Acuerdo para el Fortalecimiento de la Asociación Económica...
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Acuerdo para el Fortalecimiento de la Asociación
Económica entre México y Japón
1. Introducción ................................................................................................................... 2
1.1 Justificación .................................................................................................................. 3
1.2 Objetivo general ............................................................................................................ 4
1.3 Objetivos específicos. ................................................................................................... 5
1.4 Hipótesis ....................................................................................................................... 5
1.5 Partes que conforman la tesis ........................................................................................ 6
2. Marco teórico conceptual ............................................................................................. 9
2.1 Los modelos de interculturalidad ................................................................................ 20
2.2 Diferencia entre Acuerdo de Asociación Económica y Tratado de Libre Comercio . 25
3. Antecedentes de las relaciones México-Japón .......................................................... 28
3.1 Revisión histórica de la relación bilateral ................................................................... 31
3.2 Las rondas y la firma .................................................................................................. 41
4. AAE Japón, resultados y perspectivas a cinco años de aplicación ......................... 44
4.1 Contenido del AAE Japón .......................................................................................... 45
4.1.1 Disposiciones comerciales del AAE Japón .......................................................... 46
4.1.2 Cooperación bilateral .......................................................................................... 55
4.2 Complementariedad de economías ............................................................................. 57
4.3 Resultados del AAE Japón a 5 años de vigencia: Comercio bilateral e Inversión. .... 62
4.3.1 Relación de comercio bilateral México-Japón .................................................... 62
4.3.2 Inversión Extranjera Directa ............................................................................... 68
4.3.3 Efectos de la crisis económica en el AAE Japón ................................................. 76
5. Conclusiones ................................................................................................................ 80
Bibliografía .......................................................................................................................... 89
ANEXOS ............................................................................................................................. 93
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1. Introducción
Uno de los primeros acercamientos entre México y Japón fue en 1874 con la visita de una
delegación de astrónomos mexicanos a ese país, dado que desde éste se podía observar un
fenómeno astronómico relacionado con el planeta Venus.
La delegación mexicana fue recibida por el entonces ministro de educación Ikko Tanaka,
quien al finalizar el banquete ofrecido a la delegación se dirigió a ésta con las siguientes
palabras:
A diferencia de los europeos, no nos habéis traído el estruendo de las armas, sino la fraternidad de las
ciencias. Así, pues, si entre nuestros respectivos países faltan aún las relaciones diplomáticas, que se
establecerán algún día, estad seguros de que, por vuestro intermedio, las de amistad quedan ya aquí
establecidas (Moreno Corral, 1995).
Y efectivamente como lo dijo el ministro Ikko Tanaka, las relaciones diplomáticas tuvieron
lugar 14 años después, en 1888, cuando los dos países dieron inicio al establecimiento de
relaciones comerciales con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación. Este
tratado estableció la apertura de oficinas consulares en ambos países para mejorar las
relaciones diplomáticas. En el mismo se tomaron en cuenta cinco aspectos:
1. Reciprocidad en la libertad de comercio
2. Privilegios e inmunidades relativos al comercio
3. Privilegios para la entrada y salida de personas de ambos territorios
4. No aumento de aranceles y
5. Aspectos relacionados con el libre tránsito de buques (Reyes Solís, 2005).
A partir de ese momento los diferentes presidentes de México, desde Porfirio Díaz hasta
Felipe Calderón, han mantenido e impulsado las relaciones con la nación nipona hasta
llegar a arreglos en intercambio de estudiantes, productos, servicios, pero sobretodo en
tecnología.
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Fue hasta el 17 de septiembre de 2004, con el entonces Presidente Vicente Fox y el Primer
Ministro Junichiro Koizumi cuando se firmó el Acuerdo de Asociación Económica en la
Ciudad de México, siendo este el primer acuerdo que México firmó con un país de Asia y
primero en el cual Japón incluyó al sector agrícola.
En la presente investigación se aborda el análisis de la relación económica entre México y
Japón en el marco de la etapa previa al establecimiento del acuerdo, y posteriormente se
analizan los avances que se han obtenido desde su firma en 2004, haciendo hincapié en los
flujos de comercio e inversión y transferencia de tecnología.
1.1 Justificación
Se eligió este tema de investigación porque para México el haber firmado el Acuerdo de
Asociación Económica con Japón representó la apertura hacia un país que representa
oportunidades para la incursión de nuevas empresas mexicanas, así como una fuente de
transferencia de tecnología, coinversiones y generación de empleo. A México le
representaba conveniente el establecimiento de dicho Acuerdo ya que el intercambio
comercial entre ambas naciones iba en aumento. Por citar un ejemplo, en 1999, las
exportaciones mexicanas a Japón registraron un incremento de 34.9%, en comparación con
el intercambio que se tuvo en 1998. Así mismo las exportaciones de petróleo crudo
representaron el 22% de las exportaciones mexicanas totales a dicho país (Consejería
Comercial en Japón, 2000).
A su vez para Japón representó una importante fuente de abastecimiento, dada la oferta
exportable de México, sobretodo en el sector alimentos, ya que Japón importa alrededor
del 60% de su consumo de alimentos y no produce grandes cantidades de bienes para la
exportación en esta sección (Ibíd., p.15)
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Existe en México una cantidad significativa de migrantes de la nación nipona, uno de los
primeros resultados del establecimiento de las relaciones diplomáticas de 1888 fue la
migración de colonos japoneses a México. La primera generación llegó a Escuintla,
Chiapas, el 24 de marzo de 1897 para trabajar en labores agrícolas. Japón quedó muy
agradecido con México, porque a partir de ese momento, los nipones sólo aceptarían
establecer relaciones diplomáticas con otros países en condiciones equitativas, como bien lo
refiere la Agencia Latinoamericana de Información (Rosas, 2010):
Por eso el gobierno nipón le cedió a México un terreno cercano al Palacio Imperial para que allí
estableciera su representación diplomática. Se trata de un honor sin igual, sólo concedido a México y
que ninguna otra nación del mundo –ni siquiera Estados Unidos- disfruta. Es además un gesto que las
autoridades mexicanas han desaprovechado, especialmente en las décadas más recientes, dado que
los japoneses tienen en muy alta estima a México.
Sin embargo después de todo lo que México representa para Japón y el evidente atraso que
se tiene en materia comercial, ¿por qué Japón y México establecieron y firmaron un
Acuerdo de Asociación Económica? ¿Qué beneficios y fracasos se han obtenido de este,
teniendo en cuenta la reciente crisis de 2009?
1.2 Objetivo general
La presente investigación tiene como objetivo general el resumir los avances en el marco
del Acuerdo de Asociación Económica que tienen México y Japón hasta inicios del año
2010, así como describir las ventajas de este tratado para ambos países, las deficiencias
que se han derivado de ésta y explorar las potencialidades que ofrece después de cinco años
de su entrada en vigor, tomando en cuenta la actual crisis financiera que se vive a nivel
mundial.
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1.3 Objetivos específicos.
Hacer un recuento de las relaciones comerciales y diplomáticas entre México y
Japón desde el primer acercamiento que tuvieron estas naciones en 1609, hasta la
visita oficial de trabajo a Japón del Presidente Felipe Calderón en febrero de 2010.
Explicar cuáles son los motivos por el cual el Acuerdo beneficia a ambos países, en
qué sectores económicos se observa un mayor rendimiento y las causas de este.
Analizar cómo ha repercutido la actual crisis mundial iniciada en 2009 en el
intercambio comercial de estos países, y qué perspectivas se ven de crecimiento
dada la disminución del mismo.
1.4 Hipótesis
La hipótesis sobre la que esta investigación se apoya es que, con el proceso de
globalización actual y la recesión económica a nivel mundial, los países buscan establecer
vínculos comerciales y económicos por medio de tratados y asociaciones, sobre todo entre
naciones con gran participación en el comercio global como lo es el mercado asiático con
países del mercado latino (Japón suscribe solo dos tratados con países latinoamericanos;
Chile y México). Japón se ubica detrás de Estados Unidos y la República Popular China
como socio de México en el mundo y las exportaciones mexicanas se mantienen estáticas
desde el año 2000 (Consejería Comercial en Japón, 2000), en tanto las importaciones desde
Japón han venido creciendo1.
Así, la relación comercial es deficitaria para México y dicho déficit se ha venido
acentuando2, revelando lo que ya es de sobra conocido: los empresarios mexicanos no
aprovechan los tratados comerciales existentes en tanto los socios extranjeros sí lo hacen.
1 Las exportaciones japonesas a México aumentaron 10.10% en 2007. El 93.14% de dichas exportaciones
corresponden a productos manufacturados. Entre los principales productos japoneses exportados a México destacan los componentes para televisiones, automóviles, transmisiones para vehículos y otras autopartes. (Japan External Trade Organization, 2008) 2 En 1999 el déficit era de -5.3%, para el año 2001 se había incrementado a -9.9%. (Japan External Trade
Organization, 2008)
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1.5 Partes que conforman la tesis
Para corresponder a esta hipótesis, a los objetivos generales, así como a los específicos, se
han retomado estudios realizados y relacionados con el tema de investigación de esta tesis.
Se parte de los inicios de las relaciones entre México y Japón y su evolución a través de la
historia hasta el 2010, año en que se cumplen 400 años de relaciones.
El segundo capítulo describe el marco teórico del tema de investigación. Como ya existen
estudios previamente realizados y con información similar a la que se pretendió investigar,
se retomaron algunas tesis, sobre todo en la Universidad de las Américas Puebla, y de
estudios efectuados por la Universidad del Valle de México, de la autoría de Juan Roberto
Reyes Solís, quien escribió un ensayo concerniente al AAE Japón, el cual resume el
objetivo y desarrollo del mismo a un año de su firma, en 2005.
Dado que es un estudio documental, se retoman las reseñas que son útiles de estos estudios
y se indica cómo han ido cambiando las situaciones establecidas en dichas obras hasta la
actualidad, se indica la metodología utilizada en los trabajos y las limitantes que se tenían al
momento de realizarlos. Se establece el concepto de Acuerdo de Asociación Económica y
la diferencia que existe a un Tratado de Libre Comercio, se señala la importancia de un
Acuerdo y los rubros que se incluyen además de ser un mero intercambio comercial. Todo
esto con información de la Japan External Trade Organization (JETRO), organismo oficial
para promover el intercambio económico de Japón. En su portal web define éstas variables
referentes al Acuerdo, así como el ofrecimiento de datos y estadísticas que servirán de
soporte para la realización del cuarto capítulo de esta tesis, entre otras fuentes.
En cuanto a posturas teóricas referentes al tema, se tomaron varias aterrizadas a este caso
del Acuerdo de Asociación Económica con Japón. Dado que el hecho de establecer un
tratado implica cierto grado de integración, se eligieron algunas obras referentes a este
argumento: El proceso de integración económica de Ramón Tamames y Comunicación y
cultura organizacional en empresas chinas y japonesas de Rosalinda Gámez Gastélum.
Una tercera que incluye uno de los dos modelos de interculturalidad, en este caso la obra
Las dimensiones culturales de Geert Hosftede, en la que describe las extensiones culturales
que existen en base a un estudio que el autor realizó a 70 países. Para finalizar, se recurre al
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segundo modelo de interculturalidad, desarrollado por el antropólogo estadounidense
Edward T. Hall, quien hizo los primeros descubrimientos de los principales factores
culturales para explicar cómo afecta el contexto, la administración del tiempo y el espacio
en la comunicación intercultural, es decir, la comunicación entre culturas. El Modelo
contextual de Edward T. Hall pretende revelar cómo nuestra cultura actúa de filtro para
seleccionar a que debemos o no debemos prestar atención. En particular, es conocido por su
contexto de alta y baja de los factores culturales, los cuales se explicarán para entender
mejor cómo es la cultura mexicana y las diferencias existentes en contraste con la cultura
japonesa, basados en una de sus 10 obras llamada Beyond Culture, en la cual elabora ésta
clasificación basada en el contexto cultural y clasificando a las diversas naciones del
mundo.
En el tercer capítulo se mencionan los antecedentes en cuanto a relaciones entre México y
Japón, desde el primer acercamiento en la época de la Nueva España en 1609 con el
naufragio de una embarcación en una de las islas del Japón, hasta completar los 400 años
de relaciones, que en este 2010 se celebrarán en distintas ciudades de México con la
presencia del Presidente de México Felipe Calderón Hinojosa y su Alteza Imperial el
Príncipe Naruhito del Japón (Tanaka, 2010), en el evento 400 aniversario México-Japón
2009-2010.Dirigiéndonos hacia otros 100 años de relaciones, en el que se realizaron y
realizarán desde 2009 hasta finales del 2010, diversos eventos culturales y diplomáticos
dirigidos a conmemorar las relaciones entre ambas naciones.
En el cuarto capítulo se describe el Acuerdo entre México y Japón, el desarrollo de las
negociaciones, así como los objetivos individuales de los países para suscribir el Acuerdo.
Se delinearán los avances que se han obtenido desde su firma en 2004 y se develarán los
objetivos no cumplidos así, como los próximos pasos a seguir en el Acuerdo. También, se
desarrollará de uno de los objetivos específicos de esta investigación, que es mostrar las
repercusiones de la reciente crisis financiera de 2009 en términos de intercambio comercial
entre ambas naciones y qué perspectivas se tienen, tomando en cuenta que para los
japoneses la firma de dicho acuerdo con México les aporta múltiples beneficios, ya que por
medio de nuestro país Japón puede no sólo comerciar con México, sino también entrar a
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una gran diversidad de mercados como el de Estados Unidos y los de América Latina. Esto,
debido a los múltiples acuerdos y tratados que México tiene firmado con once países a lo
largo del continente americano. Todo esto se contrasta con las teorías expuestas en el
capítulo dos de este estudio.
Finalmente, en el último capítulo se redactan las conclusiones a las que se llegaron a lo
largo de la elaboración de esta tesis se explica si la hipótesis fue aceptada o rechazada, si se
cumplen o no los objetivos de la tesis y, se plasma la opinión personal del autor referente al
tema, los datos obtenidos así como las oportunidades de crecimiento y desarrollo de la
relación por medio del Acuerdo.
La presente investigación será de carácter descriptivo. Se espera que el presente estudio
sirva para dejar establecido que México en materia de tratados a pesar de ser el país con
más convenios suscritos, no ha sabido aprovecharlos, analizando uno de los doce tratados
que posee. Del mismo modo, se pretende explicar al lector que México tiene las bases para
la expansión de compañías, intercambio comercial e inversión con uno de los países
asiáticos más importantes, posee la simpatía de una gran potencia dados los vínculos
establecidos en el pasado, y que a pesar de ser arduo y complejo sabiendo aprovechar dicho
acuerdo, se puede renunciar o aligerar un poco la gran dependencia que se tiene a Estados
Unidos en el factor comercial y económico, y buscar nuevos mercados a fin de diversificar
el origen y destino de las importaciones y exportaciones de la economía mexicana.
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2. Marco teórico conceptual
Con el propósito de fundamentar la presente investigación, se muestran algunas opiniones
sobre el tema, objeto de éste estudio, en investigaciones previamente realizadas.
Pasado un año de la firma del Acuerdo de Asociación Económica México-Japón
(denominado AAE Japón de aquí en adelante), el coordinador de la carrera de relaciones
internacionales de la Universidad del Valle de México campus Querétaro, Juan Roberto
Reyes Solís, realizó un artículo para la revista Epísteme: Revista académica electrónica
sobre el avance que había tenido este acuerdo y las expectativas que se tenían del mismo.
En cuatro párrafos el autor describe someramente como este acuerdo representa una de las
negociaciones más importantes en materia comercial que haya firmado México. De las
razones que más peso tienen en el artículo de Reyes Solís y que es de utilidad para esta
investigación es una afirmación que el autor hace acerca de lo que México como país
necesita hacer:
En síntesis, México y Japón tienen fortalezas y debilidades. Hay que impulsar a las primeras y
rectificar las segundas. El gobierno mexicano tiene la tarea de hacer brillar esta nueva alianza
transpacífica a la que identifica como un “relanzamiento de la relación bilateral” y en la que debe
colocar buena parte de sus recursos para una operación exitosa de este proceso y también para iniciar
una nueva era en materia política a nivel internacional (Reyes Solís, 2005).
El trabajo del consultor en materia de comercio y negocios internacionales, analista de
política internacional y miembro de la comisión honoraria para Europa del Gobierno de
Querétaro, Juan Roberto Reyes Solís, es un estudio similar al de esta tesis. La limitante de
este estudio es la temporalidad, ya que solo había transcurrido un año desde la firma del
Acuerdo. Empero, aún y que han transcurrido 5 años desde la publicación del artículo, es
pertinente la afirmación hecha por el autor con respecto a que México debe invertir buena
parte de sus recursos para que el Acuerdo desprenda las ventajas esperadas de este. Como
se especula, Japón obtiene mayores ventajas de este acuerdo, en relación al intercambio
comercial y a la inversión, afirmación que se comprobará o refutará al final de esta tesis.
Fredy Mendoza, egresado de la UDLAP en su tesis profesional establece la posibilidad de
que México y Japón suscriban un Acuerdo de Asociación Económica (Mendoza Juarez,
2004). En cuatro capítulos describe las relaciones de México con la nación nipona desde el
naufragio de un velero de la Nueva España en 1609 en la isla de Onjuku, pasando por el
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tratado de Amistad, Comercio y Navegación de 1888 hasta 1994 considerado por el autor
como un “año difícil”, por diversas situaciones políticas en México.
Establece como ejemplo haciendo referencia a un “año difícil” para México el surgimiento
del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el cual viene a modificar la historia
del México moderno y el asesinato de Luis Donaldo Colosio en la ciudad de Tijuana, por
citar un par de ejemplos. Sin embargo, esto no fue impedimento para que en materia
comercial México estableciera mayores relaciones con Japón, una acción de avance en
materia de la cooperación internacional fue el ingreso de México a la APEC (Asia-Pacific
Economic Cooperation) en 1993, acción llevada por el gobierno del entonces presidente
Carlos Salinas de Gortari.
Para Mendoza fue importante definir el concepto de soberanía, concepto que al momento
de establecer un TLC (Tratado de Libre Comercio) o un AAE (Acuerdo de Asociación
Económica) es muy cuestionado. En palabras del autor, “soberanía se percibe como un
objeto de consumo”, tomando como referencia el TLCAN y a Jorge Domínguez en su obra
Ampliando Horizontes: Aproximaciones teóricas para el estudio de las relaciones México-
EUA establece: “El TLCAN implicaba una concertación diferente de soberanía como
factor de producción. Se debería invertir soberanía para alcanzar metas valiosas, en
particular una prosperidad compartida” (Keohane, 2005).
Retomando la idea del posible establecimiento del AAE Japón, Mendoza alude a la
perspectiva de uno de los profesores de Ciencias Políticas de la Universidad de Princeton
Robert Keohane para plantear el libre comercio que existiría entre México y Japón
(Mendoza Juarez, 2004).
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Keohane en su obra After Hegemony: Cooperation and discord in the world economy,
establece como autor citado en la tesis de Jorge Domínguez, que “los estados pueden elegir
para construir regímenes e instituciones internacionales, como es un TLC”. Según Mendoza
los empresarios fueron de gran influencia para llegar al establecimiento del AAE Japón, en
conjunto con el gobierno de Vicente Fox, tomando en cuenta los principales sectores en los
cuales México es competitivo con el mercado nipón, estos son el sector agropecuario y
agroindustrial, material de construcción y pesca, sin tomar en cuenta la inversión extranjera
directa que se tenía en México en ese momento.
La visión de Mendoza relacionada y diferenciada de la de esta investigación, es que en el
momento en el que él la realizó aun no se firmaba el Acuerdo, sin embargo, no estaba
equivocado al establecer las causas y motivos por el cual las dos naciones querrían, o más
bien, quisieron establecerlo.
Otro estudio realizado y con relación al tema de investigación, es el que llevó a cabo María
del Carmen Sastré Cajica (2004), ella insinúa el término globalización al momento de
discutir el AAE Japón, en palabras del Fondo Monetario Internacional, Satré Cajica define
globalización como: “…la creciente integración de las económicas de todo el mundo, sobre
todo a través de los flujos comerciales y financieros. La expresión también se utiliza para
hacer referencia a los movimientos transfronterizos de personas (mano de obra) y de
conocimientos (tecnología)”.
Si se toma esta definición como válida y aplicable al estudio, se puede decir que el
establecimiento del AAE Japón es una acción de globalización que la autora relaciona al
proceso de internacionalización, donde los Estados no pueden tomar decisiones
independientes (Satré Cajica, 2004).
Si apuntamos a lo señalado por Mendoza, junto con lo que menciona Sastré Cajica, se
vuelve a incurrir en el concepto de soberanía, a diferencia de Mendoza. La autora refleja en
su obra que el Estado no puede cubrir por completo las exigencias sociales, pero sí puede
adaptarse a los cambios de la globalización a fin de satisfacer estas exigencias.
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Otro concepto que se considera importante al momento del establecimiento del Acuerdo es
el de regionalización. Definido, de acuerdo a David Held, Anthony McGre, David
Goldblatt y Jonathan Perraton, todos profesores de Oxford, en su obra Transformaciones
globales: Política, economía y cultura, como: “El conjunto de procesos de integración que
se dan de forma efectiva en el interior de uno o varios ámbitos geográficos regionales; éste
fenómeno implica la intensificación de las relaciones comerciales entre las naciones” (Held,
McGrew, Goldblatt, & Perraton, 2002).
Ésta definición, Sastré Cajica la considera como “crucial, ya que de acuerdo a la zona
geográfica de cada país se contará con ventajas o desventajas” (Satré Cajica, 2004). Sergio
Berumen (autor de varios libros de integración económica) hace una definición sobre
integración que es utilizada por la Asociación Española de Ciencia Regional, a fin de dar un
aserto simple y completo el cual es: “La integración es un proceso por medio del cual dos o
más mercados nacionales previamente separados se unen para formar un solo mercado”.
