Aceñolaza Los Geólogos y la Geología en la Historia Argentina

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Serie Correlación Geológica 24

LOS GEÓLOGOS Y LA GEOLOGÍAEN LA HISTORIA ARGENTINA

Coordinador-Editor: FLORENCIO G. ACEÑOLAZA

ISSN 1514 - 4186ISSN 1666 - 9479 en línea

INSTITUTO SUPERIOR DE CORRELACIÓN GEOLÓGICA(INSUGEO)

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y TécnicasFacultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo

Universidad Nacional de TucumánSan Miguel de Tucumán

2008

CONSEJO NACIONAL DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS Y TECNICASUniversidad Nacional de Tucumán

Instituto Superior de Correlación Geológica (INSUGEO)

Director: Dr. Florencio G. AceñolazaDriectores alternos: Dr. Alejandro Toselli y Dr. Alfredo Tineo

Editor: Dr. Florencio G. Aceñolaza

Consejo Editor: Dr. Alejandro J. Toselli (INSUGEO), Dr. Alfredo Tineo (INSUGEO), Dr. Rafael Herbst(INSUGEO), Dra. Juana N. Rossi de Toselli (INSUGEO), Dra. Susana B. Esteban (INSUGEO), Dr. Guillermo F.Aceñolaza (INSUGEO), Dr. M. Franco Tortello (UNLa Plata), Dr. Carlos Cingolani (UN La Plata), Dr. Roberto R.Lech (CENPAT-Trelew), Dr. Ricardo Alonso (UN Salta); Dra Beatriz Coira (UN Jujuy), Dr. Juan Carlos Gutierrez-Marco (CSIC-España), Dra. Isabel Rábano (IGME-España), Dr. Julio Saavedra Alonso (CSIC-España), Dr. HübertMiller (U. München-Alemania), Dr. Alcides N. Sial (U. Pernambuco-Brasil), Dra. Valderez Ferreira. (U. Pernambuco-Brasil), Dra. Renata Guimaraes Netto (UNISINOS, Brasil).Dirección: Instituto Superior de Correlación Geológica. Miguel Lillo 205. 4000 San Miguel de Tucumán. Argentina.E-mail: [email protected] - http://www.unt.edu.ar/fcsnat/INSUGEO

Serie Correlación GeológicaEs una serie periódica editada por el INSUGEO. Tiene por objeto dar a conocer información de interés geológico,siendo los trabajos allí publicados originales (entendiéndose que no hayan sido publicados ni sometidos simultánea-mente a otras publicaciones). En ella se incluyen artículos temáticos como asimismo trabajos monográficos. Todaslas contribuciones tienen revisión siendo puestas en consideración de miembros del Consejo editor y de árbitrosespecialistas (ver Instrucciones a los autores).El contenido de los artículos es de responsabilidad de cada autor.Integra el Núcleo Básico de Revistas Científicas Argentinas y se registra indizada en Latindex,Scielo Argentina, Ulrich´s International Periodical Directory ,Scirus,Georef, Informe Académicode Gale Cencage y Zoological Record.

Serie Correlación Geológica 1: Segunda Reunión del Proyecto 192 IGCP-UNESCO.Serie Correlación Geológica 2: Geología de América del Sur.Serie Correlación Geológica 3: Procesos Metalogenéticos.Serie Correlación Geológica 4: El Ciclo Pampeano en el Noroeste Argentino.Serie Correlación Geológica 5: Eventos del Paleozoico Inferior en Latinoamérica.Serie Correlación Geológica 6: Cuencas Sedimentarias Argentinas.Serie Correlación Geológica 7: Actas del V Congreso Argentino de Paleontología y Bioestratigrafia.Serie Correlación Geológica 8: El Magmatismo del Noroeste Argentino.Serie Correlación Geológica 9: El Paleozoico Inferior en Latinoamérica y la Génesis del Gondwana.Serie Correlación Geológica 10: Geología del Noroeste 2da Edición (En prensa).Serie Correlación Geológica 11: Hidrogeología Subterránea.Serie Correlación Geológica 12: El Paleozoico Inferior en el Noroeste del Gondwana.Serie Correlación Geológica 13: II Congreso Argentino de Hidrogeología.Serie Correlación Geológica 14: El Neógeno de Argentina.Serie Correlación Geológica 15: Geología de los Cuerpos Igneos.Serie Correlación Geológica 16: Aspects of the Ordovician System in Argentina.Serie Correlación Geológica 17: Ordovician from the Andes.Serie Correlación Geológica 18: Proceedings of the 7th. International Graptolite Conference.Serie Correlación Geológica 19: Simposio Bodenbender.Serie Correlación Geológica 20: Hidrogeología del Valle de Santa María.Serie Correlación Geológica 21: Temas de la Geología Argentina 1 y 2Serie Correlación Geológica 22: Geología y Recursos Geológicos de la MesopotamiaSerie Correlación Geológica 23: Historia de la Mineralogía

Instituto Superior de Correlación GeológicaMiguel Lillo 205

4000 - San Miguel de Tucumán - República Argentina

INDICE

009 | - EDUARDO OTTONE.- Jesuitas y Fósiles en la Cuenca del Plata.

021 | - RICARDO ALONSO Y SVEN EGENHOF.- Las observaciones geológicasde A. Z. Helms en 1789.

035 | - RICARDO PASCUALI Y EDUARDO TONNI.- Los Hallazgos de Mamífe-ros Fósiles Durante el Período Colonial en el Actual Territorio de la Argentina.

043 | - EDUARDO OTTONE.- José Sánchez Labrador (1717-1798) y la Geología delParaguay Natural.

055 | - LUCAS POMI Y EDUARDO TONNI.- La Utilización Temprana de Herra-mientas Tafonómicas: Leonardo da Vinci y Florentino Ameghino.

063 | - EDUARDO TONNI, RICARDO PASCUALI Y JOSÉ LAZA.- AugusteBravard y su Contribución al Desarrollo de las Ciencias de la Tierra en LaArgentina.

071 | - FLORENCIO G. ACEÑOLAZA.- Estudios Geológicos en el lapso 1852-1868. Científicos y exploradores en la época de la Confederación.

085 | - MARIO HÜNICKEN Y HERMAN HÜNICKEN.- Contribución de EmilioHünicken en el inicio de la Minería y Geología en la Argentina.

091 | - ALEJANDRO J. TOSELLI Y JUANA N. ROSSI.- Alfred W. Stelzner ¿Porquésolo tres años en Argentina?.

103 | - HORACIO CAMACHO.- La Contribución de la Dirección General de Minas,Geología e Hidrología de la Nación a la Formación de la Primera Generaciónde Geólogos Argentinos, y la Actuación del Ing. Enrique M. Hermitte.

109 | - ALBERTO RICCARDI.- El Museo de La Plata en el avance del conocimientogeológico a fines del Siglo XIX.

127 | - ALFREDO TINEO.- Ricardo Stappenbeck: El Primer Hidrogeólogo en Ar-gentina.

137 | - OSVALDO E. GONZÁLEZ.- Juan Rassmuss (1886-1971): Su Contribución ala Geología Argentina.

151 | - RUBÉN J. CUCCHI Y NORMA PEZZUTTI.- Breve Historia de laPetrografía y de la Mineralogía de Menas Metalíferas en el SEGEMAR.

165 | - HÉCTOR LEANZA.- Los Aportes de Algunos Ilustres Geocientíficos delSEGEMAR al Conocimiento Geológico del Territorio Nacional.

179 | - LUIS A. SPALLETTI.- Notas sobre la vida y obra del Dr. Egidio Feruglio.

195 | - JOSÉ E. LAZARTE.- Pablo Groeber y las posibilidades de una tectónicateórica: explicaciones orogénicas para un refinamiento de la teoría de losgeosinclinales.

207 | - M. ALDERETE Y YOLANDA VACA.- Contribución de la UniversidadNacional de Tucumán al Conocimiento Geológico del Noroeste Argentino.Período 1930 a 1950.

231 | - ALBERTO RICCARDI.- Horacio J. Harrington: significación y trascendenciade su obra geológica.

251 | - CARLOS CINGOLANI.- Alex L. du Toit (1878-1948): Semblanzas de su viday de su aporte al conocimiento de la Geología Sudamericana.

267 | - MARÍA M. VERGEL, JOSEFINA DURANGO DE CABRERA Y RAFAELHERBST.- Breve historia de la Paleobotánica y Palinología del Noroeste argen-tino.

PRÓLOGO

En Septiembre de 2007 tuvo lugar en San Miguel de Tucumán el PrimerCongreso Argentino de Historia de la Geología, el cual convocó a una serie deestudiosos que brindaron conferencias sobre cómo se construyó la geologíadel País.

Sin lugar a dudas que este acontecimiento no sólo permitió conocer aspec-tos variados sobre ideas y descubrimientos hechos por colegas e institucionesque desde épocas coloniales desarrollaron una intensa actividad que permitióir descubriendo aspectos que hacen a la potencialidad geológica del territorioargentino.

Como en su momento habíamos referido en nuestra Miscelánea 15, previoa este Congreso hubieron reuniones y textos que se abocaron al estudio depersonajes, instituciones e ideas que se desarrollaron en el país, entre los quese cuentan la Academia Nacional de Ciencias, el SEGEMAR y en diferenteseventos científicos cuyos resultados aparecieron en actas y libros de ampliadifusión. Pero fue en éste donde se produce el quiebre gracias al cual seinstitucionaliza el estudio de la historia del desarrollo de nuestra disciplina.Esde esperar que en próximos años se celebre una nueva reunión y que nuestroscolegas, sin descuidar sus trabajos geológicos, hagan su aporte a la historia decomo fueron desarrolladas tareas, criterios y conceptos que han hecho cono-cer a la Argentina en el mundo..

Para llevar adelante esta reunión se contó con el fundamental apoyo de laUniversidad Nacional de Tucumán, Agencia de Promoción Científica delMinisterio de Ciencia y Tecnología y de la Fundación EMPREMIN quienes,en su momento, dieron un inestimable apoyo financiero y hoy permiten quepodamos editar las contribuciones «in extenso» de lo tratado en ella.

Florencio G. Aceñolaza

9JESUITAS Y FÓSILES EN LA CUENCA DEL PLATAHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 9-20F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Jesuitas y Fósiles en la Cuenca del Plata

Eduardo G. OTTONE1

Chi potrebbe sostenere che tutte le ipotesi ‘’romanzesche’’ sianostate o siano prive di efficacia sulla crescita del sapere scientifico?

Paolo Rossi, I segni del tempo, p. 128

Abstract: JESUITS AND FOSSILS AT THE CUENCA DEL PLATA.- Petrified wood, shells and bones referred by the JesuitsOvalle, del Techo, Sepp, Lozano, Guevara, Sánchez Labrador, Dobrizhoffer, Falkner and Juárez in several texts writtenduring the XVII and XVIII centuries constitute one of the first records of plant and animal fossils at the Cuenca delPlata. Most Jesuits considered the Paraná and Uruguay rivers as capable of transforming wood, but also bone, into stone,and thus, the petrifactions commonly unearthed from their sandy banks as formed by the water. Besides, while Guevararelated to a race of giants, extinct nowadays, the great bones commonly found near the Carcarañá river mouth, Falknerdescribed a cuirass of glyptodont and Sánchez Labrador explained the presence of marine invertebrates on the outskirtsof Buenos Aires by invoking the scriptural Flood.

Resumen: JESUITAS Y FÓSILES EN LA CUENCA DEL PLATA.- La madera y huesos petrificados referidos por los jesuitasOvalle, del Techo, Sepp, Lozano, Guevara, Sánchez Labrador, Dobrizhoffer, Falkner y Juárez en varios textos escritosdurante los siglos XVII y XVIII constituyen uno de los primeros registros de plantas y animales fósiles en la Cuenca delPlata. La mayoría de los jesuitas consideraba a los ríos Paraná y Uruguay capaces de transformar la madera y también loshuesos, en piedra, y por ende, a las petrificaciones comúnmente desenterradas de sus barrancas arenosas como formadaspor el agua. Por otro lado, mientras Guevara relacionaba los grandes huesos comúnmente hallados en la desembocaduradel río Carcarañá con una raza extinguida de gigantes, Falkner describía la coraza de un gliptodonte y Sánchez Labradorexplicaba la presencia de invertebrados marinos en los alrededores de Buenos Aires invocando al Diluvio.

Key words: Jesuits. Fossils. Cuenca del Plata.

Palabras clave: Jesuitas. Fósiles. Cuenca del Plata.

Introducción

El adjetivo latino fossilis, desde un punto de vista etimológico, significa ‘‘que se saca de latierra’’, y fue usado ya a principios de la era cristiana por Plinio el Viejo (23-70) en NatvralisHistoriae, Liber XXXVI: CXXXIV, CLXI, CLXXV y CXCII (Plinio el Viejo 1993); fossilis derivaa su vez del término griego oryktós, empleado por Aristóteles (384-322 a. c.) en el libro tercero deMeteorologiká (Aristóteles 1996). La palabra fósil habría de utilizarse entonces, aún durante lossiglos XVII y XVIII, para caracterizar a todo tipo de objeto desenterrado. Es así que hasta finesdel siglo XVIII algunos naturalistas llegarían a considerar un origen inorgánico para laspetrificaciones de claro aspecto vegetal o animal, en tanto que otros relacionarían la presencia deinvertebrados preservados como moldes o partes duras en las sedimentitas con el Diluvio o congrandes inundaciones que habrían cubierto valles y montañas, o bien referirían a una raza extinguidade gigantes los huesos de vertebrados hallados en las rocas (Adams 1938; Guyénot 1957; Céard1978; Rudwick 1985; Schnapper 1986, 1988; Pelayo 1994; Buffetaut 1998; Rossi 2003; Gould 2004).

1 Departamento de Ciencias Geológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires, Pabe-llón nº 2 Ciudad Universitaria, C. P. C1428EHA, Buenos Aires, Argentina. E-mail: [email protected]

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El bagaje conceptual que hoy nos permite entender a los fósiles como restos de organismos quevivieron en el pasado estaba aún en desarrollo.

Entre los naturalistas de los siglos XVII y XVIII que se interesaron por los fósiles hubomuchos sacerdotes y particularmente miembros de la Compañía de Jesús como Athanasius Kircher(1602-1680) quien los ilustrara en su libro Mundus Subterraneus publicado en 1665 (Kelber y Okrusch2002; Gould 2004). La Compañía, creada por Ignacio (Íñigo) de Loyola (1491-1556) en la primeramitad del siglo XVI, propagó la fe católica en África, América y Asia (Lécrivain 2005) y, en formaparalela, desarrolló una destacada actividad científica (O’Malley et al. 1999, 2006; Romano 2002,2005; Feingold 2002, 2003; de Asúa 2003; Millones Figueroa y Ledezma 2005; Harris 2005, Bermeo2007).

La Compañía fue muy influyente en diferentes reinos europeos y principalmente en España.Hacia mediados del siglo XVI, misioneros jesuitas llegaron a Sudamérica, instalándose en laCuenca del Plata a comienzos del siglo XVII. Los jesuitas fundaron en el noreste de Argentina,sur de Brasil y Paraguay las Reducciones Jesuitas, donde cientos de guaraníes y unos pocossacerdotes vivieron y trabajaron hasta la expulsión de la Compañía del Reino de España porCarlos III (1716-1788) en 1767 (Gálvez 1995; Gardes de Fernández 2004). Los jesuitas de lasmisiones son principalmente reconocidos por su legado arquitectónico y artístico (Sustersic 2004,2005; Bollini 2006, 2007), sin embargo, no menos importantes son sus publicaciones que incluyenrelatos históricos sobre la colonización, estudios etnohistóricos sobre las poblaciones indígenase historias naturales (Furlong 1933, 1948, 1969, 1970; Sainz Ollero et al. 1989; Mañé Garzón1996; de Asúa 2003; Huffine 2005; Anagnostou 2005). Estas narraciones siguieron en líneasgenerales el modelo de Historia Natvral y Moral de las Indias de José (Ioseph) de Acosta, un libropionero en lo que luego sería la vasta producción de textos sobre historia natural llevada a caboen Sudamérica por los miembros de la Compañía (Acosta 1590; del Pino 2000; de Asúa 2003), yque incluye además una de las primeras citas de vertebrados fósiles en el continente (Pelayo1994).

La producción de textos destacados sobre temas científicos de los jesuitas en la Cuenca delPlata contrasta, sin embargo, con el aparente atraso de los programas de ciencia en las universidadesjesuíticas de la región (Lértora de Mendoza 2001), y con la escasez de libros científicos presentesen las bibliotecas de las misiones (Furlong 1925a, b). En 1757, la biblioteca universitaria jesuíticade Córdoba, probablemente la más importante del Virreinato del Río de la Plata, sólo poseía 156libros de ciencias, cerca del 5% del total, entre los que figuran autores como Aristóteles, ClaudioGaleno (131-201), René Descartes (1596-1650) y Ulisse Aldrovandi (1522-1607) (Fraschini 2005).De estos datos se desprende que en la Cuenca del Plata, tal como habría ocurrido en otrosescenarios coloniales (Romano 2002), la actividad científica no habría sido abiertamente promovidapor las autoridades de la Compañía; sin embargo, resulta claro que, en vista de la producción deorden científico realizada por los jesuitas en la región, dicha actividad tampoco habría sidointerferida.

Este artículo analiza y parcialmente reproduce los textos sobre fósiles de la Cuenca del Plataescritos por los jesuitas. Los textos analizados son en su mayoría éditos, con excepción del libroprimero del Paraguay Natural de Sánchez Labrador que permanece inédito.

Aguas que petrifican y madera fósil

La madera silicificada fue uno de los fósiles más comunes que encontraron los jesuitas en laCuenca del Plata. Estos fósiles se forman cuando la madera queda inmersa en una solución con

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alta concentración de hidróxido silíceo que infiltra el tejido leñoso para luego precipitar como síliceamorfa o criptocristalina en los espacios intercelulares o bien reemplazando al tejido orgánico original(Koeninguer 1992; Martin 1999). Los jesuitas comúnmente encontraron la madera petrificada en lasbarrancas de los ríos Paraná y Uruguay, y supusieron que las petrificaciones se formaban por el aguade los ríos, siguiendo en este sentido el argumento de autores clásicos como Plinio el Viejo y AlbertoMagno (1206?-1280) (Plinio el Viejo 1950; Alberto Magno 1995), o bien de otros autores de textossobre historia natural sudamericana como Albaro Alonso (Alonfo) Barba (1569-1662) y LouisFeuillé (1660-1732) (Alonso Barba 1640; Feuillé 1714).

Alonso de Ovalle (1603-1651), jesuita chileno, en Historica Relación Del Reyno de Chile realizóuna de las primeras menciones acerca de las propiedades petrificantes de los ríos en la Cuenca delPlata (Ovalle 1646) (figura 1). Ovalle refiere una anécdota, que sería luego repetida por otrosjesuitas, sobre el gobernador Hernando Arias de Saavedra (1561-1634), conocido comoHernandarias, quien aparentemente habría tenido en su casa un gran tronco petrificado tomadodel río. Los dichos de Ovalle acerca de las cualidades petrificantes de los ríos de la Cuenca delPlata habrían de ser luego recogidos en sus memorias por el capitán inglés Woodes Rogers (1679-1732), futuro gobernador de Bahamas (Rogers 1712), quien probablemente haya leído el libro deOvalle en una temprana traducción inglesa (Ovalle 1649).

Nicholaus du Toit (Nicolás del Techo) (1611-1687), jesuita francés, también refirió la capacidadde petrificar que poseía el río Paraná y la comparó con la del Silaro, un río italiano citado ya porPlinio el Viejo, repitiendo además la anécdota del tronco petrificado de Hernandarias (del Techo1673) (figura 1).

Una referencia interesante es la del jesuita tirolés Antonii Sepp (1674-1733). En su diario deviaje de Buenos Aires a las misiones, Sepp cita madera petrificada en la costa del río Uruguaycerca de Salto Grande pero, contrariamente al resto de los jesuitas, duda que el origen de estosobjetos naturales esté en relación con la propiedad petrificante del agua del río (Sepp en Sepp yBöhm 1696) (figura 1). Sepp localiza sus hallazgos en un área donde hoy se conocen afloramientosdel Plioceno de la Formación Salto Chico (Zucol et al. 2004). En su viaje por el río Uruguay, elpadre Sepp habría entonces producido el primer registro confiable de madera petrificada en lazona.

El jesuita español Pedro Lozano (1697-1752) es autor de varios libros sobre etnografía, historiay ciencias naturales, en su mayoría publicados durante el siglo XIX. Lozano menciona maderapetrificada en los ríos Paraná y Uruguay, y refiere que el proceso es debido a la acción del agua;cita también a Ovalle y la famosa anécdota del tronco petrificado de Hernandarias; al río Silaro,que compara con el Paraná; y comenta, por último, en acuerdo con Alberto Magno, la cualidadpetrificante del océano Báltico (Lozano 1733, 1874).

José Guevara (1719-1806) fue otro jesuita español quien también mencionó las propiedadespetrificantes de los ríos Paraná y Uruguay. La gran obra de Guevara, Historia de la Conquista,escrita entre 1752 y 1767, se publicaría por vez primera en la década de 1830 (Guevara 1836), yluego, en una versión completa, a fines del siglo XIX. Guevara explica en diferentes pasajes de sutexto que la formación de la madera petrificada se debería a la presencia de ácidos disueltos en elagua de los ríos, los que producirían pequeñas cavidades en la madera que luego serían, a su vez,rellenadas por ‘‘partículas sutiles’’ hasta lograr el completo reemplazo de la madera por piedra(Guevara 1882). Sugerida en la explicación de Guevara parece quedar implícita la existencia deuna suerte de solución mineralizante interviniendo en la formación de la madera petrificada.Este concepto de solución mineralizante, o succus lapidescens, fue enunciado por Georgius Agricola(1494-1555) en el siglo XVI y más tarde retomado por Niels Stensen (Steno) (1638-1686) (Agricola1955; Stensen 2002). A pesar de sus interesantes ideas acerca de la génesis de las petrificaciones

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vegetales, Guevara, como el resto de los jesuitas, cree que estos objetos naturales eran de formaciónreciente. El hecho de suponer que un fragmento de madera petrificada podía representar el restode una planta que habría crecido en la región millones de años atrás resultaba difícil de pensarpara Guevara, y también para los otros jesuitas, en tanto que el proceso de asimilación conceptualdel tiempo geológico, con su vastitud actual, estaba en plena elaboración en la época de lasmisiones (Rossi 2003; Rudwick 2005; Wyse Jackson 2006).

José (Joseph) Sánchez Labrador (1717-1798), un jesuita nacido en España, fue un autor prolíficode textos de doctrina católica, arte, lengua guaraní, antropología, agricultura y ciencias naturales.Un título destacado sobre este último sujeto es Paraguay Natural (Furlong 1931, 1948, 1957, 1960,Sainz Ollero et al. 1989; Sainz Ollero y Sainz Ollero 1997; Ottone 2007), cuya primera parte,dividida a su vez en tres libros inéditos, es un tratado sobre minerales que incluye ademásdescripciones de montañas y notas sobre el clima de la región. Sánchez Labrador se refieretambién a las propiedades del agua y sostiene que los ríos Paraná y Uruguay serían capaces depetrificar; el autor explica la génesis de las petrificaciones de modo similar a Guevara; sin embargo,a diferencia de este último, intenta demostrar el modo en el que se formarían estos objetosnaturales por lo que, teniendo como premisa que ‘‘el arte sabe imitar a la naturaleza en estasfilosóficas metamorfosis’’, cita distintas maneras por las que sería dable obtener madera petrificadaartificial (Sánchez Labrador 1771).

El jesuita inglés Thomas Falkner (1710-1784) también se refiriere a las propiedades petrificantesdel río Paraná (Falkner 1774), mientras que el austriaco Martin Dobrizhoffer (1717-1791) cita lapresencia de madera petrificada en el Paraná, pero sin dar su parecer acerca del origen de laspetrificaciones (Dobrizhoffer 1784).

Gigantes y fósiles de vertebrados

Los huesos, ricos originalmente en fosfato de calcio, se preservan comúnmente casi inalteradoso bien reemplazados por compuestos más estables tales como carbonato, óxido férrico o sílice(Behrensmeyer 1991). Los huesos de tamaño inusual hallados por los jesuitas en la Cuenca delPlata son restos de los grandes mamíferos que poblaron la región en el pasado (Fariña y Vizcaíno2001; Tonni y Pasquali 2002, 2005; Novas 2006). Los jesuitas, sin embargo, no los consideraroncomo tales, ya que según Guevara serían restos de una raza de gigantes extinguida, en tanto quepara Sánchez Labrador serían comparables a los huesos de los grandes mamíferos actuales. Losmitos acerca de la existencia de gigantes en épocas pretéritas constituyeron un recurso muyusado para explicar los hallazgos de fósiles de vertebrados tanto en Europa como en Américaprecolombina (Céard 1978; Schnapper 1986, 1988; Pelayo 1994; Mayor 2001, 2005), y además, elhecho que la Biblia hiciera referencia en varios pasajes a estos seres (Génesis 6:4; Deuteronomio1:28, 2:21, 3:11, 9:2) fue para muchos una prueba tangible de su existencia en el pasado.

La mención de Nicholaus du Toit de ‘‘huesos gigantescos de tamaño cuatro veces mayor alde los humanos’’ constituye una de las primeras citas de vertebrados fósiles en la Cuenca delPlata, sin embargo, la proveniencia del material es desconocida (del Techo 1673).

El primer jesuita en referir geográficamente sus hallazgos de ‘‘grandes huesos’’ en la región esJosé Guevara quién menciona molares, cráneos, mandíbulas y tibias en las barrancas del ríoCarcarañá (Guevara 1882). Los niveles del Pleistoceno aflorantes en la desembocadura del ríoCarcarañá preservan una rica asociación de huesos y dientes de caballos, cérvidos, mastodontes,perezosos gigantes (Lestodon y Megatherium), carpinchos, osos y gliptodontes (Lehmann-Nitsche1907; Ameghino 1915). Guevara era conciente que en sus días no había gigantes en las misiones

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aunque, conociendo los relatos de viajeros que sostenían que los gigantes vivían aún en la Patagonia(Penhos 2005), le resulta coherente pensar que esas ‘‘torres formidables de carne, que en solo elnombre llevan el espanto y el asombro de las gentes’’, hubiesen vivido en la zona de las misionesen épocas de Noé y probablemente también luego del Diluvio. Guevara describe los restos óseoscomo tan desproporcionados que en uno de los cráneos, ‘‘metiendo una espada por la cavidad delos ojos apenas alcanzaba al cerebro’’, en tanto que, según el largo de una tibia, otro esqueletopodría estimarse en ‘‘doce para catorce varas de altura’’, o sea cerca de 3,5-4 m.

Sánchez Labrador también menciona los grandes huesos del río Carcarañá (Sánchez Labrador1771), ‘‘huesos largos…semejantes a canillas de piernas y brazos humanos’’, cráneos ‘‘metidosen la barranca a la manera de hornos’’ y muelas ‘‘petrificadas… mayores que las de los hombresde estos tiempos’’ que en parte parecen ‘‘pura piedra’’, aunque en ellas ‘‘se ven también algunaspartes interiores esponjosas’’. Este autor duda sobre la existencia de una antigua ‘‘nación gigantesca’’y, de acuerdo con el benedictino Benito G. Feyjoó y Montenegro (1676-1764), gran divulgadorde las ciencias en España, considera que los grandes huesos bien podrían ser de elefantes oballenas (Feyjoó y Montenegro 1778). Sánchez Labrador cita además la presencia de yacaréspetrificados en las barrancas del río Paraná explicando que, en determinadas condiciones, si hay‘‘aguas que conduzcan el jugo lapidífico’’, los despojos de animales pueden adquirir la consistenciade una piedra.

Falkner también cita la presencia de gran número de huesos de largo extraordinario ‘‘queparecen humanos’’ (Falkner 1774) en las barrancas del río Carcarañá. Acerca del origen de estoshuesos, el autor refiere que Garcilazo de la Vega (1539-1616) los menciona en Perú ‘‘y nos cuentaque los indígenas tienen la tradición, que gigantes habitaban antiguamente estos países, y fuerondestruidos por Dios por el crimen de sodomía’’. Falkner describe además los restos de unacoraza ‘‘compuesta por pequeños huesos hexagonales, cada hueso de por lo menos una pulgadade diámetro’’, la que, a excepción de su tamaño mayor, ‘‘se parece en todo a la parte superior dela coraza del armadillo’’, y que evidentemente se trataría de una coraza de gliptodonte, mencionandoluego, ‘‘cerca del río Paraná, un esqueleto entero de cocodrilo monstruoso’’ cuyas vértebrashabrían alcanzado ‘‘cerca de cuatro pulgadas de espesor y seis pulgadas de ancho’’.

Los ‘‘cuernos de vacuno’’ petrificados citados por Dobrizhoffer (1784) en el río Paraná podríantambién considerarse como probables huesos fósiles. La referencia a grandes huesos en Santa Fede Gaspar Juárez (1731-1804), autor junto a Francisco Javier Iturri (1738-1822) de Historia natural,eclesiástica y civil del Virreinato del Río de la Plata, un texto mayormente perdido del que solamente sehan conservado unas pocas páginas, también podría considerarse como una cita probable devertebrados fósiles (Furlong 1948, 1954).

Testigos del Diluvio Universal

El texto más antiguo que cita la presencia de invertebrados fósiles es Historias (ἱστορια ) deHerodoto (ca. 484-425 a. c.), quién en el libro segundo de su conocida obra refiere la presencia deconchillas marinas en las montañas de Egipto (Herodoto 2004). Sin embargo, un siglo antes, otrogriego de nombre Xenophanes ya habría mencionado estos restos en Malta y Siracusa aunque susescritos se conocen solamente por referencias indirectas; también los citarían otros autores como elgriego Estrabón (64 a. c.-19 d. c.) y el romano Ovidio (23-43) (Buffetaut 1998; Mayor 2001). Todosestos clásicos coinciden en que las conchillas halladas en las montañas, son de origen marino, sinembargo, con el paso del tiempo, esta idea iría variando, y es así que distintos estudiosos habrían deconsiderar un origen inorgánico para estos objetos naturales, en tanto que otros los tomarían comoevidencia del Diluvio Universal (Guyénot 1957; Rudwick 1985; Buffetaut 1998).

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Sánchez Labrador menciona conchillas fósiles en la ciudad de Buenos Aires en la tercera parte,libro tercero, de Paraguay Natural (Sánchez Labrador 1968). Los fósiles constituyen un horizonte decoquina referible al Belgranense (Isla et al. 2000) que afloraba hacia el norte de la ciudad y que, luegode haber sido explotado como fuente de cal hasta principios del siglo XIX, está actualmente cubiertopor remoción del suelo y la urbanización intensiva del área. Sánchez Labrador afirma que las conchillashalladas en las Barrancas de Belgrano eran comparables a las que vivían en el mar, para luego plantearque debido a la falta de ‘‘movimiento progresivo’’ en los bivalvos, ‘‘no fuera fácil que desde el mary los ríos grandes hubieran caminado a lugares mediterráneos distantes, y aún a montes en que sehallan petrificadas’’. Sánchez Labrador concluye entonces que estas conchillas eran testimonio delDiluvio Universal, para luego agregar que ‘‘dudar de la universalidad del diluvio, porque no se puedeconcebir cómo cayó tanto golpe de agua sobre la tierra, es querer medir las obras de Dios con nuestrolimitado alcance’’.

Discusión

El rol de los jesuitas como hacedores, intermediarios o propagadores de las prácticas científicaseuropeas en las misiones y, a su vez, del saber indígena en Europa fue ya referido en la Introducción.En la Cuenca del Plata, los jesuitas se destacaron por sus estudios del mundo natural y tambiénen tópicos tan diversos como farmacopea, astronomía y electricidad (Montenegro 1945; Tignanelli2004; de Asúa 2004; de Asúa y Hurtado de Mendoza 2004; Anagnostou 2005); sin embargo, al igualque muchos de los naturalistas- exploradores que visitaron Sudamérica durante los siglos XVII yXVIII, los jesuitas no reconocieron como fósiles a las petrificaciones y grandes huesos del litoral, nitampoco a las conchillas del Belgranense.

Los textos de Ovalle, del Techo, Lozano, Dobrizhoffer y Juárez son referencias breves queincluyen anécdotas y descripciones someras de los fósiles, por lo que no es posible profundizardemasiado en su análisis. Una excepción en este conjunto de textos breves es el relato de Seppque, aunque también muy conciso, resulta destacable en tanto el autor pone en duda que lamadera petrificada del río Uruguay se haya generado a partir del agua del río; Sepp contesta, deeste modo, principios fundados en la autoridad de la tradición, al oponerse a los dichos deautores como Plinio el Viejo y Alberto Magno, y también va en contra de la opinión común,reflejada en los textos de otros jesuitas como Ovalle y del Techo; Sepp antepone, en definitiva, supropia experiencia sensible, de carácter empírico, al saber legitimado por la opinión común y latradición, a la ‘‘experiencia histórica’’ en un sentido escolástico y aristotélico (Gómez López2002).

Los textos sobre fósiles de Guevara, Sánchez Labrador y Falkner son más extensos y posibilitanun análisis algo más pormenorizado. Resulta claro que los escritos sobre ciencias naturales delsiglo XVIII muestran, a diferencia de los textos concebidos en épocas anteriores, una claradiferenciación entre caracteres observacionales, datos provenientes de la documentación disponibley fábulas (Foucault 2005). Es en este marco que, los relatos sobre fósiles de Guevara, SánchezLabrador y Falkner muestran, al igual que la mayor parte de los textos jesuíticos sobre cienciasnaturales escritos en la Cuenca del Plata durante el siglo XVIII, una búsqueda manifiesta deobjetividad (Huffine 2005). En este sentido, Guevara y Sánchez Labrador, independientementede las conclusiones que alcanzan en sus análisis, testean sus ideas acerca del origen de la maderapetrificada con sus observaciones y, en el caso del segundo, también con experimentos, empleandosu propia experiencia como método de contrastación de hipótesis (Gómez López 2002); Falkner,por su parte, al describir los restos de un gliptodonte y compararlos con huesos de Dasypodidaeactuales, confronta una hipótesis de trabajo con la observación. Sin embargo, estos relatos incluyen,

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junto a datos empíricos, explicaciones de carácter dogmático, explicaciones que encuentran sufundamento en la mitología o la teología; y es así que, a pesar de mostrar una búsqueda manifiestade objetividad, Guevara cree en gigantes, los que encuentran también su lugar en el texto deFalkner, en tanto que Sánchez Labrador recurre al Diluvio Universal, una figura de carácterdogmático- teológico, para explicar la presencia de invertebrados en las barrancas de BuenosAires. En resumen, Guevara, Sánchez Labrador y Falkner llegan a la caracterización de los fósilesa través de su propia experiencia sensible pero sin abandonar el marco de una serie de supuestosdogmático- teológicos y ontológicos sobre el origen de los mismos.

El estudio de las ideas científicas debe llevarse a cabo teniendo en cuenta el contexto histórico(García 2000). El proceso que daría como resultado la elaboración del concepto actual de fósiljunto a las nociones de morfología comparada, evolución de las especies y un tiempo geológicode varios millones de años, se iniciaría en el siglo XVII, pero habría de culminar recién durante elsiglo XIX, con posterioridad a la época de las misiones, modificando en gran medida el encuadreteórico de la paleontología (Rudwick 1985, 2005; Rossi 2003). El hombre se concibió durantesiglos descendiente de Adam y distinto en esencia de los animales, centro de un universo limitadoen espacio y tiempo, habitante de un mundo creado por Dios hace unos pocos miles de años(Rossi 2003, 2006). Para los jesuitas de las misiones, visualizar a los fósiles como restos deorganismos de un pasado remoto hubiese sido equivalente a contestar algunos de estos supuestose ir en contra del aparato conceptual e ideológico subyacente al ‘‘marco epistémico’’ de la época(Piaget y García 1996); estos supuestos, con su carácter dogmático, representaron entonces paralos jesuitas un verdadero ‘‘obstáculo epistemológico’’ (Bachelard 2004) y les habrían impedidoalcanzar una comprensión más acabada de los fósiles. Tomando en cuenta entonces la discusiónprecedente, se puede concluir que los aparentes ‘‘errores’’ interpretativos de los jesuitas sobre lanaturaleza de los fósiles no se debieron a su incapacidad o falta de objetividad, sino a laspresuposiciones epistemológicas en las que basaron sus observaciones (Piaget y García 1996); yque en definitiva para comprender las ideas de los padres, deberíamos intentar olvidar lo que hoysabemos acerca de los fósiles y adoptar en cambio razonamientos y principios que en la época delas misiones eran tan válidos como lo son actualmente las leyes físicas o matemáticas (Rossi2005); de este modo y dentro de este marco, los textos jesuíticos adquieren sentido y consistencia,resultando además totalmente coherentes.

Los textos jesuíticos sobre fósiles son, en conclusión, obras de innegable valor histórico; sinembargo, su utilidad como fuente de información taxonómica es limitada, en tanto no poseenilustraciones ni descripciones detalladas. Años después de la expulsión de la Compañía de losterritorios de la Cuenca del Plata, hacia fines del siglo XVIII, sería Georges Cuvier (1769-1832)quien habría de ilustrar y describir por primera vez un fósil de la región según parámetrostaxonómicos modernos, el Megatherium, un perezoso gigante hallado cerca de la ciudad de Luján(Ramirez Rozzi y Podgorni 2001; Mones 2002; Tonni et al. 2007).

Agradecimientos: A las autoridades y el personal de la Academia Argentina de Letras, la Biblioteca Nacional de laRepública Argentina y el Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti, por su ayuda en la localización de la literatura históricaconsultada; a Horacio Aguilar por facilitarme una copia de la primera parte del Paraguay Natural de José SánchezLabrador; al CONICET y a la UBA por haberme brindado las facilidades necesarias para realizar este trabajo.

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superior del Litoral argentino: Estudios paleoflorísticos. En: Aceñolaza, F.G. (Ed.): Temas de la biodiversidad dellitoral fluvial argentino. Instututo Superior de Correlación Geológica, Miscelánea 12: 91-102, San Miguel deTucumán.

Recibido: 14 de Marzo de 2008Aceptado: 15 de Julio de 2008

2 1OBSERVACIONES GEOLÓGICAS DE A. Z. HELMSHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 21-34F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Las observaciones geológicas de A. Z. Helms en 1789

Ricardo N. ALONSO1 y Sven EGENHOFF2

Abstract: ANTON Z. HELMS AND HIS GEOLOGICAL OBSERVATIONS IN 1789.- Anton Zacharias Helms (Hamburg, 1751-Vienna, 1803) formerly Director of the mines in Poland and late Director of the Mines in Peru, was a scientifictraveler that arrived to South America in 1789. He was one of the 15 members of the Nordenflycht Mission toPotosi. During his trip to Potosi, Helms crossed Argentina from Buenos Aires to Jujuy making very importantobservations on the geology of the country. In 1798 he publish a book in Dresden with results of the expeditionentitled: “Tagebusch einer Reise durch Peru, von Buenos Ayres an dem grossen Platastuffe, über Potosi nachLima, der Haptstadt des Ronigreiches Peru. Dresden, Waltherrischen Losbuchhandlung, 300 p”. The diary bookcontain a unique set of information among them the first geological observations made in northwesternArgentina and southern Bolivia known to date. He describe granite, limestone with fossil shells, and preciousmetal mines from the Cordoba hills; the large saline deposit of Salinas Grandes; the “primitive granite” (igneousorigin) and alternate green and red granite in the Tucuman hills. At Salta, he mentioned blue shale’s (todayPuncoviscana Fm.) that is covered by red beds and limestone (Pirgua and Yacoraite Fm.). He writes “Strata oflimestone, and large masses of ferruginous sandstone, ar e in many places superincumbent on the argillaceousslate”. Also, he describes salt beds, coal (perhaps bituminous shale) and gypsum in the upper part of themountains. During the journey from Eastern Cordillera to the Puna region he describe surprised the tectonic ofthe mountains, strongly folded and faulted, completely different to other mountains in Europe. He writes “Inno place does a revolution of nature appear to have been so general as in South America”. In the Helms book wefind primitive references to igneous and sedimentary rocks, unconformities, alluvial placers, ore minerals andtectonic ideas. Therefore, Helms observations are the first made by a professional on geology and mineralogy,almost 100 years before Alfred Stelzner, today considered the “father” of Argentinean geology, started modernearth science studies.

Resumen: LAS OBSERVACIONES GEOLÓGICAS DE ANTON Z. HELMS EN 1789.- Entre las observaciones geológicas másantiguas de la República Argentina se tienen las realizadas en 1789 por el “geominero” alemán Anton Zacharias Helms(Hamburgo, 1751-Viena, 1803). Helms formó parte de la misión del barón de Nordenflycht a Potosí contratada por el reyde España y fue el único de los 15 mineros alemanes que dejó plasmadas sus impresiones de viaje las que publicó enDresden en 1798 (Tagebusch einer Reise durch Peru, von Buenos Ayres an dem grossen Platastuffe, über Potosi nachLima, der Haptstadt des Ronigreiches Peru. Dresden, Waltherrischen Losbuchhandlung, 300 p.), trabajo que fue traducidoal inglés en 1806 y al francés en 1812. Es importante destacar que a diferencia de otros viajeros coloniales, Helms teníaformación específica en el campo de la geología y mineralogía habiéndose desempeñado hasta entonces como director deminas de Cracovia (Polonia), con estudios en diferentes sistemas montañosos europeos. La rigidez del contrato con el reyde España, establecido a diez años, les impedía a los alemanes dar a conocer cualquier información política o económicasobre el estado de las colonias. Helms sorteó el problema escribiendo su libro como un “diario de viaje”. Gracias a ellocontamos hoy con una información única sobre distintos aspectos del territorio argentino a fines del siglo XVIII por lapluma de un observador privilegiado. Entre las principales observaciones geológicas se cuentan las realizadas en lasSierras de Córdoba sobre granitos; un censo de minas metalíferas del país; la descripción de las pizarras, calizas y areniscasrojas en Tucumán y Salta; una descripción sobre el torrente de Volcán; la tectónica de láminas imbricadas en la Quebradade Humahuaca; y las pizarras con cuarzo auríferos y los aluviones de oro que los acompañan en Jujuy. Encontramos en eltrabajo de Helms rudimentos modernos en la descripción de rocas ígneas y sedimentarias, discordancias, placeres aluviales,menas minerales y cuestiones tectónicas. Las observaciones del alemán A.Z. Helms son así las primeras de un profesionalde las ciencias geológicas y mineralógicas realizado en Argentina.

Key words: Anton Z. Helms. history of geology. history of mining. Nordenflycht Mission. Mining colonial travelers.

Palabras claves: Anton Z. Helms. historia de la geología. historia de la minería. Misión Nordenflycht. viajeroscoloniales mineros.1 UNSa.- CONICET – C. Correo 362. Salta. E-mail: [email protected] Departamento de Geociencias. Colorado State University; 322 Natural Resources Building. Font Collins. CO

80523. USA. E-mail: [email protected]

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Introducción

La historia de la geología argentina se remonta a las primeras observaciones escritas de losconquistadores españoles y demás cronistas de Indias de naturaleza descriptiva de los fenómenosnaturales, paisajes, hallazgos minerales y otros, sin desconocer el importante avance en laprospección, exploración y explotación de sustancias minerales metalíferas y no metalíferas delos pueblos originarios americanos, entre ellos los Incas.

La historia del virreinato del Alto Perú es muy rica en toda clase de documentos mineros dela época colonial que se remontan a mediados del siglo XVI.

En general los viajeros arribaban a Lima por mar y desde allí se dirigían a los importantesdistritos mineros, entre ellos el famoso cerro Rico de Potosí, descubierto y puesto en producciónen 1545. Hacia el sur, la información es más escasa y estuvo limitada a observaciones circunstancialesde viajeros religiosos que aportaron algunos datos sueltos, aunque siempre valiosos, sobreterremotos, volcanes, aguas minerales y minas.

Existe sin embargo un trabajo de fines del siglo XVIII, escrito por un profesional de lageología y la minería, que había pasado desapercibido hasta ahora, en gran parte por no habersido traducido al español. Se trata del relato de viajes escrito por el alemán Anthony ZachariahHelms (sic en la versión inglesa) quién cruzó por los territorios de Córdoba, Tucumán, Salta yJujuy en los últimos meses de 1789. Este metalurgista y minero que vino con la misión del barónvon Nordenflycht, un respetado mineralogista sueco, pasó tres años en las minas del Perú yluego regresó a Europa para radicarse definitivamente en Viena.

En 1798 publicó en Dresden su diario de viajes al que tituló “Tagebusch einer Reise durchPeru, von Buenos Ayres an dem grossen Platastuffe, über Potosi nach Lima, der Haptstadt desRonigreiches Peru. Dresden, Waltherrischen Losbuchhandlung, 300 p”. La obra se editó primeroen alemán (Helms, 1798) y luego fue traducida al inglés (Helms, 1806, 1807) y al francés (Helms(1812) (cf. Santos Gómez, 1983). Las numerosas ediciones y traducciones hablan del interés quedespertó la obra en su tiempo.

Helms, se adelanta a muchos viajeros posteriores en sus observaciones, entre ellos en 35 añosal capitán inglés Joseph Andrews, quién habría solicitado concesiones mineras en el Aconquija yreconocido rocas metamórficas esquistosas en las serranías circundantes de la ciudad capital(Aceñolaza, 1998), quien también realizó actividades mineras y observaciones geológicasinteresantes en Salta y Jujuy (Alonso, 2005).

Vida y obra de A.Z. Helms

Anton Z. Helms, nació en Hamburgo (Alemania) el 31 de agosto de 1750, era hijo de unpeluquero (Johann Jürgen Helms), su profesión era la de un geominero (“Bergfachmann”) ymurió a los 51 años, en Viena, el 27 de Diciembre de 1801 (Gicklhorn, 1963; Henze, 1978). Casinada se sabe de sus primeros 37 años de vida, salvo que alrededor de 1780 fue contratado comoun especialista minero por la corona polaca para las minas de Cracovia. También que en 1787acompañó al barón von Nordenflycht a Austria para estudiar algunas minas y para estudiar elmétodo de amalgamación que se utilizaba en Schemnitz (Banská Stiavnika), hoy Eslovaquia.

Antes de venir a América, Helms se desempeñaba como director de minas en Cracovia. Ensu condición de experto metalurgista fue contratado por la corona española para que buscaramejorar los métodos de amalgamación y fundición de metales nobles que se usaban en Potosí yPerú. La idea era introducir en América el método de amalgamación en toneles desarrollado por

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el vienés von Born. Helms, recibió el permiso de viaje y el dinero para gastos por parte delembajador español en Viena, el marqués de Llano. Se embarcó en La Coruña (España) acompañadopor su esposa, unos pocos sirvientes negros y un equipo de mineros alemanes. Precisamente,Helms se casó antes de emprender el viaje y su esposa lo acompañó en su viaje por América delSur a lo largo de cuatro años.

El 29 de Octubre de 1788, comenzó su travesía desde Buenos Aires hacia el norte utilizandoel servicio de carruajes que operaba por la ruta de las postas hasta Salta. En ese trayecto realizóvaliosas observaciones geológicas, que volcó cuidadosamente en su diario de viajes y que hanpermanecido casi desconocidas para los historiadores de la ciencia (e.g., Turner, 1970; Babini,1986; Camacho, 1971; Aceñolaza, 1998). De acuerdo con un documento de Potosí de 1788(previo a la llegada de la misión de Nordenflycht con los datos enviados por la corona española)Helms tenía ese año 31 años, era casado, de religión católica y su lugar de nacimiento era Hamburgo(Ovando Sanz, 1975). Fue contratado durante la misión del barón de Nordenflych por la sumade 1500 pesos.

Si nos atenemos a estos datos, Helms habría nacido en Hamburgo en 1757 (Maffei y Figueroa,1871, T. II, p. 510), no habiendo coincidencia con los datos biográficos aportados por Gicklhorn(1963), puesto que en 1788 tendría 38 años. Maffei y Figueroa (1871) sostienen que la profesiónde Helms era la de “Químico, ensayador y metalurgista” (p. 511).

La misión Nordenflycht

Es poco conocido que el barón de Nordenflycht pasó por el actual territorio argentino en1789 camino al cerro Rico de Potosí (Alonso, 1999, 2000, 2005). Este es un hecho histórico degran relevancia por lo que significó su misión no sólo desde un punto de vista científico sinotambién político. El barón Fürchtegott Leberecht Nordenflycht (1738-1815), había nacido enPrusia, su padre era un noble sueco y su formación y lengua eran la germana. Como muchosotros de su tiempo, estudió en el mayor centro de excelencia minera como era la AcademiaMinera de Freiberg en Sajonia.

Antes de venir a América, donde terminó residiendo por veinte largos años, se desempeñabacomo consejero del rey de Polonia. De profesión mineralogista y metalurgista estuvo a cargo delas minas de Miedzianagora, cerca de Cracovia, en 1786. Fue en estas lides que tuvo bajo suresponsabilidad aplicar un nuevo método de amalgamación de la plata que había descubierto elvienés Ignaz von Born. El método conocido como de los toneles, funcionó muy bien y tuvo suéxito en las viejas minas europeas. Enterada la corona española envió a uno de sus funcionariosde confianza, el químico Fausto D’Elhuyar que tenía fama por haber descubierto el elementotungsteno, para que realizara la contratación de una comisión de científicos para que vinieran alas minas de América a aplicar el sonado método.

Así, se contrató como jefe de la misión al barón de Nordenflycht quién formó su equipo conun experto en laboreo minero como Johann D. Weber (su segundo al mando); Anton ZachariasHelms, quién durante el viaje realizaría las primeras observaciones geológicas en el Noroesteargentino; Federico Mothes, que había estudiado metalurgia en la célebre academia de minas deFreiberg y que fue contratado como geómetra subterráneo; a los cuales acompañaron otros oncetécnicos y mecánicos de diferentes artes y oficios. Es interesante destacar que en el grupo habíacatólicos y protestantes.

El contrato consistía en permanecer 10 años en América del Sur al servicio de la coronaespañola, fomentando el uso racional de las explotaciones de metales preciosos y logrando los

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mejores beneficios en los procesos de amalgamación. A cuenta se les ofreció seguridad para suspersonas, bienes y familias, libertad en el ejercicio de su religión, indemnización de gastos deviajes, pago puntual de sus sueldos, y señalamiento, terminado el contrato, de una pensión vitaliciasegún sus méritos. La expedición salió de La Coruña y arribó a Buenos Aires en 1788.

El 29 de Octubre de ese año emprendieron el viaje a Potosí cruzando transversalmente elterritorio argentino por Córdoba, Tucumán, Salta y Jujuy hasta arribar a Potosí el 24 de enero de1789. A.Z. Helms dejó escrito un rico diario del camino de postas realizado con observacionesde las ciudades que fueron atravesando, los tipos de gentes y la conformación geológica de losterrenos (Alonso, 1998). Al llegar Nordenflycht a Potosí –la mayor concentración de plata delplaneta- se encontró con que el bajo rendimiento de los yacimientos se debía a los métodosanticuados de explotación y a la corrupción, negligencia, empirismo y rutina de la burocraciacolonial.

Era Nordenflycht un hombre de la ilustración, con ideas renovadoras y afanes reformistas.Al parecer trajo escondidas entre sus pertenencias los primeros ejemplares de la EnciclopediaFrancesa que entraron en América. No es de extrañar entonces que su misión fue obstaculizadapor la maledicencia y la hostilidad abierta que tachaba a los alemanes de charlatanes, herejes,judíos y extranjeros perniciosos, a más de peligrosos agitadores de los indígenas, a quienes tratósiempre de proteger contra la explotación inhumana, la cual constituía forma habitual de lasfaenas mineras desde los tiempos de la conquista. Los alemanes querían poner maquinarias quereemplazaran la fuerza bruta de los mineros y esto les trajo un fuerte rechazo de los que explotabanesa mano de obra. Estando en Lima en 1801 tuvo dificultades con el Santo Oficio de la Inquisición,que le instruyó un oficio preliminar por leer y difundir libros prohibidos.

Más que prohibidos por lo religioso, lo que se estaba incubando eran los afanes independentistasy Nordenflycht llevaba ya largos años en el Alto Perú y había tomado contacto directo congrupos de intelectuales como los que nucleaban alrededor del Mercurio Peruano y de los cualesHipólito Unánue (amigo de San Martín) era el mentor. En 1802 se reunió en Lima con el famososabio alemán Alexander von Humboldt, quien también colaboró activamente con los movimientosindependentistas americanos. En 1810 pasó a Chile donde contrajo matrimonio, dejo descendenciay siguió a Europa tiempo después. Para entonces comenzaban a independizarse varios países yno puede desconocerse el papel movilizador que tuvieron las ideas de hombres como Humboldt,Unánue y Nordenflycht entre tantos otros.

El diario de Helms

El texto del diario está organizado de forma cronológica, aunque sin embargo las fechasestán muy aisladas y se pierde fácilmente la correlación de los eventos con el tiempo de suocurrencia. Esto resulta inusual para un diario, que precisamente se lleva día a día. Las distancias,sin embargo, están siempre dadas y son bastante exactas. Las menciona en leguas o sea las millasespañolas (veinte leguas equivalen a un grado del Ecuador o aproximadamente 5,57 km (Alonsoand Egenhoff, 2005).

Helms hizo un listado de las minas existentes en el virreinato del Río de la Plata en 1788,cubriendo gran parte de Argentina y Bolivia, de acuerdo a los datos que le entregaron en lasoficinas del gobierno. Para la región del Noroeste Argentino, llamada generalizadamente como“Tucumán” menciona dos minas de oro, una mina de plata, dos minas de cobre y dos minas deplomo. En total indica para el virreinato 30 minas de oro, 27 minas de plata, 7 minas de cobre,2 minas de estaño y 7 minas de plomo. Estos datos son especialmente valiosos ya que constituyen

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Figura 1. Portada del diario de Helms en la ediciónalemana de 1798

Figura 2. Portada del diario de Helms de la segundaedición inglesa de 1807.

una de las pocas fuentes sobre el estado de la actividad minera a fines del siglo XVIII (Alonso andEgenhoff, 2005).

Es importante remarcar que cuando visita una mina, Helms describe los minerales que observa,la composición de la roca de caja y la localización más o menos exacta de donde se encuentra. Sibien hay abundantes observaciones geológicas y mineras, dominan en el diario otros aspectosrelacionados con suelos, ganados, biología, clima, vientos, y las gentes locales. Lo curioso es quenunca habla ni de su esposa ni de los otros miembros de la expedición con lo cual esos aspectosdebieron ser removidos expresamente.

Es importante señalar que la primera y única edición alemana de 1798 es mucha más rica ycompleta en información que las inglesas de 1806 y 1807. La edición francesa de 1812 essimplemente la traducción de la edición inglesa de 1806. Por ello, hacemos referencia en formapermanente a la primera edición alemana que los autores tuvimos oportunidad de consultar en labiblioteca de la Universidad de Freiberg.

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Observaciones geológicas en Córdoba

Helms comienza su narración al salir de Buenos Aires y describe principalmente los temasrelacionados con indios, gauchos, milicianos españoles y cuestiones de la flora y la fauna. Al llegar alrío Tercero, más concretamente a una localidad llamada Cabeza de Tigre (se trataría de la actual CruzAlta, según F.G. Aceñolaza, comunicación personal), menciona que el río corre sobre granitosdescompuestos y que el río mismo, probablemente se inclina debido a su posición (geográfica)hacia el gran Plata o río Plata („Das Bett dieses Flusses ist aufgelöster Granit; der Fluss selbstaber fällt wahrscheinlich seiner Lage nach in den großen Plata- oder Silberfluss“; 1798, p. 13).Esos granitos serían a la postre las rocas más antiguas que Helms observara en su recorrido.

Desde allí continúa viaje hasta Saladillo y le llama la atención que la mayoría del terreno esondulado y está cubierto por una eflorescencia blanca de salitre (“saltpetre”) que luce a la manerade escarcha. Continúa el viaje hacia Barrancas y Zarjón (probablemente Zanjón) donde mencionaque el río corre sobre margas endurecidas las que están interestratificadas con capas calcáreasconteniendo gasterópodos (“calcareous shells”). Dice: “Das Flußbette bestand hier aus verhärtetemMergel mit vielen verkalkten Schnecken”; 1798, p. 13. Esta última es quizás la primera cita concretaen la Argentina de invertebrados fósiles en sentido moderno.

Luego se refiere a una cuestión de ríos y cuencas hidrográficas al especular que siguiendoaguas arriba por el río Segundo se llega a la unión con el río Tercero ya que “este río es unacontinuación del río Tercero ya que el río Segundo recibe sus aguas de la Precordillera peruanaque comienza aquí, en las vecindades” (“Dieser Fluss ist eine Fortsetzung des Flusses Rio Tercero,denn der Rio Segundo empfängt sein Wasser von dem hier in der Nähe anfangenden PeruanischenVorgebirge”; 1798, p. 16).

Al llegar a Córdoba se refiere a ella como un pueblo limpio y hermoso ubicado sobre unarama de los Andes, habitado por 1.500 españoles y criollos y unos 4.000 negros esclavos. Refiereque es lugar de tránsito comercial al Potosí, asiento del Obispo, con edificios importantes entrelos que se destaca la Catedral y con calles mucho más limpias que las de Buenos Aires. Luegoafirma que, no muy lejos del pueblo, en las montañas de granito, se encuentran vetas de plomo ycobre las cuales son argentíferas. Dice que hay: 1) Labores mineras, como pozos a pique, algunosprofundos, a lo largo de vetas que contienen galena diseminada con proustita, que de acuerdocon los rumores locales contiene 25% en peso de plata. El contenido de plomo parece ser entre70 y 80%; 2) Galena intercrecida con menas de plomo blancas y grises; 3) Menas grises deplomo; 4) Calcopirita con “fahlore” diseminada (“fahlore” es un término generalizado para cualquiermena mineral grisácea consistiendo normalmente de sulfoarseniuros y sulfoantimoniuros de cobre,específicamente tetraedrita y tennantita). El mineral de ganga de las vetas es cuarzo. Dice Helms:(...“findet man 1) einige Ellen tief ausgeschürfte unaufgenommenen Gänge von derbem Bleyglanzemit Rotgüldenerze eingesprengt, welches der unwissenden hiesigen Sage nach 25 Loth Silber imZentner enthalten soll. Der Bleygehalt muss dem Ansehen nach zwischen 70 und 80 pro Cent seyn.2) Bleyglanz mit durchwachsenem weiß und grauem Bleyerze. 3) graues Bleyerz. 4) Kupferkies miteingesprengtem Fahlerze. Das Ganggestein ist Quarz.“; 1798, p. 22). Luego informa que la roca decaja consiste de gneiss sobreimpuesto sobre granito. El feldespato ha sido parcialmente descompuestoa tierra porcelánica con mica (“Das Gebirge ist auf Granit theils aufgesetzter Gneiss, worinn derFeldspath zur Porcellainerdetheils aufgelöst und theils Glimmer war.”; 1798, p. 24). Afirma que losdiques o vetas tienen un rumbo de 83º.

Como se aprecia estas observaciones gozan de actualidad geológica ya que menciona por sunombre a rocas clásicas como los granitos y los gneises. Señala el fenómeno de alteración de losfeldespatos que se convierten en una tierra porcelánica (caolín). Menciona minerales por su

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nombre como el caso de la galena, proustita y calcopirita, además de otras menas que acompañan aestos minerales como los cobres grises. Igualmente se refiere a la ganga de cuarzo de las vetas y alcontrol estructural de estas, dando incluso el rumbo o dirección (83º). Señala también las leyes oporcentajes de algunos metales tal como el plomo y la plata.

Luego menciona que las sierras están formadas por granitos rojos y verdes y que gradualmentese hacen más altas. Por detrás de ellas y hasta cerca de Tucumán dice que el viajero pasa a travésde una llanura salina, de 210 millas de longitud, que en su mayor parte es estéril y desértica ydesde la cual las montañas son vistas a la distancia. Describe que todo el piso de la salina estácubierto con una incrustación blanca de sal y no contiene otra planta que la salsola hali, la cualcrece hasta una altura de 4 yardas. Aclara que el muy venido abajo pueblo de Santiago del Esterose encuentra en esta planicie. Se detiene en las consideraciones sobre los tipos humanos y haceuna encendida defensa de los indios como mineros diciendo que son a ellos a los que se les debenlas enormes cantidades de oro y plata producidas en las colonias españolas puesto que los criol-los, españoles y negros no sirven para estas tareas. Sostiene que la escasez de agua en Córdoba ysus alrededores son un problema tanto para la explotación de las minas como para la purificaciónde las menas.

Reproduce información oficial minera que constituye un primer censo minero para lasprovincias del Tucumán (que abarcaba gran parte del actual centro y NOA de la R. Argentina) yque entonces contaba con las siguientes minas: Oro (2); plata (1); cobre (2) y plomo (2).

En el norte de Córdoba, entre San Pedro y Durazno dice que “las montañas continúanestando compuestas de granitos rojos y verdes y contienen vetas de menas de plata córnea”(antiguamente se designaba como plata cornea al cloruro de plata, Alonso, 1995), así comodiques de hornstein, refiriéndose probablemente a “cuarzo finamente cristalino” o “chert”. Dice:“Das Gebirge bleibt noch immer ursprünglich rother und grüner Granit, und enthält Hornstein-gänge”; 1798, p. 25.

El camino desde Durazno sigue a través de Channar (¿Chañar?) o Cachi (15 millas), Portezuelo(27 millas), Remanso (24 millas) y Yuncha (90 millas). Dice que entre las pequeñas localidades deRemanso y Yuncha el piso está en su totalidad cubierto con una sustancia salina blanquecinasuelta (… „dessen ganzer Boden mit einer weißen lockern Salzrinde überzogen ist.“; 1798, p. 26).En la Villa de Remanso y Yuncha los pobladores debieron comentarle a Helms que el materialera halita o salitre. Sin embargo Helms dejó establecido que el nombre español „salinas“significando planicie de sal prueba que el mineral es halita o sal común lo cual también secorrespondía con sus análisis (“Sein spanischer Name aber beweist das Erstere, indem man dieseFelder Salinas oder Salzfelder nennt, welches auch mit meiner Analyse übereinstimmte.“; 1798, p.26). Se trataría de las Salinas de Ambargasta.

Helms asume que la sal dentro del valle se originó de capas de sal en el subsuelo. Y ademásteoriza que el valle debe contener un manto de sal como lo indica su posición y el suelo arcillososuelto que es resbaladizo y muy salino, lavado por las lluvias y luego precipitado a través del calordel sol y distribuido sobre todo el terreno, (…) luego debería haber una enorme cantidad de estemineral oculto (en el subsuelo). Dice (“Sollte, wie es die Lage des Thales und die lockere Thonerde,die ganz schmierig und durch und durch mit diesem Salze durchdrungen, vom Regen ausgezogen,und durch die Sonnenhitze hernach über die Felder wie Schnee ausgesotten wird, und wie esnoch übrigens die ausserordentliche Kalipflanze wahrscheinlich zu machen scheint, ein Salzflözseyn, so müsste hier ein ungemeiner Reichthum dieses Minerals verborgen liegen”; 1798, p. 26-27). Se trata sin dudas de la primera observación científica moderna sobre el origen de las sales enla cual hace jugar el lixiviado de sales más antiguas y la evaporación y distribución en el ambienteactual.

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De nuevo, y cerca de Santiago del Estero (Helms: Sant Jago del Estero), menciona que uno de losríos que cruzó muestra una arena procedente de la descomposición de un granito (“Der Fluß hateinen sandigen Boden, der aus aufgelöstem Granit besteht”; 1798, p. 28). También hace referenciaque „el calor en Santiago del Estero es casi intolerable, especialmente cuando el viento sopla desde elnorte“.

Desde Santiago del Estero continúa viaje a San Antonio (18 millas), a Chachilla (24 millas) yVinara (localidad próxima al límite entre Santiago del Estero y Tucumán) otras 24 millas. Comentaque a lo largo de 15 millas cruzaron el río St. Jago (ríos Dulce y Saladillo) en todas las direccionesy aclara que en enero, sin embargo, cuando la nieve comienza a derretirse sobre las montañas dePotosí, el río crece hasta convertirse en peligroso para los viajeros.

Observaciones geológicas en Tucumán

Desde Vinara continúa hasta Palma (18 millas), luego hasta Talacha (18 millas) y desde allíhasta Tucumán (24 millas). Helms arriba a Tucumán y la describe como un pueblo pequeño ybonito, rodeado por plantaciones de frutales y cítricos, entre los que destacan naranjas, higos ygranadas. La ubica a 450 millas de Córdoba y 700 millas de Potosí. Dice que cuenta con tresmonasterios y es asiento de un Obispo. Sostiene que los habitantes son ricos pero podrían serlomás aún si se dedicaran a explotar las minas de oro y plata que hay en las sierras vecinas. Dice queno más pasar las sierras al otro lado “todo el cuerpo de la sierra contiene los metales preciosos enabundancia” (1806, p. 15). Se refiere al oeste y más precisamente al Aconquija-Cumbres Calchaquíesdonde existen documentos sobre metales preciosos desde el siglo XVII para los distritos deChoyana, Huaschaciénaga, Cerro Bayo y Alto de la Mina (Aceñolaza, 1998). Sin embargo echa laculpa del atraso en la minería a los pésimos mineros que son los esclavos negros y los rústicosmétodos de explotación consistentes en cargar sobre las espaldas los sacos de mineral extraídosde los socavones (se refiere a los apiris que sacaban el mineral en los capachos del fondo de lossocavones). Se queja que los empleadores son tan ignorantes que no han aprendido a usar lossencillos tornos o cabrestantes y que esto lo encontró como una mala práctica no solo en Tucumány Potosí sino en todo el reino del Perú.

Para Helms la región alrededor de Tucumán parece ser rica en minas de oro y plata mencionóla presencia de vetas que afloraban en la superficie (“Die meisten Gänge gehen zu Tage aus…”;p. 30). Helms visitó la mina de oro “Anconquija” (Aconquija) a pedido del tesorero real de Tucumán.Dice que “Las labores mineras de la rica mina de oro Anconquija están situadas en una cadenamontañosa granítica, y las vetas están compuestas de cuarzo con oro. La mineralización está compuestade argentita (?), parcialmente nativa (¿plata nativa?), parcialmente asociada con oro finamentediseminado, malaquita y también minerales de hierro”. Y apunta que “el contenido de oro de estemineral debe ser significativo si estimamos de acuerdo con su apariencia (…) (“Die Goldanbrücheder reichen Grube Anconquija brechen im Granitgebirge, und die Gangart besteht in fettem Quarzmit Gold durchwachsen. Die Erzbestandtheile bestehen im Silberglaserze, theils gediegen, theils inreichem Goldmulm mit Kupfermalachit, auch Eisenerze gemischt. Der Goldgehalt in diesem Mineralwar schon dem äußeren Ansehen nach beträchtlich (...),1798; p. 32)”.

En otro orden menciona que viniendo de Córdoba vio que las montañas eran de “granitoprimitivo” pero a medida que avanzaba hacia Tucumán este granito comenzaba a mezclarse conpizarras arcillosas de varios colores, entre las que predominaban las azules. Esto constituye laprimera referencia regional concreta a un gran cambio de grandes provincias geológicas, esto esdesde el viejo y “granítico” ambiente de Sierras Pampeanas hasta el ambiente “sedimentario”

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más joven y dominante del norte argentino está definido por Helms cuando dice que “hasta Tucumán,las cadenas montañosas están compuestas de granito original (primitivo), pero desde Tapia enadelante este cambia a una pizarra azulina parcialmente meteorizada”. (“Bis Tucuman besteht dasGebirge aus ursprünglichem Granit; von Tapia an aber wechselt es mit ursprünglich blauemThonschiefer, der zum Theil verwittert ist, ab“; 1798, p. 35).

Continúa luego el viaje siguiendo el camino de Postas desde Tucumán a Tapia (21 millas),desde Tapia a Duralde (24 millas). Dice que Duralde está situado sobre un torrente de montañadel mismo nombre y que a causa de los pésimos caminos (debe tenerse en cuenta que es la épocalluviosa en esta región del país) no arribaron allí hasta la noche del 14 de diciembre (1789). DesdeDuralde siguieron hasta Paso del Pescado (18 millas) y desde allí alcanzaron “Trinca” (Trancas)que describe como “un pequeño pueblito placentero, con una iglesia, sobre un torrente de montañadel mismo nombre” (1806, p. 24). Finalmente, entraron en el actual territorio de Salta (Paso delPescado en Tucumán hasta Arenal en Salta, 27 millas).

Antes, señala que “las montañas entre Tapia y Duralde consisten de fangolitas descompuestaso meteorizadas. Dichas pizarras micáceas muestran un color azulino cuando no están todavíadescompuestas y forman los rodados que se encuentran dentro del lecho del río (“Das Gebirgevon Tapia bis Duralde besteht in aufgelösten oder verwitterten Thongebirgen, deren nochunaufgelöster Theil bläulicher, glimmerreicher Thonschiefer ist, aus deren abgerundeten Graupenhier auch das Flussbette besteht.“; 1798, p. 35). Se está refiriendo a lo que conocemos actualmentecomo las Fm. Medina y Fm. Puncoviscana de edad Precámbrico superior hasta Eocámbrico,unidades silicoclásticas marinas ampliamente distribuidas en el norte argentino.

Una cuestión curiosa es una frase que aparece en la edición inglesa de 1806 que no figura enla edición alemana como tal pero tiene un gran valor estratigráfico. Es la que se refiere “estratosde calizas y grandes espesores de areniscas ferruginosas que en muchos lugares se apoyan(discordantemente) sobre la pizarra arcillosa”. Dice Helms: “Strata of limestone, and large massesof ferruginous sandstone, are in many places, super-incumbent on the argillaceous slate” (1806,p. 23). En este caso se está refiriendo concretamente a la Formación Puncoviscana que actúacomo basamento regional y a las unidades del Grupo Salta y Grupo Orán que se le superponen,entre ellas, a la Fm. Yacoraite, unidad calcárea del Cretácico superior de amplia distribución en elNOA y a las sedimentitas rojas cretácicas que la infrayacen (Subgrupo Pirgua) y las terciarias quela recubren (Subgrupo Santa Bárbara y Grupo Orán).

Observaciones geológicas en Salta

Continúa su relato diciendo que “Nosotros pasamos el lecho seco de un río a dos millas ymedias de Talo (Tala) bajando la pendiente de la sierra. Las barrancas del lecho del río estabancompuestas de arena roja o de un pórfido suelto descompuesto mezclado con arcilla. La bar-ranca oriental era alta y grande y estaba cubierta con una ceniza blanca. Esta ceniza tenía la formay el gusto como una perfecta sal de cocina. Las barrancas estaban construidas de capas apiladas(estratos) y en Pasaje (una pequeña villa al sur de Salta), descubrimos también carbón y yesoesparcido que argumenta por una probabilidad de encontrar mantos salinos en esta área („Zweyund eine halbe Meile von Talo, dem Gebirge herunter, passierten wir ein trockenes Flussbette,welches mit Wänden von rothem Sande, oder aufgelöstem Porphyrlager, welches locker und mitThon vermischt eingefasst ist. Ein große und hohe Wand an der Morgenseite war ganz weißübersintert; der Geschmack und die Form des Sinters war gleich einem vollkommenenKüchensalze. Die Struktur dieser Wände sind Flözlager, und in Pasaje entdeckten wir auch

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Steinkohlen und Gipsspäthe, woraus sich denn die Wahrscheinlichkeit von Salzflözen in dieserGegend schliessen lässt.“; 1798, p. 37). Se aprecia el interés permanente de Helms en la observaciónde potenciales fuentes de sal común, muy valorada en la época para distintos usos entre ellos losmineralúrgicos. Helms estaba convencido de la presencia de sal fósil en las proximidades de laregión que estaba recorriendo y dice “…y tomando en cuenta varias otras indicaciones, nos lleva aconcluir que hay grandes capas de sal fósil en esta parte del país” (1806, p. 26). La cita de yeso es muycomún en toda la región en las llamadas Formación Rio Salí en Tucumán y Formación Anta en Salta.En cuanto al carbón, que en la edición alemana aclara que se encuentra cerca de Pasaje, no hay dudasque se trataría de los esquistos bituminosos que afloran en el Río Piedras y que 100 años más tardeestudiaría Brackbusch durante sus investigaciones de la “Formación Petrolífera” en el norte argentino.

Desde Arenal (nombre que aún se conserva) hizo el recorrido hasta Rosario (Rosario de laFrontera) separados 15 millas. En el río Rosario menciona la presencia de rodados abundantes depizarras azulinas muy comunes en las montañas vecinas (Fm. Medina). Luego sigue desde Rosarioa Concha separados 20 millas y dice que “la cresta principal de las montañas comienza a elevarseaquí considerablemente” (1806, p.25). Desde Concha a Rodeo del Tala 24 millas (no hay ningunamención a Metán) y otras 24 millas hasta alcanzar Pasaje sobre el río del mismo nombre (hoy ríoJuramento). El camino sigue desde Pasaje hasta Sienage (¿Ciénaga?) separados 30 millas y desdeSienage hasta Cobos, otras 21 millas.

Dice Helms: “Dos millas después de pasar Cobos (hacia Salta), dos cadenas montañosas seaproximan desde el Este y el Oeste y se acercan tanto entre ellas que en algunos lugares tuvimosque circunvalar algunos pie de montes y tuvimos que cruzar algunos terrenos altos y hendidurasque estaban todas cubiertas por clastos redondeados de fangolitas, margas y esquistos así comotambién cuarzo y otros tipos de fósiles que hacían muy difícil la tarea de transitar” (“Zwo Meilenhinter Cobos kommen beide Gebirge von der Abend- und Morgenseite so nahe gegeneinander,dass man an einigen Stellen schon vor einigen ihrer Absätze vorbey, durch viele Klüfte und überAnhöhen fahren muß, die alle mit abgerundeten Bergarten von festem Thon, Mergel undThonschiefer, Quarz und anderen Fossilarten so überschwemmt sind, dass der Weg dadurchsehr beschwerlich wird.”; 1798, p. 37-38). Efectivamente, el camino debió cruzar en zonas demateriales de acarreeo que forman las altas terrazas cuaternarias entre Cobos y la sierra de Mojotoro.Lo que no queda claro es el uso de la palabra fósiles.

Comenta luego que “…en la vecindad de Salta algunas de las laderas de las montañas estáncompuestas de estratos relativamente planos que tienen un rumbo norte-sur. La roca es sólida yestá compuesta de esquistos rojizos mantiformes algunos con una gruesa costra de ceniza carbonática.En algunos lugares las capas están compuestas de carbonato” („Nahe von Salta findet man einigeGebirgsrücken kahl, bestehend aus flachfallend- nach Mitternacht streichend- fest- röthlich- flözartigenThonschieferlagen, zum Theil mit einer starken Rinde Kalksinter aufgesetzt; hin und wieder findetman ganze Kalklager.“; 1798, p. 38). Esta observación resulta la primera de tipo geológico estructuralen que se señalan las rocas que se encuentran en la sierra de Mojotoro y que buzan hacia Salta con unrumbo norte-sur. No sabemos cuál fue la entrada de Helms a Salta (Angosto de Mojotoro, Portezueloo La Quesera), pero la descripción de “esquistos rojos mantiformes” se condice con las capas delGrupo Mesón (Cámbrico) que afloran allí.

Desde Cobos hasta Salta dice Helms que recorrió 27 millas. Llegó a la ciudad de Salta en losúltimos días de diciembre de ese año de 1789 y en su diario escribió: “El pueblo de Salta estásituado sobre el río Arias. Está dividido en cuatro calles principales, muy irregulares, pero másanchas que aquellas de Córdoba. La Plaza Mayor muestra sobre el lado oeste bellas residencias ysobre el opuesto la Catedral, que es la residencia del gobernador-intendente y de la administraciónde la provincia de Tucumán. Hay también siete iglesias y monasterios. Viven unas 600 familias

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españolas y la población total, incluyendo criollos y esclavos se estima en unas 9.000 almas. Loshabitantes, quienes mantienen un considerable comercio con Potosí, Perú y Chile, son más ricos,distinguidos y cultos que aquellos de Córdoba y Tucumán”. Cuenta luego que en Salta se cambia loscarruajes por animales de silla y el camino a Lima sigue por La Caldera, Jujuy, la quebrada deHumahuaca y así sucesivamente. Comenta que al dejar Salta la vegetación comienza a disminuiry que “el viajero ya no es molestado por una increíble multitud de langostas, grillos, ranas cantoras,sapos, serpientes, cocodrilos y mosquitos”. Se queja luego Helms de que las penurias del viaje losllevan a enfermarse en parte debido a las sucias posadas llenas de bichos, a tener que apagar la sedcon aguas fétidas de charcos y a tener que respirar el aire nauseabundo contaminado por losefluvios nocivos de esqueletos de animales en descomposición (es importante recordar que paraesa época Salta era una importante plaza abastecedora de mulares a Potosí). Hace comentariosvarios sobre las hormigas, sobre los tigres y pumas, y sobre las abejas melíferas no domésticasque construyen sus nidos en las ramas de los árboles.

Dice Helms en su recorrido hacia Jujuy que “Algunas cadenas montañosas están compuestasde “rocas lavadas” como las que se observan entre Salta y Jujuy mirando hacia el frente a travésde esquistos sólidos de color rosado carne. Las montañas incrementan en altura y están algunasveces cubiertas con nubes” („Man sieht auch von Salta bis zu dem folgenden Städtchen Jujuivorwärts zwischen den festen fleischfarbigen Thonschieferlagen Rücken von aufgeschwemmtenBergen, die öfters wegen ihrer ansteigenden Höhe mit Wolken bedeckt sind.“; 1798, p. 43). Serefiere al actual camino de cornisa entre Salta y Jujuy, por la ruta 9, donde antiguamente corría elcamino real. Al parecer las “rocas lavadas” podrían ser las cuarcitas ordovícicas que buzan haciael río Caldera; las capas rojas corresponderían al Terciario de la sierra de Vaqueros, y las altasmontañas cubiertas por nubes pertenecen a los Nevados de Castillo y Cordón de Lesser.

Observaciones geológicas en Jujuy

Respecto a Jujuy comenta que es un pequeño pueblo de unos 3.000 habitantes con ricosminerales en sus montañas, pero cuyos pobladores -al igual que los de Salta y Tucumán- “notienen iniciativa ni habilidad para hacer un uso apropiado de los regalos que la naturaleza haderramado con mano liberal sobre estas interesantes regiones”.

Desde Jujuy sigue hacia la Quebrada de Humahuaca por el río Grande de Jujuy. Hace aquí unanueva descripción geológica cuando dice que “las montañas lentamente incrementan en altura y estánparcialmente compuestas de esquistos rojo carne, rojo oscuros y principalmente azules con venas decuarzo” („Das Gebirge steigt immer mehr sanft in die Höhe, und besteht zum Theil in fleischfarbigem,dunkelrothem und größtentheils blauem Thonschiefer mit Quarzgängen.”; p. 45). Efectivamente,el primer tramo de la quebrada de Humahuaca muestra las rocas pizarrosas azules de la FormaciónPuncoviscana, portadora de venas de cuarzo, y también las capas rojizas del Grupo Mesón.

Describe “Bolcan” (léase Volcán) como el más grande de los torrentes de montaña que les tocaver en la travesía. Al llegar a Humahuaca (“Humaguaca” sensu Helms) menciona nuevamente lapresencia de capas de sal cuando ya casi habían alcanzado la parte más alta de las montañas. (“EineMeile vor dem Dorf Humaguaca, da wir fast die ganze Höhe allmählich erstiegen hatten, fand ichauf mergelartigen Lagen viel Salzanflug; dieses setzte bis Humaguaca fort und noch weiter. Dieslässt, bergmännischer Wahrscheinlichkeit nach, nicht allein in dieser Gegend, sondern auch in vielenähnlichen zurückgelegten, einen außerordentlichen Überfluß dieses Minerals in Südamerika voraus-setzen.“; p. 47).

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Luego vuelve a realizar una defensa de los indios como mineros por ser superiores a cualquierade las otras gentes que habitan en la región tales como españoles, criollos, mulatos, sambos y negros.En especial los negros son los que más sufren los cambios diurnos y nocturnos de las temperaturasde la montaña al punto que se enferman, desfallecen y finalmente mueren. A partir de Humahuacacontinúa el viaje por Cueba (léase Cueva) hasta Los Colorados. „...hacia el Este y el Oeste (delcamino) una cresta montañosa prominente consistente de esquisto azul está expuesta y es parcialmenterojiza oscura y contiene algún (mineral) de hierro“ (“[Es] steigt an der Abend- und Morgenseite einmächtiger Rücken blauer Thonart, und theils dunkelroth-eisenschüssigen Thonschiefers allmählich(...) in die Höhe.“; 1798, p. 49).

En ese punto se detiene a hablar en una de las observaciones geológicas más ricas del texto:“Montañas tan extraordinariamente irregulares y fragmentadas como en esta parte de lasCordilleras, con tanta alternancia de cambios bruscos en la composición de las rocas en cortasdistancias, no las he visto ni en Hungría, ni en Sajonia, ni en los fuertemente cortados Pirineosespañoles y franceses. En ninguna parte una revolución de la naturaleza parece haber sido tangeneral como en América del Sur, existiendo evidencias de ella por todas partes”. („Die außer-ordentliche Zerstückelung dieser Kordilleren, die mannichfaltige Abwechslung der Gebirgsmassenin so kurzen Distanzen, wie ich solche getreu erzählt habe, sahe ich weder in Ungarn, Sachsen,noch in den Französischen sehr zerstückelten und Spanischen Pyrenäen. Hieraus lässt sichunvorgreiflich und sehr wahrscheinlich schließen, dass nirgends eine Revolution in der Natur soallgemein, als in Südamerika gewesen sey.“; p. 50). Esto constituye una clara referencia a la tectónicaandina, más precisamente a la faja fallada y plegada de la Cordillera Oriental con sus láminasimbricadas. Además demuestra que Helms había estudiado la estructura geológica de otros sistemasmontañosos europeos en su condición de minero con conocimientos específicos de Geología.

Su próximo paso es la Puna a la que describe en función de su altura, su frío, sus elevadasmontañas nevadas y la presencia de las llamas y las vicuñas.

Un poco más al norte, entre los dos pequeños parajes de Colorados y Cangrejos, dice que “launidad de arenisca roja (…) está cubierta por esquistos y aflora hasta Cangrejos, pero estáintensamente fallada. Tres millas más adelante (entre Cangrejos y Guayaca) es posible observarsu origen más joven en la manera en que está depositado sobre el tope del esquisto (“Obenerwähntes auf einfachen Schiefer aufgesetztes rothes Sandsteingebirge gieng in einem hin undwieder zerstückelten Zustande bis Cangrejos fort, und noch drey Meilen vorwärts sieht manganz überzeugend seinen jüngern Ursprung, wie er auf dem Thonschiefer abgesetzt ist.“; p. 52).Todo parece indicar que se trata de la relación entre las capas rojas del Subgrupo Pirgua y las sedimentitasmarinas ordovícicas del Grupo Santa Victoria. Aquí claramente queda expuesta la experiencia geológicade Helms al señalar que en un caso parecían más antigua las capas rojas pero se debía a la relación porfalla ya que más adelante quedaba demostrado el verdadero orden temporal de las capas.

Dice luego Helms que la unidad de arenisca roja puede ser seguida “hasta tres millas antes dealcanzar Guayaca, luego es aplanada y prominente, se levantan montañas de esquistos grisessimples que contienen abundante hierro. Esas cadenas de montañas pueden ser seguidas hastauna milla y media de Guayaca donde ella está cubierta por una potente capa de carbonato que esmargosa en la superficie y contiene abundante natrón” („Bis drey Meilen vor Guayaca strichnoch immer das rothe Steingebirge fort, als dann verflächt es sich, und statt dessen steigt einmächtiges, einfaches graues Thonschiefergebirge in die Höhe, das sehr eisenschüssig ist, undsetzt fort bis anderthalbe Meilen vor Guayaca, wo es mit einem mächtigen Kalklager überdeckt,oberflächlich aber mergelartig und stark mit Natrum angeschossen ist.“; p. 52-53). Probablementela „potente capa de carbonato“ sea la Formación Yacoraite que pudo haberla alcanzado en elcordón de los Siete Hermanos, antes de internarse en Bolivia.

3 3OBSERVACIONES GEOLÓGICAS DE A. Z. HELMS

Finalmente ingresa en lo que hoy es territorio boliviano y se detiene hablar de las “pizarrasarcillosas con venas de cuarzo aurífero”, que sabemos tienen edad ordovícica. Describe vetas devarios minerales como “yellow-copper ore” (calcopirita), “lead-ore” (galena) y “iron-spath” (siderita).Luego analiza los placeres auríferos modernos y también los placeres fósiles (próximos a Cotagaita),estos últimos capas aluviales elevadas que descansan sobre las pizarras ordovícicas (“resting on thebase of argillaceous slate”). Al llegar a Caiza describe y hace una muy interesante interpretacióngenética de fuentes termales con alumbre. Nueve millas antes de llegar a Potosí declaró su sorpresaal comprobar que las cumbres nevadas más altas están cubiertas con un vistoso y grueso estrato declastos ganíticos redondeados por la acción de las aguas. Es en ese momento que se pregunta cómopudieron esas masas de granito haber sido depositadas allí, teniendo en cuenta que la pendiente esdesde Potosí hacia el Tucumán y precisamente los granitos están hacia esta última región y las capasde pizarras arcillosas (ordovícico) en sentido contrario. Esto le sirve para abordar el tema de undiluvio general (dice “General Deluge”, y debe recordarse que profesaba el catolicismo a diferencia delos otros miembros de la Misión del Baron de Nordenflycht que eran protestantes) o de alguna otrarevolución posterior de la naturaleza. Como él no tiene una respuesta deja escrita una frase elegante:“La solución de esta cuestión yo se la dejo planteada a los naturalistas sistemáticos y a los geólogos(“geologist”, 1806, p. 42). Tal vez sea esta la primera vez que la palabra geólogo es usada en susentido moderno en un escrito colonial.

Conclusiones

El diario del viajero alemán A.Z. Helms representa una fuente primera y original a lasobservaciones geológicas y mineras en Argentina y sur de Bolivia, desconocido para la mayoríade los investigadores. El trabajo en alemán de 1798 fue traducido al inglés (1806) y al francés(1812) pero no al español, por lo que permaneció desconocido en los países que él recorrió ydescribió (Argentina, Bolivia y Perú). El trabajo de Helms es el primero de un profesional de lasciencias geológicas y mineralógicas realizado en la República Argentina. Se anticipó casi un sigloa las observaciones de Alfred Stelzner, considerado con justicia el padre de la Geología Argentinay en unos 30 años a Alcides D’Orbigny, el sabio francés considerado como uno de los padres dela Geología boliviana. Helms describe por primera vez rocas ígneas, rocas sedimentarias, rocasmetamórficas, discordancias, fallas, placeres aluviales, especies minerales, menas minerales, procesosgenéticos (evaporitas) y cuestiones tectónicas en un sentido moderno.

Agradecimientos: Se agradece muy especialmente al Prof. Dr. Florencio Gilberto Aceñolaza por la invitación aparticipar en este volumen y los valiosos intercambios de información sobre la historia de la geología argentina.También al Prof. Dr. Mario Hünicken, por sus interesantes observaciones y por habernos incentivado a publicaruna versión preliminar de este trabajo en el año 2000. En igual sentido agradecemos al Prof. Dr. Hubert Miller,quién nos incentivó a escribir una versión inglesa en 2005. Discusiones sobre el texto alemán original fueronsostenidas con los doctores Dieter Wolf y Karl-Armin Tröger, ambos de Freiberg, y Manfred Strecker dePotsdam.

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Recibido: 15 de Abril de 2008Aceptado: 15 de Julio de 2008

35LOS HALLAZGOS DE MAMÍFEROS FÓSILESHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 35-42F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Los Hallazgos de Mamíferos Fósiles Durante el Perío-do Colonial en el Actual Territorio de la Argentina

Ricardo C. PASQUALI1 y Eduardo P. TONNI2

Abstract: THE DISCOVERIES OF FOSSIL MAMMALS DURING THE COLONIAL PERIOD IN THE PRESENT TERRYTORY OG ARGENTINA.-A review of the discoveries of fossil vertebrates in the colonial period and their historical context, is carried out in thispaper. The discoveries of great size fossil vertebrates during this period, were awarded to an old race of giant humans. Analternative hypothesis, attributed the presence from these enormous bony remains to the capacity that possess certainterrains of "to increase the bones excessively." The Jesuit Thomas Falkner discovers in 1760 the first remains of aglyptodont. An interesting progress in the interpretation of this type of remains was the correct identification carried outfor academic of the Real Academia de la Historia of Spain of a supposed "burial of rational with a giant stature" discoveredin Arrecifes in 1766. The most significant discovery during the colonial period is that of the skeleton of Megatheriumamericanum (Luján, 1787); it was described by Georges Cuvier, being based on a notable unpublished study of theSpanish naturalist Juan Bautista Brú de Ramón.

Resumen: LOS HALLAZGOS DE MAMÍFEROS FÓSILES DURANTE EL PERÍODO COLONIAL EN EL ACTUAL TERRITORIO DE LA

ARGENTINA.- Se realiza una reseña de los hallazgos de vertebrados fósiles en el período colonial y su contexto histórico.Los hallazgos de vertebrados fósiles de gran tamaño durante este período fueron adjudicados a una antigua raza dehumanos gigantes. Una hipótesis alternativa, atribuía la presencia de estos enormes restos óseos a la capacidad queposeen ciertos terrenos de "acrecentar excesivamente los huesos". El jesuita Thomas Falkner descubre en 1760 losprimeros restos de un gliptodonte. Un interesante progreso en la interpretación de este tipo de restos fue la correctaidentificación realizada por académicos de la Real Academia de la Historia de España de un supuesto "sepulcro deracionales con una estatura gigante" descubierto en Arrecifes en 1766. El hallazgo más significativo durante el períodocolonial es el del esqueleto de Megatherium americanum hallado en Luján en 1787; fue descrito por Georges Cuvier,basándose en un notable estudio inédito del español Juan Bautista Brú de Ramón.

Key words: Argentina, fossil mammals, colonial period, glyptodonts, Megatherium

Palabras clave: Argentina, Mamíferos fósiles, período colonial, gliptodontes, Megatherium.

Introducción

La existencia de gigantes humanos está profundamente enraizada en la mitología de los dis-tintos pueblos de la Tierra (Díaz del Castillo, 1977: 68), así como en los relatos bíblicos (Génesis6:4; Números 13:33; Deuteronomio 2:11, 2:20-21, 3:11, 3:13; 1º de Samuel 17:4-7; 2º de Samuel21: 16-22; 1º de Crónicas 20: 4-8) y de la antigüedad greco-romana (Cañete y Domínguez, 1952:257-258), sin olvidar, en épocas recientes, su vinculación con civilizaciones extraterrestres (véaseel análisis de Schobinger, 1982). No puede resultar extraño entonces que en el siglo XVII, o aúnen los comienzos del XIX, cuando la Paleontología era una disciplina incipiente, los hallazgos degrandes huesos fosilizados fuesen vinculados con estas "razas" de gigantes. Era lo que indicaba el"sentido común" de las personas cultas de ese tiempo y en ese contexto debe ubicarse lo quesigue, poniendo en valor las explicaciones que trataban de desechar los viejos conceptos.1 Departamento de Tecnología Farmacéutica, Facultad de Farmacia y Bioquímica, Junín 956, 6° piso (1113)-Buenos

Aires, Argentina. E-mail: [email protected] División Paleontología Vertebrados, Museo de La Plata, Paseo del Bosque, 1900-La Plata, Argentina. CIC-PBA.

