50 Preguntas Sobre Jesus (Spani - Juan Chapa

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  • 50 preguntassobre Jess

    Juan Chapa (ed.)Universidad de Navarra

    Oficina de Informacindel Opus Dei, 2012

    Puede encontrar los contenidos de este libro en otros formatos: en la pginawww.opusdei.org est en formato PDF; en vdeo, en el canal de Youtube 50preguntas;

    tambin est editado en papel por Ediciones Rialp.

    Portada: Cristo de Sciancalepore, Santuario de Torreciudad

  • NDICE

    Presentacin

    1. Qu se sabe realmente de Jess?

    2. Hay datos sobre Jess en textos no cristianos?

    3. Cul es la situacin actual de la investigacin histrica sobre Jess?

    4. Jess naci en Beln o en Nazaret?

    5. Cmo naci Jess?

    6. Qu significa la virginidad de Mara?

    7. Qu fue la estrella de Oriente?

    8. Por qu se celebra el nacimiento de Jess el 25 de diciembre?

    9. Qu fue la matanza de los inocentes?, es histrica?

    10. Jess tuvo hermanos?

    11. Estuvo casado San Jos por segunda vez?

    12. En qu idioma habl Jess?

    13. Estaba Jess soltero, casado o viudo?

    14. Jess era discpulo de San Juan Bautista?

  • 15. Qu influencia tuvo San Juan Bautista en Jess?

    16. Fariseos, saduceos, esenios, zelotes, quines eran?

    17. Qu aportan los manuscritos de Qumrn?

    18. Qu actitud mostr Jess ante las prcticas penitenciales?

    19. Qu afinidades polticas tena Jess?

    20. Qu relaciones tuvo Jess con el imperio romano?

    21. Quines fueron los apstoles?

    22. Era normal que tantas mujeres rodearan a Jess?

    23. Quin fue Mara Magdalena?

    24. Qu relacin tuvo Jess con Mara Magdalena?

    25. Qu relaciones tuvieron Pedro y Mara Magdalena?

    26. Jess hizo milagros?

    27. Jess quiso fundar una Iglesia?

    28. Qu pas en la ltima Cena?

    29. Qu es el Santo Grial? Qu relaciones tiene con el Santo Cliz?

    30. Por qu condenaron a muerte a Jess?

    31. Qu era el Sanedrn?

    32. Quin fue Caifs?

  • 33. Quin fue Poncio Pilato?

    34. Cmo fue la muerte de Jess?

    35. Quin fue Jos de Arimatea?

    36. La resurreccin de Jess, hecho o mito?

    37. En qu consiste el mensaje cristiano?

    38. Quin fue San Pablo? Cmo trasmiti las enseanzas de Jess?

    39. Qu son los evangelios cannicos y los apcrifos? Cules y cuntos son?

    40. Qu diferencias hay entre los evangelios cannicos y los apcrifos?

    41. Cmo se escribieron los evangelios cannicos?

    42. Qu dicen los evangelios apcrifos?

    43. Quines son los gnsticos?

    44. Qu es la biblioteca de Nag-Hammadi?

    45. Qu dice el Evangelio de Felipe?

    46. Qu dice el Evangelio de Mara [Magdalena]?

    47. Qu dice el Evangelio de Judas?

    48. Quin fue Constantino?

    49. Qu fue el Edicto de Miln?

    50. Qu sucedi en el Concilio de Nicea?

  • Bibliografa

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  • PRESENTACIN

    Escribe San Mateo que al entrar Jess en Jerusaln toda la ciudad se conmovi y sushabitantes decan: Quin es ste? (Mt 21,10). Es el interrogante que se hacan amenudo quienes eran testigos de la actividad de aquel Maestro de Nazaret. Casi en cadapgina del evangelio encontramos a diferentes personajes que se preguntan algo sobre l:de dnde procede, cmo es que ensea con tanta autoridad, de dnde le viene su poder,cmo puede hacer milagros, por qu parece oponerse a las costumbres de su tiempo,cmo es que las autoridades le rechazan Son preguntas que se hicieron entonces y quese han continuado haciendo a lo largo de la historia.

    Creyentes y no creyentes, cristianos que buscan afianzar su fe y cazadores de excusaspara ridiculizar la religin, gentes que necesitan datos verificables para acercarse a laverdad y personas a las que les asaltan las dudas no han dejado de buscar informacinsobre la existencia y la personalidad de Jess de Nazaret: existi?, se sabe con certezaalgo de lo que hizo o dijo?, son fiables los evangelios y los escritos cristianos paraconocer la realidad?, se han conservado informaciones autnticas acerca de Jess entextos no cristianos?, es posible contrastar en fuentes literarias antiguasindependientes de las fuentes cristianas la verosimilitud de lo que dicen losevangelios?, son los textos cristianos obras tendenciosas que slo ofrecen la versinprepotente de quienes lograron imponer sus ideas por la fuerza?

    Las preguntas son, desde hace tiempo, ms o menos las mismas y las contestaciones nohan solido variar. Sin embargo, en los ltimos aos, ciertos descubrimientosarqueolgicos no slo han despertado la atencin de los expertos sino que han suscitadola curiosidad del gran pblico, presentando, al menos aparentemente, nuevos datos quevolvan insatisfactorias las respuestas tradicionales a esos interrogantes.

    Documentos escritos en papiro y pergamino encontrados en las cuevas de Qumrn (enel desierto de Jud), colecciones de cdices hallados en Nag-Hammadi o en otros lugaresde Egipto, textos cristianos antiguos reledos a la luz de estos descubrimientos hanproporcionado una informacin directa e indirecta sobre grupos marginales judos ocristianos en pocas muy remotas algunas veces casi contemporneas de Jess yhan planteado cuestiones hasta ahora difciles de imaginar.

  • Si a las noticias de los nuevos hallazgos (que en ocasiones no han sido tales sinorefinadas falsificaciones) aadimos las interpretaciones sensacionalistas sobre las figurasde Jess, los apstoles o Mara Magdalena que aparecen casi a diario en peridicos,revistas o programas de radio y televisin, nos encontramos con que la necesidad de darrespuesta a esas cuestiones se hace cada vez ms urgente.

    Adems, se descubre que, despierto el apetito de una curiosidad hambrienta, proliferanlas novelas de ficcin en donde los orgenes cristianos y sus desarrollos iniciales jueganun papel esencial. Son relatos que suelen presentar una trama verosmil con los ltimosdescubrimientos (o, al menos, con algunos), hbilmente aderezada con una accintrepidante.

    Quin sabe por qu, lo cierto es que la combinacin ha resultado una frmula de granxito desde el punto de vista comercial y ha contribuido a llenar los estantes de laslibreras de obras curiosas.

    Sin embargo, entre este tipo de literatura de ocasin y la recepcin acrtica deinformaciones pseudocientficas, se ha creado un ambiente de desconfianza y de sospechahacia la tradicin recibida que no hace justicia al pasado. La lnea entre la ficcin y larealidad se difumina y se generalizan las afirmaciones que nada tienen que ver con laverdad histrica.

    Sea de ello lo que fuere, lo cierto es que la confusin reinante, las presentacionesparciales cuando no tendenciosas de los nuevos descubrimientos y la sensibilidadcrtica de nuestra poca exigen poder disponer de los datos histricos necesarios para darrespuestas correctas.

    Con esta finalidad se han escrito las pginas que siguen. Se trata de un material deapoyo para ofrecer informacin concreta y contrastable a cuestiones histricas deactualidad sobre Jess y el desarrollo del cristianismo primitivo. Se ha elaborado con laintencin de proporcionar una informacin sinttica a una seleccin de preguntas de lasmuchas que se pueden hacer. Las respuestas no han sido pensadas para especialistas, sinopara toda persona que quiera encontrar una contestacin concisa desde el punto de vistahistrico a algunos de los interrogantes sobre estos temas que hoy en da suscitan unespecial inters.

  • Como podr observar el lector, las respuestas son breves y en cada una de ellas sepodran decir muchas ms cosas. Por eso se ofrece al final del libro una bibliografaselecta para profundizar o contextualizar lo que aqu se afirma de manera sucinta.

    Este pequeo libro es fruto de un trabajo en equipo. Han intervenido en l FranciscoVaro, Gonzalo Aranda, Vicente Balaguer, Santiago Ausn y Juan Luis Caballero, todosellos colegas del Departamento de Sagrada Escritura de la Facultad de Teologa de laUniversidad de Navarra. La tarea de coordinarlo ha sido sumamente fcil y grata. A todos,pues, agradezco la colaboracin que han prestado para poder realizarla.

    JUAN CHAPAPascua de Resurreccin, 2006

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  • 1

  • QU SE SABE REALMENTE DE JESS?

    De Jess de Nazaret tenemos ms y mejor informacin que de la mayora de lospersonajes de su tiempo. Adems de las noticias sobre su existencia y actividad queconocemos por fuentes histricas no cristianas, disponemos de todo lo que los testigos desu vida y de su muerte nos han comunicado. Son tradiciones orales y escritas sobre supersona entre las que destacan las contenidas en los cuatro evangelios que han sidotransmitidas en la comunidad de fe viva que l estableci y que contina hasta hoy. Estacomunidad es la Iglesia.

    Los datos que hay en los evangelios apcrifos y otras referencias extrabblicas noaportan nada sustancial a la informacin que nos ofrecen los evangelios de Mateo,Marcos, Lucas y Juan; ms bien, la confirman.

    Hasta la Ilustracin, creyentes y no creyentes estaban persuadidos de que lo quepodamos conocer sobre Jess se contena en los cuatro evangelios.

    Sin embargo, por ser relatos escritos desde la fe, algunos historiadores del siglo XIXcuestionaron la objetividad de sus informaciones. Para estos estudiosos, los relatosevanglicos eran poco crebles porque no contenan lo que Jess hizo y dijo, sino lo quecrean los seguidores de Jess unos aos despus de su muerte. Como consecuencia,durante las dcadas siguientes y hasta mediados del siglo XX, se cuestion la veracidad delos evangelios y se lleg a afirmar que de Jess no podemos saber casi nada (R.Bultmann, Jesus, Deutsche Bibliothek, Berlin 1926, p. 12).

    Hoy en da, con el desarrollo de la ciencia histrica, los avances arqueolgicos, ynuestro mayor y mejor conocimiento de las fuentes antiguas, se puede afirmar conpalabras de un conocido especialista del mundo judo del siglo I d.C. a quien no sepuede tachar precisamente de conservador que podemos saber mucho de Jess(E.P. Sanders, Jesus and Judaism, Fortress Press, London-Philadelphia 1985, p. 2). Porejemplo, este mismo autor ofrece una lista de afirmaciones que estn fuera de discusindesde el punto de vista histrico (precisa, sin embargo, que una lista de todo lo quesabemos acerca de Jess sera considerablemente ms larga):

  • 1) Jess naci en torno al ao 4 a.C. poco antes de la muerte de Herodes el Grande.2) Pas su infancia y los primeros aos de su edad adulta en Nazaret, una aldea deGalilea. 3) Fue bautizado por Juan el Bautista. 4) Llam a los que haban de ser susdiscpulos. 5) Ense en los pueblos, aldeas y campos de Galilea. 6) Predic el Reino deDios. 7) Hacia el ao 30 fue a Jerusaln con motivo de la Pascua. 8) Provoc un alborotoen la zona del templo. 9) Celebr una ltima comida con sus discpulos. 10) Fue detenidoe interrogado por las autoridades judas, concretamente por el Sumo Sacerdote. 11) Fueejecutado por orden del prefecto romano, Poncio Pilato.

