7149053-Definicion-de-Los-Tres-simbolos-de-REIKI-Del-Nivel-II-y-Mas(1).pdf
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Definición de los tres símbolos del nivel II:
CHO KU REY - El Símbolo de Poder, el interruptor, Pon todo el poder de universo aquí.
Dirige la energía al cuerpo físico.
SEI HE KI - El Símbolo Mental - purificación, limpieza y protección.
Dirige la energía al cuerpo emocional o mente subconsciente.
HON SHA ZE SHO NEN - El Símbolo para enviar Reiki a Distancia – Sirve para mandar Reiki al
pasado, presente y futuro. Cura además el karma.
Dirige la energía al cuerpo mental o mente consciente.
Hay también tres símbolos de Maestros.
DAI KO MYO - es utilizado tanto para iniciación como para curación. A la vez funciona sobre el
nivel espiritual, por lo cual se cree afecta el alma.
DUMO - un Símbolo de Maestro Tibetano que representa el calor de la kundalini.
FIRE SERPENT - un símbolo del Sánscrito que se usa habitualmente al dar las aperturas.
Cuando se alcanza la maestría
Cuando se alcanza la maestría o se experimenta, los sonidos del mundo pueden apagarse, las distracciones aquietar se. Toda la vida se convierte en meditación.
Todo en la vida es una meditación, en la que contemplas lo Divino y experimentando de esta manera, todo en la vida esta bendito. Ya no hay lucha ni dolor ni preocupación. Solo
hay experiencia.
Respira en cada flor, vuela con cada pájaro, encuentra belleza y sabiduría puesto que la sabiduría se encuentra en todos los sitios donde se forma la belleza. La belleza se forma en
todas partes, no tienes que buscarla, sino que vendrá a ti.
Cuando actúas en este estado, conviertes todo lo que haces en una meditación y así, en un don, en un ofrecimiento de ti a tu alma y tu alma a El Todo.
Al lavar los platos, disfruta del calor del agua que acaricia tus manos, al preparar la cena, sientes el amor del universo que te trajo este alimento y como un regalo tuyo al preparar
esta comida viertes todo el amor de tu ser.
Al respirar, respira largo y profundo, respira lenta y suavemente, respira la suave y dulce nadería de la vida, tan plena de energía, tan plena de amor. Es amor de Dios lo que estas
respirando, respira profundamente y podrás sentirlo. Respira muy, muy profundamente y el amor te hará llorar.......... de alegría. Porque conociste a tu Dios y tu Dios te presento con tu
alma.
Utiliza tu vida como una meditación y todos los eventos en esta. Camina en la vigilia, no dormido. Muévete con perfección, no sin esta y no te detengas en la duda ni el temor,
tampoco en la culpa ni en la autor recriminación, reside en el esplendor permanente con la seguridad de que eres muy amado.
Siempre eres Uno con Dios, Siempre eres bienvenido a casa. Porque tu hogar es MI corazón y Mío es el tuyo.
Somos todo lo que es, todo lo que fue y todo lo que sera.
Al recibir sesiones de Reiki o al aplicarnos Reiki a nosotros mismos, incorporamos Energía Vital en los planos físico, mental, emocional y espiritual, favoreciendo procesos de
relajación y armonización en todos estos aspectos; es por esto que una sesión de Reiki equivale a 3 horas de descanso. Por eso el Reiki puede ser un camino a través del cual
superemos antiguos conflictos, traumas y dolencias, de manera sencilla y natural. El Reiki, nos ayuda fundamentalmente a vivir felices en el presente, afrontando las situaciones de la
vida diaria, con una perspectiva diferente, a partir de la cual enfrentaremos con éxito el estrés, el agotamiento y otros males de la vida moderna.
Amor funcion voluntaria
Original de Verdementa
La actividad afectiva que exige el amor, el hecho de ejercitar el afecto de un modo activo es de unos efectos sedantes extraordinarios. Y no sólo el amor como afecto, sino además el amor como interés por el prójimo. El interesarse por el bien ajeno -esto que a veces es tan difícil-aunque se trate de personas que no conocemos, abre una vía de salida a la tensión concentrada en nuestro interior. Pero ha de tratarse de un interés auténtico, no de una curiosidad o de una autosatisfacció n, aunque éstas produzcan también efectos tranquilizadores.
