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1 El modelo métrico y autosegmental José Ignacio Hualde University of Illinois 1. Introducción El modelo métrico-autosegmental de notación prosódica tiene su punto de partida en el análisis de la entonación del inglés propuesto en la tesis doctoral de Pierrehumbert (1980), revisado y aplicado también al japonés y a otras lenguas en obras posteriores como Beckman y Pierrehumbert (1986) y Pierrehumbert y Beckman (1988). Hoy en día es uno de los modelos de análisis de la entonación más empleados. La denominación de modelo métrico-autosegmental o modelo AM (las iniciales en inglés, que utilizaremos a partir de ahora) se debe a Ladd (1996). Como explicamos más adelante, el análisis AM es un análisis fonológico, más que fonético de la entonación. El objetivo del modelo es la identificación de los elementos contrastivos del sistema entonativo cuya combinación produce los contornos melódicos que encontramos en los enunciados posibles de la lengua. En muchos aspectos podemos encontrar antecedentes directos de este modelo en los principios para el análisis de lenguas tonales que se conocen como teoría fonológica autosegmental (Leben 1973, Goldsmith 1976) y otras ideas relacionadas propuestas durante los mismos años para el análisis de la entonación del inglés (Leben 1976, Liberman 1975) y del sueco (Bruce 1977). En la teoría fonológica autosegmental se asume que la melodía o modulación tonal de los enunciados constituye un nivel separado y en cierto modo independiente de los demás rasgos fonológicos. Los tonos que caracterizan un enunciado (melodía) son, pues, autosegmentos, asociados con el nivel segmental (texto) por medio de reglas en parte universales y en parte específicas para cada lengua. Consideremos un ejemplo. En una lengua tonal en que cada sílaba puede recibir un tono independiente del de las demás sílabas de la palabra (como muchas lenguas africanas), una palabra hipotética como [pátàká] (donde los acentos graves representan tono bajo y los acentos agudos tono alto) recibiría la siguiente representación autosegmental: (1) Nivel segmental: p a t a k a | | | Nivel tonal: H L H Los elementos en el plano tonal son un número limitado de unidades paradigmáticamente constrastivas; en la mayoría de las lenguas tonales, sólo dos o tres. Representamos los tonos por sus iniciales en inglés: H = tono alto (high tone), L = tono bajo (low tone), M = tono medio (mid tone). 1 Estos elementos tonales primarios pueden 1 Nos parece más apropiado emplear los símbolos ya establecidos en este campo, mayoritariamente en publicaciones en lengua inglesa, que reemplazarlos por sus traducciones en castellano. Los motivos son los mismos por los que en química es preferible utilizar símbolos universales como Ag aunque en escritos en español pronunciemos esta abreviatura como plata, en escritos en inglés como silver, etc. Nos guste o no, el inglés ha tomado el puesto que otrora tenía el latín en la comunidad científica internacional y es lógico que las abreviaturas y otros términos se tomen de esta lengua.

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El modelo métrico y autosegmentalJosé Ignacio HualdeUniversity of Illinois

1. IntroducciónEl modelo métrico-autosegmental de notación prosódica tiene su punto de partida en elanálisis de la entonación del inglés propuesto en la tesis doctoral de Pierrehumbert(1980), revisado y aplicado también al japonés y a otras lenguas en obras posteriorescomo Beckman y Pierrehumbert (1986) y Pierrehumbert y Beckman (1988). Hoy en díaes uno de los modelos de análisis de la entonación más empleados. La denominación demodelo métrico-autosegmental o modelo AM (las iniciales en inglés, que utilizaremos apartir de ahora) se debe a Ladd (1996). Como explicamos más adelante, el análisis AM esun análisis fonológico, más que fonético de la entonación. El objetivo del modelo es laidentificación de los elementos contrastivos del sistema entonativo cuya combinaciónproduce los contornos melódicos que encontramos en los enunciados posibles de lalengua.

En muchos aspectos podemos encontrar antecedentes directos de este modelo enlos principios para el análisis de lenguas tonales que se conocen como teoría fonológicaautosegmental (Leben 1973, Goldsmith 1976) y otras ideas relacionadas propuestasdurante los mismos años para el análisis de la entonación del inglés (Leben 1976,Liberman 1975) y del sueco (Bruce 1977).

En la teoría fonológica autosegmental se asume que la melodía o modulacióntonal de los enunciados constituye un nivel separado y en cierto modo independiente delos demás rasgos fonológicos. Los tonos que caracterizan un enunciado (melodía) son,pues, autosegmentos, asociados con el nivel segmental (texto) por medio de reglas enparte universales y en parte específicas para cada lengua. Consideremos un ejemplo. Enuna lengua tonal en que cada sílaba puede recibir un tono independiente del de las demássílabas de la palabra (como muchas lenguas africanas), una palabra hipotética como[pátàká] (donde los acentos graves representan tono bajo y los acentos agudos tono alto)recibiría la siguiente representación autosegmental:

(1)Nivel segmental: p a t a k a

| | |Nivel tonal: H L H

Los elementos en el plano tonal son un número limitado de unidadesparadigmáticamente constrastivas; en la mayoría de las lenguas tonales, sólo dos o tres.Representamos los tonos por sus iniciales en inglés: H = tono alto (high tone), L = tonobajo (low tone), M = tono medio (mid tone).1 Estos elementos tonales primarios pueden

1 Nos parece más apropiado emplear los símbolos ya establecidos en este campo, mayoritariamente enpublicaciones en lengua inglesa, que reemplazarlos por sus traducciones en castellano. Los motivos son losmismos por los que en química es preferible utilizar símbolos universales como Ag aunque en escritos enespañol pronunciemos esta abreviatura como plata, en escritos en inglés como silver, etc. Nos guste o no, elinglés ha tomado el puesto que otrora tenía el latín en la comunidad científica internacional y es lógico quelas abreviaturas y otros términos se tomen de esta lengua.

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dar lugar a contornos complejos mediante su combinación. Siguiendo con nuestroejemplo hipotético, supongamos que una secuencia en que la palabra /pátàká/ va seguidapor /ìmó/ se pronuncia como [pátàkîmó], con elisión de la última vocal de la primerapalabra y formación de un contorno tonal descendente. Aunque el ejemplo es inventado,no sería en absoluto difícil encontrar ejemplos reales de este tipo, sobre todo en lenguasafricanas (véase, por ejemplo, Odden 1995). Estos hechos recibirían el siguiente análisisautosegmental:

(2) p a t a k a i m o --> p a t a k i m o | | | | | | | / \ | H L H L H H L H L H

Como vemos, un contorno tonal descendente sobre una sílaba es simplemente elresultado de la secuencia HL asociada con esa sílaba. En este caso, el contornodescendente resulta de la elisión de un segmento con preservación del tono al que estabaléxicamente asociado, que pasa a asociarse con la sílaba siguiente. De la misma manera,LH representa un contorno tonal ascendente. Todos estos aspectos de la teoríaautosegmental, en particular, la independencia del nivel tonal con respecto al segmental yla concepción del aspecto melódico de los enunciados como el resultado de lacombinación a nivel fonológico de una serie de especificaciones tonales contrastivascomo H y L, se encuentran también en el modelo AM, por lo que la caracterización deeste modelo como autosegmental es apropiada.

Veamos ahora qué sentido tiene el término ‘métrico’. Hay lenguas en que todasílaba tiene un tono léxicamente especificado. Claramente esto no es lo que encontramosen lenguas como el inglés o en español. En estas lenguas los tonos tienen funciónpragmática, constituyen la melodía de enunciados, no de palabras, y se asocian de maneradistintiva sólo con ciertas sílabas. En su estudio sobre la entonación del inglés, Liberman(1975) propuso que en esta lengua la asociación de melodía con texto, esto es, el hechode que ciertos tonos aparezcan asociados con ciertas sílabas en un enunciado concreto,depende de las relaciones de prominencia que se establecen de manera independientetanto entre las sílabas de cada palabra como entre palabras en la oración. En la palabraelefante, la sílaba -fan- tiene más prominencia que las demás de la palabra (es la sílabatónica) y en africano esta prominencia corresponde a la sílaba -ca-. En una frase como elelefante africano normalmente la sílaba tónica de la última palabra, africano, se percibecomo más prominente que la de elefante. Decimos que porta el acento nuclear. En inglésblackboard ‘pizarra’ se diferencia de black board ‘tabla negra’ en la prominencia relativade las dos sílabas. Estas relaciones de prominencia relativa constituyen el aspecto métricode la teoría. La asociación de melodía con texto tiene en cuenta las relaciones métricas.En el modelo AM que constituye el tema de este capítulo, el aspecto métrico se encuentraconsiderablemente menos desarrollado que en la propuesta de Liberman (1975), por loque no vamos a entrar en más detalles sobre fonología métrica aquí. Lo que importaresaltar es que en muchas lenguas los elementos con los que se asocian los tonos no sontodas las sílabas, como en el ejemplo hipotético de lengua tonal que hemos dado másarriba en (1), sino sólo aquellas sílabas que tienen prominencia, venga ésta dada a nivelléxico o dentro del discurso.

