rodrí-guez, el también jurista cordo-bés J.L. Fernández Castillejo, los profesores Rosario Peral (Mála-ga), Isidoro Moreno (Sevilla) y los así mismo destacados abogados laboralistas Filomeno Aparicio Lobo y Rafael Sarazá (Córdoba), Leopoldo del Prado (Málaga), Ja-vier Ansó (Cádiz), el ingeniero Mi-guel Ángel Arredonda (Málaga), los abogados L. Uruñuela y Ale-jandro Rojas Marcos (Sevilla), los psiquiatras cordobeses Aumente Baena y Castilla del Pino, entre otros. El inicial éxito propagan-dístico de la Junta Democrática termina acelerando los planes de renovación de la socialdemocra-cia española que, en el congreso de Suresnes (octubre de 1974) y dirigida por un importante nú-cleo de socialistas sevillanos (F. González, Alfonso Guerra, M. del Valle, Luis Yáñez, Manuel Chaves, entre otros), consigue el control del PSOE; pocos meses después, en unión de otras fuerzas libera-les, democristianas y de izquier-das, nacería como alternativa a la JD, la llamada Plataforma de Convergencia Democrática, sos-tenida en Andalucía, básicamen-te, por un Partido Socialista en franco despegue, aun con cier-tas vinculaciones al socialismo histórico (A. Fernández Torres, M. Camacho Llóriz, Ramón Tole-dano, R. Germinal Bernal Soto, Justo Fernández, Miguel Vicente Gutiérrez y José Tesoro Linares), por una recompuesta UGT y por fuerzas de la izquierda radical (MCE, ORT), bastante más mino-ritarias. Algunos, dirigentes de la izquierda universitaria y obre-ra surgida al margen del PSOE y PCE, terminarán jugando un im-portante papel en la transición democrática, en Andalucía y en el conjunto del país tales como Eladio García Castro, M. Ramón Alarcón Caracuel, A. Zoido, S. Ramos Vicente, el propio Isido-ro Moreno, etc., algunos de ellos vinculados al movimiento uni-versitario de Sevilla y Granada, fundamentalmente, algunos otros (Francisco Casero, Paco Or-tiz Atenciano, Gonzalo Sánchez, Diamantino García) al naciente Sindicato de Obreros del Campo (S.O.C.).

La coyuntura política irá acompañada del resurgir de los partidos políticos de la oposición y otras organizaciones minoritarias

do Saborido y Francisco Acosta), lo son también de las comisio-nes obreras andaluzas; el mismo día, 20 de diciembre de 1973, del atentado sufrido por el presiden-te del gobierno Carrero Blanco estaba previsto el comienzo del juicio 1001 acusados todos los di-rigentes detenidos de las CCOO de asociación ilegal por el TOP. También en Andalucía, al igual que ocurriera con el resto de los sindicatos de clase (UGT, CNT, SOC, ORT, USO), las reivindicacio-nes del movimiento sociopolítico

Fuente: Estadísticas del siglo XX en Andalucía. Instituto de Estadística de Andalucía, Sevilla, 2002

Fuente: Estadísticas del siglo XX en Andalucía. Instituto de Estadística de Andalucía, Sevilla, 2002

RESULTADOS DEL REFERENDUM DE LA LEY PARA LA REFORMA POLÍTICA, 15 DICIEMBRE DE 1976

ELECCIONES GENERALES DESARROLLADAS EL 15 DE JUNIO DE 1977. CONGRESO DE LOS DIPUTADOSVOTOS. ENTRE PARÉNTESIS, ESCAÑOS POR PROVINCIAS

ALMERÍA CÁDIZ CÓRDOBA GRANADA HUELVA JAÉN MÁLAGA SEVILLA ANDALUCÍA

Censo 232.661 536.412 439.395 446.150 250.712 394.365 537.876 826.565 3.664.136

Votos 190.179 434.584 363.476 365.600 203.763 321.063 431.135 665.311 2.975.111

Participación 81,7% 81,0% 82,7% 81,9% 81,3% 81,4% 80,2% 80,5% 81,2%

Votos SÍ 184.287 415.440 348.778 352.84 196.803 308.650 412.562 637.032 2.856.392

% de SÍ 97,0% 95,8% 96,1% 96,7% 96,6% 96,2% 96,0% 95,6% 96,2%

Votos NO 2.926 7.476 7.177 6.280 2.688 7.932 8.422 10.513 53.414

% de NO 1,5% 1,7% 2,0% 1,7% 1,3% 2,5% 2,0% 1,6% 1,8%

V. Blanco 2.662 10.635 6.873 5.839 3.612 4.020 8.729 16.191 58.561

V. Nulos 304 1.033 648 641 660 461 1.422 1.575 6.744

(*) En la circunscripción de Cádiz, la Coalición PSP-US obtuvo 1 escaño (40.843 votos).

PSOE 49.967 (2) 153.329 (4) 121.727 (3) 111.941 (3) 66.340 (2) 123.591 (4) 166.395 (4) 251.000 (5) 27

UCD 90.775 (3) 113.914 (2) 117.217 (3) 153.334 (4) 94.184 (3) 104.456 (3) 115.108 (3) 221.657 (5) 26

PCE 11.863 42.254 (1) 59.375 (1) 33.761 10.706 29.517 (1) 51.951 (2) 91.879 (2) 5

AP 14.826 20.632 33.544 24.773 9.822 27. 038 22.137 35.033 *

CENSO 239.918 559.590 451.021 458.283 255.557 403.142 569.535 842.042 3.779.088

Abstención 25,30% 25,70% 19.30% 23.00% 21.22% 21.05% 25.32% 18.78% 21.58%

ALMERÍA CÁDIZ CÓRDOBA GRANADA HUELVA JAÉN MÁLAGA SEVILLA TOTAL

LAS URNAS. Colas en Córdoba el 6-D.