Para desgracia nuestra, generalmente no nos damos cuenta de que el amor es una función voluntaria, quiero decir, que podemos manejar a voluntad. Con frecuencia obramos en esto como en tantas otras cosas; maquinalmente: sentimos o no sentimos, nos vemos impulsados o no, como si fuéramos juguetes de nuestros estados interiores, sin llegar a percatarnos de que nosotros mismos podemos activar el amor si queremos, de que la facultad de amar depende de nosotros. Vivir el amor no es simplemente dejarse llevar ciega y pasivamente por sus impulsos, cuando de improviso nos llegan. Está en nuestra mano y es de efectos renovadores el manejarlos nosotros mismos y conseguir que el amor adquiera toda su plenitud.
Claro que lo que suele llamarse amor, de ordinario no lo es. Se llama amor a un afecto infantil, egocentrado, al deseo de encontrar aceptación, aprobación, seguridad, apoyo, y recíprocamente de dar también a cambio seguridad. Esta especie de amor se limita pues a un intercambio de fines egocentrados. Precisamente así es como ama el niño: ama en cuanto su amor le da seguridad, protección, afecto. Nuestro amor en su aspecto psíquico no ha evolucionado gran cosa desde nuestra infancia, pues lo basamos principalmente en la necesidad de correspondencia. No hay más que observar que cuando no nos vemos correspondidos, fácilmente el pretendido amor se transforma en hostilidad, lo que indica bien a las claras que allí de verdadero amor había bien poco. Antonio Blay - La personalidad creadora
Saumerio cristalino de manzanas
Como saben la época de limpieza profunda se dá en estos meses, les tengo una receta muy fácil
de realizar para purificar la casa, la oficina y el negocio con un aroma a caramelo tostado.
Tomamos dos manzanas medianas y las pelamos muy bien, apartamos las cáscaras, ponemos un
poco de azúcar a caramelizar en un sartén, tengan sumo cuidado en esta faceta pues el caramelo
quema muy feo sino tenemos cuidado, agregamos las cáscaras de manzana y las llenamos de
caramelo lo más posible.
Déjamos enfriar y apartamos, al caramelo que quede le agregamos canela en raja sin romper y le
embarramos lo último del caramelo.
Una vez fríos los dos ingredientes están listos para utilizarse, la azúcar derretida hace las veces de
recina para ahumar.
Con un carbón encendido en una bandeja de metal o de algún material que no se queme lo
colocamos y vamos agregando un trozo de canela y otro de manzana, haciendo llegar el humo
hasta el último rincón de la casa. Cuidado con los ojos brujas ya saben que el humo los irrita un
poco y no permanezcan mucho tiempo en el mismo lugar.
Se comienza desde la zona más profunda hasta la puerta principal y listo cerramos por unos
minutos la casa para después abrir las ventanas y las puertas todas al mismo tiempo.
Verás que las emociones de sus habitantes se van armonizando más fácilmente.
Con el carbón y los restos ya sabes enfríalos y tiralos en una bolsita.
Iniciación o sintonía:Reiki
Iniciación o sintonía: Es el rito o ceremonia en la que el maestro ayuda a los alumnos a conectar
para siempre
con el Reiki. No es necesario repetirla, pero es un proceso de por sí tan sanador que se
recomienda repetirlo. La
mayor parte de los maestros de Reiki "reinician" a quien se lo pida aunque no sea alumno suyo.
Igualmente se recomienda iniciar en la sanación Reiki a los pacientes graves y a quienes requieran
tratamientos
muy largos. Se puede hacer incluso con bebes recién nacidos. Se hace de muy distintas formas
según las
escuelas, pero todas se basan en los rituales de iniciación a la energía empleados en los templos
japoneses.
