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Actuación cofinanciada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo deDesarrollo Regional (FEDER), dentro del proyecto URBAN Burgos, en el marcodel Programa Operativo de Castilla y León 2007-2013, eje 5 de DesarrolloSostenible Local y Urbano.

Estudio de responsabilidad Social Corporativa en la Ciudad de Burgos

El estudio que a continuación se presenta pretende reflejar el grado de conocimiento

de la Responsabilidad Social Corporativa de las empresas situadas en el Centro

Histórico de Burgos, que en adelante denominaremos “Zona Urban”, con el fin de

identificar buenas prácticas que impulsen el concepto. También se analiza la práctica de

la Responsabilidad Social Empresarial, además de descubrir las posibilidades de

actuación para las asociaciones sin ánimo de lucro de la ciudad.

Esta actuación está financiada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de

Desarrollo Regional (FEDER), dentro del proyecto URBAN Burgos, en el marco del

Programa Operativo de Castilla y León 2007-2013, eje 5 de Desarrollo Sostenible Local

y Urbano.

PALABRAS CLAVE:

Sostenibilidad, Responsabilidad Social Corporativa, Acción Social Empresarial,

Stakeholders, Cadena de valor, Comunicación, Transparencia, Compromiso,

Preocupaciones Sociales, y Ética.

ABSTRACT

2

• Presentación………………………………………………………………………………………………………… pp. 4

• Fundamentos de la Responsabilidad Social Corporativa……………………………………….. pp. 6

• PARTE 1: ESTUDIO SOBRE EL CONOCIMIENTO Y GRADO DE IMPLANTACIÓN

DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA EN LA ZONA URBAN.

– Antecedentes…………………………………………………………………………………………….. pp. 13

• Objetivos del estudio

• Consideraciones metodológicas

• Distribución de la muestra

• Caracterización del perfil de los entrevistados

– Conocimiento de la Responsabilidad Social Corporativa …………………………….. pp. 20

– Valoración de la Responsabilidad Social Corporativa. …………………………………. pp. 24

– La RSC en la realidad de las empresas …………………………………………………………. pp. 27

• Acción Social en la empresa de la Zona Urban. ……………………………….. pp. 30

• Gestión de Personal en la empresa de la Zona Urban. …………………….. pp. 34

• Gestión medioambiental en la empresa de la Zona Urban. ……………… pp. 37

– Conclusiones y propuestas de futuro …….……………………………………………………. pp. 40

• PARTE 2: BALANCE DE ASOCIACIONES SIN ÁNIMO DE LUCRO

– Presentación……………………………………………………………………………………………….. pp. 50

– Consideraciones metodológicas ………………………………………………………………….. pp. 51

– Conocimiento de la Responsabilidad Social Corporativa ……………………………… pp. 53

– Valoración de la Responsabilidad Social Corporativa. ………………………………….. pp. 55

– Gestión de las asociaciones …………………………………………………………………………. pp. 60

– Conclusiones ……………………………………………………………………………………………….. pp. 62

• CONCLUSIONES GENERALES y PROPUESTAS ……………………………………………………….. pp. 65

• GLOSARIO ……………………………………………………………………………………………………………….. pp. 75

• BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………………………………………………………. pp. 76

• ANEXOS (Cuestionarios empleados)…………………………………………………………………………. pp. 78

3


INDICE DE CONTENIDOS


PRESENTACIÓN

El presente estudio pretende analizar la realidad del Centro Histórico de Burgos, en

adelante Zona Urban, en materia de Responsabilidad Social Corporativa, con un

objetivo claro: encontrar un cauce de comunicación y diálogo para que las empresas y

las asociaciones sin ánimo de lucro desarrollen un labor conjunta que conduzca a un

beneficio mutuo en el camino de la sostenibilidad.

El análisis se ha basado en un doble estudio de campo. Por una parte, se ha

entrevistado personalmente a 121 gestores de empresas ubicadas en la Zona Urban,

con el fin de conocer el grado de conocimiento general de la Responsabilidad Social

Corporativa, la valoración de la misma, y la detección de comportamientos

socialmente responsables ya implantados en la Ciudad de Burgos.

Paralelamente, se ha realizado un estudio en el ámbito de las asociaciones, con el

objetivo de conocer sus recursos y necesidades. Diecisiete entidades, representantes

de las preocupaciones sociales: exclusión social, inmigración, discapacidad, salud,

género, cultura y medio ambiente, han aportado su visión sobre la Responsabilidad

Social Corporativa. Todas las entidades sin ánimo de lucro han propuesto vías de

colaboración, con el fin de hacer más patente su visibilidad en la sociedad burgalesa, y

facilitar, así, la gestión socialmente responsable de las empresas, que es aquella que

responde a las expectativas que la sociedad tiene sobre su funcionamiento.

Sirva este informe para agradecer públicamente la participación y generosa aportación

de todas las empresas y entidades sin ánimo de lucro entrevistadas.

4


A lo largo de estas páginas se ofrece una explicación teórica del concepto de

Responsabilidad Social Corporativa, estrategia empresarial basada en el diálogo con

los diferentes agentes afectados por el funcionamiento de la empresa y en la

satisfacción de sus expectativas. Se hará, además, hincapié en la diferenciación

entre la Acción Social Empresarial y la Responsabilidad Social Corporativa como

estrategia de gestión.

Posteriormente, se expondrán los resultados obtenidos en el estudio realizado en el

ámbito empresarial. Estos datos harán referencia al conocimiento general del

significado de la Responsabilidad Social Corporativa, la valoración del mismo por

parte del empresariado, y tratarán de reflejar los comportamientos responsables en

tres áreas específicas de la gestión de la empresa, relacionadas con el objetivo

general del estudio: La acción social, la gestión de personal, y la gestión

medioambiental.

Este análisis arrojará unas primeras conclusiones que esperamos aporten

información suficiente para determinar las acciones posteriores de este proyecto: la

difusión e intercambio de buenas prácticas.

A continuación se analizarán las demandas y propuestas de las asociaciones sin

ánimo de lucro, ya que en este estudio estas entidades se perfilan como los

representantes de las expectativas sociales a las que las empresas, en el caso de

tenerlas como grupo de interés prioritario, habrán de satisfacer.

El estudio concluye con la presentación de los resultados generales, de los que se

extraerán nuevas propuestas para afianzar la difusión e implantación de la

Responsabilidad Social Corporativa como herramienta de gestión empresarial.

5


FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA

1. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA COMO UNA NUEVA FORMA DE

GESTIÓN

“La Responsabilidad Social Corporativa es la expresión del compromiso de una empresa

con la sociedad y la aceptación de su rol en ella. Esto incluye el pleno cumplimiento de la

ley y acciones adicionales para asegurar que la empresa no opera a sabiendas en

detrimento de la sociedad. Para ser efectivo y visible este compromiso debe estar

respaldado por recursos, liderazgo y ser medible y medido”.

(Corporate Social Responsiblity Europe, 2002, Reino Unido).

Muchos autores sitúan el nacimiento de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), en

los años ochenta, de modo paralelo al modelo socioeconómico de empresa, que enfoca

la gestión empresarial dentro de la sociedad a la que pertenece la corporación, y no

disocia el papel económico de los gestores de su ser social.

6

DIFERENCIAS DE CRITERIOS ENTRE AMBOS MODELOS ECONÓMICOS

MODELO ECONÓMICO MODELO SOCIO - ECONÓMICO

Producción. Calidad de vida. Conservación de recursos y armonía con

la Naturaleza.

Decisiones de mercado. Control de la calidad en las decisiones de mercado.

Remuneración económica de los factores. Remuneración equilibrada en lo económico y social de

los factores.

Intereses individuales.

Intereses de la comunidad: las personas que trabajan en

el sistema son interdependientes y requieren

cooperación

Empresa es primariamente un sistema cerrado. Empresa es primariamente un sistema abierto.

Menor intervención del Estado Intervención activa del Estado

Fuente: Davis, K., W. C. Frederick y R.L. Blomstrom (1988): Business and society. Concepts and policy issues. McGraw Hill. NY.

7


Con el modelo socioeconómico, la gestión de la empresa tiene como objetivo hacer bien

las cosas para todos: accionistas, empleados, clientes, proveedores, y la sociedad en

general. Esta gestión supone el reconocimiento e integración de las preocupaciones

sociales, laborales, medioambientales y de respeto a los derechos humanos, que

generen políticas, estrategias y procedimientos que configuren sus relaciones con sus

interlocutores.

Desde este enfoque, el Estado deja de ser concebido como único administrador del

gasto social y responsable de la contención de las desigualdades, y se comienza a

defender la idea de que la contribución al bienestar y a la calidad de vida debe ser la

meta de todas las instituciones sociales, también de la empresa, sea lucrativa o no.

Cada empresa fijará el contenido de su responsabilidad teniendo en cuenta dos límites:

Límite mínimo inferior o mínimo de responsabilidad: la observancia de las normas

jurídicas más restrictivas.

El límite superior o máximo de responsabilidad: Cuando la asunción de responsabilidad

pueda suponer la pérdida de competitividad para esa organización, mermando

gravemente la rentabilidad y, en última instancia, poniendo en peligro su existencia.

(Castillo, 1985. Nash, 1973).

PIRÁMIDE DE RESPONSABILIDADES

Accionistas o socios

Públicos con los que la empresa entra en

contacto

Sociedad en general: los que influyen y son influidos por la

empresa

Responsabilidad Económica

Responsabilidad Pública

Responsabilidad Social

Modelo económico

Modelo socio-económico


Cada vez son más las empresas y organizaciones que se plantean asumir plenamente su

responsabilidad social, con prácticas honestas, transparencia en la gestión, respeto al

medio ambiente, y compromiso con la sociedad. La legitimidad para poder operar,

viene de los agentes o grupos de interés con los que se relaciona la organización, con

los denominados stakeholders.

Esta nueva concepción supone dirigir la empresa hacia un proyecto congruente con las

normas, los valores sociales y las expectativas de resultado de la entidad.

La empresa no se considera, por tanto, como un ente abstracto sino como una

institución social, coalición o asociación de agentes económicos aparte de los

individuos que la componen, con derechos y obligaciones. (Rodríguez, 2003). Y se

concibe como una institución social basada en relaciones de confianza mantenidas a

largo plazo, donde los activos de la empresa no sólo son tangibles, sino que también

son las capacidades de los empleados, las expectativas de los clientes o proveedores, la

reputación e imagen de la empresa dentro de la sociedad… Por tanto se debe prestar

atención a favorecer la mejor cooperación y coordinación en las organizaciones

sociales, potenciar los valores compartidos, la comunicación, la comprensión mutua y

la reputación.

La RSC trata, en definitiva, de concebir a la empresa en sociedad, de la que depende

en sus relaciones económicas y sociales, por lo que cualquier actuación en materia

social y medioambiental no debe hacerse al margen de ésta, sino en constante

comunicación y diálogo con los agentes implicados con los que se relaciona la

empresa, llamados stakeholders.

