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Las condiciones de trabajo en las canteras eran extremas. Sólo en el mes de noviembre de 1941, pe- recieron 929 españoles; sólo en un día 24, entre ellos Pedro Vega Vi- cente, benaventano. En el período de mayor mortandad de Gusen (1940-42) la esperanza de vida de los presos era de tan sólo seis me- ses. Basta con echar una mirada a la lista de defuncio- nes de los zamo- ranos para obser- var que apenas transcurrían unos meses desde que llegaban a Gusen y morían o eran asesinados. Eufe- mio García Gar- cía, nacido en Ca- ñizal, que contaba 60 años cuando llegó primero a Mauthausen y más tarde a Gusen. Formó parte del “Convoy de los 927”, españoles apresados en An- guleme (Francia) el 24 de agosto de 1940 junto a mujeres y niños. Con Eufemio García viajaban su esposa, Julia Alvarez, una hermana de ésta de 11 años, y sus hijos, un niño de 6 años y una niña de 3. Aquel niño, Eufemio García Alva- rez, apenas recuerda que «íbamos en un tren de mercancías. Cuando se paró (en la estación de Maut- hausen), mi padre estaba afeitándo- se, desnudo de cintura para arriba. Entró un intérprete y mi madre le dijo que esperara a que terminara de afeitarse y ponerse una camisa. “Déjelo, señora, adonde va no va a necesitarla”, le contestó. Ya nunca más le volvimos a ver». Del tren ordenaron bajar a todos los varones mayores de 13 años, aunque hay testimonios que asegu- ran que «a los chavales se les dio a escoger entre su madre y su padre. Algunos, para hacerse los mayores, quisieron quedarse con sus padres. Luego habrían de verlos morir, im- potentes». Los niños más pequeños y las mujeres fueron devueltos, en una penosa travesía, a la frontera de Hendaya. Por su edad, es fácil adivinar cuál fue el destino de Eu- femio García, según los datos reca- bados por Benito Bermejo. En el siniestro castillo de Harteim, dis- tante unos kilómetros, se gaseaban hasta doce prisioneros españoles al día. También existían otros “méto- dos” de exterminio: una inyección de gasolina directa al corazón o servir de conejillos de indias para los experimentos médicos de los nazis. En Gusen se gaseaba a los pri- sioneros, a veces, sellando herméti- camente los barracones: «De esta for- ma elimina- ron entre otras muchas expe- diciones, una compuesta enteramente por niños de 10 a 15 años, que según de- cían, eran ju- díos», escri- bió Rico. A pesar del espanto, puede de- cirse que los que morían rápido eran afortunados. La esclavitud y las continuas vejaciones y torturas a los que eran sometidos los presos eran insoportables. Una jornada de trabajo dejaba siempre un rastro de muerte: «procedentes de las cante- ras, llegaban al interior del campo remolques tirados a brazo, carga- dos de muertos y moribundos, de- portados que ya durante el trabajo de la mañana, habían llegado al máximo extremo del agotamiento físico, o que habían sido abatidos por los “kapos” (preso colaborador de los carceleros) y los SS. Estos cuerpos venían a engrosar las filas de cadáveres y moribundos que ya estaban alineados» en la plaza cen- tral del campo. Los que concluían, moribundos, la jornada, eran dejados a la intem- perie con temperaturas de 10 ó 15 grados bajo cero o sometidos a du- chas heladas por las noches. «Hacia el mes de noviembre del fatídico año 1941, empezaron las grandes escogidas de “inválidos”». Los de- signados con la cifra número 1 eran considerados todavía aptos para el trabajo. A los que adjudicaban el número 2 «distribuían entre sus amigos o conocidos las prendas me- jores que llevaban a cambio de otras más usadas, pues, como iban al Krematorio por etapas muy rápidas, ya no tendrían necesidad de nada». A medida que los alemanes per- dían la guerra, la crueldad en Gu- sen aumentaba: las chimeneas de los crematorios echaban humo no- che y día. Javier Alfaya recoge que en 1945, ante la proximidad de los aliados, los nazis llegaron a planear volar el campo con explosivos. Los SS huyeron el 3 de mayo dejándo- lo al cargo de los bomberos de Vie- na. El 5 de mayo de 1945, a las tres y media de la tarde, un tanque nor- teamericano se acercó a las puertas de Gusen. De él salió un soldado que gritó: «¡Estáis libres!». Y el Infierno cerró, al fin, las puertas. 15 ZAMORA Domingo, 6 de marzo de 2005 Muertos al llegar La mayoría murió de hambre y penalidades en una rutina diaria de tortura y asesinato 60 ANIVERSARIO DE LA LIBERACION DE LOS CAMPOS DE EXTERMINIO NAZIS (I) 13 zamoranos perdieron la vida entre 1940 y 1942, el periodo más duro Eufemio García y su esposa, Julia Alvarez / (Foto cedida por Eufemio García Alvarez, por cortesía de Benito Bermejo) A la izquierda, presos españoles salen de Mauthausen tras la liberación del campo de concentración. En la página anterior, internos españoles trabajando / (Fotos publicadas en el libro “Francisco Boix, el fotógrafo de Mauthausen”, cortesía de Benito Bermejo) (Viene de la pág. anterior) La de al lado de estas líneas es la única fotografìa que Eufemio García Alvarez conserva de su padre, muerto en Gusen y que durante la República ocupó un cargo relacionado con el «orden público». Tras volver a España, su madre, que aparece también en la foto, se vio sumida en la mise- ria y dejó al pequeño Eufemio al cuidado de unas tías que le mal- trataban: «así que vivía en la calle y acabó interviniendo el Tribunal de Menores». La infancia y la adolescencia de Eufemio transcurrieron en un colegio. Perdió el contacto con el resto de su familia. Ni él ni su madre, ni su hermana, con la que pudo recuperar la relación y que hoy vive en Baracaldo, cobraron jamás pensión de huérfano. Aho- ra intentan cobrar las indemniza- ciones fijadas por el Gobierno francés para los ciudadanos cu- yos padres hubieran muerto en campos de concenración alema- nes, que hubiesen sido deporta- dos. Los interesados pueden ob- tener información en el correo electrónico centro@exilioyde- portacion.com. Eufemio García, de Cañizal, pasajero del “Convoy de los 927” Ayuntamiento de Zamora La junta de Gobierno Local de este Excmo. Ayuntamiento, en sesión celebrada el día 28 de febrero pasado, acordó aprobar las Bases que han de regir la contratación de un DIPLOMADO EN MAGISTERIO y un LICENCIADO EN PSICOLOGIA, PEDAGOGIA o PSICOPEDAGOGIA. Las Bases se encuentran expuestas en el Tablón de Anuncios del Excmo. Ayuntamiento. El plazo de presentación de instancias será de CINCO DIAS HABILES, a partir de la publicación de este Anuncio en los periódicos locales, debiendo presentarse en el Registro General de este Excmo. Ayuntamiento, o en la forma establecida en el art. 38 de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y de Procedimiento Administrativo Común. Los interesados deberán acompañar a la solicitud los méritos que aleguen, debidamente acreditados, mediante original o copia compulsada . Lo que se hace público para general conocimiento. Zamora, 3 de marzo de 2005. EL ALCALDE Fdo.: Antonio Vázquez Jiménez ANUNCIO

