A Seis Meses de Ayotzinapa_Abril 2015

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sigamos organizándonos y profundicemos la crisis del régimen comité de solidaridad con ayotzinapa / abril 2015 rumbo a las elecciones intermedias del 2015 Los padres de los normalistas siguen su incansable lucha, pero el movimiento social que arropó sus demandas se ha visto muy reducido y ante la falta de perspectivas claras hacia dónde continuar la lucha, en los hechos se ha replegado. Sin embargo, sus demandas siguen latentes y la crítica situación del país que tuvo como ejemplo más evidente lo ocurrido en Iguala, lejos de menguar, se acentúa. Tan sólo en términos económicos la devalu- ación del peso frente al dólar, la caída de los precios del petróleo, el aumento en productos de la canasta básica como el huevo, y los recortes presupuestales al gasto público, dejan ver nuevos problemas para el régimen, que no termina de cerrar la crisis abierta por lo ocurrido en Iguala. Uno de ellos es el paro de los jornaleros agrícolas de San Quintín, una insurrección obrera que ha dado continuidad a la lucha por los normalistas de Ayotzinapa, recu- perando sus métodos, con un fuerte contenido clasista e incluso una mejor organización, poniendo en jaque a las grandes empresas que operan en la región, y que da perspectivas para los presentes y futuros enfrentamientos contra el capital y el Estado. Por otro lado, el régimen de Peña Nieto sabe que para llevar adelante sus políticas privatizadoras y sus planes de desarrollo en infraes- tructura y otros, debe desplegar diversos mecanismos de control social y por ello se ha extendido y profundizado la militarización, la represión, el clientelismo y control ás de 6 meses ha --------pasado desde la desa- parición y asesinato de nor- malistas en Iguala sin que Enrique Peña Nieto, Osorio Chong, Murillo Karam y la actual procuradora general, Arely Gómez hayan podido dar una respuesta coherente y efectiva a lo ocurrido. Todo lo contrario, han trabajado durante meses por conseguir la impunidad, el encubrimi- ento y el olvido del crimen de las instituciones que ellos dirigen.

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sigamos organizándonos y profundicemos la crisis del régimen

comité de solidaridad con ayotz inapa / abril 2015 rumbo a las elecciones intermedias del 2015

Los padres de los normalistas siguen su incansable lucha, pero el movimiento social que arropó sus demandas se ha visto muy reducido y ante la falta de perspectivas claras hacia dónde continuar la lucha, en los hechos se ha replegado. Sin embargo, sus demandas siguen latentes y la crítica situación del país que tuvo como ejemplo más evidente lo ocurrido en Iguala, lejos de menguar, se acentúa. Tan sólo en términos económicos la devalu- ación del peso frente al dólar, la caída de los precios del petróleo, el aumento en productos de la canasta

básica como el huevo, y los recortes presupuestales al gasto público, dejan ver nuevos problemas para el régimen, que no termina de cerrar la crisis abierta por lo ocurrido en Iguala.

Uno de ellos es el paro de los jornaleros agrícolas de San Quintín, una insurrección obrera que ha dado continuidad a la lucha por los normalistas de Ayotzinapa, recu-perando sus métodos, con un fuerte contenido clasista e incluso una mejor organización, poniendo en jaque a las grandes empresas que operan en la región, y que da perspectivas para los presentes y futuros enfrentamientos contra el capital y el Estado.

Por otro lado, el régimen de Peña Nieto sabe que para llevar adelante sus políticas privatizadoras y sus planes de desarrollo en infraes-tructura y otros, debe desplegar diversos mecanismos de control social y por ello se ha extendido y profundizado la militarización, la represión, el clientelismo y control

paramilitar de las comunidades y territorios del país, así como la represión descarnada a los sectores organizados y en lucha en un momento de crisis política, económica y social. Así ocurrió en Acapulco con la salvaje represión a los profesores, que fue tan brutal debido a que la reuni�cación de los diferentes sectores del magisterio (incluyendo aquellos comúnmente asociados a los charros) le podía dar un segundo aire a la lucha por Ayotzi-napa, haciendo aún más difícil que las elecciones se lleven a cabo en el estado de Guerrero, bloqueando la principal salida a la crisis. Ahí donde más salvajemente ha reprimido el Estado, no le ha sido cosa sencilla, eso lo vimos en San Quintín, en Acapulco y también en el último ataque a los normalistas de Ayotzinapa en Tixtla, donde a pesar de detener momentánea-mente a algunos normalistas, su capacidad de acción fue limitada.

Desde el Comité en Solidaridad con Ayotzinapa a�rmamos que en vez de fortalecerse, el régimen está en un proceso de recomposición, donde diferentes sectores como Televisa, TV Azteca, el Partido Verde, el PRD y por supuesto, el PAN y PRI, se consolidan al grado de imponer magistrados, funcio-narios interinos, una nueva procuradora general y diputados, además de su fuerza económica y política.

Vamos por el boicot y la anulación por los 43. La apuesta del régimen son las elecciones, como manera de recuperar legitimidad y reaco-modar fuerzas, apostando todo a que el descontento y la crisis se resuelvan en las urnas. Sin embargo, las propias elecciones en Guerrero, uno de los epicentros de la crisis política y social, están amenazadas por el movimiento social que enarbola la bandera de Ayotzinapa y pretende boicotear las elecciones en el estado.También en Tamaulipas, Micho-acán, Oaxaca y Chiapas pueden verse frustradas las elecciones, ya sea por la actividad del narcotrá�co, la inseguridad o por la propia lucha social que las impidan. El conjunto de la izquierda y del movimiento social, aún no ha de�nido una ruta clara hacia el boicot electoral, de la mano de un balance que delimite dónde puede llevarse a cabo el boicot y dónde no.

En miras de abonar al balance, es que desde el Comité de Solidaridad proponemos que es fundamental a corto plazo, boicotear las elecciones donde sea posible, como en Guerre- ro, Oaxaca, Michoacán y Chiapas y donde no alcance la fuerza para ello, proponemos votar por los 43, es decir, anular el voto escribiendo en la boleta distintas consignas en torno a la presentación con vida de nuestros compañeros y la exigencia de justicia.

