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Hans Magnus

Enzers-

Oda a nadiey otros poemas

Muestrario de

Poesa 13Biblioteca Digital

berger


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Oda a nadie y otrospoemas

Hans MagnusEnzersberger, AlemaniaEdicin digital gratuita de

Muestrario de Poesa 13

Primera edicin: Septiembre 2008Santo Domingo, Repblica Dominicana

Qu somos?Muestrario de Poesa es una coleccin digital gratuita que se difundepor la Internet y se dedica a promocionar la obra potica de los grandescreadores, difundindola y fomentando nuevos lectores para ella. Junto a

las colecciones complementarias Libros de Regalo, Ciensalud,

Iniciadores de Negocios yAprender a aprender, son iniciativas sin

fines de lucro del equipo de profesionales de INTERCOACH para servir,aportar, aadir valor y propiciar una cultura de dilogo, de tolerancia, derespeto, de contribucin, de servicio, que promueva valores sanos,constructivos, edificantes a favor de la paz y la preservacin de la vida

acorde con los principios cristianos. Los libros digitales son gratuitos,promueven al autor y su obra, as como el amor por la lectura, y seenvan como contribucin a la educacin, edificacin y superacin de laspersonas que los solicitan sin costo alguno.

Este e-libro es cortesa de:

Sol Poniente interior 144, Apto. 3-B, Altos de Arroyo Hondo III, SantoDomingo, D.N., Repblica Dominicana. Tel. 809-565-3164

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INTERCOACHForjando lderes ganadores


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HME, poeta, viajero, intelectual a contracorriente 4Partida de nacimiento 7Call it love 8Compensacin 8En el libro de lecturas del bachillerato superior 9Mala memoria 10Ventolera 10

Ultima voluntad 11Historial 12Oda a nadie 12Nuevos motivos por los que los poetas mienten 14Msica del porvenir 15La hoja vaca 15Red neuronal 16Bernardino de Sahagn (fragmento) 17Carl von Linn 1707-1778 18Lo simple que es difcil de inventar 20

Wilhelm Reich 20Ciencia astral 21Astrolabium 22Alexander von Humboldt 23Thomas Robert Malthus 25Teologa cientfica 26Charles Maessier 27Inslito atractor 28Mquina del clima 29

Detalles sobre un rbol 29Bifurcaciones 30Lo definitivo sobre cuestiones de certeza 31Homenaje a Gdel 31Los matemticos 32Modelo para una teora del conocimiento 34Decreto de aplicacin del artculo 5, prrafo 3GG 35Soliloquio de un perplejo 35El perdedor radical 37Entrevistas a Hans Magnus Enzersberger 43Biografa de Hans Magnus Enzersberger 56

Contenido


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Hans Magnus Enzensberger,poeta, viajero, intelectual a

contracorrientepor Magdalena Mora

El Premio Prncipe de Asturias 2002 es, para decirlopronto, un escritor total, sumamente culto yverstil, con miles de pginas publicadas. Poeta,ensayista, autor teatral, narrador, profesor, lector ytraductor de otros poetas -entre los de hablacastellana, Csar Vallejo, Alberti-, creador depublicaciones de referencia hasta el da de hoy -larevista y la editorial Kursbuch-, guionistaradiofnico, autor de piezas para el cine ... Mezclaestupenda de "reportero" intelectual, inquieto yvitalista, agudo crtico de la cultura e insobornable

pensador que reflexiona con lucidez sobre los problemas tericos y losacontecimientos polticos ms significativos para nu estras sociedades dehoy.

Recientemente ha declarado que la poesa es el ncleo de su obra. Y, s,Enzensberger es un gran poeta, de amplia y profunda inspiracin: moral,pico y cvico, en la estela de Bertold Brecht, como revela el impresionantepoema titulado El hundimiento del Titanic, subtitulado, por cierto,"Comedia", con Dante y la suya, la "Divina", al fondo. Pero tambin puedeser en ocasiones un sutil poeta lrico -estoy pensando como muestra en, sindejar de ser custico, su tan evocador libro Ms ligero que el aire.

Un poeta, un escritor que siempre, tanto en la poesa como en la prosa,"quiebra" los llamados gneros literarios, cruza transversalmente susfronteras, escribiendo, al igual que piensa, con nerviosismo gil, a modo dezigzag; palabra esta ltima que da expresivo ttulo a uno de sus msrecientes libros de ensayos sobre cuestiones de actualidad muy viva.

Dice no ser novelista pero sin duda es un original narrador. Y, de todosmodos, jugando como gusta con la paradoja, ha llamado "novela" a su obra -

biogrfica- sobre la Vida y muerte de Durruti, bautizada por l con el si esno es aorante ttulo El corto verano de la anarqua. Se trata en efecto de


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5una obra escrita a varias, a muchas voces, desde mltiples perspectivas, coninnumerables fragmentos de los coetneos del lder, correligionarios que loadmiraron y.algn que otro adversario, testigos espaoles de primera manoy unos pocos corresponsales extranjeros, entre los cuales destaca por su

calidad y perspicacia crtica la escritora alemana Simone Weil. Tenemosocasin de leer tambin en estas pginas a la sobria compaera francesa delguerrillero, y, sobre todo, escuchamos algunas de las palabras polticas msreveladoras del propio Buenaventura Durruti, en diferentes versiones desus discursos ms encendidos. Y, en fin, como contrapunto antirromntico,enfriador, encontramos los "comentarios"-siempre intencionados- delEnzensberger hacedor de ese iluminador "collage".

Pero, pese a ellos, es este un libro apasionado, emocionante, caleidoscpico

e, inevitablemente, como todos los suyos, crtico, desmitificador dellegendario revolucionario leons, adorado en su da por muchos,demonizado todava por los ms. Aqu se nos ofrecen diversas visiones delpersonaje, con sus deslumbradoras luces y sus opacas sombras, algunas,como la de su muerte, nunca disipadas. En fin, para los nostlgicos ocreyentes an en la figura y el sueo libertario de Durruti, El corto verano...es, implacable, el libro de la derrota del hroe y de lo imposible de la utopaanarquista. En definitiva, un libro lcido, sin resquicios para lacomplacencia, pero, por lo mismo, devastadoramente melanclico y triste.

Un libro que, adems de reflejar el inters y el conocimiento deEnzensberger acerca de las cuestiones espaolas, y en particular, de laGuerra Civil, pone de manifiesto cierto modo de hacer literario del escritor.Libro coral, polifnico, cuyo ensamblaje va tejiendo un texto contradictorioa veces, complementario otras, inacabado siempre, que, en el lmite,"obliga", hace que sea el lector, la lectora, quien extraiga sus propiasconclusiones, quien termine, leyendo, de hacer ese texto. As, en el huecodel desaparecido Autor, comparecen mltiples y diversos "coautores" que lo

cuestionan y complementan con sus rplicas.

Esta tcnica, este "juego" de variaciones, lo emplea Enzensberger en otra desus obras, a su modo tambin "biogrfica", Europa, Europa! -as,ironizando, entre grandes admiraciones-, definida por l como "Reportajeideolgico". Obra hecha esta vez de conversaciones habladas, en dilogo ydiscusin con interlocutores representativos de los diferentes pasesvisitados.

Siete pases que, si se quiere, salvo Italia, son todos, por decirlo as,


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6perifricos, aunque singulares o "diferentes" por su "tipismo". Pues bien,precisamente lo que hace Enzensberger es preguntarse, y preguntar por esesupuesto tipismo, para entre todos, junto con los lectores, tratar deesclarecer si los tpicos, los clichs, los estereotipos, la ancestral

idiosincrasia atribuida, se confirman o se desmienten. Si, con el paso deltiempo, esos rasgos y aquellas tradiciones siguen an ah, perduran, o handesaparecido y quedado obsoletos. Entre los pases sometidos a estedesmontaje de su "leyenda" se encuentra, naturalmente, Espaa, y tambinPortugal. Pero, claro est, ninguno de los tres considerados "grandes".

Este tipo de "reportaje", de un cierto sesgo antropolgico, constituye, pordecirlo as, el sello, la marca de fbrica de una parte de la escritura de HansMagnus Enzensberger. Me refiero al ensayo, ms cercano en l al artculoperiodstico que al erudito estudio acadmico, aunque por la singularidadde su enfoque, la relevancia de sus temas y la amplitud de susconocimientos, se distancie abisalmente del periodismo al uso, paraaproximarse, en cambio -as en los Dilogos entre inmortales, muertos yvivos-, a otros dilogos filosficos, los de ascendencia socrtica e ilustrada-.Un ensayo, el suyo, siempre gil, irnico, suscitador, certero y ajustado enel pensamiento y en la expresin, inmerso en lo que ocurre en el presenteaunque con la mirada alerta hacia el futuro. Y sin quedarse nunca "fijado" enla disciplina o el gnero. Al contrario, Enzensberger transita, lcido yavisador, entre el tiempo de la vida, la muerte, el pasado y la historia; entre

la sociologa, la tica y la poltica -los medios, la moda, el consumo, lasguerras, las de antes y las de hoy, las dictaduras, todas, en concreto, algunaslatinoamericanas (El interrogatorio de La Habana ) -; y, ltimamente -ms"raro" todava-, tampoco le son ajenas ni la matemtica ni las ciencias. Poreso, y para terminar, no me parece exagerado decir que su recientementetraducido al castellano El diablo de los nmeros es, como su obra entera,una maravilla de inteligencia, de comunicabilidad, de estmulo intelectualy, s, tambin, de poesa.


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Partida de nacimientoCuando este bulto es lanzado al mundo

los paales todava ni tienen dobladilloel cura toma la propina antes de bautizarlopues hace tiempo que dej de fabular con sus fbulascomunquese y archvese

mientras el frceps todava atenaza su crneoel mdico ya est comindose el pollito que l le costeael comerciante saca el pagar que goteatinta y sangre mientras brillan los sellos con ostentacincomunquese y archvese

mientras berrea en la dulzona fetidez de la clnicade la inspeccin del asesinato el charlatnimprime sus pulgares debajo del contratoest asegurado y malgastado

an pesa poco es feo colorado y tiernocunto redita neto qu leyes lo rigenqu se le ensea y qu se le oculta

el futuro est agotado y jodidol es reprobado e indigno

cuando con manos arqueadas atrapa el aire an extraoya han fijado cunto pagar por leche y telfonola tarifa del gas cuando se asfixia en la cama grisy el salario para la mujer que lo lavar despusl est registrado predestinado atrapado

cuando el bulto que ah alla y berrea

llena la fosa, expulsa el rencordespedaza framente lo que le armamosdescribe el momento con escritura exactaes traicionado y vendido.