    Aade Sanders una breve lista de hechos igualmente seguros sobre las consecuenciasde la vida de Jess:

    1) Sus discpulos huyeron al principio. 2) Lo vieron (los historiadores discuten en qusentido) despus de su muerte. 3) Como consecuencia de ello, creyeron que volvera parainstaurar el reino. 4) Formaron una comunidad para esperar su regreso y procuraronganar a otros para la fe en l como Mesas de Dios (E.P. Sanders, La figura histrica deJess , Verbo Divino, Estella 2000, pp. 27-28).

    As pues, el desarrollo contemporneo de la investigacin histrica permite establecercomo probados al menos esos hechos, que no es poco para un personaje de hace veintesiglos. No hay evidencias racionales que avalen con mayor seguridad la existencia defiguras como Scrates o Pericles por slo citar algunos muy conocidos, que la queotorgan las pruebas de la existencia de Jess. E incluso los datos objetivos, crticamentecontrastables, que se tienen sobre estos personajes son casi siempre mucho menores.

    Sobre esta base mnima en la que los historiadores estn de acuerdo se puedendeterminar como fidedignos desde el punto de vista histrico muchos otros datoscontenidos en los evangelios. La aplicacin de los criterios de historicidad sobre estosdatos permite establecer el grado de coherencia y probabilidad de las afirmacionesevanglicas, y que lo que se contiene en esos relatos es sustancialmente cierto.

    Estos datos invitan a pensar que l era el Mesas que habra de venir a regir a su pueblocomo un nuevo David, e incluso ms: que Jess es el Hijo de Dios hecho hombre. Paraacoger de veras esta invitacin se requiere contar con un auxilio divino, gratuito, queotorga un resplandor a su inteligencia y la capacita para percibir en toda su hondura larealidad en la que vive. Pero se trata de una luz que no desfigura esa realidad, sino quepermite captarla con todos sus matices reales, muchos de los cuales escapan a la mirada

  • ordinaria. Es la luz de la fe.

    JUAN CHAPA - FRANCISCO VARO

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  • 2

  • HAY DATOS SOBRE JESS EN TEXTOS NO CRISTIANOS?

    Las primeras menciones de Jess en documentos literarios fuera de los escritoscristianos se pueden encontrar en algunos historiadores helenistas y romanos quevivieron en la segunda mitad del siglo I o en la primera mitad del siglo II, por lo tanto,bastante cercanos a los acontecimientos.

    El texto ms antiguo donde se menciona a Jess, aunque de un modo implcito, fueescrito por un filsofo estoico originario de Samosata, en Siria, llamado Mara barSarapion, en torno al ao 73. Se refiere a Jess como sabio rey de los judos, y de l sedice que promulg nuevas leyes, tal vez en alusin a las anttesis del Sermn de laMontaa (cf. Mt 5,21-48), y que de nada sirvi a los judos darle muerte.

    La mencin explcita de Jess ms antigua y clebre es la que hace el historiador FlavioJosefo (Antigedades judas, 18,63-64) a finales del siglo I. Ese texto que se haconservado en todos los manuscritos griegos de la obra de Josefo llega a insinuar quepodra ser el Mesas, por lo que muchos autores opinan que fue interpolado por loscopistas medievales.

    Hoy da, los investigadores piensan que las palabras originales de Josefo deban sermuy similares a las que se han conservado en una versin rabe de ese texto citada porAgapio, un obispo de Hierpolis, en el siglo X, donde no figuran las presumiblesinterpolaciones. Dice as: Por este tiempo, un hombre sabio llamado Jess tuvo unabuena conducta y era conocido por ser virtuoso. Tuvo como discpulos a muchas personasde los judos y de otros pueblos.

    Pilato lo conden a ser crucificado y morir. Pero los que se haban hecho discpulossuyos no abandonaron su discipulado y contaron que se les apareci a los tres das de lacrucifixin y estaba vivo, y que por eso poda ser el Mesas del que los profetas habandicho cosas maravillosas.

    Entre los escritores romanos del siglo II (Plinio el Joven, Epstolas a Trajano, 10,96;Tcito, Anales, 15,44; Suetonio, Vida de Claudio, 25,4) hay algunas alusiones a la figurade Jess y a la accin de sus seguidores.

  • En las fuentes judas, particularmente en el Talmud, hay tambin varias alusiones aJess y a ciertas cosas que se decan de l, que permiten corroborar algunos detalleshistricos por unas fuentes que no son nada sospechosas de manipulacin cristiana. Uninvestigador judo, Joseph Klausner, sintetiza as algunas de las conclusiones que sepueden deducir de las afirmaciones talmdicas sobre Jess: Hay enunciados confiablesen lo que respecta a que su nombre era Yeshua (Yeshu) de Nazaret, que practic lahechicera (es decir, que realiz milagros como era corriente en aquellos das) y laseduccin, y que conduca a Israel por mal camino; que se burl de las palabras de lossabios y coment la Escritura de la misma manera que los fariseos; que tuvo cincodiscpulos; que dijo que no haba venido para abrogar nada en la Ley ni para aadirle cosaalguna; que fue colgado de un madero (crucificado) como falso maestro y seductor, envspera de Pascua (que cay en sbado); y que sus discpulos curaban enfermedades en sunombre (J. Klausner, Jess de Nazaret, Paids, Barcelona 1989, p. 44).

    El resumen que hace, y sus incisos, aunque exigiran precisiones desde el punto de vistahistrico, es suficientemente expresivo de lo que se puede deducir de esas fuentes, que noes todo, pero no es poco.

    Contrastando estos datos con los procedentes de los autores helenistas romanos, portanto, es posible asegurar con certeza histrica que Jess existi e incluso conoceralgunos de los datos ms importantes de su vida.

    FRANCISCO VARO

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  • 3

  • CUL ES LA SITUACIN ACTUAL DE LA INVESTIGACIN HISTRICA SOBREJESS?

    Desde que en el siglo XIX se aplicaran los modernos mtodos de la ciencia histrica alos textos evanglicos, la investigacin sobre Jess ha pasado por diversas etapas.Superados los prejuicios racionalistas de los inicios de la investigacin y los mtodoshipercrticos que dominaron buena parte del siglo XX, la situacin actual es mucho mspositiva y abierta. El escepticismo en el que se situ la investigacin sobre Jess amediados del siglo pasado ha quedado superado (vase la pregunta 1: Qu se saberealmente de Jess? ).

    En la actualidad se conoce mucho mejor el contexto histrico y literario en el que viviJess y en el que los evangelios fueron escritos. La mayor familiaridad con la literaturaintertestamentaria, es decir, con las obras del mundo judo contemporneas a Jess y losevangelistas (comentarios de libros bblicos y traducciones al arameo, los textos deQumrn, literatura rabnica, etc.), ha permitido ilustrar, verificar y comprender con mshondura los relatos evanglicos y la imagen de Jess en el judasmo de su tiempo.

    Otras fuentes provenientes del mundo grecorromano han proporcionado mejoresconocimientos de las influencias de carcter helenstico en la Galilea en que vivi Jess y,por tanto, el contacto de esa regin de Palestina con moldes culturales del mundo griego.Adems, los testimonios de escritos apcrifos, posteriores con toda probabilidad a losevangelios cannicos, y otros textos cristianos y judos del siglo II han servido paraanalizar las tradiciones a las que se remontan esos libros y contextualizar mejor lasafirmaciones contenidas en los evangelios. Tambin se han incorporado a la investigacinsobre Jess hallazgos arqueolgicos recientes, entre los que son de especial inters losque provienen de las excavaciones que se estn llevando a cabo en Galilea, muyilustrativas para nuestro conocimiento de esta helenizada regin de Palestina en el siglo I.Finalmente, a la mayor comprensin de las fuentes se ha aadido el empleo de nuevosmtodos y aproximaciones exegticas (literarias, cannicas, etc.), que ha contribuido asuperar las limitaciones y rigideces del mtodo histrico empleado en pocas anteriores.

    Nuestro conocimiento histrico de Jess es, por tanto, cada vez ms slido. Los

  • evangelios son por ello dignos de credibilidad y, a los ojos de un historiador imparcial, sepuede descubrir en ellos un gran conjunto de gestos, de palabras, de acciones de Jesscon los que l manifest la singularidad de su persona y de su misin.

    JUAN CHAPA

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  • 4

  • JESS NACI EN BELN O EN NAZARET?

    San Mateo dice de manera explcita que Jess naci en Beln de Jud en tiempos delrey Herodes (Mt 2,1; cf. 2,5.6.8.16) y lo mismo San Lucas (Lc 2,4.15). El cuarto evangeliolo menciona de una manera indirecta. En el contexto de una discusin a propsito de laidentidad de Jess: Unos decan: ste es verdaderamente el profeta. Otros: ste es elCristo. En cambio, otros replicaban: Acaso el Cristo viene de Galilea? No dice laEscritura que el Cristo viene de la descendencia de David y de Beln, la aldea de donde eraDavid? (Jn 7,40-42). El cuarto evangelista se sirve aqu de una irona: l y el lectorcristiano saben que Jess es el Mesas y que naci en Beln. Algunos oponentes a Jessquieren demostrar que no es el Mesas diciendo que, de serlo, hubiera nacido en Beln yen cambio ellos saben (creen saber) que naci en Nazaret. El procedimiento es habitualen el cuarto evangelio (Jn 3,12; 6,42; 9,40-1). Por ejemplo, pregunta la mujer samaritana:O es que eres t mayor que nuestro padre Jacob? (Jn 4,12). Los lectores de Juansaben que Jess es el Mesas, Hijo de Dios, superior a Jacob, de modo que la pregunta dela mujer era una afirmacin de esa superioridad. Por tanto, el evangelista prueba queJess es el Mesas incluso con las afirmaciones de sus oponentes.

    ste ha sido el consenso comn entre creyentes e investigadores durante ms de 1900aos. Sin embargo, en el siglo pasado, algunos investigadores afirmaron que Jess estenido en todo el Nuevo Testamento por el nazareno (el que es, o el que proviene, deNazaret) y que la mencin de Beln como lugar de nacimiento obedece a una invencin deMateo y Lucas que revisten a Jess con una de las caractersticas que en aquel momentose atribuan al futuro mesas: ser descendiente de David y nacer en Beln. Lo cierto es queuna argumentacin como sta no prueba nada. En el siglo I, se decan bastantes cosas delfuturo mesas que no se cumplen en Jess y, por lo que sabemos, no parece que la delnacimiento en Beln fuera una de las que se invocaran ms a menudo como prueba. Hayque pensar ms bien en la direccin contraria: porque Jess, que era de Nazaret (es decirque se cri all), haba nacido en Beln es por lo que los evangelistas descubren en lostextos del Antiguo Testamento que se cumple en l esa cualidad mesinica. Todos lostestimonios de la tradicin avalan adems los datos evanglicos. San Justino, nacido enPalestina hacia el ao 100 d.C., menciona unos cincuenta aos ms tarde que Jess nacien una cueva cerca de Beln (Dilogo, 78).

  • Orgenes tambin da testimonio de ello (Contra Celso, 1,51). Los evangelios apcrifosatestiguan lo mismo (Protoevangelio de Santiago, 17ss.; Evangelio de la infancia, 2-4;Pseudo-Mateo, 13).

    En resumen, el parecer comn a los estudiosos de hoy en da es que no hay argumentosfuertes para ir contra lo que afirman los evangelios y se ha recibido en toda la tradicin:Jess naci en Beln de Judea en tiempos del rey Herodes.

