Adiós a el petiso y la incomprensión de una secretaria boluda.

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  • 8/9/2019 Adis a el petiso y la incomprensin de una secretaria boluda.

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    Adis, NorbertoLaporta

    Esteban Schmidt

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    Se muere gente que no se haba muerto nunca antes. Jode, unose acostumbra a los vivos aunque no los quiera. Y as se muriNorberto La Porta noms. Murindose. Llamaron, al fin, a la casa delpadre a el petiso , una suerte de inmortal del ltimo cuarto de siglodemocrtico. A Manteca di Napoli le gustaba La Porta. Compensa bien

    una boleta , sola decir.

    La ltima vez que lo vimos, el pequeo socialista estabasentado con amigos en una mesa del Tortoni y presentaba los efectosexteriores del cncer, las facciones anguladas y plidas y una tristezade estacin de tren que era tanto mejor no mirarlo para no saber. Laanteltima vez no, la melancola fatal se hallaba contenida por labuena salud, y el petiso hablaba desde su banca en la sesin dehomenaje al gallego Vzquez, el penltimo legislador en morir en2006, lubricando el micrfono con su oratoria barroca. La Porta hacaalgo con la respiracin previo a la lisonja del muerto, como una pausateatral, un freno viscoso para decir el gayyyeego, que se escuchabaen el micrfono, y juntaba las cejas y tomaban una seriedad escolaresa y todas sus performances que, conjugadas con su estrabismo,automatizaban el cario que le tenan todos. Sepamosl: todas lasdeformidades son queribles siempre que no nos asusten.

    Que no se diga, entonces, que su oratoria fnebre era standard,era standard ms uno! porque La Porta se encenda en lasrecordaciones, algo ancestral lo movilizaba a pedir la palabra ysaludar a los muertos destacando lo mejor del cado en desgracia, y

    cuando no era el humor, su excitado asombro, era la inteligencia o lahabilidad con las matemticas que fue lo que le impresion, porejemplo, de Vzquez. Y tuvo el petiso su sesin de homenaje, ytuvimos porque el petiso de ac y el petiso de all, y se repitibonhoma en esa sesin. Y eso fue: un recuento lavado de su vidalegislativa, y el sobredimensionamiento de la bondad con su remateclsico: simplemente se fue un buen hombre .

    El petiso tena un formato actoral para cada escena de la vidapblica y todos esos formatos, todos los fractales de s, hacan alpersonaje La Porta. En la banca, siempre lisonjero y acuerdista; en latele y en los diarios representando el papel del socialista que noasusta, el socialista sin Managua, el socialista sin socialismo que seasegur una parcela en un cementerio privado para descansar acuatro metros de distancia de los dems, pese a ostentar ese combotxico de tanguero y hombre de caf, con todo el verso monumentaldel barrio y la barra de amigos que aprendieron a decirle buena mozaa las mujeres (puajj); en el cctel, en la alfombra colorada del poder ylos privilegios, la fraternidad de los terceros tiempos del ClubPueyrredn; y siempre con sus pares, los hombres, sembrando laexpectativa de que ese petiso podra ser un huracn de no estarcontenido o retirado por la mquina familiar. Con todos, su gran frasede despedida era: a ver cundo nos comemos un churrasco . Uncarnvoro y un fenmeno, no te pods despedir as. As era La Porta,

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    pedacitos de hombres pegados con el paso del tiempo que lo volvigrantico, definido e indivisible. Mnimo comn mltiplo de s mismo,nmero primo.

    El petiso result ms viejo que su edad, aunque fuera meses

    ms grande que Mick Jagger, y faltaba que hablara de las glicinas yrecordara a los lecheros. No eras tan anciano, petiso, por qu nofuiste Jagger? Sepamosl: cuando no tens presente con el quemostrarte ante los dems, estirs el pasado para vivir de unatrayectoria tan larga como la imaginacin del que escucha. Sumuerte, como era de esperar ese domingo de Ramos a la madrugadaen que los mdicos desenchufaron el respirador, desat la terceraguerra mundial del clich municipal. La muerte de un mdico servidorpblico sobreestimado tambin pudo dar que pensar, era animarse,no todo tiene que servir para asegurar la herrumbre de los trescientoschantas que hacen la poltica municipal y que se movieron como lastazas del Italpark, toscas y difciles de empujar en el velatorio delpetiso en el saln blanco del Country de Per 130.

    Podramos decir que el momento Jagger de la vida de La Portafue cuando escribi una columna en La Vanguardia de aplauso alrgimen militar, cuando una parte del socialismo democrticoprestaba dirigentes y embajadores. Mir si eso fue lo que hizo conms coraje en toda su vida. Ms incluso que apoyar a Ibarra despusde la masacre de Croman. Te anims diputado tal a pensar encosas as? Bonhoma, bonhoma. Cuando lo escracharon, con ese

    recuerdo de la mediana edad verde oliva socialista, La Porta dijo: Hecometido un solo error en mi vida, que desde la poltica me va aperseguir cada vez que me quieran hacer dao. Lo asumo y loreconozco.

    Cuando hay una catstrofe o muere un hombre pblico tenemosla esperanza de que se desate una catarsis loca, un recuentoemocionado de la prdida y, al fin, una reparacin del dao al pueblo.Pero no, ni por puta una buena. La franela sigue su ritmo, su mtricafatal.

    Fin

    (Una semana despus una secretaria del petiso me cruza en unacto de Daniel Filmus. Era la viudita misteriosa.)

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    La viudita misteriosa.

