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La impartición de justicia y la prevención del delito son funciones de suma relevancia en toda sociedad. Los encargados de llevarlos a cabo tienen que conjuntar los conocimientos generados en la academia y la praxis en el ejercicio. Tal esfuerzo requiere siempre de la suma y cooperación de la sociedad, las instituciones y la academia.

Es así como en este segundo número, todos los que hacemos la re-vista Enfoque nos complacemos de presentar a nuestros lectores artículos de temas vigentes y relevantes en los ámbitos local, na-cional e internacional, en materia de Derecho y Criminología. Se trata pues, como desde el primer número, de un esfuerzo conjun-to que reúne los trabajos de profesores inestigadores de tiempo completo y los profesores de hora clase, quienes comparten sus avances investigativos y experiencia.

Asimismo, al ser una publicación emitida directamente por la Fa-cultad de Derecho Abogado Ponciano Arriaga Leija, compartimos algunas de las noticias más sobresalientes en este periodo, con el mismo gusto y entusiasmo que la comunidad que conforma esta noble institución. Así pues, estimados lectores, confirmamos en estas páginas la experiencia de nuestros profesores, el talento de nuestros estudiantes y los logros que juntos hemos alcanzado.

El concepto de ‘ciberespacio’, del cual deriva el de ‘seguridad cibernética’ o ‘ciberseguridad’, se encuentra definido en el Programa Sectorial de Defensa Nacional 2013-2018 de la siguiente ma-nera: “Ámbito intangible, de naturaleza global, soportado por TIC, que es utilizado para la inte-racción entre individuos y entidades públicas y privadas”. Éste es un buen punto de partida en la regulación mexicana, a partir del cual podemos empezar a definir la seguridad cibernética, o ci-berseguridad.

La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo de la Oragnización de las Nacio-nes Unidas (ONU), en una resolución de noviem-bre de 2010 ratificada en Guadalajara, Jalisco, aporta su definición de ciberseguridad inscrita en la Recomendación UIT-T X.1205: “el conjunto de herramientas, políticas, conceptos de seguri-dad, directrices, métodos de gestión de riesgos, acciones, formación, prácticas idóneas, seguros y tecnologías que pueden utilizarse para proteger los activos de la organización y los usuarios del ciberentorno”.

Entonces, si entendemos ‘ciberentorno’ como un sinónimo de ‘ciberespacio’, podemos llegar a una tentativa definición operativa de seguridad cibernética: Acciones y herramientas que prote-gen los bienes y a las personas que interactúan a través de las tecnologías de información y co-municación en todos los ámbitos, desde el local hasta el global.

Este artículo busca proveer un panorama gene-ral sobre el estado de la ciberseguridad y su re-gulación en México al año 2016. Esto se analiza en cuatro dimensiones:

1) Los delitos cibernéticos en la legislación mexicana.

2) Los organismos vigilantes.3) Políticas nacionales.4) El informe 2016 de la Organización de

Estados Americanos sobre Ciberseguridad en América Latina y el Caribe.

Actualidad de la seguridad cibernética y su regulación

en MéxicoLa primera mención de delito cibernético en la legislación mexicana se encuentra en el Diario Oficial de la Federación del 17 de mayo de 1999, al incorporar una serie de delitos al Código Penal Federal en su título noveno, capítulo I del segun-do libro denominado “Revelación de secretos y acceso ilícito a sistemas y equipos de informáti-ca”. Hoy en día, después de varias adiciones en el año 2009, los artículos del capítulo segundo de este título se ocupan mayormente de “sistemas o equipos de informática protegidos por algún mecanismo de seguridad” y de la información contenida en ellos. Estos artículos emplean en su redacción verbos como modificar, destruir, co-nocer, copiar y/o utilizar información y provocar pérdida de la misma. Al tratar de ser muy espe-cífico en la redacción, esto termina limitando su alcance y, al mismo tiempo, el campo de acción del órgano judicial.

¿A qué nos referimos Para ilustrar, se reproduce aquí el artículo 211 bis 1:

“Al que sin autorización modifique, destruya o provoque pérdida de información contenida en sistemas o equipos de informática protegidos por algún mecanismo de seguridad, se le impon-drán de seis meses a dos años de prisión y de cien a trescientos días multa...(Artículo adicionado mediante Decreto publica-do en el Diario Oficial de la Federación el 17 de mayo de 1999)”.

La redacción de estos artículos, a la luz de los avances tecnológicos actuales, resulta obsoleta e insuficiente. Por citar sólo dos ejemplos:

1) Estos artículos especifican delitos relacionados a “sistemas o equipos de informática protegi-dos por algún mecanismo de seguridad”. Lue-go, los sistemas o equipos de informática no protegidos por algún mecanismo de seguridad (como una computadora o sistema sin clave de acceso o contraseña), ¿quedan, acaso, comple-tamente fuera de la protección de dicha ley?

2) Si “accedo” a un sistema protegido, pero no modifico, destruyo, conozco, copio, utilizo o provoco perdida de la información contenida en el mismo, ¿estoy cometiendo un delito?, y ¿si añado información? En forma, por ejemplo, de un virus troyano que, nuevamente, no mo-difica, destruye, conoce, copia, utiliza o provo-ca pérdida de la información, pero sí me per-mita volver a acceder cuando yo así lo decida.

Actualmente, México no cuenta con una ley es-pecífica en materia de delitos cibernéticos. Exis-ten, sin embargo, diversas disposiciones sobre este particular dispersas en el marco jurídico na-cional. Por mencionar algunas de ellas:

1) Ley Federal del Derecho de Autor, la cual alu-de a programas de computación y bases de datos, así como su transmisión por medio de diversas vías de comunicación.

2) Ley de Instituciones de Crédito, que refiere el acceso, alteración y modificación de medios electrónicos, ópticos o de cualquier otra tecno-logía del sistema bancario mexicano, así como de la información contenida en los mismos.

3) Ley de Firma Electrónica Avanzada, en su ar-tículo 2, por la naturaleza de su objeto com-pletamente digital, se encarga de definir con-ceptos relevantes como documento, medio de comunicación y actuaciones electrónicas.

Salvador Hernández Peña

mos cuando habla-mos de seguridad

cibernética?

Organismos vigilantesMéxico cuenta con tres organismos vigilantes en esta materia: La Coordinación para la Prevención de Delitos Electrónicos, el CERT-MX, ambos parte de la División Científica de la Policía Federal y el Comité Especializado en Seguridad de la Infor-mación, dependiente de la Secretaría de Gober-nación.

La Coordinación para la Prevención de Delitos Electrónicos se subdivide en tres direcciones: la de Prevención de Delitos Cibernéticos; la del Centro Especializado en Respuesta Tecnológica, y la de Laboratorios en Investigación Electrónica y Forense.

Esta coordinación tiene sus funciones descritas en el artículo 27 del Reglamento de la Ley de la Policía Federal. Respecto a la seguridad ciberné-tica se destacan las siguientes:

II. Supervisar el funcionamiento de los mecanis-mos que, conforme a las disposiciones aplica-bles, se establezcan para prevenir los delitos en los que se utilicen medios electrónicos, ci-bernéticos y tecnológicos para su comisión;

IX. Vigilar, identificar, monitorear y rastrear la red pública de Internet con el fin de prevenir conductas delictivas;

XVII. Proponer la realización de operaciones en-cubiertas e intervenciones de comunicaciones privadas para prevenir la comisión de los deli-tos en los que se utilizan medios electrónicos para su comisión.

El Centro Nacional de Respuesta a Incidentes Ci-bernéticos entró en funciones en mayo de 2010 y es el organismo encargado de operar el equipo

de respuesta a amenazas e incidentes de seguri-dad informática en la infraestructura crítica de México. Dentro de sus funciones , están también la de dar primer respuesta y soporte a inciden-tes de ciberseguridad, difundir alertas, capacitar e intercambiar información con instituciones en los tres órdenes de gobierno, la academia, el sec-tor privado y con 316 CERT de 69 países en vir-tud de que el CERT-MX se encuentra adherido al Foro Internacional de Equipos de Respuesta de Emergencias Informáticas.

Estos dos organismos se establecen como defen-sores de la seguridad cibernética en nuestro país y su mera existencia posiciona a México por enci-ma de la mayoría de los países latino americanos en cuanto a la capacidad de respuesta ante deli-tos e incidentes en materia cibernética.

