Acerca de la Investigación de Futuros.PASADO, PRESENTE Y FUTUROS

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1 Acerca de la Investigacin de Futuros 1 . Serie de artculos dedicada a los alumnos de la UCES. N 1- 22 de mayo de 2009. Yo toco el futuro: enseæo Christa McAuliffe 2 PASADO, PRESENTE Y FUTUROS Dr. Enrique G. Costa Lieste Decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicacin UCES Es nuestro deseo que la serie de artculos que comenzamos con el presente sirva de apoyo terico a los alumnos de la UCES que estÆn cursando el œltimo aæo de sus estudios, donde se les solicita que para finalizar sus carreras piensen en el futuro (o los futuros) que cabe esperar de los temas que aborden en sus Trabajos Finales. En la UCES creemos que las nuevas generaciones de argentinos, a diferencia de las anteriores, deben abrirse al futuro. Para ello, se les ofrecerÆ con estos artculos una gua de los conceptos y de las tØcnicas disponibles para construir los futuros deseables. TambiØn deseamos que esta serie, cuya base es, como vimos, la Investigacin de Futuros, constituya un aporte a los trabajos que en distintos Æmbitos de la UCES se estÆn haciendo con motivo del Bicentenario de la Repœblica Argentina. En verdad, toda la serie estarÆ desarrollada en dos niveles de aplicacin de las tØcnicas de las IF: uno, micro, para tratar en ese nivel problemas puntuales sociales, econmicos y empresariales; y otro macro, que encararÆ las percepciones acerca del contradictorio pasado de nuestro pas, del misterioso presente y de los esperanzados futuros deseables. No hay forma de elaborar un horizonte futuro deseable del pas sin integrar las percepciones del pasado a las del presente como base de una prospectiva plausible. La ciencia divina Desde la antigüedad se ha discutido la naturaleza del futuro. Se hablaba de acontecimientos futuros o simplemente futuros y se sola clasifi carlos en necesarios, aquellos que se referan a una realidad que estaba determinada aun antes de que los sucesos tuvieran lugar (como en parte solan pensar griegos y romanos); y contingentes, o libres, porque no tenan una realidad determinada antes de que surgieran. La cada de una manzana es un futuro necesario en la fsica, pero en la Historia es difcil seæalar que un hecho tenga un futuro necesario. Una revolucin triunfante contra una dictadura no tiene porque tener ante s la certeza de que esa revolucin darÆ a luz a un sistema libre como la repœblica. El ejemplo de la Revolucin Francesa es ilustrativo: la libertØ termin coronando a un emperador militar. Durante la Edad Media una de las discusiones mÆs importantes consista en saber quØ conoca Dios de los futuros contingentes. Por eso al complejo de esta discusin se la categoriz como ciencia divina 3 . Dios poda conocer los acontecimientos 1 Denominacin actual de Prospectiva. (Ver pÆgina web de la UCES). 2 Profesora de Historia, Economa y Leyes en los EE.UU. Primera mujer astronauta de la NASA. Muri en el incendio del Challenger el 28 de enero de 1986. 3 Ferrater Mora, JosØ 1976. Diccionario de Filosofa abreviado. Buenos Aires: Sudamericana, p. 154. I

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Acerca de la Investigación de Futuros1. Serie de artículos dedicada a los alumnos de la UCES. N° 1- 22 de mayo de 2009.

�Yo toco el futuro: enseño� Christa McAuliffe2

PASADO, PRESENTE Y FUTUROS

Dr. Enrique G. Costa Lieste

Decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación UCES

Es nuestro deseo que la serie de artículos que comenzamos con el presente sirva de apoyo teórico a los alumnos de la UCES que están cursando el último año de sus estudios, donde se les solicita que para finalizar sus carreras piensen en el futuro (o los futuros) que cabe esperar de los temas que aborden en sus Trabajos Finales. En la UCES creemos que las nuevas generaciones de argentinos, a diferencia de las anteriores, deben abrirse al futuro. Para ello, se les ofrecerá con estos artículos una guía de los conceptos y de las técnicas disponibles para construir los futuros deseables. También deseamos que esta serie, cuya base es, como vimos, la Investigación de Futuros, constituya un aporte a los trabajos que en distintos ámbitos de la UCES se están haciendo con motivo del Bicentenario de la República Argentina. En verdad, toda la serie estará desarrollada en dos niveles de aplicación de las técnicas de las IF: uno, micro, para tratar en ese nivel problemas puntuales sociales, económicos y empresariales; y otro macro, que encarará las percepciones acerca del contradictorio pasado de nuestro país, del misterioso presente y de los esperanzados futuros deseables. No hay forma de elaborar un horizonte futuro deseable del país sin integrar las percepciones del pasado a las del presente como base de una prospectiva plausible.

