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2016 12 RAFAEL CID “Lo universal es lo local sin muros” Miguel Torga E n la actualidad resulta un lugar común entre mu- chos historiadores resal- tar el extraordinario número de publicaciones existentes sobre la Guerra Civil Española de 1936-1939, a pesar de su carác- ter nacional. Seguramente a este inusitado interés contri- buyó en buena medida la pre- sencia en el campo de batalla, como enviados de distintos me- dios informativos o como sim- ples combatientes, de conocidos escritores e intelectuales. Aún así no fue hasta bien en- trada la década de los sesenta cuando se empezó hablar de la “revolución española” y de la decisiva participación que en su desarrollo tuvo el “movimiento libertario”, episodio social que había sido postergado en la na- rración convencional, habitual- mente monopolizada por el relato de las maniobras militares y las intrigas partidarias. Antes de esa “ruptura epistemoló- gica”, en líneas generales la gue- rra de España era tratada como un conflicto armado donde con- frontaron por vez primera las ideologías fascista y comunista, atribuyéndose a esta última la representación casi exclusiva del “antifascismo”. Sin tener dema- siado en cuenta, por parte de esta tendencia bibliográfica en- tonces mayoritaria, que el Par- tido Comunista de España (PCE) era prácticamente in- existente en los años inmedia- tos a la guerra, siendo por el contrario el sindicato anarcosin- dicalista CNT (Confederación Nacional del Trabajo) la organi- zación obrera más numerosa y arraigada del país. Seguramente fue la aparición en 1969, dentro de la editorial parisina Ruedo Ibérico, de la obra de José Peirats La CNT en la revolución española, el primer referente en cuestionar de ma- nera solvente la “epopeya comu- nista”. Se trata de un texto canónico cargado de claves sobre ese “vivir la utopía” que significaba la gesta libertaria en la práctica, como dejó bien patente el espléndido documental del mismo nombre (https://www.youtube.com/watc h?v=-uSIYJxknS4). La sublevación militar lide- rada por el general Franco con- tra la Segunda República fue frenada en seco en las dos ciu- dades más importantes del país, Madrid y Barcelona, nada más producirse “el alzamiento”, lo que haría que la guerra se pro- longara durante tres largos años. Ese fracaso inicial fue posible por la movilización espontánea de una gran parte de la pobla- ción que se unió a las fuerzas leales al régimen, derrotando a los amotinados antes incluso de que lograran salir de sus cuarte- les para ocupar los centros de poder. Y fueron principalmente los afiliados y simpatizantes de la central anarcosindicalista CNT y de la socialista Unión General de Trabajadores (UGT) quienes, ante inacción de las au- toridades, asumieron desde el minuto uno el protagonismo de la defensa de aquella Constitu- ción de trabajadores. El relato de aquella gesta popular fue efectuado por el periodista liber- tario Eduardo de Guzmán, tes- tigo directo de los hechos, en el libro Madrid Rojo y Negro. De este modo, fue el pueblo en armas integrado por milicia- nos y soldados quien desde el primer instante cargó con la responsabilidad de parar al fas- cismo en la calle. Un protago- nismo que tuvo en el conjunto del movimiento libertario (Con- federación Nacional del Trabajo, Federación Anarquista Ibérica y Juventudes Libertarias) tanto al músculo como al cerebro de la contraofensiva, dado que al pro- ducirse el pronunciamiento franquista sólo la organización cenetista contaba ya con cerca de un millón de afiliados foguea- dos en la dura lucha sindical. Ante la atonía del primer eje- cutivo republicano salido de las urnas que dieron el triunfo al Frente Popular en febrero 1936, se procedió a formar un nuevo gobierno de concentración na- cional capaz de dar una res- puesta eficaz al desafío fascista. El gabinete entrante, constituido en noviembre de ese mismo año, estuvo presidido por el socialista Francisco Largo Caballero y contó con la novedad de incluir entre sus miembros a cuatro destacados militantes de la CNT y de la FAI (Federación Anarquista Ibérica). Algo que chocaba frontalmente con la identidad antiautoritaria del anarquismo y que nadie había previsto cuando en el IV Con- greso de la CNT celebrado en Zaragoza dos meses antes de es- tallar la guerra fueron ratificados sus tradicionales principios de no colaboración gubernamental. Federica Montseny, en la car- tera de Sanidad; Juan López en Comercio; Juan García Oliver en Justicia; y Joan Peiró en In- dustria, fueron las personas de- signadas por el Comité Nacional de la CNT para pilotar esa co- yuntura histórica. Por lo demás, en los escasos seis meses que duró el equipo de Largo Caballero, los ministros de la CNT-FAI dieron prueba de su capacidad de gestión plas- mando en leyes algunas de sus reivindicaciones programáticas. Pero la piedra de toque de la revolución libertaria, el locus donde se visualizaba el ideal anarquista por antonomasia, es- tuvo en las colectividades. Nunca hasta ese momento nin- gún país había realizado un pro- yecto de transformación social de esa magnitud. Millones de hombres y mujeres movilizados, decenas de miles de hectáreas de territorio afectadas en varias re- giones distintas, retrataban a un proletariado militante compro- metido en hacer realidad un mundo nuevo al mismo tiempo que luchaba contra los golpistas franquistas. Una experiencia in- édita en los anales de la emanci- pación que descansaba sobre el hecho incontrovertible de que sólo aquellos que defienden lo que sienten suyo pueden aspirar a cambiar la vida y no limitarse a soportarla. Reto que aplicaba a la realidad diaria, en momen- tos de extrema dificultad, el clá- sico dicho castellano “predicar con el ejemplo”. Aforismo afín al del “apoyo mutuo”, inscrito en el código ético del movi- miento libertario que, en su aceptación más cabal, ha inspi- rado la lógica de la “propaganda por el hecho”. El fenómeno de la colectivi- zación de la producción que se implantó durante la Guerra Civil Española se puede anali- zar desde muchos puntos de vista. Pero merecería la pena acercarnos a su definición más sencilla y elocuente porque de- muestra que el esfuerzo hecho por ese “vivir la utopía” no sig- nificaba otra cosa que plasmar en la práctica social la defini- ción académica del concepto “economía”. Recursos escasos, susceptibles de usos alternati- vos, para satisfacer necesidades humanas. Eso y nada más es lo que representaron las colectivi- dades. Cataluña, Aragón, la región levantina (Valencia y Murcia) y las dos Castillas fueron las zonas donde las colectivizacio- nes tuvieran mayor presencia. Un total de más de tres millo- nes de personas y cerca de 2.000 colectividades estuvieron involucradas en el empeño. Y si bien la CNT fue su principal elemento dinamizador, también hubo colectividades gestionadas por la UGT y, en mucha menor medida, por miembros del PCE. De la simbiosis revolu- cionaria que se estableció entre el pueblo en armas y en las co- lectividades, como consigna el profesor Alejandro R. Díez Torre, da idea el hecho excep- cional de que Aragón fue “el único caso de territorio recon- quistado a los sublevados contra la República” (Trabajan para la eternidad, p. 12). Las colectividades puestas en funcionamiento durante la Gue- rra Civil Española no eran sólo unidades de explotación econó- mica. Junto a esa actividad cen- tral existía la comuna, un espacio donde se expresaba la sociedad civil sin autoritarismos degradantes. Y es que, aparte de la organización horizontal coo- perativa, las colectividades se es- tructuraban además sobre un eje vertical ascendente y confe- deral que aportaba coherencia solidaria y apoyo técnico al con- junto. El humus que dinamizó aquel espíritu indómito se incubó gra- cias a la emergencia de una so- ciedad paralela al Estado y la Iglesia promovida por el espíritu librepensador, cuyo punto ál- gido estuvo en la fundación en Barcelona de la Escuela Mo- derna, por Francisco Ferrer y Guardia en 1901, sobre la pauta de “una educación racionalista, secular y no coercitiva”. Fue medio siglo de cultura y acción anarquista, sembrando “la Idea” a través de los múltiples ateneos y asociaciones de todo tipo, con 80 @NIVERS@RIO DE L@ REVOLUCIÓN LIBERT@RI@ 80 años de la revolución española Vivir la utopía La piedra de toque de la revolución libertaria, el locus donde se visualizaba el ideal anarquista por antonomasia, estuvo en las colectividades. Nunca hasta ese momento ningún país había realizado un proyecto de transformación social de esa magnitud

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julio-agosto 2016Rojo y Negro12

RAFAEL CID

“Lo universal es lo local sin muros”

Miguel Torga

En la actualidad resulta unlugar común entre mu-chos historiadores resal-

tar el extraordinario número depublicaciones existentes sobrela Guerra Civil Española de1936-1939, a pesar de su carác-ter nacional. Seguramente aeste inusitado interés contri-buyó en buena medida la pre-sencia en el campo de batalla,como enviados de distintos me-dios informativos o como sim-ples combatientes, de conocidosescritores e intelectuales.