Finalmente, el Comité Especializado en Segu-ridad de la Información tiene como misión pri-mordial el desarrollo de una Estrategia Nacional de Seguridad de la Información que guíe las ac-ciones que emprenda el gobierno federal para prevenir, identificar, neutralizar o contrarrestar riesgos y amenazas a la seguridad de la informa-ción. Dicha estrategia se crea a partir del reco-nocimiento de la necesidad de acciones concre-tas, claramente articuladas y coordinadas para fortalecer las capacidades del Estado en materia de seguridad de la información, seguridad ciber-nética, delito cibernético, ciberdefensa y protec-ción de infraestructuras. Otra muy importante función del Comité es el desarrollo de un Pro-tocolo de Colaboración entre el CERT-MX y las diversas dependencias del gobierno mexicano, dar una mejor respuesta a los incidentes de ci-berseguridad que podrían hacer peligrar la in-fraestructura crítica del país.

Políticas nacionalesEl Programa para la Seguridad Nacional 2014-2018 : Una política multidimensional para Méxi-co en el siglo XXI, dentro de su estrategia 1.2.3. Fortalecer la Inteligencia del Estado Mexicano para identificar, prevenir y contrarrestar ries-gos y amenazas a la seguridad nacional, en su apartado referente a Riesgos y amenazas, de-dica un inciso a la Ciberseguridad. Dicha estra-tegia establece como su propósito central “el fortalecimiento de la cuarta dimensión de las operaciones de seguridad: la ciberseguridad y la ciberdefensa”. En este documento se reconoce también la existencia de una “acotada cultura de seguridad de la información” e identifica a ésta como la principal vulnerabilidad del país. En su último párrafo, se establece un compro-miso explícito, ambicioso pero asequible, de la siguiente manera:

“…esta Administración trabajará activa-mente en el desarrollo y actualización del marco jurídico en materia de seguridad de la información y ciberdefensa, así como en materia de prevención, investigación y sanción de delitos cibernéticos, a fin de responder a estándares de excelencia y mejores prácticas internacionales.”

El Programa Sectorial de Defensa Nacional 2013-2018 contiene el apartado Inteligencia y Ciberespacio en el cual reconoce que la segu-ridad en el ciberespacio en México “no se ha abordado desde el punto de vista de la defensa nacional, ya que solo se ha atendido desde el ámbito de la seguridad institucional y persecu-ción del delito, no obstante que en la agenda nacional de riesgos 2012, se planteó que la vul-nerabilidad cibernética puede impactar en la defensa del Estado Mexicano.”

En este apartado, se define también y de ma-nera muy clara otra grave deficiencia en esta materia. Se señala que aún y cuando la SEDE-NA cuenta con dos Direcciones Generales que administran las tecnologías de la Información y Comunicaciones, esta Secretaría “no dispone de un organismo que, en forma centralizada, con personal capacitado y material adecuado, gene-re las bases de defensa y seguridad de las acti-vidades que lleva a cabo a través del ciberespa-cio”. Lo anterior desemboca en la Meta 6 2018 de este documento de contar con un Centro de Operaciones del Ciberespacio. Este centro tenía planeado iniciar funciones en 2017 pero esta fecha será pospuesta, toda vez que dentro del Presupuesto de Egresos 2017, la iniciativa del Ejecutivo federal no prevé la asignación de los más de 585 millones de pesos solicitados para la puesta en marcha de este nuevo órgano.

El Informe del Observatorio 2016: Seguridad cibernética en América Latina y el Caribe El reporte 2016 de ciberseguridad publicado por la Organización de Estados Americanos y el Banco Interamericano de Desarrollo analiza el nivel de preparación y capacidad de respuesta de los 32 países miembros basándose en 49 indi-cadores. Este informe constituye la primer exa-minación significativa sobre el estado actual de la región latinoamericana y el Caribe respecto a la seguridad cibernética y la creciente amenaza del cibercrimen. El reporte divide su análisis en 5 rubros principales:

a) Políticas y estrategiab) Cultura y sociedadc) Educaciónd) Marcos legalese) Tecnologías

Los rubros anteriores se califican en 5 niveles, del más bajo al más alto: inicial, formativo, estable-cido, estratégico y dinámico. Antes de analizar el caso particular de nuestro país, para ampliar nuestra perspectiva regional, se presentan algunas estadísticas respecto a la región:

1) En 30 de los 32 países miembros no existen programas nacionales de concientización so-bre la seguridad cibernética.

2) 20 no cuentan con un centro de control y co-mando especializado, en 7 ésta función se lle-va a cabo sin formalidad.

3) 24 no cuentan con mecanismos de planeación y coordinación respecto a problemas críticos en su estructura informática.

Este reporte ubica a México en un nivel ‘Forma-tivo’ en cuanto a las estrategias y políticas na-cionales y enfatiza la limitada cooperación inte-rinstitucional y el bajo nivel de detalle en cuanto a la descripción de las prioridades nacionales de riesgo. Apunta asimismo que, aunque ya se han identificado amenazas específicas a la seguridad nacional en el ciberespacio, tales como amena-zas externas, amenazas internas, vulnerabilida-des del sistema de suministro y las amenazas a la capacidad operativa militar, aún no existe una estrategia de respuesta coherente.

Un foco de alerta se encuentra en el apartado de Cultura y sociedad, que ubica en el nivel ‘inicial’, pues la sociedad, ya sea por desconocimiento o desinterés respecto a las amenazas cibernéticas, no toma medida proactiva alguna para prote-gerse de ellas. Los sectores privado y guberna-

mental se encuentran sólo un peldaño arriba pues han apenas comenzado a darle prioridad a una mentalidad de seguridad cibernética pero ya son conscientes de, e identifican prácticas de alto riesgo. Por otro lado, en lo concerniente a las normas y políticas de privacidad, estas son calificadas en el nivel ‘Estratégico’ pues se ad-hieren a los estándares establecidos de derechos humanos reconocidos a nivel internacional.

El ámbito de Educación, se encuentra ubicado en el nivel 3, ‘Establecido’, pues ya existen esque-mas educativos a este respecto a nivel nacional e institucional y, asimismo, la iniciativa privada ya invierte en capacitación de seguridad cibernéti-ca, no sólo para empleados de la rama informáti-ca en específico, sino para toda su planta laboral. Sin embargo, en cuanto a la gobernanza cor-porativa, y conocimiento de normas aplicables, estas se ubican en el nivel ‘Formativo’, toda vez que las juntas directivas tienen ya algún cono-cimiento de cuestiones de ciberseguridad, pero no de la forma en que estas podrían afectar a la organización, o de las amenazas directas que pudieran enfrentar.

Los marcos legales oscilan entre los niveles For-mativo y Establecido, dado que ya existe legisla-ción que protege los derechos de los individuos y las organizaciones en el entorno digital. El de-recho sustantivo de delincuencia cibernética ya tipifica algunos delitos relacionados con pruebas electrónicas que pueden ser objeto de una legis-lación específica o abordados en el código penal; no obstante, hablando del derecho procesal pe-nal sobre el particular, este se aplica ad-hoc a la delincuencia cibernética, pero no ha comenzado el desarrollo de los delitos cibernéticos específi-cos. A este respecto, señala que “Si bien las fuer-zas del orden cuentan con una amplia capacidad

de investigación, México aún está desarrollando una legislación integral sobre delincuencia ciber-nética, lo que dificulta el enjuiciamiento de tales actos” reiterando así, la insuficiencia de un marco jurídico pertinente que dote a las autoridades con un mayor campo legal de acción para enfrentar estas conductas delictivas. En el mismo orden de ideas, el reporte Tendencias de Seguridad Infor-mática en América Latina y el Caribe, emitido por la firma de seguridad Symantec y la OEA , señala que “La capacidad limitada de las entidades po-liciales para actuar en muchas instancias debilita las investigaciones, perpetúa la sensación de im-punidad entre los grupos criminales organizados y les permite implementar las últimas tecnologías y técnicas para cometer delitos.”

Pasando al apartado de Tecnologías, más espe-cíficamente, sobre la aplicación de las normas y prácticas mínimas aceptables en este ámbi-to, estas se encuentran en un nivel Formativo, pues, aunque ya se han identificado estándares de seguridad de la información para su uso y ha habido algunos signos iniciales de promoción y adopción del gobierno, sector público y organi-zaciones de la infraestructura crítica nacional, hay una aplicación mínima de las normas y es-tándares nacionales e internacionales. Por otro lado, en cuanto a la respuesta a incidentes, esta se ubica en un nivel estratégico, ya que existe un registro de incidentes a nivel nacional que se actualiza regular y sistemáticamente y existe ya cierta capacidad para enfocar los recursos analí-ticos de respuesta a incidentes.

Dicho todo lo anterior, México queda ubicado junto a Uruguay, Brasil, Argentina, Chile, Colom-bia y Trinidad y Tobago en un nivel intermedio de preparación y capacidad de respuesta.