8

La RSC está intrínsecamente ligada al concepto de desarrollo sostenible y a la gestión

de los impactos económicos y ambientales de las operaciones de las empresas, de

forma que se asegure la rentabilidad, no sólo para los accionistas, sino para las

distintas partes interesadas a las que su actividad afecta.

9

La base teórica de los stakeholders arranca de la creencia en el reparto del poder en las

organizaciones y en el reconocimiento del papel desempeñado por cada uno de los

grupos que las conforman, tanto desde una perspectiva interna como externa. Porque

no sólo se debe considerar que forman parte de la empresa los propietarios, directivos

y empleados: empresa son también los clientes, los proveedores, los competidores, la

comunidad local, nacional y, ahora más que antes, la internacional con sus distintos

colectivos y grupos de interés (gobiernos, sindicatos, movimientos sociales, medios de

comunicación , etc) (Frederick et al, 1998).

Según J. M. Lozano los stakeholders de la empresa son los grupos y las personas que la

afectan o que son afectadas por ésta; los intereses, las demandas y las expectativas que

están en juego en cada caso; y el poder real que tiene cada uno en esta red de

relaciones.

EMPLEADOS

COMPETIDORES

DISTRIBUIDORES

COMUNIDAD LOCAL

OPINIÓN PÚBLICA

MEDIOS DE COMUNICACIÓN

ACCIONISTAS

ENTIDADES DE CRÉDITO

PROVEEDORES

CLIENTES

GOBIERNOSEXTRANJEROS

ADMINISTRACIONES

SOCIEDAD CIVIL

ASOCIACIONES EMPRESARIALES

EMPRESA

LA EMPRESA Y LOS STAKEHOLDERS

2 . LA GESTIÓN DE LA RSC: DIÁLOGO CON LOS STAKEHOLDERS.


La RSC aporta valor a la empresa a través de su relación con los stakeholders en todos los

ámbitos de su gestión: actividad comercial y consumo, medioambiente, derechos

humanos, condiciones laborales, inversión social comunitaria, beneficio accionarial y ética

corporativa.


La determinación del contenido de las actuaciones en materia de RSC debe realizarla cada

empresa, después de identificar a los stakeholders, analizar sus demandas y estudiar la

forma de responder a ellas. Estos grupos de interés serán: los accionistas, los empleados,

los clientes y proveedores, las generaciones futuras y la comunidad.

El gestor identificará y organizará las obligaciones que la empresa tiene con estos grupos.

Establecerá una jerarquía de actuación, en función de la legitimidad, el poder y la urgencia

que les confiera, y resolverá los conflictos entre ellos.

Legitimidad

Urgencia

Poder

LEGITIMIDAD. Validez percibida del interés que posee el grupo

PODER. Capacidad para lograr alguna acción por la empresa que, de otro modo, no hubiera realizado

URGENCIA. Grado en el que las demandas del grupo de interés requieren una atención inmediata

Atributos de los stakeholders

Fuente: Mitchell, R.K.; Agle, B.R.; Wood, D.J. (1997): “Toward a Theory of Stakeholder Identification and Salicence:

Defining the Principle of Who and Waht Really Counts”, Academy of Management Review, octubre, 853-886.

Las empresas que así lo hacen destacan por la fortaleza en sus sistemas de gobierno

y control, por las capacidades para gestionar crisis y aprovechar oportunidades, por

el respeto al medio ambiente, por su transparencia o por su buena relación con las

partes interesadas.

Los beneficios de la RSC en la actividad comercial de las empresas son múltiples ya

que afectan a las relaciones con los consumidores finales de los productos y los

servicios proporcionados.

10

Estudio de Responsabilidad Social Corporativa en BurgosInforme Ejecutivo

Parte I: Análisis del conocimiento y grado de implantación de la Responsabilidad Social Corporativa en la empresa.


Estudio sobre el conocimiento y grado de implantación

de la Responsabilidad Social Corporativa en la Zona Urban de Burgos.

– Antecedentes.

• Objetivos del estudio.

• Consideraciones metodológicas.

• Distribución de la muestra.

• Caracterización del perfil de los entrevistados.

– Conocimiento de la Responsabilidad Social Corporativa.

– Valoración de la Responsabilidad Social Corporativa.

– La RSC en la realidad de las empresas.

• Acción Social en la empresa de la Zona Urban.

• Gestión de Personal en la empresa de la Zona Urban.

• Gestión medioambiental en la empresa de la Zona Urban.

– Conclusiones.

12


INDICE DE CONTENIDOSPARTE I


• Analizar el grado de conocimiento de la Responsabilidad Social Corporativa

en las empresas ubicadas en el territorio URBAN.

• Identificar buenas prácticas que impulsen el concepto y la práctica de la RSE.

• Descubrir las posibilidades de actuación para las asociaciones implantadas en

la zona “Urban”.

Distribución de la muestra:

La información recogida en el estudio a pie de calle se ha obtenido a través de la

metodología de la encuesta, mediante entrevista personal a Gestores de una

muestra significativa de empresas1 situadas en el Centro Histórico (Territorio

Urban) de la Ciudad de Burgos.

La muestra final resulta proporcional al tamaño de las empresas integradas en el

universo objeto de estudio, en base a la siguiente distribución:

1 Empresas unipersonales y profesionales autónomos excluidos.

Tamaño de la empresa Nº Universo

Entre 2 y 5 trabajadores 75 541

Entre 6 y 10 trabajadores 21 138

Más de 10 empleados 25 167

ANTECEDENTES

13

Sector Muestra Universo

Servicios 46 369

Comercio 42 286

Hostelería 13 137

Construcción 11 19

Industria 5 23

Reparaciones 4 8

El tamaño de la muestra es de 121 empresas, distribuidas sectorialmente en los

siguientes segmentos: servicios, comercio, hostelería, construcción, industria y

reparaciones.

La selección a priori del tamaño de la empresa como variable de segmentación del

Universo de estudio se llevó a cabo entendiendo el impacto potencial de este factor

en el desarrollo e implantación de políticas socialmente responsables. En este

sentido cabe señalar que la selección de la muestra en cada uno de los grupos

muestrales fue completamente aleatoria.

En línea con el punto anterior cabe resaltar que la significatividad de la muestra ha

de considerarse exclusivamente a nivel agregado, no existiendo muestra significativa

a nivel sectorial o cualquier “corte artificial” de los resultados obtenidos.

No obstante a continuación se detalla la distribución de la muestra a nivel sectorial:


La recogida de información se llevó a cabo entre los días 15 y 28 de Octubre de

2.010.

•La recogida de información se llevó a cabo entre los días 15 y 28 de Octubre de 2.010.

14


El mayor porcentaje de las empresas analizadas cuenta con una plantilla de entre 1 y 5

empleados.

En cuanto a la distribución sectorial, la información más representativa procede del

comercio y de los servicios. La razón de esta proporcionalidad es que esta zona se

considera un foco clave para el comercio, además de estar orientada para la prestación

de servicios para la ciudad.

15

Las actuaciones institucionales en

los últimos años han favorecido la

peatonalización de las calles de la

Zona Urban, el soterramiento de las

basuras, la implantación del carril

bici, así como la ayuda a la

rehabilitación de edificios. Esta es la

razón por la que la actividad

empresarial se centra en servicios,

comercio y hostelería, alejando del

centro, la industria, la construcción

y las reparaciones.


Al tratarse de una muestra aleatoria, el género de las personas entrevistadas ha sido

un dato muy interesante para el análisis. Cabe destacar que el porcentaje de

mujeres es muy similar al de los hombres, 44,6%, y que su presencia como gestora,

esto es con capacidad para tomar decisiones estratégicas para la empresa, en

aquellas entidades con más de 5 trabajadores, es superior a la de los hombres en

casi 10 puntos porcentuales.

La muestra ha sido estratificada por franjas de edad, observándose una distribución

bastante homogénea en todos los grupos. Un dato que diferencia la gestión en función

de la edad, es que un alto porcentaje de las personas mayores de 50 años gestiona

pymes de menos de 5 trabajadores, siendo los gestores de las franjas intermedias, entre

41 y 50 años los que lideran las empresas con más de 5 empleados

16


En cuanto a la distribución en función de la formación, aproximadamente el 75% de la

muestra no cuenta con formación universitaria específica para el desarrollo de su

actividad y gestiona en su mayoría negocios con menos de 5 trabajadores.

Son las personas con

formación universitaria media

o superior, el 65%, quienes se

ocupan de la gestión de las

pymes más grandes.

17


En este apartado se tocan de modo indirecto aspectos referidos al consumo responsable,

es decir, al modo de premiar o castigar el comportamiento de la empresa a través de la

compra o no compra de un determinado producto. Las preguntas aquí recogidas apelan a

las decisiones personales que adopta el gestor de la empresa, e inciden en aspectos

fundamentales de la cadena de valor.

Aparentemente, existe un alto grado de concienciación sobre los aspectos sociales y

medioambientales de los productos, especialmente en el entorno universitario de la

muestra. El grado de aquiescencia en este grupo fue muy superior, ya que el porcentaje de

respuestas afirmativas y negativas fue muy semejante.

Al referirnos a la procedencia de los productos, el 70% de la muestra no sólo indicó su

preocupación por este aspecto, sino que expresaba claramente su forma de acceder a esta

información: el etiquetado, en un 76,8%. Sin embargo, la preocupación social disminuye

ante la gestión de los recursos humanos de la empresa proveedora. Tal vez, la dificultad

de acceder a esta información sea la causa, ya que raramente las empresas facilitan

información sobre su gestión interna.

18


19

Cabe señalar la diferencia de enfoque de la pregunta, considerando al empresario

como consumidor. La mayoría confía en la persona que les ofrece el producto, donde

se define la calidad de lo adquirido en función del establecimiento en el que se

compra. La cara visible del establecimiento es, en general, la garantía de que el

producto reune las garantías de calidad exigidas por el usuario.

La primera parte del cuestionario analizaba la relación que establecía la persona

entrevistada entre el término de Responsabilidad Social Empresarial con los

diferentes stakeholders. Para ello, la encuesta partía de una pregunta sencilla sobre

el conocimiento o no del concepto de RSC, para después discriminar qué conceptos

de la gestión empresarial están directamente asociados con la Responsabilidad

Social Empresarial. Como refleja la siguiente gráfica, las respuestas se distribuyen

uniformemente entre los que dicen conocer, 50,4% y no conocer la RSC, 45,5%, a lo

que cabe añadir un 4,1% sin precisar.

El 58% de las 75 empresas que dicen

conocer la RSC cuentan con una

plantilla de más de 5 empleados.

CONOCIMIENTO DE LA R.S.C. ENTRE LAS EMPRESAS

20

21


A la vista de los resultados agregados, podría parecer que el entramado burgalés conoce

bien el significado y alcance del concepto de Responsabilidad Social Corporativa. De hecho,

el 95% de la muestra da por sentado que el cumplimento escrupuloso de la legalidad para

poder emprender cualquier acción de RSC, como ha quedado explicado en la parte teórica.