Aún así no fue hasta bien en-trada la década de los sesentacuando se empezó hablar de la“revolución española” y de ladecisiva participación que en sudesarrollo tuvo el “movimientolibertario”, episodio social quehabía sido postergado en la na-rración convencional, habitual-mente monopolizada por elrelato de las maniobras militaresy las intrigas partidarias. Antesde esa “ruptura epistemoló-gica”, en líneas generales la gue-rra de España era tratada comoun conflicto armado donde con-frontaron por vez primera lasideologías fascista y comunista,atribuyéndose a esta última larepresentación casi exclusiva del“antifascismo”. Sin tener dema-siado en cuenta, por parte de

esta tendencia bibliográfica en-tonces mayoritaria, que el Par-tido Comunista de España(PCE) era prácticamente in-existente en los años inmedia-tos a la guerra, siendo por elcontrario el sindicato anarcosin-dicalista CNT (ConfederaciónNacional del Trabajo) la organi-zación obrera más numerosa yarraigada del país.

Seguramente fue la apariciónen 1969, dentro de la editorialparisina Ruedo Ibérico, de laobra de José Peirats La CNT enla revolución española, el primerreferente en cuestionar de ma-nera solvente la “epopeya comu-nista”.

Se trata de un texto canónicocargado de claves sobre ese “vivirla utopía” que significaba la gestalibertaria en la práctica, comodejó bien patente el espléndidodocumental del mismo nombre(https://www.youtube.com/watch?v=-uSIYJxknS4).

La sublevación militar lide-rada por el general Franco con-tra la Segunda República fuefrenada en seco en las dos ciu-dades más importantes del país,Madrid y Barcelona, nada másproducirse “el alzamiento”, loque haría que la guerra se pro-longara durante tres largos años.Ese fracaso inicial fue posiblepor la movilización espontáneade una gran parte de la pobla-ción que se unió a las fuerzasleales al régimen, derrotando alos amotinados antes incluso deque lograran salir de sus cuarte-

les para ocupar los centros depoder. Y fueron principalmentelos afiliados y simpatizantes dela central anarcosindicalistaCNT y de la socialista UniónGeneral de Trabajadores (UGT)quienes, ante inacción de las au-toridades, asumieron desde elminuto uno el protagonismo dela defensa de aquella Constitu-ción de trabajadores. El relatode aquella gesta popular fueefectuado por el periodista liber-tario Eduardo de Guzmán, tes-tigo directo de los hechos, en ellibro Madrid Rojo y Negro.

De este modo, fue el puebloen armas integrado por milicia-nos y soldados quien desde elprimer instante cargó con laresponsabilidad de parar al fas-cismo en la calle. Un protago-nismo que tuvo en el conjuntodel movimiento libertario (Con-federación Nacional del Trabajo,Federación Anarquista Ibérica yJuventudes Libertarias) tanto almúsculo como al cerebro de lacontraofensiva, dado que al pro-ducirse el pronunciamientofranquista sólo la organizacióncenetista contaba ya con cercade un millón de afiliados foguea-dos en la dura lucha sindical.

Ante la atonía del primer eje-cutivo republicano salido de lasurnas que dieron el triunfo alFrente Popular en febrero 1936,se procedió a formar un nuevogobierno de concentración na-cional capaz de dar una res-puesta eficaz al desafío fascista.El gabinete entrante, constituido

en noviembre de ese mismo año,estuvo presidido por el socialistaFrancisco Largo Caballero ycontó con la novedad de incluirentre sus miembros a cuatrodestacados militantes de laCNT y de la FAI (FederaciónAnarquista Ibérica). Algo quechocaba frontalmente con laidentidad antiautoritaria delanarquismo y que nadie habíaprevisto cuando en el IV Con-greso de la CNT celebrado enZaragoza dos meses antes de es-tallar la guerra fueron ratificadossus tradicionales principios deno colaboración gubernamental.Federica Montseny, en la car-tera de Sanidad; Juan López enComercio; Juan García Oliveren Justicia; y Joan Peiró en In-dustria, fueron las personas de-signadas por el Comité Nacionalde la CNT para pilotar esa co-yuntura histórica.

Por lo demás, en los escasosseis meses que duró el equipo deLargo Caballero, los ministrosde la CNT-FAI dieron pruebade su capacidad de gestión plas-mando en leyes algunas de susreivindicaciones programáticas.

Pero la piedra de toque de larevolución libertaria, el locusdonde se visualizaba el idealanarquista por antonomasia, es-tuvo en las colectividades.Nunca hasta ese momento nin-gún país había realizado un pro-

yecto de transformación socialde esa magnitud. Millones dehombres y mujeres movilizados,decenas de miles de hectáreas deterritorio afectadas en varias re-giones distintas, retrataban a unproletariado militante compro-metido en hacer realidad unmundo nuevo al mismo tiempoque luchaba contra los golpistasfranquistas. Una experiencia in-édita en los anales de la emanci-pación que descansaba sobre elhecho incontrovertible de quesólo aquellos que defienden loque sienten suyo pueden aspirara cambiar la vida y no limitarsea soportarla. Reto que aplicabaa la realidad diaria, en momen-tos de extrema dificultad, el clá-sico dicho castellano “predicarcon el ejemplo”. Aforismo afín

al del “apoyo mutuo”, inscritoen el código ético del movi-miento libertario que, en suaceptación más cabal, ha inspi-rado la lógica de la “propagandapor el hecho”.

El fenómeno de la colectivi-zación de la producción que seimplantó durante la GuerraCivil Española se puede anali-zar desde muchos puntos devista. Pero merecería la penaacercarnos a su definición mássencilla y elocuente porque de-muestra que el esfuerzo hechopor ese “vivir la utopía” no sig-nificaba otra cosa que plasmaren la práctica social la defini-ción académica del concepto“economía”. Recursos escasos,susceptibles de usos alternati-vos, para satisfacer necesidadeshumanas. Eso y nada más es loque representaron las colectivi-dades.

Cataluña, Aragón, la regiónlevantina (Valencia y Murcia) ylas dos Castillas fueron laszonas donde las colectivizacio-nes tuvieran mayor presencia.Un total de más de tres millo-nes de personas y cerca de2.000 colectividades estuvieroninvolucradas en el empeño. Y sibien la CNT fue su principalelemento dinamizador, tambiénhubo colectividades gestionadaspor la UGT y, en mucha menormedida, por miembros delPCE. De la simbiosis revolu-cionaria que se estableció entreel pueblo en armas y en las co-lectividades, como consigna elprofesor Alejandro R. DíezTorre, da idea el hecho excep-cional de que Aragón fue “elúnico caso de territorio recon-quistado a los sublevados contrala República” (Trabajan para laeternidad, p. 12).

Las colectividades puestas enfuncionamiento durante la Gue-rra Civil Española no eran sólounidades de explotación econó-mica. Junto a esa actividad cen-tral existía la comuna, unespacio donde se expresaba lasociedad civil sin autoritarismosdegradantes. Y es que, aparte dela organización horizontal coo-perativa, las colectividades se es-tructuraban además sobre uneje vertical ascendente y confe-deral que aportaba coherenciasolidaria y apoyo técnico al con-junto.

El humus que dinamizó aquelespíritu indómito se incubó gra-cias a la emergencia de una so-ciedad paralela al Estado y laIglesia promovida por el espíritulibrepensador, cuyo punto ál-gido estuvo en la fundación enBarcelona de la Escuela Mo-derna, por Francisco Ferrer yGuardia en 1901, sobre la pautade “una educación racionalista,secular y no coercitiva”. Fuemedio siglo de cultura y acciónanarquista, sembrando “la Idea”a través de los múltiples ateneosy asociaciones de todo tipo, con

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80 años de la revolución española

Vivir la utopía

La piedra de toque de la revolución libertaria, el locus donde se visualizaba el ideal anarquista por antonomasia, estuvoen las colectividades.Nunca hasta ese momento ningún país había realizado un proyecto de transformación socialde esa magnitud

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IdeasIdeas

R U E S T A R U E S T A PROYECTO SOCIAL Y CULTURAL DE CGTPROYECTO SOCIAL Y CULTURAL DE CGT

actividades que iban desde la ins-trucción obrera al feminismo, paraimpulsar la autonomía personalfrente a la delegación suplantadorade la propia experiencia. Conferen-cias, debates, cursillos, escuelas diur-nas, cursos nocturnos, lecturas,bibliotecas, periódicos, revistas, li-bros, folletos, veladas artísticas, ex-cursiones campestres, naturismo,nudismo o enseñanza del esperanto,figuraban en el plantel de extensióncultural del universo libertario parala plena emancipación.

Una forma de ser en el mundoque entroncaba con los dos princi-pios rectores establecidos en la Pri-mera Internacional. Aquel queprimaba “la emancipación de lostrabajadores ha de ser obra de lostrabadores mismos”, y su comple-mentario “no más deberes sin dere-chos ni más derechos sin deberes”.Igualdad, libertad, fraternidad y res-ponsabilidad a través de la herra-mienta política del autogobiernocomo proyecto de una auténtica de-

mocracia social y humanista. Segúnel estudio realizado por el investiga-dor Francisco Javier Navarro Nava-rro, solamente en la comarcalevantina durante la Segunda Repú-blica operaban 54 ateneos liberta-rios: 16 en Valencia-Ciudad, 16 enValencia-Provincia; 17 en Alicante-Provincia; y 5 en Castellón-Provin-cial (Ateneos y Grupos Ácratas,pp.583 a 584).

