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Á.7 Derecho a la justicia Todo acto del Poder Púb lico que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución es nulo y los fUncionarios o empleados públicos que los ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad pena~ civil o administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusas órdenes superiores manifiestamente contrarias a la Constitución ya las leyes. Artículo 46 de la Constitución de la República de Venezuela En su más reciente informe sobre Vene- zuela, Amnistía Internacional identifica como una de las causas principales de las violacio- nes a los derechos humanos, los defectos de la administración de justicia: "La administra- ción de justicia adolece de graves defectos. Las investigaciones sobre violaciones de de- rechos humanos son inadecuadas o inexisten- teso Las diligencias se demoran de manera constante y arbitraria, rebasando los lílrÚtes 94 que establece la ley al efecto" . Las fallas señaladas Yotras que se detallan a continuación, obedecen a diversas causas que pueden resu- mirse en la ausencia de un Poder Judicial inde- pendiente, competente, imparcial y celoso del cumplimiento de las garantías judiciales. Autonomía e independencia del Poder Judicial La corrupción, las presiones de grupos de interés político y económico y la injerencia del Ejecutivo siguen constituyendo obstácu- los fundamentales para el recto cumplimiento del mandato constitucional según el cual "En el ejercicio de sus jitnciones los jueces son autónomos e independientes de los demás órganos del Poder Público" 95, al punto que el Presidente saliente del Tribunal Superior de Salvaguarda (TSS) admitió al finalizarsuges- tión que "el sistema democrático actua~ con toda la normativa vigente, es un entramado perfecto en el cual se impide la sanción de la corrupción" 96. Quizás el caso que ejemplifica de forma más llamativa la influencia de intereses eco- nómicos y políticos en el Poder Judicial en el presente período, lo constituye el de la inves- tigación en torno a los manejos pres untamen- te dolosos en el Banco Latino, que marcó el inicio de una profunda crisis financiera nacio- nal. El 16.01.94 es intervenida esta entidad bancaria, cuya caída afectó a más de un millón de depositantes; el 02.03.94 la Juez XXXIV de Primera Instancia en lo Penal dicta 83 autos de detención contra los directivos y principales accionistas del banco por los de- litos de apropiación indebida calificada con- tinuada, estafa continuada, agavillamiento, elaboración, suscripción y publicación de ba- lances y estados financieros falsos y actos violatorios de las obligaciones del fiduciario. Buena parte de los apellidos de los presuntos 94 AMNISTIA INIERNACIONAL: Venezuel?: El eclipse de los derechos humanos, España, noviembre 1993, pág. 7. 95 CONSTI1UCION DE LA REPUBLICA DE VENEZELA, artículo 205. 96 El Universal, 29.03.94. 73

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Á.7 Derecho a la justiciaTodo acto del Poder Púb lico que viole o menoscabe los derechos garantizados por estaConstitución es nulo y los fUncionarios o empleados públicos que los ordenen o ejecutenincurren en responsabilidad pena~ civil o administrativa, según los casos, sin que lessirvan de excusas órdenes superiores manifiestamente contrarias a la Constitución yalas leyes.

Artículo 46 de la Constitución de la República de Venezuela

En su más reciente informe sobre Vene­

zuela, Amnistía Internacional identifica comouna de las causas principales de las violacio­nes a los derechos humanos, los defectos de

la administración de justicia: "La administra­ción de justicia adolece de graves defectos.

Las investigaciones sobre violaciones de de­rechos humanos son inadecuadas o inexisten­

teso Las diligencias se demoran de maneraconstante y arbitraria, rebasando los lílrÚtes

94que establece la ley al efecto" . Las fallasseñaladas Yotras que se detallan a continuación,obedecen a diversas causas que pueden resu­mirse en la ausencia de un Poder Judicial inde­

pendiente, competente, imparcial y celoso delcumplimiento de las garantías judiciales.

Autonomía e independenciadel Poder Judicial

La corrupción, las presiones de grupos deinterés político y económico y la injerenciadel Ejecutivo siguen constituyendo obstácu­los fundamentales para el recto cumplimientodel mandato constitucional según el cual "Enel ejercicio de sus jitnciones los jueces sonautónomos e independientes de los demás

órganos del Poder Público" 95, al punto queel Presidente saliente del Tribunal Superior deSalvaguarda (TSS) admitió al finalizarsuges­tión que "el sistema democrático actua~ con

toda la normativa vigente, es un entramadoperfecto en el cual se impide la sanción de lacorrupción" 96.

Quizás el caso que ejemplifica de formamás llamativa la influencia de intereses eco­

nómicos y políticos en el Poder Judicial en elpresente período, lo constituye el de la inves­tigación en torno a los manejos pres untamen­te dolosos en el Banco Latino, que marcó elinicio de una profunda crisis financiera nacio­nal. El 16.01.94 es intervenida esta entidad

bancaria, cuya caída afectó a más de un millónde depositantes; el 02.03.94 la Juez XXXIVde Primera Instancia en lo Penal dicta 83

autos de detención contra los directivos yprincipales accionistas del banco por los de­litos de apropiación indebida calificada con­tinuada, estafa continuada, agavillamiento,elaboración, suscripción y publicación de ba­lances y estados financieros falsos y actosviolatorios de las obligaciones del fiduciario.Buena parte de los apellidos de los presuntos

94 AMNISTIA INIERNACIONAL: Venezuel?: El eclipse de los derechos humanos, España, noviembre 1993,pág. 7.

95 CONSTI1UCION DE LA REPUBLICA DE VENEZELA, artículo 205.96 El Universal, 29.03.94.

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PROVEA Informe Anual octubre 1993-septiembre 1994

indiciados corresponden a grupos económi­cos que tuvieron vinculaciones económicas ypolíticas con el gobierno de Pérez. Diez díasmás tarde la juez declina la competencia afavor del TSS, en vista de que, según lasinvestigaciones, estarían comprometidos enlos hechos altos funcionarios yex-funciona­rios del Ministerio de Hacienda, el BancoCentral de Venezuela (BCV), la ContraloriaGeneral de la República (CGR), el Fondo deGarantía de Depósitos y Protección Bancaria,la Superintendencia de Bancos (FOGADE) yla Comisión Nacional de Valores. Sin embar­

go, el 12.04.94 la Corte Suprema devuelve el

expediente a la misma juez, alegando jlue noexistían" rawnes reales y concretas" 9 sobrela responsabilidad de altos funcionarios.

El 28.04.94 se concede la libertad bajofianza al único detenido, y a partir de esemomento varios procesados se ponen a dere­cho y salen inmediatamente en libertad tras el

pago de fianzas millonarias, que son poste­riormente reducidas al mínimo cuando una

nueva juez se hace cargo del expediente. Alcierre de este Informe no se había producidodecisión firme, ni se había avanzado en la

determinación de la responsabilidad de altosfuncionarios de la adminis tración.

Curiosamente, en momentos en que laJuez XXXIV pasaba el caso al TSS, el presi­dente de este tribunal admitía que "el TSS

frucasó en la lucha contra la corrupción" 98,

refiriéndose a otro escándalo, el del Banco de

Comercio, en proceso iniciado en 1985 y quecausó daños patrimoniales a la nación en elorden de los 5.000 millones de bolívares99.

Las coincidencias son llamativas: la juezde primera instancia declinó la competenCiaa favor del TSS por presunta responsabilidadde altos funcionarios; este tribunal incurre en

innumerables demoras y finalmente, a medi-

dados de 1994, acuerda terminar la averigua­ción, sin que hasta la fechase haya producidosentencia definitivamente firme.

