A Pesar de Sus Radicales Diferencias Bolaño y Perec

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Bolaño y Perec, por Rodrigo Pinto

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A pesar de sus radicales diferencias, hay una secreta hermandad entre el francs Georges Perec y el chileno Roberto Bolao a la hora a abordar la construccin de ficciones.

1. Dos publicaciones y una posta Con la reciente edicin de Los sinsabores del verdadero polica, de Roberto Bolao, y la traduccin tambin bastante reciente de La cmara oscura, de Georges Perec, los vasos comunicantes entre la obra de ambos autores se hacen mucho ms evidentes y queda ms claro an el sentido y la direccin del homenaje que el chileno le hizo al francs en Un paseo por la literatura, contenido en Tres, pero tambin una notoria red de puntos de contacto entre muchas otras de las ficciones que construyeron en una suerte de posta; cuando Perec muri, en 1982, Bolao tena 27 aos, ya era conocido como poeta y daba sus primeros pasos en la escritura de prosa, donde Perec, sin duda, fue uno de sus maestros.

2. Bolao suea con Perec So que Georges Perec tena tres aos y visitaba mi casa. Lo abrazaba, lo besaba, le deca que era un nio precioso. As empieza el citado poema en prosa de Bolao, compuesto por 57 fragmentos numerados. Y salvo los prrafos que van del dos al seis, todos comienzan con la misma frmula, so; y as como Perec est en el primero, tambin est en el ltimo, algo ms extenso: So que Georges Perec tena tres aos y lloraba desconsoladamente. Yo intentaba calmarlo. Lo tomaba en brazos, le compraba golosinas, libros para pintar. Luego nos bamos al Paseo Martimo de Nueva York y mientras l jugaba en el tobogn yo me deca a m mismo: no sirvo para nada, pero servir para cuidarte, nadie te har dao, nadie intentar matarte. Despus se pona a llover y volvamos tranquilamente a casa. Pero dnde estaba nuestra casa?.

Un paseo por la literatura es, sin duda, una compleja elaboracin desarrollada en la vigilia, donde el soar se inscribe ms bien en lo que Bolao entiende como poesa ms que en la actividad onrica: La poesa entra en el sueo / como un buzo muerto / en el ojo de Dios. La poesa, que tambin entra en el sueo / como un buzo en un lago, es una inmersin creativa articulada desde la conciencia vigilante, pero que el poema comience y termine con la infancia de Perec, el hombre que no tuvo infancia porque le arrebataron a sus padres y construy una obra en torno a esa ausencia, es indicio de una cuestin harto ms programtica que la simple admiracin.

Queda pendiente el ejercicio de construir la biblioteca de Bolao a partir de los rastros que dej en la poesa y en la ficcin. Tambin hay huellas en el ensayo y la escritura periodstica, pero en esos gneros participaba ms bien de las discusiones de su tiempo y tomaba partido; en cambio, en estos otros gneros, Bolao asume de manera ms directa el juego de las influencias y de los reconocimientos y en su particular paseo por la literatura, Perec est al comienzo y al final.

3. Perec entra en la cmara oscura La cmara oscura de Perec es la transcripcin de sueos tal y como el autor los recordaba escritura del autor, fuera del universo narrativo que an, a ocho aos de su muerte, sigue aadiendo piezas al slido tramado que lo contiene.

5. Una autobiografa nada convencional El libro de Perec sus propios textos estrictos y turbios, enigmticos para siempre se lee con tanta velocidad e inters como frgil es el tenue rastro de los sueos que queda al despertar. La gimnasia de Perec en el tiempo en que los guardaba enriqueci los detalles y ayud a que se constituyeran en breves relatos autnomos y con valor en s mismos, que conforman un captulo ms de esa autobiografa que desperdig en mltiples lugares y con singulares estrategias: He escrito fragmentos autobiogrficos que siempre se desviaban. No era: He pensado tal o cual cosa, sino las ganas de escribir una historia de mis ropas o de mis gatos!, o relatos de sueos. Mi maestro en esto es una japonesa, Sei Shnagon, que escribi Notas de cabecera (la traduccin de la editorial Adriana Hidalgo, nica disponible en espaol, lo titul El libro de la almohada), una recopilacin de pensamientos sobre naderas, en fin, sobre las cascadas, los vestidos, las cosas que dan placer, las cosas que tienen una gracia refinada, las cosas sin valor, etc. Para m ese es el verdadero realismo: apoyarse en una descripcin de la realidad despojada de toda presuncin.