ConclusionesResulta evidente que una de las prioridades y ac-ciones más necesarias es la del fortalecimiento y armonización del marco jurídico. Como se ilustró en este artículo, sólo algunos delitos cibernéticos están tipificados y son punibles, y estos no se con-centran en un sólo cuerpo legal, sino que se en-cuentran diseminados en diferentes ordenamien-tos y leyes. Un nuevo y más eficiente catálogo de delitos informáticos debería estar subdividido conforme al bien jurídico que se busca proteger o titular, toda vez que en este tipo de delitos se involucran necesariamente uno de estos tres factores: persona, información, y equipo infor-mático. Aunado a lo anterior, un marco jurídico procesal en esta materia es prácticamente inexis-tente. Este particular podría ser objeto de futuros estudios dogmáticos penales y de criminalística.

Es necesaria también una mayor educación y sensibilización de la sociedad en general respec-to a los riesgos cibernéticos en que incurren en su vida diaria. Esto podría darse en forma de pro-gramas coordinados nacionales de concientiza-ción que incluyan a todas las partes interesadas en el particular, sociedad civil, comunidad acadé-mica, iniciativa privada y gobierno. Estos progra-mas deberían contar con parámetros o escalas de medición que cuantifiquen su eficiencia.

Derivado de la entrada en vigor del Nuevo Sistema de Justicia Penal en nuestroapaís y la necesidad de una profesionalización en las ins-tituciones de Seguridad Pública, más y más ins-tituciones de educación a nivel superior están ofertando programas a nivel profesional en materia de Criminología. La prueba pericial dentro de la investigación criminal toma mayor importancia dentro del modelo de corte acusatorio, mientras que en el terreno de la Seguridad Pública la transición

de un modelo punitivo a uno preventivo obli-ga a las instituciones a generar esquemas de prevención social que inhiban las conductas de tipo delictivo en todos los ámbitos de la pobla-ción, lo que representa un campo fértil para la inserción del criminólogo.

Si bien los antecedentes de la Criminología se remontan prácticamente a los inicios de las civi-lizaciones, la figura del criminólogo ha estado presente a nivel de estudios de especialización y maestría en nuestro país desde antes de la mitad del siglo XX a partir de cuando comen-zó a consolidarse un gremio principalmente relacionado con médicos y abogados, que más adelante generaría su propia identidad y una importante aportación en los estudios crimino-lógicos en México , que a decir de Rodríguez

El papel del criminólogo en la sociedad

M.A.P.P.P. Elia EdithArgüelles Barrientos

Manzanera comenzarían a principio del siglo XIX con las publicaciones de Julio Guerrero, Manuel Vergara, Francisco Martínez Baca y Mo-guel S. Macedo .

Si bien la disciplina en México ya tenía un largo camino recorrido, hasta hace algunos años no se concebía este perfil en la oferta a nivel licen-ciatura en muchos de los estados de la Repú-blica incluyendo el nuestro, si no que mas bien se ofertaban a manera de cursos, diplomados, especialización y posgrados.

En un corto tiempo comenzó a cambiar este escenario y los espacios para la apertura de la carrera de Criminología comenzaron a sur-gir prácticamente en todo el país en algunos universidades en combinación con otras áreas de especialización como la Criminalística y las Ciencias Forenses. Si bien la preparación de los criminólogos engloba ambas, el perfil de este profesionista tiene un alcance mucho más am-plio con lo que no se limita a la investigación criminal y su participación en los procesos de Procuración de Justicia.

En el contexto local a partir del período escolar 2015-2016, la Facultad de Derecho “Abogado Ponciano Arriaga Leija” de la Universidad Au-tónoma de San Luis Potosí, comenzó a ofertar dentro de sus programas, la Licenciatura en Cri-minología, complementando así dentro de su oferta académica la formación criminológica que inició una década atrás con la apertura de la Maestría en Política Criminal.

El perfil de los criminólogos que egresarán de la Máxima Casa de Estudios está encausado a la generación de estudios criminológicos con ba-

ses científicas que les permitan a sus profesio-nistas participar activamente en los programas de carácter público de Prevención del Delito así como la procuración, impartición y administra-ción de la Justicia.

Si bien es momento en que se observa una con-fusión sobre el trabajo que desempeña este profesionista, la apertura de este perfil de pro-fesionista en San Luis Potosí, se da en un mo-mento coyuntural en donde es urgente generar los cambios y las estrategias de contención a las problemáticas de orden social que se relacio-nan con conductas delincuenciales que actual-mente se presentan, momento en donde se re-quiere asesoría especializada en los diferentes órganos de la administración pública y del po-der Legislativo para trabajar en la formulación y desarrollo de políticas públicas en materia de Seguridad y en la Procuración de Justicia.

Los jóvenes que actualmente se preparan den-tro de la Facultad de Derecho como criminó-logos se caracterizan por ser proactivos y por una alta sensibilidad a los factores que origi-nan las problemáticas delincuenciales dentro de su contexto más cercano, recordemos que el objeto de estudio de la disciplina es el delito, el delincuente, la víctima y el control social, por lo que así de amplio es su campo de acción.

El reto del Criminólogo A diferencia de la imagen que las series poli-ciacas de televisión que la industria anglosajo-na ha hecho famosa, el criminólogo en México está fuera del glamour y la tecnología de estas historias, los problemas que se presentan en nuestro país son de gran escala, consecuencia de las desigualdades y las brechas que han per-

mitido el incremento de mercados prósperos para la delincuencia, de ahí la importancia y el reto de que los egresados se comprometan con su responsabilidad y el papel histórico al que les toca enfrentarse .

Entre sus retos más importantes podríamos apuntar tres:

1) Demostrar a las instituciones de Seguridad Pública y Procuración de Justicia que el cri-minólogo puede tener un impacto positi-vo en espacios preponderantes que hasta ahora son ocupados por otras profesiones, o bien, que no existen y que por tanto pue-den generarse. Particularmente en el ámbito relacionado con la Prevención Social con la intención de generar estrategias que multi-pliquen las acciones en diversas modalidades de manera transversal y en un esquema de trabajo en red donde no sólo gobierno sino también comunidad y sector privado se in-corporen activamente. En síntesis se requiere explorar nuevos esquemas de intervención en los espacios que dan origen a las proble-máticas antisociales relacionados en muchas ocasiones con las dinámicas primarias que el individuo.

2) Generar estrategias en el diálogo con otras instancias y disciplinas para atacar la corrup-ción en el ámbito político y entre las autorida-des, los gobiernos deficientes y su desinterés por la ciudanía, la desigualdad social, la inefi-ciencia de las policías y la impunidad, que han permitido el desarrollo de la delincuencia or-ganizada .

3) El criminólogo deberá abrir espacios en el sector privado donde se requieren esquemas

de prevención dentro de las empresas para que se diseñen departamentos de seguridad, ya que cada vez son más las organizaciones privadas que necesitan de programas y pro-tocolos de acción para resguardar su segu-ridad interna y la de sus trabajadores. Este profesionista también “puede participar en la selección de personal, en el diseño de ins-talaciones seguras, en la organización de la seguridad, en la elaboración de manuales de oposición e instructivos, en la investigación de posibles delitos, etcétera” .

4) Otro aspecto que representa un reto para los egresados será reforzar la generación del conocimiento en el terreno criminológico, el desarrollo de investigación en el terreno cri-minológico que permita generar desarrollo de carácter teórico así como práctico en la transferencia de conocimiento para el bene-ficio del impacto en las instituciones públicas y privadas de la disciplina. El enfoque desde el criminólogo dentro de la investigación será novedoso en muchos espacios, debido a que gracias a la flexibilidad, muchos estudios se han desarrollado con la participación de di-versas áreas del conocimiento, esto también representa una área de oportunidad para el desarrollo de explicaciones y soluciones a los problemas complejos que en este terreno se han suscitado.

Cuando hablamos de un reto para los profesio-nistas en Criminología es porque siendo los pri-meros profesionistas que recibirán la prepara-ción a nivel universitario en varios espacios, se tienen fuertes expectativas sobre la participa-ción que tendrán en la resolución de los proble-mas en México y particularmente en el estado de San Luis Potosí.

Entre las áreas de trabajo tradicionales de este profesionista se encuentra la actividad acadé-mica, el ámbito policial, el medio penitenciario, en alternativas de prisión, en el ámbito victi-mológico, en el poder Legislativo, en el espa-cio judicial, justicia de menores, procuración de justicia, política criminológica, en la comuni-dad, el seguridad privada y en la resolución de conflictos . No obstante, se espera que esta par-ticipación se diversifique en los distintos cam-pos de acción, pero sobre todo en las áreas de prevención a bien de romper la cadena que a la fecha ha reproducido conductas de carácter antisocial, de ahí la importancia del criminólo-go en el trabajo con la comunidad fomentando mecanismos de participación ciudadana en ac-tividades para reducir la violencia en todos sus niveles.