RICARDO

20 MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

21MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

MOVIMIENTOS. Marcha de jornaleros del campo encabezada por el escritor cordobés Antonio Gala. El mundo rural se agita y pide tierras para trabajar.

Ambas coaliciones políticas, JDE y PCD, en su intento de for-zar una ruptura del sistema ter-minarían fundiéndose el 26 de marzo de 1976 en la Coordina-ción Democrática, la ‘Platajun-ta’, e intentarían canalizar sus esfuerzos políticos en la llamada ‘comisión de los nueve’ (F. Gon-zález, Tierno Galván, S. Sánchez Montero, Antón Canyellas, Fer-nández Ordóñez, J. Satrústegui, J. Pujol, J. Jaúregui y V. Paz An-drade). De cualquier forma, el Gobierno que de manera sorpre-siva preside Adolfo Suárez desde julio de 1976 consigue imponer su propio proyecto de Ley para la Reforma Política, que, tras su paso por las cortes franquistas, fue sometido a referéndum en toda España el 15 de diciembre de 1976 y que en Andalucía arro-jó los resultados en el gráfico que acompaña este informe.

Después de estos resultados, que tuvieron comportamientos similares en el resto de España, quizás, exceptuando Euskadi y Cataluña y que expresaban evi-dentes deseos de cambio político, los acontecimientos se precipitan en Andalucía, como en el conjun-to del país. La Ley para la Refor-ma Política se constituye como la primera piedra y una pieza clave para el futuro de la recuperación

FRANCISCO GONZÁLEZ / RICARDO

tancias, son vividas con intensi-dad. Desde titulares de la prensa regional (El Correo de Andalucía, Sur, Ideal, incluso, el resto de las cabeceras procedentes de la an-tigua prensa del Movimiento), hasta declaraciones y comuni-cados políticos de diferentes ins-tancias culturales, educativas y sociales (colegios profesionales de profesores y abogados, círcu-los culturales, asociaciones veci-nales, instituciones educativas y universitarias, estudiantiles, etc.) pasando, obviamente, por la manifestada por los propios grupos políticos y sindicales que buscan su incardinación en una nueva realidad que se aleja, cada vez más, de las agotadas estruc-turas de un sistema que debe abandonar, definitivamente, sus ataduras con las instancias más reaccionarias de la dictadura, se denuncian los reiterados in-tentos de desestabilización en el caso de los acontecimientos de-sarrollados en la semana final de enero, mientras que, dada la im-portante implantación del PCE

El día 18 de marzo de 1977 se convocan elecciones generales, las primeras en libertad desde el 16 de febrero de 1936

TENSIÓN. El 18 de noviembre de 1976, ultraderechistas prendieron fuego al kiosko de prensa de Matías Camacho en la plaza de Las Tendillas.

de la democracia; con un «siste-ma de partidos», por llamarle de alguna manera, en el que coexis-ten organizaciones políticas aco-gidas al Estatuto de Asociaciones de 14 de junio de 1976 (Reforma Social Española, Unión Democrá-tica Española, Anepa, la Unión

del Pueblo Español -UDPE-, etc.), partidos en constitución y arti-culándose en torno a otra serie de instancias de diverso origen y dimensión ideológica (UCD), grupos políticos paralegales o de legalidad, a duras penas, permiti-da que buscan su incardinación y

reconocimiento en esta coyuntu-ra (PSOE, PSP, PSD) y los que to-davía son, francamente, ilegales (PCE, PTE, MCE, OICE, ORT y el resto de la izquierda comunista); con unos sindicatos de clase que, claramente, han desbordado los estrechos márgenes de la OSE y que no son legalizados hasta abril de 1977; con un muy alto el nivel de conflictividad socio-política, de lo que en Andalucía pueden ser expresión las huelgas del metal en Sevilla en junio de 1976, o la propia huelga de la construcción en Córdoba en ene-ro de ese mismo año, el Gobier-no de Suárez, se apresta a poner en marcha la LRP. Ello no quiere decir que, hasta las elecciones ge-nerales de 15 de junio de 1977, no deban salvarse importantes obstáculos de los que, sin duda, la matanza de los abogados labo-ralistas del despacho de Atocha el 24 de enero de 1977, todos los sucesos de signo desestabilizador para la marcha de la democracia que se desarrollan en la llamada «semana trágica de enero» (23/29 de enero) y que alimentan la es-trategia de la tensión, así como la propia legalización del PCE el día 9 de abril de ese año, son al-gunas de las expresiones más sig-nificativas.

En Andalucía, tales circuns-

en algunas provincias y comar-cas de Andalucía (Córdoba, Sevi-lla, Málaga, fundamentalmente), su legalización es saludada con enorme júbilo por sectores de la población que la reciben, segura-mente, como un síntoma de la recuperación de la democracia en España.

