Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

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  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

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    A n to lo g ia

    F iesta de taros en M ad rid

    adrid,   cas tillo famoso   M ucho Ie pesa a A liatar ;   Pero  ya Rodr igo e s pe ra,que al r ey  m or o alivia e l m iedo,   pero   Zaida   dio r es pu es ta,   el pu e blo mud o y atento:

    arde en fiestas en   su coso   diciendo que puede   ent r ar ,   con heroico atrevimiento,

     po r ser  el natal dichoso   por q ue en tan   solemne   fies ta   se engalla  el toro y altera ,

    de Alimen6n de To ledo .   na da   se de be negar .   [' .. J   y finge acometimiento.

    Su  bravo alcaide Aliatar ,   M as,  cuando   en medio se  pa r a   La ar ena es carba,   of endido;

    de la hermosa Zaida amante,   y d e mas cerca Ie m ira ,   sobre la espalda la ar roja

    las   ordena cele br ar    la cristiana e s clava Aldara   con el hueso retorcido:

     po r si Ie puede   a blandar    co n su senora se encar a   el suelo huele y Ie moja

    el c or az6n de diamante.   y asi   Ie d ice, sus pi ra :   en ardien te r  es oplido. [... J

    Pas6 vencida   a sus r ueg os,   "Senora,   suenos   no  son ;   M as, jay, qu e  Ie embiste,   horrendo,

    des de Aravaca   a M adrid;   as i   los  c ielos, ven cidos   el a nimal es pa ntoso!

    hubo pandorgas y fuegos,   de mi ruego y aflicci6n,   Jam as   pena sco tremendocon otros  nocturnos   juegos,   ac er q uen a mis   oidos   del Caucaso cavernoso

    qu e dis pu so el a da lid . [' .. J   las campanas   de Le6n,   se  de sga ja,   es trago haciendo,

    El ancho circo se llena   como ese donce l, q ue, uf ano,   ni llama   as i fulminante

    de m ul tit ud   clamorosa,   tanto   asom bro viene  a dar    cruza   en neg ra oscuridad

    qu e at ien de a ver en la ar ena   a  todo el pueblo africano,   co n relampago s   delante,

    la   san grienta   lid dudosa,   es Rodrigo de V ivar,   al estr e pi to tron an te

    y to do en torno resuena. [... J   el so berbio  ca stellano."   [... J   de  sonora tempestad,

    Sali6 el toro del tor il   Suena   un   r umor   placentero   co mo el bruto   se  ab alanz a,

    y al  Tarf e tir 6 po r  t ierra ,   en tr e el vulgo  d e M adr id :   co n ter rible   lige r eza ;

    y lueg o a Bena lgualcil;   " No habr a   mejor cab aller o   mas,   rota con gran pujanz a

    despues  con Hamete cierr a,   -dicen-   en el mundo   entero",   la alta nuca, la fiereza

    el tomer6n de C onil. [... J   y algunos   Ie ll aman Cid.   y el ultimo aliento lanz a.

    Dio vuelta   hiriend o   y m atand o   Cr ec e la alga zar a,   y el ,   La co nf usa vocerf a

    a los d e a pie q ue  encontrara,   to r ciendo las riend as   de or o,   qu e en  ta l   instan te s e oy6

    el c irco desocupand o,  mar cha   al com bate cruel:   fue tanta ,   qu e  par ecia

    y, e mplaz andose, se para,   alza el galo pe, y al toro   que honda mina revent6,

    con la vista am enazando.   bu sca en sonoro tropel. [... J   o el monte  y valle   se  hundia.

     Nad ie se atr eve   a sa lir :   Cual flech a se  dis par6,   A c a ba llo ,  com o esta ba,

    la  ple be grita ,   ind igna da;   des pedida   de la   cu erda,   R odr igo ellazo alcanz 6

    las  damas se q uier en ir ,   de ta l   suerte   Ie embisti6:   co n qu e el tor o   se  adornaba:

     po r qu e   la fiesta empezada   detr as   de l a  or eja izq ui erda   en  su lanza Ie c lav6

    no puede  ya proseguir .   [... J   la ag uda lanz a  Ie hiri6.   y a los balcones llegaba.

    Sobr e un   cab allo alaza no,   Br ama   la fiera  burlada;   Y , alzand ose en los es tr ibos,

    cu bier to de galas   yor o,   segunda  vez acomete,   Ie alar ga a Zaida,  di ciend o:demand a   lic enc ia,  ur bano,   de es pu ma y s udor ban ada,   "Sul tan a,   aunque   bien  ent iend o

     pa ra alan ce ar   a un   toro   y segun da ve z Ie m ete   se r favor es  exc esivo s,

    un cab allero cr istiano .   sutil la punta ace r ada.   mi corto don admitiendo;

    ~   S A N T I L L A N A 103

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    no os dignaredes ser 

    on el benigna,   advertid

    ue a  m i   me basta saber 

    ue no Ie debo ofrecer 

    otra persona en Madrid."

    Ella, el rostro placentero,

    dijo, y turbada: "Senor,

    yo Ie admito y Ie venero,

     po r co ns erva r el favo r 

    de tan gentil caballero."

    La lechera ,

    "   " _ .:z I 

     J    J\?

    levaba en la cabeza   - J ,una lechera el cantaro al mercado ,

    con aquella presteza,

    aquel aire sencillo,  aquel agrado, i- ; -"~ue va diciendo a todo el que 1 0 advierte:.;

    Yosi que estoy contenta con mi suerte!" , > -orque no apetecia

    as compaiiia que su pensamiento,~

    ue, alegre, Ie ofrecia   ;

    ocentes ideas de contento,

    archaba sola la feliz lechera,

    de cia   entre si de esta manera:

    Esta leche, vendida, limpio me dara tanto dinero,

    con esta partida

    n canasto de huevos comprar quiero,

    ra   sacar cien pollos, que al estio

    e rodeen   cantando el pia ,  pia.

    el importe logrado

    e tanto polIo, mercare un cochino;

    n bellota,   salvado,

    rza,   castana,   engordara sin tino:

    nto,   que puede   ser que yo consiga

    er como se Ie arrastra la barriga.

    04 0

    Y, be sand o el ric o do n,

     pa ra ag radar al do nc el ,

    Ie prende con aficion

    allado   del corazon

     po r br inqu ino   y por joyel.

     Ni co la s F e r  nadez   d e  Morat  in

    (T ex t o   abreviad o)

    Llevarelo al mercado;

    sacare de el sin duda buen dinero:

    comprare de contado

    una robusta vaca y un ternero,que salte y corra toda la campina,

    hasta el monte cercano a la cabana."

    Con este pensamiento

    enajenada, brinca de manera

    que, a su saIto violento,

    el cantaro cayo. jPobre lechera!

    iQue compasion! Adios leche,  dinero,

    huevos,   pollos,  lechOn, vaca y ternero.

     jO h, loca fantas ia ,que palacios fabricas en el viento!

    Modera tu alegria;

    no sea que,  saltando de contento,

    al contemplar dichosa tu m udanza,

    quiebre su cantarillo la esperanza.

     No seas am biciosa

    de mejor   0  mas prospera fortuna;

    que viviras ansiosa,

    sin que pueda saciarte cosa alguna.

     N o a nhele s im pac ie n te el b ien futuro:

    mira que ni el present  e   esta segura .

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    Letrilla

    e amor  es me muerO:   Y,luego, en mi pecho,   Me mira, Ie miro;mi madre , acud id ;   una voz o i,   si me vio, Ie vi

    si no l legais pronto ,   cual cosa de encanto,   ponerse mas rojo

    vereisme morir.   que em pez6 a decir: que el m ism o carm in;

    "La niiia soltera   y si esto Ie pasa

    Catorce aiios tengo;   ~de que ha de servir? al pobre,  decid:

    ayer los cum pH,   La vieja casada   ~que quereis, mi madre

    que fue el primer dia   aun es mas feliz."   que me pase ami?

    del florido abril, De amores me muero:

    y chicas y chicos  De amores me muero:

    me suelen decir :   mi madre , acud id ;   mi madre , acud id ;

    "~ Por que no te casan,   s i no l legais pronto ,   si no llegais pronto,

    Mariquilla? Di."   ver e is me   morir.   ver e isme morir.

     De amores me muero:   Si por ese mundo Enfrente vive otro,

    mi madr  e ,   a cudid ;   no quisiereis   ir    taimado y sutil,

    si no llega is   pronto ,   buscandome un novio que suele de paso

    ver e isme morir  .   dejadmelo ami,   mirarme y reir ,

    que yo hallare tantos   y, disimulado,

    Ya se,  madre mia,   que pueda elegir, se viene tras mi,que alIa,  en el jardin,   y de nuestra calle   y aver d6nde l lego

    estando a mis solas,   yo no he de salir. me suele seguir.

    des pac io me viDe  amor  es me muero:en el espejito   De   amores me muero:

    que m e dio en Madrid   mi madr  e ,   acudid  ;   mi madre ,   acudid;

    las ferias pasadas   si   no llegais pronto ,   si no llegais pronto ,

    mi primo Luis.   ver e is me   morir.   ver e isme morir  .

    De   amores me muero:   Allado vive uno   Otro hay que pasea

    mi madre , acud id ;   como un serafin,   con aire gentilsi no llegais pronto,   que la misma misa   la calle cien veces,

    vereisme morir.   que yo suele oir .   y aunque diga mil,

    Si voy sola,  llega   y a nuestra criada

    Mireme y mireme   muy  cerca de mi,   Ie suele decir:

    cien veces y mil,   y se pone lejos   " jB on ita es tu am a!

    y dije, llorando:   si  tambien venis.   ~Tehablade mi?"

    "jAy, pob re de milDe   amores me muero:~Por que se  malogra   D e amores me muero:

    mi dulce  r ei r    mi   madr  e ,   acudid ;   mi madre ,   acudid  ;

    y tiernas   miradas?   si  no l legais pronto ,   si no llegais pronto ,

     jA y,niiia inf eliz!"   ver e isme   morir.   ver e isme morir.

    De  amores   me   muero:

    mi madr  e ,   acudid  ;

    si no   ll ega is pronto ,

    ver e isme   morir.0

      J os e   G adalso

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    O da ana c re 6 n tic aa D or i la

    t C   6mo se van   las  ho ras,I

      y tras ell as   los  df as,

    y los  f lor idos   afios

    de nu est ra f  nigil   vida!

    La V e jez lu ego viene

    -del   Amor enemiga-,

    y entre funebres som br asla muerte se avecina,

    q ue, escualida   y temblando,

    fea,   informe,   amarilla,

    nos aterra   y  apaga

    nuestros juegos y dichas.

    El cuerpo se entor  pec e,

    los ayes   nos fatigan,

    nos huyen los p laceres

    y d eja   la alegria.

    Si esto,  pues,  nos aguarda,w ara q  ue, mi Dorila,

    son los f lor idos afiosde nuestra fragil   vida?

    Para   juegos   y b ai les ,

    y ca ntares y r isas

    no s los dier on los cielos,

    las gr acias los des tinan.

    Ven, jay!, ~ q ue te detiene?

    Ven..., ven ..., paloma mfa,

    de bajo de estas parras

    do leve viento aspira.Y entre brindis suaves

    y mimosas delicias

    de la nifiez gocemos,

     pues vuela tan aprisa .

    En coro las m uchachas

    se juntan para ofrme,

    y al punto mis cantares

    con nuevo ar  dor re piten.