Uno de los aspectos importantes es la bondad de esta disciplina que dialoga y se integra de otras áreas del conocimiento, su perfil invita a trabajar íntimamente desde un enfoque de carácter transdisciplinario para el diseño de políticas públicas de prevención del delito y de todas aquellas conductas antisociales que no permiten una convivencia adecuada en nues-tras sociedades, un aspecto integran dentro de las funciones de las instituciones de Seguridad Pública del Estado.

A manera de conclusiónEl reto del criminólogo es generar políticas que sean verdaderamente eficaces y respetuosas con los derechos humanos, con perspectiva de género, que tomen e incentiven la participa-ción ciudadana, mismas que han de construir-se sobre el reconocimiento de las diferentes

necesidades que la complejidad del problema requiera. Seguramente en algunos años em-pezaremos a ver cambios radicales, y con efec-tos positivos, en nuestras realidades debido a que los jóvenes que se están formando en la Facultad de Derecho en San Luis Potosí y en el país dentro de esta disciplina, aportarán ideas frescas y creativas en la resolución favorable-mente a fenómenos sociales de riesgo para la comunidad.

Hoy en día la privación de la libertad es el re-sultado de la aplicación de una sanción por la comisión de un determinado ‘delito’, dicha san-ción privativa tiene diversos objetivos que van desde el llamado ‘miedo moral’, el cual se re-sume en las consecuencias sociales que tendrá esta sanción para el sentenciado, hasta el efec-to de la reinserción social, cuyo objeto es que al finalizar la sanción privativa de libertad, la persona pueda regresar a la sociedad como si el conflicto con la ley nunca hubiese ocurrido.

Lo anterior puede advertirse en el ámbito mun-dial, ejemplo de ello se encuentra en el posi-

cionamiento que establecen las Reglas Mandela en su numeral 4: “Los objetivos de las penas y medidas privativas de libertad son principal-mente proteger a la sociedad contra el delito y reducir la reincidencia. Esos objetivos sólo pue-den alcanzarse si se aprovecha el período de privación de libertad para lograr, en lo posible, la reinserción de los exreclusos en la sociedad tras su puesta en libertad, de modo que pue-dan vivir conforme a la ley y mantenerse con el producto de su trabajo” , Consejo Económi-co y Social de las Naciones Unidas, Reglas Míni-mas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos.

De lo cual se infiere que dentro de un centro penitenciario, el programa individualizado que deba realizar la persona privada de la libertad, debe ser con el propósito de volver a insertarlo en la sociedad. De lo anterior se desprende que una institución penitenciaria debe fortalecer, en primera instancia, no sólo a la persona en situación de reclusión, sino también al Estado y a la sociedad.

Por tanto, la creación de un sistema penitencia-rio adecuado a los nuevos estándares interna-cionales y basado en la protección y respeto a los derechos humanos constituye el verdadero reto para cualquier gobierno.

Según informe presentado por el World Prison Brief (WPB) en enero de este año, más de 10.35 millones de personas se encuentran recluidas en instituciones penitenciarias alrededor del mun-do, cifra que señala un aumento de casi 20 % del año 2000 al 2016. Lo anterior es importan-te dado que permite visualizar a estas personas privadas de la libertad y entender que sus go-biernos tienen la obligación de crear todo un complejo estructurado para que ellos regresen a la sociedad de la cual fueron extraídos.

Establecido lo anterior, es de decirse que dentro de los sistemas penitenciarios mundiales —y no sólo para el caso mexicano— existe una crisis pe-nitenciaria, dado que se encuentra un aumento considerable en la población penitenciaria que lleva directamente a una sobrepoblación den-tro de los centros de reclusión. Tan sólo en 2013, existían 114 operando a 100 % de su capacidad total, con un promedio de 144 personas deteni-das por cada 100 000 habitantes, según cifras de Naciones Unidas.

Es importante señalar que la sobrepoblación pe-nitenciaria es entendida como aquella en que la densidad de reos es mayor que 100; asimismo, se define la densidad como la relación numérica entre la capacidad de una prisión y el número de personas alojadas en él, esto según el Insti-tuto de Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente.

Nuestro país, dentro del tópico del sistema pe-nitenciario, también ha marcado una tenden-cia hacia el hacinamiento y la sobrepoblación e incluso a otras áreas. Esto se puede ver muy latente en el Diagnóstico Nacional de Supervi-sión Penitenciaria, elaborado y diseñado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el año 2015, de donde se desprende que las irre-gularidades con mayor incidencia dentro de los centro penitenciarios del país son:

1) No existe clasificación entre procesados y sen-tenciados en dormitorios y en áreas comunes.

2) Insuficiente personal de seguridad y custo-dia, para traslados, cubrir las ausencias, vaca-ciones e incapacidades y gran deficiencia en cuanto al suministro del equipamiento.

3) No existen procedimientos para la remisión de quejas, de violación a los derechos huma-nos, por parte de los internos ante la instan-cia competente, en caso de que sean presen-tadas.

4) Insuficientes actividades laborales y de ca-pacitación para el trabajo. 5. Deficiencias en la prevención de probables violaciones a de-rechos humanos, así como en su atención en caso de que sean detectados.

Por: Rocío del Carmen Vázquez Castillo

La crisis penitenciaria en México: reflexiones

Xóchitl Guadalupe Rangel Romero

6) No existen acciones para prevenir, ni atender incidentes violentos, tales como riñas, lesio-nes, fugas, suicidios, homicidios y motines.

7) No se cuenta con algún programa para la prevención de adicciones y de desintoxicación voluntaria.

8) Deficientes condiciones materiales e higiene de las instalaciones para alojar a los internos, tal es el caso de las áreas de C.O.C., dormito-rios, sancionados, sujetos a protección, cocina y comedor.

9) Falta de manuales para los procedimientos de ingreso, traslado de internos, motín, uso de la fuerza, solicitar audiencia con las au-toridades, presentar quejas, visita familiar, visita íntima, revisión de visitantes, revisión de estancias y para el funcionamiento del Consejo Técnico Interdisciplinario; asimismo, existe una escasa o a veces nula difusión de la normatividad que rige al Centro hacia los internos.

10) Se detectaron, áreas de privilegios, así como presencia de objetos y sustancias prohibidas, así como de internos que ejercen violencia o control sobre el resto de la población.

11) Deficiente control en el ejercicio de las fun-ciones de autoridad por parte de los servido-res públicos en relación a la seguridad, a las actividades que se realizan al interior y en los servicios, lo que da lugar a condiciones de au-togobierno.

12) Hacinamiento, ya que se observó una defi-ciente distribución de los internos.

13) Sobrepoblación. […]

Los problemas de hacinamiento y sobrepobla-ción penitenciaria no son el único problema que atañe a la mayoría de los centros penitenciarios en México, sino que forman parte de una serie de contrariedades que deben de ser considera-das por las autoridades. Ejemplo de ello es el acceso a la higiene, la salud, el agua y la educa-ción, cuestiones que repercutirán en el alcance de una eficaz reinserción social. De lo anterior se da cuenta que en nuestro país, los rubros de sobrepoblación y hacinamiento dentro de los centros penitenciarios son tópicos alarmantes para el Estado constitucional; sin embargo, no son los únicos ejes en los cuales la mirada del Estado deba perderse; grandes retos presenta hoy el sistema penitenciario, como lo deja ver la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Hoy en día, el objetivo de la privación de la li-bertad, no sólo es retirar al delincuente de la sociedad —para que así no se vean en peligro los bienes jurídicos de la demás población—, sino que va más allá, y busca que el infractor sea capaz de regresar a la comunidad de mane-ra normal y totalmente satisfactoria.

Por todo esto, es necesario que las naciones y nuestro Estado atiendan el fenómeno peniten-ciario, es decir, que busquen otras alternativas de sanción penal que traigan consigo no sólo resultados positivos al sistema, sino también a la población y al mismo delincuente. Aunado a esto, es fundamental realizar una evaluación completa de cómo es que se puede optimizar el sistema penitenciario en nuestro país, siempre en la búsqueda del mayor beneficio para el re-cluso y que, en la medida de lo posible, se evite su reincidencia.

Es importante buscar aquellas políticas que se enfoquen a la prevención del delito y la inci-dencia social, pero esta tarea es conjunta. Pre-tender que sea la autoridad la que se encargue de casi la totalidad de los ejes de mayor inciden-cia penitenciaria, caería en la medida de que la persona privada de la libertad y la sociedad, no tienen ningún rol dentro del proceso de reinser-ción social.

