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  • Procesoscolectivos yaccin social

    Juan Muoz JusticiaFlix Vzquez Sixto

    P08/80510/02097

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    ndice

    Introduccin............................................................................................... 5

    Objetivos....................................................................................................... 7

    1. Concepto de comportamiento colectivo...................................... 91.1. Ambigedad del concepto de comportamiento colectivo .......... 91.2. El papel de la Psicologa colectiva en la historia de la

    Psicologa social .......................................................................... 111.2.1. Gustave Le Bon: la Psicologa de las masas

    (1841-1931) .................................................................... 151.2.2. Wilhem Wundt: la Psicologa de los pueblos ................ 201.2.3. Sigmund Freud: Psicologa de las masas y anlisis del

    yo ................................................................................... 21

    2. Enfoques tericos de los comportamientos colectivos............. 232.1. Teoras del contagio .................................................................... 232.2. Teoras de la convergencia .......................................................... 232.3. Teora de la norma emergente .................................................... 242.4. Teora del valor aadido o tensin estructural ........................... 252.5. Teora de la identidad social ....................................................... 26

    3. Condicionamientos ideolgicos en el estudio de loscomportamientos colectivos........................................................... 30

    4. El rumor como comunicacin colectiva...................................... 354.1. Definicin de rumor y tipos de rumores .................................... 37

    4.1.1. El estudio del rumor ...................................................... 374.1.2. Definiciones ................................................................... 394.1.3. Tipos ............................................................................... 39

    4.2. Transmisin del rumor ............................................................... 404.3. Modelos de transmisin .............................................................. 424.4. Control de los rumores ............................................................... 43

    5. Psicologa de las multitudes en situaciones de crisis:desastres y pnico.............................................................................. 46

    6. Control social y resistencia en las redes interactivas............... 52

    7. Anexos................................................................................................... 567.1. Anexo 1 ....................................................................................... 567.2. Anexo 2 ....................................................................................... 60

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    7.3. Anexo 3 ....................................................................................... 617.4. Anexo 4 ....................................................................................... 62

    Resumen....................................................................................................... 63

    Actividades.................................................................................................. 65

    Ejercicios de autoevaluacin.................................................................. 65

    Solucionario................................................................................................ 66

    Glosario........................................................................................................ 67

    Bibliografa................................................................................................. 68

  • FUOC P08/80510/02097 5 Procesos colectivos y accin social

    Introduccin

    El 11 de septiembre de 2001 millones de personas asistimos entre incrdulosy aterrorizados al desplome de dos de los principales smbolos de la economacapitalista: las Torres Gemelas del World Trade Center de la isla de Manhatancaan poco despus de sufrir el impacto de dos aviones. A continuacin ocurraalgo parecido en otro smbolo, esta vez del poder militar: el Pentgono sufratambin el impacto de un avin de pasajeros.

    Difcilmente podremos olvidar las imgenes de las Torres cayendo o aqullasde las personas que se lanzaban al vaco para intentar en vano escapar de lasllamas.

    Del mismo modo, difcilmente podremos olvidar las imgenes que pocos dasdespus empezaron a aparecer en los medios de comunicacin. La operacin"Libertad Duradera" nos volvi a ofrecer escenas de pnico, de edificios des-truidos, de personas huyendo, de civiles muertos por bombas que no matan,sino que causan "daos colaterales".

    Por desgracia, nos encontramos ante una situacin que permite ilustrar per-fectamente gran parte del contenido de este mdulo dedicado a los procesoscolectivos.

    Multitudes airadas que se manifiestan clamando represalias, que se manifies-tan para mostrar su odio al malvado enemigo cristiano o musulmn, orien-tal u occidental. Tumultos, disturbios, enfrentamientos entre manifestantes ypolicas o ejrcito.

    Veremos que la Psicologa social ha prestado atencin, prcticamente desdesus orgenes, a este tipo de acontecimientos, intentando explicar el cmo yel porqu de la conducta aparentemente irreflexiva de las personas cuando seunen en una multitud.

    Multitudes atemorizadas que se desplazan y huyen de una torre en llamas,de un bombardeo areo, del hambre, etc. La Psicologa de las multitudes ensituaciones de crisis, ante los desastres, ante el pnico, constituir otro de losapartados de este mdulo.

    Acontecimientos de este tipo dan paso, de inmediato, a todo tipo de especu-laciones, de comunicaciones que pretenden describirlos, analizarlos, explicar-los. Comunicaciones e informaciones que circulan a travs de los medios decomunicacin de masas y que rebotan en las personas, que siguen con su di-fusin por medio del "boca a oreja". "Un cuarto avin, que se ha estrellado

    Hundimiento de una de las Torres Gemelas.

    Un grupo de afganos contempla los destrozosproducidos por la bomba de EE.UU. lanzadapor error en su barrio. Fuente: El Pas, 14 de

    octubre de 2001.

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    contra el suelo, se diriga hacia la residencia del presidente de Estados Unidosde Amrica", "los atentados contra las Torres Gemelas han sido planeados porlos servicios secretos israeles", etc.

    Otro de los apartados que desarrollaremos en este mdulo tratar de describireste tipo de fenmenos, los rumores como forma de comunicacin colectiva.

    Desde el da 11, estos rumores han circulado y se han difundido ampliamentepor medio de la Red, del mismo modo que han circulado comunicados, refle-xiones, solicitudes de firmas de apoyo a las vctimas, solicitudes de firmas deoposicin a la guerra/venganza, y de la misma manera que han circulado chis-tes, etc. La Red, anatematizada por algunos por ser vehculo de pornografay herramienta al servicio de la delincuencia y el terrorismo internacionales,ha dejado patente su utilidad como vehculo de informacin, pero tambin,como veremos en el ltimo apartado de este mdulo, "Control social y resis-tencia en las redes interactivas", como vehculo de resistencia.

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    Objetivos

    En este mdulo se pretende que conozcis los principales aspectos que sontratados desde la Psicologa social bajo la etiqueta de procesos colectivos. Portanto, los objetivos consistirn en que, una vez finalizada su lectura, seis ca-paces de hacer lo siguiente:

    1. Definir qu se entiende por comportamiento colectivo y encontrar ejem-plos ilustrativos de ello en la vida cotidiana.

    2. Definir qu son las masas y cules son sus caractersticas.

    3. Identificar las principales aportaciones tericas al estudio del comporta-miento colectivo.

    4. Reconocer las informaciones que tienen caractersticas de rumores y en-frentarse a ellas.

    5. Analizar los fenmenos de pnico en situaciones de desastre.

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    1. Concepto de comportamiento colectivo

    Aunque la mejor definicin de qu se entiende por comportamiento colectivoser la que podis extraer vosotros mismos a partir de la lectura de las pginassiguientes, aqu os ofrecemos una de las muchas posibles. A lo largo del textoveremos hasta qu punto podemos considerarla vlida o no.

    "[Definimos] el comportamiento colectivo como una accin voluntaria, dirigida a unameta, que se produce en una situacin relativamente desorganizada, en la que las normasy valores predominantes de la sociedad dejan de actuar sobre la conducta individual. Elcomportamiento colectivo consiste en la reaccin de un grupo a alguna situacin."

    Appelbaum, R. P., y Chambliss, W. J. (1997, p. 422).

    Manifestaciones en contra del ataque norteamericano a Afganistn. El Cairo, Nueva Delhi y Peshawar (Pakistn),12 de octubre de 2001.

    Estas fotografas de manifestaciones antinorteamericanas en Egipto, la Indiay Pakistn son un ejemplo de uno de los tipos de comportamiento colectivoms estudiados, la conducta de masas; sin embargo, como veremos, existenotras posibilidades.

    1.1. Ambigedad del concepto de comportamiento colectivo

    Aunque os hemos ofrecido una definicin, hablar de comportamiento colec-tivo presenta el problema no slo de la vaguedad de la definicin del trmino,sino tambin de que en la prctica se utilizan diferentes trminos para referir-se a un mismo fenmeno o un mismo trmino para referirse a distintos fen-menos. Masa, multitud y pblico constituyen algunas de las etiquetas que, aveces, se utilizan de manera intercambiable.

    As, por ejemplo, Ovejero (1997) plantea la necesidad de distinguir entre masay multitud, dado que, segn l, son dos conceptos que suelen utilizarse comosinnimos, pero que, a pesar de sus similitudes, se diferencian en el hecho deque las masas, en relacin con las multitudes, son ms abstractas y difusas, ypresentan fronteras menos definidas.

    Por su parte, Jimnez Burillo (1981) distingue entre agregados, pblicos y mul-titudes (sin establecer diferencia entre multitudes y masas). Los agregados se-ran conjuntos de personas con conductas semejantes, pero que no compartenobjetivos; los pblicos, en cambio, pueden tener intereses comunes, pero notienen una relacin directa entre s; finalmente, las multitudes se caracteriza-

    Masa y multitud

    No todos los autores compar-ten esta diferenciacin. Mos-covici, por ejemplo, afirma:"Una multitud, una masa, esel animal social que ha roto sucorrea" (S. Moscovici, 1985, p.13).

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    ran por estar formadas por personas prximas entre s con un punto o fococomn de atencin, pero sin necesidad de que exista organizacin ni objeti-vos propios.

    El intento de acotar el concepto ha llevado a la proliferacin de tipologas,de clasificaciones de diferentes modalidades de comportamientos colectivos,que, en la prctica, casi siempre han acabado siendo tipologas de las conduc-tas o tipos de masas. Y ello a pesar de las advertencias de diferentes autores,como por ejemplo, Stoetzel (1965) y Milgram y Toch (1969), que adviertenque prcticamente ninguna tipologa puede recoger el amplio abanico de losdistintos fenmenos de masa.

    El uso de tipologas

    A pesar de estas advertencias prcticamente ningn autor cede a la tentacin de haceralgn tipo de clasificacin, e incluso Milgram y Toch reproducen la clasificacin queestableci Brown en la edicin anterior del Handbook of Social Psychology (1951), par-tiendo de una diferenciacin bsica entre masas activas y pasivas, y que se ha convertidoen una de las tipologas ms utilizadas.

    Asumiendo la dificultad de establecer una tipologa, Munn (1970) proponeestablecer diferentes clasificaciones considerando distintos criterios, lo que lelleva a proponer las dimensiones de clasificacin siguientes:

    Caractersticas de los participantes: homogneas y heterogneas. Grado de participacin: pasivas o activas. Grado de orden con el que se produce el fenmeno: ordenadas o desorde-

    nadas. Grado de ocasionalidad del fenmeno: espordicas o intermitentes. Grado de improvisacin: imprevistas (espontneas o inesperadas) o pre-

    vistas (preorganizadas con intencionalidad).

    Naturalmente, Munn tampoco se resiste a la tentacin y nos ofrece "su tipo-loga" (podis consultar las pginas 190 a 194 de su libro para una descripcindetallada de los distintos tipos).