Si además, tenemos en cuenta los valores asignados a la procedencia de los productos o

servicios que compran, un 86%, al medio ambiente, un 87%, y a la colaboración con la

comunidad a través de las ONGs, 71,9%, sería posible pensar que la base de la

Responsabilidad Social Corporativa está integrada por los entrevistados. Parecería que los

encuestados asumen que la gestión empresarial socialmente responsable trata de conducir

la empresa con el fin de obtener beneficios económicos, sociales y medioambientales.

Lo mismo sucede con el resto de los indicadores propuestos: el servicio de atención al

cliente, 74,4% y la calidad del producto, 76,9%, contratar a personas en riesgo de

exclusión, 73%, o a personas con discapacidad. Son valores muy altos, que inducen a

pensar en una clara concienciación sobre los ejes fundamentales del desarrollo de políticas

de RSC.

Sin embargo, como se verá más adelante, estos datos no son representativos de la

realidad. Todos los gestores entrevistados, independientemente de si han dicho o no

conocer el concepto, ponderan positivamente los indicadores de la RSC. De hecho, los

valores más elevados (cumplir con la legalidad, el medio ambiente, y el control de la

procedencia de los productos, están considerados por los empresarios como algo

intrínseco al funcionamiento de su negocio, además de ser de obligado cumplimiento.

En el siguiente apartado se ve claramente cómo el supuesto conocimiento de la

Responsabilidad Social Corporativa no genera diferencias significativas en las respuestas

dadas a los mismos indicadores.


Las siguientes tablas reflejan las respuestas dadas en función de si dicen conocer o no en

qué consiste la RSC. Los datos no presentan diferencias significativas entre unos y otros a

excepción de las variables medio ambiente, calidad de servicio o producto, y colaboración

con ONG, a los que parece que los que dicen conocer el término dan más valor.

La base teórica del estudio se asienta sobre la convicción de que la gestión de la cadena de

valor y la respuesta a las expectativas de los diferentes stakeholders generarán una mejor

calidad de servicio o producto, ofrecida a través de una buena atención al cliente, que

repercutirán en un mayor beneficio económico.

Las diferencias encontradas, no hablan de un conocimiento de la RSC como una estrategia

de gestión, sino de una familiaridad con el término, muy relacionada con su parte más

visible y promocionada, es decir, el medio ambiente, la calidad de servicio/producto, y la

colaboración con las ONGs.

22


Analizadas las respuestas en función del tamaño de la empresa, las diferencias son poco

significativas, encontrándose valores más altos en las empresas con plantilla inferior,

contradiciendo, por tanto, los resultados obtenidos en la respuesta de asociación

espontánea, en los que un porcentaje alto de los gestores de empresas de más de 5

trabajadores decían conocer el concepto de R.S.C.

Únicamente la mitad de los gestores entrevistados manifestó conocer en qué

consiste la Responsabilidad Social Corporativa, si bien, en cualquier caso, – y

con independencia de la respuesta en espontáneo – la mayoría de ellos no

parece capaz de discriminar los conceptos que definen las actuaciones sobre

RSC en el marco de las actividades empresariales.

23


Un elemento significativo para el estudio fue la percepción de las personas entrevistadas

del fenómeno de la RSC. Este punto es de vital importancia para el estudio, ya que la

implantación de políticas socialmente responsables en la empresa sólo es factible si su

dirección está plenamente convencida de que se trata de una estrategia de gestión que

reportará beneficios económicos, sociales y medioambientales.

Las respuestas ofrecidas por las personas entrevistadas, una vez que se les explicó

brevemente el concepto de R.S.C., muestran que prácticamente el 93% de la muestra

considera esta estrategia de gestión como algo beneficioso para su empresa.

Del total de la muestra, 121 empresas, 104 de ellas consideran rentables los

esfuerzos en materia de RSC.

Las empresas de más de 5 empleados contestan afirmativamente de modo

unánime.

VALORACIÓN DE LA R.S.C

24


55,6%

Teniendo en cuenta los beneficios esperados, es coherente encontrar los siguientes

resultados relacionados con la percepción de la R.S.C. : Intuitivamente se percibe

como algo positivo para la empresa, pero necesita de una inversión y de una

estrategia de gestión.

A pesar de no conocer en detalle el concepto de “Responsabilidad Social

Corporativa”, la mayoría de los gestores entrevistados estuvo de acuerdo en los

beneficios que pueden generar este tipo de actuaciones en la empresa, ventajas

que en aproximadamente un 56% de los casos tuvo traducción en términos

directamente económicos y de imagen.

25


Más de un 82% de los entrevistados señaló a la “Empresa” como un actor

fundamental en el marco de la Responsabilidad Social Corporativa; este dato

adquiere especial relevancia entre las empresas de mayor tamaño, donde este

ratio asciende casi a un 90%. En cualquier caso la Administración Pública es

señalada como el principal garante de este tipo de actuaciones.

Solo el 20% de la muestra considera que la RSC

compete exclusivamente a las Grandes empresas

26

Muchas empresas demandan a la Administración Pública una legislación coherente y

activa, que resuelva muchas de sus dudas en la actividad diaria para poder llevar a

cabo una gestión empresarial socialmente responsable.


Uno de los objetivos de este estudio es identificar buenas prácticas empresariales,

que redunden en beneficio de las asociaciones sin ánimo de lucro implantadas en la

ciudad de Burgos.

En este apartado se tratará de reflejar el grado de conocimiento que tienen las

empresas sobre el funcionamiento de las asociaciones, las causas que defienden, las

formas que tienen los empresarios de colaborar con ellas, y si hacen partícipe o no a

al sociedad de su comportamiento responsable.

Dejamos claro, de antemano, que las actuaciones encontradas se acercan más a la

filantropía que a un Plan de Acción Social, ya que en ningún caso se tratan de

acciones sostenidas en el tiempo o enmarcadas dentro de un Plan Estratégico

Empresarial.

Al preguntar de modo genérico cómo debe colaborar una empresa con las entidades

sociales, las respuestas se centran en intercambios filantrópicos y de marketing, es

decir, donaciones en dinero, 52%, o en especies 62%, y patrocinio de actividades,

58%.

LA R.S.C. EN LA “REALIDAD DE LAS EMPRESAS”

27


Existe una tendencia generalizada a equiparar la Responsabilidad Social Corporativa

con la Acción Social empresarial.

Por Acción Social Empresarial, entendemos todas las actividades realizadas desde

la empresa con el doble objetivo de resolver o paliar una necesidad social, y de

facilitar la comercialización de sus productos. La Responsabilidad Social Corporativa

se refiere, sin embargo, a una estrategia de gestión, que persigue un triple

beneficio: económico, social y medioambiental.

R.S.C

Responsabilidades legales

Responsabilidades económicas

Acción socialFilantropía

FLECHA

ÉTICA

La sociedad tieneexpectativas y deseos.

La sociedad lo exige

La empresa debe ser rentable (cumplir con sus obligaciones económicas), debe

obedecer la ley (cumplir con sus obligaciones legales), mantener un

comportamiento ético (cumplir con sus obligaciones éticas) y devolver a la

sociedad parte de lo que ésta le entrega a través de la filantropía o acción social.

FUNCIONAMIENTO SOCIALMENTE RESPONSABLE

28


Dentro de un plan de Acción Social, la empresa puede realizar distintos tipos de

actividades. Se han propuesto en la literatura distintas clasificaciones, pero la más

simple y completa es la de Sagawa y Segal (2001). Estos autores distinguen tres tipos

de intercambio: filantrópicos, de marketing e intercambios operativos.

Intercambios filantrópicos. Las empresas hacen una donación en dinero o especie a

las ONG. Se incluye aquí la donación del personal o voluntariado de empleados.

Intercambios de marketing. Se trata de la relación que establece una empresa y una

organización del sector social para planear y ejecutar un proyecto. Incluye el

patrocinio, el marketing con causa (entendido como promoción con causa) o la

realización de marketing social desde la empresa (difundir comportamientos

beneficiosos para la comunidad, como el reciclaje, el consumo responsable o la no

discriminación).

Intercambios operativos. Una organización del sector social ayuda a una empresa a

aumentar su capacidad para producir bienes y servicios de forma más competitiva.

Incluye las asociaciones de recursos humanos y la llamada empresa social (empresas

de inserción, empresas creadas y promovidas por organizaciones sin ánimo de lucro

para sostener sus actividades de desarrollo en Tercer o Cuarto Mundo, que actúan

como proveedores o socios estratégicos de empresas etc.).

ACCIÓN SOCIAL

EMPRESARIAL

INTERCAMBIOS FILANTRÓPICOS

INTERCAMBIOS

DE MARKETING

INTERCAMBIOS OPERATIVOS

TIPOS DE ACCIÓN SOCIAL EMPRESARIAL

29

Para poder colaborar con alguna causa social, es necesario conocerla previamente,

sino , difícilmente el empresario se interesará por ella.

Como muestran las gráficas, un porcentaje elevado de las personas entrevistadas

conoce alguna asociación a la que su empresa pudiera apoyar,71 %, y un 86% de la

muestra dice haber colaborado en alguna ocasión.


Las empresas con más de 5 empleados,

colaboran en un 95% con las causas sociales, y,

en general, sus gestores tienen un mayor

conocimiento de las asociaciones, 78,3%.

30


Las colaboraciones se canalizan a través

de donaciones y patrocinios, y las causas

más beneficiadas son la discapacidad, la

salud y la cooperación internacional.

Nuevamente, las empresas con más de 5

empleados tienen una colaboración más

activa.

31

Las PYMES menores de 5 empleados están más sensibilizadas en colaborar con la

discapacidad, 34,7%. El apoyo ofrecido por este tipo de empresas a causas como la

salud, la familia y la infancia, la cooperación internacional, o la cultura no presentan

diferencias significativas.

En las empresas con más de 5 empleados, la primera causa sigue siendo la discapacidad,

41,3%. En torno al 30% de las ayudas están centradas en la salud o la exclusión social,

con un 34,8%, la cooperación internacional, con un 32,6%, seguida de cerca de la

cultura, con 28,3%.

104 empresas dicen colaborar con alguna causa social.


Si atendemos al comportamiento empresarial por tipo de sectores vemos que la

donación de dinero y productos es más frecuente en el comercio. Sin embargo, la

construcción es más proclive al patrocinio, que en general lleva asociado un

componente importante de publicidad. Este es un indicador coherente si lo

relacionamos con los beneficios derivados de la RSC, que en las empresas de más de 5

trabajadores se centraba en la imagen.

32

Para el sector servicios, la donación en especie es lo más cómodo en un 41,3%, lo que

arroja un dato importante, ya que estas empresas pueden aportar conocimientos

profesionales y recursos propios a disposición de la comunidad. Lo mismo ocurre con la

hostelería, que valora la donación de productos y servicios positivamente en un 46,2%.

Mientras que para el comercio y la industria, la donación de dinero es el recurso más

utilizado en un 57,1% y 80% respectivamente.

Por su parte la construcción centra sus ayudas en el patrocinio en un 63,6%, y las

reparaciones en un 100%.

Ninguna de las categorías valora el voluntariado de sus trabajadores como un elemento

destacable a tener en cuenta.