Sastré Cajica puntualiza en su tesis a Japón como potencia reconstruida después de la
Segunda Guerra Mundial, como una nación de contrastes debido a su avance tecnológico y
su conservación tradicionalista y, finalmente, como un país comerciante. Hace un análisis
del AAE Japón desde sus inicios, así como la evolución de las negociaciones, hasta
establecer qué sigue en el proceso. Pregunta que se responde en esta investigación a lo
largo del capítulo 3.
Otro estudio y que no necesariamente cubre lo que es el AAE Japón, es el que realizó
Francisco José Alcántara Muñoz (2004). Éste al igual que Mendoza y Sastré Cajica, hace
hincapié en la historia de la economía nipona, así como el proceso histórico que sufrió la
nación hasta llegar a ser la potencia mundial que es ahora.
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El enfoque que utilizó Alcántara Muñoz para realizar su investigación, fue el de
inversionista o empresario interesado en el mercado nipón, ahondando en materia de
regulación y procesos administrativos necesarios para poder establecer inversiones en él.
Define la estructura de la empresa en Japón, el Zaibatsu que es un término japonés que se
refiere a los conglomerados industriales y financieros en Japón y el keiretsu, que es un
conjunto de empresas en el que existe una coalición por ciertos intereses económicos. Es un
tipo de grupo empresarial. Para definirlo mejor o entender el contexto en el que se forman
estos conglomerados, Amadeo Jensana Tanehashi lo explica en su obra Empresa y negocios
en Asia oriental: Estrategias y acciones, elaborada en 2004 y esto es lo que dice:
Por tanto, durante los tres años en los que se prolongo la Guerra de Corea, Japón recibió numerosas
ayudas procedentes de Estados Unidos, así como el permiso para el reestablecimiento de los
zaibatsu, reconvertidos bajo el nombre de keiretsu (…) Durante los años cincuenta, los grandes
keiretsus concentraron su actividad en el desarrollo de la industria pesada (acero, construcción de
barcos, maquinaria, etc.), mediante sistemas de prioridad en la producción industrial. En esta década
la económica japonesa creció de promedio un 9%. (Jensana Tanehashi, 2005).
Otro término que Alcántara Muñoz introduce es uno que alude al hecho de que Japón es
muy conocido por su eficiencia de producción y las compañías extranjeras (mejor
conocidas en Japón como gaishi) que han establecido bases de producción, donde la
tecnología se encuentran continuamente en desarrollo. De acuerdo con Sikander Khan y
Hideki Yoshihara en su obra Strategy and performance of foreign companies in Japan, las
estrategias de negocios e inversión se refieren a los canales de distribución y al flujo físico
de bienes y servicios. Las gaishi hacen notar su presencia en Japón a través de:
Un agente, mayorista o distribuidor.
Una comercializadora japonesa
La propia sucursal de la compañía
Joint ventures para mercadotecnia y ventas o para procesos de producción
La adquisición de una compañía japonesa
Laboratorios de investigación y desarrollo (R&D)
Licenciar o dar franquicias de los derechos (Khan & Yoshihara, 1994).
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Según Alcántara Muñoz es mucho más fácil ingresar al mercado japonés por medio de la
ayuda y experiencia que ofrece la fusión o interacción con otra compañía nipona. La razón
por la cual es relevante éste trabajo de investigación realizado por Alcántara Muñoz, es
porque brinda un panorama empresarial que pocos conocen. El AAE Japón establece las
ventajas competitivas que ofrece México al otorgar facilidades para ingresar al mercado
japonés. Sin embargo, es sabido por sapiencia popular que las empresas mexicanas, en su
mayoría PYME (pequeñas y medianas empresas), desconocen la estructura empresarial
nipona y sobretodo, lo relevante para la cultura laboral japonesa al momento de ingresar al
mercado. Existen tres puntos importantes para ingresar al mercado nipón con éxito que,
según los investigadores Nagami Kishi y David Russell, ambos investigadores del Nihon
Keizai Shimbun, un periódico japonés, son muy importantes y siempre hay que tener en
mente:
Establecer una imagen corporativa positiva y sana, y preservarla a toda costa.
Tener una identidad clara del producto en Japón.
Estructurar la administración y crear una estrategia de mercado de acuerdo al
mercado local.
Para concluir su tesis profesional Alcántara Muñoz (2004) destaca lo que las compañías
deberían hacer, a fin de permanecer y prosperar en el mercado japonés.
Las compañías extranjeras, por el hecho de ser extranjeras gozaran al inicio del aura de prestigio que
se les confiere cuando entran a Japón. Sin embargo es responsabilidad de la empresa mantener esa
imagen con el paso del tiempo y hacer todo lo que se tenga en mano para nunca dañarla, porque eso
seguramente significara el fin de la compañía, sin importar de quien se trate.
Después de haber analizado algunos estudios realizados referentes al AAE Japón, se
definirán varios términos que se encuentran dentro de la investigación. También, se
ofrecerán diversas posturas teóricas acerca de la forma en que puede ser abordado este
tema, así como la descripción de teorías que especifican la forma de actuar al momento de
establecer negocios, haciendo referencia a características culturales tanto de México, como
Japón.
Para comenzar, se tiene que definir lo que es integración. Una unión llámese tratado,
acuerdo o pacto, implica que exista una integración económica. Como se mencionó
anteriormente con la tesis de Sastré Cajica, al momento de establecer un acuerdo lo que se
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busca es integrar, pero ¿Cómo se da un proceso de integración? Ramón Tamames hace una
explicación en su libro Proceso de integración económica, en el cual realiza un análisis de
cómo las sociedades humanas se dirigen poco a poco a lo que es una integración planetaria.
Esta aseveración es, quizás, un poco irreal si recordamos el grave problema del fenómeno
migratorio, sobretodo en países latinoamericanos. Sin embargo, si algo es cierto es que a
través de la historia de la humanidad la integración se ha visto acelerada gracias al impulso
que brinda la tecnología.
“Prácticamente todos los países del mundo se encuentran dentro de algún sistema de
integración económica”, afirmación que según Tamames verifica la definición que el
plantea en su libro: “La integración es un proceso, a través de él, dos o más mercados
nacionales previamente separados y de dimensiones unitarias estimadas poco adecuadas se
unen para formar un solo mercado (mercado común) de una dimensión más idónea
(Tamames, 1991)”.
Para alcanzar ese propósito, es preciso realizar una serie de acciones de reestructuración
nacional, a fin de minimizar el costo social en el ámbito en el que se pretenda integrar.
Tamames plantea qué, para llegar a esa reestructuración, es necesario pasar por un periodo
transitorio para evitar cambios drásticos a fin de desembocar en la correcta unión política.
Se identifican cuatro formas de integración:
Sistemas de preferencias arancelarias
Zonas de Libre Comercio
Uniones Aduaneras
Mercado Común
Unión Económica y Monetaria
Sistemas de preferencias arancelarias
Este se define como: “Un conjunto de territorios aduaneros se conceden entre sí una serie
de ventajas aduaneras, no extensibles a terceros, debido a la suspensión internacional
aceptada de la clausula de nación más favorecida” (Tamames, 1991).
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En el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) ahora la OMC, se
institucionalizó entre sus partes contratantes la clausula de la nación más favorecida. Esta
establece la extensión automática de cualquier mejor tratamiento que se concederá o ya se
ha concedido a una parte a todas las demás partes en un acuerdo de comercio internacional.
Zonas de Libre Comercio
La Zona de Libre Comercio es un área formada por dos o más países sus miembros acuerdan
eliminar las barreras arancelarias, y las demás barreras comerciales entre los ellos, pero cada
miembro continúa con su política comercial con respecto a terceros; los miembros se comprometen a
respetar un conjunto de normas de origen, para garantizar que el comercio dentro de ella sea de
productos originarios de los países que la conforman (FEDEXPOR, 2007)
Cualquier TLC es una Zona de Libre Comercio, algunos ejemplos son el TLCAN, son la
EFTA (European Free Trade Asssociation), la Zona Australia-Nueva Zelanda y el AAE
Japón por mencionar algunos.
Uniones Aduaneras
En ellas, “Se eliminan aranceles y otras barreras comerciales entre los miembros, pero
imponen un arancel externo común contra terceros” (Ibíd.). Una Unión Aduanera supone la
inmediata suspensión o gradual de las barreras arancelarias y comerciales a la circulación
de mercancía entre los Estados que constituyen la unión. Este aspecto se conoce como
“desarme arancelario”.
Con la Unión Aduanera se originan algunos problemas. Establecida la libertad de comercio
sin barreras arancelarias ni restricciones cuantitativas dentro de la unión, es inevitable la
aparición de una serie de problemas derivados de la existencia de diferentes sistemas
monetarios, fiscales, de transporte de los diversos Estados participantes. Esto es, la
coordinación y el ajuste de los distintos tipos de cambio entre las monedas de los Estados
miembro, o la creación de una nueva unidad monetaria (como es el caso del Euro para la
Unión Europea) y el ajuste de las políticas públicas para todos los Estados miembros por
mencionar algún ejemplo. Paralelamente a la creación de una Unión Aduanera, se hace
necesario armonizar todos los elementos antes referidos, que en su conjunto componen el
marco institucional de la economía, es decir, la misma política económica, monetaria y
fiscal para los países miembros.
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Mercado Común
“Las mismas características de la Unión Aduanera, pero con la pretensión de crear progresivamente
una unión económica y política entre los miembros; además existe libre movimiento de factores que
la constituyen. (Ibíd.)”
Ejemplo de Mercado Común es el MERCOSUR integrado por Argentina, Brasil, Paraguay
y Uruguay, es una combinación de Unión Aduanera y Zona de Libre Comercio. Los países
actúan como bloque, estableciendo los mismos aranceles al comerciar con el exterior
anulando entre ellos los aranceles en frontera y permitiendo el libre tránsito de personas, así
como de capitales y servicios.
Unión Económica
“Consiste en la coordinación de políticas económicas de los Estados miembros, en la culminación del
mercado interior y en la definición de objetivos comunes de política económica. (Ibíd.)”
La Unión Económica va acompañada por una Unión Monetaria, esta puede quedar definida
de la siguiente forma:
Se asienta en la fijación irrevocable de los tipos de cambio entre las monedas de los países
participantes para lograr la implantación de una moneda única, así como en la aplicación de una
política monetaria y de tipos de cambio comunes, cuyo objetivo fundamental sea mantener la
estabilidad de precios (ibíd.)
El mejor ejemplo de la Unión Económica y Monetaria es el bloque de la Unión Europea ya
que tiene libre movimiento de bienes, servicios, capital y personas.
Las ventajas de la integración económica, de acuerdo con Tamames (1991) son los
siguientes:
Economías de escala
Intensificación de la competencia
Posibilidad de desarrollar nuevas actividades difíciles de emprender aisladamente
Aumento del poder de negociación
La formulación más coherente de la política económica nacional
La integración económica y las transformaciones estructurales
La aceleración del ritmo de desarrollo y el logro de un alto nivel de empleo
La difusión del proceso de integración
18
La integración trae desventajas a los países con sistemas productivos menos eficientes o de
menor nivel de apertura, ya que la eliminación de barreras comerciales supone mayor
competencia entre productores y aquéllos que no sean eficientes corren el riesgo de perder
el mercado. Dependiendo del nivel de integración hay pérdida de soberanía entre los
miembros del acuerdo. También con la integración se genera un aumento de las
importaciones.
Una vez definidos los conceptos de integración y sus diferentes niveles, se retoma la obra
de Comunicación y cultura organizacional en empresas chinas y japonesas de Rosalinda
Gámez Gastélum. En ella, la autora hace un estudio del impacto de la variable cultural en el
AAE Japón.
La forma de negociar del continente asiático está cambiando gracias a la globalización, ya
que demanda una mayor apertura de productos dada su baja producción agrícola. Debido a
esto, Japón es un país económicamente abierto por la necesidad de adquirir productos de
otros países. Sin embargo, México no se beneficia lo suficiente de tener a Japón como socio
comercial, debido a que el principal destino de las exportaciones mexicanas es Estados
Unidos.
Pese a todo, Japón representa una nueva alternativa para comerciar productos mexicanos.
El Acuerdo es el primero que Japón suscribe fuera de Asia, por lo que las ventajas que se
pueden adquirir de él son muchas. Y aun cuando la diferencia entre México y Japón es,
sobretodo cultural, no representa un impedimento a la hora de negociar. Algunas de estas
diferencias abarcan las condiciones laborales, actitudes, valores y expectativas. Gastelum
(2007) identifica cuatro condiciones: legales y éticas, políticas y económicas, las cuales se
profundizarán a continuación.
La primera, hace referencia a la condición social predominante que es la de los recursos
humanos deficientemente desarrollados. El personal debe ser importado de un país
capacitado, dado que son deficientes los conocimientos y los recursos para acceder a una
educación que ubique a la mano de obra como apta y calificada. El efecto que se esperaría
19
es el que la mano de obra importada funja como mano de obra capacitadora de otros, tal
como lo destaca Gastelum (2007):
Las condiciones sociales más significativas son:
1. Que la cultura local no esté familiarizada con la tecnología avanzada o con organizaciones
complejas; y,
2. La diferencia de ética laboral de los empleados que existe entre países.
Las condiciones legales y éticas, así como las prácticas empresariales varían de país a país.
En cuanto al sistema judicial en algunos países, es rápido y flexible, mientras que en otros
es lento y retrógrado.
Aquellos individuos que quieran negociar con un país extranjero, deben conocer las
diferencias en leyes, valores éticos que definen conductas aceptables y las inaceptables:
“Las condiciones políticas son aquellas que tienen un significativo efecto en el
comportamiento organizacional, un ejemplo de estas son la inestabilidad del gobierno, los
impulsos nacionalistas y la subordinación de empleadores y trabajadores de un Estado
autoritario” (Ibíd., p.162).
Desarrollando el concepto anterior, la inestabilidad política afecta directamente a cualquier
empresa que funja como país anfitrión, dado que los países invitados tienden a ser
precavidos en sus inversiones. En cuanto a los impulsos nacionalistas, se refieren a la
tendencia al rechazo por una mera cuestión cultural, se debe tener cuidado con este rubro,
ya que se puede caer en preceptos que involucren hasta la palabra racismo. La
subordinación de empleadores y trabajadores que es el último de los ejemplos que afecta el
comportamiento organizacional relacionado con la política, depende de reconocer si el
Estado actúa como un ente autoritario o da libertad laboral.
Finalmente, las condiciones económicas que Gámez Gastélum (2007) reconoce en países
subdesarrollados son: “el bajo ingreso per cápita, rápida inflación y desigual distribución de
la riqueza. La inflación, desigualdad laboral. Todas estas condiciones de represión
económica de un país representan, en muchos casos una oportunidad de expansión para una
empresa”.
20
2.1 Los modelos de interculturalidad
Gámez Gastélum además de identificar las condiciones que pueden impedir la introducción
de tecnología, presenta factores que contribuyen a la realización o al fracaso de un exitoso
Acuerdo. Existen diferencias culturales entre todos los países del mundo, así como también
asombrosas semejanzas. Estos factores de diferencia individual las identificó el doctor en
ciencias sociales de las Universidad de Maastricht, Geert Hofstede en su teoría Las
dimensiones culturales, probablemente el estudio más completo que se haya hecho sobre
los paradigmas culturales (López Correa, 2009).
Esta teoría fue realizada entre 1967 y 1973 en la cual, para llegar a ella, el profesor
Hosftede se basa en que “las culturas de los países pueden compararse entre ellas”.
Teniendo como muestra a 70 países, Hosftede analizó y simplificó complejos patrones
socioculturales y de conducta en cinco parámetros, mismos que utiliza Gámez Gastélum en
su obra. Estos se explican en el Cuadro 1 que a continuación se muestra.
Cuadro 1. Las Dimensiones culturales de Hofstede
Individualismo / Colectivismo
Mide el grado en que los individuos de una sociedad se
agrupan. Así tenemos culturas individualistas (cada
individuo se preocupa pos sus problemas) y culturas
colectivistas (los miembros del grupo que actúan de
forma conjunta). Los países más individualistas
principalmente países de habla inglesa, siendo USA el
país más individualista, seguido de Australia, Gran
Bretaña, Canadá, Nueva Zelanda y Finlandia. Los países
más colectivistas son Taiwán, Perú, Pakistán, Colombia y
Venezuela. México es catalogado como un país de los
más colectivistas, mientras que Japón es catalogado como
un país de los más colectivistas pero en menor grado.
Distancia de Poder
Mide el grado en que los miembros menos poderosos de
una sociedad aceptan que el poder se distribuya de forma
desigual. Las culturas de gran distancia al poder incluyen
a Filipinas, México, Venezuela, India, Singapur, Brasil,
Hong Kong, Francia, Turquía, Bélgica, Perú, Tailandia y
Chile. Mientras que las culturas de baja distancia al poder
incluyen a Austria, Israel, Dinamarca, Nueva Zelanda,
Irlanda, Suecia, Noruega, Finlandia, Suiza, UK,
Alemania, Australia, Holanda, Canadá y USA.
21
Elusión de la incertidumbre:
La elusión a la incertidumbre trata de la aceptación de la
sociedad de la incertidumbre y la ambigüedad frente a
una verdad absoluta. Según Hofstede, un país con alto
índice de incertidumbre tratará de evitar riesgos,
situaciones desestructuradas, o que se salgan de lo
habitual. Dichos países son más emocionales, suelen
reforzar la seguridad con leyes estrictas, y a un nivel
filosófico y religioso, creen en una verdad absoluta. Por
contra, los países con bajo índice suelen ser más
reflexivos, tolerantes y relativistas. En este caso México
es considerado un país con un nivel de incertidumbre alto
en el que una discrepancia es peligrosa y puede crear
tensión., mientras que Japón es un país con una
incertidumbre baja lo cual indica que las discrepancias
son mejores aceptadas y no deberían generar tensiones,
pocas reglas serán necesarias, se acepta mas el riesgo y se
prima el sentido común.
Masculinidad / Feminidad
En la primera se espera que el hombre sea el competitivo,
el que tiene éxito mientras que la mujer se espera se
dedique al cuidado de la familia. La feminidad es un tipo
de sociedad en que los papeles del hombre y de la mujer
se superponen, siendo Japón el país con la sociedad más
masculina y Suecia con el de sociedad más femenina,
México es considerado como un país masculino. En el
lugar 6.
Orientación Temporal
Ésta última dimensión, añadida con posterioridad, se
refiere a la orientación a largo o corto plazo de una
cultura. La orientación al largo plazo apunta a sociedades
con propensión al ahorro y a la perseverancia, y en el
caso del corto plazo, Hofstede hace referencia a
sociedades más tradicionalistas, preocupadas por las
obligaciones sociales, y caracterizadas por una mayor
diplomacia o tacto en el trato (evitando la brusquedad en
el lenguaje, por ejemplo, y hablando con más rodeos). Fuente: López Correa, A. (30 de Mayo de 2009). Managers Magazine. Recuperado el 15 de Mayo de 2010,
de http://managersmagazine.com/index.php/2009/05/las-dimensiones-culturales-de-hofstede/
Tal como destaca Gastelum (2007), “En el momento que una organización amplía sus
operaciones, esta se convierte en multicultural y enfrenta el reto de combinar varias
culturas”. Dentro de los 70 países que Hofstede tomó como muestra para la elaboración y
22
formulación de su teoría, entran México y Japón3, como se observa en el cuadro 1, estas
son dos naciones completamente diferentes. Para corroborar esta aseveración, se recurre al
segundo modelo de interculturalidad. Esta fue desarrollada por el antropólogo Edward T.
Hall, mejor conocido por su trabajo en relaciones interculturales y comunicación. Ha sido
consultado por empresarios y agencias de gobierno de distintos países. En una de sus obras
Beyond Culture, elaborada en 1976, Hall define dos tipos de culturas en función del
contexto, estas son: Culturas de contexto alto y culturas de contexto bajo.
Culturas de contexto alto CCA
Aquí las palabras tienen menos importancia y más el contexto. Estas culturas se utilizan
menos documentos legales, la palabra es determinante, ello hace que las negociaciones sean
mucho más lentas.
La posición social es determinante y el conocimiento sobre ella también. Japón y los países
árabes son ejemplos de estas culturas. Los procesos son mucho más lentos, es necesario
establecer una relación personal que establezca una confianza entre las partes. Esta puede
ser muy confusa para aquellas culturas que no entienden las “reglas escritas” de la cultura.
Culturas de contexto bajo CCB
Con mensajes explícitos, en los que las palabras transmiten la mayor parte de la
información. Los documentos legales se consideran indispensables. Europa y los Estados
Unidos son ejemplos de estas culturas.
Hall establece diferentes factores para que se ejemplificar mejor las diferencias existentes y
como contrastan entre sí, haciendo suponer que no es posible hacer o establecer negocios
entre los dos tipos de culturas. En el Cuadro 2 se ejemplifica las diferencias existentes entre
las culturas de bajo contexto con las de alto contexto, cabe mencionar que, aunque parezca
que entre las dos culturas es imposible establecer una negociación, Hall incluye la forma en
que las culturas pueden interactuar entre ellas en cinco puntos básicos:
3 Véase Anexo 1, Las dimensiones culturales de Hosfstede.
23
1. Las culturas de contexto alto evitan el llegar al punto culminante de la negociación
tan rápido, se recomienda el conocerse a fin de obtener confianza entre amabas
partes.
2. Las culturas de contexto alto evitan las informalidades a fin de no creerse ofensivos.
3. La norma de comunicaciones entre personas es indirecta e implícita para no ofender
o herir sensibilidades.
