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A MENUDO PROTESTAMOS POR LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD E HIGIENE QUE NOS EXIGEN TANTO PUERTAS ADENTRO DE NUESTRAS EMPRESAS COMO AL MOMENTO DE INSTALAR CARTELES, PERO ¿CUÁNTO SABEMOS SOBRE EL FUNDAMENTO DE ESTAS NORMAS? EN ESTA NOTA, TE CONTAMOS CUÁLES SON LAS LEYES QUE RIGEN ESTA MATERIA Y QUÉ ALCANCE Y VIGENCIA TIENEN, Y ANALIZAMOS POR QUÉ ES PRECISA UNA MIRADA ACTUALIZADA Y FRANCA SOBRE EL TEMA.

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Disponer de espa-cios de trabajo con niveles de i l u m i n a c i ó n a d e c u a d o s . In s t a l a r l a s m a q u i n a r i a s correctamente

y con las medidas de seguridad nece-sarias. Tener todo el personal en re-gla. Realizar periódicamente charlas de concientización sobre el uso de elementos de protección personal. Contar con todos los materiales para señalizar adecuadamente el lugar en el que se van a realizar las instalaciones. Presentar las certificaciones médicas y psicológicas del personal que realiza montajes en altura.Estas son solo algunas de las múltiples cuestiones a las que debe atender un empresario de nuestro rubro a la hora de cumplir con las normas de seguri-dad e higiene que exige la ley en la Ar-gentina y que en nuestro caso particu-lar tienen un doble alcance.Por un lado, todas las medidas referi-das a lo que ocurre en el interior de las empresas relacionadas con la fa-

LILIANA PANIGHETTO Directora general

“Nosotros ofrecemos charlas a todo el personal dos veces al año. En ellas reforzamos las normas de seguridad para tener en cuenta en las instalaciones en altura, dispositivos de anclajes, líneas de vida, uso de arnés, de casco y manejo de grúa, entre otras. Además, nuestra empresa cuenta con la ISO-9001”.

bricación de los carteles y de los in-sumos publicitarios, y, por otro, los requerimientos que aplican al trabajo que se hace en el exterior, es decir, al momento de instalar los carteles.En la actualidad, ya casi nadie acepta los accidentes como una consecuen-cia inevitable del trabajo, y por eso la seguridad se ha vuelto una mate-ria de discusión indispensable. Así, las legislaciones de todos los países dictan normas y elaboran reglamen-tos para disminuir riesgos, mejorar condiciones laborales, conservar la salud de los trabajadores y prevenir enfermedades. Según Claudio Di Menna, ingeniero en Seguridad e Higiene y experto en la materia, “las empresas de cartelería cumplen en un 90% con la normativa vigente y son cada vez más conscientes de que antes que un gasto, la seguridad e higiene es una inversión porque baja significativamente la siniestralidad y el número de juicios que pueden llegar a enfrentarse por riesgos vinculados al trabajo”. Sin embargo, en las charlas entre colegas es común escuchar quejas sobre cuán engorrosa es la aplicación de la ley debido a requerimientos exce-sivos y a que muchas de sus exigencias están desactualizadas. ¿Pero es esto tan así? Es verdad que la ley es antigua (la que está vigente tiene más de 40 años, como veremos más adelante) y que va-rias de sus disposiciones han caído en desuso, pero, en simultáneo, un gran problema a la hora de implementarla pareciera ser el costo y el cambio cul-tural que exige que este cuerpo legal trascienda la imposición de parte del Estado y se convierta en una pauta or-ganizacional de la propia empresa. La importancia que tiene este tema para la industria publicitaria exige una mirada actualizada para tener en claro qué se debe hacer, cómo hacerlo y por qué es, en definitiva, un beneficio.

