Acercamiento Al Jesús Histórico y Reino de Dios

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  • ACERCAMIENTO AL JESS HISTRICO EL REINO DE DIOS EN LAS PARBOLAS DE JESS

    FREDY ARTURO BARRERA DUSSN MILTON EDUARDO RODRIGUEZ ROGELIO SERRATO HERRERA

    SEMINARIO MAYOR DE SAN ESTEBAN RIVERA HUILA

    2010

  • Jess histrico y Reino de Dios en las Parbolas de Jess 2

    ACERCAMIENTO AL JESS HISTRICO EL REINO DE DIOS EN LAS PARBOLAS DE JESS

    FREDY ARTURO BARRERA DUSSN MILTON EDUARDO RODRIGUEZ ROGELIO SERRATO HERRERA

    Presentado a: Dra. Olga Consuelo Vlez Caro

    Tutora de Cristologa Pontificia Universidad Javeriana

    Bogot, D.C.

    SEMINARIO MAYOR DE SAN ESTEBAN CRISTOLOGA

    CICLO DE TEOLOGA RIVERA HUILA

    2010

  • Jess histrico y Reino de Dios en las Parbolas de Jess 3

    CONTENIDO

    Pg.

    INTRODUCCIN ............................................................................................................... 4

    1. ACERCAMIENTO AL JESS HISTRICO ................................................................ 5

    1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA .................................................................. 5

    1.2 LA PERSONA ............................................................................................................ 5

    1.2.1 Nombre:. ............................................................................................................... 5

    1.2.2 Nacimiento:. .......................................................................................................... 5

    1.2.3 Lengua, educacin y status socieconmico: ........................................................... 7

    1.2.4 Familia, estado civil y condicin laica:. ................................................................ 8

    1.3 VIDA PBLICA .......................................................................................................10

    2. EL REINO DE DIOS EN LAS PARBOLAS DE JESS. ...........................................11

    2.1 QU ES UNA PARBOLA? ..................................................................................11

    2.2 PARBOLAS QUE CARACTERIZAN LA VIDA DEL DISCIPULO ..................11

    2.2.1 Comentario general. .............................................................................................11

    2.2.2 Parbola del Buen Samaritano: Lucas 10, 3037. ...............................................13

    CONCLUSIONES ..............................................................................................................16

    BIBLIOGRAFA ................................................................................................................17

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    INTRODUCCIN

    En el presente trabajo se pretende mostrar de manera breve y sencilla los rasgos ms sobresalientes que envuelven la figura histrica de Jess de Nazaret, as como precisar una aproximacin a las parbolas de Jess.

    Para su elaboracin, se tendr en cuenta bsicamente a la Sagrada Escritura en la versin de la BIBLIA DE JERUSALN, Bilbao: Descle de Brouwer, 1976 y Joachim JEREMIAS. Las Parbolas de Jess. Estella: Verbo Divino, 2003 y otros textos en donde se exponen algunas apreciaciones especializadas con carcter cientfico de los temas que se abordan. El objetivo es entonces, proporcionar al lector, una visin global y concisa de los temas que se desarrollan, a fin de que se haga una idea clara de lo que fue el Jess histrico en un posible acercamiento y reflexionar sobre qu nos dicen las parbolas dentro del contexto del Reino de Dios predicado por Jess.

    En un primer momento se tratar de hacer un posible acercamiento a la figura histrica de Jess de Nazaret y mirar temas claves como su nombre, nacimiento, lengua, educacin, oficio, familia, estado civil, vida publica, predicacin, etc.,

    Seguidamente en un segundo momento, se observar el mensaje de las parbolas de Jess en cuanto al Reino de Dios. Se mirar tambin una explicacin exegtica a la parbola que se encuentra en Lc 10,30-37 conocida como la del Buen Samaritano..

    No obstante, toda la trama, la complejidad y la riqueza que contiene el campo investigativo hacen que su estudio se torne interesante y dispendioso, pero eso no quita que se pierda el inters del todo, sino ms bien, se desee abordarlo con entrega y tenacidad. Al cierre, se darn algunas conclusiones, que sobrevienen al trabajo investigativo y a la reflexin personal en la experiencia de los autores.

