Toros y Periodismo

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Autor:Pedro María Azofra Peña

Coordinadores: Rebeca Hernández García,

Raquel Posado Ferreras,Juan José García García

Fotografías:Pedro María Azofra Peña

Centro de Investigación del Toro de Lidia

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de una corrida de toros aunque 26 añosmás tarde, y al día siguiente del festejo,se divulgan unas hojas con “las particula-ridades acaecidas en esta corrida” que seconsideran el primer periódico taurino.

La fiesta de toros, comercial o profesional,siempre tuvo un lugar en el periodismoy desde los albores del toreo a pie con-solidado hasta nuestros días se barajaroncon distinta firma el palo de ciego con elpeloteo baboso; los reseñadores ditirám-bicos y los de acritud; las informacionesindependientes con las condicionadas y

Las raíces del periodismo taurino nacie-ron por la enumeración de fiestas de torosque se organizaban en España para cele-brar fastos reales o religiosos y en las prag-máticas que reyes o papas lanzaban paraprohibir el espectáculo del bóvido adultodestinado a ser matado, o burlado, en lasplazas públicas de villas o ciudades y pos-teriormente en cosos que fueron indus-trializando las programaciones hasta elmomento actual.

En la primavera de 1793, el “Diario deMadrid” publica la primera reseña crítica

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en toreo hubo protagonistas de culto yotros de masas con distinto trato. Porcierto; en los últimos sesenta años detoreo, los espadas más denostados por lacrítica exigente fueron los elegidos mayo-ritariamente como ídolos populares. Aveces por su personalidad fascinante.Nombremos a Manolete, Litri, Pedrés, Cha-maco, El Cordobés, Espartaco, Jesulín y ElJuli como muestra.

Los caminos de la información crítica rigu-rosa siempre fueron divergentes con eltaurinismo profesional transgresor quetrata de marginar al “heterodoxo”.

El periodismo taurino fue más intenso enel S. XIX o principios del siguiente que enla actualidad aunque siempre suele haber

un empeño de los profesionales en abo-lir el pensamiento crítico. También en otrasfacetas. Se justifica la citada intensidadporque en las épocas primeras “sólo”habíatoros. Luego llegó el fútbol que es la ver-dadera fiesta nacional en España dondehay capitales de provincia sin plazas yprovincias sin festejo alguno.

Aceptación yeconomía taurinas

Viene al pelo aportar la actualidad deaceptación y aporte económico de la fiestade toros contra la que el Partido Antitau-rino Contra el Maltrato Animal obtuvo41.202 votos en las últimas elecciones. Un0,16 %.

disfruta en la actualidad del espacio quemerece en los medios de difusión y quela Comunidad “Económica” Europea setentará la ropa antes de ir contra una fiesta,suprimiendo riqueza y empleos, conmucho arraigo en Francia, que tambiéntiene un intenso y mínimo sector de pobla-ción en contra y otro muy fuerte de indi-ferentes. En un momento en el que tan-tos millones de humanos son tratadoscomo animales, existe una querencia detratar a los animales como personas.

En España, el 67 % de la población notiene interés por las corridas de toros y sílo tienen 15 millones de ciudadanos delos que casi el 22 % se interesan algo y un10 % mucho. Un dato curioso es que elnúmero de festejos aumenta a medidaque los espectadores pierden interés porellos.

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En el 2007 asistieron a los festejos tauri-nos 60 millones de espectadores, enmuchos casos los mismos, y los cerca de2.000 festejos de profesionales, en total sedan unos 15.000, han generado 2.500millones de euros y 3.700.000 jornadasde trabajo en 5.600 municipios españo-les que basan sus fiestas en los toros queademás de por las calles se programanen 378 plazas fijas y 2.950 eventuales. Detodo lo anterior, el Estado se lleva el 16% de la taquilla.