UNA LEY, MUCHAS MODIFICACIONESDado que no existe una reglamen-tación específica para la seguridad e

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higiene aplicada a nuestra industria, la legislación a la que nos atenemos es la misma que corresponde a cual-quier otra actividad industrial: la Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo N° 19.587. Esta norma data de 1972 y rige dentro del territorio argentino para todos los establecimientos y ex-plotaciones, persigan o no fines de lu-cro y cualquiera sea la naturaleza eco-nómica de sus actividades, el medio donde se ejecuten y las características de sus puestos de trabajo, maquina-rias, elementos y procedimientos que se utilicen.¿Cuáles son sus objetivos principales? Primero, proteger la vida, preservar y mantener la integridad psicofísica de los trabajadores. A la vez, prevenir, reducir, eliminar o aislar los riesgos; y, por último, estimular y desarrollar la prevención de accidentes o enferme-dades derivados de la actividad labo-ral. Para lograrlos, se prevé la creación de servicios de higiene y seguridad, medicina del trabajo (preventiva y asistencial), la determinación de medi-das mínimas de seguridad, estadística y la reglamentación de las caracterís-ticas constructivas de los estableci-mientos, las condiciones de higiene en los ambientes laborales (ventilación, temperatura, carga térmica, presión, humedad, iluminación, ruidos, conta-minación ambiental) y la protección personal del trabajador (instalaciones, artefactos, herramientas, máquinas, equipos de protección individual de los trabajadores, prevención de acci-dentes y enfermedades, prevención y protección contra incendios).A pesar de que el espíritu de esta ley está vigente, la prueba de que se quedó un poco estancada en el tiempo son las más de 40 modificaciones que tuvo desde su sanción hasta el presente. La primera y fundamental fue el De-creto 351 en 1979, que reglamentó la Ley 19.587. Es decir, esta disposición organizó la norma en 21 capítulos que describían detalladamente los requeri-mientos para el funcionamiento de los

CLAUDIO MENA Ingeniero en Seguridad e Higiene

“Si la ley es asumida por el dueño de una empresa, todo va bárbaro; es algo que hay que hacer de arriba para abajo. Si un directivo va a visitar una instalación de carteles y llega al lugar equipado con todos los elementos de seguridad, inmediatamente todo aquel empleado que esté sin casco o chaleco se los va a colocar. Pero si el dueño llega en zapatillas y sin ningún insumo de protección, resultará difícil involucrar al personal en la puesta en práctica de la seguridad”.

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servicios de seguridad e higiene en el trabajo y de los servicios de medicina laboral, desde sus condiciones genera-les hasta lo referido a contaminación ambiental, maquinarias y herramien-tas, y capacitación del personal. Di Menna señala que “este decreto rigió durante más de una década y era el punto de referencia en la gestión en seguridad e higiene, controlada por el Ministerio de Trabajo, pero poco a poco comenzó a ser cuestionada de-bido a la gran cantidad de juicios que se originaban a raíz de accidentes y enfermedades en el contexto laboral”. Fue recién en 1995 cuando se sancionó la Ley de Riesgo de Trabajo N° 24.557 (reglamentada con el Decreto 170 de 1996), con el propósito de subsanar este problema y revitalizar el tema de la seguridad. El cambio sustancial que incorpora esta ley es la creación de las ART (aseguradoras de riesgo de tra-bajo), para que fueran estas empresas privadas contratadas por los emplea-

dores las que los asesoraran en las me-didas de prevención y las que asumie-ran los daños en casos de accidentes de trabajo o enfermedades profesio-nales. El ente regulador de las ART, la SRT (Superintendencia de Riesgos del Trabajo), reemplazó al Ministerio de Trabajo en su función de ente contro-lador directo y en gran medida logró contener la expansión de los juicios. Esta nueva ley hace un fuerte énfasis en la obligatoriedad del empleador de cumplir con la Ley 19.587. Sin embar-go, en la actualidad, el papel de las ART tiene ciertos cuestionamientos vinculados principalmente con su función de asesoras y fiscalizadoras en materia de seguridad e higiene, ya que para muchos su rol se reduce a prestar un servicio de seguro, lo cual se aleja de su cometido original. En vista de esto y de los aspectos obsoletos que rigen por la vieja ley, la SRT realiza cambios de manera periódica, pero, según explica el ingeniero Di Menna, “se trata en su mayoría de modificacio-nes que no tienen el trabajo de campo previo que las volvería útiles y aplica-bles. Por ejemplo, hacer una medición de iluminación de acuerdo a la reso-lución que sacó la Superintendencia toma tres días de trabajo. Antes se hacían tres mediciones y con eso era suficiente. Hoy se complejizó el pro-cedimiento, hay que pedir los planos, relevar, sacar las medidas, hacer los cálculos para obtener un promedio, y la consecuencia es un encarecimiento del proceso con un resultado que no es significativamente mejor”.Las dificultades de una normativa un tanto desactualizada repercuten en la actividad de las empresas de pu-blicidad, que no pueden hacer caso omiso de su cumplimiento. En pos de homogeneizar criterios y facilitar el cumplimiento de la legislación, para Di Menna no sería descabellado pen-sar en la posibilidad de un conjunto de normas específico para el sector: “Habría que tomar la ley de seguridad y luego de auditar a las empresas del