    No obstante, a la hora de intentar aclarar conceptos, probablemente la mejoraclaracin es la que nos ofrece Jimnez Burillo:

    "Aunque es muy difcil recoger en castellano, existen unas diferencias sutiles entre masa,muchedumbre y multitud y otras, desde luego ms claras, entre multitud y conceptosexpresivos de acciones colectivas como motines, revoluciones, etc. Quiz podamos rete-ner para nuestros propsitos la idea de que la multitud en el sentido antes descrito es launidad bsica de anlisis del comportamiento colectivo, siendo luego otros factores losque cualifican diversamente el comportamiento de esa multitud."

    Jimnez Burillo, F. (1981, p. 269).

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    Tipos de masas segn Munn (1970, p. 190).

    Para acabar este subapartado, ofreceremos otra definicin que adelanta partede lo que nos encontraremos en el apartado dedicado a los condicionamientosideolgicos. Se trata de una caracterizacin por oposicin: si la preocupacinde la sociologa es el orden, significa esto que el comportamiento colectivoes el desorden?

    "Conviene recordar que en ingls la expresin collective behaviour designa esos "residuos"que una sociologa esencialmente preocupada por el orden social no llega a asimilar:comportamiento de masas, modas, agitaciones o desrdenes sociales, fenmenos de con-tagio, motines, histeria de masas, etc."

    Dupuy, J. P. (1991, p. 14).

    1.2. El papel de la Psicologa colectiva en la historia de laPsicologa social

    Cada vez es ms frecuente poder leer advertencias sobre la "perversidad" dedeterminadas historias de la Psicologa social, sobre los datos incorrectos queaparecen en los manuales y que se han ido transmitiendo de generacin engeneracin de psiclogos sociales sin que se hayan cuestionado hasta fechasrelativamente recientes.

    Cuando se hacen estas advertencias es tpico referirse a los diferentes captulossobre la historia de la Psicologa social publicados por Gordon W. Allport ensucesivas ediciones del Handbook of Social Psychology, el "relator" oficial delestado de la Psicologa social. A partir de estos textos, Allport ha conseguidoreificar ciertas verdades que han pasado a ser algo asumido por gran parte depsiclogos sociales hasta la fecha.

    Una de las afirmaciones sobre hipotticas "paternidades" de teoras o lneas deinvestigacin es la que hace referencia al origen de la investigacin sobre lasmultitudes o las masas, paternidad que se atribuye con insistencia al francsGustave Le Bon a raz de la publicacin, en 1895, de su obra La psychologiedes foules.

    Un poco de historia

    Entre los "datos" transmitidosa partir de Allport, destacan lamencin de los experimentosrealizados en 1897 por Nor-man Triplet, considerados co-mo fundacionales de la inves-tigacin cientfica en la Psico-loga social, y que 1908 cons-tituye una fecha clave para ladisciplina, dado que coincidecon la publicacin de los con-siderados primeros manualesde Psicologa social por partedel socilogo estadounidenseEdward Ross y el psiclogo bri-tnico William McDougall.

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    La afirmacin no deja de tener sentido, dado que, en efecto, el libro de Le Bones probablemente uno de los que ha tenido una mayor difusin en la historiade la Psicologa social, con un incontable nmero de reediciones en diferentesidiomas, y ha sido una obra que, sin duda, ha ejercido una gran influencia enla historia de las ciencias sociales.

    Otras historias de la Psicologa social

    En las obras siguientes podis encontrar datos adicionales sobre la historia de la Psicologasocial:

    Collier,G.,Minton,H.,yReynolds,G. (1996). Escenarios y tendencias de la psicologasocial. Madrid: Tecnos, 1991.

    Crespo,E. (1995). Introduccin a la Psicologa Social. Madrid: Universitas.

    Farr,R. (1991). The long past and the short history of Social Psychology. European Journalof Social Psychology, 21, 371-380.

    Haines,H.,yVaughan,G.M. (1979). Was 1898 a great date in the history of experimentalsocial psychology. Journal of the History of the Behavioral Sciences, 15, 323-332.

    Ibez,T. (1990). Aproximaciones a la Psicologa Social. Barcelona: Sendai.

    Samelson,F. (1974). History, origin mind and ideology: discovery of Social Psychology.Journal for the Theory of Social behavior, 2, 217-231.

    La influencia es cierta, la paternidad puede ser que lo sea menos. El mismoAllport reconoce, aunque tangencialmente, las posibles dudas sobre la men-cionada paternidad, reconociendo las aportaciones realizadas por el italianoScipio Sighele, criminalista de la escuela del fisiognomista Cesare Lombroso ydiscpulo del socio de Lombroso, Enrico Ferri.

    A falta de anlisis de ADN, podemos basarnos en algunos datos que nos ofreceJaap Van Ginneken (1985) para resolver la polmica. Entre stos, este autorreproduce la afirmacin que en 1895 haca Sighele en la revista Cultura e Es-cuola dirigindose a Le Bon:

    "El primer captulo de su primer libro es una completa copia de la lnea de pensamientoy frecuentemente una copia literal en su forma. En las pginas 12 y 15 usted resume laintroduccin a mi volumen; en las pginas 17, 18, 19, 20, 21, 25, 26, 28, 30, 38, 39, 40,45, 46, 47 usted copia las ideas que he desarrollado en mi primer captulo."

    Citado por Van Ginneken, J. (1985, p. 375).

    Sighele se refiere a su libro La folla delinquente publicado en 1891 y traducido alfrancs en 1892, lo que hace difcil creer que no fuera conocido por Le Bon, yan ms si tenemos en cuenta que Gabriel Tarde public una revisin de ste,adems de referirse a l en dos artculos de 1892 y 1893. Incluso en uno dedichos artculos ("Les crimes des foules", 1892), Tarde menciona a otro autorfrancs, el Dr. Lacassagne, que en 1892 presenta su tesis doctoral (publicada en1895) con el ttulo de Psychologie des foules, curiosamente el mismo que tendren 1895 el libro de Le Bon (Van Ginneken, 1985).

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    Todos estos datos nos ofrecen una idea de cmo no slo es evidente que antesque Le Bon otros autores trataron el tema por el que se hizo famoso, especial-mente Sighele, sino que tambin probablemente Le Bon hizo algo ms queinspirarse en estos autores sin mencionarlos.

    Por si os puede quedar alguna duda sobre el "carcter" de Le Bon, no est dems mencionar lo que Jimnez Burillo (1983), en su introduccin a la edicinespaola del libro de Le Bon, denomina con indulgencia como un "pintores-co episodio": la reivindicacin por parte de Le Bon del descubrimiento de lateora de la relatividad!

    No obstante, como comentbamos, la influencia de Le Bon es evidente, hechopor el que ser al autor a quien dedicaremos el subapartado dedicado a la "Psi-cologa de las masas". De todos modos, no sera justo no desarrollar, aunquebrevemente, las aportaciones de los otros autores a los que nos hemos referido.

    ScipioSighele(1868-1913)

    En su obra La masa delincuente (1891), Sighele desarrolla algunos de los prin-cipios que tambin aparecern despus en la obra de Le Bon: la importanciade las masas en la vida moderna (y aunque hayamos pasado del siglo XIX al XXIcontina siendo as), la inferioridad en cuanto a inteligencia de las masas o co-lectividades frente a los individuos, el principio de la imitacin y sugestin enla conducta de las masas, y la predisposicin a la violencia por parte de stas.

    En concreto, siguiendo a Mauro Fornaro (1996), las leyes que elabora Sighelesobre las masas se podran resumir de la manera siguiente:

    Leydelaunidadouniformidad: la masa acta al unsono, tiene una di-reccin comn de comportamiento, que puede ser expresivo de las emo-ciones o ser una reaccin a las mismas. Ello implica hablar de una "almade la multitud" o de un "individuo colectivo".

    Leydelanodeducibilidaddelcarcterdelamultitudapartirdelca-rcterdesusmiembros: el resultado de la unin de unas personas en unamultitud no es la "suma" de sus caractersticas, sino un producto impre-decible. Aunque puede producirse un incremento sumatorio en el planoemocional (por sugestin), en el intelectual se producir un decremento.

    Leydelnmero: la intensidad de una emocin crece en proporcin di-recta al nmero de personas.

    Leydelapredisposicinalmal(crimen): aunque existe la posibilidad deque la masa acte de cara al bien y no al mal, esto es muy raro, dado que,segn la teora de la estratificacin filogentica del carcter, determinados

    Portada del libro La foule criminelle de ScipioSighele.

  • FUOC P08/80510/02097 14 Procesos colectivos y accin social

    acontecimientos externos pueden hacer aflorar a la superficie las manifes-taciones primitivas del carcter: crueldad y salvajismo.

    Leydelguaoinstigador: en toda masa siempre hay un jefe, un conduc-tor.

    Leydelacomposicindelamultitud: esta ley recupera parcialmente lasideas innatistas de la criminalidad y afirma que el comportamiento vio-lento o no de la masa depende del tipo de personas que la forman. La masaser violenta si en la misma se encuentran personas con predisposiciones(pasionales) al crimen.

    Dada su formacin jurdica, uno de los intereses de Sighele consiste en po-der llegar a establecer el grado de responsabilidad de las personas que, comomiembros de una masa, han estado implicadas en acontecimientos violentos.Su postura implicaba tener en cuenta parcialmente la prdida del libre albedroque se produce en la masa; sin embargo, al mismo tiempo considera que laspersonas son responsables en parte de su actuacin. Aun as, un elemento quees preciso destacar es su reconocimientodelarelacinentrelainjusticiasocialylaviolenciadelasmasas.

    GabrielTarde(1843-1904)

    Dos conceptos destacan en la fundamentacin de la obra de Gabriel Tarde:la imitacin y la invencin. Desde su perspectiva, el comportamiento social seexplica por medio de estos dos conceptos complementarios. Concibe la imi-tacin como una especie de estado hipntico que favorece que los individuosrealicen conductas de modelos previos de forma bastante automtica. La imi-tacin es el procedimiento psicolgico por el que las ideas se repiten y propa-gan en la sociedad, y empieza con estados internos como las creencias y losdeseos de los individuos. Los grupos desarrollan actitudes y sentimientos co-munes que, cuando se manifiestan pblicamente, contribuyen a que las perso-nas adquieran confianza al comprobar que sus propios sentimientos son com-partidos, lo que da origen a las tradiciones que se transmiten a las siguientesgeneraciones. La invencin es todo aquel nuevo pensamiento o accin quesurge de dos o ms ideas combinadas, adquiridas previamente por medio dela imitacin o de la oposicin entre la imitacin y las prcticas existentes.

