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1 LECTURAS DE LA 1ª SEMANA DE ABRIL 2016 Coordinadores Robinson Salazar-Pérez y Nchamah Miller LIBROS, REVISTAS, VIDEOS Y CONVOCATORIAS A ESCRIBIR CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS, BIENESTAR SUBJETIVO Y HOMOFOBIA EN UNA MUESTRA DE HOMBRES GAY EN TRES CIUDADES CHILENAS http://www.bibliotecafragmentada.org/hombres-gay-chile/ ¿DE POLÍTICA DE REPRESENTACIÓN A POLÍTICA DE COALICIÓN? POSIBILIDADES DE MOVILIZACIÓN FEMINISTA EN EL CHILE POST-DICTADURA http://www.bibliotecafragmentada.org/fem-post-dictadura/ FEMINISMOS EN MOVIMIENTO Y LO QUE AFECTA A LOS CUERPOS (PASIONES TRISTES, PASIONES ALEGRES) http://www.bibliotecafragmentada.org/feminismos-en-movimiento/ VÍDEO: PARAÍSOS FISCALES EN EL MUNDO: LA MÁS GRANDE INVESTIGACIÓN http://aristeguinoticias.com/0204/mexico/paraisos-fiscales-en-el-mundo-la-mas-grande- investigacion/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+AristeguiNotic ias+%28Aristegui+Noticias%29 REVISTA VIENTO SUR http://vientosur.info/

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LECTURAS DE LA 1ª SEMANA DE ABRIL

2016 Coordinadores

Robinson Salazar-Pérez y Nchamah Miller

LIBROS, REVISTAS, VIDEOS Y CONVOCATORIAS A ESCRIBIR

CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS, BIENESTAR SUBJETIVO Y HOMOFOBIA EN

UNA MUESTRA DE HOMBRES GAY EN TRES CIUDADES CHILENAS http://www.bibliotecafragmentada.org/hombres-gay-chile/

¿DE POLÍTICA DE REPRESENTACIÓN A POLÍTICA DE COALICIÓN? POSIBILIDADES DE

MOVILIZACIÓN FEMINISTA EN EL CHILE POST-DICTADURA http://www.bibliotecafragmentada.org/fem-post-dictadura/

FEMINISMOS EN MOVIMIENTO Y LO QUE AFECTA A LOS CUERPOS (PASIONES TRISTES,

PASIONES ALEGRES) http://www.bibliotecafragmentada.org/feminismos-en-movimiento/

VÍDEO: PARAÍSOS FISCALES EN EL MUNDO: LA MÁS GRANDE INVESTIGACIÓN http://aristeguinoticias.com/0204/mexico/paraisos-fiscales-en-el-mundo-la-mas-grande-

investigacion/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+AristeguiNotic

ias+%28Aristegui+Noticias%29

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BOLETÍN INFORMATIVO SEMANAL Nº 223

Hola,

Estas son las novedades de la web VIENTO SUR. En ella puedes consultar en cualquier momento

los artículos de éste y los anteriores boletines

SOLO EN LA WEB

Tribuna VIENTO SUR

EL DEBER DE ASILO 3 de abril de 2016. Marti Caussa

Tenemos el deber de dar asilo a los refugiados que llegan a Europa huyendo de la guerra y la

destrucción. Es un deber primario, fundamental, que concierne a todos los ciudadanos y

ciudadanas europeos y que debemos intentar hacer efectivo luchando (...) Leer más

Apertura de archivos de Harward

LA HISTORIA OFICIAL DE LA URSS, CORREGIDA 3 de abril de 2016. Pierre Broué

La apertura de la “parte cerrada” de los archivos de Trotsky en la Houghton Library de la

Universidad de Harvard ofrece al historiador un acceso largo tiempo esperado a documentos

inéditos del período de exilio. La correspondencia de Trotsky con (...) Leer más

Brasil

EL IMPEACHMENT Y LA CRISIS BRASILEÑA 2 de abril de 2016. Carla Ferreira y Mathias Luce

[Frente a los límites absolutos de la coalición forjada por Lula y sustentada por Dilma Rousseff,

la separación de las luchas contra la corrupción y por la democracia puede privar a los

trabajadores y al Pueblo de la posibilidad de una alternativa (...) Leer más

Contra la represión

¡ANDRÉS BODALO, LIBERTAD! 2 de abril de 2016. Sabino Cuadra

Andrés Bódalo es andaluz, de Jaén, aceitunero altivo de los verseados por Miguel Hernández y

cantados por Paco Ibáñez. Octavo en una familia de diez hermanos y hermanas comenzó a

recoger olivas en cuadrilla a los diez años. Después, la vida lo curtió (...) Leer más

Francia. Movilización del 31 de marzo

UN PASO ADELANTE CONTRA LA REFORMA LABORAL 2 de abril de 2016. Léon Cremieux

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La Intersindical (CGT, FO, FSU, Solidaires, UNEF, UNL et FIDL) ha cifrado en más de 1 millón de

personas la gente que se ha manifestado en 260 ciudades el 31 de marzo. Una jornada de

huelgas y manifestaciones que ha constituido, sin ninguna duda, (...)Leer más

Tribuna VIENTO SUR

FEMINISTOK PREST! 2 de abril de 2016. Begoña Zabala

Para el día 9 de abril se está montando en Gasteiz la gran manifestación nacional contra las

violencias machistas y las agresiones. El lema ya es significativo y resume un tanto lo que se

quiere transmitir: “11 eraso, 12 erantzun. Feministok prest! (...) Leer más

Acuerdo UE-Turquía sobre refugiados

LOS FATÍDICOS EFECTOS DE UN ACUERDO 1ro de abril de 2016. Amnistía Internacional

Las devoluciones forzadas en gran escala de personas refugiadas desde Turquía a la Siria

devastada por la guerra ponen de manifiesto los fatídicos defectos del acuerdo sobre refugiados

firmado este mes de marzo entre Turquía y la Unión Europea. Así (...) Leer más

Contra la hegemonía del pensamiento neoliberal

DEL PENSAMIENTO ÚNICO A LA AUTORIDAD COMPETENTE 1ro de abril de 2016. Albert Recio Andreu

Cuando triunfó el neoliberalismo se impuso el pensamiento único. O al menos esto es lo que

percibía cualquiera que se atreviera a opinar en contra de las medidas neoliberales. Keynes y

los keynesianos habían pasado al mismo desván de los trastos (...) Leer más

Rusia

AGONÍA DE UN IMPERIO PETROLERO 1ro de abril de 2016. Ilya Boudraitskis

Hoy está claro para todo el mundo que el año que comienza estará marcado en Rusia por una

fuerte agravación de la crisis económica, que arrastrará forzosamente detrás de ella una crisis

social y política. Hace aún un año, Vladimir Putin afirmaba, en el (...) Leer más

Teoría

MARX Y LA PERIFERIA 1ro de abril de 2016. Claudio Katz

Como prólogo a este artículo, el autor escribe en su web lo siguiente: “El giro de Marx frente a

la periferia suscita interés. Bajo el impacto de varias rebeliones modificó su mirada de la

expansión capitalista mundial y sustituyó sus expectativas (...) Leer más

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Pensamiento crítico

EL CAPITALISMO CONTRA LA DEMOCRACIA EN EUROPA Y AMÉRICA LATINA 31 de marzo de 2016. Michel Löwy y Samuel González

Empecemos con la cita de un ensayo sobre la democracia burguesa en Rusia, escrito en 1906,

tras la derrota de la primera revolución rusa: “Es sumamente ridículo creer que existe una

afinidad electiva entre el gran capitalismo, tal como se importa (...) Leer más

Euskal Herria

EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD 31 de marzo de 2016. Mario Zubiaga

En un momento en el que la independencia deja de ser una identidad resistente, y empieza a

ser un proyecto político al que acogerse, no basta con la voluntad Fieles a nuestra tradicional

ciclotimia, el exiguo 19% favorable a la independencia del (...) Leer más

Siria

LA ESTRATEGIA DE LA DESTRUCCIÓN 31 de marzo de 2016. Leila Vignal

Desde hace cinco años la población siria es objeto de una intensa represión por parte de un

régimen que aplica una política masiva de destrucción, obligando a más de la mitad de los sirios

a abandonar su domicilio y amenazando gravemente el porvenir de (...) Leer más

Entrevista a Eric Toussaint

“LOS GOBIERNOS DE LA NUEVA IZQUIERDA QUE DEN LA ESPALDA A LA DEUDA

ACABARÁN APLICANDO RECORTES” 31 de marzo de 2016. Sergi Cutillas

Éric Toussaint es portavoz de la red internacional del Comité para la Anulación de la Deuda del

Tercer Mundo (CADTM), que contribuyó a fundar. De formación historiador, es doctor en

Ciencias Políticas por la Universidad de Lieja (ULg) y la Universidad (...) Leer más

Tribuna VIENTO SUR

A VUELTAS CON LA GOBERNABILIDAD, LA PLURINACIONALIDAD Y PODEMOS 30 de marzo de 2016. Jaime Pastor

Más allá del “cambio de actitud” que se ha querido ver en Pablo Iglesias, la reunión celebrada

este miércoles 30 de marzo entre los líderes del PSOE y de Podemos ha puesto de manifiesto

de nuevo que el panorama político sigue bloqueado: la obstinación (...) Leer más

35 años de cambios

IMPERIALISMO Y MUNDIALIZACIÓN 30 de marzo de 2016. Yann Cézard

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[En los años 80 la ofensiva política neoliberal de determinados gobiernos (Reagan, Thatcher…)

se combinó con un ramillete de estrategias de diferentes actores del capitalismo para cambiar

radicalmente el mundo. La nueva mundialización y el nuevo (...) Leer más

La huella del exilio

ELLOS TAMBIÉN FUERON REFUGIADOS 29 de marzo de 2016. Luna Gámez y José Bautista

[Tuvieron la oportunidad de refugiarse en otro país tras dejar atrás su tierra natal por culpa de

la guerra y el autoritarismo. Hoy son grandes nombres de la ciencia, el arte y la política,

refugiados célebres que aprendieron a vivir con las (...) Leer más

Defensa de la lactancia materna

LA TETA ES LA LECHE 29 de marzo de 2016. Esther Vivas

Hablar de la teta es a menudo motivo de conflicto. Si las das, si no la das, si tienes leche, si

dicen que no tienes. Tras el parto y una vez llegada la hora de la lactancia, la nueva mamá, sin

muy bien saber cómo, se encuentra rodeada de un (...) Leer más

Mercado del trabajo

LA RIGIDEZ NO ES ENEMIGA DEL EMPLEO 28 de marzo de 2016. Michel Husson

El principio esencial que está en la base de las reformas neoliberales es en el fondo el siguiente:

los empleadores solo deberían pagar a sus asalariados cuando efectivamente trabajan para

ellos. Los parados, los enfermos, los accidentados en el (...) Leer más

Entrevista a Maurice Sartre

LA "RECONQUISTA DE PALMIRA" Y LOS "MÉRITOS" DE BACHAR AL-ASSAD 28 de marzo de 2016. Antoine Denéchère

Los medios difunden "imágenes" sobre la "reconquista" de Palmira por el llamado ejército de

Bachar Al-Assad. Todo se presenta como la salvaguarda del "patrimonio de la humanidad"

gracias al ejército del clan Assad frente a los criminales (...) Leer más

Bélgica

FRENTE A LA IMPOTENCIA SECURITARIA, ¿QUÉ RESPUESTA AL TERRORISMO? 28 de marzo de 2016. Daniel Tanuro

Cuando detuvieron a Salah Abdeslam, las autoridades belgas cantaron victoria: "Lo tenemos!

"... Unos días más tarde, los criminales de Daesh han golpeado en el corazón de Bruselas.

Treinta y dos muertos, cientos de heridos, niños mutilados. Un (...) Leer más

América Latina y el cambio climático

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LA TENAZA POLÍTICA Y ECOLÓGICA OPRIME A LOS PUEBLOS INDÍGENAS 28 de marzo de 2016. Eduardo Gudynas

La problemática del cambio climático impone enormes problemas y riesgos para los pueblos

indígenas sudamericanos. Esto ocurre a distintos niveles, desde los impactos locales por

imponer extractivimos que generan los gases invernadero, a padecer los (...) Leer más

Entrevista a David Harvey

“LA IZQUIERDA TIENE QUE REPENSAR SU APARATO TEÓRICO Y TÁCTICO” 28 de marzo de 2016. AK Malabocas

David Harvey, uno de los pensadores marxistas más prominentes de nuestro tiempo, se sentó

con el activista colectivo AK Malabocas a discutir las transformaciones en el modo de

acumulación capitalista, la centralidad del terreno urbano en las luchas (...) Leer más

LIBROS VIENTO SUR

REVISTA NEXOS DE ABRIL 2016 http://www.nexos.com.mx/?cat=3354

ESTIMADOS COLABORADORES: INFORMACIÓN DE INTERÉS SOBRE EL

EVENTO: VII CIETA VII Congreso Iberoamericano de Estudios Territoriales y Ambientales Fecha: noviembre 1 al 4 de 2016. Lugar: Universidad Nacional de Colombia-Sede Manizales y Universidad de Caldas (Colombia). Contactos: [email protected], [email protected], [email protected], [email protected],[email protected] Adjunto primera circular.

Primera Circular [Descargar Aquí] http://www.humanas.unal.edu.co/nuevo/files/9714/5945/7574/VII_CIETA_primera_circular_fec27_b.pdf PD: agradecemos la difusión de esta información entre sus conocidos e interesados.

MUY APRECIAD@S AMIG@S: INVITAMOS A PUBLICAR EN LA LA

REVISTA ENTRETEXTOS: REVISTA HISPANOAMERICANA Y CARIBEÑA DE ESTUDIOS

INTERCULTURALES Y PENSAMIENTO ALTERNATIVO, AUSPICIADA POR LA FACULTAD DE

CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Escribir al Dr. Alvaro Marquez Fernandez: [email protected]

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En este momento estoy contratado por la Universidad de La Guajira, Riohacha, Colombia por todo el año 2016. Mi principal labor es reactivar la publicación de revistas científicas de la Universidad que han perdido la periodización desde 2012.

La más importante es la revista Entretextos: Revista Hispanoamericana y Caribeña de Estudios Interculturales y Pensamiento Alternativo, auspiciada por la Facultad de Ciencias de la Educación, cuyas áreas temáticas son: etnoeducación, educación intercultural, pedagogía, didáctica e historia, filosofía de la Educación y disciplinas afines.

Todavía falta una mayor delimitación de estos perfiles, pero eso se hará más adelante. Se editarán números dobles para avanzar en el tiempo y quizás poder presentar este año de 2016 ante los índices internacionales (y Colciencias) su inmediata indexación.

Razón por la que estamos recurriendo a un particular grupo de investigadores amigos a nivel internacional para solicitar su apoyo y poder concluir con éxito este desafío.

Estamos aceptando artículos en inglés, francés, italiano, portugués y, sobretodo, en castellano. También se publicaran artículos en la lengua nativa de la Guajira, el wayuunaiki.

Esperando poder contar con la participación y calidad de vuestras excelentes investigaciones, les deseo una vida feliz.

Un gran abrazo, desde la calurosa y festiva costa caribeña colombiana,

Álvaro.

NB: Normas mínimasde presentación de artículos: i) Resumen: 100 palabras. y palabras clave. Abstract inglés (en caso negativo, hacer manifiesta la autorización para traducir nosotros)

ii) Extensión máxima de 15-20 páginas, o su equivalente en caracteres con espacios. Fuente: New Tines Roman, 12, doble espacio.

iii) Todas las citaciones bibliográficas, notas, etc, a pié de página, respetando estas características generales: -

Libros:

Barrena, S (2015). La belleza en Charles S. Peirce: origen y alcance de sus ideas estéticas. Pamplona, EUNSA.

Capítulo de libro:

Michelli, D (2010). "Conflicto y consenso en política", in: Díaz-Monrtiel, Z & Márquez-Fernández, A (Comp.) (2010). Justicia Social emancipadora, democracia ciudadana y crisis del Estado. Argentina. Elalep.

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Artículo de revista:

Guardia, S.B (2015). "Las mujeres como sujetos históricos: un derecho conquistado", Utopía y Praxis Latinoamericana. 20 (68), 41-49.

REVISTA CUADERNOS DE GEOGRAFIA

<[email protected]>

Estimados colaboradores:

Información de interés sobre el evento:

VII CIETA

VII Congreso Iberoamericano de Estudios Territoriales y Ambientales

Fecha: noviembre 1 al 4 de 2016.

Lugar: Universidad Nacional de Colombia-Sede Manizales y Universidad de Caldas (Colombia).

Contactos: [email protected], [email protected], [email protected], dianamarcela.sanch

[email protected],[email protected]

Adjunto primera circular.

PD: agradecemos la difusión de esta información entre sus conocidos e interesados.

Cordialmente,

LILIANA GUZMÁN

Asistente editorial

Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía

www.cuadernosdegeografia.unal.edu.co

Facultad de Ciencias Humanas

http://www.humanas.unal.edu.co/geografia/

Tel. (57-1) 316 5000 Ext.16354

Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá

NOTICIAS EN CORTO

CEPAL: REFLEXIONES SOBRE EL DE DESARROLLO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE http://www.reddolac.org/profiles/blog/show?id=2709308%3ABlogPost%3A530214&xgs=1&xg_source=msg_share_post

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ESTIMADAS AMIGAS, ESTIMADOS AMIGOS: VOLVEMOS A ENCONTRARNOS CON LAS

NOVEDADES Nº 488 DEL SITIO BIODIVERSIDAD EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE http://www.biodiversidadla.org de la última semana.

EL CLAN ÚSUGA REVIVE EL FANTASMA DEL PARAMILITARISMO EN COLOMBIA La mayor banda criminal del país, siembra el terror en varios departamentos del país y mata a seis personas http://internacional.elpais.com/internacional/2016/04/02/colombia/1459608257_030179.html

EL ASESINATO DE VARIOS LÍDERES SOCIALES ALERTA DE UN REPUNTE DEL

PARAMILITARISMO EN COLOMBIA Entre 15 y 30 personas, vínculadas a formaciones de izquierda, han sido asesinadas en lo que va de año http://internacional.elpais.com/internacional/2016/04/02/colombia/1459608847_855574.html

EN COLOMBIA LA DERECHA ENSAYA EL COPYCAT http://www.telesurtv.net/opinion/En-Colombia-la-derecha-ensaya-el-copycat-20160401-0031.html

ANTIOQUIA, LA REGIÓN MÁS AFECTADA POR EL PARO ARMADO DE LAS AGC http://www.colombiainforma.info/politica/ddhh-conflicto-y-paz/3190-antioquia-la-region-mas-

afectada-por-el-paro-armado-de-las-agc

¿ESTÁN LAS AGC PRESIONANDO POR UNA NEGOCIACIÓN? http://www.colombiainforma.info/politica/ddhh-conflicto-y-paz/3188-estan-las-agc-presionando-por-una-negociacion

ESPALDARAZO DE ESTADOS UNIDOS PARA FIN DE NEGOCIACIÓN GOBIERNO-FARC http://www.colombiainforma.info/politica/seccion-politica/3163-espaldarazo-de-estados-unidos-para-

fin-de-negociacion-gobierno-farc

ESTIMADOS COLEGAS Y AMIGOS LES ENVIAMOS EL BOLETÍN DE BARÓMETRO. Atentamente Barómetro Internacional Estamos siendo víctimas de permanentes bloqueos bien por los hackers o por Google sino recibe a su correo el Boletín de Barómetro los días Lunes y Jueves por favor hacernos saber por los siguientes correos: [email protected] / [email protected] En este boletín encontrará: Sergio Rodríguez Gelfenstein: Reflexiones sobre la visita de Obama a América Latina Si alguien no se ha dado cuenta que vivimos en medio de profundas transformaciones de la política, basta mirar el viaje del presidente Obama a Cuba y Argentina para que cambie de opinión. Aunque resulte paradójico, mientras en la Cuba socialista, el mandatario estadounidense fue “bienvenido por el Gobierno de Cuba y su pueblo con la hospitalidad que los distingue” y fue “tratado con toda consideración y respeto, como Jefe de Estado”, tal como anticipó el diario “Granma” órgano oficial del Partido Comunista de Cuba en una editorial publicado el pasado 8 de marzo. En la Argentina de gobierno ultra neoliberal y represivo, el patrón de la Casa Blanca, fue recibido con muestras de repudio, manifestaciones y marchas en contra de su presencia el día que se conmemoraban 40 años de la entronización Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/27/reflexiones-la-visita-obama-america-latina/ Por Bruno Lima Rocha y Júlia Klein: En Brasil, algunas dimensiones del golpe institucional en andamiento Las grabaciones telefónicas de Lula y compañía – cuando los teléfonos pinchados son el arma de los golpistas Antes de leer estas palabras, pido a los amigos aquí para recordar que el que escribe se posiciona a la izquierda del gobierno Dilma y antes el de Lula, es crítico de ello y nunca militó en partido electoral y menos aún tomó cargo de confianza o comisión. Es decir, no vengan a buscar ver oficialismo donde no hay. Como se trata de disputas de facciones y proyectos políticos y, en sentido estricto,

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no estoy vinculado a ninguno de estos sectores, estoy bastante cómodo para armar los comentarios. Después de escuchar las grabaciones entre Lula y sus aliados, incluyendo la conversación con la presidente Dilma, recordé, llegué a hacer memoria de un episodio similar durante la década del ‘90. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/27/brasil-algunas-dimensiones-del-golpe-institucional-andamiento/ Por Oglis Ramos: América del Sur, el DORADO codiciado por los EEUU La gira realizada por Barack Obama a la Cuba revolucionaria deja ver tras bastidores que el imperialismo busca reorganizar el tablero geopolítico en América del Sur, y así mismo engañar con la falsa democracia que oferta los EEUU. A través de Cuba busca congraciarse con los países que ya tienen más de una década resistiendo los ataques de las grandes agencias de inteligencias al servicio de la Casa Blanca. Y por otro lado hablan de democracia mientras colocan a Venezuela como amenaza a sus intereses y claramente realizan acciones injerencista en un país soberano que a pesar de los múltiples problemas de orden económico que lo aquejan; solo el pueblo y el gobierno venezolano tienen la responsabilidad de buscar las soluciones incluso a los infundados por las mafias de la oligarquía regional, las cuales han desatado una guerra económica internacional contra millones de venezolanos; Sigue leyendo copia y pega el enlace….http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/27/america-del-sur-dorado-codiciado-los-eeuu/ Por Norma Estela Ferreyra: la ampliación de “La ley del arrepentido” Antes de ocuparme del tema, quiero aclarar, lo que es la corrupción y por qué ésta no puede ser por sí misma, un delito. Todos sabemos que todos los delitos están debidamente tipificados. La corrupción se da cuando se comete cualquiera de ellos y no se deja ninguna prueba. Y sin ellas no hay delitos. Los más comunes casos de corrupción, se dan en delitos económicos, pero pueden darse en otros. Las formas de la corrupción más comunes, pueden ser: Los abusos de poder, la malversación de fondos, los pagos en negro, la evasión impositiva, las omisiones de información, etc., son formas de corrupción y pueden suceder en cualquier clase de organización pública o privada. Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/27/la-ampliacion-la-ley-del-arrepentido/ Por Carolina Vásquez Araya: La transparencia, amenaza latente Las naciones más desarrolladas suelen tener instituciones sólidas como parapeto contra el abuso. Sus mecanismos son claros y sus normas, específicas. Responden pronto y sin excusas ante la demanda de información de sus ciudadanos y sus organizaciones civiles. Sus más altas autoridades tienen el respaldo de haber sido electas o nombradas en procesos intachables, con el único fin de consolidar sus democracias. Sus características las convierten en ejemplo y, por supuesto, estas naciones son una excepción a la regla, pero también un modelo ideal para toda la Humanidad. En el otro extremo del espectro, están aquellas cuyo ambiente político, económico y social se desarrolla dentro de una espesa nube de opacidad. Sus autoridades y otros centros de poder rehúyen la fiscalización ciudadana con una fiereza digna de mejores causas. O quizá no, por los enormes beneficios que les reporta el ocultamiento de sus acciones. La tradición institucional de estas naciones viene respaldada por una larga cadena de tiranías, golpes de Estado Sigue leyendo copia y pega el enlace…. http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/03/27/la-transparencia-amenaza-latente/

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Atentamente, El Equipo de Barómetro Internacional

http://www.barometrointernacional.com.ve

SALVAR AL CAPITALISMO DE DONALD TRUMP Y DE LOS EXTREMOS x Michael Roberts El extremismo político, representado por Trump y partidos de extrema izquierda y derecha en Europa son una "consecuencia inevitable del mal funcionamiento del capitalismo" El hecho de que el capitalismo no se recupere en la forma "normal" después de la crisis mundial de 2009 ha dado lugar a un debilitamiento de la credibilidad de las principales políticas “ortodoxas”. Y "estas cosas pueden llegar a ser circulares, y hay un proceso de incertidumbre política que crea preocupación acerca de los riesgos financieros que lleva a niveles más bajos de inversión", dijo Turner, ex-jefe de la autoridad

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reguladora financiera del Reino Unido. "La emergencia de Trump es la consecuencia inevitable de un sistema" que antes proporcionaba beneficios para todo el mundo (excepto para dos generaciones en EEUU), pero que ya no lo hace. Leer texto completo [PDF] http://www.sinpermiso.info/printpdf/textos/salvar-al-capitalismo-de-donald-trump-y-de-la-extrema-izquierda Texto completo en: http://www.lahaine.org/salvar-al-capitalismo-de-donald

CHINA Y ARGENTINA REACOMODAN POLÍTICA DE COOPERACIÓN http://www.cronista.com/economiapolitica/Sin-represas-y-con-energia-nuclear-Macri-y-Xi-encarrilaron-la-relacion-entre-Argentina-y-China-20160401-0095.html

CHINA SE ACOMODA CON EL NUEVO GOBIERNO DE ARGENTINA: BUSINESS IS BUSINESS http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-296013-2016-04-02.html

MÉXICO Y LOS VÓRTICES DE LA INESTABILIDAD MUNDIAL: INCLUYE MAPAS Y CUADROS http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210699 Alberto Carral Rebelión

El llamado sistema-mundo está siendo azotado por un enorme huracán, que genera

un conjunto de vórtices en los que las turbulencias son más intensas. Esto se debe a que la decadencia del imperio estadounidense ha entrado en una fase crítica, en la

que se está produciendo una transferencia acelerada de poder desde ese centro hegemónico hacia sus competidores, de manera destacada hacia China y Rusia. La

abundante inestabilidad que este vasto reacomodo genera, se manifiesta con mayor

fuerza en ciertas zonas del planeta que tienen características geopolíticas especiales, muchas de las cuales —aunque no todas— se ubican en el continente eurasiático-

africano.

SOFÍA, EL ROBOT ESTADOUNIDENSE QUE PROMETE ANIQUILAR LA HUMANIDAD (VIDEO) Un robot humanoide estadounidense entrevistado durante su presentación al público prometió casarse, y entre otros objetivos, destruir la humanidad. https://actualidad.rt.com/actualidad/202805-robot-eeuu-sofia-promete-aniquilar-humanidad?utm_source=Email-Message&utm_medium=Email&utm_campaign=Email_weekly

RÁPIDO Y MORTAL: EL 'CELULAR' QUE DISPARA A primera vista, esta pistola de doble cañón parece un 'smartphone'. Sin embargo, con un simple movimiento de la mano se convierte en un arma real. https://actualidad.rt.com/actualidad/202808-ideal-conceal-pistola-aparentar-celular

"EE.UU. TRATA DE GANAR EN CUBA A TRAVÉS DE LA SUBVERSIÓN LO QUE NO PUDO

POR MEDIO DE LA HOSTILIDAD" En el marco de la visita del presidente Obama a Cuba, Néstor García Iturbe, quien ha sido diplomático de larga experiencia y coronel de los servicios de inteligencia cubanos, cuenta en Entrevista, de RT, cómo ha cambiado la estrategia estadounidense con respecto a Cuba y cuál es el papel que ha tenido en este proceso la comunidad cubana en EE. UU. También revela qué errores ha cometido EE. UU. con Cuba y explica por qué esta vez Washington no interrumpirá el actual acercamiento hacia la isla. https://actualidad.rt.com/programas/entrevista/202605-entrevista-cuba-nestor-garcia-iturbe

"TE DIJE QUE NOS VERÍAMOS EN LA HABANA": PÁNFILO ENSEÑA A OBAMA A JUGAR AL

DOMINÓ El presidente estadounidense intercambió impresiones con el popular humorista cubano Pánfilo en medio de una acogedora partida de dominó durante su visita a Cuba. https://actualidad.rt.com/actualidad/202861-cuba-panfilo-jugar-domino-obama

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LA ALTA BUROCRACIA VACACIONA CON BONO DOS VECES AL AÑO; 83 MILLONES DE

MEXICANOS, NUNCA Por Daniela Barragán De acuerdo con lo establecido en la Ley Federal del Trabajo, la prima vacacional es el dinero que el trabajador recibe para disfrutar de los días de descanso obligatorios, pero por la calidad actual del salario mínimo, esa cantidad no alcanza a la gran mayoría de los mexicanos para tomar días de asueto con su familia. http://www.sinembargo.mx/25-03-2016/1639614

COLONIALISMO 2.0: CÓMO LAS GRANDES CORPORACIONES MANEJAN LOS HILOS DEL

MUNDO En esta edición de 'El Zoom' veremos cómo tejen las corporaciones una red en la que todos estamos atrapados. Con el testimonio de John Perkins y otros especialistas, el presentador del programa, Javier Rodríguez Carrasco, muestra quién maneja los hilos del mundo, cómo se manipulan y corrompen los gobiernos y cómo muchos países sufren la esclavitud de sus ciudadanos y la explotación de sus recursos para lucro de unos pocos. ¿Se cree usted libre del dominio de las grandes marcas? https://actualidad.rt.com/programas/zoom/202821-colonialismo-grandes-corporaciones-manejan?utm_source=Email-Message&utm_medium=Email&utm_campaign=Email_weekly

ARTÍCULOS DE COYUNTURA, ANÁLISIS Y AADÉMICOS

¿FASCISMO EN EEUU?

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210370 Vicenç Navarro Público

Durante más de veinte años viví bajo un Estado fascista liderado por el General Franco en España. Como

consecuencia conozco bien qué es el fascismo, y puedo reconocer a un fascista cuando lo veo. Y el

candidato republicano Trump en EEUU es uno de ellos. Pero para definir a alguien como fascista se tienen

que definir antes las características de la ideología fascista.

El fascismo se caracteriza por un nacionalismo exacerbado, de tipo imperialista, con bases racistas,

profundamente antidemocrático, con un canto a la fuerza militar que debe aplicarse para defender la

“pureza de la patria” frente a grupos étnicos, culturales, políticos o religiosos que la contaminan y que

deben ser destruidos, proceso de destrucción que debe realizarse como condición para alcanzar una nueva

sociedad que recupere la grandeza que en su día tuvo el país, mediante el surgimiento de un movimiento

dirigido por un personaje que se presenta dotado provisto de unas dotes sobrehumanas, al cual se le debe

obediencia y lealtad absoluta, líder que llevará a las personas a este futuro prometido.

¿Están estas características en el discurso de Trump?

Cada una de estas características aparecen en la ideología en la que se basan los discursos del Sr. Trump

y los de sus colaboradores cercanos. Ni que decir tiene que la expresión de tal ideología fascista es distinta

según el contexto y el país en el que vive el personaje portador de dicha ideología. En este aspecto, el Sr.

Trump es la versión estadounidense de tal fascismo. Es, en otras palabras, la versión norteamericana del

partido francés fundado por Le Pen. Veamos, pues, los datos que confirman la adscripción de tal personaje

a la categoría del fascismo.

Tal individuo profesa un nacionalismo extremo, considerando EEUU como un país excepcional en la historia

de la humanidad, superior a todos los demás, lo que justifica su liderazgo mundial, imponiendo su voluntad

por la fuerza militar, la cual debe utilizarse sin ningún freno. Constantemente hace referencia al bombardeo

y destrucción de sus enemigos, categoría que abarca un enorme abanico de países y movimientos. En este

canto a la fuerza militar expresa una “hombría” profundamente machista, antimujer y antifeminista,

valorando a la mujer como un apéndice del hombre. Trump considera el país amenazado por inmigrantes,

grupos étnicos, religiones y razas que, de no pararlos, pueden llegar a destruirlo. Quiere, por ejemplo,

prohibir la entrada de musulmanes a EEUU, exigiendo una identificación (carnet especial que la persona

lleve consigo para identificarse) a cada musulmán que esté ya en el país, sea o no nacido en EEUU. Así,

13

la comunidad musulmana debe estar vigilada y controlada. El Sr. Trump es profundamente racista, hasta

tal punto que no se ha distanciado de los grupos blancos súper-racistas, como el Ku Klux Klan, conocido

históricamente por su persecución y linchamiento a afroamericanos en el sur de EEUU. Considera también

a los inmigrantes (sobre todo a los latinos) como responsables del deterioro moral del país

(responsabilizándolos de los mayores dramas de la sociedad estadunidense, desde la distribución de las

drogas al crimen callejero en las ciudades).

El caudillismo en Trump

Trump es profundamente antidemocrático, de carácter claramente autoritario, exigiendo a sus seguidores

lealtad a su persona, presentándose como el “salvador de la patria” que resolverá todos los problemas

que afectan a las masas, desde el desempleo a la falta de felicidad. Su supuesta habilidad para resolver

los mayores problemas del país se basa en su propia habilidad para resolver los problemas que han tenido

sus empresas, refiriéndose a su presunto éxito empresarial como muestra de ello. Su negocio empresarial,

por cierto, ha sido predominantemente el inmobiliario (uno de los sectores más corruptos de la economía

de EEUU, basado en la especulación). Se presenta como profundamente antiestablishment, centrándose

en el establishment político-mediático del país, sin atacar o criticar al establishment financiero y económico

de EEUU al cual pertenece (y al cual aquel establishment político-mediático ha estado sirviendo). En

realidad, las medidas que propone –una gran reducción de los impuestos sobre la propiedad y sobre el

capital- favorecen los intereses de dicho establishment financiero y económico. Aunque es crítico con los

tratados llamados de libre comercio (ver mi artículo “¿Qué se intenta con los tratados mal llamados de

libre comercio?”, Público, 23.07.15) por destruir puestos de trabajo en EEUU, atribuye la movilidad de las

industrias a otros países a lo que él define como elevada carga fiscal a las empresas estadounidenses y a

las rigideces del mercado de trabajo, supuestamente impuestas por los sindicatos.

Sus políticas económicas son de un ultraneoliberalismo extremo, atribuyendo todos los males al Estado

federal y al establishment político-mediático basado en Washington y en el este de EEUU. En este aspecto,

el fascismo de Trump es distinto al fascismo de Le Pen, que sí que tiene componentes del

nacionalsocialismo típico del fascismo italiano o del nazismo alemán, que da mayor reconocimiento al

Estado de lo que lo hace la visión fascista estadounidense del Sr. Trump. Este último no es tanto nacional

socialista, sino nacionalneoliberal. En realidad, a fin de recuperar a las empresas estadounidenses que se

han desplazado a otros países, propone eximirlas del pago de impuestos para que reintegren a los EEUU

capital procedente del exterior (equivalente a 2,1 billones de dólares), que significaría, como bien ha dicho

la Senadora Elizabeth Warren, un repago de 400 mil millones de dólares a tales empresas (“How Trump

Dog-Whistles the Business Establishment”, The Nation, 18.03.16).

¿Por qué está teniendo un gran éxito en las primarias del Partido Republicano?

Para aquellos que conocen bien EEUU, es muy fácil de entender su éxito. Las causas de tal crecimiento

son prácticamente las mismas que explican el crecimiento de la ultraderecha chauvinista anti-inmigración

en Europa. Y tales causas son, ni más ni menos, que el gran deterioro del estándar de vida de las clases

populares (y muy en especial de la clase trabajadora no cualificada), como consecuencia de la aplicación

de las políticas neoliberales que se han ido imponiendo a la población y que han alcanzado su máxima

expresión durante la Gran Recesión. Estas políticas han empobrecido a la clase trabajadora de una manera

muy significativa, resultado de la enorme mala distribución del crecimiento de la riqueza y de las rentas,

que se han concentrado en las rentas superiores a costa de las rentas de la mayoría de las clases populares.

Desde los años ochenta, cuando se inició la “revolución neoliberal” del Presidente Reagan, los salarios no

han crecido paralelamente al crecimiento de la productividad. En esta mala distribución, las rentas del

capital han sido las más beneficiadas por las políticas fiscales a costa de las rentas del trabajo.

Componentes importantes de estas políticas han sido toda una serie de intervenciones exitosas para

debilitar al mundo del trabajo, desde el ataque a los sindicatos y a los convenios colectivos hasta la

externalización de los puestos de trabajo mediante tratados de libre comercio que (aun cuando tenían

poco que ver con libre comercio) facilitaban (mediante subsidios públicos y exenciones fiscales) la

exportación de puestos de trabajo, con el traslado de industrias a países de bajos salarios.

Las clase trabajadora ha sido víctima de estas políticas públicas del gobierno federal, instrumentalizado

este último por los grandes poderes económicos y financieros (que se conocen en EEUU como la clase

corporativa, the Corporate Class) que financian las campañas electorales de los miembros del Congreso

(tanto de la Cámara Alta -el Senado- como de la Cámara Baja -la Casa de los Representantes, The House

of the Representatives-), en un proceso electoral de financiación predominantemente privada. Este

maridaje y complicidad del poder político y mediático con el poder financiero y económico es la base de

una pérdida de confianza y legitimidad de las instituciones llamadas democráticas que ha sido el campo

de cultivo de este enfado generalizado hacia el establishment político mediático del país, y que Trump está

explotando exitosamente.

El Estado Federal como el problema y la administración del afroamericano Obama como el

enemigo

Sin lugar a dudas, Trump ha sido muy exitoso con su gran habilidad para canalizar el enorme enfado

popular hacia el Estado federal, siguiendo el ideario que siempre ha dominado al Partido Republicano (hoy

claramente controlado por la ultraderecha, incluyendo el Tea Party), financiado por los grupos económicos

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de mayor peso en el país, como los hermanos Koch.

La gran diferencia, sin embargo, entre el aparato del Partido Republicano y el Sr. Trump es su gran

habilidad para movilizar a la clase trabajadora blanca en contra del establishment político-mediático,

incluyendo el propio aparato del Partido Republicano y sus medios, como la cadena Fox, a los cuales ha

definido como parte de tal establishment político-mediático. Es, en este aspecto, su

mensaje antiestablishment, presentado con gran colorido teatral (que atrae a los medios), lo que explica

su gran éxito. Es, con mucho, el candidato que tiene mayor cobertura mediática. Los grandes medios de

información –a los cuales Trump critica extensamente- han cubierto su candidatura en sus informativos

en cantidades muy superiores (el doble) a las de la Sra. Hillary Clinton y seis veces más que a la de Bernie

Sanders, el candidato socialista (“Measuring Trump Big Advantage in Free Media”, The New York Times,

17.03.16). La política como espectáculo está contribuyendo al gran éxito de Trump.

Las consecuencias del Estado federal asistencial

Un punto de gran importancia para entender el debilitamiento de la clase trabajadora en EEUU es la función

que tiene el racismo en su división. Es debido a ello que las derechas en EEUU siempre acusan al gobierno

federal de defender a los negros a costa de los demás (que insinúan son los blancos). Esta acusación se

basa en el hecho de que la gran mayoría de programas sociales no son de cobertura universal, es decir,

no cubren a todos los ciudadanos sino solo a los pobres (Medicaid, el programa federal de atención médica

a los pobres, que es financiado y gestionado también por los Estados, cubre solo a los pobres), siendo los

ciudadanos negros los más beneficiados, pues, como resultado del racismo, estos se encuentran entre los

grupos más vulnerables y con menos medios. De ahí que se promueva por parte de Trump y las derechas,

la imagen de que tales programas están orientados a la población negra (lo cual no es cierto, pues la gran

mayoría de pobres en EEUU son blancos). De ahí que Trump haga referencia a que los impuestos (que

consideran excesivamente altos) pagados por los blancos están ayudando a los negros, creando una

“cultura de dependencia y beneficencia” que debe denunciarse.

El redescubrimiento de la clase trabajadora

El candidato republicano Trump es, junto con el candidato socialista Bernie Sanders, el único candidato

que explícitamente se refiere a la “clase trabajadora”, categoría que nunca aparece en la narrativa

convencional del discurso político y mediático del país, que constantemente utiliza el término “clase media”

en lugar de clase trabajadora. Este silencio mediático se ha roto. Y hoy comienza a hablarse de la clase

trabajadora blanca, la gran olvidada en el discurso dominante. Esta clase trabajadora, como he indicado

antes, está en una situación de gran deterioro, y su mortalidad (entre los blancos) ha crecido en los años

de la Gran Recesión (sobre todo como consecuencia del aumento de suicidios). Trump constantemente

hace mención a que “su gente es la gente de poca educación y bajos ingresos, que están olvidados en

EEUU” (que insinúa es blanca).

Está claro que el establishment político-mediático del país no entiende lo que está ocurriendo en EEUU.

Los reportajes sobre Trump se centran en las declaraciones explosivas y polémicas de este candidato,

llenas de una teatralidad que, en contra de lo que interpretan los medios, contribuye a su fama entre las

clases populares, que sienten un gran rechazo hacia tal establishment. Una práctica general de Trump es

ridiculizar a los medios en la cobertura de su campaña. Así, frecuentemente en sus discursos ridiculiza a

los medios de información -uno de los momentos de mayor goce de su audiencia-, criticando la versión

que los gurús mediáticos hacen de su campaña electoral. Estos medios, en su enorme complacencia, no

han descubierto todavía el enorme hartazgo y rechazo que existe a nivel de calle hacia el establishment

del país, incluyendo el mediático. Trump probablemente ganará las primarias y podría ganar las elecciones,

como consecuencia del rechazo hacia el establishment.

El hecho de que Trump sea un “fascista a la americana” no quiere decir, sin embargo, que la mayoría de

sus seguidores sean fascistas. En realidad, son profundamente antiestablishment. La mayoría de las

encuestas muestra que el candidato socialista Bernie Sanders –que está pidiendo una revolución política

en EEUU, con un mensaje claramente antiestablishment (que se centra en su denuncia del maridaje y

complicidad entre el establishment financiero y económico y el político-mediático)- es el candidato

demócrata que ganaría más contundentemente a Trump. Sanders está movilizando a la clase trabajadora

blanca y negra y a los jóvenes (personas por debajo de 35 años), compitiendo por el voto de la clase

trabajadora, que es la mayoría de la población estadounidense, y que se ha abstenido en las elecciones

anteriores. A la candidata Clinton, aunque se ha movido a la izquierda debido a la campaña exitosa de

Sanders, se la percibe como una figura del establishment, con escasa capacidad de movilización. De ahí

que su estrategia en las primarias haya sido la de enfatizar la necesidad de romper con la discriminación

contra las mujeres y contra las minorías (estas últimas representan un porcentaje elevado de votantes en

las primarias del Partido Demócrata), antidiscriminación necesaria, según Hillary Clinton, para que ocurra

la integración de las poblaciones vulnerables y marginales dentro del sistema. Sanders, sin embargo,

analiza la necesidad de establecer alianzas y complicidades entre los distintos sectores y componentes de

las clases populares, acentuando la importancia de recuperar la conciencia de clase frente a un adversario

común, el establishment financiero y económico que controla los medios y las instituciones políticas

representativas (ver mi artículo “Race, Gender and Class Polítics in the US Primaries”, CounterPunch,

23.02.16). Esta es la situación en EEUU, que no se presenta de forma adecuada en los medios españoles.

Vicenç Navarro: Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y

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Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

Fuente: http://blogs.publico.es/dominiopublico/16255/fascismo-en-eeuu/

LA COMODIDAD DEL MUNDO OCCIDENTAL SE VE AMENAZADA POR LA

SUPERPOBLACIÓN "Operación Barbarossa 2": Superpoblación y financiación de la Tercera Guerra Mundial http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210369

Peter Koenig

Global Research

Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García

–Las guerras son horribles. Lo único bueno de las guerras es que ayudan a reducir la población mundial.

Estas fueron las palabras que me lanzó a la cara hace poco una persona a la que consideraba cercana. Me

quedé anonadado; le pregunté qué quería decir.

–Bueno, ¿no crees que el mundo está superpoblado?

Me parecía increíble que alguien a quien yo respetaba pudiese pensar así. Bien podían ser los pensamientos

de la gente común que vivía en mi barrio. Tuve que abrir los ojos a una realidad que había ignorado hasta

entonces: los pensamientos secretos y los sueños de las personas; quizás los pensamientos de los grandes

grupos empezaban a desvelarse. Pensamientos que solo se expresan en un entorno de familiaridad, o tal

vez ‘bajo la influencia de’, que suele ser cuando las verdades más interiores saltan a la primera plana.

* * *

La superpoblación es una egocéntrica fantasía occidental. El confortable mundo occidental tiene miedo de

verse obligado a compartir algunos de sus excesos con los pobres subhumanos de los llamados países en

desarrollo de Asia, África y América latina, los continentes que, sin prisa y sin pausa, están emergiendo

después de haber sido expoliados durante cientos de años por precisamente aquellos mismos colonialistas

occidentales que hoy claman contra la superpoblación y financian guerras en todo el mundo como una

nueva forma de colonialismo.

Según la Organización Mundial de la Alimentación de Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés) el

actual potencial agrícola del mundo podría alimentar hasta a 12.000 millones de personas; las únicas

condiciones son que los alimentos no estén sujetos a la especulación y que sean distribuidos

adecuadamente. Pero no es así. Quienes especulan con los alimentos de origen vegetal en Estados Unidos

y Europa tienen el poder de fijar los precios mediante el hambre –controlan literalmente quién puede vivir

y quién debe morir–.

Según el Banco Mundial, el 80 por ciento del alza de los precios de los alimentos indujo la hambruna de

2008-2009 que ocasionó la muerte de dos millones de personas en Asia y África. Hace tres semanas, en

los últimos días de febrero, el gobierno suizo recomendó a sus votantes que rechazaran la iniciativa de los

socialistas contra la especulación con los alimentos: “si prohibimos la especulación, los especuladores

abandonarán Suiza y conseguirán sus beneficios económicos en cualquier otro país”. Con el dominante

pensamiento neoliberal el lema es: ‘Profit über alles, para la ética no hay lugar’. Ciertamente, el pueblo

suizo cumplió y rechazó la iniciativa con un margen cercano al 67 por ciento. Los centros financieros suizos

de Zurich y Ginebra controlan a algunos de los mayores especuladores con los alimentos en el mundo. El

obsceno negocio ligado a las prácticas especulativas de la Place Finance Suisse* está vivo y goza de buena

salud.

Los pensamientos y los deseos ocultos de reducción de la población y guerras lejanas son muy

probablemente el resultado inconsciente de décadas de espantosa propaganda occidental que ha buscado

de uno u otro modo la aceptación popular de que las guerras son necesarias, de que la guerra es algo

normal, de que la guerra es algo que la gente ha tenido desde “el comienzo”. ¿Desde el comienzo de qué?

Con toda certeza, desde el comienzo de la atrozmente violenta y movida por la codicia era judeocristiana,

hace unos 6.000 años.

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La guerra es la quintaesencia de nuestra existencia occidental, la última búsqueda del poder universal. Y

la guerra es esencial para la supervivencia de nuestro sistema económico occidental basado en el

crecimiento. La guerra crea la necesidad de nuevas guerras y conflictos armados: la guerra impulsa una

feroz espiral de dependencia del conflicto. En nuestras economías occidentales hemos creado una

dependencia de la guerra tan burda que, por ejemplo, la economía estadounidense (sic) no podría subsistir

sin la guerra. Las guerras matan y destruyen; la reconstrucción crea crecimiento. Las matanzas en masa

ayudan a disminuir la población mundial, un objetivo clave de la flor y nata de la elite, como los Rockefeller,

financieros de organizaciones semiclandestinas como la Sociedad Bilderberg.

La justificación de conflictos y masacres interminables es precisamente lo que los medios occidentales

están transmitiendo cada día: terror que debe ser combatido con guerras. Si no existe suficiente terror

para dar racionalidad a la guerra, debe ser fabricado mediante operaciones con bandera falsa. Occidente

ha perfeccionado la tecnología de construcción de falsas identidades; ha conseguido tanta credibilidad que

las masas piden a gritos más protección policial y militar, tanta credibilidad que las masas quieren más

guerras lejanas, en lugares de ultramar, más guerras para su protección, para la protección de su

comodidad; tanta credibilidad que las sociedades occidentales renuncian de buen grado a sus derechos

civiles a cambio de más protección policial y militar. Como ejemplo de esto, recordemos los “ataques

terroristas” de enero y noviembre de 2015 en París. El presidente Hollande está tratando de introducir en

la constitución francesa un Estado de Emergencia permanente. Hasta ahora, esos intentos han sido

bloqueados en el Parlamento.

La propaganda, tanto ahora como en ese momento, difunde el miedo. Cuando el hombre tiene miedo es

más vulnerable y puede ser manipulado con más facilidad.

La Operación Barbarossa 2

Echemos una mirada al excelente análisis de Christopher Black sobre la preparación del ataque a Rusia –

esto es, el inicio de la Tercera Guerra Mundial–, lo que él llama “Operación Barbarossa 2: el gambito

báltico” (en Operation Barbarossa 2: The Baltic Gambit, publicado por NEO y Global Research); aquí hay

algunos pensamientos complementarios sobre el parecido de esta operación con la Operación Barbarossa

original –nombre cifrado del ataque a Rusia perpetrado por Hitler en la Segunda Guerra Mundial– (véase

el mapa a continuación).

En estos momentos, abundan las similitudes entre lo que Chris Baker llama Barbarossa 2 y la Barbarossa

original. Desde el apoyo de los Grandes Negocios Corporativos (GNC) y Wall Street (WS) al impulso fascista

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del poder mundial, la campaña de propaganda y mentiras de las seis enormes corporaciones mediáticas

del sionismo anglosajón hasta las mismas operaciones para financiar la guerra.

“La Segunda Guerra Mundial mató a más de 50 millones de personas, de las cuales alrededor de la mitad

eran rusas; fue financiada por la Reserva Federal de Estados Unidos vía WS y el Banco Internacional de

Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), con sede en Basilea, Suiza”**; el libro –Bankgeschäfte mit dem

Feind - Die Bank für Internationalen Zahlungsausgleich im Zweiten Weltkrieg (1997, de Gian Trepp, en el

que se basa esta nota del periódico alemán Neue Rheinische Zeitung, describe minuciosamente las

transacciones realizadas pero, sorprendentemente, ya no está disponible, y aparentemente nunca ha sido

traducido al inglés. Sin embargo, el libro The Tower of Bassel complementa y corrobora muy bien lo

explicado por Trepp.

Tanto en la Primera Guerra Mundial como en la Segunda –y, Dios no lo permita, la Tercera– fuimos –y

seríamos– dirigidos hacia el Este. El primer objetivo sería Rusia. China ya está en el camino de ataque y

conquista de estos elitistas de clase. La elite del CBB está guiando al Pentágono y, por extensión, a los

aliados-vasallos de Washington que forman la OTAN. Esta flor y nata que pretende gobernar el mundo se

esconde detrás de nefastas organizaciones como la sociedad Bilderberg, la Comisión Trilateral. El Consejo

de Relaciones exteriores (CFR, por sus siglas en inglés), la Casa Chatham, el Foro Económico Mundial, y

otras más.

Los Clinton, los Kerry, lo Obama, los Hollande y los Cameron de este mundo, como también quienes están

a la cabeza del instigador Consenso de Washington, la Reserva Federal de EEUU, el Banco Mundial, el FMI

y el llamado Banco Central Europeo, juntos con los CEO de Wall Street, el complejo industrial militar, los

medios de comunicación de masa, la industria farmacéutica –solo por nombrar algunos– son miembros de

la mayor parte de estas organizaciones semi-clandestinas e interconectadas.

Muchos de sus dirigentes son sionistas o respaldan al mundo del sionismo. Todos ellos están unidos en lo

más alto a través de uno de los pactos más opacos y siniestros: la francmasonería cuyo símbolo es el

triángulo con el ojo vigilante en su ángulo superior, tal como aparece en el billete de un dólar. Son los

creadores de la Reserva Federal y nuestro fraudulento sistema monetario occidental de casino. Ellos ya

están gobernando el mundo. El lazo se está apretando día tras día hasta el punto de no retorno, si

Nosotros, el Pueblo, lo permitimos.

Y así llegamos a las analogías entre la Segunda Guerra Mundial y los preparativos para una Tercera. En

los años treinta del siglo pasado y durante toda la 2ªGM, IBM, que era una de las más grandes

corporaciones de Estados Unidos, colaboró estrechamente con Hitler ayudándole a organizar el Holocausto

mediante el recuento, el registro y finalmente el transporte de los judíos a los campos de exterminio de

Auschwitz y otros con sus máquinas computadoras con tarjetas perforadas.1

Fue así como el fundador de IBM, Thomas Watson, recibió la Cruz al Mérito (la más alta condecoración

alemana de segunda clase) concedida por Adolf Hitler. Entre otras empresas colaboradoras están las

automotrices Ford y General Motors, el gigante de la industria química Du Pont, así como el imperio

mediático de Randolph Hearst, por nombrar unas pocas, admiradoras todas del Führer por su disciplinador

liderazgo. Estas corporaciones cerraron los ojos a las atrocidades de los nazis ante la perspectiva de

provechosos negocios. El Estados Unidos corporativo proporcionó el arsenal del nazismo hitleriano.

Hoy día, lo mismo que en aquellos tiempos, El Estados Unidos corporativo, la Europa corporativa, y la

corporación mediática occidental, codo a codo, promueven y apoyan una propuesta fascista para denigrar

y aplastar a una Rusia independiente y no alineada; después será China. Todo con la finalidad de alcanzar

el pleno dominio de la totalidad de los recursos y la población mundiales formulada en el ‘Plan para un

Nuevo Siglo Estadounidense’ (PNAC, por sus siglas en inglés).

Una de las matanzas occidentales mas recientes empezó en febrero de 2014 en la plaza Maidan de Kiev

con el –ahora bien documentado– golpe de Estado de instigación nazi en Ucrania contra el presidente

democráticamente elegido Viktor Yanukovych, para instalar en su lugar un gobierno fascista y continuó

con la inculpación de Rusia por la consiguiente “guerra civil”. En realidad, se trata de una masacre en

Ucrania con apoyo de la OTAN en la zona oriental de Donbass en la que han muerto por lo menos 40.000

personas –civiles, en su mayor parte– y otros dos millones han debido dejar su casa para buscar refugio

en otro sitio. El objetivo de esta letal iniciativa occidental es doble: por un lado, mover a la OTAN

acercándola a Moscú, y por el otro, privatizar la riqueza agrícola y mineral de Ucrania por los capitales

occidentales.

¿Quién está financiando ‘Barbarossa 2’, la aventura bélica de Estados Unidos y la OTAN en

preparación de la Tercera Guerra Mundial?

El costo de la operación es difícil de estimar pero podría rondar fácilmente el billón (es decir, un millón de

millones o, lo que es lo mismo, un 1 seguido de 12 ceros) de dólares, o más. Aquí es donde podrían entrar

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la Reserva Federal de EEUU (FED) y el Banco Central Europeo (ECB, por sus siglas en inglés) –y donde se

daría la similitud con la Operación Barbarossa de 1941, en la que la FED, vía Wall Street y el Banco

Internacional de Pagos financiaron a Hitler en su Holocausto y su guerra contra Rusia–. ¿Podría explicar

esto la tolerancia del ECB respecto de algunos países de la Eurozona –Francia e Italia; posiblemente

Polonia y otros– en los dos últimos años, imprimiendo más euros de los que permitirían las normas del

Banco Central Europeo? Este ‘nuevo’ dinero –creado con esta canción–, por lo menos 500.000 millones de

euros (por encima de lo permitido por las alícuotas de la Eurozona) sería para comprar bonos

gubernamentales, por lo tanto, para financiar endeudamientos gubernamentales.

Con lo que vamos sabiendo ahora sobre cómo se financió la Segunda Guerra Mundial, ¿sorprendería acaso

si la FED –gobernada por Wall Street– y el ECB (recordar que Mario Draghi fue ejecutivo de Goldman

Sachs) siguieran instrucciones de Washington y cerraran los ojos ante las limitaciones de endeudamiento

de la Eurozona para crear, como hace la FED con el dólar, euros sin valor para financiar una futura Tercera

Guerra Mundial? Esto no sería otra cosa que una copia de la fórmula FED / WS / BIS para financiar al

Segunda Guerra Mundial. Como siempre, el Imperio del Caos está bailando en dos bodas distintas:

financiando una nueva guerra contra Rusia mediante un endeudamiento impuesto por Washington a sus

aliados-vasallos de la UE, sancionando a Rusia mediante los mismos aliados-vasallos europeos, que

aceptan de buen grado las nefandas consecuencias económicas que ellos mismos han de sufrir, mientras

la maquinaria de la guerra de la excepcional nación Estados Unidos de América recogerá los beneficios de

su industria armamentística y mientras Obama no impedía que los representantes empresariales

estadounidenses asistieran al Foro Internacional Empresarial de Rusia que tuvo lugar en San Petersburgo

el pasado junio.

¿Cuándo abriremos los ojos –“Nosotros, el Pueblo”– a estas flagrantes atrocidades humanas y a los

engaños de una siempre manipuladora elite?

Notas al pie:

* En francés en el original. (N. del T.)

** Este párrafo forma parte de la nota en alemán que puede verse

en http://www.nrhz.de/flyer/beitrag.php?id=21134 (N. del T.)

1. Véase (http://www.amazon.com/IBM-Holocaust-Strategic-Alliance-Corporation-

Expanded/dp/0914153277/).

Peter Koenig es economista y analista en temas de geopolítica. Formó parte del personal del

Banco Mundial trabajando mucho en todo el mundo en los campos del medio ambiente y los

recursos hídricos. Escribe regularmente para Global Research, ICH,

RT,Sputnik, PressTV, CounterPunch, TeleSur, The Vineyard del blog The Saker y otros sitios de

Internet. Es autor de Implosion – An Economic Thriller about War, Environmental Destruction

and Corporate Greed, una obra de ficción basada en hechos reales y en la experiencia de 30

años de desempeño en el Banco Mundial en todo el planeta. También es coautor de The World

Order and Revolution! – Essays from the Resistance.

Fuente: http://www.globalresearch.ca/operation-barbarossa-2-overpopulation-and-the-funding-of-

world-war-iii/5514066

“SI HOY HUBIERA UN GOLPE EN ESTE BRASIL DEMOCRÁTICO SERÍA UN TIPO DE GOLPE

INSTITUCIONAL” http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-295399-2016-03-25.html Rousseff asegura que el intento de destituirla a través de un impeachment no tiene sustento legal. “Pueden investigarme del derecho y el revés, que no van a encontrar nada.” La mandataria enfatiza que no va a renunciar. “Me piden que renuncie para evitarse el mal trago de tener que echar de forma ilegal a una presidenta elegida.”

Por Darío Pignotti Desde Brasilia “Es muy triste que hoy se cumplan 40 años del golpe de Estado en la Argentina, y al mismo tiempo debemos estar muy alegres de que ahora los argentinos tengan un sistema democrático. Los golpes cambian sus características con el correr de tiempo, si hoy hubiera un golpe en este Brasil democrático

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sería un tipo de golpe institucional”. Esa fue la primera respuesta de la presidenta Dilma Rousseff durante una entrevista de casi 100 minutos ofrecida ayer en la amplia mesa de madera circular de su despacho del tercer piso del Palacio del Planalto. Dilma está sentada junto a una pared blanca en lo alto de la cual hay un escudo brasileño. Pide que enciendan el aire acondicionado, “si no, nos vamos a freír”, mientras los mozos ofrecen jugo de naranja natural. Es una mañana calurosa, característica del otoño brasileño: lo atípico es que hasta el inicio del encuentro no se vieron grupos hostiles al gobierno y la democracia merodeando el palacio, que ha sido hostilizado casi a diario con consignas que van desde el “impeachment ya” hasta “S.O.S Fuerzas Armadas”. “Nosotros tuvimos golpes militares en América Latina en aquellos años setenta, conozco lo que pasó en la Escuela de Mecánica de la Armada... ahora no se dan esos golpes, ahora tratan de romper el delicado tejido democrático...alimentan la intolerancia...buscan romper el pacto (social) basado en la Constitución de 1988”. Ella afirma que no se puede voltear a un presidente de la república legítimamente electo, salvo que se pruebe que cometió crimen de responsabilidad (en el ejercicio del mandato). “Si no hay pruebas contra mí, (para sustanciar el impeachment) esto es golpe, golpe contra la democracia”, reforzó la mandataria ante una pregunta de Página/12, el único diario latinoamericano que participó en el encuentro junto a The New York Times, Le Monde, El País, The Guardian y Die Zeit. “En una democracia tenemos que reaccionar de forma democrática. Recurriremos a todos los instrumentos legales para dejar claro las características de este golpe. Pero yo les recomiendo que se pregunten a quiénes beneficia esto, muchos de los cuales ni siquiera han aparecido aún en escena”. Mientras subimos del segundo al tercer piso del palacio por una rampa helicoidal (con la firma del arquitecto modernista-comunista Oscar Niemeyer), la misma por la que Lula, cabizbajo, y Dilma descendieron el jueves pasado cuando aquél fue puesto en funciones de ministro, un asesor habla del carácter “aguerrido” de la presidenta a medida que se cierra el cerco para destituirla. Bastante delgada a fuerza de andar en bicicleta por las mañanas y el estrés de enfrentar una conspiración por día, Dilma no tiene el semblante de alguien abatido. Antes bien lo contrario. Viste una blusa bordó y negra completada con una gargantilla dorada, poco maquillaje, pintura en los labios pero no en la uñas. Sobria, pero sin ser monacal. Cuando se la indaga sobre la posibilidad de que renuncie al cargo alza la voz y responde mirando con firmeza a uno de los corresponsales. “Me piden que renuncie. ¿Por qué? ¿Por ser una mujer frágil? No, no soy una mujer frágil. Mi vida no fue eso. Piden que renuncie para evitarse el mal trago de tener que echar de forma ilegal a una presidenta elegida” Asegura que los enemigos del gobierno subestiman su capacidad de enfrentar las adversidades. “Ellos piensan que yo estoy completamente afectada, presionada, desestructurada, y no lo estoy, es verdad que no lo estoy. Yo tuve una vida muy complicada, tenía 19 años (inicio de la década del 70, militaba en una organización armada) cuando estuve tres años presa. Acá la prisión no era nada leve, era muy pesada, tal vez similar a la de Argentina, aunque creo que la de Argentina fue un poco peor porque el asesinato de personas allá fue más generalizado. Pero en Brasil también hubo muchas muertes. Entonces si uno compara, verá que yo ya luché en aquella época en condiciones mucho más difíciles que las de ahora que estamos en democracia. Esta situación es más segura. Yo voy a luchar, no voy a renunciar, para sacarme de acá van a tener que probar (que hubo violación de la ley). Por eso digo que tenemos que reaccionar, por eso la consigna de la gente que me apoya es no va a haber golpe”. Recuerda que el mentor del “impeachment” (juicio político) contra ella es el jefe de Diputados, Eduardo Cunha, titular de varias cuentas comprobadas en Suiza en las que fueron depositados cinco millones de dólares de posibles sobornos cobrados para mediar contratos en Petrobras. En contraste, sigue Dilma, desde que comenzó su segundo gobierno en 2014, y como parte de lo que considera una campaña para derrocarla con acusaciones insustentables, “he sido investigada debida e indebidamente por la prensa y por todo el mundo. Pueden investigarme del derecho y el revés, que no van a encontrar nada”. Señala que el impeachment “legalmente es algo muy débil”. “Y surge porque el presidente del Congreso, Eduardo Cunha, dijo que si no votábamos en contra de una investigación contra él, ponía en marcha el proceso”. “No tengo sentimiento de culpa. En fin, aquí en Brasil te detienen por tener perro y por no tenerlo, así que no sé cuál es la respuesta correcta. Seguro que me critican por no deprimirme. Y duermo muy bien. Me acuesto a las diez de la noche y me levanto a las seis menos cuarto de la mañana”.

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Vallas reforzadas, agentes de seguridad apostados en puntos estratégicos de la Plaza de los Tres Poderes, en el centro de la ciudad, y controles de metales más exhaustivos para ingresar a la sede de una administración que, sitiada, se atrinchera en defensa de la democracia. “No pasarán”, garantiza la jefa del gobierno, asumiendo que el gigante sudamericano está ante una eventual guerra política de desenlace incierto. Tanto ella como su compañero Luiz Inácio Lula da Silva, “el mayor líder político” del país, cayeron en la cuenta de que el campo opositor –jueces, medios, banqueros y partidos conservadores– desde comienzos de marzo evolucionó de una fase desestabilizadora en la que se combinaban obstrucciones parlamentarias con denuncias aparatosas, al golpismo sin ambages. En este ascenso destituyente creció el protagonismo del juez Sergio Moro, una suerte de templario que se exhibe batiendo su espada (mediática) contra la corrupción, cuando la verdad seca es que lo mueve una ambición menos jurídica que política: la de cazar a Lula, con métodos ilegales, para así dar el tiro de gracia al gobierno. El 16 de marzo ese magistrado de primera instancia interceptó una llamada de Lula y Dilma, la que un par de horas después entregó a la cadena opositora cadena Globo. Con una edición mañosa de esa grabación superpuesta a otras pinchaduras facilitadas por el juez, Globo agitó a la audiencia y la incitó a volcarse a las calles, generando otra noche de furia. Hay sectores que, montados en la efervescencia del público antidilmista, “estimulan la violencia, estimulan la agresión a los ministros (en restoranes y aviones), a diputados, eso tiene un nombre, eso se llama fascismo”, sostiene la presidenta del Partido de los Trabajadores. Miembros del gabinete consideran que esa intercepción de la llamada telefónica ordenada por Moro no fue sólo una espolada para excitar a las hordas, con ella también buscó impedir que Lula asuma al día siguiente su cargo de ministro. Y lo logró porque otro magistrado opositor determinó la “suspensión” del nombramiento que sigue en vigor por lo menos hasta la semana próxima. Al comprobar el incendio causado por las pinchaduras, lo que incluyó una generalizada crítica de juristas y hasta de miembros de la Corte, Moro dijo que su actitud era comparable a lo ocurrido en los años 70 en Estados Unidos bajo la presidencia de Richard Nixon. De alguna manera Moro pareció querer equiparar la caída de Nixon en el 74, envuelto en el escándalo de Watergate, con su anhelado fin anticipado de la mandataria petista. Mal informado, el popular juez que según algunos sondeos tiene más de 15 por ciento de intenciones de voto para presidente, fue desmentido ayer por Dilma. “Alegar el antecedente norteamericano es ridículo, porque el gran invasor de las conversaciones era el presidente de la república que grababa a quien entraba (Casa Blanca), mientras acá en Brasil lo que pasó fue que un juez de primera instancia graba a la presidenta de la república”, disparó ayer. Anteayer lo había acusado de violar la “seguridad nacional”. “La actitud correcta debiera haber sido enviar la grabación al Supremo Tribunal Federal” que es el único órgano que tiene competencia para juzgar a una jefa de Estado. Sin mencionarlo por su nombre y apellido, Dilma le enrostró a Moro el ser parte de la estrategia de “cuanto peor mejor” pergeñada por la oposición. La intercepción telefónica es algo inaceptable, “El juez tiene que ser imparcial, no puede jugar con las pasiones políticas”.

ENTRE 2002 Y 2013, ARGENTINA EXPORTÓ 158.000 MILLONES DE DÓLARES (EN

POROTO, HARINA Y ACEITE DE SOJA) Veinte años de soja al cuello http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-295357-2016-03-25.html El 25 de marzo de 1996, el secretario de Agricultura de Carlos Menem, Felipe Solá, autorizó con un trámite express el ingreso de la soja transgénica, basado en estudios de Monsanto. Aumentó el uso de glifosato. Record de desmontes y desalojos.

Por Darío Aranda Paseo Colón 982. 25 de marzo de 1996. El gobierno de Carlos Menem autoriza la primera soja transgénica y ya nada volvería a ser igual. Un cambio drástico para la agricultura de Argentina, aprobado en un trámite express de sólo 81 días y en base a estudios de la propia empresa Monsanto. Dos décadas después, el 60 por ciento de la tierra cultivada tiene un solo cultivo y se utilizan, cada año, 200 millones de litros de glifosato. Cuantiosos ingresos para el país, pero también consecuencias: record de desmontes, uso masivo

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de agrotóxicos, desalojos a campesinos y pueblos indígenas, concentración de tierras en pocas manos. Veinte años de una Argentina transgénica. Felipe Solá, secretario de Agricultura de Menem, firmó el expediente de aprobación de la soja transgénica. En 2011, un grupo de seis científicos de distintas disciplinas realizó una lectura del informe. Confirmaron que la autorización no contaba con estudios sobre efectos en humanos y ambiente, la información era incompleta y cuestionaron que el Estado argentino no haya realizado investigaciones propias. “El expediente de aprobación es, desde el punto de vista científico, tendencioso, arbitrario y poco científico. La mayor parte de los resultados en puntos de extrema importancia como consumo humano, o los tests ecotoxicológicos en ratones, pollos y peces, corresponden a las propias investigaciones de Monsanto. Son juez y parte”, denunció Norma Sánchez, profesora titular de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) e investigadora independiente del Conicet. La soja transgénica pasó de seis millones de hectáreas a doce millones (en 2003) y veinte millones (en 2015). Las exportaciones fueron millonarias. El investigador Tomás Palmasino, del Instituto Gino Germani de la UBA, precisó que, entre 2002 y 2013, Argentina exportó 158.000 millones de dólares (en poroto, harina y aceite de soja). En economía se refiere como “externalidades” a las consecuencias no deseadas (y que las empresas no rinden cuentas). El desmonte es una “externalidad” del agronegocio. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (de la ONU), donde participan más de 300 científicos de todo el mundo, alertó en 2014 que el 4,3 por ciento de la deforestación global ocurre en Argentina. Hernán Giardini, de Greenpeace, precisó que, desde 1998 hasta 2014, fueron arrasadas 5.123.065 hectáreas. “Equivale a 300.000 hectáreas por año, una hectárea cada dos minutos”, afirmó Giardini. El 80 por ciento de la deforestación se concentra en Santiago del Estero, Salta, Formosa y Chaco, todas provincias en las que avanzó el modelo agropecuario transgénico. Según los censos agropecuarios de 1988 y 2002, en ese período desapareció el 25 por ciento de las explotaciones agropecuarias (104.000 fincas). Hay coincidencia de científicos sociales en que el número de chacras siguió en caída, pero no hay censo agropecuario completo desde hace catorce años. Datos del INTA confirman la concentración de tierras: el dos por ciento de las explotaciones agropecuarias cuenta con el 50 por ciento de la tierra cultivable. La Red Agroforestal Chaco Argentina (Redaf) es un espacio interdisciplinario donde confluyen quince organizaciones que trabajan en el Norte del país. Releva los conflictos de tierra y ambientales que suceden en la región conocida como “Chaco argentino” (Formosa, Santiago del Estero, Chaco, este de Salta, norte de Santa Fe y Córdoba). En marzo de 2013 publicó su informe “Conflictos sobre tenencia de tierra y ambientales”. Relevó 248 disputas territoriales, que afectan a 1.580.580 personas en una superficie de 11.824.660 hectáreas. La mayoría de los conflictos relevados (ocho de cada diez) se inició a partir del año 2000. “Coincidiendo con el impulso del modelo agroexportador y la expansión de la frontera agropecuaria en la región chaqueña”, señala en las conclusiones. Redaf explica que para el sector privado (empresarios y productores capitalizados) y el Estado, “lo que está en juego es la imposición de una forma de producción basada en el agronegocio en gran escala, destinado sobre todo a la exportación. La tierra les representa un bien económico necesario para producir con rentabilidad, sin importar los costos ambientales, culturales y sociales que impliquen”. La Red de Médicos de Pueblos Fumigados precisó que el uso de agrotóxicos pasó de 30 millones de litros (en 1990) a 300 millones anuales en 2011 (200 millones son glifosato). De dos litros del herbicida glifosato por hectárea se incrementó a entre ocho y doce litros. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, en su reciente publicación “Los plaguicidas agregados al suelo y su destino en el ambiente”, advirtió que los agroquímicos permanecen durante meses en el suelo, afectan cursos de agua, y cuestionan que Argentina es el país con más uso de químicos y menos “eficiente” en la producción de granos. “El actual modelo de agricultura industrial o modelo extractivo ha pretendido que la química (los plaguicidas) controle a la biología, simplificando así la toma de decisiones. Sin embargo, dentro de este modelo, no se ha tenido en cuenta que el uso excesivo de plaguicidas pone en serio riesgo al recurso suelo”, afirmaron los investigadores del INTA. Andrés Carrasco, científico que en 2009 confirmó los efectos letales del glifosato y luego sufrió un ataque de las corporaciones transgénicas (fallecido en 2014), definió al modelo de agriculturaquímica en Argentina como un “experimento masivo a cielo abierto”.

EN LA CEPAL ENCENDIERON LAS ALARMAS http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-295377-2016-03-25.html

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Llama a potenciar el sesgo contracíclico de la política fiscal, porque una política fiscal procíclica acentúa el ciclo económico y puede afectar los derechos sociales y económicos de la población si los niveles de gasto social se reducen. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pidió proteger los avances sociales logrados en los últimos años en la región ante un escenario de menor crecimiento económico. Según su informe Panorama Social de América Latina 2015, en 2014 la tasa de pobreza fue de 28,2 y la tasa de indigencia de 11,8 por ciento, pero el organismo estima que el año pasado la pobreza habría aumentado a 29,2 por ciento y la tasa de indigencia a 12,4 por ciento. En términos absolutos eso significa que América latina tendría 175 millones de personas en la pobreza y 75 millones en la indigencia. “Si queremos lograr el primer objetivo de Desarrollo Sostenible, que llama a poner fin a la pobreza en todas sus formas, América latina debe generar más empleos de calidad, con derechos y protección social, cautelar el salario mínimo y proteger el gasto social, que muestra una merma en su ritmo de crecimiento”, sostuvo Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Cepal. En el informe, presentado el martes en Santiago de Chile, se expone la situación actual en términos de pobreza y distribución del ingreso, sobre la base de los datos disponibles al año 2014. De acuerdo con las estimaciones de la Cepal, las tasas medias de pobreza e indigencia no se alteraron en forma significativa en el conjunto de la región entre 2012 y 2014, lo que, a la luz del contexto económico actual, plantea dudas respecto de las posibilidades de progreso en estos ámbitos en los próximos años. Sin embargo, la desagregación de las cifras al nivel de los países da cuenta de avances logrados por varios de ellos en la disminución de los indicadores de pobreza e indigencia, así como de retrocesos en otros países. En el promedio de los países que cuentan con información reciente, el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, pasó de 0,497 en 2013 a 0,491 en 2014. Ahora bien, al comparar las últimas cifras disponibles con las de inicios de la década de 2010, se constata una reducción más significativa. En 2010 el coeficiente regional se situaba en 0,507, por lo que hasta 2014 acumuló una caída del 3,2 por ciento a una tasa anualizada de 0,8 por ciento. En ese período se registraron variaciones estadísticamente significativas en nueve de los 16 países considerados. Las reducciones más importantes fueron en Uruguay (-2,7 por ciento anual), Argentina (-2,3) y Ecuador (-2,2 por ciento). La Cepal advierte que los avances registrados en los últimos años corren riesgo, tal como se observa en el crecimiento de 2015. Luego agrega que en América latina se ha observado históricamente un sesgo procíclico de la política fiscal, así como del gasto público y el gasto social en particular. Por ese motivo, el organismo llama a potenciar el sesgo contracíclico de la política fiscal, principalmente porque una política fiscal procíclica acentúa el ciclo económico y puede afectar los derechos sociales y económicos de la población si los niveles de gasto social se reducen. En esta edición del Panorama Social se reafirma ese llamado, pero haciendo énfasis en que, en términos generales, el gasto social debería ser neutro respecto del ciclo económico: “los servicios de calidad para garantizar derechos sociales como la educación, la salud y la protección social no deben depender del ciclo económico. Sin embargo, considerando la magnitud de las brechas que persisten en la región en esas áreas y la necesidad de avanzar en la construcción de un sistema de protección social universal, se recomienda ampliar el gasto social en las fases de prosperidad, con el debido recaudo de proteger la estabilidad macroeconómica. Complementariamente, en situaciones de crisis económica, el gasto social debe ser contracíclico en lo que se refiere a los recursos necesarios para asegurar el financiamiento de políticas de erradicación de la pobreza y protección del empleo”, remarca el informe. “Urge explorar nuevas fuentes y mecanismos fiscales de financiamiento que hagan sostenible la política social y los avances alcanzados en el último decenio”, enfatizó la alta funcionaria, al recordar que entre 2002 y 2012 la pobreza se redujo 15,7 puntos porcentuales. A comienzos de los años noventa (1991-1992), el gasto social se situaba en 12,6 por ciento del producto interno bruto (PIB) de la región como promedio ponderado, aumentando a 19,5 por ciento del PIB regional en 2013-2014. El incremento del gasto social como porcentaje del PIB (6,8 puntos porcentuales entre 1991 y 2014) obedece en primer lugar al crecimiento del gasto en seguridad social y asistencia social (3,5 puntos porcentuales), seguido de educación (1,9 puntos porcentuales) y salud (1,5 puntos porcentuales). El documento analiza también la evolución de la distribución del ingreso y las persistentes desigualdades que se manifiestan en el sistema educativo y en el mercado laboral. Entre 2002 y 2014, la gran mayoría de los países lograron mejoras en la distribución del ingreso según el coeficiente de Gini (donde 0 significa plena igualdad y 1 máxima desigualdad). El coeficiente pasó de 0,497 en 2013 a 0,491 en 2014, mientras que en 2010 era de 0,507. Pese a este descenso, en 2014 el ingreso per cápita de las personas del 10 por ciento de mayores ingresos fue 14 veces superior que el del 40 por ciento de menores ingresos.

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En el estudio, la desigualdad también es medida según los resultados de escolaridad en los diferentes tramos de ingresos de la población. Así, a pesar de los importantes avances registrados en acceso y inclusión, en especial en la educación primaria y secundaria, persisten brechas significativas: mientras un 80 por ciento de los jóvenes de 20 a 24 años del quintil de mayores ingresos habían concluido la secundaria en 2013, sólo 34 por ciento de las personas de igual edad del quintil de menores ingresos tuvieron el mismo logro. Las desigualdades, plantea la Cepal, se hacen más patentes al cruzar otras variables. Si se miden, por ejemplo, los ingresos laborales mensuales promedios según sexo, raza, etnia y años de escolaridad, se observa que los ingresos laborales medios de los hombres no indígenas ni afrodescendientes cuadruplican a los de las mujeres indígenas y duplican a los de las mujeres afrodescendientes. Según la comisión, el 80 por ciento de los ingresos totales de los hogares latinoamericanos provienen del trabajo. Por ello, el empleo de calidad, con derechos y protección social, “es la llave maestra para la igualdad, eje de la integración social y económica, y mecanismo fundamental de construcción de autonomía, identidad, dignidad personal y ampliación de la ciudadanía”, señala el estudio. En el informe se revisan 58 programas públicos de inclusión laboral y productiva de 21 países de la región, que buscan ampliar las oportunidades de trabajo para la población en situación de pobreza y vulnerabilidad. Se trata de iniciativas importantes, dice el organismo, pero su éxito depende tanto del aumento de la escala de esos programas como de su articulación con otros instrumentos de la política social, económica, productiva y de mercado de trabajo. En toda la región, agrega la Cepal, deben persistir los esfuerzos de promoción del trabajo decente, entre ellos, los de formalización del empleo y de las empresas, de fortalecimiento de los salarios mínimos y de acceso a la protección social, en los que se incluya la igualdad de género como objetivo transversal. Finalmente, el estudio examina la institucionalidad para el desarrollo social existente en la región. Junto con destacar sus avances en los últimos 25 años, enfatiza la necesidad de potenciarla para mejorar la calidad de las políticas en términos de impacto, eficiencia, sostenibilidad, participación y transparencia. Aboga, asimismo, por la construcción de sistemas integrales de cuidado como un pilar fundamental de la protección social en América latina.

OBAMA Y LA ECONOMÍA CUBANA: ENTENDER LO QUE NO

SE DIJO Cortesía de envío: Graciela Ramirez <[email protected]

Por: Agustín Lage Dávila

Tuve la oportunidad de participar en varios encuentros con la delegación que acompañó alPresidente Obama y escucharlo en tres intervenciones; y siento ahora el deber de compartir con mis compañeros lo que interpreté de lo que se dijo, y también de lo que no se dijo, pues en política lo que se deja de decir suele ser tan importante como lo que se dice. Hay dos direcciones complementarias de pensamiento para interpretar esta visita y todo el proceso de intento de normalización de las relaciones: interpretar lo que significa para una valoración del pasado, e interpretar lo que significa para una proyección hacia el futuro. De cara al pasado es evidente que el proceso de normalización recién iniciado en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos hay que interpretarlo como una victoria mayúscula del pueblo

revolucionario y socialista cubano, de sus convicciones, de su capacidad de resistencia y sacrificio, de su cultura, de su compromiso ético con la justicia social; así como también como una victoria de la solidaridad con Cuba de América Latina. Hay cosas que nos resultan tan evidentes a los cubanos que a veces olvidamos subrayarlas. Se inició esta normalización en vida de la generación histórica que hizo la Revolución, y conducida por líderes de esa misma generación. Implicó un reconocimiento de la institucionalidad revolucionaria cubana, reconocimiento que no hubo hacia el Ejército Libertador en 1898, ni hacia el Ejército Rebelde en 1959 (si lo hubo, sin embargo, hacia las dictaduras de Gerardo Machado y Fulgencio Batista). Incluyó un reconocimiento explícito de los logros de la Revolución, al menos en Educación y Salud (que fue lo que se mencionó) Incluyó un reconocimiento explícito a la ayuda solidaria de Cuba hacia otros pueblos del mundo, y su aporte a causas nobles tales como la salud mundial, y la eliminación del apartheid en África.

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Incluyó una aceptación explícita de que las decisiones sobre los cambios y los modelos socioeconómicos en Cuba corresponden exclusivamente a los cubanos, que tenemos (hemos ganado) el derecho a organizar nuestra sociedad de manera diferente a como otros lo hacen. Implicó la declaración del abandono de la opción militar y subversiva, así como la intención de abandonar la coerción, como instrumentos de la política norteamericana hacia Cuba. Expresó el reconocimiento del fracaso de las políticas hostiles contra Cuba de las administraciones precedentes, lo que implica (aunque no fuese declarado así) el reconocimiento de resistencia consciente del Pueblo Cubano, ya que las políticas hostiles solamente fracasan ante las resistencias tenaces. Reconoció el sufrimiento que el bloqueo ha causado al Pueblo Cubano. No partió este proceso de concesiones cubanas en uno solo de nuestros principios. Tampoco en los reclamos de cese del bloqueo y devolución del territorio ilegalmente ocupado en Guantánamo. Incluyó el reconocimiento público de que los Estados Unidos estaban aislados en América Latina y en el mundo por su política hacia Cuba. No creo que haya nadie medianamente lúcido e informado en el mundo que pueda interpretar este proceso de normalización en curso como otra cosa que no sea una victoria de Cuba en su diferendo histórico con los Estados Unidos. De cara al pasado es esa la única interpretación posible. Ahora bien, de cara al futuro las cosas son más complejas, y hay al menos dos interpretaciones extremas posibles, y sus variantes intermedias: La hipótesis de la conspiración perversa

La hipótesis de las concepciones divergentes sobre la sociedad humana

En las calles de Cuba se discute hoy sobre ambas. Alerto al lector en este punto que no voy a argumentar por ahora a favor o en contra de una de estas dos hipótesis, o de las combinaciones diversas de ambas. Los acontecimientos futuros se encargarán de hacerlo, y cada cual sacará “sus propias conclusiones” en este “pasaje a lo desconocido”. Quienes se adhieren a la hipótesis de la conspiración perversa ven las palabras del Presidente Obama como una falsa promesa o un sutil engaño que responde a un plan concebido para que abramos las puertas al capital norteamericano y a la influencia de sus medios de comunicación; para que permitamos la expansión en Cuba de un sector económicamente privilegiado, que con el tiempo se iría transformando en la base social de la restauración capitalista y el renunciamiento a la soberanía nacional. Serían los primeros pasos del camino de retorno hacia la Cuba de ricos y pobres, dictadores y mafiosos, que teníamos en los años 50. Los cubanos que piensan así, tienen derecho a hacerlo: hay muchos hechos en la historia común que justifican esa enorme desconfianza. Son conocidos y no necesito enumerarlos aquí. Mucha gente recuerda la famosa frase atribuida al Presidente Franklin D. Roosevelt cuando dijo del dictador nicaragüense Anastasio Somoza: “Tal vez Somoza sea un hijo de puta, pero es

nuestro hijo de puta”. Ciertamente ni el Presidente Obama, ni las actuales generaciones de norteamericanos de buena voluntad (que hay muchos) tienen la culpa, como personas individuales, de las primeras etapas de esa trayectoria histórica. Pero también es innegable que esa historia está ahí, y que impone condicionamientos a lo que ellos pueden hacer, y a nuestra manera de interpretar lo que ellos hacen. Los procesos históricos son mucho más largos que una vida humana, y eventos ocurridos hace muchas décadas influyen en nuestras opciones de hoy, porque condicionan actitudes colectivas que tienen una existencia objetiva, relativamente independiente de las ideas y las intenciones de los líderes. Aún distanciando al Presidente Obama de las políticas agresivas e inmorales de administraciones precedentes, que organizaron invasiones, cobijaron terroristas, estimularon asesinatos de líderes cubanos e implementaron el intento de rendir por hambre al Pueblo Cubano; aún estableciendo esa distinción, no se puede olvidar que Obama solo no es la clase política de los Estados Unidos. Hay muchos otros componentes del poder ahí, que siempre han estado presentes, lo están hoy, y lo estarán cuando termine el mandato de Obama dentro de algunos meses, y en el futuro previsible. Los estamos viendo en la campaña electoral en curso.

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Para ser honesto con todo el que lea esta nota, debo reconocer que el Presidente Obama no dio aquí la impresión de ser el articulador de una conspiración perversa, sino la de ser un hombre inteligente y culto, que cree en lo que dice. Lo que sucede entonces es que las cosas en las que él cree (con todo su derecho) son diferentes a las que creemos nosotros (también con todo nuestro derecho). Esa es la segunda hipótesis, la de las concepciones divergentes sobre la sociedad humana, las cuales fueron muy evidentes en todos los momentos de la visita a Cuba del Presidente Obama y su delegación, en todo lo que se dijo, y también en lo que se dejó de decir. Fue muy claro que la dirección principal de la relación de los Estados Unidos con Cuba estará en el campo de la economía, y dentro de este, la estrategia principal será relacionarse con el sector no estatal y apoyarlo. Fue muy claro, en el discurso y en los mensajes simbólicos, en tomar distancia de la economía estatal socialista cubana, como si la propiedad “estatal” significase propiedad de un ente extraño, y no propiedad de todo el pueblo como realmente es. En la necesidad de que exista un sector no estatal en la economía cubana no tenemos divergencias. De hecho la expansión del espacio de los cuentapropistas y las cooperativas es parte de la implementación de los Lineamientos surgidos del 6º Congreso del Partido. Donde está la divergencia es en el rol que debe tener ese sector no estatal en nuestra economía: Ellos lo ven como el componente principal de la economía; nosotros lo vemos como un complemento al componente principal que es la empresa estatal socialista. De hecho hoy ese sector no estatal, si bien se acerca a ser el 30% del empleo, no alcanza a aportar el 12% del PIB, lo que indica su carácter limitado para la generación de valor agregado. Ellos lo hacen equivaler a “la innovación”; nosotros lo vemos como un sector de relativamente bajo valor agregado. La innovación está en la alta tecnología, la ciencia y la técnica, y

sus conexiones con la empresa estatal socialista. El espíritu innovador del pueblo cubano se expresó en estos años de muchas otras maneras, tales como el desarrollo de la biotecnología y sus medicamentos y vacunas, la formación masiva de informáticos en la UCI, la agricultura urbana, la revolución energética y otros muchos logros del periodo especial, nada de lo cual se mencionó en los discursos de nuestros visitantes. Ellos ven el emprendimiento privado como algo que “empodera” al pueblo; nosotros lo vemos como algo que empodera a “una parte” del pueblo, y relativamente pequeña. El protagonismo del pueblo está en las empresas estatales, y en nuestro gran sector presupuestado (que incluye la salud, la educación, el deporte, la seguridad ciudadana) que es donde se trabaja realmente para todo el pueblo y donde se genera la mayoría de la riqueza. No se puede aceptar el mensaje implícito de hacer equivaler el sector no estatal con “el pueblo cubano”. Eso no fue dicho de esa manera tan brutal, pero se interpreta del discurso de una forma demasiado clara. Ellos separan tácitamente el concepto de “emprendimiento”, y el de propiedad estatal. Nosotros vemos en el sector estatal nuestras principales opciones de emprendimientos productivos. Así lo explicamos en el Foro de empresarios al ilustrar la organización en que trabajo (El Centro de Inmunología Molecular) como “una empresa con 11 millones de accionistas”. Ellos ven al sector no estatal como una fuente de desarrollo social; nosotros lo vemos en un rol doble, pues también es una fuente de desigualdades sociales (de lo que ya tenemos evidencias, como ilustran los recientes debates sobre los precios de los alimentos), desigualdades que habrá que controlar con una política fiscal reflejo de nuestros valores. Ellos creen en la función dinamizadora de la competencia (aunque este concepto ha sido cuestionado ya incluso por ideólogos serios de la economía capitalista). Nosotros conocemos su función depredadora y de erosión de la cohesión social, y creemos más en la dinámica que proviene de programas de país. Ellos creen en que el mercado distribuye eficientemente la inversión respondiendo a la demanda; nosotros creemos que el mercado no responde a la demanda real sino a la “demanda solvente”, y profundiza las desigualdades sociales. Ellos se apoyan en la trayectoria de desarrollo empresarial de los Estados Unidos, cuya economía despegó en el Siglo XIX, en condiciones de la economía mundial que son irrepetibles hoy. Nosotros sabemos que las realidades de los países subdesarrollados de economía dependiente son otras, especialmente en el Siglo XXI, y que el desarrollo económico y científico-técnico no ocurrirá a partir

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de pequeños emprendimientos privados en competencia, ni intentando reproducir la trayectoria de los países hoy industrializados, con 300 años de diferencia. Sería la receta de la perpetuación del subdesarrollo y la dependencia, con una economía diseñada como apéndice y complemento de la economía norteamericana, cosa que ya ocurrió en el Siglo XIX, cuando esa dependencia nos sumió en el monocultivo y cerró el camino de la industrialización. Para entender eso sirve la Historia, y por ello no podemos olvidarla. Emprender el camino de la convivencia civilizada “con nuestras diferencias”, implica conocer bien a fondo y por todo el Pueblo Cubano, dónde es que están esas diferencias, para poder evitar que decisiones puntuales aparentemente racionales ante problemas económicos tácticos, nos puedan llevar a errores estratégicos; y peor aún, que otros nos empujen a ello, a través de las cosas que se dicen y las que no se dicen. Supimos evitar esos errores en los inicios del periodo especial, ante la desaparición del campo socialista europeo y la marea ideológica neoliberal de los 90. Sabremos hacerlo mejor ahora. La convivencia civilizada ciertamente nos aleja del riesgo y la barbarie de la guerra (militar y económica), pero no nos exonera de dar la batalla en el plano de las ideas. Necesitamos vencer en esa batalla de ideas para poder vencer en la batalla económica. La batalla económica del Siglo XXI cubano se dará en tres campos principales: 1. El de la eficiencia y capacidad de crecimiento de la Empresa Estatal Socialista, y la inserción de esta en la economía mundial 2. El de la conexión de la ciencia con la economía a través de empresas de alta tecnología, con productos y servicios de alto valor añadido que enriquezcan nuestra cartera de exportaciones

3. El de la limitación consciente de la expansión de las desigualdades sociales, a través de la intervención del Estado Socialista

En esos campos se decidirá el Siglo XXI de los cubanos. La batalla de ideas consiste en consolidar pensamiento y consenso sobre hacia donde queremos ir, y sobre los caminos concretos para llegar. Las aguas del estrecho de La Florida no deben ser un campo de conflicto bélico, y es muy bueno para todos que así sea, pero esas aguas seguirán separando por mucho tiempo dos concepciones diferentes de la convivencia humana, de la organización de los hombres para la vida social y el trabajo, y de la distribución de sus frutos. Y también es muy bueno que así sea. Nuestro ideal de sociedad humana está enraizado en nuestra experiencia histórica y en el alma colectiva de los cubanos, sintetizada magistralmente por el pensamiento de José Martí. Él estudió y entendió mejor que nadie en su tiempo la sociedad norteamericana y dijo: “nuestra

vida no se asemeja a la suya, ni debe en muchos puntos asemejarse”. La creencia básica del capitalismo, incluso en los que así lo creen honestamente, es la construcción de prosperidad material basada en la propiedad privada y la competencia. La nuestra se basa en la creatividad movida por los ideales de equidad social y solidaridad entre las personas, incluidas las generaciones futuras. Nuestro concepto de sociedad es el futuro, y aunque el futuro se demore, atrapado en los condicionamientos objetivos del presente, sigue siendo el futuro por el que hay que luchar. La propiedad privada y la competencia son el pasado, y aunque ese pasado siga existiendo necesariamente dentro del presente, pasado sigue siendo. Hay que saber siempre ver los conceptos que están detrás de las palabras que se dicen, y las razones que están detrás de las palabras que no se dicen. La batalla por nuestro ideal de convivencia humana estará en las manos de las actuales generaciones de jóvenes cubanos, que enfrentarán en su tiempo desafíos diferentes a los de las generaciones revolucionarias del Siglo XX, pero igualmente grandes y trascendentales, y también más complejos. Al analizar la complejidad de sus desafíos les confieso que quisiera ingresar otra vez en la Unión de Jóvenes Comunistas, cuyo carnet (Nº7784, de 1963) tengo ahora mismo sobre mi mesa. Sigo siendo comunista, pero he de aceptar que ya no puedo seguir siendo “joven”. Pero si puedo compartir con los jóvenes el análisis de lo que hoy se dice, y la develación de lo que no se dice, y construir junto con ellos las herramientas intelectuales que necesitamos para las batallas que vienen. José Martí escribió en abril de 1895: “De pensamiento es la guerra mayor que se nos

hace: Ganémosla a pensamiento”.