La anulación del voto ha sido una consigna que ha tomado cada vez mayor fuerza y peso dentro del movimiento social, esto como resultado de la podredumbre de los partidos del régimen y su colusión con el narcotrá�co, pero también por la falta de organizaciones de trabajadores, de movimientos

sociales constituidos como fuerza política organizada y, en �n, un partido obrero consecuente que represente en el terreno electoral los verdaderos intereses de los traba-jadores y el pueblo de México.Siguiendo los lineamientos estable-cidos en la convocatoria de esta Convención Nacional Popular proponemos que nos organicemos y luchemos en torno a los siguientes ejes:

Forma organizativa del .Referente Nacional

1.- Ante la necesidad de constituir un Referente Político Nacional, pensamos que éste debe constituirse como un Frente Nacional de Lucha. En primer lugar porque pensamos que las exigencias que se nos presentan, nos obligan a evadir formas organizativas rígidas y que tienden a la burocratización, y por lo tanto propiciando posiciones negociadoras y cupulares. Por ello, proponemos un Frente que respete la diversidad de planteamientos y formas organizativas que con�uyen en esta CNP. Así, pensamos que debemos evitar a toda costa un secretario general y un comité central, apelando más bien a la construcción de una federación o coordinadora general de núcleos regionales, donde además las decisiones generales se consensuen desde las bases en plenarias donde se viertan los posicionamientos de las asambleas regionales. Dejando espacio para la toma decisiones particulares en cada ámbito de lucha.Además, el carácter de Frente Nacional de Lucha se deriva de la necesidad de hacer con�uir a la mayor cantidad de organizaciones y sectores de la clase trabajadora de

todo el país, bajo un programa político que levante las demandas más sentidas y urgentes de los trabajadores y todos los sectores excluidos.Para poder hacer efectiva la caída del régimen, necesitamos una fuerza nacional que tenga la capacidad de tirarlo, así como de llamar a una constituyente y hacer efectivo el poder popular. En ese sentido todos los que estén en contra del régimen mexicano deben tener una representación en el Frente Nacional de Lucha, y éste debe ser dirigido y convocado por los jornaleros agrícolas de San Quintín y los padres de los 43 normalistas desaparecidos, como vanguardia moral y política d este período de lucha. Su primera tarea sería convocar a un congreso del propio frente, con delegados de todo el país y que apruebe resolu-tivos para la acción y movilización popular.

Programa político

2.-En cuanto al programa político del Referente Nacional, apoyamos la primera exigencia por la aparición con vida de los 43 normalistas desaparecidos por el Ejército y la Policía Federal, así como el juicio y castigo a Peña Nieto, Murillo Karam, Salvador Cienfuegos, Francisco Gallardo, Ángel Aguirre y José Luis Abarca, en principio.Lo que vivió Ayotzinapa es el ejemplo de lo que vive todo el país, enarbolar la lucha por los 43 es levantar la bandera de los desapare-cidos, los muertos, los desplazados y los presos políticos, así como las demandas democráticas fundamen-tales a las que el régimen sólo ha podido dar respuesta con militari-

zación, represión y muerte, todo lo cual atormenta a miles de familiares sobrevivientes en todo México.Proponemos que se conforme una comisión independiente que dé respuesta a esta crítica situación y exigir al INE que en las elecciones del 7 de junio se contabilicen los votos por los 43 a nivel nacional.Dentro del programa político, también proponemos la generali-zación de las policías comunitarias que operen con mandatos de asambleas, como única forma de garantizar la seguridad del pueblo.Como segundo punto del programa político del Referente Nacional, proponemos exigir y movilizarnos para conseguir la renuncia de Peña

Nieto: En su momento más álgido, las movilizaciones por Ayotzinapa tuvieron como consigna central ¡Fuera Peña Nieto! por ser el principal representante del régimen político capitalista, y por ser quien aprobó las contra-reformas neolibe- rales, y por no presentar con vida a los normalistas (dando órdenes para encubrir a los verdaderos responsables).La demanda por la caída de Peña debe ir de la mano con la lucha por la disolución de los partidos políticos PRI/PAN/PRD y satélites, por ser culpables y cómplices de lo ocurrido en Iguala, gobernar con el narcotrá�co y tener al país en una situación crítica, lo mismo con el

Tribunal Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Instituto Nacional Electoral.El programa político debe señalar permanentemente que todas las instituciones del Estado son una gran ingeniería para imponer los designios de los empresarios nacionales y extranjeros, destruyen- do los derechos colectivos de los trabajadores, así como la propiedad colectiva de los pueblos sobre sus territorios, condenándolos a la pobreza extrema y a la marginali-dad.

Plan de Acción

3.- Ya planteábamos como primera acción del Frente Nacional de Lucha, derivado de esta convención, un llamado a un gran congreso nacional con delegados de todos los sectores organizados y movilizados del país, para proyectar y aprobar acciones unitarias contra el régimen de Peña Nieto.Proponemos también una gran campaña política nacional para preparar los paros escalonados hacia el 7 de junio. Los sectores movilizados deben establecer una estrategia para buscar la alianza con sindicatos, organizaciones de trabajadores, campesinos, indíge-nas, estudiantiles y populares, además de trabajo sistemático para hacer llegar al grueso de la población sus reivindicaciones, demandas y programa político de lucha.Proponemos que en miras al boicot electoral, se realicen paros escalonados de acuerdo a la fuerza con la que se cuente en cada región o sector. Las fechas clave son el 1° de Mayo, los 26 de cada mes y el 7 de Junio. En ese sentido, el paro educativo, organizado principal-

mente por el magisterio democrático, en alianza con padres de familia, estudiantes y demás sectores en lucha, fungiría como un mecanismo fundamental para realizar un boicot de hecho al proceso electoral.Junto a la campaña política para construir el boicot y los paros, deben hacerse grandes asambleas populares impulsadas por comités de lucha en cada barrio, centro de trabajo, escuela, etc. para preparar grandes movilizaciones unitarias en las fechas mencionadas.Proponemos también la movili-zación y la planeación de una gran campaña política de educación, concientización y movilización por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana.Frente a una posible caída de Peña, no queremos más gobiernos títeres del imperialismo ni corruptos al servicio del gran capital. Propone-mos por el contrario que el pueblo organizado llame a una Asamblea Constituyente donde logremos derogar todos los acuerdos y privatizaciones llevadas a cabo en los últimos 30 años, esto incluye a los megaproyectos, las contrarrefor-mas, el TLCAN, etcétera.Enarbolamos en este sentido el programa económico de los jorna-leros de San Quintín, como el programa mínimo por el que deberían luchar todos los traba-jadores mexicanos, es decir, un aumento general al salario, seguri-dad social generalizada, presta-ciones para todos los trabajadores y terminar con el trabajo semi-esclavo.Luchar por este programa mínimo implica también que la Costituyen- te sea verdaderamente democrática y representativa de todos los mexicanos, no sólo un acuerdo

