Acuicultura Garantia Futuro Folleto Tcm7-215353

ACUICULTURA, GARANTÍA DE FUTURO

La cría de organismos acuáticos se remonta a los orígenes de la humanidad y poco a poco se ha ido convirtiendo en una de las actividades de producción de alimento con mayores expectativas de crecimiento. En España esta actividad se ha consolidado como una excelente fuente para el suministro de un producto sano y seguro y que genera empleo y riqueza desde su integración y respeto con el medio marino y continental en el que se desarrolla. El crecimiento de la población mundial y el interés por mejorar la calidad de vida de la ciudadanía a través de una alimentación sana y equilibrada, ha significado un incremento de la demanda de pescado a nivel mundial. Ante este nuevo escenario lo que se pone de manifiesto es que la acuicultura es un valor seguro que ha de jugar un papel fundamental en el futuro como garante de la calidad de los productos pesqueros y que además ha de hacerlo realizando la actividad desde un punto de vista económico viable, socialmente justo y ambientalmente sostenible.


REFERENCIAS HISTÓRICAS

Desde sus orígenes el ser humano ha intentado obtener del agua el alimento necesario. El éxito dependía de múltiples factores, principalmente biológicos y ambientales, lo que dificultaba o en ocasiones impedía obtener el resultado esperado. Pero, las posibilidades aumentaban exponencialmente si las especies se mantenían en cautividad y este proceso dio origen a la acuicultura moderna. Las primeras referencias sobre la acuicultura las encontramos en la antigua China hace 3.500 a.c. donde ya se criaba carpa y mújol. También se han encontrado restos arqueológicos en Egipto de 2500 años a.c que representan la cría de tilapias en estanques. La forma más antigua de acuicultura costera es probablemente la cría de ostra, se cree que romanos, griegos y japoneses fueron los primeros en realizar esta actividad 1400 años a.c. En el año 475 a.c Fan Li, escribía el primer Tratado que se conoce de acuicultura sobre la carpa, actividad que se extendió posteriormente por muchos países de Asia y el Extremo Oriente. En este mismo periodo están datados los llamados «corrales» de la región suratlántica española, construcciones de muros de piedra que utilizan una técnica a medio camino entre la pesca y la cría. En la Edad Media se vuelven a tener datos sobre cría de carpas y lucios en estanques de los conventos y abadías europeas. En el siglo XIV, en Francia se consigue la fecundación «artificial» de huevos de trucha. En el siglo siguiente, Inglaterra se especializa en la cría de peces planos y poco después los países del área nórdica hacen lo propio con los salmones.

A finales del siglo XIX, es posible ya hablar de una «piscicultura completa», al conseguirse la reproducción en cautividad de la trucha. La primera referencia sobre la cría de peces continentales en España, data del año 1129 cuando, a iniciativa del arzobispo Gelmirez, se promocionó la construcción de un criadero de truchas en el río Sar (Galicia).


Sin embargo, no es hasta el S. XIX cuando el naturalista D. Mariano de la Paz Graells, contribuyó con sus publicaciones a desarrollar la piscicultura en el Laboratorio Ictiogénico de la Granja en el Real Sitio de San Ildefonso. Simultáneamente se pone en marcha en Aragón la primera granja de trucha privada de España en el Monasterio de Piedra en los terrenos de un monasterio Cisterciense, y en 1961 inició su desarrollo la acuicultura piscícola industrial de trucha en Navarra. Por lo que se refiere a la producción de moluscos en España, la especie más importante, el mejillón, ha estado ligado desde épocas remotas a los diferentes pobladores de las zonas costeras de Galicia. Las primeras evidencias claras de su aprovechamiento por el hombre se remontan a los asentamientos celtas en la costa gallega, en el siglo VIII a.c.