La ciencia �divina� Desde la antigüedad se ha discutido la naturaleza del futuro. Se hablaba de �acontecimientos futuros� o simplemente �futuros� y se solía clasificarlos en necesarios, aquellos que se referían a una realidad que estaba determinada aun antes de que los sucesos tuvieran lugar (como en parte solían pensar griegos y romanos); y contingentes, o libres, porque no tenían una realidad determinada antes de que surgieran. La caída de una manzana es un futuro necesario en la física, pero en la Historia es difícil señalar que un hecho tenga un futuro necesario. Una revolución triunfante contra una dictadura no tiene porque tener ante sí la certeza de que esa revolución dará a luz a un sistema libre como la república. El ejemplo de la Revolución Francesa es ilustrativo: la liberté terminó coronando a un emperador militar. Durante la Edad Media una de las discusiones más importantes consistía en saber qué conocía Dios de los futuros contingentes. Por eso al complejo de esta discusión se la categorizó como �ciencia divina�3. Dios podía conocer los acontecimientos

1 Denominación actual de Prospectiva. (Ver página web de la UCES). 2 Profesora de Historia, Economía y Leyes en los EE.UU. Primera mujer astronauta de la NASA. Murió en el incendio del Challenger el 28 de enero de 1986. 3 Ferrater Mora, José 1976. Diccionario de Filosofía abreviado. Buenos Aires: Sudamericana, p. 154.

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futuros, o futuribles -como los llamaban-, ya sea porque podía conocer toda la secuencia de causas que conducían a un hecho futuro o porque, simplemente, mirando desde la eternidad conocía los hechos objetivamente. Toda esta discusión teológica terminó en la Edad Moderna y se reconvirtió en filosofía de las ciencias y en la cuestión de la predicción, o más modestamente, del pronóstico. La predicción, que puede estar muy cerca de la adivinanza, consiste en acertar con la aparición en el tiempo de un suceso determinado (�yo afirmo que va a suceder�) y el pronóstico con la probable aparición de un suceso (�yo creo que existe un 80% de probabilidad de que la inflación exceda el 20% en el año 2008�). Gastón Berger creó en París antes de la II Guerra Mundial el Centre Universitairre International et des Centres de Prospective. El vocablo �prospectiva� fue de su invención y así denominó al journal que comenzó a publicar en 1957. Durante muchos años, y aun ahora, el público en general ha creído que la Prospectiva se dedica a �adivinar� el futuro. El mismo Diccionario de la Real Academia Española define a la Prospectiva como el �conjunto de análisis y estudios realizados con el fin de explorar o de predecir el futuro en una determinada materia� (ni siquiera dice pronosticar). La OCDE, a su vez, pone énfasis en la tecnología: se trata �de identificar las tecnologías emergentes que probablemente produzcan los mayores beneficios económicos y/o sociales�4. Berger se preocupaba por definir a su invención como �la ciencia que estudia el futuro para comprenderlo y poder influir en él�. Así, su disciplina debía tratar de identificar, de acuerdo a las tendencias del presente, los futuros posibles (los llamados escenarios o futuribles); y a partir de esos datos trabajar para elaborar una estrategia que desde el presente �apuntara� a hacer posible ese futuro deseable. Uno de los objetivos del enfoque prospectivo es, precisamente, el desarrollo de aptitudes y actitudes estratégicas para la toma de decisiones, donde se incorporan

- Variables de memoria de la historia, del conocimiento adquirido. - Variables de prospectiva, del futuro, del conocimiento por venir. - Variables de fines y objetivos, de valores5

Quizá la general confusión que se planteó con la palabra prospectiva, al tomarla como si fuera la �ciencia divina� de la Edad Media, hizo que los interesados en la materia buscaran otros nombres y así, en los países anglo-sajones y nórdicos se está usando actualmente la denominación Futures Research (Investigación de Futuros): �La Investigación de Futuros tiene su razón de ser en informar a los que diseñan políticas�6. Si creemos que las acciones del hombre influencian al futuro del mundo, debemos creer que podemos edificar nuestro propio futuro individual en vista de un futuro deseado; es decir, que podemos tener algún comando del futuro, o de los posibles futuros. Así como con el control remoto de la televisión comandamos la aparición de las imágenes en la pantalla, las diferentes metodologías que se utilizan en la Investigación de Futuros tratan de producir instrumentos intelectuales que nos ayuden a comandar nuestros futuros. Al incorporar primero variables vinculadas con la

4Prospectiva Madrid 2015. (Ver http://www.nebrija.com/prospectiva-madrid-2014/prospectiva-mundo/index.htm). 5 Ibidem. 6 Gordon, T.; Glenn, Jerome (publicación periódica): Integration, comparisons and frontiers of futures research methods en Futures Research Methodology versión 2.0, Millennium Project, World Federation of UN Associations (WFUNA), p 16 (www.acunu.org).