    Tarde, a diferencia de Gustave Le Bon, distingue entre las multitudes o masasy el pblico, con lo que pone de manifiesto que, adems de las relacionescara a cara, es importante la creacin de corrientes de opinin entre personasalejadas entre s. Asimismo, este pblico disperso no es consciente de que estsujeto a procesos de persuasin e influencia o, como l seala, de suggestion distance, que contrasta con las otras formas de influencia de las que puede serconsciente o suggestion proximit.

    Portada del libro L'Imitation de Gabriel Tarde.

  • FUOC P08/80510/02097 15 Procesos colectivos y accin social

    El desacuerdo con los planteamientos positivistas defendido por Gabriel Tardequeda de manifiesto en el debate que mantuvo con Durkheim.

    Durkheim no admite ningn tipo de explicacin psicolgica para los hechossociales. Para l, todo hechosocial es exterior al individuo. En contraste, Tardemantendr que la conciencia colectiva no existe fuera y por encima de las con-ciencias individuales. En efecto, los procesos sociales se explican por la combi-nacin de la interaccin mental (la influencia de unas mentes sobre otras pormedio de la imitacin) y la innovacin, con lo que es posible desprender laexplicacin del comportamiento colectivo como derivada de unos principiosidnticos (lvaro, 1995). Desde esta perspectiva, los efectos de las masas sobreel comportamiento individual ya no se conciben como unidireccionales, sinocomo el producto de "las relaciones recprocas entre las conciencias" (Tarde,1904, p. 42, citado en lvaro, 1995, p. 12).

    Para Tarde, la Sociologa, o lo que l denomina Psicologa colectiva o intermen-tal, se debe basar en la Psicologa. La imitacin, la conversacin o la invencinconstituyen los mecanismos que permiten la transmisin de unas mentes aotras. A pesar del individualismo radical que caracteriza sus primeras obras,acentuado por su polmica con Durkheim, con posterioridad adopta una pos-tura ms interaccionista, conceptualizada como Interpsicologa o Psicologa in-termental, menos teida de individualismo y de determinismo social, mani-fiestamente evidente si lo comparamos con las posturas de Durkheim.

    El habernos detenido en esta polmica entre Tarde y Durkheim va ms all delo anecdtico, puesto que pone de manifiesto una tensin pertinaz en el senode la Psicologa social, la tensin entre las explicaciones psicologistas y lassociologistas, la tensin entre las explicaciones individualistas y las grupales.Para la primera, los grupos no existen. Grupo es un trmino, nada ms queun nombre, que se refiere a una multiplicidad de procesos individuales, y lanocin de grupo se convierte en superflua en cuanto se describen las accionesde los individuos. No hay nada que exista en el grupo que no haya existidopreviamente en el individuo.

    1.2.1. Gustave Le Bon: la Psicologa de las masas (1841-1931)

    El siglo de Le Bon

    El 19 de julio de 1870 Francia, gobernada por Napolen III desde 1851 (tras la derrota dellevantamiento de los trabajadores en 1848), declara la guerra a Prusia tras unas disputaspor la sucesin al trono de Espaa. La guerra (franco-prusiana), que se prolonga hasta1871, termina con la victoria de Prusia y la captura de Napolen III, que una vez liberadose exilia a Inglaterra tras ser depuesto del trono.

    Los trabajadores de un Pars sitiado se oponen a la rendicin y reivindican la declaracinde una nueva repblica democrtica. Mientras, Adolphe Thiers, jefe del gobierno provi-sional y con posterioridad presidente de la Repblica, negocia la paz con los prusianos.El 18 de marzo de 1871, Thiers ordena al ejrcito la captura de los caones de la GuardiaNacional, pero tras su captura los soldados se niegan a disparar y el ejrcito se ve obligadoa retirarse.

    Como se afirma en el diario oficial de 21 de marzo de 1871, "Les proltaires de la capitale,au milieu des dfaillances et des trahisons des classes gouvernantes, ont compris que

    Lectura recomendada

    Aos ms tarde, la Psicolo-ga social encontrar otro"abanderado" de la posturaindividualista-psicologistaen Floyd Allport. Podis en-contrar una exposicin de suplanteamiento en "La falaciade grupo en relacin con laciencia social", publicado ori-ginalmente en 1923, y tradu-cido en el libro de Francis-coMorales y CarmenHuici(1989). Lecturas de PsicologaSocial. Madrid: UNED.

  • FUOC P08/80510/02097 16 Procesos colectivos y accin social

    l'heure tait arrive pour eux de sauver la situation en prenant en main la direction desaffaires publiques." Ha nacido la Comuna.

    Sin embargo, este gobierno del proletariado durar muy poco, puesto que las tropas deThiers entran en Pars el 21 de mayo de 1871 y acaban sangrientamente con la brevevida de la Comuna.

    Thiers es elegido presidente de la III Repblica, pero su mandato tambin ser efmero,dado que en 1873 la mayora monrquica lo obliga a dimitir y es elegido como nuevopresidente el monrquico Marie Edm Patrice de MacMahon. Tras fracasar en 1875 elintento de aprobar una constitucin monrquica, el 16 de mayo de 1877 (le seize mai),obliga a dimitir al primer ministro republicano Jules Simon y, tras las nuevas elecciones,a pesar de la mayora republicana, nombra a un primer ministro monrquico hasta quees obligado a nombrar a otro que tuviera el apoyo de la Cmara de Diputados.

    sta es la poca que le toca vivir a Gustave Le Bon, una poca marcada porguerras, revueltas y revoluciones, una poca de cuestionamiento del orden

    establecido1.

    Como comenta Salvador Giner:

    "Hacia 1890, los temores sobre los efectos nocivos de la extensin del igualitarismo y lademocracia a la vida poltica y cvica hallaron un eco ms amplio entre el pblico delos pensadores polticos y de los filsofos sociales de diversas tendencias que los que sehaban estado expresando hasta entonces."

    Giner, S. (1979, pp. 101-102).

    Le Bon, ante estos cambios, se preocupa por lo que considera que puede llevara la desaparicin de la civilizacin europea tal como se haba conocido hastala poca, y se preocupa especialmente por la desaparicin de los valores tradi-cionales, la prdida de las creencias religiosas, etc., y responsabiliza de todoello al encumbramiento de las masas, al ascenso del proletariado al poder.

    "El advenimiento de las clases populares a la vida poltica, su progresiva transformacinen clases dirigentes, es una de las ms destacadas caractersticas de nuestra poca de tran-sicin. [...]

    En la actualidad, las reivindicaciones de las masas se hacen cada vez ms definidas ytienden a destruir radicalmente la sociedad actual, para conducirla a aquel comunismoprimitivo que fue el estado normal de todos los grupos humanos antes de la aurora dela civilizacin."

    Le Bon, G. (1986, pp. 20-21).

    As, el nico papel que se le otorga a las masas es el de generar desorden ydestruccin, mientras que sus caractersticas bsicas son la inconscien-cia, la brutalidad y la barbarie. En definitiva, la mejor caracterizacinposible de la masa es la de "chusma irreflexiva y criminal".

    "Por su poder exclusivamente destructivo, actan como aquellos microbios que activanla disolucin de los cuerpos debilitados o de los cadveres. Cuando el edificio de unacivilizacin est carcomido, las masas provocan su derrumbamiento. Se pone entoncesde manifiesto su papel. Durante un instante, la fuerza ciega del nmero se convierte enla nica filosofa de la historia."

    Le Bon, G. (1986, p. 22).

    (1)Gustave Le Bon fue jefe del servi-cio de ambulancias durante la Co-muna de Pars.

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    Pero qu es una masa? Qu caractersticas tiene? Su caracterstica primordiales la desaparicin de las individualidades, la aparicin de un "alma colectiva"que presenta caractersticas diferentes de la de los individuos que componenla masa.

    "En determinadas circunstancias, y slo en ellas, una aglomeracin de seres humanosposee caractersticas nuevas y muy diferentes de las de cada uno de los individuos que lacomponen. La personalidad consciente se esfuma, los sentimientos y las ideas de todaslas unidades se orientan en una misma direccin. Se forma un alma colectiva, induda-blemente transitoria, pero que presenta caractersticas muy definidas. La colectividad seconvierte entonces en aquello que, a falta de otra expresin mejor, designar como masaorganizada o, si se prefiere, masa psicolgica. Forma un solo ser y est sometida a la leyde la unidad mental de las masas."

    Le Bon, G. (1986, p. 27).

    Por tanto, aparece un nuevo ser, la masa, con caractersticas completamentediferentes a las de los individuos que la forman. Las causas de la aparicin deestas caractersticas especiales de las masas son las siguientes:

    Sentimientodepotenciainvencible que adquiere el individuo en la ma-sa, lo que lo lleva a ceder a sus instintos (o le permite hacerlo). Este hechose ve favorecido por el anonimato y la desaparicin de los sentimientosde responsabilidad individual.

    Contagiomental, que implica que todo sentimiento, todo acto, se conta-gia de un individuo a otro de una forma similar a como funciona la hip-nosis.

    Sugestibilidad, que lo lleva a realizar conductas que no realizara de noser miembro de la masa, y a que desaparezca su personalidad conscientecomo si se encontrara en un estado de hipnosis. El contagio no sera sinoun efecto de la sugestibilidad.

    Ley de la unidad mental (a partir de Hogg y Vaughan, 1995).

  • FUOC P08/80510/02097 18 Procesos colectivos y accin social

    "As pues, la desaparicin de la personalidad consciente, el predominio de la personalidadinconsciente, la orientacin de los sentimientos y las ideas en un mismo sentido, a travsde la sugestin y del contagio, la tendencia a transformar inmediatamente en actos lasideas sugeridas, son las principales caractersticas del individuo dentro de la masa. [...] Elindividuo que forma parte de una masa es un grano de arena inmerso entre otros muchosque el viento agita a su capricho."

    Le Bon, G. (1986, pp. 32-33).

    Por ltimo, la posibilidad de que las multitudes puedan conseguir algn obje-tivo social pasa, segn Le Bon, por tener algn mito unificador, algo que slopueden conseguir gracias a los lderes, que son los nicos capaces de interpre-tar, administrar y oficiar los mitos, dado que la masa no es capaz de interpretarsus significados.

    Dentro de este apartado dedicado a la Psicologa de las masas "leboniana",podramos continuar citando a diferentes autores (Edward Ross, William Mc-Dougall, etc.) con planteamientos muy similares a los expuestos hasta el mo-mento, pero, para no eternizarnos, nicamente citaremos al que algunos de-nominan "el filsofo espaol".

    JosOrtegayGasset(1833-1955)

    Ortega y Gasset, uno de los pensadores espaoles ms importantes del siglo XX,publica en 1930 una obra que contina la lnea iniciada por Sighele y Le Bon:La rebelin de las masas, que tambin ha gozado de un nmero importante deediciones y traducciones y que segn Giner (1979) es, dentro de esta temtica,el libro que ms influy en el gran pblico internacional.