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MSc. Iris Maura Menéndez Pérez. Delegada ICAP Villa Clara Carretera Central no 81 e/ Doblevía y Cortina. Tel: (53-42) 203147 / 202041 E-mail: [email protected] http://www.facebook.com/iris.menendez1 https://twitter.com/IrisMenendez1

ROMPER EL SILENCIO: HA EMPEZADO UNA GUERRA MUNDIAL x John Pilger

http://www.lahaine.org/mundo.php/romper-el-silencio-ha-empezado

Entre los más grandes apoyos de la "progresista" Clinton están los

grupos de presión israelíes y los fabricantes del armamento que alimenta

la violencia en Oriente Medio

He estado filmando en las islas Marshall, que están en medio del océano

Pacífico, al norte de Australia. Cada vez que le digo a alguien dónde he

estado me preguntan "¿Dónde es eso?". Si doy una clave diciendo "Bikini",

dicen "Ah, el traje de baño".

Pocas personas parecen estar enteradas de que el bañador llamado bikini

tiene ese nombre para celebrar las explosiones nucleares que destruyeron

el atolón de Bikini. Entre 1946 y 1958, EEUU hizo estallar 66 artefactos

nucleares -el equivalente a 1,6 bombas de Hiroshima cada día durante 12

años- en las islas Marshall.

Hoy día Bikini está en silencio, transformado y contaminado. Las palmeras

crecen formando una extraña cuadrícula. Nada que se mueva, No hay

pájaros. Las lápidas del viejo cementerio son focos vivos de radiación. El

contador Geiger aplicado a mis zapatos marcaba "peligro".

De pie en la playa veía caer el agua verde esmeralda del Pacífico por la

pendiente de un enorme agujero negro. Se trata del cráter dejado por la

bomba de hidrógeno a la que llamaron "Bravo". La explosión envenenó a

las personas y el medio ambiente en cientos de kilómetros, posiblemente

para siempre.

En el viaje de regreso, hice escala en el aeropuerto de Honolulu; en el

puesto de la prensa, vi la revista estadounidense Women's Health (La

salud de la mujer). En la portada, una sonriente mujer en bikini y el titular:

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"Tú también puedes tener un cuerpo bikini". Unos días antes, en las

Marshall, yo había entrevistado a mujeres que tenían muy diferente

"cuerpo bikini". Todas ellas habían sufrido cáncer de tiroides y otros

cánceres posiblemente mortales.

Al contrario de la mujer que sonreía en la revista, todas ellas eran pobres:

las víctimas y cobayas de una superpotencia rapaz que en estos

momentos es más peligrosa que nunca.

Relato esta experiencia a modo de advertencia y para poner fin a una

distracción que tantos de nosotros hemos consumido. El creador de la

propaganda moderna, Edward Bernays, describía este fenómeno como "la

manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones" de las

sociedades democráticas. Él llamaba a esto "gobierno invisible".

¿Cuántas personas tienen conciencia de que ha empezado una guerra

mundial? Hoy en día, se trata de una guerra de propaganda, de mentiras

y distracción, pero esto puede cambiar en cualquier momento, con la

primera orden equivocada o el primer misil.

En 2009, el presidente Obama se presentó ante una multitud en actitud de

adoración en el centro de Praga, en el corazón de Europa. Se comprometió

a construir "un mundo libre de armas nucleares". La gente lo ovacionó y

algunos lloraban. Los medios derramaron un torrente de lugares comunes.

Después de esto, a Obama se le concedió el Premio Nobel de la Paz.

Todo era una patraña. Obama estaba mintiendo.

Su administración ha construido más armas nucleares, más ojivas

nucleares, más sistemas de lanzamiento de armas nucleares, más

fábricas de armas nucleares. Solo el gasto en cabezas nucleares aumentó

más durante el gobierno de Obama que con cualquier otro presidente de

EEUU. En 30 años se ha gastado más de un billón de dólares -un millón

de millones, es decir, un 1 seguido de 12 ceros-.

Hay planes para la construcción de una bomba nuclear en miniatura; se la

conoce como la B61 modelo 12. Nunca ha habido nada parecido. El

general James Cartwright, ex vicepresidente del Estado Mayor Conjunto,

29

dijo: "La miniaturización nuclear [hace que el uso de esta] arma sea más

posible".

En los últimos 18 meses, la mayor concentración de tropas desde la

Segunda Guerra Mundial -comandada por EEUU- se está desplegando a

lo largo de la frontera occidental rusa. Desde la invasión de la Unión

Soviética por los ejércitos de Hitler, ninguna fuerza militar extranjera ha

montado semejante amenaza demostrable contra Rusia.

Ucrania -una vez integrante de la Unión Soviética- se ha convertido en un

parque temático de la CIA. Después de haber orquestado un golpe de

Estado en Kiev, Washington controla de hecho a un régimen que está al

lado de Rusia y es hostil a ella. Un régimen literalmente plagado de nazis.

Las figuras parlamentarias prominentes de Ucrania son descendientes

políticos de los conocidos grupos fascistas OUN [Organización de

Nacionalistas Ucranianos] y UPA [Ejército Insurgente Ucraniano]. Elogian

públicamente a Hitler y llaman a la persecución y expulsión de la minoría

rusohablante.

Esta noticia casi no existe en Occidente, o es tergiversada para quitarle la

carga de verdad.

En Letonia y Estonia -países vecinos de Rusia- el poder militar de EEUU

está desplegando fuerzas de combate, tanques y armamento pesado. Esta

provocación extrema de la que es objeto la segunda potencia nuclear del

globo es recibida en Occidente sin que se haga oír una sola voz.

Lo que constituye una perspectiva de guerra nuclear todavía más peligrosa

es una campaña paralela contra China.

Casi no pasa un día en el que no se coloque a China en el estatus de

"amenaza". Según el almirante Harry Harris, comandante estadounidense

de la zona Pacífico, China está "levantando un gran muro de arena en el

mar de China Meridional". Se refiere a la construcción de pistas de

aterrizaje en las islas Spratly, que son objeto de disputa con Filipinas, una

disputa que pasó desapercibida hasta que Washington presionó y sobornó

al gobierno de Manila, y el Pentágono lanzó una campaña propagandista

llamada "libertad de navegación".

30

¿Qué significa esto en realidad? Significa que los barcos de guerra

estadounidenses tengan libertad para patrullar y dominar el litoral marítimo

chino. Trate usted de imaginar cuál sería la reacción de EEUU si buques

de guerra chinos hiciesen lo mismo frente a las costas de California.

Yo rodé una película llamada The War You Don't See (La guerra que

usted no ve) en la que entrevisté a distinguidos periodistas de EEUU y

Gran Bretaña: reporteros como Dan Rather, de CBS; Rageh Omar, de la

BBC; o David Rose, de The Observer. Todos ellos dijeron que si los

periodistas y presentadores de radio y TV hubiesen hecho su trabajo y

cuestionado la propaganda que sostenía que Sadam Hussein poseía

armas de destrucción masiva; si los periodistas no hubiesen amplificado

las mentiras de George W. Bush y Tony Blair y no se hubieran hecho eco

de ellas, la invasión de Iraq en 2003 posiblemente no habría ocurrido, y

cientos de miles de hombres, mujeres y niños hoy estarían vivos.

En principio, la propaganda que está preparando el terreno para una

guerra contra Rusia y/o China no es muy diferente. Que yo sepa, ningún

periodista de los medios de "la corriente dominante" occidental -un

equivalente a Dan Rather, digamos- pregunta por qué China está

construyendo aeródromos en el mar de China Meridional.

La respuesta saltaría a la vista. EEUU está rodeando a China con una red

de bases militares, misiles balísticos, unidades de combate, aviones de

bombardeo que transportan bombas nucleares. Este mortífero arco, que

comprende Australia, las islas del Pacífico, las Marianas y Guam, Filipinas,

Thailandia, Okinawa, Corea del Sur y, ya en Eurasia, también Afganistán

e India. EEUU ha puesto un dogal en el cuello de China. Pero esto no es

noticia. Silencio mediático; guerra mediática.

Con mucho secretismo, en 2015, EEUU y Australia realizaron los mayores

ejercicios aeronavales de los últimos años, fueron conocidos como 'Sable

talismán'. Su finalidad era mejorar los planes de guerra aeronaval y de

bloqueo de corredores marítimos -como los estrechos de Malaca y de

Lombok- para cortar el acceso de China al petróleo, al gas y a otras

materias primas de Oriente Medio y África.

En el circo conocido como la campaña presidencial estadounidense,

Donald Trump aparece como un loco, un fascista. Ciertamente, es

31

detestable, pero también es alguien que odia a los medios. Esto solo ya

despertaría nuestro escepticismo.

Los puntos de vista de Trump sobre la inmigración son grotescos, pero no

mucho más que los de David Cameron. Trump no es el Gran Deportador

de EEUU; sí lo es el ganador del Premio Nobel de la Paz, Barack Obama.

Según un gran comentarista liberal, Trump está "desencadenando las

fuerzas oscuras de la violencia" de EEUU. ¿Desencadenándolas? Este

es el país donde los bebés le disparan a su madre y la policía está

empeñada en una guerra asesina contra los estadounidenses negros. Este

es el país que ha atacado y tratado de derribar a más de 50 gobiernos,

muchos de ellos elegidos democráticamente, y bombardeado desde Asia

a Oriente Medio, provocando la muerte y la miseria de millones de

personas.

Ningún país puede igualar este sistemático récord de violencia. La mayor

parte de las guerras de EEUU (casi todas ellas contra países indefensos)

no han sido iniciadas por presidentes republicanos sino por demócratas

liberales: Truman, Kennedy, Johnson, Carter, Clinton, Obama.

En 1947, una serie de directivas del Consejo de Seguridad Nacional (NSC,

por sus siglas en inglés) describieron los principales objetivos de la política

exterior de EEUU como [la construcción de] un mundo sustancialmente

hecho a nuestra propia imagen". La ideología era mesianismo

estadounidense. Todos éramos estadounidenses. U otra cosa. Los herejes

serían convertidos, subvertidos, comprados, difamados o aplastados.

Donald Trump es un síntoma de esta actitud, pero también es un disidente.

Dice que la invasión de Iraq fue un crimen; él no quiere entrar en guerra

con Rusia y China. Para nosotros, el peligro no es Trump sino Hillary

Cliton. Ella no es una disidente. Ella personifica la resiliencia y la violencia

de un sistema cuyo cacareado "excepcionalismo" es totalitario con un

ocasional rostro liberal.

Según se acerque el día de las elecciones, Clinton será saludada como la

primera mujer en la Oficina Oval, sin que importen sus crímenes y

mentiras; tal como fue alabado Barack Obama por ser el primer presidente

32

negro, y los progresistas se tragaron sus tonterías sobre la "esperanza". Y

las bobadas continúan.

Descrito por el columnista de The Guardian Owen Jones como

"divertido, encantador, con una falta de formalidad de la que escapan

prácticamente todos los políticos", al día siguiente Obama envió unos

drones para asesinar a 150 personas en Somalia. Acostumbra a matar los

martes, según el New York Times, cuando le entregan una lista de

candidatos a ser asesinados por medio de drones. Es un tío muy legal.

En 2008, en su campaña presidencial, Hillary Clinton amenazó a Irán con

"destruirlo completamente" con armas nucleares. Como secretaria de

Estado en el gobierno Obama, ella participó en el derribo del gobierno

democrático de Honduras. Su contribución en la destrucción de Libia, en

2011, fue casi jubilosa. Cuando el líder libio, el coronel Gaddafi, fue

sodomizado en público con un cuchillo -un crimen que solo fue posible

gracias a la logística estadounidense-, Clinton se regodeó diciendo:

"Nosotros llegamos, lo vimos y él murió".

Una de las más estrechas aliadas de Clinton es Madeleine Albright, la ex

secretaria de Estado, que ha atacado a algunas jóvenes mujeres por no

apoyar a "Hillary". Es la misma Madeleine Albright que celebró

infamemente por la televisión la muerte de medio millón de niños iraquíes

diciendo "valió la pena".

Entre los más grandes apoyos de Clinton están los grupos de presión

israelíes y las empresas fabricantes del armamento que alimenta la

violencia en Oriente Medio. Ella y su marido han recibido una fortuna

proveniente de Wall Sreet. Aun así, ella está a punto de ser consagrada

candidata de las mujeres para deshacerse del maligno Trump, el demonio

oficial. Entre las seguidoras de Hillary hay distinguidas feministas: como

Gloria Steinem, de EEUU, y Anne Summers, de Australia.

Hace una generación, una corriente de pensamiento postmoderno ahora

conocido como "política identitaria" hizo que muchas personas inteligentes

y de mente progresista se inhibieran de analizar las causas y las figuras

que ellas apoyaban -los impostores Obama y Clinton; los falsos

movimientos progresistas como Syriza, en Grecia, que traicionaron al

pueblo de ese país y se aliaron con sus enemigos.

33

La autoabsorción -una especie de exaltación de mí mismo- se convirtió en

el nuevo Zeitgeist (tiempo del espíritu) en las privilegiadas sociedades

occidentales y marcó la desaparición de los grandes movimientos contra

la guerra, la injusticia social, la desigualdad, el racismo y el sexismo.

Hoy en día, la larga siesta podría estar acabando. La juventud está

volviendo a despertar. Poco a poco. Los miles de jóvenes que en Gran

Bretaña apoyaron a Jeremy Corbyn como líder laborista forman parte de

este despertar, al igual que aquellos que acudieron para apoyar al senador

Bernie Sanders.

No obstante, la semana pasada, en Gran Bretaña, el aliado más cercano

a Jeremy Corbyn, su tesorero en la sombra John McDonnell, implicó a un

gobierno laborista en la cancelación de la deuda de la banca pirata y, de

hecho, en la continuación de la llamada austeridad.

Y en EEUU, Bernie Sanders prometió apoyar a Clinton en el caso de que

sea nominada. Él, también, ha votado por el empleo de la fuerza contra

algunos países cuando, según su parecer, sea "correcto". Dice que Obama

ha hecho "un gran trabajo".

En Australia hay una especie de política de la morgue, en la que se

suceden tediosos juegos parlamentarios interpretados por los medios

mientras los refugiados y los pueblos originarios son perseguidos y crece

la desigualdad, al mismo tiempo que el peligro de una guerra. El gobierno

de Malcom Turnbull acaba de anunciar el llamado presupuesto de la

defensa de 195.000 millones de dólares, que es un impulso en la dirección

de la guerra. El debate no existe. Silencio.

¿Qué ha pasado con la gran tradición de la acción directa popular sin las

limitaciones de los partidos? ¿Dónde están el coraje, la imaginación y el

compromiso necesarios para iniciar un largo viaje hacia un mundo mejor,

justo y pacífico? ¿Dónde están los disidentes en el arte, el cine, el teatro,

la literatura?

¿Dónde están aquellos que harán pedazos el silencio? ¿O estamos

esperando a que se dispare el primer misil nuclear?

34

Esta es una versión corregida de un discurso que John Pilger

pronunció en la Universidad de Sydney, Australia; su título era

'Ha empezado una guerra mundial'.

Counterpunch. Traducción del inglés para Rebelión de Carlos

Riba García. Extractado por La Haine

Texto completo en: http://www.lahaine.org/romper-el-silencio-ha-

empezado

ESTRATEGIA SECRETA DEL TERROR x Manlio Dinucci http://www.lahaine.org/mundo.php/estrategia-secreta-del-terror Quienes manejan los hilos no son islamistas sino los mismos que acaparan todos los poderes afirmando que esa es la única manera de luchar contra el terrorismo El 5 de febrero de 2003, el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, protagonizaba una farsa ante el Consejo de Seguridad de la ONU, en una sesión transmitida por television al mundo entero. Powell presentaba pruebas de que el Irak de Saddam Hussein disponía de un gigantesco arsenal de armas prohibidas (biológicas, nucleares y químicas), que tenía relaciones con los autores de los atentados del 11 de septiembre y que incluso los protegía. Durante su intervención, impresionó a todo el mundo presentando un frasco que supuestamente contenía ántrax iraquí. Años más tarde, Colin Powell confesó que todas aquellas pruebas –fotos satelitales, intercepciones de conversaciones telefónicas, informes de inteligencia y testimonios– eran falsas y que él mismo había mentido deliberadamente ante la comunidad internacional. EEUU invadió y destruyó Irak, matando más de un millón de iraquíes, sin que Washington haya tenido que responder por sus mentiras ni por su crimen. ________________ «El enemigo que se esconde en oscuros rincones del mundo», como lo definió en 20001 el presidente George W. Bush, sigue acumulando víctimas. Las más recientes cayeron en Bruselas. El terrorismo es un «enemigo diferente al que hemos enfrentado hasta ahora», presentado durante una emisión de televisión transmitida en vivo al mundo entero, el 11 de septiembre de 2001, con las imágenes apocalípticas del derrumbe de las Torres Gemelas. En aras de eliminar ese enemigo, lo que el propio Bush identificó como «la lucha colosal del Bien contra el Mal» aún prosigue hoy en día. Pero cada vez que se corta una cabeza a la hidra del terror, le crecen otras. ¿Qué hacer? En primer lugar, no creer lo que nos han contado durante casi 15 años. Empezando par la versión oficial del 11 de septiembre, ya aplastada bajo el peso de las pruebas científicas; pruebas que Washington, al no lograr refutarlas, descarta simplemente calificándolas de «conspiracionismo» [o «complotismo»]. Los peores ataques terroristas perpetrados en Occidente presentan 3 signos distintivos. - Primeramente, la puntualidad. El ataque del 11 de septiembre de 2001 tiene lugar cuando EEUU ya había decidido –como reportaba el New York Times el 31 de agosto de 2001– desplazar hacia Asia el centro de su estrategia para contrarrestar el acercamiento entre Rusia y China: menos de un mes después –el 7 de octubre de 2001, bajo el pretexto de perseguir a Osama bin Laden, supuesto cerebro del 11 de septiembre, EEUU inicia la guerra contra Afganistán, primera etapa de una nueva escalada guerrerista. Actualmente, el ataque terrorista de Bruselas se produce cuando EEUU y la OTAN se preparan para ocupar Libia, pretextando la necesidad de eliminar la amenaza que el Emirato Islámico representa para Europa.

35

- Segundo, el efecto del terror. La masacre, cuyas imágenes se repiten constantemente en los medios de prensa, crea un estado de opinión favorable a la intervención armada que supuestamente eliminará la amenaza. Sin embargo, nadie habla de masacres terroristas mucho peores, como las perpetradas hace 2 meses en Damasco. - Tercero, la firma. Paradójicamente, el «oscuro enemigo» siempre se toma el trabajo de firmar los ataques terroristas. En 2001, con Nueva York todavía envuelta en el humo de las Torres Gemelas, se difunden fotos y biografías de los 19 miembros de al-Qaeda autores de los secuestros de los aviones, varios de ellos ya conocidos del FBI y la CIA. Lo mismo sucede en Bruselas, en 2016: antes de haber identificado todas las víctimas, se identifica a los autores de los atentados, ya conocidos de los servicios secretos. ¿Es acaso posible que los servicios secretos, empezando por la tentacular «comunidad de inteligencia» estadounidense –que se compone de 17 agencias federales con agentes en el mundo entero–, sean realmente tan ineficientes? ¿O será, por el contrario, que los engranajes de la estrategia del terror son muy eficientes? No escasean los ejecutores: vienen de los movimientos terroristas etiquetados como islamistas, armados y entrenados por la CIA y financiados por Arabia Saudita para destruir el Estado libio y fragmentar la República Árabe Siria, con la complicidad de gobiernos europeos. En esa caldera es posible reclutar tanto kamikazes, convencidos de que estar inmolándose por una santa causa, como profesionales de la guerra o simples delincuentes que serán «suicidados», haciéndolos estallar por control remoto durante la acción, y cuyos documentos de identidad siempre aparecen –como sucedió en la matanza de Charlie-Hebdo. También es posible facilitar la formación de células terroristas, que alimentan de forma autónoma la estrategia del terror creando un clima de estado de sitio, como hoy sucede en los países europeos miembros de la OTAN, clima que justifica nuevas guerras, que se librarán bajo las órdenes de EEUU. Otra variante es recurrir a las falsificaciones, como se hizo con las «pruebas» sobre las armas de destrucción masiva que Colin Powell mostró al Consejo de Seguridad de la ONU el 5 de febrero de 2003. Pruebas que a la larga resultaron falsas, fabricadas por la CIA para justificar la «guerra preventiva» contra Irak [1]. ________________ [1] «Discours de M. Powell au Conseil de sécurité de l’ONU » (7 partes), por Colin L. Powell, Réseau Voltaire, 11 de febrero de 2003. Il Manifesto / Red Voltaire Texto completo en: http://www.lahaine.org/estrategia-secreta-del-terror

UN PAÍS INSOSTENIBLE ECONÓMICAMENTE: REGRESO DEL DEBATE DE LOS AÑOS 90

DEL SIGLO XX El debate sobre el Estado: no importa el tamaño sino la eficacia http://www.cronista.com/3dias/El-debate-sobre-el-Estado-no-importa-el-tamano-sino-la-eficacia-20160401-0013.html Macri heredó un Estado mucho más grande y complejo que el que recibió Kirchner hace más de una década. En porcentaje del PBI, el gasto público casi se duplicó desde 2002 a la fecha. Pero los expertos coinciden en que, más allá de su dimensión, la discusión debe centrarse en su rol social y eficiencia para administrar los recursos públicos. por CARMEN LÓPEZ IMIZCOZ

Con un déficit fiscal global de 7% del PBI, una presión tributaria de 36% del producto y

el compromiso legal de que el endeudamiento futuro no financie gastos corrientes (como

salarios), el debate sobre el tamaño del Estado vuelve a cobrar protagonismo, especialmente ante

la ola de despidos de empleados públicos.

36

Si en los próximos 10 meses el Gobierno mantiene el comportamiento del primer bimestre,

cuando desaceleró fuerte el gasto, el déficit fiscal primario -antes del pago de intereses- del año

llegaría a $ 240.000 millones, un nivel similar al de 2015. Pero ese quizás sea un escenario

demasiado optimista.

En cambio, si entre marzo y diciembre los ingresos y gastos crecen al mismo ritmo, el rojo

primario llegaría a $ 310.000 millones y el déficit global superaría los $ 400.000 millones (5,8%

del PBI), según proyecciones de Analytica.

En tanto, el Ieral proyecta que las necesidades de financiamiento (déficit primario, intereses y

vencimientos de deudas) sumarán unos $ 500.000 millones y unos u$s 6.000 millones

(excluyendo los vencimientos con el Banco Mundial, el BID y otros organismos). "Para el

segmento pesos no está claro todavía cómo se financiarán entre $ 150.000 y 160.000

millones, por fuera de los aportes del Banco Central y la Anses", advierte el instituto de la

Fundación Mediterránea.

Pero más allá del déficit y su financiamiento, al gobierno de Mauricio Macri le toca administrar

un Estado mucho más grande y complejo que el que recibió Néstor Kirchner.

En cuanto a la dimensión, el tamaño del Estado argentino, medido por el porcentaje del PBI

que representa el gasto público en todos sus niveles (Nación, más provincias y municipios), casi

se duplicó desde 2002, su último piso. En particular, el peso del gasto nacional (neto de las

transferencias a las provincias) en el producto se más que duplicó entre su piso de 2004 y su pico

en 2015 (ver infografía).

"Dados los efectos macro y microeconómicos de un mayor déficit, la discusión acerca del tamaño

del Estado debe contemplar que la restricción presupuestaria indica que se debiera gastar en lo

que se puede, que no necesariamente coincide con lo que se quiere, o por lo menos no a largo

plazo", evalúa Ariel Barraud, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). "Las consecuencias

del relajamiento de la restricción presupuestaria o de actuar como si no existiera son

conocidas: más impuestos hoy -legales o por la vía inflacionaria-, o más impuestos

mañana -endeudamiento actual-, o una combinación de ambos. No hay ‘almuerzo gratis’",

agrega.

Sin embargo, Barraud y los expertos en finanzas públicas, en general, coinciden en que no existe

un tamaño ideal para el Estado, ya que depende del rol social que se le asigne, y prefieren

centrar el debate en su efectividad, que depende de la congruencia y la articulación entre sus

organismos. Dicho de otro modo, advierten que la discusión sobre el tamaño del Estado tiene que

considerar simultáneamente la calidad de los bienes y servicios públicos.

En la era kirchnerista, el Estado no sólo creció sino que modificó su composición y ganó

complejidad. Sólo el Estado nacional está compuesto por 18 ministerios del Poder Ejecutivo,

dos cámaras legislativas (diputados y senadores), cuatro organismos del Poder Judicial (Consejo

de la Magistratura, Ministerio Público Fiscal, Corte Suprema), 88 organismos descentralizados,

61 universidades nacionales, cuatro instituciones de la seguridad social (ANSES, RENATEA, etc.),

51 empresas públicas y 23 fondos fiduciarios.

El total de empleados del sector público nacional pasó de 484.000 a fines de 2003, a 779.000

en 2015, es decir, creció 61% hasta representar 17,6% del total de los empleados públicos del país,

con una suba de 40% en la cantidad de planta permanente y 252% en la de contratados.

Pero entre 1989 y 1999, la reducción del empleo público de nivel federal había alcanzado casi

un 70 % (989.000 trabajadores en 1989 contra 298.000 en 1999), en el marco de la privatización

de las empresas públicas y la transferencia de 350.000 empleados de Educación y Salud a las

provincias, principales empleadoras estatales desde entonces. UN ESTADO "TRANSFERIDOR"

De todos modos, contrariamente a lo que suele pensarse, los salarios solo representan poco

más del 10% del gasto del Estado nacional; mientras que las transferencias (jubilaciones y

pensiones, subsidios sociales y económicos destinados a empresas públicas y al sector privado,

37

como los subsidios a las tarifas eléctricas y de gas) se llevan casi tres cuartas partes del

presupuesto. Por eso, algunos expertos como Rafael Flores, presidente de la Asociación Argentina

de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), hablan de un "Estado transferidor".

En este marco, para mejorar la calidad del debate, dos de los think tanks más importantes del país

en políticas públicas, CIPPEC y ASAP, se aliaron para sistematizar toda la información disponible

sobre el sector público nacional no financiero y publicaron "GPS del Estado" (ver recuadro),

una plataforma web y un documento de 55 páginas que analiza el cambio de rol que experimentó

el sector público nacional no financiero (es decir, sin incluir la banca pública) en la era

kirchnerista, en el que opinan una veintena de académicos de diferente extracción. LA COMPOSICIÓN

Entre 2004 y 2014, el gasto del sector público nacional no financiero -compuesto por la

administración nacional, las universidades nacionales, las empresas y entes del Estado y los

fondos fiduciarios- duplicó su tamaño en términos del PBI, que trepó de 13,5% a casi 28% del

producto al finalizar el período, según el GPS.

Aunque perdió peso, la administración pública nacional -que engloba a los poderes Ejecutivo,

Legislativo y Judicial- siguió siendo el principal componente del sector público nacional no

financiero, pasando de 85% en 2004 a 77% en 2014.

El componente del sector público nacional no financiero que creció más fuerte entre 2004 y 2014

fue el de empresas públicas, cuyos gastos quintuplicaron su participación en la estructura del

gasto del sector público nacional no financiero (de 1,9% a 10,2%). El resto de los componentes

crecieron menos que el promedio, por lo que perdieron participación relativa entre 2004 y 2014.

- Administración nacional: entre 2004 y 2015, además de la creación de seis nuevos ministerios,

los cambios más importantes dentro de la administración pública nacional fueron el mayor peso

relativo de la Jefatura de Gabinete y de los Ministerios de Planificación y de Desarrollo Social. En

cambio, los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa y Presidencia redujeron su

participación relativa en el presupuesto de la administración pública nacional.

Si se miran los datos desde la óptica de la finalidad, dentro de los llamados servicios económicos,

las funciones de transporte junto con energía, minería y combustibles explicaron en 2015 el 18,5%

del gasto de la administración pública nacional frente a un 7,4% en 2004. La finalidad que sufrió

la mayor baja relativa fue servicios de defensa y seguridad y, dentro de ella, inteligencia y defensa,

siempre en términos relativos.

En cuanto al tipo de gasto, en el período de estudio varió poco la composición entre corriente

(salarios, subsidios, etc.) y de capital (infraestructura). Los gastos corrientes resignaron apenas

un leve margen de participación (de 90% a 89% de la administración pública nacional) a favor de

los gastos de capital (de 10% a 11%).

Las transferencias corrientes -envíos de dinero sin contrapartida- se mantuvieron como el

principal componente de gasto (de 30% a 29% de la administración pública nacional), pero

cambió su composición: crecieron las destinadas al sector privado -por los subsidios a la energía

y el transporte- en detrimento de las que van al sector público.

- Universidades: entre 2004 y 2014, el gasto de las universidades nacionales pasó de 0,49% del

PBI a 0,92% del producto y se agregaron nueve nuevas universidades nacionales, pasando de 39

a 48.

- Empresas estatales: en 2004 existían 24 empresas y sociedades del Estado, de las cuales en 2014

solo quedaban 12 funcionando. Pero se sumaron 16, entre creadas y reestatizadas, que en total

erogaron en 2014 el 90% del gasto total del subsector.

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- Entes públicos: con respecto a otros entes del sector público nacional, creció levemente el peso

relativo del PAMI y se contrajo el de la AFIP.

- Fondos fiduciarios: se destaca la creación del fondo del sistema de infraestructura de transporte

y del de gas licuado residencial.

COMPARACIONES

No hay un tamaño ideal del Estado, pero pueden hacerse algunas comparaciones. "En los países

más desarrollados -como los Estados Unidos, el Reino Unido, los países nórdicos y Corea del Sur-

, el Estado siempre juega un rol fundamental, no aparece y desaparece en forma pendular", resalta

Gonzalo Diéguez, director del Programa de Gestión Pública de CIPPEC.

En la Argentina, el empleo público, una de las dimensiones del Estado, representa 18% de la

población económicamente activa (los que trabajan o buscan trabajo), por encima del promedio

de la región, que es un 13% (superando a Brasil, Chile o Uruguay), pero por debajo de países

desarrollados como el Reino Unido, Canadá y Francia (que superan el 20%)."Mientras que en los

90 tuvimos ratios de gasto/PIB similares a los de Chile, actualmente el país trasandino gasta de

manera consolidada el equivalente al 25% de su PBI, mucho menos que la Argentina, y su

economía pareciera tener un desempeño mejor y más estable en muchos de los indicadores clave",

evalúa Barraud.

¿UN NUEVO ESTADO?

En una democracia, el modelo de Estado resulta del juego político, con conflictos y consensos.

¿Qué Estado pide ahora la ciudadanía? ¿Cuán difícil será construir ese consenso con la sociedad

fragmentada? "Se tiene la impresión, por la última elección ejecutiva y por cómo habrían sido

recibidas por la opinión pública las últimas medidas fiscales, de que la sociedad escogió un Estado

con amplia presencia, al que si bien le pide que recorte las erogaciones asociadas con el despilfarro

o la corrupción, también le demanda que conserve buena parte de los espacios ganados en la

economía: mantenimiento de los subsidios, una rebaja de impuestos y un Estado que controle y

regule al sector privado", considera Barraud.

Ante este escenario, el Gobierno deberá "buscar un consenso para tomar medidas que hagan más

visible la restricción presupuestaria, pero sin un fuerte recorte de gastos en el corto plazo, es decir

manteniendo el déficit asociado a un Estado todavía relativamente grande, respecto de 2004, por

ejemplo".

Para Diéguez, la ciudadanía se ha vuelto más exigente con el Estado. "No quiere eliminarlo o

correrlo de la escena radicalmente, sino que le exige que regule a los mercados con efectividad y

que administre los recursos con responsabilidad", advierte y considera que la legitimidad relativa

del actual gobierno, producto de un resultado electoral ajustado, hace más compleja la tarea de

adecuación: "Exige articular consensos con actores sociales, políticos, gremiales y económicos

sobre temas en los que la gran mayoría de la ciudadanía estaría de acuerdo: educación y salud de

calidad, servicios de transporte que funcionen muy bien, seguridad ciudadana para reducir la

violencia callejera y políticas económicas que no solo se orienten al crecimiento, sino al desarrollo

del país".

BREVE REFLEXIÓN SOBRE LA DERECHA ORIENTALISTA Y XENÓFOBA EN LOS MEDIOS DE

COMUNICACIÓN ESPAÑOLES http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210487 Antonio Basallote Marín Rebelión

39

“A Occidente le han declarado una guerra y ya es hora de dejar de contemplar a

nuestros muertos como si lo fueran por una catástrofe natural” (Edit Libertad

Digital)

Vivimos desde hace años un proceso de vulgarización cultural e intelectual y de derechización ideológica de los medios de comunicación en España, donde proliferan

los tertulianos “todólogos” (ora islamólogos, ora griególogos; tan eruditos en política nacional como en relaciones internacionales) y los shows televisivos donde, como

diría el profesor Emilio González Ferrín “sobra información y falta formación”. Tanto las principales cadenas televisivas (públicas y privadas) como la radio y la prensa

escrita y digital, están plagada de magazines y boletines que dan cabida a personajes

rebosantes de ignorancia y abanderados de una creciente derecha xenófoba. Como ejemplo de esta tendencia radicalmente xenófoba (islamófoba en especial) y

derechista, fundamentada y alimentada de ignorancia, etnocentrismo, miedo y odio nacionalista, expondré un breve editorial del “periodista” F. J. Los Santos y su medio

“Libertad Digital”. Es seguro que dicho “periodista” no merezca la más mínima consideración a nivel periodístico –ni qué decir tiene en términos intelectuales- más

allá de su peculiar papel de polemista e insultador -por el que desde 2007 ha sido sentenciado en multitud de ocasiones- y del uso propagandístico que haga de su

posición como director y locutor de radio. Ahora bien, no cabe duda de que se trata

de un personaje relevante en cuanto es leído y escuchado, creando opinión pública en sectores de la sociedad española. No hay que desdeñar el peligro que entrañan

“talibanes” de su nivel por cuanto no dejan de reproducirse –y retroalimentarse- y por su apología del odio y del enfrentamiento. Y es que, como diría Norman Khon

(1995: 11) en su obra sobre El mito de la conspiración judía mundial, “es un gran error suponer que los únicos escritores importantes son los que se toman en serio

las personas educadas en sus momentos de mayor cordura. Existe un mundo subterráneo en el que los sinvergüenzas y los fanáticos semicultos elaboran fantasías

patológicas disfrazadas de ideas, que destinan a los ignorantes y los supersticiosos.

Hay momentos en que ese submundo surge de las profundidades y fascina, captura y domina repentinamente a multitudes de gentes normalmente cuerdas y

responsables”.

En efecto, en las tertulias televisivas y la prensa abundan y redundan estos “fanáticos” que esputan con alegría e impunidad todo tipo de ultrajes y falacias sobre

cualquier asunto abordado. El editorial mencionado da buena fe de ello, en un ejemplo cualquiera de los que abundan en los mass media convencionales. Además,

es ilustrativo del recurrente paradigma, esencialista y culturalista, del “Choque de Civlizaciones”, según el cual las relaciones internacionales no estarían determinadas

por la ideología o por intereses económicos sino por aspectos culturales y religiosos. Esta teoría, tan débil epistemológicamente como carente de argumentos rigurosos,

sigue vigente a pesar de haber sido rebatida y analizada desde distintos campos

(véase por ejemplo la acertada crítica de Edward Said en su “Choque de ignorancias”, artículo publicado en The Nation en 2001); ha sido una fuente ideológica fundamental

en la política exterior norteamericana de la era Bush y sigue erigida en verdad absoluta por los sectores más belicosos y beligerantes del neoconservadurismo

estadounidense y de la derecha europea.

Afirma el editorial: “A Occidente le han declarado una guerra y ya es hora de dejar de contemplar a nuestros muertos como si lo fueran por una catástrofe natural” (..)

“es islamista, en tanto que matan en nombre de Alá y siguiendo al pie de la letra los imperativos más sanguinarios que el Corán dicta contra los infieles. Es de temer que

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la reacción a esta nueva matanza del terrismo islámico se limite, como en pasadas ocasiones, a lamentar lo perpetrado sin hacer nada por represaliar y evitar que nos

vuelvan a atacar(http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/la-guerra-en-la-

que-solo-queremos-morir-y-llorar-). El texto reseñado es un nítido ejemplo de la mencionada teoría totalizadora de Huntignton desde la primera frase (“A Occidente

le han declarado una guerra”). Simple, absolutizadora y reduccionista, pero efectiva como eslogan y como consigna para una parte de la sociedad razonablemente

asustada y ávida de claves para entender qué ocurre en Europa y en Oriente Medio. Nada mejor que consignas y esquemas fáciles para gestionar la complejidad y borrar

cualquier incómodo matiz. Esa frase, normativa y etnocéntrica, se explicaría por una parte por la teoría de la alteridad u “Otredad”, según la cual el Otro se realza como

amenaza para fortalecer la identidad propia. Por otra parte, la citada teoría culturalista de Huntington, según la cual Occidente es presentado como una entidad

cultural y civilización homogénea, cerrada y aislada totalmente diferente a las demás.

La cuestión es si existe ese “Occidente”, ¿qué países lo configuran y qué valores constituye? Obviamente se trata de una cuestión retórica. Resulta absurdo y falaz

hablar de Occidente en términos culturales, religiosos y civilizatorios. Entre muchos motivos porque valores “occidentales” –según Huntington- como la “democracia” o

“el libre mercado” existen en el musulmán, porque el islam es parte de los EEUU o de Europa (¿acaso no eran franceses y belgas los terroristas de París y Bruselas?), al

igual que “Occidente” ha moldeado –y está presente en- buena parte del mundo islámico. ¿Cuál es la identidad europea? ¿Exista tal cosa? ¿Cuántas lenguas hay en

el viejo continente? ¿Cuál es el grado diferencial entre la cultura británica y la

alemana, por ejemplo, o entre la española y la húngara o la búlgara? Lo mismo ocurre en el vasto, híbrido y heterogéneo mundo musulmán, donde hay –geográfica, cultural

y sociológicamente-múltiples variedades de Islam (el chino, el turco, el hindú, el negro, el árabe, asiático, etc) con sus respectivas influencias de religiones

preexistentes.

La segunda frase recalcada (“es islamista, en tanto que matan en nombre de Alá y siguiendo al pie de la letra los imperativos más sanguinarios que el Corán dicta contra

los infieles) podría revelar tan sólo el habitual desconocimiento del Islam político o “islamismo”, del Corán y del propio grupo terrorista Daesh.., lo cual no dejaría de ser

grave por cuanto se trata de una supuesta web periodística. Sin embargo parece que en este caso, como en la mayoría de los mass media hay un interés pernicioso en

“seguir el juego” a Daesh, otorgándole el calificativo “islámico”, que el grupo

precisamente pretende detentar de forma exclusiva y en contra de la mayoría de la comunidad musulmana mundial. Así, ¿por qué no dar voz a las manifestaciones

masivas de musulmanes contra el terrorismo? O ¿por qué dar credibilidad y legitimidad a la cita de una sura por parte de algún terrorista y no hacerlo a las que

indican el sentido contrario? En efecto, el Corán, como el A. T, por ejemplo, tiene mensajes contradictorios. Recuerda ese silenciamiento de las manifestaciones

musulmanas de solidaridad con las víctimas y de repulsa al terrorismo al “Principio de la silenciación” de la propaganda goebbliana. Pero sobre todo, se insiste de forma

perniciosa en epitetar el terrorismo de forma injusta y también complaciente con los

terroristas al hablar erróneamente de “terrorismo islámico”. En este sentido coincidimos totalmente con la especialista, socióloga e islamóloga Gema Martín

Muñoz al afirmar que la citada terminología “estigmatiza globalmente a todos los musulmanes, pero además beneficia a los terroristas al identificarlos con todo el

mundo musulmán, que es lo que a ellos les gustaría representar”.

En realidad, como decíamos, ese breve editorial y su medio de información (y de difamación, insistimos) nos ayuda a sintetizar la línea hegemónica actual en los mass

media, enfatizada de manera ultra en periódicos como ABC, La Razón, El Mundo y sus sucedáneos “on line”, con líderes fanatizados tipo “Marhuenda”, “E. Inda” o el

también demandado y condenado en cantidad de ocasiones (por la propia Federación de Asociaciones de Periodistas de España, FAPE, al “faltar a la verdad” y por

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numerosas injurias y calumnias. Una línea editorial unánime en la perspectiva culturalista, orientalista e incluso islamófoba respecto a temas tan candentes como

la inmigración, los refugiados, el Islam o el que hemos abordado de soslayo, el

terrorismo y que sigue al dictado, como decíamos, principios propagandísticos ideados por J. Goebbls, tales como el “principio de simplificación y del enemigo único”

por el que se adopta una única idea, un único símbolo (el Otro, el diferente; en este caso ¿el Islam?) o el de “la vulgarización”: “Toda propaganda debe ser popular,

adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a

realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

Antonio Basallote Marín. Profesor e investigador. Dr. en Interculturad y Mundo Árabe-

Islámico”.

RUBÉN ARMENDÁRIZ/ MERCOSUR: EL GOBIERNO URUGUAYO PROPONE EL SUICIDIO

COLECTIVO http://www.surysur.net/mercosur-el-gobierno-uruguayo-propone-el-suicidio-colectivo/ Hace un par de semanas, se reunieron –informalmente- los coordinadores nacionales de los estados miembros del Mercosur, en su sede de Montevideo. Allí, la presidencia pro-témpore del organismo regional en manos de Uruguay presentó los principales lineamientos políticos para su período a cargo del Mercosur Cuando Mercosur está por cumplir sus 25 años, sorprendió que dentro de estos lineamientos Uruguay propusiera “flexibilizar” el organismo y permitir que los estados miembros puedan negociar unilateralmente acuerdos de libre comercio con países extrazona, sin el consenso ni participación del resto de los socios. El problema es que desde la suscripción del Acuerdo de Asunción esto no está permitido: es “inconstitucional”. La pretendida “flexibilización” del Mercosur es una invitación al suicidio colectivo, ya que no está exenta de grandes costos individuales para cada uno países que lo integran y para el colectivo y el proceso de integración en su conjunto. Algunos coordinadores nacionales presentes en la reunión de Montevideo señalaron que significa un mera degradación del Mercosur como bloque, que quizá hoy es una Unión Aduanera “imperfecta” pero que, de aprobarse este proyecto, se transformaría en un mero Tratado de Libre Comercio(TLC).no al alca Una Unión Aduanera es más que un TLC, ya que además de que exista libre comercio entre sus socios, tiene una política comercial común y un Arancel Externo Común (para todos, pese a que hoy existen algunas excepciones transitorias a la libre circulación de mercancías).Obviamente, un TLC no brinda la posibilidad de profundizar los compromisos en nuevas áreas de interés que permitirían equilibrar los costos y beneficios del proyecto de integración, como por ejemplo la coordinación de políticas macroeconómicas, que serían impuestas desde fuera de la región. Desde el punto de vista del intercambio comercial, recuerdan los expertos, un TLC deja en libertad a sus socios para negociar con terceros. En esas condiciones, el acceso de las actuales estados-parte al mercado de sus socios en condiciones preferenciales se vería menoscabado por las rebajas arancelarias otorgadas por el país que haga nuevos acuerdos comerciales con terceros países, con lo cual los productos originarios del Mercosur perderían parte o todas las condiciones preferenciales que tiene hoy el mercado interno ampliado. Por otra parte, el manejo individual de los aranceles con terceros países introduciría un nuevo factor de distorsión en las condiciones de competitividad en la región, por ejemplo a través de los menores costos de importación de insumos y bienes de capital de las cuales podría gozar aquel país que firme algún TLC con una nación de extrazona, en detrimento de sus actuales socios del Mercosur. Y ya en términos más políticos, la degradación del Mercosur generaría una pésima percepción externa respecto de la estabilidad de las políticas en la región y significaría la ruptura de un proyecto estratégico de gran importancia para una política regional de carácter soberano. Tabaré, el reincidente No es la primera vez que el gobierno de Tabaré Vázquez –junto a su gabinete económico liberal- intenta avanzar con estas modificaciones al funcionamiento del Mercosur: ya en 2006, Uruguay amenazó con

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denunciar el Tratado de Asunción, dejar de ser miembro pleno y se transformara en sólo un “estado asociado” al Mercosur, con el fin de suscribir acuerdos comerciales con EEUU y otros países. En aquella oportunidad también era presidente Tabaré Vázquez, quien solicitó por escrito al presidente brasileño Lula da Silva –en su carácter de presidente pro témpore del Mercosur- la obtención de un “waiver” que le permitiera negociar individualmente acuerdos comerciales con terceros países. Argentina y Brasil se opusieron a la propuesta uruguaya, al más alto nivel político. El segundo intento tuvo lugar luego de la reanudación en 2010 de las negociaciones entre Mercosur y la Unión Europea para avanzar en un TLC birregional. En 2012 Uruguay presentó una propuesta de norma que habilitaba a los estados parte del Mercosur a negociar individualmente nuevos acuerdos y a profundizar aquellos ya existentes con otros países de la región latinoamericana. Esta propuesta también fue descartada de plano, aun cuando los negociadores uruguayos sostenían que si esto no era factible, tenían la intención de avanzar de manera solitaria. Este tercer intento se trata de la presentación de un proyecto de Decisión para ser elevado al Consejo del Mercado Común, el órgano superior del Mercosur. En el mismo se señala que para las negociaciones de nuevos acuerdos comerciales que se encaren de forma conjunta por todos los socios del Mercosur, se propone una nueva “institucionalidad” negociadora: ya no serían los estados miembros los que negocian –con la Presidencia por-témpore de turno a la cabeza- sino que el Grupo Mercado Común designa a un “coordinador permanente de la negociación”, a imagen y semejanza del modelo institucional de la UE, en la que cada negociación tiene un burócrata como responsable. Asimismo, contraviniendo lo que se establece en el Tratado de Asunción y la Decisión CMC 32/00, este proyecto de Decisión permite que los países individualmente puedan realizar acuerdos comerciales con países o regiones de extrazona, con lo que se degrada el Mercosur, en tanto la Unión Aduanera –al perforarse de manera permanente el Arancel Externo Común- y se lo convierte paulatinamente en un mero TLC, tal como lo plantean los intereses de los países centrales.ue mercosur El instrumento fundacional del Mercosur, el Tratado de Asunción, indica que el objetivo último de sus integrantes es el de “constituir un Mercado Común”. La propuesta uruguaya lejos de llevar al Mercosur a su objetivo inicial degrada el Mercado Común a un simple TLC, desde el momento en que los países que eventualmente firmen otros TLC con países extrazona estarán perforando cada vez más y de manera permanente el Arancel Externo Común. Para fortalecer el Mercosur los países debieran ir eliminando las perforaciones el AEC y avanzar definidamente en la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los socios, generando un espacio de acumulación interno a escala regional que permita impulsar los procesos de industrialización y agregado de valor entre los países de la subregión, asegurando preferencias recíprocas en detrimento de los países de extrazona. El camino propuesto por Uruguay lleva inexorablemente un destino similar al de la Comunidad Andina, que luego de flexibilizar su normativa para avanzar con acuerdos comerciales con la UE, prácticamente ha desaparecido. Es una invitación al suicidio colectivo. *Sociólogo, integrante del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

EL IMPEACHMENT Y LA CRISIS BRASILEÑA CARLA FERREIRA Y MATHIAS LUCE http://www.vientosur.info/spip.php?article11149 [Frente a los límites absolutos de la coalición forjada por Lula y sustentada por Dilma Rousseff, la separación de las luchas contra la corrupción y por la democracia puede privar a los trabajadores y al Pueblo de la posibilidad de una alternativa política a la izquierda que abra el horizonte para la constitución de un nuevo bloque histórico. Para una superación de esto, la izquierda brasileña precisará avanzar más allá de sus propios límites, definidos por su campo de experiencias restringidas a una condición política casi siempre marginal y por la burocratización de sus direcciones. El acto de 31 de marzo, que unifica los frentes Povo Sem Medo y Brasil Popular es la determinación de, al mismo tiempo, actuar para detener el impeachment (juicio político) ilegítimo y presionar por la continuidad de la lucha contra la corrupción, mediante una salida por la izquierda, fundamental para la construcción de un país que ofrezca dignidad y justicia para su Pueblo. ] El tema del impeachment es un divisor de aguas que abrirá una nueva coyuntura en Brasil. Si venciera la oposición de derecha, liderada por el acusado por corrupción Eduardo Cunha (PMDB), con el apoyo de la Rede (Red) Globo y la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) mediante una presión de las calles bajo la dirección del protofascista Movimento Brasil Livre (Movimiento Brasil Libre-MBL), las

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condiciones para las luchas de la clase trabajadora serán aún más adversas que las actuales. Si gana la coalición liderada por Dilma Rousseff, permaneciendo las cosas como están, sin una salida alternativa por la izquierda, tampoco esas condiciones podrán mejorar. Por el contrario, van a empeorar, pues el mantenimiento del actual gobierno o cualquier otro que naciera de este impeachment ilegítimo tiene como condición la aceleración de acuerdos de más ajuste fiscal, retirada de derechos y estará comprometido con el fin de las investigaciones por corrupción. Por eso, la lucha para detener el avance de la derecha orgánica y la instauración de un Estado de excepción permanente, controlado por la corrupción de los grupos dominantes que actúan como crimen organizado en el interior del estado, no se puede disociar de las banderas de la democracia y contra la corrupción. En este momento histórico del país, se trata de encontrar el camino que nos lleve a condiciones más favorables para los trabajadores en el contexto de la lucha de clases. La integración de ambas luchas crea el sustrato para la conformación de un nuevo bloque histórico que ofrezca una via alternativa positiva para los trabajadores y para el pueblo brasileño, más allá de los límites del PT. La justicia selectiva afecta a la democracia y tiene por objetivo inmediato cerrar el combate contra la corrupción El agravamiento de la crisis brasileña se produjo debido a una maniobra orquestada por el núcleo duro del Estado. Sectores de la magistratura (jueces) y del Ministerio Público (fiscales) y de la cúpula corporativa de la Policía Federal (delegados) trabajan combinadamente con la burguesía liderada por la FIESP y por la intelectualidad orgánica del conjunto de la burguesía brasileña, la Rede Globo, para usar la lucha lucha anti-corrupción a su favor, reduciendo el foco de las investigaciones primero a la Operación Lava Jato, para, seguidamente, restringirlo a los delitos cometidos por el PT. Como un subproducto, crean una cortina de humo para tapar la investigación de corrupción por evasión de impuestos estimada en diez veces mayor que la Lava Jato -Operación Zelotes-, pero que afecta directamente a la burguesía nacional de mayor prestigio, como la siderúrgica Gerdau y las Organizaciones Globo (y sus filiales). De ahí el activismo de Globo por el impeachment. Esta maniobra implicó pasar por encima de las garantías constitucionales conquistadas a duras penas en la lucha por la democratización -como la presunción de inocencia, el derecho a la defensa legal y la privacidad. Estas prácticas restrictivas de derechos, lejos de ser pasajeras, llegan con la disposición de quedarse. Siguiendo una tendencia internacional verificada tras el 11 de septiembre, son funcionales a la fase de la crisis estructural del capital, incluso en los países del capitalismo central, y cuyos métodos coercitivos generalizados bajo el pretexto del miedo social al terrorismo fueron denunciados por el ex agente de la NSA, Edward Snowden, y por el líder de Wikileaks, Julian Assange. En Brasil, estos métodos tienden a adquirir la forma de un estado de excepción permanente, un nuevo régimen diferente tanto de la forma de la dictadura empresarial-militar como de la forma de democracia parlamentaria liberal pura. Aquí, como en México, este esquema tiende a conformarse como una participación orgánica de la delincuencia organizada directamente en el aparato del Estado, controlando partidos y ciertas funciones estatales. El vehículo de ocasión para este amplio operativo es el uso político de la Operación Lava Jato, de la Policía Federal del Estado de Paraná, y está bajo la jurisdicción del juez de primera instancia Sergio Moro. Como es conocido, la Lava Jato investiga la corrupción en la estatal Petrobras, la mayor demandante de contratos de obras públicas y de infraestructura en Brasil. Una empresa fundamental en la formación bruta de capital fijo (indicador de la tasa de inversión productiva interna) en el país. O sea, una de las empresas responsables de una parte considerable de la tasa de acumulación de capital (la parte alícuota de plusvalía extraída de los trabajadores que se convierte en nuevo capital) en el ámbito de la economía brasileña. Su salud financiera afecta, por tanto, a importantes fracciones de la burguesía. Estas maniobras, basadas en investigaciones y filtraciones selectivas en la Lava Jato, han servido de aliciente para alimentar la rueda del impeachment ilegítimo, evitando que el objeto del “impedimento” sea otro. La presidenta Dilma Rousseff es el objetivo de un proceso de “impedimento” por el Congreso Nacional por haber incumplido la Ley de “Responsabilidad” Fiscal, norma máxima del neoliberalismo en Brasil. El "crimen" está siendo llamado "pedaladas fiscais” (“bicicleta fiscal”) -los decretos de ejecución presupuestaria del gobierno que se alargaron algunos meses de la fecha límite para cumplir con el famoso superávit primario, que viene siendo aplicado religiosamente por el gobierno-. No es de extrañar que el corazón del capital activo en Brasil, dirigido por bancos y respaldado por el agronegocio, aparece en esta crisis apenas como "coadyuvante" influyendo en las agencias de riesgo y haciendo oscilar las bolsas de valores. Para quien, en la izquierda, esté entusiasmado con la Lava Jato, cabe alertar de lo que entraña esa constatación, que no es realmente todo el corazón del capitalismo brasileño el que puesto en cuestión con las maniobras del juez Sergio Moro.

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De hecho, la ironía es que la aprobación del impeachment, sea posible las próximas tres semanas, está coordinado por el presidente de la Cámara, el diputado Eduardo Cunha (PMDB), acusado por corrupción y uno de los mayores interesados en poner fin a la Lava Jato. Por tanto, la derrota de Rousseff deberá ser, también y al mismo tiempo, el fin del ciclo anti-corrupción. Se espera a partir de ahí, un giro en la orientación de la Rede Globo que hablará, a partir de entonces, de "normalización de la política" y "mejora de algunos indicadores económicos" de Brasil, en la recuperación de la "confianza de los mercados". Al mismo tiempo, lo que Lula intenta articular para preservar el gobierno del impeachment no excluye al menos el control del gobierno sobre las acciones de la Policía Federal, como ya insinuó el nuevo ministro de Justicia. Los actores del régimen, incluidos Lula, bloquean, por tanto, una carrera para ver quien cierra primero la Lava Jato, con el fin de postularse como una solución política respecto a la burguesía. La crisis política como una oportunidad abierta a una alternativa de las izquierdas La crisis política de Brasil ha dividido no solamente al país, sino también el análisis en el interior de la izquierda brasileña sobre su significado y sobre las salidas en el horizonte. El momento es decisivo y los acontecimientos políticos de las próximas semanas abrirán una nueva coyuntura. Esta es la pregunta, planteada a la sociedad brasileña, y la cual la izquierda del país ha ofrecido dos respuestas insuficientes. Dos caminos que pueden llevar a la clase trabajadora a nuevas derrotas. De una parte, sectores de las bases del PT -ante la ofensiva desatada por el núcleo de las clases dominantes-, argumentan que está en marcha un golpe de Estado contra un gobierno popular. Que un impeachment sin delito de responsabilidad sea ciertamente un golpe blanco aparece como un elemento innegable para todos los que tienen algo de realismo y sensatez en la evaluación del momento. Pero esto no nos permite concluir que el gobierno amenazado sea un gobierno popular. Este estiramiento de la realidad tiene un objetivo: crear un atajo para salvar el lulismo-petismo. Se trata de intentar lo imposible: hacer creer que Lula podría ser el líder de un proyecto nacional de interés de la mayoría de la población brasileña, después de todas las alianzas de decisiones políticas sectores dominantes hicieron lo largo de los años. El resultado es que la única alternativa ofrecida por ese sector induce al equívoco de que la salida para detener el avance de la derecha orgánica que crece, para los anhelos por más democracia, para frenar los retrocesos en curso y mantener la lucha contra la corrupción que sangra al país es una candidatura de Lula para la Presidencia de la República en 2018! En estos años de los gobiernos de Lula y Dilma, el argumento ofrecido entre la intelectualidad del PT por los tímidos cambios realizados y por las contrarreformas (agenda del capital) aplicadas siguiendo cuatro tesis: (1) la tesis de la herencia maldita: "hay una herencia maldita del neoliberalismo, recibida de Collor y FHC (F. Henrique Cardoso) y cuesta tiempo librarse de ella ..."; (2) la tesis del gobierno en disputa: "Hay sectores progresistas y sectores conservadores en el gobierno. Tenemos que hacer que la caída del brazo ..."; (3) la tesis de la gobernabilidad: "es difícil hacer reformas sin mayoría en el Congreso beneficiando al Pueblo y no se puede gobernar sin hacer alianzas con esos partidos.."; (4) la tesis del mal menor: "ante la posibilidad del vuelta del PSDB y de avance de los sectores ultraconservadores, tenemos que apoyar al gobierno." Ahora la herencia maldita se ha profundizado. El gobierno demostró no estar en disputa. La gobernabilidad estuvo al servicio de los intereses dominantes. Quedó el mal menor. El problema es que el mal menor está conduciendo al país a un mal mayor: el fortalecimiento de la clase dominante, de la Rede Globo y de una derecha orgánica. Por otro lado, otra respuesta de izquierda a la crisis actual es aquella que minimiza los efectos de ese impeachment ilegítimo basándose en el hecho de que no se trata de un gobierno popular. Ese elemento objetivo explica, en parte, la indiferencia de esos sectores con el tema del impeachment, pero no puede justificarlo. Levantar bien alta la bandera anti-corrupción bajo el argumento de que ella es la mejor expresión de las jornadas Populares de junio 2013 es distorsionar la realidad. Ahora bien, juniofue la expresión de una voluntad popular por más derechos (“saúde e educação padrão Fifa” -"salud y educación a nivel FIFA"-, decían los carteles del movimiento espontáneo) frente a los atropellos de los desalojos forzosos de comunidades realizar obras de la Copa del Mundo promoviendo una lucha por el derecho a la ciudad (que dio un nuevo impulso que nacionalizó el combativo Movimiento de Trabajadores sin Techo-MTST) y como manifestación de los primeros síntomas de recesión (por eso también el peso social de la lucha por el Pase Libre en el transporte público). Intentar extraer de juniola conclusión de que la Lava Jet es su mejor expresión es forzar la realidad con el objetivo de hacer atajo: acelerar artificialmente el cierre del ciclo de PT. Pero esta táctica tiene un alto costo, demasiado para el conjunto del Pueblo. En este momento, hacerse el desentendido en relación con el tema del impeachment ilegítimo, enrollarse en la bandera anti-corrupción para saltar directo a la convocatoria de "elecciones generales ya" implica "abrir la mano” de una lucha política fundamental para la definición de los parámetros de la lucha de

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clases en Brasil en el próximo período. La imposición del impeachment bajo el liderazgo de la derecha corrupta, de crecimiento de la influencia del Movimento Brasil Livre en las calles, va en contra de los derechos duramente conquistados, representará un impulso al fortalecimiento de una derecha orgánica. El impeachment en estas condiciones abre el camino para el cierre festivo de las investigaciones contra la corrupción, para una ofensiva de mayor aliento al conservadurismo, unificado en sus fracciones para la conquista de mayores parcelas de poder mayor dentro y fuera del aparato de Estado. A pesar de que este proceso estará lleno de contradicciones, tiene un efecto negativo general para los intereses de los trabajadores del campo y de la ciudad. Frente a la quiebra de las direcciones políticas tradicionales, amplios sectores de masas populares buscan desesperadamente una vía política alternativa y engordan, incluso, las manifestaciones convocadas por el MBL, la FIESP y la Globo. Por eso la lucha contra la corrupción no puede ser abandonada por la izquierda. La vía alternativa necesaria solamente será posible en el Brasil continental y heterogéneo, tal como es, con una amplia coalición de los sectores democráticos del pueblo y de la izquierda socialista, comunista y anticapitalista. El acto de 18 de marzo, convocado por el Frente Brasil Popular, cumplió un papel con el fin de buscar contrarrestar la ofensiva conservadora y su presencia en las calles el pasado domingo 13, día del acto convocado por el MBL, con el apoyo de la Rede Globo y de la burguesía de Sao Paulo articulada por la FIESP. Sin embargo, las manifestaciones callejeras solamente cumplirán con el objetivo de frenar la ofensiva conservadora si no asumen el matiz retrógrado que las restringe a una defensa ciega de los gobiernos del PT. Mientras que las movilizaciones en contra del impeachment estén desprovistas de un programa mínimo de demandas populares solamente produciremos un prolongamiento de la crisis y no reuniremos fuerza para detener el impeachment. Por eso, el frente Povo Sem Medo, que convocó el simbólico acto del día 24 de marzo, dirigido por MTST, que incorpora demandas sociales fundamentales a la lucha contra el impeachment ilegítimo, apunta más claramente el camino a seguir de ahora en adelante. En este mismo sentido, la unificación de los dos frentes, Brasil Popular e Povo Sem Medo, el próximo 31 de marzo, reviste un mayor significado histórico en la actual coyuntura política de Brasil, representando las banderas “não ao golpe branco do impeachment”, “abaixo o ajuste fiscal”, “nenhum direito a menos”, “contra a reforma da previdência”. Es preciso construir una alternativa política por la izquierda, sin atajos, con posibilidad de victoria contra el impeachment ilegítimo y sus consecuencias sobre la lucha de clases y que coloque en la agenda también la lucha contra la corrupción. Para esto, es necesario superar las direcciones burocráticas y unificar las bases sociales de influencia de la izquierda petista (que no debe confundirse con las cúpulas rendidas al transformismo). Es necesaria la unidad de los partidos de la izquierda que luchan por la superación del capitalismo, de los movimientos sociales en general, en especial del MST y MTST, intelectuales y artistas en la lucha de todo el Pueblo contra el impeachment ilegítimo dirigido por Cunha, por la investigación de todos los corruptos y contra la justicia selectiva, por el fin inmediato de las políticas de ajuste del gobierno Dilma, en defensa de las libertades democráticas. Frente a la crisis, la única salida para los trabajadores, el Pueblo y las minorías y las mayorías oprimidas es, sí, por la izquierda. Solamente una presión desde abajo podrá ampliar los estrechos límites de las direcciones que están por debajo de los desafíos políticos de esta compleja coyuntura. La izquierda precisa apostar por la superación de las múltiples crisis Cuando afirmamos, sumándonos a otras voces que dicen que la salida es por la izquierda, no se trata de retórica vacía. Tampoco se reduce a un problema exclusivamente política. La crisis política solamente se resuelve con saldo positivo para el Pueblo con la formulación de un nuevo proyecto para Brasil, que enfrente correctamente los problemas nacionales específicos de esta cuadratura histórica. Estamos frente a la confluencia de una crisis económica con elementos estructurales y coyunturales que actúan simultáneamente y trayendo consigo una crisis política, social e institucional de largo espectro. Pero esta crisis solamente encontrará una solución para el conjunto de los trabajadores y del Pueblo si al mismo tiempo se ha forjado una amplia alianza social de quienes viven el trabajo en una alternativa política concreta. El Brasil post-dictadura militar y de redemocratización conservadora encontró en el presidencialismo de coalición su forma política de estabilización. Este sistema consiste en un presidencialismo funcional de las clases dominantes e impotente para el conjunto del Pueblo trabajador. Se trata de una especie de parlamentarismo clientelista, donde quien hace las veces de "primer ministro" es una mayoría en el Congreso Nacional conquistada mediante la compra de parlamentarios por el Ejecutivo. Se compra el apoyo para los proyectos del gobierno a cambio de privilegios, cargos, modificaciones presupuestarias, apoyo a la impunidad para diputados y senadores corruptos. Este sistema se reproduce electoralmente mediante la financiación privada de las campañas electorales por empresas que son proveedoras del

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Estado. De este modo se garantizan contratos sobrefacturados que suman altos beneficios y excedentes para retroalimentar a los partidos que sustentan ese sistema. Este es el régimen político corrupto que está derritiendo Brasil y haciendo colapsar el gobierno de Rousseff, en el que confió firmemente. El gobierno actual es una coalición formada por la derecha (Partido Progresista, antiguo PDS, que dio sustento a la dictadura), pasando por el PMDB y una serie de pequeños partidos hasta el PT. Esta coalición se ocasionó y fue posible gracias al transformismo del PT de forma decidida a partir de 2003, cuando se distanció de las banderas históricas de la izquierda. Los gobiernos de Lula y Rousseff son burgueses con matiz social liberal. Esto consiste en la siguiente fórmula: hacer lo máximo posible por los pobres, sin tocar los privilegios de los ricos y del capital. En estos años, los gobiernos de coalición liderados por el PT profundizaron la retirada de derechos de los trabajadores y de la juventud y promovieron contrarreformas neoliberales. Hicieron esto tutelando sus organizaciones históricas, como la Central Única dos Trabalhadores-CUT y la União Nacional dos Estudiantes-UNE. Por ello, esta crisis del presidencialismo de coalición es también el inicio de la crisis final del Partido dos Trabalhadores-PT para amplios sectores sociales. Para la superación positiva del ciclo del PT, sin embargo, no hay atajos. Será preciso construir una alternativa enraizada en los trabajadores y en el Pueblo. Mientras tanto, la crisis política tiende a prolongarse. Paralelamente y como causa profunda de la crisis política está la crisis económica. El elemento estructural de la crisis económica tiene sus raíces en la integración dependiente de Brasil en el mercado mundial. Con el cierre de la "revolución industrial" china que demandó coyunturalmente de Brasil mineral de hierro, petróleo, soja y alimentos en escala inaudita y a precios a un nivel coyuntural que ya no existe, se cierra también la fase en la que era posible distribuir una parte de esos excedentes para políticas sociales que combatían los efectos de la pobreza (sin, sin embargo, resolver sus causas), manteniendo un gobierno de alianza de clases. Durante la fase alta, fue reforzada la hegemonía del agronegocio y los recursos irrigaron el sistema financiero. Ese ciclo posibilitó la implantación de programas sociales y la ampliación de derechos restringidos, al mismo tiempo que fortaleció el conservadurismo de la agroindustria y la especulación de los bancos. Esto explica, también, el impulso protofascista. Su cierre implica una escasez de excedentes, restricción de las políticas sociales, crecimiento del desempleo y la intensificación de las disputas intraburguesas. El factor cíclico de la crisis económica, a su vez, tiene que ver con el proyecto político petista (del PT) de gestión de esos excedentes obtenidos en un período de alza de los precios de los bienes primarios y semielaborados. En su alianza prioritaria con el capital financiero, los gobiernos de coalición liderados por el PT utilizaron esos excedentes para, al mismo tiempo, alimentar el sistema financiero y aumentar el consumo de la clase que vive del trabajo, mediante el endeudamiento de las familias con los bancos y en la tarjeta de crédito, comprometiendo sus fondos de consumo futuro. Con los salarios consumidos por las deudas, en el país que permite aplicar contra el Pueblo los intereses más altos del mundo, también el consumo vía endeudamiento alacnzó rápidamente su límite. El estándar de consumo del conjunto de los trabajadores y del Pueblo ha estado cayendo aceleradamente y ya afecta al consumo presente, lo que es agravado por la inflación de los bienes de consumo necesarios. La combinación de estas dos caras de la crisis económica tiene un alto potencial disruptivo. Mientras tanto, para agravar la situación del gobierno y del régimen, la Operación Lava Jato está afectando a la tasa de acumulación que antes era más o menos garantizada por Petrobras como empresa pública altamente demandante de productos y servicios. Si Petrobras encuentra obstáculos para la ejecución de su plan de inversiones, dada la reducción de su capacidad de licitar, ello afecta no solamente al beneficio de las grandes constructoras, sino además a varios sectores de la burguesía productores de bienes intermediarios. La señal de alerta para la burguesía fue cuando Marcelo Odebrecht anunció su adhesión a la delación premiada en la Lava Jet y la Operación Zelotes convocó al heredero Gerdau (que se escapó no se conoce como de una "conducción coercitiva" anunciada por la Rede Globo, a la mañana siguiente a la de Lula en el nebuloso episodio del interrogatorio en el aeropuerto de Congonhas). Al proseguir las dos operaciones, los grandes y pequeños partidos de la política tradicional y un conjunto aún mayor de empresas deben ser implicadas en escándalos de corrupción, amenazando todo el régimen moribundo. Es por eso que sectores de la izquierda radical ya levantan la bandera de "que se vayan todos!", no sin fundamento objetivo. En este caso, el error reside en creer que el impeachment favorece esta lucha y que el protofascismo fortalecido es inofensivo para las condiciones de la lucha de clases. Solamente la creencia mesiánica en una solución caída de los cielos y/o una lectura distorsionada con evaluación equivocada de las condiciones sobre las cuales se dieron transformaciones de carácter socialista en la historia puede animar una convicción de esa naturaleza.

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Entonces, con Marcelo Odebrecht, el heredero de Gerdau y la Rede Globo en la mira, a partir de este momento se desencadenó la maniobra que intenta restringir la corrupción al PT y, si es posible, en seguida juntar el PT al conjunto de la izquierda, para sellar sobre la derrota política del PT una derrota ideológica del conjunto de la izquierda brasileña. Fue cuando la FIESP, como representante de fracciones importantes de la burguesía industrial y de servicios que tiene su tasa de acumulación afectada con el impacto de la Lava Jato en la economía, resolvió actuar. La Rede Globo, hace más tiempo, temiendo el avance de la Zelotes, ya iba en busca de como "salir del PT", una vez que el gobierno podría acelerar las investigaciones del esquema de corrupción en el ámbito del Conselho de Administração da Receita Federal (CARF). Pero, como todo el mundo pudo ver, el gobierno de Dilma Roussef no lo hizo. FIESP, Gerdau y Globo quieren que las investigaciones sean selectivas y que las dos operaciones, la Lava Jato y la Zelotes, terminen inmediatamente para retornar todo a la "normalidad". Es por eso que la lucha contra la corrupción es tan importante para los socialistas consecuentes, para los trabajadores y para el Pueblo y no puede ser relegada a un segundo plano. Ella tiene la capacidad de, si se lleva correctamente, desenmascarar el sistema político corrupto, representando un salto en la conciencia social sobre la naturaleza del régimen. Es por eso que este momento es crucial para comenzar a construir un nuevo bloque social capaz de forjar una alternativa política real. Una alternativa para represente un nuevo proyecto nacional, radicalmente democrático, con un programa económico orientado a los intereses de los trabajadores y el Pueblo y capaz de llevar la lucha contra la corrupción hasta el fin para pasar la página del sistema político podrido tal como lo es hoy, creando las condiciones para una perspectiva transicional. Si, para sectores de la izquierda socialista, la lucha contra este impeachment es defensiva y contradictoria, ella expresa, sin embargo, de hecho, la necesidad histórica de dar un paso atrás para dar dos pasos al frente. La constitución de un nuevo bloque histórico democrático bajo la hegemonía de los trabajadores es la única vía para detener mayores ataques a los salarios, los derechos laborales como la nueva reforma de las pensiones y la retirada de conquistas recientes en el ámbito de los derechos civiles (de las mujeres, de personas LGBT y negros), políticos (ley antiterrorista), individuales (defensa legal, privacidad, presunción de inocencia) y humanos (la vida, frente al avance del crimen organizado dentro del Estado). Para eso, no hay atajos. Si vivimos, es verdad, en una democracia precaria, la victoria del impeachment tal como se presentadará lugar a la imposición de una lógica de excepción permanente -si no ¿como detener la creciente insatisfacción del Pueblo sin que este cuente siquiera con una alternativa política real? Es bueno recordar, para efectos de este debate, que la conciencia de los límites de la igualdad y la justicia de la sociedad capitalista no puede llevarnos a una actitud cínica de la aceptación de estos límites. En los últimos doscientos años, desde la consolidación de la revolución francesa y la consiguiente decadencia ideológica de la burguesía, los derechos son conquistas históricas de los trabajadores contra los intereses de las clases dominantes. Nada puede ser más grotesco que entregar esas victorias en la lucha de clases a una lectura peyorativa y restrictiva que las englobe en un "Estado democrático de derecho", exclusivamente burgués, como sectores desinformados de la izquierda han preferido hacer para desmerecer la lucha por más derechos y por la democracia. Y, por todo lo expuesto, nada puede estar más equivocado que creer que esta lucha por más derechos democráticos, hoy, en Brasil, puede prescindir de la lucha contra la corrupción y por la fundación de otra República. Marzo 2016 http://www.psol50.org.br/2016/03/ca... Traducción: Txema Abaigar Carla Ferreira y Mathias Luce son, respectivamente, investigadora y profesor de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul - Brasil

TEREZA CRUVINEL/ FRENTE POPULAR CONTRA EL JUICIO POLÍTICO DA OXÍGENO AL

GOBIERNO DE DILMA http://www.surysur.net/frente-popular-contra-el-juicio-politico-da-oxigeno-al-gobierno-de-dilma/ La semana comenzó con una derrota para el gobierno, el martes 29, cuando el PMDB anunció su salida de la coalición gobernante; pero termina con una conjugación de hechos que le avisan al lado opuesto que el juego aún no ha terminado. Las manifestaciones del 31 de mayo en 22 ciudades de Brasil fueron las más grandes realizadas hasta ahora en defensa de la democracia y en apoyo a la presidente Dilma Rousseff, y dieron una representatividad más amplia al frente político contra el impeachment, más allá del petismo y el sindicalismo.

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La presencia y el discurso de Chico Buarque en la concentración de Río constituyeron el mayor simbolismo de este carácter. Si el clamor popular por el impeachment impulsó el proceso en la Cámara de Diputados, el de ayer contra la destitución de la presidenta también será escuchado por los partidos, en la semana crucial en que Dilma y el ex presidente Lula da Silva buscan avanzar en las articulaciones para recomponer la coalición oficialista para bloquear el proceso en la plenaria de la Cámara. El hecho de que haya masas protestando contra el impeachment facilita la toma de posición de diputados que alegaban que sería imposible apoyar a un gobierno “con el pueblo en contra”. Claro que no todo el pueblo está en la calle defendiendo a Dilma. En este momento, Lula y otros articuladores conversan con el PP, PSD, PR y partidos menores, un núcleo con presencia parlamentaria donde podrían estar los 100 votos fundamentales para ganar la partida con un mínimo de seguridad. Si la oposición necesita poner en el plenario 342 votos, el gobierno puede montar su dique con votos en contra, abstenciones y ausencias. Lula está conversando incluso con sectores del PSB, viejo aliado que se mudó a la oposición. La semana también terminó con otra victoria para Lula: la decisión del Supremo Tribunal Federal de mantener en el ámbito de la corte suprema las investigaciones iniciadas contra él por el juez Sergio Moro en primera instancia. El amparo que aún pesa contra su asunción como ministro aún no fue examinada, pero ahora el ex presidente no será descartado por una orden de prisión preventiva de Moro, mientras articula la salvación del gobierno. El juez, además, fue cuestionado por los magistrados por la divulgación ilegal de audios de conversaciones grabadas entre Lula y la presidenta.br dilma fica Lula iba a participar en el acto en Brasilia, pero sensatamente desistió para que no parezca una provocación el STF, que la misma tarde iba a decidir sobre la cuestión del fuero. Por ello grabó un video objetivo y corto, en el que se limitó a pedir la unión en defensa de la democracia y la legalidad. En días previos, Dilma sumó a su favor manifestaciones de alta resonancia contra el impeachment, tanto de alto nivel como de las bases de la sociedad brasileña. Un magistrado del Supremo Tribunal Federal, Marco Aurelio Mello, le dio la razón: “sin crimen de responsabilidad (el impeachment) sí es golpe”. El miércoles, durante el lanzamiento de la tercera fase del programa “Mi casa, mi vida”, personas sencillas del campo y la ciudad, del movimiento por la vivienda, junto con Guilherme Boulos del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, MTST, entonaron “no habrá golpe” dentro del Palacio de Planalto. Y el jueves (31) intelectuales y artistas entregaron manifiestos contra el impeachment, incluyendo a Beth Carvalho, Letícia Sabatella, Aderbal Freire-Filho, Ana Muylaert, Sergio Mamberti, Ana Maria Magalhães y muchos más. Wagner Moura (protagonista de Tropa de Élite y Narcos) publicó un artículo contundente contra el impeachment. Profesores y estudiantes protestaron en las principales universidades de Río de Janeiro y Sao Paulo (USP, UFRJ y otras). Abogados cuestionaron que la Orden de Abogados de Brasil introdujera una nueva petición de impeachment. Juristas siguieron afirmando que Dilma no incurrió en ningún crimen de responsabilidad. En Lisboa, el seminario promovido por Gilmar Mendes y líderes de la oposición fue objeto de protestas de brasileños. En el campo adversario, no hubo registro de manifestaciones de importancia. Por fin, a pesar de toda la campaña de la gran prensa, la palabra “golpe” pegó. La idea de que un pedido de impeachment basado en maniobras contables apunta a dar una base legal para un golpe contra Dilma contrario a la voluntad popular, ganó fuerza a lo largo de la semana e hizo crecer las manifestaciones, comparadas con las del día 18. Pero, ¿eso va a cambiar los votos en la Cámara? Nadie puede responderlo inequívocamente, porque nadie sabe a ciencia cierta cuántos votos hay a favor o en contra del impeachment. Pero ciertamente el clima mejoró para el gobierno. Cuando debió enfrentar un impeachment en su contra, Fernando Collor (1990-1992), pronunció la frase “no me dejen solo”, y lo que logró fue una gran protesta de personas vestidas de negro, y no de amarillo-verde, como él lo había pedido. Las manifestaciones de ayer dijeron que Dilma no está sola. Esto no hará mayor diferencia para la oposición que comanda el proceso, junto con Eduardo Cunha y ahora con el

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vicepresidente Michel Temer. Pero si la hará para aquellos partidos de la base oficialista que venían siendo tentados por el efecto manada. Fuente: Brasil 247.Traducción ALAI

ARAM AHARONIAN/ GOLPE A GOLPE: SACRIFICAR A DILMA, EN NOMBRE DE LA

“DEMOCRACIA” http://www.surysur.net/golpe-a-golpe-sacrificar-a-dilma-en-nombre-de-la-democracia/ Insistentes versiones de diplomáticos regionales señalan que en Brasilia se están tejiendo acuerdos entre la oposición socialdemócrata (Psdb) y el Pmdb –hasta ahora parte del gobierno- para un eventual gobierno que presidiría el actual vicepresidente, Michel Temer. Eso sería posible de lograrse la renuncia de la presidenta Dilma Rousseff o su destitución por juicio político. Los últimos informes hablan de un cronograma ya acordado: El miércoles 29 de marzo el PMDB anunciará oficialmente su salida del gobierno, pero recién el martes 12 de abril el partido abandonará los siete ministerios y los centenares de puestos de relieve que ocupa en la estructura del Estado Para el domingo 17, está previsto que la comisión de diputados encargada de analizar la apertura de un juicio político para destituir Dilma Rousseff de la presidencia anuncie su veredicto. No llama la atención la nueva traición del PMDB, y en la muy posible eventualidad de la votación en el pleno de la Cámara por el juicio político (o impechement, como le gusta decir a Globo), Rousseff necesitará contar con el apoyo de 171 de los 513 diputados. Hasta hace un mes, seguramente lo lograría: hoy ella misma lo duda. En estos días, tanto el Mercosur como Unasur tratarán de meterse en el conflicto. Se están realizando consultas entre los cancilleres para ver la modalidad de esa intervención. Entre los funcionarios cercanos al mandatario argentino Mauricio Macri circula el dato que éste debatió el tema con el presidente estadounidense Barack Obama.ar obama macri La idea que maneja el Departamento de Estado es que se busque una salida “lo más institucional posible”, lo que no quiere decir que Dilma continuará en su cargo. Su actual vicepresidente aparece como la figura clave en esa perspectiva: esa es la intención estadounidense: un golpe parlamentario en nombre de la preservación de la democracia. Semana a semana se habla de la profundización de la crisis brasileña. La designación de Luis Inácio “Lula” da Silva, como una especie de jefe de gabinete, quedó en un limbo legal. Luego de varias idas y venidas, el Supremo Tribunal de ese país la dejó “en suspenso”. Como para demostrar que Lula no tendrá paz, un Juez ordenó el allanamiento al hotel donde éste se hospedaba en Brasilia. Ya no es sólo el juez Sergio Moro el que –con la activa participación de unos medios cartelizados- arremete contra el ex presidente brasileño, sino la mayor instancia judicial del país, donde muchos de los magistrados fueron nombrados bajo los gobiernos del PT. No le fue mejor a la presidenta Dilma Rousseff. El mismo Supremo Tribunal autorizó la continuidad del juicio político, mientras el Ejército manifestó su apego a la institucionalidad. El general Eduardo Vilas Boas citó el artículo 142 de la Carta Magna, que asegura que las Fuerzas Armadas operan bajo la autoridad suprema del Presidente. No hay que olvidar que en las protestas opositoras, se pidió incluso una intervención militar. De todas formas, en la primera quincena de abril habrá una decisión parlamentaria. Nadie sabe muy bien qué podrá pasar a partir de ese momento. En una entrevista con la prensa extranjera, Dilma advirtió que no renunciará a la presidencia y denunció que el proceso abierto en la Cámara de Diputados para tratar de destituirla es un golpe blando. “Si hoy hubiera un golpe en este Brasil democrático sería un tipo de golpe institucional (…) Les recomiendo que se pregunten a quiénes beneficia esto, muchos de los cuales ni siquiera han aparecido aún”, declaró Dilma. La construcción de un ambiente de persecución de enemigos ideológicos, de estigmatización de corrientes políticas, de discriminación racial, de odio, intolerancia y de mistificación y manipulación de la realidad, junto a la perversión de los valores democráticos y morales y de banalización de esta misma perversión es parte de la narrativa que se pretende imponer este concubinato del poder fáctico, empresario, jurídico, mediático y policial. El intento de destitución de la Presidenta es producto de este ambiente, haciendo caso omiso de que fue electa por más de 58 millones 500 mil ciudadanos: es un atentado criminal contra la democracia, más allá de un desatino jurídico, administrativo, constitucional. Nada que parta de la destitución de una presidenta

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constitucional tendrá legitimidad y solo servirá para incendiar el Brasil. El pueblo tiene derecho a insurgir contra el atentado a la Constitución, la voluntad popular, el estado democrático de derecho. La realidad es que se precisan dos tercios de la Cámara para destituir a Dilma Rousseff, cifra solo alcanzable si el Pmdb se pliega a la conspiración. En todo caso, el proceso de juicio político es largo. La crisis se reencendió cuando Dilma y el PT decidieron que Lula asumiera como Jefe de Gabinete, para articular desde allí las salida de la crisis. Carta Maior señala que Dilma designará como asesor –no ministro- a Lula, para que asuma un papel protagónico en el gobierno br fora dilma1En este ambiente de “consultas”, sorprende la declaración del secretario general de la Oea, el uruguayo Luis Almagro, en contra de las actuaciones del juez Moro. “El Estado de derecho exige que todos seamos responsables e iguales ante la ley. Nadie, y quiero decir nadie, está por encima de la ley: ningún juez está por encima de la ley que debe aplicar y de la Constitución que garantiza su trabajo. La democracia no puede ser víctima del oportunismo, sino que debe sostenerse con la fuerza de las ideas y de la ética”, dijo. La Operación Lava Jato lleva arrestadas a 133 personas, entre ellos algunos de los más poderosos empresarios del país, pertenecientes a 16 compañías -como Camargo Correa, Oas, Utc, Odebrecht, Mendes Junior, Engevix, Queiroz Galvão, Iesa y Galvão Engenharia-, y a políticos de partidos oficialistas y opositores por igual (entre ellos PP, PT, Pmdb, Psdb y Ptb). Nadie puede creer en las acusaciones contra el gobierno de políticos de la derecha, en especial del Psdb, muchos de ellos de acusados de varios delitos: todo indica que la Operación Lava Jato no tiene como meta terminar con la corrupción sino liquidar al PT y al gobierno, lo que avala la tesis de que se está desarrollando un golpe. Hay, sin duda, un problema racial y social: Según la encuestadora Datafolha el 77 por ciento de los manifestantes opositores en Sao Paulo eran blancos y profesionales o empresarios, y el 63%, con promedio de 45 años, con ingresos superiores a cinco salarios mínimos. Pero en esta guerra de disparates, el premio mayor se lo lleva el juez federal Catta Preta Neto, quien derogó el nombramiento de Lula como ministro. En su perfil de Facebook subió fotos suyas y de su familia en las manifestaciones contra el gobierno, el 7 de marzo, y escribió: “Ayude a derribar a Dilma y vuelva a viajar a Miami y Orlando. Si ella cae, el dólar bajará”.

LA NUEVA DERECHA EN BRASIL Raúl Zibechi

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210672

La hegemonía en las calles brasileñas pertenece hoy a la derecha, por primera vez en 50 años. Poco antes del golpe de Estado de marzo de 1964, la derecha

protagonizaba grandes manifestaciones contra el presidente progresista João Goulart, como la Marcha de la Familia con Dios por la Libertad en São Paulo, que

congregó a cerca de 300 mil personas (http://goo.gl/J3wE1).

Bajo la dictadura la izquierda ganó las calles. A contrapelo, impuso modos de protesta, símbolos y discursos que sentaron su hegemonía hasta el 20 de junio de

2013. Ese día comenzó la llamada Revuelta de los Coxinhas (término peyorativo para

referirse a varones blancos de clase media alta, engreídos, pitucos en lenguaje rioplatense).

Lo que sucedió aquella noche en las principales ciudades del país aún no ha sido

dilucidado, pero lo cierto es que aprovechando manifestaciones masivas del Movimento Passe Livre (MPL) contra el aumento de las tarifas del transporte urbano,

decenas de miles de coxinhas con la bandera de Brasil y los colores verdeamarelo desembarcaron en las marchas, agredieron y expulsaron a quienes portaban

símbolos de izquierda y tomaron el control de las manifestaciones.

No es la simple reproducción de la vieja derecha católica y militarista que apoyó el golpe de 1964. Es una nueva derecha: sin partido, de clase media alta (con ingresos

de más de cinco salarios mínimos), apoyada por empresarios industriales mientras el agrobusiness está en el gobierno; que acepta el aborto, el matrimonio igualitario,

la despenalización de la mariguana y la gratuidad de los servicios públicos

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(http://goo.gl/AMSH3n). Pero se opone a las cuotas para estudiantes negros en las universidades y cree que Bolsa Familia la perjudica.

Es un error pensar que actúan digitados por los medios, como si fueran autómatas.

Lo que no quiere decir que los medios estén al margen de la actual coyuntura brasileña. Es una derecha militante, que tiene estrategia y organizaciones propias,

laica, politizada, formada en universidades privadas y públicas.

La primera acción de calle fue convocada por el Movimiento Cívico por el Derecho de los Brasileños, más conocido como Cansei (me cansé), el 17 de agosto de 2007, a la

que asistieron 5 mil personas cuando aún latía el mensalão, el primer escándalo de corrupción que sacudió al gobierno del PT desde 2005. Las crónicas de prensa

ironizaban sobre las marcas exclusivas de ropa que lucían los manifestantes, quienes

fueron rechazados por los más importantes dirigentes del socialdemócrata PSDB, entre ellos el ex presidente Fernando Henrique Cardoso (http://goo.gl/pBvtHR).

Pese a la fugacidad del movimiento, nació un patrón de acción que luego se repite:

gritos de fuera Lula, participación de actrices y actores populares de telenovelas, apoyo de la Federación de Industrias de São Paulo (FIESP) y de la Orden de Abogados

de Brasil (OAB), y expulsión de personas que portaban banderas del PSDB porque se definen como anti-partidos.

Pero lo decisivo fue lo sucedido entre 2007 y 2013, aunque es poco atendido por los

medios y los analistas. La nueva derecha creció en los centros de estudiantes de universidades públicas que eran bastiones de la izquierda. El caso más significativo

sucedió en la Universidad Nacional de Brasilia (UNB).

En 2009 se creó el grupo Alianza por la Libertad, autodefinido como liberal, que ganó la dirección del centro de estudiantes en 2011 con 22 por ciento de los votos, ante la

fragmentación de las izquierdas. Fue relegida por cuarta vez en 2015, con 60 por ciento de los votos, desplazando a las agrupaciones del movimiento estudiantil. La

UNB había protagonizado luchas muy importantes como la ocupación de la rectoría en 2008, exigiendo la renuncia del rector denunciado por corrupción.

Alianza por la Libertad, vinculada al grupo Estudiantes por la Libertad (financiado por

fundaciones neoliberales y anticomunistas de Estados Unidos) y al Instituto Liberal, se concentró en temas cotidianos de los estudiantes, como la limpieza de los baños

y la seguridad en el campus. Mientras el movimiento estudiantil planteaba sus

demandas en términos generales, la derecha buscaba soluciones concretas muy elementales. Sus principales apoyos estaban en las facultades de ingeniería, derecho

y economía.

En esos años la derecha ganó otras universidades estatales como Minas Gerais y Rio Grande do Sul, y creció en otras, siempre rechazando la política partidaria, acusando

a los militantes de izquierda de buscar cargos de confianza. Sus cuadros se formaban en institutos y organizaban agrupaciones de nuevo tipo.

En paralelo, se expandieron las marchas contra la corrupción. En 2011 hubo marchas

en 25 ciudades, siendo la de Brasilia la más numerosa con 20 mil personas con el apoyo de la OAB. Los manifestantes llevaban banderas brasileñas y cantaron el himno

nacional, lo que indica que un movimiento legítimo fue cooptado por la derecha más militante (http://goo.gl/CtLMyI).

La hipótesis es que antes de la explosión de junio de 2013 la nueva derecha ya era

una fuerza social y tenía experiencia en la conducción de masas, justo cuando la militancia de izquierda abandonaba la calle y se volcaba hacia el Estado. La nueva

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derecha creó una cultura de protesta en la calle, lo que le permitió reconducir las marchas hacia sus objetivos. Sobre la base de esas experiencias, en 2014 nacen los

grupos que hoy convocan millones: Movimento Brasil Livre, Vem Pra Rua y

Revoltados On Line.

¿Por qué las izquierdas no han sido capaces de entender este avance de una nueva

derecha y todo lo atribuyen a los medios? Una respuesta, provisoria, es que no se

comprende la realidad desde las instituciones sino desde la calle. La página passapalavra.info fue la primera en advertir lo que se venía, la misma noche

del 20 de junio, al igual que ex miembros del MPL, como el antropólogo Paíque Duques Santarém y el filósofo Pablo Ortellado. Esta nueva derecha no puede

combatirse con argumentos ideológicos, sino en la disputa viva de la vida cotidiana.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/04/01/opinion/019a1pol

146 ACCIONISTAS CONTROLAN EL 40% DEL VALOR TOTAL DE LAS EMPRESAS/ INCLUYE

VÍDEO Quién controla el mundo: las 10 empresas que participan en más de 40.000

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210673 Narciso Pizarro El Salmón Contracorriente

Un total de 737 accionistas, el 0,123%, controlan el 80% del

valor de las más de 43.000 compañías multinacionales

En 2011, S. Vitali, J.B. Glattfelder, and S. Battiston, publicaron un artículo de gran

importancia, no sólo muy citado, sino muy leído: The network of global corporate control (PLOS ONE, 26 de octubre de 2011) donde expusieron los resultados de una

investigación gigantesca, realizada en la Escuela Politécnica de Zúrich, sobre la relación entre los propietarios de las mayores empresas del mundo.

Esta investigación examina las relaciones de propiedad existentes entre las

43.060 mayores empresas multinacionales del mundo, con datos procedentes de la base de datos Orbis en 2007. Esas relaciones se analizan como cadenas de

participaciones en el capital de una empresa en otra. Los autores encuentran 1.006.987 cadenas de relaciones de propiedad entre 600.508 nodos, actores

económicos que incluyen a las más de 40.000 multinacionales y a otros agentes no

incluidos en esta lista inicial de empresas.

Los resultados del análisis de esta red son muy interesantes: 737 accionistas, el

0,123% del total, controlan el 80% del valor de las más de 43.000

compañías multinacionales. Y, además, 146 de estos accionistas, el 0,024%, controlan el 40% del valor total de estas empresas. Es decir, existe una alta

concentración del control. Y, lo que es quizás todavía más importante, esos accionistas están extremadamente conectados entre ellos. En el artículo se expone

además la lista de los 50 mayores accionistas que se encontraron con los datos que, no olvidemos, son de 2007.

Con una metodología diferente y con datos de 2012, procedentes de la base de datos

OSIRIS, la Dra. Reyes Herrero, de la Universidad Complutense de Madrid, estudiando las redes formadas por los accionistas comunes entre las 150

mayores empresas del mundo, encontró unos resultados muy semejantes. Los

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accionistas más importantes en este estudio coinciden casi totalmente con los de Vitali, Glattfederer y Batiston. Incluimos aquí la lista de los 10 inversores más

importantes, con el número de empresas participadas por cada uno de ellos, que

constituye una manera de ver directa e intuitiva de la importancia de los mayores inversores.

Lo más significativo además es que en muchas de las participadas están presentes

simultáneamente varios de esos inversores. Y que, por otra parte, son accionistas unos de otros.

Como toque de atención para españoles: muchos de estos accionistas están en las

empresas del IBEX 35. El caso de Blackrock ha alcanzado una triste notoriedad, sobre todo en Madrid, como comprador de viviendas públicas a bajo

precio.

Poco importa que hablemos de la investigación de la Escuela Politécnica de Zúrich o de la realizada sin medios económicos en Madrid en lo que a lo esencial se refiere:

unos pocos grandes inversores interconectados controlan la economía mundial. ¿Hay que molestarse en subrayar que controlan también los gobiernos y los Estados?

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Los escándalos de corrupción de los que tanto se habla exponen los vínculos entre políticos y empresas. En los relatos nos centramos en los políticos y denunciamos su

comportamiento. Pero no tenemos bastante en cuenta a las empresas corruptoras: si

el político se vende es porque alguien compra. Y lo que las empresas compran es la voluntad política. Imponen las decisiones que benefician sus intereses

financiando a los partidos y a sus miembros. Las gigantescas cantidades de dinero de las que disponen son una herramienta de control. De control del mundo.

La dimensión científica y técnica de esta investigación se expone claramente en el

vídeo ¿Quién controla el mundo?