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Call it loveen las casas desnudas suena ya el zumbido de los ascensores

que suben y bajanarden las lmparasembriagadoramentese abre paso abril a travs de un follaje traslcidoa las mujeres les estallan los abrigos de piel en el parquems an, los ladrones alaban por los tejados a la anochecidacomo si cual una paloma de batista cndidacomo si inopinada y blanca y brilladoramentela desaparecida detrs de las montaas y las frmulasla expulsada a las estrellas denudadas

deportada sin memoriasin pasaporte ni zapatosse hubiese entregado a sus inexorablesextenuados cazadoreshermosa es la anochecida

CompensacinLa palabra lucha nos viene ya grandeNuestras pequeas traiciones nos bastanpara seguir avanzandocasi sin esfuerzo

Victorias a montonesque acaban en una dulce derrota

La cama tiene tantas patas!Quin sera capazde aserrarlas todas a un tiempo?Tantas prebendas!Quin se desprendera de ellasde la noche a la maana?

Entre somnferos y amfetaminastodas esas diferenciasentre putas de izquierdas y de derechas


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9desbordan a vecesmi capacidad de discernimiento

La mayor tentacin es quiz la deacurrucarse y escondersedonde no llegue la luz

La menorleer la Dialctica negativasin perder de vista el mercado de colocaciones.

Ser de tal manera bisojolo reputo agobiadorA veces pienso con toda modestia

que soy un cclope

Entonces dejo que suene el telfonodas enteros

En el Libro de Lecturas del

Bachillerato Superiorno leas odas, hijo mo, sino guas de ferrocarriles:son ms exactas. despliega las cartas marinasantes de que sea tarde. abre el ojo, no cantes.ha de llegar el da en que vuelvan a clavar listas en las puertasy a sealar con marcas en el pecho a quienes digan que no.aprende a pasar desapercibido, aprende, mejor que yo,a cambiar de barrio, de pasaporte, de cara.

adistrate en la pequea traicin,en la srdida salvacin de cada da. Las encclicasson buenas para encender el fuego;los manifiestos, para envolver mantequilla y salpara los menesterosos. sern necesarias saa y pacienciapara insuflar en los pulmones del poderel polvillo letal, molidopor quienes hayan aprendido muchoy sean exactos, por ti.


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Mala memoriaEn nuestros debates, compaeros,

tengo a veces la sensacinde que hemos olvidado algo.No es el enemigo.No es la lnea de conducta.No es el objetivo final.No figura en el Curso breve.

Si no lo hubiramos sabido nuncano habra lucha.No me preguntis qu es.

No s cmo se llama.Lo nico que ses que hemos olvidadolo ms importante

Ventoleraalgunas palabraslevescomo polen de lamo

se elevanvolteadas por el vientodescienden

difcilmente asibles

llegan lejoscomo el polen del lamo

algunas palabrasesponjarn tal vezla tierra

y proyectarn despus su sombrauna sombra exiguao quiz no


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ltima voluntadSacadme de una vez la bandera del rostro, me hace cosquillas.

Enterrad con ella a mi gato, enterradla alldonde tena mi cromtico jardn.

Quitadme esta corona de lata del pecho, hace ruido.Tiradla a las estatuas, a la basura,y regalad las cintas a las rameras para que se adornen.

Decid las oraciones por telfono, pero cortad el cable.O envolvedlas en un pauelo lleno de migajas de panpara los estpidos peces del charco.

Que el obispo se quede en casa y se emborrache. dadle un barrilito de ronporque est sediento a causa del sermn.

Y dejadme tranquilo con lpidas conmemorativas y sombreros de copa.

Adoquinad con ese buen basalto una calleja que nadie habita,una calle para pjaros.

En mi bal hay mucho papel garrapateado para mi primo pequeito.

Que pliegue aeroplanos para que naveguen lindamente desde el puente,y que se ahoguen en el ro.

Lo que resta, un calzoncillo, un encendedor, un bello paloy un despertador, eso debis regalarlo a Calstenes, el trapero,y dadle tambin una propina adecuada.

Por la resurreccin de la carne, mientras tanto, y por la vida etername preocupar yo solo, si no me lo tomis a mal.

Es cosa ma, no es verdad? Que os vaya bien.En la mesa de luz todava algunos cigarrillos.


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HistorialMs tarde averig que fue un viernes,

cuando sal, gritando,de mi atad, de mi madre.

Entre mi nacimiento traicionero,confirmado con aceite y agua y sal,y mi muerte innata,

en ese largo momento entre viernesy otro viernes fui vacunado,hice la primera comunin, fui examinado. Para la suerte

vala el rostro barnizado de la fuerza.Una vez al ao cambiaba la nieve.Mi mortaja la cambi diariamente.

Percib las cuatro regiones del cielo.Mis palabras marcharon sobre el viento.Ninguna fama, ningn fuego me ha devorado.

De noche mi hgado pesa como una piedra,y cuando llega el viernes escucho un gritero,como si gritara en mi camisa blanca,

como por un momento largo, a la hora de mi nacimiento.Luego me duermo malhumorado y pienso:esto no me importa, habr otra

guerra, otro perro habr muerto, no yo.Se dispara a la luna, estoy soterrado

en un espacio sin espritu, que clama al cielo.

Oda a nadieTu corazn humeante es testigo,nico rey, al vientotu mirada a causa de la pena.

Eres el compaero del encantamiento,esclarecido por muchos desiertos,


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13coronado por la desobediencia.No ests moldeado por el tiempo,ni salpicada de cenizaest tu frente fiel.

Eres un espritu sin lacra,tu silueta es imponente,eras, antes, ms perfectoque la raya grande y flotante,ms ungido, en tu brillo,a mano con la muerte, rey.

Pero no te encuentras ni lejos ni tempranoo tarde, ests aqu.

Tu mirada recta caecomo nieve hecha de airey habita en arsenales,va ms all de los observatoriosa las oficinas polvorientas de objetos perdidos, reposaen mojados stanos de cemento,donde gritan de jbilo los asesinos, caesobre trombosis y mechas,chasquea en los mataderos

y en las retorcidas refinerasdonde el gas hilarante se quema despacio, descansaen las intrigas de las compaas de navegaciny roza los cometas,los carcinomas de las altas finanzas,descansa en las murallas del poder,tras las cuales los capitaleslaten a muerte, y las asedia,hasta que tu mirada estremecidafrente al cielo, enmohecidopor paracadas, cae.

Desconocida paseas,hermosa B, de noche,por Plaza Espaa.Tu reino regresa a ti,cazador oculto, cristalino.En tu magnanimidad,igual que el inocente esprrago,

tu viva imagen, capturars,olvidars el capital suscripto.


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14Tuyas son la fama y la venganza,roca nunca importunada, compaerodel encantamiento, testigo secretoy nico! Tu pelo de viento

tu mirada contante se despliegasobre tu viejo futuro reino,y preserva en el humolo verdadero, en el viento.

Nuevos motivos por los que los

poetas mientenPorque el instanteen que la palabra felizse pronunciano es nunca el instante de la felicidad.Porque los labios del sedientono hablan de sed.Porque por boca de la clase obrera

nunca oiris la palabra clase obrera.Porque el desesperadono tiene ganas de decir"estoy desesperado".Porque orgasmo y Orgasmoson incompatibles.Porque el moribundo, en lugar de decir,"me estoy muriendo"no emite ms que un ruido sordoque nos resulta incomprensible.Porque los vivosson los que rompen el tmpano de los muertoscon sus terribles noticias.Porque las palabras acuden siempre demasiado tardeo demasiado pronto.Porque de hecho es otro,siempre otro,el que habla,y porque aquel de quien se habla

calla.


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Msica del porvenirQue no podemos esperar,nos lo ensea.

Brilla, es incierta, lejana.

Que dejamos venir hacia nosotros,no nos espera,no nos toca,no nos suena,

est por ver.

No nos pertenece,no pregunta por nosotros,no quiere saber nada de nosotros,no nos dice nada,es pura msica.

No estuvo,no est ah para nosotros,nunca ha estado ah,nunca est ah,nunca est.

La hoja vacaEso que mantienes ahora en la mano es casi blanco,pero no del todo; algo totalmente blanco no existe;es liso, duro, resistente, fino, y habitualmentecruje, corre, restalla, se rompe, casi sin ruido;y as como es permanece: se cubrecon mentiras, sorbe todos los espantos,todas las contradicciones,sueos, miedos, artes, lgrimas, deseos;hasta que quedan secos, amarillentos, mohosos, grises;hasta que se ablanda en la lluvia, se deshace en la basura


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16se vuelve cada vez menos; slo lo mejor tal vezen lo que tal vez es lo mejor lo que nadie ha escrito:un pez, un salero, una estrella,un unicornio, un elefante o una cabeza de buey,

smbolo de San Lucas; eso que aparececuando la mantienes contra la luz se mantienetal vez mil aos o slo un minuto todava.

Red neuronalPiensa en un rbol de baobab,gigante rico en ramas,y publalo en la imaginacincon miles de diminutos monos;imagnate cmo trepan,se balancean, cmo se agarranentre s, colgndose de rama en rama;hasta que se dejan caer,toman el viento, se juntan, estn absortos -pinsalo, oh pobre pensador!

Despus saltan de nuevo,rabiando veloces, pululando elctricos,vacilan y se precipitan;o estn all sentados, simplemente as,flojos y se rascan soadores,hasta el prximo ataque. - Ay del que

quiera describir todo eso!

Re, horrorzate, maravllate,pero deja, antes de volverte loco,de reflexionar sobre la reflexin.


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Bernardino de Sahagn(Fragmento)

A los ochenta aos sus ojos se ensombrecen.Misiva del Consejo de Indias al Virrey. Edictodel Alto Consejo de la Inquisicin a los arzobisposde Mxico y Oaxaca. Las obras paganas en cuestinson ociosas, extraas a la Fe y peligrosas.Los manuscritos se dispersan. La escuelase desmorona. La viruela acaba con los indios.

A veces se pregunta qu fue en su vida:un cuervo en un campo de batalla, o un salvador.A duras penas descifra en copias clandestinaslo escrito y dibujado otrora por sus pupilos.Viejos pictogramas, hierticos y extraos. Un mundodistinto, transparente como muestras en resina.Sus labios se mueven despacio y va leyendo:

El presagio

Fue diez aos antes de llegar los espaoles, fuela primera seal. Fue como una lengua de fuegosobre el cielo, como una llama, como un resplandoren el crepsculo. Arda espacioso, se alzaba altoy afilado. Un ao entero apareci, en las noches.Y cuando brillaba, se alzaba un gritero,gritaban todos, todos batan con la palma de la manocontra sus bocas, todos sentan un miedo horrible,se estremecan, esperaban, estaban aterrados.

Ocupa su vida en hacer preguntas. De lo aniquiladose siente admirado. De los asesinados (perfectos filsofosy astrlogos, oscuros y sutiles, elegantes,y muy diestros en todas las artes mecnicas)procura obtener respuestas. Lo que l profesaes una ciencia, nueva y rigurosa. La metodologano existe todava. l es el primero.

E inventa el sondeo informtico: los cuestionarios,las intervis, el cross-checking, el teamwork.