    Pues Baco y el de Venu s

    me dieron que, felice ,

    ce lebre en dulce s  himnos

    sus glorias y festines .

    A m or , na tura leza   y   do lor

    (0 la Natura le za e n d e sc r ipci6n,a l m odo de F r ay  Luis .)

    (0   la Natura le za sen tim e n ta l ydolo r osa .)

    Los animales tfmidos   hu ye ndo

     bus ca n las   ho ndas gru tas; yace el

    mund o

    El  co ngo jado p ec ho

    te ador a   humilde; su   afl icci6n t e

    cu enta

    y en muda so ledad   contigo alien ta

    cu and o   con voz doliente

    en lag r imas   des hech o

    .   se lastim a   ...Consolado ra   dios a

    Lu na,   jcalma mis males !

    Y vuelve al alma mfa

    a paz,   la blanda paz que antes tenfa.

    en   silenc io  med roso,

    o co n chillido horr end o

    solo alglin aye f unebr e el prof undo

    duelo interrum pe y eter na l repo so . [ ...J

    Tu rayo, celes tial   Filosofia,

    me alum br e en   el  abismo misterioso

    de m aravilla tanta .

    M uestrame l a Armonfa

    de este gran Todo y su Or den

    milagroso.

    Y plac ido en  tus alas me  levanta ,

    do estatica se encuentra

    la inquieta   vista en el inmenso cielo.

    Allf , en su luz clarfsima embr u jado ,halla r e el bien q ue ellloroso suelo

     bu sq ue ciego, de som br as fasc inado.

     Ju a n   M  ele n d e z   Vald  es

    (T e xt o a br eviad o J 

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    E llazari l lo

    de c iegos cam ina n tes

    alen varios toros vestidos de glase,   de plata y oro, y

    con much as estrellas de plata fina clavadas superfi-

    cialmente en su piel, y e stos son los m as  infelices , por -

    q ue   todos tiran   a   matarlos   para conseguir   sus   des po -

    jos.  To da la nobleza del  C uzco sa le  a la plaza en bu enos ca-

    ba llos,  ricamente   enjaezados   de terciopelo bordado   de r eal-

    ce  d e oro  y plata. Los vestidos   de  los  caballeros son de las

    me jor es telas   que   se   f a br ic an en Le 6n de Francia y en el

    pais,  pero cu bren esta grandeza con un manto que llamanpo ncho, he cho con Iana de alpaca,   a listas de varios   colores.

    R o pa je v erdaderamente   grosero para funciones  de tan to   lu-

    cimiento. Estos caballeros   forman   sus   cuadrillas   acompa-

    iiando al corr egidor y alcaldes, que se apostan en las   bocas

    de   las   calles para vel'   las corridas de los toros y correr a

    un a y  otra   par te para defender se de sus   acometidas y vel'

    sus   suertes ,   como asimismo para saludar   alas   damas   y a

    recoger   sus   favores   en gr a jeas y agu as   olorosas,   que arro-

    jan desde  los balcones,  a que corres po nd en segU n la pulid ez

    de cada uno,  pero   1 0   regular es cargar se   de unos grandesca r tu chos d  e  confite grueso  para arrojar a la gente del  bronce ,

    q ue corresponde con igual   munic i6 n   0 m etralla ,   qu e  r ecoge

    del suelo la ge nte ple beya y vue lve a vender a la  caballeria .

    AI fin de la funci6n,  que es cuando suena   la campana   para

    la salutaci6n angelica,   sue ltan do s   0 t res   toros   encoheta-

    dos, a   dis parand o vario s ar tificios   de fuego, y al mismo

    tiempo tremolando los paiiuelos  de las damas y varias ban-

    der as   de los balcones, se oye un victoreode una confusi6n

    agradable,   aunque en parte seme jante   al   tirot eo   de los

    gansos de la Andalucia,  porque del uno y o tr o r esul tan con-

    tusiones   y  her idas   con pocas   muertes. PO I'las   noches  hay

    en las   casas   del corr egidor  y  a lcaldes agr adables   se r ena tas ,

    que concluyen e n  opi pa ra s cenas ,   hasta la  ultima noche de

    carnestolenda s,   en que   todos se recogen casi al amanecer 

    del Miercoles de Ceniza.

    C oncol o r cor uo  ( Alo nso   C arri6 d e  l a   V and era )

    (F ra gme nt o)

    Ser em os libres

    s i e s tam os un id o s

    a prosperidad de esta republica vecina ha sido y esta

    siendo,   el disparador de nuestra America porque no

    se   ha ponderado bastante la inmensa distancia que

    media entre ellos y  no sotros.   Ellos eran ya Estados

    se par ado s   e independientes   unos de otros, y   se federaron

     para unirse contra la opresi6 n de Inglate rra :   federarnos

    nosotros estando u nidos, es dividirnos y atraernos los ma-

    les que ellos procuraron remedial' con esa federaci6n. Ellos

    habian   vivido bajo una constituci6n que con solo  suprimir el nombre de reyes   la de una republica: nosotros encorva-

    do s 300 arios bajo el yugo de un monarca absoluto,  apenas

    acertamos   a dar un paso   sin tropiezo en el estudio desco-

    nocido de la libertad. Somos como niiios a quienes poco ha

    se han quitado las fajas,  a como esclavos que acabamos de

    largar cadenas inveteradas. Aquel era un pueblo nuevo,

    homogeneo, industrioso,   laborioso, i lustrado   y lleno de v ir-

    tudes sociales,   como educado pOI'una naci6n libre: noso-

    tro s som os   un pueblo   viejo,  heterogeneo,   sin industria,

    enemigos del trlt ba jo y qu eriend o vivir de em pleos comolos espaiioles,   tan ignorante en la masa general como

    nu estro s   padres,   y carcomido de los vicios anexos a la es-

    clavitud de tres   centurias. Aquel es  un pueblo pesado, se-

    sudo,  tenaz;   no sotros una naci6n de veletas,   si  se me per-

    mite esta expresi6n;   tan vivos como el azogue y  tan movi-

     bles co mo e1. Aquellos Estados forman a : a   orilla del mar una faja litoral,  y cada uno tiene los puertos necesarios a

    su comercio;entre nosotros solo en algunas provincias hay

    algunos  puertos   0 fondeaderos, y la naturaleza misma,  pO l'

    decirlo asi, nos ha centralizado.

    S er u a n d o T  ere sa d e  M ier E n P R O F E C  i A SO B RE    L A F E  DE  R AC  I 6  N    M E  X  I C AN A.

     D I SC UR S O DE  L   13 DE   DI C  I EMBRE    DE   1823.

    (F ra gm ent o)

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    F r a y G erund io

    c ilense a  pasear F r a y   B la s   y   F ra y   G erundio , y   d e   la s

    r id£cul as reg las  para p re d ic ar q ue le d io a qu el   can to-

    d o s su s c inco sentidos.   -"Sea siem pre el estilo crespo,

    hinch ado de  latin 0 de griego, altisonante , y si pudie-r a ser , cadencioso. Huye  cuanto pudieres   de voces v ulgares

    y  comunes ,   aunque sean propias ;   porque si el  predica dor 

    habla desde  mas alto   y en  voz alta,   es raz6n   q ue tambien

    sean altas   las ex pr es iones. Insigne modelo tienes en  el au-

    tor del famoso Flor ilogio, y solo con e studiar bien   sus   fra-

    ses hanis   un   estilo que  aturrulle y atolondr e a sus   audito-

    rios. A l silen cio llam ale taciturnidades   della bio;   al alabar,

     panegirizar ;   al   vel', atigencia   visual de   los o bjetos;  nunc a

    digas ha bitaci6n,   q ue 10dice cualquier   pay o; di ha bitaculo,

    y   de jalo pOI'mi cuen ta;   ex istir es vulgaridad; existencial

    naturaleza es cosa g r and e.

    ... G uar date   bien de decir  n unca   la vara   de Aar6n, por-

    qu e juzgaran   q ue es  la vara de algun alcalde   de aldea; en

    diciendo la aaronitica vara,   se conci be una   vara   de las   In-

    dias ,   y se eleva   la   im ag inaci6n.   Ce cuciente natur aleza es

    clar o  que suena   mejor q ue   natur aleza corta   de vista,   por-

    qu e esta ultima expresi6n   parece q ue  esta pidiendo de li-

    mosna   unos anteo jos  de vista cansada. Sobre todo "ignitas

    aras   del  deseo", p OI'deseo ar diente   y   encendido,   es   locu-

    ci6n q ue embelesa.  Basten   estos ver  bigracias   para q  ue se-

     pas   las frases q ue h as   de estudiar ,   0 a  10menos  imitar, enel Florilogio sacro, y con esto  solo haras   un   es tilo cultisim o

     pOI'el camino m as  f aci!o

    "~~1""-"~:",

    El   Pad r e de·G eru nd io .   ( I mitaci6 n d e l   " Q uijo t e"  ,   l ibro I   ,cap.  1 .)

    "Era Ant6n Zotes un labrador d e una   mediana pasad a;

    hombr e   de machorra,   cecina y   pan mediano los dias   ordi-narios con cebolla   0  puerro pOI' po stre;   vaca y chorizo los

    dias   de  fie sta, su torr ezn o   co r r iente   pOI'almuerzo y  ce na,

    aun q ue esta   tal   vez era un   salpic6 n de vaca;   des pensa   0

    ag ua-ple   su bebida usual,   meno s  cu ando tenia en ca sa al-

    gun fraile,  qu e entonces se sacaba a la  mesa   vino de Villa-

    manano del Par am o.

     Los maes t  r os   d e  Gerundio .   E l   co jo  d e   V il laornate .

    Era   un si no es muchisim o extr avagante.   Ley6 tres tra-

    tados   de ortogr afia   y   par eci61e que el tenia   tanto caudal

    co mo cualq uier a p ara   ser inventor ,   f un dador   y   patriarca

    de un nuevo sistem a   or tografico q ue fuese mas "r acional"  y

    mas justo q ue todos los d escu biertos ...

    Asi -d ecia-,   cuand o yo concibo un a cosa pequena la de-

     bo escribir con letr a   peq ueiia, y cuan do gr ande   con letra

    grande.

    E l   D6mine.   ( I mitaci6n   que vedesca . J 

    Era este   un   hombre   al to,  derecho, seco, cejijunto  y  po-

     puloso; de ojos hundidos,   nar iz adunca y  pr olongad a,   bar-

     ba negra, voz s onor a, grave,  pausada y p onder ativa,   furio-so tabaq uista ...

    Su conver saci6n era   taraceada de   latin   y  de romance

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    7/30

    ci tan do a cada pas o dichos, sentencias,   hemistiquios y ver-

    sos enter os   de poetas   orador es   historiadores,   de gram ati-

    co s antiguo s   y modernos par a   ap oya r   cualquiera friolera.

    E llecto r d e l   conven to .

    Era   un r eligio so mozo, de m ediano ingenio,  de b astante

    co mprensi6n,   de m em or ia   f eliz, e stud iant6n d e cal y  c anto ,

    f uriosamente aristotelico por q ue jam as   habia   leido otr a   fi-loso f ia ni podia tolerar que se hablase de ella.   (O bser ve se

    la   ir on ia   cont r a   e l E sco la st icism o.)   Si Ie p r eg un ta ba n   c6 mo

    1 0   pa sab a,   r es pon dia   r na te r ia liter    bien,   sub d is t in go ,   r ed u-

     plica t iv e   a t ho r rw , no me d uele   na da.