No fue menos inquietante la actuación delTSS en el caso del Banco de los Trabajadores.El procesose inició en 1991, y en septiembrede 1992 el TSS dicta auto de detención contra

dos de los involucrados, uno de ellos dirigentedel entonces partido de gobierno. Ocho díasdespués de ser detenido, el TSS le concede elbeneficio del sometimiento a juicio, que fuerevocado posteriormente por la Corte Supre­ma de Justicia (CSJ) por lo que el indiciadovuelve a prisión en diciembre de ese año. Paradiciembre de 1993 el TSS sentencia a ambos

acusados a un año de cárcel por delitos meno­res en los que no se encuentran daños patri­moniales a la nación y los deja en libertad deinmediato por pena cumplida "en exceso". Enjunio de 1994 vuelve a intervenir la CSJ cam­biando la tipificación delictiva de tentativa atráfico de influencias consumado, lo cual su-.pone un aumento de la pena a tres años deprisión, sin que se haya ejecutado la sentenciahasta el cierre de este Informe.

Los casos anteriores evidencian clara­

mente la capacidad de influencia de los pode­res económico y político en la administraciónde justicia, a lo cual habría que agregar unfactor que emerge con fuerza entre los queinterfieren con la independencia judicial: elnarcotráfico. En su informe anterior, Provea

afirmaba que si bien el indulto es una facultadpresidencial, éste sólo puede ser otorgadocuando existe sentencia firme, y advertía que"la frecuencia con que tales medidas hanbeneficiado de prma irregular a personasvinculadas al narcotráfico y la estafa, hacetemer que exista una red de cornplicidadesentre diferentes oficinas gubernamentales en

el otorgamiento de estos benejicios,,100. En

97 El Diario de Caracas, 13.04.94.98 El Diario de Caracas, 12.03.94.

99 PROVEA: Informe Anual: Situación de los derechos humanos en Venezuela, octubre de 1992-septiembrede 1993. Caracas, 1993, pago 70.

100 Provea: op. cit., pág. 67.

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efecto, nuevos casos de indultos otorgados deforma irregular se conocieron en el presenteperiodo; uno de ellos, según decreto N" 3.215del 21.10.93, benefició a Larry Tovar Acuña,presunto jefe de una red internacional delnarcotráfico. Sin embargo, hasta el presente,sólo la secretaria privada del entonces Presi­dente de la República se encuentra detenidapor este caso, mientras al momento de con­cluir este Informe Tovar Acuña había sido

capturado en Colombia y contaba en su habercon tres solicitudes de extradición por partede Venezuela, Estados Unidos e Italia, mien­tras denuncias formuladas ante la Comisión

de Política Interior de la Cámara de Diputadosy dadas a conocer en noviembre de 1993señalaban que "durante 1992 los procesadospor casos de narcotráfico se evadían de lascárceles de nuestro pais mediante pagos nú­llonarios a los regentes de los centros peni­tenciarios, o a la narcomafia penitenciariacomandada por el director de Prisiones delMinisterio de Justicia de la época, José Enri-

101que Sureda Delgado"

Los tribunales que mantienen causasabiertas contra altos funcionarios de anterio­res administraciones acusados de delitos de

corrupción son frecuentemente blanco de pre­siones políticas que obstaculizan las investi­gaciones. En mayo de 1994 el TSS absolvióal ex Fiscal General de la República, HéctorSerpa Arcas, de los cargos de malversacióngenérica de fondos públicos, según denunciainiciada en 1987. Al momento de preparareste Informe la Fiscalía General de la Repú­blica (FGR) anunció que apelaría el fallo antela CSJ. Serpa salió del país poco antes de quese le dictara medida de detención.

Por otra parte, el juicio abierto contra elex Presidente Jaime Lusinchi en julio de 1990por el presunto delito de peculado dolosopropio está a punto de prescribir, ya que en

101 El Nacional, 14.11.93.102 El Nacional, 16.07.94.103 El Diario de Caracas, 23.04.94.

Derechos Civiles y Políticos

julio de 1994 el TSS rechazó el proyecto desentencia que acordaba la detención del pro­cesado, por e! supuesto incumplimiento de cier­tas formalidades procesales, aunque el TSSaclara que dicha decisión no libera al ex-man­datario" de una posible responsabilidad,102.

Las luchas entre grupos económicos lle­varon en este periodo al inicio de un juiciocontra el presidente del Partido Laboral Ve­nezolano, Alejandro PEÑAESCLUSA, en unproceso en el que la justicia sirvió de instru­mento para intentar un ajuste de cuentas entregrupos rivales. Entre las preguntas formula­das por el juez a Peña Esclusa figuraban lassiguientes: "Diga usted si cree en la divisiónde la sociedad en derecha, centro o izquierda(...) Diga usted si cree en la lucha de clases(...) Diga usted si piensa que la reacción,subversión y la anarquía aJU:dan al país asalir de su crisis actual..." 103. Preguntascomo estas en un país donde está consagradala libertad de expresión, pensamiento y opi­nión no pueden ser entendidas sino como unintento de instrumentalización de la justiciacon fines particulares.

También a lo largo de este periodo seprodujeron interferencias directas del PoderEjecutivo frente a la administración de justi­cia. En noviembre de 1993 el entonces Minis­

tro de la Defensa solicitó una averiguacióndisciplinaria contra dos jueces de la jurisdic­ción penal ordinaria por supues tas faltas deéstos contrd colegas del TSS, al disentir deuna decisión que revocaba los autos de deten­ción contra funcionarios militares presunta­mente incursos en hechos de corrupción. LaComisión de Supervisión y Vigilancia delConsejo de la Judicatura (CJ) declaró inadmi­sible la denuncia del Ministro. Por su parte,también en noviembre la CSJ rechazó la soli­

citud del Ministro de la Defensa de procesaral Juez XXVI de Primera Ins tancia en lo Penal

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penitenciario para conseguir papel higiénicoy de Es. 5 a 10 mil si se espera que el vigilanteponga una boleta de traslado al tribunal en elorden del día 106.

La independencia del Poder Judicial se­guirá amenazada por intereses ajenos a lajusticia en la medida en que no se creen lascondiciones necesarias para su fortalecimien­to, mediante una mayor asignación de recur­sos y el definitivo establecimento de una ca­rrera judicial que asegure la estabilidad de losjueces, tal como lo establece el artículo 207de la Constitución.

La asignación presupuestaria de la ramajudicial sigue siendo insuficiente, debido aque las decisiones en esta materia se toman enlos poderes Ejecutivo y Legislativo. Para1993 el CJ obtuvo un presupuesto bastantesuperior al de años anteriores, ubicándose enlos 6 mil 866 millones de bolívares, de loscuales un 71,5% se destinó al gasto de perso-

1107 Lo . l"na . s lllcrementos en as asIgnaCIonespresupuestarias no estuvieron acompañadosde la planificación necesaria para hacer unuso efectivo de los recursos; en tal sentido, el

TSS recibió en 1993 un presupuesto doceveces superior al de 1992, pasando de 11 a125 millones, pero siguió funcionando en elmismo local en el cual no existen las condi­

ciones de espacio, infraestructura y equipospara el desarrollo de una labor eficiente.

En 1994 sólo se creó un nuevo tribunal,

con lo que el total de tribunales del país parael año fue de mil 264, pese a que según lasproyecciones del CJ se requerían para esteaño 62 tribunales de primera instancia en lopenal, 103 tribunales de primera ins tancia enotras materias y 103 tribunales superiores pe­nales, con el objeto de "oo. superar el déficitexistente, acumulado de tiempo atrás, tanto

PROVEA Informe Anual octubre 1993-septiembre 1994

por supuestas interferencias con la justiciacastrense, en relación al caso de los procesa­dos tras la rebelión golpista de noviembre de1992.

La falta de independencia de la justicia e . d' . 1'1' 1 1 . 1 E" arrel'a JU lelamIItar y e contro que ejerce eJecutIvo

sobre ésta quedó evidenciado cuando enmayo de 1994 el nuevo Ministro de la Defen­

sa emitió a la CSJ un oficio en el que sepresentaban los candidatos a conformar la

Corte Marcial, condicionando la designaciónal señalar" igualmente hago del conocimiento

de esa honorable Corte, que la presente listaestá inte grada de forma ta~ que los cinco (05)

primeros sean elegidos como Principalefolel resto Suplentes ... " (ver anexo N' 14) .Fuentes de la CSJ rechazaron los términos del

oficio pues "lesiona la soberanía, inde­

pendencia y autonoma de la Corte Suprema deJusticiaporque no lepermite elegir a los jueces

militares sino que ofrece una lista que hay que

refrendar y que, de paso, va ac0'!Eañada conuna férrea orden de precedencia" 5.