El día 18 de marzo de 1977 se convocan las elecciones genera-les, primeras en libertad que se celebran en España desde aque-llas lejanas de 16 de febrero de 1936, pocos meses antes de que comenzara la Guerra Civil es-pañola. El 15 de junio, tras una campaña seguida en todo el país y en Andalucía con una enorme ilusión, los andaluces otorgamos nuestra representación de la si-guiente forma:

Todos los estudios sociológi-cos e historiográficos realizados hasta el momento no dejan lu-gar a dudas, de que la sombra del pasado, fundamentalmente, el recuerdo de la Guerra Civil in-fluyeron, de manera decisoria en la configuración del comporta-miento político de una sociedad, la española y la andaluza que, sin embargo, se aprestaba a vivir con ilusión, después de 40 años de una oprobiosa dictadura, la recu-peración de la democracia. H

22 MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 2018 28 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

23MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

JUAN JOSÉPRIMO JURADO

la TRaNSICIÓN

DEMOCRÁTICa EN ESPAÑA DEMOSTRÓ

HABER APRENDIDO DE AQUELLA LECCIÓN DE

LA HISTORIA QUE FUE

LA FALLIDA EXPERIENCIA

DEMOCRÁTICA DE LA

SEGUNDA REPÚBLICA

hOy, la CONSTITuCIÓN

DE LA CONvIvENCIA

vIENE AMENAzADA POR LOS QUE

BUSCAN LA INDEPENDENCIA

CON UNA RUPTURA

ILEGAL y POR LAS FUERzAS

POLíTICAS QUE

RECHAzAN LA TRANSICIÓN y LA ETIQUETAN

DE FRANQUISTA

El valor de la España constitucionalLa larga y rica historia de España tiene sombras, pero también está llena de luces. La Historia, maestra de la vida, nos brinda lecciones que no debemos nunca olvidar, las ne-gativas para no volver a incurrir en ellas y las positivas con el fin de que nos sirvan de estímulo y ejemplo para forjar nuestro futuro en el pre-sente. La Transición Democrática y la Constitución de 1978 son luces en esa historia española.

En el año de la conmemoración del cuarenta aniversario de la Cons-titución española, no está de más recordar nuestras dos experiencias democráticas, la del año 1931, la Se-gunda República, y la del año 1978, la Monarquía Parlamentaria, anali-zar sus rasgos principales y el por-qué del fracaso de la primera y el éxito de la segunda.

La democracia de 1931 surgió cuando el liberalismo en Europa re-trocedía frente a los totalitarismos y las revoluciones. Y a pesar de que ninguna fuerza recibió hostilmente al régimen del 14 de abril, sus prota-gonistas lo orientaron hacia modos revolucionarios, quemando etapas legales y políticas lo más rápida-mente posible y elaborando unas reglas de juego que impidiesen el paso a otros programas políticos. Fue una democracia diseñada en contra de una parte de la población, lo que tuvo como consecuencia la traumática alternancia y la terrible tragedia colectiva final.

La Transición democrática espa-ñola (1976-1978) demostró, sobre todo desde que Adolfo Suárez ocu-pó la Presidencia en julio de 1976, haber aprendido aquella lección de la Historia que fue la fallida expe-riencia democrática de la Segunda República. La lección consistía no en olvidarla, sino en tener bien pre-sentes sus errores para no repetir-los. Así, la Transición se construyó buscando la concordancia en los principios básicos con UCD, PSOE, PCE y AP, más los partidos naciona-listas moderados.

No es casualidad que los valores superiores de nuestro ordenamien-to jurídico: la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, se establezcan tanto en el Preámbulo de la Constitución de 1978 como en el primero de sus artículos y sean la piedra angular de todo el diseño constitucional. Asimismo, la cons-trucción de un Estado Autonómico y un principio de solidaridad terri-torial que consagre la unidad de Es-paña a partir de las peculiaridades de sus comunidades autónomas, quedó reflejado para superar ten-siones históricas.

La democracia de 1978 se contem-pló desde la base del liberalismo, sin revoluciones, ni venganzas. Y su ges-tación se guió por tres principios:

Primero, todas las fuerzas demo-cráticas como representantes legí-timas del pueblo español participa-rían en su fundación.

Segundo, diseñar un régimen con contrapesos para el poder, manifes-tado en la separación de poderes e internamente dentro de cada uno de esos poderes.

SubdelegadodelGobiernoen Córdoba

Tercero, crear un marco consti-tucional que no cerrase el paso a ningún programa político, excepto quienes buscasen su destrucción.

Este modelo democrático ha fun-cionado bien, porque se construyó de la única forma posible para que no fuese un paréntesis en nuestra agitada historia contemporánea si-no que permitiese a los españoles vivir la mejor etapa de su historia.

La reforma política permitió pa-sar pacíficamente de un sistema autoritario a un sistema constitu-cional sin romper el ordenamien-to jurídico anterior. Cinco fueron los protagonistas que dirigieron el proceso:

Primero. Su Majestad el Rey don Juan Carlos I. Es el gran protagonis-ta individual del éxito de la Transi-ción. Sin su actitud, decisión e inte-ligencia, no se habría producido. Su éxito le garantizó, a él y a la Monar-quía como institución, la mayor po-pularidad que habían alcanzado un monarca español y la Corona desde Alfonso XII.