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18Capacita a sus discpulos: normas de transcripcin,gramticas, glosarios. Sube incluso a los volcanes.Pero lo que cuenta, no es lo que ve. Preguntaa los supervivientes, los ltimos aztecas. Qu es

una montaa? Ellos dictan y el escribano apunta [...]Cuando an mozuelo, frailecillo mendicantede parda cogulla y blanco cordn, desembarc en Veracruz,la carnicera haba terminado: Todo est por tierradesparramado, ya nada se conserva en pie.Las pirmides aplanadas, los acueductos demolidos,y no se puede pisar la tierra de Mxicosin pisar a la vez los restos de algn indio.

Carl von Linn 1707-1778Una locura distinta a la nuestra: la locura de un clsico.Clara, seca y lacnica. Todo era mucho menor antao.l era casi un enano, nervioso, inquieto, turbulento,

pero su mirada ambarina bajo la pesada pelucaera fra y penetrante: Cualquier rasgo ocasionaldebe ser desechado. Coleccionar, determinar, denominar.Todas las oscuras analogas han sido slo fraguadaspara oprobio de la Ciencia. Escalpelo terminolgico, en carne vivade un mundo ciego y convulso, para descortezar la Siempre Igual.

Inventarios, nomenclaturas, repertorios. La Naturalezacomo un rectngulo intemporal, como una trama esttica.Grabados coloreados, genealogas, tablas de leyes.En el bullir de los fenmenos, aquel lenguaje cuaja.Gramtica de lo mensurable: Del grosor de un cabello,hundido como un ombligo, en forma de vulva,revuelto como una oreja. Categorizante, minuciosoy "trascendente". Da y noche trabajando, dispuestoa no perder un minuto mientras siga en Uppasala.

En un adusto pas, en el ms tioso ochocientos:amarga juventud, sin blanca, tacones torcidos,


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19comer de prestado, dormir en cama fra, carrerastras ttulos y doblones. Y al fin la evasin a lo inhspito.Donde casi nada vive, l casi despierta a la vida.Laponia, 1745: Verano e invierno vistos en un da,

caminar a travs de nubes, a la busca del fin del mundo,el albergue nocturno del Sol. En el pramo florecesu reseco corazn. Musgo, renos, tundra, libertad polar.Y vuelta al mundillo cortesano, los jardines y gabinetes.Pesadillas infernales, manas, tinieblas "trascendentes".En los ojos ambarinos destella la locura. Inmvil.Al fin catedrtico, mdico de S. M. la Reina (una mano certerapara tratar dolencias de pecho), presidente de la Academia.Estrella polar sobre negro fajn. Es ya tarde para todo.

Melancola, hosquedad, murrias noches en invernaderos,y luego ataques en serie. Sus cuatro ltimos aos vegetasemiparaltico, tristemente postrado de cuerpo y alma.

Nadie saba que l, que tantas huellas de la Providenciahaba encontrado en el mundo natural, luengos aos hacaque reuna anlogos ejemplos de los destinos humanos;hasta los milagros y pecados se someten a la taxonoma.Mana persecutoria, alucinaciones. Junto a la histoire admirable

des plantes, la historia natural de enfermedades y vicios:Nmesis divina, el libro nocturno escondido en un estuche,lleno de indicios, augurios, presagios, lectura para Strindberg.Teologa emprica. El investigador es un espa de Dios.

Todo tiene su orden: piromana lascivia infanticidio traicinperfidia y envenenamiento. Melandro, Doctor en Teologa, maquinaintrigas en el Consistorio, y a las seis en punto de la tardecae su cabeza sobre la espalda. Se desploma, se lo llevan, nunca

ver ya el da de su curacin. Dios: rectngulo intemporal,su justicia, una trama esttica: pena de muerte abrasamientodefenestracin decapitacin. Seora Psilanderhjelm, impdica,se acuesta con caballero de Estocolmo. Enferma de las entraas,muere al poco. La abren, en vez de criatura hallan una piedra.

Y todo queda claro. El cuerpo del pecador se pudre en vida.Modo de vida relativamente uniforme. Los correlativosson coleccionados, determinados y denominados. Minucioso,

["trascendente",


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como la mecnica de reproduccin: estambre borlilla y polen,ovario estilo y estigma. Systema sexuales": mana fatdica.No existe la vida; slo existen seres vivientes.

Achicndose cada vez ms, el gran viejo, ensimismado, inmvil,va en pos de venganza divina, lgica. "Trascendente".Intrascendente. "Trascendente". En su delirio "nosotros" no

[aparecemos.

La flor que lleva su nombre, Lnea borealis L.,es imperceptible, pequea, y casi del todo blanca.

Lo simple que es difcil deinventarNada tengo en contra del microprocesador,pero cmo estaramos sin agua?Qu es una sonda de Jpiter

comparada con el cerebro de una mosca?Cmo se esfuerzanesos ratones de laboratorio con la clonacin!Mucho mejor es follar.Y el diente de len sobre todo,cmo se lo monta: graciosaelegancia insuperable!Nunca en la vida,queridos premios Nobel,reconocedlo,habrais inventado nada as.

Wilhelm ReichEn aquel verano del 37 se sinti casi feliz. En Oslo,noches blancas, barcas en el fiordo, beber dorado aquavit

en el Caf del Teatro con Sigurd, Nic y Arnulf. A peticintoc el violinista el Bolero de Ravel. La gente susurraba:


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As es l! Naturalmente tenan razn, obviamenteestaba loco, un enfermo furibundo, que ahuyentabaa todos sus amigos: con malas artes les arrancaba

(oh, sombra de Stalin) confesiones escritas (a esos traidores),que cerraba con llave en su escritorio. (S, tambinse le llama paranoia.) Dentro de mil aos me entenderis.Rebelde? Qu ms da eso? Ms hubiera preferido estar

junto a los que ren. Como un nio que caz una mosca

y vigila su puo cerrado: all dentro haba algoque lata, pareca vivo. Cosquilleaba. Mas nadiequiso creerle. Pruebas! Pruebas! Detector Geiger,cronmetros y microscopios. El Faraday del orgasmo,

un gur, un diletante. Y he aqu su hallazgo:el amor todo lo impulsa, es algo mensurable, tienecolor azul, mueve los astros, las ramas, las nubes.

Ciencia astralSu mundo, casi de nada y nada,de fantasmales supercuerdasen el espacio decadimensional,extraeza, color, espn y encanto-

pero cuando tiene dolor de muelas,el cosmlogo,cuando se disipa en polvo de nieveen St. Moritz,come ensalada de patataso se acuesta con una seoraque no cree en bosones,cuando muere

se evaporan los cuentos matemticos,

las ecuaciones se derriteny l vuelve de su ms all


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22a este mundode dolor, nieve, placer,ensalada de patatas y muerte.

AstrolabiumTmpano, matriz y limbo:

palabras de latn pasadas.Quin saba ya con alidada,araa y regla determinar la altura del sol,horas bohemias y babilnicasy la posicin de las estrellascon las simples manos?

En el planisferio la imagen punzadade la esfera celeste. Acimutes,almicantarates y horizontey sobre ella girando una red delicadade finos hilos en cuyas puntasse pueden ver Aldebarn, Rigel,Antares y Vega. Interpretadosel zodaco y el cuadrado de sombrapermiten calcular horscopos y reconocerla altura de las torres y las cimas.

Un calendario, un reloj estelar ingenioso,

un orculo, un ordenador anlogo,que duerme en el museo - chatarrapara astrnomos que ya no ven nada.Slo los fallidos fantasmas de la pantallae interminables columnas de nmeros.Cada vez ms profundo, en cada vez ms lejanasGalaxias mira la ciega ciencia.


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Alexander von HumboldtFuera, muy azules, al leo, las cumbres lejanas, las palmeras,

los desnudos salvajes. En la penumbra de la frondosa cabaaparedes colgadas de pieles y helechos gigantes. Sobre la albardaun vistoso papagayo. Al fondo contempla el amigo una florbajo la lupa. Cajas de libros y orqudeas encima esparcidas.Higos cambures sobre la mesa con los mapas e instrumentos:brjula y horizonte, microscopio, teodolito y sextante(espculo de cpreos destellos y limbo de blanco argente).En el rayo de luz, en el centro, sentado, el insigne geodestaen su estudio de la jungla, a orillas del Orinoco, pintado al leo.

La Tierra Incgnita se funde como la nieve bajo su mirada.Cubre con su red de curvas y coordenadas los ltimos glaciares,las inhspitas cordilleras. Y mide desvos magnticos,apogeos solares, salinas concentraciones, azules del cielo.Atnitos miran los indgenas. Qu gente tan extraa estaque corre el mundo buscando hierbas y comparando sus pastoscon los pastos ajenos! Os dejis devorar por los mosquitospara medir unas tierras que ni siquiera son vuestras.Forasteros, herejes, maniticos. Mas no se inmuta el viajero

y blande su botella de Leyden como el cura el incensario.

Nacido a la luz del cometa de Messier. Galvaniza ranas. El mismose aplica los electrodos y emite Conjeturas sobre la excitacinde tejidos nerviosos y musculares. Y va a la caza amaznicade tempestades magnticas, o persigue auroras boreales en Siberia:en piragua, trineo y vapor, hamaca bamboleante y carroza.Dibuja pases enteros como yacimientos. Est realmente obsesionadopor los crteres en llamas que, vulcanista y vulcanlogo, mira,

valora y manosea. Tmido y solitario, repasa en su memorialos muchachos que le agradaron: eran la mayora afablesy sin medios. l les ayud y call. En las noches torturantesescriba sin descanso. Notas dispersas sobre el basalto.De los bosques de China. Inventario de corrientes marinas.Pueblos primitivos de Amrica y monumentos que legaron.Lecciones de Aportaciones a Criterios AforismosNoticia ocasional de un mensaje en una botella. Profundidadesde las nieves perpetuas. Temperaturas en puntos distintosde la zona trrida al nivel del mar. Peces elctricos varios.


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24Este hombre es una academia circulante. Asciende inclusoa las capas ms altas de la atmsfera, y se sumerge al fondodel Tmesis con Brunel, un excntrico ingls, en una campana metlica.

Siempre lo he admirado, pero ahora lo venero. Slo l sabetransmitir las emociones del alma al entrar en contactocon el Trpico. Sin embargo, ms tarde, tras el desayunoDarwin se manifiesta decepcionado: es muy eufrico, perodesbarra bastante. Efectivamente, no se ven muy claraslas causas de su gran fama. Dorma tres o cuatro horas. Era presumido,cndido, entusiasta y laborioso al mximo. Gran bailarn del minuy del . Levita azul, botones dorados, chaleco amarillo,pantalones rayados, chalina blanca y viejo sombrero negro:

por su moda en el vestir, qued estancado en el Directorio.Fue toda una celebridad: inconcebible que un simple particularcausara tanta expectacin. Paris estaba en el linde del cambio: no se fiabade su propio triunfo la Nueva Clase. Y tras el Terror floreci ilusoriala inocencia clasicista antes de irrumpir el bestial gritero de la Bolsa,con sus fiebres, sus boom, sus crash, y la explotacin,se desencadena abierta, directa, impdica y descarnada por toda la Tierra.Momento claro, limpio, coherente. Una burguesa modlica y cabalcomo el metro patrn, que tambin nuestro generoso hroe

contribuy a fijar, recorriendo con sus trastos el meridianode Dunkerque a Barcelona (pagando, como siempre, de su bolsillo).