6. Del sueo a la estructura Enrique Vila-Matas escribi, en un antiguo texto suyo sobre Bolao, que una red impalpable de precarias galeras une el segundo bloque de Los detectives salvajes con las mil y una historias de La vida instrucciones de uso del ciudadano Perec. Segn Italo Calvino, que comparti militancia con Perec en el OuLiPo (Ouvroir de Littrature Potentielle, que se traduce como Taller de Literatura Potencial), la novela mayor de al despertar, pasados por el tamiz de la escritura. Y aunque el ejercicio fue intenso y continuado, seis aos despus, cuando apareci La boutique obscure, Perec puso una cierta distancia con el libro, pero a la vez expuso un mtodo que bien puede haber sido el de Bolao con la nica diferencia del punto de partida, la actividad onrica en cuanto tal o la invencin de lo soado como acto potico: As que mi experiencia de soador se convirti, de forma natural, en nada ms que la experiencia de escribir: ni revelacin de smbolos, ni ruptura del sentido, ni esclarecimiento de la verdad (aunque me parece que, muy en el fondo de aquellos textos, queda constancia del camino recorrido, de una bsqueda a tientas), sino el vrtigo de poner lo que fuera en palabras, la fascinacin de un texto que pareca producirse por s solo.

4. Trazas opacas y limpias a la vezEn Bolao tampoco hay revelacin desmbolos, por ejemplo, ni apelacin amitologas espurias, ni bsquedas nirupturas del sentido; ms bien, hayausencia de sentido, el enfrentamientopuro y duro a una experiencia vital que senutre del azar y desemboca en la oscura,sempiterna y anonadante presencia de lamuerte.Luego, Perec avanza aun ms en ladefinicin de su libro de sueos: Ya casino me acuerdo de que fueron sueos; noson ya ms que textos, estrictos y turbios,enigmticos para siempre, incluso para mque no s ya muy bien qu rostro asociar aqu iniciales, ni qu recuerdo diurnoinspir secretamente qu imagen desvada,de la que las palabras impresas no volverna dejar, ya fijadas para siempre, ms queuna traza opaca y limpia a la vez.Esos pares de palabras sirven tambinpara describir la obra de Bolao: estricta yturbia, de traza opaca y limpia a la vez,anclada en el enigma del recuerdo que nose puede reconstituir ya fuera de laal pie de la letrawww.elboomeran.comrevista udp 09 175Perec era el ltimo acontecimiento en lahistoria de la novela. A lo que agregaVila-Matas, en otro texto: De hecho,durante un largo tiempo La vida instruccionesde uso fue para muchos, en efecto, el ltimoverdadero acontecimiento de la novelamoderna. Despus vendra un gran libro deRoberto Bolao, Los detectives salvajes, querecoga con extraordinaria osada y talentoel guante lanzado por Perec.En una entrevista, Bolao seal losiguiente: No s si lo dijo Borges. Tal vezfue Platn. O tal vez fue Georges Perec. Todahistoria remite a otra historia que a su vezremite a otra historia que a su vez remite aotra historia. Es bastante claro que esaafirmacin, que muy probablementepertenezca en realidad a Bolao, describemuy bien el mecanismo de construccinnarrativa que orienta ambas novelas:historias que pululan, que se reenvan, quesiempre abren una ventana, una puerta, untnel, un pasadizo, hacia otra historia, yluego hacia otra, y as sucesivamente. Elmilagro que ambos logran es que, pese a esaproliferacin estructural, las obras tienencentro, lnea y desarrollo.7. Desesperacin maniticaSostiene tambin Vila-Matas que en elBolao de Los detectives salvajes hay algo dedesesperacin manitica. Lo dice en elcontexto de un razonamiento tan rigurosocomo ldico que busca establecer lasafinidades y las diferencias entre su obra yla de Bolao, de manera que no hay queinterpretarlo literalmente (que es, enrealidad, la peor manera de leer a Vila-Matas), pero la eleccin de las palabras esindicativa. Y aunque est comparando aBolao con Gadda y no menciona a Perec(como s lo hace en otros textos), el latidode esa desesperacin manitica sacude alos tres, a Bolao, a Perec, a Vila-Matas, yarroja una pista certera que conduce a eseobservador de la realidad que querarecoger todo lo que generalmente no seanota, lo que no tiene importancia, lo quepasa cuando no pasa nada, salvo tiempo,gente, autos y nubes (Perec y su Tentativade agotar un lugar parisino) y ese otroescritor latinoamericano para quien lanica manera de atrapar el caoscircundante era realizando su minuciosacartografa, un escritor que, Vila-Matasdice, ve el mundo como un enredo, unamaraa o un ovillo.8. La lista (parcial) de las listasPerec y Bolao tienen un rasgo ms encomn, el uso de las listas como recursonarrativo, aunque de manera muy distinta.Si Bolao en cierto sentido las enmascara olas incorpora de manera sutil al texto, Pereclas explicita, se regodea en ellas, las estirahasta un punto en que dejan de ser listas yse convierten en maneras de enunciar eluniverso; pero, a veces, Bolao las utilizacomo parte del tramado narrativo, y demanera tan radical que se convierten en laespina