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2. Elementos primitivos: acentos tonales y tonos de fronteraLa teoría AM parte de la premisa de que el contorno entonativo de un enunciado

es el resultado de la interpolación fonética entre eventos tonales fonológicamenteespecificados y asociados con determinadas sílabas. Básicamente, a nivel fonológico enlenguas como el inglés o el español los tonos pueden asociarse con sílabas con acentoléxico (acentos tonales) o con el final de ciertas frases (tonos de juntura o de frontera).Un acento tonal es, pues, un tono o secuencia de tonos fonológicamente asociado conuna sílaba acentuada, mientras que un tono de juntura o de frontera se asociafonológicamente con el límite de una frase.

Comenzando con los acentos tonales, en una lengua como el español casi todaslas palabras tienen una sílaba que puede llevar prominencia tonal (dejando a un ladopreposiciones, artículos determinados y otras palabras funcionales, que normalmente sepronuncian sin acento dentro de la frase). Decimos que ésta es la sílaba con acento léxicoo, en terminología tradicional, la sílaba tónica de la palabra. Como es sabido, además deprominencia tonal, la sílaba tónica suele caracterizarse por una mayor duración eintensidad relativas que las sílabas átonas de la misma palabra. En el ejemplo en (3) (yfigura 1) a mi manera, vemos que la sílaba con acento léxico -ne- lleva prominenciatonal asociada: un tono alto, que simbolizaremos de momento como H*. Con el asteriscoindicamos que este tono se asocia con la sílaba acentuada:2

Fig. 1. a mi manera

(3) a mi manera |

2 Salvo que se indique otra cosa, todos los ejemplos que se ofrecen en las figuras fueron pronunciados porel autor de estas líneas, cuya habla puede caracterizarse de manera general como perteneciente al dialectocastellano del centro-norte de la Península, sin rasgos que permitan una ubicación geográfica más concreta(o, por lo menos, eso es lo que pienso). Para obtener los trazados de frecuencia fundamental se utilizó elprograma comercial Pitchworks, de Sciconrd.

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El que en la palabra manera sea la sílaba -ne- y no ma- o -ra la que recibeprominencia tonal es una propiedad léxicamente contrastiva de esta palabra. La sílaba -ne- tiene prominencia intrínseca o acento léxico y es con esta sílaba (que subrayamos)con la que se asocia o alinea el tono alto. Que la asociación de este tono (H*) esprecisamente con la sílaba acentuada está claro en ejemplos como los que mostramos enla figura 2 (número, numero, numeró) . En estos ejemplos observamos que el pico tonalaparece en cada caso situado sobre la sílaba con acento léxico. Podemos añadir ahora queen estos ejemplos, además del pico acentual, hay también una bajada final que atribuimosa un tono bajo de frontera, L%. Un posible análisis fonológico de este contorno es, pues,el que damos en (4):

(4) número] numero] numeró ] | | | | | | H* L% H* L% H* L%

Pero la prominencia acentual no va necesariamenta asociada con un tono alto, unpico o cumbre tonal. En los ejemplos interrogativos de la figura 3 (¿digo número?¿digonumero? ¿digo numeró) vemos que el evento tonal que se asocia con la sílaba acentuadade la última palabra no es ya un tono alto, sino un tono bajo (L*) o valle. Estos ejemplosfueron pronunciados con un tono de frontera final alto, H%:

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(5) digo número] | | L* H%

La sílaba tónica sirve, pues, de punto de “anclaje” para ciertos eventos tonalesque contribuyen a dar prominencia a esta sílaba sobre las otras de la palabra, pero el tipode contorno tonal que se asocia con la sílaba acentuada depende del tipo de enunciado yde la posición y relevancia pragmática de la palabra dentro del mismo. La definición depuntos de anclaje para la melodía es un elemento esencial del modelo AM (conantecedentes en trabajos como Liberman 1975) y que lo distingue de otros modelos de laentonación.

Las cosas pueden ser muy distintas en otras lenguas, donde los tonos están total oparcialmente especificados para cada palabra (lenguas con tono léxico). En español o eninglés el contorno entonativo de un enunciado se compone enteramente de elementostonales con valor pragmático, que contribuyen al significado del enunciado dentro deldiscurso. Como hemos visto, algunos de estos elementos tonales se asocian con ciertassílabas que llamamos sílabas tónicas o sílabas con acento léxico; otros se asocian con lasfronteras de ciertas frases. Lo que es parte de la entrada léxica de cada palabra es laposición de la sílaba tónica, pero no la melodía con que es pronunciada. En las llamadaslenguas tonales, como el chino y muchas lenguas africanas, por el contrario, la melodíatonal tiene valor léxico, es parte integrante de cada palabra. Así, en chino mandarín, lasílaba /ma/ puede tener cuatro significados léxicos completamente diferentes según lamelodía tonal que se le asigne. Pronunciada con tono alto es la palabra ‘madre’; con tonoascendente desde un punto medio es ‘cáñamo’, con tono bajo ascendente es ‘caballo’ ycon tono descendente desde un punto alto es ‘reñir’. Para comparar, notemos que enespañol un texto monosilábico como /pan/ puede recibir también melodías muy variadaspero las diferencias de significado que obtenemos son de un tipo muy diferente.Pensemos en cómo lo diríamos en los contextos sugeridos por los signos de puntuación:pan. pan... ¿pan? ¡pan!. Al cambiar la melodía lo que alteramos es el valor pragmáticode este enunciado monosilábico (declarativa completa, declarativa incompleta,interrogativa, exclamativa), pero no se altera su valor léxico: se trata siempre de la mismapalabra /pan/. Del mismo modo, la entonación en español nos permite dar mayor enfásis a

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unas palabras que a otras dentro del enunciado y expresar si algo constituye informaciónque suponemos conocida a nuestro interlocutor o información nueva. Por ejemplo untexto como Mariano trajo el libro normalmente lo pronunciaríamos con contornosentonativos diferentes como respuesta a ¿quién trajo el libro? a ¿qué trajo Mariano? o a¿qué hizo Mariano? Todos estos son significados pragmáticos, a nivel del discurso.

Hay también lenguas donde algunos elementos tonales son léxicos y otros sonpragmáticos. Este es el caso, por ejemplo, del sueco, al que volveremos a referirnos másabajo.

Además de la diferencia en el contorno tonal asociado con la sílaba acentuada, losenunciados en (3-4) se diferencian del presentado en (5) en la terminación, como hemosvisto ya también. Como acabamos de decir, los ejemplos declarativos en (3-4) terminancon un descenso tonal o cadencia, que podemos representar como el efecto de un tono defrontera bajo L%, mientras que el ejemplo interrogativo en (5) muestra una subida final,que podemos atribuir a la presencia de un tono de frontera alto H%. Así pues,esquemáticamente podemos analizar los dos tipos de contorno que hemos consideradohasta ahora de la siguiente manera:

(6) a. [a mi manera] b. [a mi manera] | | | |

H* L% L* H%

El contorno tonal completo de los ejemplos en (6) se obtiene por interpolaciónentre los eventos especificados fonológicamente: en (a), un pico en la sílaba acentuada yuna bajada final; en (b) un valle en la sílaba acentuada y una subida final.