A finales del siglo XIX empiezan a realizarse las primeras experiencias de cría de mejillón en los viveros, pero es en los años 40 cuando se inicia el gran desarrollo de la miticultura en Galicia, cuando se fondea en la ría de Arousa la primera batea, una actividad que se extendió rápidamente al resto de las rías gallegas. La cría de peces en aguas salobres y marinas se remonta a las épocas en las que los salineros en Andalucía y Murcia empezaron a fomentar la entrada de alevines de peces y crustáceos en los estuarios, para mantenerlos hasta que alcanzaban la talla adecuada para la venta. Sin embargo, el verdadero desarrollo de la cría de especies piscícolas de agua salada no daría comienzo hasta los años 70 y 80, cuando se reconvierten las salinas en establecimientos piscícolas, y empresas como CUPIMAR y MARESA, comienzan la cría de distintas especies de peces, crustáceos y moluscos. La cría intensiva de peces marinos en España se inicia con la constitución en 1973 de FINISTERRE-MAR y TINAMENOR. Esta última inició sus actividades como depuradora de moluscos y pronto comenzó a producir semilla de almejas y ostras, y posteriormente alevines de dorada y lubina. La producción de rodaballo estuvo impulsada en España por INSUIÑA, que consiguió en 1983 la primera producción importante en España. En la cría de anguila, la empresa VALENCIANA DE ACUICULTURA fue la impulsora del cultivo de esta especie y en el año 1984 puso en marcha por primera vez tecnologías avanzadas para la cría de esta especie.


JUNTA NACIONAL ASESORA DE CULTIVOS MARINOS (JACUMAR) Ya desde 1969, en España se consideraron los cultivos marinos como una técnica adecuada para asegurar la sostenibilidad de los recursos naturales a través de la Ley de Ordenación Marisquera y los Planes de Explotación Marisquera. La Constitución Española estableció que la acuicultura era una actividad a gestionar por las Comunidades Autónomas y por ello fue necesario establecer criterios comunes para conseguir el desarrollo uniforme de la acuicultura en nuestro país. Para ello se celebró en 1980 la primera Convención Nacional de Cultivos Marinos y se publicó en 1984 la Ley de Cultivos Marinos.


A partir del ingreso de España en la CEE en 1986, las diferentes líneas de financiación que se abrieron, permitieron que la acuicultura española tuviera acceso a financiación de proyectos para la explotación de los recursos naturales disponibles, el abastecimiento de un mercado de productos pesqueros deficitario, la modernización y diversificación de las instalaciones acuícolas, la absorción de mano de obra excedente del sector pesquero, la reconversión del sector marisquero y el impulso de una actividad de producción de bajo impacto medioambiental.


JACUMAR ha venido contribuyendo desde 1988 a la puesta en marcha de nuevas líneas de investigación a través de los Planes Nacionales de Cultivos Marinos.

Y con el objetivo de que la acuicultura española diera un salto definitivo que la situara como una industria consolidada en Europa, la Secretaría General del Mar publicó en 2001 el Libro Blanco de la Acuicultura en el que se analizó en detalle aquellos aspectos sobre los que se tenía que seguir trabajando en los siguientes años.


CULTIVOS EN ESPAÑA La gran variedad de enclaves con los que cuenta nuestro país para la cría de especies marinas y continentales, ha favorecido el desarrollo de múltiples sistemas de producción, que han permitido la cría de hasta 50 especies diferentes de peces, moluscos y crustáceos, y han colocado a España entre los 20 países con mayor producción de acuicultura del mundo y el primero en la Unión Europea, con cerca de 250.000 toneladas anuales.

En la zona mediterránea, suratlántica y en Canarias encontramos granjas en mar para el cultivo de dorada, lubina, corvina y atún, cultivos en esteros y bateas para el cultivo de moluscos. En la zona norte encontramos granjas en tierra para el cultivo de rodaballo, lenguado y besugo, y parques y bateas para el cultivo de moluscos. En el interior encontramos granjas de cría de trucha, esturión, tenca y salmón.