¿FIN DEL CICLO PROGRESISTA? Intelectuales conservadores, teoría del péndulo y el fin de la historia

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210686

José Lorenti Rebelión

Sobre la Teoría del Péndulo Democrático

Las armas teóricas de ciertos círculos conservadores, si no es de todos, mantienen

una misma matriz metodológica, la matriz metafísica del análisis. La teoría del Péndulo Democrático y el Fin de la Historia, a pesar de parecer opuestas, e incluso

antagónicas, son complementarias, porque ambas parten de la aquiescencia de lo metafísico por sobre el cambio y la praxis, la parálisis social contra el devenir.

La teoría del Péndulo Democrático es sencilla, y quizás por ello de fácil aprehensión

por los intelectuales conservadores y sus epígonos. Esta teoría habla de la existencia de un movimiento pendular en cuanto a las formas del Estado, es decir, en tanto, las

manifestaciones que tiene un Estado en determinados momentos; digamos que en la parte izquierda del péndulo se encuentra el Estado Social de Derecho (ESD) y en

la parte derecha se encuentra el Estado Liberal de Derecho (ELD). Los vaivenes de

la política en cada Estado, o en cada país, oscilan en este péndulo, mientras más se aproxima algún movimiento político a la izquierda se encuentra más “cerca” de

apresurar el advenimiento de la derecha, y viceversa, es decir, mientras más te aproximas a la construcción ideal de un ESD, más te aproximas a un ELD, y mientras

más te aproximas a la construcción ideal de un ELD más te aproximas a un ESD.

Esta lógica binaria, entre la derecha y la izquierda en un ciclo pendular parte de la aseveración funcionalista de los roles que debe cumplir cada gobierno en

determinado momento, si el gobierno no mantiene relativo equilibro dentro de su manejo gubernamental y dentro de las políticas públicas, lo más probable es que lo

que tendría previsto construir no se realice, o en su defecto fracase. Como dijimos antes, el péndulo viraría hacia su opuesto.

Hasta aquí podemos reconocer claramente cierto grado de realismo en esta teoría.

Realismo porque el común de las personas piensa que la vida funciona en una relación diádica entre la causa y el efecto, si haces algo, esto tendrá un efecto, por lo cual se

piensa en resultados, en fines, en pocas palabras: en algo mecánico, y a pesar de lo

veraz de este discurso, el mismo es incompleto, porque no se puede calcular con precisión el efecto de una causa, ésta existe sí, pero no puede ser que ésta

inevitablemente gire hacia lo preestablecido, eso nos llevaría a la inacción, si calculas el efecto entonces hace falta hacer nada, es como un experimento de química donde

sabes que la reacción de dos compuestos será siempre la misma.

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Si el efecto será el mismo, es decir, si el péndulo viraría a la izquierda después de la derecha y la derecha después a la izquierda, entonces cualquier intento de cambio

social no sería otra cosa que un eufemismo epistemológico para que el sujeto piense

en un supuesto movimiento, el cual no existiría porque el lugar donde te encuentras sería el lugar a donde volverías, la izquierda y la derecha serían lo mismo,

simplemente momentos de la metafísica del ser humano, no habría una diferencia cualitativa, sino simplemente de cantidad, y como tal reversible, (la cualidad es

irreversible, la cantidad no).

Aquí surge otro problema, si movernos implicaría volver al mismo lugar, el péndulo no sería nada más que una circunferencia, y cualquiera de los puntos de una

circunferencia es el mismo, y toda distancia diametral entre un punto y su paralelo en una circunferencia es igual a la de cualquier punto, en otras palabras, cualquier

punto de la circunferencia es el mismo.

Entonces si movernos significaría no movernos, en realidad no existiría acumulación de momentos, ni cualidad en cada momento sólo cantidad, entonces ¿Cuál es el

objetivo de ir a la izquierda o la derecha? Ninguno, es un sin sentido, la lucha política se vuelve simplemente algo eterno, sin posibilidad de transformación. No importa

dónde te encuentres ni lo que hagas, se cae en “un eterno retorno de lo mismo”. No hay diferencia entre estar en un punto de la circunferencia y estar en otro, no existe

ni izquierda ni derecha, en pocas palabras no existe la política.

La teoría del Péndulo Democrático es irremediablemente apolítica, a pesar de pregonarse eminentemente política, e incluso considerada como de rigurosidad en

los análisis políticos. La matriz metodológica metafísica es el no-movimiento.

Pero vamos por más, en esta teoría se habla que cada lado del péndulo no sería el mismo porque tendría tres características, estas serían los tres fundamentos de la

democracia moderna impelidos en la Revolución Francesa: libertad, justicia y

fraternidad (algunos autores utilizan solidaridad), estas tres características darían el trasfondo cualitativo al péndulo, lo que demostraría que no sería sólo un “eterno

retorno de lo mismo” sino que cada lado del péndulo tendría sus propias características. El lado del ESD (socialismo según otros autores), tendría como base

la justicia, en menor medida la solidaridad, y en menor medida la libertad, el otro lado el ELD sería su opuesto tendría primero a la libertad, después a la solidaridad y

finalmente la justicia, ambos inversamente proporcionales.

En esta dicotomía entre el ESD y el ELD, se puede vislumbrar, la misma construcción teórica que dice que la libertad es inversa a la justicia, mientras más justicia menos

libertad, y mientras más libertad menos justicia, o sea, la total libertad sería injusta y la justicia total sería la esclavitud. ¿Cómo se concibe la libertad en este sentido? Y

¿Cómo se concibe la justicia? La libertad sería la libertad del individuo de hacer lo

que quiere, del individuo abstracto, de la metafísica del individuo, del individuo, esto sería una persona puede hacer lo que quiere incluso eliminar físicamente a otra

persona, por supuesto no sería justo, empero ese sería el zenit del péndulo en el lado derecho, en el otro lado tendríamos la justicia total, que en su extremo más alto

(extrema izquierda) la sociedad sería tan justa –se refiere a la distribución equitativa de la riqueza- que la gente sería esclava, para precisar el individuo abstracto no sería

libre, entonces la igualdad sería injusta.

Resumamos, si la libertad total es igual a la injusticia, y la justicia total es igual a la esclavitud, entonces el ser humano es obligado a no desear ni la libertad ni la justicia,

cada paso que uno daría para construir una sociedad más justa sería un paso para construir la esclavitud, y cada paso que la sociedad daría para ser más libre llevaría

a construir una sociedad injusta, esto nuevamente llevaría a una inacción del ser

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humano, porque no existirían las experiencias ni las interpretaciones de la sociedad, sino simplemente una pugna de dos valores universales irresolutos,

Esto obliga a los defensores de la Teoría del Péndulo a encontrar un tercer elemento

que disuada estos dos extremos y que evite que se destruyan entre sí: la solidaridad. Con la solidaridad, es decir, con la voluntad del ser humano de ser solidario, la pugna

entre la libertad y la justicia se disolvería y sería obligada a encontrar un punto de

equilibrio (algunos autores llaman a esto la socialdemocracia). Con este tercer elemento estos autores tratan de decir que su teoría no sería fatalista (como es una

circunferencia) y tratan de poner cierto grado de cualidad humana a esta pugna cuantitativa entre libertad-justicia.

Empero, aquí se presenta una vez más un problema teórico. ¿Quién pone la

solidaridad en el ser humano? Si no existe un avance, si el péndulo se repite eternamente, si no existe diferencia cualitativa entre estar en la izquierda ni la

derecha, ni tampoco existe diferencia real entre la libertad y la justicia (sólo una libertad “matemática” donde un poquito de algo quita un poquito del otro), ¿Dónde

encontramos a la solidaridad? Pues, según la metafísica, en el mismo ser humano, se encontraría inmersa y natural en el ser humano, como algo instintivo.

Esta percepción platónica y judeo-cristiana de la solidaridad vendría a ser una

incorporación natural que hace que el ser humano actué “bien”, pero si la solidaridad es connatural al ser humano, ¿por qué no podría también ser el egoísmo?, ¿Por qué

tomar como pares inseparables a la justicia y a la libertad y no a la solidaridad y al egoísmo que son como dos caras de una misma moneda? Es aquí donde el discurso

de la Teoría del Péndulo se tensiona, y se demuestra que la incorporación, la

yuxtaposición de la solidaridad a la lógica interna de esta teoría es simplemente una construcción política de los mismos teóricos para subsanar las inconsistencias de esta

teoría.

De esta manera se podría pensar que la incorporación metafísica de una solidaridad abstracta e intrínseca en el ser humano no sería otra cosa que el dique de contención

axiológico que los creadores de esta teoría interponen en la misma, para darle cierto grado de rigurosidad teórica. Que como acabamos de ver no es tal.

La Teoría del Péndulo podría ser llamada, también, como la teoría de una

circunferencia apolítica, que invita al sujeto a evitar hacer política (¿por qué hacerla si carece de sentido hacerla?), y la construcción inversamente proporcional de la

libertad-justicia no es otra cosa que la expresión más clara del liberalismo económico yuxtapuesto al análisis social, que trata de crear un punto de equilibro (como la oferta

y la demanda) entre la libertad y la justicia, y que subsana su poca rigurosidad teórica incorporando un valor abstracto como la solidaridad como placebo.

Sobre el Fin de la historia

A diferencia de la anterior teoría, la teoría del Fin de la Historia plantea

superficialmente un punto final, un pasado-futuro reconciliado, un final metafísico de la humanidad, inmovilidad pura, la imposibilidad de pensar nada más que no sea lo

ya pensado.

Hegel fue quien acuñó esta frase tal como la conocemos (otros autores antes la usaron con otros sentidos), y fue Fukuyama quien la exaltó hasta el punto de lo

morboso. Hegel expresaba un proceso ascendente (de racionalización humana) que iba desde etapas primitivas de conciencia hasta etapas de conciencia superior,

hablaba incluso de la infancia de la humanidad y de su adultez. Etapas que iban desde

sociedad tribales, esclavistas, teocráticas y finalmente sociedades igualitarias

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democráticas y racionales. Hegel realizó aportes gigantescos como la historización del ser humano y la influencia de su entorno histórico en desmedro de lo natural

como lo aseveraban teóricos del derecho natural antes que él. Empero, la

incorporación literal del Fin de la Historia como la máxima tesis del alemán es quizás el punto más flaco de su teoría.

Hegel proclamó en 1806 que la historia había llegado a su fin al ver la derrotada de

la monarquía prusiana por Napoleón en la batalla de Jena. La victoria de Napoleón impulsó a pensar que la máxima expresión de la razón se había concretizado en la

construcción del Estado-nacional moderno, no literalmente porque ya no avanzaría la historia o porque no faltaban más cosas por hacer (abolir la esclavitud y el voto

universal por ejemplo) sino porque Hegel dibujó los márgenes de todo lo que podía ser posible en la humanidad hasta ese entonces.

Tomando de manera literal esta expresión Fukuyama, dijo: “(…) el punto final de la

evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la democracia liberal occidental como la forma final de gobierno humano”.

Es así que dos veces, una en 1989 y la otra en 1992, Francis Fukuyama declaraba el

Fin de la Historia.

La construcción de la narrativa del final de la historia viene de la mano de pensar el comienzo de la misma, y por consecuencia una evolución entre los puntos A y B.

¿Cómo encontramos un comienzo en la historia? Pues según estos autores, el comienzo se hubiera dado en Asia-África con las primeras sociedades trivales y que

su final tendría lugar en Europa, precisamente en Europa Occidental. Para dibujar un origen en una narrativa histórica, es decir, para crear una filosofía de la historia, se

debe partir del hoy, es decir, partir de la actualidad para explicar el pasado, entonces esto no sería otra cosa que un juego de retórica y de cronología donde se pueda

encontrar cual es el punto primigenio que puede ser mi origen, es escarbar en la

historiografía y dibujar un punto originario (punto A) en la línea del tiempo, que después justifique que mi actual estado de cosas (punto B) es superior a aquel origen

para crear una impresión de evolución.

Necesariamente se debe tomar en cuenta a la evolución, sin evolución no hay final ni comienzo, y evolución acarrea la idea de inferior-superior, el fin será aquel que yo

considere superior o que materialmente pueda satisfacer de mejor manera mis necesidades, es ponerme a mí y a mi sociedad en el punto final desde donde se pueda

juzgar a otras sociedades que no lograron lo que yo logré. Es construir mi individuo a partir del éxito de los vencidos, de las memorias de los victoriosos, sólo así podría

criticar a otras sociedades inferiores, porque no vencieron, es darme a mí la razón y a las otras la sin-razón.

Esta teoría del Fin de la Historia, lo que plantea en realidad es la expurgación de la

historia, esto porque el fin de la historia ya no necesitaría a la historia, ¿por qué necesitaría ver el camino recorrido si ya no puedo aprender nada de él? ¿Para qué

necesitan los otros la historia si lo único que tienen que hacer es seguir mis pasos?

Esta teoría crea un manual, un manual de acción del deber ser de otras sociedades y de otros individuos, lo que expurga –reitero- a la historia y con ellos también a la

forma de escribirla.

Si la “historia” es eliminada de la historia, entonces también se lleva consigo a todos los recuerdos que no sean los míos, porque yo al ser quien llegó primero a la meta

(al fin) obligo a los demás a no pensar otras alternativas porque esas alternativas no le llevarían a la meta, lo único que tienen que hacer es encontrar formas, más

aceleradas o lentas, de aproximarse a mí. En lenguaje hegeliano yo sería la gota que

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rebasó el vaso y que produjo el cambio dialéctico de la cantidad en la cualidad. Metafóricamente podría verse de esa manera.

Al llegar al final, no existe aprendizaje posible, y por consecuencia todo aprendizaje

anterior es inútil sino coadyuva en reproducir el actual estado de cosas. La Teoría del Péndulo concibe un individuo sin posibilidad de transformar nada ni de aprender nada

(y también de olvidar todo lo aprendido), la teoría del Fin de la Historia obliga a que

los individuos tampoco quieran cambiar nada, les obliga a renunciar a la praxis, porque ya no tienen nada que aprender, más bien deben olvidar cualquier saber.

El Fin de la Historia es el fin de las múltiples formas de escribir la historia, es el fin de las dos versiones de la historia, de los derrotados y de los victoriosos, por

consecuencia lógica es la petrificación de las memorias con el único fin de volverlas

inútiles para la política, es la victoria de los de siempre. La teoría del Fin de la Historia es la teoría del fin de la política.

La metafísica de ambas teorías

Como se dijo a un comienzo, ambas teorías son metafísicas porque son inmóviles e impelen a la inmovilidad del sujeto y a la renuncia del cambio. ¿Por qué cambiar las

cosas si el Péndulo me traerá al mismo lugar? ¿Por qué hacer algo si todo ya terminó?

Esa fatalidad metafísica es lo que hace que ambas teorías sean complementarias, formalmente una plantea un movimiento pendular y la otra un proceso de evolución

finalizado, pero esencialmente ambas plantean la eliminación de la historia y del devenir y por consecuencia también de la política. ¿Para qué hacer política sino es

posible cambiar nada?

La pregunta ahora es, ¿A qué se debe que ambas teorías estén volviendo a ponerse de moda? La respuesta es más sencilla de lo que parece. Las derrotas electorales en

los últimos meses de los gobiernos progresistas de la región, desde Argentina hasta Bolivia, permiten vislumbrar en estos intelectuales un supuesto fin del ciclo

progresista y para ello deben respaldar sus incursiones argumentativas con teorías ad hoc, teorías que simulen cambio o evolución, pero que en el fondo plantean

borrar toda la memoria política acumulada por las clases populares y sus líderes en

tantos años, arguyendo que “esto sería sólo un ciclo más” (Si así lo fuera ¿por qué tanto afán en atacar a estos gobiernos si en los siguientes años vendría otra ola

izquierdista?) para crear una atmosfera de zozobra en la población y un desaliento en la misma (casi como una forma de escarmentar a aquellos sectores subalternos

que se atrevieron a llegar al poder).

Ambas teorías, entre otras, son representaciones ostensibles del andamiaje teórico-metodológico de los intelectuales conservadores, tienen por único objetivo crear un

imaginario en la población de desagrado a los recuerdos, plantean un vaciamiento de los recuerdos acumulados por las victorias populares, impulsando un ambiente de

inacción política y de apolitización en sus poblaciones.

Contexto político

Las derrotas en Argentina, Venezuela y Bolivia, los problemas internos en Brasil, el advenimiento de Keiko Fujimori en Perú, la negativa de Rafael Correa a una

reelección, entre otros factores internos, crean cierto olor en la región a cambio, a un viraje conservador por la incapacidad o por el anacronismo de los gobiernos

populares, o por lo menos es lo que se va plasmando en el imaginario social latinoamericano, ahora respaldado por las teorías ad hoc de estos intelectuales. Sin

embargo, las particularidades de cada país hacen inconmensurable creer que la

situación de Argentina es la misma que la de Bolivia, o la de Venezuela la misma que

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la de Brasil, sino que ese criterio sería más bien la articulación discursiva de ciertos intelectuales y políticos conservadores por entrelazar tejidos teóricos que expliquen

situaciones disimiles. Explicar eventos muy diferentes por generalidades vacuas es

característico de la propaganda y de la publicidad, pero no así de la rigurosidad teórica en las ciencias sociales, el péndulo y el fin de la historia son, enfocadas como

están actualmente, simplemente propaganda.

Asimismo, creer que existiría un fin de ciclo y que se volvería al fin de la historia de los años 90s es desconocer que el mundo cambió, es creer que aún estamos en

épocas post-guerra fría y en creer que aún existe una potencia unipolar dominante que no es amenazada por el mundo multipolar.

Es en este contexto, en el contexto de un mundo multipolar, con clara

desvanecimiento paulatino de la influencia estadounidense, donde se debe caracterizar las derrotas populares en América Latina. El momento histórico que

impulsó a que estas teorías sean consideradas como las representaciones más grandes del análisis filosófico y social, expiró, este nuevo mundo necesita otras

explicaciones, explicaciones que no vendrían con pensar un fin de la historia, o un péndulo democrático, sino en ver las aristas que acarrean las teorías crítica actuales,

desde las decolonizadoras, las feministas, las críticas ecologistas y los neomarxismos, cada vez más locales.

José Llorenti. Generación Evo. Comunicador Social, Ingeniero Comercial y

Filósofo.

ENTREVISTA A ÉRIC TOUSSAINT, PORTAVOZ DEL COMITÉ PARA LA ANULACIÓN DE LA

DEUDA DEL TERCER MUNDO “Los gobiernos de la nueva izquierda que den la espalda a la deuda acabarán aplicando recortes”

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210645 Sergi Cutillas El Critic

Éric Toussaint es portavoz de la red internacional del Comité para la Anulación de la

Deuda del Tercer Mundo (CADTM), que contribuyó a fundar. De formación

historiador, es doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Lieja (ULg) y la Universidad París VIII. También es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia

y participó en la fundación del Consejo Internacional del Foro Social Mundial en 2001. Ha asesorado a numerosos gobiernos en materia de deuda y participado en la

Comisión de Auditoría Integral de la deuda de Ecuador (CAIC) y coordinado la Comisión de la Verdad de la Deuda Pública griega.

Si no me equivoco naciste en Namur, pero creciste en Retinne cerca de Lieja

(Bélgica), un pueblo minero con trabajadores de muchas nacionalidades. ¿Fue en ese entorno donde se despertó tu espíritu revolucionario? ¿Hubo

algún hecho particular que te llevara por este camino?

Para mí el tema principal en ese sentido fue la vida de los mineros. Todo mi entorno, amigos, vecinos, ritmo de la vida giraba en torno al funcionamiento de la mina de

carbón. Hizo que para mí la riqueza de compartir entre culturas diferentes, en todos

los aspectos, se convirtiera en un elemento vital. Ahora no puedo concebir una vida con gente de una misma nacionalidad, o que hablan solo un idioma, y que buscan

reafirmarse a través de su identidad nacional. Para mí son fundamentales las diferentes identidades. Construir un mundo en que todos podemos caber.

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Obviamente me refiero a culturas, no a distintas clases sociales. La diferencia de clases y la existencia de clases poderosas niegan esa posibilidad de convivir en paz.

El momento particular en el que se activó de forma clara mi vida política fue cuando

dejé a mis padres y el pueblo con 16 años, para ir a estudiar secundaria. Antes de irme compartí cosas con gente de mi pueblo y cuando en 1970 decidí adherirme a un

partido político fue porque esa organización (IV internacional) intervino muy bien en

la huelga de mineros, para generar solidaridad entre trabajadores de varias minas del país. Su capacidad de organización política y de definir maneras de tratar de

extender la lucha, me parecieron un elemento para justificar mi adhesión, como instrumento para victoria.

Mi decisión, en el 70s, fue sobre la base de la actuación de esa huelga obrera, pero

también me atrajo un documento programático de la IV internacional que se llamaba ‘Dialéctica de los tres sectores de la revolución mundial’, era el documento del

Congreso Mundial del 1969, que mostraba la dialéctica entre las luchas en los países más industriales (luchas obreras y estudiantes, p.e. 1968) en el tercer mundo

(Vietnam) y en los países soviéticos. Me quedó clara la necesidad de adherirme a una organización mundial.

Como mencionabas ahora eres miembro de la IV Internacional, fundada por

Trotsky. Antes de llegar aquí, exploraste diferentes corrientes del socialismo como el Maoísmo o el Guevarismo. ¿Puedes explicarnos un poco cómo se dio

esta evolución hasta llegar al trotskismo?

Cuando yo tenía 13-14 años leía sobre revolución en China, también de Cuba, sobre el Che, me acuerdo muy bien de la noticia de la muerte del Che, el 8 de octubre del

1967. Tenía 13 años. En cierto modo de manera rápida me sentí guevarista, un poco maoísta y finalmente, en una forma más madura, terminé adhiriéndome a la IV

internacional. Lo que me convenció fue su lucha frente al estalinismo, al bloque del

socialismo real. Porque viví muy de cerca el mayo del 1968, activo, como estudiante. Seguía por la radio lo que pasaba en París, pero también lo que pasó en la primavera

en Praga. En agosto 1968, hubo la intervención de los tanques soviéticos para acabar con los intentos de reforma. A la vez sucedía la ofensiva del Viet Minh en Vietnam.

Eso impactó sobre mí. También estaba atraído por las luchas de los negros en EEUU,

por los derechos civiles y políticos. Recuerdo que cuando tenía 11 años asesinaron a Malcom X (febrero 1965) y años después a Martin Luther King (abril 1968).

También me convenció la lucha de Trotsky y de sus camaradas contra la

degeneración dictatorial del estalinismo. Transfiriendo esa reflexión al fin del s. XX e inicio del s. XXI, la IV elaboró un proyecto de sociedad socialista, auto gestionada,

basada en la participación directa de la población, de trabajadores y ciudadanos. La IV da un enfoque a la organización del poder popular, como el poder desde abajo.

Ese es su proyecto de sociedad.

A nivel de funcionamiento político la IV Internacional, está convencida de que no se puede considerar a un partido como un partido de ‘Vanguardia’ y que un partido de

izquierdas tiene que ser plural, con posicionamientos de ruptura con el capitalismo y todas las formas de opresión, como el patriarcado. Eso a nivel de programa. A nivel

de la práctica política y de la organización, los miembros tienen que decidir y no

esperar que un comando dirigente dicte la orientación.

Has participado en muchas luchas desde que empezaste a militar en

distintas organizaciones a finales de los 60s. En todo tu recorrido, ¿podrías

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destacar cuáles han sido los momentos de mayor optimismo y los de mayor pesimismo? ¿Cómo ves el momento histórico actual?

Un momento álgido fue del mayo 1968 hasta 1972-73, incluso 1974, porque hubo lo

que se llamó el ‘mayo prolongado en Italia’, con muchas luchas obreras, impulsando un modelo de organización autónoma. En Bélgica hasta el 1973 hubo un auge de las

luchas obreras y estudiantiles. En el 1973 yo lideré un movimiento de colegios en el

cual participaron 175 000 estudiantes de secundaria. Luchábamos contra el adoctrinamiento del ejército, porque la idea del gobierno era obligar a todos los

jóvenes que terminaran la secundaria, a ir a hacer el servicio militar en el ejército, para recibir el adoctrinamiento burgués, como respuesta al mayo 1968. Eso generó

un enorme movimiento en los colegios e institutos. Se constituyeron comités de huelga, con centenares de colegios en huelga que duraron casi 4 semanas. Y yo fui

uno de sus 10 principales coordinadores e impulsores, como miembro del comité nacional del FNL (‘Frente Nacional de los Liceos’, nombre que tenía las mismas

iniciales que el Frente Nacional de Liberación de Vietnam, el Viet Minh, que se llamaba FNL). Había un auge de las luchas, de la educación y concienciación política a nivel

de masas, la posibilidad de ver y asistir a progresos en varias partes del planeta.

Un segundo momento esperanzador fue inmediatamente después, en 1974-76, con la muerte de Franco, la Revolución de los Claveles en Portugal y la caída de la Junta

Militar en Grecia.

Para mí lo de Portugal, Grecia y España era muy importante porque para la IV Internacional la posibilidad de ver una revolución en el sur de Europa era un elemento

fundamental, ya que había un buen nivel de organización de la izquierda radical en

Italia, y la IV era fuerte en el algunos países de Europa (en particular en Francia y Bélgica), y si el movimiento se extendía al sur había posibilidad de una revolución.

Hubo mucha esperanza e ilusión de ver esa revolución en Europa.

A partir de 1977 nos dimos cuenta de que la situación estaba cambiando. Se organizó la transición en España, con monarquía y los elementos fundamentales del estado

capitalista-franquista, en Portugal la dinámica revolucionaria terminó en 1976, y en Grecia no hubo después de la caída de los coroneles un auge revolucionario. Para

Europa pareció cerrarse un ciclo de luchas en los países capitalistas, a finales de los 70s. A pesar de ello al mismo tiempo en 79s hubo la revolución sandinista en

Nicaragua, la caída del Sha en Irán, y en 1980 a partir de agosto el enorme movimiento en Polonia. En 1980s yo era parte de la dirección mundial de la IV

internacional.

A partir de los 80s te centraste en las luchas relacionadas con la deuda. Años después fundasteis el CADTM. ¿Qué te hizo decidirte a dar el paso hacia la

militancia contra la deuda?

Empecé a dedicar más tiempo al aspecto mundial en el año 1980. Había disminuido la posibilidad en Europa y yo invertí más energía en la solidaridad con los obreros

polacos y con la revolución sandinista. Participé en la organización de un movimiento

de solidaridad en Polonia cuando ocurrió el golpe de estado del general Wojciech Jaruzelski en Polonia, empezamos a brindar apoyo clandestino al movimiento obrero

polaco. Yo viajaba a Polonia para hacer llegar materiales para la clandestinidad. Emisores, receptores de radio, material escritos de la IV internacional en idioma

polaco, pero imprimido en Francia. También participé a la creación de una organización de solidaridad con la revolución sandinista (1984). Organizamos

brigadas de trabajo en zonas rurales de Nicaragua, con obreros de Bélgica, de grandes industrias como Caterpillar, Volkswagen, y también iban maestros,

médicos...

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Trabajaban un mes gratis con los campesinos en Nicaragua. En 1984-85 también hubo la huelga de los mineros contra Thatcher, luchando contra ofensiva neoliberal

de Thatcher y Reagan, a la que también dimos nuestro apoyo. Podemos decir que

volvía a haber una ola internacional de lucha, con Polonia, los sandinistas, las huelgas del Reino Unido… pero en condiciones muy adversas (la dictadura de Jaruzelski en

Polonia, la contra en Nicaragua, la represión y la voluntad de hierro de Thatcher en el Reino Unido contra las conquistas sociales,…).

A partir del 1980 participe de la dirección mundial de la IV. Era profesor en colegios

técnicos y profesionales, con hijos de trabajadores migrantes, provenientes de Turquía, Marruecos, cosa que hacía posible mezclar mi activismo con mi actividad

laboral. También era activo como dirigente sindical. En mi sindicato cabían todos los sectores, era la Federación general de los trabajadores de Bélgica (FGTB).

Por esos años, en el 1982-83, hubo la crisis de deuda en Méjico. En 1985 Fidel Castro

inició un movimiento en el que afirmaba que la deuda externa era un mecanismo de extorsión impagable. En 1985 Thomas Sankara, joven presidente de Burkina Faso

que viajó a Cuba para reunirse con Fidel, se lanzó también a impulsar un frente africano contra la deuda. Otra vez una dialéctica entre sectores de la revolución

mundial. Sankara fue asesinado poco después por liderar este movimiento africano contra la deuda. En 1986, Ernest Mandel uno de los más destacados dirigentes de la

IV internacional durante el periodo 1950-1995, también se pronunció en favor del

apoyo a la demanda de anulación de la deuda del Tercer Mundo/1.

En 1989 compañeros de la IV en Francia con intelectuales de izquierda de otras

fuerzas lanzaron una campaña que se llamó ‘Ya Basta’. ¿Cuál fue la oportunidad?

Mitterrand invitó a sus colegas del G-7 a una cumbre en la fecha del bicentenario de la revolución francesa, en julio 1989. La IV en Francia con intelectuales lanzó una

campaña contra esta provocación, con un cantante francés muy famoso y combativo llamado Renaud, y el escritor Gilles Perrault. Hubo una manifestación de 90 000

personas, pidiendo la anulación de la deuda del tercer mundo. Yo diría que me convencí en ese momento de la creación del CADTM, que se fundó en el 1990.

También viajaba mucho a Nicaragua, Cuba, el Salvador, Guatemala, Méjico. Tenía

relaciones con las guerrillas del Salvador del Frente Farabundo Marti de Liberación Nacional (FMLN), y en Guatemala con la Unidad Revolucionaria Guatemalteca

(UNRG). Estaba muy relacionado con el PRT, organización revolucionaria mejicana de la IV internacional que tenían una relación estrecha con los campesinos,

participando en experiencias de autodefensa armada entre 1984-90s. Por eso cuando

el Ejército Zapatista de Liberación Nacional salió a la luz pública el primero de enero 1994 yo me enlacé directamente con esa experiencia viajando a Chiapas.

El gran momento del movimiento de la deuda a nivel internacional fue el gran

encuentro que hemos apoyado en Madrid del 1994, cuando el BM y el FMI conmemoraron sus 50 años en octubre de 1994. El CADTM participó en la contra

cumbre en Madrid, allí entre en contacto con uno de los fundadores de Ecologistas en Acción, mi buen amigo Fernando Duran, que murió hace dos años. El CADTM y

Ecologistas en Acción y la Plataforma 0,7% desarrollamos una colaboración estrecha.

Cuando se preparó la Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa (RCADE) a final de los 1990s, yo fue invitado a Madrid en Getafe, en una reunión con la

Plataforma 0,7% para definir preguntas de la consulta de marzo 2000, que fue una consulta pública sobre si se debía pagar la deuda externa en la que participaron más

de 2 millones de personas, que se organizó a la vez que las elecciones generales españolas. Allí conocí Esther Vivas y a Josep María Antentas, que iniciaron su

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militancia en el movimiento contra la deuda. También al nivel mundial hubo el Jubileo 2000, para la anulación de la deuda de los países pobres.

Estuviste particularmente activo en las huelgas y otras acciones que los

trabajadores de la ciudad de Lieja contra una deuda pública municipal que os aplastaba. ¿Cómo fue esa experiencia?

Empecé en el movimiento contra la deuda en el 1983 en Lieja, la ciudad donde vivía

y aún vivo. El municipio estaba muy endeudado. Pagaba con el aumento de los tipos propiciado en los EEUU un 13-15 % de interés. El gobierno municipal de izquierda

decidió un viraje hacia la austeridad radical, privatización, reducción de salarios 30 %, reducción del empleo público un 20%. Los trabajadores, había 3500 docentes, 17

000 trabajadores en total, entramos en una lucha muy dura de 16 semanas, con

huelga, sin colección de basura, con el matadero cerrado, bomberos en huelga... El gobierno mandó el ejército para recoger la basura. Hubo enfrentamiento con la

guardia civil, batallas en la calle, con personas encarceladas. Yo jugaba un papel muy activo. El pretexto de la austeridad era pagar la deuda. Empecé con otros

trabajadores a lanzar una auditoría de la deuda municipal, para conocer qué había pasado con la deuda. Fue mi primera experiencia de auditoria de la deuda. A partir

1986 nos lanzamos en una campaña para anular la deuda del municipio, y hubo huelgas hasta el 89. Las huelgas fueron derrotadas, pero se obligó a una

reestructuración de la deuda, con una quita de 70 %.

Has escrito muchos libros, centrados en explicar cómo la deuda sirve de herramienta para el secuestro político por parte de los bancos y las élites

económicas. Afirmas que vivimos en Bancocracia, un sistema en el que

mandan los banqueros ¿Cuál es el camino para salir de la bancocracia, que parece no tener salida?

Yo no diría que los banqueros mandan. El capitalismo en su forma actual, pasa por

la financiarización del capital. Ya no hay una diferencia clara entre producción y finanzas. Hay un capital globalizado que opera. Las grandes empresas

transnacionales son todas “financiarizadas”. Es un concepto que François Chenais explicó muy bien, que ha dado lugar a un campo de estudio extenso. Quiero evitar

una simplificación falsa de la situación. No son Goldman Sachs o Deutsche Bank o Santander quienes gobiernan el mundo, es el capital financiarizado en general. Los

bancos y otras corporaciones financieras, como BlackRock, juegan un papel importante, al lado de otras transnacionales, más conocidas por sus inversiones

productivas como General Motors, Lockheed, VW, etc. Hay una osmosis entre lo que

anteriormente categorizábamos como industrial, comercial, y financiero. Ahora hay una interconexión y osmosis. Y por supuesto una osmosis entre los dueños de esas

grandes empresas y los dirigentes políticos de los grandes partidos de gobierno, sean Demócratas o Republicanos en EEUU o los grandes partidos que se alternan en el

poder en Europa, como el PP y el PSOE en el Estado español. De ahí nacen las puertas giratorias.

En tu trabajo y militancia has podido asesorar a muchos gobiernos en el

campo de deuda. En este contexto has entrado en contacto con el “enemigo”, o sea, por ejemplo el Banco Mundial, el FMI, grandes bancos u

otras instituciones parecidas. Mirando atrás, ¿qué conclusiones importantes sacas de cómo funcionan estos entramados de poder relacionados con las

finanzas?

Claramente al nivel de la práctica, el CADTM considera inapropiado el lobbying sobre el BM y el FMI. Yo no participo en los encuentros anuales del BM y el FMI y en los

diálogos que organizan con la llamada sociedad civil. ¿Por qué adopto esa actitud?

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Porque hay que deslegitimar esas instituciones, y participando en supuestos diálogos les ayudamos a legitimarse. Son expertos en decir que se han equivocado y que

están tomando en cuenta las opiniones de la sociedad civil, y en decir que han

abandonado el Consenso de Washington y que adoptan nueva política que tiene en cuenta los derechos, etc. etc. Eso es propaganda.

Son instrumentos de la política externa de las grandes potencias, empezando por

EEUU que comparte la dirección del BM y el FMI con varios países europeos. El presidente del BM es designado por los EEUU y es siempre estadounidense y el

director general del FMI es designado por las potencias europeas y es siempre un europeo, generalmente de esos países importantes. Estas dos instituciones sirven

para a través del sistema deuda enredar a los gobiernos de los países endeudados en políticas designadas por los acreedores y el FMI y el BM siempre buscan endeudar

a países. Es a través de la relación acreedor deudor que pueden influir en la política de los países en deuda. Era evidente en los países llamados en desarrollo y ahora en

varios países europeos endeudados con el FMI y no me refiero solo a partir del 2010 en Grecia, ya que Rumanía, Bulgaria, Polonia, Hungría que han pasado por políticas

de ajuste dictadas por el FMI a partir de los 90s.

Me niego a ir a reuniones de supuesto diálogo pero acepto debates contradictorios públicos con el BM y el FMI. He tenido varias de estas experiencias, bajo forma de

conferencias. Sea en Ginebra, sea en Bélgica, o en países del sur, porque aquí si

podemos destruir y demoler a través de debate contradictorio, los argumentos de estas instituciones.

Podríamos destacar tus experiencias asesorando a gobiernos en materia de

deuda. En Ecuador el trabajo de la CAIC sirvió a Ecuador para reducir su deuda ¿Qué destacarías de estas experiencias?

En el año 90 entré en relación con Lula, cuando estaba en la oposición. Lo invité a

Bélgica en el 92. Tuve contacto directo con él en varias ocasiones. Hubo mucha expectativa en ver que haría si conseguía llegar al gobierno en Brasil. Su posición

oficial sobre la deuda era muy radical, pero años antes de llegar al poder Lula ya había evolucionado de manera moderada. En el año 2001 nació el Foro Social Mundial

en Porto Alegre, y Lula fue electo en octubre 2002, y empezó a ser presidente cuando ya nos reunimos en 3er Foro Social Mundial en 2003. Nos dimos cuenta, por sus

gestiones de antes de ser presidente que Lula iba a traicionar su compromiso respecto a la deuda: firmo en agosto 2002 con el FMI que si era presidente iba a

seguir pagando la deuda. Fue una experiencia clara para mí de lo difícil que es obtener

de un partido de izquierda que mantenga un compromiso fuerte sobre la deuda, porque es vital. La burguesía y las IFIs dan prioridad a lograr convencer a los

gobiernos de izquierda de pagar la deuda. Fue una experiencia reveladora, incluso tuve una reunión con Lula en junio 2003. Me llamó para encontrarse conmigo al

margen del G7 que se reunía en Evián, en Francia. Tuvimos una reunión en la embajada de Brasil y le expresé mis críticas. Estaba imponiendo en Brasil una

reforma de las pensiones. Tuvimos una discusión muy dura y después se cortó la relación. Pero en el mismo año 2003 asesoré el gobierno del estado de Timor Este,

que era un estado que había conseguido su independencia en 2002, después de ser

colonia portuguesa, hasta la caída de Salazar, y que había sido anexado luego por Indonesia. El nuevo gobierno que era un gobierno de ex guerrilleros, me llamó para

asesorarles frente al BM y el FMI.

A partir del 2007 tuve una experiencia más duradera con la presidencia de Correa, que fue electo en diciembre de 2006. A partir del abril 2007 me pidieron

asesoramiento sobre Banco del Sur y la Deuda. Allí la experiencia fue positiva, constituyendo una comisión de auditoría en julio de 2007 hasta septiembre de 2008.

65

En relación estrecha con Correa y con varios de sus ministros, como los de economía y justicia. Sobre la base de nuestro trabajo el gobierno decidió suspender el pago de

una parte de la deuda en noviembre de 2008 y logró imponer a los tenedores de

deuda, gracias a la suspensión de pagos unilateral, una quita de más del 70%.

Recientemente, has coordinado la auditoría de la deuda de Grecia. El

resultado de la auditoría no sido tenido en cuenta por el gobierno de Tsipras,

que optó por pagar la deuda y aceptar un nuevo plan de ajuste ¿Cuáles han sido las diferencias entre Ecuador y Grecia?

Para mí una de las diferencias entre Ecuador y Grecia es que en Ecuador del movimiento de la deuda salieron ministros y de cierta manera el mismo Presidente

Correa. Él no era uno de los dirigentes del movimiento, pero era muy cercano a él.

Designó como ministro de Economía al dirigente principal del movimiento, Ricardo Patiño. En su campaña se había comprometido por el tema. La comparación es que

en Grecia, que era importante en 2011-12 ninguno se encontró en el gobierno. El primer ministro Tsipras hasta 2012 hablaba de suspender el pago y de auditoría.

Aunque había dicho eso firmemente, en la campaña electoral de mayo-junio 2012 abandonó de manera sutil ese compromiso. Paso a hablar de una conferencia europea

sobre la deuda. La presión del movimiento en Ecuador era más fuerte. Tenían relación orgánica con el gobierno. En Grecia desgraciadamente no fue así.

¿Cuál crees que sería el camino que llevaría del impago a la transformación

social deseada?

Bajo ciertas condiciones el impago de parte de un gobierno estatal-nacional es una de las prioridades. Es una de las primeras medidas que tiene que tomar un gobierno

en un país que se enfrenta a un grave problema debido al pago de deuda. El caso evidente era el caso de Grecia. En el caso de España, es un poco diferente porque la

coyuntura permite a un gobierno hacer una auditoría sin necesariamente ligarla a la

suspensión de pago. Aunque, dados los signos económicos actuales, en poco tiempo podría degradarse la situación y entonces tener que combinar suspensión de pagos

y auditoría.

Eso tiene que ser parte de un plan integral que abarque medidas como el control de capitales, toma de control de los bancos por parte del gobierno para su socialización,

medidas tributarias progresistas fuertes: reducir los impuestos pagados por la mayoría de la población, en especial para los más pobres, eliminar impuestos de

consumo de productos y servicios prioritario (electricidad, comida, agua, etc. ; hasta unas ciertas cantidades), y subida de impuestos fuerte para los más ricos, sobre todo

el 1%. También creación de empleo e incentivos para la producción prioritaria, en especial a sectores para la transición ecológica. También es importante promover

circuitos cortos entre productores y consumidores, incrementar empleo público, p.e.

en salud, educación, cuidados sociales, dependencia, discapacidad, servicios para aliviar el trabajo de las mujeres, de apoyo a las tareas de crianza, etc. Por último se

me ocurren medidas de distribución del trabajo, como la reducción del horario y aumento del salario mínimo.

La auditoría e impago hacen parte de un plan integrado. Incluso integra el

lanzamiento de una moneda complementaria.

El Estado español está sumido en un proceso de cambio interesante y muy complejo. Una nueva izquierda parece avanzar, pero tiene numerosas

formas y también contradicciones entre sí, con organizaciones como CUP-CC, En Comú, Mareas, Compromís, los ayuntamientos del cambio, Podemos

como partido estatal e IU como partido de viejo cuño que se ve sobrepasado

66

por estas nuevas propuestas. Desde tu experiencia, ¿podrías dar una opinión de cómo superar esta complejidad para sintetizar una izquierda

transformadora que pueda llegar a gobernar?

La izquierda debe identificar cuál es el punto más importante para luchar contra el capitalismo financiarizado. Esto es: la extorsión ejercida a través de las relaciones

acreedor-deudor. Si se entiende esto será posible trabajar juntos alrededor de estos

objetivos. De las experiencias que he vivido sacó una lección: es sumamente importante mantener la presión del movimiento deuda sobre los partidos de

izquierdas. En el caso del Estado español es fundamental el papel de la PACD, sobre el futuro de los gobiernos del cambio, y sobre el futuro de Podemos e IU, si son parte

de un gobierno. También en Catalunya, en la que alianzas entre

En Comú, CUP y ERC, podrían formar gobierno en una Catalunya independiente, estos partidos deberían estar comprometidos con el movimiento de la deuda, si realmente

desean su autodeterminación. El éxito de estas organizaciones de izquierdas pasa por cuestionar la deuda. Si dan la espalda al movimiento de la deuda acabarán

aplicando políticas de derechas, como sucedió en Brasil, Grecia y en otros muchos sitios.

Pocos de estos nuevos movimientos de izquierda se declaran abiertamente

contrarios a estructuras institucionales que no parecen beneficiar a las clases populares y trabajadoras, como el euro, la UE o la OTAN. ¿Crees que

hay recorrido para reformar estas instituciones? ¿Hay opción de encontrar soluciones para la crisis de deuda a nivel de la institucionalidad de la UE?

No hay una posibilidad de democratizar la UE, tampoco hay una posibilidad de

encontrar una solución (favorable a los pueblos) a la crisis de la deuda con las instituciones europeas actuales. Un gobierno del pueblo tendra que desobedecer a

los tratados y a las instituciones europeos. La salida del euro es una opción necesaria

para países como Grecia, Portugal, pero tiene que ser una salida de izquierda dentro del marco de la implementación de un plan integrado como el esbozado antes. Para

el estado español, puede ser también una opción pertinente. Claro que la conferencia de Madrid (19-21 febrero 2016) sobre el plan B para Europa constituye un encuentro

indispensable para los y las que quieren promover una salida internacionalista a la crisis. Respecto a la OTAN, la izquierda tiene que exigir la salida de esta alianza

militar. El país tiene que salir de la OTAN y la OTAN tiene que salir del país.

Nota:

1/ Ver Ernest Mandel, "La dynamique infernale de la spirale de

l’endettement", Inprecor, abril 1986 (http://www.ernestmandel.org/new/ecr...).

Bibliografía de Éric Toussaint:

- Co-autor con Pierre Gottiniaux, Daniel Munevar y Antonio Sanabria, Las Cifras de

la Deuda 2015, CADTM, febrero 2015 http://cadtm.org/Las-Cifras-de-la-D...

- Autor de Bancocracia, Editorial Icaria, Barcelona,

2014. http://cadtm.org/Bancocracia;

- Co-autor con Damien Millet y otros de La Deuda o la Vida, Editorial Icaria, Barcelona, 2011

67

- Autor de La Crisis global, Editorial de las Madres de la Plaza de Mayo, Buenos Aires, 2010; Editorial Viejo Topo, Barcelona, 2011; Editorial Ciencias Sociales, La Habana,

2011; Editorial Trinchera, Caracas, 2013.

- Autor de Una mirada al retrovisor. El neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Editorial Icaria, Barcelona, 2010. Le Monde diplomatique, Argentina,

2013. CIM, Caracas, 2015.

- Co-autor con Damien Millet de 60 preguntas/ 60 Respuestas sobre la deuda, el Fmi y el Banco mundial, Icaria-Intermon, Barcelona, 2009

- Autor de Banco del sur y Nueva crisis internacional, Editorial Viejo Topo (Barcelona),

2007 ; Editorial Abya-Yala (Quito), 2007 ; Editorial Observatorio DESC, La Paz, 2007).

- Autor de Banco mundial: el golpe de estado permanente, Editorial Viejo Topo

(Barcelona), 2007, Abya Yala, Quito, 2007 y CIM, Caracas, 2007.

- Co-autor con Damien Millet de Los Tsunamis de la deuda, Icaria/Intermon, Barcelona, 2005 y Ciencias Sociales, La Habana, 2006.

- Autor de La Bolsa o la Vida, Editorial CLACSO, Buenos Aires, 2004. 19 ediciones

diferentes en ocho idiomas desde la primera edición en 1998 en Venezuela (Editorial Nueva Sociedad).

Fuente: http://www.elcritic.cat/entrevistes/eric-toussaint-els-governs-de-la-nova-

esquerra-que-donin-esquena-al-moviment-del-deute-acabaran-aplicant-retallades-8531

ENTREVISTA A DAVID HARVEY, GEÓGRAFO Y TEÓRICO SOCIAL BRITÁNICO “La izquierda tiene que repensar su aparato teórico y táctico”

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210507 AK Malabocas Roar Magazine

David Harvey, uno de los pensadores marxistas más prominentes de nuestro tiempo,

se sentó con el activista colectivo AK Malabocas a discutir las transformaciones en el modo de acumulación capitalista, la centralidad del terreno urbano en las luchas de

clase contemporáneas, y las implicancias de todo esto para la organización anti-

capitalista.

AK Malabocas: En los últimos 40 años, el modo de acumulación capitalista

ha cambiado globalmente. ¿Qué significan estos cambios para la lucha

contra el capitalismo?

DH: Desde una perspectiva macro, cualquier modo de producción tiende a generar

un tipo distintivo de oposición, la cual es un espejo curioso de sí mismo. Si miras

atrás, en los ’60 o ’70, cuando el capital estaba organizado en grandes formas corporativas, jerárquicas, tenías estructuras de oposición que eran corporativas, tipos

sindicalistas de aparatos políticos. En otras palabras, un sistema fordista generaba una oposición de tipo fordista.

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Con el quiebre de esta forma de organización industrial, particularmente en los países capitalistas avanzados, se terminaba con una configuración del capital mucho más

descentralizada: más fluida sobre el espacio y el tiempo que lo pensado previamente.

Al mismo tiempo veíamos el surgimiento de una oposición que está ligada a las redes, a la descentralización y a la que no le gusta la jerarquía y las formas previas de

oposición de tipo fordista.

Así, que de una manera curiosa, las y los militantes de izquierda se reorganizan a sí mismos en el mismo modo en el que la acumulación del capital se reorganiza. Si

entendemos que la izquierda es una imagen en espejo de lo que estamos criticando, entonces tal vez lo que debamos hacer es romper el espejo y salir de esta relación

simbiótica con aquello que estamos criticando.

MK: ¿En la era fordista, la fábrica era el principal sitio de resistencia. Dónde podemos encontrarla ahora que el capital se ha movido lejos del piso fabril

hacia el terreno urbano?

DH: Antes que nada, la forma fabril no ha desaparecido. Todavía encuentras fábricas en Bangladesh o en China. Lo que es interesante es cómo el modo de producción en

las ciudades centrales cambió. Por ejemplo, el sector logístico se ha expandido: UPS, DHL y todos sus trabajadores y trabajadoras están produciendo valores enormes hoy

en día.

En las últimas décadas, un gran cambio tuvo lugar en el sector servicios también: los más grandes empleadores de mano de obra en la década de 1970 en los Estados

Unidos eran General Motors, Ford y US Steel. Los más grandes empleadores de mano de obra hoy son Mc Donalds, Kentucky Fried Chicken y Walmart. Antes, la fábrica era

el centro de la clase obrera, pero hoy encontramos a la clase obrera más que nada en el sector servicios. ¿Por qué diríamos que producir autos es más importante que

producir hamburguesas?

Desafortunadamente la izquierda no se siente cómoda con la idea de organizar a los trabajadores y trabajadoras de la comida rápida. Su imagen de la tradicional clase

obrera no encaja con la producción de valor de los trabajadores y trabajadoras de

servicios, los de distribución, de restaurants, de los supermercados.

El proletariado no desapareció, pero hay un nuevo proletariado que tiene

características diferentes del que tradicionalmente la izquierda solía identificar como

la vanguardia de la clase trabajadora. En este sentido, las y los trabajadores de Mc Donalds se convirtieron en las y los trabajadores metalúrgicos del siglo XX.

MK: ¿Si esto es lo que es el nuevo proletariado, cuáles son los lugares desde

organizar la resistencia hoy?

DH: Es muy difícil de organizar en los lugares de trabajo. Por ejemplo, las y los

trabajadorss de la distribución se mueven de un lado a otro. Así que esta población

tal vez podría organizarse mejor fuera del lugar de trabajo, quiero decir, en sus estructuras barriales.

Hay una frase interesante en el trabajo de Gramsci de 1919 que dice que organizarse

en el lugar de trabajo y tener concejos fabriles está muy bien, pero que deberíamos tener también concejos en los barrios también. Y los concejos de los barrios, dijo,

tienen un mejor entendimiento de lo que son las condiciones de toda la clase trabajadora, comparado con el entendimiento sectorial de la organización en el lugar

de trabajo.

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Las organizadoras y organizadores fabriles solían saber muy bien lo que un trabajador metalúrgico era, pero no entendían lo que el proletariado era como un todo. La

organización barrial habría incluido, por ejemplo, a los trabajadores y trabajadoras

de la limpieza urbana, de la distribución y las trabajadoras doméstica. Gramsci nunca tomó esto y dijo: “Vamos! el Partido Comunista debería organizar asambleas

barriales”

No obstante, hay algunas excepciones en el contexto europeo donde los partidos comunistas organizaron, de hecho, concejos barriales, porque no podían organizarlos

en las fábricas, por ejemplo en España. En la década de 1960 esta era una forma de organización muy poderosa. Por ello, como he discutido por un largo tiempo,

deberíamos ver la organización barrial como una forma de organización de la clase. Gramsci sólo lo mencionó una vez en sus escritos y nunca lo desarrolló más en

profundidad.

En Gran Bretaña en los ’80, hacía formas de organización laboral en plataformas a lo largo de la ciudad, sobre la base de concejos de oficios, que estaban haciendo lo que

Gramsci sugirió. Pero dentro del movimiento sindical, estos concejos siempre fueron mirados como formas inferiores de organización laboral. Nunca se los trató como un

componente fundacional de cómo el movimiento sindical debería operar.

De hecho, ocurrió que los concejos de oficios fueron a menudo mucho más radicales que los gremios tradicionales y eso era porque estaban basados en las condiciones

de toda la clase trabajadora, no sólo de los sectores más privilegiados de la clase. Así, al punto de que estos tenían una definición mucho más amplia de la clase, los

concejos tendieron a darse políticas mucho más radicales. Pero esto nunca fue

valorado por el movimiento sindical en general, siempre fue mirado como un espacio en el que lxs radicales podían actuar.

Las ventajas de esta forma de organización son obvias: supera la brecha entre

organizarse de manera sectorial, incluye todas las formas de trabajo “desterritorializado” y es muy adaptable a nuevas formas de organizaciones

comunitarias y de base asamblearia, como Murray Boockchin planteó, por ejemplo.

MK: En las recientes oleadas de protesta -en España y Grecia, por ejemplo, o el movimiento Occupy- puedes encontrar esta idea de “localizar la

resistencia”. Pareciera que estos movimientos tienden a organizarse alrededor de cuestiones de la vida cotidiana, más que en torno a grandes

cuestiones ideológicas en las que la izquierda tradicional solía enfocarse.

DH: Por qué dirías que organizarse alrededor de la vida cotidiana no es una de las grandes cuestiones. Yo creo que es una de las grandes cuestiones. Más de la mitad

de la población mundial vive en ciudades, y la vida cotidiana urbana es a lo que la gente está expuesta y en lo que encuentra dificultades. Estas dificultades residen

tanto en la esfera de realización del valor como en la esfera de la producción del valor.

Este es uno de mis más importantes argumentos teóricos: todo el mundo lee el

Volumen I del Capital y nadie lee el Volumen II. El Vol I es acerca de la producción del valor, el II es sobre la realización del valor. Al enfocarse en el Vol II, puedes ver

claramente que las condiciones de realización son tan importantes como las de

producción.

Marx a menudo hablaba de la necesidad de ver al capital como la unidad

contradictoria entre la producción y la realización. Donde el valor es producido y

donde es realizado son dos cosas diferentes. Por ejemplo, mucho valor es producido

70

en China y, de hecho, es realizado por Apple o por Walmart en los Estados Unidos. Y, por supuesto, la realización del valor trata de la realización del valor por medio de

costoso consumo de la clase obrera.

El capital puede conceder salarios más altos en el punto de la producción, pero luego los recupera en el punto de la realización por el hecho de que los trabajadores y

trabajadoras tienen que pagar alquileres y gastos de vivienda más elevados, costos

de teléfono, tarjetas de crédito y así sucesivamente. Así que las luchas de clase en torno a la realización, alrededor de viviendas más baratas por ejemplo, son tan

significativas para la clase trabajadora como las luchas acerca de salarios y condiciones de trabajo. Cuál es el punto de tener un salario más alto si te es

inmediatamente extraído en términos de gastos más elevados para tener un techo?

En su relación con la clase trabajadora, los capitalistas han aprendido hace mucho que pueden hacer un montón de dinero recuperando lo que antes habían entregado.

Y, al punto que -particularmente en los 60 y 70- lxs trabajadorxs se empoderaron de manera creciente en la esfera del consumo, así que el capital comienza a concentrar

mucho más en extraer valor a través del consumo.

Así que las luchas en la esfera de la realización, que no eran tan fuertes en los tiempos de Marx, y el hecho de que nadie lea el maldito libro (Vol II), es un problema para la

izquierda convencional. Cuando vos me decís: “¿cuál es el problema macro aquí?”- bueno, ¡esto es un problema macro! La concepción del capital y la relación entre

producción y realización. Si no ves la unidad contradictoria entre ambos entonces no vas a tener la imagen completa. Tiene lucha de clases escrita todo alrededor y no

puedo entender por qué un montón de marxistas no logran ver cuán importante es

esto.

El problema es cómo entendemos a Marx en el 2015. En los tiempos de Marx, la

extensión de la urbanización era relativamente conveniente y el consumo de la clase

trabajadora era casi inexistente, así que de lo único que Marx tenía que hablar era acerca de la clase trabajadora arreglándoselas para sobrevivir con un salario magro

y cómo eran bastante sofisticados para hacerlo. El capital los dejaba hacer con sus propios dispositivos lo que les gustaba.

Pero hoy en día, vivimos en un mundo en el que el consumo es responsable de casi

el 30 % de la dinámica de la economía global; en EE UU llega al 70 %. Así que ¿por qué estamos aquí sentados y diciendo que el consumo es casi irrelevante,

pegándonos al Volúmen I y hablando acerca de la producción en lugar del consumo?

Lo que hace la urbanización es forzarnos a cierto tipo de consumo, por ejemplo: tienes que tener un auto. Y tu estilo de vida está dictado en muchos sentidos por la

forma que toma la urbanización. Y de nuevo, en los tiempos de Marx esto no era significativo, pero en nuestros días es crucial. Tenemos que amigarnos con formas

de organización que de hecho reconozcan este cambio en la dinámica de la lucha de clases.

Los grupos que marcaron los recientes movimientos con su estilo, viniendo de

tradiciones anarquistas y autonomistas, están mucho más metidos en la política de la vida cotidiana, mucho más que las y los marxistas tradicionales.

Les tengo mucha simpatía a las y los anarquistas, tienen una mucha mejor línea en

este tema, precisamente al lidiar con la política del consumo y su crítica acerca de lo que el consumo es. Parte de su objetivo es cambiar y reorganizar la vida cotidiana

alrededor de nuevos y diferentes principios. Así que creo que esto es un punto crucial

71

hacia el cual mucha de la acción política debería ser dirigida en estos días. Pero desacuerdo con vos cuando decís que esta no es una “gran cuestión”.

MK: Así que, mirando ejemplos de Europa del Sur -redes de solidaridad en

Grecia, auto-organización en España o Turquía- parece ser muy crucial para construir movimientos sociales alrededor de la vida cotidiana y las

necesidades básicas en estos días. ¿Ves esto como un acercamiento

promisorio?

DH: Creo que es muy promisorio, pero hay una clara limitación ahí, lo que es un

problema para mí. La propia limitación es la reticencia para tomar el poder en algún punto. Bookchin, en su último libro, dice que el problema con las y los anarquistas

es su negación del significado del poder y su inhabilidad para tomarlo. Bookchin no

va tan lejos, pero yo creo que es su rechazo a ver al Estado como un posible aliado hacia la transformación radical.

Hay una tendencia a considerar al Estado como enemigo, el enemigo al 100 %. Y hay

muchos ejemplos de estados represivos fuera del control público en el que este es el caso. No hay duda: el estado capitalista debe ser combatido, pero sin dominar el

poder del estado y sin tomarlo, pronto vuelves a la historia de lo que pasó por ejemplo en 1936 y 1937 en Barcelona y luego en toda España. Al rechazar tomar el Estado

en un momento en el que tenían el poder para hacerlo, los revolucionarios y revolucionarias de España permitieron que el estado volviera a caer en las manos de

la burguesía y del ala estalinista del movimiento comunista. Y el estado se reorganizó y aplastó la resistencia.

MK: Eso puede ser cierto para el estado español en la década de 1930, pero

si miramos al estado neoliberal contemporáneo y el retroceso del estado de bienestar, ¿que queda de estado para conquistar, para aprovechar?

DH: Para empezar, la izquierda no es muy buena para responder la pregunta de

cómo construimos infraestructura masiva. ¿Como construirá la izquierda el puente de Brooklyn, por ejemplo? Toda sociedad reposa sobre grandes infraestructuras,

infraestructuras para toda una ciudad, como el suministro de agua, electricidad, etc.

Yo creo que hay una gran reticencia dentro de la izquierda para reconocer que necesitamos diferentes formas de organización.

Hay áreas del aparato de estado, aún del aparato de estado neoliberal, que son

terriblemente importantes; el centro de control de enfermedades, por ejemplo. ¿Cómo respondemos a epidemias globales como el Ébola o similares? No puedes

hacerlo al modo anarquista del “hazlo tu mismo o tú misma”. Hay muchas instancias en las que necesitas alguna forma de infraestructura de tipo estatal. No podemos

confrontar el problema del calentamiento global a través de formas descentralizadas de confrontación y actividades solamente.

Un ejemplo que es frecuentemente mencionado, a pesar de sus muchos

inconvenientes, es el Protocolo de Montreal para enfrentar el uso de clorofuorocarbono en heladeras para limitar la afectación de la capa de ozono. Fue

reforzada de manera exitosa en los ’90 pero necesitó de un tipo de organización que es muy diferente a aquella que proviene de una política basada en asambleas.

MK: Desde una perspectiva anarquista, yo diría que es posible reemplazar

aún instituciones supranacionales como la OMS con organizaciones confederales que serían construidas de abajo hacia arriba y que

eventualmente arribarían a una toma de decisiones global.

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DH: Quizás a un cierto grado, pero tenemos que ser conscientes de que siempre habrá algún tipo de jerarquías y de que siempre enfrentaremos problemas como la

responsabilidad o el recurso correcto. Siempre habrá relaciones complicadas entre,

por ejemplo, gente lidiando con el problema del calentamiento global desde el punto de vista del mundo como un todo y desde el punto de vista de un grupo que está en

el territorio, digamos, en Hanover o similar, y que se pregunta, por qué debería escuchar lo que ellxs están diciendo?

MK: Entonces, ¿crees que esto requeriría alguna forma de autoridad?

DH: No, va a haber estructuras de autoridad de cualquier modo, siempre las habrá. Nunca he estado en una reunión anarquista en la que no hubiera una estructura de

autoridad secreta. Está siempre esa fantasía de todo siendo horizontal, pero me

siento, miro y pienso, “oh dios, hay toda una estructura jerárquica acá pero está encubierta”

MK: Volviendo a las protestas recientes alrededor del Mediterráneo, muchos

movimientos se han concentrado en luchas locales. ¿Cuál es el siguiente paso hacia la transformación social?

DH: En algún punto tenemos que crear organizaciones que sean capaces de

ensamblar y reforzar el cambio social en una escala más amplia. Por ejemplo, será ¿Podemos en España capaz de hacer eso? En una situación caótica como la crisis

económicas de los últimos años, es importante que la izquierda actúe. Si la izquierda no lo hace, entonces la derecha será la siguiente opción. Yo pienso -y odio decirlo-

que la izquierda tiene que ser más pragmática en relación a las dinámicas que están ocurriendo ahora.

MK: ¿Más pragmática en qué sentido?

DH: Bueno, ¿por qué apoyé a SYRIZA aunque este no fuera un partido

revolucionario? Porque abría un espacio en el que algo diferente podía pasar y eso era una movida progresiva para mí.

Es un poco como Marx diciendo: el primer paso hacia la libertad es la limitación de la

duración de la jornada de trabajo. Demandas muy estrechas abren un espacio para resultados más revolucionarios, y aún cuando no hay ninguna posibilidad para ningún

resultado revolucionario, tenemos que buscar soluciones de compromiso que sin embargo se apartan del sinsentido de la austeridad neoliberal y abren el espacio en

el que nuevas formas de organización pueden tener lugar.

Por ejemplo, sería interesante si Podemos buscara organizar formas de confederalismo democrático, porque en cierto modo Podemos surgió de un montón

de reuniones de tipo asambleario teniendo lugar a lo largo de España, así que tienen mucha experiencia con ese tipo de estructura.

La cuestión es cómo conectarán la forma asamblearia a formas más permanentes de

organización, en relación a su creciente posición como un partido fuerte en el parlamento. Esto también vuelve a la pregunta de la consolidación del poder: tienes

que encontrar maneras de hacerlo, porque si no la burguesía y el capitalismo

corporativo van a encontrar modos de reafirmarse y tomar nuevamente el poder.

MK: ¿Qué piensas acerca del dilema de las redes de solidaridad llenando el

vacío que dejó la retirada del estado de bienestar e indirectamente

convirtiéndose en un aliado del neoliberalismo en ese sentido?

73

DH: Hay dos formas de organizarse. Una es el vasto crecimiento del sector ONG, pero mucho de eso está financiado de manera externa, no son organizaciones de

base, y eso no se acerca a la cuestión de los grandes donantes que marcan la agenda,

la cual no será una agenda radical. Aquí nos acercamos a la privatización del Estado de bienestar. Esto me parece que es muy diferente políticamente a las organizaciones

de base en las que la gente dice “Ok, el estado no se ocupa de nada, así que vamos a tener que hacernos cargo de nosotros y nosotras mismas” Esto me parece que

tiende a formas de organizaciones de base con un status político muy diferente.

MK: Pero ¿cómo evitar llenar esa brecha al ayudar, por ejemplo, a gente desempleada para que no sean exprimidos por el estado neoliberal?

DH: Bueno, tiene que haber una agenda anti-capitalista, para que cuando el grupo

trabaje con gente todo el mundo sepa que no se trata sólo de ayudarla a arreglárselas sino que hay todo un intento organizado de tratar de cambiar políticamente el sistema

en su integralidad. Esto quiere decir tener un proyecto político muy claro, lo cual es problemático con tipos de movimientos no centralizados, no homogéneos, donde

alguna gente trabaja de un modo, otra trabajan de manera diferente y no hay ningún proyecto colectivo en común.

Y esto se conecta con la primera pregunta que hiciste: no hay coordinación acerca

de lo que son los objetivos políticos. Y el peligro es que sólo estes ayudando a la gente a arreglárselas y que no haya política saliendo de ahí. Por ejemplo, Occupy

Sandy ayudó a la gente a volver a sus casa e hizo un maravilloso trabajo, pero en última instancia, hicieron lo que la Cruz Roja y los servicios de emergencia federales

deberían haber hecho.

MK: El fin de la historia parece haber pasado de largo. Mirando las condiciones actuales y los ejemplos concretos de lucha anti capitalista,

¿piensas que “ganar” es todavía una opción?

DH: Definitivamente; y más aún, tienes fábricas ocupadas en Grecia, economías solidarias a través de cadenas productivas siendo forjadas, instituciones de

democracia radical en España y muchas cosas hermosas ocurriendo en muchos otros

lugares. Hay un crecimiento saludable del reconocimiento de que necesitamos ser mucho más amplios y amplias en lo que concierne a la política en todas esas

iniciativas.

La izquierda marxista tiende a desdeñar un poco estas cosas y creo que está equivocada. Pero al mismo tiempo no creo que ninguna de estas cuestiones sea lo

suficientemente grande en sí misma como para lidiar con las estructuras fundamentales de poder que necesitan ser desafiadas. Aquí hablamos de nada menos

que del Estado. Así que la izquierda debe repensar su aparato teórico y táctico.

Fuente: https://roarmag.org/magazine/david-harvey-consolidating-power/

Traducción: de Gabriela Mitidieri para Democracia Socialista, editado por VIENTO SUR

¿ES EL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO EL "SUEÑO AMERICANO"? http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210472 John Bellamy Foster

Viento Sur

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La renta nacional se puede comparar con una tarta. Si entre un

año y el siguiente la tarta crece, todo el mundo puede obtener una tajada mayor. Por el contrario, si el tamaño de la tarta continúa siendo el mismo, una mayor parte para algunos solo

puede significar una menor parte para otros.

Esto nos ayuda a comprender el pésimo estado actual de la economía de EE UU y el ímpetu adquirido por la campaña electoral de Bernie Sanders, que hace mención a

las necesidades de la gente trabajadora y de sus familias. Durante décadas, el crecimiento de la economía de EE UU ha estado estancado y, década tras década,

conoce una ratio de crecimiento menor. En estas circunstancias, el rápido incremento de los ingresos de los de arriba -a los que Sanders le gusta llamar la "clase

millonaria"- se da a expensas de los ingresos (la parte de la tarta) de los de abajo.

Los 400 multimillonarios del país acumulan más riqueza que la mitad de las rentas

salariales de los de abajo; es decir, cerca de 150 millones de personas. La parte de los salarios en la renta nacional ha ido cayendo al mismo tiempo que las rentas de

los propietarios han ido subiendo. Los trabajos son más precarios. Mucha gente ha sido expulsada del mercado laboral. Aunque el desempleo oficial haya decrecido en

los últimos cinco años, resulta difícil conseguir buenos trabajos con salarios dignos. Cada vez hay más gente en la pobreza. La mayoría de los estudiantes en el sector

público está clasificada como pobre o casi pobre.

El establishment político, basado en el bipartidismo de los partidos Demócrata y

Republicano, se ha desentendido ampliamente del deterioro de las condiciones de la mayoría de la gente. Puesto que los pobres, incluyendo a los trabajadores pobres,

son menos propensos a votar e influyen poco financieramente, se les descarta fácilmente. El dinero domina la política en EE UU a todos los niveles. La resolución

Citizens United del Tribunal Supremo de 2010, que abría las puertas a las donaciones sin limites por parte de los ricos, ha mancillado enormemente la imagen de la

democracia americana. Ahora resulta habitual oír que Estados Unidos es, para citar la memorable frase de los economistas Paul Baran y Paul Sweezy de 1966,

"demócrata en las formas y plutócrata en el contenido".

Es en estas penosas condiciones de la situación política estadounidense como se

explica el extraordinario fenómeno de la campaña de Berni Sanders para las presidenciales. Sanders se presenta a sí mismo como un socialista democrático en la

estela de la fase más radical de la administración de Franklin D. Roosevetl, que propuso una Carta de derechos económicos para garantizar pleno empleo y seguridad

económica para todos los americanos.

Al abogar por un socialismo democrático, Sanders ha promovido una política

pragmática para la izquierda. Sus propuestas incluyen un fuerte incremento de los impuestos para los millonarios, gratuidad para la matrícula universitaria y un seguro

sanitario de pago único, garantizando seguro médico a toda la población al margen de que tenga trabajo o no y de sus ingresos. Promueve un programa de empleo en

línea con el New Deal. Todas sus propuestas representan cosas que se ha conseguido en otros países, en particular en la Escandinavia socialdemócrata, donde la gente

está en mejores condiciones en lo que respecta a los indicadores sociales. Presentándolo como posible para aquí, Sanders ha llevado la idea del socialismo -

aunque sea en una versión moderada- desde la marginalidad al centro de la cultura

política en EE UU.

Lo que resulta más remarcable en torno al fenómeno Sanders es que a pesar de la implacable hostilidad de los guardianes mediáticos del status quo (por ejemplo, Adam

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Johnson en fair.org informaba que Washington Post publicó el 8 de marzo 16 historias negativas acerca de Bernie Sanders en el intervalo de 16 horas) ha seguido marcando

récords de masas. También ha obtenido más votos entre las personas de menos de

30 años que Clinton y Trump juntos, lo que apunta a un debilitamiento de la influencia de los grandes medios de comunicación en la sociedad estadounidense y el aumento

de la influencia de los medios de comunicación social, al menos entre la gente joven. Como informaba David Auerbach: "Las redes sociales han permitido a los partidarios

de Sanders reforzar otra idea, la de que la exclusión general de Sanders por parte de los grandes media -e incluso en gran medida de los media de izquierda- ha permitido

a Sanders sobrevivir incluso donde había sido hundido en 2008."

Si de todo esto se puede sacar una lección importante, ésa es la de la resiliencia (capacidad de sobreponerse a accidentes, derrotas…) y el atractivo del socialismo

con sus valores básicos de igualdad. El socialismo siempre ha formado parte de la

cultura americana. Sin duda, hoy en día sería perturbador para el Partido Republicano enterarse que uno de los escritores políticos favoritos de Lincoln fue Karl Marx, el

corresponsal europeo para el periódico de Horace Greeley, el New York Tribune.

En la visión de Sanders del socialismo democrático, una sociedad que carece de igualdad básica y justicia para todo el mundo no puede considerarse como una

sociedad democrática en ningún sentido. Una democracia real, viva, conduce al socialismo. Para millones de estadounidenses de hoy en día, lo que Sanders expresa

con esta idea de socialismo democrático es nada menos que el sueño americano.

John Bellamy Foster es director de la Monthly Review, una revista socialista independiente, y coautor con Robert W. McChesney de “The Endless Crisis: How

Monopoly-Finance Capital Produces Stagnation and Upheaval from the USA to China.”

RESEÑA DE SANTIAGO ALBA RICO, "PENÚLTIMOS DÍAS (MERCANCÍAS, MÁQUINAS Y

HOMBRES)" Contra el capitalismo, a favor de un comunismo humanista, libertario y homeoestático

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210625 Salvador López Arnal Cuarto Poder

Santiago Alba Rico, Penúltimos días (Mercancías, máquinas y hombres), Madrid, Los Libros de la Catarata 2016

Advertencias lógico-filosóficas:

1. Nadie ha demostrado o argumentado plausiblemente que los grandes ensayos filosóficos tengan que tener formato de tratados tipo Ser y tiempo, Teoría y

experiencia, La lógica de la investigación científica o la Ontología del ser social.

1.1. Capitalismo y nihilismo es un contraejemplo. Penúltimos días, el libro que ahora comentamos, otro.

2. La inexistencia de notas a pie de página en un ensayo filosófico en absoluto implica

ausencia de fundamentación o sueño adánico de creerse y sentirse filósofo-pensador que crea desde la nada y con poderes sobrehumanos. En el principio no fue el Verbo

aislado sino la reflexión y la acción.

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2.1. Los diálogos platónicos o el Tractatus son ilustraciones de lo señalado. Es también el caso de Penúltimos días.

3. Escribir una reseña inevitablemente conlleva -o puede conllevar cuanto menos-

más de una injusticia por las propias características del género: fija o llama la atención del lector en determinados nudos cuando son decenas y acaso centenares

los que merecerían pausa, comentario y observación.

3.1. Reseñar Penúltimos días tiene, potencialmente, ese peligro.

4. De lo que es justo hablar, no vale el silencio. Es necesario hablar y comentar. Es el caso de Penúltimos días

Buena porción del Jardín de las delicias, comentaba Azaña en 1926, se había

publicado, no sin recato, en los cuadernos de La Pluma, “pronto hará seis años”. Es obra vieja, consideraba el que fuera presidente de la II República española. “Antes

de enranciase la imprimo completa en volumen, venciendo el pudor”. No creo que el siempre recatado autor de Penúltimos días haya tenido que vencer en este caso

ningún pudor y, por supuesto, este último libro de Santiago Alba Rico está lejos, muy lejos, de ser una obra de contenidos que corran peligro de enranciarse. Basta, para

ello, tomar pie en dos de sus definiciones-aproximaciones más penetrantes y

deslumbrantes. La primera, que recuerda a su vez unas reflexiones de un comunista siciliano, Peppino Impastato, del que nos habla el autor, dice así: “Sin ríos y sin

bosques, sin escuelas ni hospitales, en casa horrendas, en barrios grises contaminados, seguimos viviendo apoyados en la pierna que nos queda sin recordar

lo que nos han quitado. Por eso, por muy paradójico que nos parezca, tiene razón Pepino […] cuando concluye su reflexión con estas palabras: “En vez de la lucha

política y la conciencia de clase, debemos recordarle a la gente qué es la belleza. La belleza es importante, de ella deriva todo lo demás”.

El segundo concepto definido, tan excelente como el anterior, es el de filosofar. Alba

Rico lo hace en estos términos: “Filosofar es volverse sobre uno mismo, como cuando se dobla una caña para hacer un arco. Debilita: nos da la medida de nuestra

debilidad”. Es bueno eso, pregunta, para qué sirve añade. Para esto: “Para

comprender que necesitamos compañeros. Reflexionar es comprender que vivimos en una torre de palillos, cañas pensantes nosotros mismos, y que necesitamos por

ello compañeros”. Por ello: “Todo filosofar que no imponga un grito de socorro es pura palabrería: todo reflexionar que no se busque una mano es puro sofisma. Todo

reflexionar es, pues, un reflexionar –si se quiere- sobre la muerte. Vivimos en una torre de palillos sostenidos por una ballena expuesta a un resfriado. Pero algunos

hombres viven más expuestos que otros al derrumbamiento”. Quine, Russell, Putnam, Weil, Sacristán o Fernández Buey, estarían encantados con ese filosofar tan

humanista y tan de todos. Michael Dummett, y su compromiso de filósofo, está

aplaudiendo entusiasmado desde muy lejos.

Pero hay muchas más razones para sumergirse en las páginas de Penúltimos días.

Cito algunas de ellas asegurando que, esta vez, el resto no es silencio.

Sin que exista ninguna disyunción excluyente, podemos diferenciar dos clases de prácticas filosóficas. Es innegable el interés que para todos tiene, no solo para la

Academia propiamente, las investigaciones y estudios, con la máxima erudición que

nos sea posible, sobre nuestro pasado cultural, sobre la historia de la filosofía, el arte, la política y la ciencia. Nos ayudan a entender mejor situaciones –y reflexiones-

pretéritas, a reinterpretar con mayor fruto momentos y pasajes que considerábamos casi superados, al mismo tiempo que iluminan nuestro presente y arrojan luz sobre

nuestros problemas, inquietudes y (a veces) desvaríos. Pero hay otro filosofar, otras

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prácticas filosóficas, tan necesarias como el aire y la justicia que exigimos, si cabe más difícil y creativo que el anterior, que nos ayuda a comprender y pensar sobre

asuntos, preguntas, dudas e ignorancias muy actuales, que señalan, con el mayor

cuidado y cautela, escenarios por los que transitar hacia un buen vivir sin exclusiones.

Penúltimos días pertenece a estas segundas prácticas filosóficas. No es que las

referencias filosófico-culturales no existan. Por supuesto que sí. Pensar es pensar con

otros y desde otros. Las hay aquí explícitas (Aristóteles, Gramsci, Günters, Stiegler por ejemplo) y las hay implícitas (Epicuro, Lucrecio, Tussy Marx, el Engels de la

situación de la clase obrera, el Harich más democrático de ¿Comunismo sin crecimiento?, el Lukács de las Conservaciones de los sesenta y muchos otros). Pero

de lo que se trata en este caso es de pensar, con cabeza propia, interpretando, tirando en ocasiones de otros pensamientos y aproximaciones para arrojar luz sobre

nuestro hoy y abrir caminos de reflexión y vida propios. La tarea, esta tarea, es frecuentemente mucho más compleja y arriesgada. No basta con amar a Mozart,

Verdi o Rossini; hay que intentar componer nuevas obras que estén a su altura. ¡Aquí hay que saltar! Y no es fácil.

Santiago Alba Rico no es sólo escritor (o columnista) y filosofo, esta es la forma

signifiicativa como acostumbra a firmar sus escritos, sino que, singularmente, es uno de los escritores-filósofos que mejor descubre, expone y critica las paradojas (al

estilo cervantino) e injusticias, incluidas las lingüísticas que no son marginales, del

capitalismo, entendido no sólo como un modo de producción económico-social sino como una civilización global que está en guerra, no en paz como quería Barry

Commoner, con nuestro planeta. Este libro que comentamos, una selección de sus artículos cuyas primeras versiones fueron publicadas en La Calle del Medio, Atlántica

XXII y Cuarto Poder, es otra demostración de ello. No en vano el libro se subtitula también, así aparece en portada, “Sobre los efectos del capitalismo”. Un ejemplo de

lo que intentamos apuntar: “Las leyes de la oferta y la demanda son injustas: 10 hombres piden pan y el mercado da 10 chocolatinas a uno solo Pero es sobre todo

una gran fantasía. Porque el mercado suela irresponsablemente con una oferta

infinita y porque –como decía Georgescu-.Roegen, pionero en bieconomía- no tiene en cuenta la demanda de las generaciones futuras”. A lo loco e irresponsablemente…

se vive peor.

Tres breves matices. Alba Rico se pregunta por qué los barcos tienen nombre y los coches no. Su respuesta: porque los barcos tienen alma y los coches no. Su

generosidad antropológica le impide, en este caso, tomar nota que para algunos seres humanos, marcados por máquinas y mercancías, los coches tienen alma, mucha

alma, y por ello tienen y les dan nombres, no sólo marcas, aunque ciertamente el capitalismo disuelva sin parar los nombres individuales.

Finaliza el primer texto Alba Rico con una muy brechtiana-harichiana definición de

comunismo, una de las mejores que he leído nunca: “El comunismo (podemos llamarlo así) es el conjunto de procedimientos complejos -económicos, sociales,

tecnológicos- que permiten estos placeres sencillos: el de abrir la ventana al levantarse y reconocer el mundo fuera; y el de abrir los ojos y reconocer con un gesto

de superioridad de un niño, de un viejo, de un enfermo. Y los placeres –claro- de

bailar, leer, oír música, contemplar las flores o las nieve, lleva zapatos cómodos u embelesarse en el rostro “entusiasmado” del amigo o del amado”. Mi observación

complementaria (a bien seguro innecesaria): el comunismo no es sólo –o no debería ser sólo- ese conjunto de procedimientos que permiten esos placeres sencillos. Es

también la convicción de que la buena vida de todos tiene que ver con esos placeres y con las mismas prácticas, creativas, consistentes y fraternales, que generan esos

procedimientos.

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La verdadera contradicción, señala Alba Rica, no es hoy, como pretendía el marxismo ortodoxo la existente entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción.

Son dos en su opinión. Por un lado, entre las fuerzas productivas y la antropología

humana, y por otro lado, entre fuerzas “representativas” y recursos humanos. La introducción del segundo nudo es un hallazgo que conviene pensar, repensar y

explotar. No estoy seguro que su primer nudo contradictorio no sea una reformulación a la altura de nuestras circunstancias que todo marxista ortodoxo que

se precie –no siempre la ortodoxia es mala- no aceptaría con gusto y entusiasmo. Uno de esos “marxistas ortodoxos”, Manuel Sacristán habló desde mediados de los

años setenta del pasado siglo de fuerzas productivo-destructivas, situando una aparente contradicción conceptual en el núcleo de la explicación marxiana.

Más allá de lo señalado, ¿qué puede destacarse especialmente de Penúltimos días?

Rozando la injusticia por los límites de toda aproximación, básicamente lo siguiente:

1. Su gusto por las fructíferas inversiones hegeliano-creativas: “Lo raro –qué raro- es que a la fantasía destructiva del mercado la llaman realismo y a la preocupación

por nuestros amigos y sus hijos la llaman utopía”.

2. Su defensa de una racionalidad completa, no parcial, de un racionalismo temperado tan del gusto de Francisco Fernández Buey: “Hay cosas que no se pueden

racionalizar sin perder completamente la razón. Hay codas que no se pueden desdramatizar sin agravar el drama”.

3. Su sensibilidad, su sólida sensibilidad: mil veces manifestada “Mientras millones

de personas luchan desde hace siglos para mantener y profundizar el camino de la humanidad, el mercado capitalista retrocede a sustratos cada vez más naturales,

llevando a su expresión más radical la “ley de la naturaleza” defendida por Calicles hace 2.400 años. el derecho de los leones a devorar a los corderos y el derechos de

los corderos a ser devorados por los leones”.

4. El buen pensar, la conveniente y necesaria vuelta del calcetín, el pensar dialéctico: “El capitalismo nos prohíbe todos los lujos. Nada de lujos. Solo lo estrictamente

necesario: el derroche, el incendio, la destrucción, la muerte”.

5. Su informada, prudente, original y crítica filosofía de la tecnología, uno de los aspectos que más ha interesado a este lector. “Capitalismo y democracia social son

incompatibles, pero el capitalismo ha impuesto ya un horizonte mental de

maquinismo consumista tan “atmosférico” que no sabemos si podremos algún día retroceder de nuevo -sin pedir ya mucho más- hasta a más sencilla y elemental –y

cruel- humanidad”. “El capitalismo ha creado tecnologías incompatibles con la compasión, la ternura y la solidaridad”. Pero a un tiempo –el pero es del autor-, “el

capitalismo ha creado también tecnologías incompatibles con la exclusión social que les indisociable -con la pobreza, las fronteras y la marginación política- u que ponen

en peligro, al mismo tiempo, el capitalismo y la humanidad”. Y no sólo eso: “Sólo un modelo social ha insistido más que el fascismo en las virtudes de la juventud; sólo

un modelo social ha despreciado más que el nazismo la debilidad, la vejez, la

imperfección, la biodegradabilidad: el mercado capitalista”.

6. El llamamiento a una esperanza humanista (y feminista), para saber a qué

atenernos en el decir de Ortega: “El mercado capitalista apunta siempre al derrumbe

de la civilización y si aun no ha conseguido su propósito es solo porque miles de hombres y mujeres la sostienen y apuntalan cocinando, amando a sus niños,

cuidando a sus ancianos, despidiendo a sus muertos y luchando por la tierra y el fuego”. “La muerte, como límite insuperable, solo se puede humanizar renunciando

a recuperar socialmente –racionalmente- el cadáver del ser querido”. Con la claridad

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y distinción necesarias: “El mercado ha vuelo legítima, honorable y banal la profanación de los muertos”.

7. El radical reformismo transformador defendido con lucidez en estas páginas (y en

muchos de sus otros ensayos): “La conocida frase de Marx según la cual la historia se repite primero como tragedia y luego como farsa admite distintas variaciones.

Empujados hacia una decadencia ecológica irreversible y con los arsenales llenos de

armas de destrucción masiva, lo que hace 100 años fue tragedia hoy puede repetirse como Apocalipsis. Con ideología o sin ella, pongamos algunos parches, por favor”.

“Tengamos cuidado: no vamos a reconocer el nazismo cuando regrese porque hablará de nuevo, como entonces, de paz y civilización, de valores y seguridad”.

8. La música, la poesía, el sabor y olor operísticos que subyace a gran parte de los

artículos que aquí se recogen, como si se tratara de un conjunto armónico de arias de concierto mozartianas. Un ejemplo: un magnífico compás final como broche de

uno de sus artículos. “¿Se exagera al llamarlo revolución? Se exageraba antes, cuando lo llamábamos sumisión”.

¿Cuál es mi texto preferido?, ¿qué escrito de los seleccionados he releído más veces?,

¿qué artículo que me hubiera gustado escribir? Casi todos, no exagero. Si me fuerzan a seleccionar uno: “Elogio de la impuntualidad” (pp. 114-117) una de las más

hermosas y profundas críticas que conozco a la civilización del capital y el mal (También, desde luego, “Lo que está mal en el mundo”. La felicidad y el

agradecimiento me impiden ser más explícito en este segundo caso).

Hay escritores-pensadores que tienen la admirable virtud de transformar todo aquello sobre lo que piensan y escriben en excelente filosofía. Nos cuentan, para darnos un

pequeño respiro, que el siguiente de 5 es un número perfecto, e incluso una afirmación así, tan prosaica, tan insustantiva si se quiere, adquiere en ellos

dimensiones filosóficas de interés insospechado. Santiago Alba Rico es uno de estos

tan infrecuentes filósofos-escritores. A los hechos y textos comentados me remito. Hay algo más sin embargo, algo muy esencial en nuestros días: ¿de qué tipo, de qué

clase de escritor-columnista-filósofo estamos hablando?

En su lección inaugural, dictada el 6 de octubre de 1995, de la Cátedra de Filosofía del Lenguaje y del Conocimiento del Collège de France, Jacques Bouveresse sostuvo

que a pesar de todo, a pesar de algunas corrientes filosóficas de la posmodernidad por él muy criticadas en su discurso, aún seguía siendo posible creer –era necesario

creer en ello- que la filosofía era una cosa y que las vanidades filosóficas eran otra cosa muy pero que muy distinta.

No hace falta que les comente donde debemos ubicar (siempre y en toda ocasión) al

autor de estos Penúltimos días.

Fuente: http://www.cuartopoder.es/tribuna/2016/03/30/capitalismo-favor-comunismo-humanista-libertario-homeoestatico/8370

ABRIENDO EL DEBATE SOBRE EL FUTURO DE CUBA Entrevista a Geidy Fundora, socióloga e investigadora cubana

“El debate sobre la idea de desarrollo es capital en Cuba” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210636 Enric Llopis Rebelión

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En época de mayor apertura a la iniciativa privada y la inversión multinacional, el Gobierno de Cuba ha reiterado el mantenimiento de las conquistas sociales de la

Revolución. También se percibe un riesgo hacia una deriva más individualista y

consumista en las mentalidades, como consecuencia del mayor peso del sector privado. En medio de una amalgama de debates abiertos, la socióloga, investigadora

y miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, Geidy Fundora (La Habana, 1986), sostiene que hay uno capital: “Qué entendemos los cubanos por desarrollo”.

Su trabajo gira en torno a dos ejes: la relación entre política y desarrollo tanto en Cuba como en otros países de América Latina; y las políticas de equidad en relación

con las desigualdades.

Colaboradora del Centro Martin Luther King dedicado a la educación y comunicación popular para la transformación, Geidy Fundora es autora de investigaciones sobre el

“Cuentapropismo en el proyecto socialista cubano: ¿Sólo cuestión de desarrollo

económico?” y artículos en torno a “la dimensión socio-transformadora del pensamiento de Chávez” o los retos del cooperativismo en Cuba. La entrevista tiene

lugar después de una conferencia organizada por la ONG “Entrepobles”.

-El VI Congreso del Partido Comunista Cubano aprobó en 2011 los 313 Lineamientos que marcan las directrices de la política económica y social en

la isla. ¿Los cambios económicos introducidos en Cuba pueden abrir el camino a valores diferentes, vinculados al consumo y el mercado?

Los Lineamientos son orientaciones generales que en sí no generan un cambio de valores, que por lo demás ya se vienen produciendo a lo largo del tiempo. Con la

crisis económica y social que sufrió el país a partir de los años 90 del pasado siglo -tras la caída de la Unión Soviética y el inicio del “periodo especial”- empiezan a surgir

desigualdades, diferencias entre la gente y formas nuevas de relacionarse. Hoy en día la gente habla de que con la “apertura” a otras expresiones culturales y formas

de mercado, puede darse una mayor tendencia al consumismo.

-¿De qué modo se expresan estos cambios, este periodo de incertidumbre,

en el arte y la cultura?

Una canción muy ilustrativa y que refleja la preocupación por ese viraje hacia otro tipo de cultura es la canción “Timbiriche”, del trovador e intérprete Tony Ávila, que

también aparece en la parte final del libro “Cuba: los correlatos socioculturales del cambio económico”, compilado por Mayra Espina y Dayma Echevarría. La canción

habla de todas estas preocupaciones, por ejemplo cuando dice: “Un cubano con licencia/es un tren echando humo/le pido a Santa Clemencia/no nos consuma el

consumo/de uno a uno/cubano, abre tus puertas y tus ventanas/que no te muerda

el aroma de esa manzana/No dejes que te consuma la competencia y a tu timbiriche cógelo con paciencia. El “timbiriche” es un pequeño negocio privado de supervivencia,

que fomenta la producción y valores individuales. Hay, por tanto, un patrón que tiene a trabajadores contratados y se preocupa por las mercancías que produce y vende

en el mercado.

-¿Recoge también el cine cubano estas manifestaciones de individualismo?

Hay una película que a los cubanos nos mueve por dentro: “Cuba Libre”, del

realizador Jorge Luis Sánchez, estrenada en diciembre de 2015 en el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. El filme se desarrolla en

el final de la guerra hispano-cubano-norteamericana de 1898, cuando las tropas de mambises están a punto de vencer a las de la colonia española. Estados Unidos entra

en el conflicto con el pretexto de la explosión de uno de sus barcos. La película trata de cómo dos niños viven y procesan estos hechos, y de cómo Cuba entra en el nuevo

siglo. Se aprecia cómo hay personas con un tipo de formación más orientada a la

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colonización de los otros, a imponer su forma de ser y a pensar que se sienten superiores. También de los procesos de negociación, en qué se ha de ceder y en qué

cosas no, las frustraciones, valores e intereses…

-¿Tiene esto algo que ver con la aproximación de relaciones entre Cuba y

Estados Unidos?

Uno de los niños es descendiente de mambises, le han inculcado que sea más rebelde e irreverente. Además lleva ese espíritu en la sangre. El otro menor es descendiente

de haitianos, sabe inglés y su abuelo le pidió siempre que lo hablara. Se convierte en el mediador y traductor durante la entrada que realizan las tropas norteamericanas.

La idea central es que te encuentras con algo que realmente no conoces y una situación que no sabes cómo manejar. La posición en la película del general mambí

es la de una generación que se sacrificó muchísimo, que fue a la manigua para luchar

por la sociedad que quería. El general termina suicidándose, mientras su hijo empieza a ver los valores supuestamente positivos de los estadounidenses. La película te

implica en el orgullo de ser cubano, de alcanzar la independencia y rebelarte contra el dogma de la colonia española. Pero después te hacen entrar en un juego que no

esperas, te obligan a mediar y negociar.

-¿Cuáles fueron, por tu experiencia, las reacciones a la película?

Había cubanos con una posición bien clara, antiimperialista, que les confirmó en su

estrategia y en que hay que tener los pantalones y las sayas bien puestas. Pero también hubo quien entró en el cine con su “sueño americano” y salió tragando saliva

en seco, porque en la película se muestra de manera muy clara lo que supuestamente se gana, pero también lo que se ha de ceder, entre otras cosas, la dignidad.

-Te refieres a debates abiertos en la sociedad cubana y a obras artísticas

que plantean conflictos. ¿A qué intereses responden las críticas en materia de libertad de expresión?

Una amiga argentina, exiliada de la dictadura y que estuvo muchos años viviendo en Noruega, vino a Cuba y nos pusimos a conversar en los jardines del ALBA cultural de

La Habana, precisamente antes de un concierto del cantautor e integrante de la Nueva Trova de los 80, Gerardo Alfonso. En sus canciones adopta la perspectiva de

mostrar las cosas buenas y malas que pasan. Yo también le conté a mi amiga las cosas que me gustaban del país y las que me molestaban. Nadie me persiguió. Ella

lo pudo contrastar. Ese día me quedó muy clara la imagen construida de prácticamente una mordaza en la boca. Además, actualmente existe todo un espacio

virtual no estructurado, la “blogosfera” cubana, donde te encuentras con blogueros

de un anticubanismo irracional y posturas hipercríticas; otros que prácticamente reproducen los discursos públicos oficiales y otros con una posición más dialógica

respecto a lo que está ocurriendo.

-¿Cuáles son los debates más relevantes abiertos actualmente en la sociedad cubana?

Cuando terminaron de discutirse los Lineamientos, Raúl dijo que hay tres problemas

que preocupan a la población: alimentación, vivienda y transporte. De un modo u

otro, son los problemas “históricos” y de los que la gente habla. Que haya acceso a alimentos más variados y con precios más económicos; que mejore el servicio de

transporte (las ineficiencias se deben a que hay “guaguas” que se rompen y faltan piezas de repuesto, a lo que se une la superpoblación de La Habana en parte por la

migración rural); y por último que baje el precio de los materiales de construcción para que el cubano pueda reparar su vivienda. Estos serían los problemas de un

cubano de a pie. Otra cuestión es la de los trabajadores por cuenta propia con su

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negocio.

-¿Qué diría un “cuentapropista”?