La independencia de la justicia también selesiona cuando se acude a pagos no estipula­dos en la legislación que rige la materia dearanceles judiciales. Según un trabajo realiza­do por el periodista Víctor Manuel Reinoso,en los tribunales penales hay tarifas estable­cidas para la realización de diversas gestionesque son de carácter gratuito.

Una licitación puede costar entre Es. 500y mil, dependiendo de la distancia; la distri­bución de un expediente a determinado tribu­

nal se cobra a razón de Es. 10 a 25 mil; citara una persona está tasado entre Es. 2 y 5 mil;agilizar una actuación o redactar un auto cues ­

ta de Es. 500 a 2 mil; un prisionero puede salirde la prisión con escoltas en las festividades

navideñas u otras fechas especiales si cancelauna suma que oscila entre los Es. 100 y 200mil; se requiere pagar Es. 500 a un vigilante104 El Diario de Caracas, 26.05.94.105 Idem.

106 El Nacional, 07.03.94.

107 CONSEJO DE LA JUDICA1URA: Memoria y Cuenta 1993. s(i. pág. 13. Cálculos propios.

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nombramientos y declarándose desiertos 11,al tiempo que 15 jueces fueron promovidospor ascensos a otros tribunales. Antes de 1982sólo seis jueces habían sido nombrados trasconcurso, mientras que en el quinquenioconstitucional que ahora concluye unos 450jueces fueron nombrados por esta vía, en loque constituye un esfuerzo por afianzar lacarrera judicial. Aún así, cerca de dos ter­cios de los jueces del país siguen ocupan­do sus cargos sin haber sido jamás some­tidos a concurso.

En materia disciplinaria en 1993 se for­mularon 765 denuncias, sobre las que seabrieron 147 procedimientos, de los cualesfueron decididos 134, con resultado de ochoamonestaciones verbales, 18 amonestacionesescritas, 14 suspensiones, doce destituciones,23 desestimadas por diversas causas y 59absolutorias 110.

Derechos Civiles y Políticos

de Tribunales como de Defensorías Públicasde Presos; para la aplicación de criterios deexcelencia, dirigidos a obtener una efectivaadministración de justicia, que pueda dar

respuestao¡ortuna a quienes demandan suservicio"10 •

El nuevo Presidente de la CSJ alertó queal menos que se asignen recursos adicionales,el funcionamiento de la justicia está en peli­gro. Para 1995 a la CSJ se le han asignadorecursos que la colocan en un déficit de 908millones de bolívares; el CJ funcionaría conun déficit de 3 mil 321 millones y el TSStendrá un balance en contra del orden de los

49 millones; la automatización de los tribuna­

les requiere 29 millones más de los asignados,mientras el déficit para el funcionamiento delos jueces itinerantes y la Corte Primera en loContencioso Administrativo será de 11 y 35

'11 . 109nu ones respectivamente .

Pese a que el convenio sobre modem- R t d 1.. , d 1 P de J di . 1 f f' d e ar o procesalzaClOn e o r u cm ue lrma o en

diciembre de 1993 y se hizo efectivo como ley Ni el CJ ni el Ministerio de Justicia (MJ)de la República el 30.03.94, hasta el momento cuentan con cifras actualizadas sobre el prome­no se ha producido el primer desembolso de dio de duración de un proceso judicial, y aunquefondos por parte del Estado venezolano, lo ciertamente se ha producido cierto desconges­que podría significar retrasos en la ejecución tionamiento en las cárceles, sería aventuradodel cronograma pautado, según el cual ya en afirmar que ello obedece a una mayor celeridaddiciembre de 1994 deberían entrar en funcio- en la administración de justicia.namiento 16 tribunales experimentales; a ello Un aspecto en el que parece haber másse suma la demora del Poder Legislativo en mito que realidad es el relativo a los juecesnombrar al sucesor de su representante en el itinerantes. En declaraciones a los medios losCJ, el cual estaría a cargo de la coordinación magistrados salientes del CJ afirmaron quedel convenio, con lo que la interrupción de la éstos habían producido 23 mil sentencias; encontinuidad administrativa se convierte en otras declaraciones se habla de 30 mil, Yparaotro factor de retraso en la ejecución del pri- los primeros cuatro años de la puesta en mar-mer convenio del Banco Mundial (BM) de cha de este programa se hablaba de 15 mileste tipo. sentencias, por lo que habría que concluir que

Aunque el balance de profundización de tan sólo en el último año se habría producidola carrera judicial ha mejorado, dista aún de un número de decisiones que oscilaría entreser satisfactorio. Para 1993 se convocó con- las 8 y 15 mil sentencias. Lo cierto es que lacurso para 39 tribunales, decidiéndose 27 única cifra disponible es la suministrada en la

108 Consejo de la Judicatura. Op. cit. pág. 168 Y datos aportados por la Dirección de Planificación delConsejo de la Judicatura en entrevista con Provea.

109 El Diario de Caracas, 15.08.94.110 Consejo de la Judicatura. Op. cit. pág. 196.

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PROVFA Informe Anual octubre 1993--septiembre 1994

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Derechos Civiles y Políticos

Memoria y Cuenta del C'J, segÚn la cual en1993 se publicaron 2 mil 662 sentencias111.

Para 1993 ingresaron en los tribunales deprimem instancia en 10penal 101 mi187 asuu-

1 . '1 G6 112 'ftos y se reso VIeron l11llli ., CI ra queincluye algunos de los casos ingresados en elaño y otros acumulados de años anteriores,por lo que se puede afirmar que la presenciade los jueces itinerantes puede haber contri­buido a reducir la acumulación de causas yaagilizar procesos pendientes de años anterio­res, aunque no en las proporciones anuncia­das verbalmente por los magistrados del O.

Más allá de las cifms, la falta de celeridaden procesos que afectan derechos humanosfundament.ales, sigue constituyendo una do­ble violación, pues al hecho en sí se suma laausencia de justicia !Identro d.e un plazo razo-

bl ,,113 La' , ... d'na e . JusticIa SIgue SIn pro UCIrunpronunciamiento definitivo en casos de largadata, como la masacre de El Amparo (1988),las ejecuciones ocurridas en el marco de las

protestas de febrero de 1989 y los posterioresentierros irregulares de las víctimas en LaPeste, el conflicto de tierms de la comunidad

Kari' ña de Aguasay, Edo. Monagas (1989),las demandas de nulidad del artículo 128 de

la Ley Orgánica del Tmbajo y del reglamentoparcial de la misma sobre la contratación co­lectiva de los empleados públicos (1991),

A ellos se suman casos más recientes que nohan mostrado avance alguno, como el asesinatode Sergio Rodríguez Yance y la masacre de losYanomami, ambos ocurridos en 1993.

Garantías y beneficios procesales

Una de las gamntías más importantes enmateria judicial la constituye el derecho a ladefensa, consagmdo en el artículo 60, ordinal

10 de la Constitución. Tomando en cuenta quela gran mayoría de los detenidos en las cárce­les del país proceden de sectores 60ciales sin

111 Idem. pág. 61.112 Datos aportados por la División de Estadísticas y la Dirección de Planificación del Consejo de la

Judicatura.

113 ConvenciÓn Americana sobre Derechos Humanos, artículo 8.1.

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recursos para financiar los servicios de unabogado privado, la defensoría pública cons­tituye su único apoyo. Sin embargo, la situa­ción de la defensa pública es de total colapso.