Añadamos a lo anterior que se mantie-nen 1.200 empresas ganaderas con 13.000hembras en producción en fincas con tra-tamiento ecológicamente ejemplar queen la mayoría de los casos no tienen otrautilidad que la cría del toro bravo.

Considerando los datos numéricos refe-ridos, está claro que el mundo taurino no

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El crítico juzga, clasifica y acredita a losmatadores según las faenas realizadas ycomenta lo de más relevancia olvidandolos detalles no esenciales. Se publica adiario, contiene opinión y ha de ser amenomezclando literatura y periodismo concierto estilo.

Con la llegada de Belmonte nace la ver-dadera crónica taurina. Y de ella emanala crítica que es la expresión de un juiciosobre lo ocurrido, principal función, a lavez que orienta a los equivocados, educaa los entusiastas y enseña a los ignoran-tes. El juicio implica conocimiento, inteli-gencia, ponderación y honestidad.

Por designación popular a los cronistastaurinos se les llama críticos taurinos, una

Conceptos a teneren cuenta

En la especialidad taurina del géneroperiodístico ha evolucionado la forma yel nombre de los ejecutores. En un prin-cipio se daba una relación escueta. Luegose llamó revisteros a los narradores deta-llistas para satisfacer la curiosidad y sincompromiso del pensamiento del autor.En la revista nace el pensamiento críticoque se desarrolla en la crónica.

Cronista taurino es el que escribe lo buenoy lo malo, comentando con más o menosgracia e imaginación. Los hay que dispa-ran añoranza y congoja contra todo loque se mueve y los que no pueden leerseni “traducidos” al castellano.

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La información taurina desde sus balbu-ceos se orientó con aire literario y la cró-nica actual tiene ese sello aunque la urgen-cia y la naturalidad la condicionen.

Hay escritos que adjudican a Cervanteslas primeras relaciones taurinas pero lomás ajustado es pensar que se inician porel año 1623 con Quevedo aunque en loreferente a periodismo taurino el manan-tial está en la referencia inicial del “Diariode Madrid” y en lo que publica en 1828en “El Correo Literario Mercantil” San-tos López Pelegrín “Abenamar” al que seconsidera el precursor de lo que fue lacrónica actual. El primero que imprimióaires literarios y un aplaudido sentidohumorístico a una información similar ala que se hacía en crónicas de música yteatro.

Luego siguieron la pauta en “Heraldo deMadrid”, “El Corresponsal”, “El Eco del

modalidad del periodismo cuya misiónesencial es informar. Para ello se requiereconocer los preceptos del arte para des-cribir cómo se han realizado las suertes,conocer las condiciones de las reses queparticipan en el espectáculo y ser impar-cial.

Origen de lacrónica moderna

Tesis hay apoyando que José de la Loma“Don Modesto”y Mariano de Cavia “Soba-quillo” fueron los creadores de la críticamoderna. Pero el mayor rango literario alperiodismo taurino, según opinión gene-ralizada, llegó con Gregorio Corrochanoy los otros fueron el preludio. El primeropor su acertado manejo del ingenio y lahipérbole y el otro por lo certero titulandolas crónicas. Sus crónicas son un modeloatractivo impagable.

Comercio”, “El Mundo”y por mayor dedi-cación, fuerza, repercusión y relieve des-tacaron “El Imparcial” (1867) y “El Libe-ral” (1879) que tuvieron como cronistastaurinos a hombres que quedan en la his-toria como maestros del periodismo tau-rino. Citemos del primero a Peña y Goñi,como “imparcial”, que enseñaba literaria-mente en sus crónicas y a Sobaquillo yDon Modesto entre los “liberales”. Tresases.