Segundo. El presidente Adolfo Suárez. Persona clave de la Transi-ción y hoy permanentemente recor-dado y valorado. Era el presidente

de Gobierno que necesitaban los españoles en ese momento y que el Rey buscaba para pilotar la Tran-sición. Cumplió lo que prometió a una España con ilusión por alcan-zar la democracia, pero llena de in-certidumbres.

Tercero. Torcuato Fernández Mi-randa. Fue el presidente de las Cor-tes franquistas que aprobaron la ley de Reforma Política que abría las puertas a la creación de los par-tidos y a las elecciones. Fue, además, el redactor de dicha ley, que nos lle-vó «de la ley a la ley a través de la ley», en sus propias palabras.

Cuarto. Las fuerzas constituyen-tes. Aquellos partidos políticos su-pieron no apartarse del camino ha-cia la democracia, conectados con la sociedad, practicando una alta política de consenso, cediendo ca-da uno en parte de sus posiciones, plasmaron en el texto constitucio-nal los deseos de la mayoría de los españoles.

Quinto. El gran protagonista co-lectivo de la Transición fue el pue-blo español. Ese pueblo capaz de grandes gestas, pero protagonista de cuatro guerras civiles entre 1833 y 1936, superó el odio cainita. Pro-

bablemente porque había realizado su transición a la democracia antes que los propios políticos y era re-fractario a cualquier involución o revolución.

Hoy en día la Constitución de la convivencia viene amenazada des-de dos lados. Por un lado el inde-pendentismo insolidario que quie-bra la sociedad, ahora mismo la catalana, con una ruptura ilegal de la unidad de España. Andalucía es en este terreno ejemplo de comu-nidad autónoma que se encuentra a gusto en el marco constitucional y su Estatuto es escrupulosamente respetuoso con la Carta Magna. La otra amenaza para la Constitución son las fuerzas políticas que recha-zan la Transición, etiquetándola de franquista, y ponen en riesgo la re-conciliación llevada a cabo por las dos Españas en 1978. Es un error, ochenta después de la tragedia de 1936, reivindicar la memoria de unos españoles y condenar la de otros, simplemente por el bando donde estuvieron. La fortaleza del texto constitucional y la madurez democrática de los españoles debe-rían ser suficientes para conjurar estas amenazas. H

24 MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

félix ruiz cardador

El 6-D y El 28-F abriEron la puErta DE la DEmocracia y DE la autonomía En apEnas 14 mEsEs miEntras la provincia vivía Dos campañas muy intEnsas y al mismo tiEmpo muy Distintas

El doble ‘sí’ cordobés: dos días de lluvia y de rosas

La lluvia, la insisten-te lluvia, golpeó esos dos amaneceres. pe-ro la ilusión del sí, del nuevo camino que se abría tras décadas de

dictadura, se impuso y sonó por ello como la sinfonía alegre y ra-diofónica de sus noches. la pri-mera jornada histórica, la del 6 de diciembre de 1978, ocurrió un miércoles. la segunda, la del 28 de febrero de 1980, un jueves. córdoba salió de esos días cam-biada, como ocurrió con España y con andalucía. salió como una provincia más de un país consti-tucional y democrático que de-seaba insertarse en lo mejor de la tradición ilustrada y como una de las ocho provincias que conformarían la autonomía an-daluza. En aquellos días de sue-ños, córdoba se preparó para enterrar fantasmas y para enca-rar el final del siglo XX.

LA CÓRDOBA DEL 78las hemerotecas, y la memoria de los que vivieron sendas fechas históricas, recuerdan cómo era aquella córdoba que se despere-zaba con timidez tras las sombras del franquismo. por entonces, en el 78, una economía débil, según denunciaba en la prensa el pre-sidente de la patronal, manuel romón. también una ciudad convulsa en el caso de la capital, pues las huelgas laborales se su-cedían hasta el punto de que hu-bo de intervenir el Ejército para recoger la basura acumulada en las calles debido a un largo paro. ni siquiera el córdoba cF daba alegrías, pues un año antes se había despeñado hasta esa hon-donada tortuosa de la segunda b. sin pepe Escalante, que se había lesionado en un hombro, el equi-po se preparaba aquel miércoles de diciembre para encarar en sólo unos días un choque frente al Diter Zafra. Quizá lo más op-timista fuese acaso que manuel benítez ‘El cordobés’ había vuel-to a probarse en los ruedos tras años de retiro. o, mejor, que en ese 1978 saliesen los primeros li-cenciados de medicina de la uni-versidad de córdoba y se aproba-se la creación de la Facultad de Derecho.

EL 6 DE DICIEMBREla mañana de aquel día históri-co, como ya se dijo, amaneció llu-viosa, y prosiguió con chubascos.

también sin apenas incidentes, para satisfacción del gobernador civil del momento, Francisco Ja-vier ansuátegui, guipuzcoano de Elgoibar. la crónica de Diario cÓrDoba de aquel día relataba que los ancianos del asilo madre de Dios acudieron a votar de bue-na mañana y con cierta impacien-cia comprensible, mientras que los electores que acudieron a las mesas del instituto luis de Gón-gora, en pleno centro capitalino,

se dejó caer por los cines de la ciudad. Quizá para ver la come-dia Alegrías de una viuda, con el añorado Walter matthau, o a la peli de ciencia ficción Capricornio Uno, que se exhibía aquel 6-D en el cabrera vistarama de la calle Julio pellicer. lo cierto es que la noche dec-embrina llegó y con ella los pri-meros balances y resultados. ansuátegui, el gobernador civil, se felicitaba aliviado: «todo ha