Para 1993, las 157 defensorías públicasexistentes en el país atendieron un total de 45

mil 702 asuntos, lo cual da un promedio na­cional de 291 casos por defensor, aunque enalgunos estados el número de asuntos pordefensor supera el promedio nacional, comoen el Edo. Apure, donde existen tan sólo dosde fensorías , con un promedio de 365 casoscada uno. Otro tanto sucede en el Edo. Cara­

bobo, donde el promedio de casos por defen­sor asciende a 381.114

Para 1994 el déficit de defensores públi­cos se ubica en 84, de los cuales 22 correspon­den a tribunales existentes en los que no haydefensor público y 62 a la creación estimadade tribunales para satisfacer las necesidadesnacionales 115

El traslado sorpresivo de reclusos de unpenal a otro siguió siendo motivo de preocu­pación en la medida en que algunos de lostrasladados son procesados a los que se lestransfiere fuera de la jurisdicción de su tribu­nal, afectando su derecho a la defensa. A raízde la masacre en la Cárcel Nacional de Mara­

caibo en enero de 1994, fueron trasladados 97

reclusos de este centro penitenciario a las Colo­nias Móviles de El Dorado (Edo. Bolívar), sinque se produjera un proceso previo de clasifica­ción entre procesados y sentenciados.

El derecho a la defensa se vio igualmenteobstaculizado por ataques contra abogadosque representaban a procesados porlos inten­tos de golpe de Estado de 1992. En noviembrede 1993 fue detenido en la Dirección de Inte­

ligencia Militar (DIM) el abogado LinoMARTINEZ, sometido a investigación elabogado Freddy GUTIERREZ y detenida laactivista de derechos humanos Josefina GUZ-

MAN. Estos hechos provocaron un enérgicopronunciamiento por parte del Colegio deAbogados del Distrito Federal, el cual señalóque "La criminalización de la actividad pro­fesional de defensa legal y judicial de perso­nas sometidas a juicio, confillldiendo la posi­

ción del defensor con la delprocesado, atentacontra aquella garantía [de la defensa]", yexpresó su preocupación por "... los exx:esosque puedan haberse cometido al restringirsela actividadprofesional de la defensa judicialen los casos señalados y en cualesquiera

otros casos, y por la investigación policial delos defensores de los derechos humanos, porla sola circunstancia de haber atendido a la

protección de los derechos de los procesadospor delitos contra la institucionalidad demo­crática" 116

En junio de 1994 el Colegio de Abogadosreitera su rechazo a las prácticas orientadas aobstaculizar las labores de defensa, en los

siguientes términos: "LDs arrestos judicialesdisciplinarios de los abogados, sin previanotificación y sin permitirles el derecho a seroídos con anterioridad, así como la utiliza­

ción del Cuerpo Técnico de la Policía Judi­cial para ejecutar tales arrestos, constituyeuna práctica contraria a la Constitución y ala Ley Orgániza de Amparo sobre Derechosy Garantías Constitucionales y una severarestricción a la independencia y autonomíadel ejercicio profesional de la abogacía, quejustifican su erradicación y corrección porlos propios jueces y por la gestión del Conse­jo de la Judicatura" 117, lo cual denota quemás allá de los incidentes de noviembre, exis­

te una práctica constante de intimidación pordiversos medios contra profesionales dedica­dos a la defensa de personas sometidas acausas judiciales.

Como se ha señalado en anteriores opor­

tunidades, la Ley sobre Vagos y Maleantes

114 Datos suministrados por la Dirección de Planificación del Consejo de la Judicatura.115 Consejo de la Judicatura. Op. Cit. pág. 168.116 COLEGIO DE ABOGADOS DEL DISlRIlD FEDERAL: Pronunciamiento. Mimeo. Noviembre 1993.117 El Nacional, 23.06.94.

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Derechos Civiles y Políticos

(LMV) es violatoria del derecho a la defensa, el de Antopio KOROL, ex-presidente de laasí como otras garantías judiciales. La citada Asociación Ejecutiva Nacional de Pilotos,ley siguió aplicándose a lo largo del presente quien salió en libertada mediados de este año,

, d 118 1 . de f di - di .peno o y a ausenCIa es uerzos coor - tras permanecer cuatro anos y me o en pn-nados para su eliminación hace pensar que sión por el supuesto delito de posesión ilícita deseguirá vigente por largo tiempo. La ausencia estupefacientes.de coordinación se evidencia en que tres altos En mayo de 1986 ya su casa había sidofuncionarios del gabinete estarían trabajando allanada sin orden judicial por funcionariospor separado en la formulación de proyectos de la PTJ. Posteriormente un presunto narco-"alternativos", traficante lo involucra en declaraciones ren-

En febrero de 1994 el Gobernador del didas ante la PTJ. Seguro de su inocencia,Distrito Federal anunció que presentaría un Korol se entregó voluntariamente ante la PTJproyecto de ley de seguridad ciudadana, del en 1989; su caso pasó por varios tribunales sinque hasta el presente nada se conoce; en mayo que ningún juez quisiera pronunciarse al res-del mismo año la Comisión de Legislación, pecto, hasta que finalmente el Juzgado IV deCodificación y Jurisprudencia del Ministerio Primera Instancia en lo Penal del Distritode Justicia presentó un proyecto al Fiscal Federal lo declara inocente y recupera su li­General de la República sin que hasta el pre- bertad Una vez en la calle intenta rescatar, alsente las organizaciones no gubernamentales menos parcialmente, lo que la falta de garan­y gremiales hayan tenido acceso al texto; en tías judiciales le negó por cuatro años y me­agosto el Ministro de Relaciones Interiores dio; al acudir a los medios de comunicaciónaprobó un primer borrador desde su despa- señala "El costo de un error jtdicial o delcho, materia sobre la cual ya había trabajado retardo de la justicia se paga muy caro encinco años atrás cuando era Fiscal General de Venezuela. Cualquiera puede caer preso, cui-la República. pable o inocente, lo dificil es salir alguna vez

El Ministro brindó copia de este proyecto de ese infierno" 120. Siendo que la posibili-a los organismos de derechos humanos, y si dad de incorporar a la Constitución unbien éste supera algunas deficiencias de pro- artículo sobre el derecho a la indemniza-yectos anteriores, no asegura el derecho a la ción por error judicial luce remota, estedefensa, pues se da al procesado un lapso de tipo de daños ocasionados por la ausenciaseis días para preparar su defensa, lapso que, de garantías judiciales seguirán en la im-

según la doctrina acumulada por la Comisión punidad.lnteramericana de Derechos Humanos, resul- La vulnerabilidad de cualquier ciudadanota insuficiente119. ante los procedimientos de la LOSEP quedó

En reiteradas ocasiones Provea ha pro- nuevamente evidenciada ante hallazgos re­nunciado su desacuerdo con los procedimien - cientes en las inves tigaciones sobre la presun­tos establecidos por la Ley Orgánica de Sus- ta participación del Gral. (r) Ramón Guilléntancias Estupefacientes y Psicotrópicas (W- Dávila, ex-jefe de las operaciones antinarcó-SEP), por ser contrarios a principios funda- ticos de la GN, en una entrega controlada amentales del debido proceso. Un caso que Estados Unidos. La justicia venezolana abrióejemplifica las deficiencias de esta ley en un proceso a GuillénDávila por estos hechos,materia de garantías judiciales, lo constituye permaneciendo en prisión por algunos meses

118 Para una información más detallada sobre su aplicación, ver Cap. A.2.119 Ver al respecto CIDH La situación de los derechos humanos en Cuba, séptimo informe, Washington,

1983.120 El Nacional. 10.10.94.

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PROVEA Informe Anual octubre 1993-septiembre 1994

Los detalles de este caso aparecen en el Informe Anual de Provea correspondiente al período 1992- 1993.Provea, op. cit., pág. 74.El Nacional, 21.11.93.El Universal, 06.02.94.

hasta que un tribunal superior revocó la me­dicla y ordenó su libertad121. En su Informeanterior Provea advertía que las declaracionesemitidas en el curso de las investigaciones, asícomo la evidente disputa entre la GN y laDISIP, "...sugieren que detrás de este casohay una serie de intereses encontrados y enlas acusaciones hay muchos puntos oscu­ros" 122, lo cual quedó corroborado cuando ennoviembre de 1993 la cadena estadounidense de

TV, CBS da a conocer un programa en el quefuncionarios de la Agencia Central de Inteligen­cia (CIA), admiten que en el caso de la entregacontrolada no hubo mala fe, sino que se tratabade "un incidente verdaderamente lamentable"

producto de "malas decisiones y pésima ge­

rencia¡;,or parte de varios fimcionarios de laCM' L .Sin embargo, la CIA sólo admitiósus errores cuando supo que el programasería transmitido 48 horas más tarde y, hastaentonces, proseguían las sospechas contraGuillén Dávila.