33


A la hora de analizar la comunicación de este tipo de actuaciones, constatamos, una vez

más, que el concepto de RSC no está interiorizado por las personas entrevistadas. De

hecho, la respuesta generalizada es que este tipo de acciones no se comunican porque

los entrevistados argumentan que son de carácter personal, o tienen que ver con el

altruismo, el 63,5% no lo comunica.

En ningún caso se ha incorporado el plan de acción social a la estrategia general de la

empresa, no se incluye dentro de la gestión con el objetivo claro de aumentar los

beneficios sociales en la triple cuenta de resultados.

No se aprecian diferencias

significativas en función del

tamaño de la empresa.


La gestión de personal es uno de los aspectos más importantes de la cadena de

valor, ya que son la base de cualquier empresa.

Varios son los aspectos que se han tenido en cuenta en el presente análisis. Por

una parte, aquellos referidos a la motivación del personal como son la aplicación

de políticas de conciliación de la vida personal y familiar, formación y evaluación

de la satisfacción de la plantilla. Por otra parte se han considerado las políticas de

igualdad de oportunidades, deteniéndonos en cuatro aspectos muy relacionados

con las necesidades de las asociaciones sin ánimo de lucro: la distribución por

género, la inclusión de extranjeros, y el número de personas con discapacidad

contratadas. En último lugar se detalla el tipo de contratación, fija o temporal.

En líneas generales, la Zona Urban se caracteriza por su estabilidad, dado el alto

porcentaje de empleo fijo, 87%, y por un protagonismo femenino, no sólo por la

numerosa presencia de la mujer, 59,3%, sino también por el hecho de ocupar

puestos de gestión en empresas de más de 5 trabajadores. (58,8% mujeres frente

al 41, 2% de hombres)

Distribución por género Distribución por tipo de contrato

34


Al analizar las acciones desempeñadas por las organizaciones en materia de gestión

de personal, se observa que en un 73,6% de los casos se aplican medidas de

conciliación de la vida familiar y laboral, destacando el sector comercio, servicios e

industria. Las medidas más frecuentemente empleadas son: el horario flexible, y la

reducción de la jornada. Como anécdota, y de modo consistente con la prevalencia

de la mujer, casi todas las medidas tomadas tienen una relación directa con las

obligaciones generadas por la maternidad.

Por lo que se refiere a la formación, el 70% de los encuestados ofrece formación a sus

empleados, la mayor parte de las veces subvencionada, y siempre en relación con el

puesto que están desempeñando. La formación es considerada muy importante por los

entrevistados pertenecientes al comercio, los servicios y la hostelería.

Son las empresas de más de 5 trabajadores quienes más dicen ofrecer formación y

medidas de conciliación para los trabajadores.

Las empresas con más de 5 trabajadores ofrecen una mayor cobertura a sus

trabajadores con medidas conciliadoras de la vida personal y laboral, 87% y parecen

más concienciados con la formación, 80%.La formación que reciben los trabajadores

está en general bonificada y/o financiada por entidades públicas.

35


Al preguntar si evalúan periódicamente la satisfacción de los empleados, en la mayoría

de las empresas responden negativamente, auque afirman que no lo necesitan porque

son muy pocos y el contacto directo es lo que les dice si los trabajadores están o no

contentos. Otra respuesta muy frecuente, dada la estabilidad en el empleo, se basa en

los años trabajados juntos, alegando que si el personal no estuviera contento, habría

optado por otro puesto de trabajo. En cualquier caso, es importante señalar, que sólo

las empresas certificadas en calidad cuentan con una herramienta de medición

específica, si no, la evaluación se hace a través del contacto cotidiano.

La influencia de la norma queda

patente en el porcentaje de personas

con discapacidad contratadas. Sólo

tres de los contratos registrados para

este colectivo están ubicados en

empresas de menos de 50

trabajadores, el resto se debe a la

obligatoriedad de la reserva de cuota.

36

El personal extranjero sólo

representa el 5,9% de la muestra.

Estos trabajadores están,

principalmente ubicados en el

sector de hostelería y en la

construcción.


Este apartado del cuestionario pretende reflejar el comportamiento empresarial en

materia medioambiental. Se trata de un análisis con indicadores sencillos, basados en

el tipo de reciclaje que lleva a cabo la empresa, el control de proveedores, y las

acciones desarrolladas por iniciativa propia para preservar el medioambiente.

Según las respuestas obtenidas, la gestión de papel y cartón parece estar muy

extendida, 86,7%, al igual que el reciclado del tóner de la impresora, 77,4%.

Evidentemente el apoyo de la Administración, facilitando la recogida selectiva es

importante, o el de las empresas privadas, que entre sus servicios ofrecen la recogida

de toners, fluorescentes, o productos químicos, y, agiliza mucho el desarrollo de

acciones socialmente responsables.

37

El bajo porcentaje de reciclaje de residuos químicos y orgánicos responde a las

características de la muestra escogida. La mayoría de las empresas de servicios no

generan este tipo de residuos, ni tampoco el comercio. En sectores como la hostelería,

industria y construcción, existe una legislación estricta en esta materia, y, por tanto,

puntúan muy alto en nuestro estudio. Una vez más, la existencia de la norma apoya el

comportamiento empresarial responsable.


Pese al alto nivel de reciclaje encontrado, queda claro que la concienciación en materia

de compromiso con el medio ambiente es, todavía, una asignatura pendiente. Resulta

muy significativo que el 61,2% no aplique ninguna acción concreta para proteger el

medio ambiente. Ni siquiera aquellas que conlleven un ahorro económico como puede

ser la reutilización o el ahorro energético.

38

El medio ambiente parece estar al margen del negocio. No sólo por la poca

iniciativa detectada sino por el hecho de no incluirlo en la cadena de valor al

contratar o subcontratar productos o servicios para el negocio. Esa es la situación

al menos en el 50% de la muestra.


El 41% de la muestra afirma aplicar medidas de control

de proveedores, con la revisión del etiquetado en un

9,1% y la contratación de proveedores acreditados, en

un 29,5%.

Más de la mitad no especifican la forma de llevarlo a la

práctica. Un alto porcentaje se ampara en la

responsabilidad subsidiaria del proveedor, 59%.

39

Según el tamaño de la empresa aparecen, también, datos inquietantes. Las pequeñas

Pymes no aplican medidas medioambientales en un 58,7%, mientras que si se supera la

barrera de 5 empleados, el número de empresas que recicla sube al 52,2%.

En aquellas empresas mayores de 5 empleados que no aplican políticas

medioambientales estarían incluidas las de servicios y comercio. Estos dos sectores

manifiestan tener dificultades para poder llevar a cabo un comportamiento

medioambientalmente responsable, y piden más ayuda institucional, para facilitar las

tareas de reciclaje: sugieren mayor número de islas ecológicas, servicios de recogida

selectiva de residuos en distintas franjas horarias y en función de las necesidades

empresariales.


40

El análisis realizado en el entramado empresarial de Burgos nos ha devuelto unos datos

muy interesantes que nos permitirán planificar futuras acciones encaminadas a la

difusión e implantación de medidas socialmente responsables en la gestión

empresarial.

Tomando como punto de partida el perfil de los entrevistados, es importante señalar

que más del 60% de las empresas ubicadas en la Zona Urban están gestionadas por

personas mayores de 40 años. Siendo las más jóvenes de esta categoría, con edades

comprendidas entre 41 y 50 años, las que gestionan las empresas de mayor volumen,

con más de 5 trabajadores, y las que más alto grado de formación tienen.

Teniendo en cuenta el alto porcentaje de mujeres trabajadoras con capacidad de

gestión empresarial en Pymes de más de 5 empleados, y la elevada tasa de empleo fijo,

el 87%, podemos inferir, que el centro histórico de Burgos es un nicho de empleo

estable para la mujer cualificada de mediana edad.

El tejido empresarial de esta zona de Burgos está compuesto por personas con cierta

madurez. La mayoría de las empresas son pequeños negocios familiares, gestionados en

muchos casos por mujeres, que ofrecen al comprador la experiencia de regentar un

negocio durante muchos años, al mismo tiempo que le muestran valores como

honestidad, confianza y seguridad, a la hora de efectuar sus compras o contratar sus

servicios.

De cara al futuro, a medida que estas personas lleguen a la edad de la jubilación, se

producirá un gran movimiento empresarial hacia la especialización de los pequeños

comercios. Las nuevas generaciones empresariales, atraerán nuevas formas de gestión,

más sensibles con el entorno y el medio ambiente, gracias a la educación y formación

que han adquirido. Sería interesante, plantear acciones de difusión centradas en la

franja de edad intermedia, con una mayor sensibilidad al concepto sostenibilidad, para

las generaciones de hoy y las del mañana.

CONCLUSIONES


41

En cuanto a la cadena de valor, aspecto tocado transversalmente a lo largo del estudio,

se observa una preocupación por la procedencia y los aspectos medioambientales y

sociales de los productos, reflejado en que un alto porcentaje de la muestra recurre a la

etiqueta para obtener esta información, el 76,8%. Paradójicamente, casi ninguna de las

personas entrevistadas se ha interesado por la gestión de los recursos humanos de la

empresa proveedora de los productos o servicios que compra, el 74,4% dice no.

De esta observación deriva otra conclusión del estudio: la importancia de la

transparencia informativa para facilitar la toma de decisión del consumidor para

comprar o no un determinado producto. Así, la información relativa al compromiso de

la empresa con su entorno, al igual que su procedencia, suele estar claramente indicado

a través del etiquetado o de la publicidad, mientras que los aspectos de gestión interna

son raramente comunicados.

Trabajar la cadena de valor implica considerar todos los aspectos que inciden en el

funcionamiento de la empresa, desde la concepción del producto o servicio, hasta la

obtención y distribución del producto o servicio final, incluyendo en este proceso el

servicio de post-venta. Es decir, tener en cuenta a todos los stakeholders cuya

participación sea significativa para la gestión de la empresa.

Dado que el objetivo prioritario de este estudio es encontrar un cauce de

comunicación entre las empresas y las asociaciones sin ánimo de lucro, se han

priorizado tres stakeholders: los trabajadores, la comunidad en la que operan las

empresas y el medio ambiente. Estos factores no sólo afectan a todas las empresas,

independientemente del sector al que pertenezcan, sino que además, están muy

relacionadas con los intereses de las entidades del tercer sector, ya que afectan a la

gestión de personal, a la gestión de la acción social, y al medio ambiente.

En cuanto a gestión de personal, aunque el 27% dice evaluar periódicamente la

satisfacción de sus empleados, sólo 4 de las 121 empresas entrevistadas aplica

herramientas válidas de medición, tratándose en todos los casos de empresas

certificadas en calidad. Por lo general apelan al contacto directo con sus empleados, ya

que en la mayoría de las ocasiones son empresas con pocos trabajadores, y a la

permanencia de su personal en su plantilla.

Una de los mayores retos a los que se enfrenta la empresa es fomentar la calidad de vida

de los trabajadores, con el fin de conseguir la satisfacción de los empleados, y procurar,

así su permanencia en la empresa. Para lograrlo, es necesario tener en cuenta a la

persona, su edad, su nivel de formación y sus expectativas, además de considerar si

pertenece al ámbito privado o público, es asalariado o autónomo.