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historia la Investigación de Futuros se introduce en el análisis del concepto del tiempo. El tiempo La historia se desenvuelve en el tiempo. En las sociedades el paso del tiempo acarrea el cambio social. Algunos filósofos griegos, que deseaban descubrir la esencia de las cosas, eso que no cambia y al que denominaron el ser, al hacerlo eliminaban al tiempo, conceptualizando ser intemporal. Parménides, por ejemplo, afirmaba el ser y rechazaba el futuro, o devenir, y por lo tanto negaba el cambio. Devenir y cambio eran meras ilusiones. Para Heráclito �anterior a Parménides-, por el contrario, el cambio era real y lo expresaba con su famoso dicho �nunca se baña uno en el mismo río�. Los hebreos también privilegiaron el �pasar�, o sea, al tiempo. Así como Parménides pensaba desde un presente (el ser, el estar) los hebreos pensaban en función del futuro7. Para Aristóteles �bastaba con un movimiento en la mente para darnos cuenta de que el tiempo pasa [...] el tiempo es la medida del movimiento según el antes y el después�8. San Agustín, en la misma línea de pensamiento, decía que �el alma es la verdadera medida del tiempo�. Pero agregaba un comentario cuyas consecuencias se prolongan hasta hoy: �El tiempo es una gran paradoja. Es un �ahora� que no es; el ahora no se puede detener (si así ocurriera no sería tiempo [...] El tiempo no tiene dimensión: cuando vamos a apresarlo se nos desvanece�9. Si el tiempo es un antes y un después relacionado con un suceso, como dice Aristóteles, en el medio existe algo que es el presente, y la serie �antes-ahora-después� relacionada con ese suceso, consiste en lo que los franceses denominaron una durée, una duración. Ésta es una sucesión de momentos10. El sociólogo Luhman dice que �la distancia en tiempo entre el pasado y el futuro durante la cual un cambio se vuelve irreversible es experimentado como el presente. El presente dura mientras algo se vuelve irreversible� 11. Toda la discusión teológica metafísica de la Edad Media acerca del tiempo y de su duración se trata en la actualidad en la epistemología y en la psicología. Cuando San Agustín decía que �el alma es la verdadera medida del tiempo�, John Locke escribía que la duración eran �las partes fugaces y continuamente perecederas de las sucesiones� y Ferrater Mora explica que �la duración [...] es lo que es intuitivamente vivido y no simplemente comprendido o entendido por el intelecto�12. La paradoja de San Agustín persiste, �dura�. Gordon y Glenn, futurólogos, nos transportan al lenguaje moderno, por lo menos al de la ciencia, al trocar alma por mente. Según ellos �sería útil una mejor comprensión de las mecánicas de la toma de decisiones. Esta presunción nos transporta al reino de la psicología, de manera que así sea. El futuro, después de todo, reside en un solo lugar: en la mente�13.

7 Ferrater Mora, op. cit., p. 408. 8 Ibidem., p. 409. 9 Ibidem., p. 409. 10 Ibidem, p. 125. 11 Luhmann, Niklas 1995 [1984]. Social Systems. California, Stanford: Stanford University Press, p. 78. 12 Op. cit., p. 126. 13 Gordon y Glenn, op. cit.

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Cuadro 1/I. Diferentes conceptos sobre los tres tiempos

El Cuadro 1/I muestra los diferentes conceptos con los cuales tres autores definieron al tiempo en diferentes épocas.

14 Lámina 1/I. Otros conceptos sobre los tres tiempos

¿Es posible que el ser humano pueda prescindir de la conciencia del tiempo, o de la necesidad de contar con él en su vida? El lingüista Benjamín Lee Whorf afirma que sí. Especializado en el estudio de los lenguajes nativos de América, estudió principalmente el de los hopi, una tribu que actualmente cuenta con unos mil individuos que viven en una reserva en Arizona. Sus investigaciones lo llevaron a concluir que �el lenguaje hopi no contiene palabras, formas gramaticales, construcciones o expresiones que se refieren directamente a lo que llamamos �tiempo�, o el pasado, presente o futuro�15. Es decir, no solamente no tendrían la palabra �tiempo� en su lenguaje sino que además no tendrían ni siquiera el concepto. Pero parece que no es así: �el lingüista Bernard Comrie examinó esas afirmaciones y notó que no son creíbles. Toda la gente en las sociedades de todo el mundo ordena los eventos en sus autobiografías, genealogías, historias y sus mitos acerca de tales cosas como la creación del mundo o la llegada de sus ancestros [...] Nuestra conciencia, más aún que estar puesta en el espacio, se despliega en el tiempo. Puedo imaginar el abolir el espacio dentro de mi conciencia [...] mientras aún continúo pensando como siempre. Pero es casi imposible imaginarse la abolición del tiempo en nuestra conciencia, dejando a nuestro último pensamiento inmovilizado...�16. Quienes prescindían de la variable tiempo en Economía eran los denominados clásicos (Smith, Ricardo, Stuart Mill), de manera que los resultados de sus análisis �representados desde Marshall a fines del siglo XIX por ejes de coordenadas (hasta el advenimiento de los econometristas)- podían ir �hacia atrás� o �hacia delante� sin

14 Buenos Aires, �La Nación�, jueves 5 de marzo 2009 15 Carroll, John B. (comp.) 1956. Language Thought and Reality: Selected Writings of Benjamin Lee Whorf. Boston, Massachusetts: MIT Press. 16 Pinker, op. cit., p. 188-189 (énfasis mío).

