4f ZÓcalo Saltillo Viernes 11 de diciembre de 2009 … la fachada » Un amplio pórtico central en...

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En la fachada » UN AMPLIO PÓRTICO central en ojivas sobrepuestas, rematado en lo alto con una cruz labrada en cantera, sobre la que destaca un rosetón de 12 pétalos. » POR ENCIMA UN FRISO con adorno de tréboles circulados, símbolo gótico de la Santísima Trinidad, a partir del cual se desplanta el tímpano, estructura triangular en la parte alta y central, conteniendo el reloj en su parte superior. » A LOS LADOS DEL PÓRTICO, dos columnas en lanza de torneo, al lado de las cuales están los cuerpos externos, cada cual con un vitral en ojiva en su parte baja y un ventana también ojival en su porción alta. » EN LOS COSTADOS o laterales se aprecia la ventanería ojival, las columnas de sostén de los muros terminados en lanza, y las gárgolas, botareles y contrafuertes que soportan en lo alto las bóvedas, formando lo que se denomina “la araña”, por su similitud en una vista aérea. El intErior dEl tEmplo » COMPUESTO POR una nave central, alta y espaciosa y dos naves laterales. Espe 4f ZÓCALO SALTILLO Viernes 11 de diciembre de 2009 La historia deL santuario de GuadaLupe Más de dos siglos d a través de la Virg primEra dE dos partEs Leticia espinoza Zócalo | Saltillo h ace 215 años se empezaron a construir los cimientos más fuertes de la fe guadalupana en Saltillo. Era una pequeña ermita en lo alto de una loma la señal inequívoca del arraigo por la devoción que ya le tenían los antiguos tlaxcaltecas y conquistadores que llegaron a la ciudad, una fe que nació con la aparición de la Virgen a San Juan Diego y que se quedó para siempre en su tilma. La Virgen de Guadalupe, venerada por millones de fieles en México y en el mundo, conquista también el corazón de los salti- llenses que se unen en torno a su altar cada 12 de diciembre. “En Saltillo tenemos el Santuario de Gua- dalupe, donde se le ha venerado desde hace muchos años atrás. Vienen las personas a su santuario a ponerse a sus pies, a reconocerla como madre de Dios y una madre muy cerca- na a nosotros”, explica el padre Gustavo Ma- chuca Rangel, misionero del Espíritu Santo en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. El pueblo saltillense reconoce al Santuario como un lugar sagrado, una casa común don- de todos son bien recibidos. “En ese santua- rio volcamos nuestro corazón, expresamos nuestras plegarias, nuestras necesidades y aflicciones con la certeza de que la Virgen nos escucha y nos ilumina en nuestro cami- nar diario”, menciona Machuca Rangel. Templo en el que una porción del pueblo de Dios anhela manifestarse en oración al Señor y a la Virgen, que es su madre santísi- ma en la advocación de Guadalupe, expresa Jorge Fuentes Aguirre, laico y devoto de la guadalupana, quien escribió una obra com- pleta del Santuario de Guadalupe. El historiador relata que cuando se ter- minó la primera edición del libro “Una Casa para la Virgen: Historia del Santuario de Guadalupe de Saltillo” acudió una peregri- nación hacia el Vaticano con el papa Juan Pa- blo II y le mandó uno de sus ejemplares. “Él me contestó agradeciendo el obsequio y mandó bendiciones para la Diócesis de Sal- tillo”, dice con alegría, en la publicación de la carta que se enmarca dentro de la segunda edición del texto en 1998, que para nuestros días está agotado y es una bibliografía úni- ca, en la que se habla de la cronología para construir esta fe guadalupana. ‘Una casa para la VirgEn: historia dEl santUario dE gUadalUpE dE saltillo’ En el libro escrito por Fuentes Aguirre se abre la interrogante que muchos hasta hoy nos preguntamos ¿de dónde llegó la devoción por la Virgen de Guadalupe a los primeros saltillenses que vieron nacer el santuario? El escritor señala que por el hecho de que las apariciones de la Virgen de Guadalupe se suscitaron en el Tepeyac, relativamente cerca de Tlaxcala, los tlaxcaltecas llegados a la villa, sensibilizados por los catequistas franciscanos, le tenían desde entonces una devoción de la que estaban ya arraigados también los fundadores españoles. Argumenta que muchos historiadores co- inciden en señalar que no había nueva colo- nización en la que no estuviera presente en retablos o imágenes la Virgen de Guadalu- pe, que seguramente existió en el templo de Santiago y San Esteban (los dos primeros en edificarse en la ciudad). A lo largo del texto, el historiador reco- pila a través de fuentes documentales del Un templo con estilo gótico que recibe la fe de los saltillenses Archivo Diocesano, así como las impresiones del clero y familias cercanas al Santuario, la historia de este gran templo. De esta investigación se desprende del do- cumento más antiguo, que data del 1 de julio de 1794, cuando los pobladores de la Nueva Tlax- cala querían erigirle una capilla a la guadalu- pana y enviaron una solicitud de construcción al Obispo del Nuevo Reino de León, del cual dependía la Diócesis de Saltillo. Ante aquella solicitud se edifica una ermita que se convertiría muchos años después en un templo, a cargo de dos principales bienhecho- res, don Dámaso Rodríguez y don Marcelino Garza, a quienes se les uniría doña Trinidad Narro de Mass. Años después, en 1911, cuando muere don Enrique Mass, el esposo de la señora Trinidad Narro, como fiel a la guadalupana, decide do- nar 40 mil pesos para edificar en memoria a su esposo el templo gótico que hoy en día nues- tros ojos pueden ver. Por supuesto, habían llegado para enton- ces los padres benedictinos, quienes hicieron el nuevo proyecto, a cargo de Henri Guindon, un ingeniero francés reconocido por la cons- trucción de lo que hoy ocupa el Teatro García Carrillo, el Casino de Saltillo y la casa de la familia Purcell. Hacia 1911 iniciaron los trabajos del San- tuario, cuyo estilo gótico lo hace diferente, pues es la única construcción en su género en el norte de la República. “Se decide un diseño gótico porque el ca- pital provino de don Enrique Mass, de origen alemán, y en Westfalia, su tierra natal, el es- tilo gótico impera en la construcción sacra”, dice Jorge Fuentes Aguirre. Sin embargo, las obras del Santuario se sus- penden en 1913 por el desorden de la Revolu- ción, y además al ingeniero Guindon ya no le fue posible continuar dirigiendo la construc- arquitectur a gótica Línea de tiempo De acuerdo con la segunda edición de 1998 del libro “Una casa para la Virgen: Historia del Santuario de Guadalupe de Saltillo”, de Jorge Fuentes Aguirre: 1794 Se erige una ermita de calicanto en la Loma del Cituado. 1880 1890 Se oficia la primera misa en el templo, que se convierte en Santuario. 191 Llegaron para hac guadalup periodo d Dámaso Rodríguez y Marcelino Garza fungen como los primeros grandes donadores para realizar una nueva construcción. Se les une doña Trinidad Narro de Mass.