    F ra y   B la s

    Su  estatur a,   procer os a,   r ob usta y corpulenta ...  M uy d e-

    r ech o de andadura,   algo salido de panza   (Observese la irr  e-

    ver enc ia .),   cuelli-erguido,   su cerquillo copetudo y estudio-

    samente   arremolinado ...

    Er a   de aquellos cultisim os   pr edicadores   qu e jam as cita- ba n a lo s santos   Padres,   ni aun   a   lo s sagrados   Evange lis-

    tas ,   po r   sus   propios   nom br e s , p ar ec iend oles q ue es ta es

    vulgaridad.   (Obser vese   la cons igna cu l ter a n a d  e evita r   Lo s

    vulgar is mos.)   A San   Mateo   Ie llama ba "el  ange l   historia-

    do r "; a   San Marcos,   "el   evan ge lico   to ro"· a an Gr eg or io,

    "la aleg 6r ica tiara" . ..

    F ra y   G er un d io   en e l conven to .   ( In fluj o de la P icar esca   e

    irr ever enc ia ra c io nali sta   con t ra l o s t i pos   r e lig iosos.)

    "Ya tene mos   a Fr ay G erundio   en campafia -como tor o

    en   plaza-,   no vicio  h ec ho y   der echo como el mas   pintado ,sin q ue  ninguno Ie echase el pie  ad elante,   ni en la puntual

    as istencia a los ejercicios  de comunidad,   porque guarda ba

    mucho su coleto, ni en las   tr ave suras cuando   podia  hac er-

    las sin   ser cogido en ellas.   Porque era mafioso, d isimulado

    y de admirable ligereza   en las  manos y en los p ies .  No o bs-tante,   co mo no per d ia ocas i6n de   correr con panecillos   de

    encajar se en   la   manga una raci6n   y   en un   siantiam en   se

    echaba a pechos un jesus (" jarr a   de vin o" ) cuando ayud a ba

    al refitoler o a c omponer   el   ref ectorio,   lleg6 a   sos pe cha r se

    q ue n o er a   tan limpio c om o parecia."

    F ra y   G er un d io ,   f ilo so fo   en   bur la .

    "Por la palabr a   S ustancia   en  su vida   entendi6 otra   cos a

    m as   qu e   caldo de  gallina,   por cuanto siempr e   habia oido a

    su madr e, cuando ha bia en fe rm o en  ca sa:  "Voya darle   un a

    sustancia".   Tocandole ar gilir a la cues ti6n que pr  eg unta   "si

    la   sustancia   es   inmediatamente   o pera tiva", su lector   de-

    fend ia  que no, y  F r ay   Gerundio   per dia   lo s e stribos   de la ra-

    z6n y  d e  la paciencia.  Fu es e,   pu es ,   al Gener al muy ar m ado

    de su ar gumento   y propusole   de  es ta manera:   "EI c ald o de

    A n to lo g ia

    gallina   es verdadera   sustan cia ;   se d   s ic asi   qu e   el caldo de

    gallina   es  inmediatamente   operativo,   lu ego la   sustanc ia es

    in mediatamente   op erativa. Neg aronle la   menor   y   pr o b6la

    asi :   "Aq uello  qu e administrado   en u n a ayud a ha ce o br ar 

    in mediatamente   es   in mediatam ente operat ivo;   se d sic es i

    q ue el caldo de gallina administrado   en una   ay ud a Oavati-

    va )   hace obrar inm ediatamente ,   lu eg o   el   ca ldo   de gallina

    es inm ediatam ente o perativo".   R i6se a car cajada tendidatoda   la   m os q ueteria del   au la .. .   (Y el,   enfurecido,   pr epar 6

    un a   de mos traci6n at r oz,   digna del B uscon ,   co n un a jeringade  la  enfer mer ia.)

    F ra y   G erund i   "  p r ed ica dor   sa gr ado .

    Santigu6se co n pleno magisterio;   pro puso el   tem a   sin

    omitir   1 0 de  " ex eva nge lica latine ca pi te   quar to   dec im o"; r e-

    linch6 dos veces y rompi6 la salutaci6n de   es ta m anera:

    "Esta presentaci6n   sacro-Iugubre,   este episodio sacro-tr a-

    gico, este coluctuoso e pisodio y  panegirico escenatico,   se d i-

    r ige a  inmortalizar    las   mem or ias   del que hizo inmortales   atantos   con los  r asgos cadu cos q ue ,  a impulsos   del aquilige-

    r o  pince l qu e estampa   en candido  lino triturado,   sirviendo

    de color id o e l a tr o licuor  de l a  verrugosa ag alla, chis pand o

    en c6ncavos   aereos .. ." "Calam us   esc r i be   veloc iter ".   EI Li-

    cenci ad o   Flechilla,   que Ie habia encar gad o el   se rm 6n   y

    aq uel   dia hacia de  diac ono en las honras,   enajenado y f  ue-

    r a   de   si ,   se qued6 sentado   en   el banco donde ha bia oido la

    oraci6n ... llorando   a h ilo tendido de ternura .   Apenas   entra-

    r on en la  sacristia los d el a ltar   cuando el pr es te,   sin da r   lu -

    ga r   a   qu e   Ie  quitasen la   ca pa, se   arroj6   violentamente al

    cuello de  Fray   Gerundio, tuvo le   un gran rato apr et ado en -tr e sus   brazos ... y   poniend ole lueg o las manos so br e   los

    hombros   prorrumpi6 en  estas exclamaciones: jOh gloria  in -

    mortal de Campos!   jOh afortunada Campazas! jOh m ons-

    truo del pulpito! jOh co nfusi6n de predicadores! jOh poz o!

     jO h sima!  jEs un horror ,   es  un horror! jOh! jOh! jOh! Y fue-

    se  a quitar la capa hac iend os e   cruces.

     J ose   F ra ncisco   d e  I sl a

    E n   H  I S TO RI  A   D E L F   AM OS O   PR E  Dl C  A DO R FR AY   G ER UN  Dl O DE 

    C  AM PA Z  AS 

    (F r agmento J 

    I

    o

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

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    F IE ST A   D E T aR O S E N M A D R  ID

    1. En grupo realicen   10   siguiente:

    • Comparen la figura del Cid y la del toro y elaboren una interpr etacion grupal del poema sobr e   la base de dicha comparacion.

    • GQuepapel   tiene la presencia femenina en el poem a? Justif ica tu r espuesta.

    L E T R IL L A

    1.   Responde por escrito las siguientes preguntas:

    •   GQuehabr a quer ido   ex pr esar el  autor   al pr esentar una nina que   lamenta su   solterfa? Elabora tu

     propia   res puesta   y discutela con tus   companeros   d e clase.

    • GQue diferencias y   que   similitudes existen entr e   la actitud d e   la nina   d el   poema   y   la   de una

    adolescente actual?

    L A L E C H E R A

    1.  Responde por escrito las siguientes preguntas:

    • GCrees tu que la actitud   ante   la  vid a   y el futuro de la lecher a es comun   en nuestros   d fas?

    • Redacta u n pequeno ensayo dond e expongas   tu opinion sobr e el tema de la moraleja de La   lecher a.

    E L L A Z A R IL L O D E C IE G O S C A IV II N A N T E S

    1. Luego de leer analiticamente responde:

    • Se sabe que el Neoclasicismo privilegia   la   r azon   y la ciencia.   Desde esa   per s pectiva,   Gquete pare-

    ce el texto de Concolorcorvo?, Gque concluyes sobre el  Neoclasicismo   his panoamer icano   si   tomas

    como base de juicio   Ella zarillo de ciegos caminantes?

    - alcaid e

    -   ad alid 

    -   ad arga

    -   preseas

    -   bizar r o

    -   doncel

    -   algazar a

    -   altisonante

    -   cecuciente

    - verbigracia

    - taraceada

    -   plebeyo

    -   emplazar 

    - en jaezad o

    -   opfpara

    -   glase

    I

    I

    I

    I

    I

    L110

    - in quieta

    -   deshecho

    - vulgaridad 

    -   funebre

    - taciturno

    -   nocturno

    -   afliccion

    -   escualida

    -liger eza

    -   clamorosa

    -   estr epito

    -   fragil

    -   r ef ectorio

    -   dudosa

    -   confusa

    -   honda

    a.   Insigne, celebre,   nota ble. b.  Dominar, reprimir ,   someter.

    c. Audacia, temeridad, valor .

    d. Tetrico, macabro,   som brf o.

    e. Sosegado,   tranq uilo, pacif ico.£ .  Valentia, arrojo, osadfa.

    g. Alegre, optimista, festivo.

    h.   Silencio, sigilo, callado.

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

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    1.   Imagina   e invent a un dialogo entre Feijoo   ( pensador critico) y Concolorcorvo   (cr onista pin   0-

    resco)   sobre el tema   "La educacion   contemporanea en Chile".

    2.   Escribe una pequeiia fabula de seis  versos,  en la que los cuatr o primeros expongan una situa-

    cion y  los dos liltimos   propongan una mor ale ja.

    3.   Nar r a   en ver so una escena de un partido   de  flitbol (la ata jada de un arquer o,   el gol d e un ju-

    gador   0cualq uier jugada que se te ocurra, por absurd a   que parezca).

    4.   Discute,   en una mesa redonda,   el tema   "La natur aleza"   consid erando   tr es   puntos de vista d is-

    tintos:

    -   el de un ecQnomisra

    -   el de un artista.

    -   el d e un ecologila.

    5.   Destaca tr es   TIrtudes   y   tr es   vicios  d el modo de hablar de los estudiantes.   Discute   tus aprecia-

    ciones con tus compaiieros   y ex pongan sus conclusiones.

    Culter anismo d el

    sigloXVII

    Clasicismoespanol

    (Gar cilaso, Fray Luis)

    ,

    Fa billas = J j [--Poesia culterana   d el   , ,. ,   .sigloXVIII   I   Poesla lInca neoclaslca

    Pueblos mayas,

    aztecas y  quechuas

    Gauchos

    argentinos

    Campesinos y

     peones

    Catolicismo ytr adiciones religiosas

    aut6ctonas

    ~esia lirica

    I   aut6ctonaDecimas y

    r omances

    R eligiosidad 

     popular 

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

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    En la antologia de esta unidad aparecen tres odas de Melendez Valdes,   que manifiestan actitudes poeticas

    distintas: la primera es de corte idI1icoy aleg6rico; la segunda ofrece solemnes descripciones de la naturale-

    za; la tercera acusa fuertes resonancias amorosas y sentimentales.   Veamos algo de estas tres posturas.

    • La   Oda anacre6ntica a Dorila   se inscribe en una vieja tradici6n que se inicia en la Antigiiedad Clasi-

    ca. Deriva este genero de Anacreonte,   primer poeta en cantar a la   voluptuosidad amorosa como res-

     puesta de la naturaleza del hombre, a la necesidad de felicidad. Las odas anacre6nticas consideran

    la vida desde el punto de vista del placer y tienen un tono festivo y suave. La  Oda anacre6ntica a Do-

    rila,   presenta una visi6n idealizada del amor y la naturaleza. Los floridos arios de la vida tienen co-

    mo meta privilegiada los juegos, los bailes, los cantos y las risas. Por su parte, la naturaleza esta he-

    cha de parras y leves vientos embalsamados de aromas,   1 0   que invita a no desperdiciar el tiempo y aentregarse sin dilaci6n al ardor amoroso y al   goce sensual de la vida.