Visto con la perspectiva queofrece el ochenta aniversario de laRevolución Española, la preguntapertinente sería cuál es el legado del“positivismo libertario” que refleja-ban las colectividades, y la respuestaes que ha sobrevivido más allá de lassiglas y las coyunturas como unanarquismo nómada, incrustado enel quehacer diario de la gente. Fenó-menos como la rebelión de los indig-nados del 15-M y su capacidadexpansiva, prueban la vitalidad delantiautoritarismo mientras la otragran ideología de la familia socia-lista, la autoritaria del proclamado

“socialismo científico”, ha pasadoal álbum de la historia. Hoy elanarquismo sigue vivo pero sin de-nominación de origen, ni clichés, nicarnés, y aparece polinizándolotodo como la principal alternativavital al oxímoron de la “democraciacapitalista”. Tanto a nivel colectivocomo en el ámbito individual, elactivismo emancipatorio se haninstalado en la vida real, herma-nando redes de apoyo mutuo, ac-ción directa y autogestión que“crecen a cada instante” para cons-tituir un nuevo imaginario social aescala humana.

La utopía libertaria se reinventa enel mundo globalizado como Demo-Acracia (*).

(*) Sobre este concepto remito a mi en-sayo Demo-Acracia como anarquismosin fronteras.

(Nota: Extracto del trabajo que fue publi-cado en el número 29 de la revista brasi-leña Verve, del mes de mayo de 2016)

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El 20 de julio se cumple el 80 aniversario dela muerte de una de las figuras más impor-tantes del movimiento libertario, Francisco

Ascaso. Su muerte se produjo durante el asalto alúltimo reducto golpista en Barcelona, el cuartel deAtarazanas. Su fallecimiento, en los primeros díasdel intento de golpe de estado fascista, le privó deconocer y participar en la Revolución Libertaria yle convirtió para la historiografía en una figura se-cundaria del movimiento libertario, siempre a lasombra de Durruti.

La imagen de Francisco ha quedado registradapara la Historia y para el imaginario colectivocomo un hombre de acción, un pistolero y elamigo inseparable de Durruti. Pero su aportaciónal mundo libertario fue mucho más allá de la vio-lencia y la acción. Francisco perteneció a los Soli-darios y a Nosotros y fue condenado por elatentado y muerte del cardenal Soldevila, ademásde participar en otras acciones violentas contra lospistoleros del Sindicato Libre. Se hizo famoso anivel internacional por la “gira latinoamericana”que llevó a cabo con Durruti, Jover y con su her-mano Alejandro y por su detención y juicio enParís por el intento de atentado contra el rey Al-fonso XIII.

La II República convirtió a Francisco en unhombre político; secretario general de la CNT ca-talana, redactor de Solidaridad Obrera… Se hizofamoso como orador, participando en mítines portodo el Estado. Este nuevo papel no le privó de lacárcel en repetidas ocasiones, la deportación al Sá-hara y de las torturas. Tampoco él renunció al usode la “acción” en las ocasiones necesarias, comola insurrección de 1933.

Sus últimos días de vida fueron organizando, enBarcelona, la respuesta libertaria al incipientegolpe de estado fascista y luchando en las calles enprimera línea, sin rehuir el combate.

Francisco AscasoKIKE GARCÍA FRANCÉS

Se cumple el 80 aniversario del comienzo de laGuerra Civil y la Revolución Social, que conesperanza y determinación pusieron en mar-

cha las mujeres y hombres del Movimiento Liberta-rio. Al hilo de esta conmemoración, este año laComisión de Memoria Libertaria de CGT ha plan-teado la Escuela Libertaria de CGT a través de cua-

tro talleres donde rememoraremos aquellos días ylo que supuso para nosotras, extrapolando aquelloshechos con la situación actual de represión y ataquea la libertad a la que nos somete el nuevo fascismoneoliberal.

Ven a Ruesta del 28 al 31 de julio.

Escuela Libertaria Ruesta 2016

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JACINTO CEACERO

¿Quién recuerda, en julio de2016, el 80 aniversario de la Re-volución Social que tuvo lugar enla España de 1936? ¿Quiénes con-memoramos dicha fecha? ¿Quélugar ocupa la Revolución Socialen la agenda pública de la socie-dad española hoy? La respuesta esque la conmemoración del 19 dejulio pasa prácticamente desaper-cibida para esta sociedad, lo quesin duda nos da una idea sesgadaque no refleja la envergadura de loque la revolución significó y sí nospredispone sobre quién la prota-gonizó y bajo qué planteamientosideológicos se sustentó.

En términos generales, la iz-quierda comunista, socialista, repu-blicana, incluso trotskista o lasindicalista, lo que conmemora yprefiere es el 14 de abril de 1931como fecha de la proclamación dela II República mientras que el 18de julio es añorado por la vieja de-rechona como la fecha de su alza-miento nacional. En lo que existecierto consenso político es en mirarhacia delante, decir que la GuerraCivil forma parte del pasado, queno hay que abrir viejas heridas, quela recuperación real de la MemoriaHistórica no es políticamente co-rrecta y que la negrura del manto

del olvido caiga, no sólo sobre laspersonas, que también, sino sobrelas ideas, valores y experiencias re-volucionarias que tuvieron lugar.

Ciertamente debería ofendernoscomo sociedad que después de 80años, el régimen franquista no hayasido juzgado y condenado pública-mente, ni se hayan exhumado milesde fosas comunes, ni rehabilitadocivilmente las miles de personasdesparecidas, ni anuladas las sen-tencias sumarísimas franquistas, aldisponer de unas leyes de Amnistíay de Memoria Histórica que lo hanimpedido, amén de la nula volun-tad política de los diferentes go-biernos.

Somos las y los libertarios, anar-quistas, anarcosindicalistas, quie-nes ponemos en valor la fecha del19 de Julio de 1936, trayendo a larealidad actual lo que significó, noya para la intrahistoria del anar-quismo, sino para la historia de lasideologías, para la historia de lalucha de clases, aquellos aconteci-mientos políticos, sociales, econó-micos, militares, populares,educativos, culturales… que englo-bamos en lo que configuró una au-téntica Revolución Social y mostróal mundo un nuevo camino de or-ganizar la sociedad desde paráme-tros alternativos a la toma yejercicio del poder autoritario y el

orden impuesto, toda una expe-riencia revolucionaria constructivaque todavía sigue asombrando almundo por su cantidad, su calidad,la intensidad y profundización en latransformación social hacia el Co-munismo Libertario. Y todo ello, enmedio de una guerra civil especial-mente cruenta.

No debemos permitir que dichaRevolución Social se sumerja en elmás profundo de los olvidos y, portanto, de los desprecios, dado quefueron varios los millones de per-sonas que participaron en ella,miles las colectivizaciones, comu-nas y consejos que surgieron, múl-tiples los derechos y libertadesconquistados, como ratifican losanálisis y estudios efectuados.

La Guerra Civil española, recor-dada desde la perspectiva del 18 dejulio, es una experiencia de deses-peración, muerte, represión, exilio,injusticia, masacre, genocidio, crí-menes contra la humanidad, luchafratricida, víctimas, verdugos, des-apariciones, purgas, trabajo esclavo,campos de concentración, fosas co-munes, ensañamiento, juicios su-marísimos, represión ideológica,adoctrinamiento, miedo, odio, rup-tura con los valores de la justicia so-cial y la libertad. Sin duda, esosupuso la Guerra la Civil para elpueblo, ese es el balance general

que trasciende desde entonces aahora. Ese fue el resultado final.

Pero, ante este panorama de de-solación y muerte, es preciso seguirrecuperando la Memoria Históricade la Revolución Social, historia ol-vidada hoy en día, que aconteció enparalelo al proceso de enfrenta-miento y Guerra Civil. Porque laRevolución Social de 1936 fue unarealidad que emerge con luz propiay contribuye a la construcción de larevolución actual pendiente y por-que no recuperarla significa queotros enfoques no libertarios la re-escribirán y tergiversarán irremisi-blemente.

Efectivamente, nadie, excepto elmovimiento libertario, plantea laGuerra Civil desde el prisma de laRevolución Social, es más, mu-chos llegan a preguntarse si existiótal revolución y máxime si sepuede hablar de sus éxitos. No ol-videmos, como indica el historia-dor Antonio Rivera, que el grandebate planteado desde siempreha sido: ¿era preciso hacer la re-volución al mismo tiempo que sehacía la guerra para que dichaguerra adquiriera significado, po-sición mantenida por el movi-miento anarquista, o era preferibleganar la guerra y olvidarnos de larevolución, posición mantenida porlas organizaciones marxistas?