    Respecto al lugar concreto en Beln, Lucas seala que Mara, despus de dar a luz a suhijo, lo recost en un pesebre, porque no haba lugar para ellos en el aposento (Lc 2,7).El pesebre indica que en el sitio donde naci Jess se guardaba el ganado. Lucas sealatambin que el nio en el pesebre ser la seal para los pastores de que all ha nacido elSalvador (Lc 2,12.16). La palabra griega que emplea para aposento es katlyma.Designa la habitacin espaciosa de las casas, que poda servir de saln o cuarto dehuspedes. En el Nuevo Testamento se utiliza otras dos veces (Lc 22,1 1 y Mc 14,14) paraindicar la sala donde Jess celebr la ltima cena con sus discpulos. Posiblemente, elevangelista quiera sealar con sus palabras que el lugar no permita preservar laintimidad del acontecimiento.

    VICENTE BALAGUER

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  • 5

  • CMO NACI JESS?

    Mara concibi a Jess sin intervencin de varn.

    As se afirma claramente en los dos primeros captulos de los evangelios de San Mateoy de San Lucas: Lo concebido en ella viene del Espritu santo, dice el ngel a San Jos(Mt 1,20); y a Mara que pregunta Cmo ser eso pues no conozco varn? el ngel leresponde: El Espritu Santo vendr sobre ti y el poder del Altsimo te cubrir con susombra (Lc 1,34-35). Por otra parte, el hecho de que Jess desde la cruz encomendasesu madre a San Juan supone que la Virgen no tena otros hijos. Que en los evangelios semencionen a veces los hermanos de Jess puede explicarse desde el uso del trminohermanos en hebreo en el sentido de parientes prximos (Gn 13,8; etc.), o pensandoque San Jos tena hijos de un matrimonio anterior, o tomando el trmino en sentido demiembro del grupo de creyentes tal como se usa en el Nuevo Testamento (Hch 1,15)(vase la pregunta 10: Jess tuvo hermanos? ).

    La tradicin de la Iglesia ha trasmitido desde muy pronto el carcter sobrenatural delnacimiento de Jess. San Ignacio de Antioquia, hacia el ao 100, lo afirma al decir que alprncipe de este mundo se le ocult la virginidad de Mara, y su parto, as como tambin lamuerte del Seor. Tres misterios portentosos obrados en el silencio de Dios (Carta a losEfesios, 19,1). A finales del siglo II, San Ireneo seala que el parto fue sin dolor(Demostracin evanglica, 54) y Clemente de Alejandra, en dependencia ya de losapcrifos, afirma que el nacimiento de Jess fue virginal (Stromata, 7,16). En un texto delsiglo IV atribuido a San Gregorio Taumaturgo se dice claramente: Al nacer [Cristo]conserv el seno y la virginidad inmaculados, para que la inaudita naturaleza de este partofuese para nosotros el signo de un gran misterio (J.B. Pitra, Analecta Sacra 4, GregPress, Farnborough 1966, p. 391). Los evangelios apcrifos ms antiguos, a pesar de sucarcter extravagante, preservan tradiciones populares que coinciden con los testimoniosarriba sealados. La Odas de Salomn (Oda 19), la Ascensin de Isaas, 14, y elProtoevangelio de Santiago, 20-21, refieren cmo el nacimiento de Jess estuvo revestidode un carcter milagroso.

    Todos estos testimonios reflejan una tradicin de fe que ha sido sancionada por laenseanza de la Iglesia y que afirma que Mara fue virgen antes del parto, en el parto y

  • despus del parto: La profundizacin de la fe en la maternidad virginal ha llevado a laIglesia a confesar la virginidad real y perpetua de Mara (cf. DS 427) incluso en el partodel Hijo de Dios hecho hombre (cf. DS 291; 294; 442; 503; 571; 1880). En efecto, elnacimiento de Cristo lejos de disminuir consagr la integridad virginal de su madre (LG57). La liturgia de la Iglesia celebra a Mara como la Aeiparthenos, la siempre-virgen(cf. LG 52) (Catecismo de la Iglesia Catlica , n. 499).

    JUAN CHAPA

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  • 6

  • QU SIGNIFICA LA VIRGINIDAD DE MARA?

    La concepcin virginal de Jess hay que entenderla como una obra del poder de Diospara l nada hay imposible (Lc 1,37) que escapa a toda comprensin y todaposibilidad humanas. Nada tiene que ver con las representaciones mitolgicas paganas enlas que un dios se une a una mujer haciendo las veces del varn. En la concepcin virginalde Jess se trata de una obra divina en el seno de Mara similar a la creacin. Esto esimposible de aceptar para el no creyente, como lo era para los judos y los paganos, entrelos que surgieron burdas historias acerca de la concepcin de Jess, como la que laatribuye a un soldado romano llamado Pantheras. En realidad, ese personaje es unaficcin literaria sobre la que se inventa una leyenda para hacer burlas a los cristianos.Desde un punto de vista de la ciencia histrica y filolgica, el nombre Pantheras (oPandera) es una parodia corrupta de la palabra parthnos (en griego: virgen). Aquellasgentes, que utilizaban en gran parte del imperio romano de oriente el griego como lenguade comunicacin, oan hablar a los cristianos de Jess como del Hijo de la Virgen (huistou parthnou), y cuando queran burlarse de ellos lo llamaba el hijo de Pantheras.Tales historias en definitiva slo testimonian que la Iglesia sostena la virginidad deMara, aunque pareciera imposible.

    La concepcin virginal de Jess es un signo de que Jess es verdaderamente Hijo deDios por naturaleza de ah que no tenga un padre humano, al mismo tiempo que esverdadero hombre nacido de mujer (Ga 4,4). En los pasajes evanglicos con la concepcinvirginal de Jess se pone de relieve la absoluta iniciativa de Dios en la historia humanapara el advenimiento de la salvacin, y que sta se inserta en la historia misma, comomuestran las genealogas de Jess.

    A Jess, concebido por el Espritu Santo y sin concurso de varn, se le puedecomprender mejor como el nuevo Adn que inaugura una nueva creacin a la quepertenece el hombre nuevo redimido por l (1 Co 15,47; Jn 3,3-4).

    La virginidad de Mara es adems signo de la fe sin sombra de duda y de la entregaplena de la madre de Jess a la voluntad de Dios. Incluso se ha dicho que, por esa fe,Mara concibe a Cristo antes en su mente que en su vientre, y que es msbienaventurada al recibir a Cristo por la fe que al concebir en su seno la carne de Cristo

  • (San Agustn, Santa virginidad, 3). Siendo virgen y madre, Mara es tambin figura de laIglesia y su ms perfecta realizacin.

    GONZALO ARANDA

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  • 7

  • QU FUE LA ESTRELLA DE ORIENTE?

    Los dos captulos iniciales de los evangelios de San Mateo y San Lucas narran algunasescenas de la infancia de Jess, por lo que se suelen denominar evangelios de lainfancia. La estrella aparece en el evangelio de la infancia de San Mateo. Unos magospreguntan en Jerusaln: Dnde est el Rey de los Judos que ha nacido? Porque vimossu estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle (Mt 2,2).

    Estos relatos de la infancia tienen un carcter ligeramente distinto al resto delevangelio. Estn llenos de evocaciones a textos del Antiguo Testamento, que hacen losgestos enormemente significativos. En este sentido, su historicidad no se puede examinarde la misma manera que la del resto de los episodios evanglicos. Adems, dentro de losevangelios de la infancia, hay diferencias: el de San Lucas constituye la introduccin de suevangelio, pero en San Mateo es como un resumen de los contenidos del texto entero.

    El pasaje de los Magos (Mt 2,1-12) muestra cmo unos gentiles, que no pertenecen alpueblo de Israel, descubren la revelacin de Dios a travs de su estudio y susconocimientos humanos (las estrellas).

    Sin embargo, slo llegan a la plenitud de la verdad a travs de las Escrituras de Israel.

    En tiempos de la composicin del evangelio era relativamente normal la creencia deque el nacimiento de alguien importante o algn acontecimiento relevante se anunciabacon un prodigio en el firmamento. De esa creencia participaban el mundo pagano (cf.Suetonio, Vida de los Csar es, Augusto, 94; Cicern, Sobre la adivinacin, 1,23,47; etc.) yel judo (Flavio Josefo, La guerra de los judos, 5,310-312; 6,289). Adems, en el AntiguoTestamento, el libro de los Nmeros (caps. 22-24) recoga un orculo en el que se deca:De Jacob viene una estrella, en Israel se ha levantado un cetro (Nm 24,17). Este pasajese interpretaba como un anuncio del Mesas salvador. Por tanto, para entenderadecuadamente por qu el evangelio menciona la estrella, hay que tener en cuenta estosdos puntos: la relacin entre prodigios en el firmamento y acontecimientos importantes, yel orculo del libro de los Nmeros.

    La exgesis moderna se ha preguntado qu fenmeno natural pudo ocurrir en el

  • firmamento que fuera interpretado por los hombres de aquel tiempo como extraordinario.Las hiptesis que se han dado son sobre todo tres: 1) Ya Kepler (siglo XVII) habl de unasupernova, es decir, una estrella nueva muy distante, en la que tiene lugar una explosinde modo que, durante unas semanas, tiene ms luz y es perceptible desde la tierra. 2) Uncometa, pues los cometas siguen un recorrido regular, pero elptico, alrededor del sol: enla parte ms distante de su rbita no son perceptibles desde la tierra, pero, si estncercanos, pueden verse durante un tiempo. Tambin esta descripcin coincide con lo quese seala en el relato de Mateo, aunque las apariciones de los cometas que conocemos, yque se ven desde la tierra, no encajan en las fechas del nacimiento de Jess. 3) Unaconjuncin planetaria de Jpiter y Saturno.

    Tambin Kepler llam la atencin sobre este fenmeno peridico, que, si no estamosequivocados en los clculos, pudo muy bien darse en los aos 6/7 antes de nuestra era, esdecir, en torno a la fecha que la investigacin muestra que naci Jess.

    VICENTE BALAGUER

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  • 8

  • POR QU SE CELEBRA EL NACIMIENTO DE JESS EL 25 DE DICIEMBRE?

    Los primeros cristianos no parece que celebrasen su cumpleaos (cf., por ej., Orgenes,PG XII, 495).

    Celebraban el dies natalis, el da de la entrada en la patria definitiva de los que habanmuerto (por ej., Martirio de Policarpo, 18,3), como participacin en la salvacin obradapor Jess al vencer a la muerte con su pasin gloriosa. As, recuerdan con precisin el dade la glorificacin de Jess, el 14/15 de Nisn, pero no la fecha de su nacimiento, de la quenada nos dicen los relatos evanglicos.

    Hasta el siglo III no tenemos noticias sobre la fecha de la natividad de Jess. Losprimeros testimonios de Padres y escritores eclesisticos sealan diversos das. El primertestimonio indirecto de que el nacimiento de Cristo fuese el 25 de diciembre lo ofreceSexto Julio Africano el ao 221. La primera referencia directa de su celebracin es la delcalendario litrgico filocaliano del ao 354 (MGH, IX,I, 13-196): VIII kal. Ian. natusChristus in Betleem Iudeae (el 25 de diciembre naci Cristo en Beln de Judea). Desdeel siglo IV los testimonios de este da como fecha del nacimiento de Cristo son comunesen la tradicin occidental. En cambio, en la tradicin oriental prevalece la fecha del 6 deenero.

    Una explicacin bastante difundida es que los cristianos optaron por ese da dediciembre porque, a partir del ao 274, el 25 de este mes se celebraba en Roma el diesnatalis Solis invicti , el da del nacimiento del Sol invicto, la victoria de la luz sobre lanoche ms larga del ao. Esta explicacin se apoya en que la liturgia de Navidad y losPadres de la poca establecen un paralelismo entre el nacimiento de Jesucristo yexpresiones bblicas como sol de justicia (Ma 3,20) y luz del mundo (Jn 1,4ss.). Sinembargo, no hay pruebas de que esto fuera as y parece difcil imaginarse que loscristianos de aquel entonces quisieran adaptar fiestas paganas al calendario litrgico,especialmente cuando acababan de experimentar la persecucin. Es posible, no obstante,que con el transcurso del tiempo la fiesta cristiana fuera sustituyendo a la fiesta pagana.

