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@ Revista Mined a y Geologlo, Cuba

NUEVOS E INTERESANTES DATOS SOBRE LA GEOLOGIA DE CUBA

RESUMEN

En el trabajo se hace un detallado analisis critico de los aportes !undamental es hechos al conocimiento geologico de los complejos mete.morficos de Cuba , por los inveatigadores M. L. Somin y G. Millan, autores del libro Geolog!a de los complejos metamorficos de Cuba, recientemente publi­cado en la URSS.

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IUEVOS E INTERESANTES DATOS SOBRE LA GEOLOGIA DE CUBA*

Ing. Konstantin Mijailovich Judoley Doctor en Cienoias Geologo-Mineralogioas, Investigador Titular Instituto de Geolog{a .de la Union Sovietica (VSEGEI)

.Oomo indica el t!tulo del libro publicado recientemente, ltctlos!a de los complejos mete.mOrficos de CUba., el mismo ••ta dedicado a las rooas metamorficas que se encuentran Ia la isla de Cuba y la Isla de la Juventud (Isla de Pinos)

•traduocion d~ la Lie. Isela Dieguez Viera.

,

sobre cuya edad y origen hasta loa ultimo& ~iempos se nan

originado acaloradas diecusiones.

Ante todo hay que decir que gracias a loa trabajos de M. L. somin y G. Millan, geologoa aovietico y cubano, fue demostrada !aunfsticamente la edad juraaica por lo meno~ de la mayoria de Yas rocas metamor!icas y tambien fue estudiada au composicion sustancial, su grado de disloca­cion y de metamorfismo as{ como las interrelaciones con

loa complejos adyacentes. Tambien han sido determinadas , , muchas edades absolutas de estas rocas a traves del anali-sis radiometrico. Todos estos datos nuevas representan un aporte sustancial en la no !acil tarea del estudio de

le. geolog:!a de Cuba y las regiones adyacentes.

En el primer cap:! tulo los aut ores ana.lizan de forma resu­mida casi todos los problemas !undamentales de la geologia .de la Republica de Cuba los que a·on interpretados desde la posicion adoptada por los autores. Sin entrar a disou­tir sobre la existenoia o ausencia de gra.ndes ma.ntos tec­tonicos en los limites de la Isla, nos detendremos en , varias contradicciones que se tienen en este cap~tulo Y en posiciones con las cuales no puede estarse de acuerdo. En

la pagina 13, los autores, al analizar la edad del com­plejo evaporitico en los sombreros de los domos salinos del norte de Cuba (es decir, la formacion Funta Alegre [4]) seftalan: "Las determinaciones de esporas y polen partiendo de inclusiones en las argilitas dieron un int ervale del Triasico al Jurasico superior ( ••• ) por eso referir el complejo evapor:!tico a las formaciones pretithonianes no esta auficientemente argumentado." iAhora bien, el piso tithoniano ea el ultimo en el sistema! Por eso, los datos que se dan por los au to res, a pesar de sus cri terios, ., confirman en vez <ie negar, le edad pretithonie.na del com­plejo evapor{tico. Causa admiracion tambien le siguiente

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.frase (pagina 19): "Debido e. que la region de La Esperanza tiene muy pecos afloramientos no es posible caracterizar el estilo de las deformaciones de las rocas en sus limi-

: ,,es. Se puede sefialar au caracter esencialmente de cha-, .· rriage." No ae entiende como es posible establecer

oharriages en una region donde no se ve nada.

rta geolog{a de Cuba occidental es descrita por los autores ~ , i tobre la base de los datos de los geologos polacos que .·han estudiado esta region. Los trabajos O.etallados de los • tspecialistas sovieticos que han sido reelizados y se : estB.n realizando en la actualidad, inexplicablemente no 10n empleados. Y, entre parentesis, los trabajos de los , , aeologos polacca estan lejos de no ser discutibles~ como · parece ser el criteria de los autores • . Asi, el limite

. inferior de la formacion Artemisa en la sierra del Rosario ;-·tlobre la base del hallazgo de ammonites (Mirosphinctes y

Oubaspidoceras) ha sido establecido por ellos como Oxf or­diano superior [5]. Ahora bien, el primero de los ~~oni­tes esta tan mal conservado que la determinacion de su , , aenero puede hacerse en el major de los casos solo bajo interrogacion. El segundo de los ammonites (Cubaspidos­

;,oeras) perteneee a un nuevo genero y su edad puede s er l a .; misma que la del genero Aspidoceras, es decir, del Oxf or-·

4iano al Tithoniano inclusive. Por eso, no puede consi-4trarse como fundamentada la edad oxfordiana para la parte inferior de la formacion Artemisa.