Tan pronto entró en vigencia la reforma ala LOSEP, comenzaron las críticas. Los jue­ces cuestionaron a los legisladores por nohaberlos consul-tado y por haber acelerado unproceso de reforma que debía ser integral y nosólo en función de atacar el problema dellavado de dinero. Aunque la ley reformadacontempla beneficios procesales para las per­sonas que sean sorprendidas con cantidadesdes tinadas al cons umo, los jueces estiman queno se ataca el fondo del problema, pues unconsumidor no debe ser tratado como delin­

cuente sino como adicto y como tal debe sersometido a tratamiento terapéutico y no alproceso penal, así sea en libertad vigilada. Porsu parte, Rosa Del Olmo cuestiona la reforma

por considerar que es desproporcionadamen­te represiva y simbólica: "es una ley que van

a tener que volver a rejormar porque es total­mente inaplicable" 12 .121

122123

124

Derecho a ser juzgadopor un tribunal competente

Pese a que el artículo 69 de la Cons tituciónestablece claramente que "nadie podrá serjuzgado sino por sus jueces naturales ...", laapertura de investigaciones paralelas a lasiniciadas por la justicia penal ordinaria, porparte de la jurisdicción castrense, sigue sien­do una estrategia utilizada por las fuerzasmilitares en aquellos casos en los que se plan­tean serias violaciones a los derechos huma­

nos con el objeto de tomar control sobre losprocesos, conduciéndolos generalmente a laimpunidad. Durante este período se conocióde al menos tres casos de procesos iniciadosen la jurisdicción penal ordinaria y que pasa­ron o pueden pasar a la justicia militar.

Las inves tigaciones sobre la masacre en laCárcel Nacional de Maracaibo (Sabaneta),ocurrida en enero de 1994, fue iniciada por elJuzgado IV de Primera Instancia en lo Penaldel Edo. Zulia; posteriormente los jueces su­periores de esa entidad designan a la titulardel Juzgado VIII como Instructora Especial.La Instructora Especial dictó 54 autos de de­tención por los sucesos, de los cuales dosrecayeron en funcionarios de la GN a cargode la custodia externa del penal y 52 en inter­nos. Mientras proseguían las investigaciones,el Tribunal Militar Primero Permanente del

Edo. Zulia abrió una investigación paralela,planteándose el conflicto de competencia quefue decidido por la CSJ en septiembre de 1994a favor de la jurisdicción militar, alegandoque se trata de funcionarios militares en ser­vicio. Con ello, incluso los 52 reclusos civiles

pres untamente involucrados en el motín quedansujetos a la jurisdicción militar.

En el caso de Sabaneta, la decisión de laCSJ evidencia un retroceso en relación con la

doctrina acumulada por esta instancia durante

82

muchos años y según la cual "no puedenconsiderarse de índole militar los servicios

de apoyo prestados por las Fuerzas A rnuzdasde Cooperación al sector civil de la Adminis­tración Pública. Ciertamente la circunstan­

cia de que las Fuerzas Armadas de Coopera­

ción dependan fUncional y específicamentedel órgano público con el cual cooperan, alos efectos de dicha cooperación, conlleva ala conclusión de que los servicios de apoyoprestados en tales condiciones, no son decarácter militar" 125. Como es sabido, las la­

bores de vigilancia de la GN en las áreasexternas de los establecimientos penitencia­rios, son realizadas en apoyo al Ministerio deJusticia, órgano de la Administración respon­sable de la materia penitenciaria.

Otro tanto puede suceder con la investiga­ción por la muerte de tres miembros de laetnia yucpa, ocurrida en Kasmera (Edo. Zu­lia) en febrero de 1994. También en este casose designó una Instructora Especial, recayen­do la investigación en el Juzgado V de Prime­ra Instancia en lo Penal del Edo. Zulia e

iniciándose paralelamente una investigaciónen el Tribunal Militar Primero Permanente

del Edo. Zulia. La Instructora Especial recla­mó falta de cooperación por parte del juezmilitar, quien se negó a suministrar informa­ción sobre los nombres de los funcionarios

que intervinieron en el hecho, así como sobrela condición en que actuaron. Según la Ins­tructora Especial no se había determinado silos e fecti vos militares se encontraban en fun­

ciones al momento del triple asesinato, por loque resultaría prematuro plantear un conflictode competencia. Sin embargo, la jurisdiccióncastrense planteó el conflicto y desde marzoel caso se encuentra paralizado en espera deuna decisión por parte de la CSJ.

Asímismo, en marzo de 1994 el Tribunal

Militar Primero Permanente de Caracas plan­teó conflicto de competencia en el caso de la

Derechos Civiles y Políticos

muerte de Marbelia SUAREZ GANDARA,

ocurrida en agosto de 1992 y por la cualhabrían sido responsabilizados dos funciona­rios de la GN. El proceso estuvo inicialmentea cargo del Juzgado XLVIII de Primera Ins­tancia en lo Penal del Distrito Federal, y deallí pasó al Juzgado XXIX de la misma cir­clUlScripción.

También durante el presente período lajusticia militar intentó someter a su jurisdic­ción a dos civiles, Freddy GUTlERREZ y

Rafael UZCATEGUI, ambos abogados quesirvieron como defensores de procesados mi­litares tras los intentos de golpe de Estado de1992, en lo que constituye más una retaliaciónpolítica que una decisión judicial. En marzode 1994, el Tribunal Militar Segundo Perma­nente de Caracas solicitó a la CSJ el antejuiciode mérito contra ambos abogados -quienespara la fecha habían resultado electos al Con­greso Nacional y por tanto, disfrutaban deinmunidad parlamentaria- por los cargos derebelión militar en calidad de adherentes y

ocultamiento de armas de guerra, pese a quela doctrina señala que sólo puede incunlr enrebelión militar el personal castrense, pues enel caso de los civiles el delito está tipificadoen el Título V, Capítulo IV del Código Penal,relativo a los delitos contra el orden público,mientras que el ocultamiento de armas, inclu­so las de guerra está tipificado en el articulo275 del mismo código.

la doctrina de la CSJ es clara al señalar

que "cuando un mismo hecho esté previsto

corno delito en el Código Penal y por deriva­ción también esté previsto como tal en elCódigo de Justicia Militar, éste último noenerva ni impide la aplicación del CódigoPenal ante la condición civil de la personaprocesada. En tal hipótesis, debe concluirseque la j.l1isdicción penal ordinaria recobra

suprimacía" 126. Si bien la CSJ no ha decididoel ante juicio de mérito hasta la fecha, es claro

125 COR1E SUPREMA DE JUSTICIA: Sala de Casación Penal, sentencia del 20.06.85.126 Corte Suprema de Justicia: Sentencia del 15.12.81.

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PROVEA Informe Anual octubre 1993-septiembre 1994

que en este caso la justicia militar se instru­mentalizaría en función de motivaciones po­líticas antes que judiciales.

La jurisdicción militar ha sido manipuladacon inquietante frecuencia en función de in­

tereses ajenos al judicial irrespetando -entreotros- el principio del juez natural, 10cual haoca~ionado constantes cuestionamientos. En

enero de 1994 un grupo de abogados introdu­jo ante la CSJ una acción popular de nulidadcontra el Código de Justicia Militar por 'laviolación que suponen muchas de sus dispo­siciones frente al orden constitucional. Al cie­

rre de este Informe, la CSJ no había emitido

pronunciamiento alguno al respecto.