Sin duda, el movimiento liberta-rio, compuesto en aquellos mo-mentos por la CNT, FAI,Juventudes Libertarias y MujeresLibres, protagonizó la RevoluciónSocial, aunque muy pocas investi-gaciones rigurosas y científicas lehan hecho su exégesis. La Revolu-ción Social fue una realidad y durólo que fue posible, hasta que fueabortada por la intolerancia de lasotras organizaciones republicanas,alcanzando éxitos para la clase tra-bajadora y la sociedad que merecenser recuperados y transmitidos.Como nos describe con total minu-ciosidad José Peirats, la RevoluciónSocial representó el primer ensayoamplio y serio de Comunismo Li-bertario que se ha registrado en lahistoria.

El movimiento anarquista, liber-tario, no sólo destacó con sus mili-cias en el frente haciendo la guerray luchando contra el fascismo, sinoque también aplicó sus ideas yprincipios y se dedicó a hacer laRevolución Social, bajo el pensa-miento de que poco servía hacer yganar la guerra si no se derrocabael poder establecido y transfor-maba la sociedad.

El primer éxito es hablar de Re-volución Social, hablar de que la re-volución fue una realidad, de queexistió, de que duró, al menos,desde el 19 de julio de 1936 hastamayo de 1937, momento en queuna “guerra civil interna” en el ladorepublicano, acabó a tiros en las ca-lles de Barcelona con el “corto ve-rano de la anarquía” según recogeel título del libro de Hans MagnusEnzensberger. Fueron los plantea-mientos ideológicos totalitarios,

centralistas, de sumisión a los dic-támenes del comunismo estalinista,quienes abortaron la verdadera re-volución social puesta en marchapor el pueblo formado en la tradi-ción libertaria. Aquella revolución,breve en el tiempo pero ingente eintensa en sus contenidos, supusoun proceso de transformación radi-cal de la realidad, acabando con losgrandes pilares que sustentaban elrégimen anterior, con las institucio-nes y estructuras tradicionales delEstado y el orden establecido.

La transformación de las Insti-tuciones de representación delEstado dio paso a modelos organi-zativos populares como el ConsejoRegional de Defensa de Aragón, losComités Obreros o las Milicias Po-pulares; las decisiones o nombra-mientos pasaron a tomarse deabajo a arriba, en asambleas; seabolió de hecho la propiedad pri-vada por la gestión y propiedad co-lectiva; el pueblo se apropió de losmedios de producción, comerciali-zación, distribución y consumo, in-cluso se prescindió del dinero ennumerosas comarcas y en aquelloslugares en que no se suprimió seinstauró un salario familiar iguali-tario; se estableció, en algunossectores, con carácter perma-nente, el subsidio de enfermedad,invalidez, vejez y paro forzoso; secolectivizaron y socializaron em-presas, fábricas, servicios públicos;se transformó el funcionamientodel sistema capitalista y explotador;se eliminaron las clases sociales deexplotadores y explotados; se de-puso el ejército profesionalizadodando paso a las milicias popula-res; se prescindió de las fuerzas deorden público clásicas como lapolicía, guardia civil y juzgados; seliberó a muchos presos y presaspolíticas y comunes abriendo lascárceles e incluso derribándolas;se hizo efectiva la justicia gratuitaeliminando las tasas judiciales; sedestruyeron los registros de antece-dentes penales; se derogó la Ley deVagos y Maleantes; se legisló laigualdad entre hombres y mujeres;se prohibió las excarcelaciones ex-trajudiciales, evitando “las sacas”;se instauraron patrullas de volunta-riado y las asambleas de barrio pararesolver los problemas de conviven-cia que pudieran surgir; se aprobóla interrupción del embarazo enhospitales públicos, la maternidadresponsable, la protección integralde la infancia, el divorcio o los libe-ratorios de prostitución, se incre-mentó la formación e informaciónsanitaria preventiva, se desarrolló elcontrol obrero de la sanidad, seuniversalizó la asistencia, se comer-cializaron los servicios (José Vte.Martí Boscá); el amor libre consen-suado arraigó más entre el pueblolo mismo que el naturismo liberta-rio (Josep María Roselló); se abor-daron nuevos planes de desarrollourbanístico desde el ecologismoanarquista (Eduard Masjuan); segeneralizaron derechos y liberta-des, se acabó con la discriminación,

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Los éxitos de la Revolución Social de 1936

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Ideas

la desigualdad entre personas y lainjusticia social, se funcionó con-forme a los principios anarquistasde la acción directa, la autogestión,el federalismo y el antiautorita-rismo.

Los éxitos de la colectivizacionesagrícolas, industriales, urbanas, detransportes, servicios públicos…desarrolladas en la Revolución So-cial son evidentes, y han sido estu-diados en numerosas ocasiones porautores, escritores, investigadorescomo Frank Mintz, Alejandro DíezTorre, Gaston Leval, RamónLiarte, Vernon Richards…

Lo mismo sucedió en aspectosimportantes como la educación,creándose el Consejo de la NuevaEscuela Unificada (CENU), presi-dido por el pedagogo libertarioJoan Puig Elías, llegando a trans-formar radicalmente la realidad delsistema educativo, reconociendo launiversalización de la escolariza-ción de todo el alumnado, connuevo currículum, nuevo plan deformación del profesorado, con cri-terios pedagógicos de coeducación,laicismo, investigación, cientifi-cismo, contacto con el medio y lanaturaleza, respetando el pensa-miento crítico y la creatividad delalumnado, olvidando todo lo quesonara a represión, disciplina tradi-cional, calificación, exclusión, dog-matismo, autoritarismo, sumisión,adoctrinamiento; todo ello graciasa la recuperación del pensamientocientífico y las prácticas de figurasemblemáticas como Reclus, Tols-toi, Kropotkin, Malato, Grave, laescuela racionalista de Ferrer yGuardia, Mella, Montesori. Comoresalta Emili Cortavitarte, todavíahoy no se ha elaborado ningún plande estudios que se asemeje al dise-ñado ese año de 1936 como mo-delo educativo integral.

La Revolución Social tambiénllegó hasta el cine y éste se puso adisposición del pueblo para llevar acabo la revolución en marcha, ges-tando el nuevo fenómeno que hoyconocemos como contrainforma-ción, así la información perteneceal pueblo y sustituye a la informa-ción oficial controlada desde elpoder. Como escribe Jabi Aragónen la revista Libre Pensamiento nº72 y recoge también la revista His-toria nº 322, en su monográficosobre el cine anarquista, el cine li-bertario representó una experien-cia de socialización única. ElSindicato Único de la Industria deEspectáculos Públicos de Barce-lona, agrupando música, cine, tea-tro, variedades, socializó la cultura.Las cámaras salieron a la calle pararodar lo que estaba pasando, lle-gando a producir la primera pelí-cula de la Guerra Civil, unreportaje titulado Movimiento re-volucionario en Barcelona (1936),de Mateo Santos, iniciando así loque hoy conocemos como reporte-rismo.

Se puso en marcha el nuevosistema de producción de pelícu-las, la socialización, dando lugara un nuevo cine alternativo en elque el control recaía en las y lostrabajadores frente al modelo denacionalización o municipalización

propuesto desde las posiciones co-munistas en el que el control recaíaen el Estado. El cine sirvió comoobjeto de propaganda, adelantán-dose a su tiempo. La autogestióndel mundo cinematográfico intro-dujo un nuevo lenguaje fílmico,multiplicando la producción condocumentales, ficción, entreteni-miento, llegando a rodarse más decien películas. El teatro del pueblodesarrolló nuevas propuestas depuesta en escena, propiciando laparticipación del espectador. Laspublicaciones se multiplicaron de

manera exponencial (Rafael Maes-tre), puestas al servicio de la culturay la formación. Qué decir de lastransformaciones en el arte, la lite-ratura, la poesía (Ferran Aisa), lacultura en su conjunto, pasándosetambién de la estatalización y mu-nicipalización a la socialización yautogestión.

La radio se utilizó como instru-mento de propaganda, de cultura ytrasmisión de ánimo a la poblacióny las milicias, con emisiones dehimnos, música, proclamas, discur-sos y lecturas en diferentes idiomas(francés, portugués, inglés, espe-ranto).

Queremos seguir hablando, sinfrivolidades, seguir demandandouna recuperación integral de laMemoria Histórica, reconociendo,sí, el dolor de las víctimas, de loscientos de miles de personas des-parecidas en cunetas y fosas comu-nes, de los millones de personasrepresaliadas, anuladas, castradasintelectualmente, domesticadas a lolargo de varias generaciones; perotambién queremos seguir hablandoen positivo, y recuperar los éxitosde la Revolución Social porque fue-ron muchos y aunque se masacra-ron y abortaron, en ocasiones amanos del propio ejército republi-cano dirigido por el estalinista En-rique Líster (colectivizaciones deAragón), fueron procesos reales deconstrucción colectiva que resulta-

ron ejemplares. Estaban planifica-das desde abajo, al margen de loinstitucional, sin someterse a la dis-ciplina e intereses del poder y eso,para amplios sectores republicanos,socialistas y fundamentalmente co-munistas, fieles a los dictámenessoviéticos, no podían permitir queflorecieran, bajo la excusa de queprimero había que ganar la guerra.

