751 Asesinos VARIOS - UNAM
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Texto: Laura García; diseño: Luz Oliva; imágenes: Shutterstock.com Director general: Dr. César A. Domínguez Pérez Tejada; Director de Medios: Ángel Figueroa; edición: Andrés Fernández; coordinación de información: Claudia Juárez; coordinación de diseño: Jareni Ayala; distribución: Cristina Martínez y Karla Rocha; soporte web: Aram Pichardo © 2019 DGDC-UNAM Escríbenos a [email protected] o llámanos en la CDMX al 56 22 73 03 Busca más información en www.ciencia.unam.mx www.unamiradaalaciencia.unam.mx LA UNAM presenta el quehacer de los científicos al alcance de nuestros lectores Los asesinos en serie presentan algunos rasgos distintivos: la mayoría son psicópatas, tienen relaciones parasitarias, son arrogantes y organizan sus emociones de manera diferente. Películas como Ted Bundy: durmiendo con el asesino, basada en la vida del asesino serial del mismo nombre, o Joker –cinta que explora el origen del popular enemigo de Batman–, provocan cuesonamientos tales como “¿Qué lleva a una persona a matar a otra?” o “¿Existen los genes de la maldad?” La doctora Feggy Ostrosky, directora del Laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología de la Facultad de Psicología de la UNAM, y autora de los libros Mentes asesinas: la violencia en tu cerebro; Mentes criminales, ¿eligen el mal?, y Cómo se debe resolver un crimen, nos ofrece algunas respuestas. “Se les conoce como asesinos en serie cuando han matado, por lo menos, a tres personas y hay un intervalo de empo entre un asesinato y otro. Esto sirve para disnguirlo de un asesino en masa o mulhomicida.” No todos son iguales Cada po de asesino presenta un perfil psicológico parcular: los asesinos en masa son individuos que matan a un número considerable de personas de manera simultánea, ulizando armas sofiscadas o modificadas para tal fin. En su mayoría, estos asesinos son hombres de clase media y blancos, que enen resenmiento contra algún grupo social; no manejan bien el enojo ni la frustración; alrededor de 5 % presenta un trastorno psiquiátrico; y algunos, bajo una situación detonante, asesinan para después suicidarse. El asesino en serie, generalmente, ene rasgos de psicopaa; manene contacto directo con la vícma, y en sus crímenes no suele usar armas de fuego, sino cuchillos, cuerdas o sus manos. En el área interpersonal, son arrogantes, con alto sendo de valía y superficialmente encantadores; enen relaciones parasitarias en las que manipulan a los demás para sus propios fines. Además, organizan sus emociones de manera diferente por lo que carecen de empaa; es decir, no reaccionan ante el dolor ajeno. “Matan algo de ellos en cada crimen” La invesgadora ha estudiado más de 370 internos de alta peligrosidad, aplicando estudios de neuropsicología, genécos y análisis sobre su historia de vida; además de resonancia magnéca funcional estructural. Una de sus conclusiones es que, en cada crimen, los asesinos en serie matan algo de ellos: “En su cerebro van creando fantasías aberrantes que alimentan connuamente; un día enen una crisis y deciden actuar esa fantasía aberrante, haciéndola realidad.” Aunque en México no es una situación común, existen casos que han ganado la atención pública como los de Raúl Osiel Marroquín Reyes y Juana Barraza Samperio, conocida como la Mataviejitas. Un alto porcentaje de asesinos seriales son psicópatas. En este trastorno de personalidad interviene el componente genético y el historial de vida. Los genes se encargan de producir enzimas que regulan la cantidad de neurotransmisores con que funcionamos. Los científico han detectado que cuando existe un desequilibrio en la cantidad de estas sustancias cerebrales, hay afectaciones; por ejemplo, si hay poca serotonina, es mayor la agresividad. Este factor genético puede ligarse y activarse al vivir una historia de abuso físico o psicológico en la infancia. Aunque esto no significa que todas las personas abusadas en la infancia se conviertan en asesinos.