Por lo que se refiere a la formación, los gestores se apoyan en las ayudas que ofrece la

administración, los cursos bonificados para mejorar las habilidades profesionales. En

raras ocasiones el gestor ha declarado formar a sus empleados con recursos privados.

Sin embargo, para poder enmarcar la formación dentro de una estrategia empresarial

socialmente responsable, la capacitación debe propiciar el desarrollo personal y

profesional, más allá de ser únicamente útil para el desarrollo económico de la empresa.

De hecho, muchos de los gestores afirman que se ofrece a los trabajadores la posibilidad

de asistir a los cursos, pero que lo viven como una sobrecarga. Inferimos que esta

formación no estaba ajustada a las expectativas de ese stakeholder.

De la constatación de esta realidad, proponemos otra área de trabajo que aportaría valor

a la empresa, a su gestión cotidiana: Plantear la formación desde un enfoque ético,

tomando como punto de partida las necesidades de cada trabajador y sus expectativas,

para poder, así, plantear un programa formativo, que aporte rendimiento a la empresa, a

través de una mayor satisfacción del empleado.


42


La misma reflexión nos hacemos ante las medidas de conciliación laboral y personal.

En general, las personas entrevistadas parecen aceptar la flexibilidad horaria “si no hay

más remedio” y están claramente asociadas a la mujer, especialmente por el cuidado

de niños, ya que si no, hablan de días excepcionales por alguna necesidad concreta. Es

decir, raramente expresan una voluntad por parte de la empresa.

Resulta curioso que la atención a personas dependientes, teniendo en cuenta la edad

media de los comerciantes del centro, no sea un factor determinante para la

flexibilización de los horarios.

Por otro lado, la inclusión de la diversidad tampoco caracteriza a la Zona Urban. La

recogida de datos nos muestra una bajísima integración de personas con discapacidad

realizada de modo voluntario. Sólo dos negocios con menos de 50 trabajadores

contrata a personas con estas características. Lo mismo sucede con el personal

extranjero, el 94,1% de los trabajadores de la muestra son de nacionalidad española.

En estas circunstancias, en que el empresario se apoya en lo estrictamente necesario

para cumplir con la legalidad, es fácilmente entendible la no difusión de la satisfacción

de su plantilla, ni las medidas de formación o de flexibilidad, ya que su gestión de

personal no tiene nada de novedosa ni de diferenciadora con respecto a las otras

empresas de la Zona Urban.

Sin embargo, insistimos, la clave de la correcta gestión del negocio está en garantizar

la retención del talento y el orgullo de pertenencia a una determinada empresa,

ventajas éstas asociadas a la Responsabilidad Social Corporativa. La Zona Urban

cuenta con plantillas de gran estabilidad, el 87% del personal tiene contrato

indefinido, además de una cercanía de trato, que facilitaría la implantación de

políticas de gestión de personal basadas en esta nueva estrategia empresarial.

43

44


En cuanto a la gestión de la Acción Social Empresarial, el estudio ha dejado evidenciado

que no puede hablarse de Planes de Acción Social, ya que la colaboración empresarial

con las causas sociales se base en intercambios filantrópicos, un 43,8% en donaciones de

dinero y un 43% en especie, y de marketing, un 38,8%. Las empresas con más de 5

empleados colaboran en un 95% con las causas sociales, y, en general, sus gestores

tienen un mayor conocimiento de las asociaciones, 78,3%. La causa más beneficiadas

son la discapacidad, la salud y la cooperación internacional.

Estos datos son importantes a la hora de trabajar el diseño de un plan social empresarial.

Las empresas, en su objetivo de ser rentables social y económicamente, deben incluir los

intereses de la sociedad donde operan. El hecho de que la discapacidad, la salud, y la

cooperación internacional sean las causas mayoritariamente aceptadas, refleja las

cuestiones sociales que más preocupan e interesan en la comunidad,

independientemente de que esto se deba a la visibilidad de las citadas causas.

En cualquier caso, encontramos que este tipo de actuaciones no llegan a la sociedad,

debido a una falta de comunicación, ya que un 63% de la muestra no utiliza ningún

canal de difusión de sus actuaciones socialmente responsables. Dato, éste, muy

relacionado con lo comentado anteriormente referente a la gestión interna de la

empresa. Se trata de acciones puntuales, desarrolladas casi de forma personal y

altruista por parte del responsable de la empresa, y no integradas en la cadena de

valor. En ningún caso aparecen acciones diferenciadas respecto a su competencia,

afirmación que queda evidenciada al analizar las aportaciones de manera sectorizada.

Así, en el comercio se observa que más de la mitad de la muestra colabora a través de

donaciones de dinero, 57,1%. La hostelería y los servicios aportan donaciones en

especie, 46,2% y 41,3% respectivamente, y el sector de la construcción opta por el

patrocinio, buscando imagen de marca(63,6%).


En este campo, consideramos que una aportación novedosa para implantar planes

de Acción Social Empresarial, sería el desarrollo del voluntariado, necesidad

acuciante de las entidades sin ánimo de lucro. El sector empresarial cuenta con una

gran experiencia en la gestión de negocio, valor que podría ayudar al

funcionamiento de las entidades sociales. Tal vez la creación de un “Comité de

Expertos”, compuesto por personas jubiladas, impulsado desde la propia Cámara de

Comercio e Industria, sería una propuesta factible, que facilitaría el contacto e

intercambio de buenas prácticas entre los dos grupos objetivos de este estudio.

La implicación voluntaria de los gestores de empresas canalizaría el acercamiento

real a las necesidades de las asociaciones, pues a veces, los actos filantrópicos no

sirven para paliar las carencias reales. Así, la donación de productos y servicios,

obsoletos o no, sería mucho más fructífera si se acompañara de una formación para

sacarles el máximo rendimiento, como es el caso de las donaciones de materiales

relacionados con las nuevas tecnologías: “Enseñar a usarlos en vez de donarlos”.

Atendiendo a la gestión medioambiental de la empresa, incidimos en la falta de

integración de este aspecto dentro de la cadena de valor. El cumplimiento de la

normativa se hace como consecuencia de una presión legal, especialmente en el

sector de la construcción, ya que no aplica ninguna política concreta, de modo

voluntario, más allá del reciclaje el 61,2% de la muestra total de empresas.

En general se observa una falta de iniciativa y concienciación en esta materia. Las

actuaciones empresariales coherentes con el mantenimiento del medio ambiente

están muy relacionadas con el apoyo institucional, es decir, con la cercanía o lejanía

en la aplicación de las leyes. El tejido empresarial destaca asimismo que el número

de islas de reciclaje es reducido en la Zona Urban, por lo que deberían

incrementarse el número de puntos de recogida de residuos.

45

46


Al mismo tiempo, sugieren que podría realizarse una recogida selectiva en horarios

más amplios que permitan a las empresas trabajar con mayor comodidad,

especialmente en las zonas peatonales, donde la posibilidad de reciclaje se acota a la

contingencia de las calles.

Son muchas sus demandas en este aspecto, pero insistimos, son necesarias

actuaciones centradas en concienciar al empresario sobre el impacto que su

actividad genera en el medio ambiente, para abandonar esta actitud pasiva e

implicarse en el mantenimiento del entorno. Abandonar el concepto de gasto e

interiorizarlo como una inversión en pro de la sostenibilidad.

La sostenibilidad es un compromiso material y moral con el presente y el futuro,

asumiendo la propia responsabilidad, individual y colectiva. Las empresas que mejor

prosperan son las que asumen y comparten los valores emergentes de la sociedad.

El desarrollo de la nueva concepción de la economía implica reordenar los valores y

los recursos así como el acceso a los mismos en condiciones de igualdad. En muchos

casos, los elementos que teorizan sobre el nuevo concepto del mundo, no siempre

tienen un valor cuantificable, no tienen un precio en el mercado, y son intangibles,

pero fundamentales para el desarrollo del nuevo modelo de sociedad.

Desde la sociedad industrializada, corresponde a las empresas participar activamente

en la definición de alternativas y objetivos que mejoren las relaciones con el entorno.

En la búsqueda de sociedades socialmente equitativas y ecológicamente

sustentables, el tiempo del que se dispone y que nos permite una mayor calidad de

vida, orienta al ciudadano a moderar el uso de los recursos externos y acentúa el

intercambio de bienes dentro de la vida comunitaria.

47


Creemos que sería interesante abrir una línea de trabajo con las empresas centrada

en el compromiso con el medio ambiente, en donde se pusiera en valor, no sólo el

beneficio social que reporta a medio y largo plazo las actuaciones en este campo,

sino el ahorro económico inmediato procedente del control del consumo, el reciclaje,

la reutilización, y toda actuación conducente al consumo responsable.

En estos encuentros, sería interesante establecer políticas y procedimientos regulares

de evaluación, control y prevención de la actividad empresarial sobre el medio

ambiente, así como establecer cauces adecuados para asegurar el cuidado del

espacio próximo a la empresa, manteniendo un equilibrio ecológico y urbanístico.

Para concluir este capítulo, queremos subrayar que a lo largo del informe se han ido

diferenciando las empresas según el tamaño, generando dos categorías, las que

cuentan con una plantilla inferior a 5 trabajadores, 75 empresas de la muestra, y las

que tienen más de 5 trabajadores, 46. Dentro de este último grupo significamos que

25 ellas cuentan con gestores jóvenes con una mayor formación, el 65% de ellos con

formación universitaria, y con un interés declarado por la Responsabilidad Social

Corporativa. Además, en sus compras personales el 58,8% tiene en cuenta aspectos

medioambientales y sociales vinculados a los productos que adquiere. Sin embargo,

más de la mitad de los gestores no universitarios, el 51,4%, también tiene en

consideración estos aspectos. Destacamos este indicador para futuras acciones de

sensibilización y difusión de buenas prácticas empresariales, ya que el grupo objetivo

se amplía considerablemente.

Ninguna de las aportaciones hechas hasta la fecha tendrían valor en sí misma, si no

se enmarcan dentro de una estrategia de gestión basada en la Responsabilidad Social

Corporativa, en la que todos los agentes implicados, accionistas, empleados, clientes,

proveedores, y entorno en general tuvieran su espacio de participación activa.

Estudio de Responsabilidad Social Corporativa en la Zona Urban de Burgos

Informe ejecutivo

Parte II: Balance de Asociaciones sin Ánimo de Lucro


Estudio de Responsabilidad Social Corporativa en la Zona Urban de Burgos

Informe Ejecutivo

Parte II: Balance de Asociaciones sin Ánimo de Lucro.

• Presentación.

• Consideraciones metodológicas.

• Conocimiento de la Responsabilidad Social Corporativa.

• Valoración de la Responsabilidad Social Corporativa.

• Gestión de las asociaciones.

• Conclusiones.

