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    Acromatopsia central

    La acromatopsia central se ha definido comouna pérdida de la percepción de los colores re-sultante de una lesión en la corteza de asocia-ción visual [1,2]. La pérdida completa de lapercepción de colores causada por una patolo-gía cerebral representa un síndrome clínico

    inusual y, de hecho, se han referenciado muypocos casos en la literatura neurológica [1-9].En ocasiones, la pérdida es sólo parcial [10];en tales casos, los defectos en la percepciónde colores suelen afectar especialmente al re-conocimiento de ciertos colores específicos.

    En la acromatopsia central el paciente pue-de conservar el conocimiento (imaginación) delos colores, a pesar de su incapacidad parapercibirlos [11]. De hecho, la incapacidad pa-

    ra lograr una representación mental de los co-lores (es decir, qué colores se asocian con quéobjetos) corresponde realmente a una agnosiaal color y no a una acromatopsia [12].

    La acromatopsia central suele correlacio-narse con otros síndromes, como son: proso-pagnosia [2,6], agnosia y amnesia topográfica[8,10], agnosia visual [6], defectos en la per-cepción de profundidad y localización espacialde los estímulos [6], y alexia pura [6,11,13].

    La acromatopsia central se ha asociado conlesiones occipitales y temporales ventrome-diales [2,6,8]; frecuentemente se relaciona coninfartos temporooccipitales que incluyen lascircunvoluciones lingual y fusiforme [4,5,10],

    A continuación se presenta un caso de acro-matopsia con una conservación de la imagina-ción de colores, y una recuperación casi com-pleta en el curso de unos pocos días.

    Varón diestro de 47 años de edad con 12 añosde escolaridad. Este paciente explica que an-tes de su hospitalización presentó una cefaleade intensidad moderada durante aproximada-mente un mes, que en ocasiones lo despertabadurante la noche. Sin embargo, la intensidadde la cefalea aumentó progresivamente. Dosdías antes de su hospitalización se encontrabaviendo televisión y sintió como si su cabezaflotara. Se sentó y entonces notó una pérdidaaguda de la visión de colores. Se fue a su ca-

    ma, se acostó para dormir y cuando se desper-tó observó que sólo veía sombras en blanco ynegro. Explica que la luz brillante le molesta-ba. No observó vértigo, diplopía ni dificulta-des para caminar o para hablar. Tampoco ob-servó parastesias o hipoestesia. Afirma quepodía reconocer formas y objetos en movi-miento. Sin embargo, indica que todas las co-sas le ‘parecían iguales’, y tuvo dificultadespara distinguir una paquete de cigarrillos delcontrol remoto del televisor. Más tarde fue auna tienda que visitaba frecuentemente y ex-plica que le pareció desconocida y se sintiómuy preocupado por las posibles dificultadespara regresar a su casa; de hecho, para volvertuvo que contar las calles e identificar marcas

    locales en las esquinas. Añade que tuvo difi-cultades para identificar a su vecina y sólo pu-do reconocerla por el timbre de la voz. A con-secuencia de estas dificultades, acudió a unhospital local, donde fue internado. En el exa-men neurológico de ingreso estaba alerta ybien orientado. Los nervios craneales II-XII es-taban intactos, pero el paciente informó que só-lo veía tonos de gris. El funcionamiento motory sensorial fue normal y simétrico. No se en-contraron signos cerebelosos.

    Una tomografía cerebral se interpretó de laforma siguiente: ‘en el lóbulo occipital se en-cuentra un área de baja densidad visualizadamedialmente en el hemisferio derecho y ligera-

    mente lateral en el hemisferio izquierdo, suges-tivas de áreas de infarto que parecen ser sub-agudas. No hay evidencia de hemorragias agu-das ni efecto de masa significativo. El cerebeloaparece normal. Los ventrículos son normalesen tamaño, forma y configuración. La impre-sión general es que existen infartos occipitalesbilaterales de naturaleza subaguda’.

    Se realizaron dos evaluaciones neuropsico-lógicas durante su hospitalización. La primera

    el día siguiente a su ingreso, y la segunda, tresdías más tarde.