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Las condiciones de trabajo enlas canteras eran extremas. Sólo enel mes de noviembre de 1941, pe-recieron 929 españoles; sólo en undía 24, entre ellos Pedro Vega Vi-cente, benaventano. En el períodode mayor mortandad de Gusen(1940-42) la esperanza de vida delos presos era de tan sólo seis me-ses.

Basta con echar una mirada a lalista de defuncio-nes de los zamo-ranos para obser-var que apenastranscurrían unosmeses desde quellegaban a Guseny morían o eranasesinados. Eufe-mio García Gar-cía, nacido en Ca-ñizal, que contaba60 años cuandollegó primero aMauthausen y más tarde a Gusen.Formó parte del “Convoy de los927”, españoles apresados en An-guleme (Francia) el 24 de agostode 1940 junto a mujeres y niños.Con Eufemio García viajaban suesposa, Julia Alvarez, una hermanade ésta de 11 años, y sus hijos, unniño de 6 años y una niña de 3.Aquel niño, Eufemio García Alva-rez, apenas recuerda que «íbamosen un tren de mercancías. Cuandose paró (en la estación de Maut-hausen), mi padre estaba afeitándo-se, desnudo de cintura para arriba.Entró un intérprete y mi madre ledijo que esperara a que terminarade afeitarse y ponerse una camisa.“Déjelo, señora, adonde va no va anecesitarla”, le contestó. Ya nuncamás le volvimos a ver».

