9. Expulsión de judíos (1492) y expulsión de moriscos...

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Cuestiones EBAU_ UNEX Hª España. 2º Bachillerato

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9. Expulsión de judíos (1492) y expulsión de moriscos (1609).

a) Expulsión de los Judíos: Unidad religiosa.

En la línea de creación de un Estado moderno y unificación territorial, los Reyes

Católicos sometieron todos los estamentos sociales y para conseguir la unidad de todos los

súbditos, entendieron que debía haber unidad religiosa. En un primer momento Isabel I,

garantizaba la seguridad de las aljamas judías. El problema de los conversos y las presiones por

parte de Hernando de Talavera, decide solicitar el establecimiento de la Inquisición (institución

pontificia que ya existía desde 1184 para luchar contra las herejías). De este modo se crea el

Consejo de la Suprema y General Inquisición y en 1480 se nombraba los primeros

inquisidores de Castilla para vigilar a los conversos. El nombramiento de la Inquisición marcó

progresivamente la uniformidad religiosa que termina con la pragmática de Expulsión de los

judíos en 1492. Las causas de esta expulsión obedecían no sólo al principio religioso, sino a

la rivalidad entre sectores sociales urbanos, que en muchos casos dependían de los

prestamistas judíos y/o envidiaban su situación económica; el anti judaísmo estaba muy

extendido como lo demuestra la revuelta de antijudía de 1391 y las medidas antijudías de 1412.

Las consecuencias de esta expulsión fueron muchas: a nivel demográfico y social se eliminó

una parte de la población perteneciente a la pequeña burguesía dedicada a las orfebrerías,

comercio, artesanías, medicina (se calcula que emigraron entre 400.000-500.000 personas); a

nivel económico, se privó a Castilla de mercaderes y banqueros que negociaban en las ferias

castellanas y hubieran podido canalizar los beneficios del comercio con América.

En las capitulaciones de Granada, se consideraban que los musulmanes eran súbditos

libres de la corona y que gozarían de libertad religiosa. En un primer momento se mantuvo una

política de tolerancia. Posteriormente, el cardenal Cisneros impuso una política encaminada a la

conversión lo que provocó el levantamiento de los musulmanes de Granada. Mediante el decreto

de 1501 se les obligó a convertirse, creándose una minoría étnica de población morisca

concentrada en Granada, Valle del Ebro y Valencia.

B) Expulsión de los moriscos:

La minoría morisca seguía conservando sus costumbres y formas de vida, formando una

minoría étnica en el sur y levante. Durante el reinado de Felipe II, los moriscos de las

Alpujarras se habían sublevado en 1568, por lo que se decretó su dispersión por el reino de

Castilla.

Durante el reinado de Felipe III (1598-1621), el valido, el Duque de Lerma decretó

la expulsión de los moriscos en 1609. Son varias las causas que explican esta expulsión: era

una situación heredada del siglo XVI en que las revueltas moriscas y su falta de asimilación

hacían temer una alianza con la posible invasión turca; por parte del Estado quería una unidad

religiosa, sin que en este caso la Iglesia tomara parte alguna. El aumento constante de la

población morisca contrastaba con el descenso del resto de la población, especialmente en las

zonas agrarias prósperas de Andalucía y Levante. Por otra parte había una rivalidad entre

pequeños campesinos y la situación de la nobleza quienes encomendaban el cultivo de sus

tierras a los moriscos, los cuales eran especialmente hábiles en los sistemas de riego; con su

expulsión se debilitaba el poder de la nobleza quienes dependían de su mano de obra. Su

expulsión tuvo importantes consecuencias demográficas, sociales y económicas: más de

300.000 moriscos abandonaron la península, lo cual afectó principalmente a Aragón y Valencia;

se abandonaron artesanías, se produjo la ruina de los regadíos del valle del Ebro y levante; se

incrementó la inflación por la pérdida de dinero que salió de España con ellos y se produjo un

proceso de concentración de propiedades que acentuó los desequilibrios sociales.