ás de 6 meses ha --------pasado desde la desa-parición y asesinato de nor-malistas en Iguala sin que Enrique Peña Nieto, Osorio Chong, Murillo Karam y la actual procuradora general, Arely Gómez hayan podido dar una respuesta coherente y efectiva a lo ocurrido. Todo lo contrario, han trabajado durante meses por conseguir la impunidad, el encubrimi- ento y el olvido del crimen de las instituciones que ellos dirigen.

entre cúpulas o líderes de organiza-ciones, sino con la participación activa de todos los trabajadores en la dirección política y económica del país.Para conseguir una Constituyente con estas características, debe impulsarse la lucha en las calles y la movilización que la garanticen, pero sobre todo mediante el trabajo político para construir grandes organizaciones obreras, campesinas y populares que puedan fortalecer y mejorar nuestras condiciones de lucha frente a la tarea histórica de construir una sociedad sobre bases sociales donde los bienes y los derechos comunes se impongan sobre los intereses de los empresa-rios y políticos capitalistas.

Para Guerrero concretamente, nos parece fundamental mantener la posición inicial de los padres de los 43 sobre el boicot a las elecciones, concentrando las fuerzas en puntos neurálgicos como Acapulco, Tlapa, Chilpancingo. Debe mantenerse también la lucha por la salida de Rogelio Ortega y por la constitución de un gobierno obrero, campesino y popular, así como reactivar los procesos por la confor-mación de Consejos Municipales Populares que ejerzan el poder local, sacando a los corruptos y ladrones de los diversos partidos del régimen.

Los padres de los normalistas siguen su incansable lucha, pero el movimiento social que arropó sus demandas se ha visto muy reducido y ante la falta de perspectivas claras hacia dónde continuar la lucha, en los hechos se ha replegado. Sin embargo, sus demandas siguen latentes y la crítica situación del país que tuvo como ejemplo más evidente lo ocurrido en Iguala, lejos de menguar, se acentúa. Tan sólo en términos económicos la devalu- ación del peso frente al dólar, la caída de los precios del petróleo, el aumento en productos de la canasta

básica como el huevo, y los recortes presupuestales al gasto público, dejan ver nuevos problemas para el régimen, que no termina de cerrar la crisis abierta por lo ocurrido en Iguala.

Uno de ellos es el paro de los jornaleros agrícolas de San Quintín, una insurrección obrera que ha dado continuidad a la lucha por los normalistas de Ayotzinapa, recu-perando sus métodos, con un fuerte contenido clasista e incluso una mejor organización, poniendo en jaque a las grandes empresas que operan en la región, y que da perspectivas para los presentes y futuros enfrentamientos contra el capital y el Estado.

Por otro lado, el régimen de Peña Nieto sabe que para llevar adelante sus políticas privatizadoras y sus planes de desarrollo en infraes-tructura y otros, debe desplegar diversos mecanismos de control social y por ello se ha extendido y profundizado la militarización, la represión, el clientelismo y control

paramilitar de las comunidades y territorios del país, así como la represión descarnada a los sectores organizados y en lucha en un momento de crisis política, económica y social. Así ocurrió en Acapulco con la salvaje represión a los profesores, que fue tan brutal debido a que la reuni�cación de los diferentes sectores del magisterio (incluyendo aquellos comúnmente asociados a los charros) le podía dar un segundo aire a la lucha por Ayotzi-napa, haciendo aún más difícil que las elecciones se lleven a cabo en el estado de Guerrero, bloqueando la principal salida a la crisis. Ahí donde más salvajemente ha reprimido el Estado, no le ha sido cosa sencilla, eso lo vimos en San Quintín, en Acapulco y también en el último ataque a los normalistas de Ayotzinapa en Tixtla, donde a pesar de detener momentánea-mente a algunos normalistas, su capacidad de acción fue limitada.

Desde el Comité en Solidaridad con Ayotzinapa a�rmamos que en vez de fortalecerse, el régimen está en un proceso de recomposición, donde diferentes sectores como Televisa, TV Azteca, el Partido Verde, el PRD y por supuesto, el PAN y PRI, se consolidan al grado de imponer magistrados, funcio-narios interinos, una nueva procuradora general y diputados, además de su fuerza económica y política.

Vamos por el boicot y la anulación por los 43. La apuesta del régimen son las elecciones, como manera de recuperar legitimidad y reaco-modar fuerzas, apostando todo a que el descontento y la crisis se resuelvan en las urnas. Sin embargo, las propias elecciones en Guerrero, uno de los epicentros de la crisis política y social, están amenazadas por el movimiento social que enarbola la bandera de Ayotzinapa y pretende boicotear las elecciones en el estado.También en Tamaulipas, Micho-acán, Oaxaca y Chiapas pueden verse frustradas las elecciones, ya sea por la actividad del narcotrá�co, la inseguridad o por la propia lucha social que las impidan. El conjunto de la izquierda y del movimiento social, aún no ha de�nido una ruta clara hacia el boicot electoral, de la mano de un balance que delimite dónde puede llevarse a cabo el boicot y dónde no.

En miras de abonar al balance, es que desde el Comité de Solidaridad proponemos que es fundamental a corto plazo, boicotear las elecciones donde sea posible, como en Guerre- ro, Oaxaca, Michoacán y Chiapas y donde no alcance la fuerza para ello, proponemos votar por los 43, es decir, anular el voto escribiendo en la boleta distintas consignas en torno a la presentación con vida de nuestros compañeros y la exigencia de justicia.