Para beneficiarse de este proceso no hace falta ninguna preparación, ni entrenamiento, ni estudio,
ni cualidades
especiales. En realidad toda iniciación es una autoiniciación. El maestro está para facilitar el
proceso y ahorrar
al alumno un montón de tiempo y ayudarle en sus primeros pasos. Es un proceso de conexión
consigo mismo.
Se realiza generalmente en una habitación aparte de aquella en la que se imparte el curso. Aunque
no es nuestra
práctica habitual. Generalmente se realiza de uno en uno. Puede ser algo tremendamente
aparatoso con velas,
budas, inciensos... Pero también si es necesario se puede hacer en cualquier lugar. Las primeras
iniciaciones a
distancia de las que tenemos noticias las realizaron maestros que tenían graves parálisis. Esto le
impedía hacer el
ritual "correctamente" como pretendían algunos patosos aspirantes a burócratas sanadores.
Afortunadamente la
energía es sabia y permite esta maravilla.
¿Cómo es un tratamiento de Reiki ?
Un tratamiento de Reiki es un proceso simple pero poderoso. El profesional de Reiki canaliza la
energía al paciente que puede ser dirigida a un lugar o problema específico del cuerpo. Las
energías también van por sí solas a donde el cuerpo más lo necesita, siempre para el mejor
bienestar del paciente. Es importante destacar que estas energías curativas van a la fuente del
problema y no solamente a los síntomas. Dependiendo de la naturaleza del problema los
resultados de un tratamiento de Reiki pueden ser notados al finalizar la sesión o serán necesarias
varias sesiones. Los tratamientos de Reiki no tienen efectos secundarios negativos, es una manera
completamente natural y segura de tratar una enfermedad. El Reiki puede ser usado aún cuando el
paciente usa medicación; no tiene incompatibilidades y reduce los posibles efectos secundarios
negativos de la medicina convencional. La investigación científica ha probado las capacidades
curativas del Reiki, por eso hoy en día muchos hospitales de los Estados Unidos y Europa trabajan
con Reiki como método de asistencia médica complementario. Cualquier tipo de enfermedad,
física, mental o emocional puede ser tratada con Reiki
RESUMEN: DEFINICIÓN DE LOS CINCO Símbolos REIKI SEGÚN EL BUDISMO TIBETANO
Los cinco símbolos Reiki son los cinco niveles de la mente. Juntos son la no dualidad de la mente y su objeto, y la nulidad del yo, lo cual integra el nivel más alto o terminal de la Senda de la lluminaci6n (el nirvana budista); una vez alcanzado, la Entidad queda liberada de la rueda de la reencarnación.
El uso originario de los símbolos no era la curación (mundanal) sino la Iluminación encaminada a la ayuda al prójimo: cinco peldaños de la sabiduría que culminan en la Iluminación.
Cho-Ku-Rei: Comienzo, entrada, etapa generativa. Graba el mandala en el corazón. Meditación hasta anular la diferencia entre la meditación y el mundo. Vacío, desasimiento del plano terrenal. El primer paso. La primera experiencia. (Definición Reiki: el interruptor de la luz.)
Sei-He-Ki: La Tierra (y la persona encarnada) se consideran el fondo impuro. Este fon do impuro (amarillo) se purifica y convierte en oro por la sabiduría: purificación, transmutación, cambio alquímico del fango en oro. Ésta es la Iluminación que pocos consiguen (el estado de buda): comprender la nulidad del yo. Purificación por el fuego de la sabiduría. Conversión en oro/pureza. (Definición Reiki curación emocional, purificación, limpieza protectora.)
Hon Sha-Ze-Sho-Nen: Ni pasado, ni presente, ni futuro. Libra del engaño y el Karma (este definido como una acción de la mente). La mente crea el tiempo, el espacio, la limitación y el engaño. La Iluminación consiste en superar la mente para ir al Buda Natural (Divinidad Interior) de todos nosotros. Cuando la mente cobra lucidez se abre y se libera: del tiempo, del espacio, del engaño, de la limitación. Disolver la limitación es comprender todas las cosas. (Definición Reiki sanar el pasado/el presente/el futuro, sanear el Karma, curación a distancia.)
