acuario geografico africano

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1 EL ACUARIO GEOGRÁFICO AFRICANO,

ALGO MÁS QUE CÍCLIDOS.

ACUARIOS DE CONJUNTO Texto: Angel Garvía

Fotografía: Juan Carlos Palau Díaz & Ángel Garvía

El gran tirón popular que tienen los cíclidos africanos entre los aficionados ha eclipsado en parte a las otras especies que se importan de ese continente; hasta tal punto que a veces parece que un acuario africano tiene que ser obligatoriamente de cíclidos. Sin embargo, en el comercio se pueden encontrar suficientes peces africanos de otras familias y grupos como para contentar al más exigente de los aficionados. En esta ocasión vamos a tratar aquellos que pueden encajar en un acuario africano comunitario. Dejamos la otra posibilidad de acuario geográfico africano, el acuario específico dedicado a un único tipo de pez, para otro artículo por motivos de espacio.

Distichodus affinis. Foto: J.C. Palau Díaz

A continuación vamos a comentar algunos peces africanos aptos para el acuario comunitario de un aficionado medio, entendiendo por tal aquel que no supera los 300 litros de capacidad. Acabaremos el artículo centrándonos en las especies adecuadas para montar un acuario africano comunitario pero de agua salobre. CARÁCIDOS Se han descrito más de 200 especies de carácidos africanos y los expertos piensan que aún son muchas las que quedan por describir. Por lo general son más grandes que sus parientes americanos y si exceptuamos a algunas especies mordedoras de aletas, la gran mayoría son de carácter pacífico y encajan a la perfección en un acuario de conjunto. Son especies gregarias y buenas nadadoras que agradecen acuarios largos y despejados, con aguas de acidez y dureza más bien bajas, bien oxigenadas y con movimiento. Seguramente el más frecuente en los comercios sea Phenacogrammus interruptus, el tetra del Congo, originario del Zaire. En un acuario con sustrato oscuro, que hace resaltar más sus tonos metálicos azules y naranjas, es un auténtico espectáculo. Los machos, algo más grandes que las hembras, llegan a medir 8 cm. y son fácilmente diferenciables por las prolongaciones de las aletas dorsal y caudal. Otras especies afines se comercializan ocasionalmente bajo el nombre de tetra del Congo, como es el caso de Hemigrammopetersius caudalis, llamado el tetra del Congo amarillo, o Bricynus imberi, el tetra del Congo rojo. Otras especies habituales en acuario son Arnoldichthys spilopterus, el caracín africano de ojos rojos, y Brycinus longipinis, el tetra africano de aleta larga. El primero se distribuye por toda África occidental tropical, mide

unos 8 cm. y presenta reflejos metálicos, una mancha negra en la aleta dorsal y, como su nombre común indica, el iris de color rojo. El segundo también tiene el iris de color rojo, pero únicamente en su parte superior y es algo mayor, en torno a los 13 cm. y presenta la base de la aleta caudal de color negro.

Phenacogrammus interruptus, el tetra del Congo, uno de los carácidos africanos más populares entre los acuariófilos. Foto: Juan Carlos Palau Díaz. Más raramente se pueden adquirir otros carácidos africanos pacíficos. Para acuarios pequeños son adecuados Ladigesia roloffi (el tetra enano de Sierra Leona de cola rojiza), Lepidarchus adonis (el tetra adonis), Micralestes acutidens (el tetra de diente agudo), Nannaethiops unitaeniatus (el tetra africano de una franja), Nelobias trilineatus (el carácido africano de tres bandas), Neolebias ansorgei y Nannocharas fasciatus. Todos ellos con tallas máximas entre 2 y 6,5 cm. Varias especies del género Distichodus se importan con diversa frecuencia, pero la mayoría alcanzan de adulto tallas superiores a 30 cm. Únicamente, las más pequeñas como D. decemnnaculatus, el distichodo



2 enano, y D. affinis, el distichodo de aletas rojas, que miden 6 y 12 cm. respectivamente, son adecuadas para una instalación comunitaria. Además, dado su carácter herbívoro, es probable que impidan un correcto desarrollo de las plantas. ANABÁNTIDOS El género Ctenopoma es el único representante de la familia Anabantidae en África. Varias de sus especies, denominadas vulgarmente percas trepadoras, se comercializan esporádicamente en nuestro país. Aunque son depredadores, no son peces demasiado agresivos y pueden llegar a compartir tanque con especies de talla similar y peces de fondo. A la hora de su introducción en un acuario comunitario típico, hay que tener muy en cuenta la relación de tamaños para evitar que devore a sus compañeros de acuario. C. nanum, la perca trepadora enana, con 7 cm. es una de las más pequeñas y que mejor se adaptan al acuario comunitario.