E-mail: [email protected]

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 2436

Los "gigantes" del Virreinato

Entre los primeros restos de mamíferos fósiles descubiertos en lo que más tarde sería elVirreinato del Río de la Plata se encuentran aquéllos que habían sido atribuidos a una raza dehumanos gigantes. Así, en la segunda mitad del siglo XVI, fray Reginaldo de Lizárraga (1539 ó1540-1609) decía, al referirse al valle de Tarija: "Hállanse en este valle a la ribera y barrancas delrío sepulturas de gigantes, muchos huesos, cabezas y muelas, que si no se ve, no se puede creercuán grandes eran; cómo se acabasen ignórase, porque como estos indios no tengan escripturas,la memoria de cosas raras y notables fácilmente se pierde.

Certificome este religioso nuestro [se refiere a fray Francisco Sedeño] haber visto una cabezaen el cóncavo de la cual cabía una espada mayor de la marca, desde la guarnición a la punta, quepor lo menos era mayor que una adarga; y no es dificultoso de creer, porque siendo yo estudiantede Teología en nuestro convento de Los Reyes, el gobernador Castro envió al padre prior frayAntonio de Ervias, que nos la leía, y después fue obispo de Cartagena, en el reino de TierraFirme, que actualmente estaba leyendo, una muela de un gigante que le habían enviado desde laciudad de Córdoba del reino de Tucumán, de la cual diremos en su lugar, y un artejo de un dedo,el de en medio de los tres que en cada dedo tenemos, y acabada la lectión nos pusimos a ver quétan grande sería la cabeza donde había de haber tantas muelas, tantos colmillos y dientes, y laquijada cuán grande, y la figuramos como una grande adarga, y a proporción con el artejo figura-mos la mano, y parecía cosa increíble, con ser demostración; oí decir más a este nuestro religioso,que las muelas y dientes estaban de tal manera duros, que se sacaba dellas lumbre como depedernal" (Lizárraga, 1916a: 283-284).

Lizárraga también se refiere al hallazgo de "sepulturas de gigantes" en Córdoba: "La cibdadde Córdoba es fértil de todas fructas nuestras, fundada a la ribera de un río de mejor agua que lospasados, y en tierra más fija que la de Tucumán, está más llegada a la cordillera; danse viñas, juntoal pueblo, a la ribera del río, del cual sacan acequias para ellas y para sus molinos; la comarca esmuy buena, y si los indios llamados comichingones se acabasen de quietar, se poblaría más. Tresleguas de la cibdad, el río abajo, en la barranca dél, se han hallado sepulturas de gigantes, como enTarija" (Lizárraga, 1916b: 237-238).

Otro hallazgo de restos de supuestos gigantes había realizado Esteban Álvarez del Fierro,capitán de la fragata de guerra española "Nuestra Señora del Carmen", la que estaba anclada enel puerto de Buenos Aires y próxima a partir de regreso a España. Álvarez del Fierro se presentóen 1766 con un escrito ante el Alcalde de Buenos Aires, Juan de Lezica y Torrezuri (1709-1783),expresándole que en Arrecifes se encuentran unos "sepulcros de racionales con una estaturagigante". En ese escrito, del Fierro solicitaba el envío de varias personas entendidas con el fin deque reuniesen ese material. En el mismo escrito, Álvarez del Fierro expresa su interpretación deestos hallazgos: "...siendo estos monumentos un testimonio auténtico y demostrable de que en laantigüedad hubo en esta región americana, sea antes ó pos del diluvio racionales giganteos queestán negados por varios historiadores y críticos de la historia sagrada y profana, suscitándose deesto varios puntos controvertibles con perjuicio de la veracidad de la sagrada historia y de losautores fidedignos que con tanto acierto han escrito la profana, y lo que mas es, el que la secta delos materialistas llega á negar varios puntos en dogma de fé sobre la estatura gigantea que nosespresa la Sagrada Escritura..." (véase Gutiérrez, 1866: 106-108).

Poco después arribaron a Arrecifes los enviados del Alcalde y procedieron a extraer losrestos óseos de dos sitios con "sepulcros o sepulturas": uno que se encontraba en la estancia deLuna, a orillas del arroyo del mismo nombre, actual límite entre los partidos de Arrecifes yCapitán Sarmiento, y el otro en la estancia de Peñalva, en el río Arrecifes.

37LOS HALLAZGOS DE MAMÍFEROS FÓSILES

Los huesos fueron llevados a Buenos Aires para embarcarlos con destino a España. Previa-mente fueron examinados por tres cirujanos: Matías Grimau, Juan Parán y Ángel Casteli, quienesdeberían decir ante escribano público si eran o no de persona humana, según su saber y enten-der. Sólo uno de ellos, Grimau, opinó bajo juramento que los restos eran humanos, ya que "no sehalla en los brutos semejante figura y desformidad agigantada y según tradición de los antiguos,ha oído decir con el motivo de haberse hallado estos huesos, de que había unos hombres muyaltos y corpulentos, por lo que no estraña sean los referidos huesos de estos hombres..." (Gutiérrez,1866: 113).

Una vez en España, los académicos de la Real Academia de la Historia dictaminaron que loshuesos no "pertenecían a la especie humana, conjeturando que más bién parecían ser de algúnQuadrúpedo, y acaso de la casta del Elefante" (citado por Cabrera, 1930: 64). El dictamen de losacadémicos españoles no era erróneo, ya que los restos en cuestión pertenecían a mastodontes,parientes extintos de los elefantes cuyos enormes molares semejan someramente a los humanos.

En el capítulo III, De los Gigantes y Pigmeos, de su obra Historia del Paraguay, Río de la Platay Tucumán, el jesuita José Guevara (1719-1806), hace referencia a los fósiles descubiertos a orillasdel río Carcarañá, en la provincia de Santa Fe, de la siguiente forma: "Sin embargo ocurrenalgunas cosas dignas de particular relación. Los gigantes, torres formidables de carne, que en sóloel nombre llevan el espanto y asombro de las gentes, provocan ante todas cosas nuestra atención.No se hallan al presente, pero antiguos vestigios, que de tiempo en tiempo se descubren sobre elCarcarañal, y otras partes, evidencian, que lo hubo en tiempo pasado. Algunos, convencidos conlas reliquias de estos monstruos de la humana naturaleza, no se atreven a negar claramente laverdad, pero retraen su existencia al tiempo antediluviano. Yo no me empeñaré en probar que loshubo antes del diluvio, pero es muy verosímil que después de él poblasen el Carcarañal, y que ensus inmediaciones y barrancas tuviesen el lugar de su sepultura.

Lo cierto es que de este sitio se sacan muchos vestigios de cráneos, muelas y canillas, quedesentierran las avenidas, y se descubren fortuitamente. Hacia el año de 1740 vi una muela gran-de como un puño casi del todo petrificada, conforme en la exterior contextura a las muelashumanas, y sólo diferente en la magnitud y corpulencia. El año de 1755 don Ventura Chavarríamostró en el colegio seminario de Nuestra Señora de Monserrat una canilla dividida en dospartes, tan gruesa y larga, que según reglas de buena proporción, ¡a la estatura del cuerpo corres-pondían ocho varas! Como este caballero es curioso y amigos de novedades, ofreció buen pre-mio al que le desenterrase las reliquias de aquel cuerpo agigantado. Puede ser que el estipendioaliente para éste y otros descubrimientos, que proporcionarían al orbe literario novedades paraamenizar sus tareas" (Guevara, 1910: 39).

En cuanto al tamaño de estos seres, el Padre Guevara comentaba: "Sobre la estatura de losgigantes es necesario discurrir con alguna variedad. Hay en este gremio unos mayores que otros,como entre los hombres de mediana estatura. Las reliquias que de ellos nos han quedado, argu-yen notable variedad de estatura. Que altura tan desmedida no corresponderá a aquel gigantecuyo cráneo se habría en una circunferencia tan dilatada, que metiendo una espada por la cavidadde los ojos apenas alcanzaba al cerebro, como testifica el ya nombrado D. Lorenzo Suárez deFigueroa, testigo ocular de la experiencia. Por la canilla de otro, hecho geométricamente el cálcu-lo, se infiere una estatura tan elevada, que incado de rodillas en el pretil de la iglesia del ColegioMáximo de Córdoba, alcanzaría a recostarse de codos sobre el umbral de la ventana del coro, quetendrá doce para catorce varas de altura" (citado por Freyre, 1973: 4).

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 2438

La tierra hace crecer los huesos

Uno de los sitios en los que se realizaron hallazgos de "gigantes" es Tarija, Bolivia. En elperiódico Telégrafo Mercantil Rural, Político, Económico, e Historiografo del Río de la Plata del 15 deagosto de 1802, bajo el título Fenómeno, se da una explicación al tamaño agigantado de loshuesos hallados en esa localidad:

"El terreno de la Villa de Tarija, tiene la virtud de acrecentar excesivamente los huesos. Ente-rrado un cadáver de regular estatura, si se saca después de algún tiempo se encuentran los huesossumamente crecidos, por lo cual están algunos creídos que en aquella tierra hubo Gigantes y bajoeste propio concepto D. Matías Baulen, vecino de dicha Villa, y natural de Canarias, llevó a Limael año de 1768 un esqueleto en 4 cajones grandes, que le presentó al Exmo. Señor Virrey de aquelReino D. Manuel de Amat, y obtuvo en premio el Corregimiento del Cuzco. Pero examinadosbien por varios facultativos, es visto que tales Gigantes nunca los produjeron estos países, y quela magnitud de los huesos proviene de que aquella tierra tiene la secreta virtud de dilatarlos yengrosarlos hasta aquel grado en que conservan su intrínseca sustancia, pues acabada ésta, comoya no tiene en que obrarla de la tierra, se reducen en polvo. De esta propia especie eran loshuesos que trajeron a Buenos Aires de los confines de Luján, los cuales se remitieron a la Cortepocos años, hace y han dado ocasión a que se escriba que las Provincias Argentinas abundabande Gigantes, y es falso." (Cabello y Mesa, 1802: 269).

Esta curiosa explicación, que trata de contrarrestar la antigua idea de una raza de gigantespoblando la tierra, tiene un antecedente. En 1787, Pedro Vicente Cañete y Domínguez (fallecidoen 1816), un interesante personaje colonial licenciado en teología y abogado, escribe sobre elmismo tema. Dice en la Noticia Quinta de su "Guía histórica, geográfica, física, política, civil ylegal del gobierno e intendencia de la provincia del Potosí" que "Debe pues inferirse que agre-gando a este principio [el jugo lapidífico, responsable del "crecimiento" de los huesos] el movi-miento, el calor, una circulación continuada y una especie de fermentación insensible, fuerontodas estas causas juntas formando en el decurso de muchos siglos el crecimiento o aquellaadmirable vegetación de los huesos del gigante de Tarija, pareciendo ahora monstruoso a nuestravista, un esqueleto que en su principio tal vez sería de un tamaño regular o, aunque extraordina-rio, no monstruoso" (Cañete y Domínguez, 1952: 259).

Ciertamente, ambas explicaciones son estrictamente similares. O se trata de una notablecoincidencia o la nota anónima del "Telégrafo Mercantil" no es más que una repetición algomodificada de la idea de Cañete y Domínguez, sin citar la fuente. Si esto último es correctorepresentaría un interesante antecedente para esta actual y frecuente "costumbre" periodística.

El primer descubrimiento de un gliptodonte

Entre 1739 y 1779, el médico, naturalista y jesuita inglés Thomas Falkner recorrió la Patagoniay las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Tucumán. En 1760, Falkner realizó aorillas del río Carcarañá, el primer descubrimiento de restos de un gliptodonte. Dice Falkner(1974: 82-83): "En los bordes del río Carcarañá, o Tercero, como a unas tres o cuatro leguas antesde su desagüe en el Paraná, se encuentra gran cantidad de huesos, de tamaño descomunal, y quea lo que parece son humanos: unos hay que son de mayores y otros de menores dimensiones,como si correspondiesen a individuos de diferentes edades. He visto fémures, costillas, esternonesy fragmentos de cráneos, como también dientes, y en especial algunos molares que alcanzaban atres pulgadas de diámetro en la base. He oído decir que se hallan huesos como éstos en las orillas

39LOS HALLAZGOS DE MAMÍFEROS FÓSILES

de los ríos Paraná y Paraguay, como lo mismo en el Perú. El historiador indígena Garcilaso de laVega Inga hace mención de estos huesos en el Perú, y nos cuenta que, según la tradición de losindios, unos gigantes habitaban antiguamente estos países, y que fueron destruidos por Dios porel delito de sodomía".

"Yo en persona descubrí la coraza de un animal que constaba de unos huesecillos hexágonos,cada uno de ellos del diámetro de una pulgada cuando menos; y la concha entera tenía más detres yardas de una punta a la otra. En todo sentido, no siendo por su tamaño, parecía como sifuese la parte superior de la armadura de un armadillo; que en la actualidad no mide mucho másque un jeme de largo. Algunos de mis compañeros también hallaron en las inmediaciones del ríoParaná el esqueleto entero de un yacaré monstruoso: algunas de las vértebras las alcancé a ver yo,y cada una de sus articulaciones era de casi cuatro pulgadas de grueso y como de seis de ancho. Ahacer el examen anatómico de los huesos me convencí, casi fuera de toda duda, que este incre-mento inusitado no procedía de la acreción de materias extrañas, porque encontré que las fibrasóseas aumentaban en tamaño en la misma proporción que los huesos. Las bases de los dientesestaban enteras, aunque las raíces habían desaparecido y se parecían en un todo a las bases de ladentadura humana, y no de otro animal cualquiera que haya yo jamás visto. Estas cosas son biensabidas y conocidas por todos los que viven en estos países; de lo contrario, no me hubiese yoatrevido a mencionarlas."

La primera descripción formal de un gliptodonte se realizó recién en 1838, cuando el natura-lista inglés Sir Richard Owen, basándose en un espécimen hallado en el río Matanza --actualpartido de Cañuelas, provincia de Buenos Aires--, fundó el género Glyptodon (al que a juzgar porla descripción, pertenecía la coraza descripta por Falkner) y la especie Glyptodon clavipes (Owen,1838: 178).

El megaterio de Luján

En 1787, el fraile dominico Manuel de Torres desenterró de las barrancas del río Luján, cercade la villa del mismo nombre, los restos óseos de un gigantesco mamífero, que posteriormenterecibió el nombre de Megatherium.

Las tareas de extracción de este fósil fueron muy lentas debido a que Torres no permanecíacons-tantemente en Luján (debía atender su ministerio en el Convento de Buenos Aires) y a supreocupación científica por documentar las condiciones del hallazgo. Así, en una carta que diri-gió al virrey Nicolás Francisco Cristóbal del Campo, Marqués de Loreto (década de 1740-1803),el 29 de abril de 1787, unos dos meses después de que iniciara la excavación, Torres le pidió undibujante "para que lo extraiga al papel; porque de otro modo, pienso se malogrará todo eltrabajo, y V.E. se privará del gusto de ver una cosa muy particular; respecto a estar sumamentetiernos los huesos, y el sol no calentar nada para que se sequen, porque están en un lugar quevierte agua. Haciendo un mapa o estado de ellos, no dudaré que por él se podrán acomodardespués, aunque se quiebren, o cuando menos, saber su figura y magnitud." Al día siguiente, elvirrey le manifiesta su apoyo en una carta, en la que al final dice "aplaudiendo yo entretanto sucelo a favor de estos útiles descubrimientos" (Trelles, 1882: 444).

Ese mismo día, el virrey designó al Teniente del Real Cuerpo de Artillería Francisco JavierPizarro como la persona indicada para proceder "a sacar puntual dibujo antes que se mueva, yarriesgue la dislocación o fractura de sus partes, sacando también sus dimensiones en detalle"(Trelles, 1882: 445-446).

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 2440

Pero entre Pizarro y Torres se había producido un rozamiento. En una carta que envió alvirrey el 9 de mayo de 1787, el sacerdote decía "Pero V.E. mejor que nadie sabe la injusticia conque este hombre me calumnia ... lo que ha llenado las medidas del sentimiento, es habermeimputado el crimen de embustero... Cuanto he dicho a V.E. es tan cierto como lo más, quehombre ha dicho en este mundo. No quiero que se den crédito a mis palabras, si no a las obras,con que lo haré ver en breves días." Al día siguiente, apurado en probar al virrey la veracidad desu descubrimiento, Torres comenzaba a recoger los huesos. El 27 de junio, Torres anunciaba alvirrey por carta que había encontrado media cadera.

Arribados los huesos a Buenos Aires, se procedió a montarlo por partes con la colaboraciónde "varias personas inteligentes". El esqueleto fue enviado a España el 2 de marzo de 1788 ensiete cajones, con una extensa nota del virrey (Figura 1) y un dibujo atribuido al general portu-gués, al servicio de España, Custodio de Saa y Faría, que posiblemente fue una copia de la láminadel Teniente Pizarro.

Fue tal el interés que despertó este enorme esqueleto de cerca de cinco metros de largo, queel rey Carlos III pidió que se "procure por cuantos medios sean posibles averiguar si en el partidode Luján o en otro de los de ese virreinato, se puede conseguir algún animal vivo, aunque seapequeño… remitiéndolo vivo, si pudiese ser, y en su defecto disecado y relleno de paja…"

El fósil fue llevado al Real Gabinete de Historia Natural de Madrid, donde se hizo cargo delmismo Juan Bautista Brú de Ramón (1740-1799), "pintor y primer disecador" del Gabinete deHistoria Natural de Madrid (citado por López Piñero y Glick,1993: 56; véase también LópezPiñero, 1985). Brú limpió los huesos del megaterio y armó el esqueleto en una pose más o menossimilar a la que tendría en vida. El esqueleto de este megaterio se conserva actualmente en elMuseo de Ciencias Naturales de Madrid.

Figura 1. Fragmento de la carta remitida por el virrey Nicolás Cristóbal del Campo al rey de España, dando cuenta delhallazgo de los restos del megaterio en el río Luján (1788).

41LOS HALLAZGOS DE MAMÍFEROS FÓSILES

En 1795, Philippe-Rose Roume (1724-1804), oficial de las Indias Occidentales Francesas enSanto Domingo, viajó desde esa isla a Francia pasando por España. En Madrid, Roume pudoobtener las pruebas de impresión de una publicación futura de Brú sobre el fósil de Luján.Roume envió esas pruebas al recientemente fundado Instituto de Francia, del cual era miembro,las que fueron entregadas al naturalista Georges Cuvier (1769-1832).

Cuvier (1796) escribió inmediatamente la que sería la primera de muchas publicaciones sobrevertebrados fósiles, en la que incluyó una mala copia de la figura del esqueleto completo delmamífero fósil que denominó Megatherium americanum, atribuyendo erróneamente la localidad deLuján al Paraguay. Cuvier, quien nunca había visto los huesos del megaterio, obtuvo prioridad enla publicación de su descripción. El estudio anatómico, acompañado de excelentes ilustraciones(Figura 2) que había realizado Brú en Madrid en 1793, quedó así prácticamente en el olvido.

El megaterio fue el primer vertebrado fósil montado para fines de exhibición y el primermamífero fósil del nuevo mundo estudiado y nominado científicamente.

El hallazgo y extracción del esqueleto de Megatherium por parte del padre Torres y colabora-dores es un hecho significativo en la América colonial. Se concatenaron aquí inquietudes cientí-ficas con un singular apoyo por parte de las autoridades, encabezadas por el virrey Marqués deLoreto. Como bien señala Julián Cáceres Freyre (1973), es "Increíble, este celo y celeridad delvirrey en acceder a un pedido del día anterior en pro de la ciencia. Ojalá hoy día existiera ennuestra burocracia administrativa, casos similares de rapidez expeditiva y colaboración generosa.Pensar que estamos relatando un acontecimiento de 1787, en plena 'colonia oscurantista'" (CáceresFreyre, 1973: 15-16).

Agradecimientos: A la Agencia Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, Comisión de InvestigacionesCientíficas de la provincia de Buenos Aires y Universidad Nacional de la Plata por el apoyo financiero.

Figura 2. El megaterio del río Luján dibujado por Juan Bautista Bru de Ramón (1793)

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Recibido: 28 de Diciembre de 2007Aceptado: 4 de Mayo de 2008

4 3JOSÉ SANCHEZ LABRADOR Y LA GEOLOGÍA DEL PARAGUAY NATURALHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 43-54F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

José Sánchez Labrador (1717-1798) y la Geología del Pa-raguay Natural

Eduardo G. OTTONE1

Abstract: JOSÉ SANCHEZ LABRADOR (1717-1798) AND THE GEOLOGY OF PARAGUAY NATURAL.- Sánchez Labrador was aprolific author of texts on Catholic doctrine, art, Guaraní language, anthropology, agriculture and natural sciences. A titleof worth in this last subject is Sánchez Labrador’s Paraguay Natural (unpublished manuscript, Ravenna, 1771). The firstpart of Sánchez Labrador’s Paraguay Natural is divided in three books. Book one, mostly dealing with minerals, alsoincludes descriptions of rocks and fossil invertebrates. In book two, dealing with rivers and the water properties, SánchezLabrador referred that the Paraná and Uruguay rivers were capable of petrifying wood and bone, and compared the greatbones of the Carcarañá river mouth with the remains of elephants or whales. The book three deals with meteorology,earth-quakes and volcanoes. The first part of Paraguay Natural constitutes thus a bench-mark to the Cuenca del Platageological knowledge.

Resumen: JOSÉ SANCHEZ LABRADOR (1717-1798) Y LA GEOLOGÍA DEL PARAGUAY NATURAL.- Sánchez Labrador fue unautor prolífico de textos de doctrina católica, arte, idioma guaraní, antropología, agricultura y ciencias naturales. Un títulodestacado en este último sujeto es su Paraguay Natural (manuscrito inédito, Rávena, 1771). La primera parte del ParaguayNatural está dividida en tres libros. El libro primero mayormente se ocupa de minerales, aunque también incluye descripcionesde rocas y fósiles. En el libro segundo, que trata principalmente sobre los ríos y las propiedades del agua, Sánchez Labradorrefiere que los ríos Paraná y Uruguay eran capaces de petrificar madera y hueso, comparando además los grandes huesosde la desembocadura del Carcarañá con restos de elefantes o ballenas. El libro tercero trata sobre meteorología, terremotosy volcanes. La primera parte del Paraguay Natural constituye entonces un punto de referencia ineludible para el conocimientogeológico de la Cuenca del Plata.

Key words: Jesuits. Sánchez Labrador. Geology. Cuenca del Plata.

Palabras clave: Jesuitas. Sánchez Labrador. Geología. Cuenca del Plata.

Introducción

La Societatis Iesu (Compañía de Jesús), que fuera creada por Íñigo (Ignacio) de Loyola (1491-1556) en la primera mitad del siglo XVI, actuó activamente en la propagación del catolisimo enÁfrica, América y Asia (Lécrivain 2005), practicando además una importante actividad científica(O’Malley et al. 1999, 2006; Feingold 2002, 2003; Romano 2002, 2005; de Asúa 2003; MillonesFigueroa y Ledezma 2005; Harris 2005; Bermeo 2007).

Los jesuitas llegaron a Sudamérica a mediados del siglo XVI, estableciéndose en la Cuencadel Plata a comienzos del siglo XVII donde fundaron las Reducciones Jesuíticas. En estos poblados,emplazados en el noreste de Argentina, sur de Brasil y Paraguay, unos pocos sacerdotes convivieroncon cientos de indígenas guaraníes hasta que la Compañía fuera expulsada de estos territoriospor el rey Carlos III (1716-1788) en 1767 (Gálvez 1995).

Los jesuitas de las misiones son principalmente reconocidos por su legado arquitectónico yartístico, sin embargo, no menos importantes son sus escritos que incluyen relatos históricos yetnográficos, libros de catecismo y gramáticas, junto a descripciones de la gea, la fauna y la flora1 Departamento de Ciencias Geológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires,

Pabellón nº 2 Ciudad Universitaria, C. P. C1428EHA, Buenos Aires, Argentina. E-mail: [email protected]

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(Furlong 1933, 1948, 1969, 1970; Sainz Ollero et al. 1989; Mañé Garzón 1996; de Asúa 2003; Huffine2005; Anagnostou 2005; Ottone 2007).

José (Joseph) Sánchez Labrador (1717-1798) nació en el pueblo manchego de La Guardia.Luego de ingresar en la Compañía arribó a Buenos Aires ordenándose como sacerdote. Fueprofesor en Córdoba y Asunción de donde pasó a las misiones en 1746. Luego del extrañamientode 1767, Sánchez Labrador fue llevado a Europa junto a más de setenta jesuitas, recalandofinalmente en Ravenna, donde redactó, o terminó de redactar, una gran cantidad de textos sobredoctrina católica, arte, gramática guaraní, antropología, agricultura y ciencias naturales, entre losque se destaca Paraguay Natural, obra dedicada a la historia natural de la Cuenca del Plata. ElParaguay Natural es una obra dividida en cuatro partes. La primera parte está reservada a ladescripción física y geológica de la región, la segunda es sobre botánica, la tercera incluye treslibros sobre mamíferos, aves y peces, y la última trata los anfibios, reptiles e insectos (Furlong1931, 1948, 1957, 1960; Ruiz Moreno 1948; Sainz Ollero y Sainz Ollero 1997; Sainz Ollero et al.1989). Los libros sobre aves y peces, junto a aquellos pasajes de la obra referidos a temas médicosson los únicos éditos (Ruiz Moreno 1948; Sánchez Labrador 1968).

La geología del Paraguay Natural

La primera parte del Paraguay Natural incluye tres libros. El primero trata sobre sedimentos,minerales, rocas y fósiles. El segundo se refiere a las propiedades del agua y describe ríos, lagos ymanantiales, ocupándose también de los fósiles. El tercer libro es basicamente un tratadometereológico pero se ocupa también de volcanes y terremotos (Sánchez Labrador 1771). Eltexto está dividido entonces en tres libros, I, II y III, y a su vez, cada uno de ellos, en parágrafoscorrelativamente numerados en arábigos; hay muy pocas ilustraciones acompañando el texto. Eneste artículo figuran encomilladas las transcripciones textuales y entre paréntesis, luego de cadacita y a fin de referenciarla, los números de libro y parágrafo.

En la Introducción, Sánchez Labrador delínea la temática general de la obra a la vez quereivindica el método científico seguido por los discípulos de Isaac Newton (1643-1727) que, pormedio del análisis e inspección minuciosa de los fenómenos, determina las causas próximas ysingulares de los mismos y luego, por medio de la inducción, las causas y leyes generales de lanaturaleza (I, 39).

El texto abunda en citas de autores clásicos como Aristóteles (384-322 a. c.), Estrabón (63 a.c.- 19) o Plinio el Viejo (23-70); científicos renacentistas como Gabrielle Fallopio (1523-1562),Giovanni Cassini (1625-1712) y, sobre todo, Robert Boyle (1627-1691); jesuitas europeos destacadospor sus estudios del mundo natural como Athanasius Kircher (1602-1680) y Juan E. Nieremberg(1595-1658); jesuitas que misionaron en Sudamérica como Alonso de Ovalle (1603-1651), LodovicoA. Muratori (1672-1750) y Buenaventura Suárez (1679-1750); autores de enciclopedias como elbenedictino Benito G. Feyjoó y Montenegro (1676-1764) y Jacques Ch. Valmont de Bomare(1731-1807); y por último, autores de textos específicos sobre geología entre los que se destacaAlbaro Alonso (Alonfo) Barba (1569-1662), autor de Arte de los Metales, uno de los primeroslibros sobre minería en Sudamérica (Alonfo Barba 1640), Georgius Agricola (1494-1555), JeanE. Gettard (1715-1786) y Johann G. Lehmann (1719-1767).

El Paraguay Natural dedica, a comienzos del libro primero, un capítulo a las montañas; allí elautor refiere que la tierra es heterogénea y está formada por capas o estratos (I, 114), ricos aveces en petrificaciones animales y vegetales (I, 130), y que los montes pueden ser antiguos oantediluvianos, formados bien por compresión o dilatación del terreno (I, 141), o posteriores alDiluvio, formados por vulcanismo (I, 143).

4 5JOSÉ SANCHEZ LABRADOR Y LA GEOLOGÍA DEL PARAGUAY NATURAL

Las ‘‘sustancias terrestres’’ se dividirían, según Sánchez Labrador, en siete clases: ‘‘tierras,fósiles, piedras, tierras o piedras de minas, minerales, metales y cuerpos o sustancias extrañas’’ (I,170). El concepto de ‘‘tierra’’ no queda claramente explicitado en el texto aunque sería equivalentea lo que se entiende por sedimento, sin embargo, el autor también caracteriza como capas detierra a los distintos bancos de sedimentitas poco consolidadas que afloran en las barrancas delrío Paraná (I, 173) o en pozos hechos en Buenos Aires (I, 174). Entre las diferentes ‘‘tierras’’menciona a la tierra franca o negra, buena para el cultivo; la marga o ybimoroti, presente en algunasreducciones (I, 196), especie de greda o caliza buena para abono (I, 198); la arcilla o naú (I, 233),muy útil en alfarería y para hacer ladrillos (I, 236); el cieno o tuyú (I, 247), común en sumideros otembladerales; la tierra torba, que no es más que la turba, común en Patagonia e Islas Malvinas (I,251); y la arena que es una ‘‘tierra’’ muy común en la región (I, 257). El autor define la arena comoun cuerpo seco, duro al tacto, formado por granos más o menos grandes, impenetrables al aguay cuyas ‘‘partes o masas’’ tienen poca adherencia (I, 258); la arena puede ser cuarzosa, típica demédanos, calcárea o de conchillas, y arcillosa (I, 259); y es de suma utilidad, ya que cuando seencuentra bajo la tierra hace los terrenos porosos, aptos para constituirse en buenos reservoriosacuíferos (I, 269), en tanto que hallada en niveles más superficiales propicia tierras francas para elcultivo (I, 270); la arena se usa además en la construcción (I, 271).

Sánchez Labrador utiliza la palabra ‘‘fósil’’ en un sentido clásico, semejante al que le dieraPlinio el Viejo, a comienzos de la era cristiana, en Natvralis Historiae (Plinio el Viejo 1993); desdeun punto de vista etimológico, la palabra ‘‘fósil’’ deriva del latín fossilis que significa ‘‘que se sacade la tierra’’; en tanto que fossilis es a su vez la traducción de la palabra griega oryktós, ya usada porAristóteles (1996) en el libro tercero de Meteorologiká. Sánchez Labrador considera entonces quehay ‘‘fósiles’’ que no pertenecen a la tierra, tales como ciertas producciones del reino vegetal yanimal como las conchillas (I, 316), y otros ‘‘fósiles’’ propios de la tierra en los que ubica aalgunos elementos que a su entender no son fáciles de clasificar entre los metales, minerales ypiedras, tales como la sal y el azufre (I, 317).

Acerca de la sal común, menciona que las reducciones se aprovisionaban de ésta en Yapeyú,donde, cerca del río Miriñay, había buenas salinas (I, 326); se refiere luego a la regularidad de loscristales de sal (I, 333); sostiene que el origen de las salinas estaría en el Diluvio Universal (I, 335);y señala, por último, la utilidad de la sal para evitar la descomposición de los alimentos (I, 345),como antiflatulento (I, 346) y como antiescorbútico (I, 350).

La caparrosa (nombre genérico por el que se conocen varios sulfatos de cobre, hierro o zinc)es otro de los ‘‘fósiles’’ mencionados en el texto. Sánchez Labrador la caracteriza por poseercristales romboidales y por su sabor astringente (I, 351). El autor se refiere principalmente a lacaparrosa verde, presente en las misiones (I, 356), que define como una sal ácida formada porcorrosión del hierro o el cobre (I, 357), muy útil en la confección de tinturas (I, 360), y, enespecial, tinta de escribir (I, 361), a la que da su color negro (I, 374).

El alumbre (nombre con el que se conoce a los sulfatos dobles de aluminio y otro metal, quepor lo general suele ser potasio), según Sánchez Labrador, puede ser natural o artificial (I, 397),obteniéndose en este caso a partir de la pirita (I, 401). El alumbre fija los colores de los tintes (I,404), en tanto que como medicamento, ayuda a curar las escaras y mezclado con sangre de drago(Croton urucurana Baillon, Euphorbiaceae) es estíptico, o sea, usado para detener hemorragias (I,408).

El salitre o nitro (nitrato potásico) es, según el autor, una sal de cristales hexagonales y saboramargo (I, 443), bastante común en las misiones (I, 448). Por otro lado, el azufre se define en eltexto como una substancia sólida, insoluble, inflamable, de olor desagradable (I, 462), que puedetanto encontrarse nativo (I, 463) o bien extraerse de ‘‘tierra azufrosa’’ (I, 464); tiene usos diversos,

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sirviendo para blanquear la seda (I, 467), y principalmente, junto a salitre y carbón, para confeccionarpólvora (I, 483).

Las ‘‘piedras’’ son definidas por Sánchez Labrador como substancias terrestres insolublesque, a diferencia de los metales, no son maleables ni fusibles; las hay blandas como el talco,porosas como la piedra pomez y muy duras como el ágata (I, 539); pueden ser comunes opreciosas (I, 541). Entre las comunes está la piedra esmeril (variedad de corindón con mica yóxidos de hierro), piedra muy dura conocida en las misiones como ytaratá (I, 550), usada paralabrar piedras preciosas (I, 554); el pedernal (sílice amorfo o criptocristalino), conocido en lasmisiones como piedra del fuego o tata itá (I, 557), usado en chisperos (I, 563); y la piedra amoladerao de afilar, una arenisca fina, compacta, conocida como itaaymbé (I, 567) o itaquí cuando no tancompacta (I, 568), ambas comunes en las misiones, y en el caso de esta última, muy usada enconstrucción (Sustercic 2004).

Otra de las ‘‘piedras’’ descriptas por Sánchez Labrador es el ‘‘mármol’’, cuyo nombre noemplea en sentido moderno, sino como sinónimo de caliza (I, 577); se trata de una ‘‘piedra’’ queestá comunmente formada por conchillas marinas y otros elementos calcáreos (I, 578), presenteen las misiones (I, 584). En un apartado de la descripción de su ‘‘marmol’’, el autor se refieretambién a la existencia de las entonces conocidas como ‘‘piedras figuradas’’, o sea piedras deformas geométricas definidas, y que en su gran mayoría son restos fósiles tales como las llamadastrochites (artejos de crinoideos) o los belemnites (I, 589). En otro apartado, describe el ‘‘basalteo piedra de toque’’, una ‘‘piedra’’ oscura, dura como el esmeril, muy común en las misiones,conocida como tepotiy en guaraní o amogue en la lengua de los nativos mbyá (I, 590), y que sería elBasalto de Serra Geral (Herbst 1971).

Entre las últimas ‘‘piedras comunes’’ referidas por Sánchez Labrador está el talco, piedrarefractaria, de aspecto lustroso, compuesta por hojas o planchas regularmente ordenadas unassobre las otras (I, 622); usado como afeite para las ‘‘caras mujeriles’’ (I, 630). La cal, no tan comúnen las misiones (Sustercic 2004), aunque presente en La Bajada, actual ciudad de Paraná (I, 634);la cal se caracteriza por reaccionar con los ácidos y calcinarse al fuego (I, 637); un tipo común decal, es la conocida como ‘‘cal de conchas o de los caracoles’’, llamada yatita en guaraní; esta cal,formada por conchillas amalgamadas, poseía caleras importantes en Buenos Aires y en el pueblode Yaguarón, Paraguay (I, 652). El yeso, que es una ‘‘piedra’’ de colores variados formada porlaminillas o romboides cuya superficie es fácil de raspar (I, 655); se usa fundamentalmente enarquitectura (I, 654). Las ‘‘piedras arenosas’’, compuestas por arena cuarzosa (I, 686) y originadasa partir del transporte de la arena por corrientes ácueas (I, 687). Las ‘‘piedras arcillosas’’, suavesal tacto (I, 690). Las rocas, formadas por un conjunto de dos o más ‘‘piedras’’ las cuales poseencolor, dureza y propiedades diversas (I, 694). Las ágatas, muy comunes en las misiones (I, 696) ylos jaspes (I, 699).

Las ‘‘piedras preciosas’’ se caracterizan según Sánchez Labrador por su carácter cristalino,dureza extrema, color vivo, transparencia, figura externa y peso específico (I, 709). El ‘‘cristal deroca’’, conocido como itaberá por los guaraníes (cuarzo de las geodas), es muy abundante en lasmisiones (I, 711); se trata, de un cuerpo duro, transparente, regularmente angular y con forma deprisma de seis caras (I, 712); Sánchez Labrador sostiene que es una ‘‘piedra’’ y no hielo condensado(I, 720); destacando su empleo en la confección de lentes (I, 742). Otra ‘‘piedra’’ muy dura seríalo que el autor refire efectivamente como ‘‘cuarzo’’ (I, 755), ‘‘piedra’’ que casi siempre se formaría‘‘contra las paredes de las cavernas’’ (I, 756) y que, cuando es transparente, se parece al cristal deroca (I, 758).

El diamante es otra ‘‘piedra preciosa’’ comunmente hallada en el sur de Brasil (I, 765); que secaracteriza por su gran dureza y peso específico y por poseer una figura de cristalización cúbica

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(I, 766). El topacio es un cristal de color amarillo (I, 782) que se suele hallar cerca de Montevideo (I,783), así como en Brasil y en Paraguay (I, 789). El rubí, también presente en la zona (I, 798) es una‘‘piedra preciosa’’ de un colorado muy gracioso (I, 799). El granate, en tanto, muestra un tonocolorado oscuro (I, 811).

La amatista es otra ‘‘piedra preciosa’’ sumamente abundante en las costas de los ríos Paranáy Uruguay (I, 816); se halla comunmente dentro de concreciones llamadas ‘‘cocos de mina’’ (I,821) que al romperse producen un gran estrépito (I, 823). La esmeralda es una ‘‘piedra’’ de colorverde (I, 838); la ‘‘malachita’’ (malaquita) también es verde, hallándose comunmente en las vetasde cobre (I, 844); la ‘‘piedra agua marina’’ (variedad de berilo) es verde azulado (I, 846), lo que ladiferencia del berilo (I, 848). El ágata, común sobre el río Uruguay (I, 850), es una ‘‘piedra’’ finay semitransprente, compuesta por igual ‘‘sustancia’’ que el pedernal (I, 851); el calcedonio(calcedonia) es una ‘‘variedad’’ de ágata (I, 862).

La turquesa es una ‘‘piedra’’ azul (I, 867); para el autor ‘‘todas las turquesas no son otra cosaque dientes fósiles de un animal incógnito’’ (I, 869). Los dendrites son piedras en las que ‘‘se veefigiada la imagen o de vegetales o de animales’’ (I, 874). La ‘‘etite o piedra del águila’’ (I, 881) esuna concreción que, debido a su carácter particular, fue ampliamente citada en distintos lapidariosdesde la edad antigua hasta inicios del siglo XIX (Adams 1938); se trata de una ‘‘piedra’’ subesférica,laminada, hueca, con un ‘‘núcleo o grano’’ en el centro (I, 882). Por último, Sánchez Labradorcita el ytahú (geoda), una especie de ‘‘geodes’’ o pequeño ‘‘cambutis’’ (I, 887).

Sánchez Labrador enumera diferentes modos en que se produce en la naturaleza la ‘‘generacióny formación de las piedras’’, o sea la ‘‘petrificación’’. La ‘‘petrificación estalactita’’ es ‘‘aquellaespecie de piedra que se forma en las bóvedas de las grutas y cuevas, que gotean’’ (I, 899). La‘‘petrificación por pelotoncillos’’ se observa ‘‘en aquellas costras de piedra que el agua de algunosencañados y fuentes forma en los conductos por donde pasa’’. Por último, ‘‘las maderas conchasy otras varias materias petrificadas debajo de la tierra’’ se petrifican por ‘‘introducción de otrocuerpo’’ (I, 900), o sea por ‘‘penetración’’, de modo tal que ‘‘un gran pilón de arena, una masa dearcilla o de otra materia, se puede hacer piedra por medio de las sales’’ disueltas en el agua (I,912).

Estos mismos ‘‘materiales lapidíficos’’ son los que actúan sobre madera, huesos y otros restos(I, 915) formando los ‘‘fósiles extraños a la tierra’’, y es así que, el ‘‘palo petrificado no es totalmenteel mismo palo, puesto que, quedando por varias causas destruida una parte de los principios quele componían, la reemplazan substancias arenosas o tierras muy sutiles que condujeron las aguasque le bañan, disipándose ella’’ (I, 916). Entre las petrificaciones de animales y vegetales, SánchezLabrador menciona las ‘‘conchas petrificadas’’, comunes en algunas canteras de Buenos Aires yen el Cerro Yaguarón, cercano a Asunción, relacionándolas con el Diluvio (I, 918), junto a los‘‘astroites o piedras estellares’’ (estrellas de mar) (I, 920), los belemnites (I, 921) y los echinitos oerizos marinos fósiles (I, 922). Todas estas ‘‘conchas’’ habrían existido ‘‘antes del Diluvio y lapetrificación que los rodea sucedió después’’ (I, 924). Junto a estos fósiles el autor refiere sushallazgos de ‘‘sesos petrificados’’ en Paraguary, en las cercanías de Asunción (I, 925), y, a orillasdel río Paraná, no muy lejos de Santa Fe, un ‘‘yacaré convertido en piedra’’ (I, 926).

Después de ocuparse de los fósiles, el autor intercala en el texto algunas ‘‘ilaciones’’. SanchezLabrador sostiene que ‘‘las pampas de Buenos Aires no tienen piedras’’ por que ‘‘no bastangranos de arena, arcilla y agua, para formar piedras, si faltan los otros coprincipios o aquel humorlapidífico que les da unión y consistencia’’ (I, 929). Las ‘‘piedras’’ se formarían entonces a partirde la existencia de un ‘‘jugo lapidífico’’ que sería ‘‘cierto líquido cargado de partículas terrestres,arenosas, salinas, más fijas y más duras’’ (I, 930). En este enunciado del autor queda implícita laexistencia de una solución mineralizadora como responsable de la formación de algunas ‘‘piedras’’

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y ‘‘fósiles’’, un concepto ya enunciado en el siglo XVI por Georgius Agricola y luego retomado porNiels Stensen (Steno) (1638-1686) (Adams 1938; Agricola 1955; Stensen 2002).

Sánchez Labrador finaliza su tratamiento de los fósiles refiriéndose a la existencia deimpresiones de animales y vegetales en las ‘‘piedras’’ (I, 942). Sobre el origen de las impresionesvegetales (improntas) el autor asevera que ‘‘la regularidad de casi todas las impresiones, cotejadascon sus análogos vivientes, hace presumir que estas plantas nadaron en agua barrosa, muy densa,sobre las cuales cayó tierra que recibió la impresión’’ (I, 943).

Los metales no abundan en las misiones (I, 947), son ‘‘cuerpos duros, sólidos, que se puedenfundir al fuego y extenderse con el martillo, o maleables, propiedad que los distingue de laspiedras’’ (I, 952), y estarían compuestos ‘‘de dos partes, que son: azufre o materia oleosa y otrasubstancia más densa que llaman tierra o escoria de metales, la cual se puede vitrificar’’ (I, 953), yademás, con respecto a su génesis, ‘‘siendo los metales obra de la fermentación, es preciso quecooperen el sol y el calor subterráneo, por lo que la producción de los metales se puede atribuir,como a causas segundas universales, a estos solos calores que obran sobre las materias que sehallan en convenientes matrices’’ (I, 955). Según Sánchez Labrador, habría seis metales, o siete sise agrega el platino (I, 956). Entre ellos están en primer lugar los ‘‘metales blandos’’; estos son elplomo y el estaño que funden a baja temperatura y ‘‘pierden su flogístico’’ (flogisto) mudándoseluego en vidrio (I, 957); la teoría del flogisto, una supuesta substancia que surgiría durante losprocesos de combustión, fue popularizada en el siglo XVIII por Georg E. Stahl (1660-1734),pero cayó en desuso luego de los experimentos sobre la oxidación de los metales de AntoineLavoisier (1743-1794) (Papp y Babini 1955). El autor menciona luego los ‘‘metales duros y quedificilmente se derriten’’ como el hierro y el cobre, y los ‘‘metales nobles y durables en el fuego’’como el oro y la plata (I, 957).

Sánchez Labrador se refiere a las minas como un ‘‘lugar subterráneo en que se hallan losminerales y metales’’ (I, 962), para seguir luego con el enunciado de una serie de conceptosacerca de la génesis de los metales. Conceptos por cierto erróneos, pero que en el siglo XVIIIeran aún tenidos en cuenta tanto por mineros como por personajes ilustrados (Adams, 1938).De este modo, el autor sostiene que ‘‘por lo común las minas se hallan en sitios elevados ymontes altos, porque en tales lugares se reconcentra mejor el calor, que no en lugares bajos,obrando así más expeditivamente y con mayor fuerza la fermentación para producir el metal’’ (I,964); ‘‘Los metales y sus minas comunmente se hallan ramificados a manera de árboles queesparcen sus ramas hacia varias partes. Aquellas ramas metálicas a las cuales dan el nombre devetas’’ (I, 965); ‘‘El oro y la plata se crían más abundantemente en las minas que caen en lugaressituados entre los trópicos, y los otros metales hacia septentrión. El hierro es raro en climascalientes’’ (I,966). Por último, entre los ‘‘indicios de minas’’ (I, 968), Sánchez Labrador mencionalos ‘‘fuegos fatuos, meteoros de fuego, vapores azufrosos y sutiles exhalados’’, de modo tal que‘‘sobre las minas de azufre y sobre las vetas metálicas dura poco la escarcha y nieve, porque lasexhalaciones secas y calientes que salen de la tierra las disipan’’ (I, 973); el desarrollo del conceptode ‘‘exhalación’’ (Witterung en el alemán de la época) como evidencia superficial de la mineralizaciónfue de uso frecuente en los textos mineros germanos de los siglos XVI a XVIII (Adams 1938).

El oro, según Sánchez Labrador, no existe ‘‘en caja, pero si en lavaderos de subidísimo metal’’cerca de la ciudad de Jerez, en Paraguay (I, 983). El oro ‘‘es un metal amarillo, poco duro y pocoelástico’’ que ‘‘cae al fondo del azogue que le deshace del todo o en parte, mientras todos losotros metales sobrenadan en él hasta que este menstruo los haya desleído’’ (I, 992); por lo tanto,este metal se extrae de las rocas amalgamándolo con mercurio (I, 1003). ‘‘Una masa de oro puededividirse con la imaginación en veinticuatro partes’’ conocidas como ‘‘quilate o carato’’, por loque el oro puro se dice de veiticuatro quilates (I, 1006), y cuando ‘‘es inferior a doce quilates, le

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suelen llamar tumbaga rica; y la moneda que no pasa en el comercio sin que se vuelva a fundir, se diceoro bajo’’ (I, 1007).

La supuesta existencia de fabulosas minas de plata en las misiones fue usada por el franciscanoBernardino de Cárdenas (principios del siglo XVII-1668), en ese entonces Obispo del Paraguay,en su campaña de desprestigio contra los jesuitas (I, 1012); la plata es un metal blanco, que sigueal oro en belleza y ductilidad (I, 1016), y se encuentra en las minas de Lipes y Potosí (I, 1017); estemetal, igual que el oro, se extrae de las rocas con mercurio (I, 1025). La ‘‘platina’’ (platino) es otrometal que se halla en algunas minas del Perú (I, 1072) y que parece tener características semejantesal oro y la plata (I, 1074).

El cobre que se usa en las misiones proviene en su mayoría de Chile (I, 1090); es un metal ‘‘decolor rojo fuego, resplandeciente, sonoro, duro, dúctil, que se dilata y extiende con el martillo’’ (I,1091). El cobre nativo o virgen ‘‘no se halla ordinariamente en masas gruesas sino en partecillaschicas en las tajaduras de las piedras’’; otros minerales de cobre son la crisocola o ‘‘verde demontaña’’ (silicato hidratado de cobre y aluminio) y la caparrosa (nombre que se da al conjuntode varios sulfatos de cobre, hierro o zinc) (I, 1094). Entre los derivados de este metal, SánchezLabrador menciona ‘‘la flor, orín y herrumbre del cobre, o cardenillo’’ (carbonato de cobre), quese emplea para confeccionar tintes y pintura (I, 1101) y es también un veneno fuerte (I, 1102); ellatón, ‘‘compuesto de cobre fundido con la piedra calamina, cadmía nativa o cadmía fósil’’ (óxidode zinc) (I, 1113); el latón blanco, compuesto de cobre y arsénico (I, 1116); y la ‘‘tumbaga’’, quees latón mezclado con estaño o zinc (I, 1117).

El plomo no se encuentra en las misiones aunque habría indicios de su presencia (I, 1126); esun metal blando, pesado, de hábito prismático y color azul blanquecino a ceniciento (I, 1127)que, mezcaldo con oropimente (sulfuro de arsénico), sirve para hacer perdigones (I, 1141) obalas (I, 1142). El estaño es un metal blanco, ‘‘muy flexible y blando’’ que se trae a las misionesdel Perú (I, 1143) y se usa, junto al mercurio, para cubrir el reverso de los espejos (I, 1144) o ensoldaduras (I, 1146).

El hierro, aunque relativamente abundante en las misiones, es dificil de extraer de las rocas (I,1151); es un metal duro, que ‘‘dificilmente cede al fuego y al martillo’’; en el Chaco, en un lugarllamado Monte del Fuego (I, 1155), hay una ‘‘como mesa grande bastantemente’’, y ‘‘toda ella esdel hierro dicho’’ (I, 1156), cuya presencia, según Sánchez Labrador, ‘‘se puede dar con la opiniónde la vegetación de los metales y su reproducción contínua, de lo que en el Perú hay continuaspruebas en los que llaman criaderos de oro y plata’’, o bien, como explicación alternativa, ‘‘pormedio de los fuegos subterráneos, muy frecuentes en esta parte de América Meridional’’ (I,1160). Los conceptos de crecimiento vegetativo y reproducción contínua de los metales, asícomo la idea sobre la existencia de un gran fuego subterráneo en el centro de la tierra sonenunciados comunes en muchos textos sobre minerales escritos entre los siglos XV y XVIII(Adams 1938); por otro lado, la ‘‘mesa de hierro’’ referida por Sánchez Labrador en el Chaco,parece ser el ‘‘Mesón de Fierro’’, un siderito largamente citado en nuestra historiografía (Alvarez1926; Cassidy et al. 1965). El hierro se encuentra también en la ‘‘piedra imán, o calamita, omagnes’’ (magnetita) (I, 1161) que es un mineral oscuro (I, 1163), que tiene la propiedad deorientarse con respecto a los polos (I, 1164), pero ‘‘no mira derecha y positivamente los polos dela tierra, sino que declina más o menos hacia el oriente o hacia el poniente’’ (I, 1165). Con elhierro se hace el acero (I, 1181), calentando en un crisol una mezcla de ‘‘carbones de los vegetaleso de los animales, mezclados con ceniza, huesos calcinados, cuernos, pelos, o pieles de animales’’(I, 1183).

Los ‘‘medio-metales’’ (no metales) son ‘‘fósiles’’ que no ‘‘son propiamente metales por queno se extienden al golpe del martillo’’ (I, 1205); de los ‘‘semi-metales conocidos’’, cinco son

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sólidos (arsénico, cobalto, bismuto, antimonio y zinc) y uno fluído (‘‘azogue’’ o mercurio) (I, 1205).El arsénico puede presentarse como ‘‘arsénico virgen’’, que es blanco, y es ‘‘un veneno muy corrosivo,contra el cual los mejores remedios son el aceite y la leche’’ (I, 1206); oropimente (sulfuro de arsénico,As2S3) que es ‘‘algo verdoso o rojo de cidra’’ (I, 1207); o ‘‘rezalgar’’ (rejalgar, sulfuro de arsénico, AsS)(I, 1208). El cobalto es ‘‘duro, friable, de color amarillo, ceniciento o negrillo’’ (I, 1209); el bismutoes de color parecido al estaño pero expuesto al aire ‘‘representa los colores del cuello de la paloma’’ (I,1210); el zinc es dúctil y frágil (I, 1212); el antimonio, cuando ‘‘nativo parece compuesto de hilitosbrillantes, dispuestos por lo común sin orden’’ (I, 1214); el ‘‘azogue, mercurio o hidragyro’’ es unasubstancia ‘‘fría al tacto y ordinariamente fluída’’, que pesa ‘‘catorce veces más que el agua y ochocientascuarenta veces más que el aire’’ (I, 1218), y se encuentra normalmente, incluso en las misiones, como‘‘bermellón o cinabro natural’’ (I, 1221) (cinabrio, sulfuro de mercurio), un mineral de ‘‘color encarnado,un poco oscuro a la vista’’ (I, 1222).

El libro primero del Paraguay Natural culmina con un apéndice que incluye notas y observacionessobre los diferentes temas tratados. Sánchez labrador refiere hacia el final del mismo, citando a NoëlA. Pluche (1688-1761), que las ‘‘lenguas petrificadas, que se encuentran en la Isla de Malta,probablemente son dientes de peces canes (latín Canis carcharias) de los cuales algunos pesan más de400 libras’’, o sea ‘‘especies de tiburones’’ (I, 1274). Las lenguas de piedra o glossoptera, originalmentecitadas a comienzos de nuestra era por Plinio el Viejo en Natvralis Historiae (Plinio el Viejo 1993),habrían de ser reconocidas como dientes de tiburones fósiles a partir de los trabajos de ConradGesner (1516-1565), Paolo Boccone (1633-1704) y Niels Stensen (Adams 1938; Rudwick 1985).

El libro segundo del Paraguay Natural comienza explicando la naturaleza y propiedades del aguay de los ríos, comentando luego que en las misiones, a falta de puentes, los cursos de agua secruzaban por medio de pelotas de cuero o itapayeres (II, 66), en tanto que para viajar aguas arriba,lo más común era silgar y toar (II, 72). Los ríos Paraná y Uruguay tienen numerosos saltos o ytus(II, 76); también son comunes las crecidas, aún en el río de la Plata que ‘‘más de una vez ha puestogrande consternación a la Ciudad de Buenos Aires’’ (II, 84). En las misiones hay además numerososlagos y lagunas (II, 99), como las de Iberá y ‘‘Apupé’’ (Apipé) (II, 103) o de ‘‘Yupacaray’’ (Ypacaray)(II, 105); todas son en general permanentes, a diferencia de las que hay en las ‘‘Pampas de BuenosAires’’ que ‘‘se agotan y secan con bastante susto y trabajo de los que viajan por dichas campañas’’(II, 108). En las misiones hay por último fuentes o manantiales, conocidos como ybus (II, 109);las aguas surgentes no salen comunmente a presión desde ‘‘estos hidrofilacios o conchas’’ (II,116), salvo excepciones, como en el caso de una fuente de la reducción de San Ignacio Miní (II,120). Los hidrofilacios fueron concevidos por Athanasius Kircher en su obra Mundus Subterraneusde 1665, para explicar la presencia de agua subterránea, y serían, según este autor, grandes cavernaspor donde circularía el agua dentro de la tierra; también existirían los pirofilacios o cavernas porlas que circularía el fuego interno del planeta (Adams 1938; Kelber y Okrusch 2002).

Sánchez Labrador sostiene que las aguas de los ríos Paraná y Uruguay tienen ‘‘la virtud deconvertir en piedra algunas cosas que caen en ellas’’ tales como huesos y madera, y es así que, aorillas del Paraná, ‘‘se halló entero un esqueleto de yacaré hecho una piedra’’, y en las inmediacionesde Paraguary un ‘‘cráneo y sesos de animal vacuno’’ (II, 133). El leño se petrificaría, según elautor, cuando ‘‘la arena menudísima o la greda o las piedrecillas o las sales o todas estas cosas seinsinúan en los poros de la madera y se unen y aprietan las unas contra las otras’’, de modo que‘‘los jugos, como los corpúsculos petrosos’’ serían los que ‘‘convierten los cuerpos en piedradebajo de la misma configuración que primero tenían’’ (II, 134). Sánchez Labrador cita luego al‘‘Licenciado Alonso de Barba’’ quién comenta la presencia de ‘‘materias lapidíficas’’ en Perúcomo responsables de la génesis de petrificaciones diversas (II, 135). Alonso (Alonfo) Barba (1640)no fue sin embargo el único autor en mencionar pertificaciones vegetales o animales en Sudaméricarelacionando la génesis de estos objetos naturales con el agua de los ríos; en las misiones, jesuitas

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como Alonso de Ovalle (1603-1651), Nicholaus du Toit (Nicolás del Techo) (1611-1687), PedroLozano (1697-1752), José Guevara (1719-1806) y Thomas Falkner (1710-1784), sostuvieron tambiénestas ideas (Ottone 2007).

Sánchez Labrador describe con bastante detalle los restos óseos hallados en ‘‘la orilla occidentaldel río Paraná, cerca de una hacienda nombrada San Miguel y de otro lugar llamado Carcarañaljunto al paso del mismo río’’; hay ‘‘huesos largos de más de una bara castellana’’, muelas ‘‘muchomayores que las de los hombres de estos tiempos’’ y ‘‘craneos o calaveras’’ muy grandes que‘‘están metidas en la barranca a manera de hornos’’, de modo que ‘‘metiendo un hombre el brazoderecho y teniendo en la mano un espadín que vuelve hacia todos lados no llega a tocar en loslados, ni en lo alto del cráneo’’ (II, 137). Otro sitio donde hay huesos gigantescos es en Tarija (II,138). Sobre el origen de los huesos, Sánchez Labrador, de acuerdo con Benito G. Feyjoó yMontenegro, duda en referirlos a una antigua ‘‘nación gigantesca’’ (II, 139). La idea sobre laexistencia de una antigua raza de gigantes, actualmente extinguida, cuyos restos serían los que hoyse reconocen como huesos de vertebrados fósiles, tuvo fuerte predicamento en los mediosintelectuales europeos y americanos, aún hasta fines del siglo XVIII (Ottone 2007).

Sánchez Labrador continúa refiriendo distintas propiedades y carcterísticas de mares y ríos.El mar es una extención de agua cuya salinidad se debería a ‘‘minas inmensas de sal que están enel fondo de este elemento o, según otros, a montañas de sal esparcidas sobre la tierra quecontinuamente deshacen las lluvias’’ (II, 147); las aguas del mar tiene flujo y reflujo (II, 150),fenómeno éste relacionado con ‘‘el curso de la luna’’ (II, 151). Las aguas termales deben su calora la ‘‘acción de fuegos subterráneos que corren por todo o se hallan en grandes pyrofilaciosencerrados’’ (II, 176). Con respecto al origen de los ríos y fuentes, el autor refiere que ‘‘el aguasubterránea está en el hydrophylacio y alambique; el calor permanece en el pyrophylacio, y el aireno faltará en el aerophylacio’’ (II, 224); en el hidrofilacio entraría el agua de mar, y por acción delfuego subterráneo se separarían de ella ‘‘sus sales y betún’’ que se difundirían por ‘‘varios conductosde la tierra’’ para formar depósitos minerales; y en cuanto al agua, ‘‘se eleva en vapores queinsinuándose por los poros de la tierra, parte sale a la región del aire, donde se condensa ennieves y se resuelve en lluvias’’, en tanto que ‘‘parte entra en las frías concavidades de los montesy forma manantiales y fuentes y, de éstas, los ríos que restituyen todas aquellas aguas al mar paravolverse a introducir en la tierra’’ (II, 251). Los pirofilacios serían ‘‘cavernas llenas de fuego’’ (II,253), en tanto que los aerofilacios serían también conductos subterráneos, y ‘‘el aire de estascavernas por diferentes canales se comunica a los hidrofilacios y pirofilacios’’, por lo que ‘‘seavivan los incendios de unos y se impele el agua de los otros, facilitando así su subida por caminosocultos que suministran materia a los manantiales’’ (II, 254).

El libro tercero del Paraguay Natural empieza explicando las propiedades del aire y la atmósfera,los vientos, las estaciones y el clima de las misiones, para luego referirse a terremotos y volcanes.Los terremotos son comunes en Tucumán (III, 222), Perú (III, 223) y Chile (III, 226). El terremotoes ‘‘un espantoso fenómeno que sucede en el interior del globo terrestre’’, un ‘‘temblor de tierra’’cuya génesis ‘‘está tan conexa, o por decir mejor, es tan una con la de los volcanes’’ (III, 230). EnChile hay muchos ‘‘montes que arrojan fuego, o volcanes’’ (III, 231), o sea, ‘‘abismos montuososy ardientes que vomitan impetuosamente y en diferentes tiempos ríos de materias bituminosas,azufrosas, fogosas y que arrojan como una tempestad de casquijo o piedras, las unas calcinadas yalgunas otras más o menos vitrificadas o que despiden remolinos de vapores nublados de cenizas,torrentes de humo’’, que se originan en ‘‘los horribles fuegos escondidos en los senos de lasmontañas, cuyas bóvedas impelen y hacen volar por los aires’’, por lo que este fenómeno ‘‘llega aproducir sacudimientos fortísimos que conmueven y hacen temblar la tierra, alborotar el mar’’ (III,232). En lo que respecta al origen de los volcanes, es probable que el ‘‘fuego central’’ que los originano se esparza por los pirofilacios, ‘‘parece más acertado decir que este fuego central no es otro que el

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 245 2

que se excita por golpeamiento y refregamiento de varias partes comprimidas fortisimamente cercadel centro de la tierra, y que de allí obra hacia el exterior, por otros lados’’, por reacción de ‘‘variasmaterias ácidas y azufrosas’’ como las ‘‘pirites’’ (pirita) (III, 239). La génesis de los terremotos esentonces una, según Sánchez Labrador, con la de los volcanes, ya que ‘‘cuando la descomposición delas pirites suceda en cavidades subterráneas, llenas de aire y de agua, se seguirá la inflamación yrarefacción del aire, la dilatación del agua y su extensión en vapores y finalmente las explosiones oreventazones con sacudimientos’’ (III, 248).

Sánchez Labrador culmina el libro tercero del Paraguay Natural describiendo fenómenos talescomo rayos, truenos y relámpagos, las estrellas y el arco iris, las enfermedades más comunes delas misiones y una serie de notas generales a la obra.

Discusión

La primera parte del Paraguay Natural es un texto que fue expresamente elaborado por JoséSánchez Labrador para compilar toda la información geológica y paleontológica disponible en laregión que ocupaban entonces las misiones jesuíticas de la Cuenca del Plata. Esta obra es, por lotanto, el primer trabajo íntegramente dedicado a esta temática que fuera concebido en nuestroterritorio, antecediendo por unos pocos años a los realizados por Filiberto de Mena, AntonZacharias Helms (1750-1801) y Francisco Serra Canals (1739-1806?) (Serra Canals, 1999; Alonso2000, 2005; Catalano 2004; Alonso y Egenhoff 2005).

El Paraguay Natural no tiene, sin embargo, un formato enteramente original. La obra tienepuntos en común con distintas publicaciones enciclopédicas, textos que fueron usuales en elsiglo de las luces; uno de éstos, el Teatro crítico universal de Benito Geronimo Feyjoó y Montenegro,es de hecho, comúnmente citado por Sánchez Labrador. La primera parte del Paraguay Naturalguarda también similitudes con los textos conocidos como lapidarios; éstos fueron libros sobrefósiles, gemas, metales y minerales en general, escritos en Europa desde la antigüedad hasta elsiglo XVII (Adams 1938). La obra guarda, por último, semejanzas con el Arte de los Metales deAlonso (Alonfo) Barba (1640), un texto sudamericano pionero en mineralogía y metalurgia.

La primera parte del Paraguay Natural muestra, por otro lado, un claro intento de mantener unenfoque objetivo sobre los diversos temas abordados; sin embargo, el recurso al Diluvio Universales constante en varios pasajes de la obra para explicar, por ejemplo, la presencia de fósiles marinosen afloramientos lejanos a la costa (Ottone 2007).

El Paraguay Natural es una obra que vio la luz en los años previos a la publicación de una seriede textos capitales que serían los que habrían de modelar el pensamiento geológico moderno. Laobra fue terminada unas décadas antes de la publicación de Theory of the Earth de James Hutton(1726-1797) en 1795, o de la aparición de los primeros mapas geológicos regionales de WilliamSmith (1769-1839), publicados en la última década del siglo XVIII, o bien de Essai sur la géographieminéralogique des environs de Paris de Georges Cuvier (1769-1832) y Alexander Brongniart (1770-1847) publicado en 1811. Estos trabajos, junto a Principes of Geology de Charles Lyell (1797-1875),que vería la luz unas décadas más tarde, implicaron un cambio de paradigmas en el pensamientogeológico en general y de los principios estratigráficos en particular, de modo tal que conceptostales como hidrofilacio o pirofilacio, citados por Sánchez Labrador, serían absolutamentedesechados. Hacia fines del siglo XVIII, el desarrollo de la mineralogía química (Adams 1938) y,sobre todo la cristalografía, con el aporte de René J. Haüy (1743-1821) dio también un nuevoenfoque al estudio de los minerales, descartándose, en consecuencia, el recurso a teorías tales como laque intentaba explicar ciertas reacciones químicas a partir de la existencia de un fluido llamado

5 3JOSÉ SANCHEZ LABRADOR Y LA GEOLOGÍA DEL PARAGUAY NATURAL

flogisto. Por último, el desarrollo de los estudios sistemáticos en diferentes grupos de fósiles, y enespecial, los trabajos estratigráficos de William Smith (Morton 2001) y la anatomía comparada deGeorges Cuvier (Rudwick 1985), dieron paso a una mejor comprensión del origen de los fósiles,dejando de lado teorías como el diluvianismo o la gigantología, ambas sustentadas o discutidas porSánchez Labrador (Ottone 2007).

Lo más interesante del Paraguay Natural, tal vez esté dado por el cúmulo de datos geológicosy paleontológicos locales que presenta, sus referencias a minerales y rocas con nombres en españoly guaraní, las diversas aplicaciones dadas a las mismas en las misiones, sus citas de animales yvegetales fósiles, y además, datos históricos sobre modos de producción y tratamiento de losdistintos productos líticos extraídos en la zona. La primera parte del Paraguay Natural es entonces,en definitiva, un texto de innegable valor histórico, cuyo interés resulta acendrado por tratarsedel primer libro sobre geología y paleontología de nuestro país.

Agradecimientos: A Horacio Aguilar por haberme facilitado una copia de la primera parte del Paraguay Natural de JoséSánchez Labrador; al CONICET y a la UBA por haberme brindado las facilidades necesarias para realizar este trabajo.

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Recibido: 15 de Marzo de 2008Aceptado: 15 de Julio de 2008

5 5LA UTILIZACIÓN TEMPRANA DE HERRAMIENTAS TAFONÓMICASHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 55-62F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

La Utilización Temprana de Herramientas Tafonómicas:Leonardo da Vinci y Florentino Ameghino

Lucas H. POMI y Eduardo P. TONNI1

¡Oh tiempo, rápido devastador de las cosas creadas!¡Cuántos reyes, cuántos pueblos has hecho desaparecer,

cuántas mutaciones han ocurrido, desde que la maravillosaforma de este pez, muerto aquí en las cavernosas y retorcidas

entrañas, consumido por el tiempo, yace inmóvil en este ocultolugar, con los huesos descarnados y desnudos, convertido en

armadura y sostén del monte superpuesto!Leonardo

Abstract: EARLY USE OF TAPHONOMIC TOOLS: LEONARDO DA VINCI AND FLORENTINO AMEGHINO.- We present a synthesisabout the interpretation of the Biblical Deluge carried out by two important historic personages separated byfour centuries: Leonardo da Vinci and Florentino Ameghino. These authors used in your interpretations toolsthat pertain to the modern Taphonomic Theory. Da Vinci, within the framework of the Renaissance, very far stillof the basic development of earth sciences, studied the autochthony, transport and disarticulation of fossil shellsfrom Monferrato (Italy). Ameghino, under a evolutionist and gradualist paradigms, analyzed the configuration offossil assemblages from the “Pampean Formation”. Both concluded that the analyzed evidence does notcorrespond with the description of a catastrophic event as the universal Biblical Deluge.

Resumen: LA UTILIZACIÓN TEMPRANA DE HERRAMIENTAS TAFONÓMICAS: LEONARDO DA VINCI Y FLORENTINO AMEGHINO.- Serealiza aquí una síntesis sobre la interpretación del Diluvio bíblico efectuada por dos personajes históricamentesignificativos separados por cuatro siglos: Leonardo da Vinci y Florentino Ameghino. Estos autores utilizaron,en sus interpretaciones herramientas que pertenecen a la moderna Teoría Tafonómica. Da Vinci, en el marco delRenacimiento, muy lejos aún del desarrollo básico de las Ciencias de la Tierra, estudia la autoctonía, transportey desarticulación de valvas fósiles de moluscos halladas en Monferrato (Italia). Ameghino, bajo un paradigmaevolucionista gradualista, analiza el modo en que fueron configuradas las asociaciones fósiles de la “FormaciónPampeana”. Ambos concluyen que la evidencia analizada no se corresponde con la descripción de un eventocatastrófico como el bíblico diluvio universal.

Key words: Taphonomy. da Vinci. Ameghino. Deluge.

Palabras claves: Tafonomía. da Vinci. Ameghino. Diluvio.

Introducción

Las inundaciones catastróficas (o diluvios), integran el acervo cultural de diversas naciones yetnias a lo largo de la historia (e.g. hindúes, chinos, celtas, aztecas, incas; véase Frazer, 1988; Mercante,1988).

De los numerosos ejemplos, el más conocido en occidente es el relato bíblico del Diluviouniversal. Este se narra en el Génesis, representando un quiebre en la relación entre Dios y loshombres. Dios selecciona a Noé de entre los hombres y le otorga la tarea de preservar a las bestias de1 Departamento Científico Paleontología Vertebrados, Museo de La Plata. Paseo del Bosque S/Nº, 1900 - La

Plata, Buenos Aires. E-mail: [email protected] / [email protected]

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 245 6

la tierra del diluvio que desatará, el cual durará cuarenta días. Para esto encomienda la construcción deuna embarcación, el Arca, en la que se mantendrá a salvo Noé, su familia y parejas de cada especie.

Unas de las primeras discusiones en torno al relato bíblico y su contrastación histórica, la planteaLeonardo da Vinci (1452-1519). Sin embargo, debido a la tardía difusión (siglo XIX) de sus escritos,estas ideas no tienen ningún impacto en el posterior desarrollo de las ciencias de la Tierra, donde elDiluvio, en general, se sigue considerando como un suceso histórico. De tal forma, se desarrollan losparadigmas Diluvista y, parcialmente derivado de él, Catastrofista (ver abajo). En este sentido,Sequeiros (2002) considera que el concepto del Diluvio, resultó ser un obstáculo epistemológico queretrasó en varios siglos el conocimiento de la naturaleza.

Cuatro siglos después el Diluvio universal sigue vigente, influyendo en el campo de las ciencias.Así, en la Argentina, Florentino Ameghino (1854-1911) discute el tema y lo pone a prueba en cuantorelato histórico, a través de la evidencia que le proporciona el estudio geológico y paleontológico dela región pampeana.

Da Vinci, al igual que Ameghino, utiliza una serie de observaciones y razonamientos quepertenecen a la actual Teoría Tafonómica. Sin embargo, la Tafonomía no se desarrollaría como unarama autónoma de la paleontología hasta la primera mitad del siglo XX, con las contribuciones deinvestigadores germanos como Othenio Abel, E. Wasmund, Johannes Weigelt, Rudolf Richter y elruso Ivan Antonovich Efremov. Este último es quien acuña el término Tafonomía (Efremov, 1940)y define a la disciplina como el estudio de la transición de los restos de animales desde la biosfera ala litosfera, además de plantear los lineamientos fundamentales de la misma. Recientemente,Behrensmeyer y Kidwell (1985) redefinieron a la Tafonomía como el estudio de los procesos depreservación y cómo estos afectan la información del registro fósil.

La presente contribución tiene como objetivo fundamental documentar el uso de herramientastafonómicas con anterioridad al desarrollo de la disciplina. Para ello se toma como ejemplo a dospersonajes muy distintos, da Vinci y Ameghino, que en situaciones sociales y culturales tambiéndiferentes abordan un mismo tema: la puesta a prueba del Diluvio universal como hecho histórico.

LEONARDO DA VINCI

Leonardo di Ser Piero da Vinci nace en la localidad italiana de Anchiano el 15 de abril de 1452.Sequeiros (2002), considera que da Vinci es uno de los primeros autores en referir a los fósiles comorestos de organismos del pasado. Gerhard Cadée (1991) señala que da Vinci fue unos de los primerosinvestigadores en realizar observaciones tafonómicas, las que se incluyen en su Libro de Notas, en elmarco de sus Problemas Geológicos. Estos escritos aparecen en Roma por primera vez en 1690; sinembargo no se difunden hasta fines del siglo XVIII y no se publican hasta el XIX-XX (e.g. Richter,1883; MacCurdy, 1939).

Da Vinci utiliza un razonamiento tafonómico para explicar que la presencia de valvas fósiles enlas montañas de Monferrato (Italia) no constituyen evidencia del Diluvio universal. Basándose ensus observaciones actualistas sobre valvas de moluscos vivientes, considera que los bivalvos nopudieron transportarse suficientemente rápido desde el mar Adriático hasta Monferrato en sólo 40días y que las olas no pudieron llevar las valvas completas a través de grandes distancias (400kilómetros). En las montañas de Monferrato, da Vinci observó estratos con bivalvos articulados insitu, interpretando que los mismos habían vivido allí, mientras que otros niveles, con valvasdesarticuladas, habrían sido acumulados por la acción de las olas. También reconoció cuatro nivelesfosilíferos superpuestos, lo que le permitió razonar que éstos se habían depositado en diferentesmomentos y no en un solo evento. Además observó que si las valvas hubiesen sido transportadasdesde grandes distancias por agentes de alta energía, deberían estar mezcladas con otros tipos derestos, lo cual no se verificaba.

5 7LA UTILIZACIÓN TEMPRANA DE HERRAMIENTAS TAFONÓMICAS

La falta de difusión de estas conclusiones (quizá como motivo de su no aceptación) generó,como se dijo, un notable retraso en la interpretación de los eventos geológicos y paleontológicos.Tanto es así que recién en 1667, el danés Niels Stensen, asentó el origen orgánico de los fósiles en sutratado De solido intra solidium naturaliter contento dissertationis prodromus. Sin embargo, contrariamentea lo sugerido por Leonardo, para Steno todos los fósiles eran contemporáneos y testigosincontrovertibles del gran Diluvio bíblico.

FLORENTINO AMEGHINO

Florentino Ameghino nació en Luján (provincia de Buenos Aires, Argentina) el 18 de setiembrede 1854, o alternativamente en Moneglia, Italia, en el mismo mes pero de 1853.

Ameghino recurre a observaciones tafonómicas para, por un lado, fundamentar la presencia delhombre en la “formación pampeana” (de antigüedad pliocena en su concepto, véase Ameghino,1881) y el origen sudamericano del hombre, y por otro para generar un modelo sobre la génesis deesta “formación”. En su ensayo sobre los “terrenos de transporte” de la provincia de Buenos Aires(1876; 1914), discute el Diluvio universal. Ya en la introducción de este ensayo, Ameghino descartasu existencia y pasa a dar cuenta de los datos empíricos que soportan sus ideas.

En primer lugar, señala que el agua existente en los océanos no lograría cubrir toda la tierra,observación que curiosamente, ya había sido formulada, aunque desde un punto de vista creacionista,por el reverendo Burnet en el siglo XVII (Gould, 1977).

Luego, enumera los argumentos por los que considera que el Diluvio no pudo ser el agenteinvolucrado en la muerte y sepultamiento de los fósiles de la “formación pampeana”. Entre estosargumentos, aquéllos que incluyen observaciones tafonómicas son:

1- Ausencia de vertebrados y moluscos marinos en los depósitos pampeanos. Aquí descarta la presencia deelementos alóctonos en la “formación pampeana”, considerándola de origen exclusivamentecontinental. Aunque no lo cita, es probable que esta observación esté relacionada con aquélla queen el mismo sentido realizó Charles Darwin en su descripción de la localidad de Punta Alta (verabajo).

2- Los huesos fósiles pampeanos se encuentran en todos los niveles de la formación. Considera que el modode muerte catastrófico del diluvio no se corresponde con la distribución espacial de las asociacionesfosilíferas: en lugar de disponerse en una capa, los especimenes se distribuyen verticalmente entodos los niveles.

3- Todos los huesos fósiles no se hallan en las mismas condiciones. En este punto las observacionestafonómicas son numerosas. Compara, apoyado en sus observaciones actualistas, la disposiciónde las carcasas producto de entrampamientos en ambientes pantanosos, con las que fueronsepultadas por inundaciones. Cita:

Los defensores de la catástrofe diluviana suponen que los esqueletos que se encuentran completos y contodos los huesos en su lugar, no podrían haberse conservado de ese modo, a no haber sido sepultadosmomentáneamente por una inmensa cantidad de materias terrosas, y son, por consiguiente, la prueba mássegura del Diluvio Universal. (1914:63)

Agregando luego:Los esqueletos de los animales que quedaron enterrados vivos en los pantanos, se encuentran siempreparados, es decir con la parte ventral abajo, la dorsal arriba y las piernas generalmente dobladas; los que hansido enterrados por las inundaciones nunca se encuentran en esa posición, sino descansando horizontalmente,de costado, y algunas veces, aunque raramente con la parte ventral hacia arriba y la dorsal hacia abajo.(1914:63)

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 245 8

Descarta con esto, que la presencia de esqueletos completos y articulados esté asociada a eventosde inundaciones catastróficas y en su lugar propone un modo tafonómico (ver clasificación deBehrensmeyer y Hook, 1992) ligado a trampas naturales en ambientes pantanosos (ver tambiénPomi, en prensa).

Con relación a los especímenes aislados, recurre al proceso de desarticulación. Plantea,correctamente, que el tiempo involucrado en las etapas de necrólisis y desarticulación (ver Hill, 1979),evidencia que la muerte y el sepultamiento no han sido sincrónicas (como lo requiere la idea de unevento catastrófico).

4- Esqueletos enterrados por tormentas de arena. Aquí, afirma que muchos de esos esqueletos completosy articulados han sido sepultados por tormentas de loess, lo cual contradice la idea de una graninundación como agente fundamental. En relación a esto, cita las observaciones efectuadas porBravard (1857) sobre la presencia de impresiones o moldes de crisálidas de insectos asociadas conesqueletos articulados, que utiliza como prueba de un rápido sepultamiento eólico. Ameghinoseñala que Burmeister confirma esas observaciones, aunque en realidad este había discrepadocon la interpretación de Bravard (Burmeister, 1876: 193).

5- Depósitos lacustres encontrados en la “formación pampeana”. Las valvas de moluscos dulceacuícolashalladas en los sedimentos pampeanos poseen un buen estado de conservación, lo que evidenciaun escaso o nulo transporte.

Discusión

Leonardo escribe sus notas en un entorno renacentista temprano, con el sol girando en torno ala tierra. En relación a los fósiles, persiste aún la concepción “no orgánica”, secuela del paradigma devis plastica (Teofrasto, 372-288 AC).

Como se indicó, Leonardo es uno de los primeros autores en defender la postura “orgánica” delos fósiles (Gould, 1999; Sequeiros, 2002). Girolamo Fracastoro (1483-1553) y Bernard Palissy(1510-1589) plantean ideas similares en la misma época. Sin embargo, las ideas de estos tres hombressiguen trayectorias diferentes. Palissy es quemado en la hoguera, los textos de da Vinci permaneceninaccesibles, y la propuesta de Fracastoro sobre un origen orgánico y diluviano de los fósiles, seincorpora al conocimiento del momento.

Luego de varios siglos emerge un nuevo paradigma, el Catastrofista, de carácter laico pero noateo. Las diferencias anatómicas observadas entre vertebrados fósiles y actuales obligó a que Cuvier(1769-1832) reconociera 3 principios básicos: 1) la historia de la Tierra responde a un modelo múltiple;2) la Tierra tiene una gran antigüedad y las faunas fósiles fueron cambiando en el transcurso deltiempo geológico, y 3) muchos de los fósiles representan especies extintas. Se reconocía por primeravez la existencia de extinciones producidas por revoluciones periódicas durante las cuales un conjuntode especies eran barridas de la faz de la tierra. Según Sequeiros (2002), Cuvier admite que la última desus revoluciones se correspondía con la inundación descrita en el Génesis.

En este período, fue introducido el término diluvium en la nomenclatura geológica por Bucklanden su Reliquiae diluvianae de 1823 (Bravard, 1857). Bajo este nombre, se incluyó a los sedimentos másrecientes (el actual Pleistoceno) apoyados sobre el Terciario y producto del Diluvio Universal. Si bien,como veremos más adelante, el término se escinde posteriormente del relato bíblico, el origen delconcepto de diluvium, se relaciona directamente con la concepción bíblica.

Entre los catastrofistas más influyentes de la época, se encuentra Alcide d’Orbigny. En su Voyagedans l’Amerique Méridionale, al abordar el tema de los “terrains pampéenes” (véase Tonni y Pasquali,2006), d’Orbigny (1842) plantea que los terrenos pampeanos se depositaron en un lapso de tiempo

5 9LA UTILIZACIÓN TEMPRANA DE HERRAMIENTAS TAFONÓMICAS

relativamente corto, producto de una gran conmoción terrestre (i.e. ingresión marina de gran magnitud,asociando el evento al levantamiento de cordillera). Se basa en la extensión y homogeneidad deldepósito, en la presencia de esqueletos completos, valvas de moluscos marinos y sales. Divide a los“terrains diluviens” en terrestres y marinos, afirmando que este último se corresponde con la tradicióndel diluvio:

Ce dernier mouvement s’ étant opéré depuis notre époque, et pouvant coïncider avec les traditions du deluge, donton trouve partout des traces dans l’historie des peuples, j’ai du nommer terrains diluviens, ceux qui en sont le produit(1842:261).

Contrariamente, Charles R. Darwin (1846), considera que su “Pampean formation” se conformó deun modo gradual, en un ambiente estuarial semejante al río de La Plata actual. Aquí, no sólo chocanlas ideas de dos grandes naturalistas sobre una unidad geológica, sino que entran en competenciados fuertes paradigmas (i.e. catastrofista y gradualista), utilizándose un gran caudal de informacióntafonómica en la discusión. En relación a este último punto, se recomienda ver el tratamiento(estrictamente tafonómico) que ofrece Darwin sobre reelaboración en la asociación fosilífera de PuntaAlta.

Posteriormente, Auguste Bravard (1857) plantea que el origen de la “Formación Pampeana” esbásicamente eólico. Explica que los esqueletos completos y articulados de grandes mamíferos fósiles,son el producto de un modo de muerte, acumulación y sepultamiento, asociados a tormentas dearena. Asigna esta unidad al diluvium, aunque es importante aclarar que considera al Diluvio universalcomo un suceso fantástico.

Hermann Burmeister, acepta el concepto de diluvium, considerando la presencia de estos depósitostanto en Europa como en América y denominando al Cuaternario sudamericano bajo el nombre de“Formación Diluviana”. Posteriormente Burmeister (1876), parece abandonar una postura catastrofistaprevia (véase Burmeister, 1843) cuando se refiere a la génesis de la “Formación Pampeana” y discutea d’Orbigny:

la manera en que se disponen los esqueletos enteros de animales extintos, nos demuestra que no fueron víctimasde una fuerza momentánea, de un cataclismo (1876: 192)

En relación a esta hipótesis, opina por ejemplo, que el modo en que se desarticularon ymantuvieron asociadas espacialmente las extremidades de una carcasa de Megatherium estudiada porél, no se corresponde con altos niveles de energía como los de un río o un diluvio general.

Los cuatro autores citados dan forma al estado de conocimiento en el tiempo en que FlorentinoAmeghino aborda su investigación sobre el origen de la “Formación Pampeana”. Sin embargo, esnecesario señalar que la discusión es más amplia e incluye otros investigadores e hipótesis (e.g. Lund,Parish, Heusser y Claraz, Doering).

La discusión de Ameghino sobre el origen de la “formación pampeana” lleva a formular almenos dos preguntas: 1) ¿Por qué y con quién discute la asignación de los sedimentos pampeanosal diluvio universal? y 2) ¿Por qué recurre a herramientas tafonómicas en su análisis?

El análisis de Ameghino sobre este tema, está influido por su pensamiento invariablementeateo y anticlerical. Scillato-Yané (1999) afirma que su ensayo de un estudio de los terrenos de transportecuaternarios de la provincia de Buenos Aires, es un ataque directo a la ortodoxia católica de la época. Esteensayo fue rechazado por los revisores de la Sociedad Científica Argentina (i.e. Arata, Moreno y Berg).Sin embargo, el escrito no se perdería, ya que Florentino volcó esa información en la sección geológicade La Antigüedad del Hombre en el Plata (1881), bajo el título: Estudio sobre los terrenos de transporte de lacuenca del Plata. Aquí, a diferencia del trabajo original, cita a d’Orbigny y Darwin y sus respectivashipótesis (ver arriba). Es probable que Ameghino no haya leído a estos dos científicos europeos alescribir el ensayo original, aunque conociese sus hipótesis a través de otros autores (tanto Bravardcomo Burmeister las describen).

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 246 0

Es claro que la hipótesis sobre la génesis de la “formación pampeana” de Ameghino es contrariaa una idea catastrofista. Entre los autores comentados, el único que sostiene una vinculación delorigen de la “formación pampeana” con el Diluvio es d’Orbigny, de manera que resulta éste elprincipal destinatario de las críticas de Ameghino.

Respecto del uso de herramientas tafonómicas, éstas lo han sido por todos los autorespreameghinanos que se refirieron a la temática del origen de la “formación pampeana”. Es por elloque Ameghino se ve prácticamente obligado a utilizar este tipo de herramientas, incluso con mayorextensión debido a sus extensas observaciones de campo.

El caso de da Vinci, fue analizado por Gould (1999) quien concluye que el objetivo de lasindagaciones era fundamentar sus ideas acerca de la analogía existente entre el funcionamiento de laTierra y los organismos. Según su interpretación, la presencia de asociaciones fósiles marinas a granaltura, apoyaba la hipótesis de da Vinci de una corteza terrestre sujeta a movimientos ascendentes.

El análisis de Gould tiene dos puntos, al menos, discutibles. Por un lado, minimiza el embatede da Vinci (y su ateísmo explícito entonces) contra el dogma cristiano en pleno siglo XV. El títulomismo de la monografía de Gould [Los fósiles móviles y ascendentes de la Tierra viva de Leonardo]demuestra claramente la escasa importancia que el autor le otorga a la discusión del Diluvio de Noéefectuada por da Vinci. Sin embargo, es evidente que la propuesta de da Vinci, tiene por finalidadembestir al paradigma diluviano recientemente desarrollado, luego de la aceptación de la naturalezaorgánica de los fósiles. La decisión o imposición de no publicar sus ideas, dificulta o impide eldesarrollo de nuevos paradigmas.

Adicionalmente, debe señalarse que Gould designa como paleoecológicas a las indagaciones deda Vinci, cuando éstas son claramente tafonómicas.

Inspección del Arca de Noé en un Puerto Alemán (Mark Twain, 1893) / Coffer of Noah Inspection in a GermanPort (Mark Twain, 1893)

6 1LA UTILIZACIÓN TEMPRANA DE HERRAMIENTAS TAFONÓMICAS

Conclusiones

1. Las primeras observaciones tafonómicas se producen en el mismo período en que se establece—aunque no se acepta de forma generalizada— la naturaleza orgánica de los fósiles (siglo XV).

2. El contexto y el impacto de las obras de da Vinci y Ameghino no son comparables. Sinembargo, es curiosa la utilización de herramientas tafonómicas en sus discusiones acerca del Diluvio.Ambos concluyen en que la evidencia analizada no se corresponde con la idea de un evento catastróficocomo el diluvio universal bíblico.

3. A las contribuciones de Florentino Ameghino en sistemática y estratigrafía, deben ser tambiénreconocidas las efectuadas en el campo de la tafonomía.

4. La recurrencia con que se utilizan herramientas tafonómicas en las discusiones acerca del origende la “Formación Pampeana”, evidencian tempranamente el potencial de la Teoría Tafonómica en lasCiencias de la Tierra.

Agradecimientos: A Mariano Lelli, Laura Zampatti, Francisco Prevosti, Estela Lopreto y Javier Gelfo por sussugerencias, ayuda con el francés y aporte bibliográfico. A Néstor Toledo por la elaboración de la figura. A laAgencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica por el apoyo económico.

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Recibido: 18 de Abril de 2008Aceptado: 15 de Julio de 2008

63AUGUSTE BRAVARD Y EL DESARROLLO DE LAS CIENCIAS DE LA TIERRAHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 63-70F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Auguste Bravard y su Contribución al Desarrollo de lasCiencias de la Tierra en la Argentina

Eduardo P. TONNI1, Ricardo C. PASQUALI2 y José H. LAZA3

Abstract: AUGUSTE BRAVARD AND THEIR CONTRIBUTION TO THE DEVELOPMENT OF THE HEARTH SCIENCES IN THE ARGENTI-NA.- Probably in 1853 arrives to the Argentina the French engineer Pierre Joseph Auguste Bravard. In 1857 it is hired byUrquiza like director of the Museo de la Confederación, and in charge to relieve of the mineral resources of the country.In spite of the brief lapse in that Bravard worked in Argentina, and the consequently scarce published work, its contributionto the sciences of the Earth is very significant. Their geologic contributions are strongly influenced by the principles ofthe actualism and uniformitarism, principles that he uses to interpret the formation of the paleontological sites, introducingconcepts that modernly belong to the field of the taphonomy. Although it was not a paleontologist, because theircontributions to the discipline didn’t pass of mere enunciative lists, it used to the fossils with stratigraphic meaning, in asimilar way to the current biostratigraphical practices. Their topographical and geologic map is the first of this type in theArgentina.

Resumen: AUGUSTE BRAVARD Y SU CONTRIBUCIÓN AL DESARROLLO DE LAS CIENCIAS DE LA TIERRA EN LA ARGENTINA .-Probablemente en 1853 llega a la Argentina el ingeniero francés Pierre Joseph Auguste Bravard. En 1857 es contratadopor Urquiza como director del Museo de la Confederación y encargado del relevamiento de los recursos minerales delpaís. A pesar del breve lapso en que actuó y de la consecuentemente escasa obra publicada, su contribución a las cienciasde la Tierra es muy significativa. Sus aportes geológicos están fuertemente influidos por los principios del actualismo yuniformitarismo, principios que utiliza para interpretar la formación de los yacimientos paleontológicos, introduciendoconceptos que modernamente pertenecen al campo de la tafonomía. Si bien no fue un paleontólogo, pues sus aportes ala disciplina no pasaron de meras listas enunciativas, utilizó a los fósiles con fines de correlación estratigráfica de manerasimilar a la actual práctica bioestratigráfica. Su mapa topográfico y geológico es el primero de este tipo en la Argentina.

Key words: Argentina. Bravard. biostratigraphy. stratigraphy. pampean formation. taphonomy.

Palabras clave: Argentina. Bravard. bioestratigrafía. estratigrafía. formación pampeana. tafonomía.

Introducción

Justo José de Urquiza (1801-1870) contrató a varios estudiosos europeos con el objetivo derealizar un relevamiento de los recursos naturales del país. Uno de ellos fue el ingeniero francésPierre Joseph Auguste Bravard (1803-1861), a quien en 1857 Urquiza designó como InspectorGeneral de Minas y director del Museo de la Confederación Argentina.