La organizaciones republicanasde nuestro país, las democraciasburguesas europeas, el régimen co-munista de la URSS, sin duda, sen-tían miedo de que la Revolución

Social puesta en marcha se conso-lidara y expandiera.

Constatada la existencia de la re-volución social, la primera observa-ción a considerar debe ser quedicha revolución fue posible graciasa que el pueblo fue capaz de pararen las calles el golpe militar (Barce-lona, Madrid...) El pueblo, viendola inoperancia y falta de respuestadel gobierno, ocupó las calles, yagrupado en torno a la organiza-ción mayoritaria anarcosindicalistaCNT y al resto del movimiento li-bertario, luchó por su destino e im-pidió que el levantamiento militarse extendiera sin oposición.

Y ya que fue el pueblo quien selevantó, no lo hizo para conservarel poder y privilegios de la clase di-rigente resguardada tras su Estadoy ejército profesional y que en tan-tas ocasiones también lo había re-primido, como recoge DolorsMarín (Alt Llobregat, Casas Viejas,Asturias…) sino que lo hizo paratransformar el mundo, para poneren práctica las ideas y los sueñosdel nuevo mundo que llevaban ensus corazones y que había apren-dido en sus ateneos, centros de cul-tura, escuelas racionalistas, prensaconfederal, mítines, cultura liberta-ria, reuniones, asambleas, congre-sos, luchas obreras sindicales ysociales… gracias al apoyo intelec-tual de hombres y mujeres delmundo del pensamiento, la ciencia,

el arte, la cultura… como IsaacPuente, Pedro Vallina, AmparoPoch, Antonia Maymón, José Sán-chez Rosa, Lucía Sánchez Saornil,Eduardo de Guzmán, RamónAcín, Armand Guerra, AntonioSau y tantos y tantas más.

Fueron décadas de cultura al-ternativa, racionalista, laica, li-brepensadora y acción anarquista,propagando la ideología a través delos múltiples ateneos, escuelas ra-cionalistas, centros culturales. Losateneos libertarios, señala JavierNavarro, tuvieron una función tras-

cendental en la formación de laclase trabajadora. Eran centros decultura y formación, centros parael encuentro y formación ideoló-gica de la militancia y del pueblocon actividades que iban desdelas clases de alfabetización, acharlas sobre sanidad, lecturascomentadas, representaciones te-atrales, actividades lúdicas, depor-tivas, excursiones, naturismo,nudismo, esperantismo, debatespolíticos, desarrollo de destrezasmanuales, biblioteca, hemero-teca… ya que para el anarquismo

la revolución sólo era posible si lallevaba a cabo el pueblo y ese pue-blo debería tener educación y cul-tura, formación, ideología, sentirseautónomo, emancipado.

Lo mismo que sucede ahora ennuestro país, que surgen por do-quier experiencias autogestiona-rias, ya sean de economía social,espacios culturales, cooperativas deproducción y consumo, okupacio-nes de viviendas como la Comuni-dad Esperanza en Gran Canaria ola moneda anarquista para Madridla Canica o el espacio para la uto-pía Tramallol en Sevilla o los huer-tos populares ocupados en laPalmilla de Málaga, la CooperativaIntegral Catalana… y que José LuisCarretero recoge en sus últimaspublicaciones; o las experienciascolectivistas y de apoyo mutuo quehan existido desde siempre a lolargo de la historia y en todos losconfines del mundo, como reseñanPeter Gelderloos o David Graeberen sus trabajos y que la PremioNobel de Economía de 2009, Eli-nor Ostrom, investiga en sus traba-jos sobre el gobierno y uso de losbienes comunes que de manera an-cestral se vienen aconteciendo; lomismo ha venido aconteciendo ennuestro país con las ideas y prácti-cas anarquistas a lo largo de los úl-timos ciento cincuenta años,habiendo encontrado espacios paramanifestarse y abrirse camino enlos tiempos de crisis o de desarrollodel modelo neoliberal capitalista yesquilmador.

El resultado de todo este procesode años culminó en la RevoluciónSocial de 1936. Fue el momento depasar a la acción, de manera global,conscientemente, para instaurar dehecho una democracia directa yparticipativa. La clase obrera, elmovimiento obrero anarcosindica-lista estaba formado, había definidosu modelo económico alternativo,el Comunismo Libertario, en el IVCongreso celebrado en Zaragozaen mayo de 1936. Se había for-mado durante décadas en la ideo-logía anarquista, bakuninista,alejada del control marxista, recu-perando el concepto de lo común,de la autónomo. La acción sindicalya no era suficiente, era preciso laacción social porque abordar tantolas condiciones laborales como lascondiciones de vida del pueblo:educación, cultura, arte, sanidad,derechos y libertades, integrandoque la revolución económica estabaacompañada de una revolucióncultural y ética.

Es nuestra responsabilidad glo-sar los éxitos de la Revolución So-cial y que la Memoria Históricano se pierda, para que a las gene-raciones venideras no se la cuen-ten quienes la impidieron. LaRevolución Social de 1936 fueuna realidad exitosa que ocupa unespacio referente en el imaginariode la lucha de la humanidad porel progreso, la justicia y la liber-tad. La utopía del anarquismo sehizo realidad una vez y es nuestrocompromiso que día a día se sigaconstruyendo.

Fotos: Kati Horna

80 @NIVERS@RIO DE L@ REVOLUCIÓN LIBERT@RI@

El movimiento anarquista,

libertario, no sólo destacó

con sus milicias en el frente

haciendo la guerra

y luchando contra

el fascismo, sino que

también aplicó sus ideas

y principios y se dedicó

a hacer la Revolución Social,

bajo el pensamiento de que

poco servía hacer y ganar

la guerra si no se derrocaba

el poder establecido

y transformaba la sociedad

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Rojo y Negro julio-agosto 201616

FRANK MINTZ

Para lograr una plena com-prensión del alcance delCongreso de Zaragoza es

preciso empaparse del ambienteque lo envuelve. Dos años antes losasalariados de Asturias realizaronsimultáneamente la guerra y la re-volución: comedores para los nece-sitados, bonos sindicales en lugardel dinero del Capital, etc., de unlado, y milicias proletarias y requisade una fábrica militar, del otro. Se-guían, por lo tanto, las directricesdel Comunismo Libertario y ellema de la Internacional de 1864,la emancipación de los trabajadoresserá de los mismos trabajadores.De hecho, prescindían de las pla-nas mayores de sus centrales sin-dicales y partidos, porque sabíanque eran capaces de cambiar lasociedad y con ese convenci-miento crearon vínculos solidarios,UHP (Uníos Hermanos Proleta-rios), si bien quedaban en algunosresabios de sectarismo.

La corta victoria electoral de fe-brero de 1936 iba acompañada dela profética postura (palabras delhistoriador cenetista José Peirats)del manifiesto del secretario gene-ral de CNT, Horacio M. Prieto, el14 de febrero: “O fascismo o revo-lución social. Vencer a aquél es obli-gación de todo el proletariado y delos amantes de la libertad, con lasarmas en la mano; que la revolu-ción sea social y libertaria debe serla más profunda preocupación delos confederales.”

José Peirats, en La CNT en la re-volucion española, cita SolidaridadObrera del 7 de mayo de 1936 (el

Congreso terminó el 10 de mayo):“Las masas populares, dispuestas aque fueran libertados los presos yrestablecidas las garantías constitu-cionales, votaron a los hombres deizquierda. Han sido libertados mu-chos presos, no todos, pero siguenen vigencia el estado de excepcióny de alarma. La Prensa vive la ver-güenza de la sumisión a la previacensura. No hay, pues, libertad deexpresión. De aquellos fogosos dis-cursos y de aquellas risueñas pro-mesas no queda absolutamentenada.”

“El 1° de mayo de 1936 se reúneen Zaragoza un nuevo Congresonacional de la CNT. Asisten al co-micio 649 delegados en represen-tación de 982 Sindicatos con550.595 afiliados. [60.621 afiliadosmás, con los sindicatos de la oposi-ción treintistas que acaban de rein-tegrarse en la Confederación]1.”Así empieza la descripción, docu-mentada pero casi sin elogios, deJosé Peirats. A todas luces, no es-tuvo el Congreso a la altura departe de los acontecimientos y noocultan su decepción y sus durascríticas dos participantes: JuanGarcía Oliver y Diego Abad deSantillán (si bien estaba en la cár-cel) y el historiador César Lorenzo.

No coincido con ellos y encuen-tro el sentido del Congreso en unareflexión del mismo César (hijo deHoracio y conocedor de parte desus reacciones): “Las 150 ponen-cias preparadas por los sindicatossobre un tema tan amplio como lareconstrucción social testimoniande una notable participación ma-siva, un esfuerzo colectivo de refle-xión de los que existen muy pocos

equivalentes en la historia del mo-vimiento obrero mundial. Antesque el resultado es asombrosa esamisma actitud 2.”

El Congreso ratificaba el final dela escisión treintista y aprobaba undictamen sobre el desempleo conpropuestas constructivas.