La anulación del voto ha sido una consigna que ha tomado cada vez mayor fuerza y peso dentro del movimiento social, esto como resultado de la podredumbre de los partidos del régimen y su colusión con el narcotrá�co, pero también por la falta de organizaciones de trabajadores, de movimientos

sociales constituidos como fuerza política organizada y, en �n, un partido obrero consecuente que represente en el terreno electoral los verdaderos intereses de los traba-jadores y el pueblo de México.Siguiendo los lineamientos estable-cidos en la convocatoria de esta Convención Nacional Popular proponemos que nos organicemos y luchemos en torno a los siguientes ejes:

Forma organizativa del .Referente Nacional

1.- Ante la necesidad de constituir un Referente Político Nacional, pensamos que éste debe constituirse como un Frente Nacional de Lucha. En primer lugar porque pensamos que las exigencias que se nos presentan, nos obligan a evadir formas organizativas rígidas y que tienden a la burocratización, y por lo tanto propiciando posiciones negociadoras y cupulares. Por ello, proponemos un Frente que respete la diversidad de planteamientos y formas organizativas que con�uyen en esta CNP. Así, pensamos que debemos evitar a toda costa un secretario general y un comité central, apelando más bien a la construcción de una federación o coordinadora general de núcleos regionales, donde además las decisiones generales se consensuen desde las bases en plenarias donde se viertan los posicionamientos de las asambleas regionales. Dejando espacio para la toma decisiones particulares en cada ámbito de lucha.Además, el carácter de Frente Nacional de Lucha se deriva de la necesidad de hacer con�uir a la mayor cantidad de organizaciones y sectores de la clase trabajadora de

todo el país, bajo un programa político que levante las demandas más sentidas y urgentes de los trabajadores y todos los sectores excluidos.Para poder hacer efectiva la caída del régimen, necesitamos una fuerza nacional que tenga la capacidad de tirarlo, así como de llamar a una constituyente y hacer efectivo el poder popular. En ese sentido todos los que estén en contra del régimen mexicano deben tener una representación en el Frente Nacional de Lucha, y éste debe ser dirigido y convocado por los jornaleros agrícolas de San Quintín y los padres de los 43 normalistas desaparecidos, como vanguardia moral y política d este período de lucha. Su primera tarea sería convocar a un congreso del propio frente, con delegados de todo el país y que apruebe resolu-tivos para la acción y movilización popular.

Programa político

2.-En cuanto al programa político del Referente Nacional, apoyamos la primera exigencia por la aparición con vida de los 43 normalistas desaparecidos por el Ejército y la Policía Federal, así como el juicio y castigo a Peña Nieto, Murillo Karam, Salvador Cienfuegos, Francisco Gallardo, Ángel Aguirre y José Luis Abarca, en principio.Lo que vivió Ayotzinapa es el ejemplo de lo que vive todo el país, enarbolar la lucha por los 43 es levantar la bandera de los desapare-cidos, los muertos, los desplazados y los presos políticos, así como las demandas democráticas fundamen-tales a las que el régimen sólo ha podido dar respuesta con militari-

zación, represión y muerte, todo lo cual atormenta a miles de familiares sobrevivientes en todo México.Proponemos que se conforme una comisión independiente que dé respuesta a esta crítica situación y exigir al INE que en las elecciones del 7 de junio se contabilicen los votos por los 43 a nivel nacional.Dentro del programa político, también proponemos la generali-zación de las policías comunitarias que operen con mandatos de asambleas, como única forma de garantizar la seguridad del pueblo.Como segundo punto del programa político del Referente Nacional, proponemos exigir y movilizarnos para conseguir la renuncia de Peña

Nieto: En su momento más álgido, las movilizaciones por Ayotzinapa tuvieron como consigna central ¡Fuera Peña Nieto! por ser el principal representante del régimen político capitalista, y por ser quien aprobó las contra-reformas neolibe- rales, y por no presentar con vida a los normalistas (dando órdenes para encubrir a los verdaderos responsables).La demanda por la caída de Peña debe ir de la mano con la lucha por la disolución de los partidos políticos PRI/PAN/PRD y satélites, por ser culpables y cómplices de lo ocurrido en Iguala, gobernar con el narcotrá�co y tener al país en una situación crítica, lo mismo con el

Tribunal Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Instituto Nacional Electoral.El programa político debe señalar permanentemente que todas las instituciones del Estado son una gran ingeniería para imponer los designios de los empresarios nacionales y extranjeros, destruyen- do los derechos colectivos de los trabajadores, así como la propiedad colectiva de los pueblos sobre sus territorios, condenándolos a la pobreza extrema y a la marginali-dad.

Plan de Acción

3.- Ya planteábamos como primera acción del Frente Nacional de Lucha, derivado de esta convención, un llamado a un gran congreso nacional con delegados de todos los sectores organizados y movilizados del país, para proyectar y aprobar acciones unitarias contra el régimen de Peña Nieto.Proponemos también una gran campaña política nacional para preparar los paros escalonados hacia el 7 de junio. Los sectores movilizados deben establecer una estrategia para buscar la alianza con sindicatos, organizaciones de trabajadores, campesinos, indíge-nas, estudiantiles y populares, además de trabajo sistemático para hacer llegar al grueso de la población sus reivindicaciones, demandas y programa político de lucha.Proponemos que en miras al boicot electoral, se realicen paros escalonados de acuerdo a la fuerza con la que se cuente en cada región o sector. Las fechas clave son el 1° de Mayo, los 26 de cada mes y el 7 de Junio. En ese sentido, el paro educativo, organizado principal-

mente por el magisterio democrático, en alianza con padres de familia, estudiantes y demás sectores en lucha, fungiría como un mecanismo fundamental para realizar un boicot de hecho al proceso electoral.Junto a la campaña política para construir el boicot y los paros, deben hacerse grandes asambleas populares impulsadas por comités de lucha en cada barrio, centro de trabajo, escuela, etc. para preparar grandes movilizaciones unitarias en las fechas mencionadas.Proponemos también la movili-zación y la planeación de una gran campaña política de educación, concientización y movilización por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana.Frente a una posible caída de Peña, no queremos más gobiernos títeres del imperialismo ni corruptos al servicio del gran capital. Propone-mos por el contrario que el pueblo organizado llame a una Asamblea Constituyente donde logremos derogar todos los acuerdos y privatizaciones llevadas a cabo en los últimos 30 años, esto incluye a los megaproyectos, las contrarrefor-mas, el TLCAN, etcétera.Enarbolamos en este sentido el programa económico de los jorna-leros de San Quintín, como el programa mínimo por el que deberían luchar todos los traba-jadores mexicanos, es decir, un aumento general al salario, seguri-dad social generalizada, presta-ciones para todos los trabajadores y terminar con el trabajo semi-esclavo.Luchar por este programa mínimo implica también que la Costituyen- te sea verdaderamente democrática y representativa de todos los mexicanos, no sólo un acuerdo

comité de solidaridad con ayotz inapa / abril 2015 rumbo a las elecciones intermedias del 2015

Vamos por el boicot y

la anulación por los 43

entre cúpulas o líderes de organiza-ciones, sino con la participación activa de todos los trabajadores en la dirección política y económica del país.Para conseguir una Constituyente con estas características, debe impulsarse la lucha en las calles y la movilización que la garanticen, pero sobre todo mediante el trabajo político para construir grandes organizaciones obreras, campesinas y populares que puedan fortalecer y mejorar nuestras condiciones de lucha frente a la tarea histórica de construir una sociedad sobre bases sociales donde los bienes y los derechos comunes se impongan sobre los intereses de los empresa-rios y políticos capitalistas.