In el segundo capitulo se dan datos sobre rocas que , como Jtfl.alan los autores (pagina 54), "indiscutiblemente perte­neoen al fundamento sialico-continental prejurasico supe­rior del geosinclinal cubano 11

• Aqu{ se dan importa.ntlsi­lftOfJ datos radiologicos ("edad absoluta") para rocas que pertenecen no solo al "complejo prejurasico superior11 ; sin embargo, solo en un caso, es decir, en la flogopita de

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los mirmoles de la region de Sierra Morena que da de 910-945 ± 25 millones de anos, puede r eferirse a los pre­jurasicos. iTodos los datos restantes, es decir, 139-150 millonea. de afios de los granitoides de Cafiaa, la flo- ·

, , 2 + 5 . gopita de los marmoles del diapiro San Andrea, 1 3 - ml-llones de afios, fragmentos de gneis (Guayabo) de los conglomerados paleogenos -71 millones de afios evidencian una edad del Jurasico superior o Cretacico para estas rocas! Con el fin de esclarecer la edad d~ los granitoi­des C~as, a los cuales se les asigna por los autores una edad prepaleozoica, en 1974 fueron enviadas por nosotros muestras al laboratorio de la campania Mobil Oil, en Dallas, Estados Unidos, al analista R. Denison, donde determinaron cinco veces cada uno y en t odos los casos se obtuvo la cifra de 142 ~ 3 millones de afios por lo que la .edad Jurasico superior de estos granites no ofrece lugar a dudas . l.Por que los mismos son "si n discusion alguna" Prejurasico superior? La intrusion de estos gra­nites ocurrio, evidentemente, a finales del Oxfordiano o a principios del Kimeridgiano lo que prueba l a aparicion en Cuba de la fase orogenetica nevadiana . Confin1a este argumento la gran diferencia en el grado de dislocacion de las rocas de la formacion San Cayetano y de las calizas de Viftales que las sobrecubren.

Al principio del tercer capitulo se analizan los complejos metamorficos de composicion sial{tica. En la Isla de la Juventud (Isla de Pinos) los autores soatienen una divi­sion de tres miembros de las rocas metamorficas, a1 mismo tiempo que los ~eologos que anteriormente han trabajado en ello sostienen una division mas detallada. Teniendo en .. cuenta que los autores no se plantearon la elaboracion de una escala estratigrafica que sirviera para el levanta­miento geologico, este esquematiamo •• ju1titioa.

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El hallazgo en rocas metamorficas carbonatadas de fase anfibolftica de elevada temperatura de res tos de foraminf-f t , . ( .. , eros pl ane on1cos mesozoicos r:1as probablemente jurasi-cos) es un gr an aporte de los autores. Resul tan muy inte­resantes l as irtfonaaciones sobre la morfol og{a de los plegamie.nt os as{ COmo sabre el caracter del metamorfisrlO regional el cual resulta invertido .en relacion con l s_ secuencia est ratier~fica supuesta. Se dan l as cnracteris­ticas de cinco zonas de metamorfismo que se diferencian unas de otras por las asoc:i.uciones minerales.

El problema de l a edad del metamorf ismo es muy dirlc ).l . Las rocas mas antiguas que sobr ecubren las rocas metamor­fic as son las formac iones vulcanogenas del Cretacico o (y?) del Paleogene .