Bravard llegó al país probablemente en 1853, instalándose en Buenos Aires. Continuó aquícon el coleccionismo de fósiles, tal como lo hacía en su país natal. Recorrió las costas del Río dela Plata en el área metropolitana, logrando reunir una buena colección de mamíferos fósiles delPleistoceno temprano y medio, que en 1854 vendió al British Museum of Natural History.

Instalado ya en Paraná, incursionó en temas básicos de geología general, incluyendo estratigrafía,paleontología y génesis sedimentaria.1 Departamento Paleontología Vertebrados, Museo de La Plata, Paseo del Bosque, 1900-La Plata, Argentina. CIC-

PBA. E-mail: [email protected] Departamento de Tecnología Farmacéutica, Facultad de Farmacia y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires, Junín

956, 1113-Buenos Aires, Argentina, E-mail: [email protected] División Icnología, Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” Av. Ángel Gallardo 470 1405,

Buenos Aires.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 2464

Auguste Bravard murió trágicamente en ocasión del terremoto que devastó la ciudad deMendoza el 20 de marzo de 1861. Resultaron de su corta estadía en la Argentina tres publicacionesfundamentales: “Observaciones geológicas sobre diferentes terrenos de transporte en la hoyadel Plata”, “Estado físico del territorio. Geología de las pampas”, publicado en “Registro Estadísticodel Estado de Buenos Aires”, ambas de 1857, y “Monografía de los terrenos marinos terciariosde las cercanías del Paraná”, publicada en 1858. A ellos se agrega el “Mapa geológico y topográficode los alrededores de Bahía Blanca” (1857) y un catálogo enumerativo: “Catalogue des especesd’animaux fósiles recueillies dans l’Amerique du Sud de 1852 a 1860” (1860).

Bravard y su interpretación de los procesos geológicos

Los aportes geológicos de Bravard están fuertemente influidos por las ideas del geólogoescocés Charles Lyell (1797-1875), quien, basándose en el concepto del Actualismo de JamesHutton (1726-1797), lo lleva al “más extremo y dogmático” del Uniformitarismo (Harrington,1973: 305). Estos conceptos, al igual que el concerniente al enorme lapso temporal involucradopor los procesos geológicos, distaban mucho de tener un consenso generalizado en la época deBravard, aún fuertemente influida por la antigüedad bíblica atribuida a la Tierra.

Referencias a Lyell y a la gran antigüedad de la Tierra se encuentran con frecuencia en lascontribuciones de 1857. En estas obras refuta también las hipótesis respecto a la génesis de la“formación pampeana”, la cubierta sedimentaria más o menos superficial que cubre a la llanurachaco pampeana, hipótesis generadas por dos predecesores, su coterráneo Alcide Charles Victor

Figura 1. Retrato de Auguste Bravard según una albúmina conservada en el archivo del Museo de La Plata.

65AUGUSTE BRAVARD Y EL DESARROLLO DE LAS CIENCIAS DE LA TIERRA

Marie Dessalines d´Orbigny (1802-1857) y el inglés Charles Robert Darwin (1809-1882). Fued’Orbigny quien utilizó por primera vez los términos “terrains pampéenes” y “argile pampéenes”para referirse al conjunto sedimentario caracterizado por una marcada homogeneidad litológicay amplia extensión geográfica (véase Tonni y Pasquali, 2006). En 1846, Darwin utilizó los términos“Pampean Formation” para esos sedimentos, con igual connotación que d’Orbigny.

Para Darwin, los sedimentos de la “formación pampeana” se habían depositado bajo lasaguas de un estuario. D´Orbigny, por su lado, suponía que estas capas eran una acumulaciónproducida por grandes cataclismos. Para Bravard, en cambio, la ausencia de arena gruesa y lapresencia de restos óseos fósiles articulados en estos sedimentos eran evidencia de un depósitogenerado por acción del viento, como las dunas actuales. Nuevamente, el principio del actualismode Lyell lo llevaba a defender esa hipótesis, tal como lo relata en su obra de 1857a: “A nuestroarribo a Bahía Blanca… vimos …una larga y ancha colina o banda de polvo terroso de 2 m 66 cde alto… que ofrecía los mismos caracteres y composición de las Dunas… esa acumulación depolvo había sido transportada allí durante el año anterior…”, y continúa: “No podemoscomprender como la vista de estos montecillos de arena terrosa y pulverulenta que los Sres.Darwin y d’Orbigny han observado… no le haya inmediatamente revelado el verdadero origende la formación pampeana…” En 1857b señala: “La tosca [se refiere a los sedimentos pampeanos,no a las diversas formas del carbonato de calcio a las que denomina correctamente “nódulos yterrones calcáreos”] no ha sido formada, ni bajo las aguas del mar, ni bajo la de grandes lagos,porque no contiene ningún cuerpo organizado marino ó lacustro, y en ningun punto de suinmensa estension presenta en su espesor esas alteraciones de capas de arena, de guijarros y decascajo, tan características de los aluviones de todas las edades, en que se ve...el movimiento de lasondas que las han conducido” (1857b:16). El capítulo final, el VI, de su obra sobre la geología delas pampas lleva por título “La acumulación de los depósitos pampas es el resultado de causasatmosféricas y terrestres”; esta misma frase es la que utiliza como conclusión de su hipótesisacerca del origen de la “Formación Pampeana” (pág. 22).

Cabe destacar que Bravard reconoce, asimismo, el aporte volcánico a los sedimentospampeanos. Así escribe: “Se percibe en ella [la arena que integra dos muestras de sedimentospampeanos]...fierro oxidulado titáneo que se separa facilmente por medio de una barra imantada”“... el fierro titáneo ó iserina... sustancia que se encuentra...en las rocas volcánicas, es aquí unexelente medio para establecer la contemporaneidad de esta formación con algunos de losfenómenos volcánicos que contribuyeron á la configuración actual de los Andes” (1857b: 4).

Los conceptos tafonómicos

La Tafonomía, como disciplina independiente, surge al finalizar la primera mitad del sigloXX, aunque —dentro del siglo— reconoce antecedentes en la década de 1920 a través del aportede investigadores alemanes (por ej. Wasmund, 1926; Weigelt, 1927). Fue el paleontólogo rusoIvan Antonovich Efremov (1907-1972) quien acuñó el término Tafonomía (Efremov, 1940),definiéndola como “the science of the laws of embedding” (Efremov, 1940: 93).

En su aporte sobre la geología de las pampas, Bravard utiliza con frecuencia conceptos quemodernamente pertenecen al campo de la tafonomía. Así, por ejemplo, escribe: “Hemosobservado, con frecuencia, que las partes de la roca en contacto con los huesos contenia unaconsiderable cantidad de celdillas cilíndricas que se pueden reconocer perfectamente por otrastantas impresiones o moldes de crisálidas... pera [pero] es necesario decir que esas impresionesnunca se encuentran sinó junto á esqueletos enteros...¿no indica que estos esqueletos estaban

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todavia revestidos de una parte de su carne, ya atacada por larvas de dipteros, cuando la arenaarcillosa los cubrió? ¿no se reconoce forzosamente que los animales no han sido sumerjidoscomo se cree ordinariamente...?” (1857b: 11).

Otro párrafo sorprendente es aquel en el que Bravard hace referencia al aspecto que presentanlos huesos fósiles. Dice: “...se encuentran frecuentemente un grupo de huesos mas ó menosaproximados los unos de los otros...é igualmente bien conservados; otras veces ...están de talmodo corroidos y fisurados que es imposible extraerlos...de otro modo que en numerososfragmentos” “Esos diversos estados de esqueletos que yacen al mismo nivel, indican evidentemente,ó que los animales no murieron al mismo tiempo, ó...que sus despojos han sido cubiertos endiferentes épocas” (1857b: 11). Estas observaciones se inscriben en el concepto de estadios demeteorización ósea desarrollado por Behrensmeyer (1978 y aportes posteriores), el cual tiene unalto impacto en la reconstrucción de sitios arqueológicos y paleontológicos.

En su contribución de 1858 se encuentran otros aportes tafonómicos. Dice: “La mayor partede las ostrea tienen sus dos valvas reunidas; sin embargo, ya estaban muertas, cuando fueroncubiertas, pues generalmente se las halla envueltas por numerosos balanus, pero se observará, contodo eso, que es imposible no admitir que no hayan vivido en el lugar en que yacen…”. Y sigue:“…los balanus … han sido sorprendidos en sus conchas; por un movimiento de contracciónnatural, á la aproximación de las arenas que los han sepultado, han cerrado las tapas de su habitaciónpara no volverlas á abrir jamás”. Es notable el poder de observación de Bravard, que llega a unareconstrucción de los procesos que condujeron a la “asociación de muerte” (tanatocenosis) talcomo es concebida actualmente por la tafonomía.

Figura 2. Portada del libro “Observaciones geológicas sobre diferentes terrenos de transporte en la hoya del Plata”.

67AUGUSTE BRAVARD Y EL DESARROLLO DE LAS CIENCIAS DE LA TIERRA

Los aportes estratigráficos

Los conceptos estratigráficos, establecidos en la primera década del siglo XIX por el francésAlexandre Brongniart (1770-1847), el italiano Giovanni Battista Brocchi (1772-1826) y el inglésWilliam Smith (1769-1839), más los principios básicos de la geología desarrollados por Lyell,fueron asimilados por Bravard, quien utilizó a los fósiles como una herramienta estratigráfica a

Figura 3. “Mapa geológico y topográfico de los alrededores de Bahía Blanca” (1857), el primero de su tipo de la Argentina.

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los fines de determinar la antigüedad y sucesión de las rocas sedimentarias. En su “Monografíade los terrenos marinos terciarios de Paraná” se encuentran frases como: “Hemos recogido enesta capa una vértebra lumbar de Scelidotherium. Es la primera pieza característica de los terrenoscuaternarios (según nuestra clasificación) que haya sido hallada en las cercanías de Paraná”. Parano dejar dudas acerca del valor que le otorgaba a los fósiles en cuanto al ordenamiento estratigráfico,dice más adelante en la misma obra: “Pero, si la disposición de las capas de que se componen, lanaturaleza mineralógica de las rocas… no presentan caracteres suficientes para poder determinar…las conexiones que nos proponemos investigar en este capítulo, la comparación de los cuerposorganizados fósiles, recogidos en Paraná, con los que se han encontrado en otras partes, nodejará ciertamente ninguna duda á ese respecto”.

Bravard (1857b) utiliza a los fósiles también para determinar la extensión geográfica desedimentos que considera de antigüedad y génesis similar a los sedimentos pampeanos. Dice:“...Mr. Lund, naturalista sueco, ha recojido en el Brasil restos fósiles de algunas especies demamíferos que pertenecen al terreno pampa, y que por las antiguas relaciones, si puede dárselescrédito, se habian también hallado en el Paraguay y aun en Lima” (1857b: 3).

Por otra parte, debe destacarse que el aporte estrictamente paleontológico de Bravard selimita a listados donde crea numerosos nombres específicos, y aun genéricos –especialmentepara los vertebrados–, sin acompañarlos de una descripción; ciertamente, esos nombres carecenactualmente de validez nomenclatural. Sin embargo, algunos de los mamíferos fósiles nominadospor Bravard fueron reconocidos ya en el siglo XIX como de valor estratigráfico. Tal es el caso del“Typotherium”, nombre dado a un ungulado nativo extinto que frecuentemente se encontraba enlos sedimentos del Pleistoceno inferior y medio que afloraban en la costa del Río de la Plata, enla actual ciudad de Buenos Aires. Este mamífero fue descrito formalmente por el geólogo ypaleontólogo francés Marcel de Serrés con el nombre de Mesotherium. Adolf Doering (1848-1925) utilizó al “Typotherium” como fósil característico de su “Piso pampeano inferior” (Doering,1882), criterio que compartieron Kaspar Jacob Roth (Santiago Roth, 1850-1924), y FlorentinoAmeghino (1854-1911). Este último lo toma como fósil característico de su “piso pampeanoinferior” o “ensenadense” (Ameghino, 1889). El nombre específico válido de este ungulado,Mesotherium cristatum, designa la biozona sobre la que se sustenta el Piso/Edad Ensenadense(Cione y Tonni, 2005). De esta manera ha perdurado a través de un siglo y medio la validezbioestratigráfica de este mamífero nominado por Bravard.

Conclusiones

“Cuando un naturalista es llamado á estudiar un terreno osífero, debe, á medida que descubre,levantar en cierto modo un proceso verbal haciendo constar el estado de las cosas y de loslugares; y nunca será minucioso en el cumplimiento de este deber, porque frecuentemente elhecho más insignificante en apariencia puede tener en realidad una importancia muy grande...”(Bravard, 1857b: 7).

Conceptos como estos signaron la actividad de Bravard en la Argentina. Los pocos años queaquí pasó fueron suficientes para sentar las bases del conocimiento estratigráfico del Cenozoico.No fue un paleontólogo pues, tal como Florentino Ameghino lo puso de manifiesto, sus aportesa la disciplina no pasaron de meras listas enunciativas. Sin embargo, supo utilizar a los fósiles confines de correlación estratigráfica de manera similar a la moderna práctica bioestratigráfica. Susobservaciones tafonómicas, muy anteriores al desarrollo de esta disciplina, le permitieroninterpretar la génesis de los yacimientos y de los sedimentos portadores. Aunque no ha sido

69AUGUSTE BRAVARD Y EL DESARROLLO DE LAS CIENCIAS DE LA TIERRA

objeto de análisis en este aporte, no menos significativa es la elaboración de un mapa topográficoy geológico, el primero de este tipo en la Argentina (véase Borrello, 1970).

Este breve análisis de la obra de Auguste Bravard, demuestra que trascendió a su tiempo,contribuyendo significativamente a la construcción del gran edificio del conocimiento.

Agradecimientos: A la Agencia Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, Comisión de InvestigacionesCientíficas de la provincia de Buenos Aires y Universidad Nacional de la Plata por el apoyo financiero.

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Recibido: 15 de Abril de 2008Aceptado: 4 de Mayo de 2008

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7 1ESTUDIOS GEOLÓGICOS DE LOS AÑOS 1852-1868Historia de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 71-84F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Estudios Geológicos de los años 1852-1868. Científicos yExploradores en la Época de la Confederación Argentina.

Florencio G. ACEÑOLAZA1

Abstract: THE GEOLOGICAL RESEARCH IN THE YEARS 1852-1868. THE SCIENTISTS AND EXPLORERS IN THE ARGNTINE CONFEDERATION

EPOCH.- Deep political changes dones by the Argentine Confederation began 1852 brought the need to display thepotentiality of the country. As a result of these, a qualificied group of experts wher hired between 1852-1868 tustudy the geology, minning and natural resources of the national territory. Among others Du Gratty, Bravard, deMoussy, Burmeister and Rickards need to be mentioned Phullippi, Page, Jacques and von Tschudi travelers. Themaps compilers Petterman and Fopetterle provided numerous information that allowed to place the country asnation on the international scheme.

Resumen: ESTUDIOS GEOLÓGICOS DE LOS AÑOS 1852-1868. CIENTÍFICOS Y EXPLORADORES EN LA ÉPOCA DE LA CONFEDERACIÓN

ARGENTINA.- El profundo cambio político que significó la organización de la Confederación Argentina en 1852trajo aparejado la necesidad de exponer la potencialidad del país, motivo por el cual se contrataron expertos queen el lapso 1852 - 1868 se abocaron al estudio de la geología, minería y recursos naturales del territorio nacional.Entre ellos se destacan A. du Gratty, A. Bravard, M. de Moussy, G. Burmeister y Rickard. También, en esa épocahubieron viajeros extranjeros como Philippi, von Tschudi y compiladores como Pettermann y F. Foetterle queasimismo aportaron información que sirvió para calificar al país en el contexto internacional.

Key words: Argentine Confederation. Bravard. de Moussy. Burmeister.

Palabras clave: Confederación Argentina. du Gratty. Bravard. de Moussy. Burmeister.

Introducción

Ocurrido el combate de Caseros, el 3 de febrero de 1852 el general Justo J. de Urquiza, vencedorde la contienda, se abocó a la etapa de dar organicidad a la dispersión de los estados provinciales queintegraban el Plata. Para ello sabía que era importante disponer de una Constitución que sirviera de«pacto social» que tratara de unificar las provincias tras un proyecto nacional. Recordemos que paraentonces el territorio nacional tenía una población del orden del 1.200.000 habitantes la que, en sumayoría, se encontraba en una franja con vértice en Buenos Aires y que por un lado se abría hacia lasprovincias mesopotámicas y otro que involucraba al espacio que va desde Mendoza a Jujuy apoyadaen las zonas serranas. Al norte y sur, al decir de Martín de Moussy, estaban los «territorios indianos»y la Patagonia, escasamente habitados por población de origen europea.

De allí que una de las principales medidas que se adoptan a partir de 1853, siguiendo el pensa-miento de Alberdi, fue lograr inmigrantes europeos que hagan crecer la población y que ocupen losgrandes espacios vacíos del territorio nacional. Tal es así que incorporan al preámbulo de la Consti-tución que se sanciona ese año el precepto de facilitar el ingreso de «inmigrantes europeos» a nuestrapatria.

Pero ello era solamente declarativo ya que hacer venir gente de la convulsionada y pauperizadaEuropa no era fácil. Había que ofrecer tierras y medios de vida que no siempre estaban disponibles.1 INSUGEO.- Conicet – Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo. Universidad Nacional de

Tucumán. Miguel Lillo 205. San Miguel de Tucumán. E-mail: [email protected]

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Los coletazos de las luchas civiles mantenían en conflicto muchas provincias con las autoridades dela flamante Confederación Argentina que tenía como capital a la ciudad de Paraná. Tanto era así quela provincia de Buenos Aires se escindió como un estado independiente, situación que se mantuvohasta el año 1861 cuando, al reformarse la constitución, luego de la batalla de Pavón, se reintegra a laque desde entonces se denomina la República Argentina.

Este capítulo apunta a brindar datos sobre algunos personajes que participaban del gobierno dela Confederación y cuya misión fue lograr información sobre las características naturales de las distin-tas regiones del país. Como resultado de ello, para el gobierno de la Confederación, se lograría unainformación fundamental que habría de servir para atraer capitales e inmigrantes a nuestro país (RuizMoreno, 1907)

Entre los hombres que trabajaron para la Confederación en esta etapa de relevamientos delterritorio nacional deben señalarse al noble belga Barón Alfredo Marbais Du Gratty, al naturalistafrancés Auguste Bravard, al médico y geólogo Martín de Moussy y al naturalista alemán GermánBurmeister. Cada uno de ellos hizo diferentes descripciones del territorio argentino destacando, enmuchos casos, sus particularidades geológicas y mineras. Sin perjuicio de los relevamientos ordena-dos por las autoridades de la Confederación, en Prusia el importante cartógrafo y editor A. Petermannpromovía viajes y, con distintos autores, recopilaba información geográfica y geológica del mundo,especialmente de Sudamérica. Ello permitió que participaran de la acumulación de informaciónsobre lo que era y sería el territorio argentino a Phillipi, Domeyko, von Tschudi y Foetterle quienespublicaron en el Mittelungen, varios artículos que contribuyeron al diseño de la geología argentina enese período histórico.

A continuación se hará una reseña biográfica y comentarios sobre la obra de quienes fueronprotagonistas de ese importante momento de la historia argentina, cuando hubo decisión de inter-nacionalizar la información a partir de investigaciones especiales sobre los diferentes distritos mine-ros y las distintas regiones geográficas de lo que entonces conformaba nuestro país.

Personajes

Barón Alfredo Marbais Du Gratty

Du Gratty nació en el seno de una aristocrática familia belga en Bruselas, en el año 1828, habiendorecibido educación en la Escuela Militar de ese país donde obtuvo un grado militar. Esto lo llevó a,fines de la década de 1840, a integrar la delegación de su país en Rio de Janeiro como «agregadomilitar». Hacia 1850 ofreció sus servicios al general Urquiza quien lo incorporó a su ejército con elgrado de Sargento Mayor. En la campaña del «Ejército Grande» contra Oribe, que a la sazón sitiabaMontevideo, tuvo a su mando la División «San José», con la que formó parte de la batalla deCaseros en febrero de 1852. Dos años más tarde fue nombrado edecán del Presidente Urquizalogrando el grado de Coronel.

La necesidad de fortalecer el proceso de colonización que se iniciara en esta etapa, ese mismo añofue comisionado para reconocer distintos sectores del territorio argentino, como lo era la cuenca delRio Salado y sectores del Chaco. Esto lo llevó a avanzar en sus investigaciones hasta el territorio deParaguay y sus límites con el Brasil.

Como el avance de los conocimientos requería tener en disponibilidad un ámbito adecuado enel cual se podrían apreciar las riquezas del territorio nacional, Du Gratty fue nombrado Director delrecientemente creado Museo Nacional en Paraná. Éste tenía como misión realizar exploraciones yobtener colecciones que permitieran demostrar las cualidades geológicas y mineras del territorio de la

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Confederación. Para lograr este objetivo estructuró una organización ágil y de sólidos conocimientosen este campo. Tal es así que en 1855 se le encarga la preparación de la muestra que habría de enviarsea la Exposición Internacional de París, para lo que escribió la obra «Memoria sobre la riquezaminera de la Confederación Argentina».

Como hombre útil a la política de Urquiza, en el año 1856 es nominado diputado suplente porTucumán, manteniendo este cargo hasta 1858.

En 1857 Du Gratty renuncia al cargo de Director del Museo Nacional, cediendo la conducción delmismo al francés Auguste Bravard. Al año siguiente redacta una obra dedicada a quienes pretendíaninvertir o radicarse en nuestro país, denominándola «La Confederación Argentina», como asimismootra dedicada a «La República del Paraguay». En la obra dedicada a la Confederación, entre otras cosas,hace hincapié en la importancia minera del país y de la documentación que amparaba su explotación.Su ilustración lo llevó incluso a participar como redactor de el diario «El Nacional Argentino» queresumía las actividades nacionales, de gobierno y culturales de la Confederación.

En 1860 al ser derrotado Urquiza por Mitre en la batalla de Pavón decide regresar a su patria conel cargo de Encargado de Negocios de la República del Paraguay ante el gobierno belga y el de Prusia.Allí también logró insertarse en la estructura de gobierno del reino, ocupando cargos en los ministe-rios de Finanzas y de Relaciones Exteriores, siendo director fundador del Museo Nacional . Fallecióen Bruselas.

SU OBRA

La creación del Museo Nacional del Paraná el 17 de octubre de 1854 fue fruto de la gestión de DuGratty quien no solo era un importante hombre del entorno de Urquiza, sino también un incansa-ble promotor del conocimiento de las riquezas mineras de la Confederación. En el decreto decreación se remarcaba el hecho de que el mismo serviría para “...satisfacer la curiosidad pública y servir debase al estudio práctico de las ciencias naturales..”. Desde allí Du Gratty logró montar un un laboratoriode análisis mineral, que le permitía tener una acabada información sobre las calidades de los mineralesque le enviaban desde otros puntos del país, o aquellos que el mismo había recolectado en sus viajes.

Auguste Bravard

Auguste Bravard nació en Auvergne (Francia) a principios del siglo 19. De su trayectoria enFrancia es muy poco lo que se conoce, salvo el hecho de que se habría graduado en ingenieríasituación que lo acercó a la geología y minería. Trabajando como ingeniero municipal de Clermont-Ferrand aprovechó la oportunidad para hacer importantes colecciones, alguna de las cuales logróvender al Museo de Historia Natural de Londres.

Bravard habría llegado al país en el año 1853, siendo contratado por el gobierno de Buenos Airespara desarrollar trabajos geológicos en diferentes puntos de la provincia. Estando allí se abocó alestudio de la geología de la cuenca del Riachuelo y de las barrancas de la Recoleta. Luego es enviadoa la frontera con el indio para relevar topográfica y geológicamente sectores cercanos al fortín de BahíaBlanca y otros aledaños a la Sierra de la Ventana.

Al renunciar Du Gratty a la dirección del Museo Nacional de Paraná, en el año 1857, Bravard fuecontratado por el gobierno de la Confederación para asumir la la conducción del mismo, dándoletambién el cargo de Inspector General de Minas. Esta situación lo llevó a efectuar trabajos de camposobre las barrancas que hacía ya varias décadas había indagado su connacional y amigo AlcideD´Orbigny, como asimismo ponerse a disposición de las diversas provincias que reclamaban medi-das que facilitaran la explotación de sus minerales.

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Por requrimiento del gobierno de Mendoza en 1861 dirigió sus exploraciones a Cuyo dondedebía revisar aspectos de la geología precordillerana como asimismo hacer un informe sobre laactividad sísmica que se había incrementado en esos año en toda la región. Lamentablemente nosolo previó la inestabilidad tectónica de la zona andina sino que fue una de las víctimas del fatalterremoto que asoló la ciudad de Mendoza en marzo de 1861 (Tonni, et al, 2008).

SU OBRA

Bravard fue uno de los exploradores de la geología regional cuya obra no ha sido totalmenteevaluada en la magnitud de sus realizaciones. Hay comunicaciones de trabajos hechos en su estadíaen Buenos Aires tales como «Observaciones geológicas sobre los terrenos de transporte de la hoya del Plata» y«Memoria sobre la geología de Las pampas» aparecidas en 1856. También Borrello hace referencia a un«Mapa geológico y topográfico de los alrededores de Bahía Blanca» impreso en 1857 impreso por un Institu-to Histórico Geográfico de Buenos Aires en la Litográfia de Julio Beer de calle Perú 71, en BuenosAires.

Hay que hacer notar que para esa época, solo Darwin había visitado alrededor de 1840 la Sierra dela Ventana que, a la sazón, se ubicaba en un territorio dominado por indígenas de la parcialidadPuelche. De allí que investigar estas regiones no era un simple paseo sino que se arriesgaba ser hechoprisionero o muerto; además Bahía Blanca era un fortín que en más de una oportunidad fueinvadido por las huestes de Cafulcurá.

De allí que este trabajo de Bravard adquiere un relieve inusitado ya que no solo es un documentode exploración sino que también una demostración de la composición geológica del espacio que vadesde la ria de Bahía Blanca hasta las cumbres de las sierras de Curamalal/Ventana. El mapa encuestión, cuya escala es estimada por Borrello (1970) en 1:220.000, representa las variacionestopográficas de la región con las trazas con el que se acostumbraba utilizar en esa época. Si bien elregistro latitudinal y longitudinal tiene muy buen posicionamiento ( el eje pasa por 62° W y loslímites norte y sur, 38° y 39° S ). El diseño de los arroyos Napostá, Sauce Grande y Sauce Chico,como asimismo los desniveles que definen la ria se representan con el hachurado que hacemosreferencia. A un costado están las referencias estratigráficas que señalan que la geología. Como «Terre-no primitivo», marcado con color rosa, incluye a las sierras de La Ventana y Curamalal a quienes leatribuye una composición de rocas metamórficas. Luego marca como «Terreno cuaternario» que conun tono celeste marca una amplia extensión entre la sierra de la ventana y Bahía Blanca. En esteterreno diferencia un «Calcáreo, arena arcillosa y Marga blanca», diferenciable de una «Arcilla arenosa rojizay pulverulenta que contiene restos fósiles de cuadrúpedos de especies perdidas» que tienen su mejor expresión enMonte Hermoso.

El «Diluvium» es caracterizado por «Capas marinas» y se expresa con color verde nilo conafloramientos en la zona de la ria y al sur de Bahía Blanca; mientras que con color amarillento semarcan las «Capas formadas por agua dulce», con expresión en el fondo de los valles del Napostá, SauceGrande y en Bahía Blanca. Bajo el nombre de «Aluvion limosa» se representan los médanos, cangrejalesse representa en un castaño claro; mientras que el borde pedemontano y la franja que entre nuevaRoma y Monte Hermoso se representa con un color castaño sepia.

En el mismo plano se incluyen ocho secciones estratigráficas las que llama: Sección teórica delterreno de la sierra de la Ventana hasta el Puerto Nuevo de Bahía Blanca; Sección de un Pozo del Fuerte; Secciónde la Barranca del Monte Hermoso (al oeste), Sección tomada al Este de Punta alta; Sección del Ramal Oeste delRío Napostá; Sección y vista del Valle de la Nueva Roma, Vista de la Sierra de la Ventana tomada de la Bahía,cerca del arroyo Pareja y Sección Geológica tomada desde la Loma de la Sentinela hasta el Puerto. En todas ellasel color utilizado para los estratos es el mismo de la representación planimétrica.

Otra obra referida a Buenos Aires y aparecida también en 1857 editada por el Registro Estadísticodel Estado de Buenos Aires en el tomo 1, lleva como título: «Geología de las pampas y observacionesgeológicas sobre diferentes terrenos de transporte en la hoya del Plata».

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A poco tiempo de asumir como Director del Museo Nacional de Paraná y con motivo a unaerrónea interpretación cronoestratigráfica que Martin de Moussy hace de la columna geológica dondese asienta la entonces capital de la Confederación, publica en la Imprenta del Estado su trabajo«Monografía de los terrenos marinos terciarios de las cercanías del Paraná».

Este trabajo constituye una pieza importante en el avance del conocimiento geológico. Puedecalificarse como el primer aporte nacional al conocimiento geológico argentino ya que no solo resumeanteriores versiones sobre la geología de la Mesopotamia y el área atlántica de Argentina, sino queincorpora una serie de datos sobre la estratigrafía del terciario entrerriano y su fauna fósil.

Este libro surge como respuesta a un artículo que hacia fines de 1857 había publicado Martín deMoussy en el diario El Nacional Argentino que se editaba en Paraná. De Moussy había afirmado quela columna estratigráfica era una «melange» con fósiles que iban desde el Devónico al Terciario, hechoque no dejó pasar Bravard quien, de inmediato en la Imprenta del Registro Oficial logró imprimir en1858 su trabajo que consta de un texto de 107 páginas. Solo hubieron dos centenanes de ejemplaresque se agotaron rápidamente hecho que años más tarde fue advertido por Burmeister quien ordenóuna reimpresión «anotada» en los anales del Museo de Ciencias Naturales, como asimismo la huboen las primeras décadas del siglo 20 de parte del Museo de Entre Rios.

En esta obra Bravard hace una reseña sobre los antecedentes que había sobre la geología delsector a partir de las observaciones que habían efectuado D´Orbigny y Darwin, sobre las que natural-mente plantea sus coincidencias. A continuación hace un análisis de las opiniones de de Moussy,descalificando sus apreciaciones estratigráficas y sobre la antigüedad de la fauna fósil.

A partir de allí pasa a hacer una prolija descripción de la estratigrafía de diferentes puntos de lasbarrancas donde se asienta la ciudad de Paraná y afloran las capas del Terciario. En ese punto escuando describe la Formación Marina del Paraná (Formación Paraná) indicando como uno de loslugares de mejor observación de la misma a la quebrada del Arroyo La Santiagueña ( unos 15 metrosde espesor visible), en la zona que hoy se conoce como Puerto Nuevo. Como columna estratigráficacomplementaria señala la de la cantera del Señor Garrigó, ubicada en la zona del actual Parque Urquiza(unos 32 metros de espesor). En ambos sectores hace un detallado relevamiento de los nivelesestratigráficos que componen la columna, como asimismo da indicación de la fauna fósil que contie-nen.

Estas secciones le permiten concluir que la Formación marina del Paraná etaba constituida pordos unidades diferentes: la superior, que llama «Estado o Sistema calcáreo» al cual define constituidopor « las capas de calcáreo y de areniscas que contienen impresiones de numerosas especies de conchas marinasbivalvas y de algunas univalvas- Osamentas rotas de mamíferos terrestres y marinos- Dientes de escualos- Restos decrustáceos».

A la inferior la llama «Estado o sistema de las arenas arcillosas» a las que identifica de la siguientemanera: « Las capas de arenas y de arcilla contienen conchas bien conservadas, de las mismas especies de lasimpresiones de las capas precedentes - Algunos restos de mamíferos terrestres y marinos- Una muy grande cantidadde osamentas hechas pedazo de varias especies de pescados- Dientes de escualos- y, muy raras veces, restos decocodrilos y tortugas».

En dicho trabajo también hace una amplia reseña sobre la fauna fósil y establece correlación conafloramientos de la costa patagonica, basándose en los datos relevados por D¨Orbigny y Darwin. Alhacer una evaluación cronológica acepta la interpretación de D´Orbigny considerando que las capasmarinas pertenecen al Mioceno. Por último considera que las capas marinas del ámbito mesopotámicoson producto de una «sumersión» y luego elevadas por acción orogénica en un rango que estima de80 metros por sobre el actual nivel del mar.

En 1860 da a conocer un opúsculo que titula « Catalogue des especes d´animaux fossiles recueilles dansl´ Amerique du Sud de 1852 a 1860».

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Victor Martín de Moussy

Victor Martín de Moussy nació Brissac ,inmediaciones de Angers (Francia) el 26 de junio de 1810,hijo de un padre arquitecto, afecto a las ciencias naturales, lo que lo impactó y decidió el rumbo de suvida.

Cursó sus primeros estudios en los colegios “Enrique IV” y “San Luis” de París, para másadelante desarrollar sus estudios superiores en medicina militar en Estrasburgo, para luego docto-rarse en París. Allí ejerció su profesión en el hospital de Val de Grace, aunque su espíritu inquietohizo que se vinculara a los principales movimientos literarios de la época. En estos, cuando a lanaturaleza se referían, calaban hondo las narraciones de Humbolt, Bonpland y D´Orbigny sobre lasexóticas tierras de Sudamérica. Esto lo llevó, en 1841, a buscar la posibilidad de dejar Francia y venira ejercer su profesión, primero en Brasil y después en Montevideo donde logró el cargo de médicodel Hospital Francés.

Era una época que en Francia si bien era común la lucha entre sectores bonapartistas y liberales, elcomún denominador pasaba en que ese país configuraba un centro de cultura universal que requeríaexpandirse por el mundo entero. Influido en estos conceptos y en sus deseos de continuar las obrasde franceses que le habían precedido participó activamente de la vida de la ciudad y de las luchas quese libraban contra el sitiador ejército de Oribe. En este sentido su desempeño como médico militaren el cargo de Cirujano-Mayor de los defensores de Montevideo, le valió el reconocimiento de todos,quienes admiraban su valentía al recorrer permanentemente las trincheras en busca de heridos.

Sin perjuicio de esto instaló, de su propio peculio, un observatorio meteorológico, mantuvorelaciones con Aimé Bonpland con quien se encontraba y debatía sobre la flora regional o con AlcideD¨Orbigny con quien mantuvo un importante intercambio epistolar, en el cual se refería a la geologíarioplatense.

Al ser liberado el cerco de Montevideo por las tropas de Urquiza, de Moussy se acercó al generalargentino ofreciendo sus servicios científicos quien, en enero del año 1855, aceptó contratarlo paraefectuar un relevamiento integral del territorio argentino. Desde 1854 vivía en Gualeguaychú y desdeallí partía en sus viajes de exploración que le llevaron hasta el año 1858, habiendo recorrido más de20.000 kilómetros. Sobre ello dice «..gracias a la salubridad del clima y a la resistencia de mi organismo pudesuperar las fatigas de esas largas excursiones que devoraron más de 20.000 kilómetros, para los cuales empleé unasveces buques a vela, diligencias, carros, carretas de bueyes, caballos y mulas».

En abril de ese año había visitado a Urquiza reclamando el pago del contrato que preveía un costode un peso por legua, aunque solo le habían entregado un adelanto de tres reales por legua. Esto lellevó a evaluar que el costo total de la primer parte del trabajo rondaba las $ 3.385, cifra que se lepagaba con reticencia.

En 1859 de Moussy viajó a París para comenzar con la edición de la obra: «Descriptión physique etstadistique de la Confederación Argentina» que habría de constar de tres tomos y un atlas geográfico. Paraentonces de Moussy tenía asignado un sueldo en la aduana de La Concordia (sic), el cual le comenzóa ser retaceado generándole no pocas dificultades mientras se encontraba trabajando en la obra. Poreste motivo, en reiteradas oportunidades, reclama que se le paguen los servicios para poder continuaren la edición de la obra pactada. En 1860 Urquiza es sucedido en la presidencia de la Confederaciónpor Santiago Derqui quien, al decir del naturalista, le tenía «poca simpatía». También hacia él fueronlos reclamos financieros, aunque sin mucha respuesta por parte del gobierno nacional. Esto hizo queinsistiera sobre Urquiza, que a la sazón era nuevamente gobernador de Entre Rios, quien pararesolver de alguna manera la cuestión lo designa como presidente del Consejo de Higiene provincial..Esto valió que en una misiva Moussy le dijera a Urquiza que «..No olvidaré nunca, señor General, laconnsideración con que vuestra Excelencia me ha siempre tratado y le doy expresivas gracias por su fina benevolenciaconmigo».

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En 1860 vieron la luz el primer y segundo tomo los que fueron impresos en idioma francés y ensu mayoría remitido a las cortes europeas y a distintos ámbitos donde se promocionaba la inmigra-ción hacia Argentina.

El combate de Pavón cambió el eje de sus relaciones y si bien mantenía excelentes relaciones conUrquiza, se vio obligado a renegociar el contrato con el presidente Bartolomé Mitre, situación que nole generó problema. Tal es así que en 1865 aparece el tercer tomo, en cuyo prefacio agradece a Mitreporque en él « encontró la misma simpatía y protección que el general Urquiza»2 . Mientras continuaba sutrabajo mantuvo una importante relación epistolar con Mitre, mediante la cual no solo le informa dela actualidad europea sino que le advierte no ingresar a la guerra por los problemas de Uruguay y deBrasil.

En 1868 aparece el atlas sobre el cual había trabajado durante su estadía en Francia. Al añosiguiente, el 28 de marzo de 1869, muere en París por efecto de una apoplejía.

Karl Herman Konrad Christian Burmeister

Mucho es lo que hay que decir acerca de los aportes que este «grande» de las ciencias argentinashizo al país. Como en este punto solo nos referimos a la etapa de la Confederación Argentina, épocade su ingreso a nuestra patria, dejamos para más adelante la continuidad de su obra con posteriori-dad a 1861./Biraben, 1968)

Más conocido en nuestra literatura geológica como Germán Burmeister, este investigador habíanacido en el seno de una familia de posición económica acomodada en Stralsund, Prusia, el 13 deenero de 1807. Desde jóven había manifestado su inclinación por la naturaleza durante sus estudiosen el Gymnasium, situación que lo llevó a realizar estudios en la Universidad de Greifwald en 1825,pasando luego a la Universidad de Halle donde obtuvo el título de médico en 1829. Para lograr sudoctorado realizó su tésis sobre el sistema natural de los insectos, situación que lo posicionó comouno de los entomólogos más destacados de Alemania.

Ya doctorado regresó a Stralsund para luego, en 1830, pasa a Berlín donde se incorpora al ejércitocomo cirujano en el regimiento de granaderos «Kaiser Franz», cumpliendo su servicio militar enSilesia. De vuelta en Berlín se inicia como profesor de historia natural y se habilita como «privat-dozent» en la universidad de Berlín. En 1837 se radica en Halle donde, en su universidad, esdesignado profesor de Zoología. Allí también contrae matrimonio con María Sommer con quientuvo dos hijos, uno de los cuales Germán, supo acompañarlo en su primer estadía en Argentina.

Su obra «Historia de la Creación» aparecida en 1843 lo impulsó hacia los más altos niveles de laciencia europea. Esta, y la titulada « The organization of Trilobites» aparecida en 1846 en la Ray Societyde Londres, lo involucró en temas de la geología y paleontología mundial. De la red de conexionescientíficas es posible que la que logró con el Barón von Humboldt sea la que más impactó en su vidaya que no solo le facilitó el acceso a distintos ámbitos, sino que lo proyectó en la búsqueda de nuevosmundos en Sudamérica.

En 1847 motivado por su pasión se involucró en política militando y siendo electo diputado porun partido nacionalista prusiano de tendencia socialista. Pero en este campo solo duró dos años,renunciando a la banca en 1850.

Desilusionado de esta experiencia recurrió a von Humboldt para que se le otorgue licencia y unsubsidio que le permitiera viajar a Brasil para estudiar allí su flora, fauna y gea. Allí permaneció por 19meses, debiendo regresar a Alemania en 1852, luego de un accidente que lo dejó cojo. Entre 1854 y1855 realizó investigaciones en Italia, hasta que en 1856 se decide continuar con sus trabajo enSudamérica, teniendo como objetivo investigar regiones de Argentina.

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Habiendo conocido en París al encargado de negocios de la Confederación, Juan. B. Alberdi,logró de éste una recomendación para el General Urquiza que, fechada el 22 de septiembre de 1856,decía «..Mi querido señor Presidente: Tengo la honra de presentar y de recomendar a su benevolencia la muydistinguida persona del señor doctor Burmeister, de Halle, sabio alemán que va en misión especial del Rey de Prusia,a estudiar la Provincia de Mendoza en su faz geológica. Se atribuye a un Gobierno de Sud América una medida deprohibición que privó a esos países de la felicidad de ser estudiados por el Barón de Humboldt a principios de este siglo.Todos sabemos que el dictador del Paraguay confiscó los manuscritos del sabio señor Bompland y defraudó a laciencia y a la América del Sur ese tesoro. A Vuestra Excelencia, mi querido señor Presidente, es dado hoy diareparar esos errores cometidos en la América del sur, prodigando el apoyo y la consideración de vuestro ilustradoGobierno a los sabios de la Europa que van para darnos a conocer a nosotros mismos las riquezas de que somos porahora poseedores inconscientes. Quiera Vuestra Excelencia añadir el valor de mi recomendación especial a la que elseñor doctor Burmeister lleva por si mismo en el objeto de su misión y en la celebridad de su nombre..» 3

Con esta carta bajo el brazo, Burmeister se embarcó en Southampton el 9 de octubre de 1856dirigiéndose primero a Rio de Janeiro, luego a Montevideo y por último a Buenos Aires dondearribó el 31 de enero de 1857. En el tiempo que duraron las estadías logró hacer coleccionesentomológicas y observaciones de campo que lo fueron familiarizando con lo que más tarde encon-traría en Argentina.

Cuando llega a Paraná, el 6 de febrero, no lo encuentra a Urquiza, pero lo mismo entrega suscredenciales al Vicepresidente Salvador del Carril quien no solo lo atiende con deferencia sino que lebrinda todo el apoyo que Burmeister requería para trasladarse a Mendoza. A este efecto dispuso quese le adecúe un carretón cubierto, tirado por cuatro caballos y un jinete en cada uno de ellos.

A Mendoza llegó el 10 de marzo dedicándose de inmediato a realizar observaciones geológica enla Precordillera, zona de Uspallata. Allí permaneció trabajando hasta el 19 de abril de 1858, fecha enla que partió hacia Paraná donde permaneció hasta el 12 de junio de 1859. Para entonces habíacomprado un campo de unas 10 hectáreas en la zona de El Paracao, al sudoeste de la ciudad, dondecon su hijo Carlos, se dedicó a las tareas agrícolas sin mucho éxito.

Esto hizo que vendiera su propiedad, fuera a Rosario donde despachó a Alemania las coleccio-nes que había logrado en esos años y, en diligencia, partiera hacia Córdoba para reconocer parte de lassierras de esa provincia. De allí se dirigió a Tucumán donde habitó por espacio de 6 meses, quedandofuertemente impresionado por el paisaje de vegetación tropical contrastando con el de las altascumbres de la Sierra del Aconquija. Sobre esto dice: «..Durante los seis meses que estuve allí me sentísumamente bien, tanto física como espiritualmente y considero ese tiempo como uno de los más agradables y útilesde todo mi viaje. Aún me deleito a menudo con los afectuosos recuerdos que me ligan a Tucumán «.

Desde Tucumán cruza la cordillera hacia Copiapó donde se embarca a El Callao y Panamá. De allíregresa a Southampton y luego a Alemania, adonde arribó en mayo de 1860. Luego retoma sucátedra en la Universidad hasta que, en marzo de 1861, una resolución hace que no sea obligatoria laenseñanza de la biología para los estudiantes de medicina. Esta medida sumada a una situaciónfamiliar, como lo era el divorcio de su esposa, lo llevó a renunciar y decidirse regresar a Buenos Airesen septiembre de 1861.

Para entonces la provincia de Buenos Aires estaba gobernada por Bartolomé Mitre y comoministro de gobierno a Domingo Faustino Sarmiento, quienes deseaban reorganizar el MuseoPúblico adecuándolo a las normas de la época. Esta situación le fue favorable a Burmeister quien, el21 de febrero de 1862, asumió la dirección del Museo que solo dejó con su muerte, en mayo de 1892.

SU OBRA

En este punto solo se hará referencia a las actividades geológicas efectuadas durante su viaje aMendoza , año 1857 y a las ejecutadas en su residencia en Paraná hasta el año 1859.

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Protagonistas de la etapa de la Confederación Argentina.ARRIBA: Alfredo du Gratty y Germán Burmeister.ABAJO: Augusto Bravard y Martín de Moussy

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En su viaje de ida describe un sector de la Sierra de Achiras señalando la presencia de «macizosgraníticos alisados por la erosión», señalando que hay sectores con afloramientos de sienita y filones decuarzo y mica, como asimismo algunas mineralizaciones «de cobre y galena argentífera». Mas adelante serefiere a San José del Morro, donde señala que « reconozco las desnudas rocas como gneis, compuesto defeldespato color carne con mucha mica pardo oscura..», para luego refierirse a la Sierra de San Luis tambiénasignándole una composición granítica.

Desde Mendoza explora la Sierra de Uspallata donde comprueba que en parte se compone de«..formaciones sedimentarias de un período bastante remoto.», destacando que en la zona de El Challaoreconoció la existencia de «..una roca arcillo-arenosa de color marrón rojizo» que inclinaba al noreste unos45°; mientras que en una quebrada encontró «..pizarras arcillosas esquistosas, de hojas finas, color grisbrillante..». Siguiendo hacia la cumbre su acompañante «..halló una impresión muy bien conservada deCalamites en el que se distinguían claramente dos segmentos del tronco de más de dos pulgadas de espesor y variosfragmentos de hojas. Esta fue la única petrifiacción que se encontró en la sierra; pero felizmente es tan caracterís-tica que la edad de la formación como una grauwacke silúrica seperior no deja lugar a duda». En las cumbres«..predominaba la misma clase de grauwacke arcillo arenosa-,interrumpida aquí y allá por enormes diques perpendi-culares de masas eruptivas, con preferenci pórfidos rojos y esas rocas sedimentarias macizas gris obscuras que hemencionado antes como alojadas dentro de la gauwacke..». Burmeister menciona que gran partes de estasierra la componen las mencionadas «grauwackes», mientras que la senda que bajaba a Uspallata porCanota las laderas estaban compuestas de «..pizarras micáceas ricas en cuarzo y pizarra clorítica» y tambiénsectores con serpentinas, pórfido castaño rojizo, y « meláfiro negro y rocas eruptivas afines» En direccióna Villavicencio en primer lugar encuentra rocas pizarrosas de color negro a las que atribuye a la«formación carbonífera». Estas están en contacto con «poderosas rocas eruptivas negras, muy fractura-das cuyas superficies en descomposición muestran un color marrón..» que son frecuentes en Aguadel Zorro a las que considera son basaltos. Más adelante describe un sector con rocas arcillosas conabundantes restos de troncos fósiles, los cuales ya habían sido visitados por Darwin quien los habíavinculado con coníferas «..cercanas a las Araucarias». En la bajada de Paramillos hacia Villavicencioseñala la presencia rocas volcánicas que atribuye a basaltos, traquitas y meláfiros, reiterándose losesquistos pizarrozos en las inmediaciones de esta localidad.

Al regresar a Mendoza reconoce la existencia de una «piedra calcárea que allí aparece, yace delante de lagrauwake, teniendo inclinación y rumbo igual. Es una piedra de cal gris clara, cristalina y gruesa, sin clivajedeterminadamente expresado, que tiene todo el aspecto de un calcáreo paleozoico, al que sin dudas debe seratribuido».

« La sierra de Uspallata, por sus elementos constitutivos básicos principales es una serranía de pizarras,pertenecientes al período de las grauwake cuyas superficies de esquistosidad llevan rumbo del sudoeste al nordeste yse inclinan hacia el noroeste. Los ángulos de inclinación son bastante grandes y alcanzan por regla general de 60°a 75°, y no son menores de 45°. La roca predominante es una grauwacke fuertemente arenosa, por lo general decolor marrón oscuro; tiene una gran cohesión, contienen en algunas partes muchas hojitas finas de mica y en otrases bastante pobre en micas. Debido al fuerte contenido de hierro en numerosos superficies de las grietas que hiendenla roca presentan comúnmente un color ocre, producido por la acción de la intemperie, color que también se observaen las superficies de esquistosidad de la masa, en total muy vagas donde éstas se presentan con claridad. Por reglageneral la roca forma bancos de varias pulgadas hasta un pie de espesor, separado por capas delgadas menos duras.»

Mayor F. Ignacio Rickard

Este había nacido en Inglaterra, donde había recibido formación como Ingeniero de Minas,profesión que lo llevó a trabajar varios años en la República de Chile. Estando a punto de regresar a

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su país, en 1862, fue contratado por la provincia de San Juan, a la sazón gobernada por DomingoFaustino Sarmiento, para estudiar diferentes distritos mineros cuya explotación se buscaba incentivar.Luego de revisar minas, describirlas y hacer referencia a las rocas que la contienen, presentó su informea Sarmiento. Se retiró a Buenos Aires para regresar a Inglaterra donde publicó una obra que tituló « AMining Journey across the Great Andes., with explorations in the silver mining districts of the provinces of SanJuan and Mendoza and a Journey across the Pampas to Buenos Aires». Era miembrio de la Real Sociedad deGeografía y Geología de Inglaterra.

Nuevamente en Argentina es nombrado Inspector de Minas y, por encargo del entonces ministrodel Interior Dalmacio Vélez Sársfield, motivo por el cual hubo de realizar viajes a las provincias deSan Luis, La Rioja, Catamarca, Mendoza, San Juan y Córdoba. Con motivo de ello, publica unextenso infome sobre cada uno de los distritos mineros indicando características geológicas de losyacimientos, forma de tratamiento de los minerales y un aconsejamiento general para promover laminería en cada uno de ellos (Rickards, 1868/69 ).

Viajeros

En este grupo se incorpora a distintos personajes que por razones puramente académicas o bajocontrato hicieron descripciones geográficas y geológicas en distintos puntos de Argentina brindandola información obtenida en diferentespublicaciones.

Thomas J. Page (1816-1902)

Thomas Jefferson Page nació en Virgina, Estados Unidos donde, de joven, ingresó a la Marinadesempeñándose en diferentes lugares donde era comisionada por razones de guerra o servicios. En1852 arriba a nuestro país al mando del barco de guerra “Water Witch” (“Bruja de las aguas”) con lamisión de explorar ríos en la cuenca del Plata, tarea que emprendió mediante convenio con losgobiernos de Paraguay y Argentina. En sus viajes hizo un pormenorizado informe sobre los tiposde suelo, flora y fauna y, fundamentalmente, una detallada cartografía de los ríos Paraná, Uruguay ySalado del Norte. También fue contratado por el gobierno de Mendoza para estudiar los ríoscordilleranos con miras a conocer la posibilidad de que éstos permitieran contar con una vía fluvial almar por el Chadi-leuvú y Colorado.

Page sintetizó sus observaciones en una importante obra publicada en Estados Unidos quellamó;: “La Plata, The Argentina Confederation and Paraguay. Being a narrative of the exploration of thetributaries of the La Plata and adjacent countries during the year 1853 54, 55 and 56 under the orders of theUnited States government.

Amadeo Jacques

Educador francés nacido en París en 1813 ciudad donde, en su Universidad, cursó estudiossuperiores en letras y ciencias naturales. En la década de 1840 se exilió en Montevideo, oportunidaden que conoció al general Urquiza, quien una vez al frente de la Confederación lo designó comoDirector de Catastro. En estas funciones se le encomendó estudiar el Río Salado y el acceso, a travésde éste, al “desierto del Chaco”. También se le requirió efectuar estudios geográficos en las provinciasde Córdoba, Tucumán y Santiago del Estero. En este sentido, una de las preocupaciones del gobierno

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de la Confederación era unir por vía fluvial, por el Río Salado, Santiago del Estero y Tucumán conSanta Fe. Para ello necesitaba de expertos que, como Page y Jacques, que hicieran un estudio quedetermine su factibilidad. El trabajo de Jacques sobre la fauna, flora y geografía del trayecto fluvialtuvo una especial mención de la Academia de Ciencias de París en 1857, con la que estaba relacionado(Bosch, 1998).

Rudolfo Armando Philippi

Este naturalista de origen alemán y graduado en la Universidad de Kassel, se radicó en Chile en1851 donde fue nombrado académico de la Universidad de Chile y director del Museo Nacional. Susinvestigaciones sobre el desierto de Atacama le permitieron obtener información sobre la geografía,fauna y flora del mismo. Si bien su desempeño fue en Chile, sus itinerarios lo llevaron a revisar lacadena de volcanes que forman el límite con el territorio de Catamarca y Salta. Para la época del estudiode Phillipi el extremo austral de Atacama era territorio boliviano que, luego de la Guerra del Pacífico,fue incorporado a Chile. El laudo arbitral que definió los límites con ese país, permitió que el hoydepartamento de Antofagasta de la Sierra pertenezca a la provincia de Catamarca.

Johan Jakob von Tschudi

Naturalista suizo que desarrolló importantes trabajasen Perú en la década de 1850. Asimismo, enesa época, realizó un viaje que lo llevó desde Córdoba hasta el Puerto de Cobija, entonces bajojurisdicción boliviana. Hace una detallada descripción de diferentes aspectos geográficos y geológicosobservados en su itinerario, siendo publicadas por la Academia Nacional de Ciencias. En su trayectodescribe a la sierra de Capillitas como “macizo de las Capillitas” rico en minerales de cobre que “..aparecen en un granito que ha perforado rocas antiguas. Las cúpulas son pórfidos y esquistoscloríticos”.

Al describir la zona de Palo Pintado, en Salta, se refiere a las rocas del Terciario diciendo :” Estasmontañas están recortadas y quebradas con capas muy inclinadas y depósitos de esquistos verdes sienita, granito,cuarzo, etc. similares a estratos. Estas cumbres agudas, angulosas y dentadas, corroidas por el agua y muestranfrecuentemente las formas más estrafalarias”

Para cruzar Puna y Cordillera se internó en la Quebrada de Luracatao desde donde haceobservaciones sobre la serranía del Cachi diciendo que ella “consisten en esquistos arcillosos, granitos ypórfiros”. Para seguir más adelante señalando que “..muy peculiares son los macizos de esquistos arcillososrojos que están erosionados hasta una altura de 50 pies sobre el nivel del riacho..”. Las Cumbres de LaCortadera, al llegar a la Puna en esa época constituían el límite con la República de Bolivia.

Cartógrafos Compiladores

Franz Foetterle y Augusto Petermann

Franz Foetterle fue un geógrafo austríaco que, si bien no formó parte de quienes en esa época sededicaban a evaluar la potencialidad geológica de Argentina, su trabajo de recopilación cartográfica dela geología de Sudamérica fue de gran importancia para quienes trataban de dar expresión gráfica a ladistribución de los distintos tipos rocas y formaciones geológicas en este amplio territorio.

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Es así que en 1854 había sido invitado a efectuar la recopilación de datos geológicos por el cónsulgeneral de Brasil en Prusia, J. Sturz y el director del Instituto Geológico Imperial, W. Haidinger. Poreste motivo trabajó en la impresión de un “Mapa sinóptico de la parte media de Sudamérica”, queprácticamente involucraba gran parte del territorio brasileño. Este trabajo llamó la atención delcartógrafo Augusto Petermann quien lo invitó para que lo completara integrando la informaciónexistente al sur y norte y, de esa manera, pudiera lograrse el primer mapa geológico para la América delSud. Este quedó completado en 1855 y fue publicado a escala 1: 15.000.000 por el Servicio Geológicode Austria en el año 1856, mientras que una versión simplificada a escala 1:25.000.000 fue publicadapor Petermann. En este último señala que: “A simple vista el mapa permite reconocer a tres grandes divisionesmuy diferentes entre ellas, con las cuales también está relacionada la orografía del continente. Mientras que en elEste y Noreste predominan esquistos cristalinos y rocas macizas, ígneas, se encuentran en el Oeste, de acuerdo conel rumbo de los Andes, formaciones estratificadas, en largas cadenas, muchas veces perforadas por estructurasvolcánicas que que permiten sentir el efecto de su poderío todavía ahora por los numerosos volcanes en actividad .Entre ambas divisiones, depósitos más jóvenes forman un área inmenza que está caracterizada por los ríos másgrandes del mundo, el Amazonas, La Plata y Orinoco”

Entre los antecedentes que sobre Argentina recopila Foetterle (1856) están, entre otros, los quesurgen de las descripciones hechas, entre otros, por Helms (1812), D´Orbigny, Darwin, vonTschudi.En el escrito que acompaña al mapa señala los distintos tipos de roca enumerándolas, señalando queel número 1 corresponde a granito, gneis, esquistos micáceos y anfibólicos diciendo: “.De extensiónconsiderable, aunque no en masas contínuas tan enormes, se encuentran también en las Cordilleras, granito, gneisy micaesquisto. En las laderas orientales, Helmreichen cita grandes porciones de granito entre Córdoba, SanMiguel de Tucumán y Salta a los cuales siguen esquistos cristalinos. Como 4 y 5 describe la “formación degrauvacas” mencionando que ellas tienen amplia distribución en Bolivia, Perú e Islas Malvinas dondese reconocen los niveles de Cruziana, braquiópodos y trilobites. Generaliza los otros puntos, señalandoa Magallanes y el Cabo de Hornos, lo que es por la costa.

En el mapa (1856) se individualiza con el color de rocas cristalinas al núcleo que conforman lassierras de San Luis y Córdoba por un lado y las de Tucumán, Catamarca y La Rioja por otra. Concolores parecidos identifica a los núcleos serranos de Tandilia, Ventania y el borde oriental del macizonorpatagónico. En este mismo ámbito trata de dar posición a rocas volcánicas basálticas y traquíticasque Darwin había descubierto en el Rio Negro. Con el nombre de “formaciones terciarias” se refiere auna amplia extensión de la Patagonia

Conclusiones

El momento histórico considerado en esta contribución fue de gran importancia para sentar lasbases del conocimiento geológico del territorio argentino. Este momento fue favorecido por loscriterios que desde el Gobierno se aplicaron a partir de la etapa conocida como el de la OrganizaciónNacional que no solo sirvió para institucionalizar el País, sino también para afianzar la uniónterritorial. La visión prospectiva de Presidentes como Urquiza, Derqui, Mitre y Sarmiento, salvandolas disputas que entre ellos existían, de esta manera dieron el necesario apoyo a la incipiente Cienciaargentina.

La contratación de expertos en las Ciencias Naturales para evaluar la potencialidad de la RepúblicaArgentina fue de gran importancia para ofrecer en Europa planes migratorios. Sin dudas los trabajoscientíficos cumplieron con el objetivo planteado, éxito que fue notable a partir de estas décadas quevieron la radicación en nuestras tierras de miles de españoles, suizos, italianos, alemanes, etc.. Ellos,nuestros antepasados, encontraron en estas tierras la manera de llevar adelante una forma de vida queles permitió crecer y constituir la nueva nacionalidad argentina de la que somos partícipes.

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Si bien los mencionados investigadores de la geología y minería actuaron, casi diríamos,inorgánicamente y siguiendo los dictados de sus criterios y sapiencia, produjeron un volumen deinformación que fue sustancial en el momento en que se funda la Academia Nacional de Ciencias enCórdoba, momento en el cual los estudios científicos se vuelven más sistemáticos e institucionales.La creación de la Academia es otro momento en la historia en el conocimiento geológico de Argentinay como tal merece un tratamiento aparte.

Bibliografía

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Recibido: 14 de Abril de 2008Aceptado: 22 de Agosto de 2008

8 5CONTRIBUCIÓN DE EMILIO HÜNICKEN EN EL INICIO DE LA MINERÍA Y GEOLOGÍA EN ARGENTINAHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 85-90F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Contribución de Emilio Hünicken en el inicio de laMinería y Geología en la Argentina

Mario HÜNICKEN1 y Hermán HÜNICKEN2

Abstract: CONTRIBUTION OF EMILIO HÜNICKEN IN THE BEGINNING OF MINING AND GEOLOGY OF ARGENTINA.- The paper reviewsbriefly the mining research, metallurgical factories and geological observation made by german engineer EmilioHünicken (1827-1897) in the northwest of Argentina and specially in the Famatina system in the La Rioja provincefrom 1869 to 1897. It was very important his cooperation with the german geologists Stelzner, Brackebusch andBodenbender of the National Academy of Science in Córdoba.

Resúmen: CONTRIBUCIÓN DE EMILIO HÜNICKEN EN EL INICIO DE LA MINERÍA Y GEOLOGÍA EN LA ARGENTINA.- Se reseñanbrevemente las investigaciones mineras, las Factorías metalúrgicas y las observaciones geológicas hechas por elingeniero alemán Emilio Hünicken (1827-1897) en el noroeste de la Argentina y especialmente en el sistema deFamatina de la provincia de La Rioja desde 1869 a 1897. Fue verdaderamente importante su cooperación con losgeólogos alemanes Stelzner, Brackebusch y Bodenbender de la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba.

Key words: Hünicken Emilio. Cientific Mining. Famatina. La Rioja. Argentina.

Palabras clave: Hünicken Emilio. Minería Científica. Famatina. La Rioja. Argentina.

Introducción

Emilio Hünicken estuvo vinculado fuertemente con el desarrollo científico de la minería en elnoroeste argentino y países vecinos y con el conocimiento geológico del Nevado de Famatina en laprovincia de La Rioja. Afincado en La Rioja desarrolló numerosas tareas vinculadas con el quehacerminero regional e impulsó actividades productivas fundamentalmente en la zona de Chilecito. Susmapas y escritos han servido para que otros geólogos desarrollen sus investigaciones en todo elámbito regional. Su biografía es casi desconocida, motivo por el cual hemos acordado presentar elrelato que a continuación se incorpora.

Periodo en Alemania

George Ernst Emil Hünicken nació en Herzog Juliuhütte, cerca de Goslar, en Prusia, Alemania,el 14 de octubre de 1827. Se educó en la casa paterna hasta 1831 y luego en la pequeña ciudad de Oker,Harz, ducado de Brunswick conocido por la riqueza minera.

Continuó los estudio en el Gimnasium de Klausthal hasta el otoño de 1847, ingresando deinmediato en la famosa Academia Real de Minas de la Universidad de Freiberg en Sajonia, donde segraduó como Ingeniero de Minas a los 25 años.

Después de una intensa práctica en algunos establecimientos industriales alemanes, en 1852decidió trasladarse a Chile en la empresa naviera de su hermano Julius Hünicken, con oficinas1 Academia Nacional de Ciencias, CRILAR CONICET, Anillaco, La Rioja; (2) Dirección General de Minería, La

Rioja.

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comerciales en Valparaíso, haciendo el tramo Hamburgo-Southanpton-La Habana en Cuba y Panamá,luego el cruce por tierra del istmo para continuar por barco hasta Valparaíso.

Período en Chile

La llegada a Chile, se vincula con la apertura comercial alemana en el vecino país. Es así que en1846, la firma Hochgreve & Vorwerk de Hamburgo envió al aludido Julius a Chile, con un capitalpara que se estableciera en Valparaíso, este se asoció con Otto Uhde, formando la firma Uhde,Hünicken y Cía, dedicada al rubro Exportación / Importación. Tan fuerte era el vínculo comercialalemán, que hasta llegaron a formar en Chile, distintas representaciones consulares, provenientes dedistintas ciudades germanas. Aprovechando este contacto comercial y familiar que ya sentaba raícesen Valparaíso, emprende el novel Ing. Hünicken, su recorrido por Latinoamérica.

En Chile dirigió durante 2 años una fundición de cobre vinculada a empresarios austríacos deapellido Erdmann. En 1854 se trasladó a Bolivia contratado para explorar varios distritos minerosde importancia en este país. En 1856 volvió a Chile para fundar en Juntas, (del valle de Copiapó), unaempresa metalúrgica que alcanzó gran importancia.

La rica historia minera Chilena recuerda el paso del Ing. Hünicken, citando a Burmeister, 1859/60: “Hünicke, Emil, Director de una pequeña fundición cerca de Amolanas donde el mismo vivió”.. y continuabaBurmeister, relatando las experiencias de sus recorridos mineros copiapinos.

En 1865 contrajo matrimonio en Copiapó con Celestina Sánchez Godoy (1844-1904), naciendoallí sus tres primeros hijos, dos mujeres y un varón, mientras que los ocho varones menoresnacieron en Los Sarmientos, próximo a Chilecito en La Rioja. Desde 1865 a 1869 alternó la actividadminera en Copiapó con la agrícola en la chacra San José, cerca de Tinogasta, provincia de Catamarca,Argentina.

Período en Argentina

Probablemente, el arribo del Ing. Hünicken a la Rioja, esté ligado con la sociedad con los citadosempresarios Austriacos Erdman, con minas en Jagüel (oeste riojano, y cerca de Copiapó). En 1869fundó el establecimiento metalúrgico de Escaleras, cerca de Famatina, donde construyó un hornopara fundir minerales de cobre de la mina La Mejicana, hecho señalado por el Dr. Francisco Latzina(1883), académico y profesor de la Universidad de Córdoba, como “la primera vez que en el país sebeneficiaron minerales con arreglo a los principios técnicos que rigen la materia. A Hünicken debe considerárselocomo el fundador de los Ingenios Metalúrgicos que funcionan hoy al pie del Famatina.” Entre ellos el deTilimuqui (1872), San Miguel, de Vicente Almandos Almonacid (1887) y Nonogasta (1890), todosen el Departamento Chilecito, provincia de La Rioja.

Según lo manifestado por Crovara, E. (2002) y Crovara, E. y Hunicken H. (2004) el aporte de E.Hünicken a la minería riojana y de la región va más allá de la construcción de plantas de tratamientomineral, ya que encaró la problemática minera de manera integral. Se ocupó de un análisis exhaustivode los distintos distritos mineros, teniendo en cuenta factores estratégicos como los métodos deexplotación y sustancias minerales extraídas. Tenía un claro conocimiento de los aspectos geográficos,geológicos, geomorfológicos y genéticos, como así también datos técnicos de las minas, como leymineral y características de las vetas.

Los primeros geocientíficos alemanes que se incorporaron a la Academia Nacional de Ciencias enCórdoba a partir de 1871, estuvieron estrechamente vinculados con Emilio Hünicken, según lo

8 7CONTRIBUCIÓN DE EMILIO HÜNICKEN EN EL INICIO DE LA MINERÍA Y GEOLOGÍA EN ARGENTINA

manifestaron Alfredo Stelzner y Luis Brackebush. En la obra clásica de Stelzner (1923-1924) traducidadel original alemán por Bodenbender encontramos mencionado a Emilio Hünicken como “unpaisano que me ayudó eficazmente a los fines de mi viaje, acompañándome a las minas de La Mejicana y a LaCaldera y proveyéndome de un baquiano para visitar los puntos Silurianos fosilíferos (Ordovicico) del Potrero de losAngulos y la localidad carbonífera de Tambillos en la pendiente occidental del Famatina.” “Hice mis excursionesdesde Las Escaleras y Chilecito ayudado muy eficazmente por Emilio Hünicken.”.

En el capítulo XX sobre Yacimientos Metalíferos del Famatina en la provincia de La Rioja,menciona Stelzner como literatura de referencia: E. Hünicken, 1876 Die Argent. Provinz La Rioja, LaPlata Monats-Sch IV Nº1 y E. Hünicken, 1876 Der Nevado von Famatina Mit Seinen Grubenbezirken, enNapp, Argent. Republik p.. 215-234. También menciona Stelzner que E. Hünicken describió sutentativa de ascensión al Overo (Oscuro Overo), en La Plata Monats-Sch, 1876, IV Nº3. Bodenbender(1916) en su obra “El Nevado del Famatina” reconoce a Hünicken y a Stelzner como los descubridoresdel “Siluriano Inferior” (Ordovícico) en los afluentes del Río La Hoyada. Igualmente Bodenbendermenciona a E. Hünicken cuando se refiere a los yacimientos minerales del Famatina.

En 1883 por encargo del Gobierno Nacional, Hünicken proyectó un ferrocarril minero a LaMejicana en la Sierra de Famatina, que no llegó a concretarse. El nombre y la obra del Ing. EmilioHünicken, son citados en textos de Geología, de Minería de Geografía, Diccionarios biográficos,Anuario del Club Alemán de Buenos Aires (Obra del Centenario), etc. Es nombrado con frecuenciaen las obras de Estanislao Ceballos, José María Jaramillo, Juan B. Ambrosetti, Francisco Latzina,Julio Muzzio, Joaquín V. González, Miguel Bravo Tedín, y otros.

Emilio Hûnicken (1827-1897)

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Siendo Gobernador de La Rioja el Dr. Joaquín V. González, le solicitó a Emilio Hünicken larevisión del Código de Minería y sobre el particular le responde en los siguientes términos: “a S. E.el Sr. Gobernador de la provincia, Dr. Joaquín V. González, Exmo Señor: Durante mi permanencia en esaCapital, tuve el honor de ser recibido en varias audiencias y V. E. me encargó, entre otras cosas, la redacción de unosapuntes que sirvieran de base para la confección de una Ley que no ponga tantas trabas al minero y no lo obligue alcumplimiento de tantos trámites como exige el Código de Rodríguez, obra demasiado complicada para el simpleminero. Me permito poner en sus manos el resultado de mi pequeño trabajo. Entendí yo que el encargo de V. E. erade carácter privado y es por esto que lo remito directamente sin ocupar la vía oficial. Es mi deseo que progrese nuestraIndustria Minera en general y en particular la del sonante y único Nevado del Famatina”. Estos apuntes sepublicaron en la Revista de la Biblioteca (Emilio Hünicken 1890).

Mas tarde, y en las arduas jornadas en el Senado de la Nación de 1915, Joaquín V. González, (porentonces Ministro de La Nación y comisionado por el Poder Ejecutivo para proponer la Reforma delCódigo de Minería, toma para fundamentar los argumentos relacionados con las distintas formas deamparo de la minas, que eran las que imperaban en ese entonces, los argumentos del Ing. EmilioHünicken y lo expresaba en estos términos… “Citare ahora la de otro verdadero sabio, no ya en jurisprudencia,sino en minería, y que al mismo tiempo que fue ingeniero de minas y geólogo procedente de la escuela alemana,contribuyendo a enriquecer la ciencia geológica argentina, ha sido durante largos años minero practico en Chile, ytambién en nuestro país. Me refiero al Ing. Emilio Hünicken, hijo de noble familia, alejado de su patria por razonesque ignoro y residente en Chile desde los últimos tiempos de nuestra Confederación, hasta que vino a radicarsedefinitivamente en La Rioja, donde ha ejercido su profesión, dejando al país, en libros que por desgracias no creo seanlo suficientemente conocidos , el fruto de su larga experiencia de minero, de ingeniero y de práctico, como ingenierogeólogo en los distintos minerales del interior de la República”

Y agrega Joaquín V. González en su alocución al Senado…”El Señor Hünicken, con motivo de laprimera Exposición Nacional de Minería, presentó una serie de trabajos de exploración geológica y mineralógica,en donde exponía el capital minero de cada una de las provincias del interior, desde Mendoza hasta Jujuy. Su libroes un tesoro inagotable de observaciones y de ciencia útil y práctica para todo industrial. Este hombre de ciencia, vinoa vincularse con nuestra industria minera y vivió en ella cerca de cuarenta años. Por eso me permito citar susopiniones, mas como las del minero científico y práctico, que como las de un jurisconsulto puesto que él no profesabaesta ciencia. A su enorme erudición en otras materias, se unía un espíritu justo y equilibrado.” Y abordando eltema, Joaquín V. González continuaba diciendo… “Hablando del amparo sobre las minas, en untrabajo que tuve ocasión de pedirle personalmente, al Ing. Hünicken y sobre el cual me contestó conla galantería que lo caracterizaba, con un verdadero libro en que estudiaba el Código de Minas, desdeel punto de vista científico y práctico, dijo lo siguiente”:

De acuerdo al informe presentado al Dr. González, el ing. entre otros aspectos citaba... “Losgobiernos de los Estados que desde tiempo inmemorial son dueños de los tesoros subterráneos, exigen en todos lospaíses del orbe, como única recompensa para la cesión de una pertenencia de minas, que sea trabajada, por éste, eltrabajo, el único medio de hacer progresar la industria minera, este ramo importantísimo de la economía o haciendanacional”.

“Nadie puede negar que tal obligación es lo mas sano necesario y justo que pueda haber, pero al imponerla, hayque reflexionar muy bien sobre todas las circunstancias del caso. Es necesario conocer bien el estado social eindustrial del país para el cual se quiere legislar, conocer su población, su agricultura, su vialidad, su topografía, sumeteorología, el carácter de sus habitantes, su comercio, los recursos generales, etc.”

“Poco de esto ha tomado en cuenta el redactor del Código de Minas para la República Argentina. Es imposibleque las leyes sobre minería sean cortadas por la misma tijera para todos los países; aun en nuestra republica, que esmas grande que el imperio Federal Aleman y la República Francesa juntos, se deben hacer las diferencias del casoentre los estados del sur y los del norte, entre los cerros nevados y las tierras del fuego, y las playas tropicales deMisiones y Jujuy. El mandato de amparar las minas con cuatro operarios y por tantos días fijos en el año, se ha

8 9CONTRIBUCIÓN DE EMILIO HÜNICKEN EN EL INICIO DE LA MINERÍA Y GEOLOGÍA EN ARGENTINA

hecho ya estereotipo para todos los códigos, y las palabras de un legislador, Gamboa, que cita el doctor Rodríguezvaria veces, en vez de favorecer la minería riojana, la matan”

“Son estas: el que carece de dinero para costear el pueble, debe buscar otro oficio, pues lo principales el caudalpara la labor y el pueble, que siempre la mina quiere mina. Creo que esta máxima es completamente errónea ella daa los acaudalados el monopolio a trabajar las minas ; y si las minas dan lo suficiente para costear todos los gastosde amparo ¿Quién no las ampara?”2

En la Cámara de Diputados de la Nación, en ocasión del debate sobre la reforma del Código deMinería, en agosto de 1917, el Dr. José María Jaramillo exponía acerca… : “de la amplia colaboración quehan tenido en este país hombres de ciencia extranjeros, consagrando su vida, su capital y su entusiasmo al trabajode las minas, me voy a permitir leer una opinión de un ingeniero alemán que ha hecho trabajos de mérito en estamateria. Me refiero al Sr. Ing. Emilio Hünicken, un verdadero sabio, a quien la minería del país tiene mucho queagradecer y a la que se ha consagrado con su saber en esfuerzo constante e inteligente.” Comentarios similaresfueron expuestos por el Dr. Cesar Reyes en el Diario La Razón de Buenos Aires en 1935 al considerarla “Crisis Económica actual y un medio de conjurarla.

Su legado minero

Por encargo del Gobierno Nacional en 1894 recorrió las provincias del Norte Argentino hasta lafrontera con Bolivia para realizar estudios de prospección, localización de yacimientos y perspectivasde explotación. Al término de ese viaje de investigación, produjo el informe “Minería y Metalurgia delas provincias de La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy de la República Argentina”. Este informe figuró en laExposición de Minería de Santiago de Chile de 1895.

En el trabajo de E. Hünicken (1894),“Industria Minera y Metalúrgica de la Provincia de La Rioja”distingue tres regiones: Cordillera, Sierra de Famatina y Sierra de los Llanos, Chepes y Minas. Para laprimera región, describe las minas de los distritos de Guandacol (yacimientos de galena y plata),Jagüel (níquel con labores de la época incaica, y seleniuros de plata) y Valle Hermoso (con minas deoro y cobalto y yacimientos de carbón).

En la Sierra de Famatina, distingue cinco distritos mineros importantes: La Mejicana, El Tigre,El Oro, La Caldera y El Cerro Negro. Al referirse a La Mejicana comenta: “es el distrito más interesante dela zona metalífera del Famatina. No son intrínsecamente ricos los minerales que dá, pero son potentes y constantessus filones de gran abundancia de mineral y compuestos de cobre, oro y plata”. Al referirse al distrito El Oromenciona (op. cit.) “que muchas pilcas de ranchos destruidos demuestran que antiguamente se ha trabajado congran número de operarios, hay labores muy antiguas, estrechas y atrevidas que seguramente son obra de los indiosque indudablemente aquí ya sacaron oro y cazaron guanacos. Morteros de piedra y puntas de flecha halladas allíconfirman mi opinión.”.

De la región de Las Sierras de los Llanos, Chepes y Minas menciona el relevamiento de las vetasde mineral de plomo y hace observaciones sobre la Planta de Miraflores, donde se fundía mineraldestinado a las balas de Quiroga y Peñaloza. Además se ocupó del relevamiento de yacimientos decarbón.

Falleció Emilio Hünicken en su Casa Quinta de Los Sarmientos, Chilecito, La Rioja, el 24 deJunio de 1897, rodeado de su numerosa familia. Fue sepultado con altos honores a costo delgobierno, por sus grandes méritos de haber estudiado y trabajado durante treinta años para laMinería de la República Argentina.

El Diario La Prensa de Buenos Aires publicó la siguiente nota el 25 de Junio de 1897: “Acaba defallecer en Chilecito, Provincia de La Rioja el sabio Geólogo y Mineralogista, Ingeniero Emilio Hünicken, hombreconsagrado hace 30 años al estudio de la Minería industrial y científica de Los Andes, habiendo comenzado en las

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célebres Minas de Copiapó, Chile, para radicarse después en la Argentina, a la que ha prestado valiosos servicios ensu especialidad. El Ingeniero Hünicken ha vinculado su nombre a obras de verdadera importancia para el país. Susestudios técnicos sobre la “Minería y Metalurgia de las Provincias de La Rioja, Catamarca, Saltay Jujuy” impresos para la Exposición de 1895 en Chile, sus “Observaciones de un minero lego en jurisprudencia,sobre el Código de Minería”,otros trabajos sueltos publicados en diarios o inéditos aún y sus colaboraciones en lasLeyes locales relacionadas con la industria minera, bastarán para que su memoria sea conservada como la de un buenservidor del país en el ramo, por desgracia tan poco popularizado en estos grandes centros, como es la ciencia geológicay minera. Nació el señor Hünicken en Alemania de noble familia. Sus hijos son argentinos, buenos y laboriososciudadanos, y así es como se hallaba, aquel hombre de ciencia, vinculado a nuestra tierra, habiéndola honrado yacreditado siempre en el extranjero por sus escritos, muchas veces publicados en revistas técnicas de Europa. LaRioja pierde en él uno de sus hombres más dignos y útiles.”.

El Museo Molino de San Francisco de Chilecito ha dedicado con el nombre del Ing. EmilioHünicken una de sus salas. En su homenaje también, la calle de Los Sarmientos, que nace en la viejaquinta, lleva su nombre. En su homenaje, el Municipio de la Ciudad de La Rioja, por iniciativa delDr. Florencio G. Aceñolaza, impuso su nombre a una importante avenida, en un sector de la ciudaddedicado a recordar los nombres de naturalistas argentinos y extranjeros.

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Recibido: 14 de Julio de 2008Aceptado: 23 de Septiembre de 2008

9 1ALFRED W. STELZNER ¿PORQUE SOLO TRES AÑOS EN ARGENTINA?Historia de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 91-102F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Alfred W. Stelzner ¿Porqué solo tres años en Argentina?

Alejandro J. TOSELLI1 y Juana N. ROSSI1

Abstract: ALFRED W. STELZNER. WHY OLNY THREE YEARS IN ARGENTINA?.- Alfred Wilhelm Stelzner arrives to Córdobaat April 6, 1871, to assume its contract of Mineralogy profesor in the National Academy of Sciences in Córdoba. Stelznerwas one of the eight young and distinguished professors that came to be taken charge of to organize and to open the wayin the scientific investigation from our territory to proposal of Germán Burmeister, being designated by the president ofthe Republic, Don Domingo F. Sarmiento, inside a project of modification of the teaching in the “National University ofSan Carlos in Córdova.” The hired professors should use their time, apart from the educational activity, in carrying outtrips for the country to investigate the natural resources of the Estados del Plata, and the varied wealth of the susceptibleunderground of use. Then they should make know the results of their studies in wider circles, by means of the bulletinand records of the academy.

A. Stelzner begins with great enthusiasm its activities of basic recognition of a practically unexplored territory forthe scientific investigation and in little time they come the light its concepts of “Pampinen Sierres” and of the“Anticordillera”, as well as the description of such minerals as: famatinite, rhodocrosite, beryl, triplite, apatiteand other minerals; together with the first geologic profiles and regional maps of the Sierra of Córdoba and ofSan Luis, as of the north of the República Argentina.

But Scientific Director’s position that G. Burmeister showed, granted him great interference on the activitiesof its subordinates, what motivated little of arriving hard confrontations with the scientific ones and especiallywith A. Stelzner, when taking direct behavior on the different collections, in the controller of the classes, in thecontralor of the results of the expeditions and the obligation of publishing the results of the studies in the“Bulletin and Actas of the Academy” that were observed and questioned difficultly by this director. Thisproduced a serious institutional crisis that took to ceassations and renouncements that practically paralyzed thescientific activity of the National Academy of Sciences. This motivated the renouncement of A. Stelzner to theirposition and the early return to Germany June 2 1874, after hardly 3 years of their arrival, to act as professor ofthe Real Academy of Mining of Freiberg, where it published their work of more important synthesis on theArgentina geology, titled Beitrage zur Geologie und Palaeontologie der Argentinische Republik.

Resumen: ALFRED W. STELZNER. ¿PORQUÉ SOLO TRES AÑOS EN ARGENTINA?.- Alfred Wilhelm Stelzner llega a Córdobael 6 de abril de 1871, para asumir su contrato de profesor de Mineralogía en la Academia Nacional de Ciencias enCórdoba. Stelzner fue uno de los 8 profesores jóvenes y distinguidos, que vino a hacerse cargo de organizar y dar losprimeros pasos en la investigación científica de nuestro territorio a propuesta de Germán Burmeister, siendo designadopor el presidente de la República, Don Domingo F. Sarmiento, dentro de un proyecto de modificación de la enseñanza enla “Universidad Nacional de San Carlos en Córdova”. Los profesores contratados debían emplear su tiempo, aparte de laactividad docente, en realizar viajes por el país para investigar los recursos naturales de los Estados del Plata y las variadasriquezas del subsuelo susceptibles de aprovechamiento. Luego debían hacer conocer los resultados de sus estudios encírculos más amplios, mediante el boletín y actas de la academia.

A. Stelzner inicia con gran entusiasmo sus actividades de reconocimiento básico de un territorio prácticamenteinexplorado para la investigación científica y en poco tiempo ven la luz sus conceptos de Sierras Pampeanas y de la Ante-cordillera, así como la descripción de minerales tales como: famatinita, rodocrosita, berilo, triplita, apatita y otrosminerales; junto con los primeros perfiles geológicos y mapas regionales tanto de las Sierras de Córdoba y de SanLuis, como del norte de la República Argentina.

Pero el cargo de Director Científico que ostentaba G. Burmeister, le otorgaba gran ingerencia sobre las actividadesde sus subordinados, lo que motivó a poco de llegar duros enfrentamientos con los científicos y en especial con A.Stelzner, al tomar ingerencia directa sobre las distintas colecciones, en el dictado de las cátedras, en el contralor de losresultados de las expediciones y la obligación de publicar los resultados de los estudios en el Boletín y Actas de laAcademia, que eran observados y cuestionadas duramente por dicho director. Esto produjo una grave crisis institucional,que llevó a cesantías y renuncias, que prácticamente paralizaron la actividad científica de la Academia Nacional de Ciencias.Esto motivó la renuncia de A. Stelzner a su cargo y el temprano regreso a Alemania el 2 de junio de 1874, después deapenas 3 años de su arribo, para desempeñarse como profesor de la Real Academia de Minería de Freiberg, donde publicósu obra de síntesis más importante sobre la geología de Argentina, titulada Beitrage zur Geologie und Palaeontologie derArgentinische Republik.1 INSUGEO.- UNT- CONICET - Miguel Lillo 205. Tucumán. E-Mail: [email protected]

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Key words: Alfred Stelzner. Academia Nacional de Ciencias. Universidad Nacional de Córdoba.

Palabras Clave: Alfred Stelzner. National Academic of Sciences. National University of Córdoba.

Introducción

Hace 137 años, Alfred Wilhelm Stelzner llegaba a Córdoba, más precisamente el 6 de abril de1871, para hacerse cargo de la enseñanza y de la investigación en geología de la Argentina, al sercontratado para ese propósito, por la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba. A. Stelznerfue uno de los profesores alemanes, jóvenes y distinguidos, con muy buenas referencias científicas,encargado de organizar y dar los primeros pasos en la investigación geológica de nuestro territorioen forma integrada. Hasta entonces se habían llevado a cabo estudios de carácter individual ydisperso por empeñosos viajeros, que cruzaban nuestro país sin permanecer el tiempo suficientepara realizar correlaciones geológicas regionales.

La Academia Nacional de Ciencias constituyó la base desde la cual este pionero de la geologíadesarrolló sus actividades de investigación durante tres años, hasta su regreso a Alemania el 2 dejunio de 1874, para tomar la responsabilidad de la cátedra de su antiguo profesor Bernhard vonCotta, en la prestigiosa Bergakademie de Freiberg.

Dr. Alfredo Stelzner

Datos personales

Alfred Stelzner nació en Dresden, entonces capital del Reino de Sajonia, el 20 de diciembrede 1840, hijo de un alto funcionario. Realizó sus primeros estudios en la Escuela de Kreuz,distinguiéndose por su afición a las ciencias naturales. Continuó en la Escuela Politécnica deDresden, haciendo sus cursos de geología y paleontología bajo la dirección del profesor Hans B.Geinitz, consolidando una grande y verdadera amistad entre profesor y alumno, siendo a su vezun excelente asistente de su maestro.

En 1859 ingresó a la Real Academia de Minería de Freiberg, para seguir los cursos de prácticaminera (Matricula Nº 2115), donde obtuvo el título máximo en 1864 con su tesis sobre “El

9 3ALFRED W. STELZNER ¿PORQUE SOLO TRES AÑOS EN ARGENTINA?

granito de Geyer y Ehrenfrieddersdorf y los yacimientos de estaño de Geyer”. En 1865 comoempleado del servicio estatal minero, hizo estudios sobre dicha especialidad. Desde 1866 hasta1870 estuvo en la Real Academia de Minas de Freiberg con la categoría de inspector, teniendo asu cargo la administración y supervisión de las colecciones mineralógicas y geológicas. Asimismotuvo a su cargo la dirección de la biblioteca y en parte de la enseñanza. El grado de doctor loobtuvo con el estudio y disertación sobre “El cuarzo de superficie trapezoédrica. Estudioparagenético”.

Por entonces fue contratado por el gobierno argentino como miembro del proyecto presentadopor Germán Burmeister que actuaba como Director Científico del mismo, para dictar cátedra demineralogía y geología en la Universidad Nacional de Córdoba, proyecto que al fracasar, por laoposición del claustro universitario, produjo en consecuencia la creación de la Academia Nacionalde Ciencias, al margen de la Universidad Nacional de Córdoba y con dependencia directa delPoder Ejecutivo Nacional. El proyecto contemplaba la creación de los Museos de Mineralogía,de Zoología, de Botánica y de un Laboratorio Químico.

En 1871, viaja desde Liverpool a Montevideo, desde donde por vía fluvial llega a Rosario,evitando Buenos Aires, que en esa época era azotada por la fiebre amarilla, para llegar por ferrocarrila Córdoba.

A poco de llegar este ilustre científico inició con empeñosa dedicación su fructífera labor deinvestigación. Efectúa sus primeras excursiones en la provincia de Córdoba (noviembre de 1871),pero rápidamente amplia sus acciones a las provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca,La Rioja, continuando a San Juan, Mendoza y cruzando a Chile (1872 y 1873). De esta maneracumplía con el deseo del presidente Sarmiento de explorar el territorio nacional e inventariar susrecursos naturales.

A su regreso a Alemania en 1874, se hace cargo de la cátedra que dejara su maestro nadamenos que Bernhard von Cotta en la Escuela de Minas de Freiberg, donde se dedica por completoa la ciencia, la enseñanza y sus discípulos.

El científico permaneció soltero y vivió junto a su hermana menor, quien se encargaba de sucasa y cuidado.

En noviembre de 1894, siente los primeros efectos agudos de una grave enfermedad a losriñones, situación que interrumpe su actividad en la academia, a la cual no volvería más. Al messiguiente visiblemente aumenta la gravedad de la dolencia, sin embargo se tenía la esperanza queunos días de reposo en Wiesbaden, cuyas aguas gozaban de propiedades curativas, pudieranmejorar su situación. Allí permaneció durante el mes de enero, sin mejoría de ninguna especie,con una declinación permanente de su salud, hasta que el 25 de febrero de 1895 falleció estehombre y científico notable. Fue enterrado en el cementerio de Donat y su sepultura se encuentraal lado de la de su inolvidable maestro, von Cotta “y por sobre las dos tumbas asoman las colinasque ocultan las minas de plata”; de plata eran las minas que ambos estudiaron, pero del más purooro, eran la ciencia y el corazón de estos dos hombres a quienes tanto deben los que con amor ydedicación cultivan las ciencias de la Tierra (García Castellanos 1973).

En su honor se ha designado algunas especias paleontológicas y con el nombre de Stelzneritaal mineral que responde a la fórmula: Cu3(SO4)(OH)4, también llamado Antlerita.

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Nombramiento de Profesor D. Alfredo Stelzner

Buenos Aires, Noviembre 7 de 1870.

Haciendo uso de la autorización que confiere la ley de 11 de setiembre del año ppdo., y en vista de la propuestaelevada por el Dr. Burmeister, Comisario Extraordinario de la Facultad de Ciencias, Matemáticas y Físicas de la Univer-sidad de Córdova.

El Presidente de la RepúblicaHA ACORDADO Y DECRETA:

1. Nombrase Profesor de Mineralogía de la Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Córdova alDr. D. Alfredo Stelzner.

2. Comuníquese a quienes corresponde, publíquese y dése al R.N.

Firmado — SARMIENTO N. Avellaneda

Una azarosa permanencia

En 1868 Burmeister eleva al entonces presidente de la República, Don Domingo F. Sarmien-to y a su Ministro de Instrucción Pública Dr. Nicolás Avellaneda, un memorando donde seplantea la reforma de la enseñanza en la entonces “Universidad Nacional de San Carlos en Córdova”.Esta propuesta es aprobada por el Honorable Congreso de la Nación, que autoriza a Sarmientola contratación de ocho profesores alemanes para la fundación de la Facultad de Ciencias Exactasde la universidad. Entre los profesores que postularon su venida se encontraba el Dr. AlfredStelzner de la Real Academia de Minería de Sajonia, en Freiberg, que se propone como Profesorde Mineralogía el 29/10/1870, siendo designado como catedrático el 7/11/1870. A decir delpropio G. Burmeister (1874) “...Pero aquel caballero no llegó al país sino en el mes de marzo de 1871,continuando su viaje directamente de Montevideo a Córdoba, para evitar los inconvenientes que causaba en BuenosAires la fiebre amarilla,...”