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En la fachada» Un amplio pórtico central en ojivas sobrepuestas, rematado en lo alto con una cruz labrada en cantera, sobre la que destaca un rosetón de 12 pétalos.» por encima Un friso con adorno de tréboles circulados, símbolo gótico de la Santísima Trinidad, a partir del cual se desplanta el tímpano, estructura triangular en la parte alta y central, conteniendo el reloj en su parte superior.» a los lados del pórtico, dos columnas en lanza de torneo, al lado de las cuales están los cuerpos externos, cada cual con un vitral en ojiva en su parte baja y un ventana también ojival en su porción alta.» en los costados o laterales se aprecia la ventanería ojival, las columnas de sostén de los muros terminados en lanza, y las gárgolas, botareles y contrafuertes que soportan en lo alto las bóvedas, formando lo

que se denomina “la araña”, por su similitud en una vista aérea.

El intErior dEl tEmplo» compUesto por una nave central, alta y espaciosa y dos naves laterales.

» La composición arquitectónica del interior está resuelta en bóvedas de crucería que forman arcos ojivales, de los cuales parten las nervaduras, culminado en la cúspide de cada punto crucial de la bóveda.» en el espacio intermedio de cada área hay un vitral multicolor de tres particiones verticales.» la nave central, antes de llegar al presbiterio, se abre a dos naves laterales, lo que se denomina estructura cruciforme.» en el santUario está además el altar de mármol colocado en los años 40, en cuyo centro se sitúa el sagrario.» se aprecian seis colUmnas a cada lado de la nave principal y seis en el área del presbiterio. A cada una de las seis columnas corresponde un vitral, de tal forma que en cada lado hay 12 vitrales.» se encUentran seis vitrales en la parte baja del presbiterio y cinco en la parte alta. En ellos se encuentran las imágenes de san Benito Abad y santa Escolástica.» en el centro del mUro de cierre de cada crucero lateral está insertado un mural que ocupa media altura.