Del tren ordenaron bajar a todoslos varones mayores de 13 años,aunque hay testimonios que asegu-ran que «a los chavales se les dio aescoger entre su madre y su padre.Algunos, para hacerse los mayores,quisieron quedarse con sus padres.Luego habrían de verlos morir, im-potentes». Los niños más pequeñosy las mujeres fueron devueltos, enuna penosa travesía, a la fronterade Hendaya. Por su edad, es fáciladivinar cuál fue el destino de Eu-

femio García, según los datos reca-bados por Benito Bermejo. En elsiniestro castillo de Harteim, dis-tante unos kilómetros, se gaseabanhasta doce prisioneros españoles aldía. También existían otros “méto-dos” de exterminio: una inyecciónde gasolina directa al corazón oservir de conejillos de indias paralos experimentos médicos de losnazis.

En Gusen se gaseaba a los pri-sioneros, a veces, sellando herméti-

camente losbarracones:«De esta for-ma elimina-ron entre otrasmuchas expe-diciones, unac o m p u e s t aenteramentepor niños de10 a 15 años,que según de-cían, eran ju-díos», escri-

bió Rico. A pesar del espanto, puede de-

cirse que los que morían rápidoeran afortunados. La esclavitud ylas continuas vejaciones y torturasa los que eran sometidos los presoseran insoportables. Una jornada detrabajo dejaba siempre un rastro demuerte: «procedentes de las cante-ras, llegaban al interior del camporemolques tirados a brazo, carga-dos de muertos y moribundos, de-portados que ya durante el trabajode la mañana, habían llegado almáximo extremo del agotamientofísico, o que habían sido abatidospor los “kapos” (preso colaboradorde los carceleros) y los SS. Estoscuerpos venían a engrosar las filasde cadáveres y moribundos que yaestaban alineados» en la plaza cen-tral del campo.

Los que concluían, moribundos,la jornada, eran dejados a la intem-perie con temperaturas de 10 ó 15grados bajo cero o sometidos a du-chas heladas por las noches. «Haciael mes de noviembre del fatídicoaño 1941, empezaron las grandesescogidas de “inválidos”». Los de-signados con la cifra número 1 eranconsiderados todavía aptos para eltrabajo. A los que adjudicaban elnúmero 2 «distribuían entre sus

amigos o conocidos las prendas me-jores que llevaban a cambio de otrasmás usadas, pues, como iban alKrematorio por etapas muy rápidas,ya no tendrían necesidad de nada».

A medida que los alemanes per-dían la guerra, la crueldad en Gu-

sen aumentaba: las chimeneas delos crematorios echaban humo no-che y día. Javier Alfaya recoge queen 1945, ante la proximidad de losaliados, los nazis llegaron a planearvolar el campo con explosivos. LosSS huyeron el 3 de mayo dejándo-

lo al cargo de los bomberos de Vie-na. El 5 de mayo de 1945, a las tresy media de la tarde, un tanque nor-teamericano se acercó a las puertasde Gusen. De él salió un soldadoque gritó: «¡Estáis libres!». Y elInfierno cerró, al fin, las puertas.

15ZAMORADomingo, 6 de marzo de 2005

Muertos al llegar

La mayoría murió

de hambre y

penalidades en una

rutina diaria de

tortura y asesinato

60 ANIVERSARIO DE LA LIBERACION DE LOS CAMPOS DE EXTERMINIO NAZIS (I)

●13 zamoranos perdieron la vida entre

1940 y 1942, el periodo más duro

Eufemio García y su esposa, Julia Alvarez / (Foto cedida por Eufemio

García Alvarez, por cortesía de Benito Bermejo)

A la izquierda,

presos

españoles salen

de Mauthausen

tras la

liberación del

campo de

concentración.

En la página

anterior,

internos

españoles

trabajando

/ (Fotos

publicadas en el

libro “Francisco

Boix, el fotógrafo

de Mauthausen”,

cortesía de

Benito Bermejo)

(Viene de la pág. anterior)La de al lado de estas líneas es

la única fotografìa que EufemioGarcía Alvarez conserva de supadre, muerto en Gusen y quedurante la República ocupó uncargo relacionado con el «ordenpúblico». Tras volver a España,su madre, que aparece también enla foto, se vio sumida en la mise-ria y dejó al pequeño Eufemio alcuidado de unas tías que le mal-trataban: «así que vivía en la calley acabó interviniendo el Tribunalde Menores».