    Para reflejar el planteamiento de Ortega, no hay nada mejor que reproducirlas primeras lneas de su texto:

    "Hay un hecho que, para bien o para mal, es el ms importante en la vida pblica euro-pea de la hora presente. Este hecho es el advenimiento de las masas al pleno poderosocial. Como las masas, por definicin, no deben ni pueden dirigir su propia existencia,y menos regentar la sociedad, quiere decirse que Europa sufre ahora la ms grave crisisque a pueblos, naciones o culturas, cabe padecer. sta ha tenido lugar ms de una vezen la historia. Su fisonoma y sus consecuencias son conocidas. Tambin se conoce sunombre. Se llama la rebelin de las masas."

    Ortega y Gasset, J. (1983, p. 39).

    Ortega, influido (igual que lo estuvo treinta y cinco aos antes Gustave LeBon) por los acontecimientos polticos de su poca, se plantea el papel quejuegan las masas y las minoras, haciendo un planteamiento elitista, puestoque segn l, mientras las masas son el conjunto de personas no especialmen-te cualificadas, la minora son aquellos individuos o grupos de individuos es-pecialmente cualificados.

    Ortega visto por Zuloaga, 1931.

  • FUOC P08/80510/02097 19 Procesos colectivos y accin social

    El problema que se plantea es que las masas se "olvidan" de que son masa poresto mismo, por su no cualificacin; sin embargo, aun as pretenden imponersus ideas cuando stas, por definicin, no existen, dado que no estn cualifi-cadas para tenerlas.

    Este hecho las lleva a ser indciles frente a las minoras, que son las autnti-cas forjadoras de la sociedad, del progreso, ambos amenazados por las masas,que pretenden alcanzar todo sin esforzarse por conseguirlo y que consideranque los logros (de unos pocos) es algo dado por naturaleza y que no hay queesforzarse para mantenerlo o mejorarlo.

    As, el hombre masa se caracteriza por "la libre expansin de sus deseos vitales"y por "la radical ingratitud hacia todo aquello que ha hecho posible la facilidadde su existencia".

    La conclusin es lgica, el nico recurso de esas masas sin ideas y sin capacidadpara defender lo que pretenden es la accin directa, la violencia.

    "Cuando la masa acta por s misma, lo hace slo de una manera, porque no tiene otra:lincha. [...] Ni mucho menos podr extraar que ahora, cuando las masas triunfan, triunfela violencia y se haga de sta la nica ratio, la nica doctrina."

    Ortega y Gasset, J. (1983, p. 118).

    "Afortunadamente", Ortega tiene la solucin, dejar el gobierno en manos dela minora excelente, puesto que la masa...

    "ha venido al mundo para ser dirigida, influida, representada, organizada [...] Pero noha venido al mundo para hacer todo eso por s. Necesita referir su vida a la instanciasuperior, constituida por las minoras selectas. [...] [Puesto que] el hombre es, tenga ganasde ello o no, un ser constitutivamente formado a buscar una instancia superior".

    Ortega y Gasset, J. (1983, p. 117).

    Lecturas recomendadas

    Si estis interesados en ir directamente a las fuentes, es conveniente que consigis unaedicin que incluya, adems del "Eplogo para ingleses", el "Prlogo para franceses", es-crito en 1937.

    Si os interesa la vida y obra de Ortega y la poca en que le toc vivir, os recomendamosencarecidamente la lectura del libro siguiente:

    Morn,G. (1998). El maestro en el erial. Ortega y Gasset y la cultura del franquismo. Tusquets.

    Por ltimo, tambin es muy recomendable la lectura de sus intervenciones sobre el Es-tatuto de Catalua en las Cortes constituyentes (12 de mayo, 2 junio y 27 de julio de1932). Los podis encontrar en:

    OrtegayGasset,J. (1990). Discursos polticos (pp. 227-281). Madrid: Alianza.

    Para terminar, un dato que quiz es anecdtico. Con anterioridad mencion-bamos el episodio entre Le Bon y Einstein. Pues bien, parece que los puntosde unin entre "el pensador espaol" y el francs llegan incluso hasta aqu,puesto que en el "Eplogo para ingleses", que aparece en la edicin de 1938 deLa rebelin de las masas, se incluye un texto "Sobre el pacifismo", escrito en1937, es decir, en plena Guerra Civil, en el que Ortega se queja de la "insolente

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    intervencin" de Einstein, quien "se ha credo con 'derecho' a opinar sobre laGuerra Civil espaola y opinar ante ella" (Ortega y Gasset, 1983, p. 203). Noes el nico que queda malparado en este texto; corren la misma suerte susdestinatarios especficos, la opinin pblica inglesa, a la que tambin se acusade opinar sobre lo que no conoce.

    Por cierto, al inicio del "Prlogo para ingleses", Ortega habla de la "nerviosidadde los ltimos meses". Ser necesario recurrir a los libros de historia para sabera qu se puede estar refiriendo, en abril de 1938, con este eufemismo?

    Estamos casi seguros de que un nmero relativamente importante de psiclo-gos sociales espaoles no est de acuerdo con el enfoque que hemos dado a esteapartado sobre Ortega. El inters renovado por su redescubrimiento ha llevadoa que, ltimamente, se le califique de antecedente importante de la Psicologasocial histrica, de algunas psicologas sociales actuales como la etogenia, oincluso de la Psicologa social posmoderna (Ovejero, 1997). Sin embargo, re-conocer la importancia y la influencia de la obra de Ortega, que nadie puedeponer en duda, no debera ser obstculo para poder realizar, al mismo tiempo,un planteamiento ideolgicamente crtico de, como mnimo, parte de ella.

    1.2.2. Wilhem Wundt: la Psicologa de los pueblos

    Wilhem Wundt (1832-1920) suele ser asociado primordialmente con la fun-dacin de la Psicologa experimental, quedando as eclipsadas sus contribu-ciones a la Psicologa social. Wundt conceba la Psicologa experimental y laVlkerpsychologie ('Psicologa de los pueblos') como complementarias. Las cien-cias naturales deberan fundamentar la Psicologa experimental, mientras quelas ciencias sociales fundamentaran la Vlkerpsychologie. Sobre la Psicologaexperimental recaa el estudio de los procesos mentales individuales y sobrela Psicologa de los pueblos, el anlisis de los aspectos sociales de los procesosindividuales tal como se manifiestan en el lenguaje, los mitos y las costumbrespor medio del estudio comparativo e histrico:

    Simposio sobre Ortega

    El VII Congreso Nacional dePsicologa social, celebradoen septiembre de 2000, tuvoun simposio dedicado a Orte-ga con el ttulo "El hombre yla gente: perspectivas sobreel pensamiento psicosocial enOrtega".

    "La Vlkerpsychologie puede ser considerada como una rama de la Psicologa [...] Su obje-tivo es el estudio de los productos mentales que son creados por una comunidad huma-na y que son, por lo tanto, inexplicables en trminos de una conciencia individual, alpresuponer la accin recproca de muchos."

    Wundt, W. (1916, p. 3, citado en J. L. lvaro, 1995, p. 6).

    Para Wundt, en la interpretacin de los procesos mentales superiores, la Psi-cologa de los pueblos es inseparable de la Psicologa de la conciencia indivi-dual, en la medida en que la segunda descansa en la primera. En efecto, nopuede existir una Psicologa de los pueblos al margen de los individuos queparticipan en las relaciones recprocas, por lo que es preciso considerar que laVlkerpsychologie presupone una psicologa individual, dado que provee de loselementos necesarios para la interpretacin de la conciencia individual. Enefecto, los procesos mentales participan de una naturaleza social e histricapor su vinculacin a la cultura y al lenguaje, por lo que hacer inteligible la

    Wilhelm Wundt.

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    dimensin social del individuo pasa, necesariamente, por el estudio del len-guaje, no en su consideracin individual, sino formando parte de la historiade la comunidad. La Vlkerpsychologie consiste en un intento de estudio de lagnesis de la mente humana como producto social e histrico, lo que hace dela misma una psicologa social histrica (lvaro, 1995).

    1.2.3. Sigmund Freud: Psicologa de las masas y anlisis del yo

    Para muchos, Sigmund Freud (1856-1939) no slo fue el creador de la teorapsicoanaltica, sino tambin uno de los grandes psiclogos sociales de princi-pios de siglo, puesto que en algunas de sus obras trata temas muy afines a laPsicologa social. Un ejemplo de ello es la publicacin, en 1921, de Psicologade las masas y anlisis del yo, en la que retoma el tema planteado por Le Bon.

    Antes de continuar hablando de esta obra, permitidnos sealar un dato. Comohemos comentado, Le Bon escribe su libro en 1895, en plena poca de cam-bios y transformaciones en Europa (y con la memoria fresca de los aconteci-mientos de la Comuna de Pars) y, aos ms tarde, Ortega publica su libro en1930, cuando Espaa tambin est plenamente inmersa en toda una serie deprocesos de cambio que desembocaron en la instauracin de la Repblica y,posteriormente, en la Guerra Civil (periodo durante el cual escribi el prlogoy el eplogo a los que hemos aludido con anterioridad). Por su parte, Freudtambin escribe sobre las masas en 1921, teniendo probablemente todava enla retina las imgenes de "la gran guerra" (Primera Guerra Mundial, 1914-1918)y avanzando el surgimiento de los movimientos totalitarios. Por tanto, pareceevidente que los acontecimientos histricos no son ajenos al inters por lasmasas.

    En el libro que mencionamos, Freud recoge las aportaciones de autores clsi-cos como Le Bon o McDougall, con quienes reconoce ciertas similitudes ensus planteamientos, pero con los que igualmente manifiesta mantener ciertasdiscrepancias.

    "Hemos utilizado como punto de partida la exposicin de Gustavo Le Bon, por coincidirconsiderablemente con nuestra psicologa en la acentuacin de la vida anmica incons-ciente. Mas ahora hemos de aadir que, en realidad, ninguna de las afirmaciones de esteautor nos ofrece algo nuevo."

    Freud, S. (1974, p. 2571).

    El planteamiento de Freud asume que la persona dentro de la masa experi-menta una modificacin de su "actividad anmica", algo que otros autores hanexplicado basndose en la idea de "sugestin" o de "imitacin". Por su parte,Freud pretende explicar el fenmeno introduciendo el concepto de lbido, esdecir, la idea de que los vnculos que se establecen entre los miembros de lamasa son de tipo amoroso o, como dice l, "o para emplear una expresinneutra, lazos afectivos" (Freud, 1974, p. 2577).

    Freud y la Psicologa social

    En el libro de James A. Sche-llenberg, Freud aparece juntoa Mead, Lewin y Skinner comouno de Los fundadores de lapsicologa social.

    Freud en 1922.Fuente: Obras completas,lmina 83.