Dai-Ko-Myo: «El que tiene la caridad de corazón del mahayana", o "el Templo de la gran luz resplandeciente« . La persona que desea alcanzar la Iluminación en bien de otros y la conseguirá, habiendo comprendido que la gran unificación es la base para el entendimiento de todas las cosas. (Unidad, Tú eres Deidad.) La persona iluminada queda libre de la reencarnación y del dolor Según el budismo esta es la única curación verdadera. (Definición Reiki: la curación Del Alma.)
Raku: Plenitud, culminación, consecución del nirvana interior, nulidad del yo de la existencia. Revelación de la imagen del Buda (o de la Divinidad) en el yo. Libertad, Iluminación, paz total. Se prescinde de la ilusión del mundo material, desasimiento del cuerpo y de la en-carnación, curación total. En el budismo este símbolo se usa de pies a Chakra corona para sacar a uno de su cuerpo; en Reiki se usa de
corona a pies para la toma de fundamento y para absorber la energía del universo hacia el cuerpo (oposición de intenciones y de signíficado Reiki es el uso mundano de los símbolos; la Iluminación es el u-so espiritual y budista, el cuerpo y la curación física son irrelevantes) . (Definición Reiki: el relámpago, la plenitud, la toma de fundamento.)
REIKI, ASÍ SON TODAS LAS ESCUELAS(publicado en Más Allá, nº 159, mayo 2002, páginas 74-78).
© Isabela Herranz
Cada vez hay más maestros de Reiki por todo el mundo, pero mucha gente desconoce
todavía en qué consiste y para qué sirve. ¿Se trata de una vía curativa tan potente y eficaz
cuando no milagrosa como propugnan sus practicantes?
“El Reiki hizo el milagro. Charlotte está muy bien, ya gatea y han desaparecido los signos de
leucemia. ¡Estamos tan agradecidos!”, así se expresaba Pia de Jong en un mensaje electrónico a
la doctora en ciencias físicas y maestra de Reiki Beatriz Gato, tres meses y medio después de que
esta la iniciara en dicha técnica para que intentara curar a su hija Charlotte Dijkgraaf. La pequeña
contaba tan sólo cuatro meses y había sido desahuciada por los médicos holandeses por padecer
desde su nacimiento una leucemia incurable. Sin embargo, la ansiada curación se produjo, según
atestigua la madre de la criatura y la propia doctora Gato: “Su leucemia no tenía cura ya que todos
los bebés con ese mismo tipo de leucemia murieron con el tratamiento médico habitual. Yo enseñé
Reiki a la madre y a partir de entonces Pia daba Reiki a la niña todo lo que podía. A los cuatro
meses la niña se había curado”.
Este tipo de curas tan espectaculares quizá no sean las más frecuentes entre las personas que
reciben sesiones de Reiki, pero lo cierto es que todos los maestros tienen alguna historia
“milagrosa” que contar. Carol Sabick de la Asociación de Servicio Reiki nos cuenta algunas de
ellas: “Un enfermo con cáncer de pulmón vino a vernos porque un homeópata le había
recomendado que recibiera Reiki. Había rechazado la quimioterapia y estaba en los huesos: tenía
tres tumores bastante grandes que se observaban nítidamente en las radiografías. No comía nada
porque había perdido el apetito. Le hicimos un maratón de Reiki de varios días trabajando en
grupos de siete practicantes: 4 horas seguidas por la mañana y 3 por la tarde. A las 3 horas me
preguntó si podía irse a casa ya porque le había entrado un hambre terrible. Seguimos con el
tratamiento intensivo y empezó a mejorar rápidamente. Un broncoscopio confirmó dos meses
después que no había señales del cáncer. Siete años más tarde sigue bien”.