El género Ctenopoma es el único representante de la familia Anabantidae en África. Foto: Juan Carlos Palau Díaz.

C. acutirostre, la perca trepadora leopardo o manchada, alcanza los 15 cm. de longitud y tiene el cuerpo marrón-verdoso y con manchas tipo leopardo. C. oxyrhynchus, la perca trepadora chocolate, es un poco más pequeña y tiene una librea algo parecida, aunque con el vientre blanco plateado y las manchas más grandes y marrones. C. kingsleyae, la perca trepadora de Kingsley, es menos atractiva en principio para el aficionado, por su color grisáceo y su mayor talla, unos 20 cm., pero es de las más comercializadas. C. ansorgiii, la perca trepadora naranja, es una de las especies más bonitas del género, por su cuerpo más estilizado y sus tonalidades marrones y anaranjadas. C. fasciolatum, la perca trepadora rayada, tiene irisaciones metálicas azuladas, el ojo orlado de rojo y una gran aceptación entre los acuariófilos debido a un cierto parecido con el pez paraíso (Macropodus opercularis), pues los machos tienen las aletas anal y dorsal muy puntiagudas. Ambas se quedan en unos 8cm. CIPRÍNIDOS Podríamos decir que la familia Ciprinidae es la gran desconocida en acuariofilia, pues aunque está bien representada en el continente africano, muy rara vez se importan barbos o labeos africanos, por lo menos en nuestro país. En teoría son varias las especies que se ofertan en las listas de exportadores, pero personalmente en más de 10 años de actividad profesional, tanto a nivel de mayorista como minorista, los he visto en muy pocas ocasiones. Es una realidad que en el comercio español el mercado de los ciprínidos está copado por las especies asiáticas. En cualquier caso, y casi como curiosidad, citaré algunas barbos que aparecen en las guías de peces de acuarios y que son activos, pacíficos y muy adecuados para ser mantenidos en grupo en acuario comunitario.

Barbus vivaparus (el barbo africano plateado), B. barilioides (el barbo barrado o de barras azules) y B. callipterus (el barbo rosado africano) están entre los más conocidos y sus tallas máximas se situan entre 5 y 9 cm. De B. holotaenia, el barbo de banda negra, hay que mencionar que se parece morfologicamente al carácido N. unitaeniatus y en ocasiones pueden venir mezclados en la misma impotación. Algunas especies de muy poca talla, como B. hulstaerti, el barbo mariposa de 3,5 cm., podrían encajar en ese acuario africano tipo holandés del que hemos hablado anteriormente. Aunque también existen otras más grandes como Opasiridium chrystyi, el boca dorada, que llega a los 15 cm. o Labeo forskalii,el labeo del Nilo, que alcanza los 30 cm.

Barbos africanos aparecen rara vez en el comercio. Foto: Juan Carlos Palau Díaz. CIPRINODÓNTIDOS La familia Ciprinodontidae incluye una gran número de especies africanas, algunas de gran tradición acuarística. Conocidos vulgarmente con el nombre



3 de killis, son peces atractivos para el aficionado por las libreas llamativas de algunos machos y su adsequible reproducción en acuario. Su pequeño tamaño, entre 5 y 10 cm. como media, permite su mantenimiento en acuarios de muy poco volumen. Eso sí, muy bien tapados pues son muy saltarines. Son peces más resistentes de lo que la gente cree y, si bien es cierto que su presencia no es muy habitual en el comercio español, tampoco es tan raro encontrarse ejemplares de los géneros Notobranchius, Aphyosemion o Epiplatis. El popular cabo Lopez, Aphyosemion australe, aparece en todas las guías de peces de acuario y es muy conocido entre los aficionados. Una de las últimas incorporaciones al mercado acuaristico de esta familia ha sido Lamprichthys tanganicanus. Endémico de las costas rocosas del Lago Tanganica, es un pez de cardumen, algo timido y el killi africano más grande con sus 13,5 cm. Otras especies populares son Epiplatis grahami, E. annulatus (el killi payaso), Notobranchius guentheri, N. rachovii, Aphyosemion gardneri (el afiosemion azul), A. bivittatum (el afiosemion rayado) y A. sjoestedt (el gularis azul o de lira). Los killis son adecuados para un acuario comunitario, pero seguramente lo son aún más para poblar un acuario africano de tipo holandés. Asignando este nombre, de un modo quizás no demasiado ortodoxo, a un acuario en que la población vegetal es el motivo principal de la instalación y los peces han pasado a un segundo plano o, como minímo, no son más importantes que las plantas. África es el origen geográfico de plantas de gran tradición acuariófila, como algunas especies de los géneros Anubia, Aponogeton, Bolbitis, Ceratopteris, Ammania, etc. Con estos y alguno más de distribución cosmopolita, como Ceratophyllum o Vallisneria, se puede instalar un acuario con abundante población vegetal.