    • La   Oda al invierno,   en cambio, asume una postura mucho mas seria   y   meditativa. El influjo de FrayLuis es notor io en la descripci6n de la naturaleza, que ya no es percibida como algo que enciende lossentidos, sino como una realidad hecha de profundas grutas, silencios medrosos, chillidos horrendos

    y fUnebres aves. Esta realidad sombria se contr apone   con la necesidad de un orden milagroso y ar-

    m6nico y de un cielo inmenso, habitado por una clarisima   luz   que embruja   y fascina al mortal.

    • La  Oda a la luna,   por su parte, insiste en la asociaci6n sentimental que se esta blece entre la luna, diosa

    de la noche, y la dolorida cond ici6n del poeta. En esta oda nos encontramos   con congo jas y  aflicciones, con

    soledad muda,   voz doliente, lagrimas y males que lastiman. Imposible no ver   en   estas ex pr esiones y en

    las alusiones a la luna un anuncio del Romanticismo, que ya se asoma en el horizonte literario espanol.

    • El  recurrir a la Antigiiedad Clasica  (Oda a Dorila),  al enfoque propio de Fray Luis   (Oda al invierno)  y a

    una percepci6n prerromantica de la naturaleza   (Oda a la Luna)   hacen de Melendez Valdes un claro re- presentante de la poesia neoclasica espanola,   que si no da obras de granjerarquia, si mantiene   viva la ca-

     pacidad de superar estados disminuidos y de suscitar ,   desde esa situaci6n menoscabada, valiosos f rutos,

    como seran los que brotaran a partir del Romanticismo.   Para concluir, comparemos algunos   versos de las

    odas analizadas con sus respectivos referentes y en el caso de  Oda a la Luna   con un poema r omantico.

     Anacreonte   (Antiguedad ClasicaJ 

     No amo sino al hombre que

    mezclando los esplendidos dones

    de las Musas y Afrodita

    mantiene la fiesta agradable en su mente.

    OdaaDorila

    Pues Baco y el de Venus

    me dieron que, felice,

    celebre en dulces himnos

    sus glorias y festines.

    Fray   Luis (RenacimientoJ 

     Aqui el alma navega

     por un mar de dulzura, y final ment e

    en el asi   se  anega ,

    que ningun accident e

    extraiio   0 peregrino oye y siente.

    Oda al invierno

    Y placido en tus alas me levanta,

    do estatica se encuent r a

    la inquieta vista en el inmenso cielo.

     AlU, en su luz clar isima embrujado,

    hallare el bien que en eilloroso suelo

    busque ciego, d e sombras fascinado.

     Jose de Espronceda   ( RomanticismoJ 

    Sal, oh tu ,  noche serena ,

    que al mundo velas augusta,

     y los pesares de un triste

    con tu oscuridad endulzas.

    Od  aal  aluna

    Consoladora diosa

     Luna, jcalma mis males!

    Y  vuelve el alma mia

    a paz, la blanda paz que antes t enia.

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    11/30

    R i m a s

    u er as   el huracan   y yo la   al ta

    torr e   que desafia   su pode r :

     jtenias   que estrellarte   0 qu e a batirm eL .. jN o pu do ser !

    Tu   eras   el oce ano  y yo  la en hiesta

    ro ca q ue firme   aguar da   su  vaive n:

     jtenf as   qu e   r om per te   0 que anancarme   ...:

     j No pud o  ser !

    Hermosa tu,  yo  a lt ivo :  acostum br ado s

    un o a ano llar ,   el otro a no cede r ;

    la senda es tre ch a,   in evita bl e   el choq ue ...

     j   0  p ud o ser !

    -Yo soy ardiente,  yo soy mor en a,

    yo  soy el simbolo de la pasi6n,

    de ansia de goces mi alma esta   llena:

    i,AJ1lime b uscas?

    -N o   es  a ti ;  n o.

    -M i f rente es p alida ,   mis  t r enzas   de oro;

     pu edo br indarte dichas sin fin,yo d e tern uras guardo   un tesoro:i,A mf me llam as?

    - No;   no e s  a t i.

    -Y o soy un   sueno,  un impos i bl e,

    va no f antasm a d e n ie bl a   y luz

    soy in co r  p6r ea,   soy intangib le:

    no  p uedo am ar te :- jOh,   ye n; yen tu!

    Volveran   las   oscuras golondrinas

    en tu balc6n  sus   nidos a c olga r ,

    y otra vez con  e l ala a tus   cr ista les ju gan do   llam ar an.

    Pero   aq uellas   q ue el vuelo ref renaban

    tu   her m osura   y mi dicha a  con templar ,

    aquellas   que aprend ier on nu es tro s   nombres ...

    esas ...  jno volve r an!

    Volve r an las tup ida s m adreselva s

    de tu jar df n   las ta pias a escalar 

    y ot r a   ve z en  la tarde,   aun   m as   herm osas

    sus  f lores se abrir an.

    Per o   aquellas cuajadas   de   roc i o

    cuyas  gotas mirabamos   tem blar 

    y caer  com o lagrimas   del dfa ...

    esas .. . jno volve r an!

    Volveran del amor en  tus   of do s

    las  palabras   ar dientes   a son ar ;

    tu coraz6n de s u   prof undo   sueno

    tal   vez des pertar a.

    Per o mudo  y  ab sorto,   de r odi llas

    com o se  ad or a a D ios ante su   altar ,

    co mo yo t e  he  querido ..., desenga nate ,

     jasi no te  q uenan!

    G usta vo   Ado l f o   Bec qu er 

    (S el ec ci6 n J 

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    12/30

    La verdad sabre e l caso d e l senor V a ld e m a r

    No debem os asom br arn os   de que  el caso d el s enor  Val-

    demar   haya su scitado una   di scu si6n. El deseo de to-das  las   partes   interesad as   de que el a sunto continua-

    ra en   secreto,  al menos   pO I'el pr ese nte,   0   en   es pera

    de la oportunidad de una   nu eva investigaci6n, y   nu estro s

    esfuerzos para   salirnos  co n la nu estra ha n dado lugar   a q ue

    se difunda un relato imperfecto   0 exagerado entre el publico

    y que, presentado el asunto con los colores mas desagrada-

     blemen te fa lsos, haya dado origen a un gran descredito.

    Asi, pues,  es necesario que de cuenta de los hechos.  Re-

    los aqui:

    En estos tr es ultimos   anos, mi atenci6n habia   sido atrai-

    da pOI 'el hipnotism o.   R ac e   un os   nu eve   meses,   r e pentina-

    mente acudi6 a mi imaginaci6n la idea   de que,   en la   serie

    de experiencias hechas hasta el presente, existia una   gran-

    disima e inexplicable laguna:   nadie habia sido hipnotizado

    en   ar t fculo de muerte .   Quedaba pOI'saber si en tal estado, el

     pac iente po dia r ecibir el inf lujo hipn6tico; en segundo lugar ,

    si, en el caso afirmativo,   era atenuado   0 aumentado pOI'esa

    circunstancia;   y, en tercer   lu gar ,  ha sta que punto   0  durante

    cuanto tiempo las  usurpaciones de la muer te   podian   q uedar 

     paral izad as por Ia op erac i6 n.

    Buscando a mi alrededor un sujeto pOI'medio del cual pud iese ac larar   estos puntos, fije la elecci6n en mi amigo

    Ernesto Valdemar . Su temperamento   era singularmente

    nervioso y constituia un   excelente su je to para las  experien-

    cias hipn6ticas. Algunos  meses antes   de conocer lo , los me-

    dicos Ie habian declarado a tacado pOl' una tuberculosis

    muy caracter istica.

    Cuando se me ocur rieron pOI'primera   vez   las   idea s de

    que ya he hecho menci6n, era muy natural que   pensase   en

    el senor Valdemar. Conocia  demasiado bien la filosofia del

    hombre para que   temiese algunos escrupulos pOI'su par te ,

    y como en Am er ica no  tenia pariente alguno, no  er a   de te -mer esta clase de intervenci6n. Le hable  francamente,   y c on

    gran sorpresa vi que tomaba  vivo interes.  Su enferm eda d   es

    de las que admite  un calculo exacto en   1 0  que  se refiere a la

    epoca de su desenlace; y   finalmente   se convino entre noso-

    tros que me enviaria   a buscar   veinticua tr o ho r as   antes deltermino senalado pOI'los m edicos para   su m uerte.

    Race siete meses que recibi la   siguiente epistola del s e-

    nor Valdemar:

     M i qu erido P . .:

    Ya p u ede u st ed v e n ir . Los s e nor es D ...   y   R . .   es ta n d eacuerdo,   y   m e h a n d ich o q u e no p a sa r e d  e   manana :   y   creo

    que han   ca lcu lado b ien ,   sobre poco mas   0 menos.

    Recibi esta carta   una media hora despues  de haber sido

    escr ita , y q uince m inuto s  mas  t ard e,  me encontraba en la ha-

     bitaci6n d el m or i bun do . S u r os tr o  tenia el colordel plomo,losojos parecian apagados y  la delgade z e ra tan grande que los

     p6 mulos   hab ian q uedado   al   descu bier to . La expectoraci6n

    er a excesiva, y e l p ulso im per ce ptib le . S e encontraba sosteni-

    do pOI'las almohadas  de su lecho y los do ctor es D... y F...

    Des pu es   de haber estrechado la mana de Valdemar, lla-me aparte a esos senores e hice que me dieran cuenta del

    estado del enfermo. La opini6n de ambos medicos era que

    el senor   Valdemar moriria a eso de la medianoche del dia

    siguiente, el domingo. Estabamos en sabado y eran las sie-

    te y m edia de la tarde.

    Los doctor es   no tenian intenci6n de volver, pero a mis

    instancias   co nsintieron   en venir a vel' al paciente a eso de

    las  diez d e l a  noche.

    Cuando   se   marcharo n,   ha ble librem en te co n el se no r 

    Valdem ar   de su pr 6x im a   muer te , y m as   par ticularmente de

    la experiencia que   nos   ha biam os   pr op ues to llev ar a cabo,

    mostrandose deseoso de comenzarla en s eguida.

    El senor L.. ., un estudiante de medicina, fue   bastante

     bu eno para acceder al deseo que Ie exprese de que tomara

    notas de todo cuanto ocurria y puedo decir que he calcado

    mi relato de es te   proceso verbal,   copiando palabra pOI'pa-lab r a,   cu ando  no 1 0 he  condensado.

    Era n   las   ocho  y   cinco  de   la  noche cuando,  cogiendo la

    mana del pac iente,   Ie r ogue q ue   repitier a al  senor L ..., tan

    claramente como pudier a,   su  des eo de  q ue  hiciese una ex-

     pe rien cia hipn6 tica   sobre el en t ales   cond iciones .

    Valdemar repiti6, con voz de bil, p er o muy  claramente:

    -Si,   deseo ser hipnotizado -y a gr  eg6 en  seg uida-: Temo

    qu e  1 0   haya aplazado demasiado   tiempo.