Despus gan la reaccin y volvi al calvario alemn. Camarlengo,lector, lacayo pues de la Corte de Potsdam. Se retir a Berln,pequea, huera, fementida villa. En aquel desierto sembradode policas pens a menudo en el Trpico. Por qu le fascinaba?Por qu soport tanto: insectos, lianas prensiles, diluviosy la mirada hostil de los indios? No era estao, ni el yute,

ni el caucho, ni el cobre. Era un transmisor sano e inconscientede grmenes malignos, un heraldo desinteresado del pillaje, un correoque ignoraba llevar la orden de destruccin de aquello, que amorosamentepint en sus Cuadros naturales hasta los noventa aos.


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Thomas Robert MalthusCuando el estmago ladra, la boca no dice nada.

En la miseria, poca es la letra. Del hambre slo sabemoslo dicho con panza llena: bien poco es en consecuencia.

El ms feliz de todos: en verano remaba un poco, en inviernopatinaba en la charca del pueblo. Y en cincuenta aosjams le vi perder los estribos un solo instante.

Mofletudo, comodn, neg con firme voz la felicidad.La suya? No: la Felicidad. Una nueva idea, que ya no lo era

entonces en Europa: ya no habr guerra, ni crmenes,ni administracin de justicia, ni gobiernos, ni dolores, ni enfermedad,ni angustia, ni rencor. Respuesta: Nunca he adquiridoun poder tal sobre mi intelecto que me permita creer sin evidenciamis ntimos deseos. (Ensayo sobre el principio de poblacinen relacin con el progreso futuro de la sociedad, y crticade las especulaciones de los seores Godwin, Condorcet y otros.)

Dulce y tierno. Genio y locura no iban con l.

Viva honradamente de su canonja, pero no le convencaEl orden divino en la evolucin de la estirpe humanade Sssmilch. Y se trag anuarios estadsticos,dej la rectora, se fue a Rusia y a otros pases.Europa se horroriz del resultado. Montonos presagios:aquella retahla de enfermedades, epidemias, carestas,plagas, revueltas y hambres endmicas.

Arremete el pastor de buenas almas de Albury

contra la ola de placeres deshonestos, villanas,y perversas pasiones, pero por vez primera su sermncalcula las fuerzas naturales en matrices y testculos,como el fsico la velocidad y el alcance de un disparoen medios de distinta densidad: y todo elloes necesariamente as y nunca dejar de serlo.

Sicofante descarado de la clase poderosa. Infame,siniestra doctrina, cinismo, blasfemia: palabras,

pero el plazo de duplicacin sigue siendo ande treinta aos, y rige an la frmula: Pt = Poert.


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Cierto: sus clculos son inexactos. Slo estaba segurode que algo aumenta sin cesar. Crece el crecimiento,crece el hambre, crece el miedo. Sonrosado de mejillas,

frotndose de manos, reciba cada da con el t los panecillosde manos de la misma lozana mujer, con la que religiosamentefornicaba una vez al mes: un impertrrito miedoso,un impostor que aparent salud su vida entera:El ms feliz de todos los profetas de la catstrofe.

Teologa cientficaProbablemente es uno de muchos.Estar cansado, a veces,distrado. Difcil trabajo,todas estas series de experimentos,ms que incontables. S,en principio lo sabe todo,pero naturalmente no se puedepreocupar de los detalles:

reactores que se recalientan,nubes de plasma, campos relativistas.Finalmente no somos los nicos.

Slo despus de una eternidadtoma de nuevo la prueba en su mano.En su enorme ojose refleja nuestro universo.Pero entonces ya hemos pasado.Lstima. A lo mejor le hemosinteresado, desde el punto de vistapuramente cientfico.Una novedad, slo que no muyresistente, inadvertida,porque l estaba ocupado de otro modo,este Dios. Se qued dormido al crearnos.


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Charles Maessier (1730-1817)M. Una letra M en las cartas estelares: M 42

en Orin; M 57 la niebla anular de Lira; las Plyades,M 45; y el Astro Nuevo de los chinos, la supernova M 1:nubes de gas incandescente, bombas csmicas, radiaciones.Al-Sfi, halcn celeste! Swedenborg, soador galctico!

Y l en cambio tan sumiso, pulcro y anodino.Muerto de hambre. A Pars con veintin aos,su bonita caligrafa y nada ms que resear.Quinientos francos al ao, cama y comida.Copia para Delisle los planos de Pekn

y sus bocetos de la Gran Muralla China.Un ignorante. Dieciocho meses busca en vanosu primer cometa: error en los clculos de Halley(perturbaciones por la masa de Jpiter).Y el Rey le apod ms tarde el hurn de los cometas.

Una vez su mujer le ocup la noche entera:agonizaba. Y derram lgrimas amargas

por el cometa abandonado. En Londres, entonces,construa el viejo Herschel enormes refractores,y l, sin teora, velaba con un candil. Un ignorante.

Con buena vista y reloj casero. Un pequeo cuadrantey un msero telescopio (siete pulgadas). Ni ms, ni menos.No dorma. Slo buscaba. Eclipses, manchas solares.En una noche de otoo, hace dos siglos ya,Divis en Tauro un fulgor cercano a Zeta.

Un cometa que no lo era, pues no se mova.Le irritaba el hecho, una galaxia. Miraba,anotaba y no entenda. Vocal de la Royal Society,acadmico de Petersburgo, Berln, Estocolmo, y por ltimoPars. Un contable, un copista. Y qu ciego era!

Desfiles y procesiones bajo su ventana, cortejosnupciales y entierros. Por la rue Saint Jacquesla Historia vociferaba. Chillaban rameras, sonaban tiros,

los discursos se inflamaban y se extinguan: amor, valor, terror.Ciego y sordo. Su pluma raspeaba. El aceite escaseaba.


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28No llor al rey decapitado, ni a los taberneros,lavanderas, raterillos, sablistas y banquerostronchados por la cuchilla fra. Los astrnomoshuyeron. Slo a uno encontr: Bochard de Saron,

amigo de Laplace. Ola a orines la Conciergerie.An le calcul, con el pie ya en el cadalso,la rbita de un cometa. Regres inadvertidosin sueldo, sin sueo, con gota, al Htel de Cluny.Oscura la ciudad. Miedo, hambre, usura, inflacin.Silencio quince minutos, y vuelve a rasguear la pluma.

Catalogue des nbuleuses et des amas d'toilesque l'on dcouvre parmi les toiles fixes. Pesado,

tenaz, suave e incomprensivo como un nio.Slo una letra nos lo recuerda. M fueun ignorante. A dos millones de aos luz

Inslito atractorMinutos, horas, das enterosinclinado sobre el barandal,sobre millonesde insolubles ecuaciones,miro en el ojo del huracn,que mira mis ojos;

verdecaliza, blancoespumeantesusurra la clara materia,girando hipntica,

el yeso brillandoen remolinos que retornannunca retornando;

y arriba del todo, felpudo,en la espuma, en la luz,vacila, danza algo hmedo,pardo, que danzapero no se hunde,

vacilaun osito de peluche.


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Mquina del climaFalso! Es una cocina vieja

y no una mquina. Echa vapores,hierve, arde y se hiela.Caprichosa e incansablees la cocinera procelosa,permanece invisible, no le gusta quele miren en los cacharros,nos lava, rehoga y tuesta,tormenta y espuma. Oh,ella cocina tambin slo con aguay gas!

Pobre ciencia,que con flechas rojas y azules,detectores, contadores y sondaslee los posos del caf!Recetas secretas, segn el estadode las estrellas, dependientes de la bruma,de la suciedad, del pur volcnico.Puntualmente la cocinera saca por arte de magia

el arroz, el eneldo, la vainilla.Imprevisible remueve el mundocon su enorme cuchara.

Detalles sobre un rbol

Aquel abedul, tachonado de sol.No te muevas. Miralas variaciones: el verde del verde,lo mate de lo brillante, la hojaen el limbo ms oscura arribaque abajo. Nada se repite.Cada nervio se derrama como sobre piella brisa. Todo esto vacila,

se alza, inalteradocasi, pero no del todo.


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30Esto balancea, baila, rueda:conjuntos patolgicos,funciones sin derivada,rbitas fluctuantes en un epacio de fases.

Al viento doblegan, que la dobla,las hojas, lo tuercenen fantasmales remolinosque t no ves. Deja calculartu dbil cerebrohasta que tiemble, vibre, se vuelqueante el remolino de los fenmenoscapitule y de nuevocomo el abedul ante tus ojos

se alce, inalteradocasi, pero no del todo.

Bifurcaciones

Todo lo que se ramifica,se bifurca: delta, rayo, pulmn,races, sinapsis, fractales,rboles genealgicos y de decisiones;todo lo que multiplicay a la vez disminuye -

no hay quien lo comprenda,ya demasiado complejopara este miembro X

de una serie infinitaque a las espaldasde aquel que en lugar de pensares pensado, se desarrolla,se ramifica, se bifurca.


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Lo definitivo sobre cuestiones decertezaHay enunciados.Hay enunciados que son verdaderos.Hay enunciados que no son verdaderos.Hay enunciados en los que no se puede decidirsi son verdaderos o falsos.Hay enunciados en los que no se puede decidirsi el enunciado que no se puede decidirsi es verdadero o no,es verdadero o no,etc

Homenaje a Gdel

Teorema de Mnchhausen, caballo, tollo y trenza,es fascinante, pero no olvides:Mnchhausen era un mentiroso.

El teorema de Gdel parece a primera vistaalgo sencillo, pero piensa:Gdel tiene razn.

En cada sistema suficientemente ricose pueden formular axiomasque dentro del sistemani son demostrables ni refutables,a no ser que el sistemafuera l mismo inconsistente.

T puedes describir tu propio lenguajeen tu propio lenguaje:

pero no del todo.T puedes investigar tu propio cerebro:


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32pero no del todo.Etc.

Para justificarsecada sistema imaginabletiene que trascenderse,es decir, destruirse.

Bastante rico o no:libertad de contradiccines una manifestacin carencialo una contradiccin

(Certeza=Inconsistencia.)

Cada jinete imaginable,o sea tambin Mnchhausen,o sea tambin t eres un subsistemade un tollo suficientemente rico.

Y un subsistema de este subsistemaes la propia trenza,este aparato elevadorpara reformistas y mentirosos.

En cada sistema suficientemente ricoo sea tambin en este tollo mismo,se pueden formular axiomasque dentro del sistemano son ni demostrables ni refutables.

Toma estos axiomas en la manoy tira!

Los matemticosRaces que no arraigan,aplicaciones para ojos cerrados,

grmenes, rboles, contracciones, fibras:el ms blanco de todos los mundos


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33con sus haces, secciones y clausurases vuestra Tierra de Promisin.