Al contrario de las reservas de laponencia sobre la reforma agrariaque apuntaba: “el retraso cultural,por el instinto de propietarismo eindividualismo que dificulta la cap-tación de las masas campesinaspara fines colectivistas.”; casi tresmeses después, el empuje revolu-cionario del 19 de julio sembrófocos de colectivización en los cam-pos aragoneses, catalanes y levanti-nos.

Si en la ponencia sobre el Comu-nismo Libertario se observan lagu-nas en la evocación de losproblemas monetarios y militares,una ausencia de la posibilidad derevocación de los delegados -siendopoco visibles las delegadas y supapel como proletarias conscien-tes-, no era grave. En efecto, el fo-lleto de Isaac Puente de 1933 yahabía trazado lo esencial del temay existían otras propuestas tanto omás impactantes3.

El anarcosindicalismo de CNTvino a reforzar el legado bakuni-nista del siglo XIX de la capaci-dad creativa obrera: “Lo quellamamos buen sentido, rapidezde visión, capacidad de intuición,iniciativa y originalidad, no secompran ni se venden en las uni-versidades, y las poseen lo mismointelectuales que analfabetos”(Isaac Puente, El Comunismo Li-bertario).

En la reseña oficial de Solidari-dad Obrera faltan dos aspectos de-licados, cuya omisión pública seentiende: la defensa armada contrael fascismo y la cuestión de la ma-sonería.

Para el primer punto, Juan Gar-cía Oliver repite la frase burlona(ausente en la reseña) de CiprianoMera sobre el color de los galonesy entorchados del futuro ejércitocenetista, pero anota que el in-forme fue aprobado4.

Para la masonería, consulté ados congresistas, Ramón Álvarezme indicó que se decidió “quelos masones no podían ostentarcargos en la CNT” (Carta del12-08-1983). Manuel Fabra merespondió que hubo “una simplerecomendación de que los ma-sones no ostentaran cargos deresponsabilidad.” (Carta del 15-08-1983). Se silenciaba, portanto, la postura de repudio de lalucha de clases de la masonería,tan peligrosa para la ciudadaníacomo la tutela y la jerarquía (dequienes sean).

Bajo las amenazas y los crímenesfascistas, con la responsabilidad delcambio social revolucionario inmi-nente, el Congreso de Zaragozaaportó a los delegados mútiplespropuestas y se produjo, como loseñaló César Lorenzo, una “ola im-presionante de entusiasmo revolu-cionario, de optimismo y excitacióncolectiva.”

NOTAS:1 La cifra exacta de la afiliación es va-riable: 548.693 en La CNT a través desus congresos, p. 307; 486.987 en la re-vista Germinal, n° 7, 2009, p. 132.César Lorenzo, en Le Mouvement

anarchiste en Espagne: pouvoir et révo-lution sociale, Éditions libertaires, 2006,nota p. 141, estima que había en CNTen 1936 1.500.000 afiliados. A título decomparación, la UGT pasó de1.000.000 cotizantes en 1932 a 400.000en 1934, por la represión. Le sucedió lomismo a la CNT, de unos 800.000 car-nés en 1930 (según Pestaña) descendióa unos 550.000 en 1936, también por larepresión y las múltiples cazas de brujasinternas entre faístas y treintistas. Creoque habría que partir de la cifra de1.200.000 afiliados potenciales paraambas centrales sindicales, en julio de1936. La Historia del Partido Comu-nista de España (París/ Varsovia, 1960,p. 111) afirma que en febrero de 1936 elPC tenía 30.000 miembros y 100.000en julio de 1936. Dejando aparte la pocaseriedad de las cifras, es indudable quela izquierda en general encontraba en1936 cada vez más apoyo popular. 2 César Lorenzo: Le Mouvement,op. cit., p. 143. Dejo de lado la con-tinuación de que habría sido unmodo de compensar la imagen “delmito soviético”. Los cenetistas co-nocían ya la represión antianar-quista. Y, quizás, un texto deSalvador Seguí: “No somos leninis-tas porque no creemos que el Es-tado sea, por más revolucionario ysocialista que se titule, quien debeusufructuar los elementos de pro-ducción.”, 1920.3Ver Profesiones Liberales[ h t t p : / / w w w . f o n d a t i o n -besnard.org/spip.php?article729];Artes Gráficas de Barcelona[ h t t p : / / w w w . f o n d a t i o n -besnard.org/spip.php?article728]; Sin-dicato Único de la Construcción deBarcelona [http://www.fondation-bes-nard.org/spip.php?article727].4 Era también una buena exposicióndel Comunismo Libertario del Sindi-cato Fabril y Textil de Barcelona[ h t t p : / / w w w . f o n d a t i o n -besnard.org/spip.php?article730].

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El Congreso de la CNT de mayo de 1936 en Zaragoza

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Rojo y Negrojulio-agosto 2016 17

CRISTINA ESCRIVÁ RAFAEL MAESTRE

La Revolución ha de comenzardesde abajo. Y desde dentro.Dejad que entre el aire en lavida familiar, vieja y angosta.

Educad a los niños en libertad yalegría. La vida será mil vecesmás hermosa cuando la mujersea realmente una mujer libre.

ILSE “La doble lucha de lamujer”, Mujeres Libres, VIII

mes de la Revolución [1937].

Si los hombres han estadosubyugados a las circuns-tancias desfavorables socia-

les, las mujeres todavía hansufrido -y sufren- más: por la dis-criminación entre los dos sexos,por la diferencia entre pobres yricas y por la distinción entre cul-tas e incultas. Para acabar con estasituación nació en Madrid en elmes de abril de 1936 la organiza-ción anarcofeminista Mujeres Li-bres por iniciativa de un grupo demujeres, entre las que se encon-traban, la periodista MercedesComaposada Guillén, la doctoraAmparo Poch y Gascón y la poetaLucía Sánchez Saornil.

MM.LL., creada para liberar ala mujer del sometimiento de si-glos, pretendía un orden socialmás justo y humano, siendo muy

conscientes de que sólo a travésdel acceso a la cultura y a la ense-ñanza se lograría esta liberación.

La organización llegó a contarcon 20.000 afiliadas y se estable-cieron unas 147 agrupaciones lo-cales en pueblos y ciudades de laEspaña republicana, distribuidasentre la zona Centro, Cataluña,Aragón, Levante y Andalucía.También creó agrupaciones enotros países. En Europa: Bélgica,Checoslovaquia, Francia, Ho-landa, Inglaterra, Polonia y Sue-cia, además de Argentina yEstados Unidos, en América.Para sus actividades culturales yeducativas crearon el Casal de laDona Treballadora, en Barce-lona; la Casa de la Cultura de Va-lencia y el Instituto MujeresLibres de Madrid.

En el primer Congreso Nacio-nal de MM.LL. celebrado en Va-lencia los días 20 y siguientes deagosto de 1937, con la constitu-ción de su Federación Nacional,se estructuraron las bases defini-tivas de la organización. Se apro-baron los Estatutos de laFederación, con residencia en lacalle de la Paz número 29 de Va-lencia, con el objetivo de crearuna fuerza femenina consciente yresponsable que actuara comovanguardia del progreso. Estable-ciendo escuelas, institutos, ciclosde conferencias, cursillos especia-

les, etc., tendentes a capacitar a lamujer y a emanciparla de la tripleesclavitud: esclavitud comomujer, esclavitud de la ignoranciay esclavitud como productora.Para el logro de estos objetivosactuaba como una organizaciónpolítica identificada con las fina-lidades generales de la CNT y laFAI, ya que su aspiración deemancipación femenina teníacomo objetivo supremo que lamujer pudiera intervenir en laemancipación humana.

Con la Revolución se abrió parala mujer un campo de experienciacasi ilimitado, que la comprometíaa un protagonismo cívico sin pre-cedentes. En estas circunstancias,asumirán responsabilidades entodos los terrenos y desempeña-rán un papel decisivo en la luchaantifascista, especialmente, en laretaguardia. La mujer arará loscampos, que los hombres han de-jado para coger el fusil; conducirátranvías y camiones; organizará laDefensa Pasiva; estará al frente decentros sanitarios; formará partede los consejos obreros de las fá-bricas y colectividades. Se asiste aun despliegue de energías hastaentonces inhibidas, que aflorantras el convencimiento de queaquél es el camino de la libera-ción. Esta oleada vital es la másagitada y apasionante que lamujer española haya vivido entoda su historia.

La revista Mujeres Libres(MM.LL), demostró la capaci-dad de este núcleo de libertariasde expresar una nueva miradaanarquista en femenino. Con unagran modernidad de plantea-mientos, la publicación asentó lalibertad femenina a partir deldesarrollo de la independenciapsicológica y de su autoestima,

sólo factible mediantela lucha individual.De este modo las mu-jeres se convertiríanen sujetos de su pro-ceso de liberación,que no sólo se ba-saba en la indepen-dencia económicay en el acceso altrabajo remune-rado, sino en elempoderamientoy afirmación dela personalidadfemenina.

De la revista se publicaron 13números, entre 1936 y 1938, unapublicación para mujeres escritapor mujeres. Se editaba en color,con fotografías de Kati Horna, yestaba maquetada y profusa-mente ilustrada por los artistasLes, Viejo y, sobre todo, por Bal-tasar Lobo.