Los profesores contratados debían emplear su tiempo, aparte de la actividad docente, en realizarviajes por el país para investigar los recursos naturales de las Estados del Plata y las variadas riquezasdel subsuelo susceptibles de aprovechamiento técnico. Luego debían hacer conocer los resultados desus estudios en círculos más amplios, mediante publicaciones apropiadas, primero en las de laacademia y luego en revistas del exterior.

Las relaciones con Burmeister, que fue el gestor de la venida de los investigadores alemanes, nofueron buenas desde el principio, como puede verse en la “Reseña Histórica” publicada por esteinvestigador en el tomo 1 del “Boletín de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, existente en laUniversidad de Córdova”; lo que motivó la renuncia de Burmeister al “comisariado” para la instalaciónde la facultad, argumentando que los “catedráticos no suficientemente versados en el idioma castellano, hanretardado mucho el principio de sus lecciones, aplicándose mas preferentemente al estudio científico del país, que hala enseñanza de las ramas científicas que cultivan. Alguien ha viajado repetidas veces por el norte y occidente de laRepública, sin dar durante los 2 hasta 3 años pasados, lecciones a los estudiantes. Mucho me afligió esta conductapoco recomendable, como también la dificultad de reunir los catedráticos que aun faltaban.”

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Dr. Germán Burmeister

Miembros consocios fundadores de la Academia Nacional de Ciencias. De pié de izquierda a derecha: Pablo Lorents, CarlosSchults-Sellack, Hendik Weyenbergh. Sentados: Max Siewert, Augusto Vogler y Alfred Stelzner

Dr. Manuel Lucero, Rector de la Universidad

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El Superior Gobierno aceptó la renuncia de Stelzner por el siguiente de-creto:

Departamento de Instrucción Pública.Buenos Aires, Junio 1º de 1874.

El Presidente de la RepúblicaDECRETA:

Art. 1º. Acéptase la renuncia que de la Cátedra de Mineralogía de la Academia de Ciencias Exactas de Córdova hapresentado el Dr. D. Alfredo Stelzner.

Art. 2º. El Rector de la Universidad de Córdova recibirá del renunciante, por inventario, el Museo Mineralógico y los librospertenecientes a la expresada cátedra, para hacer oportunamente la entrega de ellos al nuevo Catedrático designa-do por el artículo siguiente:

Art. 3º. Nombrase para la referida cátedra al Dr. D. Ludovico Brackebusch, propuesto por el Director de la Academia.Art. 4º. Comuníquese a quienes corresponde, publíquese e insértese en el Archivo Nacional

SarmientoJuan C. Albarracin

Ya anteriormente Burmeister, había recibido de los profesores, Dres. D. Max Siewert, H.Wyenberg y A. Vogler, que permanecían aún en sus empleos, una nota, participándole que ha-bían dirigido una solicitud al Superior Gobierno, declarándose en ella contra algunos párrafos delReglamento de la Academia; pidiendo la alteración de ellos y manifestando que no estaban dis-puestos a sujetarse a ellos, por no haber aceptado sus empleos bajo dichas condiciones.

Como consecuencia de la misma, Burmeister, eleva una comunicación al Exmo. Gobiernocon fecha 26 de mayo de 1874, por la que declara no poder continuar con la Dirección de laAcademia, ...”por la mala voluntad demostrada tan claramente por mis subordinados y pido que el Exmo.Gobierno tome medidas convenientes, para que no se impida, como ahora, por la oposición premeditada contra elreglamento, en el cumplimiento de las funciones que dicho reglamente encarga; proponiendo destituir los profesoresobstinados y nombrar otros en su lugar..” En contestación el Superior Gobierno expresa:

Departamento de Instrucción PúblicaBuenos Aires, Junio 1º de 1894.

Vista la nota del Director de la Academia de Ciencias Exactas Dr.D.Germán Burmeister, en que da cuenta de quealgunos profesores se resisten abiertamente a reconocer la autoridad de que ha sido investido, llegando hasta calificar deilegal el Reglamento de l0 de enero de 1894 y negándose a prestarle obediencia, no obstante las órdenes reiteradas delGobierno;-en el deber de velar por la disciplina de la enseñanza y teniendo en consideración las propuestas del mismoDirector.

El Presidente de la RepúblicaDECRETA:

Art. 1º. Quedan separados de la espresada Academia los Catedráticos Doctores D. Max Siewert, D.H. Weyenbergh y D.Augusto Vogler.

Art. 2º..........Art. 3º. Nómbrase para la referida Academia de Ciencias: Catedrático de Química, al señor D. Federico Schikendantz,

Catedrático de Zoología, el Dr. D.H. de Ihering, Catedrático de Matemáticas, al Dr. D. Oscar Doering....

SarmientoJuan C. Albarracin

9 7ALFRED W. STELZNER ¿PORQUE SOLO TRES AÑOS EN ARGENTINA?

A decir de Burmeister: ...”Restablecida de este modo la Academia de Ciencias Exactas sobre bases satisfac-torias, que prometen una marcha regular y bien asegurada para el porvenir, he creído conveniente, retirarme de laDirección, para dar a los nuevos miembros completa libertad en su marcha propia, considerándome innecesario”.Para lo cual presenta su renuncia al Exmo. Gobierno, con fecha 25 de marzo de 1875, la que esaceptada.

Hacia fines de 1873, cuando terminaba la presidencia de Sarmiento y asumía Nicolás Avellanedase designa a Germán Burmeister con el cargo de Director Científico de los profesores queactuaban en Córdoba, para implementar el proyecto del Exmo. Gobierno de la Nación, decambiar la Facultad de Ciencias Exactas en Academia Nacional de Ciencias Exactas. Esta desig-nación le otorga a Burmeister grandes atribuciones sobre las actividades de sus subordinados, loque motivó duros enfrentamientos con los científicos y en especial con Stelzner, al tomar inge-rencia directa sobre las distintas colecciones, al controlar los resultados de las expediciones y laobligación de publicar con exclusividad, los resultados de los estudios practicados en el Boletín yActas de la Academia, prohibiéndose expresamente publicar en revistas extranjeras los temas deinvestigación desarrollados, como puede leerse en el “Reglamento aceptado por el Excmo. Gobierno dela Nación, para regir en la Academia de Ciencias Exactas” del 10 de enero de 1870 (en el Boletín de laAcademia Nacional de Ciencias Exactas, tomo I, 1874).

Por otra parte el control ejercido sobre las contribuciones realizadas en los medios de oficia-les de la Academia, era casi draconiano como puede leerse en la comunicación publicada porStelzner en 1875, donde al final del trabajo se publica como “anotación” las críticas y observacio-nes que hace Burmeister a las interpretaciones geológicas de Stelzner, en forma sumamenteagresiva y peyorativa; o bien cuando se refiere a las “..capas de arenisca vaja de la falda oriental de laprimera Sierra de Córdova..”, que Stelzner expresa que por el momento deja la descripción de estaformación para otro artículo, una llamada de pié de página de Burmeister , expresa “..este artículono se ha publicado jamás por el Dr. Stelzner, sus comunicaciones concluyen con esta noticia.”

El desenlace de tal conflicto derivó en la pérdida de control sobre los científicos, por parte deBurmeister, lo que lo llevó a tomar la decisión de cesantear a algunos investigadores, pero antesde que esto le ocurriera, Stelzner elevó su renuncia al cargo. Estos graves hechos de cesantías yrenuncias de científicos, llevó a la casi paralización de las actividades de la Academia.

Actividades, estudios y publicaciones de Stelzner sobre Argentina

A decir del Dr. Luis Brackebusch (1879), Stelzner fundó el museo que lleva su nombre, elmismo día de su llegada. Al respecto dice: ....”El día de la fundación del Museo debe considerarse el 6 de abrilde 1871, fecha en que Stelzner colocó provisoriamente en armarios inadecuados, en una pieza con puertas yventanas pequeñas, y que antes había servido de habitación a los estudiantes internos del Colegio NacionalMonserrat (aunque ella pertenecía al cuerpo del edificio de la Universidad) la cantidad de 625 muestras deminerales, 406 rocas y 18 fósiles, comprados todos en París. Minerales del territorio Argentino no figuraban aún,en el Museo recientemente abierto; pero el celo científico de su fundador no permitió que continuara por muchotiempo este vacío; sus vastas excursiones por varias provincias de la República Argentina le dieron ocasión suficientede coleccionar una serie de preciosas muestras de minerales y rocas.

Los aportes de Stelzner a la paleontología, radican en el hallazgo de diferentes localidades fosilíferas,que las podemos agrupar siguiendo a Leanza (1973) de acuerdo a su edad y cronología.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 249 8

Muestras provenientes de la Cordillera Oriental fueron estudiadas por Kayser (1876), que en esaépoca las clasifica como fósiles “primordiales” y corresponden a lo que actualmente se consideraCámbrico. Estas muestras no fueron coleccionados por Stelzner. Asimismo clasifica como“infrasilurianos” a fósiles que ahora se asignan al ordovícico y que fueron coleccionados por Stelzner,en la Sierra Chica de Zonda; Quebrada de La Laja; Quebrada de Talacasto; Cerro de las minas deGualilán y quebrada de Huaco (provincia de San Juan). Se incluye en este grupo a Potrero de Angulosen la Sierra de Famatina. Estas localidades proveyeron trilobites, esponjas, cefalópodos,braquiópodos, gasterópodos, corales y restos de espongiarios.

Fósiles marinos pertenecientes al Jurásico, fueron descubiertos por primera vez, por Stelzner(1873) en las localidades de Paso del Espinacito (Cordillera de Los Patos) y en Puente del Inca(Mendoza) y corresponden a belemnites, amonoides, nautiloides, gasterópodos, pelecípodos ybraquiópodos. Originariamente Stelzner envió estos fósiles jurásicos a Karl von Zittel, quién leencargó a C. Gottsche la realización del trabajo que fue publicado en 1878, mientras que laversión en castellano traducida por Bodenbender fue publicada en 1925.

En el trabajo de Geinitz (1876), traducida por Bodenbender y publicada en las Actas de laAcademia Nacional de Ciencias en 1925, describe los fósiles correspondientes a plantas, escamasde peces y filópodos, que fuera obtenidos en la pendiente oriental de la Sierra de Famatina; enMarayes y en Punta de La Laja, Callao y Agua Salada, en la Precordillera de Mendoza, y enCacheuta y Agua de La Zorra en Sierra de Uspallata. Todo el conjunto de fósiles fue referido porGeinitz al Rético y que ahora se asignan a horizontes comprendidos entre el Triásico y elCarbonífero.

Stelzner no dejó de prestar atención a muestras del extranjero, de modo que al tiempo de supartida del país, a principios del mes de mayo de 1874, la colección de muestras extranjeras, formadaprincipalmente en Freiberg (Sajonia) contaba ya con, 1347 muestras de minerales, 618 de rocas y 240fósiles. A más de esto, el Dr. Stelzner se había ocupado con mucho esmero en la fabricación depreparados microscópicos cuya colección, cuando dejó el Museo, consistía en 90 secciones delgadasde muestras del País y 15 del extranjero. Con ellas los futuros discípulos practicaban el manejo delmicroscopio petrográfico.

Al poco tiempo de afincarse en Córdoba, Stelzner toma contacto con la geología local y hacesu primera publicación con carácter monográfico que aparece en Alemania con el título “Obser-vaciones sobre los minerales explotables de la República Argentina”. En ella encontramos la notable apti-tud de Stelzner para comprender con certeza la realidad geológica.

Enseguida vienen las tres cartas a su maestro, el Prof. Geinitz; la primera de noviembre de1871, donde hace un resumen de la geología de Córdoba. La segunda de junio de 1872 , explicitala geología de las provincias de La Rioja, Catamarca y Tucumán; y en la tercera de junio de 1873,da a conocer la geología de Mendoza y San Juan, hasta Santiago de Chile y Valparaíso. Todas ellasfueron publicadas en el Neues Jahrbuch für Mineralogie, Geologie und Palaeontologie de Stuttgart.Las correspondientes traducciones, realizadas por el Dr. E. Kittl, se publicaron en el tomo 45,del año 1966, del Boletín de la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba.

En los Anales de Agricultura de la República Argentina, publica en diversos números a partirdel 15 de agosto de 1873, “Comunicaciones sobre la geología y minería de la República Argentina”, dondedeja bien sentado dos conceptos que llegan a nuestros días y que son: el de Sierras Pampeanas(Sierras Pampinas, como él las llamaba), para referirse a todos los levantamientos en el centro ynorte del país que no forman parte de la Cordillera de los Andes y del contrafuerte oriental, o seala precordillera, que la designó con el nombre de “anti-cordillera”.

En su visita al distrito Minero de Capillitas, describe detalladamente la geología y asociacionesmineralógicas del distrito y señala por primera vez la existencia de la Rodocrosita asociada con

9 9ALFRED W. STELZNER ¿PORQUE SOLO TRES AÑOS EN ARGENTINA?

galena y blenda, citándola como “espato de manganeso, por lo común en capitas, raras veces enromboedros”.... En la provincia de San Juan pone de manifiesto su interés por el estudio de lasvetas de fisura relacionándolas con el carácter ígneo de las rocas que las han originado y quedespués defendería con notable éxito. Al respecto anota que: ..”Por la experiencia de siglos y por datosobtenidos en los más diferentes distritos metalíferos se sabe, que las vetas casi siempre son compañeras de rocaseruptivas, así que la idea actualmente más adoptada respecto a la formación de vetas, a grandes rasgos es lasiguiente: Las erupciones de rocas cristalinas desplegando grandiosas fuerzas mecánicas, produjeron en las sierraspenetradas la abertura de hendiduras y grietas. Además las erupciones eran acompañadas y seguidas del desarrollode vapores, como en la actualidad puede verse en los volcanes. Esos vapores, en parte metálicos, podían condensarseen las grietas recién abiertas, las cuales además daban lugar a infiltraciones de aguas minerales, que depositaban enlas mismas grietas las diferentes sustancias de que iban cargadas...” “Los resultados, pues de tan complicadosprocedimientos son las vetas, que pueden considerase como productos secundarios de erupciones de rocas cristalinas.Es cierto que no todas estas rocas son acompañadas por vetas; pero las vetas, por su parte, siempre son acompa-ñadas de aquellas”.

Encontramos en estas observaciones al discípulo de B. von Cotta y al defensor de la teoríahidrotermal relacionada con el magmatismo para explicar la formación de los yacimientos envetas de fisura. Sabemos del empeño que tomó Stelzner para invalidar la teoría de la secreción lateral,que sostenía que las vetas mineralizadas se formaban por la contribución y concentración de minera-les de las rocas en las cuales se encontraban los yacimientos, siendo famosa la polémica que sostuvocon Sandberger, sobre el particular. O también sus críticas a la teoría de las soluciones descendentes,ambas muy en boga en esos tiempos.

Carátula del trabajo original de Stelzner en la que describe la geología de Argentina

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24100

Sobre minerales de Argentina publicó en Mineralogische Mittheilungen Gesammelt von GustavTchermak (1873) y constituye la relación más clara y científica, hechas sobre los minerales argentinoshasta ese momento. Su traducción se encuentra en el boletín 45 del año 1966 de la Academia Nacionalde Ciencias de Córdoba.

En la obra “La República Argentina” de R. Napp (1876), los capítulos de Geología y de MineralesExplotables, fueron también escritos por Stelzner y constituyen una excelente síntesis de los cono-cimientos que se tenían en ese momento.

La obra máxima de Stelzner, donde hace conocer los lineamientos geológicos de gran parte delcentro y norte de nuestro país, es “Beiträge zur Geologie und Palaeontologie der ArgentinischenRepublik”, Cassel 1876-1885, con una extensión de más de 100 páginas, con 15 láminas, 214 dibujosy 1 mapa que cubre entre los 63º y 71ºW y 26º y 34ºS, que es el primer mapa geológico del noroestede Argentina. Esta obra fue traducida al castellano por el Dr. Guillermo Bodenbender en 1923 en las

Primer mapa geológico del Noroeste de Argentina realizado por Stelzner

101ALFRED W. STELZNER ¿PORQUE SOLO TRES AÑOS EN ARGENTINA?

Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba. Por desgracia en esta traducción no sereprodujeron ni las láminas, ni los dibujos y tampoco el mapa original del norte de Argentina.Complementariamente en esta misma acta se publicó la traducción al castellano realizada porBodenbender, de los trabajos originales de Geinitz (1876), Kayser (1876) y Gottsche (1878), quedescriben y clasifican los fósiles invertebrados y plantas coleccionadas por Stelzner y remitidas adichos especialistas.

En septiembre de 1876, el rector de la Universidad de Córdoba, Don Manuel Lucero, propo-ne al Ministro de Educación de la Nación, el Dr. Nicolás Avellaneda, la designación como Miem-bro Corresponsal al Dr. A. Stelzner, la que es aceptada el 26 de septiembre de 1876.

Comentario final

Siempre nos va a quedar como una gran incógnita, si el gran enfrentamiento entre A. Stelzner yG. Burmeister, fue la causa determinante del regreso de Stelzner a Alemania o si ya había contactosprevios entre la Academia de Minas de Freiberg, con este gran investigador y los altercados, fueronsólo un justificativo, para presentar su renuncia indeclinable y regresar a su patria. Debemos señalarque los otros investigadores, que estuvieron como “consocios fundadores de la Academia” y que ensu momento fueron cesanteados o presentaron sus renuncias, cuando cambiaron las condicionespolíticas, fueron reincorporados.

Bibliografía

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Wikipedia, la enciclopedia libre. http://es.wikipedia.org/wiki/Alfredo_Stelzner.

Recibido: 15 de Mayo de 2008Aceptado: 12 de Agosto de 2008

103CONTRIBUCIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE MINASHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 103-108F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

La Contribución de la Dirección General de Minas, Geo-logía e Hidrología de la Nación a la Formación de laPrimera Generación de Geólogos Argentinos, y la Ac-tuación del Ing. Enrique M. Hermitte

Horacio H. CAMACHO1

Abstract: PARTICIPATION OF THE ENG.ENRIQUE M. HERMITTE AND THE DIRECCIÓN GENERAL DE MINAS, GEOLOGÍA E

HIDROLOGÍA TO THE EARLY DEVELOPMENT OF THE ARGENTINEAN GEOLOGISTS.- During the first half of the 20th century, thepioneer Argentinean geologists graduated from the Universidad de Buenos Aires thanks to the efficaceous performancecarried out by the Engineer Enrique M. Hermitte (1871-1955). As the Director of the Dirección General de Minas,Geología e Hidrología (DGMGH) and Professor at the Universidad de Buenos Aires, Hermitte ellaborated a plan topromote the inclusion of advance university students into the DGMGH, in order to take advantage of the knowledgeand qualify experience of the European geologists that worked by then in that institution. The success of this carefullydesigned development was strictly possible due to Hermitte’s efforts, since no official resolution neither any other kindof agreement intending to bring a solution to the absence of native geological-minning researchers, never throve betweenboth institutions.

Resumen: LA CONTRIBUCIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE MINAS, GEOLOGÍA E HIDROLOGÍA DE LA NACIÓN A LA

FORMACIÓN DE LA PRIMERA GENERACIÓN DE GEÓLOGOS ARGENTINOS, Y LA ACTUACIÓN DEL ING. ENRIQUE M. HERMITTE.- Laformación de los primeros geólogos argentinos, en la primera mitad del siglo XX, se debió a la inteligente y eficaz acciónllevada a cabo por el Ing. Enrique M. Hermitte (1871-1955) quien, al frente de la Dirección General de Minas, Geologíae Hidrología y siendo también, Profesor de Mineralogía y Geología de la Universidad de Buenos Aires, desarrolló un planbasado en que la Dirección General incorporara alumnos universitarios a los efectos de que ellos tuvieran la oportunidadde aprovechar las experiencias y los conocimientos de los geólogos europeos que trabajaban en la misma. El éxito de esteplan se debió pura y exclusivamente a Hermitte, ya que entre las dos instituciones participantes nunca se emitió unadeclaración oficial ni se firmó algún convenio u otro documento, expresando el propósito de contribuir a remediar laausencia de geólogos nacionales en las investigaciones geológico-mineras del país.

Palabras clave: E. M. Hermite. Dirección General de Mineralogía, Geología e Hidrología. Universidad de BuenosAires.

Key words: E. M. Hermitte. General Direction of Mines. Geology and Hydrology. early university geologists. BuenosAires University.

El comienzo del siglo XX significó un momento trascendental para el desarrollo de la mine-ría argentina, al decidir el Gobierno Nacional llevar a cabo la planificación oficial de las activida-des geológico-mineras del país. Hasta ese momento, se había reunido una información impor-tante acerca de las riquezas mineras del suelo argentino mediante la contratación, en 1851, deAlfredo M. du Gratty, en 1855 de Víctor Martín de Moussy y, en 1857 de Augusto Bravard. En1860 se destacó a Domingo de Oro para recorrer las provincias mineras recolectando datossobre minerales, legislación, usos, prácticas, necesidades y proponer las medidas más convenien-tes para proteger nuestra emergente industria minera. En 1870, Francisco I. Rickard presentó alPresidente Sarmiento una memoria sobre el estado de la minería nacional.1 Museo Argentino de Ciencias Naturales «Bernardino Rivadavia», Av. Ángel Gallardo 470 - (C1405DJR) Buenos Aires,

E-Mail: [email protected]

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24104

A principios de 1885, en el Departamento de Obras Públicas de la Nación se creó la SecciónMinas la que, en 1887 se convirtió en el Departamento Nacional de Minas y Geología, depen-diente del Ministerio de Hacienda, con Henry D. Hoskold como Director, quien realizó unameritoria labor con proyecciones internacionales (Servicio Geológico Minero, 2004). Cuando seorganizó el Ministerio de Agricultura, en 1898, el Departamento quedó bajo su órbita y pasó adenominarse División de Minas y Geología, con competencia en todo lo relativo al régimen,aprovechamiento y estudio de la riqueza minera del país.

En 1902 se estableció la Comisión de Estudios de Napas de Agua y Yacimientos Carboníferos,como una dependencia de la Sección Industrias Mineras de la División Industrias, teniendocomo jefe a Enrique M. Hermitte, y en 1904 al reestructurarse el Ministerio de Agricultura y trasla muerte de Hoskold en ese año, dicha Comisión se incorporó a la División de Minas y Geolo-gía, constituyéndose la División de Minas, Geología e Hidrología, bajo la dirección de Hermitte,quien tendría a su cargo todo lo atinente a la minería, exploraciones geológicas, mineralógicas ehidrológicas, y la confección del mapa geológico-económico del país. En 1912 dicha Divisiónpasó a denominarse Dirección General de Minas, Geología e Hidrología de la Nación continuan-do Hermitte como Director hasta 1922.

Enrique Martín Hermitte (1871-1955) nació en Buenos Aires y se graduó de Ingeniero Civilde Minas (1894) en la Escuela Superior de Minas de París, título que revalidó en la Universidad deBuenos Aires en 1901. Regresó al país en 1897 y después de ocupar diversos cargos, se desempe-ñó como Jefe de la Comisión de Estudios de Napas de Agua y Yacimientos Carboníferos hastaque, por fallecimiento de Hoskold, pasó a dirigir la División de Minas, Geología e Hidrología,renunciando a dicha función en 1922. Al frente de esta Repartición Hermitte dio gran impulso alas actividades geológico-mineras y en sus decisiones mostró tener una notable visión de la rea-lidad que le tocaba enfrentar, así como de las soluciones más inmediatas que se deberían adoptar.Una de las más importantes se vinculaba sin dudas, con la falta de geólogos, principalmenteargentinos. Por cierto que Hermitte reconocía y valoraba la obra científica llevada a acabo por losgeólogos alemanes radicados en Córdoba, como lo muestra el hecho de haber recurrido aGuillermo Bodenbender para que lo asesorara en la organización de la Institución que debíadirigir. Sin embargo, dichos científicos no habían podido despertar vocaciones entre la juventudde su época, como tampoco lo había logrado la Universidad de Buenos Aires al punto tal que, ala designación de Hermitte como Profesor (1907), aún no se había producido el egreso de nin-gún naturalista dedicado específicamente a la Geología y solo el Ing. Eduardo Aguirre mostróinterés por estos conocimientos.

En 1875, en la Universidad de Buenos Aires, comenzó sus actividades la Facultad de CienciasFísico-Naturales con un Doctorado en Ciencias Naturales que incluía un curso de Mineralogía yGeología, inicialmente a cargo de Juan Ramorino, pero que no llegó a dictar debido a su falleci-miento en 1876. Lo reemplazó Eduardo Aguirre quien así, se transformó en el primer profesorargentino que enseñó Geología en nuestro país. En el discurso inaugural del curso, pronunciadoel 29 de mayo de 1878, Aguirre se refirió a los principales científicos que, a través del tiempo,habían contribuido a la elaboración de los conocimientos geológicos y mineralógicos de su época.

Aguirre enseñó a los naturalistas Mineralogía y Geología entre los años 1878 y 1907 y Petrografíadesde 1903 hasta 1907, siendo reemplazado por Hermitte en la primera materia desde 1907 hasta1933 y en la segunda, desde 1907 hasta 1924.

En consecuencia, las actividades de Hermitte al frente de la Dirección General de Minas,Geología e Hidrología y Profesor de la Universidad, ocurrieron simultáneamente, motivando queentre ambas instituciones surgiera una fructífera vinculación que, sin necesidad de declaracionesoficiales ni la firma de convenios u otros documentos, perduraría por décadas y contribuiría

105CONTRIBUCIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE MINAS

decididamente al surgimiento de la primera generación de geólogos argentinos, destinada a con-tinuar la obra de los geólogos europeos que habían actuado hasta ese momento en el país.

El curso de los acontecimientos que condujeron a tan exitosa relación señala a Hermitte suindiscutido planificador y ejecutor. Como Director reunió en su Repartición a un selecto conjun-to de experimentados geólogos europeos que estudiarían los problemas geológicos y minerosdel territorio nacional. En calidad de docente universitario, ambicionó que los estudiantes egresaranhabiendo recibido una formación científica lo más sólida posible, objetivo que solo se podíaobtener incorporándolos a la Repartición que dirigía, ya que la Universidad por sí misma sehallaba imposibilitada de lograrlo debido a sus magros recursos. En la Dirección General, losjóvenes aspirantes a geólogos seguramente se nutrirían con los conocimientos y experienciasobtenidos a través del trato directo con los científicos extranjeros quienes además, los guiaríantanto en las prácticas de campo como en la confección de sus trabajos de Tesis. Por otra parte, lareciente organización de una biblioteca especializada en temas geológicos y mineros ponía adisposición de los investigadores y estudiantes un recurso único en nuestro país, destinado a laactualización de la información.

Desde Alemania, llegaron Ricardo Stappenbeck y Juan Keidel en 1906, Anselmo Windhausenen 1909 y Enrique Gerth en 1910, de manera que en dicho año, la Dirección General contó conun modesto pero prestigioso elenco de geólogos europeos, integrado por Keidel, Windhausen,Stappenbeck y Gerth, a los que se agregaban los geólogos ad-honorem Guillermo Bodenbender yWalther Schiller, el Geólogo Ayudante A. Flossdorf y los alumnos Elías Pelosi y Franco Pastore.Con respecto a la designación de los mencionados alumnos Hermitte (1912: 37) expresó que lostrabajos efectuados por los geólogos experimentados contribuyeron a iniciar la formación de unpersonal de geólogos nacionales. “Así, la División tuvo en cuenta, como razones principales, lanecesidad imperiosa de aumentar su personal de geólogos y ofrecer un aliciente a los alumnos deldoctorado en ciencias de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de nuestra Univer-sidad. El nombramiento de los señores Elías Pelosi y Franco Pastore, alumnos del doctorado, esel primer paso dado en este sentido, incorporando a los estudios geológicos nacionales los pri-meros geólogos argentinos”.

 

Prof. Ing. Enrique M. Hermitte

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24106

El número de geólogos europeos se incrementó con el arribo, en 1911, de Pablo Groeber yGuido Bonarelli; en 1912, de Walther Penck y Ricardo Wichmann, y entre 1912 y 1913, de HelgeBacklund, Ricardo Beder, Juan Rassmuss, G. Delhaes y J. Hausen. La presencia argentina, en losaños 1912-1913 estuvo dada por Pastore y el ingreso de Juan J. Nágera quien en 1913 realizó conBonarelli un viaje geológico a las provincias de Entre Ríos y Corrientes. En 1914, en reemplazode Holtedahl que había sido propuesto pero no se hizo cargo, se incorporó José M. Sobral,graduado el año anterior con el título de Geólogo, en Uppsala (Suecia).

En el mes de julio de 1914, Penck regresó a Alemania y su lugar fue ocupado por Pastore,recién graduado1 . En consecuencia, en el inicio del año 1914 actuaban en la Dirección General:Keidel (Jefe Sección Geología), Beder y Hausen (Geólogos Petrógrafos), Bonarelli, Groeber,Penck, Rassmuss y Wichmann (Geólogos), Flossdorf y G. Senilosa (Geólogos Ayudantes), Pastorey Nágera (Geólogos de Segunda) y R. Faikosch (observador en la Estación Sismológica de Mendoza(Hermitte, 1916).

Hasta entonces, Argentina había sido un país próspero y la Dirección General de Minas,Geología e Hidrología disponía de un presupuesto que le permitía realizar cómodamente susactividades. Pero la iniciación de la Primera Guerra Mundial modificó rápidamente el panoramaeconómico del país, reduciéndose a la mitad el presupuesto de la Repartición, lo que paralizó laincorporación de alumnos y además, varios geólogos alemanes interrumpieron sus trabajos yregresaron a Alemania, como: Gerth, Delhaes, Schiller, Backlund y Penck, por lo que en el año1918, sólo permanecían los europeos Keidel, Windhausen, Stappenbeck, Bonarelli (quien seausentaría transitoriamente en 1919), Wichmann, Groeber, Beder y Rassmuss, mientras que en-tre los argentinos se hallaban: Pastore, Nágera, Sobral y Luciano Catalano.

Finalizada la contienda mundial, las actividades se reanudaron lentamente y Hermitte incor-poró, en la Sección Geología, a la alumna Edelmira Mórtola quien, en 1920 se doctoró con unaTesis dirigida por Hermitte, sobre rocas alcalinas del Chubut, colectadas por Keidel. De estamanera, Mórtola resultó no solo la primera mujer geóloga de nuestro país, sino también la pri-mera que desempeñó tareas científicas en la mencionada Institución.

En 1921, Martín Doello Jurado, designado Geólogo Asociado de la Dirección General, juntocon Pastore como Profesor Suplente de Hermitte, realizaron una expedición científica a Tierradel Fuego, auspiciada por el Museo Nacional de Historia Natural y la Dirección General deMinas, Geología e Hidrología.

En el año 1924 aún actuaba un número reducido de geólogos europeos (Beder, Groeber,Wichmann, Windhausen, Luis F. Delétang), que se reduciría poco después con los fallecimientosde Beder y Wichmann en 1930, Delétang en 1931 y Windhausen en 1932. Keidel, por su parte, enel año 1922 había renunciado a la Dirección General de Minas, Geología e Hidrología paradedicarse a la docencia universitaria, tarea que cumplió hasta su jubilación en 1941, sin por ellodejar de realizar importantes trabajos geológicos (Borrello, 1952).

En cuanto a los argentinos que, durante el año 1924, efectuaban trabajos geológicos, sehallaron: Juan J. Nágera (Jefe Sección Geología), Luciano Catalano, Remigio Rigal (Director delMuseo de Aguas Subterráneas), Franco Pastore, Augusto Tapia y José M. Sobral (Director deMinas, Geología e Hidrología entre 1922 y 1930). En 1925 se agregarían los Ayudantes Isaías R.Cordini, Ramón J. Guiñazú, Eduardo Riggi y Ernesto Soler. Los dos primeros mencionadosrealizaron trabajos de campo bajo la dirección de Carlos C. Caldenius.

De esta manera, una joven generación de geólogos argentinos fue sustituyendo gradualmen-te a aquella compuesta por quienes habían sido sus maestros. Tal reemplazo, que en su parte1 Pastore fue el primer geólogo graduado en una universidad argentina, con su Tesis n° 103 rendida a principios del año

1914. Recién el 22 de diciembre de 1915 era aprobada la Tesis n° 109 de Juan J. Nágera (Camacho, 1996).

107CONTRIBUCIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE MINAS

principal insumió unos 20 años, significó un hecho singular en la historia de la Geología argenti-na, en el cual la Dirección General de Minas, Geología e Hidrología cumplió una funciónprotagónica, conducida hábilmente por Hermitte, mérito que la posteridad no le ha reconocidoaún plenamente, si bien algunas importantes voces lo recordaron públicamente, como JuanOlsacher (1962) para quien, Sarmiento y Hermitte fueron los dos hombres que más hicieron,desde la función pública, en beneficio de la Geología argentina; mientras que para Keidel (1941),Hermitte tuvo el gran mérito de haber fomentado con entendimiento y energía, los estudios decarácter científico al lado de las exigencias prácticas. También la Academia Nacional de CienciasExactas, Físicas y Naturales, en el año 1923, lo nombró Miembro Titular y la Escuela Técnica N°34 de la Ciudad de Buenos Aires lleva su nombre.

En sus cátedras de la Universidad de Buenos Aires, Hermitte fue reemplazado por Pastore,actuando como Jefe de Trabajos Prácticos Edelmira Mórtola. En sus primeros años de docencia,el único sueldo percibido por Pastore fue el de Geólogo de la Dirección General de Minas,Geología e Hidrología y, en cumplimiento de dicha función, durante sus viajes reunió una impor-tante colección de rocas y minerales de nuestro territorio, cuyos duplicados sirvieron para orga-nizar un ejemplar y didáctico Museo Mineralógico y Petrográfico en la Facultad de CienciasExactas, Físicas y Naturales.

Algunos de los geólogos europeos que trabajaron en la Dirección General de Minas, Geolo-gía e Hidrología de aquella época, se radicaron definitivamente en el país y culminaron su activi-dad científica dedicándose a la docencia universitaria. Keidel y Groeber cumplieron una notableactuación en la Universidad de Buenos Aires, donde Keidel dictó Geología desde 1924 hasta sujubilación en 1941, y Groeber comenzó como Profesor Adjunto de Mineralogía y Geología paraIngenieros, pasando en 1935 a Profesor Titular de Geografía Física y Climatología. En la Univer-sidad Nacional de La Plata igualmente ejercieron con gran éxito, Keidel y Schiller, mientras queWindhausen y Beder enseñaron en la Universidad Nacional de Córdoba; el primero de ellosescribió la obra «Geología Argentina» (1929-1931), que durante décadas fue un texto clásico paraestudiantes y egresados.

La identificación de una primera generación de geólogos no excluye el reconocimiento de laexistencia de un núcleo precursor, representado por naturalistas de la talla de los hermanosAmeghino. Si bien, ellos concentraron su vocación principalmente en el estudio de los mamífe-ros fósiles, también se destacaron por sus aportes a la geología del país.

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Recibido: 15 de Febrero de 2008Aceptado: 15 de Abril de 2008

109EN MUSEO DE LA PLATA A FINES DEL SIGLO XIXHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 109-126F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

El Museo de La Plata en el avance del conocimientogeológico a fines del Siglo XIX

Alberto C. RICCARDI1

Abstract: THE LA PLATA MUSEUM GEOLOGICAL CONTRIBUTION IN THE XIX CENTURY.- The contributions of the La PlataMuseum to the geological knowledge of Argentina, began after this institution was founded in 1884, as an aftermath ofthe exploratory trips began by F.P. Moreno in 1873. The geological studies of the La Plata Museum, organized by Moreno,covered the Andean region between Puna and Tierra del Fuego, but with their main focus in the Patagonian Andes, tookrelevance from 1893 onwards when they became related to geographic explorations aimed at fixing the boundary be-tween Argentina and Chile. As a result in about ten years the geographic and geological basis of extense and almostunknown regions were established. The study of the area between the Ultima Esperanza Inlet and lago Belgrano wasmainly due to R. Hauthal, who defined its general stratigraphy and published the first geological map of the cordilleranregion between c. 49° 30' and 52° S. The general geological scheme north of Lago Buenos Aires, to río Negro, wasestablished by Santiago Roth. The stratigraphic succession, facies and structural changes through the argentine-chileancordillera at the latitude of Lago Nahuel Huapi and Lago Lacar was studied by L. Wehrli, whilst at the latitude ofNeuquén and Mendoza is mainly due to C. Burckhardt, with the contribution of R. Hauthal for the region between theAtuel and Diamante rivers. Important collections of Mesozoic and Cenozoic invertebrates, plants and vertebrates weremade in these large areas, which were studied, respectively, by C. Burckhardt, F. Favre, W. Paulcke, O. Wilckens, F. Lahilley H. Ihering, by F. Kurtz, and by F. P. Moreno, A. Mercerat, A. S. Woodward, R. Lydekker and F. Ameghino.

Resumen: EL MUSEO DE LA PLATA EN EL AVANCE DEL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO A FINES DEL SIGLO XIX.- Las contribu-ciones al conocimiento geológico de la Argentina vinculadas al Museo de La Plata, dieron continuidad, luego de lafundación de esa institución en 1884, a las observaciones efectuadas por su fundador F. P. Moreno durante las exploracio-nes que realizó a partir de 1873. Los estudios del Museo de La Plata, organizados por Moreno, que se centraron funda-mentalmente en la Patagonia y en la región andina, abarcaron desde la Puna hasta Tierra del Fuego y adquirieron mayordimensión a partir de 1893 debido a las exploraciones efectuadas para establecer el límite con Chile. Con ello en aproxima-damente 10 años se sentaron las bases geográficas y geológicas de regiones prácticamente desconocidas. El estudio de lageología entre el Seno de la Ultima Esperanza y el lago Belgrano se debió fundamentalmente a R. Hauthal, quien estable-ció la estratigrafía general de esa región y publicó el primer mapa geológico de la región cordillerana ubicada entre c. 49°30' y 52° S. Las bases de la geología al norte del Lago Buenos Aires, hasta el río Negro, fueron establecidas por SantiagoRoth. La sucesión estratigráfica, variaciones faciales y estructurales en sentido este-oeste de la región correspondiente alos lagos Nahuel Huapi y Lacar fue estudiada por L. Wehrli, y la de la cordillera argentino-chilena a la latitud del Neuquény Mendoza se debió fundamentalmente a C. Burckhardt, con los aportes de R. Hauthal para la región entre los ríos Atuely Diamante. En el Mesozoico y Cenozoico de esta extensa región se efectuaron importantes colecciones paleontológicasde invertebrados, plantas y vertebrados, que fueron estudiadas respectivamente, por C. Burckhardt, F. Favre, W. Paulcke,O. Wilckens, F. Lahille y H. Ihering, por F. Kurtz, y por F. P. Moreno, A. Mercerat, A. S. Woodward, R. Lydekker y F.Ameghino.

Key words: La Plata museum. Geology. History.

Palabras clave: Museo La Plata. Geología. Historia.

Introducción

En la segunda mitad del Siglo XIX los estudios geológicos originados dentro del país sedebieron fundamentalmente a tres instituciones: el Museo Público de Buenos Aires, la AcademiaNacional de Ciencias, en Córdoba, y el Museo de La Plata.

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La institución señera fue el Museo Público de Buenos Aires, cuya creación en 1812 se debióa la iniciativa de Bernardino Rivadavia, pero cuya trascendencia científica se produjo entre 1862y 1892, bajo la dirección de German Burmeister (1807-1892). Desde esa institución Burmeisterinfluyo en la creación y desarrollo inicial de las otras dos instituciones (cf. Riccardi, 2000a p. 157).Así a Burmeister se debió la organización y primera dirección de la Academia Nacional de Cien-cias, nacida en 1869 por inspiración del Presidente de la Nación Domingo F. Sarmiento y delMinistro de Instrucción Pública Nicolás Avelleneda. Su influencia en la creación del Museo de LaPlata en 1884, fue en cambio indirecta y debe buscarse en las enseñanzas y ejemplo que transmi-tió a su fundador, F.P. Moreno, en el transcurso de su adolescencia y juventud.

Los aportes al conocimiento geológico de la Argentina originados en la Academia Nacionalde Ciencias durante la segunda mitad del Siglo XIX tuvieron como foco el centro y noroeste delpaís y se debieron a Alfredo Stelzner, Luis Brackebusch y Guillermo Bodenbender. Este últimotambién contribuyo, junto con Federico Kurtz, al estudio de la geología del sur de Mendoza ynorte del Neuquén.

Los trabajos del Museo de La Plata, como se verá, cubrieron casi todo el país, pero sus logrosmas importantes tuvieron como escenario la región patagónica, cuyo interior hasta la década de1870 había permanecido virtualmente desconocido.

El conocimiento geológico de la Patagonia anterior a 1870

Hasta 1870, año en que el capitán inglés Jorge Musters efectuó su travesía entre Punta Arenasy Carmen de Patagones (Musters, 1870), el conocimiento que se tenía de la Patagonia se hallabarestringido a algunas observaciones aisladas, mayormente limitadas al litoral atlántico, realizadaspor navegantes y exploradores extranjeros.

Los reconocimientos de Fernando de Magallanes en 1520, registrados por el cronista Fer-nando Antonio Pigafetta, fueron seguidos entre los siglos XVI y XVII por numerosas expedicio-nes marítimas a lo largo de la costa patagónica. El interior en cambio permaneció poco conoci-do, pese a algunos viajes de los misioneros jesuitas Nicolás Mascardi en 1670-2, José Cardiel, JoséQuiroga y Matías Strobel en 1745 y a la exploración de Antonio de Viedma, en 1782, de la regiónentre Puerto San Julián y el lago que lleva su nombre. Las observaciones más amplias y detalladas,basadas generalmente en relatos de terceros, fueron sin embargo transmitidas a la posteridad porotro misionero el Padre Tomás Falkner (1774).

En 1826 los buques ingleses «Beagle» y «Adventure» comenzaron una serie de exploracionescientíficas al mando del capitán Parker King, las que continuarían entre 1830 y 1836 bajo ladirección del capitán Roberto Fitz Roy. En esta última época, en 1831, se unió a la expedición elnaturalista de sólo 22 años Carlos Darwin, a quien se deben los primeros estudios geológicossobre la Patagonia que merecen ser tomados en consideración. La búsqueda del lago que daorigen al río Santa Cruz, intentada en 1834, fracasó a sólo pocos kilómetros del mismo y a la vistade los cerros que lo circundan, tales como el Hobler y Castillo bautizados por Fitz Roy. Noobstante, fue en ese recorrido que Darwin (1842, 1846) realizó diversas observaciones geológicassobre el interior de la Patagonia.

Aproximadamente en la misma época, en 1829, Alcides d’Orbigny en el curso de un viaje deestudios por América del Sur llegó a Carmen de Patagones, localidad en la que permaneciónueve meses y desde la cual recorrió la región aledaña, mayormente la costera entre los 40º y 42ºde latitud sur, y efectuó estudios, en especial referidos al Terciario, los cuales serían luego incor-porados a la síntesis geológica presentada en su obra «Voyage dans l’Amerique Meridional» (1842).

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Notablemente, hasta los viajes de Moreno, realizados entre 1875 y 1880 al Nahuel Huapi,Tecka y los lagos Argentino, Viedma y San Martín, el interior de la Patagonia era virtualmentedesconocido, en especial la vertiente oriental de la cordillera. Es que como dijera Moreno laArgentina civilizada tenía «como centros principales extremos, el Azul en la Provincia de BuenosAires, Río IV en la de Córdoba, Villa Mercedes y San Luis en la de este nombre, y San Rafael enla de Mendoza; Bahía Blanca era un punto aislado, y había peligro de muerte en cruzar desde allíhasta el Azul o el Tandil» (Moreno, 1898, p. 207). «Sólo Carmen de Patagones, la población quefundara Antonio de Viedma en 1779, era la vigía solitaria y aislada que apuntaba hacia el desoladosur» (Destefani, 1977, p. 31). La colonia galesa del río Chubut iniciada en 1865, era «un oasis enel desierto. . . el Puerto Deseado se encontraba... en el mismo estado en que lo dejara Víedma...y la bahía de Santa Cruz permanecía tan solitaria como en el tiempo en que el almirante Fitz Royreparara en ella . . . las averías de la veterana Beagle» (Moreno, 1898, p. 208-9). La isla Pavón en ladesembocadura del río Santa Cruz y la isla de los Estados más al sur, eran los enclaves donde unpequeño grupo de hombres encabezado por el Comandante Luis Piedrabuena reivindicaba lasoberanía argentina hasta el Cabo de Hornos (Riccardi, 1986).

Las exploraciones de Moreno (1875-1880)

Las exploraciones de Moreno a la Patagonia tuvieron siempre los mismos propósitos, segúnsus propias palabras, «conocer esos territorios hasta sus últimos rincones y convencer con prue-bas irrecusables a los incrédulos y a los apáticos, del gran factor que, para nuestra grandeza, seríala Patagonia, apreciada en su justo valor» (Moreno, 1898, p. 209).

Su primer viaje a Carmen de Patagones en 1873 fue seguido en 1874 por otro, en barco, hastala desembocadura del río Santa Cruz. Entre fines de 1875 y principios de1876 a los 23 años deedad se convirtió en el primer hombre civilizado en alcanzar el lago Nahuel Huapi desde elAtlántico. Y en 1876-1877 realizó una expedición en barco a Santa Cruz, pasando por Chubut,con el objeto de reconocer el río Santa Cruz y averiguar la verdadera situación de la Cordillera(Moreno, 1898, p. 209). Así llegó, junto con Carlos M. Moyano, a los lagos que llamó Argentinoy San Martín (Moreno, 1879).

En 1879-1880 Moreno cruzó la Patagonia desde Carmen de Patagones a Tecka en Chubut,regresando por el Nahuel Huapi. Su visita a las Tolderías de Shaihueque concluyó en una legen-daria huida en balsa, de 6 días de duración, por los ríos Collón Cura y Limay hasta la confluenciade este último con el Neuquén.

En los relatos de estos viajes de exploración efectuados por Moreno las observaciones geo-lógicas suelen ser mayormente anecdóticas y/o confirmatorias de conclusiones de otros. Entreellas se encuentran las que efectuó en Chubut (Moreno 1879), referidas fundamentalmente a la“formación geológica que d’Orbigny llamo Terciaria Patagónica” y a los rodados que la cubren. Dela primera describió aspectos litológicos, estratificación y características de su contenido fósil, altiempo que la ubicó en el contexto mas amplio de la totalidad de la Patagonia e incluso de laProvincia de Buenos Aires y la región del litoral, en algunos casos corroborando observacionesde naturalistas como Darwin, Bravard, Burmeister y Agassiz. Moreno (1879, p. 70) concluyó queel levantamiento de las capas marinas terciarias de la región oriental fue uniforme y continuóhasta la actualidad. A este fenómeno de elevación gradual, con interrupciones temporarias, atri-buyó Moreno la formación de mesetas a diferentes alturas sobre el nivel del mar, señalando quelas mismas muestran una ligera inclinación desde los Andes hacia el este, con una disminucióndel tamaño de los rodados que las cubren en la misma dirección. Con respecto a esta cubierta de

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rodados o “manto de cascajo rodado”, como lo llamó (Moreno, 1879), Moreno (1879, p. 68-69)describió su composición y distribución, desde la orilla del Atlántico a las faldas andinas, con unaextensión norte-sur de 1000 Km y este-oeste de 320 Km, al tiempo que observó que en Chubut,a diferencia de Santa Cruz, no existen bloques erráticos en proximidad al océano, todo lo cual lollevó a suponer que estos rodados se originaron en la región cordillerana y que fueron disemina-dos por acción del agua.

Moreno, entre otros aportes, también describió (Moreno, 1879) las características y origen delas salinas de la Patagonia, a las que comparó con las de otras regiones del país, registró losdiferentes tipos de unidades litológicas, ígneas, metamórficas y sedimentarias, en los trayectosque recorrió, descubrió yacimientos de vertebrados terciarios en el valle del río Santa Cruz condiferentes tipos de “marsupiales, roedores, carnívoros, paquidermos y hasta desdentados”, apun-tó la presencia de invertebrados cretácicos y de plantas del Terciario inferior en la región de loslagos San Martín y Viedma, describió la disposición estructural de las capas sedimentarias repre-sentadas en el valle superior del río Shehuen, la naturaleza eruptiva del cerro Kachaike y del quedenominó Moyano, registró la existencia de troncos silicificados de hasta 1 metro de diámetro yde moluscos marinos del Terciario inferior en la región de Valcheta y puso de relieve las similitu-des geológicas de la Patagonia con otros continentes australes (Moreno, 1882).

Las exploraciones y estudios originados en el museo de La Plata

ANTECEDENTES

El 17 de septiembre de 1884 (Riccardi, 1977), luego de un viaje a Francia, y cuando contaba32 años de edad, Moreno fundó el Museo de La Plata, el que dirigió hasta 1906, año en el querenunció debido a su oposición a que esa institución fuese incorporada a la recién creada Univer-sidad Nacional de La Plata.

Este establecimiento estaba destinado, en sus palabras “a reunir, estudiar y divulgar materia-les para la Historia Física y Moral del Continente Sud-Americano” y “el plan adoptado abarcadiferentes temas: estudio bajo el punto de vista geológico y geográfico, de la parte de la cortezaterrestre que hoy forma el continente Sud-Americano”.

Desde esta institución, disponiendo de medios más importantes que en la década anterior, enespecial de varios colaboradores, Moreno continuó con mayor dedicación el estudio de los terri-torios patagónicos.

EXPEDICIONES DE 1888-1889Luego de la etapa de construcción de su edificio, concluida en 1888, el Museo La Plata

comenzó a desarrollar una serie de actividades, mayormente centradas en la Patagonia y la Pro-vincia de Buenos Aires. Las expediciones llevadas a cabo tuvieron como objetivo principal laexploración geográfica y la colección de materiales paleontológicos, biológicos y antropológicosdestinados a enriquecer las colecciones y exhibiciones del museo. En este período inicial lasobservaciones geológicas sin embargo no fueron importantes y estuvieron acotadas por el nivelde conocimiento de los encargados de tales exploraciones.

Entre 1888 y 1889 la Sección Exploraciones Nacionales del Museo de La Plata efectuó variasexpediciones para coleccionar materiales en los yacimientos fosilíferos del río Santa Cruz, descu-biertos por Moreno en 1877 y efectuar reconocimientos y colecciones en la isla de los Estados,Tierra del Fuego y Chubut Central (Moreno, 1890).

113EN MUSEO DE LA PLATA A FINES DEL SIGLO XIX

La expedición al Chubut inició su viaje en agosto de 1888. Estuvo integrada por CarlosAmeghino, Antonio Steinfeld y Eduardo Botello y pese a que Carlos Ameghino fue separado delMuseo el 12 de marzo de 1889 debido al incumplimiento de instrucciones recibidas, Steinfeld yBotello prosiguieron los trabajos en la misma región el 24 de abril, pasando el invierno de 1889en las inmediaciones de los lagos Colhue Huapi y Musters. La primera remesa de materialesenviada desde el campo incluyó 14 cajones de restos paleontológicos (fundamentalmente mamí-feros y restos de dinosaurios) y antropológicos.

La expedición al río Santa Cruz, integrada por Santiago Pozzi y Clemente Onelli, llevandocomo ayudantes a Juan Ivovich y Francisco Larumbe, salio el 31 de octubre de 1888 y llego aPunta Arenas a principios de Noviembre, zona en la que examinaron la “formación lignítica” delTerciario y coleccionaron muestras. Los expedicionarios continuaron viaje a caballo hasta RíoGallegos, donde obtuvieron restos de mamíferos fósiles y rocas. Luego siguieron hasta el ríoSanta Cruz, a donde llegaron el 28 de noviembre, para recorrer varias veces el trayecto entre elOcéano y la Cordillera y obtener una importante colección de vertebrados fósiles, incluyendotoxodontes y aves de gran tamaño. Regresaron a La Plata el 2 de agosto de 1889 con 100 cajonesde fósiles. Con igual propósito, a fines de agosto de 1889, Ivovich, Larumbe y el indígena fueguinoMaisch se dirigieron a la isla de los Estados y Tierra del Fuego, para pasar en octubre a SantaCruz, donde permanecieron hasta principios de 1890.

Por la misma época el Museo de La Plata también se enriqueció con abundante material fósil(incluyendo varios gliptodontes, 2 milodontes, 1 lestodonte, 1 megaterio) proveniente de la pro-vincia de Buenos Aires, especialmente de Monte Hermoso y Lujan.

Al finalizar esta época, en 1890, se iniciaron las publicaciones del Museo de La Plata, las quefueron impresas en talleres propios montados a tal efecto gracias al aporte económico del mis-mo Moreno. Los primeros trabajos, dados a conocer en los Anales y la Revista incluyeron con-tribuciones de Alcides Mercerat (1890, 1891a-i), primer encargado de la Sección Paleontología, yde Moreno y Mercerat (1891a), sobre los mamíferos fósiles coleccionados por Moreno en 1874-1875 y 1876-1877 en el Terciario de Chubut y Santa Cruz. Moreno y Mercerat (1891a, b) tambiénpublicaron un catálogo bilingüe castellano-francés de pájaros fósiles. Por su parte Moreno (1891a,b, 1892) dio a conocer estudios sobre vertebrados, especialmente cetáceos, del Terciario de Chubuty Santa Cruz.

EXPEDICIONES DE 1890-1895Entre 1890 y 1895 Moreno envió otras expediciones a diferentes partes del sur y oeste del

país y las tareas de exploración cobraron mayor dimensión a partir de 1893, año en el que «elgobierno nacional decidió prestar su cooperación a fin de que los trabajos que el Museo hacíapara estudiar el suelo argentino, se realizaran con mayores facilidades» (Moreno, 1898, p. 210).Así entre 1893 y 1895 el personal del Museo recorrió «desde las heladas regiones de la Puna. . .hasta el Departamento de San Rafael en la provincia de Mendoza, estudiando la geografía, lageología y la mineralogía, en las altas cumbres y en los vastos llanos y revelando por vez primerala fisonomía exacta de la orografía andina en tan vasta extensión, hasta entonces casi completa-mente desconocida» (Moreno, 1898, p. 210)

A fines de 1891 una comisión viajó al Puerto Santa Cruz. La integraba el Naturalista Viajerodel Museo Carlos Burmeister, secundado por Emilio Beaufils, Juan Ivovich y Federico Berry,Pedro M. Rosa, y el yahgan Maish. En el mes de septiembre Burmeister efectuó coleccionesfósiles en la zona de Monte Observación (Burmeister, 1891) y, a partir del 29 de diciembre de1891, en una amplia región ubicada entre la costa atlántica y la cordillera y los ríos Santa Cruz yChalia. Esta expedición tuvo como base “un galpón” del Museo ubicado en proximidad al Puer-

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to Santa Cruz. Desde allí, con un pesado carro de cuatro ruedas, se avanzó por la margen nortedel río Santa Cruz en dirección noroeste, hasta el río Chalia o Shehuen, para continuar luegohacia el suroeste hasta la margen oriental del lago Viedma, recorrer la margen oriental del ríoLeona hasta lago Argentino, del cual se exploró su margen norte hasta más allá de los cerrosHobler y Castillo, en cuyas inmediaciones se bautizaron los arroyos de las Hayas y de los Loros.En este trayecto la comisión, entre otros fósiles, hallo restos de dinosaurios en la región del ríoLeona y del cerro que se denominó Fortaleza. Posteriormente Burmeister y sus acompañantesretornaron hacia el norte hasta “Shanijeshk-aik” (= Piedra Clavada), en el río Shehuen, y siguie-ron de allí al lago San Martín. Finalmente regresaron por los valles de los ríos Chalia y Chicohasta Santa Cruz, a donde llegaron, con las colecciones obtenidas, a fines de marzo de 1892(Burmeister, 1892).

Los dinosaurios, cetáceos y ungulados fósiles obtenidos por las expediciones del Museo enNeuquén, Chubut y Santa Cruz fueron estudiados por Richard Lydekker, quien, invitado porMoreno, visito el Museo entre septiembre y noviembre de 1893. Sus estudios, realizados en untiempo relativamente breve y, como el mismo señaló, no disponiendo de la bibliografía necesaria,fueron dados a conocer en forma inmediata (Lydekker, 1893, 1894) en ediciones bilingües caste-llano-inglés de los Anales del Museo. Entre otros restos fósiles los trabajos comprenden la des-cripción del Titanosaurus australis, especie cuyo esqueleto sería montado y exhibido en las salas delMuseo a partir de 1928, por iniciativa de Angel Cabrera.

Así el material paleontológico coleccionado en Santa Cruz por Moreno en 1877, y por otropersonal del Museo entre 1887 y 1896, sirvió de base al conocimiento de invertebrados yvertebrados, fundamentalmente del Cenozoico gracias a los estudios de Lahille (1896, 1898,1899), Mercerat (1890, 1891a-i), Moreno y Mercerat (1891a, b) y Florentino Ameghino (1887,1889). El contexto estratigráfico de estos hallazgos fue establecido detalladamente por Mercerat(1897), quien entre 1892-1893 y 1893-1895, como investigador del Museo Nacional de BuenosAires, efectuó diez perfiles regionales al sur del río Santa Cruz. Mercerat (1896-7). En estosaportes, estableció la relación correcta entre el Patagoniense y el Santacrucence, y las caracterís-ticas de los rodados que cubren la región, a los que denominó «Tehuelches» y refirió al Plioceno.

Mientras tanto, el 13 de junio de 1892, otra expedición del Museo integrada por RodolfoHauthal, quien desde 1891 era Encargado de la Sección Geología y Mineralogía, se dirigió aMendoza con el objeto de hacer un informe sobre la existencia de carbón al sur de San Rafael.En su transcurso se realizaron observaciones desde el Triásico de Cacheuta y Challao, pasandopor la sierra de Piedra Pintada, hasta la región ubicada entre los ríos Diamante y Atuel, en la cualse ubicaba el yacimiento. Así a Hauthal (1892b) se debió la primera descripción generalizada delos yacimientos de asfaltita del Cretácico superior existentes en esa región (cf. Borrello, 1956).Moreno complementaria estas observaciones con la publicación, en los Anales del Museo, de unestudio de Ave Lallement que comprende un mapa geológico en escala 1: 25.000 de la región alnorte del río Mendoza (Ave-Lallemant, 1892).

Todos estos estudios fueron ampliados en 1894, cuando Hauthal por orden de Moreno,participó en el examen topográfico y geológico de los departamentos de San Carlos, San Rafaely Villa Beltrán en Mendoza. A resultas del mismo, y en el término de 2 meses y 13 días, losingenieros Gunardo Lange y Enrique Wolff realizaron un levantamiento topográfico en escala1:500.000 de 35.000 km2, determinaron 175 alturas sobre el nivel del mar y confeccionaron,conjuntamente con Hauthal, un plano topográfico-geológico en escala 1: 25.000 de 88 km2 entrelos ríos Atuel y Diamante (Moreno 1896; Lange 1896; Hauthal 1896a). Como resultado de suestudio Hauthal (1896a) presentó un perfil y discutió de manera general la estratigrafía de laregión ubicada al oeste del arroyo de la Manga, especialmente la sucesión del Jurásico y Cretácico

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y las rocas volcánicas. Hauthal (1895) también realizó un estudio de los ventisqueros de Mendoza,en la región entre Mendoza y el río Atuel. En definitiva a Hauthal (1892b-c, 1895, 1896a) sedebieron los estudios sobre la estratigrafía y la presencia de asfaltitas en la región ubicada entrelos ríos Atuel y Diamante, sobre el Triásico del Challao, y sobre ventisqueros y sedimentosglaciales en las proximidades de Mendoza.

Por la misma época, en la provincia de Buenos Aires, Hauthal (1892a) estudió la Sierra de laVentana, en la parte oeste de la de Las Tunas y parte oeste de Pillahuinco, zona de la cualpresentó un croquis geográfico, un perfil y describió la litología y el plegamiento, que atribuyó amovimientos provenientes del sur-suroeste.

Posteriormente extendió sus observaciones litológicas, estratigráficas y estructurales a lassierras septentrionales de la provincia de Buenos Aires, entre Hinojo y Cabo Corrientes (Hauthal,1896b), complementando así los efectuados por Juan Valentin (1895) en las sierras de Olavarriay Azul. En estos últimos se había dado especial énfasis a las características e importancia de lasrocas de aplicación allí existentes y también se habían registrado los primeros icnofósiles en lascuarcitas de Balcarce, atribuidas al Paleozoico inferior.

Valentin también efectuó una comisión a San Luis, entre septiembre y octubre de 1894, conel objeto de estudiar las zonas auríferas de las sierras. Allí examinó la zona de Cañada Honda,Mina La Carolina y las principales minas de la sierra de San Francisco y los distritos mineros deQuines y San Martín (Valentin, 1896). Los estudios en esta provincia se vieron enriquecidosademás por el que realizó Kurtz (1895) de las plantas coleccionadas por Moreno en 1883 en elBajo de Véliz.

LA CAMPAÑA ENTRE SAN RAFAEL Y LAGO BUENOS AIRES (1896)En 1896 Moreno decidió efectuar «el reconocimiento geográfico y geológico, dentro de lo

posible y en el perentorio plazo de cinco meses, de la zona inmediata a los Andes y de la parteoriental de éstos comprendida entre San Rafael, en la provincia de Mendoza, y el lago BuenosAires en el Territorio de Santa Cruz» (Moreno, 1898: 212). Decía Moreno “Las República nopuede quedar estacionaria, ni contentarse con su fama de rica, fama más o menos bien merecida.Los que siguen el desenvolvimiento de las naciones sudamericanas, observan que no poca partedel progreso de la Argentina es ficticio. Sienten que solo se mueve en ella lo que está inmediatoa los puertos, que pueden considerarse como pedazos de Europa, y que con raras excepciones, seabandona el interior, desequilibrándose el país cada vez más, como Nación” (Moreno, 1896).

Para ello encomendó a sus colaboradores el estudio de diferentes zonas: La región entre SanRafael-Chos Malal (Figura 1) fue estudiada por el geólogo Rodolfo Hauthal y los ingenieros topó-grafos Enrique Wolff y Carlos Zwilgmeyer, quienes fueron acompañados por el dibujante pai-sajista Carlos Sackmann y el cazador del Museo Matías Ferrua. La región entre río Negro, Limay,Collon Cura, Nahuel Huapi fue relevada por el geólogo Santiago Roth, los ingenieros topógrafosAdolfo Schiörbeck y Eimar Soot, y el ayudante Juan M. Bernichan. Todo el grupo se dirigió porel río Negro y el Limay hasta Collon-Curá. Desde este punto Roth y Soot se internaron por el ríoCaleufu y reconocieron sus afluentes, mientras Schiörbeck y Bernichan se dirigieron al lagoNahuel Huapi (Figura 2), donde el último se hizo cargo de la estación meteorológica, mientras elprimero se internó por el lago Gutiérrez y reconoció las serranías vecinas. La región entre loslagos Gutiérrez y Buenos Aires fue recorrida por el ingeniero de Minas Joanny Moreteau, el na-turalista viajero Julio Koslowsky y los ingenieros topógrafos Gunardo Lange, Teodoro Arneberg.Juan Waag, Juan Kastrupp, Emilio Frey y Ludovico Von Platten. Frey exploró la región de Cholilay los valles y serranías situados al norte y noroeste del Lago Puelo y al oeste del principal afluentenorte del Chubut, desde las nacientes del río Manso. Moreteau tuvo a su cargo el estudio geológico

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del valle 16 de octubre y de las montañas vecinas. Lange recorrió la red de lagos entre los deCholila y el Fetaleufú, hasta donde éste recibe las aguas del río Corintos, en el Valle 16 de Octubre(Fig. 3). Waag reconoció la región del río Corcovado, o Carrenleufú, mientras Kastrupp, levantóla topografía de la región al oriente del Lago General Paz (=Gral. Wintter), y el valle del Gennuay Von Platten los valles del río de Las Vacas y del río Pico, al igual que la región montañosaaledaña. Arneberg, acompañado de Koslowsky, exploró los lagos Fontana y La Plata y la regiónentre el río Senguerr y el lago Buenos Aires, hasta los primeros cerros nevados que cruzan losafluentes del río Aysén.

“Todo este competente personal, perteneciente a las secciones topográfica y geológica delMuseo de La Plata”, se puso en marcha a principios de Enero de 1896. Moreno por su parte sedirigió a San Rafael y desde allí cubrió a caballo el trayecto hasta lago Buenos Aires, encontrandoa su paso a las distintas comisiones “para tener así una impresión personal del conjunto de losresultados y poder con ella darme cuenta luego de sus detalles” (Moreno, 1898, p. 213). Losresultados de esta expedición múltiple que finalizó en junio de 1896 fueron reseñados por Mo-reno (1898), reseña que incluyó parte de las instrucciones que el mismo diera a sus colaboradores

La expedición realizada por el Museo entre enero y junio de 1896 sirvió para el reconoci-miento de un área de 170.000 km2 entre San Rafael y lago Buenos Aires con vistas a elaborar unplano en escala 1:400.000. En ella se recorrieron 7155 Km a caballo, se determinaron 3 longitu-des, 328 latitudes y 201 azimutes; se hicieron 360 estaciones con teodolito y 180 con brújulaprismática; se realizaron 1072 estaciones barométricas y 271 observaciones trigonométricas dealtura; se tomaron 960 clichés fotográficos y 6250 muestras de rocas y fósiles; y se confeccionaronlos primeros planos preliminares del lago Nahuel-Huapi y del Valle 16 de Octubre.

En esta expedición Roth, que se había incorporado al Museo en 1895 como Encargado de laSección Paleontología, en reemplazo de A. Mercerat, describió (Roth, 1899a) los niveles fosilíferosde General Roca (Figura 4), recogiendo materiales que luego fueron estudiados por Burckhardt(1902b), quien los consideró de edad cretácica superior y daniana y comparables a los halladospor Bodenbender (1892) en Malargüe (cf. Behrendsen 1891-2). Burckhardt (1902b) establecióademás que la fauna correspondía a una ingresión atlántica que había estado limitada hacia el sury el oeste por una masa continental. Material de esta localidad, recogido por Roth en viajesposteriores, fue también estudiado por Ihering (1903, 1904, 1907) y Wilckens (1905).

Roth (1899a) realizó además un perfil geológico transversal desde Carmen de Patagoneshasta el lago Falkner, estableciendo las características principales de la estratigrafía de la región;descubrió el Jurásico inferior marino de Piedra Pintada (Roth, 1902), cuyas plantas e invertebra-dos fueron estudiados respectivamente por Kurtz (1902b) y Burckhardt (1902c); coleccionórestos de vertebrados en sedimentos continentales cretácicos, los que fueron descriptos porWoodward (1896, 1901); y halló y describió restos de mamíferos fósiles en sedimentos hoy atri-buidos a la Formación Collón Cura.

En este viaje y los realizados en 1898-9 y 1902 Roth (1899a, 1904a, 1908, 1922, 1925) docu-mentó la presencia de Jurásico inferior marino en Chubut, atribuyó al Terciario afloramientosposteriormente referidos a la Serie Andesítica, descubrió plantas miocenas cerca del NahuelHuapi y sedimentos marinos patagonianos en Corral Foyel, en las cabeceras del río Villegas y enel cerro Otto; y coleccionó el material de vertebrados de la región de Laguna Blanca, río Fénix,río Genguel, río Senguerr, río Huemules y río Frías que años después sería estudiado por Kraglievich(1930). También descubrió Roth (1899a) varios yacimientos de mamíferos en el valle inferior delChubut y en el norte del lago Musters.

Cabe destacar que hasta hace pocas décadas la mayor parte del conocimiento geológico quese tenía de la región ubicada entre lago Fontana y Esquel se debía fundamentalmente a Roth,

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Figura 3. El Valle 16 de Octubre y el Cerro Situación (Esquel, Chubut) en 1896 (Moreno, 1898).

Figura 1. Chos Malal en 1896 (Moreno, 1898).

Figura 2. Personal del Museo de La Plata navegando el lago Traful en 1896 (Moreno, 1898).

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Figura 4. Perfil geológico frente a General Roca, Río Negro (Roth, 1899a).

quien también fue considerado en su época como el mejor conocedor de la geología pampeana(Roth, 1888, 1921; véase Kraglievich, 1925). La importancia de los aportes de Roth se extendió alos estudios y exhibiciones paleontológicos (cf. Riccardi, 2000b). Roth efectuó numerosas deter-minaciones de géneros de mamíferos y realizó el primer estudio detallado de la región auditiva deungulados sudamericanos, lo que permitió el reconocimiento de un grupo natural diferente aotros del resto del mundo, para el cual introdujo la denominación de Notoungulata. Su habilidaden montaje de esqueletos contribuyó a la fama internacional del Museo de La Plata que pudogracias a ello exhibir colecciones únicas en el mundo (Torres, 1927), con reconstrucciones queno han sido superadas hasta la actualidad.

Las exploraciones y observaciones realizadas por la expedición que el Museo de La Plataefectuó a principios de 1896 hallaron continuidad natural en los trabajos de la comisión delímites, presidida por Moreno a partir de septiembre de ese año. De esta manera la concepciónintegradora de Moreno entrelazó las investigaciones geográficas y geológicas del Museo de LaPlata con la determinación del potencial económico del país y la afirmación de su soberaníaterritorial y política.

LOS ESTUDIOS DE LA COMISIÓN DE LÍMITES (1892-1898)Moreno, como Perito y Jefe de la Comisión Argentina en la cuestión de límites con Chile,

efectuó con posterioridad a 1896 numerosos viajes entre Buenos Aires, Santiago de Chile y laregión cordillerana.

Las tareas de la comisión de límites desarrolladas entre 1892 y 1898 estuvieron a cargo denueve subcomisiones (República Argentina, 1902) y los estudios realizados abarcaron las siguien-tes regiones: la Sub-comisión No. 1 entre los paralelos 26° 40', y 32° 25'; la Sub-comisión No. 2 entreel paralelo 32° 20' y el sur del volcán Maipú; la Sub-comisión No. 3 desde el Paso de Santa Elenahasta el paralelo 37° 30'; la Sub-comisión No. 4 desde el paralelo 37° 30' hasta las proximidades delparalelo de 41° al oeste del lago Nahuel-Huapi; la Subcomisión No. 7 entre el lago Nahuel-Huapi yel río Palena, explorando los lagos Gutiérrez, Mascardi, Guillermo, Menéndez y Rivadavia; laSubcomisión No. 8 entre el río Palena y el paralelo de 47°, incluyendo los ríos Aysén, Las Heras,Queilal, y los lagos Fontana, La Plata, Buenos Aires y Soler; la Subcomisión No. 9 una zona casicompletamente desconocida, en la que se descubrió, entre otros, los lagos Pueyrredón, Brown,Nansen, Burmeister, Azara, Cardiel y Quiroga y se navegaron los lagos San Martín y Viedma; laSubcomisión No. 5 entre los grados 50° y 52°, incluyendo la región al oeste del lago Argentino y lasituada al sur y al oeste de la Sierra de los Baguales. Estas tareas fueron complementadas por marpor el trasporte Azopardo y el aviso Golondrina, que reconocieron zonas extensas de costa entrelos paralelos de 42° y 52°.

Finalmente en 1901, durante tres meses, Moreno y Hauthal acompañaron a Thomas Holdich,representante del Tribunal Arbitral, en el reconocimiento de la región ubicada entre el lago Lacar

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y el Seno de la Ultima Esperanza (Hünicken, 1970).Las tareas desarrolladas por estas subcomisiones, especialmente las 5, 7, 8 y 9, a las que se

debió el descubrimiento de 43 lagos y varios ríos importantes, fue aprovechada por Roth yHauthal para realizar numerosas observaciones geológicas e importantes colecciones fósiles. Lasmismas permitieron al primero, entre 1897 y 1899, ampliar, directa o indirectamente, el conoci-miento geológico de la pendiente oriental de la cordillera patagónica y zona aledaña, entre losríos Negro y Limay y lago Fontana, en el oeste del Chubut, tal como se señaló más arriba (cf.también Roth, 1898, 1899c, 1904b, 1905).

En cuanto a los estudios que Hauthal realizó, desde 1897 a 1902 (cf. Hünicken, 1970), entrelago Belgrano y Ultima Esperanza, en su calidad de Jefe de la Sección Geológica del Museo ycolaborador de la Comisión Argentina de Límites (Hauthal 1898, 1904b), ellos significaron elprimer esquema estratigráfico de la región del lago Belgrano (Hauthal, en Wilckens, 1905; Feruglio1949, p. 182) (Figura 5), el cual hasta hace casi tres décadas atrás era el único publicado de esaregión. También se debió a Hauthal (en Wilckens 1907a) el primer mapa geológico de la regiónubicada entre lago Argentino y el Seno de la Ultima Esperanza, donde se estableció con claridadla sucesión estratigráfica de toda la región. Invertebrados fósiles recogidos por Hauthal en elMesozoico de esa amplia zona fueron estudiados por Favre (1908) y Paulcke (1908), al tiempoque las plantas lo fueron por Kurtz (1902a). Material de moluscos terciarios y cretácicos fueremitido para su estudio a Ihering (1904, 1907) y Wilckens (1907b), el primero de los cualesestableció la proporción de especies vivientes para cada “formación” desde el Eoceno alCuaternario y la relación de las faunas del Terciario más antiguo con las de Nueva Zelanda y elOcéano Indico. Hauthal (1904b) también efectuó un levantamiento de los depósitos glaciales,asignó al Jurásico las rocas que hoy se incluyen en el Complejo El Quemado, y participó en ladescripción de los hallazgos de la Cueva del Mylodon o Caverna de Eberhardt (Hauthal 1899,Hauthal et al. 1899; véase también Moreno, 1899, Moreno y Woodward, 1899 y Woodward,1900). Cabe finalmente destacar el estudio realizado por Hauthal (1904a) sobre la distribución yclasificación de centros volcánicos a lo largo del límite argentino-chileno desde la Puna a Tierradel Fuego.

LOS ESTUDIOS DE LA CORDILLERA A LA LATITUD DE NEUQUÉN Y MENDOZA

Entre 1897 y 1898 Leo Wehrli y Carl Burckhardt, quienes se habían incorporado al Museo en1896, realizaron por ordenes expresas de Moreno dos perfiles geológicos transversales de lacordillera argentino-chilena a las latitudes de Malargüe (Mendoza) y Las Lajas (Neuquén) (Figura6) (Wherli y Burckhardt, 1898; Burckhardt, 1899).

Estos perfiles y el estudio de los invertebrados fósiles en ellos hallados (Burckhardt 1900a-b,1903), permitieron establecer la sucesión estratigráfica de la región y sus variaciones faciales yestructurales en sentido oeste-este. Así pudo Burckhardt (1902a, 1903) determinar las varia-ciones de las rocas hoy referidas a las Formaciones Río Damas y Tordillo, la existencia de unalínea de costa occidental, coincidente con la actual costa chilena, para el engolfamiento marinojurásico desarrollado más al este, y un esquema paleogeográfíco de la región durante el Jurásico.En las palabras de Pastore (1925) «Burckhardt prestó a la geología argentina un servicio compa-rable a los que ella debe a Stelzner y Brackebusch».

Wehrli por su parte (1899a, b) realizó perfiles geológicos transversales en la región del lagoLacar y entre Puerto Montt y el lago Nahuel Huapi, determinando las características generales dela geología de ambas áreas.

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Figura 5. Estratigrafía de la zona norte del lago Belgrano, Santa Cruz (Hauthal, en Wilckens, 1905).

Figura 6. Esquema estratigráfico entre Lonquimay (Chile) y Las Lajas (Argentina), según Burckhardt (1900b).

Conclusiones

Los estudios efectuados desde el Museo de La Plata a fines del Siglo 19 permitieron esta-blecer en aproximadamente 10 años las bases geográficas de una región, la patagónica, que hastaentonces era prácticamente desconocida. Los descubrimientos geográficos y los levantamientostopográficos, que en muchos casos no fueron superados durante casi un siglo, permitieron eldesarrollo inmediato del conocimiento geológico de toda la Patagonia.

En esos pocos años se levantaron mapas topográfico-geológicos y perfiles, se realizaronincontables observaciones y se coleccionaron miles de muestras las que fueron estudiadas enforma inmediata por personal del mismo Museo o recurriendo a la colaboración de terceros.

Para ello las exploraciones e investigaciones se efectuaron dentro de un verdadero trabajo deequipo, con instrucciones precisas y la máxima celeridad posible en relación con los mediosdisponibles. Los trabajos de campaña fueron realizados de acuerdo a instrucciones escritas re-dactadas por Moreno, quien en la mayor parte de los casos las supervisó personalmente en elterreno, introduciendo cuando lo consideraba conveniente las modificaciones que fueran nece-sarias para un mejor logro de los objetivos establecidos. Prueba fehaciente de ello es la planifica-ción de la campaña de 1896 de San Rafael a lago Buenos Aires, y las razones de Moreno, dadas aconocer por Wehrli y Burckhardt (1898) para ordenar la realización de los perfiles geológicostransversales de la cordillera argentino-chilena.

Nada fue improvisado, previéndose itinerarios y tareas alternativas, y sancionándose, tal comolo prueba la exoneración de Carlos Ameghino (véase Moreno 1890, p. 60), las desobediencias a

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Figura 8. Rodolfo Hauthal (1854 – 1928).Figura 7. Santiago Roth (1850 - 1924).

Figura 10. Francisco P. Moreno (1852-1919).Figura 9. Carl Burckhardt (1869 – 1935).

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las instrucciones recibidas.El material coleccionado en el campo era estudiado en forma inmediata por el personal del

Museo o por especialistas de otras instituciones, y los resultados de los trabajos eran dados aconocer mediante publicaciones en forma casi instantánea.

Así en apenas 10 años una región virtualmente inexplorada de nuestro país de cientos demiles de km2 de extensión fue relevada en toda su amplitud. Y el avance del conocimientogeográfico y geológico producido en un lapso tan breve puede ser considerado como uno de losmás espectaculares de la historia de esas ciencias en el país.

Los responsables principales de las tareas desarrolladas fueron solamente cuatro hombres:Santiago Roth (1850-1924) (Figura 7), Rodolfo Hauthal (1854-1928) (Figura 8) y Carl Burckhardt(1869-1935) (Figura 9) en lo que hace fundamentalmente a los estudios y descubrimientos en elcampo, y Francisco P. Moreno (1852-1919) (Figura 10), Alma Mater que planificó y supervisótodas las tareas desde los estudios de campo a la impresión de las publicaciones en las que sevolcaron los resultados de las investigaciones realizadas (cf. Riccardi, 1987).

No es de extrañar que al recomendar Moreno una investigación más sistemática aún apoyadapor los poderes públicos dijera «el día que una docena de geólogos activos investigue nuestrosuelo, cuánta riqueza aumentará el caudal de la Nación» (1896, p. 16).

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Recibido: 2 de Junio de 2008Aceptado: 4 de Agosto de 2008

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24126

127RICARDO STAPPENBECK: EL PRIMER HIDROGEÓLOGO EN ARGENTINAHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 127-136F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Ricardo Stappenbeck: El Primer Hidrogeólogo en Ar-gentina

Alfredo TINEO1

Abstract: RICHARD STAPPENBECK: THE FIRST HIDROGEOLOGIST IN ARGENTINA.- At the beginning of the last century animportant group of German geologists came to Argentina in order to participate in a research program created by theDireccion de Minas, Geologia e Hidrologia which intended to do geological research all over the country. Dr. RicardoStappenbeck, born on May 2nd 1880 in Salzwedel, in Hannover, Germany, took part of the program and his first destina-tion was to check the drillings in Comodoro Rivadavia in 1908, some months after having discovered oil through a drillingaimed at looking for water on December 13th 1907.From that moment on, he did some work on geological recognition inChubut, San Juan and Mendoza Precordillera area, where he did several valuable observations on the geological structurein the South of the Cacheuta mount (where some time later the first oil drillings were placed), and in the Northwest ofArgentina. The province of Tucuman received the visit of the wise man several times between 1915 and 1921, where heleft the founding of hydrogeology of the oriental plain, with a detailed map in a 1:500.000 scale.His observations in theArgentinean regional geological environment allowed him to dedicate more emphatically to the study of the hydrogeologyall over the country, based on the underground information offered by the amount of drillings done by the Direccion deMinas, Geologia e Hidrlogia during the first decades of the century and the information provided by several otherGerman geologists who, like G Bodenbender, shared their observations in Cordoba and La Rioja. He also highlights in hiswork the drillings done by the Direccion de Ferrocarriles (railway) which offered drillings profiles and water analysis. Hishydrogeological comments cover most the country, from the Rio Colorado in the North and from the Cordillera to Rio dela Plata. These observations allowed him to summarize part of his work in the most significant hydrogeological work everdone in the country: Geologie und grundwasserkunde der Pampa, published in Stuttgart in 1926, back in his Ger-many. The hydrogeological work Stappenbeck did was based on the significant knowledge about the regional geologywhich enabled him to determine the limits of the most important hydrogeological basin, leaving out the idea that “…theground water comes from the Cordillera, thus the pampeano ground is the recipient of the water that recharge from theAndes…” Ricardo Stappenbeck died on July 16th 1963, in Munich Germany, and based on his endless work in ourcountry during the first decades of the 20th century, we consider him the first hydrogeologist in the country.

Resumen: RICARDO STAPPENBECK: EL PRIMER HIDROGEÓLOGO EN ARGENTINA.- A principio del siglo pasado llegaron alpaís un grupo importante de geólogos alemanes para participar en un programa de investigaciones iniciados por la Direcciónde minas, Geología e Hidrología, para realizar investigaciones geológicas en todo el territorio nacional. El Dr. RicardoStappenbeck nació el 2 de Mayo de 1880 en Salzwedel, Reino de Hannover (Alemania), se incorporó al programa y tuvocomo primer destino el control de perforaciones en Comodoro Rivadavia en el año 1908, a pocos meses de habersedescubierto petróleo, durante una perforación realizada en búsqueda de agua, el 13 de Diciembre de 1907. A partir de esafecha realizó trabajos de reconocimiento geológico en Chubut, en la Precordillera de San Juan y Mendoza, donde realizóvaliosas observaciones de las estructuras geológicas donde posteriormente se ubicaron perforaciones que alumbraronpetróleo. Estudió la geología de la cuenca del Noroeste argentino. La provincia de Tucumán recibió la visita de Stappenbecken varias oportunidades entre 1915 y 1921, donde dejó sentada las bases de la hidrogeología de la llanura oriental de dichaprovincia, con un detallado mapa a escala 1:500.000. Sus observaciones de la geología regional argentina le permitierondedicarse con mayor énfasis a estudios hidrogeológicos en todo el país, basado en la información de subsuelo que ofrecíala gran cantidad de perforaciones realizadas por la Dirección de Minas, Geología e Hidrología. Stappenbeck ocupó elcargo de Jefe de la sección Hidrogeología en dicha repartición en las primeras décadas del siglo, situación que no solo lepermitió conocer la información aportada por destacados colegas alemanes que trabajaban allí, sino por la que obtenía ensus trabajos en el ámbito pampeano. Aportó trabajos a la sección perforaciones de la Dirección de Ferrocarriles queaportaron perfiles de pozos y análisis de aguas. Sus observaciones hidrogeológicas cubren gran parte del país, desde el RíoColorado al Norte y desde la Cordillera al Plata. Estas observaciones le permitieron sintetizar en la, hasta hoy, obrahidrogeológica más importante realizada en el país: Geologie und grundwasserkunde der Pampa, publicada en el año1926, cuando ya había regresado a su Alemania natal.

1 INSUGEO - UNT - CONICET. Miguel Lillo 205. Tucumán. E-mail: [email protected]

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24128

Keywords: Hydrogeogist. History. Stappenbeck.

Palabra clave: Hidrogeólogo. Historia. Stappenbeck.

Introdución

La Hidrogeología es una ciencia interdisciplinaria que vincula la geología de subsuelo con lafísica y la química y el desarrollo científico de la misma es muy reciente; si bien existen anteceden-tes de utilización del agua subterránea en la antigüedad, recién a principios del Siglo XX aparecenlos primeros textos específicos sobre la especialidad. Meizer (1923- 1928- 1942) considerado elpadre de la hidrogeología norteamericana introduce las primeras ideas básicas sobre el coeficien-te de almacenamiento y el estudio del régimen variable fue resuelto satisfactoriamente por Theis(1935) que introdujo la formula de su nombre.

Varios trabajos clásicos aparecen en los años de 1930 a 1940 que reflejan el interés científicodedicado a la hidráulica de acuíferos en EE.UU., Francia y Alemania.

CHUBUT: 1908-1909.A principios del siglo XX, se iniciaron las primeras investigaciones en nuestro país se comen-

zó con un programa de perforación de pozos para abastecimiento de agua potable a través de laDirección de Minas, Geología e Hidrología. Uno de esos equipos fue el descubridor de petróleoen Comodoro Rivadavia en Diciembre de 1907 y en el año 1908, R. Stappenbeck es destinado aesa zona donde además del control de las perforaciones realizó el trabajo: “Informe preliminarrelativo a la parte Sudeste del Territorio del Chubut”

Torre de perforación en Comodoro Rivadavia. Facsímil. Tapa informe sobre Chubut.

129RICARDO STAPPENBECK: EL PRIMER HIDROGEÓLOGO EN ARGENTINA

Dice el Ing. Hermitte en su elevación el 10- 08- 1908, “… El informe del Dr. Stappenbeck secompone de dos partes: una del punto de vista de la geología aplicada a la investigación del aguasubterránea y la otra del punto de vista de la aplicación de la misma ciencia a la investigación delos horizontes petrolíferos…” destacando dos importantes conclusiones:

1. Que la napa de agua freática, producido por las filtraciones de las lluvias y nieves derretidasque caen sobre la gran pampa del Castillo, es suficientemente poderosa para satisfacer lasnecesidades presentes y futuras, aún en el caso que la industria en ciernes se desarrollaravigorosamente.

2. Que el yacimiento petrolífero está cubierto por un espesor enorme de terrenos impermea-bles y que, debajo de ellos, hay poca probabilidad de encontrar agua; lo que representacondiciones sumamente favorables para la explotación, desde que puede decirse que quedaeliminado el principal enemigo de todo yacimiento petrolífero, el agua.

La detallada descripción geológica del área es acompañada de un mapa geológico a escala1:500.000.

Recomienda R. Stappenbeck “… Si se quiere seguir perforando para buscar petróleo de unmodo metódico, es imprescindible primeramente averiguar por sondeos cuidadosamente he-chos, si en el subsuelo existen realmente capas inclinadas y que rumbo lleva su inclinación”. Elsegundo de los objetivos principales que deben tener los sondeos:…” es constatar en que hori-zonte está el petróleo en Comodoro Rivadavia… “.

De acuerdo a la información elevada en el año 1908 y la publicación de la misma indica lapresencia de R. Stappenbeck como el primer geólogo en asistir en el control, estudio y recomen-daciones en yacimiento de petróleo de Comodoro Rivadavia.

LA PAMPA- MENDOZA- SAN JUAN. 1911-1913.En informes posteriores de la Dirección de Mina, Geología e Hidrología se observa su activa

participación en el control de perforaciones que se realizan en todo el país, lo que le permiterealizar en 1911 un informe denominado “ligeros apuntes sobre el agua subterránea en lallanura de la República Argentina” como guía de la Dirección de Mina, Geología e Hidrologíapara la exposición de Turín.

En 1910 publicó “La Precordillera de San Juan y Mendoza”, y posteriormente en 1913realizó trabajos en la Pampa “Investigaciones hidrogeológicas de los Valles Chaleó y Quehuéy sus alrededores (Gob. De La Pampa)” y “Apuntes hidrogeológicos sobre el Sudeste dela Provincia de Mendoza”. En el mismo año se publicó en los Anales del Ministerio de Agri-cultura “ El agua subterránea al pie de la Cordillera Mendocina-Sanjuanina”, realizado enel año 1910, donde ya figura como Geólogo Jefe de Hidrogeología, con J. Keidel como jefe de lasección Geología y el Ing. E. Hermitte, Jefe de la Dirección de Mina, Geología e Hidrología.

Basándose en trabajos previos de G. Bodenbender, Stelzner, Avé-Llallemant, y Keidel, des-cribe los depósitos de importancia para la circulación del Agua Subterránea y acompaña un mapahidrológico a escala 1:500.000 en dos hojas y un mapa hidrogeológico de los alrededores deMendoza a escala 1:200.000.

Las descripciones cubren todo el frente de la precordillera, desde el Sur de Mendoza hastaSan Juan, dice “…el principal acarreo de agua subterránea proviene de las Sierras, las precipitaciones de lallanura ejercen una pequeña influencia sobre el régimen de agua subterránea…” “… Las napas de agua máshonda, están, casi todas, bajo presión hidrostática…”, después agrega “… Se puede designar como zona más

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24130

favorable para la búsqueda de agua artesiana, las regiones donde los depósitos gruesos de la región marginal pasana los depósitos finos del centro de la cuenca, zona que coincide más o menos con la línea del F.F.C.C. de Mendozaa San Juan y desde allá al Este…”. “… pero el agua que se encuentra en estos puntos no siempre es potable…”.

A partir de 1915, R. Stappenbeck realiza estudios en el Norte, destacándose aquellos referi-dos principalmente a la Provincia de Tucumán.

En el mes de Junio de ese año realizó un “Informe geológico sobre la conveniencia dehacer perforaciones en Muñecas en busca de agua potable para la ciudad de Tucumán”y en el mes de agosto de 1915 finaliza su informe “El Agua Subterránea en el cono de deyec-ción de Tucumán” (base geológica para proveer de agua subterránea a la ciudad de Tucumán).

En su síntesis R, Stappenbeck dice: “…Al cono de deyección de Tucumán penetra un caudal anual deagua subterránea calculado en cien millones de metros cúbicos…”.

“… El eje de la zona permeable corre en dirección de Tafí Viejo a Pacará, pasando Mataderos Nuevos yCervecería del Norte por Mate de Luna…” finalizando dice “… el cono de deyección ofrece la posibilidad deabastecer con agua subterránea buena a una ciudad mucho más grande que Tucumán…”.

Posteriormente desde la cátedra de Hidrogeología de la U.N.T. se realizó una revisión del áreaen base a nuevas perforaciones y con la interpretación de fotografías aéreas e imágenes satelitalesse determinaron los ambientes hidrogeológicos entre la Sa. de San Javier y el río Salí y se descri-bió el abanico aluvial del río Salí.

En el año1919, publicó un bosquejo de la zona de aguas surgentes de la llanura tucumana ypartes adyacentes de Santiago del Estero a escala 1:500.000 con un asombroso detalle con curvasde nivel y los límites de la zona de aguas surgentes. Se destacan en el mapa el trazado de las víasférreas que cruzan la llanura tucumana y la red hídrica, realizado en 1916.

Facsímil. Tapa del Informe sobre cordillera Mendozay San Juan.

Facsímil. Tapas de informes en Tucumán.

131RICARDO STAPPENBECK: EL PRIMER HIDROGEÓLOGO EN ARGENTINA

En base a estas observaciones de Stappenbeck interpretamos la existencia de (2) dos cuencashidrogeológicas en la llanura tucumana, la cuenca hidrogeológica de Burruyacu al Norte y lacuenca hidrogeológica del río Salí al Sur, separadas por el “espolón de Tacanas” destacado porStappenbeck y que recientemente hemos definido como una manifestación estructural de laprolongación Norte de la Sa. de Guasayán que ahora podemos determinar mediante imágenesde radar.

En Octubre de 1925 realizó un trabajo titulado “Informe sobre posibilidad de encontraragua surgente en las propiedades de la Compañía Azucarera Wenceslao Posse, IngenioEsperanza y Agua Dulce”.

“…En la zona de Wenceslao Posse parece existir un brazo borrado antiguo del río Salí por el que se explicanlas condiciones favorables del agua subterránea de aquella región…”.