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    1. ACERCAMIENTO AL JESS HISTRICO

    Todo el saber teolgico no sirve para nada si el amor a Dios y al compaero

    no determina la conducta de la vida. Joachim Jeremas1

    1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Ninguna cuestin religiosa se ha discutido con tanto apasionamiento como la historia de Jess de Nazaret.2 la fe cristiana, que no puede dejar de balbucear siempre en torno al misterio de Dios, tambin balbucea continuamente, dice y desdice, estudia y critica, en torno a la realidad histrica de Jess. Y, al final, el creyente cristiano, con toda su herencia histrica encima, se siente anonadado ante el misterio de Dios, pero tambin ante lo que a la investigacin histrica se le impone ms all de todas las divergencias: la radicalidad de Jess.3 1.2 LA PERSONA 1.2.1 Nombre: A veces en las predicaciones se nos suele exhortar a ser ser sencillos como Jess, pero un Jess sencillo existe solamente en la imaginacin de los predicadores: todo en l, incluido su nombre trae complicaciones.4 Nuestro Jess en castellano deriva del hebreo Yesh, forma abreviada de Yesha. Este a su vez, es una forma abreviada del gran hroe bblico Josu (heb: Yehosha), hijo de Nun, el sucesor de Moiss que llev al Pueblo de Israel a la tierra prometida. Josu era un nombre muy usado antes del exilio en Babilonia, un buen tiempo despus la forma Jess pas a ser el nombre ms popular (s. II d.C.).5 1.2.2 Nacimiento: Jess naci cuando Roma dominaba sin oposicin el Mediterrneo oriental.6 El ao de nacimiento de Jess no es absolutamente seguro. Los estudiosos en su mayora opinan que Mateo data el nacimiento aproximadamente hacia el tiempo en que muri

    1 Joachim JEREMAS. Las parbolas de Jess. Estella: Verbo Divino 2003, p. 228. 2 Rafael AGUIRRE. Aproximacin actual al Jess de la historia. Edicin telemtica para Servicios Koinonia: http//www.servicioskoinonia.org. Bilbao: Universidad de Deusto 1996, p. 1. 3 Cf. Id. 4 Cf. Jhon P. MEIER. Un judo marginal: Nueva visin del Jess histrico. Las races del problema, Tm. 1. Estella: Verbo Divino 2001, p. 219. 5 Cf. Id., p. 220. 6 E. P. SANDERS. La figura histrica de Jess. Estella: Verbo Divino, 2005. 329p. (Agape, No.6), p. 33.

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    Herodes el Grande quien feneci el ao 4 a.C., de modo que Jess naci ese ao o un poco antes; algunos lo fechan el 5, el 6 o incluso el 7 a.C.7 Jess vivi con sus padres en Nazaret, una aldea galilea, el cual no parece pueblo ms apropiado para alguien que se presenta como el Mesas de Israel. Pero es que de Nazaret puede haber algo bueno? (Jn 1, 46). La familia de Jess no tiene ni el abolengo ni el honor que pueda justificar lo que de Jess dicen sus seguidores: Pero no es el hijo del carpintero?, no se llama su madre Mara y sus hermanos Santiago, Jos, Simn y Judas? Y sus hermanas no estn todas entre nosotros? Entonces, de dnde le viene todo esto? (Mt 13, 55-56).8 Un dato indiscutible es que Jess procede de Nazaret, un pequeo pueblo en Galilea. Mt y Lc afirman que naci en Beln de Jud,9 a unos 10 km. al sur de Jerusaln. Merece crdito esta afirmacin? No est claro si el nacimiento en Beln es un dato histrico o si se debe a una elaboracin teolgica que pretende subrayar el mesianismo de Jess y para ello lo relaciona con Beln, que era la ciudad de David. La forma como Mt y Lc explican la presencia de Jess en Beln es diferente y difcilmente conciliable. Para Lc, Jos y Mara son de Nazaret y Jess nace en Beln accidentalmente, porque sus padres tienen que trasladarse all con motivo de un censo (Lc 2, 121).10 Prescindiendo de cul fuese su exacto lugar de nacimiento, Jess creci en Nazaret y fue identificado con ese pueblo hasta el punto que Nazoreo, Nazareno o de Nazaret pas a formar su segundo nombre.11 En Mateo, la familia reside en Beln. En efecto, los magos se dirigen a esta ciudad y entran en la casa donde viven cuando hace ya dos aos que ha nacido Jess. En este evangelio slo despus de una huida de Beln tras las amenazas de Herodes, estancia en Egipto, regreso e imposibilidad de retornar a Judea por miedo a Arquelao, hijo de Herodes acaban establecindose en Nazaret (Mt 2, 123). Los relatos son profundamente teolgicos.12

    7 Cf. Id., p. 28. 8 Cf. Rafael AGUIRRE. Aproximacin actual al Jess de la historia., p. 3. 9 Hay que anotar que la manera un poco tortuosa o sospechosa en que Mateo y Lucas concilian la tradicin predominante de Nazaret con la tradicin especial de Beln en sus relatos de la infancia podra ser indicio de de que hay que interpretar el nacimiento de Jess en Beln no como un hecho histrico, sino como un teologmeno, como una afirmacin teolgica expresada en forma de relato aparentemente histrico, Jhon P. MEIER. Un judo marginal: Nueva visin del Jess histrico., pp. 229-230. 10 Cf. Rafael AGUIRRE. Aproximacin actual al Jess de la historia., pp. 4-5; Cf. Jhon P. MEIER. Un judo marginal: Nueva visin del Jess histrico., p. 358. 11 Cf. Jhon P. MEIER. Un judo marginal: Nueva visin del Jess histrico., p. 243. 12 Cf. Rafael AGUIRRE. Aproximacin actual al Jess de la historia., pp. 4-5.