Para Guerrero concretamente, nos parece fundamental mantener la posición inicial de los padres de los 43 sobre el boicot a las elecciones, concentrando las fuerzas en puntos neurálgicos como Acapulco, Tlapa, Chilpancingo. Debe mantenerse también la lucha por la salida de Rogelio Ortega y por la constitución de un gobierno obrero, campesino y popular, así como reactivar los procesos por la confor-mación de Consejos Municipales Populares que ejerzan el poder local, sacando a los corruptos y ladrones de los diversos partidos del régimen.

Los padres de los normalistas siguen su incansable lucha, pero el movimiento social que arropó sus demandas se ha visto muy reducido y ante la falta de perspectivas claras hacia dónde continuar la lucha, en los hechos se ha replegado. Sin embargo, sus demandas siguen latentes y la crítica situación del país que tuvo como ejemplo más evidente lo ocurrido en Iguala, lejos de menguar, se acentúa. Tan sólo en términos económicos la devalu- ación del peso frente al dólar, la caída de los precios del petróleo, el aumento en productos de la canasta

básica como el huevo, y los recortes presupuestales al gasto público, dejan ver nuevos problemas para el régimen, que no termina de cerrar la crisis abierta por lo ocurrido en Iguala.

Uno de ellos es el paro de los jornaleros agrícolas de San Quintín, una insurrección obrera que ha dado continuidad a la lucha por los normalistas de Ayotzinapa, recu-perando sus métodos, con un fuerte contenido clasista e incluso una mejor organización, poniendo en jaque a las grandes empresas que operan en la región, y que da perspectivas para los presentes y futuros enfrentamientos contra el capital y el Estado.

Por otro lado, el régimen de Peña Nieto sabe que para llevar adelante sus políticas privatizadoras y sus planes de desarrollo en infraes-tructura y otros, debe desplegar diversos mecanismos de control social y por ello se ha extendido y profundizado la militarización, la represión, el clientelismo y control

paramilitar de las comunidades y territorios del país, así como la represión descarnada a los sectores organizados y en lucha en un momento de crisis política, económica y social. Así ocurrió en Acapulco con la salvaje represión a los profesores, que fue tan brutal debido a que la reuni�cación de los diferentes sectores del magisterio (incluyendo aquellos comúnmente asociados a los charros) le podía dar un segundo aire a la lucha por Ayotzi-napa, haciendo aún más difícil que las elecciones se lleven a cabo en el estado de Guerrero, bloqueando la principal salida a la crisis. Ahí donde más salvajemente ha reprimido el Estado, no le ha sido cosa sencilla, eso lo vimos en San Quintín, en Acapulco y también en el último ataque a los normalistas de Ayotzinapa en Tixtla, donde a pesar de detener momentánea-mente a algunos normalistas, su capacidad de acción fue limitada.

Desde el Comité en Solidaridad con Ayotzinapa a�rmamos que en vez de fortalecerse, el régimen está en un proceso de recomposición, donde diferentes sectores como Televisa, TV Azteca, el Partido Verde, el PRD y por supuesto, el PAN y PRI, se consolidan al grado de imponer magistrados, funcio-narios interinos, una nueva procuradora general y diputados, además de su fuerza económica y política.

Vamos por el boicot y la anulación por los 43. La apuesta del régimen son las elecciones, como manera de recuperar legitimidad y reaco-modar fuerzas, apostando todo a que el descontento y la crisis se resuelvan en las urnas. Sin embargo, las propias elecciones en Guerrero, uno de los epicentros de la crisis política y social, están amenazadas por el movimiento social que enarbola la bandera de Ayotzinapa y pretende boicotear las elecciones en el estado.También en Tamaulipas, Micho-acán, Oaxaca y Chiapas pueden verse frustradas las elecciones, ya sea por la actividad del narcotrá�co, la inseguridad o por la propia lucha social que las impidan. El conjunto de la izquierda y del movimiento social, aún no ha de�nido una ruta clara hacia el boicot electoral, de la mano de un balance que delimite dónde puede llevarse a cabo el boicot y dónde no.

En miras de abonar al balance, es que desde el Comité de Solidaridad proponemos que es fundamental a corto plazo, boicotear las elecciones donde sea posible, como en Guerre- ro, Oaxaca, Michoacán y Chiapas y donde no alcance la fuerza para ello, proponemos votar por los 43, es decir, anular el voto escribiendo en la boleta distintas consignas en torno a la presentación con vida de nuestros compañeros y la exigencia de justicia.

La anulación del voto ha sido una consigna que ha tomado cada vez mayor fuerza y peso dentro del movimiento social, esto como resultado de la podredumbre de los partidos del régimen y su colusión con el narcotrá�co, pero también por la falta de organizaciones de trabajadores, de movimientos

sociales constituidos como fuerza política organizada y, en �n, un partido obrero consecuente que represente en el terreno electoral los verdaderos intereses de los traba-jadores y el pueblo de México.Siguiendo los lineamientos estable-cidos en la convocatoria de esta Convención Nacional Popular proponemos que nos organicemos y luchemos en torno a los siguientes ejes:

Forma organizativa del .Referente Nacional

1.- Ante la necesidad de constituir un Referente Político Nacional, pensamos que éste debe constituirse como un Frente Nacional de Lucha. En primer lugar porque pensamos que las exigencias que se nos presentan, nos obligan a evadir formas organizativas rígidas y que tienden a la burocratización, y por lo tanto propiciando posiciones negociadoras y cupulares. Por ello, proponemos un Frente que respete la diversidad de planteamientos y formas organizativas que con�uyen en esta CNP. Así, pensamos que debemos evitar a toda costa un secretario general y un comité central, apelando más bien a la construcción de una federación o coordinadora general de núcleos regionales, donde además las decisiones generales se consensuen desde las bases en plenarias donde se viertan los posicionamientos de las asambleas regionales. Dejando espacio para la toma decisiones particulares en cada ámbito de lucha.Además, el carácter de Frente Nacional de Lucha se deriva de la necesidad de hacer con�uir a la mayor cantidad de organizaciones y sectores de la clase trabajadora de

todo el país, bajo un programa político que levante las demandas más sentidas y urgentes de los trabajadores y todos los sectores excluidos.Para poder hacer efectiva la caída del régimen, necesitamos una fuerza nacional que tenga la capacidad de tirarlo, así como de llamar a una constituyente y hacer efectivo el poder popular. En ese sentido todos los que estén en contra del régimen mexicano deben tener una representación en el Frente Nacional de Lucha, y éste debe ser dirigido y convocado por los jornaleros agrícolas de San Quintín y los padres de los 43 normalistas desaparecidos, como vanguardia moral y política d este período de lucha. Su primera tarea sería convocar a un congreso del propio frente, con delegados de todo el país y que apruebe resolu-tivos para la acción y movilización popular.

Programa político

2.-En cuanto al programa político del Referente Nacional, apoyamos la primera exigencia por la aparición con vida de los 43 normalistas desaparecidos por el Ejército y la Policía Federal, así como el juicio y castigo a Peña Nieto, Murillo Karam, Salvador Cienfuegos, Francisco Gallardo, Ángel Aguirre y José Luis Abarca, en principio.Lo que vivió Ayotzinapa es el ejemplo de lo que vive todo el país, enarbolar la lucha por los 43 es levantar la bandera de los desapare-cidos, los muertos, los desplazados y los presos políticos, así como las demandas democráticas fundamen-tales a las que el régimen sólo ha podido dar respuesta con militari-

zación, represión y muerte, todo lo cual atormenta a miles de familiares sobrevivientes en todo México.Proponemos que se conforme una comisión independiente que dé respuesta a esta crítica situación y exigir al INE que en las elecciones del 7 de junio se contabilicen los votos por los 43 a nivel nacional.Dentro del programa político, también proponemos la generali-zación de las policías comunitarias que operen con mandatos de asambleas, como única forma de garantizar la seguridad del pueblo.Como segundo punto del programa político del Referente Nacional, proponemos exigir y movilizarnos para conseguir la renuncia de Peña

Nieto: En su momento más álgido, las movilizaciones por Ayotzinapa tuvieron como consigna central ¡Fuera Peña Nieto! por ser el principal representante del régimen político capitalista, y por ser quien aprobó las contra-reformas neolibe- rales, y por no presentar con vida a los normalistas (dando órdenes para encubrir a los verdaderos responsables).La demanda por la caída de Peña debe ir de la mano con la lucha por la disolución de los partidos políticos PRI/PAN/PRD y satélites, por ser culpables y cómplices de lo ocurrido en Iguala, gobernar con el narcotrá�co y tener al país en una situación crítica, lo mismo con el

Tribunal Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Instituto Nacional Electoral.El programa político debe señalar permanentemente que todas las instituciones del Estado son una gran ingeniería para imponer los designios de los empresarios nacionales y extranjeros, destruyen- do los derechos colectivos de los trabajadores, así como la propiedad colectiva de los pueblos sobre sus territorios, condenándolos a la pobreza extrema y a la marginali-dad.

Plan de Acción

3.- Ya planteábamos como primera acción del Frente Nacional de Lucha, derivado de esta convención, un llamado a un gran congreso nacional con delegados de todos los sectores organizados y movilizados del país, para proyectar y aprobar acciones unitarias contra el régimen de Peña Nieto.Proponemos también una gran campaña política nacional para preparar los paros escalonados hacia el 7 de junio. Los sectores movilizados deben establecer una estrategia para buscar la alianza con sindicatos, organizaciones de trabajadores, campesinos, indíge-nas, estudiantiles y populares, además de trabajo sistemático para hacer llegar al grueso de la población sus reivindicaciones, demandas y programa político de lucha.Proponemos que en miras al boicot electoral, se realicen paros escalonados de acuerdo a la fuerza con la que se cuente en cada región o sector. Las fechas clave son el 1° de Mayo, los 26 de cada mes y el 7 de Junio. En ese sentido, el paro educativo, organizado principal-

mente por el magisterio democrático, en alianza con padres de familia, estudiantes y demás sectores en lucha, fungiría como un mecanismo fundamental para realizar un boicot de hecho al proceso electoral.Junto a la campaña política para construir el boicot y los paros, deben hacerse grandes asambleas populares impulsadas por comités de lucha en cada barrio, centro de trabajo, escuela, etc. para preparar grandes movilizaciones unitarias en las fechas mencionadas.Proponemos también la movili-zación y la planeación de una gran campaña política de educación, concientización y movilización por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana.Frente a una posible caída de Peña, no queremos más gobiernos títeres del imperialismo ni corruptos al servicio del gran capital. Propone-mos por el contrario que el pueblo organizado llame a una Asamblea Constituyente donde logremos derogar todos los acuerdos y privatizaciones llevadas a cabo en los últimos 30 años, esto incluye a los megaproyectos, las contrarrefor-mas, el TLCAN, etcétera.Enarbolamos en este sentido el programa económico de los jorna-leros de San Quintín, como el programa mínimo por el que deberían luchar todos los traba-jadores mexicanos, es decir, un aumento general al salario, seguri-dad social generalizada, presta-ciones para todos los trabajadores y terminar con el trabajo semi-esclavo.Luchar por este programa mínimo implica también que la Costituyen- te sea verdaderamente democrática y representativa de todos los mexicanos, no sólo un acuerdo

comité de solidaridad con ayotz inapa / abril 2015 rumbo a las elecciones intermedias del 2015

entre cúpulas o líderes de organiza-ciones, sino con la participación activa de todos los trabajadores en la dirección política y económica del país.Para conseguir una Constituyente con estas características, debe impulsarse la lucha en las calles y la movilización que la garanticen, pero sobre todo mediante el trabajo político para construir grandes organizaciones obreras, campesinas y populares que puedan fortalecer y mejorar nuestras condiciones de lucha frente a la tarea histórica de construir una sociedad sobre bases sociales donde los bienes y los derechos comunes se impongan sobre los intereses de los empresa-rios y políticos capitalistas.