Los eventos tonales que pueden estar relacionados con las sílabas acentuadas (losacentos tonales) no se limitan a la presencia de un pico (H*) o un valle (L*).Consideremos el ejemplo en (7) ( = Figura 4, mi hermano viene de Alemania). Algo quevemos aquí es que en las palabras hermano y viene hay una subida del tono a través de lasílaba tónica. El tono sube a partir de un valle al principio de esta sílaba, alcanzándose lacumbre tonal en la postónica. Una manera de caracterizar este contorno es por medio dela secuencia bitonal LH. Como de los dos puntos extremos, el valle y el pico, el que serealiza dentro de los límites de la sílaba tónica es el valle, podemos especificar este hechotonal más exactamente como: L*+H; es decir, un valle en la sílaba tónica (al comienzo)seguido por un pico que puede ocurrir fuera de los límites de la sílaba tónica. Este tipo decontorno tonal es muy frecuente en español en palabras no finales de frase (en posiciónprenuclear) en declarativas neutras sin énfasis especial sobre ninguna palabra:3

3 El frecuentísimo desplazamiento del pico tonal a la postónica en posición prenuclear fue notado ya porNavarro Tomás y confirmado por todas las descripciones más recientes (Fant 1984, Garrido et al. 1993,Mota 1995, Llisterri et al. 1995, Prieto et al. 1995, Sosa 1999, Face 2000, Willis 2002).

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Fig. 4. mi hermano viene de Alemania

En la última palabra, por el contrario, el pico acentual se sitúa dentro de loslímites de la sílaba tónica. Éste es el mismo contorno que tenemos en la única sílabatónica de las figuras 1 y 2 y que hasta ahora hemos indicado como H*. Algunos autores(Face 2001a, 2001b, 2002, Beckman et al. 2002) han propuesto representar este acentotonal como L+H* indicando así que, como L*+H, presenta una subida desde un valle,pero con la diferencia de que el pico acentual cae dentro de la sílaba tónica (con lo cual lanotación H*, que hemos empleado hasta ahora quedaría reservada para un pico acentualque no presenta una subida desde un valle claramente marcado).4 Adoptando estapropuesta y añadiendo el tono de frontera final, tenemos pues el siguiente análisis:5

(7) mi hermano viene de Alemania| | |

L*+H L*+H L+H* L%

Otras veces el movimiento tonal que caracteriza y da prominencia a la sílabatónica no es una subida sino una bajada desde un punto alto en la pretónica. Estecontorno, que podemos observar en la figura 5, es frecuente en la última palabraacentuada de declarativas neutras (sin énfasis especial en ninguna palabra) en muchosdialectos del español, así como en otras lenguas románicas (véase Sosa 1999, Beckman etal. 2002). Podemos caracterizarlo como H+L* (como ha propuesto, por ejemplo, Frota1998 para el portugués). En este acento bitonal, el tono que aparece más estrictamenteasociado con la sílaba tónica es el segundo (L*), estando este tono precedido por un tonoalto.6

4 La estabilidad de la posición del valle, al principio de la sílaba tónica, en comparación con la mayormovilidad del pico tonal ha sido puesta de manifiesto en estudios como el de Prieto et al. (1995). Por otraparte, sin embargo, Willis (en preparación) encuentra bastante variación también en la posición del valle,tanto en español mexicano como dominicano, incluyendo ejemplos en que la subida no empieza hasta elfinal de la sílaba tónica y Beckman et al. (2002) también señalan la presencia de este tipo de contorno envariedades caribeñas.5 Como notamos más adelante, tanto la notación específica como el hecho de que tengamos dos acentosfonológicamente contrastivos según el pico se sitúe en la tónica o en la postónica son temas debatibles.6 Este contorno con descenso en la tónica se ha descrito como propio del último acento de las declarativasneutras en portugués (Frota 1998), en italiano (Grice 1995, D’ Imperio 2002) y en catalán (Prieto 2002).Beckman et al. (2002) afirman haberlo encontrado en todos los dialectos del español que han examinado,aunque con diferencias en cuanto a su frecuencia. En el habla del autor del presente artículo este contornono parece ocurrir, o por lo menos es muy infrecuente, por lo que el enunciado de la figura 5 fue producidopor imitación y no refleja la pronunciación espontánea del autor.

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Fig. 5. llegarán mañana

(8) llegarán mañana | | L*+H H+L* L%

Conviene también notar que todas las sílabas con acento léxico no siempre portanacento tonal. En la figura 6 (¡Anda que el vecinito que teníamos al lao!, ¿eh?), tomada deuna conversación natural, por ejemplo, la sílaba con acento léxico de la palabra teníamosno tiene ningún tipo de prominencia tonal.

Fig. 6. ¡Anda que el vecinito que teníamos a lao!, ¿eh?

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En lenguas como el inglés y las lenguas románicas el que una palabra reciba o noprominencia por medio de un acento tonal es en cierta medida una opción pragmática delhablante que le permite resaltar más unas palabras que otras (Bolinger 1972), aunqueentre estas lenguas encontramos diferencias importantes en la ‘densidad’ de acentostonales que se considera normal. Así la desacentuación (el que una palabra aparezca sinrelieve tonal) es muchísimo más frecuente en inglés que en español. El portugués europeotambién parece diferenciarse de otras lenguas románicas como el español y el italiano enpresentar una menor densidad de acentos tonales: en declarativas neutras sólo la primerapalabra y la última suelen presentar acentos tonales (Frota 1998, 2002).7

El número y tipo de acentos tonales puede variar de lengua a lengua. Es de notarque para todas las lenguas que se han analizado hasta ahora empleando este modelo hayacuerdo unánime o casi unánime en que basta con especificar como mucho dos tonoscomo constituyentes del acento tonal. En principio, el sistema nos permite distinguir lossiguientes acentos monotonales y bitonales:

H* Pico en la tónicaL* Valle en la tónicaL+H* Pico en la tónica precedido por un valle (subida de la pretónica a la tónica)L*+H Valle en la tónica seguido por un pico (subida de la tónica a la postónica)H+L* Valle en la tónica precedido por un pico (bajada de la pretónica a la tónica)H*+L Pico en la tónica seguido por un valle (bajada desde la tónica)

El análisis de los contornos entonativos de una lengua determinada es lo que nosllevará a postular la existencia de unos u otros acentos contrastivos en esa lengua.Además de las notaciones dadas existen otras posibilidades como H+H* (empleado enalgunos análisis del inglés) y la existencia de acentos tritonales (como, por ejemplo,L+H*+L) no está tampoco necesariamente excluida, aunque no se haya utilizado enninguna de las lenguas analizadas hasta ahora en este modelo.

Hay lenguas como el japonés de Tokio que tienen un único acento tonal (H*+L:un pico en la tónica seguido por una bajada inmediata del tono). Para el inglés se hapropuesto un inventario con al menos 5 acentos tonales diferentes (Beckman yHirschberg 1994, Beckman y Elam 1997, Syrdal et al. 2001; 7 en el análisis dePierrehumbert 1980). El español parece representar una situación similar a la del inglésaunque quizá con un número más limitado de acentos tonales. En un análisis reciente(Beckman et al. 2002) se proponen 3 o 4 acentos tonales diferentes para el español, los 7 En otras lenguas como el japonés de Tokio y el vasco vizcaíno septentrional, por el contrario, no existe tallibertad en el uso de acentos tonales. Como explicamos después, en estas lenguas el que una palabra sepronuncie o no con acento es una propiedad léxica de cada palabra. Algunas palabras tienen acento léxico ynecesariamente han de recibir un acento tonal y otras, por el contrario, no pueden recibir nunca un acento(en vasco a no ser que sean finales de frase). Así , en los dialectos vascos relevantes en un ejemplo comoeskóla ederra ‘la hermosa escuela’ la palabra eskóla necesariamente ha de llevar un acento tonal (esta frase,pronunciada aislada, tiene siempre dos acentos, sobre -kó- y sobre la última sílaba -rra, que recibe acentode frase) , mientras que en alaba ederra ‘la hermosa hija’, la palabra alaba, que pertenece a la clase léxicade palabras inacentuadas, no puede llevar prominencia acentual de ningún tipo (esta frase se pronunciaobligatoriamente con un único acento, el acento de frase sobre la última sílaba). Beckman y Venditti (2000)afirman que en japonés se utiliza la mayor o menor amplitud del campo tonal para producir los efectospragmáticos de otorgar mayor o menor énfasis que en inglés se consiguen mediante la localización deacentos tonales sobre ciertas palabras.