SALTA Y TUCUMÁN-1921.En el año 1921 se editó el trabajo “Estudios geológicos e hidrogeológicos en la zona

Subandina de las Provincias de Salta y Tucumán”.

Croquis de los alrededores de Tucumán.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24132

Dice Stappenbeck en su introducción “… cuestiones de índole puramente práctico, hansido las causas que han determinado en tres ocasiones a la Dirección de Mina, Geología eHidrología, a enviar al autor de estas líneas a Tucumán y a la parte oriental de la Provincia de

Facsímil del mapa de las aguas subterraneas en la llanura tucumana.

133RICARDO STAPPENBECK: EL PRIMER HIDROGEÓLOGO EN ARGENTINA

Salta. En el primer viaje se trataba de la investigación de las relaciones hidrogeológicas del Depar-tamento Burruyacú, porque se proyectaba llevar a cabo perforaciones para proveer de agua a esaregión y especialmente a la línea férrea de Las Cejas a Antilla; en el segundo se trataba de estudiosgeológicos de los sitios para los diques de embalse proyectados: el uso sobre el río Pasaje, cercade la Estancia , El Tunal, Departamento Metán y el otro sobre el río Marapas, en el Sur de laProvincia de Tucumán.

El tercer viaje fue motivado por la consecuencia de decidir si sería o no posible suministrar ala ciudad de Tucumán la cantidad de agua potable que faltaba al caudal existente, por medio deperforaciones. A este último estudio se agregó una investigación de toda la llanura tucumana.

Mientras tanto, ya se había ejecutado con buenos resultados un buen número de las perfora-ciones aconsejadas anteriormente de modo que, “para dilucidar las probabilidades que ofrece el suelo dela Provincia de Tucumán, especialmente respecto al agua subterránea, actualmente es posible basarse en he-chos…”.

En este trabajo describe la cuenca de Metán y las aguas termales de Rosario de la Frontera,analizando las estructuras regionales que controlan la circulación de las aguas subterráneas.

También incluye su trabajo sobre “El Cono de Deyección de Tucumán”; la región artesianadel Noreste de Tucumán (Burruyacú) y la zona de aguas surgentes de la parte meridional de laProvincia de Tucumán que alcanza hasta el límite con la Sierras de Guasayán y Termas de RíoHondo. Finaliza el trabajo con un análisis de los yacimientos explotables de Petróleo, Sal Común,

Facsímil de tapa del Estudio Hidrogeológico en la zona Subandina de Salta y Tucumán.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24134

cal, yeso y adoquines y un anexo con perfiles de perforaciones y datos geológicos sobre el sitiodel dique de embalse proyectado sobre el Río Pasaje, en el Tunal.

A partir de 1910, R. Stappenbeck figura como jefe de la sección Hidrogeología, dependientede la División Geología (Keidel) de la Dirección Nacional de Minas, Geología e Hidrología(Hermitte). En este período ya había (14) catorce equipos de perforación con capacidad de 1000m (2), 750 m (1), 500 m (6), 300 m (2) y los restantes entre 120 m y 250 m, que en 1909 tenían (37)treinta y siete perforaciones iniciadas en todo el territorio Nacional, con más de 3000 m perfora-dos.

Este proyecto hidrogeológico nacional se materializó luego de la aprobación de la ley Nº6816 del 19 de Octubre de 1909, que en su artículo 1º dice “… El poder ejecutivo procederá a hacerconstruir el mapa hidrogeológico de la República Argentina por intermedio de la división de Minas, Geología eHidrología del Ministerio de Agricultura”. Y la ley Nº 6817 que en el artículo 1º dice: “Autorizare alPoder Ejecutivo a invertir hasta la cantidad de trescientos mil pesos moneda nacional en la adquisición de perfora-dora y de doscientos cincuenta mil pesos para contratar con la industria privada las perforaciones para buscar aguasubterránea en el territorio de la República Argentina”.“Dicha ley ha venido a sancionar trabajos desde hacealgún tiempo en plena ejecución, desde que, el mapa geológico de la R. Argentina, que paulatinamente vienerealizando esta división desde el año 1902, en su acepción más amplia, comprende el conocimiento de la hidrologíasubterránea que, por otra parte, la sección hidrología investiga prácticamente”.- (Memoria de la división deMinas, Geología e Hidrología correspondiente al año 1909-Bs. As. 1911.).

STUTTGART-1926.Dentro de su vasta obra realizada en nuestro país se destaca la síntesis final de la misma

publicada en el año 1926 en Stuttgart, “Geologie und GrundwsserKunde der Pampa” editadaen idioma alemán con una traducción al español por Tomás O´Connor en Córdoba en el año1979, apoyado en la primitiva traducción efectuada por la Dra. Verena Kull, para la DirecciónNacional de Geología y Minería.

Dice Stappenbeck en su introducción “… Esto me indujo a compilar todas las observaciones, propiasy ajenas realizadas hasta la fecha y a considerarlas desde un punto de vista armónico…”. En efecto en su obrafinal sintetizó todos los trabajos realizados durante su permanencia en el país, desde el Río Colo-rado al Norte hasta la zona de límite con el Chaco.

La información geológica obtenida en sus trabajos clásicos en Patagonia, Precordillera ySierras Subandinas y el aporte de sus colegas de la época a quienes cita con frecuencia como G.Bodenbender, Keidel, Beder, Windhausen, Grobber, Wichmann, Penck, Rassmuss y otros lepermitieron obtener un modelo geológico conceptual que posibilitó interpretar el desarrollo decuencas hidrogeológicas y su caracterización además por la gran cantidad de información desubsuelo aportada por numerosas perforaciones profundas realizadas por la Dirección de Minas,Geología e Hidrología y por la sección perforaciones de Ferrocarriles.

Este trabajo en su parte principal lo tenía preparado desde el año 1918, pero “condicionesdesfavorables de la época impidieron su publicación…”.

Es notable seguir las descripciones que realiza Stappenbeck desde los Ríos Pilcomayo, Bermejo,Juramento- Salado, Río Dulce en el Norte y los bañados y Esteros que desde los Esteros dePatiño del Río Pilcomayo, los Bañados del quirquincho en Salta, La Laguna de los Porongos enMar Chiquita, la Laguna Amarga del río Quinto, las Lagunas de Guanacache en el Río San Juan yRío Mendoza, y los Bañados de Atuel en el límite de Mendoza con La Pampa, en lo que destacaque aquellos ríos se pierden por infiltración y que llevan caudal en agua subterránea.

Continúa con su descripción de los Ríos Diamante y Colorado y destaca las variaciones en loscauces de todos los ríos mencionados.

135RICARDO STAPPENBECK: EL PRIMER HIDROGEÓLOGO EN ARGENTINA

La importancia que tiene la base geológica de todo estudio hidrogeológico lo destaca con unadescripción basada en sus propias investigaciones de campo y en trabajos realizados por suscolegas.

La gran cantidad de localidades mencionadas en su trabajo con información de subsuelo essorprendente, con detalles asombrosos en cada una de las Provincias Argentinas desde La Pampay el Sur de Buenos Aires hasta Salta-Tucumán y Santiago del Estero con detallados perfiles alOeste de las Sierras de Ancasti-Guasayán, desde Tafí Viejo a Iscayacu y Pozo Hondo; Añatuya-Quimili-Aerolito en el Chaco; en el Sur de Córdoba entre Gral. Lavalle y Rufino y desde Idiazabalhasta Justiniano Posse; desde Mar Chiquita hasta Paraná; en Buenos Aires a lo largo del Río de LaPlata, desde Victoria hasta La Plata correlaciona perfiles de pozos.

A continuación dedica un capítulo al origen de Las Salinas y el contenido de sal en el suelo.Finalmente describe las condiciones generales del agua subterránea y sus relaciones con la

vegetación. Destacando la importancia de los “conos de deyección” como reservorios de aguasubterránea, mencionando los de Perico del Carmen en Jujuy, Guemes en Salta, el cono dedeyección de Tucumán, el de Tunuyán, Tupungato en Mendoza, San Juan y otros.

Después de analizar el movimiento del agua subterránea y las fuentes artesianas en Las Lajas,San Juan, en Iscayacu y el Palomar en Santiago del Estero; Bahía Blanca, El Balde en San Luis, enAguilares y la llanura tucumana, además realiza un análisis del origen de las temperaturas en estasmanifestaciones.

En estas descripciones la Provincia de Tucumán ha tenido el privilegio de contar con trabajosdetallados en la zona del piedemonte (El cono de deyección de Tucumán) y en la zona de lallanura oriental (Bosquejo del agua subterránea en la llanura tucumana, con un mapa a escala1:500.000).

Facsímil. Tapa de Trabajo geología e hidrología de la Pampa

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24136

También describe las aguas subterráneas en S. del Estero, Córdoba, Santa Fe y Chaco. En LaRioja y Catamarca describe los valles, destacando el Valle de Chilecito y la cuenca de Belén(Pipanaco) y la depresión del campo del Arenal, con un detalle de las localidades que mencionaque solo es posible seguir con un buen conocimiento de la geografía de la región.

Lo mismo sucede con las citas en el Este de Mendoza cuando analiza la zona de Catitas, PichiCiego, Comandante Salas y Ñancuñan, localidades que solamente tenían acceso por ferrocarril yen los últimos años recién se puede acceder por caminos asfaltados.

De la misma forma analiza en detalle la Provincia de San Luis y en Buenos Aires coninformación de perforaciones profundas, y las Provincias de Corrientes y Entre Ríos.

De esta manera Stappenbeck realiza una síntesis de las principales características hidrogeológicasen la zona que va desde el río Colorado al Norte hasta el límite con el Chaco, con un trabajodestacado para la época.

R. Stappenbeck había nacido el 2 de Mayo de 1880 en Salzwedel, en Reino de Hannover(Alemania), llegó a nuestro país en el año 1908, incorporándose a la Dirección de Minas, Geologíae Hidrología donde permaneció durante 12 años, siendo el jefe de Hidrogeología de esa repartición.

Regresó a su Alemania natal donde publicó la síntesis de la Hidrogeología de La Pampa en elaño 1926, en Stuttgart.

Falleció en Munich en el año 1963, cuando en nuestro país aún se dictaba la Cátedra deHidrogeología como materia optativa en las Universidades Nacionales.

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Recibido: 8 de Agosto de 2008Aceptado: 22 de Septiembre de 2008

137JUAN RASSMUSS: SU CONTRIBUCIÓN A LA GEOLOGÍAHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 137-150F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Juan Rassmuss (1886-1971): Su Contribución a la Geo-logía Argentina

Osvaldo Edgar GONZÁLEZ1

Abstract: JUAN RASSMUSS (1886-1971): HIS CONTRIBUTION TO THE ARGENTINIE GEOLOGY.-Dr. Rassmuss stayed in Argentinebetween 1912 and 1926, where he made several investigations in the field of regional geology like in the areas ofAconquija and Candelaria ranges, Metán basin, south of Bariloche and many others. He studied the geology,hidrogeology and morphology of the Velasco Range as a consequence of a great decrease in the volume of waterof La Rioja river. He evaluated the coal discoveries of the country and studied different zones with lignite wherehe remarks the geology, structure and the possibilities of this resource. He studied the veins of Rafaelita inNeuquen and described an exploration oil drilling in Tartagal, where he interpreted the stratigraphy andstructure of Subandinas Ranges. Also he analyzed the geology, structure and genesis of Rosario de la Frontera hotsprings.

Resumen: JUAN RASSMUSS (1886-1971): SU CONTRIBUCIÓN A LA GEOLOGÍA ARGENTINA. El Dr. Rassmuss permaneció enArgentina desde 1912 hasta 1926, donde realizó investigaciones de geología regional en las sierras de Aconquijay Candelaria, en la Cuenca de Metán, al sur de Bariloche y otras regiones. Estudió la geología, hidrogeología ymorfología de la Sierra de Velasco como consecuencia de una fuerte disminución del caudal del río de La Rioja.

Evaluó los hallazgos de carbón del país y estudió zonas con lignitos donde resaltó su geología, estructura yposibilidades del recurso. Estudió las vetas de rafaelita en Neuquen y describió un pozo de exploración petroleraen Tartagal, donde interpretó la estratigrafía y estructura de las Sierras Subandinas. También analizó la geologíade la región, estructura y el origen de las termas de Rosario de la Frontera.

Key words: Rassmuss. Regional Geology. Geology and structure. Coal.

Palabras claves: Rassmuss. Geología regional. Geología y estructura. Carbón.

Introducción

En 1904 con la reestructuración del Ministerio de Agricultura se crea la División de Minas,Geología e Hidrogeología, bajo la dirección del Ing. Hermitte se organizaron los trabajossistemáticos de perforaciones, geología y exploración de recursos minerales, del agua, carbón ehidrocarburos del territorio.

Se inician los trabajos de topografía con un programa de relevamientos de las zonasmontañosas, también un agresivo programa de perforaciones de búsqueda del agua, que derivacircunstancialmente en el hallazgo de petróleo en Comodoro Rivadavia (07/12/1907) y mástarde se descubre también en Plaza Huincul (29/10/1918)

En esos tiempos para asegurar la capacidad técnica necesaria para el desarrollo de los programascientíficos se contrató a grupos de geólogos, esencialmente de origen alemán, que habrían desentar las bases de la geología Argentina. En ese grupo se incorporaría en la década del 1910, elgeólogo Dr. Juan Rassmuss.

El doctor Rassmuss nació en 1886 en Berlín, Alemania, realizando estudios en Astronomía yGeología en Suiza y Alemania y se doctoró en la Universidad de Berlín.1 SEGEMAR, Delegación Tucumán / Facultad de Ciencias Naturales e Inst. M. Lillo - Miguel Lillo 251 – San Miguel

de Tucumán - E-mail: [email protected]

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24138

Llegó a la Argentina en 1912, contratado por la entonces Dirección General de Minas, Geologíae Hidrogeología del Ministerio de Agricultura de la Nación, siendo su Director el Ing. Enrique M.Hermitte y Jefe de Sección Geología el Dr. Juan Keidel. Permaneció en Argentina hasta el año 1926,primero integró el plantel profesional de la Dirección General hasta 1923 y luego trabajó para la BancaTornquist con sede en Buenos Aires, como consultor independiente, donde realizó trabajos deexploración petrolera en Argentina y en los yacimientos de Zorritos, recién descubiertos, al norte dePerú.

De 1927 viaja al Perú donde se casó con Margot Echecopar Herce y permanece en ese paístrabajando como geólogo en petróleo. En 1929 fallece su madre en Alemania y retorna a su paíscon su familia y como geólogo consultor trabajó en el yacimiento de níquel Petsamo, al norte deFinlandia, y también en otros países europeos.

En 1936 retorna a Lima (Perú), para realizar estudios en petróleo como consultor y a comienzosde 1939, viaja a Alemania con su familia por negocios, donde lo sorprendió la guerra y al pocotiempo es nombrado Gerente General de dos compañías petroleras rumanas, Petrol Block y IRDP,en donde fija residencia en Bucarest durante la guerra.

Con el ingreso de las tropas rusas fue detenido y deportado a Rusia con todos los petrolerosalemanes residentes en Rumania. En el viaje se enferma gravemente y es dejado en un Hospital,por ese motivo puede regresar posteriormente a su casa en Bucarest donde se recupera.

En 1946, por intermedio del Vaticano puede reunirse con su familia en Francia y volver alPerú, donde desarrolló una intensa actividad fundamentalmente en el campo petrolero para elMinisterio de Fomento y después como geólogo independiente. Publica numerosos trabajos enrevistas internacionales sobre petróleo y posteriormente se traslada a Santiago de Chile, dondefallece en 1971 a la edad de 85 años.

La actividad desarrollada en Argentina en el campo de la Geología fue intensa y diversa,desde estudios geológicos regionales, estructurales, exploración de minas de carbón, aguas termalesy en el campo petrolero. Con ese fin visito numerosas regiones del país y sus principales estudiosfueron publicados en los Boletines del Ministerio de Agricultura de la Nación

Dr. Juan Rassmuss

139JUAN RASSMUSS: SU CONTRIBUCIÓN A LA GEOLOGÍA

Estudios realizados por el Dr. Rassmuss

Uno de sus primeros trabajos fue el que realizó en la sierra de Aconquija publicado recién enel año 1918 – 1919 donde describe por primera vez el gneis de Suncho, en el paraje homónimosobre el faldeo oriental de la sierra. Se trata de “un gneis biotítico de color gris con una estructura paralelabien pronunciada, atravesada por numerosas venas aplíticas. Éstas generalmente tienen un diámetro de medio a uncentímetro pero también se ensanchan hasta un espesor mayor. Es significativo que generalmente las venas siguenlíneas tortuosas así que la roca parece muchas veces intensamente plegada. Pero la observación más prolija de lasvenas tortuosas no son paralelas entre si, como se supondría por una presión exterior, sino que a menudo una venaqueda horizontal, mientras que la otra manifiesta las sinuosidades más complicadas. Éstas, muchas veces, seexplican porque las venas pasan de un estrato, al que siguen por cierta distancia, a otro, y así, por repeticiónmúltiple, forman figuras paralelas a plegamientos. Todos estos fenómenos indican que las venas aplíticas hanpenetrado posteriormente en una roca en el estado de amoldamiento y que el plegamiento aparente correspondesolamente a las figuras tortuosas dibujadas por la inyección del material aplítico. Sederholm (l913) ha llamado aeste fenómeno plegamiento ptigmático”. Reconoce estas rocas en distintos parajes de la sierra comoCumbre de Santa Ana, Escaba, Singuil y hasta en la ciudad de Catamarca.

En su viaje de Monteros a Tafí del Valle y Santa María observa una roca constituida porcuarcitas intercaladas con capas de biotita más delgadas, que fuera definida como micaesquistoslistados por Stelzner (1885) y ahora denominados Esquistos Listados de Rassmuss.

También reconoció una roca gneis-granito que corresponde a un proceso más transformadoy cristalino que el gneis de Suncho, que definió como gneis de Piscoyacu, nombre del lugartípico ubicado en la parte sur de la sierra.

Lo caracteriza como “un gneis biotítico de grano medio y color gris. No presenta los fenómenos delplegamiento ptigmático. Es característico que muchas veces está ligado con granito por medio de transiciones degranito-gneis tan paulatinas que no es posible establecer su separación”.

El grupo de estos gneises está compuesto por tipos diferentes, donde el principal es gneisbiotítico. Parece ser que es una roca intensamente mezclada con material granítico y refundida aprofundidad. Considerándola como la roca más profunda del fundamento cristalino de la sierra.

También reconoce ocurrencias de rocas básicas en las secuencias metamórficas en el ríoVallecito en el faldeo oriental de la sierra, aunque los afloramientos no permitieron definir si sonfilones o mantos eruptivos.

Los granitos del Aconquija pertenecen a una época posterior, Paleozoica, y son de colores clarosde dos micas, que se distingue por los grandes fenocristales porfíricos, principalmente de microclino.Afloran en los ríos Arenal y Zarzo en el faldeo occidental, en el sector sur de la sierra, al noreste deCapillitas.

Reconoce rocas volcánicas como diques de andesitas y basaltos, en el faldeo occidental en lavertiente hacia la población de Andalgalá y su fuente procede de la región de Capillitas. Tambiénmenciona una serie de volcanes andesíticos y basálticos en el cerro Las Animas, que se ubica enel filo principal, al norte de la sierra.

Finalmente en este trabajo de la sierra de Aconquija describe los rasgos morfológicos ytectónicos observados en la sierra, donde define una estructura compleja de bloques del basamentocristalino y establece su relación con las sedimentitas terciarias, aflorantes en las depresiones(valles) y zonas bajas entre los bloques.

Este estudio es el primero que contribuyó a interpretar y establecer la estratigrafía del BasamentoCristalino en las Sierras Pampeanas, que luego fuera utilizado en el primer bosquejo geológico de laprovincia de Tucumán de Bonarelli y Pastore (1918-1919), como se observa en el cuadro estratigráficode correlaciones (Figura 1) y en el mapa en su parte occidental correspondiente a las sierras deAconquija - Cumbres Calchaquíes, y el Valle de Santa María (Figura 2).

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24140

Figura 1. Cuadro Estratigráfico del Mapa Geológico de la Provincia de Tucumán.

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141JUAN RASSMUSS: SU CONTRIBUCIÓN A LA GEOLOGÍA

Los rasgos geológicos de las Sierras Pampeanas fueron descriptos en un trabajo publicado en elaño 19l6, que comienza desde el punto de vista geotectónico con una descripción general sobre lasunidades montañosas de argentina y las relaciones con el escudo brasilero. Para luego analizarexhaustivamente los rasgos principales de las Sierras Pampeanas en la sierra del Aconquija, tanto delpunto de vista de las litologías como de la estructura relacionándola con las sierras ubicadas al sur, enlos alrededores de Catamarca.

Analiza la estratigrafía y tectónica de las sierras de Córdoba basado en las observaciones deBodenbender (1905), Beder (1913 y 1916) y de Tannhäuser (1906), en las sierras de La Rioja utilizando

Figura 2. Bosquejo Geológico de la Provincia de Tucumán.

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Andesitas y basaltos

Basalto nefelínico

de pórfido cuarcíferoTobas y mantos

Diabasa

Granito de Aconquija

Granito antiguo

y Araucano fosilíferoEstratos de cuencas

y capas con Cyrena, etcSerie margoso yesífera

Serie continental mesozoica

Cuarcitas cámbricas

Esquistos precámbricos

Esquistos conglomerádicosMicaesquistos bandeadosGneis de Suncho

Gneis de PiscuyacuGranito - Gneis

REFERENCIAS

1050Escala =

Guido Bonarelli y Franco Pastore

Arreglado por

BOSQUEJO GEOLOGICO DE LA PROVINCIA DE TUCUMAN

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PRIMERA REUNIÓN NACIONAL : TUCUMÁN, 1916

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CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24142

los estudios de Bodenbender (1911 y 1912), en las sierras de San Luis las descripciones de Gerth(1913) y de Pastore (1915) y en las sierras australes de Buenos Aires, Tandil y Olavarria, los trabajosde Hauthal (1901 y 1904), Keidel (1916) y Backlund (1913). Finalmente analiza los rasgos esencialesde las Sierras Pampeanas, en donde menciona que las rocas metamórficas posiblemente se las puedadividir en dos grupos; uno más antiguo compuesto por rocas gneísicas con los granitos interpuestosy el otro con esquistos cristalinos conglomerádicos, formado como productos de erosión de rocasantiguas con fuertes cambios por diagénesis. A las cuales asigna una edad arcaica a los gneises yprecámbrica a los esquistos. Menciona que el grupo superior está en Aconquija metamorfoseado porcontacto con un granito más joven (Paleozoico). También analiza la estructura de los bloques y losdistintos movimientos orogénicos antiguos y terciarios referidos a las Sierras Pampeanas,relacionándolo con rasgos geológicos de precordillera y meseta patagónica. Este análisis generalsobre las Sierras Pampeanas contribuyó a mejorar y actualizar el conocimiento de esta importanteunidad morfoestructural.

Otra investigación importante fue el estudio de la estructura tectónica de la cuenca imbríferadel río de La Rioja con motivo de la disminución del caudal de dicho río a una tercera parte de suvolumen. El mismo fue realizado en mayo de 1917 y publicado en 1918.

Con tal fin analiza la orografía de la cuenca, considera los aportes por lluvias y nevadas, lageología del área, la superficie total de la cuenca con sus aportes hídricos y analiza las posiblescausas de la disminución de los caudales en su curso inferior, que afectó los aportes a la ciudad deLa Rioja. Keidel en la presentación del estudio dice: “El estudio contribuye al conocimiento geológico de laSierra de Velasco y muestra la relación entre los fenómenos morfológicos y la hidrología de la cuenca”.

Es de destacar el aporte geológico indicado en los perfiles de la sierra de Velasco alconocimiento litológico del basamento cristalino y de las cuencas sedimentarias intermontanas,con una precisión y detalles aún hoy no superados (Figura 3).

Figura 3. Perfiles Geológicos de la Sierra de Velasco.

Perfil transversal esquemático de la

Cuesta de YacuchiriLa Puerta

Campo de Chilecito

Gneis

Granito comprimidoFilones de Aplita

Granito del macizo central Gneis

Esquistos y cuarcitas

Filones de granitoConglomerado y Paganzo inf.

Cretáceo ?

Paganzo superiorEsquistos y cuarcitas metamorf.

La Rioja

Cuenca de los Sauces

Queb. de La Rioja

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Sierra de Velasco

Rocas cristalinas

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Campo de Chilecito

Gneis

Granito compriFilones d

143JUAN RASSMUSS: SU CONTRIBUCIÓN A LA GEOLOGÍA

En una publicación corta del 1920 describió en la provincia de Salta, el hallazgo de carbón enEscoipe, en la quebrada de Agua del Castillo, ubicada en la cercanía del camino carretero a unos30 km de Chicoana yendo a Cachi. Menciona los niveles de carbón asociados a conglomeradosterciarios. El análisis químico indica un lignito de buena calidad pero en trozos aislados, nocontinuos y por lo tanto de escasa importancia económica.

También realizó una evaluación sobre los hallazgos de carbón en el país (Rassmuss, 1920)con el objetivo de indicar zonas para posibles explotaciones, que hasta ese tiempo no habíantenido el éxito deseado. La causa principal fue la pobreza de la calidad del combustible. En esteestudio describe los recursos del punto de vista geológico en las formaciones de edades carboníferashasta el terciario, fundamentalmente en las provincias de San Juan, La Rioja, Mendoza, Neuquen,Santa Cruz y Tierra del Fuego, en los casos donde se habían realizado análisis químico se incluyenlos valores.

Concluye en la necesidad de realizar estudios de detalle en algunos yacimientos, ubicados enlos estratos de Gondwana inferior, Pérmico y Triásico de las Sierras Pampeanas, teniendo encuenta las tendencias de explotación en el mundo, en cuanto a comprobar la cantidad de recursosdel mineral, pudiendo la calidad cuando fuera deficiente ser mejorada a posterior conprocedimientos mecánicos modernos.

El estudio de la Cuenca de Marayes, provincia de La Rioja, fue realizado y publicado en 1922b, en la presentación del estudio Keidel dice: “describe la constitución y disposición tectónica de las capascarboníferas de la cuenca, situada en la extremidad meridional de la Sierra La Huerta. Este trabajo da nuevosdatos sobre las condiciones económicas de la explotación del carbón, trae también algunos resultados de importanciageneral: como lo es la extensión transgresiva de la serie carbonífera del rético sobre rocas de constitución y edadesdiferentes”.

En esta publicación Rassmuss aporta información geológica relevante de una zona pococonocida y de importancia por las acumulaciones de carbón en la Mina Rickard y Mina Carrizalen exploración en esa cuenca (Figura 4 y 5).

En 1922 a, publica los apuntes geológicos sobre el hallazgo de carbón al sur del lago NahuelHuapí, en donde realizó observaciones geológicas principalmente al este del Lago Puelo engranitos antiguos, serie porfirítica, granodiorita blanca, capas cretácicas y terciarias. Además analizala estructura de la región e ilustra el trabajo con un mapa a escala 1:400.000, indicando la geologíareconocida en este estudio.

Describe los hallazgos de carbón, la geología local y sus características en las CuencasInterandinas del Bolsón, Marginal de Epuyén – Río Chubut, Subandina del Montoso – Chiquiniyeuy Extraandina de Lepá – Cushamen. También comenta y describe las emanaciones de petróleoen la zona senoniana del Foyel y anticlinal de Nirihuau.

Realiza observaciones geológicas en la Cuenca de Metán, provincia de Salta con un objetivohidrogeológico, trabajo publicado en 1921. Estudio referido no sólo a la cuenca sino también asectores ubicados al oeste como los Altos de Muñoz (sierra de Metán), La Bodeguita, La Bodega,Peñas Azules, La Troja, Cebilar, etc., en donde reconoce calizas con oolitas y un calcáreo con unfósil problemático (pucalithus), margas verdes, margas coloradas, areniscas claras, pizarrasabigarradas, etc. que fueron descriptas puntualmente para localidades que muestra en un planotopográfico general de la zona.

Hace referencia a la abundancia de agua en la cuenca y la existencia de zonas cultivadas, endonde destaca el contraste entre los sectores con irrigación o no. En ese sentido analiza lasprecipitaciones registradas en las poblaciones importantes, para luego comentar los pocos pozosde agua ejecutados en la región, relacionándolo con la información geológica. Recomienda laejecución de perforaciones de ensayos en el borde occidental de la cuenca, las cuales serían poco

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24144

profundas para localizar los niveles de agua y si resultaran aguas surgentes serían de gran importanciapara el desarrollo.

Se publica en el 1922 c, la descripción de la perforación de Capiazuti II, ubicada en la regiónpetrolera de Tartagal en la provincia de Salta, fue la única hasta ese momento con recuperaciónde testigos que permitió reconocer la estructura geológica del subsuelo.

La perforación que alcanzó los 630 m de profundidad y atravesó unidades litológicas quefueron interpretadas como Terciario Subandino Superior, Areniscas inferiores de la parte infe-rior, Areniscas superiores y nuevamente Terciario Subandino (Figura 6)

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Figura 4. Mapa Geológico de la Cuenca de Marayes.

145JUAN RASSMUSS: SU CONTRIBUCIÓN A LA GEOLOGÍA

Figura 5. Perfiles Geológicos de la Cuenca de Marayes.

2 Km.

F50 º

60 º

Mina 15 - 20 º10 º10 - 12 º50 º

Gneis y anfibolitas

Areniscas coloradas de Paganzo

Areniscas entreveradasAreniscas réticas

Conglomerado de Paganzo

Perfil I.

N.E.Sierra de la Huerta

S.O.

Lomas

C u e n c a d e l a M i n a R i c k a r d

Perfil II.

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20 º - 40 º10 º15 º - 20 º30 º

25 º

Sinclinalcretáceo

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Areniscas réticas

Sinclinalcretáceo

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Perfil III.

4Km.3Km.2Km.1Km.

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Areniscas réticasAren iscas réticasAren iscas réticas Ar.Coloradas y verdes

Ar. col or. y verdes

Conglomeradode Paganzo

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Anticlinal rético

Casa del Dr Salas Casas

Mina Rickard

Perfil Longitudinal del Río Seco

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RodadosCaliza Silúrica

Esquistos cristalinos con apófisis de granito

Conglomerado de Paganzo

Aren iscascretáceas

Perfil V.

Areniscas réticas

20°

S .W.N.E .Lo s H orni tos Pl anic ie

2 Km .M édanos R ío B ermejo

F

Pe rfil IV.

90°70°45°30°25°25°

Rocas meta-mórficas

Areniscas coloradas de Paganzo 150 - 200 m.

Areniscas r éticascon mantoscarbonosos120 - 150 m.

Areniscas yconglomerados cretáceos 400 m.

Rocas metamórficas

Rodados

MédanosPlanicieMina CarrizalQuebrachito

Perfil de la Quebra da de Quebrachos

F

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24146

El perfil reconocido muestra una estructura en escamas, separadas por corrimientos intensos ydice: “si las Areniscas inferiores corresponden al núcleo de un anticlinal rebatido y sobrescorrido hacia el Este confuerte estiramiento de las alas o si se trata de una verdadera estructura de sobrescorrimiento no se puede deducir deun perfil único”

La perforación atravesó tres horizontes de gas con metano y etano en las Areniscas inferiores.Esta perforación demostró la necesidad de un conocimiento real de la estructura para la ubicaciónde las perforaciones.

En 1923 se publica “Breves apuntes geológicos sobre la parte del territorio de Neuquen entreAuca-Mahuida y El Tromen” por el interés en conocer la formación de las vetas de rafaelita y laprocedencia del petróleo en ese área.

Describe la geología y estructura en esa región mencionando en varias de las unidades litológicasla presencia de cobre y magnetita. Un tema específico e interesante es la existencia de las vetas derafaelita, las cuales en Neuquén están ligadas a los centros volcánicos describiendo en distintoslugares la geología y la relación con la estructura.

Figura 6. Perfil de la Perforación de Exploración Capiazuti II.

m.m.m.

tierra.arenisca colorada (formación petrolífera)arenisca amarillenta (formación petrolífera)

Der

rum

be

Cuaternario

margas y areniscas blandas tobáceas de co- lor claro.arena triturada.

Terciario subandino superior ?

CORRIMIENTO Y ESTIRAMIENTO

m.

m.

m.

m.

m.

m.

grauvaca gris dura.arenisca fina calcárea.grauvaca gris hasta verdusca.grauvaca, arenisca clara, rodados de cuarcita

cámbrica.grauvaca.gas > 2 atmosf. ( 80,8 % metano; 12,3 % etano )

grauvaca, intercalaciones de cuarcita blan-ca y arenisca clara.

intercalaciones de pizarra oscura bituminosa.gas > 15 atmósf.predominan areniscas gruesas de color claro

en parte cuarcíticas.rodados de cuarcita cámbrica, areniscas cla-

ras, grauvaca oscura.gas ( 88 % metano; 8,3 % etano ).areniscas y cuarcitas.en 474 - 493 m. se encuentran rodados de caliza.

SOBREESCURRIMIENTO

areniscas margosas coloradas.

margas rojizas en parte yesíferas.

SOBREESCURRIMIENTO

A r

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sp

a r t

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Terciario subandino

Areniscas superiores

147JUAN RASSMUSS: SU CONTRIBUCIÓN A LA GEOLOGÍA

Teniendo en cuenta la ideas de Suess (1902) sobre las explosiones freáticas, una explicación paralas vetas de rafaelita fue elaborada por Rassmuss así “ Yo creo que podemos comparar la formación de las vetasde rafaelita del Neuquen con esas explosiones freáticas, explicando su origen en el contacto del magma efusivo conel horizonte petrolífero. La explosión subsiguiente ha producido aquellas vetas largas y delgadas que no revelanninguna relación con la tectónica aunque puede haberse servido en trechos de grietas ya existentes. El carácterexplosivo lo indica también la subida instantánea del asfalto en las vetas de Utah, donde los trozos despedazados dela caja no han tenido tiempo de hundirse en la veta.

En la región de Auca Mahuida, he descripto la distribución de las vetas alrededor del centro efusivo de esenombre. Una agrupación parecida se observa alrededor del centro volcánico del Tromel. En este caso se encuentralas vetas de Tril, en el norte la del Paso del Carbón en la Sierra de Reyes, en el oeste las vetas cerca de Chosmalal(Las Máquinas, La Parva) y en el sur la de Tilhué”

Rassmuss (1920 c y 1925) publica la geología e interpretación de las Termas de Rosario de laFrontera, que se ubica a unos 7 kilómetros al sureste de la localidad homónima, en el sur de laprovincia de Salta.

En esta zona existe actualmente el Establecimiento Termal de Rosario de la Frontera quefuera fundado en abril de 1880 por el médico español Dr. Antonio Palau, como consecuencia delentusiasmo que despertaron en sus reiteradas visitas las vertientes termales en una zona boscosa,en donde edificó y organizó el complejo termal con ciento setenta habitaciones y zonas deesparcimiento, que fue un emprendimiento muy importante para la época.

Las termas se encuentran en el extremo norte de la sierra de Candelaria y pertenece a la parteaustral de las Sierras Subandinas (Bonarelli, 1913). En la descripción se relaciona esta sierra con la deMedina, El Campo, La Ramada, Nogalito y San Javier, localizadas al sur, con características semejantesen cuanto a que representan anticlinales sobre elevados con núcleos de esquistos precámbricos y enambos faldeos, reconoce las sedimentitas de la formación petrolífera y del Terciario subandino,separadas del núcleo del basamento cristalino, a menudo, por fallas meridionales de gran rechazo.

En detalle las facies estratigráficas de la formación petrolífera de la sierra la divide en tres partes yque son areniscas inferiores, calcáreo con “melania” y areniscas superiores, a las cuales se sobreponenla serie de margas abigarradas y la serie margas y areniscas blancas del Terciario subandino, en la quese intercala otro horizonte de caliza oolítica, de menor espesor y sin fósiles y más arriba areniscasmargosas con intercalaciones de conglomerados.

Describe estas series en distintos ríos y quebradas brindando datos de sus características litológicas,buzamientos, alturas locales, espesores y relaciones estratigráficas. Comenta lo siguiente “En el este yel oeste, el anticlinal de la sierra de Rosario de la Frontera, está limitado por fallas”.

Luego describe la geología local de las termas y dice que “Los baños de Rosario de la Frontera, seencuentran sobre un anticlinal del Terciario Subandino, que está perturbado por varias fallas. Sobre estas fallassalen las termas”

Describe diez fuentes termales distribuidas en el sector con denominaciones locales o deacuerdo a su composición, con temperaturas variables de hasta casi 100º C y las composicionesquímicas de las vertientes son diferentes y Rassmuss dice: “La composición química que distingue lasdiferentes aguas depende de las rocas que hayan atravesado”. Las aguas que penetran únicamente enareniscas son poco mineralizadas como la Vertiente Palau (agua mineral). Cuando tienen unatemperatura muy alta y un fuerte caudal como el grupo La Silicosa de 94º puede disolver también unacierta cantidad de sílice la que se deposita en la boca de salida de las aguas. El contenido de sulfato yácido sulfídrico de la Vertiente Sulfurosa procede de la descomposición del yeso y de los sulfatos,comunes en las margas verdes; el de las aguas con cloruros proviene de las sales de las margasterciarias; el agua ferruginosa se explica fácilmente por la circulación a través de las areniscas y margasferruginosas.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24148

En cuanto al origen establece una relación íntima entre las vertientes calientes y la estructuratectónica, especialmente con la falla del oeste de la sierra y otras menores este–oeste, siendo la fuenteprincipal de agua para Rassmus (1925) el agua vadosa (meteórica) formada por infiltración del aguasuperficial a profundidad, donde adquiere temperatura, y luego retornando por las fisuras de lasfallas y por supuesto , contaminándose en su trayecto.

Explica también como fácil de imaginar, la profundidad de 1000 m para el rechazo de la falladel oeste de la sierra para alcanzar las altas temperaturas de las aguas y el otro factor a tener encuenta para esas temperaturas de las vertientes, la explica por la condensación de gases por la cualse liberan muchas calorías.

Conclusión

El Dr. Rassmuss realiza la primera estratigrafía del Basamento Metamórfico de las SierrasPampeanas en la sierra de Aconquija, que al día de hoy continúa con cierta vigencia. Designatambién algunas rocas metamórficas como los gneises de Suncho y Piscoyacu que no han perdidoactualidad con los años transcurridos.

También reconoce intrusivos graníticos antiguos, vinculados a los gneises, y más jóvenesPaleozoicos. Asimismo observa rocas básicas en las secuencias metamórficas que ya habían sidoestas rocas reconocidas en otras Sierras Pampeanas.

Ha contribuido al conocimiento geológico de la sierra de Velasco, cuando realiza un perfil trans-versal entre Campo de Chilecito y La Rioja, donde reconoce distintas unidades metamórficas ygraníticas, el cual posee un detalle significativo para la época y aún con vigencia hoy en día. En el otroperfil de Nacimientos, muestra a las unidades sedimentarias y su disposición en los vallesintermontanos.

En Marayes (San Juan) realiza un aporte importante con su mapa y perfiles al conocimientode la cuenca gondwanica. También realiza una descripción detallada de la geología de la cuencade Metán y sus alrededores, comprendiendo a la sierra de Candelaria.

Finalmente interpreta a través de la descripción del pozo de exploración de Capiazuti II, laestructura del subsuelo de la región de Tartagal como un aporte significativo a la búsqueda delpetróleo en el norte argentino.

En los pocos años que permaneció en Argentina dejó un cúmulo de trabajos notables, quemarcan amplios conocimientos geológicos, gran capacidad de trabajo y observación de estegeólogo, que pese a los años transcurridos sigue vigente.

Agradecimientos: El autor agradece al Dr. Alejandro Toselli por los interesantes comentarios y sugerencias efectuadasa la versión original de esta contribución y al Sr. Ernesto Rodríguez Lascano por su colaboración en la confección de lasfiguras.

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Recibido: 18 de Julio de 2008Aceptado: 15 de Septiembre de 2008

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24150

151BREVE HISTORIA DE LA PETROGRAFÍA Y LA MINERALOGÍA DE MENAS METALÍFERASHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 151-164F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Breve Historia de la Petrografía y de la Mineralogía deMenas Metalíferas en el SEGEMAR

Rubén J. CUCCHI* y Norma E. PEZZUTTI

Tanto vivir entre piedras que creí que conversaban,Voces no sentí nunca pero el alma no me engaña,

Algún algo han de tener aunque parezcan calladas,No de balde se ha llenado de secretos la montaña.

Atahualpa Yupanqui

Abstract: BRIEF HISTORY OF THE PETROLOGY AND MINERALALOGY OF METALIC ORES IN THE SEGEMAR.- This brief historywas made to honor all those professionals who have dealt with petrography and mineralogy of metalliferousores in one of the oldest institutions of the country, i.e. the SEGEMAR (Argentine Geological and MiningSurvey), an official entity which is devoted to research and development in Geology.

It includes the period since 1904 until the last entry in the Records of Microscopic Slides in 1988. It alsocomprises the petrography that was fundamentally applied to the hydrothermal alteration and ore microscopyperformed in Geological and Mining Prospecting Plans since 1966 until the creation of the SEGEMAR (Argen-tine Geological and Mining Survey) in 1996.

Resumen: BRVE HISTORIA DE LA PETROGRAFÍA Y DE LA MINERALOGÍA DE MENAS METALÍFERAS EN EL SEGEMAR.- Esta brevehistoria se realizó con la aspiración de homenajear a todos aquellos profesionales que hicieron petrografía ymineralogía de menas metalíferas en una de las instituciones más antiguas del país, el Servicio Geológico MineroArgentino, organismo oficial abocado a la investigación y desarrollo de la Geología.

Abarca el período que va desde 1904 hasta la última anotación en los Libros de Registros de Preparacionesmicroscópicas en 1988 y comprende, además, a la petrografía fundamentalmente aplicada a la alteración hidrotermaly a la “calcografía” efectuadas en los Planes de Exploración Geológico-Mineros desde 1966 hasta la creación delSEGEMAR en 1996.

Key words: History. petrography. ore microscopy. SEGEMAR.

Palabras clave: Historia. petrografía. “calcografía”. SEGEMAR.

Introducción

Esta contribución se basa, en parte, en las anotaciones que se encuentran en los cuatro libros de“Registro de Preparaciones Microscópicas” que existen en el actual Servicio Geológico MineroArgentino. Recordamos que éstas son sólo algunas citas de las numerosas que podrían efectuarse,dado que muchos de los investigadores nombrados desarrollaron una intensa labor en el campo dela Geología, muchas de ellas fundamentales. También de la larga lista de colegas que han trabajado“haciendo” petrografía han quedado muchísimos sin mencionar y con tantos méritos como loscitados en esta síntesis.

Esta Breve Historia abarca el período que va desde 1904 hasta la última anotación en los Librosde Registros en 1988 y como tal es única en el país y se extiende además, a la petrografía principalmentede alteración hidrotermal y “calcografía” realizadas en los Planes de Exploración Geológico-Minerosdesde 1966 hasta la creación del SEGEMAR en 1996.* SEGEMAR. E-mail: [email protected] - [email protected]

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24152

Quizás merezca una continuación y desde luego perfeccionamiento de lo que hemos elaboradoy sin duda podría ser una labor a encarar para el futuro.

El comienzo de la Petrografía

Alrededor de 1827, W. Nicol, geólogo escocés, fue el primero en utilizar la luz polarizada aplicadaa la observación microscópica de los minerales. Poco después, en 1833, el francés Camille SébastienNachet fabricó uno de los primeros microscopios petrográficos. A partir de esta fecha podría señalarseque dieron comienzo en el mundo los estudios petrográficos utilizando el microscopio de polarización,aunque al principio los geólogos permanecieron indiferentes a la aplicación de este instrumento.Recién en 1851, con trabajos de Oschatz y H.C. Sorby, en especial de este último, continuaron losintentos del uso del microscopio de polarización. Pero no será sino hasta los trabajos de K.F. Zirkelen 1870, que la Petrografía microscópica empezará a consolidarse.

En la Argentina, Luis Brackebusch al donar muestras representativas de sus colecciones de rocasrecolectadas entre 1891 y 1906, a los museos de las universidades de Berlín y Goettingen, dará lugaren forma indirecta al comienzo de las investigaciones petrográficas en nuestro país (véase Pastore,1915:29 y 1925:15). Otro probable inicio está vinculado a la expedición antártica italiana de 1882-1883, que en la región magallánica realizó un “apreciable conjunto de observaciones geológicas y especialmentepetrográficas” (en Pastore, 1925:18).

Si bien no hay una fecha exacta para establecer cuando empezó la Petrografía en la Argentina, sí lahay para establecerla, al menos aproximadamente, en una de las instituciones oficiales más antiguasdel país abocada a la investigación y desarrollo de la Geología. Nos referimos a que es a partir del mesde marzo de 1885, cuando se crea la Sección Minas incluida en el Departamento de Obras Públicas delMinisterio de Interior con la misión de efectuar el estudio geológico, minero e hidrogeológico delterritorio nacional, que se puede inferir que se dio comienzo pues al estudio de las rocas, una de lasbases esenciales del conocimiento geológico.

Esta etapa, sin dudas, se consolidará a partir del año 1904 con la creación de la Dirección Generalde Minas, Geología e Hidrología dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación, que pocotiempo atrás celebrara sus 100 años y que luego, bajo diferentes nombres, dará lugar a la creación delServicio Geológico Minero Argentino, conocido bajo la sigla SEGEMAR en 1996.

Libros de Registros

Entre el rico y variado acervo histórico de esta institución se encuentran los cuatro libros de“Registro de Preparaciones Microscópicas” (Figs. 1 y 2), en los que se asentaron casi 15.000 anotacionesde cortes delgados, los que incluyen el nombre del geólogo que recolectó la muestra, su ubicacióngeográfica y quien realizó el estudio correspondiente. Estos registros, que han sido objeto de estebosquejo histórico, llegan hasta 1988; a partir de ese año en la Institución se implantó un sistemadigitalizado, el que no se analizará.

Estos libros fueron adquiridos por la Dirección Nacional de Minas, Geología e Hidrogeología ala firma Guillermo Kraft, situada en la calle Florida 434 y con talleres en España 151, los que teníanla particularidad de que, mediante la referencia al número, en este caso el 34.490, se podía encargar unlibro idéntico al primero. No se ha podido saber si fue una única compra o si se la hizo en formaescalonada. Guillermo Kraft, establecida en 1864, era una empresa de litografía, imprenta y taller deencuadernación y fábrica de libros comerciales, que también actuaba como papelera al por mayor ymenor y que tenía la especialidad de hacer billetes de banco.

153BREVE HISTORIA DE LA PETROGRAFÍA Y LA MINERALOGÍA DE MENAS METALÍFERAS

Estos cuatro Libros de Registros guardan, además, notas curiosas como la historia de vida dealgunas de las petrógrafas como el cambio de estado civil, ya que algunas al casarse agregaron a suapellido el de sus respectivos cónyuges, mientras que otras continuaron usando su nombre desoltera. También estos libros, además de señalar la actuación de los geólogos fundadores de gran

Lámina 1. Documentación de Registros Petrográficos.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24154

parte de la Geología de la Argentina, marcan el inicio de algunos geólogos en el campo de la GeologíaRegional, en especial entre los años 50 y 80 del siglo XX, mientras que otros indican el paso, al parecerfortuito, por trabajos de levantamiento geológico y aún de estudios petrográficos.

Etapas

El análisis de estos registros permite establecer, a grandes rasgos, distintos períodos del sectorencargado del estudio petrográfico de las rocas en los distintos ciclos de la Institución, el que podríaser considerado como la etapa fundacional del conocimiento sistemático de la Petrografía en el país.

La etapa inicial comenzó alrededor de la primera o segunda década del siglo XX, con los trabajosde Roberto Beder, Helge Backlund, Juan Hausen, Juan Keidel, Franco Pastore, Remigio Rigal,Walter Schiller, Roberto Wichmann, Anselmo Windhausen, entre otros, quienes recurrieron apetrógrafos o hicieron por sí mismos el estudio de sus rocas.

La segunda etapa sería la de la División Petrología, en las sedes de la Av. Alem y de la calle Perú,con diversas petrógrafas entre los cuales se cuentan a renombradas profesionales como EdelmiraMórtola, Carolina Lazzari de Pandolfi, María Teresa Carri de Riggi, María Eugenia Hermitte deNogués y Verena Kull de Kapeluz, y entre los petrógrafos a Félix González Bonorino, Jorge VillarFabre, Bernabé J. Quartino, Fernando L. Sesana, Jorge Buenanueva, Roberto L. Caminos y FedericoRoellig.

Luego continúa un período que podríamos llamar de transición con Beatriz Coira, Mabel Costas,Noemí Feliú, Magdalena Koukharsky, Eduardo Llambías, Juan C. Mirré, Norma Pezzutti, NinaMishkovsky de Ramos, Jorge Viand y Luisa Villar.

Una última etapa sería la correspondiente al Departamento Investigaciones de Base del ServicioGeológico Nacional, en la Av. Santa Fe 1548, con el desempeño de Alicia Busteros, Rubén J. Cucchi,Hebe A. Lema, Héctor Martínez, Juan C. Riggi, Liliana Sacomani y Alicia Spiegelman.

Cabe aclarar que aparte de hacer petrografía, la mayoría de los profesionales citados realizarontrabajos de campo, tanto de apoyo a un geólogo regional o efectuando su propio relevamiento.

Siguen los registros

De estos casi 15.000 registros de preparaciones petrográficas, los cuatro primeros (Fig. 3)corresponden a pórfidos cuarcíferos y tobas provenientes de la perforación Puerto Madryn II, Chubut,y su estudio fue realizado por Franco Pastore, mientras que el quinto, sin señalar su procedencia, fuedescripto por José María Sobral. La petrografía de la perforación de Puerto Madryn la prosiguióRemigio Rigal quien continuó con la descripción de 6 secciones delgadas de niveles comprendidosentre los 229 y 575 m bajo boca de pozo.

Las últimas anotaciones (Fig. 4) son las descripciones realizadas por Héctor Martínez (sobremuestras aportadas por Antonio Lizuain) correspondientes a la Hoja 43d, Sierra de Taquetrén,Chubut, registradas en 1988. El último pertenece a la muestra 14.719.

Los registros no guardan un orden cronológico puesto que, por ejemplo, a los que se relacionancon rocas recolectadas y estudiadas por Walter Schiller en 1907 o por Helge Backlund en 1913, lesanteceden los que fueron adjudicados a Franco Pastore que datan de 1920. El más antiguo es del año1906, sobre un granito cercano a la estación Dufaur al oeste de la Sierra de la Ventana (provincia deBuenos Aires) (Fig. 5), que recogiera Santiago Roth, aunque no se indica quien hizo la petrografía.

155BREVE HISTORIA DE LA PETROGRAFÍA Y LA MINERALOGÍA DE MENAS METALÍFERAS

Lámina 2. Figura 5.- Fotomicrografía del granito de Dufaur, al oeste de Sierra de la Ventana, recolectado porSantiago Roth en 1906. Se desconoce el nombre del petrógrafo que lo describió. Está registrado con el número963, Libro 1:34. Figura 6.- Fotomicrografía de un pedernal localizado cerca de la estancia del Dr. Rocha, en lasierra de Olavaria. Es del año 1907. Recolectado y estudiado por Walter Schiller, Libro de Registro 1:5, N° 144.Figura 7.- Fotomicrografía de un rodado del Conglomerado antiguo del Monte de la Cuesta al norte de DeánFunes. Roberto Beder lo muestreó y estudió en 1917.Corresponde al registro 658 del Libro 1:23. Figura 8.-.Fotomicrografía de una teschenita de la provincia del Chubut, que estudió Edelmira Mórtola a pedido de J.Keidel. Número de registro 194, del Libro 1:7.

El que le sigue en antigüedad corresponde a 1907 (Fig. 6) e incluye varias muestras de las sierrasde Olavarría y de la Ventana y rocas calcáreas de la Sierras Bayas, así como un rodado de la playa de Mardel Plata, todo ello recolectado y estudiado por Walter Schiller, autor recordado entre otrasinvestigaciones, por su interpretación de la estructura (pliegues telescópicos) de las Sierras Australesde la provincia de Buenos Aires.

En orden cronológico, que como se dijo no coincide con el orden de anotación, siguen las 280rocas que, entre 1911 y 1912, Ricardo Stappenbeck coleccionó y estudió él mismo, que provienen deMendoza y San Juan, así como 2 de San Lorenzo, en Salta, y 6 de Tucumán de la quebrada de Marapay el valle de Escaba, estas últimas quizás en relación con la construcción del dique de Escaba. Lasmuestras cuyanas serían luego la base de sus investigaciones en la Precordillera (aunque “La Precordillerade San Juan y Mendoza” fue publicado en 1910 en el tomo IV, N°3, de los Anales del Ministerio deAgricultura de la Nación) o bien corresponderían a “Geología de la falda oriental de la cordillera delPlata, provincia de Mendoza”, editado en 1917 (tomo XII, N° 1, Anales Ministerio de Agricultura dela Nación).

Figura 5. Figura 6.

Figura 7. Figura 8.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24156

Entre 1911 y 1912, Guillermo Bodenbender trabajó en la provincia de La Rioja, en Villa Unióny en las sierras de Umango y de Valle Fértil y en la sierra catamarqueña de Ambato y las muestras, enun total de 216, fueron descriptas por M. Delhaes, quien también analizó los esquistos de San Julián(Santa Cruz) muestreados por Bodenbender. Este último investigó los “meláfiros” de Los Cerrillos,cerro Leoncito Chajau, ubicados en La Rioja, que examinaron Chelius y otros.

En 1912, Juan Hausen estudió la colección que A. Flassdorf trajo de la provincia Misiones, en eseentonces Territorio Nacional. En general se trata de basaltos que proceden de varias localidades de laprovincia, entre ellas San Ignacio, Loreto, Santa Ana, Bonpland y San Javier y que recién son publicadasen 1919 en el Boletín B-21 de la Dirección General de Minas, Geología e Hidrología bajo el título“Contribución al estudio de la petrografía del Territorio Nacional de Misiones”.

En 1915, entre mayo y septiembre, Hausen recolectó y describió 105 muestras de La Rioja, de lasierra de Umango, la cuesta del Espinal, sierra de Tambillos, cerro Cacho, Villa Unión y cerro Guandacol.

Roberto Beder, entre 1912 y 1919, coleccionó y estudió numerosas muestras, varias de las cualesprocedían de Catamarca, de las minas San Antonio y Romay. Las restantes son de Córdoba yprovienen de diferentes localidades; entre ellas merece señalarse la de un conglomerado antiguo, son4 rocas del norte de Dean Funes (Fig. 7) que podrían ser del que más tarde fuera llamado Conglomeradode La Lidia. Además, trajo muestras de las canteras San Antonio, Suncho, Malagueño, entre otras.Más tarde trabajó en las localidades de San Marcos Sierra, Cruz del Eje, La Falda, etc. entre cuyas rocasanalizó una aplita que intruye un skarn con epidoto, granate y diópsido, proveniente del oeste de LaCalera, que le entregara Flassdorf en 1916.

Las primeras Hojas Geológicas registradas y otros datos

Pablo Groeber, en 1914, en la Hoja 30c, muestreó y estudió cortes delgados del escorial del PayúnMatrú en Mendoza, así como de la Hoja 31c, Confluencia de los ríos Grande y Barrancas, relevadaentre 1914 y 1916.

En 1918, R. Wichmann relevó la Hoja 35m, Bahía Blanca (Geología e Hidrología de Bahía Blancay sus alrededores), aunque con un enfoque hidrogeológico.

Sin embargo, como primera Hoja Geológica registrada en los libros es la que Franco Pastorecomenzara en 1920 y cuya redacción fue presentada en agosto de 1927 y recién fue publicada en 1932en el Boletín Nº 36, bajo el título “Hoja 20i del Mapa Geológico de la Argentina. Región orientalmedia de la Sierra de Córdoba. Relevamiento geológico y explicación”. La Dirección de Minas yGeología del Ministerio de Agricultura de la Nación estaba entonces bajo la dirección del Ing. TomásM. Ezcurra y el Jefe del Servicio Geológico era el propio Dr. Pastore. Las rocas de esa región proveníande distintas localidades de la sierra Chica de Córdoba, entre ellas las del río San Antonio, Pampa deOlaen, sierra de Achala y dique San Roque. El conjunto ascendía a 97 muestras y sus correspondientescortes delgados fueron asentados entre 1920 y 1922

Cabe recordar que Franco Pastore fue el primer geólogo recibido en la Argentina, en junio de1915, a diferencia de José María Sobral que lo hizo en Suecia. A su vez Juan José Nágera tuvo sutítulo en diciembre de 1915, también en la Universidad de Buenos Aires en la entonces Facultad deCiencias Exactas, Físicas y Naturales.

En otro orden de cosas, la primera teschenita registrada, si no en el país al menos en el Libro 1,es la que recolectó en 1912 Pablo Groeber en el cerro Negro, Chubut, y estudió Franco Pastore, a lasque siguen las de Juan Keidel en 1917. Las últimas procedían del cerro Negro y de la pampa de MaríaSantísima, ambas localidades en Chubut, y fueron estudiadas por Edelmira Mórtola (Fig. 8).

En 1923, Edelmira Mórtola, primera geóloga argentina, recibida en 1920, dio a conocer en elBoletín B-34, su contribución sobre el tema de las teschenitas, en un trabajo titulado “Rocas alcalina

157BREVE HISTORIA DE LA PETROGRAFÍA Y LA MINERALOGÍA DE MENAS METALÍFERAS

Lámina 3. Figura 9.- Fotomicrografía de la segunda ignimbrita mencionada en los registros. Es de la Hoja 31e,Chical-Có, recolectada por Enrique Núñez y clasificada por Mabel Costas e inscripta en el Libro de Registros 3:15bajo el N° 9867. Figura 10.- Fotomicrografía de la primera carbonatita citada en los Libros de Registro, es deNovillo Muerto, Cordillera Frontal, provincia de Mendoza. Fue clasificada por Luisa Villar, lleva el N° 10.902,Libro 3:50. Figura 11.- Fotografía del meteorito de Otumpa, Campo del Cielo, provincia del Chaco, que Sir. W.Parish presentara al Museo de Ciencias Naturales de Londres, Inglaterra, en 1826. Figura 12.- Fotomicrografía delaerolito de San Cristóbal, Santa Fe, descripto por María E. Hermitte de Nogués en 1927. Registro N° 2218, Libro1:77.

básicas del sur de Chubut”. Las teschenitas del cerro Negro, Chubut, también fueron del interés deWindhausen, quien también las analizó al microcopio en 1921.

Keidel, además, coleccionó y describió muestras de Catamarca (del socavón Fortuna en la sierrade Fiambalá), 4 de Chubut y 50 de San Juan (Jáchal, Agua Negra, quebrada de Talacasto). Curiosamente,también examinó una muestra del Puerto Nuevo de la ciudad de Buenos Aires.

En relación con las ignimbritas, cuya génesis comienza a reconocerse en décadas intermedias delsiglo XX, la primera descripción efectuada en el país es la que hizo Félix González Bonorino sobreuna muestra de El Refugio, Río Diamante, provincia de Mendoza, recolectada por Raúl N. Dessanti.La segunda descripción es la de Mabel Costas sobre una muestra procedente de la Hoja 31e, Chical-Có, La Pampa (Fig. 9).

González Bonorino, que venía trabajando en Río Negro, en la región de El Foyel, continuaríacon la transecta de la Cordillera de los Andes a la altura del cerro Aconcagua y seguiría con varias Hojasgeológicas en las Sierras Pampeanas trabajos fundamentales de Geología metamórfica y estructura(fallas lístricas) de dichas sierras.

Figura 9. Figura 10.

Figura 11. Figura 12.

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Curiosidades que merecen mencionarse

La arenisca de Plaza Huincul recolectada por R. Rigal entre 1921 y 1922, marca el inicio de las citasde Carolina Lazzari de Pandolfi en el registro de preparaciones microcópicas.

Richard Wichmann inició en 1925 sus investigaciones en la provincia del Río Negro con elestudio de granititas, antigua denominación de granitos biotíticos, procedentes del cañadón deLonco Vaca y Carriyegua. Asimismo analizó rocas de las provincias del Neuquen (Piedra del Águila,Pichi Leufú, etc.) y de la de La Pampa (Chical-có, Puelén, etc.)

Victorio Angelelli estudió una muestra de Virorco, San Luis, un cuarzo con rutilo coleccionadoen 1935.

En la página 59 del Libro 1, se asentaron los trabajos iniciales de M.T. Carri, quien analizó ungabro alterado de Andalgalá, Catamarca y de M.E. Hermitte, una anfibolita actinolítica con granate dela sierra de Pie de Palo, traída por Angelelli.

Otra nota que llama la atención es el registro de R. Agustín Riggi quien examinó una diabasa,filón en un granito, de la quebrada de los Chorrillos, en la antigua Gobernación de Los Andes (hoyprovincia de Tucumán). Otra, es la de la descripción de una toba liparítica de Mencué (Río Negro)hecha por Hermitte a pedido de una Dirección de Arquitectura, o la madera fósil que enviara J. Rosenproveniente de Marayes, en San Juan.

Dos granitos de la sierra Chica y una diorita cuarcífera de Tandil, en la provincia de Buenos Aires,fueron analizados y recolectados por Nágera alrededor del año 1927.

En el Libro 1, también está citado Sobral, en 1927, con el estudio de una anfibolita, cuyaprocedencia no está asentada, y de una roca basáltica del cerro San Bernardo (Chubut).

Luisa Villar describió una carbonatita de Novillo Muerto, Mendoza; quizás sea la primera cita deeste tipo de roca realizada en la Institución (Fig. 10).

Además del trabajo institucional sobre el territorio continental vinculado con el relevamiento delpaís, la acción de los investigadores se volcó hacia nuevos campos, si bien no como planes dedesarrollo previstos, sino respondiendo a un espíritu inquisitivo individual. Entre ellos se destacanlos correspondientes a rocas provenientes del espacio exterior o bien de territorio insular argentinoasí como de la Antártida.

Las rocas extraterrestres

Las rocas extraterrestres son conocidas en nuestro país desde tiempos de la colonia y en especiallas del Campo del Cielo en la provincia del Chaco. Tanto así es que en el Museo de Ciencias Naturalesde Londres, Inglaterra, se encuentra un meteorito de hierro que fuera presentado a dicho museo porSir Woodbine Parish en 1926 (Fig. 11).

En el año 1923, Juan J. Nágera, por entonces jefe de la División Geología de la Dirección deMinas, Geología e Hidrología, fue el encargado de estudiar fragmentos hallados en Campo de Cielo(Chaco), reconociendo su carácter meteorítico, aunque solo atribuyó tal origen a los hoyos de laLaguna Negra y Rubin de Celis. En el catálogo de publicaciones del Servicio Nacional MineroGeológico se menciona el trabajo de Nágera titulado “Los hoyos de Campo del Cielo y el meteorito,provincia del Chaco” (Dirección General de Minas, Geología e Hidrología del Ministerio de Agriculturade la Nación, Publicación N° 19, 1926).

También fueron analizados los meteoritos de La Colina (Buenos Aires) y de Santa Isabel (SantaFe). Uno de La Colina es una condrita con olivina y enstatita y troilita. En total son 6 aerolitosestudiados por F. Pastore.

159BREVE HISTORIA DE LA PETROGRAFÍA Y LA MINERALOGÍA DE MENAS METALÍFERAS

Otro aerolito (condrita) procedente de Pujato, provincia de Santa Fe, fue analizado por María E.Hermite de Nogués (Fig. 12) presumiblemente en 1927, según consta en la nota administrativa depresentación, si bien no es claro si esa fecha es de recolección o de estudio.

Es de hacer notar que no quedó registrada la participación de Luisa Villar, quien en colaboracióncon el geólogo estadounidense Bill Cassidy investigó los meteoritos del Campo del Cielo (Chaco),resultados que fueron publicados en Science, publicación oficial de la Asociación Norteamericanapara el Avance de la Ciencia.

Las rocas de la Antártida Argentina e islas de la región antártica

La participación del Sector Petrografía en las campañas antárticas se remonta a la primera citacorrespondiente a 4 muestras de rocas ígneas recolectadas por Rafael González quien también lasestudió. Estas rocas son de punta Gallows de la isla Observatorio del grupo Melchior del archipiélagode Palmer, de la isla 1° de Mayo del mismo grupo Melchior y dos ejemplares del puerto Neko a lalatitud del 65° S sobre el estrecho de Geslache.

Siguen las rocas recogidas por Isaías Rafael Cordini en diversas islas: Observatorio, Melchior,Kappa, Sobral, Decepción, Paradise en la Tierra de Gram, que totalizan 15 muestras y que se encargaráde describir Carolina Lazzari de Pandolfi. Se trata de rocas plutónicas o volcánicas como los basaltosde la isla Decepción.

Posteriormente, Horacio Camacho trajo 35 muestras de la base Almirante Brown, Isla Luna,Bahía Esperanza, canal Murature de la isla Melchior, que fueron estudiadas por Jorge Villar Fabre.Son rocas de variada composición con predominio de plutonitas y vulcanitas sobre grauvacas ytobas.

González Stegmann coleccionó 19 rocas de las islas Shetlands del Sur, cuya descripción hicieraBernabé Quartino. Preponderan las rocas volcánicas sobre las plutónicas.

Isaías Rafael Cordini recogió e investigó petrográficamente varias muestras de las islas Uruguay,una grauvaca de la isla Grainville y un basalto vesicular de la isla Paulet; en el cabo Dubouzet recolectóuna diorita y un par de pórfiros. También trajo muestras de las islas Thule, Robertson, Neny,Stomington, Puerto Charcot, costa norte de la isla Hiard que Fernando Sesana examinó al microscopio.

En las Orcadas del Sur, Roberto Caminos analizó sus propias muestras recogidas en el cerroMossman, la mayoría grauvacas que totalizan 11 ejemplares. También estudió la petrografía y lageología de la Isla de los Estados en colaboración con Francisco Nullo.

El comienzo de la microscopía por reflexión

Los primeros intentos en el mundo para hacer microscopía por reflexión fueron a través de laaplicación (en 1783, por parte de Lieberkühn) de un espejo a un microscopio. En 1888 se ideó elmicroscopio metalográfico y, en 1920, se creó la platina giratoria. Entre 1908 y 1910, J. Königsbergerutilizó por primera vez dispositivos para ver efectos de anisotropía (Schneiderhöhn, 1952).

No se tiene certeza a partir de que fecha se inicia en la Argentina el estudio de la mineralogía demenas metalíferas al microscopio. De la memoria de algunos colegas surgió el recuerdo que en el año1945, geólogos de Fabricaciones Militares aprendieron dicha técnica en Chile.

En la Dirección Nacional de Minería fue quizás Pascual Sgrosso quien recurrió al uso del microscopiopara la determinación de minerales de mena (“calcografía”). En su “Contribución al conocimiento dela Minería y Geología del Noroeste argentino”, en las páginas 92 a 100 y especialmente en la 101, cita

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la andorita como analizada microscópicamente en el año 1938 si bien la Contribución fue publicadaen 1943. En 1948 Jorge Valvano estudió la mineralización metalífera de la zona de Castaño Viejo,San Juan.

Las continuadoras de esa importante práctica de investigación fueron Lidia Malvicini (1962-63),quien comenzó sus conocimientos de “calcografía” en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales dela UBA) y Melba Guerstein (1963-1968). En la década del 70 se incorporaron Milka K. de Brodkorb,Eva Donnari y Susana Segal.

La petrografía y la mineralogía de menas metalíferas en los Planes deExploración Geológico-Minera

La Secretaría de Minería, hacia mediados de la década del 60, creó los denominados Planes deExploración Geológico-Minera, con sede en diversas ciudades de la Argentina.

La petrografía, fundamentalmente la aplicada a la alteración hidrotermal, y la mineralogía demenas metalíferas (“calcografía”) constituyeron un instrumento de mucho valor para dilucidar áreascon mineralización y la posibilidad de hallar yacimientos minerales de valor económico. Ambasespecialidades fueron escuela dentro de lo que hoy es el SEGEMAR, escuela que también se extendióa otras instituciones y a universidades tanto del país como del exterior.

Cabe recordar que los “Planes” están aún en actividad. Se hará un breve resumen de cada uno deellos, primordialmente en lo relacionado a la práctica de esas dos materias. Los profesionales que semencionarán a continuación ejercían sus tareas en las propias sedes de los Planes, en algunos casosviajaban temporariamente y en otros lo hacían desde Buenos Aires. A título informativo sólo seenumerarán alguna de las áreas de interés minero investigadas.

SEDE LA RIOJA

El primer Centro de Exploración que instaló un gabinete para estudios al microscopio fue elPlan Cordillera Norte, cuya sede fue la ciudad de La Rioja y data del año 1966.

La primera etapa de prospección de yacimientos se realizó en la sierra del Famatina y noroeste deJagüé (La Rioja) y en las sierras de Capillitas, El Candado y Aconquija y minas Cerro Rico y El Atajo(Catamarca) y algunos distritos de la parte norte de San Juan. También se revisaron y evaluaron losprincipales distritos mineros de La Rioja (La Mejicana-Los Bayos, Cerro Negro-La Viuda, El Cantadero,La Josefa, San Santiago, King Tut, La Cébila y Villa Unión, entre otros) y se hicieron los primerosrelevamientos y prospecciones detalladas en cercanías del bajo de La Alumbrera como San Lucas, ElDurazno, Tampa Tampa, Agua Tapada, El Espanto y Los Jejenes.

Las rocas coleccionadas en las distintas campañas fueron analizadas por las siguientesprofesionales: Mabel Costas, Elena Bianchi de Planas, Noemí Feliú, Nina Mischkovsky de Ramos,Norma Pezzutti, Ana Prieri de Vega y Luisa Villar. Se efectuaron descripciones a grano suelto y sobrecortes delgados y pulidos. Los datos brindados en una publicación del año 1973 (véase ServicioNacional Minero Geológico, 1973) revelan que hasta esa fecha el “gabinete petrográfico realizódeterminaciones de rocas, minerales pesados de fondos de batea y calcografía sobre 3960 muestras”.

SEDE TUCUMÁN

En 1969 se creó la Sede Tucumán del Plan Cordillera Norte. Mediante un convenio con laUniversidad Nacional de Tucumán - Fundación Miguel Lillo, el entonces Instituto Nacional deGeología y Minería instaló en la ciudad de Tucumán su centro operativo, gabinetes y laboratorios.

161BREVE HISTORIA DE LA PETROGRAFÍA Y LA MINERALOGÍA DE MENAS METALÍFERAS

En este Centro de Exploración se desarrolló una profunda investigación de las áreas: Bajo de LaAlumbrera, Diablillos, Antofalla, La Borita, Filo Colorado, Cerro Atajo, Cueros de Purulla. LaHoyada, Cerro Toronado, Fiambalá-Zapata, Valle Ancho, Cerro Azul y Aconquija, entre otras.

En distintas etapas de avance de este Plan, a cargo de las investigaciones petrográficas (P) ymineralógicas de menas metalíferas (C) de las muestras recolectadas estuvieron: Milka K. de Brodtkorb(C), Marta Godeas (P), Magdalena Koukharsky (P), María A. Leguizamón de Auriemma (P), NormaPezzutti (P), Susana Segal (C), Mavel Valoy (P y C) y María E. Viruel (P).

Para dar un detalle del volumen de trabajo realizado en las áreas de interés minero entre 1973 y1983 se describieron 21.172 cortes petrográficos y 5687 calcográficos (Lavandaio, 2004:277).

SEDE SAN JUAN

En el año 1972 se inició el Plan San Juan, con asiento en la ciudad de San Juan. Desde esta Sedetambién se hicieron algunos estudios en la provincia de Mendoza.

Las áreas de interés investigadas por el Plan en la provincia de San Juan, desde su instalación hasta1980, fueron Marayes, El Arriero, Gualilán, Cerro Negro, La Cortadera, El Tontal, Gualcamayo, ElSalado, entre otras. A partir de 1980 se efectuaron tareas de prospección y exploración en Río Castaño,El Retamal y se comenzaron las campañas al Valle del Cura, área con oro y plata, de suma importanciaeconómica.

Los estudios petrográficos fueron hechos por Marta Carullo, Ana Escalante, Marta Godeas,Isabel Lorenzetti y Norma Pezzutti, en tanto que los “calcográficos” por Silvia Ametrano y EvaDonnari.

SEDE MENDOZA

El Plan Mendoza comenzó a fines de 1973, como un programa de prospección regional, bajo unconvenio firmado con la provincia de Mendoza. Desde ese año y hasta fines de 1978 se analizaron endetalle 14 áreas de interés minero, con mineralización metalífera diseminada o en vetas, mineralesindustriales como fluorita, cuarzo, bentonita, caolín, entre otros. Se describieron 1500 muestras almicroscopio (Lavandaio, 2004:288).

Entre las zonas examinadas se cuentan Arroyo La Chilca, Cerro Tres Hermanos y Cerro Nevadoy Agua Escondida.

A partir de 1982 se promovió la prospección de áreas con rocas ultrabásicas, como Cortaderas,Bonilla y Tupungato. Luego se revisó y actualizó el conocimiento de minas de oro y se hizo unrelevamiento de vetas con oro y plata y una investigación de los distritos Cortaderas y Paramillos.

El estudio petrográfico estuvo a cargo de Graciela Santamaría y Estela Zanoni de Tonel, en tantoEva Donnari colaboró con el análisis de la mineralogía de menas metalíferas.

SEDE COMODORO RIVADAVIA

El 15 de mayo de 1973 se implementó formalmente la ejecución del Plan Patagonia Comahueque originalmente incluía parte de la provincia del Neuquén, 13 partidos del extremo sur de laprovincia de Buenos Aires, totalidad de los territorios de La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz,Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, con el correr del tiempo varias zonas fueron luego liberadas(Lavandaio, 2004:280-281).

La cabecera del Plan fue la ciudad de Comodoro Rivadavia, con una subsede en Los Álamos (RíoNegro) y otra en Gobernador Gregores.

Como consecuencia de la prospección y revisión detallada de varias zonas, se descubrieron áreasmineras muy promisorias, entre ellas Cerro Vanguardia, Río Pinturas, Río Oro, La Josefina y ElDorado Monserrat en San Cruz; Mina Beatriz, Río Túnel y Río Remolino en Tierra del Fuego;

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24162

Cordón Caquel-Cerro Gonzalo, Cerro Riñón-Cerro Colorados, Cordón de Esquel, Huemules,Cerro Coihue y Arroyo Cascada en Chubut y La Veranada en Río Negro.

En distintas etapas de avance del Plan y a cargo del estudio petrográfico (P) y mineralógicodemuestras recogidas estuvieron las profesionales: Silvia Ametrano (C), Milka K. de Brodtkorb (C),María I. Covaro (P), Eva Donnari (C), Marta Godeas (P), María Amalia Leguizamón de Auriemma(P) y Norma Pezzutti (P).

La Institución a la cual estamos homenajeando fue escuela de profesionales tanto delpaís como del exterior en las especialidades anteriormente mencionadas

Post Scriptun

En una carta de José María Sobral, fechada el 31 de mayo de 1915, dirigida al Ing. Enrique Hermitte, se puedeconocer que Sobral, en respuesta a una inquietud del Ing. Hermitte de instalar un “buen” laboratorio petrográficoy mineralógico, estuvo preparando una propuesta para montar un laboratorio con tales fines y, en tal sentido, señalauna serie recomendaciones, entre las que incluye la construcción del edificio “ad-hoc” con detalles tales como que lasventanas deben mirar al Sur, además de otras interesantísimas ideas que son ajenas a nuestra historia, excepto laque por aquellos años fuera planteda por Hermitte: la necesidad de contar con laboratorios petrográficos y porconsiguiente la de desarrollar la Petrografía en el país.

Lista de Petrógrafos

De los registros de los libros surge la actuación, en muchos casos solamente transitoria, de lossiguientes petrógrafos:

Andreis, RenatoAngelelli, VíctorBacklund, HelgeBassi, HugoBeder, RobertoBöckmann de Cianciarulo, SusanaBermúdez, AdrianaBodenbender, GuillermoBonarelli, GuidoBusteros, AliciaBuenanueva, JorgeCarri de Riggi, María T.Caminos, RobertoChelius, J.Coira, BeatrizCordini, Isaias RafaelCostas, MabelCucchi, Rubén J.De Benedetti, R.Delhaes, M.

Escalante, AnaFeliú de Riggi, NoemíFernández Lima, Juan C.Gay, Hebe D.Gentilli, CarlosGonzález, RafaelGonzález Bonorino, FélixGroeber, PabloGuerstein, MelbaHausen, JuanHeim, ArnoldHermitte de Nougués, María ElisaHolmberg, EduardoKeidel, JuanKittl. ErwinKouharsky, MagdalenaKull de Kapeluz, VerenaLage, JulioLazzari de Pandolfi, CarolinaLema, Hebe A.

163BREVE HISTORIA DE LA PETROGRAFÍA Y LA MINERALOGÍA DE MENAS METALÍFERAS

Lippmann, MarceloLlambías, EduardoMadel, JoaquínMalvicini, LidiaMartínez, HéctorMiró, RobertoMirré, Juan C.Mischkovsky de Ramos, NinaMórtola, EdelmiraNágera, Juan JoséPastore, FrancoPezzutti, NormaPolak, Dra.Quartino, Bernabé J.Rigal, RemigioRiggi, AgustínRiggi, Juan C.Roellig, FedericoRomero, Arístides G.B.

Rossi, NataliaRuiz Huidobro, OscarSaccomani, LilianaSchiller, WalterSesana, FernandoSepúlveda, EliseoSgrosso. PascualSobral, José MaríaSpiegelman, AliciaStappenbeck, RicardoValvano, JorgeViand, JorgeVillar, LuisaVillar Fabre, JorgeWahnish de Carral Tolosa, EstelaWeber de Bachmann, ElsaWichmann, RicardoWindhausen, AnselmoZagalsky de Bianucci, Ruth

Lista de “Calcógrafos” y de Petrógrafos vinculados con los planes deexploración

No hay libro de registros para identificar a los profesionales abocados a esas especialidades, perode la historia de la Institución surgen los siguientes nombres (se remarcaron con una C a los quehicieron “calcografía”):

Ametrano, Silvia (C)Auriemma, María Leguizamón deBianchi de Planas, Elena (C)Brodtkorb. Milka K. de (C)Carullo, MartaDonnari, Eva (C)Godeas, Marta

Lorenzetti, IsabelSantamarina, GracielaSegal, Susana (C)Valoy, MavelVega, Ana Prieri deViruel, María E.Zanoni de Tonel, Estela

Agradecimientos: Al SEGEMAR por permitir la consulta de los Libros de Registros; a los Licenciados. MatíasSalvarredy y Carlos Wilson por su ayuda con programas de computación, a la Dra. Mariela Echevarría por suasistencia en las fotomicrografías y al Dr. Eduardo Zappettini por facilitarnos copia de una carta del Dr. José M.Sobral al Ing. Enrique M. Hermite.

Bibliografía

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Secretaría de Industria y Comercio. Dirección de Minería y Geología. Informe 1102, inédito. Biblioteca del SEGEMAR.Buenos Aires.

Recibido: 10 de Agosto de 2008Aceptado: 20 de Septiembre de 2008

165APORTES DE ILUSTRES GEOCIENTÍFICOS DEL SEGEMARHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 165-178F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Los Aportes de Algunos Ilustres Geocientíficos delSEGEMAR al Conocimiento Geológico del TerritorioNacional

Héctor A. LEANZA1

Resumen: LOS APORTES DE ALGUNOS ILUSTRES GEOCIENTÍFICOS DEL AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL TERRITORIO NACIO-NAL.- Esta síntesis ofrece algunos de los más significativos aportes al conocimiento geológico del Territorio Nacionalpersonificados a través de varias figuras relevantes que actuaron en el SEGEMAR desde la fecha de su fundación, con laidea de brindar a las jóvenes generaciones una visión de la envergadura y jerarquía de nuestros antecesores. La elección dela lista, integrada por 20 ilustres geocientíficos, es fruto de la visión del autor, incluyendo solamente personas ya fallecidas.Diez de estas figuras forman parte del selecto grupo de los “20 Grandes Maestros de la Geología Argentina” selecciona-dos por la Asociación Geológica Argentina en ocasión de celebrarse su 50º aniversario. Por orden de ingreso a la Repar-tición, la lista es la siguiente: Walter Schiller (1879-1944), Juan Keidel (1886-1954), Ricardo Stappenbeck (1880-1963),Anselmo Windhausen (1882-1932), Enrique Gerth (1884-1971), Franco Pastore (1885-1958), Guido Bonarelli (1871-1951), Pablo F. C. Groeber (1885-1964), Juan José Nágera (1887-1966), Roberto Beder (1885-1939), José María Sobral(1880-1961), Augusto Tapia (1893-1966), Ricardo Wichmann (1880-1930), Horacio J. Harrington (1910-1973), FélixGonzález Bonorino (1918-1998), Juan C. M. Turner (1918-1979), Armando F. Leanza (1919-1975), Eduardo Holmberg(1915-1979), Jorge Polanski (1892-1975) y Roberto Caminos (1931-1997).

Abstract: THE CONTRIBUTIONS OF SOME DISTINGUISHED GEOSCIENTIST OF THE SEGEMAR TO GEOLOGICAL KNOWLEDGE OF

THE NATIONAL TERRITORY.- This synthesis offers some of the most relevant contributions to the geological knowledge ofthe National Territory, personified through several outstanding figures, which worked in the SEGEMAR since the timeof its foundation, with the idea to recall the young generations a vision of the significance and hierarchy of our ancestors.The election of the list, composed of 20 distinguished geoscientists, is the result of the own author’s choice, includingonly already deceased people. Ten of these figures form part of a selected group of the “20 Great Masters of theArgentinean Geology” selected by the Asociación Geológica Argentina in occasion of its 50º anniversary. By order ofentrance to the Institution, the list is the following: Walter Schiller (1879-1944), Juan Keidel (1886-1954), RicardoStappenbeck (1880-1963), Anselmo Windhausen (1882-1932), Enrique Gerth (1884-1971), Franco Pastore (1885-1958),Guido Bonarelli (1871- 1951), Pablo F. C. Groeber (1885-1964), Juan José Nágera (1887-1966), Roberto Beder (1885-1939), José María Sobral (1880-1961), Augusto Tapia (1893-1966), Ricardo Wichmann (1880-1930), Horacio J. Harrington(1910-1973), Félix González Bonorino (1918-1998), Juan C. M. Turner (1918-1979), Armando F. Leanza (1919-1975),Eduardo Holmberg (1915-1979), Jorge Polanski (1892-1975) and Roberto Caminos (1931-1997).

Palabras clave: SEGEMAR. geoscientíficos. historia. Argentina.

Keywords: SEGEMAR. geoscientists. history. Argentina.

Introducción

La División de Minas, Geología e Hidrogeología - antecesor directo del actual ServicioGeológico Minero Argentino - fue creada por Decreto del 25 octubre 1904 con la finalidad de“efectuar las exploraciones geológicas, mineralógicas e hidrogeológicas y especialmente los estudiosde combustibles minerales y fuentes termales”, siendo su primer director el Ing. Enrique M.Hermitte (1871-1955). El decreto fundacional establecía la organización de la División de Minasen tres secciones: Minas, Geología e Hidrogeología.1 SEGEMAR, CONICET. Av. Julio A. Roca 651. Piso 10. 1322. Buenos Aires. E-mail: [email protected]

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Esta novel institución, con el fuerte impulso que le imprimió el Ing. Hermitte, contribuyódesde un principio en forma sustantiva al conocimiento geológico del Territorio Nacional,iniciando, desde un primer momento, la búsqueda, evaluación y promoción de los recursosenergéticos del país. Para ello contaba Hermitte con el sabio asesoramiento ad-honorem del Dr.Guillermo Bodenbender (1847-1941), destacado miembro de la Academia Nacional de Cienciascon sede en Córdoba, una tradicional Institución sarmientina que ya para ese entonces contaba,al decir de Edward Suess (1904, p. 512), con un sólido prestigio internacional. Así, es Bodenbenderquién sugiere a Hermitte la contratación para dirigir el Sector Geología al distinguido geólogoDr. Juan Keidel, egresado de la Universidad de Strassburg, en Alsacia, que en esa época seencontraba bajo dominio alemán. A partir de entonces se suceden aportes continuos alconocimiento geológico del Territorio Nacional que sería imposible reseñar en pocas líneas.

Por tal razón, la idea de esta síntesis es ofrecer algunos de los más significativos aportes alconocimiento geológico personificados a través de varias figuras relevantes que actuaron en laRepartición desde la fecha de su fundación ocurrida hace más de un siglo, de modo de brindar alas jóvenes generaciones una visión de la envergadura y jerarquía nuestros antecesores. Se dejaconstancia que la elección de la lista, integrada por 20 ilustres geocientíficos, es fruto de mipropia visión e incluye solamente personas ya fallecidas. Digno es mencionar que diez de ellosforman parte del selecto grupo de los 20 Grandes Maestros de la Geología Argentina selecciona-dos por la Asociación Geológica Argentina en ocasión de celebrarse el 50º aniversario de dichaInstitución, que tuvo lugar el 30 de junio de 1995.

Por orden de ingreso a la Repartición, la lista es la siguiente: Walter Schiller (1879-1944), JuanKeidel (1886-1954), Ricardo Stappenbeck (1880-1963), Anselmo Windhausen (1882-1932), En-rique Gerth (1884-1971), Franco Pastore (1885-1958), Guido Bonarelli (1871- 1951), Pablo F. C.Groeber (1885-1964), Juan José Nágera (1887-1966), Roberto Beder (1885-1939), José MaríaSobral (1880-1961), Augusto Tapia (1893-1966), Ricardo Wichmann (1880-1930), Horacio J.Harrington (1910-1973), Félix González Bonorino (1918-1998), Juan C. M. Turner (1918-1979),Armando F. Leanza (1919-1975), Eduardo Holmberg (1915-1979), Jorge Polanski (1892-1975) yRoberto Caminos (1931-1997). La sola mención de los nombres precedentes y su inigualableobra, dan una clara idea de la riqueza y excelencia de las ilustres personalidades que nos precedie-ron en la Repartición, lo que sin dudas nos brinda un legítimo orgullo de pertenecer a ella y unasólida base para afrontar los desafíos del futuro.

Breve reseña de los aportes de las personalidades seleccionadas

A continuación se brindan algunas de las características más salientes de las contribucionesde los 20 insignes maestros mencionados en la introducción en favor del conocimiento geológicodel Territorio Nacional. Asimismo, según un ordenamiento basado en su fecha de ingreso a laRepartición, se mencionan algunas relevantes publicaciones de los colegas seleccionados, las quede por sí ponen en evidencia la importancia que han tenido o la vigencia que aún mantienendichas contribuciones para el conocimiento de nuestro suelo.

WALTER SCHILLER (1879-1944)Desde su ingreso en la Repartición acaecido en 1905, Schiller se dedicó a estudiar la parte más

elevada de los Andes: la región del Aconcagua. Allí descubrió la ausencia de Lías y parte delDogger, con la superposición del Calloviano sobre estratos paleozoicos atravesados por pórfidoscuarcíferos e identificó al Yeso Principal (Schiller 1912). También reconoció el carácter

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dominantemente clástico del Cretácico temprano y la importancia de los depósitos molásicosterciarios, destacando la existencia de un intenso tectonismo cenozoico expresado ensobrecorrimientos e intensos plegamientos (Schiller 1922). Otros campos de investigación fue-ron las Sierras Australes Bonaerenses, Martín García y las regiones petrolíferas de ComodoroRivadavia, del Neuquén, Tierra del Fuego y sur de Bolivia. Tuvo también una brillante labordocente en la Universidad de La Plata, ejerciendo la enseñanza hasta su solitaria muerte, cerca dela cumbre de su tan querido Aconcagua, en febrero de 1944.

DR. JUAN KEIDEL (1886-1954)Arribado al país en 1906 para hacerse cargo de la Sección Geología de la Repartición, Keidel

trazó el programa base del levantamiento geológico-económico del país con sus cartas al 1 :200.000. Se dedicó preferentemente a la estratigrafía y tectónica del Paleozoico, desde Salta hastala Patagonia, pasando por las Sierras Australes Bonaerenses. Fue el primero en efectuar unadetallada comparación geológica entre éstas y las montañas de África del Sur, brindando, juntocon Dutoit, la principal base geológica con la que contó Wegener para desarrollar su teoría de laderiva continental (Keidel 1916). Pero sin dudas Keidel trascendió por ser quién ubicó exitosamenteel pozo descubridor de petróleo en Plaza Huincul (Neuquén) sobre la base de estudios tectónicospor el mismo realizados (Keidel 1917, 1925). Generó al propio tiempo el concepto de“Patagónides” para la fase de movimientos supracretácicos, así como describiera antes el con-cepto de “Gondwánides” para los movimientos hercínicos cordilleranos (Keidel 1938).

Dr. Ricardo Stappenbeck (1880-1963)Inició levantamientos geológicos regionales en 1909 en la Precordillera, donde reconoció la

distribución de las calizas ordovícicas y las subsiguientes unidades paleozoicas, triásicas y tercia-rias, tanto sedimentarias como ígneas (Stappenbeck 1910). Gran parte de sus 40 años de ininte-rrumpida labor estuvo dedicada también a la hidrogeología de extensas regiones del país, desdelas depresiones intermontanas de Cuyo y el noroeste, hasta la vastedad de las planicies orientalesy la Mesopotamia. Estos trabajos permitieron la delimitación de potentes cuencas artesianas, asícomo el alumbramiento de aguas potables en sinnúmero de localidades. En su obra magna “Geologieund Grundwasserkunde der Pampa”, (Stappenbeck 1926), se condensa en forma íntegra la hidrologíasubterránea de gran parte de la Argentina, al punto de ser hasta hoy de obligada consulta por laamplia riqueza de su información básica.

DR. ANSELMO WINDHAUSEN (1882-1932)Tras su ingreso en 1909 y colaborar en la preparación de importantes exposiciones interna-

cionales de la Repartición (Turín, 1911; Rubais, 1912; San Francisco, 1914), Windhausen comen-zó investigaciones en la Patagonia extraandina (Neuquén y Río Negro), orientado a la geologíadel petróleo. Su “Contribución al conocimiento geológico de los territorios del Neuquén y Río Negro”(Windhausen 1914) avanza en estudios que llevaron al descubrimiento de petróleo en la regiónde Plaza Huincul. En “Líneas generales de la estratigrafía del Neocomiano...” (Windhausen 1918a),efectúa correlaciones de faunas de ammonites en el ámbito mundial que hoy en día son motivode consulta. Otro tanto puede señalarse en “The problem of the Cretaceous/Tertiary boundary in SouthAmerica ...” (Windhausen 1918b). Sus vastos conocimientos estratigráficos, estructurales ypaleontológicos, al iniciarse en la docencia universitaria en Córdoba en 1926, le permitieronllegar a compendiar en su magnífica obra “Geología Argentina” (Windhausen 1931), la síntesis máscompleta que haya sido encarada hasta entonces, enriquecida con muchos datos recogidos porotros especialistas.