49


INDICE DE CONTENIDOS

El informe que a continuación se presenta, pretende dar una visión de la situación de las

entidades sin ánimo de lucro de la Ciudad de Burgos con las que las empresas situadas en

la Zona Urban podrían colaborar con el fin de materializar acciones socialmente

responsables, y que generen beneficios económicos, sociales y medioambientales.

El objetivo fundamental de este informe es conocer los recursos y necesidades de las

asociaciones, con el objeto de facilitar un cauce para el diálogo que permita a las empresas

de la Zona Urban establecer colaboraciones que repercutan positivamente en el

cumplimiento de los fines de las asociaciones sin ánimo de lucro y que, paralelamente,

afiancen la implantación de políticas empresariales socialmente responsables.

Para llevarlo a cabo se ha entrevistado a quince gestores de diferentes asociaciones, a

través de encuestas semi-estructuradas, tratando de abarcar todos las causas incluidas en

las preocupaciones sociales: Exclusión social, inmigración, discapacidad, salud, género,

cultura y medio ambiente. Se han realizado, además, entrevistas abiertas con el fin de

completar la información cuantitativa.

Las entidades sociales que han participado en el estudio son: Aspanias, Autismo Burgos,

Prosame, Adalid, Fedisfibur, La Rueda, Burgos 2016, Fundación para la salud, Fundación

Cauce, Caritas Diocesana de Burgos, Amycos, Burgos Acoge, Fundación Oxígeno, Proyecto

Hombre, y Fundación Lesmes.

Aprovechamos este informe para agradecer públicamente su generosa colaboración.

Presentación

50


Las asociaciones seleccionadas en la muestra han sido elegidas por su representatividad en

el funcionamiento del entramado asociativo. Todas ellas cuentan con personal contratado

para el desarrollo de sus programas, siendo necesaria la financiación de estos puestos de

trabajo, además es considerable el número de asociados y beneficiarios.

Consideraciones metodológicas

51


Otro indicador significativo para la selección de las asociaciones ha sido el número de

voluntarios con que cuentan, ya que es un indicativo de su relevancia dentro de la

comunidad.

Como refleja la siguiente tabla, sólo dos de ellas tienen un volumen relevante, más de 500

voluntarios. En general, los datos indican que la participación ciudadana es limitada.

Este dato concuerda con el poco desarrollo de acciones de voluntariado empresarial

detectado dentro del estudio realizado en el entorno URBAN para conocer el grado de

implantación de políticas concretas de Responsabilidad Social Corporativa.

52

CLASIFICACIÓN POR VOLUMEN DE VOLUNTARIADO

Voluntarios Asociaciones

0 3

De 1 a 10 5

De 11 a 25 2

De 26 a 50 1

De 51 a 100 1

De 101 a 150 1

Más de 500 2

Destacamos además el recorrido de las asociaciones seleccionadas, ya que el mayor

porcentaje fueron constituidas hace al menos 15 años, aunque también se han

considerado las entidades nacidas como consecuencia de nuevas demandas y

realidades sociales como son el auge de la preocupación medioambiental o el

impulso de iniciativas culturales.



El 100% de los gestores entrevistados en las asociaciones burgalesas dice conocer el

concepto de Responsabilidad Social Corporativa. Sin embargo, dudan sobre algunos de

los parámetros a la hora de desarrollar todas las acepciones del término.

Todas consideran que el medio ambiente, contratar a personas en peligro de exclusión

social, la conciliación de la vida laboral y personal o colaborar con una ONG, es RSC. Sin

embargo, parámetros puramente empresariales, como son la calidad del producto o

servicio que se ofrece, la prevención de riesgos laborales, el servicio de atención al

cliente, o aquellas que ya están reguladas, como es la contratación de personas con

discapacidad, a varias de las entidades entrevistadas les plantean ciertas dudas.

53

Conocimiento de la Responsabilidad Social Corporativa

De los siguientes aspectos, ¿Cuál de ellos relaciona con la RSC?

100%

93%

87%

100%

80%

100%

100%

87%

100%

73%

0%

7%

13%

0%

20%

0%

0%

13%

0%

27%

0% 20% 40% 60% 80% 100% 120%

Medio Ambiente

Calidad de servicio/producto

Contratar a personas con …

Contratar a personas en peligro …

Prevención de riesgos laborales

Conciliación de la vida laboral y …

Colaboración con ONG

Servicio de Atención al Cliente

Controlar el origen de los …

Cumplir con la legislación laboral

NO

SI


Es, de hecho, muy significativo, que más de un 25% de la muestra considere que

cumplir con la legislación no forma parte de la Responsabilidad Social Corporativa, lo

perciben como una obligación y no como una buena práctica.

Este dato, junto con la exclusión de los aspectos relacionados con la gestión

empresarial tradicional y aquellos regulados, nos hace pensar que entre algunas de las

asociaciones entrevistadas puede existir una ligera confusión entre el concepto global

de Responsabilidad Social Corporativa y la Acción Social Empresarial. De hecho, las

empresas seleccionadas como referentes en materia de RSC por las asociaciones son

aquellas con un marcado plan de comunicación de su Acción Social Empresarial o

colaboradoras directas de la entidad entrevistada.

54

Relación de empresas mencionadas

INDUSTRIA COMERCIO

Grupo Siro.Gas-Fenosa.L’OrealCampofríoMatutanoMRWAutocidFunorsa

MassalaSportia.Mercadona.Autocid-Ford

CAJAS DE AHORROS CENTROS ESPECIALES DE EMPLEO

Caja de BurgosLa Caixa

Fundación Aída.

Los datos obtenidos nos hablan de una cierta familiaridad con el concepto, pero no

de su conocimiento real. Las asociaciones equiparan la Acción Social Empresarial con

la Responsabilidad Social Corporativa.

93%

7%

0%

¿Cuenta su asociación con el apoyo de alguna empresa?

Si

No

NS/NC


La segunda parte del cuestionario pretende analizar cómo valoran las asociaciones

la colaboración con las empresas, si cuentan o no con ellas, y si consideran o no

importante la comunicación de este apoyo empresarial a sus asociados y a la

sociedad en general.

La gran mayoría de las asociaciones expresan que reciben ayuda de la Obra

Social de las Cajas de Ahorros a través de la financiación de proyectos o la

firma de convenios. En este estudio, estas actuaciones no están incluidas

dentro de el concepto de RSC, ya que forma parte de las obligaciones que

deben acatar las Cajas de Ahorros en sus propios estatutos de constitución de

las mismas. Tampoco las entidades sociales lo entienden como tal, y aunque lo

valoran positivamente, son conscientes de que estas aportaciones forman parte

del reparto de sus beneficios marcado por ley.

55

Valoración de la Responsabilidad Social Corporativa


Las asociaciones señalan que la aportación por empresas es muy reducida, no llega al

5% en el mejor de los casos. La colaboración con las empresas se traduce en

intercambios filantrópicos como son las donaciones en metálico, en especie o en

voluntariado de los empleados, y en intercambios de marketing, como es el

patrocinio de las actividades. La mayor carencia desde el mundo de la empresa se

centra en el voluntariado, que ronda el 15% de la aportación a las asociaciones.

Estos datos coinciden con los encontrados en el estudio sobre RSC realizado

dentro del entramado empresarial ubicado en el Territorio Urban, donde no se ha

encontrado ninguna otra iniciativa empresarial para apoyar el funcionamiento de

las Asociaciones.

56

¿A través de qué medios colabora?

66%

60%

33%

60%

46%

54%

20%

67%

20%

54%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80%

A través de donaciones de dinero

A través de donaciones de productos y servicios de la empresa

A través de voluntariado

A través de patrocinio de actividades

A través de la donación de productos obsoletos como …

NO

SI


100%

0%0%

¿Comunica usted a sus Asociados este tipo de

colaboraciones?

Si

No

NS/NC

El 93% considera que la comunicación

de estas colaboraciones beneficia a las

empresas. Son las propias

asociaciones en un 87% de los casos

quienes comunican a la sociedad en

general este tipo de actuaciones.

Respecto a la comunicación de sus acciones a sus asociados, cabe señalar que

todas las asociaciones informan sobre esta colaboración, especialmente cuando

alguna empresa se acerca a ellas para realizar alguna colaboración. La

comunicación en general se hace a través de las reuniones, por correo, electrónico

o postal, cartelería, la página web y/o medios de comunicación.

93%

7%

¿Cree que el hecho de que sus asociados conozcan esta colaboración,

beneficia a las empresas?

Si

No

NS/NC

87%

13%

0%

¿Comunica usted a la sociedad en general este tipo de

colaboraciones?

Si

No

NS/NC

57


100%

00

¿Debe la sociedad conocer la colaboración

de las empresas con las asociaciones sin ánimo de lucro?

Si

No

NS/NC

Todas las asociaciones coinciden en que la sociedad debe ser conocedora de la

aportación de las empresas a las asociaciones. Este dato contrasta con las

respuestas dadas por los empresarios de la Zona Urban a la pregunta de si

comunican a la sociedad y a sus clientes las acciones sociales que realizan a favor

de la comunidad. En este caso, la respuesta general es negativa, y el motivo más

frecuentemente señalado es que no quieren que sus clientes piensen que su

apoyo a las asociaciones persigue la rentabilidad económica.

13%

13%

73%

13%

13%

20%

0% 20% 40% 60% 80%

Las empresas colaboradoras

Las asociaciones beneficiadas

Ambos

¿Quién cree que debe comunicar esta colaboración

No

Si

La mayor parte de las personas

entrevistadas coinciden en que

la comunicación debe hacerse

por ambas partes.

58


20%

80%

0%

7%

7%

0% 20% 40% 60% 80% 100%

Las empresas colaboradoras

Las asociaciones beneficiadas

Ambos

¿Quién cree que sale beneficiado de esta colaboración?

No

Si

Con respecto al beneficio que pueda reportar la comunicación de la acción social

empresarial, para el 80% de las asociaciones esta colaboración beneficia tanto a la

empresa como a la asociación, aunque un 20% señala que es más rentable para la

empresa que para la asociación sin ánimo de lucro.

Los motivos que argumentan las asociaciones respecto a estos beneficios mutuos

se traducen en que con la colaboración, las empresas obtienen publicidad y un

refuerzo de marca que las distingue de sus competidoras, además de humanizar la

relación de las empresas con la sociedad, ya que no sólo obtienen beneficios

económicos en su trabajo sino que además colaboran con el entorno en el que

viven. Por su parte, las asociaciones consiguen desarrollar los proyectos que tienen

previstos, que tienen como fin último el beneficio de algún sector de la sociedad.

59


Con el fin de ofrecer una visión más completa de la situación de las asociaciones,

la tercera parte del cuestionario se centraba en su financiación, en las carencias

y necesidades para llevar a cabo los fines de la asociación, y especialmente en

las dificultades para acceder al mundo empresarial. Además se manifiesta la

necesidad de abrir un canal de diálogo para hacer llegar a las empresas

propuestas que puedan concretarse en acciones socialmente responsables, que

beneficien a la gestión de su negocio y a la comunidad en la que viven.

100%

93%

87%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

120%

Fondos públicos

Fondos Privados

Ambos

Si

No

¿Podría describirme qué estrategia sigue su asociación para la captación de fondos?