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    Lecturas recomendadas

    No consideramos que ste sea el lugar adecuado para un desarrollo completo de los plan-teamientos de Freud, por lo que slo os ofreceremos unas breves pinceladas. Si estis in-teresados en ampliarlas, os podis remitir a Moscovici (1985) o al artculo:

    Pick,D. (1995). Freud's Group Psichology and the history of the crowd. History WorkshopJournal, 40, 39-61.

    "Nuestra esperanza se apoya en dos ideas. En primer lugar, la de que la masa tiene quehallarse mantenida en cohesin por algn poder. Y a qu poder resulta factible atribuirtal funcin si no es a Eros, que mantiene la cohesin de todo lo existente?"

    Freud, S. (1974, p. 2578).

    Para ilustrar esta idea, Freud seala, en primer lugar, la diferencia entre dis-tintos tipos de masas, y resalta la diferenciacin entre aquellas que tienen undirector y las que no disponen de este ltimo. Los ejemplos que utilizar sernlos relativos a dos tipos de masas que cumplen este requisito: el Ejrcito y laIglesia, y en los que puede apreciarse la influencia de la lbido.

    "En la Iglesia [...] y en el Ejrcito reina, cualquiera que sean sus diferencias en otros as-pectos, una misma ilusin: la ilusin de la presencia visible o invisible de un jefe [...] queama con igual amor a todos los miembros de la colectividad."

    Freud, S. (1974, p. 2578).

    Por tanto, en estas masas, y en otras con estas caractersticas, se produce unadoble relacin de tipo libidinoso, hacia el jefe y hacia el resto de los miembros,que es la que mantiene unida a la masa. Esto es lo que hace que se observe ladesaparicin de las caractersticas individuales, el sentimiento de unidad.

    Para explicar esto ltimo, Freud recurre de nuevo a un concepto elaboradoen otras obras, el de identificacin, que hace que aspiremos "a conformar elpropio yo anlogamente al otro tomado como modelo" (Freud, 1974, p. 2585),y concluye lo siguiente:

    "Tal masa primaria es una reunin de individuos que han reemplazado su ideal del 'yo'por un mismo objeto, a consecuencia de lo cual se ha establecido entre ellos una generaly recproca identificacin del 'yo'."

    Freud, S. (1974, p. 2592).

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    2. Enfoques tericos de los comportamientoscolectivos

    2.1. Teoras del contagio

    En la prctica, las teoras del contagio, como seala Jimnez Burillo (1981), noson teoras, puesto que cuando se habla de contagio se est aludiendo a unmecanismo explicativo presente en la obra de diferentes autores, de los cualesel ms representativo es Le Bon, para quien el contagio constituye uno de lostres procesos implicados en el comportamiento colectivo.

    Adems de los autores clsicos, el contagio ha sido defendido, ms reciente-mente, por M. Blumer (no confundir con Herbert Blumer, creador del inte-raccionismo simblico), quien lo explica como una "reaccin circular" en laque el contagio tiene, asimismo, un efecto reforzador, puesto que el hecho deque una persona reaccione de la misma manera que otra ante un determinadoacontecimiento lleva a que la conducta de la primera persona se vea a su vezreforzada. Es un contagio de ida y vuelta.

    Por tanto, todos ellos afirman que la presencia de otras personas puede darlugar a lo que podramos denominar procesos de influencia interpersonal, quehacen que un sentimiento, una actitud o una conducta se cierren difundiendode una persona a otra, y contagiando as a todo el grupo como si se tratarade un virus.

    La simplicidad de estas explicaciones hace que hayan recibido numerosas cr-ticas, que Jimnez Burillo (1981, p. 274) resume de la manera siguiente:

    Ausencia de evidencia emprica de la existencia del contagio emocional.

    Ausencia de evidencia emprica de los mecanismos supuestamente actuan-tes: sugestin, identificacin, etc.

    Poder explicativo limitado.

    2.2. Teoras de la convergencia

    Otras teoras enfatizan la necesidad de que los miembros de la masa compartanalgn tipo de caracterstica comn. Milgram y Toch (1969) ponen el ejemplode una sala de hospital en la que estn ingresados pacientes con una mismaenfermedad sin que se la hayan contagiado unos a otros.

  • FUOC P08/80510/02097 24 Procesos colectivos y accin social

    Por tanto, la conducta homognea de la masa obedece al hecho de que al tenersus miembros caractersticas comunes, es fcil esperar que el tipo de conductasea similar. Por ejemplo, si esta ltima es violenta, significa que las personasde la masa comparten la caracterstica de ser personas violentas (mientras queen el modelo anterior podra cuestionarse que lo fueran todas, dado que slosera necesario que unas cuantas personas violentas "infectaran" su violenciaal resto).

    Milgram y Toch (1969) mencionan algunas investigaciones en las quese podra interpretar la violencia colectiva de un grupo de personas ba-sndose en este modelo. En concreto mencionan la observacin de queno toda la poblacin (incluso en pequeas ciudades del sur de EstadosUnidos) participa en los actos de linchamiento, lo que llevara a afirmarque los participantes son personas propensas a la violencia.

    El 27 de octubre de 2001, entre muchas otras imgenes de "LibertadDuradera", algunas televisiones mostraron imgenes de periodistas oc-cidentales que eran apedreados por refugiados afganos en la fronteraentre Afganistn y Pakistn. Los periodistas tuvieron que escapar co-rriendo mientras eran perseguidos por las piedras.

    Creis que la mejor explicacin de este acontecimiento puede ser quelos periodistas tuvieron la mala suerte de encontrarse en un punto dealta densidad de refugiados violentos?

    2.3. Teora de la norma emergente

    Los modelos anteriores comparten la caracterstica de asumir la homogenei-dad de conducta de los miembros de una masa, algo que contrasta con la reali-dad, puesto que un examen detenido de las conductas colectivas muestra queno todos los miembros actan de la misma manera.

    Por otra parte, diferentes investigaciones clsicas de la Psicologa social hanmostrado que la interaccin con los pequeos grupos da lugar a la aparicin denormas o estndares de conducta que ejercern, una vez formadas, una fuerteinfluencia sobre su conducta.

    stos son los puntos de partida de la teora de la norma emergente formuladaoriginalmente por Turner y Killian (1957), quienes afirman que la actuacin dela persona depende de su percepcin sobre las normas que rigen en la situacinen que se encuentra. Estas ltimas no son las convencionales o institucionales,no provienen de fuera, sino que son creadas en el transcurso de la interaccincon el grupo. Lo mismo que en la investigacin de Sherif, la ambigedad dela situacin favorece la aparicin de estas normas.

    Lectura complementaria

    Probablemente, la investiga-cin ms representativa so-bre la aparicin de normas esla de Muzafer Sherif.Sherif,M. (1936). La forma-cin de las normas sociales:el paradigma experimental.H.ProshanskyyB.Seiden-berg (1973). Estudios bsicosde Psicologa Social (pp. 566-567). Madrid: Tecnos.

  • FUOC P08/80510/02097 25 Procesos colectivos y accin social

    La conducta de la masa no es, por tanto, irracional o irreflexiva, sino que esnormativa, al menos en relacin con las normas generadas por el propio grupo.De hecho, gran parte de las comunicaciones que se dan en el grupo tendrnla funcin de definir la situacin e identificar las normas existentes.

    2.4. Teora del valor aadido o tensin estructural

    Smelser (1970) destaca el papel reivindicativo y propositivo del comporta-miento colectivo, y cmo ste est dirigido a la obtencin de unas metas quese consideren inaccesibles por otras vas.

    "Segn Smelser (1963), la conducta colectiva ocurre cuando las personas se preparan paraactuar sobre la base de una creencia que se centra en el cambio de algunos aspectosde la sociedad; pero surge slo cuando no hay forma de conseguir el resultado deseadomediante las instituciones normales de la sociedad. Es, por lo tanto, conducta que ocurrefuera de las instituciones, y que est propositivamente orientada hacia el cambio."

    Milgram, S., y Toch, H. (1969, p. 555).

    Para que finalmente llegue a realizarse el comportamiento colectivo, es precisoque se cumplan seis determinantes en un orden particular, teniendo en cuentaque cada uno de los mismos constituye condicin necesaria para el siguiente:

    1) Conductividad estructural: condiciones estructurales generales necesariaspara un episodio colectivo.

    2) Tensin estructural o conflictos entre elementos del sistema: una de lasposibles fuentes de tensin tiene su origen en la deprivacin de privilegios.

    3) Desarrollo y expansin de creencias: sobre las causas de la tensin (fuerzasy agentes) y sobre las formas de eliminarla o disminuirla.

    4) Factores desencadenantes: algn tipo de acontecimiento que acta comodetonador de la accin.

    5) Movilizacin para la accin: todo lo anterior lleva a la necesidad de impli-car al grupo. Aqu tiene un papel importante la actuacin de los lderes.

    6) Control social: actuaciones por parte de los agentes de control social paraintentar evitar (aunque a veces sea para fomentar) la accin.

    El modelo se ha utilizado con xito parcial para explicar distintos casos decomportamiento colectivo en la que se han producido enfrentamientos, porejemplo, Milgram y Toch (1969) se refieren a las reivindicaciones estudiantilesde 1964 en Berkeley; Lewis (1975), a los enfrentamientos que se produjeronen 1970 en la universidad de Kent (que se saldaron con la muerte de cuatroestudiantes por disparos de la polica). Por otro lado, Rebolloso (1994) se refiereal motn de la prisin de tica (1971), en el que murieron veintiocho internos Titulares de diarios sobre el motn en tica.

  • FUOC P08/80510/02097 26 Procesos colectivos y accin social

    y nueve guardianes (todos por disparos de la polica que asalt la prisin). Deacuerdo con este ejemplo, podemos concluir que, como mnimo, el modelopredice correctamente el ltimo elemento, el control social.

    2.5. Teora de la identidad social

    En 1971, Henry Tajfel, junto a otros autores, publica un artculo en el que sedescribe lo que con posterioridad se conocern como experimentos del paradig-ma mnimo. No explicaremos aqu el detalle de la investigacin, basta saberque los resultados obtenidos por los autores permiten observar cmo, en unasituacin en la que se reparte una cantidad de dinero entre una persona per-teneciente al propio grupo y una perteneciente a otro, existe una tendenciaa favorecer al miembro del propio grupo. Probablemente pensaris que esteresultado no va ms all del sentido comn; sin embargo, lo interesante deestos experimentos es que muestran que esa tendencia a favorecer al miembrodel propio grupo no se lleva a cabo en trminos absolutos, sino en trminosrelativos. Es decir, lo que define "favorecer" no es la cantidad absoluta que re-cibe, sino la cantidad en relacin con la que recibe la persona del otro grupo.El favorecimiento puede implicar, por ejemplo, dar una cantidad baja de di-nero al propio grupo siempre y cuando ello implique que la persona del otrogrupo obtenga una cantidad todava inferior. Poda preferirse, por ejemplo,una distribucin 7/1 a una 19/25.

