Sábado, 5 de enero de 2019 6

Por Liena María Nieves Portal

Si por un solo día de mi vida pudiera yo hacer un trazo que se acercara en un 5 % a lo que logra crear Linares con una plumilla y un pedazo de papel, créanme cuando les digo que me largaría de este mundo, con la mejor sonrisa, porque, de cierta manera, me habría acercado al talento en su forma más pura.

Una debería acostumbrarse. Lo suyo no resulta eventual. No «le sale» en días bue-nos o porque sean buenos los temas: lo de Félix Adalberto Linares Díaz es virtuosis-mo e imaginación sin fracturas. «Arte entre las artes», para resumir el asunto.

¿Una reproducción exacta de La Jungla, de Wifredo Lam? ¿Caricaturas que le saca-rían los colores a una matrona? ¿Látigo de siete puntas en temas de corrupción y arri-bismo? Cronista gráfi co de su época, duro como pedrada, le ha dedicado a Melaíto 43 años de su vida, pues una vez graduado de la Escuela Provincial de Artes Plásticas Leopoldo Romañach, en 1975, pasó a la plantilla fi ja del suplemento para quedarse hasta hoy.

Sin embargo, si algo habría de «señalár-sele» a Linares resulta esa tendencia suya de «enmudecer» a sus personajes para darle libre albedrío al subconsciente de quienes observan sus caricaturas. No se la pone fácil a todo el mundo, porque al faltar el diálogo, exige ¿involuntariamente? que la gente se centre en descubrir el chiste de la situación, cosa que una vez lograda nos deja el rostro surcado por una risa de asombro y una única idea en la cabeza: «Este tipo es un monstruo».

Cuando en 1990 faltó todo en este país y el papel no fue excepción, Melaíto quedó varado en una «tregua fecunda» que inspiró algunas de las iniciativas más hermosas que ha vivido el periodismo villaclareño. Junto a sus compañeros de armas, Linares se fue a las calles, expuso en las vidrieras más cén-tricas de Santa Clara y de otros municipios del territorio, se involucró en tres libros, creó la tira humorística de Vanguardia, y las de los suplementos El Santaclareño, Arimao, entre otros.

Lo escuché decir un día que el humor constituye, quizás, una de las más legítimas vías de refl exión para tratar asuntos que, de otra forma, «serían demasiado gordos para digerir». Y en ese vasto panorama temático, lo hemos visto discursar sobre cuestiones que van desde la versión criolla del ami-guismo empresarial, las incoherencias en la distribución de recursos estatales, la política internacional, el erotismo del cubano, el sube y baja del deporte nacional o las más justas causas que conmueven al planeta. ¡Ah!, y todo eso sin que apenas medien palabras.

Participante en exposiciones personales y colectivas en Cuba y en otras naciones; ganador de 26 premios en concursos nacio-nales e internacionales, asiduo exponente de los más importantes certámenes humo-rísticos, como la Bienal de San Antonio de los Baños (en 2013 obtuvo el tercer lauro; mención en 2014; en 2015, el premio de la popularidad, y segundo puesto en 2016 y 2017); miembro de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y de la Uneac.

¡Menos mal que Linares no dice mucho en su trabajo!, pues, de lo contrario, no les daría chance a los que solo escribimos y que daríamos cualquier cosa para un día, ¡al menos uno!, poder hacer lo que solo él.

Linares, el genio callado

«Longina» canta en eneroBuena trova y varias

novedades trae este año el decimotercer Encuen-tro Nacional de Trova-dores «Longina canta a Corona», que anual-mente reúne a cantores de todo el país y de otras naciones.

Esta edición, dedi-cada a la trovadora Ela O'Farrill y a la décima, tendrá su primera acti-vidad el próximo martes 8 con un concierto de Ireno García en la sala Margarita Casallas, de El Mejunje, aunque el evento comenzará ofi -cialmente el miércoles 9 y se extenderá hasta el domingo 13.

Entre los invitados destacan la chilena Mag-danela Mathey, los ar-gentinos Paraná Barreta y el trío Pilar-Quinte-ro-Segret, así como reco-nocidos trovadores del ámbito nacional como Erick Sánchez, Inti Santana, Diego Gutiérrez y Ariel Barreiro, según aseguró el comité organizador.

Estas jornadas serán propicias para la presentación de la revista Al Pecho, dedica-da a la cita, de la mano de Callejas, proyecto editorial de la ciudad de Trinidad, que sin ánimo de lucro elabora libros manufactura-dos con sugerentes diseños.

Según Pedro O'Reilly, uno de los orga-nizadores del encuentro, varias de las acti-

vidades se realizarán por primera vez en una car-pa situada en el Parque Vidal, donde el Centro del Libro venderá textos de poesía, trova y danza. Asimismo, estará invi-tado el Club del Poste, agrupación de decimistas santaclareños reconocida por su trabajo enfocado hacia el humorismo y la sátira.