    En la primera evaluación se encuentra a unpaciente alerta, orientado, con habla fluida, sindificultades para hallar palabras o defectos gra-maticales en el lenguaje. El volumen de la vozy la entonación son normales. No hay defectosen sus campos visuales. No se hallan dificulta-des para el seguimiento visual y no se encuen-tra extinción visual ante la doble estimulaciónsimultánea. El paciente informó que era inca-paz de calcular correctamente la distancia entredos objetos. En el reconocimiento de figurassuperpuestas (prueba de Poppelreuter), el pa-ciente logró identificar correctamente sólo el50% de las figuras. En la lámina 1 de la pruebade Boston para el diagnóstico de las afasias fuecapaz de explorar toda la figura siguiendo unadirección de izquierda a derecha. Además, lo-gró integrar todos los elementos visuales demanera correcta. Copió de una forma casi nor-mal la figura compleja de Rey-Osterrieth, loque sugirió ausencia de dificultades construc-cionales o agnosia aperceptiva. Informó quecontinuaba teniendo dificultades para ver colo-res y todos los objetos simplemente tenían to-nalidades de gris. Se utilizaron cinco tarjetas de23 × 30 cm para evaluar la percepción de colo-res: rojo, amarillo, anaranjado, verde y azul. Sepidió al paciente que señalara diferentes colo-res. Con dificultad, señaló dos de los colores

    (rojo y amarillo), pero observó que ‘este colorpuede ser el rojo porque es oscuro, y éste puedeser el amarillo porque es claro. Supongo, peroen verdad no veo el color’. De forma similar,cuando se le pidió que nombrara los colores,denominó correctamente el rojo y el amarillo,explicando que era el más oscuro y el más cla-ro. Nombró oralmente y de forma correcta loscolores de diferentes objetos (p. ej., ‘¿de quécolor es la sangre?’; ‘¿de qué color es la hier-ba?’). Cuando se le pidió que denominara colo-res pálidos (p. ej., rosado, azul celeste, etc.), fa-lló por completo y dijo que sólo veía gris.

    Durante la segunda evaluación, el pacientecomunica que la percepción de colores ha me- jorado notoriamente y actualmente es casi

    normal. Puede reconocer los colores vivos pe-ro no los pálidos. Describe que para la recupe-ración de la percepción de los colores ha se-guido la siguiente secuencia: rojo (primero),anaranjado, azul y amarillo-verde (último). Seevalúo la percepción de colores con la pruebade colores de Ishihara. Ésta consta de variasláminas que contienen puntos coloreados, loscuales forman números contra un fondo depuntos de contraste. Fue capaz de identificartodos los números de las láminas que se lepresentaron. También fue capaz de respondera las preguntas relativas a los colores de losobjetos (p. ej., ‘¿de qué color es un plátano?’)y de nombrar objetos correspondientes a un

    CORRESPONDENCIA

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    color determinado (p. ej., ‘por favor, dígameel nombre de diferentes objetos amarillos’).Su incapacidad para denominar colores fueinconsistente; nombró correctamente los co-lores brillantes, pero su incapacidad para de-nominar colores con poca saturación fue me-nor. Así, pudo reconocer adecuadamente el co-lor rojo, pero fue incapaz de reconocer el ro-sado. Dijo que cuando la luz se reflejaba en unobjeto veía dos colores diferentes.

    No se encontraron dificultades en el reco-nocimiento de caras. El paciente reconociósin ningún error todas las caras de los presi-dentes de Estados Unidos. En la prueba de re-conocimiento de caras de Benton [14] obtuvouna puntuación normal.

    No se encontraron defectos visuoespacia-les. Fue capaz de indicar correctamente lascoordenadas espaciales en un mapa de Esta-dos Unidos y de indicar la localización de di-ferentes ciudades y estados. Sin embargo, supuntuación en el juicio de orientación de líneas[14] fue limítrofe. Con la prueba de denomi-nación de Boston se encontró algún grado deagnosia visual; por ejemplo, dijo que la ‘ra-queta’ era una ‘cuchara’, aunque el pacientecorrigió espontáneamente estos errores. Afir-mó que era capaz de reconocer los objetos enmovimiento sin ninguna dificultad.

    Este caso ilustra claramente el síndrome deacromatopsia central. El paciente presentóuna pérdida súbita de la percepción de colo-res, asociada inicialmente con prosopagnosia,agnosia topográfica, agnosia visual y defectosen la percepción de profundidad y localiza-ción espacial de los estímulos, resultante deinfartos occipitales bilaterales. Sin embargo,no se hallaron defectos en sus campos visua-les ni fallos en la imaginación de colores. Es-

    tos defectos presentaron una recuperación rá-pida, y una semana más tarde su acromatopsiase había recuperado casi por completo, aligual que los otros trastornos asociados.

    A pesar del desarrollo de nuevas técnicasexperimentales aplicadas al estudio del siste-ma visual [15], el análisis de casos especialescomo éste puede contribuir significativamentea lograr una mejor comprensión sobre la orga-nización cerebral de la percepción visual.

    A. Ardila

     Aceptado tras revisión externa: 12.02.09.

     Department of Communication Sciences and Disor-ders. Florida International University. Miami, Flo-rida, Estados Unidos.

    Correspondencia: Alfredo Ardila, Ph.D. 12230 NW 8th Street. 33182, Miami, Florida, USA. E-mail:[email protected]

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