    La explicacin a esta conducta aparentemente ilgica da pie a una de las teo-ras capitales de la Psicologa social, la teora de la categorizacin, comparacinde la identidad social. La necesidad de obtener una identidad social positiva esla que provoca que procuremos diferenciar positivamente a nuestro grupo conrespecto a otros. Si en el proceso de comparacin nuestro grupo sale favore-cido, nosotros salimos favorecidos, obtenemos una identidad social positiva,definida de la manera siguiente:

    "Aquella parte del autoconcepto de un individuo que deriva del conocimiento de su per-tenencia a un grupo (o grupos) social junto al significado valorativo y emocional asocia-do a dicha pertenencia."

    Tajfel, H. (1984, p. 292).

    Basndose en esta teora, en la dcada de los ochenta John C. Turner desarrollala teora de la autocategorizacin. Esta ltima plantea tres posibles niveles decategorizacin del yo: el supraordenado (ser humano); un nivel intermediode tipo grupal con categorizaciones in-group/out-group, y un nivel subordinadoen el que la categorizacin se realiza en el nivel personal. Al mismo tiempo,plantea que la autopercepcin tiende a variar en un continuo que ira desdelo totalmente personal (mxima diferenciacin entre el yo y los miembros delpropio grupo) a lo totalmente grupal (mxima similitud con el propio grupoy mxima diferenciacin con otros grupos). Puesto que se trata de un conti-nuo, tambin pueden darse niveles intermedios, con lo que los dos tipos dediferenciaciones no son exclusivos y se podran dar al mismo tiempo.

    Teora de la comparacinsocial

    Aos antes, Leon Festingerplante una teora similar, enla que la identidad de la perso-na era el resultado de un pro-ceso de comparacin con otraspersonas. La diferencia conTajfel consiste en que mientrasFestinger plantea un procesode comparacin interpersonal,Tajfel propone un proceso decomparacin intergrupal. Aun-que en ambos casos se hablade identidad, en el primero setrata de una identidad perso-nal, mientras que en el segun-do es una identidad social.

  • FUOC P08/80510/02097 27 Procesos colectivos y accin social

    El haber trado hasta aqu esta teora obedece al hecho de que nos permiteuna explicacin de la homogeneidad de la conducta de la masa que va msall de las explicaciones en trminos de contagio en las que se afirma que elindividuo pierde su identidad, que se convierte en un miembro indiferenciadode la masa sufriendo un proceso de "desindividualizacin".

    Turner prefiere hablar de despersonalizacin:

    "La despersonalizacin se refiere a los procesos de 'auto-estereotipado' por los que las per-sonas se perciben a s mismas ms como ejemplares intercambiables de una categora so-cial que como personalidades nicas definidas por sus diferencias individuales de otros."

    Turner, J. C. (1987, p. 50).

    Entendida as, la despersonalizacin se diferencia de la desindividualizacinen el hecho de que no implica una prdida de la identidad individual, sino uncambio del nivel personal en el nivel social de identidad.

    Partiendo de estos presupuestos, Stephen Reicher formula uno de los modelosde conducta de masas ms interesantes que podemos encontrar en la actuali-dad, un modelo que ofrece explicaciones de la conducta de masas radicalmen-te diferentes a las clsicas (contagio) e, incluso, a las de apariencia ms social,como la teora de la norma emergente.

    Para Reicher, los miembros de una masa comparten una misma autocategori-zacin; es decir, se consideran a s mismos miembros de un grupo y, por con-siguiente, con unas caractersticas comunes que los diferencian de otros gru-pos. Aunque la teora de la autocategorizacin afirma que los miembros delgrupo se conforman a las normas estereotipadas asociadas con su grupo, en elcaso de las masas, caracterizadas por la novedad y la ambigedad, no pareceprobable que existan tales normas. En ese caso, segn Reicher, tales normas,las conductas adecuadas a la situacin, se infieren a partir de la percepcin delas conductas realizadas por otros miembros del grupo (aspecto inductivo de lacategorizacin en trminos de Turner). Cuanto ms representativa del gruposea considerada una persona, ms influencia tendr sta en la definicin dela conducta normativa.

    Las conclusiones bsicas a las que llega Reicher son las siguientes:

    Los miembros de la masa actan en trminos de una identidad social co-mn, hecho que se opone a las concepciones segn las cuales en la masase produce una prdida de la identidad. Ocurre ms bien lo contrario, unrefuerzo de la identidad, pero no en el sentido individual, sino en el social.

    El contenido de la conducta de la masa estar limitado por la naturalezade la categora social a que pertenecen, cosa que implica que la conductano ser necesariamente destructiva o violenta, puesto que la forma queadoptar su conducta depender de su identidad social.

    Lectura complementaria

    Reicher aplica este modeloal anlisis de distintos distur-bios.El ms famoso de entre elloses el anlisis que realiza delos "Disturbios deSt. Paul's".Para tener una visin real-mente clara de la propuestade Reicher, es muy recomen-dable que hagis esta lectura.Reicher,S. (1984). The St.Paul's riot: an explanation ofthe limits of crowd action interms of a social identity mo-del. European Journal of SocialPsichology, 14, 1-21.

  • FUOC P08/80510/02097 28 Procesos colectivos y accin social

    Aunque este modelo puede aparentar similitudes con la teora de la nor-ma emergente, Reicher (1996) seala que, aunque sta rompe con lairracionalidad de los enfoques ms clsicos, tambin presenta algunosproblemas. En primer lugar, el proceso de aparicin de normas no esadecuado para situaciones en las que la masa acta y cambia con rapi-dez. En segundo lugar, se da un carcter individualista a las normas,dado que stas surgen por las predisposiciones de determinados indivi-duos (prominentes) del grupo.

    Para resumir el planteamiento de Reicher, nada mejor que hacerlo con suspropias palabras:

    "El argumento clave es que las personas no tienen una identidad singular y nica, sinoque ms bien son capaces de definirse a diferentes niveles de abstraccin. Pueden defi-nirse en trminos de sus diferencias personales con respecto a otras personas, pero igual-mente pueden definirse tambin en trminos de cmo su grupo se diferencia de otrosgrupos (identidad social). Adems, cuando las personas actan en trminos de cualquieridentidad social dada (un hombre, un catlico, un socialista), su conducta est determi-nada por los significados asociados con el grupo (masculinidad, catolicismo, socialismo),ms que con sus creencias y valores personales. Aplicado a la Psicologa de las masas,el argumento es que las personas no pierden su identidad en la masa, ni su conductarefleja una personalidad defectuosa, ms bien cambian de una identidad personal a unaidentidad colectiva. De la misma forma, no es que la conducta de una persona est sujetaa una prdida de control, ms bien se pasa de actuar individualmente en trminos decreencias y valores individuales a actuar colectivamente en trminos de creencias colec-tivas compartidas."

    Stott, C., y Reicher S. (1998, p. 511).

    Aunque este modelo presenta evidentes ventajas con respecto a los anteriores,recientemente el mismo Reicher (1996) ha planteado que presenta dos limi-taciones importantes.

    En primer lugar, el modelo (modelo de la identidad social) da por asumidoque la identidad social determina la accin, pero no se consideran los procesosmediante los cuales sta se construye. As, en el caso de los conflictos, podrallegar a plantearse que estos ltimos son algo inevitable dada la naturaleza dealgunas masas. En segundo lugar, presta poca atencin a las dinmicas inter-grupales. Es decir, todo el anlisis se centra en las percepciones de los miem-bros de la masa, sin considerar cmo pueden afectar las acciones de una delas partes (el grupo al que se suele enfrentar la masa) a las conductas y percep-ciones de la otra.

    Ante estos problemas, Reicher reformula sus planteamientos iniciales pasandoa hablar del "modelo elaborado de identidad social" (ESIM), en el que se des-taca cmo los acontecimientos de masa se caracterizan, principalmente, portratarse de relaciones intergrupales y que, como tales, la identidad social delos miembros de la masa y, por tanto, sus acciones, dependen de las dinmicasde dichas relaciones.

  • FUOC P08/80510/02097 29 Procesos colectivos y accin social

    De este modo, se puede entender que una masa, con independencia de lascaractersticas de sus miembros, puede redefinir el curso adecuado de accin,la conducta normativa en ese contexto, en funcin de las relaciones que man-tenga con el otro grupo. Una ilustracin interesante de este modelo la pode-mos encontrar en el anlisis que realiza Reicher de los conflictos entre estu-diantes y policas en 1988 en la conocida como "la batalla de Westminster"(Reicher, 1996) y, ms recientemente, en el anlisis de los conflictos entre afi-cionados ingleses y la polica francesa durante las finales de 1998 de la copamundial de ftbol (Scott, Hutchinson y Drury, 2001).

    "La mayora de los estudiantes partieron con una idea de s mismos como personas res-petables ejerciendo el derecho democrtico a protestar (y por tanto se distanciaron de losradicales que convocaban a acciones de confrontacin). La polica, sin embargo, consi-der a la masa de estudiantes como homognea, como una amenaza peligrosa y actuaroncon el objetivo de impedir su progreso hacia el Parlamento. Esta accin fue vista comoilegtima por los estudiantes en su conjunto y los unific en oposicin a la polica. In-cluso, esa unidad les fortaleci para enfrentarse activamente al cordn policial."

    Drury, J., y Reicher, S. (2000, p. 582).

  • FUOC P08/80510/02097 30 Procesos colectivos y accin social

    3. Condicionamientos ideolgicos en el estudio de loscomportamientos colectivos

    "A comienzos del presente siglo, se estaba seguro de la victoria de las masas; a su trmino,nos encontramos por completo cautivos de quienes las conducen."

    Moscovici, S. (1985, p. 9).

    Williamson country, Illinois, 1922

    Un grupo de mineros en huelga asalta una mina reabierta con mineros no sindicados.Los esquiroles son capturados y se los obliga a dirigirse hacia la ciudad. De repente, loshuelguistas les dicen que empiecen a correr y, cuando lo hacen, les disparan.

    Desde el punto de vista de Floyd Allport, este acontecimiento constituye unejemplo del tipo de conducta que pueden manifestar las masas en estados deexcitacin. Una masacre en este caso.

    Por su parte, Steve Reicher (1987) comenta cmo se podra haber descrito estemismo acontecimiento de una manera diferente.