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    1.2.3 Lengua, educacin y status socieconmico: El asunto de la lengua o lenguas que Jess habl es una cuestin complicada, dada la complejidad situacional de la Palestina del s. I.13 Las investigaciones arrojan que Jess ense en arameo, al manejar un griego un poco prctico orientado al trabajo y sus necesidades, un poco rudimentario. En un pas cuatrilinge, Jess pudo haber sido un judo trilinge, pero no con probabilidad un maestro trilinge.14 Mientras iba creciendo en Nazaret, Jess hablara el arameo como su lengua corriente, en tanto que aprendera algo de hebreo en el culto de la sinagoga local. Acaso mejor su conocimiento de esta lengua gracias a una enseanza formal proporcionada por su padre. Al empezar a aprender de Jos el oficio de carpintero, quiz encontrase til e incluso necesario para el negocio aprender algunas frases de griego. Las frecuentes visitas de su familia a Jerusaln para las grandes fiestas le habran facilitado un mayor contacto con la lengua griega en esa ciudad polglota. Aunque tal vez emplease el griego al tratar con gentiles, y el hebreo al discutir el significado de la Escritura con escribas profesionales, habra enseado en arameo la mayor parte de las veces, ya que se diriga a judos palestinos corrientes.15 Jess imparta su enseanza oralmente, y la enseanza oral sera, en teora, el nico conducto de la educacin de Jess en las Escrituras y en las tradiciones judas. Dentro de la cultura oral y popular en la que creci y ms tarde ense, la alfabetizacin no era una absoluta necesidad para el pueblo llano. Sin embargo, el nacimiento en una familia juda piadosa, la propia inquietud de Jess por la religin juda y los debates sobre las Escrituras que mantuvo con escribas profesionales y fariseos piadosos durante su ministerio, todo ello hace verosmil que supiera leer los textos sagrados.16 En cuanto al nivel de educacin se afirma que Jess estaba alfabetizado, no limitado al simple saber firmar con el nombre o realizar las operaciones bsicas para el desempeo de un oficio, sino que le permita leer obras teolgicas y literarias complicadas y comentarlas. A pesar de provenir de un ambiente campesino, no fue un campesino corriente.17 Por su actividad laboral, Jess no era pobre en sentido estricto, pues era un tektwn (Mc 6,3; Mt 13,55) un hijo de carpintero que aprendi y desempe un trabajo manual siguiendo el oficio de su padre. La suya no era la pobreza desoladora, humillante, del jornalero o del esclavo rural como en ocasiones se cree.18 13 Cf. Jhon P. MEIER. Un judo marginal: Nueva visin del Jess histrico., p. 278. 14 Cf. Id., p. 278. 15 Cf. Id., pp. 359-360. 16 Cf. Id., pp. 359-360. 17 Cf. Id., p. 290. 18 Cf. Id.,p. 294. Mientras fue un nio de corta edad. Mara se encarg de educarlo. Luego lo hizo Jos, quien tena que instruirle en la tora. En la sinagoga, Jess oa las lecturas de la Escritura y la interpretacin de la misma en la predicacin. En la vida cotidiana practicaba un oficio. Para su oficio y para el oficio de Jos se emplea la misma palabra: tekton, que solemos traducir por carpintero. Ambas cosas las escuchamos en el evangelio, en el