PANTODÓNTIDOS Pantodon buchholzi, la única especie de la familia Pantonidae, es originaria de los cursos fluviales de África occidental. Es conocido vulgarmente como pez mariposa africano por sus amplias aletas pectorales, que pueden recordar unas alas y le permiten saltar fuera del agua. Su morfología está adaptada a vivir cerca de la superficie y llama un poco la atención. En su madurez alcanza un tamaño de 10-12 cm. De carácter pacífico, es un habitante ideal para un acuario comunitario, en el que ocupará la zona más próxima a la superficie. Les gusta la presencia de plantas flotantes que tamicen la luz y proporcionen cobijo. MORMÍRIDOS La familia Mormyridae da nombre vulgar, mormíridos, a todos los representantes del suborden Mormyroidei, aunque este comprende varias familias. Son peces endémicos de los ríos y lagos africanos. Algunos aspectos de la anatomía fisiológica de esta familia son de especial interés. Poseen un cerebro excepcionalmente grande, para un pez de su tamaño, y unas estructuras eléctricas localizadas en el pedúnculo de la aleta caudal, que generan un campo eléctrico alrededor de su cuerpo. El campo se altera por la presencia de cualquier cuerpo extraño, vivo o no, y estas fluctuaciones son recogidas por células electroreceptoras situadas en las zonas frontal y cefálica. Su interpretación, a modo de un radar, les permite desplazarse en aguas muy turbias. Este grupo de peces alberga especies de gran arraigo acuariófilo, a pesar de que sus libreas son poco llamativas, por lo general de tonos grises u oscuros. A su favor cuentan con que pueden integrarse en un acuario comunitario, aunque en los ejemplares adultos de muchas especies, caso de G. petersii o P. bovei,

disminuye sensiblemente su compatibilidad intraespecífica y suelen tornarse solitarios. Necesitan acuarios de entre 100-250 litros, según el tamaño de cada especie concreta. Su clasificación interna ha sufrido numerosos cambios en los últimos años y en ocasiones es díficil saber de que especie se está hablando.

Gnathonemus petersi, el pez elefante de Peters. Foto: Ángel Garvía. Seguramente el mormírido más importado sea Gnathonemus petersi, el pez elefante de Peters. Se comercializa con un tamaño medio de 10-15 cm., pero puede llegar a los 25-30. Su librea es muy típica, con dos líneas blanquecinas en la última parte del cuerpo. A pesar de lo que pudiera indicar su nombre vulgar la trompa del pez elefante no es en realidad una prominencia nasal, sino una prolongación de la mandíbula inferior. Otra especies del mismo género pueden encontrarse alguna vez. Una de ellas es G. tamandua, que con frecuencia se confunde con el pez elefante de Peter, pero tiene más alargado el labio superior y es algo más pequeño, no supera los 20 cm.