Arrogantes os perdisen la infinitud no-numerable, en conjuntosvacos, ralos, disjuntosconjuntos en s mismo densos yconjuntos transfinitos.

Conversaciones fantasmalesentre solteros:el ltimo teorema de Fermat,la objecin de Zermelo,el lema de Zorn.

Deslumbrados ya de niospor fras dilucidaciones,os habis desentendido,encogiendo los hombros,de nuestros placeres sangrientos.

Pobres de palabras, tropezis,ensimismados,impulsados por el ngel de la abstraccinsobre campos de Galois y superficies de Riemann,con el polvo de Cantor hasta las rodillas,a travs de los espacios de Hausdorff.

Entonces, a los cuarenta, os sentis,oh telogos sin Jehov,sin pelo y bien enfermos,los trajes rados,ante el vaco escritorio,

quemados, oh Fibonacci,oh Kummer, oh Gdel, oh Mandelbrot,en el purgatorio de la recursin


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Modelo para una teora delconocimiento

Aqu tienes una caja,una caja grandecon una etiquets que dicecaja.brela,y dentro encontrars una caja,con una etiqueta que dicecaja dentro de una caja cuya etiqueta dicecaja.Mira adentro(de esta caja,no de la otra)y encontrars una cajacon una etiqueta que dice...y as sucesivamente,y si sigues as,encontrars

tras esfuerzos infinitosuna caja infinitesimalcon una etiquetatan diminuta,que lo que dicese disuelve ante tus ojos.Es una cajaque slo existeen tu imaginacin.

Una cajaperfectamente vaca.


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Decreto de aplicacinDecreto de aplicacinDecreto de aplicacinDecreto de aplicacinDel artculo 5, Prrafo 3 GG

1. El arte es libre.2. Se prohbe al artistaser inofensivo, discreto,buen maridocon ingresos regulares.3. El artista est obligadoa ser insoportable.

Con sus intervencionescomo aguafiestas asocial,mrtir ofendido,nusea legendaria,tiene que molestar, aburriry distraer a inofensivos, discretos,buenos maridoscon ingresos regulares,

toda una vida.

Soliloquio de un perplejopor Hans Magnus Enzensberger

Nosotros somos nosotros, y los otros son los otros. Que quede muy claro!Los otros siempre estn ah y siempre nos atacan los nervios. Nunca lodejan a uno en paz! Si slo fuesen de otra manera, todava. Pero no, se creenque son algo mejor. Los otros son arrogantes, sabelotodos, no nos puedenaguantar.Difcil decir lo que piensan en realidad. A veces tenemos la impresin deque estn chiflados. Una cosa es segura: algo quieren de nosotros, no nosdejan en paz. Es una provocacin la forma que tienen de examinarnos,como si nos hubiramos escapado de un zoolgico, o como si fusemosaliengenas. Lo mnimo que puede decirse es que nos sentimos amenazados

por ellos. Si no nos defendemos nos quitarn todo cuanto poseemos. Sifuera por ellos, nos mataran.


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36Por otro lado, no podemos imaginarnos un mundo sin los otros. Algunos

sostienen incluso que los necesitamos. Toda nuestra energa la invertimosen los otros; todo el da, y hasta de noche, pensamos en ellos. Aunque no lospodemos soportar, dependemos de ellos. Como es natural, nos alegraramos

de que se fueran a cualquier sitio donde no tuvisemos que verlos nuncams. Pero y luego? O bien tendramos otros colgados del cuello, y todocomenzara de nuevo y tendramos que estudiar a los nuevos otros paradefendernos de ellos; o bien mucho peor, empezaramos a pelearnos entrenosotros y entonces, naturalmente, algunos de nosotros seran los otros, ysanseacab con nuestro nosotros.

A veces me pregunto si en realidad nosotros somos nosotros. Puesto quenosotros, como es natural, somos al mismo tiempo los otros de los otros.Tambin ellos necesitan alguien a quien no poder aguantar, y ese alguiensomos con toda certeza nosotros. No slo nosotros dependemos de ellos,igual dependen ellos de nosotros, y desde luego que se alegraran de quenos furamos a cualquier sitio donde no tuviesen que vernos nunca ms.Pero es probable que despus nos echasen de menos. Apenas se hubieranlibrado de nosotros, se encarnizaran entre ellos, igual que nosotros si losotros desaparecieran.

Todo esto, como es natural, no puedo decirlo en voz alta entre nosotros,es tan slo una reserva mental ma que mejor es que me la guarde. Porque sino todos diran: Ahora lo sabemos con certeza, querido!, en el fondo no hassido nunca uno de nosotros, nos has engaado! Eres uno de los otros! Y

entonces se me quitaran las ganas de rer, me retorceran el pescuezo, esoes seguro. No debera pensar tanto en el asunto, no es sano.Quizs tuviesen los mos incluso razn. A veces yo mismo no s si soy

uno de los nuestros o uno de los otros. Eso es lo malo. Mientras ms locavilo ms difcil me resulta distinguir entre nosotros y los otros. Si se losmira con atencin, cada uno de los nuestros es condenadamente parecido auno de los otros: y viceversa. A veces yo mismo no s si soy uno de losnuestros o soy un otro. Lo preferible sera ser yo mismo, pero naturalmenteeso es imposible. ~


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El perdedor radicalpor Hans Magnus Enzensberger

No hay que entenderlo todo,pero no viene mal un ensayo.

R. K

I

Es tan difcil hablar del perdedor como necio callar sobre l. Necio, porque

no puede haber ganador definitivo y porque a cada uno de nosotros, tantoal Napolen megalmano como al ltimo mendigo de las calles de Calcuta,nos es reservado el mismo final. Difcil, porque peca de simplista quien seda por satisfecho con esta banalidad metafsica. En efecto, as se pierde ladimensin realmente candente del problema, la dimensin poltica.

En lugar de leer en las mil caras del perdedor, los socilogos se atienen asus estadsticas, basadas en valores medios, desviaciones estndar ydistribuciones normales. Rara vez se les ocurre pensar que ellos mismospodran pertenecer al bando de los perdedores. Sus definiciones vienen aser como el rascarse una herida: despus pica y duele ms, como diceSamuel Butler. Lo que est claro es que, por la manera en que se haacomodado la humanidad capitalismo, competicin, imperio,globalizacin, no slo el nmero de los perdedores aumentar cada da,sino que pronto se verificar el fraccionamiento propio de los grandesconjuntos; las cohortes de los frustrados, de los vencidos y de las vctimasse irn disociando unas de otras en medio de un proceso turbio y catico.Al fracasado le queda resignarse a su suerte y claudicar; a la vctima,reclamar satisfaccin; al derrotado, prepararse para el asalto siguiente. El

perdedor radical, por el contrario, se aparta de los dems, se vuelveinvisible, cuida su quimera, concentra sus energas y espera su hora.

Quiz valga la pena echar un vistazo a su antpoda, el ganador radical. stees igualmente un producto de la llamada globalizacin, y aunque no puedehaber simetra entre los dos, comparten algunas caractersticas. Tambin elMaster of the Universe econmico, que supera en poder y riqueza a todos susantecesores, est completamente aislado en trminos sociales, sufre pormeras razones de seguridad una prdida de realidad y se siente

incomprendido y amenazado.


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38Pero las categoras del anlisis de clase son poco idneas para solventar lascontradicciones que aqu interesan. Quien se conforme con los criteriosobjetivos y materiales, con los ndices de los economistas y las deprimentesconclusiones de los empricos, no entender nada del drama intrnseco del

perdedor radical. Se trata casi siempre de un hombre. Puede parecer trivialapuntar las razones de que esto sea as, pero no est de ms sealarlas. Parael que se atribuye a s mismo una superioridad tradicionalmenteincuestionada y no se ha resignado a que el plazo de esa primaca hayacaducado, ser infinitamente difcil asumir su prdida de poder. (No hacemucho que en los hogares alemanes exista un cabeza de familia.) Portodas estas razones, un hombre que se siente un perdedor radical seencuentra al borde de un precipicio imaginario que a una mujer leresultara ms bien ajeno.

Sin embargo, lo que los dems piensen de l, sean sus competidores o sushermanos de tribu, expertos o vecinos, condiscpulos, jefes, amigos oenemigos, y sobre todo su esposa, no le es suficiente al perdedor pararadicalizarlo. l mismo tiene que aportar su grano de arena, tiene queconvencerse de que realmente es un perdedor y nada ms. Mientras le falteesa conviccin, podr irle mal, podr ser pobre e impotente, haber conocidola ruina y la derrota; pero no habr alcanzado la categora de perdedorradical hasta que no haya hecho suyo el veredicto de los dems, a quienesconsidera como ganadores. Slo entonces se desquiciar.

II

Nadie se interesa espontneamente por el perdedor radical. El desinters esmutuo. En efecto, mientras est solo (y est muy solo) no anda a golpes porla vida; antes bien, parece discreto, mudo: un durmiente. Si alguna vez llegaa hacerse notar y queda constancia de l, provoca una perturbacin queraya en el espanto, pues su mera existencia recuerda a los dems que se

necesitara muy poco para que ellos se comportasen de la misma manera. Siabandonara su actitud, quiz la sociedad incluso le ofrecera auxilio. Pero lno piensa hacerlo, y nada indica que est dispuesto a dejarse ayudar.

A muchos profesionales, el perdedor radical les sirve de objeto de estudio ymedio de vida. Psiclogos sociales, trabajadores sociales, polticosresponsables de asuntos sociales, criminlogos, psicoterapeutas y otros queno se autocalificaran como perdedores radicales, se ganan el pan de cadada ocupndose de l. Pero, aun poniendo la mejor voluntad, el cliente

permanece opaco a sus miradas, pues su empata topa con fronterasprofesionales bien afianzadas. Por lo menos saben que el perdedor radical


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39es de difcil acceso y, en ltimo trmino, imprevisible. Identificar entre loscentenares que acuden a sus consultas y despachos pblicos al individuodispuesto a todo hasta las ltimas consecuencias es una tarea que lesdesborda. Captan tal vez que no se encuentran ante un caso de asistencia

social que pueda subsanarse por va administrativa. En efecto, el perdedordiscurre a su manera. Eso es lo malo. Calla y espera. No se hace notar.Precisamente por eso se le teme. Ese miedo es muy antiguo, pero hoy porhoy est ms justificado que nunca. Todo aquel que posee un pice depoder social intuye a veces la enorme energa destructiva que se encierra enel perdedor radical, y que no puede neutralizarse con ninguna medida, porbuena que sea y por mucho que se plantee seriamente.