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    Jess, el carpintero de Nazaret, era pobre para el nivel de vida de nuestra sociedad occidental, pero en comparacin con su propia sociedad no era ms pobre que la gran mayora de los galileos. Realmente, al no conocer la atroz indigencia del campesino desposedo, del mendigo urbano, ni del jornalero o esclavo rural, no se encontraba en lo ms bajo de la escala socioeconmica. Aunque las realidades econmicas y polticas de la Galilea de Herodes Antipas nos pueden parecer insoportables, en conjunto eran preferibles a las que hubo en los caticos ltimos das de Herodes el Grande y en los caticos primeros das de la guerra juda a finales de los aos 60 del siglo l d. C. y a la sensacin de opresin extranjera que despert en Judea la presencia del prefecto romano.19 Aunque parezca extrao, Jess creci y ejerci gran parte de su ministerio en un raro oasis de paz protegido del vendaval que fue casi toda la historia de Palestina. Pese a curiosas hiptesis sobre un Jess maestro de obras muy viajero o empapado de drama griego en el teatro de Sforis, todos los indicios apuntan hacia una adolescencia y juventud sin sucesos relevantes, que Jess pas trabajando como carpintero en Nazaret. Por intrigante que resulte el silencio de los Evangelios sobre la "vida oculta" de Jess, puede tener una explicacin muy simple: no aconteci gran cosa. El retoo del tronco de David se iba desarrollando lenta y calladamente.20 Sin ninguna duda Jess conoci Sforis, que estaba a unos pocos kilmetros de Nazaret, pero consider que era mejor dirigirse a los pueblitos de Galilea. Nazaret era una aldea pequea, ubicada en la montaa lejos del mar de Galilea.21 Cuando era un adulto joven (poco menos de treinta aos).22 1.2.4 Familia, estado civil y condicin laica: El significado de familia en la antigua Palestina difiere bastante de la que conocemos hoy. En aquella poca el individuo estaba inserto en lo que se suele llamar familia extensa. Jess creci en Nazaret, un pueblo con unos 1600 habitantes en donde es probable que la familia extensa, muchos de cuyos miembros seran

    mismo pasaje, cuando Jess habla en pblico en la sinagoga de su ciudad natal, Nazaret, Cf. Joachim GNILKA, Jess de Nazaret: mensaje e historia. Barcelona: Herder 1993, p. 97. 19 Cf. Jhon P. MEIER. Un judo marginal: Nueva visin del Jess histrico., p. 360. 20 Cf. Id., p. 360. 21 Cf. E. P. SANDERS. La Figura Histrica de Jess., p. 29. 22 nos enteramos por Lc 3,23 que Jess, al comenzar su vida pblica, tena unos 30 aos. Este ltimo dato tiene tambin una "motivacin teolgica, porque podra hacer referencia a 2Sam 5,4: tambin David, el prototipo del Mesas, tena 30 aos de edad al ser coronado rey. Sin embargo, la indicacin no precisa la edad (unos 30 aos), con lo que se advierte en Lucas un inters cronolgico e histrico. Este inters nos garantiza tambin que la indicacin general en los das de Herodes, como tiempo del nacimiento de Jess, es acertada, Joachim GNILKA, Jess de Nazaret: mensaje e historia., pp. 98-99.

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    parientes.23 J. P. Meier afirma que la opinin ms probable es que los hermanos y hermanas de Jess lo eran verdaderamente.24 Tenemos noticia de cuatro hermanos de Jess (Santiago, Jos, Judas y Simn) y de al menos dos hermanas, cuyos nombres ignoramos. Puede ser significativo que todos los nombres de la familia de Jess evoquen los gloriosos das de los patriarcas, el xodo y la conquista de la tierra prometida. Esa familia pudo haber participado del despertar de la identidad nacional y religiosa juda que aspiraba a la restauracin de Israel en todo su esplendor. Esto es muy posible si Jos se dijo descendiente de David.25 En todo caso, dado lo intensamente centrada en lo religioso que est la vida de Jess ya desde el momento en que se nos hace visible, es lcito suponer que su familia estaba constituida por judos profundamente devotos al estilo de los campesinos galileos: firmemente comprometidos con las prcticas fundamentales de la Ley mosaica (sobre todo con sus "smbolos caractersticos" de la circuncisin, la observancia del sbado y la peregrinacin al templo de Jerusaln), pero poco dados a las sutilezas de la religiosidad farisaica.26 Como primognito, Jess habra sido objeto de especial atencin por parte de Jos, tanto en la enseanza laboral como en la supervisin de su educacin religiosa. El hecho de que Jos est llamativamente ausente durante el ministerio pblico encuentra su mejor explicacin en la idea tradicional de que ya haba muerto. La madre, hermanos y hermanas de Jess vivan todava en la poca del ministerio, aunque no sin cierta tensin entre Jess y ellos. Algn evangelista nos dice especficamente que la familia consideraba loco a Jess (Mc 3,21), o que sus hermanos no crean en l (Jn 7,5), o que Jess no accedi a la peticin de su familia, que deseaba verle (Mc 3,31-35). Por eso, cuando se contempla la historia de la Iglesia primitiva, sorprende sobremanera ver la presencia prominente de un hermano de Jess, Santiago, en una arcaica frmula de fe que enumera diversos testigos de la resurreccin (l Cor 15,7) y en la direccin de la iglesia de Jerusaln (Gl1,19; 2,9.12; Hch 15,13-21; 21,18), junto con otros miembros de la familia que siguen sus pasos. A la vista de toda esta informacin sobre miembros de la familia de Jess, lo mejor es interpretar el total silencio sobre una mujer o unos hijos como indicio de que Jess eligi el camino muy poco habitual -pero no desconocido- del celibato.27

    23 Cf. Jhon P. MEIER. Un judo marginal: Nueva visin del Jess histrico., p. 326. 24 Cf. Id., , p. 340. 25 Cf. Id., p. 359. 26 Cf. p. 359. 27 Cf. Id., pp. 354. 359.