Derecho a acceder a la justicia

Pese a que el artículo 69 de la Constituciónconsagra el derecho de todo ciudadano a"...utilizar los órgams de la administraciónde justicia para la defensa de sus derechos eintereses" , según investigaciones del Colegiode Abogados del Distrito Federal, el acceso ala justicia está limitado a un 14% de la pobla­ción, y esto antes de la aprobación de la nuevaLey de Aranceles Judiciales, que establecetarifas fuera del alcance de la mayoría de lapoblación para todos los servicios que debeofrecer un tribunal, en 10 que constituye unasuerte de privatización de la justicia.

11 Cuando a un tribunal el dinero entra ~rla puerta, la justicia sale por la ventana" 27.

Esta frase del Magistrado del CJ Pedro Mi­guel Reyes ilustra con elocuencia los efectosde esta nueva ley, que establece cobros direc­tos al usuario de los servicios judiciales portodas las actuaciones solicitadas a un tribunal.

En materia penal, algunos de los costos esta­blecidos son: una acusación penal por parteno agraviada Bs. 10 mil; diligencias fuera deltribunal entre Bs. 500 y 800; actos con testi­gos Bs.1.000; juez asociado Bs. 3.000 por losprimeros 50 folios y Bs. 50 por cada uno delos restantes, Bs. 2.500 por sentencia interlo-

127 El Diario de Caracas, 30.01.94.

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cutoria y Bs. 3.500 por sentencia firme; reco­nocimiento médico Bs. 2.000; experticia psi­quiátrica Bs. 5.000; autopsia entre Bs. 5.000y 10.000; una copia certificada Bs. 300 elprimer folio y 50 cada uno de los siguientes;constitución de un tribunal para inspecciónocular Bs. 4.500 la hora o fracción; constitu­

ción de un tribunal para evacuación de prue­bas Bs. 2.000 por hora o fracción; boletas decitaciónBs. 500. En materia civil y mercantillas nuevas tarifas son: inicio de demanda de

divorcio o separación de bienes Bs. 1.500;apertura de testamento Bs. 6.000; inscripciónde compañías anónimas Bs. 5.000 y 200 porfolio adicional; otorgamiento de poder entreBs. 500 y 1.000.

De 10recaudado, el 45% irá directamente

a los bolsillos de jueces, alguaciles, secreta­rios y amanuences de los tribunales por pro­rrateo; 50% se distribuirá entre el CJ, los

colegios de abogados, Impreabogado, com­pra y mantenimiento de equipos y formacióndel personal. Sólo un 5% irá directamente a laOficina Nacional de Arancel Judicial.

La nueva Ley de Aranceles Judiciales fuepromulgada por el entonces Presidente Ra­món J. Velásquez, en el uso de las atribucio­nes conferidas por la Ley Habi1itante en mo­mentos en que el déficit fiscal de país llegabaa niveles sin precedentes. Sin embargo, elMagistrado Reyes consideró en su oportuni­dad que se trataba de una ley inconstitucionalpues no cabía dentro de las facultades otorga­das en el marco de la Ley Habilitante, ademásde ser contraria al derecho a la defensa y alacceso a la justicia consagrados por la Cons­titución; Reyes apuntó además que los costosestablecidos son" abusivos y perturbadores"

y que "el arancel es una entelequia discrimi­natoria frente al débi~ para favorecer y darventajas procesales a las personas con recur­sos económicos; (...) convierte al pez en unmercenario y m en un fUncionario impar­cial"; recordó que "aún en los países de libre

mercado, el Estado se ha reservado la res­

ponsabilidad de administrar jtsticia de for­ma gratuita" 128. El Consejo Superior. de laFederación de Colegios de Abogados de Ve­nezuela se pronunció también en contra, puesademá" de los argumentos formulados porReyes, los gremios nunca fueron consultadossobre la materia.

Por otra parte, la Ley Orgánica de Tribu­nales y Procedimientos de Paz, promulgadaen 1993 como un instrumento que pretendíaacercar la justicia al ciudadano, y que debíacomenzar a operar en julio de 1994, no haentrado en vigencia debido a que desde diver­sos sectores se presentaron propuestas de re­

formas para mejorar algunos aspectos. Lascomisiones de Desarrollo Regional, PolíticaInterior y Asuntos Vecinales de la Cámara deDiputados fueron encargados de incorporarlas observaciones, extendiéndose el períodopara la vigencia de la ley hasta enero de 1995.

Entre los aspectos a revisar se encuentranlas competencias penales del juez de paz, lafalta de infraestructura adecuada para poneren práctica el sistema, el fundamento consti­tucional de la justicia de paz, los reqUisitospara ejercer el cargo y el financiamiento delsistema. El gremio de los abogados rechazaque no se haya estipulado como obligatorioentre los requisitos el ser abogado -objeciónque curiosamente no ha sido formulada conigual fuerza en el caso de la justicia militar.

El acceso a la justicia también se niegacuando los tribunales no deciden oportuna­mente, o lo hacen pasando por alto los proce­dimientos debidos, consagrando por lo tantola impunidad. A lo largo de este período seconoció una serie de casos sobre los cuales se

tomaron decisiones que afectan las expectati­vas de justicia de la población.

Tras el homicidio del estudiante José Teo­

doro ROA, ocurrido en Barinas en 1990, pre­suntamente a manos de un hacendado, en elmarco de un conflicto de tierras, la familia del

128 Idem.

Derechos Civiles y Políticos

presunto indiciado ha hecho uso de todo tipode maniobras para evadir la justicia. Las pre­siones sobre el Poder Judicial en el Edo. Ba­

rinas llevaron a sucesivas inhibiciones, por loque en 1993 la CSJ decide radicar el juiciofuera de esa entidad, trasladándolo al Edo.

Anzoátegui, donde comienza a conocer elJuzgado V de Primera Instancia en lo Penal.Una vez en este tribunal, se producen hechostan irregulares como la celebración en dosocasiones de la audiencia pública del reo y ladeclaratoria de inadmisibilidad de un amparo

constitucional por parte de un juez superioraccidental que tenía, en su carácter de aboga­do privado, casos pendientes en el tribunalcontra el cual se presentó el amparo, sin pro­ceder, como correspondía en esta circunstan­cia, a la inhibición. El caso de Roa provocóun fuerte movimiento de solidaridad por partede diversos sectores del Edo. Barinas, y pesea que todas estas irregularidades han sido delconocimiento público, no se conoce de nin­gún procedimiento disciplinario contra losjueces involucrados.

También se vieron frustradas las expecta­tivas de justicia de la familia de Sandris AR­OLA DIAZ, muerto a consecuencia de dis­

paros indiscriminados efectuados por un fun­cionario de la PTJ en medio de una riña calle­

jera, el 19.12.92 en Caracas. Dos meses des­pués de lo sucedido, sus familiares denuncia­ron que, pese a estar plenamente identificado,el funcionario seguía en libertad. Finalmenteel Juzgado XXIX de Primera Instancia en loPenal ordena su detención; sin embargo, enmarzo de 1994 el mismo tribunal decide su

libertad, alegando insuficiencia de pruebas,aunque el mismo cuerpo policial realizó unestudio planimétrico en el que se determinasu participación en el homicidio.

La Averiguación de Nudo Hecho sigueconstituyendo un factor que facilita la impu­nidad. En diciembre de 1992 la opinión públi­ca nacional se conmovió ante la muerte de

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PROVEA.Infomle Anual octubre 1993-septiembre 1994

cinco jóvenes en el hecho conocido como laMasacre de Blanrun. Las víctimas fueron eje­cutadas por funcionarios de la PM en el marcode una acción que fue presentada en un primermomento como I! enfrentamiento" con posi­bles elementos subversivos, y más tarde,como el resultado de un procedimiento anti­delictivo. Casi inmediatamente se supo queen realidad las víctimas eran jóvenes motori­zados que celebraban las festividades navide­ñas. Un año más tarde, al menos veinte fun­

cionarios de la PM reconocieron su participa­ción en el hecho, manteniendo la versión de

enfrentamiento con delincuentes pero cayen­do en evidentes contradicciones al declarar. A

pesar de todo, las autoridades no han finaliza­do la etapa de la instrucción del Nudo Hecho.A medida que pasa el tiempo, resultará másdifícil recabar algunos elementos probatoriosindispensables para el proceso.