Las determinaciones radiomctricas de diferentes minere.l es (muscovite, biotita) que han sido realizadas en diferentes laboratorios , dan practicamente las mismas cifr as: 55-56 rnillones de aiios (IGEM); 52-66 millones de aiios (VSEGEI) ; 49, 3- 50 , 3 millones de afios (Mobil Oil , EE. UU . ) , lo que indica una edad paleogene de formacion de los minerales y

solo algunas mediciones dan 73-78 millones de afios, 0 sea, la parte al ta del Cretacico superior. Al describir l as metamorfitas de las sierras del Escambray (Trinidad) se r ia oonveniente seftalar que la presencia ·de carbonates en eata region ya era conocida ant es de 1958 denominandose "marmoles San Juan" (4] ; condicionalmente se referian al )aleozoico o al Jurasico superior; sin embargo , no eran oonocidos ni su situacion estratigrafica ni la edad , ni la 41stribucion en el area. La explicacion de todas estes !nterrogantes ha sido merito de los autorea , los que han ~eoho un gran aporte al estudio de la geologia de las J-c,oas metamorfic.as de esta region. Ellos hallaron rest os ~~1&nicos del Jurasico superior y efectuaron determinacio-

II

nes de edades absolutes que oscilan entre 43 y 68 millones de anos lo que indica, al igual que en la Isla de la Juventud, una edad paleogenica de los minerales.

La suposicion de los autores de una edad del metamorfismo precampaniana necesita evidentemente una argumentacion complementaria, ya que solo series de rocas eocenicas caracterizadas faunisticamente son las rocas no alteradas , , mas antiguas que sobrecubren las rooas metamorficas. La edad de las tobas no metamorfizadas que yaoen sobre las metamorfitas, lamentablemente, no est~ fundamentada fau­nistica.mente.

En un extenso cuarto capitulo se ofrece una caracteristica detallada de los complejos metamorficos que se han formado producto de la alteracion de las siguientes rocas: 1) for­macion porfiritica bas~ltica en condiciones de baja pre­sion; estas rocas tienden espacialmente hacia los cuerpos intrusives y se encuentran en forma de xenolitos en los cuerpos de l os grani toides y serpentini tas; 2) ge.bro y doleritas a bajas temperatures en condiciones semejantes a l as del metamorfismo de las rocas del fondo oce~nico; 3 ) rocas vulcanogeno-sedimentarie,s de composicion compleja en condiciones de alta presion, las cuales forman potentes espesores en la parte oriental de Cuba y sus xenolit os que se encuentran en los cuerpos serpentinlticos en muchas r egiones de Cuta.

Para cada compl ejo se ofrece una caracteristica complete de l a composicion sustancial, su estructura y edad, dan­dose criterios sobre su genesis. Se dan muchos datos de edades absolutes de estas rocas. Ni una sola de las cif ras obtenidas s obrepasa los 128 millones de afios y en l a mayoria de los casos oscilan ent re no y 90 millones de a:i'l.os, lo que coincide con la formacion de laEJ intrusiones

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gran{ticas en Cuba central y oriental y en la fosa de Bartlett (Caiman).

E 1 ' . ' n, os ult~mos cap~tulos los autores dan una i'nterpreta-cion muy original del material estudi ado. Ellos conaide­ran que con mayor o menor seguridad los afloramientos actuales de las rocas metamorficas pueden interpretarse como ventanas tectonicas en medio de masas sobrecorridas de la zona Zaza. Al sur de Cuba central el manto te cto­nice se movio o bien del sur al norte o del norte al sur. En el primer caso la ampli t ud de recubrimient o se valora en 60 km Y en el segundo, en 40 km, pero l a nuperficie del mant:-- (charriage ), como sefial an los autores, "oracti­camente nose conservo", por lo que resulta imposible verla o estudiarla. Sin embargo, en la Figura 3 (pagi-na 14), en los perfiles I-I y II-II se da una interpreta-

. , t r , c~on opues a; aqu~ se muestran solo fall as verticales y no se representa ni una sol a falla horizontal aunque sea supuesta, tal y como se sefiala en el texto. Representa­ciones aproximadamente analo~as se dan para la Isla de la Juventud Y en una parte de la zona de Guaniguanico; esta ultima sa analiza como una ventana tectonica 0 semiventana en los mantos de la zon(-J. de Zaza.