En ella se trataban todo tipode temas, se cuestionaban lasrelaciones entre hombres y mu-jeres, y se difundían los másavanzados conocimientos sobrepuericultura, higiene, sexuali-dad y anticoncepción. Tambiénse analizaba la problemática sur-gida por la incorporación feme-nina al mundo laboral y a la luchasocial, pero sobre todo hay queresaltar su cruzada contra el anal-fabetismo y la prostitución. Laspáginas de MM.LL. hicieron unagran campaña de sensibilizacióncontra esa lacra y a favor de losLiberatorios de Prostitución.

Entre sus colaboradoras encon-tramos a Consuelo Bergés, RosaChacel, Mercedes Comaposada,Carmen Conde, Áurea Cua-drado, Soledad Estorach, EttaFedern, Mary Giménez, EmmaGoldman, Lola Iturbe, Ada

Martí,Federica Montseny,Nita Nahuel, María Pérez, PuraPérez, Amparo Poch, Suceso Por-tales y Lucía Sánchez Saornil,entre otras.

El programa inicial deMM.LL. era esencialmente cul-tural y educativo, así, su revistafue un instrumento eficaz para ladivulgación de los puntos de vistade la organización y jugó unpapel educativo decisivo. Paraellas la cultura representaba uninstrumento para promover laRevolución Social.

Ahora, 80 años después deaquella gesta heroica, tenemos elejemplo de las mujeres que forja-ron la Revolución libertaria. Unejemplo necesario porque la hu-manidad tendrá un futuro som-brío si no aparecen en nuestrohorizonte hombres y mujeres que,yendo más allá de sí mismos y desus intereses propios, nos puedandar a todos y a todas razones paraadmirar, querer, esperar y actuar.Razones y pasiones que nos per-suadan a seguir su ejemplo.

Un verso de su himno nos re-cuerda que hay que escribir denuevo la palabra Mujer.

80 @NIVERS@RIO DE L@ REVOLUCIÓN LIBERT@RI@

El ejemplo de Mujeres Libres

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Rojo y Negro julio-agosto 201618

JOSEP QUEVEDO

Hace 80 años, el territoriopeninsular estuvo some-tido a un conflicto civil y

este generó una guerra civil, pro-vocada por una parte muy defi-nida, que recurría a este métodoguerrero, porque suponía para élla forma más rápida y eficaz deganar la partida a la mayoría de lapoblación.

Las partes que provocaronestos hechos violentos y antide-mocráticos tenían como denomi-nador común: su amor a la patria,la fe en su dios único y la sumi-sión a su Iglesia, como a sus pri-vilegios heredados desde la EdadMedia. También recogían las tra-diciones, el derecho al vasallaje ysobre todo la ley del más fuerte,que también representaba el capi-talismo paternalista y clientelista,el de las clases dirigentes y de losgestores de los destinos de losciudadanos de la mayor parte delterritorio peninsular.

En este proceso guerrero losnacionalistas o nacionales recu-rrieron al credo de reconquista yal de cruzada y, cómo no, a la lim-pieza de creencias e ideas. Anteesta situación a la CNT y al anar-cosindicalismo no le quedó másremedio que tomar partido yapostó por el sentido común, esdecir, por el bando legal: el repu-blicano.

Desde lugares extraños y ex-travagantes nos presentan laGuerra Civil como una luchafratricida entre nacionales (fas-cistas, carlistas, conservadores,clericales, etc.), contra republica-nos (anarcosindicalistas, republi-

canos, socialistas, comunistas yotros).

Este análisis es actualmente undogma de fe, diseñado por lasélites del Frente Popular y de losconvidados. El anarcosindica-lismo, especialmente en Cata-luña, salió a la calle para derrotara los golpistas y comenzar aconstruir la revolución desde lolibertario. Tanto la CNT comolas específicas abordaron lanueva situación de la siguienteforma:

1.-Respetar la legalidad repu-blicana, participando con eltiempo en sus órganos directivos.

2.-Consolidar su propio pro-yecto revolucionario.

3.-Combatir a los enemigos dela revolución, desde Prieto a loscomunistas de la Comintern.

En el segundo punto es dondeel anarcosindicalismo produjo unproceso revolucionario único enla historia de las revoluciones.Para ello tuvo que echar mano dela innovación, del trabajo y cómono del pacto.

Hasta ahora los estudios de lascolectivizaciones se han basadoprincipalmente en el campo, ymuy poco en la industria y losservicios. Los pocos estudios sedeben fundamentalmente a:

1.- Algunas obras editadas porla CNT en el exilio y copiadas enel interior.

2.-Los trabajos magistrales deAntoni Castells Duran sobre eltema.

3.-Otros trabajos parciales, ví-deos, conferencias, etc.

4.-Trabajos de hispanistas ehistoriadores académicos desdemediados de los años 80.

A excepción de Antoni CastellsDuran, la mayoría describen elproceso colectivizado de la indus-tria de una forma ambigua o cos-tumbrista y sobre todo caótica.La industria que fue colectivizadapor la CNT-FAI se dividía grossomodo en:

1.-Talleres confederales2.-Industrias o servicios colec-

tivizados.3.-Industrias o servicios inter-

venidos.4.- Otros.

1.-Talleres confederales:Estos se regularon orgánica-mente en el congreso de Sants de1918 y se crearon para paliar elproblema del paro que tantohabía crecido después de la Pri-mera Guerra Mundial y que sir-vió para concienciar a losafiliados a la CNT de que elanarcosindicalismo no era unaasociación de trabajadores sinode productores con su horizonterevolucionario.

Eran gestionados por los pro-pios productores en el marco dela sección del sindicato. Crearon

una bolsa de trabajo que sirviópara negociar directamente con lapatronal las bases de trabajo.Estos talleres nunca recibieronfondos procedentes de lo públicoy siempre se financiaron con susrecursos o con la ayuda de laConfederación.

2.-Industrias y Servicios Colecti-vizados:La colectivización abarca desdeel textil hasta el transporte, pa-sando por las industrias y losservicios auxiliares. Fueron orga-nizados con el decreto de Colec-tivizaciones de Octubre de 1936en Cataluña. Se financiaron consus propios beneficios como conlos fondos de la Federación deColectividades de la CNT y laayuda de la SIA, la Mutua Con-federal, etc. En su gran mayoríafueron muy rentables y adquirie-ron maquinaria en el extranjeropara modernizar sus industrias,especialmente en el textil y en elsector metalúrgico. Los propiospatronos cuando recuperaronsus industrias lo reconocieronpúblicamente. El conde Güelldijo: “dejemos las empresas va-cías y las encontremos llenas”.

3.-Industrias y Servicios interve-nidos:En este tipo de empresas inclui-mos las extranjeras y en menorgrado a las que se mantuvieron almargen del decreto colectiviza-dor. Hay que precisar que los sin-dicatos tenían presencia ycontrolaban, por medio de losproductores, tanto la bolsa deTrabajo como la toma de decisio-nes. Con el tiempo muchas deellas pasaron al apartado de lascolectivizaciones.

4.- Otros:En estos podemos incluir lasempresas estatales, las munici-pales, bastantes de servicios úni-cos, la Mutua Confederal y losdiferentes organismos diseñadospara potenciar el bienestar de lapoblación como educación y sa-nidad.

Tanto la educación como lasanidad tuvieron que ser auxilia-das económicamente por la SIA(con su red de hospitales y con-sultorios) o la misma educacióngestionada por el CENU, que al

quedarse bien pronto sin fon-dos, tuvo que solicitar solidari-dad a la misma CNT, a laFederación de Colectividades, ala SIA y al propio entorno con-federal, para mantener el servi-cio y pagar los jornales de losenseñantes.

Los comunistas y su entornointentaron crear una red de em-presas, estatales, que no funcio-naron en su gran mayoría, porfalta de recursos. El Estado teníael oro en Moscú y sus gestorescarecían de capacidad para ges-tionar estas empresas. Pedían lanacionalización de la industria yde los servicios para controlarlaspolíticamente, pero dejando lagestión a los sindicatos, al care-cer el Estado de gestores con for-mación para la tarea.

Finalmente, para terminar, laindustria catalana fue práctica-mente colectivizada, y así lo de-muestra la solicitud que lleva acabo la Federación Patronal Ca-talana en marzo de 1939, pi-diendo que le sean restauradasmás de 7.000 grandes empresas.

El periodo colectivizador signi-ficó introducir unas medidas co-herentes como: una nueva orga-nización del trabajo y del sistemaproductivo, nuevas relaciones la-borales, inversiones en las colec-tivizaciones y en las infraes-tructuras estructurales.

Y recordar que todo el sis-tema financiero se llevó a cabocon los recursos propios que ge-neraron los beneficios de lasColectividades, la solidaridadentre ellas y del entorno confe-deral.

Las Colectividades Industria-les se organizaron en torno a laidea de lo que actualmente lla-mamos autogestión y descarta-ron los presupuestos generalesdel Estado, al considerar que lascolectivizaciones debían des-arrollarse desde la iniciativa desus socios y de sus productorespara poder evitar el caer en uncomportamiento clientelista ode estómagos agradecidos, tanarraigado en los aparatos estata-les. La experiencia de la Revolu-ción Rusa era un buen ejemploa tener en cuenta, y a no imitar.Es decir, el anarcosindicalismodio soluciones globales con vi-sión de futuro y progresista.