Te dirían que hay un mercado mayorista que les vende y que dependen del estado

para poder importar sus productos; pedirían también pagar menos impuestos, y que encierren a algunas personas de la supervisión que son corruptos y no les dejan hacer

sus negocios en paz. Pero si preguntáramos a personas implicadas, militantes en las luchas de género, te dirían que lo primero es terminar la adopción de este enfoque

en todas las leyes, además de la capacitación; por ejemplo incorporar la cultura de género en la policía. Porque no basta con cambiar las leyes. En cambio, los blogueros

discuten sobre la velocidad de acceso por Internet o sobre la fibra óptica. Es muy complejo cerrar todo lo que hoy está en debate. A mi juicio, hay uno que es capital:

¿Qué entendemos las cubanas y los cubanos por “desarrollo”?

-Además del riesgo de que cundan los valores individualistas y consumistas,

¿qué contradicciones ha generado la empresa privada?

Se habló de quién protege los derechos del nuevo sector. Hubo varias transformaciones respecto al sector privado. Por ejemplo, darles derecho a la

seguridad social y que pudieran tener acceso a los sindicatos. Ocurrió que en un mismo sindicato empezaron a militar tanto dueños de negocios privados como las

personas contratadas. Entonces, ¿cómo resolver en esos espacios los problemas que

podía tener un contratado cuando se daban al tiempo relaciones de poder muy fuertes? Además, ¿de qué problemas comunes podían estar discutiendo un trabajador

de una empresa estatal que produce pulóvers, con el dueño de una fábrica privada, que opera con otras lógicas? Es un debate que surgió con los Lineamientos.

-¿Y en cuanto a la inversión de las multinacionales?

Cuando uno lee la cartera de inversiones en Cuba en 2015, observa que algunas se

destinan por ejemplo a campos de golf. Se utiliza como pretexto recaudar fondos de

un turismo de alta categoría. Pero son proyectos que generan grandes costos ambientales. Sin embargo, es cierto que también hay inversiones extranjeras

orientadas a las energías renovables, en concreto, parques eólicos y paneles fotovoltaicos. Hay que estar alerta a qué tipo de inversiones se abre paso. Me parece

que es un debate en el que haría falta más participación popular, ya que todavía se está dejando muy en manos de los expertos en economía –quienes manejan esta

información- y en los estratos de carácter administrativo.

EL CAPITALISMO CONTRA LA DEMOCRACIA EN EUROPA Y AMÉRICA LATINA http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210584 Michael Löwy y Samuel González

Revista Memoria (México)

Empecemos con la cita de un ensayo sobre la democracia burguesa en Rusia, escrito

en 1906, tras la derrota de la primera revolución rusa:

Es sumamente ridículo creer que existe una afinidad electiva entre el gran capitalismo, tal como se importa actualmente a Rusia y como se conoce en Estados

Unidos (…), y la ‘democracia’ o la ‘libertad’ (en todos los significados posibles de la palabra); la verdadera pregunta debería ser ¿cómo es ‘posible’ que estos conceptos

existan, a largo plazo, bajo la dominación capitalista? 1

¿Quién es el autor de este lúcido comentario? ¿Lenin, Trotsky o, quizás, Plekhanov? Es de hecho Max Weber, el conocido sociólogo burgués. Aunque jamás desarrolló tal

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idea, está sugiriendo que hay una contradicción intrínseca entre el capitalismo y la democracia.

La historia del siglo xx parece confirmar esa opinión: muy a menudo, cuando el poder

de las clases dominantes se veía amenazado por el pueblo, la democracia era puesta a un lado como un lujo que no podía permitirse y reemplazada por el fascismo —

Europa en las décadas de 1920-30— o las dictaduras militares en Latinoamérica en

las décadas de 1960-70.

Afortunadamente, éste no es el caso de Europa y Latinoamérica en la actualidad; sin

embargo, hemos experimentado, en particular durante las últimas décadas con el triunfo del neoliberalismo,una democracia de baja intensidad, una democracia sin

contenido social que se ha convertido en recipiente vacío. Cierto, aún tenemos

elecciones, pero parecería que hay un solo partido, el Partido del Mercado Unido, con dos variantes que tienen sólo diferencias limitadas: la versión neoliberal de la derecha

y la versión socioliberal de centro-izquierda.

El debilitamiento de la democracia es particularmente visible en el funcionamiento oligarca de la Unión Europea, donde el Parlamento tiene poca influencia, mientras

que el poder se encuentra asido con fuerza por las manos de órganos no elegidos, tal como la Comisión Europea o el Banco Central Europeo. De acuerdo con

Giandomenico Majone, profesor en el Instituto Europeo de Florencia y uno de los teóricos semioficiales de la Unión, el continente necesita “instituciones no

mayoritarias”; es decir, “instituciones públicas que, a propósito, no sean responsables hacia los electores ni hacia los oficiales electos”: éste representa el

único camino para protegernos de “la tiranía de la mayoría”. En dichas instituciones,

“cualidades como la experiencia, el conocimiento, la discreción profesional y la coherencia (…) son mucho más importantes que la responsabilidad democrática

directa”. 2 Apenas puede imaginarse una apología más descarada de la naturaleza oligarca y antidemocrática de la Unión.

Con la actual crisis económica, la democracia ha descendido a sus niveles más bajos.

En un editorial reciente, el diario francés Le Figaro escribió que la presente situación es excepcional, y esto explica por qué los procedimientos democráticos no pueden

ser siempre respetados; cuando los tiempos normales vuelvan podremos restablecer una legitimidad democrática. Tenemos por tanto una especie de “estado de

excepción” económico/político en el sentido que Carl Schmitt le atribuía. Pero ¿qué soberano tiene el derecho de proclamar, de acuerdo con Schmitt, el estado de

excepción? Durante algún tiempo después de 1789 y antes de la proclamación de la

República Francesa, en 1792, el rey tenía el derecho constitucional al veto. Cualquiera que fuesen las resoluciones de la Asamblea Nacional y los deseos y las aspiraciones

de la población gala, la última palabra pertenecía a su majestad.

Actualmente, en Europa el rey no es un Borbón o un Habsburgo sino el capital financiero, aliado a los grandes capitales industriales. Todos los gobiernos europeos

actuales son funcionarios de ese monarca absolutista, intolerante y antidemocrático. Ya de derecha, “centro-extremo” o seudoizquierda, ya conservadores,

democristianos o socialdemócratas, todos sirven fanáticamente el derecho al veto de su majestad. La total y absoluta soberanía en la Europa actual supone por tanto el

mercado financiero global. Los mercados financieros dictan a cada país los salarios y las pensiones, los recortes del gasto social, las privatizaciones, y el índice de

desempleo. Hace algún tiempo, designaban de modo directo a los líderes de gobierno

(Papademos en Grecia y Mario Monti en Italia), seleccionando supuestos “expertos”, fieles sirvientes suyos.

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Veamos de cerca a algunos de estos “expertos” todopoderosos. ¿De dónde vienen? Mario Draghi, titular del Banco Central Europeo, es antiguo gerente de Goldman

Sachs; Mario Monti, antiguo miembro de la Comisión Europea, fue asesor de Goldman

Sachs. Monti y Papademos son miembros de la Comisión Trilateral, un club muy selecto de políticos y banqueros que deciden qué hacer y cuáles medidas tomar. El

presidente de la Comisión Trilateral Europea, Peter Sutherland, se desempeñó como integrante de la Comisión Europea y gerente de Goldman Sachs; el vicepresidente

de la Comisión Trilateral, Vladimir Dlouhy, otrora ministro checo de Economía, es asesor de Goldman Sachs para Europa del Este. En otras palabras, los “expertos” a

cargo de salvar Europa de la crisis solían trabajar para uno de los bancos directamente responsables de la crisis hipotecaria en Estados Unidos. Esto no indica

una conspiración para entregar Europa a Goldman Sachs; sólo ilustra la naturaleza oligarca de la elite “experta” que gobierna la Unión.

Los gobiernos de Europa son indiferentes a la protesta pública, las huelgas, las

manifestaciones masivas y la opinión o los sentimientos de la población; están atentos —y en extremo— sólo a la opinión y los sentimientos de los mercados

financieros, sus empleados y las agencias de notación. En la seudodemocracia

europea, consultar a la gente vía plebiscito es herejía peligrosa o, peor aún, crimen contra el Santo Mercado. El gobierno griego, encabezado por Syriza, la Coalición de

la Izquierda Radical, fue el único que tuvo el valor de organizar una consulta popular.

El referéndum griego fue respecto no sólo a factores económicos y sociales fundamentales sino, también y en primer plano, a la democracia. El 61.3 por ciento

del “no” supuso un intento por desafiar el veto Real de las finanzas. Esto pudo haber constituido un primer paso hacia la transformación de Europa, de una monarquía

capitalista a una república democrática; sin embargo, las instituciones europeas oligarcas de hoy tienen tolerancia escasa por la democracia. Dichas instituciones

penaron de inmediato al pueblo griego por su insolente intento de rechazar el austericidio. La deudocracia está de vuelta en Grecia para vengarse; impone un brutal

programa de medidas económicamente recesivas, socialmente injustas y

humanamente insostenibles. La derecha alemana fabricó este monstruo y lo forzó sobre el pueblo de Grecia con la complicidad de los falsos “amigos” de ésta (Hollande,

Renzi y otros).

En Latinoamérica, la democracia continúa enfrentando fuertes embates por el capital. Tras las dictaduras, trabajadores del campo y de la ciudad asediaron de nuevo su

tiranía, recetada en fuertes dosis de neoliberalismo durante la llamada década perdida, y más adelante aún: se trató de la ofensiva de las clases dominantes en

respuesta a la situación económica global y a la existencia de procesos de construcción de poder popular, que conduce al ejercicio de la democracia desde

abajo. Ante las decisiones elaboradas en pequeños comités empresariales, y acatadas por gobiernos serviles, campesinos, indígenas y trabajadores pusieron en pie

organizaciones populares tendentes a otorgar capacidad de veto a las movilizaciones

sociales a principios de siglo, en diversos países de la región. La guerra del agua y la del gas en Bolivia entrañan expresiones nítidas del ascenso experimentadas por la

movilización popular. Ésta fue una conquista de la democracia ejercida desde abajo, que visibilizó la profunda conexión entre el aspecto social y el ejercicio de la

democracia directa.

Una vez más, la marcha del capital pudo cuestionarse sólo desde la movilización popular, desde asambleas populares que encontraron nuevos sujetos y regiones para

la movilización. El ascenso de la democracia popular fue capaz de trazar una estela que avanzó desde la protesta (por ejemplo, el estallido argentino de 2000-2001),

conquistó capacidad de veto, respecto a determinadas políticas neoliberales (Bolivia, Ecuador, Argentina), e impulsó la llegada de nuevos gobiernos en toda la región. Ello

colocó nuevas condiciones en la relación entre democracia, participación popular y

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justicia social. Con distintos grados y matices, la llegada de estos movimientos y de nuevos gobiernos suscitó procesos de democratización de las estructuras

institucionales (proyectos de presupuesto participativo en centros urbanos), e incluso

más allá de éstas en procesos de autogestión territorial (comunidades zapatistas, autogestión de fábricas y recursos naturales), procesos de redistribución de la riqueza

y, en los casos más radicales, dinámicas de expropiación de recursos estratégicos al gran capital (como en Bolivia y Venezuela). Muchos de éstos evidenciaron que la

profundización de la democracia, desde una visión participativa y comunitaria, y la justicia social se relacionan con la existencia de potentes movimientos sociales y de

organizaciones populares (comunas, asambleas, consejos, sindicatos) tendentes a tomar en sus manos el control de un territorio o de alguna función social como la

seguridad.

Sin embargo, el capitalismo no fue derrotado en la región. En toda Latinoamérica, las derechas se reorganizaron, con distintas estrategias acordes con la correlación de

fuerzas existente y la historia política de cada país. Los ejemplos más significativos durante este periodo se hallan en Paraguay, Honduras y Venezuela, pero también en

Ecuador, Brasil y México. En 2009, Manuel Zelaya fue destituido como presidente de

Honduras por la Suprema Corte de Justicia, acusado de traición a la patria. En el fondo, la traición fue del gran capital, vulnerador de la voluntad popular ante la

trayectoria de un gobierno que tomó relaciones con Petrocaribe, se unió a la Alianza Bolivariana para América y presentó la iniciativa de impulsar una asamblea

constituyente a través de un plebiscito. En Paraguay (2012), el gobierno de Lugo fue víctima de un golpe de Estado parlamentario, organizado mediante un proceso de

destitución articulado por el Senado. Este cuerpo legislativo acusó al Ejecutivo en turno de inducir un clima de violencia entre las fuerzas públicas y un intento de toma

de tierras por campesinos. Evidentemente, ello implicó un enorme revés para la

democracia y la vuelta al gobierno del reaccionario Partido Colorado.

Los casos de Paraguay y de Honduras ejemplifican cierta diversificación estratégica

por las derechas latinoamericanas. A diferencia del periodo anterior, y ante una

correlación de fuerzas menos favorable, se valen de la manipulación mediática (muchas veces con control monopólico de los grandes medios de comunicación, como

en Venezuela y México) e institucional para derribar gobiernos electos democráticamente, que incluso no mostraron rasgos de radicalidad comparable con

los gobiernos de Venezuela o Bolivia. Desde luego, Venezuela ha sido uno de los blancos preferidos, pues al imperialismo resulta insoportable que un gobierno de

izquierdas controle una de las mayores reservas de petróleo. La situación ha dado lugar a la aparición de diversas derechas, algunas recalcitrantes, ligadas de modo

directo con los segmentos más reaccionarias de las clases dominantes

estadounidenses (Tea party), y otras con un perfil más suave y democrático. Ambas corrientes han intentado, como en otros países de la región, arrancar a la izquierda

algunas de sus esenciales banderas de la lucha democrática. Desde la muerte de Chávez —la gran fortaleza, pero también la gran debilidad del proceso bolivariano—

, la derecha ascendió en los planos político y electoral, aprovechando y provocando escenarios de inflación y de tendencia a la dolarización de la economía y canalizando

ciertos ámbitos de descontento social.

Respuestas más radicales pueden observarse en el caso de México. Los monumentales fraudes electorales de 1988 y de 2006 expresaron el consenso y la

alianza entre las clases dominantes del país y el imperialismo estadounidense. En 2006, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador levantó un discurso

que halló, en el horizonte social-liberal de Lula, un ejemplo para su proyecto de

gobierno, lejos de Hugo Chávez y Evo Morales. Pese al perfil profundamente moderado de su propuesta de gobierno, los grandes capitales decidieron cancelar el

proceso por la fuerza, efectuando un fraude obsceno y desatando, como respuesta a la ilegitimidad del proceso, la llamada guerra contra el narcotráfico, que ha cobrado

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más de 150 mil vidas en los últimos años. En este periodo es posible identificar, como en Europa, personajes que conectan el control financiero con funciones

gubernamentales vitales para el capital financiero. Agustín Guillermo Carstens

Carstens, actual gobernador del Banco de México, fue uno de los principales artífices de la estrategia económica y financiera del gobierno de Felipe Calderón en 2006; no

por casualidad, en el periodo anterior fungió como importante directivo del Fondo Monetario Internacional.

***

Mientras la crisis empeora y la indignación pública se incrementa, hay una tentación creciente entre varios gobiernos por distraer la atención pública hacia un chivo

expiatorio: los inmigrantes. Así, extranjeros indocumentados, inmigrantes no

comunitarios, musulmanes y gitanos son presentados como la amenaza principal de la Unión Europea. Esto permite por supuesto muchas oportunidades para partidos

racistas, xenófobos, semifascistas o abiertamente fascistas que proliferan y son ya, en varios países, parte del gobierno —una seria amenaza a la democracia en el

continente.

La única esperanza es la creciente aspiración por una Europa que vaya más allá de la competición salvaje, las brutales políticas de austeridad y las eternas deudas por

pagar. Otra Europa es posible: una democrática, ecológica y social. Pero ésta no se alcanzará sin un esfuerzo común de las poblaciones europeas que traspase las

fronteras étnicas y los estrechos límites del Estado-nación.

Lejos de creer que la batalla de la democracia contra el capital ha sido ganada en Latinoamérica, estamos convocados a observar que el capital conserva buena parte

de su poder en la región y que ello representa una amenaza constante en el campo político. Tampoco podemos olvidar los delicados acontecimientos de Ecuador (cuando

Correa fue retenido por un contingente de policías) y Bolivia (cuando a Evo Morales

no se permitió aterrizar en Francia y Portugal ante el rumor de que Snowden fuera a viajar con él), así como la existencia de bases militares. Hay una necesidad

apremiante de profundizar la democracia mediante la construcción de poder popular; un ejemplo muy significativo al respecto son las comunas generadas en Venezuela

desde 2009. Es importante remodelar los Estados desde una visión que sobrepase y rompa con los designios de la democracia liberal y los dictados del gran capital. Las

experiencias conquistadas en las asambleas constituyentes resultan fundamentales, sin perder de vista la necesidad de construir poder popular más allá de sus formas

estatales, generando un puente y vínculo entre lo democrático y lo comunitario, como

demuestran diversas experiencias en la actualidad, para repensar los horizontes anticapitalistas y comunistas de nuestro siglo.

Sin duda, la baja en el precio de las commodities y del petróleo afecta gravemente

la base de las políticas de redistribución de estos gobiernos, y tiende a aumentar las condiciones de inflación y a otorgar condiciones para ataques económicos y políticos

por los grandes capitales del continente, aliados del imperialismo estadounidense. Coincidimos en la idea de defender frente al imperialismo a gobiernos elegidos de

modo democrático, apoyando las medidas tendentes a profundizar la democracia y la equidad. Sin embargo, es fundamental distinguir las disidencias que emergen

desde el campo de las derechas y las provenientes de manera legítima desde el campo popular y la izquierda. La conciencia y organización populares, necesarias

para barrer a la derecha del continente, sólo pueden provenir de procesos de

autoorganización, donde la pluralidad y el debate hacen parte de la creatividad revolucionaría.

87

En otras palabras, nuestra esperanza por el futuro está en la indignación popular y los movimientos sociales, expandidos en particular entre la juventud y las mujeres

en diversos países. Para estos movimientos, resulta cada vez más evidente que la

lucha por la democracia es una contra el neoliberalismo y —en un último análisis— el mismo capitalismo, un sistema inherentemente antidemocrático, como Max Weber

señaló hace más de 100 años.

Post Scriptum

La inmigración a Europa de cientos de miles de refugiados, víctimas de los conflictos

del Medio Oriente —y de las intervenciones imperialistas—, ha provocado en muchos gobiernos reacciones histéricas, xenófobas y racistas; el caso más brutal lo

representa el ultraderechista de Hungría, pero está lejos de ser el único. Por otro

lado, los atentados terroristas de ISIS en París han servido de pretexto para que la seudosocialista administración gala imponga un estado de excepción, suspendiendo

las garantías constitucionales. En las elecciones regionales en Francia, el Frente Nacional se proyecta como el primer partido en el país, en tanto que los organismos

de derecha y centro-izquierda retoman las temáticas racistas e islamófobas de Marine Le Pen. Hay por fortuna focos de resistencia de la izquierda radical en Portugal,

Grecia, Estado español, Inglaterra y otros territorios, pero predominan en la Unión Europea el desastre neoliberal y la ofensiva de fuerzas fascistas y racistas. Ambos

representan tendencias profundamente antidemocráticas.

Al mismo tiempo, la victoria de Macri y la derecha en Argentina, los desastrosos resultados del Partido Socialista Unido de Venezuela, que colocan un escenario donde

el parlamento es dirigido por la derecha, y el juicio iniciado contra Dilma en Brasil

constituyen la apertura de un nuevo periodo en el que, a la crisis económica y el reflujo de las movilizaciones y los gobiernos de izquierda, se suma una ruptura

política que amenaza de manera contundente la estabilidad de la izquierda en Latinoamérica. Este viraje, desde luego, debe impulsar la más amplia unidad contra

la escalada golpista, sin olvidar la urgencia de generar una visión crítica en torno al transformismo experimentado por algunos gobiernos progresistas, como el del PT

en Brasil, que se han aproximado a posiciones social-liberales, reproduciendo patrones económicos extractivistas y rentistas, y que hoy parecen llegar a un callejón

sin salida. Los acontecimientos mencionados profundizan de modo simultáneo la

reorganización de la derecha y el asedio a la democracia conquistada por las movilizaciones en las últimas décadas. Pese a esas condiciones, sectores

significativos de las mayorías del continente presentan una conciencia que confronta abiertamente al neoliberalismo, y en cierta medida al propio capitalismo. Con

seguridad, esta energía hará frente a la salida autoritaria formulada por las derechas y el imperialismo estadounidense, pues no todo está dicho en el continente.

http://revistamemoria.mx/

EL ROMPECABEZAS CONTINENTAL: ESTADOS UNIDOS, CUBA Y BRASIL

HTTP://WWW.REBELION.ORG/NOTICIA.PHP?ID=210544 Arsinoé Orihuela Rebelión

El rompecabezas político continental es un galimatías. Poner en perspectiva los

escenarios críticos y las determinantes esenciales de esos escenarios es un ejercicio indispensable para escapar a falsas expectativas o diagnósticos susceptibles de

rentabilidad política para los poderes constituidos. Es necesario insistir que la

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coyuntura actual apunta a una restauración oligárquica del poder (la agonía del progresismo latinoamericano es un síntoma de esta tendencia). Y que la política que

desde el Estado cultivan ciertos grupos, contraviene el interés de las poblaciones

civiles, aún allí donde las formas o discursos sugieren otra cosa.

Esta es apenas una tentativa introductoria para el análisis de las realidades de ciertos

países que están envueltos en escenarios políticos álgidos, acaso omitiendo

provisionalmente otros escenarios no menos turbulentos en el rompecabezas continental. E incluso difiriendo el análisis de las atrocidades que asedian a otras

partes de la región y que ameritan una atención más escrupulosa (México señaladamente), hundidas en crisis políticas de proporciones genocidas.

Estados Unidos: el enemigo es Hilaria

Cuando se comenzó a perfilar la figura de Donald Trump como protagonista de los comicios en puerta en Estados Unidos, en este espacio se insistió sobre la necesidad

de abordar con cautela ese fenómeno. En esa oportunidad se dijo que Trump era un

experimento del partido Republicano. Y que era altamente probable que al final de la contienda, otro de los precandidatos consiguiera la candidatura definitiva. Pero

también se advirtió sobre la posibilidad de que el experimento cosechara éxitos insospechados, debido a la derechización e indignación de amplios sectores

poblacionales en Estados Unidos. Y que si ese escenario llegaba a efectuarse, Trump conseguiría el voto de confianza de una facción de su partido para hacer avanzar su

agenda electoral. Esto último sin duda aconteció. Y seguramente el infelizmente célebre Trump será el candidato Republicano para la elección presidencial.

Pero no hay que perder de vista que la virtual vencedora de los próximos comicios

es Hillary Clinton. El proyecto de Trump es a mediano plazo. Y es probable que dentro del partido, las huestes trumpistas estén conscientes de ello. La apuesta es a largo o

mediano plazo. Y es que el partido Republicano está en crisis, no ahora, hace ya

algún tiempo (aún cuando tengan mayoría en el congreso). Los partidos políticos en el presente no son órganos de representación (acaso nunca lo fueron seriamente).

La función de los partidos en la era neoliberal es gestionar el desastre, y esto es especialmente cierto en Estados Unidos que es una potencia en descomposición. Y

en eso los demócratas han sido mucho más solventes, eficaces e inteligentes. El partido Republicano es más o menos residual en esta trama. Y por consiguiente

necesitan reinventarse. Donald Trump representa una insurgencia intestina que apunta a la reformulación del partido. Pero el contenido permanece incólume:

prolongar la supremacía de Estados Unidos.

En realidad la única diferencia entre republicanos y demócratas, es que los primeros no están dispuestos a compartir esa supremacía. Y los segundos, los de la insignia

del asno, tienen una posición más realista y están abiertos a la colaboración imperial

con otras potencias (i.e. China y Rusia).

En cierto sentido lo que está en disputa en Estados Unidos son dos modalidades de

imperialismo: una dura, representada por una facción del republicanismo, y otra

suave (aunque no por ello menos bélica), capitaneada por los demócratas, que de demócratas no tienen un ápice.

Hilaria es el enemigo, porque al menos en la próxima elección ella consigue dirimir

ese conflicto, justamente porque se trata de una “demócrata republicana”: es decir, una histórica integrante del partido demócrata pero con una agenda prototípicamente

republicana. No es accidental que las detracciones contra Donald Trump provengan incluso de ciertos círculos privilegiados y de grupos de poder nacionales e

internacionales.

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Cuba: el gringo no da paso sin guarache

En Cuba no usan esa expresión, pero es altamente ilustrativa del ánimo que priva en la isla socialista. Que el gringo no de paso sin guarache significa básicamente que las

buenas intenciones de los americanos, que circulan de manera enunciativa en la arena diplomática, no tienen correspondencia con el interés profundo de Washington.

Decíamos que los demócratas en Estados Unidos han dado muestras de una solvencia

de campeonato para gestionar la política de aquel país. Barack Obama es la coronación de esa racha triunfadora. Y la fórmula demócrata que conduce el primer

presidente afrodescendiente es asombrosamente similar a la de la iglesia católica, que comanda el primer papa latinoamericano, Francisco: a saber, la de recuperar el

terreno perdido con base en discursos expiatorios ambiguos y acciones de recolonización subterráneas o invisibilizadas. La gira de Obama por Cuba y Argentina

no es tan distinta, discursiva y prácticamente, de la gira de Francisco por México, Brasil y otras latitudes: lágrima de cocodrilo. Dice el señor Barack: "Estoy aquí para

enterrar el último vestigio de la Guerra Fría en América y para construir una nueva era de entendimiento que ayude a mejorar la vida de los cubanos”.

Pero en Cuba no ignoran el doble rasero del acercamiento norteamericano. Llama la

atención que las diferencias conceptuales y políticas entre Cuba y Estados Unidos no se dirimieran en la visita de Obama a la isla. Y si algo quedó claro en ese encuentro

es que ni las élites políticas en Washington tienen claro qué es eso de “democracia”

o “derechos humanos” o “libertad de expresión”, y que tampoco les preocupa mucho esa cuestión semántica, pues en realidad lo que les impacienta es neutralizar a Cuba

como actor político disidente y abrir al país socialista a las inversiones estadounidenses. Pero en Cuba no ignoran esa intencionalidad rastrera. Y por eso

decidieron poner candados a los acuerdos empresariales con Estados Unidos. Por ejemplo, que las empresas que arriben a la isla no puedan contratar mano de obra

nativa. En eso es consecuente Cuba. El antiimperialismo sigue vigente. Los gringos sólo van atrás de los “commercial benefits”. Y los cubanos no ignoran esa realidad.

Brasil: la izquierda que no es izquierda

En Brasil hay derecha. Sí. Y efectivamente está orquestando un golpe de Estado

constitucional o parlamentario. Sí. La derecha siempre conspira. Esa no es una novedad. Pero lo que sí es novedad es que Brasil no tiene izquierda.

Luciana Genro, del Partido Socialismo y Libertad en Brasil, escribe: “Es lamentable

que un líder histórico como Lula haya dejado de ser del pueblo para aliarse con las elites, gobernar con ellas y recibir por eso mismo cuantiosas comisiones y regalos…

La implicación y el compromiso pleno de Lula y Dilma Rousseff con grandes constructoras como Odebretch y Camargo Correa entre otras… muestran también lo

que ya dijimos en el 2003: la cúpula del PT abandonó la izquierda hace años…

Sabemos que esta derecha, que siempre fue parte de los mismos esquemas que ahora fueron descubiertos por la PF y el MPF, quiere el poder para aumentar sus

privilegios y aplicar el ajuste antipopular que Dilma ya comenzó. Quieren avanzar en las privatizaciones y en el desmantelamiento de los servicios públicos”

(http://www.rebelion.org/noticia.php?id=209676&titular=%22es-lamentable-que-lula-haya-dejado-de-ser-del-pueblo-para-aliarse-con-las-elites%22-).

Existe una arremetida destituyente contra Dilma y el Partido del Trabajo. Eso es

indiscutible. Pero lo que sí corresponde discutir es si la moción golpista es contra la izquierda, o sólo contra una facción del sistema de partidos que administra

ineficazmente el neoliberalismo en Brasil.

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Raúl Zibechi dice: “No hay izquierda porque el PT se encargó de aniquilarla, política y éticamente. Lula fue durante años el embajador de las multinacionales brasileñas.

Entre 2011 y 2012 visitó 30 países, de los cuales 20 están en África y América Latina.

Las constructoras pagaron 13 de esos viajes, la casi totalidad Odebrecht, OAS y Camargo Correa. Es apenas una cara del consenso lulista. La otra es la domesticación

de los movimientos” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210168&titular=sin-izquierda-y-sin-rumbo-).

Naturalmente Estados Unidos y la oligarquías nacionales dirigen el golpe (medios de

comunicación como Rede Globo, capitales financieros unos brasileños otros estadounidenses y otros más internacionales, partidos opositores, el congreso y el

aparato judicial). Eso tampoco es novedad. La novedad en Brasil es el fracaso del asistencialismo neoliberal o neoliberalismo asistencialista de corte lulista. Y el

desencanto de la izquierda que sí es izquierda con esa otra izquierda que no es izquierda.

Blog del autor: http://lavoznet.blogspot.com/2016/03/el-rompecabezas-

continental-estados.html

¿HACIA UNA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA EN BRASIL? http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210451 Sirio López Velasco Rebelión

En marzo de 2016 han aparecido en Brasil varios pronunciamientos de grupos y de intelectuales “en defensa de la democracia”. Es obvio que por razones de principio y

por la terrible experiencia histórica sembrada de asesinatos, desapariciones, torturas y censura, nos oponemos a cualquier Golpe militar (que, además, como lo muestra

esa misma experiencia, pone a los países latinoamericanos a las órdenes del imperialismo norteamericano). Es obvio también que la Constitución de Brasil

establece que la destituición mediante Juicio Político de un Presidente electo por el pueblo sólo es legítima si queda probado claramente en su contra un “crimen de

responsabilidad”. Aclaramos de entrada que para la mencionada destitución, mucho

más democrático que el Juicio Político, nos parece el referendo revocatorio.

Ahora, constatamos que muchos de los pronunciamientos antes citados ignoran, o

mencionan en posición secundaria, el panorama de corrupción generalizada que,

entre otras, la operación Lava-Jato está poniendo a luz, y se concentran en la condena de todo Golpe militar o seudoconstitucional jurídico-legislativo-mediático, y

en el referido llamado a la “defensa de la democracia”. No obstante es imposible soslayar en la actual situación el descubrimiento de esa corrupción sistémica y

sistemática que ha robado decenas y quizá centenas de miles de millones de dólares de los dineros públicos (que deberían haber ido a la salud, la educación, la vivienda

y otras necesidades populares). Esa corrupción generalizada (que no es nueva, pues documentos recientes revelan que data de por lo menos los años 1980) tiene como

protagonistas principales a dirigentes políticos y empresariales nombrados por el

poder político que recibían dinero ilegítimo de grandes constructoras que superfacturaban obras para el Estado brasileño (en especial en el área de la

Petrobras, pero también en otras obras públicas, según detalles que se conocerán poco a poco), a cambio, precisamente de verse atribuídas esas obras; para ello

habían creado, además, un cartel que distribuía las obras y los lucros entre esas grandes constructoras, burlando los mecanismos de la licitación pública. Así de una

sóla vez, quedan en evidencia por la falsedad y robo al pueblo brasileño, muchos dirigentes políticos de un amplio espectro partidario y grandes empresas capitalistas,

con lo que se rompe, además, el mito de la supuesta “eficiencia” de estas últimas,

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ya que se prueba que sus lucros eran fruto del robo. A fines de marzo de 2016 salieron a luz las listas que una de esas grandes constructoras (la Odebrecht) había

elaborado dando cuenta de las “donaciones” hechas a más de trescientos políticos de

24 Partidos diferentes (que cubren todo el espectro de casi todas las formaciones con cargos a nivel federal, estadal y municipal, desde la extrema derecha hasta la seudo-

izquierda, pasando por el Partido gobernante en el país, el Partido de los Trabajadores, PT); sean ellas legales o no, es evidente que nada puede aislarlas del

contexto de la corrupción sistémica desvelada.

Y ahora vayamos a la cuestión de la “defensa de la democracia”. Lo que hay que preguntarse es de qué democracia se habla, y si desde un punto de vista

revolucionario-socialista (en perspectica ecomunitarista, en nuestro caso) cabe llamar en este momento a la simple defensa de la supuesta democracia vigente en

Brasil. Porque muchos hechos muestran que no se puede reivindicar simplemente la defensa de la supuesta democracia vigente. Hay que notar, por ejemplo, que muchos

de los promotores del juicio político a Dilma Rousseff (y de la ofensiva que intenta condenar judicialmente a Lula e impedirlo de ser candidato en la próxima elección

presidencial) son notorios corruptos que participaron, por ejemplo, de la compra de

votos que permitió la reelección de Fernando Henrique Cardoso, y/o, incluso, de los hechos de corrupción investigados por la operación Lava-Jato que implican también

a figuras del PT; no hay que olvidar que los actuales derechistas Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados (dos instituciones clave de la actual supuesta

“democracia”), por ejemplo, están acusados de corrupción, y lo mismo sucede com muchos parlamentarios de la derecha (como el último contendor de Dilma, Aécio

Neves), y de la seudo-izquierda (incluyendo tanto a la que hoy es oposición, como a la que hoy acompaña al Partido de los Trabajadores, y al mismo PT).

Entonces, reitero, desde el punto de vista político-institucional, ¿de qué democracia

se habla cuando se convoca a su salvación? No se puede olvidar que esta es una “democracia” en la que:

a) como lo muestra la famosa “lista de la Odebrecht” las campañas electorales son

financiadas por “donaciones” millonarias de empresas (sobre todo grandes), que, obviamente, pueden obtener luego a cambio, favores del poder público que han

ayudado a elegir (en los niveles federal, estadal y municipal); es sabido, como lo

muestra la “lista de la Odebrecht”, que dichas empresas (sobre todo las grandes, por ejemplo las constructoras que hoy son reas confesas de repetidos actos de

corrupción) suelen financiar a los varios candidatos que consideran que tienen chances de ganar, para asegurarse de que, gane quien gane, tendrán una deuda a

cobrar respecto del nuevo gobernante; así resulta claro que este sistema político-electoral incluye intrínsecamente la posibilidad de la corrupción sistemática y amplia;

b) dado los elevadísimos costos de las campañas electorales (tanto más caras cuanto

más elevado es el cargo pretendido) hoy es imposible que cualquier candidato pueda tener chances de ser electo si no cuenta con tal financiamiento; y,

c) los inúmeros Partidos existentes, lejos de identificarse-distinguirse por un claro

perfil ideológico-propositivo, se organizan como verdaderos burós de negocios, destinados a venderse al mejor postor en las alianzas que dan lugar al uso de su

cuota en la propaganda gratuita en la TV (el gran medio de comunicación-propaganda política, ante el cual toda otra forma de acción pasa a ser despreciable, en función

de su público muchísimo menor), y en la repartija de cargos y favores.

Simultáneamente se constata fácilmente que la repartición de los medios de producción y comunicación vigente en Brasil dista mucho de ser democrática. Todos

los datos apuntan que si bien en los dos gobiernos de Lula y en el primero de Dilma

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muchos millones de brasileños fueron sacados de la pobreza extrema a través de programas sociales (como el Bolsa Familia), no por ello esas personas lograron

asegurarse una inserción económica estable y digna (a través del cuentapropismo, o

una cooperativa, o un empleo bien remunerado cualquiera), sino que han quedado dependientes de la ayuda estatal (que, a su vez, se transformó en poderosa

herramienta de captación de votos). A esa situación se agrega el hecho de que (coincidiendo con la caída de las commodities exportadas por Brasil) el segundo

gobierno de Dilma aplica las recetas del candidato presidencial derrotado por ella, y disminuye o amputa diversos derechos sociales y/o recursos para áreas básicas

(como lo es la educación).

Al mismo tiempo otros datos muestran que los grandes latifundistas del agronegocio (con gran uso de transgénicos y agrotóxicos), banqueros y grandes empresarios, que

ya venían ganando mucho dinero en los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso, nunca ganaron tanto dinero como en los gobiernos de Lula y Dilma; así, mientras

disminuyen los derechos populares, los ricos se han hecho más ricos (en la más pura lógica capitalista).

En el área mediática Dilma y Lula “descubren” ahora que la red Globo y los otros

grandes órganos de la prensa privada (de TV, radio y prensa escrita) manipulan la información según los antojos de la derecha (y del imperio yanqui-OTAN). Pero hay

que recordar que coincidentemente después de reunirse con el emperador de la red

Globo (Roberto Marinho) Lula divulgó la “Carta a los brasileños”, que, renunciando a cualquier referencia al socialismo (contrariamente a lo que había sucedido en la

propaganda anterior del PT) lo lanzó hacia la presidencia del Brasil; y que luego, en sus dos mandatos, ni Lula ni Dilma nada hicieron para desmontar ese imperio

monopólico mediático, por ejemplo adoptando la idea de otra mandataria vecina, por cierto nada socialista según su propia declaración (nos referimos a Cristina

Fernández) que logró hacer aprobar una Ley de Medios (hoy en proceso de reversión por Macri) que preveía una división en tres tercios iguales de la prensa (en especial

de TV y radio), a saber, la prensa público-estatal, la comunitaria, y la privada (al

tiempo en que para esta última se establecían claros límites antimonopólicos y antioligárquicos a nivel nacional y regional).

En el área de la vivienda es notorio el hecho de que la actual “democracia” brasileña

relega a muchos millones de ciudadanos a las favelas, a las vilas y/o a las áreas de inminente peligro ambiental (que a cada lluvia fuerte, por deslizamientos de tierra,

se cobran la muerte de muchas personas), con deficientes condiciones de urbanización y salubridad.

Ese hacinamiento, y en general el que se da en muchas monstruosas urbes, es el

escenario de una verdadera guerra civil no declarada, donde impera el narcotráfico y el crimen organizado en general, y en la que cualquier ciudadano puede ser víctima

de la violencia omnipresente.

En ese panorama la salud pública sigue siendo calamitosa, con falta de salud preventiva y centros sanitarios cerrados en todo o en parte por falta de recursos, con

falta de remedios, colas y esperas sin fin, y donde no raramente mueren los pacientes amontonados en los corredores

A la luz de todo eso, reiteramos la pregunta: ¿se trata de defender esta supuesta

democracia?

Mi respuesta es negativa y se acompaña de otra pregunta: ya que gran parte de la población brasileña está asqueada con “los políticos” en general, por sus prácticas

corruptas (aunque concentre sus fuegos contra Dilma y Lula, azuzada por la gran

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prensa derechista y por la derecha en sus expresiones políticas y empresariales), ¿no se debería, al mismo tiempo en que se rechaza cualquier Golpe, levantar la bandera

de una nueva democracia participativa y protagónica (siempre que posible ejercida

de forma directa), en óptica socialista (del socialismo del siglo XXI entendido en perspectiva ecomunitarista)?

En esa óptica estamos hablando:

a) de la superación de la simple democracia representativa en una democracia cimentada en el Poder Popular, organizado desde el nivel local (como puede ser el

de una empresa, institución educativa o social, y/o un barrio o Municipio) hasta el nivel nacional,

b) de una democracia que se ejerza también en el aspecto económico (con medios

de producción socializados en empresas de propiedad social directa o indirecta), y que incluya una reforma agraria que fije o devuelva al campo a todas las personas

interesadas en vivir allí digna y saludablemente (con todos los servicios

imprescindibles a su alcance), y una reforma urbana que descongestione las megalópolis en provecho del campo y de ciudades verdes pequeñas o medianas,

c) de una democracia cimentada en medios de comunicación comunitarios y

públicos,

d) de una democracia que universalice la educación ambiental ecomunitarista, que

incluye una erótica de la liberación (superadora del machismo y la homofobia) y un

deporte formativo no capitalista,

e) una democracia inter y pluricultural que ponga en pie de igualdad mutuamente

enriquecedora-correctiva los aportes de la tradición “blanca”, la indígena y la negra

(y otras eventuales minorías, como lo son la asiática, árabe-palestina, y judía, tan fuertemente presentes en São Paulo),

f) una democracia defendida por Milicias Populares que complementen-vigilen a las

Fuerzas Armadas regulares (por todo el tiempo histórico en las que unas y otras sean aún necesarias), y,

g) de una democracia que se integre con otras similares en una América Latina

transformada en la Patria Grande soñada por los libertadores (en especial por Bolívar, Artigas y el Che), que afirme su postura independiente en el concierto mundial.

Esa democracia debería orientarse por el principio que reza “de cada uno según sus

capacidades y a cada uno según sus necesidades, respetanto los equilibrios ecológicos”, para que puedan desarrollarse individuos humanos universales,

reconciliados con los demás y preservadores-regeneradores de la salud de la naturaleza humana y no humana.

Ahora, en lo inmediato, el camino hacia esa nueva democracia participativa y

protagónica debe pasar por sucesivas Asambleas Constituyentes de nivel nacional y estadal, para consagrar respectivas nuevas Constituciones elabordas en amplia

discusión popular y cuyo texto, resultante de la síntesis redactada por los respectivos diputados-delegados, deberá ser sometido a referendos. Entre los cambios

inmediatos imprescindibles destacamos alteraciones en el orden político-institucional, como la implementación de los mecanismos de la democracia participativa y

protagónica, y la que consiste en asegurarle al Presidente, Gobernador e Intendente

electos, la mayoría legislativa respectiva (para que pueda implementar el programa con el que fue electo sin necesidad de infinitas negociaciones que son muy propicias

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a transformarse en negociados marcados por la corrupción); otra de esas alteraciones consiste en la prohibición absoluta de que Partidos y candidatos

electorales sean financiados por empresas (y poner límites bajos a las contribuciones

personales), estableciendo severas penas para la violación de esta disposición, como lo es la pérdida de todos los cargos conquistados por el Partido y Coalición culpada

en el nivel donde ocurrió la violación (o sea, pérdida del cargo de Presidente, o de todos los Gobernadores, Intendentes o legisladores federales, estadales o

municipales electos por el Partido y Coalición infractora). Además las nuevas Cartas Magnas deberán prever un Control Popular de las licitaciones públicas (en especial

de las grandes) para cortarle la yugular a la corrupción vinculada a ese sector.

Es sólo sobre la base de toda la visión expuesta aquí, que levantamos nuestra bandera de “defensa de la democracia”, participativa, protagónica, en óptica

ecomunitarista.

¿QUÉ NOS ENSEÑA LA CRISIS BRASILEÑA? http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210491 Olmedo Beluche Rebelión

Una crisis política enorme se cierne sobre ese gigante que es Brasil. Una investigación judicial, denominada operación "Lava Jato", ha puesto en evidencia un esquema de

corrupción que compromete a altos funcionarios de Petrobras, a grandes empresas constructoras, entre ellas la conocida Odebrecht, y a políticos brasileños de una

multiplicidad de partidos.

Todos los grandes partidos están salpicados por la corrupción

Las denuncias de corrupción involucran no solo del Partido de los Trabajadores (PT),

como quieren hacer ver los medios de comunicación, sino que incluyen al Partido Progresista (PP) y al Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), ambos de

ideología de derecha. Otras investigaciones anticorrupción ya habían señalado a gobernadores del partido socialdemócrata PSDB ("tucano"), como Geraldo Alckim en

el estado de San Pablo. Con lo cual, todos los grandes partidos del sistema electoral brasileño están manchados por la corrupción.

Pero la derecha, que no ha ganado las elecciones federales durante tres períodos

consecutivos, maniobra con ayuda de los medios de comunicación burgueses,

encabezados por la red Globo, y el guiño cómplice de la embajada de Estados Unidos, para enfilar las acusaciones únicamente contra la presidenta Dilma Rousseff, contra

el ex presidente Ignacio Lula Da Silva y el PT. El objetivo es evidente, sacar a Dilma antes de finalizar su mandato e impedir la nueva postulación de Lula a la presidencia

en las próximas elecciones, porque Lula tendría posibilidades reales de ganar según diversas encuestas.

La maniobra golpista de la derecha y los medios de comunicación de masas

El objetivo es imponer un golpe de estado parlamentario, como el que se hizo contra Lugo en Paraguay, forzando el juzgamiento ("impeachment") de la presidenta por el

Congreso, a cuya cabeza está el evangélico de extrema derecha, Eduardo Cunha, acusado de recibir más de 5 millones de dólares de sobornos ("propinas") de

Petrobras.

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La maniobra golpista consistiría en sacar a Dilma, mediante un juicio amañado del

Congreso corrupto, para hacerse con el poder imponiendo al vicepresidente, Michel

Temer, del derechista PMDB, aliado al gobierno del PT, sin convocar nuevas elecciones, ni un referéndum revocatorio, ni mucho menos una Asamblea

Constituyente, ni ningún tipo de consulta popular.

Este golpe parlamentario contra Dilma embona con la ofensiva de la derecha latinoamericana, teledirigida desde Washington, para sacar del poder o debilitar todo

lo posible a gobiernos "progresistas" que ganaron el voto popular durante los últimos 15 años.

La maniobra parlamentaria brasileña hace parte del esquema que se ejecuta

simultáneamente en todo el continente: tratar de sacar a Nicolás Maduro de la

presidencia de Venezuela antes de cumplir su mandato; hacer fracasar el plebiscito por la reelección de Evo Morales en Bolivia; debilitar el gobierno de Rafael Correa en

Ecuador; incluso acusar de corrupción a la moderada socialdemócrata Michelle Bachelet en Chile.

¿Cómo operaba la corrupción en el caso brasileño?

La crisis tiene como actores centrales a directivos de la empresa petrolera estatal,

Petrobras, nombrados por el gobierno del P.T., Renato Duque (ex tesorero del

partido) y Pedro Barusco, y un ex senador de ese partido, Delcidio Amaral, ex director de Petrobras con el gobierno de Fernando Herique Cardoso, pero captado para el P.T.

en esos juegos de "alianzas" con la derecha, que tanto gustan a los socialdemócratas y estalinistas.

El esquema corrupto consistía en que la petrolera estatal brasileña, Petrobras, vendía

a precios inferiores a los de mercado internacional, principalmente gasolina, a la subsidiaria de Odebrecht, llamada Braskem. Las ganancias millonarias de Braskem

y, por contra, la lesión contra el patrimonio de Petrobras, se estima en 6 mil millones

de reales, o 1600 millones de dólares, entre 2009 y 2014.

Luego Odebrecht, a través de sus oficinas y empresas de maletín, en paraísos fiscales, como Suiza y Panamá, pagaba "propinas" a los funcionarios que le habían

facilitado estos lucrativos negocios a costa de la empresa estatal. Estas "propinas" servían tanto para enriquecimiento personal de los corruptos, como para financiar a

los partidos políticos.

La página 147 de la denuncia del Ministerio Público Federal, muestra el organigrama

que seguía el dinero saqueado a Petrobras para beneficio de Odebrecht. A través de varias subsidiarias y luego a "empresas de maletín" en Suiza y Panamá. Con la

banderita panameña, aparecen mencionadas, en los niveles de lavado del dinero 2 y 3: "Del Sur", "SAGAR", "QUINUS", "PEXO", "MILZART" y "SYGNUS". Por ayudar a

facilitar ese esquema aparece mencionado en Brasil el bufete del abogado Ramón Fonseca Mora, dirigente del Partido Panameñista y hasta hace poco consejero del

presidente Varela.

La investigación estima que la "propina" de Duque y Barusco era aproximadamente

del 2% del valor de cada contrato. Al ser Duque tesorero del PT, se estima que parte del dinero se usó para financiar al partido. Pero como se ha dicho, la corrupción

también salpica al jefe de la oposición derechista del Senado, Eduardo Cunha, acusado por el Supremo Tribunal Federal de recibir coimas por 5 millones de dólares.

También se acusa a los directivos de Odebrecht y al "operador" del PMDB, Fernando

Falcón Soares o Fernando Baiano. Al igual que al directivo de Petrobras, relacionado

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con el Partido Progresista, Paulo Roberto Costa (Hora Do Povo, No. 3.366, 29 a 30 de julio de 2015). Como ya se sabe, Marcelo Odebrecht, cabeza de la empresa, ya

ha sido condenado a 20 años de prisión por estos delitos.

Lo que los medios callan: el sistema político es la madre de la corrupción

La descripción de cómo operaba la corrupción en torno a Petrobras es interesante

porque podemos suponer que el mismo esquema se utiliza en otros países de Latinoamérica, incluyendo el nuestro. Aquí siempre se ha rumorado acerca del pago

de "propinas" a funcionarios por contratos de parte de empresas privadas o pagos a la deuda pública a bancos. Supuestamente, en Panamá eso no es ilegal.

Lo que no dicen los medios de comunicación, es que los sistemas políticos

supuestamente "democráticos" requieren millonadas crecientes de dinero para poder

participar en los procesos electorales con alguna opción de "ser elegido". Como la médula del sistema "democrático" es la capacidad de gastar millones en publicidad,

los partidos y políticos buscan la manera de obtener el financiamiento de sus campañas. Ahí es donde aparecen empresas dispuestas a financiar a cambio de

jugosos contratos con el estado.

Dónde más claramente la intromisión del poder económico determina los resultados electorales es en Estados Unidos, donde los políticos son financiados directamente

por poderosas empresas y multimillonarios, tanto en las campañas, como en sus

funciones mediante el llamado "lobby". Para los medios de comunicación afiliados a la SIP, eso no es corrupción, sino una virtud democrática norteamericana.

En el caso panameño, aunque los partidos y candidatos están obligados a informar

de sus fuentes de financiamiento privado, estas se convierten el secreto mejor guardado por los magistrados del Tribunal Electoral, con lo cual se hacen cómplices

de este tipo de manejos corruptos. Aquí también entran fuentes de financiamiento que rayan en el delito, como el uso arbitrario y sin control de fondos públicos como

el del Programa de Ayuda Nacional (PAN), que regaló 400 millones de dólares entre

los diputados de todas las bancadas en las últimas elecciones.

Los medios de comunicación de masas, especialmente los afiliados a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), también esconden que ellos y sus dueños, teniendo

el monopolio absoluto sobre los medios de comunicación, e imponiendo los precios sobre las pautas publicitarias, son los principales beneficiaros de los costos

millonarios de las campañas electorales y, por esa vía, son cómplices directos de la corrupción.

Lo dicho no pretende justificar los manejos corruptos de funcionarios de ningún partido, los cuales, comprobados los cargos deben ser sancionados, pero sí pretende

explicar las dimensiones extraordinarias del fenómeno de la corrupción, que atraviesa todos nuestros países y partidos políticos. En el caso de Odebrecht, se rumora la

posibilidad de que pronto salgan a relucir nombres de políticos financiados con esquemas semejantes en otros países del continente, incluyendo Panamá.

Lula y Odebrecht

Ha trascendido recientemente, la relación estrecha entre el ex presidente Lula Da Silva y las empresas constructoras brasileñas Odebrecht, Camargo Correa y OAS.

Las investigaciones han sacado a la luz que, entre 2011 y 2013, Lula recibió "patrocinios" de esas empresas y donaciones de hasta 20,7 millones de reales (unos

US$ 5 millones) al "Instituto Lula" (fundación) y 10 millones de reales (US$ 3 millones) le fueron pagados en regalías por sus conferencias en el extranjero.

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Lula aduce que esos pagos son legales, y que otros ex presidentes también viajan por el mundo promoviendo empresas de sus países y cobran fuertes emolumentos

por dictar conferencias. Esto lo hacen desde Clinton hasta Álvaro Uribe. Pero los

medios de comunicación también callan sobre este asunto y solo atacan a Lula.

No sólo es creíble la versión de Lula de la legalidad de esos emolumentos, sino que es público que él no se ha negado nunca a declarar ante los jueces sobre el tema.

Por eso es repudiable el manejo político del juez que lo mandó a conducir detenido para escarnecerlo ante la jauría derechista y para beneplácito de sus enemigos

políticos.

Sin embargo, desde el punto de vista de clase obrera, a la que Lula ha representado por décadas, la relación tan estrecha con una empresa transnacional como

Odebrecht, sí presenta dilemas ético - políticos que pueden y son debatidos en Brasil.

Desde el primer gobierno encabezado por Lula, hacia 2003-2004, se produjeron en

el Partido de los Trabajadores varias rupturas de los sectores más consecuentes y revolucionarios, que acusaban a la dirección del partido y a Lula de traicionar sus

compromisos con la clase trabajadora y gobernar para beneficio de los grandes bancos, empresas constructoras y el agronegocio.

De esa manera surgieron partidos ubicados a la izquierda del PT, como el Partido del

Socialismo y la Libertad (PSOL), y otras rupturas posteriores, como por ejemplo la

de Marina Silva, antes Partido Verde y ahora Partido Socialista Brasileño (PSB).

La política económica de Dilma le enajena la base social obrera de su electorado

Aplastada entre una creciente crisis capitalista, la caída de los precios de las materias

primas, las crecientes luchas sociales, en especial de los jóvenes y estudiantes, que salieron a las calles con fuerza previo al Mundial de Fútbol de 2014, así como la

campaña mediática en su contra, la presidenta Dilma Rousseff y el PT, en vez de ir

hacia la izquierda, ceden a las políticas neoliberales, con lo cual debilitan su base social. Ese mirar a la derecha en busca de respaldo lo demuestra su alianza con el

PMDB.

Si bien el gobierno del PT inauguró en América Latina las llamadas políticas sociales de "transferencias" con el "Plan de Hambre Cero", de Lula, como una forma de

atenuar los males sociales de 20 años de neoliberalismo, lo cierto es que no ha habido cambios de fondo en ninguno de los aspectos que se esperaban de un gobierno que

decía ser de los trabajadores. Por el contrario, el gobierno de Dilma se inclina cada

vez más hacia medidas de carácter neoliberal.

La situación social se deteriora: en 2015, se perdieron millón y medio de puestos de trabajo. En 2016, la tasa de desempleo nacional es del 7,6% y creciendo. El

desempleo juvenil en la zona metropolitana de San Pablo supera el 28%. La inflación el año pasado bordeó el 11%.

Este año, la presidenta Dilma Rousseff, adoptó dos acuerdos que le han ganado

repudio sindical: por un lado, en acuerdo PT, PSDB y PMDB decidió entregar al sector

privado reservas petroleras de PETROBRAS; por otro, decidió el congelamiento del salario mínimo y de los sueldos de los empleados públicos, si primero no se superaba

el mínimo para garantizar el pago de la deuda a la banca.

Por una salida democrática y popular a la crisis

Para hacer frente a la crisis social, algunas corrientes de izquierda han propuesto la

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necesidad de un Plan de Emergencia, de grandes inversiones públicas para recuperar el empleo, así como un ajuste salarial acorde con el costo de la vida, y la ruptura del

PT con las medidas neoliberales.

Frente a la crisis política de envergadura que se cierne sobre Brasil y frente a la

maniobra de la derecha que pretende un golpe parlamentario para sacar a Dilma y sustituirla por su vicepresidente, importantes sectores de la oposición de izquierda

denuncian la jugada contra la democracia y contra el pueblo, proponiendo que no puede haber ninguna salida que no contemple la participación popular.

Por eso algunos han empezado a denunciar que el Congreso no tiene moral para

juzgar a la presidenta y que en todo caso habría que convocar a nuevas elecciones generales (Partido Patria Livre). Incluso se habla de la convocatoria a una Asamblea

Constituyente Popular (MES-PSOL), a la que el PT se había comprometido, y que

junto con otras cosas olvidó por el camino.

Algunas lecciones de la crisis brasileña

1. La "democracia" burguesa es profundamente corrupta ya que su base es el poder económico. La corrupción es el alma de los sistemas electorales basados en

campañas multimillonarias.

2. Los medios de comunicación de masas hipócritamente se disfrazan de adalides

morales de la sociedad, pero son los principales beneficiarios del sistema político corrupto por la vía de las pautas millonarias en publicidad política.

3. La izquierda que aspiramos a ejercer nuestros derechos democráticos de

participación política y electoral, debemos ser especialmente cuidadosos con la manera en que financian los proyectos electorales, so pena de ser escarnecidos en

público al menor error, incluso los que los medios y las autoridades perdonan en partidos de derecha.

4. Como principio, nadie que se defina como progresista, de izquierda o revolucionario puede justificar ninguna forma de corrupción y robo al estado, por

ende, debemos exigir investigación y esclarecimiento total, junto con la debida sanción penal a los responsables, sin importar la procedencia política de los

involucrados.

5. Pero lo anterior no significa que avalemos ningún intento de golpe de estado parlamentario en Brasil, menos para beneficio de un Congreso y unos partidos de

derecha demostradamente corruptos y al servicio de los intereses del imperialismo

yanqui.

6. Con diferencias o sin ellas, hay que partir por reconocer que Dilma Rousseff es la presidenta legítima de Brasil, electa por el pueblo. Si la investigación y las

circunstancias forzaran su dimisión, es inaceptable que sea sustituida por una jugarreta de políticos venales, encabezados por su vicepresidente, Michel Temer.

7. Si la presidenta Dilma debe o no renunciar debiera salir de una consulta

democrática al pueblo brasileño, mediante un referéndum revocatorio, como

únicamente se hace en la Venezuela bolivariana, y al que en su momento se sometió Hugo Chávez, saliendo victorioso en unas circunstancias golpistas semejantes. Y, en

caso de caer el gobierno de Dilma Rousseff, la única alternativa legítima sería la participación del pueblo brasileño mediante la convocatoria de nuevas elecciones o

una Asamblea Constituyente Popular.

8. La experiencia latinoamericana en general, y la brasileña en particular, demuestran

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que la única manera de salvar procesos políticos progresistas de los embates de la derecha y el imperialismo, no es tratando de pactar y ceder a sus requerimientos,

sino convocando la movilización popular y radicalizando las medidas de carácter

socialista.

LOS 43 AUN EN VEREMOS: GIEI: TORPEDEO LAMENTABLE http://www.jornada.unam.mx/2016/04/02/opinion/002a1edi

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) acusó ayer a la Procuraduría General de la República de haber incumplido los acuerdos sobre la difusión de datos del nuevo peritaje realizado en el basurero de Cocula, donde, a decir del gobierno federal, fueron incinerados los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero. Según los expertos, la dependencia encabezada por Arely Gómez tomó una decisión unilateral que violentó la confidencialidad que los peritos debían guardar sobre el trabajo realizado y el requisito de que todo lo que se hiciera público sobre el mismo debía ser consensuado por los integrantes del grupo. La víspera, la PGR y uno de los expertos del GIEI –que habló sin el consenso y respaldo del resto– dieron a conocer resultados preliminares del nuevo peritaje, que, sin arrojar datos concluyentes, sugieren que en el basurero de Cocula se pudo haber incinerado a 17 personas. Aunque esa información fue presentada como prueba de que se requiere realizar investigaciones y pruebas de mayor alcance, es claro que el manejo que se ha hecho sobre ésta genera u alienta confusión en la opinión pública, al presentar a una misma fuente –el GIEI– como emisaria de versiones encontradas: cabe recordar que, desde hace meses, los expertos internacionales habían determinado la improbabilidad de que en Cocula se haya incinerado a los 43 normalistas de Ayotzinapa. No parece casual que este episodio se produzca a unos días de que el encargo del GIEI en México termine, y en un momento en que el gobierno federal ha emprendido una campaña discursiva para sostener que la tarea de ese grupo en el país ha concluido ya, pese a que hasta la fecha se desconoce el paradero de los estudiantes desaparecidos. Desde hace varios meses, los integrantes del GIEI han sido objeto de improcedentes campañas de desprestigio individual, cuya autoría permanece aún en las penumbras, las cuales generaron un entorno propicio para el linchamiento y la mezquindad mediáticas y que no ameritaron, sin embargo, medida alguna de respaldo a la actuación del grupo por parte de las autoridades. Ahora, la forma en que se presenta la información y el incumplimiento de la autoridad de los acuerdos logrados con el GIEI hacen que el episodio parezca un acto deliberado de desinformación y torpedeo a la credibilidad de los expertos internacionales. Con semejante actitud, las autoridades se exponen en forma poco responsable a un descrédito mayúsculo: en primer lugar, porque la versión difundida ayer no apuntala la llamada verdad histórica de la propia PGR, sino que oscurece las perspectivas de esclarecimiento sobre lo ocurrido la noche del 26 de septiembre en Iguala. Adicionalmente, da la impresión de que el gobierno federal carece de disposición para esclarecer los hechos y se consolida la percepción de que las propias autoridades han manejado un doble discurso en torno a las pesquisas del GIEI: mientras en las declaraciones oficiales es reivindicada la labor de ese grupo, todo apunta a que en los hechos es torpedeada. Tal vez aún no es tarde para que el gobierno rectifique el rumbo adoptado hasta ahora, reconozca el daño causado a su imagen y a la del GIEI, y se disponga, con voluntad política y buena fe, a impulsar una investigación profunda, honesta y objetiva sobre los hechos ocurridos en Iguala hace más de año y medio.

MÉXICO Y AMÉRICA LATINA EN LA CRISIS CIVILIZATORIA http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210483 Ramón César González Ortiz

Rebelión

La crisis del sistema, como bien ha indicado István Mészáros, a la luz de lo hechos es una crisis civilizatoria. En tanto la misma resulta profundamente articulada al ciclo

de producción y reproducción del capital1. Donde la clase dominante estadounidense, aglutinada en torno al “complejo militar-industrial”, hasta ahora no ofrece la menor

indicación de estar dispuesta a sacrificar una mínima fracción de sus intereses y sus

exorbitantes ganancias2. Si bien en días recientes, más de 40 millonarios del estado

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de Nueva York le pidieron en una carta al gobernador Andrew Cumo, que les aumente los impuestos, a fin de aliviar la pobreza y reparar la deteriorada infraestructura

estatal: la pobreza infantil, el problema de los desamparados y la debilitada

infraestructura de puentes, túneles, desagües y carreteras. Misiva firmada por personas como Abigail Disney, Agnes Gund, Leo Hindery y Stven C. Rockefeller3.

Lo esencial e imperante son los negocios y la ganancia desmedida, así tan sólo 20

países controlan el 80% de la producción y comercio mundial, lucran con las crisis financieras, se niegan a pagar impuestos y seguro de liquidez, provocan volatilidad

al trasladar sus fortunas e imponen gobernantes y condicionan a gobiernos para generar empleos a cambio de legislaciones antipopulares4.

Las grandes compañías imponen criterios en la ONU desde 1978, las corporaciones

ligadas a los negocios del petróleo, industria farmacéutica, entre otras más, que suman 44 en total, participan en Global Compact desde el 2002 como representantes

de la sociedad civil; los magnates de la industria de armas son los mismos de las cadenas mediáticas y desde 1995 los consorcios económicos imponen las políticas

educativas, reformas laborales, cambios estructurales y de comercio mediante la Organización Mundial de Comercio (OMC)5.

Así, la burguesía imperial, ha diseñado y puesto en operación un sistema de dominio

que se da en varios frentes mediante un control férreo, cuyas características son tramas, redes y alianzas entre corporativos para anular la capacidad de reacción de

la gran masa de trabajadores.

En el área de medios de comunicación de masas, electrónica y de entretenimiento han concentrado grandes centros y empresas oligopólicas en un solo frente para

desestructurar pensamientos, ideologías, desimbolizar lenguaje de guerra, simular confrontaciones bélicas, estigmatizar grupos y pueblos, construir ideológicamente

enemigos e imponer un pensamiento unidireccional y único con la intensión de

unificar a escala planetaria el ensimismamiento humano.

Por ejemplo, son seis grandes grupos los que controlan la industria mediática en el

mundo: Time Warner, Walt Disney, News Corp., Viacom-CBS, Vivendi-Universal y

Bertelsman. De los cuales cuatro son mayoritariamente anglosajones (Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia) y dos son una mezcla de capital francés-

norteamericano y uno alemán.

Controlan los contenidos audiovisuales (televisión, cine, internet) y las redes de distribución (televisión terrestre, cable y satelital), pero también los medios impresos

(periódicos, revistas), la radio y la publicidad exterior. Imponiendo el imperio del infoentretenimiento: mezcla de información “dura” con soft news, una

combinación de mundo del espectáculo, el cine, los deportes, las modas y la política.

Concentración global que en América Latina se da a escala. Siendo 9 grandes grupos los que definen en el continente la industria mediática: los mexicanos Televisa y TV

Azteca, los brasileños Globo y Folha, el argentino Clarín, el chileno Mercurio, el venezolano Grupo Cisneros, los colombianos Bavaria y Tiempo.

Consorcios a los que se les suman dos grandes grupos españoles: Prisa y Recoletos,

que se han convertido en los dos más importantes inversionistas de la última década, en búsqueda del mercado de la información, la comunicación y el entretenimiento en

América Latina.

Siendo así que, más del 60 por ciento de los contenidos audiovisuales e informativos de las empresas latinoamericanas reproducen y replican lo generado por las “seis

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grandes hermanas” globales. Donde quizá sólo el Grupo Televisa tiene una capacidad de producción propia convirtiéndola en el consorcio más importante de habla hispana:

53 mil horas anuales de programación (entre 2007 y 2008), de las cuales, el 67 por

ciento se exporta hacia el resto del continente, Estados Unidos y España.

En este contexto, Gustavo Cisneros Rendiles, el hombre más rico de América del Sur.

Considerado hoy el segundo hombre más rico de Latinoamérica, solo por debajo del

mexicano Carlos Slim Helú y seguido por otro venezolano, Lorenzo Mendoza Giménez, tercer hombre más rico de América Latina. Y alumno de David Rockefeller6,

viene replicando mediante la Organización Cisneros accionista mayoritaria de Univisión y su alianza con America Online en 1998, una poderosa influencia en la vida

cotidiana de por lo menos 500 millones de latinoamericanos. Y expande su influencia a través de Caracol Televisión, la empresa colombiana más grande en medios

electrónicos

Por otra parte, sólo el grupo brasileño O’ Globo rivaliza con el tamaño y la expansión de Televisa. Consorcio multimediático de Roberto Marinho que posee 107 emisoras

televisivas en su país. Además, también es propietario del periódico de mayor circulación, O’ Globo, con un tiraje promedio de 350 mil ejemplares diarios y posee

la red radiofónica más grande de Brasil con 20 emisoras afiliadas. Sin embargo, la capacidad exportadora de O’ Globo es mucho menor a la de Televisa, en parte por la

barrera idiomática y también por las dimensiones del mercado brasileño que lo

convierte en autoconsumo7.

Dentro de tal esquema, además de la producción de artículos, películas, equipos

electrónicos y programas de ocio, estas empresas tienen fuertes vínculos con

empresas productoras de armas de guerra, recolección de residuos tóxicos y distribución de agua potable. Así, General Electric produce piezas para la industria

bélica, es propietaria de National Broadcasting Company y tiene acciones de Vivendi Universal, que controla el 80% del grupo media en Estados Unidos8.

Ocurriendo de igual forma en Italia y Francia mediante personajes como Silvio

Berlusconi y el Grupo Matra que es el mismo Grupo Lagardére que reúne en su seno la aeronáutica militar con Hachette, Vivendi Universal Publishing y Larousse entre

otras, que se dedican a la industria editorial.

Expandiendo su monopolio a otros espacios como el farmacéutico y de laboratorios que, vinculados con la multinacional Monsanto, han realizado una alianza estratégica

para controlar el mundo de los negocios de producción y comercialización de alimentos, la creación de nuevos medicamentos y el control de patentes de uso

político-militar de bactericidas. Tan solo de las 500 empresas industriales norteamericanas más grandes, las farmacéuticas son unas de ellas, recibiendo del

erario extravagantes beneficios, las inversiones, gastos en investigación y marketing

son deducibles de impuestos, el impuesto sobre la ganancia es de 16.3%, por debajo de la media de otras empresas que varia en un 27.3%. Obteniendo así ganancias por

arriba de los 65 mil millones de dólares anuales9.

En México, se resintió el peso de estos monopolios en septiembre de 2001, cuando Ignacio Chapela y David Quist, científicos de Berkeley encontraron maíz nativo

contaminado con transgenes en algunas comunidades de la Sierra Norte de Oaxaca y Puebla. En comunidades zapotecas que utilizan el maíz para comer, siembras con

semillas propias, pese a estar muy alejadas de zonas de agricultura comercial.

Ante esta situación, las corporaciones biotecnológicas montaron una campaña de descrédito en su contra utilizando listas de discusión electrónica como AgBioWorld,

moderada por el Dr. C. S. Praskash, donde además participaron varios científicos en

102

favor de los cultivos transgénicos, logrando que la revista Nature se retractara de la publicación del artículo de Chapela y Quista. No obstante, el Instituto Nacional de

Ecología (INE) y la Comisión Nacional de Biodiversidad (Conabio), confirmaron la

contaminación transgénica del maíz nativo a partir de sus propios análisis, indicando que en 15 de 22 localidades campesinas e indígenas seleccionadas como muestra

encontraron presencia de transgenes en un 3 a 10 %. Además de que en el almacén de Diconsa de Ixtlán, Oaxaca, encontraron contaminación transgénica del maíz

destinado a la venta para el consumo10.

Siendo la fuente de contaminación del maíz nativo las importaciones de maíz estadounidense, a raíz del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Debido a que dentro de las medidas sanitarias y fitosanitarias incluidas en el TLCAN se impedía a cualquiera de los tres países firmantes restringir el manejo, transporte

y empaquetado de alimentos transgénicos, por motivos de “seguridad” o “salud”, a menos de que se tuvieran suficientes bases científicas. Además de que dentro del

TLCAN se adopta el “principio de equivalencia sustancial”, que implica que alimentos o componentes alimenticios nuevos son sustancialmente equivalentes a alimentos o

componentes alimenticios ya existentes y pueden ser tratados de la misma manera

que los convencionales11.

Principio de equivalencia que fue definido por la Organización para la Cooperación y

desarrollo Económico (OCDE) en 1993 y reconocido por la FAO y la Organización

Mundial de la Salud (OMS) en 1996, pese a no contar con un sólido sustento científico, además de resultar arbitrario.

En un marco donde las exportaciones de maíz han sido apoyadas desde Estados

Unidos mediante programas de aliento a las exportaciones con créditos a bajas tasas y plazos largos de recuperación como los de Commodity Credit Corporation, mientras

que por el lado del gobierno mexicano fueron favorecidas al no cobrar por su ingreso ningún arancel. Resultando así como principales beneficiarias de este negocio

financiero, empresas trasnacionales comercializadoras de granos, productoras de harina y edulcorantes de maíz, de alimentos balanceados para ganado o directamente

productoras intensivas de ganado. Siendo nueve empresas trasnacionales las que absorben la mitad de las importaciones en 2001: Cargill, Maseca, Archer Daniels

Midland, Corn Products International, Arancia, Purina, Pilgrims, Tyson. Donde Cargill

y ADM son a su vez las principales exportadoras desde Norteamérica. Además, cabe resaltar que estas corporaciones están ligadas a las principales empresas semilleras

que controlan también el mercado de los transgénicos. Cargill se encuentra vinculada a Monsanto y ADM a Novartis12.

En esta lógica, la minería también viene constituyendo otro frente de saqueo. En

Chile la estatal Corporación del Cobre (Codelco) ha sido víctima de un desfalco que supera los 21 mil millones de dólares. Consistiendo el fraude en la venta de cobre y

otros minerales asociados, a precisos inferiores al valor del mercado, en operaciones presentes o futuras. Teniendo como consecuencia haber dejado a dicho país sin los

excedentes que le deja dicha cuprífera, primera productora mundial del mineral.

Siendo los artífices de tal situación ejecutivos de Codelco, como Diego Hernández. Experto en generar pérdidas en mercados a futuro. Este asumió el control de dicha

minera en abril de 2010. Tras haber sido en 1995 gerente de la minera Mantos Blancos (Angloamericana), donde perdió 49 millones de dólares: 25% de los ingresos

por ventas de dicha empresa ese año. Pese a lo cual, luego de estos malos manejos

en Mantos Blancos, Angloamerican ascendió a Hernández a presidente de Collahusia, una mina de gran envergadura. Proceder que coincide en Chile al nombrar altos

ejecutivos relacionados con mineras privadas y desfalcadores. Así, Codelco

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actualmente es dirigida por Nelson Pizarro, anteriormente vicepresidente de delholding Antofagasta Minerals, perteneciente al grupo Luksic13.

Además, pese a que el robo es el más grande de todos cuantos hayan afectado al

Estado de Chile, apenas ha sido mencionado en los principales medios de comunicación y ninguna institución ha sancionado responsabilidades ni ha tomado

medida alguna para evitar que se siga cometiendo el desfalco.

Acordes con este proceder, unos 200 proyectos mineros han estado en ejecución a lo largo y ancho de América Latina tan sólo en el 2010, dejando comunidades

devastadas por la irresponsabilidad de los inversores en este sector. De la mano de la voracidad para extraer riquezas mediante la minería, cultivos extensivos e

intensivos, se ha dado la depredación del medio ambiente, el control sobre los

recursos naturales estratégicos, la movilización de recursos y dinero, así como boicots hacia gobiernos opositores, e insensibilidad demostrada ante la existencia de

al menos 1.500 millones de pobres, mil millones de nuevos pobres, tasas de desempleo sobre el 12% y la pauperización constante reflejada en los salarios y

pensiones.

Siendo que las regalías que entregan al Estado no sobrepasan el 1%, mientras que el daño a la tierra es incalculable, puesto que contaminan ríos, tierras de riego,

afectan a comunidades enteras con malformaciones genéticas, siendo el uso del cianuro uno de los factores principales de este problema.

No obstante, varios gobiernos, incluso los llamados progresistas o de la nueva

izquierda han sido activos promotores del extractivismo, e incluso lo acentuaron. Pese a los profundos cambios políticos continentales hacia la “izquierda”, los sectores

extractivistas mantuvieron su importancia14. Minería y siembras extensivas de soja, maíz, legumbres, trigo, sorgo, girasol, arroz, avena, frijol y se experimenta con la

papa, entre otros cultivos que acaparan 47 millones de hectáreas en el sur de América

Latina, donde tan sólo la soja representa el 50% de la superficie mundial sembrada.

Dentro de este esquema Brasil representa en la producción de soja el 27%, Argentina

17%, Paraguay 2% y Bolivia 1%. Donde la derrama de pesticidas y agroquímicos

utilizados para obtener mayor rendimiento de la tierra en las plantaciones de soja, ha venido causando enfermedades, malformaciones congénitas y abortos

espontáneos en las poblaciones que quedan bajo las fumigaciones. Testimonio de esta situación lo da la región del Chaco argentino y paraguayo, donde la población

manifiesta en su cuerpo los estragos del glisofato15.

En tanto que la actividad minera viene contaminando con plomo, cadmio, arsénico, bióxido de sulfuro y demás sustancias. Afectando las cuencas hidrológicas, fauna y

flora, alterando el paisaje y coloración de la tierra por la oxidación de los suelos. Donde además resulta afectada también la salud de los habitantes en los lugares que

se realizan dichas actividades, con problemas pulmonares, de piel, caída de cabello, ceguera precoz, poca absorción de nutrientes en el cuerpo y afectaciones en el

hígado16.

En Colombia donde ha permeado desde años la corrupción y el impacto de la minería del carbón a cielo abierto. Se ha venido matando al pueblo indígena wayúu. Miles de

sus niños han muerto de hambre y sed. En tanto que se llevan de su territorio las

riquezas empresas como: Glencore, Xtrata, Cerrejón, BHP Billiton, Angloamerican Drummond, sin rendir cuentas ante nadie. Mostrándose como el verdadero poder que

maneja al Estado. Toda vez que casi todo el país ha sido concesionado a las multinacionales mineras saqueando; oro, estaño, zinc, plata, plomo, cobre,

104

antimonio, petróleo, carbón, níquel. Sin respetar normas ambientales, derechos humanos, laborales o ambientales. Y estando casi exentos de impuestos17.

En tanto que en México, pese a que se prohibió la inversión extranjera en minería en

tres décadas, desde 1992 se dio la apertura de esta, a partir de la negociación del Tratado de Libre Comercio. Colocándose desde entonces a nuestro país como uno de

los más “atractivos” para practicar dicha actividad, siendo así que en 2006 ocupo el

lugar número 18 en la producción de oro y en 2008 el número 1418.

Más aun, ante la perspectiva de que el precio del oro subiera en 2008, las compañías

mineras de todo el mundo incrementaron sus presupuestos de exploración. Y, como muchos países pese a contener la promesa de tener importantes yacimientos son, o

políticamente reacios, como Rusia o peligrosos como el Congo. En México, al

“desarrollar reglas de inversión atractivas” y una “burocracia relativamente eficiente”, después del TLC. Aun a pesar de la guerra contra las en gran parte del

norte del país, las industrias mineras operan con gran seguridad.

Así, distintas empresas conocidas como juniors, se han convertido en el brazo de exploración de la industria, según indico Larry Segerstrom, director operativo en

2008 de Paramount Gold and Silver, una junior de Ottawa que ha explorado el estado de Chihuahua. Invirtiendo cerca de un millón de dólares al mes en dicha exploración,

en viejas excavaciones mineras en busca de oro y plata19.

Dentro de estos procesos cada vez más se han visto afectadas comunidades como las Rarámuri y O´dam de los municipios de Bocoyna, Guadalupe y Calvo, así como

Urique en la Sierra Tarahumara del estado de Chihuahua. Mismas que han acudido al Senado de la República, manifestando que los principales problemas a los que se

enfrentan son: El despojo de sus territorios y recursos naturales, escénicos y culturales; la falta de reconocimiento del derecho al territorio en el que han vivido

desde siempre; la falta de cumplimiento al derecho a la consulta y consentimiento

previo libre e informado; la contaminación del agua y de la tierra que ha provocado la industria hotelera en sus comunidades; las amenazas de muerte a miembros de

sus comunidades y la violencia generada por el narcotráfico; la imposición de modelos de desarrollo ajenos a su cultura, como el forestal y turístico y la falta de

respuesta de las autoridades federales y estatales a las demandas presentadas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Asimismo, los representantes han informado que por la defensa de sus territorios

han recibido el hostigamiento, amenazas y violencia, llegando incluso al asesinato de integrantes de alguna de sus comunidades: “Durante más de 40 años hemos luchado,

por el reconocimiento de nuestro territorio y la protección de nuestros recursos naturales ante diversos tribunales con acciones jurídicas, administrativas y penales.

En todos y cada uno de los juicios hemos presentado pruebas del despojo que hemos

sufrido por parte de caciques, mestizos, madereros, empresarios y políticos. Todos y cada uno de ellos han sido protegidos por los gobiernos en turno, ya sea por

complicidad u omisión. Como resultado solo hemos tenido que los juicios se alarguen eternamente, en alguno hemos tenido sentencias negativas y cuando hemos ganado,

las sentencias no han sido ejecutadas, como es el caso de la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de marzo de 2012 para la formación del Consejo

Consultivo del Fideicomiso Barrancas del Cobre”20.

Historia de despojo y desplazamiento de las comunidades indígenas de Chihuahua, donde a los pueblos tarahumaras no solo les quitan las tierras donde están sus

viviendas o cuevas, sino que son despojados de vastas extensiones de territorio donde se encuentran sus centros ceremoniales, sus camposantos, suministros de

agua y las labores de cultivo. Destacando, en este escenario, según ha indicado el

105

abogado de Alianza Sierra Madre, Ernesto Palencia, la comunidad de Choréachi, en el municipio de Guadalupe y Calvo, quien originalmente poseía como ejido Pino

Gordo, poco más de 34 mil hectáreas, y hoy solamente tiene menos de 15 mil21.

Situación a la que le debemos sumar el hecho de que, a partir de la reforma energética, la ruta de los grandes negocios petroleros se ubica en distintas entidades

del norte del país como Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León y Tamaulipas. Y

dejando de lado los casos como Choréachi, el gobierno federal espera recibir más de 1 billón 2 mil 990 millones de pesos en inversiones privadas para exploración y

extracción de hidrocarburos.

Siendo así que, en la región del norte del país se prevén más conflictos agrarios y

ganaderos: 81 municipios de dichas entidades federativas serán afectados por la

expropiación y la figura de “ocupación temporal” incluida en las nuevas leyes energéticas22.

Además, en distintos estados del norte de la república, según algunas organizaciones

especializadas en derecho ambiental y activistas, pronostican un mayor impacto debido al fraking – fractura hidráulica de las rocas para extraer el gas de lutitas, gas

shale o gas de esquistos –, así como un mayor riesgo para las áreas naturales protegidas que no cuentan con un “programa de manejo”. Esto son los casos de

Janos, Cascada de Basaseachic y Cumbres de Majalca, en Chihuahua, así como las zonas de Cuatrociénegas y Ocampo, en Coahuila23.

Toda vez que, según datos de la Administración de Información Energética (EIA),

ubicaron a México como el cuarto país con reservas potenciales de hidrocarburos en lutitas en el mundo, y de acuerdo con información de PEMEX, el proyecto de

exploración de estos hidrocarburos puede confirmar un potencial equivalente a 60 mil millones de barriles de petróleo crudo.

Ante estas perspectivas, el Pentágono ha promovido en nuestro país el método del

fraking, técnica de fracturación hidráulica que se realiza mediante la inyección de fluidos en capas de rocas profundas. Para lo cual, el agua que se administra contiene

arena y más de 90 aditivos químicos que ayudan a disolver el gas atrapado en la

lutita. Mientras que la arena penetra en las fracturas e impide que se cierren, el gas fluye a la superficie con parte del líquido24.

Siendo algunos de los riesgos ambientales de dicho método, además del uso de

grandes cantidades de agua (99.5% de la composición es agua y arena, el restante son sustancias químicas): la contaminación de los mantos acuíferos, ríos, suelos y

atmósfera; afectaciones a la salud y vida animal; e incremento de la actividad sísmica. Problemáticas de contaminación que se asocian principalmente con dos

cuestiones. Primero por la canalización del metano que se produce durante la extracción de gas shale desde el yacimiento hasta los mantos acuíferos y/o la

superficie, por la cementación inadecuada de las tuberías de revestimiento de los pozos. Mientras que el segundo punto se encuentra asociado al depósito del agua de

desecho que contienen los productos químicos utilizados para el fracturamiento

hidráulico y que son nocivos para la salud25.

Dejando estos hechos de lado, tal como en el norte del país, y considerada como la

segunda zona con mayor potencial de inversión a la región sur-sureste. En Tabasco,

Veracruz y Campeche se planea recibir 769 mil 202 millones de pesos en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos, así como 58 mil 500 millones para un

centro petroquímico en Chiapas, 45 mil 500 millones para reconfigurar una refinería en Oaxaca, 15 mil millones para una planta de licuefacción de gas natural y una

106

central de ciclo combinado en Yucatán y 11 mil 430 millones de pesos en 910 kilómetros de gasoductos y poliductos26.

Finalmente, a esta lógica rapaz por parte de la burguesía imperial en contubernio con

la local, parece no escapar el agua, puesto que se viene promoviendo las supuestas bondades de la privatización de agua, pero encubriendo en realidad sus intereses

pecuniarios, tal como ha ocurrido con los demás energéticos. Pese a que la

privatización del agua ha sido un fracaso global. Muestra de esto es que, en muchas ciudades que se precipitaron en firmar concesiones a 20 años o más con empresas

de agua, teniendo como expectativa obtener agua potable a un costo “socialmente aceptable”, han preferido terminar sus acuerdos y regresar el aprovisionamiento de

agua urbana al sector público27.

180 ciudades y comunidades en 35 países, donde se incluyen Berlín, Buenos Aires, París, Acra, Johannesburgo, La Paz, Maputo y Kuala Lumpur. Han remunicipalizado

sus sistemas de agua en décadas pasadas. Así, cien de los retornos administrativos ocurrieron en los mismos Estados Unidos y Francia, 14 en África y 12 de América

Latina. Dándose la remunicipalización del agua en las metrópolis de países dependientes, más que en los países imperialistas.

Asimismo, el Banco Mundial acepta un fracaso de 34 por ciento en la participación

privada en infraestructura entre 2000 y 2010. No obstante el titular de Sistemas de Agua de la Ciudad de México, Ramón Aguirre habla ya sobre “costos financieros” y

“responsabilidad financiera” de la gestión del agua. De forma tal que, las empresas privatizadoras del agua pretenden implementar soluciones “eficientes” ante el

desabasto de agua, mediante un alza exorbitante de los precios y el recorte de la

inversión en infraestructura28.

Proceso en el cual además, el Banco Mundial emprende un doble juego, cargado los

dados a favor de las trasnacionales: aconsejando por un lado a los gobiernos

privatizar el agua, mientras que por otro lado invierte en las trasnacionales del agua para que obtengan jugosos contratos. Para lo cual el Banco Mundial, a salido al quite

con un nuevo truco contable/financierista, de una sociedad mixta pública y privada (PPP), por sus siglas en ingles, con la intención de contrarrestar las protestas

ciudadanas y luego poder formalizar la privatización.

Ante esta situación, los mexicanos debemos abrevar de la experiencia global, ya que esta demuestra que cuando los usuarios se encuentran incapacitados para pagar las

elevadas tarifas por el suministro de agua, las compañías encargadas de este servicio de manera inmediata cortan el suministro del vital líquido. Pasando por encima del

“derecho humano al agua, correspondiente a unos 50 o 100 litros por persona al día29.

Notas

1 Mészáros István. “Socialismo o barbarie. La alternativa al orden social del capital”.

Pasado y presente XXI, Ediciones de paradigmas y utopías. 2005.

2 Borón Atilio A. “América Latina en la geopolítica del imperialismo”. UNAM, PPEL, CIICH, 2012. Pág. 275.

3 La Jornada. Martes 22-03-2016.

107

4 Saxe-Fernández (Editor). “Crisis e imperialismo”. CEIICH, UNAM, 2012. Pág. 214.

5 Ibíd. Pág. 214.

6 www.soberania.org/Articulos/articulo_1124.htm

7 https://jenarovillamil.wordpress.com/.../america-latina-y-las-corporacione... “América Latina y las Corporaciones Globales: Entre Telenovelas y

Mickey Mouse, la Concentración Mediática”. Por: Jenaro Villamil

Revista. Punto-com. Agosto, 2001.

8 Ibíd. John Saxe-Fernández. Pág. 217.

9 Ibíd. John Saxe-Fernández. Pp. 217-218.

10 Revista. El Cotidiano, UAM Azcapotzalco, año 27, número 173, mayo-junio 2012.

11 Ibíd.

12 Ibíd.

13 Proceso. Número 2049, 7 de febrero de 2016.

14 Acostas Alberto, Gudynas Eduardo, Houtart Francois, Macas Luis, Martínez Alier Joan, Ramírez Soler Hery, Siliprandi Emma. “Colonialismo del siglo XXI. Negocios

extractivos y defensa del territorio en América Latina”. Icaria editorial, 2011. Pág. 77.

15 Ibíd. John Saxe-Fernández. Pág. 219

16 Ibíd. Pp. 219-220.

17 Rebelión. “La sequía y el calentamiento climático empiezan a matar de hambre a

América Central”. Por: Marie-Pia Rieublanc, 19-02-2016.

18 Revista. Observer, con lo mejor de The New York Times Magazine. Número 37,

2008.

19 Ibíd.

20 www.noticiasdelarebelion.info/?p=7003

21 es.defensatarahumara.org/?p=251

22 Revista Proceso. Número 1968, 20 de julio de 2014.

23 Ibíd.

24 El Universal. 11-08-2014.

25 Revista Ciencia. Universidad Autónoma de Nuevo León. Año 17, número 67,

mayo-junio 2014.

108

26 Proceso. Número 1968, 20 de julio de 2014.

27 La Jornada. Alfredo Jalife-Rahme, 21-02-2016.

28 Ibíd.

29 Ibíd.

¿COLAPSO DE LA UNIÓN EUROPEA? UN PUNTO DE VISTA ESCÉPTICO Immanuel Wallerstein La Jornada

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210445

Uno de los juegos que los expertos y los políticos juegan hoy día es verbalizar el por

qué y el cómo va a colapsar, ya está colapsando, la Unión Europea (UE). Cualquiera

que siga las noticias mundiales conoce las explicaciones estándar: la Grexit y la Brexit (acrónimos que designan la posible salida de Grecia o Gran Bretaña de la

UE) sólo conducirán a otras salidas; nadie quiere más migrantes (refugiados) en su país; Alemania tiene demasiado poder, o no lo suficiente; están surgiendo por todas

partes fuerzas/partidos de ultraderecha; el acuerdo de Schengen, que accede a movimientos sin visa, está siendo suspendido en casi todos los países que lo habían

adoptado; crece imparable el desempleo.

Existe un tema subyacente en esta letanía de pesimismo (¿o es optimismo?). Los europeos, tanto los sofisticados como los ignorantes, se han vuelto impermeables a

los argumentos racionales. Casi todos actúan irracionalmente, respondiendo a sus

emociones y no a los análisis reflexivos. Pero ¿en verdad es así, Charlie Brown? Da para una buena tira cómica, pero ¿acaso significa que la UE dejará de hecho de

existir?

No estoy brindando aquí mis puntos de vista sobre si la Unión Europea es buena o mala, si debería ser apoyada o si deberíamos socavarla. En cambio, quiero analizar

lo que pienso que ocurre en la realidad. ¿Será que las instituciones que ahora conforman la Unión Europea continuarán existiendo a 10 o 20 años de hoy? Sospecho

que sí. Para ver por qué pienso esto, revisemos juntos lo que hace que los europeos –tanto los sofisticados como los “ignorantes– duden de si dar el paso fatal de

desmantelar aquello por lo que trabajaron tan duro durante los últimos 70 años. Hay algunas razones que uno podría llamar económicas, otras que serían geopolíticas y,

finalmente, otras que podríamos llamar culturales.

Comencemos por la economía. La situación en términos del ingreso actual, tanto para los Estados como para la mayoría de los individuos, es mala en todas partes de la

Unión Europea. La cuestión es si desmantelar Europa podría tal vez mejorarla, o de

hecho empeorarla.

Algo que está sujeto a constante debate es la Eurozona –¿podrá sobrevivir? Tomemos

por ejemplo lo que ocurrió en Grecia y las dos elecciones de 2015 que se celebraron

ahí. Alexis Tsipras, el dirigente del partido Syriza, que hoy gobierna, fue elegido en los primeros comicios con una plataforma anti-austeridad. En la negociación con la

UE para un préstamo ulterior, él se retractó en justo todo aquello que le había prometido a los votantes griegos. Accedió a las medidas exigidas por la UE que dañan

severamente el ingreso real de la mayoría de la población. Debido a esto fue denunciado por las fuerzas de izquierda dentro de Syriza que lo acusaron de

traicionar sus promesas, se retiraron del partido y establecieron su lista. No obstante,

109

en las siguientes elecciones que fueron convocadas por Tsipras con gran celeridad volvió a recibir el mandato. Los votantes griegos lo eligieron a él, más que la las

fuerzas de izquierda dentro de Syriza.

Parece claro, por lo menos para mí, que los votantes griegos no prestaron atención alguna a las denuncias de izquierda porque, por encima de todo, no querían

abandonar la zona del euro. Tsipras hizo su prioridad mantener el euro y, en cambio,

las fuerzas de izquierda buscaban volver a una divisa autónoma. Aparentemente, los votantes griegos creyeron que los aspectos negativos más reales de estar en la zona

del euro eran menores, en su punto de vista, que los probables aspectos negativos de recrear el dracma.

La situación es más o menos la misma en lo que concierne a los llamados rasgos de

la red de seguridad que habían instalado los gobiernos europeos, tal como las pensiones y los beneficios del desempleo. Virtualmente todos los países de la UE han

estado recortando su red de seguridad por falta de fondos. Estos recortes los han resistido, a veces con logros, los partidos de izquierda o centroizquierda. Pero ¿acaso

hay razones para suponer que si la Unión Europea desapareciera mañana estos gobiernos tendrían más fondos para distribuir? Los partidos de izquierda dicen con

frecuencia eso, condenando lo que consideran como presiones neoliberales de la burocracia de la Unión Europea en Bruselas. Pero miren por todo el mundo. ¿Puede

alguien señalar gobiernos fuera del alcance de Bruselas que hayan sido capaces de

incrementar sus gastos relativos al estado de bienestar?

Si no existen ventajas reales en desmantelar la UE, en términos de los niveles de

ingresos, ¿hay alguna otra razón para hacerlo? La UE ha jugado un importante papel

geopolítico desde su establecimiento y su membresía ha crecido constante. Estados Unidos ha estado apoyando públicamente el surgimiento y expansión de la Unión

Europea, pero la ha intentado socavar en los hechos. Estados Unidos ha visto a la UE como un peligro geopolítico importante. Es obvio para casi todos los observadores

que la fuerza geopolítica de la UE es resultado de los números. Un desmantelamiento terminaría con esta fuerza y reduciría a los Estados europeos separados a una

importancia geopolítica casi nula.

Al final, casi todos los líderes y movimientos europeos entienden esto. Sin embargo, pese a que casi todos ellos vayan contra la UE como estructura, ¿están preparados

para dejar a un lado las ventajas que una gran entidad única les otorga? Los grupos de derecha, en especial en Europa oriental, consideran a la UE como una presión de

Estados Unidos para ofrecerles protección militar contra una Rusia tentativamente

agresiva. Los grupos de izquierda en otros países, como en Francia, usan la fuerza de la UE para contener lo que piensan que son las acciones tentativamente agresivas

de Estados Unidos. ¿Alguno de estos grupos ganaría del desmantelamiento de la UE?

Finalmente, hay los llamados lazos culturales entre Estados Unidos y Europa. Se proclaman en público y se desdeñan más calladamente como remanentes de la

dominación hegemónica estadunidense en los primeros 25 años después de 1945. Otra vez ahí hay motivaciones varias. Los partidos y movimientos de izquierda

quieren utilizar la estructura unificada como modo de recobrar la autonomía cultural (aun una superioridad) que sienten que tenían antes de 1945. Las fuerzas de derecha

quieren utilizar su fuerza para insistir en su autonomía cultural sobre las cuestiones de derechos humanos. De nuevo, en la unión yace la fuerza.