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    1.3 VIDA PBLICA Jess en Nazaret era una persona corriente hasta el extremo; en su condicin de laico corriente, careca de credenciales religiosas y de una "base de poder". Cabe suponer, pues, que las familias de dirigentes sacerdotales jerosolimitanas lo encontraron insignificante (hasta que empez a resultar peligroso). Las frecuentes visitas a Jerusaln durante su ministerio debieron de dar motivo a una hostilidad mutua, rpidamente creciente, entre los sacerdotes de Jerusaln y el laico galileo. 28 Cuando Jess era un adulto joven, probablemente de poco menos de 30 aos, Juan el Bautista empez a predicar en Galilea o en lugares vecinos. Antipas hizo detener a Juan porque haba criticado su matrimonio con Herodas (de acuerdo a los Evangelios) o porque temi que la predicacin del Bautista condujera a la insurreccin (segn Flavio Josefo) o por las dos. Por aquel entonces Jess comenz su ministerio pblico yendo de pueblo en pueblo predicando por lo general los sbados en las sinagogas a diferencia de Juan que lo haca en zonas fuera de las regiones habitadas. Llam a un grupo de personas a ser sus discpulos y los involucr en sus viajes. A diferencia de Juan, slo predicaba sino que tambin curaba a los enfermos. Su fama aumento de manera considerable hasta el punto que las multitudes se agolpaban para escucharlo o para verlo. Tiempo seguido tuvo que predicar en campo abierto.29

    No sabemos a ciencia cierta cuanto tiempo dur este itinerario de caminante, pero al parecer dur uno o dos aos. Despus de predicar y de curar a muchos enfermos, junto con los sus discpulos viaj a Jerusaln para celebrar la Pascua. Despus de la celebrar la cena se retir a orar. Uno de sus seguidores lo haba traicionado y la guardia del sumo sacerdote lo prendi. Fue de una vez juzgado y puesto a disposicin del prefecto romano con la recomendacin de que fuera ejecutado. Luego de una breve vista, el prefecto orden su ejecucin. Fue crucificado como insurgente, junto con otros dos.30

    Muri en la cruz tras un periodo corto de sufrimiento y dolor. Algunos de sus seguidores lo colocaron en un sepulcro, que de acuerdo a algunas informaciones, cuando regresaron pasados dos das para ungir su cuerpo, stos no lo vieron por ningn lado. Pasado el tiempo, sus seguidores lo vieron. Estas experiencias de resurreccin les convencieron de que Jess volvera, y de que en la vida y muerte de Jess, Dios haba actuado para salvar a la humanidad. Los discpulos empezaron a persuadir a otros para que pusieran su fe en Jess.31

    28 Cf. Id., p. 360. 29 Cf. E. P. SANDERS. La Figura Histrica de Jess., p. 30. 30 Cf. Id., p. 30. 31 Cf. Id., pp. 30-31.

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    2. EL REINO DE DIOS EN LAS PARBOLAS DE JESS.

    2.1 QU ES UNA PARBOLA?

    La parbola es un gnero literario que sensibiliza la idea mediante una imagen.32 El trmino parbola, que aparece 47 veces en la versin griega del Antiguo Testamento y 50 veces en el griego del Nuevo Testamento, hace referencia sobre todo a un tipo particular de narracin que ha recibido una atencin privilegiada en la exgesis bblica. Es dificultoso definir la parbola bblica: se trata de un fenmeno comunicativo que puede ms bien describirse que definirse. Sin embargo, al tener que ofrecer una definicin de la parbola, se puede entender con ella un relato anfibolgico que, remitiendo a otro acontecimiento o relato, lleva a cabo un proceso en que se compromete al que lo oye.33

    El trmino parbola proviene del heb. Mashal que a la vez, deriva de una raz semtica que evoca la idea de efigie o representacin. La versin griega de los LXX recurren a parabolh,,, aunque la literatura griega, desde Aristteles hasta varios siglos despus de la era cristiana, reserva estrictamente el trmino para una comparacin desarrollada.34