Autor El Pasado El Presente El Futuro San Agustín Memoria Atención Espera Cervantes (en boca de Don Quijote)

Testigo Aviso Advertencia

Heidegger Recuerdo Percepción Anticipación

Toda una vida viviendo en presente, obsesionados por el futuro y llevando a cuestas con torpeza el pasado

Estuvo bueno. ¿no?

¡Genial!

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mayores problemas17. Estos analistas de la economía eran atemporales (no parecían sujetos a nuestra curva de la �velocidad� del tiempo), de aquí la crítica que suele realizarse a la economía clásica. El antes y el después para dichos economistas eran simétricos porque por sus escritos parecía que luego de los cambios del presente la tendencia era reversible. La percepción La variable más importante para interpretar el tiempo presente es la percepción. La psicología, en el enfoque de la psicología cognitiva, afirma que aunque nuestros cinco sentidos (¿o quizá seis?) tengan la potencialidad de recoger cuanta información exista en el medio ambiente en forma de estímulos, esta tarea sería de imposible realización para el cerebro humano debido a que, a pesar de la extraordinaria capacidad del mismo, daría por resultado una mezcla de sensaciones sin sentido o significado alguno para nosotros. Para orientamos en la vida necesitamos tener una guía para captar los estímulos que luego se convierten en sensaciones. Esta orientación depende de nuestras necesidades, motivaciones, creencias y valores. Para facilitar dicha orientación nuestros cerebros filtran los estímulos y, por lo tanto, las sensaciones que nos llegan del exterior en forma selectiva en función de dichas creencias, motivaciones y propósitos. Dos personas con distintas creencias o motivaciones, por ejemplo, reaccionan a los mismos estímulos que están en potencia en el medio con una diferente selección de los mismos, porque dicha selección responde a necesidades de las respectivas expectativas y creencias de dichas personas. Los cerebros filtran selectivamente la multitud de variables y las convierten en percepciones. (Una antigua experiencia mostró que una misma moneda era percibida como más grande por los niños pobres en relación a la estimación del tamaño que hacían los niños ricos). La percepción es el proceso por el cual seleccionamos, organizamos e interpretamos los estímulos sensoriales en procura de lograr una visión coherente del mundo y significativa (que sirva a nuestras necesidades). El umbral de la percepción Weber realizó una serie de experimentos donde determinaba la magnitud del estímulo, o umbral, que se requería para que una sensación pudiera �saltarlo� y ser percibida por el cerebro. Weber procedía de la siguiente manera: a sus sujetos de investigación les ponía pesas de igual cantidad de gramos en las palmas de ambas manos y, manteniéndolos con los ojos cerrados, les iba agregando en una sola mano pesos adicionales, instruyéndolos para que dijeran en qué momento percibían que una mano les pesaba más que la otra. Ese era el momento en que se alcanzaba el �umbral� de la puerta que llevaba a la percepción, el que se mide dividiendo la magnitud del aumento del estímulo (Dif. E) por el peso de la pesa original (estímulo E) que sirve de comparación. Cuando a una pesa de 300 gramos se le han agregado pesas sucesivas hasta llegar a 6 gramos, recién en este peso adicional el investigado percibe la diferencia. La �puerta se abre� en los 6 gramos de diferencia, de manera que el umbral de los pesos estaría en el índice del 6/300=1/50= 0.02, o 2%. Pero el verdadero descubrimiento de Weber es que el ratio de cualquier diferencia de peso

17 Nieto de Alba, Ubaldo 1997. Historia del tiempo en economía (Predicción, caos y complejidad). Madrid: McGraw-Hill, Cap. 1. (Debo esta referencia al Dr. J.C. Gómez Barinaga, actual Rector de la UCES).

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con respecto al peso inicial es constante. Para 200 gramos el umbral son 4 gramos, o sea, 4/200=1/50= 0,02; para 100 gramos es 2/100=1/50= 0,02. Los experimentos de Weber están plasmados en la denominada ley de Weber-Fechner18 (Ver Cuadro 2/I).

Cuadro 2/I. Un mismo valor de umbral para diferentes estímulos diferenciales Me he detenido un tanto en la explicación de la ley de Weber-Fechner porque �es un mojón en la investigación psicológica�, como lo afirman Berelson y Steiner, pues fue �una de las primeras que merecen dicho nombre, y puede probarse que tiene una significación más grande y general�19. Dos hallazgos de Weber tienen valor para los propósitos de este artículo: (1) la ley de la psicología de la relatividad, por la cual la discriminación subjetiva no está atada a las características absolutas del estímulo sino a las relaciones entre ellas y, (2) la conclusión de que �la diferencia entre los datos sensoriales y la percepción es que los impulsos no actúan en un organismo vacío: interactúan con ciertas predisposiciones de los individuos�20, es decir, con las necesidades, motivaciones y creencias. En este caso en especial veremos en los próximos artículos la importancia que tienen las percepciones en el diseño de los escenarios21. El presente

