ACOSO ESCOLARPregúntale si ha ocurrido en otras ocasiones, quién ha estado implicado, quién lo ha...

ACOSO ESCOLAR

Cuadernos de familia

INDICE

¿Qué entendemos por acoso escolar o bullying?Tipos de acoso escolarSíntomas de acoso escolar¿Por qué sucede el maltrato?Cómo se llega a ser víctima del acoso escolarLo que podemos hacer No es interesante...Si tu hijo o hija acosaErrores frecuentes sobre el acoso escolarDirecciones y teléfonos de interés

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Podemos hablar de acoso escolar a partir del momento en el que una persona recibe de forma reiterada y durante un periodo de tiempo mas o menos exten-so una serie de actuaciones, por parte de uno o mas asistentes a ese mismo centro, que pretenden causar daño y humillación generando una situación de indefensión en la víctima, dándose además, la circunstancia de total ausencia de provocación por parte de ésta.

Se manifiesta en

Agresiones físicas (pegar, empujar, robar, romper o esconder objetos…)

Agresiones verbales (insultos, burlas, falsos rumores, notas anónimas…)

Agresiones de carácter social (exclusión social en actividades, ignorar…)

Cuadernos de Familia / Acoso Escolar

¿Qué entendemos por acoso escolar o bullying?

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Tipos de acoso escolar

Bullying Racista: si recae sobre un chico/a de otra etnia y los comentarios hacen referencia a su origen, tiene connotaciones racistas

Bullying Sexual: si incluye burlas o gestos sobre su cuerpo o partes del cuerpo de la persona y le hacen sentir incomodidad o humillación, tiene connotacio-nes sexuales.

Bullying Homófobo: si hace referencia a la supuesta orientación sexual, tiene connotación homófobas.

Ciberbullying: si el medio utilizado es el móvil o internet.


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Hay signos externos que nos pueden ayudar a captar esta problemática:

Somatizaciones (molestias de tipo dolor de cabeza, tripa…no se encuentra bien, sobre todo en la escuela…)

Cambios de hábitos (falta de asistencia, no quiere ir a la escuela, quiere que le acompañen, no quiere salir con los amigos…)

Cambios de actitud hacia las tareas escolares (bajo rendimiento acadé-mico)

Cambios de carácter (está irritable, se aísla, su comportamiento es in-trovertido, arisco, angustiado, deprimido, tartamudea, pierde confianza en sí mismo…)

Alteraciones en el apetito (también puede que venga con más hambre por-que le han quitado el bocadillo o el dinero…)

Síntomas de acoso escolar

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Alteraciones en el sueño (grita por la noche, pesadillas…)

Vuelve a casa con la ropa o el material destrozado. Tiene moratones o heridas…

Empieza a amenazar o agredir a otras personas.

Se niega a decir porque se siente mal e insiste en que no le pasa nada. Da excusas extrañas..

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A veces hay chicos y chicas que se comportan agresivamente para afrontar una situación difícil (muerte de un familiar, divorcio,…); otros son víctimas de abuso y trasladan su humillación y angustia. Los hay que quieren ser podero-sos y utilizan la violencia para conseguir lealtad; normalmente no son felices y así consiguen popularidad y amigos.

En cualquier caso estos niños y niñas tienen que entender que su conducta es inaceptable y que si continúan comportándose así habrá consecuencias. Hay que alentarles para el cambio.

¿Por qué sucede el maltrato?

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Cualquiera puede ser víctima. Hay personas muy activas que son poco diestras y desafortunadas en la relaciones con los demás. Es por falta de competencia social.Otras personas son aplicadas y tienen buenas relaciones con el profesorado despertando envidias.También hay alumnado sobreprotegido por la familia que no han tenido ex-periencias previas de confrontación, o que han sido educados en un ambiente tolerante y responsable y se sienten inseguros ante ataques intimidadores.Otros no les gusta la violencia y no participan en riñas o prefieren juegos más tranquilos. El hecho de tener una buena red de amistades protege de sufrir situaciones de maltrato.El alumnado con necesidades especiales también puede ser objeto de maltrato.Puede ocurrir también con el alumnado que están en situación de minoría étnica respecto al grupo.Luego está el caso singular de los que han sido victimizados y se convierten a su vez en agresores, desarrollando al mismo tiempo ambos papeles.Sea cual sea la pretendida diferencia, es sólo una excusa que el agresor nece-sita o cree para justificar su conducta.

Cómo se llega a ser víctima del acoso escolar

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Lo que podemos hacer

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Cuando un niño o niña esta sufriendo una conducta de maltrato, sea psicoló-gico o físico, esta realmente preocupado por lo que le pasa; es muy importan-te escucharle, creerle y emprender una acción positiva.

Pregúntale directamente, aliéntale a hablar.