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que ya hemos ilustrado: L*+H (subida con pico después de la tónica, como en los dosacentos prenucleares de la figura 4 y en las figuras 11 y 12); L+H* (subida con pico en latónica, como en el acento nuclear de las mismas figuras); H+L* (descenso durante latónica, como en el acento nuclear en la figura 5) y H* (pico pequeño sin valleprecendente, propuesto provisionalmente para casos no identificables como ninguno delos otros tres acentos). Estos autores discuten también la posibilidad de añadir alinventario de acentos tonales un acento nuclear L* en oraciones interrogativas como lasde la figura 3.8

Un tema relacionado con éste es si es suficiente con los dos elementos básicos L yH. Claramente en algunas lenguas con tono léxico (como el yoruba) podemos tenercontrastes que requiren tres (L, M y H) o más niveles tonales fonológicamentecontrastivos. Sin embargo, las lenguas en que los tonos tienen puramente valorpragmático y no léxico no parecen requerir más contrastes en sus acentos tonales de losque nos proporcionan los dos tonos fonológicos L y H. En cuanto a los tonos de frontera,en algunos análisis se ha empleado M% para indicar un tono medio final que contrastatanto con una subida final como con una bajada (Beckman et al. 2002 lo proponenprovisionalmente para el español).9

3. Escalonamiento tonalEn un ejemplo como el dado en la figura 7 (viene de Alemania mañana) podemos notarque hay un escalonamiento descendente de los tres picos tonales: cada pico es más bajoque el anterior.

8 Notemos, de pasada, que la falta de una comprensión clara de la relación entre acento léxico y acentotonal ha llevado a algún autor a negar que en español la frecuencia fundamental sea un correlato importantedel acento, basado en mediciones de altura tonal. Obviamente si la sílaba tónica está asociada con un acentotonal L*+H o H+L* vamos a encontrar que esta sílaba no es la que tiene mayor altura tonal en la palabra.La conclusión de que, por tanto, la frecuencia fundamental no es un correlato del acento es, sin embargo,completamente errónea.9 En Gussenhoven et al. (1999) se propone un contraste ternario entre H%, L% y %, donde % se utiliza paradescensos incompletos sin caída a un nivel bajo y es esencialmente equivalente a M%.

PARILLO
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Fig. 7. Viene de Alemania mañana

(9) Viene de Alemania mañana | | | L*+H L*+H L+H* L%

En la medida en que este fenómeno --que se conoce como downstep y quepodemos traducir como “escalonamiento descendente”-- es predecible y automático, nonecesitamos marcarlo en nuestra transcripción tonal. Es posible, sin embargo, que lalengua tenga un contraste pragmático entre secuencias escalonadas y secuencias dondelos picos acentuales sucesivos se mantienen más o menos al mismo nivel. Por ejemplo, lasuspensión del escalonamiento descendente puede indicar énfasis o una distinción entreinformación conocida e información nueva. En ese caso se indica la presencia deescalonamiento, por medio del símbolo ! , tomado de la tradición africanista detranscripción tonal. Así, H* seguido de !H* sería una secuencia de dos picos acentualesdonde el segundo es considerablemente más bajo que el primero, mientras que H*seguido de otro acento H* sin diacrítico de escalonamiento indicaría dos picos tonales aaproximadamente el mismo nivel.

Por otra parte para el español se ha propuesto que algo que hay que indicar en latranscripción prosódica es el escalonamiento ascendente (upstep), por ejemplo en laspreguntas con “entonación circunfleja” típicas del español caribeño. Beckman et alii(2002) proponen indicar este fenómeno mediante el diacrítico (¡). En el ejemplo de lafigura 8, el tercer acento muestra upstep y el cuarto downstep:

Figura 8. Mi hermano viene de Alemania mañana(10) Contexto: ¿Cuándo viene tu hermano de Alemania?)

Mi hermano viene de Alemania mañana

12

| | | | L*+H L*+H L*+¡H L+!H* L%

En español en oraciones declarativas con estructura informaciónconocida/información nueva solemos encontrar una curva ascendente hasta el final de laparte del enunciado que representa información nueva. En Hualde (2002) se proponeindicar este fenómeno por medio de un tono de frontera H- que causaría elescalonamiento ascendente (véase también Nibert 2000). Los mismos efectos lospodemos indicar con los diacríticos empleados en (10).

Notemos también que los niveles L y H se interpretan de forma relativa. Comopodemos observar en los ejemplos anteriores, un tono H hacia el final del enunciadopuede tener un valor absoluto incluso más bajo que un tono L en la parte inicial delmismo enunciado. Marcaremos un tono determinado como H si tenemos una subida conrespecto a las sílabas inmediatamente precedentes. La interpretación relativa (o ‘local’)de los tonos H y L, junto con el empleo de diacríticos de escalonamiento es lo que nospermite analizar lenguas como el inglés y el español, así como el resto de las lenguas sintono léxico estudiadas hasta ahora, con sólo dos tonos, H, L, en contraste con otrasteorías anteriores, como la de Trager y Smith (1951) y Pike (1945) en que se reconoce unnúmero mayor de niveles para el inglés sin que esto permita llegar a resultadossatisfactorios (Pierrehumbert 2000).

4. Frases prosódicas y tonos de fronteraEn lo que podemos considerar el análisis estándar de la entonación inglesa dentro

del modelo AM (el desarrollado por Pierrehumbert, Beckman y sus colaboradores) sedistinguen dos tipos de frases prosódicas: la frase entonativa y otra unidad menordenominada frase intermedia. Una frase entonativa consiste en una o más frasesintermedias. Una frontera de frase intermedia indica un grado de disjunción menor al quese encuentra al final de una frase entonativa. Al final de ambos tipos de frase podemostener un tono de frontera. Como hemos indicado más arriba, los tonos de frontera de fraseentonativa se indican como L%, H%. Los tonos que marcan el final de una fraseintermedia se señalan como L-, H-. Tomemos un ejemplo como el siguiente: ¿quierescerveza alemana, vino de Rioja, o agua con gas? Probablemente este enunciado lopronunciaríamos con dos disjunturas menores, donde hemos colocado una coma,señaladas prosódicamente por un tono alto:

(11) [[¿quieres cerveza alemana] [vino de Rioja] o agua con gas?]] | | H- H-

Esta frase entonativa contendría, pues, tres frases intermedias. Lógicamente, elfinal de la frase entonativa es también el final de una frase intermedia. Esto quiere decirque al final de una frase entonativa podemos tener una secuencia de dos tonos defrontera, T- T%, dando lugar a la posibilidad de tener contornos tonales más complejos alfinal de una frase entonativa que al final de una simple frase intermedia (Beckman yPierrehumbert 1986). Todo esto lo ilustramos en (12) que muestra una frase entonativa

13

hipotética consistente en dos frases intermedias cada una de las cuales contiene a su vezdos palabras con acentos tonales:

(12) [ [ooo ooo] [ooo ooo ] ] | | | | | | |

T* T* T- T* T* T- T%

La existencia de estos dos tipos o niveles de frases ha sido justficada para elinglés en el trabajo de Pierrehumbert y estudios posteriores. Esto no quiere decir, sinembargo, que todas las lenguas presenten la misma estructura con dos tipos de frasesprosódicas. Según la lengua es posible que tengamos un número mayor o menor deniveles de frase. Para el español, no encontramos acuerdo entre los autores que se hanocupado del tema. Sosa (1999) propone que no necesitamos reconocer más de un nivel defrase prosódica. No necesitamos, pues, frases intermedias en el análisis. Nibert (2000) yHualde (2002), por el contrario, abogan por el reconocimiento de la existencia de frasesintermedias y sugieren que la posibilidad de alterar la posición de la frontera de estasfrases es lo que nos permite dar diferentes interpretaciones a ciertos textos ambiguos(véase también Prieto 1997 para el catalán). Así la interpretación de un texto como vimospueblos y campos abandonados (¿Estaban abandonados los pueblos y los campos, o sólolos campos?) puede depender de cómo dividamos el texto en frases intermedias. Otomemos el ejemplo la vieja lanza la amenaza (que adoptamos de Prieto 1997,traduciéndolo del catalán). Este texto es un ejemplo de homonimia léxica y tiene, pues,dos significados básicos diferentes según lanza se interprete como sustantivo o comoverbo( y lo mismo para amenaza); es decir, la estructura sintáctica puede ser (13a) o(13b):

(13) a. [la vieja]SN [lanza la amenaza]SVb. [la vieja lanza]SN [la amenaza]SV

Como señalamos en Hualde (2002) este texto tiene una pronunciación que esambigua y otra que no lo es. Pronunciado como en (14a) la palabra lanza esnecesariamente un verbo; es decir la estructura sintáctica es (13a). Por el contrario, si lafrontera de frase intermedia está después de lanza, ambas estructuras sintácticas en (13)son posibles:10

(14) a. la vieja H- lanza la amenazaNo ambiguaPosible contexto: ¿qué hace la vieja?

b.la vieja lanza H- la amenazaAmbiguaPosibles contextos: (a) ¿qué lanza la vieja?