Para deducir una idea de la importanciadel toreo en el S. XIX basta señalar algu-nas de las publicaciones específicas: “ElToro”, “Cartel de Toros”, “La Tauroma-quia”, “El Clarín”, “Boletín de Loterías yToros”, “El Enano”, con 35 años de vida,“El Toreo”…y cientos más. Pero el buqueinsignia de la época y para la historia delperiodismo taurino fue “La Lidia”, fun-dada en 1882 y que alcanzó una tiradade 20.000 ejemplares ¡Un disparate! Ni enlos tiempos actuales puede presumirsemanario alguno de éxito semejante.Publicó unas litografías excelentes dePerea y por presentación, redactores ycontenido es casi un mito. Entre otros, fir-maron en sus páginas Sánchez Neira,Mariano de Cavia, Carmena Millán, Pas-cual Millán, Peña Goñi…y otros que dejanhistoria de gran periodismo, cultura estiloy tirón.

Paralela a “La Lidia”fue la publicación “Soly Sombra” que se apagó en la segundadécada del S. XX y que también fue nota-ble.

Época de posguerra

Después de la sublevación de 1936, entrelos años 40 y 60, la publicación taurinapor excelencia fue “El Ruedo”, derivadodel “Marca” y perteneciente a la cadenaPrensa del Movimiento. Fueron motoresesenciales del mismo Manuel Casanovasy Antonio Abad, murió la cabecera muydesvirtuada en manos de los HermanosLozano y en él escribieron la mayoría delos que entonces tenían algo que decir yotros que destacaron posteriormentecomo Alfonso Navalón al que introduje-ron en la redacción el ganadero AtanasioFernández y el matador de toros Pedrés.

Recuerdo especial merece Antonio Valen-cia “Cachetero”, heredero de los grandes

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Alfonso Navalón

1915 hasta 1936, posteriormente en otraspublicaciones de la casa, le sucedió Selipe,echado por no doblegarse al mangoneoque imponía la dirección, y corrió turnoa favor de Díaz-Cañabate (1958-1973) quevenía de “El Ruedo”.

Por el año 1953 era Ministro de Goberna-ción el general Camilo Alonso Vega yCorrochano publicó un escrito denun-ciando la permisividad gubernativa. Hacíareferencias a la morfinización de corralesy acababa así: “O puntas o bolas. Afeitadono”. La Dictadura franquista en las déca-das posteriores al conflicto incivil permi-tió todo tipo de abusos que comenzaroncon Camará-Manolete, se institucionali-

cronistas y que luego hizo crítica taurinaen “Marca”.

En estos años tuvo gran aceptación elsemanario “Dígame” que fundó y dirigióRicardo García “K-Hito, acérrimo manole-tista, defensor de la integridad al final delos cuarenta y que terminó “doblando” asospechosas pretensiones del taurino pro-fesional.

César Jalón “Clarito”, que se inició en “ElLiberal” a principos del S. XX y se jubilóen “Informaciones” por el año sesenta,fue con Gregorio Corrochano un notariodel siglo pasado en el periodismo tau-rino. Corrochano estuvo en ABC desde

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“Clarito”

zaron con Luis Miguel y Ordóñez y se con-solidaron con El Cordobés. También des-pués los ha habido y haylos. En los añossetenta llegó un movimiento regenera-tivo que esencialmente capitanearonNavalón, Vidal, Rojas, Zabala… y que con-siguió que el toro se lidiara con cuatroaños, que se alertara sobre abusos de afei-tado y otras tropelías.

“Clarito” se fue de la crítica en 1960 por-que no tenía la autonomía y libertad dese-ada ya que era costumbre que los diarioscobraran al periodista la página taurina yéste tuviera que ajustar con los toreros latemporada y luego liquidar al periódico¡Una vergüenza que los matadores traje-ron de América y utilizaron los empresa-rios de prensa!

Tras “Clarito”, que editó libros interesantes,en “Informaciones”coincidieron Navalón,Joaquín Vidal y Carlos de Rojas, que eraun especialista en el toreo a caballo comono lo ha habido.

En el diario “Madrid”de los cuarenta ejer-ció la crítica taurina Federico Alcázar, exce-lente y profundo escritor sucedido porJulio de Urrutia, en la década siguiente,que denunció aborrecibles situaciones yabusos en el toreo.