Otro caso igualmente impresionante se refiere a un niño de 9 años tratado a distancia con Reiki:
“Nunca llegamos a verle personalmente –explica Sabick-. Padecía una leucemia y estaba en el
hospital bajo observación pero sin tratamiento porque le daban diez días de vida. Una tía suya
llamaba a una amiga practicante de nuestro centro cada vez que el chico sufría una crisis y ella a
su vez llamaba a unos cuantos practicantes más. Todos dejaban lo que estaban haciendo en ese
momento para mandar Reiki al niño hasta que notaran que ya había pasado la crisis. Los primeros
dos o tres días las crisis se repitieron unas cuatro o cinco veces, pero después llamaba menos
veces. Al cabo de dos semanas el chico seguía vivo, sin padecer crisis y sintiéndose mucho mejor.
Llamaron a un grupo de especialistas de Madrid para ver el caso, ya que era insólito porque no
tenía restos de la leucemia. ¿Un diagnóstico equivocado? ¿Un milagro? Un día contando esta
historia en una clase para que vieran que el Reiki puede ser una herramienta muy potente, una de
las alumnas empezó a llorar y explicó que ella era la tía del niño, que la historia era cierta, aunque
posteriormente le hicieron un transplante de médula como ‘prevención’. Por eso estaba
aprendiendo Reiki”.
No todas las personas experimentan mejorías tan espectaculares, pero la mayoría nota mejoría en
su salud incluso sin padecer a priori ningún mal. Así le ocurrió a Mariví Sanz Fernández cuando
una amiga suya maestra de Reiki se ofreció a hacerle unas sesiones: ”En la primera sesión tuve
una leve experiencia extracorpórea y sentí hormigueo general y calor por muchísimas zonas del
cuerpo. Al terminar tuve una sensación maravillosa de paz y bienestar. Al poco tiempo de esta
experiencia me inicié en Reiki y ya he hecho los dos primeros niveles. Desde entonces me tomo la
vida con otra filosofía. Me siento más optimista y alegre y acepto los problemas de otra forma. Mi
mejor experiencia ha sido con una persona que tenía una depresión profunda que necesitaba unas
sesiones con urgencia. Aunque no me sentía preparada del todo para resolver el problema, los
resultados me alentaron enormemente porque al tercer día esta persona empezó a recuperarse”.
¿Una moda pasajera? Actualmente no es infrecuente encontrar anuncios sobre consultas de Reiki
en clínicas de estética o centros de belleza. En este tipo de centros el Reiki se promociona como
un método de imposición de manos para combatir el “estrés”, la ansiedad, el insomnio o la
depresión. Aunque sea por esta vía es interesante que el Reiki se divulgue cada vez más porque
según opinan algunos maestros como Beatriz Gato “es un pena que la ignorancia sobre el Reiki
alcance a más del 95% de la población”.
Se trata de un elevado porcentaje, no cabe duda, pero parece que cada vez son más las personas
que se inician en Reiki y las que buscan alivio a sus dolencias mediante el mismo. Reyes Anaut,
por ejemplo, ha estudiado los tres primeros niveles y no lo practica de forma profesional pero se
siente muy satisfecha ayudando a la gente que lo necesita: “Practico Reiki de forma voluntaria y
gratuita en una asociación. Estamos dando los pasos para empezar a trabajar en hospitales,
aunque hay que hacerlo con cautela porque los familiares de los enfermos suelen mostrarse
recelosos. Creo que es muy importante divulgar el valor del Reiki. Tal vez no sea una panacea
pero he comprobado que es muy valioso, sobre todo para los postoperatorios graves. Hemos
obtenido excelentes resultados en sesiones de grupo con enfermos tratados con quimioterapia: no
se les cae el pelo ni sufren las secuelas habituales que deja un tratamiento tan agresivo, y además
la recuperación es mucho más rápida. He visto casos de recuperación total en seis meses. Los
casos de depresión profunda suelen ser también muy espectaculares, pero hace falta una terapia
continuada de al menos varios meses para que los efectos sean notorios. En cualquier caso creo
que es un magnífico tratamiento preventivo. Yo tomaba un somnífero para dormir en una época en
que estaba bastante angustiada y padecía insomnio y cuando ya estaba haciendo el segundo nivel
empecé a aplicarme Reiki a mí misma para ver si me funcionaba. A los cinco días dejé de tomar
somníferos y no los he vuelto a tomar. Esto ha sido muy importante para mí”.