(b) ¿por qué teme María a la vieja lanza?

10 Los hechos son parecidos (pero hay diferencias entre lo que se interpretaría normalmente comoinformación conocida o nueva) si en vez de H- utilizamos un tono bajo L- señalando el límite de la fraseintermedia.

14

Estas interpretaciones dependen de las relaciones posibles entre frases sintácticasy prosódicas en el idioma.11

Hay que decir algo más sobre la realización de secuencias finales T-T%.Obviamente, ambos tonos no pueden realizarse estrictamente al final de la frase. Eninglés el primero de los dos tonos de la secuencia, el indicado como T-, parece tener unacierta flexibilidad de alineación entre el último acento tonal y el tono T%, que se alineacon el límite de la frase. Para el inglés las cuatro combinaciones posibles de tonos defrontera al final de una frase entonativa reciben las siguientes interpretaciones (nosbasamos en las definiciones en Beckman y Hirschberg 1994):

L- L% Descenso final (como al final de una oración declarativa)L- H% Descenso incompleto con subida de continuación al finalH- L% Tonema de suspensión, terminación en tono medio planoH- H% Subida final (como encontramos normalmente al final de una interrogativa total)

Hemos visto antes que en muchas lenguas, incluyendo el inglés y el español, esnecesario postular acentos bitonales además de monotonales. En el caso de los tonos defrontera, por otra parte, no parece ser necesario incluir unidades bitonales. Lacombinación de dos unidades monotonales T- y T% al final de la frase entonativa, unidaa las diversas especificaciones posibles del último acento tonal, ofrecen suficientesposibilidades para analizar todos los contornos finales que aparecen en estas lenguas sinnecesidad de recurrir a tonos de frontera más complejos. Aún más, para el español se hapropuesto que no hay tonos correspondientes a límites de frase intermedia y que essuficiente con un tono H% o L% siguiendo al último acento tonal para dar cuenta detodos los contornos finales que encontramos (Sosa 1999).

Los tonos de frontera que hemos considerado hasta ahora se asocian con el finalde una frase prosódica. En algunos casos, sin embargo, es útil postular también lapresencia de tonos iniciales de frase. Así, el hecho notado por Navarro Tomás de que lasinterrogativas en español pueden tener un comienzo (y nivel general) más alto que lasdeclarativas es interpretado por Sosa (1999) mediante un tono alto inicial %H. De lamisma manera, en japonés hay una subida entre la primera y segunda sílaba de ciertasfrases, que Pierrehumbert y Beckman (1988) analizan como una secuencia inicial %L H-marcando el comienzo de la frase. Es interesante notar que el mismo fenómeno se da enciertos dialectos vascos hablados en la parte norte de Vizcaya, como vemos en el ejemploen la figura 10 (que reproducimos de Hualde et al. 2002). En este ejemplo puede verseque hay una subida de la primera a la segunda sílaba de la frase, a partir de la cual elcontorno se mantiene en tono alto relativamente plano hasta llegar a la sílaba acentuada.Siguiendo la propuesta de Pierrehumbert y Beckman (1988) para el japonés, esta subidainicial de frase ha sido analizada como %LH- (Jun y Elordieta 1997, Elordieta 1998,Hualde et al. 2002):

11 A pesar de estos hechos, Beckman et al. (2002) concluyen, con Sosa (1999), que en español no hayevidencia suficiente para postular más de un nivel de frase prosódica. En el análisis de estos autores, lasfronteras de frase intermedia que hemos señalado podrían ser fronteras de frase entonativa.

15

Figura 10. lagunen alabiá etorri da ‘ha venido la hija del amigo’

(15) vascuence vizcaíno septentrional

[lagunen alabiá] etorri da | |

%L H- H*+L

En los dialectos vascos en cuestión, como en japonés, hay un contraste léxicoentre palabras con acento y palabras sin acento, que no llevan prominencia sobre ningunasílaba. Es decir, mientras que en una lengua como el español las únicas palabras quesistemáticamente carecen de acento son palabras funcionales como preposiciones yartículos definidos (y aun estás palabras pueden acentuarse en contextos contrastivosespeciales), en vizcaino septentrional la mayoría de las palabras son léxicamenteinacentuadas. Estas palabras sólo llevan acento, sobre su última sílaba, cuando aparecenal final de frases focalizadas. En otras posiciones nunca recibe un acento tonal. Esto es loque observamos en la figura 10, arriba, donde las dos palabras de la frase lagunen alabiá‘la hija del amigo’ son léxicamente inacentuadas y la última sílaba de la frase recibe unacento por encontrarse en posición preverbal, que es la posición de foco en esta lengua.En frases producidas aisladamente o en posición de foco en la oración que contienen sólopalabras sin acento léxico, hay un tono bajo en la primera sílaba seguido por un subida enla segunda y un tono alto desde esta sílaba hasta la última de la frase, donde el tono bajabruscamente, como vemos en la figura. Si la frase contiene alguna palabra con acentoléxico, por otra parte, la bajada del tono se produce inmediatamente después de la sílabacon acento léxico. Eso es lo que tendríamos en, por ejemplo, lagúnen alabiá ‘la hija delos amigos’, donde la forma de genitivo plural lagúnen lleva acento léxico y que formaun par mínimo con el ejemplo anterior. En este caso, tendríamos una subida en lasegunda sílaba seguida inmediatamente por una bajada, como resultado de la secuenciade especificaciones tonales %L (H-) H*+L realizada sobre las tres primeras sílabas:

(16)[lagúnen alabiá] etorri da ‘ha venido la hija de los amigos’

16

| | | %L H*+L H*+L

Vemos, pues, que aunque lo más común es que el final de las unidades prosódicasse asocie con tonos de frontera, en ciertos casos y en ciertas lenguas encontramos tonosde frontera también al comienzo de la unidad.

5. Algo más sobre los tonos o ‘acentos’ de fraseLos elementos tonales que representamos como T- (esto es, H- o L-) se asocian

como hemos dicho con el final (o el principio) de una frase intermedia y en combinacióncon T% marcan el contorno final de una frase entonativa, siguiendo al último acento.Estos elementos T- suelen recibir el nombre de phrase accents o “acentos de frase”. Estadenominación un tanto sorprendente (¿por qué se llaman “acentos” si no se asocian consílabas léxicamente prominentes?) tiene una explicación histórica: el concepto y sunombre fueron adoptados por Pierrehumbert (1980) del análisis del sueco propuesto porBruce (1977).

En sueco, contrariamente a lo que ocurre en la mayoría de las lenguas europeas,los contornos tonales tienen, en parte, función léxica. Según la clase léxica a la quepertenezca la palabra (acento I o acento II) ésta aparecerá con un tipo de contorno o conotro en un contexto determinado. Un conocido par mínimo es, por ejemplo, el que nosproporcionan las palabras ánden ‘el pato’y ànden ‘el espíritu’, ambas con acento léxicoen la primera sílaba pero con melodías asociadas diferentes. Pronunciadas aisladamente,lo que caracteriza a las palabras con acento II es la presencia de dos picos tonales:

(17) Sueco: acento I vs. acento II

á n d e n à n d e n‘el pato’ ‘el espíritu’

Bruce examinó la realización del contraste acentual en otros contextos, como elprenuclear y observó que, aunque la distinción se mantiene aquí también, ya no tenemosun contraste entre un pico tonal y dos, sino que lo que ocurre es que el único pico queencontramos para ambas clases de palabras se alinea antes con respecto a la sílabaacentuada en las palabras de la clase con acento I que en las palabras con acento II. Estadiferencia de alineación es el elemento constante que permite caracterizar los dos acentosa través de todos los contextos entonativos, nuclear, prenuclear y postnuclear. Bruce llegaa la conclusión de que en sueco hay un contraste fonológico entre dos acentos tonales,diferenciados en su alineación con respecto a la sílaba acentuada y que podemosrepresentar como H+L*, para palabras con acento I, y H*+L, para palabras con acento II.