4 Aunque en los comercios centroeuropeos es mucho más frecuente que en los españoles, también es posible encontrar Petrocephalus bovei, vulgarmente mormira. Su talla media se sitúa entre 12 y 15 cm. y carece por completo de prolongaciones bucales. No es raro que vengan mezcladas en la misma importación otras especies del mismo género muy similares morfológicamente, como por ejemplo P. simus, que presenta un tono más metálico. De los llamados peces ballenas se importan esporádicamente Pollimyrus casteinaui, con reflejos metálicos en su coloración gris, Brienomyrus brachyistius, con una librea más atractiva, y Marcusenius macrolepidotus. Los dos primeros no sobrepasan los 8 cm. de longitud, el tercero si llega a los 25 cm. Muy rara vez se puede encontrar peces delfín, que tienen la boca también prominente pero menos que los peces elefantes, como Brienomyrus longianalis y Marcusenius angolensis que se quedan sobre los 15 cm. NOTOPTÉRIDOS Los Notoptéridae deben su nombre vulgar de peces cuchillo a su larga aleta anal y a su sistema de natación, mediante movimientos ondulatorios de la misma. Son eficaces y rápidos nadadores, tanto hacia adelante, como hacia atrás. De las tres especies que se conocen en África, únicamente los ejemplares jóvenes de Xenomystus nigri pueden encajar en un acuario comunitario. Y prefieren hacerlo en grupo, aunque la mayoría de los adultos suele volverse solitarios y soportan mal la presencia de otros ejemplares de su especie. Sin duda, X. nigri. es el pez cuchillo africano por excelencia y, con mucho, el más comercializado, pero no hay que olvidar que alcanza los 25-30 cm. Su principal diferencia morfológica con respecto a otros peces cuchillo es que no tiene aleta dorsal. Según van creciendo necesita una instalación de 200-300 litros y

escondrijos y suficientes plantas, como para poder esconderse con facilidad.

Xenomystus nigri , el pez cuchillo africano más frecuentemente importado para acuario. Foto: Juan Carlos Palau Díaz SILUROS Del suborden Siluroidei hay varias familias de peces africanos con interés acuariófilo. Son conocidos de modo general como peces gato por los bigotes o barbillones, auténticos órganos sensitivos, que tienen en la comisura de la boca. Su piel está desnuda, sin escamas, o cubierta por una coraza ósea. Las especies de poca talla son adecuadas para el acuario comunitario, aunque puede que sus largos bigotes lleguen a molestar a algunos compañeros de acuario. Ocupan preferentemente los niveles medio y bajo del acuario, siendo muy útiles a la hora de mantener limpio el sustrato. En su contra tienen su marcado carácter nocturno, se dejan ver poco, y excavador, remueven el sustrato y desentierran las plantas. Requieren acuarios con decoración abundante, preferentemente a base de troncos, que ofrezca escondites para todos.

De la familia Schilbeidae se importan con relativa frecuencia algunas especies. La más habitual es Parerutropius buffei, el pez gato africano de cristal de tres bandas, que apenas sobrepasa los 8 cm. de longitud. Es un pez activo por el día, pacífico y muy gregario, por lo que interesa mantenerlo en grupos. En ocasiones se importa mezclado con P. debauwi, que es más raro en acuario. Aún mucho más difíciles de encontrar son Parailia congica y P. pellucidalos, otros dos peces de cristal africanos, que son muy parecidos al pez gato de cristal asiático (Kriptopterus bicirrhis), pero sin aleta dorsal. La familia Mochokidae incluye posiblemente los peces gatos africanos más populares en acuario: el género Synodontis. Tiene algunas peculiaridades morfológicas como su capacidad para emitir sonidos con la vejiga natatoria, lo que la ha valido el nombre común de bagres gruñones, y tener únicamente acorazada la piel de la cabeza, con el resto del cuerpo desnudo. Es un género que contiene un gran número de especies, más de cién, y es objeto de constante revisión por parte de los científicos. Algunos sinodontis de talla pequeña y media, entre 12 y 14 cm., pueden convivir perfectamente en una instalación comunitaria, como es el caso de Synodontis pleurops, S. notatus, S. brichardi, S. alberti o S. eupterus, el sinodontis de aletas ornamentadas. Otras no soportan bien la presencia de sinodontis de su misma especie pero si de otras diferentes, como es el caso de S. schoutedeni y S. angelicus (el sinodontis ángel), uno de los más bonitos del género por su llamativa librea punteada. Mención aparte merece Synodontis nigriventis, el más comercializado, que nada de espaldas, con el vientre hacia arriba. Los alevines al nacer nadan normalmente, pero en unos días se giran y se mueven como los adultos. Este curioso modo de nadar le ha valido el nombre vulgar de pez gato invertido. Los machos alcanzan los 8 cm., las hembras



5 un par de centímetros más. Es una de las pocas especies de sinodontis que se ha reproducido en cautividad.