La facción de excombatientes sublevadaen 1936 creó el diario “El Alcázar” dondeescribieron Carlos Revenga, VicenteZabala, también lo hizo en “Nuevo Dia-rio”, y Bentura Remacha que lo dejó en1978 y vive en Zaragoza. Edita libros tau-

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Vicente Zabala Bentura Remacha

La Revolución de losSesenta y la Democracia

Por los años sesenta tomaron auge losespacios taurinos y el diario “Pueblo”, dePrensa y Movimiento o con pérdidas acargo del Estado, como “El Ruedo”o “TVE”,tuvo gran incidencia en el toreo y porsupuesto en el periodismo taurino. En élse consagró Antonio Bellón en los añoscincuenta y una década después firmabalas crónicas taurinas Gonzalo Carvajal apo-yado en piezas muy literarias y de escasarigurosidad.

Era entonces Ministro de InformaciónManuel Fraga Iribarne y, ante unas decla-raciones del torero Paco Camino queján-dose de que media temporada la toreabapara pagar a críticos, destituyó a Carva-jal. Emilio Romero, director del diario, trajoa la sección taurina a Alfonso Navalón,para que los toreros “piantes” supieran loque valía un peine. Y le impuso como auxi-liares a Manolo Molés, segundo de Carva-jal, y a su hija Mariví Romero que untiempo llevaron al alimón la sección tau-rina de TVE. Hasta el año 1984 en que lesrescindieron el contrato. Fue una época dedura crítica en la única televisión.

En la “tele”de los “sesenta”fue informadoroficial el taquígrafo de Franco, ManuelLozano Sevilla, que fundó el semanario“El Burladero”, de corta vida. Por el mismomedio que dirigía le acusó Jaime Ostos de“chorizo y mangón” y Fraga lo decapitó.Lo anterior da una idea de cómo estabael periodismo o crítica taurina. Sucedie-ron en la transmisión de corridas y otrassecciones Matías Prats, que radió corridas

rinos y colabora con publicaciones muybien documentadas por la feria de El Pilar.

Vicente Zabala Portalés sucedió a DíazCañabate en “ABC”el año 1973. Falleció enaccidente de aviación y firma las crónicasdesde entonces, en el citado diario, suhijo Vicente Zabala de la Serna.

En las épocas de posguerra, Capdevila yMedrano defendieron con honradez eltoro y el toreo auténtico en “Arriba”, alcontrario de lo que hacía Franquet en“Marca” cuya sección taurina, muy bus-cada entre crónicas deportivas, ha rege-nerado desde los años 80 Carlos Ilián, quesustituyó a Vicente Zabala en “Nuevo Dia-rio”, con defensa del toro con cuatro añosy la integridad de la fiesta a base de inde-pendencia y casta.

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Carlos Ilián

desde los años cuarenta, y José Luis Cara-bias que también informó en “Aplausos”y en “RNE” a cuya plantilla pertenece.

Entre los años 1961 y 68 se editó el sema-nario taurino “Fiesta Española” que diri-gió el aragonés Benjamín Bentura Rema-cha. En él escribieron Molés, que fue sub-director y redactor jefe, Ernesto Acebal,Vicente Zabala, Herrero Mingorace, JesúsJoaquín Gordillo, Fernández Salcedo yMaría Pilar Fernández que es la primeramujer que de forma habitual firmó cróni-cas taurinas que hacía de los festejos madri-leños de la plaza de Vista Alegre. Colabo-raban con la publicación los fotógrafosPepe Arjona y Jesús y los dibujantes JoséPuente y Rafael Amézaga, entre otros.