Lo que observo que ocurre es que hay más y más retórica y menos y menos acciones

reales. Para bien o para mal, mi sensación es que las instituciones de la UE sobrevivirán. Esto no significa que no cambien. Hay, y continuará habiendo, una

lucha política real dentro de la UE acerca del tipo de institución colectiva que debería

110

ser. Esta lucha política al interior de Europa es una parte de la lucha global acerca del mundo que queremos construir como resultado de la crisis estructural del

sistema-mundo moderno.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/27/mundo/014a1mun

Traducción: Ramón Vera Herrera

ENTREVISTA CON XABIER ARRIZABALO MONTERO, PROFESOR DE ECONOMÍA

APLICADA DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

“SALIDA A CRISIS DEL CAPITALISMO SOLO PUEDE SER RESULTADO DE QUE AQUELLOS QUE VIVIMOS

DE NUESTRO TRABAJO ABRAMOS UNA ALTERNATIVA EN POSITIVO”

HTTP://WWW.REBELION.ORG/NOTICIA.PHP?ID=210455 Fernando Arellano Ortiz El Cronicón

No hay alternativa de superar la profunda crisis civilizatoria dentro del brutal esquema de ajuste que impone el capitalismo, sostiene el economista español,

sociólogo y docente universitario Xabier Arrizabalo Montero, quien estuvo en Bogotá

y en Quito cumpliendo compromisos académicos.

En la capital colombiana este profesor de economía aplicada de la Universidad

Complutense de Madrid dio una conferencia en la sede del partido Polo Democrático

Alternativo, sustentada en su libro Capitalismo y economía mundial. Bases teóricas y análisis empírico para la comprensión de los problemas económicos del siglo XXI,

editado en 2014.

Igualmente, en la capital del Ecuador, Arrizabalo Montero disertó sobre el convulso contexto actual de la economía mundial, caracterizado por la persistencia de la crisis,

en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), la universidad de posgrados del Estado.

El imperialismo, los límites del capitalismo y la crisis civilizatoria como encrucijada

histórica fueron los tópicos analizados en sus charlas en estos países suramericanos por este analista económico.

En su opinión, “lo que constatamos es la universalización de las políticas de ajuste

que tratan de ser la respuesta a la crisis pero que al final no hacen sino contribuir a que la economía desemboque en una crisis aún más aguda”.

Para profundizar en estos temas, dialogamos ampliamente con Arrizabalo Montero,

aprovechando su paso por Bogotá.

Para los neoliberales la que está equivocada es la realidad y no su interpretación

- En el capítulo 8 de tu libro analizas el ajuste y crisis de la década de los 70

y afirmas que es el periodo de vuelta a la normalidad del imperialismo. Es decir, a partir de la crisis petrolera del 70 el capitalismo inaugura a sangre

y fuego con Pinochet, lo que se llama el modelo neoliberal. Y si se mira

111

históricamente lo que ha sido el capitalismo se puede afirmar que hasta esta etapa tan importante no solamente a partir de la plusvalía sino de la

explotación tan profunda que este sistema conlleva per se, ¿podríamos

colegir que el capitalismo es el crimen perfecto?

- Muy buena pregunta, no es fácil de resumir. A mí me parece que es interesante lo

que señalas respecto del punto de inflexión de los 70 que va mucho más allá de la

crisis petrolera, o que sea un mito o un detonante porque realmente hay eventos de fondo previos incluso en particular el año 71, la ruptura de convertibilidad de

dólar/oro, esa idea de oro internacional se quiebra y se hace añicos. Desde mi punto de vista, la clave es que hablamos de crisis de los 80, hablamos de crisis hoy y entre

medias qué ocurre, entre medias podemos hacer una trampa muy querida de los economistas neoclásicos que es no mirar la realidad, si la realidad y la interpretación

difieren, dicen ellos, que la que está equivocada es la realidad y no su interpretación. Como por supuesto queremos ser serios y mirar la realidad, qué constatamos. Lo que

constatamos es la universalización de las políticas de ajuste que tratan de ser la respuesta a la crisis pero que al final no hacen sino contribuir a que la economía

desemboque en una crisis aún más aguda. Si ves la definición misma, yo diría la

huida hacia adelante y la no salida. No hay alternativa dentro de este esquema de ajuste. Estamos asistiendo hoy a un escenario brutal como la experiencia de Europa,

que es muy interesante. Es muy interesante porque esa Europa, la referente de desarrollo democrático, económico y social a escala mundial, en ella vemos hoy cómo

los elementos básicos de ese desarrollo que le han hecho historialmente adquirir cierto estatus de referente, hoy están siendo cuestionados frontalmente, están

cuestionados sin duda en Grecia, Portugal, Irlanda, España, Italia, pero también en Francia y Alemania incluso. De modo que efectivamente yo creo que lo que inaugura

y además has puesto un punto de inflexión que no es cualquiera, es la experiencia

de Chile. Yo hice mi tesis doctoral sobre la economía chilena durante la dictadura. Y creo que ahí sin falsa modestia hubo un elemento de cierto olfato en la medida de

que lo que inauguran es un escenario de antecedente que va a tratar de aplicarse universalmente desde entonces. El tema es fascinante desde luego. Dolorosamente

fascinante si queremos decirlo así.

- Tú señalas que no hay salida porque esta es una crisis civilizatoria generada por un modelo exacerbado como el capitalismo. ¿Si hoy decimos

Europa es neoliberalismo o no es, porque en tu libro veo que haces un análisis de los ajustes fondomonetaristas, estamos bien enfocados, habida

cuenta que este continente está entregado a la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional)?

- Exacto…

- Y el hecho de que en tu país, España, no se pueda formar gobierno es una

consecuencia directa de las presiones de Ibex 35 (principal índice bursátil de referencia de la bolsa española) y de la troika. La pregunta concreta

entonces es: ¿hay horizonte?

- La pregunta es brillante porque realmente lo que constatamos hoy es la imposibilidad de contener la situación, la Comisión Europea sigue el dictado del FMI

en la troika. La troika como un organismo tripartito: Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional. Pero digámoslo con claridad, el Banco

Central Europeo ya estaba aquí, la Comisión Europea ya estaba aquí. En general la

troika es el caballo de Troya dentro del cual el Fondo Monetario Internacional, vale decir el capital financiero estadounidense, quiere tomar las riendas directamente de

la política económica de Europa de una forma análoga a la que vosotros en América Latina habéis conocido bien desde los años 80, con esas políticas de ajuste, con ese

112

Fondo Monetario Internacional dirigiendo de manera muy directa la política económica: privatizaciones, desregulación, aperturas indiscriminadas, etc. Yo creo

que es muy significativo lo siguiente: ¿puede haber ajuste sin euro? Claro que puede

haberlo pero lo que no puede haber es euro sin ajuste, porque el euro es un mecanismo económico del ajuste y efectivamente lo que expresa la crisis española

es brutal desde el punto de vista de la Comisión Europea porque el capital tiene un programa que hay que ejecutarse ya, por ejemplo 9 mil millones de euros de recorte

del gasto público social. Pero qué ocurre, que no consiguen encontrar la forma para aplicarlo y en este momento la situación es verdaderamente explosiva ya que se

ponen en marcha varios juegos simultáneos, varias partidas de póker, varias partidas malas de póker digámoslo así, pero con un denominador común: el mandato electoral

que se expresó el 20 de diciembre es inequívoco con aritmética parlamentaria para derogar todas y cada una de las contrarreformas del Partido Popular que es un partido

adherido directamente a la dictadura. En España no ha habido ningún elemento de

saneamiento. La dictadura murió en la cama y el gobierno del Partido Popular es una continuidad, en ese contexto el hecho es que hay aritmética parlamentaria porque

aparte hay cálculos modificateros que piensan más en una eventualidad de repetición de las elecciones haciendo unos cálculos que posiblemente sean disparatados. Esta

situación nos está enseñando a vivir en una realidad explosividad que resulta de un deterioro de las condiciones sociales que toma cuerpo en España de una forma brutal.

Está habiendo regiones, (nuestras comunidades autónomas) donde los colegios se abren en los periodos vacacionales como única forma de asegurar una ingesta

alimentaria diaria a los niños. Es un indicador brutal en una economía, la española,

que con todas sus limitaciones hace poco trinaba por un plan de G7. En España los salarios del año 78, en el marco todavía de la transición democrática con todo el

poder del franquismo perfectamente mantenido, representaban el 67% del producto, dos terceras partes, hoy representan apenas el 50% y es un problema que viene de

lejos. Las crisis en realidad expresan esa huida hacia adelante, no salida de la que estamos hablando; y en ese contexto la situación social y política efectivamente está

muy abierta, más abierta que nunca.

- Así como tu señalas, hablando políticamente, de que hay esta banda criminal denominada Partido Popular que es herencia directa del franquismo

y que ha sumido a España en una crisis social, beneficiando en forma directa a los sectores financieros, sin embargo no nos podemos olvidar de la

responsabilidad directa del Partido Socialista Obrero Español, que de

“socialista” no tiene nada, y del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cuya herencia básicamente fue dejar a Mariano Rajoy. ¿No es en tu concepto

el PSOE corresponsable de esta crítica realidad social que vive tu país?

- El PSOE tiene una responsabilidad directa y para mí hay un punto de inflexión en relación con el periodo reciente, que es crucial y que es mayo de 2010. En esa fecha

ya con la crisis en curso y con un efecto social demoledor, con un alto desempleo, etc., Zapatero viaja a Bruselas y le recibe una delegación que está integrada no solo

por la Comisión Europea sino también por el Fondo Monetario Internacional que dicho de manera llana lo que le plantea es: tienes que aplicar exactamente el programa

contrario a aquel por el que te votaron. Resumidamente se trata exactamente de eso. ¿Zapatero tenía alternativas? Por su puesto que las tenía, Zapatero tenía

alternativas no siendo un dirigente revolucionario, sin duda, habría bastado

simplemente que siendo demócrata a la vuelta de Bruselas, y le voy a poner un poco de escenificación teatral para visualizarlo, habría bastado que al llegar al aeropuerto

de Madrid convocara una rueda de prensa y hubiera dicho: señores, me quieren imponer que aplique exactamente lo contrario que aquello que lo que votasteis y yo

que no voy a encabezar una rebelión simplemente llamo a las urnas. Habría sido una posición honesta, que además hubiera abierto un escenario.

113

- Esa experiencia de la imposición de la troika a Zapatero es una demostración de que hoy la democracia está secuestrada por el capital

financiero…

- Sin duda, no solamente decía para ilustrar que sí había alternativa, es que no es verdad que no haya alternativa.

- ¿Y el caso de Alexis Tsipras en Grecia?

- Sí, absolutamente, es que quería empezar por Zapatero y acabar por Tsipras para

señalar un hecho que tiene una importancia histórica y simbólica como tal y es que el Fondo Monetario Internacional que no se presenta de forma directa a las elecciones

el 5 de julio de 2015 en Grecia, mueve sus fichas de la única forma que sabe hacerlo: cuestionando la democracia, haciendo un chantaje que toma la forma particular del

corralito. El corralito no es una opción cualquiera, es una amenaza a la población trabajadora en el sentido de que si votan romper con las políticas de ajuste están

amenazando sus ahorros. No es una cuestión cualquiera. Y en ese contexto,

valerosamente la clase trabajadora en Grecia vota en contra del Fondo Monetario Internacional en una proporción que es ni más ni menos que del 62%, que incluso

con voto de abstención en realidad representa casi las dos terceras partes, es un voto muy valioso. En el caso griego lo que hace el gobierno es dar un giro de 180

grados y empezar a caminar en dirección opuesta. Había salida, claro que la había. Aunque era idílica había un escenario de panacea porque la única conclusión lógica

era la de respetar el mandato expresado el 5 de julio en las urnas. Cuál era un mensaje de ruptura con la Unión Europea que abría ciertas expectativas de salida.

Hay un documento muy valioso de un economista diputado de Syriza que luego se

fue con Unidad Popular, Costas Lapavitsas, quien se remanga, se mete de lleno en el charco y plantea, bueno, qué pasaría el día después. Y no es retórico, él habla de que

antes que nada tiene que asegurarse el suministro de medicamentos, de alimentos, de energía, no es un juego y sin embargo señala la palanca que se le abriría a un

gobierno democrático griego: romper con el corsé del euro movilizando simplemente el gasto público en ayuda al proceso de producción cuando en Grecia hoy un 25% de

la capacidad instalada está ociosa y no se va a movilizar porque al capital privado no le conviene por cuanto vive de la actividad puramente financiera y particularmente

especulativa. Pero tampoco el gobierno puede hacerlo en ese corsé férreo que es el

euro que prohíbe taxativamente cualquier mecanismo de solución.

- Y cómo analizas el hecho de que Tsipras convoca un referéndum, lo gana y

se asusta…

- Claro, en realidad eso tiene que ver también con una cierta idealización que pensaba, no en mi caso pero sí de otros, que Syriza era una especie de panacea.

Cuando observamos bien a Syriza qué constatamos. Encontramos muchas

contradicciones. Si se perdía el referendo se hubiera tenido la justificación para hacer lo que finalmente se hizo. Pero el escenario inexplicable es que se ganó y

paradójicamente se va a aplicar un tercer memorándum que es más gravoso que aquel que había sido sometido a referéndum. Es un plan de ajuste que está

provocando de nuevo protestas; los recortes en las pensiones son simplemente salvajes; y sin embargo insisto, es aquello por lo que se votó en contra. Esto tiene

que ver con algo muy importante y es que a menudo miramos la propia realidad de las organizaciones y de los partidos desde un punto de vista un poco superficial.

Desde cómo se presentan los fenómenos sin entrar a analizar elementos de fondo. Y

es que incluso en el propio programa de Syriza nunca se planteó realmente ningún escenario, no digo de ruptura, sino uno frente a las exigencias de la troika europea

como finalmente ocurrió que echa por tierra las reivindicaciones populares. Porque al final Syriza lo que hace es retractarse, o mejor digámoslo así, se autoretractó.

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- Pero Podemos, la formación que lidera Pablo Iglesias en España, tampoco es de ruptura. Podemos es una propuesta socialdemócrata que apunta a

negociar con la troika. ¿Su postura está sustentada a entenderse con

Bruselas?

- De Podemos cuestionaría incluso su condición socialdemócrata por una premisa: la

socialdemocracia tiene una responsabilidad histórica, es cierto, el seguir defendiendo

la idea de un reformismo cuando su contenido ni siquiera son reformas, sino puras contrarreformas. Pero ojo, la socialdemocracia no deja de ser una corriente que viene

del movimiento obrero traído de lo que se quiera, Podemos ni siquiera eso. En el argumento electoral de Podemos está prohibido hablar de clases, está prohibido

hablar de trabajadores, nos hablan de los de abajo, nos hablan de la casta y esta formación tiene dos grandes ejes programáticos: la regeneración democrática frente

a la corrupción y el combate contra los recortes sociales. Y aquí es muy importante la experiencia, creo yo, de Lula en Brasil. En las elecciones del 89 el programa

presidencial de Lula partía de un no reconocimiento a la deuda, cuando tres periodos después por fin gana las elecciones, viaja unas cuantas veces a Washington y ya no

habla de la deuda. Bueno, Podemos hace ese trayecto, lo ha recorrido en unos pocos

meses, no sé si con viajes a Washington o no, si sé que el dirigente responsable de economía, Nacho Álvarez, amigo personal, yo le dirigí su tesis doctoral, sí se reúne

constantemente con algunos banqueros, con representantes del FMI, etc., ¿para qué? Para darles garantías de que no quieren romper ni un solo plato. El problema cuál es.

El problema es que en el contexto en el que estamos no hay espacios de una renegociación de la deuda que abra un escenario, y no lo digo por ninguna pretensión

nacionalista, todo lo contrario, mi pretensión es intentar ojalá aproximar a esa gran mayoría social que está viendo como aspectos elementales de sus condiciones de

vida están cuestionadas. Al final Podemos, no nos engañemos, devalúa más el

contenido social de su programa y más esa regeneración democrática que sin contenido social se parece mucho a quítate tú que me pongo yo, a señores del capital

nosotros vamos a llevar sus negocios de una forma decente sin meterles la mano.

- ¿Lo que hay en Europa son partidos como Podemos o como Syriza que únicamente están buscando llegar al poder simplemente para administrar la

crisis?

- Sí, con una pretensión de algo que a mí me parece que se acerca a la cuadratura del círculo, que es una pretensión de que puede haber una gestión progresiva de la

crisis según qué marcos. Y esta cuestión de los marcos importa en la actual trayectoria que tenemos desde el año 93 del euro, del Banco Central Europeo que es

verdaderamente implacable. Es decir, la experiencia francesa, por ejemplo, con la de un gobierno de izquierda que privatiza Air France, la compañía de bandera con toda

una tradición, quién la inicia, la inicia un ministro de Transportes, Luc Panissod que era un dirigente del Partido Comunista francés y no es una cuestión por mi parte de

ajuste de cuentas, no me interesa esa discusión, simplemente constatar que en el

marco del corsé del Banco Central Europeo, de la troika, el margen para aplicar las políticas es un margen muy limitado.

- Tras este contexto que me has dado respecto de la realidad

socioeconómica europea, y hablando desde el punto de vista global, ¿tú crees que la periferia en este momento, América Latina en concreto y en

forma puntual, va a seguir cumpliendo su infortunado rol histórico de productor de materias primas y de plataforma para la acumulación por

desposesión por parte de las grandes transnacionales norteamericanas y europeas? ¿Será que se repite la historia y que estos pueblos, estas

periferias, no tiene otro horizonte dentro del capitalismo?

115

- Claro que en el marco del capitalismo el plan que está asignado es ese. Pero fíjate que antes hablábamos de España que desde el pasado mes de enero está planteado

un plan de corte de gasto público social de 9 mil millones de euros y van pasando los

meses y el propio capital presiona en sentido de que haya una gran coalición política para intentar aplicar su política y como bien decíamos no se consigue. Entonces, claro

que ese es el plan que está reservado para América Latina, lo que ocurre es que Estados Unidos, la potencia hegemónica única, sigue desarrollando el 42% de todo

el gasto militar mundial pero a la vez es un gigante con pies de barro. Y es un gigante con pies de barro incluso en su propio patio trasero tradicional. Ahora bien, los

acontecimientos de la trayectoria histórica de América Latina de los últimos 40 años arrancan con la crisis de los 70 que toma la forma de la deuda externa como hilo

conductor, coartada para las políticas de ajusta que provoca una deuda social y yo le añado siempre puntos suspensivos. Puntos suspensivos que denotan el caldo de

cultivo para la exclusividad social que nos permite entender cómo desde hace 15

años el mapa geopolítico de América Latina es mucho más variado que el que hubo en los años 80 y 90, mucho más uniformizado. Es verdad que Colombia con Panamá,

con México, con Perú, con Chile, encarnarían un elemento mucho más directo de disciplinamiento a las políticas del Fondo Monetario que otros países con términos

intermedios. Pero en ese contexto, yo creo que el mandato del imperialismo es claro y la capacidad de aplicarlo es mucho más limitado. Esto es muy interesante, hace

apenas 20 años queríamos pensar en escenarios donde la situación estuviera abierta, pues seguramente habíamos recurrido a un comodín, que se habría hablado de

Palestina, de Oriente Medio, la situación estaba muy explosiva. Hoy lo vemos en

América Latina, hemos ido comentando la realidad en Europa, lo vemos incluso en otras situaciones, en Estados Unidos en su territorio. De repente irrumpen, no

deposito ninguna ilusión, ninguna remisión ni en Bernie Sanders ni en cualquiera, pero si denota la incapacidad, fíjate la propia discusión dentro del Partido Republicano

que al principio pensábamos, hace un año y medio que el llamado nuevamente iba a ser otro Bush que entroncaba con la tradición familiar, lo que representa Texas y

vimos que no. Hay un tipo millonario, mercenario, provocador, que parece que va decantándose. No quiero elucubrar qué va a ocurrir, todo es publicidad en poco

tiempo, precisamente porque uno de los elementos característicos, y es con lo que

yo quiero responder a tu pregunta, de la situación actual es la enorme aceleración de los tiempos históricos, una aceleración brutal, una aceleración que yo no niego,

produce vértigo. Entonces es cierto que los planes del imperialismo para América Latina es más de lo mismo, eso es evidente, y le podrán cambiar el nombre y lo

traducirán y no sé cuánto, pero al final sigue siendo lo que tu muy bien señalas, sin embargo la capacidad de disciplinar esas políticas cada vez es más limitada. Es

verdad que con vaivenes. Está lo de Venezuela hoy, luego lo de Bolivia, lo de Argentina, la propia situación de Brasil, sin duda. Pero a la vez con esta situación de

incontenibilidad de la explosividad social que es el elemento más definitorio porque

por decir si pensamos hoy, por ejemplo en el año 45, la salida de la Segunda Guerra Mundial, constatamos que el capital tenía que hacer concesiones para aliviar la

explosividad, pero podía hacerlas porque eran compatibles con las exigencias de la contabilidad. ¿Hoy no debería el capital aliviar, aflojar la presión en Grecia? Sin duda

porque se arriesga a un estallido social incontenible y sin embargo cuál es el problema. El problema es que no puede económicamente porque hacer ese alivio

significa que Grecia no pagara deuda al ritmo que la paga y no pagar deuda quiere decir que alguien no la cobraría. Por ejemplo, el capital financiero alemán que es el

más expuesto y por tanto ahí podríamos decir, ¿y las cuentas? Si Grecia representa

el 2% del PIB de la Unión Europea, ¿no se podría hacer un acuerdo de caballeros para aliviar eso? Y ahí aparece la clave política; si Grecia muestra el ejemplo de que

la movilización arranca conquistas, automáticamente en España, en Portugal, en Irlanda pero en Alemania también ya tenemos el referente, por eso la situación está

tan abierta, es tan explosiva, es tan dolorosa, pero también es tan fascinante.

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- La crisis económica del 2007 prácticamente ha seguido, no ha terminado. La crisis del 29 culminó con la Segunda Guerra Mundial y con ella vino el

plan Marshall para Europa y unas medidas keynesianas, pero ahora no hay

un Keynes. ¿No será que como no hay solución a una crisis prolongada suscitada en 2007 y 2008, se pueda repetir la historia? La historia se repite

a veces como tragedia, ¿y no será que el mundo está abocado a una nueva guerra mundial para poder salir del embrollo económico que ha generado el

capitalismo?

- La primera premisa es que hoy en la economía mundial se llega incluso a hablar de una tercera recesión, seamos serios. Tres recesiones en ocho años es una crisis

profunda. Por tanto más bien hablemos de crisis crónica, primer elemento. Segundo, recordáis el Plan Obama que tiene un monto que equivale exactamente a una decima

parte del rescate bancario. Sobre la base de esas dos premisas, cuestionaría un poco o matizaría más ampliamente la idea de guerra mundial pero no par a impugnar el

contenido que tú dices sino para apoyarlo, en qué sentido; en el sentido de que ya tenemos las guerras, las tenemos, las tenemos en el corazón de Europa, la guerra

de Ucrania es una guerra en el corazón de Europa y en el Oriente Medio la situación

es de guerra abierta, cuando se habla de una forma dramática en Europa de cientos de miles de refugiados en torno a los cuales se esta autorretratando la Unión Europea.

En Europa no se habla ni siquiera de la categoría que conocemos que es el derecho de asilo y son refugiados que vienen directamente de la guerra que ha sido dirigida,

teledirigida para romper la nación Siria, no solo por los intereses geoestratégicos, también para romper lo que tiene de referente el Oriente Medio que en su momento

fue la nación iraquí, sin idealizaciones. Saddam Hussein no era ningún referente, pero había una nación iraquí con un Estado, con un marco de relaciones laborales, con un

sector público, con una seguridad social limitada, no era la francesa pero había

elementos de economía. Lo mismo Siria, y todo eso se destruye y por tanto los alcances de tu pregunta ni siquiera señala un escenario futuro sino que ya tenemos

aquí esos elementos. Lo que ocurre es que sin embargo y quizá paradójicamente a mí no me lleva a una posición pesimista, tampoco optimista, sí una sensación

impotente que tiene que ver con una comprensión que es lo que trata de aportar este libro de los procesos sociales que no es esquemática, que no es lineal, que no

pretende una perspectiva determinista, pretender que todo está establecido ni para bien ni para mal sino para señalar que todas las espadas están en lo alto y que por

tanto tiene sentido que hablemos de esto y tiene sentido intentar intervenir, intentar

agrupar para abrir una salida en positivo, salida que solo puede ser el resultado de que aquellos quienes vivimos de nuestro trabajo por oposición a aquellos que también

viven de nuestro trabajo, la explotación de la que antes hablábamos, somos los que tenemos la capacidad de abrir una salida en positivo y ese es el reto.

Fuente: http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones113/nota15.htm

CARTA DEL COMANDANTE NICOLÁS RODRÍGUEZ AL SOCIÓLOGO BOAVENTURA DE

SOUSA SANTOS “SE REQUIERE UN DEBATE SOBRE LA JUSTICIA TRANSICIONAL”

HTTP://WWW.REBELION.ORG/NOTICIA.PHP?ID=210403 Rebelión

Respetado amigo batallador por los Derechos Humanos y la Dignidad de los pueblos,

Boaventura de Sousa Santos.

Le transmito mi respeto y admiración a sus esfuerzos por la paz del mundo, causa

sin igual e indispensable en estos tormentosos tiempos, que vive la humanidad.

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Estudié con atención su magistral conferencia impartida en Medellín, durante la clausura del Congreso de la CLACSO y hago de ella la base de mis reflexiones.

Por fortuna, su vinculación con Colombia, desde hace casi dos décadas, le ha

permitido conocer con propiedad la crítica realidad de mi país, en donde como Usted plantea, hay que preguntar si los Derechos Humanos son instrumentos para la paz o

un obstáculo para ella.

En mi país esa pregunta tiene dos respuestas contradictorias, de acuerdo a quien la responda; el pueblo colombiano responde al unísono que ese instrumento es

indispensable para alcanzar la paz. La clase en el poder los considera un obstáculo, y esto lo confirman el asesinato de millares de defensores de Derechos Humanos,

junto a los desterrados, encarcelados o perseguidos sin misericordia por los

organismos represores del Estado Colombiano, a quien el ex presidente Álvaro Uribe, no ha tenido reato para llamarlos “idiotas útiles del terrorismo”.

Así mismo, los Derechos Humanos se invocan por parte de las potencias

imperialistas, de manera pérfida, para invadir países y controlar el mundo a nombre de la paz, como Usted bien lo señala.

Hoy en Colombia también son necesarias otras preguntas: ¿de cuál paz y de cuáles

Derechos Humanos estamos hablando?

En las calles y campos de Colombia, la gente agita la consiga de “la paz son cambios”.

Esos cambios están referidos a las estructuras económicas y políticas del Estado,

pero a su vez el gobierno ha reiterado que en este proceso de paz, el Modelo económico no está en cuestión y por tanto este no hace parte de las discusiones. En

tales circunstancias es necesario reconocer que están sobre la mesa dos modelos de

paz, el que se plantea desde las mayorías argumentando la urgencia de profundos cambios estructurales y el que plantea el presidente Santos, de silenciar los fusiles y

legalizar las guerrillas, con la promesa que a futuro se pueda hablar del tema.

Hace dos años, los defensores de los Derechos Humanos en Colombia, dijeron a propósito del proceso de paz planteado por el Presidente Santos, que “el capital

quiere paz”, haciendo una alusión directa a las necesidades que tienen las empresas transnacionales, de disponer de todo el territorio pacificado y sin conflicto.

Con esa lógica de la clase en el poder, la paz plantea una grave amenaza a futuro;

en cambio, las grandes mayorías en Colombia tienen como gran objetivo, lograr una paz que signifique justicia y equidad social, democracia y soberanía.

Bien dijo Usted en su conferencia, que el proceso de paz de La Habana, no incluye al

ELN y a nuestro entender, las diferencias que tenemos con el Presidente Santos, han demorado los tiempos para concluir un Acuerdo de agenda de negociación y pasar a

la fase pública de diálogos; Aun así, hoy valoramos que estamos cerca de abrir esta fase.

Nuestro esfuerzo ha sido desarrollar una expresión de Paz, que abra un proceso

marcado por la participación protagónica de los ciudadanos, sobre todo de aquellos, que como Usted lo plantea no son sujeto de paz, sino objeto de discursos de todos

los matices. Este planteamiento de participación de la sociedad en el proceso de paz, se aparta de la fórmula del gobierno de Santos, que busca prioritariamente una

pacificación de los alzados en armas.

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Las grandes mayorías de Colombia, sí que han vivido esas Guerras Novísimas de las que Usted habla, porque ocurren en las áreas periféricas de todas las grandes

ciudades, en las regiones rurales a donde han llegado los mega proyectos de las

transnacionales; en los territorios ancestrales de los indígenas y afrodescendientes, y de manera muy fuerte en extensas regiones de Colombia, donde en este más de

medio siglo, hemos luchado la insurgencia.

Por lo anterior, un proceso de paz en Colombia, no puede llevarse a cabo sin que esas comunidades, esos conglomerados poblacionales, sean sujeto forjador de ella y

mucho más, cuando pueden participar representadas con sus propias organizaciones.

Ya no son 23, como lo dijo Usted en su conferencia de Medellín, sino 25, los indígenas

asesinados desde que se inició el proceso de paz. A la criminalización de la justicia

indígena, es necesario agregar la criminalización de la protesta social en general y la criminalización de la vida de las cárceles colombianas, donde se cometen las más

terribles violaciones a los Derechos Humanos, la primera de ellas consiste en desconocer, que en Colombia existen presos políticos.

Esta es la Colombia, que el presidente Santos plantea “modernizar”, basado en el

desarrollo capitalista, que se cae a pedazos en el mundo, pero que las oligarquías criollas se niegan a reconocer y por el contrario, persiguen un proceso de pacificación,

para seguir entregando los Bienes Comunes que nos quedan; porque como usted bien lo plantea, este es el objetivo de la guerra y la paz, de las clases capitalistas en

el poder.

Luchar para que las grandes mayorías entiendan los retos de la paz, es un esfuerzo descomunal porque es enfrentar la Guerra en Red que Usted menciona; pero además,

es desafiar el poder militar de esta, la “democracia más antigua de América”, tan publicitada por la elite dominante.

Por ello tiene tanta validez, la titánica tarea de educar al pueblo y educarnos los

revolucionarios, para comprender las complejas tareas de la paz, y uno de los tantos esfuerzos necesarios, está referido a la propuesta que le hicieron nuestros

compañeros en la cárcel de Bellavista, para crear una universidad de los pobres,

como parte de una gran red de universidades populares; vale en ello, traer a la memoria la profunda frase de Martí, de “ser cultos para ser libres” .

En su conferencia, se refirió a la Justicia Transicional, porque a Usted como a todos,

nos produce grandes interrogantes y preocupaciones, por ello se requiere de un debate e intercambio político, donde tengan participación los millones de víctimas del

conflicto y las grandes mayorías de la sociedad, solo así se logrará una idea común de verdad y justicia, para sanar las profundas heridas de este agudo conflicto, que

ya pasa de los 70 años de duración.

Finalmente compañero Boaventura, lo invito a que, además de inaugurar la Universidad popular propuesta por nuestros compañeros presos en la cárcel de

Bellavista, nos acompañe con su experiencia, sus aportes y sus enseñanzas, en este complejo proceso de paz, que hemos emprendido y que aspiramos llevar a buen

puerto, para que los humildes de Colombia puedan por fin, realizar sus sueños y esperanzas de futuro.

Me despido, hasta una nueva oportunidad.

Respetuosamente,

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Nicolás Rodríguez Bautista, Primer Comandante del ELN

Fuente original: http://www.eln-voces.com/index.php/dialogos-de-paz/voz-del-eln/589-se-requiere-un-debate-sobre-la-justicia-transicional

LA CRÍTICA EN LETRAS/ LAS ENORMES LIMITACIONES DEL MODELO NEOLIBERAL: EL

CASO DE LA SANIDAD ESTADOUNIDENSE/ POR VICENÇ NAVARRO. http://www.contextolatinoamericano.com/articulos/las-enormes-limitaciones-del-modelo-neoliberal-

el-caso-de-la-sanidad-estadounidense/#

Una de las características del pensamiento económico y social neoliberal es creer en la superioridad del sector privado sobre el público, favoreciendo la privatización y mercantilización de los bienes y servicios. Por Vicenç Navarro. - Una de las características del pensamiento económico y social neoliberal es creer en la superioridad del sector privado sobre el público, favoreciendo la privatización y mercantilización de los bienes y servicios, atribuyendo a tal mercantilización una mayor eficiencia de la distribución de recursos que la que existe en la esfera pública. Como bien dijo el gran referente del pensamiento neoliberal, el Presidente Reagan de EEUU, “el Estado no es nunca la solución. En realidad, es siempre el problema”. Esta visión y creencia se extiende en dicho pensamiento a todos los sectores de la sociedad, incluyendo los servicios e instituciones sanitarios, mostrando la sanidad estadounidense (donde la propiedad, financiación y gestión de las instituciones sanitarias es primordialmente privada) como modelo de eficiencia y de eficacia. En aquel país la mercantilización de la medicina ha alcanzado su máximo desarrollo, considerándose tal mercantilización como la responsable de su gran supuesta eficiencia, y presentándose como ejemplo de ello las grandes instituciones hospitalarias estadounidenses, la mayoría privadas, reconocidas por su gran renombre y prestigio (como Hopkins, la Mayo Clinic, el Mount Sinai Hospital en Nueva York y un largo etcétera). Esta visión, muy generalizada en España, es, sin embargo, profundamente errónea. Y los datos están ahí para demostrarlo. Basta comparar indicadores de eficiencia y eficacia de la sanidad estadounidense con la de otros países, incluido España, de semejante desarrollo económico, con financiación pública de su sistema sanitario, para ver que el pensamiento neoliberal está idealizando el modelo neoliberal. Veamos primero cuánto se gasta EEUU en sanidad para ver más tarde qué es lo que consigue con este gasto. Una característica de la sanidad estadounidense es lo enormemente cara que es la atención médica. La sociedad estadounidense se gasta muchísimo más per cápita en sanidad, 8.713 dólares, que cualquier otro país capitalista desarrollado. Canadá se gasta 4.351 $, Francia 4.123 $, Alemania 4.818 $, Japón 3.713 $, Suecia 4.904 $, Reino Unido 3.234 $ y España (la que se gasta menos) 2.898 $. En todos estos países la financiación de la atención médica es predominantemente pública (la mayoría de datos proveídos en este artículo proceden de la base de datos de la OCDE: Health Expenditure and Financing; Health Care Utilisation, Consultations; Health Care Resources, Nurses; Health Care Utilisation, Hospital average length of stay by diagnostic categories; and Demography and Popul ation. También proceden de los informes anuales de Physicians for a National Health Program ). ¿Por qué el gasto sanitario es tan elevado? Los pensadores liberales han intentado argumentar que el hecho de que el gasto sanitario en EEUU sea mucho más alto que en el resto de países a los dos lados del Atlántico Norte se debe a que los estadounidenses utilizan el sector sanitario mucho más frecuentemente que la población de los otros países. Los datos, sin embargo, muestran lo contrario. El número de visitas al médico por habitante durante el año 2012 fue en EEUU de solo 4 visitas, el número más bajo de visitas entre países comparables por su nivel de desarrollo económico. En Australia fue de 6,9 visitas; en Canadá 7,7 visitas; en Dinamarca 4,7 visitas; en Francia 6,7 visitas; en Japón 12,9 visitas; en Reino Unido 5 visitas; y en España 7,4 visitas. España es uno de los países con mayor número de visitas por habitante (fuente: OCDE, Health Care Utilisations and Consultations). Una situación semejante ocurre en cuanto a la utilización hospitalaria. El promedio de días que los enfermos pasan en el hospital en EEUU es uno de los más bajos en los países de semejante nivel de desarrollo, 4,8 días en el hospital por enfermo, más bajo que en Australia con 5,7 días, que en Francia con

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5,6 días, que en Suecia con 8,6 días, y que en España con 6,7 días. No es cierto, por lo tanto, que EEUU gaste mucho más que cualquier otro país debido a que la población utilice más los servicios que en otros países. En realidad, los datos muestran que los utilizan menos, y no más, que aquellos países que tienen financiación pública. Otro argumento que se utiliza para justificar y/o explicar el elevado gasto sanitario por habitante es el supuesto elevado número de profesionales trabajando en el sector. De nuevo, los datos muestran lo contrario. EEUU es uno de los países con menos profesionales sanitarios, un número que en algunas profesiones, como enfermería, es especialmente bajo. Tiene, por ejemplo, 11,1 enfermeros por cada 1.000 habitantes, un número por debajo del existente en Dinamarca con 16,3, en Alemania con 12,61 y en Noruega con 16,53. En España, por cierto, es incluso más bajo que EEUU. Solo 5,24 enfermeros por 1.000 habitantes, dato que debería considerarse preocupante debido a la enorme importancia que la enfermería tiene para garantizar la atención continuada a la población. Por último, otra explicación (incorrecta) que se ha dado de este elevado gasto sanitario es el gran porcentaje de la población que tiene más de 65 años, el sector de la población que consume más recursos sanitarios. Pero de nuevo, los datos muestran que EEUU es el país con un porcentaje de personas por encima de los 65 años más bajo. Concretamente, solo el 13,7% de la población son personas de más de 65 años, comparado con Canadá 14,9%, Francia 17,5%, Alemania 20,7%, Italia 20,6%, Japón 24,1%, Suecia 19% y España 17,5%. Las causas reales del elevado gasto sanitario La mayor causa de este elevado gasto sanitario en EEUU es la financiación, provisión y gestión privada de la sanidad y la mercantilización de la medicina. La financiación de los servicios médicos y su gestión es primordialmente privada, realizándose a través de las compañías de seguros médicos, que controlan la financiación y gestión del sistema. Y estas compañías son enormemente rentables, habiendo creado una estructura administrativa enorme como resultado del pago por diagnóstico, que conlleva una enorme carga administrativa. Son estas estructuras administrativas (la burocracia privada) las que consumen gran cantidad de recursos, estando los dirigentes de estos conglomerados del aseguramiento privado entre los empresarios mejor pagados del país. El director de una de las compañías de seguros médicos más grandes de EEUU, United Health Group, es un tal Stephen Hemsley, que recibe una compensación de 66 millones de dólares al año (o 254.328 dólares al día). El número de administradores ha crecido desde el año 1990 exponencialmente, mucho más rápidamente que el crecimiento de profesionales en el sector. Otro sector enormemente rentable –además de las compañías de seguros médicos- es el de la industria farmacéutica, que es la industria que genera mayores beneficios en EEUU. Características del modelo sanitario liberal: limitadísima eficiencia y eficacia Además de su enorme carestía, el sistema sanitario estadounidense es sumamente impopular. En realidad, EEUU es uno de los países donde la población está más insatisfecha con el sistema de financiación y organización de las instituciones sanitarias. Al paciente le gusta el médico y el hospital, pero no le gusta nada cómo se financian y cómo se gestionan. El porcentaje de la población estadounidense que está harta de la privatización de la medicina es el más elevado entre los países a ambos lados del Atlántico Norte. Nada menos que el 40% de dicha población desearía un cambio profundo y radical del sistema sanitario, comparado con solo un 12% en Canadá y en el Reino Unido. Además, a pesar del enorme gasto, la cobertura sanitaria es muy ineficaz. La mercantilización de la medicina determina una sobreutilización de los servicios sanitarios por parte de los profesionales y de las instituciones médicas. EEUU es el sistema sanitario que tiene mayor número de intervenciones quirúrgicas que son inapropiadas y/o innecesarias. Y un indicador que resume dramáticamente el nivel de inhumanidad a la cual llega dicha mercantilización es que el 38% de pacientes con enfermedades terminales (es decir, que se están muriendo) expresan gran preocupación sobre cómo ellos o sus familiares podrán pagar las facturas médicas. Ante este hecho, ¿cómo es que el sistema sanitario no cambia? A primera vista, parece una paradoja que la gente no esté satisfecha con el sistema de financiación y gestión privada de la sanidad, y en cambio la clase política no cambie el sistema. En un sistema que se define como democrático tendría que suponerse que la clase política decide e implementa lo que la mayoría de la ciudadanía desea. Pues bien, esto no ocurre en EEUU, donde el proceso electoral también se financia con fondos privados. El Congreso de EEUU está financiado principalmente por aquellos intereses económicos (tales como las compañías de seguros médicos y las industrias farmacéuticas) que consiguen grandes beneficios de financiación de la sanidad. De ahí que el Congreso, que está controlado por tales intereses financieros y económicos, se oponga a esos cambios. La financiación tanto de los

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servicios sanitarios como del proceso electoral es la nueva expresión, no del famoso mercado, sino de los grupos de poder financiero y económico que controlan el país. De ahí que sus consecuencias hayan sido y continúen siendo sumamente negativas para la salud y bienestar de las poblaciones expuestas a tales privatizaciones y la calidad de sus instituciones democráticas. La extensión de las privatizaciones que han realizado los partidos conservadores y liberales en España (incluyendo en Catalunya), el PP y Convergència, a los que hay que añadir ahora Ciudadanos, dañará la sanidad española, cuyo mayor problema es su enorme subfinanciación pública. Las voces, próximas al capital financiero –la banca y las compañías de seguro- que constantemente promueven (con la ayuda de las cajas de resonancia que les proveen los medios) la percepción de que el gasto público sanitario es excesivo o satisfactorio, están contribuyendo a mantener una situación que debería considerarse como inaceptable. Tomado de Cubadebate

ENTREVISTA A RENÁN VEGA CANTOR (PARTE I) "HAY UN VÍNCULO DIRECTO ENTRE EL PLAN COLOMBIA, EE.UU. Y 5.500 JÓVENES COLOMBIANOS

ASESINADOS"

http://www.contextolatinoamericano.com/articulos/entrevista-renan-vega-cantor-parte-i/# De Renán Vega Cantor, autor de la editorial Ocean Sur, le recomendamos «Colombia y el imperialismo contemporáneo. Un eslabón geoestratégico de los Estados Unidos», que trata sobre los procesos que impulsa el imperialismo contemporáneo que se inscriben en la órbita de la acumulación por desposesión. Ello incluye la mercantilización de los bienes comunes, el renacer las economías primario exportadoras, el despojo territo rial, la expropiación de indígenas, afros y campesinos, y la militarización de la vida cotidiana .

Por Mario Hernandez. - -M.H.: Un momento muy especial para la vida política colombiana, el pasado jueves 4 de febrero se encontraron en Washington los Presidentes Obama y Santos, encuentro en el que también estuvo presente el ex Presidente Pastrana, en la conmemoración de los 15 años del “Plan Colombia”, realizada en la Casa Blanca. ¿Cuál es tu visión respecto del “Plan Colombia”? Tanto Santos como Obama lo dieron como un plan que tuvo resultados positivos. El ex Presidente Andrés Pastrana también, pero fue crítico de los acuerdos de paz a los que luego haremos referencia. Comencemos con el Plan Colombia. -R.V.C.: Cuando se analiza un hecho del presente uno tiene que pensar si se habla de resultados favorables o desfavorables, para quién o para quienes. Por supuesto que para Estados Unidos los resultados del Plan Colombia han sido absolutamente favorables y para las clases dominantes de Colombia y el que nosotros llamamos bloque de poder contrainsurgente también. Pero para el grueso de la población no solo colombiana, sino andino latinoamericana los resultados del Plan son terriblemente negativos. Me atrevería a decir que el Plan Colombia se podría catalogar como plan de muerte, porque en estos 15 años lo que se ha dado es una recolonización de Colombia, se ha convertido en el territorio donde las clases dominantes han feriado todo y se ha iniciado un proceso de convertir a nuestro país en la base más incondicional de los Estados Unidos. Desde ese punto de vista uno se pregunta qué se puede celebrar. ¿Se puede acaso celebrar la muerte? Y no hablo en términos metafóricos, sino en términos reales fundados en hechos que se han dado recientemente. Tal vez en Argentina, como en otros lugares del mundo, se ha escuchado hablar de un término absolutamente banal pero que oculta muchas cosas, que es el de “falsos positivos”. Ese término significa asesinatos de Estado, que se han cometido durante estos 15 años, en una práctica sistemática que se generalizó durante el Plan Colombia, no nacieron con él pero sí durante su vigencia se convirtieron en una práctica organizada y continua que ha tenido como resultado alrededor de 5.500 asesinatos. Durante los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez, entre 2002 y 2010, pero principalmente entre el 2002 y el 2008, cuando estalló el escándalo, se recurrió a la práctica de asesinar a jóvenes colombianos que mediantes distintos artificios eran engañados y se los llevaba a distintas zonas a donde ellos vivían, se les vestía con traje camuflado, se los asesinaba y se los presentaba como guerrilleros dados de baja. Esa práctica tiene como resultado la cifra de 5.500 muertos, una cifra que las ONG consideran la más alta

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de asesinatos políticos en todo el mundo en lo que va del siglo XXI. Son crímenes de Estado que están relacionados con el Plan Colombia. Estamos hablando de que en el gobierno de Uribe Vélez, cuando fue Ministro de Defensa del actual Presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, se dieron directivas oficiales, en las que se comienza a poner precio sobre las cabezas de los miembros de la insurgencia, de acuerdo a su importancia dentro de la organización. Por ejemplo, para los mandos superiores, como el Secretariado de las FARC ofrecían 5.000 a 10.000 millones de pesos, y de ahí para abajo se empezaba a ofrecer hasta los combatientes rasos. Aparte se daban otro tipo de incentivos, como mandos militares, altos o medios que estuvieran involucrados en el asesinato de insurgentes tenían algunas remuneraciones adicionales como vacaciones, premios económicos o se les ascendía. Eso fue convirtiéndose en un incentivo para matar colombianos. Se trataba además propagandísticamente de decir que el Ejército colombiano estaba matando guerrilleros a diestra y siniestra, cuando en realidad se trataba de jóvenes colombianos humildes que eran engañados y asesinados. Esos son los “falsos positivos”, es interesante de donde surge ese nombre. En el Ejército colombiano se acostumbra que cuando un oficial da una orden y el subalterno le contesta “positivo”, quiere decir que la orden se acató. En este caso quiere decir que la orden de asesinar colombianos se cumplió. Pero en cuanto la prensa del mundo en vez de sacar un titular que diga “Cinco mil colombianos asesinados por el Ejército”, dicen “Cinco mil falsos positivos asesinados” se atenúa el crimen, y eso es lo que ha sucedido. Esto está relacionado con el Plan Colombia porque hay ONG de EE. UU.y Europa que han hecho investigaciones de la responsabilidad de unidades militares colombianas de altos mandos, en la realización de los llamados “falsos positivos” y la relación con los Estados Unidos, es decir que se ha investigado cuál es la formación de esos militares y dónde tomaron sus cursos. En la mayoría de los lugares donde se llevaron a cabo esos falsos positivos, los comandantes de las unidades militares, fundamentalmente con cargos superiores, en un 80/90% habían recibido instrucción de Estados Unidos en la Escuela de Las Américas, por ejemplo. Hay un vínculo directo entre el Plan Colombia, la participación de EE.UU. y los asesinatos. Pero este es tan solo un elemento del Plan Colombia que de por sí ya es escandaloso. Otro elemento es que durante el Plan Colombia se acentúa el uso del glifosato como químico para destruir las matas de hoja de coca, pero eso ha llevado a la destrucción de economías campesinas, indígenas, la enfermedad y muerte de muchos colombianos en zonas campesinas. Un país tan dependiente, tan sometido como Afganistán se negó en un momento determinado a usar este tipo de químicos para fumigar los cultivos de amapola, en cambio, en Colombia esa práctica se ha seguido llevando a cabo hasta el día de hoy, aunque hace unos meses se dijo que se iba a suspender. Un tercer elemento en el que se demuestra que este es un plan de muerte, tiene que ver con el asesinato, en un país en el que no existe la pena de muerte, de altos miembros de la insurgencia con la participación directa de tropas de los Estados Unidos. El crimen de guerra del 1° de marzo del 2008 en Sucumbíos, Ecuador, donde fueron asesinadas 26 personas, entre ellos el segundo comandante de las FARC, Raúl Reyes, 4 estudiantes mexicanos y ciudadanos ecuatorianos. Hace unos dos años un periódico de EE. UU. dio a conocer que ese operativo había corrido por cuenta directa de las fuerzas de EE.UU. Entonces, cuando se celebran los 15 años de este Plan, están celebrando la muerte, persecución, el exilio y represión de miles de colombianos. Me parece que es cinismo, más cuando estamos hablando de un Presidente que supuestamente está interesado en lograr la paz. Podemos decir que se trata de la paz de los sepulcros la que está celebrando. Por supuesto, si miramos el Plan Colombia desde una óptica diferente, ha sido nefasto no solo para Colombia sino para los países de la región. Ha significado la militarización creciente de toda la región, la construcción de nuevas bases militares, injerencia de los Estados Unidos, construcción y manejo de radares en zonas estratégicas como el Mar Caribe y la Amazonía; bases militares norteamericanas en territorio colombiano desde donde se puede agredir, controlar y vigilar a todos los territorios de la nación. Esos son algunos de los resultados del Plan Colombia. Hay otro elemento que resulta paradójico. El debate por este Plan comenzó en el Senado de los Estados Unidos entre 1999 y el 2001 en un momento en el que había dialogo entre las FARC y el gobierno de Pastrana. En ese momento se dijo que el Plan no era contrainsurgente, sino que era para combatir el narcotráfico. Cuando se rompieron las conversaciones y luego de los atentados de septiembre de 2001,

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abiertamente se dijo que era un plan contrainsurgente encubierto como un plan antinarcóticos. En términos de narcóticos el plan es un absoluto fracaso. Colombia no ha dejado de ser proveedor mundial de cocaína, a pesar de que México cumple un papel significativo. No se ha reducido notablemente el número de tierras sembradas, inclusive si se hubiera reducido, la productividad por hectárea es mayor que la que existía hace 15 o 20 años. Por lo tanto, la cantidad de cocaína que sale de Colombia al mercado mundial, incluso ha aumentado. Desde ese punto de vista el Plan ha sido un fracaso, pero obviamente el objetivo del Plan no era ése, siempre fue concebido como plan contrainsurgente. El Estado colombiano tuvo que aportar U$S 120.000 millones para el Plan Colombia -M.H.: He recabado algunos datos de distintas publicaciones que indican que de los U$S 9.000 millones que Estados Unidos entregó como parte del Plan Colombia, el 71% fue destinado a las fuerzas armadas y de policía. Antes te comentaba sobre una entrevista que realiza la revista La Semana a Andrés Pastrana, donde reconoce que las FARC ya no son la guerrilla arrolladora de hace unos años, que han sido fuertemente golpeadas por el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas debido al Plan Colombia. Según el Pentágono, el Plan Colombia redujo el tamaño de las FAR en 2/3 en 15 años, alejando la guerrilla de los alrededores de las ciudades y carreteras principales. Sin embargo, el ex Presidente Andrés Pastrana, firmante originario del Plan Colombia, refiriéndose a las negociaciones de paz en La Habana, considera que son un triunfo para las FARC. “Lo triste es que una vez en la mesa, la guerrilla logró arrodillar al gobierno por la vía insólita de las concesiones del fuerte al débil. Lo que la guerrilla logró en la mesa es el lavado de su cartel”, dijo Pastrana, y agregó una frase muy fuerte, que me gustaría que pudieras aclararnos: “La guerrilla cambió el Diario del Che por El Padrino”. -R.V.C.: Primero tengo que decir que el personaje del cual usted me habla es un personaje absolutamente despreciable, por el nivel de postración frente a los Estados Unidos porque cuando hablamos de este proceso de recolonización, en el cual intervienen las facciones de las clases dominantes y el Estado colombiano, se personifica en individuos. Estamos hablando de un proyecto de clase en el cual hay individuos sobresalientes. Y en ese proceso de entrega, de conversión de Colombia en una nueva colonia de los EE. UU., Pastrana ha cumplido un papel absolutamente nefasto. Cuando se inicia el Plan Colombia hace 15 años, el gobierno de Pastrana estaba sentado en una mesa de negociación con las FARC y en medio de esto, comienza una ingeniería para fortalecer las Fuerzas Armadas, lo cual significa que nunca estuvo interesado en una solución dialogada del conflicto armado. Mientras hablaba de paz con las FARC, estaba reorganizando el Ejército y las Fuerzas Armadas que habían sufrido durísimos golpes militares durante los ´90. Y lo que se puede ver en la perspectiva que dan los años, es que el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas se vieron obligadas a sentarse en una mesa a negociar para ganar tiempo para rearmarse, pero no estaban interesados realmente en que se avanzara en el proceso de paz. Mientras se dialogaba, el Estado colombiano firmaba acuerdos con los Estados Unidos, entre esos el Plan Colombia, pero también hubo otros menos conocidos, inclusive acuerdos secretos de intervención directa de los EE. UU. en términos militares. ¿Qué autoridad moral tiene un individuo como éste de dar lecciones si él es un personaje que encarna esa claudicación de las clases dominantes en Colombia, que en lugar de impulsar reformas sustanciales en la estructura social y económica del país, prefiere recurrir a la vía militar pensando que iban a ganar la guerra? Lo que hemos visto durante estos 15 años es que el Estado no pudo ganar la guerra por la vía militar, aunque haya debilitado a las FARC, no las ha podido destruir y por eso tuvieron que volver a sentarse a dialogar. Porque el Estado apostó a la destrucción total de la insurgencia. Hay un costo del Plan Colombia, pero está minimizado, la inversión directa de los Estados Unidos fue una cifra de aproximadamente 10.000 millones de dólares, pero los costos reales aproximados, son de 130.000 millones de dólares, es decir, que el Estado colombiano tuvo que aportar 120.000 millones de dólares. ¿De dónde salió este capital? De reformas tributarias, nuevos impuestos, invirtiendo en el presupuesto militar y reduciendo la inversión en el sector social, en educación, en cultura; privatizando y creando todas las condiciones para firmar Tratados de libre comercio. Por lo tanto, hay todo eso detrás del aspecto

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militar del Plan Colombia, del que no habla Pastrana. Él hace unas afirmaciones absolutamente nefastas que reproducen la lógica colonial de los Estados Unidos, que considera a las FARC como un cártel de la droga. Ese es un invento norteamericano, de un embajador de los Estados Unidos en Colombia, Lewis Tamp, que acuñó el nombre de “narcoguerrilla” en 1982. Desde ese entonces el término narcoguerrilla se ha venido utilizando para varias cosas, primero para desprestigiar a la insurgencia, para decir que no tiene proyecto político, que es un cartel más; y para legitimar la lucha contrainsurgente del Estado colombiano y plegarse a los Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico. De allí se desprende que no hay necesidad para ellos de ninguna reforma, ni de ninguna transformación porque para ellos están muy bien, porque estamos hablando de una lucha puramente contra el narcotráfico y no de una lucha contrainsurgente, contra un movimiento que tiene reivindicaciones políticas. Colombia es un país que se precia de ser democrático, pero ni en las peores dictaduras hay registros tan negativos -M.H.: ¿Cuáles son los daños causados a la población civil por la aplicación del Plan Colombia? -R.V.C.: Los daños han sido terribles. Por eso decía que cuando uno habla de los logros o fracasos de cualquier proyecto social, tiene que fijarse quiénes se benefician y quiénes se perjudican. En términos negativos, podríamos nombrar algunos de los efectos más dañinos para la población, un primer elemento profundamente nefasto es la militarización de la sociedad colombiana. El Ejército colombiano en estos últimos años ha tenido un crecimiento espectacular, hasta llegar a ser uno de los 15 ejércitos más grandes del mundo. -M.H.: Con 500.000 efectivos. -R.V.C.: Sin contar su influencia indirecta. Incide indirectamente en alrededor de 3 millones de personas, hablando de los familiares de los miembros de las Fuerzas Armadas colombianas. La vida cotidiana, el hecho de negarse a reconocer reivindicaciones sociales, militarizar todos los aspectos de la vida, solucionar todos los conflictos por la vía de la represión. Estamos hablando de la expulsión de entre 6 y 7 millones de campesinos de sus tierras, en un proceso que se inició antes del Plan Colombia pero que se radicalizó durante. Hoy por hoy Colombia está entre los primeros países con el más alto índice de expulsión interna. Estamos hablando del acaparamiento de tierras por parte de nuevos y viejos terratenientes. Los campesinos eran echados por la represión y la paramilitarización y esas tierras quedaron en manos de viejos y nuevos terratenientes. El efecto negativo que ha tenido el uso del glifosato al destruir los cultivos, destruye todo tipo de cultivo y no solo los mal llamados cultivos ilícitos. La represión indiscriminada. Desapariciones y asesinatos de sindicalistas, de defensores de derechos humanos. Es un listado enorme en un país que se precia de ser democrático, pero incluso a veces en las peores dictaduras no hay registros tan negativos como lo que pasa en Colombia. -M.H.: ¿Es imaginable un papel diferente de las Fuerzas Armadas colombianas una vez firmados los acuerdos de La Habana? -R.V.C.: Este es uno de los elementos centrales de cualquier proceso de desmovilización e incorporación del movimiento insurgente a la vida civil, porque hay que decir que las Fuerzas Armadas colombianas han sido formadas en la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la contrainsurgencia y del anticomunismo, mucho antes del comienzo del Plan Colombia. Estamos hablando de unas Fuerzas Armadas que fueron educadas en esa lógica en los últimos 70 años, es decir, que todos los miembros de las Fuerzas Armadas, desde la alta oficialidad hasta los soldados rasos, han sido formados en la doctrina del enemigo interno. El enemigo interno no es solamente el miembro armado de la insurgencia que pertenece a éste o a aquél movimiento guerrillero; enemigo interno es lo que aquí se ha llamado, con un término muy negativo, como “guerrilleros desarmados” que son (o somos) los profesores críticos del sistema, investigadores independientes, profesores de cualquier nivel educativo, dirigentes sindicales, dirigentes campesinos,

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prácticamente cualquier organización no armada que tenga consideraciones en contra del régimen era o es considerado como guerrillero desarmado, a los que se les aplica el mismo tratamiento que a los guerrilleros armados y el Ejército y las Fuerzas Armadas han sido los sujetos más activos de esa práctica contra la población civil. Si queremos construir otro país es obvio que las Fuerzas Armadas tienen que modificarse en muchísimas cosas, primero tienen que reducir su tamaño, porque actualmente es exagerado y no solo por el número de miembros sino por el gasto económico que significa para el Estado colombiano. En pocos años la carga fiscal de un ejército tan grande, cuyos efectivos se pensionan desde muy jóvenes, desde los 40 años aproximadamente, precisamente por la cuestión de la guerra, va a ser inmanejable. Desde el punto de vista puramente económico eso tiene que modificarse, pero el otro punto tiene que ver con su función, la necesidad de que vuelvan a sus cuarteles para proteger las fronteras del país y abandonen la idea de que el enemigo está aquí, en cualquier ciudadano que habita en las ciudades o los campos colombianos. Eso requiere de una ingeniería cultural e ideológica que va a necesitar mucho tiempo, porque estas Fuerzas Armadas son terriblemente anticomunistas y cuando hablamos de anticomunismo no es que se persiga solamente a quienes se denominan como tales, sino a cualquier persona que piense diferente. Eso requiere una modificación de esa mentalidad castrense y va a necesitar muchas décadas, no será de un momento a otro. Por eso mismo es que gran parte de las Fuerzas Armadas no están de acuerdo con que se firme un acuerdo con el movimiento insurgente, porque pierden muchos de sus privilegios, que son muchísimos, por ejemplo, en el manejo del Plan Colombia, una cantidad de manejos corruptos en donde distintos sectores militares se han quedado con millones de dólares, pero resulta que se les facilita porque son un poder independiente sin ningún nivel de control ni auditoría, entonces pueden hacer lo que quieran con esos dineros sin que tenga consecuencias investigativas o penales. Obviamente, que al cambiar la situación se va a producir un cambio en el seno de esa conducta de las Fuerzas Armadas. ¿Van a poder las FARC hacer política sin armas? -M.H.: En este contexto, cómo podríamos interpretar la afirmación del Comandante Timochenko, que yo pondría entre signos de interrogación: ¿Van a poder las FARC hacer política sin armas? -R.V.C.: Ese es uno de los grandes interrogantes porque aparte de ese carácter anticomunista de las Fuerzas Armadas, las clases dominantes de Colombia también son profundamente anticomunistas y contrainsurgentes y lo son para mantener sus privilegios y la desigualdad que caracteriza a la sociedad colombiana, que es una de las más desiguales del mundo y lo dicen las Naciones Unidas, no solo las organizaciones de izquierda. Incluso Piketty, el economista francés, lo señaló hace unos 20 días en una conferencia que dictó en una Universidad de Bogotá, que solamente el 1% de la población concentra el 20% del ingreso, y creo que se quedó corto. Pero esto lo dice un economista que no conoce nada de la realidad colombiana, que simplemente consultó datos macroeconómicos, los confrontó con la realidad de otros países del capitalismo mundial y llega a la conclusión de que Colombia es un país terriblemente desigual. Entonces, en realidad la cuestión de la guerra y el asesinato de los oponentes tienen que ver con mantener la desigualdad. Obviamente, los sectores políticos que quieran actuar para contrarrestar esa realidad, van a enfrentarse al hecho o al dilema de si se les va a permitir hacer política en ese sentido, o se los va a matar. Es un dilema que aumenta si uno recuerda algunos hechos históricos de los últimos 60 años en Colombia, donde distintos procesos de amnistía y desmovilización han terminado con el asesinato de guerrilleros. Como sucedió en la década del ´50 y ´60, y como sucedió después de 1984 con la Unión Patriótica. Por lo tanto, es uno de los interrogantes que genera la firma de un posible acuerdo que le ponga fin al conflicto armado. Y hay que agregarle una cuestión fundamental, qué pasa con el paramilitarismo. Si efectivamente el Estado colombiano va a tomar medidas para desmontarlo, porque es como el brazo parainstitucional no reconocido del Estado y las clases dominantes para hacer las labores sucias que a ellos les quedan más

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difíciles. -M.H.: Días pasados, visitó en La Habana a las FARC una delegación del Centro Democrático, partido de Álvaro Uribe. ¿Cuál es la posición de Uribe respecto de este proceso de paz que se está llevando adelante en La Habana? -R.V.C.: Yo creo que para poder darle un manejo amplio a esa pregunta tendríamos que situarnos en un contexto un poco más amplio que el actual. Tendríamos que situarnos en el año 2002, cuando Uribe Vélez gana las elecciones bajo un programa absolutamente militarista y represivo. Incluso dijo que iba a exterminar a las FARC en dos meses, luego amplía los plazos en la medida que la misma situación de la guerra demuestra que eso no es posible. Álvaro Uribe representa la línea más militarista, derechista y más plegada al gobierno estadounidense que se ha vivido en la historia de Colombia. Él siempre apostó a la derrota de la insurgencia por la vía militar, pero eso no se logró, a pesar de la terrible inversión económica, compra de armas, modernización de las Fuerzas Armadas y la militarización de la sociedad colombiana. Entonces, aparece como un perdedor de firmarse un acuerdo que le ponga fin al conflicto armado, porque se demuestra en la práctica que lo que pretendía, que era la derrota de la insurgencia, no se pudo lograr. Él es el principal opositor de los diálogos que se llevan a cabo en La Habana, recurriendo a todo tipo de mentiras y embustes, inclusive diciendo estupideces como que Juan Manuel Santos es un representante del castro-chavismo en Colombia. O diciendo que el gobierno de Santos ha hecho una entrega del país en todos los terrenos, cosa que no tiene el más mínimo elemento real. Lo que pasa es que se siente sumamente frustrado y representante de un sector de las clases dominantes, al cual ni siquiera hoy Estados Unidos respalda. Su momento pasó, ahora estamos hablando de un bloque de poder contrainsurgente remozado con la hegemonía del capital financiero y no de los terratenientes y ganaderos que representaba Uribe, que ven la necesidad de que se termine rápido el conflicto para tener abierto el territorio colombiano para las inversiones de las multinacionales. A ese mismo proyecto apuntan las dos vías, la de Uribe y la de Santos, lo que pasa es que la vía uribista significaría la continuidad de una tierra arrasada en una guerra prolongada que puede durar otras 4 o 5 décadas. Con un agravante que no lee Uribe Vélez, probablemente por su carácter derechista y reaccionario, que en este momento hay una crisis de la economía colombiana que se puede prolongar durante mucho tiempo, que puede significar que necesariamente se tenga que invertir cada vez menos en la guerra. El santismo ha comprendido esa situación y considera que es el mejor momento para ponerle fin al conflicto armado. El uribismo logró mantener la guerra durante 8 años porque estábamos en un ciclo ascendente de la economía colombiana, con el aumento de precios de las materias primas, el aumento de las exportaciones de petróleo, carbón y otros minerales permitieron direccionar dinero hacia el aparato de guerra. Hoy ese contexto económico está cambiando. -M.H.: Ha quedado por fuera de los acuerdos de paz, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el pasado 8 de febrero, el Presidente Santos ordenó intensificar operaciones en su contra, tras un ataque de una brigada militar. Y el día posterior se conoció un mensaje difundido por el Obispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, a través del cual el jefe del ELN ofreció abrir una tregua bilateral para iniciar un diálogo de paz. ¿Qué nos podés comentar al respecto? -R.V.C.: Evidentemente si se llega a un acuerdo en el cual solamente firmen las FARC y el Estado colombiano, va a ser muy limitado desde el terreno estrictamente militar, de la guerra propiamente dicha, porque para que la guerra interna termine en Colombia es necesario que todas las partes de la insurgencia participen, incluyendo al ELN. Lo que sucede es que por múltiples razones, el Estado ha demorado el comienzo de diálogos de verdad y ha estado solamente en la agenda exploratoria con un objetivo básico y clásico “divide y vencerás”, se trata de dividir al movimiento insurgente y en la medida que pase más el tiempo las condiciones de negociación del ELN van a ser mas difíciles.

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En la medida en que se acerque la firma o se firme un acuerdo en La Habana, las negociaciones van a ser más complicadas para el ELN, porque es difícil pensar que el Estado va a abrir una mesa paralela en la cual va a llegar a los mismos acuerdos que con las FARC, es decir, llegar a un acuerdo paralelo de justicia transicional con el ELN que no sea parecido al que firme con las FARC. Es difícil pensar eso. Es difícil pensar que vaya a nombrar una comisión especial para el ELN. El régimen santista siempre fue claro en dialogar en medio de la guerra, lo ha hecho con las FARC y veo muy difícil que acepte la propuesta de una tregua bilateral, porque el incremento de las acciones militares tiene como objetivo debilitar las condiciones de negociación. Entonces el incremento de la fuerza destinada a reprimir al ELN tiene el objetivo de que los términos del diálogo sean más favorables al régimen y al gobierno. Tomado de Rebelión

LOS DIOSES NO TIENEN CUERPO ‘PATRIA O MUERTE’ ES LA VISIÓN CRÍTICA DE UN PAÍS DONDE LA POLÍTICA SE HA CONVERTIDO EN

RELIGIÓN

JUAN VILLORO http://internacional.elpais.com/internacional/2016/04/01/mexico/1459544702_591006.html En su admirable novela Patria o muerte, Alberto Barrera plantea la paradoja de un hombre que gobierna su país con absoluto sentido del control, pero encuentra una inesperada región indómita: su propio cuerpo. La trama se enmarca en los últimos días de Hugo Chávez. Todo se ha polarizado en Venezuela: “La única síntesis de esa dialéctica era el mal humor”, escribe Barrera. Si alguien muestra recelo ante el líder, el oficialismo lo llama “escuálido”, insulto acuñado por el comandante cuyo primer juguete fue el micrófono que descubrió en su escuela. Como en tantos momentos históricos de América Latina, la sociedad se divide en bandos teóricamente irreductibles. Los chavistas y los antichavistas parecen pertenecer a cosmogonías distintas; sin embargo, la procelosa realidad hace que los dogmas y los destinos se confundan. Narradas por Barrera, las historias son más complejas que la ideología. Un periodista que repudia al Gobierno revolucionario aprovecha la ley inquilinaria para vivir en un departamento sin pagar renta. Su casera es una mujer que se opone a la acción violenta, pero acepta servirse de unas brigadistas para invadir su propia casa. Página a página, las convicciones son rectificadas por los infinitos matices de la realidad. Una mujer que entiende la paranoia como un principio de supervivencia es alcanzada por las balas que le dan la razón y el hombre que detesta el pacto de sangre entre Chávez y Castro, participa en otro pacto: se casa con una cubana para recibir información confidencial a cambio de ayudarla a salir de la isla. Visión crítica de un país donde la política se ha convertido en religión, Patria o muerte es un asombroso lugar de discrepancia donde se explica la atracción del chavismo. Una voz que puede pertenecer a millones de venezolanos narra una infancia menesterosa en la que sus padres iban a los barrios ricos a ver cómo vivía “la gente”: aquellas casas intangibles eran habitadas por personas. El resto vivía en la sombra. Esta escena no justifica las reivindicaciones chavistas, pero permite comprenderlas. En una Latinoamérica afecta a las divisiones terminales, Barrera ha emprendido una aventura de la pluralidad con los recursos de los que sólo dispone la novela. La agonía del caudillo es relatada en variados discursos íntimos. Unos festejan con dicha punitiva, otros padecen una orfandad anticipada, otros más luchan por equilibrar el alivio y la compasión. Todos aguardan. Los síntomas del líder son los de su ánimo. Chávez entiende la enfermedad en clave política: “Acababa de mandar también otro mensaje, estaba dejando claro que la única voz autorizada para hablar de su cuerpo era la suya. Que él era el único dueño de su enfermedad. Qué él gobernaba, también, sobre el saber clínico, sobre la ciencia, sobre lo que podía conocerse y decirse a propósito de su salud. En el fondo, estaba dejando claro que, incluso desde un quirófano, seguiría haciendo política”. Sin embargo, ya Gógol descubrió que no hay nada más risible que el cuerpo humano, ese depósito de misterios que tiene una idea genial y luego un retortijón.

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Chávez no gobierna su organismo. Lo peor para su causa es que hay testimonio de ello. Sus últimas horas son registradas en un teléfono celular. Ese testimonio desmitificador va a dar a unos niños, que entenderán esa historia desde el porvenir. “Los dioses no tienen cuerpo”, escribe Barrera. Demasiado tarde, el caudillo descubre su condición mortal. Patria o muerte es el mapa de un país, o de un continente, donde se vive para evadir a los otros y se comprueba que sólo se existe a través de ellos. La impresionante lección política de un gran novelista.

LA GUERRA POR EL GRANO DE ORO ANDINO PERÚ ARREBATA A BOLIVIA EL LIDERATO EN LA EXPORTACIÓN Y PRODUCCIÓN DE QUINOA

Óscar Granados http://economia.elpais.com/economia/2016/03/31/actualidad/1459422139_795680.html Perú y Bolivia libran una batalla. Los ejércitos de campesinos de ambos países luchan por el liderato mundial de la producción y exportación del "grano de oro": la quinoa, o quinua, el alimento que en la última década se ha puesto en boca de todo el planeta, debido a sus bondades nutricionales. Raúl Veliz ha vivido en carne propia esta "guerra". En Salinas de Garci Mendoza (municipio ubicado al occidente de Bolivia y conocido como la capital de la quinoa), Veliz capitanea a un grupo de 200 productores que han perdido terreno frente a la competencia de los agricultores peruanos, que ampliaron su producción (un 119,3%) y sus exportaciones (un 96,6%) entre 2013 y 2014. Secado de quinoa en una fábrica en El Alto (Bolivia). Secado de quinoa en una fábrica en El Alto (Bolivia). David Mercado REUTERS Dicho incremento permitió a Perú convertirse en el mayor productor y vendedor de quinoa en el mundo, dejando a Bolivia, que por años encabezó la lista, en el segundo sitio. "Generamos un interés inusitado de parte de los países vecinos, principalmente Perú, después de más de 20 años de dura batalla para encontrar mercado internacional y reconocimiento de nuestro producto", arguye Veliz en una conversación telefónica. Hace 10 años, según Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Perú apenas producía el 6% de la quinoa que se vendía en el mundo, mientras que Bolivia acaparaba más del 90% del mercado, que se consume en la región andina desde hace miles de años, y que históricamente también ha sido cultivada por Ecuador, Colombia y en el norte Chile y Argentina. Hasta los años setenta del siglo pasado, el grano era casi desconocido fuera de la región andina, dice David Díaz, analista del fondo suizo ResponAbility, dedicado a las inversiones vinculadas al desarrollo. Hasta entonces, el legado de la colonización española marginó la producción de este producto a costa del trigo y la cebada, comenta Díaz. Además, indica que los bajos rendimientos obtenidos por los agricultores, debido a la escueta demanda internacional, desincentivaron la producción en aquella época, cuando se solía cultivar para uso doméstico. Una comida de moda Sin embargo, desde hace más de dos décadas la demanda de quinoa se catapultó en el mundo occidental hambriento de comida saludable y orgánica. "Se metió en el mercado gracias a sus cualidades nutricionales", comenta Tania Santivañez, oficial de protección vegetal de la FAO. En 2013, el alimento vivía años de "ensueño", comenta Diego Peláez, presidente de la Cámara Boliviana de Exportadores de Quinua (Cabolqui). Fue justo en 2013 cuando se celebró el Año Internacional de la Quinoa y Naciones Unidas clasificó a este producto como un cultivo estratégico para la seguridad alimentaria. Desde entonces, los precios se han disparado, explica Peláez. En 2009, un quintal (46 kilos) de quinoa tenía un costo en el mercado de 30 dólares, afirma Díaz. "En diciembre de 2013 superó los 300 dólares, multiplicándose por 10", indica el experto de ResponAbility.

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La FAO sostiene que al final de esta década las exportaciones de quinoa alcanzarán las 100.000 toneladas, más del doble que en 2013 Este fenómeno fue el gran dinamizador para que los agricultores peruanos se volcaran con mayor fuerza a la producción y exportación del alimento, comenta Alfonso Velásquez, presidente de Sierra Exportadora, organismo público peruano que promueve las exportaciones de la zona andina. En 2014, la producción peruana del grano alcanzó las 114.343 toneladas, un 119,3% que más que en 2013. En tanto, las exportaciones llegaron a las 36.662 toneladas, generando ingresos récord de 143,3 millones de dólares, según la Superintendencia de Aduanas de Perú. "Bolivia fue pionera en llevar la quinoa a los mercados internacionales", reconoce Velásquez. "Pero los peruanos somos ágiles y nos agrupamos alrededor de este producto y desde el Gobierno se impulsó el desarrollo de una industria", espeta. Por su parte, la producción de quinoa boliviana logró, en 2014, sólo un repunte del 26,4%, hasta alcanzar a las 77.354 toneladas, un 67% menos que Perú. Mientras, las ventas al exterior se redujeron un 15%. La bajada fue consecuencia de una sobreoferta, incentivada por la competencia peruana, en Estados Unidos (consumidor del 42% de las exportaciones del mundo), Canadá y Europa (en particular, Francia y Alemania), los principales mercados internacionales de la quinoa boliviana. Para entonces, la batalla comenzaba a dar frutos en uno de los frentes. Perú —que hasta 2013 contribuía con un 26% a las importaciones hacia EE UU— logró en 2014 una cuota del 47,2%. Bolivia redujo su participación del 70% hasta el 48,5%, según información del Gobierno peruano. Peláez considera que la diferencia en los precios jugó un papel clave en el desplome que ha sufrido Bolivia. "En 2013, una tonelada valía casi lo mismo en los dos países... rondaba los 4.200 dólares", comenta. Pero en 2014, la alta demanda en el mercado provocó una subida en el coste del producto entre ambas naciones. En 2014, los productores bolivianos —que se han hecho fama por cultivar un grano orgánico único, denominado "quinoa real"—, subieron el precio un 50% (superando los 6.600 dólares), mientras que el coste por tonelada de Perú —que había masificado el cultivo permitiendo el uso de plaguicidas—, había despuntado un 28%, llegando a 5.500 dólares, según Cabolqui. El precio, sin embargo, bajó en 2015 debido a que EE UU, principal importador de quinoa, paralizó la compra del producto, principalmente el peruano, al detectar residuos de pesticidas en algunos embarques. En 2015, la tonelada se vendía en promedio un 35% más barata. La expectativa del representante del gremio boliviano es que el precio se mantenga estable durante 2016, a la espera de una competencia más férrea por el mercado en los próximos años, pues más de 50 países han empezado a cultivar el alimento. La FAO sostiene que al final de esta década las exportaciones de quinoa alcanzarán las 100.000 toneladas, más del doble de lo que se comercializó en 2013. "La quinoa se convertirá en una materia prima clave", remata Peláez.

NOSTALGIAS DE UNA ERA SIN ARTEFACTOS Vida moderna. Las aplicaciones del celular nos enfrentan a la contradicción entre la confianza en el desarrollo humano y el atrofiamiento de los sentidos. POR INGRID SARCHMAN http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Nostalgias-artefactos_0_1547245279.html Hay un chiste que circula en las redes, que es más o menos así: -“¿Qué pasaría si tirás a un pibe a la década del 80, sin celular, sin Internet y con sólo cuatro canales? -Se mata, más si lo tirás muy fuerte”. Nadie duda que el impacto sería enorme, especialmente para esa generación que nació con el “wireless bajo el brazo”, pero el fenómeno, sin duda, afecta a todas las edades. La vida diaria ya no se concibe sin el teléfono adosado al cuerpo. Desde los asuntos más cotidianos, como recordar un número, una fecha o buscar una dirección, hasta los más excepcionales: pedir auxilio mecánico en el punto más aislado del mapa; jugar en red a sacar fotos, filmar y subir cualquier contenido; buscar información o usarlo de GPS, los celulares se vuelven cada vez más imprescindibles. Sin embargo, aunque vivamos en una época de conexión full time, hay una tendencia a idealizar un supuesto pasado “pretecnológico”. Un tiempo donde la gente con menos artefactos se comunicaba más y mejor. Esta nostalgia adquiere un sentido particular cuando se la confronta con el enorme crecimiento del mercado de los celulares inteligentes en los últimos dos años. Según un informe de emarketer.com –un

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sitio web especializado en noticias sobre tecnología digital– para fin de este año más de dos mil millones de usuarios en todo el mundo tendrán su smartphone y para el 2018 esta tendencia se incrementará en un 40%. Si es cierto que hay casi siete mil trescientos millones de habitantes, más de un tercio de la población mundial porta a diario su teléfono como una prolongación de su cuerpo. Una extensión tan incorporada a los hábitos más ínfimos que ni siquiera el mismo Marshall McLuhan, en sus más lúcidas predicciones, hubiese podido siquiera imaginar. Esto no es un secreto para nadie, ni nadie se espanta por ello. Y sin embargo, ¿por qué se sigue insistiendo, criticando y ensayando hipótesis acerca de los efectos de la dependencia de estos dispositivos? Una posible respuesta apunta menos a idealizar un pasado atecnológico y más a reflexionar sobre el presente, especialmente cuando los debates sobre el uso y abuso de los dispositivos técnicos pivotean alrededor de la naturaleza del hombre. Como si existiera algo puramente humano que la tecnología potenciara o atrofiara. Cuando Lewis Mumford, en su emblemático libro Técnica y civilización distinguía entre máquinas y herramientas, lo hacía en función de su grado de independencia con respecto a la voluntad y destreza corporal. Una herramienta era algo que dependía de la fuerza o la pericia humana, una máquina solo necesitaba de un botón que la pusiera en marcha sin intervención posterior del hombre.La máquina excede en fuerza al hombre, la herramienta depende de él. La herramienta forma parte de la producción artesanal; la máquina, en cambio, es el paradigma de la Revolución Industrial y la producción a gran escala. La herramienta pertenece a ese mundo supuestamente pretecnológico, hecho a la medida del cuerpo humano, mientras que la máquina separa al hombre de su desarrollo natural y atrofia sus capacidades innatas. En ese sentido, no es casual que Mumford señale que el ideal moderno haya girado alrededor de la premisa de “ser tan regular como un reloj”. Es evidente que incorporar la lógica de la máquina al interior del organismo trajo consecuencias, no solo a nivel micro –alterando los ciclos vitales como dormir, comer y por qué no nacer y morir– sino a nivel macro. Las primeras fábricas no fueron más que ejemplos de la construcción de un gran organismo industrializado. Tal vez, hayan sido los luditas, aquellos obreros que a comienzos del siglo XIX destruían las máquinas, los primeros en detectar las consecuencias de intervenir en un supuesto “orden natural”. La resistencia a la automatización creció en proporción al progreso técnico. Casi como resabio melancólico de un pasado donde cuerpo y naturaleza habían sido pensados como una unidad y un destino. Llegados a la segunda mitad del siglo XX, y con la evidencia de la horrorosa maquinaria de matar de los campos de concentración, todo artificio técnico fue blanco de sospechas. No es casual que la década del 50 diera lugar a la idea del antropólogo y sociólogo Phillipe Breton de “homo comunicans”. Un sujeto ideal hecho de pura exterioridad y transparencia comunicante; el habitante modelo de una ciudadela trazada solo a partir de relaciones de interconexión. El teléfono de línea, las redes de subte y sus posibles combinaciones fueron el paradigma de las metrópolis. En paralelo con este crecimiento, nuevas teorías sobre la percepción ocuparon el centro de las discusiones, y más acá o más allá de las posiciones, todas coincidían en la construcción de un novedoso tipo de subjetividad. Tal vez no haya habido afirmación más optimista que la de McLuhan en la década del 60 sobre las tecnologías de comunicación como desarrolladores de nuevos sentidos y potenciadores de los existentes. Al fin y al cabo, insistiendo en la capacidad de los medios de propiciar audiencias interactivas, no hacía más que sugerir apenas lo que treinta años después sería una obviedad: la aldea global. Una clara metáfora del cuerpo social orientado a la utopía de la comunicación y conexión total. El sueño de una sociedad construida a partir de la colaboración entre hombres y máquinas. El teléfono celular cristaliza como pocos esta contradicción entre la confianza en el desarrollo humano y el atrofiamiento de los sentidos. Mientras que las posturas más ilustradas suponen que la memoria del dispositivo afecta en gran medida capacidades innatas, las herederas de McLuhan insisten en la potenciación de capacidades cognitivas. Distintas corrientes no solo resaltan que cualquier buscador o aplicación funciona a una velocidad imposible para el hombre, sino que al delegar esas funciones a las máquinas, se optimizan y desarrollan nuevas habilidades cerebrales. La neurología ha demostrado que al abandonar el pensamiento lineal, el cerebro aprende a realizar distintas actividades en simultáneo, optimizando, claro está, sus funciones primarias. Twitear, contestar sms, participar de una conversación en Whatsapp no son más que maneras de entrenar y mejorar las posibilidades de nuestra mente. Una

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cabeza que practica una gimnasia constante de elaboración, transmisión y discusión de contenidos. Un homo comunicans evolucionado, entrenado, colaborativo y reflexivo. Y sin embargo, nuestra época también ha generado un movimiento de activos luditas. Pero a diferencia de los obreros del siglo XIX, los del XXI son los mismos portadores de las máquinas. Vivimos una época donde detractores y usuarios conviven en un solo cuerpo. Así, mientras usamos la pantalla móvil, pensamos en las consecuencias no del todo deseadas sobre nuestro entorno pero también sobre la propia existencia. De manera que nadie parece sorprenderse por el lanzamiento de un calzoncillo que se promociona como un producto que “protege la virilidad de su portador” al mantenerlo aislado de las radiaciones producidas por el teléfono. Especialmente cuando este se carga en el bolsillo del pantalón. Tampoco sorprenderá que aparezcan nuevas prendas de material aislante que garanticen la impermeabilidad a las ondas cancerígenas. Es probable que en un futuro no tan lejano, el celular, paradójicamente, cada vez más incorporado al cuerpo, se ubique en una zona aislada para evitar cualquier mal sobre el organismo. Pero hay un segundo aspecto, menos evidente pero igual de amenazante que el anterior. El nuevo ludita recuerda un pasado donde la gente “se miraba a los ojos” y se relacionaba “cara a cara”. Insiste en que las relaciones sociales eran mucho más francas pero especialmente en la necesidad de la presencia física como condición primordial para cualquier intercambio. Reconoce que en “su” época no existían aplicaciones para dejar de fumar, saber cuántas calorías se quemaban subiendo escaleras, pero tampoco para conocer gente, ni concertar citas irrelevantes con cualquiera que se haya cruzado por la calle. En la narración sobre un mundo sin smartphones nadie siquiera se animaba a encontrarse con personas de las que no se tenían más pistas que una foto retocada digitalmente. Porque en la vida mediada por pantallas, los encuentros son tan vastos como improbables. Frente a la gran cantidad de oferta de productos, de relaciones y de opciones, es factible que nada dure demasiado. Una posición por demás pesimista, especialmente cuando se piensa en la reproducción de la especie por medios tradicionales. En un mundo invadido por pequeñas pantallas, lo que se pone en cuestión es, ni más ni menos, esa naturaleza humana, que tanto habían defendido los humanistas del siglo XIX y de los cuales somos herederos parciales. Enfrentados a los efectos ambiguos de portar el pequeño aparato las 24 horas, sufrimos las consecuencias de añorar un supuesto pasado donde todo era más lento, más artesanal y por eso, supuestamente “más verdadero”, como si el carácter de verdad dependiera de nuestro cuerpo desnudo en estado de naturaleza. Irónicamente, mientras evocamos un pasado imaginario, nos enfrentamos con la evidencia de que el hombre, como sujeto social, nunca estuvo solo ni despojado de herramientas, pero tampoco de máquinas. Parafraseando al polémico filósofo alemán Peter Sloterdijk, si hay hombre es porque una técnica le ha permitido existir, de manera que el hombre en estado de “pura naturaleza” es y ha sido una estrategia para negar que somos el resultado de relaciones económicas, políticas y culturales. Y que si el problema es por las formas de perpetuación de la especie, es probable que a la aplicación ya existente que controla el ciclo ovulatorio de la mujer, se le agregue otra que permita autofecundarse con el código de ADN del hombre deseado. O tal vez, en un futuro no tan lejano ya no necesitemos del cortejo, ni nueve meses para gestar a la cría humana. Nunca se sabe, habrá que estar atentos.

CONTRA LOS VICIOS DE LA POLÍTICA PERSONALIZADA ENTREVISTA CON PIERRE ROSANVALLON. EL FILÓSOFO FRANCÉS DENUNCIA LOS PELIGROS DE LAS

DEMOCRACIAS AUTORITARIAS Y EXIGE MAYOR CONTROL POR PARTE DE LOS CIUDADANOS.

POR FABIO GAMBARO http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/vicios-politica-personalizada_0_1543045700.html Nuestros regímenes pueden considerarse democráticos, pero nosotros no estamos gobernados democráticamente.” De esta amarga constatación parte el nuevo y utilísimo ensayo de Pierre Rosanvallon, El buen gobierno (Manantial, Buenos Aires, 2015), último capítulo de su reflexión sobre las formas y características de la democracia, que abarca ya más de una década. En estas páginas el estudioso francés, docente en el Collège de France, parte de la insatisfacción de los ciudadanos frente a gobiernos

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que no respetan las reglas de la transparencia y la responsabilidad y proponen políticas confusas e ilegibles. Por eso considera urgente trazar un mapa de las reglas del buen gobierno y de las modalidades que permitan al ciudadano ejercer un control más estrecho sobre las acciones de la política. Sólo el buen gobierno puede derrotar al desencanto democrático. “La verdadera apuesta de la democracia no es el carácter democrático de las elecciones sino el carácter democrático del gobierno”, explica Rosanvallon. “En el pasado, nos ocupamos de organizar sistemas electorales, preocupándonos mucho menos por cómo ejercitarían el poder los elegidos. Eso tenía sentido cuando las leyes tenían origen en el Parlamento. Hoy la naturaleza de los parlamentos ha cambiado; de instancias independientes productoras de la ley se han transformado en instancias subordinadas al ejecutivo.” –¿Por qué el ejecutivo ha adoptado este rol central? –Se inició en la época del primer conflicto mundial, cuando la urgencia de la guerra antepuso la necesidad de la decisión a la elaboración de la norma. Era necesario estar en la acción. Además, el comienzo del siglo XX señaló el advenimiento de un mundo más globalizado y en rápida evolución, en cuyo contexto el poder ejecutivo se volvió cada vez más importante. Esa tendencia no ha hecho más que fortalecerse. En la sociedad hoy hay una fuerte demanda de acción y autoridad. Sobre todo surge la necesidad de eficiencia y responsabilidad. Y una asamblea no es responsable: puede deliberar, pero no actuar. De aquí el dominio del ejecutivo, que por otra parte favorece la desviación progresiva a una política centrada en programas, por sobre una política centrada en las personas. En un mundo móvil y fragmentado donde ya no es posible planificar el futuro como en el pasado, para asegurar la continuidad no cuentan los programas sino las personas. Las personas permanecen aun cuando los programas evolucionen. Incluso la mediatización pone el foco de atención en los hombres más que en las ideas. –¿La personalización política favorece el cesarismo y el populismo? –Es un riesgo real. Si en el siglo XX la patología de la democracia fue el totalitarismo, en el siglo XXI prevalecen las patologías de la democracia autoritaria. Piénsese en Putin, en Erdogan o en los populistas de América Latina. Se trata de elecciones democráticas, pero el gobierno no lo es. El cesarismo moderno tiende a hacer saltar las mediaciones entre el jefe y el pueblo. Por otra parte considera a la sociedad como un bloque único que debe pensar de la misma manera, negando la diversidad de opiniones. –Hasta las sociedades occidentales parecen hacerse más sensibles a las sirenas del populismo. –Su simplificación parece atraparlas. Por un lado los populistas, por ejemplo Marine Le Pen, se presentan como los verdaderos representantes del pueblo, acusando a los demás de representar sólo a las elites. Por otro lado, proponen resolver los problemas a través del repliegue de la sociedad sobre sí misma. El proteccionismo es un modo de simplificar el mundo, negando sus contradicciones. –Usted dice que es necesario definir las características del buen gobierno para poder llevar a cabo una verdadera democracia de ejercicio. ¿Qué significa esta expresión? –Una democracia de ejercicio es una democracia que define las reglas de ejercicio democrático del poder. Un poder es en realidad democrático no sólo porque es elegido democráticamente sino sobre todo porque gobierna democráticamente. Y si un poder es verdaderamente democrático, la sociedad debe poder apropiarse de él siempre, no sólo el día de las elecciones. Esto significa que el funcionamiento de las instituciones debe ser antes que todo legible y comprensible. Hoy prevalecen las decisiones parciales, incomprensibles para la opinión pública. La primera cualidad democrática es la legibilidad de las acciones del gobierno que permite que los ciudadanos la comprendan, para después aprobarla o criticarla. –¿Otro elemento fundamental es la responsabilidad? –Desde luego. Un poder debe ser responsable siempre y por lo tanto estar sometido a validación. Hoy la validación aparece sólo en el momento de las elecciones. Necesitamos momentos de validación más

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frecuentes. Dado que la política insiste con el efecto del anuncio más que con la realidad de las acciones, someter a los políticos a validaciones frecuentes significa constreñirlos a mayor coherencia y realismo. –¿Cuáles son las otras características del buen gobierno? –La reactividad, que no es sólo la capacidad de reacción ante los acontecimientos sino también la voluntad de intercambio continuo entre poder y sociedad. Después la necesidad de hablar con franqueza. Por último, la integridad moral que permite que el gobernante se identifique con la función propia, sin utilizarla como un poder personal al servicio de sus intereses. –En su libro usted indica algunas modalidades –consejos, organismos, comisiones– para implicar más a los ciudadanos en las acciones de control. ¿No hay riesgo de complicar ulteriormente la acción pública, bastante intrincada ya ? –No creo. El autogobierno es imposible, pero una deliberación pública amplia es auspiciosa y realizable. Siempre hemos pensado la democracia como expresión de la voz del pueblo; hoy necesitamos que sea también la organización del pueblo. Y dado que no todos los ciudadanos pueden o deben participar en todas estas instancias, la extracción por sorteo de algunos de ellos podría ser una novedad importante. Eso ratificaría el principio de que cualquiera está potencialmente en condiciones de participar, y generaría un modo para hacer atractiva y creíble la democracia de nuevo. © La Reppublica. Traducción de Román García Azcárate.

EN EL MERCADO DE LA ‘BIBLIOTERAPIA’ Entrevista con Vanina Papalini. La autora analizó el aluvión de libros que ofrecen recetas existenciales, en una era basada en el poder individual. POR VERONICA ABDALA http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/mercado-biblioterapia_0_1538846116.html Visto a la luz de las problemáticas sociales y de la salud psicofísica de muchas personas, el presente revela un sujeto en crisis, que descubre la fragilidad de su condición. Afectado por el desamparo de las instituciones, el retraimiento del Estado, la disolución de los lazos sociales conocidos y los grandes relatos, se ve inducido a optar entre la confianza en sí mismos o el quebranto anímico, y echa mano de cuanto subterfugio encuentra a su alcance para mantenerse íntegro. Es en este contexto que la capacidad de autosostenerse cobra otro valor, y que un número importante de libros de autoayuda aparece como promesas luminosas: una nueva constelación de discursos que se convierte en la meca del “empresario de sí mismo”. Este es el escenario que describe la investigadora Vanina Papalini en Garantías de felicidad. Estudio sobre los libros de Autoayuda (Adriana Hidalgo editora), un exhaustivo ensayo crítico que analiza las bases y creencias sobre las que se asienta el género. Los libros de superación personal aparecen, en su visión, ligados a un círculo riesgoso que puede enmascarar los problemas reales y proveer soluciones ilusorias, desligadas de la participación de terceros. Si a cada tiempo histórico le corresponde un modelo de felicidad, el de la posmodernidad parece signado por una fe ciega en el poder individual. También el fracaso es visto como una responsabilidad personal, que muchas veces se percibe disociada de las circunstancias externas. El paradigma de la búsqueda del placer narcisista, dice Papalini, se impone mientras el cuerpo genera síntomas y el sujeto recurre a la “biblioterapia”–la utilización de materiales de lectura para la resolución de sus problemas personales, vinculares y laborales–, en su búsqueda de salud y bienestar. El crecimiento notable que exhibe el género a partir de 1990 –en virtud de la cantidad de nuevos títulos, su circulación y recepción masiva– forma parte, según Papalini, de un proceso de readaptación que el sujeto emprende solo frente a las condiciones que el neoliberalismo conlleva –y que redundan en una sensación de mayor vulnerabilidad. “En algunos casos estos libros no son más que manuales que sirven para que el lector acepte mansamente su condición preexistente; en otros, pueden dar lugar a una introspección profunda que puede conducir a la transformación”, argumenta la investigadora.