4. El cumplimiento de reglas o contratos es relativo, no existe una posición absoluta de
falso o verdadero.
5. Las relaciones personales son un factor importante al momento de negociar, puede
ser un factor decisivo al tiempo de finiquitar la negociación.
Con estos puntos se comprueba que, a pesar de las diferencias entre México y Japón, no es
imposible llegar a la culminación de una negociación, un trato o un acuerdo. Si se siguen
las reglas y se complace en conceder a los japoneses la adaptación por parte de
comerciantes mexicanos en su forma de tratar, el establecimiento de una reciprocidad es
viable.
24
Cuadro 2. Distinciones culturales
Cultura de contexto alto
CCA
Cultura de contexto bajo
CCB
Apertura en los
mensajes
Muchos mensajes encubiertos
e implícitos, con el uso de la
metáfora y lectura entre líneas.
Mensajes explícitos que son
simples y claros.
Percepción del control
y la atribución del
fracaso
Control interno y la aceptación
personal de fracaso.
Control externo y la culpa de
los demás por fallar.
Uso de la
comunicación no
verbal
Mucho uso de la
comunicación no verbal.
Se enfoca más en la
comunicación verbal que en el
lenguaje corporal.
Expresión de la
reacción
Reservados, reacciones hacia
el interior.
Reacción visible, externa, hacia
afuera.
Cohesión y la
separación de los
grupos
Fuerte distinción entre grupos
de adentro y grupos de afuera.
Fuerte sentido de familia.
Patrones de agrupamiento
flexibles y abiertos, cambiante
según sea necesario.
Características de las
personas
Personas con fuertes lazos, con
la afiliación a la familia y a la
comunidad.
Frágiles lazos entre las
personas, con poco sentido de
la lealtad.
Nivel de compromiso
con las relaciones
Alto compromiso con las
relaciones a largo plazo. Tiene
mayor valor la relación que la
materia a negociar.
Bajo compromiso con la
relación. Mas importante la
materia a negociar que las
relaciones.
La flexibilidad del
tiempo
El tiempo es abierto y flexible.
El proceso es más importante
que el producto.
El tiempo es muy organizado.
El producto es más importante
que el proceso.
Tiempo
Monocrónico, hacer una cosa a
la vez. Cuidadosa
planificación y administración
del tiempo.
Policrónico, la interacción
humana es un valor con el
tiempo y las cosas materiales,
dando lugar a una preocupación
menor a hacer las cosas.
Acciones Una cosa a la vez. Varias cosas a la vez.
Enfoque Concentrados en el trabajo. Fácilmente distraídos.
Prioridades El trabajo. Las relaciones.
Tiempos de entrega Hace hincapié en la rapidez. Dependiendo de la relación es
la rapidez. Fuente: Hall, E. T. (1976). Beyond Culture. Estados Unidos: Anchor Books.
25
2.2 Diferencia entre Acuerdo de Asociación Económica y Tratado de Libre Comercio
México es el país con el mayor número de tratados comerciales firmados en el mundo
sumando 12 con el de Japón. De acuerdo con la Secretaria de Economía4.
Por tratados celebrados por México, debe entenderse cualquier "acuerdo internacional celebrado por
escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un instrumento único o en
dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular" (artículo 2, inciso
a), de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969), así como aquellos
celebrados entre México y organizaciones internacionales (Secretaria de Relaciones Exteriores,
2010).
Los AAE son llamados acuerdos de segunda generación, pues además de la liberalización
del comercio y de la inversión, incluyen un apartado sobre cooperación entre los socios. En
ese sentido son más comprehensivos que los TLC. La Japan External Trade Organization
(JETRO), Organismo oficial para promover el Intercambio económico de Japón elaboró un
documento en colaboración con la Secretaria de Economía (SE), en el cual define y delinea
qué es y cuáles son las diferencias entre un Acuerdo de Asociación Económica y un
Tratado de Libre Comercio. Para ofrecer mayor entendimiento entre estos términos véase
Cuadro 3 en el que se muestran los rubros concernientes a cada documento.
Cuadro 3. Componentes que integran un TLC y un AAE
TLC AAE
Acceso de mercados (aranceles)
Reglas de Origen
Inversión
Servicios
Compras Gubernamentales
Competencia
Normatividad
Propiedad Intelectual
Mejoramiento del Ambiente de
Negocios
Cooperación bilateral
Fuente: Japan External Trade Organization. (2004). Relaciones económicas México-Japón. México: JETRO.
4 Véase Anexo 2. Tratados de libre comercio suscritos por México.
26
Como se observa en el Cuadro 3, los elementos que integran el AAE Japón son
lineamientos que acordaron los países para mejorar las relaciones entre ambas naciones. En
la declaración conjunta del Acuerdo los países establecieron varios puntos:
Confiamos en que al concluir este Acuerdo, México y Japón estarán en posibilidad
de aprovechar al máximo su complementariedad económica y promover aún más el
desarrollo de sus respectivas economías, mediante la creación de un mercado
armonizado de gran escala para ambos países y la aceleración de reformas
estructurales.
Creemos también que este Acuerdo creará un marco de comercio e inversión
claramente establecido y seguro, y garantizará un entorno comercial previsible para
una mayor expansión del comercio y la inversión entre nuestras naciones.
Confiamos firmemente en que este acuerdo será utilizado plenamente por los
sectores privados de ambos países para desarrollar el enorme potencial de la
relación bilateral de comercio e inversión.
Reconocemos la importancia de mejorar el ambiente de negocios de ambos países
para promover el comercio y la inversión bilateral y expresamos la voluntad de
nuestros Gobiernos para abordar temas relacionados con la mejora del ambiente de
negocios a través de los mecanismos de consulta establecidos en el Acuerdo.
En particular, vemos con beneplácito la creación del Comité para la Mejora del
Ambiente de Negocios que se espera se reúna en breve, tras la entrada en vigor del
Acuerdo.
Lo que se pretende lograr con el establecimiento de un TLC es la facilitación de flujo de
bienes y servicios, aumento de exportación e inversiones, desarrollo económico y
generación de empleos. Al agregar el elemento de AAE simultáneamente se incorporan el
elevar la competitividad de las empresas PYME Mexicanas, establecer oportunidades de
negocios y elevar la competitividad de las empresas japonesas instaladas en México (Japan
External Trade Organization, 2008).
27
Ambos conceptos son a primera vista similares pero en el fondo contienen diferencias
importantes.
Acuerdos de Asociación
Contienen secciones de dialogo político y cooperación, sumamente desarrolladas,
que definen agendas claras en cuanto a ayudas anuales, presupuestos y emergencias.
La parte comercial de los Acuerdos de Asociación son negociados de la misma
manera que un Tratado de Libre Comercio. Usualmente es el ultimo en negociarse
debido a las complejidades que puede traer.
Además de los pilares fundamentales, también se incluyen capítulos de inversión,
contratación pública, propiedad intelectual y otros que tienen una relación directa
con el apartado comercial.
Tratado de Libre Comercio
Es una negociación basada únicamente en un apartado comercial, añadidos siempre
capítulos de inversión, propiedad intelectual, contratación pública e incluso pueden
negociarse pequeñas cooperaciones internacionales.
Pero, el hecho de que un TLC no contenga en si clausulas de nivel político o de
cooperación no significa que cuando se celebren entre dos países estos tratados, la
asociación vaya a ser estrictamente económica, la dimensión multilateral no es tan
fácil, ya que la separación entre política y economía no se clarifica tan fácilmente.
En el cuarto capítulo se especifica en qué programas se establece la cooperación aunada al
intercambio comercial presentada en el AAE Japón. Es decir, se explican en que los
Acuerdos de Asociación son de mayor calado e importancia para los países ya que
conllevan mayores compromisos.
28
3. Antecedentes de las relaciones México-Japón
Diversos acercamientos entre México y Japón han tenido lugar a través de la historia y,
estos han sido de diversa índole como culturales, económicos, educativos y políticos. El
primero de estos tuvo lugar en 1609 y el último fue la visita del Presidente de México,
Felipe Calderón Hinojosa en febrero de 20105. Una síntesis de los acercamientos más
relevantes entre estas naciones son las que hace Keizo Tanaka, Presidente del Comité
Organizador del “400 Aniversario México-Japón”, En esta síntesis, el autor menciona los
contactos más importantes entre ambas naciones. A continuación un resumen de estos
encuentros:
El primer contacto entre estas naciones fue el 30 de septiembre de 1609 cuando el galeón “San
Francisco” de Rodrigo de Vivero, Ex gobernador Interino de las Islas Filipinas naufragó en Onjuku,
prefectura de Chiba, este regresaba a la Nueva España (hoy México) y sus lugareños rescataron a los
317 tripulantes. Durante su estancia, Don Rodrigo de Vivero fue recibido por los gobernantes Ieyasu
y Hidetada Tokugawa y fue así como comenzaron las relaciones entre Japón y México. Al año
siguiente, Don Rodrigo de Vivero y otros tripulantes regresaron a la Nueva España en el barco
regalado por Ieyasu. Les acompañaron algunos japoneses, quienes fueron los primeros japoneses que
pisaron tierras mexicanas.
Desde entonces ha habido diversos acontecimientos históricos entre Japón y México como la visita
de Tsunenaga Hasekura (1614), por orden del Señor feudal Masamune Date, el grupo de Hasekura
Tsunenaga viajó a Europa. En su trayectoria llegaron al puerto de Acapulco donde tuvieron una gran
bienvenida y algunos japoneses decidieron quedarse en México. Existe el documento en Guadalajara
que es testimonio de la presencia de 4 personas “de nación Japón”.
Otra proximidad fue la visita a Japón de la Comisión Científica para la observación del paso Venus
(1874). Su líder Francisco Díaz Covarrubias, después de haber tenido éxito en la observación
astronómica e impresionado por la gran bienvenida por parte de Japón, regresó a México y
recomendó a su Gobierno que sostuviera una relación oficial con Japón, lo cual fue un avance
importante para que más tarde se estableciera la relación diplomática entre ambos países.
De esa visita derivó el primer acuerdo firmado entre México y Japón, el Tratado de Amistad,
Comercio y Navegación (1888), el primer tratado igualitario que concertó Japón con un país fuera de
Asia. Este fue un acontecimiento importante para que Japón pudiera seguir estableciendo relaciones
igualitarias con otros países de América y de Europa.
El establecimiento de la colonia Enomoto (1897), 35 personas salieron del Puerto de Yokohama para
inmigrar a México, al Estado de Chiapas. El grupo se le denominó “Grupo de Inmigración Enomoto”
y este fue el primer grupo oficial de inmigrantes japoneses en toda América Latina.
Después el apoyo de México a Japón en la post-guerra, en la Asamblea General de la ONU en 1948,
México planteó concertar un tratado de paz con Japón. México ratificó el Tratado de Paz de San
5 Véase Anexo 3. Historia de la relación entre México y Japón.
29
Francisco con Japón en 1951, como segundo país en ratificarlo en el mundo y al año siguiente la
relación diplomática entre Japón y México se reinició. El Gobierno mexicano nombró al famoso
poeta Octavio Paz para Encargado de Negocios a. I. De la Embajada de México en Japón, quien se
reforzó en el fortalecimiento de las relaciones culturales entre ambos países. La reanudación de las
relaciones diplomáticas (1952) (Tanaka, 2010).
Las relaciones entre ambas naciones no han sido sencillas, las diferencias culturales y
algunos sucesos de la historia de cada país retrasaron el establecimiento de una relación
comercial. El primero de esta índole fue el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación
siendo éste el primero de varios convenios establecidos hasta 20106. Sin embargo, antes de
su firma en estos países sufrían diferentes eventos históricos importantes. Taku Okabe,
Doctor en derecho de la Universidad de Seio, Tokio, Japón, menciona en su Sinopsis del
Acuerdo de Asociación Económica entre México y Japón, las restricciones del gobierno
japonés hacia los diferentes acuerdos que se firmaron durante los años anteriores al tratado
con México y el contexto histórico de las firmas de los mismos.
Japón tomó la política de aislamiento del país (año 1633). Mientras que otros países vivían la
Revolución Francesa y la independencia de Estados Unidos, además de la independencia de los
países de América Latina, Japón seguía con su aislamiento total (su objetivo principal era impedir la
invasión de la religión católica), ya que para Japón no significaban nada estos movimientos.
En 1853 llegó un americano llamado Perry a Japón y obligó a abrir el país, y en 1858 Japón firmó
un tratado con Estados Unidos sobre la amistad y el comercio. Poco después se firmaron tratados
comerciales también con Rusia, Holanda, Inglaterra y Francia; pero estos tratados negaban los
derechos aduaneros por parte de Japón y concedieron la extraterritorialidad a los residentes
extranjeros, por lo tanto eran tratados desiguales, de manera humillante. Entrando a la nueva edad
Meiji7, el tema principal que ocupó al gobierno de esta época era tratar de abolir los tratados
desiguales. Pero el obstáculo máximo para eso era el hecho que no existía el derecho civil que había
disciplinado los derechos fundamentales de los ciudadanos. Por lo tanto, para pedir la abolición de
los tratados, era necesario que se redactara el derecho civil que disciplinara las relaciones jurídicas
fundamentales de la vida humana. Aquí surgieron las sucesiones de los derechos occidentales
principalmente, y esto se hizo la razón con la que califican al derecho japonés como jurídico
romanista después.
6 Véase Anexo 4. Tratados bilaterales.
7 La era Meiji fue el periodo de la historia moderna del Japón, iniciado en 1868 y terminado en 1912, en el
cual fueron abolidos los privilegios feudales, introducida la técnica occidental e iniciada la Revolución industrial. (Salvat Editores, S.A., 1971). Véase Anexo 5. Descripción de la Era Meiji.
30
En 1888, después de volver a abrir el país, Japón firmó el Tratado de Amistad, Comercio y
Navegación con México, el cual fue el primero en términos de igualdad con un país occidental.
Durante las dos guerras mundiales, al no haber tenido un choque directo entre dichos países había
seguido el intercambio entre ambos países positivamente. Entre México y Japón no hay problemas
políticos serios o experiencias amargas en el pasado; hasta la fecha su relación ha sido básicamente
amistosa.
Japón, después de la segunda guerra mundial, logró un inmenso desarrollo económico. En esta
tendencia, las administraciones de Luis Echeverría y José López Portillo en la década de los setenta
captaron a Japón no como un simple proveedor de capitales y tecnología alternativo a Estados
Unidos, sino como una de las potencias económicas emergentes más importantes que podrían
coadyuvar al desarrollo nacional.
Recientemente, se han mantenido varias comunicaciones o cooperaciones en materia cultural y
económica entre ambos países. Se han hecho varias visitas de los ministros importantes entre México
y Japón desde la década de los noventa a la fecha.
Como ya se mencionó, Japón había pugnado por abolir los tratados desiguales de entonces con los
países poderosos de Europa y Estados Unidos de América. México fue el primer país que firmó el
tratado de amistad “igual recíprocamente”, e inspirado por dicha concertación Japón comenzó a
revisar positivamente los tratados desiguales con otros países y logró firmarlos en términos de
igualdad en los siguientes nueve meses. Este hecho histórico es importante resaltarlo porque Japón
intentó escoger a México como su socio en un tratado de libre comercio (Okabe, 2004).
Entre México y Japón ha habido una sola confrontación a lo largo de la historia, la cual
ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, lo que se puede deducir de la relación histórica
de ambas naciones, es que a pesar de ser Japón uno de los pocos países con los cuales se ha
establecido una declaración de guerra, la preferencia otorgada a México por parte del
Japón ha sido preferente, lo que México significa para ésta nación dado el acercamiento
cultural que han tenido a través de la historia, las distinciones diplomáticas concedidas a
México, los términos del primer Acuerdo colocando a México como su igual en una
negociación y el exitoso desempeño de la comunidad de origen japonés en territorio
mexicano, suponen un entendimiento sencillo entre ambas naciones y un camino que
favoreció el establecimiento del Acuerdo de Asociación Económica. Sin embargo es
relevante analizar la relación desde una perspectiva global en términos de intercambio
comercial, tal como se hará a continuación.
31
3.1 Revisión histórica de la relación bilateral
Históricamente, México mantiene una relación preferente con Japón. Las administraciones
de Luis Echeverría y José López Portillo en la década de los setenta lo ubicaban no como
un simple proveedor de capitales y tecnología alternativo a Estados Unidos, sino como una
de las potencias económicas emergentes más importantes que podrían coadyuvar al
desarrollo nacional (Kerber Palma, 2001).
Durante la Segunda Guerra Mundial el gobierno de México, ante el conflicto entre Estados
Unidos y el Japón y de acuerdo con las resoluciones de la Convención de Cancilleres de la
Habana, resolvió y así lo notificó al Ministro de Japón en México Sr. Miura, que México
rompe sus relaciones diplomáticas con ese país (INEHRM , 2010).
Contestando a la pregunta del Ministro del Japón, quien entrevistó la noche del 8 de
diciembre de 1941 al Secretario de Relaciones Exteriores Lic. Ezequiel Padilla, sobre el
hecho de si el rompimiento de relaciones significa que México declara la guerra al Japón, el
Canciller mexicano respondió negativamente (ibíd.)
Asimismo, el propio alto funcionario indicó al representante del Imperio del Sol Naciente
que estaba enterado de que, por la situación existente, ni el Ministro Japonés en México
podría salir para su país, ni el de México en el Japón Gral. José Luis Amezcua disponía de
medios para hacerlo, y reiteró al representante del Gobierno nipón que, durante su estancia
en México, él y el personal de su legación contarían con garantías para sus personas y
podrían seguir viviendo en el edificio de su misión (ibíd.)
México, ante la posibilidad de una agresión por parte de las naciones del Eje, tomó medidas
precautorias reforzando la vigilancia y defensa de las costas del Pacífico. Estas medidas
interesaban particularmente a los Estados Unidos de Norteamérica, la responsabilidad de
esta misión se le encargó al Gral. Lázaro Cárdenas. El gobierno mexicano, presidido por el
Gral. Manuel Ávila Camacho, antes de tomar una decisión que llevara a una declaratoria de
guerra, analizaba los diferentes factores que pudieran afectar o no a nuestro país (ibíd.)
32
México vendía petróleo a Estados Unidos y sus buques-tanque navegaban por el Golfo de
México. Este comercio no convenía a las potencias del Eje, motivo por el cual los
submarinos alemanes amenazaron a los buques mercantes de México, advirtiendo que esta
actividad podría tener severas consecuencias. Cumpliendo sus amenazas, los alemanes
torpedearon y hundieron el buque-tanque Potrero del Llano, el 14 de mayo frente a las
costas de Florida, muriendo en el incidente 5 marinos mexicanos (ibíd.)
El gobierno mexicano presentó una formal protesta por dicho acontecimiento ante Hitler,
pero éste ni siquiera se molestó en contestar. De hecho, la respuesta alemana fue el
hundimiento de otro barco petrolero mexicano, el Faja de Oro, perpetrado el 22 de mayo.
Ante dichas agresiones, el Presidente de la República, Gral. Manuel Ávila Camacho, se
reunió de inmediato con su gabinete, acordando solicitar al Congreso formalizar el estado
de guerra, el cual fue aprobado (ibíd.)
La participación mexicana, se había limitado a la defensa de las costas californianas,
incluidas las de Estados Unidos, pero este país presionaba para que se mandara una "fuerza
simbólica" al campo de batalla, Ávila Camacho cauteloso y sabiendo que el pueblo se
oponía al reclutamiento forzoso de los conscriptos, determinó enviar a un escuadrón aéreo
profesional integrado por 300 hombres: el Escuadrón 201. El Escuadrón 201 recibió
entrenamiento en un campo aéreo de Texas. Dicho Escuadrón voló hacia Filipinas el 27 de
marzo de 1945 y entró en combate el 7 de junio del mismo año, incursionando sobre las
posiciones japonesas establecidas en Formosa (ibíd.)
El Escuadrón 201 perdió cinco hombres durante las acciones bélicas del Pacífico, La
participación de México en la Segunda Guerra Mundial, costó al país tres millones de
dólares aproximadamente. El hecho de haber participado con los aliados, confirió a México
el derecho de figurar entre las naciones victoriosas (ibíd.)
El comercio bilateral entre México y Japón cobró importancia hasta la segunda mitad del
siglo XX. La doctora Mireya Solís, del Colegio de México, elaboró un estudio para la
Subsecretaría de Negociaciones Comerciales Internacionales (SECOFI) titulado México y
Japón: las oportunidades del libre comercio. En el cual, el análisis histórico que realiza
33
hasta los años 90 demuestra no sólo los altibajos de la relación entre ambas naciones, sino
la fuerte inversión por parte de la nación nipona en México, la gran diferencia entre las
importaciones y exportaciones y la influencia de ser vecinos de Estados Unidos afectando
la relación con Japón.
No fue sino hasta la segunda mitad del siglo veinte que cobró importancia el intercambio económico
entre México y Japón. Finalizada la segunda guerra mundial, durante la década de los 50, el
comercio entre las dos naciones fue modesto en términos absolutos, pero creció a ritmos saludables
debido, básicamente, a las exportaciones mexicanas de materias primas a Japón. A finales de la
década (1958), las importaciones de Japón se habían incrementado a $13 millones de dólares, pero
las exportaciones mexicanas al país asiático se habían incrementado aún más rápidamente hasta
alcanzar $94 millones de dólares. El éxito exportador de México al mercado japonés obedeció
principalmente a las ventas de un solo producto: algodón.