Para Guerrero concretamente, nos parece fundamental mantener la posición inicial de los padres de los 43 sobre el boicot a las elecciones, concentrando las fuerzas en puntos neurálgicos como Acapulco, Tlapa, Chilpancingo. Debe mantenerse también la lucha por la salida de Rogelio Ortega y por la constitución de un gobierno obrero, campesino y popular, así como reactivar los procesos por la confor-mación de Consejos Municipales Populares que ejerzan el poder local, sacando a los corruptos y ladrones de los diversos partidos del régimen.

Los padres de los normalistas siguen su incansable lucha, pero el movimiento social que arropó sus demandas se ha visto muy reducido y ante la falta de perspectivas claras hacia dónde continuar la lucha, en los hechos se ha replegado. Sin embargo, sus demandas siguen latentes y la crítica situación del país que tuvo como ejemplo más evidente lo ocurrido en Iguala, lejos de menguar, se acentúa. Tan sólo en términos económicos la devalu- ación del peso frente al dólar, la caída de los precios del petróleo, el aumento en productos de la canasta

básica como el huevo, y los recortes presupuestales al gasto público, dejan ver nuevos problemas para el régimen, que no termina de cerrar la crisis abierta por lo ocurrido en Iguala.

Uno de ellos es el paro de los jornaleros agrícolas de San Quintín, una insurrección obrera que ha dado continuidad a la lucha por los normalistas de Ayotzinapa, recu-perando sus métodos, con un fuerte contenido clasista e incluso una mejor organización, poniendo en jaque a las grandes empresas que operan en la región, y que da perspectivas para los presentes y futuros enfrentamientos contra el capital y el Estado.

Por otro lado, el régimen de Peña Nieto sabe que para llevar adelante sus políticas privatizadoras y sus planes de desarrollo en infraes-tructura y otros, debe desplegar diversos mecanismos de control social y por ello se ha extendido y profundizado la militarización, la represión, el clientelismo y control

paramilitar de las comunidades y territorios del país, así como la represión descarnada a los sectores organizados y en lucha en un momento de crisis política, económica y social. Así ocurrió en Acapulco con la salvaje represión a los profesores, que fue tan brutal debido a que la reuni�cación de los diferentes sectores del magisterio (incluyendo aquellos comúnmente asociados a los charros) le podía dar un segundo aire a la lucha por Ayotzi-napa, haciendo aún más difícil que las elecciones se lleven a cabo en el estado de Guerrero, bloqueando la principal salida a la crisis. Ahí donde más salvajemente ha reprimido el Estado, no le ha sido cosa sencilla, eso lo vimos en San Quintín, en Acapulco y también en el último ataque a los normalistas de Ayotzinapa en Tixtla, donde a pesar de detener momentánea-mente a algunos normalistas, su capacidad de acción fue limitada.

Desde el Comité en Solidaridad con Ayotzinapa a�rmamos que en vez de fortalecerse, el régimen está en un proceso de recomposición, donde diferentes sectores como Televisa, TV Azteca, el Partido Verde, el PRD y por supuesto, el PAN y PRI, se consolidan al grado de imponer magistrados, funcio-narios interinos, una nueva procuradora general y diputados, además de su fuerza económica y política.

Vamos por el boicot y la anulación por los 43. La apuesta del régimen son las elecciones, como manera de recuperar legitimidad y reaco-modar fuerzas, apostando todo a que el descontento y la crisis se resuelvan en las urnas. Sin embargo, las propias elecciones en Guerrero, uno de los epicentros de la crisis política y social, están amenazadas por el movimiento social que enarbola la bandera de Ayotzinapa y pretende boicotear las elecciones en el estado.También en Tamaulipas, Micho-acán, Oaxaca y Chiapas pueden verse frustradas las elecciones, ya sea por la actividad del narcotrá�co, la inseguridad o por la propia lucha social que las impidan. El conjunto de la izquierda y del movimiento social, aún no ha de�nido una ruta clara hacia el boicot electoral, de la mano de un balance que delimite dónde puede llevarse a cabo el boicot y dónde no.

En miras de abonar al balance, es que desde el Comité de Solidaridad proponemos que es fundamental a corto plazo, boicotear las elecciones donde sea posible, como en Guerre- ro, Oaxaca, Michoacán y Chiapas y donde no alcance la fuerza para ello, proponemos votar por los 43, es decir, anular el voto escribiendo en la boleta distintas consignas en torno a la presentación con vida de nuestros compañeros y la exigencia de justicia.

La anulación del voto ha sido una consigna que ha tomado cada vez mayor fuerza y peso dentro del movimiento social, esto como resultado de la podredumbre de los partidos del régimen y su colusión con el narcotrá�co, pero también por la falta de organizaciones de trabajadores, de movimientos

sociales constituidos como fuerza política organizada y, en �n, un partido obrero consecuente que represente en el terreno electoral los verdaderos intereses de los traba-jadores y el pueblo de México.Siguiendo los lineamientos estable-cidos en la convocatoria de esta Convención Nacional Popular proponemos que nos organicemos y luchemos en torno a los siguientes ejes:

Forma organizativa del .Referente Nacional

1.- Ante la necesidad de constituir un Referente Político Nacional, pensamos que éste debe constituirse como un Frente Nacional de Lucha. En primer lugar porque pensamos que las exigencias que se nos presentan, nos obligan a evadir formas organizativas rígidas y que tienden a la burocratización, y por lo tanto propiciando posiciones negociadoras y cupulares. Por ello, proponemos un Frente que respete la diversidad de planteamientos y formas organizativas que con�uyen en esta CNP. Así, pensamos que debemos evitar a toda costa un secretario general y un comité central, apelando más bien a la construcción de una federación o coordinadora general de núcleos regionales, donde además las decisiones generales se consensuen desde las bases en plenarias donde se viertan los posicionamientos de las asambleas regionales. Dejando espacio para la toma decisiones particulares en cada ámbito de lucha.Además, el carácter de Frente Nacional de Lucha se deriva de la necesidad de hacer con�uir a la mayor cantidad de organizaciones y sectores de la clase trabajadora de

todo el país, bajo un programa político que levante las demandas más sentidas y urgentes de los trabajadores y todos los sectores excluidos.Para poder hacer efectiva la caída del régimen, necesitamos una fuerza nacional que tenga la capacidad de tirarlo, así como de llamar a una constituyente y hacer efectivo el poder popular. En ese sentido todos los que estén en contra del régimen mexicano deben tener una representación en el Frente Nacional de Lucha, y éste debe ser dirigido y convocado por los jornaleros agrícolas de San Quintín y los padres de los 43 normalistas desaparecidos, como vanguardia moral y política d este período de lucha. Su primera tarea sería convocar a un congreso del propio frente, con delegados de todo el país y que apruebe resolu-tivos para la acción y movilización popular.