La infancia y la adolescenciade Eufemio transcurrieron en uncolegio. Perdió el contacto conel resto de su familia. Ni él ni sumadre, ni su hermana, con la quepudo recuperar la relación y quehoy vive en Baracaldo, cobraronjamás pensión de huérfano. Aho-ra intentan cobrar las indemniza-ciones fijadas por el Gobiernofrancés para los ciudadanos cu-yos padres hubieran muerto encampos de concenración alema-nes, que hubiesen sido deporta-dos. Los interesados pueden ob-tener información en el correoelectrónico [email protected].

Eufemio García, deCañizal, pasajero del“Convoy de los 927”

Ayuntamiento de Zamora

La junta de Gobierno Local de este Excmo. Ayuntamiento, en sesión celebrada el día 28 defebrero pasado, acordó aprobar las Bases que han de regir la contratación de unDIPLOMADO EN MAGISTERIO y un LICENCIADO EN PSICOLOGIA, PEDAGOGIA oPSICOPEDAGOGIA.Las Bases se encuentran expuestas en el Tablón de Anuncios del Excmo. Ayuntamiento.El plazo de presentación de instancias será de CINCO DIAS HABILES, a partir de lapublicación de este Anuncio en los periódicos locales, debiendo presentarse en el RegistroGeneral de este Excmo. Ayuntamiento, o en la forma establecida en el art. 38 de la Ley30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y de ProcedimientoAdministrativo Común.Los interesados deberán acompañar a la solicitud los méritos que aleguen, debidamenteacreditados, mediante original o copia compulsada.Lo que se hace público para general conocimiento.Zamora, 3 de marzo de 2005.

EL ALCALDEFdo.: Antonio Vázquez Jiménez

A N U N C I O

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MARISOL LOPEZ

El Infierno puede estar, a veces,a un paso del Paraíso. El paisaje deMauthausen es casi idílico, junto alDanubio, entre montañas azules yverdes bosques, en cuya oscuridadse amparó la sofisticada maquinariade matar desarrollada por el nazis-mo. La muerte más atroz e indiscri-minada que no distinguía ancianos,mujeres o niños; gitanos, judíos oateos; españoles, polacos o soviéti-cos.

Los nombres de esos 17 zamo-ranos figuran en los archivos quelos presos españoles mantuvieronde forma clandestina en los camposde concentración de Mauthausen yGusen. En la abundante documen-tación existente ha buceado el his-toriador salmantino Benito Berme-jo (autor del libro “Francisco Boix,el fotógrafo de Mauthausen”), aun-que afirma que ninguna de las ci-fras dadas en los numerosos estu-dios realizados sobre las víctimasespañolas de la represión nazi esdefinitiva. De los cuatro nacidos enZamora que lograron sobrevivir alInfierno sólo uno sigue vivo: DavidPuente Seoane, natural de Ribade-lago, reside en un pueblo de la Bre-taña francesa. A diferencia de Ri-cardo Rico, que escribió un estre-mecedor relato «con el fin de quejamás sean olvidados los crímenesque contra el género humano co-metieron los hitlerianos», el sana-brés ha decidido pasar página. Ca-da recuerdo es una cicatriz que, se-senta años después, sigue sin ce-rrarse definitivamente.

Los 17 zamoranos de Mauthau-sen forman parte de un colectivoque, en su mayoría, eran exiliados,perdedores del bando republicanode la Guerra Civil que habían lo-grado pasar la frontera francesa. Elrecibimiento de las autoridades ga-las no fue, sin embargo, el espera-do. A quien no logró acreditar quesu vuelta a España significaba la re-presalia se le dio como alternativaenrolarse en tropas auxiliares anteel estallido del conflicto mundial.La mayoría se integró en las llama-das Compañías de TrabajadoresExtranjeros. Tras la invasión deFrancia por los alemanes, los apre-sados fueron conducidos a los de-nominados “stalag”, campos de tra-bajo en los que se les reconocía elstatus de prisionero de guerra, re-partidos por todo el territorio ale-mán.

Regidos por mandos del ejército,en ellos todavía se respetaba laConvención de Ginebra y las con-diciones de vida no eran tan malas.Varios de los zamoranos que acaba-ron en Mauthausen procedían deun mismo Stalag: el XI-B, situadoen Fallinbostel, cerca de Hannover,en Alemania, del que en enero de

1941 salieron más de 1.500 repu-blicanos para ir a Mauthausen, elcampo de concentración construidoen Austria.