Durante la década de los 60 y los 70 los patrones comerciales continuaron siendo básicamente los
mismos: México exportó productos primarios y compró productos manufacturados. Hubo cierta
diversificación en las exportaciones mexicanas ya que el camarón, la sal, y el maíz ganaron
participación en el mercado japonés8
Por otro lado, las exportaciones japonesas a México pasaron de productos de manufactura ligera
(textiles) a productos manufacturados más sofisticados (químicos, maquinaria, etc.). En 1968,
México y Japón firmaron un Tratado de Comercio y Navegación para promover su intercambio
económico y el volumen bilateral de comercio se incrementó en años subsecuentes. Las
exportaciones mexicanas a Japón alcanzaron la cifra de $151 millones de dólares en 1970, y las
importaciones sumaron $93 millones de dólares ese mismo año. Para 1975, las exportaciones
mexicanas habían alcanzado los $212 millones de dólares y las importaciones de Japón llegaron a los
$347 millones de dólares.
En sus etapas iniciales, la inversión japonesa se vio fuertemente influenciada por la expansión del
mercado doméstico mexicano. No obstante, los fabricantes japoneses rápidamente se convirtieron en
los inversionistas más activos en México. Nissan Mexicana, por mucho la compañía japonesa más
grande en México, se estableció en 1966 para abastecer al mercado local. En el sector
eléctrico/electrónico, las compañías japonesas llegaron a México desde mediados de los 60 y 70:
Toshiba (1966), Mitsubishi (1971), Hitachi (1972), NEC (1975), y posteriormente, Matsushita
(1979) y Sony (1980).
A finales de los años setenta, el pivote entre ambas economías lo constituyó el petróleo, al grado de
que Japón concentró casi 85% de las exportaciones petroleras de México en 1980. Después del
repliegue ocasionado por la crisis de la deuda externa en 1982, la presencia nipona en México cobró
un nuevo impulso recurriendo a la estrategia de establecer plantas maquiladoras en México para,
desde aquí, exportar sus productos a Estados Unidos (García de León, 2010).
En 1987 había alrededor de 20 maquiladoras japonesas concentradas en el corredor industrial de
Tijuana, conocido como la Mesa de Otay (Kerber Palma, 2001).
Sin embargo, la caída de los precios del petróleo y el incremento de las tasas de interés
internacionales comprometieron seriamente las perspectivas de crecimiento de México. La
consiguiente crisis crediticia puso fin al crecimiento acelerado del intercambio económico entre
México y Japón. No se deterioraron las exportaciones mexicanas a Japón, sino que por el contrario,
se incrementaron de $1,435 millones de dólares en 1981 a $1,888 millones en 1983. Esto fue posible
porque la reducción en los precios del petróleo fue compensada por un incremento en el volumen de
8 En 1970 México se convirtió en el proveedor más importante de camarón de Japón. (Solís, 2000)
34
ventas. Las importaciones mexicanas de Japón, sin embargo, cayeron dramáticamente debido a la
recesión y a la escasez de divisas. Esto revirtió la balanza comercial bilateral con México, mostrando
un superávit al inicio de la década de los 80.
Los flujos de IED japonesa a México empezaron a recuperarse en la segunda mitad de la década de
los 80, atraídos en esta ocasión por el sector exportador mexicano. Por ejemplo, entre 1976 y 1980,
se abrieron 18 plantas Japonesas en México, de las cuales sólo cinco eran maquiladoras. En
contraste, entre 1981 y 1990, más de la mitad de las nuevas plantas japonesas en México operaban
como maquiladoras (un total de 56 plantas nuevas).
Al finalizar los años 80 y haciendo una revisión de cómo ha ido evolucionando la relación,
se demuestra que a pesar de las fluctuaciones en la relación comercial, México
tradicionalmente ha exportado productos primarios a Japón (algodón, camarón y petróleo)
mientras que ha importado productos industrializados (manufacturas ligeras y maquinaria).
En el área de inversión extranjera directa, cuando menos tres diferentes estrategias han
orientado los proyectos de inversión japonesa en México a través de los años: producción
local para un mercado protegido, búsqueda de suministro de petróleo y participación en una
industria de bienes de capital en expansión, y exportación al mercado estadounidense.
Durante los años 90, la economía japonesa se sumió en un prolongado letargo económico.
El PIB apenas creció, en promedio, 1.4% cada año, lo que constituía sólo una tercera parte
de la tasa de expansión mostrada por el PIB en la etapa de crecimiento estable (1975-
1991)9. La economía nipona había perdido competitividad internacional al enfrentar una
estructura de costos muy elevada. El llamado sistema de los cuarenta, establecido en los
años de la guerra con su controles excesivos en ciertos sectores, como el de distribución, el
agrícola y el financiero, y los tesoros del sistema de empleo (empleo vitalicio y salario por
antigüedad) ya no funcionaban como en los tiempos de crecimiento acelerado. Este sistema
introdujo medidas rígidas en la economía que no le permitían responder de manera
adecuada a los cambios en el entorno internacional. Como consecuencia a los japoneses les
era difícil competir en el exterior, por lo que comenzaron a trasladar sus plantas a otros
países, para aprovechar costos más bajos. Este fenómeno se conoce en Japón como el
kûdoka o de-industrialización (Falck Reyes, 2007).
9 Específicamente de 1991 a 2002, la economía creció en promedio anual 1.4%. (Falck Reyes, 2009)
35
Por otra parte, en la mayor parte de los años noventa, el yen continuó revaluándose
(proceso que había iniciado en 1985, con el llamado Acuerdo del Plaza10
), lo que ejerció
mayor presión sobre la de-industrialización, ya que las grandes empresas buscaron
ubicaciones de menor costo en el extranjero. Ése fue el mecanismo por medio del cual los
exportadores japoneses lograron mantener su competitividad, generando cuantiosos
superávit comerciales que, a su vez, impulsaban la revaluación del yen, ya que el creciente
flujo de divisas no tenía salida (con la misma rapidez) en las importaciones, que estaban
restringidas por el menor grado de liberalización en los sectores protegidos. Como
respuesta, el gobierno japonés introdujo una serie de cambios graduales en la economía:
privatización de empresas públicas y desregulación de los sistemas de distribución,
financiero y alimentario (Falck Reyes, 2009).
Como lo señala el Dr. Ellis S. Krauss, profesor de la Universidad de San Diego, California,
hasta el inicio de los años ochenta, la política exterior de Japón giraba, en buena medida,
alrededor de su relación bilateral con Estados Unidos. Sin embargo, el éxito económico de
Japón y el creciente superávit comercial con Estados Unidos condujeron a un rápido
deterioro en las relaciones comerciales entre los dos países, lo cual desató disputas
comerciales acerca de productos de media y alta tecnología que afectaban a industrias
claves en Estados Unidos. Japón reaccionó con un cambio de estrategia comercial, de un
bilateralismo a un multilateralismo regional con la promoción del Mecanismo de
Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), establecido en
Canberra en 1989. Los principales pilares de la APEC serían la liberalización del comercio
y la inversión para promover la integración entre sus miembros sobre bases muy flexibles e
incluyentes. Sin embargo, cuando en 1997 la APEC se propuso avanzar en la liberalización
con la apertura de ciertos sectores (Iniciativa de Liberalización Sectorial Voluntaria
Temprana), hubo diferencias entre algunos de sus miembros como Japón y Estados Unidos,
lo que condujo al fracaso de esta iniciativa y mostró las limitaciones de la APEC para
promover la liberalización del comercio y la inversión (Krauss, 2003).
10
El Acuerdo del Plaza del 22 de septiembre de 1985 fue el resultado de la reunión, en Nueva york, de los ministros de finanzas del grupo de los países industrializados, quienes acordaron llevar a cabo una política internacional coordinada para que los tipos de cambio ajustaran los desequilibrios externos. El acuerdo consideraba que los tipos de cambio deberían reflejar las condiciones económicas fundamentales y que, por tanto, era deseable la apreciación de las monedas diferentes al dólar. El gobierno de Japón se comprometió a apreciar el yen. (Falck Reyes, 2009)
36
En tanto otros países avanzaban en la apertura de sus economías con diferentes formatos de
integración, como el de la Unión Europea o el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN) para Japón, el modelo de liberalización reciproca por medio de acuerdos
de asociación económica representaba un importante reto. Sobre todo por el proteccionismo
que tradicionalmente había otorgado al sector agropecuario. No obstante, Japón se quedaba
rezagado respecto al acceso preferencial tanto en comercio como en inversión que gozaban
los países que mantenían tratados de libre comercio. Este factor, aunado a su pérdida de
competitividad, impulsó a la nación nipona a flexibilizar su política comercial y entrar de
lleno en la nueva tendencia del regionalismo bilateral. El primer acuerdo que firmó fue en
2001 con Singapur (Ibíd.)11
.
Durante la década de los 90 hubo cambios importantes en la composición del comercio
bilateral entre México y Japón. Se dio una caída en el valor de exportaciones de petróleo y
combustible a Japón; de $1.1 mil de millones de dólares en 1990 a $252.8 millones de
dólares en1999. Al inicio de la década, México seguía siendo mono exportador a Japón, ya
que el petróleo representaba el 80.2% del total de las exportaciones al país asiático. Sin
embargo, a través de la década, la participación del petróleo en el total de exportaciones a
Japón se redujo al 65% en 1992, 44.7% en 1994, 43.2% en 1996, y 15.3% en 1998. La
drástica caída en el valor de las exportaciones petroleras a Japón en 1998 se debió, en gran
medida, a la severa reducción en los precios internacionales del petróleo, pero reflejó
también una reducción del 33.4% en el volumen de barriles embarcados a Japón. Sin
embargo, durante 1999 la participación de este producto en las exportaciones de México a
Japón se incrementó a 32.5% debido a la recuperación de los precios del petróleo (Solís,
2000).
Tradicionalmente, México ha exportado a Japón productos primarios. Además del petróleo,
los principales artículos de venta de México a Japón incluyen vegetales, pescado, frutas,
algodón, café, carnes, y sal. En 1999 estos productos (excluyendo el petróleo) representaron
el 13.6% de todas las exportaciones a Japón. Particularmente, vale la pena notar el rápido 11
En 2008 Japón tenía nueve acuerdos firmados: Singapur (2001), México (2004), Malasia (2005), Filipinas (2004), Chile (2006), Tailandia (2005), Indonesia (2006), Brunei (2006) y la ANSEA (2007). (Falck Reyes, Relaciones transpacíficas: el Acuerdo de Asociación Económica México-Japón, 2009)
37
incremento de las exportaciones de carne de cerdo a Japón. Cuando Taiwán dejó de cumplir
con las normas fitosanitarias japonesas, los exportadores mexicanos de carne lograron
capturar una participación en ese mercado y en 1999 México fue el cuarto proveedor más
importante de esta carne a Japón. Otro producto en donde México tiene un lugar
preponderante en el mercado japonés es el limón persa, ya que ese mismo año las
exportaciones mexicanas representaron el 98.6% de todo el consumo japonés de este tipo
de cítrico (Ibíd., p. 16).
Por otro lado, los productos manufacturados siempre han dominado las importaciones
mexicanas provenientes de Japón. Es interesante notar que a lo largo de la década de los 90
la maquinaria eléctrica/electrónica y la maquinaria en general han sido, los artículos más
importados por México con un valor de $1.5 y $1.3 miles de millones de dólares
respectivamente en 1999. En1999, estas dos industrias representaron el 56.7% de las
importaciones mexicanas de Japón. Evidentemente, ha habido una marcada concentración
de las industrias japonesas que con éxito han penetrado el mercado mexicano. Otro sector
japonés que recientemente ha tenido progreso en sus ventas hacia México es el de equipo
de transporte. Las importaciones de este equipo se incrementaron de $13.49 millones de
dólares en 1990 a $413.47 millones de dólares en 1999, es decir el 8.13% de todas las
importaciones (Ibíd., p. 17).
De este progreso en el intercambio comercial se responde a qué México fuera la segunda
opción para Japón al momento de establecer un Acuerdo de Asociación Económica. Esta
elección fue la respuesta del gobierno nipón a la presión de las empresas transnacionales
japonesas establecidas en México (muchas de las cuales habían llegado con el esquema
maquilador) que se vieron en desventaja cuando este país eliminó, en 2001, el sistema de
exención de impuestos a la exportación de material y equipo utilizados en la producción de
exportaciones hacia Estados Unidos para cumplir con los compromisos contraídos con sus
socios en el TLCAN. Aunque México estableció un programa sectorial para aminorar el
efecto en los costos de las importaciones de insumos de las empresas de terceros países,
estas medidas no dejaron satisfechas a las maquiladoras automovilísticas y electrónicas
japonesas. De ahí que la firma de un acuerdo constituiría una buena alternativa que, a su
38
vez, coincidía con los objetivos de la nueva política comercial japonesa (Falck Reyes,
2009).
En México, el impulso a los acuerdos de libre comercio había comenzado un decenio atrás,
a mediados de los años ochenta, cuando inició el proceso de liberalización de su economía
de manera unilateral al incorporarse al Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT),
por sus siglas en ingles), hoy Organización Mundial de Comercio (OMC). Profundizó la
apertura de su economía en los años noventa con una activa política comercial de liberación
reciproca. El objetivo era obtener, a cambio de su apertura, un trato preferencial reciproco
por partes de sus socios. En 2000, México había firmado 11 acuerdos con 43 países12
, que
abarcaban dos de las regiones más prosperas del mundo: Europa y América del Norte
(Ibíd., p. 598).
A principios de 2000, esa dinámica política comercial le había dado a México buenos
resultados en términos de crecimiento del comercio y de inversión. Entre 1990 y 2000,
tanto las exportaciones como las importaciones se habían sextuplicado, al llegar las
primeras 166,000 MDD y las segundas a 174,000 MDD. México estaba ya entre las
primeras 10 mayores economías exportadoras del mundo, con un grado de apertura medido
por la participación de exportaciones e importaciones en el PIB de 60%, que contrastaba
con el 20% de finales de los años ochenta. Por otra parte, las exportaciones se habían
diversificado. En 2000, sólo 18% correspondían a productos primarios (incluido el
petróleo) y manufacturas basadas en recursos naturales; en tanto que en 1990, ese mismo
indicador se ubicaba en 60%. Además, los flujos de inversión extranjera directa (IED)
también mostraban un gran dinamismo, pues, por un lado, la nueva Ley de Inversión
Extranjera de 1993 otorgaba mayores facilidades a la inversión extranjera y, por el otro, el
TLCAN no sólo atraía la inversión de socios de América del Norte, sino también la de otros
países entre ellos Japón, que buscaban aprovechar el acuerdo al establecerse en México
(Ibíd., p. 598).
No obstante, ese dinamismo mostrado por el sector externo mexicano en los años noventa
no continúo con la misma tendencia a partir de 2000. Por un lado, una política reactiva del
12
Véase Anexo 2. Tratados de libre comercio suscritos por México.
39
gobierno se acomodó al nuevo entorno de liberalización sin poner en práctica acciones que
promovieran e incrementaran los beneficios comerciales obtenidos de las negociaciones de
los acuerdos y guiaran los flujos de IED hacia usos más acordes con los intereses
nacionales. Por otra parte, el modelo de exportación mexicano no propició, desde sus
inicios, encadenamientos productivos de las PyME (pequeñas y medianas empresas) con las
grandes exportadoras y, por tanto, el dinamismo de la exportación se concentró en un
pequeño sector de compañías (300), disociado del resto de la economía. Aparte, la creciente
participación competidores (que poseen ventajas comparativas similares a las de México)
en otros mercados, en particular con la incorporación de China a la OMC, ha planteado un
desafío para México debido a que, tanto la economía mexicana como la japonesa han
perdido competitividad en los últimos años. Esto es importante por la gran cantidad de
exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos (82%). Por ello México vio la conveniencia
de estrechar sus relaciones con su socio asiático más importante, región que se había
convertido en la más dinámica del planeta y que, al mismo tiempo, le permitiría diversificar
sus mercados (Ibíd., p. 598).
En el decenio de 1994 a 2004 se intensificaron las relaciones económicas entre México y
Japón. Por una parte, en esta etapa crecieron los montos de IED japonesa en México y su
importancia en ciertos sectores clave del segmento industrial exportador. Entre enero de
1994 y diciembre de 2003, el monto de esta inversión sumó 3 464 millones de dólares; y si
bien esta cantidad representó un porcentaje poco significativo del total (2.7%), se calcula
que la inversión japonesa en México pudiera representar hasta 20% del total si se
consideran los flujos de IED de origen japonés que llegaron a México mediante compañías
japonesas establecidas en Estados Unidos (García de León, 2010).
Los intereses de la IED japonesa se han concentrado en la industria automovilística (79%
del total acumulado entre 1994 y 2004) y electrónica (5.7% del mismo total). En ambas
ramas, las empresas japonesas han seguido de manera consistente la estrategia de búsqueda
de eficiencia, al aprovechar el espacio mexicano como “base del proceso productivo,
mediante el uso de los componentes y materias primas de Japón, Estados Unidos y Asia, y
la mano de obra barata mexicana (por ejemplo la industria maquiladora), así como
plataforma de exportación hacia Estados Unidos” (Tokoro, 2007).
40
Cabe apuntar que las estadísticas presentadas hasta ahora no reflejan la compleja naturaleza
de las relaciones económicas entre México y Japón. Hay dos consideraciones de
importancia: por un lado, la mayor parte del déficit comercial existente con Japón se
explica por las relaciones entre las empresas establecidas en México y sus contrapartes en
Japón. Las compañías niponas que operan en suelo mexicano adquieren las partes y los
componentes que necesitan de proveedores japoneses o asiáticos, lo cual impulsa el
crecimiento de las importaciones. Por otra parte, un alto porcentaje de las compañías
japonesas establecidas en territorio mexicano se dedica a exportar los productos fabricados
en el país hacia otros socios comerciales de México, sobre todo a Estados Unidos, con lo
cual contribuye al crecimiento de las exportaciones mexicanas. Por tanto, la industria
exportadora japonesa residente en México contribuye en buena medida a generar superávit
que tiene este país con su vecino del norte y también a general empleos debido a la alta
concentración de la inversión japonesa en la industria manufacturera. Si se tiene en cuenta
lo anterior, el déficit disminuye de manera considerable, porque las empresas japonesas
tienen una cuota importante en las exportaciones mexicanas hacia el mercado
norteamericano (Falck Reyes, 2007).
Las exportaciones de Japón a México se concentran en bienes intermedios y de inversión
con un alto contenido tecnológico (que incluyen maquinaria eléctrica, no eléctrica y
equipos de transporte) y corresponden en gran medida a la importación temporal de la
industria maquiladora japonesa en México. En tanto, las exportaciones mexicanas hacia
Japón se concentran en tres grupos de productos: alimentos (20%), materias primas (20%) y
productos manufacturados (60%). Tres productos son de alta importancia por ser intensivos
en el uso de manos de obra, con amplias posibilidades en el mercado japonés: calzado y
textiles, alimentos y prendas de vestir (Japan External Trade Organization, 2008).
Destacan el mercado alimentario, pues Japón se ha convertido en el mayor importador neto
de productos alimenticios del mundo, resultado de una brecha entre una producción
estancada y una creciente demanda interna. La producción agrícola japonesa se ha detenido
no sólo por la escasez de tierra cultivable, sino también debido a que la política agrícola
proteccionista que prevaleció hasta finales de los años ochenta, sobre todo respecto al
41
arroz. Lo que provocó fuertes distorsiones en el uso eficiente de los factores productivos,
que ya eran escasos. La demanda de productos importados también fue estimulada por una
mayor participación de las mujeres en el mercado laboral. Ahora las familias japonesas
consumen más alimentos procesados y congelados que en el pasado, cuando se preferían
los alimentos frescos. Este cambio en la demanda, aunado a la desregulación del sistema de
distribución de alimentos en los años noventa, propició la proliferación de grandes tiendas
minoristas en el sector alimenticio, así como la entrada de proveedores extranjeros con un
fuerte componente importador en su oferta de alimentos al mercado local. Las principales
exportaciones de este tipo fueron: aguacate, melón, atún, mango, esparrago, sal, cerveza,
vegetales, limón y jamón de cerdo (Falck Reyes, 2009).
Del análisis anterior destacan cuatro aspectos: en primer lugar, el comercio entre México y
Japón, aunque aumentó de manera significativa en términos absolutos de los noventa hasta
antes de la firma del acuerdo en 2004, en términos relativos se mantuvo en niveles bajos.
En segundo término, la participación mexicana en los tres grupos de productos en los que
se concentraban sus exportaciones hacia el mercado japonés es muy baja; en tercer lugar, el
fuerte crecimiento de las importaciones provenientes de Japón se puede explicar por la
carencia de proveedores nacionales que podrían satisfacer la demanda de las compañías
japonesas establecidas en territorio mexicano y en cuarto lugar, en el mercado japonés hay
un gran potencial para la exportación, el cual México no ha aprovechado (Ibíd., p. 603).
3.2 Las rondas y la firma
En ese nuevo contexto de mayor competencia internacional, los intereses de Japón y
México coincidieron con el fin de mejorar su posición estratégica. La complementariedad
de las economías volvía más atractivo el acercamiento por medio de un AAE. Para México,
el amplio potencial del mercado japonés, con su elevado nivel de ingreso de sus habitantes
y los flujos de inversión que Japón realizaba desde mediados de los años ochenta, constituía
dos poderosos alicientes para entrar por la puerta grande a Asia. Para Japón, México se
mostraba como una atractiva plataforma de exportación por sus múltiples acuerdos
comerciales y, sobretodo, por la cercanía con el mercado más grande del mundo: Estados
Unidos (Ibíd., p. 600).
42
Japón había sido el socio más importante de México en la región del Pacifico asiático; pero
no al contrario, pues México tiene una importancia relativamente pequeña como socio
comercial de Japón. En 2001 cuando dieron inicio las negociaciones del AAE, México era
el vigésimo primer socio de Japón por el lado de las exportaciones y el trigésimo sexto, por
el lado de las importaciones. La firma del Acuerdo de Asociación Económica implicó un
amplio proceso en la negociación (Solís, 2000).