En "Venezuela: Horror e Impunidad" , re­cientemente publicado por la Red de Apoyopor la Justicia y la Paz, se analiza el retardoproducido por la averiguación de nudo hechoen quince casos, desde el momento en que sedicta el auto de proceder hasta que el juezordena la detención del procesado. El estudioconcluye que" los lapsos varían de meses aalías de manera arbitraria. El tiempo mínimo

registrado es de un mes y tres semanas).,mien-1 ,. de' -" 12~tras que e maXimo es tres alUJS •

Otro hecho que sigue esperando la acciónde la justicia es e! asesinato de! dirigentecampesino Ildefonso CARMONA, ocurridoe! 26.11.93 en la región del Catatumbo (&lo.Zulia). Meses antes de su asesinato, Carmonahabía denuciado ante la Asamblea Legislativadel Edo. Zulia y ante los medios de comuni­

cación la detención arbitraria y las torturas alas que fue sometido por parte de efectivos de

la PTl y la DISIP adscritos al Gmpo de Tareas1.2 (GT 1.2), que opera en la zona; los apre­mios tenían por objeto obligarlo a declararse

guerrillero. Las amenazas prosiguieron, hastaque finalmente es interceptado por un grupode sujetos que, cubriéndose el rostro, le dis­paran a quemarropa en el rostro frente a suesposa. Durante los meses siguientes, fami­liares y vecinos de Carmona acudieron a di­versas autoridades de la zona, exigiendo unainvestigación y señalando a funcionarios delGT 1.2 como responsables de lo sucedido.

En abril de 1994 varios testigos de losatropellos del GT 1.2 denunciaron haber sidoamenazados y hostigados, y solicitaron antela Asamblea Legislativa la protección de lasautoridades regionales. Tal como se detalla enel capítulo corres pondiente al drecho ala vida,la Asamblea Legislativa concluyó que hubocrímenes, pero no se pudo determinar la au­toría de los hechos. Entretanto, el mismo par­lamento regional, a petición de ganaderos dela zona, confirmaba que era necesario refor­mular y ampliar las funciones del GT 1.2 parahacerlo más ágil y acorde con la realidad deesa parte de la frontera, mientras la opiniónpública regional temía encontrarse frente a laaparición de una nueva versión del extinto CE­JAP, responsable de la masacre de El Amparo.

Precisamente en el caso de la masacre de

El Amparo se produjeron nuevos hechos queapuntan a la impunidad. En noviembre de1993 la CSJ rechaza el recurso de casación

introducido por los representantes de las víc­timas y acoge el presentado por la defensorade los funcionarios del CEJAP. Ensu fallo la

Corte se abstiene -una vez más - de emitir un

pronunciamiento sobre e! fondo del procesoy se centra en cuestiones de forma, acordandoque la sentencia de la Corte Marcial Ad-Hocno está suficientemente fundamentada, por loque se ordena el reenvío del expediente a unanueva Corte Ad-Hoc que debería producirnueva sentencia adecuadamente fundada.

El 31.12.93 los medios de comunicacióndan a conocer declaraciones del entonces Mi-

129 RED DE APOYO POR LA JUSTICIA Y LA PAZ: Venezuela: !:l0l'1'Ore Impunidad. Inventario N° l.Caracas, 1994. pág. 120.

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nistro de la Defensa, según las cuales se esta­tia estudiando el sobreseimiento y consi ­guiente libertad de los detenidos, pero estapretensión se ve frustrada gracias a la inme­diata movilización de una cadena de solidari­

dad que transmitió su repudio a tal medida amiembros del gabinete y al Presidente Velás­quez, al tiempo que se iniciaban los trámitespara lograr que la Comisión Interamericanade Derechos Humanos formulara una deman­

da contra el Estado venezolano ante la Corte

Interamericana de Derechos Humanos, locual se concreta el 15.01.9413°.

La nueva Corte Marcial Ad-Hoc debía

tomar una decisión para el 17 de junio, peroel proyecto de sentencia -condenatorio y re­dactado por el único militar retirado de laCorte- es rechazadp. El 22.06.94 la Corteanuncia que ya tiene lista una decisión, pero,según versiones de prensa, "remtirán el ex­pediente con la lUleva ponencia a la lUlevaCorte Marcial [titular] para que sea ese altotribunal el que oficialice la decisión" 131. Losmiembros de la nueva Corte titular tomarían

posesión de sus cargos el 27 de junio; sinembargo, no es sino hasta el 12.08.94 cuandose conoce la decisión: absolución de los proce­sados, con un voto salvado, el del militar retira­

do que sirvió de relator del proyecto anterior.Esta nueva burla a la justicia se produce

en circunstancias por demás irregulares. Ladecisión es anunciada por la Corte Ad-Hocdesde la sede de la Comandancia General del

Ejército y no desde la sede de la justiciacastrense. El anuncio es verbal y no se con­signa copia de la sentencia, con las firmasrespectivas, en el expediente. Cuando los so­brevi vientes acuden a solicitar copia del fallo,reciben una reimpresión de la computadora,sin las firmas y fechada 12.06.94. El anunciode casación por parte de los abogados de lossobrevivientes tuvo que ser asentado en ellibro diario, pues el expediente no estaba en

Derechos Civiles y Políticos

la sede del tribunal. La Corte demoró cerca

de dos meses en expedir copia de la senten­cia y del voto salvado, obstaculizando deesta forma la preparación del recurso de ca­sación, al tiempo que coman los lapsos pro­cesales para su formalización ante la CSJ. Alcierre de este Informe, el mencionado recur­so de casación estaba por formalizarse.

Obligación de las autoridadesa cooperar con la justicia

Aunque el artículo 209 de la Constituciónestablece que "las demás autoridades de la&pública prestarán a los peces la colabora­ción que éstos requieran para el mejor cumpli­mento de sus fUnciones", con frecuencia losprincipales obstáculos a las investigaciones pro­vienen de los cuerpos auxiliares de la justicia.

En marzo de 1994 el diputado Manuel l.Molina denunció que el presunto responsablede la muerte del abogado José Rafael HER­MOSO Ydel dirigente agrario Francisco An­tonio AVILA, hecho ocurrido en el Edo. Ba­rinas, estaba siendo protegido por funciona­rios de la PTJ y la GN, lo que impedía laadecuada investigación del doble homicidio.

Por su parte, familiares de Alexis BE­TANCOURT, efectivo de la Policía del Edo.Carabobo asesinado a manos de funcionarios

de la PTJ en julio de 1994, denunciaron antela Asamblea legislativa de ese estado las obs­trucciones que enfrenta la investigación.Cuando intentaban trasladar a la víctima al

hospital, los familiares fueron hostigados yamenazados por funcionarios de la PTJ a car­go de la investigación, quienes intentaroncambiar el arma de reglamento del herido. Elcuerpo ingresó sin vida al hospital, y allítrataron de colocarle drogas. La familia con­sidera que es posible que el motivo del homi­cidio fuese una investigación en la cual lavíctima debía declarar como testigo y en la queestaba involucrado un funcionario de la PTI

130 Los detalles de la demanda ante la Corte Interamericana se reseñan en el capítulo III.131 El Diario de Caracas, 23.06.94.

