51 Sí a las Drogas, ¿Cómo?

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Sí a las Drogas, ¿Cómo? El dolor es un señor de la humanidad más terrible que la muerte misma. Hoy el dolor se ha convertido en el trastorno universal, un tema de salud personal y pública serio y costoso, y un desafío para la familia, amigos y quienes proporcionan los servicios médicos que deben dar apoyo al individuo que sufre las consecuencias físicas y emocionales del dolor. Sí a las Drogas para mitigar el dolor es mi reflexión de hoy. Las civilizaciones antiguas registraron en tablas relatos de dolor y de los tratamientos usados: presión, calor, agua y sol. El alivio del dolor era responsabilidad de los brujos, chamanes y sacerdotes que usaban hierbas, ritos y ceremonias como tratamientos. Al transcurso del tiempo, sobre el siglo XIX, el estudio del dolor habitó nueva morada, las ciencias, donde con evidencias, se allanó el camino para los avances en el alivio del dolor. Los científicos médicos descubrieron que las drogas, como el opio, la morfina, la codeína y la cocaína podían usarse para tratar el dolor. Después el descubrimiento del ácido acetil salicílico -aspirina®, que es hasta hoy, el analgésico (contra el dolor) usado más comúnmente. Tiempo después llegaron la anestesia y la cirugía, que aunado a una mejor comprensión del dolor, se desarrollaron drogas más eficaces para mantenerlo controlado. Estimados lectora lector, el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con un daño a los tejidos, real o potencial o descrito en términos de tal daño. Es útil distinguir entre el dolor agudo y el dolor crónico. El dolor agudo es consecuencia de una enfermedad, inflamación o lesión que aparece abruptamente, la causa es identificable y casi siempre tratable, se auto limita en la gran mayoría de las veces.El dolor crónico se considera ampliamente como el representante mismo de la enfermedad y que puede empeorar mucho debido a factores psicológicos y ambientales; persiste y resiste la mayoría de los tratamientos médicos y hay que investigar la causa de fondo. El arsenal terapéutico del que disponen los médicos hoy, es vasto para eliminar el dolor, por ello es relevante que si haya drogas para tratarlo. Es importante que sepan que en nuestro país, el 25% de los pacientes en etapa terminal fallece con dolor intenso, debido a la falta de drogas (opioides) en el sistema de salud para aminorar o eliminar el dolor. En días pasados, mi amigo el Dr. Alejandro Mohar Betancourt, exdirector del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), quién participó conmigo para modificar y establecer todo un título en materia de cuidados paliativos en la Ley General de Salud, denunció hace unos días públicamente, que en el mundo se producen al año 400 toneladas de morfina, lo que representa una sobreproducción en comparación con el relativo bajo consumo; por lo que debería haber morfina suficiente para la necesidad de gran número de pacientes a lo largo y ancho de país, que requieren el uso de cuidados paliativos. Alertó que México ocupa uno de los últimos lugares del mundo en acceso a morfina. Describió Mohar que según investigaciones del Incan, 50% de los casos en México no recibe tratamiento al enfrentar dolor crónico, y el 30% de los que reciben una receta del médico sufren, porque les dan medicamentos inapropiados. El dolor crónico ocasionado por cáncer se ha convertido en uno de los más difíciles de tratar, debido a su gran complejidad y a todas las estructuras relacionadas para su manejo. Se requieren unidades de cuidados paliativos – actualmente insuficientes o incluso ausentes- con profesionales capacitados y drogas capaces de paliar el dolor de los pacientes con cáncer. El investigador advirtió que hay desconocimiento de cómo, cuándo y dónde se pueden prescribir este tipo de medicamentos –drogas- y llamó a trabajar en el control restrictivo, pues sólo el 50 recetas foliadas y autorizadas por la Cofepris, están autorizadas para la distribución de los medicamentos derivados de la morfina, generando que no haya disponibilidad de opioides (derivados de la amapola). En Guanajuato, en el sistema epidemiológico estadístico de defunciones 2014, se han registrado 14,573 defunciones. Por tumores malignos (cáncer) 1,591 personas han perdido la vida; 47% hombres y 57% mujeres; menores de edad -4%-; en edad productiva 41% y adultos mayores 54%. Es de resaltar que el 61% de estos fallecimientos ocurrieron en el hogar. Haciendo inferencias, 400 fallecieron con dolor sin tener drogas capaz de mitigarlo, atendidos solo unos cuantos en unidades de cuidados paliativos del sector salud. La reforma a Ley General de Salud en materia de cuidados paliativos que presenté en compañía de otros legisladores en 2007, fue aprobada por unanimidad en ambas cámaras y publicada el 5 de enero de 2009 en el Diario Oficial de la Federación -http://bit.ly/1sQI8UL-, obliga a las Instituciones del Sector Salud a tratar integralmente el dolor de los pacientes en estado terminal; además se estableció una nueva actividad médica: las acciones paliativas, que incluyen el cuidado integral para preservar la calidad de vida del paciente, a través de la prevención, tratamiento y control del dolor, y otros síntomas físicos y emocionales por parte de un equipo profesional multidisciplinario. Lo señalado por el investigador Mohar revela de manera cruda que el derecho de los enfermos terminales a los que obliga la Ley está lejos de cumplirse a 5 años de distancia, y por tanto, debemos continuar sociedad y gobierno, buscando alternativas para que no haya ningún enfermo que muera con dolor, más aun habiendo en exceso drogas para evitarlo. Por ello, para el tratamiento de los cuidados paliativos, doy mi rotundo sí al uso de las drogas, prescritas por profesionales. Recordando al entrañable editorialista de este medio, Lic. Ernesto Arrache, le preguntaría estimados lectora lector, ¿Y usted, qué opina?Les deseo un extraordinario fin de semana. *Cirujano general Derechos reservados © 2014 por Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba Esto o lo Otro Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba [email protected] @ectorjaime Sábado 30 de octubre de 2014 http://www.am.com.mx/opinion/leon/si-a-las-drogas-como-11483.ht León | Opinión