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–¿Cuáles son los rasgos comunes que emparentan a estos libros? –Hay dos elementos clave, que distinguen un libro de autoayuda de otro cualquiera. El primero está contenido en el prefijo “auto” y tiene que ver con la reivindicación de la solución individual: podemos resolver cualquier situación solos –o más precisamente, con el auxilio de ese libro. El segundo es la provisión de un conjunto de prescripciones, pasos a seguir o consignas, que serán las que conduzcan a ese resultado. –¿Qué ocurrió puntualmente en los años 90 que determinó la aparición de un volumen inesperado de títulos y su consumo masivo en el mundo? –Dicho de manera muy general, se evidencian las consecuencias del nuevo management, basado en el cumplimiento de objetivos y la organización flexible del trabajo que deposita la responsabilidad, y por supuesto, el fracaso, en los trabajadores, individualmente. En el terreno político, se habla del neoprudencialismo. Estas tendencias a que cada cual se haga cargo de sí mismo se corresponden con la retracción de los sostenes “objetivos”: la empresa, el sindicato, el Estado; que regulaban, ponían las condiciones y límites a la actividad laboral, proveyendo también horizontes de sentido colectivos. Con tanto peso sobre sí, y tan pocos apoyos, las crisis subjetivas se multiplican: se habla de estrés, burn-out, pánico, como nunca antes. –En su opinión, ¿en qué medida estos libros pueden resultar efectivos, en el sentido de propiciar cambios reales en el lector? –Pueden resultar efectivos, de la misma manera que la psicología conductista es efectiva, es decir: sin cuestionar el para qué ni el por qué, y sin hacerse cargo del proceso, sin problematizar. Es como cualquier instrucción o entrenamiento. Sólo algunos libros dejan resquicios para que el lector o la lectora se interroguen. En estos casos, existe la posibilidad de que se desencadenen otro tipo de procesos reflexivos, que se asocian más a las inquietudes de los lectores que a los objetivos de los libros. –¿La promesa tácita del género es la felicidad? ¿Es eso lo que sugiere el título del libro? –La felicidad, sí, pero ésta es una noción vacía, que se metamorfosea. Muchos libros de autoayuda la llenan de un contenido que se asemeja bastante al de la palabra éxito. La idea de “felicidad garantizada”, tan afín a los eslóganes comerciales, subraya el absurdo de tal pretensión. –¿El género se caracteriza por su instrumentalidad en relación al tipo de soluciones que presenta? –Sin duda alguna, y también por una generalización demasiado rápida, con la tipificación de situaciones en las que se aplana toda diferencia, todo matiz, todo espesor. Muchos libros de autoayuda llevan la palabra “cómo” en el título o subtítulo: apuntan a una modalidad de acción, se proponen a sí mismos como herramientas para un determinado fin, como “recetas”. Desde esta lógica, no importa el qué, ni el por qué, y mucho menos el quién, sino simplemente su utilidad. –¿Está sobrevalorada la capacidad de autogestión personal? –Sí, claro. Hay una omnipotencia implícita, una sobreestimación del poder del sujeto para enfrentarse –solo– a problemas estructurales, a condiciones sociales o simplemente a situaciones cuyas tramas involucran mucho más que al sí mismo. El voluntarismo optimista del “Tú puedes” silencia que uno, si puede, es porque se siente querido, porque está bien consigo mismo, cuenta con la información y los recursos necesarios, el objetivo está al alcance de sus posibilidades, en fin, muchas cuestiones que exceden ampliamente al propio sujeto. Si, como plantea la autoayuda, tenemos un poder casi ilimitado, entonces somos completamente responsables, los únicos responsables, por los resultados. Y si por ventura “no podemos”, la sensación de insuficiencia se agrava. –En su ensayo plantea que los libros de autoayuda pueden “propiciar el autoengaño, la pacificación subjetiva, y sumergir al lector en una ilusión tranquilizante”. ¿Por qué? –Porque no todo depende de uno –constatación básica para entender por qué no siempre “podemos”– y no parece sensato, frente a todas las contrariedades, sostener la sonrisa. Empezar por re-conocernos puede ser un mejor camino. Y reconocer que necesitamos del “otro”, que dependiendo de qué se trate, puede ser un profesional, los compañeros de trabajo, la pareja, los amigos, la familia. ¿Hay alguien que pueda decir, solo, mirándose en el espejo, quién es?

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POLEMIZANDO CON BAUMAN RAZONES PARA NO HACERLE MUCHO CASO A BAUMAN SOBRE LAS REDES SOCIALES

http://socio-ideas.blogspot.com.ar/2016/03/bauman-redes-sociales.html#more En los últimos años el sociólogo polaco Zygmunt Bauman ha sido mostrado cada vez más como un crítico de las nuevas formas de socialización que traen consigo las redes sociales (cuyo nombre más preciso debería ser redes virtuales, pero ese es otro tema), y paradójicamente sus opiniones se han difundido justamente a través de las redes sociales. Me parece que el poco gusto de Bauman por las redes sociales viene de dos fuentes: (1) La aversión propia de las personas de su edad educadas bajo la única influencia del libro y de unos medios de comunicación menos masivos que ahora (Vargas Llosa es también un ejemplo de esa tecnofobia por la informática); y (2) la muy difundida idea de izquierda (espectro político que Bauman abraza) de que la ciencia (junto a la tecnología) son la ‘ideología’ del capitalismo tardío. La primera actitud es un prejuicio propio de las personas que no han nacido en las últimas décadas y que no comprenden del todo la forma de socialización de las redes sociales, y la segunda es una idea tan vaga y amplia que no se puede someter a comprobación, por lo que solo queda aceptarla como acto de fe. Una primera frase Bauman es esta: “Nunca en la historia humana hubo tanta comunicación como hoy pero esta comunicación no desemboca en el diálogo, que es el desafío cultural más importante de nuestro tiempo. Nadie realmente habla”. (ver aquí) Parece que esta afirmación de Bauman se basa en una experiencia muy amplia como usuario e investigador en el tema de las redes sociales. De lo primero no puedo dar fe, pero de lo segundo sí, es decir, que Bauman es un sociólogo de escritorio (opinólogo para dar un término más preciso), que nunca o casi nunca (le doy el beneficio de la duda) ha hecho trabajo de campo sobre algo, ni siquiera sobre algo que requiere un trabajo de campo más de escritorio como las redes sociales. Esto quiere decir que es puro prejuicio lo que dice, nunca muestra un dato o un conjunto de testimonios que avalen lo que dice. Y es que en realidad las conversaciones de las redes sociales no son algo superficial como lo que pueden mostrar los comentarios o memes compartidos a través de ellas. Por el contrario, y en la mayoría de los casos dependiendo de la relación previamente establecida con el interlocutor, se pueden llegar a desvelar cosas mucho más íntimas que las que se dirían cara a cara, cosas en las que la persona podría abrirse más justamente por la supresión de ciertas condiciones sociales que inhiben a veces la conversación profunda (los gestos faciales del otro, su mirada juzgadora, etc.). Bauman también dice que las redes sociales no logran el diálogo, y en otra cita menciona el ejemplo del dialogo del papa Francisco con un ateo italiano (ver aquí). Es que en realidad el renombrado sociólogo no se da cuenta de que las redes sociales no han sido creadas con la finalidad de solucionar los problemas políticos surgidos por medio de la globalización. Es cierto que cuando funcionan como medios de comunicación en los que se puede emitir una opinión funcionan mal (basta ver los comentarios en las publicaciones de Facebook de los diversos periódicos), pero esa no es su única función. De hecho, redes sociales como Facebook no están diseñadas para invitar a los otros a dialogar con nosotros y conocernos, sino para agregar a nuestra lista de contactos a personas que ya conocemos (y de ahí nacen pues los diversos ajustes de privacidad existente); en este sentido no se les puede pedir a las redes sociales cumplir una función para la que no están diseñadas. Y esto es aún peor en redes sociales como Twitter o Instagram cuyo formato de interacciones es sumamente limitado. Otra cita de Bauman es la siguiente: “La cuestión de la identidad ha sido transformada de algo que viene dado a una tarea: tú tienes que crear tu propia comunidad. Pero no se crea una comunidad, la tienes o no; lo que las redes sociales pueden crear es un sustituto. La diferencia entre la comunidad y la red es que tú perteneces a la comunidad pero la red te pertenece a ti. Puedes añadir amigos y puedes borrarlos, controlas a la gente con la que te relacionadas. La gente se siente un poco mejor porque la soledad es la gran amenaza en estos tiempos de individualización. Pero en las redes es tan fácil añadir amigos o borrarlos que no necesitas habilidades sociales” (ver aquí) Bauman no se da cuenta que en muchas de las interacciones actuales en las redes sociales ya se dejó atrás la época del chateo anónimo, en la cual entrabas a una sala de chat, ponías un Nick y empezabas a hablar con cualquier desconocido o un grupo de ellos. De hecho que ese tipo de interacción aún subsiste, pero no es el que más se usa. Por lo general la gente crea sus grupos de chat de Facebook y de Whatsapp con personas que conoce de manera que esos grupos de chat son extensiones de sus relaciones sociales de la

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vida offline, mientras que los otros grupos de Facebook están hechos principalmente para compartir información y opiniones, no para establecer relaciones sociales. En la última parte de esta cita Bauman muestra con más claridad su falta de comprensión de las redes sociales actuales. En realidad no es tan fácil añadir amigos, la mayoría de gente solo acepta a la gente que conoce (aunque esta situación es menos frecuente en los adolescentes que aceptan más sin medir riesgos); y tampoco es tan sencillo borrar, bueno, si es sencillo borrar a las personas con las que casi no hablas en la vida offline, pero cuando se trata de personas importantes, es muchas veces un dilema el eliminarlas o bloquearlas. Por ultimo debo reconocerle a Bauman un análisis valioso que se puede ver en la siguiente cita: “Hoy vivimos simultáneamente en dos mundos paralelos y diferentes. Uno, creado por la tecnología online, nos permite transcurrir horas frente a una pantalla. Por otro lado tenemos una vida normal. La otra mitad del día consciente la pasamos en el mundo que, en oposición al mundo online, llamo offline. Según las últimas investigaciones estadísticas, en promedio, cada uno de nosotros pasa siete horas y media delante de la pantalla. Y, paradojalmente, el peligro que yace allí es la propensión de la mayor parte de los internautas a hacer del mundo online una zona ausente de conflictos. Cuando uno camina por la calle en Buenos Aires, en Río de Janeiro, en Venecia o en Roma, no se puede evitar encontrarse con la diversidad de las personas. Uno debe negociar la cohabitación con esa gente de distinto color de piel, de diferentes religiones, diferentes idiomas. No se puede evitar. Pero sí se puede esquivar en Internet. Ahí hay una solución mágica a nuestros problemas. Uno oprime el botón “borrar” y las sensaciones desagradables desaparecen. Estamos en proceso de liquidez ayudada por el desarrollo de esta tecnología. Estamos olvidando lentamente, o nunca lo hemos aprendido, el arte del diálogo” (ver aquí) Ese hecho de crear una especie de zona de confort en las redes sociales, en las que la gente simplemente le da borrar a cualquier comentario desagradable o que la contradiga, es una situación muy cierta, y puede ser de dos maneras: (1) cuando un administrador de una página borra un comentario desagradable de una de sus publicaciones e incluso bloquea al comentarista, si es por un acto de intolerancia estamos realmente ante un acto grave de intolerancia, pero a veces puede también estar motivado por el hecho de que algunos comentaristas son perfiles falsos (trolls); y (2) cuando una persona borra el comentario desagradable de alguno de sus contactos, pero si ese comentario estaba hecho solo con el ansia de molestar no hay problema; en cambio si se trataba de una opinión discordante que no intentaba ofender, en ese caso estamos frente a una gran intolerancia y narcisismo. Me parece que este último caso es el que menciona Bauman. Ahora, si bien ese es un problema que se manifiesta en las redes sociales, no es un problema que ha sido creado por ellas. Es un problema creado en el mundo offline de la gente en el cual se enseña a una vida consumista y hedonista, en donde el dialogo y el debate son pérdidas de tiempo muy poco agradables, en ese sentido no son las redes sociales las originarias de este problema, ni su solución pasa por modificar esos software sino a sus usuarios.

ZYGMUNT BAUMAN: “LAS REDES SOCIALES SON UNA TRAMPA” Es la voz del 'precariado'. El sociólogo denuncia la desigualdad y la caída de la clase media. Y avisa a los indignados de que su experimento puede tener corta vida http://cultura.elpais.com/cultura/2015/12/30/babelia/1451504427_675885.html RICARDO DE QUEROL Acaba de cumplir 90 años y de enlazar dos vuelos para llegar desde Inglaterra al debate en que participa en Burgos. Está cansado, lo admite nada más empezar la entrevista, pero se expresa con tanta calma como claridad. Se extiende en cada explicación porque detesta dar respuestas simples a cuestiones complejas. Desde que planteó, en 1999, su idea de la “modernidad líquida” —una etapa en la cual todo lo que era sólido se ha licuado, en la cual “nuestros acuerdos son temporales, pasajeros, válidos solo hasta nuevo aviso”—, Zygmunt Bauman es una figura de referencia de la sociología. Su denuncia de la desigualdad creciente, su análisis del descrédito de la política o su visión nada idealista de lo que ha traído la revolución digital lo han convertido también en un faro para el movimiento global de los indignados, a pesar de que no duda en señalarles las debilidades. Este polaco (Poznan, 1925) era niño cuando su familia, judía, escapó del nazismo a la URSS, y en 1968 tuvo que abandonar su propio país, desposeído de su puesto de profesor y expulsado del Partido Comunista

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en una purga marcada por el antisemitismo tras la guerra árabe-israelí. Renunció a su nacionalidad, emigró a Tel Aviv y se instaló después en la Universidad de Leeds, que ha acogido la mayor parte de su carrera. Su obra, que arranca en los años sesenta, ha sido reconocida con premios como el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades de 2010, junto a su colega Alain Touraine. Se le considera un pesimista. Su diagnóstico de la realidad en sus últimos libros es sumamente crítico. En ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? (2014) explica el alto precio que se paga hoy por el neoliberalismo triunfal de los ochenta y la “treintena opulenta” que siguió. Su conclusión: que la promesa de que la riqueza de los de arriba se filtraría a los de abajo ha resultado una gran mentira. En Ceguera moral (2015), escrito junto a Leonidas Donskis, alerta de la pérdida del sentido de comunidad en un mundo individualista. En su nuevo ensayo vuelve a las cuatro manos, en diálogo con el sociólogo italiano Carlo Bordoni. Se llama Estado de crisis y trata de arrojar luz sobre un momento histórico de gran incertidumbre. Paidós lo publica en España el día 12. Bauman vuelve a su hotel junto al filósofo español Javier Gomá, con quien ha debatido en el marco del Foro de la Cultura, un ciclo que celebrará su segunda edición en noviembre y trata de convocar en Burgos a los grandes pensadores mundiales. Él es uno de ellos. PREGUNTA. Usted ve la desigualdad como una “metástasis”. ¿Está en peligro la democracia? "Ha sido una catástrofe arrastrar la clase media al precariado. El conflicto ya no es entre clases, sino de cada uno con la sociedad” RESPUESTA. Lo que está pasando ahora, lo que podemos llamar la crisis de la democracia, es el colapso de la confianza. La creencia de que los líderes no solo son corruptos o estúpidos, sino que son incapaces. Para actuar se necesita poder: ser capaz de hacer cosas; y se necesita política: la habilidad de decidir qué cosas tienen que hacerse. La cuestión es que ese matrimonio entre poder y política en manos del Estado-nación se ha terminado. El poder se ha globalizado pero las políticas son tan locales como antes. La política tiene las manos cortadas. La gente ya no cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas. Es lo que está poniendo de manifiesto, por ejemplo, la crisis de la migración. El fenómeno es global, pero actuamos en términos parroquianos. Las instituciones democráticas no fueron diseñadas para manejar situaciones de interdependencia. La crisis contemporánea de la democracia es una crisis de las instituciones democráticas. P. El péndulo que describe entre libertad y seguridad ¿hacia qué lado está oscilando? R. Son dos valores tremendamente difíciles de conciliar. Si tienes más seguridad tienes que renunciar a cierta libertad, si quieres más libertad tienes que renunciar a seguridad. Ese dilema va a continuar para siempre. Hace 40 años creímos que había triunfado la libertad y estábamos en una orgía consumista. Todo parecía posible mediante el crédito: que quieres una casa, un coche… ya lo pagarás después. Ha sido un despertar muy amargo el de 2008, cuando se acabó el crédito fácil. La catástrofe que vino, el colapso social, fue para la clase media, que fue arrastrada rápidamente a lo que llamamos precariado. La categoría de los que viven en una precariedad continuada: no saber si su empresa se va a fusionar o la va a comprar otra y se van a ir al paro, no saber si lo que ha costado tanto esfuerzo les pertenece... El conflicto, el antagonismo, ya no es entre clases, sino el de cada persona con la sociedad. No es solo una falta de seguridad, también es una falta de libertad. P. Afirma que la idea del progreso es un mito. Porque en el pasado la gente confiaba en que el futuro sería mejor y ya no. R. Estamos en un estado de interregno, entre una etapa en que teníamos certezas y otra en que la vieja forma de actuar ya no funciona. No sabemos qué va a reemplazar esto. Las certezas han sido abolidas. No soy capaz de hacer de profeta. Estamos experimentando con nuevas formas de hacer cosas. España ha sido un ejemplo en aquella famosa iniciativa de mayo (el 15-M), en que esa gente tomó las plazas, discutiendo, tratando de sustituir los procedimientos parlamentarios por algún tipo de democracia directa. Eso probó tener una corta vida. Las políticas de austeridad van a continuar, no las podían parar, pero pueden ser relativamente efectivos en introducir nuevas formas de hacer las cosas.

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P. Usted sostiene que el movimiento de los indignados “sabe cómo despejar el terreno pero no cómo construir algo sólido”. R. La gente suspendió sus diferencias por un tiempo en la plaza por un propósito común. Si el propósito es negativo, enfadarse con alguien, hay más altas posibilidades de éxito. En cierto sentido pudo ser una explosión de solidaridad, pero las explosiones son muy potentes y muy breves. P. Y lamenta que, por su naturaleza “arco iris”, no cabe un liderazgo sólido. R. Los líderes son tipos duros, que tienen ideas e ideologías, y la visibilidad y la ilusión de unidad desaparecería. Precisamente porque no tienen líderes el movimiento puede sobrevivir. Pero precisamente porque no tienen líderes no pueden convertir su unidad en una acción práctica. "El 15-M, en cierto sentido, pudo ser una explosión de solidaridad, pero las explosiones son potentes y breves" P. En España las consecuencias del 15-M sí han llegado a la política. Han emergido con fuerza nuevos partidos. R. El cambio de un partido por otro partido no va a resolver el problema. El problema hoy no es que los partidos sean los equivocados, sino que no controlan los instrumentos. Los problemas de los españoles no están confinados al territorio español, sino al globo. La presunción de que se puede resolver la situación desde dentro es errónea. P. Usted analiza la crisis del Estado-nación. ¿Qué opina de las aspiraciones independentistas de Cataluña? R. Pienso que seguimos en los principios de Versalles, cuando se estableció el derecho de cada nación a la autodeterminación. Pero eso hoy es una ficción porque no existen territorios homogéneos. Hoy toda sociedad es una colección de diásporas. La gente se une a una sociedad a la que es leal, y paga impuestos, pero al mismo tiempo no quieren rendir su identidad. La conexión entre lo local y la identidad se ha roto. La situación en Cataluña, como en Escocia o Lombardía, es una contradicción entre la identidad tribal y la ciudadanía de un país. Ellos son europeos, pero no quieren ir a Bruselas vía Madrid, sino desde Barcelona. La misma lógica está emergiendo en casi todos los países. Seguimos en los principios establecidos al final de la Primera Guerra Mundial, pero ha habido muchos cambios en el mundo. P. Las redes sociales han cambiado la forma en que la gente protesta, o la exigencia de transparencia. Usted es escéptico sobre ese “activismo de sofá” y subraya que Internet también nos adormece con entretenimiento barato. En vez de un instrumento revolucionario como las ven algunos, ¿las redes son el nuevo opio del pueblo? R. La cuestión de la identidad ha sido transformada de algo que viene dado a una tarea: tú tienes que crear tu propia comunidad. Pero no se crea una comunidad, la tienes o no; lo que las redes sociales pueden crear es un sustituto. La diferencia entre la comunidad y la red es que tú perteneces a la comunidad pero la red te pertenece a ti. Puedes añadir amigos y puedes borrarlos, controlas a la gente con la que te relacionadas. La gente se siente un poco mejor porque la soledad es la gran amenaza en estos tiempos de individualización. Pero en las redes es tan fácil añadir amigos o borrarlos que no necesitas habilidades sociales. Estas las desarrollas cuando estás en la calle, o vas a tu centro de trabajo, y te encuentras con gente con la que tienes que tener una interacción razonable. Ahí tienes que enfrentarte a las dificultades, involucrarte en un diálogo. El papa Francisco, que es un gran hombre, al ser elegido dio su primera entrevista a Eugenio Scalfari, un periodista italiano que es un autoproclamado ateísta. Fue una señal: el diálogo real no es hablar con gente que piensa lo mismo que tú. Las redes sociales no enseñan a dialogar porque es tan fácil evitar la controversia… Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa

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LA CRISIS DEL POSNEOLIBERALISMO Por Federico Vázquez* http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/la-crisis-del-posneoliberalismo?token=&nID=1

Hasta hace poco, los gobiernos progresistas de América Latina parecían imbatibles. La imagen regional actual, con la crisis de Brasil en el centro, es muy distinta. Los motivos de este retroceso hay que buscarlos en factores económicos, en una falta de imaginación para responder a los problemas y en la dificultad para sustituir los liderazgos populares.

odo parece estar cambiando en nuestra región. Hasta ayer nomás, los gobiernos posneoliberales aparecían casi imbatibles en las urnas, con buenos resultados económicos y sociales y un triunfo más silencioso pero no menos histórico: haber sorteado el estigma del siglo XX de ciclos cortos que se abrían y cerraban con crisis institucionales, sociales y económicas superpuestas.

¿Cuándo empezó a cambiar el panorama que hoy nos devuelve una imagen regional tan distinta, con un gobierno de derecha en Argentina, una crisis institucional y política en Brasil, una economía evaporada en Venezuela y hasta una derrota del mismísimo campeón de elecciones, Evo Morales? Una primera idea. Entre 2013 y 2014, cuando los PBI de estos países mostraron una fuerte desaceleración, los gobiernos progresistas empezaron a sobrevivir, como almas en pena, a sus propias economías. El corazón productivo y comercial de la región se paró. Brasil pasó de crecer 2,7% en 2013 a un nimio 0,1% en el 2014. Venezuela, que había tenido un crecimiento acumulado de 11% entre 2011 y 2013, se desplomó un 4% en el 2014. Con menos dramatismo, lo mismo pasó en Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay, etc. En definitiva, el 2014 aparece como el momentum a partir del cual las economías sufren la combinación de la caída del precio de las materias primas a nivel internacional, la desaceleración china y la continuidad de los efectos de la crisis mundial de 2008/2009. Pero la frase “Es la economía, estúpido” habría que retirarla de una vez por todas como invocación de autoridad. En nuestra región valdría tanto ésa como otras posibles: “Es la política, estúpido”, “Es el Estado, estúpido”, “Es la desigualdad, estúpido”, y así. El parate económico sorprende a los gobiernos a contrapelo. Repasemos: a principios de 2013 muere Hugo Chávez, abriendo un interrogante enorme sobre la suerte de un proyecto que lo había tenido como figura excluyente. Ese mismo año, una ola de protestas anti gobierno recorre Brasil. También en 2013 el gobierno de Cristina Kirchner, que había arrasado en las urnas en 2011, pierde las elecciones legislativas al fracturarse un sector del peronismo. Y en Bolivia, aunque Evo Morales fue reelecto con facilidad en 2014 (con el 61,36% de los votos), por primera vez el MAS pierde apoyo en sus bastiones tradicionales del Occidente indígena. Este repaso pinta un cambio de vientos que no se limita a lo económico (aunque desde ya lo contiene) y que parece mostrar si no el fin del ciclo progresista en la región, al menos un fuerte retroceso que obliga a pensar sus razones y causas. Con dos premisas incómodas. La remanida división entre “moderados” y “radicalizados” no sirve como factor explicativo si el retroceso ocurre en todos lados. Y en segundo lugar, si el cambio del clima político fue entre previo y simultáneo al derrumbe de los precios internacionales, salvo que creamos en un mecanicismo económico instantáneo, es necesario mirar al interior de los proyectos políticos, las gestiones estatales y las oposiciones para encontrar el hilo de Ariadna en la actual crisis del posneoliberalismo. No es sólo la economía En ese año maldito de 2013, el resto del mundo también tuvo un giro inesperado. Por primera

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vez en cinco años el índice de precios de materias primas que publica todos los años Standard & Poor’s (GSIC) mostró un retroceso de 2,2% en el precio de 24 commodities. El “superciclo” de precios altos de las materias primas que había arrancado allá por el 2002/2003 y que sólo había tenido una pausa en la crisis internacional de 2008 para después volver a tener una subida feroz en el 2010, 2011 y 2012, había terminado. Las miradas se dirigieron a China que seguía y sigue creciendo (6,9% en el 2015), pero sin la velocidad con la que lo había hecho hasta el 2011. Unos meses después, en la segunda mitad del 2014, el petróleo acompañaría la baja general, reduciéndose a un tercio de su valor. Desde ya semejante cimbronazo no podía pasar inadvertido en América del Sur, donde todas las economías (incluso la más industrializada, Brasil) generan divisas exportando, antes que nada, productos primarios. En el caso de la economía venezolana, la dependencia petrolera llega al paroxismo de concentrar el 95% de las divisas que entran al país. Pero en el caso de Argentina, Brasil o Bolivia, con una dependencia menos drástica, el golpe se asestó en el centro de las agendas económicas que tenían esos gobiernos para los próximos años. En 2012 el gobierno kirchnerista expropió YPF y apostó a que los yacimientos de Vaca Muerta permitirían aliviar el déficit que generaba la importación de energía y, a mediano plazo, abrir un camino industrializador más sólido. A una escala mayor lo mismo pasó en Brasil. Una Dilma victoriosa promulgó en septiembre de 2013 una ley para los yacimientos de pre-sal, que según la promesa presidencial iban a permitir destinar a educación y salud más de 45 mil millones de dólares en diez años. Es decir, estas nuevas fuentes de petróleo en países donde ya existía un tejido industrial aparecían como la oportunidad ideal, justo cuando la “capacidad instalada” del modelo de crecimiento interno parecía tocar su techo. Pero el cambio brusco del viento mundial frenó lo que en ese entonces prometía ser el motor que daría nueva vida al ciclo económico (y político) regional. Ya sin la ayuda del mundo, los gobiernos posneoliberales debieron comenzar a capear la tormenta. Las recetas, como las enfermedades de cada uno, fueron distintas. En el caso venezolano, la caída de las divisas quitó el aceite de una fricción social y política siempre tensa. Cuando Nicolás Maduro anunció el enésimo programa “productivo” para terminar con el rentismo petrolero se encontró con que el empresariado, lejos de apostar por la producción y el desarrollo, acaparó productos, elevó los precios y fugó divisas. En 2015 la inflación medida por el Banco Central de Venezuela fue de 180,9% y la actividad en Puerto Cabello –por donde entran los contenedores con los alimentos y bienes que Venezuela no produce (es decir, casi todo lo que se consume en el país)– cayó un 40%. Por estos días, Nicolás Maduro anuncia la buena nueva del “Arco Minero del Orinoco”, una enorme superficie de cien mil kilómetros cuadrados donde estarían enterrados más de 4.000 millones de toneladas de oro, según las declaraciones presidenciales. Números reales o fantaseados, el gobierno bolivariano vuelve a apostar a un esquema rentista como tabla de salvación para generar ingresos estatales. El caso de Brasil es un tanto paradójico. El 26 de octubre de 2014, Dilma Rousseff ganó la segunda vuelta con el 51,6% de los votos, frente al 48,3% de Aécio Neves. Al escaso margen se sumaba un hostigamiento mediático feroz, el eco de las protestas del año anterior y el alud de acusaciones de corrupción por el petrolão. Frente a este escenario complejo, la primera medida del segundo gobierno de Dilma fue cambiar al ministro de Economía: Joaquim Levy, un ortodoxo sin vínculos con el Partido de los Trabajadores (PT), desplazó a Guido Mantega, el artífice de la etapa desarrollista de Lula y del primer mandato de Dilma. Sin explicitarla del todo, la idea era contentar al poder económico a cambio de gobernabilidad. En pocos meses el ministro Levy se ganó el apodo “manos de tijera” por los recortes presupuestarios y de subsidios a distintas ramas productivas. El resultado, lejos de lograr el equilibrio de las cuentas fiscales prometido, fue un desplome de la economía durante todo el

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2015. Standard & Poor’s comunicó en septiembre pasado que el país ya no tenía “el grado de inversión”. La seducción al poder económico había fracasado. Así terminaba el primer año del segundo mandato de Dilma, cuando sobrevino la actual crisis institucional. Los casos de Venezuela o Brasil muestran un comportamiento preocupante del posneoliberalismo aún en el poder: ante un escenario de crisis, los gobiernos atinaron o a repetir una fórmula gastada –el rentismo– o a virar a la derecha. ¿Se acabó la imaginación? En el caso argentino, la derrota electoral de noviembre pasado encontró al gobierno de Cristina Kirchner intentado no repetir el esquema brasileño, multiplicando los parches en una economía con dificultades, aunque logrando generar un tibio crecimiento y mantener niveles de ocupación y consumo altos. De todas maneras, algunas declaraciones de los asesores económicos de Daniel Scioli abren el interrogante de si ese viraje no hubiera ocurrido también en un eventual gobierno del Frente para la Victoria (FPV). En cualquiera de los casos, y aun más relevante si algunos de los gobiernos progresistas logran superar la coyuntura actual, la pregunta es qué agenda de transformaciones posibles pueden proponer de acá en más. Sobrevivir sin el líder Tema viejo de la ciencia política y de la historia latinoamericana, la pregunta por el rol de los liderazgos sigue vigente. ¿La experiencia de estos años agrega algo al debate? Lula dejó de ser presidente en 2010 y aún hoy es tan gravitante que Dilma y el PT apuestan todo a su figura para salvar al gobierno de la actual crisis política. La dependencia que tienen los proyectos políticos de sus líderes fundadores es indiscutible. Pero habría que ir con cuidado: también es cierto que salvo en el caso argentino (donde hasta último momento el mismo FPV tuvo una relación ambivalente con el que terminaría siendo su derrotado candidato a presidente, Daniel Scioli) las fuerzas progresistas se las ingeniaron para construir transiciones en los gobiernos manteniendo el signo político. Chávez-Maduro, Lula-Dilma, Tabaré-Mujica muestran que esa dinámica es posible. ¿Quién está más adelantado en este aprendizaje parcial en el que los líderes, aunque fundamentales, pueden encontrar sustitutos o reemplazos sin que el proyecto político vuele por los aires? ¿Las sociedades o los propios líderes? Bolivia puede ser un caso ilustrativo. Evo Morales venía de ganar las elecciones presidenciales de 2014 con el 61% de los votos. Incluso en medio del desplome económico de sus vecinos y un 53% de exportaciones de hidrocarburos con precios en picada, Bolivia sigue creciendo a más del 5%. El 20 de enero pasado, el vicepresidente Álvaro García Linera se reunió con los empresarios de Santa Cruz de la Sierra y en tono celebratorio dijo: “Hemos encontrado una fórmula boliviana virtuosa de articulación de lo público y lo privado”. El balance entre radicalidad, eficiencia y consolidación política no podía ser mejor. Y sin embargo, en febrero pasado, Evo mordió el polvo en el referéndum que le hubiera permitido otra reelección. La pregunta lógica no debería ser por qué los bolivianos no votaron la reforma constitucional, sino por qué Evo Morales se ofreció a sí mismo como única garantía de continuidad. La sociedad boliviana ya había dado muestras de separar los tantos cuando en el 2014 castigó a varios dirigentes locales del MAS, incluso en territorios tan evistas como El Alto. Pareciera como si a veces los líderes pensaran que sus electores funcionan con una lógica puramente “economicista”, cuando lo que ocurre es que el propio éxito de los gobiernos tiene como consecuencia una complejización social antes que un achatamiento rudimentario de los comportamientos colectivos. En el caso boliviano, además de nacionalizar y distribuir el ingreso, el MAS insumió buena parte de su energía política en lograr una nueva Constitución, que por primera vez puso a todos los bolivianos en condición de ciudadanos plenos. Y

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después les pidió que voten como si ese gran triunfo simbólico no hubiera ocurrido nunca; como si todas las conquistas sociales de una década no tuvieran como garantía ese contrato social, sino sólo a Evo Morales. ¿Es así? Y si es así, ¿de qué está sirviendo el empoderamiento social y la construcción política? Oposiciones nuevas y viejas Después de muchos años de ostracismo, las oposiciones lograron triunfos electorales o, al menos, disputar con éxito la agenda a los gobiernos progresistas. Ahora bien ¿qué son estas oposiciones? Una primera caracterización gruesa, pero que no deja de ser orientativa, muestra que en todos los casos se trata de oposiciones a la derecha de los gobiernos posneoliberales. Basta con ver la extracción social de sus líderes, las alianzas sociales en las que se apoyan o las tesis económicas que tienen en sus mesitas de luz. Mauricio Macri proviene del mundo empresario e inauguró su gobierno sembrando el gabinete de CEO. El principal opositor en Bolivia, Samuel Doria Medina, es un histórico empresario cementero y dueño de la franquicia Burger King. Aécio Neves en Brasil es, desde hace 30 años, parte del establishment político del país. En Venezuela, después de la emergencia de algunos liderazgos más jóvenes, cuando la oposición logró por primera vez en más de 15 años una porción de poder institucional relevante en la Asamblea Nacional, el liderazgo recayó en el veterano Henry Ramos Allup, del aun más veterano y conservador partido Acción Democrática. En el camino parecen haber quedado los ensayos opositores “moderados” o que incluso tenían un origen en los mismos oficialismos. Marina Silva, Sergio Massa o el propio Henrique Capriles parecían interrogar a los oficialismos en sus propios términos, incorporando algunas demandas sin cuestionar en bloque las políticas públicas. Sin embargo, hoy parecen ensayos que fueron útiles para minar electoralmente a los oficialismos, pero no para heredarlos en el poder. Los votantes opositores en los distintos países terminaron encumbrando a los líderes que mayor distancia tenían con los oficialismos, negativos casi perfectos. Lo cual pone en duda que el futuro político de la región esté en manos de políticos descremados, sin ideología, que algunos análisis suponían como una superación posible de los liderazgos “ideológicos” de la última década. El caso argentino, pero también el perfil de los opositores en los demás países, advierte sobre una reconstrucción ideológica neoconservadora, que cuestiona el centro de las políticas públicas que se llevaron a cabo en los últimos años en la región sin mayores amortiguaciones. En este marco, no resulta extraño que los estamentos judiciales (que por propia naturaleza son la cara más perfecta del conservadurismo social e ideológico en estas latitudes) ocupen cada día una porción más grande de poder, amenazando incluso con volverse protagonistas determinantes de la escena política de cada país.

* Periodista.

© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur

LA UBERIZACIÓN DEL MUNDO Por Evgeny Morozov* http://www.eldiplo.org/notas-web/la-uberizacion-del-mundo?token=&nID=1 Al convertir a particulares con vehículo en choferes ocasionales sin estatuto, la sociedad Uber no sólo logró enfurecer a los taxistas profesionales de distintas partes del mundo: su nombre simboliza hoy el vínculo entre las nuevas tecnologías y la precarización laboral. El éxito de los gigantes de Silicon Valley va de la mano de una ola de desregulaciones.

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Un trabajador revisa el diagrama de un chip (Charles O’Rear/Corbis/Latinstock)ace ya casi diez años que somos rehenes de dos conmociones. La primera es producto de Wall Street; la segunda, de Silicon Valley. Uno y otro se complementan de maravillas en el papel del policía malo y el policía bueno: Wall Street predica la penuria y la austeridad; Silicon Valley exalta la abundancia y la innovación. Primera conmoción: la crisis financiera mundial, que terminó en un salvataje del sistema bancario, transformó al Estado social en un campo de ruinas. El sector público, última muralla contra las avanzadas de la ideología neoliberal, quedó mutilado, o incluso completamente aniquilado. Los servicios públicos que sobrevivieron a los recortes presupuestarios tuvieron que aumentar sus tarifas o se vieron obligados a experimentar nuevas tácticas de supervivencia. Así, algunas instituciones culturales, a falta de una solución mejor, debieron apelar a la generosidad de los particulares recurriendo al financiamiento participativo: como las subvenciones públicas desaparecieron, no les quedó más elección que entre el populismo de mercado o la muerte. La segunda conmoción, en cambio, es bastante bien vista. En este caso, en el que se trata de digitalizarlo todo y conectarlo todo a Internet –un fenómeno perfectamente normal, según los inversores capitalistas–, las instituciones deben escoger entre la innovación o la muerte. Silicon Valley asegura que la magia de la tecnología va a deslizarse muy naturalmente hasta el más mínimo rincón de nuestras vidas. Oponerse a la innovación equivaldría entonces a renunciar a los ideales de la Ilustración: dirigentes de Google y de Facebook, Larry Page y Mark Zuckerberg serían los Diderot y los Voltaire de nuestro tiempo, reencarnados en empresarios tecnófilos y asociales. Pero se ha producido un fenómeno extraño: llegamos al punto de creer que la segunda conmoción no tenía nada que ver con la primera. Así se ha podido presentar el auge de los cursos en línea (los MOOC: Massive Open Online Courses) sin hacer referencia a las reducciones presupuestarias que, al mismo tiempo, golpeaban a las universidades. ¡No, la fiebre de los MOOC no era más que la consecuencia natural de la innovación promovida por Silicon Valley! Los hackers, convertidos en empresarios, decidieron “revolucionar” la universidad como antes habían trastornado los campos de la música y el periodismo. De la misma manera, hacemos como si no existiera ningún vínculo entre, por un lado, la multiplicación de las aplicaciones concebidas para seguir nuestro estado de salud y, por el otro, los problemas que una población que envejece, que ya padece de obesidad y otras enfermedades, plantea a un sistema de salud fragilizado: no, este último atraviesa nomás su “momento Napster” (1). Abundan los ejemplos de este tipo, que muestran que el relato apologético de la conmoción tecnológica ha eclipsado aquel, mucho más deprimente, de la conmoción política y económica. Un perfil monetizable Ahora bien, hay que subrayar que estos dos fenómenos están entrelazados, y que el telón de fondo del evangelio de la innovación no es nada reluciente. Ejemplo en Barcelona: como muchas instituciones culturales españolas, un club de stand-up (unipersonal humorístico), el Teatreneu, sufría un descenso de público desde que el gobierno, buscando desesperadamente cubrir sus necesidades de financiamiento, había decidido aumentar el impuesto sobre las ventas de entradas del 8% al 21%. Los administradores del Teatreneu encontraron entonces una solución ingeniosa: asociándose con la agencia de publicidad Cyranos McCann, equiparon el respaldo de cada sillón con tabletas último modelo capaces de analizar las expresiones faciales. Con este nuevo formato, los espectadores pueden entrar gratuitamente pero deben pagar 30 centavos por cada risa reconocida por la tableta, fijando la tarifa máxima en 24 euros (o sea, 80 risas) por espectáculo. Consecuencia, el precio promedio de la entrada aumentó 6 euros. Una aplicación móvil facilita el pago. Además, se puede compartir con los amigos selfies de uno mismo riéndose a carcajadas. El camino de la diversión a lo viral nunca fue tan corto. Desde el punto de vista de Silicon Valley, éste es un ejemplo perfecto de “conmoción” positiva: la proliferación de los sensores inteligentes conectados a Internet crea nuevos modelos de empresas y nuevas fuentes de ingresos. Además, genera numerosos usos entre los intermediarios, fabricantes de materiales o creadores de softwares. Nunca fue tan sencillo comprar servicios y productos: nuestros

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smartphones se encargan de hacerlo por nosotros. Pronto, nuestros documentos de identidad podrán hacer lo mismo: MasterCard ya firmó un acuerdo con el gobierno nigeriano para lanzar un documento de identidad que también funciona como tarjeta de crédito. Para Silicon Valley, no se trata en este caso más que de una innovación tecnológica. Se trata de “revolucionar” el dinero líquido. Si bien esta explicación puede satisfacer, e incluso atraer, a empresarios e inversores de riesgo, ¿por qué todo el mundo debería aceptarla sin discusión? Hay que estar totalmente enceguecido por el amor a la innovación –la verdadera religión de nuestro tiempo– para no ver su verdadero precio: el hecho de que, por lo menos en Barcelona, el arte se ha vuelto más caro. Este cuadro tecnocéntrico, al disimular la existencia de la conmoción financiera, oculta la naturaleza y las razones de las transformaciones en curso. Regocijémonos de poder comprar más, y con mayor facilidad. Pero ¿acaso no debemos preocuparnos de que, gracias a esta misma infraestructura, también es infinitamente más fácil debitar de nuestra cuenta bancaria? Sin lugar a dudas, se puede ganar bastante dinero “revolucionando” el efectivo. Pero, ¿es realmente deseable? El dinero líquido, que no deja huellas, representa una barrera significativa entre el cliente y el mercado. La mayoría de las transacciones efectuadas en papel moneda son singulares, en el sentido de que no están vinculadas unas a otras. Cuando uno paga con su teléfono móvil, o su selfie es registrada para la posteridad, o incluso compartida en una red social, se produce una huella que los publicitarios y otras empresas son capaces de explotar. De hecho, no es fortuito que una compañía publicitaria esté en el origen de la experiencia barcelonesa: el registro de cada transacción es un buen medio para recuperar datos que servirán para personalizar la publicidad (2). Lo que significa que nuestras transacciones electrónicas nunca están realmente terminadas: los datos que generan permiten no sólo seguirnos de cerca, sino también establecer un lazo entre actividades que tal vez preferiríamos que permanecieran separadas. De repente, nuestra velada divertida en un club de stand-up se vincula con los libros que compramos, con los sitios que frecuentamos, con los viajes que efectuamos, con las calorías que quemamos. En suma, con las nuevas tecnologías todas nuestras andanzas se integran en un perfil único monetizable y optimizable. Los datos, un recurso preciado Si bien esta conmoción pasa por la tecnología, sus orígenes están en otra parte. Favorecida por las crisis políticas y económicas, tendrá una profunda incidencia en nuestro modo de vida y nuestras relaciones sociales. Parece difícil preservar valores como la solidaridad en un medio ambiente tecnológico fundado en experiencias personalizadas, individuales y únicas. Silicon Valley no miente: nuestra vida cotidiana se encuentra sin duda alguna revolucionada; pero por fuerzas mucho más solapadas que la digitalización o la conectividad. El fetiche de la innovación no debe servir de pretexto para que soportemos el costo de las recientes turbulencias económicas y políticas. Esto lo comprendieron los choferes de taxi enfrentados con el poderoso ascenso de Uber, una empresa que propone a particulares que buscan un ingreso adicional transformar su vehículo en taxi y conectarlos con clientes. Contra la pared, los profesionales protestaron. Como las autoridades de regulación, de India a Francia, se enfrentaban con Uber, esta empresa californiana se lanzó a una operación de seducción. Sus dueños, que fueron tan virulentos y sordos ante las críticas, ahora gritan alto y claro que hay que regular el sector. También parecen haber comprendido por qué su empresa es un blanco fácil: sus prácticas son simplemente demasiado infames. El pasado invierno boreal, bajo el fuego nutrido de las críticas, Uber debió renunciar a hacer pagar a los clientes tarifas exorbitantes cuando la demanda aumentaba en horas pico. Pero no es todo. En un genial golpe publicitario, también propuso a uno de sus adversarios más feroces, la ciudad de Boston, acceder al tesoro que constituyen los datos (anónimos) relativos a los itinerarios, para ayudarla a limitar los embotellamientos y mejorar el ordenamiento urbano. Por supuesto, es una mera coincidencia que el Estado de Massachusetts, donde se encuentra Boston, haya recientemente reconocido las plataformas de utilización compartida de los taxis como un medio de transporte legal, eliminando así uno de los principales obstáculos que enfrentaba Uber… Uber se inscribe en la estela de start-ups más modestas que hacen sus datos accesibles a los urbanistas y a las municipalidades. Y estas últimas se muestran encantadas de afirmar que, con estas informaciones,

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el ordenamiento urbano se volverá más empírico, más participativo, más innovador. En 2014, la dirección de transportes públicos de Oregón firmó un acuerdo con Strava (una aplicación para smartphones muy popular que sigue los movimientos de los corredores y los ciclistas) y pagó una fuerte suma para acceder a los datos referentes a los itinerarios tomados por los ciclistas usuarios de la aplicación, con el objeto de mejorar las pistas para ciclistas y concebir trayectos alternativos. El hecho de que Uber aparezca como un reservorio de datos indispensables para los urbanistas es plenamente acorde a la ideología solucionista de Silicon Valley, que consiste en resolver de urgencia por vía digital problemas que no se plantean, o no lo hacen en esos términos. Como las empresas tecnológicas acapararon uno de los más preciosos recursos actuales, los datos, ganaron influencia sobre municipalidades tan desprovistas de dinero como de imaginación, y pueden erigirse en salvadores benevolentes de los monótonos burócratas que pueblan las administraciones. El problema es que las ciudades amigables con Uber corren el riesgo de desarrollar una dependencia excesiva de sus flujos de datos. ¿Por qué aceptar que la empresa se vuelva el único intermediario en la materia? En vez de dejarla aspirar la totalidad de las informaciones relativas a los desplazamientos, las ciudades deberían tratar de obtener esos datos por sus propios medios. Luego podrían autorizar a las empresas a utilizarlos para implantar sus servicios. Si Uber se muestra tan eficaz es porque controla la fuente de producción de los datos: nuestros teléfonos le dicen todo cuanto necesita saber para planificar un itinerario. Pero si las ciudades tomaran el control de esos datos, la empresa, que no posee casi ningún activo, no alcanzaría los 40.000 millones de dólares de su valuación actual. Cabe dudar que sea tan costoso concebir un algoritmo capaz de relacionar la oferta y la demanda… Sin duda bajo la presión de las compañías de taxis, ciudades como Nueva York y Chicago parecen haber comprendido finalmente que había que reaccionar: una y otra intentan lanzar una aplicación centralizada, capaz de enviar taxis tradicionales con la eficacia de Uber. Además de contrarrestar el dominio de esta última, el programa impedirá que los datos referentes a los itinerarios se conviertan en una mercancía costosa, que las ciudades deban comprar. Crítica del solucionismo Pero el verdadero desafío consiste en saber cómo hacer funcionar esas aplicaciones con otros modos de transporte. La visión de Uber emerge ahora con claridad: usted lanza la aplicación en su teléfono y un auto viene a buscarlo. Decir que esto no revela una imaginación desbordante estaría mucho más allá de la realidad. Este enfoque funciona en Estados Unidos, donde casi no se camina y donde los transportes públicos son la mayoría de las veces inexistentes. Pero, ¿por qué este modelo debería replicarse en el resto del mundo? El hecho de que la caminata no le reporte nada a Uber no obliga a excluir ese modo de locomoción. La crítica del solucionismo se aplica aquí a la perfección: no sólo éste ofrece una definición demasiado estrecha de los problemas sociales, sino que por lo general lo hace en términos que benefician ante todo a los creadores de la “solución”. Imagínese que la aplicación desarrollada por su municipalidad pueda informarle de todas las posibilidades de transporte de que dispone (con exclusión de Uber): usted podría tomar la bici que lo espera en la esquina, subir a un minibús cuyo itinerario estuviera adaptado a su destino y al de los otros pasajeros, luego caminar el resto del trayecto para saborear los encantos del mercado del barrio. Algunas ciudades ya lanzaron proyectos semejantes. Helsinki, en colaboración con la start-up Ajelo, creó Kutsuplus, fascinante cruza de Uber y un sistema de transportes públicos tradicional. Los pasajeros ordenan un transporte en su teléfono y la aplicación calcula el mejor medio de conducir a destino a todo el mundo, a partir de datos en tiempo real. También ofrece una estimación del tiempo de trayecto, con Kutsuplus como con otros modos de transporte. El éxito de proyectos como éste depende de varios factores. En primer lugar, las municipalidades no deben considerar a Uber como el único medio de mejorar la eficacia de los transportes públicos, y mucho menos de reducir los embotellamientos (se puede estar seguro de que los datos que suministra jamás indicarán que hacen falta menos taxis y más pistas para ciclistas o vías peatonales). Luego, los combates relativos a los servicios públicos serán ganados por aquellos que posean los datos y los sensores que los producen. Si se deja todo eso a Uber –o, peor aun, a las empresas de tecnología gigantes que buscan acaparar una

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parte del jugoso mercado de las “ciudades inteligentes”–, nos estaríamos privando de experimentaciones que permitirían que las colectividades organicen sus transportes como lo deseen. La asociación entre Uber y la ciudad de Boston suscita además una cuestión política: ¿es posible autorizar a Uber a “poseer” los datos de sus clientes, sea que los utilice como una ventaja a su favor en sus negociaciones con las municipalidades o que simplemente quiera venderlos al mejor postor? Uber, sin haberle realmente formulado la pregunta a nadie, respondió por la afirmativa. Como Google y Facebook lo habían hecho anteriormente. No obstante, la realidad es más matizada, particularmente porque los sensores integrados en las infraestructuras públicas pueden reproducir esos datos con bastante facilidad. Imaginen lo que sería capaz de hacer una red que combine lectores automáticos de patentes, rutas y semáforos inteligentes: podría localizar y seguir a los vehículos Uber exactamente como lo hacen los smartphones de sus conductores y pasajeros. No se trata de predicar un refuerzo de la vigilancia, sino simplemente de subrayar que Uber pretende ser propietario de datos que no le pertenecen. No porque Uber venga de California –región conocida por la pobre calidad de sus transportes públicos– uno debe creer que los vehículos individuales a motor son el futuro de los transportes. Desgraciadamente es lo que podría ocurrir a causa del descenso de las inversiones en las infraestructuras públicas. La solución sería restablecerlas y, para ello, combatir las políticas de recortes presupuestarios. 1. Nombre del sitio de distribución de archivos musicales cuyo éxito, a comienzos de los años 2000, había sembrado el pánico en la industria discográfica. 2. Véase Marie Bénilde, “La traque méthodique de l’internaute révolutionne la publicité”, Le Monde diplomatique, París, noviembre de 2013. Este artículo forma parte de la edición especial de Le Monde diplomatique y la Universidad Nacional de San Martín EL MUNDO EN CRISIS Migraciones, desigualdad, conflictos armados, malestar democrático: un análisis a fondo de las principales líneas de fractura globales. Escriben, entre otros: José Natanson, Pablo Stancanelli, Pablo Stefanoni, Serge Halimi, Juan Martín Bustos, Ignacio Ramonet, Mario Greco, Nancy Fraser... Lea otras notas del número: Bombas de tiempo, por Pablo Stancanelli

EL PAÍS REAL, EL PAÍS IMAGINADO Por Luciana Garbarino http://www.eldiplo.org/notas-web/el-pais-real-el-pais-imaginado/ La historia de Cuba ha estado marcada por la superación de los desafíos. Hoy, con Raúl Castro al mando, le toca enfrentarse a la actualización del modelo socialista, en un intento por superar las dificultades que golpean a la isla desde la caída de la URSS. ifícil; el camino será difícil. Desde su primer discurso tras el triunfo de la Revolución el 1º de enero de 1959 en Santiago de Cuba, hasta el anuncio de su renuncia al cargo de Presidente casi medio siglo después, el 19 de febrero de 2008, Fidel Castro insistió en que la Revolución no sería una tarea fácil. En apenas unos pocos años se llevó adelante el Programa del Moncada: la reforma agraria, la campaña de alfabetización y la gratuidad de la enseñanza, las nacionalizaciones, el fomento a la cultura, la ley de reforma urbana –que hizo propietarios de sus viviendas a la mayoría de los cubanos–. La hostilidad de Estados Unidos frente a un poder que cuestionaba su hegemonía sobre la isla y que había derribado al dictador Fulgencio Batista, servil a sus intereses, no se haría esperar. De inmediato suspendió su cuota azucarera, rompió relaciones

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con Cuba e inició acciones directas (invasión a la Bahía de Cochinos, imposición del bloqueo, etc.), las cuales no harían más que incrementarse desde que la isla se proclamó socialista el 16 de abril de 1961 –según una de las lecturas posibles, como reacción a las agresiones estadounidenses– y se acercó al bloque soviético. El pueblo cubano, acostumbrado a la adversidad, no tardaría en hacer de la resistencia al imperialismo una bandera. Y así fue que tras uno de los primeros ataques, la explosión del buque La Couvre en el puerto de La Habana, Fidel lanzó un mensaje eterno: “¡Patria o Muerte!”. En la construcción de ese sueño igualitario que irradiaba sus convicciones al mundo entero, el vínculo con el campo socialista se fue intensificando. La década del 70 y hasta mediados de los 80 fueron años de prosperidad para la isla, con altos niveles de crecimiento, ocupación, salarios y desarrollo educativo y cultural. Y aunque es evidente que existían problemas (la persecución a la disidencia, la censura), la falta de desarrollo industrial se sentía poco gracias al padrinazgo de la Unión Soviética que suministraba el petróleo y la maquinaria, a veces al alto precio de colocar sus misiles nucleares. Pero este romance llegaría a su fin y revelaría su peor rostro: la dependencia. Tras la disolución de la URSS a fines de 1991, Cuba entró en una profunda crisis denominada con benevolencia “Período especial en tiempos de paz”. El caos era generalizado: penuria energética y alimentaria, derrumbe de las exportaciones, escasez de divisas, caída del 35% del PIB en pocos años, endurecimiento del bloqueo hasta la asfixia. Pero más grave aun era el desencanto con el modelo de buena parte de la población –en especial de las nuevas generaciones– y la necesidad de “resolver” para sobrevivir, que derivó en la emergencia del mercado negro y la corrupción. De un rincón al otro del mundo se repetía –en especial en Miami– que ahora sí el socialismo tropical había entrado en su hora final. Contra todo pronóstico, eso no sucedió; el gobierno implementó una estrategia de supervivencia que implicó una relativa apertura económica (atracción de inversiones extranjeras, dolarización parcial de la economía (1), etc.) permitiendo poco a poco, y con muchas dificultades, salir a flote. “Ni renunciaremos a la esperanza, ni renunciaremos a las oportunidades que la vida nos ha dado de construir nuestro destino sin importarnos las difíciles condiciones de hoy. ¡Y para arrebatarnos lo que tenemos, tendrán que exterminarnos, si es que pueden exterminarnos!” tronaba Fidel en 1992, en un intento de envalentonar al pueblo para emprender la hazaña. Como resultado de esos años, la transformación de la estructura productiva fue total: un sector central como el azucarero pasó de representar el 80% de las exportaciones en 1990 a sólo el 47% en 1997, mientras que en el turismo se produjo un salto espectacular que llegó a significar la mitad de los ingresos por exportaciones de servicios en 1998. La llegada masiva de turistas trajo sus contradicciones: junto con las divisas y la fiebre de consumo de Caribe y exotismo socialista, los viajeros traían sus cámaras fotográficas, sus zapatillas de marca, su estilo de vida hasta entonces ajeno a la isla. A lo cubano La salida de esa profunda crisis, sin embargo, no fue total y se hacía evidente que el modelo exigía una reformulación más profunda. En ese contexto, el precario estado de salud de Fidel Castro condujo a la asunción de su hermano como presidente. Raúl había desempeñado un rol importante en la apertura económica de hace más de veinte años y parecía ser el hombre capaz de administrar el pragmatismo necesario para llevar a cabo la compleja tarea de “actualizar el modelo socialista”: introducir modificaciones en el sistema económico preservando el sistema político. Pero mientras que en los 90 las transformaciones se dirigieron en lo fundamental a obtener divisas tratando de mantener la inmutabilidad de la economía interna, los cambios recientes apuntaron justamente a tratar de alterarla. En 2007 se logró el consenso para el inicio de las “reformas estructurales” que impulsaron la entrega a privados de tierras estatales ociosas y el despido de trabajadores del sector público. Poco después, en abril de 2011, el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba definió los “Lineamientos de la política económica y social” –previamente sometidos a discusión popular– que anticiparon otras novedades: autorización a la compraventa de viviendas y automóviles, reformulación de las políticas sociales, impulso al trabajo por cuenta propia, flexibilización de la política migratoria, atracción de inversiones extranjeras. Aunque las medidas están mostrando resultados positivos –en 2015 la economía cubana creció un 4%–, la agudización de las desigualdades asoma como una consecuencia no deseada de los cambios. Consultado por el rumbo del modelo cubano, José Luis Rodríguez, ministro de Economía entre 1995 y 2009, insiste en que la transición no se parece en nada a las experiencias de los países de la ex URSS “que ampliaron cada vez más los mecanismos de mercado […] hasta que del socialismo de mercado quedó solo

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el mercado sin socialismo”. Y resume el plan revolucionario del siguiente modo: “En primer lugar se mantiene la propiedad social sobre los medios de producción fundamentales […]. Se establecen límites al desenvolvimiento de la propiedad no estatal al reducir su capacidad de acumulación y se asegura la prestación de los servicios sociales básicos universal y gratuitamente” (2). En el plano externo, la diversificación de las relaciones internacionales fue asombrosa: Cuba se reinsertó en América Latina, renovó sus vínculos a nivel global y recompuso las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea. A pesar de la permanencia del bloqueo y de la desconfianza que tiñe el acercamiento con Washington, se multiplicaron los beneficios indirectos del proceso: normalización de los flujos financieros externos, acrecentado interés por invertir en el país, renegociación de la deuda externa. No hay dudas de que Cuba enfrenta hoy múltiples desafíos; quizá el mayor sea construir una transición política que garantice la continuidad de la gesta heroica una vez que la generación de la Sierra Maestra se haya extinguido. Pero, ¿cuándo no tuvo que hacerlo? De lo que se trata en una Revolución, decía Fidel Castro aquel 1º de enero de 1959, es precisamente de hacer cosas que no se han hecho nunca. 1. De allí surgió la actual dualidad monetaria, en la que conviven el peso cubano convertible (que reemplazó al dólar en 2003) y el peso cubano. 2. La Jornada, 21-11-14.

SOBRE LOS EMPRENDEDORES Por José Natanson http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/sobre-los-emprendedores/ ada fase del capitalismo construye un sujeto social icónico, que lo encarna y le provee la legitimidad imprescindible para seguir funcionando. En el siglo XX, en un contexto de keynesianismo económico, ampliación de los derechos sociales y compromiso de clases, fue el empresario paternalista al estilo Henry Ford, que estableció la jornada de 40 horas, concedió vacaciones pagas y salarios altos, bajo la revolucionaria idea de que los trabajadores pudieran comprar –en cuotas– los autos que ellos mismos fabricaban. Este modelo de patrón benévolo eclipsó al empresario explotador de los inicios de la Revolución Industrial estilo Josiah Bounderby, cruel personaje de Tiempos difíciles, y recién fue reemplazado varias décadas después, en los 80, cuando el capitalismo industrial de las chimeneas y las líneas de producción fue mutando a un sistema abierto y crecientemente globalizado, hegemonizado por los servicios, el consumo y sobre todo las finanzas, que la literatura condensó en Sherman McCoy, el “Amo del universo” especializado en la especulación con bonos de La hoguera de las vanidades, y que encontró su deriva psicótica en el sadismo homicida de Patrick Bateman, el yuppie de Americam Psycho. El héroe capitalista del siglo XXI es el emprendedor. Nacido en un mundo pos-Estado de Bienestar y dotado de la agilidad necesaria para adaptarse a las condiciones despiadadamente cambiantes de la economía globalizada, el emprendedor no es un simple empresario sino un innovador que encuentra soluciones audaces a viejos problemas. En su formulación idealizada, el emprendedor no dispone de un gran capital inicial ni necesita una gigantesca organización de miles de personas: le alcanza con un garaje, un préstamo de sus escépticos padres y una serie de atributos que, como señala el especialista Diego Pereyra (1), están más relacionados con la “inteligencia emocional” que con conocimientos duros de finanzas o economía: las marcas del emprendedor son la creatividad, la flexibilidad y el liderazgo, atributos plásticos que contrastan con la solidez de roca de la vieja economía. Indefectiblemente joven, el emprendedor introduce una ruptura en la línea de tiempo, una discontinuidad que parte de una fe cuasi-suicida en el valor de sus ideas, lo que lo dota de una dimensión carismática en el sentido estrictamente weberiano del término: la capacidad extra-cotidiana de lograr lo imposible, lo que nadie pensaba que era posible hacer. Sus encarnaciones más emblemáticas son por supuesto Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, y Steve Jobs, fundador de Apple, cada uno de los cuales cuenta con su respectiva biopic (2). Incubado en la muy norteamericana cultura del winner, el emprendedor se valida a través de sus triunfos: puede traicionar a sus amigos (las biografías de Zuckerberg y Jobs concuerdan en esto), puede ser desplazado de su empresa y puede incluso permitirse quebrar (momentáneamente). Lo que no puede, bajo ninguna circunstancia, es fracasar: es su éxito, más que el valor de mercado del producto o su utilidad social, lo que lo convierte en lo que es.

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Entre otras novedades de época, el macrismo incorporó a la política a grupos sociales que hasta el momento habían permanecido al margen (la afirmación es un elogio). No tanto los empresarios, que desde José Gelbard a Bunge & Born han jugado un rol protagónico en nuestra historia, como la nueva camada de CEO, decisivos en un mundo en el que la propiedad de los medios de producción, a menudo bajo control de misteriosos fondos de inversión, se desliga cada vez más de su gestión concreta. Si, como sostiene el sociólogo Gabriel Vommaro, el macrismo designó a ex gerentes de multinacionales en las áreas duras de la gestión, tipo finanzas, empresas públicas y energía, en cambio reservó las zonas blandas, como desarrollo social o medio ambiente, para militantes de ONG, apoyándose en los puentes previamente tendidos entre capitalismo y sociedad civil a través de los programas de responsabilidad social empresaria. En todo caso, el gabinete macrista apuesta a las técnicas y saberes de la gestión empresarial como mecanismo de resolución eficiente de los problemas (como escribió Ernesto Semán, solo cuando frente a un obrero metalúrgico digamos que “viene de la actividad privada” estaremos hablando de esferas económicas; hasta que llegue ese momento, el criterio es empresa o, mejor, clase social) (3). La figura del emprendedor, decíamos, ocupa un lugar central en el imaginario del gobierno, evidenciado en la decisión de renombrar la Secretaría de Pymes del Ministerio de Producción como “Secretaría de Pymes y Emprendedores” y designar allí a Mariano Mayer, que había desempeñado una función parecida en la Ciudad y que pasó por “las principales instituciones que fomentan el entrepreneurship en Argentina”, según la web porteña. También se nota en los programas de “economía creativa”, en la designación de Guillermo Fretes, ex CEO de Despegar.com, al frente de Educ.ar, y de Andy Freire, fundador de la empresa Officenet y presentado por la revista Apertura como “sinónimo de emprendedorismo”, como ministro de Modernización porteño. En su plataforma de campaña, Macri propuso: “Seamos un país de 40 millones de emprendedores”. En una primera mirada, la propuesta parece interesante. Como ya es evidente, el programa económico del macrismo descansa en sectores como el agronegocio, la minería, la energía y algunos segmentos de los servicios, que son los más dinámicos de la economía y los únicos capaces de generar los dólares para que funcione, pero que no se caracterizan por su capacidad para generar puestos de trabajo abundantes y de calidad. No parece mala idea entonces matizar la apuesta a estos enclaves con el apoyo a la innovación y la creatividad, sobre todo si se tiene en cuenta que, por su tradición inmigrante, sus altos estándares educativos y la presencia de una amplia clase media, Argentina reúne las condiciones ideales para que prosperen las virtudes emprendedoras, alimentadas también por los altibajos cardíacos de nuestra historia económica: la sucesión de hiperinflaciones, crisis de deuda y devaluaciones dificulta la planificación y las políticas de largo plazo pero también empuja a las personas a aguzar el ingenio para sobrevivir. En todo caso, no hace falta caer en un “nacionalismo del talento” para comprobar que las tres puntocom más importantes de América Latina –Patagon, Mercadolibre y Despegar– fueron creadas por argentinos. Sin embargo, una mirada más profunda lleva a considerar las cosas de otra manera. Contra lo que plantean las historias centradas en la épica privada, la prosperidad emprendedora exige un papel activo del Estado. La especialista Sabrina Díaz Rato, de la fundación Puntogov, explica que el boom de Silicon Valley, sinónimo del éxito emprendedor norteamericano, no sería posible sin una enérgica intervención pública, que va desde la protección estricta de la propiedad intelectual a la flexibilización focalizada de las leyes migratorias para permitir el ingreso por ejemplo de ingenieros, junto al financiamiento directo a las industrias de base tecnológica. “El famoso algoritmo de Google –recuerda– fue elaborado gracias a un proyecto financiado por un organismo estatal, la US National Science Foundation.” Retrocedamos un momento. Como ya señalamos, el PRO ha elegido el discurso de la igualdad de oportunidades como el gran paraguas conceptual bajo el cual inscribir su programa de gobierno. Un enfoque típicamente liberal que apuesta al progreso por vía del esfuerzo individual de las personas (a lo sumo de las familias), más que a la construcción colectiva de bienes públicos. Y que sintoniza con otros rasgos del macrismo, como las apelaciones al budismo que tanto irritan al progresismo nac&pop y que, en la versión de moda, es menos una religión dogmática que un conjunto de enseñanzas y técnicas para alcanzar la felicidad: una búsqueda también personal. El emprendedorismo, surgido como corriente de la economía práctica y el management no por casualidad en el mismo lugar que el budismo new age, es

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decir la Costa Oeste de Estados Unidos, es la cara más virtuosa –historias individuales de éxito– de la muy liberal apuesta a la igualdad de oportunidades. Por eso la cuestión es casi filosófica. Uno de los rasgos fundamentales de la figura del emprendedor, el que le permitió recargar de legitimidad al oxidado arquetipo del empresario capitalista, es su capacidad para conciliar sin desajustes aparentes una imagen aspiracional hecha de sueños e ideas con la pura y dura búsqueda de plusvalía. El emprendedor, en efecto, actúa guiado por un ideal más elevado que la simple persecución del lucro, aunque hasta donde sabemos ninguno ha renunciado a sus millones. A ello contribuye el hecho de que operan casi siempre en el sector de los servicios, la información y el conocimiento, donde la propiedad de los medios de producción resulta menos decisiva y donde las tradicionales relaciones de explotación suelen quedar veladas bajo vínculos laborales más flexibles y diversos. Como el emprendedor no es exactamente un empresario y como es verdad que suele portar un cierto romanticismo innovador, la división capital/trabajo, que está en la base de cualquier relación capitalista, queda disimulada bajo una superficie aterciopelada que acolchona los conflictos propios de la economía de mercado, comenzando por los sindicales, que suelen emerger cuando la empresa crece hasta punto tal que su gestión exige un enfoque más clásico: cuando el emprendedor, por así decirlo, se transforma en empresario. Llevando las cosas al extremo, el notable filósofo coreano Byung-Chul Han llama la atención sobre la capacidad del capitalismo neoliberal para generar sujetos que se autoexplotan (4). Al final –escribe– es el neoliberalismo, y no el comunismo, el que elimina la lucha de clases, aunque no como consecuencia de una victoria proletaria sino por vía de la individuación de las responsabilidades. “Quien fracasa en la sociedad neoliberal del rendimiento se hace a sí mismo responsable y se avergüenza, en lugar de poner en duda al sistema. En esto consiste la especial inteligencia del régimen neoliberal. No deja que surja resistencia alguna contra el sistema. En el régimen de explotación ajena era posible que los explotados se solidaricen y juntos se alcen contra el explotador. En el régimen de la autoexplotación uno dirige la agresión contra sí mismo. Esta autoagresividad no convierte al explotado en revolucionario, sino en depresivo”. Mi tesis es que la apuesta al emprendedorismo tiene un límite. Por más empuje que tenga, el emprendedor no opera en el vacío sino en ciertas coordenadas de tiempo y espacio. En el caso que nos ocupa, es decir el de la Argentina pos-kirchnerista, esas condiciones restringen las posibilidades a un sector limitado de la población: pretender que un joven del tercer cordón del conurbano críe una vaca en el fondo de su casa, fabrique dulce de leche gourmet, lo envase con una etiqueta de diseño y lo exporte a Europa del Este, o que un campesino chaqueño que practica la agricultura de subsistencia deje el arado y se sumerja en su laptop a diseñar una puntocom, resulta, por decirlo de algún modo, excesivamente idealista. Sucede que los genios innovadores requieren inicialmente autoconfianza, talento y… capital, como demuestran sin ir más lejos las experiencias de Zuckerberg y Jobs, que en ambos casos contaron con unos miles de dólares facilitados por sus familiares o amigos para iniciar sus negocios, suma inalcanzable para la mayoría de los 40 millones de argentinos a los que Macri quiere convertir en emprendedores. El peligro es concreto. Bajo un gobierno al que evidentemente le cuesta mirar más allá de su clase social, el discurso pro-emprendedor corre el riesgo de derivar en la inacción estatal respecto de su versión pobre, castigada y tercermundista, el cuentapropismo, que hoy “emplea” a uno de cada cinco trabajadores. Como el psicoanálisis y los viajes iniciáticos a Machu Picchu, el emprendedorismo es una apuesta que en el mejor de los casos se limita a la clase media. 1. Diego Pereyra, “Notas para una sociología de la cultura emprendedora”, en Simón González y Eduardo Matozo, Creatividad e innovación aplicadas al desarrollo emprendedor: experiencias de la Red Latinoamericana de Buenas Prácticas de Cooperación Universidad Empresa, Universidad Nacional del Litoral, 2013. 2. Jobs, de Matt Whiteley (2013), y La red social, sobre Zuckerberg, de David Fincher (2010). 3. Ernesto Seman en www.panamarevista.com 4. Byung-Chul Han, Psicopolítica, Herder Editorial, 2013. © Le Monde diplomatique, edición Cono Sur

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EL DESARROLLISMO BRASILEÑO EN PELIGRO Por Marcelo Falak* http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/el-desarrollismo-brasileno-en-peligro/ Brasil ha consolidado a lo largo de su historia un modelo desarrollista que ni la dictadura ni el neoliberalismo desarmaron totalmente, y que había recobrado fuerza bajo los gobiernos del PT. Una posible salida por derecha a la crisis política que atraviesa el país despierta dudas sobre su continuidad. l incendio político que devora a Brasil, dadas las proporciones continentales del país, encandila a una región que observa y teme. El brillo del fuego enceguece y lleva a una pregunta obvia: ¿cómo terminará todo eso? Mientras las llamas crecen y se retraen repetidamente, es posible comenzar a entrever el futuro. Una nueva era nace y el giro que representará con respecto a todo lo conocido puede resultar sorprendente. ¿Certezas? No las hay. Arriesguemos un poco, entonces. Brasil es, por historia, un país con vocación “imperial”, como un puñado de otros en el mundo, de distinto porte: Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Francia, la menguada España, Irán, Turquía, China, Japón… Alguno más, seguramente. Así, la meta del engrandecimiento nacional siempre cruzó las políticas económicas de nuestro vecino. Su dictadura no fue como la argentina: sostuvo la industria nacional, asistió a las grandes empresas y no se dejó seducir por los cantos de sirena del libre mercado que sonaron fuerte en la región durante su última década en el poder. Ya en democracia, todos los gobiernos se vieron cruzados por un clivaje fundamental, hijo de esos vientos internacionales y de esa tradición arraigada: liberalismo o desarrollismo. Fernando Henrique Cardoso se volcó algo más hacia el primero de esos términos, privatizó empresas y abrió la economía, pero no desmanteló la industria. Luiz Inácio Lula da Silva logró resolver mejor que nadie aquel dilema, tanto por sus dotes de líder como por un regalo que le hizo la historia: la era de las materias primas caras generó las condiciones para un acelerado crecimiento económico, condición que facilitó en la región el éxito de experiencias políticas muy disímiles. Hasta 2009, digamos, a todos les fue bien: desde el brasileño hasta Hugo Chávez y Álvaro Uribe, pasando por los presidentes del centro-izquierda chilenos, los del Frente Amplio uruguayo, por Evo Morales, Rafael Correa y Néstor y Cristina Kirchner. Esas condiciones internacionales le permitieron a Lula repartir, salomónicamente, áreas de influencia: el Banco Central para el mercado, la gestión económica para el desarrollismo. El crédito público fluyó desde el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), mientras Petrobras y otras grandes empresas controladas por el Estado actuaban como generadoras de grandes contratos. En el medio floreció un capitalismo asistido que hizo eje en grandes compañías locales. Eran, recordemos, los tiempos en los que Lula soñaba con la proyección global de grandes “multinacionales brasileñas”. El límite, como siempre se dice, era el cielo. Pero las sucesivas administraciones del Partido de los Trabajadores (PT) no alteraron las reglas de (mal) funcionamiento del sistema político. Al contrario, se montaron sobre ellas, ampliando esquemas de financiación espuria que derivaron, primero, en el mensalão, y luego en el petrolão. Quienes niegan las acusaciones y, más allá de advertir sobre las evidentes motivaciones políticas que rodean esos escándalos, se limitan a denunciar conspiraciones, deberían reparar en que la propia izquierda brasileña no desmiente esos casos: apenas se limita esforzadamente a intentar liberar de los cargos a sus líderes principales. La propia Petrobras, controlada por el gobierno de Dilma Rousseff, reconoció en sus balances haber sufrido un desvío de 2.000 millones de dólares. La petrolera, compañía que en la era lulista fue eje del capitalismo asistido por el Estado –y también, recordemos, de la curiosidad de la National Security Agency (NSA)–, sufre el impacto de una crisis en varios frentes: el desplome del precio internacional del crudo afectó sus ingresos, dificultó el pago de sus

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enormes deudas y puso en cuestión la explotación de los yacimientos de aguas profundas; las inversiones se desplomaron dramáticamente; y, por si lo anterior fuera poco, el escándalo de corrupción frenó el otorgamiento de nuevas concesiones a contratistas varios. Todos los vientos parecen soplar en Brasil hacia una salida por derecha de la crisis institucional. La influencia del entorno es demasiado fuerte: la sensación creciente de que la economía requiere un replanteo de fondo, en medio de una recesión con tintes depresivos; la presión de la potencia hemisférica; el perceptible giro de la política regional; el empuje de “los mercados”; el juego de los grandes medios de comunicación; la vocación de una judicatura cuya conducta se hace imperioso revisar; las inclinaciones de la oposición interna… Si aquel curso se concreta, las consecuencias de largo plazo serán un replanteo profundo, radical, de la relación entre el Estado y las grandes empresas. Crecimiento, recesión, depresión Si la tendencia en general negativa que ha registrado la economía en los cinco años de gestión de Dilma impulsa los reclamos por un cambio de paradigma, al menos hay que comenzar por reconocerle algo a la desafortunada Presidenta: al asumir su cargo, en enero de 2010, se benefició del fuerte rebote tras la recesión del año precedente, el de la gran crisis internacional. Desde entonces, debió hacer frente a un contexto internacional que no solo le provocó problemas a Brasil sino también a la mayoría de los países emergentes. De ese modo, la recuperación de 2010, primer año de su primer mandato, llegó al 7,5 %. Después el país entró en una fase que conoce bien, la del “crecimiento a vuelo de gallina”, con numerosos stop and go e índices que oscilaron entre lo aceptable y lo discreto: 2,7% en 2011, 1% en 2012 y 2,5% en 2013. Para sostener al menos esa expansión, insuficiente para un país con amplias aspiraciones de desarrollo, el gobierno incrementó el gasto y deterioró las cuentas fiscales. El bipolar empresariado local –que exige asistencia, bajas tasas de interés, crédito blando y concesiones y, a la vez, inflación baja– comenzó a reclamar por una evolución de los precios que se despegó del 6% hasta acercarse al 10%. En medio de un clima social enrarecido, del que se hacían eco los medios de comunicación mainstream, Rousseff incurrió en las llamadas pedaladas fiscales, esto es el traspaso de ciertos gastos al ejercicio siguiente, de modo de maquillar las cuentas públicas. Ese camino fue recorrido por todos sus antecesores, pero a ella la llevó al proceso de impeachment en curso. Pero que la economía decaía no era una mera sensación ni un artificio de los sectores desestabilizadores. En 2014 el PBI creció 0,1%, el año pasado se desplomó un 3,8% y este año, bajo una perspectiva que empeora semana a semana, los pronósticos hablan de una caída de entre 3,5 y 5%. Y esto de la mano de un deterioro de las condiciones de vida, un aumento del desempleo hasta el 9% y un empobrecimiento per cápita del 4,6% solo el año pasado (mayor para los más pobres, dado el fuerte aumento del feijão y el arroz, entre otros alimentos). En este marco, la idea de que el Brasil desarrollista debe dar paso a una liberalización de las fuerzas productivas se está convirtiendo en sentido común. Estado y empresas “No sabemos en qué medida la crisis actual cambiará las relaciones entre el Estado y el sector privado, pero podemos estar seguros de que lo hará una vez que pase el huracán”, le dice a el Dipló desde Brasilia el analista político Marcelo Rech, director del Instituto InfoRel. “Es claro que el país no puede prescindir de las grandes compañías, que generan miles de puestos de trabajo y renta, pero es absolutamente urgente que se reflexione sobre reformas que tornen esas relaciones más transparentes y que ataquen directamente las relaciones promiscuas entre empresas y gobiernos”, agrega. Si, como decíamos, el PT no inventó pero sí amplió los esquemas de corrupción y financiación ilegal de la política preexistentes, su liderazgo no puede eludir la responsabilidad que le toca. Acaso la izquierda brasileña sufra por muchos años la malversación de un proyecto que, por logros políticos y sociales, no debería haber caído en el descrédito actual. Cuando recorrí recientemente los pasillos y despachos del Congreso en Brasilia escuché varias veces el mismo chiste. “Esta es una ciudad insegura, ¿sabía usted?”, me dijeron algunos diputados. Mi sensación no era esa. De hecho, al tratarse de una ciudad administrativa suele ser una de las más seguras del país. Pero las fuentes insistían: “Es insegura y está medido cuál es el

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peor horario: las 6 de la mañana. Es que a esa hora la Policía Federal allana, arresta gente. Si uno llega a las 7 AM, tiene asegurado un día más de libertad”. Las manifestaciones opositoras, cargadas de enojo contra Dilma y Lula, con los ya típicos pixulecos inflables que los muestran con trajes a rayas, suelen minimizar la corrupción de quienes actúan hoy como si fueran fiscales impolutos. Aunque en esas manifestaciones impera un claro clima antipolítico, similar en algún sentido al “que se vayan todos” de la Argentina de 2001, y aunque algunos líderes del centro-derecha reciben insultos en esas mismas demostraciones, la vara es bien distinta. El blanco de la ira de las clases medias es la “turma do PT” (la banda del PT). No importa que las empresas sospechadas hayan financiado a todo el mundo. Marcelo Rech hace un poco de historia. “En los años 90, antes de las investigaciones que resultaron en el impeachment de Fernando Collor de Mello, muchos reclamaron la creación de una Comisión Parlamentaria de Investigación sobre las empresas constructoras, pero eso nunca salió del papel ya que todos, absolutamente todos los partidos y sus líderes, de izquierda a derecha, siempre recibieron de aquellas recursos para sus campañas. El tema está hoy fuera de la agenda, pero eso puede cambiar después de esta convulsión”, indicó. Si las revelaciones sobre una corrupción tan extendida no se detienen, como puede esperarse, parece inevitable que quede en entredicho el modelo tradicional de asociación público-privada típico del desarrollismo brasileño. Antonio Imbassahy, líder de la bancada del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la principal agrupación política del campo antipetista y, en buena medida, representante del gran empresariado paulista, aporta un punto de vista radical: “Hay que investigar todos los crímenes cometidos por cualquier hombre público, ya sea del gobierno o del empresariado, lleve el tiempo que lleve. Quienes delinquieron, paciencia, van a tener que pagar por lo que hicieron”. El problema es que mientras la atención se centra en el futuro político-institucional, muchas de esas grandes compañías se ven vedadas de hacer negocios con el Estado, una usina insoslayable de proyectos. Así encontramos que, en los hechos, el modelo ya dejó de funcionar. OAS, Camargo Correa y Andrade Gutierrez, entre varias más, se suman hoy a un listado que cuenta con una protagonista principal: Odebrecht, cuyo presidente, Marcelo Odebrecht, fue condenado a 19 años y 4 meses de cárcel. La sentencia a Odebrecht se conoció luego de que pasara casi 9 meses en una prisión preventiva que, en un hecho molesto para el relato de la revolución republicana anti-petista en curso, sirvió como una condena anticipada para intentar quebrar su voluntad y convertirlo en un arrepentido de la Justicia. Esa parálisis, que a su vez alimenta la crisis económica, preocupa al sector empresarial. Si Marcelo Odebrecht, titular de la mayor constructora de América Latina, cayó, ¿quién está a salvo? “Para nosotros, lo más importante son las empresas, y por eso favorecemos que se realicen acuerdos de lenidad, que permitan que los ejecutivos involucrados en casos de corrupción confiesen y den toda la información a la Justicia, y que las consecuencias recaigan sobre ellos a título individual y no sobre las compañías. Los hombres pueden ser malos, pero las empresas son buenas. De ese modo, las empresas podrían volver a trabajar, a firmar contratos con el Estado y a realizar obras”, le explicó a el Dipló Carlos Abijaodi, director de desarrollo industrial de la Confederación Nacional de la Industria (CNI). La realización de esos convenios de tolerancia, verdaderas amnistías para las corporaciones, no requiere de ninguna reforma legal sino solo de la voluntad de los implicados. Sin embargo, recordemos algo que afirmó en su reciente delación premiada el senador petista Delcídio Amaral: si los ejecutivos de las constructoras cuentan todo lo que saben sobre los vínculos entre negocios y política, no cae un gobierno, cae la República. En este contexto, algunas de esas grandes compañías buscan en Argentina, pese a sus debilidades y problemas, lo que no encuentran en Brasil. No sorprende así que el nombre de Odebrecht haya aparecido repetidamente en las noticias en nuestro país, primero vinculado a la resurrección del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, en el oeste del conurbano bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires, y luego en la construcción de una red de gasoductos en Córdoba. La apertura en la agenda

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Un replanteo en Brasil de la relación entre el Estado y sus contratistas tradicionales debería incluir, se supone, reglas más transparentes y más amplias en las grandes licitaciones. En este sentido, no debe pasar desapercibida la creciente presión por una reformulación del Mercosur, cuyos nuevos responsables quieren “abrir al mundo”. Eso no impactaría solo en el comercio de bienes; también en servicios y en la participación de empresas extranjeras en concursos en condiciones de igualdad. Este es otro elemento que apunta en dirección a un posible final del modelo desarrollista brasileño. La canciller argentina, Susana Malcorra, reveló hace poco contactos con Brasil, Uruguay y Paraguay para avanzar hacia un tratado de libre comercio nada menos que con Estados Unidos. Los dos socios menores del bloque tienen una larga vocación por ello; el giro argentino es una consecuencia natural de la llegada de Mauricio Macri al poder. Pero la decisión de Brasil deberá esperar al desenlace de la crisis institucional. ¿Por qué apuró los tiempos Malcorra? Con una mirada corta, podría decirse que para sumar un elemento a la reciente visita de Barack Obama. Desde un punto de vista de largo plazo, puede imaginarse la intención de seguir emitiendo señales a la Casa Blanca, que tendrá el año próximo un nuevo ocupante, y la intención de instalar la cuestión, sin dudas espinosa, en la agenda nacional y regional. La iniciativa argentina sintoniza con las aspiraciones de un sector decisivo del gran empresariado brasileño, reunido en la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP), para quien Macri es el ejemplo a seguir. Pero la FIESP, aunque enorme, es solo un componente de un empresariado más diverso, de anclaje estadual y de magnitudes diferentes. Para otras cámaras regionales, el Mercosur y Sudamérica son círculos concéntricos que Brasil debe ocupar antes de pretender jugar en las ligas mayores. Por ejemplo, en la Confederación Nacional de la Industria no se encuentran miradas tan osadas como las que se emiten en los rascacielos de la Avenida Paulista. El otro factor que resulta decisivo son los mercados financieros. El Estado brasileño, en un contexto de declive económico y devaluación del real, ya no disfruta de una posición tan cómoda en materia de endeudamiento. Los intereses que debe pagar suman en la actualidad unos 8 puntos del PBI, y la relación entre pasivos y PBI orilla el 70%. Lo mismo cabe decir de muchas grandes empresas, con la malhadada Petrobras a la cabeza. Esa mayor debilidad relativa de Brasil puede facilitar una cierta transnacionalización de su economía. Los inversores no se espantan con las crisis; más bien todo lo contrario. Marc Mobius, jefe de mercados emergentes de Franklin Templton y referente mundial de las finanzas, dice desde hace meses que Brasil es el mercado más prometedor, ya que el drama institucional, la mayor retracción en 25 años y la devaluación que derrumbó el valor del real a la mitad el año pasado, se combinaron para dejar sus activos a precio de ganga. El argumento es válido, aunque la devaluación se moderó parcialmente en lo que va de 2016. Ocurre que cada vez que Dilma parecía acercarse al precipicio político y que Lula aparentaba dar un paso hacia la cárcel, el real recuperaba terreno, a la vez que las acciones experimentaban enormes subas. Lo que para el lego puede ser simple morbosidad o presión golpista, en realidad indica un posicionamiento de los grandes capitales de riesgo en el escenario brasileño. La mirada es que la crisis política pasará, que su salida será con un gobierno “amigable” para los mercados y que lo aconsejable es comprar ahora que los precios están por el suelo. Mobius, uno de los responsables de haber acuñado el concepto de “mercados emergentes” hoy tan familiar, no está solo. Durante el Foro Económico Mundial de Davos, realizado en enero último, muchos grandes jugadores compartieron su punto de vista. “La inversión en dólares se vino abajo y estamos mirando más negocios en Brasil”, indicó entonces George Logothetis, cuyo grupo se asoció a Hyatt para construir trece hoteles en Brasil por 300 millones de dólares. La tendencia se consolida. La estadounidense FleetCor, principal operadora de tarjetas de pago de combustible del mundo, se acaba de quedar con Sem Parar, la mayor proveedora de pago automático de estacionamiento y peajes de Brasil con una inversión de 4.000 millones de dólares. A fines del año pasado, la china HNA Group pagó 450 millones de dólares por el 23,7% de la tercera aerolínea brasileña, Azul, siguiendo los pasos de United Airlines, que ya se había quedado con el 5%. También se produjeron movimientos intensos en el sector inmobiliario: ya a mediados de 2015, The Wall Street Journal hablaba de inversiones por miles de millones de dólares en Brasil de compañías globales como Blackstone, Brookfield Property Partners y Global Logistic Properties, entre otras.

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Mucho más relevante aun: el Congreso, en medio del colapso institucional, se dio tiempo para quitarle a Petrobras el monopolio de la explotación del petróleo de la cuenca presal, la gran riqueza del futuro brasileño cuando los precios vuelvan a trepar. Ese era un viejo proyecto de la oposición de centro-derecha y un objetivo por el que presionaron largamente grandes compañías extranjeras y sus gobiernos. La ola de apuestas por parte de inversores extranjeros en varios sectores de la economía brasileña contribuye a la internacionalización de la estructura productiva y de servicios, lo que agudiza la competencia con las empresas locales y, en definitiva, dificulta aun más la supervivencia del capitalismo autocentrado y alimentado por el Estado. Espera y desespera Un eventual replanteo del capitalismo brasileño, según las líneas que esbozamos en este texto, no puede resultar indiferente para Argentina. Una confluencia entre el giro en materia de política comercial por parte del gobierno de Macri y los factores de poder que empujan a Brasil hacia una fuerte apertura generaría consecuencias de largo plazo. En la visión del ala desarrollista del PT, tal como me explicó antes del derrumbe lulista el asesor especial de Política Exterior Marco Aurélio Garcia, un Brasil potente podía arreglárselas para generar una intensa corriente de negocios en Argentina. Lo haría en base a un Estado con espaldas, con la herramienta crediticia del BNDES y con una Petrobras necesitada de todo tipo de proveedores. Pero luego vinieron el desplome del crudo, el petrolão, la crisis política… Lo que queda es un socio que, en vez de traccionar la economía argentina, la lastra, lo que resulta muy negativo para un país que destina a Brasil, su principal socio comercial, un cuarto de sus exportaciones industriales. Empresas de porte mediano y grande, y sectores como el automotor, son las principales víctimas de un intercambio comercial que se recortó un 19% en 2015, hasta llegar a 23.000 millones de dólares, casi la mitad de los 40.000 millones de 2011. Al mismo tiempo, la creciente debilidad del mercado interno brasileño hace que sus industrias acumulen stocks y que crezca la presión exportadora hacia Argentina, algo especialmente sensible para ramas industriales importantes en la generación de puestos de trabajo como la metalmecánica, la textil, la del calzado, la de juguetes y otras. El gobierno macrista ensaya un cambio en el paradigma de acumulación. El agotamiento, vía inflación y estancamiento, del modelo de fortalecimiento del consumo interno de la era kirchnerista no fue atendido con una pretensión de reparación de sus severos desequilibrios sino con un liso y llano reemplazo. La idea de aplicar un ajuste suave y a mediano plazo de las variables macro, sobre todo en el frente fiscal, apunta a evitar grandes costos sociales y políticos y a llegar fortalecido a las elecciones de octubre del año que viene, requisito para acrecentar las bancadas legislativas del oficialismo. Pero todo ese diseño depende de que la economía recobre el tono. La apuesta pasa entonces por la inversión, en gran medida financiera y externa, que deberá ser importante si se pretende que disimule la desconexión de todos los otros motores posibles. Las exportaciones de materias primas agrícolas seguirán limitadas por precios que no repuntarán por un tiempo considerable y Brasil, como hemos visto, no será de mucha ayuda. “Argentina comenzó a liderar en América Latina una reversión del populismo, del bolivarianismo que infelizmente tuvo lugar en toda la región. Creo que se están viviendo en nuestros países falencias como una inflación elevada, crisis de vivienda, crisis de credibilidad. La economía se basa en la confianza, y yo creo que el presidente Macri está devolviendo esa confianza”, le dice a el Dipló Mendonça Filho, diputado del Partido Demócrata y líder del interbloque opositor en el Congreso brasileño. Curioso: mientras nosotros miramos el partido de Brasil, allí miran el de Argentina. Muchos proyectos, a uno y otro lado, se fundan arriesgadamente en una sola variable: la confianza de los mercados. Acaso, como decía Antonio Gramsci, lo viejo, efectivamente, haya quedado atrás, pero lo nuevo no ha terminado

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de nacer. Inevitablemente será la política, tan zamarreada en estos días, la que le dé forma al futuro. ¿Será el que imaginamos? * Periodista. © Le Monde diplomatique, edición Cono Sur

ISRAEL VS. BRASIL Por Ignacio Klich* http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/israel-vs-brasil/ Desde hace varios meses, Brasil e Israel mantienen un conflicto silencioso por la decisión de Benjamin Netanyahu de nombrar embajador en Brasilia a Daniel Dayan, impulsor de los asentamientos en territorio palestino, rechazado por el gobierno de Dilma Rousseff. Israel carece de política exterior, sólo tiene una política interna” afirmó alguna vez Henry Kissinger, cuestionado galardonado con el Premio Nobel de la Paz. No siempre vigente, esa realidad permite sin embargo evaluar las consecuencias de una iniciativa funcional al equilibrio de la coalición gobernante que preside el premier Benjamin Netanyahu: el insistente deseo de que Daniel Dayan, gran impulsor de los asentamientos en los territorios palestinos ocupados en 1967, sea el embajador de Israel en Brasil. A contrapelo de otros países de la región –Argentina, México y otros–, Brasil encabezó la mayoría latinoamericana que aprobó en 1947 en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el reparto de Palestina. Asimismo, a instancias de Brasil, desde 2010 se multiplicó el reconocimiento regional al Estado palestino, sin conllevar ello su concreción; la partición de 1947 fue incluso invocada por países como Uruguay para verlo surgir. Argentino y ex líder de Iesha, aglutinador de los municipios hebreos en los territorios palestinos ocupados, las credenciales de Dayan contrastan con las del enviado israelí previo. De los pocos diplomáticos árabes de Israel, el druso Reda Mansour estuvo en Brasilia casi un año y medio desde agosto de 2014, tras ser embajador en Quito. Si bien se citaron causas familiares, es posible, probable, aunque no garantizado, que el fin de su gestión se debiese a que iluminara un controvertido aspecto de la actuación hebrea en la guerra en Siria. Denunció “la atención médica que Israel brinda a miembros de Al Nusrah (afiliado a Al Qaeda)”, e instó a su cese, “luego de la masacre a sangre fría de veinte drusos” (1). Desoído, el pedido de Mansour puede haber devenido en punición al haber expuesto el límite del compromiso israelí con la lucha antiterrorista. Y pasando por alto las implicancias políticas de la colaboración Israel-Al Qaeda, son más de 2.100 los sirios atendidos por los primeros. Muestras de arrogancia Derrotada su aspiración a legislador por El Hogar Judío en 2015, Dayan es de todos modos parte del innegable avance ultranacionalista israelí. Su partido integra la coalición gobernante, siendo su líder, Naftali Bennett, ministro de Educación. Pese a su notable avidez por la jefatura de gobierno, Netanyahu considera clave retenerlo en la coalición como reaseguro a sus soportes de que no ha de resignar la línea contraria a un Estado palestino, incluso si lograra persuadir a jibarizadas fuerzas más favorables a una solución biestatal de la cuestión palestina a sumarse a su gobierno. Para distintos analistas, por caso el ex diplomático Uri Savir –directivo del Centro Peres por la Paz–, ello es parte de la estrategia oficial antipalestina. Soportes y socios de Netanyahu, algunos más explícitos que él, esperan que el tiempo forzará a sus debilitados vecinos árabes a acomodarse a un Estado palestino nonato en perpetuidad y a las consecuentes pérdidas territoriales y otras.