    Otra explicacin ms plausible hace depender la fecha del nacimiento de Jess de lafecha de su encarnacin, nueve meses antes, que a su vez se relacionaba con la fecha de

  • su muerte. En un tratado annimo sobre solsticios y equinocios se afirma que nuestroSeor fue concebido el 8 de las kalendas de Abril en el mes de marzo [25 de marzo], quees el da de la pasin del Seor y de su concepcin, pues fue concebido el mismo da quemuri (B. Botte, Les origenes de la Nol et de lEpiphanie , Lourain 1932, lin. 230-33). Enla tradicin oriental, apoyndose en otro calendario, la pasin y la encarnacin del Seorse celebraban el 6 de abril, fecha que concuerda con su celebracin de la Navidad el 6 deenero.

    La relacin entre pasin y encarnacin es una idea que est en consonancia con lamentalidad antigua y medieval, que admiraba la perfeccin del universo como un todo,donde las grandes intervenciones de Dios estaban vinculadas entre s. Se trata de unconcepto que tambin encuentra sus races en el judasmo, donde creacin y salvacin serelacionaban con el mes de Nisn. El arte cristiano ha reflejado esta misma idea a lo largode la historia al pintar en la Anunciacin de la Virgen al nio Jess descendiendo del cielocon una cruz. As pues, es posible que los cristianos vincularan la redencin obrada porCristo con su concepcin, y sta determinara la fecha del nacimiento nueve mesesdespus. Parece que Lo ms decisivo fue la relacin existente entre la creacin y la cruz,entre la creacin y la concepcin de Cristo (J. Ratzinger, El espritu de la liturgia,Cristiandad, Madrid 2001, p. 131).

    JUAN CHAPA

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  • 9

  • QU FUE LA MATANZA DE LOS INOCENTES?, ES HISTRICA?

    La matanza de los inocentes pertenece, como el episodio de la estrella de los Magos, alevangelio de la infancia de San Mateo. Los Magos haban preguntado por el rey de losjudos (Mt 2,1) y Herodes que se saba rey de los judos inventa una estratagemapara averiguar quin puede ser aquel que l considera un posible usurpador, pidiendo alos Magos que le informen a su regreso. Cuando se entera de que se han vuelto por otrocamino, se irrit mucho y mand matar a todos los nios que haba en Beln y toda sucomarca, de dos aos para abajo, con arreglo al tiempo que cuidadosamente habaaveriguado de los Magos (Mt 2,16). El pasaje evoca otros episodios del AntiguoTestamento: tambin el Faran haba mandado matar a todos los recin nacidos de loshebreos, segn cuenta el libro del xodo, pero se salv Moiss, precisamente el que liberdespus al pueblo (Ex 1,8-2,10). San Mateo dice asimismo que con el martirio de estosnios se cumple un orculo de Jeremas (Jr 31,15): el pueblo de Israel fue al destierro deBabilonia, pero de ah lo sac el Seor que, en un nuevo xodo, lo llev a la tierraprometindole una nueva alianza (Jr 31,31).

    Por tanto, el sentido del pasaje de Mateo es claro: por mucho que se empeen losfuertes de la tierra, no pueden oponerse a los planes de Dios para salvar a los hombres.

    En este contexto se debe examinar la historicidad del martirio de los nios inocentes,del que slo tenemos esta noticia que nos da San Mateo. En la lgica de la investigacinhistrica moderna, se dice que testis unus testis nullus, un solo testimonio no sirve.

    Sin embargo, es fcil pensar que la matanza de los nios en Beln, una aldea de pocoshabitantes, no fue muy numerosa y por eso no pas a los anales. Lo que s es cierto es quela crueldad que manifiesta es coherente con las brutalidades que Flavio Josefo nos cuentade Herodes: hizo ahogar a su cuado Aristbulo cuando ste alcanz gran popularidad(Antigedades judas, 15,54-56), asesin a su suegro Hircano II (15,174-178), a otrocuado, Costobar (15,247-251), a su mujer Marianne (15,222-239); en los ltimos aos desu vida, hizo asesinar a sus hijos Alejandro y Aristbulo (16,130-135), y cinco das antes desu propia muerte, a otro hijo, Antipatro (17,145); finalmente, orden que, ante su muerte,fueran ejecutados unos notables del reino para que las gentes de Judea, lo quisieran o no,lloraran la muerte de Herodes (17, 173-175).

  • VICENTE BALAGUER

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  • 10

  • JESS TUVO HERMANOS?

    La Virgen Mara concibi a Jess sin concurso de varn (Mt 1,25) y no tuvo ms hijos,como tambin lo sugiere el hecho de que Jess en la cruz confa su madre a Juan (Jn19,27). As nos lo ha trasmitido la tradicin de la Iglesia, que ha confesado a Mara comola aeiparthenos, la siempre virgen (vase la pregunta 6: Qu significa la virginidad deMara? ).

    Se trata de una verdad de fe conforme con los textos evanglicos. Las expresiones quese encuentran en estos relatos que parecen contradecirla deben ser entendidascorrectamente:

    a) En el evangelio se dice que Jess es el primognito de Mara (Lc 2,7), lo queimplicara ser el mayor de varios hermanos. Sin embargo, el trmino primognito es laforma legal de llamar al primer hijo (Ex 12,29; 34,19, etc.) y no implica que hubiera otroshermanos despus de l, como es evidente por el testimonio de una conocida inscripcinjuda encontrada en Egipto, en la que se dice de una madre que muri al dar a luz a suhijo primognito.

    b) Las palabras de Mateo 1,25, y, sin que la hubiera conocido, dio ella a luz un hijo,literalmente se podran traducir y no la conoci hasta que dio a luz. La conjuncingriega heos, hasta que, implicara que luego s hubo cohabitacin. Sin embargo, estaconjuncin indica de por s lo que ha ocurrido hasta el momento, en este caso, laconcepcin virginal de Jess, prescindiendo de la situacin posterior. Encontramos lamisma conjuncin en Jn 9,18, donde se dice que los fariseos no creyeron en el milagro dela curacin del ciego de nacimiento hasta que llamaron a los padres de ste. Pero se nosdice a continuacin que esos fariseos tampoco creyeron despus.

    c) En los textos evanglicos hay referencias explcitas a unos hermanos y hermanasde Jess (Mc 3,32; 6,3). Incluso se nos indica el nombre de cuatro de ellos: Santiago,Jos, Simn y Judas (Mc 6,3).

    De estos cuatro, Santiago desempear un importante papel en la primitiva iglesia,como cabeza de la iglesia de Jerusaln, siendo conocido como Santiago, el hermano del

  • Seor (Ga 1,19; cf. 1 Co 15,7).

    Frente a esto hay que saber que en hebreo o arameo no existe un trmino especficopara indicar el grado de parentesco, por lo que todos los parientes son hermanos. Lapalabra griega adelfs (hermano) que aparece en los evangelios (que son textos quereflejan un mundo semita y no griego) tiene un significado muy amplio, que va desdehermano de sangre hasta hermanastro, cuado, primo, to, vecino, discpulo, etc. En Gn13,8 se dice que Abrahn y Lot eran hermanos, cuando en realidad por otros datossabemos que eran to y sobrino. En Mc 6,17 se dice que Herodas se haba casado conHerodes, hermano de Filipo, y en realidad eran medio-hermanos, pues tenan distintamadre. En Jn 19,25 se indica que estaban junto a la cruz de Jess su madre y la hermanade su madre, Mara de Cleofs, es decir, dos Maras, que deban de ser parientes y nohermanas de sangre, ya que tenan el mismo nombre.

    Es verdad que existe en griego la palabra anepsios para primo, pero slo aparece unavez en el Nuevo Testamento (Col 4,10). Afirmar que, en el caso de que fueran primos y noverdaderos hermanos, los evangelistas hubieran utilizado este trmino o hubieran dejadoalgn otro indicio es partir de un a priori. Aducir el testimonio de Hegisipo recogido porEusebio, que habla de Santiago, hermano del Seor (Historia eclesistica, 2,23) ySimen, primo del Seor (Historia eclesistica, 4,22), no es concluyente. El primeropuede entenderse como ttulo por el que era conocido Santiago, sin querer precisar elgrado de parentesco.

    A no ser que el contexto lo precise, es imposible saber el significado exacto de la palabrahermano y el grado de parentesco o relacin. Jess es conocido como el hijo deMara (Mc 6,3), mientras que los hermanos y hermanas de Jess nunca son llamadosas, tampoco cuando se menciona a Mara con ellos: Perseveraban unnimes en laoracin, junto con algunas mujeres y con Mara, la madre de Jess, y sus hermanos(Hch 1,14). Jess es su hijo nico. La tradicin de la Iglesia (y no los anlisis filolgicosaparentemente probables y testimonios aislados por antiguos que sean), conforme a lainterpretacin ms acorde con los textos evanglicos, es la verdadera intrprete de estostextos. Esta misma tradicin ha explicado que en los pasajes del Nuevo Testamento laexpresin hermanos/as de Jess se debe entender como parientes, de acuerdo con elsignificado de la palabra griega. Cualquier otra interpretacin es posible, pero arbitraria.Vanse tambin las preguntas 5, 6 y 11.

  • JUAN CHAPA

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  • 11

  • ESTUVO CASADO SAN JOS POR SEGUNDA VEZ?

    Segn San Mateo, cuando la Santsima Virgen concibi virginalmente a Jess, estabadesposada con San Jos aunque todava no vivan juntos (Mt 1,18). Se trataba de lasituacin previa a los desposorios que, entre los judos, supona un compromiso tanfuerte y real que los comprometidos podan ser llamados ya esposo y esposa, y que slopoda ser anulado mediante el repudio. Del texto de San Mateo se deduce que tras elanuncio del ngel a Jos explicndole que Mara haba concebido por obra del EsprituSanto (Mt 1,20) se casaron y pasaron a vivir juntos. La narracin de la huida y vuelta deEgipto, y el establecimiento en Nazaret (Mt 2,13-23), lo mismo que el episodio de lapresentacin del nio en el templo cuando tena doce aos acompaado por sus padres talcomo relata San Lucas (Lc 2,41-45), as lo dejan entender. San Lucas, adems, al narrar laanunciacin del ngel a Mara la presenta como una virgen desposada con Jos de lacasa de David. Por tanto segn estos evangelios San Jos estuvo casado con la SantsimaVirgen. ste es el dato que pertenece con certeza a la tradicin histrica recogida en losevangelios.

    Ahora bien, si esas fueron las segundas nupcias de San Jos o si San Jos ya anciano yviudo no lleg a desposar a la Virgen Mara, sino que nicamente cuid de ella como deuna virgen a su cargo, son suposiciones que no ofrecen garanta alguna de historicidad.Surgen para explicar que los hermanos de Jess que aparecen en los evangelios eranhijos de un primer matrimonio de Jos.

    La primera mencin de esas hiptesis se encuentra en el llamado Protoevangelio deSantiago del siglo II. Cuenta que Mara permaneca en el templo desde los tres aos yque, al cumplir los doce, los sacerdotes buscaron a alguien que se hiciera cargo de ella.Reunieron a todos los viudos del pueblo, y tras un signo prodigioso ocurrido en la vara deJos, consistente en que de ella sali una paloma, entregaron a ste la custodia de laVirgen. Segn esta leyenda, sin embargo, Jos no tom a Mara por esposa.

    De hecho cuando el ngel se le aparece en sueos no le dice a Jos como en Mt 1,20,no temas tomar contigo a Mara, tu esposa, sino no temas por esta doncella (14,2).De este apcrifo depende sin duda San Epifanio, que afirma que San Jos, que ya tenaochenta aos y seis hijos, no despos a la Virgen.