El perdedor radical puede estallar en cualquier momento. La nica solucinimaginable para su problema consiste en acrecentar el mal que le hace

sufrir. Cada semana salta a los peridicos: el padre de familia que primeromata a su esposa, luego a sus dos hijos y finalmente acaba con su propiavida. No se entiende, tragedia familiar, rezan las crnicas de sucesos.Otro caso conocido es el del hombre que de buenas a primeras se atrincheraen su piso despus de haber tomado como rehn al arrendador que vena acobrar el alquiler. Cuando por fin aparece la polica, empieza a pegar tiros adiestro y siniestro y mata a uno de los agentes antes de caer desplomado enel tiroteo. Se habla entonces de amok, un trmino malayo utilizado paradesignar esos ataques de locura homicida. El motivo que provoca el

estallido suele ser del todo insignificante. Resulta que el violento esextremadamente susceptible en lo que se refiere a sus propias emociones.Una mirada o un chiste son suficientes para herirle. No es capaz derespetar los sentimientos de los dems, mientras que los suyos sonsagrados para l. Basta con una queja de la esposa, la msica demasiado altadel vecino, una discusin en el bar o la cancelacin del crdito bancario;basta con que uno de sus superiores haga un comentario despectivo paraque el hombre se suba a una torre y ponga en el punto de mira todo lo quese mueve frente al supermercado. Y no lo hace pese a que sino precisamente

porque la matanza acelerar su propio fin. Dnde habr conseguido lametralleta? Por fin, el perdedor radical, tal vez un padre de familiasexagenario o un quinceaero acomplejado por el acn, es amo de la vida yla muerte. Despus se ajusticia a s mismo, como lo formula elpresentador de las noticias, y los investigadores policiales se ponen manosa la obra. Se incautan de unas cuantas cintas de vdeo y unas anotacionesfarragosas de diario. Los padres, vecinos o maestros no han notado nada. Escierto que el chico ha tenido alguna mala calificacin en su expedienteescolar y que acusaba un carcter levemente retrado; no hablaba mucho.Pero sa no es razn para ametrallar a una docena de compaeros de clase.Los peritos emiten sus dictmenes, los especialistas en crtica cultural


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40desempolvan sus argumentos. Y tampoco puede faltar la alusin al debatede los valores. Pero la investigacin de las causas queda en agua de borrajas.Los polticos manifiestan su conmocin, y finalmente se decide que se tratade un caso singular.

La conclusin es correcta, porque los autores de tales crmenes sonpersonas aisladas que no han logrado relacionarse con ningn colectivo. Yal mismo tiempo es errnea, porque a la vista est que existen cada vez mscasos singulares de ese tipo. El hecho de que se multipliquen permiteconcluir que hay cada vez ms perdedores radicales. Esto se debe a lasllamadas condiciones objetivas, muletilla que puede referirse al mercadomundial, al reglamento de evaluaciones o a la compaa de seguros que noquiere pagar.

III

Quien desee entender al perdedor radical tal vez debera profundizar msen las cosas. El progreso no ha eliminado la miseria humana, pero la hatransformado enormemente. En los dos ltimos siglos, las sociedades msexitosas se han ganado a pulso nuevos derechos, nuevas expectativas ynuevas reivindicaciones; han acabado con la idea de un destinoirreductible; han puesto en el orden del da conceptos tales como ladignidad humana y los derechos del hombre; han democratizado la luchapor el reconocimiento y despertado expectativas de igualdad que nopueden cumplir; y al mismo tiempo se han encargado de exhibir ladesigualdad ante todos los habitantes del planeta y en todos los canales detelevisin durante las 24 horas del da. Por eso, la decepcionabilidad de losseres humanos ha aumentado con cada progreso.

Cuando los progresos culturales son realmente un xito y eliminan el mal,raramente despiertan entusiasmo, observa el filsofo. Ms bien se dan por

supuestos, y la atencin se centra en los males que continan existiendo.As acta la ley de la importancia creciente de las sobras: cuanta msnegatividad desaparece de la realidad, ms irrita la negatividad que queda,

justamente porque disminuye.1

Odo Marquard se queda corto; pues no se trata de irritacin sino de rabiaasesina. Lo que al perdedor le obsesiona es la comparacin con los dems,que le resulta desfavorable en todo momento. Como el deseo dereconocimiento no conoce, en principio, lmites, el umbral del dolor

desciende inevitablemente y las imposiciones del mundo se hacen cada vezms insoportables. La irritabilidad del perdedor aumenta con cada mejora


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41que observa en los otros. La pauta nunca la proporcionan aquellos queestn peor que l; a sus ojos, no son ellos a quienes continuamente seofende, humilla y rebaja, sino que es siempre l, el perdedor radical, quiensufre tales atropellos.

La pregunta de por qu esto es as contribuye a sus tormentos. Es incapazde imaginarse que quiz tenga que ver con l. Por eso tiene que encontrar alos culpables de su mala suerte.

IV

Quines son, pues, esos agresores annimos y superpoderosos? Responder

a esta punzante pregunta desborda a ese ser singularizado, reducido a smismo. Si no le sale al paso un programa ideolgico, su proyeccin noencuentra ningn objetivo social; lo busca y lo halla en el entorno cercano:el superior injusto, la esposa rebelde, los nios vociferantes, el vecinomaligno, el colega intrigante, la autoridad tozuda, el facultativo que leniega el certificado mdico, el profesor que le pone malas notas.

Y no habr tambin maquinaciones de un enemigo invisible y sin nombre?En este caso, el perdedor no tendra que confiar en su propia experiencia ypodra echar mano de lo que ha escuchado en alguna parte. A los menos leses dado inventar una quimera aprovechable para sus fines. Por eso, elperdedor aprovecha el material que flota libremente en la sociedad. No esdifcil localizar a los poderes conminatorios que le tienen ojeriza. Se tratageneralmente de los inmigrantes, servicios secretos, comunistas,norteamericanos, multinacionales, polticos, infieles. Y casi siempre de los

judos.

Semejante proyeccin es capaz de aliviar al perdedor por un tiempo, perono puede calmarlo de verdad. Pues a la larga resulta difcil afirmarse frente

a un mundo hostil y es imposible disipar total y absolutamente la sospechade que pueda haber una explicacin ms sencilla de su fracaso, a saber, quetenga que ver con l, que el humillado es culpable de su humillacin, que nomerezca en absoluto el respeto que reivindica y que su vida no valga nada.Identificacin con el agresor es como los psiclogos llaman a esamortificacin. Pero quin se aclara con esos conceptos peregrinos? Alperdedor no le dicen nada. Y si su vida ya no tiene valor, cmo van apreocuparle las vidas ajenas?

Tiene que ver conmigo. Los otros tienen la culpa. Los dos argumentosno se excluyen. Al contrario, se retroalimentan segn el modelo del circulus


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42vitiosus. Ninguna reflexin puede liberar al perdedor radical de ese crculodiablico; de l saca su inimaginable fuerza.

La nica salida a su dilema es la fusin de destruccin y autodestruccin,

de agresin y autoagresin. Por un lado, el perdedor experimenta unpodero excepcional en el momento del estallido; su acto le permite triunfarsobre los dems, aniquilndolos. Por otro, al acabar con su propia vida dacuenta de la cara opuesta de esa sensacin de podero, a saber, la sospechade que su existencia pueda carecer de valor.

Otro punto a su favor es que el mundo exterior, que nunca quiso saber del, tomar nota de su persona desde el momento en que empue el arma.Los medios de comunicacin se encargarn de depararle una publicidadinaudita, aunque slo sea durante 24 horas. La televisin se convertir en

propagandista de su acto, animando de ese modo a los mulos potenciales.Como se ha demostrado, particularmente en los Estados Unidos deAmrica, ello representa una tentacin difcil de resistir para los menoresde edad.

V

Al sentido comn, la lgica del perdedor radical le resulta incomprensible.Aqul apela al instinto de conservacin, considerndolo un hecho natural,

indiscutible e incuestionable. Sin embargo, esta nocin responde a una ideaprecaria, histricamente muy variable. Es cierto que ya los griegos sereferan al instinto de conservacin. Todo animal y todo ser humanoestaban predispuestos, desde su nacimiento, a hacer lo posible parasobrevivir: as lo enseaban los estoicos. Tambin en Spinoza el conceptodesempea un papel central. Habla de conatus, entendiendo por ello unafuerza que habita sin excepcin en todo ser viviente. Kant, en cambio,ofrece una lectura distinta: segn l, no se trata de un instinto natural puro,sino ms bien de un postulado tico. La [...] primera obligacin del hombreconsigo mismo es, por su condicin de bestia, la conservacin de sunaturaleza animal.2 De lo que Lichtenberg deduce: Qu deplorable es elhombre si todo debe hacerlo l mismo; exigirle su autoconservacin esexigirle un milagro.3 Y siempre he juzgado que un hombre cuyo instintode conservacin se ha debilitado tanto que se le puede reducir muyfcilmente, podra asesinarse a s mismo sin culpa.4 Hasta el siglo xix laobligacin no se convirti en un hecho cientfico indubitable. Los menos lovean de otra manera. Los fisilogos deberan pensrselo bien antes deafirmar que el instinto de conservacin es el instinto cardenal de un serorgnico.5 Pero la objecin de Nietzsche siempre ha cado en odos sordos

entre los que quieren sobrevivir.


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43Ms all de la historia de los conceptos, parece que la humanidad nunca haaceptado que se haya de considerar la vida propia como el bien supremo.Todas las religiones primitivas supieron apreciar el sacrificio humano, y enpocas posteriores los mrtires fueron muy cotizados. (Conforme a la

fatdica mxima de Blaise Pascal, se debe creer slo a aquellos testigos quese dejen matar.) En la mayora de las culturas, los hroes ganaron fama yhonor por su desprecio a la muerte. Hasta las batallas de material de laPrimera Guerra Mundial los estudiantes de bachillerato tenan queaprender el famoso verso de Horacio segn el cual es dulce y honroso morirpor la patria. Otros afirmaban que lo necesario no era vivir sino dedicarse ala navegacin, y todava en la guerra fra hubo gente que gritaba antesmuerto que rojo. Y qu pensar, en condiciones absolutamente civiles, delos funmbulos, deportistas extremos, pilotos de carreras, investigadorespolares y otros candidatos al suicidio?

Por lo visto, el instinto de conservacin tiene poco fundamento. As lo avalaya tan slo la notoria predileccin transcultural y transepocal que nuestraespecie ha mostrado por el suicidio. Ningn tab y ninguna amenaza decastigo han podido disuadir a los humanos de quitarse la vida. No existeuna medida cuantitativa de esa propensin; todo intento de documentarlaestadsticamente fracasa por la elevada cifra oculta.

Sigmund Freud intent resolver el problema de forma terica,

desarrollando, sobre una incierta base emprica, el concepto del instinto demuerte. Su hiptesis se manifiesta ms claramente en la vieja y sabidaconclusin de que puede haber situaciones en las que el ser humanoprefiera un final terrible a un terror sea real o imaginario sin fin. ~

Entrevista al Escritor Alemn

Hans Magnus EnzensbergerSergio Gonzlez Rodrguez

Para Hans Magnus Enzensberger, autor de Dilogos entre inmortales, vivosy muertos y que alguna vez proclam la muerte de la literatura, es difcildecir que la poesa est al servicio de algo en particular.

"La poesa no sirve en ese sentido, de manera utilitaria", dice, "no sirve,basta. Est fuera del comercio".