Manuel Molés acabó en la empresa Prisaal cargo de la sección taurina de la cadenaSER, que en las madrugadas dominicalescoincidió varias décadas con Pedro Javier

Cáceres en la “COPE”, y desde hace añostelevisando las corridas de toros de lasferias más importantes de España en“Canal Plus”. No sólo se ofrecen corridas

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Matías Prats José Luis Carabias

Pedro Javier Cáceres

alegría, espontaneidad, broncas, conoci-miento, denuncia y esperpento. Prontofueron aprovechados para el sermoneo yel aburrimiento, estilo aula magna, enhorarios rosarieros ¡Todavía queda algunocon chispa y entretenimiento!

Con la democracia surgió “Diario 16”quede principios de los ochenta a mediadosde los noventa dedicaba especial atencióna la fiesta de toros e incluso editaba elsuplemento semanal “Toros” desde prin-cipios de los ochenta hasta mediados losnoventa. En él participaron Ignacio Álva-rez Vara “Barquerito”, Alfonso Navalón, JoséCastro, Xavier Domingo, Pepe Dominguín,Ignacio Aguirre, Amorós, Emilio Parejo, Car-los Abella, Ricardo Huertas, Vicente Sobrino,Felipe Garrigues, Jorge Laverón…

en directo desde mil perspectivas y conlujo de medios sino que hay numerososreportajes de actualidad sobre ganade-rías y gremios profesionales y horas derecuerdo con figuras y toreo del pasado.

En “El País”, de la empresa anterior, hizolas crónicas taurinas Joaquín Vidal, queraramente coincidía con Molés en susexposiciones, desde el año 1976 hasta sufallecimiento en 2002. Joaquín fue cro-nista taurino en “La Codorniz” y “segun-do” en “Informaciones” y “Pueblo”.

Muchas de sus crónicas son piezas litera-rias y se han incluido en algunos textosde Bachiller para ampliar temas de Lite-ratura como estudio de un lenguaje escritoejemplar con argot incluido. Fue torista yriguroso defensor del toreo recio y clá-sico de valor o personalidad con duende.

En el diario “Ya”, que no estuvo infectadocon el cobro de publicidad torera condi-cionada, firmaron crónicas “Selipe”, CurroCastañares, Salvador Cayol y Paco Apao-laza que, como José Antonio del Moral,trabajó para “Colpisa”. También lo hizoen el “Diario Vasco” y en colaboracionespara “Diario de Navarra”que oferta actua-lidad taurina toda la temporada con KoldoLarrea. Falleció Paco en 1997, cuandocubría la feria de Sevilla. Tuvo un estilomuy ocurrente y atractivo en su escritura.

En los años sesenta crearon los coloquiostaurinos Rojas y Manuel Vidal, fallecidoen 2003, que dominó y combinó el perio-dismo y la literatura taurina, la imagen, labohemia y la ironía como nadie. Eran noc-turnos y estuvieron unos años llenos de

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José Antonio del Moral

Momento actual

Cuando avanzamos por el S. XXI, con cri-sis económica incluida y con profecíascentenarias de la desaparición de la fiestade toros, se siguen organizando todas lasferias y festejos tradicionales en España,Francia, América y Portugal. Pero la difu-sión periodística escrita y radiada ha dis-minuido aunque hace décadas que cuentala televisiva a favor.

Cualquier aficionado puede degustar cienfestejos sentado en el salón de su casa ycon la nevera a mano. Durante siglos sólohubo periodismo taurino escrito. Con laradio se amplió la profesión y con las tele-visiones se ha puesto la fiesta de toros alalcance de la aldea más perdida con lo

que abundan las disensiones que enri-quecen la información y el toreo.

Se editan dos semanarios taurinos enEspaña: “Aplausos”, fundado en 1977 porSalvador Pascual en Valencia y que actual-mente dirige José Luis Benlloch, críticotaurino de muchos años en “Las Provin-cias” de Valencia y con la sección taurinaen alguna televisión regional, y “6 Toros6”, con redacción y difusión en México,que dirige José Carlos Arévalo. En amboscasos hay que admirar un fabuloso des-pliegue de reporteros gráficos sin prece-dentes, numerosos artículos de fondo,entrevistas y la actualidad a mil bandas.Las dos publicaciones cubren los festejosde más interés en Francia, América y Por-tugal.