    Con todo esto tenemos entonces que una parbola es un relato ficticio utilizado en funcin de una estrategia dialgico-argumentativa que acta en dos momentos: primero solicitando, a partir de la lgica interna del relato, una cierta valoracin ("Ese hombre merece la muerte"!), y luego transfirindola, en virtud de una analoga de estructura, a la realidad buscada por el autor de la parbola (" T eres ese hombre!").35 2.2 PARBOLAS QUE CARACTERIZAN LA VIDA DEL DISCIPULO 2.2.1 Comentario general. En la parbola del Buen Samaritano Jess propone que para alcanzar la vida eterna es necesario amar a Dios sobre todas las cosas y al prjimo como as

    32 Lothar COENEN; Erich BEYREUTHER; Hans BIETENHARD. Diccionario Teolgico del Nuevo Testamento. Salamanca: Sgueme 1999, Tm. II., p. 286. 33 Cf. Karl RAHNER, Herbert VORGRIMLER. Diccionario de Teologa. Barcelona: Herder 1970, p. 176, p. 1011. 34 Cf. Alejandro DIEZ MACHO; Sebastian BARTINA. Diccionario Enciclopdico de la Biblia. Barcelona: Garriga S.A. 1963, Tm. V., p. 870. 35 Cf. Pietro ROSSANO; Gianfranco RAVASI; Antonio GIRLANDA. Nuevo Diccionario de Teologa Bblica, Barcelona: San Pablo 1988, p. 1473. Aqu se utiliza el ejemplo de parbola de Natn (2S 12,1-7), el cual para hacer que David reconociera su pecado, el adulterio con Betsab y el asesinato de su marido Uras (2S 11,1-27), le narra la historia de un rico insolente, el cual para dar un banquete, en vez de matar una oveja de sus numerosos rebaos, prefiri quitarle a un vecino pobre su nica oveja, que constitua toda su riqueza. Al orlo David, exclama indignado: "El hombre que ha hecho eso merece realmente morir!" "T eres ese hombre!", le replica el profeta; y David se ve condenado por la sentencia que l mismo haba pronunciado.

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    mismo. Y entonces se pregunta quin es el prjimo?36 Es un amor de servicio, sin lmites, de alguien que no rene tesoros en la tierra sino que pone sus bienes en las manos de Dios.37 Las dos parbolas del Tesoro en el campo (Mt 13,44), y de la perla (Mt 13,45), son tomadas dentro de la vida ordinaria de un pueblo, de su su cotidianidad, tanto que por ese entonces tenan la costumbre de guardar sus bienes o tesoros para evitar ser vctimas de saqueos por parte de pueblos de Mesopotamia y de Egipto. Ambas parbolas han sido entendidas como si Jess desarrollara la exigencia de una entrega sin reserva, y esa entrega se manifiesta por medio de la alegra que hace que el hombre tome una decisin y esa decisin es dejarlo todo por aquel hallazgo. As mismo ocurre en el Reino de Dios. La Buena Nueva que es tomada dirige toda su vida hacia el encuentro del reino de los cielos. Dejndolo todo para entrar en l. Esta misma idea se expresa tambin en la parbola del Gran pez (Mt 13, 47-49).

    El tesoro escondido y la perla de extraordinario valor: como el tesoro y la perla valen ms que las otras posesiones, el que los encuentra renuncia a todo lo dems para poder adquirirlos. Estupor y alegra desbordantes, ms que disposicin sin reservas para el sacrificio y la renuncia, es el tema predominante en las dos parbolas.

    Cuando un hombre, sin haberlo buscado, encuentra un tesoro escondido en un campo, o cuando un mercader que se dedica a buscar perlas finas descubre una de gran valor, uno y otro, llenos de gozo, toman las medidas pertinentes: uno vende todo lo que tiene para adquirir la joya de extraordinario valor; el otro sabe que solo puede asegurarse la posesin del tesoro escondido comprando aquel campo, y adquiere el terreno. Esta conducta hace ver que Jess comprendi el Reino de Dios como un descubrimiento cuyo gozo acaba con cualquier tipo de vacilacin. En los dos casos se toma una decisin radical, pero esa decisin se origina en la profunda fascinacin que produce el descubrimiento del Reino, del encuentro.

    El tesoro y la perla: Esta doble parbola muestra seguramente el compromiso total que exige el descubrimiento del reino, pero no hay que perder de vista dnde se origina la decisin: en un descubrimiento. Frente al gozo que proporciona, las medidas radicales se imponen por s mismas.

    El Reino de Dios no llega como una exigencia que reclama un sacrificio extraordinario o heroico sino que es un gozoso don de Dios, que por su dimensin y su bondad hace total y absolutamente feliz a toda persona. Ningn esfuerzo por conseguir el tesoro parece excesivo. Del mismo modo, el compromiso que exige de los discpulos puede llegar hasta la renuncia a

    36 Cf. Willian R. FARNER. Comentario Bblico Internacional. Estella. Verbo Divino. 2003, p 1279. 37 Joaqun JEREMIAS. Las Parbolas de Jess, p. 227.