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La poesa es probablemente el nico producto cultural que no tiene unvalor comercial, dice.

"Es minoritaria, pero sabemos que las minoras cuentan. Los grandesfsicos, cuntos son? Poqusimos. Por tanto es una minora. Hay muchasminoras tnicas, cientficas, pero cuentan por mucho. Eliminando a lasminoras, una sociedad no funciona; entonces, en cierto modo, tambinmodestamente los poetas cuentan", dice.

No hay sociedad sin poesa, seala, y es equivocada la idea de que lasmayoras no tengan ninguna relacin con la poesa.

"Pensemos un poco sobre la cantidad de gente que sabe de memoria el AveMara, o cuntas personas saben Yellow Submarine. Eso es poesa; BobDylan es poesa. Piensen en las rimas de la infancia. Hay una supersticinde que la poesa es algo complicado, difcil, pero es falso. Millones sabenpoesa, mala poesa quiz, pero poesa".

Enzensberger sostiene que la poesa es el nico medio de comunicacin enel cual hay ms productores que consumidores.

-La poesa sigue siendo una antimercanca?

S, y eso tiene que ver con los costos de produccin. Los directores de cine,por ejemplo, tienen una relacin con el capital muy importante, por lo quedependen de un inversionista que controle la produccin. En ese sentido, esmenos libre que otras cosas, como la poesa. Un libro de poesa no cuestatanto, resiste a la presin, es una forma muy curiosa de productividad.

La poesa es como la hierba, es imposible eliminarla definitivamente. Nohay control. No hay especulacin, como con los novelistas best-seller, conquienes existe siempre la posibilidad de utilizar frmulas para llegar al

xito, recetas. En la poesa eso no vale, porque no hay una estructurafinanciera detrs.

-Es la poesa entonces un ejercicio de persistencia?S, es un medio de comunicacin muy especial que no funciona segn lalgica de los medios masivos. Eso tiene antecedentes, cuando la poesa eraoral. La poesa no depende, ni siquiera, del invento de Gutenberg. La poesaexiste con o sin libros.

-Cmo es posible esto?Ahora hablamos de la poesa, entre comillas, seria. Pero hay un tipo de


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45poesa mayoritaria, que es la cancin. Tambin, cuando van al knder, losnios hacen rimas, que tambin es un tipo de poesa. Se tiene la idea de quela poesa es algo especializado, pero en realidad es un hecho antropolgico.

Jams ha existido una sociedad sin poesa.

Todos tenemos una capacidad innata para la poesa, la rima, el ritmo, y esasera, tal vez, una de las razones por las cuales es imposible erradicar lapoesa.

-Es un concepto ms amplio que el que comnmente se maneja?Claro. Hay una idea acadmica de la poesa, lo que hace que para muchaspersonas la poesa parezca algo difcil, misterioso, inaccesible.

En la escuela dejan escribir un ensayo o interpretacin sobre una poesa sinla posibilidad de decir si les gusta o no, si dice algo o no. Eso hace quemuchas personas la odien, porque es una cosa forzada.

Ahora escribo un libro que lleva por ttulo Primeros auxilios para lectoresestresados, dirigido a los escolares, para evitar que la poesa sea percibidaas. Es un intento de seducir a los jvenes con la poesa.

-Qu elementos utiliza para seducir a los jvenes con la poesa?Lo primero es presentar la poesa como un juego, y que nadie est ajeno a l.

Todos tenemos una capacidad para la poesa. En realidad es un pocoantiescolar, pero la culpa no es totalmente de los profesores. Hay algunosque trabajan con buenas intenciones, pero pertenecen a un sistema que lesindica qu autores ensear y dar a leer. Un pequeo libro como el queescrib puede ayudar a ciertos profesores que no estn de acuerdo con lamanera esquemtica en la que se ensea la poesa.

-Cul es el lmite poltico para la poesa?Es relativo. Haba un gran auge, con las ideas revolucionarias de los aos

60, e ilusin de que la literatura cambiara el mundo. En poltica, paracambiar, hay muchas cosas ms eficaces que la poesa.

-La literatura no cambia nada?Si quieres impedir que el gobierno haga algo, sal a la calle. Es mucho msrpido y directo, pues la poesa procede de una manera muy indirecta.Puede hacer un cambio de mentalidad, pero es algo lento. La conciencia nose cambia de un minuto a otro, y la situacin poltica exige, a veces, unaintervencin inmediata, y eso no se logra con poesa. La poesa es indirecta

y sutil. Escribir un poema pacifista no impide que se haga la guerra.


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46-Puede mantenerse la idea del escritor comprometido?No estoy aqu para decir lo que debe, puede o suele escribirse. No se puededecir: "Esa es la manera justa de escribir". Los escritores somos libres.

En la literatura hay especialistas. Estn los poetas de la naturaleza, lospoetas del amor. A m no me interesa hacerme un especialista de ciertatemtica; ni siquiera la poltica, porque la poltica es parte de la vida ytodas las partes de la vida caben en la poesa. Esa es mi actitud, los demspueden hacer lo que quieran.

-Cmo escribe usted su poesa?Me gusta cambiar de registro en una misma poesa, cambiar el tono eincluir en medio de una meditacin filosfica una frase de la calle. Es mimodo de hacer la poesa, en la literatura uno puede hacer lo que quiera sinseguir un modelo fijo.

-Es un modo original de producir?No, tampoco es que pretenda ser original, pues eso es un concepto relativo.

Jams se parte de cero, pues traemos millones de aos en la espalda. Esinfantil pensar que uno es el primero, que con uno empieza el mundo. Lospoetas, en ese sentido, son tambin ladrones, y por eso la traduccin esmuy interesante desde este punto de vista, porque es un procedimiento enel cual descubres el aspecto tcnico de la poesa, los trucos de los poetas.

Periodistas e intelectualesPara Enzensberger, a quien no le gusta dar muchas entrevistas, el problemadel periodismo es la repeticin. No slo de quienes preguntan, sino dequienes responden.

"Es una tontera decir la misma tontera cinco veces", dice, "y eso esaburrido. Por eso he renunciado a dar entrevistas individuales, pues

tambin tiene que ver con la vanidad de los periodistas, que quieren todoexclusivo".

-Con referencia al dilogo en que pone a conversar a Diderot con un joven periodista,cul es su opinin sobre el periodismo?El periodismo me parece un trabajo muy difcil. La rapidez, por ejemplo.Un periodista jams tiene el tiempo de reflexionar. Admiro, incluso, alperiodista comn, sin inters, porque es capaz de escribir en muy pocotiempo y sabe exactamente cmo cuadrarlo en el peridico; sabe cuntas

lneas, cuntas palabras tiene. Por su entrenamiento, sabe cundo terminar,y eso es algo formidable.


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Por otra parte, tienen sus enfermedades y deformaciones profesionales. Laenfermedad del periodista es la imitacin, porque por la competencia todosescriben de lo mismo. Otra enfermedad es la necesidad neurtica de que se

hable de los periodistas, porque de otra forma no se hace carrera. Larapidez, tambin, destruye el estilo, el lenguaje. Y eso por no hablar de laspresiones a las que est expuesto un periodista. Es una profesin difcil,hay algunos que sobreviven a todas esas dificultades y hacen un trabajobien, pero son excepciones.

-Por qu seguimos arrastrando el problema de la Ilustracin?Hay de Ilustracin a Ilustracin. Hay un cierto tipo de reforma ilustradaque es dogmtica. En Amrica Latina, ha tenido mucho efecto estavertiente; el jacobismo es una versin degradada de la Ilustracin, pues laha reducido a unos conceptos muy limitados, como orden y progreso, unanticlericalismo muy primitivo, sin densidad de pensamiento. UnaIlustracin ingenuamente reducida e instrumentalizada polticamente,claro. Pero hay otros aspectos de la Ilustracin, que son ms ricos, que noson pedaggicos, que no son tan lineales.

Fue una gran poca, me hubiera gustado hablar con esas personas, que noestaban tan preocupadas por la especializacin. El mundo es ms grande delo que entendemos. Tambin hay una tradicin de exigir a los intelectuales

que expliquen las cosas. Y tengo dudas sobre los intelectuales: son enverdad ms inteligentes que otras personas? No, no es cierto. Hay tambinintelectuales tontos, y gente comn muy inteligente. Es decir, lainteligencia no respeta las categoras sociales.

-Por cules valores luchar ahora, cuando todo parece muy relativo?En esos trminos, parece todo una obligacin moral, y no estoy tan segurode que tenga que pasar todo por la parte moral. Creo que todos tenemosobsesiones, problemas y ciertas coyunturas que obligan a las personas a

tomar una posicin. Y no es una eleccin, es una necesidad. En mi caso, nos si es una obsesin o parte de mi temperamento, pero ante cualquierautoridad, no estoy dispuesto a estar de acuerdo. Y es algo ms fuerte queyo, no es algo moral. Es algo casi fsico y no puedo actuar de otra manera.Cuando alguien me ordena cosas, me defiendo. Para el poltico, su obsesines el poder, no puede hacer otra cosa. No creo en el poltico que dice: "voy aservir porque creo en ciertos valores". No, l tiene la obsesin del poder, escomo una obsesin sexual.

Mercado editorial


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48Enzensberger propone un mercado editorial comn.

"El gran problema que tiene la industria editorial en espaol es que loslibros que se editan en Espaa son difciles de conseguir en Amrica, al

igual que los de Amrica son difciles de localizar all", dice. "Es necesaria lacreacin de un mercado intelectual y editorial comn entre Espaa yAmrica Latina".

El autor de Los elixires de la ciencia cree que es urgente la revisin de losprecios, con el fin de que los libros que llegan de Europa no seaninconseguibles por cuestiones econmicas.

"Un mercado intelectual comn entre los pases de habla hispana ayudaratambin a que los otros no vean nicamente a sus propios autores, sino quepuedan vivir la experiencia de autores de otros lugares".

Entrevista realizada al escritor alemn Hans Magnus Enzensberger,en el Saln de Eventos del Hotel Mansin Real, en el marco delFestival Internacional de Literatura Letras en el Golfo 2003, lamaana de hoy.

PREGUNTA: Hace 45 o 50 aos usted hablaba del fin de la literatura,qu paso de todo aquello Despus de cinco dcadas que cre que hapasado?

- RESPUESTA: No es cierto, es mentira. Es una mentira de losperiodistas que me han hecho esa etiqueta. No corresponde ni yo avaloese texto.

En los peridicos dicen una cosa, y los periodistas son unos imitadores,copian algunas veces algunas cosas. Yo debo vivir con eso, que te den

etiquetas de otro tipo, una vez fue la de un gran idelogo de la izquierdaalemana, otra etiqueta; un anarquista burgus; siempre me ponen unaetiqueta ms simple, ms cmodo.

-PREGUNTA: Y a que se refera entonces, el texto era acerca de qu?

- RESPUESTA: El texto era casi al revs. Ellos hicieron un ensayodiciendo que la idea era que la literatura estaba en vas de extincin, quese acabar, es una idea muy bella.