La colectivización de la industriaen Cataluña

El anarcosindicalismo

produjo un proceso

revolucionario único

en la historia de

las revoluciones. Para ello

tuvo que echar mano

de la innovación,

del trabajo y cómo no

del pacto

80 @NIVERS@RIO DE L@ REVOLUCIÓN LIBERT@RI@

Trabajadoras de la Compañía de Tranvías durante la Guerra Civil./ARXIU FOTOGRÀFIC DE BARCELONA

Page 8: 80 @NIVERS@RIO DEL@REVOLUCIÓN LIBERT@RI@memorialibertaria.org/sites/default/files/Memoria...Pero la piedra de toque de la revolución libertaria, el locus donde se visualizaba el

¿Cuál es el objetivo de la ComisiónConfederal de Memoria Libertaria?Desde el sindicato venían reu-niéndose varias personas paradebatir y trabajar sobre la me-moria histórica del movimientolibertario. Y finalmente seacabó constituyendo la Comi-sión para coordinar el trabajode recuperación de la memoriadel movimiento obrero, de lasorganizaciones libertarias y de larepresión franquista al movi-miento libertario.

¿Qué destacarías del trabajo dela Comisión?Se han logrado hacer varias ex-posiciones que tienen un valorimportante por los contenidosque recogen y los catálogos quese hicieron acompañando a laexposición,º en donde impor-tantes figuras que trabajan en larecuperación de la historia delmovimiento obrero abordan lasdistintas áreas que tocó elmundo libertario. Además, através de la página webwww.mermorialibertaria.org ynuestra página en el Rojoyne-gro, intentamos trasladar a laafiliación informaciones queconsideramos interesantes parasu difusión. También desde laComisión estamos en contactocon otras organizaciones quetrabajan en la recuperación de lamemoria histórica y a travésdel trabajo de los compañerosdel Grupo de Trabajo Recupe-rando la Memoria de la Histo-ria Social de Andalucía deCGT con el Canal de los Pre-sos y de otros historiadores quenos han facilitado más infor-mación sobre el trabajo esclavode los presos del franquismo, laCGT está personada en laquerella argentina contra loscrímenes del franquismo. Tam-bién recogemos microbiogra-fías de libertarios represaliadospor el franquismo.

Pero también tenemos pen-dientes algunos proyectoscomo el que las grandes seccio-nes sindicales, que vienen in-cluso desde antes de lalegalización de los sindicatos,nos dejen su historia escrita ograbada para que no se pierdaen el olvido de la memoria dequienes lo vivieron. Se nos hanido ya muchas compañeras ycompañeros que nos podíandejar testimonio de la historia

vivida por el movimiento liber-tario. No debemos dilatar másese proyecto.

Ahora se conmemora el 80 aniver-sario de la Revolución Libertaria.No es demasiado conocida por losestudiantes. ¿Qué medidas creesque se podrían llevar a cabo paradarla conocer?La exposición sobre la Revolu-ción Libertaria estuvo duranteun par de años en Andalucíapara que se expusiera en los co-legios y se pudiera hablar conlos alumnos sobre ello. Pero enel resto del territorio apenas seha llegado a ellos. Es importantetransmitir lo positivo de la Re-volución y no quedarnos sólo enla guerra y la represión fran-quista porque la recuperaciónde la memoria es mucho más,los valores de solidaridad, de de-fensa de la libertad, del repartode la riqueza y de la justicia so-cial. Es necesario llegar a las es-cuelas y universidades con laexposición y debatir sobre la Re-volución.

¿Qué destacarías de la RevoluciónLibertaria del 36?Ha sido un hito a nivel interna-cional por todo lo que supusoel estallido de autogestión, delibertad, de cooperativismo ac-tivo que se llevó a cabo. Desdela perspectiva actual es aluci-

nante pensar en cómo el pue-blo llano consiguió liderar ladefensa en Barcelona, Madrid,etc. y defenderse sin esperar aque los políticos, tan mediocrescomo los de hoy, plantearan al-ternativas. Tomaron la inicia-tiva, no lo debemos olvidar,porque estaban organizados enlos Ateneos, en los sindicatoscon lucha constante practi-cando la gimnasia revoluciona-ria. Son muy conocidas lascolectividades agrarias del BajoAragón, pero también se des-arrollaron en puntos de Casti-lla y también en Andalucía.Cómo las fábricas fueron co-lectivizadas y los trabajadorespasaron a ser quienes organiza-ban el trabajo y se consiguiófuncionar autónomamente sinseguir instrucciones del Es-tado. En cuanto a la cultura yla posición de la mujer en esosaños, creo que no se ha vueltoa vivir esa revolución.

¿El hecho de que en su día el pro-yecto enarbolado por la CNT fueracapaz de articular otra sociedadpuede ser la explicación a la granrepresión que sufrió durante el fran-quismo y los primeros años de “de-mocracia”?Creo que la demostración deque otro mundo es posibleasustó tanto a las potencias“democráticas” como al fas-

cismo y, desde luego, un obje-tivo claro de ambos ha sido eli-minar al anarquismo comomodelo posible de sociedad. Larepresión no se produjo sólocontra la afiliación sino tam-bién sobre los proyectos que seconsiguieron llevar a cabo parano dejar ver la posibilidad deotra forma de sociedad.

¿Qué proyectos de recuperación dela memoria nos puedes destacar?Sabiendo que podemos no serobjetivos, desde CGT tenemosque destacar el proyecto de“Todos(…)los nombres”. Es unproyecto en el que colabora elGrupo de trabajo RMHSA deCGT-A para recuperar la histo-ria de aquellas personas que hansido represaliadas por el fran-quismo en Andalucía o que eranoriginarias de Andalucía, Extre-madura y Norte de África. Esteproyecto se inició con una pá-gina web que en la actualidadtiene recogidos los nombres demás de 80.000 personas y que

ha tenido continuidad con unaexposición itinerante que reco-rre prácticamente todo el terri-torio andaluz y ha llegado aalguna localidad de La Manchay alrededores. Es una web quese ha construido con el trabajode los historiadores e historiado-ras y de las propias familias delas víctimas del franquismo.

¿Se van a realizar muchos actos enrecuerdo de la Revolución Liberta-ria?Sí, en varias Federaciones Loca-les de CGT se ha organizadojornadas de recuerdo y de ho-menaje a los logros de la Revo-lución Libertaria. Pero tambiéntenemos información de que envarios países europeos se van arealizar actos de homenaje. Nohay que olvidar que fuera denuestro territorio se le damucho más valor del que se leha dado en España. Muchos delos historiadores que han escritosobre la Revolución Españolason extranjeros. CGT ha desti-nado este año la Escuela de Ve-rano de Ruesta a hablar deaspectos de la Revolución con laperspectiva de ayer y hoy. Por-que no debemos olvidar que loque se vivió hace 80 años, con-tra lo que luchaban, hoy sigueperviviendo. La ecología, el fe-minismo, la explotación de lospresos, etc. son tema de actuali-dad ayer y hoy.

¿Ves preparada a la sociedad actualpara repetir una Revolución Liber-taria? Pues en la Comisión nos plan-teamos que una forma de con-seguir llevar a cabo los idealesdel movimiento libertario es di-fundirlos y demostrar que esposible esa otra forma de orga-nización. Pero desgraciada-mente estamos muy alejados deseguir con esa gimnasia revolu-cionaria que nos facilitaría elpoder cambiar la sociedad y lle-gar a ese mundo nuevo que lle-vamos en nuestros corazones.

Desde estas páginas nos gusta-ría recordar que los pueblos queno conocen su historia están con-denados a repetirla. Y como esta-mos viendo recientemente, cadadía nos vamos pareciendo más aaquella sociedad de los años 30con el racismo, la consideraciónde ser superior al vecino, etc. Y, loque es más importante, el movi-miento libertario tiene una histo-ria de compromiso con lahumanidad, con unos ideales quedeben ser transmitidos y que de-bemos difundir para de una verpor siempre erradicar de la pala-bra anarquismo el significado deviolencia. Como CGT tenemosya una historia.

Redacción Rojo y Negro

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DEPÓSITO LEGAL: M-3534-1988.

ISSN: 1138-1019.

Publicación con licencia Creative Commons

julio-agosto 2016

CHARO ARROYO, COORDINADORA DE LA COMISIÓN CONFEDERAL DE MEMORIA LIBERTARIA DE CGT

La Comisión Confederal de Memoria Libertaria de CGT se encarga de coordinar el trabajo de recuperación de la memoriadel movimiento obrero, de las organizaciones libertarias y de la represión franquista al movimiento libertario

“Los pueblos que no conocen su historiaestán condenados a repetirla”

“Es importante

transmitir lo positivo

de la Revolución

y no quedarnos sólo

en la guerra

y la represión franquista”

Mitin de Durruti en León, 1932.