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Paco Apaolaza Ignacio Álvarez Vara “Barquerito”

El titular de la sección taurina en “ElMundo”es Javier Villán que también hacecrítica de teatro y está muy puesto en eltema de flamenco. Culto, poeta, buenescritor y sobrado de conocimientos parainteresar con sus escritos que recuerdana revisteros y cronistas históricos por elvalor para evidenciar lo vulgar en toros ytoreros y por sus referencias literarias,sociales, históricas y costumbristas. Haeditado numerosos libros taurinos y cubrelas ferias más importantes sin dejarse cor-tejar por el poder.

Le precedieron o acompañan en la infor-mación, Rubén Amón, José Luis Ramón,Fernando Bermejo, Lucas Pérez, VicenteRuiz…

Con el “equipo” valenciano colaboranManuel Molés, Barquerito, Carlos Ruis Villa-suso, el fotógrafo Arjona…Y con los mexi-canos Paco Aguado, Federico Arnás, encar-gado de la sección taurina en TVE tras lasalida de Fernández Román, Álvaro Ace-vedo, Alberto Simón, José Luis Ramón yuna larga lista de informadores taurinosextendida por toda España y países donde“se dan” toros.

El diario “El País” no tiene un crítico tau-rino nacional desde la muerte de Vidal.Antonio Lorca, de Sevilla, suele cubrir algu-nas ferias y en el norte está José LuisMerino que informa de las de Bilbao, Pam-plona y pocas más con aire vidaliano. Eldiario favorece poco la fiesta e ignora lamayoría de los festejos. El aficionado nopuede contar con él.

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Manuel Molés

Javier Villán

Vicente Zabala de la Serna, desde “ABC”,es el más abundante de los cronistas dia-rios en la actualidad y su medio es el quemás espacio dedica a la fiesta. Incisivo,aprovechando cualquier muletazo paraasaetear a políticos, empresarios taurinosy malos usos, está puesto en la actualidady es de los siguen la consigna de que noti-cia es lo que alguien quiere ocultar y lodemás es publicidad. Irreverente con elsistema y con valor para meterse en elterreno que temen los babosos.

Está a cargo de la crítica taurina en el dia-rio “La Razón” el que fuera matador JuanPosada que analiza las faenas con visióndidáctica de profesional experimentado.Es un caso único en el taurinismo el de unmatador de toros, licenciado en perio-

dismo, escritor y que ejerce la crítica conasiduidad.

Para el diario “El Correo”, y el grupo decabeceras de Vocento, informa de las feriasa través de la agencia Colpisa el referido“Barquerito” que suele ser muy detallistacon el comportamiento de los toros a lahora de juzgar las actuaciones de los pro-fesionales del toreo.

Juan Miguel Núñez es el periodista quedirige la sección taurina de la agencia“Efe” y lo hace puntual y con celo profe-sional cubriendo la mayoría de las feriasde España y controlando sus correspon-sales en las que no puede asistir. Puededecirse que toda publicación que no editael resumen de los festejos de cada día con

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J. M. Núñez Juan Posada

tenía tribuna desde sus penúltimos añosy dejó huella en “El Adelanto” y “Tribuna”.

Javier Villán en sus estudios de “La críticataurina”ha escrito que la información tau-rina “provinciana”o regionalista tiene tratoespecial en Valencia, Andalucía, País Vasco,La Rioja y Navarra.

El canal televisivo de Castilla La Manchaofrece numerosos festejos y todos rela-cionadas con plazas de la región o si sonde otras latitudes con carteles que inclu-yan toreros manchegos que se han vistomuy apoyados por el prenotado medioque ha aireado festejos de promoción ennovilladas y corridas de toros.

La televisión de Madrid que controla Mon-cholí, en lo taurino, retransmite abundan-tes carteles y algunos menos las de Valen-

inmediatez es debido a que no se sirve deEfe.

