ACROSTICOE speranza y fruto de nuestras vidas,

D isfrutemos con ellos, de manera

U rgente, su corta infancia. Y

C oncentremos nuestra energía en

A yudarlos a crecer sanos y felices.

C ompartamos con ellos y enseñemos

I mportantes y sabios consejos, pero

O bservando con mucho detenimiento

N uestro actuar como claro ejemplo.

I nstruyamos, padres y maestros, a

N uestras futuras personas de bien. No seamos

I ndiferentes a su voluntad de crecer.

C olmemos con mucho gozo sus

I mportantes necesidades de aprender. Y

A legrémonos todos por haber sido parte del mágico y

L indo mundo de la niñez.