�Creo que los días eran más grandes, no teníamos estos días de juguete�

Bioy Casares, 72 años (1986)22 Gordon y Glenn nos transportan al reino de la psicología (y parece que lo hacen a pesar de ellos mismoscuando dicen �que así sea�). ¿Cómo percibimos el presente? Si acudiéramos a la Física, el presente sería un instante infinitesimal entre el pasado y el

18 Berelson y Steiner, op. cit., p. 96. Ernst Heinrich Weber vivió entre el 1795 y 1878. Su ley fue reelaborada por Gustav Fechner (1801-1887). 19 Berelson y Steiner, op. cit., p.96-99 20 Ibidem., p. 99. 21 Wack, P. (1985). Scenarios: Shooting the rapids. Harvard Business Review, vol. 10, N°2. 22 Bioy Casares, Adolfo 1986: Entrevista de Jorge Urien Berry en 1987, publicada 22 años después. ADN/Cultura La Nación, marzo 1 de 2009.

Estímulo inicial:

diferentes pesos-base

(gramos)

Estímulo diferencial en

grs.

Fracciones Ratio Porcentaje (umbral)

100 2 2/100 1/50 2 200 4 4/100 1/50 2 300 6 6/100 1/50 2

Estímulo inicial: iguales

pesos- base (gramos)

Porcentajes en exceso del

umbral mínimo

300 7 7/300 1/48 0,1 300 10 10/700 1/37,5 0,7 300 20 20/700 1/15 0,9

Otros ejemplos

En fotones % (umbral)

Brillo visual 1000 fotones 1000/21739 1/62 0,016

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futuro. Pero en la psicología humana, y debido a la percepción, la experiencia del tiempo es distinta: cada �presente� nuestro abarca �un pedacito del reciente pasado y un pedacito del próximo futuro�23. Por eso es que la unidad de percepción de nuestro tiempo es una �duración�, no un instante, como sucede en el cálculo infinitesimal. El campo de las ciencias físiconaturales interviene en la mente del ser humano a través de la biología. El fenómeno de percepción óptica denominado phi en que se basan los carteles luminosos, el cinematógrafo y la televisión, nos ilustra acerca de la especial duración del presente. Las luces que parecen girar alrededor de un cartel de publicidad en realidad no se mueven sino que las lámparas contiguas se encienden y se apagan en fracciones de segundos como para permitir que la imagen en la retina siga existiendo durante los intervalos de oscuridad donde se apaga una luz y se enciende la otra. El mismo principio se aplica al cinematógrafo, donde los cuadros pasan a una velocidad calculada como para que durante los cambios de cuadros las imágenes persistan en la retina. En televisión es un electrón el que corre por la pantalla. En los tres casos las imágenes nos parecen simultáneas pero si en realidad no tuvieran duración (en nuestras retinas) no veríamos las imágenes en movimiento24. Debido a las engañosas características del presente William James lo denominó el specious present: se utiliza specious en inglés y especioso en castellano para señalar que algo puede ser engañoso o, como lo define el Webster en la segunda acepción, specious significa algo �que posee una atracción desorientadora o fascinante� y, según la tercera acepción, es �todo lo que tiene una falsa presencia de la verdad o de lo genuino�. En el cine y en la televisión la verdad tiene la falsa presencia de una instantánea �fascinante� aunque en la realidad es una �duración�. Pero ¿cuántas unidades de tiempo abarca este presente? Para citar solamente un ejemplo, Ernst Poppel dice que �tomamos la vida de a tres segundos a la vez�25, que según él es el tiempo en que una sensación se pierde en la memoria de corto plazo si la misma no ha sido �ensayada�, como sucede en el caso de una palabra cuyo significado ignoramos y la repetimos varias veces in mente o en voz alta con el propósito�inconsciente, tal vez- de llevarla al depósito de la memoria de largo plazo. Veamos ahora cómo podemos adaptar la ley de Weber-Fechner, que es de origen puramente físico, a la percepción que cada uno de nosotros tiene con respecto a su tiempo personal.

23 Pinker, Steven (2007): The Stuff of Thought. New York: Viking,, p. 189. 24 Berelson B., Steiner G. (1964). Human Behavior. An Inventory of Scientific Findings. New York: Harcourt, Brace & World, inc., p. 99. 25 Pinker, op. cit., p. 189.

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Lámina 2/I. El tiempo de los jóvenes