Reacciona con calma, no hagas reproches ni culpabilices. Apóyale y escú-chale, tranquilízale. Enséñale a estar satisfecho de sí mismo.

Pregúntale si ha ocurrido en otras ocasiones, quién ha estado implicado, quién lo ha visto, dónde ha ocurrido, qué ha hecho él, a quién se lo ha con-tado.

Es la escuela la que ha de tomar la responsabilidad de contactar con los padres del agresor, por muy enfadado que estés.

Informa a la escuela, pero primero pregunta a tu hija o hijo si prefiere hablar ella misma con su profesor/a. Si hace falta, pide que se proteja su anonimato.

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Pide una entrevista para hablar con el tutor/a. Infórmale de todo lo que sa-bes y averigua si él sabe algo. Es fundamental acordar actuaciones conjuntas para detener el maltrato.

Pregunta si el centro tiene diseñado algún plan para actuar en situaciones de maltrato. También puedes escribir una carta formal al director/a exponien-do los hechos con copia a las autoridades educativas. Si a pesar de todo no encuentras apoyo, retira a tu hijo del sistema escolar hasta que se emprendan acciones positivas. Es un derecho del alumnado estar seguros en los centros y a la vez es un deber de los centros velar por la seguridad del alumnado.

No es interesante…

Utilizar la violencia en contra de los agresores, te pueden acusar de maltra-tarlos y de acoso. Recuerda que suelen ser menores de edad.

Decirle a tu hija o hijo que intente solucionarlo por sí mismo/a. Piensa que si pudiera no hubiese pedido ayuda.

No intentar ocuparte de este problema por tu cuenta.

Si tu hijo o hija acosa


Reacciona con calma, intenta no actuar coléricamente ni a la defensiva. Pregúntale directamente a tu hija o hijo qué esta haciendo y si se ha compor-tando así antes.

Pregúntale si sabe por qué lo hace. Haz que se dé cuenta de que está haciendo daño. Que la violencia no es forma inteligente de resolver conflic-tos. Déjale claro que esa conducta es inaceptable. Pregúntale cómo cree que puedes ayudarle. Centra la atención sobre la conducta concreta y no sobre la persona.

Averigua si hay algo en particular que le preocupe. Ayúdale a encontrar maneras no agresivas de reaccionar. Pídele que se aparte del lugar cuando vea que está perdiendo el control. Hazle ver la diferencia entre agresividad y asertividad (hacer valer los derechos propios sin atropellar los de los demás).

Habla con el tutor y explícale todo lo que sabes. Intentad juntos conseguir que tu hijo detenga esa conducta. Puedes hablar con el o la orientadora del centro, con el profesorado. Pregunta si en la escuela hay algún tipo de espacio o persona donde pueda acudir cuando sienta que esta a punto de perder el control. Acordad actuaciones.

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Recompénsale cuando haga las cosas bien, dar oportunidades para que las haga. Dile que no caiga en provocaciones (otros chicos pueden saber que está intentando salir).

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El maltrato sólo son “bromas”, “cosas de chiquillos”, y es mejor no meterse.

La víctima se lo busca, se lo merece.

El maltrato forma parte del crecimiento, imprime carácter.

La mejor manera de defenderse es devolverla.

El maltrato es cosa de chicos, no tanto de chicas.

Sólo agreden los chicos o chicas que tienen problemas familiares o que viven en barrios marginales.

Las víctimas son personas enclenques y débiles. No es cierto, cualquiera puede ser víctima.

Cuando alguien se pelea es preferible no meterse y mantenerse en una po-sición neutral. Eso convierte al espectador en cómplice. A menudo se busca impresionar al grupo y es el grupo quien puede detenerlo.

Errores frecuentes sobre el acoso escolar


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Hay que castigar a los que agreden, así dejarán de hacerlo. Falso. No es la ni la primera opción a considerar ni la más eficaz. Además puede generar represalias.

Solo la víctima necesita ayuda. Los agresores también necesitan ayuda. A ve-ces la agresión es una manera de relacionarse y tendrían que aprender nuevas formas de relación.


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DIRECCIONES Y TELÉFONOS DE INTERÉS

CAIF I Distritos I, II y IIICC María ZambranoC/ Pedro de LermaTel.: 91 140 88 [email protected] caifalcala.wordpress.com

CAIF II Distritos IV y VC/ Jacinto Verdaguer, 8Tel.: 91 830 12 [email protected]

Dirección General de FamiliaC/ Agustín de Foxá, 31, 5ª planta.Código Postal: 28036Distrito: Chamartín

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Instituto Madrileño del Menor y la Familia(Consejería de Familia y Asuntos Sociales)C/ Gran Vía, 14. 28013 Madrid.Tel: 91 580 34 64 - 902 02 44 99Fax: 91 580 37 47 [email protected]@madrid.org

www.denfensordelmenor.org

www.acosoescolar.info

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