    Williamson country, Illinois, 1922

    "[La huelga] reivindicaba las mejoras de las condiciones descritas oficialmente como 'peo-res que los esclavos antes de la guerra civil'. Despus de ocho semanas la compaa lleva trabajadores para reabrir la mina. Cuando los huelguistas intentaron hablar con esoshombres, los guardias de la mina dispararon y mataron a cinco de ellos. Poco despusotro minero fue disparado cuando se encontraba a media milla de la mina. Empezaronentonces escaramuzas bajo el mando de veteranos de guerra. Un avin dej caer dinamitasobre la mina. A medida que avanzaban se encontraban bajo el fuego de ametralladorasde los guardias, pero a pesar de ello tomaron la mina y slo despus ocurri la masacre".

    Reicher, S. (1987, pp. 176-177).

    Aunque el resultado es el mismo, la muerte de unos trabajadores (aunque es-quiroles) a manos de otros, evidentemente, la impresin que nos producen losdos relatos no es la misma. En el primero se destaca nica y exclusivamentela irracionalidad y violencia de los trabajadores (la 'chusma irreflexiva y cri-minal'?), mientras que en el segundo encontramos una versin en la que secontextualiza la situacin como una de conflicto entre obreros-empresarios,un conflicto que, aade Reicher, tiene una duracin temporal ms all de esteepisodio concreto, puesto que se enmarca en un periodo de huelgas y reivin-dicaciones pacficas que se remontaban a 1919. La violencia por parte de loshuelguistas slo se produce despus de que se utilice la violencia contra ellos.Es un acontecimiento nico que se produce al final del proceso.

    Esto significa que el comportamiento de la masa es contextual, que forma partede un proceso de conflicto intergrupal que expresa una concepcin colectivade lo que es correcto en cada momento, algo que ya avanzaba Stoetzel en

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    1965 al afirmar que "las violencias colectivas son instituidas y no espontneas.Tienen un sentido y una funcin sociolgica, y no resultan de impulsos ciegosdel instinto" (p. 227).

    Este ejemplo ilustra uno de los problemas con los que se enfrenta el estudiodel comportamiento colectivo: el efecto de la ideologa.

    Tanto la obra de Le Bon como la de otros autores supone un ataque a los movi-mientos de protesta colectiva, enfatizando los aspectos de violencia e irracio-nalidad. Incluso Allport, defensor de concepciones individualistas, opta por lomismo, puesto que afirmar que en la masa se acentan las caractersticas in-dividuales y se eliminan o reducen las conductas aprendidas. En ambos casosse rechaza el papel de los determinantes sociales en la conducta de las masas.

    Sin embargo, como ya avanzaba Carl J. Couch en 1968, los estereotipos domi-nantes sobre las masas resaltan su carcter emocional y su violencia, sin teneren cuenta que, en realidad, segn el autor, no son antisociales; aunque puedenperseguir cambios en el statu quo de una sociedad, esto les puede convertiren antisocietales, pero no antisociales, entre otras cosas porque los cambioscolectivos constituyen un fenmeno social.

    Al ocultar el enfrentamiento ideolgico entre la masa y sus oponentes (mine-ros y empresarios en el ejemplo), al ocultar el contexto de la conducta de ma-sa, su accin se patologiza.

    Las consecuencias de descontextualizar la accin de la masa de su contextoideolgico y estructural, segn Reicher (1996), tiene consecuencias en el planoexplicativo y en el poltico.

    En el plano explicativo las consecuencias son las siguientes:

    1) Al no interpretar el comportamiento de las masas en relacin con su en-torno social, estos comportamientos aparecen verificados como caracte-rsticas genricas de las masas.

    2) De la misma forma, dichos comportamientos aparentarn no tener senti-do, con lo que la masa ser caracterizada como irracional.

    3) Al proyectar los problemas y tensiones de la sociedad en la naturaleza mis-ma de las masas, stas sern tratadas como un fenmeno negativo.

    En el mbito poltico nos encontramos con otras tres consecuencias de la des-contextualizacin:

  • FUOC P08/80510/02097 32 Procesos colectivos y accin social

    1) Una denegacin de la culpabilidad. Si la violencia es una caracterstica dela masa, no puede responsabilizarse de la misma ni a las injusticias socialesni a las acciones de agentes externos (como el ejrcito y la polica).

    2) Una negacin de la voz, puesto que la masa es estpida, no tiene nada quedecir, no tiene nada significativo que expresar.

    3) Legitimacin de la represin, puesto que por lo que hemos visto no esposible razonar con las masas (estpidas, destructivas), la mejor forma detratarlas es enfrentarse a ellas con firmeza.

    "Si la responsabiliad principal de cualquier gobierno democrtico es el bienestar de lasociedad, entonces cualquier distorsin del orden social pone en cuestin su protectora-do. Atribuir el conflicto a la patologa inherente de las masas resuelve el problema sinllamar la atencin sobre reas bajo el control gubernamental como la poltica econmicay social o la conducta de las fuerzas del estado. La lite poltica tiene mucho que ganarsi se acepta una explicacin leboniana."

    Reicher, S. (1996, p. 540).

    Como afirman Apfelbaum y McGuire (1986), la perspectiva sobre las masasque se desprende de la obra de Le Bon y parte de sus coetneos excluye losaspectos polticos y sociales, reproduciendo los argumentos de la derecha an-ti-Comuna de la poca.

    Sin embargo, no es privilegio de Le Bon el producir tales entusiasmos; granparte de los autores que en esta poca se dedican al estudio de las multitudesgeneran reacciones similares.

    "Se debe reconocer, sin embargo, que con la 'psicologa de las multitudes' el estudio psi-cosociolgico de los fenmenos colectivos haba tomado un rumbo desastroso. El lamen-table xito de las ideas as lanzadas al pblico, a finales del siglo XIX, ha deformado porlargo tiempo las perspectivas, desalentado las investigaciones y producido en muchoscientficos un descrdito de la psicologa social de los fenmenos colectivos, que no me-rece ya."

    Stoetzel, J. (1965, p. 221).

    En su anlisis de dos disturbios ocurridos en Argentina en la dcada de los no-venta (Santiago del Estero, 1993 y Corrientes, 1999), Santiago Auyero (2001)recuerda las dos condiciones que, segn Walton y Rabin (1990), dan lugar a laemergencia de las protestas en los pases del Tercer Mundo: la sobreurbaniza-cin, es decir, las tasas de urbanizacin que van ms all de las posibilidadesde una poblacin en funcin de su grado de industrializacin, y los efectosderivados de las intervenciones poltico-econmicas en estos pases por par-te de agencias internacionales, en concreto, las actuaciones o demandas porparte del Fondo Monetario Internacional. Al anlisis de estas condiciones dembito global, Auyero aade la necesidad de analizar a los mediadores locales(lo que da pie para que hable de Glocal Riots), que en el caso argentino tienensu mxima expresin en la endmica corrupcin econmica por parte de laclase poltica.

    Lectura recomendada

    Walton,J.,yRabin,C.(1990). Global and nationalsources of political protest:Throw World responses tothe deabt crisi. American So-ciological Review, 55, 876-890.

  • FUOC P08/80510/02097 33 Procesos colectivos y accin social

    Esta relacin ideolgica entre esas perspectivas y determinadas orientacionespolticas ha quedado reflejada por el uso dado a las ideas de Le Bon por partede los grandes dictadores de principios del siglo XX. Benito Mussolini y AdolfHitler son slo dos de los polticos que se apoyan en sus doctrinas, de formatotalmente explcita el primero y algo ms oculta el segundo. Tambin paraalgunos, segn Moscovici (1985), a Le Bon le corresponde el dudoso honor deser considerado no slo el padre de la Psicologa de las masas, sino tambinuno de los precursores de las ideas (y prcticas) racistas en la Europa de lossiglos XIX y XX.

    Asimismo, Aguirre y Quarantelli (1983) comentan que los trabajos de com-portamiento colectivo se han criticado debido a la posible influencia de fac-tores de tipo poltico e ideolgico sobre los autores que los han desarrollado,lo que ha podido llevar a sesgos en sus resultados e interpretaciones. De entrelas diferentes lneas de crtica que mencionan, destacamos la que se refiere a laproteccindelstatusquo: aunque tericamente los posibles sesgos podranfavorecer posturas polticas de diferente signo, stos se dan, bsicamente, afavor del poder establecido, no slo en cuanto a las explicaciones de los fen-menos, sino tambin en cuanto al rango de fenmenos que hay que estudiar,favorecindose una perspectiva "administrativa" en la que los problemas quese deben estudiar no son precisamente los de los desfavorecidos que buscanel cambio.

    "Parte de las crticas ideolgicas parecen basarse en una identificacin de los estudiosdel comportamiento colectivo, pasados y presentes, con un enfoque sociopsicolgicoque resalta los aspectos irracionales o emocionales, es decir, la patologa social. Esto seopone, implcita o explcitamente, al inters sobre la racionalidad y la organizacin socialdel fenmeno del comportamiento colectivo. [...] El enfoque sociopsicolgico, con unenfoque sobre el individuo y la patologa social lleva, segn los crticos, a una imagendistorsionada del fenmeno que lo aboca a una denigracin por parte de los defensoresdel statu quo."

    Aguirre, B. E., y Quarantelli, E. L. (1983, p. 202).

    Clifford Stott y Steve Reicher (1998) aaden que otro problema o limitacin,evidentemente de tipo ideolgico, presente en gran parte de las investigacio-nes sobre masas, consiste en no considerar su carcter de interaccin inter-grupal y, especialmente, el que hace referencia a la interaccin entre la ma-sa (manifestantes) y la polica. Si, como sealan diferentes investigaciones, elconflicto se desencadena principalmente cuando intervienen las fuerzas delorden, el anlisis de los disturbios y los desrdenes debera analizar tambinel comportamiento de tales fuerzas.

    "Reduciendo la explicacin del conflicto colectivo a la patologa inherente de slo unade las partes implicadas la masa no slo se elimina todo el significado de la accin dela masa, sino que tambin se elimina toda responsabilidad del orden social y justifica elincremento de la represin como la nica forma de tratar a las masas."

    Stott, C., y Reicher, S. (1998, p. 511).

  • FUOC P08/80510/02097 34 Procesos colectivos y accin social

    La "batalla de Gnova" (20-22 de julio de 2001) se sald, adems de con des-trozos ocasionados por los manifestantes, con la muerte de uno de ellos (CarloGiuliani) y el asalto, por parte de la polica, al centro de prensa del Foro Socialde Gnova.

    El jefe de la polica italiana, Gianni de Gennaro, declar ante la comisin par-lamentaria que investiga la violencia durante la cumbre del G-8 en Gnova:

    "Es posible que las condiciones de guerrilla creadas por criminales violentoshayan provocado en algunos casos excesos en el uso de la fuerza por parte de lapolica, y en otros casos episodios individuales de comportamientos ilegales,los cuales sern severamente castigados".