Especial4f ZÓcaloSaltillo Viernes 11 de diciembre de 2009

La historia deL santuario de GuadaLupe

Más de dos siglos de fea través de la Virgen

primEra dE dos partEs

Leticia espinozaZócalo | Saltillo

h ace 215 años se empezaron a construir los cimientos más fuertes de la fe guadalupana en Saltillo. Era una pequeña ermita

en lo alto de una loma la señal inequívoca del arraigo por la devoción que ya le tenían los antiguos tlaxcaltecas y conquistadores que llegaron a la ciudad, una fe que nació con la aparición de la Virgen a San Juan Diego y que se quedó para siempre en su tilma.

La Virgen de Guadalupe, venerada por millones de fieles en México y en el mundo, conquista también el corazón de los salti-llenses que se unen en torno a su altar cada 12 de diciembre.

“En Saltillo tenemos el Santuario de Gua-dalupe, donde se le ha venerado desde hace muchos años atrás. Vienen las personas a su santuario a ponerse a sus pies, a reconocerla como madre de Dios y una madre muy cerca-na a nosotros”, explica el padre Gustavo Ma-chuca Rangel, misionero del Espíritu Santo en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.

El pueblo saltillense reconoce al Santuario como un lugar sagrado, una casa común don-de todos son bien recibidos. “En ese santua-rio volcamos nuestro corazón, expresamos nuestras plegarias, nuestras necesidades y aflicciones con la certeza de que la Virgen nos escucha y nos ilumina en nuestro cami-nar diario”, menciona Machuca Rangel.

Templo en el que una porción del pueblo de Dios anhela manifestarse en oración al Señor y a la Virgen, que es su madre santísi-ma en la advocación de Guadalupe, expresa Jorge Fuentes Aguirre, laico y devoto de la guadalupana, quien escribió una obra com-pleta del Santuario de Guadalupe.

El historiador relata que cuando se ter-minó la primera edición del libro “Una Casa para la Virgen: Historia del Santuario de Guadalupe de Saltillo” acudió una peregri-nación hacia el Vaticano con el papa Juan Pa-blo II y le mandó uno de sus ejemplares.

“Él me contestó agradeciendo el obsequio y mandó bendiciones para la Diócesis de Sal-tillo”, dice con alegría, en la publicación de la carta que se enmarca dentro de la segunda edición del texto en 1998, que para nuestros días está agotado y es una bibliografía úni-ca, en la que se habla de la cronología para construir esta fe guadalupana.

‘Una casa para la VirgEn: historia dEl santUario dE gUadalUpE dE saltillo’En el libro escrito por Fuentes Aguirre se abre la interrogante que muchos hasta hoy nos preguntamos ¿de dónde llegó la devoción por la Virgen de Guadalupe a los primeros saltillenses que vieron nacer el santuario?

El escritor señala que por el hecho de que las apariciones de la Virgen de Guadalupe se suscitaron en el Tepeyac, relativamente cerca de Tlaxcala, los tlaxcaltecas llegados a la villa, sensibilizados por los catequistas franciscanos, le tenían desde entonces una devoción de la que estaban ya arraigados también los fundadores españoles.

Argumenta que muchos historiadores co-inciden en señalar que no había nueva colo-nización en la que no estuviera presente en retablos o imágenes la Virgen de Guadalu-pe, que seguramente existió en el templo de Santiago y San Esteban (los dos primeros en edificarse en la ciudad).

A lo largo del texto, el historiador reco-pila a través de fuentes documentales del

Un templo con estilo gótico que recibe la fe de los saltillenses

Archivo Diocesano, así como las impresiones del clero y familias cercanas al Santuario, la historia de este gran templo.

De esta investigación se desprende del do-cumento más antiguo, que data del 1 de julio de 1794, cuando los pobladores de la Nueva Tlax-cala querían erigirle una capilla a la guadalu-pana y enviaron una solicitud de construcción al Obispo del Nuevo Reino de León, del cual dependía la Diócesis de Saltillo.