Un año antes, coincidiendo concontactos entre los gobiernos deEspaña y Alemania, las cosas cam-biaron para los exiliados españoles:«ya no son un colectivo asimilado alos prisioneros de guerra franceses,

sino que se les comienza a identifi-car como “rojos españoles” (rotspa-nien). Ese será el paso previo parasu envío a un campo de concentra-ción», ya bajo el dominio de la si-niestra SS hitleriana, escribe BenitoBermejo.

Ataviados con el tristementefamoso uniforme a rayas, a los es-pañoles se les distinguía con un

triángulo azul (frente a las estre-llas amarillas o rojas de los judíos,por ejemplo). Aunque eran con-siderados oficialmente apátridas,sobre los triángulos figuraban so-breimpresas las letras SP (Spanien,España).

El 8 de agosto de 1940 llegó aMauthausen el primer contingentede presos españoles y al día siguien-

te, 9 de agosto, quedó registradocon el número 3.691, el primer za-morano, José Martínez Cobreros,nacido en Valdespino. De la lista de17 sólo uno, Ernesto RodríguezMínguez, figura como muerto enMauthausen. No todas las víctimastenían una clara filiación política.Josefa Otero, sobrina de GabrielLanseros, uno de los últimos en mo-rir, recuerda a su tío como un hom-bre «solitario, muy fortachón, creoque trabajaba de peón en el ferroca-rril y presumía de levantar a pulsolos raíles». Emigró a Francia, «aun-que, que sepamos no fue por cues-tiones políticas. Apenas volvimos atener contacto. Mi abuelo murióclamando por él. Nos llegó una car-ta comunicando que había muertoen Austria, no supimos ni cómo nidónde exactamente».

Los carceleros tenían especialinquina a los españoles, curtidospor años de Guerra Civil. Los pre-

sos españoles, en su mayor parte,morían de hambre, frío, enfermeda-des, agotamiento… Pero tambiéneran continuas las palizas, ejecucio-nes y torturas. El clima de trabajoparecía destinado tan sólo a acabarcon la vida y la dignidad de los pri-sioneros, por encima de cualquierotra expectativa de producción. Esoocurría, sobre todo, en los dos pri-meros años, cuando se registra lamayor parte de las muertes. Uno delos internos llegó a contabilizar 35maneras distintas de morir enMauthausen, incluido el suicidioahorcándose o lanzándose contralas alambradas electrificadas.

Casi todos los zamoranos pere-cieron en un campo anejo, el deGusen, distante 5 kilómetros. «Tu-vimos conocimiento, por rumoresque circulaban entre los presos denacionalidad alemana, de la exis-tencia de Gusen, un campo muycercano, al cual se estaban entoncesenviando expediciones numerosasde “inválidos” para acelerar su ex-terminación. A nuestra llegada (…)todos estos rumores fueron, desgra-ciadamente confirmados», escribeRicardo Rojo en su relato publica-do en el estudio de Javier Alfaya“Los Españoles bajo el III Reich,recuerdos de un triángulo azul».

Huéspedes del Infierno

(Pasa a la pág. siguiente)

El primer preso de

la provincia en

ingresar fue José

Martínez Cobreros,

de Valdespino

60 ANIVERSARIO DE LA LIBERACION DE LOS CAMPOS DE EXTERMINIO NAZIS (I)

14 ZAMORADomingo, 6 de marzo de 2005

● 17 zamoranos fueron deportados a Mauthausen y Gusen durante la II Guerra Mundial y sólo

cuatro de ellos salieron con vida en 1945, tras cinco años de cautiverio y vejaciones

Hubo quien habitó en el Infierno y dejó constancia de ello. Ricardo Rico, nacido en Villalpando, fue testigo durante

cinco largos años de muertes, vejaciones y torturas en los campos de concentración de Mauthausen y Gusen, durante la

II Guerra Mundial. Fue uno de los cuatro zamoranos que sobrevivieron a los campos de exterminio nazis. Otros 13 for-

man parte de los 4.768 españoles emigrantes y exiliados de la República que perecieron en aquel régimen del horror.