La Secretaria de Economía comisionó un estudio independiente para evaluar posibilidades
de consolidar sus relaciones con Japón. Se integró un grupo de estudio conformado por los
sectores académico, gubernamental y empresarial de ambos países. En las negociaciones
del AAE entre México y Japón, se habían llevado a cabo catorce rondas de manera
alternada en ambos países. La primera fue del 18 al 19 de noviembre de 2002, en Tokio: se
acordaron los elementos, alcance y calendario de la negociación (Okabe, 2004). En ese
momento los dos ministerios encargados de la política exterior y de la política económica
internacional de Japón, el Ministerio de Asuntos Exteriores (MOFA por sus siglas en
inglés) y el Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI por sus siglas en inglés),
respectivamente, ya habían llegado a la conclusión de que era conveniente promover los
acuerdos bilaterales. Sin embargo, para el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca
(MAFF por sus siglas en inglés), el caso mexicano implicaba mayores problemas en
comparación con el AAE con Singapur, pues México contaba con claras ventajas
comparativas en el sector agroindustrial (Falck Reyes, 2009).
En las primeras diez rondas se había avanzado de forma considerable en la mayoría de los
textos de los capítulos del AAE, como los servicios e inversión, así como la cooperación
bilateral de varios aspectos como la educación, la capacitación, la ciencia, la tecnología, el
turismo, el medio ambiente, la pesca y la agricultura. En la última ronda se discutieron a
nivel técnico para enriquecer la definición de los textos y las disciplinas en materia de
comercio de bienes: reglas de origen y procedimientos aduaneros, salvaguardias, servicios,
inversión y solución de controversias. También se habían analizado aspectos específicos
relativos a la cooperación bilateral orientada a fortalecer las relaciones económicas en el
marco de este Acuerdo. En este último rubro, el Acuerdo incrementaría la posibilidad de
consolidar la posición de competitividad de ambos países: aumentaría la ventaja (para las
43
compañías japonesas) de aprovechar la red de acuerdos bilaterales que tenía México; por su
parte, este país tendría posibilidad de atraer mayores flujos de inversión nipona y de
promover las transferencia de tecnología que contribuirían al crecimiento de la producción,
del empleo y la competitividad. De manera adicional, ayudaría a la diversificación del
mercado externo mexicano (Ibíd., p. 600).
Del 25 de febrero al 5 de marzo de 2004, se llevó a cabo en Tokio la decimocuarta ronda de
negociaciones, donde se analizaron los temas de comercio de bienes, inversión, servicios,
compras gubernamentales, solución de controversias y cooperación bilateral. En esa
ocasión se terminaron todas las negociaciones oficiales. En materia tanto de acceso a
mercados de bienes como otros asuntos no resueltos, ambos países acordaron continuar
realizando su mejor esfuerzo para concluir un acuerdo mutuamente satisfactorio que
atendiera los respectivos intereses exportadores (Okabe, 2004).
El 17 de septiembre de 2004, el presidente de México, Vicente Fox, y el primer ministro de
Japón, Junichiro Koizumi, firmaron el AAE en una ceremonia en el salón de la Tesorería de
Palacio Nacional, en la ciudad de México. El 10 de noviembre de 2004 el poder legislativo
japonés ratificó el AAE. El 18 de noviembre de 2004 el Senado de la República ratificó el
AAE (Japan External Trade Organization, 2008).
En las negociaciones y en el acuerdo final no se han llenado todos los deseos de ambas
partes. Sin embargo, como dijo Alina Aldape, representante del sector privado mexicano:
“Ni los japoneses ni nosotros obtuvimos todo lo que solicitamos, pero eso es parte de
cualquier negociación, porque de otra manera no se trataría de una negociación, sino de una
imposición”. Así, se puede afirmar que las negociaciones al respecto han terminado con
éxito (Okabe, 2004).
El AAE entró en vigor en abril de 2005 y fue publicado en el Diario Oficial de la
Federación el jueves 31 de marzo de 2005. Como afirmó el primer ministro de Japón,
Junichiro Koizumi, este tratado entre México y Japón abrirá una nueva página en las
relaciones bilaterales (Japan External Trade Organization, 2008).
44
4. AAE Japón, resultados y perspectivas a cinco años de aplicación
A lo largo de cuatro siglos, México y Japón han construido lazos de cooperación y amistad
que han decidido reflejar en una relación económica más amplia y mutuamente provechosa,
a través de la negociación del Acuerdo de Asociación Económica México-Japón (AAE
Japón).
Este Acuerdo nos vincula a una de las economías más grandes del mundo13
, y contribuye a
consolidar la posición de México como uno de los países líderes en la promoción del
comercio y la inversión. El Acuerdo con Japón se incorpora a nuestra amplia red de
tratados de libre comercio, misma que nos da acceso preferencial a países que concentran
dos terceras partes de la producción mundial (Japan External Trade Organization, 2008).
El AAE Japón representa una importante oportunidad para materializar nuestro potencial de
exportación al mercado japonés y atraer mayores flujos de inversión que contribuirán a
incrementar la producción, el empleo y la competitividad. El Acuerdo provee reglas claras
que asegurarán el acceso preferencial para los productos mexicanos a un mercado de 127
millones de habitantes con elevados niveles de ingreso y consumo. El AAE es el segundo
acuerdo negociado por Japón14
, por lo que México tendrá preferencias arancelarias de
manera adelantada a cualquier otro país competidor (Ibíd.).
Adicionalmente, el AAE Japón cuenta con disposiciones relativas a cooperación bilateral
que permitirán aprovechar de mejor manera la liberalización y apertura de los mercados de
bienes, servicios y capitales entre los dos países. Los propósitos del AAE buscan para
promover la liberación del comercio e inversión, así como el flujo libre de personas para
objetivos de negocio entre México y Japón. El propio acuerdo también intenta promover
una cooperación económica comprensiva, la cual incluye la política de competición, el
mejoramiento del ambiente de negocios y la cooperación bilateral en el área tanto de
educación profesional y entrenamiento, como en la de soporte para las pequeñas y
medianas empresas. El acuerdo contribuye a la complementariedad entre ambos países y
fortalece las relaciones económicas bilaterales (Ibíd.).
13
Véase Anexo 6. Japón: contexto mundial y regional. 14
El primero firmado con Singapur en 2001.
45
El AAE entre México y Japón no sólo es un instrumento comercial sino que, además de los
componentes de un tratado de libre comercio, incluye disposiciones relativas a la
cooperación bilateral que, desde el punto de vista de México, le permiten aprovechar de
mejor manera la liberalización y la apertura de los mercados de bienes, servicios y capitales
(Okabe, 2004).
A continuación se señalan los aspectos principales del acuerdo15
: Consta de 18 capítulos y
de 177 artículos en total. Para enriquecer el contenido del acuerdo, hay 18 anexos
relacionados con algunos capítulos. En esta estructura, los capítulos 3, 4, 5, 7, 11 y 14
mencionan instrucciones relativas a las disposiciones comerciales, por lo que se destaca la
importancia de estos temas en el propio acuerdo.
Los puntos importantes del acuerdo son: reglas de origen; certificado de origen y
procedimientos aduaneros; comercio de bienes; inversión; cooperación bilateral (Ibíd., p.
108).
4.1 Contenido del AAE Japón
El AAE no sólo es un instrumento comercial pues, como ya se ha mencionado a lo largo de
esta tesis, además de los componentes de un tratado de libre comercio, incluye
disposiciones relativas a cooperación bilateral que permiten a México aprovechar de mejor
manera la liberalización y apertura de los mercados de bienes, servicios y capitales.
La siguiente información utilizada en este subtema fue obtenida del resumen que pone a su
disposición la Secretaria de Economía en su página web para el público en general.
15
Esta información se basa en el documento de la Secretaría de Economía de México titulado “Acuerdo de asociación económica entre México y Japón”, el cual se encuentra en formato PDF y se puede conseguir en la página Web de la secretaría citada.
46
Aspectos principales del acuerdo de asociación económica México-Japón
TRATADO DE LIBRE COMERCIO
(Disposiciones comerciales) COOPERACIÓN BILATERAL
− Acceso a mercados de bienes
− Reglas de origen
− Certificado de origen y procedimientos
aduaneros
− Normas sanitarias y fitosanitarias
− Normas, reglamentos técnicos y
procedimientos de la evaluación de la
conformidad
− Salvaguardias
− Inversión
− Servicios
− Compras gubernamentales
− Competencia
− Solución de controversias
− Industria de soporte
− Pequeñas y medianas empresas
− Promoción del comercio y la inversión
− Ciencia y tecnología
− Educación y capacitación laboral
− Turismo
− Agricultura
− Propiedad intelectual
− Medio Ambiente
− Mejoramiento del ambiente de negocios
4.1.1 Disposiciones comerciales del AAE Japón
1. ACCESO A MERCADOS DE BIENES
1.1 Sector Agroalimentario y Pesca
Japón es el tercer importador de productos agroalimentarios del mundo, con importaciones
anuales de alrededor de 50 mil millones de dólares de productos agroalimentarios y
pesqueros. Del sector agroalimentario, Japón importa alrededor de 35 mil millones de
dólares, lo que equivale casi al doble del comercio total de productos agroalimentarios entre
los países miembros del TLCAN (Canadá, Estados Unidos y México).
47
1.1.1 Productos agroalimentarios
En las negociaciones del AAE, se lograron oportunidades reales de exportación en donde
tenemos un gran potencial, mediante ventajas de tipo arancelario y no arancelario que nos
permitirán aumentar nuestra participación en el mercado japonés, con certidumbre jurídica
a largo plazo que ningún otro país tiene respecto a Japón.
De esta manera, Japón consolidará, en gran medida, el Sistema Generalizado de
Preferencias (SGP) mediante el cual ya le otorgaba a México algunas reducciones y
concesiones en aranceles a la importación.
México logró negociar compromisos en 796 líneas arancelarias que representan más del
99% de las exportaciones mexicanas a Japón, las cuales tendrán acceso preferencial a la
entrada en vigor del Acuerdo. México obtuvo acceso al mercado de Japón en productos con
gran potencial en este sector:
a) Acceso inmediato a la entrada en vigor del Acuerdo, para los siguientes productos:
- Café verde - Espárrago - Tequila
- Limones - Mango - Pectina
- Brócoli fresco - Tomate - Ajo
- Aguacate - Cebolla - Col
- Calabaza - Berenjena - Leguminosas
- Guayaba - Papaya - Mezcal
- Vinos - Tabaco - Huevo
- Albúmina
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b) A mediano plazo se eliminarán los aranceles para los siguientes productos:
Arancel de Japón
Producto Actual % Resultado negociación
Uvas 17 Desgravación en 3 años
Café tostado 10 Desgravación en 5 años
Melones 6 Desgravación en 5 años
Brócoli congelado 6 Desgravación en 5 años
Salsas 6 Desgravación en 5 años
Fresas congeladas 12 Desgravación en 5 años
Nueces 12 Desgravación en 7 años
Jugo de toronja 25.5 Desgravación en 7 años
Nota: Asimismo, a mediano plazo de eliminarán los aranceles para zanahoria, pimienta,
espinaca, toronja, durazno y pera congelada, café tostado, nuez, aceites de girasol, cártamo
y ajonjolí, cacao en polvo sin azúcar, otros vegetales preparados y otros.
c) A largo plazo se eliminarán los aranceles para los siguientes productos:
Arancel de Japón
Producto Actual % Resultado negociación
Plátano 10-20
Desgravación en 10 años,
con cupo libre de arancel de
20 mil toneladas.
Nota: A largo plazo se eliminarán los aranceles para harina de maíz blanco, vegetales
preparados, jaleas, mermeladas, duraznos preparados, entre otros.
Solamente el 0.2% del total de las exportaciones de México a Japón no estarán incluidos
temporalmente en el Acuerdo y se revisarán tres años después de su entrada en vigor. Estos
productos son piña, dulces, trigo y pastas, azúcar y jugo de piña.
d) Se negoció un acceso preferencial con cuotas para productos muy sensibles para
Japón y de gran interés para el sector productivo mexicano. Se obtuvieron cuotas
para el sector productivo mexicano en los siguientes productos:
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- Carne de puerco - Carne de res - Carne de pollo - Jugo de naranja
- Naranja - Miel - Catsup - Pasta
- Puré de tomate - Jugo de tomate - Salsa de Tomate - Dextrinas
- Sorbitol
1.1.2 Productos pesqueros
Japón es uno de los principales importadores de productos pesqueros del mundo. México
negoció que todos los productos de interés quedarán incluidos en el Acuerdo, los cuales
representan casi el 80% de las exportaciones mexicanas de productos pesqueros a Japón.
Entre los principales productos que tendrán acceso inmediato libre de arancel se encuentran
atún aleta amarilla fresco y enlatado, camarón, algunos crustáceos y moluscos y pulpo. Para
sardinas y calamar se negociaron cupos.
1.2 Sector Industrial
1.2.1 Acceso al mercado japonés
Como resultado de la negociación, Japón eliminó de inmediato aranceles que aplica al 91%
de las fracciones arancelarias y en el mediano plazo el 4% de ellas. El restante 5% de las
fracciones arancelarias consiste en productos donde Japón expresó sensibilidad y en los que
el arancel se eliminará en diez años. No obstante, incluso para estos productos Japón dará
acceso inmediato libre de arancel a México bajo cuotas:
Calzado de cuero Prendas de Vestir
- Arancel NMF: 40%
- Arancel AAE: Libre
- Cuota durante el primer año de 250
mil pares
- Tasa de crecimiento anual de 20%
- Eliminación de la cuota al año 7 y 10 de
entrada en vigor del Acuerdo (dependiendo
del producto)
- Décimo año del AAE: acceso ilimitado
libre de arancel
- Arancel NMF: 17%
- Arancel AAE: Libre
- Acceso inmediato para prendas de
vestir hechas en México con tela e hilo
de la región
- Cuota de 200 millones de dólares para
prendas de vestir hechas con telas de
cualquier país. Actualmente, éstos
productos pagan aranceles de hasta 17%
50
1.2.2 Apertura gradual de México a Japón
México por su parte, en acceso inmediato se abrió en el 44% de las fracciones arancelarias,
donde se incluían principalmente productos que no produce e insumos para la industria
nacional, tales como productos de alta tecnología (equipo de precisión, maquinaria pesada y
bienes de capital, ciertos insumos químicos, equipo de cómputo, y electrónica de consumo,
entre otros). En acceso a cinco años, es decir en este 20010, México abrirá el 9% de las
fracciones arancelarias, que incluyen ciertos productos de los sectores químico, fotográfico,
textil, y automotriz (partes de motor), entre otros; y en acceso a diez años, México abrirá
gradualmente el 47% de las fracciones arancelarias de los sectores en donde existe
producción nacional.
1.2.3 Casos especiales
Para el sector automotriz, de interés para Japón y sensible para México, se negoció el
siguiente esquema:
a) Se otorgó a Japón el acceso inmediato para únicamente una cantidad equivalente al
5% del mercado nacional de automóviles. Bajo el régimen actual de promoción de
la industria automotriz de México, ya se importa libre de arancel aproximadamente
el equivalente al 3% del mercado nacional.
b) Por encima del cupo negociado, las importaciones para automóviles se desgravarán
después de 6 años.
De la misma manera, para el sector acero, se acordó el siguiente esquema:
a) Se negoció que los aceros especializados que no se producen en México, y que se
utilizan en la fabricación de productos automotrices, de autopartes, de electrónica,
de electrodomésticos, y de maquinaria y equipos pesados, se liberen de manera
inmediata a la entrada en vigor del Acuerdo.
b) En contrapartida, el acero ordinario japonés, que compite con la producción
nacional, mantendrá el arancel actual durante los primeros 5 años de la vigencia del
Acuerdo, y se desgravará gradualmente durante los 5 años siguientes.
51
2. REGLAS DE ORIGEN
Para asegurar que los bienes de México y Japón sean los que se intercambien libremente
entre los dos países, el AAE al igual que todos los tratados de libre comercio suscritos por
México, contiene un capítulo de reglas de origen que son un conjunto de procedimientos
para determinar si un producto exportado por un país puede beneficiarse de las preferencias
que otorga el Acuerdo.
Las reglas de origen negociadas en el AAE promueven la integración de procesos
industriales entre ambos países y la utilización de insumos de los mismos tomando en
consideración los intereses de las industrias nacionales.
La metodología utilizada para las reglas de origen será similar a las utilizadas en otros
acuerdos suscritos por México (como es el caso del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte), misma que ya es del conocimiento de las empresas mexicanas.
3. PROCEDIMIENTOS ADUANEROS
Se establecen mecanismos en materia aduanera que otorgarán mayor seguridad a las
operaciones de comercio de bienes entre ambos países previstas en el Acuerdo.
Tomando en consideración los intereses manifestados por los sectores productivos
nacionales, se establecieron mecanismos claros y seguros para la certificación del origen de
los bienes, así como lineamientos precisos y expeditos para verificar el cumplimiento de las
disposiciones en materia de origen. De esta manera, se garantizará que únicamente los
productos de México o Japón se beneficien de las preferencias arancelarias que establece el
AAE, brindando certidumbre y seguridad jurídica a los productores, exportadores e
importadores.
4. NORMAS SANITARIAS Y FITOSANITARIAS
La aplicación de principios y reglas transparentes en materia sanitaria y fitosanitaria,
facilitarán el comercio agropecuario entre ambos países. El Acuerdo preserva nuestro
derecho de adoptar medidas sanitarias y fitosanitarias para proteger la vida o salud humana,
animal o vegetal contra riesgos que surjan de enfermedades, plagas, aditivos o
52
contaminantes, siempre y cuando estén justificadas científicamente y no constituyan un
obstáculo encubierto al comercio.
Asimismo, el Acuerdo prevé el establecimiento de un Subcomité que tendrá la facultad de
crear grupos técnicos para abordar problemas específicos que surjan en la materia.
5. NORMAS, REGLAMENTOS TÉCNICOS Y PROCEDIMIENTOS DE
EVALUACIÓN DE LA CONFORMIDAD
El AAE cuenta con disposiciones claras y transparentes que facilitan el comercio entre los
dos países y garantizan que la aplicación de las normas, reglamentos técnicos y
procedimientos de evaluación de la conformidad no se conviertan en obstáculos al
comercio.
Con ese mismo fin, se incorporan otras disposiciones, entre las cuales destacan: la
cooperación técnica entre México y Japón; el establecimiento de puntos de contacto en
cada país; y la creación de un Subcomité que revise la implementación del Acuerdo en esta
materia y que funcione como foro para la discusión de estos temas.
6. SALVAGUARDIAS
Los mecanismos de salvaguardias incluidos en el Acuerdo están sujetos a un procedimiento
claro y transparente que garantiza la adecuada protección a la rama de producción nacional
ante situaciones de daño grave o amenaza del mismo que pudieran causar un aumento
significativo de las importaciones como resultado de la reducción o eliminación de
aranceles contemplada en el Acuerdo. A la vez, dicho procedimiento evita que medidas de
esta naturaleza sean utilizadas con fines proteccionistas. Las salvaguardias bilaterales
tendrán un carácter estrictamente arancelario. La duración máxima de estas medidas será de
cuatro años. Las salvaguardias bilaterales no se aplicarán a los cupos negociados bajo el
Acuerdo, sin embargo se mantiene la facultad de los dos países para que, en caso de
emergencia, las medidas de salvaguardias bilaterales puedan ser aplicadas a las cantidades
que ingresen por arriba de los cupos.
53
7. SERVICIOS
7.1 Comercio Transfronterizo de Servicios
México y Japón tendrán las mejores condiciones de acceso a los respectivos mercados de
servicios, ya que a través de este capítulo se liberaliza el comercio en este sector
extendiendo significativamente los compromisos negociados a nivel multilateral. Entre los
sectores cubiertos por el Acuerdo destacan los siguientes servicios: profesionales,
transporte, telecomunicaciones, distribución, y turismo, entre otros.
El capítulo permitirá fomentar la inversión de empresas de servicios japonesas en México,
lo cual contribuirá a incrementar la disponibilidad de proveedores de servicios y elevar la
competitividad de este sector. A la vez que se generarán más y mejores empleos.
Entre las disposiciones contenidas en este capítulo destacan los principios de trato de
nación más favorecida y trato nacional. El primero de ellos implica que si alguno de los dos
países miembros del Acuerdo concede algún beneficio particular a otro país, cualquiera que
este sea, automáticamente se extenderá dicho beneficio al otro país. El segundo principio
garantiza que las personas y empresas que prestan un servicio con autorización y apego a
las disposiciones jurídicas vigentes, reciban el mismo trato que el otorgado a los nacionales
del otro país miembro del acuerdo.
Asimismo, se establece el compromiso de consolidar el grado de apertura vigente en las
respectivas legislaciones nacionales para garantizar que ninguno de los países implemente
una legislación más restrictiva en el futuro.
7.2 Entrada Temporal de Personas de Negocios
Este capítulo, establece claramente los criterios y procedimientos para la entrada y
permanencia temporal de personas de negocios, las cuales se pueden agrupar en cuatro
categorías: I) transferencias intra compañías; II) visitantes de negocios; III) inversionistas;
y IV) profesionales. De esta manera se espera facilitar el intercambio de personas de
negocios entre los dos países.
54
8. INVERSIÓN
Este capítulo contiene un conjunto de reglas claras y precisas en materia de protección a la
inversión productiva, que otorga una mayor certidumbre a los flujos de capital y garantiza
la seguridad jurídica a largo plazo para los inversionistas de ambos países.
Las disposiciones de este capítulo permitirán atraer mayores flujos de capital japonés,
diversificando con ello el origen de las inversiones que llegan a México.