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PROVEA Informe Anual octubre 1993-septiembre 1994

Ciertamente se han producido algunosavances en la entrega oportuna de funciona­rios policiales ante las autoridades de investi­gación, por parte de sus superiores; sin em­bargo, la complicidad y la posible manipula­ción de elementos probatorios que inculpan aefectivos de seguridad seguirá constituyendouna amenaza permanente hasta tanto se sepa­ren las funciones policiales de las de instruc­ción y experticias de la PTl y se ubique a lassegundas en un cuerpo ajeno al Ejecutivo.

El estudio de la Red de Apoyo por lajusticia y la Paz brinda mayores elementossobre la práctica del retardo de los procesospor parte de funcionarios de la PTJ. El análisisde los casos <moja los siguientes resultados:l' los fUncionarios de la PTJ implicados encasos de violación de los derechos hunulnos

registraron la nulyor duración en la etapa deNudo Hecho. (...) Cuando se trata de agentespertenecientes a este organismo quienes es­tán involucrados en un atropello o abuso, elproceso de instrucción del expediente se re­

tarda intencionalmente con el!n de protegeral jimcionario responsable" 13 .

En octubre de 1993 el entonces Presidente

Ramón J. Velásquez dictó el decreto N"3.179. La segunda parte del decreto establecelas normas de conducta que deben regir laactividad policial, las cuales se adecúan a losprincipios establecidos por las Naciones Uni­das sobre la materia. Sin embargo, el decretono esti pula ningún mecanismo para operativi­zar la vigilancia para el cumplimiento de estasnormas y los mecanismos de sanción a losinfractores; hasta que esto ocurra, las normasde conducta no pasarán de ser un listado debuenas intenciones.

Derecho a un recurso efectivo

El amparo, consagrado en el artículo 49 dela Constitución, constituye el recurso por ex­celencia para la protección del ciudadanocontm cualquier violación o amenaza de vio-

lación de sus derechos constitucionales. No

obstante, posiciones formalistas y el retardomás allá de todo límite en las decisiones,

desvirtúan el propósito de este recurso.Pese a que la misma Cons titución estable­

ce que se trata de un recurso breve y sumario,no fue sino hasta febrero de 1994 cuando el

Tribunal Superior Primero en lo Civil y Con­tencioso Administrativo, se pronunció sobreel amparo a la salud introducido por la FGRdos años atrás. La solicitud del Ministerio

Público fue declarada sin lugar, por lo que fueinmediatamente apelada ante la Corte Prime­ra en lo Contencioso Administrativo, sin quehasta la fecha se haya producido un pronun­ciamiento defInitivo.

El retardo injustifIcado en la decisión oca­sionó en este período una denuncia formalante el CJ. Un trabajador de la empresa Ve­nalum había solicitado un amparo tras ser

despedido en momentos en que gozaba deinarnovilidad laboml. El amparo, que debióser decidido en dos semanas, tardó ocho me­ses debido a constantes demoras y maniobras

por parte del tribunal a cargo, incluyendo una"abstención de admisibilidad', recurso no

contemplado en la ley, la cual sólo señala queel juez puede admitirlo o declararlo inadmisi­ble, fundamentando siempre su decisión.

Si bien las omisiones y retardos lesionanel derecho a la protección de garantías cons­titucionales, también los "e::«:esos de inter­

pretación" pueden ocasionar lesiones. Enmayo de 1994 los trabajadores de la LíneaAeropostal Venezolana introdujeron un re­curso de amparo ante el Juzgado IV en loLaboral, con el objeto de asegurar sus dere­chos como trabajadores en el marco del pro­ceso de liquidación de la línea aérea. El juz­

gado no sólo declaró sin lugar la solicitud,sino que ordenó a todos las organizacionessindicales que habían anunciado acciones desolidaridad con los trabajadores de Aeropos­tal, abstenerse de realizarlas. De esta forma,

132 Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, op. cito pág. 122.

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en la pretensión de asegurar la vigencia delorden constitucional, se ordena por vía judi­cial el cese de acciones igualmente constitu­cionales y propias de cualquier conflicto la­boral en una sociedad democrática.

Actuación del Ministerio Público

Siendo que un 86% de la población no tieneacceso a la justicia, el papel del MinisterioPúblico como garante de la legalidad y de losderechos humanos, adquiere una relevancia es­pecial. Aunque la FGR ha jugado un papeldestacado en problemas relativos al derecho ala salud y al conjunto de los derechos de lospueblos indios, el balance de su gestión es defi­citario. Los siguientes ejemplos ilustran la coti­dianidad de la actuación del Ministerio Público.

Un comerciante que se vio despojado desu local mediante un proceso irregular, afirmóhaber solicitado en diez ocasiones una au­diencia con funcionarios de la FGR sin haber

sido recibido. Refirió que "la negligencia haocasionado retardos inJustificados en micaso: aún 1W recibo una respuesta concretaal respecto" 133. Las intervenciones de la FGRen el caso de la masacre de El Amparo siguensiendo tímidas, por no decir inexistentes. Uncaso asumido por Provea que involucra afuncionarios del Ministerio de Sanidad y delInstituto Venezolano de los Seguros Sociales(IVSS) en irregularidades administrativas yviolaciones al derecho a la salud física y men­tal ya la integridad personal, estuvo paraliza­do por más de tres meses, debido a que elexpediente, cuya instrucción se encontrababastante avanzada, se mantuvo en una suer­te de limbo a causa de trámites burocráticos

internos que afectaron el proceso.Más allá de su desempeño en relación con

casos concretos, la FGR tiene responsaQilida­des globales en la defensa de los derechosconstitucionales, obligación que había sidomarcada más por la espectacularidad de las

133 El Diario de C'Álracas,29.04.94.134 Ultimas Noticias, 05.06.94.

Derechos Civiles y Políticos

declaraciones de su máximo representante,que por acciones concretas destinadas a co­rregir los abusos y solicitar sanciones para losresponsables.

A finales de abril de 1994 finalmente el

Omgreso designó al nuevo Fiscal General dela República. El nombramiento recayó enIvánDarío Badell, funcionario con 28 años deservicio en el Ministerio Público.

Tras la suspensión de la,>garantías consti­tucionales del 27 de junio, por primera vez elMinisterio Público emite un comunicado en

el que recuerda a las autoridades encargadasde poner en práctica las medidas, la necesidadde establecer límites claros y de respetar lasfacultades de otros órganos del Poder Públicopara controlar la legalidad de dichas medidas.Sin duda, se trata de un paso adelante encomparación con el silencio que caracterizóal anterior Fiscal General, quien fue testigo detres medidas de suspensión, seguidas de nu­merosas violaciones a los derechos humanos.

Sin embargo, el pronunciamiento de Badellha debido dirigirse en primer lugar a sus pro­pios flUlcionarios, pues son ellos los encarga­dos de velar por el control de la legalidad yhan sido, con frecuencia, observadores pasi­vos ante los abusos cometidos al amparo dela suspensión de las garantías.

Igualmente, en junio de 1994 el FiscalGeneral exhortó a los Ministros de Justicia e

Interior y a los gobernadores a tomar las me­didas necesarias para que no se continuenproduciendo retrasos en el envío de informa­ciones a los tribunales encargados de realizaraveriguaciones de Nudo Hecho contra fun­cionarios, señalando que "el retardo en queincurren la Disip, el Cuerpo Técnico de Po­licía Judicial y las comandancias de policíaen dar las informaciones requeridas, obsta­culiza la efectividad del cumplimiento en lasobligaciones del Ministerio Público" 134. Sinembargo, no se ha producido un pronuncia-

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PROVEI\ Informe Anual octubre 1993-septiembre 1994

miento firme en contra de este procedimiento,que resulta uno de los principales factores deimpunidad en el país.

También en este período el Fiscal Generalemitió declaraciones altamente preocupantesen las que avaló el uso de armas de fuego porparte de los cuerpos de seguridad en el marco

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de manifestaciones, sin desarrollar ningúntipo de matices sobre el uso proporcional dela fuerza, con lo que se transmitió un mensajede respaldo a las actuaciones ilegales de loscuerpos policiales que han dejado un saldolamentable de muertos y heridos entre mani­festantes pacíficos.