Beatriz Gato también nos ofrece su testimonio personal: “El Reiki ha mejorado muchísimo mi
calidad de vida. Tenía varias dolencias crónicas que habían sido imposibles de curar con la
medicina normal como una alergia a los ácaros que me creaba graves problemas en la vida
cotidiana y especialmente en los viajes. Las sesiones que me hizo un maestro me ayudaron tanto
que me animé a aprender Reiki yo misma”.
Los buenos resultados obtenidos desde el principio pronto convencen a los estudiantes de la
eficacia del método, aunque al principio no se lo quieran creer. Amalia Ramírez se mostraba
escéptica con los resultados tan buenos en sus comienzos hasta que hizo una sesión a un bebé:
“Obtuve una reacción asombrosa, ya que la criatura se curó de una oclusión intestinal que no
había podido resolverse con ningún otro método. Llevaba cuatro días llorando y cuando le hice la
sesión de Reiki se ‘destaponó’. No podía recurrir a la excusa de la sugestión y después de esta
experiencia, hice todos los niveles de Reiki, incluida la maestría en el Reiki tradicional japonés,
aunque antes me había iniciado en Reiki occidental. Desde mi punto de vista tiene más fuerza el
sistema tradicional japonés. Cuando recibí la iniciación de maestría, esa misma noche soñé que de
las palmas de mis manos manaban pequeñas gemas de todos los colores como si siguieran la
corriente de un río”.
El linaje y los símbolos
Tal vez si se conocieran más casos como los citados probablemente habría muchas más personas
que lo recomendarían como una vía alternativa de curación y prevención de la enfermedad o que
se iniciarían en Reiki, ya que tampoco se precisan requisitos especiales excepto, quizá, una
pequeña inversión monetaria. Sobre esto último hay bastante confusión debido a la diversidad de
escuelas y sistemas existentes (ver recuadro) ya que algunas cobran cantidades astronómicas por
otorgar el grado de maestría.
¿Acaso las escuelas más caras son más eficaces? ¿Si la energía que se transmite en Reiki es
universal y, por tanto, gratuita, por qué algunas escuelas cobran tan cara la maestría?
Esta pregunta se oyó con insistencia en el congreso de Reiki celebrado el pasado mes de
noviembre del 2001 en Madrid, al que asistieron varios maestros de reconocido prestigio y linaje, y
a la cual nos ha respondido Amalia Ramírez: “El tema del dinero es un asunto a considerar. Hay
escuelas que cobran una barbaridad. Dicen que para obtener la maestría hay que comprometerse
y valorarlo, y eso se hace mediante un pago a veces descomunal. Yo no participo de esa idea.
Creo que las iniciaciones se tienen que cobrar de algún modo porque así se establece un
compromiso por ambas partes. Así nadie debe nada a nadie, es decir, cada uno sale libre tras vivir
la experiencia sin la sensación de que está en deuda con su maestro. Esto tiene aún más peso
cuando se trata de la maestría, puesto que exige mayor responsabilidad o al menos una intención
más profunda acerca del sendero elegido. Pero también creo que cobrar 10.000 dólares, como
pasa en alguna de estas escuelas, incluso las 500.000 pesetas que reclaman otras, es excesivo.