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El gobierno de Dilma Rousseff fue instado a rechazar a Dayan, entre otros por ex diplomáticos y legisladores brasileños, y por tres otrora embajadores israelíes. Para todos, aceptar a Dayan era incongruente con la oposición de Brasil a la ocupación de tierras palestinas. Por añadidura, su designación exacerbó cierto malestar en Itamaraty, ya atizado durante la erupción palestino-israelí de 2014, cuando el tenor de la ofensiva hebrea llevó a varios países –Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador y Perú– entre otros, a llamar en consulta a sus respectivos embajadores en Tel Aviv. Catalogar a Brasil como “pigmeo” diplomático –epíteto enojoso incluso antes de sospechar un sustrato racista en el recurso hebreo a este grupo de raza negra–, fue insultante más aun para un serio interesado en un escaño fijo en el Consejo de Seguridad. Llovido sobre mojado, la exasperación con Israel creció con el tweet de agosto sobre la nominación de Dayan. Difundido antes de obtener el visto bueno de Itamaraty –ni siquiera había sido requerido–, pudo leerse como la provocación de un Netanyahu que pretende imponer a Dayan. Sólo en septiembre se solicitó el plácet, sin resultado por ahora. Tal proceder dejó a Rousseff en la compañía, entre otros, del Papa y el presidente Barack Obama. Luego de ser Jorge Bergoglio elegido Sumo Pontífice, Netanyahu se autoinvitó a saludarlo, aprovechando su reunión en Roma con el jefe de la diplomacia estadounidense. Pero ello se hizo en una fecha distinta al intimar la Santa Sede que las visitas al Pontífice debían concertarse antes (2). Si en el Vaticano se habían enterado por los medios de comunicación del interés de Netanyahu, Obama supo de igual fuente que una reunión pedida por el premier israelí y acordada para antes de su viaje al Sur había sido cancelada por él. De paso, el gobierno salvadoreño también se enteró por la prensa que razones presupuestarias habían decidido a Israel a cerrar su embajada en ese país (3). Hay quien subraya la acefalía en la cancillería israelí, en manos de Netanyahu desde 2015, para explicarlo todo. Otros creen que éstas en realidad no son gaffes diplomáticas sino provocadoras muestras de arrogancia de quien se permitió humillar a Obama, cabildeando en su Congreso contra el acuerdo con Irán. Impune, ese acto puede alentar reincidencias, en especial con países menos poderosos. Si bien no es el único beneficiario, la relativa pérdida de poder por parte de la mayor superpotencia fue provechosa para Israel, primera potencia de Medio Oriente, con su arsenal nuclear. El poder redistribuido convive, empero, con una vicecanciller israelí carente de tacto y pericia suficientes, tal como lo ilustra, por caso, el anuncio público de que recurriría a la comunidad judía brasileña a favor de Dayan. La apuesta de Netanyahu Nacidos en Brasil, un columnista de Folha de São Paulo (10-1-16) alertó a los convocados que, en temas que afectan a ambos países, un vuelco judío local “en cierto sentido” podía ser adverso para su comunidad. Su líder caratuló tal reacción como judeófoba, desentendiéndose al parecer del anuncio de la vicecanciller, tan poco feliz como la doble lealtad insinuada por el periodista. El cabildeo contra Dayan de Alon Liel, ex director general de la cancillería hebrea, fue visto como una traición por numerosos israelíes azuzados por su gobierno, no sólo los adalides de un Israel que incluya todas las tierras palestinas entre el Mediterráneo y el Jordán, Gaza excluida. Para Brasilia, por su parte, resultaría difícil no considerar de la misma forma una movilización judía contra la Presidenta –instigada por la subjefa diplomática hebrea, que hasta cree posible sugerir que los judíos locales serían más leales a Israel–. Aun así, Israel busca movilizar a soportes y aliados para la acreditación de Dayan. Para su cónsul honorario en Río, “rechazar al residente de un área que se encuentra bajo gestión conjunta israelo-palestina significa crear ciudadanos de segunda clase en un país que no acepta tal cosa, ni siquiera para sus ciudadanos no judíos”. Sin olvidar los contados ciudadanos árabes de Israel en altos cargos, un repaso de lo anotado en el informe estadounidense de derechos humanos sobre éstos siendo “discriminados institucional y

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societariamente”, o las críticas europeas a “expresiones oficiales de racismo para con la minoría árabe” de Israel, ayuda a evaluar esta declaración (4). Al no prever el reemplazo de Dayan, Israel equiparó a un embajador ausente con el decaer del vínculo bilateral. Esto y la preocupación castrense brasileña respecto de proyectos con tecnología militar hebrea llevaron a Celso Amorim, ex jefe diplomático y de Defensa de Brasil, a concluir que llegó el momento de reducir esa dependencia militar brasileña (5). Insistir con Dayan tiene su costo, en particular si la reticencia israelí a proponer otro candidato puede ser leída como una apuesta de Netanyahu al impeachment de Rousseff y a un eventual impedimento al regreso al poder de Luiz Inácio Lula da Silva (clave en la temprana búsqueda de un acuerdo nuclear con Irán y por ello, y por alentar el reconocimiento regional a Palestina, escasamente grato para el ultranacionalismo hebreo). Por su parte, Dayan ve a Brasil interesado en dejar sentado que los habitantes de contenciosos asentamientos hebreos no pueden representar a Israel en el exterior. De superar Rousseff el intento desestabilizador, tal como distintos analistas predicen que va a ocurrir, y ser necesario otro titular para la embajada hebrea en Brasil, Netanyahu lo elegirá sin ignorar su déficit de credibilidad entre parte de su feligresía, compensando a Dayan con otro destino. Y la presentación del reemplazo se ajustará a los usos protocolares, habida cuenta de las más de 200 empresas israelíes que operan allí. Si bien arduo, no cabe descartar que Dilma pueda resistir la imposición de Dayan, tal como lo hizo Lula con un agregado no acordado a su visita a Israel de 2010 (6). Pero el trato de Netanyahu a Obama, o a su segundo, Joseph Biden –su viaje de 2010 sirvió para el anuncio liso y llano por parte de Israel del agregado de 1.600 viviendas más en territorio disputado–, no habilita un excesivo optimismo. 1. Reda Mansour, “What do Israel’s Druze want?”, Ynet, 30-6-15. 2. “Netanyahu won’t meet Pope this week”, Times of Israel, 20-10-13. 3. “El Salvador may move embassy”, Jewish Press, 17-1-16. 4. Uri Savir, “Is Israel’s democracy in danger?”, Al-Monitor, Washington, DC, 10-1-16. 5. “Israel warns Brazil faces diplomatic downgrade”, The Guardian, Londres, 28-12-15. 6. Ignacio Klich, “Lula en Medio Oriente”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Buenos Aires, abril de 2010. * Historiador. Compilador (con Luis Mendiola) de Irak, Siria y el califato, CARI, Buenos Aires, 2015. © Le Monde diplomatique, edición Cono Sur

BERTA CÁCERES Por Ignacio Ramonet* http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/berta-caceres/ El 3 de marzo, dos sicarios mataron a la militante ecologista hondureña Berta Cáceres en su casa. Silenciado por los grandes medios, su asesinato se suma a los numerosos crímenes políticos que se suceden en Honduras desde el golpe de Estado de 2009. e llamaba Berta. Berta Cáceres. El 4 de marzo pasado iba a cumplir 43 años. La víspera, la mataron. En Honduras. Por ambientalista. Por insumisa. Por defender la naturaleza. Por oponerse a las multinacionales extractivistas. Por reclamar los derechos ancestrales de los Lencas, su pueblo indígena. A sus 20 años, siendo estudiante universitaria, Berta había fundado el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) que hoy reagrupa a unas doscientas comunidades nativas y se ha convertido en el movimiento ecologista más ofensivo. El régimen hondureño, nacido de un golpe de Estado, ha cedido el 30% del territorio nacional a transnacionales mineras e hidroeléctricas. Hay decenas de megarrepresas en construcción y más de 300 empresas extractivistas que saquean el territorio

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mediante la corrupción gubernamental. Pero el COPINH ha conseguido detener la construcción de embalses, paralizar proyectos de deforestación, congelar explotaciones mineras, evitar la destrucción de lugares sagrados y obtener la restitución de tierras expoliadas a las comunidades indígenas. Por eso, en la madrugada del pasado 3 de marzo, mientras dormía, dos sicarios de unos escuadrones de la muerte se introdujeron en su vivienda de la ciudad La Esperanza y asesinaron a Berta Cáceres. Se trata de un crimen político. Desde que, en junio de 2009, el presidente constitucional de Honduras Manuel Zelaya fue derrocado por un golpe de Estado –contra el que Berta protestó con inaudito coraje, encabezando las manifestaciones contra los golpistas–, este país se ha convertido en uno de los más violentos del planeta y en un paraíso para las grandes transnacionales depredadoras y para las organizaciones criminales. En ese contexto, el régimen de Juan Orlando Hernández (1) y la oligarquía hondureña siguen asesinando impunemente a quienes se oponen a sus atropellos. En estos últimos siete años, decenas de dirigentes campesinos, líderes sindicales, militantes de movimientos sociales, defensores de los derechos humanos, periodistas rebeldes, educadores y ambientalistas han sido exterminados. Con total impunidad. Nada se investiga, nada se aclara. Nadie es sancionado. Y los medios dominantes internacionales (tan dispuestos a poner el grito en el cielo al menor desliz que pudiera cometerse en Venezuela) apenas mencionan ese horror y esa barbarie (2). En la mira El mismo día en que mataron a Berta Cáceres, la ONG Global Witness, de Londres, denunció que Honduras es “el país más peligroso del mundo para los activistas del medioambiente” (3). De los 116 asesinatos de ecologistas que hubo en el planeta en 2015, casi las tres cuartas partes se produjeron en América Latina y la mayoría de ellos en Honduras, uno de los países más empobrecidos de América Latina (4). En 2015, Berta Cáceres recibió el más prestigioso galardón internacional ecologista, el Premio Goldman, el “Nobel verde”, por su lucha contra la construcción de un megaembalse hidroeléctrico que amenaza con expulsar de sus tierras a miles de indígenas. Con su audaz lucha, Berta consiguió que la empresa de propiedad estatal china Sinohydro, la mayor constructora de embalses hidroeléctricos del planeta, y un organismo ligado al Banco Mundial (BM) dieran marcha atrás y retiraran su participación en la construcción del embalse de Agua Zarca, sobre el río Gualcarque, río sagrado de los Lencas en la sierra de Puca Opalaca. Movilizadas por Berta y el COPINH, las comunidades indígenas bloquearon el acceso a las obras durante más de un año... Y consiguieron que algunos de los intereses empresariales y financieros más poderosos del mundo renunciaran a involucrarse en el proyecto. Esa victoria fue también la causa más directa del asesinato de Berta. La construcción del megaembalse de Agua Zarca se inició en 2010, impulsado por la empresa hondureña DESA (Desarrollos Energéticos Sociedad Anónima) con aporte financiero del Banco Ficohsa (Financiera Comercial Hondureña SA) que recibió fondos del BM. El proyecto cuenta con el apoyo financiero del Banco Centroamericano de Inversión Económica (BCIE), y de dos instituciones financieras europeas: el Banco Holandés de Desarrollo, Nederlandse Financierings-Maatschappij voor Ontwikkelingslanden NV (FMO), y del Fondo Finlandés para la Cooperación Industrial (FINNFUND) (5). También está involucrada la empresa alemana Voith Hydro Holding GmbH & Co. KG, contratada para la construcción de las turbinas. Todas estas empresas tienen una responsabilidad en el asesinato de Berta Cáceres. No pueden lavarse las manos. Porque tanto los ambientalistas como el pueblo Lenca defienden un derecho. Denuncian la violación del Convenio 169 “sobre pueblos indígenas y tribales” de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) (6), firmado por Honduras en 1995, porque no ha existido una Consulta Previa Libre e Informada (CPLI) de las personas afectadas por el megaembalse, como lo exige igualmente la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007) (7). Berta sabía que era una mujer marcada para morir. Había sido amenazada en numerosas ocasiones. Estaba en la mira de los escuadrones de la muerte, sicarios de los amos de Honduras. Pero ella solía decir: “Nos tienen miedo porque no les tenemos miedo” (8). Cuando recibió el Premio Goldman le preguntaron si ese galardón podía constituir un escudo de protección, y respondió: “El gobierno trata de vincular los asesinatos de defensores ambientales con la violencia común, pero hay suficientes elementos para

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demostrar que existe una política planificada y financiada para criminalizar la lucha de los movimientos sociales. Ojalá me equivoque, pero creo que, en lugar de disminuir, la persecución contra las y los luchadores va a recrudecer”. No se equivocó (9). La presa de Agua Zarca se sigue construyendo. Y los que se oponen a ello siguen siendo asesinados sin miramientos como, diez días después del asesinato de Berta, el líder ambientalista hondureño Nelson García (10). Los mismos que mataron a Gandhi, a Martin Luther King y a Monseñor Romero le cortaron la vida a Berta, maravillosa flor de los campos de Honduras. Pero no silenciarán su lucha. Como dice Pablo Neruda: “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera” (11). 1. Elegido el 13 de noviembre de 2013 (aunque su principal adversaria Xiomara Castro, esposa de Manuel Zelaya, no reconoció los resultados y denunció un fraude), Juan Orlando Hernández tomó posesión de su cargo el 27 de enero de 2014. Pertenece al Partido Nacional de Honduras que es miembro de la Unión Democrática Internacional (UDI), una internacional conservadora a la que están afiliados también, entre otros, el Partido Popular de España y Les Republicains (el partido de Nicolas Sarkozy) de Francia. 2. Para comprobar el doble rasero, compárese, por ejemplo, el espacio que un “diario de referencia” como El País ha consagrado al asesinato de Berta Cáceres y el que le dedica día tras día, desde hace casi dos años, a Leopoldo López encarcelado en Venezuela. 3. www.globalwitness.org/fr/press-releases/global-witness-releases-new-data-murder-rate-environmental-and-land-activists-honduras-highest-world/ 4. “Honduras es el país con mayor nivel de pobreza de Latinoamérica”, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Santiago de Chile, noviembre de 2015. 5. Resulta de interés leer la “nota de condena” del asesinato de Berta Cáceres emitido por el FINNFUND, en la que esta institución financiera finlandesa deja entender que, de todos modos, la construcción del embalse continuará... www.finnfund.fi/ajankohtaista/uutiset16/en_GB/agua_zarca/ 6. www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/@ed_norm/@normes/documents/publication/wcms_100910.pdf 7. www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/DRIPS_es.pdf 8. Beverly Bell, “The Life and Legacy of Berta Cáceres”, Conterpunch, Petrolia (California), 11-3-16. 9. Véase Giorgio Trucchi, “Asesinaron a un alma indomable”, Rebelión, 7-3-16. www.rebelion.org 10. www.eltelegrafo.com.ec/noticias/mundo/9/otro-lider-indigena-y-ambientalista-fue-asesinado-en-honduras 11. Citado por Rafael Silva en “Berta Cáceres, otra víctima del capital”, Rebelión, 8-3-16. www.rebelion.org * Director de Le Monde diplomatique, edición española.

LA MILITARIZACIÓN DEL CIBERESPACIO Por Camille François* http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/la-militarizacion-del-ciberespacio/ La guerra tiene su derecho y sus reglas. La ciberguerra, en cambio, aún no cuenta con contornos claros y plantea serios problemas: cómo regular un enfrentamiento cuyos protagonistas son indefinidos y que se desarrolla en un terreno civil, Internet. oco a poco, las sociedades industrializadas se mudaron a la “aldea global” a la que Marshall McLuhan daba su nombre profético en 1967: para una porción creciente de las actividades cotidianas, cada cual depende de la misma red de Internet libre y abierta. Pero cuando aparecen en el ciberespacio desafíos militares, la vida civil se encuentra en primera línea. Para retomar las palabras de la estrategia francesa de defensa y seguridad de los sistemas de información, esta situación hace del ciberespacio a la vez una “nueva torre de Babel” y unas “nuevas Termópilas” (1). Allí se vive y se combate simultáneamente.

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La multiplicación de los conflictos estatales es a menudo llamada “ciberguerra”, a pesar del hecho de que ningún acto de violencia informática desencadenó aún un conflicto armado (2). El nombre seduce tanto más cuanto que remite a un trasfondo cultural que, sobre todo a partir de la película hollywoodense War Games (1983), forjó un imaginario común al punto de influir las políticas públicas en materia de beligerancia digital (3). Primeros hitos Aunque la ciberguerra ya figuraba en portada de Time Magazine en 1995, recién a fines de 2007 las capacidades de ataque y de defensa digital de los Estados se manifestaron a gran escala, primero con una serie de ciberataques dirigidos desde Rusia contra los servidores de la administración de Estonia, así como contra bancos y diarios del país, y luego contra Georgia en 2008. Estos incidentes confirmaron a los estrategas que los ciberataques debían contarse en adelante entre los instrumentos de los conflictos internacionales o bilaterales. También ilustraban la relación particular entre lo civil y lo militar: fue gracias al trabajo informal y cooperativo de la comunidad técnica estonia que el país logró salir de lo que el ministro de Defensa describía sin embargo como una “crisis de seguridad nacional” (4). Estos acontecimientos incitaron a las grandes potencias a organizarse. En 2010, el subcomando estadounidense destinado a las operaciones cibernéticas (USCYBERCOM) fue oficialmente establecido en Fort Meade (Maryland). El general Keith Alexander, que dirigía desde 2005 la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en inglés) estadounidense, también se puso a la cabeza de esta nueva estructura, cuya misión consiste, según el Departamento de Defensa, en “garantizar la libertad de acción en el ciberespacio para Estados Unidos y sus aliados”, pero al mismo tiempo “negando esa libertad” a sus adversarios (5). Un mismo hombre, el almirante Mike Rogers, dirige hoy el USCYBERCOM y la NSA, permaneciendo las dos funciones bajo el mismo mando, a pesar de las recomendaciones hechas al presidente Barack Obama después del caso Edward Snowden (6). En junio de 2010 tuvo lugar uno de los desarrollos más simbólicos de la ciberguerra contemporánea. Un grupo de investigadores bielorrusos descubrió un gusano informático concebido para atacar los sistemas industriales de las centrales Siemens, principalmente nucleares e hidroeléctricas. Bautizado Stuxnet, este programa constituye la primera “ciberarma” encontrada así por azar “en la naturaleza”, es decir, replicada y propagada en la red mundial. The New York Times reveló en junio de 2012 que se trataba de una construcción estadounidense e israelí, inicialmente desplegada contra las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio iraníes del sitio nuclear de Natanz y que formaba parte de un programa de espionaje informático llamado Olympic Games. La ciberguerra no tiene reglas ni contornos, pero ya tendría sus primeros hitos. Y sus tropas. Cuando emprendieron el censo de los “ciberejércitos” del mundo, una tarea particularmente ardua, a tal punto reina la opacidad, periodistas de The Wall Street Journal contabilizaron por lo menos 29 países dotados de una o varias unidades militares o de inteligencia formalmente consagradas a la ofensiva en el “ámbito cibernético”, siendo los principales Estados Unidos, Rusia, China, Irán, Israel y Corea del Norte. A ellos se suman las cincuenta naciones que compran para fines similares programas y herramientas de hacking listas para usar. Los de Hacking Team, de Fin Fisher o de Zerodium llamaron la atención de los investigadores, pero esta industria se preocupa por su discreción. “La ciberguerra provoca una nueva carrera armamentista”, observan los autores de la investigación (7). La sabiduría militar considera que “todo conflicto tiene hoy una dimensión cibernética”. Fenómeno que, frente a la inflación de equipamientos, tiene algo de profecía autocumplida. Un universo hobbesiano Si bien las capacidades estatales se organizan y se estructuran desde 2008, el marco jurídico de estas acciones cibernéticas sigue siendo flexible. El ex director de la NSA y de la Central Intelligence Agency (CIA), Michael Hayden, lo admite de buena gana, y cita al respecto una observación del presidente estonio Toomas Hendrik Ilves: “A falta de un contrato social en el ciberespacio, este último representa un universo casi puramente hobbesiano: un espacio sin reglas donde, como lo escribe el autor del Leviatán, las vidas de los hombres son ‘pobres, desagradables, brutales y cortas’ [cap. XIII]. Donde lisa y llanamente no hay Estado de Derecho” (8).

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En 2009, bajo la égida de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), un puñado de expertos inició un trabajo académico sobre el marco jurídico internacional aplicable a las confrontaciones en el ciberespacio. Publicado en 2013, el Manual de Tallin intenta dar respuesta a esta pregunta: el derecho internacional de los conflictos armados se aplica al ciberespacio, ciertamente, pero ¿cómo? Al remitir a hipotéticas reglas aplicables en período de conflicto armado, más que a las normas que gobernarían los diferendos interestatales en tiempos de paz, estos trabajos reflejan el estado del debate entre grandes potencias sobre este tema. Así, la militarización del ciberespacio avanza mucho más rápido que la construcción de los mecanismos de paz positiva que deberían acompañarla. Hubo que esperar a 2012 y una iniciativa conjunta de Brasil, Estados Unidos, Nigeria, Suecia, Túnez y Turquía para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirmara que los derechos humanos también deben aplicarse on line, cualquiera que fuese el medio de comunicación e independientemente de las fronteras. Y recién en 2013 un informe del Grupo de Expertos Gubernamentales de la primera Comisión de Desarme y Seguridad Internacional de la ONU declaró que el derecho internacional, y en particular la Carta de las Naciones Unidas, se aplica en el ciberespacio (9); una declaración que requiere un trabajo de elaboración para determinar precisamente cómo puede ser puesto en marcha ese derecho internacional. Otra particularidad de la carrera armamentista cibernética: se despliega en un contexto inestable y cambiante, donde hasta la calificación de los ciberconflictos es controvertida. Invitado en febrero de 2016 por el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado de Estados Unidos para definir el tipo de ataques o de incidentes susceptibles de provocar una respuesta militar, James Clapper, director de la inteligencia estadounidense, se escapó por la tangente: “Es una cuestión de percepción”. El teniente general Vincent Stewart, que dirige la agencia de inteligencia de la defensa estadounidense, explicaba que no era particularmente juicioso categorizar a todos los acontecimientos cibernéticos como ataques, independientemente de la identidad de quienes los originaban y de sus motivaciones. “Sería muy útil –explicó– distinguir los incidentes cibernéticos de los actos de guerra” (10). Esta controversia resurge en cada incidente. En noviembre de 2014, el ataque informático contra Sony Pictures Entertainment suscitó una discordancia: dirigentes estadounidenses habían evocado un acto de “ciberterrorismo” o de “ciberguerra”, y otros un “simple hackeo”, un “hacktivismo” asimilable a un “cibercrimen”, hasta que Barack Obama zanjó por “cibervandalismo”. Las consecuencias prácticas de este debate semántico son fundamentales para la democracia: determinan el marco jurídico aplicable, las consecuencias y los actores implicados. En la “verdadera vida” (es decir, off line) no se moviliza al ejército por un vidrio roto. En el ciberespacio, semejante exageración es mucho más plausible. En efecto, a medida que las sociedades dependen cada vez más estrechamente de Internet, deben adaptar sus leyes y sus mecanismos sociales para garantizar la paz, la justicia y la seguridad, y esto en un contexto donde los complejos militar-industriales mundiales desarrollan e imponen métodos de control intrusivos. Sin embargo, los primeros arquitectos de la red y los ciberlibertarios soñaban con un ciberespacio que escapara a toda interferencia estatal, virgen de la influencia de las soberanías de los “gigantes de carne y de acero” descritos por el poeta John Perry Barlow en su Declaración de independencia del ciberespacio (11). El general Hayden se burla de esta visión, que se opone a la de un ciberespacio pensado como el quinto campo de las operaciones militares después de la tierra, el mar, el aire y el espacio: “En retrospectiva, no nos habíamos percatado de que existía en esta época una generación entera que accedía a la edad adulta y que pensaba el ciberespacio como un comedor mundial, una sala de juegos inmaculada, y no una zona potencial de conflictos entre Estados-nación poderosos”. Y agrega: “La confrontación entre esos arquetipos dura todavía en la actualidad” (12). Ni zona militarizada ni sala de juegos inmaculada, el ciberespacio sigue estando muy marcado por esos arquetipos: los conflictos que allí se despliegan parecen dibujar una zona gris. Si esta noción de “zona gris” caracteriza tan a menudo la ciberguerra, es porque es inherente a su concepto mismo. Aparece ya en los primeros trabajos estratégicos sobre el despliegue del poder estatal en el ciberespacio. En Estados Unidos, por ejemplo, una de las primeras definiciones de la “guerra de la información” (information warfare) y de sus consecuencias estratégicas se remonta a 1976. En el informe

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que entrega a Boeing, Thomas Rona, consejero científico del Departamento de Defensa, describe “una competencia estratégica, operativa y táctica que barre el conjunto del espectro de la paz, de la crisis, de la escalada conflictiva, del conflicto, de la guerra, del cese de hostilidades y de la restauración de la paz, que causa estragos entre competidores, adversarios o enemigos que utilizan la información como recurso para alcanzar sus objetivos”. En otras palabras, esta competencia se desarrolla tanto en tiempos de paz como de guerra, entre aliados como entre enemigos. La vaguedad del concepto de ciberguerra contribuye a su peligrosidad e impide reubicar las situaciones que describe en el seno de un marco jurídico claro. La noción debería inspirar la desconfianza: impide pensar la paz en el ciberespacio, allí donde la necesitaremos el día de mañana. 1. Lugar de un enfrentamiento sangriento entre persas y griegos en 480 a. C. “La stratégie de la France en matière de cyberdéfense et cybersécurité”, Agence Nationale de la Securité des Systèmes d’Information, París, febrero de 2011. 2. Thomas Rid, Cyber War Will Not Take Place, Oxford, Oxford University Press, 2013. 3. Stephanie Ricker Schulte, Cached: Decoding the Internet in Global Popular Culture, Nueva York, New York University Press, 2013. 4. Andreas Schmidt, “The Estonian cyberattacks”, en A Fierce Domain: Conflict in Cyberspace, 1986 to 2012, Cyber Conflict Studies Association, Viena, 2013. 5. “U.S. Cyber Command - U.S. Strategic Command”, www.stratcom.mil 6. “Liberty and security in a changing world. Report and Recommendations of The President’s Review Group on Intelligence and Communications Technologies”, Casa Blanca, Washington, DC, 12-12-13, www.whitehouse.gov 7. Damian Paletta, Danny Yadron y Jennifer Valentino-DeVries, “Cyberwar ignites a new arms race”, The Wall Street Journal, Nueva York, 11-10-15. 8. Michael V. Hayden, “The making of America’s cyberweapons”, The Christian Science Monitor, Boston, 24-12-16. 9. “Rapport du groupe d’experts gouvernementaux chargé d’examiner les progrès de la téléinformatique dans le contexte de la sécurité internationale”, Organización de las Naciones Unidas, Nueva York, 24-6-13. 10. “Worldwide Threats”, United States Senate Committee on Armed Services, Washington, DC, 9 -2-16, www.armed-services.senate.gov 11. John Perry Barlow, Declaración de independencia del ciberespacio, Davos, 8-2-96. 12. Michael V. Hayden, op. cit. * Investigadora, Berkman Center for Internet and Society, Universidad de Harvard. Traducción: Víctor Goldstein

ESTADOS UNIDOS, PRINCIPAL VENDEDOR DE ARMAS DEL MUNDO (CÉCILE MARIN)

LA PESADILLA DE EISENHOWER

SILICON ARMY Por Thibault Henneton* http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/silicon-army/

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¿Los productos y programas de las grandes empresas tecnológicas deben ser considerados como armas de guerra? Los gigantes estadounidenses de la “nueva economía” están íntimamente ligados al Departamento de Defensa.

a nadie debería ignorar que Silicon Valley, centro de la innovación informática, trabaja con el ejército. Los objetivos de los militares siempre constituyeron excelentes estimulantes para la investigación y el desarrollo. El ancestro de Internet, Arpanet, red informática surgida a principios de la década de 1970, fue concebido como un proyecto estratégico gracias a los fondos de la Agencia para Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA, en inglés). Creada en 1958

por pedido del presidente Dwight Eisenhower, y rebautizada DARPA en 1972, esta agencia se dedica a apoyar las invenciones susceptibles de contribuir a la defensa nacional, gracias a sus 3.000 millones de dólares de presupuesto anual. Ósmosis Durante la década de 1960, los contratos públicos de defensa pusieron en órbita a las empresas del Silicon Valley. A pesar de que la fuente de subsidios públicos y militares nunca se interrumpió desde entonces, los empresarios más libertarios simulan no ver el importante papel que cumple ese maná estatal. Entre 2013 y 2018, el monto de los gastos federales consagrados únicamente a la seguridad informática, pasarán de 9.000 a 11.500 millones de dólares (1). Amazon vende una “nube” blindada a más de seiscientas agencias gubernamentales, y firmó un contrato por 600 millones de dólares con la Central Intelligence Agency (CIA) (2). Por otra parte, los acuerdos comerciales entre las agencias estatales y el sector privado explican en gran medida su colaboración en materia de vigilancia. “Hasta las infraestructuras de la NSA [National Security Agency] son construidas por empresas comerciales”, insistía ante una selecta platea de californianos (3), un año después del caso Snowden, Anne Neuberger, que tiene a su cargo la interfaz entre esos dos mundos en el seno de la agencia de informaciones. Es cierto que esa interfaz se parece más a una puerta de saloon. Entre los movimientos más destacados, citemos el caso del jefe de seguridad de Facebook, que se pasó a la NSA en 2010;

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el de la ex directora de la Agencia para Proyectos de Investigación Avanzada en Defensa (DARPA), Regina Dugan, actualmente vicepresidenta de Google; o el de un ex consejero de Hillary Clinton en el Departamento de Estado, convertido en responsable de la estrategia de Microsoft (4). Sin olvidar la presencia de Condoleezza Rice en el consejo de administración de Dropbox… Decana de la Universidad de Stanford durante mucho tiempo, universidad que mantiene estrechos contactos con Silicon Valley (allí nacieron Google y Cisco, entre otros), antes de convertirse en secretaria de Estado de George W. Bush, Condoleezza Rice es la representante principal de la boda entre el sector (público) de la defensa y el sector (privado) de las tecnologías. Sin contar que, en Washington como en Bruselas, los gastos en lobbying de los gigantes del sector digital, primeras capitalizaciones bursátiles del mundo, no paran de aumentar. Por su lado, la DARPA trabaja de manera subterránea para completar esta ósmosis, concediendo millones de dólares en becas a estudiantes de secundaria para crear semilleros de hackers (programa Manufacturing Experimentation and Outreach, Mentor). Organiza concursos informáticos, como el Cyber Grand Challenge, dotado de 2 millones de dólares para aquel que desarrolle la mejor herramienta de defensa de las redes. Y a través del DARPA Open Catalog contribuye incluso directamente a los softwares libres, entre los que hay softwares de antivigilancia como el famoso Tor, concebido para navegar en Internet de manera anónima. En apariencia desinteresadas, y hasta opuestas a los objetivos militares, estas inversiones garantizan al Estado mantenerse en contacto con lo que se inventa fuera de su perímetro. Y cuando esa apuesta a largo plazo parece demasiado incierta, les queda a las agencias de seguridad la posibilidad de financiar directamente las start-up más prometedoras. Desde 1999, ese es el papel de In-Q-Tel, fondos de capital de riesgo creado por la CIA, que ya obtuvo un programa de imágenes satelital –origen de Google Earth– y también Palantir, que hoy en día vale entre 5.000 y 8.000 millones de dólares. Fundada por uno de los inversionistas más poderosos de Silicon Valley, el conocido libertarista Peter Thiel (Paypal, Facebook), esta herramienta de visualización de datos a partir de masas de información desordenadas, muy codiciada por los espías, cuenta entre sus consultantes al ex director de la CIA, George Tenet, y… Condoleezza Rice. Deslizamiento Desde los años 1990, con el auge de Internet y la globalización de la inteligencia de origen electromagnético, asistimos a la mutación del complejo universitario-militar-industrial, establecido durante el siglo XX, en detrimento de la universidad y en beneficio de Silicon Valley. En febrero de 2015, el laboratorio de robótica de Carnegie Mellon, en Pittsburgh, vio partir cuarenta empleados de una sola vez, todos captados por la firma Uber (5). Escamoteando el primer término, las empresas de big data (que manejan enormes cantidades de datos) habrán finalmente realizado el “complejo militar-industrial” que temía el presidente Dwight Eisenhower en su discurso de adiós a la nación, el 17 de enero de 1961: esa “industria permanente del armamento” que convierte a las políticas públicas en “cautivas de una elite científica y tecnológica”. Su perímetro se extiende hoy en día mucho más allá de los subcontratistas históricos del ejército como exclusivos vendedores de armas informáticas. El nuevo complejo securitario-informático se caracteriza por una hibridación público-privado más estrecha y más amplia (6). El término mismo de “ciberseguridad” juega a favor de esa ampliación, porque remite tanto a la seguridad de las infraestructuras informáticas vitales para la nación (centros comerciales, redes de transporte, de energía, de tratamiento de residuos, bancos, etc.) como a la securización del ciberespacio en caso de atentados a la seguridad del Estado (organizaciones con objetivos subversivos, Anonymous, robo de datos). Se puede esquematizar el proceso de esta manera: en un primer tiempo el Estado, y particularmente la NSA, compra a empresas de ciberseguridad fallas informáticas llamadas “zero-day”, que nunca fueron descubiertas; luego, las agencias de informaciones dan cuenta de esas vulnerabilidades a las direcciones de grandes sociedades del campo digital, en el marco de programas secretos del tipo “Enduring

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Security Framework”. A cambio, esas empresas comparten sus conocimientos en materia de análisis y de explotación de datos personales. Ese intercambio de gentilezas bajo la bandera de las estrellas, opera un deslizamiento de las misiones propiamente militares de defensa (de las infraestructuras más o menos vitales) hacia misiones de policía (de vigilancia de los individuos) (7). ¿Debemos por lo tanto considerar a las grandes plataformas digitales como traficantes de armas? No, porque su utilización, en sí misma, no es letal. Sí, si se considera que los datos personales que manejan pueden servir, por medio de cruzamientos, para designar los objetivos que serán abatidos. 1. “Deltek Federal Information Security Market 2013-2018”, octubre de 2013, https://iq.govwin.com 2. “Amazon gets clearance to provide more cloud services to Pentagon”, Financial Times, Londres, 26-3-14. 3. “Seminars about long-term thinking”, The Long Now Foundation, San Francisco, 6-8-14, http://longnow.org 4. Véase Thomas Frank, “Demócratas, fascinados con Silicon Valley”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, marzo de 2016. 5. Clive Thompson, “Uber would like to buy your robotics department”, The New York Times Magazine, 11-9-15. 6. Véase Félix Tréguer, “Etats et entreprises à l’assaut de la vie privée”, Le Monde diplomatique, París, junio de 2015. 7. Shane Harris, @War, The Rise of the Military-Internet Complex, Eamon Dolan Houghton Mifflin Harcourt, Nueva York, 2014.

* De la Redacción de Le Monde diplomatique, París.

Traducción: Carlos Alberto Zito

LA DERECHA EN GUERRA Por Serge Halimi* http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/la-derecha-en-guerra/ ¿Cómo consiguió un promotor inmobiliario neoyorquino casado tres veces ser tan popular en el Sur de Estados Unidos, bastión de la derecha religiosa? La respuesta se puede encontrar en Alabama a través de los propios militantes del Partido Republicano. ábado 27 de febrero, Mobile (Alabama). La reunión anual del Comité Ejecutivo del Partido Republicano de Alabama se desarrolla en el aula magna de un centro de convenciones tres días antes de las elecciones primarias en varios Estados del Sur del país. Varios centenares de funcionarios locales participan en dicha reunión. Allí es más fácil cruzarse con un funcionario negro que con un partidario de Donald Trump. Una paradoja singular en un Estado en el que el millonario neoyorquino parece muy popular –algo que confirmará tres días más tarde cuando gane con comodidad la elección primaria– y donde el Partido Republicano está compuesto por blancos casi de manera exclusiva (1). Desde el estrado no se pronuncia el nombre de Trump. Pero está presente en el ánimo de todos. El éxito de su campaña compromete el futuro del partido. Cada elección cuenta con uno o dos candidatos que no gustan; ¿y cómo, por ejemplo, apreciar a un hombre tan antipático como su principal rival, el senador de Texas Ted Cruz? Casi ninguno de sus colegas parlamentarios lo logra. Pero con Trump la cosa es bien distinta; es lo que los manuales de management llaman una “toma de control hostil”. Porque muchos republicanos, entre los que se cuenta la aplastante mayoría de los funcionarios, sospechan que no tiene más móvil ideológico que su narcisismo desbocado, sus pulsiones autoritarias. Y que se preocupa menos del “partido de Lincoln y de Reagan” que de la reputación de sus hoteles de lujo y su marca de vodka. Este 27 de febrero, en Mobile, los cuadros republicanos animan un ejercicio un poco desesperado, aleatorio:

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reafirmar mediante el voto electrónico a los fundamentales del partido, con el temor de que Trump los convierta pronto en confeti. Para testear provisoriamente el funcionamiento del pequeño mecanismo gracias al cual van a arbitrar entre las distintas opciones que les serán propuestas, los cerca de trescientos miembros del comité republicano “eligen” para empezar su película de guerra favorita. Patton aplasta a Pearl Harbor. La selección ofrecida y el resultado sugieren que a los cuadros del partido les gustan las grandes batallas y prefieren las victorias. Después intervienen votaciones más significativas: el 76% reclama que las próximas primarias de Alabama sean “cerradas”, es decir, reservadas para los electores del partido (las de este año fueron “abiertas”). Objetivo transparente: complicar en 2020 la tarea de candidatos republicanos poco ortodoxos como Trump, que llevan a las urnas a muchos electores demócratas o independientes. Por si el mensaje no llegara a ser del todo claro para Trump, propietario de varios casinos, otra resolución se opone a “cualquier forma de juego por dinero” en Alabama. El resto del programa de la reunión es más clásico: denuncias del “programa destructor de Barack Obama y Hillary Clinton”, recordatorios acerca de que la elección presidencial va a determinar el equilibrio político de la Corte Suprema, nuevo pedido de restricción del derecho al aborto, rechazo reiterado de un control a las armas de fuego. En la entrada a la sala de reuniones, varias mesas y paneles promocionan a candidatos todavía en carrera a fines de febrero –Ted Cruz, Marco Rubio, John Kasich, Ben Carson– y reparten prendedores y volantes con sus nombres. Nada de eso para Trump. El patito feo neoyorquino parece contar con muy pocos fieles entre esos cuadros republicanos que ya anticipan la catástrofe: en noviembre, si pierde; después, si resultase ganador… Pero cuando más molesta es cuando vilipendia a los musulmanes. La moción Nº 2016-06 recomienda incluso que Estados Unidos les niegue el asilo a todos los “refugiados originarios de países que tienen relaciones con el islam radical”. Un funcionario republicano la defiende: “Tenemos la impresión de que la mitad del mundo quiere venir a Estados Unidos y matar estadounidenses”. Su impresión, así como la imprecisión del texto que apoya, da cuenta de un conocimiento muy aproximativo de la política internacional, porque puede pasar que a un francés presente en la sala le pregunten, por lo demás sin malicia, si la mayoría de la población de su país es musulmana. La moción es rechazada, por muy poco. En la cena que sigue (mala, a pesar de que cuesta 150 dólares), dos tercios de los camareros son negros, el 98% de los comensales son blancos. Esta vez, cada uno de los candidatos envió un emisario. Por Carson, su hijo. Criticando implícitamente a Trump (a quien sin embargo su padre va a decidir apoyar trece días más tarde), abre su discurso con una cita de la Biblia: “Cuídate de los falsos profetas”. La vocera de Cruz se sirve del mismo repertorio, pero para insistir en la constancia ideológica de su candidato: “Por sus frutos los conoceréis”. Rubio, por su parte, envió a un emisario importante: Rick Santorum, muy popular en los círculos evangelistas. Él mismo candidato en 2012, ganó las primarias de Alabama. Un funcionario local aparentemente poco conocido defiende después la candidatura de Trump: “Lo mejor que tiene es que mueve a las masas”. Y finalmente llega el momento más esperado (y anunciado) de la noche y la parte que acaso más cara les salió a los organizadores: Mark Geist, un ex agente de seguridad privada en Libia que se volvió un conferenciante de lujo, hace una exposición detallada –incluso demasiado como para que se pueda entender algo– del ataque, en septiembre de 2012, al consulado estadounidense de Bengasi. De donde se desprende una conclusión transparente, que se vuelve unánime: la negligencia de Hillary Clinton, en ese entonces secretaria de Estado del presidente Obama, fue la responsable de la muerte del embajador John Christopher Stevens. El tono de la campaña ya está dado. Y no por estadounidenses enojados, víctimas de la precariedad, del desempleo, de las deslocalizaciones: casi todos los que están acá tuvieron que pagar su pasaje, su habitación de hotel, su cena. Dos o tres semanas de salario mínimo local –7,25 dólares la hora (el más bajo del país)– apenas si alcanzarían. ¿La aversión que Obama y la señora Clinton suscitan entre los cuadros republicanos logrará sumergir la desconfianza que les inspira Trump? Para Vaughn Poe, que preside un condado del partido en Alabama y que tiene además la particularidad de ser negro, la cosa no va de suyo. Según él, la popularidad del

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promotor neoyorquino demostraría el poder mezclado de la tele-realidad y del extremismo en el electorado estadounidense. Decir que eso lo inquieta es decir poco: “También Adolf Hitler era popular. ¿Y cómo terminó todo eso? Si Trump es nuestro candidato, yo me voy a sentir muy incómodo. Votarlo es algo que yo no podría hacerle a mi país”. Y este profesor de seguridad informática en la Universidad de Alabama agrega: “Mi coeficiente intelectual es más de 50, y cuando uno tiene cerebro, Trump no aparece en el control de mandos”. Sin embargo, lo peor está por venir: “Trump no es republicano, es demócrata. Trump no engaña a los verdaderos conservadores. Este tipo sabe negociar, se dedica a eso. Por lo que no me sorprendería que, a mediados de septiembre [es decir, una vez que los candidatos de las dos formaciones ya estén oficialmente investidos], decidiese volverse el compañero de fórmula de Hillary. El partido entonces ya no tendría tiempo para elegir otro candidato”. La hipótesis de una maquinación tan extravagante puede sorprender. Pero muchos republicanos, a quienes les inquieta el atípico itinerario político de Trump, nunca se olvidan de recordar que invitó a la señora Clinton a su tercer casamiento. Y además, las elucubraciones de sospechas no vienen sólo de funcionarios locales enojados o militantes marcados a fuego por Fox News, las redes sociales, las teorías de complot. El 16 de marzo, en Arizona, Cruz acusó a los medios, “casi todos dirigidos por partidarios de izquierda”, de “hacer lo posible para que Donald sea nuestra elección, porque saben que es el único candidato en la Tierra al que Hillary Clinton podría ganarle”. Los recelos del Sur Barbara Priester ocupa un puesto en el Comité Ejecutivo del partido. Es una sólida octogenaria y una republicana de la primera hora en un Estado que, durante ciento treinta y seis años (de 1874 a 2010), fue gobernado por demócratas. Priester conoció y combatió al gobernador demócrata de Alabama George Wallace, un personaje llamativo al que cada vez se lo compara más con Trump. Sus retahílas contra el establishment y contra los intelectuales, su demagogia racial, su violenta represión del movimiento por los derechos cívicos marcaron la historia estadounidense contemporánea. Wallace, que se presentó cuatro veces a la Presidencia de Estados Unidos, en 1968 ganó en cinco Estados del Sur, entre ellos Alabama, con el 66% de los votos. Un resultado todavía más desorientador si se tiene en cuenta que se enfrentaba con dos adversarios de peso, uno republicano, Richard Nixon (que fue elegido), y el otro demócrata, Hubert Humphrey. Sus discursos eran abucheados con frecuencia, como hoy los de Trump. Lo que le permitía a Wallace enfrentar a los agitadores pidiéndoles que se lavaran y se afeitaran. Cuando estaba de mejor humor, les proponía “firmarles las sandalias”. En el momento de su tercera candidatura a la Casa Blanca, en 1972, un intento de asesinato lo dejó en silla de ruedas, sin apartarlo sin embargo de la magistratura suprema de su Estado, del que fue gobernador en cuatro oportunidades. “La fortaleza de Wallace –estima la hija de Priester, Ann Bennett, también militante del partido, al igual que su marido Kevin (ambos delegados en la Convención Republicada de 2012)– fue expresar la voz de un pueblo vencido, el del Sur. Es lo mismo que explica hoy la potencia de Trump. Obama convirtió a Estados Unidos en un pueblo vencido. Perdimos en Irak, en Afganistán y contra el Estado Islámico. La gente por lo tanto está dispuesta a aceptar cualquier cosa si alguien le promete que a partir de ahora se va a devolver golpe por golpe.” Un pueblo vencido por culpa de dirigentes demasiado débiles: este es por lo menos un tema casi constante en el pensamiento de Trump. Porque más allá del narcisismo del hombre de negocios que lo impulsa a querer “ganar” (uno de sus verbos favoritos) todos los combates en los que participa, y por lo tanto a llegar a ser Presidente de Estados Unidos, un nacionalismo autoritario le sirve de brújula desde que su vida privada y su fortuna se convirtieron en los temas preferidos de las revistas. Este ánimo hoy en día está en el aire, pero Trump ya lo expresaba hace más de veinticinco años en una larga entrevista de Playboy (2). Los presidentes de las dos superpotencias de la época, George H.W. Bush y Mijail Gorbachov, eran tratados con desdén. Al principio, Trump reprochaba su debilidad hacia los aliados de Estados Unidos (Japón, Alemania y los países del Golfo en particular), protegidos en forma gratuita por el ejército estadounidense incluso cuando oficiaban de crupieres comerciales de su amo. Del dirigente soviético, anunciaba: “Mi previsión es que va

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a ser derrocado, porque se mostró demasiado débil”. En marzo de 1990, mientras un presidente republicano ocupaba la Casa Blanca que Ronald Reagan acababa de dejar después de dos mandatos, Trump ya estimaba que los dirigentes del planeta “no nos respetan para nada”; “se ríen de nuestra estupidez”, “nos pisotean”. Esta vez ingresó en la arena para “restaurar la grandeza de Estados Unidos” (“make America great again”) combatiendo los tratados de libre comercio y construyendo un muro fortificado en la frontera meridional del país. Mientras tanto, China y México entraron en la lista de los Estados que, según él, explotan la estupidez de Washington, vaca lechera del planeta entero. Con Wallace, Priester ya conoció a un demagogo que le imputaba la mayoría de los problemas de su país a una clase política protectora de las minorías, de los extranjeros, de los delincuentes. También se acuerda de un especialista en la manipulación de los medios que retaba a los periodistas y se reclamaba el único vocero del hombre común, capaz de hablar en un lenguaje crudo, de defender sus ideas a cualquier precio. Por lo que desconfía de Trump. Y, como su hija Ann y su yerno Kevin, consultó regularmente las encuestas para orientar a sus vecinos (y parroquianos) hacia el candidato republicano mejor posicionado para vencerlo. Los tres dudaron entre Rubio y Cruz, antes de decidirse por este último. En vano (3). Nadie es más ajeno que Trump al universo social y cultural del matrimonio Bennett. Ann tiene una vieja plantación de ochocientas hectáreas cerca de una pequeña ciudad universitaria, Auburn, famosa por su equipo de fútbol americano. Su marido administra el campo y también organiza allí cacerías de ciervos. Su fe bautista orienta su existencia y ritma una parte considerable de su tiempo. Para ellos, la política reclama competencia y experiencia. Corteses, sin elevar el tono de voz, defienden una forma de gobierno limitado, jeffersoniano, que respete escrupulosamente la Décima Enmienda de la Constitución de Estados Unidos (4), el poder local, las tradiciones rurales del Sur. Y de repente aparece al frente de su partido un millonario divorciado que desplegó su vida íntima en la prensa amarillista y se exhibió arriba de un ring con dos supermodelos en ropa ajustada. Este hombre, que no ejerció nunca un cargo público, anuncia en la televisión que si llega a ser presidente no dudaría en ordenarles a los soldados estadounidenses que transgredieran las leyes que los incomodan. Y que revisaría y cuestionaría varios tratados comerciales sin preocuparse por el aval del Congreso. Bennett confiesa su perplejidad y su tristeza: “No podemos hacer nada para detenerlo. Nosotros, sin embargo, somos todo menos el establishment que él denuncia. Pero no va a ser la primera vez que Nueva York y el Noreste nos pisotean”. El señor Bennett, ex cuadro superior de Eastman Kodak, recuerda con inquietud que, en un debate, Trump usó la palabra “reino” para evocar la presidencia de George W. Bush. Amante de la historia, en particular la de la Guerra de Secesión, apegado a la bandera confederada, ya no le gusta mucho que su partido se identifique con Abraham Lincoln. Los lapsus autoritarios del millonario de Manhattan por lo tanto lo hacen pensar un poco demasiado en los ejércitos nordistas del “gran emancipador”. ¿Qué piensan de Trump los partidarios sudistas? En Auburn nos encontramos con Dianne Jay, que siempre votó a los republicanos; su familia también. Lleva en su cartera un Smith & Wesson calibre 38 y no lee el diario local, que le parece demasiado de izquierda (un juicio discutible). Nada le molesta más que la frecuente asimilación de los electores de Trump con personas enojadas. Según ella, se trata más bien de un “movimiento de estadounidenses cuya voluntad ha sido ignorada, que se descomprometieron, que perdieron la confianza en los dos partidos. El establishment republicano hizo muchas promesas que no cumplió. Y trata a Trump con el desprecio que generalmente les tiene reservado a los trabajadores manuales, cuando Trump es un millonario. Pero su dinero él lo ganó, hizo cosas, no es que sólo habló. Nuestro establishment lo único que hace es hablar y hablar y hablar”. Los jefes del partido se unieron para cerrarle el paso a Trump. Resultado: el “movimiento” nació contra ellos. “Mike Huckabee, que a mí me gusta mucho, ya lo dijo: el establishment republicano debería estar contento de que esta rebelión use boletas para votar en vez de balas.” La dialéctica de los ballots (“boletas para votar”) y de las bullets (“balas”) se inspira en un discurso célebre… del militante negro Malcolm X en 1964. Por lo que, por más que el término no le guste, la animosidad de Jay hacia los electores republicanos del Congreso se parece mucho al enojo. “Ellos prefieren –prosigue– dividir el partido y ofrecerle la victoria a Hillary Clinton antes que quedar desenmascarados y que se descubra lo que pasa adentro: los lobbies, los negociados, los sobornos. Lo que yo aprecio de Donald Trump es que se financia él mismo su propia campaña y no les debe nada a los grupos de interés. El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, gana más de un millón de dólares

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por año; el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, más de 900.000 dólares. Por lo que tendrían mucho que perder si alguien llegase y les dijese: ‘Ok, ahora vamos a sacar lo que no sirve’”. Aunque es muy hostil a Trump, el señor Bennett siente la misma ternura por lo que él llama “la pandilla de Wall Street”: “Los dos partidos están controlados por una cultura idéntica, urbana y acomodada. Para ellos, lo esencial del país no es más que un pedazo de tierra por encima del cual hay que volar entre una costa y la otra. En la crisis de 2008 tendríamos que haber dejado que se incendiara todo. Hubiese sido muy duro, pero se habría erradicado no poca corrupción”. ¿Qué queda del crédito del sistema político estadounidense y de sus dos principales partidos? La defensa tiene la palabra. Lunes 29 de febrero, en Opelika, en una vieja fábrica de botellas cercana a Auburn, tiene lugar la reunión-cena anual de los republicanos del condado. En 1994, el primer banquete de este estilo recibía menos de cuarenta comensales; la noche del 29 de febrero, son cerca de trescientos. Después de rezar y jurar la bandera, el representante de la circunscripción en el Congreso, Mike Rogers, sabe que tiene que responder a las imputaciones de connivencia y corrupción que apuntan a sus colegas de Washington, y no sólo a los demócratas. Los partidarios de Trump, como los de Cruz, les reprochan a los parlamentarios republicanos, que son mayoría en el Congreso, el no haber anulado ninguna de las decisiones más importantes de la Casa Blanca (reforma del sistema de salud u “Obamacare”; tratado nuclear con Irán; moratoria de la expulsión de algunos inmigrantes), cuando habían sido electos para hacerlo. ¿Fueron comprados por el sistema, al punto tal de convertirse también ellos en miembros de lo que Cruz llama “el cartel de Washington”? Rogers responde que se necesita una mayoría de dos tercios para imponerse a un veto presidencial. Y les recomienda a sus amigos que se lo tomen con calma: “Durante el último año de esta administración socialista, no vamos a hacer gran cosa. Pero nuestro trabajo va a ser garantizar que ya no se vuelva a hacer nada malo. Después, si elegimos un presidente republicano, el primer texto que le vamos a presentar para que firme va a ser la anulación del Obamacare. Después el de la ley Dodd-Frank, que regula a los bancos. La actual administración socialista pronto no va a ser más que un mal recuerdo”. Cómo se impuso Trump Queda un misterio. ¿Cómo logró Trump imponerse con tanta facilidad en un partido y en una región en los que el voto evangelista tiene tanto peso? La señora Jay antes apoyó a Huckabee, ex pastor bautista y abogado de los “valores familiares tradicionales”. Hoy apoya a un propietario de casinos cuya fe no es voraz, que maldice como un cochero y que habla en televisión de su anatomía sexual. Ella lo explica sin dificultad: “Donald Trump está en contra del aborto, a favor de rezar en las escuelas; en el lote no hay alguien más tradicional. Además, mírelo: su familia es el sueño americano hecho realidad. De acuerdo, se casó tres veces. Pero también Ronald Reagan se casó más de una vez; fue actor y tuvo sus aventuras. Cuando usted examina a una persona en su totalidad, todos somos pecadores. Y después, si empezamos a tirar piedras, todo el Senado corre el riesgo de ser lapidado”. A no dudarlo, Trump supo crear un vínculo directo y sólido con sus partidarios; ya son más de 900.000 en el país, entre quienes se cuenta la señora Jay, los que reciben sus numerosos mensajes de texto. En vez de afectarlos, las críticas y las incómodas revelaciones de la mayor parte de los medios, de los artistas y de los intelectuales más bien lo estarían fortaleciendo. “Yo confío en Trump –admite Jay–. Necesitamos un hombre de negocios. Él ya no tiene nada más que demostrar. Ya tiene una familia magnífica y 10.000 millones de dólares.” Pérdidas de puestos de trabajo, deslocalizaciones, salarios bajos, alteración de la identidad religiosa del país, incapacidad del Estado Federal para controlar sus fronteras, miedo al futuro: casi todo lleva sin embargo bastante rápido al tema de la inmigración. “Es la pregunta que lanzó Donald Trump –confirma el señor Bennett–. Nadie quería tocar el tema. Él lo hizo. Nuestras escuelas están repletas de inmigrantes, pero no tienen el derecho de verificar el estatus legal de los padres. Las leyes no son claras y a uno lo tratan como racista cuando las quiere hacer respetar. Ignoro si construir un muro es una idea realizable, pero tenemos que tener una frontera. Y Obama la abrió. Al día de hoy la gente está cansada. Ve bien claro que ninguno de los dos partidos quiere correr el riesgo de disgustar al electorado hispánico.” Muchos temores se amontonan y alimentan el discurso de Trump. Algunos días en Alabama alcanzan para oír hablar de células terroristas que se estarían infiltrando en Estados Unidos desde México, túneles por debajo de la frontera por los que pasan toneladas de drogas, un ejército extranjero que podría apoyarse

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en doce millones de inmigrantes… Desde la elección de Obama en 2008 y su reelección en 2012, las estrategias y los sondeos republicanos repiten sin embargo que esta fijación es electoralmente peligrosa para el partido, y que ya ningún candidato a la Casa Blanca va a poder ganar sin un apreciable aporte de los votos hispánicos. Tormentosa editorialista, obsesionada por el miedo a la inmigración, Ann Coulter dijo que con la demografía de Estados Unidos de hoy, menos “blanca” que en la época en la que James Carter y Walter Mondale fueron candidatos contra Reagan, el primero le habría ganado en 1980 y el segundo cuatro años más tarde. Pero, paradójicamente, Coulter se confiesa tranquila con las posibilidades de Trump, a quien ella apoya, claro está. Sin embargo parece que él se dirige a una fracción del electorado estadounidense cada vez más reducida, monocroma y masculina. En noviembre próximo, Hillary Clinton bien podría convertirse en la candidata obligada de las minorías y de Wall Street, de las feministas y del libre comercio, de Goldman Sachs y del statu quo. Con una sola misión, un solo mandato: cerrarle el paso a Trump. Si esa coalición ganase, no se sostendría durante mucho tiempo. Porque la campaña de Bernie Sanders también reveló el agotamiento irremediable de este tipo de arreglos. A punto tal que importantes elementos de su discurso que fustigan la corrupción del sistema político estadounidense son retomados por el bando de enfrente. Y no sólo por Trump: Cruz a su vez estima que “los republicanos son casi tan malos como los demócratas. Demasiados de entre ellos se acuestan con Wall Street, los lobbies y el big business que están de acuerdo en ver en la inmigración una fuente de salarios bajos”. Y cuando se trata de deslocalizaciones, de comercio internacional, de libre comercio, no siempre se nota la diferencia entre una señora Jay y una electora de Sanders. Fue la militante republicana conservadora la que nos mostró una escena de tres minutos que circuló mucho por Internet y que la afectó mucho: el patrón de una empresa subcontratista de United Technology, Carrier, les anuncia a sus 1.400 empleados de Indianapolis que dentro de no mucho tiempo la producción va a ser trasladada a México. Con el objetivo de, aclara bajo los abucheos, “seguir siendo competitivos y asegurar la duración a largo plazo del negocio”. Desde entonces esta historia forma parte del repertorio de campaña de Trump. Y los obreros, incluyendo los sindicalizados, están atentos a lo que dice. Ahí también algunas cartas se podrían estar volviendo a repartir. Desde el principio de esta campaña, el electorado republicano expresa preferencias rigurosamente contrarias a las de sus ex presidentes, de la mayor parte de sus funcionarios, de aquellos que financian y aconsejan al partido. Como no van a renunciar fácilmente a todo aquello que constituyó su identidad política desde la era Reagan, y que los benefició mucho, acaso la guerra civil republicana sólo acaba de comenzar. 1. Como la mayoría de los Estados de la región. 2. Playboy, Chicago, marzo de 1990. 3. El 1° de marzo de 2016, Trump consiguió el 43,4% de los votos en las primarias de Alabama; Cruz, 21,1%; Rubio, 18,7%; Carson, 10,3%. 4. “Los poderes que no son delegados a Estados Unidos por la Constitución, ni negados a ella por los Estados, son conservados por los Estados o por el pueblo.” * Director de Le Monde diplomatique. Traducción: Aldo Giacometti

CÓMO FUNCIONAN LOS 28 BANCOS QUE DOMINAN LA ECONOMÍA GLOBAL Las http://www.resumenlatinoamericano.org/2016/04/01/como-funcionan-los-28-bancos-que-dominan-la-economia-global/ por Marcelo Justo BBC Mundo /28 marzo 2016 El estallido financiero de 2008 y la gran recesión mundial cambiaron poco y nada en la escena de la economía mundial.

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A casi ocho años de la crisis y en medio de un estancamiento global, el mundo sigue dominado por 28 grandes bancos internacionales (mira cuáles son al final de esta nota), denominados por algunos de sus críticos más acérrimos como “la hidra mundial”. Estas entidades manejan las grandes variables económicas globales, imponen condiciones a gobiernos democráticos y, en busca de ganancias rápidas y estratosféricas, apuestan en una ruleta cada vez más vertiginosa que puede volver a estallar en cualquier momento. François Morin, autor del recientemente publicado “La hidra mundial, el oligopolio bancario” es profesor emérito de ciencias económicas en la Universidad de Toulouse y ex miembro del consejo general del Banco de Francia. “Los Estados son a la vez rehenes de la hidra bancaria y están disciplinados por ésta. La crisis de 2007-2008 prueba este poder”, dice. “Los grandes bancos detentaban los productos tóxicos responsables de la crisis pero, en vez de reestructurar los bancos, los Estados terminaron asumiendo sus obligaciones y la deuda privada se transformó en deuda pública”, señala Morin. Los Estados son a la vez rehenes de la hidra bancaria y están disciplinados por ésta” François Morin, autor de “La hidra mundial, el oligopolio bancario” El investigador francés pone el foco sobre cinco mecanismos que permiten esta hegemonía financiera, económica y política: 1. Activos (bienes, dinero, clientes, préstamos, etc) Los 28 bancos detentan recursos superiores a los de la deuda pública de 200 Estados del planeta. Mientras que estas entidades tienen activos por US$50.341 billones, la deuda pública mundial asciende a US$48.957 billones. Otra manera de dimensionarlo: hay cientos de miles de bancos en todo el mundo, pero estas 28 entidades concentran el 90% de los activos financieros. En este escenario de hiperconcentración, la caída de uno o varios de estos bancos tiene un potencial devastador no solo sobre el sector financiero sino sobre la economía en general. Image copyright Getty Image caption La caída de Lehman Brothers, en 2008, marcó el inicio de la crisis económica mundial. Es la base del argumento en el centro de los debates post 2008: el riesgo de entidades “too big to fail” (tan grandes, que no se puede permitir que vayan a la bancarrota) Según Oscar Ugarteche, economista de la UNAM de México y autor de “La gran mutación”, que estudia este nuevo sistema financiero mundial, con este nivel de concentración del poder financiero hay “todas las posibilidades” de repetición de una crisis como la del 2007-2008. “Estos mercados crecieron con la liberalización financiera de los últimos 30 años, que les permitió salir de su lugar de intermediario financiero con la producción y el consumo, es decir, de correa de transmisión para proyectos productivos y compras”, señaló a BBC Mundo. Image copyright AFP Image caption La crisis que empezó en 2008 creó enormes problemas y conflictos sociales. “Con su participación en los mercados especulativos, desde divisas y tasas de interés hasta commodities y derivados, con un crecimiento explosivo de su crédito para financiar esta expansión, se llegó a 2008″, añadió. “La situación no ha cambiado y hoy estamos viendo que muchos de estos bancos están en serios problemas”. 2. Creación de Moneda El sistema clásico de emisión monetaria es el de una Casa de la Moneda que imprime los billetes que necesita un Banco Central situado en el centro de la escena financiera. “La situación no ha cambiado y hoy estamos viendo que muchos de estos bancos están en serios problemas ” Óscar Ugarteche, economista de la UNAM de México y autor de “La gran mutación” Pero hoy el 90% de la moneda es creada por estos 28 bancos: solo el 10% es responsabilidad de los bancos centrales. El paso del dinero físico al dinero crediticio está cambiando esta ecuación. Image copyright Getty Image caption La situación ha cambiado poco desde el año 2008. “Estamos cerrando el círculo. En un principio, había bancos que hacían operaciones de comercio exterior e interno. Era dinero-crédito. Pero no había control y centralización de esta función”, explicó Ugarteche.

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“Esto solo empieza a suceder con la creación de un Banco Central responsable de la emisión monetaria. El primero es el de Inglaterra en el siglo XVII. Pero con la desregulación bancaria de los 90 estamos volviendo al principio. Los bancos emiten crédito y no hay mucho control al respecto “, señaló. Si antes la expansión de dinero guardaba cierta proporción con el nivel de reserva monetaria de un país, hoy en día ese límite ha perdido relevancia. En este marco de total flexibilización crediticia, la Consultora Global Mc Kinsey estima que la deuda total -es decir la suma de deuda pública, privada e individual – creció en más de US$57 billones en los últimos siete años y hoy roza los US$200 billones, unas tres veces el PIB mundial. 3. Manejo del mercado cambiario El mercado cambiario es uno de los más grandes del mundo: US$6.000 millones diarios. Cinco de los 28 bancos controlan el 51% de ese mercado. “El tipo de cambio se maneja en Estados Unidos y el Reino Unido, es decir, no sólo depende de las variables económicas de un país”, afirmó Ugarteche. “El tipo de cambio se maneja en Estados Unidos y el Reino Unido, es decir, no sólo depende de las variables económicas de un país” Óscar Ugarteche, economista y autor de “La gran mutación” “Basta con que estos operadores, vinculados a los bancos de estas naciones, decidan que el valor de una moneda no se sostiene para que la ataquen especulativamente por medio del mercado de futuros”, señaló el experto. “Con compras o ventas masivas arrastran al resto de los actores provocando una modificación del tipo de cambio que no tiene nada que ver con la salud económica de un país “. El caso de Brasil ilustra este fenómeno. En septiembre de 2014 Brasil tenía un altísimo nivel de reservas -el más alto a nivel regional- que resultó insuficiente para contener el ataque sobre la moneda. Image copyright Getty Image caption Las reservas acumuladas no le valieron a Brasil para esquivar la crisis. El gobierno adoptó una serie de medidas como el aumento de las tasas de interés para estimular el ingreso de divisas y evitar la fuga de capitales, pero estas medidas ahogaron el crédito que necesitaba el aparato productivo y condujeron a la profunda recesión actual. “Fue una crisis inducida. Y no es un caso aislado. En México el valor de la moneda pasó de 14 a 20 sin que mediara un déficit fiscal importante, una crisis de balanza de pagos o inflacionaria, una caída de las reservas o la actividad económica”, dijo Ugarteche. 4. Manejo de las tasas de interés Con su potencial financiero, estas 28 entidades tienen una gravitación fundamental sobre las tasas de interés. Dado el estratosférico nivel de circulación diario de activos financieros y deuda, cualquier variación de la tasa de interés mueve automáticamente enormes cantidades de dinero. La investigación que iniciaron en 2012 Estados Unidos, Gran Bretaña y la Comisión Europea mostró cómo este nivel de concentración de los bancos termina en manipulación del mercado. Según la investigación, 11 de los 28 (Bank of America, BNP-Paribas, Barclays, Citigroup, Crédit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, HSBC, JP Morgan Chase, Royal Bank of Scotland, UBS) se comportaron como “entidades o bandas organizadas” para manipular las tasas de interés Libor. El Libor se acuerda diariamente en el mercado de Londres, determina la tasa a la que prestan los bancos y tiene un impacto directo en el mercado de derivados y en lo que pagan consumidores y productores por sus préstamos. Image copyright Getty Image caption 11 grades bancos manipularon las tasas de interés Líbor. “Las cosas no han cambiado. Un escándalo similar ha ocurrido recientemente con Goldman Sachs, Morgan Stanley y JP Morgan en el mercado de commodities“, indicó Ugarteche. 5. Los derivados La mitad de los 28 bancos producen derivados por US$710.000 millones, es decir, el equivalente a diez veces el Producto Bruto Interno mundial. En su libro “La gran mutación”, Ugarteche ilustra el funcionamiento del mercado de los derivados con el caso de un modesto activo financiero: una vaca.

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Image copyright Getty Image caption En 2008 desaparecieron miles de millones de dólares debido a mecanismos económicos ficticios. ¿Qué se puede hacer si queremos convertir a la vaca en dinero? En otras épocas se vendía para recibir a cambio una determinada cantidad de efectivo. Pero hoy se puede vender su valor a futuro. Como no es una transacción presente sino futura, el valor se multiplica muchas veces. Por ejemplo: se vende el probable ingreso futuro por la leche de la vaca se vende los terneros que parirá la vaca se vende la eventual leche de estos probables terneros, o el queso y la manteca que produzcan. “A partir de una vaca real, se crea una economía ficticia construida mediante el uso de distintas operaciones financieras. Es un mundo de probabilidades. El ternero es un futuro posible, nada más que eso. Lo mismo el rendimiento de una vaca. ¿Qué pasa si la vaca se enferma?”, dijo Ugarteche. A partir de una vaca real, se crea una economía ficticia construida mediante el uso de distintas operaciones financieras” Óscar Ugarteche, economista de la UNAM de México y autor de “La gran mutación” En este caso, las operaciones efectuadas se van por un agujero negro. Así, en 2008 desaparecieron, más de US$200.000 millones, algo que arrastró en su caída a las aseguradoras que supuestamente garantizaban todo este flujo de valor financiero. Nada ha cambiado. Los 28 bancos más grandes J. P. Morgan Chase Bank of America Citigroup HSBC Deutsches Bank Groupe Crédit Agricole BNP Paribas Barclays PLC Mitsubishi Ufjfg Bank of China Royal Bank of Scotland Morgan Stanley Goldman Sachs Mizuho FG Santander Société Générale ING Bank BPCE Wells Fargo Sumitomo Mitsui FG UBS Unicrédit Group Crédit Suisse Nordea BBVA Standart Chartered Bank of New York Mekon State Street El balance total de estos bancos es de US$50.341 millones.

UNA NUEVA CORTINA DE HIERRO EN EUROPA Por Jean-Arnault Derens y Simon Rico* http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/una-nueva-cortina-de-hierro-en-europa/

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Más de un millón de refugiados tomaron la ruta de los Balcanes durante el año 2015. Al tiempo que la Unión Europea firma un acuerdo con Turquía para frenar el flujo de migrantes hacia su territorio, las fronteras de este corredor humanitario informal, por el cual todavía circulan millones de personas, no dejan de cerrarse. domeni, frontera greco-macedonia. Al cabo de una pequeña ruta de campiña, en una llanura golpeada por los vientos que descienden de las montañas, se encuentra el último campo griego, entre praderas y una pequeña estación de carga. Basta con caminar algunos centenares de metros a lo largo de la vía férrea para toparse con las rejas que marcan la entrada a Macedonia. Los policías entreabren la puerta que da acceso al campo macedonio de Gevgelija, dejando pasar a los refugiados en grupos de cincuenta. Con el cierre progresivo de la ruta de los Balcanes, Macedonia endureció las condiciones de acceso: en noviembre de 2015, sólo los ciudadanos afganos, iraquíes y sirios eran aceptados como refugiados, ya que los oriundos del resto de los países eran considerados como “migrantes económicos”. Luego, en enero, los afganos ya no fueron aceptados. A comienzos de marzo, los sirios originarios de Alepo podían seguir pasando, pero ya no los que provenían de Damasco. Mientras que la capacidad del campo de Idomeni no es de más de mil quinientas personas, son miles los que se amontonan en pequeñas tiendas, sobreviviendo en condiciones extremadamente precarias. Cuando Eslovenia anunció a su vez el cierre de su frontera, el 8 de marzo a la medianoche, una misma pregunta se repetía: ¿cómo proseguir el viaje?, ¿hay que recurrir a las redes de pasadores, ahora que el corredor humanitario está completamente cortado? Nadie, en todo caso, piensa en volver atrás, hacia Turquía. Una carrera de obstáculos Evzoni, en la autopista de Tesalónica hacia Macedonia. A algunos kilómetros de Idomeni, la última estación de servicio antes del puesto fronterizo se ha vuelto a convertir en la guarida de los pasadores desde noviembre de 2015. “Llegué de Atenas. Le di 700 euros a un guía para llegar hasta Belgrado”, explica Brahim T., argelino de unos treinta años. Varios centenares de personas duermen cada noche de ambos lados de la autopista; los más ricos de a varios en un modesto cuarto de hotel, y los otros en edificios abandonados. Todos están conectados a internet gracias a sus teléfonos. Esas comunicaciones son vitales para contactar a los pasadores, estudiar los itinerarios, hablar con la familia. Aquí sólo hay hombres, o casi. La mayoría vienen del Magreb o de Irán: no tienen ninguna posibilidad de que los acepten como refugiados. Por la noche, de a pequeños grupos intentan forzar los alambres de púas que rodean la frontera entre Grecia y Macedonia. Larbi H., originario del sur de Marruecos, lo intentó en varias oportunidades: “Hay agujeros en la barrera, pero hay que desconfiar porque los soldados macedonios esperan un poco más lejos. Nos detienen, nos golpean y nos devuelven a Grecia”. Veles, centro de Macedonia. La casa de Lenče Zdravkin domina la vía férrea. Desde 2011 ve pasar a migrantes que caminan a lo largo de los rieles; el acceso a los trenes entonces les estaba prohibido. Ciudad industrial en decadencia, Veles se encuentra casi a mitad de distancia de las fronteras de Grecia, al sur, y de Serbia, al norte. “Comencé a darles agua, galletas, ropa… Les proponía descansar una hora a la sombra, lavarse los pies. Muchos tenían miedo, se ocultaban de la policía, pero muy pronto mi dirección empezó a circular en las redes sociales... –esta madre de familia de unos cincuenta años fue una de las primeras en Macedonia en movilizarse en favor de los migrantes y los refugiados–. Algunos pensaron que estaba loca de ocuparme así de las personas de paso. Luego los vecinos, los habitantes de la ciudad comenzaron a traer alimentos, mantas.” En la primavera de 2015, varias decenas de personas hacían un alto todos los días en Veles. La señora Zdravkin prosiguió su compromiso como voluntaria en el campo de Gevgelija. Desde que cerraron la ruta de los Balcanes, vuelve a ver pasar refugiados a pie. “Si prohíben que los migrantes pasen legalmente, no tienen más remedio que avanzar ocultándose. Yo había creído que Europa aportaría soluciones humanitarias, que permitiría que la gente viaje dignamente. Por el contrario: volvieron a los peores momentos de la clandestinidad”. Desde su ventana del primer piso, ella vuelve a ver las sombras furtivas que avanzan a lo largo de los rieles.

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En los flancos del Kadarak, región albanesa de Macedonia. Al pie de las cumbres que los separan de Kosovo, los pueblos de Vaksince y de Lojane dominan la autopista, la vía férrea y el puesto fronterizo de Tabanovce, entre Macedonia y Serbia. Desde hace mucho tiempo la policía macedonia ya no entra en esas aldeas, antiguos baluartes de las guerrillas albanesas, centros neurálgicos de numerosos tráficos. Lojane fue durante largo tiempo una etapa obligada: los migrantes esperaban la noche para tratar de pasar clandestinamente a Serbia, durmiendo en casas en construcción o en los tupidos matorrales cercanos a la frontera, la “jungla” local. Con la organización del corredor humanitario, los flujos se desviaron durante varios meses hacia el valle. Pero los “ilegales”, los “migrantes económicos” a los que el acceso a ese corredor les era negado, muy pronto retomaron la ruta de la montaña. “Las violencias aumentaron en proporción a las restricciones impuestas por la Unión Europea”, deplora Francisca Baptista da Silva, portavoz de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Serbia. En mayo de 2015 desmantelaron una red de secuestradores dirigida por un residente afgano apodado “Alí Babá”, permitiendo la liberación de varias decenas de refugiados. Desde entonces, los “negocios” se restablecieron. Preševo, sur de Serbia. La emigración sigue siendo una válvula de escape económica para los cincuenta mil habitantes de esta ciudad mayoritariamente poblada de albaneses que se esconde en el fondo de un valle pobre, enclavado entre Kosovo y Macedonia. La policía consigna la identidad de los refugiados y toma sus impresiones digitales en una fábrica de tabaco ahora cerrada, como la casi totalidad de las empresas de la ciudad. La crisis de los refugiados favoreció la llegada masiva de dinero fresco. Transporte en ómnibus hacia Croacia, alimentación, telefonía móvil: una economía paralela totalmente dirigida hacia ellos se instaló durante el pico de las llegadas, entre junio y noviembre. Shkëlzen K., que tiene un minimercado justo frente al centro, afirma haber triplicado sus ventas en 2015. El barrio de la estación se había convertido entonces en un campo a cielo abierto. Miles de personas dormían en las veredas en espera de ser identificadas y de obtener el salvoconducto de setenta y dos horas que entregaban las autoridades serbias, indispensable para proseguir la ruta hacia Croacia. El centro de registro sigue abierto, pero las llegadas se hicieron escasas. Dimitrovgrad, frontera serbo-búlgara. Para algunos, la llegada a Serbia tiene el sabor de una primera victoria, de una liberación. Cada día, de cien a trescientos afganos llegan a esa localidad empobrecida. Desde Turquía atravesaron Bulgaria a pie, caminando de noche, ocultándose. El viaje dura dos semanas para los más robustos y los más afortunados. Casi todos los relatos se asemejan. Evocan las palizas sistemáticas de la policía búlgara, que despoja a los refugiados de sus ahorros y de sus preciados teléfonos. En el límite de sus fuerzas Javeed, adolescente de 15 años, tiembla de agotamiento cerca del centro de acogida donde la policía serbia entrega los salvoconductos. Dos grandes tiendas permiten resguardarse del frío, pero nunca hay suficiente lugar para todo el mundo. Algunos voluntarios procedentes de Suiza distribuyen sopa y mantas. “Sólo los afganos pueden hacer este viaje –dice un amigo de Javeed–. Nosotros estamos acostumbrados a caminar en la montaña; los sirios no podrían seguirnos.” Los afganos que atraviesan Bulgaria son también los más pobres de los refugiados, los que no pueden pagar a los pasadores. La continuación de su viaje se ha vuelto muy aleatoria desde que los países europeos han dejado de aceptarlos. Šid, frontera serbo-croata. Entre mediados de septiembre y fines de octubre de 2015, más de doscientos mil refugiados pasaron de Serbia a Croacia tomando el camino del pequeño puesto de Berkasovo/Bapska, en las colinas dominadas por los meandros del Danubio. Durante ese período, cerca de mil voluntarios checos y eslovacos se sucedieron en esta frontera, ofreciendo alimentos y consuelo. “Estamos aquí porque tenemos vergüenza de nuestro presidente, de nuestro gobierno –explicaba Pavel H., cristiano evangelista de unos cincuenta años que acampaba en Berkasovo con militantes anarquistas–. Queremos mostrar que no todos los checos están a favor del cierre de las fronteras.” Luego se organizó el cruce desde la estación de la ciudad vecina de Šid, donde los policías serbios y croatas vigilaban en forma conjunta el embarque de los refugiados en dirección al centro de acogida croata de Slavonski Brod. “¿Cómo se dice ‘por favor’ en árabe? ¿Tú lo sabes, croata?”, pregunta a su colega un funcionario serbio que intenta orientar a una familia siria. La llegada de los refugiados contribuyó a restablecer relaciones “funcionales” entre los enemigos de ayer. Subotica, frontera serbo-húngara. De 1945 a 1989 esta ciudad, la última de Serbia antes de Hungría, lindaba con la cortina de hierro que dividía a Europa en dos. En 2011, la ciudad se convirtió en un nudo esencial de la ruta de los Balcanes. Los migrantes se reagrupaban en las inmediaciones de una antigua

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fábrica de ladrillos abandonada. Redes de pasadores hacían el traslado hasta Hungría. En el invierno 2014-2015, no menos de cien mil kosovares aprovecharon esas redes durante un éxodo tan repentino como efímero. Después del bloqueo total de la frontera por Hungría, el 14 de septiembre, ya nadie pasaba por Subotica; pero con el establecimiento de la distinción entre “refugiados” y “migrantes económicos”, la jungla vuelve a atraer a los candidatos al exilio. Hakim T., originario de Marruecos, espera una transferencia de 1.200 euros para pagar el cruce de la frontera: “Me van a llevar en auto, el guía me mostrará una abertura en los alambres de púas y alguien me esperará del otro lado. No es tan difícil”. A pesar de los peligros muy reales –violencias, chantaje y prisión en caso de arresto–, los cruces clandestinos se reanudaron a medida que las rutas “legales” se cerraban. Sveta Lucija, frontera croato-eslovena. Un memorable partido de vóley se desarrolló en ese pequeño puesto fronterizo de los confines de Istria. El 19 de diciembre de 2015, para protestar contra la construcción de un muro de alambres de púas a lo largo de las fronteras eslovenas, los ciudadanos de los dos países se dieron cita a ambos lados de la alambrada. Los militantes y los deportistas no son los únicos que se oponen a esta barrera: también las asociaciones de cazadores denuncian el obstáculo que representa para los animales de caza. Ni la división de Yugoslavia ni la adhesión de Eslovenia a la Unión Europea, en 2004, habían conducido al surgimiento de semejante cortina de hierro. Šentilj, frontera austro-eslovena. Es aquí donde estallaron los primeros enfrentamientos de las guerras yugoslavas, en junio de 1991, cuando la Defensa Territorial eslovena recuperó de las unidades del Ejército Popular yugoslavo el control de las fronteras con Austria. El puesto de Šentilj/Spielfield es el principal punto de paso entre los dos países, la verdadera barrera de la ruta de los Balcanes. Durante todo el otoño boreal de 2015 permaneció cerrado a la circulación automotriz, mientras que cada día miles de refugiados esperaban poder pasar hacia el norte. El 19 de febrero Austria puso cupos, limitando el acceso a su territorio a ochenta solicitantes de asilo por día, y a tres mil doscientos refugiados en condiciones de probar que su destino final era un tercer país. Ese mismo día, Viena reunía a los jefes de policía de Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia para establecer un procedimiento único de registro de los refugiados en tránsito. Algunos días más tarde, Austria organizaba una cumbre regional de los jefes de Gobierno, omitiendo invitar a Grecia, que denunció de inmediato una iniciativa “unilateral e inamistosa”. Sin una verdadera reacción de la Unión Europea, Austria y sus aliados del “grupo de Visegrád” (Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia) se liberaban de las reglas del espacio Schengen (1) y concluían el cierre de la ruta de los Balcanes (2). En las orillas del lago de Ohrid, frontera albano-macedonia. Si los flujos procedentes de Turquía disminuyen, las decenas de miles de personas bloqueadas en Grecia buscan nuevas rutas. Dos parecen pasibles de ser encaradas: una podría pasar por Rumania y Ucrania, la otra por Albania. Desde este último país, los refugiados podrían pasar a Montenegro, luego a Bosnia Herzegovina y a Croacia, o bien tratar de alcanzar directamente Italia atravesando el Adriático. Desde hace meses, las autoridades de Tirana están a la espera de su llegada. A comienzos de marzo comenzaron a desplegar unidades especiales de la policía en los confines del país, en la frontera griega, y en las inmediaciones del puesto de Qafassan, en la frontera con Macedonia, entre Pogradec y Struga. Controlar todas las vías de paso en las montañas albanesas, sin embargo, será difícil, y muy pronto el país podría transformarse en un nuevo callejón sin salida. 1. N. de la T.: Área creada en 1985 –y que comenzó a funcionar en 1995–, que comprende a 26 países europeos que derogaron los controles fronterizos en las fronteras comunes. 2. Véase Benoît Bréville, “Haro sur Schengen”, Le Monde diplomatique, París, enero de 2016. * Periodistas, redactores en el sitio Le Courrier des Balkans. Traducción: Víctor Goldstein

JAPONESAS HOSTIGADAS EN EL TRABAJO Por Johann Fleuri* http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/japonesas-hostigadas-en-el-trabajo/

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Casi dos de cada tres japonesas abandonan su carrera al ser madres. Cuidado de los niños, falta de perspectivas, discriminación: las razones abundan. Con el envejecimiento de la población, Japón podría perder hasta 6,4 millones de trabajadores de aquí a 2025. sus 37 años, Mori Tomoko es una mujer activa y satisfecha consigo misma. Vive en Tokio y trabaja en el servicio comercial de un gran grupo hotelero estadounidense. Acaba de obtener un ascenso a un cargo directivo, anuncia con orgullo. “Mi horario de trabajo se extendió considerablemente, pero estoy contenta. La empresa confía en mí”. Casada recientemente, le gustaría tener un hijo antes de los 40 años. Pero confiesa tímidamente: “Eso podría ser un freno para mi carrera”. Aún hoy, las japonesas parecen tener que elegir entre empleo y maternidad. Mori busca desdramatizar: “Si pudiera recibir a la vez el apoyo del gobierno y el de mi empresa, podría criar un hijo...”. Pero, como a pesar suyo, expresa inmediatamente sus reparos y termina eludiendo el tema. En Japón, una mujer que se convierte en madre tiene pocas posibilidades de que le asignen responsabilidades: los directivos de la empresa consideran que su mente está demasiado concentrada en lo que sucede en el hogar. La constatación es implacable: mientras que nunca fueron tantas las japonesas que realizan estudios superiores, el 60% de las mismas deja de trabajar al dar a luz a su primer hijo. En treinta años, su situación profesional se deterioró considerablemente: apenas el 44,2% tiene un empleo estable y de tiempo completo, contra el 67,9% en 1985. Paralelamente, el porcentaje de aquellas que ocupan puestos de tiempo parcial se disparó, pasando del 28,5% en 1985 al 43,9% en 2015. El gobierno de Abe Shinzo afirma que esta cuestión es una de sus prioridades. En marzo de 2014, el primer ministro creó un consejo para la promoción del empleo femenino. En abril de 2013, ya había hecho que se aprobara una “Declaración de acción para una sociedad donde las mujeres brillen” y lanzado lo que se denominó las “Womenomics”, que tiene como objetivo que el 30% de las mujeres ocupen puestos de responsabilidad en 2020. Por el momento, se está lejos de esa cifra. La proporción actual de trabajadoras activas es del 64% (tiempo parcial incluido), contra el 84% de trabajadores activos (1). Si la actividad femenina fuese equivalente a la de los hombres, “la fuerza de trabajo aumentaría un 14%”, señala Takegawa Keiko, directora general de la Oficina de Igualdad de Género del gobierno. Acoso maternal Desde luego, a partir de la ley sobre la igualdad de género, en 1987, las japonesas se lanzaron a la conquista del mundo profesional. Su tasa de actividad era de apenas el 53% en 1985. Pero, con la llegada de un hijo, abandonan el trabajo y sólo el 11% de ellas ocupa puestos de responsabilidad. En 2011, la Universidad de la Mujer de Tokio realizó una encuesta entre cinco mil mujeres con el fin de comprender qué las hacía abandonar. “La primera razón mencionada, por lejos [63%], era la falta de perspectivas profesionales –detalla Osawa Machiko, directora de la Universidad–. Las más ambiciosas son las primeras en abandonar.” Luego seguían la educación de los hijos (32%), que se volvió más difícil por la ausencia de vacantes en guarderías, y el cuidado de un pariente anciano (38%), que a menudo le corresponde a la esposa. Esta situación se explica también por una flagrante discriminación, que hizo que el Foro Económico Mundial clasificara al país en el puesto 104 de 142 en materia de igualdad de género (2). Confinadas a las tareas menos calificadas, conscientes de que, con la misma capacidad, el hombre siempre tendrá prioridad, las mujeres se amargan. Especialista en Sociología Histórica y Estudios de Género de la Universidad de Osaka, Muta Kazue no tiene pelos en la lengua: “La sociedad japonesa tiene un problema estructural de desprecio y falta de respeto hacia las mujeres. Por más que la promoción del trabajo femenino sea objeto de políticas oficiales, difícilmente son consideradas verdaderas protagonistas en el mundo laboral. Y la proporción de contratos

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precarios no deja de aumentar. [...] La pobreza de las mujeres constituye un verdadero problema, al igual que el acoso” (3). Desde hace varios años, Muta Kazue defiende los derechos de las mujeres. En 1989, apoyó a una trabajadora que había denunciado a un colega por dichos injuriosos y la propagación de rumores sobre su vida sexual; el primer caso de acoso sexual mencionado públicamente y juzgado en Japón. A lo largo de este proceso, también hizo su aparición la palabra sekuhara (“acoso sexual”). Según la policía, en 2013 se registraron 21.089 casos, es decir, el doble que en 2002. Según las estimaciones de la organización no gubernamental (ONG) Matahara Net, una de cada cuatro mujeres sería víctima de acoso a causa de un proyecto de maternidad o por tener un niño pequeño. Si bien la licencia por maternidad existe, en los hechos, son pocas las que la utilizan (17%), ya que sufren presiones de sus superiores. Se creó un término específico: matahara, “acoso maternal”. Se puso de moda desde que, en 2014, una japonesa de 37 años decidió crear una asociación para defender a las víctimas. Fundadora de Matahara Net, la propia Osakabe Sayaka fue obligada por su empleador a hacer diariamente horas extras, a pesar de su embarazo y los dolores de vientre. Las presiones y el estrés le hicieron perder dos embarazos consecutivos. “En Japón, las mujeres que desean tomar una licencia por maternidad son señaladas con el dedo por los empleadores, objeto de burla de sus colegas –nos explica–. Hasta que estallan.” Luego de su segundo aborto espontáneo, renunció y presentó una denuncia. “Me sentía tan triste. Tuve tanta bronca contra esa empresa. Me trataron de mentirosa e intentaron tergiversar los hechos en el tribunal. Cuando la víctima era yo.” Desde que sus presentaciones públicas se multiplicaron, muchas mujeres se identificaron con su testimonio. Ciento ochenta confiaron sus historias a la ONG, confirmando las prácticas de algunos empleadores: dichos injuriosos, despidos abusivos, etc. Este tipo de trato es aun más frecuente con las empleadas precarias (casi una de cada dos trabajadoras) y en algunas profesiones: enfermeras, educadoras, auxiliares de enfermería, empleadas de oficina. “No es más que la punta del iceberg –precisa la joven–. Cada día recibimos más, de todas las edades y actividades. La mayoría no se da cuenta de que es víctima de acoso.” En un país donde resulta difícil decir “no”, muchas sufren en silencio. Una vez que estas futuras madres dejan de trabajar, “no tienen otra alternativa que interrumpir su carrera profesional –concluye Osawa–. Cuando, después de haber parido, quieren volver a trabajar, sólo podrán acceder a empleos precarios. Su capacidad es anulada”. El uso del tiempo El gobierno llama a las japonesas a tomar la delantera, pero la mayoría de ellas no está preparada para hacerlo. “Tienen la capacidad, pero no saben cómo hacerla valer”. Habiendo estudiado en Estados Unidos antes de regresar a Japón en 1987, en el preciso momento de la aprobación de la ley sobre la igualdad de género, Osawa recuerda sus primeras conferencias en la universidad: “Al expatriarme, había adquirido una confianza en mí de la que las japonesas tristemente carecen”. En la Universidad de la Mujer de Tokio, existe un programa especialmente concebido para apoyar a las madres jóvenes en su regreso al empleo. “Las ayudamos a encarrilarse –explica Osawa Machiko–. Desde 2008, trescientas pudieron recuperar un puesto estable. Pero no podemos responder a todos los reclamos.” En 2013, para solucionar el problema del cuidado de los niños, el gobierno incrementó la capacidad de las guarderías. “En dos años, se crearon 200.000 vacantes más. Deseamos duplicar la cifra de aquí a 2018”, asegura Takegawa. A pesar de ello, aún se estima en 23.000 el número de niños que podrían permanecer en lista de espera al final del programa, según el diario económico Nikkei Shimbun (30 de septiembre de 2015). Paralelamente, el gobierno lanzó a fines de 2015 un plan de acción para el conjunto de empresas privadas japonesas con más de trescientos empleados. Tenían tiempo “hasta el 1º de abril de 2016 para presentar un programa de acciones positivas en favor de las mujeres –explica Takegawa–. Sus esfuerzos serán evaluados durante diez años y, si es necesario, el plan se prorrogará. Asignaremos puntajes que les

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permitan ser valoradas a través de una clasificación”. Sus ideas “deberán implementarse inmediatamente”. Para las empresas de menos de trescientos trabajadores, “no existen obligaciones, aunque se les pide que hagan esfuerzos”. Esta iniciativa es posterior al fracaso de otro programa, puesto en marcha en 2014, destinado al mismo tipo de empresas. Prometía una compensación de 300.000 yenes (aproximadamente 2.350 euros) por empleada admitida en un puesto de responsabilidad. Se esperaban cientos de postulaciones; se había destinado una partida de 120 millones de yenes. Pero, al finalizar el programa, a fines de septiembre de 2015, ninguna empresa se había postulado. “La compensación económica era escasa para asumir ese riesgo: se pedía que la designación de mujeres en puestos de responsabilidad fuera inmediata, cuando éstas necesitan previamente una formación –explica Kawaguchi Akira, profesor investigador de la Universidad Doshisha de Kioto y especialista en igualdad de género–. El plan imaginado para este año es mucho más prometedor. Cada empresa podrá tratar de aportar una solución a su medida. Declarando públicamente sus programas, las empresas se sentirán obligadas a implementarlos.” Por su parte, Sakuma Hidetoshi, director general del Chiba Bank, es el impulsor de un manifiesto que reúne a 27 grandes directivos de empresas donde el rol activo de las mujeres en la economía es muy valorado. Esta iniciativa, llevada a cabo simultáneamente con el programa estatal, apunta a eliminar la imagen machista de los empleadores nipones. Desde julio de 2015, se tomaron medidas: permitir que las mujeres conserven su empleo adaptando o reduciendo su horario de trabajo al regresar de una licencia por maternidad (Cross Company); crear áreas de capacitación (Mitsubishi), o incluso recompensar económicamente a los empleados –hombres o mujeres– que regresen a sus casas a horario (Johnson & Johnson) ofreciéndoles la suma simbólica de 50 yenes adicionales (menos de 40 centavos de euro) por día... Este último punto puede sorprender, pero, en virtud de una particular costumbre japonesa, el trabajador debe supuestamente permanecer en su puesto hasta la partida de su superior jerárquico, aun cuando haya terminado sus propias tareas. Alrededor del 20% de los empleados hombres de entre 30 y 50 años trabajan sesenta horas o más por semana. Para Kawaguchi Akira, la clave de una nueva dinámica reside en la reducción del tiempo de trabajo, tanto para los hombres como para las mujeres: “El tiempo de trabajo semanal promedio es de cuarenta y cinco horas, al que hay que sumarle diez horas extras consideradas como debidas a la empresa. ¡Es demasiado!”. Takegawa agrega: “Semejante amplitud horaria crea un gran cansancio y afecta el cumplimiento de las tareas”. Un uso del tiempo más flexible podría jugar a favor de un mayor equilibrio entre el empleo y la familia para la madre, pero también para el padre, que actualmente dedica sólo una hora de su jornada a su hogar (contra 2 horas y 12 minutos para un padre asalariado francés) (4). La imagen del hombre en el trabajo y la mujer atareada en el hogar sigue muy arraigada. Desde abril de 2014, las licencias para ocuparse de un hijo están dirigidas a ambos padres y las asignaciones aumentaron: 67% del último salario, en lugar del 50%. A pesar de ello, sólo el 2,3% de los padres la utilizan (2,03% antes del aumento). Cuando el niño nace, en el 85% de los casos es la madre la que deja de trabajar. Otro obstáculo para la carrera de las mujeres: el traslado del esposo a otra sede de la empresa o a otra ciudad, indispensable para su ascenso. “Cuando un tokiota desea un ascenso, debe aceptar previamente un puesto en el interior –agrega Osawa–. Las esposas los siguen, sin solución profesional detrás.” Sometidas a todas estas restricciones, las japonesas se casan menos: 5,3 de cada 1.000 por año actualmente, contra 10 de cada 1.000 en los años 1970. Y esa tasa arrastra en su caída a la tasa de natalidad: 1,42 hijo por mujer contra 2,2 en 1970. Ya que en Japón, los niños nacen rara vez fuera del matrimonio (menos del 2%). Osakabe cuenta esta anécdota significativa: por su desempeño a la cabeza de su asociación, recibió en marzo de 2015, de manos de la propia Michelle Obama, el premio internacional al coraje de las mujeres. Confiesa no haber sabido, durante la ceremonia, si debía estar feliz o profundamente ofendida por esta distinción: “Este premio está reservado a los países en vías de desarrollo. Como japonesa, no entendía pues por qué lo recibía. Y luego vi esa clasificación mundial donde Japón estaba lejos del podio en materia