  • Clemente de Alejandra y Orgenes crean, en cambio, que s se cas con ella, lo mismoque otro apcrifo ms tardo que reelabora esa historia, el llamado Pseudo-Mateo, quizsdel siglo VI, que parece entender que Mara fue desposada con Jos, pues el sacerdote ledice a ste: Has de saber que no puede contraer matrimonio con ningn otro (8,4);pero en general habla de San Jos como del custodio de la Virgen. Que Jos despos aMara se dice claramente en El libro de la Natividad de Mara , una especie de resumendel Pseudo-Mateo y en la Historia de Jos el carpintero (4,4-5).

    Por tanto, no hay datos histricos que permitan afirmar que San Jos ya haba estadocasado antes.

    Lo ms lgico es pensar que fuera un hombre joven cuando despos a la SantsimaVirgen y que slo estuviese casado esa vez.

    GONZALO ARANDA

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  • 12

  • EN QU IDIOMA HABL JESS?

    Durante el siglo I en la tierra donde vivi Jess hay constancia de que se utilizabancuatro lenguas: arameo, hebreo, griego y latn.

    De todas ellas, la oficial y a la vez la menos empleada era el latn. La usaban casiexclusivamente los funcionarios romanos al conversar entre s, y la conocan algunaspersonas cultas. No parece probable que Jess hubiera estudiado latn ni que lo empleaseen su conversacin ordinaria o en su predicacin.

    Por lo que respecta al griego, no sera sorprendente que Jess se sirviese alguna vez del, ya que muchos de los comerciantes y artesanos de Galilea conocan esta lengua, almenos los rudimentos necesarios para una sencilla actividad comercial o paracomunicarse con los habitantes de las ciudades, que eran en su mayora gentes de culturahelnica. Tambin se empleaba en Judea: se calcula que, de los habitantes de Jerusaln,hablaran en griego entre el ocho y el quince por ciento. Pese a todo, no se sabe si Jessemple el griego alguna vez, ni es posible deducirlo con certeza de ningn texto, aunquetampoco cabe desechar esa posibilidad. Es probable, por ejemplo, que Jess hablara conPilato en esa lengua.

    En cambio, las repetidas alusiones de los evangelios a la predicacin de Jess en lassinagogas y a sus conversaciones con fariseos sobre textos de la Escritura hacen ms queposible el que conociera y empleara en algunas ocasiones la lengua hebrea.

    Sin embargo, aunque Jess conociera y usara a veces el hebreo, parece que en laconversacin ordinaria y en la predicacin hablara normalmente en arameo, que era lalengua habitual para el uso diario entre los judos de Galilea. De hecho, en algunasocasiones, el texto griego de los evangelios deja en arameo palabras o frases sueltaspuestas en boca de Jess: talitha qum (Mc 5,41), corbn (Mc 7,11), effetha (Mc 7,34),geenna (Mc 9,43), abb (Mc 14,36), Elo, Elo, lem sabacthan? (Mc 15,34), o de susinterlocutores: rabbuni (Mc 10,51).

    Los estudios acerca del trasfondo lingstico de los evangelios apuntan, adems, a quelas palabras recogidas en ellos fueron pronunciadas originalmente en una lengua

  • semtica: hebreo o, ms posiblemente, arameo. Se nota en la peculiar textura del griegousado en los evangelios, que trasluce una matriz sintctica aramea. Pero tambin sepuede deducir del hecho que palabras puestas por los evangelios en boca de Jess cobranespecial fuerza expresiva traducidas al arameo, y de que hay palabras que son utilizadascon una carga semntica distinta a la habitual en griego, derivada de un uso semitizante.Incluso, en ocasiones, al traducir los evangelios a un lenguaje semtico, se perciben enellos algunos juegos de palabras que quedan ocultos en el original griego.

    FRANCISCO VARO

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  • 13

  • ESTABA JESS SOLTERO, CASADO O VIUDO?

    Los datos que nos ofrecen los evangelios nos dicen que Jess desempe su oficio deartesano en Nazaret (Mc 6,3) y que cuando tena unos treinta aos inici su ministeriopblico (Lc 3,23). Durante el tiempo que lo ejerce hay algunas mujeres que le siguen (Lc8,2-3) y otras con las que mantiene amistad (Lc 10,38-42). Aunque en ningn momentose nos dice que fuera un hombre clibe, casado o viudo, los evangelios se refieren a sufamilia, a su madre, a sus hermanos y hermanas, pero nunca a su mujer. Estesilencio es elocuente. Jess era conocido como el hijo de Jos (Lc 3,23; 4,22; Jn 1,45;6,42) y, cuando los habitantes de Nazaret se sorprenden por su enseanza, exclaman:No es ste el artesano, el hijo de Mara, y hermano de Santiago y de Jos y de Judas yde Simn? Y sus hermanas no viven aqu entre nosotros? (Mc 6,3). En ningn lugar sehace referencia a que Jess tuviera o hubiera tenido una mujer. La tradicin jams hahablado de un posible matrimonio de Jess. Y no lo ha hecho, no porque considerara larealidad del matrimonio denigrante para la figura de Jess (quien restituy el matrimonioa la dignidad original, Mt 19,1-12) o incompatible con la fe en la divinidad de Cristo, sinosimplemente porque se atuvo a la realidad histrica.

    Si hubiera querido silenciar aspectos que podan resultar comprometedores para la fede la Iglesia, por qu trasmiti el bautismo de Jess a manos de Juan el Bautista, queadministraba un bautismo para la remisin de los pecados? Si la primitiva Iglesia hubieraquerido silenciar el matrimonio de Jess, por qu no silenci la presencia de mujeresconcretas entre las personas que se relacionaban con l?

    A pesar de esto, se han venido difundiendo algunos argumentos que sostienen queJess estuvo casado. Fundamentalmente se aduce a favor de un matrimonio de Jess laprctica y doctrina comn de los rabinos del siglo I de nuestra era. Puesto que Jess fueun rabino y el celibato era inconcebible entre los rabinos de la poca aunque habaexcepciones, como Rab Simen ben Azzai, quien, al ser acusado de permanecer soltero,deca: Mi alma est enamorada de la Tor. Otros pueden sacar adelante el mundo,Talmud de Babilonia, Yebamot, 63b, tuvo que estar casado. As pues, afirman algunos,Jess, como cualquier judo piadoso, se habra casado a los veinte aos y luego habraabandonado mujer e hijos para desempear su misin.

  • La respuesta a esta objecin es doble:

    1) Existen datos de que en el judasmo del siglo I se viva el celibato. Flavio Josefo (Laguerra de los judos, 2,120; Antigedades judas, 18,21), Filn (en un pasaje conservadopor Eusebio, Preparacin evanglica, 8,11,14) y Plinio el Viejo (Historia natural, 5,73,1-3)nos informan que haba esenios que vivan el celibato, y sabemos que algunos de Qumrneran clibes. Tambin Filn (Sobre la vida contemplativa, 68) seala que losterapeutas, un grupo de ascetas judos de Egipto, vivan el celibato.

    Adems, en la tradicin de Israel, algunos personajes famosos como Jeremas, habansido clibes.

    Moiss mismo, segn la tradicin rabnica, vivi la abstinencia sexual para mantener suestrecha relacin con Dios. Juan Bautista tampoco se cas. Por tanto, siendo el celibatopoco comn, no era algo inaudito.

    2) Aun cuando nadie hubiera vivido el celibato en Israel, no tendramos que asumir porello que Jess estuviera casado. Los datos, como se ha dicho, muestran que quisopermanecer clibe y son muchas las razones que hacen plausible y conveniente esaopcin, precisamente porque el ser clibe subraya la singularidad de Jess en relacin aljudasmo de su tiempo y est ms de acuerdo con su misin. Manifiesta que, sinminusvalorar el matrimonio ni exigir el celibato a sus seguidores, la causa del Reino deDios (cf. Mt 19,12), el amor de y a Dios que l encarna, est por encima de todo. Jessquiso ser clibe para significar mejor ese amor. En cualquier caso, en ningn escritocannico ni apcrifo se hace mencin alguna de que Jess estuviese casado.

    JUAN CHAPA

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  • 14

  • JESS ERA DISCPULO DE SAN JUAN BAUTISTA?

    Puesto que la relacin entre Juan Bautista y Jess fue directa e intensa, cabrapreguntarse si entre ellos hubo una relacin de maestro-discpulo. Para una respuestaadecuada a esta cuestin se requiere explicar los tres datos que los estudiosos handebatido sobre este tema: el discipulado de Juan, el alcance de su bautismo en el Jordn ylas alabanzas de Jess al Bautista.

    1 . Los discpulos de Juan. Los evangelios sealan con frecuencia que Juan tenadiscpulos (Mc 2,18; Mt 11,2; etc.) y que algunos de ellos se fueron con Jess (Jn 1,35-37).No eran, por tanto, simples seguidores eventuales; le acompaaban, le seguan yseguramente compartan su misma vida (Mc 2,18) y sus mismas ideas (Jn 3,25). FlavioJosefo distingua dos clases de partidarios: unos que le escuchaban con atencin hablarde virtud, de justicia y de piedad, y se bautizaban; otros que se reunan en torno a lporque se exaltaban mucho al orle hablar (Antigedades judas, 18,116-117). Pues bien,el cuarto evangelio seala que entre los seguidores de Juan el Bautista hubo quien lleg aplantear a su maestro si Jess con su conducta estaba mostrndose como un rival (Jn3,25-27). Por tanto, no lo consideraban como uno de los suyos.

    2. El bautismo de Jess. Los especialistas no dudan de la historicidad del hecho, entreotras cosas porque su inclusin en los evangelios planteaba ciertas dificultades: una, laposible interpretacin de que el Bautista era superior al bautizado, a Jess; y otra, quesiendo un bautismo de penitencia podra pensarse que Jess tena conciencia de serpecador. Los sinpticos dejan claro en sus relatos que Juan se reconoce inferior: rehsabautizar a Jess (Mt 3,13-17) y la voz del cielo revela la dignidad divina del Hijo (Mc 1,9-11). El cuarto evangelio, que no relata el bautismo, seala que el Bautista da testimonio dehaber visto posarse la paloma sobre Jess (Jn 1,29-34) y que Juan afirma ser inferior a l(Jn 3,28). Por tanto, el haber sido bautizado por Juan no lleva consigo entrar en el grupode sus discpulos.

    3. Las alabanzas de Jess a Juan. Hay dos frases de Jess que demuestran su estimapor el Bautista, pero no implican que Jess fuera discpulo suyo.

    Una la recogen Mateo (Mt 11,11) y Lucas (Lc 7,28): no ha surgido entre los nacidos de

  • mujer nadie mayor que Juan el Bautista. Otra est en Marcos y aplica al Bautista laprofeca de Malaquas 3,23-24: Elas vendr primero y restablecer todas las cosas ().Sin embargo, yo os digo afirma Jess que Elas ya ha venido y han hecho con l loque queran, segn est escrito de l (Mc 9,13).

    No cabe duda de que la persona de Juan, su bautismo (cf. Mt 21,23-27) y su mensajeestuvieron muy presentes en la vida de Jess. No obstante, Jess sigui un caminototalmente diferente al del Bautista: en su conducta, puesto que recorri todo el pas,tambin la capital, Jerusaln, y ense en el mbito del templo; en su mensaje, puespredic el reino de salvacin universal; en lo que ense a sus discpulos, puesto que lesinstruy en el mandamiento del amor por encima de normas legales e incluso de prcticasascticas. Pero lo que ms le distingue de Juan es que abre el horizonte de salvacin atodos los hombres de todas las razas y de todos los tiempos.