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DR. ENRIQUE GERTH (1884-1971)Entre 1909 y 1913, Gerth investigó primero las sierras de San Luis y los bolsones terciarios

circundantes. En sólo un par de campañas de verano (1911-12 y 1912-13) realizó el carteo geológicoy topográfico de un área de 7.200 km2 en los contrafuertes andinos entre los ríos Grande yDiamante (Gerth 1925, 1928). Además del mapa a escala 1:200.000, Gerth levantó 15 seccionestransversales y numerosos perfiles columnares, coleccionando ricas faunas fósiles y rocas quefueron estudiadas por Jaworski (Lías y Dogger), Krantz (Tithoniano), Backlund y Kuenen(petrografía), reservándose para sí el estudio de los ammonites neocomianos. Dada la celeridadcon que se realizó este trabajo y su calidad, Groeber lo calificó “como una hazaña geológicainigualable”. De regresó a Bonn como profesor titular, Gerth inició su admirable “GeologieSüdamerikas”, publicada en Berlín entre 1932 y 1955.

DR. FRANCO PASTORE (1885-1958)Incorporado a la Repartición en 1910, fue el primer geólogo egresado de una universidad

argentina (junio de 1915). Orientado preferentemente a la mineralogía y petrografía, Pastore sedesempeñó allí hasta su jubilación en 1943. La investigación de complejos metamórficos y de losprocesos intrusivos en las Sierras Pampeanas constituyeron sus temas predilectos (Pastore 1915,1932). También abordó también investigaciones geológicas regionales mediante el relevamientode varias hojas geológicas, efectuando reconocimientos hidrogeológicos para seleccionar áreasde emplazamiento de diques de embalse y estudios sobre la génesis de yacimientos (Pastore1940). Su remarcable actividad docente universitaria fue también destacada y aún más prolonga-da, desde 1906 a 1956, siendo digno recordar que por más de 20 años ejerció una cátedra “ad-honoren”.

DR. GUIDO BONARELLI (1871- 1951)El Dr. Guido Bonarelli, Conde de Ascona, trabajó en la Repartición entre 1911 y 1917. En

1923 asumió como director de la División Geología de YPF, recién fundado. Sus inquietudesacadémicas y la importancia que le asignó a la paleontología y al desarrollo de trabajos de mapeogeológico regional le permitieron grandes logros en la búsqueda hidrocarburos (Bonarelli 1913),colocándolo como uno de los más ilustres precursores de la geología del petróleo en Argentina.Asimismo, fue uno de los precursores del estudio de las turberas de Tierra del Fuego (Bonarelli1917). En su trabajo “Tercera Contribución al conocimiento geológico de las regiones petrolíferas subandinas delnorte (provincias de Salta y Jujuy)”, Bonarelli (1921) definió sólidamente los rasgos geológicos de laSierras Subandinas y avanzó decididamente en el conocimiento paleontológico del HorizonteCalcáreo Dolomítico.

DR. PABLO F. C. GROEBER (1885-1964)Maestro por antonomasia de la Geología Argentina, tras su ingreso a la Repartición en 1911,

Groeber dedicó 49 años a la investigación de nuestro suelo. Sus clásicas obras “Edad y extensión delas estructuras entre San Juan y Nahuel Huapí” (Groeber 1918a), “Estratigrafía del Dogger en la RepúblicaArgentina (Groeber 1918b), “Líneas fundamentales de la geología del Neuquén, sur de Mendoza y regionesadyacentes” (Groeber 1929) y “Observaciones geológicas a lo largo del meridiano 70º” (Groeber 1946,1947), son imprescindibles para acometer cualquier estudio en esas regiones. Con prontitud ysapiencia logró reconocer diferentes fases de deformación de la orogenia andina, estableciendocorrelaciones de las unidades terciarias, tanto sedimentarias como intrusivas y volcánicas (Groeber1951). Se ocupó asimismo de la Paleontología del Jurásico, el desarrollo de los niveles pedemontanosy los ciclos glaciarios y de la evolución de los sistemas de drenaje. También incursionó con elmáximo nivel en el campo de tectónica teórica y provincias magmáticas (Groeber, 1927).

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DR. JUAN JOSÉ NÁGERA (1887-1966)Fue el segundo geólogo recibido en una universidad argentina (diciembre de 1915) y cuya

formación se produjo en la Repartición, tras su ingreso en 1912. El momento histórico en que letocó desempeñare es donde comienzan a formarse los primeros geólogos argentinos, cuya metaes continuar la ciclópea obra realizada por los reconocidos especialistas extranjeros. En tal senti-do, sus miras no fueron exclusivamente la geología y el interés científico en sí mismo, sino el dela geología y la ciencia argentina puestas al servicio del país, de lo cual fue un ilustre propulsor.Sus estudios geológicos más importantes se ubican en la Sierras Septentrionales de la provinciade Buenos Aires (Nágera 1919) y en la provincia de Santa Cruz, donde junto con Bonarelli,produjo la vigente obra “Observaciones geológicas en las inmediaciones del lago San Martín, provincia deSanta Cruz” (Bonarelli y Nágera 1921). Pero sin dudas, Nágera trascendió por establecer la basecientífica de la Doctrina (Nágera 1936) bajo la cual se destaca la jurisdicción nacional sobre laplataforma continental, destacando claramente su potencial de hidrocarburos.

Arriba: Anselmo Windhausen y Félix Gonzáles Bonorino

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DR. ROBERTO BEDER (1885-1939)Entre 1913 y 1930, Beder se dedicó, siguiendo a Pastore, a la geología minera. Inició el

estudio detallado de la petrografía de los ambientes cristalinos de las Sierras Pampeanas, especial-mente de las calizas metamórficas. Trascendió por sus estudios mineralógicos sobre la génesis degran número de yacimientos metalíferos del país, fundamentalmente la mineralización de plomode los yacimientos del NOA (Beder 1928a). También realizó estudios hidrogeológicos y mapeosgeológicos de la sierra de Guasayán (Beder 1928b), de la región de La Quiaca y el reconocimientode los sistemas de fracturación en bloques de las sierras del centro argentino, en particular las deCórdoba (Beder 1922). Sus investigaciones mineras llegaron hasta el Paraguay, en donde recono-ció la existencia del Devónico y del Pérmico fosilífero de esa región.

DR. JOSÉ MARÍA SOBRAL (1880-1961)Defensor de la nacionalidad y héroe de la Antártida como Alférez de Marina en su odisea con

Nordenskjöld (“Dos años entre los hielos del Sur, 1901-1903”) en los albores del siglo XX, José MaríaSobral fue el primer argentino que invernó en el continente Antártico y el primer argentino enobtener el doctorado en Geología (Universidad de Uppsala, Suecia). Ingresó a la Repartición en1914, siendo director de la Repartición tras la renuncia de Hermitte en 1922. A parte de susobservaciones geológicas en la Antártida, Sobral se reveló como uno de los mejores petrólogosde su tiempo en “Estudio petrográfico de algunas rocas argentinas” (Sobral 1918) y fue autor de excelen-tes trabajos fundacionales como “Problemas hidrográficos en los Andes Australes” (Sobral 1921) y“Geología de la región occidental del Territorio de La Pampa al oeste del Chadileuvú y zona vecina de la provinciade Mendoza” (Sobral 1942), donde produjo un excelente mapa geológico de esa vasta región queaún mantiene intacta su vigencia.

PERITO AUGUSTO TAPIA (1893-1966)Ingresado a la Repartición en 1915, Tapia fue el continuador de la obra de Stappenbeck en el

campo de la Hidrogeología. La intensidad y frecuencia de sus viajes y trabajos de campo, lepermitieron adquirir un conocimiento muy amplio sobre el territorio de nuestro país, desde LaQuiaca y las Islas del Atlántico Sur hasta el Sector Antártico Argentino, y de los países limítrofesen las áreas de frontera de Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile. Tapia fue un preclaro pre-cursor de los estudios de Geología Aplicada en el país, especialmente para el emplazamiento deobras hidráulicas (Tapia 1926), habiendo trascendido también por los estudios realizados en lallanura pampeana plasmados en un sinnúmero de publicaciones e informes de la Repartición(Tapia 1935; 1937). Además, fue un eximio docente, desempeñándose entre los años 1924 y 1948como profesor de Geografía Física argentina en el Colegio Militar de la Nación y simultánea-mente, entre 1931 y 1933 en la Escuela Superior Técnica del Ejército.

DR. RICARDO WICHMANN (1880-1930)Tras su ingreso en la Repartición en 1917, Wichmann dedicó casi todo su tiempo a la inves-

tigación en Patagonia extraandina, en especial a las provincias del Neuquén y Río Negro. Allírealizó extensos itinerarios a lomo de mula, algunos de hasta 6.000 km. Han sido publicadosnumerosos de sus trabajos parciales y preliminares, habiéndose conservado también sus origina-les libretas de campo que, al decir de Groeber, eran una prolija colección de innumerables obser-vaciones y bosquejos geológicos de una preciosa exactitud. A Wichmann le cupo el mérito de serautor de la primera Hoja geológica del país a escala 1 : 200.000, en la región de Bahía Blanca(Wichmann 1918). Pero sin dudas trascendió por desentrañar la estratigrafía nordpatagónicacretácico-terciaria, junto al séquito efusivo que llega hasta el Pleistoceno (Wichmann 1924). Sus

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estudios sobre los “Estratos con Dinosaurios” y el “Senoniano Lacustre” con su fauna, sonclásicos insustituibles en esa temática (Wichmann 1927a, 1927b).

DR. HORACIO J. HARRINGTON (1910-1973)Ingresó a la Repartición en 1933 y, siguiendo a Keidel, se dedicó en forma brillante al Paleozoico

(Keidel & Harrington 1938). En las Sierras Australes Bonaerenses produjo las memorables hojasgeológicas Sierras de Cura Malal y de la Ventana (Harrington 1947) que continúan siendo la base

Arriba: Franco Pastore y Horacio Harrington.Abajo: Guido Bonarelli y Jorge Polanski.

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fundamental para estudiar esa región. De singular importancia fue el primer hallazgo en esacomarca de la fauna pérmica de Eurydesma (Harringtonn 1955). En el área de Paleontología seespecializó en trilobites, produciendo junto con A. F. Leanza la obra “Ordovician trilobites of Argen-tina” que logró gran reconocimiento científico internacional (Harrington y Leanza 1957). A ellose suman trabajos en Precordillera, estudios paleogeográficos de Sudamérica, más un cuantiosonúmero de informes inéditos de empresas petroleras que abarcaron muchas áreas de otros con-tinentes, que efectuó una vez alejado de la Repartición. También fue autor de estimulantes obrasde divulgación científica como “Volcanes y terremotos” (Harrington 1944) y “Geología entre bambalinas”(Harrington 1955). Su erudición y su elegante estilo se revelaba también en su actuación docenteuniversitaria desarrollada en Argentina entre 1936 y 1953, y a su regreso al país, entre 1971 y1973.

DR. FÉLIX GONZÁLEZ BONORINO (1918-1998)Como geólogo ingresado a la Repartición en 1942, trascendió por sus investigaciones en la

Sierras Pampeanas de Catamarca y Tucumán, plasmadas en 5 hojas geológicas y varias publica-ciones. Con metodologías novedosas y avanzadas para su época, caracterizó fajas miloníticas queatraviesan los granitos, sistematizó los procesos metamórficos (González Bonorino 1946) y pos-tuló modelos de tectónica compresiva terciaria vigentes en la actualidad. Fue el primero en intro-ducir el concepto de ignimbrita en la Argentina al describir los depósitos piroclásticos del ríoMalargüe (González Bonorino 1944). En 1960 presentó una hipótesis sobre el origen de laesquistosidad en el Congreso Geológico Internacional realizado en Copenhague. También con-tribuyo al conocimiento de la Patagonia Septentrional, en las comarcas del río Foyel y regionesvecinas a Bariloche (González Bonorino 1979). Ejerció la docencia en la Universidad de BuenosAires hasta 1966, redactando varias series didácticas de notable impacto como el “Léxicosedimentológico” (González Bonorino y Teruggi 1952).

DR. JUAN. C. M. TURNER (1918-1979)Ingresó a la Repartición como ayudante alumno en 1942. Su estudio sobre faunas graptolíticas

de América del Sur efectuado en Gran Bretaña, que le permitió obtener su PhD, es el mayoranálisis de conjunto este importante grupo de invertebrados del Paleozoico que se haya efectuadohasta la fecha (Turner 1959). A su retorno, Turner se dedicó durante 30 años a desentrañar lageología regional de las provincias geológicas de la Puna, Cordillera Oriental y Sierras Subandinas,merced al levantamiento de 7 hojas geológicas. En ese marco reconoció, además, diversas fasestectónicas, su delimitación temporal y su nomenclatura. Estas investigaciones lo convirtieron enun indiscutido referente de la geología del NOA. Las síntesis “The Cambrian of Northern Argentina”(Tuner 1963) y “The Andes of northwestern Argentina” (Turner 1970) son claros exponentes de ello.También incursionó en la Cuenca Neuquina con dos excelentes Hojas Geológicas en las comarcasde Aluminé y Junín de los Andes (Turner 1973, 1976). También le corresponde el mérito dehaber sido el editor del segundo Simposio de Geología Regional Argentina (Turner 1979-1980).

DR. ARMANDO F. LEANZA (1919-1975)Ingresó a la Repartición en 1943, desempeñándose como paleontólogo, trascendiendo por el

estudio de los “Ammonites del Jurásico superior y del Cretáceo inferior de la Sierra Azul, en parte meridionalde la provincia de Mendoza” (Leanza 1945). Con Cristian S. Petersen fue autor del libro “Elementos deGeología Aplicada” de intensa utilización en las carreras de Geología e Ingeniería (Petersen y Leanza1953). Más tarde, junto con H. J. Harrington, produjo la clásica obra “Ordovician trilobites of Argen-tina” (Harrington y Leanza 1957), de amplia repercusión internacional. Sus inquietudes por la

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geología regional se ven plasmadas en el capítulo escrito en La Argentina: Suma de Geografía(Leanza 1958), idea que derivaría después en el libro “Geología Regional Argentina” por él editadocon motivo del centenario de la Academia Nacional del Ciencias (Leanza 1972). A partir de 1969dirigió el “Plan Fosforita”, hallando manifestaciones fosfáticas en las provincias de Neuquén yJujuy. También ejerció la docencia en las Universidades de La Plata, Buenos Aires, Córdoba yTucumán, formando numerosos discípulos.

Arriba: Juan C. Turner y Juan José Nágera.Abajo: Ricardo Stappenbeck y Pablo Groeber.

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DR. EDUARDO HOLMBERG (1915-1979)Ingresado a la Repartición en Junio de 1944, fue uno de los clásicos exponentes que dedica-

ron su vida a la investigación geológica regional. Trascendió por realizar excelentes hojas eninhóspitas regiones del Neuquén extraandino y el sur de Mendoza, como Chachahuén (Holmberg1962), Auca Mahuida (Holmberg 1964) y Buta Ranquil (Holmberg 1976), que implicaron agotadorasy dilatadas campañas en su mayoría a lomo de mula. En las mismas se translucen prolijas yminuciosas observaciones de quién estuvo mucho tiempo en el terreno, por lo cual conservan sufrescura y vigencia. Tuvo inquietudes en la búsqueda de bauxita, fosforita, azufre y hierro, asícomo en la ubicación de aguas subterráneas, temas a los que dedicó varios escritos. Holmbergtambién ejerció la docencia a partir de 1946 en la Universidad de Buenos Aires en la cátedra deGeografía Física y Climatología continuando hasta 1957, y, en sus últimos años, en la UniversidadNacional de San Luis.

DR. JORGE POLANSKI (1892-1975)Ingresó en la Repartición en 1951, trascendiendo por sus investigaciones en el ambiente

morfoestructural de la Alta Cordillera de Mendoza y las regiones pedemontanas adyacentes (Blo-que de San Rafael y la depresión de los Huarpes), tanto como por contribuir al conocimiento delCarbonífero y Pérmico de la Argentina. En el ambiente de Cordillera Frontal estableció uncuadro evolutivo del magmatismo suprapaleozoico asociado con el diastrofismo varíscico. Sushojas Volcán San José (Polanski 1964) y Cerro Tupungato (Polanski 1972), cuyos portezuelosmás bajos alcanzan alturas de 5.000 msnm, son compendios geológicos insustituibles de la AltaCordillera mendocina. Su incursión en el campo de la Geomorfología y en el estudio delCuaternario pedemontano marcaron nuevos rumbos en esas disciplinas (Polanski 1954). Fueasimismo docente en la Universidad de Buenos Aires, donde dirigió varias Tesis Doctorales,entre ellas las de Roberto Caminos y Emilio F. González Díaz.

DR. ROBERTO CAMINOS (1931-1997)Ingresado a la Repartición como estudiante en 1957, Caminos fue uno de los más prestigio-

sos geólogos regionales, especializándose en problemas del basamento plutónico y metamórficodel Proterozoico superior y Paleozoico de Argentina. Sus provincias geológicas más asiduamentevisitadas fueron las Sierras Pampeanas la Cordillera Frontal y el macizo Nordpatagónico, aunquetambién incursionó en la isla de Los Estados y en la Antártida (Caminos 1972). En las sierras deChepes y Ulapes, Caminos reconoció un importante batolito de composición tonalítica, desta-cando el concepto de enclaves microgranulares máficos en el modelo de mezcla de magmas(Caminos 1979). En el Macizo Nordpatagónico, sus estudios ayudaron a comprender elmagmatismo neopaleozoico-triásico inferior. Autor de excelentes obras de síntesis en los librosde Geología Regional Argentina (Leanza 1972; Turner 1979-80), la muerte lo sorprendió cuandose encontraba editando la Geología Argentina publicada por el SEGEMAR (Caminos 1999).También ejerció la docencia en la Universidades de Buenos Aires y La Plata.

Conclusiones

Desde la fecha de su fundación, acaecida el 25 de octubre de 1904, han transitado por elSEGEMAR más de 400 geocientíficos, produciendo a partir de entonces y en distintas épocasimportantes investigaciones y aportes al conocimiento geológico del Territorio Nacional. De esamanera, a través de más de 100 años, pese a las vicisitudes y altibajos que le ha tocado en suerte

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sobrellevar a la Institución en consonancia con los vaivenes políticos de la Argentina, sus finesfundacionales han sido en mayor o menor medida logrados.

Sintetizar los avances al conocimiento producto de dicha tarea sería una improba tarea queevidentemente escapa a los alcances del contexto de este Primer Congreso Argentino de Histo-ria de la Geología. No obstante, estimo que la sola mención de los nombres precedentes conbreves anotaciones sobre unos pocos de sus significativos aportes, brindan una clara idea de laexcelente obra de algunas de las ilustres personalidades que nos precedieron en la Repartición.

Para finalizar, digno es recordar las palabras de uno de los grandes maestros de la GeologíaArgentina y el primer jefe de la Sección Geología de la antigua División de Minas, el Dr. JuanKeidel: “El conocimiento geológico de una región o de un país depende de los investigadores, pero no olvidar que,frente al progreso de la Ciencia, cada generación de éstos descansa sobre los hombros, en el esfuerzo y en el sacrificiode toda la generación anterior” (véase Irigoyen 1995).

Arriba: Ricardo Wichmann y Roberto Caminos.Abajo: Roberto Beder, Augusto Tapia y Walter Schiller.

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Recibido: 28 de Diciembre de 2007Aceptado: 4 de Mayo de 2008

179NOTAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DEL DR. EGIDIO FERUGLIOHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 179-194F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Notas sobre la vida y obra del Dr. Egidio Feruglio

Luis A. SPALLETTI1

Abstract: NOTES ON THE LIFE AND WORK OF DR. EGIDIO FERUGLIO.- Egidio Feruglio was born on 1 September 1897 atthe family home of Feletto Umberto, Tavagnacco county, Udine, Italy. From his teenage years, Egidio Feruglio had helda keen interest in geology and geomorphology, becoming involved in the Udine´s Speleological Society. After the end ofthe World War I, in which he served as an officer of the Italian Army, and at the age of twenty two years old, he earnedhis geologist degree in the University of Florence. While at Udine, he worked as a geologist in the Hydrographic andAgricultural Departments. Between 1922 and 1925 he served as assistant professor in the University of Cagliari. EgidioFeruglio was not a politician, but he had strong democratic principles. When Benito Mussolini suspended de politicalactivities and removed politically suspect employees (including university professors) from their jobs unless they haddemonstrated loyalty to fascism, Feruglio decided to accept a position in the Dirección de Yacimientos PetrolíferosFiscales (the National Oil Copany) of Argentina. Between 1925 and 1928 he worked as a regional geologist in southernArgentina (Patagonia). In 1928 he returned to Italy and married Amelia Magrini, with whom he would have two children,Ana Eugenia and Arturo. In 1929 he went back to Argentina to lead the Geologic Group of the San Jorge Gulf Basin inYacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). In 1932 he relocated again in Italy as a professor in the University of Bologna,but in 1934 he decided to return to YPF until 1940, when he accepted a professor position in the University of Cuyo(Mendoza), where he organized the Petroleum Institute (1943). After the end of the World War II and the creation of theItalian Republic the Feruglios decided to move back to Italy. Since 1948 Egidio became professor of Geology of theUniversity of Turin, but the death of his young son Arturo profoundly grieved him. He decided then to move to theUniversity of Rome. However, early in 1954 he settled back in his natal place where he died on 14 July at the age of fiftysix years old.

From 1926 to 1957 (three years after his death) Feruglio published a large number of contributions on regionalgeology, stratigraphy, paleontology, geomorphology and Quaternary geology of Argentina, as well as several papers on itsorography and glaciology. The main focus of his regional research was the south of Argentina and his monumental workentitled Descripción Geológica de la Patagonia resumes years of field work and data collection. This book was publishedby YPF in three volumes, between 1949 and 1950. It constitutes a detailed synthesis of the geology, paleontology,geomorphology and geography of the southern territories of Argentina. Far from a merely description, Ferugio realizedvaluable and well supported interpretations that demonstrated that he had a clear view of the problems of geology andthe determination to solve them.

Egidio Feruglio was one of the most prominent geologists of Argentina. For early on he discovered his love forEarth Sciences. He enjoyed geology as a whole, since he was able to combine basic research with valuable works onhydrocarbon exploration and exploitation.

Resumen: NOTAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DEL DR. EGIDIO FERUGLIO.- Egidio Feruglio nació el 1 de septiembre de 1897,en Feletto Umberto, comuna de Tavagnacco, provincia de Udine, Italia. Después de la finalización de la Primera GuerraMundial de la que participó como oficial, y a la edad de 22 años, completó sus estudios universitarios en la Universidad deFlorencia. En sus primeros tiempos como profesional se desempeñó como geólogo en la Oficina Hidrográfica y en elDepartamento Agrario de Udine, y entre 1922 y 1925 ocupó el cargo de auxiliar docente de la Cátedra de Geología de laUniversidad de Cagliari. Egidio Feruglio no era un político, pero tenía fuertes convicciones antifascistas. Como conse-cuencia de la suspensión de las actividades de los partidos políticos y el aniquilamiento de la oposición democrática porparte de Benito Mussolini, decidió emigrar a la República Argentina en 1925, incorporándose como geólogo de la enton-ces Dirección de Yacimientos Petrolíferos Fiscales donde inicia sus trabajos profesionales y de investigación en la regiónpatagónica.

En 1928 regresa a Italia y contrae matrimonio con la señorita Amelia Magrini. De esta unión nacerán dos hijos AnnaEugenia y Arturo. En 1929 se instala nuevamente en YPF donde ocupa las funciones de Jefe de Comisión y luego Jefe delGrupo Geológico del Golfo San Jorge hasta el 1932, año en que acepta el cargo de profesor en la Universidad de Bologna.No obstante, en 1934, retorna a nuestro país para retomar su actividad profesional en la empresa petrolera estatal. En1940 acepta la designación de profesor en la Escuela de Agronomía de la Universidad de Cuyo, y en 1943 organiza y dirigeel Instituto del Petróleo. Permanece en Mendoza hasta 1948. Terminada la Segunda Guerra Mundial e instaurada larepública italiana, regresa definitivamente a su país donde ejerce las funciones de profesor en las universidades de Turín yde Roma. A principios de 1954 vuelve a Udine donde fallece el 14 de julio, a la edad de 56 años.1 Centro de Investigaciones Geológicas (UNLP-CONICET), calle 1 nº 644, B1900TAC La [email protected]

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24180

Los trabajos publicados sobre la República Argentina por el Dr. Egidio Feruglio, abarcan desde 1926 hasta 1957 (tresaños después de su muerte). Sus estudios comprenden contribuciones geológicas regionales y estratigráficas, paleontológicas,geomorfológicas y de la geología del Cuaternario, así como geográficas referidas a la orografía y glaciología del territorioargentino. Desde el punto de vista regional, sus más importantes aportes están referidos a la Patagonia continental, tantoextraandina como andina.

Su obra más trascendente fue la Descripción Geológica de la Patagonia, elaborada en la década del 40, cuando elautor se desempeñaba como docente e investigador en la Universidad Nacional de Cuyo. El excepcional trabajo fuepublicado por la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en tres tomos, entre los años 1949 y 1950, ypuede considerarse uno de los aportes más trascendentes al conocimiento geológico de nuestro país publicados por unúnico autor. El texto es de un rigor científico extraordinario, constituye una obra metódica en la que se brindan extensasy detalladas descripciones geológicas, paleontológicas, geomorfológicas y geográficas, y se efectúan valiosas y bien funda-das interpretaciones. La obra sintetiza toda la información obtenida por el Dr. Feruglio en largas y minuciosas tareas decampaña, pero sin excluir muy completas referencias a los trabajos realizados por investigadores que lo precedieron y quefueron sus contemporáneos.

El Dr. Egidio Feruglio fue sin dudas uno de los geólogos más prominentes de nuestro país. Desde muy tempranaedad sintió profundo amor por las ciencias de la Tierra. Supo entregarse a la investigación básica geología, paleontologíay geomorfología, así como a la actividad profesional, especialmente en el área de la prospección de hidrocarburos. Su obrarefleja un notable empeño por su trabajo, minuciosidad y creatividad. Su vida fue un ejemplo de dignidad civil y social.

Key words: Feruglio. Patagonia. Argentina. Geology.

Palabras clave: Feruglio. Patagonia. Argentina. Geología.

Sinopsis biográfica del Dr. Egidio Feruglio

Durante la segunda mitad del siglo XIX, con los reinados de Víctor Manuel II y Humberto Ise produjo, no sin importantes dificultades y luchas, la unificación de Italia. La región del Friuli,incluido el territorio de Udine, pasó a formar parte del reino de Italia en 1866 (Carrie-Albrecht,1950). En 1878 Humberto I asumió como rey de Italia. Casado con su prima la Princesa Marga-rita Teresa de Saboya, el matrimonio tuvo un hijo, Víctor Manuel. Humberto I firmó el tratadode la Triple Alianza con Alemania y Austria-Hungría, medida que no fue respaldada por la opi-nión pública, a causa del dominio que ejerció el Imperio Austrohúngaro en el norte de Italia. Enmayo de 1898 hubo protestas populares en Milán relacionadas con las guerras coloniales mante-nidas por Italia en África, las que fueron reprimidas brutalmente por el ejército, con un saldocercano al centenar de muertos (Carrie-Albrecht, 1950; cf. Coppa, 1985).

A todos estos acontecimientos se sumó el creciente deterioro de la situación social y econó-mica. Especialmente los campesinos sufrían grandes dificultades a causa de la presión fiscal, porlo que los jefes de hogar tuvieron que buscar empleos alternativos, se produjeron así fuertesinmigraciones internas y emigraciones a países americanos con las consecuentes crisis familiares.La consecuencia inmediata fue que la figura de Humberto I en particular como de la Casa deSaboya en general perdieron el respaldo popular, hasta que el 29 de julio de 1900 Humberto I fueasesinado en Monza el por el anarquista Gaetano Bresci. Su hijo Víctor Manuel le sucedió en eltrono de Italia como Víctor Manuel III (Coppa, 1985).

En este marco complejo, el 1 de septiembre de 1897, en Feletto Umberto, comuna deTavagnacco, provincia de Udine, nace el séptimo de doce hijos del matrimonio Feruglio, a quienbautizan con el nombre de Egidio, santo de ese día, y protector de los pobres y discapacitados.Contrariamente a la situación general de la región y el país, la familia Feruglio tenía una posiciónrelativamente holgada, y poseía una propiedad amplia y cómoda en la vieja calle de Pagnacco(Grossutti, 1997; Instituto Scolastico Comprensivo di Tavagnacco, 1999).

181NOTAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DEL DR. EGIDIO FERUGLIO

Todos los hermanos recibieron una muy adecuada educación, pero Egidio se perfilaba como elmás inteligente y aplicado de la familia. En su tierra natal concurre a la escuela elemental durante tresaños, pero luego pasa al Seminario de Cividale al tiempo que se inicia su vocación por las CienciasNaturales. Ya adolescente desarrolla sus estudios de nivel secundario en el Liceo Classico Stellini delcual egresa con excelentes calificaciones a los 17 años. En esta etapa de su vida se siente fuertementeatraído por los trabajos geográficos, se incorpora al Círculo Espelelógico Friulano y da a conocer susprimeras investigaciones en esa disciplina. Ha tomado ya la decisión de hacer sus estudios avanzadosen Ciencias Naturales ingresando a la Universidad de Florencia (Petriella y Miatello, 1976).

Durante su reinado, Víctor Manuel III trató de conformar un imperio colonial que llevó al paísa verse envuelto en varios conflictos: en un primer momento mantuvo la Guerra Ítalo-Turca en1911-12, luego participó en la Primera Guerra Mundial (1915-18) en el bando aliado (Carrie-Albrecht,1950). Poco después de su ingreso en la Universidad se desató la Primera Guerra Mundial por loque Egidio Feruglio debió suspender sus estudios para ingresar al cuerpo de los Alpinos. Cerca de lafinalización del conflicto fue enviado al frente de combate con el grado de oficial, recibiendo comocondecoración la Medaglia d'Argento al Valor Militare (Instituto Scolastico Comprensivo di Tavagnacco,1999). Una vez finalizada la guerra completó sus estudios, graduándose en Ciencias Naturales el 31de julio de 1920, a la edad de 22 años.

En las dos primeras décadas de su reinado, Víctor Manuel III actuó dentro de los límitesmarcados por la Constitución y no interfirió en la acción de los sucesivos gobiernos. Pero en1922, ante la presión ejercida sobre el gobierno por la Marcha sobre Roma que habían organiza-do los fascistas liderados por Benito Mussolini, el monarca no aceptó declarar el estado de sitiosolicitado por su gabinete. Por el contrario, el 30 de octubre, decidió el nombramiento de Mussolinicomo primer ministro, vulnerando sus atribuciones constitucionales. Con Mussolini en el poder,el monarca no se opuso y tampoco opinó sobre el desmantelamiento del sistema constitucionaly la imposición de la dictadura fascista en 1925 (Carrie-Albrecht, 1950; Coppa, 1985).

Una vez culminados sus estudios, Egidio Feruglio regresa a su tierra friulana y hasta 1922 sedesempeña como geólogo en la Oficina Hidrográfica y en el Departamento Agrario (StazioneChimico-Agraria Sperimentale) de Udine (Petriella y Miatello, 1976). En octubre de 1922 iniciasu carrera como docente universitario con el cargo de auxiliar en la Cátedra de Geología de laUniversidad de Cagliari (Cerdeña) que ocupa hasta marzo de 1925. Durante este período desa-rrolla investigaciones geoagrológicas, hidrológicas, geológicas y glaciológicas en los Alpes, losApeninos y en la isla de Cerdeña, en especial de la Cuenca del río Flumendosa (Gossutti, 1997;Instituto Scolastico Comprensivo di Tavagnacco, 1999). Los resultados de sus trabajos profesio-nales y de investigación se reflejan en muy diversas y calificadas publicaciones, como "Le Prealpifra l'Isonzo e l'Arzino. Descrizione Geologica", publicada en el Bollettino dell'Associazione AgricolaFriulana (1925) y "La zona delle Risorgive del Basso Friuli fra il Tagliamento e il Torre" en Annalidella Stazione Chimica Agraria Sperimentale di Udine (1925). A ello se suma el relevamiento del"Foglio geologico di Udine scala 1:100.000" (1925), todo ello con una edad menor a los 28 años.

Egidio Feruglio no era un político, pero tenía fuertes convicciones antifascistas. Como con-secuencia de la suspensión de las actividades de los partidos políticos y el aniquilamiento de laoposición democrática y liberal por parte de Benito Mussolini, decide emigrar a la RepúblicaArgentina en 1925, aceptando un contrato como geólogo de la entonces Dirección de Yacimien-tos Petrolíferos Fiscales (luego YPF) donde inicia sus trabajos profesionales y de investigación enla región patagónica (Grossutti, 1997).

En la República Argentina, durante el año 1910 y bajo la presidencia de Roque Sáenz Peña,se crea la Dirección General de Explotación del Petróleo en Comodoro Rivadavia, formada poruna comisión presidida por el Ing. Luis Huergo. Hacia 1922, durante el gobierno de Hipólito

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Yrigoyen, debido a una serie de rumores de irregularidades en la venta de petróleo y a la bajaproducción de los pozos del gobierno frente a la alta operatividad de los yacimientos privados, sedecide reestructurar la administración de la Dirección General de Explotación del Petróleo enComodoro Rivadavia reemplazándola por la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fis-cales (Kaplan, 1972). En octubre de ese mismo año, pero ya durante la presidencia de Marcelo T.de Alvear, el entonces coronel Enrique Mosconi asume la dirección general de YPF (Pien, 1999).Mosconi fue un apasionado defensor de la industrialización y de la autosuficiencia económica.Presenta un informe completo y crítico sobre la situación de los yacimientos de ComodoroRivadavia, destaca la necesidad de contar con una flota petrolera, se preocupa por incrementar lacapacidad operativa de las destilerías de Comodoro Rivadavia y Neuquén, en donde muchasveces el petróleo era quemado sin llegar a ser procesado, así como de incrementar la capacidad dedescarga del puerto de Buenos Aires. Entre sus principales contribuciones cabe mencionar laelectrificación de los yacimientos, la adquisición de barcos petroleros, la construcción de la des-tilería de La Plata, que cuando se inaugura en 1925 llega a ser una de las más grandes del mundoen términos de capacidad, la activación de la producción petrolera en Salta y en Neuquén y laampliación de la red de surtidores en la vía pública. Emprende asimismo una inmensa obra socialen nombre de YPF. La sede central de su repartición es inaugurada recién en 1929, en PaseoColón al 900, despacho que abandonaría al año siguiente al producirse la revolución antidemocráticaencabezada por el general Uriburu.

Egidio Feruglio desarrolla su actividad profesional en YPF durante tres años. En 1928 decideregresar a Italia, y en el mes de octubre contrae matrimonio en la localidad de Ovaro (Carnia)con la señorita Amelia Magrini, unión de la que nacerán dos hijos Anna Eugenia y Arturo(Grossutti, 1997; Instituto Scolastico Comprensivo di Tavagnacco, 1999). Hasta 1929 realizainvestigaciones sobre el Anfiteatro de Garda y la región del Bergamasco en el noroeste de Italia,pero en ese mismo año decide regresar con su familia a la Argentina, donde Hipólito Yrigoyenejercía su segunda presidencia. Nuevamente en YPF ocupa las funciones de Jefe de Comisión,pasando en 1930 a desempeñarse como Jefe del Grupo Geológico del Golfo San Jorge. En 1930participa del XV Congreso Geológico Internacional celebrado de Sudáfrica y en 1931 lo hace enel Congreso Geográfico Internacional celebrado en París.

Con 34 años de edad, en 1932 y en plena dictadura de Mussolini, regresa a Italia, dondeobtiene el cargo de profesor en la Universidad de Bologna. Además del ejercicio docente, estudiamaterial paleontológico recogido en sus numerosos viajes de campaña en la República Argenti-na. Se presenta posteriormente a un concurso de profesor de geología en la Universidad deTurín, pero es obligado a renunciar por rehusar a inscribirse como miembro del partido fascista(Grossutti, 1997).

Mosconi estuvo ocho años al frente de YPF (cf. Pien, 1999). Sin embargo, el gobierno radicalno pudo lograr que el congreso votara la ley de petróleo ni la ley orgánica de YPF, por lo que laempresa creció y se desarrolló en los años previos a 1930 en un marco bastante precario. En ladécada de 1930 se producen cambios trascendentes en política petrolera. Aún cuando los gobier-nos que se sucedieron favorecieron la radicación de empresas extranjeras, ya que cesó el mono-polio estatal y muchos funcionarios tenían estrechos lazos con empresas británicas (recuérdese eltratado Roca-Runciman), YPF mantuvo un singular crecimiento (Solivérez, 2007). Bajo la presi-dencia de Ricardo Silveyra, quien ocupó ese puesto entre 1932 y 1943, se construyeron las refine-rías de San Lorenzo, Mendoza y Salta, el laboratorio de Florencio Varela y la sede central deDiagonal Norte, en Buenos Aires. Se aprobó la ley petrolera que significó el inicio del pago deregalías a las provincias e YPF retuvo el 50% del mercado de comercialización de combustiblesen el territorio argentino.

183NOTAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DEL DR. EGIDIO FERUGLIO

A. Familia Feruglio, poco antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial.B. Egidio Feruglio, como oficial del Cuerpo de Alpinos en tiempos de la Primera Guerra Mundial.C. Consu esposa, Aurelia Magrini en el Tigre (1932).

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24184

En 1934, durante la presidencia de Agustín P. Justo, Feruglio se instala por tercera vez en laArgentina, recuperando su antigua responsabilidad como Jefe del Grupo Geológico del GolfoSan Jorge de YPF (Grossutti, 1999). En ese mismo año participa de otro congreso geográficointernacional celebrado en Varsovia, y en 1937 lo hace en el Congreso Geológico Internacional(Leningrado). En 1940 deja sus funciones en la compañía petrolera estatal y se traslada a Mendozadonde ejerce el cargo de profesor de Mineralogía, Geología y Petrología en la Escuela de Agro-nomía de la Universidad de Cuyo. En 1943 organiza y dirige el Instituto del Petróleo, cargo en elque permanece hasta 1948. En ese lapso realiza exploraciones e investigaciones geológicas en elUruguay, en las provincias de Córdoba, San Juan, La Rioja, en la región cordillerana vecina al lagoArgentino (Santa Cruz) y también el sur de Chile.

En plena madurez intelectual obtiene diversos reconocimientos. Entre los más trascendentesfigura el de haber sido designado Miembro de la Academia Nacional de Ciencias (1939). Además,participa activamente del Primer y Segundo Congresos Panamericanos de Ingeniería de Minas yGeología, organizados en Chile y Brasil, respectivamente.

En la década del 30 Víctor Manuel III embarcó a Italia en la Guerra de Etiopía (1935-36) ytambién tomó partido por el "bando nacional" liderado por Francisco Franco en la Guerra Civilespañola (1936-1939). En 1929 había suscripto con el papa Pío XI los Pactos de Letrán, por losque se creaba el estado soberano de la Ciudad del Vaticano y se cerraba el conflicto abierto en1870 con la toma de Roma por parte de las tropas del nuevo reino de Italia (Carrie-Albrecht,1950; Coppa, 1985).

Víctor Manuel III no mostró reparos a la entrada de Italia junto a la Alemania nazi en laSegunda Guerra Mundial (1939-45). No obstante, cuando se vislumbraba que la victoria de losaliados sería segura, puso a Italia en el bando de los aliados (en 1943) y acabó con el régimen deBenito Mussolini (Coppa, 1985). La corte abandonó Roma, ocupada por las tropas alemanas, ytrasladó la capital a Bari. La monarquía había perdido el poco prestigio que le quedaba y siendoconsciente del rechazo que provocaba entre la población italiana, Víctor Manuel III trató desalvaguardar la continuidad de la Casa de Saboya abdicando, el 9 de mayo de 1946, a favor de suhijo y heredero Humberto II, que había asumido las funciones de jefe del Estado desde 1944como "lugarteniente del Reino de Italia" (Villari, 1959). No obstante, en el referéndum celebradoel 2 de junio de 1946, los italianos optaron mayoritariamente por la República. Tras su abdica-ción, Víctor Manuel de Saboya partió al exilio bajo el nombre de Conte di Pollenzo y murió unaño después en Alejandría, Egipto (Villari, 1959).

En 1948, terminada la Segunda Guerra Mundial e instaurada la república, Feruglio decideregresar definitivamente a Italia en compañía de su mujer y sus dos hijos. Había permanecido enla Argentina por catorce años. Las autoridades educativas de su país le reconocen el cargo deprofesor de Geología en la Universidad de Turín (que se le había denegado en los tiemposfascistas), con retroactividad al 1 de diciembre de 1933. En esta Casa de Estudios debe desarro-llar una intensa labor de reconstrucción académica. En el año 1950 participa del 18 CongresoGeológico Internacional celebrado en Londres (Instituto Scolastico Comprensivo di Tavagnacco,1999).

Su hijo Arturo fallece en 1952 con tan sólo diecisiete años a raíz de una simple operación deapendicitis. Feruglio jamás puede superar el golpe producido por esta desgracia y en 1953 decidealejarse del ambiente del norte italiano aceptando un llamado para actuar como profesor en laUniversidad de Roma (Grossutti, 1997). En el período publica nuevos artículos de revisiónpaleobotánica de la Patagonia y retoma las investigaciones espeleológicas con "La regione carsicadi Villanova in Friuli" que dedica a la memoria de su hijo escribiendo "quale dolcezza di ricordi equanto dolore!". No obstante, fatigado y debilitado por la muerte de Arturo retorna a la región

185NOTAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DEL DR. EGIDIO FERUGLIO

del Friuli a principios de 1954. Muere a los 56 años en Udine el 14 de julio de 1954. Su cuerpo reposaen el cementerio de Feletto Umberto.

La ascética figura del Dr. Feruglio refleja fielmente su personalidad, tan bien descripta por laamiga de la familia, la Sra. Caterina Ceschia. "Era una persona simple… aunque se mostrabagentil y sonriente, tenía un carácter reservado… y se lo notaba muy concentrado en sus respon-sabilidades. … era verdaderamente un estudioso" (Instituto Scolastico Comprensivo di Tavagnacco,1999). El Dr. Feruglio fue una persona excepcional, tanto en el plano personal como profesional.Sentía profundo amor por la investigación geológica y un notable empeño por su trabajo.

Aportes del Dr. Egidio Feruglio al conocimientogeológico y geomorfológico de la República Argentina

Los trabajos publicados sobre la República Argentina por el Dr. Egidio Feruglio, abarcandesde 1926 hasta 1957 (tres años después de su muerte). Sus estudios comprenden contribucio-nes geológicas regionales y estratigráficas, paleontológicas (de invertebrados, vertebrados ypaleobotánicas), geomorfológicas y de la geología del Cuaternario, y geográficas referidas a laorografía y glaciología del territorio argentino.

Desde el punto de vista regional, sus más importantes y abundantes aportes están referidos ala Patagonia continental, tanto extraandina como andina, y también de Tierra del Fuego. Suscontribuciones de la región extraandina se centran en el área de la cuenca del golfo de San Jorgey en toda la región costera, mientras que los del sector andino comprenden a las regiones del lagoNahuel Huapi y una amplia faja que abarca los lagos de la provincia de Santa Cruz, en especial ellago Argentino. El Dr. Feruglio es el autor del primer mapa geológico (escala 1:200.000) de laregión de San Carlos de Bariloche, y describe con gran minuciosidad la estratigrafía y la complejaestructura del área andina y preandina de los alrededores del lago Nahuel Huapi. Particularmen-te, es interesante destacar que Feruglio emplea la palabra "Patagonia" en el título de numerosaspublicaciones.

Sus trabajos incluyen prácticamente a todos los períodos geológicos. Se ocupa de las rocasmagmáticas y metamórficas así como de las sucesiones sedimentarias del Paleozoico inferior enlas regiones del lago Nahuel Huapi y en el noroeste argentino (por ejemplo en la quebrada deHumahuaca). Hace aportes específicos al conocimiento estratigráfico y paleontológico delDevónico en la región subandina del norte argentino, los que son publicados tanto en nuestromedio como en Italia.

Con respecto al Paleozoico superior, describe la cuenca de Tepuel - Genoa y presenta las primerascaracterizaciones sobre sus plantas fósiles que atribuye en primera instancia al Jurásico, pero poste-riormente las ubica en el Permo-Carbonífero.

Sus contribuciones sobre el Mesozoico son extensas y variadas, y comprenden tanto al áreaandina como extraandina de la Patagonia. Sobre la base del hallazgo de diversos restos fósilesasigna edad jurásica al que hoy conocemos como magmatismo Chon Aike y Complejo El Que-mado, al que previamente se lo incluía en el Triásico.

En su extensa monografía Paleontographia Patagonica, publicada en Italia, hace especialreferencia a las unidades marinas del Jurásico tardío y del Cretácico del sudoeste de Santa Cruz.

Las investigaciones sobre el Cretácico de la Argentina son un aspecto altamente destacableen su producción. En la Patagonia hace una descripción y revisión exhaustiva de la estratigrafíade la cuenca del golfo de San Jorge, en especial de las sucesiones del Grupo Chubut y de lasunidades y restos fósiles marinos que comprenden al límite K-P (Roca - Salamanca). También se

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24186

ocupa de los terrenos cretácicos de la región andina patagónica, especialmente de las del lago Argen-tino y del lago San Martín. Da a conocer además una síntesis sobre las plantas fósiles mesozoicas dela Patagonia. Por otra parte, estudia las sedimentitas de las formaciones Pirgua y Yacoraite del lasprovincias de Salta y Jujuy.

Un párrafo destacado merecen sus trabajos sobre el Terciario de la Patagonia, los que com-prenden tres grandes regiones: 1) las terrazas costeras y los depósitos de la cuenca del golfo deSan Jorge (en los que analiza prácticamente todo el registro sedimentario continental y marinodel Terciario de esta amplia región, así como su paleontología de vertebrados, invertebrados yplantas fósiles); 2) las sedimentitas "patagonianas" del lago Argentino; y 3) las unidades terciariasde la región del lago Nahuel Huapí, para las que hace descripciones minuciosas de las rocasvolcánicas y piroclásticas de la denominada "Serie Andesítica" y de la sucesión sedimentaria de lacuenca de Ñirihuau, es decir los depósitos de la Formación Ñirihuau y equivalentes, y de laFormación Collón Cura. En estos trabajos analiza la posición estratigráfica de las floras fósilesque identifica en todas las unidades nombradas.

El Dr. Egidio Feruglio prestó especial atención al conocimiento del Cuaternario y de lageomorfología de la Patagonia. Se ocupó del estudio de los depósitos glaciales, fluvioglaciales yglacilacustres, así como de los postglaciales de las regiones andinas y preandinas. Analizó tambiénla vinculación entre el desarrollo de los depósitos morénicos y los eventos volcánicos de laPatagonia. Estableció el desarrollo de cinco terrazas marinas y continentales, y atribuyó alCuaternario las tres de menor altura, detallando sus atributos litológicos, faunísticos y analizandolos principales factores de control sobre su desarrollo. Hizo correlaciones regionales con otrosniveles de terrazas y con los eventos glaciales, y efectuó interpretaciones sobre los cambiosclimáticos del Cuaternario. Por último, en la Geografía de la República Argentina, brinda unadescripción de los campos de hielo de la Patagonia y de su dinámica.

Fue autor de siete obras monumentales destinadas al conocimiento geológico y geográficode la Argentina en general y de la Patagonia en particular. La primera de ellas está referida a laconstitución geológica del Golfo de San Jorge (1926, 1929). En 1937 aparece la PaleontographiaPatagonica, editada en Italia por la Universidad de Padova. En sucesivas publicaciones detalla laconstitución, edad y origen de las terrazas marinas patagónicas (1932, 1933, 1937, 1947 y 1950).Los estudios geológicos y glaciológicos de la región del lago Argentino aparecen entre 1944 y1945, mientras que en 1946 se da a conocer su revisión sobre los sistemas orográficos de laArgentina. En 1957 (post mortem) se incluye la síntesis sobre los glaciares de la Cordillera en laArgentina Suma de Geografía, editada por la Sociedad Argentina de Estudios Geográficos.

Su obra más trascendente fue sin dudas la Descripción Geológica de la Patagonia, que lefuera encargada tempranamente, en 1927, por el General Mosconi cuando ejercía la DirecciónGeneral de YPF. No obstante, fue elaborada mucho más tarde, entre 1940 y 1945, cuando el Dr.Feruglio se desempeñaba como docente e investigador en la Universidad Nacional de Cuyo. Eltrabajo fue publicado por la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en 3 tomos,entre los años 1949 y 1950.

Su obra cumbre: Descripción Geológica de La Patagonia

Esta obra excepcional es uno de los aportes más significativos sobre el conocimiento geológicode nuestro país publicados por un único autor (cf. Rolleri et al., 1999; Rolleri y De Barrio, 2002).En este trabajo se pone de manifiesto el profundo conocimiento que el Dr. Feruglio tenía detoda la región de la Patagonia argentina.

187NOTAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DEL DR. EGIDIO FERUGLIO

A. En las cercanías de Colonia Sarmiento, 1927.B. En la región del lago Colhué Huapí,1936.C. En la región del Lago Argentino con León Bron y Evaristo Croux, 1931.D. En Estancia Las Violetas, 1927. E- En la región de Jáchal, 1942. F- Con su esposa y sus dos hijos Ana Emilia y Arturo.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24188

El texto es de un rigor científico extraordinario, constituye una obra metódica en la que sebrindan extensas y detalladas descripciones geológicas, paleontológicas, geomorfológicas y geográfi-cas, y se efectúan interpretaciones fundadas en los propios datos del autor. La obra sintetiza toda lainformación obtenida personalmente en largas y minuciosas tareas de campaña desarrolladas portodo el territorio patagónico durante sus tres períodos de permanencia en el país (1925-1928, 1929-1932, 1934-1948), pero sin excluir muy completas referencias a los trabajos realizados por investiga-dores que lo precedieron y que también fueron sus contemporáneos (la obra tiene aproximadamen-te 1200 fichas bibliográficas).

La redacción es de una notable claridad, impecable. Puede decirse que en este monumentaltrabajo de síntesis no existe un solo párrafo que pueda parecer confuso o inentendible para ellector. Además del texto, son abundantes y muy ilustrativos las fotografías, dibujos, mapas, per-files, esquemas y cuadros estratigráficos.

El libro posee una doble organización, regional (áreas andina y extra-andina) y estratigráfica,tratando las unidades en sentido cronológico decreciente.

En el Tomo I, y después de un prólogo, el Dr. Feruglio brinda un panorama sobre la Patagoniay Tierra del Fuego, y describe los rasgos generales morfológicos y geológicos de las dos grandesregiones patagónicas: la andina y la extra-andina. Trata luego a los conjuntos de unidadesmetamórficas y magmáticas de ambas regiones, los sedimentos marinos y continentales jurásicos,el complejo volcánico jurásico de la Patagonia extra-andina y de la Cordillera, el conjuntosedimentario tithoniano-cretácico y los depósitos del Grupo Chubut, para finalizar con los dellímite Cretácico-Paleógeno.

El Tomo II está enteramente dedicado a la descripción e interpretación de los terrenosterciarios, incluidas las unidades sedimentarias, volcano sedimentarias y volcánicas. Además deminuciosas descripciones sobre la constitución litológica y los diseños de superposiciónestratigráfica, analiza el registro fósil con gran minuciosidad, hace consideraciones sobre las eda-des y también incluye interpretaciones sobre los principales procesos de acumulación y sobre eldesarrollo de los ciclos eruptivos terciarios.

En el Tomo III describe los depósitos glaciales cuaternarios de la Patagonia y Tierra delFuego, trata con detalle a los aluviones terrazados (Rodados Patagónicos) y analiza ampliamente alas terrazas marinas, desde San Antonio Oeste hasta Tierra del Fuego. Más adelante incluye conobservaciones sobre los eventos postglaciales, tanto sedimentarios como volcánicos y una sucintadescripción de las regiones estructurales y consideraciones sobre los movimientos tectónicos en laPatagonia. La obra culmina con un apéndice en el que el Dr. Feruglio incluye trabajos originales quepermanecían inéditos y que bien podrían haber aparecido como publicaciones independientes. Seconsignan aquí observaciones y opiniones novedosas sobre diversos aspectos, como la geología deyacimientos petrolíferos, de lignitos y de minerales metalíferos, discusiones sobre la edad de unida-des leptometamórficas, sedimentarias y volcánicas, y nuevos hallazgos fosilíferos.

Publicaciones del Dr. Feruglio referidas al conocimiento geológico de laRepública Argentina

SE HAN COMPILADO 62 TRABAJOS

Feruglio, E., 1926. Apuntes sobre la constitución geológica de la región del golfo San Jorge.Sociedad Argentina de Estudios Geográficos (GAEA) 3, 2: 395-486.

Feruglio, E., 1927. Estudio geológico de la región pre- y subandina en la latitud de NahuelHuapi. Anales Sociedad Argentina de Estudios Geográficos (GAEA) 2: 425-437.

189NOTAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DEL DR. EGIDIO FERUGLIO

Feruglio, E., 1929a. Fósiles devónicos del Quemado (San Pedro de Jujuy), en la región subandinadel Norte. Boletín de Informaciones Petroleras año 6, 62: 951-861.

Feruglio, E., 1929b. Origen de las depresiones sin desagüe de la región del golfo San Jorge.Boletín de Informaciones Petroleras año 6, 62: 841-849.

Feruglio, E., 1929c. Apuntes sobre la constitución geológica de la región del golfo de SanJorge. Boletín de Informaciones Petroleras año 6, 63: 925-1025.

Feruglio, E., 1929d. Constituzione geologica dell regione del Golfo di San Giorgio (Patagonia).Boll. Soc. Geol. Ital. 47: 253-274.

Feruglio, E., 1930a. Fossili devonici del Quemado (San Pedro de Jujuy) nella regione subandinadell´ Argentina settentrionale. Estr. Giorn. Geol. Ann. R. Mus. Geol. Bologna, 2: 3-29.

Feruglio, E., 1930b. Il Devonico della regione subandina dell´ Argentina settentrionale. XVCongr. Geol. International Geological Congress, Compt. Rendu 2: 568-571, Pretoria.

Feruglio, E., 1930c. Observaciones acerca de un trabajo del ing. T. Serghiesen sobre la regiónpetrolífera de Comodoro Rivadavia. Revista Minera 2: 209-220; 230-244; 257-269.

Feruglio, E., 1931a. Nuevas observaciones geológicas en la Patagonia Central. ContribuciónPrimera Reunión Nacional de Geografía, Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fisca-les, 6.

Feruglio, E., 1931b. Observaciones geológicas en las provincias de Salta y Jujuy. ContribuciónPrimera Reunión Nacional de Geografía, Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fisca-les 7, 5-39.

Feruglio, E., 1931c. Origine delle depressione chiuse della regione del Golfo di San Giorgio(Patagonia). Mem. Geol. E Geogr. Di Giotto Dainelli (Instituto Geol. Univ. Firenze) 2: 153-233.

Feruglio, E., 1932a. Informe preliminar sobre los resultados de la expedición de A. de Agostinial lago Argentino (Patagonia). Primera Reunión Nacional de Geografía, Anales Sociedad Argen-tina de Estudios Geográficos (GAEA) 4: 116-131.

Feruglio, E., 1932b. Risultati scientifici della spedizione A. De Agostini nelle Ande del LagoArgentino (Patagonia australe). Boll. Soc. Geol. Ital. 51: 85-94.

Feruglio, E., 1932c. Las terrazas marinas del golfo de San Jorge (Patagonia). Boletín de Infor-maciones Petroleras año 9, 89: 7-56.

Feruglio, E., 1932-1935. Sobre la presencia de grandes rodados en las mesetas de la región delgolfo de San Jorge (Patagonia) y las Guayquerías de Tunuyán (Mendoza). Sociedad Argentina deEstudios Geográficos (GAEA) 4: 189-208.

Feruglio, E., 1933a. Fossili devonici della Sierra Porongal nella regione subandina dell´ Ar-gentina settentrionale. Ann. R. Museo Geol. Bologna, 2, 8: 3-22.

Feruglio, E., 1933b. Fossili liassichi della valle del río Genua (Patagonia). Giorn. Geol. Ann.Reale Mus. Geol. Bologna 9: 1-54.

Feruglio, E., 1933c. La Serie Mesozoica nelle Ande del Lago Argentino (Patagonia Australe).Estrato del Ghiornale di Geologia, An. Reale Museo Geol. Bologna 9: 1-17.

Feruglio, E., 1933d. Prospetto riassuntivo dei terrazzi marini della Patagonia. Congr. Geogr.Intern. 1931, 2, 1: 140-155. París.

Feruglio, E., 1933e. Osservazioni intorno all´ anfiteatro morenico del lago Buenos Aires(Patagonia) e a un cono vulcanico su di esso inserito. R. Soc. Geogr. Ital. 10, 4-5: 246-255.

Feruglio, E., 1933f. Nuevos datos sobre las terrazas marinas de Patagonia. Boletín de Infor-maciones Petroleras 102: 87-111.

Feruglio, E., 1933g. La glaciazione attuale, le fasi glaciali quaternarie e i loro rapporti coiterrazi marini nella Patagonia. Boll. Comitato Glaciol. Ital. 13, Torino.

Feruglio, E., 1933h. I terrazzi marini della Patagonia. Giorn. di Geol. 8 bis, 288 p. Imola.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24190

Feruglio, E., 1934a. Sobre un depósito reciente de ceniza volcánica en los alrededores de ComodoroRivadavia (Patagonia). Notas del Museo de La Plata 2: 41-49.

Feruglio, E., 1934b. I ghiacciai della Patagonia. L´Universo, Riv. Inst. Geog.. Milit. 15: 825-838.Feruglio, E., 1934c. Les terrasses marines de la Patagonie. Congrés Internat. de Géographie,

Varsovia. Résumé des communications: Geogr. Physique.Feruglio, E., 1935a. Relaciones estratigráficas y faunísticas entre los estratos cretáceos y ter-

ciarios en la región del lago Argentino y en la del Golfo San Jorge (Patagonia). Boletín de Infor-maciones Petroleras año 12, 128-130: 69-93 y 65-91.

Feruglio, E., 1935b. Sobre la presencia del Santacruciano en la Pampa del Castillo (golfo deSan Jorge). Notas del Museo de La Plata 1, Geología, 2: 237-246.

Feruglio, E., 1935c. Aspetti della Patagonia. La Vie d´ Italia e del Mondo3: 1223-1247.Feruglio, E., 1936a. Nota preliminar sobre algunas nuevas especies de moluscos del

Supracretáceo y Terciario de la Patagonia. Notas del Museo de La Plata 1, Paleontología: 277-300.

Feruglio, E., 1936b. Nuevas especies de moluscos supracretáceos y terciarios de la Patagonia.Nota preliminar. Boletín de Informaciones Petroleras año 13, 139: 121-136.

Feruglio, E., 1936c. Sobre la presencia del Santacruciano en la Pampa del Castillo (Región delGolfgo de San Jorge). Boletín de Informaciones Petroleras 13 (139):121-136. También publicadocomo Notas Museo de La Plata, I (Geología): 237-246.

Feruglio, E., 1937a. Una interesante Filicinea fósil de la Patagonia. Boletín de InformacionesPetroleras 151: 5-20.

Feruglio, E., 1937b. Una nueva Dipeteridea del Mesozoico superiores della Patagonia. Boll.Soc. Geol. Italiana 56: 1-16.

Feruglio, E., 1937c. Dos nuevas especies de "Hausmannia" de la Patagonia, Notas Museo deLa Plata 2, Paleontología 9: 125-136.

Feruglio, E., 1937d. Paleontographia patagonica. Mem. Inst. Geol. Univ. Padova 11: 1-384.Feruglio, E., 1937e. Las terrazas marinas de Santa Rosa, estancia Darwin y punta Guanaco en

la Patagonia. Anales Sociedad Argentina de Estudios Geográficos (GAEA) 5: 221-228.Feruglio, E., 1937f. Sullo stato attuale della conosconza geologica della Patagonia. 17º

International Geological Congress, Abstracts Paper 225. Leningrado.Feruglio, E., 1938a. El Cretáceo superior del lago San Martín (Patagonia) y de las regiones

adyacentes. "Physis" 12 (44): 293-342.Feruglio, E., 1938b. Relaciones estratigráficas entre el Patagoniano y el Santacruciano en la

Patagonia austral. Revista del Museo de La Plata, nueva serie, 1, Geología 4: 128-159.Feruglio, E., 1938c. Variaciones del frente del glaciar Moreno (lago Argentino). Sociedad

Argentina de Estudios Geográficos (GAEA) 6: 185-192.Feruglio, E., 1938d. La nomenclatura estratigráfica de la Patagonia y Tierra del Fuego. Boletín

de Informaciones Petroleras 171: 82-95.Feruglio, E., 1939. Mapa geológico de la Patagonia al sur del paralelo 42º y Tierra del Fuego.

Publicación Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Buenos Aires.Feruglio, E., 1941. Nota preliminar sobre la Hoja Geológica San Carlos de Bariloche

(Patagonia). Boletín de Informaciones Petroleras 200: 27-64.Feruglio, E., 1942a. Recientes progresos en el conocimiento geológico de la Patagonia y

Tierra del Fuego. 1er. Congreso Panamericano de Ingeniería de Minas y Geología 2: 380-401,Santiago.

Feruglio, E., 1942b. La flora liásica del valle del río Genoa (Patagonia) Ginkgoales etGymnospermae incertae sedis. Notas Museo de La Plata 7, Paleontología 40: 93-110.

191NOTAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DEL DR. EGIDIO FERUGLIO

Feruglio, E., 1943. Mapa geológico de la región oeste del meridiano 62°, entre los paralelos 32° y42°. Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Buenos Aires.

Feruglio, E., 1944-1945. Estudios geológicos y glaciológicos en la región del lago Argentino(Patagonia). Boletín Academia Nacional de Ciencias 37: 3-208. Córdoba.

Feruglio, E., 1946a. La flora liásica del valle del río Genoa (Patagonia) Semina incertae sedis.Revista de la Sociedad Geológica Argentina 1, 3: 209-218.

Feruglio, E., 1946b. Los sistemas orográficos de la Argentina. Sociedad Argentina de Estu-dios Geográficos (GAEA) 4: 542 p.

Feruglio, E., 1947a. Nueva contribución al estudio de las terrazas marinas de la Patagonia.Revista de la Sociedad Geológica Argentina 2, 3: 223-238.

Feruglio, E., 1947b. Mapa geológico a escala 1:200.000 de la Hoja 40b San Carlos de Bariloche,Río Negro, Neuquén. Dirección de Minería y Geología. Sin texto explicativo.

Feruglio, E., 1949-1950. Descripción geológica de la Patagonia. Dirección General de Yaci-mientos Petrolíferos Fiscales, 3 tomos, T1: 1-323; T2: 1-349; T3: 1-331. Buenos Aires.

Feruglio, E., 1950. Edad de las terrazas marinas de la Patagonia 18th. Internacional GeologicalCongress, 9: 30-39. Londres.

Feruglio, E., 1951a. Sobre algunas plantas del Gondwana en el valle del río Genoa. Revista dela Asociación Geológica Argentina 6, 1: 14-20.

Feruglio, E., 1951b. Su alcune piante del Gondwana inferiore della Patagonia centrale. Public.Inst. Geol. Univ. Torino 1: 35-80.

Feruglio, E., 1951c. Piante del Mesozoico della Patagonia. Publ. Inst. Geol. Univ. Torino 1:35-80.

Feruglio, E., 1954. Sostituzione del nome di una specie de Sphenopteris del Giuyese dellaPatagonia. Inst. Geol. Univ. Torino Publ. 1: 35-80.

Feruglio, E., 1956. Prospetto dei terreni quaternary dell´ Argentina. 5th. International CongressQuaternary (INQUA) 2: 939-941.

Feruglio, E., 1957. Los glaciares de la Cordillera argentina. Geografía de la República Argen-tina. Sociedad Argentina de Estudios Geográficos (GAEA) 7, 1: 5-86.

Fossa Mancini, E.; Feruglio, E. y Campana, J.C.Y. de, 1938. Una reunión de geólogos de Y.P.F.y el problema de la terminología estratigráfica. Boletín de Informaciones Petroleras año 15, 171:31.45.

Homenajes a la memoria del Dr. Egidio Feruglio

MUSEO EGIDIO FERUGLIO Y FUNDACIÓN EGIDIO FERUGLIO

Con la intención de proteger y conservar el patrimonio fósil en la Patagonia, en 1988, elConcejo Deliberante de la ciudad de Trelew, provincia del Chubut, funda el Museo de CienciasNaturales Egidio Feruglio. Asimismo, en 1990, se crea la Fundación Egidio Feruglio, cuya fun-ción esencial es promover y respaldar las actividades del Museo de Ciencias Naturales EgidioFeruglio, más tarde Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF). En 1991, la Municipalidad deTrelew y la Fundación firman un convenio mediante el cual la Fundación tiene la responsabilidadde administrar y dirigir el Museo. En 1999 el Museo pasa a su sede definitiva y se firma unconvenio mediante el cual el Museo pasa a ser una Unidad Ejecutora asociada al Consejo Nacio-nal de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Nación Argentina (CONICET).

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24192

NOMBRE DE ESCUELA

La Scuola Media Statale de Feletto Umberto, Comune di Tavagnacco, Udine lleva el nombre deEgidio Feruglio.

NOMBRES DE CALLES

Dos calles llevan su nombre. Una en el Barrio Güemes de Comodoro Rivadavia, provinciadel Chubut. En abril de 2002, en oportunidad del XV Congreso Geológico Argentino, se impo-ne el nombre de Egidio Feruglio a una calle de la ciudad de El Calafate, provincia de Santa Cruz.

PREMIO EGIDIO FERUGLIO A LA SEDIMENTOLOGÍA INSTITUIDO POR LA

ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS EXACTAS, FÍSICAS Y NATURALES

En 1996 la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la República Ar-gentina decide instituir el Premio Egidio Feruglio en la disciplina Sedimentología de las Cienciasde La Tierra.

PREMIO EGIDIO FERUGLIO INSTITUIDO POR EL MUSEO PALEONTOLÓGICO EGIDIO FERUGLIO

El Museo Egidio Feruglio otorga anualmente el premio Egidio Feruglio a la innovaciónpaleontológica.

BECA BIENAL DEDICADA A UNA INVESTIGACIÓN SOBRE

TAVAGNACCO Y EL FRIULI EN MEMORIA DE "EGIDIO FERUGLIO"El Comune di Tavagnacco, en colaboración con la Municipalidad de Trelew, con la Universi-

dad de los Estudios de Udine y con la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, haestablecido la Beca "Egidio Feruglio", que tiene por finalidad promover los estudios e investiga-ciones sobre los aspectos humanísticos, técnicos, científicos, médicos, jurídicos y sociales deTavagnacco y del Friuli.

HOMENAJE EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO

El 24 de abril de 1997 se realizó un homenaje a instancias de la Comuna de Tavagnacco y seedita el libro "Egidio Feruglio : l'attività scientifica e gli altri doveri verso la Patria (1897-1954).Atti della giornata di studio [nel centenario della nascita]". Feletto Umberto, editado por JavierGrossutti. Comune di Tavagnacco, 1997. - 156 p.

Participaron de este homenaje los geólogos y científicos argentinos Jorge Hechem - PedroKress - Mateo Turic (Y.P.F. - Buenos Aires), con un aporte sobre los estudios efectuados porEgidio Feruglio en la Patagonia, y Néstor R. Cúneo (Museo Paleontológico Egidio Feruglio -Trelew), con un trabajo sobre el Museo Paleontológico Egidio Feruglio de la Patagonia.

TOPONIMIA

Cordón Feruglio, conjunto de cerros que con rumbo norte sur se extiende por el sectornorte del lago Argentino, al este del valle del glaciar Upsala, provincia de Santa Cruz.

Torres Feruglio, grupo de montes torres y agujas (denominación propuesta por el padre DeAgostini) ubicadas entre el cerro San Lorenzo (límite entre la Argentina y Chile, el más elevadode la provincia de Santa Cruz con 3.700 m s.n.m.) y el cordón Cochrane (Chile).

193NOTAS SOBRE LA VIDA Y OBRA DEL DR. EGIDIO FERUGLIO

Bibliografía

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Recibido: 12 de Diciembre de 2007Aceptado: 15 de Abril de 2008

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24194

195PABLO GROEBER Y LAS POSIBILIDADES DE UNA TECTÓNICA TEÓRICAHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 195-206F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Pablo Groeber y las posibilidades de una tectónica teó-rica: explicaciones orogénicas para un refinamiento dela teoría de los geosinclinales

José E. LAZARTE1

Abstract: PABLO GROEBER AND THE POSSIBILITIES OF A THEORETIC TECTONIC: OROGENIC EXPLANATIONS FOR A REFINEMENT

OF THE GEOSYNCLINES THEORY.- On the basis of a Pablo Groeber´s paper, “Essay on theoretic tectonic and magmatic provinces”,from 1927, 30th bulletin of the Academia Nacional de Ciencias, initial theoretic geologic studies are discussed. Clearcontributions about the geosyncline theory are emphasized. Conspicuous elements deals with theoretic change in Geologyare brought out, while geosyncline paradigm was the dominant one.

Resumen: PABLO GROEBER Y LAS POSIBILIDADES DE UNA TECTÓNICA TEÓRICA: EXPLICACIONES OROGÉNICAS PARA UN

REFINAMIENTO DE LA TEORÍA DE LOS GEOSINCLINALES.- A partir del trabajo de Pablo Groeber, Ensayo sobre tectónica teórica yprovincias magmáticas (1927), publicado en el volumen 30 del boletín de la Academia Nacional de Ciencias, se discutenaspectos de los estudios geológicos teóricos en sus mismos inicios, explorando la posibilidad de una geología teórica. Seresaltan aportes esclarecedores que realiza este autor acerca de la teoría geosinclinal.

Se destacan elementos significativos referidos al cambio teórico en las ciencias geológicas en una época en quepredominaba el paradigma de la teoría de los geosinclinales.

Keywords: History. theoretic tectonic. geosynclines theory.

Palabras clave: Historia. tectónica teórica. teoría de los geosincllinales.

Introducción

El presente trabajo es una contribución a la historia de la geología de nuestro país. Tiene porobjetivo revisar aspectos de los estudios geológicos teóricos en sus mismos inicios explorando laposibilidad de una geología teórica. Al mismo tiempo, se procura encontrar elementos significativosreferidos al cambio teórico en las ciencias geológicas en una época en que predominaba elparadigma de la teoría de los geosinclinales.

Para ello se tomó como objeto de estudio el trabajo de Pablo Groeber de 1927 tituladoEnsayo sobre tectónica teórica y provincias magmáticas, publicado en el volumen 30 del boletín de laAcademia Nacional de Ciencias.

Es conveniente aclarar que no se persigue hacer una crítica del trabajo de Groeber, salvo enlo indispensable para cumplir con el objetivo expuesto.

El problema de la formación de las cadenas orogénicas preocupó a los geólogos desde losprimeros tiempos de la historia de la Geología. Se ensayaron diversas teorías, como la de Suess,de 1886, de la contracción de la Tierra, o la de Wegener, de 1912, de la deriva de los continentes.Las ideas de Groeber se inscriben en la teoría de los geosinclinales, desarrollada a partir de lasideas de Hall y Dana, surgidas en el siglo XIX pero que recién a partir de la década del ´30, en els.XX, tomaron la forma de una teoría organizada. Esto pone en relieve el trabajo de Groebercomo un adelanto notable, según se verá más adelante.1 Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L., U.N.T. - CONICET.

Miguel Lillo 205. Tucumán. E-mail: [email protected]

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24196

Groeber comienza su trabajo diciendo de qué trata el mismo. Aclara que es un “esbozo deideas” y que, al ser un ensayo, le es permitido “aducir como pruebas un cúmulo de ejemplos”. Sepropone tratar el asunto con mayor extensión en el futuro.

El trabajo consta de cuatro apartados principales, constitución de la Tierra y de su manto silicatado,tectónica teórica, provincias magmáticas y estructura del océano Pacífico y de sus contornos, los cuales se subtitulande la misma manera en que se encuentran en el original. En primer lugar se hará una reseña de laobra, con observaciones acerca del significado epistemológico de los temas tratados, para luegodiscutir los aspectos sobresalientes de la misma, haciendo hincapié en el apartado referido a latectónica.

Estructura del trabajo

CONSTITUCIÓN DE LA TIERRA Y DE SU MANTO SILICATADO

En este primer apartado se especula acerca de la constitución de la Tierra, especialmente delmanto. Comienza con los valores de densidad como argumento: debería haber defecto de masaen los fondos oceánicos pero esto no ocurre, lo que indica que habría diferente constitución.

Sigue una especulación sobre el valor del gradiente geotérmico donde se ve que utiliza losconceptos de sial y sima como dados o como “términos primitivos” si los vemos en sentidológico, es decir, no los discute. “… con Suess (y con Wegener) llamamos a estas masas sial”.Concluye que hay una estratificación en la corteza análoga a la que se da entre atmósfera ehidrósfera. En este tópico se maneja con especulación pura (pág. 181). Del estudio del granito yel gabro como prototipos de sial y sima, concluye que la separación no ocurriría tanto porinfluencia de la gravedad como por el hecho de que la composición gábrica “es en un equilibrioquímico sumamente estable”. En el granito reconoce alguna posibilidad de separación por gravedadde donde las pegmatitas – aplitas serían productos de procesos que tienden a restablecer eseequilibrio químico (da algunas observaciones de campo que confirmarían esa especulación). Eluso de ejemplos como elemento de contrastación plantea una posible dificultad, ¿hay dependenciade la interpretación de los ejemplos? Aparentemente sí, puesto que ante hechos similares, muchoscientíficos sacan diferentes conclusiones. Es un problema epistemológico ya señalado por críticoscomo Feyerabend (Nasif y Lazarte, 2004).

Reconoce que la separación por gravedad sí podría ocurrir en la cámara magmática (a página188 especula acerca de la existencia de corrientes convectivas en el seno de una masa batolítica).Saca como conclusión que “El resultado final del proceso debe haber sido entonces una separaciónclara entre el ambiente siálico y el símico… en la parte externa de la corteza terrestre”. Otraconsecuencia: el sial no puede extenderse a grandes profundidades ya que se fundiría ascendiendonuevamente. Prácticamente toda la masa siálica está solidificada.

Las observaciones sismológicas indican un cambio de composición o de densidad a 110- 120Km. de profundidad que podría corresponder a la separación entre manto gábrico (arriba) yperidotítico (abajo) “ya que el sial no puede alcanzar esas profundidades”

Hace una primera especulación acerca de los geosinclinales: se relacionan a la llegada dematerial del manto a la superficie por “ventanas en el sial” quedando “costras más delgadas” o“fajas de menor solidez”. La discontinuidad que se observa a 50- 60 Km. correspondería al límiteinferior del sial.

A continuación intenta un test “por otro camino” mediante un cálculo matemáticoconsiderando Pe, espesor cortical para llegar al espesor del sima debajo de las masas continentales,usando un segundo supuesto- ley: la isostasia.

197PABLO GROEBER Y LAS POSIBILIDADES DE UNA TECTÓNICA TEÓRICA

Vemos en este apartado, el uso de dos conceptos que serán básicos en toda la elaboración:sial – sima e isostasia. Al respecto, Pratt y Airy, en 1855, realizan mediciones de gravedad enzonas de montañas, comprobando un exceso de masa por debajo de los cordones montañosos,compensado en profundidad; pero luego, con los datos en la mano, realizan diferentesinterpretaciones (Metz, 1963). Las ideas de Groeber parecen coincidir más con la propuesta deAiry que postula bloques de diferentes espesores pero similar densidad, “flotando” en un substratode mayor densidad.

La lámina I del trabajo de Groeber (Fig. 1-A), ilustra el tema de la isostasia. Los espesores desial se calculan con la prueba expuesta a pág. 192, cuyos resultados son de 50-55 km, similar a losresultados de los estudios sísmicos. Se supone un gradiente geotérmico de 2º/100 m. Se ve laposibilidad de adelgazamiento cortical. Se marcan dos discontinuidades a 30-35 Km. (Moho) y a110-120 Km. Cita el trabajo de Mohorovicic del año 1922. Es de notar que pone “Temp.> a la defusión” y no “material fundido”, seguramemnte en atención a las presiones reinantes a esasprofundidades.

TECTÓNICA TEÓRICA

Es el apartado más extenso y en el que se desarrollan las principales ideas. Una de lascaracterísticas del estilo del trabajo es la exposición de una hipótesis que intentará refutar. Porejemplo, a página 194 hace una afirmación fundamental: “… suponiéndose que los continentestengan tendencia a alejarse de los polos y a agruparse alrededor del ecuador a causa de la rotaciónde la Tierra ...”, observaciones que ponen al autor al filo de la “conversión” a la teoría rival,hablando en términos kuhneanos. A continuación hace estas objeciones “a las ideas de Wegener”:

- Ni la fuerza centrifugal (sic) ni la masa de los continentes sería suficiente para vencer laresistencia del sima para reemplazarlo.

- “No se ha intentado justificar la formación de sierras y de las protuberancias en la base delas masas continentales” que serían 10 veces más pronunciadas hacia abajo que hacia arriba.El plegamiento (“prensado en sentido horizontal”) sólo sería posible en la zona de contactoentre sial y sima.

Figura 1-A. Lámina I del trabajo de Groeber. Espesores calculados con el método propuesto por Groeber a pág. 192de su trabajo.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24198

Concluye que “los acontecimientos tectónicos no pueden nacer del sial ni de sus movimientospropios o de sus desplazamientos y menos de la contracción”. Postula movimientos en el simalos cuales serían causa de movimientos tectónicos.

Para Groeber, la coincidencia de los geosinclinales con las zonas de plegamiento orogénicoindica que son parte de un mismo proceso. Esto ya fue anticipado por Shuchert, en 1923, quienafirma que “los geosinclinales originan montañas” (in Metz, 1963). Refuta que el hundimientopueda deberse a acumulación de sedimentos (la corteza es siempre pasiva). Esta es una de lasideas fuertes del trabajo.

Admite que “debe haber” corrientes de convección, tomando el antecedente de Ampferer yhaciendo un razonamiento propio sobre la base de la transmisión de calor. Las corrientes deconvección son una hipótesis introducida en 1906 por Ampferer (Groeber, 1927, Metz, 1963)como “corrientes magmáticas profundas”. Posteriormente Vening-Meinesz (1934, in Metz 1963)habla de “corrientes en el manto” y recién en 1939, Griggs las incorpora a la teoría de losgeosinclinales. Esto hace de las ideas de Groeber especialmente interesantes, tema que se retomaen el apartado de discusión.

La afirmación de que “magma activo puede encontrarse en nuestra época únicamente fuerade la esfera del sial” es un indicio de que Groeber podría haber estado cerca de considerar laexistencia de placas litosféricas en sus especulaciones.

El enfriamiento progresivo produce el retiro de las cúspides de las corrientes hacia el interior.De lo antedicho predice que entre el Cámbrico y el Cuaternario debiera darse una reducción

en el ancho de la faja geosinclinal y, a causa de un exceso de calor en la cúspide de la corriente,fusión “en la base del sial”, en la cúspide de la corriente de convección (este refinamiento de lateoría acerca a Groeber al moderno concepto de delaminación). El material así removido engrosasectores vecinos. Esta pérdida de material relacionada a la cúspide no corresponderá directamenteal espesor removido. El retiro de la cúspide de la corriente de convección es una idea importanteen esquema de Groeber, como se verá más adelante. El ascenso de masas continentales vecinasproduce mayor erosión y mayor afluencia de material hacia la cuenca. De este modo, la formaciónde la cuenca es independiente de la acumulación de sedimentos en ella.

A partir de las observaciones de las láminas y del apartado II, se puede inferir el siguienteesquema fundamental propuesto por Groeber:

- Traslación del eje de rotación de la Tierra- Movimientos de sima- Desarrollo del geosinclinal- Cambios en la corriente de convección- Engrosamiento cortical- Fusión de sial “desde abajo”- Redistribución de material fundido (magma mesosilícico)- Restablecimiento de los espesores originales aproximadamente

La fusión de sial mencionada produce mezcla con el sima lo que da lugar a magma mesosilísico.El debilitamiento y posterior retiro de la corriente convectiva marca la “muerte natural de unazona geosinclinal”. Es interesante señalar que el autor realiza aquí predicciones bastante precisas,de qué tipo de rocas deberían encontrarse en zonas donde se desarrolla un geosinclinal (lapenetración de material ígneo se debe principalmente a la isostasia), lo que revela su estilo másacorde al falsacionismo que al neopositivismo imperante en esa época para las ciencias naturales.Otra muestra de que nuestro autor es “un adelantado”.

199PABLO GROEBER Y LAS POSIBILIDADES DE UNA TECTÓNICA TEÓRICA

En la lámina II (Fig. 1-B), se observa lo siguiente: formación, composición y estructuraesquematizada de un geosinclinal. Groeber aclara que no existiría una sola corriente de convecciónsino un haz, que se subdividiría en varias corrientes “de ancho menor”. Las fajas de convecciónobrarían en regiones extensas de sial. Esta ilustración uestra que el geosinclinal está estrechamenteligado a la corriente de convección. También brinda una explicación del engrosamiento corticaly del ascenso epirogénico. Reconoce que la convección puede darse sin la presencia de sial (noentra en tema).

Objeción importante: “, los factores causantes señalados (se refiere a los del geosinclinal) noparecen suficientes, ni tener un radio de acción de bastante alcance para producir la reducciónextraordinaria del ancho de un geosinclinal durante la fase orogénica y acaso menos aún la elevacióngrande de las zonas plegadas arriba del nivel del mar”. Agrega otro factor: “las depresiones en elsima (necesarias para las protuberancias hacia abajo en el sial) “obran solamente en las regionesdel geosinclinal” y son temporarias.

Sigue un razonamiento que lo lleva a afirmar, previo descarte del enfriamiento terrestre, que“los plegamientos orogénicos están ligados a una traslación del eje de la Tierra”, pero deja estahipótesis sin explicación. Introduce una hipótesis ad hoc de “las influencias cósmicas”. El elipsoidede rotación debe ajustarse a la nueva posición del eje lo que producirá el desplazamiento dematerial del sima. Es posible que para un “fijista” sea más aceptable dar una categoría legaliformea esta hipótesis, mucho más que para un “movilista” quien carece de puntos fijos de referencias.

Wegener, al exponer su famosa hipótesis, también hace referencia a la “deriva polar” (Wegener,1926) considerándola “superficial” es decir, signada por los movimientos continentales sin queimplique cambios en el eje terrestre. Sin embargo, no descarta cambios en el eje de rotación.Wegener parece inclinarse por la aceptación de fuerzas relacionadas a la rotación o cambio delpolo, pero al final del capítulo dice solo estar seguro de que las fuerzas de la deriva son las queproducen los cordones montañosos, sin definir si son causa o efecto. En otros puntos citatrabajos que apoyan la idea de que las fuerzas así originadas serían suficientes para mover loscontinentes, contrario a lo que afirma Groeber a página 205 de su trabajo.

En la lámina III (Fig. 2), se observan dos esquemas. Esquema A: se subdivide en “causas delmovimiento” y “deformaciones tectónicas”. Diferencia entre sial y sima rígido y plástico. Explicadesde el lado fijista por qué la fosa está de un solo lado, relacionándolo con el movimiento

Figura 1-B. Lámina II de Groeber. Esquema teórico de la formación de un geosinclinal. Ver texto.1: sial en masa continental.2: sima (lerdo) normal.3: corriente de convección.4: zona siálica afectada por ablandamiento y adición de material símico.5: sial fundido y mezclado con sima.6: penetraciones formando batolitos.7: sedimentos acumulados en el geosinclinal y centros eruptivos.8: sial en fusión arrastrado por corrientes de convección.9: ascenso de masas de sial.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24200

general o global del sima. Se mencionan desplazamientos laterales de sial y sima en estado rígidoque, en términos actuales, serían “intraplaca”. “El factor determinante del movimiento orogénicoes el descenso de la corriente de convección”. Parece haber contraposición entre datos y teoría.Postula la existencia de dos cadenas de plegamientos en la zona orogénica, con una depresióncentral, “que será tanto más importante, cuanto más ancho ha sido el geosinclinal”. Esquema B:emplazamiento definitivo de la masa siálica afectada por los movimientos orogénicos. Elmovimiento epirogénico (“en bloc”) es por defecto de masa en la zona descendente, al cesar elmovimiento convectivo. Las intrusiones tienen un papel pasivo en la orogénesis.

Groeber sostiene que las partes rígidas no participan de los movimientos pero las partesmóviles se desplazan hacia el nuevo ecuador y se adelgazan en los polos. Cita: “la traslación delsima activo producirá necesariamente una substracción en el material de las corrientes deconvección... El resultado será un descenso de la cúspide... necesarias pata que se pudiesen formara su vez los engrosamientos de sial en las zonas de plegamiento orogénico”. En menor escala severá afectado lo que llama “sima lerdo”, debajo de las masas continentales. Cita: “... cuya mayorviscosidad le impide reemplazar al sima activo con la misma velocidad que éste abandona ladepresión, lo que resulta condición para que la depresión o fosa pueda formarse”. ¿Groeber serefiere a la fosa que se forma fuera de la zona orogénica, en el borde del bloque siálico? La láminaIII así parece indicarlo ya que, el geosinclinal (o zona orogénica) aparece como ajeno a la fosa,como algo que ocurre en el interior del bloque siálico y no en el límite, como sería en unamoderna interpretación. Esta es una diferencia fundamental con la tectónica actual. La fosa a laizquierda del dibujo no queda explicada.

La parte inferior del sial (semiplástica) se desplaza más que la parte superior, más rígida,generando un “subempuje” en términos de Groeber. (Se hace notar que estas observacionesponen a Groeber cerca de la hipótesis de la deriva de los continentes y cuán fuerte es la apelacióna la isostasia).

Figura 2. Lámina III de Groeber. Esquema del proceso orogénico. Ver texto.1: sima mayormente rígido.2: corriente de convección durante el pasado estado del geosinclinal.3: desplazamiento de sial plástico.4: desplazamiento de sima.Demás referencias como en figura 1.

201PABLO GROEBER Y LAS POSIBILIDADES DE UNA TECTÓNICA TEÓRICA

Con el movimiento de sima predice que el sial “dentro del área de la depresión símica... sedeslizará por el declive en el substratum” donde queda implícito un movimiento horizontal desial. También habla del sima “ejerciendo una presión horizontal” que lo empuja. Cita: “La masasiálica puede ser puesta en movimiento por las fuerzas resultantes de la rotación de la Tierra...”Pero a continuación aclara que “es únicamente a base de la mencionada pérdida de apoyo lateralque puede producirse este movimiento que Wegener adoptó como causa... para su desplazamientoo la migración de sus continentes”. Este desplazamiento horizontal es un factor importante paralos esquemas tectónicos de la época, y muestra que Groeber supera el debate entre movimientoshorizontales y verticales. Nuevamente el autor se acerca a la hipótesis de la deriva continental.

Menciona otros hechos que podrían (deberían) generar desplazamientos laterales, comoseparación o apertura de una grieta por donde penetraría una masa ígnea. Nótese que para unmismo hecho cambian las interpretaciones teóricas. Según se lee en Metz (1963), Cloos elaborala teoría del rift en 1939, a la que se podría adherir la propuesta de Groeber, mientras que Willis,en 1928, propone la teoría del ariete (ramtheorie) con esfuerzos convergentes y compresivos.Pablo Groeber sería el verdadero interlocutor de Willis, no registrado por la bibliografía poste-rior a la década del ´20.

Las cuencas continentales son atribuidas a lo que llama “semiorogenia”, designando con estetérmino a una depresión “similar al geosinclinal pero atenuada” que produce cuencas siálicas, loque explicaría la existencia de cuencas continentales en sectores aledaños a un orógeno. “Eldescenso que sufre la parte superior de la corriente de convección ocasionará consecuenciastectónicas muy parecidas a las de una verdadera zona orogénica, pero éstas se exteriorizaránfrecuentemente por fracturación... En fajas semiorogénicas anchas subsistirá la actividad sísmicapero faltará la actividad eruptiva”. Groeber sitúa este caso en un término medio entre la orogeniay la epirogenia.

Intenta una explicación de los arcos de islas atribuyéndolos a las masas siálicas menoresdesprendidas que se deslizan “hacia la fosa”. Groeber pretende “haber dado una explicación mássatisfactoria de la existencia de las fosas que bordean especialmente el océano Pacífico, que la queexpuso Wegener” que fallaría al querer aplicarla al borde americano, pero, en la leyenda de lalámina III no queda explicada debidamente esta presencia. Cita: “En el lado opuesto [al lado dedonde viene las corriente símica] podrá formarse, en cambio, tal ranura, porque la corrientesímica de las partes profundas y trasladables imprimirán una tendencia de alejamiento de laspartes superiores más o menos rígidas en relación a la isla, lo que no impide que la isla o todo elarco de trozos siálicos siga el movimiento símico. Tales fosas pueden formarse también en elborde de las grandes masas continentales...” Groeber hace referencia a las islas que rodeanprincipalmente el Pacífico y hace extensivo el razonamiento a los continentes, algo que no seaprecia en la lámina III. Aduce que la explicación de Wegener falla en el borde americano yrequiere dos explicaciones (sin dar más detalles).

El desarrollo aún incompleto de la propuesta de Wegener fallaría al dar algunas explicacionespero también es posible que fuera parcialmente incomprendido por Groeber, al menos en todassus posibilidades.

El autor concluye que cada revolución orogénica reduce la extensión horizontal de las masascontinentales y aumenta su espesor. Este proceso se revertirá al “disolverse paulatinamente porfusión” los engrosamientos y al incorporarse este material al borde exterior lateral de la masacontinental, restableciéndose la extensión lateral.

La existencia de continentes emergidos es indicio de enfriamiento lento de la Tierra, el queocurre de manera lenta y continua (radiación normal) y de manera brusca (períodos de migraciónde los polos y consecuentes corrientes símicas a las que habría que sumar el vulcanismo).

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24202

Para explicar la intrusión de grandes masas batolíticas dice que es necesario que se formenfajas de disgregación y disyunción en la corteza siálica.

“Para que se pueda mantener el equilibrio isostático durante estos procesos, la fusión y laerosión deberían mantenerse en una cierta relación: el defecto de masa producido por al erosióndebería ser compensado por una mayor velocidad en la fusión de la protuberancia siálica y sureemplazo por material símico”. Al analizar un caso concreto concluye que se establece un defectode masa y una tensión con tendencia ascendente. Cuando la tensión supera la rigidez se producenpequeños movimientos ascendentes, los llamados movimientos póstumos (parecidos pero noiguales a los epirogénicos). Todo tiende al restablecimiento del grosor normal de la masa siálica.Si se establece una corriente de convección, el sial sería fundido desde abajo, la superficie debedescender y se producirá la cuenca de sedimentación o geosinclinal.

En este marco, las sierras Pampeanas quedan sin explicación satisfactoria pero más adelantevuelve sobre el problema. Retoma el comportamiento de las masas siálicas situadas a espaldas dela faja orogénica y da cuatro razones por las que dicha masas mantienen cohesión con la zonaplegada (se observa aquí distancia con la teoría de la tectónica de placas)

1)“la masa continental es llevada por el sima de su basamento que se mueve ... hacia la depresiónsímica ...”

2)“por la presión que ejerce el sima en el borde exterior del extremo opuesto de la masasiálica”

3)“por la circunstancia de que la masa siálica puede ser afectada o puesta en movimiento porlos efectos de la rotación de la tierra a causa de la pérdida de su apoyo lateral producida porla reducción de extensión horizontal de la zona en plegamiento”

4)“porque la zona inferior del sial, hasta cierto punto plástica y deformable sin fracturaspodrá ser aplastada o reducida en su grosor por el peso de las partes superiores”.