Ante aquella solicitud se edifica una ermita que se convertiría muchos años después en un templo, a cargo de dos principales bienhecho-res, don Dámaso Rodríguez y don Marcelino

Garza, a quienes se les uniría doña Trinidad Narro de Mass.

Años después, en 1911, cuando muere don Enrique Mass, el esposo de la señora Trinidad Narro, como fiel a la guadalupana, decide do-nar 40 mil pesos para edificar en memoria a su esposo el templo gótico que hoy en día nues-tros ojos pueden ver.

Por supuesto, habían llegado para enton-ces los padres benedictinos, quienes hicieron el nuevo proyecto, a cargo de Henri Guindon, un ingeniero francés reconocido por la cons-trucción de lo que hoy ocupa el Teatro García Carrillo, el Casino de Saltillo y la casa de la

familia Purcell.Hacia 1911 iniciaron los trabajos del San-

tuario, cuyo estilo gótico lo hace diferente, pues es la única construcción en su género en el norte de la República.

“Se decide un diseño gótico porque el ca-pital provino de don Enrique Mass, de origen alemán, y en Westfalia, su tierra natal, el es-tilo gótico impera en la construcción sacra”, dice Jorge Fuentes Aguirre.

Sin embargo, las obras del Santuario se sus-penden en 1913 por el desorden de la Revolu-ción, y además al ingeniero Guindon ya no le fue posible continuar dirigiendo la construc-

arquitectura gótica

Línea detiempo

De acuerdo con la segunda edición de 1998 del libro “Una casa para la Virgen: Historia del Santuario de Guadalupe de Saltillo”, de Jorge Fuentes Aguirre:

1794Se erige una ermita de calicanto en la Loma del Cituado.

1880 1890 Se oficia la primera misa en el templo, que se convierte en Santuario.

1910 Llegaron los padres benedictinos para hacerse cargo del templo a la guadalupana y con ellos inicia un periodo de reconstrucción de templo.

Dámaso Rodríguez y Marcelino Garza fungen como los primeros grandes donadores para realizar una nueva construcción. Se les une doña Trinidad Narro de Mass.

En la fachada» Un amplio pórtico central en ojivas sobrepuestas, rematado en lo alto con una cruz labrada en cantera, sobre la que destaca un rosetón de 12 pétalos.» por encima Un friso con adorno de tréboles circulados, símbolo gótico de la Santísima Trinidad, a partir del cual se desplanta el tímpano, estructura triangular en la parte alta y central, conteniendo el reloj en su parte superior.» a los lados del pórtico, dos columnas en lanza de torneo, al lado de las cuales están los cuerpos externos, cada cual con un vitral en ojiva en su parte baja y un ventana también ojival en su porción alta.» en los costados o laterales se aprecia la ventanería ojival, las columnas de sostén de los muros terminados en lanza, y las gárgolas, botareles y contrafuertes que soportan en lo alto las bóvedas, formando lo

que se denomina “la araña”, por su similitud en una vista aérea.

El intErior dEl tEmplo» compUesto por una nave central, alta y espaciosa y dos naves laterales.

» La composición arquitectónica del interior está resuelta en bóvedas de crucería que forman arcos ojivales, de los cuales parten las nervaduras, culminado en la cúspide de cada punto crucial de la bóveda.» en el espacio intermedio de cada área hay un vitral multicolor de tres particiones verticales.» la nave central, antes de llegar al presbiterio, se abre a dos naves laterales, lo que se denomina estructura cruciforme.» en el santUario está además el altar de mármol colocado en los años 40, en cuyo centro se sitúa el sagrario.» se aprecian seis colUmnas a cada lado de la nave principal y seis en el área del presbiterio. A cada una de las seis columnas corresponde un vitral, de tal forma que en cada lado hay 12 vitrales.» se encUentran seis vitrales en la parte baja del presbiterio y cinco en la parte alta. En ellos se encuentran las imágenes de san Benito Abad y santa Escolástica.» en el centro del mUro de cierre de cada crucero lateral está insertado un mural que ocupa media altura.

5fEspecialZÓcaloSaltillo Viernes 11 de diciembre de 2009

La historia deL santuario de GuadaLupe

Más de dos siglos de fea través de la Virgen

ción. Para 1918 se habla de que la construc-ción continuó con el dinero restante de la se-ñora Trinidad Narro de Mass y finalmente se abre a culto hacia 1920.