Programa político

2.-En cuanto al programa político del Referente Nacional, apoyamos la primera exigencia por la aparición con vida de los 43 normalistas desaparecidos por el Ejército y la Policía Federal, así como el juicio y castigo a Peña Nieto, Murillo Karam, Salvador Cienfuegos, Francisco Gallardo, Ángel Aguirre y José Luis Abarca, en principio.Lo que vivió Ayotzinapa es el ejemplo de lo que vive todo el país, enarbolar la lucha por los 43 es levantar la bandera de los desapare-cidos, los muertos, los desplazados y los presos políticos, así como las demandas democráticas fundamen-tales a las que el régimen sólo ha podido dar respuesta con militari-

zación, represión y muerte, todo lo cual atormenta a miles de familiares sobrevivientes en todo México.Proponemos que se conforme una comisión independiente que dé respuesta a esta crítica situación y exigir al INE que en las elecciones del 7 de junio se contabilicen los votos por los 43 a nivel nacional.Dentro del programa político, también proponemos la generali-zación de las policías comunitarias que operen con mandatos de asambleas, como única forma de garantizar la seguridad del pueblo.Como segundo punto del programa político del Referente Nacional, proponemos exigir y movilizarnos para conseguir la renuncia de Peña

Nieto: En su momento más álgido, las movilizaciones por Ayotzinapa tuvieron como consigna central ¡Fuera Peña Nieto! por ser el principal representante del régimen político capitalista, y por ser quien aprobó las contra-reformas neolibe- rales, y por no presentar con vida a los normalistas (dando órdenes para encubrir a los verdaderos responsables).La demanda por la caída de Peña debe ir de la mano con la lucha por la disolución de los partidos políticos PRI/PAN/PRD y satélites, por ser culpables y cómplices de lo ocurrido en Iguala, gobernar con el narcotrá�co y tener al país en una situación crítica, lo mismo con el

Tribunal Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Instituto Nacional Electoral.El programa político debe señalar permanentemente que todas las instituciones del Estado son una gran ingeniería para imponer los designios de los empresarios nacionales y extranjeros, destruyen- do los derechos colectivos de los trabajadores, así como la propiedad colectiva de los pueblos sobre sus territorios, condenándolos a la pobreza extrema y a la marginali-dad.

Plan de Acción

3.- Ya planteábamos como primera acción del Frente Nacional de Lucha, derivado de esta convención, un llamado a un gran congreso nacional con delegados de todos los sectores organizados y movilizados del país, para proyectar y aprobar acciones unitarias contra el régimen de Peña Nieto.Proponemos también una gran campaña política nacional para preparar los paros escalonados hacia el 7 de junio. Los sectores movilizados deben establecer una estrategia para buscar la alianza con sindicatos, organizaciones de trabajadores, campesinos, indíge-nas, estudiantiles y populares, además de trabajo sistemático para hacer llegar al grueso de la población sus reivindicaciones, demandas y programa político de lucha.Proponemos que en miras al boicot electoral, se realicen paros escalonados de acuerdo a la fuerza con la que se cuente en cada región o sector. Las fechas clave son el 1° de Mayo, los 26 de cada mes y el 7 de Junio. En ese sentido, el paro educativo, organizado principal-

mente por el magisterio democrático, en alianza con padres de familia, estudiantes y demás sectores en lucha, fungiría como un mecanismo fundamental para realizar un boicot de hecho al proceso electoral.Junto a la campaña política para construir el boicot y los paros, deben hacerse grandes asambleas populares impulsadas por comités de lucha en cada barrio, centro de trabajo, escuela, etc. para preparar grandes movilizaciones unitarias en las fechas mencionadas.Proponemos también la movili-zación y la planeación de una gran campaña política de educación, concientización y movilización por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana.Frente a una posible caída de Peña, no queremos más gobiernos títeres del imperialismo ni corruptos al servicio del gran capital. Propone-mos por el contrario que el pueblo organizado llame a una Asamblea Constituyente donde logremos derogar todos los acuerdos y privatizaciones llevadas a cabo en los últimos 30 años, esto incluye a los megaproyectos, las contrarrefor-mas, el TLCAN, etcétera.Enarbolamos en este sentido el programa económico de los jorna-leros de San Quintín, como el programa mínimo por el que deberían luchar todos los traba-jadores mexicanos, es decir, un aumento general al salario, seguri-dad social generalizada, presta-ciones para todos los trabajadores y terminar con el trabajo semi-esclavo.Luchar por este programa mínimo implica también que la Costituyen- te sea verdaderamente democrática y representativa de todos los mexicanos, no sólo un acuerdo

comité de solidaridad con ayotz inapa / abril 2015 rumbo a las elecciones intermedias del 2015

entre cúpulas o líderes de organiza-ciones, sino con la participación activa de todos los trabajadores en la dirección política y económica del país.Para conseguir una Constituyente con estas características, debe impulsarse la lucha en las calles y la movilización que la garanticen, pero sobre todo mediante el trabajo político para construir grandes organizaciones obreras, campesinas y populares que puedan fortalecer y mejorar nuestras condiciones de lucha frente a la tarea histórica de construir una sociedad sobre bases sociales donde los bienes y los derechos comunes se impongan sobre los intereses de los empresa-rios y políticos capitalistas.

Para Guerrero concretamente, nos parece fundamental mantener la posición inicial de los padres de los 43 sobre el boicot a las elecciones, concentrando las fuerzas en puntos neurálgicos como Acapulco, Tlapa, Chilpancingo. Debe mantenerse también la lucha por la salida de Rogelio Ortega y por la constitución de un gobierno obrero, campesino y popular, así como reactivar los procesos por la confor-mación de Consejos Municipales Populares que ejerzan el poder local, sacando a los corruptos y ladrones de los diversos partidos del régimen.

¡Por un gobierno obrero campesino

y popular en Guerrero!

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