Referencias:Comisión Nacional de Derechos Humanos, Diagnostico Na-cional de Supervisión Penitenciaria CERESOS, CEFERESOS y Prisiones militares 2015, CNDH, México, 2015.Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos. 1995. Instituto de Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente Http://appweb.cndh.org.mx/biblioteca/archivos/pdfs/foll_HacinamientoPenitencia-rioAmericaLatina.pdfOficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el De-lito. (s.f.). Abordando lacrisis penitenciaria a nivel global Estrategia 2015-2017. https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-reform/Prison_Crisis_Strategy_Brochu-re_Spanish.pdf

El pasado 18 de enero del presente año, la socie-dad mexicana cayó en la consternación, cuando un joven, de apenas 15 años de edad, entró ar-mado a su colegio con una pistola calibre 22, y dentro del salón de clase disparó en contra de su profesora y de sus compañeros. Posterior-mente, el joven, mediante un disparo en la bar-billa, se privó de la vida. Su deceso fue decla-rado de manera oficial en un hospital privado de Monterrey, Nuevo León. Las demás víctimas del suceso a esa fecha se debatían entre la vida y la muerte.

Ante el caso que nos ocupa, muchas interro-gantes surgen al presente ¿en qué parámetro se encuentra el derecho penal ante los hechos ocurridos el pasado 18 de enero en el Colegio Americano del Noreste en Monterrey?

En primera instancia, es pertinente establecer que por la edad del sujeto activo que cometió la conducta, el sistema de responsabilidad penal que aplicaría en su caso, sería el de un Sistema de Justicia Juvenil, con base en los extremos que pondera el artículo 18 de nuestra Carta Magna.

Dado que es de todos conocido que la edad de responsabilidad penal juvenil en nuestro país abarca de los 12 años cumplidos a menos de 18 años de edad. En un primer momento, el dere-cho penal aplicable sería un Sistema de Justicia Penal Juvenil.

Al igual que otros colegas investigadores, entre los que destacan Alberto Enrique Nava Garcés, profesor investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, e inclusive de lo aportado por diversos medios de comunicación local en rela-ción con las declaraciones del Gobernador del Estado de Nuevo León, se desconoce a ciencia cierta si el joven realizó los hechos instigado por alguien más.

Si bien es cierto, la fiscalía de la ciudad de Mon-terrey tendrá que investigar y dejar claridad en lo anterior, es de relevancia singular para el De-recho penal si la conducta del joven se realizó bajo una convicción absoluta de voluntad o no. Un adolescente puede cometer una conducta como autor del hecho. En este sentido, la auto-ría, desde el derecho penal, se divide en tres va-riantes: 1) autor directo, 2) autor mediato y 3) coautor. Si la fiscalía de la ciudad de Monterrey logra demostrar que el joven realizó el hecho instigado por otra persona o grupo de personas, su forma de autoría cambiaría rotundamente. Es decir, pasaría de ser un autor directo del hecho a un autor mediato del hecho, lo que significaría que el joven que disparó en contra de su profe-sora y sus compañeros de clase, instrumentalizó la voluntad de alguien más, y con base en lo an-terior, su nivel de responsabilidad —reprochabi-lidad— sería disminuida. De aquí, la importancia de que la fiscalía de Monterrey determine si el joven realizó o no de forma ejecutiva la acción.

Ahora bien, un asunto importante es el arma con la cual se perpetraron los hechos; de ma-nera particular, si el arma calibre 22 pertenecía a los padres del menor, su descuido de tenerla en un lugar accesible para su disposición no es un hecho que se atribuya desde el campo pe-nal, pero sí desde la materia civil, por lo cual los padres tendrán que responder en este ámbito. Incluso se podría pensar en la reprochabilidad para los padres del menor, la cual sería si se de-muestra por parte de la autoridad correspon-diente que no se contaba con el registro espe-cífico ante la Secretaría de la Defensa Nacional, con base en los extremos específicos de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. Será la autoridad responsable la que se encargará de determinar el origen del arma que fue utilizada el pasado 18 de enero como medio específico para los hechos lamentables ocurridos.

Hechos tan atroces como los referidos dan la oportunidad de ser estudiados a través de una mirada multidisciplinar con el objeto no sólo de comprender qué sucede en el sujeto que co-mete la conducta, sino también qué acontece desde el contexto penal en el cual se desarrolla la acción u omisión planteada. Desde la mirada del derecho penal, se puede observar con cla-ridad que toda conducta puede ser sujeta a un análisis jurídico penal.

El caso del Colegio Americanodel Noreste desde la mirada

del Derecho Penal

Dra. Xóchitl Guadalupe Rangel Romero

Con el tema “Retos para la educación jurídica en México”, del 26 al 29 de abril, se reunieron espe-cialistas, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, para exponer prácticas sobre las áreas temáticas, mo-delos e innovaciones curriculares, reflexiones de carácter conceptual o teórico y proyectos de inves-tigación concluidos o en proceso de elaboración.

En la convocatoria a dicho evento participaron la Academia Interamericana de Derechos Humanos de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA-deC), la Benemérita Universidad Autónoma de

Puebla (BUAP), el Centro de Estudios sobre la En-señanza y el Aprendizaje del Derecho (CEEAD), el Centro de Investigación y Docencia Económi-cas (CIDE), la Facultad Libre de Derecho de Mon-terrey (FLDM), el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM), el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el Instituto Tec-nológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), el Tecnológico de Monterrey Campus Monterrey y Campus Guadalajara, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), la Universidad

Autónoma de Nuevo León (UANL), la Universi-dad de Guadalajara (UdeG), la Universidad de Monterrey (UDEM), la Universidad de Sonora (UNISON), la Universidad del Valle de México (UVM), la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, la Universidad Metropolitana de Monte-rrey (UMM), la Universidad Panamericana Cam-pus Guadalajara (UP) y la Universidad Regiomon-tana (U-ERRE).

El objetivo principal fue facilitar un espacio de colaboración, discusión y reflexión para profe-sores e investigadores, directivos universitarios, estudiantes de posgrado y profesionistas intere-sados en el derecho y la educación, con el fin de fortalecer la educación jurídica como un elemen-to esencial para lograr la calidad del ejercicio profesional de los abogados y el fortalecimiento del Estado de derecho.

Los objetivos específicos en los que trabajaron los participantes, a través de mesas de reflexión, presentación de ponencias, mesas de trabajo,y plenaria, fueron:

•Propiciar un espacio de diálogo, reflexión e in-tercambio de experiencias y buenas prácticas.

•Promover proyectos de colaboración y redes de investigación enfocados en la enseñanza y el aprendizaje del derecho.

•Fortalecer las habilidades docentes y de inves-tigación de los participantes mediante talleres prácticos.

•Elaborar y publicar propuestas específicas para mejorar la educación jurídica, principalmente en el ámbito universitario.

•Darles seguimiento a los acuerdos de las mesas de trabajo del congreso CEEAD 2016 sobre educación jurídica.

La maestra Ma. Guadalupe Rodríguez Zamora, profesora investigadora de la UASLP, presentó la ponencia: “La acreditación de un programa de Licenciatura en Derecho. Ejercicio colegiado que fortalece la calidad de la educación.”

Las áreas temáticas abordadas fueron:

1) Modelos e innovaciones curriculares para la Licenciatura en Derecho:

a) Modelo por competencias, significativo, basado en problemas y otros

b) Flexibilidad y especialización curricularc) Contenidos transversalesd) Procesos de reforma curriculare) Clínicas jurídicasf) Herramientas y procesos de evaluación

educativag) Servicio social y prácticas profesionalesh) Opciones de titulación

2) Desarrollo de competencias docentes:a) Experiencias didácticas innovadorasb) Perfil del profesor de derechoc) Rol del profesor de cátedrad) Impacto en el aula de la evaluación

docentee) Diseño, elaboración y uso de materiales

didácticosf) Investigación académica

3) El impacto de la tecnología en la educación jurídica

a) Herramientas tecnológicas para el salón de clase

Profesores de la Facultad de Derecho asisten al CEEAD 2017

b) Educación a distancia y en líneac) Fuentes electrónicas de información

4) El sistema de educación jurídica en México y la calidad en las escuelas de derecho

a) Otorgamiento y supervisión de RVOE e incorporación de estudios

b) Evaluación de los CIEESc) Acreditación de programas de

licenciatura en derechod) Impacto de la colegiación y certificación

profesional

5) Perspectiva de género en la educación y las profesiones jurídicas

a) Enfoques y contenidos de cursos y programas académicos

b) Diseño de materiales didácticosc) Institucionalización en universidades y

espacios profesionalesd) Oportunidades académicas y laborales,

e incentivos profesionales

6) Estrategias didácticas para la enseñanza de áreas específicas del derecho

a) Derechos humanosb) Sistema penal acusatorioc) Derechos emergentesd) Ética jurídica y responsabilidad

profesionale) Derecho constitucional (a propósito de

los 100 años de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos)

Dr. Luis Fernando Pérez Hurtado director de CEEAD, Dr. Eric Eduardo Palma González Univer-sidad de Chile, Dra. María Salome Magaña Uni-versidad de Baja California, M.D. Ma. Guadalupe

Rodríguez UASLP, Dra. María Guadalupe Imormi-no de Haro UAdeC Dr. Roberto Aude Díaz UACH.