VUELVEN LOS PARTIDOS. Multitudinario acto protagonizado por el Partido Comunista en la Plaza de Toros de Córdoba a finales de los setenta.

ricarDo

funcionado tal como estaba pre-visto». al tiempo, en las casas, la gente seguía la cobertura de la radio o de tvE, mientras que en las sedes de los partidos se iban recibiendo noticias entre la hu-mareda de los cigarrillos y los timbrazos insistentes del pesado teléfono de ruleta. pocas dudas había de que ganaría el sí, pero preocupaba la participación. Fi-nalmente, en la provincia de cór-doba, acudieron a las urnas

se encontraron con una pintada negra que rezaba: «niñas, votad no». En el colegio obispo osio se registró un retraso notable en la apertura, pues nadie sabía dónde demonios estaban las llaves, y en algunos colegios se denunció que se habían acabado las papeletas del sí. Desde las nueve de la ma-ñana hasta las ocho de la tarde se vivió sin embargo un día normal en democracia, y seguro que más de uno, a la espera del recuento,

campaña DEl 6-D

La unidad histórica

La campaña del referéndum constitucional del 78 fue histórica pues coincidieron solicitando (o recomendando) el sí las cuatro grandes fuerzas nacionales de la época: la UCD de Suárez y el PSOE de Felipe de forma nítida y bastante cohesionada y el PCE de Carrillo y la AP de Fraga de forma clara pero con algunas disensiones internas. De estas fuerzas era sin embargo la UCD, con Adolfo Suárez al frente del Gobierno, la que más se jugaba. Ese hecho dio pie a que la UCD cordobesa, que por entonces contaba con activos como Cecilio Valverde, Carmelo Casaño, José Javier Rodríguez Alcaide o Antonio José Delgado de Jesús, se mostrase dinámica y fuese la más implicada en la campaña y en la búsqueda de interventores. El PSOE, a cuya Secretaría General había accedido ese mismo año un veinteañero José Miguel Salinas, también jugó esa batalla con un diputado por Córdoba, el por entonces emergente Guillermo Galeote, encargado de coordinarla a nivel nacional y con el joven biólogo Diego Alonso implicado como secretario de Organización. Incluso el PCE anduvo en la brega y muy pendiente de los resultados de aquella larga noche y con sus máximos líderes nacionales muy implicados. El explícito lema ‘Constitución o dictadura’ resumía lo que andaba en juego el 6D.

25miércoles, 28 de febrero del 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

26 MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

383.545 electores de los 509.207 convocados, lo que suponía un 75,1% del censo. El sí triunfó con un 80,8% y los cordobeses se fue-ron a la cama sabiendo que ya te-nían Constitución tras casi cua-tro décadas de dictadura. Seguro que alguien se despidió del día canturreando el Libertad sin ira de Jarcha, tan hippy a su modo, preparando los pantalones acam-panados para el amanecer de la nueva era que aguardaba.

DE UN SÍ A OTRO SÍSólo año y un par de meses hu-bieron de pasar luego entre ese primer sí nacional del 6D y el se-gundo sí, el andaluz, el del 28F de hace ahora 38 años. Tiempo escaso visto ahora, por lo que la ciudad poco había cambiado entre una fecha y otra. O no tan poco, pues ahora ya tenía como alcalde democrático a un profe-sor comunista de 38 años, Julio Anguita, que había sido elegido en las municipales de abril del año anterior. También se habían celebrado en el 79, en marzo, elecciones generales, en las que Adolfo Suárez había sabido ca-pitalizar el triunfo del sí en la Constitución a pesar de que ya se intuía el avance de un PSOE en el que Felipe González y Alfonso Guerra conformaban una ‘dupla atacante’ llamada a hacer histo-ria. González, sin embargo, se

camuflaba o autoengañaba a sus 38 años lo mejor que podía y en una entrevista, que el mismo 28F extractaba el Diario CÓRDOBA, le decía al periodista y sacerdote José Luis Martín Descalzo que él no tenía vocación política. «Para eso hay que tener piel de elefante y yo no la tengo», explicaba. Pero, volviendo al referéndum andaluz, quizá lo más diferente respecto al 6D fue el clima de la campaña. Porque aquí la unidad de criterio se deshizo, y socialis-tas, comunistas y andalucistas apostaron por el sí decidido a la vía rápida que significaba el ar-tículo 151 mientras que la UCD reclamaba la abstención o el vo-to en blanco al ser partidarios de que Andalucía alcanzase el auto-gobierno efectivo por la vía lenta del 143. «Andaluz, este no es tu referéndum», decía con claridad la propaganda de Unión del Cen-tro Democrático. Por el contrario el PSOE apostaba por un «Sí por derecho», el PCA por una apela-ción a la segunda persona como «Andalucía te necesita» y el PSA de Rojas Marcos por un «Votar sí es votar por tu tierra». También estaba en el ambien-te la división interna que había surgido en la UCD y que había supuesto la dimisión del exmi-nistro y profesor sevillano Ma-nuel Clavero, partidario del 151. El cordobés Cecilio Valverde,

presidente del Senado, tuvo que emplearse en esas fechas para ex-plicar en su tierra una posición oficial de su partido que muchos de sus votantes no entendían. No fue el único en implicarse en esos días de mítines y paseos electorales, pues la ocasión para lograr el autogobierno era his-tórica y muchos así lo compren-dieron. Desde el presidente de la Junta, el socialista Manuel Escu-redo, al ideólogo andalucista José Aumente o al alcalde Anguita. O escritores como Rafael Alberti o Antonio Gala. Todos ellos andu-vieron por Córdoba en aquellos días, en los que poco tiempo se supone que tuvieron los cordobe-ses para preocuparse por noticias del momento como la decaden-cia de Tito, moribundo en Yugos-lavia, o como la crisis de los rehe-nes en Irán.