Hacia 1926, en el mes de junio, surge la lla-mada Ley Calles, a la que llamaron “Ley contra Dios” por las prohibiciones que hizo a la Igle-sia católica. En esta fecha el Santuario, como muchos templos en México, cerró sus puertas hasta el decreto de Portes Gil en 1929.

Finalmente, cuando se restableció la paz, el templo aún no contaba con las torres, y tampoco campanas, por lo que el padre Sal-vador Sánchez, superior de la comunidad del

1910 Llegaron los padres benedictinos para hacerse cargo del templo a la guadalupana y con ellos inicia un periodo de reconstrucción de templo.

1911Se inicia la renovación del Santuario para convertirlo en una construcción estilo gótico, a cargo del prestigiado ingeniero que realizó la Casa Purcell.

1920 Se coloca en el altar principal la obra del sacerdote jesuita Gonzalo Carrasco, imagen de la guadalupana que es venerada hasta hoy.

1926 El templo cierra sus puertas por la llamada Ley Calles, y es hasta el restablecimiento de la paz que continúa la construcción de la última etapa del Santuario: las torres.

1986El Santuario de Guadalupe se erigió como parroquia por el obispo Francisco Villalobos Padilla.

Muyinteresante» son 215 años de la presencia mariana en Saltillo, a raíz de que los primeros pobladores deciden dedicarle una ermita a la Virgen en la Loma del Cituado, por el año de 1794.» la fe por la gUadalUpana estaba arraigada entre los primeros pobladores de la Nueva Tlaxcala y los conquistadores que se instalaron en la villa.» los vitrales del santUario son 44, más dos vitrales murales para dar 46, el mimo número de de estrellas de manto de la Virgen. » el interior del santUario ha tenido diversas variaciones para seguir las reglas del Concilio Vaticano; por ejemplo, la adecuación de un altar para celebrar la misa, en sustitución del púlpito, que antes se encontraba a media altura de la primera columna lateral en el lado izquierdo.» el altar principal es el elemento arquitectónico que más cambios ha tenido en el transcurso de la historia del Santuario de Guadalupe.

Espíritu Santo y capellán del templo, decide edificarlas luego de su arribo al Santuario.

artE sacro: la imagEn dE la VirgEn dE gUadalUpEEn el centro del altar principal yace inmóvil e inspirando paz la imagen de la Virgen de Gua-dalupe, misma que el año pasado fue protegi-da con vidrio templado por orden del INAH, una obra que, según Fuentes Aguirre, tiene en sí misma un toque de prodigio que inspiró al pintor.

“Fue el día que en el Saltillo tuve aquel afecto de amor purísimo a la Virgen. Repenti-

namente, al estar rezando el Rosario, no pude continuar por las lágrimas de afecto creci-do”, frases que reseña el mismo pintor jesuita Gonzalo Carrasco, autor de la imagen.

Le llamaban el “El Pintor Apóstol”; vino a estudiar su curso de Filosofía en el Colegio de San Juan Nepomuceno en 1888, y para en-tonces era ya un famoso pintor egresado de la Academia de San Carlos.

Ordenado sacerdote jesuita, Gonzalo Ca-rrasco regresó a Saltillo en 1919 al templo del San Juan para cumplir su ministerio, y en los años de esta estancia pintó infinidad de obras de arte, como los cuadros de la Pasión de Cris-

to para el templo de San Juan Nepomuceno y, por supuesto la imagen guadalupana, que se colocó en el altar del Santuario en 1920, pues anteriormente sólo existía una litografía, que fue reemplazada por esta obra original.

“La pintura de la guadalupana representa una pintura muy valiosa que se conservó en perfecto estado hasta 2006, cuando sufrió da-ños por la humedad al ser sacada en una pere-grinación de la llamada Pastoral de Multitud. A partir de entonces el INAH determina que la obra no podrá salir del templo y deberá ser pro-tegida, además de que se le restituirá el marco original”, puntualiza Fuentes Aguirre.

sU estilo de cantera se empezó a construir desde finales de 1890.

la imagen de la Guadalupana que es venerada en la actualidad.

la arqUitectUra ojival predomina en toda la construcción,

así se apreciaba el Santruario de Nuestra Señora de Guadalupe en los inicios de su construcción.

padre gUstavo Machuca Rangel

Jorge fUentes Aguirre

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