Capítulo especial en el periodismo tau-rino merece Francisco March, de “La Van-guardia”, y muy cerca le anda Soto Viñolo,que forrándose de militancia y ponién-dose por montera la marginalidad rei-nante hacia lo taurino en Cataluña y Bar-celona, escriben de toros, hacen crónicasy apoyan la causa con valor y prepara-ción.

Puede concluirse que en la actualidadronda la media docena de firmas que semueven en la alta crítica trashumante yque el tan manido tema de los cronistas“sobrecogedores” es un residuo anacró-nico.

El periodismo enprovincias

Los diarios de provincias suelen volcarsecuando tienen lugar las ferias de las capi-tales. Fuera de temporada, la informacióntaurina brilla por su ausencia como en losdiarios nacionales. Las secciones radiofó-nicas son más frecuentes.

Puede ser una excepción Salamanca contres cabeceras: “El Adelanto”, “La Gaceta”y “Tribuna” que semanalmente editanun suplemento taurino que amplían en laferia de la capital. También se editan librossobre el tema y los nombres de “DonLance” y Perelétegui, no hace tanto des-aparecidos, se echan de menos aunquehaya un plantel amplio de jóvenes en elperiodismo taurino. Alfonso Navalón no

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Carlos Perelétegui

cia y Andalucía. Todas suelen ofrecer infor-mación y programas taurinos diversos…cuando no se convierten en centros tera-péuticos.

TVE, que en lo taurino estuvo hasta nohace mucho controlada por Fernando Fer-nández Román, ni ofrece corridas de torosni una información para tocarle palmassino todo lo contrario ¡El desencanto ofi-cial!

A niveles más caseros se supone que habrádifusión limitada por mil cauces ya que encada casa de vecinos hay una emisora detelevisión.

Avances de última hora

El toreo y el toro han evolucionado y lomismo puede escribirse de la informa-ción taurina. Hace medio siglo las cróni-cas se leían en los diarios dos días despuésde la corrida y en la actualidad hay pági-nas de internet en las que se informa toroa toro de lo que sucede en corridas espe-ciales y el resultado de las demás seconoce a los cinco minutos de haber ter-minado el espectáculo. Para cuando losespacios radiofónicos, que suelen tenerhorarios para panaderos, o agencias ofre-cen las novedades ya las conoce el curiosoo aficionado sin mayor esfuerzo.

Las rotativas de los diarios y toda la tramade impresión nada tienen que ver conuna década atrás y los críticos ofrecen suscrónicas, en la inmensa mayoría de loscasos, con telefonía móvil o por ordena-dor ajustando el comentario a espacios

predeterminados en las maquetaciones.Lo anterior no facilita en modo alguno laspiezas literarias atractivas.

Los diarios “cierran” a tempranas horas yponen esencial empeño en la veloz recep-ción de texto y puntual distribución del“papel”.

Hay agencias taurinas de internet queincluso transmiten noticias a los teléfo-nos móviles de forma continua tras pre-via contratación.

Los reportajes sobre el mundo de los toros–ganaderías, museos, figuras históricas,plazas monumentales…– también esperiodismo taurino. Pero en la fiesta detoros, aún siendo anacrónica y con no

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“Tabaco y Oro”

“Tabaco y Oro”, poeta, crítico taurino y dearte, dejó escrito lo que sigue: “Un censorsolvente hace más por un colectivo quecien cortesanos melifluos y aplaudidoressempiternos”.

El colectivo taurino necesita al periodismocontinuado. No al oportunista que sóloexiste ante acontecimientos excepcio-nales.

todo loable, existe la verdad de que semuere en la escena. Por eso sirve lo quedijo Francisco Umbral: “Sin sentido críticono hay posible avance hacia cualquiertipo de verdad. Toda comunidad humananecesita de grandes críticos para sergrande”.

El auténtico periodismo taurino está en lacrítica que es lo menos parecido a la publi-cidad taimada.

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