Las propuestas de los participantes, resultado de las sesiones, coincidieron en señalar la necesidad de que las reformas curriculares de los programas de licenciatura en derecho deben estar sustenta-dos en investigaciones que arrojen datos sólidos y que sirvan para que, a través de mecanismos de planeación y evaluación, den seguimiento a los resultados de las reformas, así como la impor-tancia de motivar la participación de docentes y estudiantes en los procesos.

El congreso es ejemplo de que el esfuerzo con-junto puede fortalecer las capacidades de las universidades mexicanas, con el fin de ofrecer a los futuros abogados una enseñanza integral, transversal y pertinente.

El pasado 24 de marzo del presente año, en la ciudad de León, Guanajuato se realizó el concur-so de cartel denominado “Agente mundial con-tra la delincuencia” dentro del marco del X Sim-posium Mundial de Criminología y Criminalística celebrado por la Universidad Humani Mundial. El objetivo del concurso de cartel consistía en promover la participación de los jóvenes en cam-pañas de prevención social de la violencia y de la

La conducción de la dinámica fue de una expo-sición oral, el alumnado expresó puntos de vista psicológicos, antropológicos, jurídicos y médicos del por qué el acoso escolar, debe ser un tema prioritario como política de prevención. El jura-do de este concurso, que basta señalar fueron expertos en la materia de prevención selecciona-dos previamente por los organizadores de este evento, consideraron que la innovación y la ex-plicación de dicho cartel, se hacía merecedora a obtener el primer lugar en dicho evento. Con lo anterior se consolida, el trabajo que hasta este momento la Licenciatura en Criminología de la Facultad de Derecho “Abogado Ponciano Arria-ga Leíja” encamina.

Dra. Xochithl Guadalupe Rangel Romero

“Desetiqueta el temor”

delincuencia, a través de las expresiones gráficas y artísticas. Para lo cual, alumnos del cuarto se-mestre de la Licenciatura en criminología de la Facultad de Derecho “Abogado Ponciano Arria-ga Leija” participaron en nombre y representa-ción de esta entidad académica con un cartel bajo la técnica de fotografía que expresaba una orientación a colocar énfasis al aparato de acoso escolar, bajo el slogan “desetiqueta el temor”.

Alumnos de la Licenciatura en Criminología obtienen primer lugar

en concurso nacional de Carteles

Una propuesta de diálogo con

Juan Villoro

Del 8 al 12 de mayo del presente año, San Luis Potosí capital se vistió de gala para recibir a los miembros de El Colegio Nacional, con motivo de la celebración de una serie de actividades acadé-micas, culturales y de divulgación abiertas a todo público. La Semana de El Colegio Nacional en San Luis Potosí fue posible gracias a la colaboración entre la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí y la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, con el fin de socializar el conocimiento y acercar a la comunidad a actividades de este tipo.

El programa incluyó conferencias, exposiciones, la proyección de documentales, conciertos, pre-sentaciones de libros, puestas en escena, entre otros. Nuestra casa de estudios fue sede de di-versas actividades; una de ellas fue la charla “Es-cribir en los tiempos del cólera. Cultura y política en el México contemporáneo”, a cargo del escri-tor y periodista mexicano Juan Villoro y Diego Peralta, en el auditorio de la Facultad de Dere-cho Abogado Ponciano Arriaga Leija, el jueves 11 de mayo.

Estuvieron presentes el maestro en arquitectura Manuel Villar Rubio, rector de esta casa de estu-dios; el licenciado Abraham Oliva Muñoz, direc-tor de la facultad sede, así como demás miem-bros de la comunidad universitaria (estudiantes, docentes, administrativos y egresados), así como de la sociedad potosina, quienes conformaron una gran concurrencia.

El evento se trató de una propuesta de diálogo con la sociedad mexicana y su contexto actual, un abordaje integral desde la academia, pero con una visión panorámica que permita com-prender a mayor profundidad la problemática. Entre los puntos tratados y como respuesta a las preguntas ofrecidas por asistentes, Villoro habló de el papel de las instituciones y los valores so-ciales en torno a la corrupción y la violencia, a lo que sumó: “Aunque en México vivimos una descomposición social y es una situación difícil, no es bueno satanizar y etiquetar al otro para justificar las situaciones por las que se dan los problemas”.

Además, señaló uno de los puntos álgidos en la conformación de una sociedad justa y en el funcionamiento de sus instituciones: el enfoque educativo, la inclusión y pertinencia de las hu-manidades para lograr una conducta ética y pro-fesional en todos los campos. Asimismo, instó a los ciudadanos a involucrarse y a tener mayor participación, a través de distintos organismos de la sociedad civil para dejar de ser rehenes de los intermediarios en asuntos como la democra-cia, la participación social y la política, aspectos en los que México aún tiene mucho qué trabajar en todos sus estratos.

El evento se llevó a cabo con motivo de la Semana de El Colegio Nacional

en San Luis Potosí

¿Cómo funcionan la cultura y la política en el contexto actual mexicano?

En su mensaje, el investigador trató la propues-ta de Francisco I. Madero, de lo innovadora que fue en su tiempo, ya que en aquel entonces no se contaba ningún sistema político, instituciones ni una clase media, resulta fundamental para el establecimiento de la democracia. En torno al papel de la clase media y su relevancia en el de-sarrollo de la democracia, destacó que el ideal de democracia que postulaba Madero fue posi-ble hasta que la sociedad y su composición estu-vieron listas para ello, es decir, se construyeron instituciones democráticas, pudieron votar las

mujeres y se dieron algunos avances democráti-cos, aunque aún no se puede hablar de una de-mocracia plena o perfecta.

Respecto a la realidad nacional, dijo que en to-dos los países del mundo los políticos quieren asemejarse a figuras históricas, pues antes los políticos y candidatos buscaban ser semejantes a Lázaro Cárdenas o algunos a José María Morelos, dependiendo de las regiones y de las ideologías. Sin embargo, calificó ese fenómeno como “el uso político de la historia”. Mencionó que es muy di-fícil saber si el mexicano tiene memoria histórica. No obstante, apuntó que los historiadores están obligados a poner sobre la mesa los conocimien-tos históricos a disposición de los ciudadanos, pues un ciudadano con mejor conocimiento his-tórico será un mejor elector y ciudadano.

Al término del evento, el rector Manuel Villar Rubio y el director Abraham Oliva entregaron un

El martes 9 de mayo, en el marco de la Semana de El Colegio Nacional en San Luis Potosí, el his-toriador mexicano y miembro del colegio Javier Garciadiego Dantan dictó la conferencia “Fran-cisco I. Madero y el Plan de San Luis”, el pasado 9 de mayo en el auditorio de esta facultad. Ade-más de jóvenes, académicos y administrativos, así como asistentes de la sociedad, estuvieron pre-sentes el rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, maestro en arquitectura Manuel Villar Rubio, y el director de la facultad, maestro Abraham Oliva Muñoz

El historiador Javier Garciadiego

expuso...

La vigencia de los postulados de Madero

reconocimiento al doctor Javier Garciadiego por la ponencia dictada.

Cabe destacar que el conferencista invitado es li-cenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México, maestro en His-toria por la Universidad de Chicago y cuenta con los títulos de doctor en Historia de México, por El Colegio de México, y en Historia de América Lati-na, por la Universidad de Chicago. Es especialista en historia de la Revolución Mexicana, en aspec-tos político y cultural de finales del siglo XIX a mediados del XX.

Ha sido distinguido con el Premio Salvador Azue-la, por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, así como con la con-decoración de la Gran Cruz de la Orden de Isa-bel la Católica y la Condecoración Cruz de Oficial de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania. Asimismo, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel III), de la Aca-demia Mexicana de la Historia, de la Academia Mexicana de la Lengua, de la Junta de Gobierno de la UNAM y de El Colegio Nacional. Ha ocupa-do cargos como la Dirección del Centro de Estu-dios Históricos de El Colegio de México, la Direc-ción General del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana y la Presi-dencia de El Colegio de México (2005 – 2015).

Emilio Álvarez Icaza Longoria es licenciado en Sociología, por la Facultad de Ciencias Políti-cas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); maestro en Ciencias Socia-les, por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, (FLACSO) México, y cursó el doctorado en Ciencias Políticas y Sociales, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM. Ha destaca-do por su activismo sociológico y de defensa de los derechos humanos, así como los diversos car-gos que ha ocupado: secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, consejero del Ins-tituto Electoral de la misma entidad, entre otros. Asimismo, ha sido cofundador y colaborador de varios movimientos y organizaciones civiles.