Entre las disciplinas y elementos del capítulo destacan la aplicación de los principios de
Trato Nacional, y de la Nación más Favorecida a las inversiones e inversionistas de México
y Japón; la prohibición de requisitos de desempeño a la inversión del otro país miembro del
Acuerdo; la libertad de transferencias financieras; así como el mecanismo de solución de
controversias Inversionista-Estado.
9. COMPRAS GUBERNAMENTALES
Las disciplinas establecidas en este capítulo garantizarán que el acceso de los bienes,
servicios y proveedores mexicanos y japoneses a los mercados de compras
gubernamentales del otro país, se realice en condiciones de trato nacional.
El AAE colocaría a México entre los pocos países en el mundo que gozan de acceso seguro
y no discriminatorio al gran mercado de compras gubernamentales japonesas, otorgándole
además la ventaja de contar con un acceso arancelario preferencial. México otorgaría a
Japón acceso a su mercado de compras de gobierno tomando en cuenta las sensibilidades de
la planta productiva nacional.
10. POLÍTICA DE COMPETENCIA
Se fortalecerá la colaboración entre las autoridades correspondientes a fin de evitar
prácticas anticompetitivas en beneficio de empresas y consumidores de ambos países. Se
acordaron disposiciones relativas a la no discriminación; transparencia en la aplicación de
las leyes y regulaciones; trato de información confidencial, así como cooperación técnica
entre las autoridades correspondientes.
55
11. SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS
El mecanismo de solución de controversias incentivará el cumplimiento del Acuerdo y
brindará certeza a los dos países miembros del acuerdo sobre bases de equidad, seguridad
jurídica y neutralidad.
Con este mecanismo se prevendrán o dirimirán conflictos derivados de la interpretación o
aplicación del Acuerdo. El mecanismo consta de dos etapas, la primera de naturaleza
consultiva y la otra contenciosa ante un tribunal arbitral.
La decisión final del tribunal arbitral será obligatoria para los dos países. El país reclamante
podrá suspender beneficios de efecto equivalente al país demandado si éste no cumple con
la resolución final en el plazo fijado por el tribunal.
4.1.2 Cooperación bilateral
En materia de cooperación bilateral se han definido disposiciones que permitirán promover
el fortalecimiento de las relaciones económicas entre ambos países. De esta forma, se
pretende impulsar actividades en áreas concretas de mutuo interés tales como industria de
soporte; pequeñas y medianas empresas; promoción del comercio y la inversión; ciencia y
tecnología, educación y capacitación laboral; turismo; agricultura; medio ambiente;
propiedad intelectual; y mejoramiento del ambiente de negocios.
Industria de soporte. El AAE contribuirá al desarrollo y expansión de la proveeduría por
parte de empresas mexicanas a empresas japonesas establecidas en México.
Pequeñas y medianas empresas. En materia de pequeñas y medianas empresas, el principal
objetivo es aprovechar la experiencia de Japón para contribuir a elevar la competitividad de
nuestras empresas, integrarlas a las cadenas productivas de empresas de mayor tamaño y
promover su capacidad exportadora.
56
Promoción del comercio y la inversión. Se promoverán las relaciones de negocios
mediante el intercambio de expertos, mejor acceso a la información sobre las respectivas
leyes, regulaciones y prácticas relacionadas con el comercio y la inversión; realización de
ferias y seminarios; e identificación de oportunidades de negocios y promoción de alianzas
estratégicas, entre otros.
Ciencia y tecnología, educación, y capacitación laboral. La intensificación de los vínculos
de cooperación en materia de ciencia y tecnología, educación, y capacitación laboral, nos
permitirá continuar elevando la calidad de nuestra mano de obra y aumentar la
productividad y competitividad de nuestras empresas, promoviendo a la vez las
oportunidades de inversión y el incremento del comercio bilateral.
Turismo. Se estrechará la cooperación en el sector turismo mediante acciones orientadas a
incrementar los flujos turísticos entre ambos países; aprovechar los recursos naturales y
diversidad cultural; y fomentar la capacitación. Esto contribuiría a fortalecer nuestro sector
turístico como una fuente importante de ingreso y de generación de empleos.
Agricultura. Las acciones de cooperación en el área de agricultura nos permitirán
aprovechar mejor las oportunidades de intercambio comercial en este sector,
principalmente mediante un mayor acceso a información sobre leyes, regulaciones y
prácticas; el establecimiento de un diálogo entre productores; y el intercambio científico y
tecnológico orientado a elevar la productividad del campo.
Medio ambiente. Se promoverá el desarrollo sustentable a través de actividades tales como
el intercambio de tecnología relacionada con el mejoramiento y preservación del medio
ambiente; y la construcción de capacidades humanas e institucionales, entre otras.
Propiedad intelectual. Se acordó la protección a la indicación geográfica para el tequila y
el mezcal. Asimismo, se definieron acciones de cooperación relativas a: el intercambio de
información sobre actividades para crear conciencia pública sobre la importancia de la
protección de la propiedad intelectual y la función de los sistemas de protección de la
propiedad intelectual; mejoramiento de los sistemas de protección de propiedad intelectual
57
y su operación; medidas políticas para asegurar la adecuada aplicación de los derechos de
propiedad intelectual; y automatización de procesos administrativos de las autoridades de
propiedad intelectual para elevar su eficacia.
Mejoramiento del ambiente de negocios. Se establecerá un diálogo entre los dos países,
orientado al mejoramiento del ambiente de negocios. De esta manera, se contribuirá al
desarrollo de un ambiente favorable para incrementar el comercio y la inversión entre las
empresas privadas de ambos países. Este mecanismo nos brindará la oportunidad de
abordar con el gobierno japonés las inquietudes del sector privado mexicano y profundizar
el conocimiento respecto a las particularidades del entorno de negocios japonés,
contribuyendo al desarrollo de un ambiente favorable para incrementar el comercio y la
inversión entre las empresas privadas de ambos países.
4.2 Complementariedad de economías
El AAE Japón complementa la estrategia de negociaciones comerciales de México16
, pues
brinda a los productos mexicanos acceso preferencial al tercer mercado más grande del
mundo, después de Estados Unidos y la Unión Europea, y crea oportunidades para elevar el
nivel de vida de nuestros ciudadanos (Secretaria de Economía, 2003).
El fortalecimiento de las relaciones económicas con Japón que se obtiene a través de este
Acuerdo, ayuda a México a diversificar sus mercados de exportación y permite contar con
condiciones más favorables para la realización de negocios entre los dos países.
El AAE Japón genera una mayor certidumbre en las transacciones entre los dos países por
las reglas de comercio que define. Asimismo, impulsa una mayor inversión de empresas
japonesas en México, para manufacturar productos destinados al mercado interno o para ser
exportados a otros países aprovechando nuestra extensa red de tratados de libre comercio.
Más empresas nacionales y de terceros países tendrán interés en invertir para producir en
México y exportar a Japón, beneficiándose del acceso preferencial que otorga el Acuerdo a
los productos mexicanos (ibíd.)
16
Véase Anexo 2. Tratados de libre comercio suscritos por México.
58
Japón es la segunda economía del mundo, con un Producto Interno Bruto (PIB) nominal de
4.909.272 billones de dólares (Banco Mundial, 2008). De acuerdo con la Organización
Mundial del Comercio, en 2009 Japón ocupó la cuarta posición a nivel mundial como
exportador registrando una participación de 4.7% a nivel mundial con 581 mil MDD
mientras que México su participación fue de 230 mil MDD posicionándolo en el lugar 15, y
ubica a Japón como el quinto importador registrando una participación del 4.4% a nivel
mundial al alcanzar un total de 551 mil MDD, quedando México en el lugar 16 con 242
mil MDD (véase Cuadro 4). Japón es nuestro cuarto socio comercial, y por consiguiente, un
mercado de suma importancia para los productos hechos en México (ibíd.)
Cuadro 4. Comercio de mercancías: principales exportadores e importadores, 2009
(En miles de millones de dólares y en porcentajes)
Orden Exportadores Valor Porcentaje
Variación
porcentual
anual Orden Importadores Valor Porcentaje
Variación
porcentual
anual
1 China 1.202 9,6 -16 1 USA 1.604 12,7 -26
2 Alemania 1.121 9,0 -22 2 China 1.006 8,0 -11
3 USA 1.057 8,5 -18 3 Alemania 931 7,4 -21
4 Japón 581 4,7 -26 4 Francia 551 4,4 -22
5 Países Bajos 499 4,0 -22 5 Japón 551 4,4 -28
6 Francia 475 3,8 -21 6 Reino Unido 480 3,8 -24
7 Italia 405 3,2 -25 7 Países Bajos 446 3,5 -23
8 Bélgica 370 3,0 -22 8 Italia 410 3,2 -26
9 Corea,
República de 364 2,9 -14 9
Hong Kong,
China 353 2,8 -10
importaciones
definitivas a 91 0,7 -8
10 Reino Unido 351 2,8 -24 10 Bélgica 351 2,8 -25
11 Hong Kong,
China 330 2,6 -11 11 Canadá 330 2,6 -21
exportaciones
nacionales a 15 0,1 -9
reexportaciones
a 314 2,5 -11
12 Canadá 316 2,5 -31 12 Corea,
República de 323 2,6 -26
13 Fed. de Rusia 304 2,4 -36 13 España 290 2,3 -31
59
14 Singapur 270 2,2 -20 14 Singapur 246 1,9 -23
exportaciones
nacionales 138 1,1 -21
importaciones
definitivas b 114 0,9 -28
reexportaciones 132 1,1 -19
15 México 230 1,8 -21 15 India 244 1,9 -24
16 España 218 1,7 -23 16 México 242 1,9 -24
17 Taipéi Chino 204 1,6 -20 17 Federación de
Rusia c 192 1,5 -34
18 Arabia Saudita
a 189 1,5 -40 18 Taipéi Chino 175 1,4 -27
19
Emiratos
Árabes Unidos
a
175 1,4 -27 19 Australia 165 1,3 -17
20 Suiza 173 1,4 -14 20 Suiza 156 1,2 -15
21 Malasia 157 1,3 -21 21 Polonia 147 1,2 -30
22 India 155 1,2 -20 22 Austria 144 1,1 -22
23 Australia 154 1,2 -18 23 Turquía 141 1,1 -30
24 Brasil 153 1,2 -23 24
Emiratos
Árabes
Unidos a
140 1,1 -21
25 Tailandia 152 1,2 -14 25 Tailandia 134 1,1 -25
26 Austria 137 1,1 -24 26 Brasil 134 1,1 -27
27 Polonia 134 1,1 -21 27 Malasia 124 1,0 -21
28 Suecia 131 1,0 -29 28 Suecia 119 0,9 -29
29 Noruega 121 1,0 -30 29 República
Checa 105 0,8 -26
30 Indonesia 120 1,0 -14 30 Arabia
Saudita a 92 0,7 -20
Total de las
economías
enumeradas d
10.24 82,2 -
Total de las
economías
enumeradas
d
10.32 81,6 -
Todo el
mundo d 12.46 100,0 -23
Todo el
mundo d 12.65 100,0 -23
a Estimaciones de la Secretaría.
b Por importaciones definitivas de Singapur se entiende las importaciones menos las reexportaciones.
c Importaciones según valores FOB
d Incluye un volumen considerable de reexportaciones o importaciones destinadas a la reexportación.
Fuente: Secretaría de la OMC.
60
Dada su respectiva dotación de recursos, las economías de Japón y México son
complementarias: Japón con abundancia relativa de capital y México con abundancia
relativa de mano de obra y recursos naturales. La economía nipona es 3.2 veces más grande
que la mexicana en paridad del poder de compra (PPP, por sus siglas en inglés) y el PNB
per cápita nipón, de 32 600 dólares PPP es tres veces superior al de los mexicanos (véase
Cuadro 5). De acuerdo con el Banco Mundial, México es considerado un país de desarrollo
medio alto, mientras Japón se encuentra en el grupo de economías de mayor desarrollo.
México, con sus dos millones de kilómetros cuadrados, tiene una dotación de tierra
cultivable superior a la de Japón, país que cuenta con una población de 126 millones de
habitantes, 24 millones más que la mexicana. Por la estructura del empleo, el sector
agropecuario todavía tiene una alta participación en la economía mexicana ya que 22% de
la fuerza de trabajo se emplea en ese sector aunque la contribución del mismo al PIB es de
sólo cuatro por ciento (Falck Reyes, 2007).
Para Japón, en cambio, estos indicadores son seis y dos por ciento respectivamente. Las
economías también difieren en la distribución del ingreso: el modelo desarrollista de Japón
propició una mayor equidad, mientras que la desigualdad ha sido una constante en el
crecimiento económico de México. Aunque la pobreza relativa ha disminuido en los
últimos años, todavía persiste una muy desigual distribución del ingreso (ibíd., p.40).
61
Cuadro 5. México y Japón: principales indicadores económicos 2009
México Japón
Dotación de Factores
Territorio (miles de kilómetros cuadrados
Tierra agrícola (% del total)
Población (millones, est 2010)
Esperanza de vida (años)
Economía
PIB PPP (millones)
Posición mundial
PNB per cápita PPP (dólares)
Posición mundial
Agricultura (% del PIB)
Industria (% del PIB)
Servicios (% del PIB)
Estado y Mercado
Consumo de energía eléctrica (billones kwh)
Tiempo requerido para abrir un negocio (días)
Usuarios de línea fija (millones)
Usuarios de teléfono celular (millones)
Usuarios de Internet (millones)
1,964,375
12.66
112
76
1.482
12
13,500
83
4.3
32.9
62.8
181.5
27
47
110
90
377,915
11.64
126
82
4.137
4
32,600
41
1.6
21.9
76.5
925.9
23
20
79
23
Fuente: The Central Intelligence Agency (CIA). (Julio de 2010). CIA- The World Factbook. Recuperado el
10 de Julio de 2010, de https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/ja.html
62
4.3 Resultados del AAE Japón a 5 años de vigencia: Comercio bilateral e Inversión.
4.3.1 Relación de comercio bilateral México-Japón
Después de cinco años de la entrada en vigor del AAE Japón, ¿qué se ha logrado? El
comercio total entre ambos países se ha acelerado, en 2009, Japón fue el cuarto socio
comercial de México a escala mundial (tercero como abastecedor y noveno como
comprador) y el segundo mayor en Asia. El intercambio comercial entre México y Japón
creció 4.9% entre 2001 y 2009, al pasar de 8,709 MDD a 13,004 MDD, lo que representa
una tasa media anual de crecimiento de 5%. Al cierre de 2009, México registró un déficit
de 9,790 MDD en su comercio con ese país17
(PROMEXICO: Inversión y negocios, 2010).
En 2009 el comercio bilateral ascendió a 20,114 millones de dólares, según los datos de la
embajada mexicana en Tokio (véase Grafica 1), aunque el impacto de la crisis y la
influenza humana hicieron caer aproximadamente esta cifra hasta los 13,004 millones de
dólares, lo que significa que el comercio se duplicó respecto al promedio de 1993 a 2004
(Falck Reyes, 2007). Las exportaciones registraron un crecimiento de 159% entre 2001 y
2009, pasando de 621 MDD a 1,607 MDD, lo que representó una tasa media anual de
crecimiento de 13%. Por su parte, las importaciones aumentaron de 41% entre 2001 y 2009,
pasando de 8,086 MDD a 11,397 MDD, con una tasa de crecimiento media anual de 4%,
para mejor entendimiento véase el Cuadro 6 (PROMEXICO: Inversión y negocios, 2010).
17
Véase Anexo 7. Balanza comercial México-Japón
63
Cuadro 6. Comercio total entre México y Japón 2007-2009
Grafica 1. Evolución del comercio entre México y Japón
Fuente: Banco de México (2009)
PAÍS REPORTANTE: México PAÍS REPORTANTE: Japón
Relación de Comercio Bilateral México – Japón Relación de Comercio Bilateral México – Japón
Indicadores 2007 2008 2009 Indicadores 2007 2008 2009
Comercio Total 18,256 18,328 13,004 Comercio Total 13,408 13,773 9,624
% Variación Anual 8% 0% -29% % Variación Anual 11% 3% -30%
Exportaciones
Mexicanas hacia
Japón
1,913 2,046 1,607 Exportaciones
Mexicanas hacia
Japón
3,158 3,818 2,787
% Variación Anual 20% 7% -21% % Variación Anual 12% 21% -27%
Importaciones
Mexicanas desde
Japón
16,343 16,282 11,397 Importaciones
Mexicanas desde
Japón
10,250 9,955 6,837
% Variación Anual 7% 0% -30% % Variación Anual 11% -3% -31%
Balanza Comercial -14,430 -14,236 -9,790 Balanza Comercial -7,092 -6,137 -4,050 Fuente: Global Trade Atlas.
64
Dos consideraciones son pertinentes. Por un lado, una buena parte del déficit se explica por
la relación intraindustrial e intrafirma que se da entre las empresas japonesas establecidas
en México y sus contrapartes en Japón. En consecuencia el sector productor japonés
residente en México contribuye en buena medida al superávit que México mantiene con el
vecino país del norte y también contribuye a la generación de empleo por la alta
concentración de la inversión nipona en la manufactura. Por consiguiente, si se toma en
cuenta que las importaciones temporales de insumos por parte de la industria maquiladora
japonesa en México se transforma en bienes exportables, el déficit entre los dos países
tiende a reducirse (Falck Reyes, 2007). Al analizar más detenidamente la composición del
comercio entre los dos países se observa que las exportaciones mexicanas a Japón están
concentradas en tres grupos de productos (véase Cuadro 7) como ya se había mencionado
antes en el capítulo 3: alimentos, materias primas y productos manufacturados. En el
mercado alimentario nipón los principales competidores de México en orden de
importancia son Estados Unidos, China y Australia; en la categoría de materias primas,
Australia, Estados Unidos y Chile, y en los productos manufacturados, China, Estados
Unidos y Corea del Sur (ibíd., p.45)
La estructura comercial bilateral, se corresponde con un modelo de estructura comercial
típica entre un país avanzado y un país en proceso de desarrollo debido a que Japón ha
exportado productos industriales a México, mientras que México ha exportado productos
primarios (incluido el petróleo) a Japón. Pero, durante los años noventa, la proporción del
producto petrolero, que había sido el producto principal de exportación a Japón, está
disminuyendo. Mientras el volumen de exportación petrolera ha caído, la exportación de
productos primarios se encuentra en una tendencia al alza (véase Cuadro 8).
Particularmente los productos agropecuarios como vegetales, frutas, café, carnes, sal,
algodón y pescado tienen una participación importante. Aun cuando las exportaciones de
productos manufacturados han jugado un papel poco significativo en el comercio con
Japón, las de maquinaria eléctrica y electrónica han aumentado (Tokoro, 2007).
65
Cuadro 7. Importancia de México en el comercio exterior de Japón (MDD y %) y sus principales socios comerciales
Monto Participación
en el total
Posición
de
México
Participación
de México
Primer país Segundo país Tercer país
Importaciones japonesas
desde México
3153 100 30 0.5 China (20.6) Estados Unidos (11.4) Arabia Saudita ( 5.7)
Alimentos 589 18.7 19 1.2 Estados Unidos (26.6) China (15.3) Australia (7.7)
Materias primas 560 17.8 18 1 Australia (15.8) Chile (11.4) Indonesia (11.1)
Productos
manufacturados
1983 62.9 21 0.6 China (33.9) Estados Unidos (15) Corea (6.5)
Otros 20 0.6 27 0.2 Taiwán (17.3) China (13.4) Estados Unidos (12.7)
Exportaciones japonesas
hacia México
10221 100 15 1.4 Estados Unidos (20.1) China (15.3) Corea (7.6)
Alimentos 4 0 35 0.1 Hong Kong (19.4) Estados Unidos (16.1) Taiwán (15.2)
Materias primas 6 0.1 43 0.1 China (40.5 ) Corea (22.7) Taiwán (7.7)
Combustibles 142 1.4 13 1.5 China (20.1) Estados Unidos (18.6) Singapur (14.7)
Productos
manufacturados
9520 93.1 15 1.5 Estados Unidos (20.7) China (14.7) Corea (7.3)
Otros 549 5 14 1.4 China (17.9) Estados Unidos (15.7) Hong Kong (10.8)
Fuente: Japan External Trade Organization. (2008). Relaciones económicas México-Japón. México: JETRO
66
El 55% de las exportaciones mexicanas a Japón son manufacturas, principalmente
automóviles y celulares, así como plata, mientras que un 21% de las exportaciones son
alimentos, principalmente carne de la especie porcina. El 94% de las importaciones
mexicanas provenientes de Japón son manufacturas, principalmente autos y autopartes
(PROMEXICO: Inversión y negocios, 2010).
Cuadro 8. Principales Productos comercializados entre México y Japón en 2009
Productos Exportados desde México
hacia Japón (4 dígitos)
% Part. Productos Importados por México desde
Japón (4 dígitos)
% Part.