    Mientras hablaba, yo habia   comenzado los pasos que me pa re cian mas eficaces para dormirlo. Evidentemente, sinti6

    el influjo de mi mana desde   el pr imer   pase hipn6tico: pero,aunque desplegase todo mi poder , no se manifest6 efecto sen-

    sible hasta las diez y diez , cuando los medicos D... y F ... llega-

    ron a  la cita. En poca s palabr as les explique mi deseo; y como

    no  hicieran objec i6n alguna,   aseg urandome   que el paciente

    habia entrado   en  el peliodo ag6nico,continue sin va ci lac i6n, pe ro cam bian do los pases  la terales en pases longitudina les , y

    co ncentrando  mi mirada   en los ojos del moribundo .

    M ientras   tanto ,   su pulso   se hacia imper ce ptib le,   y su

    res pi r aci6n cada vez mas   dificultosa, par alizan dose   pOI'in-

    ter valos   de medio minuto.Este   estado dur 6 un cuar to   de hora ,   cas i  sin camb io al-

    guno.   No ob stante,   al   cab o   de este   tiem po,   o imos   un

    suspiro natural,   aunque   hor r i blem ente   pr ofundo,   cesando

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    13/30

    la entrecortada   res pi raci6n,   es   decir , c esando el estertor ,   y

    res pirando   pOl' intervalos   igua les. La s   extremidades del

     pa ciente estaban   como heladas.

    A las once  m enos cinco minu tos,   adverti   sin tomas   nada

    equivocosdel influ jo hipn6tico . La vacilaci6nvidr iosa de la mi-

    rada se cam bi6 p Ol'esa expr esi6n peno sa   de   la   mir ada   in te -

    r ior  ,  q ue no se v e mas   q ue  en   los ca sos d e   sona m bu lismo, yacerca de la cua l es imposi ble eq uivocarse.Con a lgunos  pases

    laterales rapidos, hice palpitar sus pupilas, comocuan do tene-

    mos s uefio, e in sistiend o un pocom as , las  cern~pOI'completo .

     No ob sta nte,   esto  no me bastaba y continue vigorosam ente

    mis e jercicios,pr oyectand o intensamente la   voluntad ,   ha sta

    que hube paralizado completamente los m iem bros d el dor mi-

    d o .Cuan do   hu be hech o todo  es to , ya er a   mas de median o-

    che y rogue a   los presentes q ue examinar an   la   situaci6n

    del sefior Valdemar. Despues de algunas compr o bac ion es

    r econocieron que  se encontr a ba en u n estado de catale psia

    hipn6 ti ca sumamente perfecta. La curiosida d d e a m bos

    medicos   estaba   ex citad a   en alto grado.   El   doctor D....,  r e-

     pe nt inamente, r es olvi6 quedarse durante toda la   noc he al

    lado   de l pac iente, y el doctor F... pidi6 permiso para   re ti-

    rarse, prometien do volver   de madr uga da. El sefior L. . . ylos enfermer os   se quedaron.

    Basta   las tr es   de la mafiana dejamos tranqu ilo al sef ior 

    Valdemar. A esa hora,   me aproxime y   1 0   enc ontre exacta-

    mente en   el mismo estado que cuando   se march6 el doctor 

    F. .. Tenia los ojos cer r ad os  con natura lidad, y los miembros

    tan rigidos y frios com o el marmol. No ob stante,   la aparien-

    cia general no era de muer te .

    AI a pr oximarme al senor Valdemar , hice u n peq uef io es-

    f uer zo para   o bligar a u b r  azo der ech o a  q ue  siguiera el m io

    en   los m ov im ientos q ue yo describia du lcemente  pOl'encima

    de su per sona. Vi que su brazo seguia muy dulcemente, a un -

    qu e indicand olas a pena s,   todas   las   direccione s q ue el m io Ie

    sef iala ba. E nton ces tr aM   de dir igir le algun as   pregun tas.

    -Sefior   Valdemar ,  l .duerm e usted?

    EI sefio r Valdemar   no me   r es po nd i6,   per o   vi temblar 

    sus   la bios,   pOl' 1 0   q ue   r e pet i mi   pregun ta t res veces. A   later cer a,   un   es tremecimiento   reco r ri6   su cu er  po : l os  p arpa-

    dos se   lev an taron pO l'si  mismos   par a   de ja r a l  descubier to

    una peq uefia par te del glob o del ojo: los la bios se m ovier on

     per ezosamente   y   dejar on escapar estas   pa la bras   en un

    murmullo   apenas   descifrable:

    -Si , e stoy d or mido . iNo me de s pier te!   jDe jeme morir  a si!

    Pal pe sus   miembr os y   los enco ntr e   tan   r ig idos como an-

    tes . E I b r azo derech o, comohacia un momento, obedecia a la

    dir ecci6n de m i m ano . Nue va mente interrogue  al sonambulo:

    -l.Le duele aun   el p echo, sef ior  Valdemar ?

    La res pu esta se hizo es per ar   un   poc o y  aun la   murmu-

    1'6con menos fuerza que la anterior :-l.D olor ? N o, m uer o.

    POI'el momento,   no  juzg ue conveniente   ator mentar lo

    mas,   y  no se di jo ni   se   hizo  na da   hasta   q ue lleg6 el doctor 

    F...   ,   que qued6 asombrado a l ve l'  v ivo al   enfer mo,   cas i al

    am anec er .   Des pues   de ha berlo pulsado   y  ha ber le ap licado

    un espejo a   los l a bios,  me rog6 q ue Ie hablar a   de nuevo,   1 0

    qu e hice inm ediatamente en  la  siguiente f orma:

    -Senor Valdem ar ,  l.sigue uste d   du r miendo?

    Al inter r oga rlo pO l' cuarta vez,   res pondi6 muy   de bil-mente,   casi de m odo ininteligi ble:

    -Si ,  du er mo,  muero.

    Entonces,   los   med ico s   op inar on ,   0 m as   bien   expr esa-

    ron,   el  de seo  de q ue   no se m olestase al   sefior Valdemar y

    q ue continuase en  este estado de coma apar ente   has ta   qu e

    mur ier a; y e so d e bia oc ur r ir , y e n esto estuvieron de acuer-

    do, en   un plazo de cinc o m inutos.   No o bstante,   resolvi ha-

     blar le   de nuev o, r ep itiendo mi precede nte   pregun ta.

    M ientras hablaba, se   op er6 un   gr an   ca m bio en   la   fiso-

    nomia del moribundo. Lo s ojos giraron en  sus 6r  bitas , y se

    abrieron; la piel tom6 e l color de la m uerte y   las   dos m an-

    chas circulares   hect ica s,'  qu e hasta ese  momento esta ba n

    vigor osamen te fijadas   en las mejillas,   se   apagar on   de   re -

     pe nte.   M e sir vo de  es ta   ex presi6n po r que la rapidez   de  sudesaparici6n me  hizo pensar en una vela   q ue   se   ap aga de

    un soplo. A l mism o tiempo, el   la bio   su pe r ior se   co ntrajo,

    de jand o al  descu bier to   los  dientes   mientr as   qu e   la   mandi-

     bula infer ior cay6 br uscam ente haciend o   un   r uido   qu e   fue

    oido pOl'todos, de jan do  la boca abierta,   y d escub rie ndo pOI'

    completo   la   hinchada y negra   lengua.   Pr e sumo q  ue   todo s

    los presentes estaban familiarizados   co n e l es pectaculo de

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    14/30

    la m uer te;   pero  e l as pecto del seno r  V aldemar er a tan od ioso

    en estos m om entos, que todos r etrocedimos lleno s d e terror .

    Compr endo que alllegar a este p un ta,   el sub lev ado lector no quemi   darm e cr edito. No obstante,  mi d eb er  e s continuar.

    El   se no r   Valdemar   no pr ese nta ba   el menor   sf ntoma   devi talidad;   y, c r ey endo que   es taba   muerto,   f  bamos a   de jar lo

    en manos  de los enf ermero s,  cuand o ofmos un pequeno m ur -

    mullo que b r ota ba   de su boca y q ue dur 6   cerc a de un m inu-

    to . A continuaci6n de  este   perfodo o f mos una   voz q ue   sena

    locura intentar    de scri bi rla.   Sin   embar go,  h ay   do s   0  tres vo-

    ca blos que se Ie podnan   aplicar aunque no diesen  el sentido

    ca ba l de el lo: asf , pues , p uedo decir  que el sonido er a as pero ,

    desgarrado, cav ernoso; la voz que   pa r ecfa   llegar a nuestros

    of do s,   0  po r   10 m eno s a  los m fo s, des de   una lar ga distancia,

    como de u n   sub terr aneo,   me i m presion6  de la m isma mane-

    ra   (temo q ue sea   imposi ble   hacer me co mpre nd er )   q ue   lasmaterias   glutinosas   0 gelatinosas af ectan al  tacto.

    El   se no r   Valdemar   hablaba ,   ev identemente ,   para r  es-

     pond er a   la pre gunta que Ie h abfa   hech o,  algunos momen-

    tos   an tes .   Com o r ec ord ar an,   Ie  habfa preguntado   si conti-

    nu a ba du rm iend o, a  1 0   qu e ahor a  me res po nd i6:

    -S f ,   no, h e  dormido;   y aho r a estoy muerto.

     Ninguna   de   las   per son as   presentes   tr ataron de negar 

    n i aun de   po ner   en   du da   1 0   indescriptib le, el  extremo ho-rror de estas palabr as   pronunciadas   as!.

    El   se n or L ...,  el   es tudiante, se de smay6. Los   enfer me-

    r os   hu yer o n i nmediatamente   y   no   hu bo   medio   de   hacer qu e   volvier a n . En   cuanto   a   mis   propias impresiones, no

     pr etendo q ue   lleg ue a   compr end erlas   ellector .   Dur antece r ca   de   un a   ho r a,   sin pro nu nciar un a   palab ra ,   tr atamosde q ue r ec o br ara   los sentidos el jove n 1...  Cuand o vo lvi6 en

    sf , continuamos   nu es tras   investigaciones   acerca del est ado

    del senor Valdemar .Este seno r   co ntinua ba en   el  mismo estado   qu e he des-

    cr ito ultimamente;   pero   co n el   es pe jo no   se   po dfa o btener ves tigio  alguno de r es pi ra ci6n.   Una tentativa   de  sa ngrfa   en

    un brazo no tuvo  ex ito. T am bien  de bo decir que su brazo y a

    no obedec f a a  mi volun tad   y en va no intente   ha cerlo   seguir la direcci6n d e m i mano . L a unica indicaci6n r ea l del influjo

    hipn6tico se manifestaba   en el  m ovim iento vi brator io de la

    lengua.   Cada ve z q ue  dirigf a una   pr eg un ta al   se nor  Valde -

    mar ,   este   parecfa   hacer   un   es fu erzo para   r es pond erm e, co-

    mo s i su volici6n no fuer a   bas tante   du r a ble. Aho r a,  c r eo h a- ber relatado todo   1 0   qu e   es  nece sario para hac er compr en-

    der el estado del sona mbu lo en este perfodo...Por la   tarde , t odos   vo lvimos   pa r a ve r   al pa ciente.   Su

    estado   er a   ab solutamente el mismo. Entonces   tuvim os  un a

    disc usi6n ac erc a   de la  oportunidad   y la   po sibilidad de de s-

     per ta rlo;   per o   muy   pronto todos   compr end imos la   poc ave nta ja q ue  sacarf a   de ello e l se nor  Valdemar .  Er a ev iden-

    te  q ue hasta   ese mom ento,   la muerte   0 10 que se define por 

    el  v oca blo  m uer te ,   ha bf a quedado   pa ra lizada po r   el hipno-

    tismo.   Com pre ndimos   q ue   de s pertar    al se nor Valdemar 

    eq uivaldna   a apresur ar    su muerte   y s u descompo sic i6n.