Por tanto y con tal trayectoria, el experto com-partió con los asistentes a la conferencia su opi-nión en cuanto a la situación política y democrá-tica de nuestro país, así como la inconformidad y desapego que experimenta la sociedad respecto a los partidos políticos. Dicha situación se agrava conforme se acercan los tiempos de elecciones. A ello sumó los inconvenientes y avatares que tie-nen que sortear los candidatos independientes y

Emilio Álvarez Icaza

habló de...

El pasado 22 de mayo, el sociólogo y activista Emilio Álvarez Icaza Longoria, quien también es candidato independiente a la presidencia de la república, visitó nuestra facultad con el objeti-vo de dictar la conferencia “Participación de las y los jóvenes de cara a 2018”, con motivo de la próximas elecciones y el contexto sociales y polí-

Juventud y democracia, el tiempo de elecciones

tico de México. La organización e invitación a di-cho evento corrió por cuenta de la organización civil Educación y Ciudadanía, A.C., así como la Facultad de Derecho Abogado Ponciano Arriaga Leija, la Maestría en Derechos Humanos UASLP y la Clínica de Litigio Estratégico, estas tres últimas de la UASLP.

las propuestas no asociadas a partidos políticos: “Para hacer un partido político te piden 240 000 firmas; para una candidatura, 850 000”, así como la desigualdad en la asignación de presupuestos federales a partidos políticos en comparación con otros sectores.

Agregó el problema de la inseguridad, la vio-lencia y la impunidad que han alcanzado nive-les difíciles de tolerar, ya desde las fallas en los servicios de protección, el papel de las institucio-nes encargadas y una sociedad que padece las consecuencias. Emilio Álvarez llamó a la juven-tud a participar de manera consciente en este contexto, a emprender acciones que combatan la corrupción, la impunidad, a generar propues-tas y a ejercer su voto de manera consciente e informada.

El mismo día, Emilio Álvarez ofreció la conferen-cia “CIDH, el caso Ayotzinapa y las desaparicio-nes en México”, en la tarde, en el auditorio de la Unidad de Posgrado de la UASLP.

De amplia trayectoria y noble vocación, el doctor Azua es un hombre con alma de artista, y no lo digo por su afición a la música y su notable gusto por las artes, sino por la pasión con que impreg-na su labor de docente en esta facultad.

Originario del municipio de Cárdenas, San Luis Potosí, profesor en Derecho Civil y con aproxima-damente 53 años, se desempeña como docente. Su inquietud por explorar el sentido de las cosas se remonta hasta su niñez. El doctor Sergio Azua se formó en el ámbito humanista y su influencia fue tomando más fuerza en su formación profe-sional gracias a dos de sus profesores de bachille-rato, a quienes describe como apasionados por su vocación. Esto último influyó para que desde muy joven se interesará por la docencia.

Ingresó a la Facultad Abogado Ponciano Arriaga Leija, en ese entonces Escuela de Derecho. Una vez dentro, consiguió ser ayudante de un profe-sor de Literatura Universal, así fue como comen-zó su trayectoria como profesor de la Universi-dad Autónoma de San Luis Potosí.

Realizó sus estudios de maestría y doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México con tan buena fortuna que durante su estancia logró continuar su carrera como profesor en di-cha institución.

Doctor Sergio Azua Reyes

“El sentido de toda profesión es trabajar en beneficio del hombre.

Si no se conoce la esencia del hombre, no tenemos mucho por qué trabajar”

Por: LCC. Luis Eduardo Rodríguez Hernández

A su regreso a San Luis Potosí, logró, por fin, ser profesor de tiempo completo en la facultad, lo cual le abrió la puerta para ir a España de año sabático. Allá entrañó amistad con Joaquín Ruiz Jiménez Cortez y Juan Iglesias, con quienenes tuvo la dicha de intercambiar correspondencia hasta el día en que él murió.Las experiencias humanas se vuelven realmen-te enriquecedoras en la medida que cada quién es capaz de captar la esencia de la persona con quien uno está…

Cabe destacar que el doctor Sergio Azua Reyes fungió también como presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, durante un breve pero destacado periodo.

El doctor Azua ha pasado tanto tiempo aquí en la facultad, que ha visto pasar amigos que ha te-nido que dejar atrás, colegas y alumnos que aho-ra le muestran aprecio y reconocimiento, de tal manera que resulta impensable imaginar los pa-sillos y las aulas de esta facultad sin su presencia.

A finales del año pasado, un grupo de profeso-res de la Facultad de Derecho Abogado Ponciano Arriaga Leija obtuvimos, por parte de la Secreta-ría de Educación Pública de México, el reconoci-miento de nuestro trabajo conjunto como cuer-po académico.

Para contextualizar a nuestros amables lectores, es preciso mencionar que los cuerpos académicos son grupos de profesores de tiempo completo que comparten objetivos académicos y una o va-rias líneas afines de generación o aplicación del conocimiento con el fin de fortalecer los progra-mas educativos.

En este caso, el pasado noviembre, la Dirección General de Educación Superior Universitaria, a través de la Dirección de Superación Académica, otorgó reconocimiento oficial al cuerpo acadé-mico Estado Constitucional y Derechos Emergen-tes, con lo que se consolidó como el tercer gru-

Conoce al nuevo cuerpo académico de esta facultad

po de investigación oficialmente reconocido de nuestra facultad.

El cuerpo académico Estado Constitucional y De-rechos emergentes tiene como enfoque princi-pal de trabajo el análisis de las instituciones ju-rídico-políticas del Estado-nación, por medio del estudio de las interrelaciones internas y externas, así como la reflexión sobre las manifestaciones de la interdependencia global y las expresiones emergentes de los derechos humanos.

El trabajo del nuevo cuerpo académico apoya el desarrollo de proyectos de licenciatura y especial-mente en posgrado, a través de la Maestría en Derecho Constitucional y Amparo, y cuenta con colaboradores nacionales e internacionales, entre los cuales destaca el trabajo del maestro Fernan-do Sánchez Lárraga, exdirector de esta facultad.

Los integrantes de este Cuerpo Académico son:

Doctora Violeta Mendezcarlo Silva

Licenciada en Derecho por la UASLP, maestra en Administración de Impuestos por la Facultad de Contaduría y Adminis-tración de esta casa de estudios y Doc-tora en Derecho con mención honorífica por la Universidad Autónoma de Naya-rit. Es profesora investigadora de tiempo completo de esta facultad desde 2010; cuenta con con perfil Promep y es miem-bro del Sistema Nacional de Investigado-res (SNI).

Doctora María Elizabeth López Ledesma

Licenciada en Derecho por la UASLP, maestra en Estudios Internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid y maes-tra en Estudios Avanzados en Derechos Humanos por la Universidad Carlos III de Madrid; doctora en Estudios en Derechos Avanzados en Derechos Humanos, con la mención Sobresaliente Cum Laude, por la Universidad Carlos III de Madrid.

Es profesora investigadora de tiempo completo adscrita a la Facultad de Dere-cho de la UASLP desde 2009. Cuenta con perfil Promep y es miembro nivel I del SNI.

Doctor Martín Beltrán Saucedo

Licenciado en Derecho por la UASLP, Es-pecialista en Derecho Procesal, por la Uni-versidad Autónoma del Estado de Méxi-co, y Doctor en Derecho Constitucional y Administrativo, por la Universidad Estatal de Kiev Taras Shevchenko, Ucrania.

Desde agosto de 2011, es profesor investi-gador de tiempo completo en esta facul-tad y en la División de Estudios de Posgra-

Actualmente es profesora titular de las materias de Derecho Administrativo, De-recho Ambiental, Derecho fiscal y Prác-ticas Forenses de Derecho Procesal Fiscal en Licenciatura, y Derechos Humanos Emergentes en la Maestría en Derecho Constitucional y Amparo. Asimismo, es colaboradora de la Maestría en Derechos Humanos y vocal de la Maestría en Dere-cho Constitucional y Amparo.

[email protected]

Es profesora titular de las materias Dere-chos Humanos y Constitucional para las licenciaturas de Derecho y de Criminolo-gía, así como Garantías Constitucionales de la citada Licenciatura en Derecho. Fun-ge como docente impartiendo las mate-rias: Teoría de los Derechos Humanos en la Maestría de Derecho Constitucional y Amparo, y Sistema de Protección Univer-sal de Derechos Humanos en la Maestría de Derechos Humanos de la UASLP. Perte-nece al Comité Académico de la Maestría en Derecho Constitucional Amparo como secretaria del mismo.

[email protected]

do en Derecho, de la UASLP. Es profesor titular de las materias de Derecho Inter-nacional Público, Derecho Constitucional, Teoría del Estado y Técnica Legislativa. De agosto de 2011 a la fecha, coordinador de la Maestría en Derecho Constitucional y Amparo de la UASLP.