Antes de la instalación:- Exámenes médicos- Checklist de vehículos y herramientas- Entrega de EPP (elementos de protección personal)- Habilitaciones y constancias de capacitación (vigencia anual)- Programa de Seguridad o en su defec- to un ATS (Análisis de Tarea Segura)En el lugar:- Camión señalizado con conos desde el cordón de la vereda hasta el vehículo con un mínimo de seis conos- Pasillo con pasarelas o cadenas para proporcionar un paso seguro para los peatones- Señalización luminosa- Cartel de “Peligro personas trabajando”- Control de EPP- Control de andamios- Control de herramientas

Medidas para tener en cuenta al colocar un cartel en ruta o avenida

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Requerimientos de seguridad para trabajos en altura» Señalización (marcar el área de trabajo).» EPP (elementos de protección personal) adecuados.» Armado de “cabo de vida” o “punto fijo de sucesión”.» Utilización de andamios acordes.» Personal especializado y habilitado para el manejo de las grúas.» Certificación del equipo de izaje (grúas). Puede ser del INTI, del DNV o del IRAM.» Certificación médica/psicológica (se realiza una vez al año para aquellos empleados que trabajan a más de dos metros de altura).

rubro, elaborar una serie de indicacio-nes. Incluso, se podría crear un orga-nismo dentro de la Cámara que haga recomendaciones y acredite a aquellas firmas que las cumplen”.

DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA A pesar de lo complicada que pueda parecer la normativa, las empresas del rubro de publicidad y cartelería tienen cada vez más claro que hay algunos pi-lares de la seguridad en los que tienen que trabajar permanentemente. Puer-tas adentro hay que tener en cuenta las medidas que hacen a las instalaciones donde se fabrican los carteles y sus productos asociados, al personal, a las maquinarias, etcétera. ¿Y qué ocurre puertas afuera? Sin duda, la instalación de los carteles constituye el aspecto más problemático en lo que a seguridad se refiere. Existe un abani-co amplio de alternativas según las ca-racterísticas del lugar del que se trate. No es lo mismo instalar un cartel en el interior de una empresa que en una es-tación de servicio o en grandes alturas, como puede ser en la avenida Lugones, al ingresar a la ciudad de Buenos Aires.

Esto tiene que ver con el hecho de que los niveles de riesgo son muy diferen-tes: “Si una empresa está instalando la imagen de una estación de servicio, no solo debe velar por la seguridad de su personal, sino por un tercero, que es el propio personal del lugar, y por un tercero expuesto, que son las personas que circulan allí porque van a cargar combustible o a utilizar otro servicio”, detalla Di Menna.Por otra parte, las exigencias se incre-mentan cuando se trata de trabajos a más de dos metros de altura. En estos casos, se debe contar con todos los elementos de protección adecuados, andamios acordes, personal especiali-zado y con sus correspondientes certi-ficaciones de aptitud y los permisos de las grúas, entre otros requerimientos. Si el cartel por instalar presenta algún tipo de riesgo eléctrico, hay pautas precisas para cumplir, tales como el corte de la tensión eléctrica, las trabas de seguridad y la puesta a tierra de las masas y en cortocircuito de los con-ductores.En cualquier caso, hay algunas premi-sas comunes a la totalidad de los traba-jos de instalación. Liliana Panighetto, de Fe Publicidad, es categórica respec-to de la norma número uno: “Todo el personal debe contar con la ART ac-tualizada”. “Otro tema importante al trabajar en la vía pública es la señali-zación del lugar de trabajo. Cuando un vehículo sale a realizar instalaciones, debe llevar: dos carteles de pie, conos altos naranjas de seguridad y cinta de peligro. Y al llegar al lugar se debe se-guir un proceso específico de vallado, dejando un paso señalizado para el peatón, según corresponda en cada caso y de acuerdo con lo que indica la ley”, agrega la empresaria. Si se trata de gigantografías o carteles de grandes dimensiones para vía pública, existe una normativa específica en la ciudad de Buenos Aires que incluye una serie de permisos para cortar la calle con la intervención de personal policial y con horarios y elementos estipulados.Los espacios de capacitación y con-