    Desde ese   dfa has t e el Ultimo de   la   semana   pasad a,   es

    dec ir , dura nt e un in t er va lo d e   unos siete  mese s ,   no s r eunimosdi r iamente   en la casa del  senor  Valdemar , a companados de

    va rios medicos y am igos. E n   este   tiem po el sonambulo con-

    tinu 6 exactam ente en   el mismo  estado que he   descrito   an-

    tes. Los e nfermer os   1 0 vigila ba n   siempre .

    El viern es   pas ado re solvimos   desp er tar lo,   0,   por   10 m e-

    nos , t r atar   de d es pertarlo.

    Par a arranca r al   se no r Valdemar de la   ca tale psia   hip-

    n6tica, hice   uso de los   ac os tumbrados   pa ses .   Durante al-

    gun   tiempo , no dieron r esultado   algun o.  El pr imer   sfntoma

    de vida f ue   un a   de pre si6n del ir is. Obse r va mos co mo un

    hec ho muy  nota ble qu e  esta   depr es i6n del iris f uese   acom- pan ada de   un   f lujo muy a bu nd ante de un lfquido  amar i-

    llento   (deba jo de los p arp ados )   y q ue hedfa mucho.

    Entonces,  me sugirieron la   idea de e jerc er mi inf lujo en

    el brazo del  paciente, com o 1 0   ha bfa hecho antes. Tra te de

    hac erlo,   pe ro no pud e.   El doctor F...  m anifest6 e l deseo de

    qu e Ie h ic iera una pregunta,   q ue fue la ultim a   qu e hice, e n

    los  s iguientes terminos:

    -Senor V a l demar , lPodr f a usted ex pl icar no s   1 0   qu e en

    es tos   mom entos siente   0 des ea ?   y   al ca bo de  cierto   tiempo

    volvimos a ofr  la  pavor osa voz q ue ya he  descr ito:

    -jPor amor de  Dios! iDe p risa !   iD e p r isa! Hag am e   do r -mir . 0 bien,   ide p risa !,   jdes pier teme! ,   ide prisa!   jY a   he d i-

    cho  qu e es toy muer to !

    Yoesta ba   completamente aturdido, y d ura nte   un  minu-

    to no sup e   qu e   par ti d o de bfa segui r .   Pr imeramente ,   tr ate

    de   tranq uilizar    al paciente,   pero la f al ta de  vo lun tad me

    hizo   fracasar , y,  en   ve z   de ca lm arlo,   hice cuanto pude por 

    qu e  des per tar a.   M uy p r on to vi q ue mi tentativa   alca nz arfa

    completo ex ito ,   0   po r   1 0   menos   1 0   pense ,  y estoy seguro dequ e   todos   cuantos se encontraban en la   alcoba   esperaban

    ve r des pertarse al sonam bulo.

    En   cu anto a   1 0   q ue ocurri6,  ninglin   ser   humano   1 0   hu - bier a  podido adivinar   y hubies e   parecido   imposib le.

    Mientras hacfa los p ases   hipn6t icos a   traves   de  los gri-

    tos  de " jmuerto!", jmuerto!" q ue   lite r almente e stal la ban   en

    la   lengua   y no   en los   labios   del   su jeto,   sin   sa ber c6mo, de

    r e pente,   en el  e s pa cio de un minuto   y aun   en menos   tiem- po,   todo   su cu er  po desa pa reci6,   se   des menuz6,   se   pudri6

    a bsolu tamente   ba jo mis   mano s. So br e ellecho , ante tod os

    los testigos, yacfa   un a   mas a   r ep ugnante,   y casi llquida,

    una abominable putrefacci6n.

    E dg a r A . Poe

    ( A d a pt a c i6n )

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    15/30

    a w tima   par te  del otoiio en Ber-

    lin sue le tener dias magnificos.

    El sol s ale   pOI'entre   las   nu bes ,

    eva por ando la humedad   del a ireque so pla en las calles . Se distingue la

    multitud de gente elegante:   burgue-

    ses   con  s us es posas e  hijos ,   vestidos

    de d ia d e fiesta; c lerigos, judios, licen-

    ciados , alegres   muchachas,   mod istas,

     baila r inas,   oficiales...

    Toda   es ta abigar r ada   muche-

    dum br e   atraviesa la Av enida   de   los

    Tilos en dir ecci6n al  Par qu e Zoo16gico.

    o tard an en ocupar se   todas las

    mesas   de Klaus   y Weber , el cafehumea   en las   tazas;   los  dand ie s   en-

    cienden cigarros,   se habla,   se discu-

    te   de paz   y   de   guer r a, sob r e   el co-

    mer cio pr ivadv, al t iem po q ue quedan

    mar tir izados   los   oyentes   pO I' un

    ar  pa   de saf inada,   un par de  viol ines

    desacordes ,   un a   f lauta   tisica   y un   f ago t con calambr es.

    Junto a la balaustrada   q ue   se par a el   terre no acotad o

    del r estaurante   de  Weber  d e l a   calle,  se y en   unas   mesas y

    sillas de jardin;   al li  se res pi ra al  aire   libre,   se  con templa a

    los paseantes y se esta le jos de la desdichada   orquestina .Alli me siento yo, abandonandome a m is fantasias .   S61 0

    el  m aldito acorde de un   vals   canallesco me   arra nca   de m is

    ensueiio s. Oigo la voz as pe ra de l v iolin y  la f lauta, y e l b a jo

    ronco  del fagot,  que suben y descienden   entr e   si ,   de tenien -

    dose en octavas que destrozan los timpanos;   y s in  po der re-

    mediarlo,   como alguien   q ue  es tuviera aquejado de un dolor agudo, gr ito:

    -'Que asco de m usical   iQue octavas t an espantosas!

    -'Maldita   suer te!   iOtr a octava! -oigo   q ue algu ien   mur -

    mur a a m i lado.

    Alzo  la   vista   y   advierto qu e,   sin dar me   cuenta,   se   hasen tado a  mi m isma   mesa un   individuo   que  me contem pla

    atentamente,   y del q ue n o consigo aparta r   la mir ad a.

     Nunca he visto u na cabeza ni una figura que m e hayan

    causado una impresi6n mayor . L a nariz aguileiia   se pier de

    en la ancha frente,   muy des pe jada ,   for mando dos arcos ele-

    vados en las pobladas ce jas, bajo l as  cuales se asoman   dos

    E l   C a b a l l ero   G lu ck

    o jos de expres i6n salvaje y algo juve -

    nil (el individuo tendra unos cincuen-

    ta aiios); la   suave barbilla contrasta

    visiblemente con la boca cerrada y lasonrisa ir6nica que contrae los   mus-

    culos d e sus   marchitas mejillas,  pare-

    ciend o p r otestar contra la melancolia

    de la   fre nte, tan grave . La delgada   fi -

    gura   va envue lta en un   sobr etodo am-

     plio y d e u ltima   moda .

    La   musica   ha cesado   y   siento la

    necesidad de dirigirle la palabra.

    -M as   vale que haya cal lado esa

    musiquita.   Es   insoportable.   Mejor  s e-

    r ia q ue   no tocaran - insisto-.   ~ Nocompar te usted mi opini6n?

    -Yo no tengo opini6n - es s u res-

     pu esta-.   Dsted es  musico y conoce su

    of icio.

    -Se equivo ca   usted   en ambas su-

    i   po siciones . E n otro tiem po   a pr endia a

    tocar e l p iano y   teoria general, como  se a pr ende   tod o

    cuanto   sir ve para una cultura mediana,   y entonces   me di-

     jer on , entre otras cosas,  que  nada produce peor efecto que

    la combinaci6n en  oc tavas  del bajo y l a soprano. Como au-

    tor ida d,   10 crei   entonces, y siem pre   que he   tenido ocasi6nde com pr obarlo me   he   convencido de la veracidad de tal

    aserto.

    -~D e ver as? -inquiri6   mi vecino de mesa.

    Se levanta len tam en te y se dirige hacia los   musicos,

    golpeandose la f  rente con la   mano,   como el que desea re-

    cor dar algo. Veo que ha bla con ellos,  a quienes   trata al pa-

    recer con manifie sta   sup er ior idad.   Vuelve a mi lado y ape-

    nas   ha tom ado asiento,   la   orquesta   comienza a   interpretar 

    la ob er tur a de  l figen i a en A ulid e   (*).

    Con los ojos entr ece r rados,   los brazos  cruzados  sobre la

    mesa, escucha el  a ndan te ;   con el pie izquierdo lleva lenta-mente el compas,  indicando las entradas   de los instrumen-

    tos. De pr onto,   levanta la ca be za , mira a su alrededor, colo-

    ca la  mana   a bier ta   sobre la mesa como deseando captar un

    acor de y   levanta la   mana der  echa.   Es   un director de 01'-

    qu esta   q ue indica los tiempos.

    Gotas   de sudol' perlan   su f r en te;   mar ca   la entrada

    (")  U na   de las   cinc o o br as maestr as   del  caballe r o Cr isto bal W ill i ba ld Gluck  ( 1714-87), escr ita en 1774. Bus o tr as   cu atro   me jor es   op er as   [u ero n:   O lfeo  y   E uridice , Ar mi d a ,

    l fige nia   en   T c iurid e  y  A icesle.

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    16/30

    del conjunto y a lgunos pasajes  importantes;  su mana derecha

    no cesa d e l levar el compas; con la izquierda saca el paiiuelo,

    q ue se pasa pOl'el rostro.  Escucho las dulces y desmayadas

    q ue jas de la flau ta ,  que se destaca al aflojar los violines y e l

    co ntr ab a jo, y se apaga el estr uendo de  los tim ba les;  oigo las

    notas vibrantes del vio lence llo,del f agot, q ue inundan mi co-raz6 n co n una emoci6n indescriptible; vuelve a comenzar el

    conjunto con un   gigante augusto y venerable,   continua al

    un isono y las sordas que jas mueren en sus cadencias.

    Concluye  la abertura.   M i compaiiero de ja ca eI' lo s  bra-

    zos y per manece con los ojos cerrados como quien acaba de

    ejecutar un supremo esfuer zo. Su  botella esta vacia;   llen a

    su vasa de borgoiia , q ue  es el v in o qu e m e h an servido poco

    antes .   Exhala   un prof un do susp ir o   y parece des pe rtar   de

    un   su eiio. Le   invito a beber ,   cosa que hace sin resistenc ia

    algun a y vacia el vasa de un trago.

    Se   levanta,   camina apresuradam ente arr ib a y   abajo yem pieza a tararear   el cora de Ifigenia   en Taur  id e.   Adm ir a-

    do,   ob servo que interpret a var  ios   pasajes   d e l a m elodia

    cen tral, dandoles   un a fuerza y una novedad asom bro sa.

    -i ,No ha compuesto   usted nunca?   - preg un ta tras un a

     pausa, volviendo a su asiento .

    -Si ,   10intente   una vez, pero 10qu e escribi en un rap to de

    en tusiasmo,   lue go m e pareci6 soso y ab urrido, y ya no insisti.