Si bien la duración del tiempo en la física es una constante, la duración del tiempo para los humanos pasa por el fenómeno de la percepción. De acuerdo a la ley de Weber un ser humano evaluará lo �grande� de su pasado en relación a su edad biológica, pero no según la duración absoluta del período. Si tiene 10 años, 5 años para él significarán un 50% de su vida; para una persona de 20 años, el mismo lapso representará un 25% de su vida; y para 100 años, 0,5% de su vida. Los viejos suelen decir �¡El tiempo se me fue volando!� y los jóvenes �¡Qué largo me pareció este año!�. Los años vividos constituyen para las personas su �capital vital invertido� y los años que vayan a ganarle al futuro son sus ganancias. Si tengo 17 años y tengo que elegir una carrera universitaria de 5 años, percibo que voy a precisar invertir casi el 30% de mi vida, que me parecerá una alta apuesta. Por eso la elección de una carrera universitaria nos parece un cuasi-drama. Es con mucho pesar que abandonamos una carrera para cambiarla por otra porque, si ya tenemos 20 años, habremos invertido dos años de nuestra vida, o sea, en este caso, un 10%. Debido a estas percepciones del tiempo, cuando los jóvenes quieren lograr algo los sacude la impaciencia debido a que los días parecen tan largos. Los cambios los quieren ya, como dicen algunos afiches y volantes. Esa �impaciencia� suele explotar en los �levantamientos juveniles� 27(por ejemplo, el de 1968 en París). Veamos como el tiempo físico, que es lineal porque �corre� siempre a la misma velocidad, se convierte en una curva cuando aplicamos la adaptación de la ley de Weber a las percepciones de nuestros tiempos personales. El Cuadro 3/I muestra un gráfico donde se han medido en las ordenadas las duraciones de los tiempos percibidos en términos de porcentajes sobre las diferentes edades edades y en las abcisas las edades (por décadas) de las personas, teniendo como comparación al período de un año. Por ejemplo, a los 20 años la �duración� de un año (2) parece ser la mitad de lo que se percibe a los 10 años 10). Las barras del gráfico muestran las diferentes duraciones percibidas para un mismo lapso de un año.

26 �La Nación�, Buenos Aires, 5 de marzo 2009. 27 Jaeguer, Hans 1985. Generations in History: Reflections on a Conctroversial Concept. History & Theory, Vol. 24, N° 3 (Oct. 1985), p. 286.

Chau, Tutum

Chau

¿Por qué va tantas horas a la escuela?

No se me va más el tiempo

Tengo que distraerme con algo

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Observemos también que si se unen los extremos de las barras, el resultado es una curva logarítmica. El tiempo físico, lineal, ha desaparecido.

Cuadro 3/I. Percepción de la �velocidad� del tiempo

10

5

3,33

2,5

2

1,7

1,43

1,25

1,11

1

0 2 4 6 8 10 12

1

3

5

7

9

Ed

ad

es

(déc

adas

)

Duración percibida del lapso de un año (% de un año sobre las edades)

El pasado y la Historia

Cuando decimos, como Pinker28, que �el pasado está congelado y no puede ser cambiado�, nos estamos refiriendo a hechos objetivos que tuvieron lugar en el pasado. Si bien el pasado de los hechos de la Revolución Francesa está congelado como episodio acaecido, lo que no está congelado es la interpretación de dichos sucesos por las generaciones de entonces y por las siguientes. Visto en esta forma, el pasado no está �congelado�; por el contrario, sus diversas interpretaciones viven en el presente y, sobre todo, inciden en el futuro.

29 Lámina 3/I El �mareo� , el caos.

Resumiendo: el suceso histórico �no puede ser cambiado�, pero cada generación de ciudadanos puede interpretarlo en forma diferente, y esa interpretación dependerá de las percepciones, que a su vez, como vimos, son función de las necesidades humanas. La historia, dice Calinvaux, �trata sobre los hechos y deseos de los hombres, estas criaturas que han aumentado tanto su población que prácticamente han cubierto la

28 Pinker, op. cit., p. 29 �La Nación�, 6 de marzo de 2009.

El pasado

El futuro

El mareo

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tierra y se han convertido de humildes cazadores en humanos civilizados [...] estos cambios de hábito y de población son la causa de los ciclos históricos y determinan el destino de las naciones individuales�30. Es decir, el hecho combinado del cambio de �hábito�31 y de población producen ciclos en la historia de un país que serían inevitables, puesto que constituirían su destino, contra el cual no hay remedio humano posible. Los deterministas, como parece serlo Calinvaux, juzgan los resultados de la conducta humana como si fueran consecuencia de las leyes físicas de la mecánica. No hay que profundizar mucho más como para pensar que, según Calinvaux, la voluntad el hombre en sí no tendría mayor importancia y cualquiera fuera su conducta no sería capaz de influenciar la marcha de la historia. Cuando en el estudio de la Historia se le da poca importancia al rol de los protagonistas individuales, los resultados históricos parecen determinados solamente por acontecimientos �macros�, que muchas veces semejan resultados �providenciales�, es decir, frutos de la Providencia o del Destino. Si así fuera, la Historia no tendría para los humanos valor alguno, porque el curso histórico lo decidiría algún Dios providente o el Destino (donde ya está todo determinado). La posición antedicha estaría en pugna con los halagos que se le han prodigado a la Historia desde la Antigüedad, el más famoso de los cuales fue expresado por Cicerón cuando la consideró la �maestra de la vida�. En el Capítulo IX del Quijote, Cervantes introduce los tres tiempos �pasado, presente y futuro- al elogiar a la Historia: �testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo porvenir�32. Una maestra de la vida no podría ser producto del azar si, de acuerdo a Cervantes, sirviera como testigo del pasado y nos advirtiera sobre el porvenir. Y tampoco podríamos afirmar, como lo hace Arrillaga, que �la historia responde a una necesidad vital del hombre [...] Es la única disciplina que puede darle al hombre actual una brújula con que orientar su vida socio-política, o una esperanza con que esperar su futuro�33. Ese futuro tan buscado El hombre civilizado siempre se ha preocupado por las consecuencias futuras que pueden acarrearle sus decisiones personales o las decisiones colectivas de la sociedad en que vive. Los antiguos acudían a sus dioses, a sus oráculos y hasta el vuelo de las aves para intentar pronosticar sus futuros. (Hoy, en nuestra micro-historia, nos leen las manos, nos tiran el Tarot y nos escriben el horóscopo todos los domingos). La filosofía de la historia demuestra la permanencia de este interés al tratar de descubrir �si existe un orden lógico en la experiencia vivida�34. ¿Se puede �explicar� la historia?¿Obedece la misma a leyes generales, como las que explicita Calinvaux? ¿Si existen ciclos históricos, se los puede predecir? Si el curso de los acontecimientos históricos se supone lineal, la probabilidad de acierto en el pronóstico es muy alta. Es como llevar la proyección de una línea recta hacia la derecha (donde