✔ Alfaraz:VILLAMOR PRIETO, AGUSTINNacido el 27-1-1896. Muerto en Gusen el 29-12-1941. Stalag V-DEntrada a Mathausen: 13-12-40, número 5336Entrada en Gusen: 17-2-41, número 10577Padre Francisco Villamor de la Mano (Alfaraz de Sayago)

✔ Benavente: VEGA VICENTE, PEDRONacido el 9-7-1916. Muerto en Gusen el 15-11-1941. Stalag III-AMth: 16-5-41, número 5285Gusen: 20-10-41, número 14010Esposa: Margarita Claveria Suelves, Bargemont (Var, Francia)

✔ Bóveda de Toro: RODRIGUEZ MOYANO, LUIS. Nacido el 19-8-1911. Muerto en Gusen el 19-12-1941. Stalag XI-BMth: 27-1-1941, número 6142 Gusen: 24-7-41, número 13357Vivían en Madrid antes de la Guerra. Cuñada: Carmen Ramos Martín - c/ del Toro, 19 - (Tetuán) - Madrid

✔ Cañizal: GARCIA GARCIA, EUFEMIO. Nacido el 17-9-1881. Muerto en Gusen el 19-12-1941Procedente de Angouleme (Francia).Mth: 24-8-40, número 3953Gusen: 24-1-41, número 9258

✔ Fresno de la Carballeda : RODRIGUEZ MINGUEZ, ERNESTO. Nacido el 13-2-1909. Muerto en Mauthausen el 31-10-1942Stalag XI-BMth: 27-1-41, número 6523Hermana: Jerónima Rodríguez (Fresno de la Carballeda).

✔ Otero de Bodas: HERNANDEZ ÁLVAREZ, SANTIAGO.Nacido el 22-4-1916. Muerto en Gusen el 23-09-194. Stalag XI-D Mth: 8-9-40, número 4349Gusen: 24-1-41, número 9336Padre: Miguel Hernández Mayor: Villardeciervos (Zamora)

✔ Peque: LANSEROS LOBATO, GABRIEL. Nacido el 2-3-1906. Muerto en Gusen el 7-2-1942. Stalag X-BMth: 3-3-41, número 3470Gusen: 20-10-41Cuñado Felipe Otero (Peque)

✔ San Román de Sanabria: PRADA RODRIGUEZ, RICARDO DE

Nacido el 20-11-1911. Muerto en Gusen el 18-10-1941. Stalag XI-B

Mth: 27-1-41, número 6736 - Gusen: 17-2-41, número 9881Madre: Ana Rodríguez Gómez (San Román de Sanabria).

✔ Santovenia. FERRERAS FERNANDEZ, VICENTE.Nacido el 22-1-1897. Muerto en Gusen el 5-12-1941. Stalag III-BMth: 23-1-1941, número 4247 Gusen: 17-2-41 (no consta número asignado)Esposa: Anastasia Benítez (San Sebastián)

✔ Toro: ROMERO ALCARAZ, ROMAN. Nacido el 9-8-1912. Muerto en Gusen el 1-1-1942. Stalag XI-BMth: 27-1-1941 número 6152 Gusen: 29-3-1941 número 11568.Esposa Luisa Escobar Martinez, Madrid

✔ Valcabado del Pan: LOZANO BORREGO, ALFONSO. Nacido el 12-8-1919. Muerto en Gusen el 25-11-1942. Stalag F 140Mth: 20-4-41, número 4336Gusen: 20-10-41 (no consta número)Padre: Francisco Lozano Prada (C/ Las Heras, Valcabado del Pan).

✔ Valdespino: MARTINEZ COBREROS, JOSÉ(no consta fecha de nacimiento). Muerto en Gusen el 9-12-1941.Apresado en Allenstein.Mth: 9-8-40, número 3691Gusen: 17-2-41, número 10321Padre: Martín Martínez

✔ Zamora. CONDE GARCIA, ATILANO.Nacido el 5-10-18. Muerto en Gusen 12-12-1941. Stalag: XI-BMth: 27-1-41 n, número 5349Gusen 17-2-41, número 9859Madre: Amparo García Escaja (Barrio del Sepulcro, Zamora)

ZAMORANOS FALLECIDOS EN MAUTHAUSEN Y GUSEN

SOBREVIVIENTES DE

MAUTHAUSEN

✔ PUENTE SEOANE, DAVID.

Nacido el 17-03-1918 en Ribadelago, número 6114

✔ HERNANDEZ PINILLA, EMETE-RIO.

Nacido el 30-08-1900 en Toro, número 4505

✔ RICO PALENCIA, RICARDO. Nacido el 19-10-1915 en Villalpando, número 44350

✔ RAMOS CARBAJAL, JOSÉ.Nacido el 27-08-1915 en Zamora, número 44354