[email protected]@uaslp.mx

En esta ocasión, comentaré el libro del doctor Agustín Gutiérrez Chiñas, Planeación diaria de la clase. Guía para el docente, en su segunda edición publicada por editorial Trillas, en el año 2016. Se trata de un libro que consta de 103 pá-ginas.

En primer lugar, encontraremos que el doctor Gutiérrez Chiñas nos advierte: El trabajo docen-te o “dar clase” como de manera coloquial se dice, es una compleja labor, que requiere, para ser eficaz, de un rigor metodológico, didáctico y técnico, para cumplir con los objetivos espe-cificados en el programa de la asignatura que impartimos. De tal manera que desde cada una de las sesiones de clase frente a los estudiantes, contribuyamos al logro de la misión institucio-nal: formar profesionistas; en el caso de la Fa-cultad de Derecho Abogado Ponciano Arriaga Leija de la UASLP: formar ciudadanos compe-tentes en el saber y en el saber hacer jurídico o en el criminológico.

Así es como este texto presenta un propósito: auxiliar al docente, tanto al que inicia como a quienes tenemos ya varias horas frente a grupo, a salir bien librados ante un reto cronológico: nuestros alumnos y alumnas, cada año de cla-

ses, conservan la misma edad, quizá diferentes capacidades de aprendizaje, mientras nosotros, en cada generación, acumulamos un año más de vida, a la par que conservamos hábitos y cos-tumbres.

Es en este contexto sale a la luz la propuesta del doctor Gutiérrez Chiñas, para ofrecer un catálo-go de los pasos a seguir en el proceso reflexivo del docente, invitándonos a planificar el ejer-cicio de la diaria labor con base en el antes, el durante y el después de cada sesión de trabajo.

Su practicidad ha llevado a seleccionarlo como texto base para los participantes en el taller El modelo universitario de formación integral y la planeación diaria de clase, que se ha ofrecido y han cursado varias generaciones de docentes, en el programa de Profesionalización docente enfocado en el desarrollo de las seis competen-cias docentes como para:

a) La reflexión, la interpretación y la transformación del trabajo docente.

b) La planificación y el diseño del trabajo docente.

c) La conducción del proceso de enseñanza-aprendizaje.

c) La evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje.

d) La incorporación de la tecnología al trabajo docente.

e) La colegiación y fortalecimiento del compromiso institucional.

Después de este preámbulo, comparto con us-ted lector o lectora, un resumen valorativo del contenido de Planeación diaria de la clase. Guía para el trabajo docente, que nos ofrece el doctor Agustín Gutiérrez Chiñas, quien es licenciado y maestro en Bibliotecología por la Escuela Nacio-nal de Bibliotecología y Archivonomía (ENBA) de la Universidad Nacional Autónoma de Méxi-co (UNAM); doctor en Pedagogía por la UNAM y por la Universidad Complutense de Madrid, Es-paña. Cuenta con el nivel I del Sistema Nacional de Investigadores SNI, Perfil Promep-SEP. Como investigador, desarrolla las líneas de generación y aplicación de conocimiento: Educación biblio-tecnológica, Organización bibliográfica y Proce-sos técnicos.

Ha publicado diversos artículos en idioma es-pañol, donde expone aspectos diversos de la problemática de la profesión bibliotecaria y su currículum, podemos citar uno de ellos: “¿Y por qué no informatología?”, donde desglosa de manera muy precisa el método para la construc-ción de una palabra con la cual nombrar a un objeto o a un fenómeno natural o social. En tal artículo, explica el proceso en donde intervienen de manera complementaria diversas disciplinas como la etimología y la morfología, con el pun-to de partida de la raíz del vocablo, elemento básico que posibilita mantener la representa-ción principal de dicho objeto o fenómeno.

Procede, acontinuación, mencionar las fuen-tes consultadas para este texto en comento: de Arredondo Galván, Islas Novell, Mena Merchán y Nérici, observa los aspectos sustanciales de la didáctica general; de Borghino, el arte de di-rigirse y de dirigir; de López Calva, la estrecha vinculación que todo docente debe conservar entre el planear, evaluar y enseñar-aprender, acciones complementarias, sin las cuales no se concibe una práctica general, dinámica, para el desarrollo eficaz de cada sesión de clase.

Planeación diaria de la clase. Guía para el Docente

El método de trabajo de este profesor inves-tigador incluye estrategias y técnicas para la construcción de cada una de sus exposiciones, que nos comparte por medio de muy puntuales definiciones para explicar que la planeación di-dáctica es una visión anticipada de lo que como docente se quiere hacer ante y con un grupo; con apego a un guión, el programa de la asig-natura se materializa y construye en cada sesión de la clase.

Es así como se identifica que el propósito del libro es precisamente conducir al lector en la construcción de documentos donde se planee, sesión por sesión, el programa de clase com-puesto por dos secciones fundamentales que orienten las acciones y que determinen su se-cuencia de manera paralela.

La obra en comento ha sido organizada de la si-guiente forma: una breve y clara presentación, una exhortativa a valorar la importancia del pa-pel del profesor y la profesora en la docencia, donde nos advierte: “Hay pocas actividades que son realmente muy difíciles de llevar a cabo. Una de estas actividades es precisamente la en-señanza”.

Palabras que nos motivan a justipreciar el ejer-cicio de la docencia como un noble trabajo, transcendental dentro de las instituciones de una sociedad, a la par que delicado, por medio del cual se expone a los estudiantes, los cam-bios que experimenta nuestra ciudad, el esta-do y, sobre todo, nuestro país; así como el con-texto internacional estrechamente vinculado en aspectos técnicos, científicos, económicos, sociales y culturales. Todo ello, desde un ám-

bito artificial dirigido a seres humanos únicos, irrepetibles con un proyecto de vida y una muy especial misión que cumplir en el papel que les corresponde dentro del núcleo familiar, social, y político.

Los temas que trata el autor se presentan dis-tribuidos en siete capítulos, que a continuación describo en su contenido:

La docencia es explicada como el proceso rela-cionado con la práctica y el ejercicio de la ense-ñanza en un sistema educativo. La planeación didáctica es descrita como una de las aristas del proceso enseñanza-aprendizaje que los profe-sionistas de la educación debemos desarrollar con responsabilidad; de ahí, la necesidad de profesionalizar nuestra función docente con las competencias antes mencionadas.

La planeación de una clase abarca un capítulo donde señala y explica los dos momentos del quehacer docente: uno, donde se trabaja en la determinación y la redacción de los objetivos a lograr en cada sesión de clase, y el otro, rela-cionado con la forma en que se dará un orden pertinente al desarrollo de las actividades pre-vistas para incidir en el proceso de aprendizaje por medio de su complemento: el proceso de enseñanza.

En cuanto al plan de clase, el doctor Gutiérrez Chiñas lo describe como el documento en el que se anotan el tema, los objetivos operativos y los recursos necesarios para alcanzarlos. Para ello, el autor obsequia ejemplos que, a través de su experiencia en la docencia, fue construyendo y que en este libro generosamente nos comparte.

En el capítulo correspondiente al manejo de grupo, encontramos una detallada propues-ta de la explicación del momento en que cada profesor o profesora esboza y elabora sus es-trategias de trabajo para una sesión de un nú-mero determinado de minutos y los siguientes elementos: presentación personal, puntualidad, conocimiento del tema, uso del lenguaje, aten-ción visual, desplazamiento, mímica, estimula-ción a la participación, chascarrillo o anécdota, uso de material didáctico, nuestro plan de clase a mano y, sobre todo, amor a la docencia.

Finalmente aborda el tema del liderazgo e in-novación en su trabajo, pues no fue tratado en la primera edición y en este apartado nos invita a reflexionar sobre la funció que el liderazgo debe desempeñar en el desarrollo de la clase; estrechamente vinculado con el temperamen-to, el carácter y la personalidad de cada uno de nosotros en lo individual ante una colectividad.

El liderazgo es definido por el doctor Gutiérrez Chiñas como el “Conjunto de cualidades natu-rales o adquiridas que distingue a las personas en la conducción y orientación de sus propias acciones, en primer lugar; y, segundo, de las funciones de los miembros de una organización o empresa, hacia el logro exitoso de sus objeti-vos o metas.”

De esta lectura se concluye que la función do-cente, refiere nuestro autor, demanda inicia-tiva, espíritu emprendedor, visión, cuidado de imagen personal, riqueza de vocabulario, am-plio conocimiento y responsabilidad, por lo cual nos invita a prepararnos para ejercer nuestra

profesión con un estricto rigor metodológico y tomar en consideración las técnicas que se nos presentan y explican en este texto, avaladas por los años de experiencia como docente. Por tanto, este libro constituye una guía pormeno-rizada, que contiene un recuento analítico de percepciones reflexivas. Se trata, pues, de un trabajo descriptivo del quehacer docente, re-dactado con sencillez al abordar la complejidad del hecho educativo.