Esto provoca fenómenos tectónicos en la costra rígida, lo que explicaría las Sierras Pampeanasy, por defectos de masa se explicarían las cuencas continentales.

Concluye a pág. 217: “las deformaciones en el sial nacidas en el mismo, su engrosamiento, yasea tectónico o por acumulación de sedimentos no afecta mayormente al sima de su basamentoy no pueden producir un desplazamiento del sima,...” “Debe ser el sima el causante”.

“El defecto de masa de las depresiones de las masas continentales sostenible únicamente porun sima indiferente o lerdo, explica, cómo en ellos pueden acumularse cantidades relativamenteimportantes de sedimentos sin que se produzca... un descenso continuo de las cuencas”. El sima“lerdo” o “indiferente” funciona también como una hipótesis ad hoc.

PROVINCIAS MAGMÁTICAS

En este apartado, Groeber especula acerca de la posibilidad del magma de abrirse caminohacia la superficie y concluye que es imposible que el sial ceda en sentido horizontal “porque eldesplazamiento debería afectar a toda la corteza”. De este modo, se formarían sierras de decenasde kilómetros de altura, pero el autor no adhiere a la teoría plutónica de la formación de montañas.

Afirma que para que una masa ígnea pueda atravesar parte de la corteza terrestre, es necesarioque ocurran fusión o digestión por el magma y agrietamiento de la parte inferior del sial.

Por fusión, en condiciones normales, no sería posible ya que es necesario un exceso de caloren el sima. Si ocurriera un sima sobrecalentado, podría haber fusión pero con un alcance relativo.

En cuanto a la fracturación, sería “permitida” por un adelgazamiento del sial, lo que conduciríaal geosinclinal.

203PABLO GROEBER Y LAS POSIBILIDADES DE UNA TECTÓNICA TEÓRICA

La idea fuerte que se maneja es que el sima tiene punto de fusión más bajo que el sial.“El sial no puede desarrollar actividad magmática propia ..., tal actividad (ocurre) únicamente

para la época más primitiva del Arqueozoico”. (luego cita ejemplos de Mendoza, La Pampa, etc.).Esta afirmación no podría explicar un magmatismo netamente cortical, desde el punto de vistaactual, lo que llevaría a discutir la relación existente entre sial y corteza.

“Una perforación del sial por fusión no es posible desde el Proterozoico hasta hoy” lo queimplica necesidad de fracturamiento. Luego se refiere a la diferenciación magmática afirmandoque “la producción efusiva del magma será en su gran mayoría ácido”.

Las grandes efusiones símicas provendrían directamente del sima. “... las masas continentalesatravesadas por el sima deben haber perdido su cohesión a causa de disyunciones que producenhendeduras por las cuales puede ascender el sima”.

ESTRUCTURA DEL OCÉANO PACÍFICO Y DE SUS CONTORNOS

En este apartado Pablo Groeber trata de aplicar lo expuesto más arriba a un caso concreto.En una primera apreciación, afirma que Australia y América carecen casi por completo de

“shelf, que es sial indudable”. Esta frase remite a los escudos precámbricos como sial seguro, loque implica una diferencia importante entre sial y corteza.

Considera que “tiene que existir una masa continental sumergida en la región oceánica vecina(a Sudamérica)”. Considera prueba de ello el hecho de que “todas las estructuras del borde delcontinente terminan a lo largo de la línea de la costa en ángulo oblicuo con dirección NNW yésta línea es de fecha reciente y corresponde a una disyunción ...”·

Otra afirmación llamativa: “... la agrupación de islas en arcos y todo el aspecto de su distribucióninsinúa que han sido transportadas y separadas de la masa siálica madre por corrientes de unamasa viscosa, por el sima”, afirmación que remite nuevamente a la posibilidad de que porcionesde sial sean transportadas por el sima. Groeber nuevamente se coloca cerca de la tectónica deplacas.

Las apreciaciones de este apartado revelan las dificultades de la teoría de los geosinclinales,que no alcanza a explicar aceptablemente muchos rasgos y cuando el investigador trata de darexplicaciones, éstas resultan forzadas.

Discusión y conclusiones

El trabajo de P. Groeber se destaca entre lo que se publicaba en la primera mitad del s. XX ennuestro país (1927). Es una época dedicada especialmente a trabajos descriptivos ya que se da aconocer la geología básica de nuestro territorio nacional. Las interpretaciones a la luz de teoríasse restringen a la teoría dominante, especialmente sostenida desde los centros principales deinvestigación que ya habían rechazado “en bloque” las hipótesis de Wegener.

Tampoco es frecuente el estilo ensayístico, si bien aún no se había conformado un lenguajecientífico propio de las ciencias naturales, aún alejadas de la física y la matemática. El ensayo es unestilo que ahora no se acepta como propio de las publicaciones científicas.

Pero, este estilo de ensayo en que está escrito el trabajo presenta la dificultad de que el autorno se siente impelido a citar fuentes de las numerosas especulaciones que hace (él mismo loreconoce en la Introducción del trabajo), como por ejemplo las relacionadas al desplazamientodel eje terrestre.

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En este sentido, algunas de las ideas que maneja el autor tienen antecedentes, como porejemplos movimientos orogénicos y epirogénicos de Stille (1924) que según Metz (1963) estánpropuestas como términos descriptivos. Cailleux (1964) cita como antecedente más antiguo aGuilbert, quien en 1890 distingue ambos movimientos. Wegener se anticipa a la extensión delfondo oceánico que Hess postularía en los años ´60 y cita a R. Schwinner (1919) y a G. Kirsch(1928) como antecesores en la hipótesis de corrientes convectivas. No obstante Pablo Groebersería el primero en aplicar tan específicamente y con nombre propio, estas corrientes a la teoríade los geosinclinales. Observamos aquí la curiosidad de que Wegener cita un trabajo de 1928 enla edición de 1926 de su libro, un anacronismo cuya explicación escapa a los fines de estacontribución.

Dentro de ese estilo, Groeber utiliza con frecuencia el recurso de exponer una hipótesis (queen realidad no apoya) como si la sostuviera, para, a continuación, exponer la refutación, al mejorestilo popperiano (diríase hoy) pero varios años antes de que el falsacionismo se afiance en laepistemología.

Encontramos entonces los siguientes elementos sobresalientes en el trabajo:- Tectónica teórica: es posible no sólo la especulación teórica aplicada a la tectónica sino que

se puede poner a prueba la posibilidad de hacer una geología teórica. No debe confundirseo tomar este término como una especulación sin fundamentos. Si se logra fundamentaradecuadamente un razonamiento (por ejemplo como hace Groeber), se puede hacer geologíasin “ir al campo” o estudiar las muestras o datos analíticos. Sería un caso análogo a la físicateórica fundada en las matemáticas. Sin embargo, habría que ver si esto resulta aceptablepara la comuidad que actuaría “árbitro final” del estudio. Este, posiblemente, sería tambiénun componente positivista que influyó en el rechazo a Wegener.

- Discute mecanismos que podrían configurar una posición “intermedia” en el debate entremovilistas y fijistas. Esta disputa nace en la biología como fijismo vs. transformismo, enreferencia a las especies vivientes; la que se podría trasladar a la geología, teniendo comocriterio los movimientos orogénicos. De este modo, se podría llamar “fijista” a la teoría delos gesinclinales y “movilista” a la de la deriva de los continentes, lo que ya utilizan autorescomo Anguita Virella (1983, Epílogo al libro de Alfred Wegener). Si bien en el comienzo sedebatía acerca de la existencia o no de fuerzas y movimientos horizontales en los procesosorogénicos, o si éstos se debían exclusivamente a ascensos verticales, rápidamente se pasó ala aceptación de la idea de que existen ambas componentes. Según Cailleux (1964), Steele,en 1925, es el primero en reconocer la existencia de movimientos horizontales. Lo quediferencia a fijistas de movilistas, en el fondo, es la dimensión o escala de los posiblesdesplazamientos horizontales derivados. En Groeber se ve el esfuerzo que realiza para explicarhechos a la luz de la teoría de los geosinclinales pero se ve obligado a admitir la posibilidadde movimientos a escala global, al menos para el manto terrestre o lo que él llama sima.

- Desde esta perspectiva, hace propuestas sobre la orogenia, donde se reconocen, con otrosnombres, elementos de la tectónica global actual, como rift o delaminación.

El concepto de isostasia, que es tomado de manera axiomática en el sentido de ser un puntode partida, resulta fundamental en Groeber. Del mismo modo se observa en otros autores no“fijistas” como el mismo Wegener, lo que autoriza a postularlo como una ley de la geología, confuerte raigambre en la física.

Groeber utiliza los conceptos de isostasia, sial, sima, oscilaciones del eje de rotación de laTierra y densidad de las rocas para una propuesta teórica sobre la orogenia que no parece romperel esquema fijista respecto a los continentes pero postula movimientos laterales en el manto

205PABLO GROEBER Y LAS POSIBILIDADES DE UNA TECTÓNICA TEÓRICA

terrestre y en la corteza. Sin embargo no va más allá. Queda en una explicación más detallada delas causas del proceso orogénico, en el marco de la teoría geosinclinal, en un intento de transparentaraspectos de “caja negra” de dicha teoría. Usa axiomas y leyes, hipotetiza y compara con ejemplos(obviamente, según su propia interpretación) para llegar a una conclusión (que debiera reconocercomo provisoria). Sus hipótesis y modos de razonamiento resultan de gran interés y se adelantanen unos 50 años a las especulaciones sobre tectónica en nuestra comunidad geológica argentina.

Exhibe evidentes y justas aspiraciones de globalidad al pretender haber explicadosatisfactoriamente los movimientos orogénicos y epirogénicos.

Se adelanta a la aplicación de las corrientes de convección en la orogenia de una maneraesclarecedora. Pero al no publicar en revistas internacionales, no es tenido en cuenta por lacomunidad científica de “primera línea”. Esto saca a la luz un problema que podría resumirse enesta pregunta: ¿qué es lo que vale, lo que se publica o dónde se publica? No debe tomarse estocomo una apelación al relativismo, pero no cabe duda del fuerte papel que representaría lacomunidad en sentido kuhniano.

Agradecimientos: El autor desea agradecer especialmente al Dr. Florencio Aceñolaza por la generosa cesión de la copiadel trabajo de Groeber, como así también por su estímulo a elaborar esta contribución. Este trabajo se realizó en el ámbitode la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Lillo de la U.N.T.

Bibliografía

Cailleux, A., 1964. Historia de la Geología. Biblioteca cultural EUDEBA, cuaderno 112. 104 pp. Buenos Aires.Groeber, P., 1927. Ensayo sobre tectónica teórica y provincias magmáticas. Boletín de la Academia Nacional de Ciencias,

vol. 30: 177-231.Metz, K., 1963. Manual de geología tectónica. Ed. Omega. 328 pp. Barcelona.Nasif, N. y Lazarte, J.E., 2004. El desarrollo de las ideas en Ciencias Naturales desde una perspectiva histórica y

epistemológica. U.N.T., 142 pp. Tucumán.Wegener, A., 1983. El origen de los continentes y océanos (traducción de la edición de 1926). Ed. Pirámide. 230 pp.

Madrid.

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207CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINOHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 207-230F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Contribución de la Universidad Nacional de Tucumánal Conocimiento Geológico del Noroeste Argentino. Pe-ríodo 1930 a 1950.

Mario C. ALDERETE1 y Yolanda VACA2

Abstract: CONTRIBUTION OF THE NATIONAL UNIVERSITY OF TUCUMAN TO THE GEOLOGICAL KNOWLEDGE OF THE ARGENTINIAN

NORTHWEST. PERIOD 1930 TO 1950.- Until 1930, the Argentinean northwest was an almost unknown region from thegeological point of view. Virtually since its foundation, the National University of Tucumán created institutionsthat contributed to the development of knowledge about the Earth. From this same year, with the incorporationof the Museum of Natural History, geological activities begin in the region. Later, in 1921, the Career in Mines’Engineering is included in its structure. However, its fate is uncertain. This work continues in 1937 with thecreation of the Department of Regional Investigations merged, among others, with the Institute of Mineralogyand Geology.

In 1943, as a contribution to the educational needs required by the regional labor perspectives, the MiningSchool is created in Jujuy. Subsequently, the Oil School is opened in Vespucio (Salta) in 1947 as a contributionto the national oil industry. This experience starts with a small structure that the House of Studies will improveand perfect in the following years.

The effort that the University was making to develop Geology strengthens when the PEN, by Law of 1946,creates the Institute of Geology and Mining in Jujuy. Thus the School of Mines is merged with the Institute deMineralogy and Geology of Tucumán. Through the resolution of the Dean Descole and the tenacious work ofPeirano, the recruitment of European specialists in the field is achieved. By their integration to this center ofinvestigation and development, the bases of the Careers in Geology and Geological Engineering are built.Researches into geology and mining of great part of Salta, Jujuy, and especially, the area of Agua de Dionisio inCatamarca are done from there.

In 1950, geological investigations return to Tucumán through the creation of the Institute of Geognosy. Thisis projected by PhD. Peirano.

Outside the boundaries of this work, we append that, in the year 1951, the province of Salta creates theSchool of Natural Sciences. Finally, the UNT transforms it into Faculty of Natural Sciences in December of 1952,including in its curricula the Career in Geology.

The writing of this report intends to highlight the results of that experience, and the social and politicalcircumstances of the time. It points out the background of the protagonists, who proved the geological potentialof the Argentinean northwest with their contribution.

Resumen: CONTRIBUCIÓN DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO.PERÍODO 1930 A 1950.- El Noroeste argentino hasta 1930 era una región poco estudiada del país desde el punto devista geológico. La Universidad Nacional de Tucumán, prácticamente, desde su fundación en el año 1912 fuecreando instituciones que lentamente aportaron al desarrollo del conocimiento de la Tierra. Desde este mismoaño con la incorporación del Museo de Historia Natural inicia con pequeños pasos su actividad geológica en laregión, incluyendo en la estructura de la Universidad en el año 1921 la Carrera de Ingeniería de Minas cuyodestino fue incierto. Esta labor se continúa en 1937 con la creación del Departamento de InvestigacionesRegionales el cual absorbiera las secciones del Museo referido en sus distintos institutos, allí se creaba entoncesel Instituto de Mineralogía y Geología iniciándose así el sostenido crecimiento de los estudios geológicos ymineros con investigación y aportes de docentes, estudiosos en materias afines, quienes se empeñaron enrelacionar sus especialidades con la investigación de la superficie y subsuelo de esta vasta región, y fueronencontrando, resultados altamente provechosos desde el punto de vista científico y técnico. Esta Institución fuealtamente positiva para el NOA .Sin contar con geólogos recibidos, los siguientes investigadores y docentes,trabajaron y publicaron numerosos artículos especializados que enriquecían el acervo geológico del área, ellos

1 Mario C. Alderete, Facultad. de Cs Naturales e IML, UNT e YMAD. E-mail: [email protected] Yolanda Vaca UNT-YMAD.

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eran: Dr. Abel Antonio Peirano, Dra. Zulema Catalina Chieza de Cetrangolo, Ing. Segundo Villareal, Dr. PedroAmadeo Heredia, Dr. Wurmischdt, C.Odonell, C.Stubbe, G. Álvarez, y los Dres. F. Alfheld y E. Fossa Manccini,estos últimos, reconocidos geólogos externos a la Universidad.

En 1943 le llegó el turno a la enseñanza secundaria y es así que la UNT crea la Escuela de Minas de Jujuy,y subsidiariamente como un aporte a la industria petrolera nacional en 1947 se crea la Escuela de Petróleo enVespucio (Salta).

Ambas nacen como una contribución a las necesidades educacionales requeridas por las perspectivaslaborales de esas regiones, fundadas con la voluntad de sus pueblos las que con una mínima estructura comienzauna experiencia que la Universidad irá mejorando y perfeccionando en los siguientes años. Es así que en 1945designa al Sr. Abel A. Peirano como Interventor reorganizador de la Escuela de Minas, con asiento en Jujuy, parareencauzar la misma.-

El esfuerzo que la Universidad venía realizando para tener medios para desarrollar la Geología se potenciacuando el PEN por Decreto del año 1946 crea en Jujuy el Instituto de Geología y Minería fusionando la Escuelade Minas con el Instituto de Mineralogía y Geología de Tucumán. La tarea es ímproba, con la decisión del RectorDescole y el tesonero trabajo de Peirano se logra traer de Europa varios especialistas los que integrados a estecentro de investigación y desarrollo constituyeron las bases de las Carreras de Geología e Ingeniería GeológicaDesde allí se investiga sobre la geología y minería de gran parte de Salta, Jujuy y, muy especialmente, el área deAgua de Dionisio en Catamarca.

En 1950 la UNT resuelve volver a Tucumán con un organismo que estudie estos temas y lo hace conPeirano y el Instituto de Geognosia que tendrá su asentamiento en el Instituto Lillo.

Ya casi fuera de los límites que abarca este trabajo agregamos que en el año 1951 la provincia de Salta crea suEscuela de Ciencias Naturales que luego la UNT transforma en Facultad de Ciencias Naturales en diciembre de1952 abarcando sus planes de estudios la carrera de Geología. Con esta revisión documental se trata dereconstruir el esfuerzo de la U.N.T. puesto al servicio de las ciencias geológicas y algunas de sus herramientasa través de la creación de centros de estudios geológicos mineros a nivel de Museos, Institutos secundarios yuniversitarios conformados por una pléyade de investigadores y docentes.

Para la confección de esta memoria y el papel que le cupo en esta ciencia se consultaron: archivos ypublicaciones de la Universidad, libros de actas, legajos, memorias, compilaciones históricas, discursos. Como asítambién, diarios locales y publicaciones periodísticas.

El desarrollo de tan importante tema permite comprender el concepto social, regional e integral de nuestraCasa de Altos Estudios, los resultados de aquella experiencia, las circunstancias políticas y sociales de la época,indicando la trayectoria de sus protagonistas, los hombres que con su aporte mostraron el potencial geológicodel norte argentino.

Keywords: Abel Peirano. Universidad Nacional de Tucumán. Argentine Northwest.

Palabras clave: Abel Peirano. Universidad Nacional de Tucumán. Noroeste argentino.

Orígenes de Instituciones en la UNT relacionadas con la Geología desde1910 a 1950.

MUSEO DE HISTORIA NATURAL

Antecedentes de su creaciónTranscurría el año 1884 cuando las charlas y conferencias de Federico Schickendantz, científico

radicado en Tucumán, despertaron en el ambiente de la ciudad y en sus autoridades afanes deprogreso científico.

Es así que el entonces intendente Dr. Ignacio Colombres, envía una nota a Schickendantzsolicitándole opinión sobre la idea de fundar una Sociedad Científica. El hombre de ciencia acoge conentusiasmo la idea expresando que los objetivos de la misma, entre otros, deben consistir en“…reconocer el carácter geológico del país, nuestras rocas, petrefactos y metales…”. La Sociedad sefunda con el nombre de Instituto Científico Industrial.

209CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO

En octubre de ese mismo año el Consejo Deliberante aprueba el proyecto de creación de laOficina Química designando como su Director a Schickendantz quien permanece en el cargo hasta elaño 1892, fecha en que renuncia para trasladarse a Córdoba, en su lugar se designa al Dr. Miguel Lilloquien ejercía el cargo de subdirector.

Su fundaciónEl Museo de Historia Natural es fundado en el año 1908 por ley de la provincia de Tucumán

durante el gobierno del Dr. Ernesto Padilla, por el mismo decreto se autoriza a adquirir por comprauna colección de historia natural de propiedad del Dr. Miguel Lillo.

Por Decreto Provincial de fecha 28 de diciembre de 1915 se designa al Dr. Lillo director honorariode dicho Museo facultándolo a solicitar los fondos necesarios para la instalación y organizacióninmediata dentro del mismo de la Sección Etnografía y Ciencias Naturales, agregando que una vezorganizado el mismo en sus secciones principales sea puesto a disposición de la Universidad deTucumán en cumplimiento de lo dispuesto en el Art. 10/Inc. a de la ley de creación de la misma defecha 2 de julio de 1912. Este organismo se incorpora a nuestra Casa de Estudios como un anexojuntamente con el Laboratorio de Bacteriología; Oficina de Química y la Estación Agrícola Experi-mental.

El 16 de julio de 1925, el gobernador de la provincia de Tucumán, considerando que el actualMuseo de Historia Natural, instalado en dos salas del edificio que ocupa el Archivo General de laprovincia resultan insuficientes para contener el material existente e inadecuadas, por su ubicación,para el servicio del público, por decreto, autoriza a la Universidad a trasladar provisoriamente a suedificio el Museo, conservando la provincia la propiedad exclusiva de las colecciones e instalacionesexistentes y las que en adelante se adquieran por compra, donaciones o cualquier otro medio.

El mismo decreto ordena a la Universidad ejercer la custodia y conservación del Museohabilitándolo para ser visitado por el público en horas adecuadas debiendo la misma construir, enel Parque 9 de Julio en el término de dos años, el edificio para el mismo, de acuerdo con el plano delingeniero Thais, y con la comisión administradora del parque.

El Museo enriquecido con el fruto de excursiones realizadas por la Universidad desde su traspasoa la misma, el 4 de agosto de 1925 confía su dirección al Dr. Lillo.

Dos años después el mismo Consejo de la Universidad, por unanimidad de votos, da a esteInstituto el nombre de su Director como homenaje a su ciencia y a sus condiciones de fundador ypromotor y el mismo año acepta la donación del Dr. Lillo de un terreno de su propiedad ubicado encalle San Lorenzo prolongación 2º cuadra entre 2º y 3º paralela al B. Alem a fin de que en él seaconstruido el Museo de Historia Natural.

OrganizaciónEn el año 1927, la Universidad considerando que ha llegado el momento de dar por terminado

el período de ensayo, propio de una institución que cuenta con muy pocos años de vida se consagraa definir sus caracteres, limitar su cuadro de enseñanza y a ahondar en la medida máxima susesfuerzos y recursos.

El 22 de mayo de este mismo año en un nuevo local ubicado en Ayacucho 482, la Universidadabre al público el Museo de Historia Natural, organizado como un instituto científico que acentúa sucondición universitaria por sus trabajos puramente especulativos y científicos. El mismo es puestoa cargo del Sr. Rodolfo Schreiter y lo forman sus diversas secciones investigadoras: de botánicasistemática; de Fito-química; de zoología; de arqueología y paleontología.

El discurso pronunciado en esa oportunidad por el rector de la Universidad, Dr. Juan B. Terán,aclara que “ no es, sin duda, su sitio definitivo…” y destaca el carácter no solo social sino también regional

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de la Universidad ya que busca con lo primero” habilitar al mayor número de jóvenes sobre la base sólida deuna aptitud profesional, que mire al mismo tiempo satisfacer las necesidades técnicas de la explotación de losrecursos naturales de una considerable porción del país, y con lo segundo aspira a traducir en el orden de losfenómenos naturales la historia y la característica del Norte Argentino.”

Durante el año 1929 la biblioteca de la Universidad (Ayacucho 482), comienza a adquirir materialrelacionado con la materia.

ActividadesA partir del año 1930, el Dr. Abel Antonio Peirano inicia sus actividades dentro del Museo

realizando el arreglo y determinación de los minerales, rocas y fósiles que componían las coleccionesdonadas por el Dr. Lillo una parte de las cuales perteneció a Schickendantz, otras habían sidoadquiridas por Lillo en Europa. Este trabajo es encomendado por el Rector Prebisch a solicitud delDr. Lillo.

En el año 1932 se incorpora al Museo la sección Mineralogía donde se clasifican, catalogan eincorpora a la colección, el material recogido durante éste año consistente en 150 piezas entremuestras de rocas y minerales. En los años siguientes el Museo continúa acrecentándose con numerosaspiezas de rocas procedentes de los puntos más elevados de la Sierra del Aconquija.

El 29 abril de 1933, el Dr. Enrique Herrera Ducloux, comisionado por la Nación, en su informesobre la organización y funcionamiento de la Universidad Nacional de Tucumán desde la creación dela misma hace referencia entre otros al Museo de Ciencias Naturales, integrado por los Institutos:Miguel Lillo (Botánica y Zoología); de Etnología; de Fitoquímica; de Microbiología; de Mineralogíay Geología, diciendo “constituirán los núcleos, modestos al principio, de un gran organismo de investigacionescientíficas cuyo porvenir está asegurado…”

El Rector Dr. Julio Prebisch en su discurso de fecha 23 de octubre de 1933 al entregar el rectoradoal Ing. Ayala Torales menciona entre otras tareas las desarrolladas durante su mandato relacionadascon la organización de materiales mineralógicos que eran pocos y estaban en estado de abandono yque se ha nombrado una persona capacitada para clasificarlos (se refiere al Dr. Abel A. Peirano),agrega que en el año 1931, la sección de mineralogía del Museo había emprendido una excursión a laparte tucumana del Valle de Santa María recogiendo valioso material didáctico.

El 17 de enero de 1934, la Comisión Especial designada para redactar un informe sobre laorganización de la Universidad, en sus conclusiones al referirse a los Institutos componentes delMuseo de Ciencias Naturales, entre los que se encuentra el de Geología y Mineralogía, dice que comouna forma de reunir en un mismo sitio los institutos similares se construirá un edificio nuevo, enlos terrenos donde está situado el Instituto Lillo el cual fue donado por el sabio a la Universidad.

Durante el año 1935 el Museo de Historia Natural esta integrado por las secciones: de Zoología;de Botánica; de Arqueología; y de Mineralogía, Geología y Paleontología.

El año 1936, último año en que este organismo funciona con las secciones que lo componían yaque en el siguiente período las mismas pasaron a formar parte de los distintos Institutos delDepartamento de Investigaciones Regionales, las actividades de las distintas secciones del Museo deHistoria Natural han tenido por resultado, como en años anteriores el aumento de todas las coleccionesy el acopio de datos de toda índole, se recoge material de todas las ramas, a fin de aprovechar eltiempo y los dineros invertidos en esas tareas

211CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO

Departamento de Investigaciones Industriales

FUNDACIÓN

El 13 de abril de 1916 a propuesta del rector de la Universidad de Tucumán, Dr. Juan B. Terán,se crea este departamento con profesores de materias afines como los Dres. William E. Cross, FidelZelada y bajo la dirección del Dr. Miguel Lillo. Con su creación se intenta señalar caminos nuevos altrabajo económico, ver las posibilidades de aprovechamiento de materias primas regionales y velarpor las condiciones propias para nuevos empeños industriales.

En lo que respecta al tiempo en que dicho Departamento desarrolla su actividades no fueronencontrados datos precisos, interpretamos por la fecha de sus publicaciones que el mismo existiódurante aproximadamente 10 años.

En un principio el funcionamiento de la Universidad Provincial de Tucumán se vio grandementedificultado, por la falta de recursos suficientes para adquirir material de laboratorio, maquinarias, etc.En dos o tres salitas del modesto edificio de la Oficina Química Provincial (Ayacucho 491), se instalóla Universidad y para dictar sus clases y realizar ejercicios prácticos, es necesario utilizar laboratoriosprestados y aulas ajenas a ese fin.

Con recursos por demás exiguos, durante los siete años de vida de esta Institución condependencia provincial, muy poco se puede hacer para mejorar su difícil situación pues durante esteperíodo sólo es posible construir un pequeño edificio para la Biblioteca y otro para laboratoriodestinado al Departamento de Investigaciones Industriales.

IvestigacionesEn el año 1917, sobre el tema geológico minero, encontramos dentro de la Universidad organizada

una pequeña instalación industrial para la producción de sales de la serie sódica, utilizando la salcomún, de la que hay abundantes depósitos en la región norte del país, y el sulfato de sodio. LaUniversidad solicita la concesión de explotación de un yacimiento de sal existente en la provincia. Elprofesor Carlos Días produce en este año soda cáustica que es ofrecida al comercio, partiendo decenizas vegetales.

En el año 1916 se publican trabajos sobre investigación “Estudios del Cajón de Tapia”“Purificación de la Sal Común”. Dos años después, “Estudio de las arcillas para alfarería” y al añosiguiente bajo el número 11 de la serie correspondiente a éste Departamento “Investigacionesmineralógicas de la provincia de Tucumán: Compilación de investigaciones anteriores y primer mapamineralógico de la provincia”; todos pertenecientes al profesor de Geología Dr. Carlos Díaz y sobre“Análisis químicos de tierras” (Famailla y de los Departamentos de Cruz alta y Monteros) del Ing.Iván R. Fontana.

Durante el año 1927 alumnos de la cátedra Geología y Mineralogía a cargo del Dr. Carlos Díaz dela Facultad de Ingeniería, realizan excursiones a Villa Nougues y a la perforación de pozos que sehacen en Villa Urquiza.

Facultad de Ingeniería

El 7 de octubre de 1922 el Poder Ejecutivo Nacional, de acuerdo con lo dispuesto por la Ley11.027 de nacionalización de la Universidad de Tucumán, y en virtud del cual fue suscrito el conveniode fecha 3 de abril de 1921 con el Poder Ejecutivo de la provincia, decreta que la Universidad Nacionalde Tucumán se constituye con tres facultades: a) de Ingeniería; b) Química y Ciencias Naturales y c)Farmacia e Higiene subtropical. Además quedan a su cargo la enseñanza popular con las actuales

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extensiones universitarias: Escuela de Mecánica y Electrotecnia; Secretariado Técnico Comercial; CruzRoja y Economía doméstica.

La Facultad de Ingeniería tiene a su cargo la habilitación de profesionales de industrias existentesy capacitar para otras fuentes de riquezas propias de la región NOA según planes establecidos y lassiguientes orientaciones: Ingeniería Industrial; Ingeniería Química e Ingeniería de Minas.

Como curso práctico de aplicación común a las tres especialidades los estudiantes deben realizarexcursiones geológicas y aprender el manejo de aparatos usuales para nivelaciones y levantamientossencillos de planos.

Los estudiantes de Ingeniería de Minas, además, deben ejecutar proyectos referentes a los cursosde Tecnología del Calor, Mecánica, Metalurgia y para la explotación de minas. No fueron encontradosantecedentes sobre si esta última carrera fue llevada a la práctica en cambio encontramos la materia“Geología y Mineralogía” incluida en los planes de estudios de la Facultad de Ingeniería dictada porel Dr. Carlos Díaz y posteriormente por el Ingeniero Químico Industrial Gervasio Álvarez, egresadode la Facultad de Ingeniería en el año 1923.

Departamento de Investigaciones Regionales

CREACIÓN Y ORGANIZACIÓN

En sesión del Honorable Consejo Superior de fecha 15 de diciembre de 1937 a propuesta del Sr.Rector Dr. Julio Prebisch y los señores Consejeros Dr. Manuel García Morente, Sr. Alfredo Coviello,Ing. Arturo M. Guzmán y el Dr. Eduardo L. Sabaté, se presenta y aprueba la organización delDepartamento de Investigaciones Regionales creado por ordenanza de fecha 6 de noviembre de estemismo año.

Los organismos que lo constituyen son: a) Instituto de Medicina Regional; b) Instituto deHistoria, Lingüística y Folklore; c)Instituto de Investigaciones Económicas y Sociológicas; d)InstitutoMiguel Lillo (de Investigaciones Botánicas)(antes denominado Instituto de Investigaciones Botánicasy Anexas al Museo Lillo); e) Instituto de Antropología (antes denominado Instituto deInvestigaciones etnológicas y anexas al Museo de Historia Natural) f) Instituto de InvestigacionesTécnico-Industriales.

Esta organización se completó al año siguiente con el agregado de las siguientes dependencias: a)Instituto de Mineralogía y Geología; b) Instituto de Zoología; c) Laboratorio de fotografía y Dibujo.

Los Institutos, componentes de éste Departamento respondiendo al plan de divulgación cul-tural y científica contribuyen a la radiodifusión de conferencias sobre temas de la especialidad de cadauna de ellas, igualmente se pronuncian disertaciones en diversas provincias circunvecinas.

Instituto de Mineralogía y Geología

Este organismo, desde el año 1938, está destinado a llenar, dentro de su especialidad, finalidadesaltamente provechosas para el Norte Argentino desde el punto de vista científico y económico.

El material estudiado y cuidadosamente catalogado va constituyendo el fondo científico con queel Instituto emprenderá la extensión de sus actividades a la enseñanza especializada y a su divulgación.

Su primer Director, el Dr. Abel Antonio Peirano, recibe las colecciones de minerales, rocas yfósiles del Museo de Historia Natural, ésta es una de las razones que nos permiten afirmar que ésteúltimo es el antecedente del Instituto, siendo la otra el hecho de encontrar en sus Secciones materiasreferidas a Mineralogía, Geología y Paleontología.

213CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO

En calle Crisóstomo Álvarez 616, de San Miguel de Tucumán, despliega sus actividades, lugarque es también sede del Laboratorio de Química Mineral perteneciente al Instituto de InvestigacionesTécnico Industriales, el cual presta importante colaboración al Instituto dirigido por el Dr. Peirano,porque además de la preocupación científica inherente a sus investigaciones, se ocupa en dar a conocerlas fuentes de riqueza pública de distintas regiones del NOA, señalando siempre las bases seguras desu aprovechamiento.

ORGANIZACIÓN

Lo componen: a) El Gabinete de Geología: a cargo del mismo Director del Instituto secundadopor un dibujante cartógrafo; b) Laboratorio de Mineralogía y Petrografía: a cargo de la Dra. ZulemaCatalina Chieza de Cetrángolo, dotado de moderno instrumental, de un taller para cortesmicrométricos de rocas y de una vasta biblioteca; c) Sección Paleontología que se agrega recién en elaño 1939, como auxiliar para las determinaciones geológicas, a cargo del Dr. Dante Bertini

ACTIVIDADES

Las actividades técnicas, científicas, de investigación, difusión y también docentes que comienzanen el año 1938 se extienden hasta el año 1946 en razón que el año anterior el Director de dichoInstituto, Dr. Peirano, es designado Delegado Interventor de la Escuela de Minas con asiento en lacapital de la provincia de Jujuy hecho que provoca la casi paralización de los estudios geológicos yque el movimiento de investigación se reduzca a trabajos complementarios y de taller. Sin embargoen este año logra completar la publicación de su “Cuadernos de Mineralogía y Geología” que lleva elNúmero 16, revista del Instituto de gran importancia por hacer conocer el resultando de trabajos deinvestigación no sólo con fines científicos sino también pedagógicos..

Entre las principales actividades que a través de sus secciones despliega a lo largo de su vida útilcitamos las siguientes:

Gabinete de Geología:· Segundo viaje a la sierra de La Ramada, llegando a determinar el levantamiento topográfico y

estudio geológico de su ladera oriental.· Determinación de rocas y minerales propias del Instituto y de particulares que han hecho posible

conclusiones geológicas de indudable utilidad por sus aplicaciones en la provincia de Tucumán.El Departamento de Obras Públicas, Hidráulica e Industria de la provincia de Tucumán en el año1939, en conocimiento de los trabajos de investigación de la Universidad sobre cales y calizas seinteresó en el estudio de estas materias primas, procedentes de la provincia.

· Excursiones a los siguientes puntos de la provincia de Catamarca: Sierra de Aconquija (laderaoriental); Sierra de Capillita y cerro del Atajo (minas)Departamento de Andalgalá; Agua deDionisio y cerro Del Loconte (Departamento de Belén); Viaje al cerro del Remate(Santiago delEstero); Viaje a las regiones que circundan el vértice de los límites de las provincias de Tucumán,Salta y Santiago del Estero con la finalidad de unir los estudios de las serranías más orientales delNorte de Santiago del Estero con las del Departamento Burruyacú (Tucumán) en todos los casoslos trabajos consisten en levantamiento topográficos, mapas geológicos, colección y determinaciónde muestras.

· Inspección, en el terreno, por dos veces del yacimiento cuprífero del Departamento Cochinocaentre los cerros de Vizcachani y Chumarte (Jujuy), a pedido de los dueños de las concesiones deexploración.

· Cuatro viajes de índole científica: a La Ramada; al Departamento de Tafí; al ángulo N.O. de laProvincia de Tucumán y a la Quebrada de Lules.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24214

· En el año 1943, el Dr. Alberto Castellanos, Director del Instituto de Fisiografía y Geología de laUniversidad Nacional del Litoral participa de un viaje al valle de Santa María con el objeto decontinuar sus estudios estratigráficos de la zona tucumana del valle citado.

· Excursiones dominicales al río India Muerta (Dpto. Trancas –Tucumán); sierra San Javier; ríoCalera (Dpto. Burruyacú) y río Colorado.

· Viaje a Santa María (Dpto. de Tafí-2ª Distrito), en las partes de Tiopunco y Yasyamayo donde sehan continuado los estudios comenzado en años anteriores con el fin de conocer la serieestratigráfica del valle de Santa María.

· Viaje al ángulo de los Dptos. de Trancas, Burruyacú y Capital (El Cadillal – India Muerta),habiéndose completado la serie estratigráfica de esa región, material que servirá para la preparaciónde la 2ª hoja geológica de Tucumán.

· Viajes al terreno comprendido en la 1ª hoja del mapa geológico de Tucumán, hoja que tiene unasuperficie superior a los 100 km2. La serie estratigráfica de esta hoja comprende alrededor de 500muestras de rocas.

· Viaje a la quebrada de Amaicha (Dpto. de Tafí – 2ª Distrito). Todas estas investigaciones arrimarándatos para la preparación de la 3ª hoja del mapa geológico de Tucumán, la que comprendetambién la parte tucumana del valle de Santa María.En el año 1944, el Dr. Peirano asiste al Congreso Industrial Mineros Argentino en Capital

Federal como Delegado de la Universidad y del Superior Gobierno de Tucumán.Laboratorio de Mineralogía y Petrografía, a grandes rasgos las labores desarrolladas por el

mismo son:

Investigacióna) Determinaciones petrográficas en cortes delgado; b) Estudios de superficies pulidas por

reflexión; c) determinaciones mineralógicas cualitativas y cuantitativas; d) Informes sobre clasificaciónde minerales, a pedido de particulares, e) Clasificación y fichado de materiales bibliográficos; f)fotomicrografía.

En el año 1942, continuando con sus trabajos de Investigación científica regional realiza elestudio de materiales pertenecientes a los trabajos “Roca de la quebrada de Amaicha”; “Roca delCerro del Remate”; “Roca y minerales de Agua de Dionisio”

DocenciaProgresivamente esta sección va contribuyendo en algunos aspectos a la enseñanza de la

especialidad a la que se dedica, en razón de que prepara muestra para la ilustración de clases sobrerocas de la provincia de Tucumán dictadas en la Facultad de Filosofía y Letras, el Colegio Nacional yademás porque con cierta frecuencia también la consultan alumnos de otras Universidades del país.

En el mes de julio de 1944, la Dra. De Cetrángolo se traslada a la Dirección General de Minas yGeología de la Nación con fines de estudio, vinculaciones científicas e intercambio cultural

Gabinete de PaleontologíaTiene a su cargo la limpieza, reconstrucción y determinación de material fósil, preparación de

fichas y catálogos.

215CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO

Laboratorio de Química Mineral

Párrafo aparte merece este Instituto que está a cargo del Ing. Segundo D. Villareal y el FarmacéuticoSr. Pedro A. Heredia, y que forma parte del Instituto de Investigaciones Técnico- Industrial por serun auxiliar indispensable y eficaz de los laboratorios precedentemente referidos.

Realiza el estudio químico de algunos minerales de manganeso del centro y noroeste argentino.Estas investigaciones van construyendo un fondo científico con el cual el Instituto de Mineralogía yGeología comenzó un extenso desarrollo con la incorporación de profesionales que fue facilitandola formación de un núcleo de estudios geológicos mineros.

Peirano secundado por cartógrafos, petrógrafos dotados de instrumental suficiente, inicia tambiénla formación de una Biblioteca especializada. Las determinaciones Químicas mineralógicas se ejecutabanen otro de los Institutos de la UNT el de Investigación Técnico Industriales que poseía un laboratorioespecializado. Se habilitó también una sección de Paleontología dando comienzo a la tarea de limpieza,preparación y determinación de una incipiente colección de fósiles procedentes, en su gran parte delos Valles Calchaquíes.

Se suman los aportes de la Dra. Z.C.Chiessa de Cetrangolo, petrógrafa y mineralogista. En esteInstituto, ente de investigación para el desarrollo de las potencialidades mineras del NOA y es dondese concentra el apoyo de otros especialistas para sumar conocimientos a la exploración geológicaminera.

En dicho Instituto se comienza a editar los Cuadernos de Mineralogía y Geología de la UNTdesde 1938 a 1946. Salieron 4 Tomos (I a IV) con cuatro cuadernos por tomo.

En el colaboraron con trabajos sobre química Mineral el Ing. S. Villareal, sobre Paleontologíahizo su aporte el Dr. Carlos Odonell, en meteorología física colaboró el Dr. Wurmischdt y en temasgeológicos hubo aportes de los Dres Fossa Manccini y Pastore. También colabora en QuímicaMineral y de Arcillas el Dr. Pedro A. Heredia y permanentemente en esta publicación la PetrógrafaZ. de Cetrangolo que ya mencionáramos

Laboratorio de Química Mineral.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24216

Escuela de Minas

CREACIÓN

En sesión del Honorable Consejo Superior de fecha 27 de abril de 1943, el rector de la UniversidadNacional de Tucumán, Ing. José G. Sortheix informa sobre su reciente viaje a las provincias de Jujuyy Salta, con el propósito de establecer una Escuela de Minas en la primera y otra de Petróleo en lasegunda en la convicción de que la Universidad no debe estar ausente de las aspiraciones e iniciativasde los hombres de esas provincias que quieren crear institutos oficiales para el estudio de esastécnicas. Agrega que se proyecta en el orden nacional el otorgamiento de fondos para la organizaciónde tales Institutos.

La Escuela se funda el 8 de julio de éste mismo año en calle Salta Nº 1.143 de la capital jujeña, ydesarrolla en el breve espacio de un año y meses una eficiente labor cultural.

La dirección de la escuela y las autoridades de de la Universidad gestionan y obtienen de laIntervención Federal de Jujuy, subsidios especiales con lo que dotan a los laboratorios de elementosindispensables que agregados a los que se tenían permitieron salvar las necesidades más apremiantesde la enseñanza.

No podemos dejar de resaltar el significado que en los inicios de la Escuela tiene la valiosacooperación de la Dirección General de Fabricaciones Militares; Sección Altos Hornos Zapla, quienconcurre también con el aporte de sus técnicos, en la faz didáctica, y en la faz práctica dona elementosde laboratorio y pone incondicionalmente a disposición del establecimiento sus instalaciones en losyacimientos de hierro de Zapla para la práctica reglamentaria que deben realizar los alumnos.

Asimismo, es significativa la ayuda de establecimientos mineros, de la Dirección General deMinas y de otras Instituciones todas ellas de la provincia de Jujuy.

La enseñanza se reimparte en dos cursos y de acuerdo al Plan de Estudios aprobado con carácterprovisorio por Resolución de fecha 18 de abril de 1944 (Exp. 1620-I-44). La ubicación estratégica deyacimientos, permiten subsanar muchas deficiencias y dictar clases lo más práctica posible con loselementos que se dispone sobre el terreno, en forma eficaz y de provecho efectivo para los futurostécnicos y peritos.

En el año 1945, la Escuela atraviesa por un estado de desorganización, perturbación e indisciplinacomprometiendo su prestigio haciéndola blanco de todo género de críticas lo que lleva a la UniversidadNacional de Tucumán a declarar su intervención y designa al Dr. Peirano Delegado Interventor de lamisma, el que además pasó a ejercer como profesor de Geología y Petrografía.

En setiembre de este año luego del informe que el Sr. Interventor eleva a la Universidad sobre elestado en que encuentra la Escuela, éste pone a su consideración el proyecto de unión de ésteestablecimiento con el Instituto de Mineralogía y Geología con asiento en San Miguel de Tucumány del cual él es su Director.

Esta fusión se concreta en el año 1947, la Escuela es anexada al nuevo Instituto sólo por pocosmeses ya que desde el 1 de enero de 1948 la misma pasa a depender directamente de la Facultad deCiencias Exacta y Tecnología de la U.N.T, dependencia que mantiene hasta el año 1952 en que pasaa depender, junto con el Instituto de Geología y Minería (Jujuy) y la Escuela Técnica de Vespucio(Salta), de la nueva Facultad de Ciencias Naturales que la UNT crea en Salta (capital).

En setiembre de ese mismo año, el Dr. Peirano cesa en su cargo de Director de la misma y esnombrado en su lugar el Ing. Raúl R. Berlingeri.

Los alumnos que ingresan en este año reciben la enseñanza especializada que le permite obteneral finalizar el presente año lectivo el título de “Cateadores” , y al siguiente año una Comisión Especialintegrada por el decano de la Facultad de Ciencias Exacta y Tecnología, profesores de la Universidad

217CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO

Geología La RamadaCuadernos de Mineralogía y Geología.T.III-C. 3 Año 1944 Nº11

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24218

Nacional de Cuyo, personal técnico del Instituto de Geología y Minería y profesores de la Escuelareestructuran su planes de estudios dando como resultado una enseñanza de seis años al cabo delcual se alcanza el título de “Técnico en Minas”.

Respecto a la proyectada Escuela del petróleo a la que hace mención el señor rector Sorthéix,luego de las gestiones de la U.N.T. junto con autoridades de Yacimientos Petrolíferos Fiscales ésta secrea en el año 1947 como escuela técnica en Vespucio (Salta), anexada a la Escuela Industrial dependientede la primera.

El Instituto de Geología y Minería de Jujuy

CREACIÓN

El 18 de setiembre de 1945 el Dr. Peirano pone a consideración del rector de la UNT, Dr.Prudencio Santillán el proyecto de unión en un solo instituto de la Escuela de Minas con asiento enSan Salvador de Jujuy y el Instituto de Mineralogía y Geología con asiento en San .Miguel deTucumán, ambos dependientes de nuestra Casa de Estudios, debiendo el nuevo organismo instalarseen la primera ciudad.

En un diagrama adjunto explica gráficamente la organización y distribución de las diversassecciones de la dependencia del proyecto agregando también todo lo referido a los fines, trabajos yutilidad del mismo.

El mencionado proyecto también es expuesto por Peirano a las autoridades de turno de laprovincia de Jujuy, prometiendo el Interventor de dicha provincia incluir en el presupuesto provin-cial de 1946 un subsidio de veinte mil pesos, destinado a cubrir gastos de instalación y funcionamientodel Instituto a crearse, promesa que luego es revocada por el mismo Interventor ya referido.

La ingente riqueza minera del noroeste exige con incuestionable urgencia la formación deprofesionales en las ciencias geológicas y en las técnicas mineras y metalúrgicas. Por lo demás se hacesentir la necesidad de un mejor conocimiento científico en lo que respecta a la constitución geológicade nuestro territorio.

Considerando esta razones fundamentales y con el objeto de formar jóvenes técnicos, capaces decontribuir plenamente por sus conocimientos y experiencia al acrecentamiento de la riqueza nacionalel 13 de noviembre por Resolución 588-116- 1945 la U.N.T., dispone la unión proyectada porPeirano agregando como condición que debe quedar en San Miguel de Tucumán bajo dependenciade la nueva institución una sección con los minerales y rocas propias de nuestra provincia.

La U.N.T. inicia gestiones ante las autoridades nacionales para lograr la provisión necesaria defondos suficientes para la consecución de los fines de éste Organismo. Es importante destacar laactuación que le cupo al Sr. Miguel A Tanco, por entonces senador nacional de Jujuy, quien en enerode 1947 es designado Miembro Propulsor de la Universidad pues desde su lugar de legislador pudoconcretar la aprobación del Honorable Congreso de la Nación de una ley especial que otorga $3.500.000 para la construcción del edificio destinado al Instituto.

Después de un largo tramite iniciado por autoridades jujeñas y de nuestra Casa de Estudios, elPoder Ejecutivo de la Nación por Decreto 15567-946, firmado por el Presidente E. J. Farrell con elacuerdo de los Ministros J.M. Astigueta, Amaro Ávalos, Humberto Sosa Molina, Felipe Urdapilletay P. Marotta crea el Instituto de Geología y Minería de la Universidad Nacional de Tucumán con sedeen San Salvador de Jujuy.

Durante el año 1947 el Instituto lleva adelante los planes trazados por el Interventor de laU.N.T., Dr. Horacio R. Descole, quien una de las primeras providencias que dictó fue la contrataciónde distinguidos profesionales extranjeros y nacionales.

219CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO

También en éste año el mismo se encuentra en pleno período de organización en su mayor partedirigido a la preparación de locales, instalaciones y elementos de trabajo necesario para sus labores de:Investigación; Asesoramiento y Enseñanza , los que determinan que su estructura este integrada porel : a) Departamento de Estudios Geológicos (luego Sección de Mineralogía y Geología); b)Departamento de Minería (luego Sección de Minería y Metalurgia); c) Escuela de Minas ( estainstitución que comienza a renacer y que prepara técnicos mineros de nivel secundario, permanecebajo dependencia del nuevo Instituto sólo un año ya que a comienzo del año 1948 pasa a dependerde la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la U.N.T.); d) Sección Minas Experimentales.

El 13 de febrero del año 1948, el Dr. Peirano recibe en nombre de la U.N.T. la donación, porescritura pública, que el gobierno de Jujuy hace de un terreno sito entre las calles Alberdi y Av. 19 deabril (Jujuy), para la construcción del edificio del Instituto.

El cuadro siguiente indica la estructura y nómina del personal del Instituto.a) Director: Dr. Abel Antonio Peirano (las oficinas de esta dependencia junto a las adminis-

trativas funcionan en calle Belgrano Nº 1.211 de S.S. de Jujuy)

b) Sección de Mineralogía y Geología (desarrolla sus actividades en calle Patricias Argentinas452 ,S.S. de Jujuy)Jefe: Dr. Juan José Pedro DE BENEDETTISubsección de MineralogíaJefe: Dr. Juan CECIONIAyudante de Mineralogía: Geol. Juan C. PORTOAyudante de Petrografía: Geol. Luis R. DE LA FUENTESubsección de GeologíaJefe: Dr. Renato LOSSAyudante de Geología: Geol. Enrique AlabíAyudante de Hidrogeología: Geol. Rogelio BELLMANNSubsección de GeofísicaJefe: Dr. Jorge MELCHIORIAyudante: Geól. Gregorio E. DE LA PUENTESubsección de Química (desarrolla sus actividades en calle Salta Nº 1140 de S.S. de Jujuy,espacio cedido por el gobierno nacional y que ocupa también la Escuela Monotécnica de laNación)Jefe: Dr. Luciano RICCISubsección de Paleontología (Junto al Museo y el Gabinete de Cartografía y dibujo desarrollansus labores en la Escuela Normal de San Salvador de Jujuy, calle Lavalle esq. Independencia)Jefe: Dr. Alejandro DE NEVESTINEAyudante: Geól. José Saturnino IGLESIASMuseo:Encargado: Dr. Pílade TOSIAyudante: Wilfredo A. LYONSRelevamientos Geológicos:Técnico: José DÍAZ TORRICOTopografía:Técnico: Ismael MONROY CANOAyudante: Alfredo C. SISTI

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24220

Petrotomía:Técnico: Gregorio GARCÍA PALACIOSAyudante: Raúl A. CUÑADOCartografía y Di bujo:Dib.: Jesús A. ALDERETEDib.: Alberto FERNANDEZDib.: Oscar ARGAÑARAZFotografía:Gertrudis M. de AHLERS

c) Sección de Minería y Metalurgia ( ubicado en Av. Fascio de S.S. de Jujuy)Jefe: Dr. Federico AHLFELDSubsección de Minería:Jefe: Ing. De Minas Antonio BONINO2ª Jefe: Ing. Mec. Jorge MAIWALDAyudante: Geol. Celestino DANIELISubsección de Metalurgia:Jefe: Ing. Metalúrgico Alberto L.F. BREININGSubsección de Yacimientos Minerales:Jefe: Dr. Rodolfo FORSTERAyudante: Geol. Carlos CórdobaSubsección Mineralogía, Petrografía y MetalografíaJefe: Dr. Jorge GhigiLaboratorio de Ensayo de MineralesEncargado: Quím. Ensay. José G. DávilaSubencargado: Quím. Ensay. Walter KONFELDAyudante: Luis E. AGUIRREAyudante: Walter TELLMaquinaria MineraEncargado: Mec. Guido DONNINIAyudante: Mec. Martín GIACHETTOAuxiliar: Bruno F. TARIFA

d) Sección de Minas ExperimentalesEl Director del Instituto, Dr. Peirano por falta de jefe titular, toma inicialmente, a su cargoel control de la misma

INVERSIONES

Rubro maquinarias: compra de un camión volcador ($ 34.500), que es usado en las exploracionesmineras de Agua de Dionisio; Máquinas, motores y herramientas ($ 494.724,71); motores Diesel yEléctricos y sus correspondientes generadores para la provisión de energía a los citados yacimientos;guinches a fricción para trabajos de extracción de material de los pozos mineros; cuatro partidorasneumáticas a nafta y otras máquinas indispensables para trabajos de tornería, labrado y aserrado demadera.

Rubro Instrumental científico: Se adquieren microscopios; goniómetro; aparato de Rayos X;aparato de difracción de rayos; Microcolorímetros; Teodolítos; Planchetas con alidadas.

Rubro construcción: ($ 50.063,65) Elementos sanitarios para la instalación de la Sala de primerosauxilios para le personal que trabaja en las exploraciones de los yacimientos ubicados en Catamarca;

221CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO

Los Geólogos Celestino Danieli, Juan Carlos Porto en un vehículo de la UNT.

Equipo IGM Jujuy. Dr Cecioni hablando con equipo de ayudantes. 1ª fila de derecha a izquierda: Porto, de laPuente, Alabi, Chomnales. 2ª fila: de la Fuente, Cordoba, Lyons, Iglesias y Bellmann.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24222

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223CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO

compra de materiales para levantar viviendas en Agua Tapada y laboratorio, oficinas administrativasy galpones para vehículos.

Rubro materias primas y materiales: ($ 19.945,44) indispensables para trabajos de elaboraciónde elementos necesarios para completar las plantas mecánicas e instalaciones en los pozos de losyacimientos ya referidos.

ACTIVIDADES DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y TÉCNICA DE LAS SECCIONES DEL INSTITUTO

Sección Minería y Metalurgia: Su organización esta conformada por subsecciones y loslaboratorios de Microscopía, Químico Física, Análisis Químicos cualitativos, Preparación, Mecánicade los Minerales y Petrotomía.

Durante el año 1949 se trataron alrededor de dos toneladas de minerales en especial auríferos,procedentes de la zona de Agua de Dionisio (Catamarca), como también pruebas de flotación.

Trabajos científicos: “Investigaciones geológicos Mineralógicos, sobre el yacimiento de plomoy zinc de Aguilar”; “Informe sobre la geología y mineralogía de Agua de Dionisio y Agua Tapada”;“Estudio sobre algunos minerales interesantes de Mina Pirquitas” y “Estudio de algunos yacimientosde minerales importantes del norte de la provincia de Jujuy”, cuyo autor es el Dr. Rodolfo Forster.

El Dr. Jorge Ghigi instala en este año la planta experimental de preparación y tratamiento porflotación, amalgamación, cianuración y gravedad, de diez toneladas por hora en la Mina Experimen-tal de Agua Tapada (Catamarca).

Sección de Mineralogía y Geología: Como tareas sobresalientes se destacan la formación delas colecciones de rocas, minerales y fósiles de la región y la contribución a la labor docente con eldictado de cursos prácticos de carácter externo ofrecidos a egresados de Universidades del país, estoscursos consistieron en trabajos de levantamiento geológicos con planchetas de las zonas de LasCapillas y Tilcara.

Publicaciones: “Posible origen del petróleo en el flanco este de la Sierra de Zapla”; “La sierra deZapla-Jujuy a través de las épocas geológicas”; “Estudio de las cuarcitas del Norte Argentino”;“Fenómenos de clivaje en las estructuras geológicas”, autor Dr. Juan J. P. De Benedetti.

El personal de la Subsección Geología, participa en los trabajos de investigación geo-minera enla zona de Agua Tapada (Catamarca). Los resultados preliminares de esta campaña en la zona de LaJosefa, Santo domingo y Rincón Grande, de un duración de treinta días, son volcados en un mapageológico a escala 1: 1000 y por nota informativa elevada por el Sr. Jefe de la Subsección y losayudantes Geólogos E. Alabí y Juan Carlos Porto

La Subsección de Mineralogía participa de los trabajos de investigación geo-minera en la zona deAlumbrera (Agua de Dionisio, Catamarca), por intermedio del Jefe de la subsección y el ayudante Dr.Wilfredo Lyons. Los resultados preliminares se concretaron en un mapa geológico a escala 1: 2000 yen una nota informativa

Publicaciones: “Informe preliminar sobre el levantamiento de la zona sur del anticlinal deZapla y parte de Santa Bárbara (Jujuy); “Mapa geológico y su ilustración de la zona de Zapla y partede Santa Bárbara (Jujuy), autor Dr. Juan Cecioni.

“Estudio sobre los basaltos de la provincia de Jujuy”, “Estudio petrográfico de las rocasmagmáticas del cerro Escaya (Dpto. Yavi, Jujuy), autor Dr. Wilfredo Lyons.

La labor de la Subsección de Geofísica, como rama especializada de la Geología tiene los siguientesresultados:

“Trabajos preliminares de investigación geofísica sobre los yacimientos de Agua Tapada(Catamarca)”, con aplicación del método magnetométrico, como así también del método eléctricode resistividad (Wenner); “Trabajos de sondeo eléctricos hasta profundidad de 100m.”; Estudio defallas con métodos geofísicos, en la zona del río Las Capillas”.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24224

Las actividades del Laboratorio de Química consisten en: Trabajos de análisis, se realizanaproximadamente 1.500 determinaciones cuantitativas de las cuales 1.200 son de oro y plata deminerales de la Sección de Minas Experimentales de Agua Tapada y 300 sobre minerales de rocas dedistinta procedencia; Fabricación de copelas y crisoles para ensayos de oro y plata salvando de estamanera la falta de estos elementos en el mercado; Preparación de un fichero bibliográfico paratrabajos de investigación.

“Estudio espectrofotométrico de una reacción colorimétrica de oro”; “Posibilidades de aplicaciónde la electrometría al análisis químico de los minerales”, autor Dr. Luciano Ricci.

“Determinación fotocolorimétrica de oro en los minerales”, autores Dr. Luciano Ricci y el TécnicoLuis E. Aguirre.

“El análisis volumétrico cuantitativo del antimonio y del estaño”, autor el Químico MetalurgistaJosé Gregorio Dávila

“Aplicación de la determinación Pehachimétrica a los análisis de aluminio en los minerales debajo tenor”, autor Luis. E. Aguirre.

SECCIÓN MINAS EXPERIMENTALES

Como hechos principales de esta sección, se cuenta el haber obtenido las concesiones de dosminas de plomo “La Italiana” y “La Unificada”(León Jujuy) destinadas, por la ubicación de lasmismas ha hacer posible el traslado diarios de alumnos de la Escuela de Minas, a la enseñanzapráctica y experimentación en campo. Para ello se adquieren dos plantas experimentales de preparaciónmecánica y concentración de minerales. Previniendo el agotamiento de las minas citadasprecedentemente la Dirección del Instituto gestiona un contrato para la exploración y posibleexplotación de un yacimiento de mineral de antimonio ubicado en las cercanías de Volcán (Jujuy).

También la sección dedica todo su esfuerzo a la exploración del yacimiento auroargentífero deAgua de Dionisio (Catamarca), del cual durante el año 1949 se obtienen resultados altamentepromisorios de los trabajos allí realizados. Se comienzan cuatro pozos (Farallón Negro, AguaTapada, La Josefa y Santo Domingo) En el pozo de Farallón Negro se llega a los 120 metros deprofundidad, comprobándose el enriquecimiento gradual en oro del material filoniano, los otrospozos no pueden alcanzar igual profundidad por falta de compresores para el barrenado mecánico,como se hizo en Farallón Negro.

Por lo precedente se aumentan las construcciones para laboratorios, talleres, depósitos, plantas,viviendas, instalación de un aserradero, se preparan los elementos para electrificas las instalaciones delos pozos que dará más limpieza, rapidez y seguridad al trabajo que en estos lugares se efectúa, sehabilita el camino de acceso a Agua Tapada desde el camino nacional (Ruta 40) con una longitud de16 Km. 600 metros.

Desde este camino se abre otro hacia Farallón Negro y Santo Domingo con el fin de abastecercon rapidez las necesidades propias de estos trabajos.

Este Instituto en su organización y posterior funcionamiento se comporta como una Facultad,ya que dadas las condiciones geológicas favorables de la provincia de Jujuy la U.N.T. desde el año1950 crea dentro del mismo las carreras de Licenciado en Geología (con sus diversas especialidades),e Ingeniero Geólogo con el fin de contribuir a la formación de expertos necesarios al desarrollo de laminería del país. Los investigadores contratados se desempeñan como docentes en las carrerasmencionadas.

La labor efectiva que, en el primer período (1946-1950), realiza el Instituto puede sintetizarse dela siguiente manera: Se llevan a cabo prospecciones mineras tanto en el ámbito de la provincia deJujuy como en Catamarca. En esta última provincia la actividad es más notable es en Farallón Negro,donde no sólo se limita a estudios de levantamientos y prospección sino que la U.N.T., apoyando

225CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO

la visión de un hombre (Dr. Peirano), encara el laboreo minero con enormes inversiones.Afortunadamente Farallón Negro se convierte en una mina.

Estaban previstas tres Secciones, cada una de ellas con Subsecciones que fueron cubiertas a 1948de la siguiente manera: La Sección de Mineralogía y Geología fue dirigida por el Dr. Juan DeBenedetti, reconocido geólogo argentino egresado de la Univ. de Stanford en California USA y queen 1940 había regresado al país a desarrollar actividades profesionales. Dotado de amplia experienciaen minería .Se le designó Jefe de Sección y a su vez se le encomendó una asignatura la GeologíaPractica para Graduados. Res.343-130-947.

Como Jefe de la otra Sección denominada Minería y Metalurgia fue designado el Dr. FedericoAhlfeld .Prominente geólogo alemán que había estado al servicio de la minería Boliviana desde los30 y hasta ese momento había hecho importantísimas contribuciones a la geología y Minería deBolivia, entre las cuales merece destacarse su Geología de Bolivia, preparada en 1945 como GeólogoJefe de Minas y Petróleo de Bolivia y publicado por la Univ. de La Plata en 1946. La otra Sección delInstituto era la denominada Minas Experimentales que tuvo como acción importante y mayoritarialos estudios de la UNT en Agua Tapada, Catamarca desde 1948 a 1950.

En la Sección Mineralogía y Geología estaba la Subsección de Mineralogía donde se contrató alDr. Giovanne Cecione, geólogo italiano de especialidad estratígrafo, con experiencia en yacimientosde Eritrea y en Petróleo para agencias italianas y empresas internacionales.

En estas funciones realiza estudios geológicos mineros importantes para la UNT, como es suestudio de La Alumbrera y otros sobre el hierro de Zapla y la confección parcial del mapa geológicode Jujuy.

Este geólogo paso luego a Chile donde en los 60 llegó a ser uno de los más importantesinvestigadores de la Geología Chilena y Pte. de la Sociedad Geológica de ese país. Colaboradores deesa Subsección fueron el Geol. J. C. Porto y el Geólogo Luis de la Fuente. Porto trabajó para la UNTdesde 1947 y realizó toda una carrera de investigación y docencia, culminando en los 90 comoProfesor de Mineralogía e investigador de la Fundación M. Lillo.

En la Subsección de Geología: estuvo contratado el Dr. Renato Loss, quien era secundado pordos profesionales argentinos Enrique Alabi y Rogelio Bellmann, quien luego sería conocido por susestudios de Yacimientos Carboníferos. La Subsección de Paleontología estuvo dirigida por el Dr.Alejandro de Nevestine, secundado por el Geólogo José Iglesias.

· Subsección de Geofísica: para este cargo fue contratado en 1949 el Dr. en Física y Geofísicaitaliano Jorge Melchiori quien fue colaborado por el Geol. Argentino Gregorio de la Fuente, especialistaque luego continuó su carera en la UNT hasta los 50.

· Subsección de Química: su Jefe fue el Dr. en Química, italiano, Luciano Ricci, especialista enaceros y metalurgia, miembro de AIME. Contratado como Jefe de Química y Profesor de la Escuelade Minas

El Museo del Instituto estuvo a cargo del Dr. Geólogo Pilades Arturo Tosí, profesor de Geologíageneral y aplicada en la Esc de Minas. Le colaboraba el geol.argentino Wilfredo Lyons quien luegoserá un renombrado profesional en la minería argentina.

Los relevamientos geológicos de esta Sección estaban a cargo del Topógrafo Cartógrafo BolivianoJosé Díaz Torrico, quien tuvo gran experiencia en topografía minera en su país, colaboro entre otrascon el Dr. Ahlfeld en su obra la Geología de Bolivia. Mientras la topografía tuvo como encargado alSr. Ismael Monroy Cano quien era secundado por Alfredo Sisti y Jesús Alderete.

La Sección de Minería y Metalurgia, estuvo integrada por las siguientes Subsecciones:· Subsección de Minería: a cargo del Ing. de Minas italiano, Antonio Bonino, por Res 473-146-

948 y que fue secundado por el Ing. Mecánico alemán Jorge Maiwald, egresado de Breslau, experto enmaquinaria de concentración de minerales, docente en Oruro desde 1941 a 1948.En 1949 fue contratadocomo encargado de Plantas experimentales.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24226

En esta subsección estuvo el Dr. Celestino Danieli, graduado de Dr. en Geología en la Univ.Nacional de Córdoba, trabajo como asistente del Dr. Ahlfeld en los relevamientos mineros geológicosde la Prov. de Jujuy. La experiencia del Dr. Danieli comprendía trabajos en Fabricaciones Militares,YPF, Agua y Energía y fue uno de los profesionales que acompaño a Peirano en la gesta de AguaTapada. Este digno profesional continuo luego en le Inst. de Geognosia y luego fue Profesor de laEscuela Universitaria y de la Facultad de Cs Naturales de la UNT.

Sin dudarlo este profesional es uno de los ejes de la educación en Geología en la UniversidadNacional de Tucumán. En la Subsección de Metalurgia se designó al metalurgista alemán, Breiningquien fue contratado como Jefe.

· Subsección de Yacimientos Minerales, en junio de 1948 por Res.549-146-948 se contrató alsuizo Rodolfo Forster Dr. en Geología, quien fuera mineralogista en Zurich. El mismo es otro delos técnicos que particularmente describieron la zona de La Alumbrera en Agua de Dionisio. Tambiéncolaboro con el Dr. Ahlfeld en investigaciones en la Prov. de Jujuy. En esa misma subsección trabajóel geólogo Carlos Córdoba, luego reconocido profesional en la Prov. de Jujuy, quien continuó en esteInstituto hasta los 70.

· Subsección de Mineralogía, petrografía y Metalografía. Para este cargo se contrato porRes.987-146-948 al Dr. en Química y Geología Jorge Gighi, quién también tuvo a su cargo loslaboratorios de Petrografía, química y tratamiento de minerales realizando trabajos de Investigaciónsobre flotación, amalgamación y cianuración de los minerales auríferos de Agua Tapada. El mismorealizo el proyecto de Instalación de la Planta Piloto de Agua Tapada. Colaboraron en esta Subsecciónel Químico boliviano José Dávila, ensayador químico de la Escuela de Minas de Potosí y el Tec.Químico. Walter Tell, quién luego continuara en la docencia Universitaria y secundaria en la UNThasta los 90.También el Tec. Químico Luis Aguirre y durante muy poco tiempo el diplomado enQuímica oriundo de Austria Dr. Juan Gualterio Kornfeld.

Esta Sección también tuvo un área de Maquinaria Minera para la que Peirano contrató a lostécnicos mecánicos italianos, Guido Donini, Martino Gianchetto y Orlando Colafigli. El primerofue contratado como técnico mecánico, encargado de las maquinarias mineras. El segundo fuecontratado como perforista para la sección Minas Experimentales y fue uno de los activos especialistasen Agua Tapada en los laboreos allí realizados. Toda la Organización descrita desde 1948 y hasta1953 fue el núcleo de la educación universitaria en las especialidades geología y Minería en la UNT.

El Instituto de Geognosia

En el año 1950 el Dr. Abel A. Peirano, todavía Director del Instituto de Geología y Minería conasiento en Jujuy propone al rector de la U.N.T., Dr. Horacio R. Descole la creación en San Miguel deTucumán y con dependencia Universitaria de un organismo que podría denominarse Instituto deGeognosia con su inclusión en la Fundación Lillo.

El 8 de noviembre de este mismo año el Honorable Consejo Superior de la U.N.T. crea esteorganismo técnico como integrante del Departamento de Geología y Minería y designa al autor delproyecto su organizador. El mismo esta dedicado a la docencia, investigaciones mineralógicas ygeológicas en consideración que toda la región que abarca la provincia de Tucumán, la parte meridi-onal de Salta y la zona nororiental de Catamarca con el traslado del Instituto de Mineralogía yGeología a Jujuy, han quedado privadas de investigaciones geológicas que podrían servir de base aestudios geológicos o mineros con aplicaciones industriales de beneficio común y que además uncuerpo técnico de esta naturaleza podría subsanar estos problemas y tener a su cargo la enseñanzasuperior de la Mineralogía y de la Geología para las carreras universitarias sin necesidad de que los

227CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DEL NOROESTE ARGENTINO

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estudiantes tengan que trasladarse a Jujuy para asistir a dichos cursos.Como se aprecia la realidad volvía a traer a sus orígenes a la Geología. Es así que el H. C.

Universitario crea un cuerpo técnico para Investigaciones Estratigráficas y estructurales y que por otraparte, tendría a su cargo la enseñanza superior de la Minería y Geología. Creándose así el Instituto deGeognosia organizado por el Dr. Peirano. Pasan a depender de este nuevo instituto, entre otrosvarios empleados y funcionarios el Dr. Celestino Danieli y el Técnico Walter Tell.

Conclusiones

La Universidad Nacional de Tucumán, prácticamente, desde su fundación en el año 1912 aportoinstituciones que desarrollaron el conocimiento de la Tierra:

a) Museo de Historia Natural inicia con actividad geológica en la región, incluyendo en el año 1921la Carrera de Ingeniería de Minas cuyo destino fue incierto

b) Continúa en 1937 con el Departamento de Investigaciones Regionales el cual absorbiera lassecciones del Museo referido en sus distintos Institutos, y creaba el Instituto de Mineralogía yGeología iniciándose así el sostenido crecimiento de los estudios geológicos y mineros coninvestigación y aportes con la creación de la primera publicación geológica periódica denominadoCuadernos de Mineralogía y Geología de la UNT .

c) En 1943 la UNT crea la Escuela de Minas de Jujuy, y subsidiariamente como un aporte a laindustria petrolera nacional en 1947 crea la Escuela de Petróleo en Vespucio (Salta).

d) El PEN por Decreto del año 1946 crea para la UNT , en Jujuy el Instituto de Geología y Mineríafusionando la Escuela de Minas con el Instituto de Mineralogía y Geología de Tucumán.El Rector Descole y el tesonero trabajo de Peirano permite traer de Europa especialistas queformaron profesionales argentinos y constituyeron las bases de las Carreras de Geología eIngeniería Geológica. Se investigó la geología y minería de Salta, Jujuy y, muy especialmente, elárea de Agua de Dionisio en Catamarca.

e) En 1950 la UNT vuelve a Tucumán con el Instituto de Geognosia que tendrá su asentamientoen la Fac.de Ciencias Exactas y luego en 1953, en el Instituto Lillo.

f) Ya casi fuera de los límites que abarca este trabajo se menciona que en 1951 la provincia de Saltacrea su Escuela de Ciencias Naturales que luego la UNT transforma en su Facultad de CienciasNaturales en diciembre de 1952 abarcando sus planes de estudios la carrera de Geología.

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CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24230

231HORACIO J. HARRINGTON: TRASCENDENCIA DE SU OBRA GEOLÓGICAHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 231-250F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Horacio J. Harrington: significación y trascendencia desu obra geológica

Alberto C. RICCARDI1

Abstract: HORACIO J. HARRINGTON: IMPORTANCE AND RELEVANCE OF HIS GEOLOGICAL CONTRIBUTIONS.- The geologicalcontributions made by Horacio Harrington between 1934 y 1974 are characterized by their broad thematic range andexcellence. The published works were devoted to regional geology, paleontology, stratigraphy, and to theory, teaching andoutreach of the geological sciences. Studies on regional geology were mainly focused, within Argentina, to the SierrasAustrales and Precordilleran regions. For other countries they comprised the Chilean region of Antofagasta and Atacama,eastern Paraguay and Uruguay. Devoted to larger areas were his studies on morphostructural units, Cambrian, Ordovician,Silurian, Devonian, regional geology of South America, Argentina, Paraguay, and Uruguay. Studies on paleontology includeddetailed surveys on invertebrate systematic, biostratigraphy and paleobiogeography of trilobites and brachiopods, mainlyfrom the Paleozoic of Argentina and, marginally from Bolivia and Colombia, and contributions to the volumes on trilobitesand cnidarians of the Treatise on Invertebrate Paleontology. Harrington’s contributions to theory, teaching and outreachwere mainly focused in the development and foundation of basic concepts of the geosciences and to the spatial andtemporal meaning and classification of geological events.

Resumen: HORACIO J. HARRINGTON: SIGNIFICACIÓN Y TRASCENDENCIA DE SU OBRA GEOLÓGICA.- Las contribuciones a lageología realizadas por Horacio Harrington lo largo de cuatro décadas, entre 1934 y 1974, se caracterizaron por suvariedad temática, su alcance regional, y su excelencia. Los trabajos publicados se focalizaron en temas de geologíaregional, paleontología y estratigrafía y de teoría, educación y difusión de la geología. Los estudios de geología regionalestuvieron referidos, fundamentalmente, dentro de la Argentina a las Sierras Australes y a la Precordillera y en el ámbitode otros países abarcaron las regiones chilenas de Atacama y Antofagasta, el oriente del Paraguay y el Uruguay. En uncontexto regional más amplio se inscribieron sus aportes sobre provincias morfoestructurales, Cámbrico, Ordovícico,Silúrico, Devónico, geología de América del Sur y de la Argentina, Paraguay y Uruguay. En lo que hace a la paleontologíalas contribuciones de Harrington comprendieron, por un lado, detallados estudios sistemáticos, bioestratigráficos ypaleobiogeográficos de faunas de invertebrados, fundamentalmente trilobites y braquiópodos, del Paleozoico de la Ar-gentina y marginalmente de Bolivia y Colombia, y por otro su participación como autor principal de los volúmenes sobretrilobites y cnidarios del tratado internacional sobre Paleontología de Invertebrados. La obra de Harrington sobre aspectosteóricos, educativos y de difusión de la Geología estuvo referida al desarrollo y fundamentación de conceptos básicos dela disciplina y a la significación y clasificación espacio-temporal de los objetos y eventos geológicos.

Keywords: Horacio Harrington. History. Geology.

Palabras clave: Horacio Harrington. Historia. Geología.

Introduccion

Horacio Jaime Harrington nació en Bahía Blanca el 17 de septiembre de 1910. Realizó susestudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires y en 1919 ingresó en la Facultad deCiencias Exactas, Físicas y Naturales. En 1932 finalizó con Diploma de Honor y al año siguienteobtuvo el título de Doctor en Ciencias Naturales con una tesis sobre la geología de las SierrasAustrales de la provincia de Buenos Aires. En el verano de 1933-1934 realizó el estudio geológicode la isla de los Estados, como miembro de la Comisión Científica del Museo Argentino deCiencias Naturales, adjunta a la Misión Hidrográfica del Ministerio de Marina. En 1934 recibió el1 CONICET y Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata, Paso del Bosque s/n, 1900

La Plata, Argentina. E-mail: [email protected]

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24232

Premio Strobel, otorgado por la Universidad de Buenos Aires y obtuvo la beca “Príncipe deGales” para efectuar estudios sobre las faunas de trilobites de la Argentina en la Universidad deOxford, en Gran Bretaña. Allí obtuvo un Ph. D. en geología en 1936, tras lo cual realizó un cursosobre geología alpina en la Universidad de Berna, Suiza. Al regresar a la Argentina, en 1936,ingresó en la Dirección de Minas y Geología, y en los años siguientes efectuó estudios geológicosen varias regiones del país. En el mismo año inició actividades docentes como Ayudante y Profe-sor Adjunto de Hans Keidel en la Cátedra de Geología de la Universidad de Buenos Aires. En1942, al retirarse Keidel, fue designado Profesor Titular de Geología General e Histórica. Para-lelamente entre 1938 y 1942 fue Profesor Suplente de Paleontología y en 1950 Profesor deGeología Regional en el Instituto del Museo de la Universidad Nacional de La Plata. En 1938recibió el Premio Eduardo Holmberg, otorgado por la Academia Nacional de Ciencias Exactas,Físicas y Naturales. En 1945 fue miembro fundador y primer Presidente de la Asociación GeológicaArgentina y en 1947 y en 1951, respectivamente, primer Director del Instituto de Geología y Jefedel Departamento de Ciencias Geológicas en la Universidad de Buenos Aires. En 1953 emigró alos Estados Unidos de América, donde se desempeñó como Profesor de Geología en el HamiltonCollege, Clinton, Nueva York. Pasó luego a la Universidad de Kansas donde fue, entre 1954-1956, Research Professor en Geología, con la misión principal de ayudar a R.C. Moore en laedición del “Treatise on Invertebrate Paleontology” y, posteriormente Profesor Honorario deSedimentología y en 1957 Profesor “Rose Morgan” en Geología. Por la misma época fue miem-bro de la “International Subcommission on Stratigraphic Classification”. En 1957 pasó a ser Jefedel Departamento de Geología de la División de Ultramar de Tenneco Oil. Co. en Houston,Texas y entre 1964 y 1971 desarrolló actividades de consultoría geológica en la misma ciudad.Regresó a la Argentina en 1971, oportunidad en la que perdió todos sus archivos, biblioteca yefectos personales al naufragar el buque que los transportaba. Fue contratado como Profesor enla Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires e invitado por elCONICET a incorporarse a la Carrera de Investigador Científico. Lamentablemente la posibili-dad de completar numerosos proyectos y volcar en la enseñanza universitaria de nuestro país susconocimientos y experiencia se vieron truncados con su prematura muerte el 21 de diciembre de1973.

Como bien lo señaló Turner (1974), aunque la dimensión de su actuación profesional no sereflejó en el volumen de sus publicaciones, fue por la calidad y jerarquía de las mismas y de suactividad nacional e internacional el geólogo argentino de su época de mayor renombre mundial.Ello fue claramente evidenciado en las publicaciones que dio a conocer, las que abarcaron temasgeológicos, paleontológicos, teóricos, docentes y de difusión. Al respecto Turner (1974) ha des-tacado que si bien su interés principal fue la Geología Estructural, comprendió desde alumnoque para encarar adecuadamente esa disciplina era imprescindible conocer la estratigrafía y porende la paleontología. Esta aproximación lógica a la Geología lo llevó a analizar en profundidadlos fundamentos teóricos que sustentaron sus estudios, todo lo cual se reflejó implícita o explíci-tamente en sus publicaciones y en las enseñanzas que transmitió.

De esta manera las publicaciones de Harrington si bien en su mayoría comprenden aspectosgeológicos, paleontológicos y teóricos íntimamente entrelazados, usualmente están centradas enalgunos de ellos. Consecuentemente y por un problema de ordenamiento la obra de Harringtonserá analizada siguiendo la división expuesta, por más que sea evidente que ella fue en todomomento abarcativa y totalizadora.

233HORACIO J. HARRINGTON: TRASCENDENCIA DE SU OBRA GEOLÓGICA

Estudios Geológicos

LAS SIERRAS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Los estudios geológicos de Harrington se iniciaron en las Sierras Australes, zona en la querealizó los trabajos de campo de su tesis doctoral, que posteriormente darían lugar a una serie depublicaciones. Según Bracaccini (en Harrington, 1980), esta región fue el “escenario de su masdilatada y probablemente mas brillante labor de campo”. En la primera contribución referida aestas sierras, Harrington (1934), dio a conocer la presencia de elementos de la Flora de Glossopterisen el Grupo Bonete de la Sierra de Pillahuinco, los cuales describió y caracterizó evolutivamente,al tiempo que los ubicó en el contexto de la estratigrafía de diferentes regiones del hemisferioaustral (Malvinas, Sudáfrica y Australia). Allí puso en evidencia sus sólidos conocimientospaleontológicos y su versación en la estratigrafía y paleontología del Paleozoico superior delGondwana. Dos años después (Harrington, 1936) se ocupó del “Conglomerado Rojo” de lamisma región, para lo cual diferenció explícitamente las descripciones de las explicaciones, porconsiderar “que en todo estudio morfológico se debe separar la parte objetiva de lo que esinterpretación, siempre algo hipotética, de las observaciones” y en un ejemplar ejercicio de aná-lisis geológico atribuyó este conglomerado, que posteriormente (Harrington, 1972a) denomina-ría “Conglomerado Abra”, al Mioceno superior (o Plioceno inferior). Finalmente (Harrington,1947) dio a conocer la geología de toda la región, al publicar las Hojas 33m (Sierra de Curamalal)y 34m (Sierra de la Ventana), donde caracterizó, definió y denominó a todas las unidadesestratigráficas allí aflorantes (Grupos/Formaciones Curamalal, La Lola, Mascota, Trocadero,Hinojo, Ventana, Bravard, Naposta, Providencia, Lolen, Pillahuinco, Sauce Grande, Piedra Azul,Bonete, Tunas), al tiempo que describió sus relaciones y estructura, todo ello con una precisióntal que el esquema establecido no ha sufrido modificaciones substanciales pese al tiempo trans-currido (cf. Harrington, 1972a, 1980; Limarino et al., 1999).

Horacio J. Harrington, 1910-1973.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24234

Paralelamente, Harrington (1942b) analizó las ideas de Du Toit (1937) sobre el “Geosinclinalde Samfrau” y evaluó la posible continuidad de las rocas y estructura correspondientes en laArgentina. Para ello describió en forma comparativa la sucesión estratigráfica y la estructuratectónica de las Sierras Australes, de las montañas del Cabo en Sudáfrica y de la Precordillera.Sobre tal base concluyó que las Sierras Australes se asemejan a las de Sudáfrica, pero difierenlitológica, estratigráfica, faunística y tectónicamente de la Precordillera.

Harrington mantuvo su interés por la geología de las Sierras Australes a lo largo de su vida,promoviendo trabajos de detalle, como los realizados en la década de 1960 por alumnos de laUniversidad de Buenos Aires, bajo su supervisión y la de A. J. Amos y M. J. Mesigos (Harrington,1969) y redactando la síntesis geológica regional (Harrington 1972a, 1980) publicada en dosediciones sucesivas de la Geología de la Argentina. Su interpretación (Harrington, 1970) de lasSierras Australes como un aulacógeno si bien no parece adecuada a las interpretaciones actuales,fue planteada como rechazo a la aplicación del concepto de miogeosinclinal, en momentos enque comenzaba a imponerse el nuevo paradigma de la tectónica global o de placas. Lamentable-mente, estudios más detallados de esta sierras se perdieron con sus efectos personales al naufra-gar el barco que los transportaba en su regreso al país en 1971 (Amos, 1974).

Corresponde mencionar que Harrington (1940) incursionó brevemente en aspectos vincula-dos a la geología de las sierras septentrionales de la provincia de Buenos Aires, probablementecomo consecuencia de sus estudios en las sierras australes y de un hecho fortuito. Tres moldesinternos y dos externos de valvas sueltas de un braquiópodo hallados por Sydney F. Kendall,supuestamente en las dolomitas de Loma Negra (Sierras Bayas), le fueron entregados para suidentificación. Harrington los atribuyó correctamente a una especie originalmente descripta delCarbónico superior de Bolivia. A raíz de este hecho, Harrington efectuó un levantamientogeológico de la zona y aunque visitó la cantera “en la esperanza de encontrar nuevos fósiles, perola búsqueda (fue) en vano”, atribuyó erróneamente tal edad a la Formación La Tinta al tiempoque propuso la existencia de corrimientos horizontales entre la sucesión paleozoica y el basa-mento (cf. Teruggi y Kilmurray, 1980).

ISLA DE LOS ESTADOS

Por la misma época en que comenzó a desarrollar sus estudios en las Sierras Australes deBuenos Aires, en el verano de 1933-1934, Harrington efectuó un breve viaje a la Isla de losEstados como miembro de la Comisión científica del Museo Argentino de Ciencias Naturalesadjunta a la Misión Hidrográfica del Ministerio de Marina. La publicación resultante (Harrington,1943) constituyó el primer aporte de importancia a la geología de esta isla, que solamente eraconocida por estudios petrográficos de D. Lovisato (en Hyades, 1887) y consideraciones, mayor-mente erróneas, efectuadas por otros investigadores que nunca la visitaron. Harrington presentóun bosquejo geológico estableciendo la presencia, de rocas volcánicas del Jurásico superior(pretitonianas), de una serie sedimentaria superpuesta, la que asignó al Jurásico superior - almenos en su parte inferior - a cretácico, incluidas luego, respectivamente, en las formacionesLemaire y Beauvoir, seguida más arriba por depósitos glaciales del Pleistoceno. Harrington infi-rió que las rocas fueron afectadas por movimientos tectónicos de gran intensidad provenientesdel sur, de edad “supracretácica”, que produjeron corrimientos en gran escala. Harrington com-plementó sus observaciones de campo con estudios petrográficos de detalle que le permitieronestablecer la presencia de un grado variable de deformación y alteración por metamorfismodinámico. La determinación de restos de Belemnopsis, que ilustró y comparó con los conocidos dela cordillera de Santa Cruz, fue sometida por Harrington a la revisión del reconocido especialistaL. F. Spath, quien la confirmo. El esquema establecido por Harrington perduró por más de

235HORACIO J. HARRINGTON: TRASCENDENCIA DE SU OBRA GEOLÓGICA

treinta años y fue posteriormente ratificado en sus aspectos esenciales (cf. Caminos y Nullo,1979).

OESTE Y NORTE DE LA ARGENTINA

En la segunda mitad de la década de 1930 Harrington inició una serie de estudios en el oestey norte de la Argentina, fundamentalmente dedicados a la estratigrafía y paleontología delPaleozoico. En 1939 realizó un mapeo geológico en las sierras de Villavicencio y Mal País,Precordillera de San Juan y Mendoza (Harrington, 1941a), en una zona previamente relevada porDarwin (1846) y Stappenbeck (1910). Allí estudió la cubierta triásica y sus relaciones con las rocasplegadas del Paleozoico, diferenciando dentro del Triásico tres conjuntos sedimentarios y volcá-nicos separados por discordancias. Paralelamente consideró de edad devónica a las rocasleptometamórficas – término de su autoría - de Villavicencio (Grupo Villavicencio) y aportódatos a favor de la edad Triásica del llamado “Retiense” de Paramillo. Estos estudios fueronposteriormente ampliados hacia el norte, con el levantamiento de la Hoja Ramblón (Harrington,1971a). En este relevamiento efectuado en 29 días, entre el 2 y el 30 de julio de 1953, y en el cualla región montañosa fue recorrida a lomo de mula, Harrington describió y denominó una seriede unidades del Paleozoico (Grupo Villavicencio, formaciones San Juan, Rinconada, Hilario,Jagüel, Andapaico, Ansilta, Grupo Santa Clara, facies Alojamiento, Cortadera) y del Triásico(Grupos Tigre y Cacheuta), no obstante lo cual, debido a la demora en producirse la publicaciónde esta hoja, la autoría de muchas de ellas correspondió a otros geólogos.

Como consecuencia del sismo de San Juan, ocurrido el 15 de enero de 1944, Harringtonrealizó una evaluación geológica de la zona del desastre que dio a conocer en dos notas dedivulgación científica (Harrington, 1944a, 1945b), aunque también se ocupó del tema en su libro“Volcanes y Terremotos” (Harrington, 1944c). Allí explicó las características geológicas del sis-mo. Remarcó la desproporción entre intensidad y destrucción, especialmente en comparacióncon el terremoto de San Francisco, que fue más intenso (8600 muertos contra 700). La impor-tancia de los daños la atribuyó a la pésima calidad de las construcciones, en su mayoría de adobe,por lo que consideró que el desastre era una “cara y dolorosa lección” que debería servir paratomar previsión en construcciones futuras, especialmente en ciudades del oeste y noroeste de laArgentina.

PARAGUAY

En agosto y septiembre de 1946 Harrington (1950) realizó un viaje de estudios al Paraguay ycomo resultado publicó el primer bosquejo geológico de la mitad oriental de ese país. Pese a lapérdida de todas las muestras de rocas y numerosos fósiles, debido a los enfrentamiento armadosque se produjeron en el Paraguay entre marzo y agosto de 1947, Harrington acompañó un mapageológico y un perfil entre Asunción y Colonia Independencia, con una detallada descripción dela sucesión estratigráfica expuesta en la zona, que abarca el Precámbrico, Ordovícico, Silúrico,Devónico, Pérmico y Triásico (recte Jurásico-Cretácico). Describió también la estructura e histo-ria geológica y los pocos fósiles que le quedaron, gracias a que los transportó personalmente consu equipaje, incluyendo cnidarios, braquiópodos, bivalvos, trilobites, tentaculítidos, gastrópodosy hiolítidos. De los taxa descriptos, 7 correspondían al Silúrico, 8 al Devónico y 2 al Pérmico, y 7representaban especies nuevas para la ciencia.

NORTE DE CHILE

Como resultado de varias visitas efectuadas entre 1945 y 1952 a Antofagasta y Atacama, en elnorte de Chile, Harrington (1961a) describió la geología de la región comprendida entre 22º y 26º

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S presentando un bosquejo geológico de la misma. En este estudio se concentró en áreas clavesy trató en mayor detalle las sucesiones sedimentarias del Jurásico y Cretácico aflorantes enMoctezuma, Caracoles, Potrerillos-Pedernales, Purilactis, Sierra de Almeida y El Way. Así deter-minó la existencia de Sinemuriano, Pliensbachiano, Bajociano, Calloviano, Oxfordiano,Kimmeridgiano y Tithoniano y diferenció una serie de unidades estratigráficas (formacionesMoctezuma, Montandón, Asientos, Limón Verde, Coronado, Torcazas, Mina Chica, Caracoles,Descubridora, Doralisa, Millonaria, Honda, Potrerillos, Pedernales, Coloso, Pajonales) que hastala fecha constituyen el esquema fundamental de la geología de la región.

ESTUDIOS VARIOS

Al margen de las contribuciones mencionadas más arriba, Harrington mostró la amplitud desu formación geológica en otras publicaciones, en las que hizo observaciones e interpretacionesgeológicas de diferente naturaleza. Así describió, en coautoria (Harrington y Rayces, 1944), as-pectos geológicos y mineros de la mina de vanadio la “Nelly”, ubicada 60 km al este de Concoran,provincia de San Luis. De igual manera se ocupó (Harrington, 1946) de las corrientes de barro de“El Volcán”, producidas en el verano de 1943 en la Quebrada de Humahuaca, Jujuy, de lasdescribió su composición, características estructurales, origen y movimiento. Allí discutió la sig-nificación del término “fanglomerado” y propuso usar “cenuglomerado” (lat. cenum = barro,glomerare = juntar o unir) para depósitos resultantes de la consolidación de corrientes de barro.En la misma categoría se inscribió el estudio (Harrington, 1971b) sobre las estrías de “tipoglacial” observadas en 1957 en una toba riolítica del Holoceno aluvial de la Quebrada de Tambo-res, en el desierto de Atacama, Chile, las que luego de una ponderada discusión, enmarcada en ladescripción de la geología de la zona, atribuyó a la acción de flujos torrenciales.