Carne de animales de la especie
porcina, fresca, refrigerada
12% Partes destinadas a aparatos de
radiotelefonía o televisión
9%
Automóviles de turismo y demás
vehículos automóviles
9% Partes y accesorios de vehículos
automóviles
7%
Aparatos eléctricos de telefonía o
telegrafía
6% Automóviles de turismo y demás
vehículos automóviles
6%
Plata, incluida la plata dorada y la
platinada,
6% Dispositivos de cristal líquido 6%
Sal incluidas la de mesa y la
desnaturalizada
6% Máquinas y aparatos para imprimir 5%
Dátiles, higos, piñas (ananás),
aguacates, (paltas)
6% Circuitos integrados y microestructuras
electrónicas
4%
Aceites de petróleo o de mineral
bituminoso
5% Diodos, transistores y dispositivos
semiconductores
4%
Celulosa y sus derivados químicos 5% Productos laminados planos de hierro o
acero sin alear
4%
Partes y accesorios de vehículos
automóviles
3% Aparatos para corte, seccionamiento,
protección,
3%
Instrumentos y aparatos para
regulación o control automático
3% Maquinaria o partes para la fabricación
de productos
3%
Subtotal 61% Subtotal 48%
Otros Productos 39% Otros productos 52%
Total 100% Total 100% Fuente: Global Trade Atlas
Del análisis anterior destacan cuatro aspectos: en primer lugar, aunque el comercio de
México con Japón ha aumentado de forma significativa en términos absolutos, en términos
relativos ha tendido a disminuir, pues el comercio con los otros socios de México, sobre
todo con los que tiene acuerdos comerciales, ha aumentado más rápidamente. En segundo
lugar, la participación relativa de México, en los tres grupos de productos en los que se
67
concentran las exportaciones mexicanas hacia el mercado japonés, es bastante baja.
Tercero, el fuerte crecimiento de las importaciones procedentes de Japón se explica por la
falta de una oferta adecuada de proveeduría nacional ante la demanda de las empresas
niponas radicadas en México. Y cuarto, existe un fuerte potencial de exportación que
México no ha aprovechado en el mercado nipón, especialmente en el mercado alimentario,
el de vestido y el de calzado, dadas las ventajas comparativas de México. Este último
aspecto ha sido el resultado de que tanto el gobierno como el sector exportador mexicano
concentraron la mayor parte de su esfuerzo en aprovechar las ventajas que ofrecía el
TLCAN, y descuidaron otras regiones como la Unión Europea y Asia-Pacífico. En esta
última, Japón ofrecía oportunidades atractivas tanto por el nivel de ingreso alcanzado por su
población y el consiguiente cambio en sus patrones de consumo, como por la gradual
liberalización sectorial que el país emprendió en los noventa, lo que, junto con la
globalización de sus empresas, empujó al país a una política exterior activa en la firma de
acuerdos bilaterales (Falck Reyes, 2007).
Finalmente, en el área de cooperación, JETRO ha estado trabajando activamente con la
Secretaría de Economía para impulsar programas de apoyo a las PYMES mexicanas en la
proveeduría a las transnacionales japonesas en el sector automotor. Bajo el marco del
Acuerdo también se estableció el Comité para el Mejoramiento del Ambiente de Negocios,
el cual se ha reunido anualmente con ese fin. La parte japonesa ha propuesto una agenda
que incluye mejora en la seguridad, protección de la propiedad intelectual y mejoramiento
de la infraestructura de transporte, a lo cual el gobierno mexicano ha respondido
favorablemente. Por otro lado, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA,
por sus siglas en inglés) ha estado apoyando al sector de Pymes con entrenamiento en
control de calidad, la promoción de este tipo de empresas y asesoría en procesos de
certificación; también ha participado en proyectos de asesoría en áreas de seguridad
alimentaria y en la producción de carne de cerdo.
68
4.3.2 Inversión Extranjera Directa
Desde finales de los años treinta hasta la crisis de la deuda externa de 1982, como es
ampliamente conocido, la política comercial externa mexicana fue la sustitución de
importaciones; es decir, se adoptó la idea del proteccionismo. Cuando la Ley de inversión
extranjera (Ley para promover la inversión mexicana y regular la inversión extranjera)
entró en vigor en 1973, la IED para México estaba esencialmente regulada, salvo en raras
excepciones. Sin embargo, durante los ochenta la política económica cambió, enfocándose
al exterior, con base en el modelo económico del neoliberalismo. Luego se estableció una
nueva ley (Ley de la inversión extranjera) en 1993. En consideración al TLCAN, que
entraría en vigor al año siguiente, 1994, el objeto de esta ley era no frenar los flujos de IED
de aquellos países no incluidos en el TLCAN. La nueva ley autorizó que 100% de la
inversión fuese extranjera para los sectores en general, salvo raras excepciones como
petróleo, electricidad, telégrafos, correos entre otros indicados en el Capitulo dos de la ley.
De este modo, a partir de 1994, la IED japonesa acumulada en México ha aumentado 5.5
veces, al pasar de 630 millones de dólares en 1994 a tres mil 400 millones en 2003. La
inversión japonesa acumulada a partir de 1994 asciende a tres mil 493 millones dólares y
equivale a 2.5% de la IED total destinada al país entre enero de 1994 y junio de 2004
(véase Cuadro 9). Asimismo, hacia junio de 2004 se contaba con el registro de 305
sociedades con participación japonesa en el capital social, esto es, 1.0% del total de
sociedades con IED registradas en México (Tokoro, 2007).
69
Cuadro 9. México: inversión extranjera directa desde Japón 1994-2008 (MDD y %)
Participación de la IED de
Japón
Año
Total IED
en
México
Inversión
de la
Cuenca del
Pacífico
Inversión
de Japón
En la IED
total
En la IED
proveniente de
la Cuenca del
Pacífico
1994 10 664 667 631 5.9 94.7
1995 8 357 292 156 1.9 53.4
1996 7 847 294 144 1.8 48.9
1997 12 131 579 353 2.9 61
1998 8 366 231 100 1.2 43.3
1999 13 712 1 377 1 233 9 89.5
2000 17 942 564 419 2.3 74.3
2001 29 431 559 188 0.6 33.6
2002 21 097 333 166 0.8 49.9
2003 15 007 218 122 0.8 55.9
2004 22 470 484 370 1.6 76.4
2005 19 881 287 124 0.6 43.4
2006 16 119 -1271 -1459 -9.1 114.8
2007 19 729 667 372 1.9 55.8
2008 18 600 584 133 0.7 22.8
Promedio 1999-
2004 19 943 589 416 2.5 63.3
Acumulada 1999-
2004 119 658 3 536 2 498 2.1 70.6
Promedio 1999-
2008 19 399 380 167 0.9 61.6
Acumulada 1999-
2008 193 988 3 802 1 668 0.29 59
Fuente: Dirección General de Inversión Extranjera, Secretaría de Economía, México. (Falck Reyes, 2009)
Entre los países de Asia-Pacífico, Japón es el principal inversionista en México. Entre
enero de 1999 y diciembre de 2009, las empresas con inversión japonesa establecidas en
México realizaron inversiones por 2,058.6 millones de dólares MDD, cantidad que
representa el 0.9% de la IED total registrada en ese período. Este total subestima la
inversión japonesa en México (véase Grafica 2) ya que la mayoría se hace a través de las
filiales estadounidenses de multinacionales japonesas y queda adscrita a Estados Unidos.
70
La oficina de ProMéxico en Japón estima, con base en información de la SRE y de SE, que
la inversión acumulada de ese país en México suma cerca de cuatro mil millones de dólares
(PROMEXICO: Inversión y negocios, 2010).
Grafica 2. IED de Japón en México (MDD)
Fuente: México de la DGIE de la SE (2009)
La desinversión en 2006 obedece al cambio de domicilio fiscal de la filial mexicana de
Nissan a otro país. No representó la salida de capital o pérdida de empleo. A diciembre de
2009, se contaba en México con el registro de 375 empresas con participación japonesa en
su capital social. El 76% de la inversión japonesa se canalizó a las manufacturas, seguido
por el comercio (13%) y la construcción (3.8%) (ibíd., p. 4)
Japón es el décimo inversionista extranjero en México de acuerdo a datos de la Secretaría
de Economía (Acumulado 1999-2009), con un monto acumulado de 1,766.6 millones de
dólares. Sin embargo, una gran cantidad de empresas japonesas establecidas en México
cuentan con capital de sus filiales en EUA o Europa, lo cual oficialmente se contabiliza
como proveniente de dichos países (Japan External Trade Organization, 2010).
71
Según la encuesta sobre "Las empresas japonesas en México 2000" realizada por la
Embajada de Japón en México, JETRO-México y la Cámara Japonesa de Comercio e
Industria de México, A.C. (1999/11/30), la proporción del monto de inversiones realizadas
entre las empresas japonesas establecidas en EUA y las de Japón, equivale a razón de 3.4
por 1. Por lo cual se estima que la inversión total japonesa en México asciende a un 20%
del total de la inversión extranjera (Japan External Trade Organization, 2010). De esta
forma Japón es el decimo inversionista extranjero en el país con equivalente a 20% de la
IED total acumulada en el período 1999-2009, después de EU (66.6%), (Tokoro, 2007).
Sin embargo, el hecho de que la inversión japonesa provenga de empresas establecidas en
Estado y al considerar una composición del capital nipón (375 empresas) en México que
respondió a dicha encuesta, la proporción del capital directo desde Japón sólo equivale a
20.5%, mientras que la de empresas japonesas emplazadas en terceros países equivale a
71.8%, especialmente la de Estados Unidos es muy alta (véase el Cuadro 10). Por tanto, se
puede considerar que la IED japonesa, incluida la realizada a través de Estados Unidos,
tiene un peso considerable en la economía mexicana (Ibíd., p.51).
Cuadro 10. Composición del capital de las empresas japonesas en México (MDD)
Directa desde
Japón
Empresas
japonesas
en
México
Empresas
japonesas
en
terceros
países
Empresas
japonesas en
EE.UU.
(incluidas en
el anterior)
Empresas
mexicanas
Empresas en
terceros
países
Total
8 883 38 30 913 29 896 2 910 354 43 047
20.5% 0.1% 71.8% 69.4% 6.8% 0.8% 100% Fuente: Japan External Trade Organization. (2010). Relaciones Económicas: Inversión y negocios.
Recuperado el 11 de Julio de 2010, de http://www.jetro.go.jp/mexico/economicas/inversion/ y con datos de la
encuesta “Las empresas japonesas en México 2000”, realizada por la embajada de Japón en México, Jetro-
México y la Cámara Japonesa de Comercio e Industria de México, A.C., aplicada a 251 empresas japonesas
México es estratégico para que las empresas niponas puedan aprovecharlo como base del
proceso productivo, mediante el uso de los componentes y materias primas de Japón,
Estados Unidos y Asia, y la mano de obra barata mexicana (por ejemplo la industria
maquiladora), así como plataforma de exportación hacia Estados Unidos.
72
Con respecto a las principales ramas económicas receptoras de inversión japonesa (véase el
Cuadro 11), la mayor parte de la inversión está destinada al sector manufacturero, con un
equivalente a 92.5% de la IED total acumulada de 1999 a 2004. La composición del sector
manufacturero se desglosa como sigue: 79.2% en industria automotriz; 5.7% en fabricación
de equipo electrónico de radio, televisión, comunicación y uso médico; 2.8% en fabricación
de sustancias básicas; 2.5% en fundición y moldeo de piezas metálicas ferrosas y no
ferrosas; 0.6% en fabricación de maquinaria, equipo y accesorios eléctricos; y 0.5% en
fabricación de maquinaria y equipo para usos generales. Cabe destacar que sólo dos ramas,
la industria automotriz y electrónica, han alcanzado 85.5% del total (Ibíd., p.51).
Cuadro 11. Empresas japonesas por sector de actividad económica, 200-2008 (número
de empresas, %)
Sectores y subsectores 2000 2008 Porcentaje
en 2008
Total 347 348 100
Agropecuario - 4 1.1
Minería y extracción 2 2 0.6
Industria manufacturera 119 119 34.2
Industria automovilística 37 32 9.2
Fabricación de equipo electrónico de
comunicaciones 12 12 3.4
Fabricación y moldeo de piezas metálicas 3 3 0.9
Electricidad y agua 3 3 0.9
Construcción 23 23 6.6
Comercio 90 90 25.9
Comercio de productos no alimenticios al por mayor 86 86 24.7
Comercio de productos no alimenticios al por menor 4 4 1.1
Transportes y comunicaciones 3 3 0
Servicios financieros 13 13 3.7
Otros 94 91 26.15 Fuente: Secretaría de Economía. (2004). Recuperado el 03 de Mayo de 2010, de
http://www.economia.gob.mx
La estrategia de distribución por rama de actividad de la IED japonesa en México (véase
Cuadro 12) no se ha modificado esencialmente en los últimos diez años, ya que durante
1999-2009 ha conservado prácticamente la misma tendencia. Por consiguiente, la inversión
73
japonesa ha perseguido consistentemente la estrategia de tipo “búsqueda de eficiencia”
(efficiency-seeking) bajo la tutela de aquellos sectores industriales18
(Ibíd., p.52).
Cuadro 12. Principales proyectos de inversión de empresas japonesas.
Empresa Inversión Anunciada
Monto de
la
Inversión
(MDD)
Empleos
generados
TOYOTA
Toyota evalúa construir una planta
para fabricar el nuevo modelo de
Yaris. Entre los estados interesados
en el proyecto se encuentran
Yucatán, San Luis Potosí y
Guanajuato.
En
principio,
se definiría
en 2011
n.d n.d
MITSUI & CO Y
TOKYO GAS
Adquisición de 5 plantas
termoeléctricas en operación,
propiedad de la compañía española
Gas Natural con capacidad
agregada de 5,558 MW
2009 1,200 n.d
MITSUI & Co
Planta de tratamiento de aguas
residuales Agua Prieta Wastewater
Treatment BOT Project
2009 180 n.d
TAKEDA
PHARMACEUTICAL
COMPANY
Establecimiento de una subsidiaria
para la comercialización de sus
productos en México y en el
continente Americano
2009 50 120
MAZDA MOTORS
Ampliación de su red de
distribuidoras en territorio
nacional. Apertura de 4 nueva
agencias que se sumarán a las 28
agencias con las que cuenta
actualmente.
2009 11 200
18
De acuerdo con J. Dunning, la IED se clasifica principalmente en cuatro tipos: como “búsqueda de recursos naturales” (natural resource seeking); “búsqueda de mercado nacional o regional” (national or regional market seeking); “búsqueda de eficiencia” (efficiency seeking), y “búsqueda de bienes estratégicos” (strategic asset seeking). Las primeras dos son las inversiones con que las empresas inician la “invasión” al mercado extranjero, y constituyeron las principales inversiones durante los años sesenta y setenta. Los dos últimos tipos son las inversiones cuyo objetivo es darle continuidad a la inversión, y aumentaron a partir de los ochenta hasta el presente debido a que las empresas planearon la estrategia productiva desde el punto de vista internacional. (Tokoro, 2007)
74
AIDA
ENGINEERING
Establecimiento de una oficina de
representación para ofrecer soporte
y servicio técnico a la industria de
formado de metales.
2009 n.d n.d
ISUZU MOTORS Establecimiento de una planta para
ensamblajes 2009 1 20
AMANO ENZYME
Ampliación de capacidad
productiva de la planta actual en
Irapuato.
2009 4 10
KINUGAWA
RUBBER
INDUSTRIAL
Establecimiento de una planta de
producción de partes herméticas
para aislamiento y cierre de
puertas.
2009 3 90
YOKOGAWA
CORPORATION
Establecimiento de una planta de
operaciones en México para
producción de sistemas de control
de procesos, convertidores de
corriente, transmisores de presión y
temperatura, principalmente.
2009 n.d n.d
PANASONIC
Reestructuración de una planta para
la producción y ensamblado de 250
mil pantallas LCD.
2009 1 n.d
Fuentes: ProMéxico, empresas y medios.
Otras empresas japonesas establecidas en México son: Mitsubishi Heavy Industries
(instalación y equipos para una central eléctrica), Mitsubishi Electric (recientemente amplió
su planta de San Juan del Río), Toto (inauguró una planta en México en febrero de 2008 de
retretes de alta tecnología), Nippon Express (abrió una subsidiaria en Nuevo León), Takata
(inauguró una planta en Torreón en 2006 para la producción de bolsas de aire para
automóviles) y Sharp (fabrica módulos de LCD en B.C.) (PROMEXICO: Inversión y
negocios, 2010).
75
Principales empresas japonesas en México: En la lista de las 500 mayores empresas
establecidas en el país de la revista Expansión (edición 2009) las principales compañías de
Japón en México son:
Lugar lista Empresa Sector Ventas (mdp)
14 Nissan Mexicana Automotriz 107,500
82 Toyota Motor
Sales de México Automotriz 23,000
91 Honda de México Automotriz 20,300
120 Sony de México Electrónica de
consumo 12,919
232 Mazda Motor de
México Automotriz 4,555
254 NR Finance
México
Servicios
financieros 3,917
255 Panasonic de
México
Electrónica de
consumo 3,906
378 Suzuki Motor de
México Automotriz 1,390
448 Tokio Marine Cía
de Seguros Seguros y fianzas 858
Fuente: Expansión
En cuanto a la inversión mexicana en Japón, de acuerdo con la Organización de Japón para
el Comercio Exterior (JETRO), la inversión directa mexicana neta acumulada en Japón del
2000 al 2009 fue de sólo 4 MDD. Dicha inversión se realizó en 2002 y 2003 con 2 MDD en
cada año. Las cifras de JETRO incluyen repatriación de capitales de las empresas
mexicanas en Japón hacia la casa matriz en México y son elaboradas en base al criterio de
balanza de pagos (PROMEXICO: Inversión y negocios, 2010).
Entre las empresas mexicanas con presencia en Japón, destacan:
Grupo Proeza, a través de su subsidiaria Metalsa, un fabricante de chasises y otras
estructuras metálicas para vehículos, tiene una oficina comercial en Japón
(Yokohama).
San Luis Rassini, grupo dedicado a la manufactura de autopartes cuenta con una
planta establecida en la ciudad de Tokio.
76
Mexichem Flúor, adquirió a la empresa INEOS, por medio de esta adquisición tiene
presencia en el país, a través de una planta localizada en la prefectura de Hiroshima,
además de tener una oficina de ventas en Tokio.
Grupo Bocar, empresa manufacturera y comercializadora de componentes para
motores y piezas automotrices, cuenta con oficinas en Yokohama.
Kidzania, que maneja centros de entretenimiento infantil (como Ciudad de los
Niños), tiene dos establecimientos bajo la modalidad de franquicia en Japón, uno en
Tokio y otro en Koshien. El de Tokio requirió una inversión de 30 millones de
dólares.
Grupo Altex, dedicada a la producción, procesamiento y comercialización de trigo,
frutas y vegetales tiene oficinas de representación en el país.
4.3.3 Efectos de la crisis económica en el AAE Japón
México y Japón son algunos de los países más afectados por la crisis dada la fuerte
contracción de su comercio hacia Estados Unidos. En el primer trimestre del año 2009 la
economía mexicana se redujo un -8,2% respecto a igual período del año pasado, la peor
contracción trimestral desde el tequilazo de 1995. México completó así dos trimestres
consecutivos de fuerte caída en el PIB dado que el cuarto trimestre de 2008 el descenso fue
de -1,65% (Moreno, 2009).
Con dicha crisis económica se revirtieron los efectos del Acuerdo de Asociación
Económica México-Japón, ya que el incremento en el intercambio de bienes de los
primeros años del convenio prácticamente se perdió al sufrir un retroceso. En 2008 el
comercio bilateral ascendió a 20,114 millones de dólares, según los datos de la embajada
mexicana en Tokio, aunque el impacto de la crisis y la influenza humana hicieron caer
aproximadamente esta cifra hasta los 13,000 millones de dólares19
(PROMEXICO:
Inversión y negocios, 2010).
Japón es, de los países avanzados, uno de los más golpeados por la crisis. Aunque en
comparación con los años setenta u ochenta sí subió el volumen de mercancía que
comercializamos con Japón, es necesario aumentar la oferta exportable para ofrecer más
19
Véase Anexo 7. Balanza comercial México-Japón
77
productos al país oriental, esto dicho por el director técnico de comercio exterior del
Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (COMCE), Fernando Ruiz Huarte
(Saldaña, 2010). No obstante que había mostrado, después de la década perdida de los años
noventa, una recuperación económica (de 2000 a 2007), desde noviembre de 2007 volvió a
entrar en recesión. El PIB en el último trimestre de 2008 decreció a una tasa de 12% anual
y en febrero de 2009, la producción industrial había caído 38% (Falck Reyes, 2009).
Los datos del último trimestre reflejan una drástica caída en el sector secundario, que
incluye minería, electricidad, agua, gas, construcción e industria manufacturera, que llegó a
-9,9%. La industria manufacturera que en gran parte actúa como una maquiladora
dependiente de su vecino del norte, sufrió un serio revés de -13,8%. En un desglose del
sector manufacturero, 19 de los 21 subsectores registraron caídas en el primer trimestre,
destacando los de: Maquinaria y equipo (-21.5%), Metálicas básicas (-26.4), Equipos
electrónicos (-29.0) y Equipo de transporte (-38.3%) (Moreno, 2009).
El comercio triangular que realizan las economías más avanzadas de Asia como Japón,
Corea del Sur y Taiwán hacia los países en desarrollo como China, Tailandia o Vietnam, se
ha visto disminuido de acuerdo a los datos de las recientes tablas del World Input-Output
para Asia. Estas reflejan que los países más desarrollados se han especializado en la
elaboración de productos clave de alto valor agregado que exportan a sus vecinos menos
desarrollados para la elaboración del producto final que luego venden a Estados Unidos o
Europa.
Como el proceso de maquilación es más intensivo en obra de mano, el valor agregado es
menor. Así, mientras para China la caída del comercio con Estados Unidos representa un
5%, para Japón lo es en casi un 20%. La fuerte contracción que sufre la primera potencia
mundial ha afectado intensamente el comercio mundial de estos países que han visto una
seria disminución de su actividad económica con la consecuencia de un aumento en el
desempleo cuya recuperación asegura tener un ritmo de gran lentitud (Moreno, 2009).
La Secretaria de Economía y el Banco de México (BANXICO) establecen que las
importaciones que hicieron mexicanos de productos japoneses en 2009 fueron menores al
78
valor que tuvieron en 2005, es decir, que bajaron de 13 mil millones a 11 mil 400 MDD.