La correlacion de la Fm. Capdevila, distribuida a ambos lades de la zona Guaniguanico, solamente ~on la Fm. carbo­natada Ancon, es inco17eota por parte de los autores. SegUn la fauna, la Fm. Capdevila es correlacionable con las rocas terr{genas de l a Fm. Manacaa (Ch. Hatten) y la I'inos (r~ . Herrera [3]) o la Pica Pica (Pszozclowski) y posiblemente, inclusive, con el "flysch salvajeu, o "me­lange" Y con los olistostromas. Por eso, la aparente no correspondencia observada par los autores en la campo-

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sicion litologica de sedimentos "de edad equivalente" no puede tomarse como argumento para fundamentar grandes des­plazamientos laterales.

Los autores analizan el problema de la ubicacion de la f uente de suministro a partir de cuya destruccion se formo el espesor terrigeno del Jurasico, es decir, la formacion San Cayetano y sus analogos metamorficos. Los mismos se manifiestan partidarios del acarreo del material del cra­ton norteameri cano pero, como ha sido sefialado por muchos autores [4], esto es imposible a causa de la existencia de sedimentos eva.pori.t icos situados al norte de Cuba y deba j o del fonda del golfo de Mexico.

Desde nuestro punto de vista la fuente de suministro debieron ser gneises y grani tes ampliamente distribuidos en America Central y bajo las aguas del mar Caribe en las regi ones de los ba jos de Nicaragua y la fosa de Bartlett donde han sido establecidos por los dragados y perfo­raciones.

Es poco probable que la fuente de suministro del material en el Cretacico temprano se encontrase en regiones aitua­das al norte de la isla de Cuba. Los datos obtenidos de perforaciones de pozos en la plataforma de Las Bahamas y en el fondo del golfo de Mexico (viaje 77 del Glomar Challenger), algo al noroeste de Cuba, mostraron una amplia distribucion en estas regiones de rocas carbonata­das del Cretacico superior del Hauteri viano-Al biano [2] • Fueron establecidas, en levantamientos locales, rocas meta­morficas (filitas, &aeises, an!ibolitas, eaquistos mic8-ceos) cortadas por diques de diabasas y una oobertura de calizas organogeno-clasticas de aguaa someras o de rocas terr!genas arcosicas del Berriasiano-Valanginiano. For eao, algo del material arcosico en el geosinolinal oubano puede proceder tambien del noroeste.

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Al finalizar el analisis de los sefialamientos criticos hay que decir que los mismos 0 bien tienen caracter de estilo , o bien se refieren a problemas discutibles aun no resuel-tos en la geologia d.e Cuba. Por eso ellos, de ninglln. modo., empequefiecen la meritoria investigacion de los autores que han recogido y generalizado nuevos materiales cuyo valor se mantendra independientemente del t ipo de i n t erpreta­cion. Este libro debe permanecer en la mesa de t rabajo de todos aquellos que estudian o se interesan por la geologia de Cuba y del Caribe.

REFERENCIAS . , ~

1. SOMIN, M. L. ,Y G. r.hllan: Geolo~J.a de los comnlefos metamorficos de Cuba. E • Nauka, Moscu, 981.

2. Challenger Probes Past in the Gulf. Geotimes, 1981 , v. 26, no. 11.

). HERRERA, N. M.: " Contribucion a~la estratigrafia de la provincia de Pinar ~el RJ.o". Revista Socie­dad Cubana IngenierJ.a, Habana, 1961, nUme-ros 1-2.

4. KHUDOLEY, K. ·M. y A. A. Meyerhoff: "Paleogeography and Geological History of Greater Antilles". Geol. Soc. Ame_r. Met., 1971, no. 129.

5, KUTEK, J., A. Pszczolowski y A. Wierzbowski: "The Fran­cisco Formation and on Oxfordian Ammonite Faunale from the Artemisa Formation, sierra del Rosario , Western Cuba11

• Aeta Geol. Pol •• 1976, 26 no. 2.

S. PSZCZOLO'ISKI, A.: "Geosynclinal Sequences of the Cordi­llera de Guaniguanico in Western Cuba". Acta Geol. ~ol., 1978, 28, no. 1.

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