Uno de los sistemas de cría más exitosos han sido las GRANJAS EN EL MAR, especialmente de cría de DORADA Y LUBINA, especies que encabezan la producción de peces marinos en España. Estas especies se crían principalmente en zonas de aguas templadas en el Mediterráneo, la zona suratlántica y Canarias. Los centros de reproducción en tierra producen huevos y larvas a partir de reproductores. Las larvas son mantenidas durante el primer mes de vida en tanques y son alimentadas con organismos vivos que se cultivan en la propia instalación. A partir del mes de vida se comienza a alimentar progresivamente con alimento seco. Las dietas de los peces se diseñan de forma específica para cada especie y para cada sistema de cría. El aporte de proteínas en el alimento proviene de harinas y aceites de pescado que se extraen de pesquerías de bajo interés comercial para el consumo humano. Otros ingredientes del alimento son la soja, el maíz y los aceites vegetales. Cuando el pez alcanza un tamaño de entre 2 y 10 g, se pasa a las unidades de engorde en mar abierto hasta que alcanza la talla comercial.

En estos momentos, la dorada y lubina de crianza suponen más del 94% del suministro de estas especies en España, lo que ha colocado a España como tercer productor de dorada y lubina a nivel mundial. Otra de las especies que se crían en granjas marinas es la CORVINA, especie que ha experimentado un espectacular crecimiento en los últimos años y que se presenta como una gran oportunidad de ampliar la variedad de peces de crianza, con

un pescado de excelentes cualidades y de fácil elaboración. Las condiciones en la cría permiten el desarrollo rítmico normal de las funciones fisiológicas y de comportamiento de los animales, asegurando así su bienestar y su óptimo desarrollo. La producción comercial de esta especie es reciente y fue necesaria la puesta a punto de las técnicas de cría, a través de proyectos de investigación como los Planes Nacionales de JACUMAR.

Las empresas del levante español, concentran la mayor parte de la producción de esta especie, y han convertido a España en el segundo productor mundial.


Otra de las especies de cría del levante español es la ANGUILA, que tiene un consumo local y que se cría a partir de crías capturadas en la costa. Además también se producen juveniles para devolver al medio y contribuir a la repoblación de esta especie. El ATÚN ROJO también se cría en granjas marinas, a partir de la captura de especímenes salvajes. En España las primeras granjas de engrase se instalaron en Murcia y todas las empresas están autorizadas para desarrollar esta actividad por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico. España es el cuarto país productor de atún de crianza en el mundo.

El proceso de engrase se inicia con la captura en alta mar de los atunes en distintas zonas del Mediterráneo desde finales de mayo hasta julio. Los ejemplares, con un peso superior a 50 kg, se trasladan hasta grandes granjas marinas

y durante 7 a 8 meses se les alimenta hasta obtener un elevado contenido graso que definirá su calidad y fijará su precio. En la zona suratlántica española encontramos la cría en ESTEROS de dorada, lubina, lenguado, lisa, mugílidos y anguila y también langostinos, almejas y ostras.

En el norte de España, encontramos las GRANJAS EN TIERRA para el RODABALLO. Estas granjas se componen de grandes tanques de agua de mar donde este pez plano descansa en el fondo. La reproducción se realiza en los criaderos en condiciones muy controladas y, durante su primer mes de vida, las larvas se mantienen en tanques donde adquieren su forma plana definitiva. Permanecen en los tanques de preengorde hasta que alcanzan los 20-30 gramos y finalmente en tanques de engorde hasta su tamaño comercial de entre 1,5 y 2 kilogramos. La mayor parte de la producción española se realiza en Galicia, y al igual que para la dorada y la lubina, el rodaballo de crianza supera con creces al que proviene de las capturas. La producción ha experimentado incrementos espectaculares en unos pocos años, lo que ha convertido a España en el primer productor mundial de esta especie.

Otro pez plano que también se cría en granjas en tierra es el LENGUADO. Para esta especie, la acuicultura se presenta como

una alternativa sostenible para su consumo y contribuirá a ampliar la gama de productos de crianza en los mercados. Aún queda por resolver cuestiones básicas de la cría de esta especie, en las que se está trabajando con el apoyo de JACUMAR.