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    todos los bienes. Ese compromiso no es facultativo. Hay que asumirlo apenas se realiza el descubrimiento. Pero lo realmente decisivo no es la renuncia a lo que antes se tena, sino el gozo de poder entrar en el Reino de Dios.38

    La parbola de la red es una evocacin de lo que el Reino de Dios ser en el futuro, cuando llegue la hora del juicio final. La separacin de las especies buenas y malas evoca claramente la idea del juicio. El destino final de los justos se expresa en forma figurada: los pescadores recogen lo bueno en canastas.39

    El misterio ms profundo de este amor que caracteriza al verdadero discpulo es que puede perdonar. Transmite el perdn de Dios experimentado, cuya magnitud sobrepasa todo concepto. De ello habla la parbola del Siervo despiadado. (Mt 18, 23-35).40

    Se compara la llegada del Reino de Dios con un arreglo de cuentas, no es equiparado con el patrono, ni con los trabajadores, ni con la via.41 El don de Dios y la llamada de Jess incitan al trabajo. Jess ha empleado gustosamente la imagen de una profesin para representar su propia tarea de Salvador y ha hecho lo mismo para la tarea de los discpulos. Futuro pescador de hombres llama Jess al pescador Pedro en la imagen de la vocacin. Si un escriba se hace discpulo del reino de Dios, se parece a un padre de familia que saca de sus reservas lo viejo y lo nuevo, lo aprendido anteriormente y los nuevos conocimientos.

    Los discpulos son enviados a las ovejas perdidas del Pueblo de Israel, sin embargo, como pastores, as lo entiende al menos. Como administrador puesto por Jess mismo, recibe Pedro las llaves del Reino de Dios (Mt 16,19). El mismo y sus compaeros, anunciando el evangelio, tienen plenos poderes para proclamar el perdn.42

    2.2.2 Parbola del Buen Samaritano: Lucas 10, 3037. Ahora con relacin a la parbola del Buen Samaritano (Lc 10, 30-37), podemos observar como el seguimiento de Jess tiene su distintivo ms importante en el amor. Un amor sin lmites, reflejado en dos sentidos: el amar a Dios sobre todas las cosas y al prjimo como as mismo. El legista le pregunta a Jess que cul es el camino de la vida eterna, y Jess le responde has esto y vivirs. De que sirve tanta sabidura si el amar a Dios y al prjimo no entra a formar parte de la conducta de la vida. A partir de esto y para justificarse le pregunta a Jess y quin es mi prjimo?, hasta dnde va mi obligacin? La falta de lmites en el amor se expresa tambin en que, siguiendo el ejemplo de Jess, se dirige a los pobres y despreciados, a los desamparados y a los pequeos.

    38 Cf. Armando J. LEVORATTI. Comentario Bblico Latinoamericano, NT., pp. 344-345. 39 Id., p. 344. 40 Cf. Joachim JEREMAS. Las parbolas de Jess. Estella: Verbo Divino 2003, p. 236. 41 Cf. Id., pp. 236 y 254. 42 Cf. Id., pp. 243-244.

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    Jess atribuye valor a los afligidos y oprimidos resalta en la descripcin del anuncio de la sentencia en el juicio final.43 Situacin vital: Ms all de la localizacin geogrfica y temporal la situacin vital es la confrontacin: la enseanza de Jess a la gente est continuamente obstaculizada, acechada y puesta en cuestin por los sabios y los justos. En sntesis, la situacin vital es una situacin de rechazo.44 Vivir las obras de misericordia: Acoger con hospitalidad, atender a los enfermos, visitar a los encarcelados no se trata de hechos de amor que hayan mostrado personalmente a Jess, sino a sus hermanos, y con ellos a l mismo.45 Pues ser discpulo de Jess lleva consigo, como dice con gran nitidez una palabra de intimidacin, el estar dispuesto a la entrega de la vida. Y a tomar la cruz (Mc 8,34).46

    Todo el que me sigue, dice Jess, tiene que atreverse a una vida que es tan difcil como el camino de pasin de quien se encuentra en marcha hacia el suplicio.47 La pregunta que el legista hace a Jess es sin duda una pregunta fundamental, que todo discpulo debe plantearse: Qu debo hacer para tener en herencia la vida eterna? La respuesta se encontrar en la Palabra de Dios. El prjimo no se define por la raza ni por la cercana. La iniciativa de encontrar al prjimo viene del discpulo.48

    Veamos con la parbola del Samaritano como ha sido interpretada en la historia a partir de una lectura alegrica:49

    Segn Orgenes: autor antiguo que quera interpretar la parbola; el hombre que bajaba representa a Adn, Jerusaln el paraso, Jeric el mundo, los bandidos las potencias enemigas, el sacerdote la ley, el levita los profetas, y el samaritano a Cristo. Las heridas son las desobediencias, la cabalgadura el cuerpo del Seor, la posada abierta representa la Iglesia. Adems los dos denarios representan al Padre y al Hijo; el posadero al Jefe de la Iglesia encargado de administrarla; la promesa hecha por el samaritano de volver figuraba la segunda llegada del salvador.