EL 28-F: UNA FIESTAY así, después de esa campaña desabrida y marcada por las acu-saciones al Gobierno, llegó un 28 de febrero que habría de perdu-rar en el imaginario y que ama-neció lluvioso. Desde temprano estuvieron los colegios electora-les animados y la ciudad vivió en esas horas la humilde fiesta de los partidarios del sí. Los cronis-tas del momento relataban que un camión de reparto se echó aquella mañana con una ban-

dera andaluza por Huerta de la Reina, mientras que el furgón de venta de huevos avanzaba con música andaluza por el Parque Cruz Conde. Los sindicatos co-locaron en la Westinghouse un banderón y más banderas anda-luzas se vieron en la Calahorra. Quizá contaminada por el am-biente, la climatología se volvió benigna y febrero vistió la tarde de sol primaveral. Luego, eso sí, cayó la noche con su frío inver-nal y a las 21:30 llegó la hora del escrutinio. Los resultados, que ya son historia, abrieron la puerta a la autonomía. Vistas con el paso de los años, aquellas dos jornadas se antojan una especie de ensueño demo-crático. Días de lluvia, porque ambos lo fueron, pero también de rosas, por lo que significaron estas dos fechas como símbolo de un pueblo que quería salir de las oscuridades para volver a flore-cer. Que luego se lograse o no es ya otra historia, porque como re-citaba Lee Remick en la película Días de vino y rosas «de un nebulo-so sueño parte nuestro sendero y se pierde en otro sueño». Y así es, porque los sueños del ser huma-no duran al fin y al cabo lo que duran y aquel sueño candoroso de la Transición también duró lo que duró aunque aún vivamos en parte bajo el influjo lejano de su estela. H

ANDALUCISMO. El Partido Socialista Andaluz se presenta como opción andalucista en las urnas. En la imagen, su líder, Alejandro Rojas Marcos, en Córdoba.

RICARDO

el triunfo de la izquierda y el declive de la ucd y de suárez

El rEfEréndum andaluz tuvo alcancE nacional: fuE El prEámbulo dE la victoria dE fElipE En El 82 y la primEra tumba dEl cEntro

La izquierda que conformaban el PSOE, el Partido Comunista de Andalucía y los andalucistas triunfó aquella noche y UCD y AP salieron gravemente tocadas del lance. La baraka o buena fortuna electoral que hasta el momento había tenido Adolfo Suárez comenzó aquel 28F a resquebrajarse y apenas dos años después el histórico líder acabaría dimitiendo como antesala a la histórica mayoría absoluta que Felipe González y Alfonso Guerra lograrían en el 82. Córdoba fue la segunda provincia con más impulso autonomista, sólo superada por Sevilla. Votaron más de 360.000 cordobeses y se superó ampliamente el 50% afirmativo que se exigía.

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FÉLIX RUIZ CARDADOR

«Andalucía está ahora adormecida»Marisa Vadillo, artista cordobesa y pro-fesora en la Universidad de Sevilla, tiene serias dudas sobre si su generación, la na-cida en los 70, está fracasando en Andalu-cía. «Nosotros -explica- nos criamos en una sociedad en la que el éxito estaba en tu mano si te esforzabas y te formabas, pero ahora no es así». Sostiene que el tejido pro-ductivo y social andaluz es débil, lo que provoca la temida «fuga de talentos». «Mu-

MARISA VADILLO, ARTISTA Y PROFESORA

chos jóvenes se van de Andalucía porque aquí no encuentran lo que buscan». Vadi-llo defiende por ello la educación andalu-za, «con carencias pero no inferior a la de otras comunidades o países europeos», y por eso entiende como un «fracado global» que a esas personas que salen con «grado, master e idiomas» no se les puedan ofrecer luego oportunidades. «Esto es un drama», dice la artista. Vadillo ve en general una sociedad andaluza «adormecida, con po-cas inquietudes». H

F.R.C.

«No nos podemos conformar»Pedro Caldentey es el director del Depar-tamento de Economía de la Universidad Loyola. Residente en Córdoba desde hace años, conoce bien la realidad económica andaluza y valora su potencialidad. En ese sentido explica que «esta tierra tiene mu-chas posibilidades», y por eso no se entien-de «que los índices nos coloquen en la po-sición 220 de las 263 regiones europeas». Caldentey defiende que algunas variables,

PEDRO CALDENTEY, ECONOMISTA

como la calidad de vida o la salud, Andalu-cía está en posiciones altas, «pero con eso no vale pues estamos a la cola en muchas cosas». El principal problema que observa este profesor es la alta tasa de desempleo, lo que está provocando «vulnebirilidad de amplios grupos de población». «Eso no lo podemos permitir, porque no es justo ni ético», agrega Caldentey, que apuesta por emprender un cambio productivo: «Y no sólo en clave de competitividad y sectores, sino también de procesos y actores». H

F.R.C.