    En resumen, en el supuesto poco probable y nada comprobado de que Jess pasaraalgn tiempo junto a los seguidores del Bautista, no se puede decir que recibiera uninflujo decisivo. Jess ms que discpulo fue el Mesas Salvador anunciado por el ltimo ymayor de los profetas, Juan el Bautista.

    SANTIAGO AUSN

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  • 15

  • QU INFLUENCIA TUVO SAN JUAN BAUTISTA EN JESS?

    La figura de San Juan Bautista ocupa un lugar importante en el Nuevo Testamento yconcretamente en los evangelios. Fue apreciada en la tradicin cristiana ms primitiva yha calado hondamente en la piedad popular. La Iglesia, desde muy antiguo, celebra lafiesta de su nacimiento con especial solemnidad. En los ltimos aos ha reclamado laatencin de los estudiosos del Nuevo Testamento y de los orgenes del cristianismo, quese plantean qu se puede conocer acerca de la relacin entre Juan Bautista y Jess deNazaret desde el punto de vista de la crtica histrica.

    Dos tipos de fuentes hablan de Juan Bautista, cristianas unas y profanas otras. Lascristianas son los cuatro evangelios cannicos y el evangelio gnstico de Toms. La fuenteprofana ms relevante es Flavio Josefo, que dedic un largo apartado de su libroAntigedades judas (18,116-119) a glosar el martirio del Bautista a manos de Herodes enla fortaleza de Maqueronte (Perea), al sureste de Palestina.

    Para valorar las eventuales influencias de Juan en Jess puede ayudar fijarse en lo quese sabe acerca de la vida, la conducta y el mensaje de ambos.

    1 . Nacimiento y muerte. Juan Bautista coincidi en el tiempo con Jess, aunqueseguramente comenz su vida pblica antes que l. Era de origen sacerdotal (Lc 1,5ss.),pero nunca ejerci sus funciones.

    Por su conducta y su permanencia lejos del templo, se supone que se mostr opuesto alcomportamiento del sacerdocio oficial. Pas tiempo en el desierto de Judea (Lc 1,80),pero no parece que tuviera relacin con el grupo de Qumrn, puesto que no se muestratan radical en el cumplimiento de las normas legales (halakhot). Muri condenado porHerodes Antipas (Flavio Josefo, Antigedades judas, 18,118; Mc 6,17-29 y paralelos).Jess, por su parte, pas su primera infancia en Galilea y slo coincidi con Juan al serbautizado por ste en el Jordn. Supo de la muerte del Bautista y siempre alab su figura,su mensaje y su misin proftica.

    2 . Comportamiento. De la vida y conducta de Juan, Josefo seala que era buenapersona y que muchos acudan a l y se enardecan escuchndole. Los evangelistas

  • son ms explcitos y mencionan el lugar donde desarroll su vida pblica, Judea y la orilladel Jordn, su conducta austera en el vestir y en el comer, su liderazgo ante sus discpulosy su funcin de precursor, al descubrir a Jess de Nazaret como verdadero Mesas. Jess,en cambio, no se distingui en lo externo de sus conciudadanos: no se limit a predicar enun lugar determinado, particip en comidas de familia, visti como uno ms y, auncondenando la interpretacin literalista de la ley que hacan los fariseos, cumpli todaslas normas legales y acudi al templo con asiduidad.

    3. Mensaje y bautismo. Juan Bautista, segn Flavio Josefo, exhortaba a los judos apracticar la virtud, la justicia unos con otros y la piedad con Dios, y despus a recibir elbautismo. Los evangelios aaden que su mensaje era de penitencia, escatolgico ymesinico: exhortaba a la conversin y enseaba que el juicio de Dios es inminente:vendr uno ms poderoso que yo (Mc 1,7), que bautizar en Espritu Santo y fuego. Subautismo era para Flavio Josefo un bao del cuerpo y seal de la limpieza del alma porla justicia. Para los evangelistas era un bautismo de penitencia para remisin de lospecados (Mc 1,4). Jess no rechaza el mensaje del Bautista, ms bien parte de l (Mc1,15) para anunciar el reino y la salvacin universal, y se identifica con el Mesas que Juananunciaba, abriendo el horizonte escatolgico. Y, sobre todo, hace de su bautismo fuentede salvacin (Mc 16,16) y puerta para participar de los dones otorgados a los discpulos.

    En resumen, entre Juan y Jess hubo muchos puntos de contacto, pero todos los datosconocidos hasta ahora ponen de manifiesto que Jess de Nazaret super el esquemaveterotestamentario del Bautista (conversin, actitud tica, esperanza mesinica) ypresent un horizonte infinito de salvacin (Reino de Dios, redencin universal,revelacin definitiva).

    SANTIAGO AUSN

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  • 16

  • FARISEOS, SADUCEOS, ESENIOS, ZELOTES, QUINES ERAN?

    En la Palestina del siglo I, entre la poblacin juda haba algunos grupos surgidos en elsiglo anterior, como consecuencia de las diversas sensibilidades acerca de los modos devivir la religin de Israel y la interpretacin de sus fuentes literarias.

    En tiempos de Jess, los ms apreciados por la mayora del pueblo eran los fariseos. Sunombre, en hebreo perushim, significa los segregados. Dedicaban su mayor atencin alas cuestiones relativas a la observancia de las leyes de pureza ritual incluso fuera deltemplo. Las normas de pureza sacerdotal, establecidas para el culto, pasaron para ellos amarcar un ideal de vida en todas las acciones de la existencia cotidiana, que quedaba asritualizada y sacralizada. Junto a la Ley escrita (Torah o Pentateuco), fueron recopilandouna serie de tradiciones y modos de cumplir las prescripciones de la Ley, a las que seconcedi cada vez un mayor aprecio, hasta que llegaron a ser recibidas como Torah oral,atribuida tambin a Dios. Segn sus convicciones, esa Torah oral fue entregada junto conla Torah escrita a Moiss en el Sina, y por tanto ambas tenan idntica fuerza vinculante.

    Para una parte de los fariseos la dimensin poltica desempeaba una funcin decisivaen su posicionamiento vital, y estaba ligada al empeo por la independencia nacional,pues ningn poder ajeno poda imponerse sobre la soberana del Seor en su pueblo. Astos se los conoce como zelotes, nombre que posiblemente se dieron a s mismos,aludiendo a su celo por Dios y por el cumplimiento de la Ley. Aunque pensaban que lasalvacin la concede Dios, estaban convencidos de que el Seor contaba con lacolaboracin humana para traer esa salvacin. Esa colaboracin se mova primero en unmbito puramente religioso, en el celo por el cumplimiento estricto de la Ley. Ms tarde,a partir de la dcada de los cincuenta, consideraban que tambin haba de manifestarse enel mbito militar, por lo que no se poda renunciar al uso de la violencia cuando sta fueranecesaria para vencer, ni haba que tener miedo a perder la vida en combate, pues eracomo un martirio para santificar el nombre del Seor.

    Los saduceos, por su parte, eran personas de la alta sociedad, miembros de familiassacerdotales, cultos, ricos y aristcratas. De entre ellos haban salido desde el inicio de laocupacin romana los sumos sacerdotes que, en ese momento, eran los representantesjudos ante el poder imperial. Hacan una interpretacin muy sobria de la Torah, sin caer

  • en las numerosas cuestiones casusticas de los fariseos, y por tanto subestimando lo questos consideraban Torah oral. A diferencia de los fariseos no crean en la pervivenciadespus de la muerte, ni compartan sus esperanzas escatolgicas. No gozaban de lapopularidad ni el aprecio del que disfrutaban los fariseos, pero tenan poder religioso ypoltico, por lo que eran muy influyentes.

    Uno de los grupos ms estudiados en los ltimos aos ha sido el de los esenios.Tenemos amplia informacin acerca de cmo vivan y cules eran sus creencias a travsde Flavio Josefo, y sobre todo de los documentos en papiro y pergamino encontrados enQumrn, donde parece que se instalaron algunos de ellos. Una caracterstica especfica delos esenios consista en el rechazo del culto que se haca en el templo de Jerusaln, ya queera realizado por un sacerdocio que se haba envilecido desde la poca asmonea (siglo IIa.C.). En consecuencia, los esenios optaron por segregarse de esas prcticas comunes conla idea de conservar y restaurar la santidad del pueblo en un mbito ms reducido, el desu propia comunidad. La retirada de muchos de ellos a zonas desrticas tena como objetoexcluir la contaminacin que podra derivarse del contacto con otras personas. Larenuncia a mantener relaciones econmicas o a aceptar regalos no derivaba de un ideal depobreza, sino que era un modo de evitar contaminarse con el mundo exterior parasalvaguardar la pureza ritual. Consumada su ruptura con el templo y el culto oficial, lacomunidad esenia se entendi a s misma como un templo inmaterial que reemplazabatransitoriamente al templo de Jerusaln mientras que en l se siguiera realizando unculto que consideraban indigno.

    FRANCISCO VARO

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  • 17

  • QU APORTAN LOS MANUSCRITOS DE QUMRN?

    El ao 1947, en el Wadi Qumrn, junto al mar Muerto, aparecieron en diversas cuevasonce en total unas jarras de barro que contenan un buen nmero de documentosescritos en hebreo, arameo y griego. Se sabe que fueron escritos entre el siglo II a.C. y elao 70 d.C., en que tuvo lugar la destruccin de Jerusaln.

    Se han recompuesto unos 800 escritos de entre varios miles de fragmentos, puesto queson muy pocos los documentos que han llegado completos. Hay fragmentos de todos loslibros del Antiguo Testamento (excepto Ester), de muchos libros judos no cannicos yaconocidos y de otros hasta entonces desconocidos. Han aparecido tambin un buennmero de escritos propios del grupo sectario de esenios que se haba retirado al desierto.

    Los documentos ms importantes sin duda son los textos de la Biblia. Hasta eldescubrimiento de los textos de Qumrn, los manuscritos en hebreo ms antiguos queposeamos eran de los siglos IX-X d.C., por lo que caba sospechar que en ellos sehubiesen mutilado, aadido o modificado palabras o frases incmodas de los originales.Con los nuevos descubrimientos se ha comprobado que los textos encontrados coincidencon los medievales ya conocidos, aunque son casi mil aos anteriores, y que las pocasvariantes que presentan coinciden en gran parte con las ya atestiguadas por la versingriega llamada de los Setenta o por el Pentateuco samaritano.

    Otros muchos documentos han contribuido a demostrar que haba un modo deinterpretar la Escritura (y las normas legales) diferente al habitual entre saduceos ofariseos.

    Entre los textos de Qumrn no hay ningn texto del Nuevo Testamento ni ningnescrito cristiano.

    En algn momento se ha discutido si algunas palabras escritas en griego sobre dospequeos fragmentos de papiro all encontrados pertenecan al Nuevo Testamento, peroactualmente la mayora de los expertos consideran que no son textos cristianos.

  • Tampoco parece que en el Nuevo Testamento haya influencias de los textos aparecidosen Qumrn. Hoy los especialistas estn de acuerdo en que Qumrn no influy nada en laenseanza y vida del cristianismo primitivo, pues el grupo del mar Muerto era sectario,minoritario y apartado de la sociedad, mientras que Jess y los primeros cristianosvivieron inmersos en la sociedad juda de su tiempo y dialogaron con ella. Esosdocumentos sobre todo han servido para aclarar algunos trminos o expresioneshabituales en aquella poca.