dorsal del relato. De este modo, noslo est el vnculo estructural, sinotambin esta manera de acopiarenumeraciones que al poco rato dejan deserlo y se convierten en artificios narrativosdeslumbrantes.La ms vasta, de complejidad imposible,la lista de las listas en Bolao, estcompuesta por los asesinatos mltiples demujeres en Santa Teresa, soporte centralde La parte de los crmenes en 2666. Nohay equivocacin mayor, no hay lecturams errada, que aquella que adjudicamonotona e intil repeticin a La partede los crmenes; en esa letana salvaje estla cifra que permite entender la violencialatinoamericana. Pero tambin est ellistado clasificatorio de poetas en Losdetectives salvajes, que tambin aparece, conalgunas modificaciones, en Los sinsaboresdel verdadero polica; en este ltimo libro, lalista de cosas que Amalfitano ha hecho ensu vida, un modelo de autobiografa quemerece un lugar indiscutible entre laswww.elboomeran.com176 revista udp 09mejores pginas que escribi Bolao (hayotra versin ms adelante, en tercerapersona, que difiere sensiblemente enalgunos datos); las profecas de AmparoLacouture sobre escritores en Amuleto; ydiversos fragmentos esparcidos por toda laobra de Bolao, que descubrir y gozarel lector atento.9. Perec, la reencarnacin de CristoAparte de hacerlo en Un paseo por laliteratura, Bolao nombra poco a Perec.En Entre parntesis, la recopilacin de susensayos y artculos periodsticos, apareceuna sola vez y para sealar que el francsAntoine Bello es un discpulo aventajadode Perec, un gran elogio que no s si Bellomereca. En el ltimo libro pstumopublicado por sus herederos, Los sinsaboresdel verdadero polica, aparece Perec comoparte de las amistades de J. M. G.Arcimboldi, personaje nombradofugazmente en Los detectives salvajes y queno hay que confundir con el Benno vonArchimboldi de 2666. Georges Perec, al queadmiraba profundamente. En ciertaocasin dijo de l que seguramente era lareencarnacin de Cristo, dice en la lista por supuesto de amistades.Otro personaje de la novela, Padilla,poeta, situaba a Arcimboldi en el cruceimprobable de Aloysius Bertrand y GeorgesPerec y (agrrate) Gide y el Robbe-Grilletdel Proyecto para una revolucin en NuevaYork. Son alusiones humorsticas en sudesmesura y eclecticismo, pero ese es eltono dominante en esta novela que suautor dej a medio camino. Quizs por lomismo porque es una suerte de depsitode materiales que luego fluyeron haciaotras obras o quiz era algo as como unlaboratorio para probar frmulas ytemas es prdiga en listas y tiene unaestructura tan enmaraada que el mismoBolao la calific de diablica. As terminapor remitir de nuevo a Perec, con elaadido de que, como ocurra slo en Unal pie de la letrapaseo por la literatura, la referencia esexplcita.10. 53 sinsabores pstumosA Perec lo sorprendi la muerte cuandoan era ms joven que Bolao al momentode la suya. Trabajaba en otro de susproyectos aparentemente imposibles, lanovela 53 das, novela policial, homenaje aStendhal (el ttulo alude al tiempo que letom a este ltimo escribir La cartuja deParma, libro extraordinario, probablementeel mejor que escribi el autor) y juego yparodia del arte de narrar articulado entorno a una frase del mismo Stendhal,una novela es un espejo que se pasea a lolargo de un camino, que quedlamentablemente inacabada. La edicin deHarry Mathews y Jacques Roubaud,publicada en 1989, y en castellano, porMondadori, al ao siguiente, recoge unaprimera parte ms o menos terminada unenigma policial, de alrededor de 100pginas y once captulos; el esquema de loscaptulos restantes; y otras 150 pginas conapuntes, carpetas, esbozos y apuntes que almenos formulan un argumento imposiblede endemoniada estructura, el juego deespejos que tanto le gustaba a Perec. Y aBolao: se sabe que era un gran entusiastapor ese libro incompleto y provocador. Y sise mira desde la distancia y en una solamirada 53 das y Los sinsabores del verdaderopolica, se advierte que el ro de lascoincidencias corre con mayor fuerza yarrastra bloques de peso insospechado; lascajas chinas y las historias que proliferan,las dobles y triples lecturas en el mismolibro, los libros dentro de los libros, estnaqu y all, en los 53 sinsabores pstumosque Perec y Bolao ofrecen en un juegoque espejea en el horizonte.Posdatageorges perec. La cmara oscura.Impedimenta, Madrid, 2010. Sin foliacinde pginas. Se compone de 123 sueos yunas diez pginas con un muy sugerentendice de materias. La edicin francesa esde 1972.roberto bol ao. Los sinsabores del verdaderopolica. Anagrama, Barcelona, 2011. 325pginas. Corresponde a una serie decarpetas agrupadas bajo ese ttulo, algunasescritas a mquina y otras impresas desde elcomputador de Bolao; por otrasreferencias del autor, sabemos quetrabajaba en este libro ya desde mediadosde los ochenta, pero no se sabe cundo dejde intervenir en el manuscrito.Probablemente, al menos en lo que estabaen su computador, lo trabaj hasta pocotiempo antes de su muerte.