«Somos la despensa de toda España»Lola de Toro, abogada, considera que la autonomía andaluza es «la maltratada de España». «No me gusta vivir en la queja, pero lo cierto es que si te maltratan no queda otra que decirlo», explica antes de agregar que le duele ver que «una comu-nidad que quería ser de primera ha sido finalmente de tercera». De Toro explica sin embargo que «Andalucía sigue siendo la despensa de España y en buen modo de

LOLA DE TORO, ABOGADA

Europa», pero observa que no se han dado los pasos necesarios para que esa produc-tividad haya desarrollado un mayor valor añadido. «Vendemos barato productos que luego compramos mucho más caros, y con eso queda en evidencia que no nos damos a valer», explica. Lola de Toro mantiene la teoría de que son necesarios políticos para los que Andalucía sea una prioridad y no un medio. «De los problemas de Andalucía apenas se habla y así no podemos seguir», argumenta. H

F.R.C.

«Nuestra generación lo tiene aquí difícil»«Iré a hacer mis prácticas a Sudamérica y confío en encontrar allí un puesto de tra-bajo con mayor facilidad que aquí». Así ve su futuro Victoria Carranza, cordobesa de 22 años que estudia Trabajo Social en la Universidad de Jaén. Cree además que su expectativas son similares a las de muchos universitarios andaluces, pues aquí lo ha-bitual «es irse fuera, trabajar un tiempo, ganar experiencia y luego intentar volver

VICTORIA CARRANZA, ESTUDIANTE

si hay suerte y encuentras un trabajo». Vic-toria también muestra su decepción por el sistema educativo y lamenta que en los planes de estudio se incluyan materias sin utilidad práctica y que el modelo se funda-mente tan sólo en «estudiar para aprobar». Esta universitaria concluye por todo ello que su generación en Andalucía lo está teniendo «muy difícil», más que la de sus padres. «Hay más competencia, no existe estabilidad laboral y un título no te garan-tiza que vayas a trabajar», resume. H

¿Qué papel juega Andalucía en España?

29MIÉRCOLES, 28 DE OCTUBRE DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y CONSTITUCIÓN

F.r.c.

«Pagas los gastos y apenas queda nada»Marian Díaz está actualmente desemplea-da. Extremeña afincada en Córdoba, ve a sus 49 años cómo las puertas laborales se le cierran. «De joven llegué a tener tres tra-bajos a la vez, pero ahora en España y en Andalucía no se aprecia la alegría de en-tonces», dice, mientras afirma con humor que «los únicos brotes verdes que veo son los del brócoli». «Yo soy una enamorada de Andalucía, y mi hijo quiere quedarse

MARIAN DÍAZ, DESEMPLEADA

aquí, pero al final si sale algo fuera no me quedará otra que irme», explica. Una de sus quejas es que en el comercio, activi-dad a la que se dedicó durante años, «sólo buscan a chicas jovencitas y no valoran la experiencia». También lamenta las esca-sas ayudas y se pregunta si la ministra o el consejero podrían vivir con lo que viven ella y su hijo. «Pagas la luz, el agua, el piso y los gastos corrientes y apenas queda na-da», relata. Ahora mismo hace un curso de cuidadora de dependientes. H

F.r.c.

«Con la sanidad sí se puede ser optimista»El psiquiatra José María Valls analiza con cierto pesimismo el presente andaluz. «No soy economista, pero observo que la recu-peración tras la crisis va despacio porque se han perdido muchas empresas», expli-ca. Lamenta que en esta tierra muchos jó-venes padezcan la falta de oportunidades, y cree que eso seguirá así durante un tiem-po. «Se empieza a generar crecimiento, pe-ro con esto no es suficiente», argumenta.

JOSÉ MARÍA VALLS, PSIQUIATRA

En cuanto a la sanidad andaluza, sostiene que sí se puede ser más optimistas. «Aquí llegamos a tener equipos muy importan-tes, que perdieron capacidad por falta de personal; si ahora se refuerzan creo que poco a poco iremos recuperando el terre-no perdido», afirma. Valls, por último, muestra un profundo malestar por la si-tuación de la investigación en Andalucía y en España. «El Gobierno del PP se cargó los equipos que venían trabajando desde hace años y con mucho esfuerzo», explica. H

F.r.c.

«España nos mira y recurre a los tópicos»Ana Belén Ramos, escritora y editora, na-ció en Córdoba en 1979, justo un año an-tes del referéndum. Opina que Andalucía debería de jugar un papel mucho más importante en el conjunto de España por la riqueza cultural e histórica que tiene y lamenta que «cuando España nos mira recurre a los tópicos». «Es posible que la relevancia de Andalucía se haya ido dilu-yendo por intereses políticos, y nos vemos

ANA BELÉN RAMOS, ESCRITORA Y EDITORA

obligados a justificar nuestra importancia frente a otras comunidades». Ana Belén cree que los restos urgentes de la comuni-dad son tres: «La sanidad, la educación y el trabajo», a lo que añade el medio ambien-te pues «nos lo estamos cargando». En el ámbito cultural, teme que la idea de cul-tura se limite en Andalucía a tres aspectos: arte, espectáculo o turismo. Recuerda que esta tierra «se ha caracterizado a lo largo de los siglos por integrar distintas cultu-ras y un respeto por la diversidad. H

F.r.c.

