Acostumbrarse a desacostumbrarse

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Acostumbrarse a desacostumbrarse Leí ayer en un libro que la vida es acostumbrarse a desacostumbrarse. La verdad es que nunca he leído una frase que encierre más acierto. La vida son pequeños momentos, pequeños sabores, que cuando te gustan, han desaparecido. Instantes cuyos bordes se rompen de tanto ser revisados y releídos. Te das cuenta de que estás enamorado de alguien cuando ese alguien ha desaparecido de tu vida. Pero la vida es acostumbrarse a desacostumbrarse. Y yo quiero vivir. Este año he aprendido mucho de lo que es la vida. Y lo he aprendido mirando a los ojos de la muerte. Esos ojos de unas personas que han perdido lo más importante que tenían: sus recuerdos y sus esperanzas. Elementos perdidos cuando ciertas placas y ovillos se adueñan de tu cabeza. Los ojos ganan brillo y pierden vida, las sonrisas ganan inocencia y pierden alegría. Y sin embargo, el tacto de sus manos trasmite algo de color verde azulado. Acostumbrarse a desacostumbrarse. ¿Cuándo se acostumbra uno a los recuerdos? ¿Cuándo se desacostumbra uno a los recuerdos? Los altavoces empiezan a lanzar una canción. Basketcase. Y los recuerdos empiezan a invadir mi habitación. Recuerdo una frase dicha entre batidos de fresa: “Si fueras una empresa,

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Acostumbrarse a desacostumbrarse

Leí ayer en un libro que la vida es acostumbrarse a desacostumbrarse.

La verdad es que nunca he leído una frase que encierre más acierto.

La vida son pequeños momentos, pequeños sabores, que cuando te

gustan, han desaparecido. Instantes cuyos bordes se rompen de tanto

ser revisados y releídos. Te das cuenta de que estás enamorado de

alguien cuando ese alguien ha desaparecido de tu vida. Pero la vida es

acostumbrarse a desacostumbrarse. Y yo quiero vivir.

Este año he aprendido mucho de lo que es la vida. Y lo he aprendido

mirando a los ojos de la muerte. Esos ojos de unas personas que han

perdido lo más importante que tenían: sus recuerdos y sus esperanzas.

Elementos perdidos cuando ciertas placas y ovillos se adueñan de tu

cabeza. Los ojos ganan brillo y pierden vida, las sonrisas ganan

inocencia y pierden alegría. Y sin embargo, el tacto de sus manos

trasmite algo de color verde azulado.

Acostumbrarse a desacostumbrarse. ¿Cuándo se acostumbra uno a los

recuerdos? ¿Cuándo se desacostumbra uno a los recuerdos?

Los altavoces empiezan a lanzar una canción. Basketcase. Y los

recuerdos empiezan a invadir mi habitación. Recuerdo una frase dicha

entre batidos de fresa: “Si fueras una empresa, no dudaría en gastar mis

ahorros en tus acciones”. Basketcase.

Ya es la Cruz de Mayo. Para vivir hay que mirar al pasado para aprender.

Page 2: Acostumbrarse a desacostumbrarse

Llueve, pero ya es la Cruz de Mayo. Para vivir hay que mirar al presente

para saber el lugar que ocupas. Llueve, pero ya es la Cruz de Mayo en

mi pueblo. Para vivir hay que mirar al futuro para saber hacia donde

avanzar.

Acostumbrarse a desacostumbrarse. Game over. Tiembla mundo. Es el

momento de jugar a la vida en serio. Y, tú sabes, que nadie nos va a

ganar. Lo sabes. Lo sabemos.