    En la primera mitad de los noventa se propalaron dos formidables mitos que hoy estnplenamente diluidos. Uno, que los manuscritos contenan doctrinas que contradecan o aljudasmo o al cristianismo y que, en consecuencia, el Gran Rabinato y el Vaticano sehaban puesto de acuerdo para impedir su publicacin. Ahora todos los documentos hansido editados y es evidente que las dificultades de publicacin no eran de orden religioso,sino de orden cientfico. El segundo era de mayor calado, porque se present con visoscientficos. Una profesora de Sydney, Barbara Thiering, y un profesor de la StateUniversity de California, Robert Eisenman, publicaron varios libros en los quecomparando los documentos qumrnicos con el Nuevo Testamento afirmaban que unos yotros estn escritos en clave, y por tanto no dicen lo que dicen, sino que hay que descubrirsu significado secreto. Pretendan demostrar que el Maestro de Justicia, fundador delgrupo de Qumrn, habra sido Juan el Bautista y su oponente Jess (segn B. Thiering), oque el Maestro de Justicia habra sido Santiago y su oponente Pablo. Se basaban en quehay personajes mencionados en los documentos de Qumrn con trminos cuyosignificado se nos escapa: por ejemplo, el Maestro de Justicia, el Sacerdote impo, elMentiroso, el Len furioso, los buscadores de interpretaciones fciles, los hijos de la luz ylos hijos de las tinieblas, la casa de la abominacin, etc. Actualmente ningn especialistaadmite tales afirmaciones. Si no conocemos el alcance de esta terminologa no es porquecontenga doctrinas esotricas, sino porque nos falta informacin. Es evidente que loscontemporneos de los qumranitas estaban familiarizados con estas expresiones y que losdocumentos del mar Muerto, si bien contienen doctrinas y normas diferentes de lasmantenidas por el judasmo oficial, no tienen ninguna clave secreta ni esconden teorasinconfesables.

    En conjunto los manuscritos de Qumrn son una fuente inestimable de datos sobre elambiente religioso y social del siglo I d.C., de gran ayuda para comprender mejor elmundo judo tan plural en que naci el cristianismo.

  • SANTIAGO AUSN

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  • 18

  • QU ACTITUD MOSTR JESS ANTE LAS PRCTICAS PENITENCIALES?

    Como en otras religiones, las prcticas penitenciales estaban arraigadas en el pueblo deIsrael. La oracin, la limosna, el ayuno, la ceniza sobre la cabeza, el vestido de un tejidotosco y spero, llamado vestido de saco, eran algunos de los muchos modos que tenan losisraelitas de mostrar su deseo de reorientar la vida y convertirse a Dios (cf. Tb 12,8; Is58,5; Jl 2,12-13; Dn 9,3 etc.).

    Jess, que, como unnimemente sealan historiadores y estudiosos de la Escritura,centr el contenido de su predicacin en el Reino de Dios, exige tambin la conversincomo parte esencial del anuncio del Reino: El tiempo se ha cumplido y el Reino de Diosest al llegar; convertos y creed en el Evangelio (Mc 1,15). La conversin, la penitencia,a la que Jess llama significa el cambio profundo de corazn.

    Pero tambin significa cambiar la vida en coherencia con ese cambio de corazn y darun fruto digno de penitencia (Mt 3,8). Es decir, hacer penitencia es algo autntico y eficazslo si se traduce en actos y gestos. De hecho, Jess quiso mostrar con su vida penitenteque Reino de Dios y penitencia no se pueden separar. Practic el ayuno (Mt 4,2), renuncia la comodidad de un lugar estable donde reposar (Mt 8,20), pas noches enteras enoracin (Lc 6,12) y, sobre todo, entreg voluntariamente su vida en la cruz.

    Los primeros discpulos de Jess, al hilo de sus enseanzas, entendieron que seguir aCristo implicaba imitar sus actitudes. San Lucas es el evangelista que ms subraya cmoel cristiano debe vivir como Cristo vivi y tomar su cruz cada da, como Jess habapedido a sus discpulos: Si alguno quiere venir detrs de m, que se niegue a s mismo,que tome su cruz cada da, y que me siga (Lc 9,23). De este modo, los primeroscristianos continuaron acudiendo al templo a rezar (Hch 3,1) y siguieron practicando lasobras de penitencia, como por ejemplo el ayuno (Hch 13,2-3), si bien en conformidad conla enseanza de Jess: Cuando ayunis no os finjis tristes como los hipcritas, quedesfiguran su rostro para que los hombres noten que ayunan. En verdad os digo que yarecibieron su recompensa. T, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lvate lacara, para que no adviertan los hombres que ayunas, sino tu Padre, que est en lo oculto;y tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensar (Mt 6,16-18).

  • Sin embargo, a la luz del valor de la muerte de Cristo en la cruz, por la que los hombresson redimidos de sus pecados, los cristianos entendieron que las prcticas penitencialessobre todo el ayuno, la oracin y la limosna y cualquier sufrimiento no slo seordenaban a la conversin sino que podan asociarse a la muerte de Jess como medio departicipar en el sacrificio de Cristo y corredimir con l.

    As se encuentra en los escritos de Pablo: Completo en mi carne lo que falta a lossufrimientos de Cristo en beneficio de su cuerpo, que es la Iglesia (Col 1,24), y as sesigue viviendo en la Iglesia.

    JUAN CHAPA

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  • 19

  • QU AFINIDADES POLTICAS TENA JESS?

    Jess fue acusado ante la autoridad romana de promover una revuelta poltica (cf. Lc23,2). Mientras deliberaba, el prefecto Pilato recibi presiones para que lo condenase amuerte por ese motivo: Si sueltas a se no eres amigo del Csar! Todo el que se hacerey va contra el Csar! (Jn 19,12). Por eso, en el titulus crucis donde se indicaba elmotivo de la condena estaba escrito: Jess Nazareno, rey de los judos.

    Sus acusadores tomaron como pretexto la predicacin que Jess haba realizado acercadel Reino de Dios un reino de justicia, amor y paz para presentarlo como unadversario poltico que podra acabar planteando problemas a Roma. Pero Jess noparticip directamente en la poltica ni tom partido por ninguno de los bandos otendencias en los que se alineaban las opiniones y la accin poltica de las gentes queentonces vivan en Galilea o Judea.

    Esto no quiere decir que Jess se desentendiera de las cuestiones relevantes en la vidasocial de su tiempo. De hecho su atencin hacia los enfermos, los pobres y los necesitadosno pas inadvertida.

    Predic la justicia y, por encima de todo, el amor al prjimo sin distinciones.

    Cuando entr en Jerusaln para participar en la fiesta de la Pascua, la multitud loaclamaba como Mesas gritando a su paso: Hosanna al Hijo de David! Bendito el queviene en nombre del Seor! Hosanna en las alturas! (Mt 21,9). Sin embargo, Jess noresponda a las expectativas polticas con las que el pueblo se imaginaba al Mesas: no eraun lder guerrero que viniese a cambiar por las armas la situacin en la que seencontraban, ni tampoco era un revolucionario que incitase a un alzamiento contra elpoder romano.

    El mesianismo de Jess slo se comprende a la luz de los cantos del Siervo Sufrientedel que Isaas haba profetizado (Is 52,13-53,12), que se ofrece a la muerte para laredencin de muchos. As lo entendieron claramente los primeros cristianos al reflexionarmovidos por el Espritu Santo sobre lo sucedido: Cristo padeci por vosotros, dejndoosejemplo para que sigis sus huellas: l no cometi pecado, ni en su boca se hall engao ;

  • al ser insultado, no responda con insultos; al ser maltratado, no amenazaba, sino quepona su causa en manos del que juzga con justicia. Subiendo al madero, l mismo llevnuestros pecados en su cuerpo, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia:y por sus llagas fuisteis sanados. Porque erais como ovejas descarriadas, pero ahorahabis vuelto al Pastor y Guardin de vuestras almas (1 P 2,21-25; los textos en cursivason citas literales del cuarto canto del Siervo del libro de Isaas).

    En algunas biografas recientes de Jess se hace notar, al considerar su actitud ante lapoltica del momento, la variedad de tendencias existente entre los hombres que escogepara ser apstoles. De stos, se suele citar a Simn, llamado Zelotes (cf. Lc 6,15), que,como indicara su propio apodo, sera un nacionalista radical, empeado en la lucha por laindependencia del pueblo frente a los romanos. Algunos expertos en las lenguas de lazona tambin apuntan hacia Judas Iscariote: su apodo iskariot parece la trascripcinpopular griega de la palabra latina sicarius, lo que le sealara como simpatizante delgrupo ms extremista y violento del nacionalismo judo.

    Por otra parte, Mateo era recaudador de impuestos para la autoridad romana,publicano, o lo que entonces se consideraba equivalente, colaboracionista con elrgimen poltico establecido por Roma. Otros nombres, como Felipe, denotaran suprocedencia del mundo helenstico, que estaba muy asentado en Galilea.

    Estos datos pueden presentar detalles discutibles o asociar a algunos de esos hombrescon posturas polticas que slo cobraron fuerza unas dcadas despus, pero en cualquiercaso son bien ilustrativos de cmo en el grupo de los Doce haba personas muy variadas,cada una con sus propias opiniones y posicionamientos, que haban sido llamados a unatarea, la propia de Jess, que trascenda su filiacin poltica y su condicin social.

    FRANCISCO VARO

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  • 20

  • QU RELACIONES TUVO JESS CON EL IMPERIO ROMANO?

    Dentro del complejo panorama social y poltico, muchas veces crispado, del mundo enque vivi Jess, llama la atencin el hecho de que l, de entrada, no manifieste unarepulsa abierta del estado romano.

    Sin embargo, es evidente que tampoco lo acepta acrticamente.

    Un episodio significativo es aquel mencionado por los tres evangelios sinpticos en elque algunos fariseos, puestos para la ocasin de acuerdo con unos herodianos, tratan deatraparlo con una pregunta capciosa: Maestro, sabemos que eres veraz y que enseas deverdad el camino de Dios, y que no te dejas llevar por nadie, pues no haces acepcin depersonas.

    Dinos, por tanto, qu te parece: es lcito dar tributo al Csar, o no? (Mt 22,16-17). Lareaccin de Jess es bien conocida: Conociendo Jess su malicia, respondi: Por qume tentis, hipcritas? Enseadme la moneda del tributo. Y ellos le mostraron undenario. l les dijo: De quin es esta imagen y esta inscripcin? Del Csarcontestaron. Entonces les dijo: Dad, pues, al Csar lo que es del Csar y a Dios loque es de Dios (Mt 22,18-21).

    La respuesta de Jess trasciende el horizonte humano de sus tentadores. Est porencima del s y del no que queran arrancarle. La cuestin era muy insidiosa, puesintentaba reducir la actitud religiosa y trascendente de Jess a un compromiso temporal.La pregunta, en el contexto en que estaba planteada, casi le obligaba a presentarse comocolaboracionista del rgimen ocupante de Palestina, o como revolucionario.

    Frente a esa provocacin Jess no confunde Reino de Dios con estado. De una partereconoce las competencias del estado en la organizacin de cuanto se ordena al biencomn, como es la recaudacin de impuestos. Pero, de otra parte, manifiesta que lasoberana del estado no es absoluta. En el mundo romano de entonces, donde se tributabaculto divino al emperador, Jess no reconoce al estado esa esfera de competencia: haycosas que no deben darse al Csar sino a Dios. La institucin civil y la religiosa, segn laenseanza de Jess, no deben confundirse ni entrometerse en cuestiones que no son su

  • incumbencia, sino armonizarse, respetando cada una la esfera de la otra.

    La vida de muchos primeros cristianos, ciudadanos corrientes que trabajaban cada unocon sus conciudadanos en la construccin de la sociedad en que vivan, pero queofrecieron un testimonio martirial cuando leyes injustas pretendan obligarles a norespetar lo que es de Dios, son la mejor exgesis de esas palabras de Jess.

    FRANCISCO VARO

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  • 21

  • QUINES FUERON LOS APSTOLES?