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49Empiezo diciendo en ese ensayo, con una cita de Hegel cuando el deca:ahora es el penumbra de que la hace y la hace y ya no avanza ms; Hegeldeca eso, entonces yo escrib eso para indicar que eso era muy serio y serepite, que todo el fin del mundo a la Apocalipsis nuclear; hace 30 aos

todo era pnico (Inaudible) no es cierto, estamos aqu, no? No estamosen extincin, todava no.

- PREGUNTA: Casi siempre que hablamos con usted las preguntasgiran en torno a la poltica o de la ideologa, sin embargo, porque nohablar en temas para nios

- RESPUESTA: Bueno, es muy simple el caso, yo no soy especialista en lalectura infantil y adems no creo que exista una especializacin de esetipo, o un libro madre. Es un poco racista decir hacemos una cosa un

poco modesta, muy simplista no, vale para los nios, para los otros no. Eneso no estoy de acuerdo. Los nios, sabe que a veces pienso que jamsseremos tan geniales como fuimos a los 5 aos; es decir que en los niosno hay que subestimar la capacidad de los nios, por eso yo escribo librosde ese tipo con la misma manera como escribo libros para adultos y nome gusta esa distincin.

Es muy simple el caso, yo tengo dos hijas y con dos hijas hablo de que encierto momento dicen muchas cosas y me dicen porque no me escribes un

libro para mi. No, por qu hay un contrato para parientes y nios, esdecir, no me apures yo no tengo el derecho de aburrir a las chicas ni laschicas tienen el derecho de aburrirme a mi.

Otro factor es que yo no estaba contento con la escuela porque la escuela,miren por ejemplo las matemticas hay mucha gente que tienen horror delas matemticas y yo me pregunto por qu?. Es culpa de la escuelaporque la escuela es una cosa aburrida o porqu siempre es la mismacosa, las fracciones, son eso las matemticas por eso yo decid escribir unlibro modesto para comprobar que la matemtica es una cosa fascinante.

El nico caso en el cual yo acepte un best seller, grande sorpresa, unmilln y medio de ejemplares para un pobre poeta eso es sensacionalno?.

-PREGUNTA: Cmo ve la situacin de la literatura alemana en estosmomentos?

-RESPUESTA: Yo soy critico de la literatura no me gusta tanto hacerjuicio a mis colegas, pero hay cosas muy curiosas de la literatura que esuna pequea industria, no es muy grande, de la gran industria cuando


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50uno invierte un milln de dlares, se fabrican mejores automviles. En laliteratura no vale ese principio independientemente son bien pagados omal pagados los escritores, no quiere decir mejor pagado mejor nivel, no,no es as, es una cosa misteriosa porque hay periodos cundo una

literatura sale sensacional.A veces hay tambin 10 aos, 15 aos, un poco mediocre y no se sabe porqu, yo no sabra decir. Yo creo que depende de pocas personas.

Los escritores debemos de escribir libros pero no porque tenemos msque aficin, en esa situacin la literatura es comprensin.

-PREGUNTA: Sobre la poesa, usted considera que se encuentra alservicio?

-RESPUESTA: La poesa es difcil de decir que esta al servicio de unacosa, no yo creo que no se habla en ese sentido; no es la servidora de lapoltica, no es la servidora de los profesores, no esta al servicio de unlector que quiere ir a Hollywood. No esta al servicio

Es una forma de expresin muy persistente a las aplicaciones, tal vez poreso son mal pagados; esta fuera del comercio.

Es interesante entender que la poesa es el nico producto cultural que

no tiene un valor comercial; la novela por ejemplo hay una granespeculacin entre los escritores tipo planeta, millones, hoy la puedenvender la novela, esa es la poesa hoy rinde, la pueden vender, en lanovela, mientras que la poesa es una garanta y un tipo de independenciaque los otros no tienen en donde la especulacin no funciona.

A mi me gusta eso, hay poetas que se lamentan naturalmente porque notienen los ingresos de los grandes autores de la novela. Yo no me lamento.

- PREGUNTA: La poesa es tediosa y minoritaria?- RESPUESTA: Sabemos todos que las minoras cuentan, por ejemplo losgrandes fsicos, cuntos son, muchos, minoras, muchas minoras, unastnicas, religiosas, cientficas, artsticas, todas son minoras y cuentancon mucho. Eliminando las minoras en las sociedades, entonces,tambin, de cierto modo, modestamente, cuentan.

Hay tambin la ideas de que la mayora de la gente no tiene nada que vercon la poesa, esto es equivocado, es un error, hay una definicin de la

poesa que no consiste solo en eso, pequeo por nmeros, los libros no.Piensa un poco cunta gente sabe de memoria el Ave Mara en la poesa o


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51cuntas personas saben de memoria Hello Sapreen, dime si son poesaclaramente; todo eso es tambin poesa.

Hay una supersticin de que la poesa es algo muy complicado, difcil, esun mito, es falso; hay gente que por ejemplo se sabe el Himno Nacionalpuede sonar un poco ridculo el texto pero es un texto.

- PREGUNTA: Siendo una poesa un ejercicio humano qu lo motiva fabricar poesa?

-RESPUESTA: Me tema que haba ese tipo de pregunta pero yo debo deinsistir en que no soy poltico y a la poltica no la amo lo cual es un pocoautodefensa cuando uno se ocupa de poltica porqu pueden defenderseen un cierto modo de la poltica; que es un terreno terrible, que todos

somos tambin en cierto sentido poltico, todos, todos porque notenemos otra opcin porque influye en nuestra vida y en ese sentido yome ocupo de poltica pero soy una persona que amo mi profesin defabricar opiniones polticas; en suma no me interesa. No es miespecialidad.

Yo quiero recordar a una gente cul es la poltica, es una cosa que legusta:Disculpen pero yo prefiero la otra cuestin pues en ese caso soy unexperto y siempre es mejor hablar de las cosas que uno generalmenteentiende; en vez de cosas de las cuales uno es poco o no tanto experto.

Ser que hace unos aos hubo quien invento una maquina de fabricarpoesas, es un modelo matemtico que combina; es una maquinacombinatoria con elementos que se cambian en un cierto concierto yprograma, digamos, en el sentido de la programacin y pues produce unavariedad de poesas que es ms grande que todas las poesas que lahumanidad no ha fabricado hasta ahora.

Entonces, es una cosa insensata naturalmente pero es tambin unaespecie de juego, en el sentido que sabemos que mucha gente que escribepoesa, una vez me vino la idea que es la nica ms bella en la cual hayms productores que consumidores, y eso yo creo que pienso que estabien que la gente se haga cargo de esto; y de socializacin mental, cuandoun hombre sufre esta solo, cosas de amor, la soledad, etc. entonces es unaauto terapia de escribir muy bien.

Pero naturalmente la calidad media de la produccin de poesa esbastante baja. Entonces yo tena la idea que esa maquina puede constituir


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52una especie de instrumento crtico que seguro y que es mejor que nopublicarlo.

-PREGUNTA: Cul es el parmetro para medir la poesa?

-RESPUESTA: No hay criterio para esa cosa; pero hay criterios mnimospor ejemplo hay gente que tiene un problema que son sordos en elsentido de que no tienen ningn sentido del ritmo de la poesa, de cmoesta una frase, un verso, y eso excluye un poco porque pobres no sabencomo hacer, falta eso, eso es un criterio mnimo.

Tambin hay una cuestin de qu hacer, de experiencia, hay un mnimode calificacin, no; el ignorante total difcilmente llega a una (inaudible)y otra cosa personal para mi, no estoy generalizando, yo prefiero tambin

cuando uno sabe una cosa, hablar. Hay poesa en donde hay metforas detodo tipo pero al final, uno se pregunta, que cosa no saben; tampoco elautor sabe que cosa quiere hacer: hablar.

Yo prefiero el enojo, quiz es un criterio poco especial porque hay poesaprcticamente consisten en meloda, no, son un cierto tipo deinmortalizar esto, es una especie tal vez de magia, yo respeto eso peroprefiero no saber de que cosa estoy hablando.

-PREGUNTA: Qu es lo que tiene la poesa adentro?

- RESPUESTA: Yo soy un poco cauto con respecto a la capacidadsorpresiva de la poesa, naturalmente, los dictadores piensan as, tan as;tienen un cierto horror los poetas tipo Stalin, pero eso puede ser solo enuna sociedad de caricatura porque estamos en un momento en donde haytantos medios como el discurso pblico; la prensa, otros medios, ensituaciones de pluralismo a travs del cul cada uno puede decir lo que leparece, entonces, el peligro digamos- actualmente por ejemplo lospolticos mexicanos no tienen ningn tipo de pnico con las bases que es

una especialidad mexicana, es un modelo, es una especie de caricaturailustrada aqu ellos son muy listos no han elegido como Stalin y handicho bien, para la imagen de Mxico, etc., etc.; hay polticos dogmticosy hay polticos listos que saben mejor por eso yo soy un poco escptico deque la poesa es una de las cosas que revoluciona a fondo, si uno quiererevolucionar al mundo hay otros cosas que hacer que de hacer o aplicarpoesa, ms eficaces.

- PREGUNTA: Se esta hablando de que el futuro de la obra de arte seanticipa como una pieza clave, qu nos puede decir de esto?


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53- RESPUESTA: La poesa comienza a globalizar el texto potico esmucho trabajo porque ya sabemos que por ejemplo una traduccin, esproblemtica, es difcil, no pasa solo aqu pasa en todas las ciudades delmundo el mismo da.

Tambin un poema de un autor mucho menos celebre con cinco aos,diez aos, hasta que lo traduzca en portugus, y una traduccin enportugus no es cosa simple o reciente; entonces, es una globalizacinmuy relativa esa y tambin hay una insistencia propio del idioma porquelos poetas no escriben como verbos en ingls, lo hacen en su verbo; lapoesa es incapaz de practicar ese cargo de la publicidad.

- PREGUNTA: Qu opina respecto al caso de Cuba, a la poesa enCuba?

- RESPUESTA: El caso de Cuba es complicado naturalmente oir que hayuna masiva migracin con gente de mucho talento, muchos escritorescubanos que viven en EU, en Francia, en Alemania, en diversas partes,pero el como decir- habra que entrar en una clasificacin de regimenesquiz autoritarios, totalitarios, dictatoriales, dspotas, caciques, a lo cualno me siento capaz de hacer el catlogo y las distinciones que habra quehacer entre esos regmenes y claramente no es muy cmodo de existir enCuba, sea un poeta o no, pero es un discurso largo de poltica una vez

ms.Yo una vez pase un ao entero en Cuba pero cuando entiende un poco deuna cosa resulta difcil de reducirla a dos palabras.

- PREGUNTA: Cul es su perspectiva para la literatura en AmricaLatina?

- RESPUESTA: Es interesante porque como todos sabemos el gran augeen la literatura latinoamericana en los aos 70s`se habla de un boom no es

claramente el boom por definicin, no es una cosa durable; el boom viene,pasa, y desde el punto de vista del mercado la saturacin del mercado, yah

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