También disminuyeron las exportaciones mexicanas de 1,470 millones en 2005 a 1,614
millones en 2009, es decir que quedaron ligeramente arriba de lo que se vendió hace 5 años
(Saldaña, 2010).
Además no se han utilizado en su totalidad los cupos de importación negociados para logar
que productos agrícolas mexicanos entren en condiciones preferenciales a Japón. En los
cinco años que tiene el Acuerdo, los cupos de importación que los productos mexicanos
han utilizado mayormente son para carne de cerdo, res y jugo de naranja. Siendo estos de
los principales productos exportados hacia la nación nipona. De las 74 mil toneladas que se
otorgaron para exportar carne de puerco, México utilizó 58,100 toneladas; el cupo de carne
de res de 4000 toneladas fue agotado totalmente y hasta se rebasó, ya que se exportaron
11,804 toneladas; de jugo de naranja congelado se vendió 5094 con un cupo impuesto por
un valor de 5688 toneladas, según información otorgada por la Secretaría de Economía.
La subsecretaria de Comercio Exterior de la SE informa que los más desaprovechados de
abril de 2008 a marzo de 2009 fueron jugo de naranja sin congelar, naranja y pollo, ya que
de las 1313 toneladas, 3000 y 6000, respectivamente, nada se utilizó. Ello, aunque de abril
de 2007 a marzo de 2008 se exportó 717 toneladas de naranjas (Ibíd., p.19).
La subsecretaria de Comercio Exterior, Beatriz Leycegui, aseguró que en el acuerdo
bilateral se establece que desde abril de 2009 se negociarán mejores condiciones de acceso
al mercado japonés y “ambas naciones siguen trabajando en dichas clausulas” (Secretaría
de Relaciones Exteriores, 2010). Además en este año y hasta 2013 se iniciará la mayor
parte de la desgravación arancelaria, ya que la mitad de las fracciones quedarán exentas del
pago de arancel.
En el aspecto de cooperación bilateral concerniente al AAE Japón son nueve áreas de
cooperación; industria de soporte y PYMES, promoción del comercio y la inversión,
ciencia y tecnología, educación, capacitación laboral, turismo, agricultura, medio ambiente
y propiedad intelectual.
79
De estos nueve rubros al que se le ha dado mayor impulso es a la inversión y ya se han
demostrado los montos de inversión en el país. El segundo rubro al que se le ha otorgado
una mayor atención es al de las PYMES con la Cooperación para el fomento de PyMES-1,
programa manejado por la Embajada de Japón en México. De acuerdo a un informe de la
página de internet de la embajada japonesa explica como esta dividido el programa de
cooperación quedando de la siguiente forma:
1. Fomento de la industria de soporte
JETRO (Japan Trade Organization) organiza encuentros de negocios (match making
events) a la fecha ha visitado más de 200 empresas mexicanas con el fin de identificar
posibles proveedores para empresas japonesas.
2. Fomento de la consultoría para PyMES
JICA (Japan International Cooperation Agency) realizó, con un grupo de asesores
japoneses en la Secretaría de Economía, una investigación para mejorar la eficiencia de los
consultores para PYMES en México.
3. Oferta de información
La Embajada de Japón en México organiza conjuntamente con SE foros de PYMES en
varias ciudades. Hasta ahora se han llevado a cabo 5 foros.
4. Envío de Expertos Japoneses
A la fecha, el Gobierno de Japón ha enviado 1,700 expertos japoneses en diferentes rubros,
a organismos tales como CANACINTRA y gobiernos locales como el de Jalisco, Sinaloa y
San Luis Potosí, entre otros.
Sólo a esos dos puntos que fortalece el AAE Japón se les ha dado impulso, los demás se
encuentran atrasados y sin aparente evolución.
80
5. Conclusiones
A lo largo de esta tesis se ha contemplado la evolución de las relaciones no sólo
comerciales, sino también cordiales entre México y Japón. Como se estableció al principio
de la investigación en la hipótesis, es de suponerse que el AAE Japón no es debidamente
utilizado ni ha sido enteramente explotada toda su potencialidad, misma que es aceptada
por las diferentes razones explicadas y demostradas a los largo de la tesis.
Como se menciona en la introducción Japón obtiene una mayor ventaja del AAE Japón, ya
que sus volúmenes de inversión y de intercambio comercial son superiores a los que
México tiene. En materia de cooperación bilateral, a pesar de existir algunos programas
para el apoyo a las PYMES, son desaprovechadas las demás secciones en las cuales se
negociaron las bases del Acuerdo.
Empero, el hecho de que el Acuerdo no sea utilizado correctamente no tiene que ser
necesariamente por el retraso industrial que sufre México, la reciente crisis de 2009 ha sido
una causa fundamental del mencionado retardo, no sólo entre estas dos naciones, sino a
nivel mundial. Este atraso se traduce en cifras.
Como se observa en el Cuadro 13, durante el año 2009 que fue el año donde inició la crisis,
el intercambio comercial mantuvo cifras negativas, y durante el presente año 2010, hasta la
primera mitad del año se ha ido manifestando un crecimiento a comparación del año
preliminar.
81
Cuadro 13. Balanza Comercial México-Japón 2009-2010
Year on Year % Balance Share
Contribution
Change Y on Y rate
Country/Area Exports Imports Balance Exports Imports Change Exports Imports Exports Imports
2009
1 Mexico 490,745 242,616 248,129 -29.1 -28.7 -103,634 1.3 0.5 -0.4 -0.2
2 Mexico 936,015 479,990 456,025 -32.8 -25.2 -294,617 1.2 0.6 -0.4 -0.1
3 Mexico 1,410,782 675,113 735,669 -34.2 -32.7 -403,195 1.2 0.5 -0.4 -0.2
4 Mexico 1,881,935 884,755 997,179 -36.2 -32.6 -641,287 1.2 0.5 -0.4 -0.2
5 Mexico 2,329,205 1,062,337 1,266,868 -37.4 -35.4 -810,808 1.1 0.5 -0.4 -0.2
6 Mexico
2,840,719 1,311,022 1,529,697 -38.1 -33.7
-
1,080,254 1.1 0.5 -0.4 -0.2
7 Mexico
3,416,369 1,572,085 1,844,284 -38.1 -31.5
-
1,380,613 1.1 0.5 -0.5 -0.2
8 Mexico
4,002,014 1,832,716 2,169,298 -38.2 -29.3
-
1,717,127 1.1 0.5 -0.5 -0.2
9 Mexico
4,644,959 2,059,240 2,585,719 -37.5 -28.4
-
1,969,723 1.2 0.5 -0.5 -0.1
10 Mexico
5,480,296 2,317,447 3,162,849 -34.8 -28.0
-
2,019,779 1.2 0.5 -0.4 -0.1
11 Mexico
6,136,326 2,545,735 3,590,591 -33.9 -27.0
-
2,210,733 1.2 0.5 -0.4 -0.1
12 Mexico
6,835,712 2,798,855 4,036,857 -30.8 -26.0
-
2,059,598 1.2 0.5 -0.4 -0.1
2010
1 Mexico 598,434 246,346 352,088 21.9 1.5 103,959 1.1 0.5 0.3 0.0
2 Mexico 1,254,329 480,016 774,313 34.0 0.0 318,288 1.1 0.5 0.4 0.0
3 Mexico 1,955,578 760,405 1,195,173 38.6 12.6 459,505 1.1 0.5 0.5 0.1
4 Mexico 2,816,491 1,006,834 1,809,658 49.7 13.8 812,478 1.2 0.5 0.6 0.1
5 Mexico 3,499,349 1,274,101 2,225,248 50.2 19.9 958,380 1.2 0.5 0.6 0.1
Fuente: Jetro 2010
Los objetivos de esta investigación han sido considerados para ser cumplidos durante la
realización de la misma, se ha visto como México y Japón han ido creciendo en materia
comercial, y no sólo eso, sino que se ha aprovechado la ventaja del establecimiento de un
Acuerdo de segunda generación con Japón. Sin embargo, aun quedan varios espacios
incompletos en el cumplimiento de un Acuerdo de Asociación Económica, a fin de que este
se considere completamente satisfactorio. Ejemplo de esto son las oportunidades que
existen utilizando los recursos ofrecidos por el AAE Japón, así como las negociaciones que
actualmente se están llevando a cabo a partir de la última visita del Presidente Felipe
Calderón a la nación nipona en febrero de 2010. Éstos son expuestos por ProMéxico en la
Síntesis de la relación comercial México-Japón, los cuales son:
82
Negociaciones pendientes por parte de México:
Negociaciones agrícolas. Mejorar las condiciones de acceso para productos
excluidos originalmente del AAE (trigo, azúcar y piña) y productos con
preferencia arancelaria bajo cupo, así como otros intereses (carnes de res, cerdo
y pollo; jugo de naranja y naranja fresca; y jarabe de agave), de acuerdo con lo
previsto en el propio AAE.
Medidas sanitarias y fitosanitarias. México tiene el interés en que Japón
reconozca el Estado de Jalisco como zona libre de fiebre porcina clásica, para
exportar cerdo.
Facilitación en la expedición de certificados de cupo por parte de Japón.
Las autoridades aduaneras reciben los documentos originales expedidos por
México dos días a la semana para hacer del despacho aduanero, y tienen que
esperar por lo menos 48 horas para que se aprueben los certificados que
permitan la importación de productos agrícolas con arancel preferencial bajo
cupo. Al ser productos perecederos, el comprador opta por pagar el arancel
NMF, perdiendo los beneficios que le brinda el TLC.
Por parte de Japón, sus intereses son:
Sector Industrial. Japón solicita la inclusión de nuevos productos, reducción
arancelaria, modificación de reglas de origen y ciertos procedimientos
aduaneros. Algunas de estas solicitudes implican cambios al AAE que tendrían
que aprobarse por el Senado.
Comité para la mejora del ambiente de negocios. Japón ha expresado su
interés en abordar los siguientes temas en la próxima reunión del Comité (fecha
por definir): seguridad pública, protección a la propiedad intelectual, trámites
migratorios, asuntos fiscales, procedimientos aduaneros, desarrollo de recurso
humanos para el sector electrónico y transparencia en compras de gobierno.
Mejora de los procedimientos de compras de gobierno. Japón ha expresado
su preocupación sobre licitaciones de PEMEX y CFE en los que no se permitió
la participación de compañías japonesas, aún cuando se trataba de adquisiciones
83
de refacciones, mantenimiento y reparaciones para plantas construidas por las
propias compañías japonesas.
Entre los mecanismos de diálogo entre México y Japón se encuentran el Grupo de Asuntos
Económicos-Financieros, con el fin de impulsar la cooperación económica y financiera, y el
Comité Empresarial México-Japón, con el fin de analizar algunos puntos del Acuerdo de
Asociación Económica.
Beneficios para el sector automotriz en el marco del AAE México-Japón. El
AAE otorga a Japón acceso libre de arancel para una cantidad (cupo) de autos
japoneses equivalente al 5% del mercado nacional de automóviles de México,
tomando como base las ventas del año inmediato anterior. Para el ejercicio abril
2009 – marzo 2010, el monto del cupo es de 50,851 unidades. Conforme al
TLC, a partir del 1° de abril de 2011, se eliminará el cupo para las
importaciones de automóviles provenientes de Japón, quedando con acceso
ilimitado libre de arancel al mercado mexicano (PROMEXICO: Inversión y
negocios, 2010).
Oportunidades
Tecnologías de la información: El sector de tecnologías de la información es
uno de los más importantes en la industria japonesa, un país que tiene
importantes fabricantes de videojuegos, equipo de cómputo, equipo de
telecomunicaciones, etc. Por otro lado el gobierno mexicano ha designado a éste
sector como uno de los sectores estratégicos que busca impulsar y cuenta con
programas de apoyo, notablemente Prosoft y Promedia, para ese fin. Hay
clusters de software y diseño de videojuegos en el Distrito Federal, Guadalajara
y Monterrey.
Automotriz y autopartes: Otra de las industrias japonesas con potencial para
invertir en México son la automotriz y de autopartes. Cabe notar que en 2009
Japón fue el segundo productor de automóviles de mundo, con 7.9 millones de
unidades (México fabricó cerca de dos millones). Las exportaciones de
vehículos y autopartes de México a Japón se ubicaron en 191 millones de
dólares y están a punto de convertirse en el principal rubro de exportación de
México a ese país.
84
Muchas empresas japonesas del ramo ya tienen presencia en México (Takata,
Denso, Jatco, etc.), pero ésta todavía puede ampliarse. Diversos estudios
pronostican que la producción de automóviles en México aumentará 50% en los
próximos años, llegando a tres millones de unidades, mientras que la producción en
Japón se mantendrá estática. México puede impulsar inversiones de mayor valor
agregado, incluyendo centros de diseño y pruebas, a través de incentivos como
créditos fiscales para la investigación y desarrollo. También hay oportunidades para
atraer fábricas de ensamble para automóviles compactos destinados al mercado
estadounidense, ya que hay una gran demanda por estas unidades debido al alto
costo de la gasolina (ibíd.)
Cabe notar que 89 de las 100 principales empresas de autopartes del mundo ya
tienen presencia manufacturera en México. De las 11 restantes, varias son japonesas
(Mitsui Kinzoku, Stanley Electric, Tokai Rika, etc.). A su vez, México ofrece un
mercado interno atractivo, como demuestra la llegada de nuevas armadoras al país:
Mazda, Subaru y Suzuki. Con el tiempo, México puede ofrecer una base
manufacturera importante a esas empresas para consolidar su presencia en
Norteamérica y América Latina.
Sector eléctrico-electrónico: Este es uno de los sectores en los que existe una
gran cantidad de empresas japonesas con potencial para invertir en México. En
particular, la mayoría de las empresas japonesas del sector fabrican productos
finales (destacando las televisiones) para exportación e importan la gran
mayoría de los insumos. La oportunidad yace en atraer la producción de esos
insumos, como circuitos integrados, al país. Desde el año pasado, el gobierno
mexicano ha realizado visitas a empresas japonesas ya establecidas en México o
que pueden hacerlo próximamente.
Turismo: México y Japón acordaron promover y desarrollar la cooperación
turística entre ambos países. Para ello se incluyó en el Acuerdo de Asociación
Económica un capítulo en la materia. Con esto México podría fortalecer las
campañas de promoción turística en Japón. Según informes de prensa, México
sólo recibió 52,000 turistas japoneses en 2009. En ese sentido, debe examinarse
85
cómo aumentar ese total (como, por ejemplo, a través de campañas
publicitarias).
Productos agropecuarios: México es el único país que tiene en vigor un
acuerdo comercial que incluye al sector agrícola con Japón. Entre los principales
productos mexicanos para promover al mercado japonés, aprovechando el AAE,
se encuentran los productos agroalimentarios como: sal yodatada, carne de
cerdo, mango, naranja y toronja. La tendencia en las ventas a ese país confirma
la magnitud del potencial:
Las exportaciones de carne y productos relacionados de México a Japón aumentaron
43% en 2008. Las ventas de frutas y productos relacionados subieron 25% en 2008.
Es importante señalar que Japón cuenta con fuertes requisitos fitosanitarios para las
importaciones agropecuarias. Los productores mexicanos, acostumbrados a
requisitos similares para exportar a Estados Unidos, pueden usar esto como ventaja
competitiva.
Cabe señalar que actualmente China es el mayor proveedor de productos
agropecuarios a Japón. Dados los escándalos en torno a la contaminación de
productos chinos (como el actual con relación a la leche), México puede aprovechar
la oportunidad para ganar mercado.
Energía renovable: Japón es un país que ha tomado fuertes medidas en décadas
recientes para impulsar las energías renovables debido a que importa
prácticamente todos sus combustibles minerales. Empresas como Mitsubishi
(que ya fabrica hélices para energía eólica en México), Kyocera (que ensambla
páneles solares en Tijuana) y Sanyo (fabrica páneles en Monterrey) y muchos
otros son líderes en la producción de equipo para este sector y podrían ampliar
su presencia en el país ante las perspectivas de inversión en energías renovables
en Norteamérica. Cabe notar que en 2008 la inversión en energías renovables
sumó más de 120 mil millones de dólares en todo el mundo (ibíd.).
El AAE Japón pretende mejorar la competitividad internacional de las empresas
multinacionales niponas frente a sus contrapartes estadounidenses y europeas e incrementar
su rentabilidad. Sin embargo, el AAE Japón presenta la problemática de fijar fuertemente
una estructura de colocación productiva vertical en la división del trabajo internacional
86
entre Japón, un país avanzado, y México, un país especializado en la exportación de
productos de materias primas y de productos industriales dominados por el comercio de
intrafirma. Además, se prevé la polarización interna se agrandará, es decir, la desigualdad
regional, especialmente entre la frontera del norte y los estados del sur, por la repartición no
equitativa regional de la IED japonesa (Tokoro, 2007).
En realidad, como se puede observar con las negociaciones pendientes y las cuantiosas
oportunidades de negocios que se tienen con Japón, aun se pueden obtener del Acuerdo
grandes ventajas y beneficios. Sin embargo, la polarización existente en la industria
mexicana y el comercio de intrafirma que presenta la isla son quizás de los impedimentos
que más peso tienen para obtener un avance en el cumplimiento del Acuerdo. Esto, sin
embargo, no implica que tanto el gobierno mexicano, como el japonés, no pretendan buscar
solución a estos problemas o buscar un control hacia estas situaciones para su beneficio
mutuo.
Las diferencias entre México y Japón se expusieron en algunas teorías para explicar cómo
hacer negocios con la nación nipona. Referente a lo expuesto por Gastelum (2007) en
cuanto a las cuatro condiciones al momento de establecer un negocio, en lo legal y ético
México tiene una deficiencia notable dada la condición social predominante en el país. La
mano de obra es calificada pero los recursos humanos son deficientemente desarrollados
para solicitar un puesto de mayor rango. En lo referente al sistema judicial, existe un
problema burocrático en el país que es, muchas de las veces, causa y motivo por el cual las
negociaciones pierdan flexibilidad o lleguen su fin. En lo político y económico, la situación
de inseguridad en México no debería ser un freno para establecer negocios con Japón, se
debe incentivar a las empresas mostrando las ventajas económicas que se tiene para
asociarse con empresarios mexicanos. Sin embargo, se limitan todas las negociaciones a
seguir los patrones de intercambio comercial existentes sin tratar de buscar nuevos nichos
de mercado y ver al Japón como un mercado potencial para la venta de productos
mexicanos.
87
Las dimensiones culturales de Hofstede evidencian las diferencias culturales al momento de
establecer una negociación entre México y Japón. México es catalogado como un país de
los más colectivistas, mientras que Japón es un país colectivista pero en menor grado. En
cuanto a distancia del poder, México posee una distribución desigual en el poder, así como
lo menciona Hofstede, esto es causa de que en México exista una mayor elusión a la
incertidumbre mientras que en Japón se toman con menos discrepancias los cambios y se
acepta un mayor riesgo al momento de negociar. En lo único en lo que ambas naciones
coinciden es en que la sociedad es considerada como masculina, especialmente para los
negocios no es reconocido el papel de la mujer.
Finalmente, la ultima teoría realizada por Hall, coloca a México y a Japón como culturas de
contextos distintos, ubicando a Japón como una cultura de contexto alto, mientras que
México es considerada una cultura de contexto bajo por las características mencionadas en
el Cuadro 2. Sin embargo, como menciona Hall, no es causa por la cual no se puedan llegar
a establecer negociaciones entre ambas naciones, lo que México debe de hacer es explicado
en cinco pasos: tener paciencia al momento de negociar, no precipitarse a tomar una
decisión. Ser formal en todo momento. Conocer las costumbres y, sobretodo, lo que es
considerado como buenos modales para obtener la simpatía de la otra parte. Ademas
establecer clara y concisamente los lineamientos de la negociación impidiendo
interpretaciones subjetivas de la misma.
No obstante, una vez revisado los numerosos pendientes entre ambas naciones, así como las
grandes oportunidades existentes entre los contratantes y como llegar a aprovechar dichas
oportunidades, es necesario hacer notar que México enfrenta retos importantes para poder
llegar al cumplimiento satisfactorio de las negociaciones así, como del aprovechamiento de
las oportunidades. Estos retos tienen que ver sobre todo en materia de competitividad
económica, como mejorar la infraestructura (portuaria, carretera, ferroviaria, eléctrica y
energética), desarrollo del capital humano y flexibilidad en el mercado laboral, así como
mejoras en el sistema aduanero. Si se aplicaran estas medidas, ayudarían para incrementar
los beneficios obtenidos no sólo del AAE Japón, sino del resto de los acuerdos que el país
ha asignado.
88
Para este caso japonés, es necesario impulsar la industria del calzado, de alimentos y de
prendas de vestir, que es en la que se posee una ventaja competitiva con la nación nipona.
El AAE Japón ofrece a México una oportunidad única para diversificar sus mercados de
exportación y atraer una IED que se caracteriza por la generación de empleos y por poseer
unos elevados estándares de producción que, hasta ahora, han contribuido a mantener
saldos positivos con Estados Unidos y a adquirir un dinamismo ligeramente superior en las
importaciones brindando a México avance, modernidad y, sobre todo, progreso.
89
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Tokoro, Y. (2007). México y Japón: Una perspectiva del Acuerdo de Asociación
Económica. EconomíaUNAM , 3 (7).
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• Las dimensiones culturales de Hosftede
Anexo 1
• Tratados de Libre Comercio suscritos por México
Anexo 2
• Historia de la relación entre México y Japón
Anexo 3
• Tratados bilaterales
Anexo 4
• La era Meiji
Anexo 5
• Japón: contexto mundial y regional
Anexo 6
• Balanza comercial México-Japón
Anexo 7