¿Cómo explicamos, entonces, la descripción clásica que establece un contrasteentre palabras con un pico acentual y palabras con dos picos? (como en (17)) Esto sedebe, concluye Bruce, a que en palabras aisladas tenemos necesariamente focalización dela palabra y en sueco la focalización de una frase introduce un tono H antes del descensofinal. Para referirse a este tono alto Bruce emplea el término “acento de frase”, pues suscaracterísticas son similares a las del acento tonal asociado con la sílaba tónica, pero sirve

17

para otorgar prominencia a la frase focalizada. En palabras con acento II tendríamos puesuna secuencia que, usando la notación AM, podríamos representar como H*+L H- L%,que produce los dos picos que observamos en este caso: uno en la tónica y otro en lapostónica. Los dos picos corresponden a los dos “acentos”, el acento de palabra, H*+L, yel acento de frase, H-.

Pierrehumbert (1980) observó que en inglés podemos tener varios contornosdiferentes en la porción del enunciado entre el acento nuclear y la frontera final de lafrase entonativa. Para marcar estos eventos tonales esta autora introdujo la notación T- ypropuso utilizar el término “acento de frase” por analogía con el análisis de Bruce,aunque para el inglés parece mucho menos apropiado referirse a estos elementos, H- y L-como “acentos”. En posteriores trabajos de Pierrehumbert y sus colaboradores seestablece una relación clara entre el “acento de frase” y el concepto de “frase intermedia”en el análisis del inglés.

Grice et al. (2000) argumentan que en una serie de contornos de varias lenguaseuropeas el mejor análisis consiste en postular un tono T- que se asocia inmediatamentedespués de un acento tonal. Es decir, este tono busca también para su asociación unasílaba acentuada, aunque puede estar también simultáneamente asociado con la fronterafinal, o podemos tener una ‘copia’ del mismo tono con una frontera final, dando lugar auna serie de sílabas aproximadamente al mismo nivel. Para dar un ejemplo, en el dialectohúngaro de Transilvania hay un contorno interrogativo en que la palabra con acento focallleva un tono bajo (L*) en su sílaba tónica (que en húngaro es siempre la primera de lapalabra) y a partir de aquí tenemos un tono alto hasta la penúltima de la oración, donde seproduce el descenso. Grice et al. (2000) proponen que en este caso un acento de frase H-se asocia inmediatamente después del acento tonal L* y otro con la penúltima sílaba de laoración (las mayúsculas indican focalización):

(18) Húngaro de Transilvania (Grice et al. 2000)

LATTAD Ildikot ] ‘¿Has VISTO a Ildiko?’ | \ | |

L* H- H- L%

La noción de “acento de frase” puede, pues, resultar útil para analizar fenómenostonales que ni sirven para otorgar prominencia a la sílaba con acento léxico ni estánestrictamente localizados al final de una frase. Por lo que respecta al español, sinembargo, no está claro que sea necesario hacer uso de este concepto. Como ya hemosseñalado, Sosa (1999) afirma que dado que en español normalmente hay como muchosólo una o dos sílabas después del acento nuclear y antes del final de la frase, lacombinación de acentos bitonales con tonos de frontera unitarios es suficiente para darcuenta de todos los contornos finales. Como nota Prieto (2001) en su reseña de Sosa(1999), es muy posible, sin embargo, que el estudio de un número de contextospragmáticos superior al analizado por Sosa (1999) revele la existencia de contornos máscomplejos que requieran la utilización de acentos de frase para su análisis.

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6. Nivel de representaciónUna pregunta que debemos hacernos es el nivel de representación a que

corresponde la notación AM. Claramente la transcripción de la entonación de unenunciado en el modelo AM no es el equivalente prosódico de la transcripción de sussegmentos por medio de un alfabeto fonético. Esto es bastante obvio. Por medio de unsistema de transcripción como el que nos ofrece el alfabeto fonético internacionalpodemos representar el aspecto segmental de enunciados de una lengua que nocomprendemos y cuyo sistema de contrastes fonológicos aún no conocemos. Por elcontrario la transcripción AM de la entonación de un enunciado requiere laprevia identificación de las sílabas con acento léxico y que conozcamos el sistema decontrastes tonales posibles en la lengua. Para transcribir correctamente los elementostonales que constituyen la entonación de un enunciado tenemos que localizar las sílabasacentuables; esto es, los posibles puntos de anclaje de los acentos tonales, lo cual, comosabemos, es una propiedad léxica de las palabras en una lengua como el español. Esdecir, no utilizamos directamente la curva de F0 para determinar qué sílabas llevanprominencia acentual, sino que antes de empezar a interpretar la curva de F0 tenemos quenotar cuáles son las sílabas con acento léxico. Sólo entonces podremos decidir si estassílabas tienen o no prominencia tonal en el enunciado que estamos considerando.

Como en otras lenguas románicas, en español podemos encontrar también a vecesacentos tonales sobre sílabas que carecen de acento léxico, generalmente la sílaba inicialde la palabra, como en el siguiente ejemplo: el présidénte déclaró que lá investigacióncóntinuará sin ínterrupción. Nuestro conocimiento de cuáles sílabas poseen acento léxicoes lo que nos permite advertir que en un ejemplo como éste el hablante persigueconseguir un efecto especial mediante la colocación de acentos sobre sílabas a las queléxicamente no corresponde llevarlo. Este efecto es el de dar mayor énfasis a la palabra.En el caso del ejemplo que hemos dado, no tendríamos dificultad en indentificarlo comoperteneciente al estilo de habla enfática que caracteriza la lectura de noticias en latelevisión, dada la frecuencia de acentos sobre sílabas léxicamente átonas. Podemosencontrar, pues, desviaciones en ambas direcciones: ni todas las sílabas con acento léxicollevan acento tonal ni todos los acentos tonales recaen sobre sílabas con acento léxico.Pero la interpretación del efecto pragmatico producido sea por la desacentuación tonalsea por la acentuación de sílabas léxicamente sin acento requiere que conozcamos cuálessílabas poseen acento léxico.12

Una vez que reconocemos que correspondiendo a cierta sílaba con acento léxicotenemos un movimiento tonal determinado, tenemos que decidir cómo transcribirlo. Estova a depender de los tipos de contorno que hayamos determinado que son contrastivos enla lengua. Por ejemplo una subida de la pretónica a la tónica con bajada inmediata en lapostónica puede transcribirse de maneras muy diversas según la lengua (o, incluso, endiferentes análisis de la misma lengua). El reconocer un cierto contorno como, digamos,L+H*, es, pues, algo muy diferente de transcribir una nasal bilabial como [m], para locual no necesitamos ningún conocimiento previo de la lengua.

12 Rialland y Robert (2001) describen el curioso caso del wolof, una lengua no tonal de África Occidentalen que las sílabas léxicamente prominentes no se asocian con acentos tonales, sino que la melodía de losenunciados se compone únicamente de tonos de frontera que indican los límites iniciales y finales de variostipos de frases.