Pez gato africano del género Synodontis. Foto Archivo A.E.A. Gentileza de la Asociación Española de Acuariófilos (A.E.A.). Otro miembro de la familia Mochokidae, pero perteneciente a un género diferente, es Mochokiella paynei, originario de Sierra Leona, que apenas alcanza los 5 cm. y es pacífico; sin embargo su carácter muy nocturno, hace que se deje ver poco en el acuario. Mucho más difícles de encontrar son los peces gato de la familia Amphiliidae. Dos de sus representantes, Amphilius platychir y Phiractura ansorgii, son de tamaño y comportamiento adecuado para un tanque comunitario estándar, pero no soportan temperaturas muy por encima de 22-23 º C.

EL ACUARIO SALOBRE AFRICANO La distribución de algunas de las especies más típicas de acuario salobre incluye el continente africano. Es

el caso de los peces ángeles malayos o plateados, Monodactylus argenteus y Psettus sebae (más conocido por un antiguo nombre de Monodactylus sebae),. En libertad viven tanto en agua salada como salobre y en ocasiones remontan el curso de los ríos. Aunque los juveniles de M. argenteus soportan por cierto tiempo su mantenimiento en agua dulce, lo ideal es que se mantengan en agua salobre. Los adultos son quizás más propios de acuarios marinos. Son peces de cardumen y muy activos, que llenan por sí solos el acuario. Alcanzan una talla máxima de unos 25 cm. y le gusta mucho nadar, por lo que necesita acuarios espaciosos y despejados, en especial si se decide mantener un grupo. Son tímidos, asustadizos y pacíficos, aunque en ocasiones pueden llegar a devorar peces muy pequeños.

Los juveniles de M. argenteus soportan por cierto tiempo el agua dulce, pero lo ideal es que se mantengan en agua salobre. Foto: Ángel Garvía. (Zoo-Aquarium de Madrid). Otras especies menos populares son Dormitator lebretonis, un gobio pacífico que apenas supera los 12 cm. de longitud e incluso llega a reproducirse en cautividad, o Scatophagus teatracanthus, menos conocido por el aficionado que su pariente asiático,

S. argus, pero igualmente válido para un acuario salobre. Originario de las regiones costeras de África oriental soporta aguas saladas, salobres e incluso dulces. Es un pez de cardumen, pacífico y activo, aunque puede dejar el acuario pelado de plantas.

DONDE ENCONTRAR MÁS INFORMACIÓN SOBRE PECES AFRICANOS A continuación ofrecemos un listado de artículos, la mayoría en español, que tratan alguna de las especies citadas en el artículo. Bastante, D. 1992. “El género Epiplatis”. Acqua life nº 6. Casado, F. 1995. “Los Nothobranchius”. Acqua life nº 19. Dauner, E. 1983. "El pez elefante, Gnathonemus petersi". Vida Acuática. 44. Elder, N.J. 1994. “¿Te gustan los killis? Aphyosemion gardneri”. Acqua life nº 12. Elias, J. 1972. "Gnathonemus petersi “. Vida Acuática. 10 (II Epoca). Eq. Redacción. 1999. “Los sinodontis”. El Acuario Práctico nº 17. García, J.R. 1977. "Ecología y hábitat de los peces africanos". Aquamar. 28-29. Garvía, A. 1999. “Peces primitivos”. Aquamar nº 79. Garvía, A. 2000. “Notoptéridos: peces cuchillo africanos y asiáticos”. Aquamar nº 80. Lopez, J. 1995. “El grupo Aphyosemion camerunense en profundidad”. Acqua life nº 20-24. Martinez, E. y Cortés, E. 1996. “Otros peces de los lagos Malawi y Tanganica”. Acqua life nº 27. Palau Díaz. J.C. 1990. "El acuario africano comunitario". Aquamar. 40. Palau Díaz. J.C. 1993. "Distichodus affinis". Aquamar. 53. Palicka, J. 1991. "El gularis azul: Aphyosemion sjoestedti". Aquamar. 47. Riehl, R. y Baensch, H.A. 1994 y 2000. "Atlas Mergus del acuario". Mergus. Tomos I y II.



6 Rubio, J.C. 1994. “Los Chromaphyosemion”. Acqua life nº 18. Sandford, G. 1996. “Peces de acuario”. Omega. Sands, D. 1995. “African fishes for as unique community aquarium”. FAMA May. Sanjuan, J. 1999. “Los 5 killis para el acuario comunitario”. El Acuario Práctico nº 19. Scott, P.W. 1991. "Guía completa del acuario". Círculo de Lectores. Villa, M. 2000. “Monodactylus argenteus”. El Acuario Práctico nº 23

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