30 Colinvaux, Paul 1981: El destino de las naciones. Una interpretación ecológica de la historia. Buenos Aires: Ed. Belgrano, p. 9. 31 Diccionario de la Real Academia Española. Hábito (2ª. Acepción): � Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas�. 32 Citado por Rafael Arrillaga Torres 1982: Introducción a los problemas de la Historia. Madrid: Alianza Editorial, p. 9. 33 Ibidem, p. 211. 34 Arrillaga Torrens, Rafael 1982: Introducción a los problemas de la Historia. Madrid: Alianza, p. 197.

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se supone que existe el futuro). Al final siempre estaría el Destino, porque la recta es inexorable, determinista. Pero si Cervantes tenía razón, y la historia constituye para los humanos una advertencia de lo porvenir, dicha advertencia ya está negando de por sí la concepción del futuro como una línea recta. Dicha advertencia no puede ser hecha más que en el presente, y sería una advertencia fruto de las experiencias del pasado, pero no una �adivinación� del futuro en base a una línea recta. Si solamente poseyéramos la brújula que menciona Arrrillaga que nos permitiera orientar nuestra vida socio-política ¿estaría ella basada en leyes generales de la Historia mediante las cuales pudiéramos aunque sea intuir nuestro futuro como país? El nuevo fenómeno del cambio rápido Vimos que �la historia se desenvuelve en el tiempo. En las sociedades el paso del tiempo acarrea el cambio social�, y por lo tanto, Heráclito parece haber estado más acertado que Parménides. Sin embargo, hubo que esperar hasta 1750 para que la Humanidad experimentara un cambio realmente visible para todos. Es alrededor de ese año que los historiadores de la economía localizan el comienzo de la Revolución Industrial en Inglaterra (nacida de la invención de la máquina a vapor). Luego de ver cómo percibimos al tiempo de acuerdo a nuestras edades, y cómo a medida que acumulamos años el tiempo nos parece que fluye más rápido y provoca en nosotros una paulatina disminución en la sensación de nuestra importancia en el mundo, menos importantes nos percibimos cuando vamos hacia atrás en el tiempo y tratamos de especular sobre el cambio social. El gráfico 4-I comienza 10.000 años atrás, cuando se estima que el hombre dejó de ser cazador y recogedor de frutos al inventar la agricultura. Podríamos adoptar un índice de medición que nos indicara cuántos productos consumía dicho cazador en un día típico, pero pensando más en abstracto �porque los productos se nos van a hacer cada vez más complejos e incomparables- dicha medición representa lo que modernamente denominamos �poder adquisitivo�. El gráfico muestra que durante 9750 años el poder adquisitivo del humano promedio se mantuvo estable. Recién la curva comienza a subir después del año 1750 . ¿Nos ayuda ahora esta curva a percibir la rapidez con que ha cambiado la sociedad humana al incorporar, solamente en los últimos 250 años, todos los productos agrícolas e industriales y los servicios que conocemos hoy? Puesto en esta perspectiva ¿no nos resulta mucho más cercano a nosotros el lapso de dos centurias y media?

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Gráfico 4/I Evolución del �poder adquisitivo� desde la invención de la agricultura

�Poder adquisitivo�

Años (contados hacia atrás desde el 2000) El Gráfico 3-I es un zoom del Gráfico 2-I tomado desde 1650. En el mismo se observa cómo crece la importancia de la satisfacción de las necesidades secundarias y luego las vinculadas a los servicios. En el año 2000 del Gráfico, los servicios �la última área en desarrollarse- significan el 50% del total del consumo, un dato que es característico de muchas naciones de la actualidad. (la Argentina entre ellas).