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Sí a las Drogas, ¿Cómo?

El dolor es un señor de la humanidad más terrible que la muerte misma. Hoy el dolor se ha convertido en el trastorno universal, un tema de salud personal y pública serio y costoso, y un desafío para la familia, amigos y quienes proporcionan los servicios médicos que deben dar apoyo al individuo que sufre las consecuencias físicas y emocionales del dolor. Sí a las Drogas para mitigar el dolor es mi reflexión de hoy.Las civilizaciones antiguas registraron en tablas relatos de dolor y de los tratamientos usados: presión, calor, agua y sol. El alivio del dolor era responsabilidad de los brujos, chamanes y sacerdotes que usaban hierbas, ritos y ceremonias como tratamientos.Al transcurso del tiempo, sobre el siglo XIX, el estudio del dolor habitó nueva morada, las ciencias, donde con evidencias, se allanó el camino para los avances en el alivio del dolor. Los científicos médicos descubrieron que las drogas, como el opio, la morfina, la codeína y la cocaína podían usarse para tratar el dolor.Después el descubrimiento del ácido acetil salicílico -aspirina®, que es hasta hoy, el analgésico (contra el dolor) usado más comúnmente. Tiempo después llegaron la anestesia y la cirugía, que aunado a una mejor comprensión del dolor, se desarrollaron drogas más eficaces para mantenerlo controlado.Estimados lectora lector, el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con un daño a los tejidos, real o potencial o descrito en términos de tal daño. Es útil distinguir entre el dolor agudo y el dolor crónico.El dolor agudo es consecuencia de una enfermedad, inflamación o lesión que aparece abruptamente, la causa es identificable y casi siempre tratable, se auto limita en la gran mayoría de las veces.El dolor crónico se considera ampliamente como el representante mismo de la enfermedad y que puede empeorar mucho debido a factores psicológicos y ambientales; persiste y resiste la mayoría de los tratamientos médicos y hay que investigar la causa de fondo.