PARILLO
Resaltado
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Resaltado
PARILLO
Resaltado
PARILLO
Resaltado
PARILLO
Resaltado
PARILLO
Resaltado

19

Veamos un ejemplo. Consideremos el contorno en la figura 11:

Fig. 11. Mariano miraba la moneda

El primer paso en el análisis del contorno entonativo de este enunciado ha de ser laidentificación de las sílabas con acento léxico, lo cual requiere conocer la lengua, y de lasfronteras de frase:

(19) Mariano miraba la moneda

El segundo paso es la identificación de los tipos específicos de acento tonal y de lostonos de frontera que tenemos, lo cual requiere un análisis previo del sistema decontrastes entonativos utilizado en la lengua. Un análisis posible del contorno en la figura11 es el siguiente:

(20) Mariano miraba la moneda | | | L*+H L*+H L+H* L- L%

En el hecho de que tengamos que determinar el inventario de elementoscontrastivos (tipos de acento tonal y tipos de tono de frontera) antes de poder transcribirenunciados, el sistema AM se diferencia de otros sistemas de transcripción comoINTSINT, como afirman Hirst, Di Cristo y Espesser (2000:70). Concluimos, pues, que elsistema AM, nos ofrece una transcripción fonológica de la entonación, basada en unanálisis del sistema de elementos tonalmente contrastivos de la lengua que estamostranscribiendo (Pierrehumbert 2000:26).

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6. Problemas de análisisComo acabamos de mencionar, el tipo de transcripción utilizado en el modelo

AM se acerca más a una transcripción fonémica que a una transcripción fonética, puesrequiere un análisis previo del sistema de contrastes empleado en la lengua. Esto traeconsigo, en primer lugar, el mismo tipo de problemas para establecer el inventario deunidades contrastivas que frecuentemente encontramos a nivel segmental. Para dar unejemplo en el plano de la fonología segmental que suponemos conocido para el lector,varios lingüistas que aceptan que la descripción fonética que ofrece Navarro Tomás paralos sonidos subrayados en pino, peine, tiene, hielo, mayo y conyuge es fundamentalmentecorrecta han propuesto análisis fonólogicos radicalmente diferentes y no podrían ponersede acuerdo en su transcripción fonémica, a pesar del acuerdo en cuanto a los hechosfonéticos. El establecer un inventario de elementos contrastivos en una lenguadeterminada no es, pues, algo que pueda hacerse de manera automática, sino que dependeen parte de decisiones del analista. Pero la dificultad en establecer un inventariofonológico es mucho mayor en el plano de la entonación que en el plano segmental.Podemos decir que mientras que los desacuerdos en el inventario de fonemas segmentalesde una lengua dada se reducen prácticamente siempre a casos muy específicos, en elcampo del análisis AM la falta de acuerdo puede ser bastante mayor. El motivo por elcual esto ocurre es evidente. A nivel segmental, tenemos criterios claros para decidircuando nos encontramos con fonemas diferentes y cuando, por el contrario, tenemosrealizaciones alófonicas de un solo fonema: podemos acudir al significado para dirimiresta cuestión. Esto es lo que nos lleva a concluir que, a pesar de la distancia fonética, [h],[s] y [z] en posición preconsonántica pueden ser todas realizaciones de un único fonema/s/ en español, dado que, por ejemplo, [éhta] y [ésta] son la misma palabra y [mízmo] noes algo diferente que [mísmo] o [míhmo]. De la misma manera y por motivos análogos,no hay desacuerdo en considerar que los segmentos entre corchetes en el inglésamericano a[]om y a[th]omic son dos realizaciones de un solo fonema /t/. El tipo designificados que expresamos por medio de la entonación en lenguas como el inglés y elespañol, por otra parte, no permite una verificación tan sencilla de qué contornos soncontrastivos. Para establecer si dos contornos entonativos son fonológicamentecontrastivos o, por el contrario, son variantes “alotónicas” del mismo contorno es precisollevar a cabo experimentos complejos, cuyos resultados, por otra parte, no son siempreconcluyentes o fáciles de interpretar. A este respecto podemos notar que uno de losprincipales antecedentes intelectuales que sirvieron de base al análisis de Pierrehumbert(1980) y, por tanto, del modelo AM, es el análisis del sueco de Bruce (1977). En sueco,como hemos visto ya, las diferencias entre contornos tonales tienen en parte funciónléxica, sirven para distinguir palabras. El que la diferencia de significado se mantenga encontextos entonativos diferentes permitió a Bruce determinar en qué consisteexactamente la diferencia léxica entre las dos clases de palabra, con acento I y con acentoII. La conclusión de que estos dos acentos tonales son fonológicamente contrastivos seapoya crucialmente en el hecho de que si reemplazamos una melodía por otra podemosobtener una palabra diferente. Siempre podemos preguntarnos si se trata de la palabra‘pato’ o de la palabra ‘espíritu’’, para usar el par mínimo que hemos visto más arriba.Claramente, los acentos contrastivos que se postulan para lenguas como el español o elinglés carecen de este apoyo, dado que en estas lenguas los diferentes contornos tonalestienen funciones puramente pragmáticas y no léxicas. Esto puede llevar a que diferentes

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analistas trabajando dentro del modelo AM propongan inventarios de elementoscontrastivos muy diferentes para la misma lengua.

En la práctica, se utilizan dos métodos para establecer la validez de un análisisAM concreto. El primer método consiste en la demostración de que es posible entrenar aun grupo de expertos en la utilización de una transcripción dada y que estostranscriptores, trabajando independientemente unos de otros, coinciden en gran medidaen su etiquetado de nuevos textos (véase Pitrelli et al. 1994, McGory et al. 1999, Syrdalet al. 2001).

El segundo método consiste en demostrar que podemos sintetizar contornos de F0que se asemejan mucho a los originales empleando el análisis propuesto. En la medida enque podamos utilizar el análisis propuesto de manera satisfactoria para la síntesisprosódica de cualquier tipo de texto en la lengua, habremos demostrado también quehemos encontrado los elementos que se combinan en la lengua para generar suscontornos melódicos (Gussenhoven y Kerkhoff 2001).

Dadas las características fonológicas del modelo teórico, un objetivo prioritarioentre los defensores del sistema AM ha sido el llegar a un consenso de transcripción paracada lengua que permita a todos sus usuarios interpretar los datos de una manerauniforme. Esto es algo semejante, a nivel prosódico, a las discusiones que suelen tenerlugar cuando se trata de fijar la ortografía de una lengua.

Como resultado del acuerdo entre un grupo de expertos interesados en latranscripción del inglés surgió la transcripción ToBI para esta lengua (Silverman et al.1992, Beckman y Ayers 1994, Beckman y Hirschberg 1997), que desarrolla y modificaen parte las propuestas de Pierrehumbert (1980) y Beckman y Pierrehumbert (1986). Elnombre ToBI corresponde a las iniciales de Tone and Break Indices y hace referencia alhecho de que un aspecto importante del modelo es que, además de la transcripción de lostonos, incluye índices de separación prosódica entre palabras (que se emplean paradetectar la presencia de posibles tonos de frontera entre frases). Después ha habidopropuestas semejantes para muchas lenguas como el serbo-croata (Sc-ToBI, Godjevac2000), el coreano (K-ToBI, Jun 2000), el griego (Gk-ToBI, Arvaniti y Baltazani 2000), elitaliano (ToBIt, Avesani 1995), el alemán (Grice et al. 1996), el japonés (Venditti 1995),el español (Sp-ToBI, Beckman et al. 2002) y bastantes otras (véase Jun, en prensa). Lamedida en que hay acuerdo entre los expertos en la adopción de la propuesta ToBIpertinente varía mucho de lengua a lengua. Así la existencia de Sp-ToBI no implica nimucho menos que todos los estudiosos de la entonación en español que utilizan el sistemaAM acepten todos los detalles de la propuesta de Beckman et al. (2002). En algunoscasos han surgido importantes contrapropuestas. Así, una “herejía” importante es larepresentada por el sistema TODI (Gussenhoven, Rietveld y Terken 1999) ideado en unprincipio para la transcripción del holandés pero que aspira a convertirse también en labase de la transcripción estándar del inglés. Para el francés también existen dospropuestas de análisis AM radicalmente diferentes, la de Post (2000), por una parte, y lade Jun y Fougeron (1995, 2000, 2002), por la otra.

Por lo que respecta al español, aunque hay acuerdo bastante general en ciertospuntos del análisis, hoy en día tanto el número de acentos tonales diferentes que tenemoscomo su definición o etiquetado son temas controvertidos. Los problemas surgen denuevo del carácter fonológico más que fonético de la transcripción.