Gráfico 5/I. Satisfacción de las necesidades primarias, secundarias y terciarias luego de la Revolución Industrial (aprox. 1750)

La progresión geométrica del crecimiento y el temor al caos Para ilustrar la aceleración de los tiempos económicos, el economista Colin Clark35 estimó en 1940 la evolución de �la renta nacional por habitante� o, como diríamos hoy, del PBI por habitante, desde 1750 (en realidad desde 1830) hasta 1960, o sea, una proyección a veinte años. En el Gráfico 6/I36 se puede apreciar la velocidad que adquiere el crecimiento del PBI p/c desde 1850.

35 Ver Fourastié, Jean (1964)[1947]: La civilización de 1975. Buenos Aires: Eudeba, p. 59. 36 Fourastié, basado a su vez en Colin Clark.

100 90 80 70 60 50 40 30 20 10

Curva del poder adquisitivo

-10000 -9000 -8000 -7000 -6000 -5000 -4000 -3000 -1500 -1700

0

20

40

60

80

100

120

1550 1600 1650 1700 1750 1800 1850 1900 1950 2000

Años

Po

de

r a

dq

uis

itivo

Necesidades terciarias (Servicios)

Necesidades secundarias (Industria)

Necesidades primarias (Agricultura)

1750

Hoy

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Por curiosidad, ¿cómo estimaba Fourastié el futuro de la Argentina para 1960? Según sus cálculos �originales para la época- en el período 1930-34 la Argentina tenía un ingreso por habitante equivalente al 95% del que tenían los EE.UU. Como esta aproximación de la Argentina a los EE.UU. está influenciada por la crisis de 1930, si tomamos el período 1935-38 dicho porcentaje se reducía al 89,5%. En otras palabras, al habitante de la Argentina de ese período le faltaba solamente un 10,5% para igualar el PBI per capita de los EE.UU. El gráfico 6/I muestra la curva de ingresos por habitante de los EE.UU. estimada por Clark hasta 1960, o sea, se trata de una proyección a 20 años. (Se debe tener en cuenta que Clark utilizó el valor del dólar de 1925-34). A los efectos de comparar el retraso (o el adelanto) respecto a los EE.UU. en el nivel de ingresos por habitante de los países seleccionados para su trabajo, Clark los ubicó en la curva de los EE.UU. en el año que les correspondía según su PBI p/c. Por ejemplo, con un estimado de aproximadamente 490 dólares p/c en 1940, Clark ubicó a la Argentina en la curva de los EE.UU. en el sexto lugar en ese año, pero en 1960 con 754 dólares p/c proyectados según la tendencia histórica hasta 1940, Argentina debería haber figurado en segundo lugar después de los 879 dólares de los EE.UU. (Gráfico 6/I). A Japón, en 1940, Clark lo ubicó en el PBI p/c de 1850 de los EE.UU:

Gráfico 6/I. Adelanto o atraso en el PBI p/c de países seleccionados comparados con el de los EE.UU.

Las flechas indican las tendencias de cada país en 1940. La línea punteada es simplemente un ajuste hecho por Clark para ilustrar mejor la progresión geométrica del crecimiento de los PBI p/c. El rápido ritmo de crecimiento de la economía de los países desarrollados a partir sobre todo de 1946 (primer año de la posguerra) no deja de ser visto a su vez como una amenaza para el futuro de la humanidad debido al rápido e incontenible impulso de la tecnología, que podría estar un paso adelante de las soluciones que se le requieren a las ciencias sociales para poder absorber sin peligros esos avances técnico. La popularidad de los artículos sobre el caos se basan en ese temor (ver Lámina 3/I).

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El Instituto Da Vinci se dedica a estudios futuristas. Su director-ejecutivo, Thomas Frey, toma muy en serio los temores que se suscitan por el futuro de la sociedad, pero su temor no se basa en la economía de la producción. Para Frey, el temor ya se convirtió en pánico: �son los sistemas nacionales los que colapsan alrededor nuestro�. Lo �impensable� ocurre: �no es quizá una exageración decir que los gobiernos tienen una mano en cada una de las cosas que hacemos�. Frey opina que esos sistemas anduvieron bien durante más de 200 años pero que ahora es el mundo financiero el que ha colapsado y requiere una revisión (overhauling) del sistema social. �El peor capítulo de la historia fue precedido por el colapso económico de Alemania (y) Argentina descendió a una pesadilla hace diez años (y puede que nunca olvide los horrores que soportaron sus ciudadanos. México estuvo cerca del colapso en la década del 90...De manera que nos encontramos mirando al abismo.� Y termina resumiendo así los temores señalados en el párrafo anterior: �El comercio avanza a la velocidad del electrón, que es muy, muy rápida. El (sistema de) gobierno en su forma presente no está a la altura de aquél�37.

37 http://www.futuristspeaker.com/2009/02/when-systems-collapse. Este es un aporte de mi ex secretaria Beatriz Holguin, actual Asistente del Rector de UCES.

En este artículo hemos introducido algunas nociones básicas que nos servirán para comprender las próximas entregas. En el N° 2 se estudiarán las generaciones como una técnica para estimar cambios a muy largo plazo (30- 50 y hasta 100 años).