Está bien que la maestría se cobre a un precio mayor -que a veces puede no ser en dinero, sino en
algún otro intercambio de valor-, pero sin pasarse. Conviene además tener en cuenta, cuando uno
recibe las iniciaciones de Reiki desde el principio, lo que decía Mikao Usui: el Reiki no es un
sistema de curación, sino un camino hacia la iluminación que implica un compromiso con uno
mismo, y la curación es una consecuencia inevitable cuando se emprende ese sendero. En cuanto
al linaje, es conveniente considerar el hecho de que Mikao Usui en realidad era budista (no un
sacerdote católico como cuenta la versión occidental), y su formación tenía las bases del budismo
donde el linaje es de suma importancia porque respalda y añade poder a cuanto el iniciado
aprende y realiza. Parece ser, no obstante, que cuando Usui descubrió Reiki, al ser el primero no
había un linaje tras él respaldándole (esto es así según el Gakkai, la sociedad fundada por Usui en
Japón). Y puesto que él era un pionero, y más aún un iluminado, no necesitaba un linaje para la
transmisión de sus enseñanzas. Eso no implica que el hecho de que los linajes que surgieron de él
no tengan importancia. Yo creo que la tienen y mucha. La técnica por sí misma es importante, y el
linaje imprime su propia energía a la técnica. Parece evidente que cuanto más puro y más cercano
a la fuente sea el linaje mejor será para el practicante y también para el paciente que reciba el
tratamiento”.
Si el linaje ya es un elemento discutible entre las diferentes escuelas del Reiki también podría
hacerse alguna observación respecto a los símbolos especiales que se utilizan para conducir la
energía correctamente y que diferencian al Reiki de otros métodos curativos mediante imposición
de manos.
Estos símbolos se han considerado secretos hasta hace muy poco tiempo, cuando algunos
maestros decidieron hacerlos públicos y presentarlos en revistas y libros dedicados al tema por
considerar que ha llegado el momento de que todo el mundo se beneficie de este conocimiento
oculto.
En la actualidad y pese a que existen en diversos países organizaciones oficiales de Reiki, muchos
maestros se atienen a la regla del fundador, quien consideró que lo único necesario para transmitir
la enseñanza y los símbolos es haber recibido la iniciación de la maestría de un maestro de Reiki.
El Reiki basa su estructura en los símbolos que utiliza y que corresponden a arquetipos cósmicos
mediante los cuales la energía incide de un determinado modo, aumentando la fuerza rei o la
fuerza ki, es decir, la fuerza celeste o la fuerza telúrica. Hay maestros que incorporan los símbolos
que ellos han canalizado sin que los mismos formen parte de la enseñaza Reiki. En este sentido la
experiencia de Manuel Álvarez puede servirnos para romper ciertos esquemas: “Mi experiencia
con el Reiki ha sido muy interesante. Además de los signos convencionales del Reiki que aprendí
en los primeros cursos, ahora estoy utilizando otros descubiertos por mí a través de rituales
chamánicos en los que entré en una especie de trance y visualicé esos símbolos (nuevos). Los
utilizo desde hace unos dos años y he apreciado unos efectos muy peculiares. En una ocasión los
apliqué a dos personas. Una de ellas aquella noche tuvo una conexión telepática con un
compañero que estaba en Málaga y que lo confirmó a la mañana siguiente. La otra tuvo
experiencias muy intensas relacionadas con el estrés que padecía. Con estos símbolos tengo una
mejor conexión con la problemática del paciente hasta el punto de que algunas veces visualizo la
somatización original del problema”.
Aunque no pueda decirse que con el Reiki “cada maestrillo tiene su librillo”, siempre habrá
personas que sin llegar a alcanzar el grado de maestro y sin pagar las elevadas cantidades
exigidas por algunas escuelas no sólo aprendan a canalizar la energía y a sanar, sino que también
amplíen o perfeccionen por su cuenta el sistema de símbolos y sobre todo su evolución personal.
El maestro Hiroshi Doi, presidente de la Gendai Reiki Healing Association, por ejemplo, trabajaba
de joven en una empresa de marketing y era una persona tensa e irritable: “Cuando me inicié en
Reiki todo empezó a cambiar para mí. Me di cuenta enseguida de su potencial curativo. Me cambió
muchísimo el carácter. La gente que me conoce ahora no se cree que antes fuera una persona
malhumorada y agresiva”. Efectivamente, la paz y silente sabiduría que emana este maestro así lo
atestiguan. Por su parte, el monje zen y maestro de Reiki Hyakutem Inamoto nos cuenta que el
Reiki le ha ayudado mucho a entender el budismo: “Es una hermosa herramienta para elevar
nuestra espiritualidad y además es fácil de utilizar”.