«Al emprender te ves desamparado»Jorge Bravo tiene 23 años y es de Pozo-blanco. Allí, con solo 21, abrió su propia tienda de ropa, Byrdies. Relata que aquello fue una aventura porque «emprender en Andalucía es dífícil, te ves desamparado». Jorge explica que la Junta convoca ayu-das, pero que son difíciles de tramitar. «La burocracia es un lastre, y a veces cuesta más el collar que el perro», señala. Este emprendedor denuncia además la situa-

JORGE BRAVO, COMERCIANTE

ción de la Andalucía interior y rural. «Mu-cha gente joven se está yendo y eso se nota en las estadísticas demográficas», explica. También reclama infraestructuras y alu-de a ciertas comunidades autónomas que «se están vendiendo mucho mejor». Jorge Bravo considera que «aquí estamos fallan-do porque tenemos de todo lo que hay en España y sin embargo no estamos consi-guiendo despegar». Pese a las dificultades, este joven cordobés persiste en su sueño de quedarse en Pozoblanco. H

Ocho cordobeses de diferentes perfiles generacionales y diversos ámbitos de la sociedad, algunos profesionales, otros desempleados y algún estudiante, hablan sobre el peso actual de Andalucía

JOSÉ MANUELCUENCA TORIBIO

MIRAR AL PASADO

CON EL PENSAMIENTO PROYECTADO

HACIA EL PORVENIR ES

UN EJERCICIO INTELECTUAL

MUY RECOMENDABLE

Y UN ACTO QUE HACE A LA

CIUDADANÍA MÁS

RESPONSABLE

LA fechA De 1976

ENTRAñó UNA

EfEMéRIDES LUMINOSA EN

EL CAMINAR DE LOS

ESPAñOLES. DESDE EL

UN TANTO JUSTICIERO

Y RÍgIDO MIRADOR

DE 2018, EL BALANCE

gLOBAL SE OfRECE

DESTACADO

La Constitución de 1878 ante la historiaEl clima aborrascado que predomi-na hoy en la convivencia nacional no constituye, desde luego, la mejor coyuntura para analizar sine ira et studio el casi medio siglo de vigencia de la actual Constitución española de 1978. Por desgracia todos los in-dicios hacen sospechar que tal at-mósfera ha venido para quedarse instalada como premisa mayor de la vida pública española, cuando me-nos por algunos años. Mas, incluso en tal tesitura, mirar al pasado con el pensamiento proyectado hacia el porvenir es un ejercicio intelectual muy recomendable y un acto de res-ponsabilidad ciudadana, pues está en juego la articulación del ordena-miento del futuro, de un futuro que protagonizarán mayoritariamente las jóvenes generaciones, acreedoras a todas suerte de afanes y preocupa-ciones el lado de las que hodierna-mente rectoran el país en sus más diversas facetas.

El juicio que sobre la etapa inau-gural y de la primera madurez de la Carta Magna de 1978 se imponer a cualquier observador de buena vo-luntad es muy placentero y positivo. Como era ya previsible en la última fase del franquismo, el nivel de com-promiso histórico alcanzado por una sociedad de parámetros en aspectos relevantes de la andadura socioeco-nómica semejantes a la de los pue-blos más desarrollados en vísperas del espectacular derrumbamiento del comunismo soviético determinó que el restablecimiento de las liber-tades estuviera por entero alejado de lo pronosticado por los profesio-nales del catastrofismo, así a escala nacional como internacional. Como 1812 o 1876, la fecha de 1976 entra-ñó una efemérides luminosa en el caminar de los españoles contempo-ráneos. Desde el un tanto justiciero y rígido mirador de 2018, el balan-ce global –y no hay otro en la His-toria…- se ofrece abrumadoramente destacado. Las zonas de sombra, los extremos criticables u oscuros en na-da empañan la tonalidad general de un cuadro siempre estimulante por el esfuerzo patriótico, la aspiración moral y el poder creativo, puestos a la luz por una colectividad como la española indeficientemente con potencia demiúrgica en los grandes envites de su muy larga y, en conjun-to, abrillantada trayectoria.

Esta se ennegrecería, sin embargo, si empleáramos adjetivos bombásti-cos para compendiar ahora el tramo recorrido bajo la enseña democráti-ca. Así, los juicios comparativos muy al alza con otros radiantes periodos de nuestro pasado al estilo, verbi gra-tia, de los decenios áureos de los Re-yes Católicos o del largo reinado de Carlos III (1759-88), el Reformador, carecen a un tiempo de oportunidad y utilidad. Los censores de medición colectiva y hasta, en algunos pun-tos, individual son muy distintos en unas y otras épocas para establecer con cierta exactitud semejanzas o contrastes medianamente ajustados. No. Sin necesidad de entregarse, con cierta desinhibición cronológica, a cotejos muy superficiales, la obra, el trabajo ahincado de las generacio-

Catedrático de Historia

nes de la postguerra española que hicieron posible la exaltación de la concordia que inspira absorbente-mente la Carta Magna de 1978 no merecen más que el aplauso since-

ro, la admiración rendida y la grati-tud más roborante. Desde el difícil año que ahora comienza, su texto sustancial nos servirá de segura guía para continuar sin parálisis y con

talante esperanzado y abierto una aventura que en la más occidental de las penínsulas del mar civiliza-dor por excelencia sobrepasa ya el milenio. H

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31MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DEL 201828 F / ANDALUCÍA Y LA CONSTITUCIÓN

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