Otro pez marino de futuro en la acuicultura es el BESUGO. En Galicia existe una empresa pionera en el cultivo de esta especie, que ha conseguido un producto de alta calidad tras años de investigación. Los ejemplares criados en las granjas en tierra se engordan en granjas en el mar durante un periodo que puede alcanzar los 3 años. Junto con la producción de peces, también encontramos en España otra actividad acuícola de suma importancia socioeconómica para muchas zonas costeras, que es la CRÍA DE MOLUSCOS. El MEJILLÓN es el molusco más producido en España, generalmente en estructuras flotantes de madera denominadas BATEAS. El sector mejillonero en España se concentra especialmente en

Galicia, donde es uno de los pilares de la economía, ya que hay más de 3.000 bateas instaladas y se generan más de 13.000 puestos de trabajo.

Otra Comunidad Autónoma donde la cría de mejillón es una actividad tradicional fuertemente arraigada, es Cataluña, especialmente en la zona del Delta de Ebro. También en la Comunidad Valenciana y Baleares, y en otras zonas donde se ha incorporado más recientemente como en Andalucía. Todo esto ha colocado a España como segundo productor mundial en la cría de mejillón. La semilla del mejillón (“mejilla”), se captura del medio y se coloca en cuerdas que se suspenden del entramado de la batea. Tras unos meses se realiza un desdoble para separar en distintas las cuerdas y finalmente se realiza el cosechado, una vez que el mejillón ha engordado hasta alcanzar el tamaño de venta. El mejillón es una animal filtrador, por lo que durante este proceso se alimenta tan sólo del fitoplancton y los nutrientes del medio. De este modo se consigue un producto final natural, con un elevado valor nutritivo.

Otros moluscos de cría en España son la OSTRA PLANA y la OSTRA RIZADA, que se cultivan a partir de semilla del medio natural o de la producida en criaderos. Las semillas de 1-2 centímetros se crían en BATEA, en cestos o cajas ostrícolas o en ZONAS INTERMAREALES donde se depositan sobre el fondo o en mesas ostrícolas dentro de sacos de malla. La ostra se alimenta de la riqueza natural del medio lo que le aporta unas cualidades gastronómicas inmejorables. España también está entre los países con mayor producción de ALMEJAS en el mundo. La cría de almejas se realiza en parques de cultivo o en los bancos naturales, zonas con buena corriente de agua en las que se siembra la semilla de almeja obtenida en criaderos y que se recolecta mediante artes tradicionales a pie o desde pequeñas embarcaciones. Para mantener la gran demanda de almeja en los mercados, es necesario avanzar en la optimización de las tecnologías de producción de semilla y las repoblaciones de los bancos naturales. Otro molusco considerado como una de las especies con más futuro para la acuicultura es el PULPO DE ROCA. Se trata de una especie de rápido crecimiento, y muy rica en proteínas y existe una gran interés en conseguir su cría a nivel comercial. La

etapa del cultivo larvario es el mayor reto para la cría de esta especie y la mayoría de las investigaciones apoyadas por JACUMAR se dirigen a ampliar el conocimiento de esta fase y a la optimización de las técnicas de engorde y la alimentación.


Por su parte, la cría de ESPECIES DE AGUA DULCE en España tiene una gran tradición y se desarrolla principalmente en los tramos altos y medios de ríos con agua de excelente calidad. La TRUCHA ARCO IRIS es la principal especie en la acuicultura continental española, por su buena respuesta a la cría y la facilidad de adquisición de reproductores de calidad y huevos y se cultiva en tanques al aire libre con alta renovación de agua y ricas en oxigeno disuelto. La cría de trucha es especialmente importante en Galicia y también en Castilla León, Castilla La Mancha, Andalucía, Aragón, Cataluña y Asturias. La producción de trucha arco iris ha crecido de forma exponencial desde principios de los años 50, alcanzándose casi las 34.000 toneladas anuales, y se ha llevado a cabo una importante apertura a mercados exteriores llegándose con una exportación de más del 20% de la producción nacional. También se producen en España importantes cantidades de trucha común para repoblación de nuestros ríos. El ESTURIÓN SIBERIANO es también una especie importante en la acuicultura continental española. Esta especie es una de las 25 especies de esturión supervivientes con más de 200 millones de años de antigüedad pero en grave riesgo debido a la sobreexplotación y alteración de su hábitat. A nivel mundial se han iniciado esfuerzos para la conservación de estas especies a través de la acuicultura. En España se cría en Andalucía y Cataluña, con un periodo de cría

de un mínimo de 8 años para alcanzar 7 - 8 kilos de peso. El esturión es un producto considerado de lujo, por la gran calidad de su carne y porque contiene elementos cardiosaludables. Los productos del esturión se comercializan de múltiples maneras en fresco, ahumados, en gelatina o como caviar.