Los resultados que aparecen en la gráfica podrían dar una visión excesivamente

optimista de la realidad de la financiación de las asociaciones. La realidad es que la

columna representativa de los fondos privados refleja el apoyo de las Cajas de

Ahorros a través de convocatorias de subvenciones o firmas de convenios, ya que

deben destinar el 2% de sus beneficios a obras sociales. La colaboración de las

empresas burgalesas con las asociaciones sin ánimo de lucro raramente supera el 5%

de esos fondos privados.

60

Gestión de las asociaciones

La mayor parte de las

asociaciones cuenta con

personal reducido, lo que les

limita la disponibilidad de

contar con una figura que se

ocupe de las “relaciones con

las empresas” para captar

fondos.


61

P3_3 ¿Cuáles son las necesidades no cubiertas en su asociación?

Las necesidades que tienen las asociaciones sin ánimo de lucro son de lo más

diverso: demandan una mejor financiación de actividades en todos los casos, así

como una mejora de infraestructuras, formación o voluntariado. Consideran menos

importante el apartado de marketing y comunicación o asesoramiento empresarial

en sus entidades y la mayoría cuenta con personal cualificado para poder desarrollar

sus actividades.

Por lo que se refiere a las dificultades de las asociaciones para llegar a las empresas,

las opiniones vertidas reflejan lo siguiente:

1. Las empresas tienden a recibir a las grandes asociaciones.

2. Escaso conocimiento de muchos de los programas que llevan a cabo las

asociaciones.

3. Las empresas no cuentan con un departamento de RSC, ni con una previsión

económica destinada a ese fin.

4. No existe un marco de diálogo entre asociaciones y empresas.

33%

100%

60%

47%

47%

66%

60%

0% 20% 40% 60% 80% 100% 120%

Personal cualificado

Fnanciación de actividades

Infraestructuras

Marketing y comunicación

Asesoramiento empresarial

Formación

Voluntariado

NO

SI

Conclusiones

El estudio realizado dentro del entramado asociativo ha tratado de ofrecer una visión clara

de las posibilidades de colaboración recíproca entre empresas y asociaciones a través de

la implantación de la Responsabilidad Social Corporativa. Para que este intercambio de

recursos sea factible es preciso entender que la Responsabilidad Social es una estrategia de

gestión empresarial, en la que se incluye la Acción Social Empresarial, que en ocasiones es

la única parte visible del compromiso social de la empresa.

Los resultados obtenidos son coherentes con la situación encontrada en el ámbito

empresarial: Existe una familiaridad con los conceptos fundamentales de la

Responsabilidad Social Corporativa, pero la aplicación de medidas concretas para la

implantación de este modo de gestión está todavía dando los primeros pasos: Las

empresas de Burgos cumplen con la legislación, se apoyan en las medidas que las

diferentes Administraciones proponen para la mejora del entorno de trabajo y el medio

ambiente, pero existe poca creatividad para mejorar la cadena de valor.

Por lo que se refiere a la colaboración con la sociedad tanto empresas como asociaciones

siguen apostando por los intercambios tradicionales: Donaciones y patrocinios.

El empleo de los colectivos en riesgo de exclusión parece, hasta la fecha, una apuesta

imposible. No sólo por la situación real del sector empresarial del centro de Burgos, donde

hay un 87% de empleo fijo, y por tanto poco margen para la contratación directa de estos

grupos, sino por las dificultades que muestran las asociaciones, para acercarse a la

empresa, afianzando, así la sensación de invisibilidad.

62


La invisibilidad de estos colectivos está asociada a varios factores:

1. Las asociaciones no cuentan con recursos suficientes para contratar personal

especializado en intermediación laboral o para las relaciones con las empresas. En

muchas ocasiones alegan que no hacen labor comercial por falta de tiempo.

2. Muchas asociaciones no necesitan de esta figura ya que la financiación de su

asociación se resuelve con fondos públicos o procedentes de las Obras Sociales de

las Cajas.

3. La inexistencia de un cauce de comunicación dónde empresas y asociaciones

pudieran intercambiar experiencias.

La valoración de la Responsabilidad Social Corporativa es positiva, y las asociaciones

entienden que es beneficioso para la empresa y para ellas, no sólo su implantación en las

empresas, sino la comunicación de la misma. Esta apreciación no coincide con la visión

del empresariado, que no sabe cómo comunicar su colaboración con la sociedad por

miedo a ser considerado como oportunista. Sin embargo, para las asociaciones resulta

una herramienta para dar a conocer su asociación y los fines que persigue, baste esta

reflexión, recogida en las entrevistas como ejemplo y fin de las conclusiones:

“Las empresas colaboran con las entidades y trasladan una imagen más positiva,

reportando así beneficios para la sociedad. La imagen les hace colaborar más. Para la

asociación económicamente nos viene bien. A ambos en realidad les viene bien desde

el punto de vista empresarial y social ya que se tiene más en cuenta la situación de la

persona.”

63


EN POCAS PALABRAS….

64


LAS ASOCIACIONES ESPERAN DE LAS EMPRESAS:

1. Financiación de los proyectos.

2. Empleo y formación para los colectivos en riesgo de

exclusión social.

3. Cauces que faciliten la visibilidad de sus causas.

LAS ASOCIACIONES PROPONEN:

1. Creación de un marco de encuentro para dar a conocer

los proyectos y las necesidades de las asociaciones.

2. Diseño de proyectos conjuntos en los que se

proporcione visibilidad y empleo de los colectivos más

desfavorecidos, a través de la prestación de servicios a la

comunidad.

Conclusiones generales

Propuestas de actuación


Una vez expuestos los resultados de ambos estudios, parece evidente que la

Responsabilidad Social Corporativa es percibida de modo mayoritario como una nueva

forma de gestión empresarial que debe contar con un alto grado de apoyo institucional,

con el fin de ser considerada como una estrategia viable, y que genere beneficios

económicos sociales y medioambientales.

Según los datos obtenidos, conciliar los intereses de la comunidad y de la empresa no

parece tarea sencilla. Las asociaciones, por su parte, esperan de las empresas la creación

de empleo y un mayor conocimiento de sus causas. Las empresas, lejos de considerarse

al margen de las preocupaciones sociales, tienen una visión difusa del trabajo asociativo,

y la presión de sus negocios les impide disponer de tiempo para dedicarse al

conocimiento de estas entidades.

Por otro lado, la realidad socioeconómica del las empresas ubicadas en la Zona Urban,

donde existe un alto índice de empleo indefinido, deja poco margen a la contratación de

personas en riesgo de exclusión social.

Si tenemos, además en cuenta la poca atención prestada por las personas entrevistadas a

la gestión de recursos humanos de las empresas, y al invisibilidad de este aspecto, es fácil

comprender que trabajar la gestión de la diversidad en la empresa es una tarea

importante, pero con pocos visos de realidad.

La colaboración establecida hasta la fecha carece de toda creatividad. Ni unos ni otros son

capaces de encontrar vías de intercambio más allá de las donaciones o los patrocinios, y

los intentos de ofrecer empleo indirecto, a través de la contratación de servicios de ayuda

a la comunidad prestados por este tipo de entidades, se ven limitados por la falta de

personal cualificado para esta misión dentro de las entidades.

66


CONCLUSIONES Y PROPUESTAS DE ACTUACIÓN

A lo largo del estudio se han encontrado varios paralelismos en los que sería interesante

trabajar.

Por una parte, tanto en el mundo de la empresa como en el de las asociaciones se ha

detectado un desconocimiento general de lo que realmente implica la implantación de

políticas de RSC en las empresas, y especialmente qué beneficios genera en la sociedad.

Es decir, se asocia la Responsabilidad Social Corporativa con la Acción Social, dejando de

lado aspectos fundamentales de la cadena de valor, como son el control de los

proveedores, la gestión de su personal, las medidas de seguridad e higiene, o el servicio

de atención al cliente, al considerar que estos aspectos forman parte de la gestión

empresarial y que no benefician a la comunidad especialmente.

Es, sin embargo, la cadena de valor la que garantiza la calidad del producto final, ya que

en su proceso de elaboración se habrán tenido en cuenta todos los aspectos sociales,

económicos y medioambientales, que garanticen su sostenibilidad. Es el conjunto de las

actuaciones socialmente responsables, en todos los ámbitos de funcionamiento de la

empresa, lo que permitirá una comunicación fluida y transparente sobre la actividad de

la empresa y su acción social.

La difusión del concepto de Responsabilidad Social Corporativa , como estrategia de

gestión, parece una necesidad compartida por ambos sectores.

Es preciso poner en valor la actividad empresarial, que en muchos de los casos ya

cumple los parámetros exigidos para ser considerada como una empresa socialmente

responsable. Es interesante recordar que todos los entrevistados apuestan por el

cumplimiento escrupuloso de la legalidad, y muchos de ellos, integran medidas de

gestión de personal, que revierten en una mayor calidad de vida para sus empleados.

Tambien realizan actuaciones de reciclaje, y desarrollan comportamientos responsables

con la sociedad a través del apoyo de causas sociales.

67


68


Es decir, el modelo de empresa actual no persigue exclusivamente la rentabilidad

económica, sino que incluye inversiones en su gestión que le repercutirán beneficios

económicos, sociales y medioambientales a largo plazo. Aunque tal vez no lo esté haciendo

de modo estratégico sino impulsado por apoyos y presiones externas, como son las

bonificaciones y subvenciones en la formación, el aumento del movimiento social de

consumo responsable, la mayor concienciación social con el medio ambiente, el desarrollo

de nuevas tecnologías y la proliferación de premios a las buenas prácticas empresariales,

fuente innegable de reputación.

La empresa de la Zona Urban debe tomar conciencia de que su gestión actual ya está en el

camino de la Responsabilidad Social Corporativa, y que muchas de sus actividades

cotidianas de gestión, en las que tiene en cuenta los intereses de sus stakeholders (clientes,

trabajadores o sociedad en general) y que en ocasiones percibe como gasto, deben ser

entendidas como inversión a largo plazo, que repercutirán en la sostenibilidad de su

negocio.

Es necesario ayudar a las empresas de la Zona Urban a conocer el concepto de

Responsabilidad Social y su rentabilidad, partiendo de su propia realidad y ofreciéndole

canales y herramientas que les faciliten la puesta en práctica de comportamientos

socialmente responsables.

Las entidades sociales pueden tomar un gran protagonismo. El empresario, en general

comprometido con alguna causa social, carece del tiempo necesario para implicarse

activamente en el funcionamiento de las entidades sociales. Es por ello necesario que las

asociaciones adquieran un papel más activo en la difusión de sus causas, y que se

acerquen a las empresas bajo los parámetros de la RSC, tratando de aportar ideas para una

gestión socialmente responsable, no sólo centradas en la obtención de beneficios

pecuniarios, sino aportando valor a través de la sensibilización, la información, lo que les

generará una mayor visibilidad.