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Para hacernos una idea de las dificultades que pueden surgir para llegar a unacuerdo en el análisis de hechos de entonación dentro del modelo AM, consideremos unejemplo sencillo: Una misma serie de picos acentuales puede interpretarse bien como unasecuencia de movimentos ascendences (LH) o bien como una secuencia de movimentosdescendentes (HL). Supongamos, en efecto, que encontramos un contorno como el quetenemos en la figura 12 (adoraban a mi hermana) y que, después de observar unnúmero suficientes de ejemplos, llegamos a la conclusión de que podemos caracterizarlode la siguiente manera: “El tono se mantiene bajo hasta el comienzo de la primera sílabacon acento léxico. A partir de este punto tenemos una subida que culmina en la postónica.Después tenemos una bajada hasta la siguiente sílaba acentuada, donde empieza otrasubida. En el último acento de la frase la cumbre se alcanza en la tónica, habiendo unabajada final a partir de aquí”. Este contorno (que es el que muestran también varios delos ejemplos vistos más arriba) podemos esquematizarlo como hacemos en (21).Asumamos que no hay ninguna controversia en cuanto a la descripción de los hechos.Entre otras posibilidades y dejando a un lado la posibilidad de tener tonos de frontera defrase intermedia (en concreto, L- L% en vez de simplemente L% al final del enunciado),tenemos los tres análisis AM que indicamos debajo del ejemplo:

Fig. 12. Adoraban a mi hermana

(21)

a do ra ban a mi her ma na

a. L*+H L*+H L%a’. L*+H L+H* L%b. %L H*+L H*+L L%

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En el análisis en (a) postulamos dos acentos ascendentes (L*+H) con descensofinal provocado por el tono de frontera L% (una versión de este análisis la encontramos,por ejemplo, en Hualde 2002). El tono se mantiene bajo hasta el comienzo de la sílabaacentuada porque tenemos un acento que especifica la presencia de un valle seguido poruna subida. La distinta posición del pico tonal en los dos acentos puede ser atribuida aque el tono de frontera L% requiere la retracción del pico en el acento nuclear.

El análisis en (a’) es una variante de (a) donde los dos acentos ascendentes seanalizan como categorías fonológicas diferentes debido a la distinta posición del pico,tardía o temprana, con respecto a la sílaba tónica. Este análisis con dos acentoscontrastivos, L*+H y L+H* es el adoptado en Face (2001b) y Beckman et al (2002) y queempleamos también arriba en (5) y (7). La decisión entre los análisis (a) y (a’) dependede que encontremos motivos independientes para postular que estos dos contornosacentuales son realmente contrastivos y no alofónicos en la lengua.

En el análisis en (b), que se basa (con alguna modificación de menor importancia)en el propuesto por Gussenhoven para hechos comparables en holandés, los mismoscontornos se interpretan no como acentos ascendentes sino como acentos descendentes,H*+L. El nivel tonal bajo hasta la sílaba acentuada se atribuye a la presencia de un tonode frontera inicial %L, mientras que la bajada después del primer pico es parte de laespecificación del acento descendente H*+L. Por supuesto, podríamos tener también unanálisis (b’) con dos tipos de acento descendente con distinta especificación fonológica,H*+L, H+L* si encontramos que la posición del pico es fonológicamente contrastiva.

¿Cómo podemos decidir cuál de los análisis es el correcto? El carácterfonológicamente contrastivo de la posición del pico tonal con respecto a la sílaba tónicapodría en principio decidirse experimentalmente. Así se ha propuesto que la presencia deun pico temprano (en la tónica) en una palabra no final en la oración, como en (22), seinterpreta como foco estrecho sobre esa palabra y que, por tanto, tenemos un contraste enla posición del pico acentual que debe ser atribuida la la presencia de un contraste entredos acentos fonológicamente distintos.

(22)

a do ra ban a mi her ma na

Igualmente, en principio podríamos idear experimentos que nos permitierandecidir si en el movimiento acentual los dos tonos que van juntos y de alguna manera seasocian con la sílaba tónica son los correspondientes a la subida (LH) o loscorrespondientes a la bajada (HL).

El hecho es, sin embargo, que incluso en el caso de las lenguas mejor estudiadasdentro de este modelo encontramos diferencias considerables entre las diferentespropuestas de análisis. Así basta comparar el sistema ToBI de trascripción del ingléspropuesto por M. Beckman, J. Pierrehumbert y sus colaboradores con la propuesta de C.Gussenhoven plasmada en el sistema TODI para el holandés para darse cuenta hasta quépunto es posible tener análisis diferentes para los mismos contornos. Según Gussenhoven(Gussenhoven y Kerhoff 2001) las variedades estándar del inglés y del holandéscoinciden casi totalmente en su sistema entonativo. Así, pues, las divergencias en el

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análisis pueden atribuirse a diferencias reales entre las dos lenguas, el inglés y elholandés, sólo en muy pequeña medida. De hecho Gussenhoven y Kerhoff (2001)presentan una comparación detallada entre las dos transcripciones de un gran número decontornos entonativos que se encuentran tanto en una lengua como en la otra. Comobotón de muestra puede bastar este ejemplo que es similar en su contorno al queacabamos de dar para el español:13

(23)

Het hoeft niet altijd op een mislukking uit te lopenToDI %L H*L H*L L%ToBI H* L+H* L-L%

‘No tiene que resultar siempre en un fracaso’

Aunque el propósito de Gussenhoven y Kerhoff (2001) es mostrar la superioridad delanálisis ToDI sobre ToBI, es poco probable que los argumentos resulten convincentes alos partidarios del otro análisis. En mi opinión, el permitir esta multiplicidad de análisisposibles es el punto más débil del sistema métrico autosegmental en la actualidad.

Como nota Ladd (1996) en las últimas páginas de su libro, otro problema quequeda sin resolver completamente en el modelo AM tiene que ver con el tratamientofonológico de las diferencias de campo tonal. Hay aspectos del campo tonal que parecenser claramente paralingüísticos y que podemos por tanto excluir de nuestro análisisfonológico. Según el locutor o el interés con que hable la amplitud del campo tonal, esdecir, la distancia en Hz entre valles y picos, puede ser mayor o menor. También es unhecho común que la amplitud del campo tonal se vaya reduciendo del principio al finaldel enunciado, sin que esto tenga relevancia lingüística ni sea percibido por el oyente. Loque está menos claro es cuál es el tratamiento adecuado de las diferencias relativas entreacentos tonales que pueden ser manipuladas por el hablante para lograr efectospragmáticos específicos. Sobre este tema hay varias propuestas. Siguiendo la propuestade Beckman et al. (2002) para el español, en este capítulo hemos considerado un análisisen que estos hechos de prominencia relativa aparecen directamente incorporados a laespecificación tonal fonológica, por medio de diacríticos de upstep o downstep añadidosal tono H de acentos bitonales. Ladd (1996), por el contrario, propone que el que unacento tonal se realice con mayor o menor amplitud tonal relativa no debe indicarsedirectamente en el plano tonal, sino que es preferible derivar estos hechos de la estructuramétrica del enunciado, que constituye una representación fonológica independiente derelaciones de prominencia entre constituyentes prosódicos.

Por otra parte, entre las ventajas del sistema métrico autosegmental destaca elpermitir una comparación detallada de los contornos lingüísticamente contrastivos de una

13 En el sistema ToDI se hace una distinción entre acentos bitonales con el símbolo +, como H*+L donde lasegunda especificación se realiza inmediatamente después de la primera (una bajada brusca en este caso) yacentos sin este símbolo, como H*L donde el segundo tono tiene una realización más prolongada en eltiempo (una bajada lenta hasta la próxima especificación tonal, en este caso). Este contraste de notación nose hace en ToBI.

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lengua determinada, haciendo abstracción de aspectos irrelevantes tales como el númerode sílabas o de palabras de cada enunciado. Por dar un ejemplo, el énfasis que elformalismo impone en la alineación exacta entre sílabas específicas y eventos tonales hallevado al descubrimiento de muchos hechos que, operando dentro de otro sistema deanálisis, pudieran muy bien pasar desapercibidos. Otra ventaja importante es que se hademostrado su aplicabilidad a sistemas prosódicos muy diferentes entre sí, desde sistemascomo el del inglés al de lenguas tonales como el chino, pasando por las llamadas lenguasde acento tonal tanto del tipo del japonés como del representado por lenguas europeascomo el sueco, el serbo-croata y ciertos dialectos holandeses y bajo alemanes.

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