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Tel. (011) 15 4960 0522info@alucoworld.com.arwww.alucoworld.com.ar

Somos unaempresa líderen aluminiocompuesto

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cientización sobre seguridad son cla-ve a la hora de cumplir con la mayor parte de la ley tanto en el interior de nuestras empresas como al momento de trabajar en una instalación. “No-sotros ofrecemos charlas a todo el personal dos veces al año. En ellas reforzamos las normas de seguridad para tener en cuenta en las instalacio-nes en altura, dispositivos de anclajes, líneas de vida, uso de arnés, de casco y manejo de grúa, entre otras”, rela-ta Panighetto. También son útiles los programas de revisión y mantenimien-to que permiten llevar un registro del chequeo periódico del estado de los elementos de seguridad. Para muchas compañías, la solución más práctica para ocuparse de la se-guridad e higiene es la contratación de asesores y consultores externos que las liberan del relevamiento y del control del cumplimiento de las exi-gencias legales. En esto es igualmente imprescindible el compromiso de los mandos medios y de los directivos con el tema para lograr la eficacia de cualquier programa de seguridad. Di Menna aclara: “Si la ley es asumida por el dueño de una empresa, todo va

Montaje de carteles con riesgo eléctricoHay 5 reglas de oro: 1. Desconectar la tensión.2. Asegurar la desconexión mediante algún sistema (trabas de seguridad).3. Comprobar con aparato de medición la ausencia de tensión.4. Realizar la puesta a tierra de las masas y en cortocircuito de los conductores.5. Aislar las partes en tensión. Además, siempre se debe delimitar la zona de trabajo y señalizar con carteles.

bárbaro; es algo que hay que hacer de arriba para abajo. Si un directivo va a visitar una instalación de carteles y llega al lugar equipado con todos los elementos de seguridad, inmediata-mente todo aquel empleado que esté sin casco o chaleco se los va a colocar. Pero si el dueño llega en zapatillas y sin ningún insumo de protección, re-sultará difícil involucrar al personal en la puesta en práctica de la seguridad”.

BENEFICIOS DE APLICAR LA LEYEstá claro que no es ni sencilla ni ba-rata la cobertura de los 21 puntos de la ley. Muchos de sus requerimien-tos demandan una inversión que no cualquier empresa, sobre todo pyme, está en condiciones de afrontar có-modamente. Además, algunas de sus exigencias han caído en desuso o han perdido su sentido original. Tampoco es demasiado amable el trato con las ART, y el involucramiento del perso-nal en el cumplimiento de las normas insume también recursos de distinto tipo que no toda organización está dispuesta a destinar. Ahora bien, un dato es indiscutible: la ley existe y en tanto tal debe cum-plirse. Aun así es válido considerar los numerosos beneficios de su aplicación: evitar daños causados por accidentes tanto de empleados propios como de terceros; ahorrar dinero debido a po-sibles juicios por accidentes o daños a terceros y terceros expuestos; aprove-char todas las oportunidades de nego-cio, ya que muchas veces las exigencias más duras provienen de los propios clientes, tal es el caso de las multina-cionales, que suelen pedir medidas que exceden desde todo punto de vista el marco legal argentino.Sin dejar de criticar y demandar que se reformen aquellas disposiciones que resulten anacrónicas o excesivamente teóricas, la posibilidad de sincerarnos respecto de las normas de seguridad nos hará más fácil la tarea cotidiana de llevarlas a la práctica. Vale la pena intentarlo.

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