Otra especie de agua dulce, que se cría en España en lagunas y embalses en Extremadura y Castilla y León es la TENCA, un pez de la familia de las carpas poco

conocido a nivel nacional, pero exquisito desde el punto de vista gastronómico. Por último, el SALMÓN DEL ATLÁNTICO se cría en España para la repoblación de los ríos con el objetivo de recuperar las poblaciones salvajes puesto que está en peligro de extinción. La Organización para la Conservación del Salmón del Atlántico Norte, de la que forma parte JACUMAR, actúa para la conservación, restauración y gestión racional de las reservas de salmón. La cría de especies para repoblación demuestra de nuevo, la excelente contribución de la acuicultura a la recuperación de las poblaciones silvestres y su compatibilidad con la producción para abastecer el consumo.


Además, la incorporación de nuevas especies aportará mayor diversidad a los cultivos, por ejemplo con especies como la MERLUZA una de las especies que ha despertado mayor interés en España por su amplia tradición de consumo. Los investigadores del Instituto Español de Oceanografía trabajan en la aclimatación de la merluza a las condiciones de cría y han conseguido grandes avances a nivel mundial en su reproducción en cautividad. También el ERIZO DE MAR tiene una fuerte demanda en los mercados mundiales, lo que ha provocado un incremento de extracción que ha llevado en algunas zonas casi a la desaparición de la especie. La cría de erizo se presenta como la herramienta clave para regenerar áreas agotadas y asegurar la sostenibilidad de esta especie. La OREJA DE MAR podrá ser en el futuro una especie con grandes oportunidades puesto que, a pesar de que no existe una tradición en su consumo en España salvo a nivel local, tiene un mercado externo con muchas posibilidades. Varias especies de ALGAS presentan excelentes cualidades tanto para la alimentación, como para la agricultura, la cosmética y la producción de medicamentos y, aunque de momento la recolección es la fuente más importante de abastecimiento, su cultivo permitirá ampliar la variedad de productos que la acuicultura es capaz de aportar a los mercados.


COMPROMISOS DE LA ACUICULTURA ESPAÑOLA La acuicultura es uno de los sectores productores de alimento con mayor potencial de crecimiento y es la herramienta clave para aumentar la producción mundial de pescado al mismo ritmo que aumenta la población mundial y sin sobreexplotar los recursos pesqueros. Pero para asegurar el desarrollo de la acuicultura al ritmo necesario, se deben superar retos relacionados con un mercado cada vez más globalizado y diversificado, con los requisitos de seguridad alimentaria y con una mayor concienciación pública de la necesidad de protección de los recursos naturales. La INNOVACIÓN Y EL DESARROLLO TECNOLÓGICO es una de las piezas clave para asegurar el desarrollo y la competitividad de la acuicultura para hacer frente a los principales retos científico-tecnológicos que se plantean en los procesos de cría. En este sentido, instrumentos como las Plataformas tecnológicas europea y española. Uno de los retos más importantes es el desarrollo de materias primas y tecnologías para la producción de alimento. Para ello se están realizando importantes esfuerzos en investigación encaminados a conseguir alimentos con mayor proporción de productos vegetales y que a la vez garanticen la calidad del producto final. Además, es necesario profundizar en la ingeniería y manejo de los cultivos y la selección de nuevos emplazamientos para realizar una acuicultura más alejada de la costa compatible con otros usos del litoral. También habrá que completar el conocimiento de algunos aspectos en las técnicas de cría para determinadas especies como el Atún rojo, para conseguir cerrar su ciclo de cría. Los proyectos de investigación liderados por el Instituto Español de Oceanografía, han demostrado la