Entre sus trabajos inéditos conocidos se registran: un bosquejo geológico y evaluación sobreyacimientos minerales, de la Antártida (Harrington, 1939e) y tres informes geológicos sobreproyectos de embalses en Salta y Buenos Aires (Harrington, 1939f, 1941b, 1942d)

SÍNTESIS REGIONALES

A partir de 1953, año en el que se radicó en América del Norte, la actividad geológica deHarrington se centró en estudios, mayormente de consultoría y por ello inéditos, sobre diferen-tes regiones del mundo (véase Amos 1974). Sus contribuciones éditas versaron sobre la Argenti-na y América del Sur y constituyeron importantes aportes de síntesis, basados en el conocimien-to existente en la época. Así se ocupó (Harrington, 1956) de las unidades morfoestructurales deAmérica del Sur y de la geología de Argentina, Paraguay y Uruguay, y resumió el conocimientoexistente sobre el Cámbrico (Harrington, 1961b) y Devónico (Harrington 1967) de América delSur y el Silúrico del Paraguay (Harrington, 1972b). En estas publicaciones describió las principa-les unidades litoestratigráficas, discutió la bioestratigrafía, paleobiogeografía y los eventos tectónicosy efectuó reconstrucciones paleogeográficas.

Pero su aporte más importante, en esta gama de trabajos, lo constituyó su “Paleogeographicdevelopment of South America” (Harrington, 1962). Esta síntesis incluyó 46 mapaspaleogeográficos que mostraron los avances en el conocimiento geológico de América del Surproducidos en los 15 años transcurridos desde la publicación de los 16 mapas de Weeks (1947).Como en prácticamente todas sus contribuciones, Harrington introdujo el tema con una expo-sición metodológica, en la que puso de relieve las dificultades que conllevan representaciones deeste tipo, pues constituyen, en el mejor de los casos, intentos imperfectos de sintetizar interpre-taciones basadas en datos estratigráficos. Remarcó también que los mapas paleogeográficos sonsíntesis subjetivas, nacidas de valoraciones e interpretaciones personales de numerosos hechos

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observacionales y que, si bien su exactitud y detalle guardan relación directa con la cantidad ycalidad de los datos, por más que estos sean abundantes y de alta calidad su representacióncartográfica es una “posibilidad” subjetiva teñida por la ideas y experiencia personal de cadaautor. En el desarrollo del trabajo partió de la distribución de las principales unidades geotectónicas,definidas sobre la base de su estabilidad vertical, tendencias positivo-negativas y grado de defor-mación tangencial sufrido durante períodos de levantamiento o compresión. Allí reiteró el usodel término “leptometamorfismo”, en relación con rocas de bajo metamorfismo y de “nesocratón”para regiones que han tenido a través de su historia una persistente tendencia subpositiva y hanestado caracterizadas por su moderada estabilidad vertical y resistencia a la deformación tangencial.Esta contribución constituyó una síntesis magistral, de acuerdo con el conocimiento de la época,del desarrollo paleogeográfico de América de Sur desde el Cámbrico al Plioceno. Junto con otrassimilares (Harrington, 1956, 1961b, 1967, 1972b, 1975) condensó “el resultado de pacientesinvestigaciones personales, de mas de 10 años de trabajo”, representado por “varios volúmenesde su obra inédita Stratigraphy of South America, cuyo manuscrito se hundió con el Tacuarí el 13 deabril de 1971” (Amos, 1974).

NORMAS Y TERMINOLOGÍA ESTRATIGRÁFICAS

Finalmente restan mencionar las contribuciones realizadas por Harrington en el campo delas normativas tendientes a homogeneizar la aplicación de la terminología estratigráfica, las quetuvieron por base una profunda y meditada concepción de sus fundamentos teóricos. En lamisma línea se inscribió la participación de Harrington en las tareas iniciales de la “InternationalSubcommission on Stratigraphic Classification”, que culminaron con la publicación de laInternational Stratigraphic Guide (Hedberg, 1976). Su posición crítica, con respecto a la clasifi-cación usada originalmente en el Código Norteamericano de Nomenclatura Estratigráfica(American Commission on Stratigraphic Nomenclature, 1961), adoptado en la Argentina (Co-mité Argentino de Nomenclatura Estratigráfica, 1972) fue claramente expuesta en la publicaciónde Harrington y Turner (1975) “Comentarios al Código Norteamericano de NomenclaturaEstratigráfica” y en una versión mecanografiada de ambos autores (1972) de un “Proyecto Co-mentado de Código Argentino de Nomenclatura Estratigráfica”. Pese a que esos códigos hansido superados por versiones posteriores, en ambos análisis se expusieron diferentes conceptosbásicos que hacen a la distinción o utilización de diferentes tipos de unidades, e interesantesconsideraciones sobre el uso de varios términos (e.g. acrozona, cenozona, taxonomía) con raícesgriegas.

DERIVA CONTINENTAL

Uno de los aspectos menos conocidos de la obra de Harrington es el referido a sus ideas, deavanzada para la época, con respecto a la deriva continental y sus causas, probablemente debidoa que ellas se hallan mayormente dispersas en textos de carácter general.

Así en su obra “Volcanes y Terremotos” (Harrington, 1944), al explicar las causas de losterremotos y el volcanismo, sostuvo que el desplazamiento de bloques siálicos, debido a corrien-tes plásticas del sima que “provocan la deriva de los continentes”, daba cuenta del origen de laenergía liberada por los sismos. Allí Harrington también diferenció el frente que se halla en ladirección del desplazamiento continental, con presiones tangenciales que producen fracturaciónen gran escala, del borde continental opuesto, en el cual “se originan tensiones de distensión,tracciones que también pueden originar fracturación en gran escala”. Y a renglón seguido aplicóesta explicación a América del Sur “que tiende permanentemente a alejarse de Africa” por lo que“se producirán compresiones en el frente occidental del continente y tracciones en la región

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atlántica”, lo cual explica “la fundamental diferencia entre las costas atlánticas y las pacíficas delcontinente americano”, que pasó a detallar. En conexión con estas explicaciones Harringtonmencionó finalmente la posibilidad de que ellas también den cuenta de focos sísmicos profun-dos, tema que volvió a tratar en su libro “Geología entre Bambalinas” (Harrington, 1955a) y enuna publicación específica (Harrington, 1963, en Munyan, 1963), producto esta última del Sim-posio “Mineralogical and Paleontologic aspects of Continental Drift and Polar Wandering” or-ganizado por la Society of Economic Paleontologists and Mineralogists en Atlantic City, N.J., en1960. Allí Harrington realizó un detallado análisis de distribución de los focos sísmicos interme-dios y profundos en relación con la propuesta de Benioff de la existencia de un corrimiento dealto ángulo inclinado hacia el E a lo largo del margen Pacífico de América del Sur. Para Harringtonlas profundidades de los focos sísmicos, correspondientes a diferentes posiciones latitudinales,constituían una evidencia negativa con respecto a tal propuesta y se inclinó por buscar otraexplicación en la supuesta existencia de corrientes estratificadas fluyendo diferencialmente deeste a oeste. Notablemente, se aproximó a inferir la segmentación tectónica de la cadena andinaal observar que el efecto compresional del borde Pacífico sobre la pila sedimentaria del Mesozoicohabía producido acortamientos cuyas diferencias latitudinales atribuyó a las existentes en la geo-logía del continente sudamericano. Adicionalmente explicó la existencia de fallas transcurrentesE-O en el norte de Venezuela al movimiento diferencial del arco antillano con respecto al macizode Guayana.

Estudios Paleontológicos

FLORAS Y FAUNAS DEL PALEOZOICO SUPERIOR

El primer trabajo paleontológico de Harrington (1934) correspondió a la descripción de laflora de Glossopteris de Sierras Australes, tal como ha sido mencionado más arriba en el contextode su significación geológica. A este estudio se agregaría, años después, el relativo a la fauna deEurydesma (Harrington, 1955b), en el que dio a conocer la fauna, hallada por Harrington y Keidelen 1937, de bivalvos, braquiópodos y gastrópodos del Pérmico de la Formación Piedra Azul, dela misma región. Con ello se documentó la existencia en Sierras Australes, de una fauna similar alas del Pérmico de Australia y el primer hallazgo de Eurydesma en América del Sur.

Durante la década de 1930 Harrington también encaró otros trabajos sobre faunas delPaleozoico superior (Harrington, 1939a, c; en Keidel y Harrington, 1938; Harrington y Leanza,1952b). Uno de ellos, en coautoría con Keidel (Keidel y Harrington, 1938), es un estudio sobredepósitos glaciales del Carbonífero del valle del arroyo Las Cabeceras, en el oeste de la Precordillerade San Juan, 25 Km al sur-sureste de Barreal, localidad en la que Du Toit recogiera fósiles delCarbónico-Pérmico que fueron descriptos por Cowper Reed (en Du Toit, 1927). De allí descri-bió una fauna constituida esencialmente por braquiópodos, incluyendo dos nuevas especies, paracuya caracterización hizo uso, por primera vez en el país, de la novedosa técnica de seccionespulidas. La misma técnica fue utilizada posteriormente por Harrington (1939a; Harrington yLeanza, 1952b) en estudios efectuados a instancias y/o con material provisto por Hellen MuirWood del Museo Británico de Historia Natural, en los que se caracterizaron otras especies debraquiópodos del Paleozoico superior de la Argentina e Inglaterra.

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Figura 1. Unidades tectónicas de América del Sur (Harrington, 1962).

TRILOBITES Y OTROS INVERTEBRADOS DEL PALEOZOICO INFERIOR

Al margen de lo expuesto, la mayor parte de los estudios paleontológicos de Harringtonestuvieron centrados en faunas, especialmente trilobites, del Paleozoico inferior de la Argentina,los cuales fueron iniciados a instancias de Hans Keidel. Es de señalar que los mismos se comple-mentaron con los de T. Kobayashi, cuya primera contribución específica fue publicada en 1935,y que ellos siguieron a un período de más de treinta años sin aportes a este tema.

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La primera contribución de Harrington (1937) sobre esta materia, que estuvo dirigida a des-cribir algunos fósiles provenientes del Ordovícico de la quebradas del Toro y de Chalala, en elnorte de la Argentina, fue seguida en forma inmediata por otra (Harrington, 1938a), en la quecomprendió todas las colecciones de esa edad depositadas en instituciones científicas y docentesdel país. El estudio incluyó 89 especies, 2 de cistoideos, 15 de braquiópodos, 6 de gastrópodos, 6de bivalvos, 2 de ostrácodos y 58 de trilobites, incluyendo varios taxa nuevos, entre ellos 1superfamilia, 1 familia, 5 subfamilias, 8 géneros, 44 especies y 2 subespecies. Solamente no pudoincluir a los cefalópodos, cuya descripción detallada quedó postergada para una publicación futu-ra, la que lamentablemente no se concretó. La ubicación estratigráfica del material, que fue discu-tida en detalle, le permitió hacer, dentro del Tremadociano, una diferenciación de faunas, queaños después culminaría (Harrington y Leanza, 1957) en una zonación bioestratigráfica formal,que ha sido ratificada por estudios posteriores. Esta publicación puso en evidencia la amplitud delos conocimientos paleontológicos de Harrington, en especial de los trilobites, y la precisión y eldetalle de su metodología de trabajo.

Sus siguientes publicaciones sobre las correlaciones paleozoogeográficas del Ordovícico ar-gentino (Harrington 1938b) y las faunas del Tremadociano de la quebrada de Coquena, Jujuy(Harrington, 1939d), corroboraron su versación en la temática. Allí demostró un acabado cono-cimiento de las faunas y zonaciones de trilobites del Báltico, América del Norte, Francia, Bohe-mia, y Asia, discutió las afinidades de las faunas de la Argentina con otras equivalentes de lasregiones atlántica y pacífica del hemisferio norte, describió las variaciones faciales del Tremadociano,ubicó Parabolinella y Jujuyaspis en el Tremadociano, planteó la incidencia de los factores ecológicosen las zonaciones y analizó las conexiones marinas que posibilitaron los intercambios faunísticoscon Europa y América del Norte. Paralelamente dio a conocer (Harrington, 1939b) un trabajosumamente didáctico y excelentemente ilustrado sobre la morfología de los trilobites, sus relacio-nes con otros artrópodos y su paleoecología, preliminar al que redactaría para el “Treatise onInvertebrate Paleontology” (Harrington, 1959).

A estas contribuciones siguieron otras (Harrington, 1942c), incluyendo una síntesis sobre lasformaciones y faunas del Paleozoico inferior de la Argentina (Harrington, 1942a) y otros estu-dios, en coautoría con A. F. Leanza, sobre faunas de trilobites del Ordovícico de la Argentina yde Bolivia (Harrington y Leanza, 1942, 1943b) y sobre faunas de Cámbrico medio de San Juan(Harrington y Leanza, 1943a). En esta última se presentó además una síntesis sobre el estado delconocimiento del Cámbrico en América del Sur y las relaciones de sus faunas con América delNorte y Europa. Posteriormente ambos autores (Harrington y Leanza, 1952a), a instancias de C.Poulsen (Copenhague) adelantaron resultados expuestos en el estudio sobre los trilobites delOrdovícico de la Argentina (Harrington y Leanza, 1942) respecto de la clasificación de lostrilobites Olenidae y Ceratopygidae, donde describieron dos nuevos géneros y dividieron losOlenidae en 4 subfamilias, una de ellas nueva.

Con estos antecedentes no es de extrañar que Marshall Kay requiriera la ayuda de Harringtonpara el estudio de colecciones, efectuadas por geólogos de Shell Petroleum Company en elPaleozoico inferior de Colombia oriental, que le fueran enviadas para su estudio. La contribuciónresultante (Harrington y Kay, 1951) incluyó la descripción de 7 especies de braquiópodos y 13 detrilobites, 1 de cistoideos, 2 de gastrópodos, 1 de ortocerátidos, del intervalo Cámbrico medio –Ordovícico medio, en lo que constituyó el primer registro del Cámbrico en el norte de Américadel Sur.

Una consecuencia más trascendente fue su participación en la redacción del volumen del“Treatise on Invertebrate Paleontology”, dedicado fundamentalmente a los trilobites, trabajoque fue precedido por un estudio que publicó, conjuntamente con A. F. Leanza (Harrington y

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Leanza, 1957), sobre los trilobites del Ordovícico del norte y oeste de la Argentina. Esta últimapublicación fue el resultado de un proyecto, iniciado en 1942 y completado entre 1947 y 1951, enel que se estudiaron miles de ejemplares - 30.000 solamente de Salta y Jujuy -, coleccionados porlos geólogos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. En el se describieron 124 especies y un total de70 taxa nuevos, incluyendo 26 géneros sobre un total de 78 y dos subfamilias sobre 25.Adicionalmente, y a sugerencia de R. C. Moore, se redactaron secciones específicas sobre laestratigrafía del Ordovícico de la Argentina, la edad y correlación de las faunas y los ambientes desedimentación, todos los cuales fueron preparados por Harrington. Un capítulo final dio cuentade los fósiles identificados en las diferentes localidades, cuya ubicación fue precisada en un con-junto de 16 mapas. Este trabajo constituye un ejemplo, tanto en lo que hace al estudio sistemáti-co, en sus aspectos descriptivos e ilustrativos, como en lo referente a la bioestratigrafía y faciesdel Ordovícico, excelentemente complementado con información precisa sobre la posición geo-gráfica y estratigráfica del material estudiado. Los aspectos fundamentales de la sistemática ybioestratigrafía allí establecidos han persistido hasta la actualidad y constituyen la base de todoslos estudios posteriores sobre el tema.

La participación de Harrington en el primer volumen del “Treatise on InvertebratePaleontology”, dedicado fundamentalmente a los Trilobites, lo tuvo como autor principal delmismo (Harrington et al., 1959) y significó la culminación de los estudios que comenzara casitreinta años antes. En el fue redactor único de los capítulos dedicados a la descripción y clasifica-ción y principal de los correspondientes a los términos morfológicos y a las descripciones siste-máticas. En esta última parte fue responsable de la redacción de 12 familias del Cámbrico yOrdovícico, entre ellas la de los Pliomeridae, grupo del cual había dado a conocer previamentevarios géneros nuevos (Harrington, 1957).

La participación de Harrington en la redacción del “Treatise on Invertebrate Paleontology”se extendió además a la parte dedicada a los Coelenterata (en Bayer et al., 1956), en la quecolaboró con R. C. Moore, como primer o segundo autor, en la redacción de nueve capítulos,fundamentalmente los dedicados a celenterados medusoides y conuláridos, en los que se incluye-ron novedosas reconstrucciones, especialmente de géneros extinguidos de la fauna de Ediacara.Su participación en esta obra constituyó una evidencia más de su capacidad y disposición paraencarar con excelente nivel académico los más diversos temas paleontológicos. Pues como loseñaló R. C. Moore, editor del “Treatise”, en la sección introductoria, Harrington aceptó realizarel trabajo que otros autores no habían cumplido, y pudo completarlo, con habilidad y energía, enun tiempo increíblemente corto.

CONTRIBUCIONES TEÓRICAS, DOCENTES Y DE DIFUSIÓN

Una de las primeras contribuciones de Harrington a la educación geológica consistió en unaconferencia, que dio en 1943 y fue publicada al año siguiente (Harrington, 1944b), dedicada alestado en que se encontraba la geología argentina en ese momento. Entre otros temas Harringtonpuso de relieve la significación práctica de los estudios geológicos y al respecto destacó que sibien la Dirección de Minas y Geología descubrió el primer yacimiento de petróleo del país, enComodoro Rivadavia, de manera inesperada y casual mientras perforaba en busca de agua, tam-bién descubrió los de Plaza Huincul y Salta, donde desde un comienzo la exploración fue dirigidaa la localización de yacimientos explotables de combustibles. También explicó, de manera didác-tica, qué es un mapa geológico y cuál es su objeto y significación práctica y puso de relieve laimportancia que tienen las publicaciones, cuyo número usó para mostrar los altibajos sufridos através de su historia por la Dirección de Minas y Geología. Así remarcó la importancia que tiene,para la investigación sistemática del territorio y el relevamiento regular del país, que esa institu-ción esté dotada del personal y los recursos necesarios.

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Pero una de las primeras contribuciones importantes de Harrington en estas temáticas quizáshaya sido su obra “Volcanes y Terremotos”. Notablemente, este libro escrito para estudiantes araíz del terremoto de San Juan (Amos, 1974), ocurrido el 15 de enero de 1944, fue redactado enunos pocos meses y publicado el 27 de septiembre de ese mismo año. Constituyó una introduc-ción al tema del vulcanismo y la sismicidad, que sirvió de base para explicar las características delterremoto de San Juan, todo ello acompañado por una serie de dibujos y fotografías de la autoríade Harrington. Un aspecto destacable de esta obra lo constituye el capítulo final, en el cualHarrington analizó y las causas y orígenes de los terremotos en relación con la deriva continental,como ya se mencionó más arriba al considerar sus aportes al conocimiento geológico.

Es interesante observar que aproximadamente en la época en que estaba por comenzar laenseñanza de la Ingeniería de Minas en la provincia de San Juan, Harrington (1945c) publicó uncomentario sobre el libro de T. T. Read “The Development of Mineral Industry in the UnitedStates”, en el que hizo una serie de comentarios sobre la enseñanza de la Ingeniería de Minas enlos Estados Unidos de América, con vistas a su eventual aplicación a su desarrollo en la Argenti-na. En tal sentido se ocupó de remarcar que dicha enseñanza tendría que estar destinada aotorgar sólidos conocimientos de minería y geología, que debería ser académica y no práctica,evitando en tal sentido una hibridación que “siempre tiene un efecto esterilizante”, y que lainstitución que la impartiese no necesitaba estar enclavada en una zona minera.

En 1955 Harrington publicó su libro “Geología entre Bambalinas”, obra reimpresa en 1957que según Amos (1974) tuvo como destinatarios a sus colegas. El propósito de la misma fue,según Harrington, que se entendiese mejor cómo y por qué se han formulado las teorías, hipóte-sis y explicaciones de la Geología y lo transitorio de las mismas. A través de quince capítulos, contítulos poco ortodoxos, Harrington pasó revista a una serie de temas de significación geológica,mediante una exposición erudita pero sumamente didáctica en la que se excluyen las certezas y sepromueve la reflexión. Es una obra que en muchos aspectos ha mantenido su vigencia hasta laactualidad, en algunos casos por explicar conceptos fundamentales de la disciplina y en otros porhistoriar el desarrollo de diferentes hipótesis explicativas en relación con determinados estadosdel conocimiento. Todo ello matizado con reflexiones de trascendencia: e.g. “siempre hay variashipótesis para cualquier cosa”, “lo cautivante de la ciencia está precisamente en lo ambiguo, loinseguro y lo nuevo”, “la Geología es ciencia moderna y puramente occidental”.

En este libro Harrington dedicó un capítulo al tema del “actualismo” de Hutton y el“uniformismo” de Lyell, señalando que el primero “es poco más que una simple afirmación deque las leyes naturales químicas y físicas son inmutables” y que el segundo “consiste en combinaresta verdad apriorística con una generalización intuitiva y dogmática”. “Eso de que el presente esla clave del pasado es muy bonito, pero tan cierto como que el pasado es la clave del presente”.Es interesante comprobar que Harrington diferenció claramente lo que muchos años despuésalgunos autores denominaron “uniformismo metodológico”, “uniformismo sustantivo” y“uniformismo revertido”. Idéntica aproximación al mismo tema sería expuesta por Harringtonal final de su vida (Harrington, 1973). De especial significación resultó su exposición sobre elconcepto de “geosinclinal”, especialmente en relación con el de “tectógeno”, temas sobre losque recomendó “no creer todo a pie juntillas como si fuera probado y cierto”. Este análisis debeser relacionado con el que realizó sobre la deriva continental, dando continuidad a la exposiciónque hizo en su obra “Volcanes y Terremotos” (Harrington, 1944c), tal como se señaló más arribaal tratar sus aportes geológicos. En tal sentido cabe destacar que con respecto a la deriva finaliza-ba diciendo: “Ya sabemos que los geofísicos dicen que no. Pero también Lord Kelvin dijo que nocuando los geólogos dijeron que 40 millones de años era muy poca cosa para la vida de laTierra”…“Si el desplazamiento continental es imposible para los geofísicos, peor para los

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geofísicos. Para los geólogos es perfectamente posible. Y para nosotros los geólogos australesmás que posible, es casi necesario”.

Un capítulo en el que se revela la capacidad de análisis de Harrington y que es de vigenciaactual en relación con la definición de GSSP, es el referido al “Espacio y al Tiempo” en el que,entre otros temas, explicó la conformación progresiva de la escala estratigráfica internacional,concluyendo “Lamentablemente eran geólogos europeos y todo comenzó en Europa. Y digolamentablemente porque el resultado final de aquellos esfuerzos hubiera sido mucho más satis-factorio si el trabajo hubiera comenzado en una región más normal y más representativa de lacondiciones medias de la Tierra”... “Pero tuvo que ser Europa. Que siempre fue el mismo caosde islas, golfos, penínsulas, montañas, mares internos y lagos. Allí se construyó el estándar inter-nacional, que es un verdadero desastre geológico”. De especial significación en este contexto essu afirmación de que “solo las unidades tiempo-roca son conceptos puramente geológicos” yque “el tiempo ‘puro no es concepto histórico, ni humano, ni geológico”.

De vigencia actual resultan también sus observaciones sobre el registro de los diferentesgrupos fósiles, la esqueletización, el incremento en la diversidad, la evolución y expansión suce-siva de la vida, y la convivencia actual de organismos primitivos y evolucionados. Finalmente, alconfrontar el origen de la vida con el concepto de “uniformismo” planteó la posibilidad de sugeneración actual, para concluir: “Estamos, otra vez, en el campo metafísico de lo desconocidoy no es cuestión de descartar una posibilidad porque nos parece imposible. También parecíaimposible que la Tierra girara alrededor del Sol”. Un digno final para una obra realmente estimu-lante.

Figura 2. Reconstrucción de Jujuyaspis keideli Kobayashi, X3,2 (Harrington y Leanza, 1957).

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Algunos temas de este libro fueron retomados por Harrington años después, en dos contri-buciones específicas. Una de ellas, mencionada más arriba (Harrington, 1973) está referida altema del Actualismo y el Uniformismo. La otra, gestada en sus años como Profesor de la Univer-sidad de Buenos Aires y expuesta en una conferencia dada en 1950, es un análisis de una serie deconceptos básicos de la geología que relacionan los objetos geológicos, el espacio, el tiempo y losacontecimientos (Harrington, 1965). Este último trabajo constituye un verdadero ejemplo declaridad conceptual, expresada tanto en el razonamiento deductivo como en la exposición.

Figura 3. La montaña de la vida (Harrington, 1955a).

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Conclusiones

Las contribuciones a la geología realizadas por Horacio Harrington lo largo de cuatro déca-das, entre 1934 y 1974, se caracterizaron por su variedad temática, su alcance regional, y suexcelencia. Los trabajos publicados se focalizaron en temas de geología regional, paleontología yestratigrafía, y de teoría, educación y difusión de la geología.

Las temáticas mencionadas se hallan entrelazadas en la mayor parte de los trabajos puesHarrington entendió que para encarar adecuadamente estudios geológicos de índole regional eraimprescindible conocer la estratigrafía y por ende la paleontología y que para conjugarlas adecua-damente era necesario tener un conocimiento acabado de los fundamentos teóricos de la disci-plina. Esto hizo que la obra geológica de Harrington fuese en todo momento abarcativa ytotalizadora.

Los estudios de geología regional estuvieron referidos, fundamentalmente, dentro de la Ar-gentina a las Sierras Australes, la isla de los Estados y el noroeste de la Argentina. En la primerade estas regiones caracterizó, definió y denominó a todas las unidades estratigráficas aflorantes ydescribió sus relaciones y estructura con una precisión tal que el esquema establecido no hasufrido modificaciones substanciales pese al tiempo transcurrido. De igual manera su estudiosobre la Isla de los Estados constituyó el primer aporte de importancia a su geología y el esquemaestratigráfico que describió perduró por más de treinta años y ha sido confirmado en sus aspec-tos esenciales.

Los estudios efectuados por Harrington en el oeste y norte de la Argentina estuvieron, fun-damentalmente dedicados a la estratigrafía y paleontología del Paleozoico. Así mapeó primero lassierras de Villavicencio y Mal País, Precordillera de San Juan y Mendoza y estudió el Paleozoico yla cubierta triásica sus relaciones, para extender posteriormente sus trabajos hacia el norte, don-de levantó la Hoja Ramblón y describió y denominó una serie de unidades litoestratigráficas(formaciones, grupos) del Paleozoico y del Triásico.

La contribución de Harrington sobre la geología del Paraguay, constituyó el primer bosquejogeológico de la mitad oriental de ese país, el cual incluyó una detallada descripción de la sucesiónestratigráfica y de la estructura e historia geológica. De igual manera su estudio de la región delnorte de Chile comprendida entre 22º y 26º S y en especial de las sucesiones sedimentarias delJurásico y Cretácico allí aflorantes constituye, hasta la fecha el esquema fundamental de la geolo-gía de la región.

Sus contribuciones sobre aspectos geológicos regionales de la Argentina y América del Sur yrepresentaron importantes aportes, sobre la base del conocimiento existente en la época, entreellos una síntesis sobre unidades morfoestructurales y la geología de Argentina, Paraguay y Uru-guay, y un resumen del conocimiento existente sobre el Cámbrico y Devónico de América delSur y el Silúrico del Paraguay, para lo cual describió las principales unidades litoestratigráficas,discutió la bioestratigrafía, paleobiogeografía y los eventos tectónicos y reconstruyó lapaleogeografía. En su contribución más importante, mostró en 46 mapas el desarrollopaleogeográfico de América del Sur desde el Cámbrico al Plioceno, en una síntesis magistral delconocimiento de la época.

Harrington se ocupó además de las normas que regulan la terminología estratigráfica y, talvez por ello, fue uno de los primeros autores argentinos en definir unidades lito y bioestratigráficas(formaciones, grupos, zonas de asociación) de manera moderna.

En lo que hace a la paleontología las contribuciones de Harrington comprendieron, por unlado, detallados estudios sistemáticos, bioestratigráficos y paleobiogeográficos de faunas de in-vertebrados, fundamentalmente trilobites y braquiópodos, del Paleozoico de la Argentina y

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marginalmente de Bolivia y Colombia, y por otro su participación como autor principal de losvolúmenes sobre trilobites y cnidarios del tratado internacional sobre Paleontología de Inverte-brados. En lo que hace al Paleozoico superior sus trabajos sobre la flora de Glossopteris y la faunade invertebrados de las Sierra Australes constituyeron verdaderos hitos, tanto para el conoci-miento bioestratigráfico de esta región como para establecer sus vinculaciones paleogeográficascon otras regiones del Hemisferio Austral. En lo que hace al Paleozoico inferior, sus estudiossobre las faunas de invertebrados y en especial los trilobites del Cámbrico y el Ordovícico deloeste y norte de la Argentina se constituyeron en referencias fundamentales sobre el tema, tantoen los aspectos sistemáticos, como bioestratigráficos y paleobiogeográficos. En todos estos estu-dios Harrington demostró su excelencia mediante descripciones detalladas de los taxa estudia-dos, que fueron acompañadas de excelentes ilustraciones y de toda la información pertinentecon respecto a la procedencia geográfica y estratigráfica del material, y de exhaustivas y bienfundamentadas discusiones de la bioestratigrafía y paleobiogeografia

La obra de Harrington sobre aspectos teóricos, educativos y de difusión de la Geologíaestuvo referida al desarrollo y fundamentación de conceptos básicos de la disciplina geológica.De especial significación resultan sus análisis sobre una serie de conceptos de la geología querelacionan los objetos geológicos, el espacio, el tiempo y los acontecimientos constituyen unverdadero ejemplo de claridad conceptual, expresada tanto en el razonamiento deductivo comoen la exposición. En otras temáticas resultan sorprendentes, además de su capacidad de análisis yclaridad de exposición, su erudición.

Finalmente son notables y de avanzada sus observaciones y reflexiones, comenzadas en 1944y continuadas en 1955 y 1963, sobre la deriva continental y su relación con corrientes convectivas,terremotos profundos y la existencia de márgenes continentales pasivos y activos.

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Recibido: 10 de Marzo de 2008Aceptado: 27 de Mayo de 2008

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24250

251ALEX L. DU TOIT: SEMBLANZAS DE SU VIDAHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 251-266F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Alex. L. du Toit (1878-1948): Semblanzas de su vida y desu aporte al conocimiento de la Geología Sudamericana

Carlos A. CINGOLANI1

Abstract: ALEX. L. DU TOIT (1878-1948): ASPECTS OF HIS LIFE AND CONTRIBUTIONS OF THE SOUTH AMERICA GEOLOGY.- Thiscontribution deals on a biographical sketch of the main activity developed by the South African geologistAlexander Logie du Toit, who about 1920, was constituted in a geological authority in all that referred to theGondwanan Upper Paleozoic glaciations. His geological knowledge was stimulated to work in other regions ofAfrica, Madagascar, India, Australia and South America. It is evident that in your interior, was installed thepossibility of a union of continents as coherent explanation of many geological phenomena that he hadobserved. In 1923 supported by a grant of the Carnegie Institution of Washington, he travels to South Americafor 6 months. The field trips being employed at the Palaeozoic and Mesozoic of Argentina, Chile, Uruguay,Bolivia and Brazil. As a result of this research he published in 1927 the paper on the “Geological Comparison ofSouth America with South Africa”, already strongly stimulated by the theory of the continental drift, defendedfor A. Wegener. During his trips in South America, he had contact prominent colleagues of several countries. InBuenos Aires he took contact with the Director at the time of the Geological Survey Dr. Jose María Sobral.Franco Pastor, Augusto Tapia and Juan José Nágera were designed by Sobral to accompanying him on the fieldtrips, which had during two months visiting Córdoba, San Luis, San Juan, Mendoza and Buenos Aires provinces.Also du Toit is grateful during his visit in Argentina for the collaboration of Pablo Groeber, Roberto Beder, JuanRassmuss, Anselmo Windhausen, Ricardo Wichmann, H. Hausen and Juan Keidel. Likewise he recognizes alsothe support of the Walther Schiller of the Museum of La Plata. The historical personal correspondence withrelevant geologists from Argentina, especially with Horacio Harrington, is preserved at the University of CapeTown, South Africa. These historical documents, partially exposed in this article, are a clear demonstration of duToit’s geological knowledge of several regions of our country.

Resumen: Se presenta una semblanza de la actividad desarrollada por el geólogo sudafricano Alexander Logiedu Toit, quien hacia 1920, se constituyó en una verdadera autoridad en todo aquello referido a la glaciacióncarbonífera y a partir de allí nació en el la inquietud de conocer otras regiones de África, pasando a Madagascar,India, Australia y Sudamérica. Es evidente que en su interior estaba instalada la posibilidad de una antigua uniónde continentes, como explicación coherente de muchos fenómenos geológicos que el había observado. En 1923,apoyado por un subsidio de la Carnegie Institution de Washington, viaja a Sudamérica durante 6 meses, trabajandoen el Paleozoico y Mesozoico de Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia y Brasil. Como resultado de ello lograpublicar en 1927, avalado por la institución norteamericana, su “Comparación Geológica de Sudamérica conSudáfrica”, ya fuertemente estimulado por la teoría de la deriva de los continentes, defendida por A. Wegener.Durante su estadía en Sudamérica, tuvo vinculación con prominentes colegas de varios países. En Buenos Airestomó contacto con el entonces Director del Servicio Geológico Dr. José Maria Sobral, quien designó colaboradorespara que lo acompañaran al viaje de campo, que tuvo una duración de aproximadamente dos meses. Los elegidosfueron los Dres. Franco Pastore, Augusto Tapia y Juan José Nágera. Así fue recorriendo puntos geológicosimportantes en las provincias de Córdoba (Saldan, Capilla del Monte), San Luis (Bajo de Veliz), San Juan (en variossectores como Marayes, Sierra de Zonda, Barreal), luego Mendoza (visitando Cacheuta, Uspallata) siguió enseguidasu viaje a Valparaíso, Chile, para regresar a Buenos Aires y hacer trabajos de campo en Olavarría, Sierra de laVentana y Mar del Plata para estudiar, según sus palabras “unidades equivalentes del Sistema Plegado del Cabo”.También agradece durante su visita a Argentina, la colaboración que le prestaran los Dres. Pablo Groeber,Roberto Beder, Juan Rassmuss, Anselmo Windhausen, Ricardo Wichmann, H. Hausen y Juan Keidel del ServicioGeológico Nacional. Asimismo reconoce el apoyo del Dr. Walther Schiller del Museo de La Plata. La históricacorrespondencia personal mantenida, con ilustres colegas argentinos, especialmente con el Dr. Horacio Harrington,preservada en universidades sudafricanas, marcan claramente el conocimiento geológico de algunas regiones delpaís, logrado por el Dr. du Toit.

1 CIG (UNLP-CONICET) y División Científica de Geología, Museo de La Plata, Paseo del Bosque, 1900-La Plata.E.mail: [email protected]

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24252

Palabras clave: Gondwana. Glaciación carbonífera. Sudamérica- SAMFRAU. Correspondencia.

Keywords: Gondwana. Carboniferous Glaciation. South América. Letters.

Sus antecedentes y formación académica

Uno de los geólogos sudafricanos más destacados por su labor en el campo de la geología delGondwana, fue sin duda Alexander Logie du Toit (Fig. 1). Nacido el 14 de Marzo de 1878, enRondebosch, en la antigua colonia del Cabo de Buena Esperanza (Cape of Good Hope). Comomuchas otras familias sudafricanas la suya era de origen francés, quienes por persecuciones religiosasdebieron emigrar a otros países. Después de sus estudios primarios y secundarios, obtuvo elBatchelor Degree en la Universidad del Cabo de Buena Esperanza (luego Universidad de Ciudad delCabo), para continuar en el Royal Technical College de Glasgow, Escocia, donde se graduó de Ingenieroen Minería en 1899. Posteriormente estudió Geología en el Royal College of Science en Londres,culminando los estudios a la edad de 23 años, destacándose ya, según sus discípulos y contemporáneos(Gevers, 1949) por “su versatilidad de pensamiento y su prodigiosa capacidad de trabajo”. Siendoaún estudiante en Glasgow, se casó con Adelaide Walker, quien lo acompañó después a Sudáfrica,teniendo el matrimonio un hijo, Alexander Robert. En 1923, se produce el fallecimiento de suesposa y dos años mas tarde du Toit contrae nuevo matrimonio con Evelyn Harvey, quien lesobrevivió.

Sus primeros trabajos

Hacia 1903 pasa du Toit a formar parte del grupo de trabajo de la Comisión Geológica del Cabode Buena Esperanza, dependiente del Departamento de Agricultura, teniendo como objetivoprioritario organizar la exploración y mapeo geológico de la región. El joven du Toit, mostróaplicación al trabajo, volcando su energía en el relevamiento geológico de las extensas comarcassudafricanas. Desde los comienzos de sus tareas geológicas, muchos de sus esfuerzos fuerondedicados a la entonces “Formación Karroo” del Paleozoico superior, marcando sus cambiosgraduales, límites con otras unidades del Sistema del Cabo y la conexión con intrusiones doleríticas.Con otros colegas describió posteriormente dentro de la sucesión estratigráfica del Karroo, a la“Tillita Dwyka” con sus atributos sedimentarios y facies, llegando a constituirse con el tiempo, en undestacado conocedor de su vasto desarrollo y génesis glaciar. Luego abordó el examen del volcanismodel Drakensberg y las chimeneas de kimberlitas, complementando siempre su labor con mapasgeológicos de detalle.

En los primeros trabajos que realizara para la Comisión Geológica ya mencionada, utilizaba uncarromato, tirado por caballos o mulares (“donkey wagon”), que le servía como casilla para la estadíaen el terreno, la cual a veces compartía con su esposa e hijo (Fig. 2). El trabajo de campo lo hacíadesarrollando largas caminatas o en bicicleta, cuando el terreno era favorable, cosa que fuera admiradapor colegas, discípulos y visitantes extranjeros que lo acompañaron. El entonces Profesor de laUniversidad de Harvard, R. A. Daly, quedó tan gratamente impresionado por la actividad de du Toit,que llegó a expresar durante su visita a Sudáfrica: “Alex es el geólogo de campo mas grande delmundo”. Para los relevamientos acostumbraba du Toit a apoyar un papel en una tablilla de madera,donde colocaba con gran cuidado, todas sus observaciones y asimismo, si lo consideraba necesario,levantaba su propia base plani-altimétrica.

253ALEX L. DU TOIT: SEMBLANZAS DE SU VIDA

Figura 2. A. du Toit con su esposa e hijo en trabajo de campaña como miembro de la Comisión Geológica deCiudad del Cabo. Tomado de Fuller (1999)

Figura 1. Retrato de A. du Toit (tomado de Anderson & Anderson, 1985) preservado en el ServicioGeológico, Pretoria y medalla con su figura.

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No retaceaba esfuerzo en la toma de muestras y especialmente en el colectamiento de fósiles.Cabe mencionar la muy buena colección de la Flora de Thinnfeldia de las Capas Molteno, que en 1927publicara como extensa obra, que pasó a ser de consulta clásica para especialistas del Triásico. Por sulabor de recolección paleontológica, le fueron dedicados importantes especimenes, como la plantadevónica Dutoitia por Hoeg, en 1923 y diversas especies mencionadas en la síntesis de Anderson yAnderson (1985).

Los estudios en la glaciación carbonífera

Hacia 1920, du Toit se constituyó en una verdadera autoridad en todo aquello referido al “SistemaKarroo”, especialmente de la glaciación carbonífera (du Toit, 1921) y a partir de allí seguramente nacióen el la necesidad de poder conocer otras regiones de África, como asimismo de Madagascar, India,Australia y Sudamérica. Pareciera que ya en su interior estaba instalada la posibilidad de una antiguaunión de continentes, como explicación coherente de muchos fenómenos geológicos que el habíaobservado.

La formación académica adquirida en Gran Bretaña, le permitió realizar también trabajos en rocasprecámbricas y hasta estudios de aguas subterráneas y termales en territorio sudafricano. Llegó aconstituirse en un especialista en hidrogeología de la región y así fue llamado a colaborar con gruposmilitares, asignándosele el grado de Capitán. Tenía a su cargo la provisión de este esencial recurso paralas tropas de la Unión Sudafricana, durante la campaña del Kalahari en la Primera Guerra Mundial,que tuviera lugar durante 1914-15. Más tarde continuó su actividad en la oficina gubernamental delllamado Departamento de Irrigación. Hacia 1920, du Toit había logrado completar un relevamientogeológico de detalle para una región de más de 50.000 millas cuadradas, esencialmente en el Cabo yNatal. En 1925 el Servicio Geológico de la Unión, así era el nombre dado por la integración de variosterritorios sudafricanos, publicó en escala 1:1.000.000 el primer mapa geológico en colores,fundamentalmente logrado por su trabajo minucioso.

Su verdadera pasión fue el estudio la glaciación del Paleozoico superior de Sudáfrica, tal quedespués de muchos años de relevamientos geológicos, lo llevó a estipular una fuente “extra africana”para esa particular depositación glaciar. Sobre la base de éste criterio, pudo realizar en 1914 un viaje aAustralia y luego Madagascar, donde comprobó semejanzas en la geología del Carbonífero-Pérmico.Hacia 1921 ya estaba convencido de la existencia del continente de Gondwana por deriva continental,como independientemente postularan varios autores como Taylor y Wegener. En 1926 se publicafinalmente su trabajo, tras muchos años de labor, sobre la Geología de Sudáfrica, una de sus grandesobras donde condensaba todos los conocimientos basados en observaciones personales directas einterpretaciones sólidamente fundamentadas.

Estadía en Sudamérica

Un momento clave en su formación geológica, se produce en 1923, cuando apoyado por unsubsidio de la Carnegie Institution de Washington, viaja a Sudamérica durante 6 meses, trabajando enel Paleozoico y Mesozoico de Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia y Brasil. Como resultado de ellologra publicar en 1927, avalado por la institución norteamericana, la “Comparación Geológica deSudamérica con Sudáfrica”, ya fuertemente estimulado por la teoría de la deriva de los continentes,defendida por A. Wegener.

255ALEX L. DU TOIT: SEMBLANZAS DE SU VIDA

Durante su estadía en Sudamérica, tuvo contactos con prominentes colegas de varios países.Según expresa en su importante trabajo (du Toit, 1927) fue recibido en Buenos Aires por el entoncesDirector del Servicio Geológico Dr. José Maria Sobral, quien designó colaboradores para que loacompañaran al viaje de campo que tenía programado, el cual tuvo una duración de aproximadamentedos meses. Los elegidos fueron los Dres. Franco Pastore, Augusto Tapia y Juan José Nágera (Fig. 3),quedando a cargo del gobierno argentino el costo de transporte en tren. Así fue recorriendo puntosgeológicos importantes como en las provincias de Córdoba (Saldán, Capilla del Monte), San Luis(Bajo de Veliz), San Juan (Marayes, Sierra de Zonda, Barreal), luego Mendoza (Cacheuta, Uspallata)siguiendo a Valparaíso, Chile, para regresar a Buenos Aires y hacer trabajos de campo en Olavarría,Sierra de la Ventana y Mar del Plata para estudiar, según sus palabras “unidades equivalentes delSistema Plegado del Cabo”. También agradece durante su visita a Argentina, la colaboración que leprestaran los Dres. Pablo Groeber, Roberto Beder, Juan Rassmuss, Anselmo Windhausen, RicardoWichmann, H. Hausen y Juan Keidel del Servicio Geológico Nacional. Asimismo reconoce el apoyodel Dr. Walther Schiller del Museo de La Plata.

Figura 3. A. du Toit (izquierda) junto a Juan José Nágera durante su viaje de campaña (archivo SEGEMAR).

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Su etapa como Geólogo Consultor. El concepto de “Geosinclinal deSAMFRAU”

A su regreso de Sudamérica en el año 1927, du Toit renuncia al servicio gubernamental, paraconstituirse durante 14 años, en consultor geológico de la compañía De Beers Consolidated Mines, unade las mayores productoras de diamantes del mundo. Era evidente que sus conocimientos sobre lageología sudafricana y especialmente sus estudios en el vulcanismo de Drakensberg y kimberlitas,eran un apoyo valioso para la prospección de diamantes. De todas maneras, continuó estudiando yenviando a publicación sus estudios previos sobre la flora fósil del Karroo superior, plantas fósilesde capas del Gondwana de Uganda, movimientos crustales como factor en la evolución geográfica deSudáfrica, Antártida y edades glaciares, cañones submarinos y el origen de los fondos oceánicos.Asimismo terminó su obra cumbre, ampliamente conocida y a mi juicio con un título que incitabael interés del lector y demostraba la valentía para defender sus ideas: “Our Wandering Continents”. Eneste trabajo desarrolla el concepto de “Geosinclinal de SAMFRAU”, previamente denominado‘cinturón de plegamientos gondwánicos’, para designar una faja de sedimentación que dentro de lapaleogeografía gondwánica abarcó Sudamérica, Sudáfrica y Australia. Este sector, se distingue porpresentar una sucesión estratigráfica y desarrollo paleobiológico similar, especialmente para elPaleozoico (Fig. 4). Este fecundo concepto generado por du Toit, tiene actualidad con marcadaidentidad de condiciones paleoclimáticas, a pesar de las diferentes interpretaciones de evolucióntectónica.

Figura 4. Continente de Gondwana durante el Paleozoico. El gráfico de la izquierda corresponde a un originalde du Toit conservado en los archivos de la University of Cape Town y reproducido por Fuller (1999). Engrisado (a la derecha) se identifica el “Geosinclinal de SAMFRAU” del Paleozoico superior según du Toit (1937).

Su correspondencia con geólogos argentinos

También mantuvo du Toit un extenso trabajo de correspondencia con geólogos argentinos,especialmente por su interés en los depósitos glaciares del Carbonífero. Los originales de sus cartasenviadas y recibidas, como sus prolijas libretas de campo, están preservadas en la University of CapeTown, constituyendo documentos históricos de las discusiones, opiniones y criterios, mantenidospor du Toit. Destacamos los intercambios epistolares con el Dr. Roberto Beder (Fig. 5) de origensuizo, quien entonces se desempeñaba como Profesor de Mineralogía y Petrografía de la UniversidadNacional de Córdoba. En carta del 29 de Agosto de 1928, escribe en idioma francés Beder a du Toit,quien a la sazón era geólogo de la De Beers Consolidated Mines, en Kimberley, respondiéndole sobrehallazgos fosilíferos realizados por G. Bodenbender en Precordillera. En parte de la carta dice Bedertextualmente: “Bodenbender me ha dicho que cuando había hecho sus estudios en San Juan, no havisto los depósitos glaciares o por lo menos no los ha reconocido como tales, de manera que le esimposible decir si las plantas fósiles se encuentran entre el primero y el segundo horizonte”...

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Por su parte el Dr. Horacio J. Harrington (Figs. 6), escribió en inglés a du Toit en 1937, a quienpide disculpas del atraso porque sus tareas de Profesor en las Universidades de Buenos Aires y LaPlata (y que además en esos meses había contraído matrimonio) lo tuvieron bastante atareado.Expresa Harrington que se encontraba en ese momento en Sierra de la Ventana, trabajando en elmapa 1:100.000 y que ya había terminado el levantamiento a escala 1:10.000 de la región del Bonetecon un texto explicativo que esperaba publicar en colaboración con J. Keidel. En otra parte de la cartacomenta Harrington que tuvo oportunidad de visitar junto a J. Keidel, la zona de Leoncito Encima,Barreal, la Sierra Chica de Zona y otras localidades clásicas de la Precordillera de San Juan. Se disculpapor encontrar en el Paleozoico superior diferencias con las interpretaciones de du Toit, especialmentepor la presencia de ventanas tectónicas y no domos con tillitas como manifestaba du Toit, es decirque dudaba que fueran contactos discordantes primarios. Mas adelante dice “El Dr. Keidel publicarápronto en Geologische Rundschau una síntesis del conocimiento de la Precordillera. El artículo, encolaboración, sobre Leoncito Encima será publicado este mes por Geological Magazine. Cuandotenga separatas será un placer enviarle una copia”.

En 1939 vuelve a escribirle Harrington a du Toit (Fig. 7) pidiéndole ante todo disculpas por sulargo silencio...porque había estado ocupado en completar el mapa de Sierra de la Ventana, dondeTapia (quien le mandaba sus recuerdos a du Toit) está a cargo del Terciario y Pleistoceno y A. Cabreradescribirá los restos de vertebrados.

Expresa Harrington “Como resultado de mis investigaciones lamento que mis ideas han tomadoimportantes cambios y no concuerdo con muchas de las observaciones de Keidel, pasadas ypresentes...” Por otra parte, dice Harrington que ha realizado una visita a las Sierras Septentrionalesy que está publicando un trabajo corto de su estructura tectónica. Agrega “Los fósiles de las dolomitasfueron encontrados hace unos dos años atrás por un amigo quien no le dio ninguna importancia alhecho. Todos los especimenes fueron colectados en la cantera de dolomía de Puerta del Diablo, cercade Loma Negra, Sierras Bayas...En mi opinión ellos recuerdan a Spiriferina campestris descripta para elCarbonífero superior de Bolivia”. Por otro lado brinda Harrington detalles de la geología de laregión de Olavarría, tanto del basamento como de la cobertura sedimentaria (‘La Tinta beds’ de J. J.Nágera). Explica que la secuencia de Olavarría es muy diferente a las de las Sierras de Balcarce, dondelas areniscas cuarcíticas contienen restos de Arthrophycus y Cruziana. Mas adelante agrega Harrinton“Es entonces, imposible correlacionar las areniscas y pelitas de Balcarce con ‘La Tinta beds’. Mencionaque fuertes movimientos tectónicos han tenido lugar a lo largo de los planos de las capas. No sonsobrecorrimientos como creía Schiller, tampoco como planos de fallas horizontales inversas. Por elcontrario ellos son un tipo de movimiento ‘decollement’. Los diferentes tipos litológicos handeslizado diferencialmente unos sobre otros. Se lamenta Harrington, que tratando de ser conciso sepuede haber vuelto oscuro, por ello le agrega un conjunto de dibujos de perfiles que simplificarán laexplicación (Fig. 7). Mas adelante explica que poco se ha dicho sobre la edad de los movimientos. Ensu opinión “son probablemente contemporáneos con el plegamiento y corrimiento de las SierrasAustrales, lo cual serían post-paleozoicos”.

En Noviembre de 1939, du Toit responde a Harrington donde le agradece su larga e iluminadacarta, expresando que le ha resultado de mucho interés la estratigrafía de Sierras Bayas que le hadetallado. Dice textualmente du Toit más adelante:

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“Sus argumentos parecen ser que tales capas con Spiriferina deben ser de edad pre-tillítica, lo cualsugiere que las glaciares deben ser por lo menos más antiguos que Pérmico inferior. Como las calizasy lutitas pueden ser equivalentes a nuestro Witteberg esto permanece incierto, pero no imposible;solamente mas fósiles de ambos países podrían fijar este punto. He fallado en la búsqueda debuenos fósiles este año. Los restos de peces fueron palaeoniscidos, pero los géneros fueronindeterminables”. Mas adelante se lamenta du Toit que desafortunadamente todos los Profesoresde la Universidad son petrólogos y ninguno de nuestros estudiantes ha demostrado interés en laestratigrafía o paleontología. En consecuencia no hay interés en la sucesión del Cabo o sus fósiles”.

Figura 7. Extensa carta de Horacio Harrington a A. du Toit fechada en Noviembre de 1939, donde le adjuntabaesquemas de sus recientes perfiles de la zona de Boca de la Sierra (Sierras Bayas, Olavarría).

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“Como Ud. ha demostrado interés en el problema de las cuarcitas de Balcarce, puedo llamar suatención hacia las sucesiones pre-Cabo del Nama en la costa atlántica con cuarcitas basales, seguidasde calizas y lutitas con poca inclinación u horizontales. Fósiles mal preservados sugieren una posibleedad cámbrica, pero estamos todavía en la oscuridad sobre esto. Aquí también necesitamos másinvestigación para establecer importantes correlaciones estratigráficas…. Estoy inmensamenteinteresado en aprender de lo que ha realizado en las Sierras de Buenos Aires, su estudio especial ymapeo en gran escala. Es realmente esencial que una persona haya tenido la oportunidad de observarla región entera y no solamente parte…Espero que en el término de años tengamos la oportunidadde estudiar su ‘magnus opus’, la cual es seguro que marcará otro gran avance en la geología deArgentina. Tengo planeado ir a Inglaterra el año próximo para el Congreso Geológico Internacional,pero presumiblemente todo esto será cancelado. Como alternativa estoy planificando la idea derevisitar la Argentina y examinar en mayor detalle las áreas bajo discusión con Keidel, Schiller yUd…..Mi decisión deberá de todas maneras esperar la finalización de las hostilidades en Europa”.

Cabe destacar que ha existido también correspondencia de du Toit con Anselmo Windhausen,en 1930 comentando sobre la flora, probablemente triásica, hallada en Paraguay.

Su retiro

En 1941 a la edad de 63 años, du Toit alcanza su retiro de la actividad profesional, volviendo asu lugar de nacimiento en los suburbios de Ciudad del Cabo (Pinelands). De todas maneras, esto noconstituyó un alejamiento de la Geología, continuando una intensa labor alternando campo yestudio en el hogar. Según su discípulo y biógrafo (Gevers, 1949), la casa de du Toit (2, Bye Way,Pinelands) se constituyó en una verdadera “Meca” para la visita de científicos tanto de África como deotros continentes, que concurrían asiduamente a solicitar su asesoramiento. Concretó también enesta etapa varias publicaciones sobre temas muy diversos, como por ejemplo la referida a ambientesclimáticos de las faunas de vertebrados del Sistema Karroo y también dedicó tiempo a preparar sutercera edición considerablemente revisada y ampliada de la Geología de Sudáfrica, que apareciódespués de su muerte acaecida en 1948 cuando tenía 70 años.

Síntesis de su personalidad y labor geológica

Como fuera explicado, du Toit fue un geólogo reconocido por la versatilidad de temas queabarcó, llegando a concretar contribuciones mayores sobre estratigrafía, paleobotánica, volcanología,glaciación, cambios climáticos, ingeniería geológica, tectónica, deriva continental, fisiografía, geologíaeconómica (carbón, aguas subterráneas, depósitos diamantíferos, manganeso, asbestos, etc.), inclu-sive estratigrafía del Pleistoceno y hasta aspectos geológicos de lugares arqueológicos. Su labor decampo, sus publicaciones y su intercambio epistolar, son una prueba fehaciente de la influenciacientífica que lograra para la comunidad geológica argentina. Fue reconocido como un gran sintetizadorregionalista con una verdadera visión holística. Según lo expresan sus biógrafos era poseedor de unapersonalidad de intensa concentración (solía escribir en ómnibus, trenes, estaciones, etc.), con escriturasimple y natural. Dotado de una modestia innata que lo hacía eludir toda publicidad. Era tambiénabstemio en sus costumbres cotidianas. Si bien era claro y conciso para corregir trabajos ocontribuciones que le solicitaban diversas asociaciones, no fue un buen orador y poco didáctico ensus conversaciones. Su forma de escapismo de la labor geológica, fue la música, dedicando muchotiempo al oboe y toda otra manifestación artística. Llegó a ser el geólogo sudafricano mas reconocido

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internacionalmente y “Fellow” de la Royal Society de Londres en 1943. Alcanzó a publicar 151 entretrabajos y memorias y varios libros de mucha difusión.

Mis primeros trabajos bajo la dirección del Dr. A.V. Borrello, fueron en Sierra de la Ventana (parteimportante del ‘Geosinclinal de SAMFRAU’ de du Toit), ya en aquellos años de la década del 60, laconsulta de sus trabajos marcaron mi admiración por sus contribuciones. Mas tarde, durante unaestadía en la Universidad de Cape Town en 1983, tuve oportunidad de apreciar como era reconocidafuertemente su labor por profesores y alumnos. Otra anécdota que deseo comentar, es aquella queme mencionara el Dr. Alfredo Cuerda, quien trabajando en Barreal para completar su tesis doctoral,hacia el año 1938, tuvo como colaborador a un baqueano de la zona, Don Juan Gallardo Díaz (deorigen chileno), quien le comentara que allí había estado también un “gringo sudafricano” quien lehabía expresado que “estas rocas son iguales a las de mi país”. Por ello A. Cuerda reconoció que esapersona se identificaba con du Toit.

Señalo finalmente la valentía intelectual de du Toit quien no dudó en publicar, en las épocas enque no era aceptada la movilidad de continentes, sus resultados y conclusiones que apoyaban lascomparaciones, que seguramente no fueron bien recibidas en las escuelas ortodoxas. Justo es señalarque en la última edición de su libro, A. Wegener (1929), remarcó entre los argumentos geológicospara explicar la deriva de los continentes, los trabajos de Keidel (1916) en Sierra de la Ventana yPrecordillera y muy especialmente los trabajos comparativos de du Toit (1927) en Argentina y Brasil.Wegener llegó a admitir que el libro de du Toit le causó una fuerte impresión por la correlaciónestrecha que describía entre Sudamérica y África entre el Precámbrico y el Cretácico.

Agradecimientos: Expreso mi especial agradecimiento a la Sra. Lesley Hart, de la Biblioteca y Archivos de laUniversity of Cape Town, Sudáfrica, por facilitarme valiosa información sobre la correspondencia de A. du Toit.A los Dres. Udo Zimmermann y Eduardo M. Morel también les estoy reconocido por la bibliografía importanteque me facilitaran. A los Dres. Alfredo J. Cuerda y Pedro N. Stipanicic por haberme alentado para dar a conoceresta semblanza. El Lic. Norberto Uriz y el Técn. Mario Campaña fueron eficientes colaboradores en lacompaginación final de las figuras que acompañan al texto.

Bibliografía

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Du Toit, A.L., 1921. The Carboniferous Glaciation of South Africa. Transactions of the Geological Society of South Africa,24:188-217.

Du Toit, A.L., 1927. A Geological Comparison of South America with South Africa. Carnegie Inst. Publ. N. 381, 157 p.Washington.

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Recibido: 10 de Agosto de 2008Aceptado: 22 de Septiembre de 2008

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267BREVE HISTORIA DE LA PALEOBOTÁNICA Y LA PALINOLOGÍA EN EL NOROESTE ARGENTINOHistoria de la Geología Argentina I Serie Correlación Geológica, 24: 267-279F.G. Aceñolaza (Coordinador-Editor) Tucumán, 2008 - ISSN 1514-4186 - ISSN on-line 1666-9479

Breve historia de la paleobotánica y la palinología en elnoroeste argentino

María M. VERGEL1, Josefina DURANGO de CABRERA2 y Rafael HERBST3

Abstract: BRIEF HISTORY OF THE PALEOBOTANY AND THE PALYNOLOGY IN THE NORTHWEST ARGENTINE.- This contributionprovides an overview of the records of fossil plants and palinomorphs in northwest Argentina. The description andmention of fossil plants were scarce until the last decades of the last century, being limited to the widely known “stroma-tolites” (Pucalithus) of the Cretaceous, and a few silica trunks from the Upper Tertiary of the Valle de Santa Maria. Thereare also occasional mentions of fossil plants in diverse papers related to Devonian, Cretaceous and Cenozoic stratigraphy,but they were never studied. On the mid-’80s began a systematic exploration with publications of detailed descriptions ofwood, leaves and fruits as well as a few Charophytes from the Neogene strata of the Valles Calchaquies. The publicationsrelated to palynology finding started in the 1970s, ,focused mainly in Lower and Upper Paleozoic sequences, withpreliminary studies and reports from the oil companies. Beginning in the 1980s, a more conspicuous research onpalinomorphs started , with a significant advance towards the knowledge of the palinoflora from northwest Argentina.Research were conducted mainly in the Ordovician, Carboniferous and Tertiary sequences. The current proposal alsodisplay the repositories of major collections of plants and palinomorphs.

Resumen: BREVE HISTORIA DE LA PALEOBOTÁNICA Y LA PALINOLOGÍA EN EL NOROESTE ARGENTINO.- Se brinda un panoramade los hallazgos de restos de megafósiles vegetales y palinomorfos en la región del noroeste de la Argentina. En general,los restos de megafósiles vegetales citados y descritos hasta las últimas décadas del siglo pasado, son escasos; se limitan alos ampliamente difundidos “estromatolitos” (del género Pucalithus) del Cretácico, y a unos pocos troncos silicificados delTerciario Superior del valle de Santa María. Existen también ocasionales menciones de plantas fósiles en varios trabajosrelacionados con el Devónico, el Cretácico y el Cenozoico, pero éstas nunca fueron estudiadas. Hacia la década de los ’80comienza una búsqueda sistemática con la publicación de descripciones detalladas de maderas, hojas y fructificaciones,así como unas pocas carófitas, de unidades del Neógeno de los valles Calchaquíes, áreas de los principales hallazgos. Lostrabajos sobre microfloras se iniciaron a partir de los años 1970, principalmente en secuencias del Paleozoico Inferior ySuperior, con estudios preliminares e informes a empresas petroleras. A partir de los 1980, se inició una más conspicuabúsqueda de palinomorfos que en años recientes marcó un avance significativo para el conocimiento más acabado de lapalinoflora del NOA con investigaciones que se desarrollaron principalmente en sucesiones ordovícicas, carboníferas yterciarias. Se indica también los repositorios de las principales colecciones de restos megascópicos de plantas y palinomorfos.

Key words: Palaeobotany. Palynology. Northwest Argentina.

Palabras clave: Paleobotánica. Palinología. Noroeste Argentino.

Introducción

La historia del conocimiento de las megafloras y palinomorfos autóctonos de la región delnoroeste de Argentina es bastante breve. A diferencia, quizás, de la zona del Litoral, región oestede Argentina y Patagonia, durante la primera mitad del siglo XIX, el noroeste fue poco visitadopor destacados naturalistas de la talla de d’Orbigny, Martin de Moussy y otros que realizaron1 INSUGEO-CONICET, Cátedra de Paleontología, Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L., Universidad Nacional de

Tucumán Miguel Lillo 205, 4000 San Miguel de Tucumán. E-mail: [email protected] Cátedra de Paleontología, Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L., Universidad Nacional de Tucumán. Lamadrid 390,

4000 San Miguel de Tucumán. E-mail: [email protected] INSUGEO-CONICET, Las piedras 201 7º/B , 4000 San Miguel de Tucumán. E-mail: [email protected]

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importantes contribuciones paleontológicas para aquellas regiones. En el NOA se destacaronmás los geólogos como Brackebush (1883) o Stelzner (1885), para mencionar quizás los másnotables que hicieron extensa exploración geológica, aunque no aportaron mayormente a lapaleontología. Las menciones o los hallazgos de plantas fósiles han sido esporádicos hasta bastanteavanzado el siglo XX. Esto, a pesar del reconocimiento de la geología regional y de la estratigrafíade la región, pero sin que haya habido una búsqueda sistemática de fósiles. De ello se exceptúanlas exploraciones y hallazgos de invertebrados y vertebrados que en muchos casos sentaron lasbases para la cronología de las unidades involucradas (véase también Peirano, 1943). Solamentedurante las últimas décadas de ese siglo hubo progresos notorios, particularmente en las megaflorasNeógenas de los valles Calchaquíes y microfloras paleozoicas que permitieron comprender mejorlas condiciones paleoambietales generales de esta región del país.

Megaflora

Quizás los primeros restos de vegetales de esta zona hayan sido las citas sobre hallazgos deplantas fósiles realizados por Bodenbender (1906) en las cercanías de Orán, Salta. Allí se señala lapresencia de Phyllotheca y Equisetites, géneros cuyo registro en otras áreas gondwánicas sugiere unaantigüedad pérmica. Asimismo y como precursores de los primeros registros de “vegetales” fósilesen la región, es de los “estromatolitos” del Cretácico de Salta (Bonarelli, 1921) que fueranclasificados como Pucalithus Steinmann, por Fritzsche (1923). Estos restos fueron tratados conmayor extensión en su clásica obra, por Frenguelli (1936); en la misma, Frenguelli también brindadatos concretos sobre megarestos vegetales, cuando en la página 425 menciona “…frecuentestroncos opalizados de árboles, probablemente en su mayor parte Pityoxylon y Dadoxylon(Araucarioxylon)….” y cuando ilustra unos (problemáticos) restos de vegetales (pág. 307, fig.83).Aparte de todo esto, determina la presencia de unos 14 géneros de diatomeas y algunos otrosrestos de vegetales microscópicos silíceos.

Las primeras menciones de plantas fósiles, como maderas petrificadas, se deben quizás aStelzner (1885) quien, en el valle de Santa María vio los troncos que por aquel entonces seatribuían a Araucarioxylon. Si bien Penck (1920) cita por primera vez los troncos fósiles, el primeroen describirl con algún detalle estos troncos petrificados es O’Donell (1937) que define que setrata de Leguminosas. Este material, del Plioceno de la Formación Andalhuala en la nomenclaturamoderna, fue redescripto por Menéndez (1962) y luego por Lutz (1987) quién le confirió elstatus taxonómico definitivo que tiene hoy, Paracacioxylon o’donelli (Menéndez) Müller-Stoll y Mädel.Esta autora, adicionalmente describe otros dos géneros de esta Familia, Mimosoxylon Müller-Stolly Mädel y Menendoxylon Lutz, de las actuales Formaciones San José y Andalhuala, del MiocenoMedio y Plioceno Inferior respectivamente. También, recientemente Martínez y Lutz (2006 yreferencias) reconocen troncos de Fabaceae en la Formación Chiquimil. Merece mencionarsetambién las citas de Peirano (1946) quien, en la descripción de sus perfiles de la Quebrada deAmaicha (Tucumán), señala la presencia de hojas fósiles.

Del resto de la región, aparte de los estromatolitos ya citados, no existen registros concretossalvo unas pocas menciones de hallazgos, como algunos restos de plantas del Devónico en laSierra de Zapla (de Benedetti, 1948; Feruglio, 1931). Vale recordar que el Dr.John J. P. Benedetti,durante parte de las décadas de 1940 y 1950 fue jefe de la sección de Mineralogía y Geología delInstituto de Geología y Minería de la UNT, con asiento en la ciudad de San Salvador de Jujuy,creado por el Dr. Abel Peirano. Se deben al Dr. de Benedetti importantes estudios relacionadosa la exploración del petróleo en el noroeste del país.

269BREVE HISTORIA DE LA PALEOBOTÁNICA Y LA PALINOLOGÍA EN EL NOROESTE ARGENTINO

En la Sierra de Santa Bárbara, provincia de Jujuy, Harrington (1967) refiere los restos deplantas primitivas como pertenecientes a Rhynia sp. y Hornea sp. También restos de megafloraasignados a Cyclostigma fueron identificados en la Formación Tonono, subsuelo del Chaco-Salteño(en Tortello et al., 2008). Recientemente Malanca et al. (2008), en sedimentitas de la FormaciónLipeón (Silurico), en el angosto de Alarache, río Bermejo y río Los Toldos o Huaico Grande,límite argentino boliviano, refieren restos de plantas con características compatibles a los génerosHostinella, Drepanophycus y posiblemente Cooksonia.

En la sierra de Aguaragüe en la provincia de Salta, sedimentitas del Carbonífero Superior dela Formación Tarija (Grupo Macharetí) brindaron el primer hallazgo de semillas platispérmicasasignadas a los géneros Samaropsis y Cordaicarpus, junto a fragmentos foliares de probablesCordaitales (di Pasquo, 2004). Estos hallazgos permitieron confirmar la edad carbonífera tardíade la Formación Tarija en esa región, edad anteriormente determinada por microflora.

Es en la región de los valles Calchaquíes, valle de Santa María, valle del Cajón y valle Calchaquí,en secuencias del Mioceno Medio y Superior y del Plioceno Inferior, donde se producen losmodernos hallazgos, con la descripción de numerosos taxones de hojas y fructificaciones deAngiospermas que representan numerosas familias de plantas (Anzótegui, 1998, 2002, 2004;Anzótegui y Cristallli, 2000; Anzótegui et al., 2007; Anzótegui y Herbst, 2004). Pero también sedescribieron restos de Pteridophyta como el género Equisetum (Durango et al, 1997), helechosacuáticos como Salvinia (Herbst et al., 1987) y Charophytas como los géneros Chara y Strobilocarpa(Garcia y Herbst, 1997). La presencia de algunos carófitos sin determinación, del valle de SantaMaría, ya había sido referida por Frenguelli (1936). Es menester mencionar la descripción dealgunas Charophytas del Cretácico de la provincia de Jujuy, que serían los más antiguos citados deesta región (Musacchio, 1972).

Esta numerosa cantidad de trabajos se ve complementada con las descripciones de diversasasociaciones polínicas, que contribuyen, sin duda, al mejor conocimiento de las floras Neógenasdel NOA. Una síntesis de todos aquellos hallazgos puede encontrarse en Herbst et al. (2000).

Esta cantidad de información, permitió además comenzar a mejorar el conocimiento de lascaracterísticas paleoambientales y paleoclimáticas de las unidades estratigraficas involucradas,por ejemplo Starck y Anzótegui (2001), tarea que deberá ser completada en el futuro.

Tratándose esta contribución de una reseña histórica, es oportuno mencionar algunos datosreferidos al profesor Carlos Alberto O´Donell (1912-1954) por tratarse del primer investigadorque aporta una detallada descripción anatómica, que le permitió ubicar en la Sistemática Botánicaalguno de los trocos fósiles citados anteriormente. El profesor O´Donell se graduó comofarmacéutico en 1937 en la Escuela de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Nacional deBuenos Aires, su ciudad natal. En aquella institución venía desempeñándose como AsistenteHonorario, en el Instituto de Botánica y Farmacia. Su trayectoria académica comienza en 1938en la Fundación Miguel Lillo de Tucumán donde además de realizar numerosos trabajos científicos,relacionados mayormente a la Anatomía Vegetal, fue Secretario de Lilloa, se desempeñó comodocente y ocupó cargos jerárquicos. Fue Jefe de la sección Sistemática Fanerogámica del InstitutoMiguel Lillo. En 1945 fue designado Director Interino de ese instituto en ausencia de su Director,el Dr. Horacio Descole y en 1948 fue Vice Decano en el Decanato del Dr.José Manuel Rodríguezde la Universidad Nacional de Tucumán.

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24270

Palinología

Con respecto a la microflora, los primeros registros palinológicos en el noroeste argentinocorresponden en la mayoría de los casos a trabajos iniciados en exploraciones de empresaspetroleras. Se trata principalmente de muestras de subsuelo procedentes del Chaco-Salteño ySierras Subandinas, en unidades paleozoicas. Esta primera etapa con datos preliminares deasociaciones, analizadas sin demasiado detalle (Pothe de Baldis, 1971, 1974; Pothe de Baldis ySalas, 1977; Volkheimer et al., 1983, 1986) y varios trabajos inéditos de informes a las empresaspetroleras (e.g. Pothe de Baldis, 1967; Archangelsky, 1978; Harris y Miller, 1978), coincidió con elinicio de los estudios paleopalinológicos en Argentina, información que sirvió de base a trabajosposteriores con detalle taxonómico y bioestratigráfico, utilizados en muchos casos en lapresentación de esquemas bioestratigráficos.

Si se comparan los estudios paleopalinológicos del noroeste argentino con los realizados enotras áreas de nuestro país, la información publicada es escasa y concentrada en pocos nivelesestratigráficos. Estos datos señalan la existencia de importantes hiatos del registro palinológicoen el área, con perspectivas a tomar en cuenta para nuevas exploraciones. No obstante, en losúltimos 10 años la palinología de secuencias fósiles del noroeste argentino ha cobrado mayorimpulso y se iniciaron trabajos modernos con enfoque de índole bioestratigráfica que estánrevirtiendo esta situación.

Artículos de síntesis recientes en los cuales se dan a conocer estudios paleopalinológicos en elnoroeste argentino pueden consultarse en Gavriloff et al. (1998), di Pasquo y Azcuy (1999),Ottone (1999), Quattrocchio, (1999), Herbst et al. (2000), Vergel et al. (2002), di Pasquo (2003) yTortello et al. (2008).

A modo de simplificar el registro de datos, se presentan los antecedentes palinológicos separa-dos de modo cronoestratigráfico.

ASOCIACIONES DEL PALEOZOICO TEMPRANO

Si bien a nivel mundial existe una conspicua cantidad de trabajos sobre asociaciones depalinomorfos (acritarcos, prasifitas y quitinozoos) en secuencias del Paleozoico Temprano, el surde Sudamérica no obstante registrar considerables extensiones y potentes espesores en secuen-cias del Paleozoico Inferior, muestra déficit de estudios principalmente debido a la insuficienciade prospecciones y en algunos casos, escasez de unidades litoestratigráficas adecuadas. Esta ca-rencia de trabajos específicos sobre asociaciones palinológicas en unidades del Paleozoico Infe-rior es significativa en el noroeste de Argentina.

No obstante, pese a la escasez de registros, las sucesiones cámbricas del NOA son las quepresentan los únicos datos palinológicos de esa antigüedad en nuestro país. Corresponden a losdel sector medio de la Formación Casa Colorada (miembro arenoso) aflorante en Quebrada deMoya en el ámbito de la Quebrada de Humahuaca. En esa localidad de la Cordillera Oriental,Rubinstein et al. (2003) dieron a conocer fitoplancton marino con dominio de formas esferoidalessimples, además de varias especies asignadas a nivel mundial al Cámbrico Tardío. Con posteriori-dad a ese hallazgo, Aráoz y Vergel (2006) y Vergel et al. (2007) amplían el registro con otrasformas reconocidas e incluyen asociaciones más jóvenes (Tremadociano temprano), dentro delmismo perfil que registra el pasaje entre los sistemas Cámbrico y Ordovícico.

Las sucesiones del Ordovícico Inferior del noroeste argentino presentan también la particu-laridad de haber sido las que brindaron los primeros hallazgos de acritarcos y quitinozoos deArgentina e incluso Sudamérica. Fueron pioneros los estudios llevados a cabo por Volkheimer et.al. (1980) en rocas del Ordovícico (Llanvirniano temprano Arenigiano) de la Sierra de Mojotoro,provincia de Salta, en afloramientos de la Formación Mojotoro. Allí se da a conocer la primer

271BREVE HISTORIA DE LA PALEOBOTÁNICA Y LA PALINOLOGÍA EN EL NOROESTE ARGENTINO

asociación de acritarcos ordovícicos de América del Sur junto a los primeros quitinozoos regis-trados para el noroeste argentino. También Bultynck y Martin (1982) reconocieron en la regiónde Yacones y La Caldera, provincia de Salta los primeros acritarcos tremadocianos de Sudamérica.Estos trabajos fueron el punto de partida de posteriores prospecciones e importantes hallazgosde palinomorfos ordovícicos en la región. Merecen destacarse como primeras contribuciones lasde Manca et al. (1995) y Rubinstein (1997) aunque sin descripciones sistemáticas de las asociacio-nes. Sin embargo ya se menciona la afinidad con la provincia paleogeográfica Mediterránea(Vavrdová, 1974; Martin, 1982).

Posteriormente los trabajos de Ottone y Holfeltz (1992), Ottone et al. (1992, 1995), Rubinsteiny Toro (1999, 2001, 2002), Rubinstein et al. (1999) inician una segunda etapa de análisis de asocia-ciones palinológicas ordovícicas con mayores detalles taxonómicos, bioestratigráficos ypaleogeográficos en nuevas localidades, principalmente de la Cordillera Oriental, donde en algu-nos de ellos se complementan con otras referencias paleontológicas de graptolites y escolecodontes.

Igualmente, la prospección en sedimentitas ordovícicas de la Puna produjo el primer registrode cryptosporas en la región (Rubinstein y Vaccari, 2001, 2004), a la vez de determinar con lospalinomorfos una edad comprendida entre el Ordovícico Tardío (post-Hirnantiano) – SilúricoTemprano (Rhuddanian), coincidente con los datos obtenidos de invertebrados fósiles.

También Aráoz y Vergel (2001), Aráoz (2002) y Aceñolaza et al. (2003) dieron a conocer losprimeros registros palinológicos en la Sierra de Zenta, provincia de Jujuy, unidad orográficacarente hasta ese momento de datos paleontológicos. Se citan asociaciones relacionadas a labiozona de trilobites Kainella meridionalis. y se presentan consideraciones paleogeográficas ypaleoambientales. Asimismo, Aráoz y Aceñolaza (2004) presentan los primeros registrospalinológicos para el Tremadociano superior de Sierra de Zenta en niveles de la Formación SantaRosita y también con macrofauna asociadas. Recientemente, Aráoz et al. (2008) registran asocia-ciones características del límite Tremadociano–Arenigiano.

Igualmente en niveles del Tremadociano superior de la región de Pascha-Incamayo, en laCordillera Oriental, de la Puente y Rubinstein (2006) registran el primer hallazgo de quitinozoos,y de la Puente et al. (2005) identifican quitinozoos Arenigianos en la Formación Acoite.

En Sierras Subandinas, Rubinstein (2003b y 2005) da a conocer las primeras asociacionespalinológicas del pre-Hirnantiano en Sierra de Zapla. Considera la transición ordovícica-silúricay los efectos de la glaciación hirnantiana en base a los palinomorfos (acritarcos, quitinozoos,prasinoficeas, escolecodontes y cryptosporas). En Rubinstein (2005) se analizan las asociacionespalinológicas de rocas expuestas en el Río Capillas (Sierra de Zapla), las mismas provienen de lasFormaciones Zanjón, Labrado, Capillas, Centinela y Zapla (Ordovícico) y de la Formación Lipeón(Silúrico). En dicho trabajo se analiza el control bioestratigráfico de las unidades, sus afinidadespaleogeográficas y cambios paleoambientales relacionados con fluctuaciones del nivel del mar.Las asociaciones incluyen acritarcos y otras formas marinas relacionadas, tales como quitinozoosy cryptosporas. Igualmente, de la Puente et al. (2006) registran por primera vez quitinozoos en elOrdovícico de la Sierra de Zapla (Formación Zanjón y transición con el Miembro suprayacenteLaja Morada de la Formación Labrado) asignando la edad de las asociaciones al Arenigianomedio.

Si bien aún no se ha presentado una propuesta formal de biozonación palinológica para elOrdovícico del NOA, Rubinstein (2003a) identifica diferentes asociaciones con formas clave,entre el Cámbrico Tardío y el Silúrico Temprano del noroeste argentino y Famatina, ajustadascon biozonas de graptolites.

Recientemente, Rubinstein et al. (2007) enfatiza los estudios e integra los datos de las asocia-ciones de palinomorfos con el registro de macrofauna del límite Tremadociano tardío–Arenigianomedio de Argentina, en el cual incluye además datos previos (Rubinstein et al., 1999; Rubinstein

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24272

y Toro, 2001, 2002) de sucesiones del noroeste argentino y destaca la identificación de la biozonade acritarcos messaoudensis-trifidum (Tremadociano tardío-Floiano) en el noroeste argentino.

ASOCIACIONES DEL PALEOZOICO MEDIO

Las rocas del Silúrico y Devónico del noroeste argentino afloran principalmente en las Sie-rras Subandinas y el Sistema de Santa Bárbara y se extienden hacia el subsuelo de gran parte delChaco Salteño y Llanura Chacoparanense. Si bien la estratigrafía de estas secuencias fueronampliamente tratadas en numerosas publicaciones, el contenido fosilífero registrado correspon-de principalmente a hallazgos de trilobites, graptolites, braquiópodos y moluscos. Desde el pun-to de vista palinológico es una región escasamente estudiada, aunque en los inicios de la palinologíaen nuestro país fue una de las regiones de significativas exploraciones a cargo de empresas petro-leras, de allí la existencia de informes inéditos (ver Vistalli, 1989). Síntesis de estudios palinológicosen estas unidades cronoestratigráficas puede consultarse en Ottone (1999), di Pasquo y Azcuy(1999) y di Pasquo (2003).

Trabajos pioneros completos que merecen destacarse son los realizados por Pothe de Baldis(1971, 1974) sobre el microplancton recuperado de muestras de subsuelo (Formación Copo) dela Cuenca Chacoparanense; la distribución estratigráfica de los taxa hallados asignaron una anti-güedad wenlockiana tardía a la asociación (Rubinstein, 1995). Con posterioridad a ese período, sibien Turner y Mon (1979) mencionan la presencia de “histricosféridos” en afloramientos de laFormación Mecoyita (Silúrico) en Cordillera Oriental, se desconocen publicaciones vinculadas ala cita. No obstante, Bultynck y Martin (1982) en el ámbito de la Cordillera Oriental ilustran unamicroflora recuperada de niveles basales de la Formación Lipeón, pero sin demasiados datos delos escasos taxones identificados. También para Cordillera Oriental, en niveles de la FormaciónLipeón (área Los Colorados-Chamarra), Rubinstein y Toro (2006) registran una asociación depalinomorfos marinos y terrestres (acritarcos, cryptosporas y algas) junto a graptolites ybraquiópodos, determinando un ambiente claramente marino transgresivo post-glacial y le asig-nan una antigüedad llandoveriana media a tardía. Recientemente de Inunciaga y Gutiérrez (2006)registran datos palinológicos obtenidos de afloramientos de la Formación Cachipunco (Silúrico)de Jujuy. Esta asociación de microplancton es asignada, en base a la distribución estratigráfica delas especies, como del Wenlockiano-Ludloviano.

En la Cuenca de Tarija Grahn y Gutiérrez (2001) presentan asociaciones de quitinozoossilúricos provenientes de las sierras de Santa Bárbara y Zapla (provincia de Jujuy), y asociacionesde quitinozoos devónicos (Givetiano inferior) de una perforación de la provincia de Santiago delEstero (pozo Horcones), aducen semejanzas con asociaciones halladas en regiones contemporá-neas de Bolivia, Paraguay y Brasil y asignan una correspondencia para el eo-silúrico del noroesteargentino con las biozonas propuestas en la Cuenca Paraná (Brasil y este de Paraguay).

Las asociaciones palinológicas reconocidas en rocas del Devónico del noroeste argentino, ensu mayor parte proviene de muestras de subsuelo. Trabajos preliminares con citas de asociacio-nes de acritarcos y prasinofitas se conocen de Azcuy y Laffitte (1981) y Durango de Cabrera yVergel (1984), pozos Tonono, Salta y Laguna del Cielo, Salta respectivamente. Trabajos máscompletos con descripciones e ilustraciones corresponden a Barreda (1986) que analiza elpaleomicropláncton Givetiano-Frasniano del pozo Santa Victoria, Salta, y Ottone (1996) unaasociación de esporas, quitinozoos y escolecodontes provenientes del pozo Quebrada Galarza,Salta en sedimentitas de la Formación Los Monos (Devónico Medio a Superior). Este últimoestudio presenta además aspectos paleogeográficos y paleoambientales. Las asociaciones de es-poras resultaron ser equivalentes a microfloras contemporáneas de paleolatitudes altas en Brasil,Africa del Norte y Europa, mientras que el microplancton indicaría una probablemente nulavariación climática en las cuencas marinas del Givetiano/Frasniano.

273BREVE HISTORIA DE LA PALEOBOTÁNICA Y LA PALINOLOGÍA EN EL NOROESTE ARGENTINO

Los estudios posteriores a la década de los 80´ permitieron reconocer el retrabajo depalinomorfos devónicos y del Mississippiano en capas del Pennsylvaniano, y la datación de lasunidades litoestratigráficas de la Cuenca Tarija y sus eventos diastróficos. (Azcuy y Jelin, 1980; diPasquo y Azcuy, 1997a).

Como novedades de exploraciones actuales se reconoce el estudio palinológico preliminar(Noetinger y di Pasquo, 2007; di Pasquo y Noetinger, 2008 y Noetinger y di Pasquo, 2008) deperforaciones de la Cuenca Tarija en el norte de Salta. Estos estudios identifican asociacionespalinológicas atribuidas al Eifeliano, Givetiano y Frasniano temprano y redepósito equivalente ensucesiones del Pennsylvaniano, con puntualización del límite entre el Devónico y el Pennsylvanianoy evidencia del hiato existente entre parte del Frasniano y el Mississippiano tardío, datos quereflejan la compleja historia geológica de la cuenca. También entre trabajos preliminares demicrofloras del Paleozoico Medio cabe destacar el primer registro palinológico de sucesionesdevónicas en la Sierra de Zenta (di Pasquo y Noetinger, en prensa).

ASOCIACIONES DEL PALEOZOICO TARDÍO

La historia de la palinología sobre estratos del Carbonífero del NOA, al igual que el resto delos niveles estratigráficos de la región, se remonta a una etapa de investigadores pioneros quevinculados a la prospección de empresas petroleras brindaron los primeros registros depalinomorfos, principalmente de materiales de subsuelo. Azcuy y Laffitte (1981) fueron los pri-meros en determinar por palinomorfos, la edad carbonífera de una de las unidades litoestratigráficasaflorantes en la Cuenca Tarija. Se trata de la Formación Tupambi que con posterioridad fueobjeto de diversos análisis palinológicos. También fueron Azcuy y Laffitte (1981) quienes porprimera vez dan a conocer la presencia de retrabajo de unidades del Devónico y CarboníferoTemprano. Posteriormente Azcuy et al. (1984), por la equivalencias de las asociaciones con las depalinozonas determinadas por Azcuy y Jelin (1980) para secuencias del Paleozoico Tardío deArgentina, ubican la parte superior de la Formación Tupambi en el Carbonífero Tardío(Westfaliano).

Con posterioridad a esos primeros trabajos palinológicos en la Cuenca Tarija, en los 80´ seinició una destacada tarea de investigación en el conjunto de las unidades neopaleozoicas de lacuenca. Así se presentaron numerosas contribuciones taxonómicas, una propuesta bioestratigráficae interpretaciones paleoecológicas y paleogeográficas (di Pasquo y Azcuy, 1999; di Pasquo et al.,2001; di Pasquo, 2002, 2003; del Papa y di Pasquo, 2007). Además, la presencia de importantecantidad de material de retrabajo, con hasta un 80 % en algunos casos, permitió a di Pasquo yAzcuy (1997 a y b) interpretar la discordancia producida por efectos de los movimientos chánicos,y confirmar la erosión de potentes secuencias desde la base del Carbonífero hasta el Devónicos.l.

Entre los trabajos recientes en la Cuenca Tarija destacamos como novedad una síntesis ac-tualizada de los registros paleontológicos (di Pasquo, 2007) para unidades del Carbonífero yPérmico, incluyendo datos del sur de Bolivia, y el primer registro paleontológico (palinológico)de las unidades del Pennsylvaniano en la Sierra de Zenta (Vergel et al., 2008; di Pasquo y Vergel enprensa y Vergel et al., en prensa).

ASOCIACIONES MESO-CENOZOICAS

Estudios palinológicos sobre sedimentos cretácicos y terciarios son escasos en la región. Unade las causas de esto puede deberse a la gran cantidad de secciones de colores (rojizos) noapropiados para la búsqueda de palinomorfos. Los primeros investigadores que produjeron da-tos polínicos sobre estas secuencias lo hicieron recién a fines de los años 70. Corresponde prin-cipalmente a contribuciones de Quattrocchio (1978 a, b, c,), Moroni (1982), Quattrocchio yVolkheimer (1988), Quattrocchio et al. (1988).

CORRELACIÓN GEOLÓGICA 24274

En la Cuenca del Noroeste, el Grupo Salta (Neocomiano-Eoceno) y sus formaciones Yacoraitey Tunal (facies de la Formación Olmedo) fueron las primeras unidades que produjeron nivelesfértiles. Moroni (1982), como palinóloga de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, analizó muestrasde perforaciones y superficie de la Formación Yacoraite, entre los diversos palinomorfos reco-nocidos indica la probable edad paleocena determinada por algunos taxa identificados. También,las asociaciones de edad Maastrichtiano – Daniano reconocidas permitieron identificar el límiteCretácico-Terciario.

La Formación Lumbrera fue estudiada en su contenido sistemático (Quattrocchio, 1978a;Quattrocchio y Volkheimer, 1988), su significado paleoambiental (Quattrocchio, 1978b) y el re-gistro bioestratigráfico (Quattrocchio, 1978c) y la Formación Tunal en idénticos aspectos porQuattrocchio et al. (1988). Con posterioridad a estos estudios Quattrocchio (1999 con referen-cias, Marquillas et al, 2005) presentan la primer propuesta de zonación palinológica para elPaleoceno-Eoceno del Grupo Salta. En esos trabajos se presentan inferencias climáticas y laevolución en el tiempo de las palinofloras por biozonas. Además se registran los taxa de lasformaciones portadoras (formaciones Tunal, Mealla, Maíz Gordo, Lumbrera).

Nuevas referencias de asociaciones palinológicas en la cuenca corresponden a los registrosen las formaciones Anta (Quattrocchio et al. 2003), Las Curtiembres y La Yesera (Narváez et al.,2005 y Narváez y Sabino, 2006). También antecedentes y actualizaciones sobre las palinoflorasdel Grupo Salta, específicamente en lo referente al grupo de las Angiospermas, se discute enPrámparo et al. (2007).

Sucesiones del Neógeno del noroeste argentino registran microfloras en el Grupo SantaMaría de los Valles Calchaquíes. Este grupo y sus formaciones han brindado importantes datospaleontológicos en general. Los estudios paleobotánicos (referidos anteriormente) y en particu-lar los palinológicos han tenido un significativo incremento en las últimas décadas, así el trabajode Herbst et at. (2000) presenta una actualizada guía con las correspondientes citas de los nume-rosos trabajos que principalmente corresponden a hallazgos en las formaciones San José, LasArcas y Anta (Mioceno Medio), y Chiquimil y Palo Pintado (Mioceno Tardío). Recientemente enun trabajo de síntesis sobre la diversificación paleoflorística de Argentina durante el Neógeno(Barreda et al., 2007) presentan las características fitogeográficas evolutivas en los VallesCalchaquíes.

Principales repositorios

1- Colección Paleobotánica de la Fundación Miguel Lillo (Tucumán), con el acrónimo LIL-PB.2- Colección Paleobotánica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura,

Universidad Nacional del Nordeste (Corrientes), con el acrónimo CTES-PB y CTES-PMP.3- Colección Paleobotánica-Preparados Microscópicos del Instituto Miguel Lillo (Tucumán),

con el acrónimo LIL-PB-Pm y una sub-colección con el acrónimo LIL-PB (Pm)/ICGPal,del Instituto Superior de Correlación Geológica (INSUGEO-CONICET), Tucumán.

4- Colección de la Unidad de Paleopalinología, IANIGLIA, CRICYT (Mendoza) con elacrónimo MPLP (Mendoza-Paleopalinoteca-Laboratorio de Paleopalinología).

5- Colección del Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad Nacional de BuenosAires (UBA), con el acrónimo BAFC-Pl.

6- Colección del Laboratorio de Palinología de la Universidad Nacional del Sur (UNS), BahíaBlanca con el acrónimo LP UNS.

275BREVE HISTORIA DE LA PALEOBOTÁNICA Y LA PALINOLOGÍA EN EL NOROESTE ARGENTINO

Conclusiones

A pesar de la breve historia de la paleobotánica y palinología del noroeste argentino, sobretodo con anterioridad a los años 1990, el impulso que cobró en años recientes es un importanteestímulo para generaciones presentes y futuras abocadas a estas disciplinas.

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Recibido: 10 de Julio de 2008Aceptado: 28 de Septiembre de 2008

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