A su vez, habrá una exposición fotográfi ca colectiva en la Casa del Joven Creador, con la presencia de obras de Carolina Vilches, An-drés Castellanos y José Raúl Gutiérrez García (el Yuca). Mientras, la Gale-ría Pórtico acogerá una muestra de pintura pai-sajística, por la gran rela-ción entre la décima y el campo.

La trovadora Yeni Tu-riño comentó: «El Lon-

gina, sin menospreciar otros festivales, es el más completo que se realiza en el país por la gran representación de otras mani-festaciones artísticas. No es solo para la trova, sino para el arte en general».

El Mejunje, la AHS y el teatro La Cari-dad, como cada año, darán cobija a los tro-vadores, y en esta ocasión las actividades culturales se extenderán por los municipios de la provincia.

Laura Seco Pacheco

La Trovuntivitis también presen-te en el «Longina canta a Coro-na». El Mejunje, la AHS y el tea-tro La Caridad, como cada año, serán sedes del evento. (Foto: Francisnet Díaz Rondón)

Por Luis Machado Ordetx

De Remedios y sus parrandas viene un recado, como si «De Pascuas a San Juan» se levantara en hecho fresco de congre-gación de curiosos dispuestos, dos veces al año, a una cita en el parque central. Allí se descorre la tela que cubre sobre un caballete el óleo que pintó Hernani Simón Hernández Mora-les, un artista de la localidad.

Cinco años tiene esa tertulia que, con pueblerinos ausentes o residentes, trae una nueva dimensión al colorido de la fi esta folclórica. Todo ocurre por igual en junio y diciembre, siem-pre el 24, y el creador tiene confeccionados 14 retratos de di-mensiones enmarcadas entre 60 por 45 centímetros.

Nada es broma, sino acontecimiento espontáneo en un ar-tista octogenario que toma los pinceles para prolongar la cultura y el rostro de anónimas personas vinculadas, de una manera u otra, con Remedios y la parranda, que establecen sansaríes y carmelitas, procedentes de San Salvador y El Car-men, los barrios en contienda.

Los recursos para la pintura, y hasta los elegidos del retra-to, ¿de dónde salen?, una vez pregunté a Nani, el hacedor. Respondió que los materiales eran autofi nanciados y hasta donados por amigos, mientras de la «elección» prefi rió man-tener el secreto para no escandalizar a los que allí asisten en los horarios de esas mañanas de junio o diciembre, ávidos de contemplar un suceso único y poco usual en otros territorios parranderos.

Sin embargo, más que pintor que desde el autodidactismo lleva dentro, Hernani siente predilección por la técnica del pirograbado, y el rostro de los héroes y mártires cubanos. Entre ellos incluye al Che Guevara en piezas confeccionadas con santa juana, la diminuta semilla seca, hasta cuadros de amplia factura y riguroso trabajo.

En unas cinco décadas de vida artística, entre las que des-taca la labor artesanal, tiene una treintena de exposiciones personales. A muchos creadores de la plástica villareña debe consejos. Ahí destaca a Angelito Valdés y su predilección por el color siena, vital después en el conocimiento que ha des-bordado para sus confecciones en murales públicos y de esta-blecimientos estatales. Allá en 1963, comenzó a recrear, desde una visión personal, a líderes de la Revolución cubana.

No siente gusto por la comercialización de las piezas que confecciona, pero a solicitud del sector de la Cultura, apare-

cen algunas en tiendas especializadas para la venta. En otras ocasiones, como a la escuela primaria Frank País, hace donaciones. Del pirograba-do y de la técnica perfi lada ya tiene una estela de trabajo, y hasta de ocu-rrencias, como cuando después de una radiografía de tórax, el médico le preguntó: «¿Usted fuma?». «No qué va», respondió, y el especialista dijo: «Ahí están los estragos de su arte».

Por nada del mundo —dijo Hernani— abandona la labor que da sus-tento para vivir con dignidad, y también prolongar la historia. Ahí están las colecciones de los rostros del Che guardadas sobre madera, blanca y pulida, sea el cedro o la caña brava, sin imperfecciones, en una faena que comienza con la selección de las fotografías y el diseño, y se prolonga en el cuidado de los materiales secos que empleará en la grabación.

Todo, explica, parte de un buen dibujo a lápiz y los efectos que quiera dar a los trazos en profundidad de líneas. De su ingenio brota el arte, y queda la huella en el público ávido por adquirir un suvenir. Sin embargo, en «De Pascuas a San Juan», más allá del espíritu jocoso del momento, y de la calidad en la factura que se obsequia al «elegido» pueblerino, se retoma la jarana folclórica asociada a hechos, sucesos y personajes de la parranda, Remedios y su historia.

«De Pascuas a San Juan»

Hernani Simón Hernández Morales muestra algunas de las piezas confeccionadas con el rostro del Che Guevara, el más gustado en sus colecciones artísticas. (Foto del autor)