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Texto: Laura García; diseño: Luz Oliva; imágenes: Shutterstock.com
Director general: Dr. César A. Domínguez Pérez Tejada; Director de Medios: Ángel Figueroa; edición: Andrés Fernández; coordinación de información: Claudia Juárez; coordinación de diseño: Jareni Ayala; distribución: Cristina Martínez y Karla Rocha; soporte web: Aram Pichardo © 2019 DGDC-UNAM
Escríbenos a [email protected]
o llámanos en la CDMX al 56 22 73 03
Busca más información en
www.ciencia.unam.mx
www.unamiradaalaciencia.unam.mxLA UNAM presenta el quehacer de los científicos al alcance de nuestros lectores
Los asesinos en serie presentan algunos rasgos
distintivos: la mayoría son psicópatas, tienen relaciones parasitarias, son arrogantes y organizan sus emociones de manera diferente.
Películas como Ted Bundy:
durmiendo con el asesino, basada en la vida del asesino serial del mismo nombre, o Joker –cinta que explora el origen del popular enemigo de Batman–, provocan cuestionamientos tales como “¿Qué lleva a una persona a matar a otra?” o “¿Existen los genes de la maldad?”
La doctora Feggy Ostrosky, directora del Laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología de la Facultad de Psicología de la UNAM, y autora de los libros Mentes
asesinas: la violencia en tu cerebro; Mentes criminales, ¿eligen el
mal?, y Cómo se debe resolver
un crimen, nos ofrece algunas respuestas.
“Se les conoce como asesinos en serie cuando han matado, por lo menos, a tres personas y hay un intervalo de tiempo entre un asesinato y otro. Esto sirve para distinguirlo de un asesino en masa o multihomicida.”
No todos son iguales
Cada tipo de asesino presenta un perfil psicológico particular: los asesinos en masa son individuos que matan a un número considerable de personas de manera simultánea, utilizando armas sofisticadas o modificadas para tal fin. En su mayoría, estos asesinos son hombres de clase media y blancos, que tienen resentimiento contra algún grupo social; no manejan bien el enojo ni la frustración; alrededor de 5 % presenta un trastorno psiquiátrico; y algunos, bajo una situación detonante, asesinan para después suicidarse.
El asesino en serie, generalmente, tiene rasgos de psicopatía; mantiene contacto directo con la víctima, y en sus crímenes no suele usar armas de fuego, sino cuchillos, cuerdas o sus manos. En el área interpersonal, son arrogantes, con alto sentido de valía y superficialmente encantadores; tienen relaciones parasitarias en las que manipulan a los demás para sus propios fines. Además, organizan sus emociones de manera diferente por lo que carecen de empatía; es decir, no reaccionan ante el dolor ajeno.
“Matan algo de ellos en cada crimen”
La investigadora ha estudiado más de 370 internos de alta peligrosidad, aplicando estudios de neuropsicología, genéticos y análisis sobre su historia de vida; además de resonancia magnética funcional estructural. Una de sus conclusiones es que, en cada crimen, los asesinos en serie matan algo de ellos: “En su cerebro van creando fantasías aberrantes que alimentan continuamente; un día tienen
una crisis y deciden actuar esa fantasía aberrante, haciéndola realidad.”
Aunque en México no es una situación común, existen casos que han ganado la atención pública como los de Raúl Osiel Marroquín Reyes y Juana Barraza Samperio, conocida como la Mataviejitas.
Un alto porcentaje de asesinos seriales son psicópatas. En este trastorno de personalidad interviene el componente genético y el historial de vida.
Los genes se encargan de producir enzimas que regulan la cantidad de neurotransmisores con que funcionamos. Los científico han detectado que cuando existe un desequilibrio en la cantidad
de estas sustancias cerebrales, hay afectaciones; por ejemplo, si hay poca serotonina, es mayor la agresividad.
Este factor genético puede ligarse y activarse al vivir una historia de abuso físico o psicológico en la infancia. Aunque esto no significa que todas las personas abusadas en la infancia se conviertan en asesinos.
