Abril Rojo

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Miércoles 8 del 2000, por su domicilio en la localidad de Quinua, Justino Mayta Carazo de 31 años de edad encontró un cadáver. Según ha manifestado ante las autoridades, el declarante llevaba 3 días en el carnaval del referido asentamiento, donde había participado en el baile del pueblo. Esa versión no ha podido ser ratificada por ninguno de los 1576 vecinos del pueblo. Fue víctima de un repentino ataque de agotamiento y decidió volver a su domicilio a gozar de un merecido reposo. Antes de llegar a su puerta, antes de retomar los 15 metros faltantes hasta su puerta, el susodicho entro al domicilio de su vecino Nemesio Limanta Huamán de 41 años para descansar, al ingresar no noto nada sospechoso ni encontró a nadie y se dirigió atreves del patio directamente al pajar, donde se recostó 6 horas. Una hora después, a la 1pm el declarante manifiesta haber tocado un cuerpo áspero y rígido oculto a medias entre la paja. Aproximadamente a la 1:10 pm, procedió a retirar las pajas que lo cubrían Encontrando una superficie irregular perforada por diversos agujeros constituía una boca llena de dientes negros, y confundida con la piel y cenizas de un cuerpo deformado por el fuego. Aproximadamente a la 1:15 pm los gritos de terror de Justino Mayta Carazo despertaron a los otros 1575 vecinos de la localidad. Así consiste el acta del Fiscal Distrital Félix Chacaltana Saldivar. El fiscal Chacaltana antes de ir a la comisaria, escribió una vez más como todas las mañanas su solicitud de envió de material. Luego fue al hospital militar y busco el pabellón de la morgue. Pregunto por el doctor Faustino Posadas, le dijeron que no se encontraba. Así que tuvo que esperarlo hasta que el doctor lo llamo por su nombre y se presentó. El doctor Faustino P. médico legista lo llevo por un pasadizo lleno de dolores. Abrió la puerta y entraron a la oficina. En la oficina había una mesa cubierta con una sábana, y bajo de esta un bulto. Chacaltana rogo al cielo que fuese solo una mesa, y a su vez no podía dejar de quitar la mirada de la sabana. El medico lo noto y le pregunto si lo había visto, le

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Mircoles 8 del 2000, por su domicilio en la localidad de Quinua, Justino Mayta Carazo de 31 aos de edad encontr un cadver.Segn ha manifestado ante las autoridades, el declarante llevaba 3 das en el carnaval del referido asentamiento, donde haba participado en el baile del pueblo. Esa versin no ha podido ser ratificada por ninguno de los 1576 vecinos del pueblo. Fue vctima de un repentino ataque de agotamiento y decidi volver a su domicilio a gozar de un merecido reposo. Antes de llegar a su puerta, antes de retomar los 15 metros faltantes hasta su puerta, el susodicho entro al domicilio de su vecino Nemesio Limanta Huamn de 41 aos para descansar, al ingresar no noto nada sospechoso ni encontr a nadie y se dirigi atreves del patio directamente al pajar, donde se recost 6 horas. Una hora despus, a la 1pm el declarante manifiesta haber tocado un cuerpo spero y rgido oculto a medias entre la paja. Aproximadamente a la 1:10 pm, procedi a retirar las pajas que lo cubranEncontrando una superficie irregular perforada por diversos agujeros constitua una boca llena de dientes negros, y confundida con la piel y cenizas de un cuerpo deformado por el fuego. Aproximadamente a la 1:15 pm los gritos de terror de Justino Mayta Carazo despertaron a los otros 1575 vecinos de la localidad. As consiste el acta del Fiscal Distrital Flix Chacaltana Saldivar.El fiscal Chacaltana antes de ir a la comisaria, escribi una vez ms como todas las maanas su solicitud de envi de material. Luego fue al hospital militar y busco el pabelln de la morgue. Pregunto por el doctor Faustino Posadas, le dijeronque no se encontraba. As que tuvo que esperarlo hasta que el doctor lo llamo por su nombre y se present. El doctor Faustino P. mdico legista lo llevo por un pasadizo lleno de dolores. Abri la puerta y entraron a la oficina.En la oficina haba una mesa cubierta con una sbana, y bajo de esta un bulto. Chacaltana rogo al cielo que fuese solo una mesa, y a su vez no poda dejar de quitar la mirada de la sabana. El medico lo noto y le pregunto si lo haba visto, le dijo que debera verlo y se acerc a la mesa, quito el velo. El cuerpo carbonizado no ola a muerto, ola como lmparas de kerosene. Chacaltana sinti una arcada pero trato de disimular un acto tan poco profesional. El doctor le pregunto si el llevara la informacin. Chacaltana deca que le faltaba efectuar las verificaciones del caso, aun podra tratarse de un accidente explico.Posadas abandono el escritorio y comenz a exponer mientras sealaba varias partes del cuerpo: primero lo rociaron con kerosene y lo incendieron. Haba restos de combustible por todo el cuerpo. Pero no les basto con eso, lo quemaron ms.El medico concluyo diciendo que nunca haba visto a nadie tan carbonizado. Por ultimo le dijo que haba algo ms que deba saber: era difcil notarlo a primera vista en ese estado, pero a ese hombre le faltaba un brazo, no era manco. Al menos no hasta el martes ya que haba residuos de sangre alrededor del hombro. El fiscal rompi el silencio diciendo: que supona que todo eso estaba registrado en el informe. El doctor le dijo que estaba todo incluso lo de la frente. Despus de quemarlo, el asesino le marco una cruz en la frente con un cuchillo muy grande.La casa de Chacaltana era vieja pero bien conservada, entro y se acerc a la cmoda donde su madre guardaba sus vestidos y sus joyas de fantasa. Le conto lo que hizo en el da y despus le dijo que tena que irse, solo necesitaba estar ah un rato. Se persigno y abri la puerta para volver a la oficina. Echo un ltimo vistazo al interior, le doli constatar una vez ms, como todos los das desde haca un ao, que en esa habitacin no haba nadie. La habitacin de su madre lo relajaba.Al llegar a su escritorio, encontr un sobre con una invitacin al desfile institucional del domingo, luego escribi una solicitud de informacin para el Ministerio de Energa y Minas preguntando que fuente poda haber producido suficientemente calor para quemar el cuerpo.Al fiscal le gustaban los desfiles. Ese da deba de hablar con el capitn Pacheco, que an no haba respondido a sus requerimientos.Chacaltana descubri al capitn Pacheco, que departa con un funcionario de corbata celeste y un militar uniformado cerca del pabelln nacional del saln El fiscal se acerc al grupo de Pacheco y saludo con cortesa marcial. Nadie lo presento ni dejo de hablar. El fiscal subi un poco la voz; Pacheco le respondi diciendo que le enviara el informe. Chacaltana le dijo que le interesara saber si se ha reportado alguna persona desaparecida en Quinua, necesitaba esa informacin a la brevedad para completar su informe de la persona asesinada. El comandante le dijo que ese era un lio de faldas y que sucedan todos los carnavales que un hombre muera por celos. Chacaltana se disculp y dijo que su razonamiento careca de sustento jurdico.