    Independientemente de que tras acontecimientos como los de Gnova se lle-guen a realizar investigaciones ms o menos a fondo para determinar las po-sibles responsabilidades de las fuerzas del orden, explicaciones de este tipo,que forman parte del discurso cotidiano, sitan en un nivel completamentediferente la explicacin de un mismo tipo de conducta. Mientras la violenciade la masa es una caracterstica intrnseca de la misma, la violencia, cuando esperpetrada por parte de la polica, constituye un acontecimiento aislado quenecesita otro tipo de explicacin.

    Con esto no queremos decir, por supuesto, que las masas no puedan realizaractos violentos (tenemos demasiados ejemplos de ello como para poder ob-viarlos) ni que la violencia se site nicamente al lado de la polica (o queella sea la instigadora). Simplemente, queremos resaltar los efectos ideolgicosque conllevan las explicaciones en las que no se reconocen los elementos quehemos sealado.

    La polica italiana carga contra losmanifestantes mientras Carlo Giuliani yace en

    el suelo.

  • FUOC P08/80510/02097 35 Procesos colectivos y accin social

    4. El rumor como comunicacin colectiva

    "Mensajero del error y del mal tanto como de la verdad, el rumor, la ms rpida de todaslas plagas, va desencadenando el terror y se fortifica difundindose."

    (Virgilio, La Eneida)Citado por J. Stoetzel (1965, p. 243).

    Ejemplo

    HOAXES: LOS RUMORES DE HOY EN DA

    ALERTA.

    PSALO A CUALQUIER PERSONA QUE TENGA TU DIRECCIN DE CORREO ELEC-TRNICO!!!

    Si recibes un mensaje cuyo asunto diga: "Se necesitan agallas para decir Jess" o en ingls:"It takes Guts to say Jess"

    NO LO ABRAS!!!!!

    Borrar todo en tu disco duro. IBM, AOL sostiene que se trata de un virus muy peligrosoque, por el momento, NO HAY REMEDIO.

    Un individuo muy enfermo en su contra logr utilizar la funcin de reformateo de Nor-ton Utilities causando el borrado completo de todos los documentos archivados en eldisco duro. Este virus se ha diseado para trabajar con Netscape Navigator y con Micro-soft Internet Explorer. Destruye computadores compatibles con Macintosh e IBM.

    ste es un virus nuevo y muy maligno, el cual es desconocido por mucha gente. Por favor,pasa esta advertencia a todas tus direcciones y a tus amistades ASAP en lnea, para pararesta amenaza. Toma medidas de precaucin y advierte a cualquier persona que tengaacceso a tu computadora.

    Casi con toda seguridad habris recibido en alguna ocasin algn mensaje deeste estilo, en el que se avisa de la aparicin de un peligrossimo nuevo virus.Prcticamente en su inmensa mayora se trata de falsas informaciones, que setransmiten por la Red a una gran velocidad y que se convierten, ellas mismas,en el virus que preconizan, "infectando" a un gran nmero de usuarios que, enocasiones, pueden llegar a inutilizar sus ordenadores siguiendo los "altruistas"consejos del mensaje.

    Podramos pensar que se trata de la modalidad moderna de lo que conocemoscomo "leyendas urbanas", historias que se van transmitiendo de boca a oreja,que atraviesan fronteras, y que penetran en amplias capas de la poblacin yllegan a convertirse en parte del imaginario colectivo, a convertirse, en pala-bras de Allport y Postman (1967) en "rumores cristalizados".

    Leyendas urbanas

    "Las cloacas de Nueva York estn habitadas por cocodrilos que son lanzados a los inodorospor sus propietarios al comprobar cmo crecen sus pequeas mascotas."

    "Una autoestopista que esrecogida por un conductorle avisa de la peligrosidad de unacurva. Cuando el conductor vuelve a mirarla, ha desaparecido. Con posterioridad, elconductor se entera de queesa chica muri en aquella curva tiempo antes."

    Enlace recomendado

    Podis obtener ms infor-macin sobre los hoaxes enhttp://es.wikipedia.org/wiki/Bulo

  • FUOC P08/80510/02097 36 Procesos colectivos y accin social

    Podis encontrar ms leyendas en http://es.wikipedia.org/wiki/Leyenda_urbana y, en in-gls, en la fantstica http://www.snopes.com

    Sin embargo, no siempre los rumores son tan inofensivos como las leyendasque suelen circular en una comunidad. Un ejemplo dramtico de la peligro-sidad potencial de los rumores lo podemos encontrar en el anlisis que reali-za Edgar Morin (1969) de un rumor surgido ese mismo ao en la ciudad deOrleans.

    Rumor de Orleans

    "En mayo de 1969 naca en Orleans un rumor segn el cual una serie de muchachas,tras haber sido narcotizadas en tiendas de modas de comerciantes en su mayora judos,haban sido vctimas de la trata de blancas.

    Morin y su equipo pudieron establecer diversas fases en la historia de este rumor. En unaprimera fase, el ruido parece que se haba originado en el medio constituido por mucha-chas de diversos institutos de enseanza media. La informacin relativa al rapto de lasjvenes era atribuida a fuentes reconocidas como competentes (la polica, la enferme-ra que haba cuidado a una vctima salvada,...) o prxima (un familiar, un amigo, cuyacredibilidad no se pona en tela de juicio). Por lo que respecta a los peridicos, perma-neceran mudos. Luego sigui una fase de amplia propagacin de la noticia, que ahoracirculaba entre los adultos. Los profesores aconsejaban a sus alumnas que no acudiesena estos lugares peligrosos solas, y ni siquiera acompaadas, y su competencia en realidadno haca ms que acentuar la credibilidad del rumor. ste, al tiempo que se extenda, seinflaba: el nmero de comerciantes implicados aumentaba, as como el de vctimas. Sealcanz entonces la metstasis, la fase culminante del rumor: la red de trata de blancas seconvierte en patrimonio de la polica, corrompe al gobierno local, el silencio de los cualesno es sino la prueba evidente de su colaboracin culpable. En lo ms vivo del rumor, loscomerciantes reciben amenazas telefnicas annimas y se forman tumultos ante las tien-das cuyos propietarios eran incriminados. Las mujeres no entraban sino acompaadas, ysalan lo antes posible, o dejaban de frecuentar los comercios en cuestin. Las autorida-des, puestas fulminantemente al corriente, rehusaron intervenir un fin de semana en quehaba elecciones, lo que no hizo ms que abonar las sospechas de connivencia que pesa-ban sobre ellas. Una vez pasadas las elecciones sobrevino la respuesta; las autoridades, losperidicos, los grupos antirracistas, los partidos de la oposicin pasaron a la contraofen-siva: se desminti la verosimilitud de los hechos, se ridiculiz lo absurdo del rumor, seamenaz a quienes lo favorecieron, se acus a los fascistas. Este contraataque no hizo msque contener el rumor, pero sin atacarlo en su base: no se pudo reconocer como fuentedel rumor a ninguna persona ni a ningn grupo antisemita de extrema derecha. Esto noera ms que un retroceso ante la amenaza, puesto que las mujeres continuaban evitandoesos comercios o, si acudan a ellos otra vez, lo hacan acompaadas. Finalmente, circu-laron unos nuevos 'minirrumores': el hermano de un comerciante sospechoso haba sidodetenido por la polica y se haban producido nuevos raptos. Adems, frente al antimito(la denuncia del rumor) apareci un anti-antimito: que si los partidos de la oposicinhaban hecho de ello un caballo de batalla, que si los peridicos haban inventado untema para llenar sus columnas, que si los comerciantes judos haban ideado una odiosapublicidad. Sea como fuese, y pese a las amenazas, el rumor, aparentemente extinguido,haba dejado sus huellas grabadas en la historia de la ciudad."

    G. Mugny (1980, pp. 331-332).

    Probablemente, igual que en el caso de los hoaxes o de las leyendas urbanas,tambin hayamos odo en alguna ocasin algn rumor de este tipo. De he-cho, si en el caso del rumor de Orleans los acusados de cometer fechoras eranmiembros de la comunidad juda, una comunidad tradicionalmente persegui-da, en la actualidad y en nuestro contexto ms inmediato no es del todo extra-o escuchar historias similares, en las que los malvados pertenecen tambin aalgn grupo minoritario, desde el once de septiembre de 2001, especialmentemusulmanes.

    Lectura complementaria

    Morin,E. (1969). La rumeurd'Orleans. Pars: Seuil.

  • FUOC P08/80510/02097 37 Procesos colectivos y accin social

    El "Rumor de Orleans" es un ejemplo que nos muestra la importancia que tie-ne esta forma de comportamiento colectivo a la que denominamos rumores.Pierre Marc (1987) sistematiza esta afirmacin planteando cuatro fenmenosvinculados con los rumores, que los hacen merecedores de estudio. En primerlugar, como en el caso del rumor descrito por Morin, los rumores pueden darlugar a prejuicioydifamacin, incluso sin necesidad de que haya una in-tencionalidad explcita o conciencia de que pueda producirlos por parte dela fuente que los difunde. En segundo lugar, los rumores pueden implicar de-gradacin o distorsindelainformacin. El tercer fenmeno se refiere ala aparicin de comportamientospocoracionales derivados del contenidodel rumor y que pueden dar lugar a conductas que pueden llegar a poner enpeligro la propia vida. Y, por ltimo, tambin hay que tener en cuenta que sonuna fuente de cambiodeopinionesyactitudes (Marc, 1987, pp. 17-26).

    Efectos

    Distorsin

    Los rumores posteriores al ataque a la base de Estados Unidos de Pearl Harbor en 1941hicieron que una parte de la poblacin llegara a creer que se haba destruido la totalidadde la flota del Pacfico, creencia que no se ve completamente rechazada a pesar del des-mentido radiofnico del presidente Roosvelt.

    Conductairracional

    Un ejemplo tpico de este efecto es el de los acontecimientos derivados de la transmisinradiofnica que realiz Orson Wells en 1938 de la novela La guerra de los mundos de H.G. Wells.

    4.1. Definicin de rumor y tipos de rumores

    Diversos autores destacan la omnipresencia del fenmeno de los rumores, afir-mando que podemos encontrar manifestaciones de los mismos en pocas re-motas (la cita con la que empezbamos este apartado es buena muestra deello). Esto lleva a Jean-Nel Kapferer (1989a) a denominarlos "el medio de di-fusin ms antiguo del mundo".

    Sin embargo, si bien como fenmeno de comunicacin se le puede atribuir talantigedad, como concepto terico el nacimiento del rumor tiene su origenen los inicios del siglo XX. En concreto, segn Froissart (2000), dichos orgenesse sitan en la obra de William Stern (1902), Frderick Bartlett (1920) y Klif-ford Kirkpatrick (1932), como antecesores inmediatos de la obra que suponeel punto de referencia en el estudio del rumor, la Psicologa del rumor, de FloydAllport y Leo Postman (1947).

    4.1.1. El estudio del rumor

    Cada uno de estos autores desarrolla un mtodo para el estudio experimentaldel rumor.