viabilidad de la cría de esta especie en cautividad y se trabaja para conseguir dietas nutricionalmente completas y respetuosas con el medio ambiente. Todo ello contribuirá también a la conservación y recuperación de las poblaciones naturales de esta especie. La incorporación de nuevas especies de cría es también una oportunidad para mejorar la competitividad de la acuicultura. Otra de las grandes apuestas de la acuicultura europea es el estricto cumplimiento de los requisitos de SEGURIDAD ALIMENTARIA DE LOS PRODUCTOS ACUÍCOLAS. Los ciudadanos europeos, grandes consumidores de pescado, exigen un producto seguro y de calidad. Por ello, se aplican normas de seguridad alimentaria en los procedimientos de cría que aseguran que los productos que llegan desde la granja a la mesa estén en las mejores condiciones para su consumo. Las administraciones por su parte realizan un control continuo de los establecimientos y los productos de la acuicultura. Por ejemplo, en las zonas de producción de moluscos se realiza un seguimiento semanal que permite detectar la presencia de algas tóxicas, microorganismos o contaminantes y que pone en marcha protocolos para impedir la extracción de moluscos cuando se detectan niveles por encima de lo permitido. Las características propias de los sistemas de producción en acuicultura también aportan ventajas al pescado de acuicultura, como por ejemplo, el insignificante riesgo de presencia de parásitos como el anisakis, puesto que el alimento que se suministra al pescado es previamente esterilizado.


Por otro lado, el consumidor también busca satisfacer sus expectativas de calidad y precio y, cada vez más, un producto fácil de cocinar. Por ello, el sector empresarial en nuestro país apuesta por adaptarse a estas nuevas tendencias de consumo y está desarrollando nuevas presentaciones como los productos fileteados, congelados, en conserva, ahumados y elaborados. También se está avanzando en la utilización de nuevos envases como los de atmósfera protectora y al vacío, que aseguran una excelente conservación. La diferenciación del producto mediante distintivos de calidad es otra de las acciones que informan y proporcionan confianza al consumidor y garantizan que el producto y su proceso cumplan con los estándares establecidos. Por otra parte, la trazabilidad, gracias al minucioso control durante todo el proceso de cría y transporte, garantiza que el consumidor conozca las especificaciones del producto, el modo de producción y su origen, y asegura su inocuidad. Todos estos retos para la acuicultura están necesariamente vinculados a un CRECIMIENTO SOSTENIBLE de la actividad que deberá garantizar la combinación entre la protección del medio ambiente y el desarrollo económico; a través de empresas fuertes que sirvan de locomotora para el desarrollo de la actividad y que permitirán la generación de riqueza y empleo. La preocupación por la conservación de los ecosistemas ha estado siempre presente en la acuicultura en España, puesto que la actividad depende directamente de la salud de los ecosistemas en los que se desarrolla. Las empresas de acuicultura, desde su responsabilidad para con la sociedad, el medio ambiente y el consumidor, se esfuerzan para conseguir productos de la más alta calidad desde el RESPETO AL ENTORNO, que implica un uso correcto de la capacidad ecológica de las costas y los ríos, la gestión responsable y una correcta localización de las granjas, la compatibilidad con otras actividades, la prevención

de los impactos ambientales, el control sobre la introducción de nuevas especies, el control de vertidos.


La acuicultura en España es un motor dinamizador en muchas zonas costeras y rurales, que genera puestos de trabajo y recursos económicos, que incorpora al mercado productos sanos y seguros para el consumidor y que contribuye a la conservación de los recursos naturales. Una acuicultura sostenible que se traduce en el respeto al medio ambiente, a la excelente calidad de sus productos, a la comunicación transparente y el compromiso con el consumidor, a la investigación y a la innovación, generando alternativas que permitan progresivamente cubrir las necesidades de una población en continuo aumento. Y todo ello, desde una actitud responsable cada vez mayor en el sector empresarial y en la administración. Ante los retos que plantea el futuro, la acuicultura española cuenta con una experiencia acreditada y una capacidad tecnológica, que la sitúan en una inmejorable posición para afrontar los retos del futuro en beneficio de todos y de las futuras generaciones.

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