    Que el desarrollo se vierta sobre todos! grit Daniel Filmusdesde el podio que le pusieron para que brille como candidato y,abajo del escenario, todos los crculos de su infierno, los funcionarios,

    los secretarios, y los forros que tocan el bombo, aplaudan y reanvolviendo un circo para adultos el Golden Center de Parque Norte. All,en el redondel de los invitados especiales estaba, por ejemplo,Anteojitos en su acto debut en el pejota. Atenta esta mujer, pero notanto como para desaprovechar la oportunidad de hacer sobre m unode esos descargos de hembra amparada por la masa. Delgada,petisita, casi no existe, pero entusiasta, bicho, de la clase que puedesobrevivir del presupuesto pblico en uno de esos edificios viejos dela zona cntrica, y lo hace! No sin esfuerzo porque hay que andarcon todos esos papelitos aburridos, hay que tipiar proyectos dedeclaracin chotos y mandarlos por mail o decir el seor diputadodesea tal cosa . And a cagar, diputado!, puede pensar y enseguidacallar porque es obvio que no todos pueden perder una plantatransitoria. Bien por ella. Hasta Los Ramones tenas sus mieditos,cmo no la vamos a entender. En estos empleos se pueden sentirindispensables tambin -no es moco de pavo que te esperen paraempezar una reunin-, y comprarse esos anteojos rectangulares quete ponen del lado de los salvados. Con sus anteojitos entonces, se meacerca.

    --Vos sos Esteban Schmidt?

    --No, soy Roberto Santucho.--Sos Esteban Schmidt--Si sabs, para qu me pregun ts .--Por qu escribiste esa nota de mierda sobre Norberto?--Cmo de mierda. La hice con mucha dedicacin.--No, es una no-ta de mier-da.--Mielda!--Es cobarde tu nota, l no se puede defender.--Bueh, pero eso es una pelotudez, querida, es lo ms obvio. Iba aescribir su obituario mientras viva? Igual no se hubiera podidodefender, no hay nada que no sea cierto y lo que es interpretacin,qu iba a hacer, Norbert, ms que optar por macartearme de algunamanera? Para defenderse en serio hay que ponerse a escribir,concentrarse un rato largo. Ojo, Anteojitos, escribir son muchas horasde no mirar la tele...--(Interrumpe) Aparte, qu pods hablar vos que sos radical?--Ah, pero eso qu tendra que ver. Vos imaginate que tanto que searadical como de algn otro partido tradicional como Flacso, no puedopasarme toda la vida puteando la historia de Mitre para despusescribir, la que te toca vivir, todava peor, construyendo nuevoshroes perfectos que no iban al bao. La Porta fue un tipo que citabaa Adolfo Castelo en las sesiones, comprend que ante alguien as, nome iba a quedar callado, y no te lo digo como radical, te lo digo comoescolarizado. Insisto sobre lo cruel que hubiera sido que escribiera y

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    publicara esto en su agona. Por otra parte, yo me dedicoprincipalmente a los vivos y escribo bastante lo que se me canta.Aprend a ser libre a los catorce aos, Anteojitos, te recomiendo viviras.--Pero hace una semana que muri, esta tarde la hija lea la nota y

    lloraba conmigo--Bueh, te fuiste al carajo. Consejo: no lloren, crezcan; y sab que haygente con una relacin menos compleja con la muerte de la que tensvos.--Aparte, ese blog! (y ah Anteojitos pone cara de que me va a herir,de que me agarr, de que no soy exitoso o algo as) Adnde quersllegar escribiendo ah?--Mir, retrasada, para que tengas una idea, si tuvieras espalda msgrande, te usara de cartelera. Vos penss que yo me quiero tomar el39 todos los das para ir a Clarn a ponerle las negritas a las notas? Yono quiero ir a ningn lado, forraza. Ac no hay adnde ir, esto es elencierro de Pamplona para mucha gente. No para vos, que te veobien ac en el acto, feliz de tu pejotismo post mortem de Norberto.Penss que fueron gratis los protagonismos polticos de La Porta, lasintendencias de Ibarra? Este pas est destruido.--Sos un enfermo--Creme que estoy bastante amparado por el bao de sangre quefue la Revolucin Francesa, y por varios baos de sangre que vinierondespus, para escribir lo que se me antoja.--Bah, bah.

    Despus de decir bah, bah, esta pick up del asesoramientolegislativo volvi a su grupito de amigos neofilmusistas entre los quese contaba su novio municipal de barba, que la abraz de memoria--jurara que sin amor-- y una amiga que estimamos tambin formaparte del mobiliario urbano, que quiso saber qu la haba ocupadoconmigo. Entonces el acto sigui su curso descendente hasta lasaturacin de rock y poltica mala con el hit de La Mancha de Rolandoque ayud a los presentes a partir encendidos, a irse pilas. No secrean que Anteojitos no movi la cadera en el da de su transicin delsocialismo al peronismo. La removi. Y as se fue como quien sedesarma en abrazos con todas las personas que conoce, que conocialguna vez y que tal vez vaya a conocer en el futuro. Yo tambin baily me qued un poco resentido. Ni por antropologa, ni para saber enqu anda el mundo, hay que volver a hablar con boludas. Estas pibasque pierden tanto tiempo tratando de saber los nombres de losmonigotes que se sientan en las bancas y los clculos que hacen paravestirse y capaz que a los cuarenta empiezan yoga y capaz que lescambia la idea de la muerte a los cuarenta y cinco cuando leen a unindio y pasaron por ocho partidos tradicionales y no tradicionales aesa altura, y a los cincuenta se empiezan a teir de colorado, comotodas esas boludas del Frepaso que se tieron de colorado.

    Ma, maaaa!!!, tengo mucho miedo de esta gente.