    Uno de los datos ms seguros de la vida de Jess es que constituy a un grupo de docediscpulos a los que denomin los Doce Apstoles. Este grupo estaba formado porhombres que Jess llam personalmente, que le acompaan en su misin de instaurar elReino de Dios y que son testigos de sus palabras, de sus obras y de su resurreccin.

    El grupo de los Doce aparece en los escritos del Nuevo Testamento como un grupoestable o fijo. Sus nombres son Simn, a quien le dio el nombre de Pedro; Santiago el deZebedeo y Juan, el hermano de Santiago, a quienes les dio el nombre de Boanerges, esdecir, hijos del trueno; Andrs y Felipe, y Bartolom y Mateo, y Toms y Santiago el deAlfeo, y Tadeo y Simn Cananeo; y Judas Iscariote, el que le entreg (Mc 3,16-19). En laslistas que aparecen en los otros evangelios y en los Hechos de los Apstoles apenas hayvariaciones. A Tadeo, en Lucas y Hechos, se le llama Judas, pero el cambio de nombre noes significativo, pues, como se ve en la citada lista de Marcos, hay dos apstoles que sellaman igual Simn, Santiago y que se distinguen por el patronmico o por unsegundo nombre. Se trata, pues, de Judas Tadeo. Lo significativo es que en el libro de losHechos no se hable de la labor evangelizadora de muchos de ellos: seal de que sedispersaron muy pronto y de que, a pesar de eso, la tradicin de los nombres de quieneseran los apstoles estaba muy firmemente asentada.

    San Marcos dice que Jess subiendo al monte llam a los que l quiso, y fueron dondel estaba. Y constituy a doce, para que estuvieran con l y para enviarlos a predicar conpotestad de expulsar demonios (Mc 3,13-15). Seala de esa manera la iniciativa de Jessy la funcin del grupo de los Doce: estar con l y ser enviados a predicar con la mismapotestad que tiene Jess. Los otros evangelistas San Mateo (Mt 10,1) y San Lucas (Lc6,12-13) se expresan en tonos parecidos. A lo largo del evangelio se percibe cmoacompaan a Jess, participan de su misin y reciben una enseanza particular. Losevangelistas no esconden que muchas veces no entienden las palabras del Seor y que loabandonaron en el momento de la prueba. Pero sealan tambin la confianza renovadaque les otorga Jesucristo.

    Es muy significativo que el nmero de los elegidos sea Doce. Este nmero remite a lasdoce tribus de Israel (cf. Mt 19,28; Lc 22,30; etc.), y no a otros nmeros comunes en el

  • tiempo los miembros del Sanedrn eran 71, los miembros del Consejo en Qumrn 15 16 y los miembros adultos necesarios para el culto en la sinagoga 10, por lo que parececlaro que se seala de esta manera que Jess no quiere restaurar el reino de Israel (Hch1,6) sobre la base de la tierra, el culto y el pueblo, sino instaurar el Reino de Diossobre la tierra. A ello apunta tambin el hecho de que, antes de la venida del EsprituSanto en Pentecosts, Matas ocupe el lugar de Judas Iscariote y complete el nmero delos Doce (Hch 1,26).

    VICENTE BALAGUER

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  • 22

  • ERA NORMAL QUE TANTAS MUJERES RODEARAN A JESS?

    La actitud y las enseanzas de Jess que despus sigui la primera comunidadcristiana, como se ve en el libro de los Hechos de los Apstoles y en las cartas del NuevoTestamento otorgaban a la mujer una dignidad que contrastaba con las costumbres delmomento.

    Aunque hay diferencias entre las clases altas y las populares, lo comn es que la mujerno tuviera un lugar en la vida pblica. Su mbito era el hogar donde estaba sometida almarido: sala poco de casa y cuando sala lo haca con el rostro cubierto con un velo y sindetenerse a hablar con los hombres. El marido poda darle el libelo de repudio ydespedirla.

    Ciertamente, todo esto no se aplicaba estrictamente a las mujeres que, por ejemplo,tenan que trabajar ayudando en las tareas del campo. Pero an as, no podan detenerse asolas con un hombre.

    Donde se percibe la diferencia ms notable con el varn es, sin embargo, en el planoreligioso: la mujer est sometida a las prohibiciones de la Ley, pero est liberada de lospreceptos (ir a las peregrinaciones a Jerusaln, recitar diariamente la Shem, etc.). Noestaba obligada a estudiar la Ley y las escuelas se reservaban para los muchachos. De lamisma manera, en la sinagoga las mujeres estaban con los nios, separadas de losvarones con un enrejado. No participaban en el banquete pascual ni eran contadas entrelos que pronuncian la bendicin despus de la comida.

    Frente a esto, en los evangelios descubrimos muchos ejemplos de una actitud de Jessabierta: adems de las numerosas curaciones de mujeres que realiza, en su predicacinpropone a menudo ejemplos de mujeres como la que barre la casa hasta encontrar ladracma perdida (Lc 15,8), la viuda perseverante en la oracin (Lc 18,3), o la viuda pobre ygenerosa (Lc 21,2). Corrigi la interpretacin del divorcio (Lc 16,18) y, en contraste con laactitud de los maestros judos de la poca, consider a la mujer capaz de recibirinstruccin religiosa. En cuanto al seguimiento de Jess, o al discipulado, tambin suactitud fue ms abierta. Jess tena seguidores, discpulos sedentarios, podra decirse, quevivan en sus casas, como Lzaro (Jn 1 1,1; cf. Lc 10,38-39), o Jos de Arimatea (Mt 27,57).

  • De la misma manera que ellos se puede considerar seguidoras a Marta y a Mara (Lc10,38-41). De Mara se dice que sentada a los pies del Seor, escuchaba su palabra (Lc10,39), como una manera de significar la actitud del discpulo del Seor (cf. Lc 8,15.21).Tambin en el evangelio se habla de la misin itinerante de Jess y de sus discpulos. Eneste contexto hay que entender Lc 8,2-3 (cf. Mt 27,55-56; Mc 15,40-41): Jess pasaba porciudades y aldeas predicando y anunciando el evangelio del Reino de Dios. Leacompaaban los doce y algunas mujeres que haban sido libradas de espritus malignos yde enfermedades: Mara, llamada Magdalena, de la que haban salido siete demonios; yJuana, mujer de Cusa, administrador de Herodes; y Susana, y otras muchas que lesasistan con sus bienes.

    Hay, pues, un grupo de mujeres que acompaan a Jess y a los apstoles en lapredicacin del Reino y que desempean una labor de diacona, de servicio.

    VICENTE BALAGUER

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  • 23

  • QUIN FUE MARA MAGDALENA?

    Los datos que nos ofrecen los evangelios son escuetos. Lc 8,2 nos informa que entre lasmujeres que seguan a Jess y le asistan con sus bienes estaba Mara Magdalena, esdecir, una mujer llamada Mara, que era oriunda de Migdal Nunayah, en griego Tariquea,una pequea poblacin junto al lago de Galilea, a 5,5 km al norte de Tiberias. De ellaJess haba expulsado siete demonios (Lc 8,2; Mc 16,9), que es lo mismo que decir todoslos demonios. La expresin puede entenderse como una posesin diablica, perotambin como una enfermedad del cuerpo o del espritu.

    Los evangelios sinpticos la mencionan como la primera de un grupo de mujeres quecontemplaron de lejos la crucifixin de Jess (Mc 15,40-41 y paralelos) y que se quedaronsentadas frente al sepulcro (Mt 27,61) mientras lo sepultaban (Mc 15,47). Sealan que enla madrugada del da despus del sbado Mara Magdalena y otras mujeres volvieron alsepulcro a ungir el cuerpo con los aromas que haban comprado; entonces un joven (unngel, en Mt 28,5) les comunica que Jess ha resucitado y les encarga ir a comunicarlo alos discpulos (cf. Mc 16,1-7).

    San Juan presenta los mismos datos con pequeas variantes. Mara Magdalena estjunto a la Virgen Mara al pie de la cruz (Jn 19,25). Despus del sbado, cuando todavaera de noche, se acerca al sepulcro, ve la losa quitada y avisa a Pedro, pensando quealguien haba robado el cuerpo de Jess (Jn 20,1-2).

    De vuelta al sepulcro se queda llorando y se encuentra con Jess resucitado, quien leencarga anunciar a los discpulos su vuelta al Padre (Jn 20,1 1-18). La gloria y el honor deMara radican en que fue la primera en recibir la misin de proclamar la resurreccin delSeor.

    Mara Magdalena ha sido identificada a menudo con otras mujeres que aparecen en losevangelios. A partir de los siglos VI y VII, en la Iglesia Latina se tendi a identificar aMara Magdalena con la mujer pecadora que, en Galilea, en casa de Simn el fariseo,ungi los pies de Jess con sus lgrimas (Lc 7,36-50). Por otra parte, algunos Padres yescritores eclesisticos haban identificado ya a esta mujer pecadora con Mara, lahermana de Lzaro, que, en Betania, unge con un perfume los pies de Jess (Jn 12,1-11;

  • Mateo y Marcos, en el pasaje paralelo no dan el nombre de Mara, sino que dicen que fueuna mujer, que la uncin fue sobre la cabeza de Jess y que ocurri en casa de Simn elleproso: Mt 26,6-13 y Mc 14, 3-11). Como consecuencia, debido en buena parte a SanGregorio Magno, en Occidente se extendi la idea de que las tres mujeres eran la mismapersona. Sin embargo, segn los datos evanglicos no parece que haya que identificar aMara Magdalena con Mara, la que unge a Jess en Betania, pues presumiblemente staes la hermana de Lzaro (Jn 12,2-3).

    Tampoco permiten deducir que sea la misma que la mujer pecadora, que segn Lc 7,36-49 ungi a Jess. De todas maneras, no es difcil imaginarse los motivos que hanprovocado esta identificacin, sobre todo si se atiende a la sucesin de losacontecimientos en el evangelio de Lucas y se consideran las escenas desde un punto devista espiritual. En primer lugar, la uncin a Jess por parte de la mujer pecadora se sitainmediatamente antes del pasaje donde se seala que entre las mujeres que asistan aJess estaba Mara Magdalena, de la que haba expulsado siete demonios (Lc 8,2), algoque poda interpretarse como un pasado pecador. En segundo lugar, las dos mujeres secaracterizan por demostrar un gran amor. De la pecadora de Galilea Jess dice: Le sonperdonados sus muchos pecados, porque ha amado mucho (Lc 7,47), y Mara Magdalenademuestra tambin su amor hacia Jess en la bsqueda del cuerpo de su Maestro y en suencuentro con el resucitado.

    (Jn 20,14-18). Por eso, aun cuando se tratara de la misma mujer, la condicin de habersido pecadora no es un desdoro. Pedro fue infiel a Jess y Pablo un perseguidor de loscristianos. La grandeza no est en que no cometiera errores o pecados sino en su amor. Latradicin de la Iglesia, por el papel de Mara Magdalena en los evangelios, prest especialatencin a su persona. Padres de la Iglesia, escritores eclesisticos y otras obrasdestacaron el cometido de Mara como discpula del Seor y proclamadora del Evangelio.Por eso, ha sido llamada en Oriente isapstolos (igual que un apstol) y en Occidenteapostola apostolorum (apstol de apstoles). En Oriente hay una tradicin que dice quefue enterrada en feso y que sus reliquias fueron llevadas a Constantinopla en el siglo IX.

    Algunos grupos marginales de la primitiva Iglesia acudieron a la figura de Mara comorecurso para garantizar el valor de sus doctrinas. Estos grupos fueron fundamentalmentesectas gnsticas, en cuyos escritos se presentan supuestas revelaciones secretas de Jessdespus de su resurreccin a ciertos personajes del Nuevo Testamento. So