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de igualdad de género. Entonces me dije: ‘Es verdad, hay que admitirlo: en esta cuestión estamos en vías de desarrollo’”. 1. Estadísticas publicadas por la Oficina de Igualdad de Género dependiente de la Oficina del Gabinete (dirigida por el Primer Ministro), “Women and men in Japan 2015”, Tokio, www.gender.go.jp 2. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que establece un índice con diversas variables, ubica a Japón en el 26º puesto (Francia se encuentra en el 12º). 3. www.nippon.com, 13-4-15 (en japonés). 4. Cécile Brousse, “Travail professionnel, tâches domestiques, temps ‘libre’ : quelques déterminants sociaux de la vie quotidienne”, Economie et statistique, N° 478-479-480, Institut National de la Statistique et des Etudes Economiques (INSEE), París, octubre de 2015. * Periodista, Tokio. Traducción: Gustavo Recalde

LA OFENSIVA COMERCIAL DE RUSIA Por Olivier Zajec* http://www.eldiplo.org/202-el-temblor-brasileno/la-ofensiva-comercial-de-rusia/ Atrapada entre su voluntad de modernizar el aparato militar-industrial y una economía estancada, Rusia busca recuperar su rango estratégico. A pesar de cierto retraso tecnológico, sigue siendo el segundo exportador mundial de armamento. unio de 2015, Feria Internacional del Armamento de Kubinka, sesenta kilómetros al oeste de Moscú. Navegando entre los stands de los ochocientos expositores rusos y extranjeros, los representantes de diversos países de Medio Oriente y asiáticos se agolpan ante la muestra de la compañía Uralvagonzavod (UVZ). ¿El motivo de su curiosidad? Un vehículo dotado del sistema de artillería Buk-M2E de Almaz-Antey, el primer productor de misiles tierra-aire ruso. Esta batería es un arma terriblemente eficaz, capaz de apuntar simultáneamente a veinticuatro blancos, lo que permite disuadir a una fuerza aérea, y cuenta, además, con capacidad antimisiles. En el stand, y luego en el “Business Center” de la Feria, decorado con motivos de camuflaje, abundan los apretones de manos, mientras los representantes comerciales acumulan protocolos de acuerdo que anuncian futuras ventas. Seis meses más tarde y tres mil kilómetros más al sur, UVZ vuelve a montar su stand en la exposición “Diálogo comercial-industrial Rusia-Irán” en Teherán. El ministro de Industria iraní, Mohammad Reza Nematzadeh, se inclina con interés sobre el pesado material rodante de la compañía, escuchando atentamente los comentarios de su homólogo ruso Denis Mantourov, quien elogia el know-how nacional (1). Lo que está en juego en Kubinka o en Teherán se repite en todas las grandes citas mundiales del armamento: Eurosatory y Le Bourget en Francia, International Defence Exhibition and Conference (IDEX) en Abu Dhabi, Farnborough en el Reino Unido, y también durante las etapas “regionales”, como la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE) en Chile. Pero si bien las compañías y grupos de la Base Industrial y Tecnológica de Defensa (BITD) rusa ven desfilar al mundo entero, las respuestas finales a los pedidos extranjeros no suelen ser de su competencia. Para negociar las prestaciones y compensaciones, administrar los plazos de entrega, adquirir las licencias de fabricación, aprobar el servicio posventa, los clientes corren hacia la ineludible ventanilla de la agencia Rosoboronexport, creada por decreto en noviembre de 2000 e integrada desde 2008 al holding estatal Rostec. Este último había sido creado un año antes por Vladimir Putin. Reúne los activos de 663 compañías industriales rusas, muchas de ellas ligadas al complejo industrial-militar. La entidad, dirigida siempre por hombres de confianza del Presidente, detenta el monopolio de las exportaciones nacionales de defensa. Y los resultados no se hacen esperar –al menos en apariencia–. La autonomía estratégica

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Rusia, que en 2014 realizó ventas de material militar por 10.000 millones de dólares, es hoy el segundo exportador de armamento en el mundo. Sus principales clientes son India, China, Vietnam y Venezuela (ver mapa en esta página). Con su reputación de rústicos y eficaces, los productos de Mig, Kolomenski, Sukhoi, OSK o Kamov están presentes en el mundo entero: “Las empresas rusas se deslizan sobre una ola nacional de adquisiciones y de exportaciones. Once de ellas se encuentran hoy en el top 100 mundial, y sus ingresos combinados crecieron un 48,4% entre 2013 y 2014” (2), indica Siemon Wezeman, investigador del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI). Sin embargo, fuera de los sistemas tierra-aire S-300 y S-400 de Almaz-Antey, capaces por sí solos de cambiar las relaciones de fuerza geoestratégicas en un teatro regional de operaciones, estas armas no pueden competir, en términos de rendimiento, con las series de última generación que proponen los estadounidenses, los alemanes, los franceses o los suecos. Ante el aumento generalizado de la calidad en el mercado mundial del armamento, la rusticidad de los Kalashnikovs o de otros Tokarev, que contribuyó a la reputación de los productos rusos, podría convertirse en una desventaja. Sobre todo porque los clientes asiáticos o africanos que tradicionalmente absorbían esta producción, comienzan a exportar copias. Algunos, y en particular China, están incluso en condiciones de integrar componentes electrónicos o sistemas de combate embarcados cuya calidad es a veces equivalente, y muy pronto quizás, superior. El Kremlin finge no estar obnubilado por esta competencia de los países emergentes. Por otra parte, a pesar de la fabricación de cazas de quinta generación, la aviación china siempre necesita, al menos en parte, la tecnología de los mecánicos rusos. Al contrario, Moscú es perfectamente consciente del hecho de que algunos sectores de su ingeniería de defensa se han vuelto progresivamente dependientes de la tecnología occidental. Las sanciones impuestas en 2014 tras la crisis de Crimea cerraron los mercados de abastecimiento. El complejo industrial-militar ruso ya no puede abastecerse de tecnologías de punta europeas y estadounidenses, ya sean militares o de uso dual, sin acudir a países dispuestos a eludir el embargo. La ruptura de la cooperación con las compañías de armamento ucranianas es aun más grave. Tradicionalmente, estas compañías proveían una gran parte de los componentes de los sistemas de armas: así, los motores Sich equipan a los helicópteros Mi-8, mientras que las fragatas del Proyecto 22.350 dependen de los motores de la compañía ucraniana Zorya-Mashproekt. El emblemático sistema de defensa tierra-aire S-300, tan importante para la diplomacia militar rusa, incluye también la electrónica que provee la sociedad Lorta, con base en Lviv, en Ucrania. Es cierto que los rusos recuperaron algo de su libertad de acción en algunos sectores: el astillero naval Sevmach en Severodvinsk reemplazó, ante la urgencia, al ucraniano Nosenko de Mykolaiv. Pero a las dificultades tecnológicas hay que agregar la reducción del presupuesto de Defensa, que será un 5% más bajo este año, según lo anunciara la viceministra de Defensa, Tatiana Chevtsova, el 6 de marzo (3). Este embargo confirma la voluntad de Rusia de aumentar su autonomía. No es seguro que tenga los medios para lograrlo a corto plazo, pero ya no tiene opción: el desafío es restaurar su imagen de potencia estratégicamente autónoma en el campo de la alta tecnología, condición sine qua non para mantener y mejorar el atractivo de su oferta global. Para alcanzar este objetivo, Moscú decidió invertir con prioridad en el ámbito espacial y nuclear, los dos únicos campos capaces de generar efectos tecnológicos y estratégicos decisivos. Durante la Guerra Fría, estos dos pilares –disuasión nuclear y acceso autónomo al espacio– le confirieron a Rusia su estatus de superpotencia. También le permitieron mantener cierto rango cuando el derrumbe de la Unión Soviética la obligó a abandonar por un tiempo el centro de la escena. En el peor momento del “empobrecimiento estratégico” de los años 90, Moscú mantuvo una capacidad nuclear primero residual, que luego modernizó progresivamente. Esta ventaja tuvo un rol preponderante en su retorno a la escena internacional, que puede ser constatado desde el año 2000. En 2011, Rusia anunció que invertiría 70.000 millones de dólares hasta el 2020 para mejorar su tríada nuclear estratégica: misiles intercontinentales tierra-tierra, bombarderos, misiles mar-tierra. Esta suma debe ser contextualizada en el marco de los 750.000 millones de dólares en inversiones (para el mismo período) anunciados tras la guerra de Georgia en 2008. Aunque victorioso, el ejército ruso mostró allí sus fallas tecnológicas y operacionales. En el plano terrestre, dos programas de misiles balísticos intercontinentales (MBIC) concentran sus esfuerzos: el RS-26 Rubezh, para supuestamente penetrar

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escudos antimisiles, que entrará en servicio en 2016, y el Sarmat, un misil de combustible líquido más pesado, capaz de llevar hasta diez cargas nucleares, que se lanza a partir de silos, para reemplazar al R-36M2. A este arsenal hay que agregar el Barguzin, un misil balístico intercontinental montado sobre una plataforma ferroviaria móvil. En el ámbito naval, Rusia no olvida que los submarinos son hoy uno de los indicadores de potencia más buscados, en un mercado en el que debe enfrentar las ofertas de sus competidores: Francia, Alemania, Japón y Estados Unidos. Vendidos en el mundo entero (como la serie Kilo de propulsión diesel), los submarinos rusos sufren de una débil reputación en materia de seguridad: difícil olvidar la tragedia del Kursk, sepultado con su tripulación en agosto del 2000. Por lo tanto, Moscú debe implementar un programa de modernización completo, que actualmente se ve representado en los submarinos lanzadores de artefactos (SNLE) de la clase “Borei” (“Viento del norte”), aunque algunos expertos ponen en duda su desempeño. Están equipados con entre doce y dieciséis misiles Bulava con un alcance de ocho mil kilómetros, que tuvieron enormes dificultades de implementación entre 2004 y 2009, pero cuyas últimas pruebas, en 2014-2015, mejoraron considerablemente su confiabilidad. Es cierto que Putin en persona había “reubicado” a los responsables del programa, siguiendo su guión habitual: el del buen zar que castiga a los malos boyardos por el bien de la nación. Las capacidades del Bulava inquietan a los Estados Mayores occidentales. “Como su variante terrestre, el Bulava fue concebido para contrarrestar las evoluciones del escudo antimisil occidental. Una vez lanzado, puede realizar maniobras evasivas y desplegar una gran variedad de contramedidas y de engaños para evitar ser interceptado” (4), detalla Tom Spahn, un especialista de la marina estadounidense. Para completar el componente aéreo de la tríada, los bombarderos estratégicos rusos Tupolev 22, 160 y 95 MS cederán su lugar al nuevo modelo (PAK-DA) de amplio radio de acción, más polivalente y con la reputación de ser extremadamente furtivo. Estos programas ponen nerviosa a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Como lo observa su actual secretario general, Jens Stolberg, “Rusia invierte más en la defensa en general y en sus capacidades nucleares en particular. […] Este comportamiento provocador es injustificado, es desestabilizador y es peligroso. […] Es una de las razones por las cuales intensificamos nuestra capacidad de reacción y la preparación de nuestras propias fuerzas” (5). Doble señal En materia nuclear, Moscú parece jugar con los nervios de los occidentales. Dos meses después de su involucramiento en Siria, durante una reunión pública en presencia de Putin en Sochi, el 10 de noviembre de 2015, una cadena de televisión rusa filmaba por encima del hombro de un almirante los planos de un misterioso sistema de torpedos nucleares de amplio alcance bautizado “Status 6”. Durante esta reunión, el Presidente ruso aseguraba precisamente que su país tomaría “las medidas de represalia necesarias para reforzar el potencial de [sus] fuerzas nucleares”. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, declaró rápidamente que esas imágenes eran un “accidente”, que el programa había sido anulado y que en el futuro se tomarían medidas para evitar que se filtren “verdaderos datos secretos” (6). Con tono serio, los especialistas de la cadena estadounidense Fox News comenzaron inmediatamente a especular sobre el posible impacto en puertos estadounidenses de los torpedos atómicos de cien megatones; pero la mayoría de los observadores competentes estuvieron de acuerdo en determinar que esa filtración podía haber sido organizada para ejercer un efecto disuasivo sobre los “socios” occidentales (7). A estas mejoras tecnológicas, reales o supuestas, se superpone una evolución de la doctrina oficial de las fuerzas nucleares rusas. Tres documentos, que datan respectivamente de 1993, 2000 y 2010, muestran significativas inflexiones en función de las amenazas percibidas por Rusia. El texto de 1993 traducía una concepción disuasiva entre potencias que disponen de energía atómica. El del 2000, poco después de la intervención de los occidentales en Kosovo en 1999, menciona una eventual utilización en el marco de un ataque convencional de gran amplitud que amenazara a la “seguridad” del país (8). En 2010, sin cuestionar esta ampliación de la disuasión, Moscú parece en cambio elevar el umbral de respuesta de una detonación nuclear de advertencia contra un ataque convencional masivo, al hacer que este último dependa no ya de una simple amenaza a la seguridad, sino de la supervivencia del Estado ruso. En el ámbito espacial, segundo pilar de la influencia tecnológica que intenta restaurar, Rusia atraviesa una situación difícil. Los fracasos se han ido encadenando, con la desintegración en vuelo de un lanzador

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Protón-M, el 16 de mayo de 2015, o la destrucción de un satélite Kanopus, embarcado en un lanzador Soyuz, el 5 de diciembre (9). Como explica Bertrand Slaski, analista de defensa en la Compañía Europea de Inteligencia Estratégica (CEIS): “En el pasado, la corrupción endémica, la débil productividad y la falta de control de la calidad del trabajo tuvieron como consecuencia una disminución de la eficacia general del programa espacial. […] Entre 2004 y 2011, la relación éxitos-fracasos en los lanzamientos se encontraba entre el 5 y el 6%; entre 2011 y 2013, pasó al 11,1%, es decir, 8 fracasos sobre 72 intentos. Sin embargo, al mismo tiempo, el presupuesto de la Agencia [Roskosmos] creció un 78%” (10). El Kremlin reaccionó confiando la misión de un relanzamiento global al influyente Dimitri Rogozine, viceprimer ministro y ex representante permanente de Rusia en la OTAN. En 2015, se anunció la nueva estrategia espacial que prevé la instauración de un Consejo para el Espacio ante la Presidencia y la inversión de entre 4.000 y 5.000 millones de euros por año en el sector hasta el año 2030. Para recuperar cierta coherencia industrial e intentar restaurar la confiabilidad de sus lanzadores, Roskosmos se transformará en una empresa pública. Rusia no puede prescindir de sus flotas de satélites: como ocurre también con Francia o Estados Unidos, la credibilidad de su disuasión y de su programa A-135 de defensa antimisiles depende de un acceso espacial autónomo, de medios satelitales de alerta avanzados y de una capacidad de vigilancia global del espacio. Tras haber emprendido en 2007 la modernización de su radar antimisiles Don 2-N, Moscú lanzó en noviembre de 2015 una nueva generación de satélites bautizada “Tundra”. Incluida en el Sistema Espacial Integrado, esta red de sensores debe restaurar la capacidad para detectar desde el espacio los lanzamientos de misiles intercontinentales terrestres. Los rusos, que habían desarrollado durante la Guerra Fría capacidades antisatélite avanzadas, prolongaron sus habilidades tradicionales en términos de militarización del espacio. El caso del Kosmos-2499 reactivó las especulaciones sobre las pruebas de posibles satélites “espía” o “satélites asesinos” (11). Se trata de un objeto espacial ruso capaz de cambiar de órbita, que fue lanzado “discretamente” en 2013 y sin ser señalado oficialmente. Fue descubierto luego por el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD). Este voluntarismo en materia de inversiones tecnológicas produjo sus efectos. Pekín, el mejor cliente entre 1995 y 2005, había reducido drásticamente los encargos. El 9 de mayo de 2015, el presidente Xi Jinping, acompañado por su esposa Peng Liyuan, asistió en Moscú al desfile militar con motivo de la conmemoración de la victoria de la URSS sobre la Alemania nazi, que boicotearon los occidentales. Este encuentro –con mucho trasfondo, como suele suceder entre Pekín y Moscú– permitió que el director de Rosoboronenexort anunciara la venta a China de baterías de misiles S-400 Triunfo, material que desfilaba por primera vez justamente aquel día (12). Algunos expertos estiman que esta venta, que tuvo un fuerte simbolismo geopolítico, fue de aproximadamente 3.000 millones de dólares. De lo nuclear a lo espacial de defensa, política presupuestaria y doctrina se combinan para enviar una doble señal. Por un lado, una “guardia alta” estratégica que afirma una desconfianza vigilante con respecto a la OTAN, reanimada por la crisis ucraniana. Por el otro, la credibilidad tecnológica que está dirigida a los clientes internacionales de la industria de la defensa. Al mezclar el activismo político, las inversiones tecnológicas y la búsqueda de nuevos programas, Moscú intenta mantener su lugar en el tablero de un mercado mundial de armas cada vez más competitivo. 1. “La corporation de recherche et de production ‘Ouralvagonzavod’ a fabriqué les wagons pour les chemins de fer iraniens”, www.rusbiznews.com, 28-12-15. 2. “Global arms industry: West still dominant despite decline; sales surge in rest of the world, says SIPRI”, SIPRI, Estocolmo, 14-12-15. 3. Christian Lowe, “La Russie réduira le budget de sa défense de 5 % cette année – RIA”, Reuters, 6-3-16. 4. Tom Spahn, “The Russian submarine fleet reborn”, Proceedings Magazine, Vol. 139/6/1, N° 324, Annapolis (Maryland), junio de 2013. 5. “Nato condemns Putin’s nuclear ‘sabre-rattling’”, BBC News, 16-6-15. 6. Matthew Bodner, “Russia leaks dirty-bomb submarine drone in State TV broadcast”, www.defensenews.com, 13-11-15. 7. Steven Pifer, “Russia’s perhaps-not-real super torpedo”, The Brookings Institution, Washington, DC, 18-11-15.

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8. “Is Russia working on a massive dirty bomb ?”, Russian Strategic Nuclear Forces, http://russianforces.org 9. Stefan Barensky, “Echec au lancement pour Kanopus ST”, www.aerospatium.info, 7-12-15. 10. Bertrand Slaski y Florian Gonzales, “Le spatial russe dans les étoiles ? Le cas des lanceurs et des tirs”, Compagnie Européenne d’Intelligence Stratégique (CEIS), París, 26-6-14. 11. “Kosmos-2499: Is it a spy or an assassin... or both?”, www.russianspaceweb.com, 2015. 12. Matthieu Duchâtel, “Ventes d’armes : lune de miel sino-russe”, https://asialyst.com, 11-5-15. Lea también: Hombres de mano dura por Serge Halimi, Nº 200, febrero de 2016. La apuesta siria de Putin por Alexeï Malachenko, Nº 197, noviembre de 2015. La nueva “línea de fuego” entre Rusia y Occidente por Jean-Arnault Derens y Laurent Geslin, Nº 193, julio de 2015. ¿Hacia una nueva Guerra Fría? por J. Pierre Chevènement, Nº 192, junio de 2015. Gazprom, un gigante bajo control por Catherine Locatelli, Nº 191, mayo de 2015. * Profesor adjunto de Ciencias Políticas, Universidad Jean Moulin-Lyon III.

MICROCIUDADES, ESOS LUGARES ANTES LLAMADOS PUEBLOS http://blogs.elpais.com/seres-urbanos/2016/04/microciudades-esos-lugares-antes-llamados-

pueblos.html

Por: Autor/a invitado/a | 02 de abril de 2016 Vic,_Plaça_Major_(april_2013) Plaça Major de Vic, en la provincia de Girona. Wikimedia Commons. Por José Antonio Blasco, Carlos Martínez-Arrarás y Carlos Lahoz El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) de la ONU, en su División de Población, es un observatorio permanente sobre nuestro hábitat. Su último informe anuncia que el 54% de la población mundial reside en áreas urbanas y las previsiones para 2050 elevan esa cifra hasta el 66%. Nuestro planeta se está convirtiendo en un mundo de ciudades, en las que viven miles de millones de personas. Pero los seres urbanos son muchos más. La geografía lleva, desde sus inicios disciplinares, estableciendo claves y baremos para caracterizar los asentamientos humanos, determinando qué tipo de aglomeraciones son ciudades y cuáles no. Utilizando criterios cuantitativos, de disponibilidad de servicios, o de tipos de actividad, entre otros procedimientos, se han venido estableciendo umbrales para pasar desde las aldeas o los pueblos hasta las megalópolis, a través de una variada jerarquía de ciudades (pequeñas, intermedias, grandes, conurbaciones, metrópolis, etc.). En cualquier caso, toda esa diversidad se recoge tradicionalmente en dos grandes categorías: lo rural y lo urbano, entornos que, además, y también siguiendo la visión convencional, imprimen un carácter determinado a los residentes de uno u otro ámbito. Y aquí radica la cuestión. Los entornos rurales se han caracterizado por determinadas actividades específicas, principalmente de producción agrícola y ganadera, aunque actualmente estas presenten un declive que, solo en parte, se ve compensado por el auge del ocio vinculado al deporte o al descanso y al turismo, e incluso por el aumento de residencias estacionales. Las áreas rurales, históricamente, disfrutaban de un vínculo especial con su medio ambiente y también de una interacción particular entre las personas, pero adolecían de un aislamiento importante, que se expresaba en endogamias y en una gran estaticidad, así como en la continuidad indiscutida de las tradiciones. En cualquier caso, los ámbitos rurales (que integran núcleos

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habitados y los territorios circundantes) quedan definidos por una determinada “fisonomía” del paisaje en la que abundan algunos recursos escasos en las grandes ciudades, como el silencio y la tranquilidad, el aire puro o una relación más intensa con una naturaleza relativamente antropizada. Estos territorios rurales estarían estructurados por “pueblos” y habitados por “gentes de pueblo”. Por su parte, los entornos urbanos, que inicialmente se identificaron simplemente por una mayor concentración humana y por el desarrollo de actividades más sofisticadas, fueron revolucionados en su momento por la industria, derivando en ámbitos radicalmente diferentes a los rurales. El dinamismo, la pluralidad, la intensidad y diversidad de lazos sociales, pero también el conflicto, la competitividad o la insolidaridad son algunos de sus rasgos característicos. Pero también podemos fijarnos en parámetros más objetivos como la densidad, la disponibilidad dotacional, la conectividad o las posibilidades de promoción personal. En lo urbano, la noción de territorio desaparece prácticamente, engullida por la extensión indiscriminada de las grandes ciudades. Así, tautológicamente podría decirse que las ciudades están habitadas por “gentes de ciudad”. Ciertamente, no hace demasiado tiempo, lo rural y lo urbano se distinguían con nitidez y, en consecuencia, se podía constatar cómo los habitantes de cada entorno presentaban mentalidades muy diferentes, manifestadas en prácticas sociales claramente diferenciadas. La “gente de pueblo” era distinta de la “gente de ciudad” y no era difícil reconocerlos gracias a esos rasgos que los definían. Pero los tiempos han cambiado y estas circunstancias han mutado radicalmente. Esa división tradicional entre personalidades rurales y urbanas se ha desvanecido, perdiendo gran parte de su sentido. En las nuevas generaciones es prácticamente imposible distinguir entre habitantes de lo rural y de lo urbano. La revolución de las telecomunicaciones (especialmente desde la aparición de Internet) ha acercado capacidades y voluntades, homogeneizando muchas pautas de comportamiento; la mejora de las infraestructuras de circulación y la asequibilidad de los medios de transporte (tanto públicos como privados) han reducido las distancias; y también la educación, las posibilidades económicas, etc. han igualado a las personas en sus aspiraciones, disponibilidades y oportunidades, independientemente del medio que habiten. Las sociedades actuales son mucho más urbanas de lo que los indicadores apuntan (al menos en el ámbito occidental). Aunque la vida cotidiana en los pueblos siga mostrando divergencias con la de los ciudadanos de las grandes urbes, ya no muestra diferencias abismales. De hecho, cualquiera de las urbanizaciones de las periferias urbanas puede ser equiparable en servicios, distancias o requisitos de movilidad, con la mayoría de los pueblos enclavados en las áreas rurales. Pero, más allá del pragmatismo del día a día, donde se están barriendo las fronteras es en la mentalidad de los residentes que, por las razones anteriormente enunciadas, se ha hecho independiente del entorno en el que se habita. Esto es así, porque lo “rural” y lo “urbano” ya no son modos de vida vinculados irremediablemente al espacio y, por lo tanto, condicionados por él, sino que se han convertido en formas de pensamiento, en formas de estar en el mundo globalizado. Particularmente el ser urbano, la “especie” en alza, está imponiéndose y los ámbitos rurales se encuentran ahora habitados por personas que piensan exactamente igual que los residentes en áreas urbanas. Puede afirmarse que, en la actualidad, nuestras sociedades postindustriales son urbanas, ya que poseen unas pautas de comportamiento, actitudes y sistemas de valores semejantes a todas las personas. Por eso, cuando se afirma que vivimos en un mundo de ciudades, la frase debe ir más allá de la forma física de los entornos construidos. Sin cuestionar los esfuerzos para fijar categorías en el espacio geográfico, la evolución de sus residentes sugiere que, aquellos lugares llamados “pueblos”, se verían mejor definidos por el término microciudades, porque, a pesar de mantener las características espaciales que los definen, han pasado a ser habitados por personas que presentan un auténtico espíritu urbano. José Antonio Blasco, Carlos Martínez-Arrarás y Carlos Lahoz son arquitectos y urbanistas. Su faceta profesional, dedicada a la transformación creativa de las ciudades y los territorios, se ve complementada con su dedicación a la docencia universitaria. Desde su blog Urban Networks realizan una labor divulgativa sobre el mundo de las ciudades y la reflexión urbanística.

MENTIRAS RECONOCIDAS DE LA GUERRA A LAS DROGAS Y LAS ESTRATEGIAS DE

"TOLERANCIA 0". ESTADOS Y CRIMINALIZACIÓN http://www.portaloaca.com/historia/otroshistoria/11659-mentiras-reconocidas-de-la-guerra-a-las-

drogas-y-las-estrategias-de-tolerancia-0-estados-y-criminalizacion.html

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Publicado: Viernes, 01 Abril 2016 23:44 | Por: P. Herakleo | Imprimir | Correo electrónico |

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Se cumplen 45 años del inicio de la una de las 'Política de Estado' más nefastas de la

historia iniciadas por USA en los últimos tiempos, la llamada Guerra a las Drogas

'War on Drugs'. Global Research lo recuerda publicando las declaraciones de uno

de sus diseñadores, El ex alto consejero de la Administración Nixon, John

Ehrlichmann. En varias entrevistas reconoció que se basaron en información falsa

conseguir su objetivo político, que no era otro que continuar con la guerra de

Vietnam. Para ello se tenían que deshacer de la oposición real, los movimientos

sociales.Fue una operación en tres fases. Primero se criminalizaron las

drogas, después usaron las drogas como vínculo criminalizador con los

movimientos sociales. Finalmente se realizó la purga, y la atención se centró

sobre el escarnio mediático. Los belicistas pudieron así continuar con sus planes

con las manos libres; hasta el escándalo Watergate.

Ninguno de sus objetivo declarados, como la protección de la Salud Pública, eran

objetivos reales o abalados por la evidencia. Tampoco el combatir la criminalidad, ni

si quiera el sucio dinero. Los informes sanitarios presentados fueron tergiversados o

promocionados, pura pseudociencia. El sistema se fue degenerando. Las distintas

agencias se volvían permisivas mientras el estado incrementaba sus actividades

represivas contra la disidencia. Finalmente fueron las propias agencias las que

controlaban la indtoducción de droga hasta conformar la industria que vemos hoy en

día a su alrededor. A pesar de que sus ideólogos reconocieron la autoría y fines, y

que la doctrina acumula evidencias científicas y reputados detractores en contra, no

se ha consiguido convencer al público de que fue un complot en toda regla.

Este hecho y otros de similar calibre (Guantánamo y otras cárceles secretas, armas

de destrucción masiva de irak, escondite de Bin Laden en Afganistan...) nos dan pie

a cuestionarnos la veracidad del resto de 'Políticas de Estado', desde las grandes

políticas contra el terrorismo, tráfico armas, tráfico de blancas o migrantes... o la

política nuclear o la actual económica basada en la Teoría Monetaria Moderna.

Simples mentiras de despacho, mentiras encadenadas, mentiras convenientes,

mentiras reconocidas.

ANTECEDENTES CRIMINALES

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La introducción de drogas para acabar con movimientos políticos no era nueva. Los

ingleses la usaron en la famosa "Guerra del Opio" [1] contra China a mediados del

siglo XIX afianzando su control sobre la región por más de 100 años.

La política represiva tampoco era nueva, lo que sí era nuevo fue la escala, la

intensidad y el despliegue mediático. Antes de la doctrina de 'Guerra a las drogas'

eran muy poco imaginativos, se buscabanTraidores. En un principio el BOI de

Hoover, Boureau of investigation, antecesor del FBI, y después este, cargaron contra

la clase trabajadora entre los años 10-30. La caza se saldó con 12.000 detenidos

reconocidos, entre ellos Emma Goldman, la destrucción de los grandes sindicatos y

la mayor parte del movimiento obrero organizado.

Le siguió la purga roja del comunismo contra las clases medias-altas y su búsqueda

de pervertidos en los años 40-50, acabando tanto con los partidos socialista como

comunista del país, y afianzando el bipartidismo y el neoliberalismo. La llamada Caza

de Brujas del Macartismo llegó a Hollywood, llevándose a C. Chaplin, A. Bessie, el

guionista D. Trumbo o al director E. Dmytryk por delante.

Disipado el "Terror Rojo" los movimientos antirracista y antibélico amalgamaron a la

sociedad americana de los 60, oponiéndose a la Política de Estado. En 1971 Nixon,

representante del Estado Profundo neoconservador, imperialista, supremacista y

colonialista, hace público ante la ONU un sistema perfecto de control de masas, que

a demás permitía la intervención militar en otros países. Había nacido la Guerra a las

Drogas, expandida por el resto de países del mundo en un tiempo record. Esta vez

los líderes negros Martin Luther King y Malcom X fueron directamente asesinados.

Por 20 años más USA compitió con la URSS mediante su política imperialista

tradicional de intervenciones militares. Tras la caída de la URSS en 1991 no había

ningún país o coalición capaz de hacer frente al país que ostenta la mitad del gasto

mundial en Defensa. En 2001 las élites de USA dan un paso adelante, Perpetran el

autoatentado de las Torres Gemelas y manteniendo la misma doctrina de "Tolerancia

cero", GW Bush declara el War on Terror. Con ella consigue su patente de corso

de intervención a gran escala y la militarización del país.

Se puede ver una continuidad en estas dos últimas políticas, ya que los planes

internos han sufrido mínimos cambios. Desde 1971 USA ha duplicado

sistemáticamente cada 10 años su número de presos y hoy en día se producen unas

8.000 intervenciones de la SWAT al año, las comunidades se mantienen

artificialmente separadas y el bipartidismo no se cuestiona. El afán por el suministro

de drogas solo es tan rapaz como por el de petróleo, lo que ha llevado a las élites a

intervenir en países tan dispares como Panamá, Colombia, Afganistán, Irak, México

o Yugoslavia.

GUERRA A LAS DROGAS EN ESPAÑA España se convirtió en los 70 el puerto de entrada de cocaína hacia Europa. El

impacto directo de la nueva política fue la entrada masiva de droga en las áreas

obreras mediada por la policía [Informe Navajas], dejando unos mal contados

40.000 muertos en 10 años y cientos de miles de drogodependientes, en lo que

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posteriormente se llamaría la Generación Perdida. Si en USA son las agencias las que

controlan los flujos de drogas en España el Estado detenta el control por medio de

los distintos cuerpos policiales, en concreto la red UDyCO.

La criminalización es una necesidad

de los Estados, indispensable para el mantenimiento de todo régimen.

Psicológicamente las personas no luchamos contra personas, nos damos lástima,

empatizamos, fraternalizamos, no ayudamos. Luchamos contra monstruos, contra lo

que nos da miedo. Para perpetuarse y encubrir sus maniobras el Estado necesita

crear un monstruos y esto se hace por medio de la criminalizción de las personas. Ya

hemos visto lo que oculta la Guerra a las Drogas o la Guerra al Terror, más drogas y

terror. En un esfuerzo de lectura inversa la próxima vez que veáis titulares de los

haters mediáticos oficiales como "el Estado declara la Guerra a la pobreza",

"Ganamos la Guerra al radicalismo" o "nuevos esfuerzos en la Guerra a la corrupción"

no os quedéis en la superficie, preguntaos qué pretenden y cual es su objetivo. Os

sorprenderéis.

Salud! tctca

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Traducción de: <<Nixon’s War on Drugs Began as Strategy to Attack ‘Antiwar

Left and Black People’ | Global Research - Centre for Research on

Globalization>>

El ex-alto asesor del presidente Richard Nixon admitió hace años que la llamada

"guerra contra las drogas" fue hecha apropósito pensando en los negros y los

activistas contra la guerra de izquierdas.

"Haciendo que el público asociara los hippies con marihuana y los negros

con la heroína, y luego que penalizarlas duramente, nos permitía frenar estas

comunidades." -John Ehrlichmann, ex ayudante de Richard Nixon

El su 'Reportaje de April' de harpes.org, una investigación realizada por el

periodista Dan Baum sobre los fracasos generalizados de la prohibición de las drogas,

incluye un extracto de una entrevista de 1994 entre Baum y el asesor de Nixon, John

Ehrlichman, que murió en 1999. Un pasaje en particular, se difundió el martes

[22.3.2016]:

"¿Quieres saber de qué iba realmente todo esto?", Preguntó con la brusquedad de un

hombre que, después de la vergüenza pública y de un periodo en una prisión federal,

le quedaba poco que proteger. "La campaña de Nixon en 1968, y la Casa Blanca de

Nixon después, tuvo dos enemigos: los antibelicistas de izquierdas y los negro.

¿Entiendes lo que estoy diciendo? Sabíamos que no podíamos hacer ilegal el que se

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esté contra la guerra o el ser negro, pero si conseguíamos que el público asociara a

los hippies con marihuana y a los negros con la heroína, y luego las penalizabamos

duramente, podríamos frenar a estas comunidades. Podríamos detener a sus líderes,

atacar sus hogares, romper sus reuniones, y vilipendiarlos noche tras noche en las

noticias de la noche. Que si sabíamos que estábamos mintiendo sobre las drogas?

Por supuesto que sí." John Ehrlichman.

La cita aparece pronto en el reportaje, apoyando la tesis central de Baum - que para

ganar la guerra contra las drogas, debe terminar la prohibición -. Se comprueba que

la legalización de la marihuana medicinal y recreativa ha alcanzado gran popularidad

en todo los EEUU, y que muchos países están despenalizando hasta las drogas más

duras como la cocaína y la heroína como parte de un nuevo esfuerzo, más humano

para tratar la adicción y la violencia ente mafias.

"El creciente coste de la guerra contra las drogas es imposible de ignorar: miles de

millones de dólares desperdiciados [billones!], derramamiento de sangre en América

Latina y en las calles de nuestras propias ciudades, y millones de vidas destruidas

por los castigos draconianos que no terminan en el puerta de la prisión; uno de cada

ocho hombres negros han sido privados de sus derechos debido a condenas por

delitos grave", escribe Baum. "Ahora, por primera vez, tenemos la oportunidad de

cambiar el rumbo". "Legalizar todo", escribe.

El próximo mes, las Naciones Unidas dedicarán una Sesión Especial de la Asamblea

General de (UNGASS) para discutir sobre la política global de drogas. En el período

previo a la reunión, Human Rights Watch `[lobby] pondrá de relieve la gama de

violaciones de los derechos humanos que la guerra contra las drogas ha causado.

______________

Para saber más:

http://theantimedia.org/research-tells-the-truth-about-war-on-

drugs/ 30.3.2016

[1] http://historiaybiografias.com/opio/

Fuente:

http://tarcoteca.blogspot.co.uk/2016/03/mentiras-reconocidasa-de-la-

guerra-las.html

ILUSIONES PROGRESISTAS DEVORADAS POR LA CRISIS. AMÉRICA LATINA A LA HORA

DEL LUMPENCAPITALISMO Por Jorge Beinstein Dick Emanuelsson <[email protected] El autor, Jorge Beinstein. La coyuntura global está marcada por una crisis deflacionaria motorizada por las grandes potencias. La caída de los precios de las commodities, cuyo aspecto más llamativo fue desde mediados del 2014 la de las cotizaciones del petróleo, descubre el desinfle de la demanda internacional mientras tanto se estanca la ola financiera, muleta estratégica del sistema durante las últimas cuatro décadas.

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ENTREVISTA A JORGE BEINSTEIN EL 23 DE FEBRERO EN BUENOS AIRES REALIZADA POR

DICK & MIRIAM EMANUELSSON SOBRE LA NUEVA SITUACIÓN EN ARGENTINA DESPUÉS

LA VICTORIA DE MAURICIO MACRI EN LA PRESIDENCIA: https://youtu.be/GDpOXThc-KU La crisis de la financierización de la economía mundial va ingresando de manera zigzageante en un zona de depresión, las principales economías capitalistas tradicionales crecen poco o nada1 y China se desacelera rápidamente. Frente a ello Occidente despliega su último recurso: el aparato de intervención militar integrando componentes armadas profesionales y mercenarias, mediáticas y mafiosas articuladas como “Guerra de Cuarta Generación” destinada a destruir sociedades periféricas para convertirlas en zonas de saqueos. Es la radicalización de un fenómeno de larga duración de decadencia sistémica donde el parasitismo financiero y militar se fue convirtiendo en el centro hegemónico de Occidente. No presenciamos la “recomposición” política-económica-militar del sistema como lo fue la reconversión keynesiana (militarizada) de los años 1940 y 1950 sino su degradación general. La mutación parasitaria del capitalismo lo convierte en un sistema de destrucción de fuerzas productivas, del medio ambiente, y de estructuras institucionales donde las viejas burguesías se van transformando en círculos de bandidos, novedoso encumbramiento planetario de lumpenburguesías centrales y periféricas. La declinación del progresismo Inmersa en este mundo se despliega la coyuntura latinoamericana donde convergen dos hechos notables: la declinación de las experiencias progresistas y la prolongada degradación del neoliberalismo que las precedió y las acompaño desde países que no entraron en esa corriente de la que ahora ese neoliberalismo degradado aparece como el sucesor. Los progresismos latinoamericanos se instalaron sobre la base de los desgastes y en ciertos casos de las crisis de los regímenes neoliberales y cuando llegaron al gobierno los buenos precios internacionales de las materias primas sumados a políticas de expansión de los mercado internos les permitieron recomponer la gobernabilidad. El ascenso progresista se apoyó en dos impotencias; la de la derechas que no podían asegurar la gobernabilidad, colapsadas en algunos casos (Bolivia en 2005, Argentina en 2001-2002, Ecuador en 2006, Venezuela en 1998) o sumamente deterioradas en otros (Brasil, Uruguay, Paraguay) y la impotencia de las bases populares que derrocaron gobiernos, desgastaron regímenes pero que incluso en los procesos más radicalizados no pudieron imponer revoluciones, transformaciones que fueran más allá de la reproducción de las estructuras de dominación existentes. En los casos de Bolivia y Venezuela los discursos revolucionarios acompañaron prácticas reformistas plagadas de contradicciones, se anunciaban grandes transformaciones pero las iniciativas se embrollaban en infinitas idas y venidas, amagos, desaceleraciones “realistas” y otras astucias que expresaban el temor profundo a saltar las vallas del capitalismo. Ello no solo posibilitó la recomposición de las derechas sino también la proliferación a nivel estatal de podredumbres de todo tipo, grandes corrupciones y pequeñas corruptelas. Venezuela aparece como el caso más evidente de mezcla de discursos revolucionarios, desorden operativo, transformaciones a medio camino y autobloqueos ideológicos conservadores. No se consiguió encaminar la transición revolucionaria proclamada (más bien todo lo contrario) aunque si se logró caotizar

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el funcionamiento de un capitalismo estigmatizado pero de pié, obviamente los Estados Unidos promueven y aprovechan esa situación para avanzar en su estrategia de reconquista del país. El resultado es una recesión cada vez más grave, una inflación descontrolada, importaciones fraudulentas masivas que agravan la escasez de productos y la evasión de divisas que marcan a una economía en crisis aguda [2]. En Brasil el zigzagueo entre un neolioberalismo “social” y un keynesianismo light casi irreconocible fue reduciendo el espacio de poder de un progresismo que desbordaba fanfarronería “realista” (incluida su astuta aceptación de la hegemonía de los grupos económicos dominantes). La dependencia de las exportaciones de commodities y el sometimiento a un sistema financiero local transnacionalizado terminaron por bloquear la expansión económica, finalmente la combinación de la caída de los precios internacionales de las materias primas y la exacerbación del pillaje financiero precipitaron una recesión que fue generando una crisis política sobre la que empezaron a cabalgar los promotores de un “golpe blando” ejecutado por la derecha local y monitoreado por los Estados Unidos. En Argentina el “golpe blando” se produjo protegido por una máscara electoral forjada por una manipulación mediática desmesurada, el progresismo kirchnerista en su última etapa había conseguido evitar la recesión aunque con un crecimiento económico anémico sostenido por un fomento del mercado interno respetuoso del poder económico. También fue respetada la mafia judicial que junto a la mafia mediática lo acosaron hasta desplazarlo políticamente en medio de una ola de histeria reaccionaria de las clases altas y del grueso de las clases medias. En Bolivia Evo Morales sufrió su primera derrota política significativa en el referendum sobre reelección presidencial, su llegada al gobierno marcó el ascenso de las bases sociales sumergidas por el viejo sistema racista colonial. Pero la mezcla híbrida de proclamas antiimperialistas, postcapitalistas e indigenistas con la persistencia del modelo minero-extractivista de deterioro ambiental y de comunidades rurales y del burocratismo estatal generador de corrupción y autoritarismo terminaron por diluir el discurso del “socialismo comunitario”. Quedó así abierto el espacio para la recomposición de las elites económicas y la movilización revanchista de las clases altas y su séquito de clases medias penetrando en un vasto abanico social desconcertado. Ahora las derechas latinoamericanas van ocupando las posiciones perdidas y consolidan las preservadas , pero ya no son aquellas viejas camarillas neoliberales optimistas de los años 1990, han ido mutando a través de un complejo proceso económico, social y cultural que las ha convertido en componentes de lumpenburguesías nihilistas embarcadas en la ola global del capitalismo parasitario. Grupos industriales o de agrobusiness fueron combinando sus inversiones tradicionales con otras más rentables pero también más volátiles: aventuras especulativas, negocios ilegales de todo tipo (desde el narco hasta operaciones inmobiliarias opacas pasando por fraudes comerciales y fiscales y otros emprendimientos turbios) convergiendo con “inversiones” saqueadoras provenientes del exterior como la megaminería o las rapiñas financieras. Dicha mutación tiene lejanos antecedentes locales y globales, variantes nacionales y dinámicas específicas, pero todas tienden hacia una configuración basada en el predominio de elites económicas sesgadas por la “cultura financiera-depredadora” (cortoplacismo, desarraigo territorial, eliminación de fronteras entre legalidad e ilegalidad, manipulación de redes de negocios con una visión más próxima al videojuego que a la gestión productiva y otras características propias del globalismo mafioso) que disponen del control mediático como instrumento esencial de dominación rodeándose de satélites políticos, judiciales, síndicales, policiales-militares, etc. ¿Restauraciones conservadoras o instauraciones de neofascismos coloniales?

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Por lo general el progresismo califica a sus derrotas o amenazas de derrotas como victorias o peligros de regreso del pasado neoliberal, también suele utilizarse el término “restauración conservadora”, pero ocurre que esos fenómenos son sumamente innovadores, tienen muy poco de “conservadores”. Cuando evaluamos a personajes como Aecio Neves, Maurico Macri o Henrique Capriles no encontramos a jefes autoritarios de elites oligárquicas estables sino a personajes completamente inescrupulosos, sumamente ignorantes de las tradiciones burguesas de sus países (incluso en ciertos casos con miradas despreciativas hacia las mismas), aparecen como una suerte de mafiosos entre primitivos y posmodernos encabezando políticamente a grupos de negocios cuya norma principal es la de no respetar ninguna norma (en la medida de lo posible). Otro aspecto importante de la coyuntura es el de la irrupción de movilizaciones ultra-reaccionarias de gran dimensión donde las clases medias ocupan un lugar central. Los gobiernos progresistas suponían que la bonanza económica facilitaría la captura política de esos sectores sociales pero ocurrió lo contrario: las capas medias se derechizaban mientras ascendían económicamente, miraban con desprecio a los de abajo y asumían como propios los delirios neofascistas de los de arriba. El fenómeno sincroniza con tendencias neofascistas ascendentes en Occidente, desde Ucrania hasta los Estados Unidos pasando por Alemania, Francia, Hungría, etc., expresión cultural del neoliberalismo decadente, pesimista, de un capitalismo nihilista ingresando en su etapa de reproducción ampliada negativa donde el apartheid aparece como la tabla de salvación. Pero este neofascismo latinoamericano incluye también la reaparición de viejas raíces racistas y segregacionistas que habían quedado tapadas por las crisis de gobernabilidad de los gobiernos neoliberales, la irrupción de protestas populares y las primaveras progresistas. Sobrevivieron a la tempestad y en varios casos resurgieron incluso antes del comienzo de la declinación del progresismo como en Argentina el egoísmo social de la época de Menem o el gorilismo racista anterior, en Bolivia el desprecio al indio y en casi todos los casos recuperando restos del anticomunismo de la época de la Guerra Fría. Supervivencias del pasado, latencias siniestras ahora mezcladas con las nuevas modas. Una observación importante es que el fenómeno asume características de tipo “contrarrevolucionario”, apuntando hacia una política de tierra arrasada, de extirpación del enemigo progresista, es lo que se ve actualmente en Argentina o lo que promete la derecha en Venezuela o Brasil, la blandura del contrincante, sus miedos y vacilaciones excitan la ferocidad reaccionaria. Refiriéndose a la victoria del fascismo en Italia Ignazio Silone la definía como una contrarrevolución que había operado de manera preventiva contra una amenaza revolucionaria inexistente3. Esa no existencia real de amenaza o de proceso revolucionario en marcha, de avalancha popular contra estructuras decisivas del sistema desmoronándose o quebradas, envalentona (otorga sensación de impunidad) a las elites y su base social. La marea contrarrevolucionaria es uno de los resultados posibles de la descomposición del sistema imponiendo de manera exitosa en algunos casos del pasado proyectos de recomposición elitista, en el caso latinoamericano expresa descomposición capitalista sin recomposición a la vista. Si el progresismo fue la superación fracasada del fracaso neoliberal, este neofascismo subdesarrollado exacerba ambos fracasos inaugurando una era de duración incierta de contracción económica y desintegración social. Basta ver lo ocurrido en Argentina con la llegada de Macri a la presidencia: en unas pocas semanas el país pasó de un crecimiento débil a una recesión que se va agravando rápidamente producto de un gigantesco pillaje, no es difícil imaginar lo que puede ocurrir en Brasil o en Venezuela que ya están en recesión si la derecha conquista el poder político. La caída de los precios de las commodities y su creciente volatilidad, que la prolongación de la crisis global seguramente agravará, han sido causas importantes del fracaso progresista y aparecen como bloqueos irreversibles de los proyectos de reconversión elitista-exportadora medianamente estables. Las victorias derechistas tienden a instaurar economías funcionando a baja intensidad, con mercados internos contraídos e inestables, eso significa que la supervivencia de esos sistemas de poder dependerá de factores que las mafias gobernantes pretenderán controlar. En primer término el descontento de la mayor parte de la población aplicando dosis variables de represión, legal e ilegal, embrutecimiento mediático,

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corrupción de dirigentes y degradación moral de las clases bajas. Se trata de instrumentos que la propia crisis y la combatividad popular pueden inutilizar, en ese caso el fantasma de la revuelta social puede convertirse en amenaza real. La estrategia imperial Los Estados Unidos desarrollan una estrategia de reconquista de América Latina aplicándola de manera sistemática y flexible. El golpe blando en Honduras fue el puntapié inicial al que le siguió el golpe en Paraguay y un conjunto de acciones desestabilizadoras, algunas muy agresivas, de variado éxito que fueron avanzando al ritmo de las urgencias imperiales y del desgaste de los gobiernos progresistas. En varios casos las agresiones más o menos abiertas o intensas se combinaron con buenos modales que intentaban vencer sin violencias militar o económica o sumando dosis menores de las mismas con operaciones domesticadoras. Donde no funcionaba eficazmente la agresión empezó a ser practicado el ablande moral, se implementaron paquetes persuasivos de configuración variable combinando penetración, cooptación, presión, premios y otras formas retorcidas de ataque psicológico-político. El resultado de ese despliegue complejo es una situación paradojal: mientras los Estados Unidos retroceden a nivel global en términos económicos y geopolíticos, van reconquistando paso a paso su patrio trasero latinoamericano. La caída de Argentina ha sido para el Imperio una victoria de gran importancia trabajada durante mucho tiempo a lo que es necesario agregar tres maniobras decisivas de su juego regional: el sometimiento de Brasil, el fin del gobierno chavista en Venezuela y la rendición negociada de la insurgencia colombiana. Cada uno de estos objetivos tiene un significado especial: La victoria imperialista en Brasil cambiaría dramáticamente el escenario regional y produciría un impacto negativo de gran envergadura al bloque BRICS afectando a sus dos enemigos estratégicos globales: China y Rusia. La victoria en Venezuela no solo le otorgaría el control del 20 % de las reservas petrolíferas del planeta (la mayor reserva mundial) sino que tendría un efecto dominó sobre otros gobiernos de la región como los de Bolivia, Ecuador y Nicaragua y perjudicaría a Cuba sobre la que los Estados Unidos están desplegando una suerte de abrazo de oso. Finalmente la extinción de la insurgencia colombiana además de despejar el principal obstáculo al saqueo de ese país le dejaría las manos libres a sus fuerzas armadas para eventuales intervenciones en Venezuela. Desde el punto de vista estratégico regional el fin de la guerrilla colombiana sacaría del escenario a una poderosa fuerza combatiente que podría llegar a operar como un mega-multiplicador de insurgencias en una región en crisis donde la generalización de gobiernos mafioso-derechistas agravará la descomposición de sus sociedades. Se trata tal vez de la mayor amenaza estratégica a la dominación imperial, de un enorme peligro revolucionario continental, es precisamente esa dimensión latinoamericana del tema lo que ocultan los medios de comunicación dominantes. Decadencia sistémica y perspectivas populares Más allá de la curiosa paradoja de un imperio decadente reconquistando su retaguardia territorial, desde el punto de vista de la coyuntura global, de la decadencia sistémica del capitalismo, la generalización de gobiernos pro-norteamericanos en América Latina puede ser interpretada superficialmente como una gran victoria geopolitica de los Estados Unidos aunque si profundizamos el análisis e introducimos por ejemplo el tema del agravamiento de la crisis impulsada por esos gobiernos tenderíamos a interpretar al fenómeno como expresión específica regional de la decadencia del sistema global. El alejamiento del estorbo progresista puede llegar a generar problemas mayores a la dominación imperial, si bien las inclusiones sociales y los cambios económicos realizados por el progresismo fueron insuficientes, embrollados, estuvieron impregnados de limitaciones burguesas y si su autonomía en

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materia de política internacional tuvo una audacia restringida; lo cierto es que su recorrido ha dejado huellas, experiencias sociales , dignificaciones (suprimidas por la derecha) que serán muy difícil extirpar y que en consecuencia pueden llegar a convertirse en aportes significativos a futuros (y no tan lejanos) desbordes populares radicalizados. La ilusión progresista de humanización del sistema, de realización de reformas “sensatas” dentro de los marcos institucionales existentes, puede pasar de la decepción inicial a una reflexión social profunda, crítica de la institucionalidad mafiosa, de la opresión mediática y de los grupos de negocios parasitarios. Ello incluye a la farsa democrática que los legitima. En ese caso la molestia progresista podría convertirse tarde o temprano en huracán revolucionario no porque el progresismo como tal evolucione hacia la radicalidad anti-sistema sino porque emergería una cultura popular superadora, desarrollada en la pelea contra regímenes condenados a degradarse cada vez más. En ese sentido podríamos entender uno de los significados de la revolución cubana, que luego se extendió como ola anticapitalista en América Latina, como superación crítica de los reformismos nacionalistas democratizantes fracasados (como el varguismo en Brasil, el nacionalismo revolucionario en Bolivia, el primer peronismo en Argentina o el gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala). La memoria popular no puede ser extirpada, puede llegar a hundirse en una suerte de clandestinidad cultural, en una latencia subterránea digerida misteriosamente, pensada por los de abajo, subestimada por los de arriba, para reaparecer como presente, cuando las circunstancias lo requieran, renovada, implacable. NOTAS: 1 Si consideramos el último lustro (2010-2014) el crecimiento promedio real de la economía de Japón ha sido del orden del 1,5 %, la de Estados Unidos 2,2 % y la de Alemania 2 % (Fuente: Banco Mundial). 2 Un buen ejemplo es el de la “importación” de fármacos donde empresas multinacionales como Pfizer, Merck y P&G hacen fabulosos negocios ilegales ante un gobierno “socialista” que les suministra dólares a precios preferenciales. Con un juego de sobrefacturaciones, sobreprecios e importaciones inexistentes las empresas farmaceuticas habían importado en 2003 unas 222 mil toneladas de productos por los que pagaron 434 millones de dólares (unos 2 mil dólares por tonelada), en 2010 las importaciones bajaron a 56 mil toneladas y se pagaron 3410 millones de dólares (60 mil dólares la tonelada) y en 2014 las importaciones descendieron aún más a 28 mil toneladas y se pagaron 2400 millones de dólares (un poco menos de 87 mil dólares la tonelada). Como bien lo señala Manuel Sutherland de cuyo estudio extraigo esa información: “lejos de plantearse la creación de una gran empresa estatal de producción de fármacos, el gobierno prefiere darles divisas preferenciales a importadores fraudulentos, o confiar en burócratas que realizan importaciones bajo la mayor opacidad”. Manuel Sutherland, “2016: La peor de las crisis económicas, causas, medidas y crónica de una ruina anunciada”, CIFO, Caracas 2016. 3 Ignazio Silone, “L'École des dictateurs”, Collection Du monde entier, Gallimard, París 1964.

EL FOUCAULT MÁS ÍNTIMO, LEJOS DE LA GLORIA ACADÉMICA http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/filosofia/Foucault-intimo-Daniel_Defert_0_1551444849.html

Entrevista con Daniel Defert. El testimonio en primera persona del activista francés, compañero del filósofo por décadas, devuelve el retrato más emocionante del autor de “Vigilar y castigar”.

Compañero, testigo cercano y experto en su obra, Daniel Defert descubre en esta

conversación al Foucault que las biografías no lograron terminar de pulir.

Conoció al filósofo cuando era estudiante en la Universidad de Clermont-

Ferrand, Francia. Y en 1963 comenzó la relación que terminó con la muerte de

Foucault en 1984. Esta entrevista, publicada en Die Tageszeitung (Berlín), retrata

la vida cotidiana del gran filósofo francés del siglo XX a través de la lente de quien

196

fuera –además– el guardián del archivo Foucault hasta que fuera adquirido por

de Biblioteca Nacional de Francia.

-Señor Defert, ¿por qué habla usted alemán? ¿Por Marx o por Goethe?

-Lo aprendí en la escuela. Pero en realidad viajo ya desde hace tiempo una vez

por año a Alemania.

-En Alemania usted asistió a cursos sobre Bertolt Brecht.

-Eso fue en setiembre de 1960, cuando viajé por Alemania. En Heidelberg iba

todos los días a clases sobre Bertolt Brecht. En Frankfurt conocí a un muchacho

joven que era muy amigo de la esposa de Adorno. Él escribió un trabajo sobre

André Gide. Tuve una historia con él. Me propuso visitar una clase de Adorno.

-¿Conoció usted a Adorno?

-No lo conocí. Rechacé la propuesta porque estaba cansado. Después volví a

Francia y me presentaron a Foucault. Con el tiempo me arrepiento, ¡pues podría

haber conocido a Adorno y Foucault en la misma semana!

-Parece que Foucault dijo una vez que si hubiera leído a Adorno más

tempranamente, se hubiera ahorrado de escribir algunas cosas.

-Creo que lo dijo por cortesía.

-En la sociología de Frankfurt, Foucault fue rechazado por largo

tiempo.

-El trato con la historicidad era todo lo contrario. Cuando la Escuela de Frankfurt

(o incluso Hannah Arendt) hablaban de historia, siempre era algo de segunda

mano. En cambio para Foucault era importante ir a los archivos y consultar las

fuentes primarias.

-Al mismo tiempo, hasta el día de hoy la Escuela de Frankfurt no tiene

demasiada recepción en Francia.

-Llegó a Francia a través de Jean Baudrillard, pero eso ya era una segunda ola.

Antes ya había estado Henri Lefebvre.

-Foucault incorporó muchos filósofos alemanes.

-Yo incluso diría que era germanófilo. Leía y hablaba alemán. Cuando tuvo su

197

examen en la École Normale Supérieure, pronunció mal una palabra alemana y

el profesor se le rió. Foucault quedó avergonzado. Cuando su padre le preguntó

qué le gustaría de regalo para tener éxito, él contestó: «clases de alemán».

–Después de la muerte de Foucault en 1984, usted fundó AIDES, la

organización de lucha contra el SIDA más grande de Francia, y ha

dedicado su vida a la lucha contra el SIDA.

–Sí, queríamos establecer un archivo de la historia de la organización. A mí no

me gusta escribir, por eso hicimos el libro en forma de una entrevista. Hubo una

primera versión del libro que no me gustó.

–¿Por qué no?

–Porque los entrevistadores reorganizaron la historia como algo demasiado

personal. Desde el momento en que uno intenta trazar una cronología y llevar

todo a una narrativa lineal, cambia el significado de los acontecimientos.

–¿Qué fue lo que le pareció demasiado personal?

–Tenía que ver con mi vida y mi relación con Foucault. Desde luego que la

fundación de AIDES tiene que ver con la muerte de Foucault. Pero yo no quería

hablar de cosas privadas, entonces descartamos el borrador y reestructuramos el

libro.

–Usted también rechazó hablar con biógrafos de Michel Foucault, por

ejemplo Didier Eribon, quien seguramente haya escrito la biografía

más conocida de Foucault.

–Sí. Eribon conocía a Foucault muy bien. Después de la muerte de Foucault, no

lo vi por dos años. Un día me llamó y me habló de la biografía. Yo no lo quise ver.

–¿Se ha arrepentido de eso?

–Pensé que su biografía iba a quedar bien. Además, fue de todos modos mejor

que la haya hecho sin mí, puesto que él debía buscar respuestas e investigar

hechos concretos. Para mi gusto, le quedó un Foucault demasiado académico. Por

eso quedé decepcionado: no mostraba a l hombre como realmente era.

–¿En qué sentido?

–Suprimió todos los aspectos fantásticos y apasionantes de su vida. Me

decepcionó y por eso acepté responderle algunas preguntas al biógrafo James

Miller. Pero luego quedé horrorizado.

198

–¿Por qué?

–El libro de Miller no es serio. Es absurdo. La biografía de David Macey, The lives

of Michel Foucault (1993) es buena. Él investigó mucho, leyó los textos de

Foucault, mientras Eribon ni los miró... Sólo le interesaba su vida académica. La

mayoría de la gente que trabaja sobre Foucault usa el libro de Macey.

–Usted dijo que se arrepiente de haber hablado con James Miller

–Miller quería a toda costa hacer una historia sadomasoquista de Foucault.

Macey se interesó por el intelectual.

–Pero no sólo Eribon consideraba a Foucault un académico

extraordinario. En un sistema universitario tan estricto y jerárquico

como el francés, Foucault alcanzó la cima y llegó a ser profesor del

Collège de France.

–Cuando conocí a Foucault en 1960, él acababa de regresar de Alemania. Era un

«Herr Professor», uno de aquellos a quienes se les sostenía el abrigo —como se

hacía en Alemania con los profesores antes de 1968. Él tenía treinta años y yo,

veintiuno. Yo estaba impresionado por su look «Herr Professor».

–¿Y eso cambió en el 68?

–Foucault ya había cambiado antes. En 1966 se fue de Francia hacia Túnez y allí

era muy cercano con sus estudiantes. En marzo del 66 estuvo involucrado en el

primer movimiento estudiantil.

–¿Y en el 68?

–En mayo del 68 estaba en Túnez. Fue allí, no en Francia, donde cambió su

relación hacia los estudiantes. Estaba involucrado en las luchas antijerárquicas.

Incluso en el Collège de France, que tendía a mantener el estatuto del «Herr

Professor», intentó conservar otro tipo de relación con los estudiantes. Allí tenía

más de seiscientos oyentes en sus cursos: era un espectáculo. A él le gustaba más

la forma de enseñar en EE.UU., los seminarios pequeños donde los estudiantes

podían hablar con gran libertad. Todo eso se aleja del académico extraordinario

al que usted aludió.

–¿Y esto es omitido por Eribon?

–Eribon está bien informado, pero es bastante pudoroso respecto de la vida

privada. Eribon proyectó el deseo de una vida académica en Foucault. Por su

parte, Miller reveló acontecimientos ocurridos en EE.UU., cosa que para mí fue

muy interesante. Tenía algo original, como de inescrutable, que le faltaba a

199

Eribon. Pero el resto ya es un disparate; creo que Miller proyectó sus propias

fantasías sexuales.

–Resulta interesante que ambas miradas proyecten un tipo de

fantasía sobre la vida de Foucault.

–Sí. Mire, la madre de Foucault era una mujer muy elegante y burguesa. Una vez

me dijo: «No podés hablar de él porque sos su pareja». Pienso que tenía razón,

por eso le hice caso y tampoco quise hablar sobre él en mi biografía, por más que

los lectores lo hayan esperado.

–Los lectores esperan eso porque él es una superestrella, pero

seguramente Foucault mismo habría rechazado ese interés por su

vida. Por cierto, en 2015 visitamos su lugar de nacimiento y su tumba

en Vendeuvre...

–Su madre hizo poner en su tumba «Profesor del Collège de France», ¿lo ha visto?

A mí me impactó. Yo hablé con ella del tema y me dijo: «Bueno, las palabras son

sólo palabras, la gente las olvida, pero no los títulos». De modo que es la tumba

de un académico.

–Usted quiso contar la historia política más que la privada y, sin

embargo, ahora estamos hablando aquí de él ...

–Es que mucho de lo que yo he pensado y escrito fue inspirado por Foucault. No

en el sentido de lo que él decía, sino más bien en relación a un cierto hábito del

pensamiento. Uno de los miembros de AIDES dijo una vez: «Defert nos impone

siempre estas teorías foucaultianas». Pero yo jamás tuve intención de hacer tal

cosa.

–¿Fue su muerte la razón de su trabajo con AIDES?

–En cierto modo yo fundé AIDES en nombre de Foucault. Su madre me dio su

apoyo y me dijo que yo debía hacerlo por él.

–Usted dijo que no le agradaría hablar de su vida. ¿Por qué es tan

difícil hablar de uno mismo? ¿Es lo mismo que escribir? Usted dice en

su libro que resulta ocioso escribir si uno no encuentra una nueva

forma para expresar lo que se tiene para decir.

–Eso tiene que ver con mi profundo convencimiento de no ser un autor. Foucault,

en cambio, escribía todos los días. Durante 25 años lo vi cuatro, cinco horas

diarias escribiendo. Cuando no escribía por dos días, ya estaba cerca de la

neurosis. Le encantaba escribir. Yo no lo disfruto en absoluto. Y cuando uno no

200

escribe, tampoco puede cambiar su propia escritura, encontrar nuevas formas de

expresarse.

–¿Entonces se ha concentrado en su trabajo político?

–Siempre me gustó hacer cosas concretas y cuando estaban hechas, estaban

hechas. Quizás eso sea una señal de histeria. El trabajo en el G.I.P. (Grupo de

Información sobre las Prisiones) fue excelente. Foucault también estaba feliz con

ello.

–¿Cuán estrecho era su trabajo en conjunto con él?

–Cuando conocí a Foucault, él no tenía la intención de quedarse en Francia.

Había estado en Suecia, Polonia, Alemania y quería irse a Japón. Yo quería

finalizar la Agrégation en filosofía para ganar algo de dinero. Como yo no quise

irme a Japón, Foucault se quedó también en Francia. Jamás le dije que había

reconsiderado mi decisión y que me quería ir con él, porque él ya lo había

descartado. Así que nos quedamos en París, él escribió Las palabras y las

cosas (1966) y yo me preparé para mi Agrégation. Ese fue su primer éxito.

Nosotros éramos una pareja joven y muy enamorada, lo cual pienso que se reflejó

en el proceso de escritura y también en el libro y su éxito. Luego yo me fui a Túnez

y Foucault vino conmigo después. Surgió el 68 y yo adherí más tarde al

movimiento, con los maoístas, cuando éstos ya estaban prohibidos. Me

comprometí con los procesos de los presos políticos.

Vigilar y castigar (1975), el primer éxito internacional de Foucault, era una obra

naturalmente vinculada a nuestra vida juntos y al G.I.P. Las intervenciones

políticas eran importantes para Foucault, para su pensamiento y sus teorías.

– Una vez más, vuelve usted a la estrecha relación entre la obra de

Foucault y los movimientos políticos, sus intervenciones políticas.

–Foucault elevó a la categoría de objetos políticos temas que antes no estaban

politizados. Cuando escribió sobre la locura a finales de los 50 y principios de los

60, eso todavía no era una cuestión política. Y las prisiones tampoco lo eran en el

68, en absoluto. Eso sucedió recién después del 71 ó el 72, cuando en Francia

surgieron grandes revueltas en las prisiones, en total unas 35, algunas de las

cuales fueron completamente destruidas. Para la mayoría de los de mi

generación, cuando yo hablo de política es como si fuera un chiste porque para

muchos yo no estaba en la política por no estar afiliado al Partido Comunista.

Pero mi vida política era con el movimiento de las prisiones y el de lucha contra

el sida. En ambos casos fue necesaria una politización del objeto. De modo que

una vida política significa también una transformación de la política. Justamente

en relación a este segundo aspecto es que Foucault estaba políticamente

201

involucrado. Estuvo por un lapso muy breve en el Partido Comunista y lo

abandonó de inmediato. Estaba más entretenido que involucrado con la política.

Pero su accionar era político.

–Hablemos de las formas de lo político. Usted escribe en su libro que

después del 68, el análisis social era más un movimiento de masas que

parte de la sociología.

–Esa fue mi experiencia. En Inglaterra hice una encuesta para un instituto

sociológico y me di cuenta que el análisis estaba en la calle, que los movimientos

sociales en sí mismos eran el análisis.

–En Alemania hay un modo de leer a Foucault como apolítico o

incluso como pensador neoconservador.

–Porque él rechazó un análisis centrado en el Estado y observó la diversidad de

las prácticas de poder, estudiándolas como parte de la relación de fuerzas del

poder. Para él se trataba más de las prácticas y las relaciones por debajo del poder

estatal o, dicho de otra manera, de la relación entre médico y paciente, maestro y

alumno, así como entre gobernante y gobernado. Para los marxistas, el poder sólo

existía en su forma represiva. Foucault no estaba tan obsesionado con el Estado,

más bien preguntaba por las formas del devenir-gobernado. Le interesaban las

técnicas de control, no las instituciones en sí.

–¿Era por esto escéptico respecto a los militantes radicales de

izquierda, quienes apuntaban al Estado con sus acciones?

–Foucault estaba contra el terrorismo en los países democráticos. Ésa fue

también la razón por la cual se negó a apoyar las Brigadas Rojas en Italia. A raíz

de una entrevista que dio en Italia para L‘Unità , se generaron algunas tensiones

con Felix Guattari y Gilles Deleuze. Yo estaba más cerca de Adriano Sofri y Lotta

Continua. Cuando Guattari publicó el escrito de Trotsky sobre el fascismo en

Alemania, Deleuze y Foucault rompieron relaciones. Foucault pensaba que no se

podía decir que el Estado alemán era un país fascista en aquel momento. Él se

interesó por la RAF (Rote Armee Fraktion, el grupo Fracción Ejército rojo), pero

le resultaba algo sospechosa. Estaba seguro de que Alemania Federal había sido

apoyada por los soviéticos.

–En Berlín usted fue vigilado por la policía. ¿Foucault peleaba a

menudo con la policía?

–Lo detuvieron varias veces y luchaba permanentemente con la policía. Lo tenían

como un radical de izquierda.

202

–¿Por las acciones con el G.I.P., donde Sartre también estuvo

involucrado?

–Sartre y Foucault eran muy cercanos en aquella época. Pero no se trataba de una

relación intelectual porque discutían muy poco. Cuando Foucault conoció a

Sartre, éste ya estaba muy viejo y casi ciego. Tenían un trato muy amigable.

Foucault llevaba a Sartre a todos lados: a las fábricas de Renault, a las huelgas y

demás. Era una amistad práctica, no hablaban de sus diferencias.

–¿Cómo era la amistad con Roland Barthes?

–Se conocieron en los 50. Quizás yo sea algo culpable de que no tuvieran una

relación tan estrecha. A Barthes le gustaba ir a los bares a partir de las 18, pero en

1963 yo estudiaba filosofía y Foucault escribía Las palabras y las cosas , por lo

tanto dejamos de salir. Barthes se quedó muy triste por ello, ya que Foucault le

prestaba brillo intelectual a su vida nocturna. Sin Foucault, era sólo un programa

con gigolós. Foucault y Barthes tenían una relación singular. Barthes siempre le

copiaba un poquito a Foucault.

–¿Conoció Foucault a la otra gran figura de la izquierda radical

francesa, Guy Debord?

–No.

Vigilar y castigar (1975) es incluso contrario a La sociedad del

espectáculo (1967). Foucault leyó en parte a Debord, pero no demasiado.

En Vigilar y castigar está este abogado del siglo XIX; allí describe las prisiones

como algo exactamente opuesto al circo de Roma. Foucault tomó esto como punto

de partida para mostrar que la sociedad moderna consiste, precisamente, no en

el espectáculo sino en el control y la vigilancia. Así que va directamente en contra

de Debord. Pero en los situacionistas también estaba Isidore Isou, quien asistió a

los cursos de Foucault y le envió sus obras.

–Perdón, usted lo llama Foucault y nunca Michel...

–Antes siempre decía Michel cuando hablaba de él pero luego se convirtió en una

figura pública y cada vez que decía Michel, la gente a mí alrededor también decía

Michel. Eso siempre me molestó porque él era mi Michel. Toda la experiencia con

AIDES fue una posibilidad de estar con él. Pensé por él, con él. Fue la posibilidad

de estar cerca suyo.

© Tania Martini. Traducción: Mateo Dieste

203

LA SOCIOLOGA HOLANDESA SASKIA SASSEN “LAS CATEGORÍAS DOMINANTES SON INVITACIONES A NO PENSAR”

http://www.pagina12.com.ar/diario/universidad/10-295951-2016-04-01.html

Sassen advierte que el mundo académico carece de conceptos para abordar fenómenos

contemporáneos, critica a “esos profesores que empujan a los estudiantes a ser prudentes”

y aboga por una universidad capaz de “abrir nuevas fronteras de investigación”.

Por Delfina Torres Cabreros

“Prefiero ser una salvaje.” La socióloga holandesa Saskia Sassen bromea para explicar por qué

elige correrse de las “categorías maestras” y anclar sus estudios en los márgenes sinuosos y las

zonas oscuras de los fenómenos que se postulan como autoevidentes. Lejos de aquellos

académicos que sostienen un solo proyecto como “tarjeta de presentación para toda su vida”,

Sassen, que actualmente se desempeña como profesora de la Universidad de Columbia, ha ido

variando sus objetos de estudio, al tiempo que ha multiplicado la relevancia mundial de sus

publicaciones. Entre sus libros se destacan La ciudad global (Eudeba), Territorio, autoridad y

derechos y el reciente Expulsiones (ambos editados por Katz), en los que indaga en las tramas

de la economía global y sus nuevos ordenamientos. En su última visita a la Argentina –donde

vivió algunos años de su juventud–, Sassen dialogó con Página/12 sobre el rol de las

universidades en el mundo contemporáneo e instó a estudiantes y profesores a no ser prudentes:

a hacer nuevas preguntas y tomar el riesgo de “empujar y abrir nuevas fronteras de

investigación”.

–Usted señala que “la máquina de vapor” de la modernidad global no son las tecnologías

digitales sino las finanzas. ¿Cómo es que esta “máquina”, en apariencia tan abstracta e

inasible, moldea el pulso del mundo contemporáneo?

–Es la lógica misma de lo financiero. Lo financiero es radicalmente distinto de la banca

tradicional. La banca tradicional vende algo que tiene: dinero. La finanza vende algo que no tiene

y, por ende, debe invadir otros sectores, y para eso desarrolla instrumentos realmente admirables

en su complejidad. Puede invadir desde los sectores más lujosos a las cosas más simples, como

los préstamos para autos usados. No depende estrictamente de esos otros sectores; todo lo que

necesita es desarrollar un instrumento que le permita extraer algo en base a lo cual pueda

construir un instrumento que tenga la capacidad de multiplicar el valor. Entonces, es invasivo y

destructivo y el hecho de que destruye lo que necesita también implica que no le importa. Extrae

y listo; deja detrás espacios completamente destruidos y así va empobreciendo los Estados

nacionales.

204

–Según señala en sus estudios, la economía global impone sus propias lógicas

territoriales y de valorización de los productos del trabajo. ¿Cómo impacta esto en el

mundo del trabajo y en la profesionalización?

–Lo que vemos es una transformación bastante importante de la distribución del trabajo. Hay un

privilegio de los trabajos altamente profesionales y emerge una clase profesional muy grande, el

20 por ciento de cualquier economía desarrollada. Pero eso viene con un precio y es que

destruye a esa clase media más modesta, que son los supervisores, las secretarias... eso se

transforma en un elemento técnico. Todo lo que se puede estandarizar, se estandariza. Además

–y esto ya como un fenómeno más parcial–, esa nueva lógica tecnológica también tiene sus

preferencias y sus privilegiados, orienta cuáles son los buenos puestos de trabajo. En este

momento las finanzas han perdido mucho terreno. Hubo un momento en que era la super choice

para muchos estudiantes, pero ha habido tanta criminalidad en el sistema financiero que ya los

hijos de las elites eligen otras cosas.

–¿Las ofertas académicas se ajustan a estos nuevos movimientos?

–Si me permito una observación crítica basada en Estados Unidos, creo que hay una especie de

fabricación de diplomas que son totalmente inútiles. Los estudiantes estudian, son serios, pero

las instituciones no son serias. Estados Unidos tiene una elite de universidades que son

extraordinarias, pero también tiene más de 3500 instituciones de posgrado que en su gran

mayoría son privadas y para obtener ganancias. Si miramos lo que ha pasado con la deuda de

los estudiantes, los estudiantes argentinos van a sentir que les está yendo mucho mejor que a

los norteamericanos. La deuda de los estudiantes en Estados Unidos hoy en día es superior a

un trillón de dólares y es una deuda que está a una tasa de interés del 16 por ciento. Los

ciudadanos pasamos el dinero a la banca al 2 por ciento de interés y esas bancas se lo venden

a los estudiantes al 16 por ciento: un robo. Una vez que tienen un trillón pueden hacer mucho

más que simplemente quedarse con el interés: financiarizan, invierten especulativamente.

Mientras tanto, los estudiantes no se van a liberar nunca de esa deuda si no la pueden pagar,

porque por ley el sistema financiero logró incluso que no se pueda declarar banca rota sobre esa

deuda.

–Usted señala que no tenemos categorías conceptuales para explicar algunos fenómenos

acuciantes. Por ejemplo, se siguen explicando en términos de “inmigración”

desplazamientos que tienen características muy distintas a las migraciones de los siglos

pasados. ¿Por qué cree que los conceptos nos van quedando desfasados?

–Lo que estamos viendo en la así llamada crisis migratoria en el Mediterráneo se capta sólo

parcialmente con las categorías de migrante, refugiado. Creo que estamos viviendo el inicio de

toda una nueva era que viene marcada por una masiva pérdida de hábitat, que tiene muchos

205

factores. En este momento la guerra domina: tenemos 40 países que tienen guerra, pero también

están la desertificación, el cambio climático, tierras que van a estar inundadas; la expansión

enorme de plantaciones que expulsan a los pequeños agricultores; la expansión extraordinaria

de la minería que quita también terreno para vida; la compra de tierra simplemente para extraer

agua; el uso en cantidades enormes de agua para el fracking, que va eliminando agua para

poblaciones... La guerra es sólo uno de todos estos elementos. Es el más inmediato, el que ahora

domina nuestros imaginarios y nuestras explicaciones, pero es una cosa mucho más amplia,

relacionada con la pérdida masiva de hábitat. Usar estas palabras “son inmigrantes, son

refugiados” también es una invitación a no pensar. Nos tenemos que plantar ahí y preguntarnos

qué estamos viendo. Hay una historia más profunda que requiere otros lenguajes.

–¿El mundo académico tiene responsabilidad en esta falta de comprensión de las

particularidades del nuevo momento?

–Claro que tiene responsabilidad. Yo siempre tuve una relación muy problematizada con las

categorías de análisis que son dominantes, porque en un cierto punto sí son muy útiles, pero por

otro lado son invitaciones a no pensar: contienen la explicación. A mí lo que más me interesa de

la inmigración es cuando empieza un flujo nuevo. Ya cuando es un flujo establecido me importa

mucho menos. Muchos estudios de la migración son simplemente documentaciones de las

características de esos migrantes o sus comunidades: tienen más de 20 años, tienen buena

salud, comen tal cosa... Es muy fácil hacer eso. Yo creo que la universidad buena tiene también

que empujar, abrir nuevas fronteras. Siempre va haber individuos que están dispuestos a tomar

el desafío.

–¿Existen resistencias frente a ese tipo de enfoques?

–Un problema de la universidad es que tiene esos profesores que empujan a los estudiantes a

ser prudentes. La mayoría de los académicos, una vez que tienen una idea, un proyecto, un libro,

se quedan con eso como tarjeta para el resto de su vida. La gran universidad tienen que

permitirse el lujo de aportar a aquellos estudiantes y profesores que van a ser la minoría que

tienen el coraje de decir: “Yo acepto todo esto que me dijeron, pero aquí falta algo y yo voy a

construir un puente conceptual para poder llegar a eso”. Creo que hay trabajo que hacer en las

buenas universidades; hay que abrir nuevos terrenos, construir túneles en realidades que

realmente pensamos que entendemos, pero no las entendemos.

–¿Esta incapacidad para procesar los nuevos fenómenos no implica también el peligro de

no poder anticipar dinámicas que, en algunos casos, terminan siendo incluso tragedias

humanitarias?

–Absolutamente, pero nunca vamos a poder predecir todo, porque hay combinaciones que no

las vemos venir. Por ejemplo, el hecho de que de pronto se dé esta inmigración muy grande de

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Eritrea, al mismo tiempo que la de Siria. Son dos cuestiones totalmente separadas que producen

un cambio inesperado.

LIBROS DEL MES

Historia y verdad Paul Ricoeur FCE; Buenos Aires, agosto de 2015. 420 páginas, 343 pesos.

Primera edición en castellano de una obra que data de 1955, y cuyo autor describe como una “compilación de escritos de circunstancia”. Que “la circunstancia” diste de ser la nuestra, no mella ni el interés ni la vigencia de estos ensayos. Inicialmente, Ricoeur defiende el carácter científico de la historia, al mismo tiempo que la peculiaridad de la “objetividad” histórica (“ética y no lógica”); aborda la cuestión de la subjetividad escindida del historiador, entre un yo “investigador” y un yo “patético”. Plantea la conflictiva relación entre el historiador y el filósofo desde el momento en que el filósofo busca en la historia “el advenimiento de un sentido” que el historiador rechaza; tan conflictiva como la relación entre historia y verdad: la historia sería “un cúmulo de errores”, la verdad, “una suspensión de la historia”. Este planteo tiene componentes teológicos: el autor, cristiano confeso, considera los múltiples órdenes de la verdad, fundamentalmente en su desdoblamiento entre objetividad y existencia percibida; y junto con esa multiplicidad de órdenes, la aspiración religiosa a una unidad en la verdad, ilustrada en su conclusión de que “el problema militar, industrial y económico de la energía atómica no se plantea en la escala de la verdad de la teoría atómica sino en la escala de nuestra existencia… Las responsabilidades que la verdad científica pone en juego demuestran que el acto científico está englobado en la praxis humana…”. No oculta los riesgos que la unificación de la verdad implica, salvo que se la comprenda como figura escatológica, como manifestación del “último día”. En efecto, al abordar la unificación de la verdad por la violencia, abre la reflexión sobre el poder, estructura fundamental de lo político, especialmente expuesto a la impostura, y sobre la sucesión del poder clerical medieval por el poder político moderno, donde la filosofía de la historia, por excelencia el marxismo, teoría y a la vez línea de acción, ocupa el lugar de la

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teología. Su crítica del poder establece una continuidad entre los liberales del siglo XVII, el anarquismo de Bakunin, la Comuna de París y el marxismo, y las interpretaciones teológicas de la “imagen de Dios”, donde el carácter de “instituidas por Dios” de las autoridades coexiste con su carácter “demoníaco”. Realiza una difícil defensa de la no violencia, aun sobre la base de la conciencia de que la violencia hace a la historia. En contraste con la vulgar demonización del estalinismo que siguió a la caída del Muro de Berlín, Ricoeur propone explicarlo por la reducción que el marxismo tiende a hacer de la alienación política a la alienación económica. Reafirma una especificidad de la política, dado que eludir la política es eludir el riesgo de ser humano y de habitar en la historia. Frente a la “conciliación” hegeliana, Ricoeur pone de manifiesto su preferencia por el existencialismo francés, donde enmarca la filosofía personalista de Emmanuel Mounier, y el pensamiento de Jean Paul Sartre “habitado por una suerte de coraje frente a la incertidumbre del sentido de la historia”. Marta Vassallo

La gran brecha Qué hacer con las sociedades desiguales Joseph E. Stiglitz Taurus; Buenos Aires, diciembre de 2015. 480 páginas, 259 pesos.

El punto de partida del reputado economista Joseph Stiglitz es simple: la desigualdad no deja de crecer y ha creado un abismo, una brecha no sólo económica y social sino también cultural, entre el 1% que cada vez acumula más riqueza y el 99% restante. Apenas una cifra para ilustrar esa realidad obscena: las 85 personas más ricas poseen tanta riqueza como los 3.000 millones de habitantes más pobres del planeta. Stiglitz cree que todos, incluido ese 1%, viviríamos mejor si se reduce ese abismo, cuyas causas él atribuye, principalmente, a la desregulación financiera que, legitimada por la ideología neoliberal de un mercado libre de trabas, impuso una cultura bancaria del alto riesgo que pagaron los contribuyentes tras la debacle financiera de 2008. Con todo, para Stiglitz el capitalismo sigue siendo el mejor sistema imaginable, si bien la política ha de servir de contrapeso al mercado para acabar con lo que él llama un “capitalismo de pacotilla” en que la ley del más fuerte ha acabado con la competencia. En este volumen, que recopila artículos publicados entre 2008 y 2014, Stiglitz propone, de un modo que recuerda a J. M. Keynes tras la Gran Depresión, un “giro a la izquierda”, hacia la redistribución de la renta, como forma de aceitar la economía y garantizar la continuidad del sistema capitalista, si bien

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en el camino se atreve a alguna formulación más osada, como que “sólo nuevas pautas de consumo y producción podrán abordar el problema fundamental de los recursos” Nazaret Castro

Guerras de Internet Natalia Zuazo Debate; Buenos Aires, septiembre de 2015. 320 páginas, 279 pesos. Internet nació al calor de la globalización y de la creación de gobiernos supranacionales. En ese escenario planetario, Natalia Zuazo recorre las batallas libradas en la Red, tanto las estratégicas como las más pequeñas, alrededor del dilema “quién decide sobre un bien que todos usamos y ayudamos a crear”. Zuazo es una observadora y activa participante de los acontecimientos: acompaña a los habitantes inquietos de Las Toninas en sus reuniones con “gigantes” corporaciones de Internet, cruza en auto la cordillera con un trabajador de Level3 y protagoniza –encubierta– una operación contra el totalitarismo de la Red, consolidado por un proceso de concentración económica sin precedentes, en el encuentro de Net Mundial. Guerras de Internet está organizado en capítulos que relatan el nacimiento y avance de Internet de manera cronológica, pero también propone un relato signado por núcleos problemáticos que giran alrededor de los derechos a ejercer y los conflictos que enfrentan a usuarios, empresas y gobiernos: la guerra por la cultura, por la palabra, por las rutas, por los datos y por la intimidad de ciudadanos espiados y controlados. Con una escritura atrapante, el libro presenta escenas descriptas minuciosamente cual si fueran notas de color de las secciones blandas de un semanario pero que, sin embargo, contienen una densidad política significativa. Ese es, sin más, el lema que reivindica su autora: “Toda la red es política”. Natalia Aruguete

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Sugestión Andrea Cavalletti Adriana Hidalgo; Buenos Aires, agosto de 2015. 240 páginas, 240 pesos. ¿Cómo explicar la fascinación política, la rendición de un pueblo ante un líder encantador? ¿Mediante qué técnicas se modelan poblaciones presas de un (bio)poder totalitario devenido clima de época? Enmarcado en el pensamiento político italiano actual y con Foucault y Benjamin como referencias visibles, Cavalletti aborda el problema de la gobernabilidad a partir de una constatación sencilla: la inmensa mayoría de los sujetos es susceptible de ser influenciada. Así, traza la genealogía de las formas que desde el siglo XVII fue cobrando la sugestión: del magnetismo animal y el “fluido maravilloso” a la hipnosis y el sonambulismo, hasta hacer foco en una inquietante teoría de la sugestión que, al decir de su fundador –el Abate Faria– “explica el mundo entero”. Porque en la sugestión está todo y todo es sugestión. Se trata, en lo esencial, de implantar una idea que será imitada, contagiada, obedecida. La sociedad misma no es sino una serie ininterrumpida de sugestiones, de ideas y emociones que se difunden hasta volverse mecanismo de gestión social. El “encantador” –el líder fascista tanto como el Estado– anula las potencias activas: pasiviza y conquista. ¿Hay posibilidad de sustracción? La respuesta afirmativa hace coincidir la sugestionabilidad con la propia existencia como campo en tensión entre los poderes biopolíticos y las resistencias, dado que allí se constituyen los sujetos y sus libertades. Diego Picotto

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Ciencia y política(s) en la Argentina, 1943-1983 Adriana Feld UNQ; Bernal, julio de 2015. 528 páginas, 250 pesos. Si bien esta obra puede considerarse un libro de historia centrado en Argentina, en torno a un tópico acotado, lo cierto es que sus páginas son fruto de un diálogo mucho más fluido de su autora –investigadora del Conicet, doctora en Ciencias Sociales de la UBA– con colegas nacionales y extranjeros vinculados al campo de los estudios sociales de la ciencia. Este extenso volumen aborda la intersección entre la política y las políticas públicas de ciencia y tecnología en Argentina durante el período 1943-1983, profundizando en la génesis de las instituciones y el ciclo vital de políticas públicas institucionalmente situadas, en el que se hacen visibles tensiones entre diferentes actores y contradicciones entre retóricas y prácticas. El objetivo es dirigir la mirada a las especificidades locales, pero sugiriendo algunas variables, categorías y tipologías que permitan comparar diferentes etapas y modelos institucionales en la historia argentina y, eventualmente, señalar analogías y diferencias con otros casos de América Latina. Feld subraya aquí la relevancia del rol que desempeñan la historia, la memoria y la tradición de las instituciones de política científica en la orientación o justificación de las políticas recientes y, a la inversa, analiza cómo se resignifican las instituciones y las políticas del pasado en función de la situación presente. Julián Chappa

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Suturas Imágenes, escritura, vida Daniel Link Eterna Cadencia; Buenos Aires, junio de 2015. 672 páginas, 360 pesos. Concluye con este libro una trilogía compuesta por Suturas; Clases. Literatura y disidencia (2005), y Fantasmas. Imaginación y sociedad (2009); trilogía que constituye un recorrido que incumbe una meditación de las prácticas culturales en el siglo XX, la imaginación literaria y, aquí, los cuerpos, tanto en su imagen como en su escritura. Esta preocupación por lo corporal está en sintonía con varias modas teórico-críticas que retoman a esa dimensión como problema, sentando sus bases, principalmente, en la biopolítica italiana (con Giorgio Agamben a la cabeza). Por eso, el libro se asoma al problema del vínculo entre cuerpo y vida y cuerpo y escritura, sobre todo, considerando que esta relación final abre las puertas de otro problema: ¿qué pasa con los saberes decimonónicos, cientificistas y sistemáticos del siglo XIX en nuestros tiempos? La respuesta a ese cambio disciplinar, Link la encara desde una primera persona que pone su vida y su obra en escena para luego pensarla, reflexionando el lugar de la palabra, del discurso amoroso o de la filología en este presente que interpela y arrebata. Pero, al mismo tiempo que impulsa la lectura crítica hacia adelante, Link es preso de su tiempo: es adicto a las nuevas tecnologías pero acepta que prefiere el mail y el blog como espacios de escritura por parecerse al epistolario y al diario íntimo decimonónicos. La herida de lo nuevo sólo puede suturarse con formas viejas. Fernando Bogado

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Perón y la Triple A Las 20 advertencias a Montoneros Sergio Bufano, Lucrecia Teixidó Sudamericana; Buenos Aires, junio de 2015. 448 páginas, 279 pesos.

Los años previos al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 fueron opacados, hasta fechas recientes, por el impacto de la magnitud de las violaciones a los derechos humanos producidas por la dictadura cívico–militar. Esto, a la vez, impidió –implícita o explícitamente– debatir el lugar que la represión paraestatal tuvo durante los gobiernos constitucionales posteriores a la dictadura de Lanusse y derrocados tres años después. En particular, la responsabilidad de Juan Domingo Perón en la creación de la Alianza Anticomunista Argentina (la Triple A) es objeto de debate, desde hace algunos años, entre historiadores y especialistas en el período. Esa organización paraestatal desempeñó un papel clave en la represión al sindicalismo combativo en general y, más específicamente, fue el brazo armado mediante el cual la ortodoxia peronista disputó el poder en la interna de dicho movimiento, aún antes del retorno de Perón a Argentina. El libro de Bufano y Teixidó es un perturbador aporte a la discusión. Lo es porque no emplea documentos “secretos” ni apunta al “impacto” de “revelaciones”. Se concentra en aportar evidencia pública (discursos, entrevistas, información periodística) que por acumulación sostiene la hipótesis de los autores de que Juan Perón no sólo no podía desconocer la existencia de la Triple A, sino que alentó la conformación de estas nuevas “formaciones especiales”, tan diferentes a las que había impulsado en los setenta. A más de cuarenta años de los sucesos que narra, la escalada retórica de Perón aparece cuidadosamente encarnada con la materialización criminal de las acciones de las bandas de asesinos organizadas para enfrentar no sólo a Montoneros sino, más ampliamente, a los grupos radicalizados, armados o no, que actuaron en la década de 1970. Si bien algunos juicios sobre la política de Montoneros en su relación con Perón merecen cierta discusión, el libro es un gran aporte a las miradas sobre el período. Federico Lorenz

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Una breve historia de los árabes John McHugo Turner; Madrid, septiembre de 2015. 372 páginas, 140 pesos

Historia concisa de los árabes para lectores sin conocimientos previos, que explica la división del islam en dos ramas, analiza las cruzadas y la reconquista, el conflicto palestino-israelí, la yihad, la sharia, el wahabismo, la primavera árabe y el fenómeno del Estado Islámico, para intentar esclarecer los conflictos y desafíos que desgarran a una región que incluye a seis de los quince principales productores de petróleo. McHugo rechaza la idea de “choque de civilizaciones” pues “las culturas civilizadas se influyen y se benefician mutuamente”. De hecho, sostiene, es imposible analizar la historia de los árabes sin tener en cuenta su interacción con el mundo occidental. Entonces, se propone demostrar “que lo que ha estado aconteciendo durante décadas –de hecho, durante siglos– no es un choque de civilizaciones sino una concatenación de sucesos históricos, políticas erradas y terca ignorancia que han ido generando el creciente desencuentro de Europa y EE.UU. por una parte y el mundo árabe por otra”.

El ocaso de la aristocracia rusa Douglas Smith Tusquets; Buenos Aires, septiembre de 2015.

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512 páginas, 399 pesos. Centrándose en la experiencia de dos familias –los Sheremétev y los Golítsin–, que intentaron adaptarse y sobrevivir a la nueva realidad de la Unión Soviética, el autor relata la caída de la élite aristocrática rusa, que a principios del siglo XX, en apenas unos años, pasó del esplendor y la riqueza fastuosa a padecer la persecución, la desposesión, la cárcel y el exilio, convertida en “enemiga de clase” por la Revolución Bolchevique.

Avaricia Emiliano Fittipaldi Akal; Madrid, diciembre de 2015. 256 páginas, 310 pesos.

Periodista encargado de temas vaticanos para L’Espresso, Fittipaldi desnuda en esta investigación, basada en fuentes confidenciales de la curia y una gran cantidad de documentos internos vaticanos la codicia y la corrupción que reinan dentro de las finanzas de la Iglesia Católica, desde los suntuosos gastos personales de los cardenales a los desvíos de fondos de obras caritativas y el inmenso patrimonio inmueble de la Santa Sede.

La encrucijada española Pedro Brieger

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Capital intelectual; Buenos Aires, octubre de 2015. 264 páginas, 235 pesos.

Con eje en la profunda crisis económica y social que vive España y los movimientos que surgieron al calor de las manifestaciones del 15 de mayo de 2011 (15-M), entre los que se destaca Podemos, Pedro Brieger entrevista a los principales protagonistas de la conflictiva actualidad española —entre otros, Íñigo Errejón, Jaime Pastor, Manuela Carmena– que parece poner punto final a la era iniciada con la Transición.

Miradas Cuentos sudafricanos Zoë Wicomb, Ivan Vladislavic UNSAM; San Martín, septiembre de 2015. 240 páginas, 182 pesos.

Selección de cuentos de dos de los más renombrados escritores sudafricanos de la actualidad, que aportan una mirada compleja, profunda y crítica de las relaciones humanas de la población “de color” bajo el apartheid y de la vida cotidiana en medio de la aguda crisis social que sufre actualmente la nación arcoiris, que Ivan Vladislavic presenta como un “mundo del revés”.