    San Agustn: Un hombre (Adn) bajaba de Jerusaln (la ciudad celestial) a Jeric (nuestra mortalidad). Unos bandidos (el diablo y sus ngeles) lo despojaron (de la inmortalidad) y apalendolo (convencindole para que pecase) lo dejaron medio muerto (pues por un lado 43 Id., p. 231. 44 Cf. Jos Enrique RUZ DE GALARRETA. Para Leer el Reino en Parbolas. Estella: Verbo Divino 2007, p. 170. 45 Cf. Joachim JEREMAS. Las parbolas de Jess, p. 233. 46 Cf. Id., p. 246. 47Cf. Id., p. 246. 48 Cf. Armando J. LEVORATTI. Comentario Bblico Latinoamericano, NT., p. 542. 49 Cf. Daniel MARGUERAT. Parbolas. Estella: Verbo Divino 1999, p. 22.

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    conoce a Dios y por otra se entrega al pecado). Pues bien, un sacerdote y un levita (el ministerio del Antiguo Testamento) pasaron de lado; el samaritano (Cristo) vend sus heridas (oprimiendo el pecado), lo ungi de aceite (la esperanza) y de vino (la exhortacin a obrar con fervor de espritu). Lo Puso (invitacin a creer) en su cabalgadura (la encarnacin). La posada es la Iglesia. Al da siguiente tras la resurreccin del Seor dio dos denarios (los dos preceptos del amor, o bien la promesa de la vida presente y de la vida futura) al posadero (el Apstol Pablo).

    Martn Lutero: El hombre que cay en manos de los bandidos ilustra la cada de Adn. El sacerdote y el levita (la historia de la salvacin en el Antiguo Testamento) no vienen en su ayuda. El samaritano (Cristo) cumple sin que nadie se lo pida el mandamiento del amor; se encarga del hombre medio muerto, lo cuida con aceite (la gracia) y con vino (la cruz y el sufrimiento), lo carga en su montura (l mismo en cuento ofrenda sacrificial), lo conduce a la posada (la Iglesia), se lo entrega al posadero (los predicadores), y deja antes de marcharse (la ascensin) dos monedas de plata (el Antiguo y el Nuevo Testamento) con la promesa de su regreso (la parusa).

    Jess comprendi el Reino como un descubrimiento cuyo gozo acaba con cualquier tipo de vacilacin. El compromiso radical que exiga a sus discpulos llegaba hasta la renuncia de todos los bienes y hasta la ruptura de las relaciones ms intocables.50

    Todo gira en torno a la pregunta Qu es lo ms importante? Y en la respuesta a esta pregunta est la respuesta: es mi Compaero. Por lo tanto, prjimo o compaero debe ser ciertamente, en primer lugar, el compatriota; pero no solamente l, sino todo aquel que necesita de ayuda. El ejemplo del despreciado mestizo debe mostrar que ningn hombre est tan lejos de nosotros, que no debamos estar preparados en todo tiempo a arriesgar la vida por l, cuando est en necesidad, porque es nuestro prjimo.51 Lo ms importante es el Reino de Dios.

    50 Cf. Id., p. 52. 51 Cf. Joachim JEREMAS. Las parbolas de Jess, p. 231.

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    CONCLUSIONES

    De lo anterior podemos concluir que:

    Por la falta de datos, se hace muy dispendioso el intento por reconstruir el Jess histrico.

    Jess de Nazaret tiene una historia: tuvo un nombre, un nacimiento, un lugar de residencia, una familia, una ocupacin, una vida pblica, una misin proftica de entrega en donde predica el Reino de Dios.

    Jess fue un judo normal, marginal podramos llamarlo, que vivi su experiencia de vida apostando por una misin con radicalidad.

    En su predicacin utiliza las parbolas para transmitir un mensaje a sus oyentes, en donde su principal cometido es el anuncio del Reino de Dios.

    Con la parbola del Buen Samaritano en las distintas versiones que nos presentan los evangelios, Jess nos quiere colocar ante la pregunta Qu es lo ms importante? Para responder que lo ms importante es su seguimiento incondicional y por consiguiente, la presencia del Reino de Dios.

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