    -Hizo   m al.   El   mismo hecho de encontrar m al sus   co -

    mienzos ya ind ica cierto talento.   A pr en de m os   m usic a de

    niiio s porque nos 10ordenan nuestro s   padres;   10mandan a

    un o rascal'  el violin 0 aporrear el pi ano,  m as   nadie   se preo-

    cup a   de averiguar si   se poseen con diciones   0   se siente   la

    melodia. i,C6mo ser ia   pos ib le contar las mil distintas   ma-

    neras   pO l'las que se llega a com po sito r ? Es   un gran cami-

    no en   el   que la gente   se apretu ja y exclama:   " jS om os los

    eleg ido s! iHemos  llegado all im ite!"   PorIa puerta de marfil

    se  penetra en el  r ei no de los sueiios; poco s son los que lle-

    ga n   a   divisar   la   puerta, y aun menos   los que   trasponen

    su s   umbrales. Es dificilllegar a este reina ,   los  m on struos

    cierran   el paso ..., se yerguen ..., m uchos son absorbidos   pO l'

    los suei io s .. ., se f  un d en en   el   sueiio .., Pocos, muy   pocos,

    despiertan, ascienden  y recorren el reino de  los sueiios   lle-

    ga ndo ala verdad ..., a l momento supremo:   el  c ontacto con

    10 eterno,   co n 10inexplica ble.

    -Cuando v iv i en e l mun d o d e   los sueiios   - pr osigui6 -,

    me atormentaron mil dolores y angustia s.   E r a d e   noche,

    Los rayos lum inosos atravesaban las   sombras  de la noche,

    y esos rayos eran notas  que me r  odeaban con una deliciosa

    claridad.   Despertaba libre de mis dolore s y d ivisaba un ojo

    grande y clar o q ue  m iraba des de un 6rgano, y  a  m edida   q ue

    miraba surgian unas nota s q ue   producian las arm onias

    mas inefables que quepa imaginal'.   Durante muchos   aiios

    suspire en el r eino de   los sueiios ...,   en un magnifico bos-

    q ue, yescuche   como cantaban las flores. S610un heliotropo

    callaba y, tr is te, inclinaba   su caliz hacia la Tier r a, Lazos

    in visibles   m e llevaron hacia e1... Levante la  ca bez a,  el caliz

    se abri6 y en   su interior   pe r cibi el ojo clarisim o que m e ob -

    servaba, Igual que rayos de sol,  l as   notas   se   elevar on pOl'

    encima de m i   cabeza en direcci6n a las flores,   que las   ab -

    sorbian con a nsia.   Las hojas del heliotropo iban cr eciend o,y de ellas   emanaba un calor ardiente   ... Me rodea ban,   el ojo

    desapar eci6,  y yo con el, en el caliz de la flor .

    Al pr onunciar   es tas ult imas palabras , se puso de pie y

    sali6   r apidamente.   En vano aguar de   su r egreso,   y  al vel'

    qu e no  volvia , me marche  al centr o   de  la ciudad,

    Cerca de   la puerta de   Brandeb ur go divise una f igura

    de lgada que paseaba   en   la oscu r id ad,   y en la misma reco-

    noci a m i com paiiero casual.

    -i,Por q ue me de j6 tan   de repente?   -quise saber .

    -Continuemos andando.   Si no,  no m e gusta   la compa-

    iiia.  C laro que usted no  compone ni es berlines.

    - No entiendo   su mania contra los ber  lineses. Aq ui,

    donde tanto   se r espeta y ama el arte, donde se practica en

    gr an   escala,  yo opino que un hombre con el espir itu artisti-

    co de u sted,   de beria  hallar se a g usto ,

    -Dec idi en c ier ta  o cas i6n asistir  a un t ea tro para oil' la 6pe-

    ra de u n amigo m io ,   cuyo ti tulo  no recuerdo. E n   ella aparece

    m uc ha ge nte, a traves   del tun1Ultode u na m ul titud   acicalada;

    aparecen espir itu s   diab6lico s,el d emonio... iAh, si, Don Juan!

    Per o apenas pud e resistir la obertura ,   qu e   la orq uesta   atac6

    conun prestissimo,   sin la men or idea de pOl'qu e 10hacia,

    -En efecto , las obras del   inmortal   M ozar t   no   logran

    aqui una interpretaci6n m uy acertada; en   cam bio,   las de

    Glu ck suelen tocar las bien ,   Estoy de acuer do co n usted en

    la falta   de tacto   -co ncedi-. Mas pese a   tod o, se hace 10po-

    si ble  p Ol'dar realce alas   6peras de G luc k .

    -Si   -somi6 mi nuevo amigo con amar gur a.

    De pronto,   se alej6 de mi lado a  gr an des   zancadas ,   sin

    que me fuera   posib le detenerlo.

    Habian trascurr ido varios m es es,   cuando en  una noch e

    lluviosa, algo retrasado en un   ba r r io extramuros de la ca-

     pi ta l,   m e disponia a tomar el camino de  mi casa en la Frie-

    dr ichstrasse.   Tenia q ue pa sar ,   pO l'co nsiguiente,   pOl'delan-

    te del Teatro de la 6pera .   Ib a   a en tra r ,   cuando l lam6 m i

    atenci6n un caballero que   habla ba solo junto a un   ve nt a-

    nal pOl'el q ue  surgian los acordes,

    Asi pOl'el brazo a mi  original am igo del Jardin   Zoolog i-

    co, pues   el era el individu o  qu e  soliloqueab a, y  10a par te   de

    alIi . Se mostr 6   sor  pr endido y me sigui6 en   silen cio, E sta ba-

    mos ya en   la F r ied richstra sse, cuando se d etuvo de r e pe nte.

    -Lo   conozco a   usted   -afirm 6-.   Estab a   en   el  Zoo 16gico..,

    Hab lam os m ucho..., yo be bi algo... y se me su bi6 a la cabeza...

    -Me alegro much o de que el azar haya vuelto a  r ewumos.

    Ahora podr em os ser am igos.Yovivocer  ca de aqui. Si q ui ere ...

    - No puedo ni  debo ir  a  n ingun a   par te .

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    17/30

    -Pues   ir e yo con usted.

    -Entonces ,   acom pa r iem e   un os   dos cientos   metro s. M as,

    i,no iba usted a l teatro?

    -Pensaba oil' A r mid a ,   pero ya ...

    -Ahora oil'a usted   Armida.   Ven ga  con migo.

    En   silencio, r em ontam os   porIa Fr iedrich stra sse,   dim os

    vuelta a una calle ja tr an sv ersal y,  sin apenas poder seguir-10 , continuamos calle   arr iba hasta que a l fin mi amigo   se

    de tuvo ante un edif  icio de as pe cto m uy   m odesto.  Llam 6 u n

     bu en ra to , ha sta que abrieron la pu er ta.

    A oscuras, tanteando el terreno,   llegamos   a   la   es caler a

    y   lu ego al cuarto piso,  que era   el ultim o, y, tras entrar ,   m i

    guia   cer r 6 cuidadosamente   la   puerta.

    M e quede   in m 6v il y oi  abrirse   ot ra puer  ta . P oco   des-

     pu es,   reap ar eci6 el   extrario individuo con un   ve16n en   la

    m ano , y   la   vist a d e   la habitac i6n,   amueblada de   extraria

    manera,   me cau s6  una hond a   sorpresa.

    Silla s a ntiguas r  icam ente talladas,   un relo j de caja dor ad ay u n   es pe jo grande y  p esado daban a la estancia un air e   som -

     brio,  un lujo aiiejo. En el centro habia   un piano; encim a de l

    m ism o, un  t in tero de por celana y unas  ho ja s d e p a pe l p au tado.

    Una ojeada a todo aquello me p ersua di6 de que hac ia mu-

    cho tiempo que a lIi no se habia es crito u na so la nota,  pu es el

     pa pel e stab a   am ar il lento  y pI tint ero lleno de te lara iias .

    M i a m igo  se  dirigi6   a un   ar mario   pegado   al muro en   el

    qu e   yo  n o habia   r eparado, y   al abrir   la puer ta ,   divise   un a

    hi lera de  li br os   bien encuadernados,   en cuyos  lomos y   en

    car acter es   dorados ,   se leia :   Orfeo ,  A rm id a , Alcest e ,   l fige-

    n ia ... E n   una   palabra,   las   obras   completas   de Glu ck .-i,P os ee las obras completas   de  G luc k ? -son re i.

     No   contest6 , sino que   un a   sonrisa fo rzada   contrajo su

    semblante,   otorgandole una   terrible   exp r esi6n.   M e di r igi6

    una m ir ad a   severa y cogi6 uno de   los tom os,  A rmida .   Con

    el li br o en la  mano,   se   acerc6 al piano.   Abri   y  di s puse el

    atr il ,   detalle   este   que pareci6 complacerlo. Abri6 el libr o ...

    i,Q uien podria   expr esar mi asom br o? Dentro s61 0ha bia pa-

     pe l pautado sin nad a   escr ito .

    -Ahora toeare   la   ober tura   -m e   indica-. Vuelvam e   las

    hojas   a t iempo.

    Se 10 pr om et i, y  empez6 a tocar de modo mar av illoso y

    conmovedo r   el   majestuoso tiem po d e m ar cha   co n  qu e sein icia la sinfonia,   ateniendose pOl'entero al   or igin al;   pe r o

    el  a ll egr o   tenia muchas   frases mezcladas con las   ideas pri -

    mordiales   de Gluck .   Introdujo unos cam bios tan   ge niales ,

    q ue m i a som bro creci6 al punto.

    A veces cantaba el tem a,   al   tiempo que 10acompar iaba

    con infinitas variaciones,   con una bien modulad a   voz de te -

    nor ;  luego, im it6   a los  timbales.   Yo volvia las  ho jas siguien-

    do su   m irada.   Con clu y6 la   ob er tura   y  m i   am igo cay6 exte-

    nuado   en su  asiento,  c on los o jo s ce rr ad os .

    Volvi6 a incorporar se   y,  m ientras yo  volvia unas   ho jas

    en blanco de la obra, m ur mur6 con voz r onca:- Todo esto, serior  m io ,   10 escribi cuando regrese del rei-

    no  de los suer ios . P ero confie 10santo a los incredu lo s   y m e

    vi condenado a moral' entre   lo s  incredulos como un espiri-

    tu aislado ...,   sin   forma,   pO l'10 cual nadie me reconocera

    ha sta que el heliot r op o   vuelva a elevar me al eterno.   Ahor a

    cantare la romanza de Armida .

    Y cant6 la escena f inal de   la   6pera   con una   ex pr es i6 n

    que me con movi6 prof undamente.   Tambien   en ella se apar-

    t6 mucho de la parti tura or  iginal,   per o   sus var iacion es da-

     ba n   m as r el ieve ala m usic a de Gluck .

    Tod o 10q ue eS ' po sib le expr esar   sobre el amor , el odio, ladeses per ac i6n y el delir io,   qu ed6 expresado del modo mas

     be llo con tonos energico s. Su   vo z  par ecia   la   de un joven ,

    q ue  de la   in significancia   m as vulgar y  m on6ton a   se eleva-

     ba ala   f uerza mas   conmovedora .

    Todasmis f ibras se estremecian .. .Me hallaba fuera d e m i.

    Cua ndo   te rmin6,   m e ar r oje en sus   brazos.

    -i,Q ue e s e sto ? i,Q uien es   usted?   -Ie pr  egunte,   s in po-

    del ' co nten er   m i em oc i6n .