El arsenal terapéutico del que disponen los médicos hoy, es vasto para eliminar el dolor, por ello es relevante que si haya drogas para tratarlo. Es importante que sepan que en nuestro país, el 25% de los pacientes en etapa terminal fallece con dolor intenso, debido a la falta de drogas (opioides) en el sistema de salud para aminorar o eliminar el dolor.En días pasados, mi amigo el Dr. Alejandro Mohar Betancourt, exdirector del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), quién participó conmigo para modificar y establecer todo un título en materia de cuidados paliativos en la Ley General de Salud, denunció hace unos días públicamente, que en el mundo se producen al año 400 toneladas de morfina, lo que representa una sobreproducción en comparación con el relativo bajo consumo; por lo que debería haber morfina suficiente para la necesidad de gran número de pacientes a lo largo y ancho de país, que requieren el uso de cuidados paliativos. Alertó que México ocupa uno de los últimos lugares del mundo en acceso a morfina.

Describió Mohar que según investigaciones del Incan, 50% de los casos en México no recibe tratamiento al enfrentar dolor crónico, y el 30% de los que reciben una receta del médico sufren, porque les dan medicamentos inapropiados.El dolor crónico ocasionado por cáncer se ha convertido en uno de los más difíciles de tratar, debido a su gran complejidad y a todas las estructuras relacionadas para su manejo. Se requieren unidades de cuidados paliativos –actualmente insuficientes o incluso ausentes- con profesionales capacitados y drogas capaces de paliar el dolor de los pacientes con cáncer.El investigador advirtió que hay desconocimiento de cómo, cuándo y dónde se pueden prescribir este tipo de medicamentos –drogas- y llamó a trabajar en el control restrictivo, pues sólo el 50 recetas foliadas y autorizadas por la Cofepris, están autorizadas para la distribución de los medicamentos derivados de la morfina, generando que no haya disponibilidad de opioides (derivados de la amapola).En Guanajuato, en el sistema epidemiológico estadístico de defunciones 2014, se han registrado 14,573 defunciones. Por tumores malignos (cáncer) 1,591 personas han perdido la vida; 47% hombres y 57% mujeres; menores de edad -4%-; en edad productiva 41% y adultos mayores 54%.Es de resaltar que el 61% de estos fallecimientos ocurrieron en el hogar. Haciendo inferencias, 400 fallecieron con dolor sin tener drogas capaz de mitigarlo, atendidos solo unos cuantos en unidades de cuidados paliativos del sector salud.La reforma a Ley General de Salud en materia de cuidados paliativos que presenté en compañía de otros legisladores en 2007, fue aprobada por unanimidad en ambas cámaras y publicada el 5 de enero de 2009 en el Diario Oficial de la Federación -http://bit.ly/1sQI8UL-, obliga a las Instituciones del Sector Salud a tratar integralmente el dolor de los pacientes en estado terminal; además se estableció una nueva actividad médica: las acciones paliativas, que incluyen el cuidado integral para preservar la calidad de vida del paciente, a través de la prevención, tratamiento y control del dolor, y otros síntomas físicos y emocionales por parte de un equipo profesional multidisciplinario.Lo señalado por el investigador Mohar revela de manera cruda que el derecho de los enfermos terminales a los que obliga la Ley está lejos de cumplirse a 5 años de distancia, y por tanto, debemos continuar sociedad y gobierno, buscando alternativas para que no haya ningún enfermo que muera con dolor, más aun habiendo en exceso drogas para evitarlo.Por ello, para el tratamiento de los cuidados paliativos, doy mi rotundo sí al uso de las drogas, prescritas por profesionales. Recordando al entrañable editorialista de este medio, Lic. Ernesto Arrache, le preguntaría estimados lectora lector, ¿Y usted, qué opina?Les deseo un extraordinario fin de semana.

*Cirujano general

Derechos reservados © 2014 por Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba

Esto o lo OtroDr. Éctor Jaime Ramírez [email protected]@ectorjaime

Sábado 30 de octubre de 2014

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