Sería conveniente abrir cauces de colaboración a las entidades sin ánimo de lucro, que

les permitan obtener la visibilidad necesaria, a través de acciones que contribuyan al

buen funcionamiento de la empresa, buscando siempre el beneficio mutuo. Es decir,

tanto empresas como entidades sociales deben llegar a conocerse y establecer relaciones

de confianza sobre las que poder trabajar de modo conjunto.

Por lo que se refiere a la valoración de la Responsabilidad Social Corporativa se observan

puntos de vista parejos en ambos sectores.

La mayor parte de las personas entrevistadas en la muestra coinciden en que la RSC es

beneficiosa. De modo general, afirman que las empresas ganan imagen y reputación de

cara a la sociedad y que su acción sobre la sociedad beneficia al colectivo destinatario de

las medidas de mejora que decida aplicar la empresa.

Sin embargo, en pocas ocasiones se incide en la mejora en la estrategia de gestión que

implica la implantación de medidas socialmente responsables, a pesar de que un alto

porcentaje de los gestores de empresa entrevistados coincide en que la Responsabilidad

Social Corporativa debe considerarse como una inversión y una nueva estrategia de

gestión, y en menor medida una estrategia de marketing.

Esta observación nos hace pensar en una necesidad de rediseñar las jornadas centradas

en RSC, donde se expongan las buenas prácticas puestas en marcha por las empresas,

ahondado en el proceso de implantación, los problemas encontrados, la resistencia al

cambio, los beneficios obtenidos a corto, medio y largo plazo, y el diálogo establecido con

los stakeholders prioritarios de la empresa con el fin de conocer sus expectativas y poder

satisfacerlas, generando, de este modo, un mayor capital reputacional.

69


Un aspecto relevante son los recursos económicos de los que se nutren las entidades

sociales. Independientemente de los fines que persigan, las asociaciones están financiadas

en un 80% por fondos públicos, en los que se incluyen la colaboración con las Cajas de

Ahorros. La participación privada, procedente de las empresas se reduce a un 5% como

máximo, y en la mayor parte de las ocasiones se canaliza a través de donaciones o

patrocinios, dato, que coincide con el compromiso detectado entre las empresas

entrevistadas. Los gestores empresariales aportan ayudas puntualmente a diferentes

causas sociales, siempre empujados por una motivación más personal que empresarial,

de la que no suelen hacer publicidad dada la escasa cuantía de su aportación.

El hecho de que las empresas desconozcan, en muchos casos, el global de las asociaciones

de la ciudad permite inferir la limitada “labor comercial” realizada por estas entidades, lo

que deriva en la invisibilidad de las causas y la falta de aportación privada.

A pesar del limitado importe recibido, las asociaciones dicen comunicar a sus socios y a la

sociedad en general la aportación de la empresa, pues consideran que reportar este hecho

es beneficioso para la asociación , que gana en visibilidad, y para la empresa, que obtiene

reconocimiento social.

En cuanto a los beneficios que reporta la comunicación, empresas y asociaciones

divergen en la percepción. Las primeras, no suelen dar a conocer su colaboración con las

entidades sin ánimo de lucro por miedo a ser considerados oportunistas, mientras que, en

general, las asociaciones dan mucha importancia a la comunicación por entenderla como

muy beneficiosa para ambos sectores.

70


71


Las entidades sin ánimo de lucro tienen abierta, de manera gratuita, la puerta de los medios

de comunicación para difundir sus actividades, por lo que sorprende, también, que casi

ninguna de las asociaciones entrevistadas cuente con un plan de comunicación anual.

Se produce, por tanto, una asimetría en la percepción de un mismo fenómeno. Por una

parte, la empresa ofrece a la asociación una pequeña aportación, económica o de

patrocinio. El gestor, no ha tenido en cuenta factores como qué espera realmente de su

empresa la asociación, o si esta aportación es coherente con el plan de negocio. Esta

actuación no forma parte de su estrategia de gestión, por ello no pone en valor el hecho de

colaborar con la sociedad, no lo comunica. Sin embargo, para la asociación esta

colaboración, por pequeña que sea, supone un logro para sus objetivos sociales y en

cuanto a la visibilidad de su causa. Es importante recordar, no obstante, que el 80% de las

entidades sin ánimo de lucro carecen de personal dedicado a la labor comercial hacia las

empresas. Creemos que encontrar cauces comunes empieza por establecer un nivel de

comunicación en el que ambas partes se sientan representadas.

La clave del funcionamiento de todo negocio es lograr la plena satisfacción del cliente,

porque fidelizará las ventas y aumentará el volumen de los beneficios económicos. Este

objetivo no debe sacrificar aspectos fundamentales de la cadena de valor como son: la

gestión de personal, el control de proveedores, la calidad del producto y la atención al

entorno, en donde se incluyen los intereses sociales y medioambientales.

Si estos aspectos son considerados con la importancia que merecen, incluidos en un plan de

gestión basado en la Responsabilidad Social Corporativa, la comunicación de la actividad de

la empresa será coherente, transparente y directa. La empresa dará a conocer su forma de

gestionar el negocio, sin el temor a ser considerada oportunista por el hecho de comunicar

su compromiso con la sociedad que le rodea.

72


A continuación presentamos varias propuestas de mejora, basadas en una gestión

empresarial ética, que esperamos sirvan de soporte para las futuras acciones de

difusión e implantación del concepto de Responsabilidad Social Corporativa.

• Elaboración y difusión de una guía para las empresas en la que se recojan

aspectos claves para la implantación de la Responsabilidad Social Corporativa y

que incluya los siguientes aspectos:

• Definición clara y manejable del concepto de RSC y de la Acción Social

Empresarial.

• Ejemplos prácticos de buenas prácticas en las distintas áreas de gestión de

la empresa, atendiendo los aspectos señalados en el estudio:

• Cadena de valor:

• Calidad del servicio y producto.

• Gestión de personal.

• Medio ambiente.

• Colaboración con la sociedad.

• Diseño de una herramienta de auto-evaluación en materia de Responsabilidad

Social Corporativa para las empresas interesadas en implantar esta nueva forma de

gestión.

• Organización de seminarios o jornadas centradas en el reporting, destinados a

empresas y entidades sociales.

• Formación para empresarios en general centrada en desarrollar planes de

comunicación para conocer a los medios de masas y su rentabilidad.

• Formación para medios de comunicación para el correcto manejo de los

términos relacionados con la Responsabilidad Social Corporativa.

• Formación para asociaciones para crear se plan de comunicación anual que

aumente su visibilidad.

PROPUESTAS

73


• Fomentar la visibilidad mutua y los cauces de comunicación a través de la creación de

un “Comité de Expertos”, compuesto por personas que hayan concluido su vida activa,

procedentes del mundo de la empresa, que asesoren de modo voluntario a las

asociaciones. Esta actividad podría desarrollarse de modo presencial, o a través de un

soporte informático, como pueda ser una página web o un blog interactivo

dependiente de alguna institución, ya sea la Cámara de Comercio o el Ayuntamiento.

• Fomentar el voluntariado a través de las diferentes asociaciones sectoriales, acercando

el trabajo de las ONGs al mundo de la empresa: creación de espacios de encuentro y

formación.

• Creación una figura independiente que sirva de intermediador entre empresas y

asociaciones, con el fin de canalizar sus intereses. Podría delegarse este trabajo a una

consultora externa, o crear un perfil mediador dentro de la Cámara de Comercio. Así se

asegura la imparcialidad en la difusión de los productos o servicios de las diferentes

asociaciones.

• Inclusión de cláusulas sociales en los concursos de licitación públicos, para fomentar la

contratación de colectivos excluidos.

• Implicar a los medios de comunicación en las campañas de consumo responsable, a

través de la difusión de buenas prácticas empresariales y de los recursos sociales

existentes para la prestación de servicios complementarios a través de empresas de

inserción y centros especiales de empleo.

• Diseñar campañas de concienciación ciudadana, en las que se reconozca el trabajo de

las empresas de la Zona Urban socialmente responsables.

• Crear un punto de referencia para la ciudadanía y la empresa en general, desde el

que poder asesorar en materia de RSC en general y en temas medioambientales y

sociales.

• Ofrecer un acompañamiento a aquellas empresas que quieran implantar la

responsabilidad social en su manera de gestión, con material específico y

formación.

• Premiar desde la Cámara de Comercio o el Ayuntamiento de Burgos las

actuaciones socialmente responsables de las empresas en la Zona Urban, a través

de un concurso de buenas prácticas que incluyan la colaboración con alguna

entidad sin ánimo de lucro.

• Potenciar conductas responsables con el medio ambiente a través de jornadas de

sensibilización o concursos de iniciativas innovadoras en esta materia.

• Concienciar a las Asociaciones de la importancia realizar una Auditoría de

Cuentas y ofrecer una mayor transparencia informativa sobre sus actividades y

recursos, con el fin de potenciar la confianza de posibles colaboradores.

• Recurrir a las nuevas tecnologías para garantizar el acceso a esta información a

todas las personas que estuvieran interesadas.

• Incluir en todas estas propuestas el apoyo incondicional de la Administración

Pública.


74

Acción Social Empresarial:

Actividades realizadas desde la empresa con el doble objetivo de resolver o paliar una necesidad social, y de facilitar la comercialización de sus productos, directa o indirectamente.

Desarrollo Sostenible:

Formas de progreso que satisfacen las necesidades del presente sin comprometer la posibilidad de las generaciones futuras para alcanzar sus necesidades.

Ética:

Ofrece el marco de referencia común desde el que afrontar consciente y críticamente las consecuencias sociales implícitas en las actuaciones de la organización. Asienta los principios generales y formales para justificar la consecución de los objetivos estratégicos fijados por las políticas de la organización en el ámbito de la RSC.

Gestión de la Responsabilidad Social Corporativa

Reconocimiento e integración en la gestión y las operaciones de la organización de las preocupacionessociales, laborales, medioambientales y de respeto a los derechos humanos, que generen políticas,estrategias y procedimientos que satisfagan dichas preocupaciones y configuren sus relaciones con susinterlocutores.

Implantar la responsabilidad social corporativa implica, además de los señalados, los siguientescompromisos:

- Ejercer su labor favoreciendo el desarrollo humano integral

- Asumir las repercusiones sociales, laborales, medioambientales y éticas que se derivan del conjunto de sus actuaciones.

Grupos de interés o stakeholders

Conjunto de los colectivos que pueden ser afectados por una organización o sus actividades, o tenerincidencia sobre ellas, como por ejemplo accionistas, empleados clientes, proveedores,Administraciones Públicas, sociedad en general, etc.

Reputación corporativa

Conjunto de valores que los diversos grupos de interés, o stakeholders, de la organización atribuyen a lamisma. Valores como la autenticidad, la honestidad, responsabilidad e integridad, y que se basan en laimagen corporativa.

Responsabilidad Social corporativa

Conjunto de obligaciones y compromisos legales y éticos, nacionales e internacionales con los grupos deinterés, que se derivan de los impactos que la existencia, actividad y operación de las organizacionesproducen en el ámbito social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos.

La RSC afecta a la propia gestión de las organizaciones, tanto en sus actividades productivas ycomerciales, como en sus relaciones con los grupos de interés.

75


GLOSARIO


76

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