    Se   ir gui6   ante m i y   me midi6 con su penetrante   m ira -

    da. Cuan do   ib a ya a  seguir   pr eg un tandole,   de sap ar ec i6   con

    el ve16n de tras   de la puer ta,   de jandome   a oscur as.Tr an scu rri6 casi un cuarto de hora.   Temia no volver a

    verlo   y em pez a ba a buscar la puerta del piso,   orientando-

    m e   porIa posic i6n de l  pi ano ,   cuando   a pa r eci6 de   repente,

    ataviado con u n tra je   de ga la   m uy   bo r dado,  un a   ca sac a   ri-

    quisim a,   la espada al  cinto y el ve16nen la m ano.

    M e  q ueM estupefacto.   Avanz6 hacia   mi ,   m uy grave,   y

    to mand ome   de  la  mano,  dijo con una extr aria sonrisa:   "Soy

    el ca ba llero   Gluck ".

    Esto ocur r i6 en   1890.  G lu ck habia   fa llecido en   1787.

    Ernst    T heodor Am ad eus   H offmann

    ( Ada pt aci6 n)

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    18/30

    R IM A   X L I1. A partir de la   Rima XLI   de Becquer, desarrolla las siguientes actividades en tu cuaderno. Co-

    menta las respuestas con tus compaiieros.

    • Lee   atentamente el poema y sintetiza su contenid o   en una frase.• El poema   gira en tor no   ala oposici6n   entre el Yo hablante   y el Tu mu jer .   Anota en un cuadro las

    frases   que  aluden   a uno y a otra.

    •  l,Que sentimientos   ha bnin ins pir ad o esta   rima   a Becquer?   l,Que r elaci6n guar dan estos sentimien-

    tos con los elementos q ue invoca el hablante   par a el Yoy el Tu?

    • Id entifica   la estructura   metr ica   d el   poema:   a) la medida   d e cad a ver so; b) el esquema   y clase   d e ri-

    ma;   c) la r elaci6n entre   la estructur a   metrica   y el contenido.

    • Escribe el titulo de otr o   poema que conozcas dond e se d e el mismo   tipo de rima.

    • El estado de animo del hablante   esta condicionado por ellexico que   emplea. Anota las form as  ver-

     bales conjugadas y las   no conjugadas   que se utilizan   en el texto.   l,Que aspecto   significativo   enf ati-

    za, res pectivamente, cada   grupo? l,Que id eas son comunes a ambos?

    • Redacta   un comentar io interpr etativo   d el texto. Pued e ser vir te   d e   mod elo   el   comentario que   in-

    cluimos en la   pagina siguiente so bre   la  Rima   LIII   d e Becquer.

    L A V E R D A D   S aB R  E E L C A S O   D E L S E N O R    V A L D E M A R 

    1. Contesta por escrito y lee las respuestas a tus compaiieros:

    •   l,Que quier e   probar el narrador   con el experimento? l,A q ue conclusi6n llega?

    • l,Cuales son los motivos   por los que escoge al Sr. Vald emar?

    • l,En que   terminos alud e el narrador    a "esa voz" indescriptible?

    • l,Cuando muri6 realmente   el Sr. Vald emar; cuando   ya no present6 "sintoma   d e vitalid ad "   0 cuan-

    do su cuerpo   "se desmenuz6 ante   los testigos"?

    •   l,Te parece efectiva la   actitud    d el   narrador hacia el lector par a   convencerlo d e   los   hechos?   l,Por 

    que  r az6n?

    • Sintetiza   los acontecimientos,   ind icando el tiempo.   Determina el punto culminante y el d esenlace.

    •   l,Cuales son los elementos   que buscan hacer d el relato un cuento   cientifico?

    •   l,Que as pectos   te   permiten reconocer   el cuento   como romantico?

    • Busca otr o per sona je   d e  la   liter atura,   leyend a,   mito   0 tr adici6n   or al que haya encarnad o un   caso

    similar   al d el Sr. Vald emar,   un muer to-vivo. Dalo  a conocer  a tus   compafieros.

    2. Trabajo en grupo. Realicen una investigaci6n; que responda las siguientes preguntas:

    • l,Que   es  la   hipnosis?   l,Cual es   la relaci6n entr e   hipnosis y ciencia? l,Es posible en el campo   d e   la

    ciencia   un   experimento como este? Si se  hicier a,   l,seria etico?

    1. Marca con una cruz las   definiciones de las palabras del vocabulario. Escribe oraciones usan·

    do cada vocablo en sus divers as acepciones.

    • DESAFIAR  _ Perd er   el acuerdo con algo   0alguien.

     _ R etar   a singular combate   0 pelea.

     _    Competir con otro  en d estreza   0agilid ad.

     _ Oponerse   una cosa a otr a.

     _   Romper   la  fe y  amistad que se tiene con

    alguien.

    • ESCRUPULO _ Duda   0r ecelo q ue   punza la  conciencia

    sobr e si una   cosa es  buena   0mala.

     _ Echar d e si con des pr ecio   algo, teniendolo

     por sucio   0viI.

     _    Exactitud   en averiguar    0en  cumplir algo.

     _ Ridiculo,  extravagante.

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    19/30

    1.   Trabajo en grupo.

    Con tus   companeros,   prepara una documentad a   exposici6n informativa,   visual   y auditiva q ue complete

    tus conocimientos literarios   r elativos al r omanticismo: musica,   pintura, arquitectur a,   filosofia, mod a.

    2. Antologia poetica.

    Pre para tu  propia antologia d e poesia romantica con un gr upo d e tus   compaiier os. Te pr oponemos que agru-

     pes los poemas por temas: el amor , la soledad , la re beli6n, el d estierr o, la fugacid ad d e la vida u otr os.

    3. Los nombres escondidos.

    Lee el siguiente   texto en sentid o   horizontal,   vertical,   tr ansversal,   de d er echa   a izq uier d a,   d e a ba jo a  ar r i-

     ba y viceversa. Encontraras   los nombres  de 11 escritores romanticos.  An6talos y  dalos a conocer al curso:

    A   L R E   U   Q   C   E B   0

    M S   S   I   L A V   0   S

    L E   C   E   N   S   A   N   D L

    L   A A   0   I   A   N   L G A

    B A R H   T   M   0   E   N   D

    S   Y   T R    F   T D   0   U   AB A A   F A S   I P   0   C

    E H   T   E   0   G E   E Y E

    L I   A   L   L   I   R    R    0   ZI

    ----   ~~

    A m o d o d e   s fn t e s i s

    Los or igenes   del Romanticismo liter ar io   se r emontan a Inglaterr a   d e  mediad os   d el siglo XVIII.  Autores

    como Ed uardo   Young,  James   Thomson,   Samuel Richar d son   y James   Pher son d ieron priorid ad al pod er 

    de la   imaginaci6n.   a la   melancolia,   a la soled ad   y a la   poesia   primitiva   y popular .   Paralelamente, sur ge

    en Alemania,   hacia 1770,   un movimiento literario   d enominad o   Sturm und Drang,   (Tempestad e   impe-

    tu).   Se   caracteriz6   por   su   tem ple   antitrad icional,   la   libre   ins piraci6n, el individualismo   d inamico,   la

    orientaci6n   patri6tica y po pular.   Las   primeras obr as   d e   Johann Gottf r ied Herd er    (1744-1803),   Wolf -

    gang von Goethe   (1749-1832) y Fed er ico Schiller   (1759-1805) se encuentr an   d entr o   d e este   movimiento.

    El   Pr erromanticismo tambien   se d io en   Fr ancia con Jean   Jacq ues   R ousseau   (1712-1778)   y Bernardino

    d e   Saint-Pierre   (1737-1814), y en Espana,   con Jose Cad also   (1714-1782).   Los  pr er romanticos,   mas   que

    conf ormar   una   escuela   liter ar ia, constituyen una serie  d e escr itores que,   imbuidos   d e  las id eas y senti-

    mientos   nuevos,   preparan el camino  par a   los romanticos.

    a. Romanticismo tradicional   y religioso. En el se exalta   1 0  nacional   y se busca   el r encuentr o   imagina-

    tivo   con   la Edad Media.   Tenemos   en   Inglaterra a Walter Scott;   en   Italia, a   Ale jandr o Manzoni;   en

    Francia,   a R enato   de Chateaubriand    y en Espana,   a Jose   Zorr illa.

     b. R omanticismo liberal y revolucionario. El tr  iunfo d e las   ideas   liberales,   1830, signif ica un nuevo im-

     pulso para el R omanticismo y la obra d e arte   adquiere   una f unci6n   social. De be contr i buir al perfecciona-

    miento es pir itual   y moral   d e los hom bres.   En Inglaterr a   se  d estaca   Lord Byr on; en  Francia, Victor   Hu-

    go, y en Espana,   Mar iano   Jose   d e Lar r a.

  • 8/19/2019 Actividades Neoclasicismo y Romanticismo

    20/30

    • EI poema en relacion con la obra.   La  Rima LIII   for ma par te   d e las   76 composiciones de la primer a

    edici6n, 1871, de Rimas ,   de Gustavo Ad olfo Becquer .   El   poema se  entiende independientemente   d e

    los demas textos que constituyen la   o br a. No obstante, aunq ue   puedas   leer las rimas en forma aut6-

    noma, ellibro posee un   indiscutible   caracter unitario.   Una obr a lirica   concebida como una historiade amor con sentid o unitario,   recibe el nombr e   d e cancio nero.

    •   Tema.   La soledad ,   angustia y nostalgia que so brevienen   al f racaso amoroso.

    • Hablante   y receptor.   La rima configura un mensaje   poetico que un yo explicitamente   presente en las

    formas verbales de pr imera persona (plural, "mirabamos", y singular,   "te   he querido"),   dirige de un

    modo constante a un tU. El receptor aparece   ex presamente aludido en el contexto; es   decir ,   esta   pre-

    sente   -"desengaiiate"-;   pero im plicitamente ausente d el   espacio mismo, como si el poema fuer a   una

    carta que  se envia a una per sona   lejana.

    • Estructura metrica.  Es una composici6n breve, seis estrofas. Cad a una de cuatro versos: los tres primeros,

    end ecasilabos; y el cuarto, que termina   en palabra aguda, porIa ley del acento final, heptasilabo.Los versos pares poseen rima asonante,   mientras que los impares q uedan libres. Asi se   aplica un   es-

    quema de rima propio de los romances,   que  auna   1 0   popular a una poesia.

    • Recursos de estilo.   Uno d e los meritos de Becquer es utilizar los recursos tecnicos sin tener   que renun-

    ciar a su ca pacidad expr esiva.   Mas que comunicar algo, el hablante sugiere a traves de figuras   d e estilo

    cuid adosamente trabajad as:   epiteto   ("oscuras golond r inas"),  comparacion   ("como se adora aDios",   rei-

    teracion   ("volveran", "no volveran"),  encabalgamiento   ("... las oscuras golondrinas en tu   balc6n ...") per-

    sonificacion   ("las golondrinas que   aprend ieron nuestr os   nombres"),  hiperbole   ("asi no te   querran"),   hi-

    perbaton   ("volveran del amor   en   tus oid os  las palabras   ard ientes a sonar"),   paralelismo sintactico

    ("volveran las oscur as  golondrinas"   - "volveran las tu pidas   mad reselvas").

    EI recurso estilistico del paralelismo.   Cada heptasilabo configura un r ecurso muy usado pOl'Becquer, el

    verso